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DERECHOS DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD MENTAL

Las personas con diversidad o discapacidad mental han sido discriminadas


históricamente alrededor del mundo: libros, películas, y artículos de prestigiosas
revistas nos cuentan las desgarradoras vivencias reales de quienes fueron
víctimas de tales atropellos contra la dignidad humana., y sido que en
numerosas ocasiones han llegado a los tribunales de justicia nacionales e
internacionales. Este colectivo sigue en la lucha por sus derechos dan cuenta de
ello.

El campo científico ha hecho su aporte a esta lucha contra la


“desinstitucionalización psiquiátrica” con innumerables investigaciones que han
aportado favorablemente a éstos. Cuando utilizamos el término
“desinstitucionalización”, aludimos a las instituciones a las que esta ligadas la
vida en sociedad, como fuente de socialización y normas, entre ellas la familia,
la escuela, etc. Y es en esta sociedad en donde empieza la discriminación a los
pacientes psiquiátricos.

Movimientos sociales en EE.UU, Canadá, España, han sido precursores y


promotores de la Defensa de los derechos de Pacientes Psiquiátricos y la
“desinstitucionalización psiquiátrica”, lucha que ha logrado grandiosos cambios
tanto a nivel social como políticos

CONSENTIMIENTO INFORMADO

Consentimiento informado (a) Cuando los psicólogos conducen investigaciones


o presten servicios de evaluación, terapia, counseling, en persona o por vías de
transmisión electrónica u otras formas de comunicación, obtienen el
consentimiento informado del o los individuos, utilizando un lenguaje que sea
razonablemente comprensible para la o las personas, excepto cuando llevar
adelante tales actividades sin consentimiento esté autorizado por ley o
regulaciones gubernamentales o esté establecido en este Código de Ética. (Ver
también Normas 8.02, Consentimiento informado en la investigación; 9.03,
Consentimiento informado en evaluaciones; y 10.01, Consentimiento informado
en terapia). (b) En el caso de las personas legalmente incapaces para dar
consentimiento informado, los psicólogos igualmente

(1) proveen una explicación apropiada,

(2) procuran el acuerdo del individuo,

(3) consideran las preferencias y los mejores intereses de tales personas, y

(4) obtienen el permiso apropiado de una persona legalmente autorizada, si tal


consentimiento sustituto está permitido o requerido por ley. Si no lo estuviera, los
psicólogos toman las medidas razonables para proteger los derechos y el
bienestar del individuo. (c) Cuando los servicios psicológicos sean indicados o
autorizados por la justicia, los psicólogos informarán al individuo antes de
proceder sobre la naturaleza de dichos servicios, incluyendo si fueron o no
indicados o autorizados por la justicia y los límites de la confidencialidad.

(d) Los psicólogos documentan apropiadamente el consentimiento escrito u oral,


el permiso y el asentimiento. (Ver también Normas 8.02, Consentimiento
informado en la investigación; 9.03, Consentimiento informado en evaluaciones;
y 10.01, Consentimiento informado en terapia).

La Declaración de Salud Mental de los Derechos Humanos expone los


principios que rigen a CCHR y los estándares por medio de los cuales las
violaciones a los derechos humanos por parte de la psiquiatría

A. El derecho a completo consentimiento informado, incluyendo:

1. La prueba científica o médica que confirma el supuesto diagnóstico del


trastorno psiquiátrico y el derecho de refutar cualquier diagnóstico psiquiátrico
de "enfermedad" mental que no pueda ser médicamente confirmado.

2. La divulgación completa de todos los riesgos documentados de cualquier


fármaco propuesto o "tratamiento".

3. El derecho a ser informado de todos los tratamientos médicos disponibles


que no incluyen la administración de un medicamento o tratamiento psiquiátrico.

4. El derecho a rechazar cualquier tratamiento que el paciente considere


perjudicial.

B. A ninguna persona se le dará tratamiento psiquiátrico o psicológico contra su


voluntad.

C. A ninguna persona, hombre, mujer o niño se le puede negar su libertad


personal por razones relacionadas con una supuesta enfermedad mental, sin un
juicio justo por personas que son neutrales en la materia y con representación
legal apropiada.

D. Ninguna persona será admitida o retenida en una institución, hospital o


instalación psiquiátrica debido a sus creencias o prácticas religiosas, políticas o
culturales.

E. Cualquier paciente tiene:

1. El derecho a ser tratado con dignidad y como ser humano.

2. El derecho de atención en los hospitales sin distinción de raza, color, sexo,


idioma, religión, opinión política, origen social o estatus por derecho de
nacimiento o de propiedad.
3. El derecho a recibir un examen clínico y físico completo realizado por el
médico de medicina general competente y titulado que la persona elija, para
asegurar que la causa de la condición mental de la persona no es debido a
alguna enfermedad física, una lesión o un defecto que no se ha detectado ni
tratado y el derecho de buscar una segunda opinión médica de su propia
elección.

4. El derecho a tener acceso a hospitales con instalaciones completamente


equipadas y personal médico adecuadamente cualificado, para que puedan
realizarse exámenes clínicos y físicos competentes.

5. El derecho a escoger la clase o tipo de terapia a emplearse, y el derecho a


comentar esto con un médico de medicina general, facultativo o ministro de su
propia elección

6. El derecho del paciente a que se le aclaren, por escrito y en su propio


idioma, todos los efectos secundarios de cualquier tratamiento ofrecido de modo
que él los comprenda.

7. El derecho de aceptar o rechazar el tratamiento, pero en particular, el


derecho a rechazar la esterilización, el tratamiento de electrochoque, shock de
insulina, lobotomía (o cualquier otra operación cerebral de psicocirugía), terapia
de aversión, narco terapia, la terapia de sueño profundo y medicamentos que
producen efectos secundarios no deseados.

8. El derecho a presentar denuncias oficiales, sin represalias (castigo), ante


una junta independiente, compuesta por personal no-psiquiátrico, abogados y
legos en la materia. Las denuncias pueden abarcar cualquier tratamiento de
tortura, cruel, inhumano o degradante, o cualquier castigo recibido estando bajo
cuidado psiquiátrico.

9. El derecho a tener asesoría privada con un consejero legal y proceder


mediante acción legal.

10. El derecho a darse de alta por sí mismo de una instalación psiquiátrica en


cualquier momento y a ser dado de alta sin restricción, al no haber cometido
delito alguno.

11. El derecho a administrar sus propiedades y asuntos con la asesoría de un


consejero legal, de ser necesario, o si un tribunal considera que la persona es
incompetente tiene derecho a contar con un albacea asignado por el Estado para
administrarlos hasta que se le declare competente. Dicho albacea debe
responder ante el pariente más cercano del paciente, o ante su consejero legal
o tutor.
12. El derecho a ver o a tener sus registros del hospital y tomar acción legal
con respecto a cualquier información falsa contenida en ellos que pueda dañar
su reputación.

13. El derecho a ejercer acción legal, con asistencia plena de la autoridad


competente, contra cualquier psiquiatra, psicólogo o personal del hospital por
cualquier abuso, encarcelamiento falso y agresiones relacionados con el
tratamiento, abuso sexual o violación, o cualquier violación de la salud mental o
de otras leyes. Y el derecho a una ley de salud mental que no indemnizará o
modificará las sanciones para el tratamiento penal, abusivo o negligente de los
pacientes cometidos por cualquier psiquiatra, psicólogo o personal del hospital.

14. El derecho a presentar demandas contra psiquiatras, sus asociaciones y


colegios, contra la institución, o su personal por detención ilegal, informes falsos
o tratamiento dañino.

15. El derecho a trabajar o a negarse a trabajar y el derecho a recibir


compensación justa de acuerdo a una escala de pago comparable a los salarios
sindicales, estatales o nacionales por trabajo similar, por cualquier trabajo
realizado mientras estaba hospitalizado.

16. El derecho a educación o entrenamiento para capacitarse mejor para


ganarse la vida cuando sea dado de alta y el derecho a escoger el tipo de
educación o entrenamiento que es recibido.

17. El derecho a recibir visitas y a un ministro de su propia fe.

18. El derecho de hacer y recibir llamadas telefónicas y el derecho a la


intimidad en relación con toda la correspondencia personal que envíe o reciba.

19. El derecho de asociarse libremente, o no hacerlo, con cualquier grupo o


persona en una institución, hospital o instalación psiquiátrica.

20. El derecho a un entorno seguro sin tener cerca a personas que fueron
llevadas ahí por razones criminales.

21. El derecho a estar con personas de su misma edad.

22. El derecho a vestir su propia ropa, a tener efectos personales y a tener un


lugar seguro donde guardarlos.

23. El derecho a ejercicio físico diario al aire libre.

24. El derecho a una dieta y nutrición apropiada y a tres comidas al día.

25. El derecho a condiciones higiénicas e instalaciones que no estén


superpobladas y a suficiente descanso y tiempo libre sin ser molestado. en
realidad las enfermedades mentales son un monstro encubierto con el que
tienen que vivir toda su vida quienes la padecen en una lucha constante contra
sí mismos y contra una sociedad estigmatizadora, una sociedad que los
encierra y les da un calificativo distintivo “loco, a”, “el loquito, a” “retardado, a”
con el que a fuerza tienen que vivir toda su vida; no olvidemos también a sus
familiares quienes en muchas ocasiones son co-cómplices silenciosos del
sufrimiento y a la vez del abuso a la que este grupo minoritario es sometido. Las
personas con discapacidad mental no son solo un “Diagnostico patologizante”,
son seres humanos con derecho a vivir en armonía a consigo mismo y con su
entorno, con derecho a reconstruir sus vidas y a crear sus propios proyectos de
vida La lucha contra la estigmatización social de las personas con diversidad
mental continua.

En nuestro país, la situación de los pacientes psiquiátricos y personas con


discapacidad ha mejorado transcendentalmente con la implementación del
Programa Manuela Espejo, liderado por el ex -vicepresidente del Ecuador Lenin
Moreno, el cual arranco desde el año 2009 y que está dando la vuelta al mundo
con el beneplácito de los gobiernos y de los beneficiarios directos e indirectos de
dicho programa. He visto con satisfacción cómo el hecho de recibir una
compensación económica, ha cambiado totalmente la forma en como
anteriormente se trataba a quienes ahora se llama “discapacitados”, y ahora en
vez de cargas económicas se los ve, (aunque obligadamente) como personas
valiosas, estas reformas constitucionales han venido a paliar en algo la situación
de vulnerabilidad a la que están expuestos los pacientes psiquiátricos.

BIBLIOGRAFIA

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