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Hiperlipemias
Prevención de la hiperlimias
La prevención de las hipelipemias debe hacerse mediante
diagnostico precoz (analítica de sangre) en personas jóvenes con
factores de riesgo cardiovascular.
Obesidad
¿Qué es la obesidad?
La obesidad se define como un aumento de composición de
grasa corporal. Este aumento se traduce en un incremento del
peso y aunque no todo incremento del peso corporal es debido a
un aumento del tejido adiposo, en la práctica médica el concepto
de obesidad está relacionado con el peso corporal. La obesidad
debe ser entendida como una enfermedad crónica, de forma
semejante que lo es la diabetes mellitus o la hipertensión arterial.
La obesidad es una enfermedad crónica, compleja y
multifactorial, que suele iniciarse en la infancia y adolescencia, y
que tiene su origen en una interacción genética y ambiental,
siendo más importante la parte ambiental o conductual, que
se establece por un desequilibrio entre la ingesta y el gasto
energético.
La obesidad es la enfermedad metabólica más prevalente del
mundo occidental y es fuente de una gran morbimortalidad y
costes.
Epidemiología
Según la OMS, en la actualidad 1200 millones de personas
tienen problemas de sobrepeso/obesidad y, aproximadamente
el mismo número de personas sufre desnutrición. De continuar
este proceso de sobrecarga ponderal con la tendencia actual, en
el año 2040 la totalidad de la población europea tendría
sobrepeso. En España la Encuesta Nacional de Salud (ENS,
2013) refleja que un 27,8% de la población española que tiene
entre 2 y 17 años, padece obesidad y sobrepeso, y se manifiesta
de forma similar en ambos sexos. En la población adulta, la
obesidad afecta ya al 17% de la población de 18 y más años
(18% de los varones y 16% de las mujeres). Desde la primera
Encuesta Nacional de Salud en 1987, la obesidad sigue una línea
ascendente en ambos sexos, más marcada en hombres que en
mujeres.
Los factores educativos, sociales y económicos también están
impactando de manera diferente en las cifras españolas: así la
obesidad crece según se desciende en la escala social, y el nivel
educativo es menor.
Grados de obesidad
Según el Indice de Masa Corporal
I.M.C.
18,5-24,9 Kg/m2 Normopeso
25-26,9 Kg/m2 Sobrepeso grado I
27-29,9 Kg/m2 Sobrepeso grado II
30-34,9 Kg/m2 Obesidad tipo I
35-39,9 Kg/m2 Obesidad tipo II
40-49,9 Kg/m2 Obesidad tipo III o mórbida
50 Kg/m2 Obesidad tipo IV o extrema
¿Cuál es la relacion entre la obesidad y el
cáncer?
Los pacientes obesos tienen un mayor riesgo de padecer
ciertas neoplasias, especialmente de tumores
hormonodependientes. En mujeres obesas es más frecuente el
cáncer de endometrio, el de mama y el de vesícula biliar. En los
hombres el cáncer de próstata, y en ambos sexos el de colon y
recto.
Tratamiento de la obesidad
Las principales herramientas terapéuticas de las que se dispone
para luchar contra la obesidad son el tratamiento dietético, base
irrenunciable de la terapia, la educación y modificación de la
conducta, el incremento de la actividad física, la lucha contra el
sedentarismo y la escasísima terapia farmacológica disponible.
-procedimientos restrictivos
-procedimientos malabsortivos
Causas de la obesidad
La obesidad en sí misma es un factor de riesgo para la salud de
la población, que influye en el desarrollo y en la progresión de
diversas enfermedades contribuyendo a reducir la esperanza de
vida en los individuos obesos, que empeora su calidad de vida,
que limita en gran medida su actividad y que provoca además
problemas de autoestima, movilidad, relación social, laboral y
sexual. Tres factores influyen directamente en este proceso: el
grado de obesidad, el tiempo de evolución de la misma, y la
edad de los individuos obesos.
Existe una relación directa entre el IMC y el riesgo de
morbimortalidad de los obesos, que deriva de las patologías
asociadas y llega a convertir la obesidad en una enfermedad en sí
misma y de ahí el término “obesidad mórbida”.
Alteraciones cardiovasculares
Dislipemias: La hipertrigliceridemia y la hipercolesterolemia,
especialmente a expensas de la fracción LDL son comunes en
pacientes con obesidad mórbida. La causa de aparición de
dislipemias en los pacientes con obesidad mórbida es mixta y
debida a múltiples factores. En los pacientes no tratados las
dislipemias favorecen los depósitos vasculares endoluminales de
ateromas y la aparición de cardiopatía isquémica y de
hipertensión arterial.
Cardiopatía isquémica. Se ve favorecida por la presencia
crónica de hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia de larga
evolución, así como la frecuente asociación de obesidad con la
diabetes mellitus tipo 2 y el síndrome de hipercoagulabilidad de la
sangre.
Hipertensión arterial
Estasis venoso con hipercoagulabilidad
Alteraciones endocrinas
Diabetes tipo 2. Un 90% de los pacientes diabéticos son obesos.
El índice de resolución completa de la DM2 tras cirugía bariátrica
es alto y depende en parte de la técnica quirúrgica utilizada.
Hipotiroidismo subclínico
Dismenorrea, alteración de la fertilidad y ovarios
poliquísticos en mujeres.
Síndrome metabólico
Alteraciones digestivas
Esteatosis hepática, esteatohepatitis y cirrosis hepática
Colelitiasis y colecistitis aguda
Reflujo gastroesofágico
Alteraciones de la calidad de vida
Diabetes mellitus
Epidemiología de la diabetes
La diabetes mellitus es una de las enfermedades no
contagiosas más frecuentes del mundo. Es la cuarta causa de
muerte en la mayoría de países desarrollados y hay pruebas
sólidas de que tiene dimensiones epidémicas en muchos países
en desarrollo económico y de reciente industrialización. La
diabetes es, sin lugar a dudas, uno de los problemas sanitarios
más exigentes del siglo XXI.
Se calcula que la prevalencia mundial de la diabetes será del
9,9% en 2030 y el número de personas con diabetes en dicho
año podría alcanzar los 552 millones. Alrededor del 50% de la
enfermedad permanece sin diagnosticar.
La hiperglucemia crónica, incluso en ausencia de síntomas,
conlleva lesiones en múltiples tejidos con daños especialmente
sensibles en los pequeños vasos de la retina, los riñones y los
nervios periféricos. Por ello la diabetes es una de las principales
causas de ceguera, amputaciones y enfermedad renal terminal en
las sociedades desarrolladas.
En resumen, la diabetes es un problema sanitario mundial
frecuente y grave, el cual, en la mayoría de los países, se ha
desarrollado en paralelo a los rápidos cambios culturales y
sociales, el envejecimiento de la población, el aumento de la
urbanización, los cambios de dieta, la reducción de la actividad
física y otros comportamientos poco saludables. Este incremento
de la prevalencia de la enfermedad determina un coste
económico muy importante para la sociedad.
Hipercolesterolemia
¿Qué es la hipercolesterolemia?
El colesterol es una sustancia grasa que forma parte de un
conjunto denominado lípidos y es fundamental en el
mantenimiento de la estructura de las células del organismo y es
la base para la síntesis de otras sustancias como vitaminas u
hormonas sexuales.
La hipercolesterolemia consiste en la presencia de colesterol
en sangre por encima de los niveles considerados
normales. Estos niveles han sido establecidos en base a
estudios realizados en grupos muy amplios de población,
relacionando los niveles de colesterol con el riesgo de sufrir
enfermedades ocasionadas por la aterosclerosis (enfermedad
coronaria, enfermedad cerebrovascular isquémica y enfermedad
vascular periférica).
Los niveles de colesterol total no reflejan bien la situación de
riesgo ya que existe un colesterol “malo” que llamado LDL-
colesterol que refleja mejor el riesgo de padecer la enfermedad
aterosclerótica y se ha establecido como límite de normalidad 160
mg/dl, límite que desciende cuando se asocian otros factores de
riesgo como hipertensión arterial, tabaquismo, diabetes mellitus.
Existe otro tipo de colesterol que denominamos “bueno” ó HDL-
colesterol y que al contrario que el anterior previene la
enfermedad aterosclerótica, porque su función es eliminar el
colesterol del organismo y a mayores niveles mayores existe
mayor protección.
Tabla de valores de lípidos en sangre:
Síntomas de la hipercolesterolemia
La hipercolesterolemia es una enfermedad asintomática hasta
que aparece la alteración cardiovascular que puede producir
(infarto, angina, etc.), aunque a veces pueden aparecer
acumulaciones cutáneas de colesterol (xantomas o
xantelasmas), si bien los xantelas pueden aparecer también en
personas con niveles normales de colesterol. Estos dos tipos de
alteraciones cutáneas relacionadas con la hipercolesterolemia
aparecen con una mayor frecuencia en aquellas que son debidas
a un defecto genético ya conocido, más que en la de carácter
poligénico.
Dada la importancia de la hipercolesterolemia como factor de
riesgo, aprovechando cualquier contacto con los servicios
sanitarios en el que se realice una analítica, conviene realizar
una determinación sérica de colesterol total y de
triglicéridos. Esta determinación es recomendable realizarla una
vez antes de los 35 años en varones y de los 45 años en mujeres,
y después con una periodicidad cada 5 o 6 años.
No fumar.
Seguir unos hábitos dietéticos de acuerdo con la denominada
“dieta mediterránea”.
Reducir el consumo de grasas saturadas y el colesterol, y
aumentar el consumo de grasas monoinsaturadas.
Consumir pescado al menos 3 días por semana, especialmente
pescado azul.
Consumir diariamente alimentos con alto contenido en fibra (25-
30g/día).
Realizar ejercicio físico aeróbico moderado (caminar, nadar, subir
escaleras, bailar), un mínimo de 30 minutos 5 días a la semana,
con una intensidad de 60-80% de la frecuencia cardiaca máxima.
Los fármacos hipolipemiantes de elección son las estatinas,
fármacos que han demostrado reducir los episodios coronarios y
la mortalidad coronaria. Si no se consigue disminuir el colesterol
LDL (colesterol malo) con la dosis máxima de una estatina, es
preciso cambiar a otra más potente, o asociar una estatina a una
resina o ezetimibe.
Causas de la hipercolesterolemia
El origen del colesterol en el organismo tiene dos fuentes, la
externa que proviene de la dieta, y la interna que se produce el
propio organismo, principalmente en el hígado. Debido a que el
organismo puede producir su propio colesterol, existe la
posibilidad que personas, que no consuman exceso de colesterol,
tengan niveles sanguíneos elevados por tener algún desorden
genético-metabólico que da lugar a dicha elevación ó aumento de
la producción en el hígado ó alteración de la eliminación a través
de la bilis. Asimismo, se pueden distinguir dos tipos de
hipercolesterolemia:
Primaria: derivada de problemas en los sistemas metabólicos del
colesterol y factores genéticos antes referidos.
Secundaria: el aumento de colesterol se asocia a enfermedades
hepáticas, endocrinas (diabetes mellitus, hipotiroidismo…) y
renales (síndrome nefrótico o insuficiencia renal crónica).
Además, existen fármacos que pueden aumentar los niveles de
colesterol LDL, favoreciendo el desarrollo de hipercolesterolemia,
como son los esteroides anabolizantes, anticonceptivos, los
betabloqueantes y algunos fármacos antihipertensivos.
Existen numerosos trastornos que pueden ocasionar
hipercolesterolemias graves, si bien su desarrollo se debe
normalmente a factores genéticos. Dentro de las formas más
importantes de colesterolemia se encuentran la
hipercolesterolemia familiar heterocigota, la hipercolesterolemia
poligénica grave, y la hipercolesterolemia familiar combinada.