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En autos caratulados SUAREZ, EDISON y otros c/ MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y

CULTURA, PODER EJECUTIVO- AMPARO. - IUE Nº: 0002-009292/2018

Tramitados ante esta Sede se ha dispuesto notificar a Ud. la/s providencia/s que a

continuación se transcribe/n:

DFA-0004-000265/2018, DFA-0004-000265/2018 SEF-0004-000048/

Tribunal de Apelaciones en lo Civil de 5 Turno SUAREZ, EDISON y otros c/

MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CULTURA, PODER EJECUTIVO- AMPARO. 0002-

009292/2018

Ministro Redactor: Dra. Loreley B. Pera Ministros Firmantes: Dr. Luis María Simón Dra.

María Esther Gradín Dra. Loreley B. Pera IUE Nº 2-9292/2018

Montevideo, 8 de mayo de 2018

VISTOS: Para sentencia definitiva de segunda instancia, estos autos caratulados:

“Suarez, Edison y otros c/ Ministerio de Educación y Cultura. Poder Ejecutivo.

Amparo"; individualizados con la IUE N° 2-9292/2018; venidos a conocimiento de la

Sala en mérito al recurso de apelación deducido a fs. 200/206 por la parte actora

contra la sentencia nº 25/2018, dictada a fs. 190/199 por el Sr. Juez Letrado de

Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo de 1° Turno, Dr. Gabriel Ohanian

Hagopian. RESULTANDO: I Por el referido pronunciamiento de primer grado se

desestimó la demanda de autos; sin especial condena procesal. II Contra el mismo

se alzó la parte actora, agraviándose en síntesis por entender que: a) resulta una

ilegitimidad manifiesta, que el Gobierno le reforme el estatuto a un sindicato, en

flagrante vulneración de los arts. 7 y 72 de la Constitución, la Declaración de


Querétaro del V Congreso Iberoamericano de Derecho del Trabajo y de la Seguridad

Social del 24 de setiembre de 1974, y el Convenio N° 87 de la OIT; y, b) el objeto de la

pretensión de amparo es la anunciada reforma estatutaria por el interventor del

gobierno excediendo sus atribuciones, no la intervención, como erróneamente se

interpreta en la sentencia. Sustanciada la recurrencia, evacuaron el traslado respectivo

tanto la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales (fs. 210/229 vto.) como el

Ministerio de Educación y Cultura (fs. 231/233 vto.), abogando por la confirmatoria de

la impugnada. III Franqueada la alzada; recibidos estos obrados en el Tribunal el

miércoles 02/05/2018, previo estudio sucesivo se acordó sentencia que se dicta el día

de hoy. CONSIDERANDO: I La Sala confirmará la recurrida sin compartir toda su

motivación, pero sí la fundamentación relativa a la caducidad, y a la existencia de otras

vías eficaces de protección obstativa de la procedencia del amparo. II En forma previa

al análisis de la cuestión debatida se impone consignar, que en lo que respecta a la

legitimación activa, no se comparte el criterio del sentenciante de primer grado al

concluir que los demandantes están legitimados para promover la acción que se incoa

en autos, en tanto comparecen invocando la calidad de dirigentes de la Mutual

Uruguaya de Futbolistas Profesionales, la que claramente no revisten, al haberse

dispuesto por resolución del Ministerio de Educación y Cultura N° 1160/017 la

intervención de dicha asociación con desplazamiento de sus autoridades designando

interventores a la Dra. Andrea Martínez D’Alboa, a la Contadora Mariana Lacaño Silva

y al Dr. Marcelo Amorín Pisa (fs. 23/24) No obstante, pro actione, puede igual

entenderse que actúan también como asociados, y por ende, no se resolverá el

recurso por ese solo fundamento. Tampoco se coincide con el proceder del Sr. Juez a

quo, quien, ante el planteo por parte del MEC - único demandado - de que no estaba

legitimado pasivamente, emplazara de oficio a la Mutual de Futbolistas (fs. 54)

ampliando la integración subjetiva de la parte demandada, sin que mediara pedido

alguno de la actora en ese sentido. III Los amparistas, a efectos de evadir la caducidad

relevada en el pronunciamiento atacado, invocan que: “No es la intervención lo que es


objeto de nuestra pretensión: es la tentativa de reforma de los estatutos”, afirmando

acto seguido: “Cuando se cometió la barbaridad de intervenir el sindicato, jamás se

pudo uno imaginar que un interventor, fuera a hacer algo semejante, cosa que excede

evidentemente las facultades y atribuciones de un interventor” (fs. 201). Pues bien, la

Sala comparte en este tema el criterio del Sr. Juez a quo al considerar que, en

esencia, lo que atacan los actores es la intervención dispuesta el 16 de noviembre de

2017,por lo que, a la fecha de promoción de la presente acción el 20 de marzo de

2018(nota de cargo a fs. 19), había vencido en exceso el plazo de 30 días previsto en

el art. 4° de la Ley 16.011. Pero además, en forma alguna puede admitirse que se

sostenga que era imposible prever al momento de la intervención que se intentara

reformar los estatutos de la asociación, cuando expresamente la resolución del MEC

establece que su cometido era “reordenar la situación social y eventualmente

administrativa y contable de la institución; tomando las medidas pertinentes ,

incluyendo la reforma de estatutos y la realización de elecciones, si se entendieren

necesarios”. Solo resta señalar con relación a este punto, que en la demanda se

invoca que se ha “pergeñado un estatuto” cuya aprobación se pretende en una

Asamblea que ex profeso fue “mal convocada, poco difundida y manipulada” (fs. 14)

pero ninguna prueba se ofrece a efectos de acreditar que efectivamente los

interventores actuaron en forma irregular, en contravención de los Estatutos, los que,

en el art. 22 inc.a) establecen como una de las autoridades de la Mutual: las

Asambleas Generales Ordinarias y Extraordinarias; previendo en los arts. 23 a 27 todo

lo relativo a las mismas, incluido el procedimiento a seguir en la convocatoria. IV Más

allá de que la caducidad es razón suficiente para confirmar la sentencia apelada,

existe otro fundamento (además del señalado en el Considerando II) para ratificar la

solución desestimatoria de la pretensión incoada. En reciente sentencia, con su actual

integración, esta Sala expresó: “Se reproducirán manifiestaciones recientes de este

Tribunal, en su anterior integración, contenidas en resolución DFA 130/2014 SEI

33/2017, de 14/3/2017, por su parcial coincidencia con el objeto del presente amparo:
“Como es bien sabido, o debería serlo, la acción de Amparo es un instituto realmente

excepcional que procede en forma residual cuando el ordenamiento jurídico no prevé

otro tipo de vía para solucionar el conflicto de que se trate y que exige diversos

presupuestos para su procedencia, que deben cumplirse en su totalidad para que

prospere. Establece el art. 2º de la ley 16.011: ???La acción de amparo sólo

procederá cuando no existan otros medios judiciales o administrativos que permitan

obtener el mismo resultado previsto en el literal B) del artículo 9º o cuando, si

existieren, fueren por las circunstancias claramente ineficaces para la protección del

derecho. Si la acción fuera manifiestamente improcedente, el Juez la rechazará sin

sustanciarla y dispondrá el archivo de las actuaciones”. La norma establece aquí el

carácter residual del instituto, esto es, que si hay en el ordenamiento jurídico o en la

vía administrativa o particular otro medio al que puede acudir el Amparista, la acción

aquí intentada no procede” (Sentencia Nº DFA-0004-000344/2017 SEI-0004-

000064/2017). En el sublite es claro que lo peticionado por el accionante puede tener

cauce por otras vías. Así lo sostuvo el sentenciante en el numeral 30 de la sentencia, y

ninguna crítica formuló la parte actora a dicha consideración. Lejos de eso, los

accionantes reconocen tanto en su libelo inicial como en el escrito impugnativo (fs. 14

y 202 respectivamente) que el acto administrativo que dispuso la intervención de la

Mutual desplazándolos de la Directiva, fue impugnado (de fs. 3 a 12 obra

fundamentación del recurso de revocación). Y también en la órbita social, el art. 12 del

Estatuto prevé la posibilidad de que los afiliados soliciten a la Comisión Directiva la

protección de sus derechos e intereses (fs. 27), por lo que indudablemente existen

otros medios que permiten obtener el resultado perseguido. El Tribunal ha de reiterar,

una vez más, expresiones vertidas en previos pronunciamientos, en el sentido que el

amparo, como vía excepcional y residual, no puede prosperar como forzado remedio

ante los plazos constitucionales y legales del trámite de la recurrencia administrativa,

cuando no se verifican sus estrictos supuestos de procedencia. Así por ejemplo, se

expuso en sentencia Nº 70/2007 " ... tampoco habrá de ordenarse la suspensión


simplemente porque se postule ilegitimidad, o la existencia de eventuales perjuicios

económicos por la no suspensión, ya que si no se acredita ilegitimidad manifiesta,

tales perjuicios jurídicamente han de ser soportados, en principio, como consecuencia

natural de la eficacia y ejecutividad inmediata de los actos, sólo excepcionalmente

pasibles de suspensión, en forma provisoria, durante el trámite de las vías recursiva o

anulatoria; porque incluso, de confirmarse la regularidad del acto, sus derivaciones

económicas no configuran perjuicios imputables a la autoridad administrativa ni

soslayables por el funcionario o administrado sujeto a la actividad estatal legítima. " En

suma, la situación planteada en autos no cumple con los presupuestos de una

condena por la vía excepcional del proceso de amparo, por lo que resulta innecesario

ingresar al análisis del restante agravio. V La conducta procesal de los recurrentes,

que se alzan contra una decisión fundada, omitiendo toda crítica a algunos de los

argumentos en que se basara el sentenciante de primer grado para rechazar la acción,

la hacen acreedora a la imposición del pago de las costas por haber actuado con

ligereza culpable (arts. 56 del Código General del Proceso y 688 inciso 2º del Código

Civil) Por los fundamentos y textos normativos precedentemente expuestos; de

conformidad con lo establecido por los arts. 7, 8, 72 y concordantes de la Constitución

de la República; por la Ley Nº 16.011 de 19/12/1988; y demás disposiciones

complementarias, el Tribunal, F A L L A : I) Confírmase la sentencia apelada; costas

de la alzada a cargo de la apelante, sin especial condena en costos. II) Establécese en

la suma de $ 40.000 los honorarios por el patrocinio letrado de la parte actora y de la

Mutual de Futbolistas, por la segunda instancia, a los solos efectos fiscales. III)

Devuélvanse oportunamente estos obrados a la Sede de origen. Dra. María E.

Gradín Dr. Luis María Simón Dra Loreley B. Pera Ministros Esc. Patricia Porley Ruiz -

Secretario I .

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