Vigotsky llevó adelante una investigación científica para dar cuenta del funcionamiento
de los dos tipos de memoria anteriormente mencionados, los confrontó y los comparó,
esclareciendo así la composición elemental tanto de una, como de otra operación, su
estructura y su génesis.
Experimento:
Una vez finalizada toda la serie de pruebas, el niño, mirando los dibujos,
reproducía las palabras que lograba memorizar y explicaba la relación
establecida entre la palabra y el dibujo.
Había dos maneras de presentarle al niño el dibujo:
1) Se entregaban al niño las tarjetas en el mismo orden en que decía las
palabras, de modo que cada palabra correspondía a la tarjeta elegida
previamente por el experimentado
2) Se entregaban al niño las tarjetas de forma aleatoria y se complicaba con
ello la operación en la medida en que el propio niño debía elegir la adecuada
desde su punto de vista para memorizar la palabra enunciada.
Casos de estructura:
-Cuando el niño elige un dibujo para poder recordar una palabra y establecer una
conexión entre ellas [Por ejemplo, ante la palabra “muerte” y el dibujo de un
camello, el niño utiliza la estructura de una historia conocida para relacionar las dos
palabras y establecer la conexión] ese proceso de elección equivale a recordar viejas
estructuras. En este caso, memorizar equivale al establecimiento de una estructura
vieja.
-Cuando al niño se le niega el derecho a elegir el dibujo, y le resulta imposible
memorizar todas las palabras, el niño encuentra el camino de la creación activa de
estructuras nuevas, y en ello radica, fundamentalmente, el proceso del dominio de la
memoria. Por eso, desde el punto de vista psicológico, en estos experimentos no se
estudia la memoria, sino la creación activa de las estructuras.
Las operaciones auxiliares pueden reconstruirse de modo más o menos completo por
la estructura que se forma como resultado de ellas, sin embargo, con esto la tarea de
memorización como tal todavía no está resuelta.
No basta con reconstruir toda la estructura dada, lo importante es saber hallar en ella
la palabra que había que memorizar. La verdadera función de la memoria es destacar
en la estructura la palabra precisa y orientar toda la operación hacia su
memorización.
1) El pleno dominio de la primera operación por lo general tiene lugar sin que el
niño sepa formar la estructura. El niño comprende perfectamente cómo debe
memorizar con ayuda de la tarjeta y lo ha hecho con éxito muchas veces. Recurre al
dibujo, pero el proceso de formación de la estructura le es imposible.
2) Sus capacidades combinatorias, su imaginación, abstracción, pensamiento, así
como otras funciones, se niegan a obedecerle. Esto suele suceder cuando la relación
entre la palabra que se debe reproducir y el dibujo se hace muy complicada.
A veces, ese estado de dificultad, la incapacidad de formar la conexión debida, se
convierten en el punto de partida para formar la estructura. La falta de conexión
empieza a servir de conexión Aquello que aparece como extremadamente absurdo,
que nada tiene que ver con lo solicitado, se memoriza y se crea así una estructura
absurda. La atención que se le presta a la palabra que debe memorizarse (el no saber
apartarse de ella, ampliar su significado o destacar en ella algún detalle) dificulta la
formación de la debida estructura auxiliar. Basta con desplazar la estancada atención
del niño fijada en la palabra que debe recordar y orientarla a otras palabras afines o a
una parte del propio objeto, para que se forme la estructura precisa. Pero por lo
general se observa lo contrario, el niño por si mismo es capaz de formar estructuras
y las forma con extraordinaria facilidad, pero le falta el primer momento de la
operación: no comprende que esa formación de estructura puede utilizarse para
memorizar, ignora que la dos partes de la estructura se hallan tan ligadas entre si. No
se da cuenta de que el dibujo puede ser utilizado como signo (como cuando el niño
representa el relato pero no utiliza la tarjeta, porque no sabe aplicarla como signo)
3) El tercer eslabón consiste en hacer una elección entre las múltiples imágenes que
acuden a su mente. Se ve que la reproducción de palabras no relacionadas con la
tarea dada demuestra que no hubo elección. El niño reproduce algunas palabras que
se refieren a la estructura dada e incluso reproduce toda la estructura, pero no dice la
palabra que debía haber memorizado.
El niño pasa del empleo externo del signo al interno, la recordación directa se
convirtió en mnemotécnica, pero basada en signos internos.