Actividad: 6 Tema: 6 II. Elaboración de un Diario de doble entrada, en la primera columna exponga textualmente las ideas de los autores, en la segunda columna, realice un comentario crítico sobre esas ideas.
El amor es un concepto universal relativo a la
afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista (científico, filosófico, religioso, artístico). Habitualmente, y fundamentalmente en Occidente, se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de emociones, experiencias y actitudes. En el contexto filosófico, el amor es una virtud que representa toda la bondad, compasión y afecto del ser humano. También puede describirse como acciones dirigidas hacia otros y basadas en la compasión,[1] o bien como acciones dirigidas hacia otros (o hacia uno mismo) y basadas en el afecto. La simpatía La simpatía es un amor puramente afectivo, que hace sintonizar sensiblemente con otra persona, predisponiendo el corazón a captar en ella ciertos valores reales o supuestos. Nace a veces la simpatía de una cierta homogeneidad de caracteres, o de heterogeneidades complementarias, o incluso de formas apenas comprensible -cuando se da, por ejemplo, hacia un sinvergüenza-. Como comprenderéis, la simpatía, si sólo cuenta con sus propias fuerzas, establece un vínculo interpersonal bastante débil, a causa de su falta de objetividad.
La atracción El atractivo está en el origen del amor.
Viene a ser un amor naciente, ya en alguna medida amor, aunque imperfecto. En él se implican varios elementos:
-Conocer. Sin conocimiento, no hay
amor. No puede amarse lo que no se conoce, ni puede amarse mucho lo que se conoce poco. Si una hermanita vuestra os dice que está locamente enamorada de un muchacho con el que todos los días se cruza en la calle al ir a la escuela, vosotros os reís y pensáis
conoce personalmente, ni sabe su
nombre, ni su modo de ser ni nada, como no sea su figura corporal?
-Querer. El atractivo implica el querer
de la voluntad. Nadie puede atraernos (=traernos hacia sí) sin el querer, o el consentimiento al menos, de nuestra voluntad.
-Sentir. La esfera de la afectividad, el
juego de los sentimientos, tiene parte muy importante en este amor naciente. Por la afectividad, más que conocer a una persona, la sentimos. Incluso una persona puede atraernos sin que sepamos bien por qué: tiene un no sé qué que nos atrae.
Pues bien, daos buena cuenta de
esto: es una persona la que resulta atrayente. Una persona. Podrá atraernos sobre todo por su belleza, su cultura, su bondad, o aquello que nosotros más valoremos en ella, según nuestro modo de ser. Pero, al menos, no podría hablarse de amor si la atracción se produjera haciendo abstracción de la persona.