Está en la página 1de 1

Sueños Lucidos

Llegamos de un día cansado de trabajo o quizá de escuela, cenamos, nos


vestimos de manera cómoda, o en su defecto, lo más desnudos posibles. Nos
cepillamos los dientes, hacemos una parada obligatoria al baño y nos dirigimos a
nuestra habitación. Sacudimos un poco la cama y las sábanas, esponjamos la
almohada, nos cubrimos, damos un par de brincos para acomodarnos y cerramos
los ojos.

El cuerpo comienza a relajarse en cada respiro, y mientras es menos el


ritmo cardiaco, es más la actividad cerebral. No sabemos cómo pasa con
exactitud. Sólo pasa y es mágico, quizá. Comienza el viaje a través de nosotros
mismos.

Los sueños son una puerta a un universo en el cual no existen las leyes que
nos rigen en el mundo diurno que conocemos. Es mucho más que eso. Son el
pase gratis a una de las experiencias más sensacionales que un ser humano
pueda tener, sea bueno o malo, éste último conocido como pesadilla. Dada cual
sea la situación, pueden contener un mensaje o sólo ser un revoltijo de imágenes
abstractas que pasan por nuestra mente.

Se escuchan comentarios por las calles de gente que afirma con todo su
ser que no sueñan, esto es mentira, todo mundo sueña sin excepción alguna, sólo
hay que aprender a desarrollar la retentiva para poder albergar el sueño incluso
después de habernos despertado. Este puede estar con nosotros hasta 20
minutos después de haberlo tenido, de ahí en adelante, si no se apunta o se
recuerda, puede distorsionarse o en peores casos, desvanecerse.

También podría gustarte