Revista Chungari N° 12. agosto, 1984, 81-98
Universidad de Tarapaca, Arica-Chile
Crénica de lo imposible: Notas sobre tres historiadores
indigenas peruanos*
FRANK SALOMON
Departament of Anthropology. University of Wisconsin
RESUMEN.
La iintencién de los cronistas indigenas de crear una narrativa diacrénica del tiempo de la conquista,
que fuera comprensible para los europeos sin dejar de ser fieles a los patrones andinos, conduce a
conflictos insolubles. La contradiccién parte de las raices: las diferentes concepciones andinas y
ceuropeas. de la relacién entre lo histérico y lo atemporal.
Los escritores indigenas intentaron recrear el pensarmiento andino como un sistema totalizante,
‘con las mismas dimensiones del pensamiento histérico europeo, sin embargo. para los andinos, las
fuentes del conocimiento eran completamente diferentes: nunca se habfan organizado sobre los
Principios de cronologia absoluta, causa y efecto o escatologia
Es ala luz de este insoluble problema metodol6gico que se analizan los textos de Titu Cusi.
Puchacuti Yamqui y el Manuscrito de Huarochiri
ABSTRACT
The attempt of the Andean chroniclers to create a diachronic narrative of the conquest era wich was
fully intelligible 10 European contemporaries and at the same time made from faithful Andean
‘materials leads to insoluble problems. A contradiction in terms lies at the root: the difference
between Andean and European assumptions about the relation between the historical and the
‘temporal.
The indigenous writers intended to recreate the Andean thought as a totalizing system having
the same dimensions as European historical thought, yet for Andeans, the sources of diachronic
knowledge were completely different and have never been organized on the principles of absolute
chronology, cause-and-effect or eschatology.
Iti in the light ofthis insoluble methodological problem that the relaciones of Titu Cusi and
Pachacuti Yamqui and the Huarochiri manuscript are analyzed
Las lamadas crénicas indigenas del Pert no son simplemente crénicas escritas por indigenas. Los
cuatro trabajos de esta clase que sobreviven' , tan diferentes entre si que apenas pueden constituir
una clase, tienen un propdsito en comiin. pero no es comiinmente asociado con el arte del cronista
*Nota del editor: Publicado en: Adorno, Rolena, Ed. From oral to written expresion: Native Andean Chronicles of
the early colonial period. Foreign and comparative studies/Lat. Am. Series N° 4 Syracuse University, New York, 1982.
C. 2. Traducide por Julia Cérdova Gonzilez y revisado por el autor. Agradecemos a Rolena Adomo su autorizacién para
publicar en Chungard esta versién en espanol
‘Los cuatro son. en probable orden cronolégico de acuerdo a la fecha de redaccién del manuscrito: Relacién de la
Conquista del Peri: de Diego de Castro Titu Cusi Yupanqui 1570; el manuscrito sin titulo, anénimo y sin fecha,
‘conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid. conocido por su incipit Runa yndio fiscap, que ha sido editado bajo
varios titulos por, entre otros, Arguedas y Duviols (1966), Taylor (1980) y Urioste (1983); y dos trabajos terminados
alrededor de 1613, la Nueva Crénica y Buen Gobierno de Felipe Guamin Poma de Ayala, y la Relacién de Antiguedades
deste Reyno del Piri de Joan de Santacruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua,2 FRANK SALOMON
de aquel tiempo. Los cuatro tratan de crear una narrativa diacr6nica del periodo de la conquista
que fuera totalmente inteligible para los espafoles contempordneos pero, al mismo tiempo,
estuviera hecha con auténticos materiales andinos, ajenos a la diacronia europea. Hay contradic-
cién de términos en la base de sus trabajos. Su legado es una literatura de lo imposible: si se
eliminara la contradicci6n de términos y los obstéculos de la obra desaparecieran, desapareceria
también la obra misma.
En las paginas que siguen examinaremos las relaciones de Titu Cusi y Pachacuti Yamqui y,
el manuscrito de Huarochir{, buscando en cada uno de ellos su enfoque caracteristico del
problema. Todos comienzan en un punto de partida tnico, es decir, el dilema de combinar dos
puntos de vista drésticamente diferentes en cuanto a la naturaleza y utilidad del pasado. Nuestra
primera tarea es prospectar este inconfortable terreno comin
La raiz del conficto que obra en las crénicas de los indigenas es la divergencia entre las
concepciones andina y europea de la relacién entre lo hist6rico y lo atemporal. Para los europeos,
escribe Marc Bloch ‘‘es en el tiempo, y por consiguiente en la historia, que se desenvuelve el gran
drama del Pecado y la Redencién, eje central de todo el pensamiento cristiano” ({1941] 1953: 5).
Este drama solamente se desarrolla una vez. En esta secuencia singular, los sucesos son pasos
linicos, cada uno de los cuales genera otro paso adelante, igualmente nico, en la senda que
conecta la eternidad de la inocencia con la de la salvacién. Bajo este punto de vista el orden de los
sucesos se hace tremendamente significativo; no hay dos momentos de importancia equivalente,
aun cuando las superficies parezcan iguales. La historiografia del mundo andino en lengua
espafiola durante el primer siglo de sometimiento, empleé varios géneros narrativos, considera-
dos en esa época adecuados para extraer un contenido sagrado, del flujo de los sucesos profanos.
Estos diferian en el alcance con el que contemplaban el drama, pero todos estaban inspirados por
1, En la relacién, el menos formal y més personal, los autores dieron testimonio de sucesos
especificos, observando microscépicamente en pasos cuya pretendida importancia en la gran
escala, a menudo queds implicita. Las crénicas aspiraban a un objetivo mas amplio en tiempo y
espacio, centréndose en la clarificacién de la secuencia temporal y proporcionando, de este modo,
un instrumento para el andlisis de causa y efecto. En las historias, la causa y efecto, a su vez, lego
a ser el antecedente para un compromiso todavia més importante: el lienzo se expandia hasta
abarcar los siglos y el esfuerzo explicatorio aspiraba a mostrar el significado de los eventos
temporales en relacién con lo eterno”, Es curioso que los escritores de lo andino, aunque
involucrados con lo grandioso, fueron minimistas en cuanto a titulos. Titu Cusi y Pachacuti
Yamqui llamaron relacién a sus escritos; Guaman Poma dio a su trabajo enciclopédico de mil
paginas el modesto titulo de crénica; si el autor-editor del manuscrito de Huarochiri le puso algin
titulo a su obra, no se sabe. Es como si, al entrar al escenario de la historiografia europea, estos
autores se hubieran escindido entre la necesidad de escribir a una escala apropiada a la magnitud
del tema y la necesidad de legitimar sus escritos, recordando a los lectores su cercanfa a los
hechos, mas que haber pretendido una legitimidad académica. El término relacién, que connota
inmediatez y ain participaci6n, y crénica, que sugerfa una narracién copiosa de noticias
relevantes a los sucesos recientes, fueron quizés las elecciones mas convenientes entre varias
posibilidades inapropiadas. No es de extrafiarse que los productos a menudo no se ajusten a sus
etiquetas,
Todos eran inapropiados ya que “el sentido andino de la historia’” demanda no una cadena de
sucesos sino un patron de sucesos (ver Delran 1974; Ossio, 1973). Que era, y todavia es, ciclica
ha quedado bien eétablecido. Algunos estudios recientes sugieren que las edades imperiales,
solares, centripetas, se hicieron sentir para alternar con las edades ocednicas, centrifugas,
antipoliticas, en una sucesidn interrumpida por cataclismos (Earls y Silverblatt, 1978; Urbano,
1974; Gow y Gow, 1975). Cualesquiera de estos sistemas tienen la propiedad del ‘*eterno
retorno” (Eliade, 1959): el sentido es que sub specie aeternitatis los eventos similares se
‘experimentaban subjetivamente como observaciones renovadas de los puntos constantes. Puesto
que tales sucesos tienen una relacién fija entre sf, relaci6n que se mantiene constante més alld del
flujo de la experiencia, la duraci6n en si misma se sospecha ilusoria. El mundo andino no conocfa
una vara absoluta para medir el tiempo a partir de una fecha convencional. La dilucidacién de esta
{Deseo agradecer a Richard Preto-Rodas por sus valiosos comentarios sobre estos géneros.[CRONICAS DE LO IMPOSIBLE: NOTAS SOBRE TRES HISTORIADORES INDIGENAS PERUANOS &
diferencia ha hecho mucho en cuanto a eliminar las antiguas interpretaciones err6neas de la
tradicién dindstica de los incas, como si se tratara de una historia en sentido corriente (Zuidema,
1977). Sin embargo no hay que precipitarse a la conclusién que la historicidad es un elemento
disturbador para los estudios de los incas. Debe ser posible comprender la actividad historica
andina como un intento de crear un tiempo estructurado, un icono tallado en la inmanejable
sustancia del conflicto humano. De no mirar tales posibilidades quedariamos perplejos ante el
enigma de una sociedad que despliega un estupendo dinamismo historico pero es declaradamente
insensible a la transformacién humana del mundo. Efectivamente, podria sorprendernos la
preocupacién de los andinos por su pasado
En Espaiia, los historiadores leyeron las crénicas y los cronistas parecen haber leido las
relaciones. Para los andinos, las fuentes del conocimiento diacrénico eran completamente
diferentes y nunca estuvieron organizadas sobre los principios de la cronologia absoluta, causa-y-
efecto, o escatologia. El pasado wil estuvo centrado en la tradicién oral dindstica, el registro
anudado en khipus, la constelacién de las momias reales y el calendario espacio-ritual, estructura-
do alrededor del sistema de santuarios que rodeaban la capital incaica (Zuidema, 1964). La
intencién de reformular ese conocimiento con el fin de escribir la historia de la posconquista,
involucraba compromisos drésticos en un grado que implicaba una obra no solamente de
transposicién sino de resintesis 0 reconceptualizacién. Pareciera que lo que los escritores andinos
intentaban, no era preservar el pensamiento andino del pasado como célula no asimilada,
encistada en el cuerpo de las letras hispénicas, sino recrearlo como un sistema totalizante que tenia
las mismas dimensiones del pensamiento histérico europeo, ocupaba el mismo espacio y, sin
‘embargo, noentrabaen conflicto con él. Es a a luz de los consiguientes problemas metodolégicos
—problemas insolubles— que examinaremos los textos.
No hay que exagerar los riesgos al leer los testimonios indigenas. A veces los escritores
andinos introdujeron en la construccién de sus nuevos edificios, artefactos intactos de la cultura
anterior a la conquista. A veces se puede detectar tracturas € innovaciones, justificadas por las
condiciones de la vida real, en cuanto a presién politica o vigilancia eclesidstica. A veces la
evidencia interna nos ayuda a reconstruir un artefacto alterado. Pero cuando se consideran las
crénicas indigenas como trabajos indivisibles y no como canteras para extraer trozos de la pristina
tradicién andina, no hay manera de escapar al problema de la duplicidad cultural. Tanto en el
campo de la explicacién diacrénica o la expresi6n religiosa, los escritores andinos estaban
obligados a la vez a destacar las diferencias cualitativas entre las voces americanas y europeas, y,
al mismo tiempo, a postular algin sistema o imagen de orden superior que los incluyera.
1. Relaci6n de la Conquista del Peri, Titu Cusi Yupanqui
Titu Cusi Yupanqui fue el segundo y peniiltimo monarca del estado sucesor del Tawantinsuyu,
que sostuvo durante cuarenta afios una resistencia militar y diplomética desde su retiro en Vitcos y
la selva baja de Vilcabamba. El todavia esperaba en un momento tan tardio como 1570, que el rey
de Espafia le reconociera como legitimo Seftor del Peri. Aceptando el nombre baustismal de
Diego de Castro dicté lo medular de su relacién al sacerdote que le sirvié como mediador,
diplomético y catequista. En “*Writing as Resistance: Peruvian History and the Relation de Titu
Cusi Yupanqui’* Raquel Chang Rodriguez sefiala que aunque el propésito manifiesto de su
relacién era demostrar la legitimidad dindstica de los incas de Vilcabamba y, aunque se ajuste al
esquema légico y también a las normas estilisticas de una apologia politico-legal espafiola,
simulténeamente ofrece una transposicién de la ideologia politica incaica a la jerga espafiola. Es
superficialmente un artefacto de asimilaci6n, y navega mas cerca de cualquiera otra crénica
indigena hacia ese punto de disolucién en donde la eliminacién de los obstéculos al discurso
elimina el contenido del discurso mismo. Sin embargo, no llega al punto de disolucién. Al mismo
tiempo que obedece las evidentes presiones ideoldgicas espafiolas, obedece la latente ideologia
indigena, introduciendo de contrabando normas de legitimidad incaica en el futuro dominado por
los espafioles.
Al formular su narrativa, Titu Cusi enfrents el abismo existente entre el ideario andino y el
espaiiol; su quehacer, fue el crear un puente conceptual entre los dos sistemas. Especificamente,
tuvo que establecer los términos mediante los cuales se podrian reconciliar dos dinastias mutua-
mente opuestas no solamente por lu hostilidad, sino también por la incomprensién. Concretamen-