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Qué por 4 pesos?

En este momento (e inflación mediante) con una cifra cercana a los 4 pesos pueden
comprarse:
1 paquete de cigarrillos o,
2 boletos ida y vuelta de tren o,
1 botella de cerveza (en el supermercado) o,
dos diarios o,
400 gramos de carne o,

Parecería que un par de esos viejos y escasos billetes celestes en algún momento de la
historia, con el rostro del prócer Bartolomé Mitre en su anverso es poco y nada lo que
pueden lograr. Se puede pensar en lo devaluado que está no sólo la moneda en general
sino el mismo hombre ahí pintado. Aquél que abogó por la integración del país tal como
hoy lo conocemos y aquél que combatió contra ambos en diferentes ocasiones: Rosas y
Urquiza pero por el mismo motivo: la excesiva primacía de Buenos Aires sobre el resto
de las provincias que impedían la unificación de la Nación.

El mismo que encomendó la redacción de los códigos mas importantes de la Nación: el


Civil y el Penal.

El mismo que se ocupó de la cultura a partir de la traducción de obras importantes desde


lo cultural y que escribió varios libros sobre la historia de la Patria e incursionó en la
poesía.

El mismo que fundó el diario La Nación, hace hoy casi 140 años.

Con todo, deberíamos los argentinos razonar, al poseer un billete de esos, en el


significado latente que se esconde detrás de tamaño trozo de sucio papel. O del
significado que le podemos dar mas allá del instituido.

El dinero de un país es, por definición, todo lo que sirve de medio de cambio, en el
sentido de que se acepte ampliamente como medio de pago.

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Más aún, cuando se profundiza en las funciones mas significativas del dinero desde el
punto de vista económico, puede definirse que las mismas son:

 Medio de cambio
 Unidad de cuenta
 Depósito de valor

Estas funciones nos permiten al poseer dinero, trocar bienes y servicios necesarios para
nuestra subsistencia, poniendo un precio para cada uno a la vez que poseer una
“riqueza” que permita en el futuro, postergando una necesidad en el presente, poder
satisfacer otra.

Y son estas funciones del dinero la que nos permiten realizar hoy (quizás mañana
también) las adquisiciones citadas en el primer párrafo o,

pagar la cuota de la cooperadora de la escuela de nuestro hijo.

Esta introducción fue desarrollada para presentar una situación real presente en una
escuela muy cercana.

Situación

En la Escuela Media Número 5 del partido de Almirante Brown sólo el 70% de los
alumnos pagaron el derecho de inscripción de la suma de $30 (treinta pesos) cuya
recaudación administra la Cooperadora y ésta posee sólo 3 (tres) socios activos que
pagan los $4 (CUATRO PESOS) mensuales de cuota.

Desarrollo

La Escuela poseía hasta el año pasado para su funcionamiento, un edificio alquilado en


pésimas condiciones edilicias y de acceso. Era una construcción precaria, que luego de
estar abandonada por algunos años tras el cierre de un jardín de infantes privado que ahí

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funcionaba, producido durante la última crisis económica, fue rentado por la Provincia
de Buenos Aires.

En el año 2006, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación a través


del Programa Nacional 700 escuelas licitó la construcción desde el pozo y en el predio
que ocupaba la Escuela Inicial número 21, que había sido mudada recientemente a un
nuevo y mucho mas amplio edificio (también construido desde cero).

Los vecinos estábamos renuentes a creer que en el plazo de 12 meses que figuraba en el
cartel (que fue lo primero que se colocó) iba a ser posible la terminación de una obra de
las características que se anunciaba cuando todavía era necesario la demolición de la
antigua construcción que allí se encontraba.

A finales del año pasado las obras gruesas estaban concluidas y una dotación de unas
pocas personas realizaron hasta la inauguración oficial, realizada en Marzo de este año,
los detalles que le brindan a la flamante escuela su fisonomía actual.

Es un edificio de dos plantas, cuyos detalles de construcción pueden verse en los


anexos, está ubicado a escasa cuadra y media de la Avenida Hipólito Irigoyen y a 4
cuadras del centro mismo de la localidad, lo que le brinda una facilidad de acceso
superior.

Con bombos y platillos y la presencia del mismísimo gobernador de Buenos Aires, entre
muchas otras autoridades, quien declaró la iniciación del ciclo lectivo 2008 desde esta
escuela, en Marzo comenzó a recibir los alumnos.

Ya antes se estaba realizando la inscripción en el vetusto edificio alquilado pudiéndose


notar que las vacantes iban a ser superadas por la demanda, toda vez que muchos
alumnos que estaban cursando en la Media 10 ubicada cerca del Parque Industrial,
estaban solicitando su pase por la cercanía del nuevo establecimiento.

Detalles de infraestructura:

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En la memoria descriptiva adjunta al presente trabajo, hay una clara descripción de los
detalles de construcción del edificio (que son relativamente fácil de apreciar en cuanto a
su calidad) pero es de notar aquí que el presupuesto oficial para la construcción del
mismo está cercano a los $1.8 MM (un millón ochocientos mil pesos).

Además de lo mencionado en relación con el edificio en sí, la escuela recibió


equipamiento a través del PROMSE (Proyecto Mejora Sistema Educativo) consistente
en un retro-proyector, un cañón multimedia y un DVD. Estos accesorios
complementaron el recibido el año pasado consistente en 15 computadoras completas
(con lectora de DVD, routers inalámbricos, impresoras color, estabilizadores de tensión,
mouses ópticos, etc), los cuales por seguridad, y habida cuenta de la deficiencia que
poseía el edificio antiguo, habían sido dadas en guarda por las autoridades del
establecimiento a un grupo de docentes que debieron ubicarlas en sus domicilios
particulares.

Asimismo se recibió el importe en efectivo de la suma de $10.000 (diez mil pesos) que
deben ser rendidos, factura mediante, a la Unidad Ejecutora dependiente de la Nación
para gastos necesarios.

En relación con el mobiliario, y través de un Plan Provincial se recibieron para el nuevo


establecimiento 600 sillas y mesas, 7 escritorios, 3 armarios, 7 bibliotecas, 12 mesas de
computación y 1 pizarrón para la sala de informática.

El Consejo Escolar designa, supervisa y administra reparaciones de infraestructura que


pudieran ser necesarias mediante la asignación de un Fondo Escuela de $4.000.= (En el
2007, y mientras se usaba el edificio alquilado, se recibieron dos entregas de $4.000
cada una). Las reparaciones son llevadas a cabo por personal designado por el Consejo
Escolar, quien además provee los materiales. Hoy día, la Escuela aún está en garantía, la
cual es brindada por la empresa constructora para subsanar fundamentalmente vicios de
construcción o desperfectos ocultos.

La escuela posee una biblioteca muy cómoda y con abundante material para consulta en
clase o para ser llevado a domicilio con libros provistos en un 80 % por la Provincia y el
resto por la Asociación Cooperadora. Se pide (tanto a alumnos como docentes) se

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asocien a la biblioteca para lo cual se debe abonar una cuota anual de $4. (CUATRO
PESOS)

Detalles “Humanos”

El plantel docente y no docente asignado al establecimiento es de 103 personas, cuyos


sueldos son abonados por la Provincia de Buenos Aires y no ha sufrido prácticamente
variaciones en el último año.

La Escuela no posee actualmente vacantes para nuevos estudiantes.

Funciona en tres turnos con 7 divisiones por turno y una matrícula total de 780 alumnos.
Por la ubicación geográfica fundamentalmente y por simple apreciación (no hay datos
fehacientes) casi la totalidad de la población estudiantil pertenecería a una clase media o
media / baja residente en la localidad o en sus aledaños. Cabe destacar que no hay
asentamientos tipo villa miseria en prácticamente toda la localidad aún cuando hay
algunos caseríos humildes, presumiblemente de gente simple de trabajo.

La Cooperadora.

La Asociación Cooperadora administra los fondos provenientes del derecho de


inscripción que es de la suma de $30, el cual es de cumplimiento voluntario, además de
una cuota social anual de $40 que puede ser pagada en forma mensual de $4 (CUATRO
PESOS) cada una.

También alquila un sector de 2x2.50 metros para el funcionamiento de un kiosco y


fotocopiadora dentro del establecimiento. El valor del alquiler mensual que recauda es
de $1.200.= El contrato fue licitado con publicación en el Consejo Escolar y tiene una
duración de dos años.

Se logró la colocación de un teléfono semi-público y los fondos provenientes de la


alcancía del teléfono son suficientes para pagar la factura del mismo y financiar
parcialmente la factura del teléfono “oficial”.

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De los socios activos de la Cooperadora se elige un padre para que integre la comisión
directiva que además está formada por la Vice-directora de la Escuela y un Profesor.

El funcionamiento está fiscalizado por la Dirección de Cooperación Escolar dependiente


de la Dirección General de Educación.

En lo que va del año, la Cooperadora compró cortinas para las ventanas de la biblioteca,
de la sala de informática, de la secretaría, dirección y sala de profesores así como
materiales varios para las tareas administrativas: papel, lapiceras, cartuchos de tinta para
las impresoras, fotocopias, etc.

Análisis del problema

Es a todas luces evidente que la Asociación Cooperadora y la misma Escuela tienen


problemas de financiamiento para su perfecto desenvolvimiento.

La posibilidad de contar con un edificio nuevo y que aún se encuentra garantizado, hace
que tal problemática se vea acotada aún cuando van apareciendo diversas situaciones
que es necesario resolver. De hecho, en este momento la calefacción funciona de
manera irregular y aún cuando el reclamo fue considerado de manera inmediata por la
empresa constructora, la misma posee un plazo de 96 horas hábiles para atenderlo con
las consecuentes incomodidades tanto para los alumnos como para los docentes del
establecimiento.

Asimismo si bien el edificio posee características de construcción de primer nivel y el


mobiliario completo es nuevo, es evidente que las comodidades y detalles son los
básicos necesarios.

Las roturas no intencionales deben ser reparadas. Las comodidades adicionales deben
ser satisfechas y debe entenderse como tales no a los lujos, sino a elementos que pueden
ser necesarios e incluso imprescindibles: tomas de luz adicionales, muebles, las propias
cortinas, etc.

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De hecho, la empresa constructora al parecer cumplió con todos los detalles que están
especificados en el pliego de licitación publicado en la página www.700escuelas.gov.ar
al punto que la vereda de la escuela quedó perfectamente terminada previa a la
inauguración. Pero la escuela, obviamente, poseía sólo luz de obra (puede verse en las
fotos). Cuando la empresa Edesur conectó la luz definitiva para el establecimiento y ya
una vez en poder del Consejo Escolar, debió romper la vereda para colocar los cables
soterrados como lo dictan las normas de seguridad vigentes. La luz fue instalada y la
vereda fue reparada pero Edesur “se olvidó” de llevarse los escombros generados, los
cuales aún hoy adornan el frente del edificio.

Quién debe ocuparse de la escuela?

Es el Estado en las modernas formas de organización de la sociedad el obligado a


prestar determinados servicios que son considerados “de bien público”: seguridad,
educación, salud, etc.

Queda entonces comprendida en esta obligación la de dar la posibilidad de la educación


media a todos los integrantes de la comunidad. Más aún a partir de la extensión legal de
la edad de escolarización mínima.

Esta responsabilidad del Estado como cosa pública es indelegable y de cumplimiento


estricto y una afirmación indiscutible que no merece mas líneas escritas ya.

En la situación presentada, la pregunta puede ser: ¿está el Estado cumpliéndola? Y en


este punto, cabe la discusión. Pensando en la importantísima obra realizada, podría
afirmarse que sí. Sin embargo, aún hay cosas por hacer, por lo que pareciera ser que la
respuesta debiera ser negativa.

También puede pensarse si no es egoísta y cómodo “colgar” toda la responsabilidad en


el Estado (como Gobierno, como institución casi abstracta) mientras la población, los
vecinos, los padres y los alumnos seguimos quejándonos de lo que resta por hacer.

Tal vez no todo debiera ser blanco o negro y los matices aplicarían acá como en todo en
la vida. El Estado probablemente no esté cumpliendo con toda la responsabilidad y

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probablemente no se deba a una falta de interés o de irresponsabilidad. Hay una
necesidad de recursos necesarios para cada cosa, recursos que por otro lado, recauda de
la población, ya que es incapaz de autogenerarlos.

Pero la gente, los ciudadanos, (nosotros) que son quienes proveen de esos recursos al
Estado mediante el pago de tributos, estamos cada vez menos interesados en el
cumplimiento de las obligaciones fiscales y hasta se realizan ingentes esfuerzos de
pagar lo mínimo necesario (en el mejor de los casos). Hay varios estudios periódicos
que la tasa de tributación en Argentina es año a año inferior. Y es mucho inferior a la de
algunos países con los que queremos luego compararnos en diversas cuestiones.

Ante esta realidad, es viable pensar que el Estado hace lo que puede con lo que tiene.
Aunque esta afirmación provoque mas de un sentimiento de desagrado o de enojo. Y
dado que necesita cumplir con muchos requerimientos, por el evidente atraso en la
cuestión pública que cada gobierno hereda del anterior y cede al que le sigue, debe
“recortar” su participación al mínimo.

Se señala el desinterés de la dirigencia por la educación midiendo el nivel de fondos


destinados en función del PBI (Etcheverry). Y parte de razón tienen. Parte porque es tan
grande la deuda de la Argentina con su población que quizás (no me atrevo a hacer una
afirmación categórica) no pueda hacer mas de lo que hace; por lo que la comparación
con países que en cierta medida generaron esa deuda es, como mínimo, irrespetuoso.

Y debe tenerse en cuenta que la deuda es no sólo es del Estado para con otros Estados u
organismos; es con la propia población lo que hace que ante ella, el ciudadano común,
la gente, (nosotros) piense que vale poco ser argentino, porque no le dan lo que por
derecho le corresponde (Sarlo).

Y también es viable pensar que parte de esa responsabilidad puede y debe ser asumida
nuevamente por la población. De hecho el Estado (como institución) así lo considera
(quizás consciente de su limitación) dado que prevé la participación de la sociedad y a
través de alguien más en algo que le es propio: la Asociación Cooperadora. Y va más
allá: regula su funcionamiento con una reparticipación pública en una actitud a todas
luces declarativa de su postura.

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Esta Asociación Cooperadora revela en su nombre los aspectos que merecen un corto
análisis, para entender su propio espíritu y función:

 Asociación: indica la participación de al menos dos personas que, por su propia


voluntad (y esto indica que no hay obligación) en una empresa para la cual hacen
aportes con el objeto de lograr un fin,
 Cooperadora: señala su espíritu de colaborar, de proveer al bien común y no
específico de alguien y en principio, sin el ánimo de lucro, esto es de ganar dinero con
su actividad.

De ahí que se prevea la participación de autoridades, docentes y padres en su


conformación con el fin de “cooperar” con la tarea del Estado en el mantenimiento de
los lugares en donde se imparte educación.

Hasta aquí la cuestión organizativa, pero y sus recursos? ¿Cómo puede lograr la
consecución de sus objetivos? Nuevamente puede decirse que sólo el Estado es quien
debiera aportarlos pero entonces, para que existe la Asociación Cooperadora? Existiría
por definición Asociación? Y Cooperadora?

Y ahí los padres podrían y deberían colaborar: CUATRO PESOS. Al mes. Equivalentes
a un paquete de cigarrillos. O a una botella de cerveza.

Visto desde la crítica despiadada sería algo así como: “¿pagar para que mis hijos
estudien?”, “Ellos van a la escuela pública que es y debe ser gratuita”, “yo pago mis
impuestos!”, “cortemos la ruta para protestar”, “tomemos el colegio hasta que se oigan
nuestros reclamos”.

Sin embargo, visto desde la comparación, un mínimo, un paupérrimo esfuerzo haría un


cambio positivo en la educación de sus hijos. Dando recursos a la Cooperadora para que
colabore con la tarea del Estado.

No debe pensarse en ningún caso de un arancelamiento de una escuela pública y


gratuita, que por ley el Estado está obligado a garantizar, sino en una participación de

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los actores de la comunidad directamente ligados a la Escuela tendiente a lograr una
mejora puntual en la calidad y en la igualdad de oportunidades que se le puede brindar a
sus hijos (Filmus).

Es probable que de esta manera, pudiéramos tener mas días de clase porque no habría
que cerrar el colegio por falta de agua, de calefacción, o por baños tapados.

Es probable que luego de la participación podamos exigir una calidad en la educación


como la que se pregona desde los libros y desde los diarios. Una educación para todos a
la vez de colaborar con nuestra salud (ante la falta de tabaco y alcohol).

Es probable que nuestros hijos nos vean haciendo el esfuerzo de pagar la cuota de
CUATRO PESOS y piensen que estamos invirtiendo en ellos, en su futuro y nos
valoren, valoren la escuela y el tiempo que pasan en ella.

Es probable que la biblioteca esté tan abarrotada de libros que todos los alumnos puedan
retirar el material que necesiten para estudiar que no necesiten comprar fotocopias (que
por cierto está prohibido por ley, dado que viola la propiedad de otro).

Es probable que no todos puedan, aún con lo reducido del esfuerzo, cumplir con la
cuota y entonces sería el tiempo de la solidaridad, de aplicar ideas creativas, de hacer
brotar el agua de las piedras, pero no a los gritos y a los reclamos, sino desde la
participación y la comunicación generalizada.

En suma, el hecho de participar en la Asociación Cooperadora de la Escuela hablaría


mucho mejor de nosotros a cambio de un par de billetes y podríamos encontrarle un
significado quizás nuevo al trozo de papel. El de comenzar a construir un país diferente.

En el caso presentado y con un cumplimiento perfecto, se podrían recaudar mas de


$3.000 (tres mil pesos) al mes desde lo económico y financiero; a la vez de fomentar
varios sentimientos que no le vendrían nada mal a la Patria.

En especial aquél que nos hace responsables de la educación de nuestros hijos y nos
hace “meter las manos en la masa” sacándonos de la cómoda posición de críticos (y no

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puedo dejar de pensar en los críticos de cine que jamás hicieron una película o de los
comentaristas de fútbol que jugaron por última vez a los doce años).

Está a la mano la capacidad de dejar de ser “intelectuales” (Sarlo) para ser hacedores de
nuestro futuro, del futuro de nuestros hijos y de los hijos de ellos.

Está a la mano la posibilidad de dejar de pensar en la escuela para pasar a involucrarnos


con el cerebro y el corazón; dejar de ejercer la crítica a la escuela como responsable de
los desequilibrios en la sociedad para colaborar en crear un futuro mejor aunque mas no
sea desde el microcosmos de la nuestra (Caruso-Dusel).

Las posibilidades de una movilización social a partir de una participación mínima como
la presentada puede tener aristas impensadas a futuro. Es mucha cantidad de gente que,
una vez en movimiento, transmita a la sociedad sus inquietudes contagiando la idea a
otras escuelas.

En especial, y mas allá de lo económico, lo que puede lograrse es un acercamiento de la


familia a la escuela de sus hijos; a la institución que es responsable de su socialización y
de su preparación final o bien para el mercado del trabajo o bien para la continuación de
sus estudios superiores. Este acercamiento debe lograr la comprensión por parte de los
adolescentes que sus padres no usan a la escuela de depósito, a partir de una actitud de
involucrarse con el futuro.

Y no estaremos abandonando el futuro de nuestros hijos (Etcheverry), estaríamos


haciendo un movimiento ascendente (desde las bases) que en algún momento la
dirigencia política debería considerar porque lo vería reflejado en los votos.

Y el trabajo en conjunto de todos los involucrados en la escuela desde los propios


alumnos hasta los directivos, pasando por los padres y el personal no docente aportaría
nuevas ideas y le daría a todo el proceso la fuerza de la convicción. (Litwin)

Propuestas:

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Primera:

Por lo expuesto, y dado que la activa participación de los padres brinda en un primer
análisis muchas mas ventajas que las puramente dinerarias, debería generarse en ellos la
conciencia que se involucren a través de la Asociación Cooperadora.

Despues de todo, si la comunidad y en especial los padres asumen mas


responsabilidades (Delors) la valoración que hagan de la escuela será superior y
permitirá a largo plazo alcanzar objetivos propios.

Pero para lograrlo, es necesario primero construir un plan que los motive, que los
“fuerce” a participar. Para ello, nada mejor que un plantel docente que, con los
conocimientos propios de sus materias (y en especial en materia económica como lo es
la orientación del colegio). La redacción de un plan de acción con su correspondiente
plan de recursos y gastos por parte de gente proveniente de finanzas, podría ser un punto
de partida.

El conocimiento por parte de todos de en qué se va a gastar o invertir el dinero que se


recaude; una prolija rendición de cuentas periódica y la aplicación de normas y políticas
de gastos brindaría la transparencia necesaria para que todos confíen en la Cooperadora.

La presentación del mismo con la asistencia de gente de Humanidades haría que el


mensaje llegue mas profundo (si la infinidad de iglesias protestantes que han proliferado
en la zona con pastores que semana a semana cambian su auto, recaudan el diezmo de
los salarios de los asistentes a sus reuniones lo han logrado, por qué un buen discurso de
un maestro no haría que se recauden CUATRO PESOS?)

Comunicaciones institucionales semanales, envío de planes y necesidades a través de las


mismas, convocatoria a reuniones periódicas con las autoridades, charlas con los
alumnos en las infaltables horas libres, serían vías de llegada a corazones y cerebros (y
bolsillos).

Los profesores tendrían a la vez de un nuevo trabajo (otro más) el que los posibilite que
sus alumnos los vean de ejemplo a seguir, preocupados por su futuro (y en su se incluye

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el de ambos porque van de la mano) como aquellos maestros de la historia que además
de enseñar, eran verdaderos padres desde lo sentimental a lo económico.

Pero al mismo tiempo, sentirán el acompañamiento que en su tarea le brinda la sociedad


y el trabajo en equipo a desarrollar como única manera de conseguir los objetivos que se
auto planteen (Delors).

De más está decirlo, sólo padres con una conducta intachable deben ser elegidos para la
administración de los recursos. No hay lugar para negocios particulares. Debe haber
sólo lugar para la cooperación desinteresada (desde lo particular) y para el trabajo con
ahínco.

Segunda:

El padrinazgo de las escuelas está criticado desde varios sectores, en especial desde el
plan de algún intendente de hacer escuelas shopping, instaurando una cultura
completamente ajena a la educación y que, en determinados aspectos es contradictorio
con ella.

Sin embargo, es de destacar lo que muchas empresas, entidades e inclusive artistas están
bregando por una mejor educación a partir de sentirla como casi la única vía de cambio
en el futuro. La solidaridad es otra.

En el caso presentado, y mediante la gestión personal del director, se está gestionando el


padrinazgo de la Embajada de Francia puesto que la Escuela, aún sin nombre, podría ser
bautizada en honor a un destacado aviador francés Henry Bregui que usaba en los
comienzos de la aviación en nuestro país y en toda Sudamérica, la antigua pista de
hipismo que estaba en la localidad.

Pensar en asistencia de organismos multinacionales (Delors) desde una localidad del


Gran Buenos Aires parece inalcanzable pero pensar en alguien puntual, un padrino de
esos que asumen el rol como lo que son: segundos padres parece estar a la vuelta de la
esquina.

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Este padrinazgo aportaría fondos y fundamentalmente la demostración que hay alguien
“atrás” que se está preocupando por la educación, o mejor aún por la formación de los
próximos integrantes de la fuerza laboral.

Tercero:

La escuela está próxima al parque industrial de Almirante Brown, lo que aumentaría las
posibilidades de obtener de las empresas radicadas allí beneficios para los alumnos y la
comunidad. Por ejemplo un sistema de pasantías para los alumnos del último año del
nivel polimodal.

Actualmente el sistema de pasantías sólo se implementó con el supermercado Equi


donde los alumnos trabajan cuatro horas seis días por semana. Luego al finalizar su
educación polimodal muchos son incorporados como empleados a la empresa. Esta
posibilidad es valorada por muchos estudiantes provenientes de familias de bajo nivel
socio-económico como una oportunidad económica y de experiencia laboral, tan
requerida actualmente por el mercado. La mayoría de los estudiantes del último año
manifiestan su gran interés en conseguir empleo estable, no pensando en continuar
inmediatamente con estudios de nivel superior o terciario.

Sin embargo, es notorio el uso que se le da a las pasantías como precarización de la


relación laboral habida cuenta que (no será este el caso) muchas empresas usan esta
posibilidad que la ley les da para conseguir empleados baratos y sin las obligaciones
previstas en lo que a seguridad social y estabilidad laboral respecta.

Mucho mejor sería para el caso presentado que algunos (o todos los alumnos) colaboren
con tareas en la empresa a cambio de una colaboración de la misma para con la Escuela.
Pero no estamos hablando de empleos en relación de dependencia transformados en
ayudantías. Estamos hablando de colaboraciones puntuales que de ningún modo
impliquen una tarea de tanta cantidad de horas de estudiantes en formación.

Las empresas marcarían su territorio en lo de Responsabilidad Social Empresaria, un


tema en boga en este moemnto pero que casi todas las que lo practican lo hacen con un
claro objetivo de marketing, una especie de publicidad con otro nombre mas bonito.

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Para el conjunto de los alumnos ( y no para unos pocos), sería el pasaporte para el
acceso a una experiencia en el campo profesional, o al menos en el interior de una
empresa que pueda motivarlos a un cambio en su orientación o en la profundización de
sus estudios con la consecuente reducción de la deserción escolar (Delors).

Y la propuesta no constituye dejar la educación en manos de las fuerzas del mercado


(Etcheverry) puesto que sólo se espera que las empresas colaboren en la tarea del Estado
y lo hagan sólo desde lo económico complementario; aquello que no se le puede pedir
por ser algo mas que lo elemental (o básico).

También de esta forma estaríamos ante una demostración muy fuerte de solidaridad, de
equipo, de un espíritu de hacer algo mucho mas grande que el de que algunos ganen un
poco de dinero en forma individual.

Conclusión

El presente trabajo sólo pretende además de analizar la problemática real planteada,


proponer algunas soluciones que a primera vista parecen estar a “tiro de piedra”, sin que
las mismas sean excluyentes entre sí y sin que integren una lista exhaustiva.

Nuevamente es necesario recalcar que se puede pensar en una construcción desde abajo,
desde lo micro, para intentar que el cambio “suba” y se multiplique. Desde los libros
puede insistirse en que el cambio para que produzca resultados debe ser integral (o
holístico); que el trabajo debe ser encarado en grande; que sólo la participación de todos
los actores, lo cual desde ya incluye a los políticos y los gobernantes de turno so pena
que la realidad o el modelo impuesto neutralicen el esfuerzo (Litwin). Pero también
puede insistirse en que grandes cambios fueron producto de pequeñas revueltas llevadas
adelante por locos posicionados en el margen y que prendieron en la sociedad una luz
de esperanza.

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Bibliografía:

Caruso-Dusel. De Sarmiento a los Simpsons

Delors, Jacques. La educación encierra un tesoro

Etcheverry, Guillermo. La tragedia educativa

Filmus, Daniel. Los condicionantes de la calidad educativa

Litwin, Edith. Enseñanza e Innovaciones en las Aulas para el nuevo Siglo

Sarlo, Beatriz. Tiempo presente

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