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UNIDAD ESPECIALIZADA EN ENERGÍAS RENOVABLES

1.- El recurso del viento


La verdadera fuente de la energía renovable contenida en el recurso eólico de la tierra es el sol. Los
vientos globales son causados por las diferencias de presión en la superficie de la Tierra, esto se
debe al calentamiento desigual de la tierra por la radiación solar. Por ejemplo, la cantidad de
radiación solar absorbida por la superficie de la Tierra es mayor en el ecuador que en los polos. La
variación en la energía entrante establece células convectivas en las capas inferiores de la atmósfera
(la troposfera). En un modelo de flujo simple, el aire se eleva en el ecuador y se hunde en los polos.
La circulación de la atmósfera que resulta de un calentamiento desigual está muy influenciada por
los efectos de la rotación de la Tierra (a una velocidad de alrededor de 1670 kilómetros por hora en
el ecuador, disminuyendo hasta cero en los polos). Además, los cambios estacionales en la
distribución de la energía solar dan lugar a variaciones en la circulación.

Las variaciones espaciales en la transferencia de calor a la atmósfera terrestre crean variaciones en


el campo de presión atmosférica que hacen que el aire se mueva de alta a baja presión. Existe un
gradiente de presión en dirección vertical, pero esto generalmente se cancela por la fuerza
gravitatoria descendente. Por lo tanto, los vientos soplan predominantemente en el plano
horizontal, respondiendo a los gradientes de presión horizontales. Al mismo tiempo, hay fuerzas
que se esfuerzan por mezclar las diferentes masas de aire de temperatura y presión distribuidas por
la superficie de la tierra. Además del gradiente de presión y las fuerzas gravitacionales, la inercia del
aire, la rotación de la tierra y la fricción con la superficie de la tierra (que resulta en turbulencia)
afectan los vientos atmosféricos. La influencia de cada una de estas fuerzas en los sistemas eólicos
atmosféricos varía según la escala de movimiento considerada.

Como se muestra en la Figura 1.1, la circulación del viento en todo el mundo implica patrones de
viento a gran escala que cubren todo el planeta. Estos afectan los vientos predominantes cercanos
a la superficie. Cabe señalar que este modelo es una simplificación excesiva, ya que no refleja el
efecto que las masas de tierra tienen en la distribución del viento.

Figura 1.1. Circulación del viento en el mundo1.


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1.1 Energía eólica en el mundo


Según Adolfo Rebollo, CEO de Ingeteam, “el futuro se basará en lo renovable, o no habrá un futuro”,
sin duda una afirmación fuerte, pero cierta. Asegura hoy en día es posible heredar un mundo mucho
mejor a nuestros seres queridos, pues se tiene una mejor manera de generar energía, una limpia,
basada principalmente en fuentes renovables. Finaliza afirmado que hay un futuro y se debe pelear
por él2.

Si bien es cierto, la energía es una de las principales preocupaciones a nivel mundial. Todos hablan
de energía, aunque muy probablemente desde perspectivas diferentes. Un año después del acuerdo
de París, las energías renovables volvieron a ser el tema central en la conferencia sobre el cambio
climático en Marruecos. El artículo recientemente publicado “Energy Union Winter Package” por la
Comisión Europea se ve fuertemente impulsado hacia un mejor entorno, hacia nuevas formas de
producir energía, de una manera que también respete el medio ambiente, la madre naturaleza y el
bienestar humano.

Estado actual
El año 2015 fue un año record para la industria eólica mundial, pues el mercado anual superó la
marca de los 60 𝐺𝑊 con una inversión de 348.5 billones de dólares. Y aunque para el año 2016 la
inversión en energía limpia se redujo un 18% con solo 287.5 billones de dólares, las instalaciones
superaron los 50 𝐺𝑊. El Este de Asia y China por sí solos invirtieron 135 billones de dólares, casi el
47% del total de las inversiones mundiales en energía limpia durante 2016.

La potencia instalada hasta finales del 2016 fue de 486.8 𝐺𝑊, lo que representó un crecimiento
acumulado de más del 12 por ciento. Los 23.4 𝐺𝑊 que instaló China impulsaron este crecimiento
en gran parte; en general, la industria global de energía eólica instaló 54.6 𝐺𝑊 en 2016.

Aunque sigue en crecimiento, el mercado eólico del 2016 no cumplió con las expectativas que se
habían establecido a principios del año, principalmente debido al hecho de que China "solo" instaló
los 23 𝐺𝑊 mencionados, sino también debido a que los mercados en Brasil, México, Canadá y África
(Sudáfrica en particular), no crecieron como se esperaba. Sin embargo, se tiene la confianza de una
recuperación en todos esos mercados en los próximos años.

China sigue siendo el mejor mercado en energía eólica desde el 2009, mantuvo su primer puesto
en el 2016. Las instalaciones en Asia una vez más lideraron los mercados globales, Europa ocupa el
segundo lugar y Norteamérica muy cerca de Europa, se posicionó en tercer lugar. La mayoría de las
instalaciones eólicas estuvieron fuera de la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos, por sus siglas en inglés), lo que ha sido desde el 2010, a excepción del 2012. Aunque
en realidad se espera que dicha tendencia continúe.
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Hasta finales del 2016, el número de países con más de 1 𝐺𝑊, de capacidad instalada era de 29:
17 en Europa; 5 en Asia-Pacífico (China, India, Japón, Corea del Sur y Australia); 3 en América del
Norte (Canadá, México, EE. UU.), 3 en América Latina (Brasil, Chile, Uruguay) y 1 en África
(Sudáfrica). Solo nueve países tenían más de 10 𝐺𝑊 de capacidad instalada, incluidos China
(168.7 𝐺𝑊), EE. UU. (82.2 𝐺𝑊), Alemania (50 𝐺𝑊), India (28.7 𝐺𝑊), España (23.1 𝐺𝑊), Reino
Unido (14.5 𝐺𝑊), Francia (12.1 𝐺𝑊), Canadá (11.9 𝐺𝑊) y Brasil (10.7 𝐺𝑊).

China superará la marca de los 200 𝐺𝑊 a finales del 2018, lo que agrega otro hito a su ya
excepcional historia de desarrollo de energía renovable desde el 2005, además de que durante todo
el 2016 fortaleció su posición en la clasificación.

La Tabla 1.1 muestra algunas de las características de la industria eólica en diferentes países donde
actualmente está en crecimiento2.

Capacidad % del consumo Personas


Capacidad
agregada N° de de electricidad empleadas por
País instalada
en 2016 turbinas cubierto por la la industria
(𝑀𝑊)
(𝑀𝑊) industria eólica eólica
Alemania 50,018 5,443 28,217 13 % 150,000
Argentina 279 0 N. D. N. D. N. D.
Australia 4,327 140 2,106 5.3 % 2,820
Brasil 10,740 2,014 6,000 7% 160,000
Canadá 11,900 702 6,288 6% 73,000
Chile 1,424 513 N. D. 3.1 % N. D.
China 168,732 23,370 104,934 4% 507,000
Dinamarca 5,228 220 6,131 37.6 % 31,250
Estados Unidos 82,124 8,203 52,343 5.5 % 102,500
Finlandia 1,538 570 552 3.6 % 5,000
Holanda 4,328 887 2,403 8.9 % 10,150
India 28,700 3,612 29,273 9.1 % 400,000
Japón 3,234 196 2,175 0.5 % 4,747
México 3,527 454 2,000 3.5 % 1,400
Noruega 838 16 374 1.9 % N. D.
Sudáfrica 1,471 418 600 N. D. N. D.
Turquía 6,081 1,387 2,658 7.3 % N. D.
Unión Europea 153,700 12,500 N. D. 10.4 % 300,000
Vietnam 159 24 97 N. D. N. D.
Tabla 1.1 Características de la industria eólica para diferentes países. N. D. = No Disponible.

Aerogeneradores costa fuera


Un total de 2,219 𝑀𝑊 producidos por aerogeneradores costa fuera, fueron instalados en siete
mercados a nivel mundial en el 2016, y aunque las cifras disminuyeron un 31% respecto del 2015,
el futuro para este tipo de aerogeneradores parece prometedor. A finales del 2016 había
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14,384 𝑀𝑊 de capacidad instalada en energía eólica producida costa fuera en 14 países alrededor
del mundo. El 88% (12,631 𝑀𝑊) de todas las instalaciones eólicas costa fuera se encontraban en
aguas de diez países europeos. El 12% restante se encuentra principalmente en China, Japón, Corea
del Sur y los Estados Unidos.

El Reino Unido es el país con más aerogeneradores costa fuera en el mundo, la energía producida a
partir de estos representa poco menos del 36% de la capacidad instalada, seguido de Alemania en
el segundo lugar con un 29%. China superó a Dinamarca en 2016 para alcanzar el 3er lugar en la
clasificación mundial de energía producida costa fuera, con un 11%. Dinamarca ahora representa
el 8.8%, Holanda el 7.8%, Bélgica el 5% y Suecia el 1.4%. Otros mercados como Finlandia, Irlanda,
España, Japón, Corea del Sur, EE. UU. y Noruega componen el resto del mercado en
aerogeneradores de este tipo.

La expansión de esta industria ha comenzado, desde sus inicios en el norte de Europa, hasta llegar
a lugares como América del Norte, Asia Oriental, India y otros tantos alrededor del mundo. El primer
parque eólico estadounidense de este tipo entró en funcionamiento durante el 2016, hay un
impulso renovado en China y un programa muy ambicioso en Taiwán; se puede asegurar que el
crecimiento global comenzará seriamente en los próximos años, aunque Europa continuará
dominando en el futuro previsible.

Mientras que la industria de aerogeneradores instalados costa fuera esperaba que los precios
disminuyeran gradualmente hacia el objetivo de 123 dólares/MWh para 2020 que se había fijado
previamente, todos se sorprendieron de lo rápido en que dicho objetivo se alcanzó. A partir de julio
del 2016 con la licitación holandesa para los proyectos Borssele 1 y 2 de 700 MW a 78.5
dólares/MWh, después la acción se trasladó a Dinamarca con su oferta de aerogeneradores costa
fuera que llegó en septiembre del mismo año a 69.1 dólares/MWh, seguido en noviembre por el
proyecto Kriegers Flak a 53.9 dólares/MWh, y regresando a Holanda en diciembre con el proyecto
Borssele 3 y 4 por otros 700 MW a 58.9 dólares/MWh. Una caída espectacular en el precio del MWh,
que ciertamente ha definido un rango para "la nueva normalidad" en mercados eólicos marinos
maduros en el norte de Europa a menos de 123 dólares/MWh. Sin embargo, debe tenerse en cuenta
que estos proyectos no incluyen los costos de transmisión, que agregarían otros 7-15 dólares/MWh,
y que los aerogeneradores no están en aguas muy profundas o muy alejados de la costa. En
cualquier caso, parece que la industria en energía eólica ha superado sus objetivos mucho antes del
2020 con un margen significativo, cuatro años antes. Se tiene la inesperada situación de que los
aerogeneradores costa fuera son altamente competitivos con la energía eólica terrestre, pues hasta
el momento la energía producida costa fuera es más barata que la producida en tierra. Lo anterior
trajo consigo una serie de repercusiones que se han dejado sentir en todo el mundo, preparando el
escenario para una ronda de grandes inversiones en alta mar no solo en Europa, sino también en
Asia y América del Norte.
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Mecánica del movimiento del viento


En uno de los modelos más simples de la mecánica del movimiento del viento en la atmósfera, se
pueden considerar cuatro fuerzas atmosféricas. Estas serían 1) fuerzas de presión, 2) fuerza de
Coriolis causada por la rotación de la Tierra, 3) fuerzas de inercia debidas al movimiento circular a
gran escala y 4) fuerzas de fricción en la superficie de la Tierra.

1.- La fuerza de presión en el aire (por unidad de masa), 𝐹𝑝 está dada por

1 𝜕𝑝
𝐹𝑝 = − (1.1)
𝜌 𝜕𝑛
𝜕𝑝
donde 𝜌 es la densidad del aire, 𝑛 es la dirección normal a las líneas de presión constante y 𝜕𝑛 se
define como el gradiente de presión normal a las líneas de presión constantes o isobáricas.

2.- La fuerza de Coriolis (por unidad de masa), 𝐹𝑐 , es una fuerza ficticia causada por mediciones con
respecto a un marco de referencia giratorio (la tierra), se expresa como

𝐹𝑐 = 𝑓𝑈 (1.2)

donde 𝑈 es la velocidad del viento y 𝑓 es el parámetro de Coriolis (𝑓 = 2𝜔𝑠𝑖𝑛𝜙). 𝜙 representa la


latitud y 𝜔 la rotación angular de la Tierra. Por lo tanto, la magnitud de la fuerza de Coriolis depende
de la velocidad del viento y de la latitud. La dirección de la fuerza de Coriolis es perpendicular a la
dirección en la que se mueve el aire. La resultante de estas dos fuerzas se conoce como viento
geostrófico, tiende a ser paralela a las isobáricas, vea la Figura 1.2.

Figura 1.2. Viento geostrófico, 𝐹𝑝 es la fuerza de presión y 𝐹𝑐 es la fuerza de Coriolis3.

La magnitud del viento geostrófico, 𝑈𝑔 , está en función del balance de las fuerzas Coriolis y de
presión, esta está dada por
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1 𝜕𝑝
𝑈𝑔 = − (1.3)
𝑓𝜌 𝜕𝑛

Este es un caso idealizado porque la presencia de regiones de alta y baja presión hace que las
isobáricas (líneas) se curven.

3.- Lo anterior impone una fuerza adicional sobre el viento, una fuerza centrífuga. El viento
resultante es llamado viento del gradiente, 𝑈𝑔𝑟 , vea la Figura 1.3.

El viento del gradiente también es paralelo a las líneas isobáricas y es resultado del balance de las
fuerzas
2
𝑈𝑔𝑟 1 𝜕𝑝
= −𝑓𝑈𝑔𝑟 − (1.4)
𝑅 𝜌 𝜕𝑛

Figura 1.3. Viento del gradiente 𝑈𝑔𝑟 , 𝑅 es el radio de curvatura3.

con 𝑅 el radio de curvatura de la trayectoria de las partículas, sustituyendo 𝑈𝑔 de la ecuación (1.3)


obtenemos
2
𝑈𝑔𝑟
𝑈𝑔 = 𝑈𝑔𝑟 + (1.5)
𝑓𝑅

4.- Una fuerza final en el viento se debe a la fricción en la superficie de la Tierra. Es decir, la superficie
de la Tierra ejerce una fuerza horizontal sobre el aire en movimiento, cuyo efecto es retardar el
flujo. Esta fuerza disminuye a medida que la altura sobre el suelo aumenta y se vuelve insignificante
por encima de la capa límite (definida como la región de la atmósfera cercana a la tierra donde las
fuerzas viscosas son importantes). Por encima de la capa límite, se establece un balance de viento
sin fricción y el viento fluye con la velocidad del viento del gradiente a lo largo de las líneas
isobáricas. La fricción en la superficie hace que el viento se desvíe más hacia la región de baja
presión.
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1.2 Escalas de viento


El patrón de flujo general descrito anteriormente representa un modelo para una superficie esférica
lisa. En realidad, la superficie de la tierra varía considerablemente, con grandes masas oceánicas y
terrestres. Estas diferentes superficies pueden afectar el flujo de aire debido a las variaciones en los
campos de presión, la absorción de la radiación solar y la cantidad de humedad disponible.

Los océanos actúan como un gran sumidero de energía. Por lo tanto, el movimiento del aire a
menudo se ve afectado por la circulación oceánica. Todos estos efectos conducen a presiones
diferenciales que afectan los vientos globales y muchos de los vientos regionales persistentes, como
los que ocurren durante los monzones. Además, la calefacción o el enfriamiento pueden provocar
vientos locales persistentes de forma estacional o diaria. Estos incluyen la brisa del mar y los vientos
de montaña.

La circulación atmosférica a menor escala se puede dividir en secundaria y terciaria. La circulación


secundaria ocurre si los centros de alta o baja presión son causados por el calentamiento o
enfriamiento de la atmósfera inferior. Las circulaciones secundarias incluyen:

• Huracanes
• Monzones
• Ciclones

Las circulaciones terciarias son circulaciones locales de pequeña escala caracterizadas por vientos
locales. Estos incluyen los siguientes:

• Brisas terrestres y marinas


• Vientos de valles y montañas
• Flujos similares a los monzones
• Vientos foehn (vientos secos y con temperaturas altas en el lado sotavento de las cadenas
montañosas)
• Tormentas eléctricas
• Tornados

Figura 1.4. Vientos de montaña durante el día y la noche3.


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Ejemplos de circulación terciaria, vientos en valles y montañas, se muestran en la Figura 1.4. Durante
el día, el aire más cálido de la ladera de la montaña se eleva y reemplaza el aire frío más pesado por
encima de él. La dirección se invierte por la noche, ya que el aire frío se filtra por las laderas y se
estanca en el fondo del valle.

Características temporales y espaciales del viento


Los movimientos atmosféricos varían tanto en el tiempo (desde segundos a meses) como en el
espacio (centímetros a miles de kilómetros). La Figura 1.5 resume las variaciones de tiempo y
espacio del movimiento atmosférico tal como se aplican en energía eólica. Las variaciones espaciales
generalmente dependen de la altura y de las condiciones geográficas globales o locales.

Figura 1.5. Escalas de tiempo y espacio del movimiento atmosférico3.

Variaciones en el tiempo
Prácticamente, las variaciones de la velocidad del viento en el tiempo se pueden dividir en las
siguientes categorías:

• Anuales
• Temporales o Estacionales
• Regulares o Diarias
• Periodos cortos

Anuales
Las variaciones anuales de la velocidad del viento ocurren en periodos de tiempo mayores a un año.
Estas pueden tener un gran efecto en la producción de turbinas eólicas a largo plazo. La capacidad
de estimar la variabilidad anual en un sitio dado es casi tan importante como estimar la velocidad
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promedio del viento a largo plazo en un sitio. De manera general, los meteorólogos concluyen que
se requieren alrededor de 30 años de mediciones para determinar los valores del clima a largo plazo,
y que se necesitan al menos cinco años para llegar a una velocidad anual del viento promedio
confiable para un lugar determinado. Sin embargo, los registros de mediciones más cortos pueden
ser útiles.

Muchos de los investigadores del recurso eólico señalan que una regla empírica estadísticamente
desarrollada es que con un año de mediciones generalmente es suficiente para predecir velocidades
promedio estacionales a largo plazo con una precisión del 10% y con un nivel de confianza del 90%.
Aún existen investigaciones enfocadas en la búsqueda de modelos de predicción fiables para la
velocidad media del viento a largo plazo. Las complejidades de las interacciones de factores
meteorológicos y topográficos que causan su variación dificultan en gran medida esta tarea.

Temporales o Estacionales
Las variaciones significativas en la velocidad del viento promedio estacional o mensual son comunes
en la mayor parte del mundo. Por ejemplo, para el tercio oriental de los Estados Unidos las
velocidades máximas del viento ocurren durante el invierno y principios de la primavera. Las
velocidades máximas alcanzadas durante la primavera se producen en las llanuras grandes, en los
estados centrales del norte, en la costa de Texas, en las cuencas y valles del oeste, y las áreas
costeras del centro y sur de California. Durante el invierno ocurren generalmente en las regiones
montañosas, excepto en algunas áreas del suroeste, donde ocurren los máximos de primavera. En
primavera y verano estas se producen en los corredores de viento de Oregón, Washington y
California.

Figura 1.6. Cambios mensuales en la velocidad promedio del viento3.

La Figura 1.6 muestra los cambios mensuales de la velocidad promedio del viento, registrados en la
ciudad de Billings, Montana. Es importante destacar que esta figura muestra claramente que el
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comportamiento típico de la variación mensual no está definido por la medición y registro de un


solo año.

Regulares o Diarias
Este tipo de variación suele presentarse en latitudes tropicales y templadas, y se caracteriza por
ocurrir en una escala de tiempo diurna o diaria. Este tipo de variación de la velocidad del viento se
debe al calentamiento diferencial de la superficie de la tierra durante el ciclo de radiación diario.
Una variación diurna típica es un aumento (o disminución) en la velocidad del viento durante el día
que presenta velocidades del viento más bajas (o altas), desde la medianoche hasta el amanecer.
Las variaciones diarias de la radiación solar son responsables de las variaciones diurnas del viento
en latitudes templadas sobre áreas de tierra relativamente planas. Generalmente, los cambios más
grandes de este tipo ocurren en primavera y verano, y los más pequeños en invierno. Además, la
variación diurna en la velocidad del viento puede ser modificada según la ubicación y la altitud sobre
el nivel del mar. Por ejemplo, a altitudes muy por encima del terreno circundante, (montañas,
monte, volcanes, etc.), el patrón de variación durante el día puede ser muy diferente. Esta variación
puede ser explicada transfiriendo el momento lineal desde el aire superior al aire inferior.

Figura 1.7 Variación regular de la velocidad del viento en los meses de enero y julio3.

Como se ilustra en la Figura 1.7, puede haber diferencias significativas de un año a otro en el
comportamiento regular o diario, incluso en lugares bastante ventosos. Aunque las características
generales de la variación regular se pueden establecer con solo un año de mediciones, no se pueden
determinar con precisión características más detalladas, como la amplitud de su oscilación o la hora
del día en que ocurren los vientos máximos.
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Periodos cortos
Las variaciones de interés de la velocidad del viento en periodos cortos incluyen la turbulencia y las
ráfagas de viento. La Figura 1.8 muestra los registros de un anemómetro (descrito más adelante),
en ella se aprecian las variaciones de velocidad del viento a corto plazo que normalmente existen.

Figura 1.8 Variación de la velocidad del viento en un periodo corto de tiempo3.

Las variaciones a corto plazo generalmente promedian fluctuaciones en intervalos de diez minutos
o menos. Estos promedios de diez minutos a menudo se determinan usando una tasa de muestreo
de aproximadamente 1 segundo. Se tiene la convención de que las variaciones en la velocidad del
viento con períodos entre un segundo y diez minutos que presenten carácter estocástico se
consideran como turbulencias. Para aplicaciones en energía eólica, las fluctuaciones turbulentas en
el flujo deben ser cuantificadas. Por ejemplo, las consideraciones de diseño de la turbina pueden
incluir las estimaciones máximas de carga y fatiga, excitaciones estructurales, control, operación del
sistema y calidad de potencia.

Se puede pensar en la turbulencia como las fluctuaciones aleatorias de la velocidad del viento
impuestas sobre su velocidad promedio. Estas fluctuaciones ocurren en las tres direcciones:
longitudinal (en la dirección del viento), lateral (perpendicular al viento promedio) y vertical.

Figura 1.9. Ráfaga de viento ilustrativa3.


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Una ráfaga es un evento discontinuo dentro de un campo de viento turbulento. Como se ilustra en
la Figura 1.9, una ráfaga se caracteriza determinando: 𝑎 = amplitud, 𝑏 = tiempo de subida o de
aumento, 𝑐 = variación máxima de la ráfaga, y 𝑑 = lapso.

Variaciones debidas a la ubicación


La velocidad del viento también depende fuertemente de las variaciones topográficas locales y de
revestimientos terrestres. Por ejemplo, la Figura 1.10 muestra las diferencias significativas entre dos
lugares cercanos. En la gráfica se aprecia la velocidad promedio del viento mensual y de cinco años
para dos sitios que distan 21 𝑘𝑚. La velocidad promedio del viento en los cinco años difiere
aproximadamente 12 % (4.9 y 4.25 𝑚/𝑠 del promedio anual).

Figura 1.10. Velocidades del viento en el aeropuerto internacional y la base de la fuerza aérea de Glasgow 3.

Variaciones en la dirección del viento


La dirección del viento también varía en las mismas escalas de tiempo sobre las cuales varían las
velocidades del viento. Las variaciones estacionales pueden ser pequeñas, del orden de 30 grados,
los vientos mensuales pueden llegar a cambiar literalmente su sentido durante un año. Las
variaciones de dirección en periodos cortos son resultado de la naturaleza turbulenta del viento,
por lo que se recomienda sean consideradas en el diseño y ubicación de la turbina eólica. Los
aerogeneradores de eje horizontal deben rotar siguiendo la dirección del viento. La rotación causa
cargas de inercia en toda la estructura de la turbina, afectando a los mecanismos involucrados en el
movimiento de rotación. Los vientos cruzados, debidos a cambios en la dirección del viento, afectan
las cargas de las palas.

Por lo tanto, las variaciones de la dirección del viento en periodos cortos y el movimiento asociado
a estas afectan la vida de útil de los componentes (generan fatiga), como lo son las palas y el sistema
de rotación.
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1.3 Medición de datos de viento


Hasta ahora no se ha dado información de los datos de velocidad del viento, pues se debe tener la
certeza de que los datos meteorológicos sean perfectamente confiables para la ubicación de interés.
En la mayoría de las aplicaciones de energía eólica, dicha información no está disponible, sin
embargo, las mediciones deben realizarse específica y detalladamente para determinar el recurso
eólico de la ubicación candidata.

Existen tres tipos de instrumentos para medir el viento:

1. Instrumentos usados por el servicio meteorológico nacional.


2. Instrumentos diseñados específicamente para la medición y caracterización del recurso
eólico.
3. Instrumentos especialmente diseñados para un gran número de muestras, determinación
de ráfagas, turbulencia y demás información del viento de entrada. Todo lo anterior es con
la finalidad de analizar la respuesta de la turbina eólica.

Según el tipo de aplicación de energía eólica, es el tipo y la cantidad de instrumentación requerida,


ya que éstas varían ampliamente. Por ejemplo, se puede tener un sistema simple que solo contiene
un anemómetro que registre de velocidad del viento hasta un sistema muy complejo diseñado para
caracterizar la turbulencia en el rotor. La Figura 1.11 muestra un ejemplo del último tipo de sistema
desarrollado por PNL (Pacific Northwest Laboratories). Este sistema consistió en dos torres y ocho
anemómetros, con datos muestreados a una velocidad de 5 Hz.

Figura 1.11. Sistema para caracterizar turbulencia, Pacific Northwest Laboratories3.


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En las aplicaciones de la energía eólica se suelen usar los siguientes tipos de sensores
meteorológicos:

• Anemómetros, para medir la velocidad del viento.


• Veletas, para medir la dirección del viento.
• Termómetros, para medir la temperatura del aire en el ambiente.
• Barómetros, para medir la presión del aire.

Características generales de los instrumentos


Se comenzará por una breve revisión de los sistemas de medida:

• Componentes del sistema.


• Caracterización de las mediciones.
• Características de los instrumentos.

Componentes del sistema


Sensores

Un sensor es un dispositivo, como lo es el anemómetro de copa, el cual reacciona a los cambios en


el medio ambiente. Por ejemplo, la forma de copa en el anemómetro ayuda a que la fuerza del
viento la impulse y lo haga girar.

Transductores

Un transductor es un dispositivo que convierte la energía, de una forma a otra. En el caso de la


energía eólica, este dispositivo convierte el movimiento mecánico en una señal eléctrica.

Acondicionadores de señal

Los acondicionadores de señal proveen potencia a los sensores cuando la señal de entrada presenta
irregularidades, reciben la señal de los sensores, la convierten a cierto formato para ser usada y/o
almacenada en algún grabador para su visualización.

Grabadores

Los grabadores son dispositivos que almacenan y/o visualizan los datos obtenidos por el sistema
sensor/transductor/acondicionador.
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Caracterización de las mediciones


Exactitud y precisión

La exactitud y la precisión son dos medidas relacionadas con el rendimiento de un sistema o equipo
que a menudo se tratan ambiguamente. La exactitud de un equipo se refiere a la diferencia media
entre la medición que da el instrumento y el valor real de la variable medida. La precisión se refiere
a la dispersión sobre esa media. Por ejemplo, un instrumento puede reproducir una y otra vez el
mismo valor, pero ese valor puede ser el 50% del valor real. Por lo tanto, ese sistema tiene una alta
precisión, pero baja exactitud. Otro instrumento que mide una variable puede producir mediciones
sin error medio, pero la dispersión de una sola medición puede variar ampliamente sobre la media.
Este instrumento tiene una exactitud alta, pero baja precisión. En general, para sistemas de
medición eólicos, la precisión generalmente es alta, mientras que la exactitud suele ser la principal
preocupación.

Error

El error es la diferencia entre la medición hecha por el equipo o instrumento y el valor real de esa
medición.

Confiabilidad

La confiabilidad de un instrumento se refiere a la probabilidad de que este continúe funcionando


dentro de los límites de error y tiempo especificados, además de operar bajo ciertas condiciones.

Generalmente los instrumentos simples y robustos con pocas piezas son más confiables que
aquellos con una gran cantidad de piezas.

Repetibilidad

La repetibilidad de un instrumento es la cercanía que tienen entre sí una serie de mediciones de


salida para el mismo valor de entrada, siempre que las mediciones se realicen en las mismas
condiciones.

Reproducibilidad

La cercanía entre mediciones de cierta cantidad, donde las mediciones individuales se realizan bajo
diferentes condiciones, define la reproducibilidad de una medición.
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Características de los instrumentos


Constante de tiempo

El tiempo requerido para que un sensor responda al 63.2% de un cambio gradual en una señal de
entrada define su constante de tiempo.

Constante de distancia

La constante de distancia es la longitud del flujo de aire que pasa por un sensor y que hace que
responda al 63.2% de un cambio en la velocidad. Esta se obtiene multiplicando la constante de
tiempo del sensor por la velocidad promedio del viento. Los anemómetros de copa estándar pueden
llegar a tener constantes de distancia de hasta 10 𝑚, dependiendo de su altura y peso. Los
anemómetros de copa pequeños y livianos, suelen ser utilizados para mediciones de turbulencia,
tienen constantes de distancia entre 1.5 y 3 𝑚. Para los anemómetros propulsores livianos, la
constante de distancia es cercana a 1 𝑚.

Tiempo de respuesta

El tiempo de respuesta es el tiempo requerido para que un instrumento registre un porcentaje


designado (generalmente 90% o 95%) de un cambio en la variable que se está midiendo.

Frecuencia de muestreo

La frecuencia de muestreo es la frecuencia (𝐻𝑧) a la que se mide la señal. Puede ser una función del
sistema de recolección de datos.

Resolución

La resolución se define como la unidad más pequeña de una variable detectable por el sensor. Por
𝑚 𝑚
ejemplo, un sensor puede tener una resolución de ±0.1 𝑠
o ±1 𝑠
dependiendo del instrumento.

Sensibilidad

La sensibilidad se refiere a la respuesta que el instrumento de medición tenga para medir una
variable y que tan rápida sea este para estabilizar su medida.

Medición de la velocidad del viento


Los sensores de los instrumentos de medición del viento se pueden clasificar según el principio de
su funcionamiento (ASME, 1988):

• Transferencia de momento: copas, hélice, placas de presión.


• Presión sobre sensores estacionarios: tubos de Pitot y esferas de arrastre.
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• Transferencia de calor: Alambres y películas calientes.


• Efecto Doppler: Acústicos y laser.
• Métodos especiales: desplazamiento de iones, emisión de vórtices, etc.

A pesar de la gran cantidad de instrumentos disponibles para llevar acabo mediciones de la


velocidad del viento, en la mayoría de las aplicaciones de energía eólica se han utilizado sólo cuatro
dispositivos diferentes. Estos incluyen:

• Anemómetros de copa
• Anemómetros de hélice
• Anemómetros sónicos
• Sensores acústicos Doppler (SODAR y LIDAR)

Anemómetros de copa

El anemómetro de copa es probablemente el instrumento más usado para medir la velocidad del
viento (vea la Figura 1.12). Los anemómetros de copa usan su rotación, la cual varía en proporción
con la velocidad del viento, para generar una señal. Hoy en día los diseños más comunes de este
tipo de anemómetro cuentan con tres copas o tazas, las cuales se encuentran montadas sobre un
pequeño eje. El número de vueltas en las copas puede ser registrado por:

• Un contador mecánico que registre el número de rotaciones.


• Cambios eléctricos o electrónicos (CA o CD).
• Un interruptor fotoeléctrico.

Los anemómetros de tipo mecánico indican el flujo de viento en distancia. La velocidad promedio
del viento se obtiene dividiendo el flujo de viento por el tiempo. En lugares remotos, este tipo de
anemómetros tiene la ventaja de no necesitar una fuente de energía.

Algunos de los primeros tipos de anemómetros mecánicos tenían registradores de pluma, sin
embargo, esos sistemas solían ser costosos y difíciles de darles mantenimiento.

Un anemómetro de copa eléctrico proporciona una medición de la velocidad instantánea del viento.
El extremo inferior del eje giratorio está conectado a un generador de CA o CD en miniatura y la
salida analógica se convierte a la velocidad del viento a través de una variedad de métodos.

El interruptor fotoeléctrico tiene un disco que contiene hasta 120 ranuras y una fotocélula. El paso
periódico de las ranuras produce pulsos durante cada revolución de la copa.

La respuesta y exactitud de un anemómetro de copas se ven determinadas por su peso, dimensiones


físicas, y la fricción interna. Si se alteran cualesquiera de estos parámetros, la respuesta del
instrumento cambiará. Si se desean mediciones de turbulencia, deben ocuparse sensores pequeños,
livianos y con poca fricción interna. Generalmente las copas más receptivas tienen una constante
de distancia de aproximadamente 1 𝑚. Cuando no se requieren datos de turbulencia, las copas
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pueden ser más grandes y pesadas, con constantes de distancia entre 2 y 5 𝑚. Esto limita la
velocidad máxima de muestreo de datos utilizables a no más de una vez en pocos segundos. Los
valores de precisión típicos (basados en pruebas de túnel de viento) para anemómetros de copa son
aproximadamente del ± 2%.

Ciertos factores medioambientales, como el polvo o los cristales de hielo (la nieve), pueden afectar
los anemómetros y reducir su confiabilidad. El polvo puede alojarse en los rodamientos, causando
un aumento en la fricción y el desgaste, además de reducir las lecturas de la velocidad del viento en
el anemómetro. Si un anemómetro se congela, su rotación se ralentizará o se detendrá por
completo, causando señales erróneas en la velocidad del viento, hasta que el sensor se descongele
por completo. Es posible usar anemómetros con copas calientes, pero requieren una fuente de
energía significativa. Debido a estos problemas, garantizar la confiabilidad para los anemómetros
de copa depende del número de calibraciones y servicios que estos reciban. La frecuencia con la
que se realicen tales servicios y calibraciones depende del ambiente del lugar y del valor de las
mediciones.

Figura 1.12. a) Anemómetro de copa, b) Anemómetro de hélice4,5.

Anemómetro de hélice

Los anemómetros de hélice utilizan el viento que sopla en la hélice para girar un eje que a su vez
acciona un generador (de CA o CD) o un interruptor de luz para producir una señal. Los diseños
utilizados para aplicaciones de energía eólica tienen una respuesta rápida y lineal al cambiar la
velocidad del viento. En la configuración horizontal, la hélice se mantiene haciendo frente al viento
(barlovento) ayudada por la veleta en su cola, la cual suele ser usada como un indicador de la
dirección del viento. La exactitud de este diseño es aproximadamente del ± 2%, similar al
anemómetro de copa. Generalmente la hélice está hecha de espuma de poliestireno o
polipropileno. La confiabilidad en los anemómetros de hélice depende de los mismos problemas
mencionados para los anemómetros de copa.

Cuando un anemómetro de hélice está montado sobre un eje vertical fijo, este puede ser usado
para medir el componente vertical del viento. Existen diseños de anemómetros de hélices
dispuestas de manera ortogonal (una hélice en la dirección de cada eje coordenado), a fin de medir
cada una de las componentes del viento. El sistema de anemómetros de hélice responde
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principalmente al viento paralelo a uno de sus ejes, y los vientos perpendiculares a dicho eje
generalmente son pequeños o no tienen efecto.

Anemómetros sónicos

Este tipo de anemómetros fueron desarrollados inicialmente en la década de los 70. Usan ondas de
sonido ultrasónicas para medir la velocidad y dirección del viento. La velocidad del viento se mide
en función del tiempo de vuelo de los pulsos sónicos entre los pares de transductores.

El flujo en una, dos o tres dimensiones puede ser medido usando señales en pares de transductores.
Las aplicaciones típicas en ingeniería eólica utilizan anemómetros sónicos bidimensionales o
tridimensionales. La resolución espacial queda determinada por la longitud entre los transductores
(típicamente de 10 a 20 𝑐𝑚). Los anemómetros sónicos se pueden usar para mediciones de
turbulencia con alta resolución temporal (20 𝐻𝑧 o mejor).

Sensor acústico Doppler (SODAR)

El SODAR (sound detection and ranging) es un dispositivo capaz de detectar y distribuir ondas de
sonido. Este se clasifica como un dispositivo de detección remota, ya que puede hacer mediciones
lejanas, es decir, no necesita estar en el lugar donde se desea hacer la medición, vea la Figura 1.13.
Dado que tales dispositivos no necesitan de torres altas (y caras) para su uso, las ventajas son obvias.
La teledetección se utiliza ampliamente para fines meteorológicos y aeroespaciales, aunque en los
últimos años se ha utilizado para mediciones eólicas.

Los dispositivos SODAR se basan en el principio de la retrodispersión acústica. Para medir el perfil
del viento con estos, los pulsos acústicos se envían verticalmente y con un ángulo pequeño respecto
a la vertical. Para la medición de la velocidad del viento tridimensional, se necesitan al menos tres
haces en diferentes direcciones. El pulso acústico transmitido al aire experimenta una
retrodispersión de partículas o fluctuaciones por la refracción del aire. Estas fluctuaciones pueden
ser causadas por los gradientes del viento, temperatura y humedad. Una vez que la energía acústica
esparcida regresa al suelo es recolectada por micrófonos. Cuando el emisor y el receptor no están
separados, se dice que el SODAR es monostático. En realidad, todos los dispositivos SODAR para
aplicaciones eólicas son monostáticos, debido a que se simplifica enormemente su diseño y tamaño.

Si se conoce la velocidad del sonido (de manera local), el tiempo de viaje entre la emisión y la
recepción determina la altura que representa la señal. Un cambio en la frecuencia acústica del eco
(desplazamiento Doppler) ocurre si el medio de dispersión tiene un componente de movimiento
paralelo al movimiento del haz. Por lo tanto, la estimación de la velocidad del viento paralela al haz
en función de la altura se puede realizar mediante el análisis del espectro de frecuencia de la señal
recibida de retorno.
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Los dispositivos SODAR se han utilizado para estudios de emplazamiento eólico tanto en tierra como
en sitios costa afuera, tomando mediciones de la velocidad del viento de hasta 300 𝑚 por encima
del dispositivo.

Figura 1.13. SODAR6.

Sensor Laser Doppler (LIDAR)

Al igual que el dispositivo SODAR, el LIDAR (light detection and ranging) también se clasifica como
un dispositivo de detección remota, y puede ser usado de manera similar al SODAR para realizar
mediciones de todo un campo de viento tridimensional, vea la Figura 1.14. En este dispositivo, se
emite un haz de luz, el haz interactúa con el aire y parte de la luz se refleja de vuelta al LIDAR. La luz
devuelta se analiza para determinar la velocidad y las distancias a las partículas de las que se
dispersó. Además, el principio básico de LIDAR se basa en la medición del desplazamiento Doppler
de la radiación dispersada por los aerosoles naturales que transporta el viento.

Los dispositivos LIDAR han sido ampliamente utilizados en aplicaciones meteorológicas y


aeroespaciales, aun cuando el costo de este tipo de sistema para aplicaciones meteorológicas es
elevado. Sin embargo, recientemente se han desarrollado equipos mucho más comerciales y a
menor costo que también son capaces de determinar la velocidad del viento a alturas de interés en
aplicaciones de energía eólica. Además, las preocupaciones sobre la seguridad ocular han sido
superadas debido a que la mayoría de los láseres usados en los dispositivos LIDAR usan una longitud
de onda que oscila entre las 1.5 micras. Estos nuevos sistemas LIDAR han sido utilizados tanto en
aplicaciones eólicas en tierra como en costa fuera.

Hoy en día existen dispositivos LIDAR capaces de medir la velocidad del viento a alturas de hasta
200 𝑚. Debido a la necesidad de hacer mediciones de viento a alturas cada vez más altas, requeridas
por turbinas eólicas cada vez más grandes, es de esperarse que haya más investigación y desarrollo
en sistemas LIDAR para aplicaciones de energía eólica.
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Figura 1.14. Escaneo esquemático de un LIDAR3.

Medición de la dirección del viento


La dirección del viento se mide generalmente con una veleta de viento. Una veleta de viento
convencional consiste en una cola ancha que el viento mantendrá en el lado de sotavento de un eje
vertical. Un contrapeso en el extremo a barlovento proporciona equilibrio en la unión de la veleta y
el eje. La fricción en el eje se reduce con los cojinetes, por lo que la veleta requiere de una fuerza
mínima para iniciar el movimiento. Por ejemplo, el umbral habitual de esta fuerza se produce a
𝑚
velocidades del viento del orden de 1 .
𝑠

Las veletas de viento generalmente producen señales mediante el cierre de un circuito o por
potenciómetros. La exactitud obtenida de los potenciómetros es más alta que la de un circuito que
habrá de cerrarse, pero las veletas de viento basadas en potenciómetros generalmente son más
costosas. Al igual que con los anemómetros de copa y hélice, los problemas ambientales (como el
polvo, la sal y el hielo) afectan la confiabilidad de las veletas de viento.

Torres de instrumentación
Dado que es conveniente recopilar datos sobre el viento a la altura del rotor, es necesario utilizar
torres que puedan llegar a medir 20 𝑚, como mínimo, y hasta 150 𝑚 (o alturas superiores, para
aerogeneradores más grandes). A veces, las torres de comunicaciones suelen ser usadas para la
obtención de estas mediciones, siempre y cuando estén disponibles cerca del sitio considerado. Sin
embargo, en la mayoría de los casos, las torres deben instalarse específicamente para la medición
de los datos de viento.

Actualmente se cuenta con varios diseños para las torres de instrumentación: torres auto
soportadas, en celosía y torres atirantadas, generalmente todas hechas de tubular o perfiles de
acero. Las torres atirantadas que pueden levantarse desde el suelo son el tipo más utilizado hoy en
día. Estas fueron diseñadas específicamente para mediciones eólicas, además de ser muy ligeras y
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fáciles de transportar. Sólo requieren de pequeñas cimentaciones y generalmente pueden ser


instaladas en menos de un día.

Sistemas para el almacenamiento de datos


En el desarrollo de un proyecto o programa de medición de viento, se debe seleccionar algún tipo
de sistema de registro de datos para visualizar, registrar y analizar los datos obtenidos de los
sensores y transductores. Los tipos de visualizadores utilizados en los instrumentos de viento
pueden ser analógicos (metros) o digitales (LED, LCD). Los visualizadores típicos usan diales, luces y
contadores digitales. Hoy en día, los equipos de almacenamiento utilizados en los sistemas de
instrumentación de viento generalmente se basan en dispositivos de estado sólido.

En general, el método preferido al manejar una gran cantidad de mediciones (necesarias para un
análisis completo) es el uso de un dispositivo almacenador de datos (o de adquisición de datos)
usando computadoras personales. Existe gran variedad de sistemas de registro y/o almacenamiento
de datos que guardan la velocidad, dirección y desviación estándar del viento, así como también la
velocidad máxima del viento durante el intervalo de tiempo en cuestión. Estos sistemas a menudo
registran los datos en tarjetas de almacenamiento extraíbles. Algunos permiten que los datos se
descarguen a través de un módem y/o un teléfono celular.

Los métodos y sistemas de registro de datos son amplios, y cada uno tiene sus propias ventajas y
desventajas. Sólo la situación particular definirá los requisitos de datos, los cuales determinarán la
elección de los métodos de almacenamiento y adquisición.

Análisis de los datos de viento


Los datos obtenidos por un sistema de monitoreo eólico pueden ser analizados de varias maneras.
Estas pueden incluir (sin que se limiten a estos):

• Promedio de la velocidad horizontal del viento en un intervalo de tiempo especificado.


• Variaciones en la velocidad horizontal del viento para muestras tomadas en ciertos
intervalos (desviación estándar, intensidad de la turbulencia, velocidades máximas y
mínimas).
• Dirección promedio del viento horizontal.
• Variaciones en la dirección horizontal del viento para muestras tomadas en ciertos
intervalos (desviación estándar).
• Persistencia del viento.
• Distribuciones de velocidad y dirección.
• Determinación de los parámetros de ráfaga.
• Análisis estadísticos, que incluyen autocorrelación, densidad espectral de potencia, escalas
de tiempo y longitud, así como correlaciones espaciales y temporales con mediciones de los
alrededores.
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• Medición de las componentes 𝑢, 𝑣 y 𝑤 (velocidades de viento en las direcciones 𝑥, 𝑦 y 𝑧,


respectivamente), ya sea en estadio estacionario o lo relacionado a sus fluctuaciones.
• Variaciones diarias, temporales, anuales, etc., de todos los parámetros descritos
anteriormente.

De alguna u otra forma se está familiarizado con cada una de las mediciones que se pueden obtener
del viento, a excepción de la persistencia. La persistencia es la duración de la velocidad del viento
dentro de un rango de velocidades dadas. Además, un histograma que muestre la frecuencia de
períodos continuos de viento entre las velocidades de entrada y salida proporcionaría información
sobre la duración esperada de los períodos de funcionamiento continuo de la turbina.

Una rosa de los vientos es un diagrama que muestra la distribución temporal de la dirección del
viento y la distribución acimutal de la velocidad del viento en una ubicación determinada (ver Figura
1.15). También se puede asegurar que una rosa de los vientos es una herramienta extremadamente
útil, además de ser muy visual, muestra los datos obtenidos por un anemómetro (velocidad y
dirección del viento) para el análisis de emplazamiento. La Figura 1.15 ilustra la forma más común,
que consiste en círculos concéntricos con 16 líneas radiales igualmente espaciadas (cada una
representa un punto de la brújula). La longitud de la línea es proporcional a la frecuencia del viento,
medida desde el centro, es posible formar una escala con los círculos. La frecuencia de las
condiciones de calma está indicada en el centro. Las líneas más largas identifican las direcciones
predominantes del viento. Cabe mencionar que las rosas de viento generalmente se usan para
representar datos anuales, estacionales o mensuales.

Figura 1.15. Diagrama de rosa de los vientos3.


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1.4 Descripción estadística del viento: ley de Weibull


Los análisis estadísticos pueden ser usados para estimar el potencial de energía eólica de algún lugar
y así determinar la energía de salida del aerogenerador que habrá de instalarse ahí. Actualmente se
cuenta con muchas técnicas y/o modelos estadísticos capaces de dar estimaciones. Si las series de
tiempo que cuentan con la medición de los datos están disponibles en la ubicación y altura
deseadas, puede haber poca o nula necesidad de un análisis de datos en términos de distribuciones
de probabilidad y técnicas estadísticas. Es decir, las mediciones y datos explicados anteriormente
pueden ser todo lo que se necesita. Por otro lado, si se requiere la proyección de datos medidos de
una ubicación a otra, o cuando solo se dispone de datos resumidos, existen claras ventajas en el uso
de representaciones analíticas para la distribución de probabilidad de la velocidad del viento.

Para el análisis estadístico, una distribución de probabilidad es un término que describe la


probabilidad de que ocurran ciertos valores de una variable aleatoria (como lo puede ser la
velocidad del viento). En breve se explicará que las distribuciones de probabilidad se caracterizan
típicamente por una función de densidad de probabilidad o una función de distribución acumulada.

Función de densidad de probabilidad


La frecuencia con la que ocurren las velocidades del viento puede describirse por la función de
densidad de probabilidad, 𝑝(𝑈), de la velocidad del viento. La función de densidad de probabilidad
puede ser usada para expresar la probabilidad de que la velocidad del viento ocurra entre las
velocidades 𝑈𝑎 y 𝑈𝑏 , matemáticamente se tiene:
𝑈𝑏

𝑝(𝑈𝑎 ≤ 𝑈 ≤ 𝑈𝑏 ) = ∫ 𝑝(𝑈)𝑑𝑈 (1.6)


𝑈𝑎

El valor del área bajo la curva de densidad de probabilidad debe ser igual a la unidad, esto es:

∫ 𝑝(𝑈)𝑑𝑈 = 1 (1.7)
0

Además, si se conoce 𝑝(𝑈), rápidamente se pueden obtener los siguientes parámetros:

• ̅:
Velocidad promedio, 𝑈

̅ = ∫ 𝑈𝑝(𝑈)𝑑𝑈
𝑈 (1.8)
0

• Desviación estándar de la velocidad del viento, 𝜎𝑈 :


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̅)2 𝑝(𝑈)𝑑𝑈
𝜎𝑈 = √∫ (𝑈 − 𝑈 (1.9)
0

• Promedio de la densidad de potencia eólica disponible (por unidad de área), 𝑃̅/𝐴:



𝑃̅ 1
= 𝜌 ∫ 𝑈 3 𝑝(𝑈)𝑑𝑈 (1.10)
𝐴 2
0

Debe tenerse en cuenta que la función de densidad de probabilidad se puede superponer a un


histograma de la velocidad del viento, tan sólo escalando el área del histograma.

Función de distribución acumulada


La función de distribución acumulada 𝐹(𝑈) representa la fracción de tiempo o probabilidad de que
la velocidad del viento sea menor o igual a una velocidad del viento dada, 𝑉. Esto es, 𝐹(𝑉) es la
probabilidad de que 𝑈 sea menor o igual que 𝑉 ( 𝑈 ≤ 𝑉), donde 𝑈 puede ser cualquier variable.
Entonces:
𝑉

𝐹(𝑉) = ∫ 𝑝(𝑈)𝑑𝑈 (1.11)


0

Además, la derivada de la función de distribución acumulada es igual a la función de densidad de


probabilidad, así:

𝑑𝐹(𝑈)
= 𝑝(𝑈) (1.12)
𝑑𝑈

Distribuciones de probabilidad comúnmente usadas


Existen dos tipos de distribuciones probabilísticas comúnmente usadas para el análisis de datos de
viento:

• Distribución de probabilidad de Rayleigh.


• Distribución de probabilidad de Weibull.

La distribución de probabilidad de Rayleigh necesita de un parámetro, la velocidad promedio del


viento. Para la distribución de probabilidad de Weibull, son necesarios dos parámetros, y por lo
tanto puede representar mejor una variedad más amplia de regímenes de viento. Ambas, las
distribuciones de probabilidad de Rayleigh y Weibull son llamadas distribuciones “sesgadas” en el
sentido de que están definidas solo para valores superiores a 0.
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Distribución de Rayleigh
Esta es la distribución de probabilidad de viento más simple, ya que sólo requiere del conocimiento
de la velocidad promedio del viento 𝑈. Es ampliamente usada para representar el recurso eólico. La
función de densidad de probabilidad y la función de distribución acumulada están dadas por:
2
𝜋 𝑈 −[𝜋4(𝑈̅) ]
𝑝(𝑈) = ( 2) 𝑒 𝑈 (1.13)
̅
2 𝑈
𝜋 𝑈 2
𝐹(𝑈) = 1 − 𝑒
−[ ( ̅ ) ]
4 𝑈 (1.14)

La Figura 1.16 muestra la función de densidad de probabilidad y la función de distribución


acumulada (𝑝(𝑈) y 𝐹(𝑈)), para diferentes valores de velocidad promedio. De las curvas para la
función de densidad de probabilidad se puede concluir que para valores grandes de la velocidad
promedio del viento, se tiene una mayor probabilidad de velocidades de viento altas.

Figura 1.16. Función de densidad de probabilidad 𝑝(𝑈) y función de distribución acumulada 𝐹(𝑈) de Rayleigh.

Distribución de Weibull
Para el uso de la función de densidad de probabilidad de Weibull se requieren dos parámetros: el
primero es 𝑘, conocido como factor de forma, y 𝑐, como factor de escala. Ambos parámetros son
̅ y 𝜎𝑈 . La función de densidad de probabilidad y la función de distribución acumulada,
funciones de 𝑈
ambas de Weibull están dadas por

𝑘 𝑈 𝑘−1 −(𝑈)𝑘
𝑝(𝑈) = ( ) ( ) 𝑒 𝑐 (1.15)
𝑐 𝑐
𝑈 𝑘
𝐹(𝑈) = 1 − 𝑒
−( )
𝑐 (1.16)
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̅ y 𝜎𝑈 . Nótese que la distribución de Weibull


Los parámetros 𝑘 y 𝑐 deben determinarse a partir de 𝑈
con 𝑘 = 2 es igual a la distribución de Rayleigh.

Para obtener 𝑐, sustituimos (1.15) en (1.8), así


∞ ∞
𝑘 𝑈 𝑘−1 −(𝑈)𝑘 𝑈 𝑘 −(𝑈)𝑘
̅ = ∫ 𝑈( )( )
𝑈 𝑒 𝑐 𝑑𝑈 = ∫ 𝑘 ( ) 𝑒 𝑐 𝑑𝑈 (1.17)
𝑐 𝑐 𝑐
0 0

𝑈 𝑘
Empleando el cambio de variable 𝑡 = ( 𝑐 ) , entonces

𝑈 𝑘−1 𝑑𝑈 𝑘 𝑡 𝑘 𝑡 𝑘 1
𝑑𝑡 = 𝑘 ( ) = 𝑑𝑈 = 𝑘 𝑑𝑈 = 𝑡1−𝑘 𝑑𝑈
𝑐 𝑐 𝑐𝑈 𝑐 √𝑡 𝑐
𝑐
Despejando el diferencial de velocidad 𝑑𝑈

𝑐 1 −1
𝑑𝑈 = 𝑡 𝑘 𝑑𝑡
𝑘
Para el cambio de los límites de integración se tiene que si 𝑈 = 0, 𝑡 = 0 y si 𝑈 = ∞, 𝑡 = ∞, por lo
que
∞ ∞ ∞
𝑈 𝑘 −(𝑈)𝑘 𝑐 1 1
∫ 𝑘 ( ) 𝑒 𝑐 𝑑𝑈 = ∫ 𝑘𝑡𝑒 −𝑡 ( 𝑡 𝑘−1 𝑑𝑡) = 𝑐 ∫ 𝑒 −𝑡 𝑡 𝑘 𝑑𝑡 (1.18)
𝑐 𝑘
0 0 0

Esta última integral tiene un gran parecido con la función Gama, la cual se define como

Γ(𝑥) = ∫ 𝑒 −𝑡 𝑡 𝑥−1 𝑑𝑡 (1.19)


0

Para hacer uso de esta función, basta con asegurar que los exponentes de 𝑡,en (1.18) y (1.19) sean
iguales, esto es

1 1
𝑥−1= → 𝑥 =1+
𝑘 𝑘
Finalmente

1 ̅
𝑈
̅ = 𝑐 Γ (1 + )
𝑈 → 𝑐= (1.20)
𝑘 1
Γ (1 + )
𝑘
De manera similar, si se sustituye (1.15) en (1.9)
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𝑘 𝑈 𝑘−1 −(𝑈)𝑘
𝜎𝑈2 ̅ 2
= ∫ (𝑈 − 𝑈) ( ) ( ) 𝑒 𝑐 𝑑𝑈 (1.21)
𝑐 𝑐
0

Al desarrollar el binomio al cuadrado que aparece en el integrando se obtiene



𝑘 𝑈 𝑘−1 −(𝑈)𝑘
̅+𝑈
∫ (𝑈 2 − 2𝑈𝑈 ̅2) ( ) ( ) 𝑒 𝑐 𝑑𝑈 (1.22)
𝑐 𝑐
0

Ciertamente, la integral anterior no involucra una, ni dos, sino tres integrales muy similares a la
̅ en (1.17). Después de abrir el paréntesis, el primer término de
desarrollada en la velocidad media 𝑈
(1.22) sería
∞ ∞
𝑘 𝑈 𝑘−1 −(𝑈)𝑘
2
𝑈 𝑘 −(𝑈)𝑘
∫ 𝑈 ( )( ) 𝑒 𝑐 𝑑𝑈 = ∫ 𝑘𝑈 ( ) 𝑒 𝑐 𝑑𝑈
𝑐 𝑐 𝑐
0 0

Con el mismo cambio de variable que se eligió antes, la integral anterior se transforma en
∞ ∞
𝑐 1 2
( 𝑡 𝑘−1 𝑑𝑡) = ∫ 𝑐 2 𝑒 −𝑡 𝑡 𝑘 𝑑𝑡
𝑘 −𝑡
∫ 𝑘𝑐 √𝑡 𝑡𝑒
𝑘
0 0

2
Después de hacer 𝑥 = 1 + 𝑘 y con ayuda de la función Gama


2 2
∫ 𝑐 2 𝑒 −𝑡 𝑡 𝑘 𝑑𝑡 = 𝑐 2 Γ (1 + ) (1.23)
𝑘
0

Para el segundo término de (1.22) se tiene



𝑘 𝑈 𝑘−1 −(𝑈)𝑘
̅∫ 𝑈( )( )
−2𝑈 ̅2
𝑒 𝑐 𝑑𝑈 = −2𝑈 (1.24)
𝑐 𝑐
0

El tercer y último término de (1.22) es


∞ ∞
𝑘 𝑈 𝑘−1 −(𝑈)𝑘 𝑘 𝑈 𝑘 𝑈 𝑘
̅2 ∫ ( ) ( )
𝑈 ̅ 2 ∫ ( ) 𝑒 −( 𝑐 ) 𝑑𝑈
𝑒 𝑐 𝑑𝑈 = 𝑈
𝑐 𝑐 𝑈 𝑐
0 0

De igual manera, el cambio de variable es el mismo que se ha hecho en los dos casos anteriores, así
∞ ∞ ∞
𝑘 𝑈 𝑘 −(𝑈)𝑘 𝑘 𝑐 1
̅ 2 ̅ 2 ∫ 𝑘 𝑡𝑒 −𝑡 ( 𝑡 𝑘−1 𝑑𝑡) = 𝑈
𝑈 ∫ ( ) 𝑒 𝑐 𝑑𝑈 = 𝑈 ̅ 2 ∫ 𝑒 −𝑡 𝑑𝑡 = 𝑈
̅2 (1.25)
𝑈 𝑐 𝑐 √𝑡 𝑘
0 0 0
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Sumando (1.23), (1.24) y (1.25) se tendrá el valor de (1.21), entonces

2
̅2 + 𝑈
𝜎𝑈2 = 𝑐 2 Γ (1 + ) − 2𝑈 ̅2
𝑘
Sustituyendo 𝑐 de (1.20) la última expresión se convierte en

̅2
𝑈 2
𝜎𝑈2 = ̅2
Γ (1 + ) − 𝑈
1 𝑘
Γ 2 (1 + )
𝑘

2
Γ (1 + )
𝜎𝑈2 ̅2 (
=𝑈 𝑘 − 1) (1.26)
1
Γ 2 (1 + )
𝑘
El proceso hasta ahora descrito suele ser difícil para la mayoría de los lectores (además de que 𝑐 y
𝑘 no están aún en términos de 𝑈 ̅ y 𝜎𝑈 , explícitamente) debido a ciertas lagunas en las bases del
cálculo diferencial e integral. Sin embargo, a partir de las expresiones encontradas en (1.20) y (1.26),
es posible hacer uso de aproximaciones que simplifican en gran medida el uso de estas funciones.
Por ejemplo, Justus7 encontró que si 1 ≤ 𝑘 ≤ 10 se usa

𝜎𝑈 −1.086
𝑘=( ) (1.27)
𝑈̅

mientras que Lysen8 obtuvo


−1
𝑐 0.433 𝑘 (1.28)
= (0.568 + )
̅
𝑈 𝑘

una vez obtenida 𝑘 de (1.27).

Por lo tanto, si se supone que 𝑐 y 𝑘 son conocidas, usando la función de distribución de probabilidad
de Weibull, es posible estimar el promedio de la velocidad al cubo del viento, siendo esta

̅̅̅̅3 = ∫ 𝑈 3 𝑝(𝑈) = 𝑐 3 Γ (1 + 3)
𝑈 (1.29)
𝑘
0

así, se concluye que los valores normalizados de 𝑈 ̅̅̅̅3 dependen solamente del factor de forma 𝑘.
Por ejemplo, el factor de patrón de energía, 𝐾𝑒 (definido como la cantidad de potencia disponible
en el viento dividida por la potencia calculada del promedio de la velocidad del viento al cubo) está
dado por
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3
̅̅̅̅3
𝑈 Γ (1 + )
𝐾𝑒 = = 𝑘 (1.30)
̅)3
(𝑈 1
Γ 3 (1 + )
𝑘
Ejemplos de las funciones de densidad de probabilidad y función de distribución acumulada, ambas
de Weibull, para varios valores de 𝑘, se dan en la Figura 1.17. Como se muestra, a medida que
aumenta el valor de 𝑘, la curva tiene un pico más agudo, lo que indica que hay una menor variación
en la velocidad del viento.

Figura 1.17. Función de densidad de probabilidad 𝑝(𝑈) y función de distribución acumulada 𝐹(𝑈) de Weibull.
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1.5 Modelo logarítmico de predicción del viento


La velocidad del viento varia con el tiempo y el espacio. Van Der Tempel9 realizó un estudio que
probó tal aseveración, vea la Figura 1.18. La velocidad real del viento, en cualquier ubicación,
también varía en tiempo y dirección alrededor de su valor promedio debido al efecto de la
turbulencia. Lo importante de esto (y que claramente se muestra en la figura), es que la velocidad
promedio del viento aumenta con la altura, a este fenómeno se le conoce como cortante del viento.

Figura 1.18. Perfil de velocidad experimental (Van Der Tempel9).

El cortante del viento influye tanto en la evaluación de los recursos eólicos como en el diseño de las
turbinas eólicas. En primer lugar, la evaluación de los recursos eólicos en un área geográfica amplia
podría requerir que los datos del anemómetro medidos en dicha área compartan una elevación
común. En segundo lugar, desde un punto de vista del diseño, la vida de la pala del rotor estará
influenciada por las cargas cíclicas (fatiga) que resultan de la rotación a través de un campo de viento
que varía en la dirección vertical. Por lo tanto, se requiere de un modelo que tome en cuenta la
variación tanto de la velocidad del viento como de la altura en las aplicaciones de energía eólica. A
continuación, se presentarán algunos de los modelos actuales que se utilizan para predecir la
variación de la velocidad del viento en función de la elevación sobre el suelo.

En la gran mayoría de los estudios en energía eólica, se han usado sólo dos modelos matemáticos o
leyes que idealizan un perfil vertical de la velocidad del viento sobre regiones homogéneas, como
lo pueden ser campos, desiertos, terrenos planos, praderas, etc. La primera aproximación es el
modelo logarítmico de la velocidad del viento, el cual tiene sus orígenes en la teoría del flujo de capa
límite de la mecánica de fluidos e investigación atmosférica. El modelo está basado en
investigaciones teórico-prácticas. La segunda aproximación, usada por muchos de los investigadores
en energía eólica, es el modelo de potencia. Ambas aproximaciones son susceptibles a la
incertidumbre causada por los flujos turbulentos.
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Modelo logarítmico
El perfil de velocidad de viento que se obtiene a partir del modelo logarítmico tiene sus orígenes en
los análisis de longitud de mezclas. Cerca de la superficie terrestre, la ecuación de cantidad de
movimiento se reduce a

𝜕𝑝 𝜕
= [𝜏𝑥𝑧 ] (1.30)
𝜕𝑥 𝜕𝑧
Donde 𝑥 y 𝑧 son las coordenadas horizontal y vertical, respectivamente, 𝑝 es la presión, y 𝜏𝑥𝑧 es el
esfuerzo cortante en la dirección 𝑥, cuya normal coincide con el eje 𝑧.

Como al nivel del suelo la presión es independiente de la altura 𝑧, al integrar se obtiene


𝜏𝑥𝑧 𝑧
𝜕𝑝
∫ 𝜕𝜏𝑥𝑧 = ∫ 𝜕𝑧
𝜕𝑥
𝜏0 0

𝜕𝑝
𝜏𝑥𝑧 = 𝜏0 + 𝑧 (1.31)
𝜕𝑥
donde 𝜏0 es el valor del esfuerzo cortante en la superficie. Cerca de la superficie el gradiente de la
presión es pequeño, por lo que el segundo término del lado derecho en (1.31) puede ser
despreciado. Además, de acuerdo con la teoría de longitud de mezclas de Prandtl, el esfuerzo
cortante puede ser expresado como

𝜕𝑈 2
𝜏𝑥𝑧 = 𝜌𝑙 2 ( ) (1.32)
𝜕𝑧

donde 𝜌 es la densidad del aire, 𝑈 es la componente horizontal de la velocidad del aire y 𝑙 la longitud
de mezcla.

Combinando las ecuaciones (1.31) y (1.32) se obtiene

𝜕𝑈 2
𝜌𝑙 2 ( ) = 𝜏0
𝜕𝑧

𝜕𝑈 1 𝜏0 𝑈 ∗
= √ = (1.33)
𝜕𝑧 𝑙 𝜌 𝑙

𝜏
donde 𝑈 ∗ = √ 𝜌0 se define como la velocidad de fricción.
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Si se asume que la superficie es suave, 𝑙 = 𝑘𝑧, donde 𝑘 = 0.4 es la constante de Von Karman,
entonces la ecuación (1.33) puede ser integrada desde 𝑧0 hasta 𝑧, con 𝑧0 como la longitud de la
rugosidad de la superficie, la cual caracteriza la rugosidad del terreno. Integrando (1.33)

𝑈∗
𝜕𝑈 = 𝜕𝑧
𝑘𝑧
𝑈 𝑧
𝑈 ∗ 𝜕𝑧 𝑈∗ 𝑧
∫ 𝜕𝑈 = ∫ → 𝑈(𝑧) = 𝑙𝑛 ( ) (1.34)
𝑘 𝑧 𝑘 𝑧0
0 𝑧0

Esta ecuación se conoce como perfil de viento logarítmico.

La integración suele realizarse desde el límite inferior 𝑧0 , en lugar de 0, debido a que las superficies
en la naturaleza nunca son uniformes ni suaves. La Tabla 1.2 proporciona algunas longitudes
aproximadas de rugosidad superficial para varios tipos de terreno.

Descripción del terreno 𝑧0 (𝑚𝑚)


Hielo 0.01
Mar abierto tranquilo 0.2
Viento en mar 0.5
Superficie de nieve 3.0
Césped 8.0
Hierba 10.0
Barbecho 30.0
Cosechas 50.0
Pocos árboles 100.0
Muchos árboles, pocos edificios 250.0
Bosques 500.0
Fraccionamientos 1500.0
Ciudades con edificios altos 3000.0
Tabla 1.2. Valores de la longitud de rugosidad superficial para varios tipos de terreno

Figura 1.19. Perfiles de velocidad sobre diferentes tipos de terreno.


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La Figura 1.19 muestra perfiles de velocidad de viento sobre diferentes tipos de terreno. Para
𝑚
generar estos se empleó una velocidad de fricción 𝑈 ∗ = 0.3 𝑠 . Claramente, para terrenos donde la
longitud de rugosidad superficial es grande, la velocidad del viento es baja.

Modelo de potencia
El modelo de potencia es el modelo más simple para el perfil de velocidad del viento. Este es

𝑈(𝑧) 𝑧 𝛼
=( ) (1.35)
𝑈(𝑧𝑟 ) 𝑧𝑟

donde 𝑈(𝑧) es la velocidad del viento a la altura 𝑧, 𝑈(𝑧𝑟 ) es la velocidad del viento a la altura
arbitraria 𝑧𝑟 , 𝛼 es el exponente del modelo de potencia.
1
Los primeros trabajos sobre este tema demostraron que, bajo ciertas condiciones, 𝛼 es igual a , lo
7
que indica una correspondencia entre los perfiles de viento y el flujo sobre placas planas de la teoría
de Prandtl de la capa límite. Pero en realidad el exponente 𝛼 es muy variable.

El siguiente ejemplo enfatiza la importancia de la variación de 𝛼.


𝑚 𝑃
Si la velocidad del viento a una altura de 10 𝑚 es 𝑈0 = 5 𝑠 , ¿Cuáles son los valores de 𝑈 y 𝐴 a una
altura de 30 𝑚? Como se estudiará en las secciones siguientes, la potencia por unidad de área es

𝑃 1 3 1 𝑘𝑔 𝑚 3 𝑊
= 𝜌𝑈 = (1.225 3 ) (5 ) = 76.5625 2
𝐴 2 2 𝑚 𝑠 𝑚
La velocidad del viento a 30 𝑚 se obtiene de la Tabla 1.3, donde se utilizaron tres valores diferentes
𝑘𝑔
de 𝛼. El cociente potencia/área fue calculado usando 𝜌 = 1.225 𝑚3 .

1 3
𝛼 = 0.1 0.3
7 7
𝑚
𝑈30 𝑚 ( ) 5.580615 5.849654 6.951945 8.006644
𝑠
𝑃 𝑊
( ) 106.451671 122.601742 205.790458 314.382033
𝐴 𝑚2
% de incremento
39.038918 60.132888 168.787537 310.621431
(sobre los 10 𝑚)
Tabla 1.3. Efecto de 𝛼 sobre las estimaciones de la densidad de potencia eólica a mayor elevación.

Se ha encontrado que 𝛼 varía con parámetros tales como la altura, la hora del día, la estación del
año, la naturaleza del terreno, la velocidad del viento, la temperatura y diversos parámetros que
son resultado de una mezcla térmica-mecánica. Algunos investigadores han desarrollado métodos
para calcular 𝛼 a partir de los parámetros utilizados en el modelo logarítmico. Sin embargo, otros
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tantos investigadores, consideran que estas aproximaciones complicadas reducen la simplicidad y


la aplicabilidad del modelo de potencia, además de que los especialistas en energía eólica deberían
aceptar la naturaleza empírica del presente modelo y elegir los valores que mejor se adapten a los
datos de viento disponibles. A continuación, se presenta una revisión de algunos de los métodos
empíricos más populares para determinar los exponentes en el modelo de potencia.

Exponente del modelo de potencia como función de la velocidad y la altura


Una forma de manejar este tipo de variación fue propuesta por Justus7. Su expresión tiene la forma:

0.37 − 0.088𝑙𝑛(𝑈𝑟 )
𝛼= 𝑧𝑟 (1.36)
1 − 0.088𝑙𝑛 (10 )

𝑚
donde 𝑈𝑟 y 𝑧𝑟 están dados en 𝑠
y 𝑚, respectivamente. J. Franklyn10 llevó a cabo un estudio donde
se estimaron y midieron las velocidades del viento a diferentes alturas. Las mediciones y los
exponentes del modelo de potencia calculados con (1.36) se muestran en la Tabla 1.4. Después de
despejar la ecuación (1.35), se obtuvieron los perfiles de velocidad del viento hasta una altura de
200 𝑚, los resultados se muestran en la Figura 1.20. Claramente los perfiles de velocidad del viento
𝑚
no varían con más de 2 entre un perfil y otro.
𝑠

Altura (𝑚) 𝑚 𝛼
Velocidad media ( )
𝑠
𝑧1 = 12.4 5.35 0.226707
𝑧2 = 32.3 6.85 0.223752
𝑧3 = 50.0 7.49 0.224618
𝑧4 = 51.6 8.41 0.213431
𝑧5 = 65.9 7.85 0.226209
𝑧6 = 79.6 9.21 0.213608
𝑧7 = 80.0 8.17 0.226629

Tabla 1.4 Velocidades del viento a diferentes alturas

Figura 1.20 Perfiles de velocidad del viento en función de la velocidad y altura.


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Exponente del modelo de potencia como función de la rugosidad superficial


La siguiente expresión fue propuesta por Counihan11.

𝛼 = 0.096𝑙𝑜𝑔10 (𝑧0 ) + 0.016[𝑙𝑜𝑔10 (𝑧0 )]2 + 0.24 (1.37)

para 0.001 < 𝑧0 < 10, donde 𝑧0 representa la rugosidad de la superficie en metros. La Figura 1.21
muestra los perfiles de velocidad del viento generados mediante el modelo de potencia, para estos
se usaron las mismas longitudes de rugosidad superficial empleadas anteriormente en el modelo
logarítmico, (vea Figura 1.19).

Figura 1.21 Perfiles de velocidad sobre diferentes tipos de terreno.

Comparación entre los perfiles de velocidad pronosticados con datos reales


Al caracterizar la variación en la velocidad del viento con la elevación, o el cortante del viento, en
un sitio específico para una turbina eólica no se puede exagerar. Esto es, tal caracterización necesita
de una predicción exacta para la potencia de salida, y es esencial para los desarrolladores de
potencia eólica conocer exactamente ciertas características del viento, como lo son su velocidad a
la altura del rotor (generalmente entre 60 y 100 𝑚), así como a través del rotor.

Trabajos recientes sobre este tema, que han incluido el uso de varios conjuntos de datos de viento
en torres altas, han demostrado que no hay una diferencia significativa entre los resultados de los
modelos logarítmico y de potencia para predecir la cizalladura del viento; y, bajo ciertas condiciones
y/o circunstancias, el uso de cualquiera de ellos puede dar predicciones inexactas de la velocidad
media del viento a la altura del cubo. Esta conclusión se basó en el uso de conjuntos de datos
experimentales de: (1) Terrenos planos sin árboles, (2) Cerros sin árboles, y (3) Bosques. Para estos
tres tipos de terreno, los investigadores responsables del trabajo encontraron que la diferencia
entre la velocidad del viento prevista para la altura del cubo (50 𝑚) y el valor medido
experimentalmente variaba entre el 1% y 13%.
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En la práctica, uno debe reconocer que el cortante del viento cambia con una serie de variables que
incluyen:

• Estabilidad atmosférica
• Rugosidad superficial
• Cambios en las condiciones superficiales
• Forma del terreno

Por lo tanto, la extrapolación en ambos métodos (logarítmico y potencial) que predicen el cortante
del viento pueden tener una gran incertidumbre porque sus modelos no siempre caracterizan la
realidad.

Variación del potencial eólico con la altura respecto al suelo


El potencial eólico por unidad de área (o densidad de potencial eólico), según se estudió en la unidad
III del módulo I (Introducción a las Energías Renovables), está dada por la ecuación (3.2)

1 𝑃 1 3
𝑃 = 𝜌𝐴𝑈 3 → = 𝜌𝑈 (1.38)
2 𝐴 2
de la cual se debe tener en cuenta:

• La densidad del potencial eólico es proporcional a la densidad del aire. Para condiciones
𝑘𝑔
estándar (a nivel del mar, 15° 𝐶) la densidad del aire es 1.225 𝑚3
.
• La potencia del viento es proporcional al área barrida por el rotor (o al diámetro del rotor al
cuadrado, para una máquina eólica de eje horizontal convencional).
• La densidad de potencial eólico es proporcional al cubo de la velocidad del viento.

Este potencial (válido para cualquier turbina eólica de eje horizontal) debe tener en cuenta la
mecánica de fluidos del flujo que pasa a través del rotor, y la aerodinámica y eficiencia de la
combinación rotor-generador. En la práctica, sólo el 45% del potencial eólico disponible es
aprovechado por las mejores turbinas eólicas de eje horizontal.

La Tabla 1.5 muestra que la velocidad del viento es un parámetro importante e influye
significativamente en la potencia por unidad de área disponible del viento.

Velocidad del viento ( 𝑠 )


𝑚 𝑃 𝑊
( )
𝐴 𝑚2
2 4.9
4 39.2
8 313.6
16 2508.8
32 20,070.4
Tabla 2.1 Densidad de potencial eólico para diferentes velocidades de viento.
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Si se conocen las velocidades promedio anuales del viento para ciertas regiones, se pueden
desarrollar mapas que muestren la densidad promedio de la energía eólica sobre estas regiones. Las
estimaciones serán más precisas si se cuenta con promedios cada hora, 𝑈𝑖 , durante todo el año. Con
estos, es posible estimar el promedio de la densidad del potencial eólico

𝑃̅ 1 3
̅ 𝐾𝑒
= 𝜌𝑈 (1.39)
𝐴 2
donde 𝑈̅ es la velocidad promedio anual del viento y 𝐾𝑒 el ya mencionado factor de patrón de
energía. El factor de patrón de energía se calcula a partir de la siguiente expresión
𝑁
1
𝐾𝑒 = ∑ 𝑈𝑖3 (1.40)
̅3
𝑁𝑈
𝑖=1

Donde 𝑁 es el número de horas en el año, 8760.

Una convención cualitativa para la magnitud del recurso eólico es la siguiente

𝑃̅ 𝑊
< 100 → Baja
𝐴 𝑚2

𝑃̅ 𝑊
≈ 400 → Buena
𝐴 𝑚2

𝑃̅ 𝑊
𝐴
> 700 𝑚2 → Excelente

La Figura 1.22 muestra las densidades del potencial eólico para diferentes terrenos. En esta, se usó
el modelo logarítmico y las mismas consideraciones hechas en la Figura 1.19. Claramente, el
potencial eólico es mayor en terrenos cuya rugosidad es mínima. Así, se tendrá una mayor densidad
de potencial eólico si el terreno alrededor del aerogenerador es en su mayoría plano y en ausencia
de obstáculos.

Figura 1.22 Densidades de potencial eólico sobre diferentes terrenos.


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Estimaciones del recurso mundial


Basados en las mediciones del recurso eólico y en estimaciones de la eficiencia de turbinas de viento,
numerosos investigadores han realizado estimaciones del potencial eólico en varias regiones de la
Tierra y de toda la Tierra en sí. Existen estudios donde se prueba que la máxima potencia
aprovechable de la potencia disponible en el viento es alrededor del 60 %.

Utilizando estimaciones del recurso eólico regional, se puede estimar el potencial de producción de
energía eléctrica que se puede obtener a partir de este. Es importante distinguir entre los diferentes
tipos de potencial eólico que pueden estimarse. Según el Consejo Mundial Energía (WEC, por sus
siglas en inglés) existen cinco:

• Potencial meteorológico: Es el mismo que el recurso eólico.


• Potencial del sitio: Basado en el potencial meteorológico, pero limitado a los sitios
geográficamente beneficiados para la producción de energía.
• Potencial técnico: Es calculado a partir del potencial del sitio, teniendo en cuenta la
tecnología disponible.
• Potencial económico: Es el potencial técnico económicamente cuantificable.
• Potencial de implementación: Esta toma en cuenta las restricciones y atracciones del
aerogenerador, con el fin de evaluar su capacidad en cierto intervalo de tiempo.

Para evaluar el recurso eólico mundial se consideran al menos tres tipos. Uno de los primeros
trabajos en evaluar el recurso eólico mundial fue presentado en 197913. En tal estudio se tomó como
referencia la energía solar que llega a la tierra, de la cual parte de esta se transforma en energía
𝑘𝑊ℎ
eólica. La estimación hecha fue de 1000 × 1012 𝑎ñ𝑜
, mientras el consumo de energía eléctrica a
𝑘𝑊ℎ
nivel mundial el mismo año llegó a 55 × 1012 𝑎ñ𝑜 .

El consejo mundial de energía usó una estimación del promedio mundial de potencial meteorológico
para estimar el recurso eólico en 1993. Se estimó que el recurso de potencia eólica en tierra era
𝑘𝑊ℎ
alrededor de 20 × 1012 𝑎ñ𝑜
. Una investigación llevada a cabo en 2004 sobre el potencial técnico
14
mundial , presume que este es de alrededor de 6 o 7 veces el consumo eléctrico en el mundo para
el año 2001, aun cuando sólo se tomó en cuenta el potencial técnico en tierra. El último reporte del
consejo mundial de energía eólica (2016) afirma que solo Mongolia tiene viento suficiente para
producir un potencial técnico de 1 𝑇𝑊.
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Referencias
1.- http://laveraccss.blogspot.com/2016/10/el-clima.html

2.- Global wind energy council, global wind report, anual market update, 2016.

3.- Manwell, J.F., Mcgowan, J.G., Rogers, A.L., Wind Energy Explained Theory, design and
application, Wiley, 2010.

4.- http://cdtechnologia.net/sensores/645-anemometro.html

5.- http://www.directindustry.es/prod/meteo-omnium/product-72296-1647335.html

6.- http://www.minisodar.com/technology/applications/images/big/windfarm.jpg

7.- Justus, C. G.,Winds and Wind System Performance. Franklin Institute Press, Philadelphia, 1978.

8.- Lysen, E. H. Introduction to Wind Energy, SWD Publication SWD 82-1, Amersfoort, NL, 1983.

9.- Van Der Tempel, J. Design of Support Structures for Offshore Wind Turbines. PhD Thesis, TU
Delft, NL, 2006.

10.- http://bart.ideam.gov.co/wrfideam/ATLAS/documentos/Modelamiento.pdf

11.- Counihan, J. Adiabatic atmospheric boundary layers: a review and analysis of data collected
from the period 1880–1972. Atmospheric Environment, 9, 871–905, 1975.

12.- http://laveraccss.blogspot.com/2016/10/el-clima.html

13.- Gustavson, M. R., Limits to wind power utilization. Science, 204, 13-18, 1979.

14.- Hoogwijk, M., de Vries, B. and Turkenburg,W. Assessment of the global and regional
geographical, technical and economic potential of onshore wind energy. Energy Economics, 26,
889–919, 2004.

La elaboración de este material didáctico se obtuvo del siguiente material


bibliográfico:
• Manwell, J.F., Mcgowan, J.G., Rogers, A.L., Wind Energy Explained Theory, design and
application, Wiley, 2010.
• Global wind energy council, global wind report, anual market update, 2016.
• http://bart.ideam.gov.co/wrfideam/ATLAS/documentos/Modelamiento.pdf
• Justus, C. G.,Winds and Wind System Performance. Franklin Institute Press, Philadelphia,
1978.
• Lysen, E. H. Introduction to Wind Energy, SWD Publication SWD 82-1, Amersfoort, NL, 1983.
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• Van Der Tempel, J. Design of Support Structures for Offshore Wind Turbines. PhD Thesis, TU
Delft, NL, 2006.
• Counihan, J. Adiabatic atmospheric boundary layers: a review and analysis of data collected
from the period 1880–1972. Atmospheric Environment, 9, 871–905, 1975.
• Gustavson, M. R., Limits to wind power utilization. Science, 204, 13-18, 1979.
• Hoogwijk, M., de Vries, B. and Turkenburg,W. Assessment of the global and regional
geographical, technical and economic potential of onshore wind energy. Energy Economics,
26, 889–919, 2004.

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