Está en la página 1de 9

REVISION DE LITERATURA

Tratamiento actual de la habronemosis equina

Current treatment of equine habronemosis

Lina Maria Jimenez Lopez*, MVZ Est; Aury Estela Cavadia Zuñiga, MVZ
Est; Ricardo Jose Paez Osorio, MVZ Est; Rafael Antonio Sánchez
Fernandez, MVZ Est.

Universidad de Córdoba, Departamento de Ciencias Pecuarias, Facultad


Medicina Veterinaria y Zootecnia. Berastegui, Colombia, Curso: Medicina
de Grandes Animales.
*Correspondencia: linajimenez1997@gmail.com

RESUMEN

La Habronemosis, es una enfermedad parasitaria de distribución mundial


que afecta a los equinos y a otras especies como los rinocerontes,
producida por los nematodos (Orden: Spirurida), Habronema muscae,
Habronema majus (H. microtoma), y Draschia megastoma que tienen
como moscas involucradas en este ciclo principalmente Musca doméstica
y Stomoxys calcitrans. El diagnostico se basa en la buena observación de
signos clínicos y hallazgos de histopatología que confirmaran el
diagnóstico definitivo. El tratamiento de esta enfermedad está enfocado
a disminuir el tamaño de las lesiones, la inflamación y evitar la
recurrencia para esto se usan antiparasitarios sistémicos,
antiinflamatorios sistémicos o pomadas entre otras más.

Palabras clave: Dermopatías, diagnóstico, equino, histopatología, tratamiento.

ABSTRACT

Habronemosis is a parasitic disease of worldwide distribution that affects


equines and other species such as rhinos, the production of nematodes
(Order: Spirurida), Habronema muscae, Habronema majus (H.
microtoma), and Draschia megastoma that have as flies involved in this
cycle mainly Musca domestica and Stomoxys calcitrans. The diagnosis is
based on the good observation of clinical signs and histopathology
findings that confirm the definitive diagnosis. The treatment of this
disease is focused on reducing the size of the lesions, inflammation and
preventing recurrence. For this, systemic antiparasitics, systemic anti-
inflammatories or ointments, among others, are used.

Key words: Dermopathies, diagnosis, equine, histopathology, treatment.

INTRODUCCION
La Habronemosis, es una enfermedad parasitaria de distribución mundial
que afecta a los equinos, producida por los nematodos (Orden: Spirurida),
Habronema muscae, Habronema majus (H. microtoma), y Draschia
megastoma. (1)
Los nematodos adultos que pertenecen a El género Habronema habita en
la porción glandular del estómago del anfitrión, con una especial
predilección por el margo plicatus. Sin migración interna. Huevos
embrionados se excretan en las heces al medio ambiente, donde son
ingeridos por las larvas de huéspedes intermediarios, representados por
moscas (por ejemplo, moscas domésticas y establos), desarrollándose en
el estiércol. El desarrollo del parásito es sincrónico con el desarrollo de las
moscas y larvas de la tercera etapa (L3s) del nematodo infeccioso se
depositan en el host vertebrado cuando los insectos se alimentan de la
piel del anfitrión, mucosa, o heridas. Cuando una mosca se alimenta de
los labios del caballo, L3s emergen de la mosca y son tragados por el
caballo, lo que resulta en la finalización del ciclo de vida del nematodo.
Larvas Habronema que se depositan en la mucosa membranas, en la piel
lesionada o en la transición mucocutánea, los sitios no completan su ciclo
de vida pero pueden inducir una reacción inflamatoria local que causa
habronemosis cutánea (las llamadas "llagas de verano"). (2)
Las especies de mosca involucradas en este ciclo son principalmente
Musca doméstica y Stomoxys calcitrans, aunque pueden servir de
huéspedes intermediarios otras especies de moscas como Fannia sp,
Haematobia irritans, M. autumnalis, Musca humilis, M. insoria, M.
terrareginae, M. hilli, pseudopyrellia spp, y Sarcophaga misera. (1)
Stomoxys calcitrans (mosca de los establos) actúa como un huésped
intermedio de H. microstoma y Musca domestica (mosca doméstica) de
H. muscae. Sin embargo, no hay datos suficientes sobre presencia de
Habronema inmaduro en moscas infectadas naturalmente y todavía hay
incertidumbre sobre los roles vectoriales de S. calcitrans y M. domestica
en condiciones de campo. (3)
Las "llagas de verano" son severas, proliferativas, exuberantes y lesiones
granulomatosas, que a menudo muestran recurrencia estacional durante
el clima cálido, coincidiendo con el pico de poblaciones de moscas y
pueden evolucionar en masas similares a tumores. Aunque esta forma
grave de habronemosis es a menudo descrito, especialmente en las
regiones templadas, poco es conocido sobre la prevalencia de la
enfermedad, principalmente porque de limitaciones de diagnóstico clínico.
Más específicamente, una clínica el diagnóstico de úlceras de verano no
es confiable, ya que hay una variedad de enfermedades equinas de la piel
que deberían considerarse diferenciales diagnósticos y, entre estas
enfermedades, sarcoides. (2)
Las lesiones de habronemosis cutanea comienzan con pequeñas pápulas
de centro erosionado, en la cual hay eosinofilia con prurito intenso
pudiendo llevar a automutilaciones, el desarrollo es rápido, formándose
un granuloma castaño enrojecido, no cicatrizante, el cual más tarde puede
tornarse en una lesión fibrosa, granulomatosa, exofítica, en forma de
cráter y en algunos casos, con larvas amarillas calcificadas cuya
apariencia es similar a un grano de arroz. Algunos individuos infectados
presentan pelaje pobre, con aspecto enfermo e indigestión. (4)
Las lesiones aparecen en lugares comunes de traumatismos y donde el
caballo no puede eliminar las moscas, como la cara, cerca de la región de
los ojos, la línea media del abdomen, los machos alrededor del pene y el
prepucio. Además de lesiones en las patas, la cadera y el cuello. La lesión
comienza como pequeñas pápulas con centro erosionado. El desarrollo es
rápido y las lesiones pueden alcanzar 30 cm de diámetro en pocos meses.
En el inicio ocurre prurito intenso y eso puede llevar al autotraumatismo.
En seguida tenemos un granuloma marrón rojizo no curación. Más tarde
la lesión puede tornarse fibrosa e inactiva, pero sólo cicatriza en el tiempo
frío. (5)
Al realizar un examen histopatologico, se evidencia una dermatitis
piogranulomatosa activa con áreas de necrosis multifocal, en algunos
casos se pueden observar las larvas del parásito o áreas rodeadas por
una envoltura eosinofílica densa que corresponde al fenómeno de
Splendore-Hoeppli (SH), la epidermis se observa ulcerada con una fina
capa de restos celulares necróticos mezclados con neutrófilos. La dermis
y el tejido subcutáneo se observan marcadamente congestivo, edematoso
y con extensos infiltrados de células inflamatorias, predominantemente
eosinófilos con menor número de células plasmáticas, macrófagos y
linfocitos. (4)
El diagnóstico de la habronemosis cutanea está basado en las
características clínicas de la lesión y los resultados histopatológicos de la
biopsia, aunque es de difícil diferenciación con otras enfermedades
dermatológicas en equinos, por lo que se debe considerar entre los
diagnósticos diferenciales todas las lesiones granulomatosas que no
tienden a la cicatrización, especialmente aquellas que se ubican en
cabeza, abdomen ventral, prepucio y partes distales de los miembros. (4)
Entre las principales enfermedades dermatológicas que cursan con
lesiones granulomatosas cutáneas y subcutáneas se encuentran la
pythiosis, sarcoide fibroblástico, carcinoma de células escamosas, tejido
de granulación exuberante sin causa infecciosa, además de infecciones
bacterianas y otras micosis. (4)

INCIDENCIA

En un estudio realizado en caballos machos y hembras de un municipio


de Arauca-Colombia Los resultados muestran que el género de mayor
prevalencia fue el Strongylus sp (98,53%), seguido de Strongyloides sp
(0,48%), Habronema sp (0,40%), Oxyuris sp (0,32%), y
Paranoplocephala sp (0,24%). El número de huevos de habronema
encontrados fue mayor en machos n=5 que en hembras n=0 siendo así
una mayor incidencia en machos. (6)

En un estudio sobre lesiones dermatológicas se describe la distribución de


los animales estudiados según el diagnóstico dermatológico, sexo, edad
y porcentaje de las lesiones, en la cual el 39,7% (95/238) fueron machos
y el 60,3% (144/238) fueron hembras. En donde la habronemosis tuvo
un total de (17/238 [7,1%]). En estos se observó dermatitis
piogranulomatosa multifocal y severa, con áreas rodeadas de neutrófilo y
eosinófilos, así como las áreas de necrosis y ausencia de epitelio. Se
concluyó que la habronemiosis cutánea puede causar lesiones más graves
en burros y mulas que en caballos y es la de mayor presentación en la
época de lluvia. (7)

Un estudio llevado a cabo sobre la morfología del habronema muscae, se


encontró que en la larva infecciosa del nematodo espirulido Habronema
muscae, un parásito de las moscas domésticas, se midió y las muestras
fijadas en el líquido de Karnovsky fueron examinadas por microscopía
electrónica de barrido. La apertura oral contiene seis dientes y está
rodeado por una gran dorsal bilobulada y ventral labios y labios laterales
más pequeños. Un par de anfífidos se encuentran detrás de los labios
laterales. Hay dos filas de cuatro papilas cefálicas. Lo el cuerpo tiene
surcos profundos, tanto transversalmente como longitudinalmente. El
extremo caudal del gusano está tachonado por pequeñas papilas. La
posición de la apertura anal es algo ambigua. Estas características
morfológicas larvales se discuten, así como los cambios que deben haber
ocurrido en la metamorfosis de la larva infecciosa al adulto en el estómago
de los caballos. (8)

TRATAMIENTO
Son diversos los tratamientos reportados, siendo los más usados las
avermectinas y milbemicinas, de igual forma, se reporta el uso de
pomadas preparadas con antiinflamatorios, triclorfón, coumafos y
antibióticos, así como la extirpación quirúrgica con posterior aplicación de
nitrógeno líquido.(4)
Muchos tratamientos para la habronemosis han sido informados, incluidos
los corticosteroides para reducir las reacciones de hipersensibilidad
inflamatoria. La Ivermectina se ha utilizado para matar a las larvas y
gusanos adultos en el estómago. Combinaciones tópicas de
antiinflamatorio, larvicida y los ingredientes antimicrobianos también se
recomiendan. En casos de lesiones refractarias al tratamiento médico,
quirúrgico la intervención está indicada, como se ha descrito en este
reporte. Una vez que se indica la cirugía, extensa desbridamiento se debe
realizar ya que superficial el desbridamiento generalmente será
insuficiente, llevando a progresión de la condición que probablemente
está relacionada a la persistencia de larvas degeneradas en la lesión. (9)

El tratamiento debe estar dirigido a disminuir el tamaño de la lesión,


reduciendo la inflamación y prevenir la recurrencia. En general, el
pronóstico fue bueno y la curación se produjo en unas pocas semanas.
Control de moscas y desparasitación regular con Ivermectina se
recomiendan para reducir la incidencia de habronemosis. (9)

En un caso de habronemosis conjuntival en un caballo de la india se utilizó


un tratamiento a base de inyecciones subcunjuntivales de 0.5 ml de
Dexametasona dado a los párpados superiores e inferiores de cada ojo.
Tópicamente, 1% Prednisolona y Tobramicina fueron instilado cada 4
horas. Limpieza ocular antiséptica se realizó usando solución de ácido
bórico al 4% hasta completar recuperación. Dosis única de Ivermectina a
la tasa de dosis de 0,2 mg / kg por vía oral. Inyección intramuscular de
10 mg / kg de cefoperazona / sulbactum dos veces al día, 0.1 mg / kg de
Betametasona y 0.1 mg / kg Promethazine hydrochloride se continuó para
tres días. Observando una leve recuperación a los pocos días. (9)

En estudios realizados en Israel de un caballo con habronemosis oftálmica


y cutanea, este fue tratado con ivermectina 1.87% per os (Eqvalan
Veterinary® 200 ug / kg, Merial B.V., Haarlem, Países Bajos) y
dexametasona por vía intramuscular (Dexacort Forte®, 20 mg / ml de
Teva Pharmaceut. Works Private Ltd. Co, Hungría), dos veces cada
segundo día. Este tratamiento fue repetido 3 veces con un intervalo de
siete días entre tratamientos. Una dosis de 30 ml de penicilina-
estreptomicina (Pen-Strep 20/25 Veterinary®, 200/250 mg / ml
respectivamente, Eurovet Animal Health B.V., Holanda) se administró por
vía intramuscular 2 días antes del caballo fue referido a KSVM-VTH.
Además, el referente veterinario realizó dos procedimientos quirúrgicos
menores bajo sedación para el desbridamiento de las lesiones. (10)
En burros, se realizó un estudio de un espécimen criollo con habronemosis
peneana. Basado en el diagnóstico clínico y por ser un semoviente
reproductor, con el fin de prolongar la vida reproductiva del animal, se
realizó tratamiento médico basado en antihelmínticos tipo ivermectina 1%
a dosis de 0,2 mg/kg/im y aplicación tópica de pomada a base de
triclorfón. (1)
Autores en Brasil indican que el tratamiento quirúrgico es indicado en dos
casos, primero en heridas que no cicatrizan y, segundo en nódulos
calcificados que causan trastornos estéticos. Además, se puede usar
criocirugía y radioterapia. (5)
El tratamiento medicamentoso sistémico se puede hacer con Triclorfon
22mg \ kg IV; diluir en un 5% de dextrosa o solución salina; repetir en 2
semanas; Triclorfon 2ml en diferentes puntos de la lesión durante 15 días;
Dietilcarbamazine 6.6mg / kg (BID) durante 2 o 3 semanas; Fenthion: SC
en la lesión 5 ml / 5cm de lesión por 10 días; Corticoides de corta acción;
Antimoniato de metilglucamina: 20 mg / KG IM / 20 días; Ivermectina 0.2
mg / kg IM, que es el tratamiento de elección. (5)
El tratamiento tópico se puede hacer con la aplicación tópica de albocresil
o; Limpieza de la lesión con solución de dakin; aplicación de pasta con
organofosforado; antiinflamatorio (dexametasona), diariamente; una
pasta con un 85% de glicerina + 5% de fenol + 10% de aceite de alquitrán
(algunos autores creen que la glicerina actúa asmáticos en la larva); ácido
crómico al 10% dos a tres veces en la lesión, mata la de la larva y de la
forma corteza. (5)

PREVENCIÓN Y CONTROL
Esta enfermedad presenta un alto grado de recidiva debido a que las
larvas continuamente son excretadas al medio ambiente por los caballos
infestados y a la alta presencia de los vectores, las moscas, por lo que
todas medidas tendientes a controlar lo anteriormente expuesto
benefician la evolución de los casos clínicos y controla la aparición de
nuevos casos. (11)
REFERENCIAS
1. Cardona J, Violet L, Montes D. Habronemosis peneana en un burro
criollo (Equus asinus) del departamento de Sucre. Rev Colombiana
Cienc Anim 2016b; 8 (2): 219-223.

2. Corteggio, Annunziata et al. “Equine Sarcoid Associated with


Cutaneous Habronemosis.” Journal of Equine Veterinary Science
32.12 (2012): 831–834. Web.

3. TRAVERSA, D. et al. “Identification of the Intermediate Hosts of


Habronema Microstoma and Habronema Muscae under Field
Conditions.” Medical and Veterinary Entomology 22.3 (2008): 283–
287.

4. Cardona J, Montes D, Jiménez I. Habronemosis cutánea equina en


caballos criollo colombiano (Equus ferus caballus) del departamento
de Córdoba, Colombia. Rev. Cien. FCV-LUZ. 2017; XXVII (2): 87 –
94.

5. Ferrerira, L. et al. HABRONEMOSE CUTÂNEA. REVISTA CIENTÍFICA


ELETÔNICA DE MEDICINA VETERINÁRIA Ano VI – Número 11 –
Julho de 2008.

6. Moreno Y, Salamanca A, Quintero A, Arenas M. AGENTES


PARASITARIOS PRESENTES EN EL TRACTO GASTROINTESTINAL DE
CABALLOS CRIOLLOS DE LA SABANA INUNDABLE DEL MUNICIPIO
DE ARAUCA, COLOMBIA. Actas Iberoamericanas de Conservación
Animal. AICA 6 (2015) 150-155.

7. Cardona J, Teresa Oviedo T, González M. Dermopatías en burros de


trabajo (Equus asinus) en áreas rurales de Córdoba (Colombia).
Rev. Med. Vet. Bogotá (Colombia) 2017. N° 34 81-92.

8. Buzzell, Gerald R. et al. “Morphology of the Infective Larval Stage


of the Equid Parasite Habronema Muscae (Spirurida:
Habronematidae), from Houseflies (Musca Domestica).”
Parasitology Research 108.3 (2011): 629–632.
9. Prasad A, Kumar V, Patel J.S. Bilateral Conjuctival Habronemiasis
with Blepharoconjunctivitis in a Marwari horse. Intas Polivet (2017)
Vol. 18 (I): 216-218

10. Steinman A, et al. OPHTHALMIC AND CUTANEOUS


HABRONEMIASIS IN A HORSE: CASE REPORT AND REVIEW OF THE
LITERATUE. Israel Journal of Veterinary Medicine. 2008 VOLUME 63
(3) 87-90.

11. ARRIETA R; FERNÁNDEZ, J; MONTALVO E. Habronemosis en


potranca: informe de caso clínico. Redvet 14(11) 2013: 1-5.

También podría gustarte