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OYEY MIRA O LOS LIMITES DE LA CONEXION Por ‘Sazvabor Pons Boroesis nied de Varce Grip VLE. La heterogénea némina de formas denominadas conectores se ve ampliada en ocasiones con referencias a algunos imperativos de verbos de percepcién. En el presente trabajo se analizaran los apela- tivos n el lenguaje coloquial como y se intentara (Ws, Por ailtimo, se sefialara el lugar de estos elementos dentro de ‘un dibujo de la conexién como categoria. 1. Los estudios sobre aye, mira y sus variantes (oiga, oid, mire, mi- rad) suelen asociar estas unidades a otros imperativos de verbos de percepci6n y movimiento (escucha, gcomprendes? gentiendes?, vamos, anda 0 venga)', con los que forman un subsistema homogéneo. Esta agrupacién se repite en trabajos referidos al mismo tema en otros idiomas, donde el problema se plantea en términos parecidos. ‘Aunque la explicacién predominan’ 3s de estas for- mas toma como base la . Asi se ha subrayado que estas formas desemperan diferentes valores " Beinhauer (1991:410); Martinex (1952); Alcina/Blecua (1975: 1158); Narbona (1979: 266); Narbona (1986: 254); Hernando Cuadrado (1988: 87-99); Solano Rojas (1989); Fuentes Rodriguez (1990b); Cortés Rodriguez (1991); Narbona Jiménez (1991: 193), entre ours. * Manili (1986); Mara (1986); Sta (1986); Chaurand (1987); Thun (1989); Vin cent (1989); Bazzanella (1990); Blass (1990), entre otros. 214 SALVADOR PONS BORDERIA dentro de la estructura de la conversacién, como la toma de turno 0 \(orientaci6n (Handlung) de la misma) (Thun 1989). También se pueden convertir en marcadores de las relaciones sociales entre ha- blante y oyente (Bazzanella 1990), lo que las convierte en sefiales de ico (Mara 1986) La relacién entre los apelativos y la conexién también ha sido abordada en distintos trabajos y de diversas maneras. ‘Una variante del mismo considera qui Mediante estos usos, (g™uirel'mensaje. Para esta concepcién, las funciones primatias de es tas formas y las continuativas se explican en virtud de un proceso de desemantizacién o de desgaste por el uso, por el-que se pasaria de un valor oracional claramente definido a uno secundario, calificado generalmente como continuativo y, finalmente, a uno de tipo explet- 1100 muleilla, como se puede observar en las siguientes ocurrencias de entonces, tomadas de Cortés Rodriguez (1991: 90-97): 1a, Cuando todo estaba dispuesto/ el nitio que se cae y se hace daiio en el brazo/ y ademas una herida en la ca- beza// entonces sientes unas ganas de dejarlo todo y de no ira ninguna parte/// (uso temporal). 1b. Todo lo que pasa en ese asunto es muy dificil por lo que sea// entonces/ esto es asi porque nadie da la cara para nada/// (uso continuativo). 1c, Aquellas cosas ocurrieron y ya esti// no hay que darle mas vueltas// entonces/ no sé lo que iba a decir/// (uso expletivo).. Esta vision toma como punto de partida la sintaxis oraci * Esta secuencia, aunque aplicada a conectores mis prototipicos, puede verse en Fuentes Rodriguez (1985: 7). ES DE LA CONEXION 215 OvEY ata © Los ListT} 2. En este apartado se procederé a un anilisis y clasificaci6n de los valores de las formas oye, oiga, mira y mire en el lenguaje colo- quial. Para tal fin se han estudiado 240 ocurrencias de dichas unida- des*, analizadas mediante una ficha que consta de 21 campos diver 508, CU De los resultados se puede extraer la guiente némina de valores’: 21 “Una explicacin alternativa de estos hechos se puede establecer vinculando el funcionamiento de los apelativos a problemas de planificacién (Bazzanella 1900), El término discuso lanficado se define por primera vez en Ochs (1979) y se desi. rrolla en Givon (1979) * Extraidas del corpus dle referencia de conversaciones coloquiales del grupo ‘VaLEs.Co, consistence en una serie de grabaciones secretas obtenidas mediante el método de observacidn participante y transcrtas segiin el método denominado sjef- fersoniano», adaptado al expaiiol. Véase Briz (coord) (1995). No deben tomarse como una lista cerrada y mutwamente exclusiva. La dficul- tad de andlisis de las formas del discurso oral convierte todo intento heuristico de compartimentacién més en una herramienta orientada a la comprensién del pro- bblema que en tuna descripeién exacta de la realidad. 216 [SALVADOR PONS BORDERIA, (2) M:no sarno sabia que-*(pues ya es mérito) “es mas méri- to es eso-porque yo toda la vida he cosido/ pero ‘cémo aprendiste a coser/ con patrones y todo eso? ‘A: noo y sin medidas y sin nada M: jno me digal/ jpero es que tiene usted que tener un pa- tron y tiene que tener unas medidas/ pa(ra) que te quede bien! A: mira’ M: yaves/ chica/ te das cuenta?/// y ahora las faldas se esti- lan asi tipo boner [asf yo/ todo-todo] [S.65.Al, 582] probar de forma inequivoca en el corpus en aquellos casos en los que existe discordancia entre la forma verbal y el mimero de inte locutores (forma verbal en singular para un néimero plural de inte locutores-oye-oid-) o entre la forma verbal y el tratamiento de los mismos (forma verbal en segunda persona cuando la conversacién se produce en tercera persona -aye~oige-): (3) JM: siento que/ que/ antes de- de poder/ de? ¢s que yo sé que ella necesita muchas cosas que- que yo le'ten- go que dar///y no/ no tengo/ tiempo para darselas ; me parece que [estis sacando=] M: [bueno tiol peroT] 7 A aparece con un vestido que estaba cosiendo en el momento de la grabacién, OYEY AURA © 1.08 LIMITES DE LA CONEXION 217 oO: a aqué hacéi 1 problema de [quicio} as!) os estaba bus liye pido ta/// [ML84.A1, 47] (4) C:nada nada § A § y-y sin embargo/ pues aye oiga usié pues usté / no noo sabia nada mee vss mi tia/ que me habia salido D: por eso muchos de los que llaman / porque les llaman por teléfonot Gsi§ D: § resulta queee se quedan asi un pocooo § § si claro / tol mundo [se queda =] [extraiao] A:= alii sabes?/ 20 sabes lo dificil que es? § G § ceso? (H25.A1, 58] Desde el 5a.C: oigal que a mi me lo han tomao por teléfono el pelo 1H.25.A1, 88) ssoigal [que a mt me ty han woman por leona el pelo, we Settle 6a, M: ay/ pues mira que tomar el bafio en tu piscina/ eso también tiene-eso es boniquet/ [eso da mucha ((..))=} (S.65.A1, 481] 6b, *ay/ pues mira (que tomar el bao en tu piscinags] 6c. *ay/ pues miralo La(@sittiettira fénica también puede verse alterada, como en el caso de oye, que presenta la variante ye (ML.84.Al, 47). En las for- mas verbales breves, procesos como él de diferenciacién relativa (Al- var/Pottier 1983: 192) ee) seer caterer sroluionss Fane 218 SALVADOR PONS BORDERIA _morfemas flexivos o a la indiferenciacién formal. Su reduccién, en. ese caso, se ha de ver coma De los datos precedentes se deduce que, en las formas verbales estudiadas, 1991:22 ya que las formas ver- bales no han rae ciertas caracteristicas de la categoria. Asi, , donde aparece la forma y en la que usted puede ser interpretada como sujeto del verbo en modo imperativo. Lo que ocurre en 45 ocurrencias de minny en otras 45 de oye Este concepto se toma en el sentido de la denominads teoria de la gramaticall- zacién. Véase Traugott/Heine (1991), asi como la aportacién de Mar Garachana en este mismo volumen, "= Forms undergoing grammaticization tend to lose or neutralize the morpholo- gical markers and syntactic privileges characteristic ofthe full categories Noun arid ‘Verb, and to assume attributes characteristic of secondary categories such as Adject: ve, Participle, reposition, te» (Hopper 1991; 22) ¥ Specialization refers to the narrowing of choices that characterizes an emer: gent grammatical construction» (Hopper 1991: 25) = «The Principle of Persistence relates the meaning and function of grammat- cal form to its history 28a lexical morpheme. This relationship is often completely ‘opaque by the stage of morphologization, but during intermediate stages it may be expected that a form willbe polysemous» (Hopper 1991: 28), "8 «When a lexical form undergoes grammaticization, for example to an auxi- liary,clitc or affix, the original form may remain as an autonomous lexical element and undergo the same changes as any other lexial items. The Principle of Diver- ‘gence results in pairs or multiples of forms having a common etymology. but diver. {ing functionally» (Hopper 1991; 24). " «Within a functional domain, new layers are continually emerging. As this hap- pens, the older layers are not necessarily discarded, but may remain to coexist with and interact with the newer layers» (Hopper 1991: 22), "8 Solo en 9 casos oye presenta una discordancia explicita, como las que se acaban de sefalar yen el caso de mira esta cifra se reduce a tan s6lo 4 ocasiones, MIRA © LOS LIMITES DE LA CONEXION 219 No obstante, esta tiltima posibilidad esta fuertemente restringi- (WEIL. 15.A2, 202); es decir, que la identificacion de constituyentes verbales tiende a reducirse al ambito del , en términos de Coseriu (197b: 11 Las caracteristicas precedentes se mantienen en los siguientes apartados, lo que establece una diferencia entre los usos literales y os demas usos. Los valores conectivos, como se ver mas adelante, participan de los rasgos de fijacién que se acaban de mencionar. Dicha llamada de atencién hacia el enun- ciado constituye una especie dle fin ftiga interna, que‘opera tan- ‘se llama la atencién sobre el segmento precedente) (se avisa de la importancia del segmento gue se va a pronunciar). Mediante este procedimiento el hablante Gtatenclon de fornia ost al oem sobre la imporancia del procesamiento de la cadena inmediatamente anterior 0 inmedia- tamente posterior a la forma verbal (7) A: sii/ perooo hombree/ no hay que ir tampocoooo/ [provocando alli/ al personal] L: [pero es ineémodo/ es incémodo} S: provocando nada/ el queee- se ponga-que see-que s'ex- Cite ya se apafiarél es su problema/ gno?/ (RISAS)/ no no por vera una en begun? A: nol pero [nooo] c [pero] eso tiene mas [que ver con la ((como- didad)) dee] A: [pero eso en verano] / primero/ mira] : al nadar/ si hace mucho movimientoo or jendo la Teorfa de la Relevancia, Véase el capitulo de Estrela Montolio en 10 volumen, 220 SALVADOR PONS BORDERIA A: si voy en biguini tengo que tomar [primero] [AP.80.41, 352] cataférico Para comprender el valor cataférico de mira en (7), hay que te- her en cuenta la intervencién posterior de A, donde la informante cexplica las razones por las que no se quiere poner biquini. El apela- tivo llama la atencién sobre la relevancia que asigna al procesamien- to de dicho argumento para la correcta comprensién del enuncia- do. (8) S: ccudl [ecest=] J (eun trabajo?) 'S: =lamisin dece/ del agente [de seguros?] ron [ve- vender] seguros// vendia yooo// una temporada/// no vendi ni uno y lo tuve que dejar A: (RISAS) [pues por es0/ yo ni lo=] J [gno vendiste ninguno?] A: = he cogio/ yo ni lo he cogio/ mira (RISAS) (AP.80.Al, 136) anaférico Este ejemplo, por el contrario, dirige la atenci6n hacia el seg- mento precedente el apelativo tiene un nos de Blakemore (1987). Esta diferencia es tanto mas sutil cuanto ue LIMITES DE LA CONEXION 221 OEY MIRA O LOS est directamente relacionada porque la llamada de atencién implica de for- mer caso, se recurre a las circunstancias de la enunciacion para Ila- mar la atencién sobre el enunciado, En la funcién fatica interna se Tama la atencién sobre la relevancia de su procesamiento. Lo que interesa resaltar en este punto es el nexo de unin existente entre la faticidad y los valores modales, en los que se refleja la actitud del ha- blante hacia el enunciado. Si las parafrasis que permitian identificar los valores fatico y fatico interno eran, respectivamente, escichame y Jfijate los valores enfaticos 0 de refuerzo no son intercambiables, en regla general, por ninguna expresi6n similar (véanse los ejs. 9 y 10 abajo), lo que debe tomarse como una prueba a favor de su vaciado seméntico. [Por tanto, los usos enfiiticos no son tanto guias de pro- cesamiento en el sentido de que incorporen instrucciones conven- cionales o conversacionales que permitan descodificar los enuncia- dos, sino mas bien pruebas de lo que el hablante pretende resaltar, que no siempre tiene por qué relacionarse con la relevancia del enunciado en el procesamiento de la informacién:] (QE: = una depre// fue una depree? yo qué sé// fue {mira porque tuvo que pasar=] G: fpa- pa- pasajera zno?] ya se me ha pasaol he estao- he estao$ Sunaa§ §mes y mediol pero gsabes qué fue? es: sabes lo que me pas6? todos los veranos me voy aI. con A. [L-15.A2, 1105) inicio (10) G: me voy a casa/ mee cambio// mientras me calien- to1// ya las ochoo/ me voy a casa Pepe// [a corrers] L (GD) Gr=yacorrer 222 SALVADOR PONS BORDERIA J: qué bien! oye S:yavolar Gz yventee! (AP.80.Al, 44] final En este tiltimo caso puede apreciarse la relaci6n entre el refuer- zo y la funcién fatica, puesto que aquél se consigue a partir de una falsa peticién de atencién al interlocutor. Entre la funcién fatica interna y el énfasis existe una amplia zona de interseccién y, asi, no es extraiio encontrar casos en los que ambos valores no se distinguen con ni (11) @RISAS) Ji. geso sucedi6 de verdad? S: S{/si/TPhan dicho en O. C. esta matiana J aya telal S: sparaplgjicaat// Uy! Oye/ qué profesion mas bonita! (RISAS) [AP.80.Al, 876] Los casos de énfasis estin claramente delimitados cuando apare- cen dos apelativos juntos en las combinaciones aye mira ((12), aba- Jo) y oye ofga (en (2), arriba): (12) E: §me quedé senti// 0 sea vino ella? y le dijee oye smira que ha venido un chico a dejar tu bolsol que te lo hhasdejado en el coche/ (L15.42, 706] En estos casos, la acumulacién pretende resaltar la importancia que para el hablante tiene lo que va a decir. En ningtin caso cabe i terpretar que la repeticidn afiade elementos superfluos o vacios de significado, dado que la diferencia entre dichas combinaciones y la aparicién de una tinica forma radica precisamente en el énfasis que afiade la repeticién. Las combinaciones oye mira y oye viga en posi- cién inicial se pueden llegar a convertir en un mecanismo de toma de turno 0, como ocurre en los ejemplos (11) y (12), en fronteras de estilo directo, 2.4.1. El énfasis es un valor que pertenece al terreno de la modalidad, considerada como la actitud con que el hablante se en- frenta al enunciado. La modalidad ha sido ampliamente estudiada en lenguas como el aleman, que disponen de una clase de palabras OYEY MIRA O LOS LIMITES DE. LA CONEXION 228 especializada en la expresion de este tipo de valores". En espafol no existe una especializaci6n tan clara, por lo que la expresion de la modalidad se extiende a diversas clases de palabras, cargéndolas de valores secundarios. En el caso de los apelativos, el refuerzo puede desembocar en un valor conversacional de desacuerdo, que se da en mira con mayor frecuencia que en oye. Llevada al extremo, esta tendencia Heva a usar mira (en 6 ocasiones) y oye (en 3 ocasiones) como tinico ele- mento de un turno de habla cuya tinica funcién es la expresién del desacuerdo: (13) Vien resumen// quee habtenfa un asesor?// un ase- sor// pagado también del ayuntamiento de A./ que es V. F. que es el secretario de **#1*//y ese tiot ese tio estaba percibiendo otras tantas/ otras tantas, como el sefior acaldeT/ del presupuesto de las arcas municipales/ el presupuesto municipal// (en)ton- ces resulta que ese tfo/ pues también veia que se le ‘ibaa/ y no noo/ aguanta aguanta que aungue presenten la ‘mocién/ tal/ cual/ aguantat// ahora resulta que ya no estiT/ porquece elL. le ha dicho/ ehh/ fuera de ahi/ / yeky el cabritoo/ por aguantar un mes més un mes més1// la sentencia del juez puede ser dura zeh? PUEDE SER muy dura Se uy! mira ([.82.A1, 702] Por iltimo, mira, pero no oye, sirve, en 7 de sus 139 apariciones, como medio de expresin de la matizaciin, que es otro de los valores modales propios del discurso oral. En posicién inicial, al valor mo- dal de matizacién se le afiade el valor conversacional de marca de respuesta despreferida™ Existe una linea de trabajos dedicada a su descripcién y estudio, denominada Pastielorschung, Véase Weydt (1969); Gilich (1970); Helbig/Buseha (1972); Weydt (1979); Weydt (1983); Weydt/Elers (1987); Helbig (1988); Weyde (1989); Hel- big/Hetbig (1990). “s Nombre de un partido politico. ‘Una respuesta despreferida es una de las posibles realigaciones de un par adya- cente. Levinson (1989, 294295) lo explica en los siguientes términos: «no todas ls segundas partes potenciales de una primera parte de un par adyacente tienen la ‘misma categoria: hay un ordenamiento por categorias que actia sobre ls alternati- vas, de manera que existe como minimo una categoria de respuesta preferida y otro 224 SALVADOR PONS BORDERIA (14) C:ya// PERO BUENO- PERO/ PERO ES QUE ALGO TE DEBE PASAR gno? / algo te- tie- ‘sea, JM: Smira/ no lo sé es que / €s TODO y no es nada/ [pero=] G [pero si es que] JM: =se me juntan las cosas// llega un momento que vas ‘aguantando y que las cosas se juntan y que dices/ pues no/ tengo que pararme/ y- y decidir [ML.84.A1, 108] En otras posiciones, el empleo de mira no esta asociado a valor conversacional alguno y la matizacion refleja de una forma mas ela ra la inseguridad del hablante ante el contenido del mensaje: (15) S: iguels Ci: zesto es éguila? S:€s queee/ mira J § equeé grupo de miisica es? 'S: un grupo de musica se Hama?/// a floc- //a floc// of/// siguels/// eaguls/// (2.5») pero entonces no sé/ eagulst/ 00 J: igual éste es el plural de- de éste gsabes? [AP.80.A1, 223] Sintenta traducir el nombre del grupo, pero no esti seguro de que la traduccién sea correcta (confunde seagulls, gaviotas, con ea- gles, Aguilas). En el corpus utilizado, mira parece estar mis capacitado para la expresin de valores modales que oye, lo que marca una diferencia ‘més entre ambas formas, 2.5. Los usos conectivos estén directamente relacionados con el valor fatico de las formas verbales. En el siguiente ejemplo se produ- ce una lucha por el turno de habla: (16) v: yel/ oye por ciertol no estaria mal za vosotros 0s dejan alguna vee2/ de solteros? [por abi] A Thoye!l/ oyed za que cen Tuéjar noo hacen-no {hace (( })] (sie) despreferida [...] Esencialmente, las segundas partes preferidas son no marea- das [..]; por contraste, las segundas partes despreferidas estin marcadas por vatios ‘ipos de complejidad estructural OYEY MIRA © LOS LIMITES DE LA CONEXION 225 ve [si os dejan de solteros?]// (Angel!) A; [epero td qu’) [estas (())] 82.41, 484] Ante Ia existencia de turnos competitivos, la funcién fitica se con- vierte en un mecanismo necesario tanto para la posesi6n del turno de habla como para el cambio del t6pico discursivo. El cambio del tema se lleva a cabo a partir de una llamada de atencién al interlocutor. En ‘casos como éste se puede observar la relacién de vecindad que une la ‘conexiGn a otras categorias y las razones por las que un verbo como ‘aye puede en ocasiones funcionar como conector. En otros casos no existe un turno competitivo y el apelativo se convierte en un ordenador discursivo, que es un instrumento al servi- cio de la segmentacién a nivel macroestructural del texto, por el que se indica un cambio de t6pico discursivo: (17) E: oye G. zqué te ibaa decir? (zte apetece=] G: [dime] E:=un gitisqui? zti tomas alcohol? G:sid cuando quiero E: gquieres un JB? Liun JB nada menost/ que (1.15.42, 1005] ne aqui tienes JB? Las lineas anteriores de la conversacién constituyen una secuen- cia cuyo t6pico de conversacién era la dolencia de estémago de L; mediante la introduccién del apelativo, se facilita el cambio de tema en la conversaci6n, que a partir de ese momento girar en torno al ofrecimiento hecho por E. Los apelativos indican cambios de t6pico en un 15% de las ocu- rrencias del corpus, y este porcentaje es superior al de otros conec- tores, como las conjunciones y (7°9%) 0 (3°6%), que (0'8%), pero (111%), pues (6%), el adverbio entonces (8%) 0 la construcci6n 0 sea (9°9%). Los ejemplos vistos hasta ahora, en los que los apelativos funcio- naban como conectores, tienen que ver con el primero de los usos de unién seitalados en la bibliografia, el de ordenadores discursivos. En estos casos, se sittian en el nivel macroestructural de la conversa- cién y sirven para indicar las diferencias de secuencia en la misma. El segundo uso, denominado tradicionalmente continuativo 0 mu- 226, SALVADOR PONS BORDERIA letilla, se relaciona con el nivel microestructural de la conversacién y tiene que ver con los problemas de planificacién discursiva provo- ‘cados por la velocidad con que se produce el lenguaje oral (Chafe 1982). En el siguiente ejemplo: (18) L: gno érais cuatro? E: sfi//AHORA hay dos/ y yo rest y me falta una nueva L: pero ya esta aqui 00§ E: § no ha venido todavial tiene que venir atind si yo no sé quién es L: aah contra més gente hay? oye! a menos salis ero s6lo cabemos cuatro ett no has (L.15.A2, 185) la aparicién del apelativo indica que el mensaje que se esté produ. ciendo continita su marcha, lo que justifica las etiquetas mencipna- das arriba, Ademés, oye aparece en una estructura de cardcter bina- rio, determinada por la entonacién y compuesta, siguiendo la terminologia de la Retérica Clasica, por una protasis y una apédo- sis. El apelativo es el primer elemento de la apédosis; cumple una funcién microestructural, puesto que ayuda a separar, con ayuda de la inflexién melédica, dos fragmentos de una construccién que se concibe como un bloque®. Su funcién es, por tanto, muy similar a lade otros conectores como que o pues, también usados para separar la protasis y la apédosis de un enunciado que se concibe como un todo. Este empleo se denomina formulativo y, tal y como se emplea aqui, ¢s un mecanismo que sirve para solucionar los problemas de- rivados de la planificacién discursiva y que se relaciona con el nivel microestructural del discurso”! 8. Después de la descripcién de los distintos usos, las conclusiones deben intentar responder las preguntas esbozadas en las secciones pre- cedentes, a saber, el carécter conectivo 0 no de oyey mira su posicién dentro de un dibujo de la categoria de la conexién en espaiiol coloquial. ® Véase el trabajo de Antonio Briz y Antonio Hidalgo en este mismo volumen, # Rossari (1994) propone otra definicin del término que no sera adoptada fen este trabajo. El ejemplo (18) podria incluirse dentro de lo que Montolio (1991) denomina procondicionantes, cuyo aleance es mayor del dado por la au toraen dicho trabajo. (OYEY MIRA O LOS LIMITES DE LA CONEXION 227 3.1. El corpus indica que los apela ivos ayey mira poseen, como funcién primaria, la denominada funcién fatica, que puede estar di- rigida hacia la enunciaci6n (funci6n fatica propiamente dicha) 0 hacia el enunciado (funcién fatica interna). Junto a éstas, otros va- lores completan la ndmina de sus usos, entre ellos los de tipo conec- tivo. El problema que plantean estas clases de palabras, asf como los conectivos en general, es un problema de adscripcién categorial, que se puede resumir del siguiente modo: los denominados conec- tores pertenecen a distintas clases oracionales de palabras con un. funcionamiento bien delimitado (conjunciones, adverbios, expre- siones como o sea, adjetivos como bueno o claro o formas verbales) que, desde el punto de vista pragmatico, coinciden en indicar dis- tintos aspectos de la unin. Si se adopta una vision categorial estric- ta, se tendria que realizar un incémodo corte entre funciones prin- cipales y funciones secundarias. En tal caso, ojey mira son apelativos relacionados con la funcién fatica del lenguaje, por lo que, al estar ya categorizados no pueden ser conectores®, lo que recorta la ri- queza de matices de la descripcién, Por el contrario, si se calificaran como conectores, se dejaria de lado el peso de otros valores, lo que eva a una clasificaci6n inexacta. Por ello, es necesario adoptar una vision categorial no estricta, sino difusa. Las categorias, pues, no se concebiran como comparti- mentos estancos de limites bien definidos, sino como centros de atraccién con un niicleo y una periferia. En esta vision gravitatoria, el centro esta ocupado por elementos como las conjunciones, que pasan a ser definidos como conectores prototipicos. La periferia std ocupada por unidades que comparten menos rasgos de la cate- goria 0 que, como en el presente caso, presentan rasgos pertene- cientes a otras categorias. Oye y mira pueden recibir una doble ads- cripcién categorial, tanto como elementos centrales de una categoria (apelativos) 0 como elementos periféricos de una segun- da categoria (conectores). Esta vision tedrica se ajusta mejor a lo que muestra la descripcién de usos, es decir, que un conector no es un elemento monolitico especializado en una sola funcién, sino Una categorizacion estricta supone una correspondencia uno a uno entre for- mas yfunciones, por lo que nose acepraria que peo mira fuesen, ala ver, apelativos y conectores; en este acercamiento, s6lo la disyuncion exclusiva serfa apropiada en- tre ambas opciones. Un ejemplo de categorizacin estricta ~y de los problemas que plantea al tratamiento de los conectores= puede encontrarse en Fuentes Rodriguez (9872). 228 SALVADOR PONS BORDERIA una forma que puede ser habilitada para desempeiiar varias funcio- nes. El niimero y el tipo de funciones de un conector no son ni ca- prichosos ni arbitrarios, y suelen estar regidos por los principios de la teoria de la gramaticalizacién. Gracias a este enfoque, las catego- rias que pueden desempefiar funciones pragmaticas no tienen por qué adscribirse necesariamente a un tinico grupo, a condicién de que se especifique, en cada ocasién, sise trata de elementos centra- les 0 periféricos al mismo. En el presente caso, oyey mira se pueden considerar conectores periféricos, situados en las afueras de la cate- goria por no poseer una serie de caracteristicas compartidas con los, elementos mas centrales (son t6nicos y no dtonos; poseen significa- do léxico en grados mas 0 menos evidentes, no suelen estar inelui- dos en la estructura entonativa del enunciado en el que se insertan, pueden subcategorizar en determinadas ocasiones un complemen- toy, rasgo fundamental, no se habilitan para desempefiar funciones centrales de la unin como la conexién oracional). Sin embargo, son susceptibles de usarse para indicar la ordenacién macroestruc- tural de un discurso o la continuacién de un mensaje que sufre pro- blemas de planificaci6n a nivel microestructural, dos valores conec- tivos que los habilitan para orbitar en torno al campo de atraccién de la conexién.

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