Está en la página 1de 21

Concepciones de la evaluación y qué sucede en el aula

Verónica Yánez Monje.


Magíster en Educación.
Docente Área Evaluación.
Facultad de Educación.
Universidad de Concepción.

Estimados profesores, a través de estas líneas quiero compartir con


ustedes los resultados de una investigación que se orientó, en uno de sus ejes
a describir cómo vivencian sus prácticas evaluativas, un grupo de docentes
(13), que dictan clase en un primer año de enseñanza media, es decir, cómo lo
hacen en su accionar cotidiano; y por otra parte, se profundizó en cómo
perciben, interpretan y qué significados le otorgan al fenómeno de la
evaluación, desde su propia perspectiva.

Para ello fue preciso observar el fenómeno evaluativo en su contexto


natural (sala de clases) y luego, a través de entrevistas en profundidad,
acceder a los conceptos de evaluación que trasuntan su accionar. Todo esto
en el marco de un diseño de carácter etnográfico que contemplaba los
siguientes objetivos, como eje orientador, para cada una de sus etapas:

- Descubrir los significados que otorgan los profesores a sus prácticas


evaluativas en el marco del para qué, qué, cómo, cuándo y quién evalúa.

- Establecer las concepciones de evaluación que tienen los docentes y si


estas son determinantes en los procesos evaluativos que desarrollan.

- Analizar si la preocupación fundamental de los docentes en torno al tema


de la evaluación, está centrada en los procedimientos e instrumentos (en el
cómo), o en el objeto de la evaluación (en el qué).

-1-
- Describir qué sentimientos les genera el evaluar a sus alumnos, tanto en
relación a ellos como objeto de evaluación como a sí mismo como persona
que evalúa.

Habiendo entregado este marco muy general sobre la investigación, se


hace necesario retomar la idea inicial, en orden a que la finalidad de este
escrito es compartir los resultados, por tanto, se hará referencia
específicamente al capítulo III, que contempla el análisis y la interpretación de
los mismos.

A objeto de hacer comprensible la metodología que se utilizó, puedo


indicar, sintéticamente, que se obtuvieron categorías de observación las que
emanaron de las notas de campo y categorías de análisis, que surgieron de las
entrevistas en profundidad. En esta ocasión, se precisarán los resultados para
tres unidades de análisis: ¿para qué evaluar? ¿quién evalúa? Y distinción
entre: evaluación – calificación.

I.- ¿Para qué evaluar? / Lo observado.

De lo observado se obtuvo como fenómenos recurrentes:

Se evalúa para calificar: esta primera categoría fue observada en el


100% de los profesores participantes de este estudio, por cuanto la gran
mayoría de los procedimientos evaluativos empleados conllevaban a una
calificación, ya sean guías de trabajo, pruebas, o bien puntuaciones obtenidas
en las tareas que iban desarrollando los alumnos.

Revisemos un registro de lo observado:

La profesora indica a sus alumnos: “se van a reunir en grupos y van a hacer un mapa
conceptual sobre los contenidos de la prueba y a eso le voy a poner una nota coeficiente 1 y la
voy a poner en el libro de clases, entonces, puede ser un salvavidas, pero el que no se dedica y

-2-
es flojo,¡esto puede ser peor! esto, a propósito de una prueba que ya habían realizado en donde
en general los alumnos obtuvieron bajas calificaciones”.(observación clase Prof. n° 9).

- Se evalúa para verificar el logro de los objetivos, o el aprendizaje de


los contenidos tratados, presentada esta característica en la observación de
la aplicación de procedimientos tales como: el desarrollo de ejercicios
prácticos, ensayos para pruebas, guías de trabajo, que más allá de
orientarse a que cada alumno en particular comprendiera los conceptos o la
materia tratada, se advertía la responsabilidad del profesor de cumplir con
avanzar en el desarrollo de cada unidad de aprendizaje. Por tanto, de no
obtener buenas calificaciones en promedio, en ocasiones se reiteraba un
evento de evaluación sobre los contenidos de una prueba realizada con
anterioridad, que había arrojado malos resultados.

Algunos ejemplos de situaciones de este tipo:

Posteriormente el profesor agrega:” como los noto medios tibios, antes de entrar a los
productos notables, haremos otros ejercicios de cuadrado de binomios” (anota en el pizarrón)
Luego expresa:”¿alguna duda? ¡ya no hay nada¡ ¡estamos más o menos claros!; ahora podemos
entrar a productos notables, no se olviden que ese es el objetivo que tenemos que lograr para la
prueba que viene, !recuerden que estamos en el capítulo...!” (Prof. n° 5).

“Cuando faltaban quince minutos para que la clase concluya, el profesor señaló: ¡toda
esta clase es para que aprendamos a resolver problemas, y eso es lo que va a entrar en la
prueba, vean el siguiente, … que vaya el presidente al pizarrón” (observación clase Prof. n° 5).

- El control de la disciplina a través de la evaluación. Esta categoría de


observación está dada sólo por tres docentes, y está referida al hecho de
instrumentalizar actividades de evaluación para controlar la disciplina del
curso. En el resto de los profesores observados no fue posible establecer
con claridad este aspecto, sin embargo, se pudo advertir que el ambiente o
clima de la clase, variaba según cuánto y cuándo fueran sometidos a
situaciones de evaluación los estudiantes.

-3-
Son ilustrativas de lo anterior, las siguientes notas:

“El profesor está pasando lista a través del cuaderno, consultando si habían hecho o no
la tarea, muy pocos la habían desarrollado, así que pone cruces y cruces (x-x), sólo se constata
con una x o un tic si la tarea está realmente hecha; pero no si está bien o mal, o si hay dudas,
etc.”El profesor reitera después ¡acuérdense que si no traen la tarea tienen una x, si me dicen:
”no traje el cuaderno“, con mayor razón todavía les pongo una cruz, porque ni siquiera tienen
responsabilidad... si me dicen la tarea la hice en la casa, pero no me traje el cuaderno, igual una
x, porque eso a mí no me consta…” (observación clase Prof. n° 3).

Algunas expresiones del profesor hacia sus alumnos: “Esta guía es con nota en el
cuaderno, es acumulativa en el trimestre”... Mientras los alumnos desarrollan la guía, el docente
se acerca a mi asiento y refiriéndose a la actividad que están desarrollando me señala, “¡así
trabajan!, ¡así trabajan!” (observación clase Prof. n° 6).

I.1 ¿Para qué evaluar? / Las entrevistas.

La lectura de estas categorías permitirá comprender cómo interpretan


los docentes las finalidades de la evaluación. Entre éstas tenemos:

- Constatar si se han aprendido los contenidos o si han logrado los


objetivos: Esto fue manifestado como primera opción por cinco de los
docentes entrevistados. Ahora bien ¿cómo entienden ellos esta función?
como la posibilidad de constatar si el alumno va avanzando o no y para ello
se hacía necesario que el estudiante supiera que finalmente eso se
traduciría en una calificación, otros indican que importa saber si el alumno
comprende o no lo que se le entrega, si alcanzó o no el objetivo.

Así se refieren a este aspecto:

“Bueno, yo lo veo como una forma de saber más que nada, en qué situación está un
alumno frente a un determinado objetivo, si lo alcanzó o no...” (Prof. n° 7).

“La idea es percibir qué es lo que los jóvenes han internalizado, y si esa internalización
que han hecho les ha cambiado su conducta, han ido modificando actitudes...” (Prof. n° 12).

-4-
“Yo evalúo todo lo que hacen los niños(…) cuando alguien está logrando algo, entonces,
uno, lo hago para mantener la atención, porque de acuerdo a la mentalidad de los chilenos, si no
los evaluamos, los alumnos no toman en cuenta lo que vamos enseñándoles, solamente tratan
de aprender cuando uno los evalúa, o en otras palabras los califica, ahí estudian…” (Prof. n° 3).

- Evaluar para retroalimentar el aprendizaje. Esta constituye la


afirmación de tres de los docentes entrevistados; sin embargo, este
concepto tenía acepciones diferentes: por una parte la retroalimentación
tenía que ver con volver atrás en la reiteración de contenidos si los
resultados del curso, en un evento evaluativo han sido deficientes.
También tiene la connotación de dar cuenta si la metodología del profesor
no ha sido la más acertada, lo que implicaría unir esto a otra función de la
evaluación, referida a orientar la práctica pedagógica. Lo otro destacable es
que se hace referencia a esta función en el plano del deber ser, es decir, de
algún modo se admite que no se practica de esta manera.

A propósito dicen los docentes:

“La evaluación sirve para ir midiendo el resultado, de toda una etapa, de toda la unidad
que se está tratando, para ver si nosotros podemos avanzar o tenemos que retroceder, porque
si nosotros vamos viendo que el resultado es bueno, avanzamos o si el resultado es malo
tenemos que volver a empezar (…) en un curso de bajas notas, no siempre la culpa es del
alumno, si no que a veces es la metodología empleada por el profesor” (Prof. n° 10).

“La evaluación es lo fundamental porque es lo que está dando luces por donde seguir,
ahora, una gran cantidad de veces uno evalúa y pocas veces retroalimenta, uno no lo hace, y si
lo hace tampoco es como debiera ser”(…) ”Yo considero que si uno le tomara el verdadero peso
a la evaluación, cambiarían hartas cosas, uno no podría seguir con otro tema mientras no se
retroalimentara” (Prof. n° 2).

- Para dar cumplimiento a exigencias administrativas: dos docentes


plantearon sentirse presionados por las fechas estipuladas para cumplir con
las notas trimestrales, pero resulta interesante advertir que de algún modo
perciben que eso no debiera ser la principal finalidad de la evaluación.

-5-
Al respecto comentan:

“Yo siempre hago trabajar a los alumnos y los incentivo con notas, y al final del trimestre
junto todas las notas y saco un promedio y lo coloco en el libro como nota parcial, entonces,
para mí es importante que el chiquillo reciba un estímulo por trabajo en clases, eso me ha
ayudado mucho porque a veces hay poco tiempo para hacer pruebas y entonces me acuerdo de
la notita esa y saco el promedio y las coloco, ahí cumplo con el reglamento...” (Prof. n° 3).

“¡En el fondo más calificamos que evaluamos! como le dije, nos piden a nosotros notas,
entonces, nosotros, a veces por cumplir mandan una prueba que a veces no la tiene preparada,
la prepara cinco minutos antes, claro, porque el sistema a nosotros nos tiene presionados,
toman tantos alumnos por curso,¡ yo estoy preocupado porque tengo que dar cumplimiento a
ello!” (Prof. n° 6).

- Evaluar para controlar la disciplina. Característica descrita con claridad


por un docente, quien sostiene y concibe la evaluación como una
herramienta para motivar a los alumnos a trabajar en clases, pues de no
ser instados por una calificación, los alumnos no prestan atención.

Así describe esta función:

“En este caso, evaluarlos clase a clase con ejercicios, es una forma que he tenido yo
para controlar la disciplina, porque todo tiene que ver con el carácter, yo puedo enojarme en un
momento determinado, gritarles de repente, pero por lo general no, trato de convencerlos, que
entiendan por la razón y entonces con la evaluación, de esa forma, yo controlo la disciplina,
porque aquí los alumnos por lo menos en este colegio les interesa mucho la nota, entonces, si
uno los amenaza con una nota (…) ¡Tú no estás trabajando, te voy a poner una x...!” (Prof. n°
3).

- La evaluación no es para castigar a los alumnos. Esta categoría de


percepción está dada por los sujetos que al ser consultados sobre para qué
evaluaban responden haciendo una descripción antagónica, es decir, para
qué no lo hacen. Por una parte mencionan que poco se puede hacer ya que
el colegio posee un sistema de selección de alumnos, por tanto ya vienen
jerarquizados de acuerdo a sus notas; sin embargo, la relevancia que el
alumno(a) otorga a la calificación constituye también una motivación para

-6-
trabajar en clases, de esta forma se facilita el aprendizaje por cuanto el
estudiante mejora la disciplina durante el desarrollo de estas actividades
que serán calificadas.

Así describen este aspecto:

“Aquí con el hecho de que se seleccione académicamente a los alumnos, uno parte con
una base más o menos fuerte, pero a mí me interesa cómo van aprendiendo los jóvenes y
ganarse el interés de ellos por la asignatura(…) pero al final uno llega a la conclusión de que la
calificación es un rol necesario, la sociedad lo necesita, pero a mí me gustaría que no existiera
ese mal...” (Prof. n° 5).

”Debo mantener siempre en los alumnos la idea que hay algo nuevo, y jamás en la vida,
por ejemplo, tomar la evaluación, como algunos lo hacen, como castigo, por ejemplo: ¡ si se
portan mal les voy a hacer una prueba!,¡ si no me escuchan en clase, voy a interrogarlos!...”
(Prof. n° 9).

- La evaluación debiera ser individual: Dos docentes plantearon esta


categoría desde la perspectiva del deber ser, describiéndola en el plano de
lo ideal, considerando que sería muy complejo, llevarla a cabo en el colegio.

Afirman los profesores:

“Bueno, para mí la evaluación es todo un proceso, ya, es un proceso en el cual hay


varios parámetros que medir, y a la vez se hace muy difícil en un colegio como este, donde hay
más de cuarenta alumnos en la sala, porque lo ideal es que sea individual” (Prof. n° 11).

“¡Hay! ¡ qué complicadísima!, primero cómo es, no existe la verdadera evaluación, si


quisiéramos ser respetuosos, digamos de la diversidad, deberíamos tener un proceso de
evaluación respetable, digamos para cada uno, pero como eso no se puede dar porque
obviamente el número es demasiado(…) así debiera ser, o sea, esto de tener salas con tantos
alumnos, es una verdadera lata, porque al final, tu no eres ni buena profe, ni eres justa con la
evaluación...” (Prof. n° 1).

-7-
I.1.1 Comentario; similitudes y diferencias entre lo observado por la
investigadora y lo declarado por los docentes en las
entrevistas.

En la observación de campo se advirtió un proceso evaluativo más


restringido a procedimientos para asignar calificaciones, de acuerdo a la
normativa que exige el establecimiento, en torno a pruebas parciales y
sumativas. Lo anterior en concomitancia con la finalidad orientada a que los
alumnos demostraran el logro de los objetivos planificados.

De las entrevistas, es posible destacar:

En primer término, existe coincidencia en que la finalidad de la


evaluación a la que le dan más importancia es aquella referida a la
constatación de que los estudiantes han logrado los objetivos, o si hay cambios
de conducta. También plantean que evalúan o más bien califican por tratarse
de una exigencia administrativa.

En segundo lugar, hacen referencia a la retroalimentación de los


aprendizajes, no obstante ésta no es entendida como un proceso anterior a
una calificación, sino después de conocer los resultados de la aplicación de un
instrumento, que habitualmente es una prueba, es decir, siempre se está
hablando en términos sumativos, desvinculado de procesos y ligado a
resultados, porque de eso se trata cuando se repite un procedimiento de
evaluación y se promedia o suma la nota con aquel anterior en donde se
obtuvieron bajas calificaciones, sin mediar estrategias de retroalimentación
entre un evento y otro.

En relación al uso de la evaluación para controlar la disciplina interesa


destacar, con la mayor claridad posible que, si bien fue observado en el caso
de tres de los docentes investigados y luego, ratificado este aspecto por uno
de ellos en las entrevistas, esto sólo permite objetivar el fenómeno, pero no

-8-
enunciarlo como una característica de primer orden, es decir no se puede
aseverar que este grupo de docentes evalúe para este fin.

II. ¿Quién evalúa? / Lo observado.

De las observaciones de campo se obtuvo como patrón recurrente:

- Evalúa fundamentalmente el profesor. En las clases de 10 de los


docentes investigados, predominaba la evaluación del profesor sobre el
alumno, no se advirtieron actividades en donde se otorgara participación al
estudiante o de sus pares en los procesos de retroalimentación del
aprendizaje. En los subsectores en donde se requería a los alumnos
autoevaluar su desempeño, las actividades evaluativas se caracterizaban
por el desarrollo de una guía de trabajo, que generalmente los alumnos
dividían en partes para realizarla, de esta forma no se observaba
participación de todos los integrantes en las situaciones de aprendizaje que
se proponían. Así también ocurría en las guías de trabajo y ejercicios de
preparación para lograr objetivos que serían medidos en una prueba
siguiente, sólo algunos alumnos, planteaban dudas o consultas, y los que
no lo hacían, no era posible conocer si habían autoevaluado su trabajo o
bien tenían claridad sobre los contenidos, o estaban posponiendo la
situación de aprendizaje para el momento más cercano a la prueba.

Situaciones de este tipo son las siguientes:

“El profesor transita a través de los grupos de trabajo, explicando nuevamente conceptos
que al parecer estaban poco claros, a raíz de las consultas de algunos alumnos y de
determinados grupos. Ante las consultas de algunos, el profesor supone que no está claro ese
aspecto para el resto del curso, entonces, pide atención y lo explica para todo el curso, de modo
general” (Prof. n° 2).

-9-
La profesora da las indicaciones para la actividad: “Buscar en los diarios que han traído
los alumnos, una noticia positiva y otra negativa y hacer un comentario al respecto”. Cuando los
alumnos van terminando ella va leyendo el comentario y lo discute con el alumno que le
presentó el trabajo que generalmente es sólo un integrante del grupo. Esta actividad también es
calificada, pero la docente me comenta que:” siempre será una muy buena calificación porque
no puede menospreciar el comentario del alumno...” (Prof. n° 12).

II.1 ¿Quién evalúa? / Las entrevistas.

Quién evalúa adquiere para los docentes los siguientes significados:

- El alumno también debiera evaluar. Cabe destacar que el 100% de los


profesores entrevistados respondieron a esta interrogante desde la
perspectiva del deber ser, planteando que el alumno debiera tener también
responsabilidad en la evaluación, tanto de su desempeño, como del trabajo
del profesor. Sin embargo, plantean múltiples razones para explicar por qué
este proceso es muy difícil de llevar a cabo. Por ahora, con las expresiones
siguientes, interesa que se visualice que la primera respuesta de los
docentes estaba orientada a dar participación al alumno, en la evaluación.

Algunos ejemplos:

“El profesor, pero también los niños tienen que evaluar(…) pueden evaluar a su
profesor, ellos también deben ser capaces de decir, bueno, esta clase es así es allá, a mí me
parece que de esta manera no está correcto...” (Prof. n° 11).

“Yo creo que debiera ser un trabajo de profesor y alumno, yo creo que también es una
tranquilidad que ellos te ayuden en la evaluación, claro que alguna vez puede haber un matiz de
subjetivismo, en cambio los alumnos a veces son mucho más drásticos, sí, son terribles y a
veces coinciden en lo que tú habías decidido...” (Prof. n° 12).

- 10 -
- El problema de la autoevaluación es la honestidad de los alumnos. A
raíz del planteamiento sobre la participación del alumno en la evaluación,
desde la perspectiva de “lo ideal”, se profundizó en la conversación con los
profesores, para establecer qué entendían o cómo interpretaban este
proceso y por qué aparentemente lo visualizaban no posible de realizar. Se
obtuvieron diversas explicaciones y una de ellas apuntaba a que no siempre
los alumnos reaccionaban con honestidad. Lo anterior implica conceptuar la
autoevaluación como un proceso en que el alumno se asigna calificaciones.

Así describen este aspecto:

“El mayor problema de que el alumno participe libremente en las evaluaciones, está
justamente en que los chiquillos desconocen de esa honestidad que ellos necesitan, pero no por
eso hay que desecharlo como idea, o sea, hay que seguirlo trabajando, digo yo, algún día iremos
a ser chilenos honestos(…) en un tiempo yo experimenté un sistema en que hacía pruebas
chiquititas clase a clase, bueno, como idea teórica es buena, pero lamentablemente como
estamos en Chile, los chiquillos se autocorregían más de lo que correspondía...” (Prof. n° 5).

“Bueno, para autoevaluar ahí yo saco un promedio de la visión mía y de la de él, ya,
porque hay algunos que son muy pillos (…) yo sé que el que trabaja a conciencia lo va a seguir
haciendo, pero hay algunos que se escudan en el otro para esperar una buena nota...” (Prof. n°
9).

- La autoevaluación asociada a la calificación, un proceso complicado


de llevar a la práctica. Otro grupo de docentes (5), manifiesta que el
problema no es que los alumnos no sean honestos, a veces suelen ser más
rigurosos aún que los propios docentes. El problema en realidad es que es
muy complicado para calificar, estar sumando notas del alumno, del
profesor, de los compañeros y de ahí sacar sólo un promedio, es muy difícil.
Por esta razón ellos no aplican ese sistema con frecuencia, por otra parte
cuando se dan grupos de trabajo resulta poco objetivo porque no todos
trabajan realmente.

- 11 -
Al respecto comentan y explicitan:

“En realidad con la autoevaluación se cae en el vicio de trabajar en grupos(…) de repente


uno ve que le pone la misma nota a todos, sabiendo que uno o dos trabajan, y el resto no, pero
cuando nos dictaron cursos nos enseñaron también técnicas para que ellos se autoevalúen y
coevalúen. Supongamos que son cinco compañeros, entonces la autoevaluación de él es una
nota, y las cuatro notas que les pusieron sus compañeros, ahí se saca un promedio, supongamos
un 6.1, eso yo lo hago valer un 30% y la nota de él será un 70% y se le saca un promedio... yo
lo he hecho con todos los pasos que me enseñaron, pero es muy lento, un trabajo que lo he
pensado para dos horas, me han significado seis. Entonces ahora el cuestionamiento es cuánto
aprendieron... y a veces me he dado cuenta que aprenden más rápido y hasta cierto punto
mejor, cuando uno enseña en forma directa, no sé a mí me cuesta enganchar con este sistema,
estamos probando… pero...” (Prof. n° 3).

“Sí, yo lo apliqué pero solamente en el primer semestre, en todos los cursos que yo tenía
y eran casi las mismas notas que yo habría puesto, me sirvió para darme cuenta que también
ellos son tan maduros como para poder evaluar a sus compañeros, lo encontré bueno, pero muy
trabajoso. El único problema es que cuando vinieron a darnos un curso de evaluación, el relator,
dijo que los alumnos no tenían que calificar a sus compañeros, y yo ya había puesto las notas en
el libro de clases...” (Prof. n° 7).

- Los alumnos no están preparados para la autoevaluación. Entendida


esta categoría como la falta de capacidad del alumno para autoevaluarse,
reiterando los problemas de objetividad, por una parte y, por otra se
reconoce que la causa de esta exigua preparación obedece a que el
profesor no entrega las herramientas para no dar más protagonismo al
estudiante.

Revisemos sus opiniones:

”Los alumnos no están preparados porque nosotros no hemos entregado los lineamientos
suficientes para ello y todavía nos cuesta romper, como le dijera yo, lo que es nuestra propiedad
exclusiva de la asignatura, tenemos temor de que el alumno asuma un rol más protagónico, en
cambio si lo asumiera, a lo mejor sería mucho más diferente la educación, no tendríamos status,
o no tendría jerarquía tonta e innecesaria” (Prof. n° 8).

- 12 -
- Los docentes no están preparados para que los alumnos se
autoevalúen. Categoría dada por los sujetos que afirman que resulta difícil
otorgarle participación al alumno en la evaluación, no obstante percibir que
deberían estar de acuerdo con ello, para responder a las nuevas tendencias.

Lo anterior se ilustra en las siguientes citas:

“Yo creo que en la evaluación están todos involucrados, eso está claro, yo como soy más
antiguo, reconozco que me cuesta darle participación al alumno, pero trato de hacerlo de alguna
forma…” (Prof. n° 3).

“Algunos dicen que los profesores no hemos cambiado y que somos muy enajenados, y
yo creo que no, uno ve a sus pares, y uno ve que cada uno se está esforzando por hacer cosas
nuevas, yo creo que sí, que yo estaría de acuerdo con eso de la autoevaluación...” (Prof. n° 9).

II.1.2 Comentario ¿Quién evalúa?, similitudes y diferencias entre lo


observado y lo declarado por los profesores.

- El concepto de autoevaluación que trasunta la descripción de los profesores,


está ligado a la asignación de calificaciones, de parte de los alumnos, sus
pares y el profesor, se oía en sus relatos, complejos sistemas para
promediar notas, y es justamente lo dificultuoso de esos procedimientos, lo
que ha hecho que en la práctica no los apliquen con frecuencia.

- Derivado de lo anterior, surge otro de los obstáculos para dar participación


al alumno en la evaluación. Por cuanto al entenderla como sinónimo de
calificación, aparece la honestidad y la objetividad del estudiante y sus
pares como requisitos esenciales para que se lleve a cabo adecuadamente;
características que a juicio de un grupo de docentes, no está presente en la
mayoría de los estudiantes.

- 13 -
- Ahora bien al profundizar en las consideraciones de los docentes, sobre la
preparación o capacidad de los alumnos para autoevaluarse, es posible
descubrir que quién está menos dispuesto a aplicar estos procedimientos,
es más bien el profesor, quien no entrega las herramientas al alumno, en
palabras de ellos, esto sucede por temor, por costumbre y por que cuesta
compartir con el estudiante, un elemento que siempre ha sido restrictivo
sólo del profesor.

- Finalmente y a pesar de los problemas que han relatado los profesores,


consideran igualmente relevante dar cabida a la autoevaluación,
nuevamente desde la perspectiva del deber ser. No obstante la acepción
restringida que manejan sobre este concepto constituye, en opinión de esta
investigadora, el verdadero obstáculo para emprender transformaciones en
las prácticas evaluativas, si se dieran los espacios para avanzar en la
comprensión del verdadero sentido de la autoevaluación, el docente podría
visualizarla como oportunidad de facilitarse la tarea, y no como una
amenaza para su accionar educativo. Cobra relevancia la necesidad de
profundizar en la relación de autoevaluación y autorregulación de los
aprendizajes, basado esto en dispositivos pedagógicos que contemplen el
cerciorarse de que los estudiantes tengan claras las metas educativas, que
se apropien de criterios e instrumentos de evaluación usados por el
profesor de manera que haciendo uso de sus habilidades metacognitivas
puedan anticipar y planificar acciones para la obtención de buenos
resultados de aprendizaje.

III. Evaluación calificación.

En todas las dimensiones estudiadas las respuestas de los docentes eran


dadas desde la perspectiva del “evaluar”, del “calificar”, “del medir” o bien
confluían estos tres elementos, en una misma descripción. Por esta razón, en
este apartado se profundizará en los significados que adquieren para los

- 14 -
docentes estos conceptos. Se omite las descripciones del concepto de medición
por cuanto fue asociado a: conocer si las metas se están cumpliendo, o de no
desviarse de las metas establecidas, el criterio o parámetro de referencia para
saber si se está avanzando bien de acuerdo a un objetivo predeterminado. Lo
anterior tiene mucha similitud con las características que otorgan al concepto
de evaluación, es decir, no se precisa una distinción entre ambos conceptos.

III.1 Conceptos de evaluación, declarados por los docentes.

La evaluación es un proceso, pero ¿qué están entendiendo ellos por


proceso? Las acepciones dadas por los docentes, que permiten levantar esta
categoría, se refieren a la evaluación como un proceso constante, y unido a la
enseñanza aprendizaje, que se trata de verificar si el alumno logró los
objetivos, también se relata: es amplio y complejo, muy difícil de abordar,
pero se tiene claridad que no se trata sólo de la nota. No obstante, no se
describe con precisión en qué consiste este proceso, de manera que nos
permitiera clasificar este concepto desde una perspectiva más cognitiva, más
comprensiva. No se habla aquí de juicio de valor, de recoger información, de
tomar decisiones. Sí, es innegable, que al menos desde el punto de vista de la
percepción e interpretación de estos docentes ya existe una visión más amplia
del concepto, de alguna manera han prestado atención a propuestas más
actualizadas aún cuando, probablemente, existan todavía vacíos en la
conformación de estos conceptos y se precise de mayor discusión con sus
pares.

A propósito definen los docentes:

“Evaluación es un proceso totalmente ligado a lo que es el proceso de enseñanza


aprendizaje, o sea, no hay duda que es un proceso complejo, amplio, hay una serie de términos
que se relacionan con ellos, difícil el tema abordarlo, no hay criterios fijos(…) porque estamos
evaluando a cada momento, ahora en la medida que unifiquemos criterios, la evaluación puede
ser un proceso más manejable para nosotros” (Prof. n° 2).

- 15 -
“Yo para mí, como yo veo la evaluación, yo la veo como un proceso constante, yo lo
hago constantemente(…) Para mí la evaluación no es la nota no es la pura nota, el sistema a mí
me obliga me exige que ponga nota, pero yo por mí no pondría nota, porque para mí la nota no
tiene ninguna importancia, y de hecho yo siempre les digo a los niños que a mí me interesa más
que ellos sean personas, que se expresen y que aprendan” (Prof. n° 9).

“La evaluación la entiendo como ver el final del proceso, en qué estado de avance se han
ido basando los objetivos, los alumnos han ido aprendiendo, si todo esto se ha llevado bien, si el
alumno no ha entendido nosotros tenemos que retroalimentar, como se dice, en términos
modernos, es decir, es un proceso que nos indica el avance que tiene un alumno ” (Prof. n° 6).

- La evaluación es más completa, pero subjetiva. Los sujetos que


relevan esta categoría señalan que la evaluación no es sólo para verificar el
aprendizaje de contenidos, sino también de valores, y el desempeño del
alumno en su globalidad. Sin embargo, plantean que no es posible realizar
este tipo de evaluación, por cuanto, resultaría muy subjetiva.

Así describen esta acepción:

“La evaluación es más completa... el niño no solamente es una máquina de aprender


cosas, como contenidos, sino que es una parte integral, los valores, cierto, hábitos, etc. y por
eso es que la evaluación es mucho más completa, en realidad, si uno hiciera clase a un curso
por varios años, yo creo que sería mucho más exacto, si yo después le colocara una nota en la
que involucraba a todos ellos pero sin hacer prueba, me entiende, porque para una prueba por
ejemplo, el alumno calentó la materia como se dice vulgarmente, también puede haber copiado,
etc., pero uno no puede poner una nota por apreciación porque el alumno no lo entendería y
sería demasiado subjetivo...” (Prof. n° 3).

- La evaluación es medir al alumno y el trabajo del profesor. Indican


los docentes que los resultados de la evaluación de los estudiantes da
cuenta del trabajo del profesor, de esta manera se otorga a los procesos
evaluativos la función de ponderación del currículo y socialización
profesional.

- 16 -
Un grupo de docentes describe:

“Mira para mí la evaluación es como un medir mutuo entre lo que los alumnos han
logrado captar y también como uno ha entregado,(…), todo esto también depende como tú has
entregado, y te sirve también como una autoevaluación para tu propio trabajo” (Prof. n° 12).

“Bueno, si ellos tienen notas malas y han flojeado significa que yo no lo hice muy bien
tampoco y no logré motivarlos, no me entendieron lo que traté de enseñar, y no los podría
castigar, pero no me ha pasado, ¡ah! Porque si a mí me pasara es que está todo el curso mal y
que yo fallé…” (Prof. n° 9).

III.2 El concepto de calificación.

Los docentes describen el concepto y además manifiestan lo que


piensan o sienten respecto de ello. Para reflejar lo anterior, se dividirán sus
opiniones en tres grupos.

- La calificación es una técnica, una nota, un numeral. Definida la


calificación de este modo (por 6 docentes), en relación a que se trata de
cómo cuantificar, cómo aplicar porcentajes, el fin de un proceso.

Algunos ejemplos de cómo expresan este aspecto:

“La calificación es una técnica, hay sistemas de calificación, hay verdaderos libros de
estadística que le enseñan a uno como cuantificar, cómo llevar a ítemes, cómo aplicar
porcentajes...” (Prof. n° 2).

“La calificación va a ser el fin del proceso educativo(…) Al poner una calificación, yo
estoy encuadrando el alumno en una nota; cierto, al medir yo puedo estar midiendo a través de
conceptos que está logrando él finalmente y a la vez estoy midiendo actitudes. La calificación
es más numérica” (Prof. n° 10).

- 17 -
- La calificación no refleja lo que el alumno es y sabe. Destaca que un
grupo de docentes (4), indicaran que la nota es señalada como un error,
que no gusta y que no refleja lo que sabe el alumno, no contempla todas
las variables, se aplica por el peso de la tradición.

Comentan al respecto los docentes:

“Es el proceso final de la nota, a veces no es congruente, cierto, con los objetivos, o sea
el chiquillo puede saber todo, pero, a veces, por nerviosismo o la prueba no estuvo bien clara,
cierto, le fue mal, cuántas veces no ha pasado esto, los chiquillos dicen, profesor estudié, me
sabía toda la materia, o estuvo el instrumento mal aplicado…” (Prof. n° 6).

“Yo siempre lo asocio con la nota y por eso no me gusta, es mucho más, la evaluación es
un compendio de muchos factores que inciden en la calificación, y por la tradición casi siempre
se cae en el error de la nota, y la nota nunca dice lo que el alumno es capaz de dar hay tantos
otros factores que a veces inciden que tú puedas responder en determinado momento ciento por
ciento bien” (Prof. n° 12).

- La calificación es un premio y un estímulo para los alumnos, tres


docentes indican que usan la calificación como un estímulo, como un
premio, al aporte y la participación que demuestra el alumno en clases o
bien consideran que es un elemento motivacional para estudiar.

Afirman los docentes:

“Bueno la calificación es un estímulo, si el alumno se saca un 7.0, como que lo estimula


a seguir sacándose 7.0, un alumno que se saca un 4.0 es un alumno que se bajonea, como le
dijera, se desanima un poco, ya...” (Prof. n° 10).

“Para mí yo coloco 7.0, coloco 7.0, yo creo que soy una de las profesoras que más coloca
7.0, digamos, pero para mí el 7.0 tiene otro rol, que no es el rol de todos, mira es que un 7.0
que a lo mejor no es un 100%, suponte tú que en realidad sea un 5.0, pero yo creo que el tipo
se esfuerza, veo que es capaz, ¡ya! Creo que un 7.0 para él es estimulante, le pongo un 7.0 y
después se ha esforzado más y ha obtenido un verdadero 7.0, eso lo he comprobado en algunas
personas” (Prof. n° 1).

- 18 -
III.3.1 Comentario de la investigadora sobre lo que han declarado los
docentes de este estudio en torno a evaluación calificación.

- La distinción entre evaluación y calificación permitió clarificar aún más los


significados que los docentes otorgan a sus prácticas evaluativas; por
cuanto, además de expresar cómo eran comprendidos estos términos,
manifestaron su acuerdo o desacuerdo respecto de los mismos. Así se
obtuvo que concebían la evaluación como un proceso global integral,
amplio, complejo y difícil de abordar, estableciendo una diferencia entre lo
ideal y lo que realmente es aplicable en aula. Existe comprensión en que es
un proceso que va más allá de la asignación de calificaciones, pero
consideran que la importancia de aplicar siempre procedimientos
“objetivos” está por sobre sus percepciones. Por otra parte, la calificación,
conceptuada como algo más restringido, la nota, el numeral, considerada
limitada en términos de que no refleja lo que el alumno sabe, se le atribuye
objetividad y se le utiliza como motivación para que el alumno desarrolle
las tareas de aprendizaje encomendadas.

IV. Sólo dos consideraciones finales.

- El lector de este trabajo concordará conmigo, en que existe gran


preocupación de parte de los docentes por explicar las razones que poseen
para no llevar a la práctica una evaluación más orientada al proceso que al
producto, es decir, existe la percepción en orden a que no se evalúa como
se debiera, y que es urgente transformar la evaluación, no obstante, esto
no es determinante para los procesos evaluativos que desarrollan. Lo
anterior, puede deberse a que: existen vacíos en la conformación de estos
nuevos conceptos en términos de teoría y en términos de praxis o bien,
puede deberse a cómo ellos están concibiendo el ejercicio de su rol
profesional en lo que respecta a la evaluación.

- 19 -
- La evaluación no es tarea sólo de “evaluadores”, de hecho el proceso de
evaluación del desempeño docente relevó que el conocimiento especializado
sobre enfoques y estrategias de evaluación es uno de los rasgos distintivos
de la profesión docente. Por tanto, si se aclaran, por ejemplo, aspectos
conceptuales en los que existe confusión, éstos deben estar subordinados y
al servicio de un proceso de reflexión sobre la práctica. Se precisa de un rol
de profesor investigador reflexivo y crítico que planee la evaluación inmersa
en el proceso de aprendizaje, que comparta con sus pares enfoques
evaluativos, criterios de evaluación, procedimientos e instrumentos, y que
una vez que ponga en práctica estos elementos continúe participando de
instancias de reflexión para la mejora de sus prácticas evaluativas.

- El desarrollo de estas competencias profesionales nos impela a vencer la


cultura del test y avanzar hacia la implementación de procesos evaluativos
más inclusivos. Esto me motiva a concluir este escrito con dos reflexiones
de docentes que formaron parte de esta investigación, las que invito al
lector a comentar e interpretar al igual que los otros procesos de análisis
aquí vertidos.

”No nos ponemos de acuerdo entre colegas, no, hay cosas personales, aunque en el
departamento trabajamos parecido, pues con la reforma trabajamos con el mismo libro guía (...)
Lo que sí es que a veces cambiamos de curso y me toca a mí un curso donde solamente han
trabajado la parte oral, entonces yo enfatizo la parte escrita, de repente cuesta encontrar el
equilibrio, y a veces el alumno se tiene que acomodar a cada uno no más...” (Prof. n° 3).

“Eso es justamente el elemento, por muchos años y eso nadie lo puede desconocer, la
evaluación siempre fue el fin, y transformar de fin a medio significa que uno tiene que sacarse
el chip antiguo y ponerse uno nuevo y aquí un elemento fundamental en eso, justamente es la
transversalidad, entonces yo ahora evalúo un elemento de desarrollo humano dentro de la sala,
pero por otro lado todavía me queda el chip que dice: ¡tengo que calificar!,¿ cómo califico la
actitud?,¡ son cosas complicadas esas!…” (Prof. n°5).

- 20 -
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

• Coll, C., Barberá, E. & Onrubia, J. (en prensa), La atención de la diversidad en las
prácticas de evaluación, Departamento de Psicología Evolutiva de la educación.
Facultad de Psicología. Universidad de Barcelona.
• Coll, C., Gimeno, J., y otros (1999), El marco curricular en una escuela renovada,
Venezuela: Cooperativa Laboratorio Educativo.
• Florez, R. (1999), Evaluación Pedagógica y Cognición (1ª ed.), Colombia: McGraw-
Hill Interamericana. S.A.
• Gimeno Sacristán, J., Pérez, A. (1996), Comprender y transformar la enseñanza,
Madrid (España) Editorial Morata.
• Jorba, J., Sanmartí, N. Et al (2000), Evaluación como ayuda al aprendizaje (Artículo
2: La función pedagógica de la evaluación) (1ª ed.) Barcelona (España): Graó, de
IRIF, SL.
• Ministerio de Educación de Chile (2006) Evaluación para el aprendizaje. Enfoque y
materiales prácticos para lograr que sus estudiantes aprendan más y mejor(1ª
ed)Santiago (Chile) Unidad de Curriculum y evaluación .Ministerio de educación .
• Pérez A., Gimeno J. (1996). Comprender y transformar la enseñanza. Capítulo V:
“Modelos metodológicos de investigación educativa”, Madrid (España): Editorial
Morata.
• Perrenoud, P. (2005). Diez nuevas competencias para enseñar,(3ª edición) Madrid
(España): Graó, de IRIF, SL.
• Quinquer, D., et al (2000), Evaluación como ayuda al Aprendizaje (Artículo 1:
Modelos y enfoques sobre la evaluación: el modelo comunicativo) (1ª ed.)
Barcelona: Graó, de IRIF, SL.
• Santos, M. (1996), Evaluación Educativa 1 -Un proceso de diálogo, comprensión y
mejora (2ª ed.), Argentina: Magisterio del Río de la Plata.
• Santos, M. (1996), Evaluación Educativa 2 -Un enfoque práctico de la evaluación de
alumnos, profesores, centros educativos y materiales didácticos (1ª ed.),
Argentina: Magisterio del Río de la Plata.
• Yáñez, V. (2004). El Fenómeno de la evaluación en el aula: percepción y realidad
docente, (Chile.): tesis para optar al grado de magíster en educación.
• Yáñez, V. (2004). Texto de estudio para Postítulo de Especialización en evaluación
del aprendizaje (1ª edición), Talca (Chile.): Instituto de Investigación, Desarrollo y
Capacitación.

- 21 -

También podría gustarte