Los extraordinarios progresos experimentados en el campo científico repercutieron en el terreno de
la tecnología con inventos que, en algunos aspectos, han ido transformando la vida del ser humano. Una diminuta lámina de cristal de germanio, con dos electrodos puntiformes, que integran un transistor, se constituyó en un verdadero corazón de múltiples aparatos, desde pequeñísimas prótesis para sordos, hasta los que rigen la vida de los satélites. Tres eminentes investigadores: