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Estos proyectos dependen en buena medida del plan de trabajo esbozado.

No es lo mismo,
por ejemplo, elaborar un cronograma para una indagación histórica que para otra relacionado
con la química. Ahora bien, sí que se puede definir un conjunto de aspectos estratégicos que,
más allá del área de intervención, están presentes en los proyectos de este tipo:
 Parte de un problema de investigación o hipótesis. Su herramienta base es el método
científico, con lo cual la matriz que lo alimenta es una pregunta, duda o aspecto sobre el
que no exista claridad.

 Está vinculado a un aspecto de la realidad. No es mera elucubración (meditación); las


hipótesis deben guardar relación con los aspectos de la realidad que se definen como
objetos de estudio. Del mismo modo, a la hora de traducir los resultados a material
formativo, debe hacerse teniendo en cuenta que la teoría se acerque lo más posible a la
realidad que ha sido estudiada.

 Utiliza métodos rigurosos. En un proyecto de este tipo, la recolección de la información


debe seguir cierta rigurosidad y estar contrastada y probada. De esto dependerá el éxito
de sus resultados.

 Define una o varias líneas de investigación. Por lo general, los proyectos de


investigación tienen una o a lo sumo dos líneas de investigación, que hacen referencia a
las rutas emprendidas por sus responsables. Eso no significa que sean estáticas; pueden
modificarse durante el proceso siempre que el objeto de estudio no se vea alterado ni se
modifique sustancialmente.

Un proyecto social está vinculado a la sociedad, a una comunidad de individuos que comparten
una misma cultura e interactúan entre sí.

Su objetivo gira en torno a mejorar las condiciones de vida de la sociedad. Por ello,
el aprovechamiento y seguimiento detallado de los recursos y la evolución de la
planificación, es fundamental a la hora de gestionar un proyecto social.

Detrás de ellos, suelen estar instituciones no gubernamentales con fondos muy ajustados y con
amplias necesidades que cumplir. Aquí se invierte sobre seguro, para garantizar el bienestar de
grupos sociales desfavorecidos. Por lo que hay que reducir al máximo posible la
incertidumbre. No es tanto encontrar el equilibrio entre riesgo y predicción, como en los
proyectos de innovación o investigación.
En este caso, todo debe estar muy ajustado: plazos, recursos, rutas de trabajo totalmente
optimizadas, etc. Uso de técnicas predictivas para evitar la improvisación. Las personas son
sus máximos beneficiarios.
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Los proyectos de inversión son básicamente propuestas de acciones en la que se aporta un
capital para la obtención un beneficio futuro. De ahí que la predicción a la hora de gestionarlos
debe ser lo más ajustada posible a la realidad. Sin embargo, existirá también un alto porcentaje
de incertidumbre. Metodologías como la combinada, ayudarán a buscar el equilibrio entre lo
predictivo y lo que no podemos conocer aún.
En los proyectos de inversión, los plazos y un adecuado control y seguimiento de
costes son esenciales para cumplir con los objetivos. Además, en muchos de estos proyectos
la planificación de hitos será clave para un adecuado control.

Con proyectos de gestión ambiental nos referimos al conjunto de actuaciones que previenen
o mitigan problemas en el entorno natural, para asegurar la calidad de vida y el desarrollo
sostenible. Es decir, todo aquello necesario para el equilibrio entre el desarrollo económico, la
calidad de vida, el uso racional de los recursos y la protección y conservación del ambiente.

Los proyectos de gestión ambientalpueden abarcar muchas materias. Desde la prevención


hasta la mitigación de impactos negativos, como puede ser el tratamiento de los residuos sólidos
de una ciudad, la educación en sostenibilidad de una comunidad o un programa de voluntariado
de una empresa para la conservación del entorno.
Los promotores pueden ser las autoridades, las empresas o los particulares, pero lo realmente
importante es que cuenten con objetivos realistas y estén bien planificados.
En el centro del proyecto de gestión ambiental debe estar la política medioambiental de la
organización o empresa, es decir, una declaración pública que refleja los principios de acción en
relación con la protección del medio ambiente.

Es necesario desarrollar un buen conocimiento de la situación y elaborar un diagnóstico de la


problemática a tratar. Esto puede lograrse a través de una auditoría medioambiental, que incluye
un análisis, diagnóstico y exposición de medidas a adoptar. Así se puede empezar a trabajar en
las soluciones y el calendario de planificación de tareas, responsables y plazos.

Por último, la evaluación de resultados debe contar con una serie de indicadores y parámetros
predeterminados para poder medir si se ha cumplido o no el objetivo. Suele ser interesante contar
con un asesor externo al grupo de trabajo para que pueda evaluar de forma independiente el
cumplimiento total o parcial de un objetivo puntual.

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