Está en la página 1de 5

a ministración reemplaza la orientación familiar y las

visitas de las maestras visitantes


Por C amille West , L DS .org C hurch N ews

 1 ABRIL 2018

Reemplazar la orientación familiar y las visitas de las maestras visitantes es una nueva labor coordinada, llamada
“ministración”, en la que los miembros se concentran en prestarse servicio y amarse unos a otros a la manera del
Salvador.

 Imprimir
 Compartir
PUNTOS DESTACADOS DEL ARTÍCULO

 La ministración reemplaza la orientación familiar y las visitas de las


maestras visitantes
 Ministrar es cuidar de otras personas a la manera de Cristo, y
ayudar a satisfacer sus necesidades espirituales y temporales.
 Ministrar centra los esfuerzos de los miembros mejor a fin de
ministrar como lo hizo el Salvador.

“¿Cuáles son ejemplos de [ministrar]?… Es convertirse en parte de la vida de una


persona y preocuparse por él o ella” —Hermana Jean B. Bingham, Presidenta
General de la Sociedad de Socorro
VÍNCULOS RELACIONADOS

 Aprenda más en Ministering.lds.org/spa.


 Manténganse en contacto con ella en cualquier momento, en
cualquier lugar y de cualquier manera
 La Primera Presidencia anuncia la reestructuración de los cuórums
del Sacerdocio de Melquisedec.
Durante la sesión del domingo por la tarde de la conferencia general de
abril, el presidente Russell M. Nelson anunció un importante cambio en la
forma en que los miembros se prestan servicio y se cuidan los unos a los
otros.
Los programas separados de la orientación familiar y de las maestras
visitantes son ahora una labor coordinada a la que llamaremos
“ministración”, dijo. Ministrar es cuidar de otras personas a la manera de
Cristo y ayudar a satisfacer sus necesidades espirituales y temporales.

Ministrar como lo hizo el Salvador


El ministrar enfocará de una mejor manera los esfuerzos de los cuórums
del Sacerdocio de Melquisedec y de las Sociedades de Socorro para
ministrar como lo hizo el Salvador, explicaron los líderes en discursos
subsiguientes de la conferencia.

“El combinar esos esfuerzos de la Sociedad de Socorro con el ahora


reestructurado cuórum de élderes (véase la historia relacionada) dará
lugar a una unidad que puede arrojar resultados sorprendentes”, dijo la
hermana Jean B. Bingham, Presidenta General de la Sociedad de
Socorro. La labor coordinada de ministración sirve para cumplir el deber
de “visitar la casa de todos los miembros” y de “velar siempre por los
miembros de la iglesia, y estar con ellos y fortalecerlos”
(véase D. y C. 20:47, 53) y “llevar a cabo el propósito de la Sociedad de
Socorro de ayudarnos mutuamente a prepararnos para las bendiciones
de la vida eterna”, dijo. (Véase Manual 2: Administración de la Iglesia,
2010, 9.1.1).
“Al trabajar juntas bajo la dirección del obispo, las presidencias del
cuórum de élderes y de la Sociedad de Socorro pueden ser inspiradas,
[en espíritu de oración], al buscar las mejores formas de velar y cuidar a
cada persona y familia”, dijo la hermana Bingham.

Las presidencias de los cuórums de élderes asignarán hermanos


ministrantes a cada uno de los hogares, y las presidencias de la
Sociedad de Socorro asignarán hermanas ministrantes a toda hermana
adulta. La hermana Bingham propuso que los líderes del cuórum de
élderes y de la Sociedad de Socorro deliberen conjuntamente en espíritu
de oración. Entonces, dijo, “en vez de que los líderes simplemente
entreguen pedacitos de papel”, hacen asignaciones en persona en una
conversación acerca de las fortalezas, las necesidades y las dificultades
de aquellas personas a quienes esos hermanos y esas hermanas
ministran.

¿Cuáles son ejemplos de [ministrar]?


Los hermanos y las hermanas ministrantes representan al Salvador, dijo
la hermana Bingham. Y cuando consideran cómo ministrar, se deben
preguntar: “¿Qué necesita ella [o él]?”.

“Combinando esa pregunta con un deseo sincero de servir, el Espíritu


nos guía a hacer lo que animaría y fortalecería a la persona [o a la
familia]”, dijo.

Los líderes explicaron que la ministración no abarca un mensaje mensual


fijo de las revistas de la Iglesia ni una manera establecida de mantenerse
en contacto, tales como visitas a los hogares o frente a frente, cada mes,
a pesar de que las visitas son importantes cuando sea posible.

El propósito de ministrar, como se dijo de las personas en los días de


Alma, es “[velar] por su pueblo, y [sustentarlo] con cosas pertenecientes
a la rectitud” (Mosíah 23:18), explicó el élder Jeffrey R. Holland, del
Cuórum de los Doce Apóstoles.
“… con estos ajustes queremos que nuestro cuidado e interés aumenten,
no que disminuyan”, aconsejó el élder Holland.

“¿Cuáles son ejemplos de [ministrar]?” preguntó la hermana Bingham. Es


salir a caminar, reunirse para una noche de juegos, brindar servicio o
servir juntos, charlar (en persona, por teléfono, en línea o por texto),
obsequiar una tarjeta de cumpleaños y ser animador en un partido de
fútbol, dijo. “Es compartir un pasaje de las Escrituras o una cita de un
discurso de la conferencia que pudiese tener significado especial para la
persona. Es analizar una pregunta del Evangelio y compartir el testimonio
a fin de dar claridad y paz. Es convertirse en parte de la vida de una
persona y preocuparse por él o ella”. (Véase una historia relacionada).
Incluir a los jóvenes
La hermana Bingham explicó que en la ministración se puede incluir a las
Laureles y Damitas como compañeras de las hermanas de la Sociedad
de Socorro; y que los presbíteros y maestros siguen siendo compañeros
de los poseedores del Sacerdocio de Melquisedec.

“Los jóvenes pueden compartir sus dones únicos y crecer espiritualmente


al servir junto a los adultos en la obra de salvación”, dijo. Contar con la
participación de los jóvenes aumenta también el número de miembros
que cuidan de otras personas, y los ayuda a “prepararse mejor para
cumplir sus funciones como líderes en la Iglesia y en la comunidad, así
como colaboradoras en sus familias”.

Deliberar juntos en las entrevistas de ministración


El élder Holland explicó que los hermanos y las hermanas ministrantes
ya no darán un informe mensual de visitas, sino que, en vez de ello,
deliberarán con los líderes en una entrevista trimestral “absolutamente
esencial” sobre la ministración. El número de entrevistas que los líderes
tuvieron con los compañerismos ministrantes durante un trimestre es el
único informe formal que se hará. “Sin embargo, el propósito de la
entrevista”, explicó el élder Holland, es que los líderes del sacerdocio y
de la Sociedad de Socorro conozcan “la situación espiritual y temporal de
las personas”.

“No necesitamos saber cómo hacen el contacto, dónde lo hacen ni


cuándo lo hacen; pero sí nos importa —y de cierto que al Señor también
le importa— que lo hagan y que bendigan a las personas de toda forma
posible”, dijo el élder Holland. “… un término nuevo, una mayor
flexibilidad y un número menor de informes no supondrán ni una pizca de
diferencia a menos que lo veamos como una invitación a cuidar los unos
de los otros de una manera más audaz y santa”, dijo.
“Al aceptar la oportunidad de ministrar de todo corazón a nuestras
hermanas y hermanos”, concluyó la hermana Bingham, “tenemos la
bendición de ser más espiritualmente puros, de estar más en armonía
con la voluntad de Dios y ser más capaces de comprender Su plan para
ayudar a todos a regresar a él”.
De acuerdo con una carta de la Primera Presidencia, es posible que los
ajustes sobre la ministración requieran un tiempo, pero se deberán
efectuar lo antes posible. En Ministering.lds.org/spa se proporcionan más
detalles, entre ellos respuestas a preguntas frecuentes. Durante el
transcurso de los próximos días y semanas se agregarán al sitio web
videos y otros recursos instructivos.
 SERVICIO

También podría gustarte