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Prólogo

Disimulados lectores, los llamo respetuosamente así,


porque ya no hay lectores ocupados, ni desocupados. En la
era de la globalización del capitalismo y entre tantos
deconstructivistas, posmodernos, nomadistas, etc. ya no sé
cómo llamarlos, ni qué son ustedes. Lo mismo pasa
conmigo. ¿Qué soy?, ¿qué hago? y ¿para qué? Acuden a mi
mente las palabras de Nietzsche, quien una vez dijo que había
nacido póstumamente. A todos los que intentarán injertarme
en algún tronco ideológico, les ruego que disculpen el libro
de los complejos y las frustraciones del autor, expresados en
este prólogo.
Antes escribí las Consideraciones tempestivas acerca de
la Celestina y de la Hora de todos y la Fortuna con seso
(de las cuales casi tengo terminadas su revisión y
ampliación). Mas lo largo de su título contradice lo corto de
su fortuna. Ese título rememora las Consideraciones
intempestivas, de Nietzsche; pero advierto que no soy
nietzscheano. Hubo un sólo nietzscheano y murió loco en
1900; así como --a juicio de aquél-- hubo sólo un cristiano y
murió en la cruz en el 33 d.C. A pesar de que utilizo aquí la
fenomenología de M. Heidegger, quiero aclarar que tampoco
soy heideggeriano; porque --como escribió Husserl a
Ingarden (19-11-1927)-- he llegado "a la triste conclusión de
que nada tengo que ver con la sagacidad heideggeriana, con
esa genial falta de cientificidad".
Este segundo libro intenta reivindicar a posteriori el
primero, que nació minusválido. Pero recuerden que los
impedidos también valen. Trabajo otros libros: 1) Lo Uno y
la Díada Indefinida en Plotino (revisión y ampliación de
mi tesis de maestría); 2) una segunda parte de mis
Consideraciones tempestivas...; 3) Filósofos y poetas
kairósofos; y 4) la recopilación de mis "term-papers"
durante mis estudios doctorales en Estudios Hispánicos:
Ensayos sobre literatura castellana. Mas si alguien
piensa que éstos o mi Arcesilao, filósofo kairológico, son
el fruto de la suerte, se equivoca; la Ocasión, la Fortuna y mi
ars legendi son sus coautores.

1
Unos profesores dirán que este libro es filosofía, pero no
crítica literaria; otros dirán que es crítica literaria, pero no
filosofía; mas muy pocos lectores cultos pensarán que mi
Arcesilao, filósofo kairológico pueda ser ambas cosas.
Pero estoy seguro de que todos hubiesen querido escribir un
libro como éste. Modestia aparte, merezco, por este libro, un
grado de Doctor Honoris Causa.
Empecé a redactarlo el 28-4-96. Por supuesto que no gocé
de ninguna sabática, porque no trabajo permanentemente en
ningún departamento universitario de Puerto Rico; sino que
entre mis estudios doctorales, mis trabajos como profesor a
tiempo parcial y mis cotidianidades, investigué bastante como
para componer este libro. Me pregunto qué hubiera hecho, si
hubiese disfrutado de una licencia con sueldo o de una
sabática. Quevedo diría que el mundo está al revés, aunque
luego comentaría que es al revés como las cosas salen bien.
Tampoco soy quevediano.
Durante mis últimos dos años como maestro de escuela
pública traté infructuosamente de conseguir una licencia con
sueldo para estudios doctorales; hasta escribí una carta al
Secretario de Educación, pero él no me contestó y los
burócratas encargados de estos menesteres adujeron que ni
había fondos, ni era una prioridad que un maestro de español
terminara un doctorado. Tras un año de licencia sin sueldo,
de trabajos "part time", de estudios doctorales y poco más de
una década de experiencia magisterial, renuncié al fraude del
Departamento de Educación. El dinero para costear esta
edición salió de mi bolsillo; puesto que los lectores de mi
escritura son escasos y las editoriales no se harán ricas al
publicar mis libros. Prefiero financiarlo yo mismo y que mis
aciertos y mis errores sean míos en mí.
Permítanme expresar mis expectativas a través de las
palabras de otro prólogo:

Y a este propósito dice Plinio que no hay libro, por malo que sea, que
no tenga alguna cosa buena. Mayormente, que los gustos no son todos
unos, mas lo que uno no come, otro se pierde por ello; y así vemos
cosas tenidas en poco de algunos que de otros no lo son. Y esto para que
ninguna cosa se debería romper ni echar a mal, si muy detestable no
fuese, sino que a todos se comunicase, mayormente siendo sin perjuicio
y pudiendo sacar de ella algún fructo; porque, si así no fuese, muy
pocos escribirían para uno solo, pues no se hace sin trabajo, y quieren,
2
ya que lo pasan, ser recompensados, no con dineros, mas con que vean y
lean sus obras y, si hay de qué, se las alaben. Y a este propósito dice
Tulio: La honra cría las artes.

El autor del Lazarillo no lo pudo haber dicho mejor.


Puerto Rico, mi patria, es verdaderamente una colonia y las
colonias sólo existen para explotarlas; el complejo colonial
nos fuerza a pensar que lo extranjero es mejor que lo nativo.
Espero que mi libro sea una prueba contundente de que no
hace falta doctorarse en el extranjero para aportar algo
valioso a la cultura universal. Ni siquiera soy aún un Doctor
en Filosofía y Letras, a pesar de que curso el doctorado en el
Departamento de Estudios Hispánicos. Es deplorable
contemplar cómo algunos colegas puertorriqueños repiten el
mismo esquema de explotación del que fueron víctimas
muchos años atrás. Quizás alguien piense que debí haber
sido más diplomático en este prólogo, para así granjearme la
simpatía de ciertos cocorocitos académicos; pero si Arcesilao
tuviese razón acerca de la preeminencia del impulso sobre el
asentimiento, entonces los que están predispuestos contra mí
hallarán, en su ceguera, argumentos para soslayar este libro.
De las traducciones que no tienen indicación alguna de
autoría, soy responsable. La Dra. María Concepción
Hernández me ayudó con la traducción de los pasajes de
Lactancio. Agradezco mucho la ayuda de mis amigos
Eduardo González y Maribel Prieto, Nelson García y Sara
Calderón, Eleuterio Santiago y Ilia Rodríguez, quienes desde
USA me envían rápidamente los artículos que les pido. ¡Eso
es una muestra de amistad! Manuel Martínez, el encargado de
los préstamos interbibliotecarios de la Biblioteca General
José M. Lázaro, y sus empleados merecen una especial
mención y el agradecimiento de mi parte, porque han sabido
combinar magistralmente la eficiencia con la cortesía, cuando
les llevo mis pedidos. Tanto el Sr. Martínez como yo somos
padres por segunda vez: él, de una niña; yo, de otro libro.
Durante el año académico '96-'97 el Prof. Ramón Felipe
Medina me otorgó la oportunidad de trabajar como profesor
del Departamento de Estudios Hispánicos, de la Universidad
de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras; siempre lo recordaré
con afecto. Finalmente agradezco de corazón la colaboración
de Elizabeth Muñoz, mi esposa, en la maduración de mi

3
carácter como ser humano y, por accidente, como escritor.
Vale.

4
La sepia Arcesilao

Algunos cínicos compararon a Arcesilao de Pitane con una


sepia y su (epojé), con la tinta de ésta. Numenio de
Apamea transmite esta doxografía y el contexto de la misma
es el intento de identificar el proteico arcesilismo con alguna
corriente filosófica previamente conocida. Aquél afirma:
Por lo tanto se le habría llamado pirrónico a causa de sus pirronismos y
por respecto a su amante aceptó ser llamado también académico. Era,
pues, pirroniano, salvo que sin nombre, pero de académico sólo tenía la
denominación. Porque no confío en lo que dice Diocles de Cnido en las
tituladas Conversaciones. Según dice, cuando los discípulos de
Teodoro y de Bión el sofista, apoyándose en los filósofos, no dudaron
en refutarle por todos los medios, Arcesilao, para evitar dificultades y
por temor (pues no tenía ninguna doctrina que mostrar), como la sepia
arroja su tinta, arrojó ante sí la 'suspención del juicio'. Lo dicho, pues,
yo no lo creo (fr. 2 [262]).1

Numenio no creyó que Arcesilao 1) haya estado temeroso de


ser refutado por unos cínicos; 2) no contara con alguna
doctrina original; 3) inventara la suspención del juicio (epojé)
para ocultar su ignorancia. Para mentar la invención de la
epojé se usa este simil: "como la sepia arroja su tinta, arrojó
ante sí la 'suspención del juicio'" (
).
Cuando la jibia teme ser atrapada, se oculta en la mancha de
tinta que antes ha diseminado en las aguas que la rodean. Mi
propósito es mostrar que los alumnos de Teodoro y de Bión,
al haber comparado a Arcesilao con una sepia, dijeron más de
lo que tal vez se propusieron decir. Hay una mayor verdad en
la analogía entre el Fundador de la Academia Media y la
sepia. Si el Sabio de Pitane se compara con una sepia,
entonces se compara con un molusco o pez. Mas, ésta no

1 Numenio de Apamea, Fragmentos y testimonios. En adelante,


después del número del fragmento, seguirá el de la página de esa edición.
5
será la única vez cuando algún contemporáneo de Arcesilao
haga una analogía entre éste y los peces.
Numenio, al citar unos versos del estoico Aristón de Quíos
y otros del escéptico Timón de Flío, se esfuerza por pescar al
versátil y escurridizo Arcesilao en una denominación
filosófica:

"Por esto también se decía de él, a modo de canto, cierto


verso paródico e insolente:

Platón por delante, Pirrón por detrás y en medio Diodoro.

Pero Timón dice también que se equipó habiendo adquirido


de Menedemo la formación erística, puesto que afirma de él:

Teniendo de una parte bajo su pecho el plomo de


Menedemo corrió hacia Pirrón, todo carnes, o hacia
Diodoro.

Por lo tanto habiendo combinado las sutilezas de Diodoro,


que era un dialéctico, y los razonamientos de Pirrón y su
escepticismo, dispuso la elocuencia del discurso platónico
como si fuese una charla necia y afirmaba y se contradecía e
iba de aquí para allá, a la buena de Dios, inconstante y
confuso, y al mismo tiempo astuto y temerario; sin saber
nada, como él mismo decía, puesto que era un hombre
cándido."

Interrumpo la exposición de Numenio para citar un extenso


comentario pertinente para la comparación de Arcesilao con
una sepia. El verso del cínico Menedemo me ha ofrecido la
ocasión para reforzar la imagen ictomórfica de Arcesilao.
A.A. Long comenta acertadamente:
As Diels, unlike Wachsmuth, recognized, one episode in the Silloi was
a fishing scene. This showed the vain attempts of Zeno of Citium, 'the
greedy old Phoenician fisher woman', to catch philosophical fish in a
net of fine mesh, a satirical representation of Stoic dialectic. One of the
fish was certainly Arcesilaus whom Timon has saying: 'I shall swim to
Pyrrho and to crooked Diodorus'. The leader of this shoal of fish was
the eloquent and very large 'mullet' ( ), Plato. Since

6
Arcesilaus claimed to be an Academic in the true Platonic tradition it is
appropriate that he should be led by the big fish Plato.
It is more difficult to decide on the correct interpretation of two
further verses about Arcesilaus:

Diog. BF: Diog. P, Numen. Numen.:


Meineke.

'Having Menedemus as lead in his heart, he will hurry either to the


whole flesh, Pyrrho, or to Diodorus.' , 'lead', helps to confirm
that this passage too is from the fishing scene. At Iliad 24.80-82
is the lead weight mounted on ox horn ( ) 'which
brings death to fish' ( ). Timon's first line is
also modelled on Od. 5.346-7 ,
or , Leucothoe's instruction to
Odysseus to leave his boat and swim, wrapping her veil around his
chest. Both epic texts may help to interpret the description of
Arcesilaus. Numenius, one of the sources of these lines, explains the
reference to Menedemus thus: 'Timon says that Arcesilaus received
dialectic from Menedemus and was fitted out by him.' Unlike Diels I do
not think that Menedemus or Pyrrho or Diodorus are themselves
represented as fish here: we should suppose that Menedemus is a
fisherman who has so attracted the swimming Arcesilaus that he has
swallowed him, hook, line and sinker. Pyrrho and Diodorus represent
alternative sourcers of nourishment for the fish Arcesilaus. As 'all flesh'
Pyrrho offers unrivalled attraction. But Diodorus should be, in Timon's
satire, quite different fare.
We have one line, quoted by Galen, of an unspecified 'representation'
used by Timon: .
Slight flesh, many bones' would make a most suitable contrast to the
'all flesh' Pyrrho, and I conjecture that it refers to Diodorus. It is likely
that Ariston's famous epigram of Arcesilaus, 'Plato in front, Pyrrho
behind, Diodorus in the middle', was known to Timon. But it is not in
Timon's manner to associate Pyrrho with any group of philosophers.
He offers us a onesided relationship according to which only a few other
philosophers, and not members of the Academy, may approximate to
Pyrrho.
Timon was careful to distinguish Arcesilaus very sharply from
Pyrrho. Arcesilaus is dismissed as a mere rabble rouser who gives
himself airs not the least justification. So far as I can judge, Timon

7
does not present any member of the Socratic tradition in a kindlier
fashion than he uses in handling the Stoics.2

Si Arcesilao es como una sepia y su suspención del juicio


como la tinta de la jibia, entonces Arcesilao es difícil de
pescar en alguna red o anzuelo filosófico. El filósofo cuya
doctrina fundamental se compara con la tinta de la jibia, no
escribió obra filosófica alguna. En este aspecto hay una
imitación de Sócrates quien no escribió libro alguno y fue
comparado con el pez torpedo (Men., 80a, c). Notemos que, a
pesar de que Aristón trata de confundir a Pirrón con
Arcesilao, Timón los diferencia. Esta no será la última vez
cuando la identidad y la diferencia confluyan ambigüamente
en la figura del Sabio de Pitane.
Prosigo con la exposición de Numenio acerca del cariz
proteico de la filosofía de Arcesilao. Al haberse éste
mostrado como un hombre de inteligencia común y corriente:

Después se mostraba como si fuese semejante a los doctos,


imaginándose fértil en recursos por efecto de la apariencia pura de sus
palabras. Lo mismo que se ignoraba del homérico hijo de Tideo en cuál
de los dos campos estaba su lugar (si había partido formando parte de
los troyanos o de los aqueos), igualmente desconocido quedaba
Arcesilao. Porque nunca pudo tener una sola postura y decir lo mismo,
ni pensaba que esto pudiera ser atributo de un hombre diestro. Por
consiguiente se llamaba:

Sofista terrible y degollador de los inexpertos.

Porque, igual que las Empusas, encantaba y seducía con los simulacros
de sus discursos, productos de la preparación y del estudio y ni él
mismo sabía nada ni se lo permitía saber a los demás. Espantaba y
perturbaba y, llevándose la palma del sofisma y del fraude retórico, se
alegraba con el insulto y se jactaba de modo asombroso por no saber
qué es lo feo o lo bello, ni lo que es el bien o el mal, y si uno u otro
caía en la conciencia, aun habiendo afirmado esto, cambiaba de nuevo y
le daba la vuelta de más modos que los que había previsto. Cortándose,
pues, como una hidra y cortado por sí mismo, era confusamente ambas
cosas, puesto que también necesitaba irreflexivamente de ellas como una
de otra, y sin embargo satisfacía a los oyentes, al ofrecer al mismo
tiempo un bello rostro a los que corrían a oírle. Era, por tanto,

2 "Timon of Phlius", 79-80.


8
agradabilísimo de oír y ver, ya que se habían acostumbrado a admitir sus
discursos que provenían de un hermoso rostro y boca, junto con unos
ojos que tampoco carecían de afabilidad. Empero no se deben
simplemente escuchar estas cosas, sino que es necesario saber también
cómo fue desde el origen (fr. 25 [260-261]).

Numenio comenta que así como se ignoraba dónde estaba el


hijo de Tideo (sí entre los troyanos o los aqueos), igualmente
desconocido era el cariz de la filosofía de Arcesilao; porque
éste gustaba de ocultarlo. Homero dice: "En cuanto al Tidida,
no hubieras conocido con quiénes estaba, ni si pertenecía a
los teucros o a los aqueos" (Il., 5.85-86).3 Arcesilao prefería
ocultar el cariz de su filosofía durante sus polémicas con
otros filósofos. Su comparación con un héroe homérico está
temáticamente relacionada con la analogía del mismo con una
jibia. Eliano compara el arrojamiento que las sepias hacen de
su tinta, con el ardid de Posidón para ocultar a Eneas de la
vista de Aquiles: envolverlo en una nube (Hist. anim., 1.34).
Plutarco compara también el medio de autodefensa de las
sepias con la nube lapislázuli con la cual los dioses
homéricos frecuentemente se apoderan de quienes prefieren
salvar de la muerte en combate (De soll. anim., 978ab26). El
Fundador de la Academia Media gusta de ocultar
camaleónicamente la tendencia de su filosofía. Para algunos
fue estoico: "Pitane quam Arcesilaus Stoicus (v. 1. sophicus)
inde ortus prudentiae suae merito in lucem extulit" (Solin. 62,
10 M); pero para otros fue cirenaico: "Arcesilas Scythi filius
Pitanaeus, Cyrenaicus philosophus perfectissimus fuit, qui
Academiam primus invenit" (Schol. Pers. 3.79).4 La verdad
arcesiliana es, a la vez, ocultación y desocultación. Diógenes
Laercio dice que Arcesilao era liberal en dar lo que tenía,
pronto a hacer beneficios y amigo de ocultarse sin vanidad
alguna (

[4.37]). Plutarco indica que el aprendizaje es


anamnesis: "Si la verdad, según la substracción del olvido, es
encuentro con lo ente" (
[frag., 217i]). Heidegger
3La Ilíada, 77.
4 Mekler, Academicorum Philosophorum Index
Herculanensis, 63.
9
dice: "Finalizamos la aclaración del contraste y, al unísono, de
la unidad entre ser y apariencia con una frase de Heráclito
(frag. 123): : el ser (el aparecer
surgiente) tiene en sí mismo la inclinación a ocultarse."5
Como la del Oscuro, la filosofía del Sabio de Pitane
recomienda la ocultación; como el Ser heideggeriano, la epojé
arcesiliana es un juego de ocultamiento y desocultamiento, a
la vez. La jibia es una metáfora viviente de la ontología de
Arcesilao y Heidegger. Éste añade: "La inmediata
proximidad de y revela, al mismo
tiempo, la intimidad del ser y de la apariencia, unidos en tanto
se hallan en mutuo conflicto."6 Lactancio dice acerca de
Arcesilao: "Pero siendo un hombre versado, quiso arrebatar
el conocimiento a las demás filosofías para esconderlo en su
secta." (Sed homo versutus, cæteris philosophis voluit
scientiam eripere, ut eam domi absconderet [divin. inst.,
3.6.15]). San Agustín dice: "Arcesilas fué el primero que
ocultó su propia sentencia, para dedicarse a refutar a los
estoicos y epicúreos" (Arcesilas enim qui primus occultata
sententia sua, nihil aliud istos quam refellere statuit....
[Epist., 118.16]).7 El Obispo de Hipona en otro libro
asegura que los académicos solían ocultar su doctrina, sin
descubrírsela a nadie, a menos que llegara con ellos a la
ancianidad (Contr. acad., 3.20.43). En Arcesilao, Heidegger
tiene un precursor de su epojé.
Aristón parodia al Sabio de Pitane, asiduo lector de los
poemas homéricos (DL, 4.31), con los versos de la Ilíada
6.179ss, los cuales describen la: "Quimera, ser de naturaleza
no humana, sino divina, con cabeza de león, cola de dragón y
cuerpo de cabra, que respiraba encendidas y horribles
llamas." Y Amisodaro fue quien "alimentó a la indomable
Quimera, causa de males para muchos hombres" (ib.,
16.328). El Fundador de la Academia Media es como una
5 Introducción a la metafísica, 151-152. M. Mindán Manero
comenta: "La famosa frase de Heráclito de que 'a la naturaleza le gusta
ocultarse' ( ), es la expresión del
convencimiento de muchos filósofos ante la resistencia que ponen las
cosas a ser conocidas" ("El fundamento de la conducta en el
escepticismo griego", 227).
6 Ibid., 152.
7 Obras de San Agustín, 8.859.
10
Quimera. Arcesilao se llamaba a sí mismo: "Sofista terrible y
degollador de los inexpertos". Las comparaciones que
Numenio hace de Arcesilao con las Empusas y la Hidra
concuerdan con los rasgos taratomórficos de la Quimera. La
Hidra de Lerna era el vástago de Tifón y Equidna; era una
serpiente de varias cabezas (cinco o seis) y su sangre,
venenosa. Su aliento era mortífero. Heracles le cortó sus
cabezas con una especie de cimitarra y untó sus flechas con
su sangre para envenenarlas. Arcesilao era un sofista terrible
y degollador de inexpertos, porque era a la vez Heracles e
Hidra de Lerna: "Cortándose, pues, como una hidra y cortado
por sí mismo, era confusamente ambas cosas..." En cuanto a
la comparación con la Empusa, ésta era un espectro del
séquito de la diosa Hécate.

Pertenece al mundo infernal y es causa de frecuentes terrores nocturnos.


Puede presentar toda clase de formas, y se aparece especialmente a las
mujeres y los niños para asustarlos. Pasaba por tener un pie de bronce.
Se alimentaba de carne humana y a menudo para atraer a sus víctimas,
adoptaba la figura de una mujer joven y hermosa.8

El Sabio de Pitane sería una especie de cuco para ciertos


filósofos pueriles. La efusión de la negra tinta por parte de la
sepia se parece a la puesta de la noche cuando aparecen las
Empusas. A la epojé arcesiliana se le presenta la objeción de
la imposibilidad de obrar, desde el momento cuando se niega
el asentimiento. "Por eso, el que suprime la percepción o el
asentimiento, condena la vida humana a la más absoluta
inacción" (Cic. Acad., 2.12.39 [70]). A esta objeción un
epicúreo la nombraba "Gorgona" (Plut., Adv. Col., 1122a25).
Para saber más acerca del rasgo elusivo del arcesilismo,
indaguemos qué pensaban los zoólogos de la antigüedad
grecorromana acerca de la sepia. Comencemos por Eliano,
quien dice:
Cuando los pescadores expertos en estos menesteres se disponen a
pescar la sepia, ésta, al darse cuenta, expulsa la tinta de su cuerpo, la
echa sobre sí misma, se envuelve en ella y se hace totalmente invisible
con lo cual queda burlada la perspicacia usual del pescador: ella está ante
sus ojos, pero él no la ve. De esta misma manera Posidón, como cuenta

8 Grimal, Diccionario de mitología griega y romana, 155.


11
Homero (Il. 20.321ss.), envolviendo a Eneas en una nube, engañó a
Aquiles (
[Hist. anim., 1.34]).9

He aquí otra analogía épica: la sepia y su expulsión de tinta se


compara con el envolvimiento de Eneas en una nube por
parte de Poseidón, para ocultar al futuro fundador de Roma
del iracundo Pelida. El texto homérico dice que Posidón
cubrió de niebla los ojos del Pelida y arrebató al teucro
alzándolo de la tierra; aunque no dice literalmente que Eneas
haya sido envuelto en una nube, no obstante se infiere que si
lo arrebató, alzándolo de la tierra, lo hizo así en una nube. El
Neptuno griego se compara con la sepia, la nube con la tinta,
y Aquiles con el pescador. Tanto Poseidón como la sepia
tienen en común el mar. La función de la tinta es hacer
imperceptible la sepia ante la mirada del pescador, a pesar de
que la jibia permanezca en el mismo lugar. Si readaptamos
las palabras de Eliano al símil Arcesilao qua sepia, podríamos
decir que cuando los lógicos estoicos se disponían a refutar a
éste, él suspende camaleónicamente el juicio y se hace
totalmente irrefutable, al coincidir con los postulados
filosóficos de sus adversarios. Así queda burlada la
perspicacia del dialéctico estoico: el arcesilismo estaba ante
su consideración, pero el dialéctico estoico no lo discernía.
Aunque presente, (a)parece ausente; su presencia se nota con
su ausencia. Y es irónico que la jibia, que oscurece con su
tinta la visión de los pescadores, si es pescada: "¡Ea! En
seguida; manda que le quiebren los ojos. Como hacen los
cocineros con las jibias."10 Apicio señala: "Cogerás las
sepias así como están con su tinta, para en seguida hacerlas
cocer."11 El molusco que se protege al causar con su tinta
una ceguera temporal, al haber sido pescado, primero le sacan
los ojos y luego lo cocinan en su propia tinta. Aristófanes
alude a la autodefensa de la jibia para expresar el miedo: "De
miedo, cantidad de hollín / me soltó encima el saco, como una

9 Historia de los animales, 1.91-92.


10 Plauto. Obras completas, 1057. Age nunc, jam, / Jube oculas
elidere, itidem ut sepiis faciunt coqui (Rudens, 3.659).
11 Accipies sepias sic quomodo sunt cum atramento suo, ut simul
coquantur (5.195 [Thesaurus Linguae Latinae, 3.1092]).
12
sepia" (Ach., 351).12 Aquél compara la sepia con la blancura
de una mujer (Ec., 126). Las sepias son blancas, pero su tinta
es negra; Arcesilao qua sepia es de frente Platón y por detrás
Pirrón. Cicerón menciona la efusión de tinta de las jibias
como un medio de "self-defense" que combina la fuga con la
ocultación:

Y además vemos esto: que contra la violencia y el miedo cada animal se


defiende con sus propias armas, los toros con los cuernos, los jabalies
con los dientes, los leones a mordiscos, unos se protegen con la fuga,
otros ocultándose; las sepias con la efusión de una tinta negra (aliae
fuga se aliae occultatione tutantur, atramenti effusione sapiae), y los
torpedos con el torpor (De nat. deor., 2.50.127).13

Plinio el Viejo dice acerca de las sepias: "Pero ambos,


cuando perciben que serán aprehesados, expulsan una tinta,
que éstos contienen en vez de sangre, oscurecen el agua y se
esconden" (Hist. nat., 9.44.84).14 Aristóteles dice que los
moluscos y los cangrejos son de baja temperatura, sin sangre,
y se ven refrigerados por el agua circundante (De iun. et sec.,
477a4). Y la sepia es un molusco. Plinio dice: "La tinta de la
sepia es tan fuerte que Anaxilao informa que añadida a una
lámpara la luz primera se extingue, y lucimos como
Etiopes."15 Diógenes Laercio informa que Aristón, "...solía
atacar a Arcesilao y al ver en cierta ocasión un asombroso
toro que tenía matriz, dijo: '¡Ay de mí, le ha llegado a
Arcesilao la refutación contra la evidencia'." J. von Arnim
considera que el pasaje que sigue inmediatamente a ése

12 Los Arcanienses, 39. "Vierte miel en la morcilla, / ve asando las


sepias" (Arch. 1040 [ibid., 71]).
13 Sobre la naturaleza de los dioses, 102.
14 Ambo autem, ubi sensere se adprehendi, effuso atramento quod
sanguine his est infuscata aqua absconduntur (Natural History,
3.218-219).
15 Sepiae atramento tanta vis est, ut in lucernam addito Aetiopas videri
ablato priore lumine Anaxilaus tradat (ibid., 32.52.141). Isidoro la
misma sentencia (Isidori Etymologiarum, 32.52.141). Isidoro
repite: Sepia dicitur, quia sepibus interclusa facilius capitur: in coeundo
obscenum genus; ore enim concipit sicut vipera. Cuius atramento tanta
vis est, ut lucernae addito Aethiopas videri ablato priori lumine quidam
tradant (ibid., 12.6.46).
13
también trata del arcesilismo: "A un académico que afirmaba
no aprehender nada, le dijo: '¿Acaso no ves al que se sienta
cerca de ti?', y al negarlo dijo: '¿quién te cegó, quién te quitó
los rayos de la luz?'" (DL, 7.162-163).16 Quien cegó al
académico y le quitó los rayos de la luz de la aprensión
comprensiva fue el Fundador de la Academia Media, quien
ha sido comparado con una jibia. Ovidio dice también que la
jibia tiene tinta por sangre: "La jibia, lenta en huir, cuando
casualmente ha sido atrapada en aguas poco profundas -teme
ella las manos que están a punto de cogerla, vomita negra
sangre manchando el mar y se aleja engañando a los ojos que
la persiguen" (Hal. 19-23).17
Al compararse a Arcesilao con la sepia, cuya expulsión de
tinta es para protegerse, parece prima facie que se refuerza la
idea de que aquél inventó la suspención de juicio para
defenderse de las posibles refutaciones cínicas y estoicas.
Aristóteles y Plinio pensaron que la tinta de la sepia era su
sangre, y si la epojé arcesiliana es como la tinta de la sepia;
entonces la suspensión del juicio es "la sangre del espíritu"
del arcesilismo; es tan vital como la tinta para la jibia. Parece
que el Sabio de Pitane revaloró camaleónicamente el mote de
"Sepia" que ciertos cínicos le pusieron; probablemente a
partir de ese momento él mismo se hizo llamar así: "La sepia
Arcesilao". Según Cicerón, Arcesilao pensaba, como
Demócrito, que nada pertenece a la verdad, y que todo,
finalmente, está rodeado de tinieblas (earum rerum
obscuritate [Acad., 1.12.44 {39}]), y sostenía también que
nada hay que pueda saberse, ni siquiera lo único que
Sócrates admitía; y opinaba, en consecuencia, que todo está
oculto a nuestro ojos y que no existe cosa alguna que pueda
verse o comprenderse (sic omnia latere censebat in occulto,
neque esse quidquam quod cerni aut intellegit posset [ib.]).
Cicerón comenta después: "Admitamos, si queréis, esa
16 E l estoicismo, 2.353.

(Stoic. Vet. Frag., 1.78, frag. 346).


17 Poesía latina pastoril de caza y pesca, 60. Sepia tarda fugae,
tenui cum forte sub unda / Deprensa est, iam iamque, manus timet illa
rapaces, / Inficiens aequor nigrum vomit illa eruorem / Avertitique vias
oculos frustrata sequentis (Ovid, 310-312).
14
ignorancia de los antiguos; pero ¿es que no ha habido ningún
progreso en las investigaciones desde que Arcesilao,
censurando a Zenón, según se cree, porque no descubría nada
nuevo y se limitaba a corregir a los filósofos anteriores
cambiando sus palabras, quiso reducir a la nada sus
definiciones cubriendo de tinieblas las cosas más evidentes?
(dum huius definitiones labefactare volt conatus est
clarissimis rebus tenebras obducere? [ib., 2.6.16 {54-55}]).
Cicerón añade:

Y aunque todo conocimiento está erizado de grandes dificultades y la


oscuridad que rodea a las cosas, unida a la debilidad de nuestros juicios
(etsi enim omnis cognitio multis est obstructa difficultatibus, eaque est
et in ipsis rebus obscuritas et in iudiciis nostris infirmitas), es tal que
los filósofos más sabios del pasado desconfiaban, y no sin motivo, de
llegar a conocer lo que querían, no por eso abandonaron ellos la partida,
no nosotros, aun vencidos por el cansancio, renunciaremos al deseo de
saber (ib., 2.3.7 [48]).

Y: "¿Pretendemos acaso sumir en tinieblas el espíritu? (non


enim lucem eripimus) No; nos limitamos a decir que esas
apariencias que vosotros consideráis "perceptibles y
comprensibles" a nosotros nos parecen verdaderas, siempre
que sean probables" (ib., 2.32.104 [111]). Arnobio se
pregunta quién si no Arcesilao es quien dice que nada se
comprende por el hombre y que todas las cosas están
envueltas en ciegas tinieblas o finalmente Carnéades o
alguien más devoto de la Antigua o de la Nueva Academia
(qui nihil ab homine comprehendi atque omnia caecis
obscuritatibus involuta non Arcesilao Carneadi non alicui
denique Academiae veteris recentiorisque cultori? [Adv. nat.,
2.9]). Pero la luz brilla en las tinieblas; luego la oscuridad no
sólo es para ocultar, sino también para resaltar el brillo. El
Ser y la Nada se copertenecen. La sepia y el Fundador de la
Academia Media se parecen en que ambos son figuras
camaleónicas.
Aristóteles, cuando trata de la sepia y su tinta, añade que el
pulpo está equipado con semejante mecanismo de defensa, y
que además exhibe un camuflage cromático, del que la jibia
también disfruta.

15
De los moluscos, la sepia es la especie más astuta; ella es la única
especie que utiliza la tinta para ocultarse y no solamente por miedo
(
); pues el pulpo y
el calamar sueltan la tinta a causa del miedo. Sin embargo, todos estos
animales no descargan jamás la totalidad de su tinta; y después de la
expulsión, el licor les crece de nuevo. La sepia, como acabamos de
decir, utiliza a menudo su tinta para ocultarse, y después de haber hecho
amago de avanzar vuelve hacia atrás introduciéndose en la tinta (

). Además, con sus largos tentáculos captura no solamente a los


peces pequeños, sino a veces incluso a mújoles. El pulpo es un animal
estúpido (pues se acerca a la mano que se sumerge en el agua), pero es
cuidadoso de su morada. En efecto, reúne todo lo que coge en el
escondrijo en que habita, pero cuando ha devorado todo lo útil arroja las
conchas, los caparazones de los cangrejos así como pequeñas conchas y
espinas de los pececillos. Captura los peces cambiando de color y
tomando el de las piedras de su entorno (
). Y
lo mismo hace cuando tiene miedo. Algunos dicen que la sepia también
lo hace, pues aseguran que coge así el color del lugar en que vive
(
). De los
peces, sólo hace esto el pez ángel, pues cambia de color igual que el
pulpo (Hist. anim., 621b30-622a15). 18

El Estagirita discierne dos causas del arrojamiento de la tinta:


1) por mor del ocultamiento mismo ("De los moluscos, la
sepia es la especie más astuta; ella es la única especie que
utiliza la tinta para ocultarse y no solamente por miedo"; "La
sepia, como acabamos de decir, utiliza a menudo su tinta para
ocultarse"; y 2) por causa del miedo. El acusativo se
usa ahí como preposición de genitivo, con la significación de

18 Investigación sobre los animales, 528-529. La jibia es, para


otros, tan astuta como el Estagirita asegura: "Ciertamente, también la
astuta sepia halla mañosamente su presa. De su cabeza crecen delgados
gajos extendidos hacia adelante, como trenzas de cabello, con los cuales
asimismo, inclinada hacia adelante en la arena y escondida bajo la
concha, atrae hacia sí los peces, exactamente como con sedales, y los
pesca. Con aquellas trenzas también, cada vez que las olas se enfurecen
durante mal tiempo, se aferra a las rocas, igual que una nave con sus
amarras en las rocas costeras" (Halieutica, 2.120-124).
16
por, a causa de, en favor de. El sintagma preposicional
puede interpretarse heideggerianamente
como el sintagma nominal . El don del
ocultamiento se disfraza camaleónicamente en miedo. Otra
indicación de que la expulsión de la tinta por parte de la sepia
no se debe unívocamente al miedo, sino por mor del
ocultamiento, son las palabras de Artemidoro: "'Sepia': 'Ella
por sí sola ayuda a los peces a escapar con una tinta, con
cuyo uso a menudo se salva.' Menciona este sueño también
Antifonte de Atenas" (De som., 1.14.109 [DK, 87B78]).19
La imagen de la sepia queda asociada con dos sofistas,
Antifonte y Arcesilao. Sendos cefalópodos son maestros del
camuflage; los dos sofistas, de la oportunidad. Si
repensamos la analogía entre la epojé de Arcesilao y la tinta
de la sepia, podríamos decir que ideó la epojé por mor del
ocultamiento mismo y no necesariamente por miedo de sus
contrincantes filosóficos. Recordemos que el Sabio de Pitane
acostumbraba ocultar muy modestamente sus favores (DL,
4.37). Tal vez el mismo Arcesilao o alguno de sus discípulos
usó por vez primera la imagen de la sepia expulsante de la
tinta para ilustrar lo propio del arcesilismo, o quizá sus
adversarios. La sepia es el emblema del arcesilismo.
Plutarco comenta de la jibia que:

Además, entre los muchos ejemplos del ponerse en guardia ( ),


de precaución ( ) y de huida ( ), es indigno de
soslayar el de la sepia; pues tiene el llamado mytis, lleno del fluido
negro que llaman 'tinta' ( ), al lado del cuello. Cuando es
sorprendida, la artera ( ) sepia expulsa la tinta para que la mar
quede turbia y ocasiona una oscuridad alrededor de ella, mientras se le
escurre y huye de la mirada del cazador. E imita así a los dioses de
Homero, quienes frecuentemente se apoderan de y substraen, 'con una
nube lapislázuli', a quienes prefieren salvar. Pero basta con esto
( ' '

[De soll animal., 978ab26]). 20

Si la epojé de Arcesilao es como la tinta diseminada en el


agua por la sepia para ocultarse, y si la tinta expelida en el
19 Piqué Angordans, Sofistas, 235.
20 Moralia, 12.430-432.
17
agua por la sepia para ocultarse es como el ocultamiento con
nubes, practicado por los dioses homéricos en favor de
quienes amaban, entonces algún ocultamiento con nubes,
practicado por los dioses homéricos con quienes amaban, es
como la epojé de Arcesilao. Mas, ¿el ocultamiento practicado
por cuál dios? ¿Acaso por el Olímpico Kairós? Pero de éste
no hay siquiera un mito clásico conservado. Mas, la epojé
arcesiliana se asemeja a una praxis divina, heroica y épica.
Me propongo mostrar que el dios que envuelve en una nube
de escepticismo y arrebata platónicamente al Sabio de Pitane
es Kairós. La epojé arcesiliana es una imitatio deorum.
Ateneo de Náucratis repite lo que dijo Fanocrito:
"Arcesilao era amante de las uvas" (
[3.244]).21 Esta
caracterización revincula al Fundador de la Academia Media
con la sepia, porque los huevos que pone la hembra -dice el
Estagirita- son como un racimo de uvas:

Las sepias ponen también huevos parecidos a bayas de mirto grandes y


negras ( ): están pegados unos a
otros, formando como un racimo de uvas ( ) enlazados alrededor de
uno solo, y no es fácil separar los unos de los otros. En efecto, el
macho echa sobre ellos un líquido pegajoso ( )
que los vuelve viscosos. También estos huevos aumentan de volumen:
al principio son blancos, pero cuando el macho arroja sobre ellos el
semen ( ), aumentan de tamaño y se vuelven negros (Hist. anim.,
550a10-16).22

Otra vez se predica de las sepias el camuflageante cambio de


color, mas esta vez de blanco a negro. Las sepias, como los
pulpos, mudan de color, al huir, para protegerse. En otro libro
Aristóteles afirma que los cefalópodos machos vierten su
lechilla sobre las ovas de sus hembras, al igual que los peces
machos hacen con sus huevos, y así se convierten en algo
compacto y viscoso (Gen. anim., 758a16-17). Esto es un
mecanismo de defensa para la hueva. Luego, la tinta de la
sepia macho no sólo sirve para ocultarse del enemigo, sino

21 The Deipnosophists, 3.244. Plutarco dice lo mismo: "...ni al


amante de las uvas, como Arcesilao..." (Quaest. conv., 4.2.668a
[Obras morales y de costumbres, 4.211]).
22 Investigación sobre los animales, 276.
18
para fertilizar la hueva, depositada por la sepia hembra, y para
aglutinarlos como un racimo de uvas. En griego
(semen genitale) y (atramentum) son homónimos y
en ciertos lugares de los escritos zoológicos aristotélicos se
usan indistintamente. H. Bonitz dice: "6. - pro
scribendum 12.544a4. 18.550a15, cf. p. 332a36.
-v1 Bk exhibuit ad 1.509a20. 5.540b31.
13.567b4."23 Y de nuevo:

- inconstante scriptura vocabulorum , - , factum


est, ut bis pro textui insertum sit
(v 1 ), semen 18.550a15.
(v 1 ), semen 12.544a4. cf.
I 470 et . 24

Su tinta es semen y éste es aquélla. Tinta que es sangre y


esperma a la vez. La epojé arcesiliana es tan vital como la
sangre y tan fecundante como el semen; no es meramente un
medio de evasión contra los cínicos y los estoicos. El lógos
estoico fue llamado (verbum
seminale). Gracias al vocablo semen podemos pensar ahora
que la epojé arcesiliana es una especie de seminación que es
tanto inseminación como diseminación. Si a la luz de todo
esto pensáramos en la filosofía moderna, diríamos que la
intención husserliana es la extención heideggeriana. J.P.
Sartre se dio cuenta de ello.25 J. Derrida enseña que el signo
oral es tan "gráfico" como el signo escrito, y que aquél no
exhibe superioridad ontológica alguna sobre éste. ¡Cuán
paradójico es que el Sabio de Pitane no haya escrito obra
alguna de filosofía (no derramó tinta; su diseminación fue
oral), pero haya sido comparado con la diseminante sepia!
La predilección de Arcesilao por el fruto de la vid y la
apariencia de racimo de uvas de la sepíada hueva revincula a
aquél con la imagen de la jibia. Aristóteles repite:

23 Index aristotelicus, 332.


24 Ibid.
25 "Una idea fundamental de la fenomenología de Husserl: la
intencionalidad", en E l h o m b r e y l a s c o s a s . S i t u a t i o n s 1 , 25-
27.
19
La sepia queda preñada en primavera y desova al cabo de quince días.
Una vez que ha puesto los huevos, en otros quince días se hacen como
granos de un racimo de uvas ( ) que se abren y salen las
pequeñas sepias. Si se practica una incisión alrededor del huevo antes de
romperse pero cuando las sepias están ya enteramente formadas, éstas
proyectan un excremento y cambian de color, pasando del blanco al rojo
por efecto del miedo ( [Hist. anim., 550a27-30]). 26

La hueva de la sepia produce un tinte rojo cuando se corta su


cubierta protectora; semejantemente la uva produce un tinte
rojo cuando se corta su corteza y se exprime. Al decirse que
Arcesilao era un no sólo se afirma que era
amante del racimo de uvas y del vino que se genera de éste,
sino que se le vincula una vez más con la sepia, a través de
sus huevos, los cuales expelen, en señal de miedo, cierta tinta
rojiza. El color del vino, el de la tinta de la hueva cuya
cubierta ha sido rota, y el de la sangre es el mismo.
Recordemos que los antiguos pensaron que la sepia tenía, por
sangre, la tinta. Arcesilao murió de haber bebido vino puro en
exceso y tras haber caído en un delirio, a los setenta y cinco
años (DL, 4.44); y las jibias pescadas son enceguecidas y,
una vez muertas, son luego cocidas en su propia tinta. El
ocultamiento rigió hasta el final la vida de Arcesilao:
"Finalmente, hallándose próximo a la muerte, dejó todos sus
bienes a su hermano Pílades, que lo había conducido,
ocultándoselo a Moirea (
) a Quío, de donde se lo llevó a
Atenas" (DL, 4.43). Pílades y Moirea eran sus hermanos por
parte de madre; el último era su guardián ( ) y
quiso que Arcesilao estudiase retórica (ibid., 4.28-29).
Eliano afirma: “La sepia tiene una mordedura venenosa y
unos dientes que están profundamente escondidos. También
el osmilo y el pulpo parecen que son criaturas mordedoras.
Este último muerde con más ahinco que la sepia, pero suelta
menos veneno” (Hist. anim., 5.44).27 La sepia suelta veneno
cuando muerde. Los venenos causan usualmente la
putrefacción ( ) y ésta, la muerte. El sustantivo
tiene el mismo lexema que el verbo :

26 Investigación sobre los animales, 277.


27 Historia de los animales, 1.244.
20
podrir(se), descomponer(se), corromper(se); estropear(se),
echar(se) a perder. Los estoicos de Aristón acusaban a
Arcesilao de corruptor de la juventud, etc. (DL, 4.41). La tinta
y el veneno de la sepia remitirán a la escritura, pero
paradójicamente Arcesilao, quien ha sido comparado con una
sepia, no escribió libro alguno. La imagen de la tinta de la
sepia se ha usado para connotar la tinta de la escritura. Persio
dice:

Por fin llegan a sus manos el texto, la membrana bicolor con los pelos
rasurados, las hojas de papiro y el cálamo de nudosa caña. Entonces
empezamos a quejarnos: Que si la tinta es demasiado espesa para la caña
(el colorado demasiado oscuro se aclara añadiendo agua), que si ahora la
caña escurre de dos en dos las gotas diluidas... (3.13).28

La epojé arcesiliana es como la efusión de la sepíada tinta;


ésta es una especie de tinta de escribir, un ;
Platón ha comparado la escritura con el ;
Arcesilao es como una sepia; por ende, el fármacon de
Platón sería Arcesilao. Diógenes Laercio dice que Arcesilao
fue el primero que suspendió el juicio a causa de las
aseveraciones contradictorias (
[4.28]).
Algunos afirmaban que no escribió libro alguno, puesto que
en todas las cosas suspendía el juicio (
); otros afirmaban que se halló corrigiendo
28 Sátiras, ed. de S. Villegas Guillén, 53. Iam liber it positis bicolor
membrana capillis / inque manus chartae nodosaque venit harundo. /
Tunc querimur, crassus calamo quod pendeatumor. / Nigra querimur
geminet quod fistula guttas. "Persio se vale de una palabra vaga, umor,
y seguidamente de sepia, inusitada en este sentido, para designar el
atramentum o 'tinta'" (Sátiras, ed. de M. Dolç, 144). "Órdenese: Sed
infusa lympha nigra sepia vanescit, 'pero añadiendo agua la negra sepia
se aclara'. No parece, sin embargo, que la sepia o jibia se usase en Italia
para la fabricación de la tinta (cf. Plin. N.H. XXXV 42, 43), sino
únicamente el hollín. Trátase de una metáfora, especificada por nigra, de
cuño exclusivamente persiano" (ibid.). Su escolio comenta: sepia pro
atramento a colore posuit, quamvis non ex ea, ut Afri, sed ex fulgine
ceteri conficiant atramentum; y: sepia piscis ita nigrum habet
sanguinem, ut atramentum inde conficiatur (Thesaurus Linguæ
Latinæ, 3.1092).
21
algunos escritos, los cuales, según unos, publicó y, según
otros, quemó (ib., 4.33). No escribió tratado de filosofía
alguno a causa de la epojé, pero ésta ha sido comparada con
la diseminación de la tinta sepíada, una imagen de la escritura.
Repito que Arcesilao es una paradoja.
Aristóteles clasifica la sepia y el pulpo en el mismo
género.29 Tanto el pulpo como la sepia son cefalópodos que:

Para su defensa ( ) y salvación ( ) estos [cefalópodos]


tienen lo que se llama su tinta ( ), en una envoltura membranosa
fuertemente adherida que tiene la salida y el límite, llamado 'tubo',
precisamente por donde lanzan el excremento del vientre. El tubo está en
la parte inferior. Pues todos los moluscos tienen este mismo miembro,
especialmente la sepia que tiene muchísima [tinta]. Cuando las sepias se
espantan y tienen miedo, producen un fluido negro y enturbian [el
agua], como un parapeto delante del cuerpo (

). Pues los calamares y los pulpos tienen


arriba [la envoltura membranosa con] la tinta, pero la sepia en la parte
inferior del vientre. Porque ésa tiene más [tinta] para usarse en la
conservación de su vida y no para otro auxilio; exactamente como los
tentáculos del pulpo son de utilidad y su cambio de color (
), que le ayuda, así también la efusión de tinta a
causa del miedo ( ). De estos
[moluscos], el calamar es el único que está mar adentro. Pues la sepia,
en relación con aquél, tiene más tinta y debajo, porque consta de más y
porque es más fácil lanzarla también desde muy lejos. La tinta surge, lo
mismo que el depósito blanco sobre el excremento de los pájaros, de la
tierra. Así aquéllos tienen esa tinta porque no tienen vejiga. Pues lo
más terroso se resuelve en esa [tinta]; especialmente en la sepia, porque
tiene muchísimo [elemento] sutilmente terroso (De part. anim., 679a8-
24).30

29
De part. anim.,
4.5.678b28). Eliano asegura: “Moluscos son los que carecen de huesos,
como, por ejemplo, el pulpo, la sepia, calamar, anémona de mar” (Hist.
anim., 11.37).
30 P a r t s o f A n i m a l s , 318-320. Antipater de Tesalónica tiene un
epigrama acerca del pulpo: "Un vez un pulpo, tendido sobre un
promontorio marino, extendió sus muchos pies para desecarlos al sol.
Aún no era semejante al color de la roca y, por esto, un águila de aguda
visión lo vio desde las nubes y lo arrebató, pero el desafortunado,
22
Ambos cefalópodos, el pulpo y la sepia, se defienden del
mismo modo; recordemos que el Estagirita ha dicho que
algunos afirman que la sepia realiza el mismo truco que el
pulpo; esto es, cambia su color para imitar el de su habitat
(Hist. anim., 9.37.622a10-11). Eliano dice que el pulpo es
como algo que se desliza y que cambia de color según el de
las rocas (Hist. anim., 1.32). Ovidio afirma que:

Por el contrario, el perezoso pulpo con su cuerpo tentacular se pega a


los escollos, evitando con este ardid las redes, y según las condiciones
del lugar, toma y cambia de color, semejante siempre al del paraje que
cubre; y cuando arrebata ávidamente la presa que pende del sedal,
también en este momento engaña, cuando, alzada la caña, al salir
finalmente, al aire libre afloja sus brazos y escupe el anzuelo depredado
(Hal., 32-38).31

Pero nada ni nadie es invulnerable; siempre hay algún talón


de Aquiles. Según Eliano, la murena es lo bastante lista para
advertir la estratagema del camuflage del pulpo (Hist. anim.,
1.32). Si reconsideramos la comparación de la epojé de
Arcesilao con la expulsión de la tinta de la sepia, entonces la
filosofía de aquél consistiría en adaptarse arteramente a sus
circunstancias. Lucrecio menciona a alguien cuyos pies están
en la cabeza:

Por último, si alguien cree que no sabemos nada, ignora asimismo si


esto puede saberse, puesto que confiesa ignorarlo todo. Renunciaré, por
tanto, a discutir con uno que se empeñe en poner la cabeza donde tiene
los pies. Sin embargo, quiero concederle que pueda saber esto; pero, le
pregunto, no teniendo experiencia de lo que es la verdad, ¿cómo sabe lo
que es 'saber' e 'ignorar', de dónde ha sacado la noción de 'verdad' y
'falsedad', qué le enseñó a distinguir lo cierto de lo dudoso? Hallarás que
la noción de verdad nos viene dada, en primer término, por los sentidos,
y los sentidos son irrefutables. Pues habría que encontrar un criterio
digno de mayor fe que pudiera, con independencia de todo, hacer triunfar
la verdad sobre el error.32

enroscado en los tentáculos, cayó al mar y perdió tanto su presa como


su vida" (Anth. Pal., 9.10).
31 Poesía latina pastoril de caza y pesca, 60-61.
32 De la Naturaleza, 119-120. Denique nil sciri siquis putat, id
quoque nescit / an sciri possit, quoniam nil scire fatetur. / hunc igitur
23
E. Valentí Fiol traduce: "Renunciaré, por tanto, a discutir con
uno que se empeñe en poner la cabeza donde tiene los pies";
y piensa que Lucrecio alude a Metrodoro de Quíos, discípulo
de Demócrito. Luego comenta: "El único conocimiento
legítimo es el obtenido por la actividad de la mente. Ahora
bien, los sentidos soportan la razón, del mismo modo que los
pies soportan la cabeza; de ahí la burla de Lucrecio."33 No
creo que aquel pasaje se agote con esta connotación burlona.
Un erudito comentador de las Lactantii Divines Institutiones
(3.6B), donde trata de la nueva filosofía del no filosofar,
propia de Arcesilao, cita los primeros dos versos del texto
anterior.34 L. Alvarado anota que, según Munro, Lucrecio se
refiere ahí a la filosofía de la Academia.35 El ser con los pies
en la cabeza es el cefalópodo: el pulpo, la sepia y el calamar.
Arcesilao ha sido comparado con la jibia; por tanto, aseguro
que el referente de Lucrecio (4.472) es el Fundador de la
Academia Media.
Hay un cabo llamado "Sepia". Comenta un escoliasta:
"Sepia, promontorio en Yolco, llamado así porque fue el lugar
donde Tetis, perseguida por Peleo, se transformó en sepia"
(Schol. Apol. Rod., 1.582).36 Herodoto dice:

Duró la borrasca por el espacio de tres días; al cuarto los Magos, con
víctimas humanas, con encantamientos del viento acompañados de
aullidos, con sacrificios hechos a Tetis y a las Nereidas, lograron que
calmase, si no es que calmó de suyo sin la mediación de los Magos. Y
la causa que les movió a sacrificar a Tetis fue haber entendido de los
jonios, cómo aquella diosa había sido arrebatada por Peleo de aquel

contra mittam contendere causam, / et tamen hoc quoque uti concedam


scire, at id ipsum / quaeram, cum in rebus veri nil viderit ante, / unde
sciat quid sit scire et nescire vicissim, / notitiam veri quae res falsique
crearit / et dubium certo quae res differe probarit. / invenies primis ab
sensibus esse creatam / nam maiore fide debet reperirier illud, / sponte
sua veris quod possit vincere falsa (De re. nat., 4.469-481).
33 De la Naturaleza, 119-120, n. 16.
34 Patrologia Latina, 6.361.
35 De la naturaleza de las cosas, 247, n. 1.
36 Las artimañas de la inteligencia, 152, n. 130.
24
lugar, y que toda la costa Sepiada estaba bajo la protección y tutela de
Tetis y de las demás Nereidas (7.191-192).37

Según Ateneo, el mar circundante al cabo Sepia hervía de


sepias (30d). Tetis, una diosa proteica, se convierte en la
sepia mutante de color y diseminante de tinta, y sólo entonces
es capturada por su perseguidor. ¿Acaso no ha resultado
capturable el versátil y escurridizo Arcesilao en la imagen de
la sepia? Sólo Eros captura a la sepia Arcesilao, porque -
como veremos en el capítulo cuatro- éste ha capturado a
aquél.
Pausanias habla de otra sepia, pero no marina sino
terrestre. En Arcadia, no lejos del monte Tricena estaba el
monte "Sepia", donde Épito, hijo de Élato y rey de Arcadia,
murió, yendo de caza, a causa de la mordida de una serpiente
venenosa, y allí fue sepultado.

Épito salió a cazar, y fué muerto no por ninguna fiera grande, sino por
una serpiente que no había sido apercibida. Esta especie de serpiente yo
mismo la he visto; es del tamaño de una víbora, de color ceniza y
salpicada de manchas separadas; la cabeza es plana y el cuello delgado
con vientre más grueso y corta cola; camina, lo mismo que otra especie
de serpiente que llaman cerastes, de lado, al modo de los cangregos
(8.4.7). 38

Al comentar la línea VIII.4.7, G.J. Frazer dice:

4.7 killed --- by a seps. Aepytus was said to have been killed on a
branch of Mt. Cyllene where snakes of the sort called seps abounded.
See viii.16.2 sq. As to the description which Pausanias here gives of
the snakes, it has been observed by the French surveyors that 'a better
description could not have been given by a naturalist who had made a
special study of reptiles' (Expédition scientifique de Morée, vol. I.
Relation, par Bory de Saint-Vicent, p. 400 sq.) Another ancient writer
describes the seps of Mt. Othrys in Thessaly as a viper whose colour
varied according to the nature of the soil in which it lived; those which
lived in grass were green, and those which lived in sand were sandy-
coloured; their bite was venomous and caused thirst (Aristotle, Mirab.
Auscult. 164). Aelian says that the colour of the seps changed with
that of the ground over which it moved, and that its bite produced
37 Los nueve libros de la historia, 348.
38 Descripción de Grecia, 497.
25
putrefaction and instant death (Nat. anim. xvi.40). The creature seems
to have been a viper of the species called Coluber ammodytes by
Linnaeus. It abounds in the East and is justly dreaded by the inhabitants
of the Morea. Very small bright-coloured individuals of the species are
seen in spring. The larger individuals, measuring from 15 to 18 inches
in length, have a sort of horn-like protuberance on the muzzle, which
gives them a peculiar appearance. See Expédition scientifique de
Morée, vol. 3, I ère partie, Zoologie, par J.G. and E.G. Saint-Hilaire,
p. 74.39

Las seps y las sepias se parecen en que cambian de color


para camuflagearse, muerden e inyectan veneno. Las heridas
causadas por las seps se pudren ( ). Eliano asegura:

Hay una serpiente de nombre séps, que tiene la siguiente notable


cualidad: cambia su color según el color de los lugares por donde repta.
Tiene en la mandíbula inferior cuatro colmillos huecos y unos velos
memebranosos los cubren tapando los huecos. En cuanto se pisa el
bicho, dispara su veneno a través de estos canales, veneno que
inmediatamente produce una herida enconada y, rápidamente, la muerte
(Hist. anim. 16.40).40

Pausanias dice que está ansioso de ver la tumba de Épito, la


cual Homero menciona (Il., 2.604). Si el Fundador de la
Academia Media leía diariamente y con fruición los poemas
homéricos, entonces conocería ese pasaje. Mas, lo
verdaderamente interesante de esa anécdota mitológica es esta
glosa de Pausanias acerca de las seps del Sepia:

No lejos de las montañas Tricena está la montaña Sepia, donde dicen


que la serpiente dió muerte a Épito, hijo de Élato, al que se le dió
sepultura allí mismo, pues no pudieron llevar a otra parte el cadáver.
Los arcadios dicen que aún en esta montaña hay serpientes de éstas,
aunque no muchas, sino muy raras, porque como gran parte del año el
monte está cubierto de nieve, unas son sorprendidas fuera de su
madriguera y perecen, otras aunque acierten a refugiarse antes en sus
madrigueras perecen también por llegar el hielo a las mismas
(4.15.2). 41

39 Description of Greece, 4.192-193.


40 Historia de los animales, 2.275.
41 Descripción de Grecia, 521.
26
Frazer comenta este pasaje así:

16. 2. Here Aepytus --- is said to have been killed by the snake. The
species of snake was called seps. See viii.4.7. Hence the mountain
seems to have taken its name (Sepia) from these snakes. In the
mountains to the west of Cyllene a peasant told Beulé a story of a
prince who had been killed by the bite of a serpent and buried on the
mountain with all his treasures (Beulé, Études sur le Péloponnèse, p.
179 sq.). 42

Parece que la montaña donde vivían las seps se llamó Sepia,


porque tanto la sepia marina como las serpientes de aquella
montaña mordían, inyectaban veneno y cambiaban de color
para conformarse con el de su ambiente y así ocultarse y
protegerse de sus enemigos naturales. Ese otro sentido de
revincula al Sabio de Pitane con la serpentina Hidra.
Arcesilao era un sofista terrible y degollador de inexpertos,
porque se cortaba por la mitad como una Hidra y cortado por
sí mismo, era confusamente ambas cosas. Eliano asegura que
los pulpos, de por sí y con el tiempo, se hacen grandísimos y
alcanzan dimensiones descomunales, hasta convertirse y
contarse realmente entre los monstruos (Hist. anim., 13.6).
La Hidra de Lerna, como una serpiente de varias cabezas, se
parece a un pulpo: sus cabezas serpentoides hacen las veces
de tentáculos. Eliano cuenta para qué más sirven los
tentáculos del pulpo:

El pulpo devora sin parar, pues es terriblemente voraz y anda siempre


maquinando alguna maldad; y la causa es que no hay criatura marina
más omnívora. Una prueba de ello es que, si le faltan presas que
capturar, devora sus propios tentáculos y, llenando de este modo la
tripa, se remedia así en los momentos de escasez de presas. Después
regenera los miembros perdidos, como si, por lo visto, la Naturaleza
hubiera dispuesto esto como alimento preparado para épocas de hambre
(Hist. anim., 1.27).43

Ateneo asegura que los escritores áticos dicen pulpo


( ) por sepia ( ), y que Platón, en el Bebé
( ), menciona semejante proceder del pulpo:

42 Description of Greece, 4.244.


43 Historia de los animales, 1.88.
27
"¿Acaso te comes los deditos de los pies como los pulpos?"
(7.316bc).44 He aquí otra semejanza entre el pulpo y la
Hidra: cada vez que Heracles le cortaba una serpentina
cabeza, brotaba otra. Eliano asegura que la murena, con sus
dientes agudos, corta los tentáculos del pulpo e
introduciéndose luego en su estómago, hace lo mismo (Hist.
anim., 1.32). Sólo una serpiente puede matar a un animal
serpentoide: lo semejante conoce lo semejante. Numenio
compara a Arcesilao con la Hidra y las Empusas; Colotes,
con la Gorgona (Adv. Col., 1122a25). Eliano dice que el
pulpo infunde temor a la langosta y que por eso, si los
capturan juntos en la misma red, la langosta muere al instante
(Hist. anim., 10.38). El pulpo, que medroso disemina tinta
ante su enemigo, aterroriza hasta la muerte a su presa favorita
(ib., 1.32).
Ahora, de considerar un mito de la Arcadia pasaré a
examinar un mito de Tebas. Anfiloco fue hijo de Anfiarao y
de Erifile; como su padre, fue un adivino y tomó parte en la
guerra de los epigones contra Tebas. Varrón dice que los
tebanos rindían culto a Anfiarao (Serv. auct. Aen. 8.275).
Leamos un fragmento de la Tebaida: "Anfíloco, héroe hijo
mío, teniendo la astucia del pulpo, adáptate a aquellos a cuyo
país llegues" (

[Athen., 317a]).45 Este es un consejo de


Anfiarao a su hijo. Ateneo tomó probablemente esta cita de
Teofrasto ( ), quien
fue autor de tres escritos (hoy perdidos) acerca del pulpo
(Athen., 317a). Mas aquel pasaje está incompleto y hay que
añadirle este otro verso: "Sé distinto según las ocasiones y
acomódate al lugar en el que estés" (
[Zenobio, I 24]).46 Estas
líneas son un refrán griego. Leutsch y Schneidewin comentan
44
(Maxwell Edmonds, T h e F r a g m e n t s o f A t t i c C o m e d y, 1.520-
521).
45 Fragmentos de épica griega arcaica, 70, fr. 8.
46 Ibid. Zenobio fue un sofista griego de Antioquía, quien vivió en
Roma como maestro de retórica, durante la primera mitad del siglo
segundo antes de Cristo. Fue el autor de una paremiología que consta de
552 proverbios.
28
esa paremia así: "Proverbio usus est auct. Theb. cycl. ..." y:
"Polypi inde ab Homero mentionem fecerunt saepissime
poetae, aut miros ejus mores describentes, aut eo notantes
varia et diversa hominum vitia..."47 G.L. Huxley traduce así
aquel pasaje de la Tebaida: "Amphilochos my son, be
minded like the cuttle-fish and fit yourself to those to whose
land you may ever come (Athen., 317a)." 48 Huxley tradujo
no por "octopus", sino por "cuttle-fish", que
en griego se dice . Si la epojé de Arcesilao se compara
con la efusión de la tinta por parte de la sepia, y si la efusión
de tinta de la sepia es el emblema de una ética situacionista;
entonces el emblema de una ética situacionista es la epojé de
Arcesilao. Tampoco en aquellos versos está literalmente la
palabra , pero la idea se halla presente en ellos, pero
bajo una forma que precisaré y que el texto épico sugiere.
El rasgo proverbial de aquellos versos es responsable de
que otros autores griegos los hayan citado. A. Ortega, bajo la
rúbrica "Himnos a los dioses", traduce dos fragmentos de
Píndaro acerca de la Tebaida: el 42 titulado "Probable aviso
de Anfiarao a su hijo Anfíloco":

...no revelar a los extraños, qué dolor


soportamos. Esto al menos quiero en verdad decirte:
la parte de bueno y grato que nos toque
importa mostrar en medio a todo el pueblo.
Pero si alguna desdicha por los dioses
enviada, inaguantable
nos llegare, conviene ocultarla en las tinieblas. 49

El sustantivo no sólo significa "dolor", sino además:


"afán, trabajo, esfuerzo; fatiga, pena, miseria, tormento." La
47 Leutsch, Corpus Paroemiographorum Graecorum, 1.8.
48 Greek Epic Poetry from Eumelos to Panyassis, 44.
49 Odas y fragmentos, 321.

(The Odes of Pindar,


514).
29
filosofía es un que no hay por qué revelar a los
extraños. Platón define la filosofía como un cuidado, una
solicitud, una preocupación por la muerte ( [Fed.,
80]). El frag. 43, titulado "Anfiarao exhortando a su hijo
Anfíloco", dice:

¡Oh hijo, a la piel de un animal marino


pegado a la roca parécete al sumo
en tu mente, cuando trates con cualquier ciudad;
alaba gustoso lo presente
y cambia de pensar cuando los tiempos cambien!50

Nosotros decimos: "A la tierra que fueres, haz lo que vieres".


El Pseudo-Focílides, al parodiar estoicamente el pensamiento
del poema del pulpo, reconfirma su lección ético-situacionista
arcesiliana:

No digas con la boca, en tus razones,


sentencia diferente del intento
que guardas, alevoso, en las entrañas;
hable tu corazón en tus palabras.
Ni levemente mudes pensamiento,
como color el pólipo, conforme
la tienen los peñascos do se arrima (128-134).51

Arcesilao, como el pulpo o la sepia, oculta convenientemente


en las tinieblas de su epojé una inaguantable desdicha,
enviada por los dioses. Sexto Empírico afirma que, aunque
aquél aparentaba ser escéptico, en realidad era dogmático (P,
1.234). Su escepticismo era una filosofía exotérica que
ocultaba un dogmatismo platónico, que era su verdadera y
esotérica filosofía. El esoterismo del Sabio de Pitane

50 Odas y fragmentos, 321.

(The Odes of Pindar, 515).


51 Trad. de Francisco de Quevedo, en Obra poética, 4.564.

(Ps.-Phocilides, 48-51).
30
parecería fundarse en el aviso que dio Anfiarao a Anfíloco:
No reveles a los extraños qué soportamos, mas lo
bueno y grato muéstralo a todo el pueblo. Esto exhibe un
modelo épico-heroico. El Fundador de la Academia Media:
"Estimaba mucho a Homero, y siempre leía algo de él antes
de dormir; y aun por la mañana hacía lo mismo, diciendo
'quería ir a su amado', cuando quería leerlo" (DL, 4.31) 52; y,
por ende, imitaría paradigmáticamente el modelo homérico-
mítico de Anfiarao-Anfíloco. Cuando Arcesilao abandonó el
Liceo de Teofrasto, llamó a Polemón y a sus asociados
"dioses o reliquias de la Edad de Oro" (DL, 4.22). Además,
"Arcesilao" era el nombre de un hijo de Odiseo. Ateneo
asegura que Ulises preconiza la ética situacionista:

El Odiseo de Homero parace haber resultado para Epicuro el guía de su


tan celebrado placer, cuando dice... [Od. 9.5-11]. Sin embargo,
Megaclides dice que Odiseo se conducía según las circunstancias
concretas con vistas a parecer que era de las mismas costumbres que los
feacios respecto a acoger con agrado el afeminamiento de aquéllos...
pues sólo así creía no fallar en lo que esperaba. Tal es también el que
exhorta al niño Anfíloco... [Píndaro, 43]. De igual manera habla
también Sófocles en Ifigenia: 'Al lado de un hombre reflexiona la
manera de cambiar el color de tu pensamiento sincero cual pulpo en la
roca'; y Teognis... [Frag. 215].53

Me parece imaginar a Odiseo dándole, en alguna ocasión, el


mismo consejo ético-situacionista a su hijo Arcesilao: Sé
como el pulpo. Anfiarao es para Anfíloco lo que Arcesialo a
un discípulo suyo. He sido el primero en señalar que la sepia
o el pulpo sirve de viñata y emblema del arcesilismo. El
Sabio de Pitane es una especie de héroe filosófico, cuya
remite etimológicamente al arte de la equitación:
o "dirigir los caballos";
: "ir subido o montado, montar, cabalgar";
: "subido, montado; jinete seguro, que se tiene a caballo";
. s. "silla de montar". M. Detienne y J. P.
Vernant dicen:

52 Vidas de los filósofos más ilustres, 106.


53 Fragmentos, 150-151, frag. 307.
31
El texto de la Ilíada contiene a este respecto indicaciones sugestivas. En
el momento decisivo de la carrera, Antíloco dice a sus caballos:
'Apresuraos. Si se estrecha el camino, yo me encargaré de encontrar el
medio y la ocasión de deslizarme delante del Atrida, sin dejar pasar el
instante' (Il., XXIII.415-416). Esta es la interpretación de Paul Mazon.
El término kairós , 'ocasión', no figura en el pasaje; la idea, sin
embargo, se halla presente en él, pero bajo una forma que es necesario
precisar y que el texto subraya con insistencia: se trata de una ocasión
que, lejos de sorprender a Antíloco, le procura, por el contrario, el
medio de realizar el plan que ha concebido desde el principio.
Adelantándose al kairós, por muy rápido que sea, la metis aplica contra
él el efecto de la sorpresa; puede aprovechar el instante porque, al no ser
'ligera', ha sabido prever la secuencia de los acontecimientos y
prepararse con mayor amplitud. Este dominio sobre la ocasión, kairós,
es uno de los rasgos que definen el arte del auriga. Cuando Píndaro
celebra la destreza de Nicómaco, famoso por su habilidad con el carro, le
glorifica por haber sabido manejar las riendas en el momento oportuno
(katà kairón [Íst., II.22]). De los dos corceles divinos que componen el
tiro invencible de Adrasto, uno lleva el nombre de Areíon, que denota
su excelencia; el otro se llama Kairós (Antímaco, fr. 32). No basta con
poseer los caballos más rápidos; es necesario saber azuzarlos en el
momento decisivo.54

Pronto corroboraremos que cierto épico equino es otra


imagen de la ética del Kairós.
Eliano dice que la malignidad y la astucia se muestran
como características del pulpo (Hist. anim., 13.6). La astucia
del pulpo consiste en adaptarse a las ocasiones que se
presenten; Plutarco cita parte del fragmento 43 de Píndaro y
del 215 de Teognis (De soll. anim., 978e), el cual reproduciré
completo:

Corazón mío, muda tus cambiables maneras en consonancia con cada


uno de tus amigos, afectando los sentimientos que cada uno tiene.
Aprópiate la manera de ser del pulpo retorcido, que se muestra semejante
a la roca a que está adherido; acomódate ahora a una y muda luego el
color. La habilidad es preferible a la intransigencia 55

54 Las artimañas de la inteligencia, 22.


55

32
A la luz de estos versos inspirados en los de la Tebaida,
habrá que repensar la epojé arcesiliana en el sentido de una
camaleónica adaptación a las diferenciantes ocasiones. El
adverbio ("otra vez; otras veces; a veces"), me hace
pensar en la alteridad del tiempo llamado "ocasión". "No
revelar a los extraños, qué dolor soportamos" (
) y "ser distinto según las
ocasiones" ( ) son dos
proposiciones paradójicas, porque en ellas la alteridad
( ) se trata ambigüamente. Menandro dice: "Ninguna
ocasión hace extraño lo propio por naturaleza" (
[611
{742}]). 56 El Arcesilao proteico debe guardar un secreto ante
los extraños y mostrarse tan pronto de una manera, como de
otra. Adrados también tradujo állote por "ocasiones":
"Procediendo según la costumbre del pólipo, oh héroe
Anfíloco, adáptate a los hombres a cuyo país llegues; sé
distinto según las ocasiones y acomódate al lugar en que
estés."57 Diógenes Laercio dice de Arcesilao: "Era
fecundísimo en la invención y feliz en las ocurrencias para
satisfacer a lo que le proponían, reduciendo a ello el período
de las palabras y acomodándose a todo tiempo (
), siendo también sobremanera
persuasivo" ( [4.27]). Arcesilao era muy locuaz; al
comienzo de su educación, su hermano Moireas lo inducía a
estudiar retórica, pero él amaba más la filosofía (DL, 4.29).
Mas, parece que en la escuela de Teofrasto satisfizo tanto el
deseo de su hermano como el suyo propio. Teofrasto
escribió un tratado retórico (DL.,
5.50.25). Según un editor de los escritos de Filodemo,
fue el titulus libri Theophrasti et
Aristotelis.58 En Arcesilao el acomodarse a toda ocasión y el

(Líricos griegos,
2.182-183).
56 Koerte, Menandri quae supersunt, 2.195.

(62 [68] ibid., 2.35).


57 Ibid., 183, n. 3.
58 Philodemi Volumina Rhetorica, 2.335.
33
ser persuasivo son concomitantes; en esto se parece al
Sócrates en cuyos labios se asienta Peitho-Kairós (la
Persuasión-Ocasión):

...for he is inspired from above, and acommodates his personal activity


to what is needful and opportune. In Socrates' case it is especially true
that 'due season rested upon his lips'; since he laid down both the
beginnings, ends and middle portions of his conversations in accordance
with the good (

[In Alc., 131, 8-10]).59

Mas, Diógenes Laercio relata una anécdota acerca de


Arcesilao, la cual mostrará definitivamente el rasgo
kairológico de su filosofía:

Pero principalmente lo atacaban los del círculo de Jerónimo


Peripatético, cada vez ( ) que convocaba a sus amigos con motivo
del cumpleaños de Alción, hijo de Antígono, en cuya ocasión éste
enviaba bastante dinero para su disfrute. Entonces rehusando Arcesilao
en toda ocasión las explicaciones entre copas, a Arídices, quien le
proponía cierta teoría y juzgaba la misma digna de explicación, le decía:
'Esto mismo es principalmente lo propio de la filosofía: conocer la
ocasión de cada una de las cosas' (

4.41-42]).

Arcesilao es para Arídices como Anfiarao es para Anfíloco.


El Sabio de Pitane, como una sepia, un pulpo o como
Anfiarao aconsejó a su hijo Anfiloco, tiene astucia, se adapta
al lugar adonde llega, y es distinto según las ocasiones. La
analogía entre el Fundador de la Academia Media y la sepia
(o el pulpo), a pesar de que Numenio la mencione en un
contexto polémico, expresa convenientemente la esencia del
59 Alcibiades I, 86-87. W. O'Neill comenta que: "E.D. Dodds
(GNOMON '55 p. 167) notes that this comic trimeter is probably
merely an echo from some later poet of Eupolis' line: 'A sort of
persuasion sat upon his lips' (frg. 94, 5 Kock)". Ibid., 87, ft. 271.
Texto griego en Proclus Diadochus, 59.
34
filosofar arcesiliano. Cientos de años después, Arthur
Schopenhauer usará la misma imagen para desacreditar la
filosofía de Hegel (N., 47). El "Tintenfisch als Bignetten-
Emblem su Hegels Schriften" (P2 , 652). La comparación
schopenhaueriana Sepia-Hegel brinda la ocasión de una
oportuna apología de Hegel desde los límites mismos del
Kairós.
Cuando Pausanias cita los versos de la Tebaida, lo hace
para resaltar la ascendencia divina del corcel Arión. Una
diosa, cuyo nombre aquél se negó a revelar a los lectores no-
iniciados y nacida de una Demeter metamorfoseada en yegua
y de Poseidón Hipio, dio a luz al caballo Arion.60 Para avalar
esta creencia cita versos de la Ilíada, de la Tebaida, y del
poeta Antímaco de Colofón. Éste asegura que Arión era hijo
de la Tierra:

Adrasto hijo de Talao Creteida


el primero de los Danaos arreó a sus laudables caballos,
el ligero Cero ( ) y el telpusco Areon,
al que junto al bosque sagrado de Apolo Onceo
dió a luz la tierra, maravilla para los mortales (Descr., 8.25.9).61

Según el poeta colofonio, el héroe Adrasto manejó las


riendas no sólo de Arión sino además del corcel Kairós.
Apolodoro cuenta que, tras la liquidación de la Serpiente de
la fuente Hipsípila, la cual había asesinado al niño
Arquémoro, se instauraron los Juegos Nemeos; y durante
éstos Adrasto venció en la carrera de caballos (Bibl., 3.4.162-
163). Además relata que tan sólo Adrasto, durante la guerra
de Polinices contra Tebas, se salvó gracias a que Arión, lo
sacó del campo de batalla (ib., 3.6.166).
Pero en el ciclo épico tebano, Kairós no sólo es el corcel de
Adrasto, sino, en la Tebaida latina, también lo es de Anfiarao,
el padre de Anfíloco, a quien aquél aconseja que tenga la

60 Pausanias dice: "También hubo un Poseidón de bronce llamado


Hípico, imagen ofrecida según dicen por Odiseo, el cual perdió sus
yeguas y recorrió la tierra de Grecia buscándolas, y fundó en el sitio del
campo de Feneo en que las halló un santuario a Ártemis bajo la
advocación de Heuripa, y ofeció a la vez la imagen de Poseidón Hípico"
(8.14.5 [Descripción de Grecia, 517]).
61 Ibid., 535.
35
astucia del pulpo: que se adapte a aquéllos a cuyo país llegue,
que sea distinto según las ocasiones y que se acomode al
lugar donde esté. La ocasión son los juegos funerarios en
honor del difunto Arquemoro. Estacio habla del tiempo
oportuno, en varias ocasiones, a propósito de la carrera de
carros en la que saldrán victoriosos Anfiarao y el rey
Admeto:

Febo, que por honrar a su adivino / Esperaba ocasión oportuna, / A


darle el premio al fin del curso vino, / Venciendo con engaños la
fortuna. / Formó en el aire un monstruo peregrino, / Si ya no fue de la
infernal laguna / Imagen espantosa, y la más fiera / Que el pensamiento
imaginar pudiera (At tibi promissos iamdudum Phoebus honores, /
Amphiarae, cupit. tandem ratus apta favori / tempora pulverei venit in
spatia horrida circi, cum iam in fine viae, et summum victoria nutat; /
anguicomam monstri effigiem, saevissima visu / ora, movet sive ille
Erebo sue finxit in astus temporis, innumera certe formidine cultum /
tollit in astra nefas [Theb., 6.491-498]).62

Juan de Arjona, contemporáneo de Lope de Vega, tradujo


libremente al castellano el sintagma astus temporis como "el
pensamiento", pero se trata de un tipo especial de
pensamiento: "la astucia del tiempo" o "the cunning purpose
of the moment", como tradujo J.H. Mozley. Los apta...
tempora son equivalentes al astus temporis, el cual se
repensará como el locus:
¡Qué ocasión, oh tebano, aqueste día / Para morir en paz habías hallado!
/ Que al fin si Tesifón no lo estorbara, / Con tu muerte la guerra se
acabara (Quis mortis, Thebane, locus, nisi dura negasset / Tisiphone,
quantum poteras dimittere bellum? [op. cit., 6.513-514]) 63

El locus como apta tempora y astus temporis se concretiza en


el nombre heleno de un caballo de carreras: Caerus. Este
nombre es la transcripción latina del griego . En la
versión de Arjona se dice:

El sacerdote pues mas animoso / Sigue al fiero Arion, y con más brío /
Quiere, por ser del todo victorioso, / Vencer el carro de rector vacío, /
62 Biblioteca de Autores Españoles, 36.130a. El texto latino es
de Thebaid, 2.96.
63 Biblioteca de Autores Españoles, 36.130b. Thebaid, 2.98.
36
Dale favor su dios, y presuroso / Vuela ya tan veloz, que el Euro frío /
Nunca velocidad tan grande lleva / Cuando sale enojado de su cueva
(Tum vero Oeclides, quamquam iam certa sequenti / praemia, cum
vacuus domino prior iret Arion, / ardet adhuc cupiens vel inanem
vincere currum [op. cit., 6.518-520]) .

La siguiente estrofa lee:

Con azote y con riendas importuno / Los caballos aflige, procurando /


De la victoria el tiempo, que oportuno / Con noble premio se le va
acercando. / 'Agora, dice, al menos, que ninguno / Va delante de mí,
corre volando, / Oh Asquetón, oh Cigno, agora / Aligerad la planta
voladora' (dat vires refovetque deus; volat ocior euro, / cue modo
carceribus dimissus in arva solutis, / verberibusque iubas et terga
lacessit habenis / increpitans Caerumque levem Cygnumque nivalem
[op. cit., 6.521-524]).64

Arjona tradujo tímidamente Cærus por tiempo... oportuno.


La versión inglesa de Mozley interpretó "Caerus" como un
nombre propio intraducible:

The god lends strength and refreshment; swifter than the East wind he
flies, as though the barrier were but just fallen and he were starting on
the race, and calling aloud on nimble Caerus and snow-white Cygnus,
plies their necks with blows and shakes the reins upon their backs.65

M. Kerkhoff ha observado agudamente que:

Es interesante que ya en Homero encontramos la idea del momento


decisivo en conexión con la carrera (en carrozas) y el hecho de que un
caballo, el caballo más veloz, de un héroe (Arión) podía llevar el
nombre de Kairós, apunta hacia una mitología hípica más antigua. Ya
en la antigua India, el tiempo (el dios Kala cuyo nombre tiene
vinculación etimológica con Kairós) era imaginado como
hipomórfico.66

Esta imaginería la he detectado -en otro libro sacaré a la luz


los pormenores- en el siglo XVI español: en Valladolid, el día

64 ibid.
65 Thebaid, 2.98-99.
66 "La diosa Ocasión", 37.
37
2 de marzo de 1544, hubo una carrera de caballos, en la cual
una jinete llamada "Ocasión" montaba un albo corcel.
Eusebio, a propósito de Enomao, menciona a Anfiarao y
Odiseo, alias "Nadie", en conjunción con Arcesilao; parece
que éste es el Odiseo Nadie, del episodio homérico del
Cíclope:

But even if Alcmeon is mad, and imagines things that do not exist, yet
the Pythian god at least is not mad. And thou must not speak to him
thus: 'How to return to thy home thou seek'st, son of Amphiaraus.' For
even thou knowest not yet whether any son of Amphiaraus is
consulting thee, nor whether thou, the consulted, art anything at all,
and able to answer concerning the matters on which he consults thee.
Neither therefore let Chrysippus, the author of the semi-slavery,
whatever that exactly is, attend in the Porch, nor think that those
drivellers will attend there to listen to him, the Nobody: neither let him
take his stand and struggle about nothing against Arcesilaus present in
person, and Epicurus not present. For what Arcesilaus is, and what
Epicurus, or what the Porch is, or what the young men, or what the
Nobody, he neither knows nor can know; for he knows not even, what
comes far earlier, whether he himself is anything (Praep. Evag.,
257a).67

Cito esta versión al inglés porque al leer "Amphiaraus", sigue


la enmienda de Valckenaer para un textus corruptissimus:
. La lectura se apoya en la
grafía latina Amphiaraiades en Ovidio (Fast., 1.2.43).68 Que
tal vez Arcesilao sea ese Nadie homérico parece verosímil por
dos razones: 1) él mismo menciona la patria de Odiseo como
un modelo de educación: "Arcesilao decía que, como Itaca, la
pobreza era penosa, pero una buena cosa que educa a los
jóvenes, la cual los acostumbra a convivir con simplicidad y
constancia, y es en general un enérgico ejercicio para la
virtud" (Stob. Anth., 3.32.17).69 2) Arcesilao cita una
67 The Preparation for the Gospel, 6.7.277. At enim furat
Alcmeon licet, quaeque nulla sunt, animo sibi fingat; non furit quidem
Pythius. Imo cave tu quoque id ei occinas, Tu reditum in patriam votis
flagrantibus urges, / Versus Arcadiam (Praepar. Evang. Lib.
VI.257ab [Patrologia Graeca, 21.437-438]).
68 Patrologia Graeca, 21.1523.
69

38
anécdota relativa a Filoxeno de Citeria, autor del famoso
ditirambo acerca del cíclope Polifemo, enamorado de la ninfa
Galatea (DL, 4.36).
Los moluscos son animales vinculados especialmente con
el kairós: “También los moluscos son buenísimos durante la
gestación, por ejemplo, los calamares, las sepias y los
pulpos” (Arist. Hist. anim., 607b7).70 Mas, su estación de
apareamiento es -según Aristóteles- la siguiente:

Los moluscos se reproducen también en primavera, y entre los animales


marinos la sepia es de los primeros que desovan. Ésta desova en
cualquier época ( ), y el período de gestación es
de quince días. Cuando la hembra ha puesto los huevos, el macho que la
sigue descarga sobre ellos líquido seminal ( ) y con ello se
ponen duros ( ). Las sepias van por parejas; el macho es más
abigarrado que la hembra y tiene el dorso más negro (Hist. anim.,
544a1).71

Cierto Aristófanes, en su Epítome de la Historia de los


animales (1.39.5-6) parafrasea el texto aristotélico: "Copulan
y se aparean, quedan fecundados y paren, tanto la sepia, el
pulpo como el calamar en cualquier estación, exactamente
como el ser humano. Y la sepia y el calamar ponen huevos
parecidos a bayas de mirto, mas el pulpo pone un racimo-
hueva semejante a las flores del álamo blanco" (

).72 La sepia, en su conducta sexual, se


parece al hombre; y si esto es así, y si Arcesilao es un
hombre; entonces Arcesilao se parece a la sepia. El Fundador

Moralia, 15.278-279, frag. 152).


70 Investigación sobre los animales, 477. saepia in terreno parit
inter haraundines aut sicubi enata alga, excludit quinto decimo die.
lolligines in alto conserta ova edunt ut saepiae (Pliny, Natural
History, 3.274-275).
71 Investigación sobre los animales, 257.
72 S. P. Lambros, Aristophanis Historiae Animalium
Epitome, 1.1.11.
39
de la Academia Media, hasta en la pasión erótica, se parece a
la sepia; pues Diógenes Laercio asegura:

Puesto que era demasiado pródigo ¿qué otro sería sino un segundo
Aristipo? Era afecto a cenar bien, pero sólo con los que tenían su
mismo estilo de vida. Convivía abiertamente con las putas elienses
Teodota y Fileta, y a los que lo censuraban les citaba las máximas de
Aristipo. Era un proclive amante de los adolescentes; de ahí que los
estoicos del círculo de Aristón de Quíos, el estoico, lo acusaban de ser
la perdición de los jóvenes, de hablar obscenamente y de ser un atrevido.
Se cuenta que, mientras navegaba hacia Cirene, amó aún más a
Demetrio, que a Cleocaro de Mirleano, del cual dijo a los fiesteros que
él mismo quería abrir, pero que aquél se lo impedía. Estaban
enamorados de él Democares, hijo de Laques, y Pitocles, hijo de
Bugelo; y comprendiéndolos les dijo que con resignación se alejaba.
Debido a estas cosas, en efecto, los antes mencionados lo ofendían y se
burlaban de él, como de alguien afecto al vulgo y a la fama. (4.40).

La jibia estaba consagrada a Afrodita, diosa del amor; la sepia


era, de entre todos los peces, un poderoso afrodisíaco.73
"Según Eurípides, Tetis, perseguida por Peleo, adoptó toda
serie de formas como Proteo, pero aquél logró sujetarla
cuando tenía hechura de sepia y se unió a ella" (Escol.
Licofrón, Alex., 2.178).74 Eliano dice que el pulpo es el más
incontinente de los peces y que practica la cópula tantas veces
que, agotándose el vigor de su cuerpo, queda debilitado e
incapacitado para nadar y buscar alimento, y que,
consecuentemente, constituye fácil presa para los demás;
además asegura Eliano que la hembra languidece pronto a
causa de sus frecuentes partos (Hist. anim., 6.28). Plutarco
comenta, acerca de la conducta sexual del Sabio de Pitane,
que:

Y se encuentran enamorados de sus propias mujeres o tienen un amor


noble por jóvenes virtuosas, están radiantes de alegría y orgullo con las
bromas que se les gastan. Por ello, también Arcesilao, al serle
propuesto en la escuela por uno de los enamoradizos como debate lo
siguiente: 'Me parece que nada toca a nada', contestó: '¿Ni tú, entonces,
tocas éste?', señalándole a un joven hermoso y lozano sentado a su lado
(Quaest. conv., 2.10.634a).75
73 Vries, Dictionary of Symbols and Imagery, 124.
74 Las artimañas de la inteligencia, 151, n. 129.
75 Obras morales y de costumbres (Moralia), 4.211.
40
En otro escrito dice:

No sé por qué motivo mientras odiamos y rechazamos a las mujeres que


emplean hechizos y brebajes mágicos contra sus maridos, permitimos,
en cambio, a mercenarios y esclavos que nos encanten, por así decirlo, y
nos envenenen nuestros alimentos y provisiones. Por ello, aunque
parezca demasiado duro aquello que dijo Arcesilao contra los adúlteros y
los libertinos: 'no hay ninguna diferencia en que uno sea disoluto por
delante o por detrás', se puede aplicar justamente a lo que estamos
tratando (De t. san. praec., 126a). 76

Plutarco repite que Arcesilao dijo que nada importa que se


sea disoluto por detrás o por delante" (Quaest. conv.,
7.3.705e).77 No importa ser disoluto por delante o por detrás,
como no importa ser de frente Platón y de espaldas Pirrón.
Diógenes Laercio informa que a uno acusado de sodomía y
que decía que no había un testículo mayor que otro, Arcesilao
le respondió con esta pregunta: "¿Ni aun será mayor una
cosa de diez dedos de larga que otra de seis?" (4.34) Tanto el
comentario del acusado como la pregunta de Arcesilao tratan
de los genitales masculinos. El Sabio de Pitane observaba
tanto una conducta heterosexual como homosexual;
suspendía proteicamente, a la hora del amor, el juicio acerca
de la diferencia de los sexos.
La epojé significaba en griego: "época"; y además:
"Detención; interrupción; obstáculo; impedimento; cesación.
Suspención del juicio; duda. Punto en que un astro parece
pararse al llegar a su apogeo. Época; era; fecha."78 G. Reale
y D. Antiseri aseguran que Arcesilao, mas no Pirrón, parece
no sólo haber sido el creador del término , sino
también del concepto mismo, en el contexto de su polémica
antiestoica.

Esta abstención del juicio se expresó más adelante a través de la noción


de epoché, de origen estoico. Como se ha puesto de relieve hace poco,
Zenón afirmaba la necesidad de que el sabio no conceda su asentimiento
a lo que es incomprensible y que se limite a suspender el juicio
(epoché), concediendo asentimiento sólo a lo que es evidente. Como
76 Ibid., 2.135.
77 Ibid., 4.313.
78 Diccionario griego-español, 306.
41
veremos después, Arcesilao y Carnéades en polémica con los estoicos
defienden que el sabio debe suspender el juicio sobre todas las cosas,
dado que nada es evidente. El término epoché fue utilizado también por
el neoplatónico Enesidemo para expresar el concepto de abstención del
juicio, se convirtió en un término técnico y por lo tanto fue referido a
Pirrón. Al parecer, habría que concluir que Pirrón hablaba de ausencia de
juicio o falta de juicio (que lleva a la afasia) y que el término epoché es
posterior, pero expresa el mismo concepto.79

Arcesilao redefinió radicalmente la epojé estoica. La epojé


arcesiliana implica el conocimiento del kairós de cada ente
como la A-létheia del Ser. G. Vattimo escribe:

El problema que había planteado Ser y tiempo y que había quedado sin
resolver, el problema de la temporalidad del ser, encuentra ahora un
principio de solución en el descubrimiento del concepto de época
aplicado al ser y como fundamento de la historia: hay historia, es decir,
hay 'épocas' en cuanto la epokhé, la suspensión, la reserva, caracteriza
al ser mismo. La historia existe porque el ser es siempre algo que ha de
acontecer, un anuncio, un futuro que (así como la muerte abría al
Dasein en Ser y tiempo) abre la historia impidiendo toda petrificación
en posibilidades individuales, en realizaciones logradas.80

Los entes son la tinta del Ser, la cual nos impide percibirlo, a
pesar de que continúa ahí. Así como la jibia se oculta en su
propia tinta para escapar de la aprehensión de los pescadores,
semejantemente el Ser se oculta en los entes para evitar la
aprensión de las mentes conceptualizantes. Aristóteles afirma
que: "La sepia, como acabamos de decir, utiliza a menudo su
tinta para ocultarse, y después de haber hecho amago de
avanzar vuelve hacia atrás introduciéndose en la tinta" (

[Hist. anim., 621b30]).


Ateneo dice: "Cuando la sepia es perseguida emite su tinta y
se oculta en ella, habiendo aparentado huir hacia delante"
(

79 Historia del pensamiento filosófico y científico, 1.242;


cf. 240.
80 Introducción a Heidegger, 124-125.
42
[7.323e]). Artemidoro y Antifonte afirman que el
oscurecimiento de las aguas en torno suyo no sólo oculta a la
sepia, sino además a los peces de su entorno, y así ambas
especies se salvan de ser pescados (De som., 1.14.109). El
Ser se oculta en los entes, no sin antes haber creado la
impresión de su fuga. La apariencia de su huida de los entes
es su ocultación en estos mismos. El Ser se da por escorzos
y cada manifestación ontológica del Ser es una época o
suspención de la presencia total. No obstante, la noción
universalísima de Ser es inconcebible sin la multiplicidad de
entes. Heidegger asegura: "Pero 'ser' quiere decir, por su
parte, ser que es ente. Vayamos a donde vayamos con la
diferencia en su calidad de supuesto añadido, nos
encontraremos ya con lo ente y el ser en su diferencia."81
Dogmatismo y escepticismo son dos caras del Jano-
Arcesilao, mas el Ser de esos entes luce en el centro
dialéctico. Aristóteles dice acerca de la sensación que lo liso
brilla naturalmente en la oscuridad, como las cabezas de
algunos pescados y la tinta de la sepia (

[De sen., 437b6-7]). El Estagirita


comenta acerca de la importancia del trasfondo negro para
ciertos fenómenos lumínicos:

Por otra parte, no todo lo que se ve es visible a la luz, sino solamente


el color característico de cada cosa: ciertas cosas, desde luego, no se ven
a la luz, y, sin embargo, producen sensaciones en la oscuridad, por
ejemplo, todas aquellas que aparecen ígneas y brillantes -no hay en
nuestra lengua un término único para designarlas- como son los
hongos, el asta y las cabezas, escamas y ojos de los peces. Sin
embargo, no se percibe el color característico de ninguna de ellas. Por
qué razón se ven tales cosas, es otro asunto (De an., 419a1-6). 82

Como señala Heidegger, no hay Ser sin entes, ni entes sin


Ser; y como enseña Platón el "es" acontece en "lo
Repentino", en el "In-stante" que he recaracterizado como
"Kairós"; pero no para in-stancializar a éste, sino para ex-
stancializar aquél (hacerlo ). Arcesilao-Anfiarao
aconseja a Arídice-Anfíloco que no revele ( )a
81 Identidad y diferencia, 135.
82 Acerca del alma, 192.
43
los extraños ( ) qué dolor ( ... )
soportan: la pregunta ontológica. Esto, al menos, quiere en
verdad ( ) decirle: el buen y grato destino que nos toque
importa mostrarlo en medio a todo el pueblo (

). Y en el medio Arcesilao es Diodoro "Crono".


Pero si la inaguantable desdicha ( ) de la
pregunta por el Ser del ente, la cual es un don divino
( ), adviniera casualmente ( ); conviene
ocultarla en las tinieblas (
)... para que brille como lo pulido reluce naturalmente
en la oscuridad, y las cabezas de algunos pescados en el
transfondo oscuro de la tinta de la sepia.
La analogía entre la sepia y Arcesilao parece rebatir el
parecer común, entre los historiadores de la filosofía, de que
su pensamiento era un pirronismo disimulado. Recordemos
el verso de Aristón: "Platón por delante, Pirrón por detrás y
en medio Diodoro." Lo mejor es el justo medio -en esto
coincide la sabiduría helénica. Acordémonos además de que
Homero dice que la Quimera no era de naturaleza humana,
sino divina. Este comentario cambia la presunta connotación
despectiva de aquel verso, en un laudo para Arcesilao.
Aristóteles afirma que la parte frontal y la trasera de algunos
animales, como los cefalópodos, están idénticamente
situadas. "Algunos animales, también, tienen las partes
frontal y trasera idénticamente situadas, por ejemplo los
cefalópodos (moluscos) y los testáceos con forma espiral, y
éstos han sido discutidos en otro lugar, con otro tema" (De
inces. anim., 5.706b1-3). El Estagirita asegura: "Cuando la
sepia se está desarrollando, se adhiere fuertemente a la hueva
en su parte delantera, pues sólo es posible por ahí; porque
sus partes trasera y delantera están únicamente en la misma
posición" (Gen. anim., 758a22-25).83 Aristóteles afirma que

83

. "e.g. H.A. 523b21; cf. P.A. 684b14, b34 seq.


(
)" [Works of
Aristotle, V, ft. 4]: "Tienen todos sus pies sobre lo denominado su
parte delantera, porque su parte trasera se junta con su parte delantera".
44
en las sepias los huevos parecen ser dos por estar dividido el
útero y parecer doble (ib., 758a8-9). Parecen dos pero no lo
son. Detienne y Vernant dice:

Las sepias nadan así unidas, boca a boca, brazos con brazos, como un
solo ser, pero un ser desconcertante y paradójico del que no se sabe
dónde comienza y dónde acaba, cuál es su derecha y su izquierda, su
parte delantera o trasera. Copulando así en un estrecho abrazo que nada
puede desligar (y que finalmente les perderá, pues el que ata se encuentra
atado a su vez, y los pescadores volverán contra la sepia, para pescarla,
está unión que encadena al macho y a la hembra), nada como trenzadas
una a la otra, mientras el movimiento se realiza por cada una de ellas en
sentidos opuestos: cuando una nada hacia delante, la otra los hace hacia
atrás. ¿Se puede acaso hablar quizás en este sentido de delante y detrás,
de arriba y abajo?84

La identidad de los indiscernibles. Si las partes frontal y


trasera de los cefalópodos son indiscernibles, y si lo
indiscernible es idéntico; entonces idénticas son las partes
frontal y trasera de los cefalópodos. Si Arcesilao es como
una sepia, y si Arcesilao es de frente Platón y detrás Pirrón;
entonces en Arcesilao lo platónico y lo pirrónico son
indiscernibles e idénticos en el justo medio: Diodoro Crono
(= el tiempo es un don divino). Si no importa ser disoluto
por delante o por detrás, como lo fue Arcesilao; tampoco
importará ser de frente Platón y de espaldas Pirrón. Mas,
acerca de cuán diodórico fue el Fundador de la Academia
Media, trataremos en otra ocasión.

Arthur Platt comenta: "H.A. v. 55oa17-26, which was illustrated. A.'s


description is correct; the young cephalopod seems to swallow the yolk.
The body of these creatures is twisted round upon itself so that the head
and the 'funnel' both point forward" (De gen. anim., III.758a22-25,
[Works of Aristotle, V, ft. 1]).
84 Las artimañas de la inteligencia, 153.
45
Arcesilao, Apeles, Arídices: deipnosofistas del Kairós

(Alceo, frag. 123).

Diógenes Laercio nos informa acerca del silógrafo Timón


que: "Preguntado una vez por Arcesilao por qué había vuelto
a Tebas, respondió: 'Para reír de vosotros al veros tan anchos
y extendidos'. No obstante, a Arcesilao, a quien había tocado
46
en sus sátiras, lo celebró en el libro intitulado: Arcesilao, De
las cenas" ( )."85 Debo
especificar que el título de la sátira se traduciría mejor como
El banquete funerario de Arcesilao. Menipo de Gádara,
quien primero fue esclavo y luego opulento ciudadano
tebano, escribió una sátira titulada Arcesilao, con la que
escarnecía la vida regalada de la Academia (Athen.,
14.664ef).86 D.R. Dudley piensa que el Arcesilao fue
dirigido contra la primera cabeza de la Academia Media, cuya
devoción por la dialéctica le ganaría el odio de los cínicos.87
Celebraré en este ensayo la memoria del deipnosofista
Arcesilao de Pitane, sabio comensal entre copas. Numenio,
acerca de la formación intelectual del Sabio de Pitane, dice:

Pero Timón dice también que se equipó habiendo adquirido de


Menedemo la formación erística, puesto que afirma de él: Teniendo de
una parte bajo su pecho el plomo de Menedemo corrió hacia Pirrón,
todo carnes, o hacia Diodoro (fr. 25). 88

Menedemo, como Menipo, fue un cínico. Los cínicos


pensaron que la lógica y la física debían erradicarse de la
filosofía, la cual debería preocuparse sólo de la moral. Pirrón
fue el fundador del escepticismo griego. V. Brochard cita a
Timón: "Llevando en su pecho el plomo de Menedemo, él
(Arcesilao) corrió hacia Pirrón, el de las carnes fuertes, o
hacia Diodoro', y: 'Yo nadaría hacia Pirrón o hacia el tortuoso
Diodoro;"89 para comentar: "Y, finalmente, sabemos que
Timón hizo el elogio de Arcesilao después de su muerte. ¿El
intratable silógrafo le habría perdonado segundas intenciones
platónicas y reticencias dogmáticas?"90 Brochard piensa que
Arcesilao era un escéptico pirrónico y no un platónico
dogmático. Pienso que esta opinión está equivocada.
En cuanto a los versos de Aristón y de Timón contra
Arcesilao, Numenio los comenta así:

85 Vidas de los filósofos más ilustres, 250.


86 A History of Greek Literature, 671.
87 History of Cynism, 73.
88 Fragmentos y testimonios, 260-261.
89 Los escépticos griegos, 119.
90 Ibid., 145.
47
Por lo tanto habiendo combinado las sutilezas de Diodoro, que era un
dialéctico, y los razonamientos de Pirrón y su escepticismo, dispuso la
elocuencia del discurso platónico como si fuese una charla necia y
afirmaba y se contradecía e iba de aquí para allá, a la buena de Dios,
inconstante y confuso, y al mismo tiempo astuto y temerario; sin saber
nada, como él mismo decía, puesto que era un hombre cándido. Después
se mostraba como si fuese semejante a los doctos, imaginándose fértil
en recursos por efecto de la apariencia pura de sus palabras. Lo mismo
que se ignoraba del homérico hijo de Tideo en cuál de los dos campos
estaba en su lugar (sí había partido formando parte de los troyanos o de
los aqueos), igualmente desconocido quedaba Arcesilao. Porque nunca
pudo tener una sola postura y decir lo mismo, ni pensaba que esto
pudiera ser atributo de un hombre diestro (fr. 25 [260-261]).

El filósofo diestro es el proteico. Arcesilao se llamaba a sí


mismo: "Sofista terrible y degollador de los inexpertos"
( ); era igual
que las Empusas, pues encantaba y seducía con los
simulacros de sus discursos (
);
espantaba y perturbaba, llevándose la palma del sofisma y del
fraude retórico (
); se
cortaba como una hidra y, habiéndose cortado por sí mismo,
era confusamente ambas cosas (

), puesto que también necesitaba


irreflexivamente de ellas como una de otra. Numenio
cualifica a Arcesilao como una especie de cuco o monstruo.
Arcesilao se percató del aspecto retórico de la filosofía y lo
desarrolló consecuentemente. Difiero de la animadversión de
Numenio contra Arcesilao.
Diodoro, apodado "Cronos", fue el dialéctico que inventó
los argumentos Encubierto y Cornuto. Repitió además los
argumentos de Zenón de Elea contra el movimiento. Su
argumento más famoso, el Dominante ( ), se dirige
contra la posibilidad de lo que no es actual. Diodoro tomó
parte en muchas controversias acerca del libre arbitrio.
Propongo que al haber sido Arcesilao "Diodoro en el
medio", y puesto que el medio ha disfrutado del prestigio de
la medida, lo bueno, lo bello y lo ente, entonces Arcesilao era

48
diodórico antes que pirrónico. Mas esto lo mostraré en otro
libro.
El Sabio de Pitane es famoso por sus dichos durante las
cenas. Después de la cena, procedía el simposio. Según
Plutarco, Arcesilao era amante del fruto de la vid (Quaest.
conv., 4.2.668a). 91 Arcesilao tenía afición por las uvas (...
92). Este gusto por el buen
vino implica el elogio de la mezlca, hecho por Platón en el
Filebo. In vino veritas. Alceo dijo que el vino era el espejo
del alma (frag. 91). Relataré algunas anécdotas acerca de los
dichos del quimérico platónico durante algunas cenas a las
que asistió u organizó. Ateneo dice:

El filósofo Antípatros, habiendo convocado en cierta ocasión un


banquete, dispuso que los comparecientes preguntaran acerca de
sofismas. Se dice que Arcesilao, habiendo sido convidado al banquete y
habiéndose recostado junto a un voraz comensal, no podía disfrutar de
nada, y cuando alguien de los presentes le extendía un manjar, decía: 'Te
lo agradezco, pero yo pienso en las cosas de Telefo' (
). Y casualmente sucedía que el glotón se
llamaba Telefo (186c).93

El sofisma de Arcesilao consiste en citar paródicamente un


pasaje de los Arcanienses (446) de Aristófanes, el cual
parodia, a su vez, el Telefo de Eurípides (TGF, frag., 584). En
ese banquete, como en el Simposio de Platón, se debatían
problemas teóricos, propuestos por los sofistas. Mas, no se
nos dice que el Sabio de Pitane discuta alguna cuestión
sofística, sino que estaba preocupado por comer algo. No es
tiempo de preguntar, sino de comer. A Arídices, quien lo
importunaba con cuestiones teóricas cuando era tiempo de
beber, le repuso que lo propio y principal de la filosofía era
conocer el kairós de cada cosa en particular. Arcesilao era
fecundísimo en la invención y feliz en las ocurrencias para
satisfacer a lo que le proponían, reduciendo a ello el período
de las palabras y acomodándose a toda ocasión (
), siendo también sobremanera
persuasivo ( [DL, 4.27]). En él concurren Kairós

91 Obras morales y de costumbres (Moralia), 4.211.


92 The Deipnosophists, 3.244.
93 Ibid., 2.322-323.
49
y Peito. En esto imitaba a Sócrates, quien algunas veces se
acomodaba a las ocasiones (
) y vestía con más curiosidad; así lo hizo
cuando fue a cenar con Agatón (Plat., Banq., 2.28).
En otro banquete Arcesilao será el anfitrión. Plutarco dice:

Cierta vez Arcesilao había invitado a sus amigos a cenar con unos
extranjeros y cuando la cena fue servida en la mesa, no había pan; sus
esclavos descuidaron comprarlo. En tal circunstancia, ¿quién de nosotros
no habría, gritando, desbaratado los muros? Mas, habiendo sonreído,
dijo: 'Es excelente que degustar el vino sea lo sabio' (
[De cohib. ira, 461d]).94

Si no hay pan para la cena, entonces la degustación del vino


se adelanta. ¿Por qué es que
? La suspensión del juicio que contrae la bebida del
vino es imagen de la epojé arcesiliana. Si Nietzsche hubiera
conocido la existencia del Sabio de Pitane, habría reconocido
en él a un filósofo dionisíaco post-socrático. Ateneo nos
relata otra anécdota parecida a aquélla:

Cierta vez Arcesilao ofrecía una cena para algunos amigos, pero faltó el
pan; al esclavo haberle hecho señales con la cabeza de que ya no había,
aquél, riendo a carcajadas y aplaudiendo, dijo: '¡Qué clase de banquete es
el nuestro, varones amigos! (
) Hemos olvidado comprar bastante pan. ¡Esclavo, corre
ya! Y, riendo, decía esto y una risa se esparció entre los presentes
reunidos y el pasatiempo y la plática aumentaron, de modo que la falta
de pan se convirtió en el condimento del banquete (10.420c-d).95

El saber arcesiliano es un gay saber. La comunicación que


prevalece durante ese banquete es suprarracional: señales con
la cabeza, risas, aplausos. Arcesilao conoce bien este
lenguaje. La falta de protocolo se convierte en la ocasión de
una sabiduría entre copas rebosantes de vino. Ateneo habla
de otro convite:

En otro tiempo ( ) Arcesilao, habiendo encomendado al


reconocido Apeles que filtrara el vino ( ), cuando, a
causa de su inexperiencia, lo agitó, derramó y el vino lució mucho más

94 Moralia, 6.142-143.
95 The Deipnosophists, 4.402-405.
50
turbio, Arcesilao, sonriendo disimuladamente, dijo: 'Yo encomendé el
filtrado a un hombre que, a diferencia de mí, no ha visto nada bueno'
( ). Pues tú, Arídices, álzate. Mas tú,
márchate y húndete en las cosas exteriores' (
). Así, estas cosas
animaron y alegraron tanto a los presentes, que los llenó de buen ánimo
(10.420c-d).96

El no saber de vinos es un índice arcesiliano del


desconocimiento de lo que es el bien. Platón dice que no hay
que buscar lo Bueno en una vida inmezclada, sino en la
mezcla de todo lo bueno que hay en todo para todos, y que
hay que tener esperanza de hallar tal mezcla bellamente
compuesta, y que en tal búsqueda y hallazgo debemos pedir
la ayuda de los dioses especialistas en buenas y bellas
mezclas: Dionisio, Hefesto o cualquiera de los dioses a quien
haya caído en suerte lo de la mezcla (Flb, 61b). Dionisio o
Baco es el dios del vino y, por tanto, de la mezcla. J.D. García
Bacca resume las líneas 62a-d así: "La mezcla buscada ha de
incluir la ciencia ( ); mas de ella solamente lo
humanamente conveniente. No la ciencia de la esfera misma
( ), la divina ( ), o del círculo (el divino),
desconociendo nuestros círculos (ruedas...), los compases
usados y usables en la construcción de casas, las reglas
empleadas por hombres."97 Platón asegura que si no se
mezcla la verdad, ningún ente vendría verdaderamente al ser,
ni una vez venido... sería (Flb, 64bc). Con esta consideración
Sócrates afirma que se halla en el vestíbulo o en la habitación
misma de lo Bueno en sí (ibid.). Platón asevera luego acerca
del placer:

Sócrates. Afirmarás, según esto, Protarco, en todo lugar, o enviando


mensajeros o hablando a los presentes, que Placer no es ni la primera ni
la segunda de nuestras posesiones; mas que, primero, se ha de juzgar
preferible, por más deleitable, lo pertinente a mesura, mesurado y
oportuno, y todo lo a esto semejante.
Protarco. Tal parece según lo acabado de decir.

96 Ibid.
97 Obras Completas, 4.337.
51
Sócrates. En segundo lugar: lo referente a conmensurado, bello,
perfecto, suficiente, y lo que sea de tal linaje (Flb., 66ab).98

Timón escribió de Arcesilao: "Y mezclaba la inteligencia con


insinuantes reprensiones" (
[DL, 4.34]).99 La sabiduría
procurada por Arcesilao ha de incluir la epistéme de la
mezcla ontológica. El Sabio de Pitane, ante aquel error de
Apeles, reaccionó, como antes, con una sonrisa a flor de
labios. Como un sabio budista zen, Arcesilao envía de vuelta
a casa al discípulo pintor, hasta que muestre que sabe catar lo
bueno. En cambio, Arídices sabe filtrar el buen vino y conoce
lo bueno, porque en otra ocasión aprendió de Arcesilao que
la tarea principal de la filosofía es conocer el kairós de cada
una de las cosas. El verbo significa filtrar
juntamente o al propio tiempo. y son
sinónimos. Filtrar el vino ( ) es un
índice de cuánto el discípulo sabe de un derivado del verbo
sunethéo: la sunétheia ( ), la cual comentaré en el
capítulo cuatro. Pero antes de proseguir con el
deipnosofismo del Fundador de la Academia Media,
cualifiquemos la amistad que hubo entre Arcesilao y Apeles.
Plutarco cuenta una anédocta que revela la clase de amigo
que era Arcesilao:

Tal clase de amigo fue Arcesilao en las demás cosas, el cual, al enterarse
de la pobreza de Apeles de Quíos, que estaba enfermo, fue a verlo al
punto con veinte monedas de cuatro dracmas y, sentándose a su lado,
dijo: 'aquí no hay nada sino aquellos cuatro elementos de Empédocles:
fuego, agua, tierra, y la suave sublimidad del aire, pero me parece que

98 "Otros comentaristas han considerado oportuno introducir una


distinción y llamar a la divinidad primordial 'Ocasión', a la segunda
'Eternidad' y a la tercera 'Tiempo', probablemente para que el Uno se
mantenga más allá del tiempo y de la Eternidad, ...aunque Platón, como
leemos en el Filebo (66a), no admite como características del primer
principio ni la Ocasión ni la medida; estas son más bien características
de lo que primariamente participa (del Primer Principio), por más que
los pitagóricos consideraron pertinente llamar el Primer Principio de
todo, por una u otra razón 'Ocasión'" (Proclo In Plat. Parm., 1216
[Trad. de M. Kerkhoff, Kairología, § "Pitágoras" # 12).
99 Lives of Eminent Philosophers, 1.410-411.
52
no estás bien echado', y a la vez que le arreglaba la almohada, le puso
debajo las monedas sin ser advertido ( ). Cuando las encontró una
vieja sirvienta y, llena de admiración ( ), se lo comunicaba
a Apeles, aquél, riéndose, dijo: 'Este ardid es cosa de Arcesilao'
( ). Y también en filosofía los
'hijos' nacen 'parecidos' a los padres (De adul., 63d).100

Diógenes Laercio cuenta una anécdota parecida, pero el


paciente no es Apeles sino Ctesibio y añade que en otra
ocasión ( ) le envió mil dracmas; Arcesilao era muy
generoso con el dinero, del cual era despreocupadísimo
(4.37). Juliano el Apóstata resume aquel incidente así:
"Arquesilao, cuando daba algo, intentaba que el que lo recibía
no se diera cuenta, y éste conocía por la propia acción a su
autor" (Or., 103d).101 Esta conducta está regida por una ética
del kairós: "Que el amor fraternal y las inclinaciones para
con los compatriotas son bellísimos y necesarios; de
Menandro es: 'Ninguna ocasión hace que lo propio por
naturaleza sea extraño'" (Stob. Fl. 84. 2 = 4. p 656H [

]
).102 He aquí otra
manera de disimulación practicada por Arcesilao. Diógenes
Laercio atestigua que a Cleantes: "...al decirle alguien que
Arcesilao no hacía lo debido ( ), dijo: 'Para y no
critique, pues si con la palabra suprime el deber (
), con sus actos sin embargo lo implanta'; también
Arcesilao decía: 'No me dejo adular', a lo que Cleantes
contestó: 'Sin duda yo te adulo diciéndote que dices una cosa
y haces otra.'"103 El Fundador de la Academia Media
suspendía verbalmente el juicio acerca del deber, pero lo
realizaba gracias a la sunétheia. Los cínicos comparaban a
Arcesilao con una sepia y su doctrina de la suspensión del

100 Moralia, 1.238-239. Plutarco cita a Hesíodo, Trabajos y días,


235.
101 Discursos I-V, 172.

(Julian, 1.278-279
102 Maxwell Edmonds, The Fragments o f Attic Comedy,
3B.836-837, frag. 742.
103 El estoicismo, 2.356.
53
juicio con la tinta negra que, para ocultarse, expele ese
molusco en las aguas que lo cercan. Él prefiere ocultarse,
como la de Heráclito. Sexto Empírico, Cicerón y San
Agustín testifican que el Fundador de la Academia Media
ocultaba sus enseñanzas para reservarlas a sus íntimos y
adelantados discípulos.
Cuando Plutarco asegura que en filosofía los 'hijos' nacen
también 'parecidos' a los padres, es para relatar otra escena
deipnosofista donde Arídices es el protagonista. Éste
aprendió definitivamente la deipnosofía que le enseñó
Arcesilao. Otra vez Plutarco es el informante:

Así al liberto del rey, un nuevo rico que se las daba grosera y
altaneramente de estar por encima de los filósofos que con él cenaban, y
que acabó por preguntarles cómo de habas blancas y negras resultaban
igualmente el puré verde, Arídices lo hizo levantarse muy enfadado al
preguntarle, a su vez, cómo de los látigos blancos y negros resultan
magulladuras moradas (Quaest. conv., 2.12.634c).104

Arídices pasó la prueba del vino y de las habas, porque


aprendió en otra cena en qué consiste la filosofía. Es muy
poco lo que se sabe de aquél. Fabricio anota: "Aridelus,
Arcefilae aequalis, cuius mentio Laert. IV.41."105 Arnim
resume: "A. von Rhodos, Philosoph der mittleren Akademie,
Schüler des Arkesilaos. Ind. Akad. Herc. col. 20, 5. Plut.
sympos. II 1, 12. Athen. X 420d."106 H. Bolkestein glosa el
pasaje plutarqueano donde se menciona a Arídices así:

634 C T. Hu.: ?. Philosophus, qui nominatur,


Arcesilai discipulus est), cuius nomen aputh Ath. 420 D per litteram
traditum est a Kaibelio in correctam. Etiam Ind. Acad. Herc. Col.
20, 5 exstat , quem Buecheler ad loc. eundem
esse censet atque eum, quem Plutarchus dicit. Cf. sepulcri quoque
titulum huius philosophi Rhodi inventum), qui vocativum
exhibet. Recte igitur Hu. emendavit. 107

Por mi parte he hallado que Polibio habla de que los rodios


eligieron antes a Arídices como embajador ante los buzantios
104 Moralia, 4.116.
105 Bibliotheca Graeca, 3.163.
106 Paulys Real-Encyclopädie, 2.1.823.
107 Adversaria Critica et Exegetica..., 114-115.
54
(4.52.2). F.W. Walbank comenta al respecto: " :
perhaps the Arideices, son of Eumoereas, the Platonist,
whose epitaph has survived..."108
Estrabón testifica que Erastóstenes estimó más al Sabio de
Pitane que al propio fundador del estoicismo, quien fue su
maestro:

'Pues' --dijo-- 'nunca hubo tantos filósofos en esa ocasión (


), bajo un único recinto y en una sola ciudad, como
cuando Aristón y Arcesilao florecieron ( ).' Pero considero
que esto no es bastante, sino que hay que juzgar honestamente a cuáles
habremos de creer. Mas pone a Arcesilao y a Aristón como los corifeos
de los que florecieron ( ) en aquel mismo tiempo; él tenía
en mucho a Apeles y a Bión, de quien dijo: 'Fue el primero en rodear la
filosofía de flores' ( ); no obstante, alguien le habría dicho
muchas veces esto: 'Tal es Bión, de adentro de sus harapos' (Od.,
18.74). Pues en estas mismas aseveraciones se trasluce una gran
debilidad de su juicio; por lo cual, aunque se hizo discípulo de Zenón de
Citio en Atenas, no recuerda a ningún sucesor de aquél, sino que habló
de sus disidentes (éstos florecieron [ ] en aquella ocasión [
]), de los cuales no se conserva sucesión ninguna
(Geo., 1.2.2).109

Eratóstenes señala el akmé de Arcesilao qua filósofo con


dos palabras claves kairós y antheo, cuyo primer sentido es
florecer. Apeles y Bión aparecen mencionados junto con
Arcesilao. Eratóstenes pensaba que Bión fue el primero en
tejer la filosofía en finos bordados. Diógenes Laercio repite:
"Por haber entretejido su estilo con variedad, refieren que
dijo de él Eratóstenes, que 'había sido el primero en vestir de
flores la Filosofía" (
[4.52]).110 Bión vistió de flores la filosofía. ¿Qué
quiere decir esto? J. Fredrik Kindstrand comenta: "The
background of this expression, which has often been
discussed, can be found in two different customs, as referring
to the dress of the hetaera, or the dress of the satyrs as they
appear in the satyr-plays."111 Esta disyuntiva no es exclusiva
sino inclusiva: "Maybe it would be wrong to make a definite
108 A Historical Commentary on Polybius, 1.505.
109 The Geography of Strabo, 1.52-55.
110 Vidas de los filósofos más ilustres, 159
111 Kindstrand, Bion of Borysthenes, 153.
55
decision between the two alternatives, and Eratosthenes may
very well have had both in mind."112 El cínico baja de su
etéreo dosel a la filosofía para entronizarla en las partes
pudendas con el fin de indicar que el razonamiento más
sublime se funda de algún modo u otro en la libido.
: Es una reminiscencia de la Odisea, 18.74
donde Homero dice:

Odiseo se ciñó los andrajos, ocultando las partes verendas, y mostró sus
muslos hermosos y grandes; asimismo dejáronse ver las anchas
espaldas, el pecho y los fuertes brazos; y Atenea, poniéndose a su lado,
acrecentóle los miembros al pastor de hombres. Admiráronse
muchísimo los pretendientes y uno de ellos dijo al que tenía más
cercano: Una voz. -Pronto a Iro, al infortunado Iro, le alcanzará el mal
que se buscó. ¡Tal muslo ha descubierto el viejo, al quitarse los
andrajos! (Od., 18.74).113

Este relato se parece al fragmento aristotélico que cuenta que


Pitágoras no era un hombre sino Apolo Hiperbóreo, y en
señal de esto, durante una competencia, se puso de pie y
mostró el muslo de oro (Jámbl., Vit. Pyth., 140). ¿Acaso decir
muslo no es metonímicamente hablar del falo?
En cuanto al otro genio de la filosofía, mencionado por
Estrabón, Aristón de Quíos, el "Calvo", también apodado la
"Sirena" o el "Charlatán"114, fue un estoico heterodoxo quien
profesó una crítica admiración por Arcesilao. Enseñó que el
fin de la vida es ser indiferente entre la virtud y el vicio; de ahí
que a las cosas medias entre la virtud y el vicio las llamaba
Indiferentes. Pensaba que el sabio era semejante a un buen
histrión que representa tanto a Tersites como a Agamenón.
Me parece que el sabio al estilo de Aristón debe ser un actor
tanto cómico como trágico; es decir, tragicómico: paródico.
Quitó de la filosofía la lógica, porque no importa en lo más
mínimo, y la física, porque es superior a los seres humanos. A
la filosofía sólo importa la ética. "Comparaba los
112 Ibid.
113 La Odisea, 233.71-78.
114 Diógenes Laercio dice de Zenón que: "Debido a que su discípulo
Aristón exponía muchas cuestiones sin trabazón, y algunas incluso
precipitada y temerariamente, le dijo: 'Es imposible que tu padre no te
haya engendrado cuando estaba borracho', y por ello, abreviando, le
llamó charlatán" (7.18 [El estoicismo, 2.327]).
56
argumentos dialécticos a las telarañas, las cuales, aunque
parecen que manifiestan artificio, son inútiles" (DL, 7.160-
164).115 Diógenes Laercio escribe que Arcesilao era muy
propenso a amar a la gente joven, y que por esto los estoicos
seguidores de Aristón lo acusaban de ser la perdición de los
jóvenes, de usar palabras obscenas y de ser un atrevido
(

4.40]). Arcesilao decía que no importa ser


disoluto por delante o por detrás (Plut., Quaest. conv.,
8.3.705e). Numenio dice: "Por esto también se decía de él, a
modo de canto, cierto verso paródico e insolente: 'Platón por
delante, Pirrón por detrás y en medio Diodoro.'" Este verso
es de Aristón -según atestigua Sexto Empírico (P, 1.234).
Diógenes Laercio añade que Aristón: "Hablaba contra
Arcesilao, y habiendo visto un toro con una matriz
monstruosa, dijo: '¡Ay! aquí tiene Arcesilao un argumento
contra la evidencia."116 Se refiere al concepto estoico de
evidencia, vinculado esencialmente con su concepto lógico de
la verdad como adecuación del intelecto a la cosa. Acerca de
esto me extenderé en el último capítulo.
El Sabio de Pitane se dedicó más a refutar la filosofía de
Zenón, que a exponer la suya propia. Cicerón reproduce la
mayor objeción filosófica de Arcesilao contra Zenón:

Vino a preguntar Arcesilao a Zenón qué ocurriría si el sabio no pudiera


conocer con certeza ni fuera propio del sabio conjeturar. Creo que Zenón
respondió que el sabio no debería conjeturar porque existía lo que podía
conocerse. Qué era ello entonces, le preguntó Arcesilao. La
representación, creo que respondió Zenón. Arcesilao volvió a preguntar
cómo era, pues, la representación. Entonces Zenón definió como
impresa, caracterizada y reproducid de aquello que existiera y como
existiera. Después fue interrogado nuevamente sobre si la representación
verdadera era de las mismas características que la falsa. En este punto
Zenón vio agudamente que no existiría ninguna representación que
pudiera percibirse si pudiera ser que la representación de aquello que
existe fuera igual que la representación de aquello que no existe. A
Arcesilao le pareció bien lo añadido a la definición (Acad., 1.2.77).117

115Vidas de los filósofos más ilustres, 194.


116Ibid.
117 Sevilla Rodríguez, Antología de l o s primeros estoicos
griegos, 40-41.
57
Oigamos un comentario moderno que explica este argumento
arcesiliano contra el criterio de la verdad estoica, la
representación comprensiva:

Sobre todo dirigió los tiros de su fino ingenio contra Zenón, al que
acorralaba y venció en el terreno de la dialéctica. Este sentaba como
criterio de distinción, entre un conocimiento que encerraba verdad y uno
imaginario, la representación verídica de un objeto que tuviera por base
la realidad. Tal afirmación, decía Arcesilao, es una petición de principio,
pues saber que una representación está acorde con la realidad sólo puede
hacerse en virtud de otra representación, regla de distinción entre lo
quimérico y lo real. ¿Y con qué garantía cuenta la nueva representación
para no ser del número de las imaginarias?118

La demostración estoica de que la representación


comprensiva sea el criterio de la verdad es una falacia. La
crítica epistemológica arcesiliana contra el concepto estoico
de la verdad como adaequatio rei et intellectus, supone la
noción de la Verdad como Des-ocultación. El académico
Plutarco parece decir esto en dos ocasiones (frags., 215g;
217i).
Epicuro escribió una carta a Apeles, cuyo único
fragmento conservado dice: "Te felicito, Apeles, porque te
lanzante limpio de toda mácula en pos de la filosofía."119
Mas, ¿qué hizo Apeles, amigo de Arcesilao, para ganarse el
elogio de aquel filósofo? ¿Acaso se hizo filósofo al haber
aprendido, del Sabio de Pitane, en qué consiste la filosofía?
Quizá se deba a esto o a otra razón. Apeles era el pintor
oficial de Alejandro Magno. Lisipo de Soción fue su escultor
oficial y el autor de una famosísima estatua sobre ,
hoy desaparecida. Luciano describe la obra maestra de
Apeles: la "Calumnia."

118 Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana,


5.1292-1993. "NUMENIO EN EUSEBIO, Preparación evangélica,
XIV, 6, 13: 'Considerando Arcesilao ese pensamiento de Zenón, quien
lo había formulado por pirmera vez, y también la denominación que éste
había dado y era estimada en Atenas, la 'representación aprehensora',
utilizaba todos los medios en contra de ella.'" (Sevilla Rodríguez,
Antología de los primeros estoicos griegos, 39).
119 Epicuro, Obras completas, 112, fr. 24.
58
Apeles, en recuerdo del riesgo corrido, vengóse de la calumnia en una
pintura. A la derecha aparece sentado un hombre de orejas descomunales,
casi como las de Midas, extendiendo su mano a la Calumnia, mientras
ésta, aún a lo lejos, se le aproxima; en torno a éste permanecen en pie
dos mujeres, a mi parecer la Ignorancia y la Sospecha. Por el otro lado
avanza la Calumnia, mujer de extraordinaria belleza, aunque presa de
ardor y excitación, transparentando ira y furor, con una antorcha
encendida en la izquierda y arrastrando con la diestra, de los cabellos, a
un joven que alza sus manos al cielo e invoca a los dioses. Le dirige un
hombre pálido y feo, de mirada penetrante y aspecto análogo al de
quienes consume una grave enfermedad: podría suponerse que es la
Envidia (Phthónos). Le dan también escolta otras dos mujeres, que
incitan, encubren y engalanan a la Calumnia; según me explicó el guía
de la pintura, una era la Asechanza, y la otra el Engaño (Apáte). Tras
ellas seguía una mujer que se llamaba -según creo- el Arrepentimiento
(Metánoia). En efecto, volvíase hacia atrás llorando y llena de
vergüenza, dirigiendo miradas furtivas a la Verdad, que se aproximaba.
Así representó Apeles su arriesgada experiencia en la pintura (Calum.,
5).120

Ausonio habla de la Metanoia como una diosa, acólito de la


Ocasión.
¿Quién es la que te acompaña? Que te lo diga ella. Dime, por favor,
¿quién eres? Soy una diosa a quien ni el propio Cicerón dio nombre.
Soy la diosa que exige satisfacción por lo hecho y lo no hecho, claro
que para causar arrepentimiento. Por eso me llamo Metánoia. Mas
dime tú, ¿qué hace contigo? Cuando me voy volando, ella queda; a ella
se agarran quienes yo dejé atrás. Tú también, mientras interrogas,
mientras estás preguntando, dirás que me he escapado de tus manos.121

Quizá la personificación del arrepentimiento en el epigrama


de Ausonio responda a la alegoría de la Calumnia de Apeles.
En representaciones artísticas posteriores Metanoia sucede a
Kairós. La Verdad (alétheia) y la Oportunidad (kairós)

120 Obras, 1.231-232.


121 Obras, 2.302-303. Quae tibi iuncta comes? Dicat tibi. Dic rogo,
quae sis. / Sum dea, cui nomen nec Cicero ipse dedit. / sum dea, quae
factique et non facti exigo poenas, / nempe ut paeniteat: sic Metanoea
vocor. / Tu modo dic, quid agat tecum. Quandoque volavi, / haec manet:
hanc retinent quos ego praeterii. / tu quoque dum rogitas, dum
percontando moraris, / elapsam dices me tibi de manibus (Johnson,
Lysippos, 281).
59
confluyen dialécticamente en el pensamiento artístico de
Apeles. Si la representación verdadera exhibe
epistemológicamente los mismos rasgos que la
representación falsa, entonces el error y el arrepentimiento
son partes integrantes de la sabiduría arcesiliana. El sabio
arcesiliano divaga; es decir, opina y vaga. El camino
parmenídeo de la Verdad se confunde con la senda de los
mortales: la errancia.
Arcesilao, su maestro, fue un filósofo-poeta. Einarson
resume la crítica de Colotes contra aquél así: "Arcesilaüs is in
effect another poet; his philosophy is so much music
(Phaedo, 61a3-4)"122 El sofista autor de los Razonamientos
Dobles ( ) señala que es la misma cosa lo justo
e injusto (3.1). Una prueba, que aduce, de esto son las artes y
las obras de los poetas.

En efecto, en la tragedia y en la pintura aquél que engaña mejor haciendo


creaciones semejantes a la verdad, éste es el mejor. Quiero aportar el
testimonio de la poesía más antigua. De Cleobulina:

He visto a un hombre robando y engañando con violencia, y obrar así


con violencia es muy justo.

Estos versos eran antiguos. Los siguientes son de Esquilo:

La divinidad no se siente alejada de un justo engaño.

Y:

La divinidad quizá honora la oportunidad de unas mentiras (3.10-


12).123

lee el último
verso en griego. Pocas líneas después los argumentos que
pretenden demostrar que es lo mismo lo justo y lo injusto
aducen otra vez las artes, en las cuales no existe ni lo justo ni
lo injusto, pero subsumen el criterio de la verosimilitud en el
del placer: "Los poetas no crean sus poemas en vista de la
verdad, sino por placer de los hombres" (3.17).124 Arcesilao,
122 Moralia, 14.176.
123 Piqué Angordans, Sofistas, 311.
124 Ibid., 312.
60
como poeta-filósofo, no piensa en vista de la verdad
kataléptica, sino del placer kairosófico. El fundamento de la
mente humana no es la lógica o los conceptos, sino el trabajo
de la imaginación sobre metáforas, metonimias, etc.
La diferencia entre el filósofo y el poeta es análoga a la que
hay entre el sabio y el loco. Cicerón aduce que la locura era
una prueba académica de la unilateralidad de la katalepsis
estoica para hacer justicia a la complejidad de la mente
humana. Cicerón hace hablar a un estoico acerca de la
epistemología académica:

Expondré, pues, ordenadamente los argumentos de nuestros adversarios,


ya que ellos suelen expresarse también con método. Esfuérzanse
primeramente en demostrar que hay muchas cosas que creemos ver y que
en realidad no existen, a causa de que el espíritu humano se mueve lo
mismo a impulsos de las cosas irreales que de las reales. Cuando
afirmáis -dicen- que hay ciertas apariencias que proceden de Dios, como,
por ejemplo, las que vemos en sueños o se nos revelan por medio de los
oráculos o de los auspicios o de las entrañas de las víctimas (pues estas
creencias -añaden- las admiten nuestros antagonistas los estoicos),
¿cómo Dios, que puede hacer probables las apariencias falsas, no podría
hacer lo mismo con las que más se acercan a la verdad? Y si tiene este
poder, ¿por qué no lo tendría también para hacer probables las cosas que,
aunque muy difícilmente, se distinguiesen de la verdad, o las que no se
distinguiesen en absoluto? Teniendo, además, en cuenta que el espíritu
se mueve por sí mismo, como lo revelan las cosas que imaginamos con
el pensamiento o las que se presentan con frecuencia durante el sueño o
la locura, resultará verosímil que el espíritu se mueve también de modo
tal que ni podrá distinguir las apariencias verdaderas de las falsas ni
admitir en ellas ninguna diferencia (Acad., 2.15.47-48 [61-62]).

Los estoicos buscaban la norma de la gravedad, de la


constancia, de la firmeza y de la sabiduría, mas los
académicos los obligaban a valerse de ejemplos sacados del
sueño, de la locura y de la embriaguez (Quaerimus gravitatis,
constantiae, firmitatis, sapientiae iudicium, utimur exemplis
somniantium, furiosorum, ebriosorum [Acad., 2.17.53]).
Cicerón continúa su protesta:

¿No es evidente la inconsecuencia de cuanto hemos dicho en esta


discusión? ¿Sacaríamos a relucir, si así no fuese, a los ebrios, a los que
duermen, y a los locos, y cometeríamos el absurdo de afirmar que entre
sus apariencias y las de los hombres despiertos, sobrios y sanos, existen
61
diferencias unas veces y otras no? Ellos no ven que con esto logran un
resultado que no quisieran: hacerlo todo incierto. Y llamo cosas inciertas
a las que los griegos denominaban . Si fuese posible que entre
las percepciones de un hombre sensato y las de un loco no hubiese
diferencia alguna, ¿quién podría estar seguro de poseer un espíritu
cuerdo? Pretender llegar a este resultado sería indicio de locura, y no
pequeña (Acad. 2.17.53-54 [78-79]).

In vino veritas no es un tópico retórico más, sino un


acceso posible a un estado de conciencia que devela que la
comprensión estoica es un nivel cognoscitivo rudimentario y
fundado, pero no máximo y fundante. El sueño como un
acceso a lo inconsciente está preconizado no sólo en Cicerón,
en nombre de los académicos, sino en Lactancio y
específicamente en nombre de Arcesilao:

No obstante, nadie puede refutar al que dice cosas falsas, excepto quien
conoce antes qué es la verdad; porque Arcesilao, sin conocer la verdad,
trató e introdujo el género de filosofía llamado , que en latín
podemos llamar 'inestable' o 'inconstante'. Pues, para que nada haya de
ser conocido, es necesario que algo sea conocido, pues si nada conoces
en absoluto, esto mismo: que nada puede conocerse, se anula. Así que,
el que declara, como su enseñanza, que nada se conoce, lo confiesa como
algo percibido y conocido; por tanto, algo puede conocerse. Esto es
similar a lo que en las escuelas suele proponerse como un ejemplo del
género asystático: alguien ha soñado que no cree en sueños; pues si
creyera, entonces se seguiría que no ha de creer; mas si no creyera,
entonces se seguiría que ha de creer (diuin. inst., 3.6.13).125

Este ejemplo evoca la famosa Paradoja del mentiroso, de la


cual Cicerón se acuerda en sus Cuestiones académicas para
ilustrar la posición epistemológica académica. En otro libro
trataré exhaustivamente del tema. Entretanto, ¿cuál es la
diferencia epistemológica entre las representaciones oníricas
y fantasiosas, y las representaciones conscientes y
razonadas? ¿Cuál es la diferencia gnoseológica entre la
verdad de la filosofía y la ciencia, y la verdad del arte? Pero,
¿es acaso cierto que hay una única verdad? ¿Cuál es la verdad
de las verdades o la verdad de la verdad? Preguntar por la
diferencia epistemológica entre las representaciones
fantasiosas y oníricas, y las representaciones razonadas y

125 Lactanti Opera Omnia, 1.189.


62
conscientes legitima solapadamente la petitio principii que
parece validar la presunción de veratividad de las preguntas
anteriores. Arcesilao se percató de esto.
Recurriré de nuevo a los Razonamientos Dobles para
recaracterizar el pensamiento del Sabio de Pitane acerca del
criterio de la verdad:

Ahora bien, quienes dicen que los locos y los cuerdos, los sabios y los
ignorantes, hacen y dicen las mismas cosas y todo cuanto se sigue del
razonamiento, no hablan con corrección. Pues si se les preguntase si la
locura es diferente de al cordura y la sabiduría de la ignorancia,
responderían: 'Sí.' Pues es bien evidente que por lo que unos y otros
hacen habrán de estar de acuerdo. Por tanto, pues, si hacen las mismas
cosas, los sabios son locos, los locos sabios, y todas las cosas están en
confusión. Hay que añadir el razonamiento de ver quien habla en el
momento oportuno, si los sabios o los locos. Pues cuando se les
pregunta, responden que todos dicen lo mismo, pero que los sabios
cuando conviene y que los locos cuando no conviene (5.6-9).126

El sabio arcesiliano, quimera de filósofo y de poeta, se ubica


en el justo medio: el Kairós. No es un desaforado relativista.
El traductor de los que cito comenta el
pensamiento del autor de éstos:

Pero el autor no se detiene en esta primera conclusión de relativismo.


Después de haber disertado sobre las contradicciones entre lo decoroso y
lo indecoroso, lo justo y lo injusto, etc., busca un criterio general con
que superar las antítesis, para concluir que todo es bello en su momento
oportuno y todo es feo en otro momento. Es decir, anuncia, como había
hecho Gorgias, la teoría de la oportunidad, la doctrina del kairós. La
oportunidad es razonada, pues, como única solución para remontar el
dilema precisamente de la relatividad.127

Durante la última revisión de este libro, llegó a mis manos un


corto artículo que trata acerca de la deuda intelectual de la
Academia Media con Gorgias. B. Wisniewski comienza:
"Dans notre étude tacherons de démonstrer que
l'occasionalisme de Gorgias est à l'origine du raisonnable
d'Arcésilas et du probabilisme de Carnéade"; y su primer
párrafo termina así:

126 Piqué Angordans, Sofistas, 314.


127 Ibid., 300.
63
L'occasionalisme de Gorgias d'une part et le raisonnable d'Arcésilas et
la probabilisme de Carnéade d'autre part semblent satisfaire à ce besoin
de la nature humaine, provenir d'une source commune et avoir par
conséquent un caractère analogue.128

De regreso a Apeles, éste aprendió de Arcesilao la teoría de


la oportunidad como la única solución para remontar el
relativismo epistemológico, que se le ofrecía prima facie
como la sabiduría, debido a su oficio de artista. P. Moreno
comenta la estética de Apeles así:

Las fuerzas inquietantes de la pintura de Apeles se subliman en la


alegoría. En Esmirna se conservaba una Cháris, que debe ser entendida
como la personificación del ideal estético del pintor. El cuadro se
hallaba en el Odeón, lugar destinado a las audiciones musicales y
poéticas: la figura de la 'Gracia' no se encontraba aislada, sino con otras
imágenes significativas dentro de la ideología helénica de lo bello.
Fragmentos de dos mosaicos hallados en Líbano nos muestran los
caracteres esenciales de ese pintor. El ejemplo proveniente de Biblos, en
el Museo de Beirut, alinea partiendo de la izquierda, las figuras de
Kairós ('Momento oportuno'), Akmé ('Florecimiento') y Cháris. El
personaje masculino es un adolescente, de pie; aunque mal conservado
en este mosaico, es reconocible, sin embargo, en el busto representado
en un mosaico de Baalbek, hoy en el Museo Capitolino. Se diría que es
una variación sobre el tema del joven Alejandro, que había interesado a
Apeles desde su estancia en Macedonia. El mito de Kairós se hallaba,
en efecto, unido a los acontecimientos de Alejandro, a la feliz rapidez de
su avance; por su parte, Lisipo había dedicado también al príncipe una
alegoría en bronce con este tema. En la retórica y en las artes
figurativas, la identificación del 'momento oportuno' era fundamental
para obtener un perfecto resultado; éste aludía tanto a la elección como a
la selección operadas en la representación.129

128 "Gorgias et la Nouvelle Academic", 238.


129 Pintura griega, 150. Louis Gernet y André Boulanger dicen: “La
noción fundamental es la noción de la divinidad funcional: si la fórmula
de Usener que define a los dioses más antiguos como dioses especiales o
momentáneos (Sondergötter y Augenblicksgötter), es un poco
estrecha, queda en pie el hallazgo de que toda divinidad menor revela su
presencia en una esfera determinda, mediante una actividad particular o
en ciertos momentos de la duración. Este tipo de pensamiento ha sido
instintivo: se admite una divinidad de la Ocasión (Kairós) en la época
clásica, y Lisipo esculpe su imagen; no era aquélla una alegoría para
64
Tanto Apeles como Lisipo, como artistas del Estado,
trabajaron el motivo del Kairós real. Una retórica dice:
"Alejandro, habiendo sido cuestionado de cómo había
adquirido tanto poder, dijo: 'Al no posponer nada para
mañana."130 Tzetzes dice que, como Alejandro el Grande se
dolía cada vez que perdía alguna oportunidad de hacer algo,
Lisipo le hizo la estatua del Kairós (Chiliades, 10.266-272).
Moreno añade:

Apeles creía en la solución del cuadro con un golpe de esponja, en la


felicidad del momento inspirado por Hermes y por el Kairós, que
precisamente había representado en su alegoría estética. Tenía fe en 'lo
que se produce por sí solo' (autómaton), tal como le sucedía a un
político, contemporáneo suyo, que había dedicado un altar a la
Automatía. Al igual que para otros aspectos, su visión coincidía con
una fórmula de Aristóteles: 'El arte ama a la fortuna y la fortuna al
arte.'131

Tal vez Apeles se hizo filósofo - a juicio de Epicuro- porque


aprendió a conocer el kairós de cada obra de arte.
Arcesilao prohibió a Batón la entrada en su escuela,
porque escribió, en una comedia, un verso contra Cleantes;
pero se reconcilió con él después de que aquél aplacó a
Cleantes y cambió de opinión (Plut. De adul., 55c). El
Fundador de la Academia Media era un crítico de arte:

Muchas personas -como decía Arcesilao-, encaminadas por la visión y la


inteligencia, creen que es necesario contemplar minuciosa y
sucesivamente cada uno de los poemas, las pinturas y las estatuas,
ajenas; pero no se apresuran a examinar con cuidado sus propias vidas,
que tienen muchas cosas tristes, sino que se fijan siempre en lo exterior

uso de artistas: por entonces, Timoleón dedicaba en su casa una capilla a


Automatia, una de las figuras del Azar. Otro caso relativamente tardío y
de otro orden: en el hipódromo de Olimpia, había un lugar peligroso, en
el que los caballos corrían el riesgo de atropellarse; Tarasippos. ‘El que
espanta a los caballos’, un demonio del que se hizo un héroe, estaba
allí" (El genio griego en la religión, 171-172).
130
(Hock, The
Chreia in Ancient Rhetoric, 303).
131 Pintura griega, 159.
65
y admiran las reputaciones y suertes ajenas, tal como los adúlteros a las
mujeres de otros, despreciándose a sí mismos y a sus propias cosas (De
tranq. an., 470).132

Quizás en esta crítica haya una reconvención contra su


discípulo Apeles y quizá su respuesta al maestro haya sido
tornar filosófica su pintura, al pintar alegorías. El espectador
de la pintura alegórica de Apeles no se enajenaría del
autoconocimiento, sino que en ella hallaría la ocasión de la
verdad acerca de sí mismo. El camino hacia la autognosis
comienza con la alegoría. La ruta hacia la mismidad es
dialécticamente la de la alteridad. Recordemos que Arcesilao
le recomendó que se hundiera en las cosas externas.
Examinemos la amistad de Arcesilao con Arídices, porque
nos descubrirá por qué Apeles puede considerarse un
filósofo que ha aprendido en qué consiste esencialmente la
filosofía. La próxima anécdota acerca de Arcesilao fue
probablemente sacada del libro de Timón Del banquete
funerario de Arcesilao o del Arcesilao, de Menipo.
Diógenes Laercio comenta:

Pero era demasiado pródigo --en efecto, ¿quién era sino otro Aristipo?--
Comparecía exclusivamente a las cenas de sus semejantes en
costumbres. Convivía públicamente con dos prostitutas elienses y
contra los criticones profería las sentencias de Aristipo. Tenía afición
por los adolescentes y era proclive a ellos. De ahí que los estoicos de
Aristón de Quío lo acusaron de corrupción de la juventud, lenguaje soez
y atrevimiento. Pues ciertamente se dice que Demetrio, quien navegaba
hacia Cirene, lo amó mucho más que Cleocares de Mirlea; acerca del
cual él dijo a unos fiesteros que quería abrir, pero que aquél se lo
impedía. Democares, hijo de Laques, y Pitocles, hijo de Bugelo,
amaban a Cleocares; pero [Arcesilao] habiendo recibido a ésos, con
resignación les dijo que se retirasen. En efecto, por esto precisamente lo
molestaban los antes mencionados y se burlaban de él, diciéndole
amante del vulgo y de la vanagloria. Pero principalmente lo atacaban
los del círculo de Jerónimo Peripatético, cada vez que convocaba a sus
amigos con motivo del cumpleaños de Alción, hijo de Antígono, en
cuya ocasión éste enviaba bastante dinero para su disfrute. Entonces
rehusando Arcesilao en toda ocasión las explicaciones entre copas, a
Arídices, quien le proponía cierta teoría y juzgaba la misma digna de
explicación, le dijo: 'Esto mismo es principalmente lo propio de la
filosofía: conocer la ocasión de cada una de las cosas' (
132 Moralia, 6.196-197.
66
[40-42]).

Ya sabemos cuál es el bien que Arcesilao trató de enseñarle a


Apeles a través del filtrado del vino. En aquella ocasión lo
despachó a casa, pero parece que en alguna otra cena el
discípulo aprendió que el kairós es un bien apetecible
akatalépticamente; su teoría de la inspiración y su pintura
alegórica dan fe de ese aprendizaje. Si la principal y propia
tarea de la filosofía es conocor el kairós de cada ente, si
Apeles fue discípulo de quien dijo eso, si Apeles pintó al
Kairós, si Epicuro lo felicita por haberse hecho filósofo;
entonces Apeles conoció finalmente que la filosofía es el
conocimiento del kairós de cada ente. Con esta definición de
la filosofía, Arcesilao repite lo ya dicho por muchos otros
pensadores, como Pítaco, Píndaro, Demócrito, Filolao, etc. El
saber las medidas del kairós es una definición de la filosofía.
Nunca antes de este escrito mío se había puesto al
descubierto una definición kairológica de la filosofía, tan
unívoca en su sentido como en su autoría. He aquí las
implicaciones semánticas e históricas de la definición
kairológica de la filosofía por parte del Sabio de Pitane.133
Otro Ateneo ha conservado una definición kairológica de la
filosofía: "Bellamente los antiguos filósofos han dicho que
hay que conocer las medidas ('metra') del tiempo justo
('kairós'), porque ésta es la definición de la filosofía misma;
utilizándola en el cálculo de sus asuntos, uno podría así llegar
a conocerse cabalmente a sí mismo, según aquella sentencia
de Delfos, o según unos dichos similares de Arquitas, Filolao
y otros tantos" (DK, 44B23.9).134 Esta doxografía acerca de
133 Este descubrimiento mío es tan o más importante que el de los
pasajes de Proclo (hallados durante mi investigación para la tesis de
maestría), acerca de los neopitagóricos que llamaban a lo Uno "Kairós",
a la Inteligencia "Aión" y al Alma del Mundo "Chrónos".
134 Trad. de Kerkhoff, Kairología, § "Pitágoras" # 4a. "Athenaeus,
author of an extant work on siege-engines ( ) may
be probably be dated in the first century B.C." (Hammond, The
Oxford Classical Dictionary, 139). "Athenaeus. Greek
mechanician; fl. possibly about the end of the 2nd century B.C. He
wrote a book on siege engines which contains historical information on
these engines" (Avery, The New Century Classical Handbook,
192).
67
Filolao ha sido calificada de dudosa. El texto griego dice:

(Mechan.,
p. 4 Wescher).135 Este testimonio retrotrae la definición
kairológica de la filosofía no sólo hasta la sabiduría gnómico-
délfica y al pitagorismo de Arquitas, sino hasta Aristóteles,
Estratón y Hestieo. Una variante del texto añade otros
pensadores. M. Timpanaro Cardini comenta: "L'Anonimo
autore di un estratto di questo passo (p. 201. 16 Wescher;
Schneider Gr. Poliork. II p. 10, citati in DK) cambia i nomi
cosí: 'Filolao, Aristotele, Isocrate, Aristofane, Apollonio'."136
Pero el texto de Ateneo es bastante tardío y muy general en la
atribución de la autoría de la definición kairológica de la
filosofía Más bien parece la conclusión particular a la que
arribó Ateneo al haber estudiado qué enseñaban algunas
filosofías antiguas acerca del momento de la guerra. M.
Kerkhoff afirma dubitativamente que Filolao fuera el inventor
de la definición kairológica de la filosofía: "... -como primero,
probablemente- la filosofía (o la sofía) misma como el
'conocimiento de los del ." Y en la nota al
calce correspondiente anota que: "La mencionada definición
de la filosofía es declarada 'inauténtica', pero se remite a
Anaxarco de Abdera (DK, 72.B.1) como fuente auténtica; de
ahí nuestro 'probablemente'."137 Kerkhoff ha además
comentado acerca de la definición kairológica de la filosofía
que: "Esa definición de la sophía (o philo-sophía) es
atribuida al pitagórico Filolao (véase DK, I, p. 419), pero
135 "Hanno detto bene gli antichi filosofi, che bisogna conoscere le
misure dell' opportunità, in quanto essasegna i confini della filosofia;
infatti solo col suo aiuto si può gungere alla norma da seguire nell'
azione pratica, pur dopo aver attentamente meditato sul famoso precetto
di Delfi, e su quelli di Stratone, di Estieo, di Archita e di Aristotele, e di
altri che hanno scritto cose simili a costoro" (Timpanaro Cardini,
Pitagorici, 2.246-249).
136 Ibid., 2.248-249, n. 23.
137 "Kairós como Primer Principio", 99, n. 64.
68
aparece en un fragmento de Anaxarco de Abdería (DK, II, p.
239) que, a su vez, fue también atribuido a Heráclito y
Demócrito. Su 'moraleja' corresponde al Kairón gn thi de
varios de los Siete Sabios."138 M. Untersteiner retrotrae la
definición kairológica hasta ciertos afamados pensadores-
poetas helenos:

There remains a special and significant group of examples of the use of


, the model for which goes back to Hesiod (Opp., 694):
, and recurs in Pindar (Ol,
XIII, 48). The thought here developed becomes the definition of
philosophy itself, as apppears in Philolaus, who believed philosophy to
consist in Diels, N.z.I.B., p. xxxviii,
38 = DK 44B23 : similarly Anaxarchus (DK 72B1).139

Éste está histórica y temáticamente vinculado con el primer


escépticismo griego; fue maestro de Pirrón de Elis y militó
en la escuela atomista.140 Su único fragmento, conservado
por Clemente de Alejandría, dice así:

Saber mucho, por más útil que sea, hace también daño a quien posea
(ese saber); pues es útil al hombre hábil, pero le hace daño a quien
profiere públicamente cualquier palabra. Es necesario conocer las
medidas del tiempo justo, porque ésta es la definición (o delimitación)
misma de la sabiduría. Aquellos, sin embargo, que entonan sus
sentencias fuera del tiempo debido, por más razonable que (ellas)
suenen, reciben el reproche de 'necios' porque no disponen con prudencia
de su sabiduría (

138 "Tres ejemplos de Kairología", 100, n. 70.


139 The Sophists, 82.
140 G. Fraile dice: "Anaxarco de Abdera (fl. h. 340-337) acompañó a
Alejandro Magno. Queda un fragmento de su obra Sobre el reino. Fue
maestro de Pirrón de Elis. Emigró a Chipre, donde le dio muerte el
tirano Nicoleón. Derivó hacia el escepticismo, negando la validez de
todos los criterios de conocimiento. Fue apodado Eudaimonikós, bien
fuese por su buen carácter o porque ponía la felicidad como el ideal de la
vida y la hacía consistir en la impasibilidad (Diels, 72). Historia de
la Filosofía, 1.222.
69
[DK, 44B23.9]). 141

Consultemos otras traducciones de la línea


; para
exponer las posibilidades semánticas del testimonio de
Anaxarco. La segunda versión es al inglés: "It is necessary to
know the measure of time. For this is the end of wisdom"
(Strom., 1.6.307).142 Notemos que en la versión al español se
dice que el conocimiento de las medidas del tiempo justo es
la definición o la delimitación de la sabiduría, mientras que en
la versión al inglés se dice que es el fin ("end") de la
sabiduría. P. Migne edita una versión al latín: "Oportet autem
scire mensuram temporis. Hic est autem finis sapientæ"
(Strom., 1.6.123.32-33).143 La versión inglesa parece que
siguió la traducción latina. Una versión al francés dice: "Il
faut connaitre les possibilités de l'occasion, voilà la définition
de la sagesse."144 Lo que en español se tradujo por
"medidas", ha sido traducido en francés por "posibilidades",
pero ambas versiones concuerdan en haber traducido
por "definición". Consultemos una versión italiana: "Bisogna
saper conoscere i limiti dell'opportunità: e veramente questo é
indizio sicuro de sapienza."145 Ahora ha sido
traducido por "límites" y por "indicio seguro". El
significa "límite", "definición", "propósito". Tampoco se
puede atribuir a Anaxarco la definición kairológica de la
filosofía, porque éste habla ahí de la sabiduría y no de la
filosofía; las cuales fueron recíprocamente deslindadas por
Pitágoras. Mas Arcesilao parece ser el primero al cual
podemos atribuir inequívocamente la autoría de la
definición kariológica de la filosofía. Llama la atención el
hecho de que Ateneo no haya mencionado el nombre de
Arcesilao entre los que pensaban que la filosofía es el
conocimiento de las medidas del kairós. Mas si Epicuro tiene
razón cuando dijo que Arcesilao repetía lo dicho por otros
filósofos (Adv. Colot., 1121f), y si es cierto que Arcesilao
141 Trad. de Kerkhoff, Kairología, § "Pitágoras" # 4b.
142 The Ante-Nicene Fathers, 2.307.
143 Patrologia Græca, 8.730-731.
144 Clément D'Alexandrie, Les Stromates, 72.
145 Alfieri, Gli atomisti, 349.
70
dijo que lo principal y propio de la filosofía es conocer el
kairós de cada cosa en particular; entonces esta tempestiva
sentencia es una repetición de lo dicho por otro(s)
pensador(es). Además, si Arcesilao concluye que lo
principal y propio de la filosofía es conocer el kairós de cada
cosa en particular, y si Arcesilao era un escéptico; entonces
algún escéptico concluye que lo principal y propio de la
filosofía es conocer el kairós de cada cosa en particular. Y si
Anaxarco era un escéptico, y si algún escéptico concluye que
lo principal y propio de la filosofía es conocer el kairós de
cada cosa en particular; entonces alguien que concluye que lo
principal y propio de la filosofía es conocer el kairós de cada
cosa en particular es Anaxarco, cuyo maestro, Demócrito,
compuso un escrito técnico acerca de las causas de lo
inoportuno y lo oportuno (DK, 26e), y dijo: "El
reconocimiento del momento justo es peligroso" (
).146 Menandro, otro poeta-
pensador ha proferido una sentencia parecida: "Saber la
medida de cada ocasión es hermoso-y-bueno" (
).147 El conocimiento del
momento oportuno es propio de los sabios.
Arcesilao, quien ha sido considerado como un escéptico
radical por la vieja historia de la filosofía, no obstante conoce
epistémicamente algo: Qué es filosofía. ¿Qué es eso, la
filosofía? -preguntó Heidegger, ignorante de que ya Arcesilao
lo había dicho oportunamente. Observemos que la
inteligibilidad del kairós se ha expresado con los tres verbos
principales de conocimiento griegos: (Filolao,
Anaxarco), (Pítaco), (Arcesilao). Los
matices de cada verbo son importantes de resaltar.
es saber porque se ha visto con los ojos; Aristóteles
comienza su Metafísica con esta sentencia: "Todos los
hombres desean por naturaleza saber". V. Fontoynont
146 "226 [111 N.]. Estobeo, III, 13, 47. De Demócrito. Lo propio de la
libertad es la franqueza del lenguaje, pero el peligro está en la
estimación del momento oportuno." Y: "229 [81 N.]. Estobeo, III, 16,
19. Del mismo. La frugalidad y el hambre son útiles; pero en el
momento oportuno, también la prodigalidad: el decidirlo es propio del
hombre bueno" (Leucipo y Demócrito, Fragmentos, 245-246).
147 Maxwell Edmonds, Fragments o f Attic Comedy, 3B.924-
925; frag. 273.
71
asegura que expresa lo que el verdadero saber
supone: espíritu atento, fijo en su objeto: .148 De
R. Bultmann dice:
The main question, however, is which mode of knowledge primarily
determines the Greek concept of knowledge. Since denotes
knowledge of what really is, it comes to have the sense of 'to verify';
and since for the Greeks the eye is a more reliable witness than the ear
(Plat. Phaedr., 250d; Rep., VI, 507c), this verification is primarily by
observation; indeed, the link between the verbs and
shows that knowledge is regarded as a mode of seeing, for
means 'to know on the basis of one's own observation.'149

Es imposible considerar, a partir de este libro mío, al


Fundador de la Academia Media como un escéptico radical;
en todo caso, sería un escéptico moderado.
Porque Arcesilao era un conocedor del kairós de cada cosa,
por eso mismo Estratón dejó dicho en su testamento que no
molestaran a su amigo acerca de los tiempos y de las
ocasiones; J. Barr refiere:

An example containing both and will be found in the


testatment of Strato of Lampsacus, who writes:

, perhaps 'Let Arkesilaos obtain


the rest of the money from Olympichus, but without bothering him in
respect of the time and date.'150

Arcesilao recibirá un dinero de parte de Olímpico. El filósofo


conocedor de las ocasiones de cada cosa obtendrá dinero de
alguien cuyo nombre remite a los Juegos Olímpicos y al
Kairós Olímpico del pitagórico Ión. Recordemos que el
Fundador de la Academia Media convivía abiertamente con
dos meretrices elienses, y que en la Élide estaba Olimpia
donde se encontraba el estadio olímpico. Pausanias dice:
"Muy cerca de la entrada del estadio hay dos altares, uno de
Hermes Enagonio, otro de Cero ( ). De Ión de Quíos

148 Vocabulario griego, 103.27.


149 Theological Dictionary of the New Testament, 1.691.
150 Biblical Words for Time, 33.
72
conozco un himno a Cero en el que se dice que es el hijo
menor de Zeus" (5.15.9).151
El nombre "Arcesilao" está relacionado con el término
árktos, “oso”, "osa", "la Osa Mayor", "el Norte". Filón de
Alejandría menciona, en su encomio al número Siete (el dígito
pitagórico del Kairós), la constelación de la Osa Mayor. "La
Osa Mayor, en verdad, la que llaman la 'Conductora de los
navegantes', consiste de siete astros" (De opf., 39.114).
Orígenes repite lo mismo:
(Ursae
autem constant ex septem stellis, per quas et agricultura
exercetur et navigatur [Strom., 6.16.291]).152 Arcesilao es mi
norte kairológico en esta navegación hacia la filosofía. La
estatua de Lisipo acerca del Kairós era de bronce y
probablemente fue erigida inicialmente a la entrada del
estadio olímpico153 -donde Pausanias la halló-, y el himno en
su honor compuesto por el pitagórico Ión fue probablemente
escrito para celebrar la ocasión de su develamiento.
Tanto Apeles, Arídices como Arcesilao están unidos en la
nueva historia de la filosofía por el concepto del Kairós -
como he tenido ocasión de mostrar en estas páginas.

Lacides, otro discípulo de Arcesilao

151 Descripción de Grecia, 341.


152 Patrologia Graeca, 9.369-372.
153 “In Olympia there was found a base in the form of an astragal or
knucklebone. The position of the feet of the statue that stood on it is
still determinable, and it was the same as in the apoxyomenos. Now the
Greeks used knucklebones somewhat as we use dice; and it seems
highly probable that a statue of Kairos stood on this base, especially as
it was found near the location of the altar of Kairos described by
Pausanias [V 14, 9]. Mahler and Klein are convinced that this statue
was the Kairos of Lysippos. Kallistratos, indeed, says that the statue
stood in Sikyon, but his account does not inspire confidence. A fatal
objection to the theory, however, is that so notable a feature as the
astragal would surely not have been omitted from any description of the
statue” (Johnson, Lysippos, 163-4).
73
Diógenes Laercio dice quién fue Lacides:
Lacides, hijo de Alejandro, fue de Cirene, fundador de la Academia
nueva, y sucesor de Arcesilao. Fue hombre severísimo, y tuvo no pocos
imitadores. Desde su juventud fue amante del trabajo y pobre; pero muy
agradable y dulce en la conversación. Dícese que era muy particular
acerca de la economía; pues cuando sacaba alguna cosa de la despensa,
sellaba la cerradura, y arrojaba el anillo del sello por un agujero dentro
de la despensa misma, a fin de que nada le quitasen de lo que tenía en
ella. Advertido esto por sus criados, quitaban el sello, y tomaban lo que
les daba la gana: luego con el anillo mismo volvían a sellar, y lo
arrojaban dentro por el agujero. Y aunque lo hicieron repetidas veces,
nunca fueron cogidos en el hurto. Tenía su escuela en la Academia, en
el huerto que había hecho el rey Attalo, que de su nombre se
cognominaba Lacidio. Es Lacides el único filósofo que sepamos cediese
en vida su escuela a otro, como efectivamente lo hizo, entregándola a
Telecles y a Evandro, ambos focenses. A Evandro sucedió Hegesino
Pergameno, y a éste Carneades. Gracioso es lo que se cuenta de Lacides:
habiéndolo Attalo llamado a su casa, dicen que respondió: 'Las imágenes
de los reyes se deben mirar de lejos'. A uno que se dedicó muy tarde a la
geometría, y le preguntase si era ya tiempo de ello, respondió: '¿Y por
qué no ha de ser todavía temprano?' Murió a los principios de su
enseñanza, el año cuarto de la olimpíada CXXXIV, después de veintiséis
años de escuela. Murió de parálisis, contraída de beber demasiado
vino. 154

En el texto griego no dice que Lacides haya muerto a los


principios de su enseñanza, sino que: "He assumed the
headship of the school in the fourth year of the 134th
Olympiad, and at his death he had been for twenty-six years"
(4.60).155

Arcesilao murió también de exceso de vino (DL, 4.44). Que


Lacides haya muerto de parálisis por exceso de vino
concuerda con esta anécdota:

El filósofo Lacides y Timón, habiendo sido invitados a la casa de uno de


sus conocidos por dos días y deseando imitar a los presentes, bebieron
bastante animosamente. El primer día Lacides, habiéndolo dominado el
vino, se desmayó antes, y Timón, viéndolo desmayado, gritó: 'Hemos

154 Vidas de los filósofos más ilustres, 112-113.


155 Lives of Eminent Philosophers, 1.437.
74
ganado gran gloria, hemos matado al divino Héctor' (Il., 22.393). Pero
al próximo día, habiéndose Timón retirado antes, por no haber podido
apurar hasta el fondo la copa redonda, ancha y abierta con pie bajo y dos
asas, que se le había ofrecido, Lacides, viéndolo, le dijo: '¡Son hijos de
desdichados los que se oponen a mi furor!' (Il., 6.127 [Athen.,
10.438a]).156

Esos filósofos se comparaban paródicamente con los héroes


homéricos. El simposio era parte de la práctica arcesiliana de
la (sunétheia), de la cual hablaré en el capítulo
próximo.
Me interesa sobremanera la respuesta de Lacides a quien le
interroga acerca de su aprendizaje tardío de la geometría. Mas
antes consideraré la anécdota picaresca de cómo sus criados
burlaban las medidas de tacañería de Lacides. Numenio de
Apamea dice:

Sobre Lacides quiero relatar algo divertido. Lacides era bastante


mezquino y en cierto modo el administrador proverbial que goza de
buena reputación para la mayoría de la gente, y él mismo abría su
despensa y la cerraba. Del mismo modo elegía lo que necesitaba y
realizaba todas las demás cosas con su trabajo personal. No es que
alabara la autarcía ni que, por otra parte, estuviera necesitado o con
escasez de esclavos, no -tenía buen número de ellos-. Es fácil imaginar
el motivo. Contaré la divertida anécdota prometida. Como él era su
mismo intendente, no consideraba necesario pasear con la llave encima,
sino que una vez cerrada la despensa ponían la llave en un escritorio
cóncavo, lo sellaba con un anillo que luego hacía rodar a través de la
cerradura para que cayera en el interior de la pieza. De este modo más
tarde, una vez de vuelta, podría abrir con la llave y recuperar el anillo e
igualmente cerrar de nuevo, después de sellar y a continuación arrojar de
nuevo detrás de él el anillo en el interior a través de la cerradura. Pues
bien, los esclavos se percataron de este ardid, y cuando Lacides salía para
un paseo o por algún motivo, abrían y enseguida, consumidos por el
deseo, comían, bebían y tomaban otras mercancías para sí, repitiendo
cíclicamente la operación de cerrar, sellar y echar el anillo a través de la
cerradura dentro del mueble, burlándose así de Lacides. Éste, pues, que
había dejado llenas las vasijas, las encontraba vacías y quedaba perplejo
por el hecho, pero como había oído que en la escuela de Arcesilao se
filosofaba sobre la 'incomprensibilidad', pensaba que esto mismo le
sucedía a su despensa. Y al punto, filosofando, comenzó a decir en casa
de Arcesilao que ninguna sensación visual ni auditiva es evidente ni

156 The Deipnosophists, 4.484-485.


75
sana. En cierta ocasión, trajo a su casa a uno de sus familiares y
sostuvo frente a él que la 'suspensión del juicio', podía ser sobrenatural
y dijo: 'Esto puedo exponértelo como algo irrefutable, porque yo mismo
lo he experimentado en mi persona y no es algo que haya comprobado
en ajeno.' Después comenzó a narrarle el cambio total que había
acaecido en su despensa. '¿Qué -dijo- podría decir ahora Zenón ante una
incomprensibilidad tan totalmente manifiesta como la que en estas
circunstancias me ha acontecido? Porque yo lo he cerrado con mis
propias manos, yo mismo lo he sellado y yo mismo he lanzado el
anillo en el interior, pero al volver cuando abro veo el anillo dentro,
pero no lo demás. ¿Cómo no tendré con justicia que dudar de los hechos
empíricos? Porque tampoco diré, agregaba, que alguien haya venido a
robar estas cosas, puesto que el anillo se encontraba adentro.' Y el
individuo que escuchaba, puesto que era un insolente, después de esperar
que se desarrollara lo que debía escuchar, dominándose también
previamente no sin dificultad, rompió en una carcajada y todavía
chanceando y riendo a carcajadas convenció al mismo tiempo a Lacides
de su error. Por lo tanto a partir de ese momento Lacides no arrojó ya
más el anillo al interior de la despensa, ni tampoco hizo más uso de su
incomprensibilidad y, por el contrario, encontraba lo que había dejado; o
sea, que había filosofado en vano.
Sin embargo los esclavos, que eran unos pícaros y que no se dejaban
atrapar con una mano, como aquellos Getas y Dacios de la comedia con
lenguas locuaces por la garrulería de su Dacia, puesto que habían oído
los sofismas de los estoicos, y estaban diversamente instruidos, fueron
enseguida directos al golpe de audacia, rompieron el sello de Lacides y
lo sustituyen unas veces por otro y otras no, porque piensan que le será
'incomprensible' tanto de un modo como de otro. Lacides cuando entra,
mira. Al ver el escritorio sin sello o sellado, pero con un sello diferente,
se impacienta; al afirmar ellos que está sellado y que ven su sello, él
discutía y demostraba. Los esclavos son convencidos por su
demostración, aunque sostienen que si el sello no está presente,
probablemente fue él quien se olvidó y no selló, y Lacides sostiene que
recuerda haber sellado y lo demuestra y da vueltas con el argumento y se
indigna contra ellos, creyéndose burlado y, por añadidura, jura. Los
esclavos responden a los ataques de Lacides y ellos mismos se creían
burlados por él: Lacides, siendo un sabio, se había inclinado a estar sin
opinión y por tanto también sin recuerdo; porque un recuerdo es una
opinión, o al menos eso decían haber oído hace poco junto a sus
amigos. Como él daba vueltas a sus razonamientos contra ellos y no
hablaba como un académico, van a frecuentar a alguno de los estoicos
para aprender lo que debían decir y desde ese momento comenzaban a dar
sofisma contra sofisma, y en lo que se refiere a fraudes académicos eran
rivales. Si Lacides impugnaba estoicamente, entonces los esclavos
destruían sus acusaciones en virtud de la incomprensibilidad y no sin
76
algunas burlas. Por lo tanto allí todo eran acusaciones, argumentos y
contaargumentos y nada quedaba en medio, ni vasija ni el contenido de
la vasija, ni tampoco ningún otro objeto de cuanto forma parte del
menaje de una casa. Lacides entretanto también estaba vacilante viendo
que el apoyo que daba a sus doctrinas no era provechoso y que si no
refutaba a los adversarios arruinaría todo lo que estimaba; caído en la
impotencia llamaba a grandes gritos a sus vecinos y a los dioses y a los
¡Ah!, ¡Ah! y ¡Ay!, ¡Ay! y los ¡'por los dioses'! y ¡'por las diosas'! y
demás expresiones que sin artificio lanza la fe cuando ha caído en
incertidumbre, todo esto lo decía al mismo tiempo con fuerte voz y con
sinceridad. Pero finalmente ante esta lucha contradictoria sobre su casa,
se puso afirmativamente a hacer el estoico con sus esclavos, pero como
los esclavos sostenían las doctrinas académicas, finalmente, para
concluir el asunto, puso al lado de la despensa, a un amigo como
guardián. Y como (ahora) no sucedía nada, mirando con desconfianza
hasta dónde llegaba su sabiduría, confesó: 'Una cosa, esclavos, dijo, es
lo que se nos enseña en las escuelas, pero otra diferente es lo que
vivimos' (fr. 26 [265-269]).

P. Bayle comenta acertademente esta anécdota:

This is a pretty story; and if it were put into the hands of La Fontaine,
he could make it most diverting. But who does not see that it was
frabricated by a pious fraud of the Stoics? This method is used at all
times and in all countries. Men have always tried, and still try, to
ridicule the doctrine and the person of their adversaries. To achieve this
they invent thousands of stories, the smallest pretext being employed to
strain maliciously the consequences of the adversaries' views. This
passion has been followed so blindly against the Pyrrhorian skeptics
that not only good faith but probability as well have been set aside. For
these skeptics have never denied that in the ordinary course of life men
have to conduct themselves by the testimony of the senses. The
skeptics have only denied that it was certain that the absolute nature of
objects is entirely such as it appears.157

Del mismo modo que Aristófanes parodió a Sócrates,


asimismo algún comediógrafo ha hecho una imitación
depravada del pensamiento de Lacides. J. Maxwell Edmonds
clasifica aquella anécdota en la sección de autores cómicos
desconocidos.158 Tal vez esa parodia sea una exageración de
la doctrina arcesiliana de la naturaleza del ser humano,

157 Bayle, Historical and Critical Dictionary, 122-123.


158 Fragments of Attic Comedy, 3A.495.
77
redirigida adrede contra el sucesor de Arcesilao. Cicerón
asegura:

Ahora bien; pretender que un ser no sienta ni preste a nada su


asentimiento equivaldría a suprimir la vida misma. El espíritu se inclina
ante la evidencia tan fatalmente como el platillo de la balanza en que se
ponen unas pesas. Y así como el ser animado no puede dejar de apetecer
aquello que le parece conforme con su naturaleza ( , como dicen
los griegos), tampoco puede rehusar su aprobación a una cosa que se le
presente como evidente (2.12.38 [69]).

Plutarco, en nombre de Arcesilao, refuta semejante objeción:


"Dos cosas se necesitan para la acción: la imaginación de lo
natural y el impulso hacia lo claramente natural (

[Adv. Col., 26]).159 El adjetivo


proviene de : "casa". La es la ley
( ) de la casa ( ). La ley de lo natural y de lo
bueno o de lo naturalmente bueno. El carácter económico del
personaje Lacides parece ser un deliberado malentendido de
la doctrina académica acerca del impulso, la naturaleza y la
imaginación.
La doctrina de la incomprensibilidad de las cosas y la de la
suspensión del juicio, entendidas tradicionalmente, son
recíprocamente excluyentes. Si hay una completa
incomprensibilidad, entonces no habrá epojé alguna; si es
posible la epojé, entonces no habrá total incomprensibilidad.
Esas enseñanzas se impartían en la Academia arcesiliana,
pero lo que finalmente aprendió el burlado Lacides es a vivir
la sunétheia. El comediógrafo que parodió el parecer de
Lacides usó la noción arcesiliana misma de para
deconstruirlo. La disputa entre la Academia y la Estoa se
trasluce en aquella anécdota, especialmente a través de la

159 "He who wants not assent but only action of those to whom he
presents mental images knows, be he god or sage, that the mental
images suffice for action and that the acts of assent are superfluous, just
as, if he knows that an effective impulse is not prompted by a mental
image without assent and yet he induces in men false and specious
mental images, he is by intention responsible for their precipitate and
erroneous behaviour in assenting to images that are inapprehensible"
(Stoic Self-Contradictions, 1057b [Moralia, 13.2.603]).
78
competencia entre Lacides y sus esclavos, quienes recurrían
oportunamente a las doctrinas estoicas o académicas para
persuadir recíprocamente. Los esclavos y el amo se
involucran en la dialéctica del pulpo. La filosofía se ha
pasado del bando del amo al de los esclavos. Lo que el
parodiado Lacides llama "incomprensibilidad" es su
ignorancia de las tretas del débil para burlarse de los
poderosos. Los esclavos se burlan de su amo a través del
mismo lenguaje oficial de éste. Únicamente el insolente, otro
burlador que se vale de la ceguera del discurso oficial ante
sus dobleces, se percata de la treta de los criados. La epojé
estoica contrae el olvido, porque descarta la opinión; pero el
anónimo comediógrafo revierte astutamente esa objeción
contra el arcesilismo de Lacides. Sólo hay opiniones y la
verdad es una opinión impuesta y salvaguardada por un
mecanismo de vigilancia y castigo. El amigo de Lacides vela
por los intereses de éste, como un policía por los intereses del
status quo.
Numenio concluye su exposición del arcesilismo de
Lacides así:

Se orientó, pues, a los discursos igual que Arcesilao, porque también él


cultivaba el ataque contra todos y mudaba todos los argumentos de los
demás. En la única doctrina en la que se separó de él fue en la de
'suspensión del juicio', pues sostenía que era imposible que un hombre
pudiera suspender el juicio sobre todas las cosas. Hay una diferencia
entre incierto e incomprensible, y si todo fuese incomprensible, todo no
podría ser incierto. Participó también de las doctrinas estoicas, se
levantó contra ellas erísticamente, considerando la apariencia plausible
para la mayoría en lugar de la verdad. Por esto causó también a los
estoicos mucho desagrado (fr. 26 [269]).

Suidas dice que Lacides escribió muchas obras acerca de la


naturaleza ( ) 160 He aquí
un resabio de la phúsis presocrática. Por eso leo en
"lo natural", que retraduzco como lo instintivo y el
deseo. Pero antes de comprender la contestación de Lacides
a quien le preguntó por qué se dedicaba a aprender geometría
tan tarde en su vida, relataré otra curiosa anécdota acerca de
aquél.

160 Capelle, "Lakydes" en Paulys Real-Encyclopädie, 12.1.532.


79
Hermias, el hijo de Hermodoro, dice que un ganso se
enamoró del filósofo Lacides (
[Athen., 13.606c]).161 ¿Qué significa esto? El
ganso es un emblema del Amor; Eros cabalga sobre un
ganso.162 En griego, ganso se dice , cuyo lexema
("abrir la boca") es la base de ("bostezo") y
("caos" [Eust., In Od., 15.161, 174]). De acuerdo con
Hesíodo, lo primerísimo entre todas las cosas fue Caos, luego
Gea y Eros. Parménides asegura que Afrodita maquinó a
Eros como el primero entre todos los dioses. Platón aduce
que Eros es un dios grande y admirable entre los hombres y
los dioses a causa de su origen: es el dios más antiguo (lo
cual es un honor), puesto que no tiene progenitores. Eros es
el principio de todos los bienes (Banq., 178b). El Estagirita
señala que cualquiera que haya establecido como principio de
los seres a Eros o al Deseo, fue el primero en buscar el
principio de los seres (Met., 1.4.984b23-30). Claudio Eliano
cuenta que:

Lacides, el peripatético, era dueño de un ganso digno de admiración


( ). Amaba intensamente a su amo; cuando éste caminaba,
caminaba junto a él; cuando se sentaba, descansaba, y no lo dejaba ni un
instante. Cuando murió el ganso, Lacides le hizo un suntuoso funeral,
como si se tratara de un hijo o un hermano (Hist. anim., 7.41).163

Si el ganso se enamora es porque Eros se monta sobre él y


esto sucede porque el ganso es de cierto modo Caos, de
donde Eros surgió antes que todos los dioses. Lacides, al
convivir con un ganso enamorado de él, se remonta de cierto
modo al Caos o Eros: el principio de todos los entes. De
Arcesilao se dice que cautivó a Eros (Ant. Pal., 706). El
ganso de Lacides causa admiración y significa
también quedarse boquiabierto o estupefacto.

161The Deipnosophists, 1.631.


162Vries, Dictionary of Symbols and Imagery, 221.
163Historia de los animales, 1.333. Plinio el Viejo asegura que:
"Potest et sapientiae videri intellectus his esse: ita comes perpetuo
adhaesisse Lacydi philosopho dicitur, nusquam ab eo, non in publico
non in balineis, non noctu non interdiu digressus" (Hist. nat.,
10.26.51 [Natural History, 3.324-325]).
80
El ganso es símbolo de la elocuencia; está consagrado a
Hermes, Apolo y a Peitho, diosa de la persuasión. Se dice
que Eros hizo el amor a Peitho y engendraron a Hygieia (la
Salud). Peitho es una acompañante de Afrodita y además un
sobrenombre suyo. Eupolis escribió que en los labios de
Pericles se asentaba Peitho (fr., 94 Kock); Proclo, al citar esta
línea, sustituyó a Pericles por Sócrates y a Peitho por Kairós
(In Alc., 131a9). M. Kerkhoff, a propósito de este pasaje,
comenta:

Era de hecho, por esta razón que de Sócrates podía decirse que,
previniendo toda la conversación con Alcibíades, él empezaba
lentamente -una vez que en la 'audacia' ( ) de su acercamiento,
había empezado a correr el riesgo de la - para terminar
lentamente, pesando bien el comienzo y el final contra las partes inter-
medias de esta : por eso tenía, como se decía, ' posado
en sus labios,' ya que 'mide su actividad apropiada al propósito.' Este 'al
propósito' que indica 'lo debido' ( ) del momento justo (o lo que
viene muy a propósito), debe ser el objeto de un estudio adicional que
posponemos para otra 'ocasión'.164

Sócrates juraba no por los dioses, sino por el ganso o el


perro (Ar. Av., 521a [v. Sch.]). Cuando juraba por el ganso,
éste (lo que representaba) se asentaba en sus labios: el
síndrome Eros-Kairós. ¿Acaso el ganso no será un símbolo
de Kairós? Tal vez Kairós haya sido una deidad preolímpica -
como parece opinar Kerkhoff.165
Finalmente paseré a la explicación de la respuesta a la
pregunta: "¿Y por qué no ha de ser todavía temprano?"
Consulté dos traducciones al inglés: 1) "Studying Geometry
in his old age, one faid to him, Is it now time? he anfwered,
when, if not now?"166; 2) "He studied geometry late, and
some one said to him, 'Is this a proper time?' To which he
replied, 'Nay, is it not even yet the proper time?'" (

164 "Kairós como primer principio (El testimonio de Proclo)", 100. Su


autor me dedicó este artículo, porque, durante el período del 16 de marzo
al 16 de abril de 1990, descubrí que en Proclus' Commentary on
Plato's Parmenides, el Sucesor neoplatónico habla de unos
pitagóricos que llamaban "Kairós" a lo Uno.
165 "Evocaciones", 20. También su autor me dedicó gentilmente este
artículo.
166 Stanley, A History of Philosophy, 1.220.
81
[DL, 4.60]).167 La versión al español
oculta la presencia del kairós en la sabiduría de Lacides.
Diógenes Laercio asegura que Sócrates, ya viejo, aprendió a
tocar la lira, "pues nunca' -dijo éste- 'es inoportuno aprender
lo que no se sabe." El pasaje completo de Diógenes Laercio
dice: "Aprendió a tocar la lira cuando tenía oportunidad,
diciendo no hay absurdo alguno en aprender cada cual
aquello que ignora" (

[2.32]).168 Pero ¿cuándo aprendió


definitivamente: cuando había oportunidad o cuando era
viejo? Tal disyunción se debe a que hay otras variantes
textuales: " Menag.: Suid.:
codd.: Reiske:
Diels, qui 1. 14 tentavit."169
Cuando era un viejo de setenta años tuvo la oportunidad,
durante su último mes de vida, en prisión y en espera del
kairós de morir. Según San Agustín, Cicerón dice que los
académicos solían ocultar su doctrina, sin descubrírsela a
nadie, excepto al que llegaba con ellos a la ancianidad (Ait
enim illis morem fuisse occultandi sententiam suam nec eam
cuiquam nisi qui secum ad senectutem usque vixissent
aperire consuesse [Cont. acad., 20.13.44]). Según Sexto
Empírico y el Obispo de Hipona, esa doctrina era el
dogmatismo platónico. Se sabe que un prerrequsito para
ingresar en la Academia de Platón era saber geometría, y que
Platón mismo enseñaba una doctrina esotérica pitagorizante.
G. Fraile comenta que:

La alta estima de Platón hacia las Matemáticas, como preparación


indispensable para la dialéctica, se manifiesta en la inscripción que,
según se dice, figuraba a la entrada de la Academia:
. - A Jenócrates, que pretendía
estudiar con él sin saber Geometría, Astronomía ni Música, le dijo:
'Vete, porque no tienes los asideros de la Filosofía' (D. Laercio, 4.10).

167 Lives of Eminent Philosophers, 1.436-437.


168 Vidas de los filósofos más ilustres, 47.
169 Vitae Philosophorum, 1.70, n. 13.
82
Plutarco le atribuye la expresión que Dios siempre geometriza:
(Quaest. conv., 718c) . 170

Bayle asegura que: "Some claim that he did not follow his
master's doctrine, but I think that they are mistaken."171
Lacides fue un filósofo académico porque, al igual que su
maestro Arcesilao, conocía la ocasión de cada cosa. Esta era
su doctrina secreta.

170Historia de la filosofía, 1.311, n. 30.


171Bayle, Historical and Critical Dictionary, 120. Él añade:
"He imitated his master in one praiseworthy matter: he liked to do good
without caring that it was known" (ibid.).
83
La sunétheia en Arcesilao

Arcesilao no funda su filosofía en la representación


comprensiva ( ), sino en la
. ¿Qué significa este término? Sus sentidos son:
"Costumbres en común; vida en común; relaciones
habituales; trato, comercio, sociedad; familiaridad. Hábito;
costumbre; práctica; manera de ser habitual. Uso corriente o
vulgar de una palabra o locución; lengua vulgar; dialécto. En
pl. menstruación."172 Hesíodo dice que los vástagos de Eris:
la Penosa Fatiga, el Olvido, el Hambre, los Lacrimosos
Dolores, los Combates, las Peleas, los Asesinatos, las
Batallas, las Masacres Humanas, las Riñas, los Discursos
Mendaces, las Ambigüedades, la Ilegalidad, la Ofuscación,
son amigos íntimos ( [Theog., 226-
230]). Menandro tematiza, en dos fragmentos, la sunétheia.
En su Andrógino escribió: "En efecto, nunca desprecies la
costumbre" (
[Stob. Ant. 44.5]). Y en un fragmento acerca del gobierno
dice: "Fanía, es un duro trabajo deshacerse, en un corto
tiempo, de un viejo hábito" (
[43.31]). Arcesilao,
como filósofo-poeta que era, estaría de acuerdo con esas
razones.
Plutarco habla de que Crisipo redactó algunos libros contra
la sunétheia:

Acerca de sus publicaciones contra la costumbre (


) tanto se jactaron y fanfarronearon, que los argumentos de
los académicos, resumidos en un mismo punto, no son dignos de
compararse con los que Crisipo escribió como impugnación contra los
sentidos. Y esto es una señal de la inexperiencia o el egoísmo de los que
argumentan que aquello es cierto: que habiendo querido sostener otra vez
la costumbre ( ) y los sentidos, se quedó bastante corto de
recursos y una composición quedó más floja que la otra. De modo que él
luchaba consigo mismo, porque ordenaba que siempre se ofrecieran

172 Diccionario griego-español, 714.


84
argumentos contrarios sin su defensa, pero con una muestra de que eran
falsos; era más un hábil impugnador de sus enseñanzas, que su abogado
y exhortaba a los demás a que se cuidaran de los argumentos contrarios,
puesto que los desviarían de la comprensión, pero él mismo, que era
bastante afecto a los argumentos que aseguraban la comprensión,
componía argumentos que la anulaban (De Stoic. repugn., 1036cd).

H. Cherniss tradujo sunétheia por common experience y


anota que: "...Chrysippus was associated with Arcesilaus and
Lacydes in the Academy
..."173 Esta cita es
de Diógenes Laercio, quien dice: "Finalmente estudió con
Arcesilao y Lacides -según dice Sotión en el octavo libro,
añadiéndose a la Academia; y por este motivo trató contra el
uso corriente y a favor de él así como sobre la magnitud y la
cantidad, usando el procedimiento de los académicos"
(7.183-184).174 He aquí dos sentidos de sunétheia: 1)
common experience y 2) uso corriente. Cherniss reanuda su
nota:

For in this semi-technical sense in which it was attacked by


the Sceptics and the Academics and defended by the Stoics see
Epictetus, Diss. I, XXVII, 15-21 and A. Bonhöffer, Epictet und die
Stoa, pp. 8 and 129-130.175

Pero antes de acatar la recomendación de aquél, cotejemos


los títulos de las obras de Crisipo acerca de la sunétheia.
Aquél biógrafo, al enumerar los escritos de Crisipo,
menciona un libro: "Contra el metodejo de Arcesilao" (
[DL, 7.198]).176 R.D. Hicks
tradujo este título: "Reply to the Method of Arcesilaus."177
A.M. Ioppolo comenta:

Proprio a Sfero Crisippo aveva dedicato un'opera intitolata Contro il


método de Arcesilao. In quest'opera Crisippo attacava il metodo della

173 Moralia, 13.2.441, ft. a.


174 El estoicismo, 2.360.
175 Moralia, 13.2.441, ft. a.
176 El estoicismo, 2.362, 364.
177 Lives of Eminent Philosophers, 2.302-302.
85
discussione delle tesi contrarie, così come era practicato da Arcesilao, e
spiegava invece quale uso dovesse farsi diquesto metodo.178

El método arcesiliano es la dialéctica antinómica. Otros libros


de Crisipo que tratan de la sunétheia son: "Las enunciaciones
contra el uso corriente" ( [DL,
7.192]); "Según el uso común" ( [op.
cit., 7.198]); "Sobre el uso común" (
(ibid.).179 Hicks tradujo respectivamente: "Sentences
violating Ordinary Usage"; "Attack upon Common Sense";
"Defense of Common Sense."180 R. Genaille vertió al
francés: "Discours contre l'usage"; "Contre l'usage"; "Pour
l'usage".181 J. Ortiz y Sánz tradujo los títulos de este modo:
"Oraciones contra la costumbre"; "Contra la costumbre";
"De la costumbre". 182 Han traducido la por: uso
corriente, uso común, ordinary usage, common sense,
l'usage y costumbre. Mas parece que predomina el sentido
de costumbre.
Tal vez Plutarco añada algún otro dato pertinente para la
determinación de qué es la sunétheia en Arcesilao. Aquél
vuelve a mencionar los escritos de Crisipo acerca de la
:

¿Acaso, querido amigo, te burlas incluso de estos argumentos y los


llamas 'Injurias de los cuestionadores', ya que manifiestan que son una
infamia, e igualmente temes que desvíen a algunos de la comprensión y
escribes tantos libros contra la costumbre (
), y añades en ellos lo que has encontrado para
poner toda tu ambición en aventajar a Arcesilao?, ¿acaso tú, esperas que
alguno con los que te topas se perturbe? No, pues se sirve de los que
inermes argumentan contra la costumbre y, sobrecogido de pasiones,
como si estuviera en un juicio, dice frecuentemente tonterías y trabaja
en vano (De stoic. rep., 1037a).

Ioppolo traduce sunétheia por senso comune. Recordemos


que el mismo Crisipo escribió tanto en pro como en contra
178 Opinione e scienza, 191.
179 El estoicismo, 2.364.
180 Ibid., 2.312-313.
181 Vie, doctrines et s entences des philosophes illustres,
2.111, 113.
182 Vidas de los filósofos más ilustres, 201-202.
86
de la sunétheia, cuando estuvo en la Academia de Arcesilao.
Ioppolo, al igual que Cherniss, parecen aducir que la
sunétheia es exclusivamente una noción estoica.

Sappiamo da Plutarco che Arcesilao aveva attacato violentamente la


e che merito di Crisippo era stato quello di difendere la
sensazione e fortificarla, al punto da premunirla anche contro i
successivi attacchi di Carneade (Plut. de comm. not. 1 p. 1059b). Per
Crisippo la è un concetto che si affianca all' e all'
per garantire la veridicità delle rappresentazioni. Per gli
Accademici, al contrario, la non soltanto non garantisce la
veridicità di alcuna rappresentazione, ma è responsabile dei maggiori
inganni, perché non possiede nessuna conoscenza sana e solida, ma anzi
può paragonare ad un orecchio ammalato che 'a causa di echi
ingannatori, è riempito di flasi rumori e di incertezza nel sentire' (Plut.
de comm. not. 29 p. 1073d).183

Hay que recordarle a Ioppolo que la sunétheia arcesiliana


comporta todos esos riegos, porque los académicos --según
Cicerón-- pensaban que, aunque hay unas percepciones
verdaderas y otras falsas; no obstante, la percepción basada
en la verdad puede ser igual a la que se basa en el error
(Acad., 2.13.40). Lo verdadero no deja en las mentes una
huella distinta de la que puede imprimir en ellas lo falso
(Acad., 2.22.71). Ioppolo añade: "Comunque, quello che
importa per il momento sottolineare è che Arcesilao aveva
attaccato violentamente la e che Crisippo l'aveva
difesa, servendosi dello stesso metodo di Arcesilao."184
Consultemos una traducción al español del texto de
Epicteto, aludido arriba por Cherniss:

183 Opinione e scienza, 107-108. "Thus casting moral philosophy


into these matters, in which all is A mazy whirl, with nothing sound,
and all perplexed, they contemn and deride all about them, as if
themselves were the only men who regulated nature and custom as it
ought to be, and who at the same time adapted reason to each man's
peculiar state by means of aversions, desires, appetites, pursuits, and
impulses. But custom has received no good from their logic, but, like
the ear diseased by vain sounds, is filled with difficulty and obscurity, -
of which, if you think good, we will elsewhere begin a new discourse"
(De comm. not. , 29 [Plutarch's Morals, 4.401-403]).
184 Ibid., 113-114.
87
Dijo que halláramos un arte sobre el asentimiento y, en lo relativo a los
impulsos, mantuviéramos a salvo la atención, para que los impulsos
sean con reserva, para que sean sociables, acordes con el mérito; que nos
abstuviéramos siempre del deseo y no nos sirviéramos del rechazo en
nada que no dependa de nosotros.185

Este pasaje se halla además en las Meditaciones de Marco


Aurelio (11.37).

Es preciso, dijo, encontrar el arte de asentir, y en el terreno de los


instintos, velar por la facultad de la atención, a fin de que con reserva,
útiles a la comunidad y acordes con su mérito, se controlen en sus
impulsos y no sientan aversión por nada de lo que no depende de
nosotros. 186

A.S.L. Farquharson comenta parte de esta meditación


aureliana así: "Ch. 37: 234.6-7
. As M. Trannoy indicates, the meaning is: 'in the
branch of Moral Phil. called , cf.

...
D.L. vii.84"187; es decir,
los estoicos dividen la ética, como disciplina filosófica, en un
plano relativo al impulso natural, otro relativo a los bienes y
males... sobre el fin y el principio primero. Para una filosofía
primordialmente ética, como la de Arcesilao, la prioridad no
es la representación comprensiva, sino el impulso primero
como un conatus essendi.
El arcesilismo no era un arte del asentimiento, ni tampoco
predicaba contener los impulsos ni abstenerse del deseo;
todo lo contrario. Hace usufructo de las contradicciones del
estoicismo. Aunque Crisipo llame "impulso primero" a lo
que obliga al viviente a guardarse a sí mismo, habituándose a
la naturaleza desde el comienzo (DL, 7.85); no obstante, para
el sabio estoico es preciso encontrar el arte de asentir, y en el
terreno de los instintos, velar por la facultad de la atención, a
fin de que con reserva, útiles a la comunidad y acordes con
su mérito, controle sus impulsos y no sienta aversión por

185 Epicteto, Manual. Fragmentos, 241.


186 Meditaciones, 205.
187 Meditations, 2.880-881.
88
nada de lo que no depende de él. Para Arcesilao, la prioridad
no es el arte del asentimiento, sino el arte de vivir
naturalmente. Así como aquél redefine las nociones estoicas
de la suspensión del juicio, del deber y de la acción recta; del
mismo modo hace con el concepto estoico de la sunétheia
para apropiárselo. Ioppolo olvida inadvertida mente el modus
operandi de Arcesilao.
Este concepto está vinculado con la noción estoica de la
amistad: es la familiaridad o amistad de aquellos con quienes
uno convive ( [Stob.
Ecl., 2.74.16]). De acuerdo con J. von Arnim, el siguiente
pasaje de Clemente de Alejandría habla de la teoría estoica de
la amistad:

Se nos enseña que hay tres clases de amistad: de éstas la primera y


óptima es la amistad según la virtud, pues el amor nacido de la razón es
firme; la segunda e intermedia es la amistad según la compensación; es
sociable, dadivosa y útil para la vida. Pues la amistad surgida de la
gracia es común. La tercera y última es la que llamamos la amistad
cultivada a partir de la familiaridad ( ); pero para otros
la amistad según el placer es variable y cambiante (Strom.,
2.19.174b).188

Si recordamos las anécdotas acerca de Arcesilao, nos


percataremos de que la familiaridad o la amistad de aquellos
con quienes se convive es su noción y praxis de amistad. Me
parece que el Sabio de Pitane atacó la relegación estoica de la
a un tercer nivel, para restablecer la primacía del
impulso y del deseo, implícitos éstos en el sentido usual de la
palabra sunétheia.
Plutarco, al haber acabado de referir la anécdota filantrópica
de Arcesilao a favor de Apeles y cuando se dispone a
mencionar otra anécdota acerca de Arídices, comenta primero:
188 Patrologia Graeca, 8.1045-1046. Estobeo recoje: "Siendo tres
clases de amistad, pertenencen a la primera clase los que se dicen amigos
por razón de utilidad, amistad que los estoicos no enumeran entre los
bienes de la vida, porque no admiten como bueno nada que conste de
partes distantes. La segunda clase de amistad, que consiste en la
adhesión a las personas más allegadas, es un bien meramente externo;
pero la amistad interna a estas personas allegadas o próximas a uno,
dicen que pertenece a los bienes internos del alma" (Stob. Ecl. 2.94.21;
SVF, 3.98 [El estoicismo, 2.236-237]).
89
"Y también en filosofía los 'hijos' nacen 'parecidos' a los
padres" (
[De adul., 63d]).189 Plutarco cita ahí a Hesíodo,
Trabajos y días, 235. No relataré la anécdota de Arídices,
porque la he referido en otro lugar. Mas, hablaré de otros
alumnos de Arcesilao. J.A. Fabricio dice: "Demochares,
Arcefilae familiaris. Laert. IV.41."190 El adjetivo familiaris
traduce el ; al consultar el pasaje aludido, nos
enteramos de que Democares está enamorado de Arcesilao.
Fabricio llama a Demofanes y a Ecdemo o Ecdelo familiares
y discipuli de Arcesilao.191 Pausanias asegura que: "Entre
otros maestros que Filopemen tuvo dicen que estuvieron
Megalófanes y Ecdelo, que cuentan fueron discípulos
( ) de Arcesilao de Pitane" (8.49.2).192 Plutarco
también los menciona en sus Vidas paralelas: "Los primeros
a quienes comunicó sus pensamientos fueron Aristómaco y
Ecdelo, de los cuales aquél era uno de los desterrados de
Sicione, y de Ecdelo Árcade de Megalópolis, hombre dado a
la filosofía, activo ( ) y que en Atenas había sido
discípulo ( ) del académico Arcesilao" (Plut. Arat.,
5.1).193 Ecdelo fue un filósofo práctico que se hizo
(consuetus, familiaris) de Arcesilao. Qué significa
"filósofo práctico" lo dice el mismo Plutarco en su biografía
de Filopemen, uno de cuyos estudiosos comenta:
" : Ecdelos et Megalophanes viri fuerunt

(v. Philop. c. 1,3)."194


Traducido en extenso el pasaje dice: "Luego que llegó a la
adolescencia, le tomaron bajo su enseñanza los
megapolitanos Ecdelo y Demófanes, que en la Academia
habían sido discípulos ( ) de Arcesilao y habían
trasladado la filosofía sobre todos los de su tiempo al
gobierno y a la práctica de los negocios" (

189 Obras morales y de costumbres (Moralia), 1.238-239.


190 Bibliotheca Graeca, 3.170.
191 Ibid., 3.163, 170-171.
192 Descripción de Grecia, 577
193 Vidas paralelas (Ed. Edaf) 1687.
194 Vita Arati, 47.
90
[Plut. Philop., 1.3]).195 Parece que en filosofía los
'hijos' no nacen siempre 'parecidos' a los padres, porque
Arcesilao -según W.H. Porter-: "So far from being himself
revolutionary in politics, he held conspicuously aloof from
public affairs."196 El uso del vocablo para indicar
que alguien era discípudo de Arcesilao es un índice de que la
sunétheia era una enseñanza importante del arcesilismo.
Lactancio, al reseñar la filosofía de Arcesilao, se apropia
estratégicamente de la noción de para revertirla
contra el mismo platónico:

Pues hay muchas cosas que la naturaleza misma, el uso frecuente y la


necesidad de la vida nos obligan a conocer. Así que has de perecer si no
conoces cuáles cosas son útiles para la vida, para buscarlas, y cuáles son
peligrosas, para huir de ellas y evitarlas. Además de eso, hay muchas
cosas que el uso descubre. Pues han sido descubiertos por los médicos
los varios cursos del sol y de la luna, el movimiento de las estrellas, y
han sido captados por los agricultores el cómputo de los tiempos, la
naturaleza de los cuerpos, las virtudes de las hierbas, la naturaleza de los
terrenos y también las señales de las lluvias futuras y las tempestades.
En suma, no hay arte que no conste de conocimiento. Por tanto, si
Arcesilao hubiese conocido algo, debió distinguir las cosas que pueden
conocerse, y las que no pueden conocerse. Pero si hubiera hecho esto, él
mismo se habría reducido al nivel del pueblo. Pues el pueblo a veces
sabe más, porque conoce cuanto es necesario. Si preguntas a cualquiera,
si conoce algo o nada, dirá que conoce las cosas que conoce y confesará
que desconoce las cosas que desconoce. Por tanto, presentó
correctamente las enseñanzas de los otros, pero no fundamentó bien la
suya. Pues la ignorancia de todas las cosas no puede ser la sabiduría,
cuyo rasgo propio es conocer. Por tanto, puesto que ha atacado a los
filósofos y enseñado que éstos nada conocían, él mismo también ha
perdido el nombre de filósofo; porque su doctrina consiste en no conocer
nada. Pues quien censura a otros porque desconocen, debe ser un
conocedor. Puesto que nada conoce, ¿qué perversidad y qué insolencia es
declararse él mismo filósofo precisamente a cuenta de lo que quita a los
demás? Pues así pueden responder: Si nos convences de que no
conocemos nada y, por tanto, de que no somos sabios, entonces tú
tampoco eres sabio; porque confiesas no saber nada. Luego, una vez
eliminados todos los filósofos, ¿qué ha logrado Arcesilao, excepto
traspasarse a sí mismo con su misma espada? (divin. inst., 3.5.1-8)

195 Vidas paralelas (Ed. Planeta), 2.351.


196 Life of Aratus, 52.
91
La sunétheia está indubablemente pensada en este texto:
primero como costumbre: "Pues hay muchas cosas que la
naturaleza misma, el uso frecuente y la necesidad de la vida
nos obligan a conocer" (Sunt enim multa, quæ natura ipsa
nos scire, et usus frequens, et vitæ necessitas cogit ). Y:
Además de eso, hay muchas cosas que el uso descubre"
(Præterea multa sunt, quæ usus invenit ). Segundo como
sabiduría popular: "Pues el pueblo a veces sabe más, porque
conoce tanto cuanto es necesario" (Nam vulgus interdum
plus sapit; quia tantum, quantum opus est sapit ). En tercer
lugar, Lactancio concluye que Arcesilao se suicidó
ideológicamente con su propia espada filosófica. "Luego, una
vez eliminados todos los filósofos, ¿qué ha logrado
Arcesilao, excepto traspasarse a sí mismo con su misma
espada?" (quid ergo promouit Arcesilas nisi quod confectis
omnibus philosophis se quoque ipsum eodem mucrone
transfixit? [divin. inst., 3.5.8]).197 Este sentido de sunétheia
lo desarrollaré después de haber hablado un poco de la
filosofía de Plutarco.
Éste es un filósofo platónico de la Academia Media.
Confiesa que una vez entrado en la Academia, pronto iba a
tener en cuenta en toda situación el "Nada en exceso" (De E,
387f).

Si en otros lugares nos acordamos de la Academia, hagámoslo también


en esta ocasión, y apartémonos del exceso de credulidad y mantengamoa,
como en un terreno resbaladizo, nuestro equilibrio en la discusión sobre
la infinidad (De def. or., 431a). 198

Plutarco se despide de los dogmas, convencido de que, en


asuntos inciertos, la suspensión del juicio es más filosófica
(
[De pr. frig., 955c]).

En efecto, esto es mucho más verosímil que aquello, pero la verdad


quizá es inasible, al menos en estos temas, y no había que ser tan
presuntuoso con un filósofo, que es el primero en fama y prestigio,
sobre un asunto incierto y tan controvertido (Quaest. conv., 700b).199

197 Lactanti Opera Omnia, 1.187.


198 Obras morales y de costumbres (E. Akal) 255.
199 Obras morales y de costumbres (Moralia), 4.298.
92
H. van Herwerden comenta acerca de la sunétheia: "Ut
observavit Bernardakis, Plutarcho saepe est belli consuetudo:
Cam. 4; Mar. 16; Fab. 19; Syll. 2; Luc. 6,7; Brut. 18; Ant.
50; Pelop. 15; Num. 5; Marc. 25."200 Lactancio emplea
imágenes marciales para expresar la novedad de la filosofía
arcesiliana:

Al entender esto Arcesilao, el Fundador de la Academia, reunió las


críticas de todos entre sí y la admición de ignorancia de ilustres
filósofos, y se armó contra todos. Así instauró una nueva filosofía del
no filosofar. Por tanto, a partir de este autor, comienzan a existir dos
clases de filosofía: una antigua, que revindica el conocimiento para sí; la
otra nueva que se opone a la primera, porque rechaza el conocimiento.
En estas dos clases veo una disidencia y casi una guerra civil. La
sabiduría, que no puede dividirse, ¿en qué parte la pondremos? Si la
naturaleza de las cosas puede conocerse, este escuadrón de reclutas
perecerá; si no se puede, los veteranos serán exterminados; si estuviesen
parejos, nada menos que la filosofía, la guía de todos, perecería, porque
habría sido dividida; pues nada contrario a sí mismo puede existir sin
desaparecer. Mas, si, como enseñé, no puede haber algún conocimiento
interior y propio en el hombre, debido a la fragilidad de la condición
humana, la tropa de Arcesilao ganó. Pero ni siquiera éste resistirá,
porque no es posible no conocer en absoluto nada (quod cum intellegeret
Arcesilas Academiae conditor, reprehensiones inter se omnium collegit
confessionemque ignorantiae clarorum philosophorum armauitque se
aduersus omnes: ita constituit nouam non philosophandi philosophiam.
eo igitur auctore duo philosophiæ genera esse coeperunt, unum, illut
uetus, quod scientiam sibi uindicat; alterum nouum repugnans, quod
eam detrahit. in his duobus generibus uideo discidium et quasi ciuile
bellum: sapientiam, quæ detrahi non potest, in qua parte ponemus? si
natura rerum sciri potest, haec tironum caterua interibit; si non potest,
ueterani conficientur; si pares fuerint, nihilominus peribit dux omnium
philosophia, quia distracta est: nihil enim potest sine interitu sibi esse
contrarium. si autem ut docui nulla in homine potest esse interna et
propria scientia ob fragilitatem conditionis humanae, Arcesilae manus
uincit. sed ne ipsa quidem stabit, quia non potest omnino nihil sciri
[divin. inst., 3.4.11-14]).201

200 Henricus, Lexicon Graecum Suppletorium et


dialecticum, 2.1399.
201 Lactanti Opera Omnia, 1.185-186.
93
Este comentario revela el matiz bélico, ínsito en el concepto
de la . Éste implica cierto militarismo.
La guerra y el amor están asociados esencialmente en la
mitología grecorromana con el maridaje de Afrodita y Ares, y
en la filosofía de Empédocles con su y . El
amor es una especie de guerra. Hay un anónimo epigrama
griego que menciona a un Arcesilao como el marcial
conquistador de Eros, quien -según Hesíodo- sojuzga hasta
el mismísimo Zeus. M. Fernández Galiano comenta que
"Arcesilao ha logrado magnífica venganza del cruel Amor:
le ha hecho que él también se enamore y lo pasea
exhibiéndole como a un prisionero en un desfile triunfal."202
Su versión lee: "Aplaudid, oh, muchachos! A Eros cazó
Arcesilao / y con los rojos lazos de Cipris lo pasea"203
(
[Ant. Pal., 706
{12.112}]). 204 Fernández Galiano no comenta que el
Arcesilao que menciona el epigrama sea referencialmente
Arcesilao de Pitane, ni tampoco el traductor angloparlante de
la Greek Anthology de la Loeb Classical Library; pero creo
que ese Arcesilao es el referente histórico. Este fragmento
parece que confirma mi sospecha: "Reprochándole alguien
que no era necesario que el filósofo se enamorara, Arcesilao,
el filósofo, le dijo: 'En efecto, es necesario poseerlo, antes que
ser poseído por él [

Gnomologium Vaticanum
Sternbach 65]). Aunque no escribió libro de filosofía alguno,
se conservan dos epigramas suyos, transmitidos por
Diógenes Laercio: "No sólo las armas a Pérgamo ilustran,
mas suelen / en la divina Pisa vencer sus caballos. / Y, si
puede un mortal revelar los designos de Zeus, / mucho más
celebrada será en el futuro" (Ant. Pal., 191 [DL, 4.30]).205
202 Fernández-Galiano, Antología Palatina, 1.372-373. Greek
Anthology, 4.336.
203 Fernández-Galiano, Antología Palatina, 1.372-373.
204 "Silence, ye young men; Arcesilaus is leading Love hither, having
bound him with the purple cord of Cypris" (Greek Anthology,
4.337).
205 Fernández-Galiano, Antología Palatina, 1.120.
94
Fernández-Galiano comenta: "Elogio adulador de Átalo,
sobrino adpotado por Filetero, fundador en la ciudad
minorasiática de Pérgamo de la dinastía de los Atálidas, que
consiguió victorias hípicas en Olimpia, llamada aquí Pisa
según su antiguo nombre."206 Y el otro epigrama reza: "Lejos
queden la Frigia y también tu sagrada Tiatira / natal,
Menodoro, de Cadávades hijo; / pero dice una humana
sentencia que el viaje a Aqueronte / dura lo mismo sea largo
o no el sendero. Éugamo insigne sepulcro erigióte, pues eras
/ el que más amaba de entre sus colonos" (Ant. Pal., 192
[4.31]).207 Fernández-Galiano comenta: "Tópico de la muerte
que a todos alcanza; Menodoro, desde la lejana Frigia (Tiatira
es importante ciudad, pero más bien situada en Lidia), ha
llegado a ella tan rápidamente como cualquiera. Su amante
Éugamo o Éudamo, compañero de escuela de Arcesilao, de
quien el difunto cultivaba tierras, le ha erigido una
sepultura."208 Diógenes Laercio asegura que Arcesilao era
muy proclive a la poesía de Homero y Píndaro (4.31). B.
Einarson y Ph. H. de Lacy comentan que "Arcesilaüs is in
effect another poet; his philosophy is so much music
(Phaedo, 61A 3-4)."209
Plutarco señala que Catón practicaba la sunétheia:

Escribió, pues, libros de diferentes materias y de historia. A la


agricultura dio su atención siendo todavía joven y por necesidad; porque
dice que sólo empleó dos medios de granjería: el cultivo de la tierra y el
ahorro; y entonces la observación de lo que sucedía en su campo le
suministró a un tiempo diversión y conocimientos. Así ordenó un libro
de agricultura, en el que trató hasta del modo de preparar las tortas y de
conservar las frutas: aspirando en todo a ser nimio y no parecido a otro.
Sus comidas en el campo eran más opíparas, porque solía congregar a
sus conocidos de los campos vecinos y comarcanos, holgándose con
ellos (
, y procurando hacerse afable
y congraciarse, no sólo con los de su edad, sino también con los
jóvenes, para lo que tenía los medios de hallarse con muy varios
conocimientos y haber leído y presenciado muchos negocios y casos
dignos de escucharse. Reputaba además la mesa por muy propia para

206 Ibid.
207 Ibid.
208 Ibid.
209 Moralia, 14.176.
95
ganar amigos, y en ella cuidaba de introducir tanto el elogio de los
buenos y honrados ciudadanos como el olvido de los vituperables y
malos, no dando nunca Catón margen en sus convites ni para la
reprensión ni para la alabanza de éstos (Cat. mai., 25).210

Coincidentemente estas líneas expresan lo que piensa


Lactancio acerca de la importancia de la agricultura en la
fijación de las costumbres. El concepto arcesiliano de la
está implícito en Diógenes Laercio 4.40-42:

Pero era demasiado pródigo --en efecto, ¿quién era sino otro Aristipo?--
Comparecía exclusivamente a las cenas de sus semejantes en
costumbres. Convivía públicamente con dos prostitutas elienses y
contra los criticones profería las sentencias de Aristipo. Tenía afición
por los adolescentes y era proclive a ellos. De ahí que los estoicos de
Aristón de Quío lo acusaron de corrupción de la juventud, lenguaje soez
y atrevimiento. Pues ciertamente se dice que Demetrio, quien navegaba
hacia Cirene, lo amó mucho más que Cleocares de Mirlea; acerca del
cual él dijo a unos fiesteros que quería abrir, pero que aquél se lo
impedía. Democares, hijo de Laques, y Pitocles, hijo de Bugelo,
amaban a Cleocares; pero Arcesilao habiendo recibido a ésos, con
resignación les dijo que se retirasen. En efecto, por esto precisamente lo
molestaban los antes mencionados y se burlaban de él, diciéndole
amante del vulgo y de la vanagloria. Pero principalmente lo atacaban
los del círculo de Jerónimo Peripatético, cada vez ( ) que convocaba
a sus amigos con motivo del cumpleaños de Alción, hijo de Antígono,
en cuya ocasión éste enviaba bastante dinero para su disfrute. Entonces
rehusando Arcesilao en toda ocasión las explicaciones entre copas, a
Arídices, quien le proponía cierta teoría y juzgaba la misma digna de
explicación, le dijo: 'Esto mismo es principalmente lo propio de la
filosofía: conocer la ocasión de cada una de las cosas' (

. 211

210 Vidas paralelas (Ed. Planeta) 1.296-297.


211 Vidas de l o s f i l ó s o f o s más ilustres, 108-109. Genaille
tradujo al francés: "Comme il refusait chaque fois de s'y livrer à ces
dissertations de fin de repas, Aridélos lui proposa un sujet de réflexions,
et lui demanda de philosopher là-dessus. Arcésilas lui dit alors: 'Ne sais-
tu pas que le prope de la philosophie est de savoir parler des choses
seulement en leur temps" (Vie, Doctrines et Sentences des
Philosophes Illustres, 1.192).
96
De lo que el Fundador de la Academia Media se excusaba
cada vez era de las , que podrían
traducirse por charlas de sobremesa. La
(exégesis) es una narración o relato, una explicación o
comentario, una exégesis o traducción. Y el adjetivo
señala lo que se hace o se dice bebiendo o en
la mesa.212 Hay un paralelo entre el cada vez ( ) del
cumpleaños de Alción, el en toda ocasión ( ) de la
renuencia arcesiliana a las explicaciones entre copas y el
cada una de las cosas ( ) del conocer el kairós.
Hicks tradujo:

There he had always shunned discussion over the wine; and when
Aridices, proposing a certain question, requested him to speak upon it,
he replied, 'The peculiar providence of philosophy is just this, to know
that there is a time for all things.'213

El banquete y el simposio son las ocasiones privilegiadas


para la mostración de la sunethéia. El gusto por el vino en
Arcesilao y en Lacides apunta a la adquisición de un estado
de conciencia semejante al del artista, al que la estoica
representación comprensiva no le hace justicia. La
y el se copertenecen. El conocimiento ( )
acerca del de cada ente se funda en la plusvalente
, no en la estoica representación comprensiva.
Pienso que, aunque la sunétheia, como lo ente aristotélico, se
dice de muchas maneras; no obstante significa
principalmente, en el arcesilismo, costumbre. El historiador
W. Durant compara a Arcesilao con Hume y a Carnéades
con Kant.214 Me parece que si privilegiamos el sentido de
"costumbre" en la sunétheia, Arcesilao será un precursor del
empirismo escéptico de David Hume.

212 Diccionario griego-español, 292.


213 Lives of Eminent Philosophers, 1.417-419. Stanley tradujo
al inglés: "At this Feaft Arcesilaus would not difpute amidft the cups;
and when Aridelus propounded a queftion to him, requiring that he
would fay something to it, he anfwer'd, it is the beft property of a
Philofopher to know the feafons of all things" (A History of
Philosophy, 1.219).
214 La vida de Grecia, 2.400.
97
Arcesilao, alter ego de Aristipo

Diógenes Laercio, acerca de Arcesilao, dice: "Era


demasiado pródigo (¿qué más que llamarlo segundo
Aristipo? [
]), dando banquetes a los que vivían
como él e iba también a los de éstos. Usaba públicamente de
dos meretrices elienses, Teodota y Fileta, y a los que
murmuraban contra él les oponía las respuestas de Aristipo
(
[4.40]). Pretendo saber más de
Arcesilao a través de una comparación con Aristipo. G. Fraile
dice de Aristipo de Cirene que enseñaba que nada hay
absoluto; todo es relativo.

No existe ningún criterio universal de verdad válido para todos los


hombres. Solamente existen criterios individuales para cada uno, que
consisten en la sensación, la cual se reduce a puro movimiento
mecánico. Solamente percibimos apariencias, pero no sabemos lo que
hay debajo de ellas. Los objetos, para nosotros, no son más que
agrupaciones de sensaciones. No nos engañamos respecto a las
sensaciones que experimentamos. Pero sí cuando por ellas pretendemos
juzgar de lo que son en sí mismas las cosas exteriores. Los nombres
comunes que utilizamos no tienen más que un valor convencional.215

Su ética era un hedonismo más radical que el de Epicuro,


contra quien Arcesilao filosofó (DL, 4.43).

La vida práctica debe regularse por las sensaciones. Pero hay que saber
distinguir y elegir entre ellas. Las sensaciones se dividen en agradables,
dolorosas e intermedias. Las primeras son buenas, las segundas malas y

215 Historia de la filosofía, 1.275.


98
las terceras indiferentes, porque no causan placer ni dolor. El Sumo Bien
de la vida consiste en el placer sensible y actual, que es un movimiento
dulce, suave y ligero, a diferencia del dolor, que es un movimiento
violento. El placer no debe ser simplemente imaginado como futuro, ni
tampoco basta el placer pasado, recordado por la memoria, sino que debe
ser actual, experimentado en el momento presente ( ).
Como los placeres corporales son los más intensos, son, por lo tanto,
los más deseables, y deben preferirse a todos los demás. No importa la
causa de donde pueda provenir el placer, pues es un bien natural que no
debe sujetarse a las leyes establecidas convencionalmente por los
hombres. La sabiduría y la virtud consisten en buscar los medios para
procurarse la mayor cantidad posible de placer. No existe más que la
vida presente, y el 'sabio' debe aprovecharla para disfrutar de ella lo más
posible mientras dure.216

Añade Fraile que uno de los pocos vestigios socráticos que


quedan en Aristipo es el concepto de la razón reguladora de
la vida.

La vida práctica debe ser regida por la prudencia. [...] Como todo es
relativo y contingente, el sabio debe acomodarse a las circunstancias.
Pero manteniendo siempre su libertad interior y su tranquilidad. Debe
dominar los placeres y no dejarse dominar por ellos (
). Lo mismo que los sofistas, contraponía la naturaleza ( )
a las leyes establecidas por los hombres ( ). Nada es por naturaleza
justo ni injusto, honesto ni torpe. Esas son distinciones convencionales
que provienen de las leyes positivas de cada ciudad. No obstante, la
prudencia aconseja que el sabio acomode su conducta a las leyes penales.
Patria, matrimonio y familia son también convencionalismos de los
cuales el sabio no se debe preocupar. [...] Los dioses no intervienen en
los asuntos humanos. La religión es cosa que les atañe a ellos y no a
los hombres. 217

Diógenes Laercio, acerca de Arcesilao, pregunta


retóricamente: "¿Qué más que llamarlo segundo Aristipo?"
(4.40). A Arcesilao se le consideraba un cirenaico. El satírico
Persio dice: "Quod sapio, satis est mihi. Non ego curo esse
quod Arcesilas aerumnosique Solones..."218 Un escoliasta de
la poesía de Persio comenta: "Arcesilas Scythi filius
Pitanaeus, Cyrenaicus philosophus perfectissimus fuit, qui
216 Ibid., 1.276.
217 Ibid.
218 Sátiras, ed. de Miguel Dolç, 97.
99
Academiam primus invenit" (Schol. Pers. 3.79).219 Isidoro
de Sevilla se hace eco de esta tradición:
Los académicos son así denominados por una villa de Platón -'la
Academia de Atenas'- en la que impartía sus enseñanzas. Opinan que
todas las cosas son inescrutables; aunque deba reconocerse que hay
muchas cosas impenetrables y ocultas que Dios quiso mantener por
encima de la inteligencia del hombre, hay otras muchas, en cambio, que
pueden ser captadas por los sentidos y comprendidas por la razón.
Fundador de esta secta fue Arcesilao, un filósofo de Cirenaica. Y
seguidor de ella fue Demócrito, quien llegó a decir que la verdad se
encuentra escondida como en un profundo pozo carente de fondo (Etym.,
8.6.11-13). 220

A pesar del anacronismo con que termina, ese testimonio es


valioso. J. A. Fabricio pensó que Lacides, el sucesor de
Arcesilao, era cirenaico: "Lacydes, Cyrenaeus, Arcefilai
fucceffor, nouae princeps Academiae fecundum Laertium IV,
59."221 Parece que el haber nacido en Cirene y el haber sido
discípulo de Arcesilao fueron suficientes razones para
considerar a Lacides cirenaico. A Arcesilao se le reputaba de
cirenaico, porque su filosofía se parecía a la de Aristipo de
Cirene y no porque haya nacido en Cirene, puesto que él era
oriundo de Pitane.
Documentaré qué respondía Aristipo a quienes le
reprochaban su disfrute de rameras, para justipreciar el
comentario de Diógenes Laercio en el sentido de que
Arcesilao era un segundo Aristipo. "Habiendo una vez
entrado en casa de una meretriz, como se avergonzase uno de
los jóvenes que iban con él, dijo: 'No es pernicioso el entrar,
sino el no poder salir'" (2.69).222 El sabio cirenaico debe
dominar los placeres, pero no ellos a él. Otra anécdota
refiere:

Afeándole uno que cohabitase con una meretriz, le respondió: 'Dime, ¿es
cosa de importacia tomar una casa en que vivieron muchos en otro
tiempo, o bien una en que no habitó nadie?' Y respondiendo que no,

219 Mekler, Academicorum Philosophorum Index


Herculanensis, 63.
220 Etimologías, 1.705.
221 Bibliotheca Graeca, 3.177.
222 Vidas de los filósofos más ilustres, 55.
100
prosiguió: '¿Y qué diferencia hallas entre navegar en una embarcación en
que han navegado muchos, y una en que nadie?' Diciéndole que ninguna,
concluyó Aristipo: 'Luego nada importa usar de una mujer, haya servido
a muchos o a nadie' (2.74). 223

Otra anécdota relata que: "Tenía comercio con la meretriz


Layla, como dice Soción en el libro segundo de las
Sucesiones; y a los que lo acusaban de ello, respondió: 'Yo
poseo a Layla, pero no ella a mí; pues el contenerse y no
dejarse arrastrar de los deleites es laudable, mas no el
privarse de ellos absolutamente'" (2.75).224 Una sentencia
semejante se le atribuye al Fundador de la Academia Media:
"Reprochándole alguien que no era necesario que el filósofo
se enamorara, Arcesilao, el filósofo, le dijo: 'En efecto, es
necesario poseerlo, antes que ser poseído por él
[

Gnomologium Vaticanum Sternbach 65]). Pero no todas las


reconvenciones dirigidas contra Aristipo procedían de
varones: "Diciéndole una meretriz que de él estaba encinta, le
respondió: 'Tanto sabes tú eso, como cuál es la espina que te
ha punzado, caminando por un campo lleno de ellas'"
(2.81).225 Aristipo imita a los dioses homéricos: "Como le
vituperasen una vez su vida suntuosa, respondió: 'Si esto
fuese vicioso, ciertamente no se practicaría en las festividades
de los dioses'" (2.68).226 Si es cierto que en filosofía los
hijos nacen parecidos a los padres, entonces sabremos algo
más de Aristipo, si examinamos la filosofía de un alumno
suyo.
De Teodoro, Diógenes Laercio dice:

Que dada ocasión se puede cometer un robo, un adulterio, un sacrilegio;


pues ninguna de estas cosas es intrínsecamente mala, si de ella se quita
aquella vulgar opinión introducida para contener a los ignorantes. Que el
sabio puede sin pudor alguno usar en público de las prostitutas
( sc.

223 Ibid.
224 Ibid., 57. Cf. Athen., 12.544d.
225 Ibid.
226 Ibid.
101
[2.99]). 227

D. Dudley asegura:

The wise man will commit such actions , on occasions, of


which of course he will be the judge, for they are not by nature
, though the opinion that they are is of value in
keeping in order the foolish ( ).
Theodorus probably discussed these actions much as did Diogenes and
the Stoics; he is said to have complained that his pupils misunderstood
him, perhaps they were more lenient in their interpretation of the clause
. 228

E. Zeller señala que: "It is true that, in Plut. Tranq. Anim. 5,


p. 567, Theodorus complains that his pupils misunderstood
him -a statement which, if it be true, probably refers to the
practical application of his principles."229 Examinemos el
testimonio de Plutarco acerca de esta queja de
incomprensión.

Por eso, es necesario, especialmente en estas cosas, que tomemos a la


razón que procede de la filosofía como un guía en los misterios, para
considerar reverentemente cada una de las doctrinas y de los ritos, de
manera que, como Teodoro dijo que los discursos que él ofrecía con la
mano derecha, algunos de sus auditores los recibían con la izquierda, no
caigamos nosotros en un error semejante, al entender de manera diferente
lo que las leyes establecieron admirablemente sobre los sacrificios y los
festivales. Pues de aquellos mismos ritos se puede comprender que todo
debe ser referido a la razón (De Is., 378b).230

227 Ibid., 62. Texto griego en Aristippi et Cyrenaicorum


Fragmenta, 54, frag. 230). Mannebach anota: "Cf. 3, 5;
7 (Diels-Kranz II6 p. 410, 20ss)". Ibid., 99.230.
228 A History of Cynicism, 105.
229 Socrates and the Socratic Schools, 378, ft. 2.
230 Obras morales y de costumbres (Ed. Akal), 110-111.
"Theodorus, called the Atheist, used to say that he offered his discourses
with his right hand, but his audience received them with their left; so
uninstructed persons, when Fortune presents herself adroitly on their
right, often gauchely substitute their left hands in receiving her and cut
a sorry figure" (De tranq. an., 467b [Moralia, 6.181])
102
Ciertos alumnos de Teodoro (lit.: "regalo del dios"231)
recibían con la mano izquierda la doctrina del kairós que él
ofrecía con su mano derecha.
Diógenes Laercio dice de Aristipo: "Su genio se
acomodaba al lugar, al tiempo y a las personas, y sabía
simular toda razón de conveniencia" (

[2.66]).232
Y si Arcesilao era otro Aristipo, entonces: "Era fecundísimo
en la invención y feliz en las ocurrencias para satisfacer a lo
que le proponían, reduciendo a ello el período de las palabras
y acomodándose a todo tiempo (
), siendo también sobremanera persuasivo"
( [DL, 4.27]). Arcesilao, al igual que Aristipo, se
acomodaba a cualquier ocasión. A. Geffers, en 1842,
asociaba ya la persuasión arcesiliana con la definición
también arcesiliana de la filosofía. Geffers escribió que:

Et, quod in praeceptis de tuenda sanitate legimus, dialectica bellaria in


coena esse minime dulcia, et affici iis fatigarique caput, id elle sibi
persuasisse et secutus esse videtur.233

Y en la nota al calce dieciséis, correspondiente a esta última


cláusula, Geffers reprodujo el texto griego de Diógenes
Laercio 4.6.42. Aristipo, habiendo sido: "preguntado qué era
lo que había sacado de la Filosofía, respondió: 'El poder
conversar con todos sin miedo' (

[2.68]). Arcesilao conversaba


tambien sin miedo tanto con letrados como con iletrados
(Plut. Adv. Col., 1121f; Eus. Praep. Evang., 14.730a).
Aristipo era socrático, porque: "A uno que le preguntaba por
qué de Sócrates se había ido a Dionisio, dijo: 'A Sócrates me
231 Diógenes Laercio informa que: "Parece se llamaba dios, porque
habiéndole preguntado Stilpón así: '¿Crees, oh Teodoro, ser lo que tu
nombre significa?' Y diciendo que sí, respondió: 'Pues tu nombre dice
que eres dios'. Concediéndolo él, dijo Stilpón riendo: '¡Oh miserable!
¿no ves que por esa razón podrías confesarte también corneja y otras mil
cosas?'" (Vidas de los filósofos más ilustres, 62).
232 Ibid., 55. Lives of Eminent Philosophers, 1.194.
233 De Arcesila, 24.
103
fui necesitando ciencia, a Dionisio necesitando recreo'."234 Y
habiendo sido: "preguntado cómo había muerto Sócrates,
respondió: 'Como yo deseo morir'" (

[2.76]).235 Parece que la ciencia que aprendió de Sócrates fue


una "kairotanatosofía". Jenofonte refiere cómo Sócrates
murió:

'Y pudiera ser', continúo diciendo, 'que el Dios me conceda por


benevolencia suya, como don especial, dar fin a mi vida no solamente
en el momento más oportuno, sino de la manera menos penosa' (Apol.,
7).236

J. Berenguer Amenós tradujo así: "...el dios por benevolencia


me procura no sólo (el) acabar la vida en el momento
oportuno de (mi) edad, sino también de la manera más
fácil."237 La frase "acabar la vida en el momento oportuno de
(mi) edad" corresponde al griego
Hay otro pasaje jenofontíaco que
afirma inequívocamente que Sócrates calculó casi
hedonísticamente cómo morir en el momento oportuno:

Es evidente que tanto Sócrates como aquellos de sus amigos que


hablaron en defensa de él, dijeron a este propósito muchas otras cosas;
pero yo no me he propuesto referir todos los detalles del proceso; me
basta haber hecho ver que Sócrates daba la mayor importancia a la
demostración de que él no había sido jamás impío para con los dioses,
ni injusto para con los hombres; pero que no pensaba deber rebajarse
con súplicas para escapar de la muerte; estaba, por el contrario,
persuadido de que ya le había llegado el tiempo de morir (Apol., 23).238

El sintagma nominal "tiempo de morir" traduce el griego


, el cual Berenguer Amenós traduce:
"...la ocasión, la hora de morir..."239 Aristipo hubiera querido
morir como Sócrates: en el momento oportuno.

234 Ibid., 58.


235 Ibid.
236 Recuerdos de Sócrates, 244.
237 Apología de Sócrates, ed. de Berenguer Amenós, 14, n. 20.
238 Recuerdos de Sócrates, 249.
239 Apología de Sócrates, ed. de Berenguer Amenós, 24, n. 3.
104
Diocles de Cnido, en sus Conversaciones, informa que
cuando los discípulos de Teodoro y de Bión el sofista,
apoyándose en los filósofos, no dudaron en refutar a
Arcesilao por todos los medios, éste, para evitar dificultades y
por temor (pues alegaban que no tenía ninguna doctrina que
mostrar), arrojó ante sí, como la sepia hace con su tinta, la
'suspención del juicio'. Los cirenaicos de Teodoro y los
cínicos de Bión no comprendieron que la es, además
de "suspensión de juicio", la "época", la ocasión de la
diferencia entre Ser y ente. Arcesilao ha hecho época con su
; aún permanecemos en la época de Arcesilao, pero
esto parece imperceptible a muchos porque su sepíada tinta
les nubla la vista.

105
Arcesilao kairósofo

1 Entre el dogmatismo y el escepticismo: Arcesilao.

Plutarco asegura que Arcesilao, al igual que Pitágoras,


Sócrates y Carnéades, no escribió libro alguno de filosofía
(De for. Alex., 328). Según Diógenes Laercio, fue el primero
que suspendió las enunciaciones a causa de las
contradicciones de los argumentos (
[4.28]).
Algunos afirmaban que no escribió libro alguno, puesto que
en todas las cosas suspendía el juicio (
); otros afirmaban que se halló corrigiendo
algunos escritos, que, según unos, publicó y, según otros,
quemó (DL, 4.33). Al Fundador de la Academia Media se le
conoce como . ¿Qué significa
? El esclarecimiento de esta pregunta
está esencialmente relacionada con la cuestión del esoterismo
de Arcesilao. Inicio mi indagación con E. Bréhier:

Los estoicos son infatigables polígrafos que fijan su dogma en fórmulas


escritas; Arcesilao es un infatigable luchador que acomoda de mil
maneras la discusión a la ocasión que se ofrece, un improvisador.
También debía apreciar la palabra viva por encima del escrito mudo. Al
igual que Sócrates y Pirrón, no dejó nada escrito.240

Parece que el Sabio de Pitane habría creído en la superioridad


ontológica de la voz sobre la escritura. Diógenes Laercio
asegura que, aunque era grave y robusto en el decir, no
obstante era asiduo en el escribir y se aplicó a la poesía
(4.30). Su proceder filosófico se asemeja al de este sofista:
240 Historia de la filosofía, 1.517-518.
106
Gorgias de Leontinos inició la antigua sofística en Tesalia... Parece que
fue el creador del discurso improvisado. En efecto, al presentarse en el
teatro de Atenas tuvo el valor de decir: 'Proponedme un tema'. Fue el
primero en anunciar públicamente que correría este riesgo, mostrando
con ello que poseía un saber completo, pues se permitía hablar sobre
cualquier cosa cuando se presentaba la ocasión (Vit soph., 1.1).241

La ocasión = . Filóstrato dice además que Gorgias,


para burlarse de Pródico (quien contaba cosas obsoletas y a
menudo repetidas), se dejaba llevar por la inspiración del
momento; es decir, se dejaba llevar por Kairós. Arcesilao era
fecundísimo en la invención y feliz en las ocurrencias para
satisfacer lo que le proponían, reduciendo a ello el período de
las palabras y acomodándose a cualquier ocasión (
), siendo también sobremanera
persuasivo (DL., 4.27). Él era muy locuaz; al comienzo de
su educación, su hermano Moireas lo inducía a estudiar
retórica, pero él amaba más la filosofía (ib., 4.29). Ese
paralelo entre Gorgias y Arcesilao preanuncia una kairología
o kairosofía, que habré de evidenciar.242
Parece que Arcesilao sólo compuso algunos versos, pero
otros se encargaron de transmitirnos datos acerca de su
filosofía. Me ocuparé en reconstruir su pensamiento
epistemológico. Lactancio dice que la filosofía de Arcesilao
es la nueva filosofía del no filosofar. Parece que el Sabio de
Pitane se liberó del círculo hermeneútico. San Agustín dice
que los académicos no son sino los platónicos y que
Arcesilao fue el primero que ocultó su propia doctrina, para
dedicarse a refutar a los estoicos y epicúreos. El Obispo de
Hipona añade: "Hallarás, pues, que hay dos errores
completamente contrarios entre sí: el uno pone el sumo bien
en el alma y el otro en el cuerpo" (Epist., 118.16).243 Omito
otras líneas y reanudo la cita agustiniana:

241 Piqué Angordans, Sofistas, 71, 83. Esta comparación entre


Gorgias y Arcesilao la yo había establecido antes de consultar a Bohdan
Wisniewski, "Gorgias et la Nouvelle Academic".
242 Wisniewski no apoya su interpretación ocasionalista de Arcesilao en
la definición kairológica de la filosofía (DL, 4.42).
243 Obras de San Agustín, 8.858-859.
107
Si vuelves a traer al problema las personas, hallarás que los estoicos y
epicúreos combaten encarnizadamente entre sí, mientras los platónicos
pretenden resolver el pleito empezando por ocultar la propia sentencia
acerca de la verdad (occultantes sententiam veritatis); después atacan y
desvanecen la falsa confianza que ambos errores tienen en su falsedad
(loc. cit.).

La filosofía arcesiliana es parcialmente el resultado de una


confrontación con el estoicismo. P. Couissin repite con
Sexto Empírico: "'Arcesilaus did not, in principle, establish
any criterion; but those who think he did establish one
ascribed it to an attack (or a counterattack, antiparexagogen)
against the Stoics' (M VII 150)."244 Aquél fue el cuco contra
los estoicos. El Obispo de Hipona añade:

Muere Polemón y le sucede Arquesilao, condiscípulo de Zenón, mas


bajo el magisterio de aquél. Por lo cual, lisonjeándose Zenón de una
opinión suya acerca del mundo y, sobre todo, sobre el alma -a cuyo
conocimiento aspira la verdadera filosofía-, y diciendo de ella que es
mortal, y que no hay más mundo que éste al alcance de los sentidos, y
que todo en él es obra del cuerpo (pues el mismo Dios consideraba
como fuego), entonces Arquesilao, con mucha prudencia y tino a mi
parecer, al ver que cundía aquel mal, ocultó completamente la doctrina
de la Academia y la cubrió como oro (occultasse penitus Academiae
sententiam et quasi aurum inveniendum), para que la descubriesen
alguna vez los venideros. Por lo cual, como la multitud es muy
propensa a caer en falsas opiniones y, por el hábito de vivir entre los
cuerpos, fácilmente, pero con daño, cree que todo es corporal, aquel
hombre tan penetrante y generoso se dedicó más a limpiar de sus errores
a los mal enseñados que a instruir a los que aún no juzgaba dispuestos
para recibir su doctrina. De aquí procedieron las opiniones que se
atribuyen a la nueva Academia, de que no tuvieron necesidad los
antiguos (Cont. acad., 3.17.38).245

Agustín dice que Arcesilao ocultó completamente la doctrina


de la Academia y que se dedicó más a limpiar de sus errores
a los mal enseñados que a instruir a los que aún no juzgaba
dispuestos para recibir su doctrina; luego Arcesilao no
244 "The Stoicism of the New Academy", 41. Stopper dice: "According
to the Couissinites, Arcesilaus was charactirezed by . He
offered no views of his own. He merely criticized: 'If you hold that P,
then...'" ("Schizzi Pirroniani", 246).
245 Obras de San Agustín, 3.184-185.
108
carecía de enseñanzas propias. Sexto Empírico dijo que
Arcesilao instruía primero propedeúticamente a los que
consideraba dispuestos para recibir las secretas enseñanzas
académicas y Cicerón mencionó, al respecto, unos misterios.
Discípulos talentosos suyos, como Lacides, Arídices y
Apeles, habrían disfrutado de la enseñanza esotérica del
Sabio de Pitane. Parece que éste enseñaba sendas doctrinas:
1) exotérica (la refutación del estoicismo), y 2) esotérica.
Cuál haya sido esta doctrina ha sido objeto de varios debates
histórico-filosóficos. Me propongo aquí decifrar este
misterio.
Primero, revisemos la tesis en favor del dogmatismo
esotérico. R. Jolivet, a propósito de un pasaje del Contra
academicos de Agustín, comenta:

Le prétendu secret d'Arcésilas. -Ces opinions touchant un


enseignement secret d'Arcésilas paraissent peu fondées. Elles semblent
en effet ne reposer que sur les dires d'un certain Dioclès de Cnide,
adoptés et vulgarisés longtemps apròs par Cicéron, puis par Sextus
Empiricus, à l'effet de faire admettre que l'ensignement platonicien
s'était, malgré les apparences, conservé sans défaillance au sein de
l'Académie (Cf. E. Bréhier, Hist. de la Phil., I, pp. 348-385).246

Y V. Capanaga dice al respecto:

En Arquesilao se observaba una actitud anfibia: quem ferunt primum


instituisse, non quid ipse sentiret, ostendere, sed contra id quod
quisque se sentire dixisset, disputare (Cicerón, De oratore III 18.67).
Esta opinión del secreto de los académicos la defendieron, entre los
antiguos, Diocles de Gnido, Sexto Empírico, Numenio, Metrodoro, y
entre los modernos se cuentan Geffer (De Arcesila, Gottingen 1842),
L. Credaro (Lo scepticismo degli Academici), F. Ravaisson, quienes se
inclinan a admitir el dogmatismo secreto de los discípulos de
Arquesilao. Tampoco Ueberweg cree en una ruptura completa entre la
antigua y la media Academia.247

Pero hay opiniones divergentes: Stopper, al reseñar el libro


de A.M. Ioppolo acerca de Arcesilao, dice: "Ioppolo does not
suppose that Arcesilaus was a dogmatist -she does not
mention, let alone insist upon, those passages which ascribe
246 Oeuvres de S. Augustin, 4.213, 27.
247 Obras de San Agustín, 3.198, n. 39.
109
an 'esoteric' set of dogmatic positions to the New
Academy."248 Hablar de una doctrina secreta de la Academia
no es nuevo. Cualquier conocedor del platonismo sabe que
Platón departía dos enseñanzas: una exotérica y dialéctica, y
otra esotérica y pitagorizante. Diógenes Laercio dice que
Arcesilao admiraba mucho a Platón y que poseía sus libros
(4.32). Mas algunos críticos están convencidos de que el
esoterismo platónico era más propio de Jenócrates que de
Platón. Mi tesis de maestría da la razón a los partidarios de
un esoterismo en Platón.249 El Sabio de Pitane preconiza una
vuelta a la sabiduría socrática: docta ignorantia, ironía, aporía,
dialéctica. Parece que Arcesilao rechaza la matematización del
platonismo por parte de la Academia Antigua. La vuelta al
Sócrates (especialmente platónico), es una cuestión digna de
consideración para determinar la especificidad del
dogmatismo arcesiliano.
Repasemos los pasajes que hablan de una doctrina secreta
de Arcesilao. Primero, Sexto Empírico:

Ciertamente me parece que Arcesilao, quien era --decíamos-- el director y


el fundador de la Academia Media, comparte los argumentos pirrónicos,
porque su método y el nuestro son casi una cosa. En efecto, no se
mostraba aseverando la existencia o la inexistencia de algo, ni prefería
una cosa en detrimento de otra, según una creencia o una incredulidad;
sino que suspendía el juicio acerca de todas las cosas (
). Decía que la meta es la suspensión del juicio, de la cual
afirmamos que se acompaña de la serenidad (
). Mas decía
que hay suspensiones de juicio parciales que son buenas, y que había
asentimientos parciales que son malos. Por otra parte, a no ser que
248 "Schizzi Pirroniani", 276. Couissan dice: "Let us just say that
Platonic dogma should be distinguished from the spirit of investigation
implicit in the Dialogues. The Early Academy favored the dogma, while
Arcesilaus wanted to revive the viva voce method of investigation
practiced by Socrates and Plato. Hence his skeptic interpretation of
Platonism, an interpretation which confirms that he refrained from
dogmatizing, whether it be that he had no opinions or beliefs, or that he
considered beliefs or opinions were not the sort of thing one can
undertake to teach. He wanted, like Socrates, to rouse men's souls and,
like him, to ridicule pretension and complacency" ("The Stoicism of the
New Academy", 39).
249 Lo Uno y la Díada Indefinida. Sus antecedentes desde
Platón hasta Numenio, Dis. U de Puerto Rico, 1992.
110
alguien diga que nosotros decimos estas cosas según lo que nos aparece
y no afirmativamente, aquél las diría en relación con la naturaleza (
); de modo que decía que la suspensión del juicio es buena y
el asentimiento, malo. Pero si es preciso también creer lo dicho acerca
de él; dicen que a primera vista lucía ser pirrónico, pero verdaderamente
era dogmático (
). Y puesto que ponía a
prueba a sus colegas a través del arte aporético, (para si eran o no
naturalmente talentosos para la recepción de las enseñanzas platónicas
[ ]), consideraron que él
era aporético; pero a los naturalmente talentosos de entre sus colegas les
encargaba las doctrinas platónicas (
). De ahí que Aristón haya
dicho de él: 'Delante Platón, detrás Pirrón, en medio Diodoro'; porque
aprovechó la dialéctica al estilo de Diodoro, pero era totalmente
platónico (

[1.232-234]).250

El pensamiento en torno a la predomina en el


arcesilismo. significa literalmente lo a la
mano. A pesar de que la expresión latina prima facie traduce
bien la griega ; me atrevo a leer en esta
expresión helena "lo a-la-mano" heideggeriano. Arcesilao
revelaba su esoterismo a sus compañeros o amigos.
significa además comensal y discípulo. San Agustín, basado
en sus lecturas de las Cuestiones académicas de Cicerón,
dice que los académicos solían ocultar su doctrina, sin
descubrírsela a nadie, excepto al que llegaba con ellos a la
ancianidad (Cont. acad., 20.13.44). Pero ¿qué significa que
haya sido Diodoro en el medio? Nadie ha tratado
exhaustivamente esta cuestión. D. Sedley confirma que:

Pyrrho's pupil Timon satirized him as a hanger-on of Pyrrho and


Diodorus Cronus (the dialectician who had helped shape Arcesilaus's
argumentative technique). And the Stoic Ariston of Chios brilliantly
summed him up in a mock-Homeric line as a philosophical chimera:
'Plato in front, Pyrrho behind, Diodorus in the middle.' That is, behind
his formal pose as Plato's heir in the Academy lay Pyrrho's philosophy,
while Diodorus's dialectical technique held the two heterogeneous
creatures together.251
250 Sextus Empiricus, 1.142-144
251 Burnyeat, The Skeptical Tradition, 15.
111
Su diodorismo haría posible la coincidencia del dogmatismo
con el escepticismo. Creo que, para poder tematizar aún más
el esoterismo arcesiliano, hay que reconsiderar de algún
modo el "Argumento Soberano" de Diodoro. Pero, a pesar
de lo atractivo de este tema, lo pospondré para evitar una
larga digresión.
Otro testimonio acerca del esoterismo arcesiliano es el de
Numenio de Apamea:

Por lo tanto se le habría llamado pirrónico a causa de sus pirronismos y


por respecto a su amante aceptó ser llamado también académico. Era,
pues, pirroniano, salvo que sin nombre, pero de académico sólo tenía la
denominación. Porque no confío en lo que dice Diocles de Cnido en las
tituladas Conversaciones. Según dice, cuando los discípulos de
Teodoro y de Bión el sofista, apoyándose en los filósofos, no dudaron
en refutarle por todos los medios, Arcesilao, para evitar dificultades y
por temor (pues no tenía ninguna doctrina que mostrar), como la sepia
arroja su tinta, arrojó ante sí la 'suspención del juicio'. Lo dicho, pues,
yo no lo creo (fr. 25 [262]).

Arcesilao, por amor a Crantor, habría fingido ser un


platónico; pero era verdaderamente un pirrónico. Numenio
deja entrever que tiene cierto prejuicio contra Arcesilao. Hay
un escritor latino que compara el escepticismo de Arcesilao
con el de Pirrón; Aulo Gelio dice.

Pero vieja es la cuestión tratada también por muchos escritores griegos,


a saber: ¿en qué y cuánto difieren los filósofos pirrónicos de los
académicos? En efecto, a ambos se les llama , ,
, ya que nada afirman y piensan que nada se comprende. Y
dicen igualmente que los fenómenos, que llaman , surgen de
todas las cosas, no según la naturaleza que es propia de las cosas
mismas, sino según la disposición del alma o del cuerpo, la cual es
propia de aquéllos ante los que esos fenómenos se presentan. Por tanto,
dicen que todas las cosas que excitan totalmente los sentidos humanos
son . Esta frase significa que no hay algo autosubsistente,
ni que tenga poder propio ni naturaleza, sino que todas las cosas se
hacen enteramente referencia unas a otras, se muestran tales como son
en su aspecto, mientras son percibidas y tales como son a nuestros
sentidos, adonde se presentan, no según las cosas mismas, de donde los
fenómenos proceden. Mas, aunque tanto los pirrónicos como los
académicos hablan de cosas parecidas, no obstante se considera que
difieren entre sí por causa de alguna otra cosa y, muy especialmente, por
112
esta razón: ciertamente los académicos 'comprenden' -por así decirlo- que
nada puede 'comprenderse', y 'deciden' -por así decirlo- que nada puede
'decidirse'; pero los pirrónicos ni siquiera dicen que aquello parezca de
algún modo verdadero, porque nada les parece verdadero (Cum haec
autem consimiliter tam Pyrronii dicant quam Academici, differre tamen
inter sese et propter alia quaedam et vel maxime propterea existimati
sunt, quod Academici quidem ipsum illud nihil posse comprehendi quasi
comprehendunt, et nihil posse decerni quasi decernunt, Pyrronii ne id
quidem ullo pacto verum videri dicunt, quod nihil esse verum
videtur).252

Gelio parece creer que Arcesilao era más platónico que


pirrónico. Tanto comprehendo como decerno traducen
términos griegos técnicos de la Academia Media. Arcesilao
comprende de cierto modo que nada es comprensible de otro
modo, y decide de algún modo que nada es decidible de otro
modo. Esta circunstancia apunta hacia el replanteamiento del
presunto escepticismo radical del Sabio de Pitane. Según
unos cirenaicos y cínicos, Arcesilao, para evitar ser refutado y
porque carecía de una doctrina propia, inventó la para
ocultar su ignorancia. La epojé es comparable -dicen- con la
tinta de la sepia. Es curioso que la enseñanza exclusivamente
oral del Sabio de Pitane se compare con la tinta de la sepia;
parece deconstructivista que la supremacía de la voz se
disemine doblemente: primero en un fármaco (la tinta de la
sepia) y luego en el agua del mar donde mora la sepia. He
vinculado temáticamente la epojé con el kairós, en mi ensayo
"La sepia Arcesilao"; ahí concluyo que la suspensión del
juicio acerca de todas las cosas es conocer el kairós de cada
cosa en particular.
Numenio, a pesar de que no simpatiza con el Fundador de
la Academia Media, no obstante desconfía más del cínico
comentario recogido por Diocles. Tal vez aquellos discípulos
de Teodoro atacaron a Arcesilao, porque malentendieron a su
maestro. D. Dudley asegura:

The wise man will commit such actions , on occasions, of


which of course he will be the judge, for they are not by nature
, though the opinion that they are is of value in
keeping in order the foolish ( ).
Theodorus probably discussed these actions much as did Diogenes and

252 The Attic Nights of Aulus Gellius, 2.312.


113
the Stoics; he is said to have complained that his pupils misunderstood
him, perhaps they were more lenient in their interpretation of the clause
. 253

Parece que unos seguidores de Teodoro, al haber


malentendido su doctrina acerca del , atacaron al
Sabio de Pitane, cuya enseñanza secreta luce relacionarse con
la meditación de Teodoro acerca de lo . Diógenes
Laercio dice de Bión que: "Por haber entretejido su estilo con
variedad, refieren que dijo de él Eratóstenes, que 'había sido el
primero en vestir de flores la Filosofía" (4.52).254 Las flores
( ) remiten semánticamente al y éste al .
Mi ensayo "Kairogénesis socrática" muestra esa asociación
de ideas.255 M. Lancia suscribirá una opinión concorde con
esa asociación kairológica de ideas. La duda de Numenio
acerca del comentario de Diocles nos hace pensar que aquel
neopitagórico consideraba que la suspensión del juicio era
una enseñanza propia del Sabio de Pitane. Plutarco comenta
que la epojé era un dogma propio de Arcesilao. Según
Cicerón y Agustín, Arcesilao esgrimía la epojé no para ocultar
su ignorancia, sino para polemizar contra los estoicos.
Cicerón dice: "Admitamos, si queréis, esa ignorancia de los
antiguos; pero ¿es que no ha habido ningún progreso en las
investigaciones desde que Arcesilao, censurando a Zenón,
según se cree, porque no descubría nada nuevo y se limitaba
a corregir a los filósofos anteriores cambiando sus palabras,
quiso reducir a la nada sus definiciones cubriendo de
tinieblas las cosas más evidentes?" (Acad., 2.6.42 [54-
55]).256 Parece que Cicerón revierte el mote de tenebroso
contra Zenón. Observemos que Cicerón afirma que el
fundador del estoicismo quiso corregir las anteriores
definiciones filosóficas e introducir neologismos. Un

253 A History of Cynicism, 105.


254 V i d a s d e l o s f i l ó s o f o s m á s i l u s t r e s , 159.
'
(DL,
4.52.10-12).
255 Saldrá publicado en el número 12 de los Estudios de Filosofía
(Colombia: Universidad de Antioquía).
256 Cuestiones académicas. El número entre corchetes corresponde
al de la página de la edición que uso.
114
ejemplo de esta reforma estoica del entendimiento es la
noción de representación comprensiva (
), que pronto comentaré. Arcesilao se opuso
tenazmente contra la reforma epistemológica estoica del
pensamiento filosófico heleno. Según Plutarco, el epicúreo
Colotes pensó que Arcesilao no exhibió una filosofía
original, sino que repetió las enseñanzas de otros célebres
filósofos. Couissin creía que:

There are thus two traditions about Arcesilaus: according to one, he laid
down no criterion; according to the other, he did it to counterattack
against the Stoics. These two traditions are by no means incompatible;
Arcesilaus accepted no criterion, but in discussion he was induced to
answer objections by drawing on his opponents' own principles for a
practical criterion -a very modest one- which they could not take
exception to. Besides, if he had allowed a criterion and described an ideal
Sage who performed right actions, he would have been accused of
dogmatizing himself. Now, he was indeed accused both of dogmatist
and of being a complete skeptic, but never of having publicly professed
dogmas -as, for example, Carneades was alleged to have done. His
teaching method was to ask his audience to set out their view, which
had thus been put forward and the equal force of the opposing arguments
had been established, without any judgment being made one way or the
other (DL IV 28; Cic, Acad. I 45).257

Desde esta perspectiva, Arcesilao habría sido un filósofo


dialéctico socrático. Hay dos sentencias atribuidas a aquél,
las cuales -pronto veremos- advierten del peligro del
dialectismo. Conocía tan bien la dialéctica como para advertir
de sus riesgos.
Para justipreciar la dialéctica arcesiliana es necesario
considerar su revalorización de la mayéutica del maestro de
Platón. Cicerón comenta la importancia del socratismo en la
filosofía de Arcesilao:

Arcesilao, discípulo de Polemón, fué el primero que de varios diálogos


platónicos y razonamientos de Sócrates dedujo la consecuencia de que no
hay certidumbre alguna en el conocimiento adquirido por los sentidos o
por el entendimiento, y cuentan que con suma gracia en el decir
despreció todo criterio, lo mismo el de la razón que el de los sentidos, y
fué el primero en renovar el método ya usado por Sócrates: no demostrar

257 "The Stoicism of the New Academy", 41.


115
lo que él mismo pensaba, sino disputar contra la opinión de cualquier
otro. De aquí nació la nueva Academia, en la cual se distinguió por su
divina prontitud de ingenio y abundancia de decir, Carnéades (De orat.,
3.18.67-68). 258

El método de Arcesilao habría sido ocultar lo que él mismo


pensaba y disputar contra la opinión de su interlocutor. El
Sabio de Pitane no sería sólo, a la vez, un pirrónico, un
diodórico y un platónico, sino además y sobre todo, un
socrático; porque las anteriores sectas se fundan en una
particular reinterpretación de la filosofía de Sócrates. El
socratismo revinculará a Arcesilao con el cirenaico Teodoro.
Mas a Sócrates no podemos acusarlo de carecer de una
doctrina original ni de que improvisa la ironía por miedo de
las refutaciones sofísticas. Cicerón estima que el Fundador
de la Academia Media es socrático:

Sócrates, por medio de preguntas, solía ir descubriendo las opiniones de


aquellos con quienes disertaba, y sobre sus respuestas decía él lo que le
parecía. No conservaron esta costumbre sus sucesores; pero Arcesilao la
restauró, estableciendo que los que quisiesen oírle no le preguntasen su
opinión, sino que dijesen ellos mismos la suya, y él se encargaba de
defender la contraria. Entre los demás filósofos, el que pregunta algo se
calla luego. Y lo mismo acontece ya en la Academia (De fin.,
2.1.138).259

El que Arcesilao prohibiera a sus oyentes que le preguntasen


su opinión no significa que careciera de ella. Él defendía
siempre el parecer contrario al propuesto por el oyente.
Cicerón añora el método arcesiliano; en otro pasaje el
filósofo romano dice:

Pues con la muerte de los hombres no desaparecen también sus


sentencias. Pero quizá desean la luz de un fautor: así, este método de
discutir contra todo y de no juzgar abiertamente ninguna cosa, fundado
por Sócrates, reestablecido por Arcesilao, confirmado por Carnéades, ha
florecido hasta nuestros días. El cual método entiendo que ahora casi ha
sido abandonado en la misma Grecia (De nat. deo., 1.5.11).260

258 Diálogos del orador, 198-199.


259 Cicerón y Séneca, Tratados morales, 27.
260 Sobre la naturaleza de los dioses, 27.
116
El método consiste en discutir cualquier tesis. La mayeútica
socrática había sido olvidada por los platónicos de la
Academia Antigua; Arcesilao, con su vuelta a la dialéctica,
funda la Academia Media; mas regresa a un socratismo
refractado en la dialéctica megárica de Diodoro. Arcesilao
parece que asimiló los comentarios críticos del Teeteto, el
Sofista y el Parménides, contra el platonismo del Fedón, el
Banquete, el Fedro y la República. Cicerón vuelve a Sócrates,
pero a través del arcesilismo:

Sin embargo, siendo propio de la Academia no resolver de plano la


cuestión, sino aprobar lo que le parece verdadero, comparar los sistemas,
exponer lo que puede decirse en apoyo de cada opinión, y sin imponer
su autoridad dejar libertad completa a los oyentes para juzgar,
permaneceremos fieles a la costumbre que nos transmitió Sócrates, con
el que, si te parece bien, querido hermano Quinto, nos conformaremos
frecuentemente (De adiv., 72).261

Sin duda alguna que no resolver definitivamente una


cuestión, aprobar lo que parezca cierto, comparar filosofías,
exponer lo que se puede decir en pro o en contra de cada
parecer y dejar en libertad, sin imponer autoridad alguna, a
los oyentes para que juzguen, no es un dogmatismo, pero
tampoco es un escepticismo. Es un pensamiento quimérico.
La importancia del socratismo para la filosofía del Sabio de
Pitane ha sido realzada por M. Frede:

What I want to suggest is that Arcesilaus and his followers thought of


themselves as just following Socratic practice, and that they understood
their arguments in the indicated way. In fact, I believe that they went
one step further: they not only did not want to be committed
themselves to the truth of the premises and the conclusions of their
arguments, they also did not want to be committed to the validity of
their arguments. More generally, they thought that their opponents had
committed themselves to a certain view as to what counts as
knowledge, good reason, sufficient reason, justification, and that their
opponents had developed something called 'logic' to formulate canons
and standards for argument and justification, canons whose strict
application would guarantee the truth of the conclusions arrived at this
way.262

261 La adivinación - El hado, 108.


262 "The sceptic's two kinds of assent", 258.
117
Para H. Marconi la vuelta a Sócrates, preconizada por
Arcesilao, era parte estratégica de la polémica académica
contra el estoicismo:

And why did Arcesilaus attack the Stoa? Ioppolo states that 'the
importance which the Stoic school had acquired in Athens led
Arcesilaus to defend the philosophical prestige of the Academy' (20). In
fact, 'the deepest difference <between Arcesilaus and Zeno> concerned
the interpretation of the philosophy of Socrates' (17; cf. 13, 41). For
Zeno had attempted to steal Socrates from the Academy and set him up
in the Stoa, and Arcesilaus' assault on Zeno was determined by a desire
to restore Socrates to his proper location. 263

Ante la reforma epistemológica propuesta por el semita


Zenón, Arcesilao reaccionó en defensa de lo propiamente
griego en el socratismo. El socratismo de éste parecería
contravenir su esoterismo, a no ser que pensáramos en el
Sócrates, en cuyos labios -dice Proclo- se posaba el Kairós
(In Alc., 131, 8-10).
Cicerón, convencido de que Arcesilao es principalmente un
socrático, afirma:

Según mis noticias -dije yo entonces-, Arcesilao combatió el conjunto


de doctrinas de Zenón no por pertinacia ni por el afán de vencer, sino a
causa de la obscuridad de aquellas cuestiones que habían llevado a
Sócrates a confesar su ignorancia, y antes que a Sócrates a Demócrito,
Anaxágoras, Empédocles y casi todos los antiguos, quienes sostuvieron
que nada puede conocerse, ni comprenderse, ni saberse; que los sentidos
son limitados; la inteligencia, débil, y breve el espacio de la vida; que la
verdad, como decía Demócrito, yace sumida en el profundo; que todo es
del dominio de lo opinable y convencional; que nada pertenece a la

263 "Nova non philosophandi philosophia. A review of Anna Maria


Ioppolo, Opinione e Scienza", 237. Couissin al respecto asevera:
"Accordingly, by borrowing their own ideas, he was killing two birds
with one stone; for on the one hand he was attacking the essential
doctrines of the Stoa without incurring the reproach of doing away
entirely with morality. (The Stoics could not deny all worth to a
doctrine that was after all their own, and to intermediate duties which
they credited with a certain value.) On the other hand, this was an
opportunity for a renewed attack on Zeno, the false innovator, who, like
a true Phoenician, had made off with other people's ideas (cf. DL VII
25)". "The Stoicism of the New Academy", 40.
118
verdad, y que todo, finalmente, está rodeado de tinieblas. Arcesilao
sostenía también que no hay nada que pueda saberse, ni siquiera lo único
que Sócrates admitía; opinaba, en consecuencia, que todo está oculto a
nuestros ojos y que no existe cosa alguna que pueda verse o
comprenderse; que, por estas causas, no conviene hacer declaraciones ni
afirmaciones ni prestar a nada nuestro asentimiento; que hay que refrenar
nuestra temeridad y librarla de todo paso en falso, pues el colmo de la
misma sería aprobar una cosa falsa o desconocida, y nada hay más
vergonzoso que anteponer nuestro asentimiento y aprobación a la
percepción y conocimiento. Consecuente con este criterio, y
combatiendo las opiniones de todas las escuelas, apartaba a muchos de
la suya, a fin de que, habiendo encontrado en una misma cuestión
argumentos de igual fuerza en pro y en contra, quedase en suspenso por
una y otra parte el asentimiento. Esta es la que llaman Academia nueva,
que a mí me parece antigua, si incluimos en la antigua a Platón, el cual
en sus libros se abstiene de toda afirmación, aduce argumentos para
probar afirmaciones contrarias y todo lo investiga, sin llegar a una
conclusión positiva. No obstante, llámase antigua a aquella cuyas
doctrinas expusiste y nueva a la que se continuó, sin cambiar los
principios de su fundador Arcesilao, desde éste hasta Carneades.
Carneades, que ocupa el cuarto lugar después de Arcesilao, no ignoraba
ninguna parte de la filosofía, y en opinión de los que le habían oído,
principalmente de Zenón, el epícureo, quien a pesar de disentir de él en
muchos puntos, le admiraba más que a ningún otro filósofo, estaba
dotado de un talento increíble y de una elocuencia... (Acad., 1.12.28-30
[38-40]).

En cuanto a la aseveración ciceroniana de que los sentidos


son limitados, la inteligencia, débil, y breve el espacio de la
vida, esto es una paráfrasis del primer aforismo hipocrático:
"La vida es breve; la ciencia extensa; la ocasión ( ),
fugaz; la experiencia, insegura; el juicio, difícil." Arcesilao
avalaría el escepticismo que expresa aquella sentencia
hipocrática. Según Sexto Empírico, algunos afirman que la
secta de la medicina empírica profesa una filosofía escéptica
(P, 1.236). Arcesilao sería un escéptico-empírico. Galeno
asegura que así como el escéptico es ante la vida, asimismo es
el empírico ante la medicina (subf emp 62.23). La medicina
empírica, a pesar de su escepticismo, es posible como una
técnica. Por tanto, ese escepticismo hipocrático es mitigado y
admite que algo es de algún modo cognoscible. ¿Qué? El
omitido por Cicerón en su noticia acerca del Sabio

119
de Pitane. El conocimiento del kairós se asienta en los labios
de Arcesilao, como en los labios de Peito.
Parece que, en el arcesilismo, algo es de cierta manera
cognoscible. El presunto escepticismo radical del Fundador
de la Academia Media se refuta en las propias pretenciones
epistemológicas en que se funda. Cicerón dice:

He aquí por qué Hortensio os pedía que declaraseis que el sabio puede,
por lo menos, conocer una cosa, o sea que nada puede conocerse.
Antipater solicitaba lo mismo, alegando que el que afirmase que nada
puede conocerse tendría que admitir, para ser consecuente, que hay una
cosa que puede ser conocida, a saber: que las demás no pueden serlo. A
lo cual respondía Carneades, con gran sutileza que tal concesión no era
prueba de consecuencia, sino que estaba en abierta oposición con ella.
El que afirma -decía- que no hay nada que pueda conocerse lo afirma sin
hacer ninguna excepción: de no poderse conocer nada no es tampoco
susceptible de ser conocido ni comprendido, puesto que no se exceptúa
de la regla general (Acad. 2.9.50 [62-63]).

Carneades comprende que nada puede


comprenderse katalépticamente, y decide que
nada puede decidirse sin el impulso natural. Lucrecio refiere
esa paradoja académico-escéptica:

Por último, si alguien cree que no sabemos nada, ignora asimismo si


esto puede saberse, puesto que confiesa ignorarlo todo. Renunciaré, por
tanto, a discutir con uno que se empeñe en poner la cabeza donde tiene
los pies. Sin embargo, quiero concederle que pueda saber esto; pero, le
pregunto, no teniendo experiencia de lo que es la verdad, ¿cómo sabe lo
que es 'saber' e 'ignorar', de dónde ha sacado la noción de 'verdad' y
'falsedad', qué le enseñó a distinguir lo cierto de lo dudoso? Hallarás que
la noción de verdad nos viene dada, en primer término, por los sentidos,
y los sentidos son irrefutables. Pues habría que encontrar un criterio
digno de mayor fe que pudiera, con independencia de todo, hacer triunfar
la verdad sobre el error.264

Un erudito comentador de las Lactantii Divines Institutiones


(3.6B) cita los primeros dos versos del texto anterior.265 L.
Alvarado anota al calce que, según Munro, Lucrecio ahí se

264 De la Naturaleza, 119-120.


265 Patrologia Latina, 4.362.
120
refiere a la filosofía de la Academia.266 El ser que tiene los
pies en la cabeza es el cefalópodo: el pulpo, la sepia y el
calamar. Arcesilao ha sido comparado con la jibia. "La sepia
Arcesilao" reconfirma que el referente de Lucrecio (4.472) es
el Fundador de la Academia Media. La solución de Arcesilao
a su paradoja epistemológico sería: la noción de lo verdadero
ha sido creada primero en los sentidos. El Sabio de Pitane
concluirá que nada puede conocerse estoicamente, pero no
que todo sea absolutamente incognoscible. Cicerón afirma:
"'Si el sabio asiente a veces a una cosa, opinará siempre que
lo haga; no opina nunca; luego no asiente tampoco a ninguna
cosa'. Arcesilao admitía esta conclusión, pues se esforzaba en
probar la primera y segunda premisa. Carneades establecía
frecuentemente como segunda que el sabio puede asentir en
ocasiones; la consecuencia que tú no admites, y con razón,
era que podría asimismo opinar" (Acad., 2.21.67 [87]).267
Aquel razonamiento es un ejemplo de modus tollendo tolens.
Realzo el dato de que el sabio puede asentir en ocasiones;
mas, ¿de qué modo? Akatalépticamente. Marconi comenta:
"Arcesilaus argued against Zeno as follows: (1) There is no
such thing as (katalepsis); hence (2) if the Sage
assents, he opines. But (3) the Sage will never opine. Hence
(4) the Sage will hold back on all things."268 Couissan dice
que el único propósito de Arcesilao era demostrar que el
conocimiento como katalepsis (la cual -digo- presupone el
criterio estoico de la verdad como adaequatio rei et
intellectus), es una falacia. ¿Acaso sería Arcesilao un
precursor del pensamiento heideggeriano acerca de la Verdad
como ? El Sabio de Pitane habría sido un

266 De la naturaleza de las cosas, 247, n. 1.


267'Si ullirei sapiens adsentietur umquam, aliquando etiam opinatur;
numquam autem opinabitur; nulli igitur rei adsentietur.' Hanc
conclusionem Arcesilas probabat, confirmabat enim et primum et
secundum (Carneades non numquam secundum illud dabat, adsentiri
aliquando: ita sequebatur etiam opinari, quod tu non vis, et recte, ut
mihi videris (Academica, 552).
268 "Nova non philosophandi philosophia", 239. "It centres on the
argument at adversus Mathematicos VII.151-7 which I have already
rehearsed: (1) There is no such thing as ; hence (2) if the
Sage assents, he opines. But (3) the Sage will never opine. Hence (4)
the Sage will hold back on all things" (ibid., 243-244).
121
propugnador de cierta akatalepsia y de cierta afasia. El
crítico francés pensó que el arcesilismo surge, desde el
modus tolens estoico, como un argumento ad hominem, una
reductio ad absurdum y nada más. Comparto parcialmente
esta opinión; creo que acierta en algo. Couissin comenta:

On the other hand, Sextus's report (M VII 155-157) carries on almost


every line an explicit indication that this critique is leveled against
Stoicism: 'Everything being inapprehensible in consequence of the
nonexistence of the Stoic criterion ( dia ten anuparxian tou Stoikou
kriteriou), if the Sage assents, the Sage will have an opinion.' When
Arcesilaus says 'the Sage,' he is therefore not referring to a Sage of the
Academy, to whom he might attribute suspension of belief as his end;
for what difference would the nonexistence of the Stoic criterion make
to him? Arcesilaus claims to prove that the Stoic Sage, demigod of the
founders of the Stoa, is driven either to error or to suspension; which is
to say, to suspension, since the Sage is by definition infallible. And
Arcesilaus proves the major premise of his argument by working from
Stoic definitions: 'Since nothing,' he says, 'is in fact apprehensible, if
the Sage assents to anything, he will assent to something
inapprehensible; but to assent to what is inapprehensible is to have an
opinion.' This definition of opinion is Stoic. The minor premise is also
established by this method: the Sage has no opinion, for that, according
to them (kat' autous), would be a cause of unreason and error. The
testimony of the Stoics is adduced as the only argument, and the result
is that the Sage has to withhold his assent (asunkatathetein) on
everything -in other words, suspend belief (epechein). And the author
concludes in the future tense: 'So the Sage will suspend judgment on
everything.' It is plain from the above that this cannot mean, as Sextus
claims in the Outlines (where he tries to contrast Arcesilaus with the
Pyrrhonists, perhaps influenced by Aenesidemus), that Arcesilaus
thinks epoche is an end and teaches it as such to his disciples, but that
the Stoic Sage, faithful to Stoic principles, will end up in epoche. It is
a reductio ad absurdum of the Stoic theory of knowledge. Besides,
before setting out this argument (M VII 155), Arcesilaus states it thus:
'Everything being inapprehensible, the result will be that, even
according to the Stoics, the Sage suspends judgment.' We cannot
therefore properly conclude from this passage that Arcesilaus has, in
propria persona, upheld and professed epoche; he has shown that it is
the end result of Stoic doctrine.269

269 "The Stoicism of the New Academy", 34.


122
Esta interpretación me parece parcialmente cierta; ubica el
arcesilismo en su contexto histórico-ideológico. Pero
Marconi y Ioppolo aseguran que: "So Arcesilaus denied that
he knew that nothing could be known -hence he was not a
proponent of "270 Y añaden: "For in saying
'Nothing can be known' I do not claim to know that nothing
can be known. (In general, saying that P is not the same as
claiming to know that P.)" 271 Cicerón comenta que
Carneades admitía que el sabio puede opinar y equivocarse,
pero que Arcesilao fue más consecuente con la suspensión
del juicio que aquél; recordemos que Carneades pensaba que
el sabio puede asentir en ocasiones:

He aquí la causa necesaria de la , o sea de la suspención del juicio,


en la cual Arcesilao se mantuvo más consecuente consigo mismo que
Carneades, si es verdad lo que algunos piensan de este último. Si nada
puede percibirse, como ambos creían, ningún asentimiento es posible;
¿habría algo tan vano como aprobar una cosa desconocida? Ayer se nos
decía que Carneades acostumbraba a deslizarse a veces hasta el punto de
afirmar que el sabio podía afirmar, es decir, cometer un error. Para mí es
evidente la existencia de algo susceptible de ser comprendido, y así creo
haberlo probado en esta larga discusión; pero no lo es menos que el
sabio no opina en nada, es decir, que no asiente jamás a cosa falsa o
desconocida (Acad., 2.18.68 [82]).

Ese sabio es el estoico. Éste queda reducido a la epojé,


gracias a su defensa acérrima de la representación kataléptica.
Del dato de que la representación comprensiva sea
autocontradictoria, no se sigue lógicamente que Arcesilao
haya sido un escéptico radical. Si rehacemos el modus tolens
arcesiliano con la premisa propuesta por Carneades, resultaría
este modus ponendo ponens: Si el sabio asiente a veces a un
juicio, opinará siempre que lo haga; opina en ocasiones;
luego asiente en ocasiones a algún juicio. En el arcesilismo,
los impulsos naturales harán las veces del asentimiento
racional.
Un platonismo socrático y aporético es la filosofía que
ejemplariza Arcesilao. Éste pretendía ser más radical que el
mismo Sócrates: ni siquiera lo que Sócrates decía saber aquél
lo sabía katalépticamente: sólo sé que no sé cosa alguna.
270 "Nova non philosophandi philosophia", 247.
271 Ibid.
123
Arcesilao sabía esto razonablemente. Es oportuno recordar
que la docta ignorancia de Sócrates se refiere a lo
escatológico: lo que Sócrates sabía verosímilmente era que no
sabía apodícticamente qué pasará con el alma después de
haber muerto el cuerpo. La epojé arcesiliana es una
consecuencia lógica de haber encontrado argumentos de
igual fuerza persuasiva en pro y en contra de cualquier tesis.
Quintiliano asegura que: "Academiam quidam utilissimam
credunt, quod mos in utramque partem disserendi ad
exercitationem forensium causarum proxime accedat"
(12.2.24-25). Las antinomias dialécticas condujeron al
Fundador de la Academia Media hacia la suspención del
juicio; pero esta epojé hay que comprenderla también en el
contexto de la polémica contra la epistemología estoica.
Couissin comenta:
For the needs of his dialectic Arcesilaus allows, with Zeno, that the
Sage must, above all, avoid error (Cic. Acad. II 66): but the only way
for this sage to achieve that is by withholding his assent on every
matter. Forced by the nonexistence of the Stoic criterion to abandon
certainty, he is reduced to regulating his conduct by mere
presumptions. 272

Marconi y Ioppolo coinciden parcialmente con aquél: "If


Arcesilaus , why did he do so? Ioppolo
plausibly presents as the outcome of Arcesilaus'
dialectical expertise (54-6)."273 Cicerón había afirmado que:

Consecuente con este criterio, y combatiendo las opiniones de todas las


escuelas, apartaba a muchos de la suya, a fin de que, habiendo
encontrado en una misma cuestión argumentos de igual fuerza en pro y
en contra, quedase en suspenso por una y otra parte el asentimiento.
Esta es la que llaman Academia nueva, que a mí me parece antigua, si
incluimos en la antigua a Platón, el cual en sus libros se abstiene de
toda afirmación, aduce argumentos para probar afirmaciones contrarias y
todo lo investiga, sin llegar a una conclusión positiva (Acad., 1.12
[39-40]).

272 "The Stoicism of the New Academy", 36.


273 "Nova non philosophandi philosophia", 243.
124
Aquel filósofo romano reinterpreta a Platón como un
escéptico, porque la Academia Media así lo hacía. Y añade en
otro lugar:

¿Cómo podrías, en primer lugar, no hallar algún obstáculo si entre lo


verdadero y lo falso no existe distinción? Y, en segundo término, ¿cómo
concebir un juicio propio de la verdad si al mismo tiempo es común al
error? He aquí la causa necesaria de la suspención del juicio, en la cual
Arcesilao se mantuvo más consecuente consigo mismo que Carneades,
si es verdad lo que algunos piensan de este último. Si nada puede
percibirse, como ambos creían, ningún asentimiento es posible; ¿habría
algo tan vano como aprobar una cosa desconocida? Ayer se nos decía
que Carneades acostumbraba a deslizarse a veces hasta el punto de
afirmar que el sabio podía afirmar, es decir, cometer un error. Para mí es
evidente la existencia de algo susceptible de ser comprendido, y así creo
haberlo probado en esta larga discusión; pero no lo es menos que el
sabio no opina en nada, es decir, que no asiente jamás a cosa falsa o
desconocida. Queda por analizar la siguiente afirmación de nuestros
adversarios: conviene, con objeto de encontrar la verdad, sostener el pro
y el contra de cada opinión. ¿Qué es lo que habéis descubierto con ese
sistema? No acostumbramos -contestan- a mostrarlo. ¿A qué vienen
esos misterios? ¿Por qué ocultáis vuestra opinión, cual si fuere algo
vergonzoso? Porque así -responden- nuestros discípulos se guirán más
por su razón que por nuestra autoridad (Acad., 2.18 [82]).

Estos últimos pasajes son los otros que han dado base a la
tradición acerca del esoterismo arcesiliano. Con la dialéctica
antinómica la Academia Media ha descubierto unos misterios
que no acostumbraba revelar a cualquier persona.
Recordemos que Sexto Empírico informa que algunos
consideraban prima facie a Arcesilao un pirrónico, pero que
en verdad era un platónico dogmático; porque solía probar
con sus destrezas dialécticas a sus camaradas, para averiguar
si eran bastante talentosos como para ser depositarios de las
enseñanzas platónicas. Las antinomias conducen a la epojé, y
ésta a un misterio. Cicerón comenta otra vez:

Nuestras discusiones no tienen otro fin que provocar el choque de las


opiniones contrarias, para hacer brotar, por así decirlo, o la verdad o lo
que más se acerque a ella. Entre nosotros y los que creen que saben no
hay más diferencia que ésta: ellos no dudan de la verdad de lo que
defienden; nosotros, en cambio, consideramos muchas opiniones como
probables, y creemos que puede seguírselas, pero no hacer acerca de ellas
ninguna afirmación; nuestra escuela es más libre e independiente, porque
125
mantiene íntegra la potestad de juzgar, y sus secuaces no estamos
obligados, en modo alguno, a defender doctrinas prescritas y casi
impuestas (Acad., 2.3.36 [48-49]).

Y en otro pasaje dice:

Permitidme considerar cuál de las dos opiniones debo seguir. Decídete,


se me dice: ¿es que no llegarás a adoptar un partido? ¿Y cómo podía
hacerlo, si los argumentos que se aducen en pro y en contra me parecen
ingeniosos y de igual valor? ¿No he de tomar precauciones para no
cometer un crimen? Tú mismo, Lúculo, decías que era un crimen hacer
traición a un dogma. Absténgome, pues, de juzgar para no asentir a lo
desconocido, norma de conducta que a ti y a mí nos es común (Acad.,
2.43.118 [131]).

La dialéctica antinómica ha develado un misterio, un


enseñanza oculta: Los discursos dobles ( )
parten de y se dirigen a la ocasión favorable ( [De
Stoic. repugn., 1036a-c]). Un anónimo sofista revela que:

Creo que si alguien diese órdenes a todos los hombres de reunir en un


mismo lugar aquellas cosas que consideran feas, y a continuación tomar
de este montón aquéllas que cada uno considera bellas, no quedaría ni
una sola, sino que entre todos las irían tomando todas. Pues nadie las
considera igual. Recorderé un fragmento de un poema:

Si te fijas observarás que la otra ley de los mortales es así: nada hay
absolutamente bello y feo; por el contrario, cuando de algo se apodera
la ocasión lo hace feo o bello con un cambio.

Para decirlo en una palabra, todas las cosas en el momento oportuno


son bellas, fuera del momento oportuno son feas. ¿A qué conclusión ha
llegado? Con lo que he dicho he demostrado que las cosas bellas y las
feas son las mismas, y lo he demostrado con todos estos ejemplos
(Discursos dobles, 2.18-20]).274

La dialéctica antinómica es una propedeútica hacia la epojé;


aquélla no es la verdad final ni máxima; el Sabio de Pitane
exhorta a los suyos a que huyan de la dialéctica, porque es
prestidigitadora y confunde las cosas de arriba con las de
abajo. Cicerón asegura que los sorites son argumentos

274 Piqué Angordans, Sofistas, 308.


126
viciosos (Acad., 2.27 [103]). Del argumento falaz de
autoridad la dialéctica libera el pensamiento. Ni siquiera
Arcesilao se erigió en autoridad para los suyos. Arcesilao
apreciaba mucho los escritos de Platón (DL., 4.32). También
para Platón la dialéctica era un medio y no un fin. El Index
Academicorum dice: "At first he defended the position
adopted by the School from Plato and Speusippus up to
Polemo (

)."275 Desde la perspectiva de la


percepción akataléptica, lo verdadero y lo falso son
indiscernibles. Es razonable que haya algo comprensible de
algún modo y que el sabio lo conozca.

2 Ocasionalismo versus mathesis universalis.

La solución tradicional al problema del presunto


esoterismo de Arcesilao es que no hubo tal doctrina secreta
en la Academia Media. Citemos dos autoridades que avalan
esta tesis. La primera, C.J. de Vogel, asegura que:

As to the truth of the story, certainly there has not been anything like a
disciplina arcani with Arcesilaus. The Academy did not know any
secret doctrine, and Arc. least of all. What is true, is that Arc. intended
to restore Platonism in the School; -surely not dogmatic Platonism,
but there may have been some misunderstanding about the point. This
is the explanation offered by Robin, Pyrrhon, p. 69. 276

La segunda la delínea G. Reale:

How did the rumor arise about the 'esoteric dogmatism' of Arcesilaus?
We have documents which permit us to establish that arose, so to
speak, from opposite sides. On the one hand, some adversaries accused
Arcesilaus of being disloyal, that is, of being an opportunistic Sceptic
and in reality a dogmatist. On the other hand, when the Academy turned
once again to dogmatism, as will see, they tried to reformulate the

275 Long, "Diogenes Laertius, Life of Arcesilaus", 435.


276 Greek Philosophy, 3.200.
127
sceptical phase precisely by acknowledging the tenet of 'esoteric
dogmatism'.277

Llama la atención que Reale llame al Sabio de Pitane


"opportunistic Sceptic"; desde la perspectiva kairológica hay
cierta verdad en tal denominación. Recordemos que Bréhier
comentaba que Arcesilao era un infatigable retor que exhibía
mil artificios para acomodar sus argumentos a las ocasiones
que se presentaban. Cicerón informa que no hay una ruptura
irreconciliable entre la Academia Antigua y la Media. "Y esto
sin olvidar que Filón, maestro de Antíoco, a quien tú mismo
consideras como un grande hombre, sostiene en sus libros (y
nosotros lo escuchamos de su propia boca) que no existen
dos Academias y combate el error de los que sustentaron tal
creencia" (Acad., 1.4.14 [23]). Y después asegura: "Esta es la
que llaman Academia nueva, que a mí me parece antigua, si
incluimos en la antigua a Platón, el cual en sus libros se
abstiene de toda afirmación, aduce argumentos para probar
afirmaciones contrarias y todo lo investiga, sin llegar a una
conclusión positiva. No obstante, llámase antigua a aquella
cuyas doctrinas expusiste y nueva a la que se continuó, sin
cambiar los principios de su fundador" (Acad., 1.12.28-30
[39-40]).278 Es evidente que Cicerón simpatiza más con el

277 A History of Ancient Philosophy, 3.333. Del mismo autor:


"A Arcesilao, por último, se le atribuye un dogmatismo esotérico,
junto a su escepticismo exotérico. En otras palabras esto significa que
habría hecho profesión de escepticismo hacia afuera y de dogmatismo
platónico en el interior de la Academia con los discípulos más íntimos.
Es probable, sin embargo, que se trate sólo de una ficción, ya que las
fuentes de que disponemos no están en condiciones de confirmar para
nada tal hipótesis" (Reale, Historia del pensamiento filosófico
y científico, 1.243).
278 "Por influencia de Platón, genio vario, diverso y fecundo, se
instituyó un sistema de filosofía uno e idéntico, bajo la doble
denominación de Académicos Peripatéticos, quienes, profesando las
mismas doctrinas, diferían sólo en los nombres" (Acad., 1.4.15 [24]).
"Esta filosofía era en un principio, como he dicho, una en el fondo y
doble en la denominación; ninguna diferencia existía entre los
peripatéticos y la antigua Academia" (ibid., 1.4.16 [25]). "Pero, ¿por
qué ese afán de resucitar súbitamente la antigua Academia?" (ibid.,
2.22.75 [89]). "Pienso' -dijo éste riendo- 'que es preciso abstenerse de
128
platonismo arcesiliano, que con el platonismo estoizante de
Antíoco de Ascalón.
Lactancio usa apologéticamente el arcesilismo contra todas
las filosofías paganas:

Por tanto, Zenón y los estoicos repudiaron rectamente la conjetura.


Pues conjeturar que tú sabes lo que desconoces no es de sabio, sino más
bien de alguien irreflexivo y estúpido. Luego, si no es posible conocer
algo, -como Sócrates enseñó-, ni conviene conjeturar, -como Zenón
enseñó-, toda la filosofía queda suprimida. ¿Por qué no sólo estos dos,
quienes fueron príncipes de la filosofía, la subvierten, sino todos; de
modo que ahora parece desde hace tiempo que se ha consumido con sus
propias armas? La filosofía se ha dividido en muchas sectas y todas
piensan diversas opiniones. ¿En cuál ponemos la verdad? Ciertamente
no es posible en todas. Designemos a cualquiera; pues en las demás no
habrá sabiduría. Revisemos de una en una las sectas: del mismo modo,
cuánto demos a una sola, se lo quitaremos a las demás. Pues cada secta
subvierte todas las otras, para consolidarse a sí misma y sus cosas; ni
concede el saber a cualquier otra, para no confesar que delira; pero así
como suprime a otras, de este modo también todas las otras la
suprimen. Pues, no obstante, hay filósofos que la tildan de necedad.
Cualquiera que alabes y declares verdadera, los filósofos la vituperan
como falsa. Por tanto, ¿acaso creeremos en la única que se alaba a sí
misma y su doctrina, o en las muchas que se culpan recíprocamente de
ignorancia? Es necesario que sea más razonable lo que muchos piensan,
que lo piensa uno sólo. Pues nadie puede emitir un juicio sobre sí
mismo; lo cual lo atestigua el noble poeta. Pues de tal modo la
naturaleza de todos los hombres ha sido dispuesta, que les parece mejor
las cosas ajenas, que las que juzgan como propias. Así pues, aunque
todas las cosas sea inciertas, o se ha de creer a todos o a nadie; si a
nadie, luego no hay sabios; porque cada uno que afirma cosas diversas,
piensa que es sabio; si a todos, igualmente no hay sabios, porque todos
niegan que hay sabios. Por tanto, todas perecerán de este modo; como
aquellos espartanos de los poetas, así se degüellan mutuamente, de
modo que ninguno de ellos subsista; lo cual sucede porque tienen
espada, pero no tienen escudo. Si, luego, cada una de las sectas se
convence del dictamen de necedad de muchas sectas, entonces todas
resultan vanas e inútiles; así la filosofía se consume a sí misma y se
acaba. Al entender esto Arcesilao, el Fundador de la Academia, reunió
las críticas de todos entre sí y la admición de ignorancia de ilustres
filósofos, y se armó contra todos. Así instauró una nueva filosofía del
no filosofar (ita constituit nouam non philosophandi philosophiam).

juzgar.' 'Ya has caído' -exclamé-, 'pues ésa es la doctrina propia de la


Academia" (ibid., 2.48.127 [140]).
129
Por tanto, a partir de este autor, comienzan a existir dos clases de
filosofía: una antigua, que revindica el conocimiento para sí; la otra
nueva que se opone a la primera, porque rechaza el conocimiento. En
estas dos clases veo una disidencia y casi una guerra civil. La sabiduría,
que no puede dividirse, ¿en qué parte la pondremos? Si la naturaleza de
las cosas puede conocerse, este escuadrón de reclutas perecerá; si no se
puede, los veteranos serán exterminados; si estuviesen parejos, nada
menos que la filosofía, la guía de todos, perecería, porque habría sido
dividida; pues nada contrario a sí mismo puede existir sin desaparecer.
Mas, si, como enseñé, no puede haber algún conocimiento interior y
propio en el hombre, debido a la fragilidad de la condición humana, la
tropa de Arcesilao ganó. Pero ni siquiera éste resistirá, porque no es
posible no conocer en absoluto nada (divin. inst., 3.4).279

El arcesilismo es una nueva filosofía del no filosofar. Si


Arcesilao era un escéptico, sería un escéptico moderado.
Numenio dice acerca de Carneades: "De cierto modo,
enajenando a los demás, aparecía como infalible, recurso del
que carecía Arcesilao. Fascinando a quienes participaban del
frenesí, no se daba cuenta de que se engañaba al creerse
persuadido, ya que no había conocido por los sentidos que
era cierto lo que decía, por su total rechazo de los hechos" (fr.
27 [270-271]). M.W. Haslam corrige el texto griego y
comenta que:

We may restore intelligible Greek and apt sense by reading for


. 'He learnt to be unconscious of the fact that he had duped
himself first, and to be convinced of the truth of his statements'
(thereby ceasing to be a sceptic). Corruption to
was contextually easy, anticipating the contrast
with Carneades; it is only the continuation that shows that it will not
do.280

Esta enmienda refuerza el dato de que Arcesilao era


considerado un dogmático. Su filosofía sería -repito- una
filosofía del no filosofar. Lactancio acierta con esa
caracterización de la filosofía del Fundador de la Academia
Media, aunque la intención de aquél fuera destruir hasta el
arcesilismo.

279 Lactanti Opera Omnia, 1.184-186.


280 "Two Philosophic Barbs", 43-44.
130
Arcesilao se opone tenazmente a la reinterpretación del
platonismo por parte de Zenón. Cicerón asegura que: "Zenón
y Arcesilao habían sido asiduos discípulos de Polemón. Pero
el primero, de más edad que Arcesilao, espíritu sutil para
exponer y agudísimo para argumentar, intentó corregir el
antiguo sistema" (Acad., 1.9.24 [34]). El Sabio de Pitane
dirige sus esfuerzos intelectuales contra la noción estoica de
la verdad que Zenón intentaba pasar como una doctrina de la
Academia Antigua. Couissin asegura que:

Arcesilaus's polemical fury was fueled by a vital urgency: 'The


Academy, as a result of the great success of the Lyceum and the new
schools, notably the Stoa, saw itself completely relegated to the
background' (Arnim, in Pauly-Wissowa, II, 1165, lines 25-29). It could
only make a comeback by staging a fierce counterattack against these
victorious innovators. 281

Lactancio se enfrentó con un platonismo estoizante o con un


estoicismo platonizante, y, para refutar el panteísmo, el
fatalismo, y el materialismo estoicos, hizo usufructo de la
crítica arcesiliana contra cualquier filosofía pagana que
compitiera con el cristianismo. Pero hasta este punto es útil
Arcesilao para Lactancio; éste caricaturiza el arcesilismo y
revierte contra el mismo la conclusión a la que ha arribado el
Fundador de la Academia Media: que nada es comprensible
katalépticamente. Mas, según el Sabio de Pitane, hay algo
cognoscible akatalépticamente. El consejo arcesiliano de huir
de la dialéctica y la alusión a la "Paradoja del Mentiroso" son
signos de que Arcesilao pensó, más radicalmente que Zenón,
la noción de la verdad.
Hay cierta sabiduría que trasciende el círculo
hermenéutico: una sapiencia cuasi vulgar. Cicerón asegura:
"No obstante, nuestra causa es la que tiene más fácil defensa,
pues lo que deseamos es llegar a la verdad sin sabio, pues
creo que para decidir si un hombre es o no sabio lo primero
que se necesita es ser sabio" (Acad., 2.3.37 [48]). Lactancio
devela esa sabiduría:

Pues hay muchas cosas que la naturaleza misma, el uso frecuente y la


necesidad de la vida nos obligan a conocer. Así que has de perecer si no

281 "The Stoicism of the New Academy", 39.


131
conoces cuáles cosas son útiles para la vida, para buscarlas, y cuáles son
peligrosas, para huir de ellas y evitarlas. Además de eso, hay muchas
cosas que el uso descubre. Pues han sido descubiertos por los médicos
los varios cursos del sol y de la luna, el movimiento de las estrellas, y
han sido captados por los agricultores el cómputo de los tiempos (ratio
temporum), la naturaleza de los cuerpos, las virtudes de las hierbas, la
naturaleza de los terrenos y también las señales de las lluvias futuras y
las tempestades. En suma, no hay arte que no conste de conocimiento.
Por tanto, si Arcesilao hubiese conocido algo, debió distinguir las cosas
que pueden conocerse, y las que no pueden conocerse. Pero si hubiera
hecho esto, él mismo se habría reducido al nivel del pueblo. Pues el
pueblo a veces sabe más, porque conoce cuanto es necesario. Si
preguntas a cualquiera, si conoce algo o nada, dirá que conoce las cosas
que conoce y confesará que desconoce las cosas que desconoce. Por
tanto, presentó correctamente las enseñanzas de los otros, pero no
fundamentó bien la suya. Pues la ignorancia de todas las cosas no puede
ser la sabiduría, cuyo rasgo propio es conocer. Por tanto, puesto que ha
atacado a los filósofos y enseñado que éstos nada conocían, él mismo
también ha perdido el nombre de filósofo; porque su doctrina consiste en
no conocer nada. Pues quien censura a otros porque desconocen, debe ser
un conocedor. Puesto que nada conoce, ¿qué perversidad y qué insolencia
es declararse él mismo filósofo precisamente a cuenta de lo que quita a
los demás? Pues así pueden responder: Si nos convences de que no
conocemos nada y, por tanto, de que no somos sabios, entonces tú
tampoco eres sabio; porque confiesas no saber nada. Luego. una vez
eliminados todos los filósofos, ¿qué ha logrado Arcesilao, excepto
traspasarse a sí mismo con su misma espada? (divin. inst., 3.5.1-8)

El cómputo de los tiempos es algo que la naturaleza misma,


las costumbres frecuentes y las necesidades de la vida nos
obligan a conocer. Es necesario conocer el cómputo de los
tiempos, porque es útil para la vida; es apetecible y
cognoscible; es un peligro ignorarlo y de esta ignorancia hay
que huir. El uso descubre los varios cursos del sol y de la
luna, el movimiento de las estrellas, la naturaleza de los
cuerpos, las virtudes de las hierbas, la naturaleza de los
terrenos, las señales de las lluvias futuras y de las
tempestades; el uso descubre el cómputo de los tiempos.
Lactancio concluye, contra Arcesilao, que no hay técnica que
no conste de algún conocimiento; por tanto, el cómputo de
los tiempos es cognoscible. Orígenes comenta un pasaje
evangélico: "Quiero percibir y mostrar claramente cuándo se
acerca la temporada de los frutos. Pertenece al padre de
familia y a su divino conocimiento saber cuándo se acerca la
132
ocasión de cada uno de los hombres y cuándo está lejos la
temporada de los frutos" (

[In Mat.,
17.780.8-781.9]).282 Lactancio malinterpreta el arcesilismo
para adueñarse de su definición de la filosofía, para redirigirla
contra su inventor mismo. Arcesilao sí conoce algo y
distingue las cosas que pueden conocerse, de las que no
pueden conocerse. Al hacer esto, él mismo se reduce al nivel
cognoscitivo del pueblo. El Sabio de Pitane, como el pueblo,
a veces sabe más, porque conoce tanto cuanto es necesario
conocer. Si le preguntamos si conoce algo o nada, dirá que
conoce las cosas que conoce y confesará que desconoce las
cosas que desconoce. Lactancio calca la crítica de las
Cuestiones académicas, de Cicerón, y éste en otro lugar
habla de cierto cómputo del tiempo:

En general, al examinar el tiempo se toma en consideración su


extensión; pues muchas veces es recomendable medir la extensión de las
acciones en términos de duración para determinar si alguna empresa
importante, con la multitud de asuntos que cubre, ha podido realizarse
en el tiempo debido. Una ocasión es una parte del tiempo que ofrece
una oportunidad adecuada para hacer -o no hacer- algo. Y es en este
rasgo que ella se distingue del tiempo: pues ambos parecen ser lo
mismo respecto del género, pero bajo la categoria tiempo se fija un
espacio y se delimita de alguna manera, ya que la acción es en este caso
reconocida como ocurriendo en un período de tiempo, como: en varios
años, en un año, o en una parte del año; pero bajo la categoría ocasión
se entiende que a un determinado espacio de tiempo se agrega una cierta
oportunidad para llevar a cabo la empresa. Por ello, aunque ocasión
pertenezca al mismo género que tiempo, es, sin embargo, otra cosa
adicional porque difiere de tiempo en un cierto aspecto y pertenece,
como ya dijimos, a otra especie. La ocasión se subdivide, a su vez, en
tres clases: pública, general, y particular. Una ocasión pública es una en
la que participa, por alguna razón, toda la comunidad, como unos
juegos, un día festivo, una guerra. Una ocasión general es una que afecta
a toda la gente en un mismo período de tiempo, como la cosecha, la
vendimia, la temporada calurosa o fría. Una ocasión particular,

282 Patrologia Graeca, 13.1503-1504.


133
finalmente, es una que, por alguna razón, afecta a alguien
individualmente, como una boda, un sacrificio, un funeral, un banquete
o el sueño (De inven., 1.16-17).283

El cómputo de los tiempos cae bajo la categoría de ocasión


general. El Fundador de la Academia Media enseña: "Lo
más importante y más propio de la filosofía es saber el
tiempo oportuno para cada cosa" (

[DL, 4.42]).284 El es el algo


cognoscible en el arcesilismo. El estoicismo redefinió sus
enseñanzas a través de su polémica contra el arcesilismo.
Crisipo, por ejemplo, redactó un libro para Esfero, titulado
Contra el metodito de Arcesilao (
[DL, 7.189]), que se cataloga
bajo la rúbrica de "Tratados lógicos acerca de las oraciones y
tropos". Diógenes Laercio atestigua que Crisipo:
"Finalmente estudió con Arcesilao y Lacides -según dice
Sotión en el octavo libro-, añadiéndose a la Academia; y por
este motivo trató contra el uso corriente y a favor de él así
como sobre la magnitud y la cantidad, usando el
procedimiento de los académicos" (7.183-184]).285 Plutarco
dice que Crisipo se esforzó, desacreditando los sentidos, en
superar, con sus libros , a Arcesilao
(De stoic. repugn., 10.1036c). Esa superación implica que el
oponente de Crisipo enseñaba doctrinas propias y originales.
H. Cherniss comenta que: "In the present passage, the source
of which may be the
(S.V.F. ii, p. 8, 20), Chrysippus probably meant his remark
about the method of Arcesilaus ironically: 'a method
appropriate to an irresponsible puropose...'"286 Mas, ¿cuál es
ese método? El paramétodo; Plutarcho lo explica:

Crisipo dice que no rechaza absolutamente el discurrir argumentos


contrarios, pero recomienda que esto se use con cautela, como en los
tribunales de justicia, no para la defensa sino destruir la credibilidad de
ellos. 'Porque', dice, 'atañe a los practicantes de la suspensión del juicio

283 Trad. de Kerkhoff, Kairología, § "Los estoicos", # 5.


284 Vidas de los filósofos más ilustres, 109.
285 El estoicismo, 2.360.
286 Moralia, 13.2.437, ft. a.
134
acerca de todas las cosas, hacer esto y concurre con lo que quieren; mas
para los que introducen el conocimiento según el cual unánimamente
viviremos la vida, atañe conformarse con y enseñar los rudimentos a los
que denuncian los argumentos contrarios desde el comienzo hasta el fin,
(gracias a los cuales la ocasión favorable de los argumentos contrarios
ha de recordarse también [
]), para destruir la credibilidad de ellos, exactamente
como en los tribunales de justicia'. Por tanto, es absurdo que él crea que
sea necesario para los filósofos exponer el discurso contrario no para la
defensa sino semejante a los abogados que maltratan, no como
contendientes por la verdad sino por la victoria; lo cual ha dicho para sí
en otros escritos. Él mismo en no pocos lugares, sino en muchos
aprueba argumentos contrarios a los que ha dispuesto firmemente, con
diligencia, y con tal emulación que, sin duda los estoicos dicen que no
corresponde a cualquiera examinar cuidadosamente su parecer, y se
asombran de la habilidad de ese hombre y creen que Carneades no dijo
nada propio, sino que, impulsado por la antítesis, reconstruía sus
razonamientos a partir de lo que Crisipo argumentó; y muchas veces
Carneades añadía, hablando: '¡Oh hombre extraordinario, te perderá tú
ímpetu' (Il., 6.407); en el sentido de que Crisipo daba de sí mismo
grandes recursos a los que querían remover y calumniar sus doctrinas
[De stoic. rep., 1036a-c]).287

Los Dissoì Lógoi son el metodejo que apunta hacia la


predeterminación del kairós. El anónimo sofista de los
razonamientos dobles asevera que quien sabe conducir una
causa judicial, es preciso que conozca la justicia
correctamente, y que precisamente los juicios tratan sobre
esto. "Y si sabe esto, sabrá lo contrario de esto y todo lo
demás" (8.9).288 Cicerón señala que una vez interrogados los

287 Ibid., 13.2.434-441. "It must be used for the discovery of truths and
for their organization, not for the opposite ends, though this is what
many people do'. By 'many people' he probably means those who
suspend judgment. They frame arguments on either side, however,
without having an apprehension of either; their notion being that, if
anything is apprehensible, only or especially in this way would the
truth yield an apprehension of itself; but you who denounce them, when
on the subject of common experience you write the opposite to what
you apprehend and exhort others to do this with a show of making out a
case, you do yourself confess that from ambition you are showing off
by using the faculty of reason in ways unprofitable and harmful (Stoic
Self-Contradictions, 1037bc [ibid., 12.2.447]).
288 Piqué Angordans, Sofistas, 318.
135
académicos: "¿Qué es lo que habéis descubierto con ese
sistema? No acostumbramos -contestan- a mostrarlo. ¿A qué
vienen esos misterios? ¿Por qué ocultáis vuestra opinión, cual
si fuere algo vergonzoso? Porque así -responden- nuestros
discípulos se guirán más por su razón que por nuestra
autoridad" (Restat illud quod dicunt veri inveniendi causa
contra omnia dici oportere et pro omnibus. Volo igitur videre
quid invenerint. 'Non solemus,' inquit, 'ostendere'. Quae sunt
tandem ista mysteria? aut cur celatis, quasi turpe aliquid,
sententiam vestram? 'Uti qui audient,' inquit, 'ratione potius
quam auctoritate ducantur' [Acad., 2.18.60 {82}]). San
Agustín, quien poseyó las ciceronianas Cuestiones
académicas íntegras, asegura que esos misterios son la
doctrina de Platón, revelada únicamente a los seniors
académicos.

He aquí las convicciones probables que entre tanto me he formado,


según pude, de los académicos. Si no son acertadas, poco me importa,
porque por ahora me basta con creer que el hombre puede hallar la
verdad. Pues quien opina que los académicos mismos han pensado así,
lea a Cicerón. Porque dice él que solían ocultar su doctrina, sin
descubrírsela a nadie más, que al que llegaba con ellos a la ancianidad.
Cuál fuese su doctrina, Dios lo sabe; yo creo que fue la de Platón (Hoc
mihi de Academicis interim probabiliter, ut potui, persuasi. Quod si
falsum est, nihil ad me, cui satis est iam non arbitrari non posse ab
homine inueniri ueritatem. Quisquis autem putat hoc sensisse
Academicos, ipsum Ciceronem audiat. Ait enim illis morem fuisse
occultandi sententiam suam nec eam cuiquam nisi qui secum ad
senectutem usque vixissent aperire consuesse. Quae si autem ista, deus
uiderit; eam tamen arbitror Platonis fuisse [Cont. acad., 20.13.44]).289

La epojé coimplica la ocultación de la verdad (cierto olvido),


mas la ocultación que hace la verdad como , es de
sí misma. En la carta a Hermogeniano, primer lector del
Contra los académicos, su autor confiesa que nunca se
hubiera permitido, ni aun en broma, la osadía de lanzarse a
refutar a los académicos, antes bien a imitarlos; dice que le
impresionó tanto la autoridad de los académicos, porque su

289 Obras de San Agustín, 3.189.


136
doctrina era muy otra de la que el vulgo les atribuía.290 El
Obispo de Hipona continúa diciendo:

Según mis cuentas, la auténtica tradición que fluía de la fuente


platónica, hubo de ser substraída en aquellos antiguos tiempos a la
publicidad por medio de un como boscaje sombrío y espinoso. Lo
demandaban las circunstancias. De este modo, la tradición quedaba
reservada para recrear a unos pocos selectos. ¿No era más propio eso que
el dejar la doctrina platónica abandonada en campo abierto a la invasión
de los atolondrados e inmundos rebaños, con la consiguiente
imposibilidad de conservarla limpia y tersa? Porque es muy propio del
bruto y gregario el pensar que el alma es corporal. Creo, pues, que para
salvar la tradición de ese linaje de brutos inventaron los académicos su
añagaza y su teoría de la verdad (Videtur enim mihi satis congruisse
temporibus, ut si quid sincerum de fonte Platonico flueret, inter
umbrosa et spinosa dumeta potius in pastionem paucissimorum
hominum duceretur, quam per aperta manans, irruentibis passim
pecoribis, nullo modo posset liquidum purumque servari. Quid enim
convenientius pecori est, quam putari animam corpus esse? Contra
huiusmodi homines opinor ego illam utiliter excogitatam Dei veri
artem atque rationem [Epist., 1.1]).291

En sus Confesiones señala: "Por este tiempo se me vino


también a la mente la idea de que los filósofos que llaman
académicos habían sido los más prudentes, por tener como
principio que se debe dudar de todas las cosas (quod de
omnibus dubitandum esse consuerant), y que ninguna verdad
puede ser comprendida por el hombre" (5.14.25).292
Consuerant proviene de consuesco: "acostumbrar, habituarse
a". La costumbre (consuetudo, ) comprehende
ocultar la sentencia hasta una mayoría de edad no sólo del
discípulo sino también de la historia: Agustín arguye que ya
pasó el tiempo de los filósofos y el palio ha pasado de la
Academia hasta la Iglesia, y que si no se comprende esta
sucesión, entonces: "Corremos el peligro de que lo que un
290 Academicos ego, ne inter iocandum quidem, unquam lacessere
auderem: quando enim me tantorum virorum non moveret auctoritas,
nisi eos putarem longe in alia, quam vulgo creditum est, fuisse
sententia? Quare potius eos imitatus sum quantum valui, quam
expugnavi, quod omnino non valeo (Epist., 1.1 [Obras de San
Agustín, 8.20]).
291 Ibid., 8.20-21.
292 Ibid., 2.204.
137
día se concertó por puro oportunismo (pro tempore
accommodatum) para atrincherarse contra más graves
errores, sea ahora un estorbo para acercarse a la sabiduría"
(Epist., 1.1). La cláusula pro tempore accommodatum dice
más que la versión por puro oportunismo; dicha cláusula
sugiere que la filosofía arcesiliana se ocupa principalmente de
conocer el kairós de cada cosa en particular. ¿Acaso esta fue
la doctrina de Platón? "Dios lo sabe". Esta respuesta imita la
ciceroniana: "Cuál de estas sentencias sea la verdadera, que lo
vea un dios" (quae vera sit, deus aliqui viderit [Tusc., 1.23]).
Agustín, para prestigiar su cristianismo, argumenta pro domo
que el esoterismo arcesiliano era el platonismo prefigurante
del monoteísmo judeo-cristiano. Mas recordemos el rumor
oficial que acerca de Arcesilao corre y que Sexto Empírico
repite: Arcesilao parecía un escéptico, pero en verdad era un
dogmático; parecía aporético porque sometía a pruebas
dialéctico-aporéticas a sus alumnos, para averiguar si eran
naturalmente talentosos para recibir las doctrinas platónicas.
Por eso Aristón lo llamó Platón por delante, Pirrón por
detrás, Diodoro en medio; porque se valió de la dialéctica al
estilo de Diodoro, pero era un consumado platonista.
La prudencia es la sabiduría arcesiliana y el objeto de
estudio de esa prudencia es la determinación del tiempo qua
. Couissin comenta al respecto: "Arcesilaus labors to
prove that between knowledge, limited to the Sage, and
opinion, limited to the fool, there is no room for any
intermediate reality, and that apprehension as an intermediate
between the two is only a word."293 La prudencia es la
sabiduría popular, "la filosofía vulgar" -como la llamará
cientos de años después el paremiólogo sevillano Juan de
Malara. Se acusó a Arcesilao de ser amigo del vulgo
( ) y Timón le escribió unos versos que comienzan:
"Después de haber hablado, se mete por las turbas que lo
cercan..." (DL, 4.42). Y Coussin añade: "Arcesilaus wanted
to humble the Stoic sage, to show that in the end he was not
superior to the ordinary man or the Epicurean, who strives in
all modesty to find a happy life through prudence." 294 El fin
arcesiliano de la vida y el de la vida epicúrea coinciden.
Cicerón comenta:
293 "The Stoicism of the New Academy", 32.
294 Ibid., 37.
138
Ahora bien; así como tú afirmabas que si se suprimiera la comprensión
todas las artes desaparecerían, y te negabas a concederme que lo probable
tiene virtualidad lo bastante grande para producirlas, así también afirmo
yo ahora que el arte no puede existir sin la ciencia. ¿Hubiesen
consentido Zenón, Fidias o Policleto que se los acusase de no saber
nada, a pesar de su admirable habilidad? No obstante, si alguno les
hubiese explicado qué clase de fuerza atribuís vosotros a la ciencia, su
cólera habría al punto desaparecido; y estoy seguro de que no se
indignarían cuando supiesen que nosotros suprimimos lo que no existe
y les concedemos lo necesario para realizar sus trabajos. Esta doctrina
está confirmada por la prudencia de nuestros antepasados, quienes
afirman que todo hombre debía prestar juramento 'conforme a la
convicción de su espíritu'; que nadie es responsable sino 'del engaño
cometido a sabiendas', porque la ignorancia involuntaria se presenta en
la vida con demasiada frecuencia; que al dar testimonio de algo se diga
'así lo creo', aun tratándose de cosas que el testigo haya visto por sus
propios ojos; y, finalmente, que los jueces dignos de fe deben, después
de estudiar y conocer la causa, declarar, no que el hecho ha ocurrido en
efecto, sino que 'parece' haber ocurrido (Acad., 2.47.125-126 [138-
139]).

Cuando Lactancio aseguraba que no hay técnica que no


conste de conocimiento, seguía la exposición de Cicerón. La
prudencia de los antepasados, codificada especialmente en
refranes, es la garantía más segura de que algo es
cognoscible. Y Couissin culmina: "What need is there for
wisdom based on understanding if prudence is enough and if
it is attainable by those who practice universal suspension of
judgment?"295 Lactancio malinterpreta el arcesilismo; lo
juzga desde la noción estoica de la que el Sabio
de Pitane refuta. Lactancio comenta:

¿Acaso la sabiduría no está en ninguna parte? En verdad ha estado entre


esos mismos; pero nadie la vio. Unos pensaron que todas las cosas
pueden conocerse (éstos ciertamente no fueron sabios); otros que nada:
tampoco éstos fueron sabios: los primeros porque concedieron mucho al
hombre; los últimos porque le otorgaron lo mínimo; a ambos, en uno y
otro sentido, les faltó moderación. ¿Por tanto, dónde está la sabiduría? Y
no pienses que conoces todas las cosas, porque esto es propio de Dios;
ni que desconoces todas las cosas, porque esto es de animales. Pues hay
un punto medio, que es propio del hombre; esto es el conocimiento

295 Ibid.
139
combinado y mezclado con la ignorancia. El conocimiento en nosotros
procede del alma, que es oriunda del Cielo; la ignorancia, del cuerpo,
procedente de la tierra; de ahí que tenemos algo en común con Dios y
con los animales. Luego, puesto que constamos de estos dos elementos,
de los cuales el primero está dotado de luz y el segundo de tinieblas, nos
ha sido dada una porción de conocimiento y otra de ignorancia. A través
de esta especie de puente nos es permitido pasar sin el peligro de caer;
pues todos aquellos que se inclinaron a una u otra parte, a la derecha o a
la izquierda, cayeron. Mas diré cómo ambas partes han errado. Los
académicos han argumentado, a partir de cuestiones oscuras, contra los
físicos, que no hay conocimiento y, contentos con ejemplos de pocas
cosas incomprensibles, abrazaron la ignorancia, como si hubiesen
llevado toda la ciencia porque habían presentado una parte. Los
fisiólogos derivaban, contra aquéllos, su argumento de que todas las
cosas pueden conocerse, a partir de cosas que son manifiestas y,
contentos con cosas diáfanas, retenían el conocimiento; como si lo
hubiesen defendido totalmente, porque lo habían defendido en parte. Por
consiguiente, ni éstos vieron las cosas claras, ni aquéllos las oscuras;
pero ambos, habiéndose venido a las manos, retenían o arrebataban sólo
el conocimiento, y no vieron que en medio se había constituido una
puerta que los llevaría a la sabiduría. Pero Arcesilao, el maestro de la
ignorancia, quien no sólo se oponía a Zenón, el príncipe de los
estoicos, sino que subvertía toda la filosofía, sostuvo, guiado por
Sócrates, este parecer: nada puede conocerse. Por consiguiente, demostró
la falsedad de la opinión de los filósofos que pensaban que con sus
ingenios habían desenterrado y descubierto la verdad; es evidente que,
porque aquella sabiduría era mortal y fue instituida pocos años antes,
había ya arribado a su máximo apogeo, para ahora necesariamente
caducar y perecer; de repente la Academia se alzó como la decrepitud de
la filosofía, que acaba con la ya decadente filosofía. Y Arcesilao vio
correctamente que los dogmáticos eran más bien unos necios que
piensan que el conocimiento de la verdad puede comprenderse por la
conjetura. No obstante, nadie puede refutar al que dice cosas falsas,
excepto quien conoce antes qué es la verdad; porque Arcesilao, sin
conocer la verdad, trató e introdujo el género de filosofía llamado
, que en latín podemos llamar 'inestable' o 'inconstante'
(quod Arcesilas veritate non cognita facere conatus, introduxit genus
philosophiae , quod latine instabile, sive inconstans
possumus dicere). Pues, para que nada haya de ser conocido, es
necesario que algo sea conocido, pues si nada conoces en absoluto, esto
mismo: que nada puede conocerse, se anula. Así que, el que declara,
como su enseñanza, que nada se conoce, lo confiesa como algo
percibido y conocido; por tanto, algo puede conocerse. Esto es similar a
lo que en las escuelas suele proponerse como un ejemplo del género
asystático: alguien ha soñado que no cree en sueños; pues si creyera,
140
entonces se seguiría que no ha de creer; mas si no creyera, entonces se
seguiría que ha de creer (huic simile est illut quod in scholis proponi
solet in asystati generis exemplum, somniasse quendam ne somniis
crederet. si enim crediderit, tum sequetur ut non sit credendum, si
autem non crediderit, tum sequetur ut credendum sit). De igual modo,
si nada puede conocerse, es necesario reconocer esto mismo: que nada se
conoce; si, por el contrario, se conoce que nada puede conocerse,
entonces es falso decir que nada puede conocerse. Así se introduce un
dogma contradictorio y que se elimina a sí mismo. Pero, siendo un
hombre versado, quiso arrebatar el conocimiento a los demás filósofos,
para ocultarlo en su secta (Sed homo versutus, cæteris philosophis
voluit scientiam eripere, ut eam domi absconderet). Pues ciertamente
no arrancará el conocimiento para sí, quien afirma que lo quita a los
demás; pero nada hace, pues se presenta como su propio ladrón. Cuánto
más sabio y certeramente obraría, si, hecha una excepción, dijera que
solamente las causas y las razones de las cosas celestes o de las
naturales no pueden conocerse, porque están ocultas, y no es oportuno
indagarlas, porque nadie las enseña y porque no pueden descubrirse
indagando. Y hecha esta excepción, habría advertido a los físicos que no
investigaran las cosas que excedían la medida de la cognición humana,
se habría liberado de la envidia calumniadora y nos habría ciertamente
dado algo que seguiríamos. Mas, ahora porque nos ha apartado de seguir
a unos, de modo que no queremos conocer más de lo que podemos, no
menos nos ha apartado de él mismo. Pues ¿quién quisiera esforzarse,
para conocer algo? o ¿de este modo sostener una doctrina, para perder
también el conocimiento común y corriente? Y si esta doctrina existe,
es necesario que conste de conocimiento; si no existe, ¿quién es tan
estúpido que piense que ha de ser aprendido aquello en lo que nada se
puede aprender e incluso nada se enseña? Porque si todas las cosas
pueden conocerse --cosa que los físicos pensaban-- y si nada puede
conocerse --cosa que pensaban los académicos--, entonces toda la
filosofía se ha extinguido (divin. inst., 3.6).296

J. Glucker asegura que Lactancio parafrasea el testimonio de


Cicerón y que lo enriquece con el concepto, bastante tardío en
la retórica latina, de lo asystaton; aunque aquel crítico
reconoce que: "But it is just possible that Lactantius is
drawing, for this particular argument, on a hostile Greek
source."297 El asystaton nos recuerda la "Paradoja del
Mentiroso", que Cicerón cita para defender la postura

296 Lactanti Opera Omnia, 1.187-190.


297 Antiochus and the Late Academy, 37, ft. 88.
141
escéptica de la Academia Media. Arcesilao no piensa
exclusivamente la Verdad como adecuación del intelecto a la
cosa, sino como la . Esto me parece que es lo no-
dicho por el Sabio de Pitane, ni por sus doxógrafos. Stopper,
al reseñar el libro de Ioppolo, dice: "Thus 'Arcesilaus'
philosophy was a constructive critique rather than a
destructive polemic."298 Y añade: "Her thesis allows that
Arcesilaus was thoroughly dialectical in his approach to
philosophical issues. But she holds first, that he had some
philosophical originality -he was not merely speaking within
a system of thought worked out by the Stoics; and secondly,
that the concept of as a practical criterion was
advanced by him in propria persona and not simply
introduced as something which a Stoic might have to fall
back upon."299 Luego, Arcesilao no carece de propias
doctrinas, ni su epojé es un parapeto de ignorancia. Cuando
Lactancio dice que Arcesilao oculta el conocimiento en su
escuela o secta (domi), dice más que lo dicho en mi
traducción: "Pero, siendo un hombre versado, quiso arrebatar
el conocimiento a los demás filósofos, para ocultarlo en su
casa" (Sed homo versutus, cæteris philosophis voluit
scientiam eripere, ut eam domi absconderet [divin. inst.,
3.6.361]). Cicerón, autor del que depende Lactancio, afirma:
"Ahora bien; pretender que un ser no sienta ni preste a nada
su asentimiento equivaldría a suprimir la vida misma. El
espíritu se inclina ante la evidencia tan fatalmente como el
platillo de la balanza en que se ponen unas pesas. Y así como
el ser animado no puede dejar de apetecer aquello que le
parece conforme con su naturaleza ( , como dicen los
griegos), tampoco puede rehusar su aprobación a una cosa
que se le presente como evidente (At vero animus quodam
modo eripitur iis quos neque sentire neque adsentiri volunt;

298 "Schizzi Pirroniani", 276. Marconi ha reseñado también a Ioppolo y


dice al respecto: "On this basis she attempts to 'recover the originality
of Arcesilaus' philosophy'" ("Nova non philosophandi philosophia",
232).
299 "Schizzi Pirroniani", 276. Marconi añade: "She stresses that his
philosophy was seriously undertaken, that it was a genuine search for
truth, and that his position in the Platonic tradition is the key to
understanding his thought" ("Nova non philosophandi philosophia",
233).
142
ut enim necesse est lancem in libra ponderibus impositis
deprimi, sic animum perspicuis cedere: nam quo modo non
potest animal ullum non adpetere id quod accommodatum
ad naturam adpareat (Graeci id appellant), sic non
potest obiectam rem perspicuam non adprobare {2.12.38
[69]}). El adjetivo proviene de : "casa".
Cuando Lactancio dice que el versado Arcesilao quiso
arrebatar el conocimiento a los demás filósofos, para
ocultarlo en su casa (domi), sugiere que Arcesilao quiso
reducir el conocimiento al impulso natural y al apetito
( ). Cicerón dice:

Si la sabiduría se ignora a sí misma hasta el punto de no saber si es o


no sabiduría, ¿cómo podrá, en primer término, obtener el nombre de
sabiduría? Y si además, no existe principio que le guíe, ¿cómo se
atreverá a emprender ningún asunto o a obrar confiadamente? ¿Qué
filosofía es esa que ignora cuál es el bien último y por excelencia, al
que debe subordinarse todo lo demás? Es evidente, por otra parte, la
necesidad de que haya un principio que pueda ser seguido por el sabio al
comenzar su actuación, y que este principio esté conforme con la
naturaleza. Pues de otro modo el apetito (así traduzco yo el griego
) que nos impulsa a obrar haciéndonos desear lo que vemos no
podría ponerse en movimiento (2.8.48 [61]).

El temple anímico (animus) es comparado con una balanza


(libra); asentir akatalépticamente es comparable con un
platillo (lanx) y disentir del mismo modo, con el otro platillo
de la balanza. La evidencia, con el peso. El equilibrio del astil
de la balanza equivaldría a la epojé. La balanza es el emblema
del Kairós de Lisipo. La imagen de la balanza ha sido usada
por Plutarco en relación con la doctrina de Arcesilao:

Para los que nos siguen y escuchan se dice que hay tres movimientos
del alma: la imaginación ( ), el impulso ( ), el
asentimiento ( ); aunque quisiéramos, la imaginación
no se anula, sino que es necesario que al encontrarse antes con las cosas,
éstas impriman su tipo ( ) y nos afecten; el impulso, (
), excitado por la imaginación ( ), mueve
prácticamente al hombre hacia lo natural ( ), igual que una
inclinación [del platillo de una balanza] en lo hegemónico [de la mente]
( ), y que un asentimiento hecho al
inclinar la cabeza ( ). Por tanto, los que
suspenden el juicio acerca de todas las cosas no anulan esto, sino que
143
responden al impulso como a un oráculo que conduce naturalmente
hacia lo que aparece natural ( [Adv. Col.,
1122c]).300

El equilibrante Kairós está pensado esencialmente en la


noción arcesiliana de la mente humana. Si lo hegemónico de
la mente está prefigurado en la imagen del Kairós, entonces
es natural que lo cognoscible sea el kairós de cada ente. El
fundamento de la Verdad es la (el Ser), que, aunque es
el surgir ( ), gusta de ocultarse ( ) en la
multiplicidad de los entes.
Lactancio repite el prejuicio verificacionista contra el
arcesilismo. Ése está en las Cuestiones académicas de
Cicerón, quien no lo considera una objeción irresoluble; pero
se retrotrae más atrás en el tiempo. Sin duda, Zenón de Citio
fue el responsable del predominio del concepto de la verdad
como adaecuatio rei et intellectus, y no Platón -como alega
Heidegger en Platons Lehre von der Wahrheit, que ha sido
corregido por P. Friedländer.301 Cicerón comenta:

Puesto que los académicos -decía- consideraban como un precepto (ya


habréis comprendido que hablo de un dogma) que nada puede conocerse,
no deben fluctuar en este punto, como hacen en los demás, sobre todo
teniendo en cuenta que se trata del fundamento general de su sistema, del
principio regulador de toda su filosofía, que distingue lo verdadero de lo
falso y lo conocido de lo que no lo es; y puesto que aceptan -añadía-
este criterio y quieren enseñar qué cosas conviene admitir y cuáles
repudiar, tienen que confesar que conocen el principio que regula la
distinción de lo verdadero y de lo falso. Y, teniendo en cuanta que en
filosofía hay dos principios fundamentales, el conocimiento de la verdad

300 Moralia, 14.280-281. Einarson anota al calce: "For the Stoic


metaphor of the tilting cf. Cicero, Acad/ Pr. ii.12 (38) and von Arnim,
Stoicorum Vet. Frag. ii, Frag. 988 (p. 288.25)" [ibid., ft. d].
301 "In my discussion with Martin Heidegger, I have learned that my
earlier opposition to the interpretation of aletheia as unhiddenness was
unjustified. What stands unchanged is my criticism of Heidegger's
historical construction. /.../ For Plato, there is in and
an equilibrium between the revealing truth, the unhidden
reality, and the truthfulness which measures that reality by this truth.
Plato did not corrupt the concept of aletheia, as Heidegger claims. Plato
sharpened the concept, systematized it, and heightened it" (Friedländer,
Plato. An Introduction, 229).
144
y el supremo bien, no podría ser sabio quien ignorase el principio de
todo conocimiento y el límite último de nuestros deseos, es decir, el
punto de partida y el término que debemos alcanzar. Dudar de alguna de
estas cuestiones y no creer en ellas con inquebrantable fe sería alejarse
muchísimo de la sabiduría. Por tal razón vale más pedirles que confiesen
que hay, por lo menos, una cosa conocida, o sea que nada puede
concerse (Acad., 2.9.50-51 [62]).302

Antíoco pensó que los académicos de Arcesilao tenían


dogmas. El dogma asegura que nada puede conocerse
katalépticamente, pero que sí akatalépticamente. Entonces,
¿por qué obstinarse en pensar que fue un escéptico radical?
Reconocer la facultad de opinar no es un fracaso
epistemológico:

...si al decir yo que nada puede comprenderse replicase él que el sabio


opina algunas veces, no le contradiría, teniendo principalmente en
cuenta que el propio Carneades no rechaza del todo este criterio. ¿Qué
puedo hacer ahora? Yo pregungo: ¿Qué es lo que puede comprenderse? Y
me responden, no Aristóteles ni Teofrasto, ni siquiera Xenócrates o
Polemon, sino un filósofo menos importante que éstos: 'Una verdad tal
que no pueda ser falsa.' Yo no encuentro nada que reúna esta condición;
por consiguiente, tendré que asentir a lo desconocido, o, dicho de otro
modo, tendré que opinar (Acad., 2.35 [116]).

La prudencia arcesiliana consiste la opinión recta o la


justificación razonable, fundamentada en la costumbre.

3 Algunas opiniones de la Quimera Arcesilao.

Arcesilao está convencido de que algo es


consuetudinariamente cognoscible. Marconi asevera que:
302 Cicerón escribe: "...Antipater fue, en efecto, censurado por decir que
quien afirmase que nada puede comprenderse tendría, para ser
consecuente, que reconocer como comprensible, por lo menos, esta
afirmación; argumento que Antíoco juzgaba burdo y contradictorio, pues
sería una inconsecuencia decir que nada puede ser comprendido, si es
posible comprender esta proposición. Parecíale mejor atacar a Carneades
del modo siguiente: puesto que el sabio no reconoce otros principios
que los comprendidos, percibidos y conocidos, tendrás que confesar que
por el solo hecho de admitir 'que nada puede percibirse' reconoce que este
principio es perceptible" (Acad., 2.34.109 [114]).
145
"Ioppolo's Arcesilaus is an original philosopher in two ways:
he contributed to the development of certain philosophical
concepts, and he devised and maintained certain
philosophical theses."303 Y añade que: "A moderate
Couissinite could concede that Arcesilaus did important
conceptual work, but still maintain that his philosophy was
dialectical; for the indispensable essence of Couissin's
interpretation is that Arcesilaus advanced no philosophical
views of his own." Couissin acertaría completamente, si no
hubiese DL, 4.42; Marconi no yerra con su revaloración de
Arcesilao, a pesar de que ni menciona su esoterismo, ni
comenta DL, 4.42. Plutarco habla de una enseñanza propia
de Arcesilao, la cual no es reducible totalmente a su polémica
con el estoicismo.

Pero, cuán repletas de perturbación y de polémica contra sí mismas


están estas cosas, ¿por qué es necesario decirlo en este momento? La
fama de Arcesilao, en aquellos tiempos el más amado de los filósofos,
parece haber paralizado descomedidamente a Epicuro. Pues [Colotes],
como letrado que él mismo era y un apasionado de las Musas, dice que
aquél, sin aseverar algo propio, infundía en los hombres iletrados
innovaciones y opiniones. Pero Arcesilao estaba tan lejos de amar
alguna fama de innovador o de apropiarse algo de los antiguos, que los
sofistas de entonces lo inculpaban de atribuir las enseñanzas acerca de la
suspensión del juicio y de la incomprensibilidad (
), a quienes no lo necesitaban: a
Sócrates, Platón, Parménides y Heráclito; pero solamente procuraba una
elevación y consolidación de aquéllas al remitirlas a varones tan
famosos. Por consiguiente, esto redunda en su favor, gracias a Colotes
y a todo el que asevera que la doctrina académica procede desde antaño
hasta Arcesilao. Mas quienes han realizado muchos escritos y discursos
y quienes se han extendido en esto, no vencieron la suspensión del
juicio acerca de todas las cosas; sino que aduciendo, como una Gorgona,
la objeción esotica de la inacción, desfallecieron y llegaron a su fin;
aunque intentaron todas las cosas y revolvieron las mismas, el impulso
( ) no consintió en hacerse asentimiento ( ), ni
aceptó la sensación ( ) como el principio de la inclinación (
), sino que de sí mismo mostró el incentivo para sus
acciones, sin necesitar tomar partido Adv. Col., 1026).

303 "Nova non philosophandi philosophia", 238. Marconi añade:


"Arcesilaus was not a parasite on the Stoic body; rather, he provided it
with sustenance -and later Stoicism fed fatly on the conceptual enquiries
of the New Academy" (ibid.).
146
A veces los mejores críticos son los hostiles, porque la
admiración de los alumnos oscurece lo más obvio. La
ha sido prevista de algún modo por filósofos como Heráclito,
Parménides, Sócrates y Platón. Sedley dice:

There is nothing haphazard about Arcesilaus's list of illustrious


forerunners -Socrates, Plato, Parmenides, and Heraclitus. Plato was the
founder of the Academy, and the other three were plausibly represented
as Plato's own leading philosophical forebears. No appeals to
philosophical precedent outside these four are recorded elsewhere, not
even to Democritus, whom others ranked foremost among the
precursors of skepticism.304

La ascendencia filosófica de su epojé sugiere la pervivencia


en Arcesilao del pensamiento presocrático acerca del Ser qua
. Glucker señala acertademante: "Whoever these critics
may have been, what concerns us is that contemporaries of
Arcesilaus, 'the sophists of that age', recognized (albeit
without endorsing it), Arcesilaus' claim for ancient ancestry
for his doctrine."305 Los sofistas de aquella época, los cuales
acusaban a Arcesilao de haber atribuido a Heráclito,
Parménides, Sócrates y a Platón, su epojé y las doctrinas
relativas a ésta misma, se han identificado como los
discípulos de Teodoro y de Bión.306 Estos son los
responsables del rumor de que Arcesilao careciera de
doctrinas propias y pretextase la epojé para disimular su
ignorancia. Glucker añade:

We have already seen in our first chapter that to Arcesilaus -indeed, to


the whole sceptical Academy- Plato himself was clearly a sceptic.
Especially important in the context is the passage of Plutarch, Adv.
Col. 1121 F-1122 A, in which contemporary sources are cited to the
effects that Arcesilaus fathered his own and the 'doctrines related

304 "The Motivation of Greek Skepticism", 16.


305 Antiochus and the Late Academy, 36.
306 Glucker anota: "E. Bignone, L'Aristotele perduto e la formazione
filosofica di Epicuro, Florence 1936, vol. I, p. 46 n. 1 (quoted by the
Loeb editors, Plutarch, Moralia vol. XIV, p. 277 n.e.), makes a
plausible case for identifying them with the Theodoreans and Bion"
(Antiochus and the Late Academy, 36, ft. 85).
147
to it' ( ) on Socrates and Plato among
others.307

La epojé es, a la vez, una enseñanza con resabios


presocráticos y con visos posaristotélicos del Fundador de la
Academia Media.
Ya hemos corroborado que Epicuro y Arcesilao
concuerdan en cuál es la meta de la vida. Pero Diógenes
Laercio consigna una crítica arcesiliana contra el epicureísmo:

También corre aquel gracioso dicho suyo, y es, que a uno que le
preguntaba por qué de las otras escuelas se pasaban muchos a las de
Epicuro, y de los discípulos de Epicuro ninguno a las otras, respondió:
'Porque de los hombres se hacen los eunucos, pero de los eunucos no se
hacen los hombres (4.43).

San Agustín consigna que si Epicuro tuviera que elegir entre


Zenón y Arcesilao, probablemente optaría por éste:

Ahora preguntad a un estoico quién es mejor: si Epicuro, quien dice de


él que es un loco, o el académico, el cual pide todavía tiempo para
deliberar acerca de un asunto tan grave. Nadie duda de que será preferido
el académico. Ahora vuélvete a Epicuro y pregúntale a quién prefiere: si
a Zenón, que le trata de bestia, o a Arquesilao, que dice: tú tal vez tienes
razón, pero yo la examinaré más despacio (Cont. acad., 3.7.16).308

Epicuro preferiría el arcesilismo antes que el estoicismo.


Arcesilao pensaría que Epicuro tal vez tendría razón y que
merecería un examen más detallado. Hay cierta afinidad entre
el arcesilismo y el epicureísmo, pero nadie catalogaría a éste
de escéptico. No es posible que Arcesilao haya enseñado que
nada sea cognoscible, porque enseñaba la y el haberla
enseñado supone cierta cognoscibilidad. Marconi escribe:
"However that may be, Ioppolo's chief claim on this topic
seems firmly and unshakably attested: it was indeed in
propria persona that Arcesilaus 'held back on all
matters'."309 Cicerón afirma que la epistemología de la
Academia Media y la del Jardín concuerdan en cierto punto:
"¿Cuál es el de Epicuro? 'Si una sola apariencia de los
307 Antiochus and the Late Academy, 298-299.
308 Obras de San Agustín, 3.154.
309 "Nova non philosophandi philosophia", 243.
148
sentidos es falsa nada puede percibirse.' ¿Cuál es el vuestro?
'Las apariencias sensibles son falsas.' ¿Qué se deduce de
ambos? Una consecuencia tan elocuente de por sí que no
necesito ni decirla: nada puede percibirse" (Acad., 2.32.101
[109]).
Marconi, acerca de la interpretación de Couissin, juzga
que: "The main theme of Anna Maria Ioppolo's new book is
that the dialectical interpretation is all wrong."310 Arcesilao
pensaba en una epistemología crítica: El dialéctico es un
prestidigitador (

[Stob. Anth., 2.11; f. 22]); la


dialéctica es confusa y, por tanto, hay que evitarla
(
[op. cit., 2.17; f. 23]). Arcesilao teologiza. ¿Cómo es
posible que un escéptico radical pensara en teología? Zeller
atestigua que: "Quite unique is the statement in Tertull. Ad
Nation. ii. 2: Arcesilaus held that there were three kinds of
Gods (in other words he divided the popular Gods into three
classes): the Olympian, the stars, and the Titans. It implies
that he criticised the belief in the Gods."311 En este aspecto
se muestra socrático, puesto que Numenio dice: "Pero el
motivo fue que en tanto que Sócrates establecía tres dioses y
filosofaba sobre ellos de acuerdo con la manera de ser que
conviene a cada uno, quienes lo oían no lo sabían y creían que
lo decía todo a la ventura y a partir del azar victorioso que
siempre está al alcance, una y otra vez, según sopla el viento"
(fr. 24 [257]). Esta evocación del viento me recuerda las
Inscripciones en tres estelas cerca del santuario de Elea:

¡ A Zeus de los vientos favorables!


¡ A Hermes quien (nos) conduce!

310 Ibid., 232.


311 The Stoics, Epicureans and Sceptics, 535, ft. 1. Aeque
Arcesilaus trinam formam diuinitatis inducit, Olympios, Astra,
Titanios, de Caelo et Terra; ex his, Saturno et Ope, Neptunum, Iouem
et Orcum, et ceteram successionem {Tertull. Ad Nation., 2.2.15
(Q v i n t i S e p t i m i Florentis Tertvlliani Opera, 43)}. Ión de
Quíos dijo que Kairós era el último hijo de Zeus, y ése era -de acuerdo
con una inscripción eleática- un Olímpico.
149
¡ A Kairós, el Olímpico! 312

El Kairós Olímpico rememora a su vez el testimonio de


Proclo quien asegura que había unos comentaristas que han
considerado oportuno introducir una distinción y llamar a la
Divinidad Primordial "Kairós", a la segunda "Eternidad" y a
la tercera "Tiempo", probablemente para que el Uno se
mantenga más allá de tiempo y eternidad..., y Proclo insiste
en que los pitagóricos consideraron pertinente llamar al
Primer Principio de todas las cosas, por una u otra razón,
"Kairós" (In Parm., 1216). El Sucesor neoplatónico continúa
y dice más adelante que ciertos pitagóricos llamaron a lo Uno
"Kairós": "Y fue llamado Kairós por los pitagóricos porque
es la causa de lo conveniente y de lo debido; pues tal es la
naturaleza de la ocasión: proporciona a todo y cada uno lo
que es apropiado para su bienestar, según lo que
respectivamente le conviene..." (In Parm., 1224).313
Consideremos estos datos: 1) Arcesilao, quien define la
filosofía como el conocimiento del kairós de cada ente, llama
a su Primer Dios es Olímpico; 2) hay un Kairós Olímpico en
Elea; 3) hay unos pitagóricos que llamaban "Kairós" a lo
Uno, que es el Primer Dios. Parece que he hallado el eslabón
que une el testimonio de Proclo con la Academia platónica.
Después de haber leído "Tres ejemplos de Kairología" de M.
Kerkhoff, mis investigaciones conducentes a la tesis de
maestría, Lo Uno y la Díada Indefinida en Plotino, se
coordinaron hacia el descubrimiento de un testimonio
kairológico que mediase primero entre los testimonios
kairológicos de Filolao, Anaxarco, Filón de Alejandría, y
luego entre los de Plotino y Dionisio Areopagita. Conseguí el
testimonio de Proclo en su Comentario al Parménides; así
tendí el puente faltante en la contribución anterior, el cual
salva el abismo histórico-ideológico que separaba los
testimonios kairoteológicos de Filón, Plotino y Dionisio el
Areopagita. También pude establecer la hipótesis de que los
pitagóricos referidos por Proclo son Numenio de Apamea
(quien tanto admiró a Filón) y Porfirio (quien tanto admiró a
Numenio). Pero con este nuevo libro he logrado vincular

312 Trad. de Kerkhoff, Kairología, § "Parménides", # 1.


313 Ibid., § "Pitágoras", # 11.
150
textual e históricamente los testimonios de Filolao y
Anaxarco con los de Filón, Plotino y Proclo.
De acuerdo con Arcesilao, algo puede conocerse, aunque
akatalépticamente. Epifanio, basado en Lactancio (divin.
inst., 3.3) asegura que Arcesilao afirmaba que sólo Dios tiene
acceso a la Verdad, mas no el hombre (

[Advers. Haeres. 3.2.29]).314 Además,


Arcesilao pensaba en una consolación filosófica, parecida a la
de Epicuro, ante la expectativa de la muerte. Éste sentenció:
"Así, pues, el mal que más pone los pelos de punta, la muerte,
no va nada con nosotros, justamente porque cuando
existimos nosotros la muerte no está presente, y cuando la
muerte está presente entonces nosotros no existimos. Por
tanto, la muerte no tiene nada que ver ni con los vivos ni con
los muertos, justamente porque con aquellos no tiene nada
que ver y éstos ya no existen."315 Plutarco dice:

Efectivamente es gracioso aquello que dice Arcesilao: 'Eso que


llamamos mal, la muerte, es el único de los males supuestos que,
cuando está presente, no causa pena alguna a nadie, pero la produce
cuando está ausente y es esperado.' Pues, en realidad, mucha gente a
causa de su estupidez y su miedo a la muerte muere por los esfuerzos
que realiza para no morir (Consol. ad Apol., 1101).316

Arcesilao repitió lo pensado por Epicuro y tal vez por esta


circunstancia éste lo acusaba de falto de originalidad
filosófica. Arcesilao opina acerca de política: "Así como
donde hay muchas medicinas y muchos médicos, ahí hay
mucho más enfermedades; semejantemente donde hay
muchas más leyes, allí también hay mayor injusticia"
(

314 Doxographi Graeci, 592.


315 Epicuro, Obras completas, 88.
316 Moralia, 2.78. Epicteto repite una aseveración parecida: "Lo que
turba a los hombres no son los sucesos, sino las opiniones acerca de los
sucesos. Por ejemplo, la muerte no es nada terrible, pues, de serlo,
también se lo habría parecido a Sócrates; sino la opinión de que la
muerte es terrible, ¡eso es lo terrible!" (Enquiridión, 17-18).
151
[Stob. Anth., 4.1.92; f. 28]). Ni Couissin, ni
Ioppolo, ni Marconi han considerado seriamente esos
pensamientos arcesilianos acerca de lo divino, del temor a la
muerte y de la inutilidad de la política, para criticar la tesis
tradicional de que Arcesilao fue un escéptico radical. E.
Zeller dice acerca del Fundador de la Academia Media: "It
also appears by the language used in Plut. C. Not. 37, 7,
respecting the Stoic theory of a , that his
criticism of dogmatism extended to natural science."317
Sobre alguna base epistemológica Arcesilao debe haber
fundado su crítica contra esa doctrina estoica y no sólo por
reducción al absurdo. Stopper comenta que:

Moreover, there is evidence that Arcesilaus propounded some positive


view of his own. Cicero says that 'Arcesilaus is thought not to have
fought with Zeno for the sake of controversy but to have wanted to
discover the truth' (Acad II 76). Sextus -in a passage in which he is
concerned to distinguish the Academic from the Pyrrhonian philosophy
-asserts that in Arcesilaus' view 'suspension of judgement is the end,
and he says that particular acts of suspensions are good, particular acts
of assent bad' (PH I 232). And most importantly, Sextus vouches that
for Arcesilaus is a criterion -a criterion not of truth but of
action (M VII 158).318

ha sido traducido tradicionalmente por "lo


probable". Brochard comenta que Arcesilao rechazaba lo
probable ( [Eus. Praep. Evang., 14.6.4]); ninguna
representación aventaja a otra desde la perspectiva del crédito
que merece (Sext. P., I.232). Brochard dice:

Por otra parte, vemos que los estoicos hacían diferencia entre
y . El se define
, y el :
. Si el conduce al asentimiento, Arcesilao
era consecuente consigo mismo al rechazarlo. Podía admitir, desde el
punto de vista práctico, el como equivalente de la verdad.319

Marconi piensa que "lo razonable" es el sentido apropiado de


lo eúlogon:
317 The Stoics, Epicureans and Sceptics, 535, ft. 1.
318 "Schizzi Pirroni", 276.
319 Los escépticos griegos, 138.
152
means 'reasonable': it is an ordinary Greek word, familiar
enough from Aristotle, and there is no need to advert to the Stoic
'definition' of (DL VII.76) in order to explain the Arcesilaan
criterion. What, then, might a sceptic count as a 'reasonable defence' of
an action? Surely one 'reasonable defence' -perhaps even the only one-
will be this: that the action seems to the agent the most appropriate of
the various actions to which he feels naturally impelled?320

Arcesilao, a un prestamista deseoso de aprender y que le


preguntaba si desconocía algo, le contestó con unos versos
del Enómao de Sófocles: "Pues también los cursos
( ) de los vientos, sábetelo, desapercibidos pasan al
pájaro hembra, excepto cuando se acerca el
alumbramiento."321 Es decir, según R.D. Hicks: "Men pay
little heed to obvious facts except when their own interests
are concerned."322 Su escepticismo está mitigado por ciertos
intereses vitales. De acuerdo con A.C. Pearson,
tiene el sentido específico de "...'passage of the winds
(through her body),' the reference being to the old fable of
the wind-egg (Aristoph. Aves, 695, Aristot. Hist. An., vi. w,
560a6). To the usurer would suggest interest on
loans."323 Según J. Barr, el presunto escéptico conoce las
ocasiones y los tiempos... de los pagarés: "An example
containing both and will be found in the
testatment of Strato of Lampsacus, who writes:

, perhaps 'Let Arkesilaos obtain the rest of the


money from Olympichus, but without bothering him in
respect of the time and date.'" 324 Es obvio que no se ha de
molestar con cuestiones de ocasiones y tiempos al filósofo
que define la filosofía como el conocimiento del kairós de
cada cosa. Aunque él era muy generoso (DL., 4.38), ser
implicaba la posibilidad de que

320 "Nova non philosophandi philosophia", 252.


321 Sófocles, Fragmentos, 244, frag. 477.
322 Lives of Eminent Philosophers, 1.412-413, ft. d.
323 Ibid.
324 Biblical Words for Time, 33.
153
suspendiera los pagos.325 Estobeo puso en su Antología:
"Arcesilao dijo que es necesario que la diligencia sea casi
igual al sol, que se apresura y no vuelve atrás"
(

[Stob. Anth., 5.7]). Plutarco dice: "Arcesilao decía que, como


Itaca, la pobreza era penosa, pero una buena cosa que educa a
los jóvenes, la cual los acostumbra a convivir con simplicidad
y constancia, y es en general un enérgico ejercicio para la
virtud."326 Estobeo suscribe un pensamiento parecido a ése:
"Sócrates decía que la pobreza es una pequeña prudencia"
(Anth., 3.32.18). ¿Cómo es posible que un escéptico radical
pueda recomendar la educación? Sócrates asevera que una
vida sin autoexamen no es digna de ser vivida. Arcesilao
privilegia el autoexamen ético por encima de la crítica estética
y un ejemplo de esto es su censura del adulterio:

Muchas personas -como decía Arcesilao-, encaminadas por la visión y la


inteligencia, creen que es necesario contemplar minuciosa y
sucesivamente cada uno de los poemas, las pinturas y las estatuas,
ajenas; pero no se apresuran a examinar con cuidado sus propias vidas,
que tienen muchas cosas tristes, sino que se fijan siempre en lo exterior
y admiran las reputaciones y suertes ajenas, tal como los adúlteros a las
mujeres de otros, despreciándose a sí mismos y a sus propias cosas (De
tranq. ani., 470).

Apeles fue amigo y discípulo de Arcesilao. El esteticismo


puede enajenarnos de la reflexión ética. El adúltero desprecia
la belleza de su propia esposa para contemplar la de otras
mujeres. Y no hay diferencia si el marido adultera con la
mirada o con caricias. Plutarco añade acerca de esto:

No sé por qué motivo mientras odiamos y rechazamos a las mujeres que


emplean hechizos y brebajes mágicos contra sus maridos, permitimos,
en cambio, a mercenarios y esclavos que nos encanten, por así decirlo, y
nos envenenen nuestros alimentos y provisiones. Por ello, aunque
parezca demasiado duro aquello que dijo Arcesilao contra los adúlteros y

325 Acerca del sentido de como "suspensión de pagos",


consúltese a Moulton, The Vocabulary of the Greek Testament
Illustrated from the Papyri and other Non-Literary
Sources, 232.
326 Moralia, 15.278, frag. 152.
154
los libertinos: 'no hay ninguna diferencia en que uno sea disoluto por
delante o por detrás', se puede aplicar justamente a lo que estamos
tratando (De t. san. prae., 126a). 327

Plutarco repite en otro lugar: "...de ahí que Arcesilao diga que
nada importa que se sea disoluto por detrás o por delante"
(Quaest. conv., 8.l.3.705e).328 El crítico de arte es como el
adúltero, puesto que la exclusiva contemplación de obras de
arte le enajena de su belleza interior. Esta alusión al adulterio
sirve para plantear tanto una ética marital como para asentar
los límites del arte. Arcesilao es un filósofo ético.
Él cultiva el valor ético de la amistad. Según Plutarco:

Tal clase de amigo fue Arcesilao en las demás cosas, el cual, al enterarse
de la pobreza de Apeles de Quíos, que estaba enfermo, fue a verlo al
punto con veinte monedas de cuatro dracmas y, sentándose a su lado,
dijo: 'aquí no hay nada sino aquellos cuatro elementos de Empédocles:

fuego, agua, tierra, y la suave sublimidad del aire,

pero me parece que no estás bien echado', y a la vez que le arreglaba la


almohada, le puso debajo las monedas sin ser advertido. Cuando las
encontró una vieja sirvienta y, llena de admiración, se lo comunicaba a
Apeles, aquél, riéndose, dijo: 'Este ardid es cosa de Arcesilao.' (De
adul., 63d).329

Diógenes Laercio cuenta semejante anécdota, pero el


beneficiado fue Ctesibio, y añade que en otra ocasión le envió
mil dracmas (4.37). Arcesilao cultiva no sólo la prudencia,
sino también la amistad hasta con sus adversarios filosóficos.
Plutarco habla de: "...Arcesilao que prohibió a Batón la

327 Ibid., 2.135.


328 Ibid., 4.313. Deliciarum vitium et mollities oculorum et corporis
ab Arcesila philosopho cuidam obprobrata acerbe simul et festiviter.
Plutarchus refert Arcesilaum philosophum vehementi verbo usum esse
de quodam nimis delicato divite, qui incorruptus tamen et a stupro
integer dicebatur. Nam cum vocem eius infractam capillumque arte
compositum et oculos ludibundos atque incelebrae voluptatisque plenos
videret, "Nihil interest," inquit, "quibus membris cinaedi sitis,
posterioribus an prioribus (Attic Nights o f Aulus Gellius,
1.252-255).
329 Obras morales y de costumbres (Moralia), 1.238-239.
155
entrada en su escuela, porque escribió un verso contra
Cleantes en una comedia, y se reconcilió con él después de
que aquél aplacó a Cleantes y cambió de opinión" (De adul.,
55c).330 Parece que -de acuerdo con el Sabio de Pitane- el
acceso a lo Inteligible es a través de la ética. Su escepticismo
mitigado se debe a que la razón es incapaz de demostrar
inequívocamente las verdades metafísicas tanto platónicas,
aristotélicas, como estoicas. Diógenes Laercio, al hablar de
Cleantes, asegura que:

...al decirle alguien que Arcesilao no hacía lo debido ( ), dijo:


'Para y no critiques, pues si con la palabra suprime el deber (
), con sus actos sin embargo lo implanta'; también Arcesilao
decía: 'No me dejo adular', a lo que Cleantes contestó: 'Sin duda yo te
adulo diciéndote que dices una cosa y haces otra' (7.171).331

Este comentario de Cleantes confirma que la filosofía de


Arcesilao es ética. Éste no fue un esquizofrénico filosófico.
El deber estoico, controvertido teóricamente por el Fundador
de la Academia Media, es restaurado por éste, en la acción
moral basada en la naturaleza. Arcesilao fundamenta la ética
en un acceso suprarracional: la . Brochard comenta
que:

Se ve, por un pasaje de Plutarco (Adv. Col., 26), que, según los
académicos, el instinto ( ) puede dirigirse por sí mismo a la acción y
no tiene necesidad del asentimiento (Plut., St. rep., XLVII, 12) dado a
la sensación. Por otra parte, sabemos ( ) que Crisipo
sostenía lo contrario. Es quizá contra la teoría de Arcesilao contra la que
va dirigida la objeción de Crisipo.332

Arcesilao pensaba y actuaba moralmente; fue un filántropo.


"Que el amor fraternal y las inclinaciones para con los

330 Ibid., 1.218-219.


331 El estoicismo, 2.356. Couissin comenta: "Impossible to appear
to deny these men's morality: so Arcesilaus preferred to divest it of its
divinity, to reduce it to the level of ordinary decency. He labored to
prove that, contrary to Stoic doctrine, assent was not necessary for
action and that in consequence, the Stoic theory of knowledge was not
only inconsistent but useless" ("The Stoicism of the New Academy",
40).
332 Los escépticos griegos, 136-137, n. 3.
156
compatriotas son bellísimos y necesarios; de Menandro es:
'Ninguna ocasión hace que lo propio por naturaleza sea
extraño'" (Stob. Fl., 84. 2).333 La es el principio
seguido por el sabio arcesiliano en su conducta y ese
principio está conforme con la naturaleza. La
arcesiliana apunta al que no hace lo que
es .

4 El suprarracionalismo arcesiliano.

Según Diógenes Laercio, los estoicos decían que el criterio


de la verdad era la representación aprehensora (7.54).
Consideremos ahora el resumen de la filosofía arcesiliana
hecho por Sexto Empírico:

En primer lugar, los de Arcesilao no delimitaron criterio alguno


( ) y los que opinaban que lo habían delimitado, explicaron
esto por contraposición con los estoicos. En efecto, aquéllos dicen que
hay tres cosas que son recíprocamente correlativas: el conocimiento
( ), la opinión ( ) y, puesta en el límite entre éstos, la
comprensión ( ); de los cuales el conocimiento es firme,
seguro y una comprensión inmutable por la razón; la opinión es débil y
un falso asentimiento (
); y la comprensión, que está entre aquéllas, es el asentimiento a
una representación comprensiva (
). Y sucede casualmente que la verdad es, según ellos,
una representación comprensiva y de tal clase que se falsearía. Dicen
que, de ésos, el conocimiento subsiste sólo en los sabios; que la
opinión subsiste en los ignorantes; que la comprensión es común a
ambos; y que ésta se pone como el criterio de la verdad. Precisamente
Arcesilao, mostrando que la comprensión no es criterio alguno entre el
conocimiento y la opinión (
), se opuso a estas cosas
que los estoicos habían dicho. Porque la misma que llaman
'comprensión' y 'asentimiento a una representación comprensiva', por
333

(J. Maxwell Edmonds, Fragments of


Attic Comedy, 3B.836-837.742).

(62 [68] Koerte, Menandri quae


supersunt, 2.35).
157
cierto se da tanto en el sabio como en el ignorante. Pero si se da en el
sabio, es conocimiento y si se da en el ignorante es opinión, y, aparte
de esto, ninguna otra cosa se obtiene, excepto sólo un nombre. Si en
efecto la compresión es asentimiento a la representación comprensiva,
es inexistente, primeramente porque el asentimiento no se da para con
una representación, sino para con la razón (pues los asentimientos son
propios de las proposiciones), y en segundo lugar porque no se halla
representación alguna de la verdad, que no resultara falsa, como se
atestigua por muchos y variados casos. Pero si no hay representación
comprensiva, tampoco habrá comprensión, porque es el asentimiento a
una representación comprensiva. Y si no hay comprensión, todas las
cosas serán incomprensibles. Y si todas las cosas son incomprensibles,
se seguirá que, aun según los estoicos, el sabio suspenderá el juicio.
Considerémoslo así: Puesto que todas las cosas son incomprensibles a
causa de la inexistencia del criterio estoico, si el sabio asiente, el sabio
opinará, porque cuando nada es comprensible, si asiente a algo, asentirá
a lo incompresible, y el asentimiento a lo incomprensible es opinión.
De modo que si el sabio pertenece a los que asientan, el sabio
pertenecerá a los que opinan. Y si pertenece a los que opinan, no es
sabio (pues, según ellos, esto era propio de la insensatez y causa de
errores); por tanto, el sabio no pertenece a los que asienten. Y si se da
esto, será necesario que él disienta. Mas disentir no es otra cosa que
suspender el juicio ( ); por tanto, el sabio suspenderá el
juicio acerca de todas las cosas ( ).
Pero puesto que, después de estas cosas, era necesario también indagar
acerca del curso de la vida, el cual no es por naturaleza propenso a
explicarse sin un criterio de la verdad, del cual, para tener la confianza,
también depende la felicidad, esto es, el fin de la vida; dice Arcesilao que
quien suspende el juicio acerca de todas las cosas (
) regulará elecciones, fugas y acciones en común con lo
razonable ( ), y que procediendo de acuerdo con este criterio
tendrá éxito (u obrará rectamente [ ]); porque por medio de
la prudencia ( ) resulta la felicidad, y la prudencia se
mueve entre los éxitos felices (o acciones rectas [
]), y el éxito feliz (o la acción recta) es lo que, una vez
hecho, tiene una defensa razonable (
). Por tanto, quien se atiene a
lo razonable tendrá éxito (u obrará rectamente) y será feliz. Esto es
Arcesilao (Adv. Math., 7.150-158).334

Llama la atención la ausencia del concepto de ,


pero recordemos que la prudencia arcesiliana es ininteligible
sin aquélla. Ninguno de los comentadores modernos,
334 Sextus Empiricus, 2.83-87.
158
consultados por mí, destaca el valor epistemológico de la
costumbre en el platonismo de Arcesilao.
Stopper comenta: "What, secondly, of ? The
only passage to ascribe to Arcesilaus is Sextus,
M VII 158. "Arcesilaus says that the man who suspends
judgment about everything will regulate his choices and
aversions -and in general his actions- by , and if
he proceeds in accordance with this criterion he will succeed
( )... For a success ( ) is whatever,
after it is done, has a .'"335 Y añade:
"The last phrase -
- appears, word for word, as the Stoic definition of
. Plainly, that is no coincidence."336 Según
Stopper: "For example, Arcesilaus said something about
(Sextus, M VII 158). But there is no
evidence that was used as a Stoic technical
term before the time of Chrysippus (pp. 148-9)."337 Para mí
lo eúlogon es un discurso (lógos) sobre el bien (tò eu). J.
von Arnim catalogó bajo la sección De actionibus y el
apartado Recte facta a mediis officiis qua re differant, este
fragmento estoico que cito parcialmente: "Todas las acciones
rectas son cosas justas, afortunadas, felices, oportunas y
convenientes..." (Stob. Eclog. II 7 p. 97, 5). 338 De acuerdo
con Cicerón, el estoicismo vincula temáticamente
con :

La luz de una lámpara es eclipsada y superada por la luz del sol... En


forma similar, si aceptamos la concepción estoica del fin de los bienes,
es necesario que toda la estima de los asuntos corpóreos ha de ser
eclipsada y absolutamente aniquilada por el esplendor y la majestad de la
virtud. Y en la misma forma que lo oportuno (llamemos así la
eukairía) no aumenta por una prolongación del tiempo -ya que los

335 "Schizzi Pirroniani", 277.


336 Ibid. Marconi coincide: "(3) 'A success is whatever, when done, has
a reasonable defence.' Arcesilaus' definition of a is
identical to Zeno's explanation of a " ("Nova non
philosophandi philosophia", 249).
337 "Schizzi Pirroniani", 275.
338

(Arnim, Stoic. Vet. Frag., 3.136, fr. 502).


159
asuntos que llamamos oportunos tienen su medida apropiada- así la
conducta recta (así traduzco katorthosis; pues katorthoma es una acción
recta particular), así la eficacidad recta -digo- y la conveniencia, y, en
última instancia, el bien mismo que consiste en estar en armonía con la
naturaleza- no acceden a ningún crecimiento; pues las cosas de las que
aquí hablo, como la oportunidad mencionada, no se hacen mayores por
una prolongación temporal. Debido a esta razón, los estoicos tampoco
parecen considerar más deseable y atractiva la vida feliz (beatitud), si
dura más que cuando es breve... Así, en el caso de cosas cuya naturaleza
buena se limita únicamente a la conveniencia y oportunidad, un
número mayor de estas cosas no se estimará más que uno menor, ni
tampoco las que duran más que las que duran menos. Y de ninguna
manera dan en el blanco los que alegan que, si una buena salud vale más
cuando dura más que cuando dura menos, también el ejercicio de la
sabiduría es más valioso cuando continúa por un tiempo más largo;
pues ignoran que mientras que el valor de la salud sí es estimado a base
de duración, el de la virtud es medido por su naturaleza oportuna. En
otro caso, los que usan el argumento en cuestión deberían igualmente
decir que una muerte buena o un parto fácil serían mejores si duraran
más tiempo, en vez de menos. No ven que ciertas cosas se estiman más
valiosas debido a su brevedad, mientras que otras debido a su
prolongación (De of., 3.14).339

Cicerón, filósofo académico-escéptico, matiza su exposición


de la sabiduría estoica con notas de la kairología arcesiliana.
Tulio sabía del esoterismo de la Academia Media. ¿Acaso no
habrá expuesto los misterios académicos sub specie officii?
La sabiduría deseada es una kairosofía: "El sabio, cuando (o
aunque) haya llegado a ser lo más feliz, puede tener a veces la
función de abandonar la vida, si puede hacerlo en el momento
justo; pues así es que hay que considerar que es asunto de la
oportunidad también el vivir feliz que consiste en vivir
convenientemente, es decir: de acuerdo con la naturaleza" (De
of., 3.18).340 Arcesilao estaría de acuerdo con que vivir feliz
consiste en vivir conforme a la physis, siempre que dicha
natura sea una fuente de novedades inesperadas. En otro
escrito ciceroniano se declara que sin el estudio de la física,
nadie puede comprender la gran fuerza que tienen aquellos
antiguos preceptos de los sabios, que mandan acomodarse al
tiempo, seguir a Dios, conocerse a sí mismo y guardar en

339 Trad. de Kerkhoff, Kairología, § "Los estoicos" # 9.


340 Ibid.
160
todo templanza (De fin., 3.73). "Acomodarse al tiempo"
traduce el latín tempori parere, que N. Madvigius compara
con la sentencia de Focílides:
(v. 112).341 El sofista Alcídamas
pone en labios de Homero y Hesíodo este parlamento:
"Hesíodo: ¿Cuál es entre los hombres el signo de la
sabiduría? Homero: Reconocer correctamente lo presente y, a
la vez, seguir siempre la ocasión" (Cert. Hom. et Hes., 165-
166).342 Repito: La sabiduría deseada es una kairosofía. La
kairología ciceroniana está alentada por la definición
arcesiliana de la filosofía.
La recomendación de Arcesilao de que huyamos de la
dialéctica, porque confunde lo alto con lo bajo, y su
redenominación de los dialécticos como "prestidigitadores",
hace insatisfactoria la interpretación couissiniana,
exlusivamente dialéctica y ultra-escéptica. Marconi comenta:
"A moderate Couissinite could concede that Arcesilaus did
important conceptual work, but still maintain that his
philosophy was dialectical; for the indispensable essence of
Couissin's interpretation is that Arcesilaus advanced no
philosophical views of his own."343 Su Arcesilao es
unilateralmente escéptico y polémico. Pero mediaré en la
disputa Ioppolo vs. Couissin y me atendré a la áurea
medianía. Cicerón dice: "Pero, decidme: ¿de dónde sacáis que
la antigua Academia haya sentado alguna vez como principio
que el espíritu del sabio no puede conmoverse ni turbarse? La
Academia recomendaba un término medio y reconocía en
341 De finibus bonorum et malorum, 471. "Phrasin ipsam
(tempori parere) aliquotiens a Cicerone positam esse, notum est"
(ibid.).
342 Trad. de Kerkhoff, Kairología, § "Los sofistas", # 4b.
343 "Nova non philosophandi philosophia", 238. Stopper coincide con
Couissin: "If we suppose that the notion of a was
already in use as part of the Stoic definition of , then
Arcesilaus' line of thought is this: 'The Stoic sage is reduced to total
sceptism; in that state, his criterion of action can only be -
'success' for him can be no more than the doing of , an
achievement which the Stoics themselves regard as second-rate'. That, I
think, is the most plausible construe of 158. But even if it is wrong
and Arcesilaus himself invented the notion of a ,
the passage in Sextus remains dialectical and affords no evidence of
Academic doctrine" ("Schizzi Pirroniani", 278).
161
toda emoción un cierto límite natural" (Acad., 2.44.119
[132]). Cuando Plutarco se hace académico, toma en cuenta
en cualquier situación el "Nada en exceso" (De E, 387f).
Plutarco, como filósofo académico-escéptico, se aparta del
exceso de la credulidad y mantiene, como en un terreno
resbaladizo, su equilibrio en la discusión sobre la infinidad
(De def. or., 431a). Según Timón, el Fundador de la
Academia Media era de frente dogmático (Platón), de
espaldas escéptico (Pirrón) y de por medio dialéctico
(Diodoro). Marconi cree razonablemente que Pirrón influyó
efectivamente en el pensamiento de Arcesilao:

First, we should not infer that Pyrrho had no influence on Arcesilaus.


We have no reason to believe that there was only one historical origin
of Arcesilaus' scepticism. Influence form the Socratic tradition is
perfectly compatible with influence from Pyrrho. And the evidence
connecting Arcesilaus with Pyrrho is early and impressive.344

Arcesilao es tanto dialéctico (Couissin) como un filósofo


ético (Ioppolo). Desde el ámbito de la prudencia moral es
posible conocer las verdades que la razón pura apunta
antinómicamente. Arcesilao es un precursor de la crítica de la
razón práctica de M. Kant. Fue el primero que suspendió el
juicio a causa de las proposiciones contradictorias de los
argumentos (
), y fue el primero que metió
mano a cada uno de los dos (es decir, argumentó en pro y en
contra acerca de una misma tesis [
]) y el primero que modificó la
argumentación trasmitida por Platón y la hizo más erística a
través de preguntas y respuestas (DL., 4.28). Plutarco
recuerda que: "Por ello, también Arcesilao, al serle propuesto
en la escuela por uno de los enamoradizos como debate lo
siguiente: 'Me parece que nada toca a nada', contestó: '¿Ni tú,

344 "Nova non philosophandi philosophia", 236. "Secondly, we cannot


infer that Arcesilaus became a sceptic because he took Plato to be a
sceptic. It is indeed certain that Arcesilaus interpreted Socrates and Plato
as sceptics" (ibid.). "If you are antecedently determined to discover
scepticism in the dialogues, you may pull out a few sceptical plums.
But unless Arcesilaus had this antecedent determination, he could never
have imagined that Plato had mixed a sceptical pudding" (ibid.).
162
entonces, tocas éste?', señalándole a un joven hermoso y
lozano sentado a su lado" (Quaest. conv., 2.10.634a).345 Si la
razón dictara totalitariamente que nada toca nada, entonces un
enamorado propugnador de esa tesis no debería tocar a su
amado; pero estamos seguros de que éste será tocado por
aquél; por tanto, la razón, acuciada por la pasión, argumentará
plausiblemente la tesis opuesta: que todo toca a todo. La
razón es esclava de las pasiones. Arcesilao lo supo. Zeller
afirma:

Plut. Adv. Col. 26, 3, protecting Arcesilaus against the attacks of


Kolotes, says: The opponents of Scepticism cannot show that
leads to inactivity, for

. Perception arises and influences


the will without . Since this statement was controverted
by Chrysippus (Plut. Sto. Rep. 47, 12.), there can be no doubt that it
was propounded by Arcesilaus.346

La percepción sensorial, el apetito y la costumbre son el


criterio de la verdad y de la acción recta. Marconi cita
también aquellas líneas de Plutarco:

Arcesilaus' retort went like this: 'There are movements in the soul -
movement of sensation, of impulse, and of assent. ... Action requires
two of them, sensation of what is appropiate and impulse toward what
has been sensed as appropriate. And neither of these conflicts with
holding back. For our argument detaches us from beliefs, not from
impulses nor from sensations. So when something appropriate is
sensed, there is no need for belief to move and carry us toward it: the
impulse comes directly, and it is a movement and carrying of the soul'
(Plutarch, ad Col 1122b, c-d).347

345 Obras morales y de costumbres (Moralia), 4.211.


346 The Stoics, Epicureans and Sceptics, 534, ft. 2.
347 "Nova non philosophandi philosophia", 250. Cicerón asegura:
"Cualquier apariencia, en suma, que lleve el sello de una probabilidad
por nada desmentida conmoverá el espíritu del sabio, quien ni está
esculpido en roca, ni tallado en madera de encina, sino dotado de cuerpo,
de alma, de inteligencia y sentidos que le mueven a obrar, presentándole
multitud de apariencias que, sin poseer la marca característica y propia
de la percepción le parecen verdaderas; si el sabio no afirma nada es
163
Diógenes Laercio asegura que Arcesilao, en su dialéctica,
usaba naturalmente y de algún modo ( )
frases como "yo digo" y "a esto no asentirá él" (4.36). R.D.
Hicks comenta: "The use of these phrases was inconsistent
with the suspension of judgment professed by
Arcesilaus."348 Corrijo: Parece inconsiste, pero no lo es;
porque señala hacia el impulso ( ), lo
propio por naturaleza ( ). La epojé
arcesiliana no es la epojé pirrónica. David Hume filosofará
acerca de la preeminencia de las impresiones, ideas y
creencias, y de que las pasiones no son esclavas de la razón,
sino que ésta es esclava de aquéllas. Marconi asegura que:
"Nature -for Arcesilaus as for Sextus (and later for Hume)-
ensures that we survive: and natural impulse does not require
the intervention of belief."349 Heidegger hablará de la
preeminencia del temple anímico (Stimmung), vis-à-vis las
verdades de razón. Aquél dice en ¿Qué es eso, la filosofía?:
"Ya los pensadores griegos, Platón y Aristóteles, han llamado
la atención de que la filosofía y el filosofar pertenecen en la
dimensión del hombre, a lo que nosotros llamamos el temple
anímico (en el sentido de disposición de ánimo y de la
decisión anímica)."350 Las posibilidades de la opinión
razonable platónica y la prudencia moral aristotélica están
muy presentes en la ética crítica de Arcesilao. Cicerón dice:

El conocimiento de las virtudes prueba mejor que nada la existencia de


muchas ideas. Nosotros sostenemos que sólo en las virtudes que pueden
ser conocidas y comprendidas, reside la ciencia, y consideramos a ésta
no como simple comprensión de las cosas, sino como algo firme e
inmutable, esencia de la sabiduría o arte de vivir, imperecedero por
naturaleza. Si esta última cualidad no se basa en la percepción o en el
conocimiento, quisiera que se me dijese de dónde ha tenido origen y de
qué modo (Acad., 2.8.47 [60]).

Luego añade:

porque sabe que el error puede revestir absolutamente los mismos


caracteres que la verdad probable" (Acad., 2.95-96 [109]).
348 Lives of Eminent Philosophers, 1.413, ft. e.
349 "Nova non philosophandi philosophia", 250.
350 Citado por Astrada, Fenomenología y praxis, 68.
164
Si la sabiduría se ignora a sí misma hasta el punto de no saber si es o
no sabiduría, ¿cómo podrá, en primer término, obtener el nombre de
sabiduría? Y si además, no existe principio que le guíe, ¿cómo se
atreverá a emprender ningún asunto o a obrar confiadamente? ¿Qué
filosofía es esa que ignora cuál es el bien último y por excelencia, al
que debe subordinarse todo lo demás? Es evidente, por otra parte, la
necesidad de que haya un principio que pueda ser seguido por el sabio al
comenzar su actuación, y que este principio esté conforme con la
naturaleza. Pues de otro modo el apetito (así traduzco yo el griego
) que nos impulsa a obrar haciéndonos desear lo que vemos no
podría ponerse en movimiento (op. cit., 2.8.48 [61]).

El apetito ( ) guiado por la costumbre ( ) y no


la representación comprensiva es el criterio de la prudencia y
de la felicidad arcesilianas. Basados en el apetito y la
costumbre el filósofo arcesiliano puede y debe hacer una
apología razonable de su estilo de vida. Recordemos que
Aulo Gelio dice que los académicos "comprenden" que nada
se comprende y "deciden" que nada se decide. Pondero que
en la decisión arcesiliana está lo que Heidegger llamará "el
estado de resuelto" o "la resolución". C. Astrada comenta:

Como ya lo apuntamos, la filosofía de Heidegger se define por una


panarquía de lo irracional. Su punto de partida es la Stimmung, el temple
anímico extra-racional y antirracional, ajeno a toda lógica, sea la formal
o la categorial dialéctica; la lógica, según él, está consignada sólo al
cómputo. '...Puede a veces la esencia del hombre concordar
anímicamente en un pensar, cuya verdad no puede asir ninguna lógica'.
A la verdad del pensar racional y a la que busca la razón opone la 'verdad'
de la Stimmung. 351

G.J. Seidel dice: "As Heidegger says, understanding means


nothing else but the self-projection (Sichentwerfen) into what
is at this moment merely a possibility of the being that is in
the world, namely, Dasein."352 Y comenta que el rasgo
proyectivo del entendimiento constituye el ser que es en-el-
mundo como un "lo-ahí", cuyo "ahí" (Da) "puede-ser", y que
O. Pöggeler sugiere que para Heidegger la temporalidad no
es el tiempo del , sino más bien el del ("Sein
351 Ibid., 73.
352 Martin Heidegger and the Pre-Socratics, 21.
165
als Ereignis," Zeitschrift für Philosophische Forshcung, XIII
[1959], 604). Seidel concluye: "For Heidegger man does not
live in time; rather, he lives timely."353 La filosofía del

es el conocer el kairós de cada una de las cosas.


Al conocer el kairós de cada cosa en particular se hace epojé.

5 El platonismo arcesiliano.

Arcesilao defendía razonable y consuetudinariamente que


era posible conocer el de cada cosa en particular.
Luego, hay algo cognoscible. Durante un ejercicio de
synétheia ocurre la revelación de qué es la filosofía:

Pero principalmente lo atacaban los del círculo de Jerónimo


Peripatético, cada vez ( ) que convocaba a sus amigos con motivo
del cumpleaños de Alción, hijo de Antígono, en cuya ocasión éste
enviaba bastante dinero para su disfrute. Entonces rehusando Arcesilao
en toda ocasión las explicaciones entre copas, a Arídices, quien le
proponía cierta teoría y juzgaba la misma digna de explicación, le dijo:
'Esto mismo es principalmente lo propio de la filosofía: conocer la
ocasión de cada una de las cosas' (

[DL, 4.41-42]). 354

Parece que el Sabio de Pitane quiso decir dos cosas a


Arídices: 1) Esta no es la ocasión para departir acerca de
cuestiones teóricas; y 2) Arídices, no pareces un filósofo,
porque lo más importante y propio de la filosofía es conocer
el de cada una de las cosas. Sócrates, durante un
banquete, después de haber propuesto a los comensales una
serie admirable de temas teóricos, añadió: "Pero son éstas
cuestiones que no van bien con el vino" (
[Xen.,
Smp., 7.5]). He aquí el principio que puede ser seguido por el
sabio al comenzar su actuación, y que está conforme con la

353 Ibid., 21, ft. 37.


354 Lives of Eminent Philosophers,1.418.
166
naturaleza, para que el apetito que nos impulse a obrar,
(haciendo desear lo que se percibe sensorialmente), pueda
ponerse en movimiento. Si la filosofía es conocer el kairós de
cada cosa en particular, y si el conocer el kairós de cada cosa
en particular es sabiduría; entonces la sabiduría es filosofía.
Yo afirmo que la doctrina secreta de Arcesilao es que lo
más importante y propio de la filosofía es conocer el tiempo
oportuno de cada cosa en particular. Cicerón, parece
comentar la kairosofía estoica desde la perspectiva de aquella
definición arcesiliana de la filosofía:

A continuación hay que hablar del orden de las cosas y de la oportunidad


de los momentos. Estas cosas están contenidas en esta ciencia que los
griegos llaman ; no se trata de la que nosotros traducimos por
modestia, término que implica modus, idea de medida, sino de la
, que significa 'preservación del orden'. Así pues, -nosotros
vamos a llamar modestia, discreción o tacto, también a esto-, los
estoicos definen la 'modestia' diciendo que la discreción o tacto es la
ciencia de situar en su lugar las cosas que uno hace o dice. Con esto
podemos ver que los términos orden (ordo) y situación (collocatio)
tendrán el mismo sentido; pues ellos definen el orden también de esta
manera: posición de las cosas en los lugares convenientes y adecuados;
y el lugar de una acción, dicen es la oportunidad del momento; y el
momento oportuno de una acción se llama en griego , y en
latín occasio, ocasión. De ello se sigue que la modestia, entendida
como he dicho en sentido de 'tacto o discreción', es la ciencia de la
oportunidad de los momentos adecuados para una acción. -Por lo demás
ésta puede ser también la definición de la prudencia, de la que hablamos
al comienzo; pero en este lugar estamos inquiriendo sobre la
moderación, la templanza y virtudes análogas. Así, lo que propiamente
se refería a la prudencia, ha sido tratado en su lugar; en cambio, lo que
se refiere a estas virtudes -de las que llevamos hablando hace ya un buen
rato-, y que se relaciona con el respeto y la estimación de aquellos con
quienes convivimos, hay que tratarlo ahora. -Así pues, el orden que
hemos emplear en nuestras acciones es tal que, en nuestra vida, igual
que en un discurso coherente, todas las cosas deben ser apropiadas y
adecuadas las unas a las otras; porque es desagradable y en sumo grado
defectuoso, en el curso de un asunto serio, proferir frases propias de la
mesa o expresiones afeminadas. Pericles dio una buena contestación al
poeta Sófocles, a quien tenía como colega en el 'pretorado'; habiéndose
reunido con motivo de sus obligaciones comunes, cuando casualmente,
pasó un bello muchacho, Sófocles dijo: '¡Qué hermoso muchacho,
Pericles! -'Sí, Sófocles, pero es conveniente que un pretor controle no
sólo sus manos sino también sus ojos.' Y, no obstante, si Sófocles
167
hubiera dicho lo mismo en una prueba de atletas, no se hubiera llevado
un reproche justificado. Tan grande es la importancia del lugar y el
momento que si alguien, a punto de defender una causa, medita consigo
mismo por el camino o paseando, o se concentra con la máxima
atención en cualquier otra cosa, no se le censura por eso; en cambio, si
hace lo mismo en el curso de una comida, se le considera poco educado
por su desconocimiento del momento. -Por lo que respecta a aquellas
formas de conducta que están en grave desacuerdo con la 'urbanidad' o
'humanitas', por ejemplo, que alguien se ponga a cantar en el foro o
cometa alguna otra extravagancia grave-, es cosa que fácilmente salta a
la vista y apenas exige advertencias ni preceptos; por el contrario, todo
lo que tiene aire de ser una infracción sin importancia y que mucha
gente no puede ni entender, eso es lo que hay que evitar con la máxima
diligencia. Lo mismo que, al tocar la lira o la flauta, por más que la
disonancia sea mínima el entendido se suele dar cuenta de ello, así
también en la vida hay que procurar que nada sea por casualidad
disonante, y hay que procurar esto mucho más aún por cuanto la
armonía de las acciones es más importante y más elevada que la de los
sonidos (De of., 40.142-145).355

La modestia estoica es la ciencia de la oportunidad para cada


acción; la ciencia de la oportunidad para cada acción es la
prudencia arcesiliana; entonces la prudencia arcesiliana es la
modestia estoica. Arcesilao es estoicamente modesto. Éste,
para exponer su propia filosofía, la contrasta polémicamente
con el estoicismo. Su polémica contra el estoicismo no es
unilateral, sino de beneficio mutuo. Sostengo que la
teorización estoica acerca del se sutilizó a través
de la controversia con el arcesilismo.
Arcesilao asegura que algo es cognoscible; es decir que
algo puede y debe conocerse ( ): el de
cada una de las cosas. Su escepticismo no fue radical, sino
moderado y polémico; su criticismo no fue especulativo, sino
ético. E. Zeller comenta: "To these attacks on Zeno Plut. De
An. (Fr. vii) 1, probably refers:

. All that
is here attributed to Arcesilaus is the assertion that
is the cause of , and that it is so when it
produces a . The connection in
which these statements were made by Arcesilaus was
355 Los deberes, 68-69.
168
probably this: If there is such a thing as knowledge, there
must be objects which produce it. These objects, however, do
not exist, there being no object which does not admit a false
opinion equally well with a true one."356 Pero Arcesilao ha
dicho que hay una episteme del kairós. Creo que el
es ;
pero no como sino como
. Si hay algún conocimiento, entonces debe haber
algo cognoscible. Existe el conocimiento del ,
entonces el es algo cognoscible. El , como
, es la que se
vale tanto de una opinión falsa como de una verdadera.
Parece que Arcesilao reinterpretó las Formas ( ) o Ideas
( ) platónicas como Ocasiones ( ). Zeller dice:
"The concept of Being must be reduced to that of Power;"357
y cita a Platón:

Digo que existe realmente todo aquello que posee una cierta potencia
( ), ya sea de actuar sobre cualquier otra cosa natural, ya sea de
padecer, aunque sea en grado mínimo y a causa de algo infinitamente
débil, incluso si esto ocurre una sola vez. Sostengo entonces esta
fórmula para definir a las cosas que son: no son otra cosa que potencia
(
[Sof., 247e]). 358

Zeller descarta la posibilidad de que signifique ahí


"posibilidad" y dice: "Finally, Plato himself explains
unmistakably what meaning he attached to the expression, in
Rep. V.477c..." Y cita en griego el pasaje cuya traducción
ofrezco:

Diremos que las potencias son cierto género de realidades gracias a las
cuales somos capaces de poder lo que podemos, nosotros y todo aquello
que algo puede. Por ejemplo, digo que la vista y el oído son potencias,
si comprendemos qué quiero expresar con este nombre genérico.359

356 The Stoics, Epicureans and Sceptics, 532, ft. 2.


357 Plato and the Older Academy, 262-263.
358 Diálogos V, 416.
359 República, 324.
169
La sensación es una síntesis de potencias naturales, impulsos,
en los cuales se funda el conocimiento racional; pero la
prioridad no es de la razón, sino de la y de la
percepción sensorial. Arcesilao, al igual que Aristóteles,
naturalizó las Formas-Ideas platónicas en las especies
naturales. Las Ideas platónicas eran el Ser. La Idea de las
Ideas era el Bien en sí, lo que realmente era; luego, el Bien en
sí era la Potencia de todas las cosas, como habrá de concluir
posteriormente Plotino (En., 6.9.6, 6-12; 6.8.21, 1-7; 3.8.10,
1-9). La arcesiliana está en el lugar del Summum
Bonum y las , en el de las Ideas-Formas. Conjeturo
que las Ideas platónicas como potencias y éstas como
Kairoí habrían sido la doctrina secreta de Arcesilao para
sus discípulos más aprovechados. Para evitar la falacia del
círculo vicioso, aquél enseña que el desconocimiento es de
cierto modo la causa del conocimiento (
). Los Impulsos-Ocasiones
son la causa del conocimiento.

6 La sabiduría arcesiliana.

La refutación de Arcesilao contra Zenón ataca


especialmente la noción estoica de lo sabio. La sabiduría
arcesiliana es el conocimiento de las medidas del kairós de
cada ente. Cicerón dice:

Una prueba de que Arcesilao no combatió a Zenón por envidia, sino


guiado del deseo de encontrar la verdad, es la siguiente: ningún filósofo
antiguo había, no sólo sostenido, pero ni siquiera dicho, que el hombre
puede abstenerse de opinar y que el sabio no solamente puede, sino que
debe hacerlo necesariamente. Arcesilao juzgó esta máxima verdadera,
honrosa y digna del sabio. Supongamos que hubiese preguntado a
Zenón lo que ocurriría si el sabio, no pudiendo percibir cosa alguna, se
viese forzado a opinar. Esto último no ocurrirá -hubiera, según esto,
contestado Zenón-, porque hay cosas que pueden conocerse. -¿Cuáles?
Las apariencias. -Pero ¿qué apariencias? Y entonces Zenón las hubiese,
seguramente, definido así: aquellas que, procedentes de algo que tiene
una existencia conforme a su naturaleza, están impresas y grabadas en
nosotros. Pero ¿ocurrirá lo mismo si una apariencia verdadera no se
diferenciase de otra falsa? A esta nueva pregunta de Arcesilao no hubiese
podido Zenón por menos de reconocer claramente que no puede existir
170
ninguna apariencia perceptible si la percepción de las cosas reales
pudiese tener los mismo caracteres que la de las cosas que no existen.
Arcesilao mostróse de acuerdo con sólo añadir a la definición lo
siguiente: 'ni lo falso puede percibirse, ni tampoco lo verdadero si fuese
igual a lo falso.' El objeto que se proponía Arcesilao al intervenir en
estas discusiones era probar que ninguna apariencia procedente de lo
verdadero es tal que no pueda igualmente proceder de lo falso. Este es el
punto central de la discusión, que dura todavía, pues la conclusión de
que el sabio no puede asentir a nada no tiene que ver con esta
controversia. Siendo imposible, en efecto, la percepción habría que
admitir, como hizo Carneades, según dicen, el derecho a opinar (2.24.
[92-93]).

A veces la ficción supera la realidad; a veces la realidad


parece ficción. Zenón establece como criterio de distinción
entre un conocimiento verídico y otro imaginario, la
representación comprensiva de un objeto que tuviera por base
la realidad. Arcesilao replica que esto implica una petición de
principio, porque conocer que una representación
comprensiva está o no acorde con la realidad, es sólo posible
en virtud de otra representación comprensiva, presunto
criterio de distinción entre lo quimérico y lo real. ¿Y con qué
garantía extramental cuenta la nueva representación
comprensiva para no ser del número de las imaginarias?
Zeller comenta oportunamente:

The Stoic arguments in favour of irresistible impressions Arcesilaus


met by asserting that an intermediate something between knowledge and
opinion, a kind of conviction common to the wise and the unwise, such
as the Stoic , is inconceivable; the wise man's conviction
being always knowledge, and that of the fool always opinion. Going
then farther into the idea of , he endeavoured
to show that it contained an internal contradiction; for to conceive
( ) is to approve ( ), and approval never
applies to sensation, but only to thoughts and general ideas. Lastly, if
the Stoics regarded force of conviction as the distinctive mark of a true
or irresistible conception, and as belonging to it in distinction from
every other, the Sceptic rejoined that such conceptions do not exist, and
that no true conception is of such a nature, but a false one may be
equally irresistible. If no certainty of perception is possible, no
knowledge is possible. And since the wise man -for on this point
Arcesilaus agrees with the Stoics- must only consider knowledge, and
not opinion, nothing remains for him but to abstain from all and every
statement, and to despair of any certain conviction. It is therefore
171
impossible to know anything, nor can even know for certain that we do
not know anything.360

La katalepsia es la condición sine qua non de lo sabio


estoico; lo sabio arcesiliano supone la akatalepsia del apetito
y de la costumbre. La definición arcesiliana de la filosofía
(se) circunscribe (en) la akatalepsia. La y la
akatalepsia arcesilianas se copertenecen. Numenio dice:

Hablo de los estoicos, porque los académicos no eran alcanzados por


ellos, que ignoraban dónde era más fácil apresarlos. Pero una vez rota su
base, eran atrapados, ya que no tenían para combatir ni principio ni base
de operaciones. El punto de partida era demostrar a los demás que no
hablaban como platónicos. Pero si el menor cambio los amputaba de la
definición de la 'representación comprensiva', carecían de base de
operación. No considero oportuno ahora explicarme, volveré sobre ello
cuando llegue el tema preciso (

{fr. 25 [262-263]}).

El talón de Aquiles del estoicismo es la representación


comprensiva. Numenio esperará el para explicar la
refutación arcesiliana de la representación aprehensora,
porque la definición misma de la filosofía, estipula que, para
ser exitosa, se haga en el momento oportuno. La
impugnación de la representación compresiva contrae
esencialmente la definición arcesiliana de la filosofía: el
conocimiento del kairós de cada ente. Al comentar esa teoría
epistemológica de Zenón, Cicerón dice:

No a todas las percepciones consideraba fidedignas, sino sólo a aquellas


que tuviesen una cierta declaración de los objetos percibidos; cuando una
percepción se reconocía por sí misma la llamaba comprehensible.
¿Admitiréis esta palabra? 'Sin duda -contesté-; ¿de qué otro modo podría
traducirse ?' 'Cuando estaba ya admitida y aprobada, la
denominaba comprehensión, término análogo al que se emplea al
hablar de las cosas que se cogen con la mano; no otro es el origen de
esta palabra, que Zenón fue el primero en emplear al tratar de estas
materias, pues nadie antes de él le había dado esta acepción; como quiera
que trataba de asuntos nuevos, tuvo que servirse de términos nuevos'
(Acad., 1.11.27 [37]).

360 The Stoics, Epicureans and Sceptics, 531-533.


172
Cicerón traduce el neologismo por
comprehensio. El primer filósofo que acuñó el concepto de
la verdad como adaecuatio rei et intellectus no fue Platón,
sino Zenón, quien fue el primero en emplear técnicamente el
término katalepsis para tratar de la verdad, pues nadie antes
de él le había dado esta acepción; porque trataba de asuntos
nuevos, tuvo que servirse de un neologismo. Zenón pretende
naturalizar, en nombre de Sócrates, su novísima reforma del
entendimiento heleno. El Sabio de Pitane sale en defensa de
lo que hay propiamente heleno en el platonismo. Numenio
dice:

Por consiguiente, viendo Arcesilao que Zenón se ofrecía como un rival


y competidor, comenzó a demoler los discursos que profería sin titubear
en absoluto. Sobre los otros puntos contra los que combatió, nada
tengo que decir y, si tuviera que mencionarlos, no sería ahora. Viendo
que en Atenas la doctrina que Zenón encontró el primero, la
'representación comprensiva', tenía buena fama, tanto en sí misma
como en el nombre, empleó todo tipo de artimaña contra ella (fr. 25
[264]).

Cicerón comenta al respecto:

Pero no admitís como capaz de saberlas más que al sabio, y Zenón lo


concluía con el siguiente gesto: extendiendo los dedos y presentando la
palma de la mano, decía: 'Así es la percepción'; encogiéndolos un poco,
afirmaba: 'Así el asentimiento; y cerrando del todo la mano, presentaba
el puño y añadía: 'Esta es la imagen de la comprensión.' De este símil
procede el nombre de que este filósofo dio a una operación
del espíritu que hasta entonces no llevaba ninguno. Aproximando luego
la mano izquierda al puño derecho así cerrado, y aprentándolo con fuerza,
exclamaba: 'He aquí la ciencia, que nadie posee sino el sabio' (Acad.,
2.47.125 [138]).

La verdad como la adaecuatio rei et intellectus es kataléptica


sui generis, es un ens rationis, un útil a-la-mano. Es una cosa
a partir de la cual se olvida la diferencia entre el Ser y el ente.
Arcesilao refuta la representación comprensiva, porque él
piensa en lo no-dicho, lo latente en la palabra .
Brochard señala que a partir de Aristóteles, una de las
cuestiones más discutidas en todas las escuelas, tanto por los
epicúreos como por los estoicos, los escépticos o los
173
académicos, es el criterio de la verdad. Plutarco, quien
defendió a Arcesilao de los ataques epicúreos, anota: "Que
también el término aletheia muestra que el conocimiento es la
expulsión del olvido, lo cual es rememorar" (

[frag. 215g]).361 La
, más que la suspención del juicio, es el pre-ludio de la
época del Kairós. Como es evidente, para el fundador del
estoicismo, el logro de la representación aprehensora es
concomitante con el llegar a ser sabio. Mas, para el Fundador
de la Academia Media, la epojé o la reflexión acerca de la
imposibilidad de la representación comprensiva es
concomitante con el logro de lo sabio. Arcesilao, para refutar
la epistemología estoica, redefinió la epojé de Zenón y, para
justificar su redefinición, apeló a Heráclito, Parménides,
Sócrates, Platón. La representación comprensiva no hace
justicia a todos los fenómenos epistemológicos; hay estados
alterados de conciencia tales como el sueño, la locura, las
ensoñaciones, las inspiraciones (religiosas o estéticas), que
no pueden revalorarse desde la perspectiva epistemológica
estoica. Los estoicos estaban conscientes de esto, según
informa Sexto Empírico (M, 7.242-252). La vida no es
exclusivamente lógica.
Arcesilao acepta polémicamente la hipótesis estoica de que
el sabio sólo debe conocer y no opinar, para, ante el fracaso
epistemológico de la representación comprensiva, reducir la
ciencia estoica a opinión o al silencio. La suspención del
juicio no sólo es una consecuencia dialéctica de la
imposibilidad de la katalepsia estoica, sino de la sabiduría
que define la filosofía como el conocimiento del kairós. Esta
kairosofía es akataléptica. Marconi comenta que: "According
to our ancient sources, Arcesilaus was a proponent of
: he held that nothing could be known. He did
indeed suspend judgement on all things; but he did so
because he held that nothing can be known -his is
simply the consequence of " 362 Aunque
Marconi rectifica después: "So Arcesilaus denied that he
knew that nothing could be known -hence he was not a

361 Moralia, 15.392-393.


362 "Nova non philosophandi philosophia", 246.
174
proponent of "; no obstante, confiesa que:
"Perhaps, then, we should after all follow the ancient evidence
and make Arcesilaus a proponent of "363 La
katalepsia estoica presupone la verdad como adecuación del
intelecto a la cosa; pero Arcesilao parece corregir que la
posibilidad de que haya la katalepsia estoica presupone la
Verdad como Des-cubrimiento. Agustín comenta:

Éste es el problema que lanzó bruscamente Zenón, porfiando en que


nada puede percibirse sino aquello que de tal manera es verdadero, que se
distingue de lo falso por sus notas o marcas de disimilitud, y que el
sabio no debía abrazar opiniones; y Arquesilao, habiendo oído esto,
negó que pudiera haber para el hombre cosa de ese género, y que la vida
del sabio no debía exponerse a aquel naufragio de la opinión.
Conclusión de todo esto fue que no debía asentirse a ninguna cosa
(Cont. acad., 2.6.14).364

El sabio arcesiliano, basado en la costumbre y en el apetito


del amor, puede opinar prudentemente acerca de lo razonable
( ). La prudencia es su sabiduría, la cual le posibilita
opinar razonablemente. Él parece apoyarse en el análisis
epistemológico del Teeteto que recomienda la opinión
razonable ante el relativismo sofístico de Protágoras, y en el
análisis ético aristotélico que consagra la prudencia como el
mejor conocimiento práctico. Zeller se equivocó cuando
afirmaba de Arcesilao que "...the theories of Plato and
Aristotle he ignored altogether."365 Platón establece que el
placer no es el primer bien, ni tan siquiera el segundo; sino
que la preferencia se ha fijado mucho más a gusto en la
medida; es decir, en lo mesurado y lo oportuno (
), o cosas análogas...; y que, en segundo lugar,
vienen la proporción, la belleza, la perfección y la eficacia, y
todo lo que pueda considerarse que entre en este mismo
género... (Flb., 66a). El Fundador de la Academia Media
refuta la doctrina de que el placer es el bien supremo (Cic.,
Fin., 2.2). Arcesilao reinterpretaría las formas platónicas
como y el kairós es dynamis por excelencia. Al
colapsar epistemológicamente el mundo de las Ideas, el Sabio
363 Ibid., 247.
364 Obras de San Agustín, 3.116.
365 The Stoics, Epicureans and Sceptics, 531.
175
de Pitane tan sólo se queda con lo segundo: la medida, la
ocasión, la conveniencia. El Estagirita dice que hay una
(ciencia de la oportunidad [Eth. Nic.,
1.6.1096a23-32]). Si hay una episteme del kairós, entonces
algo relativo al kairós es episteme, o si hay un conocimiento
acerca de la ocasión, entonces algo acerca de la ocasión es
conocimiento. El hombre ético es el prudente y éste es quien
actúa siempre en vista de la oportunidad del momento, como
hace técnicamente el médico o el piloto (ib., 2.2.1103b26-
1104a9). Dionisio de Halicarnaso no comparte este
optimismo aristotélico-arcesiliano:

Nadie crea que estoy proclamando estas normas de una vez para siempre
como si fueran las causas universales del placer, así como las contrarias
del fastidio. No soy tan necio. De sobre sé que a menudo el placer es el
resultado de dos principios opuestos, unas veces de semejanzas y otras
de contrastes. Mi opinión es que sobre todo hay que guardar la
oportunidad, porque ésta es la justa medida del placer y del desagrado.
Pero sobre la oportunidad ningún rétor ni filósofo ha publicado hasta la
fecha ningún tratado, ni el que primero se propuso escribir algo sobre
ello, Gorgias de Leontinos, llevó a término nada digno de mención.
Tema es éste cuya naturaleza no se deja someter a tratamiento universal
y técnico, ni es la oportunidad captable por la ciencia, sino por el gusto
particular. Los que lo tienen ejercitado en muchas y diversas materias lo
descubrirán mejor, mientras que quienes lo mantienen desentrenado
atinan mucho más raramente y, cuando lo hacen, es por casualidad
(Comp., 12).366

Este comentario delata que hay quienes pensaban que el


conocimiento riguroso y sistemático del kairós era posible.
La retórica, por ejemplo, pretende conocer las ocasiones.

7 La kairosofía de Arcesilao.

La nueva noción estoica de la verdad implica su concepto


de evidencia. El acto aristotélico se hace evidencia. El Obispo
de Hipona comenta: "Pero veamos lo que dice Zenón: sólo
puede percibirse y comprenderse un objeto que no ofrece
caracteres comunes con lo falso" (Cont. acad., 3.9.18).367
366 Tres ensayos de crítica literaria, 151.
367 Obras de San Agustín, 3.157.
176
Esto es imposible -según Arcesilao- porque la representación
comprensiva es la verificación misma y verificar la
verificación es un falaz argumento circular: tanto la
representación de lo verdadero como la de lo falso son
indiscernibles qua repraesentationes. Desde la perspectiva
del kairós de la representación (el "ahí" del "Ser-ahí", el
"claro del bosque", el "des-pejamiento", el "acontecimiento-
apropiación", heideggerianos), no hay diferencia entre
representaciones verdaderas o falsas. Agustín explica qué se
debe entender por la katalepsia estoica:

Pero discutamos la definición de Zenón según nos permite nuestra


ignorancia. Sólo puede comprenderse un objeto, que de tal modo
resplandece de evidencia a los ojos, que no puede aparecer como falso.
Evidente cosa es que fuera de esto nada puede percibirse. -Lo mismo
pienso yo, dice Arquesilao, y por esto, enseño que nada puede
percibirse, pues nada puede hallarse que reúna tales condiciones (Cont.
acad., 3.9.21).368

La evidencia antepredicativa debe ser la existencia de las


cosas mismas; pero los fenómenos percibidos por los
sentidos nunca son las cosas mismas, sino representaciones
de representaciones. Los fenómenos no son cosas en sí
mismas, sino resultantes de interrelaciones recíprocas.
Cualquier evidencia es predicativa desde el momento cuando
se comprende o se enuncia. No hay asentimiento o
verificación de un estado de cosas extralingüístico, sino de
proposiones. Couissin aclara que:

Arcesilaus labors to prove that between knowledge, limited to the Sage,


and opinion, limited to the fool, there is no room for any intermediate
reality, and that apprehension as an intermediate between the two is
only a word. The other two arguments draw the same conclusion from
the Stoic definition of apprehension: assent to an apprehensive
presentation. (1) Assent is not to a presentation but to a proposition
(second argument); (2) there is no such thing as an apprehensive
presentation (third argument). The third argument presupposes much
discussion: it asserts that an apprehensive presentation that fits Zeno's
is not to be found (heurisketai). Arcesilaus's method is purely
dialectical: granted that an apprehensive presentation is such that it
could not be false, he defies the Stoics to produce one single

368 Ibid., 3.159.


177
incontestable example. In the second argument, he seems to be
appealing to a theory of his own -namely, that assent is only given to a
proposition (32-33).

Parece que el azar no cuenta en la cosmodicea estoica;


mientras que la arcesiliana es una fuente de
impredecibles novedades.
La doxografía antigua ha conservado un testimonio acerca
de un ingenioso intercambio de ideas entre Arcesilao y Bión.
"¡Qué asombroso es -dijo Bión- que el ratón haya devorado
el saco de harina, porque no hallaba qué comer! En efecto,
esto sería asombroso -Arcesilao argumentó jugando-, si el
saco de harina hubiese devorado al ratón" ('

[Strom., 7.4.24.5]).369 La
filosofía carece de un origen racional; Heráclito asegura que
es difícil luchar contra el ánimo de uno, pues aquello que
desea le cuesta a uno el alma.370 Tanto Platón como
Aristóteles privilegian el asombro como el estado de ánimo
originante de la filosofía; el socrático dice:

Sóc. -Querido amigo, parece que Teodoro no se ha equivocado al juzgar


tu condición natural, pues experimentar eso que llamamos la admiración
es muy característico del filósofo. Éste y no otro, efectivamente, es el
origen de la filosofía. El que dijo que Iris era hija de Taumante parece
que no trató erróneamente su genealogía (Teet., 155d). 371

El asombro o la admiración es el estado de ánimo


sincrónicamente originante de la filosofía, ya que el Ser es lo
asombroso. La naturaleza ( ) es tan asombrosa como lo
concerniente a lo sobrenatural ( ). El Estagirita afirma:

En efecto, mediante la admiración los hombres, tanto ahora como antes,


comenzaron a filosofar. Al comienzo se admiraron de las dificultades
sencillas, después, avanzando gradualmente, plantearon dificultades en
torno de los problemas más graves, tales como los cambios de la Luna,

369 Patrologia Graeca, 9.431-432.


370 Bernabé, De Tales a Demócrito, fr. 70 (85).
371 Diálogos V, 202.
178
los del Sol y las estrellas y, finalmente, acerca del origen del universo.
Ahora bien, quien se encuentra perplejo ante una dificultad y quien se
admira, reconoce su propia ignorancia (de ahí que el amante de los
mitos, de alguna manera, sea amante de la sabiduría, porque el mito
consiste en un cúmulo de maravillas [Met., 1.2.982b13-19]) .372

Es más asombroso que el saco de harina devore al ratón, que


éste devore a aquél. Si lo asombroso es el tema de la filosofía,
y si el tema de la filosofía es el Ser; entonces el Ser es lo
asombroso. Diógenes Laercio considera que Arcesilao era un
segundo Aristipo y se dice que: "Aristipo, habiendo sido
interrogado acerca de qué es asombroso en la vida, contestó:
'El hombre discreto y comedido, porque aunque existe ya
entre muchas cosas miserables no se disuade'" (

[Stob. Anth.,
3.37.23]). Heráclito enseñó que si uno no espera lo
inesperado, no lo encontrará, pues es difícil de escudriñar y
de alcanzar.373 Lo inesperado es que el saco de harina
devore al ratón; esto es difícil de escudriñar y de alcanzar,
pero no es imposible. La espera por lo inesperado no debe
ceder ni siquiera en el momento del morir, porque según el
Oscuro: "A los hombres tras la muerte, les esperan cosas que
ni esperan ni imaginan."374 Heráclito dice que los hombres
con lo que más habitualmente tratan se hallan en
desacuerdo.375 Los hombres -por ejemplo- están en
desacuerdo con que el ratón devore el saco de harina, porque
es lo que más habitualmente tratan: que el ratón devore el
saco de harina. El Oscuro dice: "Que a los hombres les
suceda cuanto quieren no es lo mejor."376 El criterio estoico
de la verdad es la representación comprensiva; el de Arcesilao
es la costumbre. Diógenes Laercio señala que "Aristón solía
atacar a Arcesilao y al ver en cierta ocasión un asombroso
toro que tenía matriz, dijo: '¡Ay de mí, le ha llegado a
Arcesilao la refutación contra la evidencia" (
372 Metafísica, 95-96.
373 Bernabé, De Tales a Demócrito, fr. 11 (18), 134.
374 Ibid., fr. 74 (27).
375 Ibid., fr. 4 (72a), 134.
376 Ibid., fr., 71 (110).
179
[DL, 7.162]).377 Lo esperado es que un toro nazca sin matriz;
lo inesperado es que un toro nazca con matriz. Lo inesperado
es la refutación del criterio de evidencia estoica. ¿Pero acaso
no es la costumbre la antítesis de lo inesperado? No, si
convertimos la espera por lo inesperado en la costumbre.
Clemente de Alejandría antes dijo que Arcesilao argumentaba
jugando ( ). De nuevo
Heráclito es la mejor glosa: "El conjunto del tiempo es un
niño que juega a los peones. ¡Cosa de un niño es el poder
regio!"378 El Ser es lo asombroso, inesperado y lúdico. El
epicúreo Colotes, aunque polémico, pensó acertadamente
cuando trazó la genealogía intelectual de Arcesilao hasta
Heráclito, Parménides, Sócrates y Platón. Arcesilao enseñaba
unas doctrinas (la epojé, la incomprensibilidad de las cosas,
etc.) que se remontan al concepto presocrático de la y
a la kairosofía socrática.
Arcesilao, enseña: 1) la
suspención del juicio acerca de todas las proposiciones
katalépticas: la Verdad como desocultación akataléptica; 2)
"Que lo cognoscible no es la causa del conocimiento --como
dice Arcesilao; pues así la ignorancia se mostrará [como] la
causa del conocimiento." (

[frag.
215a])379, sino la ; y 3) "esto mismo es lo máximo
y propio de la filosofía: conocer la ocasión de cada cosa en
particular". Lo propio es , , . El
filósofo es prudente, modesto y
feliz; su felicidad ( ) es concomitante con la
prudencia ( ); ésta consiste en el éxito de la acción
recta ( ), en el deber cumplido ( ),
aunque no vociferado. El éxito se debe a la captación del

377 E l e s t o i c i s m o , 2.353. Es curioso que J. von Arnim colocó DL


7.162 (frag. 346 de su Stoicorum Veterum Fragmenta),
exactamente después de DL 4.40 (frag. 345), que culmina con el pasaje
kairológico:
378 Bernabé, De Tales a Demócrito, 143, fr. 93 (52).
379 Moralia, 15.390-391.
180
kairós de la acción, el cual facilita la defensa razonable
( ) de la acción realizada.
M. Lancia cita y comenta una glosa de L. Credaro:

L' , infatti, ha ben detto il Credaro, 'non è un giudice che


intervenga in ogni momento della vita, che vagli le diverse circostanze,
che deliberi in senso piuttosto che in un altro. Esso subbiettivamente è
la prudenza, il sentimento della convenienza, l'assennatezza, la
rettitudine, l'onestà... è idea e sentimento nello stesso tempo, è in fin
dei conti la migliore linea di condotta che possa scegliere colui che non
accetta alcun dogma' (Lo scetticismo degli Accademici [Milano 1893]
II.48). L'esattezza di tali considerazioni può essere confermata da un
altro frammento in cui Arcesilao ritiene prerogativa della filosofia
appunto 'il sapere in quale tempo si debba fare ciascuna cosa' (Diog.
Laert. IV 42: ). Arcesilao e Bione si
mostrano dunque sostanzialmente concordi nel ritenere 'la
ragionevolezza e la prudenza' virtù sopratttutto idonee ad orientare
l'uomo nella vita pratica.380

De todos los críticos que he consultado, Lancia es la única


que cita y comenta el dicho kairológico de Arcesilao. Geffers
lo cita en griego en una nota al calce, vinculado a la
persuasión arcesiliana, pero aquél no tematiza la definición
arcesiliana de la filosofía.381 M. Gigante, en su "Biografia e
dossografia in Diogene Laerzio", cita el pasaje en cuestión
(DL, 4.42)382, pero suprime la parte acerca de la inoportuna
petición de Arídices a Arcesilao y la tempestiva contestación
de éste, a saber: lo más importante y más propio de la
filosofía es conocer la oportunidad de cada cosa en
particular. Tampoco Anthony A. Long, en su "Diogenes
Laertius, Life of Arcesilaus", cita o comenta esas líneas
kairológicas.383 La predisposición a interpretar a Arcesilao
como un escéptico ha cegado a muchísimos críticos para

380 "Arcesilao e Bione di Boristene" en Lo scetticismo antico,


1.170-171.
381 Et, quod in praeceptis de tuenda sanitate legimus, dialectica bellaria
in coena esse minime dulcia, et affici iis fatigarique caput, id elle sibi
persuasisse et secutus esse videtur (De Arcesila, 24). Y en la nota al
calce dieciséis, correspondiente a esta última cláusula, Geffers reprodujo
el texto griego de Diógenes Laercio 4.6.42.
382 Gigante, "Biografia e dossografia in Diogene Laerzio", 62-63.
383 Ibid., 429-449.
181
soslayar la definición arcesiliana de la filosofía. Mi
descubrimiento del DL 4.42 lo debo a una glosa erudita de
M. Romera-Navarro al aforismo 139 del Oráculo manual, de
Baltasar Gracián: "Conocer el día aziago". Parte del
comentario dice:

La misma importancia primaria le daba Pítaco el Sabio en Grecia, y


apotegma suyo famoso era: 'Conoce tu ocasión.' (Diógenes Laercio, I,
iv, 4.) Para su compatriota Arcesilao lo más importante y más propio
de la filosofía es saber el tiempo oportuno para cada cosa (idem, IV, vi,
8).384

Este oportunísimo hallazgo ratifica ocasionalísticamente mi


primera publicación, Consideraciones tempestivas acerca de
la Celestina y de la Hora de todos y la Fortuna sin seso. La
filosofía me condujo a la literatura y ésta me recondujo a
aquélla. Nadie ha puesto de relieve el testimonio kairológico
de Diógenes Laercio 4.42, excepto yo, quien basado en ese
texto, he afirmado por vez primera que Arcesilao,
exotéricamente escéptico, era un platónico cuyo esoterismo
habría sido una kairología: las Ideas platónicas como
potencias y éstas como kairoí. Arcesilao tal vez sea el más
remoto antecesor conocido del ocasionalismo islámico y de
Nicolás de Malebranche.

384 Oráculo manual y arte de prudencia, 271-272, n. 17.


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