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I.

LA VACUNA CONTRA VARICELA

Todas las vacunas están autorizadas para usarse en personas de 12 meses o más; una vacuna
monovalente y dos vacunas combinadas están aprobadas para utilizarse a partir de los 9 meses de
vida en algunos países. La vacuna se administra por vía subcutánea, aunque existen indicios de
que la administración intramuscular también es inocua y eficaz.

La vacuna monovalente son para las personas de 13 años o más se recomienda una pauta de dos
dosis. Cuando se administran dos dosis, el intervalo mínimo recomendado entre dosis es de 6
semanas o de 3 meses en el caso de los niños (de 12 meses a 12 años inclusive) y de 425 o 624
semanas en el caso de los adolescentes y adultos (13 años o más).

Las vacunas combinadas pueden administrarse a niños de 9 meses a 12 años de edad. Si se usan
dos dosis de la vacuna MMR asociada a la vacuna contra la Varicela (MMRV), el intervalo mínimo
entre dosis debe ser de 4 semanas. Es preferible administrar la segunda dosis entre 6 semanas y 3
meses después de la primera dosis o a los 4–6 años de edad.

El 85%–89% de los niños vacunados tras una dosis de la vacuna monovalente y en más del 99% de
los niños tras dos dosis de dicha vacuna.

Uno de los ensayos permitió estimar una eficacia del 100% después de 9 meses y del 98% después
de 2 años usando una vacuna que contenía 17 000 UFP a la salida de fábrica.

La inmunogenicidad, eficacia y duración de la protección:

La eficacia de esta vacuna contra la infección es del 90% y del 95% contra la enfermedad grave.

Indicaciones de vacunación post exposición: control hospitalario y brote en colegio, cunas y


albergues:

La vacuna contra la Varicela se puede utilizar para población en riesgo, es decir, población
susceptible en ambiente hospitalario. Niños de albergues, cunas y colegios, en el grupo de edad de
9 meses a 5 años 11 meses y 29 días de edad, susceptibles para Varicela.

Ambiente hospitalario: la vacuna contra la Varicela, hasta 120 horas después del contacto, existe
la posibilidad de que un pequeño porcentaje de personas desarrollen la enfermedad.

Revacunación:

No se conoce aún la duración de la protección conferida por las vacunas, tampoco administrar
dosis de refuerzo. Sin embargo, se ha observado un refuerzo del nivel de anticuerpos, después de
exponerse a la Varicela natural, así como también de una dosis de refuerzo de la vacuna, aplicada
cuatro a seis años después de la inmunización.

Inocuidad de la vacuna:

La vacuna monovalente es bien tolerada; los acontecimientos los niños sanos eran de naturaleza
leve, pudiendo ir desde un dolor ligero a un eritema, pasando por una erupción cutánea en el
lugar de la inyección.

La tasa de incidencia de convulsiones febriles en los niños que habían recibido una primera dosis
de MMRV fue dos veces mayor que la registrada en los que habían recibido la vacuna
monovalente y la MMR al mismo tiempo
Los perfiles toxicológicos de una y dos dosis reveló una incidencia ligeramente mayor de dolencias
en el lugar de la inyección tras de la segunda dosis (pero la incidencia de fiebre y de exantema de
tipo variceloso disminuía al administrar la segunda dosis, en comparación con la primera

Administración concomitante junto con otras vacunas:

La vacuna monovalente contra la Varicela no entrañaba riesgos ni una pérdida de la inmunogenía


cuando se administraba junto con otras vacunas infantiles. No se dispone de datos sobre la
administración simultánea de las vacunas contra la Varicela y la fiebre amarilla

No obstante, el riesgo de Varicela grave y de muerte en niños con infección por el VIH no es tan
elevado como en los niños leucémicos; no es habitual que haya víctimas mortales y
complicaciones graves a causa de la Varicela en los niños infectados por el VIH. El HZ representa
una importante carga de infecciones por VVZ en los niños infectados por el VIH, cuyo riesgo es 10
a 25 veces mayor que el de la población general.

Se puede administrar simultáneamente con cualquier otra vacuna. Se debe aplicar en sitios
anatómicos diferentes. En la vacunación con virus vivos atenuados parenterales, se deben
administrar simultáneamente el mismo día, si no fuera posible, aplicar con un intervalo mínimo de
30 días.

Eventos supuestamente atribuidos a la vacunación o inmunización (ESAVIS):

ESAVIS es cualquier cuadro clínico patológico asociado temporalmente a la vacunación o


inmunización no existiendo necesariamente relación causal, motivando el inicio de la investigación
epidemiológica.

Definiciones de caso ESAVI severo:

Es todo cuadro clínico que implica uno o más de los siguientes criterios: a).Hospitalización.
b).Riesgo de muerte. c).Discapacidad. d).Fallecimiento. Puede clasificarse como: Evento
coincidente, evento relacionado con error programático u operacional, evento relacionado con los
componentes propios de la vacuna y evento no concluyente.

Costo efectividad de la Vacuna:

El Instituto Nacional de Salud, realizó una evaluación económica en la cual determinó que el costo
total de implementar la vacunación contra la Varicela es de 71.12 soles por niño vacunado. Una
estrategia de vacunación con una dosis a los niños de 12 meses significa un costo anual de 34,
261,202.86 soles. Costos similares a vacunas contra Neumococo y el virus del papiloma humano.

Experiencia post introducción de la vacuna:

Los siguientes eventos adversos adicionales han sido reportados:

• Desórdenes Generales: Anafilaxis (incluyendo shock anafiláctico) y fenómenos


relacionados como edema angioneurótico, edema facial y periférico; Anafilaxis en
individuos con o sin historial de alergias.
• Desórdenes oculares: Retinitis necrotizante (reportado en individuos
inmunocomprometidos)
• Desórdenes gastrointestinales: Nausea, vómitos.
• Desórdenes del sistema sanguíneo y linfático: Anemia aplásica, trombocitopenia
(incluyendo púrpura trombocitopénica idiopática).
• Infecciones e infestaciones: Varicela (cepa de la vacuna)
• Desórdenes nerviosos y psiquiátricos: Encefalitis, accidente cerebrovascular, mielitis
transversa, Síndrome de Guillain-Barré, parálisis de Bell, ataxia, convulsiones febriles y
no febriles, meningitis aséptica, mareo, parestesia, irritabilidad.
• Desórdenes respiratorios: Faringitis, neumonía/neumonitis, infección de vías
respiratorias superiores.
• Desórdenes de la piel: Síndrome de Stevens-Johnson, eritema multiforme, Púrpura de
Henoch-Schoenlein, Infección secundaria a bacterias en piel y tejido blando,
incluyendo impétigo y celulitis; Herpes zoster.

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