CANALES Y PUERTOS
“La ingeniería no es una ciencia. La ciencia estudia casos particulares para encontrar
leyes generales. La ingeniería hace uso de esas leyes para resolver problemas
particulares. En este sentido está más relacionada con el arte y la creación; como en
el arte, los problemas están indeterminados, existen múltiples soluciones, buenas,
malas o indiferentes. El arte consiste en, mediante una síntesis de propósitos e
intenciones, llegar a una buena solución. Es una actividad creativa, que requiere
imaginación, intuición y decisión”1
Magna cátedra para tan indigno discípulo. No se llega a un conocimiento tan profundo del arte
ingenieril, sino tras haber experimentado infinidad de fracasos, equivocaciones, errores, desilusiones,
en la resolución del problema planteado. Y lo he llamado arte, sí no me he equivocado; ya que la
resolución del problema planteado no se basa en la aplicación inmediata de un algoritmo
matemático, sino en la definición de una forma, soportada por un sistema estructural libremente
elegido, el cual es validado matemáticamente. Es un proceso de prueba y error: ¿es la forma la
adecuada?, ¿es válido el sistema estructural propuesto?, ¿estamos optimizando la estructura?, ¿se
está planteando una aberración?, ¿y si cambiando esta barra..?, ¿y si arriostramos la esquina..?; todo
lo aprendido en estos duros años de escuela, sale a flote, multitud de ideas, cientos de esquemas
sobre el papel, muchas noches toledanas..., el proceso creativo está en marcha, los números gordos
indican el camino. El utópico grial de la optimización estructural empieza a manifestar su
inexistencia, es sólo una mínima parte del proceso creativo, una herramienta útil en las últimas fases.
Sólo existe un folio en blanco donde dibujar bocetos,…uno tras otro, esperando que surja la chispa
creativa, no cayendo en la desesperación, ya que como decía Ramón y Cajal, “no hay cuestiones
agotadas sino hombres agotados en las cuestiones”.
Es un duro proceso de aprendizaje, donde hay que desenrollar la maraña y buscar la simpleza;
simpleza en las formas, limpieza en el recorrido de las cargas, sencillez en el sistema estructural,
claridad en la oscuridad, orden en el caos y por fin, la criatura nace.
“All of humanity now has the option to “make it” successfully and sustainably, by
virtue of our having minds, discovering principles and being able to employ these
principles to do more with less.”2
1
Ove Arup. “The world of the structural engineer”, 1968. Citado en Jones, Peter. “Ove Arup. Masterbuilder of the twentieth century”.
(Jones, 2006: 264).
2 Buckminster Füller: “Toda la humanidad tiene ahora la opción de "hacerlo " con éxito y de manera sostenible, en virtud de que tengamos
mentes, descubrir principios y ser capaz de emplear estos principios para hacer más con menos.”
ÍNDICE
1. - INTRODUCCIÓN .................................................................................................14
1.1.- OBJETIVO................................................................................................................................................... 14
1.2.- ALCANCE DEL TRABAJO ............................................................................................................................. 18
1.3.- FASES DEL TRABAJO .................................................................................................................................. 18
LISTADO DE ILUSTRACIONES
Ilustración 96.- Barra recta sometida a compresión. Fuente: Fenollosa (2011). .................................................. 91
Ilustración 97.- Tres primeros modos de pandeo de una barra biarticulada. Fuente: Fenollosa (2011). .............. 92
Ilustración 98.- Estados de equilibrio en pandeo. Fuente: Celigüeta Lizarza (1998). ............................................ 92
Ilustración 99.- Relación tensión crítica – esbeltez. Fuente: Fenollosa (2011). ..................................................... 93
Ilustración 100.- Distribución de tensiones. Fuente: Celigüeta Lizarza (1998). ..................................................... 95
Ilustración 101.- Definición de Et. Fuente: Celigüeta Lizarza (1998). .................................................................... 95
Ilustración 102.- Curva tensión-deformación. Fuente McGuire et al. (2000). ..................................................... 96
Ilustración 103.- Diagrama tensión-deformación no lineal. Fuente: Fenollosa (2011).......................................... 96
Ilustración 104.- Opciones del menú Design........................................................................................................ 100
Ilustración 105.- Diagrama de flujo del proceso de diseño. Fuente: CSI (2009). ................................................. 101
Ilustración 106.- Diagrama de flujo diseño a axiles. Fuente: CSI (2009). ............................................................. 102
Ilustración 107.- Diagrama de flujo diseño a pandeo. Fuente: CSI (2009)........................................................... 103
Ilustración 108.- Diagrama de flujo diseño a flexión. Fuente: CSI (2009). ........................................................... 104
Ilustración 109.- Diagrama de flujo resistencia a pandeo lateral. Fuente: CSI (2009). ....................................... 105
Ilustración 110.- Diagrama de flujo diseño a cortante. Fuente: CSI (2009). ........................................................ 106
Ilustración 111.- Definición de los apoyos. .......................................................................................................... 107
Ilustración 112.- Liberación de esfuerzos. ........................................................................................................... 108
Ilustración 113.- Definición geométrica del modelo matemático. ...................................................................... 109
Ilustración 114.- Discretización de barras. .......................................................................................................... 110
Ilustración 115.- Barras discretizadas.................................................................................................................. 110
Ilustración 116.- Mecanismo resistentes ante acciones horizontales.................................................................. 110
Ilustración 117.- Alternativas para dimensionamiento del módulo espacial.- .................................................... 112
Ilustración 118.- Alternativas diseño soportes. ................................................................................................... 113
Ilustración 119.- Características mecánicas de los aceros empleados. ............................................................... 115
Ilustración 120.- Coeficientes parciales para la resistencia, para estados límite últimos. Fuente: EAE. ............. 116
Ilustración 121.- Introducción de coeficientes de seguridad del material en SAP2000. ...................................... 117
Ilustración 122.- Pantalla de Auto Selections. ..................................................................................................... 118
Ilustración 123.- Ventana de diseño de una barra. ............................................................................................. 119
Ilustración 124.- Esquema soporte de la cubierta. Fuente: http://www.nilka.gr. ............................................... 122
Ilustración 125.- Tabla 3.1. Valores característicos de sobrecargas de uso. Fuente: CTE-DB-SE-A. .................... 123
Ilustración 126.- Valor básico de la velocidad del viento, vb. Fuente: CTE-DB-SE-A............................................. 125
Ilustración 127.- Coeficientes para tipo de entorno. Fuente: CTE DB SE-AE. ....................................................... 125
Ilustración 128.- Marquesinas a un agua. Esquema. Fuente: CTE DB SE-AE. ...................................................... 126
Ilustración 129.- Marquesinas a un agua. Coeficientes. Fuente: CTE DB SE-AE. ................................................. 126
Ilustración 130.- Sobrecarga de nieve en capitales de provincia. Fuente: CTE DB SE-AE. ................................... 128
Ilustración 131.- Zonas climáticas de invierno. Fuente: CTE DB SE-AE. ............................................................... 128
2
Ilustración 132.- Sobrecarga de nieve (kN/m ). Fuente: CTE DB SE-AE. .............................................................. 129
Ilustración 133.- Isotermas de Tª anual máxima del aire (ºC). Fuente: CTE DB SE-AE. ....................................... 130
Ilustración 134.- Temperatura mínima del aire exterior (ºC). Fuente: CTE DB SE-AE. ......................................... 130
Ilustración 135.- Zonas climáticas en invierno. Fuente: CTE DB SE-AE. ............................................................... 131
Ilustración 136.- Introducción temperatura del material. ................................................................................... 131
Ilustración 137.- Introducción de las temperaturas máximas y mínimas anuales. ............................................. 131
Ilustración 138.- Mapa de Peligrosidad Sísmica. Fuente: NCSE-02..................................................................... 134
Ilustración 139.- Introducción espectro NCSE-02 en SAP2000............................................................................. 136
Ilustración 140.- Masas para el cálculo del sismo. .............................................................................................. 136
Ilustración 141.- Introducción de información modal.......................................................................................... 138
Ilustración 142.- Valores del coeficiente de respuesta β Fuente: NCSE-02. ....................................................... 138
Ilustración 143.- Tablas de coeficientes de simultaneidad. Fuente: EAE. ............................................................ 142
Ilustración 144.- Tabla de coeficientes de simultaneidad. Fuente: CT-DB-SE. ..................................................... 142
Ilustración 145.- Tablas de coeficientes parciales de seguridad, para ELU. Fuente: EAE y CTE-BD-SE. ............... 143
Ilustración 146.- Coeficientes parciales de seguridad para Estados Límites de Servicio. Fuente: EAE. ............... 143
Ilustración 147.- Identificación de barras mal dimensionadas. ........................................................................... 149
Ilustración 148.- MOD_1. Envelope Details. ........................................................................................................ 150
Ilustración 149.- MOD_1. Summary for Combo and Station. .............................................................................. 151
Ilustración 150.- MOD_1. Flexural Details for Combo and Station. ..................................................................... 152
Ilustración 151.- MOD_2. Envelope Details. ........................................................................................................ 153
Ilustración 152.- MOD_2. Summary for Combo and Station. .............................................................................. 154
Ilustración 153.- MOD_2. Flexural Details for Combo and Station. ..................................................................... 155
Ilustración 154.- MOD_3. Envelope Details. ........................................................................................................ 156
Ilustración 155.- MOD_3. Summary for Combo and Station. .............................................................................. 157
Ilustración 156.- MOD_3. Flexural Details for Combo and Station. ..................................................................... 158
Ilustración 157.- MOD_4. Envelope Details. ........................................................................................................ 159
Ilustración 158.- MOD_4. Summary for Combo and Station. .............................................................................. 160
Ilustración 159.- MOD_4. Flexural Details for Combo and Station. ..................................................................... 161
Ilustración 160.- Definición parámetros de un nudo MERO™. Fuente: Lan (2005). ............................................ 164
Ilustración 161.- Relación entre diámetros de tornillos y de nodos. Fuente: Narayanan (2006). ....................... 164
Ilustración 162.- Reacciones existentes sobre los apoyos de la Losa-1. .............................................................. 165
Ilustración 163.- Disposición de las losas de cimentación. .................................................................................. 166
Ilustración 164.- Entrada datos del hormigón C40/50. ....................................................................................... 167
Ilustración 165.- Corrección del valor del Specified Concrete Comprensive Strengh, fc. ..................................... 167
Ilustración 166.- Obtención del armado. ............................................................................................................. 168
Ilustración 167.- Gráfico Tensión-Deformación del hormigón C40/50. ............................................................... 168
Ilustración 168.- Entrada de datos acero B400SD. .............................................................................................. 169
Ilustración 169.- Gráfico Tensión-Deformación del acero B400SD. ..................................................................... 169
Ilustración 170.- Dimensiones Losa de cimentación. ........................................................................................... 170
Ilustración 171.- Definición del elemento Shell.................................................................................................... 171
Ilustración 172.- Springs. a) Coeficiente de balasto vertical b) Coeficiente de balasto horizontal. ..................... 171
Ilustración 173.- Ubicación de Springs................................................................................................................. 172
Ilustración 174.- Identificación tipologías de losas de cimentación. ................................................................... 172
Ilustración 175.- Identificación de losas y apoyos. .............................................................................................. 176
Ilustración 176.- Tensiones existentes en la capa superior e inferior de las losas. .............................................. 178
Ilustración 177.- Secction Cut obtención cortante en ELU. .................................................................................. 184
Ilustración 178.- Obtención del canto útil para punzonamiento. ........................................................................ 185
Ilustración 179.- Obtención del perímetro crítico. ............................................................................................... 185
Ilustración 180.- Secction Cut obtención máximos flectores en ELS cuasi-permanente. ..................................... 189
Ilustración 181.- Disposición de armado en la zapata. ........................................................................................ 189
Ilustración 182.- Detalle esquina zapata. ............................................................................................................ 190
Ilustración 183.- Detalle zona de apoyo. ............................................................................................................. 190
Ilustración 184.- Esquema modelización apoyo. ................................................................................................. 191
Ilustración 185.- Modelo para evaluación de la resistencia a compresión del casquillo en T. ............................ 193
Ilustración 186.- Modelo para evaluación de la resistencia a compresión del casquillo en T. ............................ 194
Ilustración 187.- Dimensiones del apoyo 3. ......................................................................................................... 205
Ilustración 188.- Disposición de los apoyos en la losa. ....................................................................................... 205
Ilustración 189.- Ejecución losas de cimentación. ............................................................................................... 206
Ilustración 190.- Montaje de soportes. ................................................................................................................ 206
Ilustración 191.- Montaje de cabezas de soportes. ............................................................................................. 206
Ilustración 192.- Montaje de cubierta a cota cero. ............................................................................................. 206
Ilustración 193.- Montaje de equipos de izado.................................................................................................... 207
LISTADO DE GRÁFICAS
Gráfica 39.- Factores de pandeo con la estructura sin deformar MOD_4. .......................................................... 271
Gráfica 40.- Factores de pandeo con la estructura sin deformar MOD_4. .......................................................... 272
Gráfica 41.- Modos de pandeo. ........................................................................................................................... 277
LISTADO DE TABLAS
Tabla 1.- Cuadro resumen de ventajas y desventajas de las malla espaciales. ..................................................... 36
Tabla 2.- Espesores de malla recomendados......................................................................................................... 64
Tabla 3.- Valores obtenidos en SAP2000 para los porcentajes de participación modal. ....................................... 88
Tabla 4.- Composición cuantitativa de los modelos matemáticos. ..................................................................... 108
Tabla 5.- Modelos creados. ................................................................................................................................. 111
Tabla 6.- Modelos ejecutados.............................................................................................................................. 111
Tabla 7.- Coeficientes parciales para la resistencia del acero. Fuente: UNE-EN 1993-1-1. ................................. 116
Tabla 8.- Secciones tubulares. ............................................................................................................................. 117
Tabla 9.- Identificación de acciones actuantes. ................................................................................................... 121
Tabla 10.- Valores y localización cargas puntuales debidas al peso propio de la cubierta. ................................ 122
Tabla 11.- Valores y localización cargas puntuales debidas a la sobrecarga de uso........................................... 124
Tabla 12.- Valores de presión estática................................................................................................................. 127
Tabla 13.- Valores de succión estática. ............................................................................................................... 127
Tabla 14.- Valores y localización cargas puntuales debidas a la nieve................................................................ 129
Tabla 15.- Picos de aceleración y velocidad, registrados en terremoto principal. Fuente: IGN (2011). .............. 139
Tabla 16.- Verificación condición UNE-EN 1993-1-1§ 5.3.2(4)B. ......................................................................... 147
Tabla 17.- Presentación de resultados. ............................................................................................................... 149
Tabla 18.- Características de los tornillos. ........................................................................................................... 162
Tabla 19.- Resumen de la tornillería empleada. .................................................................................................. 163
Tabla 20.- Cuadro de interacción Diámetro tornillo – Diámetro nudo. ............................................................... 164
Tabla 21.- Cuadro resumen nodos empleados. ................................................................................................... 165
Tabla 22.- Identificación y valores de los elementos Spring. ............................................................................... 171
Tabla 23.- Combinaciones de cargas a efectos de comprobaciones geotécnicas................................................ 173
Tabla 24.- Desplazamientos y presiones sobre el terreno en LOSA-A. ................................................................. 174
Tabla 25.- Desplazamientos y presiones sobre el terreno en LOSA-B. ................................................................. 175
Tabla 26.- Combinaciones de cargas que provocan tracciones en los apoyos. ................................................... 177
Tabla 27.- Máximos desplazamientos en losas. .................................................................................................. 177
2
Tabla 28.- Cuantías de armado en mm /m. ........................................................................................................ 180
2
Tabla 29.- Losa A. Valores de las cuantías expresados en m /m. ........................................................................ 181
2
Tabla 30.- Losa B. Valores de las cuantías expresados en m /m. ........................................................................ 182
Tabla 31.- Valores nominales de fyb y fub. Fuente: EN-1993-1-1. ........................................................................ 192
Tabla 32.- Valores nominales de fyb y fub para tornillos. Fuente: EN-1993-1-8. ................................................... 192
Tabla 33.- Coeficiente de correlación soldaduras en ángulo. Fuente: EN-1993-1-8. .................................... 192
Tabla 34.- Área resistente de los pernos empleados. .......................................................................................... 193
Tabla 35.- Modos de fallo a tracción. .................................................................................................................. 195
Tabla 36.- Efecto palanca y modos de fallo. Fuente: EN-1993-1-8. ..................................................................... 195
Tabla 37.- Resistencia en los modos 1 y 1-2.- Fuente: EN-1993-1-8. ................................................................... 196
Tabla 38.- Resistencia en los modos 2 y 3.- Fuente: EN-1993-1-8. ...................................................................... 197
Tabla 39.- Resistencia en el modo 4. Fuente: EN-1993-1-8. ................................................................................ 198
Tabla 40.- Fuerzas resultantes en el apoyo 1050. ............................................................................................... 200
Tabla 41.- Valores de cálculo de los apoyos. ....................................................................................................... 200
Tabla 42.- Máximos desplazamientos obtenidos. ............................................................................................... 222
Tabla 43.- Flechas relativas verticales. ................................................................................................................ 223
1. - INTRODUCCIÓN
1.1.- OBJETIVO
El objetivo del presente trabajo es dar cumplimiento al Plan de Estudios del Master en Ingeniería de Caminos,
Canales y Puertos que se imparte en la Escuela Universitaria de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos y de
Ingeniería de Minas, perteneciente a la Universidad Politécnica de Cartagena.
Se presenta este Proyecto Fin de Master donde se dimensiona, con destino a un espacio comunitario una gran
marquesina que debe de tener unas dimensiones libres, en planta, de 112,50 x 49,50 metros y una altura libre
de 18,00 metros (Ilustración 1). Se pretende que la estructura incorpore sencillez y modernidad, y que no
interrumpa la continuidad visual del entorno donde se situará. Para ello se propone construir una estructura
espacial de doble capa donde la cubierta se encuentra soportada por ocho columnas que continúan el sistema
espacial, dándole continuidad a modo de pórticos. La estructura es ejecutada íntegramente mediante el
sistema estructural de malla espacial de doble capa, empleando el sistema constructivo MERO™. La estructura
es calculada, teniendo en cuenta los efectos de 2º orden.
Esta tipología estructural no forma parte de las estudiadas durante la realización del Master. Pero se poseen los
conocimientos, habilidades y herramientas adquiridas durante el proceso de formación, de manera que se
podrá obtener el dimensionamiento estructural de la misma. A modo de disculpa, se constata que solamente
dentro de la asignatura de Estructuras IV de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de la
Coruña, se tratan estas estructuras con un mínimo de profundidad.
En su acepción más generalista, una estructura espacial es un sistema portante formado por un conjunto
tridimensional de elementos resistentes, que requiere de un espacio en tres dimensiones para desarrollar su
comportamiento estructural y ser estable. Esta concepción espacial permite soportar cargas aplicadas en
cualquier punto y en cualquier dirección o ángulo con respecto a la superficie de la estructura de forma que,
sus acciones exteriores, fuerzas internas y desplazamientos se producen más allá de un único plano a diferencia
de una estructura plana, en la cual las acciones externas e internas se encuentran, en este caso, en un único
3
plano (Señís López, 2014).
3
Este plano contiene la estructura en su estado inicial sin carga y en su estado deformado debido a las cargas.
De hecho, las estructuras espaciales son una denominación que sirve para referirse a un conjunto de familias
estructurales (Eekhout, 1989) como son las mallas espaciales continuas (losas, láminas, membranas, etc.),
estructuras espaciales malladas o de entramado (partes discretas) o estructuras espaciales biformes (partes
discretas y partes continuas), para englobar los distintos tipos de formas como son bóvedas de cañón, cúpulas,
sistemas de membranas, formas Tensegrity, etc. que se construyen utilizando distintos materiales como acero,
aluminio, madera, hormigón u otros materiales de construcción o una combinación de ellos.
Durante la realización de este trabajo al hacer referencia a las estructuras espaciales, se está hablando de
sistemas estructurales compuestos por elementos lineales unidos de tal modo que las fuerzas son transferidas
de forma tridimensional. Pueden tomar cualquier tipo de forma, tanto plana como curva. Sus elementos son
prefabricados y no precisan para el montaje de medios de unión distintos de los puramente mecánicos. Esto en
contraste con las estructuras planas compuestas por elementos lineales, donde no se involucran más de dos
dimensiones.
Las mallas espaciales vienen a devenir como las formas optimizadas mediante el vaciado (Ilustración 2) de un
elemento resistente superficial para obtener su correspondiente estructura espacial compuesta por elementos
lineales o barras, cuyo comportamiento se caracteriza por una mayor eficiencia estructural, en parte, gracias a
su ligereza. Dicha eficiencia estructural se consigue mediante la disposición de las barras de acuerdo a las
direcciones de las tensiones principales, ya sean de compresión o de tracción, para obtener un diseño en base a
la optimización estructural (Señís López, 2014).
Ilustración 2.- Estructura laminar continua en forma de cáscara y la correspondiente cúpula espacial triangulada compuesta
por barras, para su optimización estructural. Fuente: Zanno (1987).
De igual manera las estructuras espaciales, tienen su origen en la optimización de las estructuras
bidimensionales (Ilustración 3 e Ilustración 9). Al intentar enfrentarse una celosía plana a problemas de grandes
cargas concentradas con deformaciones aceptables se ha tenido que recurrir, primero a su arriostramiento,
después a la formación de entramados de celosías y por último a la sustitución del elemento básico resistente
de la celosía plana, el triángulo, por el octaedro o el tetraedro que es la unidad básica de la celosía espacial.
Ilustración 3.- Celosía plana vs. Celosía espacial. Fuente: Chilton (2000).
Como indica asimismo Eekhout (1989), el concepto de estructura espacial se puede definir desde distintos
puntos de vista:
• Estructuralmente: las estructuras espaciales son un sistema portante que requiere de un análisis
tridimensional que no puede ser analizado en términos de cooperación de elementos en dos
dimensiones o planos.
• Topológicamente: las estructuras espaciales en arquitectura son las estructuras destinadas al logro de
un mayor espacio o superficie arquitectónica, como son las estructuras de cubierta.
• Arquitectónicamente: las estructuras espaciales definen un espacio impactante, envolviendo al
espectador en las tres dimensiones.
Dentro de las estructuras espaciales formadas por elementos lineales tenemos dos posibles grandes grupos:
Mallas formadas por una sola capa o estructuras monocapa, conocidas también como estructuras laminares o
de tipo membrana (Ilustración 4 e Ilustración 5). Constituyen superficies estructurales tridimensionales que del
mismo modo que las membranas delgadas, las mallas obtienen su resistencia a través de su geometría espacial,
por lo que suelen estar plegadas o curvadas. Con una sola curvatura suelen formar bóvedas y con dos
curvaturas superficies sinclásticas (cúpulas) o anticlásticas (paraboloides).
Ilustración 4.- New Milan Trade Fair. Cubierta sobre pabellón central. Fuente: Stephanl, et al. (2014).
En estas estructuras los nudos se sitúan sobre la superficie generatriz. A partir de esta superficie la estructura
se materializa mediante un mallado de triángulos o cuadriláteros, de modo que el conjunto constituye un
poliedro inscrito en la citada superficie. Los ejes de las barras de la estructura real coinciden con las aristas del
citado poliedro. Salvo en algunas estructuras con geometrías muy sencillas y regulares, por ejemplo en las
bóvedas cilíndricas (que presentan curvatura simple) o en determinadas tipologías de cúpulas (siempre que
tengan simetría de revolución), el grado de diversidad de las barras y de los ángulos que forman entre ellas es
extraordinariamente elevado, aspecto que condiciona fuertemente los procesos de producción. Estas mallas se
distinguen entre sí según la retícula que las forma, pudiendo trabajar independientemente o conjuntamente
con el revestimiento (Ilustración 6).
Ilustración 6.- Detalle del interior del New Milan Trade Fair. Fuente: http://www.archdaily.com.
Mallas formadas por dos o más capas: Son elementos resistentes formados por yuxtaposición en el espacio de
módulos con distintas formas geométricas. Éstas, a su vez, están constituidas por la unión de nudos y barras de
acero. Según la disposición de estos elementos entre sí mismos, pueden ser de base cuadrada o triangular. Se
generan añadiendo unidades espaciales de tipo piramidal (poliedros formados al unir dos emparrillados
mediante diagonales) o bien conectando dos mallas planas paralelas mediante elementos situados en planos
verticales. Al contrario que con las mallas de una capa, las de dos o más capas presentan resistencia a flexión
producida por las cargas exteriores, por lo que no necesitan curvarse, ya que no precisan resistir por forma.
Se está ante una solución en la que la estructura está contenida en la superficie de la cubierta y que por lo
tanto trabaja globalmente recurriendo a esfuerzos contenidos en dicha superficie, es decir existe un
comportamiento predominante de esfuerzos axiles de tracción-compresión (Alonso Fernández et al., 1990).
Al contrario con lo que ocurre con otras grandes estructuras, la información técnica y la literatura disponible
sobre las mallas espaciales de doble capa es poca e incompleta, a pesar de las grandes obras que se han
4
ejecutado en nuestro país, poniendo por ejemplo el gran hangar construido por Iberia (Insausti et al., 2012)
en el aeropuerto del Prat de Llobregat en Barcelona (Ilustración 7). Los sistemas constructivos, las
5
características de los elementos y materiales empleados y los procedimientos de cálculo empleados se
6
encuentran sometidos a la protección de patentes o bien son secretos industriales . De manera, que cuando se
pretende calcular y/o construir una malla espacial, obligatoriamente se debe de acudir a uno de las cuatro o
cinco empresas que en España se dedican a ello, y esto es un calco de lo que ocurre en el resto de países
(Sánchez-Alvarez, 2014). Por ello, este PFM pretende realizar una pequeña aportación sobre el uso de estas
tipologías constructivas.
Definido el gran objetivo del presente trabajo, se procede a definir ahora los objetivos específicos del mismo:
4
Inaugurado en octubre de 2010 el hangar de Iberia situado en el aeropuerto de El Prat recibe el nombre de “la gran sonrisa” por la forma
que adopta el edificio acristalado por el exterior. Tiene una superficie de 13.200 metros cuadrados. El edificio, con 40 metros de altura y 200
de luz libre de soportes y apoyos, es el único hangar de España que puede albergar al Airbus 380, el avión comercial más grande del mundo.
5
El primer software de cálculo de mallas espaciales que se programó en España fue realizado en el Centro de Estudios e Investigaciones
Técnicas de Guipúzcoa (CEIT) y fue adquirido posteriormente por la empresa ORION VOLUME especialistas del sector para su exclusivo uso.
http://orion-spaceframe.com.
6
Un ejemplo de tal política se encuentra en un programa dedicado a la generación de mallas espaciales denominado GENERADOR
desarrollado por Lanik Ingenieros, S.A. el cual se pudo descargar durante un breve tiempo en la web de la empresa, probablemente por
error y que a fecha de hoy, es imposible encontrar de un modo legal, ya que la empresa no lo facilita. En la bibliografía se ha encontrado
una referencia sobre un software de generación de mallas espaciales denominado KONDAR 2.0 desarrollado por la Universidad Técnica de
Darmstadt de la República Federal de Alemania, el cual se encuentra implementado dentro del software de la casa MERO (Sánchez-Alvarez,
2014)
Para poder definir el alcance del trabajo, se debe encuadrar correctamente el tipo estructural que se calculará,
dentro de todo el espectro existente.
Se presenta pues, un sistema estructural tridimensional de curvatura total nula7, discontinuo rígido, formado
por barras sometidas a axiles de tracción o de compresión; cuyas condiciones de vínculo la dotan de un elevado
hiperestatismo y donde sus elementos resistentes se encuentran agrupados formado capas vinculadas entre
sí; en nuestro caso, dos capas.
Estas estructuras se caracterizan por estar constituidas, de elementos muy simples (barras y nodos) que se
ensamblan en obra por atornillado para formar el conjunto estructural. La topología, distribución geométrica
de barras en el espacio, se consigue como consecuencia de la repetición y yuxtaposición de poliedros sencillos
correspondiéndose las barras con las aristas de aquéllos y los nodos con sus vértices (Martínez Apezteguia,
2000).
En el diseño de esta estructura no se realizará ningún aprovechamiento de la capacidad resistente por forma,
con el objetivo de presentar este sistema estructural de la manera más simple posible y poder ver la potencia
estructural del sistema propuesto.
Se efectuará un cálculo estructural teniendo en cuenta los efectos de segundo orden, cuyo origen está en el
material empleado, en las pequeñas deformaciones de las barras y en los posibles grandes desplazamientos de
la estructura, todo ello de acuerdo con UNE-EN 1993-1-3 y el Anexo Nacional AN/UNE-EN 1993-1-3.
El presente trabajo se encuentra organizado en siete capítulos, siendo el primero de ellos la presente
introducción.
El capítulo 2 enmarca el campo de uso de las estructuras espaciales, describiendo los factores, características y
mecanismos que han influido en su gran implantación; se hace un repaso histórico de su desarrollo,
presentando las ventajas y desventajas de su aplicación. Son presentadas las tipologías de mallas espaciales
7
Se define una superficie de curvatura total nula como aquella en la que una de las líneas, o ambas (generatriz y directriz) sea una recta,
donde el producto de sus curvaturas será siempre nulo, por ser uno de los factores (o ambas), iguales a cero. En el caso nuestro, al ser una
superficie plana, las dos curvaturas son nulas.
horizontales, así como las distintas clasificaciones existentes. Se presentan los principales sistemas
constructivos y los elementos que los forman. Se describen los distintos sistemas de soporte y apoyo. Son
enunciados los parámetros principales de diseño y los sistemas de erección disponibles.
En el Capítulo 3 se hace una descripción del comportamiento estructural de las mallas espaciales, y de los
problemas que se han sucedido a lo largo del tiempo con las estructuras existentes. Se repasan los métodos de
cálculo empleados, haciendo especial incidencia en aquellos que tienen en cuenta los efectos de segundo
orden. Dentro del cálculo modal, se presenta el método de vectores de Ritz como alternativa al método de
autovectores. Se enuncian los métodos de cálculo dinámico destinados a la simulación de los efectos símicos.
Por último, se describe el programa SAP2000.
En el Capítulo 4 se procede a la creación del modelo matemático en SAP2000 de la estructura espacial. Para
ello se definen geometría, materiales, secciones, tipos de elementos, vinculaciones, restricciones y condiciones
de contorno. Se identifican y definen todas y cada una de las solicitaciones, junto con sus coeficientes de
seguridad y combinación. Se establecen las distintas combinaciones de acciones para cada uno de los estados
límite. En este capítulo se recurre casi en exclusiva a la normativa española, ya que no se han aprobado los
Anejos Nacionales correspondientes al cálculo de acciones (Eurocódigo-0) y al cálculo sísmico (Eurocódigo 8).
En el Capítulo 5 se realiza el dimensionamiento y optimización de todos los elementos que formal el modelo
estructural; es decir: barras, nodos, apoyos y losas de cimentación. La reciente aprobación de los Anejos
Nacionales permite que sean realizados empleando la metodología de los Eurocódigos-2 y 3. Para el resto de
cálculos que no cuentan con transposición a la normativa española, se emplean los Documentos Básicos del
Código Técnico. La verificación automática de las barras es realizada mediante el empleo de SAP2000.
En el Capítulo 6 se ha realizado un detallado análisis de los efectos de las acciones tanto a nivel individual,
como a sus combinaciones para Estado Límites últimos y Estados Límites de Servicio. Se han obtenido los
periodos de vibración empleando dos métodos: autovectores y vectores de Ritz. La estructura ha sido sometida
al evento sísmico de Lorca. Se ha estudiado su comportamiento a pandeo. Todo ello tanto en el campo lineal
como en el no lineal.
Por último en el Capítulo 7, se presentan una serie de conclusiones obtenidas durante la realización de este
trabajo y posibles líneas para futuros trabajos.
2.1.- INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas, la proliferación de estructuras espaciales (Estévez Cimadevila et al., 2013) se debe
principalmente a su gran potencial estructural y a su belleza visual, tanto por los elementos constituyentes que
intervienen, como por las superficies que se generan. Se han construido estadios deportivos, pabellones de
exposiciones, edificios de congresos, terminales de transporte, hangares, talleres y almacenes (Del Campo et
al., 2003; Martínez Calzón y Ladrón de Guevara, 2003). No solo se han utilizado para proyectos donde es
preciso salvar grandes luces, sino que están siendo empleados para recintos de medianas y pequeñas luces,
como pérgolas, marquesinas, etc. El empleo de las estructuras espaciales en la construcción de hangares,
donde se han de combinar las necesidades de grandes espacios diáfanos, junto con elevadas solicitaciones, ha
experimentado un espectacular avance en los últimos veinte años (Insausti et al., 2012) y son un magnífico
ejemplo de toda la potencia de esta tipología estructural.
La necesidad de crear espacios cubiertos de dimensiones cada vez más grandes, sin pilares intermedios,
adaptados a las exigencias arquitectónicas, de lograr un equilibrio entre luz, peso propio y sobrecargas, han
8
llevado a la búsqueda de soluciones estructurales basadas en la triangulación en el espacio, pasando de la
9
celosía plana a la estructura espacial ; donde el elemento básico estable que sustituye al triángulo suele ser el
tetraedro, que combinado con medios octaedros, ofrece por un lado la célula espacial más rígida; el tetraedro,
y por otra, se logra cerrar un espacio mediante un artificio ideal de composición que lo llena. Dos conceptos
arquitectónicos de primer orden, cerrar y llenar el espacio, se dan juntos en este diseño. Dando lugar a un
elemento resistente formado por la unión en el espacio de módulos con distintas formas geométricas,
10
formadas por la unión de barras y nodos de acero, a este elemento básico se le denomina módulo resistente
(Ilustración 8).
11
Denominamos estructura espacial al elemento resistente formado por la yuxtaposición en el espacio de
módulos con distintas formas geométricas. Éstas, a su vez, están constituidas por la unión de nodos y barras de
acero. Según la disposición de estos elementos entre sí mismos pueden ser de base cuadrada o triangular
8
Füller, manifestó que: “….la triangulación y la forma esférica, deben ser las bases del espacio contemporáneo”.
9
Partiendo de una configuración plana reticulada triangular, agregando tres barras concurrentes a un nudo entre sí, por un extremo, y a
cada nudo de la configuración base, habremos obtenido una estructura indeformable espacial reticulada triangular. Las cargas que actúan
en los nudos se distribuyen según diferentes direcciones en el espacio, coincidentes con las barras (resulta una distribución de fuerzas muy
racional).
10
Suele ser una pirámide de base cuadrada, un tetraedro, un prisma de base triangular, etc.
11
No existe todavía un consenso sobre su denominación. En España se las llama genéricamente estructuras tridimensionales, mallas
espaciales, mallas estéreas o estructuras espaciales. Dependiendo del número de capas se las denominan: estructuras espaciales
monocapa, bicapa o de doble capa, tricapa, etc. A las monocapa, es posible encontrarlas en la bibliografía como emparrillados planos. En
Hispanoamérica se las conoce como reticulados espaciales, estereoestructuras, coberturas espaciales reticulares, parrillas de doble capa,
grillas o tridilosas. En inglés son conocidas indistintamente como space frames, latticed structures o roof truss que es como se denominan
en SAP2000. Según el número de capas, tenemos que las bicapa son denominadas doublé-layers grids; las estructuras monocapa, se
identifican por su curvatura, así tenemos braced vault, braced dome, o lattice shell.
El comportamiento del conjunto es similar al de una placa en la cual las flexiones según dos direcciones
ortogonales quedan canalizadas a través de las barras horizontales y los esfuerzos cortantes son soportados
por las diagonales (Martínez Apezteguia, 1981). Normalmente las conexiones entre las barras son tales que
permiten ser consideradas como articulaciones puras; en consecuencia dichas barras, a menos que reciban
12
acciones directas del exterior, quedan exclusivamente sometidas a esfuerzos axiles . El trabajo conjunto de
todos los elementos y el reparto de los esfuerzos, en varias direcciones principales, hace que los valores
máximos de las solicitaciones sean normalmente muy inferiores a los que se producirían en una estructura
equivalente constituida por celosías planas.
13
Ilustración 10.- Nodo Lignum en malla espacial de madera . Fuente: Vázquez Rodríguez (2001).
Si entendemos eficiencia, como la habilidad de lograr una amplia distribución de la carga aplicada, estamos
ante una tipología estructural dotada de un alto grado de hiperestaticidad que logra una distribución más
uniforme de los esfuerzos sobre la estructura completa, lo que beneficia a la estabilidad y rigidez del conjunto.
Se produce una disminución de las solicitaciones sobre sus elementos constituyentes (barras y nodos), que
12
La aparición de cortantes y flectores, es debido al peso propio de las barras.
13
Sala polivalente en Arbón (Suiza 1985).
junto con la eliminación de elementos secundarios permite una reducción considerable del peso respecto a las
estructuras tradicionales. El alto grado de hiperestaticidad dota a estas estructuras de una gran libertad en la
disposición de puntos de apoyo, el montaje y desmontaje por medio de elementos fácilmente transportable y
apilables y un excelente comportamiento en caso de incendio o sismo. Los miembros de las estructuras
espaciales pueden ser de acero, aluminio, madera (Ilustración 10) (Estévez Cimadevila et al., 2013), bambú
(Linheiro Martins, 2012), plásticos reforzados con fibra de vidrio (Hagio et al., 2003) y en casos excepcionales,
14
hormigón armado .
Generalmente, las barras de la malla espacial están articuladas y, por lo tanto, desarrollan únicamente
esfuerzos axiles de tracción y compresión. Si los nodos son rígidos, puede adoptarse como hipótesis de cálculo
que están articulados, ya que los momentos producidos son despreciables (Basset Salom, 2013).
Algunos de los factores que han influido en el rápido desarrollo de las estructuras espaciales son:
Hasta mediados del siglo XVIII los materiales básicos empleados en la construcción eran la piedra, la madera y
el ladrillo. El mecanismo resistente estaba basado en la resistencia a comprensión que daba lugar a estructuras
pesadas con luces limitadas.
La Revolución Industrial y la aparición del ferrocarril originaron por un lado que el hierro se incorporase al
mecanismo resistentente de las construcciones de la época y por otro lado que se precisasen estructuras más
ligeras que pudiesen abarcar luces impensables hasta la época para poder ejecutar puentes, estaciones,
fábricas, etc. De manera que se desarrollaron nuevas formas de estructuras metálicas.
Cavia Sorret (1993), Sampaio (2004) y otros autores, situan el inicio de las estructuras de mallas en la
arquitectura en el periodo que va de 1806 a 1811 con el diseño y la construcción de la primera cúpula mallada
de hierro del mundo: el Halle au Blé (Mercado del Trigo) en París (Ilustración 11) obra del arquitecto francés
François-Joseph Bélanger (1744-1818) y del ingeniero François Brunet. Al que siguieron multitud de
realizaciones por parte de los más insignes arquitectos e ingenieros de la época: el Royal Pavilion de Brighton,
obra a cargo del arquitecto John Nash; el invernadero de la Syon House, diseñada por el arquitecto ingles
Charles Fowler; Crystal Palace en Hyde Park (Londres, 1851) de Joseph Paxton; las cupulas portantes de
entramado metalico del ingeniero Johann Wilhelm Schwedler; etc.
14
Aunque el hormigón tiene un alto peso y las secciones transversales de las barras son grandes, el desarrollo de técnicas de prefabricación
y pretensado permitió la fabricación de secciones transversales más reducidas, adecuadas para ser usadas en el diseño de estructuras
espaciales. La unión de estos elementos puede realizarse con tornillos y cemento (Narayanan, 2006). El uso de estructuras de hormigón
espaciales puede ser una solución viable en los países donde la mano de obra es barata y la producción de acero es pequeña y de elevado
coste, como que ocurre en las naciones menos desarrolladas.
Pero respecto a las mallas espaciales de doble capa, se tiene que situar su origen en los trabajos que de forma
independiente desarrollaron Alexander Graham Bell (1847-1922) y Richard Buckminster Füller (1895-1981).
Aunque, Tripeny (1999) tomando de Schueller (1983), identifica a August Föple como el primer autor que
publica un tratado sobre mallas espaciales en 1881.
15
Alexander Graham Bell hacia 1900, a partir de sus estudios sobre aparatos voladores (Vazquez Rodriguez,
2001), desarrolló una notable investigación acerca de la capacidad estructural de las mallas espaciales de
tetraedros, poniendo de manifiesto su rigidez, ligereza y elevada capacidad portante. En 1907, empleando
tetraedros creó una estructura espacial (Ilustración 12) formada por varias capas de barras de igual longitud
unidas por conexiones simples.
Ilustración 12.- Bell posa junto a una de sus creaciones. Fuente: Muñoz Vidal (2001).
Tal y como dice Chilton (2000), Bell examinó las propiedades de ligereza y alta resistencia proporcionadas por
16
las formas rígidas tridimensionales tetraédricas y las incorporó en muchos de sus proyectos , como la torre de
17
observación en Beinn Bhreagh . (Ilustración 13).
15
En 1906, junto con algunos colegas fundó la Aerial Experiment Association para intentar construir aeroplanos empleando estructuras
tridimensionales.
16
En un artículo sobre construcción de cometas publicado en el National Geographic Magazine, Bell afirmó que:”Of course, the use of a
tetrahedral cell is not limited to the construction of a framework for kites and flying-machines. It is applicable to any kind of structure
whatever in which it is desirable to combine the qualities of strength and lightness. Just as we can build houses of all kinds out of bricks, so
we can build structures of all sorts out of tetrahedral frames and the structures can be so formed as to possess the same qualities of
strength and lightness which are characteristic of the individual cells”
17
Situada en Victoria County, Nova Scotia, Canada.
18
Ilustración 13.- Torre de observación y noticia de la época . Fuente: http://www.grunch.net/.
Sin embargo, estas estructuras no tuvieron éxito inmediato, debido principalmente a la dificultad para ejecutar
las conexiones entre las barras, porque en ese momento sólo se disponía de remaches y tornillos, a un alto
costo.
Destaca el impresionante trabajo del ingeniero y científico Vladímir Shújov (1853-1939), que inventó, diseñó y
calculó estructuras espaciales que se caracterizaban por su simplificado proceso de producción, pero
especialmente por su ligereza, en comparación con otras de las mismas características, reduciendo así de
forma significativa el peso propio de las estructuras. Está considerado entre los más importantes ingenieros
europeos. Lidera junto con Buckminster Füller, Frei Otto y Frank Gehry la vanguardia en arquitectura de formas
19
orgánicas . Shújov fue el primero en utilizar el hiperboloide como elemento constructivo. Entre sus proyectos
se pueden citar la Torre de Shújov (Ilustración 14) en Moscú, puentes, estaciones, torres hiperbólicas,
pabellones para exposiciones, etc.
Durante las décadas de 1950 y 1960 arquitectos e ingenieros exploran la estética y modularidad de las mallas
20
espaciales, pero es Richard Buckminster Füller , quien las aplicó al mundo arquitectónico. En 1945 empieza sus
18
"Climaxing Bell's architectural experiments with tetrahedral structures was an observation tower at Beinn Bhreagh, his summer estate
near Baddeck, Nova Scotia. Each unit for this tower consisted of six 4-foot pieces of ordinary galvanized iron pipe and four connecting nuts;
the units, themselves, were riveted together in the field by unskilled labor. Upon its completion in September 1907, the tower stood nearly
80 feet high."
19
Las mallas espaciales forman un conjunto de gran repetibilidad geométrica, recordando en cierto modo y no por casualidad, las
organizaciones más elementales de la naturaleza (Ramaswamy, et al., 2002) como son las de los átomos para componer los cristales
moleculares.
20
Füller es considerado por muchos, el padre de las estructuras desplegables. Fue promotor del estudio, investigación y aplicación de la
Tensegridad; principio estructural basado en el empleo de componentes aislados comprimidos que se encuentran dentro de una red tensada
21
investigaciones sobre arquitectura de emergencia. En 1953 realiza algunas cúpulas geodésicas desplegables ,
como la que vemos en la Ilustración 15. Son destacables especialmente sus trabajos sobre la generación de
poliedros a partir del macizado del espacio con esferas y sobre la triangulación geodésica de la superficie
esférica (Vazquez Rodriguez, 2001). Füller caracterizó sus obras basándose en las formas geométricas de la
naturaleza, ya que sus diseños se basan en una excepcional rigidez estructural, gran ligereza, bajo consumo
energético, elevada capacidad de reciclaje y optimización del proceso de construcción, como indica Makowski
(1981).
Emilio Pérez Piñero (1936-1972) inició su interés por las estructuras desplegables en el año 1961 con un
22
proyecto premiado por la Unión Internacional de Arquitectos . Se trataba de una cúpula desplegable, de 32 m
de luz, 11 de flecha y 3.000 Kg. de peso que serviría de teatro ambulante para 500 personas (Ilustración 16). Su
malla es sustancialmente diferente a la de Füller, en cuanto que esta es de doble capa, de espesor constante, y
aquella de una sola. La obra de este genio murciano fue muy extensa, a pesar de su prematura muerte
(Varcarcel y Escrig, 1992), una simple enumeración de sus inventos puede ser muy esclarecedora:
continua, de tal modo que los miembros comprimidos (generalmente barras) no se tocan entre sí y están unidos únicamente por medio de
componentes traccionados (habitualmente cables) que son los que delimitan espacialmente dicho sistema. A los elementos comprimidos los
definía Füller como «pequeñas islas de compresión en un mar de tracción». El término Tensegridad, proveniente del inglés Tensegrity,
término arquitectónico acuñado por Buckminster Füller como contracción de tensional integrity (integridad tensional).
21
La idea pionera de combinar triángulos con el arco fue del ingeniero Alemán, Dr. Walther Bauerdfeld, cuando diseñó el primer
planetarium del mundo, construido en Jena, Alemania en 1922. Sin embargo fue Buckminster Füller, el que primero concibió el concepto de
Geodesic domes. Estas estructuras esféricas o parcialmente esféricas, formadas por una red de triángulo. En 1954 patenta el sistema
geodésico en varias alternativas: mallas rígidas, plegable y chapas machihembradas ( Muñoz Vidal, 2001).
22
Félix Candela, Buckminster Füller y Ove Arup componen parte del jurado que considera “una aportación técnica de primer orden, la
Estructura Desplegable diseñada por Emilio Pérez Piñero para su teatro”.
Ilustración 16.- Pérez Piñero, junto a una de sus creaciones. Fuente: Fundación Emilio Pérez Piñero.
Una de las pocas obras que se conservan del arquitecto Pérez Piñero es la cúpula del Teatro-Museo Dalí en
Figueras (Ilustración 17), que el propio Pérez Piñero no pudo ver finalizada y que fue terminada por su hermano
y colaborador en el proyecto (Señís López, 2014).
Ilustración 17.- Cúpula geodésica Teatro-Museo Dalí. Fuente: Fundación Emilio Pérez Piñero.
La construcción con mallas espaciales en España tuvieron su primer ejemplo en las cubiertas de las naves de
ensayos del Instituto Eduardo Torroja de Madrid. Terminadas en 1952 con diseño del mismo Torroja y
Florencio del Pozo, fueron concebidas como una serie de bóvedas cilíndricas reticuladas transversales a la nave,
cubriendo luces de 15 m.
Otros arquitectos e ingenieros que contribuyeron a su desarrollo después de la segunda Guerra Mundial fueron
Duchateau, Friedman, Emmerich, Lederer, Le Ricolais o Makowski, aunque la utilización consciente de las
ventajas estructurales que se obtienen al combinar módulos triangulares es reciente. Tal como señala Señís
López, R. (2014) como ejemplo de arquitectos de reconocido prestigio internacional a lo largo de las últimas
décadas que han empleado este sistema en sus obras se tiene a Jörg Schlaich, Frei Otto, Arata Isozaki,
Massimiliano Fuksas o Shigeru Ban.
Durante las últimas décadas el empleo de las estructuras espaciales en la construcción ha tenido un
espectacular desarrollo, fundamentalmente bajo la perspectiva de conseguir un alto grado de prefabricación.
Este aspecto ha permitido importantes ahorros de mano de obra tanto en fabricación como en montaje.
La complejidad del cálculo requerido para su dimensionamiento constituyó durante muchos años una
importante limitación en sus aplicaciones. Pero, la generalización del empleo de los ordenadores ha permitido
el análisis rápido y preciso de estas estructuras y ha propiciado enormemente su competitividad. Hasta la
aparición y el uso generalizado de los ordenadores personales, uno de los métodos más utilizados fue el de
asimilación a placas planas (Ilustración 18). En España existió una NTE (Norma Técnica de Edificación), donde se
presentaban una serie de tablas que permitían su diseño o prediseño.
En lo que respecta al desarrollo de los sistemas constructivos las investigaciones se han centrado en el diseño
del elemento primordial en las mallas: el nodo de enlace. En el año 1940, Konrad Wachsman (1901-1980)
(Ilustración 19) sistematiza las geometrías espaciales desarrollando un conector universal, compuesto por una
combinación de cuatro elementos estándar, que permite a cada nodo recibir hasta 20 barras tubulares
(Ilustración 20).
23
En la Ilustración 21 aparece el Dr. Max Mengeringhausen (1903-1988) que creó el conocido nodo MERO™ en
24
1943 , que se sigue empleando actualmente debido a su simplicidad, funcionalidad y estética. Siendo el
iniciador de la producción en masa de estas estructuras.
23
MERO es una abreviatura de MEngeringhausen ROhrbauweise (Estructura tubular Mengeringhausen).
24
Tripeny (1999) recoge que Condit (1961) menciona al Sistema Unistrutt como el primero que se comercializó en 1939.
Otro sistema, desarrollado en el Reino Unido por Denings of Chard, durante la década de los años 50, fue el
Space Deck (Ilustración 61), formado por módulos piramidales, sigue siendo ampliamente utilizado hoy en día,
con pequeña modificaciones. Durante la misa época, fue desarrollado por el antiguo Ministerio de
Construcción y Obras Públicas del Reino Unido el sistema Nenk.
El sistema Octel Truss surgió en los EE.UU. obra de Richard Buckminster Füller. Su nombre proviene de su
geometría al estar formado por tetraedros y octaedros. En los años 50, Charles W. Attwood con la ayuda del
Instituto de Investigación en Ingeniería de la Universidad de Michigan, desarrolló el sistema Unistrut con el que
en 1944 construyó el primer edificio con este sistema
En Ontario, Canadá, se creó el sistema Triodetic (Ilustración 39), desarrollado en 1955 y muy empleado por los
arquitectos por su elegancia.
Stephane du Chateau (1908-1999) desarrolló varios sistemas constructivos, siendo el Unibat (Ilustración 62) el
más famoso de los que diseñó. Está formado por módulos piramidales interconectados por un solo perno
horizontal.
El sistema británico británico Nodus que fue desarrollado en la década de 1960 y que se introdujo
comercialmente en 1972. Está formado por miembros se sección tubular y uniones sofisticadas en diferentes
tamaños para las distintas capacidades de carga.
En la década de los 80, se creó en Australia el sistema Harley (Ilustración 22) formado por barras de acero
conformadas en frio, lo que ha llevado al desarrollo de estructuras con un menor número de nodos, más barato
y más ligero. También en los años 80, se desarrolló el sistema Orona (Ilustración 58), fabricado por Orona
Sociedad Cooperativa de San Sebastián, España.
A medidos de los años 80 y principio de los 90, se desarrollaron tres sistemas en el Reino Unido: El Cubicspace
Frame (Ilustración 63), que es un sistema modular, el SPACEgrid (Ilustración 23) desarrollado a partir del
sistema Unibar y el Conder Harley, que es una modificación del sistema Harley.
El desarrollo tecnológico y la consecuente mejora de los equipos electrónicos protagonizaron una gran
revolución en el estudio de las estructuras espaciales, permitiendo un análisis más preciso y por lo tanto lograr
un mejor rendimiento estructural a través de la aplicación de nuevos conceptos geométricos.
Todo este desarrollo industrial y tecnológico ha influido decisivamente en la arquitectura moderna, existiendo
una tendencia hacia el uso de estructuras espaciales, frente al sistema lineal viga-columna; ya que suelen
proporcionar la respuesta correcta y satisfacen los requisitos de ligereza, economía y rápida construcción.
Entre los principales investigadores de estructuras espaciales, destaca el Profesor Z.S. Makowski, organizador
st
de la 1 International Conference on Space Structures. Desde finales de los 50 hasta principios de los 90, este
investigador publica uno de los primeros trabajos teóricos sobre las estructuras espaciales. En 1965, Makowski
publica su libro Steel Space Structures, que es una obra básica donde se introducen los conceptos básicos del
comportamiento estructural y aspectos constructivos de las mallas espaciales.
En 1969, Daddi describe las características generales de este sistema estructural destacando sus ventajas
estructurales y viabilidad económicas frente a los sistemas tradicionales. Realiza ensayos con mallas de 24
metros de luz, con módulos de 2 metros, llegando a la conclusión de que el colapso ocurre por el pandeo de
barras comprimidas, encontrando una gran similitud entre los valores calculados y los obtenidos en campo.
Flower y Schmidt (1971) presentan un procedimiento para el análisis de las mallas espaciales por analogía con
las placas continuas. Dicha metodología, trabajando siempre con mucha precaución, ya que mientras que los
resultados de los esfuerzos en las barras eran perfectamente asimilables, los valores de los desplazamientos
variaban significativamente. Esta metodología y el resto de los métodos de cálculo simplificados se
abandonaron con la aparición de paquetes informáticos accesibles, aunque fuese a nivel de grandes
consultoras.
En 1976, Zetlin, Thelen y Cuoco identifican a los elementos de enlace como la componente más crítica de las
mallas espaciales. Destacando la peligrosidad de los nodos formados por chapas o placas metálicas
relativamente delgadas.
Makowski (1981) publica y edita el libro: Analysis, design and construction of doublé layer grids. Dicho libro
reúne a trece autores. Donde se condensa prácticamente todo el conocimiento científico existente hasta la
fecha. Se describen los principales sistemas constructivos existentes en el mercado, así como se hace especial
referencia a los efectos de no linealidad que aparecían en las principales estructuras construidas hasta la fecha.
Igualmente se describen las principales estructuras ejecutadas con este sistema.
Iffland (1982) pone de relieve algunos de los parámetros que deben ser analizados en la fase de ante proyecto
como disposición de elementos, la altura de malla, tamaño del módulo, sistema de conexión, tipo de apoyo,
etc.
En 1984, Smith describe y modela el comportamiento no lineal de una malla espacial. También desarrolló un
método de análisis no lineal que no requiere de constante actualización de la matriz de rigidez de la estructura.
El método se utiliza para modelar los resultados experimentales publicados y da una excelente correlación.
Murtha-Smith (1988) demuestra en su trabajo que la opinión existente hasta la fecha de que la redundancia
estructural era suficiente garantía frente al fallo de uno de los miembros, estaba equivocada. Demostró que la
pérdida de uno o pocos elementos potencialmente críticos, podría conducir al colapso progresivo de la
estructura. Proponiendo que para mejorar la resistencia al colapso una vez identificados los miembros críticos,
los mismos deberán ser calculados con un mayor coeficiente de seguridad. Identifica las zonas de soportes y la
zona central de la malla como las más potencialmente críticas.
Estevez Cimadevila (1990) planteó un nuevo modelo para describir el comportamiento no lineal de piezas
rectas blarticuladas sometidas a compresión, basado en la obtención de las ecuaciones constitutivas. Se
obtienen las funciones de estabilidad de barras imperfectas y la formulación analítica del comportamiento
postpandeo tomando la expresión exacta de la curvatura en la integración de la ecuación diferencial de la
elástica. La linearizaclón de las leyes constitutivas y la aplicación de un modelo incremental Iterativo basado en
la modificación del módulo de elasticidad de las barras en estado crítico permite abordar el análisis no lineal de
las mallas espaciales de doble capa.
Lan (1994) describe varios casos de colapsos repentinos, que muestran la necesidad de emplear modelos de
análisis que representen fielmente el comportamiento de las estructuras espaciales. Concluyó que los efectos
de segundo orden deben ser muy tenidos en cuenta en aquellas estructuras complejas y peculiares.
En 1996, Gerris realizó una identifcación y clasificación de los principales sistemas estructurales existentes en el
mercado; encontró más de 250.
Davoodi et al. (2007) describe el complicado estado tensional existente en una serie de nodos, bajo unas
condiciones extremas de solicitación. Concluyó que es preciso conocer dicho estado y dar una adecuada
resolución al mismo.
Delatte (2009) después de estudiar una serie de colapsos ocurridos determinó que un alto porcentaje de ellos
tenía su origen en errores de cálculo, de diseño o por falta de control de calidad durante la ejecución.
Santos Sampaio (2004) estudiando una serie de patologías ocurridas en Brasil, encontró que su principal causa
era la incompatibilidad entre el comportamiento previsto en los cálculos y el ocurrido realmente.
Areka y Bhasar (2013), realizaron una batería de ensayos sobre distintos tipos de nodo, encontrando que uno
de los pocos que mantenía un comportamiento dentro del campo lineal, bajo condiciones de cargas extremas
era el sistema MERO.
En los últimos años las investigaciones sobre la optimización del diseño han ido aumentando, entre los muchos
estudiosos se destacan Goldberg, D.E. y Samtani, M.P. (1986); Degertekin, S.O. y Hayalioglu, M.S. (2009);
Carbas, S. y Hasancebi, O. (2013), etc.
Las cubiertas espaciales de doble capa presentan un gran número de ventajas y muy pocas desventajas, de ahí
su gran auge en los últimos años. Prácticamente todas sus bondades, devienen de una sola propiedad
fundamental: su alto grado de hiperestaticidad, debida a la redundancia estructural (Makowski, 1981). Algunos
autores, señalan otra propiedad fundamental que es su gran estética; pero es que esta, tiene su origen,
precisamente en su gran hiperestaticidad, la cual viene originada por un elevado número de elementos
resistentes organizados y unidos bajo forma de entramado.
25
Las estructuras hiperestáticas presentan respecto de las isostáticas , la gran ventaja de que el elemento
cargado se ayuda en su trabajo por los contiguos, de manera que en un entorno muy cercano de las zonas más
solicitadas se produce una rápida disminución de los esfuerzos; es decir, se produce un aprovechamiento
26
integral de las capacidades resistentes de todos los elementos , por lo que se produce una mayor economía en
su conjunto. En las estructuras espaciales se busca la reducción del gasto de material por metro cúbico de
espacio edificado. Este será porcentualmente mucho menor que el exigido por la construcción tradicional.
27 28
En caso de rotura, incendio o acción sísmica existe mayor margen de seguridad que si la estructura fuese
isostática, aquí no se produce la reacción en cadena al fallar una barra, sino que al trabajar todas las barras
29
simultáneamente cualquier perturbación se reparte uniformemente . Frente al pandeo ocurre lo mismo, la
acción de una carga aislada sobre una barra hace que esta se pandee, pero aquí el resto de los elementos se
reparten esta carga evitando el colapso de la estructura. Su gran potencia para conseguir un reparto (o
redistribución) de fuerzas, frente a solicitaciones exteriores o incluso frente al peso propio, hace que no existan
puntos excesivamente sobrecargados. Esto confiere a la estructura una gran resistencia estructural. Esta
igualación de tensiones que se produce en la mayor parte del sistema, constituye un campo de fuerzas más
homogéneo, sin puntos de sobrecarga grande, que le confiere a la estructura gran resistencia a las
solicitaciones exteriores. Al ser menores las tensiones internas, disminuyen las secciones necesarias de los
elementos (traccionados o comprimidos), lo que genera una importante economía de materiales.
Son estructuras de una gran rigidez, que unido a su mejor adaptación a las leyes de la estática, hace que las
deformaciones que presentan sean menores que las obtenidas en las estructuras tradicionales, lo que las
convierte en idóneas cuando se precisan estructuras ligeras, de amplias luces y que se encuentran sometidas a
grandes cargas. Siendo los hangares de mantenimiento de aviación el ejemplo más paradigmático ya que
tienen que soportar por un lado elevadas cargas originadas en los sistemas de puentes grúa, que tienen muy
restringidos las máximas deformaciones de sus vigas carril; y también en los sistemas de puertas donde se
originan elevadas solicitaciones horizontales sobre la cubierta, pero igualmente requieren unas mínimas
deformaciones en su carril superior para poder funcionar (Insausti et al., 2012). Otros de los empleos donde se
hace uso de su gran rigidez, combinada con su liviano peso es en cubiertas de antenas de radar, telescopios,
etc. donde las deformaciones permitidas están sujetas a unas estrictas tolerancias (Ramaswamy et al., 2002).
Uno de los nuevos usos que se les están dando a las mallas espaciales, es utilizarlas como muros de corte
(Kabeyasawa, 2005) tal y como se muestra en la Ilustración 24. Se ha podido comprobar que se las puede
emplear para construir pasarelas peatonales y puentes (Ilustración 25). Su facilidad de montaje y desmontaje,
con un aprovechamiento integral de todos sus componentes, ha convertido a las estructuras espaciales como
referentes en el campo de la llamada arquitectura efímera (Ilustración 26). Señala Señís López, R. (2014) en su
tesis doctoral, que las mallas espaciales estructurales se han convertido en una tipología estructural frecuente
en edificios que requieren unas altas prestaciones resistentes, de acuerdo a sus características formales y
geométricas. Las características mecánicas que ofrece esta tipología la convierten en una opción estructural
25
En el análisis elástico global de estructuras isostáticas, las fuerzas internas se hallan sólo con las ecuaciones de equilibrio estático. En
estructuras hiperestáticas las fuerzas de las barras deben cumplir las condiciones de equilibrio y producir deformaciones compatibles con la
continuidad elástica de la estructura y con las condiciones de apoyo. Las ecuaciones de equilibrio no bastan para hallar fuerzas
desconocidas y necesitan el suplemento de relaciones geométricas simples entre las deformaciones de la estructura. Estas relaciones se
denominan condiciones de compatibilidad porque aseguran que sean compatibles las deformaciones geométricas de la estructura
deformada.
26
Aunque no siempre un alto grado de hiperestaticidad, indica un alto grado de reserva (Schmidt, 2000).
27
Frente a otras tipologías de acero o aluminio, su comportamiento al fuego origina menos consecuencias trágicas.
28
El hecho de que la propia cubierta se comporte como una placa uniendo las cabezas de las columnas sobre las que descansa, hace que
todas ellas trabajen conjuntamente cuando la estructura queda sometida a acciones exteriores horizontales. Esto reporta un beneficio sobre
el dimensionamiento de la sustentación respecto de las acciones de viento y esfuerzos sísmicos.
29
Como toda regla, tiene su excepción; en la bibliografía se encuentran recogidos varios casos de colapso progresivo. Entre todos los
ocurridos, se refieren dos de ellos: Uno fue el ocurrido el 18 de enero de 1978, cuando colapsó la cubierta del Hartford Civic Center de
Connecticut (U.S.A), tras tres días de intensas nevadas ( Delatte, 2009) y otro, el ocurrido en un polideportivo en Quart (Gerona), en marzo
de 2010, cuando como consecuencia de un temporal de nieve se produjo el colapso de la cubierta (Alegre, et al., 2012).
adecuada para resistir elevadas cargas, tendencia, esta, que se ha utilizado de forma amplia en las últimas
décadas en la concepción arquitectónico-estructural, especialmente, de forma eficaz en edificios en altura.
Ilustración 24.- Mallas espaciales de doble capa, como muros de corte. Fuente: Kabeyasawa (2005).
Ilustración 25.- Pasarela peatonal construida en Kuwait. Fuente: Space Frame Co.
El mayor aprovechamiento de las capacidades resistentes de las barra, otorga a esta tipología estructural una
ligereza de peso respecto de otro tipo de estructura, ya que disminuyen las secciones necesarias tanto de las
barras traccionadas como de las comprimidas, lo que genera una economía de los materiales, por lo que
tenemos unas estructuras muy ligeras en comparación con las tradicionales. Esto también tiene como
consecuencia la obtención de estructuras esbeltas en el sentido de que el volumen ocupado es mínimo,
maximizando el volumen contenido.
Su hiperestaticidad estructural permite una gran libertad en la disposición de los apoyos, siendo posible
obtener grandes luces entre ellos y se pueden diseñar sistemas de apoyos simples y no invasivos para cualquier
patrón de claros y columnas (Insausti et al. 2012; Cavia Sorret 1993).
Las mallas espaciales presentan una gran belleza estética (Linheiro Martins, 2012), originada por los elementos
que intervienen y por las superficies que se pueden obtener; así que muchas veces, se elige dejar la estructura
aparente, es decir, sin forrar (Makowski, 1981). De cerca son limpias y elegantes, pero desde una distancia
normal son discretas y no alteran la geometría o el propósito estructural deseado (Ilustración 28). El empleo del
sistema tubular y de nodos, hace que la estructura completa proporcione una sensación de espacio y eficiencia
que no es posible en sistemas atornillados o con pernos. Las estructuras espaciales pueden ser asimétricas en
planta o perfil, existiendo una total libertad de diseño (Sánchez-Alvarez 2014, Chilton 2000), de formas que
creadas con patrones modulares logran efectos originales en grandes áreas (Ilustración 27). Aunque algunos
autores, critican la monotonía y el aspecto denso que puede presentar la estructura (Chilton, 2000). Son
adecuadas tanto para pequeñas marquesinas ornamentales por su valor estético como para instalaciones de
grandes luces por su capacidad resistente (Kaya et al., 2010), o una combinación de ambas propiedades
(Ilustración 29).
Ilustración 27.- Namihaya Dome, Kadoma Sports Centre. Fuente: Chilton (2000).
Estas estructuras presentan una ausencia de ambigüedad en la función que los elementos desarrollan dentro
del esquema estructural planteado, permitiendo mostrar sin florituras innecesarias, la relación entre estructura
y arquitectura (Ilustración 28). Permitiendo que la estructura se muestre de manera clara y precisa (Bernabeu
Larena, 2007), evitando artificiosos sistemas que la hagan parecer lo que no es:
No me gustan las estructuras en las que no se comprende qué es lo que ocurre en el edificio al mirarlo.
30
Pienso que hay que buscar una cierta claridad de la estructura, una evidencia.
30
Anthony Hunt en entrevista con Alain Pélissier. “Anthony Hunt ou l’esprit architectural d’un constructeur” (Pélissier,
1984: 135).
Otra cualidad no desdeñable y muy buscada es, la acústica; que mejora notablemente en los locales con
estructuras reticuladas gracias al casi despreciable efecto que tiene las reverberaciones e interferencias merced
a la tupida compartimentación de la cubierta mediante un gran número de barras dispuestas en distintas
direcciones (Klimke et al., 2014).
El espesor de la malla (generalmente, mayor de 1 metro) y la disposición regular de las barras inclinadas,
generan grandes aberturas en el interior de la malla, que permiten una facil instalación y paso de las
canalizaciones y conducciones de los distintos servicios (climatización, electricidad, contraincendios, etc.). Las
cargas ejercidas por estas instalaciones precisaría de una estructura secundaria para transmitir las cargas a los
nodos con objeto de eliminar las flexiones que podráin aparecer, pero debido al gran número de nodos
existentes, tal posibilidad se reduce al mínimo o como ocurre en la mayor parte de los casos no es preciso la
instalación de tal estructura secundaria (Linheiro Martins, 2012).
Las reducidas dimensiones de sus elementos constitutivos permiten un fácil transporte y facilitan la logística de
la obras por ser todos los elementos fácilmente apilables. Igualmente, facilitan y reducen la secuencia de
montaje y desmontaje, precisando en este apartado de mano de obra no especializada, ya que todo el trabajo
especializado se realiza en taller y en la obra sólo hay que encajar los elementos. Cavia Sorret (1993), señala
que el gran desarrollo de las mallas espaciales radica en estar concebidas bajo la perspectiva de conseguir un
alto grado de prefabricación.
Los perfiles tubulares empleados presentan una serie de ventajas adicionales que merecen mencionarse:
• Los perfiles tubulares de acero no solo compiten, sino que también pueden sustituir a otros perfiles de
acero, debido a su superioridad con respecto a la resistencia y a la estabilidad (ITEA, 2014).
31
• Presentan una menor exposición al fuego que los perfiles abiertos y ofrecen ventajas en cuanto a los
medios necesarios para su protección por carecer de aristas vivas y tener un espacio interior que
puede actuar de aislante.
• El coste económico de los tratamientos anticorrosión de los perfiles tubulares respecto de los perfiles
abiertos, es claramente inferior y prácticamente, por los mismos motivos expuestos en el párrafo
anterior.
Otro factor a tener en cuenta es el medioambiental. Hoy en día, nadie duda de la sostenibilidad del acero. Los
edificios metálicos se desmantelan con mucha facilidad y sus componentes pueden ser reutilizados o reciclados
sin perder ninguna de las excelentes propiedades que caracterizan a este material, y reduciendo la cantidad de
materias primas necesarias. El poder construir esta tipología estructural, prácticamente como un mecano sin
31
La relación perímetro/área, puede llegar a ser hasta un 50% menor.
necesidad de la ejecución de soldaduras, permite aprovechar íntegramente todos sus elementos y emplearlos
en otra ejecución, es decir, se está ante una solución sostenible.
Ilustración 30.- Pista deportiva de Vilobí d’Onyar en Tarragona, España (derecha). Fuente: Autor.
Las mallas espaciales presentan como desventaja, su mayor exigencia en cuanto a las condiciones de
sustentación ya que un falso movimiento de un apoyo puede ocasionar la rotura (cosa que no ocurre en las
estructuras isostáticas), que no ven alterado su equilibrio por un falso movimiento de un apoyo.
Otra desventaja que presentan, viene originada en que todos los sistemas constructivos de mallas espaciales de
doble capa están bajo patente y dentro de los costes hay que incluir los royalties que son propiedad legítima de
las titulares de las mismas. Igualmente, el coste de los elementos de unión es superior que el de las estructuras
clásicas.
En toda la bibliografía consultada, aparecía como desventaja la dificultad de su cálculo (por su carácter
tridimensional y también de estructura relativamente particular o especializada, por el gran número de barras y
por sus múltiples combinaciones o variables de diseño) que en la actualidad quedaba anulada por el uso de
32
herramientas informáticas (Cavia Sorret, 1993). Estamos pues, ante un tipo estructural de enorme
complejidad, donde cualquiera de las muchas variables que definen su comportamiento tiene un efecto crítico
sobre el resto de las mismas, por lo que se requiere un gran conocimiento sobre esta tipología estructural y
sobre todo estar al tanto de las causas de los colapsos de las cubiertas que se han producido, originados todos
33
en un gran porcentaje por errores de cálculo, de diseño o por falta de control de calidad en la ejecución (
Delatte, 2009).
En la Tabla 1 se resumen todo lo anterior, destacando la cantidad de ventajas que presenta el uso de esta
tipología estructural frente a unas pocas desventajas que aunque escasas en número, no conviene perder de
vista.
32
La superación de las dificultades del cálculo estructural por la introducción de programas especializados de cálculo, no significa el
abandono del proceso de cálculo confiándolo a la bondad del programa empleado. El ingeniero debe ser capaz de comprender, interpretar y
analizar los resultados obtenidos detectando los posibles errores y/u omisiones.
33
Muchos de los accidentes han ocurrido por llevar los sistemas estructurales a esfuerzos mucho más allá de los que realmente podían
soportar, animados por una excesiva confianza en los mismos.
Sostenibilidad ambiental
Las mallas espaciales de doble capa, se delimitan por dos o más planos paralelos dispuestos horizontalmente,
en los que se encuentran situados los nodos, que permanecen unidos mediante barras diagonales. Existen
varios tipos de mallas espaciales de doble capa, las hay en configuraciones de dos sentidos (rectangular y
diagonal), de tres sentidos (triangular, hexagonal y triangular con hexagonal) y cuatro sentidos (combinación de
rectangular y diagonal) según sea la disposición de las barras en los planos o capas, existiendo otras
combinaciones de barras (Wang, 1998).
Las mallas formadas por dos o más capas se generan añadiendo unidades espaciales de tipo piramidal
(poliedros formados al unir dos emparrillados mediante diagonales) o bien conectando dos mallas planas
paralelas mediante elementos situados en planos verticales (Basset Salom, 2013). Al contrario que las de una
capa presentan resistencia a la flexión producida por las cargas exteriores, por lo que no necesitan curvarse
para poder resistir por forma.
Las dos mallas son idénticas y están situadas exactamente una sobre la otra, formando mallas cuadradas
bidireccionales paralelas o inclinadas respecto a los bordes (1) o bien mallas con elementos triangulares
superpuestos sin desplazamiento (2).
Ilustración 31.- Mallas directas trianguladas (1/2). Fuente: Basset Salom (2013).
Mallas bidireccionales cuadradas compensadas (Ilustración 32): capas iguales pero compensadas entre
sí (por ejemplo, cuadrado sobre cuadrado por traslación oblicua (1) o bien modificaciones como
aperturas en ambas mallas resultando una malla cuadrada sobre otra cuadrada grande (2).
Ilustración 32.- Mallas bidireccionales cuadradas compensadas (1/2). Fuente: Basset Salom (2013).
Mallas bidireccionales cuadradas diferenciales (Ilustración 33): capas superior e inferior diferentes, por
ejemplo, una capa con malla cuadrada diagonal sobre una malla cuadrada pequeña (1), o una malla
cuadrada diagonal sobre una malla cuadrada grande (2).
Ilustración 33.- Mallas bidireccionales cuadradas diferenciales (1/2). Fuente: Basset Salom (2013).
Ilustración 34.- Mallas triangulares tridireccionales (1/2). Fuente: Basset Salom (2013).
En todos estos casos, las capas de la malla están conectadas entre sí por celosías continuas o alternas,
verticales o inclinadas. Sin embargo, estas mismas mallas pueden formarse agregando poliedros. Solo tres de
los poliedros regulares de Platón (tetraedro, octaedro y cubo) y seis de los poliedros semirregulares de
Arquímedes (tetraedro truncado, octaedro truncado, cuboctaedro, cuboctaedro truncado y
rombocuboctaedro) son capaces de cubrir el espacio por sí mismos o en combinación con otros. Aunque suele
buscarse la estandarización, puede resultar, a veces, más adecuado utilizar elementos menos regulares, de
distintas longitudes y dimensiones. No obstante, el mercado y los proyectistas se han decantado por el uso del
octaedro y del tetraedro que son los dos únicos poliedros estáticamente determinados; dando ambos lugar a la
generación de los dos tipos de mallas más elementales: la malla octaédrica y la malla tetraédrica.
La malla octaédrica, es sin duda la más empleada, está generada por la repetición de semioctaedros o
pirámides de base cuadrada, unos con el vértice hacia arriba y otros invertidos. En cada capa se forma una
retícula cuadrada quedando los nudos de una de ellas sobre los centros de cuadrados de la opuesta. En cada
nudo concurren ocho barras, cuatro horizontales y cuatro diagonales (Ilustración 35.a).
Ilustración 35.- a) Malla Octaédrica Normal b) Malla Tetraédrica Normal. Fuente: Cavia Sorret (1993).
La malla tetraédrica se obtiene por adición espacial de tetraedros. La retícula de cada capa es triangular
existiendo tres direcciones preferentes de canalización de los esfuerzos (Ilustración 35.b). Estas mallas son más
rígidas que las octaédricas y producen una mejor distribución de esfuerzos.
En general, para una misma aplicación, con la malla tetraédrica se consiguen esfuerzos notablemente inferiores
a los que se producen con la octaédrica. También las flechas provocadas para igualdad de capacidad resistente
suelen ser menores. A pesar de esto las mallas tetraédricas son generalmente más caras porque, en el caso de
aplicar la misma longitud elemental de barra, el número total de elementos requeridos para la construcción de
la malla es notablemente superior. La densidad de nudos de una estructura es un factor decisivo en su
economía. A título indicativo cabe citar que, por término medio, la malla tetraédrica puede resultar del orden
de un 20 a 30% más cara que la octaédrica (Cavia Sorret, 1993), pero esto no debe considerarse en absoluto
como una regla ya que en determinadas aplicaciones puede incluso resultar más económica. En particular, en
los casos de estructuras con planta hexagonal o triangular este tipo de malla puede resultar más adecuado por
su mejor adaptación al contorno.
Otra clasificación que se presenta, por ser de amplia difusión, fue la que elaboró Lan (2005). Sistematizó las
tipologías estructurales más comunes en cuatro categorías, siendo el criterio de clasificación los mosaicos
patrón. Estos cuatro grupos son:
GRUPO A34
Square-On-Square (Cuadrado Sobre Cuadrado)
La cuadrícula de la malla superior está directamente encima de la cuadrícula inferior y las barras de la capa de refuerzo están
contenidas en planos verticales. Siendo el cubo el elemento básico de la estructura. Debido a la ausencia de barras diagonales oblicuas,
esta distribución estructural posee una reducida rigidez torsional, por lo que se suelen emplear como estructuras de arriostramiento
auxiliares, tales como vigas contraviento.
34
Todas las ilustraciones han sido tomadas de http://www.setareh.arch.vt.edu/safas
GRUPO B
Diagonal-On-Diagonal (Diagonal Sobre Diagonal)
Es exactamente igual que la configuración Square-on-Square, pero formando un ángulo de 45º con los límites de la malla espacial.
Diagonal-On-Larger Diagonal Offset (Diagonal sobre Diagonal Desplazada con aberturas internas)
Es igual que la anterior pero se han eliminado barras en la capa inferior. Esta configuración, junto con la anterior son muy adecuadas
cuando los soportes se encuentran en las esquinas. La alta densidad de barras en la capa intermedia puede dificultar el paso de tuberías y
conductos.
GRUPO C
Square-On-Diagonal Offset (Cuadrado Sobre Diagonal Desplazada)
La capa superior es una rejilla cuadrada y la capa inferior es una rejilla diagonal (en ángulo de 45º). Ambas capas están conectadas
por barras pertenecientes a la capa intermedia. Las barras perimetrales son las que están sometidas a mayores axiles.
Por lo general, esta configuración es la más óptima en cuanto a:
Peso de los materiales, ya que precisa menos barras.
Rendimiento estructural, siempre que las cargas de succión sean inferiores al peso propio
GRUPO D
Triangle-On-Triangle (Triángulo Sobre Triángulo)
Esta configuración está hecha de dos rejillas triangulares similares directamente una sobre otra, conectadas entre sí por miembros
de refuerzo. Esto proporciona un sistema muy rígido capaz de resistir grandes cargas. La vista en planta de esta configuración es
una cuadrícula tridireccional.
También se emplean estructuras de dos capas formadas por unidades hexagonales (el tipo más rígido es el
formado por pirámides hexagonales, cuyas cúspides se unen triangularmente). Ilustración 36.
Es importante recalcar, el papel que juega la orientación de los módulos resistentes en el comportamiento
estructural de la malla espacial. Para orientar los módulos se tienen dos posibilidades:
Cuando optamos por una orientación rectangular, las barras más solicitadas son las que se encuentran en el
centro de la cubierta. De manera que conforme nos alejamos de la línea de apoyos las secciones de las barras
van aumentando gradualmente.
Las orientaciones en diagonal, presentan una mayor rigidez, por ello las secciones de las barras son más
homogéneas ya que existe una mejor distribución de los axiles. En la zona de los apoyos aparecen flectores
negativos que pueden ocasionar el levantamiento de la estructura en dicha zona, por lo que se tiene que
adoptar medidas espaciales para evitarlo.
El empleo de una u otra orientación viene definido por la relación largo-ancho. En mallas rectangulares largas,
las barras paralelas a la línea de apoyos prácticamente no trabajan, debiendo soportar todas las solicitaciones
las barras transversales. Mientras que si la orientación fuera diagonal, los axiles se reparten uniformemente
entre todas las barras.
Dentro de las mallas espaciales de doble o más capas, debemos distinguir entre sistemas nodulares formados
por nodos y barras, y sistemas modulares en los que en lugar de barras y nodos se tienen elementos
prefabricados, generalmente en forma de pirámide, que se unen entre sí por medio de tornillería. Se pasa a
continuación a describir de una forma somera, las principales características de estos elementos.
Los sistemas nodulares están formados por barras y nodos, son sistemas compactos donde no existe la
posibilidad de compatibilizar elementos de sistemas distintos. Todos y cada uno de estos sistemas están
protegidos por patentes industriales, solo pueden ser calculados e instalados por las empresas licenciatarias de
los propietarios de las patentes. Gerris (1996) realizó una identificación y clasificación de los principales
sistemas existentes en el mercado y que se presentan en la Ilustración 37.
2.5.1.1.- NODOS
En las mallas espaciales ordinarias, las barras se conectan entre sí por medio de una pieza especial, el nodo. Las
conexiones presentan unas características peculiares muy diferenciadas de las que se producen en las
estructuras planas. El nodo debe permitir la concurrencia de un elevado número de barras, ocho o nueve
frecuentemente, bajo direcciones muy diversas en el espacio; pero además debe proporcionar el cumplimiento
de unas condiciones técnicas aceptables dentro de un diseño económicamente viable. Martínez Apezteguia
(2000) identificó como propiedades más deseables de un sistema de conexión, las siguientes:
La rigidez aportada por el sistema de unión influye decisivamente en el comportamiento de las estructuras
tubulares. Tradicionalmente las uniones se consideran, o bien articuladas, o bien totalmente rígidas. La primera
hipótesis, aunque aceptable por estar del lado de la seguridad y porque resulta mucho más simple, disminuye
la capacidad portante de la estructura. La propiedad citada de un comportamiento acorde con las hipótesis de
35
cálculo, implica que la unión debe asemejarse a una rótula pura . Esto supone una rigidez cónica baja
combinada con una rigidez axil elevada (Linheiro Martins, 2012). En general los sistemas atornillados se
aproximan bastante a la reducida rigidez cónica, pero no todos aportan una rigidez axil suficiente. La conexión
atornillada presenta siempre una cierta discontinuidad con mayor o menor flexibilidad localizada y
generalmente con un comportamiento no lineal (Hill et al., 1989). Si la rigidez axil es muy baja, la distribución
de esfuerzos obtenidos por e! cálculo puede discrepar notablemente de la que realmente se producirá en la
estructura, pero además las flechas y deformaciones reales originadas bajo las cargas de trabajo pueden ser
muy superiores a las determinadas en el cálculo.
Por otro lado, el nodo es el elemento de la estructura que define la morfología de la malla espacial (Tripeny,
1999), ya que en él concurren barras en distintos planos que se deben adaptar a su configuración. En los nodos
existe un estado tensional complejo y una adecuada resolución del mismo es fundamental (Davoodi et al.,
2007). Por este motivo, muchos de estos nodos están patentados.
A pesar de que proporcionan el máximo esfuerzo resistente, las uniones soldadas en este tipo de estructuras
tubulares son difíciles y costosas de construir, pues hay que cortar los perfiles de acuerdo a los ángulos de
inclinación que van a tener las barras, y, soldar de manera cuidadosa. En este tipo de uniones la soldadura es
crítica porque va a transmitir los esfuerzos directamente a las barras, y además, porque se generan
36
concentraciones de esfuerzos. Es por este motivo que este tipo de uniones deberán ser diseñadas, verificadas
y ejecutadas de forma muy cuidadosa (Ilustración 38).
35
Cualquier sistema de conexión debe ser cuidadosamente ensayado tanto a nivel de nudos como de pequeñas estructuras con el fin de
conocer su comportamiento real Pueden considerarse satisfactorios los sistemas que por término medio producen deflexiones globales no
superiores en un 10% a las determinadas por cálculo bajo la hipótesis de articulaciones puras (Martínez Apezteguia, 1981).
36
La única manera de poder asegurar la calidad de las soldaduras efectuadas es mediante costosas inspecciones radiográficas.
Los modos de fallo predominantes en este tipo de uniones son la plastificación y el punzonamiento del cordón.
Además, los efectos geométricos y los efectos de carga influyen considerablemente en la capacidad resistente
del nudo en comparación con otros sistemas. En una primera época se empleaban con frecuencia uniones
soldadas pero han caído en desuso y han sido sustituidas por nuevos sistemas de conexión atornillada.
La misión de los nodos en las mallas espaciales es doble. En primer lugar, deben garantizar la transmisión de los
esfuerzos a lo largo de toda la estructura. En segundo lugar, deben facilitar el proceso constructivo de la malla y
por consiguiente absorber la inevitable dispersión en las longitudes de las barras respecto de los valores
proyectados al igual que sus propias deficiencias de fabricación. Estos elementos son los que básicamente
37
diferencian y caracterizan a los distintos sistemas patentados . De todo el abanico de nodos, se presentan a
continuación los que más han destacado.
Nodo Triodetic
Este sistema originario de Canadá, es para un reticulado de tres direcciones. Las barras aplanadas en sus
extremos se introducen a presión en ranuras dentadas que existen en los nodos. La característica principal es
que la unión de las barras se realiza sin soldadura, sin pernos y sin remaches. La distribución de las barras que
concurren al nodo nos determina la forma del mismo.
37
En la bibliografía, existen numerosos artículos que hablan de las ventajas y desventajas de numerosos conectores, al igual que las
compañías fabricantes realizan multitud de estudios de sus productos y de los de la competencia, y que por lo general no son accesibles al
resto del público.
Nodo Pyramitec
Los nodos son de acero soldado, se componen de dos partes: una esférica y otra prismática. Las barras se fijan
por soldadura o por otro medio mecánico cualquiera. En una variante del anterior, los tubos tienen en sus
extremos un vástago que se introduce en orificios existentes en el nodo. Permite la unión por remaches y
bulones.
Nodo Tubaccord
Las barras tubulares se sueldan directamente o bien se fijan por medio de pasadores que encajan en ranuras
ubicadas en los extremos de las barras y en un manguito soldado previamente a la barra de mayor diámetro
concurrente al nodo.
Nodo Bourquardez
Está compuesto por uno o varios toros, obtenidos por unión de dos codos de 180º y manguitos tubulares
soldados a dichos toros. Las barras concurrentes en el nodo se unen a los manguitos por medio de roblonado.
Nodo Begue
Este nodo está formado por un núcleo al que se atornillan las barras con extremidades troncocónicas.
Nodo Chamayou
Estos nodos pueden ser planos, con rebordes a lo largo de una línea poligonal cerrada, o tener forma cúbica o
tetraédrica, con los mismos rebordes en cada una de las aristas. Los rebordes con sección cuadrada, poligonal o
con la forma de una superficie de revolución (cilindro, toro, etc.), y a ellos se fijan las barras tubulares mediante
mordazas. En la figura se representa a un nodo plano de forma hexagonal.
Nodo Begue-Kieffer
Está formado por una esfera con unos arranques en los cuales hay dos ranuras destinadas a fijar los tubos. Esta
fijación se realiza mediante un grupo hidráulico, situado en el suelo, que presiona un collar dispuesto alrededor
del tubo y sobre las ranuras del arranque, previamente introducidas en él. Así queda encajada la barra en el
arranque a través de las ranuras.
Este nodo está formado por uno o dos semitubos con aletas soldadas que indican las direcciones de las barras
concurrentes. Estos semitubos se unen mediante roblonado o soldadura a la barra de mayor diámetro
concurrente en dicho nodo. La fijación de las restantes barras se realiza aplastando sus extremos y uniéndolos,
mediante soldadura o pasadores, a las aletas.
Nodo Sarton
El procedimiento para obtenerlo consiste en aplanar los tubos en los puntos correspondientes a un nodo, con
el fin de poderlos cruzar cómodamente y colocar un pasador con rosca de fijación.
Nodo Kieffer
Está formado por un cilindro central macizo que hace de pasador de todo el nodo, el cual consiste en dos
cilindros concéntricos, el exterior con ranuras que sujetan las nervaduras soldadas en los extremos de las
barras concurrentes.
Nodo Esférico
Constituido por una esfera a la que se unen, por soldadura, barras en cualquier dirección. Para absorber
diferencias en las longitudes de los tubos se sueldan en el nodo manguitos de diámetro superior al de aquellos.
La esfera suele rellenarse de mortero como seguridad a posibles pandeos de la misma.
Nodo Bitubular
Está constituido por dos tubos, unidos paralelamente, a los cuales van soldadas las barras concurrentes.
Nodo Tesep
Las barras concurrentes en el nodo se unen directamente por soldadura a la de mayor diámetro o mediante el
atornillado de nervaduras, soldadas en sus extremos, a una pletina asimismo soldada y perpendicular al tubo
central.
Nodo Unistrut
Nodo Tridimatec
Compuesto por un sistema en cruz de donde parten cuatro manguitos a los que se sueldan otras tantas barras.
Con un accesorio formado por dos placas cruzadas se aumenta el número posible de barras concurrentes en
este nodo.
38
Nodo MERO™
El sistema estructural MERO™ se emplea en construcciones tubulares de acero para obras fijas y de tipo
provisional (naves fijas, estructuras aporticadas, andamios, soportes, et.). Está formado por octógonos,
inscriptos en una esfera, en cada uno de los cuales puede roscarse una barra previamente preparada.
El sistema MERO™ fue inventado por Mengeringhausen antes de la Segundo Guerra Mundial. Sus dos
elementos básicos son: las esferas de conexión en las que se encuentran inscriptos 18 octógonos con un
agujero roscado por cada uno y las barras que se insertan a rosca en dichos agujeros, este es denominado nodo
MERO™ estándar y con ángulos de conexión de 45, 60, 90 grados y sus múltiplos. Los nodos regulares tienen
solo 10 superficies y los nodos especiales tienen los agujeros en cualquier ángulo que se requiera, siempre que
sea superior al ángulo mínimo entre dos orificios adyacentes que es de 35º. Los nodos están hechos de esferas
de acero. Cada nodo puede agrupar sin excentricidad los extremos de hasta 18 barras que deben ser de igual
longitud. Los pernos y los nodos están galvanizados.
Es un sistema ligero que permite un máximo de prefabricación, pudiendo pueden ser ensambladas
rápidamente con mano de obra no especializada. El transporte de los elementos es fácil y poco costoso. El
sistema es muy flexible en cuanto a la variedad de formas geométricas que permita adoptar.
38
Tras la extinción de la primera patente del sistema Mero, se produjo una hiperinflación de los sistemas de nudos basados en él, lo que
provocó que los representantes de Mero, agradecieran públicamente a sus competidores el haberle copiado el nudo, con lo que
demostraban la calidad de su diseño original ( Pérez Valcárcel y Escrig Pallarés, 1993).
39
Muchos fabricantes, para no ser tachados de plagiadores e intentando dar una imagen de rupturistas frente
al gran uso que ingenieros y arquitectos están haciendo del sistema MERO™, se han apartado de la línea del
nudo esférico macizo, característica de este sistema, diseñando nudos de muy escasa rigidez que han
presentado problemas de pandeo local o de pandeo torsional (Pérez Valcárcel y Escrig Pallarés, 1993).
El conector MERO™ tiene la ventaja de que los ejes de todos los miembros pasan a través del centro del nodo,
eliminando la excentricidad de carga en la articulación (Lan, 2005). Por lo tanto, la articulación se encuentra
sólo bajo fuerzas axiales. Las fuerzas de tracción se llevan a lo largo del eje longitudinal de los pernos y resistida
por los miembros de tubo a través de los conos finales. Las fuerzas de compresión no producen tensiones en
los pernos; ya que se distribuyen al nodo a través de los manguitos hexagonales. Este mecanismo de
transferencia de cargas se muestra en la Ilustración 56. De acuerdo con Cavia Sorret (1993), estamos ante el
nodo que más se asimila al comportamiento de rótulas puras empleado por los modelos matemáticos creados.
Esto es así, porque presenta una rigidez cónica baja combinada con una elevada rigidez axial. Esto representa
una gran ventaja frente al resto al resto de sistemas atornillados existentes, ya que suelen presentar una
rigidez cónica baja, pero no todos aportan la necesaria rigidez axial.
Hay que tener en cuenta, que estamos ante una unión atornillada que dentro del sistema estructural es un
punto de discontinuidad con mayor o menor flexibilidad localizada y generalmente con un comportamiento no
lineal (Sánchez, 1999). Si la rigidez axial es muy baja, la distribución de esfuerzos calculada difiere radicalmente
de la realmente presente en la estructura, originándose deflexiones en la estructura muy superiores a las
obtenidas en el proceso de cálculo.
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La búsqueda del conector ideal destinados a mallas espaciales de doble capa, es algo que continúa. Se han desarrollado multitud de
modelos, pero muchos de ellos resultan extremadamente complejos y por lo tanto caros. Como resultado, muy pocos han sobrevivido al
paso del tiempo.
Una de las ideas transversales que circula en el presente trabajo, es que tanto el proyecto y la fabricación son
labores de una muy alta especialización que pocas personas y empresas son capaces de hacer. De los
aproximadamente 250 sistemas constructivos, solo unos pocos cuentan con una garantía avalada por infinidad
de realizaciones (Lan, 2005). Desapareciendo el resto por la complejidad del método de conexión y por el
desconocimiento sobre su funcionamiento. Las empresas legítimamente poseedoras de la titularidad de estos
sistemas, lógicamente defienden todo su conocimiento y experiencia no permitiendo que otras se puedan
beneficiar de su know-how. Por ello, ya se ha comentado también que la simple sustitución dimensional de un
40
sistema por otro, lo único que puede dar lugar es a trágicas consecuencias , en vez del atrayente beneficio
económico esperado. Después de más de 60 años desde su llegada al mercado, con infinidad de ejecuciones a
lo largo del mundo, muchas de ellas realizadas antes de la introducción de los ordenadores en el cálculo de las
mismas, el sistema MERO™ ha demostrado que es el que mejor se adapta al comportamiento teórico de
articulaciones puras, amén de disponer de una gran reserva para hacer frente a otro tipo de solicitaciones
(Ramaswamy et al., 2002).
Uno de los problemas más comunes que presentan los nodos es su comportamiento no lineal bajo ciertas
condiciones de cargas; en el caso de los nodos MERO™ tal circunstancia ha ocurrido en laboratorio y bajo
condiciones de carga extremas, presentando generalmente un comportamiento dentro del rango lineal (Arekar
y Bhavsar, 2013).
Sistema Ortz
El sistema Ortz fue creado y patentado por LANIK, S.A., empresa española dedicada entre otros al desarrollo de
sistemas estructurales y a su puesta en servicio desde el diseño hasta la fabricación y el montaje ofreciendo
soluciones específicas para cada proyecto.
El nudo está basado en el sistema MERO™ y consiste en una pieza esférica dotada de una serie de orificios
roscados según las direcciones de las barras que han de concurrir en el mismo. La disponibilidad en cuanto a las
posibles direcciones de acceso de las barras es prácticamente total, quedando únicamente limitado por el
ángulo mínimo que deben mantener las barras contiguas para evitar la interferencia entre ellas. Las barras son
de perfil tubular y llevan soldados en sus extremos sendos casquillos cónicos dotados de orificios axiales.
Los casquillos quedan atravesados por tornillos especialmente diseñados que presentan dos cuerpos roscados
con sentidos inversos de rosca. El doble sentido de la rosca permite que se consigan dos aprietes, el de la
esfera con el tornillo y el de este con la barra por medio de tuercas. El objetivo de las tuercas es el de evitar que
se afloje la unión por vibraciones eventuales. Ilustración 57.
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En la siguiente dirección, http://dcc.consultivodecanarias.org/2008/0408.pdf, se puede consultar un dictamen técnico sobre las
consecuencias de sustituir el sistema constructivo con el que se había proyectado la cubierta de un polideportivo, por otro sistema;
mediante el método de “igualdad dimensional”. En el dictamen técnico, se pueden leer cosas tan ejemplarizantes como la siguiente: “… y
que considera que el desplome total de la estructura el 23 de noviembre de 2003 se debió a un montaje y cálculo defectuoso de la misma
con el sistema 3Dé que no ha soportado los esfuerzos solicitados por el proyecto, por lo que concluye proponiendo que se coloque de nuevo
toda la estructura con el sistema PALC3 original del Proyecto”.
Tanto el taladrado y roscado de los orificios de los nudos como el mecanizado de los casquillos se realizan con
máquinas de control numérico de gran precisión minimizando el riesgo de error humano, propiciando total
fiabilidad al proceso productivo.
Sistema Oron
El nodo esférico cuenta con una esfera que sirve de unión entre las diferentes barras que confluyen en ella. De
esta manera, cada esfera cuenta con diversos taladros de conexión orientados según el ángulo de confluencia
de cada barra. Además, como cada barra soporta cargas diferentes, la dimensión de cada tornillo que confluye
en un nodo puede ser diferente.
Las estructuras espaciales más frecuentes hoy en día están constituidas por perfiles tubulares de acero. El perfil
tubular se introduce en la construcción como resultado de la búsqueda de una viga en la que se minimice la
relación peso frente a resistencia. Entre los perfiles tubulares más comunes tenemos el perfil tubular circular
(Ilustración 59) y el perfil tubular rectangular (Ilustración 10). El perfil circular se adapta muy bien a esta
tipología estructural, gracias a su mejor comportamiento frente a esfuerzos de compresión y también a su
mayor rigidez a torsión y facilidad de protección contra la corrosión por estar cerradas con soldadura todas las
barras. Otra ventaja en el empleo de estas secciones, es que el diámetro exterior de las barras puede ser
constante, pudiendo usar diferentes espesores de paredes de los tubos para resistir diferentes esfuerzos,
simplificando así la construcción y el uso de elementos de unión. De esta manera presentan una interesante
expresión arquitectónica, que permite caracterizar la obra con su utilización.
Ilustración 59.- Gama de tubos fabricados por MERO™. Fuente: MERO (1977).
Podemos establecer, que los perfiles tubulares de sección circular son los más empleados en las celosías
espaciales debido a las siguientes propiedades:
Se pueden conseguir grandes luces debido a que se tienen elementos más largos en las estructuras,
teniendo cerchas y celosías más transparentes con posibilidad de eliminar los arriostramientos
transversales.
Ahorro considerable de material para una estructura espacial concreta debido a que la carga admisible
es mayor que para los perfiles abiertos.
Menor trabajo de mantenimiento, tales como pintura o revestimiento para protección frente a fuego,
por presentar menos superficie externa.
Facilidad de unión de los elementos estructurales mediante soldadura o atornillado.
Si comparamos la respuesta ante los esfuerzos de los perfiles tubulares respecto del resto de secciones
resistentes empleadas usualmente, se encuentra que para:
Tracción. La capacidad resistente de un elemento sometido a carga de tracción depende del área de la
sección transversal y del límite elástico de cálculo, siendo independiente de la forma de la sección. De
aquí podemos deducir que en lo que se refiere a resistencia a tracción en el uso de perfiles tubulares
no resulta más o menos ventajoso.
Compresión. Para elementos solicitados a compresión, la carga crítica de pandeo depende de la
esbeltez y de la forma de la sección. Para una longitud dada la esbeltez es menor para los perfiles
tubulares que para los perfiles abiertos, lo que se traduce en un ahorro considerable de material con
respecto a los perfiles abiertos.
Flexión. Las secciones I y H resultan más económicas cuando la flexión ocurre en la dirección del eje
principal, ya que el momento de inercia de dicho eje principal es mayor en estos perfiles que el
momento de inercia del perfil tubular. Sin embargo, es evidente que los perfiles tubulares son
especialmente favorables, comparados con otros perfiles, bajo flexión en ambos ejes.
Torsión. Los perfiles tubulares debido a una distribución uniforme del material alrededor del eje,
especialmente si se trata de un tubo circular, tienen la sección transversal más eficaz para resistir los
momentos torsores.
Como ya se comentó al principio de este trabajo, las mallas espaciales de doble capa han encontrado en la
madera un excelente material para su aplicación en obras arquitectónicas singulares. Aquí, las secciones más
adecuadas, teniendo en cuenta tanto el factor de rendimiento como la facilidad constructiva, son la sección
cuadrada y la triangular, que consiguen un elevado radio de giro mínimo para la cantidad de material empleado
y su facilidad de ejecución. Respecto a este último punto de la facilidad de ejecución, las piezas tubulares
pueden obtenerse a partir de secciones rectangulares de ancho 3 ó 4 veces superior al espesor de pared que se
pretenda conseguir para, posteriormente, por simple corte y posterior encolado, obtener la sección hueca, lo
que permite su conformación con un mínimo de manipulación y con una gran facilidad de ejecución en un
proceso industrial (Huybers, 1987). Estévez Cimadevila et al., (2013) demuestra que el rendimiento estructural
a compresión de las piezas de madera con sección tubular en relación con el empleo de secciones macizas
mejora de forma significativa al aumentar la luz de las barras. Ello convierte la solución de barras tubulares en
idónea para su empleo en las estructuras con tipología de malla espacial.
En las mallas espaciales construidas en acero, generalmente son aplicables los métodos de protección que se
usan para el resto de las estructuras convencionales. Sin embargo, debido al pequeño tamaño de los elementos
prefabricados que componen las mallas espaciales, se utilizan otros métodos de tratamiento superficial como
pueden ser la pintura en inmersión, el galvanizado y la pintura electroestática. Estos tres métodos tienen la
ventaja de poder automatizarse en taller, por lo que se produce una mayor productividad, frente a los
tratamientos convencionales.
Entre las formas de protección contra la corrosión, los más utilizados y eficientes son el galvanizado y la pintura
electroestática. Mientras el galvanizado permite la protección de las superficies internas, las aplicaciones
electroestáticas sólo protegen las superficies externas.
Una limitación en el uso de galvanoplastia es que el color resultante es gris, por lo que, en muchos casos, es
preciso aportar una capa de pintura extra para mejorar el aspecto visual de la estructura. Los recubrimientos
electroestáticos, basados en epoxi, proporcionan un mejor acabado estético, permitiendo obtener diferentes
colores y tonalidades. Además, proporcionan una excelente protección contra la corrosión, ya que al no tener
disolventes, la película resultante está libre de poros por lo que es imposible que el aire entre en contacto con
el acero y se pueda iniciar el proceso de corrosión. Pero debido a que la gran mayoría de los sistemas tubulares
están formados por tubos abiertos en los extremos, la protección de la superficie interior del tubo no puede
hacerse por este sistema. Una forma de evitar este problema, es mediante la utilización de aceros de alta
resistencia a la corrosión atmosférica en la fabricación de estas barras.
Para describir el funcionamiento del sistema de roscado entre el nodo y la barra, hay que tener en cuenta que
cada patente tiene el suyo propio y que es diferente del resto, aunque sea por pequeñas matices. Aquí se
describe el funcionamiento del sistema que se empleará en la estructura que se proyecta.
El sistema Mero™ consiste en un poliedro de 18 caras en donde, en cada una de ellas hay un agujero con
rosca. Es una solución excelente para nodos muy complejos (hasta 18 barras) que se resuelve por simple
roscado.
En construcciones usuales, con nodos a los que pueden concurrir de 8 a 12 barras, el elevado número de
facetas del poliedro admite amplia libertad en la variabilidad de los ángulos de inclinación de las distintas
barras.
El sistema de roscado es el siguiente: la barra tubular (Tube) tiene terminaciones tronco-cónicas soldadas a ella.
En los extremos disponen de una pequeña ventana por donde se introduce un tornillo suelto (Bolt), que tiene
un agujero pequeño en su cuerpo roscado. Envolviendo al tornillo hay una pieza tubular alargada (Sleeve) de
contorno poliédrico totalmente independiente del tornillo, que tiene un agujero también alargado en dos de
sus caras opuestas. Enfrentando el extremo de la barra con la respectiva cara del núcleo poliédrico del nodo, y
presentando el tornillo (totalmente flojo) con el hueco roscado de dicha cara, se produce el atornillado de la
siguiente manera: se pasa una chaveta fina (Pin) a través del agujero alargado de la pieza poliédrica exterior y
también del pequeño agujero circular del tornillo, y haciendo girar dicha chaveta se va atornillando a éste en el
nodo. A medida que se gira la chaveta, el tornillo se adentra en el núcleo poliédrico desplazándose (y
desplazando la barra) y ajustando la posición de la barra y del nodo. En la Ilustración 60, se muestra paso a
paso lo descrito. En otros sistemas, el tornillo ya viene introducido en la barra desde fábrica.
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También es posible encontrar sistemas constructivos en los que se suministra el conjunto tridimensional
completo. A nivel comercial se encuentra el conocido como Sistema Space Deck (Ilustración 61), el Sistema
Unibat (Ilustración 62), el Sistema CUBIC (Ilustración 63), el sistema SPACEgrid (Ilustración 23) y otros de menor
impacto (Ilustración 64).
En las grandes obras arquitectónicas, es normal el empleo de sistemas modulares creados expresamente para
esa estructura, Ilustración 65.
Ilustración 65.- Sistema modular Pabellón de Extremadura Expo’ 92. Fuente: Pérez Valcárcel (2014).
La distribución de los apoyos en una armadura espacial tiene una gran influencia en su comportamiento
estructural, depende de la disposición geométrica de las diversas capas y de las necesidades arquitectónicas
existentes. En general, la mejor disposición de los apoyos es aquella que presenta el mismo espaciamiento en
ambas direcciones.
Murtha-Smith (1988) analizó el comportamiento de las mallas espaciales de doble capa y la influencia que
sobre el mismo tenían los siguientes parámetros:
Y concluyó que la ubicación de los soportes era el parámetro que mayor influencia tenía en su
comportamiento, y sobre todo en la propagación del colapso. Siendo la situación más comprometida aquella
en la que la malla espacial está únicamente apoyada en las esquinas.
El óptimo aprovechamiento de estas estructuras se consigue cuando las diferentes direcciones principales de la
malla contribuyen equilibradamente a soportar las cargas exteriores. Esto se consigue en mayor grado en
aquellas cubiertas en que la malla puede apoyarse en todo el contorno y cuando las dimensiones generales que
definen la planta son parecidas. Es decir, en este sentido será más favorable una cubierta de planta cuadrada,
que una rectangular de la misma luz pero con notable diferencia entre sus dimensiones principales. En
definitiva, la competitividad de las mallas espaciales respecto de las estructuras planas depende no sólo de la
luz o dimensión mínima entre alineaciones de soportes, sino también de las proporciones de la planta a cubrir
(Martínez Apezteguia, 1981).
Las cubiertas pueden estar apoyadas bien en un nudo de la capa superior o en un nudo de la capa inferior
(Ilustración 66), siendo esta última la disposición más usada, ya que provoca menos interferencias con otros
elementos de la estructura y los apoyos son más simples.
Cuando se apoya la estructura en los nodos inferiores, las barras diagonales adyacentes se encuentran
generalmente a compresión y si la cubierta apoya en unos pocos puntos, estas barras serán las más solicitadas
de la estructura con el riesgo de poder pandear y provocar la ruina progresiva de la estructura (Chilton, 2000).
La forma de evitar que esto ocurra es mediante el empleo de elementos que distribuyan la carga entre dos o
más nudos. Esto se logra aumentado el área del soporte de, de manera que aumenta el número de miembros a
los cuales la carga es transferida y se reducen los esfuerzos en las barras. Así, mediante una viga de transición
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se puede distribuir la carga entre dos nodos, o emplear pirámides invertidas (Ilustración 29) que distribuyen
la carga entre cuatro nodos (Ilustración 67).
En la Ilustración 68.a) se presenta una pirámide invertida que permite realizar una transferencia de las cargas
desde la cubierta a la columna, por medio de cuatro nudos. Si las cargas a transferir son muy elevadas, se
puede prolongar la pirámide invertida hasta el suelo, tal y como se ve en la Ilustración 68.c). Otra posibilidad
para repartir las cargas y evitar el pandeo de las barras comprimidas es mediante la colocación de una triple
capa en la zona inmediatamente cercana a los apoyos, como se aprecia en la Ilustración 68.b).
La situación en la que la malla se apoya en los nudos superiores, es menos utilizada debido a las interferencias
que pueden ocurrir entre las diagonales de la malla y la sección de los pilares y solo se utiliza cuando los nodos
de apoyo se encuentran en el perímetro exterior de la malla. Además, en este caso las diagonales son por lo
general a la tracción, lo que reduce la posibilidad de colapso de la estructura a pesar de que los pilares de
soporte son más susceptibles a fallo por pandeo, debido a su mayor longitud (Chilton, 2000).
41
También se denominan, soportes en capitel o multicolumnas.
Otra forma de repartir las cargas, es mediante la distribución de los apoyos a lo largo de la coronación de un
muro de hormigón (Ilustración 69).
Dentro de la gran libertad que existe, en cuanto a la distribución, se pueden encontrar una serie de
configuraciones que se suelen repetir bastante y que a continuación se describen:
Apoyadas en su perímetro, donde todos los nodos perimetrales descasan bien sobre un muro perimetral, sobre
una viga perimetral o bien cada nodo perimetral sobre un soporte. El apoyar perimetralmente la cubierta es
uno de los métodos más utilizados y el más eficiente desde el punto de vista estructural.
a) Sobre cuatro soportes, pero nunca situados en esquinas, siempre buscando el efecto voladizo, tal y
como aparece en la Ilustración 70 a) e Ilustración 29 . Siendo esta la configuración típica de pabellones
de deportes.
b) Sobre soportes uniformemente repartidos, como aparecen en la Ilustración 70 b).
c) Combinación de soportes perimetrales con soportes repartidos uniformemente. Ilustración 70 c).
Como norma general, es conveniente evitar los soportes en las esquinas, ya que esto ocasiona unos grandes
axiles en las barras perimetrales. Lo más conveniente en diseñar con voladizos situados entre un tercio y un
cuarto de la luz. En el caso de solo disponer de cuatro soportes, es preferible ubicarlos en el centro de los lados,
antes que en las esquinas (Lan, 2005).
Soportadas por tres lados y el cuarto libre, que es la configuración típica de un hangar (Ilustración 7). En este
caso es necesario el reforzamiento del lado libre, que generalmente se realiza añadiendo otra capa, tal y como
se muestra en la Ilustración 71.
Pero como ya se ha dicho varias veces a lo largo de este trabajo, la gran ventaja que presentan las estructuras
espaciales, es la gran libertad que tiene el proyectista a la hora de efectuar su diseño, una ejemplo de la
creatividad que se permite, en este caso refiriéndonos a los apoyos, puede ser el Palacio de los Deportes de
Palafolls (Ilustración 72), obra del arquitecto Arata Isozaki. Otro ejemplo rupturista de soporte se tiene en la
Ilustración 73, que corresponde a uno de los peajes existentes en las cercanías de Madrid.
Ilustración 73.- Cubierta sobre un peaje en vía radial de Madrid. Fuente: www.lanik.com.
Evidentemente el óptimo aprovechamiento de estas estructuras se logra cuando las diferentes direcciones
principales de la malla contribuyen equilibradamente a soportar las cargas exteriores. Esto se consigue en
mayor grado en aquellas cubiertas en que la malla puede apoyarse en todo el contorno y cuando las
dimensiones generales que definen la planta son parecidas. Es decir, en este sentido será más favorable una
cubierta de planta cuadrada, que una rectangular de la misma luz pero con notable diferencia entre sus
dimensiones principales. Análogamente una planta circular se comportaría mejor que otra elíptica de gran
excentricidad. En definitiva, la competitividad de las mallas espaciales respecto de las estructuras planas
depende no solo de la luz o dimensión mínima entre alineaciones de soportes, sino también de las
proporciones de la planta a cubrir. Por supuesto que si en una cubierta cuadrada la malla sólo puede
soportarse en dos contornos opuestos, quedando los otros dos sin apoyos, una de las direcciones no
contribuye al esfuerzo y el beneficio derivado del aprovechamiento de la forma se desaprovecha. En tal caso la
malla queda trabajando como un conjunto simple de vigas paralelas.
2.6.1.- APOYOS
Existen tantas tipologías de apoyos, como sistemas constructivos y como diseñadores de estructuras
espaciales. La casuística devendría infinita, aquí se presentan unos detalles de los que emplea el sistema Mero,
donde básicamente es un nodo unido a una basa, mediante una serie de rigidizadores. Ilustración 74.
Los dos parámetros que definen el diseño del elemento resistente tridimensional, son el espesor de malla y el
módulo de malla. Alcalde (2005) propone una serie de condiciones o recomendaciones que debe de cumplir el
elemento resistente,
En las mallas espaciales el canto suele denominarse espesor de malla, siendo la separación entre las capas
opuestas. El espesor de malla es un valor que está relacionado con el vano libre, en la literatura científica y
técnica se encuentran distintos trabajos encaminados a determinar los valores del cociente L/H. Normalmente
es conveniente obtener valores reducidos de este cociente, pero teniendo en cuenta que la disminución del
mismo hace crecer inversamente las solicitaciones y las deflexiones bajo carga, exigiendo finalmente
dimensionamientos más costosos. Este cociente queda, a nivel práctico, limitado. Dichos límites aparecen
reflejados en la Tabla 2, donde L es el vano libre y H el espesor de malla.
2.7.2.- MÓDULO
Se entiende por módulo la longitud de cada una de las barras de la retícula, normalmente horizontales. El
número de nudos y barras requerido por una estructura varía de forma inversamente proporcional al cuadrado
del módulo. El incremento de la densidad de nudos repercute negativamente en el coste. Por ser el módulo la
variable que mayor incidencia tiene en la densidad de nudos de la estructura, este parámetro resulta ser el de
mayor repercusión económica. Valores inferiores a los 2 m son casi siempre antieconómicos y sólo cabe
aplicarlos en condiciones especiales o en estructuras de reducidas dimensiones con carácter preferentemente
ornamental. Cuando las dimensiones generales y las luces son importantes conviene acercarse a los 3 m de
modulación. Por encima de estos valores la estructura puede resultar todavía más económica, pero
normalmente no interesa demasiado su utilización desde una perspectiva global porque los sistemas habituales
de cerramiento, a base de chapas, sándwich, etc., no permiten mayores separaciones entre apoyos. Módulos
muy superiores obligan a una estructura auxiliar para el apoyo del elemento de cierre y el coste total sale
perjudicado. Con el empleo de cubiertas autoportantes diseñadas exprofeso para cada construcción, la
longitud del módulo queda limitada únicamente por el fenómeno de pandeo.
En cuanto a su relación con el módulo, el espesor también debe estar comprendido entre ciertos límites. E!
cociente espesor/módulo normalmente suele estar comprendido entre 0,5 y 1. Relaciones inferiores provocan
esfuerzos excesivos en las barras diagonales, mientras que las superiores tienden a aumentar la esbeltez de
estas barras obligando a dimensionamientos excesivos por pandeo. En general, en estructuras de grandes luces
con esfuerzos importantes conviene que el espesor se aproxime al valor del módulo, siempre que sea
compatible con las posibles limitaciones que por otras razones puedan imponerse al volumen de la cubierta.
Suele ocurrir que la relación módulo/espesor viene dada por el propio sistema constructivo, pudiendo
encontrarnos dos casos:
a) Que todas las barras tengan la misma longitud, con lo que = ⁄√2.
b) Que =
En ambos casos el número de barras por m² es dividido por el módulo al cuadrado y el nº de nudos por m² de
estructura es 2 dividido por la longitud del módulo al cuadrado. En este tipo de estructuras de cada 8 barras, 4
están en las capas y las otras 4 están entre las capas, es decir, son diagonales.
Generalmente, el montaje de las estructuras espaciales se realiza a cota de terreno y una vez montada es
elevada hacia la posición definitiva.
a. Montaje in-situ.
b. Mediante izado.
c. Mediante desplazamiento.
d. Mediante bloques.
La elección de uno de los métodos anteriores para la instalación depende de la zona de condiciones y los
requisitos de diseño.
Montaje in situ
Para pequeñas cubiertas o cuando el acceso a la zona de obras y la maniobrabilidad de las grúas sobre camión
está totalmente impedido, se requieren el uso de cimbras y/o andamios a cota final de apoyo, que soportan la
estructura hasta su puesta en carga. El ensamblaje de la estructura se realiza uniendo los elementos en su
posición definitiva por simple atornillado de los extremos de las barras a los nodos. La primera operación que
se realiza es la soldadura de los apoyos en su posición definitiva. Ilustración 75.
Mediante izado
La cubierta completa se ensambla en el suelo a cota cero. Si se eleva mediante empujadores (Ilustración 76), la
operación de ensamblaje de la estructura se realiza en su proyección en planta con los mínimos
desplazamientos necesarios para librar los pilares y poder ubicar perfectamente los medios de elevación. Si el
izado se realiza mediante el empleo de grúa (Ilustración 77), el ensamblaje se puede realizar en las
proximidades de su ubicación definitiva. Requiere que la obra civil se debe encontrar ejecutada en cuanto a
ubicación de puntos de apoyo. Una vez elevada y posicionada correctamente, la última operación que se
realiza es la soldadura de los apoyos. Esta técnica requiere una atención especial, durante el proceso de izado,
de manera que no aparezcan esfuerzos superiores a los calculados.
Mediante deslizamiento
Se instala un andamio que permite el montaje de un módulo que cuando está finalizado, es enviado a su
posición definitiva deslizando sobre unos carriles dispuestos al efecto. Ilustración 78.
Mediante bloques
Se van montando secciones de la estructura en el suelo y mediante grúas se van colocando en su posición
definitiva. La capacidad de elevación de la grúa es la que limita el peso de las secciones en las que se divide la
estructura. Ilustración 79.
Martínez Calzón, J., (1992) empleó un método novedoso denominado PANTADOME durante la construcción del
Palacio San Jorge en Barcelona. Este método consiste en la elevación desde el suelo, mediante un sistema de
rótulas, torres y gatos, la práctica totalidad de la estructura de cubierta ya montada, e incluso con gran parte
de los elementos de cobertura y pasarelas de servicio interiores (Ilustración 80).
Ilustración 80.- Elevación del Palacio San Jorge. Fuente: Martínez Calzón, J. (1992).
Con independencia del método de montaje de la estructura que se use, el mismo debe ser objeto de cálculo y
ser tenido en cuenta en los cálculos estructurales. Cada técnica de montaje tiene mayores ventajas sobre la
otro dependiendo de las condiciones existentes. Sin lugar a dudas, lo que permite la mayor reducción en el
tiempo de montaje es la de izado total. Sin embargo, no debe haber obstáculos en la superficie donde la
estructura es montada. Para utilizar esta técnica en edificios con muros perimetrales, éstos sólo pueden ser
erigidos después de elevar la cubierta y ser sostenida mediante apoyos provisionales.
Las mallas espaciales de doble capa, tienen teóricamente un comportamiento sencillo, pero conforme se han
ido ejecutando más obras, se han empezado a verificar la existencia de patologías estructurales que han
ocasionado el colapso total o parcial de las mismas. En la mayoría de los casos, dichas patologías han ocurrido
por una incompatibilidad entre el comportamiento previsto en los cálculos y el comportamiento real de la
estructura (Santos Sampaio, 2004).
También es importante considerar el efecto causado por las imperfecciones de los elementos. De hecho, todas
las estructuras tienen diversas imperfecciones tales como la presencia de tensiones residuales, imperfecciones
geométricas, etc. Estos factores influyen significativamente en el comportamiento real de la estructura por lo
que deben incorporarse al modelo, afín de que el modelo matemático sea lo más próximo a la forma real de la
estructura.
42
La gran mayoría de los proyectistas se han decantado por realizar los cálculos mediante análisis elástico lineal ,
donde las deformaciones son pequeñas, existiendo una linealidad entre las cargas externas y los esfuerzos que
aparecen en las barras, en función de la geometría inicial de la estructura.
En Estados Límite de Servicio cuando las solicitudes y los desplazamientos son pequeños, el comportamiento
de la estructura es lineal (Malla y Serrette 1996; Hill, et al., 1989 y Santos Sampaio 2004). Sin embargo,
dependiendo de las características de los nodos pueden ocurrir comportamientos no lineales de tipo
geométrico o físico o ambos a la vez. Maiola (1999), en su tesis doctoral citó que la aparición de inestabilidad
rotacional en los nodos puede influir en el comportamiento de la estructura. Esta inestabilidad puede ser
causada por la reducción de la rigidez en los extremos de las barras, las acciones de las fuerzas excéntricas,
presencia de fuerzas desequilibradas en el propio nodo o flexibilidad en la conexión. Incluso puede ocurrir que
aun trabajando el material dentro del rango lineal, la estructura puede presentar un comportamiento no lineal
como resultado la influencia de las deformaciones en el equilibrio (Chandra et al., 1990).
Hill et al., (1989) analizaron una malla espacial de doble capa y se comprobó que esta seguía un
comportamiento lineal hasta el inicio del pandeo y que a partir de este momento se observó una disminución
repentina de la capacidad resistente de la estructura. Igualmente concluyeron, que el comportamiento de la
mayoría de los sistemas estructurales espaciales sólo se podría evaluar correctamente cuando se habían
considerado en su estudio las no linealidades física y geométrica.
42
http://www.orion-spaceframe.com/diseno-y-calculo/
Lan (1994) describe varios casos de colapso repentino ocurridos en China desde los años 60 hasta el inicio de
los 90, mostrando claramente la necesidad de emplear modelos de análisis que representen correctamente el
comportamiento de las estructuras espaciales. Muchas estructuras sólo requieren la consideración de la no
linealidad del material para la obtención de las cargas de pandeo. Sin embargo, algunas estructuras más
complejas y especializadas todavía requieren la consideración de la no linealidad geométrica. Destaca el autor
que dentro de las causas de fallo inherentes a cada estructura, estos problemas son consecuencia de un
aumento exagerado de la utilización de estos sistemas estructurales sin el desarrollo de estudios,
investigaciones y especificaciones técnicas adecuadas.
Según Mutha-Smith (1994), la configuración de una malla espacial y dependiendo del sistema de nodo
empleado, requiere un mayor nivel de carga para causar la inestabilidad en la primera barra, sin que esto
signifique un aumento o disminución de la solicitación necesaria para llevar la estructura al colapso.
Según Marsh (2000), el comienzo del colapso de la estructura puede tener su origen en las siguientes causas:
La posición de la barra en la organización estructural, determina si el fallo de una barra puede dar lugar al
colapso de la estructura o a una redistribución de esfuerzos entre las colindantes. Así, las diagonales, excepto
las situadas en los apoyos, pueden fallar antes de que llegue el colapso de la estructura (Nascimento de Souza y
Malite, 2005).
En el diseño de mallas espaciales de doble o más capas, se requiere un grado razonable de hiperestaticidad, de
manera que en caso de fallo la deformación de la estructura sea dúctil y no catastrófica. Aunque no siempre
una alto grado de hiperestaticidad, indica un alto grado de reserva (Schmidt, 2000), la hiperestaticidad debe de
ir acompañada de un buen grado de rigidez.
Según Malla y Serrette (1996), varias situaciones como vibraciones excesivas, imperfecciones geométricas,
golpes, accidentes, defectos en el material, problemas en las conexiones y el fenómeno de pandeo pueden
causar daños o provocar tensiones excesivas en parte de la estructura. A pesar de que pueden afectar
inicialmente a un número reducido de barras, existe el potencial de propagación a otras partes de la estructura
y lograr su ruina. Este fenómeno es conocido como colapso progresivo.
Por último, Hanaor (1999) destaca que todos los accidentes ocurridos con estas estructuras tienen su origen en
errores humanos que se pueden clasificar en tres categorías: errores intencionados (sabotajes), errores por
negligencia y errores por falta de conocimiento (ignorancia).
En matemáticas se denomina como problemas discretos a aquellos que pueden modelizarse utilizando un
número finito de componentes y como problemas continuos a aquellos en los que, por el contrario, la
subdivisión prosigue indefinidamente y el problema sólo puede definirse haciendo uso del concepto
matemático de infinitésimo (Zienkiewicz y Taylos, 2004). Los problemas continuos en general conducen, tal
como sucede con aquellos problemas planteados por la teoría de la elasticidad, a ecuaciones diferenciales o
expresiones equivalentes con un número infinito de elementos implicados.
El suizo Walter Ritz fue el primero en formalizar el Método de los Elementos Finitos (MEF), proponiendo que
las frecuencias de las líneas espectrales de los átomos podían ser expresados por diferencias entre un número
relativamente pequeño de elementos y desarrolló la formulación matemática del método basada en el cálculo
variacional (Fontana Cabezas, 2012).
El ingeniero ruso Boris Gallerkin publicó sus primeros trabajos en 1906 y propuso la incorporación del cálculo
matricial al método, pero su desarrollo fue detenido por lo extenso de los cálculos necesarios para resolver un
sistema con un considerable número de elementos finitos.
El uso moderno de los elementos finitos se inició en el ámbito de la ingeniería estructural a partir de la segunda
mitad del siglo XX y su desarrollo ha sido desde entonces vertiginoso, llegando a posibilitar, hoy día la
resolución de cualquier problema físico formulable mediante un sistema de ecuaciones diferenciales.
En sus inicios el método se expandió lentamente debido al alto costo y a la baja disponibilidad de los
ordenadores personales, Pero el acelerado avance de la informática, a finales del siglo XX, implicó el desarrollo
de un medio idóneo para la resolución de un gran número de ecuaciones y los problemas discretos pudieron
entonces empezar a solucionarse sin mayores dificultades, aun cuando el número de elementos en que se
dividiera una unidad estructural fuera elevado.
El método de los elementos finitos se concibe hoy en día como un método de análisis basado en cálculo
matricial, mediante el cual se pueden determinar las deformaciones y tensiones en gran número de puntos de
un determinado elemento estructural.
La base conceptual consiste en la transformación de una unidad estructural, que en principio es continua, en
otra discretizada en partes convenientemente elegidas, que son las que se conocen como elementos finitos El
elemento estructural queda así internamente dividido para su estudio, reemplazándose su continuidad original
por un número finito de elementos discretos unidos a través de vínculos en determinados puntos o nodos, que
son los elementos más importantes del mallado, pues es en ellos donde se definen las incógnitas básicas del
problema. La forma de los elementos, que puede ser cuadrada, rectangular, triangular, etc., y los puntos de
enlace, definen el procedimiento específico (Zienkiewicz y Taylos, 2004).
El primer paso para la solución del problema es determinar las propiedades de cada elemento a partir de su
geometría, los datos de carga y la naturaleza del material. Se determina entonces una matriz de rigidez para
cada elemento, junto con sus correspondientes cargas nodales, que a continuación se ensamblan en una matriz
general.
Una vez introducidas las condiciones de contorno pueden resolverse el sistema de ecuaciones y obtenerse los
desplazamientos, que son las incógnitas, junto con las tensiones y fuerzas internas de cada elemento,
satisfaciendo en todos los puntos las condiciones de compatibilidad de desplazamientos y de equilibrio. A
través de este artificio es posible estudiar situaciones más o menos complejas con métodos sencillos y
abordables por modelos matemáticos, que pueden manejarse cómodamente con un programa informático
(Zienkiewicz y Taylos, 2004).
Este método resulta entonces óptimo para determinar la distribución de tensiones y deformaciones en un
continuo elástico. Los casos particulares de dichos problemas incluyen elementos bidimensionales sometidos a
tensión o deformación plana, sólidos de revolución, placas y láminas flexionadas y análisis general de sólidos
tridimensionales.
En los modelos en elementos finitos, se han introducido una serie de aproximaciones. Ya que no es siempre
fácil asegurar que las funciones de desplazamientos escogidas satisfagan, las condiciones de los
desplazamientos relativos con los elementos adyacentes. Por consiguiente, esta condición de compatibilidad,
puede no cumplirse en el contorno de los elementos. Por otro lado, al concentrarse fuerzas equivalentes a las
originales en los nodos de los elementos, las condiciones de equilibrio sólo se cumplirán para el conjunto del
continuo, pero normalmente ocurrirá que tales condiciones no se cumplirán en zonas localizadas, tanto en el
contorno como dentro de cada elemento. Será entonces tarea del diseñador escoger la forma de los elementos
y las funciones de desplazamiento que mejor se adecuen a cada caso particular, dependiendo del grado de
aproximación que se alcance del uso que se haga de estas dos facultades (Zienkiewicz y Taylos, 2004).
En función del número de subdivisiones que se aplique en el proceso de cálculo, así será el grado de precisión
obtenido en el mismo. En cada caso particular, se podrá estimar el error por comparación con soluciones
exactas conocidas o mediante el estudio de convergencia, utilizando dos o más tamaños de subdivisiones.
Cuando se habla de cálculo lineal y no lineal, o teoría de primer orden y de segundo orden respectivamente, se
tiene claro que en el primer orden los cálculos se realizan sobre la estructura sin deformar y en los de segundo
orden, se realizan sobre la estructura deformada. En la Ilustración 82, se presentan los tipos de análisis que
pueden plantearse sobre una estructura, dichos análisis lo que intentan es aproximarse lo más posible al
comportamiento real de la estructura, se comprueba que el análisis de segundo orden es el que más se
aproxima al comportamiento real. No significando esto despreciar el cálculo en primer orden, con el que se han
calculado y se calculan infinidad de estructuras, pero siempre empleando una serie de coeficientes que
introducen en el análisis de primer orden los posibles efectos de segundo orden.
Ilustración 82.- Tipos de análisis. Fuente: Hernández Montes y Rúa Alvarez, (1994).
En el análisis elástico de primer orden existe el inconveniente de que no pone de manifiesto la posible
existencia de la inestabilidad. El análisis lineal de primer orden, es un modelo de cálculo que tiene por
hipótesis, la geometría inicial de la estructura y el comportamiento lineal del acero; es decir, que el material
obedece a la ley de Hooke con todas las cargas; por tanto, los desplazamientos son proporcionales a las fuerzas
que lo causan, que matricialmente se puede expresar como sigue:
∙ =
Donde:
Esta ecuación matricial describe el comportamiento de los modelos de elementos finitos (McGuire et al.
2000, Moya Ferrer 1996 y Atienza Reales y Irles Mas 1985). Contiene un gran número de ecuaciones
algebraicas lineales, que varían de miles a millones dependiendo del tamaño del modelo. La matriz de rigidez
depende de la geometría, las propiedades del material y las restricciones. Partiendo de la suposición de
que la rigidez del modelo nunca cambia, estas ecuaciones se agrupan y solucionan solo una vez, sin necesidad
de actualizar nada mientras el modelo se está deformando. Por lo tanto, el análisis lineal sigue una vía directa
desde la formulación del problema hasta su conclusión. Produce resultados en cuestión de segundos o
minutos, incluso para modelos muy grandes. En el análisis elástico de primer orden, es aplicable el principio de
superposición las tensiones, deformaciones, fuerzas internas y desplazamientos debidos a distintas acciones.
La característica de la matriz de rigidez de las mallas espaciales es que, dado que se consideran estructuras
articuladas, se obvian las incógnitas angulares ya que la rigidez de flexión en cualquier dirección es
despreciable, es decir, nula y las cargas de cálculo se aplican sobre los nudos, nunca sobre las barras.
En la anterior expresión no aparece la inestabilidad, dado que es proporcional a . Pero, por mera intuición,
debe existir una carga que sobrepasada esta, la estructura sea inestable, y que una vez cargada con la misma,
una pequeña sobrecarga adicional provoca el colapso de la estructura, es decir se ha llegado a la carga crítica
de pandeo de la estructura.
Los métodos de cálculo elásticos en primer orden analizan la estructura obteniendo los esfuerzos sobre las
barras y las longitudes de pandeo de éstas para posteriormente comprobar a pandeo dichas barras. Ahora
bien, con este método no puede ni determinarse las carga crítica de pandeo de la estructura, ni el coeficiente
se seguridad respecto a dicha carga (Hernández Montes y Rúa Alvarez, 1994).
El Eurocodigo-3 establece en su apartado 5.2.1 que las solicitaciones en la estructura pueden ser obtenidas por
uno de los métodos siguientes:
Los efectos de segundo orden, hay que tenerlos en cuenta cuando aumentan los efectos de las acciones o
cuando se modifica la respuesta estructural de un modo significativo. Esto sucede cuando la esbeltez de las
estructuras es considerable y se produce una amplificación de los esfuerzos originada por las imperfecciones y
por la deformabilidad de la estructura. Para algunos casos sencillos, basta con realizar un análisis en primer
orden de la estructura y amplificar los esfuerzos obtenidos mediante unos coeficientes que se proponen en las
diferentes normativas
El análisis de la estructura en primer orden puede utilizarse cuando las deformaciones tienen una incidencia
despreciable, tanto sobre el incremento de las solicitaciones consideradas como sobre el comportamiento
estructural general. Dicha condición puede suponerse satisfecha si se cumple el siguiente criterio:
43
y son vectores.
Donde:
es el coeficiente de amplificación por el que resulta necesario multiplicar las cargas de cálculo
para provocar la inestabilidad lateral elástica del modo de pandeo global de la estructura;
es la carga vertical de cálculo actuando sobre la estructura, en la hipótesis de carga
considerada;
es la carga crítica vertical total de inestabilidad para el pandeo de la estructura según un modo
global, calculada con las rigideces elásticas iniciales para la hipótesis de carga considerada.
De igual modo, una estructura puede clasificarse como intraslacional cuando su rigidez lateral es suficiente
≥ 10.
para que la influencia de los efectos de segundo orden en su resistencia pueda considerarse despreciable. El
análisis global de las estructuras intraslacionales puede realizarse según la teoría de primer orden,
Para el cálculo de existen diferentes métodos. En caso en el que se disponga de un software que permita
realizar análisis de autovalores o modos de pandeo de la estructura (denominados análisis de buckle), la
obtención de es inmediata (valor del autovalor).
Al contrario del análisis lineal, el análisis no lineal requiere que la idea de rigidez constante se abandone. En su
lugar, la rigidez cambia durante el proceso de deformación y la matriz de rigidez K debe actualizarse mediante
un proceso de solución iterativa. En el análisis elástico de segundo orden, el equilibrio se formula sobre la
estructura deformada. Este tipo de análisis tiene en cuenta los momentos producidos por los esfuerzos de los
extremos de las barras combinados con los desplazamientos que se han producido en dichas barras. Si los
desplazamientos son los producidos en los extremos de las barras, a los efectos de segundo orden los
llamaremos efectos P-Δ o de grandes desplazamientos (Ilustración 83). Si los desplazamientos son los que se
producen en el interior de las barras, suponiendo que los extremos no han sufrido movimientos, a estos
efectos de segundo orden se les denomina efectos p-δ. Otro efecto de segundo orden que se debe incluir a los
anteriores y es el debido al comportamiento plástico o no lineal del material.
Ilustración 83.- Efectos P-Δ y P-δ.- Fuente: Hernández Montes y Rúa Alvarez (1994).
El análisis no lineal es necesario cuando la rigidez de la pieza cambia bajo sus condiciones de funcionamiento. Si
los cambios en la rigidez provienen únicamente de los cambios de forma, el comportamiento no lineal se define
como no linealidad geométrica. Si los cambios de rigidez ocurren únicamente a causa de cambios en las
propiedades del material bajo condiciones operativas, el problema es la no linealidad de material. Un modelo
de material lineal implica que la tensión sea proporcional a la deformación unitaria. Esto significa presuponer
que cuanto más elevada sea la carga que se aplica, más altas serán las tensiones y las deformaciones
proporcionales a los cambios de la carga. También se presupone que no se producirán deformaciones
permanentes y que, una vez que la carga se haya eliminado, el modelo siempre volverá a su forma original.
Al tratar el análisis de un modelo de material plástico perfectamente elástico, es decir, un material que ha
perdido toda posibilidad de volver a su forma original después de la deformación, la tensión se mantiene
constante por encima de un cierto valor de deformación unitaria (Ilustración 84).
Cuando sea necesario contar con los efectos de segundo orden (no linealidad geométrica), se aplicará la teoría
de segundo orden consistente en cálculos iterativos. Como en este caso no se permite el principio de
superposición, debe acudirse a un reparto de cargas especificado, que se incrementa por pasos mediante un
multiplicador de carga. Se escogen incrementos tan pequeños que permitan suponer un comportamiento lineal
durante este aumento de la carga. La configuración deformada que se obtiene al acabar cada aumento
especificado de la carga es la geometría de referencia para el siguiente paso. Así pues, la teoría elástica de
segundo orden consiste en resolver una sucesión de análisis de primer orden de una estructura cuya geometría
cambia en cada paso con respecto a los anteriores. Estos cálculos pronto se hacen inmanejables a mano y se
necesitan programas informáticos. Estos programas suelen fundarse en el método de rigidez por ser más fácil
definir la estructura determinada cinemáticamente, que sirve de geometría de referencia. Casi todos los
códigos y normas permiten hallar las fuerzas internas de las estructuras de geometría regular no lineal
mediante análisis elástico que luego se amplía, si es necesario, para incluir los efectos de la inestabilidad. Este
planteamiento parece incompatible con el rigor teórico al no ser aplicable el principio de superposición, pero
ofrece al calculista la posibilidad de valerse de programas normalizados de análisis de pórticos, o sea, elásticos
lineales, al menos en anteproyecto.
Se puede resumir diciendo que, la diferencia fundamental cuando se trata de abordar los efectos de segundo
orden consiste en que la matriz de rigidez de la estructura no es constante sino que presenta valores que
dependen de los movimientos y de las cargas aplicadas. Es decir, la rigidez cambia durante el proceso de
deformación y la matriz de rigidez [K] debe actualizarse ya que el solucionador no lineal progresa a través de un
proceso de solución iterativa. Estas iteraciones aumentan la cantidad de tiempo que se tarda en obtener
resultados precisos. La resolución de la ecuación de equilibrio presenta una mayor complejidad, para lo cual se
han desarrollado diversos métodos.
Destaca, en la mayor parte de ellos, el tratamiento incremental de la aplicación de las cargas y la búsqueda de
la solución mediante un proceso iterativo cuyo resultado se espera sea convergente en la solución del
siendo 2 4 5 la componente de la matriz de rigidez que tienen en cuenta la no linealidad geométrica. Es decir,
como un análisis elástico lineal introduciendo reducciones de la rigidez de la estructura al ir aumentando los
axiles de compresión al momento que aumenta la carga aplicada y teniendo en cuenta el efecto de las
deformaciones.
20 Carga Crítica
Carga
10
0
0 2 4Deformación6 8 10
Gráfica 1.- Análisis Elástico de segundo orden.
Análisis inelástico o elasto-plástico de primer orden: La matriz de rigidez tangente se plantea con la geometría
20 Carga Crítica
5
Elásto-Plástico de 2º orden
0
0 2 4Deformación6 8 10
Gráfica 2.- Análisis Elasto-Plástico de primer orden.
Análisis inelástico o elasto-plástico de segundo orden: La matriz de rigidez tangente tiene en cuenta tanto los
20 Carga Crítica
5
Elásto-Plástico de 2º orden
0
0 2 4Deformación6 8 10
Gráfica 3.- Análisis Elasto-Plástico de segundo orden.
En cuanto al tratamiento incremental de la aplicación de las cargas, cabe decir que es el proceso que nos
permite trazar la historia de los movimientos de una estructura desde su posición inicial no deformada hasta su
configuración final, planteándose en cada escalón de carga un problema particular de no linealidad. La carga
total se aplicará mediante una serie de incrementos que matemáticamente se puede expresar de la siguiente
forma:
9
=7 1 8
8:;
La forma y el número de análisis realizados para obtener los desplazamientos dδ> es lo que distingue los
distintos métodos de resolución del problema no lineal. La Ilustración 85 muestra el proceso incremental de
aplicación de las cargas y la variación entre los desplazamientos obtenidos y los reales.
Ilustración 85.- Esquema del proceso incremental de cargas. Fuente: McGuire et al. (2000).
Con carácter general los métodos más usuales se pueden clasificar en dos grandes grupos: métodos de paso
único, entre los que se encuentran el método de Euler y los métodos Runge-Kutta, y los métodos iterativos,
donde se sitúa, entre otros, el método Newton-Raphson.
En la descripción de estos métodos que a continuación se exponen, se entenderá que se realiza un análisis
incremental de la forma en que se ha descrito anteriormente.
Los desplazamientos dδ> para un determinado incremento de carga se obtiene, en un paso único, mediante la
resolución del sistema de ecuaciones . @? 0 ∙ 1 8 1 8 , siendo .K@B 0 la matriz de rigidez representativa del
intervalo de cargas, obtenida a partir de los resultados obtenidos en el incremento de carga anterior.
Dado que la relación entre cargas y desplazamientos no es lineal, la exactitud de la solución mejora cuantos
más escalones de carga se utilicen. Dependiendo de la forma de obtención de la matriz de rigidez y de los
puntos de referencia utilizados se derivan distintos tipos de estrategias, como las que se enuncian a
continuación:
Método de Euler
Representa la estrategia más elemental del método de paso único. Como matriz representativa del incremento
de carga se adopta la matriz de rigidez tangente obtenida con la geometría deformada del inicio del
incremento (deducida a partir de los resultados calculados en el incremento de carga anterior). Los
Ilustración 86.- Esquema del Método de Euler. Fuente: McGuire et al. (2000).
de la rigidez tangente al inicio del intervalo . @; 0 y la rigidez calculada a partir de la geometría y las fuerzas
La diferencia consiste en la matriz de referencia del intervalo que, en este caso se obtiene como un porcentaje
. @? 0 = ; ∙ . @; 0 3 C ∙ . @C 0
La geometría y las fuerzas de este punto intermedio, inicialmente desconocidas, necesitan ser calculadas
mediante un segundo análisis global de la estructura, realizado utilizando la matriz de rigidez tangente en el
inicio del incremento y una parte de la carga del intervalo mediante las dos siguientes expresiones:
. @? 0 ∙ D1 EF G∙ 1 8
C 8H; 3 D1 EF
Determinada la matriz de referencia del intervalo, las deformaciones al final del incremento de cargas, se
calculan desde el punto de inicio aplicando el total de las cargas del mismo:
. @? 0 ∙ 1 ) 1 )
Ilustración 87.- Método del medio punto de Runge-Kutta. Fuente: McGuire et al. (2000).
punto medio del intervalo y unos coeficientes ; 0 y C 1 y lo que conduce a utilizar como matriz de
Una de las particularizaciones más conocidas consiste en utilizar como punto intermedio de referencia, el
rigidez representativa del intervalo la rigidez tangente del punto medio. Esta aplicación se conoce como
método del punto medio de Runge-Kutta y el esquema de su proceso se esquematiza en la Ilustración 87.
La diferencia de los métodos iterativos respecto de los de paso único consiste en que, en este caso, en cada
incremento de carga se entra en un proceso iterativo al que se le exige el cumplimiento de las condiciones de
equilibrio, con una cierta tolerancia.
Los desplazamientos de un determinado incremento de carga se obtienen mediante la resolución del siguiente
sistema de ecuaciones lineales
2 5 ∙ D1 8F = D1 8 F + DJ8 F
IH; I I IH;
8
El proceso iterativo finaliza con el cumplimiento del criterio de convergencia (condiciones de equilibrio) y la
obtención de los desplazamientos producidos por la aplicación del incremento de la carga. Los desplazamientos
totales de la estructura al final de un escalón de carga, se obtienen a partir de la ecuación:
6K
= + 7D1 8F
I
8 8H;
I:;
Entre los métodos iterativos más conocidos se pueden citar el método de iteración directa y el método de
Newton-Raphson.
El proceso en cada escalón de carga se inicia adoptando la rigidez del punto final del escalón anterior con la
que, aplicando el total de la carga del incremento, se determina una primera aproximación del movimiento de
los nudos mediante la resolución de la ecuación
. 8 0
L
∙ 1 ;
8 = 1 8
A partir de estos movimientos se calcula una nueva matriz de rigidez secante, con la que, aplicando de nuevo el
total de la carga del incremento y resolviendo una ecuación similar a la anterior
. 8 0
;
∙ 1 C
8 = 1 8
se puede obtener una mejor aproximación de los movimientos de los nudos. Cuando el proceso es
convergente, las iteraciones se dan por finalizadas cuando la diferencia entre el vector de movimientos de dos
iteraciones consecutivas se considera suficientemente pequeña, con un margen de error previamente
determinado. La Ilustración 88 ilustra el proceso iterativo descrito.
Este método, de gran aplicación práctica en problemas de baja no linealidad, pierde su eficacia en problemas
de acusada no linealidad debido a que su escasa convergencia exige gran cantidad de iteraciones para obtener
una aceptable aproximación.
Método de Newton-Raphson
Para un determinado escalón de carga, el proceso, cuyo esquema se representa en la Ilustración 89, comienza
determinando la matriz de rigidez tangente. La primera iteración del siguiente escalón utiliza esta matriz y,
mediante la aplicación del total de la carga del siguiente escalón, permite obtener un primer valor del
incremento del movimiento de los nudos mediante la resolución de la ecuación
. 8 0
;
∙ 1 ;
8 1 8
y determinar la parte del vector de cargas residual que no se encuentra en equilibrio con el movimiento
obtenido. A continuación se recalcula la matriz de rigidez tangente asociada a los movimientos 1 8; y
cargando la estructura con el vector de cargas residual, podemos obtener un incremento de movimiento
adicional mediante la resolución de la ecuación
. 8 0
C
∙ 1 C
8 1J8;
de la que se obtendrá un nuevo vector de cargas residual. Las iteraciones se repiten hasta que, en caso de que
el proceso sea convergente, el vector de cargas residual sea menor que un valor predeterminado. La
deformación total que sufre la estructura, se obtiene como sumatoria de las deformaciones obtenidas en cada
escalón de cargas.
6K
I
1 8 7D1 8F
I:;
Ilustración 89.- Esquema del Método Newton-Raphson .Fuente: McGuire et al. (2000).
El método de Newton-Rapshon, converge mucho más rápido que el método de iteración directa. Se puede
acelerar la obtención de la convergencia de dos modos. Un primer modo consiste en situar el punto inicial de
partida, lo más cerca posible del punto final del incremento correspondiente a la solución del problema. El
segundo modo que permite obtener más rápidamente el estado final de deformaciones, es aprovechar la
linealidad del material en las primeras fases del escalón de cargas, introduciendo escalones de cargas de mayor
amplitud, e irla reduciendo progresivamente conforme más cerca se encuentra el agotamiento de la estructura,
donde las no linealidades realizan su aparición.
El problema que presenta el método es el coste computacional, ya que cada iteración supone la obtención de
la matriz de rigidez tangente y de su inversa. Para solucionar esto, se modifica el método de manera que para
cada iteración se emplea la matriz de rigidez tangente en el origen en vez de la matriz de rigidez de cada punto.
Tenemos ahora el denominado método de la matriz de rigidez inicial o de Newton-Raphson modificado. Este
método precisa de un mayor número de iteraciones para converger, pero reduce el coste computacional (y por
tanto, disminuye el tiempo total de cálculo empleado) ya que opera con una sola matriz invertida que es la
operación más costosa desde el punto de vista del cálculo matricial (Sadeghi, 2002).
Para saber el momento en el que se puede finalizar el proceso iterativo, y por la tanto se puede decir que la
solución converge, se pueden presentar dos criterios:
1) Cuando el residuo de la ecuación de equilibrio es menor a una cierta tolerancia definida por el usuario.
2) Cuando los desplazamientos son menores que una cierta tolerancia definida por el usuario.
En SAP2000, se puede especificar una tolerancia relativa al desplazamiento, con la cual medir la convergencia.
Este valor, por defecto, es 0.003. Si el cambio relativo entre el desplazamiento de una iteración a la siguiente es
menor que la tolerancia, entonces no se realizan más iteraciones. El cambio relativo entre los desplazamientos
está definido como la relación entre el cambio máximo de desplazamiento y el mayor desplazamiento
producido en cualquier iteración. Cabe destacar que rotaciones y traslaciones son tratadas de igual manera.
Se debe especificar un número máximo de iteraciones que el programa debe realizar. Esto se usa para prevenir
el tiempo de cálculo excesivo. La iteración inicial es llamada la iteración “zero-th”. Éste es el análisis lineal
estándar que siempre se realiza tanto si se especifica o no la combinación de carga P-Δ. Este parámetro limita
el número de iteraciones adicionales realizadas para el efecto de la combinación de carga P-Δ. Si el número de
máximo de iteraciones es cero, entonces el sistema será igual a uno en donde no se especifica combinación de
carga P-Δ.
Si la convergencia no se obtiene después de que se hayan efectuado un número máximo de iteraciones, los
resultados del análisis pueden carecer de sentido, este fallo se puede deber a varias causas:
La combinación del proceso incremental de carga y de la iteración de Newton es muy eficiente para obtener la
respuesta de sistemas no lineales cuando ésta es creciente, es decir que se puede aumentar la carga aplicada y
se obtiene un aumento de deformación. Sin embargo en muchísimas aplicaciones, incluso simples, el sistema
no tiene ese tipo de respuesta monótona, sino que existen puntos límites en los que la respuesta pasa de ser
creciente a decreciente o viceversa y la estructura muestra fenómenos de snap-through o snapback. En estos
casos no es posible aplicar una estrategia simple de aumentar de forma continua la carga, pues la iteración de
Newton falla en las proximidades de los puntos límite.
La determinación de la curva fuerza-deformación completa en estos casos requiere el empleo de técnicas que
permitan identificar la presencia de un punto límite y pasarlo eficazmente. Se han desarrollado muchos
algoritmos que permiten pasar puntos límites, basados en dos ideas: el control de fuerza y el control de
Para resolver estos problemas se han desarrollado los denominados métodos restringidos. La idea fundamental
en que se apoyan es modificar el nivel de carga aplicada en cada paso del proceso incremental de carga en vez
de mantenerlo constante. Para poder modificar el nivel de carga aplicada, se considera dicho nivel de carga,
que está definido por el parámetro λ, como una variable más del problema. El valor de esta variable, es decir el
nivel de carga, se determina añadiendo una ecuación de restricción que obligue al método iterativo a moverse
hacia la posición de equilibrio, dentro de la curva de respuesta del sistema, aunque ésta muestre cambios de
dirección.
En el presente apartado, se analiza cómo la estructura a estudiar, reacciona ante un sismo, para ello se definen
en primer lugar qué es y en qué se diferencian un análisis estático de un análisis dinámico:
Análisis Estático: Este tipo de análisis consiste en aplicar cargas estáticas horizontales, es decir cargas sin
movimiento en el eje X e Y que simulan las fuerzas sísmicas por nivel (fuerzas sísmicas en altura). Las fuerzas
sísmicas en altura se determinan aplicando las fórmulas dadas en la NCSE-02, y en el caso de una edificación
con diafragma rígido, se puede ubicar en el centro de masas de cada nivel. Generalmente este tipo de análisis
es usado para edificaciones de baja altura y de configuración estructural regular.
Análisis Dinámico: El análisis modal espectral consiste básicamente en determinar primero el periodo de
vibración de la estructura, luego se determina un espectro de respuesta basados en los parámetros sísmicos
que nos da la NCSE-02. Este espectro de respuesta consiste en una gráfica de Aceleraciones vs. Periodos de
vibración en función de la aceleración de la gravedad considerando un valor de amortiguamiento de 5% del
valor crítico. Si se quiere diseñar una estructura elevada y de configuración estructural irregular se debe
emplear este tipo de análisis.
Para calcular las solicitaciones debidas a sismo mediante análisis modal espectral, es necesario definir el
espectro de respuesta en SAP2000, realizar un análisis modal y posteriormente el análisis modal espectral.
El análisis dinámico permite estimar la respuesta de una estructura sometida a un conjunto de acciones
externas variables en el tiempo (Clough y Penzien 1995, Chopra 2001 y Wilson, 2002). Tal respuesta puede
corresponder a cantidades como desplazamientos, velocidades o aceleraciones de nudos o de puntos
especiales de una estructura, como también a las acciones internas inducidas en los elementos estructurales
(Chopra, 2001). Las acciones externas pueden ser causadas por maquinaria, explosión, viento o sismo.
3.5.1.1.- INTRODUCCIÓN
Para poder obtener la respuesta de la estructura ante un suceso sísmico, se empleará el Método Dinámico de
Superposición Modal, dicho análisis debe basarse en una representación apropiada del movimiento del suelo y
debe realizarse utilizando los principios aceptados de la dinámica.
El procedimiento de análisis modal es apropiado para calcular la respuesta de la estructura, ya que la misma se
pude considerar como una estructura compleja de varios grados de libertad frente a la acción sísmica. La
respuesta estructural se modela como la máxima respuesta de un número de osciladores simples de un grado
de libertad, donde cada grado de libertad representa un modo específico de vibración de la estructura real.
Combinando la respuesta de cada uno de los osciladores simples se obtiene la respuesta de la estructura
global, obteniéndose las fuerzas externas equivalentes, el cortante basal y el cortante por piso, que pueden
usarse de la misma forma como en el procedimiento de fuerza lateral estática.
El procedimiento de análisis modal tiene la ventaja de determinar la distribución real de las fuerzas laterales,
de las masas y una distribución de rigideces a lo largo de la altura de una estructura irregular, que puede diferir
apreciablemente de la distribución lineal simplificada asumida en el método de la fuerza lateral estática.
Además, considera los efectos de los modos más altos de la respuesta de una estructura, alguno de los cuales
puede contribuir significativamente en la respuesta global de la estructura.
Las fases necesarias en el procedimiento del análisis modal se basan en seleccionar un espectro de respuesta
sísmica apropiado, aplicando una técnica de análisis dinámico para un modelo matemático de la estructura,
combinando la respuesta de un número suficiente de modos para asegurar de que por lo menos el 90% de la
masa participante de la estructura esté incluido en el cálculo de respuesta para cada dirección horizontal
principal.
Como se dijo anteriormente es necesaria una cantidad suficiente de modos para asegurar que el 90% de la
masa participante de la estructura esté incluida en el cálculo. De este modo el peso total de la estructura está
dado por:
M = ∑ O8
P∑ O8 ∙ Q8 RC
M =
∑ O8 ∙ Q8 C
∑ O8 ∙ Q8
S8 =
∑ O8 ∙ Q8 C
∑ O8 ∙ Q8
S8 =
T
M = S8 ∙ 7 O8 ∙ Q8
M = S8 C ∙ 7 O8 ∙ Q8 C
P∑ O8 ∙ Q8 RC
M =
T
La relación entre el peso efectivo y el peso total de la estructura está dado por:
7M = M
donde:
Por consiguiente, debe definirse un número suficiente de modos para asegurar que la suma de sus pesos
efectivos sea:
7 M = 0,9 ∙ M
De acuerdo con NCSE-02 § 3.6.2.3.1 se establece un valor mínimo de cuatro modos en el caso de modelos
espaciales de estructura, dos translacionales y otros dos rotacionales; pero para el cálculo que se realizará
también se tendrá en cuenta NCSE-02 § C.3.6.2.3.2.1 donde se establece que el número de modos con
contribución significativa serán aquellos para los que la suma de las masas efectivas de los r primeros modos
considerados, sea superior al 90% de la masa movilizada en el movimiento sísmico.
Los modos de vibración deben obtenerse utilizando metodologías establecidas de dinámica estructural, tales
como: el Análisis de Autovectores (Eigenvectores) o el Análisis de los Vectores de Ritz. Los autovectores
determina las formas de los modos de vibración libre no amortiguadas y las frecuencias de la estructura,
indudablemente esto proporciona una excelente información sobre el comportamiento de la estructura. Los
vectores de Ritz además buscan aquellos modos de vibración que son excitados por una carga en particular y
que de otro modo quedarían sin identificar. La desventaja que se tiene empleando el método de autovectores
es que al ser un método “exacto”, SAP2000 encuentra los modos de vibración en cualquier dirección,
apareciendo modos verticales que no sirven para el análisis, modos que son combinaciones de movimientos
verticales, horizontales y verticales que tienen muy poca masa asociada y requieren de muchos modos para
alcanzar el 90% en cada dirección.
El análisis con autovectores implica la solución del siguiente problema generalizado de autovalores.
. − ωC ∙ 0∙Φ=0
Siendo:
La matriz de rigidez
ωC
La matriz diagonal de masas
Φ
La matriz diagonal de autovalores
La matriz de autovectores correspondiente (Formas modales)
Los autovalores ωC (donde ω es igual a la frecuencia angular), definen las frecuencias y periodos naturales de la
estructura y la forma modal correspondiente a cada autovalor, representada por el autovector de las
amplitudes de la deformada de cada modo de vibración, tal como se muestran en la Ilustración 91. Cada par de
Autovalor-Autovector es el llamado modo de vibración natural de la estructura. Hay tantos modos de vibración
como grados de libertad de la estructura considerada y para cada uno de los autovalores hay un autovector.
En general no es necesario calcular todos los modos de vibración, sino que el análisis modal aplicado al cálculo
sísmico es suficiente con superponer los modos de más baja frecuencia. Los modos se identifican por los
números del 1 al n, en el orden en que son encontrados por el programa.
Como ya se ha dicho arriba el autovalor es el cuadrado de la frecuencia circular, ω, para ese modo, (a menos de
que se utilice un cambio de frecuencia). La frecuencia cíclica, f, y periodo, T, del modo se relacionan con ω por
medio de:
1 \
Z= [ =
[ 2∙]
El algoritmo empleado por SAP2000 para la obtención de los autovectores es el que se muestra en la
Ilustración 92. Este algoritmo es relativamente lento, pero a la vez es preciso y robusto, ya que cada iteración
requiere entre cinco y diez reducciones adelante y atrás, antes de que se produzca la convergencia que
obtenga la solución exacta.
44
3.5.1.4.- ANÁLISIS DE VECTORES DE RITZ
Distintitas investigaciones han comprobado que la obtención de las formas modales en vibración libre
obtenidas por el método de los autovectores no son las mejores bases para el análisis de superposición modal.
Ha sido demostrado (Wilson , et al., 1982) que el análisis dinámico basado en la obtención de los vectores de
Ritz dependientes de la distribución espacial de la carga dinámica proporciona resultados más exactos que el
uso del mismo número de formas modales naturales. Y otro elemento, a favor del empleo de los vectores de
Ritz es el enorme esfuerzo matemático que se requiere para obtener la solución exacta empleando el método
de los autovalores (Wilson, 1995). Este análisis trata de buscar los modos que son excitados por una carga en
particular.
Los vectores Ritz pueden proporcionar una mejor base que los autovectores para un análisis de espectro
respuesta o tiempo historia que se basan en superposición modal. Por lo que se opta por este tipo de análisis y
se explica más extensamente su metodología a continuación. La razón de que los vectores Ritz produzcan
excelentes resultados es que se generan teniendo en cuenta la distribución espacial de la carga dinámica,
mientras que el uso directo de las formas de los modos naturales de vibración omite esta información tan
importante. Además, el algoritmo de los vectores Ritz incluye automáticamente las ventajas de las técnicas
numéricas de condensación estática, la reducción de Guyan y la corrección estática de modos.
La distribución espacial del “vector de carga” dinámica sirve como un vector de carga de partida para iniciar el
procedimiento. Información esta muy importante que el uso directo de los modos naturales desprecia. La
distribución espacial del vector de carga dinámica sirve como vector de partida para iniciar el procedimiento. El
primer vector Ritz es el vector de desplazamientos estáticos correspondiente al vector de carga inicial. Los
vectores restantes están generados por un proceso recursivo en cual la matriz de masa es multiplicada por el
vector Ritz previamente obtenido y el resultado usado como el vector de carga para la próxima solución. Cada
solución estática se llama ciclo de generación.
Las técnicas estándares de resolución de problemas de autovectores sirven para resolver el problema y obtener
un conjunto de modos de vectores Ritz. Cada modo de vector Ritz consiste en una forma modal y una
frecuencia. El juego completo de los modos de vectores Ritz puede ser usado como una base para representar
el desplazamiento dinámico de la estructura. Una vez la matriz de rigidez es triangularizada solamente es
necesario resolver estáticamente un vector de carga por cada vector Ritz requerido. Así resulta un algoritmo
extremadamente eficiente. En la Ilustración 93 se presenta el algoritmo de que SAP2000 emplea para la
obtención de los vectores de Ritz (Wilson, 1995).
44
En la literatura científica, este método se puede encontrar bajo la denominación de LDR, Load-Dependent Ritz (Wilson, 1995).
El método LDR, se fundamenta en que la respuesta dinámica de una estructura es función de la distribución
espacial de la carga actuante. La ecuación de equilibrio dinámico no amortiguado de una estructura elástica es:
En el caso de una carga sísmica o eólica, la carga actuante sobre la estructura que depende del tiempo R(t),
puede ser escrita como:
`
F es un patrón de cargas independiente que no es función del tiempo. Cuando existe un movimiento sísmico
constante en la base de la estructura, pueden aparecer tres patrones de cargas independientes. Estos patrones
de carga son una función de la distribución direccional de la masa de la estructura. G(t), es una función que
depende del tiempo y por ello puede ser expresada a través de senos y cosenos, mediante una serie de Fourier.
Dejando de lado el amortiguamiento, la ecuación de equilibrio dinámico que hay que resolver es la siguiente:
^= +\
@C ^
Esta ecuación no puede resolverse directamente debido al desconocimiento de la frecuencia de la carga. Sin
embargo, se pueden calcular una serie de vectores ortogonales respecto de la rigidez y masa que satisfacen
esta ecuación utilizando un algoritmo de perturbación. El primer bloque de vectores se calcula eliminando la
masa y obteniendo la solución para la respuesta estática de la estructura, quedando esta como:
^L =
Resulta evidente que se comete un error al no considerar las fuerzas de inercia, pero este se puede aproximar
de la siguiente manera:
; ≈ ^L
Por lo tanto, se pude calcular un bloque adicional de vectores de error de desplazamiento o corrección en base
a lo siguiente:
^; = ;
Al calcularse cd , no se consideran las fuerzas adicionales de inercia. Por lo tanto, al seguir este proceso, es
evidente que existe la siguiente ecuación de recurrencia:
^8 = ^8H;
Usando la ecuación anterior se pueden generar un gran número de vectores. Sin embargo, para evitar
problemas numéricos, los vectores deben ser ortogonales con la rigidez y masa después de cada paso. Además,
se debe garantizar que todos los vectores sean linealmente independientes. Después de examinar
cuidadosamente los vectores LDR, se puede concluir que el análisis dinámico es una simple extensión del
análisis estático porque el primer bloque de vectores constituye la respuesta estática de todos los patrones de
carga que actúan sobre la estructura. Para el caso donde se aplican las cargas solamente en los grados de
libertad con masa, los vectores LDR siempre son una combinación lineal de los autovectores exactos.
Es de interés notar que la ecuación recursiva, que se utiliza para generar los vectores LDR, es similar al
algoritmo de Lanczos para el cálculo de valores y autovectores exactos, con la excepción de que los vectores
iniciales son los desplazamientos estáticos causados por las distribuciones espaciales de carga. No existiendo
iteración en la generación de los vectores LDR.
En la Tabla 3 se muestra claramente la manera de trabajar cuando se calculan los modos de vibración
obtenidos por el método de autovectores y los obtenidos empleando vectores de Ritz. Mediante autovectores
los modos de vibración se calculan progresivamente, uno detrás de otro, con independencia de las cargas
actuantes y su distribución espacial. Mediante autovectores se calculan todos los porcentajes de participación
modal, aunque los valores que se obtienen son prácticamente despreciables.
En cambio, mediante el método de vectores de Ritz se calculan los modos que realmente tienen una
participación efectiva en cada eje espacial, despreciando aquellos valores que no aportan absolutamente nada.
Tal y como se puede comprobar en la Tabla 3 el método LDR carece del “ruido” siempre presente en el método
de autovectores.
Tabla 3.- Valores obtenidos en SAP2000 para los porcentajes de participación modal.
TABLE: Modal Participating Mass Ratios. EIGEN VECTORS
Modo Period UX UY UZ SumUX SumUY SumUZ RX RY RZ SumRX SumRY SumRZ
Sec Unitless Unitless Unitless Unitless Unitless Unitless Unitless Unitless Unitless Unitless Unitless Unitless
1 0.581813 3.343E-16 0.91099 7.331E-18 3.343E-16 0.91099 7.331E-18 0.00662 1.847E-15 3.535E-19 0.00662 1.847E-15 3.535E-19
2 0.468127 3.927E-17 2.139E-17 9.336E-19 3.736E-16 0.91099 8.264E-18 7.887E-17 1.459E-16 0.79443 0.00662 1.993E-15 0.79443
3 0.4654 0.87994 1.882E-19 5.9E-18 0.87994 0.91099 1.416E-17 1.644E-16 0.00706 6.316E-18 0.00662 0.00706 0.79443
4 0.401173 1.806E-17 3.698E-17 0.36692 0.87994 0.91099 0.36692 1.538E-16 3.7E-17 1.306E-17 0.00662 0.00706 0.79443
5 0.358579 0.00015 2.658E-16 4.129E-16 0.88009 0.91099 0.36692 6.665E-17 0.4097 8.769E-19 0.00662 0.41676 0.79443
6 0.333512 1.179E-15 0.02044 8.007E-15 0.88009 0.93143 0.36692 0.000009955 2.597E-15 1.081E-15 0.00663 0.41676 0.79443
7 0.33169 1.625E-16 1.539E-15 0.17323 0.88009 0.93143 0.54015 7.888E-14 3.735E-18 1.061E-14 0.00663 0.41676 0.79443
8 0.287426 0.00737 1.996E-16 6.396E-17 0.88746 0.93143 0.54015 1.369E-16 0.0983 3.356E-16 0.00663 0.51506 0.79443
9 0.285773 1.731E-17 2.177E-17 1.842E-17 0.88746 0.93143 0.54015 1.311E-17 1.506E-16 0.10162 0.00663 0.51506 0.89604
10 0.250483 3.02E-16 5.716E-15 0.00787 0.88746 0.93143 0.54801 9.975E-15 2.582E-14 2.27E-16 0.00663 0.51506 0.89604
11 0.240139 1.923E-16 1.151E-15 4.136E-16 0.88746 0.93143 0.54801 2.004E-15 1.184E-16 0.00001517 0.00663 0.51506 0.89606
12 0.191941 2.178E-15 0.00122 4.635E-15 0.88746 0.93265 0.54801 0.14247 7.747E-14 5.831E-14 0.14909 0.51506 0.89606
13 0.189459 1.465E-15 1.814E-16 0.00098 0.88746 0.93265 0.549 3.67E-19 4.332E-13 7.336E-15 0.14909 0.51506 0.89606
14 0.188257 0.00525 8.676E-15 5.866E-15 0.89271 0.93265 0.549 2.345E-13 0.0017 4.802E-15 0.14909 0.51676 0.89606
15 0.182411 2.234E-15 8.038E-08 1.935E-16 0.89271 0.93265 0.549 0.0075 2.164E-13 6.51E-16 0.15659 0.51676 0.89606
16 0.174102 0.04339 5.052E-14 1.002E-14 0.9361 0.93265 0.549 3.672E-13 0.00148 2.65E-15 0.15659 0.51823 0.89606
TABLE: Modal Participating Mass Ratios. RITZ VECTORS
Modo Period UX UY UZ SumUX SumUY SumUZ RX RY RZ SumRX SumRY SumRZ
Sec Unitless Unitless Unitless Unitless Unitless Unitless Unitless Unitless Unitless Unitless Unitless Unitless
1 0.581813 0 0.91099 0 0 0.91099 0 0.00662 0 0 0.00662 0 0
2 0.4654 0.87994 0 0 0.87994 0.91099 0 0 0.00706 0 0.00662 0.00706 0
3 0.401173 0 0 0.36692 0.87994 0.91099 0.36692 0 0 0 0.00662 0.00706 0
4 0.358552 0.00015 0 0 0.88009 0.91099 0.36692 0 0.40965 0 0.00662 0.41671 0
5 0.333512 0 0.02044 0 0.88009 0.93143 0.36692 0.0000101 0 0 0.00663 0.41671 0
6 0.331679 0 0 0.17331 0.88009 0.93143 0.54023 0 0 0 0.00663 0.41671 0
7 0.287403 0.00738 0 0 0.88747 0.93143 0.54023 0 0.09854 0 0.00663 0.51525 0
8 0.2454 0 0 0.00926 0.88747 0.93143 0.54949 0 0 0 0.00663 0.51525 0
9 0.184776 0 0.00243 0 0.88747 0.93386 0.54949 0.24921 0 0 0.25584 0.51525 0
10 0.177015 0.04575 0 0 0.93322 0.93386 0.54949 0 0.00006121 0 0.25584 0.51531 0
11 0.143167 0 0 0.13633 0.93322 0.93386 0.68581 0 0 0 0.25584 0.51531 0
12 0.141513 0 0.0143 0 0.93322 0.94816 0.68581 0.09567 0 0 0.3515 0.51531 0
13 0.13914 0.00512 0 0 0.93834 0.94816 0.68581 0 0.01631 0 0.3515 0.53161 0
14 0.08296 0 0 0.23804 0.93834 0.94816 0.92386 0 0 0 0.3515 0.53161 0
15 0.064826 0 0.04412 0 0.93834 0.99229 0.92386 0.06942 0 0 0.42093 0.53161 0
16 0.057362 0.04872 0 0 0.98706 0.99229 0.92386 0 0.00715 0 0.42093 0.53876 0
Donde:
K es la matriz de rigidez;
C es la matriz de amortiguamiento proporcional;
^, ^f y ^_
M es la matriz de masa diagonal;
gh , gi y gj
son los desplazamientos relativos, velocidades y aceleraciones con respecto a la suelo;
^_ 4h , ^_ 4i y ^_ 4j
son las cargas por la aceleración; y
son los componentes de aceleración del suelo
El análisis de espectro de respuesta busca la respuesta probable máxima a estas ecuaciones en vez de la
historia de tiempo completa. La aceleración del suelo de un terremoto en cada dirección se da como una curva
de espectro de respuesta de la aceleración. Sin embargo aunque las aceleraciones se especifiquen en tres
direcciones, solamente se da un resultado positivo por respuesta.
Existen significativas ventajas de cómputo para el uso del método espectral en el análisis sísmico con el
propósito de estimar los desplazamientos y fuerzas en los elementos de sistemas estructurales. El método
implica el cálculo de solamente los valores máximos de los desplazamientos y las fuerzas en los elementos para
cada modo, utilizando espectros de diseño suavizados que son, el promedio de varios movimientos sísmicos.
Ya que el espectro elástico según la NCSE-02, es un espectro normalizado para aceleraciones horizontales
(apartado 4.1.1), en SAP2000 se definen tres análisis espectrales en las tres direcciones principales de la
estructura X, Y y Z, por lo que se tienen que definir tres nuevos casos de carga.
El análisis en el tiempo es usado para determinar la respuesta dinámica de una estructura sometida un estado
de cargas arbitrario. El sistema de ecuaciones que se deben resolver para que se produzca el equilibrio
dinámico es:
Donde:
K es la matriz de rigidez;
C es la matriz de amortiguamiento proporcional;
^, ^f y ^_
M es la matriz de masa diagonal;
#
son los desplazamientos, velocidades y aceleraciones y
es es la carga aplicada.
Para este tipo de problemas suele requerir un proceso iterativo en el tiempo. La precisión del resultado suele
depender del tamaño del incremento de tiempo dt, y normalmente mejorarán al disminuir dt.
El sistema de ecuaciones que nos garantizan el equilibrio dinámico de una estructura lineal que contiene algún
elemento no lineal, y sometida un conjunto de cargas arbitrarias se puede escribir como:
Donde:
k es la matriz de rigidez;
C es la matriz de amortiguamiento proporcional;
#l
M es la matriz de masa diagonal;
^, ^f y ^_
es el vector de fuerzas de los elementos no lineales;
#
son los desplazamientos, velocidades y aceleraciones y
es el vector de cargas aplicadas.
Estas ecuaciones deben ser resueltas iterativamente en el tiempo. Se puede asumir que la parte derecha de la
ecuación varía linealmente durante cada paso de tiempo paso, y resolver por integración exacta esta ecuación
en cada iteración. Las iteraciones se repiten en cada intervalo de tiempo hasta que la solución converge. Si no
converge, se puede dividir el intervalo de tiempo en sub-pasos más pequeños y probar otra vez.
En SAP2000, la matriz de rigidez del sistema estructural hay que estimarla en cada instante de tiempo. Además,
se pueden requerir de varias iteraciones para satisfacer el equilibrio en cada incremento de tiempo. Como
resultado de los elevados requerimientos de computación, la solución de sistemas estructurales con apenas
unos cientos de grados de libertad puede tomar mucho tiempo (Wilson, 1995).
La rigidez de una pieza cambia a causa de las cargas aplicadas. A veces, las cargas, dependiendo de cómo se
apliquen, pueden aumentar la rigidez (cargas de tensión) o reducirla (cargas compresivas). En los casos de
carga compresiva, si los cambios de rigidez son suficientes para hacer que la rigidez de la estructura baje hasta
cero, se produce el pandeo y la estructura sufre una deformación rápida. Entonces, la estructura se
desmorona, o bien adquiere una nueva rigidez en su estado post-pandeo.
El análisis de pandeo lineal se puede utilizar para calcular la carga a partir de la cual la estructura carece de
rigidez a flexión. Sin embargo, los resultados del análisis de pandeo lineal no son conservadores. Además, las
idealizaciones del modelo de MEF pueden provocar que la carga de pandeo prevista sea muy superior para el
modelo de MEF que para la pieza real. Por lo tanto, el resultado del análisis de pandeo lineal debe utilizarse con
cuidado. El pandeo no equivale necesariamente a un fallo catastrófico y la estructura pude soportar la carga a
compresión, pero en una situación de equilibrio inestable si se analiza un modelo idealizado. El análisis no
lineal explicará el comportamiento post-pandeo.
Partimos de una barra perfectamente recta, solicitada por un esfuerzo axil centrado, a la que le provocamos
una excentricidad lateral. Si el axil es de tracción, además de que la barra trata de recuperar su forma inicial, el
propio esfuerzo tiende a corregir la excentricidad impuesta. Si el axil es de compresión pueden ocurrir tres
casos, que se presentan en la Ilustración 95.
Ilustración 95.- Estados de equilibrio: estable, inestable e indiferente. Fuente: Fenollosa (2011).
1. Si el momento solicitación m ∙ n es menor que el momento interno surgido como consecuencia de que
Los primeros ensayos de compresión sobre columnas esbeltas de madera fueron realizados por
Musschenbroek en 1729 observando experimentalmente que la carga de colapso por pandeo es inversamente
proporcional al cuadrado de la longitud de la barra. No obstante, es Euler en 1744 quien plantea de forma
teórica el análisis del efecto del pandeo sobre una barra ideal: de geometría recta con sección constante y
material perfectamente elástico, con sus extremos articulados y sometida a un esfuerzo axil centrado a la que
se aplica una perturbación horizontal (Ilustración 96).
Imponiendo el equilibrio entre el momento externo y el momento interno en una sección situada a una
distancia x cualquiera respecto del origen:
Mpqr = P ∙ y WE ∙ I ∙ y vv M>wr
∙ n 3 x ∙ y ∙ n vv 0 ⟹ n vv 3 ∙n 0
x∙y
nPh:LR 0 ⟶ ƒ 0
{ 0
‰
nPh:†R 0 ⟶ { ∙ sin •€ •∙$ 0 ⟶
x∙y ˆ• € x ∙ y • ∙ $ '∙]
‡
Dado que la primera posible solución del valor de A (A=0) conduce a una ecuación de la línea elástica nula, la
solución que nos interesa es la segunda, de donde se puede despejar P:
'∙] 'C ∙ ] C
•€ •∙$ '∙] ⟶€ ⟶ ∙x∙y
x∙y x∙y $ $C
Siendo n un número entero que representa los arcos de sinusoide compatible con las condiciones de contorno.
En la Ilustración 97 se muestran los tres primeros modos de pandeo que puede adoptar una barra biarticulada:
Ilustración 97.- Tres primeros modos de pandeo de una barra biarticulada. Fuente: Fenollosa (2011).
La menor de las cargas con la que se puede producir el pandeo, la que exige un mínimo consumo de energía en
la barra, corresponde a un valor n=1. Es a ésta a la que se denomina “carga crítica de Euler”:
]C ∙ x ∙ y
8/ =
$C
El valor de la carga crítica deducida para una barra biarticulada se puede aplicar a otras condiciones de
contorno sustituyendo la longitud real de la barra por la denominada longitud de pandeo (longitud entre dos
puntos de inflexión de la curva sinusoide compatible con las condiciones de contorno). Utilizando el concepto
de la longitud de pandeo, la carga crítica se puede generalizar, para distintas condiciones de contorno de la
forma:
]C ∙ x ∙ y
8/
$ŠC
Cuando la carga axial aplicada coincide con el valor de la carga crítica de Euler, se produce el colapso de la
columna por pandeo a flexión: la columna abandona su configuración recta y aparecen deformaciones laterales
de flexión. La deformada que adopta la columna es:
]∙‚
n { ∙ sin ‹ Œ
$
Que es denominado primer modo de pandeo de la columna. Representa la forma en la que la columna colapsa
cuando la carga axial llega a su valor crítico, es decir la forma en que la columna abandona su configuración
recta. Para este modo de pandeo se conoce su forma, que es senoidal con una longitud de onda igual al doble
de la longitud de la viga, pero no se conoce su amplitud.
Al alcanzarse el valor de la carga crítica de Euler, se produce una bifurcación del equilibrio, que pasa de ser
estable cuando P<Pcrit, a ser indiferente justo cuando P=Pcrit (Ilustración 98). Si la carga axial sigue aumentando,
con valores Pcrit<P< P2 el equilibrio es inestable, pero la columna se mantiene recta. Al alcanzarse la segunda
carga crítica P=P2 se produce un nuevo colapso que corresponde a una nueva bifurcación del equilibrio. La
La deformada obtenida para cada carga crítica corresponde únicamente a la forma que adopta la columna al
comenzar la bifurcación, es decir la forma que adopta justo en el instante de producirse el pandeo. No
corresponde a la forma en la que queda la columna deformada tras producirse el pandeo (Celigüeta Lizarza,
1998), pues para determinar ésta es necesario aplicar la teoría de grandes deformaciones, en particular debe
tenerse en cuenta la expresión exacta de la curvatura, no siendo válido sustituirla por la derivada segunda de la
deformación.
Como resumen del análisis de estabilidad efectuado puede decirse que:
• Para valores de la carga axial distintos de los valores críticos la columna se mantiene recta, sin
deformación lateral. Si la carga es inferior al valor de la carga crítica inferior, o de Euler, el equilibrio es
estable, y si la carga es superior a ella el equilibrio es inestable.
• Cuando la carga axial adopta el valor de una de las cargas críticas, se presenta una brusca bifurcación
del equilibrio, existiendo dos configuraciones posibles: una de equilibrio inestable y otra de equilibrio
indiferente.
Se define la tensión crítica de Euler como la tensión nominal de compresión que existe en la columna cuando
se alcanza la carga crítica de Euler:
] C ∙ x ∙ yŽ{ ] C ∙ x ∙ yŽ{ ]C ∙ x
• = =
8/
8/
{ $C •C
‹$Ž) Œ
C
Siendo λ la esbeltez mecánica de la barra, definida como la relación entre la longitud de la barra y el radio de
giro de la sección, en el plano de pandeo considerado, siendo:
y
) €
{
La tensión crítica viene a indicar cuál es la tensión de compresión máxima que puede existir en la columna justo
antes de producirse el pandeo. Se observa que depende de la inversa de la esbeltez de la pieza, pero no
depende de la resistencia del material, sino únicamente de su módulo de elasticidad. Representa por lo tanto
un límite superior a la tensión nominal de compresión admisible, límite que no puede aumentarse mejorando
la resistencia del material.
En todo caso la tensión crítica de Euler tiene como valor límite al límite de proporcionalidad del material, es
decir la tensión a partir de la cual deja de cumplirse la proporcionalidad entre tensión y deformación unitaria.
Al alcanzarse este límite deja de ser válida la hipótesis de material lineal y por lo tanto todo lo deducido, siendo
necesario aplicar la teoría del pandeo inelástico, que se explica más adelante.
Se define la esbeltez límite de proporcionalidad •Š• como aquella esbeltez para la cual la tensión crítica de
Euler • 8/ alcanza la tensión límite de proporcionalidad del material •Š• . Su valor se obtiene sustituyendo este
límite de proporcionalidad del material en la fórmula de la tensión crítica de Euler:
]C ∙ x ]C ∙ x
•Š• = → • = € C
•CŠ• Š•
•Š•
Si representamos el valor de la carga crítica en función de la esbeltez, podemos observar que cuando la
esbeltez tiende a cero, la tensión crítica tiende a infinito mientras que cuando la esbeltez tiende a infinito, la
tensión crítica tiende a cero. A la relación entre la tensión crítica de Euler y la esbeltez de la denomina
habitualmente hipérbola de Euler (Ilustración 99). Se representa en la misma ilustración para valores típicos de
estructuras de acero (E=200 GPa), en el rango de esbeltez 0 a 250. En ella se ha indicado asimismo la esbeltez
límite, para un límite de proporcionalidad de 250 MPa.
En 1845 Lamarle demostró que el colapso de las barras esbeltas sometidas a compresión se producía por
inestabilidad, pero que en las barras cortas se producía por aplastamiento del material, ya que la tensión crítica
superaba a la resistencia a compresión (Chopra, 2001).
Bauschinger y Tetmajer comprobaron experimentalmente este hecho, verificando que las piezas cortas se
agotaban por aplastamiento y que la fórmula de Euler tiene un límite superior definido por la resistencia a
compresión del material. Por tanto la esbeltez sólo es condicionante para piezas esbeltas cuyo límite fijó
Tetmajer en 110 (Hill, et al., 1989).
Además, puesto que la fórmula de Euler ha sido deducida bajo la hipótesis del cumplimiento de la ley de
Hooke, sólo será válida mientras la tensión crítica sea menor que el límite de proporcionalidad. En la zona
comprendida entre la esbeltez nula y el límite de proporcionalidad, la fórmula de Euler debe sustituirse por
otra que tenga en cuenta el comportamiento elasto-plástico del material.
Fue Engesser en 1889 el primero en estudiar el comportamiento de las barras biarticuladas de sección
constante sometidas a un esfuerzo axil centrado, cuando las tensiones superaban el límite de proporcionalidad.
Para la determinación de la carga crítica propuso en 1889, la denominada “Teoría del módulo tangente”,
consistente en sustituir el módulo de elasticidad utilizado en el tramo elástico, por el módulo de elasticidad
tangente a la curva σ-ε en el punto correspondiente a la tensión considerada. A continuación se desarrolla
dicha teoría.
Se considera una columna recta, articulada en ambos extremos y sometida a una fuerza de compresión
centrada P, y se supone que el material es elástico lineal hasta un determinado valor límite (límite de
elasticidad) y a partir de él muestra un comportamiento plástico, con una relación no lineal entre la tensión y la
deformación unitaria.
Bajo la acción de la carga P se produce en la columna una tensión • = ⁄{, que se supone ha sobrepasado el
límite de elasticidad, aunque todavía no se ha producido el pandeo. Al seguir aumentando la carga axial se llega
a un valor de la misma, denominado / para el cual se produce la inestabilidad: aparece una deformación
lateral ’, y un momento flector en la columna de valor / ∙ ’. La tensión en la columna inmediatamente antes
de producirse el pandeo tiene una distribución uniforme y se denomina •/ = / ⁄{.
Al producirse la flexión originada por el colapso la distribución de tensiones varía, dejando de ser uniforme y
pasando a tener una distribución lineal. La teoría del módulo tangente supone que al producirse la flexión no se
misma tensión y la fibra opuesta incrementa su tensión en un valor Δ•. La nueva distribución de tensiones
produce descarga en la tensión de ninguna fibra de la sección: una fibra extrema de la sección mantiene su
varía linealmente entre un valor mínimo •/ y un valor máximo •/ + Δ•, como se indica en la Ilustración 100.
sección gira un ángulo de valor ” = 1’⁄1‚ , con lo cual a la deformación inicial uniforme se le suma una nueva
deformación lineal denominada ^• .
De la misma manera, las deformaciones unitarias pasan de tener una distribución inicial uniforme de valor –/ a
tener una distribución lineal, variable entre –/ en un extremo de la sección y –/ + Δ— en el otro extremo. A este
incremento de deformación unitaria le corresponde un incremento de tensión dado por Δ• x/ ∙ Δ—
donde x/ es el módulo de elasticidad tangente, es decir la tangente trigonométrica de la recta tangente a la
curva σ-ε del material, como se indica en la Ilustración 101.
1C’
x/ ∙ y ∙
1‚ C
Esta es la ecuación de la elástica para la flexión producida por el pandeo, siguiendo la teoría del módulo
el módulo de elasticidad lineal x por el módulo tangente x/ . Este resultado es muy importante, pues implica
tangente. Es la misma ecuación que controla la flexión de vigas en la teoría de primer orden, pero sustituyendo
para el pandeo inelástico, sin más que sustituir el módulo de elasticidad x por el módulo tangente x/ . Con esta
que todo lo desarrollado para el pandeo elástico, y todas las soluciones obtenidas para él, pueden aplicarse
consideración, la expresión de la carga crítica de una columna empleando la teoría del módulo tangente es:
] C ∙ x/ ∙ y
/
šCŠ
donde šŠ es la longitud de pandeo de la columna. La tensión crítica •/ correspondiente a esta carga crítica es:
] C ∙ x/
•/ • › •Š•
•C
donde:
• šŠ ⁄)
)
es la esbeltez de la columna,
el radio de giro de la sección, y
La expresión anterior es válida únicamente en el rango inelástico, es decir cuando la tensión crítica es superior
al límite de proporcionalidad o lo que es lo mismo, cuando la esbeltez es inferior a la de proporcionalidad. En
los materiales habituales el módulo tangente es inferior al módulo de elasticidad, por lo que la tensión crítica
proporcionada por esta teoría es inferior a la de Euler. En todo caso la forma de la curva depende de la forma
de la curva σ-ε del material, que normalmente se obtiene por vía experimental. La Ilustración 102 representa
el aspecto de una curva típica.
La única dificultad para el uso de esta teoría reside en el hecho de que el módulo tangente depende de la
tensión, por lo que todas las expresiones se vuelven no lineales, y su resolución implica el conocimiento de la
curva σ-ε del material (Ilustración 103).
El programa SAP2000 pertenece a una serie de programas desarrollados por Edward L. Wilson en la University
of California (Berkeley, EE.UU.) desde los primeros años de la década de los años 70. En dicha época, las
versiones más populares de esta serie eran SAP-IV, NONSAP y SOLIDSAP. Posteriormente, con la aparición de
los ordenadores personales, aparecen nuevas versiones para este formato a cargo de Computer and Structures
(Berkeley, California). La última generación es SAP2000, diseñada para ejecutarse en ambiente Microsoft
Windows, e incluye interfaces gráficas que permiten entre otras cosas la visualización de la estructura
diseñada, deformaciones a escala, y animaciones en tiempo real de desplazamientos en un historial de carga a
través del tiempo (CSI, 1997; Naeim y Kelly, 1999).
El programa SAP2000 resuelve las estructuras implementadas por dos métodos generales, diferenciándolas en
estructuras discretas y estructuras continuas. Las estructuras discretas o sistemas discretos son aquellas que se
encuentra formadas por elementos diferenciables unidos por puntos o nodos, de manera que el sistema total
tiene forma de malla o retícula. El método de resolución más generalista de este tipo de estructuras es el
método de la rigidez, el cual a través del cálculo de la matriz de rigidez del sistema es capaz de despejar el
vector de desplazamientos del mismo, que se encuentra intrínsecamente relacionado con las tensiones
producidas. Por el contrario, las estructuras continuas se caracterizan, entre otras características, por la
imposibilidad de definir elementos singulares que simplifiquen su cálculo. Por tanto, ya que no se pueden
abordar con el Método de la Rigidez entra a jugar un papel fundamental en su resolución el Método de los
Elementos Finitos
La serie SAP2000 está compuesta por 4 distintos niveles: Basic (B), Plus (P), Advanced (A) y Ultimate (U). Todos
estos programas incluyen sistemas rápidos de solución de ecuaciones, solicitaciones estructurales de cargas o
deformaciones, vigas no prismáticas, elementos tipo lámina de alta precisión, análisis dinámico con vectores
propios o de Ritz, diferentes tipos de sistemas coordenados, opciones de constricción de puntos, fusión de
mallas creadas en forma independiente, elementos de resorte para todos los grados de libertad, múltiples
análisis dinámicos en un sólo cálculo, y el diseño y optimización de estructuras de acero u hormigón.
Nivel BASIC:
Incluye todas las funcionalidades descritas abajo para el nivel PLUS, con la excepción del número de
nudos; mientras que la versión PLUS no tiene ninguna limitación, la versión BASIC solo permite
analizar estructuras con un máximo de 1500 nudos.
Nivel PLUS:
Análisis lineal
Análisis dinámico por espectros de respuesta
Cargas Móviles
Análisis en el dominio de la frecuencia
Elementos de barra, shell y sólido
Dimensionamiento de hormigón, verificación de estructuras metálicas y dimensionamiento de
armadura para elementos Shell;
Módulo de pretensado, totalmente integrado, para introducción de los cables de pretensado
conectados a todo tipo de elemento y cálculo automático de pérdidas instantáneas;
Posibilidad de considerar los efectos geométricamente no lineales de PDelta en cargas estáticas y
dinámicas;
Generación automática de mallas de elementos finitos, con elementos de 4 nudos;
Nivel ADVANCED:
A las funcionalidades previamente descriptas para o nivel Plus, el nivel Advanced añade:
Elemento shell no lineal para la modelación de elementos constituidos por capas de diferentes
materiales no lineales;
Análisis estático no lineal, controlado por fuerza o desplazamiento;
Análisis de Buckling;
Análisis dinámico no lineal, modal (FNA) o por integración en el tiempo ("Direct Integration");
Elementos de barra no lineales, con inclusión de rótulas plásticas o elementos con límites de
resistencia a la tracción o a la compresión;
Definición de rótulas no lineales con comportamiento histeretico y modelación por fibras no lineales;
Elementos Nlink, con comportamiento no lineal en todas las direcciones, lo que permite modelar
desde barras con comportamiento axial no lineal hasta sistemas muelle-amortiguador en paralelo,
para modelar elementos de amortiguamiento en puentes ("damper");
Nivel ULTIMATE:
A las funcionalidades previamente descritas para el nivel Advanced, el nivel Ultimate añade las funcionalidades
anteriormente disponibles en el módulo de proceso constructivo, Staged Construction:
Trabaja por la elección previa de elementos y su asignación a grupos, los cuales serán posteriormente
utilizados en la definición del análisis de proceso constructivo;
Permite alterar las condiciones de apoyo, desde que éstas sean modeladas con elementos “link” al
revés de “restraints”;
Puede visualizar el árbol de proceso constructivo, verificando la secuencia de las fases y lo que incluye
cada fase;
Permite calcular la evolución de los esfuerzos elásticos en cada fase de construcción;
Permite activar las propiedades reológicas de los materiales, como sean la fluencia y retracción del
hormigón y la relajación de las armaduras de pretensado, calculadas de acuerdo con el CEB-FIB Model
Code 90; esta herramienta permite calcular automáticamente las pérdidas diferidas de pretensado y el
pretensado a largo plazo;
Cuando sea necesario puede incluir también los efectos de no linealidad geométrica de P-Delta,
incluso con grandes desplazamientos.
Los diferentes tipos de análisis disponibles que ofrece SAP2000 v15. ULTIMATE, son en cuanto a un análisis
lineal, se tiene:
Análisis estático.
Análisis modal para cálculo de los modos de vibración, usando autovectores o bien mediante vectores
Ritz.
Análisis de espectro de respuesta.
Análisis de tiempo-historia, por superposición modal o integración directa
Análisis de modo de pandeo.
Análisis de carga en movimiento, para puentes.
Análisis de estado estable
Análisis del poder espectral de densidad
Cuando las cargas que actúan sobre la estructura y los resultados de las deformaciones son bastante pequeñas,
la relación carga-deformación para la estructura es lineal. Para la mayor parte de los análisis, SAP2000 supone
un comportamiento lineal, esto permite formar las ecuaciones de equilibrio usando la geometría original (no
deformada) de la estructura. Estrictamente hablando, las ecuaciones de equilibrio debieran referirse a la
geometría de la estructura luego de la deformación.
Las ecuaciones de equilibrio lineal son independientes de la carga aplicada y los resultados de la deformación.
Así los resultados de diferentes cargas dinámicas o estáticas se pueden superponer, siendo esto eficiente desde
el punto de vista computacional.
Si las cargas sobre la estructura y los resultados de las deformaciones son grandes, entonces el
comportamiento carga-deformación pasa a ser no lineal. SAP2000 es capaz de considerar la no linealidad
45
geométrica en forma de efectos P-Δ , mediante un proceso iterativo en un análisis no lineal estático.
Para muchas estructuras de edificios, el efecto P-Δ generalmente ocurre en las columnas debido a la carga
muerta y viva. Las fuerzas axiales en las columnas están comprimiendo los elementos, haciendo que la
estructura sea más flexible ante las cargas laterales (Computers and Structures, Inc., 2007).
45
Efecto P-Δ: cuando se presentan grandes esfuerzos dentro de una estructura (fuerzas y momentos), las ecuaciones de equilibrio escritas
para la geometría original y para la deformada pueden diferir significativamente incluso si las deformaciones son pequeñas.
SAP2000 considera el efecto P-Δ de forma diferente para los componentes de marcos arriostrados y no
arriostrados. Para los marcos arriostrados, el efecto P-Δ se limita a la estabilidad individual del elemento. Para
los elementos de un marco no arriostrado, los efectos de la deformación lateral, deben ser adicionados a los
efectos de la estabilidad de cada miembro. SAP2000 asume que los momentos producidos por el efecto P-Δ en
marcos arriostrados son producto de las cargas muertas o vivas sobre la estructura. Mientras que en los marcos
no arriostrados, son producto de otro tipo de cargas como son las de viento o sismo.
Lo que hace el efecto P-Δ esencialmente es modificar las características de la estructura, afectando los
resultados de todos los otros análisis realizados. Los supuestos más importantes en los que se basa SAP2000
para realizar este tipo de análisis se dan a continuación:
SAP2000 lleva asociado un módulo de diseño que permite obtener el dimensionamiento estructural de los
elementos constitutivos de un modelo de acuerdo con una serie de códigos o reglamentaciones. En este caso,
se calculará la estructura de acuerdo con Eurocódigo-3 y hay que tener en cuenta ciertas precauciones a la hora
de realizar tanto el análisis como el diseño.
SAP2000 es un programa cuyo origen y fortaleza es el análisis estructural de prácticamente cualquier tipo de
estructura, y aunque pretenda tener un uso global, indudablemente su gestación y desarrollo tiene lugar en el
marco de referencia normativo estadounidense, por lo que no tiene en cuenta las particularidades y
singularidades que se encuentran en todas las restantes normativas, entre ellas los Eurocódigos. Así por
ejemplo, SAP2000 no tiene en cuenta de partida, ni las imperfecciones iniciales globales, ni las imperfecciones
de las barras, que para ser consideradas hay que calcularlas fuera de SAP2000 e introducirlas.
SI el análisis es su fuerte, el diseño es su punto débil. SAP2000 permite poco juego a la hora de calcular la
estructura, de todos los parámetros que dispone cualquier normativa solo permite la introducción unos pocos
(Ilustración 104); el algoritmo de cálculo es prácticamente una caja negra. No es SAP2000 un programa
recomendable para un diseño estructural afinado de una estructura de cierta complejidad como la presente;
por ello CSI ha desarrollado con el mismo o parecido motor de cálculo un grupo de programas donde su fuerte
si es el diseño estructural. Como por ejemplo: CSIBRIDGE especializado en el análisis y cálculo de puentes,
ETABS para el diseño de estructuras metálicas, de hormigón, mixtas, etc., SAFE especializado en cimentaciones,
pilotes, pantallas, etc. y otros como CSICOL, PERFORM3D, etc.
SAP2000 realiza un diseño teniendo en cuenta únicamente los ELU, mediante el empleo del denominado
Demand/Capacity Ratio Limit, el cual expresa la relación crítica de Demanda/Capacidad en la interacción de la
fuerza axial y los momentos actuando simultáneamente, que en cualquier caso debe ser igual o menor a 1. Por
ello, una vez que se ha obtenido el diseño en ELU hay que comprobar si cumple los condicionantes de ELS.
Por último, hay que decir de este algoritmo es de un solo paso de manera que después de obtener un diseño
hay que volver a analizar hasta que se produce la convergencia entre el modelo analizado y el modelo
diseñado.
Se presentan a continuación los diagramas de flujo del algoritmo empleado para realizar los cálculos tendentes
a obtener el diseño de la estructura, de acuerdo con el Eurocódigo-3. Estos diagramas proporcionan un
resumen del procedimiento seguido, así como hacen referencia a las expresiones del Eurocódigo-3 empleadas.
Estos diagramas son los siguientes:
Ilustración 105.- Diagrama de flujo del proceso de diseño. Fuente: CSI (2009).
Ilustración 109.- Diagrama de flujo resistencia a pandeo lateral. Fuente: CSI (2009).
De acuerdo con el Eurocódigo-3 el análisis estructural debe basarse en modelos de cálculo de la estructura,
apropiados para cada estado límite a considerar. De manera, que el modelo y las hipótesis básicas de cálculo
reflejen el comportamiento estructural en el estado límite considerado, así como el tipo de comportamiento
esperado de las secciones transversales, elementos, uniones y apoyos, y todo ello con el grado de precisión
adecuado. Debiendo guardar coherencia entre los métodos de análisis empleados y las hipótesis adoptadas.
Diseñar una estructura consiste en elaborar un modelo físico-matemático que represente, con la mayor
fidelidad posible, el comportamiento de un objeto real. Dicho objeto tiene una serie de características
topológicas, geométricas, materiales y de conexión con el contorno, así como un conjunto de acciones que
soportar. Todas ellas deben ser recogidas, en mayor o menor medida, por el mencionado modelo. Una vez
elaborado, es posible proceder al análisis de su comportamiento matemático para posteriormente, hacerlo
extensivo a la estructura real que representa.
Para que el diseño propuesto sea adecuado a los requerimientos establecidos es necesario que las dos fases
del proceso: modelización y análisis, se resuelvan correctamente.
Mediante la modelización se traduce la estructura real al modelo físico-matemático. El análisis permite obtener
los valores que alcanzan determinados parámetros numéricos que representan el comportamiento matemático
de la estructura.
Por ello, para hacer numéricamente viables los cálculos, se establecen una serie de hipótesis simplificativas:
linealidad frente a no linealidad, comportamiento estático frente a comportamiento plástico, régimen estático
frente a régimen dinámico, pequeños desplazamientos, frente a grandes desplazamientos, etc.
Es preciso pues, conocer las características del programa que se utiliza, saber cómo funciona, los métodos de
cálculo que aplica, las simplificaciones que establece y las características de los elementos que forman parte
del modelo.
Para el cálculo de la estructura se ha emplea un modelo de elementos finitos formado por elementos
unidimensionales tipo “Frame” para las barras, los nodos se simulan mediante los elementos “Node” y para la
cimentación se han empleado elementos tipos “Shell”. Los apoyos se han definido mediante elementos
“Restraints” (Ilustración 111). El sistema de coordenadas toma como cota cero la correspondiente al plano
horizontal que contiene los apoyos y el sentido de Z es el contrario a la gravedad.
Los elementos que forman la estructura metálica se presentan en la Tabla 4. Los elementos que forman parte
de los modelos que se crean para las comprobaciones geotécnicas y diseño de la cimentación se detallen en el
apartado 5.2.
La definición geométrica del modelo se presenta en la Ilustración 113. Para lograr esta definición se han tenido
que realizar previamente más de 150 modelos, hasta llegar a la solución óptima.
La cubierta de la estructura es una malla espacial de doble capa octaédrica, formada por repetición de
semioctaedros o pirámides de base cuadrada, cuyo módulo y espesor son de 4,50 metros.
En cada capa se forma una retícula cuadrada, quedando los nudos de una de ellas sobre los centros de los
cuadrados de la opuesta. En cada nudo interior concurren ocho barras, cuatro horizontales y cuatro diagonales.
La cubierta está soportada por 8 columnas, estando formada cada columna por 88 barras y 24 nodos, de los
cuales 6 son apoyos en los que están impedidos los movimientos en los tres ejes, pero no los giros. De esta
forma la estructura solo transmite reacciones verticales y horizontales. Las barras se incorporan al modelo
liberando la transmisión (Ilustración 112) de flectores y torsores, los cortantes no es preciso liberarlos, pero si
se hace el resultado es el mismo. De modo, que solo se transmiten esfuerzos axiles, entre barra y barra. No
obstante aparecen, en cada una de las barras, esfuerzos de corte y flexión debidos al peso propio de las barras,
ya que las cargas se incorporan al modelo en los nudos.
Las columnas están ejecutadas mediante cuatro mallas Square-On-Square bimodulares, donde aparte de
reforzarse los planos verticales, también se diagonalizan los planos horizontales. El módulo y el espesor de
malla son ambos de 4,50 metros.
Para poder capturar y detectar los efectos de segundo orden y los de pandeo, SAP2000 permite la
discretización de las barras, mediante el menú que aparece en la Ilustración 114. En este ejercicio se ha
considerado que se tienen que dividir cada barra, entre un valor mínimo de 5 y un valor máximo de 10
segmentos, tal y como se puede ver en la Ilustración 115.
La estructura proyectada carece de uniones rígidas, capaces de transmitir momentos entre barras, estando
todas las uniones proyectadas como articulaciones (transmisoras de fuerzas, pero sin rigidez a momentos). Las
estructuras articuladas carecen de rigidez ante acciones horizontales y es necesario disponer de algún un
mecanismo resistente secundario que aporte dicha rigidez, tal y como se muestra en la Ilustración 116. La
tipología estructural empleada en este diseño, a pesar de que todos sus elementos de unión son articulaciones,
no necesitan de ese aporte de rigidez ya que por su propia naturaleza son capaces de resistir esfuerzos en
todas las direcciones, disponiendo por lo tanto de la suficiente rigidez frente a solicitaciones horizontales.
Con el fin de analizar y evaluar el comportamiento de la estructura proyectada bajo los estados de cargas que
se definen a continuación, se han creado una serie de modelos a tal efecto. Dichos modelos nos permitirán
obtener las tensiones y las deformaciones alcanzadas, tanto para cada uno de los elementos y componentes
físicos de la estructura, como para la estructura en su globalidad.
Igualmente, el análisis de dichos modelos nos permitirá establecer conclusiones sobre su cumplimiento
normativo, de seguridad, etc. Se trata de reproducir cual será el comportamiento de la estructura bajo la acción
de diferentes combinaciones de cargas, para las que se establezca que tenga que tener capacidad de poder
resistirlas, pudiendo predecir su respuesta.
Aquí, se va comparar un mismo modelo geométrico, con idénticas condiciones de contorno e iguales
solicitaciones, siendo la única diferencia que existirá entre los modelos, el tipo de análisis al que se someterá a
cada uno de ellos. En la Tabla 5 se presentan los modelos creados.
Durante la realización de este trabajo, se ha comprobado que es necesario ir precisando y afinando los
parámetros bajo los que se realiza el análisis, cálculo y diseño de la estructura. Con el objetivo de lograr una
mejor claridad y evitar errores, cada uno de los modelos se han dividido en una serie de sub-modelos, para
poder analizar correctamente su funcionamiento y que más se aproxime al comportamiento real de la
estructura.
Para poder comprobar el cálculo de los modos de pandeo, se ha empleado el método de los autovectores y el
método de los vectores de Ritz, dado que en MOD_0 no se incluyen las cargas sísmicas no es preciso obtener el
cálculo modal, pero se ha realizado a efectos didácticos.
El algoritmo de diseño de SAP2000, empleando la metodología de Auto Selection Sections (ASS) daba unos
resultados en los que sólo se empleaba un tipo de acero, que como ya se verá más adelante, se intentaron
afinar. Por ello, se decidió realizar la fase de diseño empleando un procedimiento muy laborioso en tiempo de
cálculo, al que se ha denominado Step-by-step (SbS). Es decir, que se analizarían los modelos empleando dos
metodologías de cálculo modal y a su vez con cada uno de estos análisis, se diseñaría la estructura empleando
dos métodos de diseño, ASS y SbS. En la Tabla 6, se presentan los modelos ejecutados.
En total son 20 modelos a analizar, en cada modelo se deben comprobar a Estados Límites Últimos y Estados
Límites de Servicio. A efectos prácticos, los modelos diseñados mediante Step-by-step, solo se analizaron
modalmente mediante autovectores, como ya se explicará más adelante.
Los modelos presentados son el resultado final de un proceso de desarrollo donde se han realizado una serie
de modelos previos, donde los parámetros de módulo y espesor de malla se han ido variando. Se han
encontrado diseños donde en el rango lineal se producía la convergencia, pero la misma no se lograba al
considerar las no linealidades. De manera que hasta que no se consiguió la convergencia en segundo orden, no
se dio el diseño por válido. Para esta estructura, el haber obtenido la convergencia en segundo orden, significa
que se han corregido los efectos de segundo orden significativos. Por ello, no se podrán encontrar en el
presente trabajo manifestaciones ejemplares de segundo orden.
Un edificio bien diseñado no debe tener efectos P-Delta significativos. Los análisis con y sin los efectos de P-
Delta indicarán la magnitud de los efectos P-Delta de forma separada. Si dichos desplazamientos laterales
difieren por más de un 5% para la misma carga lateral, el diseño básico podría ser demasiado flexible y se debe
considerar el rediseño, es por ello que hasta que no se consiga dicha situación se han ido corrigiendo los
modelos hasta conseguir un diseño correcto (Wilson, 1995).
No se puede explicar aquí todo el proceso creativo realizado hasta llegar al diseño propuesto, pero sirva lo que
se muestra en la Ilustración 117 y en la Ilustración 118 donde se muestran algunas de las propuestas estudiadas
para poder llegar a obtener dos cosas tan fundamentales como son las dimensiones del módulo espacial y la
situación de los soportes.
Se comprobará el comportamiento de la estructura frente a una acción sísmica, para ello se la ha situado en el
municipio de Lorca y más concretamente en las proximidades del ayuntamiento de Lorca, que es donde el IGN
tiene instalada la estación acelerométrica que registró el terremoto principal de magnitud Mw 5.1, que ocurrió
en Lorca el 11 de mayo de 2011 a las 16:47:25.
del Eurocódigo-8, estará formado por depósitos de arena muy densa o arcilla muy rígida, de al menos algunas
decenas de metros de espesor, caracterizados por un aumento gradual de las propiedades mecánicas con la
profundidad. La velocidad de propagación de las ondas elásticas transversales o de cizalla (œ•,žL ), se movería en
un rango de valores comprendido entre 360 y 800 m/s. Dicho suelo se clasifica según la NCSE-02 § 2.4 como
46
La determinación del módulo de balasto se realiza mediante el ensayo de carga con placa , consistente en la
medida de los asientos de una placa rígida cuadrada o circular al ir aplicando cargas crecientes, llegando o no a
la rotura del terreno. El ensayo de carga con placa debe interpretarse con las lógicas reservas debidas a la
diferencia entre las dimensiones de la placa y la de la cimentación proyectada. El valor del coeficiente de
3
referencia ksB obtenido a partir de la conversión del módulo para placa de 60 cm (ks60), es de 34.323,28 kN/m .
Dado que la estructura se encuentra en un entorno urbano, el Grado de aspereza del entorno que le
corresponde es el Tipo IV, a cota 22,50 m.s.n.m.
En este apartado se expone la legislación empleada para el cálculo de la estructura metálica. Los Eurocódigos
estructurales son un conjunto de normas europeas de carácter voluntario, redactadas por el Comité Europeo
de Normalización (CEN). Pueden ser utilizados en los países europeos en sustitución de las normativas
nacionales siempre que exista el Documento Nacional de Aplicación (DNA), que indica las particularidades que
debe seguirse en cada país para aplicarlo. Los Eurocódigos que afectan a las estructuras de acero son:
La EN 1993 es el Eurocódigo Estructural de acero, publicado por el CEN (Comité Europeo de Normalización). Su
campo de aplicación cubre el “proyecto de edificios y obras de ingeniería civil en acero”, de acuerdo con EN
1993-1-1 apartado 1.1.1(1). Es una norma comúnmente aceptada, entre otras cosas, porque tanto el CTE DB
SE-A como sobre todo la EAE, son ‘versiones reducidas’ de este Eurocódigo. Con la publicación del Anejo
Nacional ya viene a permitirse el uso de algunas partes de este Eurocódigo. Para la realización de este trabajo
se han empleado los siguientes Eurocódigos y Anejos Nacionales:
EN 1993-1-1: Eurocode 3. Design of steel structures. Part 1-1: General rules and rules for
buildings. CEN 2004.
EN 1993-1-8: Eurocode 3. Design of steel structures. Part 1-8: Design of joints. CEN 2005.
UNE-EN 1993-1-1: Eurocódigo 3: Proyecto de estructuras de acero. Parte 1-1: Reglas generales y
reglas para edificios. AENOR 2010.
UNE-EN 1993-1-8: Eurocódigo 3: Proyecto de estructuras de acero. Parte 1-8: Uniones. AENOR
2011.
AN/UNE-EN 1993-1-1: Eurocódigo 3: Proyecto de estructuras de acero. Parte 1-1: Reglas generales
y reglas para edificación. AENOR 2013.
AN/UNE-EN 1993-1-8: Eurocódigo 3: Proyecto de estructuras de acero. Parte 1-8: Uniones. AENOR
2013.
46
De acuerdo con lo especificado en la norma ENV-199-3.
Para los cálculos sísmicos será de aplicación la Norma de Construcción Sismoresistente NCSE-02. Parte General
y Edificación. Ministerio de Fomento, España, 2002 Habiéndose consultado la norma UNE-ENV 1998-1-1:1998
Eurocódigo 8: Disposiciones para el proyecto de estructuras sismiresistentes. Parte 1-1: Reglas generales.
Acciones sísmicas y requisitos generales de las estructuras.
Para consulta también se ha empleado la Instrucción de acero estructural, en adelante EAE, que se aprobó por
Real Decreto 751/2011 de 27 de mayo, que tiene por objeto establecer los requisitos que deben cumplir las
estructuras ejecutadas en acero, relativas a seguridad estructural, seguridad en caso de incendio y protección
del medio ambiente, y aportar un procedimiento para poder cumplirlos y que afecta al proyecto, ejecución y
control de las estructuras de acero; todo ello con el objetivo final, en el marco de la fiabilidad estructural
establecido en los Eurocódigos estructurales, de conseguir la adecuada seguridad de las mismas, preservando
la de las construcciones que en ella se sustentan y la de los usuarios que las utilizan.
En UNE-EN 1993-1-1 § Tabla 3.1 y en EAE § Tabla 27.1.d se presentan las características mecánicas del acero
que utilizan las barras del sistema Mero™ empleado para la construcción de la cubierta, que son S235, S275 y
S355. Estos valores son los mismos que se muestran en la Tabla AN/1 (Tabla 3.1) del Anejo Nacional AN/UNE-
47
EN 1993-1-1, estando los aceros fabricados de acuerdo a la norma UNE-EN 10025-2 . Estas características son
introducidas en SAP2000 tal y como se comprueba en la Ilustración 119.
47
UNE-EN 10025-2:2006 Productos laminados en caliente. Parte 2: Condiciones técnicas de suministro de los aceros estructurales no
aleados.
De acuerdo con UNE-EN 1993-1-1 § 2.4.3 las resistencias de cálculo (Rd), se obtienen minorando el valor
característico (Rk) de la resistencia particular determinada con valores característicos o nominales para las
propiedades del material y dimensiones, empleando un coeficiente parcial global para la resistencia particular
(¡¢ ); mediante UNE-EN 1993-1-1 § 2.1.
J£
J =
¡¢
En UNE-EN 1993-1-1 § 6.1 aparecen los valores que adopta el coeficiente ¡¢ para cada una de las resistencias
particulares. Tabla 7.
¤¥
Tabla 7.- Coeficientes parciales para la resistencia del acero. Fuente: UNE-EN 1993-1-1.
¡¢L = 1,00
Tipo de Resistencia Particular
De las secciones transversales sea cual sea la clase de sección
De los elementos estructurales a inestabilidad, evaluada mediante comprobación de elemento ¡¢; = 1,00
De la resistencia a rotura de secciones transversales en tracción ¡¢C = 1,25
En EAE § Tabla 15.3 se definen los coeficientes para la resistencia, para estados límites últimos. Los valores de
¡¢L y ¡¢; , son superiores a los que presenta el Eurocódigo-3, pudiendo adoptar sus mismos valores en función
del cumplimiento simultáneamente de lo dispuesto en los artículos 80, 84 y 89 de la EAE. Ilustración 120.
Ilustración 120.- Coeficientes parciales para la resistencia, para estados límite últimos. Fuente: EAE.
Dados los estrictos controles de calidad que se efectúan durante la fabricación de los elementos que forman la
estructura espacial y los que se efectúan durante su montaje, se aplicarán los coeficientes contemplados en el
Eurocódigo-3 y que se pueden aplicar de acuerdo con la EAE. Dichos coeficientes se introducen en el modelo
creado en SAP2000, tal y como aparece en la Ilustración 121. Estando todo lo dicho en este párrafo de acuerdo
con lo que aparece en el apartado 6.1(1)B de AN/UNE-EN 1993-1-1.
Prácticamente todos los sistemas tienden a utilizar perfiles de acero huecos circulares o cuadrados, debido a su
comportamiento bajo compresión axial y a su apariencia estética. Esto último es especialmente importante ya
que la malla espacial generalmente se deja expuesta a la vista, para poder ser apreciada. El Sistema Mero™,
utiliza perfiles huecos de sección circular.
Las secciones tubulares empleadas aparecen en la Tabla 8. Dado que cada sección puede ser fabricada con 3
aceros el número total de secciones disponibles es de 54.
SAP2000, dispone para el cálculo de las estructuras metálicas una utilidad mediante la cual se puede asignar a
cada barra (Elemento frame) de la estructura una sección virtual que contiene toda la gama de secciones que
se pueden emplear en el diseño de la misma. Esta utilidad es Auto Selection Sections es simplemente una
sección que contiene una lista de secciones; de manera que cuando la aplicamos a una barra, SAP2000 en
teoría selecciona aquella sección que cumple con los criterios del código de diseño que se ha elegido para
48
calcular la estructura y que además es más económica (Computers and Structures, Inc., 2009). Tal y como se
puede ver en la Ilustración 122, se dispone por un lado de una lista de secciones disponible, de las cuales se
seleccionan de acuerdo con el orden que se quiera que SAP2000 deba comprobar (de menor a mayor
capacidad resistente) y por último se selecciona la primera sección con la que iniciará la comprobación. A esta
sección, donde se encuentran almacenadas toda la gama de posibles secciones con las que se puede diseñar
una barra, se la denomina SM.
Listado de secciones
Secciones elegidas
y ordenadas
Sección inicial
El algoritmo de cálculo empleado por SAP2000 es de un solo paso (Computers and Structures, Inc., 2004), de
manera que con la sección inicial que se ha elegido (Starting Section) se realiza el primer análisis de la
estructura, donde se obtienen los esfuerzos existentes en las barras. Esta sección inicial, recibe el nombre de
Sección de Análisis (Analysis Section). A continuación, ejecuta la rutina de diseño obteniéndose una sección de
diseño (Design Section). Pudiendo ocurrir dos cosas, la primera es que coincidan las secciones de análisis y de
diseño, con lo que el diseño se da por finalizado. O bien, ocurre que la sección de diseño que se ha obtenido es
distinta a la sección de análisis; en este caso, se debe realizar un nuevo análisis pasando a ser la sección de
diseño obtenida la nueva sección de análisis con la que se analiza de nuevo la estructura. Este paso, se repetirá
tantas veces como sea necesario hasta conseguir que en todas las secciones de la estructura coincidan las
secciones de análisis con las secciones de diseño. En la Ilustración 123 se muestra una ventana de cálculo
donde se puede apreciar las Analysis Section y Design Section empleadas para el cálculo de una barra.
48
Cuando se emplea el término “económica”, no se debe entender en términos mercantilistas, si no como aquella sección de menor
capacidad resistente que cumple con los requisitos del código de diseño. Por lógica, la menor sección será más económica en euros que la
sección con mayor capacidad resistente.
Sección analizada
Sección calculada
Al tener 18 tipos de secciones fabricados en tres tipos de acero, se dispone un total de 54 posibles opciones de
diseño para cada barra de la estructura. Para que SAP2000 vaya cogiendo las secciones en orden progresivo de
resistencia, en teoría bastaría con ir introduciendo las secciones en ese orden progresivo; pero debido a los
grandes problemas que se han tenido con esta herramienta, se ha asegurado este orden mediante la
codificación de las secciones. El código está formado por dos bloques de dos dígitos cada uno. Los dos primeros
dígitos se corresponden con el tipo de sección, tal y como aparecen en la Tabla 8; y toman valores desde 01 a
18. Los dos siguientes dígitos se corresponden con la resistencia característica del acero con el que se fabrican.
Así, 01 equivale a S235, 02 a S275 y 03 a S355. Además, después del código se introduce el tipo de acero y el
tipo de sección, por ejemplo la sección 02-03-S355-D42.4x3.25, tenemos que el código 02 es la segunda sección
descrita en la Tabla 8 y el código 03 equivale a un acero S355.
Como ya se verá más adelante, el empleo de este método, para este tipo de estructuras que poseen un elevado
grado de hiperestatismo, da lugar a un “desperdicio” de las capacidades resistentes de las barras obtenidas.
Por ello, con el fin de estudiar adecuadamente este aspecto y buscando la solución más económica del diseño
estructural, se procedió a realizar un proceso manual por el que en vez de asignar a la Auto Select Section List
denominada SM, todos los perfiles de una vez; se van asignando, progresivamente, de menor a mayor
capacidad resistente. Los perfiles se van incluyendo en la sección denominada SM, después de realizar un
proceso de análisis y diseño de la estructura.
Es decir, si la barra de mayor capacidad resistente de la estructura, una vez finalizado el diseño y cumpliendo
con las condiciones del código de cálculo, es por ejemplo 14-03-S355-D219 x 5, significa que se han ido
introduciendo hasta llegar a esta barra, 14 x 3 = 42 barras. De manera que, tras cada introducción de barra, se
ha realizado un proceso de análisis y un proceso de diseño. Si aproximadamente cada bloque de análisis y
diseño, dura 35 minutos, analizar el modelo en cuestión tiene una duración temporal de 1470 minutos, es decir
24,50 horas por modelo. A este método se le ha denominado como Método SbS (Step by Step).
4.5.- ACCIONES
Las acciones a considerar en el proyecto de una estructura o elemento estructural se pueden clasificar según
los criterios siguientes:
En el CTE, se incluye otro criterio y es clasificarlas según la respuesta estructural: en estáticas o dinámicas.
• Acciones directas. Son aquellas que se aplican directamente sobre la estructura. En este grupo se
incluyen el peso propio de la estructura, las restantes cargas permanentes, las sobrecargas de uso, etc.
• Acciones indirectas. Son aquellas deformaciones o aceleraciones impuestas capaces de dar lugar a
esfuerzos. En este grupo se incluyen los efectos debidos a la temperatura, asientos de la cimentación,
desplazamientos impuestos, acciones sísmicas, etc.
Las acciones se pueden clasificar por su variación en el tiempo en los siguientes grupos:
• Acciones permanentes (G). Son aquellas que actúan en todo momento y son constantes en magnitud y
posición. Dentro de este grupo se engloban el peso propio de la estructura, de solados y pavimentos,
de accesorios e instalaciones fijas, etc.
• Acciones permanentes de valor no constante (G*). Son aquellas que actúan en todo momento pero
cuya magnitud no es constante y varía de forma monótona, como por ejemplo, movimientos diferidos
de la cimentación.
• Acciones variables (Q). Son aquellas cuyo valor varía frecuentemente a lo largo del tiempo, de forma
no monótona. Dentro de este grupo se incluyen sobrecargas de uso, acciones climáticas, acciones
debidas al proceso constructivo, etc.
• Acciones accidentales (A). Son aquellas cuya probabilidad de actuación a lo largo de la vida útil de la
estructura es pequeña pero tienen una magnitud importante. En este grupo se incluyen las acciones
debidas a impactos, explosiones, etc. Los efectos sísmicos pueden considerarse de este tipo. La acción
de incendio se entiende como situación accidental de proyecto
Las deformaciones impuestas (asientos, retracción, etc.) se considerarán como acciones permanentes o
variables, atendiendo a su variabilidad.
Las acciones se pueden clasificar según su variación en el espacio en los siguientes grupos:
• Acciones fijas. Son aquellas que se aplican siempre en la misma posición. Dentro de este grupo se
incluyen básicamente las acciones debidas al peso propio de los elementos estructurales y
funcionales.
• Acciones libres. Son aquellas cuya posición puede ser variable en la estructura. Dentro de este grupo
se incluyen, por ejemplo, las sobrecargas de uso.
Si se examina las posibles relaciones que pueden existir entre dos acciones, se pueden clasifican las mismas en:
• Acciones compatibles: dos acciones son compatibles entre sí cuando lo es, físicamente, la actuación de
una, otra o ambas simultáneamente.
• Acciones incompatibles: dos acciones son incompatibles entre sí cuando no es posible su actuación
simultánea.
• Acciones sincrónicas: la acción a es sincrónica con la acción b cuando la actuación de a implica,
físicamente, la actuación de b.
Las acciones no permanentes se pueden clasificar según el modo en que participan en una combinación:
• Acción determinante: Es aquella acción variable que interviene en una combinación con su valor
característico.
• Acción de acompañamiento: Es aquella acción variable que interviene en una combinación con un
valor inferior al característico.
En la estructura que se está calculando las acciones que actúan sobre ella, son las que aparecen en la Tabla 9.
El valor característico de una acción es su valor de referencia a efectos de proyecto. Puede venir determinado
por un valor medio, un valor nominal o, en los casos en que se fije mediante criterios estadísticos, por un valor
correspondiente a una determinada probabilidad de no ser superado durante un período de referencia, que
tiene en cuenta la vida útil de la estructura y la duración de la acción.
49
Dado que no se ha publicado el Anejo Nacional de la norma EN 1990 , para obtener los valores característicos
50
de las acciones se utilizará el Documento Básico del Código Técnico de Edificación denominado DB-SE-AE .
Para las acciones permanentes en las cuales se prevean dispersiones importantes, o en aquellas que puedan
tener una cierta variación durante el período de servicio de la estructura, tales como balasto, pavimento,
solados, se tomarán los valores característicos superior e inferior. En caso contrario es suficiente adoptar un
único valor.
En general, para el peso propio de la estructura se adoptará como valor característico un único valor deducido
de las dimensiones nominales y de los pesos específicos nominales.
En el artículo 10.2 de la EAE, se dice que para el peso propio de la estructura se adoptará como valor
característico un único valor deducido de las dimensiones nominales y de los pesos específicos nominales. Para
3
los productos de acero se tomará el valor de 78,5 kN/m .
En la Tabla A.4 de la UNE-EN 1991-1-1 (Eurocódigo-1), el peso específico del acero se encuentra en una
3
horquilla entre 77,0 a 78,5 kN/m .
Los anteriores valores son iguales que los que aparecen en la tabla C.1, del Documento Básico Seguridad
Estructural Acciones en la edificación (CTE DB-SE-AE).
Dado que el código de diseño que emplea SAP2000 para el cálculo de la estructura es el Eurocódigo-3-2005,
3
por defecto se establece que la densidad del acero es 7.850 kg/m , por lo que su peso específico es de 77,009
3
kN/m . Siendo este valor el que se empleará para la determinación del peso propio de la estructura. La
diferencia que existe con el usado por la EAE, se origina porque la norma española multiplica la densidad del
3
acero por un valor de la aceleración de la gravedad de 10 kN/m .
49
EN 1990: Eurocode - Basis of structural design.
50
Documento Básico. Seguridad Estructural. Acciones en la Edificación.
Se propone una cubierta formada por paneles de 4,50 x 4,50 auto soportada por perfiles interiores, cuyo
diseño no es objeto de este proyecto. El valor del peso propio de la cubierta se obtiene a partir de los datos
2
que aparecen en la bibliografía y en concreto del hangar de Kuwait (Kaya et al., 2010) que es de 0,27 kN/m .
2
Dado que los condicionantes de la estructura proyectada son menores se opta por un valor de 0,25 kN/m .
Valor este muy superior a los valores que emplea Pérez Valcárcel, (2014) que calcula sus mallas espaciales con
2
un peso propio de 0,15 kN/m . Con el objeto de evitar acumulaciones de agua y de nieve, se dota a la cubierta
de una pendiente del 1%.
51
Dado que la estructura recibe todas las cargas en los nodos (Ilustración 124), se obtienen los valores de las
cargas que recibe cada uno en función de la posición que ocupen dentro de la capa superior. Tabla 10.
Tabla 10.- Valores y localización cargas puntuales debidas al peso propio de la cubierta.
Como valor característico de las acciones variables, se adopta, normalmente, alguno de los siguientes valores:
a) Un valor superior o inferior con una determinada probabilidad de no ser superado en un periodo de
referencia específico;
b) Un valor nominal, en los casos en los que se desconozca la correspondiente distribución estadística.
51
Bien mediante cubiertas autosoportadas, bien mediante correas, es preciso llevar la carga distribuida de la cubierta a los nudos esféricos
de la estructura espacial pues solo se puede cargar en los nudos para que las barras trabajen estrictamente a compresión o a tracción.
En el caso de las acciones climáticas, los valores característicos están basados en una probabilidad anual de ser
superado de 0,02, lo que corresponde a un periodo de retorno de 50 años.
Las acciones dinámicas producidas por el viento, un choque o un sismo, se representan a través de fuerzas
estáticas equivalentes. Según el caso, los efectos de la aceleración dinámica estarán incluidos implícitamente
en los valores característicos de la acción correspondiente, o se introducirán mediante un coeficiente dinámico.
Las acciones accidentales se representan por un valor nominal. Este valor nominal se asimila, normalmente, al
valor de cálculo. La cubierta está sometida a las siguientes cargas variables:
Uso
Viento
Nieve
Temperatura
En este tipo de estructuras las acciones variables suelen ser pequeñas en comparación con el valor del peso
propio de la estructura, pero dadas las dimensiones de la cubierta, estas cargas adquieren un mayor
protagonismo.
Por lo general, los efectos de la sobrecarga de uso pueden simularse por la aplicación de una carga distribuida
uniformemente. De acuerdo con el uso que sea fundamental en cada zona del mismo, como valores
característicos se adoptarán los de la Tabla 3.1 del CTE DB SE-AE.
Dichos valores incluyen tanto los efectos derivados del uso normal, personas, mobiliario, enseres, mercancías
habituales, contenido de los conductos, maquinaria y en su caso vehículos, así como las derivadas de la
utilización poco habitual, como acumulación de personas, o de mobiliario con ocasión de un traslado. La
aparición de sobrecargas de uso en este proyecto se origina únicamente por las tareas de mantenimiento que
se efectuarán sobre la cubierta de la estructura.
Ilustración 125.- Tabla 3.1. Valores característicos de sobrecargas de uso. Fuente: CTE-DB-SE-A.
La cubierta de la pérgola es solamente accesible para conservación, que presenta una inclinación menor de 20º
2
y dado que su peso es menor de 1 kN/m se encuadra como cubierta ligera sobre correas (sin forjado) por lo
que se clasifica como tipo G1 de manera que el valor característico de la carga de uso se establece en 0,40
2
kN/m . Dado que la estructura recibe todas las cargas en los nodos, se obtienen los valores de las cargas que
recibe cada uno en función de la posición que ocupen dentro de la capa superior. Tabla 11.
De todas las sobrecargas que actúan sobre la cubierta, la del viento es quizás la de mayor importancia y la más
laboriosa de obtener. La distribución y el valor de las presiones que ejerce el viento sobre un edificio y las
fuerzas resultantes dependen de la forma y de las dimensiones de la construcción, de las características y de la
permeabilidad de su superficie, así como de la dirección, de la intensidad y del racheo del viento.
Sólo se consideran las sobrecargas estáticas originadas por el viento, ya que la esbeltez es inferior a 5, no
siendo necesario considerar los efectos dinámicos originados. La obtención de los valores característicos de
sobrecarga por la acción del viento se obtiene mediante la aplicación del apartado 3.3 del CTE DB SE-AE.
«¬ = «- ∙ ,¬ ∙ ,®
siendo:
«- La presión dinámica del viento. De forma simplificada, como valor en cualquier punto del territorio
2
español, puede adoptarse 0,5 kN/m . Pueden obtenerse valores más precisos mediante el anejo D, en
,¬
función del emplazamiento geográfico de la obra.
El coeficiente de exposición, variable con la altura del punto considerado, en función del grado de
aspereza del entorno donde se encuentra ubicada la construcción. Se determina de acuerdo con lo
,®
establecido en 3.3.3.
El coeficiente eólico o de presión, dependiente de la forma y orientación de la superficie respecto al
viento, y en su caso, de la situación del punto respecto a los bordes de esa superficie; un valor
negativo indica succión. Su valor se establece en 3.3.4 y 3.3.5.
Los edificios se comprobarán ante la acción del viento en todas direcciones, independientemente de la
existencia de construcciones contiguas medianeras, aunque generalmente bastará la consideración en dos
sensiblemente ortogonales cualesquiera. Para cada dirección se debe considerar la acción en los dos sentidos
El valor básico de la velocidad del viento ve en cada localidad puede obtenerse del mapa de la Ilustración 126. El
2 2 2
de la presión dinámica es, respectivamente de 0,42 kN/m , 0,45 kN/m y 0,52 kN/m para las zonas A, B y C de
dicho mapa.
Ilustración 126.- Valor básico de la velocidad del viento, vb. Fuente: CTE-DB-SE-A.
El coeficiente de exposición tiene en cuenta los efectos de las turbulencias originadas por el relieve y la
topografía del terreno.
El coeficiente de exposición ce para alturas sobre el terreno, z, no mayores de 200 m, puede determinarse con
la expresión:
= © ∙ lnPg"‚P±; ³R/šR
,¬ ∙ P 3 7 ∙ ©R
siendo k, L, Z parámetros característicos de cada tipo de entorno, según la CTE DB SE-AE § tabla D.2 que
aparece en la Ilustración 127.
Estando situada en un entorno urbano, el Grado de aspereza del entorno que le corresponde es el Tipo IV y
teniendo en cuenta que el valor de Z es de 22,50 m.s.n.m. sustituyendo en las expresiones anteriores se tiene
que
Los coeficientes de presión exterior o eólico, cp, dependen de la dirección relativa del viento, de la forma del
edificio, de la posición de elemento considerado y de su área de influencia.
Dentro de todas las tipologías posibles que aparecen en el Anejo D de la citada norma, donde mejor se
encuadra la estructura proyectada es bajo el epígrafe de Marquesina a un agua. En CTE DB SE-AE § Tabla D.10
(Ilustración 128 e Ilustración 129) aparecen los valores de los coeficientes de presión para esta tipología
constructiva, obtenidos como el pésimo de entre los del abanico de direcciones de viento definidas.
52
Dadas las características de la estructura se considera que el valor del coeficiente de obstrucción, ϕ , es nulo.
El efecto de presión es independiente del grado de obstrucción, pero hay que considerarlo para obtener la
obtener el valor de la presión estática, «¬ , cuyos valores aparecen en las dos tablas siguientes, donde además
succión. Dado el diseño de la estructura, se considera que no existe obstrucción. Por lo que solo resta ya,
52
El grado de obstrucción del flujo del viento por debajo de una marquesina se caracteriza mediante el factor de obstrucción, ϕ, definido
como la relación entre el área obstruida y el área de la sección total bajo la marquesina. Ambas áreas se consideran en un plano
perpendicular a la dirección del viento.
EFECTO DE PRESIÓN
2 2
ZONA qb (kN/m ) ce cp qe (kN/m )
A 0.5 0.53
B 0.45 2.364975 1.8 1.92
C 1.1 1.17
EFECTO DE SUCCIÓN
2 2
ZONA qb (kN/m ) ce cp qe (kN/m )
A -0.6 -0.64
B 0.45 2.364975 -1.3 -1.38
C -1.4 -1.49
La determinación de este valor se obtiene a partir del apartado 3.5 del CTE DB SE-AE. Como valor de nieve por
unidad de superficie en proyección horizontal puede tomarse
«9 = G ∙ &£
siendo:
G
&£
coeficiente de forma de la cubierta según el apartado 3.5.3. CTE DB SE-AE.
el valor característico de la carga de nieve sobre un terreno horizontal según 3.5.2 del CTE DB SE-AE.
El valor de la sobrecarga de nieve sobre un terreno horizontal &£ , en las capitales de provincia y ciudades
autónomas se puede tomar de la tabla 3.8 del citado documento.
horizontal es utilizando el procedimiento que aparece en el Anejo E. Donde el valor de &£ , puede tomarse de la
2
Se obtiene un valor para Murcia de 0,20 kN/m . Otra forma de obtener el valor de carga de nieve en un terreno
tabla E.2 función de la altitud del emplazamiento o término municipal, y de la zona climática del mapa de la
figura E.2.
2
Ilustración 132.- Sobrecarga de nieve (kN/m ). Fuente: CTE DB SE-AE.
Donde para la Zona 6 y una altura que oscila en torno a los 200 metros sobre el nivel del mar tenemos un valor
2
de 0,20 kN/m , que es igual al obtenido anteriormente.
El coeficiente de forma para el caso de que tengamos un faldón limitado interiormente por cornisas o
limatesas, y en el que no hay impedimento al deslizamiento de la nieve, el coeficiente de forma tiene el valor
de 1 para cubiertas con inclinación menor o igual a 30º y 0 para cubiertas con inclinación mayor o igual a 60º.
Tenemos por lo tanto que
Dado que la estructura recibe todas las cargas en los nodos, se obtienen los valores de las cargas que recibe
cada uno en función de la posición que ocupen dentro de la capa superior. Tabla 14.
POSICIÓN VALOR
Nodo Interior 4,5 ∗ 4,5 ∗ 0,20 = 4,05 ©m
Nodo de borde 4,5 ∗ 4,5 ∗ 0,20 ∗ 0,50 = 2,03 ©m
Nodo de esquina 4,5 ∗ 4,5 ∗ 0,20 ∗ 0,25 = 1,01 ©m
Los edificios y sus elementos están sometidos a deformaciones y cambios geométricos debidos a las
variaciones de la temperatura ambiente exterior. La magnitud de las mismas depende de las condiciones
climáticas del lugar, la orientación y de la exposición del edificio, las características de los materiales
constructivos y de los acabados o revestimientos, y del régimen de calefacción y ventilación interior, así como
del aislamiento térmico.
La disposición de juntas de dilatación puede contribuir a disminuir los efectos de las variaciones de la
temperatura. En edificios habituales con elementos estructurales de hormigón o acero, pueden no
considerarse las acciones térmicas cuando se dispongan juntas de dilatación de forma que no existan
elementos continuos de más de 40 m de longitud. Para otro tipo de edificios, los DB incluyen la distancia
máxima entre juntas de dilatación en función de las características del material utilizado.
La propia naturaleza del sistema estructural tridimensional de la cubierta impide la ejecución de juntas de
dilatación, ya que la presencia de las mismas es incompatible con el funcionamiento y las características de
rigidez del sistema (Alonso Fernández et al., 1990), por lo que las diferencias de longitudes por dilatación o
contracción longitudinal de las barras, las curvaturas provocadas por diferencias de dilatación en fibras
opuestas de las mismas piezas, etc. provocan esfuerzos que han de tenerse en cuenta. Es por ello que debemos
tener en cuenta el efecto de la temperatura sobre la estructura, pudiéndose cuantificar el efecto de las
acciones térmicas mediante lo dispuesto en el apartado 3.4 del CTE DB SE-AE.
Los efectos globales de la acción térmica pueden obtenerse a partir de la variación de temperatura media de
los elementos estructurales, en general, separadamente para los efectos de verano, dilatación, y de invierno,
contracción, a partir de una temperatura de referencia, cuando se construyó el elemento y que puede tomarse
como la media anual del emplazamiento o 10º C. La media anual para el emplazamiento de la estructura se
establece en 20º C.
La acción de la temperatura, crea tensiones térmicas que SAP2000 calcula en función del coeficiente de
dilatación lineal del material y del gradiente de temperaturas. Todas las cargas de temperatura tienen su origen
en un cambio de temperatura desde el estado sin tensión para un análisis lineal, o de la temperatura anterior
en un análisis no lineal (Computers and Structures, Inc., 2007).
Las temperaturas ambiente extremas de verano y de invierno se establecen en el Anejo E del CTE DB SE-AE. El
valor característico de la temperatura máxima del aire, depende del clima del lugar y de la altitud. A falta de
datos empíricos más precisos, se podrá tomar, independientemente de la altitud, igual al límite superior del
intervalo reflejado en el mapa de la Ilustración 133.
Ilustración 133.- Isotermas de Tª anual máxima del aire (ºC). Fuente: CTE DB SE-AE.
Para nuestro proyecto se considera que la temperatura máxima anual en el emplazamiento del proyecto es de
42º C. Como valor característico de la temperatura mínima del aire exterior, puede tomarse la que aparece en
la Tabla E.1 del CTE DB-SE-AE (Ilustración 134) en función de la altitud del emplazamiento, y la zona climática
invernal, según el mapa de la Ilustración 135.
Ilustración 134.- Temperatura mínima del aire exterior (ºC). Fuente: CTE DB SE-AE.
Estando situados en la Zona 6 y a una altitud cercana a los 200 metros sobre el nivel del mar, se establece como
temperatura mínima del aire exterior, la de -6,329º C. Resumiendo: Tenemos pues una temperatura de
referencia o montaje de 20ºC, un incremento de temperatura positivo de +24ºC y un incremento de
temperatura negativo de -28ºC.
Para poder introducir estos valores en SAP2000, primero se introduce la temperatura de montaje de la
estructura que se corresponde con la temperatura media del lugar del emplazamiento, mediante la opción
Frame Material Temperature. Ilustración 136.
Las sobrecargas correspondientes a las temperaturas máximas y mínima anual, se introducen mediante la
opción Frame Temperature Loading. Ilustración 137.
Para evitar las pérdidas de vidas humanas y reducir el daño y el coste económico que puedan ocasionar los
movimientos telúricos, las construcciones se deben diseñar con la suficiente sismorresistencia para que no
sufran daños relevantes ante sacudidas sísmicas pequeñas, puedan resistir sin daños estructurales ante
movimientos sísmicos moderados y puedan evitar el colapso ante las sacudidas más fuertes previsibles –con
una probabilidad razonable-, aunque con posibles daños.
La posibilidad de usar el Eurocódigo-8, en vez de la NCSE-02, debe de tener como requisito previo la
aprobación y promulgación en el Boletín Oficial del Estado del correspondiente Documento Nacional de
Aplicación para España. Dado que a fecha de redacción del presente trabajo, tal cosa no ha ocurrido, se
aplicará lo reglamentado en la NCSE-02. Los métodos de cálculo admitidos por la norma NCSE-02 son los
siguientes:
El análisis dinámico directo en el dominio del tiempo podrá emplear acelerogramas bien reales o bien
artificiales, siempre que se escalen (en tiempo y amplitudes) con la información sísmica expuesta en el capítulo
2 de la NCSE-02. Los cálculos deberán realizarse a partir de un número suficientemente representativo de
terremotos (al menos 5) y se adoptará como solicitación de cálculo el valor promedio de los obtenidos con cada
uno.
siendo:
"8I,6¶h
\8
es la componente de la aceleración del modo de vibración i en el j-ésimo GDL
es la frecuencia propia del modo de vibración i
8 es el valor del espectro de respuesta que corresponde al período Ti del modo de vibración i,
pero multiplicado por el coeficiente de respuesta β.
El desplazamiento máximo, para cada modo y para cada planta, se calculará multiplicando el desplazamiento
máximo equivalente uij,máx calculado en la expresión anterior por el coeficiente de comportamiento por
ductilidad μ.
El cálculo se repetirá para cada GDL del modelo y para el número mínimo de modos que deben considerarse en
el cálculo:
La NCSE-02 incluye un método simplificado que permite obtener de una manera inmediata los parámetros
dinámicos (frecuencias, modos y factores de distribución), siendo aplicable exclusivamente en los siguientes
casos:
Las condiciones expuestas para poder aplicar el método simplificado son también, de hecho, las características
que debería cumplir cualquier esquema estructural que pretenda presentar un eficaz comportamiento frente a
la acción sísmica.
Se comprobará el comportamiento de la estructura frente a una acción sísmica, para ello se la ha situado en el
municipio de Lorca y más concretamente en las proximidades del ayuntamiento de Lorca, que es donde el IGN
tiene instalada la estación acelerométrica que registró el terremoto principal de magnitud Mw 5.1, que ocurrió
en Lorca el 11 de mayo de 2011 a las 16:47:25.
De acuerdo con NCSE-02 § 1.2.2, se considera que esta estructura puede quedar encuadrada dentro del
epígrafe donde literalmente dice:
Es decir, se cataloga como una construcción de importancia especial, de acuerdo con el uso previsible a lo largo
de la vida útil de la construcción.
Por lo tanto, y de acuerdo con NCSE-02 § 2.2, el coeficiente adimensional de riesgo (ρ), función de la
probabilidad de que se exceda en el periodo de vida para el que se proyecta la construcción, toma el valor de
ρ=1’3. Este coeficiente expresa, para el rango usual de probabilidades de superación de las acciones sísmicas a
considerar en el proyecto sismorresistente, valores proporcionales a las aceleraciones resultantes del cálculo
de la peligrosidad sísmica.
53
La aceleración sísmica básica (ab), expresada en relación al valor de la gravedad, g , es un valor característico
de la aceleración horizontal de la superficie del terreno que permite establecer la peligrosidad sísmica del
territorio nacional tal y como aparece definida en el mapa de peligrosidad símica, Ilustración 138. El coeficiente
de contribución K, tiene en cuenta la distinta contribución de las sismicidad de la Península y áreas adyacentes,
y de la más lejana correspondiente a la zona Azores-Gibraltar, a la peligrosidad sísmica en cada punto del
territorio nacional.
53
En NCSE-02 § C.2.1., se establece el valor de g=9.8 m/s2.
Los valores de K están comprendidos entre 1’0 –en los puntos en los que prácticamente toda la contribución a
la peligrosidad sísmica procede de terremotos continentales o de áreas marítimas adyacentes-, y 1,5 en los
puntos en los que la contribución a la peligrosidad sísmica procediera totalmente de terremotos de la citada
región de Azores-Gibraltar.
La NCSE-02 suministra en el anejo 1, una lista detallada por municipios los valores de la aceleración sísmica
básica iguales o superiores a 0,04g, junto con los del coeficiente de contribución K. Para la ubicación elegida
dentro del municipio de Lorca, estos valores son ab=0.12g y K=1.
Definido el suelo como Terreno tipo II, según NCSE-02 § Tabla 2.1 el coeficiente del terreno C=1,3. El
coeficiente de amplificación del terreno S tiene en cuenta la diferencia de la aceleración sísmica en superficie
respecto a la de suelo duro, dependiendo de la existencia de capas de suelos blandos superficiales. Toma el
valor de:
− El tramo correspondiente a periodos altos (T>TB), definido por una velocidad espectral constante, cuyo
valor, en función de la aceleración sísmica, a, de la superficie del terreno es:
e
∝ PZR = ∙
Z
− El tramo intermedio PZÀ ≤ Z ≤ ZÁ R definido por una aceleración espectral constante, fijada
convencionalmente en 2,5 veces la aceleración de la superficie del terreno, o sea:
∝ PZR = 2,5
Z
∝ PZR 1 3 1.5 ∙
ZÀ
e 1,3
ZÀ = ∙ = 1∙ = 0,13 &*T
10 10
e 1,3
ZÁ = ∙ 1∙ 0.52 &*T
2,5 2,5
Una vez realizados todos los cálculos se obtiene el espectro de respuesta elástica que se presenta en la Gráfica
5.
3.00
2.50
2.00
α(T)
1.50
1.00
0.50
0.00
0.00 0.50 1.00 1.50 2.00 2.50 3.00 3.50 4.00
Periodo de oscilación, T (seg.)
La NCSE-02 no se encuentra implementada dentro de SAP2000, para ello se debe de introducir mediante el
empleo de la opción Define Reponse Spectrum Functions. Dado que el cálculo del Espectro ya contempla un
amortiguamiento del 5%, la casilla Function Damping Ratio debe ser igual a 0. Ilustración 139.
Otro aspecto que debe ser considerado, es identificar las masas que intervendrán en el cálculo sísmico. En
NCSE-02 § 3.2 a efectos de cálculos de las solicitaciones debidas al sismo se considerarán únicamente las masas
correspondientes a la propia estructura y a las masas permanentes; no siendo necesario considerar fracciones
de las restantes masas, ya que las existentes no se identifican en la relación que aparece en el citado artículo.
En la Ilustración 140, se presenta el modo de definición de las masas en SAP2000.
Para poder determinar el número mínimo de modos con contribución significativa a priori, sin haber realizado
el cálculo estructural, precisa de establecer un valor aleatorio del número de modos y una vez alcanzado el
diseño definitivo de la estructura, comprobar que se ajusta a lo establecido en la norma. De acuerdo con NCSE-
02 § 3.6.2.3.1 se establece un valor mínimo de cuatro modos en el caso de modelos espaciales de estructura,
dos translacionales y otros dos rotacionales; pero para el cálculo que se realizará también se tendrá en cuenta
NCSE-02 § C.3.6.2.3.2.1 donde se establece que el número de modos con contribución significativa serán
aquellos para los que la suma de las masas efectivas de los r primeros modos considerados, sea superior al 90%
de la masa movilizada en el movimiento sísmico. Esta condición puede expresarse matricialmente como:
J Vector de influencia, cuyos componentes son los desplazamientos de sólido rígido experimentados
por los grados de libertad de la estructura cunado la base sufre un desplazamiento unidad en la
dirección del sismo.
Dado que las operaciones anteriores las puede realizar SAP2000 de modo automático, en una primera
aproximación se elegirán 12 modos de vibración.
La combinación de los resultados obtenidos en el análisis de los diferentes modos de vibración, debe
efectuarse para toda variable asociada a cada grado de libertad supuesto (desplazamientos, solicitaciones,
tensiones, etc.). La regla de la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados presenta una aproximación razonable
54
cuando los distintos modos no pueden acoplarse por tener periodos muy diferentes . Si S representa la
variable a calcular y Si su valor en el modo i, la expresión general que aparece en NCSE-02 § C.3.6.2.4 es:
» = Ä7 7 »8 ∙ »I ∙ ]8I
8:; I:;
Ω C
8∙‹ Œ ∙ P1 3 [R ŽC
ž
Z8
]8I = ]I8 = 100 ,%' [
Ω C ZI
P1 − [ C RC 3 4 ∙ ‹ Œ ∙ [ ∙ P1 3 [RC
100
siendo Ω el amortiguamiento en % del crítico y Ti y Tj los periodos propios de los modos considerados. En NCSE-
02 § Art. 3.6.2.4 se presenta una expresión simplificada la anterior,
» Ä7 »8C
8:;
Si existiesen modos de vibración cuyos periodos difieren menos del 10%, pueden aplicarse cualquiera de las
dos expresiones anteriores agrupando en una única variable Sj la suma de los valores absolutos de las variables
Si que difieren entre sí menos del 10%. La selección del modo de combinación de modos se realiza en la
ventana de Load Case Data-Response Spectrum (Ilustración 141) donde se introduce el tipo de combinación
55
modal elegido, en este caso SRSS . El efecto máximo probable de la acción E debido a la actuación simultánea
de las componentes de la acción sísmica a lo largo de los ejes horizontales X e Y y del vertical Z, puede
estimarse mediante la aplicación de la SRSS a los efectos máimos de la acción Ex, Ey y Ez, debidos a las acciones
sísmicas calculadas independientemente a lo largo de cada eje, tal y como aparece en la expresión:
54
Mayor del 10%.
55
Square root of the sum of the squares.
donde solo falta definir el coeficiente de respuesta β (NCSE-02 § 3.7.3.1), que viene expresado por:
œ
Ç=
G
siendo:
5 L,Ê
ν Factor de modificación del espectro en función del amortiguamiento, definido en NCSE-02 § 2.5.
œ=È É
Ω
μ Coeficiente de comportamiento por ductilidad, definido en NCSE-02 § 3.6.2.2.
5 L,Ê
‹ Œ
»,"$* ",+%# = » ∙ ¸ ∙ "- ∙ Ω
G
El valor del coeficiente de amortiguamiento, Ω, se obtiene de NCSE-02 § Tabla 3.1 (Ilustración 142).
De acuerdo con NCSE-02 § 4.6.1, el proyecto de las estructuras metálicas ante acciones sísmicas se puede
plantear en el rango lineal, sin hacer uno de ningún mecanismo plástico de disipación, o en el rango no lineal.
En el primer caso la estructura se considera sin ductilidad y en el cálculo se asignará el valor unidad en el
coeficiente μ. En el segundo se considerará, para cada una de las direcciones en que se compruebe, de
ductilidad alta, media o baja en función del sistema resistente (NCSE-02 § 3.7.3.1) y de los detalles y materiales
empleados. Así, para el rango lineal en el plano horizontal, tenemos que el factor de escala será:
5 L,Ê
‹ Œ
»,"$* ",+%#Ë,Ì = 1,03 ∙ 1,3 ∙ 0,12 ∙ 9,81 ∙ 4 1.7277
1
Para la dirección vertical, y de acuerdo con NCSE-02 § 2.6, se adoptará un espectro de respuesta elástica cuyas
coordenadas espectrales serán el 70% de los valores correspondientes a las del espectro para movimientos
horizontales. De esta manera el factor de escala para el eje Z será:
El acelerograma del terremoto principal, de magnitud Mw 5.1, que ocurrió en Lorca el 11 de mayo de 2011 a las
16:47:25, se obtuvo en la estación acelerométrica que el Instituto Geográfico Nacional tiene instalado en el
ayuntamiento de Lorca (Figueras, et al., 2012), a 4 km del epicentro. El acelerograma tiene una duración de
49.660 segundos que con un paso temporal de registro del sismo ocurrido en Lorca La duración del registro es
de 49.660 segundos 9933 registros.
Tabla 15.- Picos de aceleración y velocidad, registrados en terremoto principal. Fuente: IGN (2011).
Componente EW Componente NS Componente Vertical
2 2 2
Estación PGA (cm/s ) PGV (cm/s) PGA (cm/s ) PGV (cm/s) PGA (cm/s ) PGV (cm/s)
LORCA 150,3 357,9 114,9
14,2 35,6 8
(0,1545g) (0,3669g) (0,1181g)
N30ºW (Horizontal)
E30ºN (Horizontal)
VERT (Vertical)
Cada componente está formada por 9.934 datos con un paso temporal de Δt=0,005 seg (f=200 Hz), por lo que
se tiene un registro de 49,660 segundos. El acelerograma completo se muestra en la Gráfica 6 y los de cada
componente direccional desde la Gráfica 7 a la Gráfica 9.-
0.35
0.30
0.25 N30ºW E30ºN VERT
0.20
0.15
0.10
Aceleración (g)
0.05
0.00
-0.05
-0.10
-0.15
-0.20
-0.25
-0.30
-0.35
-0.40
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
Periodo (seg)
0.35
0.30
0.25
0.20
0.15
0.10
Aceleración (g)
0.05
0.00
-0.05
-0.10
-0.15
-0.20
-0.25
-0.30
-0.35
-0.40
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
Periodo (seg)
Gráfica 7.- Acelerograma Sismo Lorca 11/05/2013. Componente N30ºW. Fuente: IGN (2011).
0.15
0.13
0.11
0.09
0.07
0.05
Aceleración (g)
0.03
0.01
-0.01
-0.03
-0.05
-0.07
-0.09
-0.11
-0.13
-0.15
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
Periodo (seg)
Gráfica 8.- Acelerograma Sismo Lorca 11/05/2013. Componente E30ºN. Fuente: IGN (2011).
0.11
0.09
0.07
0.05
0.03
Aceleración (g)
0.01
-0.01
-0.03
-0.05
-0.07
-0.09
-0.11
-0.13
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
Periodo (seg)
Gráfica 9.- Acelerograma Sismo Lorca 11/05/2013. Componente Vertical. Fuente: IGN (2011).
Además de las cargas que se han definido, SAP2000 calcula automáticamente seis cargas de aceleración que
actúan sobre la estructura, debido a las aceleraciones de traslación unitarias en cada una de las direcciones
globales y de las tres aceleraciones rotacionales unitarias alrededor de los ejes globales en el origen global. Las
cargas de aceleración se pueden aplicar en un caso de carga al igual que los modelos de carga.
Las cargas de aceleración están determinadas por el principio de d'Alembert, y se denominan: mux, muy, muz,
mrx, mry y mrz. Estas cargas se utilizan para la aplicación de aceleraciones en espectro respuesta (sólo la
traslación) y análisis de tiempo historia, y pueden ser utilizados como puntos de partida para el análisis de los
vectores de carga en la opción de Vectores Ritz.
Estas cargas se calculan para cada articulación y elemento y se suman sobre toda la estructura,
transformándose al sistema de coordenadas global. Las cargas de aceleración de traslación para todos los
elementos excepto para el Asolid son la misma en cada dirección y son iguales a la negativa de la masa del
elemento. La aceleración rotacional se diferencia generalmente para cada eje.
Las cargas de aceleración se pueden transformar a cualquier sistema de coordenadas. En un sistema fijo (global
o alternativo) de coordenadas, las cargas de aceleración de traslación a lo largo del eje X, Y y Z positivos, son
denominadas UX, UY y UZ, respectivamente; las cargas de aceleración de rotación alrededor de los ejes X, Y, y Z
son igualmente denominadas RX, RY y RZ.
En un sistema local de coordenadas definido para un análisis de espectro respuesta o de tiempo historia, se
indican las cargas de aceleración a lo largo de los locales 1, 2, y 3 ejes positivos U1, U2, U3, R1, R2, y R3,
respectivamente. Las aceleraciones rotacionales se aplicarán sobre el origen del sistema de coordenadas
especificado con la aceleración en el caso de carga. Cada carga de aceleración aplicada en un caso de carga
dada puede utilizar un sistema de coordenadas diferente. Ilustración 121.
Las acciones se definen, en su magnitud, por sus valores representativos. Una misma acción puede tener un
único o varios valores representativos, según se indica a continuación, en función del tipo de acción. En EHE §
11, el valor representativo de una acción es el valor de la misma utilizado para la comprobación de los estados
límite. El valor representativo de una acción es su valor característico Fk o éste afectado por un coeficiente ψi
de simultaneidad:
Î8 ∙ £
Como valores característicos de las acciones se tomarán los indicados en las reglamentaciones de acciones
vigentes.
Para las acciones variables, dependiendo del tipo de estructura y de las acciones que se consideren pueden
existir los siguientes valores representativos:
− Valor de combinación ψ0Qk. Es el valor representativo de las acciones variables que actúan
simultáneamente con otra acción variable, considerada esta como determinante, en las
combinaciones poco variables.
− Valor frecuente ψ1Qk. Es el valor representativo de la acción variable que es sobrepasado durante
periodos de corta duración respecto de la vida útil de la estructura.
− Valor cuasi-permanente ψ2Qk. Es el valor representativo de la acción variable que es sobrepasado
durante una gran parte de la vida útil de la estructura.
Salvo que las reglamentaciones de acciones vigentes indiquen lo contrario, se adoptarán para los coeficientes
ψi de simultaneidad los valores recogidos en las EAE § Tablas 11.a, 11.b, 11.c y 11.d. Ilustración 143.
Por otro tenemos que en CTE-DB-SE § Tabla 4.2, se presentan los valores de coeficientes de simultaneidad que
se aplicarán en el modelo SAP2000, como se puede comprobar son iguales a los que aparecen en la EAE, salvo
el valor de ψ1 para la acción del viento. Ilustración 144.
Se define como valor de cálculo de una acción (EAE § 12) el obtenido como producto del valor representativo
(EAE § 11) por un coeficiente parcial para la acción:
= ¡• ∙ Î8 ∙ £
donde:
¡•
Valor de cálculo de la acción F.
Coeficiente parcial para la acción considerada.
£ Valor característico de la acción F.
Los Estados Límite Últimos se encuentran directamente relacionados con la seguridad de la estructura y sus
ocupantes. En estructuras metálicas, dependen fundamentalmente de las secciones transversales de los
perfiles utilizados, de la resistencia a los fenómenos de inestabilidad (global o local) y de la resistencia de los
elementos de unión.
Como coeficientes parciales para las acciones en las comprobaciones de los estados límite últimos se adoptan
los valores de la EAE § Tabla 12.1, siempre que las reglamentaciones correspondientes de acciones no
establezcan otros criterios, en cuyo caso se adoptarán estos últimos. Dado que en CTE-DB-SE § Tabla 4.1, para
los casos desfavorables, se presentan los mismos valores no existe problema respecto a los valores adoptados.
Ilustración 145.
Ilustración 145.- Tablas de coeficientes parciales de seguridad, para ELU. Fuente: EAE y CTE-BD-SE.
La deformación de la estructura, resultante de los efectos de las acciones, debe mantenerse dentro de unos
límites apropiados, atendiendo a las posibilidades de deformación de sus componentes y de provocar daños en
los mismos.
Como coeficientes parciales para las acciones para las comprobaciones de los estados límite de servicio se
adoptan los valores de la EAE § Tabla 12.2, siempre que las reglamentaciones correspondientes de acciones no
establezcan otros criterios. Ilustración 145.
Ilustración 146.- Coeficientes parciales de seguridad para Estados Límites de Servicio. Fuente: EAE.
Para cada una de las situaciones estudiadas se establecerán las posibles combinaciones de acciones. Una
combinación de acciones consiste en un conjunto de acciones compatibles que se considerarán actuando
simultáneamente para una comprobación determinada.
Cada combinación, en general, estará formada por las acciones permanentes, una acción variable
determinante y una o varias acciones variables concomitantes. Cualquiera de las acciones variables puede ser
determinante.
Para las distintas situaciones de proyecto, las combinaciones de acciones se definirán de acuerdo con las
siguientes expresiones:
donde:
a£,I
Ò£,8
Valor característico de las acciones permanentes.
ÎL,8 Ò£,8
Valor característico de la acción variable determinante.
Valor representativo de combinación de las acciones variables que actúan simultáneamente con
ÎC,8 Ò£,8
la acción variable determinante.
Valor representativo cuasi-permanente de las acciones variables que actúan simultáneamente
{
con la acción variable determinante y la acción accidental, o con la acción sísmica.
,£ Valor característico de la acción sísmica.
Identificadas todas las acciones que actúan sobre la estructura, las combinaciones de las mismas para Estados
Límites Últimos en situaciones persistentes o transitorias se tienen que realizar aplicando ciertos criterios a fin
de no efectuar combinaciones que son imposibles de que sucedan en la realidad. Así combinar la acción de la
temperatura en verano con la acción de la nieve, -es algo que nunca sucederá- por lo que todos los casos en
que aparezcan ambas acciones, simplemente se eliminarán.
Dada la simetría tanto, de la estructura como la de las cargas, no hará falta considerar las acciones del viento
en dos sentidos para cada dirección en las que puede actuar.
No obstante, es importante considerar el efecto del viento en succión, levantando la cubierta y a invertir la
totalidad de los esfuerzos de los elementos estructurales que la sostienen. En este caso los esfuerzos de
tracción se convierten, así, en compresión, pudiendo provocarse colapsos por insuficiente rigidez (pandeo) de
elementos que estén concebidos para trabajar a tracción.
Para identificar los Estados Límites Últimos en las situaciones en las que actúa la acción sísmica, se aplicará la
normativa española NCSE-02 y se tendrá en cuenta el criterio de combinación de acciones que aparece en el
Eurocódigo-8, además se comprobará la respuesta de la estructura frente a la acción del sismo principal
ocurrido en Lorca el 11/05/2013
De acuerdo con NCSE-02 § 3.4, la construcción debe resistir la acción del sismo en todas las direcciones, lo que
obliga a analizarlo en más de una dirección. En general, basta hacerlo en dos direcciones ortogonales en planta;
en este caso, las solicitaciones obtenidas de los resultados del análisis en cada dirección se combinarán con el
30% de los de la otra. Las solicitaciones verticales y en planta se podrán considerar como casos de carga
independientes.
Se va a considerar movimientos verticales, por ello, según NCSE-02 § 2.6, se adoptará un espectro de respuesta
elástica cuyas ordenadas espectrales serán el 70% de los valores correspondientes a los del espectro para
movimientos horizontales definido en NCSE-02 § 2.3. En función de lo anterior, las combinaciones para el caso
de sismo por aplicación de NCSE-02 son:
El EC-8 § 4.3.3.5.1 establece distintas posibilidades de combinación de las acciones sísmicas horizontales,
siendo una de estas posibilidades la contemplada en la NCSE-02 y que se presenta a continuación:
x + 0,30 ∙ x
h i
x i + 0,30 ∙ x h
En EC-8 § 4.3.35.2., se presentan tres combinaciones que contemplan el efecto de la acción vertical:
x h + 0,30 ∙ x i + 0,30 ∙ x j
0,30 ∙ x h +x i + 0,30 ∙ x j
0,30 ∙ x h + 0,30 ∙ x i +x j
Siendo:
x h , x i , x j Representan los efectos de la acción sísmica en la dirección del eje elegido como eje
horizontal X, como eje horizontal Y y eje vertical Z.
El motivo por el cual se está haciendo especial incidencia en incorporar la componente vertical de la acción
sísmica, viene motivado por lo ocurrido en los terremotos de Kobe y Northridge de 1994, donde los registros de
aceleración vertical presentaron valores de aceleración bastante superiores a lo tradicionalmente considerado
(Bozorgnia et al., 1995). En Northridge se presentaron aceleraciones verticales en el terreno de hasta el 85% de
la aceleración de la gravedad las cuales afectaron a las construcciones de bajo peso propio tales como naves
industriales, soportes de instalaciones industriales, etc.
Para estos estados límite se consideran únicamente las situaciones de proyecto persistentes y transitorias. En
estos casos, las combinaciones de acciones se definirán de acuerdo con las siguientes expresiones:
Combinación frecuente:
Combinación cuasi-permanente:
Para la situación Poco Probable, las combinaciones que se obtiene son las siguientes:
COMB-1 1 x (DEAD + CUBIERTA)
COMB-2 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x USO
COMB-3 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x NIEVE
COMB-4 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x NIEVE + 1 x 0.6 x TEMP_INVIERNO
COMB-5 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x NIEVE + 1 x 0.6 x TEMP_INVIERNO + 1 x 0.6 x VIENTO_EJE_X
COMB-6 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x NIEVE + 1 x 0.6 x TEMP_INVIERNO + 1 x 0.6 x VIENTO_EJE_Y
COMB-7 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x NIEVE + 1 x 0.6 x VIENTO_EJE_X
COMB-8 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x NIEVE + 1 x 0.6 x VIENTO_EJE_Y
COMB-9 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x TEMP_VERANO 1
COMB-10 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x TEMP_VERANO + 1 x 0.6 x VIENTO_EJE_X
COMB-11 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x TEMP_VERANO + 1 x 0.6 x VIENTO_EJE_Y
COMB-12 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x TEMP_INVIERNO 1
COMB-13 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x TEMP_INVIERNO + 1 x 0.5 x NIEVE
COMB-14 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x TEMP_INVIERNO + 1 x 0.5 x NIEVE + 1 x 0.6 x VIENTO_EJE_X
COMB-15 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x TEMP_INVIERNO + 1 x 0.5 x NIEVE + 1 x 0.6 x VIENTO_EJE_Y
COMB-16 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x TEMP_INVIERNO + 1 x 0.6 x VIENTO_EJE_X
COMB-17 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x TEMP_INVIERNO + 1 x 0.6 x VIENTO_EJE_Y
COMB-18 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x VIENTO_EJE_X 1
COMB-19 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x VIENTO_EJE_X + 1 x 0.5 x NIEVE
COMB-20 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x VIENTO_EJE_X + 1 x 0.5 x NIEVE + 1 x 0.6 x TEMP_INVIERNO
COMB-21 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x VIENTO_EJE_X + 1 x 0.6 x TEMP_INVIERNO
COMB-22 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x VIENTO_EJE_X + 1 x 0.6 x TEMP_VERANO
COMB-23 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x VIENTO_EJE_Y
COMB-24 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x VIENTO_EJE_Y + 1 x 0.5 x NIEVE
COMB-25 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x VIENTO_EJE_Y + 1 x 0.5 x NIEVE + 1 x 0.6 x TEMP_INVIERNO
COMB-26 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x VIENTO_EJE_Y + 1 x 0.6 x TEMP_INVIERNO
COMB-27 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x VIENTO_EJE_Y + 1 x 0.6 x TEMP_VERANO
COMB-28 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x VIENTO_EJE_X_↑
COMB-29 1 x (DEAD + CUBIERTA) + 1 x VIENTO_EJE_Y_↑
Antes de obtener el diseño de las barras, se debe proceder a considerar, de manera adecuada, los efectos de
las imperfecciones, incluyendo las tensiones residuales y las imperfecciones geométricas, tales como los
defectos de verticalidad, los defectos de alineación, los defectos de plasticidad, las tolerancias de ajuste y todas
las pequeñas excentricidades presentes en las uniones de la estructura no cargada.
Las imperfecciones en los nudos que aparecen en el Eurocódigo-3 o en el Código Técnico de la Edificación solo
aparecen en el caso de pórticos ortogonales y pórticos de naves industriales. No apareciendo la consideración
de las mismas para estructuras articuladas, como es la que se está estudiando. Por otro lado, un pórtico se
define como un conjunto de elementos estructurales unidos por sus extremos diseñados para soportar tanto
cargas verticales como laterales transversales a la longitud de una estructura aporticada. Ante la disyuntiva de
considerar o no las imperfecciones y perder el tiempo en la interpretación sutiles de los matices linguisticos, se
opta por incorporarlas al cálculo de acuerdo con los criterios establecidos en UNE-EN 1993-1-1, teniendo a su
favor dicha opción el que trabajamos en el lado de la seguridad.
En UNE-EN 1993-1-1 § 5.3.1(3) se identifican los dos tipos de imperfecciones que deben considerarse:
Para representar cada uno de los tipos existe un sistema de fuerzas equivalente autoequilibrado que debe
introducirse en la estructura además de las cargas externas a las que se ve sometida.
Las imperfecciones globales laterales consisten en un desplome global de la estructura. Dichas imperfecciones
podrán despreciarse para los entramados aporticados de edificación cuando, para una cierta combinación de
acciones, se verifique que de acuerdo con UNE-EN 1993-1-1 § 5.3.2(4)B:
≥ 0,15 ∙ Ô
Siendo:
es el valor de cálculo de la resultante de las acciones horizontales totales, en la base del edificio,
Ô
correspondientes a la combinación de acciones considerada y
es la resultante de las acciones verticales totales, en la base del edificio, para dicha combinación de
acciones.
Debido a que las únicas combinaciones donde aparecen cargas horizontales son las correspondientes a las
acciones sísmicas, se elabora la Tabla 16, donde se comprueba que se cumplen las condiciones que permiten
despreciar las imperfecciones globales. Señalar que los valores de la acción horizontal se tienen que tomar en
valor absoluto.
En el análisis global, para la obtención de los esfuerzos y momentos en los extremos de los elementos, a utilizar
en las comprobaciones de los elementos aislados según el apartado UNE-EN 1993-1-1 § 6.3, no es preciso
considerar las imperfecciones locales por curvatura de dichos elementos. Sin embargo, en el caso de
estructuras sensibles a los efectos de segundo orden, en el análisis estructural global del entramado, deberán
considerarse además de las imperfecciones globales de verticalidad, las imperfecciones locales por curvatura
de todos aquellos elementos comprimidos en los cuales se cumplan las dos condiciones siguientes:
•̅ > 0,5 ∙ Æ
Al menos uno de los extremos dele elemento es capaz de transmitir momentos flectores.
À∙•×
lØÙ
Donde
Al ser todos los elementos de unión articulaciones, no existen elementos que transmitan momentos, por lo que
no es necesario considerar las imperfecciones locales en el cálculo de los esfuerzos de la estructura. Esto es así,
debido a que si el elemento comprimido es biarticulado, una deformación del elemento producirá un
incremento del momento flector a lo largo del elemento considerado, pero no se transmitirá a la estructura
global, por lo que puede despreciarse en el cálculo global de la estructura y verificarse posteriormente la
inestabilidad de dicho elemento. De acuerdo con UNE-EN 1993-1-1 § 5.3.4, los efectos de las imperfecciones
locales por curvatura de los elementos están incorporados implícitamente en las fórmulas de verificación de
resistencia de los mismos frente a las inestabilidades contempladas en el apartado UNE-EN 1993-1-1 § 6.3.
Como ya se ha comentado anteriormente el algoritmo de cálculo empleado por SAP2000 es de un solo paso; de
manera que tras cada proceso de diseño hay que proceder a un nuevo análisis de la estructura. Mientras no se
consiga la convergencia entre el modelo analizado y el modelo diseñado, los resultados que presenta SAP2000
se pueden ver en la Ilustración 147, donde aparecen señaladas las barras que no cumplen con las restricciones
reglamentarias.
Dado el importante volumen de información que contienen los cálculos, estos se suministran en el CD adjunto
al presente trabajo. A modo de ejemplo se presentan las hojas resumen de los cálculos efectuados para el
diseño de la barra 1520 que se detallan en la Tabla 17. En el Anexo I, se presenta un listado donde para cada
nodo se definen las barras que a él concurren junto con el tipo de tornillo correspondiente.
Una vez efectuado el cálculo de las barras de la estructura, se procede a calcular los tornillos que unen las
barras a los nodos. Los cálculos se realizan con los datos obtenidos del modelo MOD_4_LDR_ASS, ya que es el
que presenta un comportamiento más cercano a la realidad.
Los tornillos están fabricados de acuerdo a la norma EN 10083-1 cuyas métricas están de acuerdo a la norma
13-1. La calidad de los mismos es 10.9 de acuerdo a los requerimientos de la norma EN 20898-1.
56
De acuerdo con la tabla 3.4 del documento UNE-EN 1993-1-8 , la resistencia a tracción de un tornillo se
determina mediante la expresión:
0,9 ∙ [Ú- ∙ {•
=
/,•
¡¢C
Siendo:
/,•
[Ú-
Resistencia a tracción del tornillo
{•
Resistencia a tracción última del tornillo.
¡¢C
Sección resistente a tracción.
Coeficiente parcial de seguridad.
Para fub=1000 N/mm y ¡¢C =1,25, se obtiene la Tabla 18 donde se presenta la resistencia a tracción de los
2
Dado que es preciso obtener para cada barra el mayor axil de tracción al que se encuentra sometido, mediante
la opción de análisis de datos que dispone SAP2000, se obtiene dicho valor para cada barra.Se ha creado una
hoja de Excell denominada “Cálculo de tornillos y nodos.xlsx”, donde con el empleo de filtros y tablas dinámicas
se obtienen los diámetros de los tornillos y de los nodos. En el Anexo I, se presenta un listado donde para cada
nodo se definen las barras que a él concurren junto con el tipo de tornillo correspondiente. En la Tabla 19, se
presenta un resumen de los resultados obtenidos. No se ha empleado toda la gama de métricas disponibles,
sino que haciendo un estudio previo se ha optado por emplear una serie limitada de diámetros, para evitar una
multiplicidad de combinaciones posibles, que lo único que ocasionaría sería un alargamiento en el tiempo de
montaje de la estructura y por supuesto una mayor probabilidad de cometer errores.
56
Eurocódigo 3: Proyecto de estructuras de acero. Parte1-8: Uniones
En esta tabla, se comprueba que no existe un paralelismo entre el tipo de barra y el diámetro de los pernos, lo
cual es lógico ya que el tipo de barra ha sido diseñado teniendo en cuenta las condiciones más desfavorables y
estas corresponden a las originadas por compresión de la barra, y el 100% de las barras están diseñadas bajo
este criterio; mientras que los tornillos se diseñan de acuerdo con los valores máximos de tracción.
Como ya se ha dicho anteriormente, las empresas propietarias o licenciatarias de esta tecnología no facilitan
información sobre las características estructurales y resistentes de sus sistemas, se limitan a realizar una
somera descripción del mismo, ya que dichos sistemas se encuentran protegidos, bien bajo patente o bien
constituyen secreto industrial. Lo mismo ocurre con los programas de cálculo y/o procedimientos empleados,
que son creados “ad-hoc” para dichas tareas o bien, se crean “plug-in” sobre paquetes comerciales como
SAP2000. Es decir, que cuando se proyecta una estructura de doble capa, necesariamente se ha de acudir a
estas empresas tanto para el cálculo de la misma, como para su ejecución. Es más, no se debe incurrir en la
temeridad de sustituir un sistema por otro, basándose en la mera transposición dimensional de sus elementos,
57
ya que dicha práctica tiene graves consecuencias .
Como ya se ha dicho a lo largo de todo este trabajo, el sistema estructural más empleado a nivel mundial y que
presenta un excelente comportamiento es el sistema MERO™, repitiéndose aquí:
Después de una exhaustiva revisión de la poca bibliografía existente, finalmente se ha podido encontrar (Lan,
2005), una metodología que permite el dimensionado de los nodos del sistema MERO™. El diámetro de un
nodo de acero es el mayor de los obtenidos por las siguientes ecuaciones:
57
Véase el accidente ocurrido en la ejecución de la cubierta y estructura espacial del Pabellón Polideportivo de Frontera (El Hierro),
originado al ejecutar la cubierta con un sistema denominado 3Dé cuando había sido calculada para el sistema PALC3.
http://cja.gencat.cat/web/.content/continguts/eines_i_recursos/jurisprudencia/static_files/stsj_can_71-13__de_12_de_marc__
contractacio_publica_.pdf
1C C
Û ≥ €È + 1; ∙ cot ” 3 2 ∙ Ü ∙ 1; É 3 · C ∙ 1;C
sin ”
· ∙ 1C C
Û €È 3 · ∙ 1; ∙ cot ”É 3 · C ∙ 1;C
sin ”
Donde D es el diámetro del nodo (mm), θ es el ángulo de intersección más pequeño entre dos pernos (rad), d1
y d2 son los diámetros de los pernos (mm), ξ es la relación entre la longitud del perno insertado en el nodo y el
diámetro del perno, y η es la relación entre el diámetro del manguito y el diámetro del perno (Ilustración 160).
Los valores de ξ y η pueden ser determinados por la tensión de diseño y por la fuerza de compresión del perno,
respectivamente. Normalmente, ξ=1,1 y η=1,8.
Los núcleos se fabrican en una gama de diámetros que va de 46.5 a hasta 350 mm, los pernos se fabrican desde
M12 a M64. Visto lo anterior estamos ante un elemento que se ha diseñado como de resistencia total, donde
su capacidad de carga es superior a la del elemento más débil de la unión. Cosa esta que nos asegura también
el cumplimiento de la prescripción NCSE § Apart. 4.6.3, donde se establece la obligatoriedad de este tipo de
uniones cuando se utilicen valores del coeficiente de ductilidad iguales o superiores a 2.
Utilizando las expresiones anteriores, se elabora la Tabla 20 que permite identificar el diámetro del nudo en
función del mayor diámetro de tornillo presente en el nudo.
Este cuadro es similar al que presenta Narayanan (2006) y que aparece en la Ilustración 161.
Ilustración 161.- Relación entre diámetros de tornillos y de nodos. Fuente: Narayanan (2006).
En el Anexo II, se presenta un listado donde se identifica el diámetro correspondiente a cada nodo. En la Tabla
21, se presentan los tipos de nudos empleados en la estructura y las cantidades usadas de cada tipología.
5.2.1.- INTRODUCCIÓN
De acuerdo con Tomás Espín, (2012), la cimentación es la parte de la estructura que transmite las cargas del
edificio al terreno, de modo que éste no sea solicitado a presiones mayores de las que pueda soportar, ni se
produzcan movimientos que la estructura no pueda admitir.
Tenemos pues, dos factores que se tienen que controlar para una adecuada elección de la tipología de
cimentación a elegir:
En cada uno de los apoyos aparecen únicamente cargas verticales y cargas horizontales. Las cargas verticales
pueden ser de compresión o de tracción, lo cual obliga a que la cimentación tiene que dimensionarse de
manera que no se supere la tensión admisible del terreno cuando tenemos cargas de compresión y de que no
se produzca un despegue de la misma cuando actúan las cargas de tracción.
Otro condicionante, que aparece en el diseño de la cimentación, es que la estructura diseñada es hiperestática,
lo cual la hace extremadamente sensible a cualquier desplazamiento en los apoyos. Debiendo por tanto,
diseñar una cimentación que limite dichos desplazamientos.
Cada soporte está formado por 6 apoyos de manera que las reacciones que aparecen en cada uno de ellos,
pueden ser de distinto signo que las de los colindantes. Esto puede ocasionar un comportamiento irregular en
el terreno existente debajo de cada apoyo, tanto en tensiones como en deformaciones. Ilustración 162.
Estamos ante unas cargas verticales que son fácilmente soportables por el terreno, pero las cargas horizontales
al multiplicarse por el espesor de la cimentación originan una serie de momentos en la base de la misma de
58
elevada magnitud, lo cual da lugar a unas dimensiones de cimentación importantes , que podría llevar a
pensar que es necesario colocar un pilotaje debajo de cada cimentación individual.
Otro factor, que hay que tener en cuenta, es que la estructura se encuentra en una zona sísmica que obliga a la
ejecución de vigas de atado.
Por ello, antes de llegar a soluciones de pilotaje, se ha optado la ejecución de losa de cimentación para cada
soporte, teniendo en cuenta que cada uno de ellos, tiene seis puntos de apoyo. Es decir, se empleará una
cimentación directa repartiendo las cargas de la estructura en un plano de apoyo horizontal.
• Comprobaciones geotécnicas
• Comprobaciones estructurales y constructivas
Las comprobaciones geotécnicas se realizarán de acuerdo con lo prescrito en el CTE, ya que hasta la fecha no se
dispone del correspondiente Anexo Nacional que permitiría la aplicación del Eurocódigo correspondiente. El
dimensionamiento estructural se realiza mediante el UNE-EN 1992-1-1 y AN/UNE-EN 1992-1-1, es decir el
Eurocódigo-2 y su correspondiente Anejo Nacional. En la Ilustración 163, se presenta la disposición de las losas.
Antes de realizar las anteriores comprobaciones, se procede a definir los materiales con los que se ejecutarán
las losas de cimentación.
58
Se han obtenido en algunos de los apoyos, unas zapatas aisladas de 6,4x6,4x1 metros. Como las separaciones entre apoyos son de 4,50
metros, se tiene que la zapata de un apoyo invade la de los contiguos.
59
La nomenclatura del Eurocódigo 2, tomada de la norma europea EN-206 (versión española UNE EN-206:2008) consiste en una C
mayúscula seguida de la relación entre dos cantidades, la primera su resistencia a compresión en N/mm2 en probeta cilíndrica (diámetro 15
cm, altura 30 cm) y la segunda la resistencia a compresión en probeta cúbica (150 mm de lado), siguiendo el apartado 7.3.1.1 de ENV 206.
La resistencia en probeta cilíndrica es la utilizada en EHE.
Para cargas duraderas, siempre que en el hormigón las tensiones no sobrepasen en servicio el 40% de la
resistencia fcm se podrá emplear el módulo de deformación longitudinal secante (Ecm) calculable a partir de la
siguiente expresión, que se obtiene de la Tabla 3.1 de EN 1992-1-1 (Eurocódigo-2).
x 6 = 22 ∙ .[ 6 ⁄100L.ž
Siendo
[6 [£ 38
Donde fcm es el valor medio de la resistencia a compresión del hormigón ensayado en probeta cilíndrica a 28
dias.
[,g 40 3 8 48 "
En la Tabla 3.1 de EN 1992-1-1 se establece como valor de x,g 35.000 "60, siendo éste el valor que se
empleará en los cálculos. El coeficiente de Poisson es de 0,2 y el coeficiente lineal de dilatación térmica, que
mide el aumento de volumen experimentado por el hormigón cuando incrementa su temperatura, es igual a
-5 -1
1,17x10 ºC . Todo lo anterior se introduce en el modelo SAP2000, tal y como aparece en la Ilustración 164.
A efectos de los cálculos geotécnicos, la anterior entrada de datos es correcta. Pero cuando se realizan los
cálculos estructurales, hay que introducir el valor del coeficiente de seguridad del material en la casilla
correspondiente a Specified Concrete Comprensive Strengh, fc tal y como aparece en la Ilustración 165.
Ilustración 165.- Corrección del valor del Specified Concrete Comprensive Strengh, fc.
60
MPa = 1 N/mm2
SAP2000, en su módulo de diseño de hormigón solo realiza los cálculos de elementos Frame, las armaduras de
los elementos Shell se obtienen señalando la opción Concrete Design dentro de la opción Member Force
Diagram (Ilustración 166).
Señalado ASt1 se obtiene la armadura longitudinal según el eje local 1 (en este caso se corresponde con el eje
X) y la armadura longitudinal según el eje local 2 (que se corresponde con el eje Y) se obtiene activando la
opción ASt2. Igualmente existen las opciones Top Face y Bottom Face, para obtener el armado en la cara
superior e inferior respectivamente.
Por último, queda activar las opciones de no linealidad del material que nos permitirá obtener un
comportamiento más real del material. Dicha activación lleva consigo la incorporación del gráfico Tensión-
Deformación tal y como aparece en la Ilustración 167.
En la ilustración anterior se comprueba que el hormigón tiene un mal comportamiento ante tracciones por lo
que soporta mucha menos tensión y se deforma mucho menos que ante compresión.
Se empleará barras de acero B400SD, cuyas características son las que aparecen en la Ilustración 168. Para
definir el comportamiento del acero se utiliza un modelo de histéresis cinemático. En la imagen, extraída
directamente del software con el que hemos realizado el análisis se puede observar el comportamiento del
acero. El acero se comporta prácticamente de idéntica manera tanto a tracción como a compresión. Si se aplica
a una carga a una probeta de acero partiendo desde cero, la deformación que se experimenta es muy pequeña
hasta que se llega a un punto de cedencia y a partir del cual, el acero comienza a deformarse mucho más con
menor incremento de carga hasta que alcanza la mayor tensión. En ese punto se va a producir una degradación
de las propiedades del acero, de su rigidez, que desembocará en la rotura; ya no hace falta incrementar la
carga para que se siga deformando.
En la Ilustración 169 se presenta la gráfica tensión deformación del acero B400SD, ya que como se ha dicho
anteriormente activaremos las condiciones de no linealidad del hormigón armado.
Básicamente las comprobaciones geotécnicas a realizar consisten en verificar que no se supera la tensión
admisible del terreno y que los desplazamientos se encuentran dentro de los límites admisibles.
De acuerdo con CTE DB-SE-C § 2.2.2, las verificaciones de los estados límite se basarán en el uso de modelos
adecuados para la cimentación y el terreno de apoyo, así como para evaluar los efectos de las acciones del
edificio y del terreno sobre el mismo.
Para ello se ha procedido a la modelización del comportamiento del terreno mediante el uso del coeficiente de
balasto, debido en primer lugar a que es la manera más fácil y rápida que dispone SAP2000 para idealizar el
terreno en cálculos de dimensionado de cimentaciones y elementos de contención, mediante modelos de
interacción suelo-estructura. Sistema éste que, aunque sujeto a limitaciones, cuenta con una amplia
experiencia práctica (CTE DB-SE-C, 2008).
Se define el módulo de balasto, como la razón entre la tensión aplicada sobre una superficie y el
desplazamiento producido (CTE DB-SE-C, 2008). Designado asimismo como módulo de reacción o módulo de
Winkler. Este módulo, relaciona la presión unitaria en un punto con su asiento, y se define como el cociente
3 3
entre ambos, por tanto sus dimensiones son t/m o kN/m . El módulo de balasto no sólo depende de la
deformabilidad del terreno, sino también de la geometría y rigidez de la cimentación
61
La determinación del módulo de balasto se realiza mediante el ensayo de carga con placa , consistente en la
medida de los asientos de una placa rígida cuadrada o circular al ir aplicando cargas crecientes, llegando o no a
la rotura del terreno. El ensayo de carga con placa debe interpretarse con las lógicas reservas debidas a la
diferencia entre las dimensiones de la placa y la de la cimentación proyectada. El valor del coeficiente de
3
referencia ksB obtenido a partir de la conversión del módulo para placa de 60 cm (ks60), es de 34.323,28 kN/m .
Para el correcto funcionamiento del modelo matemático, es necesario introducir el coeficiente de balasto
horizontal. Dicho coeficiente es posible determinarlo a partir de la expresión de (Leoni, 2013):
©&ƒ 34.323,28
©&ƒÝ = 22.882,187 ©m⁄g3
1,5 1,5
De acuerdo con CTE-DB-SE-C § 2.2.2, en las cimentaciones, las verificaciones de los estados límite se basarán
en el uso de modelos adecuados para la cimentación y el terreno de apoyo, así como para evaluar los efectos
de las acciones del edificio y del terreno sobre el mismo.
Cada una de estas losas viene modelizada por 96 elementos Shell de 1,125 x 1,125 x 1,00 metros, cuyas
características aparecen en la Ilustración 171.
61
De acuerdo con lo especificado en la norma ENV-199-3.
A estos elementos se les tiene que incorporar la interacción suelo-losa, por medio de la introducción del
módulo de balasto en forma de Springs. Mediante los cuales se permite para el caso que aparezcan tracciones
debajo de las losas que los elementos Shell queden desincorporados de la matriz de rigidez, para ello el
programa elimina los vínculos elásticos que se generan en tracción, dejando solo los elementos que están en
compresión. Lo anterior se consigue seleccionando Compression Only en la casilla de Simple Spring Resists
(Ilustración 172.a).
Lo anterior tiene además como ventaja adicional, el poder ver de manera gráfica el comportamiento de la
cimentación, de manera que se identifican perfectamente las zonas traccionadas que han quedado
desincorporadas de la matriz de rigidez.
Spring Stiffness
34.323,280 22.882,187 22.882,187 22.882,187 22.882,187
per Unit Area
Area Object Face Bottom 1 2 3 4
Paralell to Area
3 2 -1 -2 1
Object Local Axis
Para evitar inestabilidades en el algoritmo de análisis del modelo, se hace preciso limitar el movimiento de la
cimentación en el plano XY, para ello se asignan en los Shells perimetrales elementos Springs pero empleando
el módulo de balasto horizontal anteriormente calculado (Ilustración 172.b). En la Tabla 22, se identifica la
ubicación de los elementos Spring y los valores de los mismos. Todas estas restricciones se pueden ver
gráficamente en la Ilustración 173.
Dada la simetría de la estructura, se tienen dos tipologías de losas que se denominan LOSA-A (Color Verde) y
LOSA-B (Color Rojo), su disposición se puede ver en la Ilustración 174. TIPO A
TIPO A
TIPO B
Para combinar las cargas se ha seguido el criterio establecido en el CTE. Para situaciones persistentes y
transitorias, se considerará el valor de cálculo de los efectos de las acciones sobre la cimentación a los
determinados de acuerdo con la expresión (4.3) del DB-SE, asignando el valor unidad a todos los coeficientes
parciales para las acciones permanentes y variables desfavorables y cero para las acciones variables favorables.
Para situaciones extraordinarias se considerarán el valor de cálculo de los efectos de las acciones sobre la
cimentación determinados con la expresión (4.4) y (4.5) del DB-SE; igualmente asignando el valor unidad a
todos los coeficientes parciales para las acciones permanentes y variables desfavorables y cero para acciones
variables favorables. Las combinaciones empleadas son las que aparecen en la Tabla 23.
5.2.2.3.- ANÁLISIS
El objetivo a cumplir es por un lado, que la tensión existente sobre el terreno debajo de las losas sea inferior a
la resistencia del mismo y que por otro lado no exista despegue, es decir que no existan tracciones. SAP2000 no
proporciona directamente la tensión sobre el terreno, pero si permite obtener el desplazamiento vertical del
mismo. El producto del desplazamiento vertical por el módulo de balasto, proporciona la tensión existente
sobre el terreno.
Para poder comprobar lo anterior se realizan los cálculos correspondientes y se elaboran dos tablas, una por
cada tipo de losa.
En las dos tablas se puede comprobar que la tensión que existe bajo el terreno es inferior a la resistencia del
2
terreno. El máximo valor de presión existente en el terreno bajo la LOSA-1, es de 117,626 kN/m . Dicho valor se
consigue debajo del apoyo 2 (Joint 1054), para la combinación SISMO_NCSE-02_Y. El máximo valor para la
LOSA-2, se consigue para la combinación SISMO_NCSE-02_X, debajo del apoyo 12 (Joint 1110) y que alcanza un
2
valor de 170,106 kN/m . Valores estos muy inferiores a la máxima tensión de compresión admisible en el
2
terreno que es de 250 kN/m .
Los Joints en color rojo, son aquellos donde aparecen tracciones. En cada losa se identifican 6 puntos
traccionados que se corresponden a los 6 apoyos de cada soporte. En la LOSA-1, la máxima tracción se sitúa en
2
el apoyo 4 (Joint 1070), para la combinación SISMO_NCSE-02_X y que toma un valor de 82,170 kN/m . De la
misma manera, en la LOSA-2, se identifica que la máxima tracción se localiza, para la combinación
2
SISMO_NCSE-02_X, debajo del apoyo 4 (Joint 1112) y que alcanza un valor de 70,534 kN/m .
Estas tracciones se localizan debajo de las zonas de los apoyos y su radio de influencia queda limitado a las
cercanías de los mismos, por lo que no se consigue el despegue de la zapata, y dichos valores de tracción se
consiguen mayoritariamente en condiciones de carga sísmica, tal y como se puede comprobar en la Gráfica 10.
Igualmente se comprueba que las combinaciones no sísmicas originan tracciones muy inferiores a las sísmicas.
90 80
80 70
Tracciones kN/m2
Tracciones kN/m2
70 60
60 50
50
40
40
30
30
20 20
10 10
0 0
COMB9
SISMO_NCSE-02_Y
SISMO_NCSE-02_Y
SISMO_NCSE-02_Y
SISMO_NCSE-02_Y
SISMO_NCSE-02_Y
SISMO_NCSE-02_Y
SISMO_NCSE-02_Y
SISMO_NCSE-02_Y
SISMO_NCSE-02_Y
SISMO_NCSE-02_Y
SISMO_NCSE-02_Y
SISMO_NCSE-02_Y
SISMO_NCSE-02_X
SISMO_NCSE-02_X
SISMO_NCSE-02_X
SISMO_NCSE-02_X
SISMO_NCSE-02_X
SISMO_NCSE-02_X
SISMO_NCSE-02_X
SISMO_NCSE-02_X
COMB33
COMB30
COMB33
COMB30
COMB10
COMB32
COMB29
COMB32
COMB11
COMB29
COMB31
COMB33
COMB30
COMB33
Gráfica 10.- Valores de las combinaciones de cargas que originan tracciones. a) LOSA-1 b) LOSA-2.
En la Tabla 26 se comprueba que las acciones símicas provocan tracciones debajo de todos los apoyos, siendo
la combinación SISMO_NCSE-02_Y, la que en caso de presentarse, las originaría en todos los apoyos.
Igualmente, se comprueba que la LOSA-A presenta mayor abanico de combinaciones que la LOSA-B, capaces de
provocar tracciones.
Esta tipología estructural, presenta el gran inconveniente de ser muy sensible a los desplazamientos de los
apoyos; por ello el diseño de las losas tieme que conseguir deformaciones del terreno mínimas. Los valores de
estos desplazamientos aparecen en la Tabla 27.
Se puede comprobar la pequeña entidad de los desplazamientos, de manera que se puede afirmar que la
influencia que tendrán sobre los apoyos será insignificante.
LOSA-1 LOSA-2
En la Ilustración 176, se presentan las tensiones existentes en las capas superior e inferior de cada tipología de
losa. Las tensiones concentradas en los apoyos, rápidamente pierden intensidad quedando el resto de la losa
sometido a un estado tensional más relajado. Las tensiones originadas por las cargas que actúan según el eje
local 2 de los elementos Shell (Eje Y), son superiores a las que se original cuando actúan según el eje local 1 (Eje
X). Las tensiones en la parte inferior de la losa son mayores que las de la parte superior de la misma, ya que
además de las cargas actuantes se tiene el peso propio de la losa y los flectores originados por las cargas
horizontales.
Se observa la formación de dos bandas de tensiones en X, y de tres según Y, que forman un malla cuadrada,
que concentran casi toda la carga tensional de las losas. Siendo estas bandas, los puntos que requieren un
2
mayor refuerzo de acero. La tensión máxima es de 333,099 kN/m .
5.2.3.1.- RECUBRIMIENTO
El Anejo Nacional AN/UNE-EN 1992-1-1 del Eurocódigo-2, establece en el apartado 4.4.1.3(4), que el
recubrimiento nominal en el caso de hormigonar directamente contra un terreno preparado debe ser al menos
k1= 40 mm y k2= 75 mm para hormigón directamente encofrado en el suelo.
Aunque se vierta una capa de hormigón de limpieza en el fondo de la excavación, se utilizará el valor más
desfavorable que es de cnom= 75 mm.
Para diseñar las armaduras longitudinales, ya se comentó más arriba que se obtenían señalando la opción
Concrete Design dentro de la opción Member Force Diagram (Ilustración 166). Para ello se ha creado el modelo
MOD_4_Cimentacion, donde las combinaciones de cargas que actúan sobre las zapatas corresponden a los
Estados Límites Últimos que se presentaron en el apartado 4.5.4.1.
En la UNE-EN 1992 no existe apartado donde explícitamente aparezcan las armaduras mínimas de una zapata o
de una losa de cimentación. Para poder obtener el armado mínimo de las losas de cimentación, se tiene que
acudir a los apartados donde se haga referencia a su comportamiento. Tanto la cara superior de la losa, como
la cara inferior están sometidas a tracciones en ambas direcciones, por lo que se puede emplear la expresión
que aparece en 9.2.1.1(1) del Anejo Nacional, que ofrece la cuantía mínima para la armadura longitudinal a
tracción en vigas:
M [ /6,•†
{•,689 ≥ ∙
± [i
Siendo:
[i
[ /,6,•†
Resistencia de cálculo del acero de la armadura pasiva en tracción
Resistencia media del hormigón a flexotracción
M
± Brazo mecánico de la sección. ± = 0,8 ∙ Ý
Módulo resistente de la sección bruta relativo a la fibra más traccionada
Ý Canto de la sección
1
∙ 1000C ∙ 1000 3,50
{•,689 ≥6 ∙
0,8 ∙ 1000 400⁄1,15
En la Tabla 28 se presentan las cuantías de las armaduras superior e inferior en la dirección del Eje X (Ast1) y
Eje Y (Ast2) de las dos tipologías de losas existentes en la estructura. En Tabla 29 y Tabla 30 se presentan
gráficamente los valores anteriores. V_MAX hace referencia a los flectores positivos y V_MIN a los flectores
negativos.
2
Tabla 28.- Cuantías de armado en mm /m.
Losa A Losa B
V_MAX V_MIN V_MAX V_MIN
Sup. Inf. Sup. Inf. Sup. Inf. Sup. Inf.
Ast1 0,694 0,694 0,410 0,410 0,205 0,468 0,161 0,152
Ast2 0,685 0,685 0,411 0,411 0,212 0,472 0,164 0,153
Se comprueba que las cuantías obtenidas son inferiores a la armadura mínima obtenida en el apartado inferior,
2
de 2,1 mm /m. Es por ello, que se adopta este valor como la armadura que se tiene que disponer tanto en la
cara superior e inferior en ambas direcciones.
2
Tabla 29.- Losa A. Valores de las cuantías expresados en m /m.
2
Tabla 30.- Losa B. Valores de las cuantías expresados en m /m.
Se procede a comprobar la necesidad de armar a cortante, para ello con el máximo valor de cortante que se
obtiene del modelo matemático, procedemos a efectuar los cálculos necesarios. Dicho valor es de 779, 78 kN y
corresponde al Joint 1058 de la Losa-A en su combinación COMB-11.
De acuerdo con lo dispuesto en el apartado 6.2.2 del documento EN 1992-1-1, el valor de cálculo de la
resistencia a cortante VRd,c se obtiene de:
Con un mínimo de
Ô• , = 2’689 + ©; ∙ • ® 5 ∙ ßá ∙ 1
En el caso de que exista reducción de la resistencia del hormigón a cortante por fisuración, se debe cumplir que
Ô ≤ 0,5 ∙ ßá ∙ 1 ∙ ’ ∙ [
Dónde:
[£
Ý
Es la resistencia característica del hormigón, en MPa.
{•;
Es el canto de la pieza, en mm.
∅
Es el área de la armadura de tracción, en mm .
C
ßá
m Es el esfuerzo axil en la sección transversal debido a la carga o al pretensado, en N. m ≥0
Es la anchura más pequeña de la sección transversal en la zona de tracción, en mm.
{
¡ Es el coeficiente de seguridad del hormigón para comprobación de ELU. ¡ = 1,5
2
Es el área transversal de la sección del hormigón, en mm .
200
© = 13€ ≤ 2,0
1
{•;
¸; = ≤ 0,02
ßá ∙ 1
m
•®= ≤ 0,2 ∙ [
{
[£
’ = 0,6 ∙ ã1 − ä
250
En AN/UNE-EN 1992-1-1 § 6.2.2 (1), se adoptan como valores recomendados para los siguientes coeficientes:
0,18
e• =
,
¡
©; = 0,18
0,18
e• = = 0,12
,
1,5
20
1 = 1000 − 75 − = 915 gg
2
200
© = 1+€ 1,468 ¹ 2,0
915
20 C
{•; ]∙È É 2199,11 ggC
2
2199,11
¸; 0.0024 ¹ 0,02
1000 ∙ 915
0
•® 0 ¹ 0,2 ∙ [
{
0,075
’689 ∙ 1,468ž⁄C ∙ 40;⁄C 0.562
1,5
40
’ 0,6 ∙ ã1 W ä 0,504
250
Ô• , 20,12 ∙ 1,468 ∙ P100 ∙ 0.0024 ∙ 40R;⁄ž 3 0,18 ∙ 05 ∙ 1000 ∙ 915 748.158,30m 748,158 ©m
40
Ô 357,343 ©m ¹ 0,5 ∙ 1000 ∙ 915 ∙ 0,504 ∙ 6.148.800 m 6.148,80 ©m e^g!$*‼‼
1,5
Se comprueba que las losas no precisan de armadura de cortante, teniendo en cuenta que los máximos valores
del cortante que aparecen en la Ilustración 177 son inferiores al valor máximo de resistencia a cortante arriba
obtenido.
El estado límite de punzonamiento se alcanza por agotamiento de la pieza bajo tracciones debidas a tensiones
tangenciales, motivada por una carga o reacción localizadas en una superficie pequeña de un elemento
bidireccional de hormigón armado. Se caracteriza por la formación de una superficie de fractura de forma
troncopiramidal (troncoconica en el caso de secciones circulares), cuya directriz es el área cargada.
Se considera una superficie crítica, que es una superficie perpendicular al plano medio de la placa o zapata,
cuyo contorno es el perímetro crítico. Sobre esta área es sobre la que se reparte la carga o reacción del
elemento que apoya sobre la losa, comparando esta carga con la resistencia a cortante de la sección.
En este trabajo los elementos que introducen riesgo de punzonamiento son los soportes que apoyan sobre la
losa. Para realizar el cálculo del punzonamiento, hay que establecer un perímetro crítico, repartir las cargas y
compararlas con la resistencia de la sección.
œ ≤ œ• ,
Siendo:
La superficie o área crítica se define a una distancia igual a 21 desde el perímetro del área cargada o del
soporte, siendo 1 el canto útil de la losa. Dado que tenemos armaduras en dos direcciones ortogonales
tomaremos la más restrictiva, que es la armadura interior, a pesar de que en UNE-EN 1992-1-1 § 6.4.2 permite
calcular el canto útil de la losa, como la semisuma de los cantos útiles correspondientes a las armaduras en dos
direcciones ortogonales. Este valor es de 895 mm, tal y como aparece en la Ilustración 178.
El área crítica se calcula como producto del perímetro crítico u1 por el canto útil 1. El valor de perímetro crítico
u1 es de 13.167 mm, tal y como aparece en la Ilustración 179.
Carga de punzonamiento
m
œ =Ç∙
^; ∙ 1
Donde:
m es el mayor axil vertical al que se encuentra sometido un apoyo, dicho valor es de 779,78 kN y
corresponde al Joint 1058 de la Losa-A en su combinación COMB-11.
779,78
œ = 1,5 ∙ ∙ 1000 = 0,0993 m⁄ ggC
13167 ∙ 895
Resistencia de la sección a punzonamiento
La resistencia de cálculo del cortante debido al punzonamiento, en MPa, de acuerdo con UNE-EN 1992-1-1 §
6.4.4(1) se puede expresar de la siguiente manera:
Donde:
¸;i y ¸;j Son las cuantías de la armadura adherente en ambas direcciones. Se calculan como valores
medios tomando una losa igual a la anchura del soporte más 3d a cada lado
En AN/UNE-EN 1992-1-1 § 6.4.4(1), se adoptan como valores recomendados para los siguientes coeficientes:
0,18
e• =
,
¡
©; = 0,18
Dado que el armado de la losa es uniforme los valores de ¸;i y ¸;j son constantes por lo que
20 C
{•; = 2 ∙ 7 ∙ ] ∙ È É = 1837,83 ggC
2
4398,23
¸;i = ¸;j = = 0,0092 ggC ⁄ ggC
1000 ∙ 480
0,18
e• = = 0,12
,
1,5
200
© = 1+€ = 1,473 ≤ 2,0
895
0,075
’689 = ∙ 1,473ž⁄C ∙ 40;⁄C = 0.5652 m⁄ ggC
1,5
Una vez armada la sección procedemos a comprobar de que, bajo la combinación de las acciones
cuasipermanentes, las máximas aberturas de fisura para el ambiente en el que se encuentra la estructura.
El momento de fisuración es aquel en el que la fibra más traccionada de hormigón alcanza el valor [ /,6
(Resistencia media del hormigón a tracción). Tal y como calculamos en el apartado anterior por metro lineal la
losa está armada tanto en la cara superior como en la inferior con 7Ø20.
Cálculo de la resistencia media del hormigón a tracción de acuerdo con EN 1992-1-1 § Tabla 3.1:
Cálculo de la resistencia media del hormigón de acuerdo con EN 1992-1-1 § Tabla 3.1:
[ 6 = [ £ + 8 = 40 + 8 = 48 m⁄ggC
x• = 200.000 m⁄ggC
Módulo de deformación longitudinal del hormigón de acuerdo con EN 1992-1-1 § Tabla 3.1:
[ 6 L,ž 48L,ž
x 6 = 22 ∙ = 22 ∙ = 35,22 a "
10 10
Coeficiente de homogeneización:
x• 200.000
'= = = 5,679
x 35.220.46
Área de hormigón:
∅ C 20 C
{• À = P' − 1R ∙ m ∙ ] ∙ È É P5,679 − 1R ∙ 7 ∙ ] ∙ È É = 10.288,597 ggC
¬ é
2 2
∅ C 20 C
{v• À = P' − 1R ∙ m ∙ ] ∙ È É P5,679 − 1R ∙ 7 ∙ ] ∙ È É
¬ é
2 2
10.288,597 ggC
18 èé 684ó9 W500 gg
18 À ¬ é 89•¬ 8é W915 gg
18 À ¬ é •Ú®¬ 8é W85 gg
1 1
y8 èé 684ó9 ∙ ß ∙ Ýž ∙ 1000 ∙ 1000ž 8.33x 3 10 ggÊ
12 12
Momento de inercia de las armaduras:
êë ìë êë ∙ ìë êë ∙ ìíë îë îïë
Hormigón 1.000.000 -500 -500.000.000 2.5E+11 8.33E+10 3.33E+11
A. superior 10.289 -85 -874.531 74.335.111 74335111
A. inferior 10.289 -915 -9.414.066 8.613.870.313 8613870313
Σ 1.020.577 -510.288.597 8.33E+10 3.42022E+11
∑ {8∙ K W510.288.597
1 W500 gg
. .4.
∑ {8 1.020.577
yh8 yð 3 {ð ∙ 1 C. .4.
yð yh8 W {ð ∙ 1 C. .4.
−m 0
− [ /,6 − 3,509
{ 1.020.577
= ð ∙ yð ∙ 86.877.240.442 609.673.421 m ∙ gg
•8•
nC −500
•8• 609,67 ©m ∙ g
A la vista del valor obtenido del momento de fisuración, y teniendo en cuenta los valores máximos de los
flectores existentes para la combinación cuasipermanete de ELS que se presentan en la Ilustración 180, se
puede comprobar que en ninguna de las situaciones previstas se alcanza el valor del momento de fisuración,
por lo que no se consideran la aparición de fisuran por flexión.
Una vez realizados todos los cálculos y comprobaciones se presentan las disposiciones constructivas de los
armados de la losa de cimentación. En la Ilustración 181, se presenta la disposición general de los apoyos sobre
la losa junto con las dimensiones de la misma y la disposición del armado. En la Ilustración 182 se muestra un
detalle de la esquina de la losa, donde se ha dispuesto entre otras cosas una armadura de piel a 0,500 metros
que la recorre perimetralmente, igualmente se disponen pates de apoyo de la armadura superior cada metro y
separadores cada 0,500 metros. Los anclajes de 750 mm que se muestran en la Ilustración 183 pueden
extenderse hasta la armadura inferior.
5.3.1.- INTRODUCCIÓN
Se procede a realizar los cálculos pertinentes y necesarios, para obtener las características y dimensiones de las
placas de anclaje de todos y cada uno de los apoyos. Dadas las condiciones de simetría tanto de la estructura
como de las acciones que sobre ella actúan, bastará con obtener las placas de anclaje de las losas 1 y 2. La
identificación de las placas base aparece en la Ilustración 175. A partir de la formulación presente en EN 1993-
1-8: Design of joints, se procede a realizar el análisis y diseño de las placas base articuladas. Dicha metodología,
se basa en el empleo de un modelo en T equivalente (Ilustración 184).
Así, EN 1993-1-8 § 6.2.4 permite, mediante el empleo de un casquillo en T equivalente en tracción, modelizar
la resistencia de cálculo de los siguientes componentes básicos:
Una vez definido lo anterior, el proceso de análisis y diseño consiste simplemente en realizar las
comprobaciones referentes a:
Aunque lo normal es que se suministre todo el apoyo completo, aquí se considera que solo se suministra la
cruceta y el nodo, corriendo todo lo demás por parte del contratista. Debiendo pues, realizar el cálculo de
todos los restantes elementos del apoyo de acuerdo con el Eurocódigo.
Los coeficientes de seguridad, a efectos de las características del material son los siguientes:
¡¢L = 1
¡¢C = 1,25 Anclajes a tracción/cortante. Resistencia de las soldaduras
Alma del pilar a tracción. Flexión de la placa base
La placa y la cruceta están fabricadas con acero S355, cuyo límite elástico y resistencia última a tracción se
presentan en la Tabla 31.
Los pernos empleados son clase 8.8 cuyo límite elástico y resistencia última a tracción se presentan en la Tabla
32.
Tabla 32.- Valores nominales de fyb y fub para tornillos. Fuente: EN-1993-1-8.
Se presenta la Tabla 33, donde aparecen los coeficientes de correlación para soldaduras en ángulo.
En la Tabla 34 se presentan las áreas resistentes de los distintos diámetros de pernos que se emplean para el
cálculo de los apoyos.
M27 459
M30 561
M36 817
M42 1121
M52 1758
M56 2030
M60 2362
De acuerdo con EN 1993-1-8 § 6.2.5 la resistencia a compresión del casquillo en T en contacto con el hormigón
de una cimentación se evalúa de acuerdo con el modelo que se presenta en la Ilustración 185.
Resistencia de la cimentación
[I = -• ∙ ÇI ∙ [
Donde:
g)' ãÈ1 + É ; È1 + 2 ∙ É ; È1 + 2 ∙ É ; 3ä
ñ ¬õ ¬¾
-• 6¶hòðó ,-ó ô ðó -ó
ÇI Es el coeficiente del material de unión de la cimentación que puede tomarse como 2/3 siempre que la
resistencia característica del mortero no sea inferior a 0,20 veces la resistencia característica del
hormigón de la cimentación y el espesor del mortero cumpla las siguientes condiciones:
50 gg
*6 ≤ g)' ö0,2 ∙ ß®
0,2 ∙ Ý®
En el caso en los que el espesor del mortero sea mayor de 50 mm, la resistencia característica del
mortero debería ser al menos la misma que la del hormigón de la cimentación.
[£
[ ∙
¡
[£ Resistencia característica del hormigón
=1
[i®
Ancho adicional de carga del ala:
, €
3 ∙ [I ∙ ¡¢L
m¼,• [I ∙ ‹Ý ® ∙ß ® − $ ® òß ® − +á − 2 ∙ ,ôŒ
Donde:
Ý ® g)'òÝ® ; Ý 3 2 ∙ ,ô
ß ® g)'òß® ; ß• 3 2 ∙ ,ô
$ ® Ý ® − +• − 2 ∙ , 0
De acuerdo con EN 1993-1-8 § 6.2.4 la resistencia a tracción del casquillo en T en contacto con el hormigón de
una cimentación se evalúa de acuerdo con el modelo que se presenta en la Ilustración 186.
Se procede a evaluar la resistencia a tracción del casquillo en T. Para ello se analizarán los seis posibles modos
de fallo, de los cuales 5 se puede ver en la Tabla 35.
− Soldadura
Tabla 35.- Modos de fallo a tracción.
Modo 1: Plastificación de la placa base Modo 2: Fallo de los anclajes
El efecto palanca tiene influencia en la elección del modo de fallo. De hecho los modos de fallo 1 y 2 no pueden
suceder sin efecto palanca; en ese caso se considera el modo de fallo 1-2
Deformación
g)' È É g)' È É
÷,;,• ÷,C,• ÷,;HC,• ÷,ž,•
÷,• ÷,•
Resistencia del
casquillo en T ÷,ž,• ÷,Ê,• ÷,Ê,•
8,8 ∙ gž ∙ {•
š∗-
$¬••,; ∙ +®ž
{•
Donde:
Sección resistente de un anclaje
4∙ ®†,;,• 2∙ ®†,;,•
÷,;,•
g ÷,;HC,•
g
Resistencia del casquillo en T
2∙ 3'∙∑
®†,C,• /,• ,¶9 ðé
7
g3'
Resistencia del casquillo en T ÷,C,• ÷,ž,• /,• ,¶9 ðé
0,9 ∙ [Ú- ∙ {•
/,•
¡¢C
Donde:
/,-é9 ,• ] ∙ 1 ∙ $- ∙ [-
Donde:
[-
0,36 ∙ æ[ £
Adherencia anclaje-hormigón
») 1 › 32 gg ⟹ [-
¡
0,36 ∙ æ[ £ 132 W 1
») 1 32 gg ⟹ [- ∙
¡ 100
߬••,/ ∙ +á ∙ [i,á
¡¢L
Resistencia del casquillo en T ÷,Ê,• /,á ,• :
ýþ,
üýý,™ = ùüýý,d
Límite elástico del alma del pilar
= $á,¬••,/ ∙ "á ∙
[Ú ⁄√3
/,á,•
Çá ∙ ¡¢C
Donde:
=
- ∙ [Ú- ∙ {•
-,•
¡¢C
Donde:
De acuerdo con EN 1993-1-8 § 6.2.2(6) en un apoyo de pilar la resistencia de cálculo de rozamiento Ff,Rd entre la
placa base y el mortero se obtiene como sigue:
•,• = e•, ∙ m ,
Donde:
Ô m/,
3 ¹ 1,0
'∙ -,• 1,4 ∙ ÷,•
Donde:
La verificación de la resistencia a cortante de las soldaduras, bajo carga de compresión se realiza mediante la
siguiente expresión:
[Ú ⁄√3
[ á, =
Çá ∙ ¡¢C
$á,¬•• Longitud total eficaz de las soldaduras en la dirección del cortante. La longitud eficaz de una soldadura
en ángulo, se tomará como la longitud sobre la cual la soldadura tiene su espesor completo. Esto
puede tomarse como su longitud total restándolo dos veces el espesor de garganta efectivo. Siempre y
cuando la soldadura tenga su espesor completo en toda su longitud incluyendo el principio y el final,
no será necesario reducir su longitud eficaz ni en el comienzo ni en el final del cordón.
La verificación de la resistencia a cortante de las soldaduras, bajo carga de tracción se realiza mediante la
siguiente expresión:
m/, Ô
C C
=€ + ≤ [ á, ∙ "
á,
yá,¬••,/ yá,¬••
A título de ejemplo, se procede a calcular el apoyo 1050. Utilizando los datos del modelo de SAP2000
denominado ELU_4 se obtienen para cada combinación de cargas, los valores de las reacciones que existen en
este apoyo. Se obtienen solamente cargas de compresión o de tracción y cortantes, dadas las restricciones que
se aplicaron en la modelización no se obtienen momentos.
Se toman los resultados de dos combinaciones de cargas, que se presentan en la Tabla 40. Los valores de F1 y F2
corresponden a los cortantes que aparecen en el apoyo y F3 es la componente vertical. Para el caso de esta
última componente, se debe aclarar que el signo positivo indica compresión y el negativo tracción.
Con objeto de tener una placa con las suficientes garantías de seguridad, en vez de tratar cada cortante según
su dirección se ha optado por realizar la suma vectorial de los mismos y emplear para los cálculos el módulo de
esta suma. Así, los datos de cálculo que se tienen para cada combinación de cargas son los que aparecen en la
Tabla 41.
Tabla 41.- Valores de cálculo de los apoyos.
NEd VEd
COMB10 Compresión 60.857 1081.80
COMB30 Tracción 248.813 649.05
[£ 40
[ = ∙ =1∙ = 26,67 "
¡ 1,5
Coeficiente -• :
1• *ð *-
= g)' 13 ; 132∙ ; 132∙ ;3
-•
g"‚òÝ® , ß® ô Ý® ß®
Resistencia de la cimentación
2
[I = ∙ ÇI ∙ [ = 3 ∙ ∙ 26,67 = 53,33 "
-•
3
Ancho adicional de carga del ala:
[i® 355
,=€ =€ 22,34 gg
3 ∙ [I ∙ ¡¢L 3 ∙ 53,33 ∙ 1
Parámetros geométricos
m¼,• = [I ∙ ‹Ý ® ∙ß ® − $ ® òß ® − +á − 2 ∙ ,ôŒ
[Ú ⁄√3 510⁄√3
[ á, = = 261,73 m⁄ggC
Çá ∙ ¡¢C 0,9 ∙ 1,25
Longitud e:
Longitud p:
Longitud m:
280 15
g = !⁄2 − +á ⁄2 − 0,8 ∙ √2 ∙ "á = − − 0,8 ∙ √2 ∙ 6 = 125,71 gg
2 2
Como š- < š∗- , existe efecto palanca. Por ello, se deberán calcular los modos 1 a 4.
Modo 1:
Modo 2:
4∙ 4 ∙ 12537,32
Modo 1:
=
®†,;,•
= = 398,92 ©m
÷,;,•
g 125,71
Modo 2:
Modo 3:
Modo 4:
[Ú ⁄√3 510⁄√3
= $á,¬••,/ ∙ "á ∙ = 627,85 ∙ 6 ∙ ∙ 10Hž = 1971,93 ©m
/,á,•
Çá ∙ ¡¢C 0,9 ∙ 1,25
Ô m/,
+ ≤ 1,0
'∙ -,• 1,4 ∙ ÷,•
649,046 248,813
+ = 0.970 ≤ 1,0 e šx‼‼
4 ∙ 248,13 1,4 ∙ 380,84
m/, Ô
C C
=€ + ≤ [ á, ∙ "á
á,
yá,¬••,/ yá,¬••
m/, C
Ô C
€È É +È É
yá,¬••,/ yá,¬••
≤1
[ á, ∙ "á
€‹ 248,813 Œ + ‹649,046Œ
C C
2 ∙ 627,85 785,94
∙ 10ž = 0.541 ≤ 1 e šx‼‼
P510 ⁄ √3R/P0,9 ∙ 1,25R ∙ 6
En la Ilustración 187, se presenta el dimensionamiento del apoyo 3, que es el que corresponde al nodo 1050. En
la Ilustración 188, se presenta la disposición de los apoyos en la losa de cimentación. En la ¡Error! No se
encuentra el origen de la referencia., se presentan las características principales de los apoyos. En el Anexo III,
se presentan los resultados de lo cálculos para los demás apoyos, así como las dimensiones de los mismos.
Se procede a describir las fases del proceso constructivo, las cuales han sido tenidas en cuenta a la hora de
efectuar los cálculos de la estructura. Básicamente, consiste en:
Tal y como se ha comentado, es preciso tener en cuenta el proceso constructivo durante la realización de los
cálculos. Durante la realización de los mismos, se han ido realizando tanteos a fin de comprobar el
comportamiento de la cubierta durante la fase de izado. También se podría no haber tenido en cuenta y se
tendría que haber adaptado el proceso de montaje en su posición definitiva al dimensionamiento existente. Se
han dado casos, donde los esfuerzos que se generan durante el proceso de izado son los que determinan el
dimensionamiento de la cubierta. En el presente caso, no ha sido así, pero siempre ha sido tenido en cuenta.
La cuantía de los esfuerzos máximos a los que se puede someter a la cubierta, es la que determina el número y
la disposición de los empujadores que se emplearán. Los puntos de izado que se presentan en la Ilustración
197, es una de las muchas e infinitas posibilidades que existen, ya que el único condicionante es el no
sobrepasar la capacidad resistente de las barras y nudos que forman la malla espacial. En este caso se han
dispuesto 16 empujadores, pero igualmente con menos empujadores se podría haber conseguido. Por lo
general, el izado de una cubierta mediante empujadores suele requerir de un proceso específico.
Los esfuerzos a los que están sometidas las barras de la estructura aparecen en las Ilustración 198 e Ilustración
199. Para el izado se ha considerado la combinación cuasi permanente, comprobándose que las barras y nudos
pueden asumir el esfuerzo al que son sometidas sin sobrepasar las capacidades resistentes de las mismas.
Como se puede comprobar en las siguientes ilustraciones, el mecanismo resistente de la estructura frente a
todas las solicitaciones que actúan sobre ella, está basado en el juego de axiles de tracción y de compresión. El
comportamiento es el mismo que presenta una celosía, donde las cargas actúan en los nudos y las barras están
solicitadas únicamente a esfuerzos axiles, tracción o compresión. El conjunto actúa como una viga flexionada,
pero cada barra está solicitada a esfuerzo axial. En una malla de doble capa, el comportamiento es
exactamente igual, con la salvedad de que los esfuerzos axiles se distribuyen según diferentes direcciones en el
espacio, coincidentes con las barras, logrando una distribución de esfuerzos muy racional.
Los únicos cortantes y flectores que aparecen en la estructura son consecuencia del peso propio de las barras
(Ilustración 201 e Ilustración 202), siendo por lo tanto de poca cuantía, si se comparan con los axiles actuantes
que se presentan en la Ilustración 200. No significando esto, que se desprecien los esfuerzos de los cortantes y
flectores a la hora de efectuar el dimensionamiento de las barras. En la misma ilustración, se visualiza el
recorrido de las cargas hacia la zona de apoyos, siguiendo un trazado limpio y elegante, a través de las
diagonales, con alternancia de esfuerzos compresión-tracción. Si observamos la estructura en perspectiva, tal
como aparece por ejemplo en la Ilustración 220, se hace imposible adivinar el comportamiento de las barras,
más allá de prever el comportamiento global de los grupos de barras agrupados en bloques constructivos (capa
superior, intermedia, inferior, soportes). Lo que es muy fácil descubrir en el caso de las estructuras planas, en el
caso de las estructuras espaciales se necesita el empleo de herramientas informáticas para identificar la
respuesta estructural de cada una de las barras que forman la estructura.
Excepto las cargas de succión por la acción del viento, el resto de cargas gravitatorias e inerciales, generan
axiles de compresión en las barras de la capa superior y de tracción en las de la capa inferior. En la Ilustración
203, que es una sección justo en el centro de la estructura en el plano YZ, se comprueba que la capa superior
está completamente comprimida y la capa inferior está traccionada. Dicha configuración de axiles cambia
conforme nos acercamos a las zonas de encuentro de la cubierta con los soportes; apareciendo barras
traccionadas en la capa superior y barras comprimidas en la capa inferior. La capa intermedia actúa como
correa de transmisión de esfuerzos entre las capas superior e inferior, siendo el componente estructural
encargado de la distribución de los esfuerzos resistentes, cosa que se también se puede apreciar en la
Ilustración 225. Se observa que en función de las cargas actuantes, la rigidez de las barras y las condiciones de
contorno se produce el reparto de los esfuerzos entre las distintas barras de manera que las cargas son
conducidas hacia la zona de apoyos. No siendo esto fácil de realizar sin ayuda de un soporte informático
adecuado.
En la Ilustración 204, se presentan los diagramas de axiles correspondientes al peso de la cubierta, a las
sobrecarga de uso, nieve y presión por la acción del viento. La distribución de axiles presenta el mismo patrón
que el correspondiente al peso propio, las variaciones obedecen a las distintas magnitudes de las cargas.
La Ilustración, muestra la inversión de esfuerzos (capa superior en tracción e inferior en compresión) provocada
por la succión del viento que tiende a levantar la cubierta, siendo este efecto muy importante en términos
cuantitativos y cualitativos. De no ser tenido en cuenta provocaría la ruina de la estructura, ya que esta
inversión de esfuerzos implica que las barras diseñadas a tracción para el resto de acciones, se encontrarán
trabajando a compresión y por tanto sujetas al fenómeno de pandeo para el que no han sido calculadas,
produciéndose colapso por insuficiente rigidez (Alonso Fernández, et al., 1990).
El efecto de la temperatura sobre esta estructura, reviste unas características especiales que conviene detallar.
En el caso de estructuras isostáticas, aunque presenten una hiperestaticidad externa, una variación de la
temperatura constante en todas las barras provoca desplazamientos en la estructura, sin que aparezcan
esfuerzos en los elementos (París Carballo, et al., 2006). Aquí se tiene una estructura hiperestática, en la que la
variación de la temperatura provoca desplazamientos, deformaciones y esfuerzos internos en los elementos, lo
cual se traduce en la aparición de reacciones en los elementos de apoyo, pero la suma global de las reacciones
es nula.
Un fenómeno importante que se debería haber considerado, es el producido por las diferencias de
temperatura entre elementos debido a que el soleamiento no se produce de manera instantánea sobre toda la
estructura sino que lo hace paulatinamente, produciéndose gradientes de temperatura que pueden dar lugar a
problemas locales (Alonso Fernández, et al., 1990).
En la Ilustración 206, se presentan los axiles correspondientes a la acción de las temperaturas invernales. En
estas circunstancias todas las barras experimentan contracciones, que debido a las vinculaciones existentes
entre las mismas, dan lugar a la aparición de tracciones y compresiones entre las mismas, dependiendo de su
ubicación. Así, las barras de las capas superior e inferior presentan, casi en la totalidad de su superficie, un
comportamiento traccional, excepto en las zonas de encuentro con los soportes donde gradualmente se va
produciendo un cambio de signo en los esfuerzos axiles.
En los elementos de conexión diagonales, se produce una alternancia entre tracción y compresión, al igual que
ocurre en los soportes. Todo este juego de tracciones y compresiones llega hasta la zona de apoyos, donde se
transforman completamente en tracciones tal y como se puede comprobar en la Ilustración 207.
El efecto de la temperatura estival, por lógica, es totalmente contrario al comentando arriba (Ilustración 208).
Aquí, cada una de las barras, individualmente, experimenta un alargamiento, que debido a las condiciones de
vinculación, ocasionan que las barras se compriman. Así, tenemos las barras de las capas superior e inferior
completamente comprimidas, excepto en las zonas de aproximación a los soportes donde aparecen
gradualmente las tracciones. Al igual que en el caso anterior se produce una alternancia de tracciones y
compresiones en las barras diagonales, situadas entre ambas capas; lógicamente en cada barra el signo del
esfuerzo axil será de distinto signo al que se tiene cuando consideramos el efecto de las temperaturas
invernales.
Siguiendo la trayectoria de las cargas, llegamos hasta la base de los soportes (Ilustración 209), donde todas las
cargas, se convierten esta vez en compresiones. Se da la circunstancia, de que debido a que el gradiente de
temperatura estival es mucho mayor que el correspondiente a las temperaturas invernales, los esfuerzos de
compresión originados en estas barras son muy superiores, en valor absoluto, a los originados en el caso
anterior. Es tal su valor, que dichas barras son diseñadas precisamente con la combinación en la que la
temperatura estival es la carga variable dominante.
En la Ilustración 210, se presenta la acción de las cargas dinámicas provocadas por el sismo en dirección del Eje
X, donde todas las barras de la estructura, excepto las correspondientes a la base de los soportes, se
encuentran traccionadas en mayor o menor cuantía. Los mayores valores aparecen en las barras verticales y
diagonales de los soportes. La combinación de cargas en la que la acción sísmica se desarrolla a lo largo del Eje
X de la estructura, es con la que dimensionamos las barras diagonales de los soportes que se encuentran
dentro del plano XZ.
Cuando actúa el sismo la dirección del eje Y (Ilustración 211), ocurre lo mismo que en el caso anterior, es decir,
todas las barras traccionadas. La combinación de cargas en la que la acción sísmica se desarrolla a lo largo del
Eje Y de la estructura, es con la que dimensionamos las barras diagonales de los soportes que se encuentran
dentro del plano YZ.
Por último, se presenta el diagrama de axiles correspondiente el sismo actuando en el eje Z (Ilustración 212),
en el que ocurre lo mismo que en los dos precedentes, pero debido a que para su determinación se ha
empleado un espectro de respuesta elástica cuyas ordenadas espaciales son el 70% de los valores
correspondientes a las del espectro para movimientos horizontales (NCSE-02 § 3.2) de las acciones
horizontales, los esfuerzos axiles son inferiores a los obtenidos anteriormente y de hecho, la combinación
donde la acción dominante es el sismo actuando en la dirección del eje Z, no es empleada para el
dimensionamiento de ninguna barra.
Las acciones sísmicas de acuerdo con los ejes X e Y, también son empleadas para el diseño de barras situadas
en la capa intermedia y en la capa inferior en la zona de solape con los soportes verticales, tal y como se puede
observar en la Ilustración 233.
El que cuando se analicen las acciones individuales del sismo aparezcan solamente barras traccionadas, no
significa que esto sea así. SAP2000 cuando presenta los resultados de cada acción aisladamente, muestra los
resultados máximos, no la envolvente de los mismos, ya que como en este caso deberían existir barras que en
un determinado momento estén traccionadas y en otro traccionadas. Esto se puede comprobar si observamos
la deformada de la acción símica según el eje Y que aparece en la Ilustración 213, donde existen barras que
están comprimidas y barras que están traccionadas.
Pero cuando analizamos la combinación sísmica, donde se tiene en cuenta el peso propio de la estructura,
entonces sí se puede obtener la envolvente de acciones, tal y como se muestra en la Ilustración 214.
Tal y como se comentó anteriormente, en la Ilustración 215 aparecen los esfuerzos axiles correspondientes al
peso propio de la capa superior, comprobándose que la mayor parte de las barras están comprimidas,
distinguiéndose perfectamente la zona de apoyos en la que las barras están traccionadas.
En la Ilustración 216 aparecen los esfuerzos axiles correspondientes al peso propio en la capa intermedia,
existiendo unas barras claramente comprimidas en la zona de apoyos, siendo el resto difícil de distinguir, pero
básicamente es una alternancia de tracciones y compresiones entre la capa superior y la inferior.
Se presentan en la Ilustración 218 los diagramas de esfuerzos en ELU de aquellas combinaciones de cargas más
significativas. Tal y como se puede comprobar, en las cuatro primeras combinaciones los soportes se
encuentran mayoritariamente comprimidos, existiendo unas pocas barras traccionadas. Para la COMB_10,
donde la carga variable dominante es la temperatura estival, aparecen las barras horizontales comprimidas, tal
y como se vio en el apartado anterior para esta carga variable.
Respecto a las capas de la cubierta, se observa en estos cuatro casos, que en las zonas de vano libre se
encuentra la capa superior comprimida y la inferior traccionada; existiendo en las zonas de transición hacia los
apoyos y sobre estos una inversión en el signo de los esfuerzos. La capa intermedia, actúa como cadena de
transmisión de esfuerzos entre la capa superior e inferior, alternando el signo de los esfuerzos axiles.
La COMB_33 presenta como acción variable dominante el viento en succión, siendo este el motivo por el que
aparecen las barras de los soportes traccionadas. Respecto al comportamiento de las capas de la cubierta, se
produce una inversión de esfuerzos, de manera que para los tramos de cubierta situados en vano libre, la capa
superior se encuentra traccionada y la inferior comprimida. En las zonas de apoyos y sus transiciones, aparece
ahora la capa superior comprimida y la inferior traccionada. El comportamiento de las barras de la capa
intermedia, sigue el mismo patrón anteriormente señalado, estableciendo un juego de barras traccionadas y
barras comprimidas, que van repartiendo las cargas desde la capa superior a la inferior.
Por último, se muestran los esfuerzos provocadas por la acción sísmica actuando según el eje X. A diferencia
del resto de diagramas de esfuerzos, la acción sísmica al ser una acción variable se presenta como una
envolvente de los esfuerzos máximos y mínimos. Siendo los de mayor valor los correspondientes a barras
verticales y diagonales de los soportes, y a las barras de la capa intermedia.
En la Ilustración 219 se presentan los diagramas de esfuerzos para las mismas combinaciones,
correspondientes a la capa de cubierta superior, intermedia e inferior. Básicamente, está dicho todo sobre el
comportamiento de la estructura.
Se observa cómo se distribuyen superficialmente los esfuerzos, que con independencia de su signo e
intensidad, se van siempre concentrando hacia los soportes. Se distingue perfectamente la inversión de
esfuerzos producida por la succión del viento del resto de combinaciones.
COMB_25 1,35 x (DEAD + CUBIERTA) + 1,5 x VIENTO_EJE_Y + 1,5 x 0.5 x NIEVE + 1,5 x 0,6 x TEMP_INVIERNO
COMB_25 1,35 x (DEAD + CUBIERTA) + 1,5 x VIENTO_EJE_Y + 1,5 x 0.5 x NIEVE + 1,5 x 0,6 x TEMP_INVIERNO
Se presentan a continuación los diagramas de esfuerzos axiles correspondientes a la envolvente de todas las
combinaciones de cargas consideradas para el cálculo de la estructura (Ilustración 220).
En la Ilustración 221, se presentan la envolvente de esfuerzos de la capa superior, donde se observa que
predomina en toda ella la compresión, excepto en la zona de encuentro con los soportes donde aparecen
tracciones. Las mayores compresiones se localizan en los vanos centrales de la estructura, según el plano YZ
(Ilustración 227), que se encuentran entre las zonas de soportes. Allí la envolvente de esfuerzos está dentro del
campo comprimido, no apareciendo tracciones; cosa que se puede comprobar en la Ilustración 222.a, donde
los valores máximo y mínimo de los esfuerzos axiles son compresiones. Las mayores tracciones se encuentran
en las barras que coinciden en la vertical del plano interior de los soportes, donde los valores máximos y
mínimo de los axiles son tracciones (Ilustración 222.b). Por último existen una serie de barras que se
encuentran situadas en los borde de la capa que discurren paralelos al eje X (Ilustración 228), donde una barra
puede encontrarse en tracción o en compresión (Ilustración 222.c).
Ilustración 222.- Envolvente de axiles en barras de la capa superior plano YZ: a) Barra siempre comprimida, b) Barra siempre
traccionada y c) Barra comprimida o traccionada.
La envolvente de esfuerzos de la capa inferior se presenta en la Ilustración 223, donde predominan las
tracciones, excepto en la zona de encuentro con los soportes donde aparecen compresiones. Las mayores
tracciones se localizan en los bordes exteriores paralelos al eje Y. En los bordes exteriores paralelos al eje X las
barras pueden encontrarse en tracción o en compresión (Ilustración 228).
En la Ilustración 224, se nos presenta la envolvente en la capa intermedia formada por barras en diagonal. Se
ve que existe una zona central donde las intensidades de los axiles son muy pequeñas, con independencia de
que sean de tracción o de compresión; y otras zonas de intensidad de axiles de mayor orden de magnitud justo
encima de los soportes de la estructura, ya que aquí es donde las cargas de la estructura confluyen.
En la Ilustración 225, aparece la distribución de axiles de tracción y de compresión en la zona de los soportes
exteriores, para la combinación de cargas COMB25. Se aprecia la trayectoria de las cargas, como se van
distribuyendo y confluyendo hacia las cabezas de los soportes. Distinguiéndose perfectamente, como el juego
de tracciones y compresiones encauzan las cargas hacia su destino, siguiendo las trayectorias del mínimo coste
energético a través de los elementos de mayor rigidez que a su vez se han dimensionado para responder a las
demandas de las cargas recibidas. Estas trayectorias que no se pueden determinar a priori, se pueden intuir en
términos generales; pero definir la trayectoria exacta es algo imposible de averiguar por mucha experiencia
que se tenga, a pesar de que visto el resultado, son unos recorridos limpios, ordenados, sin interferencias o
comportamientos erráticos. Sólo pueden determinarse con ayuda de un buen soporte informático, en este caso
SAP2000, ya que los factores que intervienen son múltiples y variados. De manera que si alguno de ellos
experimenta algún cambio, como por ejemplo el agotamiento de una barra, la estructura responde
aprovechándose de su elevado grado de hiperestaticidad, reordenándose y adoptando un nuevo patrón de
distribución de esfuerzos acomodaticio a la nueva situación estructural. Y todo eso a pesar de que los
encuentros entre los componentes principales de la estructura forman ángulos rectos, se ha encontrado una
solución donde los esfuerzos se trasmiten de forma suave y sin distorsiones, adaptándose a las distintas
circunstancias a las que puede ser sometida.
Ilustración 225.- Esfuerzos axiles en capa intermedia de cubierta, zona soporte exterior. COMB25.
La envolvente de esfuerzos en los soportes traslada las cargas desde la cubierta hasta la cimentación
(Ilustración 226, Ilustración 227 e Ilustración 228). Las barras verticales de la cara interior de los soportes,
prácticamente para todas las combinaciones, aparecen comprimidas; en las correspondientes a la cara exterior
dominan las compresiones, excepto en las barras superiores, que se encuentran traccionadas. Las diagonales se
encuentran traccionadas o comprimidas, según la combinación de cargas que se analice, actúan como
elementos distribuidores y conductores de los esfuerzos. Tal y como se comentó anteriormente, las barras
horizontales situadas justo encima de los aparatos de apoyo son las que reciben el total de las cargas y pueden
encontrarse en tracción o en compresión. Dichas barras juegan un papel importante al asumir todos los
esfuerzos originados por las cargas de origen térmico y en concreto las producidas por los incrementos de
temperatura positivos.
En las combinaciones no sísmicas las barras verticales y diagonales, actúan como elementos de transmisión de
las cargas provenientes de la cubierta; mientras que para las combinaciones símicas, son precisamente estos
elementos los que aguantan su impacto. Observando las diferencias existentes entre los modelos MOD_0 y
MOD_1 en la Ilustración 229, se comprueba que, o bien que las barras han pasado a la tipología superior, o
bien se han mantenido en la inicial, pero sometidas a un mayor esfuerzo, lo cual se identifica por el mayor
aprovechamiento de las capacidades resistentes de la barra en cuestión.
Tras el procesamiento de los modelos obtenidos, se procede a comprobar su comportamiento de acuerdo con
las combinaciones de cargas para ELS. Dada la gran rigidez que presenta la estructura, no existen diferencias
apreciables en el comportamiento de las mismas como consecuencia de haber sido diseñadas por uno u otro
método. En la Ilustración 230 se presenta la deformada de la estructura cuando actúa COMB_11, la
deformación se puede apreciar ya que se ha mantenido en un color más claro la posición inicial de la
estructura.
Se presenta en la Tabla 42 los máximos desplazamientos que se obtienen en cada dirección. Dada la simetría
de la estructura, respecto de los ejes horizontales, se obtiene un comportamiento simétrico de los
desplazamientos. Esto sirve además para verificar la correcta introducción del modelo en SAP2000, ya que
cualquier pequeño error en la introducción de los datos habría quedado patente en los valores que se
presentan en esta tabla.
En las Ilustración 231 e Ilustración 232 se identifican los nodos de las capas superior e inferior donde se
localizan los nodos que experimentan los mayores desplazamientos.
372 762
183 169
169 196
Según el apartado 7.2.1(1)B del Anejo Nacional AN/UNE-EN 1993-1-1, donde se establecen los límites para
flechas verticales en edificios, la estructura deberá presentar unas deformaciones verticales admisibles, lo que
se entenderá que se cumple cuando se satisfagan las limitaciones definidas por la Propiedad, de acuerdo con lo
establecido en la reglamentación vigente. En el caso de las estructuras de edificación, se utilizarán las
siguientes limitaciones indicadas en el apartado 4.3.3.1 del Documento Básico “Seguridad Estructural” del
Código Técnico de la Edificación.
Cuando se considere la integridad de los elementos constructivos, se admite que la estructura horizontal de un
piso o cubierta es suficientemente rígida si, para cualquiera de sus piezas, ante cualquier combinación de
acciones características, considerando sólo las deformaciones que se producen después de la puesta en obra
del elemento, la flecha relativa es menor que:
a) 1/500 en pisos con tabiques frágiles (como los de gran formato, rasillones, o placas) o pavimentos
rígidos sin juntas;
b) 1/400 en pisos con tabiques ordinarios o pavimentos rígidos con juntas;
c) 1/300 en el resto de los casos.
Cuando se considere el confort de los usuarios, se admite que la estructura horizontal de un piso o cubierta es
suficientemente rígida si, para cualquiera de sus piezas, ante cualquier combinación de acciones característica,
considerando solamente las acciones de corta duración, la flecha relativa, es menor que 1/350. Cuando se
considere la apariencia de la obra, se admite que la estructura horizontal de un piso o cubierta es
suficientemente rígida si, para cualquiera de sus piezas, ante cualquier combinación de acciones cuasi
permanente, la flecha relativa es menor que 1/300.
Las condiciones anteriores deben verificarse entre dos puntos cualesquiera de la planta, tomando como luz el
doble de la distancia entre ellos. En general, será suficiente realizar dicha comprobación en dos direcciones
ortogonales.
La obtención de las flechas relativas verticales se presenta en la Tabla 43 donde se puede comprobar que los
valores que se obtienen son inferiores a 1/300.
Los límites para flechas horizontales en edificios se determinan de acuerdo con el apartado 7.2.2(1)B del Anejo
Nacional AN/UNE-EN 1993-1-1. La estructura deberá presentar unas deformaciones horizontales admisibles, lo
que se entenderá que se cumple cuando se satisfagan las limitaciones definidas por la Propiedad, de acuerdo
con lo establecido en la reglamentación vigente. En el caso de las estructuras de edificación, se utilizarán las
siguientes limitaciones indicadas en el apartado 4.3.3.2 del Documento Básico “Seguridad Estructural” del
Código Técnico de la Edificación. Cuando se considere la integridad de los elementos constructivos, se admite
que la estructura global tiene suficiente rigidez lateral, si ante cualquier combinación de acciones
características, el desplome es menor de:
Cuando se considere la apariencia de la obra, se admite que la estructura global tiene suficiente rigidez lateral,
si ante cualquier combinación de acciones casi permanente, el desplome relativo es menor que 1/250. En
general es suficiente que dichas condiciones se satisfagan en dos direcciones sensiblemente ortogonales en
planta. La obtención de las deformaciones relativas horizontales se presenta en la Tabla 44 donde se puede
comprobar que los valores que se obtienen es inferior a 1/250.
Para la combinación COMB 25, que es la que ocasiona mayor flecha vertical, se analiza el perfil entre los nodos
372 y 762, que se corresponde con la línea roja que aparece en la Ilustración 231.
En la Gráfica 11 se prestan los valores de los máximos descensos (COMB 25), pudiéndose comprobar que las
flechas de los modelos MOD_1 y MOD_2 son prácticamente las mismas y que con las flechas de los modelos
MOD_3 y MOD_4 ocurre los mismo. Siendo la máxima diferencia de valores entre los dos grupos de 1 mm.
-0.088
-0.090
-0.092
Desplazamiento vertical, (m)
-0.094
-0.096
-0.098
-0.100
-0.102
-0.104
-0.106
-0.108
0
3
6
9
12
15
18
21
24
27
30
33
36
39
42
45
48
51
54
57
60
63
66
69
72
75
78
81
84
87
90
93
96
99
102
105
108
111
114
117 MOD_1 MOD_2 MOD_3 MOD_4
Cuando se analizan las máximas elevaciones (COMB 11) de la capa superior (Gráfica 12), se comprueba que
para todos los modelos, la flecha es prácticamente la misma, siendo la máxima diferencia de 0,7 milímetros. Se
puede decir que para la misma combinación de cargas las diferencias entre los desplazamientos son
insignificantes. Esto es debido a que estamos a una estructura de gran rigidez, en la que los cambios de una
serie de barras poco afectan a las condiciones de servicio
0.050
0.048
0.046
0.044
0.042
0.040
0.038
0.036
0.034
0.032
0.030
0.028
0.026
102
105
108
111
114
117
0
3
6
9
12
15
18
21
24
27
30
33
36
39
42
45
48
51
54
57
60
63
66
69
72
75
78
81
84
87
90
93
96
99
MOD_1 MOD_2 MOD_3 MOD_4
.En la Gráfica 13 se presenta la evolución de las flechas verticales para las distintas combinaciones de cargas en
ELS, se destaca que la diferencia entre el valor máximo y mínimo es de 156 milímetros.
102
105
108
111
114
117
12
15
18
21
24
27
30
33
36
39
42
45
48
51
54
57
60
63
66
69
72
75
78
81
84
87
90
93
96
99
0
3
6
9
0.06 COMB1
COMB10
0.05 COMB11
COMB12
0.04 COMB13
COMB14
0.03 COMB15
COMB16
0.02 COMB17
COMB18
0.01 COMB19
COMB2
0 COMB20
COMB21
-0.01 COMB22
COMB23
-0.02
COMB24
COMB25
-0.03
COMB26
-0.04 COMB27
COMB28
-0.05 COMB29
COMB3
-0.06 COMB30
COMB31
-0.07 COMB32
COMB33
-0.08 COMB4
COMB5
-0.09 COMB6
COMB7
-0.1 COMB8
COMB9
-0.11
De acuerdo con Malla y Serrette, (1996); Hill, et al., (1989) y Santos Sampaio, (2004) cuando se dan las
condiciones de pequeños desplazamientos y bajos valores de carga (Estados Límites de Servicio), el material
muestra un comportamiento elástico lineal. Para estos casos, la realización de un análisis en primer orden, es
suficiente para predecir el comportamiento de la estructura, conclusión que coincide con la de Estevez
Cimadevila (1990) que en su Tesis Doctoral demostró que para la obtención de los Estados Límites de Servicio
es válido en general, para estructuras de doble capa, un análisis lineal donde las deformaciones y esfuerzos son
funciones lineales de las cargas aplicadas.
Se ha comprobado que prácticamente los resultados de los desplazamientos de los nodos no se han
encontrados influidos por las condiciones de no linealidad. Igualmente se comprueba que las deformaciones
son menores que las producidas en estructuras tradicionales. Esto viene a confirmar la gran rigidez de la
estructura (Makowski, 1982) y lo acertado del diseño.
Una vez analizados los modelos y obtenido el dimensionado para cada uno de ellos, es interesante realizar una
comparativa de los resultados obtenidos y de los elementos empleados para poder llegar a los mismos. Para
ello, se van a analizar los siguientes apartados:
Antes de iniciar este apartado, conviene recordar lo que se dijo en el apartado 4.1 cuando se distinguían cuatro
tipo de posibilidades de dimensionamiento de la estructura basadas por un lado en el tipo de cálculo modal a
emplear (Autovectores y Vectores de Ritz) y por otro lado, dos método de incorporación de las secciones para
el diseño. Es en este apartado donde se empezará a descubrir el empleo de estas opciones y el porqué de las
mismas.
En las Tabla 45 y Tabla 46 se recogen las distintas tipologías de barras obtenidas para cada modelo matemático
de cálculo y para cada metodología de obtención en función de los modos de vibración de la estructura.
Del análisis de las Tabla 45 y Tabla 46, rápidamente se obtienen dos conclusiones. La primera, es que de toda la
gama de posibles secciones de barras que se pueden emplear, en todos los modelos se emplean exactamente
las mismas. La segunda conclusión, es que sólo se emplea el acero S355, no obteniéndose ninguna barra
fabricada con aceros S235 y S275.
Este comportamiento del algoritmo de cálculo que emplea SAP2000, resulta del todo extraño ya que se ha
comprobado fehacientemente que sustituyendo el material de las barras D33.7 x 2.25, de S355 a S235 y
recalculando el modelo, este cumplía perfectamente los condicionantes del código de diseño. Es decir, que se
podía obtener un diseño mucho más ajustado, pero de alguna manera SAP2000, por un lado demostraba que
era posible ese diseño, pero por otro lado no había manera de conseguirlo de un modo efectivo. Por ello, se
62
ideó el Método SbS (Step by Step), mediante el cual se obtienen unos resultados que se presentan en la Tabla
47.
Tal y como aparece en la Tabla 48, mediante el Método SbS aparecen barras diseñadas con aceros S235 y S275,
pasando de las 13 tipologías de barras que se obtienen empleando el Método ASS, a las 18 que se obtienen
empleando el Método SbS. Se han empleado todos los aceros, aumentando las tipologías de barras empleadas,
pero esta aportación es prácticamente testimonial tal y como se puede comprobar en la citada tabla. Si se tiene
en cuenta todo el tiempo de proceso que se ha empleado para llegar a esta solución, el aumento del riesgo que
comporta tener más tipos de barras durante el proceso de montaje, para solo rediseñar el 1,46% de las barras,
pues no parece que esta solución sea la más interesante. De todas maneras, se procedió a comprobar si el
comportamiento de no emplear más de un tipo de acero era algo característico en el funcionamiento de
SAP2000 y tras desarrollar una serie de modelos de cierta complejidad, se encontró que tal cosa sucedía sólo
en este tipo de estructuras con un elevado número de barras.
Tabla 48.- Número de barras fabricadas para cada tipo de acero. EGV-SbS.
MATERIAL MOD_0 MOD_1 MOD_2 MOD_3 MOD_4
S235 28 40 36 45 45
S275 0 8 12 8 8
S355 3604 3584 3584 3579 3579
62
El método SbS únicamente se emplea cuando realizamos un análisis modal EGV, ya que a la vista de los resultados obtenidos empleando
este método no merecía la pena realizar un largo y laborioso proceso de cálculo para obtener unos resultados insatisfactorios.
En la Tabla 49, se presentan las secciones de barras obtenidas por cálculo SbS y se comprueba que son las
mismas que las obtenidas empleando cálculo ASS. Se ha realizado una pequeña redistribución en el
aprovechamiento de las capacidades resistentes de las barras. No obstante, se sigue comprobando que se está
despreciando material tal y como ocurre para la sección D33.7 x 3.25 donde es posible emplear acero S235 y
siguen apareciendo diseñadas con S355.
La Gráfica 15, presenta la evolución del número de barras de cada tipología que se obtienen para cada modelo,
empleando el método ASS y usando los modos de vibración obtenidos por autovectores; en la Gráfica 16 los
modos de vibración de han calculado empleando vectores de Ritz. Así el efecto de la acción sísmica se puede
comprobar observando la evolución del número de barras entre MOD_0 y MOD_1, donde se produce una
disminución de las tipologías con menos capacidad resistente y un aumento de las tipologías de mayor
capacidad resistente. Después observamos como al pasar del modelo MOD_1 obtenido mediante cálculo lineal
al modelo ELU-4 donde están consideradas todas las no linealidades, previo paso por los modelos MOD_2 y
MOD_3, el número de barras se va paulatinamente estabilizando. En el paso de la linealidad a la no linealidad,
no existe un cambio tan brusco como el observado entre los modelos MOD_0 a MOD_1.
El origen de la brusquedad existente en el número de barras diseñadas, entre los modelos MOD_0 y MOD_1 es
rápido e intuitivo, no requiriendo más explicación que el importante efecto de la acción sísmica sobre los
soportes y la capa intermedia de la cubierta.
La no brusquedad en el paso de los modelos MOD_1 a MOD_4, el paso de un modelo calculado linealmente a
un modelo en el que se han asumido todos los efectos de segundo orden, viene originado por haber
conseguido un diseño acertado con el suficiente grado de rigidez que hace no traumático el paso de un modelo
lineal a uno donde se han asumido todas las no linealidades.
02-03-S355-D42.4 x 3.25
600
03-03-S355-D48.3 x 3.25
05-03-S355-D76.1 x 3.65
400 06-03-S355-D88.9 x 4.05
07-03-S355-D88.9 x 5.5
300
08-03-S355-D114.3 x 4.6
200 09-03-S355-D114.3 x 6
10-03-S355-D139.7 x 4.85
100
12-03-S355-D165.1 x 4.85
13-03-S355-D165.1 x 6.3
0
MOD_0
MOD_1
MOD_2
MOD_3
MOD_4
14-03-S355-D219 x 5
Gráfica 14.- Evolución del número de secciones obtenidas en cada modelo. Método EGV-ASS.
01-03-S355-D33.7 x 3.25
700
02-03-S355-D42.4 x 3.25
600 03-03-S355-D48.3 x 3.25
04-03-S355-D60.3 x 3.65
500
Número de Barras
05-03-S355-D76.1 x 3.65
07-03-S355-D88.9 x 5.5
300
08-03-S355-D114.3 x 4.6
200 09-03-S355-D114.3 x 6
10-03-S355-D139.7 x 4.85
100
12-03-S355-D165.1 x 4.85
0 13-03-S355-D165.1 x 6.3
MOD_0
MOD_1
MOD_2
MOD_3
MOD_4
14-03-S355-D219 x 5
Gráfica 15.- Evolución del número de secciones obtenidas en cada modelo. Método LDR-ASS.
Si se compara la Gráfica 16 con las dos gráficas anteriores, se aprecia en primer lugar una mayor brusquedad
en la evolución del número de barras diseñadas, al igual que una aparición y desaparición de tipologías de
barras. En segundo lugar, se tiene una mayor cantidad de tipologías empleadas pero con un escaso número de
unidades empleadas. Es decir, que pretendiendo optimizar el aprovechamiento del material lo único que se
obtiene es una inclusión de una serie de perfiles que en términos globales no aportan nada a la estructura, ni a
su comportamiento tanto en el aspecto individual, como en el global de la estructura.
02-03-S355-D42.4 x 3.25
03-03-S355-D48.3 x 3.25
600
04-01-S235-D60.3 x 3.65
04-03-S355-D60.3 x 3.65
500
Número de barras diseñadas
05-03-S355-D76.1 x 3.65
06-01-S235-D88.9 x 4.05
06-02-S275-D88.9 x 4.05
400
06-03-S355-D88.9 x 4.05
07-01-S235-D88.9 x 5.5
300 07-03-S355-D88.9 x 5.5
08-03-S355-D114.3 x 4.6
09-03-S355-D114.3 x 6
200
10-03-S355-D139.7 x 4.85
12-03-S355-D165.1 x 4.85
100 13-01-S235-D165.1 x 6.3
13-03-S355-D165.1 x 6.3
14-01-S235-D219 x 5
0
MOD_0
MOD_1
MOD_2
MOD_3
MOD_4
14-02-S275-D219 x 5
14-03-S355-D219 x 5
Gráfica 16.- Evolución del número de secciones obtenidas en cada modelo. Método EGV-SbS.
Por último, tenemos la Tabla 50, donde se presentan el número de barras que han cambiado en su tipología
dependiendo del método modal que se haya empleado en su cálculo. Básicamente solo se han producido
cambios en los modelos MOD_1, MOD_2 y MOD_3. Los cambios producidos en los modelos MOD_2 y MOD_3
han sido que cuatro barras de menor capacidad resistente, han sido sustituidas por otras de mayor capacidad.
En MOD_1, se ha pasado a la tipología siguiente, mientras que en MOD_3 se suben dos escalones en la gama
de tipologías. En MOD_2, tal y como ocurre en los distintos apartados anteriores, se produce el característico
comportamiento de la no linealidad del material. Se aprovecha el comportamiento del mismo, más allá de su
límite elástico permitiendo que el material se deforme sin variación del régimen tensional de las barras. Esto
ocasiona, que el comportamiento tan lógico como el pasar a una barra de mayor capacidad resistente, no
suceda aquí ya que se observa lo contrario.
63
Tabla 50.- Número de barras que han cambiado .
TIPOLOGÍAS MOD_0 MOD_1 MOD_2 MOD_3 MOD_4
01-03-S355-D33.7 x 3.25
02-03-S355-D42.4 x 3.25
03-03-S355-D48.3 x 3.25 -6
04-03-S355-D60.3 x 3.65 6
05-03-S355-D76.1 x 3.65 -4 4 -4
06-03-S355-D88.9 x 4.05 4 -2
07-03-S355-D88.9 x 5.5 -4 4
08-03-S355-D114.3 x 4.6 2
09-03-S355-D114.3 x 6 -2
10-03-S355-D139.7 x 4.85 2
12-03-S355-D165.1 x 4.85
13-03-S355-D165.1 x 6.3
14-03-S355-D219 x 5
63
Esta tabla se consigue como diferencia entre los valores obtenidos en la Tabla 46 y la Tabla 45.
Se ha realizado una comparación barra a barra, de manera que se ha podido obtener la Tabla 51 donde se
muestra la evolución que han ido experimentado los modelos de cálculo, según del procedimiento de cálculo
empleado.
Se destaca la importancia de la acción sísmica (paso de MOD_0 a MOD_1), donde se han tenido que rediseñar
una media de 508 barras, lo que supone un 13,99% del total de barras empleadas. El método SbS experimenta
entre el modelo MOD_1 al modelo MOD_4 solo 78 cambios lo que supone un 2,15% del total de barras. En
cambio, cuando se emplea el método ASS, el total de cambios promediado es de 186, es decir, un 5,12%. Esta
diferencia de casi tres puntos porcentuales, tiene su motivo en que con el método SbS se hace un “mayor”
aprovechamiento de las capacidades resistentes de la gama de barras disponible para el diseño de la
estructura.
Tabla 51.- Variaciones de la tipología de barra obtenida durante el proceso de cálculo.
MÉTODO DE CÁLCULO MOD_0 → MOD_1 MOD_1 → MOD_2 MOD_2 → MOD_3 MOD_3 → MOD_4 MOD_1 → MOD_4
Método EGV-ASS 496 28 140 72 188
Método LDR-ASS 496 0 144 64 184
Método EGV-SbS 532 4 77 0 73
En la Tabla 52 se presenta en detalle los cambios que experimentan las barras de los modelos calculados de
acuerdo con el método SbS. Se comprueba que no se ha podido conseguir lo buscado, que era aprovechar las
capacidades resistentes de las barras empleadas.
Se procede a comprobar los cambios que suceden en cada uno de los modelos cuando el análisis modal es
realizado mediante autovectores o mediantes vectores de Ritz. Un resumen de los resultados se presenta en la
Tabla 53.
Tabla 53.- Resumen de variaciones en función del método de análisis modal empleado.
Tipos de cambio EIGENVECTORS → RITZ VECTORS
MOD_1 MOD_2 MOD_3 MOD_4
Desing Section 4 24 8 0
Ratio Capacidad 3400 ↑ 2477 ↑ 3500 ↑ 532 ↑
Combinación 57 64 32 12
Para el modelo MOD_1, se producen cuatro cambios de diseño de barras, que de EGV a LRD pasan a valor
superior de la gama y que se diseñan para la misma combinación de cargas, que es la acción sísmica según el
eje X y se muestran en la Tabla 54. Igualmente un total de 3400 barras experimenta una variación en el valor
64
de su ratio de capacidad, pasando de un valor medio de 0,7783 en EGV al de 0.7796 en LRD; y 57 barras
cambian su combinación de cargas de diseño.
Tabla 54.- Variación en el diseño de barras en MOD_1, en función del análisis modal empleado.
MOD_1 EIGEN MOD_1 RITZ
Frame DesignSect Ratio Combo Frame DesignSect Ratio Combo
2027 05-03-S355-D76.1 x 3.65 0.9951 SISMO_NCSE-02_X 2027 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.6263 SISMO_NCSE-02_X
2064 05-03-S355-D76.1 x 3.65 0.9951 SISMO_NCSE-02_X 2064 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.6263 SISMO_NCSE-02_X
2305 05-03-S355-D76.1 x 3.65 0.9951 SISMO_NCSE-02_X 2305 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.6263 SISMO_NCSE-02_X
2342 05-03-S355-D76.1 x 3.65 0.9951 SISMO_NCSE-02_X 2342 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.6263 SISMO_NCSE-02_X
64
Estos valores son los promedios de las barras que presentan variaciones en su ratio. En el resto de las barras la ratio es independiente del
método de análisis modal.
En la Tabla 55 se muestran las barras que se rediseñan cuando pasamos de un análisis modal de autovectores
al de vectores de Ritz en MOD_2. Recordar que aquí, se tiene en cuenta la no linealidad del material por lo que
se realiza un aprovechamiento de las características resistentes de las barras.
Son 24 las barras que varían en su diseño, presentando la particularidad de que emplean la misma combinación
de cargas para su diseño. Diez secciones disminuyen de tamaño aumentando su ratio de aprovechamiento y el
resto aumentan de sección, disminuyendo por lo tanto su ratio de aprovechamiento. Un total de 2477 barras
varían su ratio de aprovechamiento, pasando de 0,7784 en autovectores a 0,7792 en vectores de Ritz. Existen
64 barras que cambian su combinación de diseño.
Tabla 55.- Variación en el diseño de barras en MOD_2, en función del análisis modal empleado.
MOD_2 EIGEN MOD_2 RITZ
Frame DesignSect Ratio Combo Frame DesignSect Ratio Combo
803 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.6223 SISMO_NCSE-02_Y 803 05-03-S355-D76.1 x 3.65 0.9808 SISMO_NCSE-02_Y
943 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.6223 SISMO_NCSE-02_Y 943 05-03-S355-D76.1 x 3.65 0.9808 SISMO_NCSE-02_Y
1363 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.6298 COMB10 1363 05-03-S355-D76.1 x 3.65 0.9873 COMB10
1368 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.6298 COMB10 1368 05-03-S355-D76.1 x 3.65 0.9873 COMB10
1933 03-03-S355-D48.3 x 3.25 0.9423 COMB20 1933 04-03-S355-D60.3 x 3.65 0.4998 COMB20
1949 09-03-S355-D114.3 x 6 0.9936 COMB20 1949 10-03-S355-D139.7 x 4.85 0.6964 COMB20
2086 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.5980 SISMO_NCSE-02_X 2086 05-03-S355-D76.1 x 3.65 0.9526 SISMO_NCSE-02_X
2256 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.5980 SISMO_NCSE-02_X 2256 05-03-S355-D76.1 x 3.65 0.9526 SISMO_NCSE-02_X
2439 03-03-S355-D48.3 x 3.25 0.9423 COMB20 2439 04-03-S355-D60.3 x 3.65 0.4998 COMB20
2455 09-03-S355-D114.3 x 6 0.9936 COMB20 2455 10-03-S355-D139.7 x 4.85 0.6964 COMB20
3576 07-03-S355-D88.9 x 5.5 1.0075 SISMO_NCSE-02_X 3576 08-03-S355-D114.3 x 4.6 0.5841 SISMO_NCSE-02_X
3715 07-03-S355-D88.9 x 5.5 1.0075 SISMO_NCSE-02_X 3715 08-03-S355-D114.3 x 4.6 0.5841 SISMO_NCSE-02_X
3803 03-03-S355-D48.3 x 3.25 0.9262 SISMO_NCSE-02_X 3803 04-03-S355-D60.3 x 3.65 0.5246 SISMO_NCSE-02_X
3813 05-03-S355-D76.1 x 3.65 0.8847 COMB29 3813 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.5930 COMB29
3827 03-03-S355-D48.3 x 3.25 0.9895 SISMO_NCSE-02_X 3827 04-03-S355-D60.3 x 3.65 0.5549 SISMO_NCSE-02_X
3845 09-03-S355-D114.3 x 6 1.0041 SISMO_NCSE-02_X 3845 10-03-S355-D139.7 x 4.85 0.6917 SISMO_NCSE-02_X
3853 07-03-S355-D88.9 x 5.5 0.8341 COMB32 3853 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.9460 COMB32
3856 10-03-S355-D139.7 x 4.85 0.6921 COMB10 3856 09-03-S355-D114.3 x 6 0.9861 COMB10
3944 03-03-S355-D48.3 x 3.25 0.9262 SISMO_NCSE-02_X 3944 04-03-S355-D60.3 x 3.65 0.5246 SISMO_NCSE-02_X
3953 05-03-S355-D76.1 x 3.65 0.8847 COMB29 3953 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.5930 COMB29
3969 03-03-S355-D48.3 x 3.25 0.9895 SISMO_NCSE-02_X 3969 04-03-S355-D60.3 x 3.65 0.5549 SISMO_NCSE-02_X
3986 09-03-S355-D114.3 x 6 1.0041 SISMO_NCSE-02_X 3986 10-03-S355-D139.7 x 4.85 0.6917 SISMO_NCSE-02_X
3994 07-03-S355-D88.9 x 5.5 0.8341 COMB32 3994 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.9460 COMB32
3995 10-03-S355-D139.7 x 4.85 0.6921 COMB10 3995 09-03-S355-D114.3 x 6 0.9861 COMB10
Para el MOD_3, tal y como aparece en la Tabla 56, cuando se pasa de un análisis EGV a un análisis LRD, 8 barras
pasan al siguiente valor de la gama de barras disponible, lógicamente se produce una disminución del ratio de
capacidad, pero todas ellas se siguen diseñando bajo las mismas combinaciones de cargas. El ratio de
capacidad cambia en 3500 barras, pasando de un valor de 0,7787 en EGV a 0,7791. En 32 barras se produce un
cambio de combinación de cargas de diseño, y tal como se ha dicho, ninguno de estos cambios ha originado un
cambio en el tipo de barra.
Tabla 56.- Variación en el diseño de barras en MOD_3 en función del análisis modal empleado.
MOD_3 EGV MOD_3 RITZ
Frame DesignSect Ratio Combo Frame DesignSect Ratio Combo
1816 05-03-S355-D76.1 x 3.65 0.9445 COMB24 1816 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.5896 COMB24
1827 05-03-S355-D76.1 x 3.65 0.9445 COMB24 1827 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.5896 COMB24
2076 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.9730 COMB19 2076 07-03-S355-D88.9 x 5.5 0.8054 COMB19
2127 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.9730 COMB19 2127 07-03-S355-D88.9 x 5.5 0.8054 COMB19
2242 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.9730 COMB19 2242 07-03-S355-D88.9 x 5.5 0.8054 COMB19
2293 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.9730 COMB19 2293 07-03-S355-D88.9 x 5.5 0.8054 COMB19
2542 05-03-S355-D76.1 x 3.65 0.9445 COMB24 2542 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.5896 COMB24
2553 05-03-S355-D76.1 x 3.65 0.9445 COMB24 2553 06-03-S355-D88.9 x 4.05 0.5896 COMB24
En MOD_4 las barras obtenidas son las mismas independientemente del tipo de análisis modal que se haya
efectuado. En 532 barras se produce una variación en la ratio de capacidad, mayor cuando el análisis modal se
realiza mediante LDR (0,7513), que usando EGV (0,7437). En la Tabla 57, se comprueba que 12 barras cambian
su combinación de diseño pasando todas ellas a ser diseñadas mediante la combinación de cargas
correspondientes a la acción sísmica actuando en el eje Y.
Tabla 57.- Variaciones que experimenta MOD_4, en función del análisis modal empleado.
ELU_4 EIGEN ELU_4 RITZ
Frame DesignSect Ratio Combo Frame DesignSect Ratio Combo
760 04-03-S355-D60.3 x 3.65 0.5442 COMB29 760 04-03-S355-D60.3 x 3.65 0.5452 SISMO_NCSE-02_Y
771 04-03-S355-D60.3 x 3.65 0.5442 COMB29 771 04-03-S355-D60.3 x 3.65 0.5452 SISMO_NCSE-02_Y
984 04-03-S355-D60.3 x 3.65 0.5442 COMB29 984 04-03-S355-D60.3 x 3.65 0.5452 SISMO_NCSE-02_Y
995 04-03-S355-D60.3 x 3.65 0.5442 COMB29 995 04-03-S355-D60.3 x 3.65 0.5452 SISMO_NCSE-02_Y
3484 01-03-S355-D33.7 x 3.25 0.3111 COMB25 3484 01-03-S355-D33.7 x 3.25 0.6033 SISMO_NCSE-02_Y
3554 01-03-S355-D33.7 x 3.25 0.3111 COMB25 3554 01-03-S355-D33.7 x 3.25 0.6033 SISMO_NCSE-02_Y
3624 01-03-S355-D33.7 x 3.25 0.3111 COMB25 3624 01-03-S355-D33.7 x 3.25 0.6033 SISMO_NCSE-02_Y
3694 01-03-S355-D33.7 x 3.25 0.3111 COMB25 3694 01-03-S355-D33.7 x 3.25 0.6033 SISMO_NCSE-02_Y
3764 01-03-S355-D33.7 x 3.25 0.4279 COMB20 3764 01-03-S355-D33.7 x 3.25 0.6170 SISMO_NCSE-02_Y
3834 01-03-S355-D33.7 x 3.25 0.4279 COMB20 3834 01-03-S355-D33.7 x 3.25 0.6170 SISMO_NCSE-02_Y
3904 01-03-S355-D33.7 x 3.25 0.4279 COMB20 3904 01-03-S355-D33.7 x 3.25 0.6170 SISMO_NCSE-02_Y
3974 01-03-S355-D33.7 x 3.25 0.4279 COMB20 3974 01-03-S355-D33.7 x 3.25 0.6170 SISMO_NCSE-02_Y
En la Tabla 58 se presenta el peso de la estructura para cada uno de los modelos realizados.
Entre los modelos calculados por el método ASS y el método SbS, se encuentra que este último pesa por
término medio 8,84 kN más de acero. Aunque no es un valor muy grande, este dato, junto con lo visto
anteriormente sirve de argumento suficiente para descartar el método SbS como método de cálculo.
Centrando todo el trabajo en las dos metodologías que difieren únicamente en la manera de obtención de los
modos de vibración de la estructura.
En la Tabla 58 se comprueba, una vez más, la importancia de la acción sísmica sobre el diseño de la estructura,
ya que la diferencia media en el peso del acero, comparando entre MOD_0 y MOD_1, es de 49,79 kN .Mientras
que la diferencia de peso entre el modelo MOD_1 y MOD_4 es de -2,24 kN, es decir que el modelo MOD_4, que
ha sido calculado teniendo en cuenta las no linealidades, emplea menos acero que el modelo MOD_1,
calculado mediante la teoría de primer orden.
Lo anterior, no debe llevar a concluir que no era necesario haber realizado el análisis en segundo orden, ya que
hubiese bastado realizar un análisis lineal. Lo que se plasma es la anterior tabla es que al realizar un análisis
empleando la teoría de segundo orden, lo que se está haciendo es afinar el diseño obtenido inicialmente,
aproximándolo a la realidad.
El que las diferencias entre los cálculos de segundo orden y los de primer orden, sean similares indica que se ha
realizado un buen diseño. La comparación de los resultados de los análisis considerando y sin considerar los
efectos de segundo orden, indica la magnitud de estos efectos. En una estructura bien diseñada, donde existe
una buena relación Rigidez/Peso Propio, los efectos de segundo orden no son muy significativos. En el caso de
que estos efectos fuesen importantes, habría que rediseñar la estructura, aportando rigidez (Wilson, 1995).
Señalando el mismo autor que si los resultados de los desplazamientos laterales difieren por más de un 5%
para la misma carga lateral, el diseño básico podría ser demasiado flexible y se debe considerar el rediseño
16000 http://www.mc2.es
Chilton (2000)
10000
Estevez Cimadevila (1990)
8000
Estevez Cimadevila (1990)
6000
Estevez Cimadevila (1990)
4000
Navarro Díaz, et al. (2014)
2000 Navarro Díaz, et al. (2014)
0 Autor (2014)
0.00 0.20 0.40 0.60 0.80
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kN/m2
2
Gráfica 17.- Comparativas kN/m estructuras espaciales.
De la bibliografía se han obtenido una serie de valores del peso por metro cuadrado de distintas estructuras
espaciales. En la Gráfica 13 se muestran dichos valores a los que se ha incorporado el valor obtenido durante la
realización del presente trabajo. Se comprueba como el valor obtenido se encuentra dentro de unos valores
más que aceptables, habiendo conseguir un buen aprovechamiento del material, fruto de un buen diseño
dotado de la suficiente rigidez y del sistema constructivo empleado.
Se analizará la influencia que ha tenido cada combinación de cargas sobre el diseño estructural, para ello se
han confecionado las Tabla 59 y Tabla 60, donde aparecen el número de secciones diseñadas para cada
combinación de cargas en Estados Límites Últimos.
En el modelo MOD_0, donde no se han incluido las acciones sísmicas, aparecen una serie de combinaciones
que en el resto de modelos donde si se tienen en cuenta, no aparecen.
Si ahora se trabaja con los modelos MOD_1 a MOD_4, con independencia de las lógicas diferencias en los
valores de las combinaciones empleadas en cada uno de los modelos, el principal y único motivo está en el
peso propio de la estructura y a la acción sísmica cuyo valor es directamente proporcional a la masa de la
estructura metálica. Aunque la variación en el peso de la estructura sea mínima, los efectos originados por la
consideración o no de los efectos de segundo orden y el tipo de efecto de segundo orden que se considere,
hace que se produzca una amplificación o disminución de los efectos de las acciones anteriormente citadas de
manera que sus valores, experimenten variaciones tan significativas que influyan sobre su consideración o no,
para el diseño de una barra.
Comparando MOD_0 con MOD_1, se comprueba la importancia que tienen las cargas sísmicas en el
dimensionamiento de la estructura. Si la estructura es calculada empleando la metodología EGV-ASS, el 14,76%
de las barras se diseñan bajo esta combinación de acciones; empleando la metodología LDR-ASS, se calculan el
14,81% de las barras. Se observan que existen pequeñas diferencias en los valores obtenidos, la mayor de
estas diferencias se encuentran para la correspondiente a la acción sísmica en el eje Y.
En ambos casos, los valores obtenidos para las combinaciones sísmicas obtenidos empleando la metodología
LDR-ASS son mayores que los obtenidos empleando EGV-ASS, lo cual es totalmente lógico ya que cuando se
emplean vectores de Ritz, los modos de vibración obtenidos tienen un efecto real sobre la estructura, mientras
que los valores obtenidos mediante autovectores son simplemente modos consecutivos de vibración natural
de la estructura cuyo conocimiento es importante a la hora de predecir su comportamiento frente a una
vibración periódica, como por ejemplo la ocasionada por un equipo rotativo, pero ante las acción de un sismo
que presenta unas componentes totalmente aleatorias, solo unos determinados valores de vibración son
importantes y determinantes en cuantos a efectos y estos son los que se determinan mediante el método de
los vectores de Ritz.
En la Ilustración 233, aparecen en color rojo la posición y distribución de las barras que se han diseñado con
combinación sísmica, que son prácticamente todas las diagonales contenidas en las envolventes de los
soportes y un número importante de barras en la capa de enlace. Destacar el nulo efecto que provoca la acción
del sismo actuando verticalmente, ya que ninguna barra es diseñada bajo esta combinación de cargas.
Trabajando ahora solamente con los modelos MOD_1 a MOD_4 y teniendo en cuenta los datos obtenidos en
las anteriores tablas, se observa que las combinaciones donde la carga variable dominante es la nieve o la
temperatura invernal no han sido empleadas para el dimensionamiento. Siendo el viento, la temperatura
estival y el sismo las acciones variables que más influyen en el dimensionamiento de la estructura. Conviene
tener en cuenta, que en ese tipo de estructuras, abiertas a los vientos, al igual que ocurre con las cubiertas de
estadios deportivos, el viento de succión se convierte en la carga que determina el dimensionamiento de la
estructura. Esta acción, que tiende a levantar la cubierta, da lugar a una inversión de esfuerzos que puede
originar fenómenos de inestabilidad lateral (Martínez Apezteguia, 2000). Se comprueba que la acción sísmica
vertical no es utilizada para el diseño de ninguna barra.
Tal y como se comprueba en las Gráfica 18 y Gráfica 19, la combinación de cargas dominante es COMB33, que
corresponde a la combinación en la que la carga variable dominante es de viento en succión más una
concomitante de incremento de la temperatura, esta combinación más la COMB 32, forman el primer bloque
de cargas dominante debido a la succión por viento. Sigue un segundo bloque de cargas que serían las
combinaciones COMB24 y COMB25, que tienen como carga dominante al viento, en este caso de presión, y
como concomitantes la nieve y el decremento de temperatura y en tercer lugar tendríamos las acciones
sísmicas horizontales.
700
600
Número de barras
500
400
300
200
100
0
COMB10
COMB11
COMB13
COMB14
COMB16
COMB17
COMB19
COMB20
COMB21
COMB22
COMB23
COMB24
COMB25
COMB26
COMB28
COMB29
COMB30
COMB31
COMB32
COMB33
COMB1
COMB2
COMB9
SISMO_NCSE-02_X
SISMO_NCSE-02_Y
800
700
Número de barras
600
500
400
300
200
100
0
COMB1
COMB2
COMB9
COMB10
COMB11
COMB13
COMB14
COMB16
COMB17
COMB19
COMB20
COMB21
COMB22
COMB23
COMB24
COMB25
COMB26
COMB27
COMB28
COMB29
COMB30
COMB31
COMB32
COMB33
SISMO_NCSE-02_Y
SISMO_NCSE-02_X
MOD_0 MOD_1 MOD_2 MOD_3 MOD_4
En las Gráfica 20 y Gráfica 21, se presentan la participación de cada combinación de cargas en el diseño del
modelo MOD_4, queda patente que COMB33 es la combinación dominante en el diseño de este modelo,
seguidos de lejos por el resto de combinaciones.
SISMO_NCSE-02_X COMB11
8.04% 4.19%
COMB19
2.97%
COMB20
COMB21
6.06%
0.33%
COMB33
COMB22
18.61%
5.51%
COMB23
0.55%
COMB24
9.69%
COMB32
8.26%
COMB25
12.00%
COMB31
0.11% COMB30 COMB29
5.29% 3.47%
COMB20
5.95% COMB21
0.33%
COMB33
COMB22
18.61%
5.51%
COMB23
0.55%
COMB24
9.69%
COMB32
8.26%
COMB25
11.89%
COMB31
0.11% COMB30 COMB29
5.29% 3.36%
En las Gráfica 22 y Gráfica 23 se agrupan las combinaciones de cargas en función de la carga dominante y se
comprueba que cuando la acción dominante es la nieve o la temperatura invernal, estas no son empleadas
para el diseño de la estructura, lo cual es totalmente lógico ya que para la Región de Murcia, el valor de las
mismas y su importancia, es mínima. Por otro lado vemos que el viento es la acción dominante sobre la que
prácticamente gira el dimensionamiento de la estructura. La participación de la presión y de la succión por
viento es prácticamente el 72% para cada una de ellas.
USO TEMP_VERANO
0.99% 11.84%
SISMO
14.32%
VIENTO_SUCCIÓN VIENTO_PRESION
35.74% 37.11%
USO
0.99% TEMP_VERANO
11.84%
SISMO
14.65%
VIENTO_SUCCIÓN VIENTO_PRESION
35.63% 36.89%
Gráfica 23.- Porcentaje de participación de las cargas dominantes para MOD_4_ LDR_ASS.
En estas últimas dos gráficas, se vuelve a comprobar lo ya dicho en cuanto a la mayor importancia de la acción
sísmica en el diseño estructural empleado vectores de Ritz que autovectores. En resumen, destacar la
importancia de la acción eólica en el diseño de estas estructuras, debido al bajo peso propio de la estructura, y
en concreto la acción de succión del viento que de no ser tenida en cuenta provocaría trágicas consecuencias,
ya que la inversión del signo de los axiles provoca un debilitamiento de las barras que forman las capas
envolventes de la cubierta. Igualmente, hay que remarcar la enorme participación de la acción sísmica en el
diseño de los soportes, lo cual entra dentro de los parámetros habituales de diseño, y en el diseño de las barras
de la capa intermedia, algo no tan detectable intuitivamente ya que siempre consideramos como infinitamente
rígidos a los elementos superficiales horizontales, debido al efecto cizalla que se produce provocado por los
desplazamientos relativos de las capas superior e inferior de la cubierta. Por lo que una de las conclusiones más
importantes es, que el cálculo sísmico de este tipo de estructuras no puede ser realizado mediante métodos
simplificados como el propuesto en el apartado 3.7 de NCSE-02. Ya que de realizarse no se detectaría el efecto
de cizalladura que se produce en la capa intermedia de la cubierta65. Igualmente destacar el efecto que la
temperatura estival tiene sobre el diseño, ya que en el modelo MOD_4, el 11,84% de las barras han sido
diseñadas teniendo en cuenta esta acción.
SAP2000 comprueba la resistencia de las barras de acero que forman la estructura. Como resultado de las
comprobaciones realizadas por el programa se obtienen los ratio demanda-capacidad o coeficiente de
aprovechamiento para todas y cada uno de las barras, mediante la expresión siguiente:
m
+ + = J"+)% Û*g"'1" − e"!",)1"1
i, j,
m• i,• j,•
Este ratio expresa la relación crítica de Demanda/Capacidad en la interacción de la fuerza axial y los momentos
actuando simultáneamente, así como las flechas máximas permitidas, debido a ello, en cualquier caso debe ser
igual o menor a 1.
De acuerdo con EN 1993-1-1, en el apartado 6.2.1(7), como una aproximación conservadora, puede utilizarse
para todas las clases de sección transversal en criterio basado en una suma lineal de los efectos resultantes de
cada tensión. Para secciones transversales de Clase 1, Clase 2 o Clase 3, sometidas a la combinación de NEd,
My,Ed y Mz,Ed este método puede aplicarse utilizando el siguiente criterio:
65
El método simplificado consiste en la aplicación de fuerzas estáticas horizontales que simulan las fuerzas símicas. Estas fuerzas estáticas
horizontales se determinan aplicando la formulación de la NCSE-02 y que en el caso de edificación con diafragma rígido, se ubican en el de
centro de masas para cada nivel.
m
+ + ≤1
i, j,
m• i,• j,•
Donde NRd, My,Rd y Mz,Rd son los valores de cálculo de la resistencia, dependiendo de la clasificación de la
sección transversal e incluyendo cualquier reducción que pueda estar causada por efecto del cortante.
En el apartado 6.3.3 aparecen las condiciones que debe de cumplir un elemento sometido a compresión y a
flexión simultáneamente:
m +Δ +Δ
+ ©ii ∙ + ©ij ∙ ≤1
i, i, j, j,
i ∙ m•£
∙
i,•£ j,•
¡¢; k÷ ¡¢; ¡¢;
m +Δ +Δ
+ ©ji ∙ + ©jj ∙ ≤1
i, i, j, j,
j ∙ m•£
∙
i,•£ j,•
¡¢; k÷ ¡¢; ¡¢;
donde:
NEd, My,Ed y Mz,Ed son los valores de cálculo del esfuerzo axil de compresión y de los momentos
Δ yΔ
flectores máximos a lo largo del elemento;
i, j, son los momentos debidos al desplazamiento del eje del centro de la gravedad,
de acuerdo con el apartado 6.2.9.3., en las secciones de Clase 4:
i y j
©ii , ©ij , ©ji y ©jj
son los coeficientes de reducción para pandeo por flexión;
son los coeficientes de interacción que se han obtenido a partir de dos
aproximaciones alternativas al problema. Pueden obtenerse del anexo A
(método alternativo 1) o del anexo B (método alternativo 2).
En las Tabla 61 y Tabla 62 se presentan, para cada modelo, el valor del ratio en función de la posición de la
barra dentro de la estructura, y de la ecuación empleada para obtener dicho valor. Con independencia de los
valores obtenidos, lo destacable es que, excepto en MOD_0, en el resto de modelos y para todas las barras
estas se calculan empleando las ecuaciones contenidas en el apartado 6.3.3(4) del Eurocódigo-3, dicho de otra
manera la situación más desfavorable que presentan las barras es cuando se encuentran sometidas a un
esfuerzo axil de compresión y a una flexión.
En las Tabla 63 y Tabla 64, se presentan los valores medios del Ratio Demanda-Capacidad para cada tipología
de barra y para cada modelo creado. En ambas tablas se obtienen unos valores del ratio más que aceptables,
excepto para la primera tipología de barra, superiores al 0,70. Según Schmidt (2000), el conseguir un ratio de
aprovechamiento global de la estructura cercano a la unidad, no se puede lograr debido a la gran dependencia
de la respuesta global de la estructura hacia las barras comprimidas. Estas presentan un comportamiento
inestable, debido a la gran influencia que las condiciones de segundo orden ejercen sobre las mismas. Esto se
comprueba en las Tabla 61 y Tabla 62, donde salvo en MOD_0, es preciso emplear la formulación que destina
el Eurocódigo-3 para la comprobación de elementos sometidos a compresión y a flexión. En el modelo MOD_0,
al no existir las cargas sísmicas, aparecen barras que se encuentran comprobadas a tracción.
La Tabla 65 muestra las variaciones porcentuales entre las dos tablas anteriores. Se comprueba que para todas
las tipologías de barras, excepto para la primera, las variaciones son mínimas. La primera barra de la gama se
experimentan una variación más que importante entre los ratios, esto nos indica que los esfuerzos obtenidos
calculando los modos de vibración por vectores de Ritz son superiores a los calculados mediante autovectores.
Se observa que el valor medio global del ratio, es muy similar para todos los modelos y con unos valores
cercanos al 80% del aprovechamiento de la capacidad resistente. Aun así, el valor del ratio para la sección
D33.7 x 3.25 es muy inferior al valor medio global. Uno de los motivos den tal circunstancia, es el no uso que
hace SAP2000 de los aceros de menor resistencia. Esta afirmación se ve corroborada cuando en MOD_4 se
cambia, para todas las barras de sección D33.7 x 3.25, de acero S3555 a acero S275 y se comprueba que
cumple con todos los condicionantes de resistencia y deformación; a continuación se cambia el acero de todas
estas barras a S235 y se vuelve a comprobar que cumple. Esto se presenta en la Tabla 66, donde se comprueba
el aumento de los ratios de capacidad para esta sección conforme disminuye la capacidad resistente del acero
empleado. Y es un aumento significativo del ratio, que se tiene que tener en cuenta, ya que porcentualmente,
entre el primer caso y el tercer caso, el aumento ha sido del 8,80%.
En la Ilustración 234 se presentan los valores de los esfuerzos y de la deformación originados por el peso propio
(Load Case DEAD) en la barra 1528, para cada uno de los modelos. El análisis de una única barra, no permite
apreciar la influencia de la no linealidad, ya que los esfuerzos que aparecen en la barra dependen del
comportamiento global de la estructura. Dado que las cargas a las que está sometida la estructura son las
mismas para cada modelo construido, se puede afirmar que el único motivo por el que la sección empleada en
el modelo MOD_4 es distinta y mayor, que la sección obtenida en el modelo MOD_1 obedece única y
exclusivamente a la consideración de todas no linealidades en MOD_4. Aunque distintos, pero cercanos en
valor, la cuantía de los esfuerzos y de la deformación de la barra 1528 no tiene su origen en su propia no
linealidad, sino en la acción conjunta del global de todas las no linealidades presentes en la estructura. O mejor
dicho, aprovechando las capacidades de redistribución de los esfuerzos de estas estructuras se produce una
redistribución de los esfuerzos originados por el comportamiento no lineal de un elemento de la estructura.
Las pequeñas diferencias señaladas arriba, tienen su origen en la consecución de un buen diseño. Para llegar al
mismo, se han construido antes otros modelos con distintas modulaciones, que al aplicarles condiciones de no
linealidad, no convergían en una solución. Es decir, se tiene un modelo calculado en primer orden, pero al
introducirle condiciones de no linealidad, SAP2000 no ofrece un resultado más allá de informar de la no
convergencia en los cálculos efectuados. El no poder tener una imagen del comportamiento en segundo orden
de la estructura, lleva a la conclusión de que se produce un colapso de la estructura; es decir la estructura no es
estable. Al dotar a la estructura de mayor rigidez, permite que SAP2000 obtenga una solución y ofrezca una
visión del comportamiento no lineal de la misma. Con esa mayor dotación de rigidez lo que se consigue es la
cuasi eliminación de los efectos de segundo orden.
Los únicos elemento, aparte de las barras, que pueden manifestar un comportamiento no lineal son los nodos
y este aspecto se controla mediante el empleo del sistema MERO™. Ya que de acuerdo con la literatura, para el
rango de cargas actuantes el comportamiento previsto es dentro del campo lineal.
Obtener una solución teniendo en cuenta las condiciones más extremas de no linealidad, permite asegurar que
el diseño conseguido es el que más se aproxima al comportamiento real de la estructura. Es decir, se ha
conseguido un diseño estructural muy próximo del óptimo en cuanto al comportamiento del material y a la
disposición geométrica de los elementos. No se está planteando como solución única, sino que como
consecuencia del proceso de diseño y cálculo que se ha seguido, se obtiene una solución satisfactoria.
Surge preguntarse sobre la necesidad de haber realizado un cálculo en segundo orden, ya que si obtenemos el
factor , correspondiente a MOD_1 nos da un valor de 48,7947. Es decir, que perfectamente se podría haber
realizado un análisis lineal de primer orden, no siendo necesario tal como dice la norma, haber realizado un
análisis no lineal. No obstante, cuando se analice la componente sísmica se verá la necesidad de realizar dicho
cálculo.
MOD_1 D114,3x6
MOD_2 D114,3x6
MOD_3 D114,3x6
MOD_4 D139,7x4,85
En primer lugar se realizará un análisis modal donde se comparan los dos métodos de obtención de los modos
de vibración de una estructura: por autovectores o por vectores de Ritz. Una vez realizado el análisis modal se
procede a mostrar el comportamiento de la estructura frente a una carga sísmica definida por un espectro de
respuesta y por un acelerograma de un sismo real.
SAP2000, permite la realización del análisis modal de la estructura mediante los dos métodos ya citados. En un
primer paso, antes de tener un prediseño estructural, se consideraron aleatoriamente 12 modos de vibración,
para ello se introdujo una carga modal tal y como aparece en la Ilustración 235.
Tras la obtención del diseño de la estructura, se procedió a la obtención de las masas participativas en la
estructura mediante el método de los autovectores, cuyos resultados aparecen en la Tabla 67, en forma de
porcentajes acumulados de participación modal.
La participación de más del 90% de la masa en la dirección del eje Y, se consigue en el primer modo, mientras
que en la dirección del eje X no es hasta el modo 14 en el modelo MOD_0 y el modo 16 en el resto de modelos
cuando se consigue que la participación supere el 90%. Este comportamiento es debido a la mayor rigidez que
presenta la estructura en dicha dirección, por ello necesita la colaboración de un mayor número de modos para
poder conseguir movilizar un porcentaje de masa superior al 90%. Respecto al eje Z, donde no es normativo
conseguir el 90% de participación en masa, no se llega en ningún caso a un porcentaje acumulado más allá del
55%.
De igual modo, se procede a obtener los modos de vibración empleando el método de vectores de Ritz,
generando una carga modal tal y como aparece en la Ilustración 236. Aquí se ha fijado como objetivo la
consecución de un 99% de participación modal para cada una de los ejes, al igual que se ha realizado para
obtener los autovectores.
En la Tabla 68 se presentan los porcentajes acumulados de participación modal empleando el método de los
vectores de Ritz, donde existen dos hechos destacables, el primero es que el 90% del porcentaje acumulado de
masa se consigue para el eje X en el modo 10 para todos los modelos Y la segunda es que para el eje Z se ha
conseguido un porcentaje acumulado de participación por encima del 90% en el modo 14 para todos los
modelos.
1.00
0.90
0.80
0.70
% Acumulado de masa
0.60
0.50
EIGEN
0.40
RITZ
0.30
0.20
0.10
0.00
10
11
12
13
14
15
16
1
9
Modos
Gráfica 24.- Porcentajes acumulados de participación modal para MOD_4. Eje X.
Si se analizan los valores obtenidos para el eje Y, que se presentan en la Gráfica 25, para ambos métodos la
participación acumulada modal supera el 90% en el primer modo. Pero mientras los resultados obtenidos
mediante autovalores quedan rápidamente estabilizados en el 93%, los obtenidos empleando vectores de Ritz,
superan el 99% de participación modal. Vuelve a demostrarse la rapidez del método de vectores de Ritz que
busca aquellas frecuencias que de verdad son interesantes para el comportamiento estructural, despreciando
aquellas que carecen de importancia. No significando esto que la obtención de los autovalores carezca de
importancia, ya que suministra importante información sobre el comportamiento de la estructura que es útil a
la hora de determinar posibles acoplamientos dinámicos ante otras acciones como puede ser el viento,
instalación de maquinaria, etc.
1.00
0.99
0.98
0.97
% Acumulado de masa
0.96
EIGEN
0.95
RITZ
0.94
0.93
0.92
0.91
0.90
1
10
11
12
13
14
15
16
Modos
Gráfica 25.- Porcentajes acumulados de participación modal para MOD_4. Eje Y.
Por último, en la Gráfica 26 se presentan los porcentajes acumulados de participación modal en el eje Z y se
muestra de un modo claro cómo mientras el algoritmo de cálculo de los autovectores va identificando modos
naturales de vibración progresivamente, el algoritmo de los vectores de Ritz, va “escalando” en busca de
aquellas frecuencias modales que son necesarias para el cálculo estructural. Con el método de los autovectores
se conseguirán los mismos resultados que con el de los vectores de Ritz, pero con un costo computacional muy
superior al empleado por estos últimos, siendo esa la ventaja principal de este método como ya se ha visto
anteriormente.
1.00
0.90
EIGEN
0.80
RITZ
0.70
% Acumulado de masa
0.60
0.50
0.40
0.30
0.20
0.10
0.00
10
11
12
13
14
15
16
1
9
Modos
Gráfica 26.- Porcentajes acumulados de participación modal para MOD_4. Eje Z.
En las Gráfica 27, Gráfica 28 y Gráfica 29, se comparan para el modelo MOD_4, los porcentajes de participación
frente al periodo de cada forma modal de vibración obtenida empleando los dos métodos antes vistos. Se
comprueba que mientras, existe una coincidencia de valores para el periodo más largo; para los periodos más
bajos sólo el método de vectores de Ritz es capaz de identificar aquellas frecuencias más altas de especial
significación estructural. Los resultados obtenidos por el método de autovectores se encuentran retrasados,
0,117 segundos, no identificando las vibraciones de periodos bajos. Las frecuencias bajas que se obtienen de
un análisis de vectores Ritz son siempre similares a las frecuencias exactas de vibración libre (Wilson, 1995). Si
se pasan por alto frecuencias y formas de modo, es porque la carga dinámica no las excita; por lo tanto carecen
de valor práctico.
1.00
0.90
0.80
0.70
% Acumulado de masa
0.60 EIGEN
0.50 RITZ
0.40
0.30
0.20
0.10
0.00
0.00
0.10
0.20
0.30
0.40
0.50
0.60
Periodo (seg)
Gráfica 27.- Periodo vs. Porcentaje acumulado de masa para MOD_4. Eje X.
1.00
0.99
0.98
% Acumulado de masa
0.97
0.96 EIGEN
0.95 RITZ
0.94
0.93
0.92
0.91
0.90
0.00
0.10
0.20
0.30
0.40
0.50
0.60
Periodo (seg)
Gráfica 28.- Periodo vs. Porcentaje acumulado de masa para MOD_4. Eje Y.
1.00
0.90
0.80
EIGEN
0.70
% Acumulado de masa
RITZ
0.60
0.50
0.40
0.30
0.20
0.10
0.00
0.00
0.10
0.20
0.30
0.40
0.50
0.60
Periodo (seg)
Gráfica 29.- Periodo vs. Porcentaje acumulado de masa para MOD_4. Eje Z.
Se puede comprobar que obteniendo por ambos métodos, un valor del primer modo prácticamente igual, al ir
avanzando en el número de modos los valores de los periodos obtenidos mediante autovectores son mayores
que los obtenidos mediante vectores de Ritz, debido al funcionamiento del algoritmo de cálculo de los
autovectores, que para nada tiene en cuenta la importancia de las cargas actuantes sobre la estructura.
Una vez identificados los porcentajes de participación modal, se procede a la obtención de los valores modales
que se presentan en la Tabla 69.
En la Gráfica 30, se presentan los resultados del análisis modal de la estructura, para todos y cada uno
de los modelos realizados.
0.60
0.55 ELU_0 EIGEN
0.50 ELU_1 EIGEN
0.45
ELU_2 EIGEN
0.40
Periodo (seg)
10
11
12
13
14
15
16
Modos
Gráfica 30.- Análisis modal de la estructura.
En la Tabla 70 se compara la participación porcentual de masa modal de cada uno de los modos de
vibración obtenidos. Como ya se ha comentado anteriormente, el método de vectores de Ritz tiene solo
en cuenta aquellos modos que en función de las cargas actuantes tienen una influencia en el
comportamiento de la estructura; mientras que el método de autovectores, va calculando todos y cada
una de los modos de vibración naturales de la estructura, con independencia de las cargas actuantes.
Analizando los datos obtenidos por autovectores, se comprueba que están llenos de “ruido”, es más el
modo 11 es todo ruido no movilizando prácticamente masa por lo que su autovalor es totalmente
despreciable. Igualmente existen 4 modos que movilizan menos de un 0,90% de la masa, el 10, 13, 14 y
15; también se da la circunstancia de que aparecen dos modos, el 2 y 9, que presentan torsiones. Estos
son modos de vibración exactos de la estructura, pero que en el caso de un suceso telúrico solo una
mínima parte de ellos tendría una influencia significativa por la insignificante cantidad de masa que
mueven. Llama la atención la presencia de torsores, ya que no existe una disposición irregular de los
elementos de rigidez que provoquen rotaciones sobre su eje vertical.
Por contra, las masas modales obtenidas mediante vectores de Ritz carecen de “ruido”, no presentan
torsiones y la menor masa modal tiene un valor de 0,93%. Mediante este método se consiguen modos
de vibración que tienen un efecto significativo en el comportamiento de la estructura ya que se han
tenido en cuenta las cargas que actúan sobre la estructura. Todo lo anterior se resume, en que mientras
los modos de vibración obtenidos mediantes vectores de Ritz presentan unos movimientos limpios y
definidos, los obtenidos mediante autovectores presentan unos desplazamientos y giros “ensuciados”
por el “ruido” existente.