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NATALIA RIBAS MATEOS (ed.) EL RIO BRAV( MEDITERRANEO. Las regio s fronterizas.. en la época de 1a’ globalizacion’ edicions bellaterra OAVAaANM Parte I CONTRASTES FRONTERIZOS yatro temas en los estudios de la frontera ntemporanea Josiah Heyman Desde la perspectiva de la frontera Estados Unidos-México, se anali- zarn en este capitulo cuatro temas actuales en estudios de la fronte- ra. Las fronteras se analizarén basicamente como complejos sistemas de filtracion y diferenciaci6n, en vez de rigidos contenedores territo- riales o restos existentes de un pasado. En ocasiones, los estudios de la frontera confunden los limites de la nacionalidad con los limites ét- nicos asf como los limites territoriales y los derechos del estado; por Jo tanto, es necesario aclarar la relacién que existe entre ambos. El simbolismo de las fronteras tiene unos rasgos muy peculiares y pode- rosos y se suele asociar a la cuestién de las confusiones conceptuales alrededor de las fronteras y la nacionalidad/ etnicidad. La escuela hi- brida y sus criticos han discutido las culturas regionales de la fronte- ray han hecho é€nfasis en la polarizaci6n; por lo tanto, es necesario que en el andlisis de las culturas fronterizas se incluyan también estas ob- servaciones sobre la compleja filtracién y los diversos alineamientos. Introduccién El objetivo de este capitulo es el de proponer algunas ideas y deter- minados temas para los estudios de la frontera, los cuales retomo de mi 4rea de investigacién, el estudio de la regi6n fronteriza entre Mé- xico y Estados Unidos. No obstante, este motivo no implica que la frontera entre México y Estados Unidos sea tinica 0 la de mayor pre- dominio en el mundo. Debemos ademés tener presente que se han rea- 82. Contrastes fronterizos lizado un buen ntimero de importantes trabajos en otras fronteras, es- pecialmente en los tiltimos aiios y gran parte de estas interesantes in- vestigaciones se han Ilevado a cabo en la regi6n Mediterranea o en Europa. Asi que me presento humildemente al lector, con estas ideas que provienen de mi lado del mundo. El enfoque que presento aqui considera las implicaciones que conlleva una perspectiva de frontera en la cual éstas no son concebi- das ni como barreras ni como pasos abiertos, sino como un sistema de flujos diferenciados. Dichos flujos son desiguales en su tratamiento en el momento del cruce de las fronteras, a partir de este momento se pueden entender los efectos que tiene esta clasificacién sobre la so- ciedad en la frontera asi como los efectos de las fronteras sobre la sociedad. Considero asimismo, las identidades complejas que se en- cuentran en las fronteras, siendo un tema que ubica la cuestién —sub- rayada frecuentemente— de las migraciones en un contexto amplio de identidades y de diferentes experiencia de movilidad en fronteras. En consonancia con el tema de las identidades complejas analizo también el fenémeno del simbolismo de la frontera. Al final, hago un esfuerzo de sintesis de esta argumentacién desde una perspectiva de las culturas fronterizas contempordneas basadas en las experiencias diferenciadas de poder y movilidad. Quisiera también precisar qué agrupo aqui dentro de la nocién de frontera, pues incluyo no sélo los limites terrestres y maritimos, sino también los aeropuertos internacionales, incluso si se encuentran en el interior del territorio nacional. Como veremos a continuaci6n, el control de la movilidad dentro y fuera del espacio nacional es b4sico para estudiar las fronteras contempordneas. La movilidad diferenciada en las fronteras Una importante cualidad de las fronteras contempordneas es que cla- sifican o filtran a los diferentes tipos de personas y mercancfas mé- viles, en base a una compleja serie de desigualdades sociales, cultu- rales y econdémicas. La movilidad siempre ha sido importante en las relaciones que se efecttian a través de las fronteras y es todavia mds crucial en la era uatro temas en los estudios de la frontera contemporanea presente de «compresién del tiempo y espacio» (globalizacion). Sin embargo, las fronteras tienen roles cada vez mas amplios en el control de personas y mercancfas; por ejemplo, en migrantes y visitantes de diversos estatus y en mercancfas de contrabando. La tarea de control en las areas fronterizas donde la entrada esta prohibida (no en los puertos de entrada) es relativamente simple en concepto, aunque su implementacién puede ser todo un reto (y éticamente problematico) Unejemplo es el patrullaje de los 3.200 km de frontera terrestre entre Jos Estados Unidos y México, por alrededor de 20.000 oficiales, cien- tos de helicdpteros y aviones de ala fija, sofisticadas camaras y de- tectores de movimiento, cientos de kilémetros de muro y asf suces yamente, que hacen peligroso el cruce, pero que no lo disuaden ni lo detienen. Atin asf, lo ideal es detectar y detener cada cruce no autori- zado de la frontera. Este tipo de fenémeno ha Ilevado a una limitada interpretaci6n de las fronteras como rigidos indicadores territoriales. que se encuentren bien abiertos 0 cerrados, pero no de las dos formas simulténeamente. La funcién de control en los puntos de entrada legal es mucho més complicada, tanto desde su forma conceptual como de su aplica- cién practica (véase a Coleman, 2005). Aqui deseo ademés destacar que en dichos puertos de entrada se dan cientos de millones de entra- das, en contraste con los cientos de miles que se efecttian fuera de és- tos. La entrada de personas y mercancias puede realizarse tanto legal como ilegalmente a través de un sinfin de complejas evaluaciones le- gales y de juicios socio-politicos. Los funcionarios estatales estadou- nidenses no pueden verdaderamente llegar a impedir cada entrada efectuada, de lo contrario su trabajo acabaria con el comercio y la movilidad global. Del mismo modo, los oficiales tampoco pueden permitir cada entrada, en base de las politicas actuales (dejaremos para después las premisas de dichas politicas). El control del trafico normalizado en las fronteras siempre tiene un costo, en términos de obstrucci6n y retraso de movimiento. Cada persona que se interroga. cada vehiculo que se inspecciona, requiere de algun esfuerzo, algo de tiempo e implica de algiin modo una toma de decisiones. Se realiza un intercambio entre la forma de conseguir la movilidad (rapidez del paso, el trato ofrecido) y 1a calidad del escrutinio efectuado. Este can- je se plasma a dos niveles. Por un lado, es el de la fuerza vinculada al control de fronteras, que se aplica a cada persona que desea entrar al 84. pais. Por el otro, se concede una atencién diferenciada que se aplica q 4 determinadas personas en su entrada al pais. Asi por ejemplo, una 3 persona determinada puede realizar el cruce répidamente, mientras ésta otra es llevada a un cuarto aparte para ser interrogada. A un ca. mi6n s6lo le echa un vistazo, mientras que a éste otro se le lleva a cabo un completo escrutinio de revisién. Por consiguiente, la dife- renciaci6n de las personas que cruzan es un aspecto crucial para en- tender las fronteras contempordneas. Otra forma actual de etiquetar ~ este fendmeno de manera tedrica, segtin Adey (2004), es la palabra «sorting» en lengua inglesa, el esfuerzo de clasificacién, que se tra- ducirfa como la «clasificacion y separacién» entre diferentes flujos o grupos de personas. Podemos afirmar que son dos son las maneras principales que tienen las fronteras para diferenciar a los viajeros. En primer lugar, existen programas formales de identificacién y de inspecci6n diferen- ciada. Por ejemplo, en la frontera entre Estados Unidos y México, el programa SENTRI, también conocido como Linea Express 0 progra- ma DCL (en inglés, «Dedicated Commuter Lane»). Esta se aplica a los viajeros que han sido previamente autorizados. Para poder obtener un permiso de la Linea Express, los viajeros deben rellenar una solicitud, pagar aproximadamente $400 délares anuales y pasar una verificacién de antecedentes, utilizando las bases de datos del gobierno de Estados Unidos. En realidad, desconocemos mucho acerca de esta verifica- cién, pero debemos asumir que involucra revisiones por parte del Ser- vicio de Inteligencia en cuestiones como el contrabando y la supuesta seguridad, asf como comprobantes de residencia permanente para los extranjeros (de manera que no emigren sin autorizacion). Curiosa- mente la Linea Express no requiere que el solicitante sea ciudadano 0 residente legal de los Estados Unidos. De hecho, se trata mas de un fenédmeno dependiente de la clase econémica, estatus social y de in- teligencia de estado, que de un fenémeno de ciudadanta, en el sentido clasico. El permiso de la Linea Express le proporciona al vehiculo re- gistrado, una pequefia etiqueta de identificacién de radio transmisi6n. La persona cruza a los Estados Unidos por un puente especial exclusi- vo para los viajeros del programa DCL. Esta identificacién le indica a la garita de inspecci6n quién estd entrando. Dicha garita cuenta con in- formacién acerca del viajero y del vehiculo al momento de cruzar, asi como de cualquier «sefial» (indicador) para una inspeccién mds a fon- Contrastes fronterizos. 4 85 tro temas en los estudios de la frontera contemporanea vat \ Jo que sucede en raras ocasiones. Existen ademés programas espe- iales similares para los transportistas comerciales. El] resultado es que el viaje a través de la Linea Express es muy répido, a menudo con poco 0 nulo tiempo de espera y comportando muy limitado interrogatorio directo. Esto teduce para las personas a un objeto particular en el proceso de revision y en este tipo de paso es bajo el riesgo de ser arrestado 0 que a uno le denieguen la en- trada. De este modo, la Linea Express es una manera privilegiada de suzar la frontera, la cual contrasta con. Jos cruces regulares que invo- ucran tiempos de espera regularmente largos —desde media hora hasta varias horas— y un minucioso interrogatorio, verificacion de documentos y revisién de vehiculos. En este sentido de las distincio- nes entre unos y otros en el cruce, una pregunta importante que se hacen hoy en dfa los estudiosos de la frontera (como, por ejemplo, Sparke, 2006 y Amoore, 2006) es: ,cudles son realmente las bases so- ciales y los efectos de estos programas formales de desigualdad en la movilidad? En breve, regresaremos a este tema. : , La segunda manera en que las fronteras hacen diferencias entre los viajeros es a través de la aplicacién de practicas informales de cla- sificacién y de toma de decisiones por parte de los funcionarios estata- les estadounidenses en los puntos de entrada estandar. En los puertos fronterizos, las decisiones deben tomarse rapidamente, de lo contrario se detendria el movimiento. Los oficiales toman una decisi6n inicial, llamada «primaria», que se basa en los documentos, unas cuantas pa- labras y una inspeccién visual. Un pequefio porcentaje de usuarios que cruza —menos del 1,5 % en la frontera entre México y Estados Uni- dos— es conducido a una inspeccién «secundaria», lo cual conileva un periodo de tiempo ms largo y un escrutinio mas elaborado. A través de mis estudios he dedicado a esta tarea mucho tiempo de investiga- cién (véase Heyman, 1995, 2000, 2001, 2004, 20098) con la finalidad de llegar a comprender los motivos detras de este tipo de toma de de- cisiones, la cual es compleja, flexible e inconsistente entre los funcio- narios y los puertos de entrada. Comentando aqui muy esquemética- mente mis resultados, dirfa que los oficiales desarrollan rapidamente una descripcién figurada de la persona entrante y la encajan en las ca- tegorfas preexistentes de personas sospechosas 0 confiables. Dicha descripcién es resultado de una recopilacién de los ele- mentos vinculados a la nacionalidad y a la documentacién de viaje,

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