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«al Ja No nas hagas ret Un dagen clo rambuese ta! No nos aga reel» Asie calaban sus compateos al pequeo cagén. Yes que a ote fe gusabe tanlo comer fambuesas que tela le piel completamente salpleada ce nares sols. ,Oué pda hacer? [GEORG BYDLINSKI ha escrito un Ko leno de tra, que Wats e probioma es edn. Primeros lectres | Georg Bydlinski El dragon color frambuesa llustraciones de Federico Delicado ee El dragsn | — color frambuesa Georg Bydlinski llustraciones de Federico Delicado ‘Traduccién del alemin: Marinella Terzi Ilustraciones: Federico Delicado ‘Titso oginat: Der Mimbearote Drache B iopend und Vote Veraestrchal © dione 0, 1990 Songun rar, 39 - 28044 Madd , Ween Mtinehea, 1988 (Cometiiza: CESMA, SA - Aguacte, 25 - 28044 Madd say: 84348-32163 epost egal M-35831-1990 | Fotocomposciin: Graia SL, | Inmpteso Espa Painted Spain Irmptenta SM Toaguin Turina 39” 25084 Maciid No est permit la reproduc total 6 pari dest ie, sa tottaclento formato, nt In transisin am fowmn 0 por eomiglr medio yaa lcrtnen, macinieo, pot {otocopia, por regio w ote mttodos, sn el permis previo y ‘por ee de lon titular dl copy ediciones Bsa tress motnasd nner HAsia una vez un pequefio dragén, que no era verde i Se . Bes. como el resto dé los dragones. 5 “af ‘Tenia Ja piel salpicada de lunares rojos, como las frambuesas. Y es que ésas eran sus frutas favoritas. Por la mafiana temprano, iba a buscar frambuesas y no paraba hasta que tenia Ia cesta repleta. Después, se apoyaba contra un Arbol, veia cémo el sol aparecia tras la montafia y comia sin parar. Cuando los demas dragones se acercaban a las matas de frambuesas para desayunar, le preguntaban: —ZNos das unas pocas? Entonces, el pequefio dragén se metia un pufiado de frambuesas en la boca y negaba con la cabeza. —Ya no me queda ni una. jLevantaos pronto y buscadlas vosotros! ~decia masticando. Los demés dragones se enfadaban, le hacian burla x y gritaban: \ — Jal jJal iNo nos hagas reir! iUn dragon color frambuesa! Luego, se ponian a bailar a su alrededor y al pequefio dragén se le quitaban las ganas de comer mis frambuesas. 14 UN hermoso dia, el dragén tuvo una idea. Compré un bote de pintura y un pincel y se pint6 de verde de artiba abajo y de atris adelante. Luego, se miré en el agua de la laguna y se puso muy contento. Hacia mucho calor, asi que decidi6 bafiarse. Se tird de cabeza al agua, hizo la plancha, mité las nubes que sobrevolaban el Pais de los Dragones y no se dio cuenta de que el agua se estaba poniendo verdisima, iy o Después de un rato, salié de la laguna, Ya no tenia calor. De repente, aparecieron los otros dragones por detris de los arbustos, bailaron a su alrededor, 20 le hicieron burla y cantaron: 1 Jal iNo nos hagas reir! i g iUn dragén color frambuesal 20 te crees que ahora eres verde? iNo nos hagas reir! i B 2 —jSi que soy verde! jMiradme bien! contesté él, y entonces vio que el agua de la laguna estaba verde oscura. . = ‘Al pequ le dio mucha vergtienza y no pudo dormir en toda la noche, Al dia siguiente, antes de que amancciera, hizo su maleta ysemarcho : del Pais de los Dragones. Camind, y camind y camming,» ig hasta que lego a una cindad, _ Hola! “salud6-, (Soy un dragoat {Buenos dias! Pero las gentes se asustaron, cortieron hasta sus casas y cerraron las puertas acal y canto. Le titaron macetas, tomates y piedras por las ventanas. El dragon se puso triste y se fue de la ciudad. 30 31 Por la tarde, leg6 a una granja. staba cansado. Le dolian las patas de tanto andar. Se metié en el establo que habia junto a la casa y buscé un sitio entre la paja, con simpatia Cuando el dragén se durmié, un gato se enrolld al final de su cola y ronrone6 feliz. 34 Durante la noche tuvo una pesadilla: estaba encerrado en medio de un jardin diminuto. La verja que lo tenia aprisionado era muy alta. Al otro lado estaban los demés dragones. Habia una dragona que lloraba sin parar. BI dragén queria saltar la verja, pero era demasiado alta... 37 El pequefio dragén se marché tan ripido como pudo. 40 No se pard hasta que ya estaba muy lejos y la granja parecia de juguete. 41 Un rato después, se topé con un bosquecillo. Se enroscé junto a los arbustos y se durmié. Estaba agotado, Al mediodia se desperts, El sol estaba muy alto y sus rayos calentaron al dragon. 43 Vio una pareja de pijaros que se hacia carantofias sobre una rama. Abajo, al lado de los dedos de sus pies, habia una procesién de hormigas que caminaba hacia un hormiguero. Un ratén de campo se asomaba por un agujero, «Todos tienen un hogar, todos menos yon, pensé el pequefio dragon. Y le entrd una nostalgia tremenda, Echaba de menos el Pais de los Dragones, con sus grandes bosques, sus viejos arboles, sus cascadas, las lagunas, los arroyos y las nubes que volaban por encima 47 ‘También sentia un poco de nostalgia por los otros dragones. Se senté al borde del camino y pens6 durante un rato. Lucgo, se levant6, dio media vuelta y comenzé a andar. 48. ; 49 A ta mafiana siguiente, cuando estaba desayunando junto a la mata de frambuesas, aparecieron los demas dragones. —~Dénde has estado tanto tiempo? “le preguntaron. —Fuera —contesté él. —gDénde? pregunté la dragona con la que él habia sofiado. 52 53 —Lejos ~dijo él. La dragona se rascé tras la oreja y dijo en voz baja, \ para que s6lo pudiera escucharlo el pequefio dragén: —TTe he echado de menos y no me importa nada que tengas lunares como una frambuesa. El drag6n se puso muy contento. Tiré al suelo De tepente, la cesta repleta de frambuesas se le ocurtié una idea. y grité: —Yo también os he echado de menos. \Comed todos! Celebraron una fiesta y la dragona canto: Si no quieres tener penas, come frambuesas, jqué buenas! Con lunares en la piel jse salta requetebién! Es la misma cancién que cantan los dragones de hoy cuando estin de fiesta y saltan y bailan,

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