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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE SULLANA

JUZGADO PENAL COLEGIADO


SUPRAPROVINCIAL

EXPEDIENTE : 00463-2017-98-3101-JR-PE-01
ESPECIALISTA : CARMEN ROSA YARLEQUÉ MORE
IMPUTADO : LIZANDRO REYNALDO CORDOVA CORDOVA
JUAN CARLOS LACHIRA ZETA
DELITO : TRAFICO ILICITO DE DROGAS
AGRAVIADO : EL ESTADO

Resolución número : OCHO (08)

SENTENCIA
En el Establecimiento Penitenciario de Varones de Piura, a los seis días del mes de julio del año dos
mil diecisiete, el Juzgado Penal Colegiado de la provincia de Sullana, integrado por los jueces Rudy
Espejo Velita, Karla Gaona Merino y María Elena Palomino Calle, en calidad de directora de
debates, pronuncian la siguiente sentencia:

I.- ASUNTO

Determinar si los acusados LIZANDRO REYNALDO CORDOVA CORDOVA, con DNI N° 02849696,
con domicilio real en Sector 84 Hualtaco II, Tambogrande, grado de instrucción iletrado, soltero, con
cuatro hijos, ocupación agricultor, con ingresos de veinte soles diarios aproximadamente, hijo de
Pedro Córdova y Prosperina Córdova Quispe; y JUAN CARLOS LACHIRA ZETA, con DNI N°
44683802, con domicilio real en Malingas, Tambogrande, grado de instrucción segundo de primaria,
soltero, con dos hijos, ocupación mototaxista, panadero y obrero, con ingresos de quince a veinte
soles diarios aproximadamente, hijo de Jorge Luis Lachira Perez y de doña Nency Isabel Zeta
Torres; son autores del delito CONTRA LA SALUD PÚBLICA, en la modalidad de TRAFICO
ILICITO DE DROGAS, figura de EJECUCION DE ACTOS SE SIEMBRA Y CULTIVO DE PLANTAS
CANNABIS SATIVA – MARIHUANA,, en agravio del ESTADO.
II.- ANTECEDENTES

En mérito de los recaudos provenientes del Juzgado de Investigación Preparatoria de la ciudad de


Ayabaca, se citó a juicio oral a las partes procesales. Habiéndose llevado a cabo el juzgamiento, el
proceso se encuentra expedito para emitir sentencia.

III.- ACUSACION FISCAL

3.1.- Hechos: El señor representante del Ministerio Público, les atribuyó a los acusados Reynaldo
Córdova Córdova y Juan Carlos Lachira Zeta, la comisión del delito contra la salud pública, en la
modalidad de tráfico ilícito de drogas, en agravio del Estado, indicando que los imputados han
desplegado las conductas típicas que se subsumen dentro del tipo penal que es materia de
imputación; ello en razón que con fecha 28 de enero del año 2016 personal policial de la Comisaría
de Suyo, en Ayabaca, tuvo conocimiento que en la comunidad campesina de Pampa Larga, en el
sector los Rosos, distrito de Suyo, en una parcela de este lugar existían plantaciones de marihuana,
(cannabis sativa). Al tener esta información personal policial de la Comisaría de Suyo se constituyó
al lugar para verificarla; es en estas circunstancias que el día 28 de enero del 2016,
aproximadamente a las 14 horas con 30 minutos, constituidos en dicho lugar, personal policial
constató que a un kilómetro aproximadamente del caserío mencionado, pudo divisar en una parcela
de este lugar y pudo constatar que en esta parcela se encontraban diversas plantaciones de
marihuana las cuales ascendían a una cantidad de dos mil doscientos cincuenta (2250)
plantaciones, las cuales tenían una altura de un metro con ochenta centímetros de largo cada una.
En este acto de intervención al haber identificado el lugar donde estaban sembradas las
plantaciones de marihuana, se pudo intervenir a las personas de Reynaldo Cordova Cordova y Juan
Carlos Lachira Zeta, quienes se encontraban al interior de una cabaña que estaba situada en dicha
parcela, la misma que estaba constituida por un techo de plástico de color negro. Asimismo en esta
misma parcela a veinte metros de distancia del lugar de donde se intervinieron a estas personas y ya
se habían identificado las plantaciones de marihuana que habían sido sembradas, también se
encontró en la misma parcela la cantidad de dos mil cien (2100) plantaciones adicionales a las que
ya se habían encontrado; haciendo un total de cuatro mil trescientos cincuenta (4350) plantaciones.
Dentro de la misma parcela, en la misma intervención, también se pudo verificar otra cabaña, en la
misma que encontraron dos paquetes precintados, embalados con plástico trasparente la misma que
contenía una hierba seca verduzca con características a marihuana y junto a estos paquetes se
pudo verificar que existía en ese instante una persona de sexo masculino quien al notar la presencia
del personal policial se dio a la fuga y no pudo ser intervenido. Es así, que en dicha intervención al
momento de constatar que esta persona se dio a la fuga, se pudo encontrar un documento de
identidad que pertenecía a la persona de Segundo Arturo Navarro Velásquez, asimismo se encontró
en dicha cabaña equipos de celular y diversos documentos. Posteriormente de realizada dicha
intervención, también dentro de las plantaciones de marihuana se pudo encontrar tres bombas de
agua; las mismas que eran de marca OHB modelo PG30, asimismo se encontró también tres
motocicletas las mismas que han sido incautadas en la presente investigación. Es ante estas
circunstancias de los hechos ya relatados, y la droga, la sustancia comisada, encontrada y los
sujetos que ya habían sido intervenidos fueron derivados a la comisaría para los trámites y las
diligencias correspondientes, es así que ya una vez constituidos y tomando conocimiento el
Ministerio Público de estos hechos, se procedió a realizar la prueba de campo, la misma que
respecto de la droga que se había encontrado y se había decomisado a las personas anteriormente
citadas se les asignaron como muestra 01, muestra 02, muestra 03, muestras que consistían en
respecto a la muestra 01 que contiene una hierba seca parduzca con hojas y semillas, la misma que
al ser sometida al reactivo químico arrojo positivo para cannabis sativa (marihuana) con un peso
bruto de 2800 gramos. Asimismo, la muestra número 02 consistente en un paquete que contiene las
mismas sustancias, la misma hierba verdusca con características a cannabis sativa, la misma que al
ser sometida al reactivo químico pues arrojó positivo para cannabis sativa con un peso de 2 500
gramos. Y la muestra número 03 que consiste en un sobre manila, la misma que contiene una similar
sustancia a las anteriores ya descritas, la que al ser sometida al reactivo químico arrojó como
resultado positivo para marihuana con un peso de 39 gramos.
3.2.- Pretensión penal y civil: El representante del Ministerio Público, efectuando el juicio de
tipicidad, sostuvo que la conducta ilícita materia de imputación encuadra en el tipo penal de tráfico
ilícito de drogas previsto en el artículo 296° -A primer párrafo del Código Penal, teniendo como verbo
rector de dicho delito, la ejecución de actos de siembra y cultivo de plantas de cannabis sativa
(marihuana); y con los argumentos expuestos solicitó se imponga a los acusados diez años y cuatro
meses de pena privativa de la libertad, doscientos cuarenta y dos días multa, que ascienden a mil
quinientos doce soles e inhabilitación por cinco años conforme a los incisos 02) y 04) del artículo 36º
del Código Penal.

IV.- ARGUMENTOS DEL ACTOR CIVIL


El representante del procurador público del Ministerio del Interior encargado de los asuntos judiciales
en delitos de tráfico ilícito de drogas; indicó que estamos frente a un delito grave como es el delito de
tráfico ilícito de drogas, más aún por la cantidad de droga encontrada, teniendo en cuenta que el
bien jurídico protegido es la salud pública, solicitó por concepto de reparación civil, la suma de
cincuenta mil nuevos soles, teniendo en cuenta la cantidad, tanto en los plantones como los
paquetes encontrados de cannabis sativa. Solicitando dicha suma por la cantidad de droga hallada y
asimismo por la dañosidad de esta al ser comercializada, porque no solo se encontró plantaciones
sino dos paquetes ya embalados y listos para su traslado y comercialización.

V.- ARGUMENTOS DE LA DEFENSA DE LOS ACUSADOS


5.1.- Argumentos de la defensa del acusado Juan Carlos Lachira Zeta
El abogado defensor postuló en su alegato inicial y final, la inocencia del acusado Juan Carlos
Lachira Zeta, indicando que no fue encontrado dentro de la cabaña, sino en la parte externa;
solicitando su absolución.

5.1.- Argumentos de la defensa del acusado Reynaldo Córdova Córdova


El abogado defensor postuló la inocencia del acusado Reynaldo Cordova Cordova; indicando que no
tiene antecedentes penales, policiales ni judiciales, y que el día 27 de enero del 2016, cuando ya
había terminado sus labores en una parcela del señor Agurto Balarezo; aproximadamente a las
cinco de la tarde decide ir con su coacusado Lachira Zeta, quien es su amigo a buscar trabajo, ya
que en la ciudad o en el distrito donde él vivía, ya se había acabado el mismo con respecto a la
tumba del limón, es ahí que junto con el señor Lachira Zeta van recorriendo y encuentran a la altura
del río Quiroz aproximadamente a las cinco de la tarde a un señor conocido como el “gato” quien
andaba en una camioneta ploma y este les precisa que si querían trabajar en la tumba de limón en
su parcela. Siendo así ellos expresan debido a que el jornal que se les había ofrecido era atractivo,
dado que iban a ganar la suma de cuarenta soles diarios, pues que se personaran a su parcela el
día siguiente a las seis de la mañana, indicándoles la forma de llegar al mismo. Es así que al día
siguiente aproximadamente a las cinco de la mañana, cada uno coge sus motos lineales y se dirigen
se dirigen a una parcela que se ubica en el sector conocido como Chivatos, siendo así preguntando
debido a que no conocían específicamente el lugar donde debían ir, llegan a la puerta de las
parcelas del señor conocido como “gato”, está llegada la realizan aproximadamente a las seis y y
treinta de la mañana, y en vista que no encontraban a nadie al estar tocando el portón que cierra
está parcela, deciden esperar en la parte de afuera, junto a las dos motos lineales que estaban ahí, y
es donde la policía los interviene y los encuentra afuera de la parcela, posteriormente al hacer la
diligencia, estos les preguntan primero si conocían al dueño de la parcela, ellos le indican que la
persona dueña de la parcela que los había citado era el señor conocido como “gato” y que no habían
estado sino hasta al día 28 de enero solamente en dicho lugar. Posteriormente se realizan las
diligencias preliminares correspondientes. Que su patrocinado Reynaldo Cordova Cordova no ha
podido realizar actos de siembra ya que para que pueda realizar los mismos ha tenido que estar de
manera perenne y trabajar dentro de esta parcela, lo cual él ni siquiera había tenido acceso hasta el
28 de enero, que incluso lo encontraron fuera de ella. Que no hay forma en que dicho acusado haya
participado ni que se le pueda vincular al delito por el cual el representante del Ministerio Público lo
está acusando en el presente caso; solicitando su absolución; posición que ratificó en su alegato
final.

V.- EXAMEN DE LOS ACUSADOS


Los acusados haciendo uso de su derecho a guardar silencio, se abstuvieron de declarar en juicio.

VI.- MEDIOS PROBATORIOS ACTUADOS:

6.1.- Examen de la perito Milagros Mazuelo Bohorquez


6.2.- Declaración testimonial de Tito Marín Altamirano Segura.-
6.3.- Declaración testimonial de Willy Abner Marchán Rivera.-
6.4.- Declaración testimonial de Luis Felipe Valencia Ruiz.-
6.5.- Declaración testimonial de Edgard Rufino Dominguez.-
6.6.- Declaración de Juan Alberto Calle Borrero.-
6.7.- Declaración testimonial de Hernani Herrera Ramírez.
6.8.- Declaración testimonial de Omar Alfonso Agurto Balarezo.-
6.9.- Documentales:
 1.- Acta de intervención policial del 28 de enero 2016, fs 7 a 8.
 2.- Acta de hallazgo e incineración de plantones de marihuana, fs 09.
 3.- Acta de registro de cabaña y comiso de marihuana fs 10. 28 de enero 2016.
 4.- Acta de registro de cabaña folios 11 y 12.-
 5.- Hoja que contiene un croquis del predio. Fs. 61.
 6.- cinco tomas fotográficas fs. 67, 70 y 71. 67
 7.- Oficio N° 8369-2016-RDC-CRJ-USJ-CSJPI/PJ, fs 194, de 9 de agosto 2016,
 8.- Informe de telefónica.- carta de fecha 7 de octubre 2016, fs. 349
Del acusado Reynaldo Córdova:
 9.- Acta de registro personal realizado a Reynaldo Córdova. Fs 18.
 10.- Ficha de reniec de Reynaldo Córdova.- fs 69.
Del acusado Juan Carlos Lachira Zeta
 11.- Copia certificada del carnet de mototaxista de Juan Carlos laChira Zeta,

VII.- ASPECTOS DOGMÁTICOS Y PROCESALES QUE INCIDEN EN EL PRONUNCIAMIENTO:

7.1.- Sobre el delito de tráfico ilícito de drogas en la figura de comercialización y cultivo de


amapola y marihuana y su siembra compulsiva.

Dicho tipo penal se encuentra tipificado en el artículo 296°-A del Código Penal, de la siguiente
forma:
“El que promueve, favorece, financia, facilita o ejecuta actos de siembra o cultivo de plantas
de amapola o adormidera de la especie papaver somníferum o marihuana de la especie
cannabis sativa será reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho años ni
mayor de quince años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa e
inhabilitación conforme al artículo 36, incisos 1, 2 y 4.
El que comercializa o transfiere semillas de las especies a que alude el párrafo anterior
será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años y con
ciento veinte a ciento ochenta días-multa.
La pena será privativa de libertad no menor de dos ni mayor de seis años y de noventa a
ciento veinte días-multa cuando:
1. La cantidad de plantas sembradas o cultivadas no exceda de cien.
2. La cantidad de semillas no exceda de la requerida para sembrar el número de plantas
que señala el inciso precedente.
Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de veinticinco ni mayor de treinta y
cinco años el que, mediante amenaza o violencia, obliga a otro a la siembra o cultivo o al
procesamiento ilícito de plantas de coca, amapola o adormidera de la especie papaver
somníferum, o marihuana de la especie cannabis sativa.”

Para efectos de la presente sentencia, nos interesa el verbo rector atribuido a los acusados por el
Ministerio Público que es la ejecución de actos de siembra o cultivo de marihuana de la especie
cannabis sativa previsto en el primer párrafo del antes mencionado dispositivo legal.

7.1.1.- Tipicidad objetiva:


Según Peña Cabrera Freyre, por actos de cultivo debemos entender, conforme a la definición de
términos que contiene el inciso 8 del artículo 89° del DL N° 22095, diferentes conductas
relacionadas con el sembrado, germinación, cosecha y recolección de “vegetales que contengan
sustancias fiscalizadas”. En el cultivo quedan, pues, comprendidos los actos de preparación de la
tierra destinada a área de sembrío; el proceso de la siembra o distribución de las semillas de
amapola en el terreno previamente destinado como área de cultivo; y, también, los actos de
conservación y regadío de las plantas germinales. En principio, la extensión de las zonas de cultivo
es irrelevante para la tipicidad. No obstante, si el número de plantas germinadas en el terreno no
excede de cien, la represión del hecho punible podrá ser objeto de atenuación conforme a lo
dispuesto en el segundo párrafo de este artículo.1

7.1.2.- Tipicidad subjetiva:


Para configurarse el delito es requisito indispensable la concurrencia del dolo en el actuar del
agente.

7.2.- Precisiones sobre la prueba indiciaria

San Martín Castro2 dice que por prueba indiciaria se debe entender aquella que se dirige a
demostrar la certeza de unos hechos (indicios) que no son constitutivos del delito objeto de
acusación, pero de los que, a través de la lógica y de las reglas de la experiencia, pueden inferirse
los hechos delictivos y la participación del acusado; señala, además, que ha de motivarse en función
de un nexo causal y coherente entre los hechos probados —indicios— y el que se trate de probar —
delito.

La prueba indiciaria, entonces, es aquella que prueba directamente hechos básicos mediatos para
poder, a través de aquellos, deducir los hechos que tengan significación trascendente para el
proceso.

El Código Procesal Penal ha regulado de manera expresa la prueba indiciaria, en el inciso tercero
del artículo 158°, donde se establece textualmente:

3. La prueba por indicios requiere:

a) Que el indicio esté probado;

b) Que la inferencia esté basada en las reglas de la lógica, la ciencia o la experiencia;

c) Que cuando se trate de indicios contingentes, éstos sean plurales, concordantes y convergentes, así
como que no se presenten contraindicios consistentes.

1
Peña Cabrera Freyre, Alonso Raul. “Derecho Penal Parte Especial”, Vol. IV, editorial Idemsa, Lima, febrero 2010. p.91
2
SAN MARTIN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal, Grijley, 1999: T. II, p. 632.
De la misma forma, el Tribunal Constitucional en reiterada doctrina jurisprudencial, ha establecido
que, la acreditación de un hecho mediante prueba indiciaria requiere la concurrencia de los
siguientes elementos: (i) que el indicio este probado; (ii) que la inferencia esté basada en las reglas
de la lógica, la ciencia o la experiencia; y, (iii) en caso de indicios contingentes, estos deben ser (a)
plurales, (b) concordantes, (c) convergentes, y, (d) que no se presente contraindicios consistentes.

Estas pautas también han sido explicitadas a través del Acuerdo Plenario N° 1-2006/CJ-116 que
establece que la acreditación de un hecho a través de prueba indiciaria requiere de la concurrencia
de las exigencias concretas desarrolladas normativamente por el artículo 158.3º del Código Procesal
Penal3.

VIII.- HECHOS PROBADOS:

8.1.- Ha quedado probado, que el día 28 de enero del año 2016, personal policial de la Comisaría de
Suyo, Ayabaca, se constituyeron a un predio ubicado en el sector Los Rosos, de la comunidad
campesina de Pampa Larga, distrito de Suyo, donde encontraron plantaciones de marihuana
(cannabis sativa) en una cantidad de 4350 plantones los mismos que tenían una altura de 1.80 a
2.20 m,, los mismos que se encontraban en un predio cercado con madera y alambre de púa;
asimismo que en dicho predio también se encontraron cultivos de limón, yuca, camote, pero en
menor cantidad.

Este hecho ha sido acreditado de la siguiente forma:

 Con las declaraciones de los efectivos policiales Tito Marín Altamirano Segura, Willy Abner
Marchán Rivera y Luis Felipe Valencia Ruiz quienes de manera coincidente afirmaron haber
participado del operativo policial en el caserío Los Rosos, lugar donde se encontró un predio
en el cual existían plantaciones de marihuana.
 Con el acta de intervención policial que obra a folios 7 a 8 de la carpeta fiscal, en la cual se
consigna que en el sector Los Rosos de la comunidad campesina de Pampa Larga del
distrito de Suyo, a un kilómetro del caserío hacia el norte, existían plantaciones de
marihuana en dos grupos: uno de dos mil cien plantones y otro de dos mil doscientos
cincuenta, en un predio donde además se encontraron dos cabañas, en una de las cuales
se encontró a los acusados Reynaldo Córdova Córdova y Juan Carlos Lachira Zeta, y en
otra se encontraron dos paquetes precintados y debidamente embalados con plástico
transparente los que contenían en su interior hierba seca verdusca con características a
marihuana (cannabis Sativa) con un peso aproximado de 2.55 kg el primer paquete y 2.80
kg el segundo paquete.

3Artículo 158° del Código Procesal Penal, inciso 3. La prueba por indicios requiere:
a) Que el indicio esté probado;
b) Que la inferencia esté basada en las reglas de la lógica, la ciencia o la experiencia;
c) Que cuando se trate de indicios contingentes, éstos sean plurales, concordantes y convergentes, así como que no se presenten
contraindicios consistentes.
 Con la hoja que contiene el croquis del predio, el cual si bien fue observado por la defensa
en el sentido que no tenia autoría, también debe tenerse en cuenta que sirve como
referencia en tanto, tampoco ha sido desvirtuado su contenido. Y coincide con la descripción
proporcionada por los efectivos policiales que participaron de la intervención.
 Con las tomas fotográficas de folios 67, 70, 71 en las cuales se aprecia a folios 67 un toldo
de plástico negro sujetado por unos palos de madera y frente a él plantas de marihuana
(cannabis sativa); a folios 70 la incineración de plantas y a folios 71 dos fotografías donde se
aprecian sembríos de marihuana.
 Asimismo, por el hecho de que la tesis de los acusados no ha consistido en negar el hecho,
sino la participación de los acusados en el mismo.

8.2.- Ha quedado probado además que dichas plantaciones eran efectivamente cannabis sativa
(marihuana) con la pericia química de droga, cuyas conclusiones fueron expuestas por la perito
químico Milagros Mazuelo Bohorquez, vía videoconferencia.

8.3.- Asimismo ha quedado probado que en el interior de dicho predio se encontraron dos cabañas
(construcciones hechas por horcones de madera con toldos de plástico color negro), una separada
de la otra; siendo que en la primera de ellas se encontró a los acusados Lizandro Reynaldo Córdova
Córdova y Juan Carlos Lachira Zeta, quienes se encontraban vestidos con ropa adecuada para
realizar labores de agricultura; y que en dicha cabaña se encontraron una cocina artesanal, útiles de
cocina, así como víveres y pertenencias de los acusados; lo cual se demostró también con las
declaraciones de los efectivos policiales Tito Marín Altamirano Segura, Willy Abner Marchán Rivera y
Luis Felipe Valencia Ruiz quienes de manera coincidente indicaron que en el predio materia de
intervención se encontraron dos cabañas y que en la primera cabaña que encontraron al ingresar,
encontraron a dos sujetos vestidos con ropa de trabajo; y con el acta de intervención policial (inserta
a folios 7 y 8 de la carpeta fiscal) en la cual se detalla que “…al encontrarnos en el sector Los Rosos
en la parcela ubicada a un (01) km aprox. del caserío hacia el norte, se encontró que efectivamente
existían un aprox. de dos mil doscientos cincuenta (2250) plantones de marihuana (cannabis sativa)
de una altura aprox. de 1.80 m, interviniéndose en este lugar a las personas de Reynaldo Córdova
Córdova (42), natural de Ayabaca, conviviente, con DNI N° 02849696 y domiciliado en sector 8-4-
San Isidro, Tambogrande, Piura, y a Juan Carlos Lachira Zeta (33), natural de Ayabaca,
conviviente,con DNI N° 44683802 y domiciliado en caserío Malingas s/n Tambogrande, Piura,
quienes se encontraban en el interior de una cabaña con techo de plástico color negro ubicado
dentro de la parcela…”.

8.4.- De la misma forma, con el acta de registro de cabaña de folios 11 y 12 de la carpeta fiscal, se
corrobora que en el interior de la misma se encontró a los acusados, pues además de ellos, se
encontraron sus objetos personales, como son “… una mochila marca Porta, color negro, en su
interior se encontró un alicate de metal color plata … en uno de los bolsillos delantero de la mochila
se encontró un DNI N° 02849696 a nombre del señor Córdova Córdova Reynaldo, un (01)short color
azul marca Walon, un (01) par de zapatillas de cuero, lona, color negro… pantalón azul marca New
World Order, en otra mochila de color negro con rayas anaranjadas de lana sin marca, en su interior
se encontró dos (02) licencias de conducir para vehículos menores, la primera a nombre de Navarro
Velásquez Segundo Arturo con N° 000561, …B-IIC, de la Municipalidad Provincial de Piura, la
segunda a nombre de Lachira Zeta Juan Carlos expedido por la Municipalidad de Paita N° B-
44683802…B-II …..” Asimismo se detalla en otro párrafo que “…en un trozo de madera, se
encontraron dos celulares, el primero un celular marca Nokia color negro blanco, con su batería, con
chip de la empresa Bitelm con número de serie CE0168 y el segundo marca Samsumg color negro
azul, con su batería, con chip de la empresa Movistar, con N° de serie 353246/05/265359/01, una
(01) billetera color negro con franja azul ploma de cuerina, conteniendo una tarjeta BCP (Visa) serie
4557880311615052, un chip N° 8551061021515305504, en el interior de una mica porta carnet…”.

8.5.- Con la fotografía que obra a folios 67 se aprecia esta primera cabaña que coincide con la
descripción efectuada por los efectivos policiales en juicio.

8.6.- De la misma forma, ha quedado probado que en el mismo predio y cerca de de la primera
cabaña detallada líneas arriba existían un aproximado de 2250 plantas de marihuana tal como se
detalla en el acta de intervención policial de folios 7 y 8 de una altura de 1.80 m aproximadamente y
a veinte metros de distancia, en la misma parcela un aproximado de 2100 plantas de marihuana con
una altura de 2.20 m, lo cual también ha sido corroborado por los efectivos policiales participantes de
la intervención; y como también se puede apreciar de la primera fotografía que obra a folios 67 de la
carpeta fiscal, en la cual se observa que frente a dicha cabaña se encuentran las plantaciones de
marihuana.

8.7.- Ha quedado probado además con el acta de intervención policial de folios 7, acta de registro de
cabaña de folios 9 que en la misma parcela se encontró una segunda cabaña, con la misma
estructura que la primera, y con dimensiones de aproximadamente 5 metros de largo por 3 metros
de ancho, en la cual se encontró dos paquetes precintados y debidamente embalados con plástico
transparente los mismos que contenían en su interior hierba seca verdusca con características a
marihuana y que con el Resultado Preliminar de análisis químico de droga (fs.139) y posteriormente
con el Informe Pericial Forense de droga (fs. 415 y 416) se determinó que corresponden a Cannabis
sativa (marihuana) con un peso bruto de 2.800 kg y un peso neto de 2,642kg y el otro paquete con
un peso bruto de 2500 kg y peso neto de 2349 kg, conforme lo expuso la perito Milagros Mazuelo
Bohorquez emisora de dichas pericias.

8.8.- En el mismo sentido quedó demostrado que se encontraron además en dicha parcela materia
de intervención, tres vehículos menores (motocicletas lineales) y tres motobombas; conforme fue
referido por los efectivo spoliciales que participaron en la intervención y cnforme se aprecia de la
segunda fotografía de folios 67, en la cual se observan tres motobombas cerca de un noria (pozo).

8.9.- Que los dos acusados Reynaldo Córdova Córdova y Juan Carlos Lachira Zeta, tienen
conocimiento de labores de agricultura, pues, en el caso de Reynaldo Córdova Córdova según lo
refirió el testigo Omar Alfonso Agurto Balarezo, conoce a dicho acusado porque ha trabajado para él
en la parcela que administra desde hace más de diez años y realizaba labores de siembra de yuca,
maíz, frejol, riego de frutales, así como la cosecha de mango, limón, además que le cuidaba la
parcela cuando él salía, lo cual efectuaba a cualquier hora del día y de manera permanente; sin
embargo, que también habían días en que no había trabajo, por lo general, por el lapso de una
semana, periodo en el cual el acusado Reynaldo Córdova salía a buscar trabajo a otros lugares
incluso donde le pagaran más dinero. Y que el motivo por el cual dejó de trabajar para Agurto
Balarezo fue por el sueldo, porque quería ganar más de lo que le pagaban. De la misma forma, el
testigo Hernani Herrera Ramírez manifestó conocer al acusado Reynaldo Córdova Córdova porque
ambos se dedican a labores de agricultura e incluso ambos habían trabajado para el señor Agurto
Balarezo y que el motivo por el que dejaron de laborar ahí es “porque la chamba se estaba
agotando y como en ese tiempo estábamos buscando trabajo en querer ganar algo más”.

8.10.- En cuanto al acusado Juan Carlos Lachira Zeta, si bien los testigos Edgard Rufino Domínguez
y Juan Alberto Calle Borrero, indicaron conocer al mencionado acusado por dedicarse a labores de
mototaxista, y que incluso formaban parte de una asociación denominada “Una voz en el desierto”
quw cubre la ruta Malingas – Tambogrande - Malingas; sin embargo, también señalaron que en
épocas de campaña de limón y mango dejan su labor de mototaxistas y se van a trabajar a las
parcelas desempeñando labores de agricultura.

IX.- ACREDITACIÓN DE LOS ELEMENTOS DE LA PRUEBA INDICIARIA EN EL PRESENTE


CASO.

9.1.- El indicio o hecho base4.

En el presente caso se ha demostrado de manera directa e indubitable, varios hechos o indicios


bases, tales como:

Indicios antecedentes5:

 Indicio de capacidad para delinquir o personalidad6 de los acusados Reynaldo Córdova


Córdova y Juan Carlos Lachira Zeta quienes conocían labores de agricultura (Ver acápite
8.7).
 Indicio de móvil delictivo7 pues ambos acusados buscaban trabajo donde obtuvieran
mayores ganancias. (Ver acápite 8.7).

Indicios concomitantes8:

4
El indicio o hecho base, como exige el mencionado artículo 158.3º, debe encontrarse probado de modo indubitable. Esto permite
sostener que si durante el plenario este no ha podido ser acreditado al nivel de certeza, no podrá ser utilizado para deducir el hecho
presumido, pues, como señala SAN MARTÍN CASTRO, en su libro Derecho Procesal Penal: “La presunción judicial no puede partir de
un hecho dudoso”. Desde esta perspectiva, se considera que el indicio debe encontrarse necesariamente probado mediante prueba directa.
5
Estos indicios son los anteriores al delito. Están referidos a la capacidad para delinquir y a la oportunidad para la comisión de un delito,
tales como tenencia de instrumentos, amenazas previas, ofensas, enemistades, interés en la desaparición de una persona. Los tres últimos
son los denominados indicios de móvil delictivo, que son indicios psicológicos de suma importancia, en el entendido que toda acción
humana, y especialmente la delictiva, que implica sanciones y molestias, tiene una razón, un motivo que la impulsa (MARTINEZ RAVE,
Gilberto. Procedimiento Penal Colombiano. Bogotá: Temis, 1994, p.407). Sólo asociados a otros indicios, estos pueden constituir prueba
suficiente (SAN MARTÍN CASTRO, César; Derecho Procesal Penal. Tomo II. Lima; Grijley, 2003, p.864).
6
Entendido como el conjunto de cualidades, carácter de la persona, de su conducta pasada, sus costumbres, sus disposiciones.
7
Esta clase de indicios han sido descritos por la jurisprudencia y la doctrina como aquellos que están ligados a la razón de la persona para
cometer un delito.
 Indicio de presencia física, porque fueron encontrados por personal policial el día 28 de
enero del año 2016 en el interior de una cabaña ubicada dentro de la parcela donde existían
plantaciones de marihuana. (Ver acápite 8.4).
 Porque además fueron encontrados vistiendo ropa apropiada para efectuar labores de
agricultura (pantalón y polos sucios)
 Porque en la parcela donde fueron encontrados se encontraron 4350 plantaciones de
marihuana, además de motobombas y una cabaña donde se encontraron dos paquetes
precintados y embalados conteniendo cannabis sativa (marihuana).
 Porque en la cabaña donde fueron encontrados también se encontró pertenencias de ellos
como son una mochila marca Porta en cuyo bolsillo se encontró el DNI del acusado
Reynaldo Córdova Córdova y una mochila color negro con rayas anaranjadas sin marca en
cuyo interior se encontró una licencia de conducir a nombre de Juan Carlos Lachira Zeta.

Indicios subsiguientes9:

 Actitud durante el proceso y en juicio oral: los acusados durante todo el proceso han
guardado silencio. Pese a los testimonios que los incriminaban no han tratado de
defenderse ni ha mostrado ninguna actitud de indignación que evidencia quien es inocente
de un delito. Al respecto debe tenerse en cuenta que si bien es derecho de los acusados
abstenerse de declarar, debe tenerse en cuenta que esta actitud de guardar silencio, los
acusados la han mantenido durante todo el juicio, es decir en ningún momento han tratado
de esclarecer a qué se debía su presencia en el lugar donde existían plantaciones de
marihuana, y en todo caso contradecir los testimonios de los efectivos policiales, que en
presencia de ellos, declararon que fueron encontrados al interior de una de las cabañas que
existían en el predio; pues de haber declarado en juicio, pudo haberse ordenado una
confrontación al existir versiones distintas; sin embargo, ello no ocurrió debido a que ambos
acusados decidieron guardar silencio. Al respecto corresponde hacer referencia que la Corte
Suprema de la República10 ha sostenido lo siguiente: que respecto a los cuestionamientos
formulados de la posibilidad de establecer si la carga de la prueba la tiene únicamente la
Fiscalía o en algún momento varía hacia la defensa, cabe precisar que tal como lo establece
el artículo IV del Título Preliminar del Código Procesal Penal, en concordancia con el inciso
2) del artículo 61° del mismo cuerpo legal, el Ministerio Público es el titular de la acción
penal en los delitos y tiene el deber de la carga de la prueba, debiendo actuar con
objetividad, indagando no sólo los hechos constitutivos del delito, sino también los que

8
Son los indicios que resultan de la ejecución del delito, se presentan simultáneamente con el delito. A este rubro pertenecen los indicios
de presencia y los indicios de participación en el delito.
9
Son los que se presentan con posterioridad a la comisión del delito (MARTINEZ RAVE, Gilberto. Procedimiento Penal Colombiano.
Bogotá. Temis, 1994, p.863). Según GORPHE (citado por SAN MARTÍN CASTRO, César; Derecho Procesal Penal. Tomo II. Lima;
Grijley, 2003, p.864), se trata de indicios que actividad sospechosa. Pueden ser acciones o palabras, manifestaciones hechas
posteriormente a amigos, el cambio de residencia sin ningún motivo, el alejarse del lugar donde se cometió el ilícito, el fugarse después
de estar detenido, el ocultar elementos materiales del delito, la preparación de falsas pruebas sobre su inocencia, la consecución de
testigos falsos.
10
Casación N°353-201- Arequipa. Fundamento jurídico 4.6, de fecha cuatro de junio del año dos mil trece.
determinen y acrediten la responsabilidad o inocencia del imputado, sin embargo, ello no
impide que el procesado pueda defenderse de la imputación fáctica que pesa en su contra,
presentando medios de prueba de descargo, más aun cuando se trata de una defensa
afirmativa, donde el Juez exigirá que el encausado descubra todos los elementos
probatorios e información que posea y que sustente la misma. Estando a lo expuesto, se
reitera que en el presente caso los acusados se han acogido al derecho de guardar silencio,
y por ende no han brindado ninguna explicación y no han dado su punto de vista sobre la
tesis de imputación, lo que hubiera permitido al órgano jurisdiccional realizar un juicio de
ponderación o análisis comparativo entre la imputación y la justificación o explicación que
den los acusados, máxime cuando existe una incriminación en su contra por parte del
Ministerio Público, y testigos -que no han sido desacreditados- los que afirman haberlos
encontrado al interior de una parcela donde existían sembríos de marihuana; por
consiguiente con dicha conducta omisiva los acusados han renunciado a su derecho y deber
de defenderse de la incriminación, dando lugar con ello a que sólo se cuenten con pruebas
de cargo -las mismas que son idóneas y suficientes- y con escaso valor las de descargo
(conforme se analizará posteriormente).

9.2.- El hecho presumido, hecho consecuencia o conclusión11.

A partir de los hechos bases o indicios probados, podemos inferir sin lugar a dudas que los
acusados Reynaldo Córdova Córdova y Juan Carlos Lachira Zeta, venían dedicándose al cultivo de
cannabis sativa (marihuana) en el predio ubicado en el sector Los Rosos de la comunidad
campesina de Pampa Larga, distrito de Suyo, motivo por el cual fueron intervenidos el día 28 de
enero del 2016 por parte de personal policial de la Comisaría de Suyo, en dicho predio, por las
siguientes razones:

 En primer lugar, porque los acusados Reynaldo Córdova Córdova y Juan Carlos Lachira
Zeta conocían de labores de agricultura, hecho que además ha sido corroborado por sus
propios testigos de descargo (Edgar Rufino Domínguez, Juan Alberto Calle Borrero, Hernani
Herrera Ramírez y Omar Alfonso Agurto Balarezo), quienes han referido que ambos
acusados se dedicaban a realizar labores de campo y buscaban este tipo de trabajos para
conseguir mayores ganancias.
 En segundo lugar, porque ambos acusados Reynaldo Córdova Córdova y Juan Carlos
Lachira Zeta, fueron encontrados con ropa adecuada para efectuar labores de agricultura,
en una cabaña ubicada al interior de un predio en el cual habían 4350 plantas de marihuana,
siendo que estos sembríos estaban a escasos metros de la cabaña donde ellos se
encontraban; lo cual se ha probado con el acta de intervención policial, con las fotografías y
con las declaraciones testimoniales de los efectivos policiales que participaron en la

11
El hecho presumido, hecho consecuencia o conclusión no es sino el hecho desconocido que se deduce o presume a partir del hecho
base. Ahora, como tal, aquél debe desprender del hecho base, siguiendo ciertas reglas de razonamiento.
intervención Tito Marín Altamirano Segura, Willy Abner Marchán Rivera y Luis Felipe
Valencia Ruiz.
 En tercer lugar, por cuanto en el mismo predio se encontraron tres motobombas conectadas
a una noria, hecho que constituye indicio que en el predio se efectuaban labores de regadío
de los sembríos que existían en el mismo.
 En cuarto lugar, por cuanto, las plantaciones de marihuana tenían una altura considerable,
(1.80m a 2.20 m como lo han referido los efectivos policiales) es decir, no pasaban
desapercibidas.
 En quinto lugar, porque la parte acusada se ha limitado a señalar, como argumento de
defensa, que los acusados no fueron encontrados al interior del predio sino en la parte
externa de este y debido a que estaban esperando a un sujeto conocido con el apelativo de
“gato” quien los había contratado para la tumba de “limón” en su parcela, ofreciéndoles un
jornal atractivo; sin embargo, los tres efectivos policiales que participaron en la intervención
manifestaron haberlos encontrado dentro del predio y es más, al interior de una cabaña que
estaba cerca a cultivos de marihuana. Cabe mencionar que si bien los efectivos policiales
Tito Marín Altamirano Segura y Willy Abner Marchán Rivera refirieron que en el predio
intervenido también encontraron sembríos de limón, yuca y otras especies, estos se
encontraban en menor cantidad; siendo evidente que dichos cultivos solo eran fachada de la
mayor cantidad de sembríos que correspondía a marihuana y para encubrir la principal
actividad ilícita que en dicho predio se efectuaba como es el sembrío de marihuana para
fines de comercialización y posterior consumo, toda vez que también existía otra cabaña
donde se encontraron dos paquetes precintados los mismos que contenían marihuana en un
peso mayor de dos kilogramos cada uno, debidamente embalados, además de hojas de
dicho vegetal, habiendo observado los miembros policiales que concurrieron a juicio, a un
sujeto que huyó del lugar, actitud lógica de personas que son descubiertas cuando se
dedican a actividades ilícitas.
 Por último, por cuanto no existen contraindicios consistentes que desvirtúen los hechos
indiciarios mencionados, pues si bien los abogados defensores han sustentado como
argumentos de defensa por ejemplo que no existe uniformidad en la declaración de los
efectivos policiales pues uno de ellos había dicho que encontraron a los acusados parados
mientras que los otros dijeron que estaban sentados; sin embargo, esto no constituye un
contraindicio consistente debido a que el hecho concreto y cierto es que todos coinciden en
afirmar que los acusados se encontraban al interior de la cabaña que estaba dentro del
predio intervenido.
 En el mismo sentido, si bien los acusados presentaron testigos para acreditar que no se han
venido dedicando a la ejecución de actos de siembra de marihuana, respecto de dichos
testigos debe tenerse en cuenta lo siguiente:
a) En cuanto al testigo Edgar Rufino Domínguez, este manifestó conocer a Juan Carlos
Lachira Zeta porque ambos trabajaban como mototaxistas en la ruta Tambogrande –
Malingas – Tambogrande, y además pertenecían a la asociación “Una voz en el
desierto”, pero que en los meses de diciembre a enero que hay campañas de mango y
limón se van a trabajar a dichas campañas; sin embargo no dio mayores referencias que
desvirtúen la imputación contra el referido Lachira Zeta, por lo tanto, dicha declaración
no es un contraindicio consistente que le reste mérito probatorio a las demás pruebas de
cargo.
b) En relación al testigo Juan Alberto Calle Borrero, dicho testigo también manifestó
conocer al acusado Lachira Zeta por dedicarse a trabajar como mototaxistas de la
asociación “Una Voz en el desierto”, señalando además que la mayoría de los socios
cuando no sale de la moto, se dedican a otras actividades, como en la cosecha de
plátano, de mango, de limón, durante la campaña que se efectúa de noviembre a enero
de cada año. Esta declaración al igual que la anterior tampoco le resta mérito probatorio
a las demás pruebas de cargo.
c) Respecto al testigo Omar Alfonso Agurto Balarezo, el mismo refirió haber sido el
empleador del acusado Reynaldo Córdova Córdova; a quien empleaba en su parcela
desde hace diez años atrás, realizando labores de siembra, cosecha y cuidado de
cultivos de yuca, maíz, frejol, frutales como mango y limón, labor que desempeñaba de
manera permanente; sin embargo habían días en que no hay trabajo por una semana y
los días que no trabajaba para él, se dedicaba a un pedazo de tierra que le había dado
para que siembre como compensación por cuidarle su parcela; sin embargo, señaló
además que el motivo por el cual el acusado Reynaldo Córdova dejó de trabajar para él,
fue el sueldo de treinta soles, quería que le pague más, pero como él no estaba en
condiciones le dijo que si había otro sitio donde le puedan pagar más podía ir; no
habiéndole referido a dónde se iba a laborar y que desde el 23 al 26 no lo había visto;
es decir, que dicho testigo tampoco puede dar fe que el acusado Reynaldo Córdova no
se haya dedicado a labores de cultivo de marihuana durante esos días, porque no lo vio.
d) Y por último, en relación al testigo Hernani Herrera Ramírez, dicho testigo refirió conocer
a Reynaldo Córdova desde hace quince años, y con quien han laborado juntos en la
parcela de Omar Agurto, hasta el sábado 23 de enero, indicando que los días
posteriores, esto es, el lunes y martes, le había ayudado a Reynaldo Córdova a trabajar
en el pedazo de tierra que le había dado Omar Agurto para que lo trabaje y el día
miércoles 27, es decir un día antes de la intervención del acusado, estuvieron toda la
mañana buscando trabajo con Reynaldo Córdova y Lachira Zeta y como no encontraron,
regresaron a su casa y cuando iban de regreso a casa, en la carretera Panamericana,
encontraron una camioneta que paró y los llamó para ofrecer trabajo, siendo Reynaldo
quien se acercó a la camioneta y después le dijo que la persona de la camioneta le
había ofrecido trabajo en la poda de limón por la ciudad de Suyo, y cuando regresaron a
casa, él le dijo que no podía ir a ese trabajo porque era muy lejos, él trabajaba desde las
siete de la mañana hasta la una de la tarde, porque en la tarde vía a sus animales y
después se enteró que Reynaldo Córdova se había ido a ese trabajo, por lo que
sucedió. Sin embargo, dicha versión del testigo no es del todo verosímil, pues
proporcionó datos que no coinciden con los del testigo Omar Agurto, pues mientras este
último manifestó que el acusado Reynaldo Córdova había trabajado en su parcela desde
hace diez años atrás, el testigo Hernani Herrera Ramírez, indicó que con el acusado
Reynaldo Córdova habían trabajado de tres a cuatro años en la parcela de Omar Agurto.
Además los datos que proporcionó de lo que hicieron el día 27 de enero no pueden ser
corroborados pues ninguno de los acusados declaró en juicio.
9.3.- Lo anteriormente expuesto genera en este Colegiado absoluta convicción respecto de la
incriminación en contra de los acusados, habida cuenta que se encuentra corroborada con los
hechos indiciarios antes descritos, asimismo con la naturaleza de las evidencias de cargos actuadas
y valoradas, y la falta de justificación o explicación lógica por parte de los acusados, por lo que existe
una conexión racional, precisa y directa por ser esta última una inferencia categórica deducida de la
sucesión de hechos precedentemente establecidos, no existiendo una hipótesis alternativa al curso
causal de acontecimientos que posibilite decantar en una conclusión diferente, por lo que se ha
logrado revertir la presunción de inocencia de los acusados, habiendo quedado acreditada su
responsabilidad penal en el delito imputado, por lo que cabe imponerles una sanción.

X.-DETERMINACIÓN DE LA PENA

10.1.- En lo atinente al quantum de la pena, es preciso anotar que en nuestro ordenamiento jurídico
penal para determinar e individualizar la pena a imponerse nos remite a los diversos indicadores
abstractos de punición previstos en los artículos cuarenta y cinco y cuarenta y seis del Código Penal.
Respecto de los fines de la pena, conforme a la teoría de la unión, nuestro Código penal vigente,
asume una opción funcional de la pena preventivo-mixta y reconoce posibilidades preventivo-
generales y preventivo-especiales. Luego, los artículos IV, VII y VIII del Título Preliminar,
complementan el sentido de los artículos I y IX con exigencias de culpabilidad, lesividad y
proporcionalidad12.

10.2.- El artículo cuarenta y cinco A del Código Penal señala que el Juez determina la pena aplicable
desarrollando las siguientes etapas: identifica el espacio punitivo de determinación a partir de la
pena prevista en la ley para el delito y la divide en tres partes. Luego determina la pena concreta
aplicable al condenado evaluando la concurrencia de circunstancias agravantes o atenuantes
observando las siguientes reglas: (…) Cuando no existan atenuantes ni agravantes o concurran
únicamente circunstancias atenuantes, la pena concreta se determinará dentro del tercio inferior
(…). Cuando concurran circunstancias atenuantes privilegiadas o agravantes cualificadas, la pena
concreta se determina de la siguiente manera: Tratándose de circunstancias atenuantes
privilegiadas, la pena concreta se determina por debajo del tercio inferior.

10.3.- El artículo 296°-A del Código penal en su primer párrafo establece una pena privativa de la
libertad no menor de no menor de ocho años ni mayor de quince años; asimismo una pena de multa

12
PRADO SALDARRIAGA, Víctor. “Las consecuencias jurídicas del delito en el Perú”. Gaceta jurídica, primera edición, setiembre 2000,
p.39
que va desde ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa e inhabilitación conforme al
artículo 36, incisos 1, 2 y 4.

El Ministerio Público ha solicitado la imposición de diez años y cuatro meses de pena privativa de la
libertad, doscientos cuarenta y dos días multa, que ascienden a mil quinientos doce soles e
inhabilitación por cinco años conforme a los incisos 02) y 04) del artículo 36º del Código Penal.

Al respecto el Colegiado tiene en cuenta que en el caso sub judice concurre una circunstancia
atenuante a favor de los acusado en mérito a que carecen de antecedentes penales, pues el
Ministerio Público no ha acreditado lo contrario, por ende y en mérito al principio de favorabilidad se
les debe considerar como primarios. Bajo este contexto, en las circunstancias y condiciones
personales de los acusados, resulta de aplicación al caso concreto los artículos IV y VIII del Título
Preliminar del Código Penal sobre los principios de lesividad y proporcionalidad13 – entendido como
la correspondencia debida entre la gravedad del hecho y la pena que corresponde aplicar a su autor-
14, en la que se debe valorar los efectos del daño causado y el bien jurídico protegido, así como el

artículo IX del Título Preliminar del mismo cuerpo normativo sobre la función de la pena, que es la
resocialización del interno y sobre todo se debe invocar el principio de humanidad de las penas 15. En
ese orden de ideas, este Colegiado estima que en base a las condiciones personales de los
procesados, su edad, la naturaleza del delito, la forma y circunstancias de la comisión del evento
delictivo, así como las reglas o factores previstos por los artículos cuarenta y cinco, cuarenta y cinco
A y cuarenta y seis del Código Penal, se les debe imponer la pena mínima establecida en el tipo
penal, tanto para la privativa de la libertad como la pena de multa, atendiendo al criterio racional de
necesidad de pena, en tanto consideramos que los acusados tiene posibilidad de readaptarse en su
momento a la sociedad.

10.4.- Para efectos del cálculo de la pena de multa se tiene que conforme lo establece el artículo 43°
del Código Penal, el importe del día-multa será establecido sobre el veinticinco por ciento del ingreso
diario del condenado, y en este caso, ambos han declarado percibir la suma de veinte soles diarios,
por lo que el 25% del mismo equivale a la cantidad de S/.5.00 los que multiplicados por ciento
ochenta días-multa arrojan un total de S/.900.00 que deberán pagar los sentenciados a favor del
Estado.

13
El Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el EXP. N. º 010-2002-AI/TC. Lima. Caso Marcelino Tineo Silva Y Más De
5,000 Ciudadanos ha establecido en el numeral 196 ha establecido: “Sin embargo, el principio de proporcionalidad tiene una especial
connotación en el ámbito de la determinación de las penas, ya que opera de muy distintos modos, ya sea que se trate de la
determinación legal, la determinación judicial o, en su caso, la determinación administrativa-penitenciaria de la pena”.
14
Sobre el principio de proporcionalidad de las penas existe El IV Pleno Jurisdiccional Penal Nacional. Chiclayo – 2000. Tema 1.
Proporcionalidad De Las Penas. Acuerdo Tercero.- Por consenso: El principio de proporcionalidad de las penas permite disminuir
por debajo del mínimo legal las penas previstas para los delitos agravados Decreto Legislativo Nº 896, aun cuando no concurran
circunstancias atenuantes específicas, correspondiendo a los jueces motivar suficientemente la aplicación de este principio con
precisión de los criterios de proporcionalidad empleados para fijar la pena.
15 El Principio de humanidad de las penas ha sido regulado en el artículo 5° de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Asimismo, el artículo 7° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Análogamente lo encontramos en el artículo 5°, inciso 2,
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Legislación que no es ajena a nuestra realidad legislativa, pues la Constitución
Política del Perú establece en el artículo 2°, inciso 24, literal f; y finalmente el artículo 3° del Código de Ejecución Penal (Decreto
Legislativo N.° 654).
10.5.- En cuanto a la pena de inhabilitación se impondrá por un periodo prudencial y en proporción a
las penas privativa de la libertad y de multa.

XI.- DETERMINACIÓN DE LA REPARACIÓN CIVIL

En cuanto a la Reparación Civil, se debe mencionar que en el acuerdo plenario Nº6-2006-CJ-116, se


ha establecido que el proceso penal nacional, acumula obligatoriamente la pretensión penal y la
pretensión civil. Desde esta perspectiva el daño civil debe entenderse como aquellos efectos
negativos que derivan de la lesión de un interés protegido, lesión que puede originar consecuencias
patrimoniales y no patrimoniales. La reparación civil -que nace del acto u omisión ilícito-, según
jurisprudencia consolidada de la Corte Suprema, debe guardar proporción con el daño y perjuicio
irrogado a la víctima (Ejecutoria Suprema N° 3755-99/Lima del quince de diciembre de mil
novecientos noventa y nueve). En el presente caso, el actor civil ha solicitado se fije en cincuenta mil
nuevos soles, por lo que el Colegiado fijará un monto prudencial en atención al daño social que se
causa con las sustancias estupefacientes y a la inversión del Estado en la lucha contra el tráfico
ilícito de drogas.

XI.- COSTAS

De conformidad con lo previsto en el artículo 497° inciso tres del Código Procesal Penal, las costas
están a cargo del vencido, asimismo el artículo 500° inciso primero, del citado texto legal establece
que las costas serán impuestas al imputado cuando sea declarado culpable, por lo que en este caso
corresponde imponérselas a los acusados debiendo determinarse su monto con la liquidación que se
efectuará en vía de ejecución de sentencia.

XII.- DECISION:

Por estos fundamentos; apreciando los hechos y las pruebas actuadas con el criterio de conciencia
que la ley autoriza e impartiendo justicia a Nombre de la Nación; los integrantes del Juzgado Penal
Colegiado Supraprovincial;

HAN RESUELTO:

1. CONDENAR a los acusados LIZANDRO REYNALDO CORDOVA CORDOVA y JUAN


CARLOS LACHIRA ZETA como AUTORES del delito CONTRA LA SALUD PÚBLICA, en
la modalidad de TRAFICO ILICITO DE DROGAS, figura de EJECUCION DE ACTOS SE
SIEMBRA Y CULTIVO DE PLANTAS CANNABIS SATIVA – MARIHUANA, tipificado en el
artículo 296º-A del Código Penal, en agravio del ESTADO; como tales se les impone la
pena de OCHO AÑOS DE PENA PRIVATIVA DE LA LIBERTAD, que computada desde
su detención producida el 28 de enero del año 2016, vencerá el 27 de enero del 2024.
2. SE LES IMPONE LA PENA DE CIENTO OCHENTA DIAS-MULTA equivalentes a la suma
de NOVECIENTOS SOLES que deberá pagar cada uno de los sentenciados a favor del
Estado.
3. SE IMPONE LA PENA DE INHABILITACIÓN por el plazo de TRES AÑOS, de conformidad
con el artículo 36° incisos 2 y 4 del Código Penal.
4. FIJAR el pago de DIEZ MIL SOLES, por concepto de reparación civil, que deberá ser
cancelada en forma solidaria por los sentenciados, a favor del Estado.
5. IMPONER el pago de COSTAS a los sentenciados.
6. ORDENAR que consentida o ejecutoriada que sea la presente, se remitan los boletines y
testimonios de condena, y hecho se devuelva el proceso al Juzgado de la Investigación
Preparatoria que corresponda para su ejecución.

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