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Presentado por
Deyber Alfonso Navas Rueda – cód. 91531402
Presentado a:
Descripción botánica
La arracacha es una planta herbácea, vivaz, que puede adquirir una altura de 1.30
m., siendo su tamaño promedio de 40 a 50 cms.
La raíz es cónica, tuberosa, carnosa y comestible. No se puede observar una raíz
principal, y la raíz que engruesa, no presenta ramificaciones. Su longitud varía lo
mismo que el peso. Se pueden encontrar raíces que alcanzan una longitud de 20
cms y un diámetro inicial de 8 cms o más.
La raíz tuberosa reservante es apreciada no solo por su sabor sino también por
su digestibilidad ya que contiene un almidón muy fino (10-25%) así como también un
alto contenido de calcio y vitamina A.
El tallo de la arracacha es un rizoma de forma variable, con mucha frecuencia
presenta forma de tonel y siempre manifiesta zonas continuas de crecimiento. Las
yemas en esta estructura solamente están presentes en la parte superior, en la
parte inferior da alojamiento a las raíces.
De la parte superior del tallo emergen las yemas caulinares que se dirigen
verticalmente hacia arriba y cubriéndose lentamente de hojas. A estas yemas se
les denomina colinos y presentan la importancia de servir como órgano de
reproducción de la planta.
Presenta un pecíolo muy desarrollado, los bordes son aserrados y un ápice agudo.
Las tonalidades de las hojas son verdosas y rojizas por partes.
Condiciones ecológicas
La arracacha es una especie que se desarrolla entre los 600 y los 3000 m.s.n.m.,
esta amplitud en la adaptabilidad está relacionada con las diferentes clases de
variedades existentes.
Con relación a los suelos la especie se desarrolla muy bien en suelos sueltos,
drenados y con buen contenido de materia orgánica. Los suelos muy arcillosos
requieren ser laborados para que la planta se desarrolle.
Una vez el terreno está preparado se entierran los colinos dejando el brote terminal
descubierto, empleando una distancia de siembra de 90 cms entre hileras y 40
cms entre plantas para una densidad de 27.770 unidades por hectárea.
Debido a las características del cultivo de estar asociado con otras especies, no
se le lleva a cabo un proceso de fertilización determinado. Se ha comprobado que
suministros adecuados de nitrógeno, fósforo y potasio mejoran las condiciones
físicas del producto y aumentan la producción del cultivo. Toda recomendación de
fertilizantes debe estar basada en el análisis químico del suelo y en los
requerimientos de la especie.
En términos generales el suministro de agua se realiza de forma natural mediante
las precipitaciones presentes en cada región. Por esta razón es de gran
importancia programar la fecha de siembra teniendo en cuenta las condiciones de
lluvias expresadas en cada lugar determinado.
Post-cosecha
Después de colocadas las semillas en el suelo, son decisivos para la cosecha los
cuatro primeros meses. Si se dejan de controlar las malezas se pueden producir
pérdidas de cosecha de hasta un 40%.
Durante el curso del cultivo deben darse por los menos tres deshierbas, que se
realizan frecuentemente a mano para no estropear la planta, una a los dos meses
de desarrollada, otra a los cuatro meses y otra a lo dos meses siguientes.
Cercospora sp
Alternaría sp
Los ataques de Alternaría se inician en las hojas más viejas; en los bordes de éstas,
aparecen manchas de forma irregular y de un color pardo a negro. El tejido
necrosado presenta un halo amarillo. Cuando las manchas se aumentan en número
y tamaño se manifiesta un arrugamiento de la hoja. En ataques fuertes la hoja se
puede secar y morir.
Plagas
NEMATODOS
Aunque no son insectos plaga, los nemátodos pueden llegar a causar daños
importantes dentro del órgano cosechado. Los nemátodos son individuos
microscópicos localizados en el suelo, causando daño al sistema radicular de la
planta. Las plantas atacadas son de color verde pálido, presentan tejidos
engrosados y adquieren formas muy anormales. Se presenta igualmente atrofia en
el desarrolla y una apariencia fláccida en las hojas externas. Cuando la raíz se
forma, los nemátodos emigran a ésta e invaden los tejidos de almacenamiento que
adquieren una textura harinosa. La actividad de los nemátodos ocasiona que la raíz
no forme estructuras secundarias. La única medida de control para prevenir el
ataque de los nemátodos es la rotación por largos períodos, 4 ó 5 años, con cultivos
resistentes al ataque del nemátodo. La utilización de material de propagación
vegetativa procedente de cultivos libres del nemátodo, puede evitar su presencia en
áreas de cultivo.