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Rayuela

Publicada en 1963, esta novela del escritor argentino Julio Cortázar se divide en
tres partes, tituladas Del lado de allá (capítulos del 1 al 36), Del lado de acá
(desde el capítulo 37 al 56) y De otros lados (Capítulos prescindibles), que abarca
del capítulo 57 al 155.

El carácter rompedor de esta obra se manifiesta ya en la página que precede a


estas tres partes, titulada Tablero de dirección; en ella, Cortázar invita al lector a
elegir entre dos posibilidades de lectura. La primera opción es la convencional:
consiste en leer linealmente las dos primeras partes y obviar la tercera (de ahí su
subtítulo de Capítulos prescindibles). La segunda es seguir una lista de capítulos
propuesta por el autor, en la que los Capítulos prescindibles se intercalan como
una suerte de comentarios (a menudo crípticos) entre los capítulos de las dos
primeras partes.

Julio Cortázar

La trama expuesta en las dos primeras partes resulta trágica y simple. Sus títulos,
Del lado de allá y Del lado de acá, aluden al espacio de la acción: París y
Argentina. El protagonista, Horacio Oliveira, ejerce de traductor en París, como el
propio Cortázar. Allí se convierte en amante de Lucía, apodada la Maga, una
montevideana con un hijo natural, muy niño, al que ella llama Rocamadour. Ambos
personajes son del todo contrapuestos, aunque probablemente de ello mismo
procede la atracción: la Maga, haciendo honor a su sobrenombre, es espontánea,
intuitiva, impredecible; Horacio es un intelectual en busca del sentido de la vida y
del arte.

Con un grupo de amigos, entre los que figuran Ronald, Babs, Perico, Etienne,
Gregorovius y Wong, Horacio Oliveira funda el Club de la Serpiente. Dicho club es
una minúscula y libérrima asociación en la que sus miembros se juntan y matan
las horas, dialogando o deleitándose con buen jazz. En una de las sesiones fallece
de súbito Rocamadour. Horacio lo sabe muerto, pero no osa decírselo a la Maga.
En la misma estancia donde se reúnen aquella noche yace el cadáver del niño;
inadvertida del drama, la Maga conversa tranquilamente. Todo ello ha ocurrido ya
cuando comienza el libro y es luego conjurado de forma retrospectiva. Después
del fallecido Rocamadour, la Maga desaparece.

Horacio Oliveira busca en vano a la Maga por París y luego por Montevideo,
cuando hace escala allí en el viaje de regreso a Argentina. En Buenos Aires,
Horacio renueva su amistad con Traveller. Pese a llamarse "Viajero" en inglés,
Traveller no ha salido nunca de su país. Si en cierto sentido viene a ser el doble
de Oliveira, ambos, Oliveira y Traveller, representan el común desdoblamiento de
Cortázar.
A través de Traveller y de su mujer, Talita, conoce Horacio a Ferraguto, dueño de
un circo donde trabajan los esposos. Oliveira vive frente al apartamento del
matrimonio, con otra amante, Gekrepten, en quien se transpone la dolorosa
parodia humana de la Maga. Tan pronto como Ferraguto se vende la carpa para
adquirir una clínica mental, Horacio empieza a mostrar síntomas de desequilibrio.
Por consejo de Traveller, se deja recluir mansamente en el sanatorio de Ferraguto.

Allí se suicida o enloquece de modo irremediable, si bien el monólogo interior que


le conduce a ello se halla contenido en la tercera parte, De otros lados. Nunca
llega a dilucidarse si aquella corriente de conciencia refleja el descenso al centro
de su ser, cuando posiblemente se suicida echándose al vacío, o si es su despeño
sin retorno en la demencia. En cualquier caso, toda la obra podría interpretarse
como una vasta parábola de la caída del hombre después de probado el fruto del
conocimiento. El juego infantil que da título al libro alude por un lado a su
estructura hecha de saltos y bifurcaciones, pero también al viaje alegórico de la
tierra al cielo implícito en las casillas inicial y final del juego de la rayuela.

La tercera parte de la novela, De otros lados (Capítulos prescindibles), está


formada por materiales heterogéneos: anotaciones, recortes de periódico, cartas,
manuscritos, poemas, notas enciclopédicas, reflexiones sueltas. Algunos de sus
capítulos se reducen a una cita de Lawrence Ferlinghetti, de Antonin Artaud o de
Jean Tardieu, junto a otros autores clásicos o contemporáneos. Cuando hay
narración, y por lo tanto espacio y personajes, predomina de nuevo París y un
oscuro escritor llamado Morelli; bastantes de los textos misceláneos son suyos
(las "morellianas") o se refieren a él. Pero también hay evocaciones de otros
personajes de escasa o nula relevancia en las partes pasadas. Por ejemplo, los
capítulos 101, 103 y 64 exponen los tratos de Horacio con Paola, una amante
suya a quien no conocimos en Del lado de allá, pese a que la acción transcurra
precisamente durante la estancia parisiense de Oliveira.

Aunque el escritor austríaco Robert Musil sea citado y comentado en Rayuela,


Morelli es su trasunto, casi en la misma medida en que Oliveira lo es de Cortázar.
Exiliado y anciano, Morelli agoniza con plena lucidez en un hospital, cuando lo
descubre el Club de la Serpiente. Con todos estos materiales, De otros lados
(Capítulos prescindibles) entreteje pasadas vivencias y reflexiones sobre el arte, el
pensamiento y la literatura, insistiendo con no poca reiteración en el sentido y la
forma de la novela como género. El autor se vale de Morelli y de Horacio para
someter la narrativa contemporánea a un amplio examen crítico y proponer una
idea de la novela como vivencia y catalizador, en un orden cerrado y con la
complicidad de los lectores para crear de nuevo el texto.

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