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a4aMayTA MAQUIAVELO Y MUSSOLINI ron CARLOS SANCHEZ VIAMONTE "Con palabras no se castiga al ‘eselavo" Proverbip XXIV. Bee et aeniote teat te Tees ee es ier arian beara Sear Seaease preceptor y jero. de Magulavelo no ha sido perdonado ni to sera munca, FH cinisino. de sus expresiones le. colocs en 1a con de perversidad a que no han legado fs Indvdos done lucta mas excecrable que registran los anales de la tierra Esta actitud podria sef expresada en una interesante obser vacién femenina acerea de que en amor todo puede hacer Se pero no todo puede decfse. Indudablemente, la huma- Tidad juzga con {a gezmonerfa de una bealacelestina que Bretendieseencatiir a vitud en pos remigues yaa plicar a Maquiavelo, seria menesterdesrbir en daetalle a sociedad en que vividy porque docrina de este interesante personaje noes otra cosa que i confesion de Su iglo y de su pueblo, y ‘basta a este obleto evocar It fortes de la Roma’ ponte durante el goblemo infeuo de s, para comprender que, bao ese regimen de ad’ fodo principio de moral extretahubria sido eatupides imperdonabe : cena suerte, jngando a Maguiavelo por las ciruns tanciss de ugar de tempo y de medio socal, el asombro ¥ ia indignation ‘eicandalaaa sm simple aspavientos de- amatoros,y conviene recordar que la historia solo uaga Porlascrcuancls de tempo, Seager de meio 2 No se trata, pues, de atacar o defender las teorias de Maquiavelo, pero, st es defendible Maquiavelo como exposi- tor de ellas, Feflejando la realidad de su pueblo y de aque- lia época que autorizaba los medios que él pretendié jus- ificar con el fin; en cambio le pertenece como concepcién suya, personal y exclusiva, el objeto que con ests doctrinas ‘se propuso, la finalidad perseguida, el sentimiento que ins- piraba sus palabras en los momentos de meditacién, y que, Clevindose ‘por encima de sus pequeflos intereses ‘de, em: pleado y de cortesano, se remontaba hasta las regiones de Ia virtud patritica En sustancia, la ley de Maquiavelo es la eficacia. En politi, toda su doctrina podria explicarse diciendo que es €L arte de obtener el poder y de conservarlo; en moral ‘vidal, el triunfo, a cualquier costa, en la lucha por la vida; fen diplomacis, sobreponer los intereses de la patria a los, feseripulos de’ Ia conciencia ‘Hace dos anos, la revista italiana “Gerarchia*, que di- rige Benito Mussolini, publicd el *preludio" de este autor a luna {esis sobre Maquiavelo para justificar al titulo de *Doc- Ibero-Amerikanisches Institut PreuBischer Kulturbesitz tor Honoris Causa" que le ofrecia la Universidad de Bolo nia. La revista de ib Facllad de Derecho y Ciencias So- Slates, cn su itimo meng, publica el "Preludio Maquia feo® traducido por el dattor Mariano de Vediay Mitre, Quien Io ecomienda& us alumnos en la ifedra de dere Sho palit. Comienza Mussolini recordando que su estudio sobre el famoso lrentino le fue sugerido por ef mote incio en una ‘Spade que ie ofrendaron las legiones negras de Imola, El fnote-ase del autor, de “El Principe’ ta: Bias no se manienen los etadosLuego afr Mussolini She la deri de Magulavelo eid vive. hoy, despus de this de cuatro pls, que sus reflexiones pesmisas re. pesto alos hombres de su tiempo, y partedarment alos anos merecen ser ain agravadas en fa hora presente ‘Musson no ocala su deadén hacia sus contempordneos y compatriots en este sentimiento asienta, como Maquis- elo ta posteén doctrinara, que procura dramatia, rel ola iectamente a su atuacidn de ele del Goble, ador, amo de alia.) ; ‘Recierda Mussolini que en el concepto de Maguiavelo sei Principe: es el Estado que’ la Palabra “Principe”, pln por debe entender como “Eada, Must SP ee euiad muy bien de afar lo contario. El sabe que a Ee my ments serine noe Wir ana usin bento Nani erect de, nayarione de palaclo. que podria, cuando quisiera, cortar tos bigoes af Sa‘vey, Con fa mistnafcdad que Pepino el Breve rapé in cabers ‘de tltimo merovingo 1 faentiieaion del Pritlpe", del ditador o del rano Gon el Estado, determina el sentido de I rae de Ma Gilnvelo que sugirg.a. Musson et asunto de su tis, y Soatpermifea sstacin dela palabra "Estados por “Prin- pete sDicladores"o "Tiranos". De esa manera, le qu {ako el emboro y, st, eabra mayor fuerza, precision y Feiler "Con palabras no se mantenen fos franos” El valor dels paras no merece sigue ua, bre ve disgtesion, pero nferest “desenranar el significado po- iso setivo Ge esta fase negative y pasa, pero pret ar de sugestiones amenaradors. “FodSs sabemos, y adie ha ignorado, munca, que con palabras no se mantenen los Estados (2). Maguaveo no se Propuso decir una verdad de_ Pero Orullo y {ampoco se BxeRopusteron las legones negras de Imola o ss jefes fs Gate 'E sigificads del mote fo completa Ia espada, que frorlima cot st muda elocuenc: "Los tranor Se ma en por ia eres dels armas Evidentemente, eso tampo- Cor ehuna novedad, como no fo seria eto lt: “Los ti Soef2sen por ia fueron de las armast. Lo primero vale pa fa Mest, 1 segundo para Pango.” En eleso, be Face uy poco tempo, Pangalos pudo invcar, como Mus {Bini adngue con menos sagactdnd, sin duda Tas palabras ae Maquigvlo, pambién palabras, no. obstante ser de Ma eSuavelll-Aeaso manana, cuando’ caiga, le nsuten, 9. Te felpeen con la expada de Imola, dird Musson, como Par Silos {Lo mismo le sucedio a Socrates” 3), ‘Nolcomprend a importancia que el profesor de. *De- doctor Veda y Mitre, concede_al “Prec ecgmendindole & ta atencion de Tos Sitalantes de nueita Facaltad, Excepeionhecha del co Spo del Estado Principe, Maguiavelo no se ocupa de “De oe sar, ss yt rots, Haman, Jl Os viel) Frat gut Sige dope Hae issn come de mE: tage de Magus, resent ana spc eon on or cheb Bits ete spars nob ein a AOS. (en qu nea eri ano algun, nian sore pooh ierbie Sain 4i intranda viewer POLEMICA FINITA Luis Alberto Sénchez, en un didlogo polémico que ha sostenido conmigo en *Mundial",—mis dos articulos de esta ppolémica aparecen en otro lugar de este mimero—pretende gue "AxauTa* no ha respondido a su programa nia sus deas porque yo, septin él, he *dado cabida a articulos de tay mds varie tndle a ecient oem pacotrades Iatices, perfectamente distantes de mi ideologta” y hasta hhe *hecho tribuna académica de mi revistat. El colega Sdn chez no cita esos artculos ni esos escritores, aungue proba- blemente na le habrian faltado ganas de citarse & mismo, Uisidente y heterodoxo por excelencia. Su asercién, tlene ‘que parecerle apasionada y arbitraria hasta a los lectores Inds indiferentes a la cuestion en debate. Llamar acadéni- aa “Amavta', que ha sido undnimemente calificada en recho Politico, sino del arte de fa politica y to mismo pasa on Mussolini en el Preludio" que comentamos. La dife- Tencia consiste en que para Maquiavelo y para. Mussolini solo hay un problema que se resuelve individualmente, en tuna ecuacién de términos opuestos: Estado, principe, dés- pola, pastor; contra sociedad, pueblo, multtud, rebano. En luna palabra, el arte individual de gobernar a la colectividad. En cambio, el “derecho politico estudia las formas insti tucionales del problema social, procurando conocer su natu- taleza y determinar su sentido. historico Las experiencias de Maquiavelo y de Mussolini, teGricas © dramatizadas, acerca del arte de gobernar y d¢_ conser. var el gobierno, son totalmente extrafis al derecho politico, aunque sirvan de episodios iustrativos ala historia politics, y 2 la psicologia de las multitudes. De la misma manera, Seria agena a la ciencia zooldgica 0 al conocimiento de las sociedades animales 1a explicacién que nos hiciera el paya- so en el circo de eémo dirige con su litigo a sus cabalios © sus perros amaestrados. EL hecho solo de dominar a una multitud y hasta de aporrearia, no nos ensefta nada _que pueda considerarse ma- teria de derecho politico, como no sea la conviccién de que todo lo que llamamos derecho constituye una vana ilusién encubridora de la fuerza triunfante. "No, puede negarse—dice Carios Richet, en su recien- te libro “El Hombre Estipido,—que algunos de esos se- ‘midioses, como Carlomagno, Julio César, Luis XIV y Napo- edn I, tuvieron una inteligencia. superior a la de los hom- bres vulgares, Sin embargo, jeuAnta desproporcién entre 1a cenormidad de su poder y la poteacia de su mentalidad!* Y Iuego agrega: *Si ain tados bubiesen tenido la intelizencia ‘maravillosa de un Julio César, de un Napoledn 1, se justi- ficaria més 0 merios su poder, se comprenderia, mal que bien, su supremacia, porque, al fin, parece que los hombres vulgares habian de éaer atados de ples y manos a las plan- {as de esos caudillos. Pero, né; no, para desdicha y desdo- ro de la especie humana! Julio César y Napoletn Bonaparte son seres excepcionales, raisimos, y la mayor parte de los potentados que los tomaron por modelo, estuvieron despro- istos de inteligencia y de virtud; manifiestamente inferiores al mis mediocre de sus vasallos. Los hubo sucios como Luis, XI; viciosos y libertinos como Luis XV; invertidos co- ‘mo Adriano; crapilosos como Enrique Vill locos como Ca ligula; cobardes eno Nerén; feroces como Pedro el Gran de; fantasiosos como. Carlos XII. Su autoridad dependia de suis méritos como la floracién de los manzanos puede depen der de la imigracién de los arenques.* Convengamos, por iiltimo, que si alguna leccién dejan las dictaduras dramatizadas, como la de Mussolini, consiste en Ia seguridad de que los pueblos amaestrados, como los, taballos ¥y los perros amaestrados, responden al litigo cuan- do lo esgrime el payaso, pero también cuando Io hace res- lallar fa mano del tony, del enano 0 del “zanahoria” del sow eit también lo reconocen Maquiavelo y Mussolini. “A los pueblos—dicen--cuando_ ya no aiuleren creer, hay que hhacerles creer por la fuerza". V la fuerza es ell Ibero-Amerikanisches Institut PreuBischer Kulturbesitz aAmMauTA ‘Anériea y Espana como una revista de *vanguardia,—y nb precisamente or el fora de bu presentacién, porge el pr ‘mer nimero, agolado en pocos das, no ha cireuado en th exiranjero—es una demasta y un caprichoverbales,tan su Jeti fan exclusvos de Sdachex, que no vale la pena con- trovertros. Esta revista, *académica* segdn Sanches, tiene ‘acalgunos millares de lectores, hecho que basta para des ‘mentir sa opinidn. ‘Laotra aftrmacién, lade que *ANAUTAY no ha curplir do sa" programa, porgue ha acopido escrtores divers, fampoed coms fuidada.” EL piblco a este respecto mues fra también mds instinto gue el critica. Desde’ el primer Immero ha reconocido en "ANAUTAY una ideologta, un esp rita. "V no solo et piblico. Comentaristas de otro compo, ero que pricticamente resulton mds objetivos que. Sir hee € ete respecto, como Jiménez Borja, extreman e diag ‘nstico, acenidan la defniclén, hasta el panto de no ver en “AwAurA" sino una tribuna de mi Ideolopta y mi espirit. tra vez, tengo que decirle, pues, a Sdachez que la confi Sin no eld en ot objeto sito en e ujefo. "Ruaura" ha publicado articaigs de indole dversapor- ‘que_no es solo una’ revista de doctrina—social, econdmica, Politce,ele~sino tambicn una revista de arte’ literatura. {a filialin o la postin doctrinal no nos preccapan, fan: damentalment, sino en el ferrero doctrinal. En el terreno pa- ‘ramente artstce, llerari p clentifico, aceptamos (a clabo- Tacidn de. arlstas, literate, denice, considerando silo st Inérto respective sind tienen una poste miltante en ofro campo ‘deoligico. Pero preferinas y distinguimos, or s- puesto, la de fos artista 9 eseritores gue estan integrate fe'en nuestra misma direccién. La presencia subsidiaria, 0 solo episidice, de un intelectual sin’ posicién combatiente, fn esta revista, nd representa una praba contra su esprit, fporgue para oftrmar'y definir tale exsten pruebas macho Inds numerosas y feRacientes. Podemas usarla, por ejet- Blo, como reactive. “ANAUTA" tiene demastada’ personal ‘tad para inguictarse por la fortulta presencia de una idea @ un’ sentindentoheterodoxos en sus paginas. ES una ets fade defintein tdoldgica, de concentracion tnqulerdista gut ‘sinila‘0 elimina, seguramenie, sin dato para st salud, ‘ualguer elemento errante. Tene el caracter de un campo de igrolacsn 9 polarizacon Lov que arian tranoriamer- fora este campo, pueden escaparnas, pero sit restarnos si- tancia nd energta. Las que dames @ “ANAUTA® tonalidad, {flsonomta'y ovientacisn, iomos los que tenemos una filacian una fé,nd gules no las tenen'y que adnitimos, sa pe ligro para nuestra tntegridad y nuestra homogeneldad, como accidentales compateros de viaje. Somos los vanguardistas, {os revolucionarios. Los gue tenemos una meta, 10s que So- bemos a dénde vamos. En el camino no nos alarma’disci- fir-con quienes’ no andan ain definitivamente ontentados. Estamos” dispuestos fodos los. dasa confrontar nuestros Duntos de vista con los afines 0 préimos. Que *Anavta® rechace todo lo contario a su ideolo- sla no significa gue lo exclayasistendticamente de sus pd- ‘nas, imponiendo a sus colaboradores una ortodosia rg fora Eu principio, gue reajirmamosnot obliga sal # jenunciary eontrovrtir las ideas dlecepantes peligrose “Auairtas, por otra parte, en cuanto concierne a 10s problemas. peruanos, ha tenido para inaugarar y organi Zar un debate; nb para clausurarlo. Es um comienzo y tn fin. Yo, personalmente, traigo a este debate mis pro posiciones. "Trabajaré, por supuesto, porque prevalezcan; hero me confarmaré con que tnflayan-ren ta. decdn, en los hhechos, pricticamente,— em fa medida desu colncidencia con af senlimiento de mi fencracién y con el ritmo de la historia Esto es muy claro y muy siiple, pero, por lo visto, hay que repetirto aunque ho sea sind para confutar los repares, to siempre benévoles, de guienes se imaginan que una re Vista” de" doctrine y poldmica debe expurgar su materal ue constiuye Los elementos de un debate debate de lzqulerda claro est, y'nd sus conclasiones— con un te ‘ron supersicioso ¢ ingitstortal a toda Idea mds 0 menos Gldgena. NE: nuestra ideologta, nuestro espirt, tienen (Pasa 4 LA PAG. 23) intranda viewer

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