Está en la página 1de 9

Como hablar bien en público

e influir en los hombres de negocios


Introducción

El hablar en público es una de las capacidades que el hombre ha desarrollado y


mejorado a través del tiempo, y que cualquier persona puede llegar a desarrollar.
Es una habilidad completivamente necesaria para todo líder a la hora de dirigir y
conseguir el apoyo de un grupo. Para poder hablar en público es importante poder
usar nuestras capacidades de forma natural para expresar claramente al público lo
que queremos decir, y de una forma sencilla y agradable enganchar a los oyentes.

Ante cualquier situación de riesgo es normal sentirnos nerviosos y al hablar en


público es completamente normal estar invadido de nervios, ya que corremos el
riesgo de ser desaprobados, criticados, abucheados, etc. Sin embargo, el
sentirnos nerviosos no debe desilusionarnos, como oradores debemos
enfrentarnos a la situación de comunicación en público con calma y seguridad,
reconocer y acepta nuestras limitaciones, así como también nuestras habilidades,
explotando estas últimas. Otro punto importante es la respiración, ya que a través
de esta controlamos nuestro cuerpo y lo ayudamos a relajarse.

¿Es posible convertirse en un buen orador? Yo creo que sí.


Justificación

Para Warren Buffett, el hablar en público es la habilidad más valiosa que se


puede cultivar para el éxito en la vida. Según él, “puedes mejorar tu valor como
persona en un 50 por ciento con sólo poder hablar en público sobre tus ideas”.

Hablar en público es citado como uno de los miedos número uno de las
personas e incluso hasta las personas que no sienten miedo suelen hacerlo mal y
lograr charlas poco claras, donde el público se va poco conectado con las ideas de
su orador. Pero al final, todos tenemos que hacerlo alguna vez, ya sea en
entornos laborales, académicos o si tenemos la suerte o desgracia de dedicarnos
a hablar frente a otras personas.

Saber hablar en público puede provocar que podamos acceder a puestos de


trabajo muy superiores a nuestra preparación académica. La comunicación es
una de las armas que tenemos para el logro de los objetivos. Aquella persona que
sabe hablar ante los demás con elocuencia, de manera ininterrumpida, aquella
persona que hace que los demás los escuchen tiene grandes posibilidades de
triunfar en la vida.
Objetivo

En la actualidad, el saber cómo hablar en público, más que un pasatiempo o


una especialidad específica para gente específica, se ha convertido en una
necesidad para muchas personas por la sencilla razón que todos, en algún
momento de nuestra vida, nos vemos en la necesidad de dar un discurso,
independientemente en el nivel que sea, por ejemplo en el trabajo, en la
universidad, en una reunión familiar, etc.

En este ensayo se pretende hacer ver la que tiene el desarrollar la habilidad de


cómo hablar en público, porque no solo te servirá para desarrollarte como
profesional, sino que también te va a servir para desarrollarte como persona y
sobre todo, vas a tener una mejor comunicación con los que te rodean.
Como hablar bien en público e influir en los hombres de
negocios.

Al hablar en público es totalmente normal sentirnos temeroso y con nervios,


pero siguiendo ciertas tácticas y hábitos se puede ser un vivaz orador.

Antes de comenzar cualquier cosa, hay que estar mentalizados, visualizarnos


en el papel, hay que alimentar nuestro entusiasmo. Pero también es importante
prepararnos de antemano, no basta con sentirse bueno en algo, hay que saber lo
que uno tiene que hacer. A la hora de presentarnos frente a un público es muy
importante saber qué es lo que se va a decir, además de que estar preparados
nos mantendrá más tranquilos y menos nerviosos. Un discurso semi preparado
esta semi pronunciado. El mensaje que demos debe ser verdadero y venir de
nuestro corazón, debe salir de nuestros pensamientos y nuestras convicciones.

Un discurso no se puede preparar de un momento a otro, hay que elegir un


tema y prepararlo con tiempo, por lo menos una semana antes, investigar sobre el
tema, conseguir mucha información, pensar todo el día en el tema, hacernos todas
las preguntas posibles sobre él y hacer notas de todo lo que se nos ocurra durante
el día relacionado con él. Mientras mayor información tengamos del tema mejor lo
dominaremos y será más fácil hablar de él.

Hay que ser confiados, enfrentar nuestros temores y ser valientes, pero siempre
hay que practicar, recordemos que la práctica hace al maestro. Podemos hacer
notas, sin embargo estas no se deben usar durante el discurso, solo deben ser
útiles para practicar. La memoria juega un papel muy importante en esto, pero
para tener todo en la memoria hay que seguir ciertos pasos: impresión, repetición
y asociación.
Es de vital importancia tener siempre alerta nuestros sentidos, ya que a través
de ellos obtendremos mucha información, hay que observar cuidadosamente todo
lo que sucede a nuestro alrededor, las impresiones visuales no se borran. Los
sentidos nos permitirán obtener impresiones propias de diversos temas. Después
de obtener impresiones, es importante repetir, ya que la repetición hace que algo
se grabe en nuestra memoria. Y finalmente, la asociación, manera a través de la
cual podemos recordar algo más fácilmente.

Cuando nosotros estamos frente a alguien más le contagiamos nuestro estado


de ánimo, de igual forma pasa con los oradores. Cuando se habla en público hay
que tener buena actitud, convicción y entusiasmo, simpaticemos al auditorio,
además, hay que ser congruentes en lo que decimos, creer en nuestras palabras,
para que los demás crean en ellas. El uso de lenguaje facial y físico es de gran
ayuda, pero tampoco hay que abusar de él, la posición del cuerpo, los gestos, la
mirada, el timbre de voz y hasta el vestuario son de gran importancia para ganarse
al auditorio y mantenerlo interesado. Los nervios a veces pueden hacer que
nuestros movimientos nos delaten, si eso pasa es mejor cruzar los brazos detrás
de la espalda y entrelazar los dedos.

La espontaneidad y la naturalidad pueden ser nuestros mejores aliados, hay


que dejar que las cosas fluyan, si se domina el tema no importa que la memoria
nos juegue una mala pasada, pues podremos improvisar con toda la información
que ya obtuvimos.

Un discurso debe tener una introducción breve y no empezar con un mal chiste.
Se puede atraer la atención de los oyentes de distintas maneras, por ejemplo:
despertando su curiosidad, con un relato interesante, atrayendo la atención con un
objeto, haciendo una pregunta, comenzando con una cita certera o mostrando
como el tema afecta los intereses del auditorio. Hay que mantener a la gente
interesada desde el principio, pero también hay que tener en cuenta que el final
del discurso debe ser algo que marque al oyente, lo que se dice al último tiene
mayor probabilidad de quedar en la memoria. Hay que planear cuidadosamente el
final.
El propósito de un discurso es impresionar y convencer, para lo cual es
importante que el orador hable con entusiasmo contagioso, para convencer a otros
primero hay que estar convencidos nosotros mismos. Hay que hacerle creer al
oyente que lo que escucha se parece mucho a lo que el ya cree, hay que crear
empatía. El uso de ejemplos es de gran utilidad, se pueden citar casos concretos o
usar comparaciones gráficas, recordemos que lo que entra a través de la vista es
más difícil de olvidar. Las historias que tratan de otras personas siempre atraen,
podemos hacer uso de este recurso para retener la atención del público.

Entonces, para lograr ser un orador exitoso, primero debemos despertar el


interés del público, ganarnos la confianza de los oyentes con una buena
presentación, estando seguros de nosotros mismos y dominando totalmente el
tema a través de toda la información que consigamos. Digamos lo que queremos
decir, refinemos nuestro lenguaje, pues es nuestra carta de presentación y sobre
todo seamos precisos y exactos en lo que queremos decir, no usando lenguaje
rebuscado, pero sobre todo tratemos de ser originales.
Conclusión

Si una persona quiere aprender a hablar en público es importante que se


capacite, aprendiendo técnicas básicas pero al mismo tiempo, teniendo una
práctica constante.

Si comunicamos correctamente nuestras ideas podemos cambiar para siempre


la forma de pensar de alguien y dar forma a sus acciones actuales y futuras. La
tarea más importante de orador es perfilar una idea en la mente del público, no se
trata solo de exponer cosas ambiguas o abstractas, hay que ser específico y pulir
en los detalles.

Hay que ofrecer al oyente una razón para despertar su curiosidad pero sobre
todo usar un lenguaje correcto y comprensible, ya que la información difícil de
comprender mata la curiosidad.

El que alguien sepa hablar en público no quiere decir que sea alguien que sepa
leer un discurso, sino que es alguien que se ha preparado y sabe llegar al público
con sus palabras, sabe transmitir sus ideas para que el público pueda absorberlas
y además hace que los demás estén de acuerdo con él. El orador sabe influir en
las decisiones de otras personas, y para poder hacerlo bien, el orador tiene que
dominar muy bien el tema, saber muy bien de lo que está hablando, creer
firmemente en ello para poder transmitirlo con la fuerza necesaria al público.

Pero no todas las personas nacen con este don y aunque no es algo que se
logre de la noche a la mañana, creo que si es posible superar el pánico escénico y
convertirse en un buen orador, practicando mucho, preparándose adecuadamente
y con tiempo, asesorándose por expertos o siguiendo una metodología y técnicas
como la que se plantean en este libro. La preparación marca la diferencia.
Bibliografía

Carnegie, D. (1947). Como hablar bien en público e influir en los hombres de


negocios. Buenos Aires: Editorial Sudamericana. Recuperado de:
http://www.acm.org/about/se-code/

También podría gustarte