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INTERPRETACION DE LOS
ANALISIS DE SUELOS
Febrero, 2018
Elaborado por:
3.3.1 Agrología
El valle medio del río Cañete es un sector que abarca los distritos de Nuevo Imperial, Lunahuaná,
Pacarán y Zúñiga por parte de la provincia de Cañete, y los distritos de Chocos, Putinza y Catahuasi
por parte de la provincia de Yauyos.. El valle medio es largo pero estrecho, conformado por una
sucesión de cerros arcillosos y cerros rocosos con taludes que contienen piedras sueltas y
abundante cascajo debido al desgaste de la misma roca firme; en sus conos de deyección se
observan continuos deslizamientos aluviónicos que ocurren en las temporadas de verano, que
incluso han afectado varios sitios arqueológicos.
El valle de la cuenca media y baja de Cañete es de clima muy seco y semi-cálido, siendo su
precipitación pluvial concentrada entre los meses de enero a marzo; la tierra es aprovechada para
el cultivo de diversos productos, para lo cual se utilizan canales de regadío que toman sus aguas
del mismo río, algunos de estos canales son de origen prehispánicos y otros corresponden a las
ampliaciones de los mismos, realizado por los actuales pobladores.
Los suelos del valle medio de Cañete pueden clasificarse en cuatro tipos. El orden en el que se
redactan corresponde al porcentaje en que se muestran en dicho espacio. El primero son los suelos
arcillosos, formados principalmente por arcilla, de granos muy finos y color amarillo claro con
tonalidades blancas, retienen el agua formando charcos; si se mezclan con humus pueden ser
buenos para cultivar. El segundo son los suelos humíferos, que en su composición abunda la materia
orgánica en descomposición, son de color oscuro, retienen bien el agua y son buenos para el cultivo.
El tercero son los suelos pedregosos, formados por rocas de todos los tamaños. No retienen el agua
y no son buenos para el cultivo. El cuarto son los suelos arenosos, formados principalmente por
arena, son suelos que no retienen agua y no son muy aptos para la agricultura.
Al iniciar una plantación se debe tomar en cuenta la ubicación de las especies, se debe tomar en cuenta un
ambiente que les proporcione las condiciones climáticas y de suelos que favorezca su desarrollo; así como
también deben considerarse las exigencias ecológicas del material a plantar que -hasta donde sea posible-
debe coincidir con las condiciones ambientales del sitio de la plantación para cada especie.
Es necesario tener en cuenta que las condiciones del medio ambiente pueden variar afectando o
favoreciendo la plantación pues algunas son óptimas, o van de regular cuando las plantaciones pueden vivir
y desarrollarse, aunque no en estado satisfactorio, o son desfavorables cuando el sitio presenta condiciones
adversas para un desarrollo deficiente.
Al iniciar una plantación se debe tomar en cuenta la ubicación de las especies, se debe tomar en cuenta un
ambiente que les proporcione las condiciones climáticas y de suelos que favorezca su desarrollo; así como
también deben considerarse las exigencias ecológicas del material a plantar que -hasta donde sea posible-
debe coincidir con las condiciones ambientales del sitio de la plantación para cada especie.
Es necesario tener en cuenta que las condiciones del medio ambiente pueden variar afectando o
favoreciendo la plantación pues algunas son óptimas, o van de regular cuando las plantaciones pueden vivir
y desarrollarse, aunque no en estado satisfactorio, o son desfavorables cuando el sitio presenta condiciones
adversas para un desarrollo deficiente.
Otro de los puntos a evaluar a la hora de establecer una plantación son los factores edáficos pues éstos
ayudan a determinar el uso potencial y seleccionar las especies forestales más adecuadas frente a las
condiciones cambiantes del suelo.
Debemos señalar que la textura, la profundidad y la situación topográfica son atributos físicos del suelo que
no pueden modificarse, excepto en el caso de erosión; no obstante, la estructura, la porosidad y por lo tanto,
el drenaje y el contenido de materia orgánica del suelo pueden ser modificadas a través de prácticas
forestales.
El suelo debe analizarse a partir de los siguientes aspectos: Textura y estructura, la proporción de las
partículas minerales de diferentes tamaños que se encuentran en un suelo definen la textura. Pueden ser
arenosos, arcillosos, francos o una mezcla de ellos, por ejemplo franco-arcillosos. La estructura del suelo se
refiere al tipo y agregación de las partículas, aquellos suelos que presentan textura gruesa por lo general
tienen una estructura menos definida que los de textura fina. Los suelos arenosos carecen de propiedades
cohesivas, mientras que los suelos de textura fina, integrados en su mayor parte por arcillas y limos, tienden
a formar agregados. Estas características del suelo influyen en la adaptación de las raíces de las plantas al
suelo, y cada especie forestal en particular se adapta bien o mal a cada textura y estructura, por lo que es
necesario conocer sus exigencias para cruzarlas con la oferta del suelo.
Profundidad del suelo, es un factor definitivo en la evaluación de la calidad del terreno, puesto que un
incremento en profundidad casi siempre va asociado con la capacidad de anclaje y desarrollo en profundidad
de la raíz de los árboles y con una mayor cantidad de nutrientes, una gran capacidad de retención de agua
y menos susceptibilidad ante el viento fuerte. En general es apropiada una profundidad mayor de un metro
para mayor seguridad del desarrollo de la plantación. La profundidad puede ser limitada si hay un nivel
freático muy alto, capas del suelo internas endurecidas, exceso de rocas. Es una de las primeras
determinaciones al momento de evaluar los terrenos a reforestar.
Las dos contribuciones esenciales del suelo al desarrollo de los árboles son el soporte físico y el aporte de
agua y minerales para facilitar el crecimiento de los árboles. Para ayudar a seleccionar las especies forestales
aptas para un sitio determinado y llevar con éxito la plantación, se debe considerar la cantidad y proporción
de los diferentes elementos nutritivos, tales como los elementos mayores (nitrógeno, fósforo, potasio), y
menores (cobre, hierro, zinc, boro, cloro, molibdeno, etc.). Además, se puede evaluar, el pH y el nivel de
aluminio. Las enmiendas o programas de fertilización se ajustan y aplican con base en los resultados de los
análisis del suelo. Aplicar abonos o correctivos sin un conocimiento preciso de la composición química del
suelo puede ser contraproducente al desarrollo de la especie forestal, incluso puede alterar las condiciones
eléctricas del suelo.
En suelos permeables la fertilización con una fuente nitrogenada debe ser cuidadosamente realizada, debido
a los riesgos de pérdidas, tanto por evaporación cuando se usan fertilizantes amoniacales, como por
lixiviación cuando se usan fertilizantes en base a nitratos. Estos problemas pueden ser atenuados con el
fraccionamiento (aplicación de la dosis en distintos momentos). Cuando se utilizan sistemas de riego de alta
frecuencia, el elemento mejor aprovechado en la fertiirrigación es el nitrógeno, debido a que los fertilizantes
disponibles (tanto la urea como los nitratos) son altamente solubles, lográndose el fraccionamiento requerido
con facilidad.
El fósforo es otro de los elementos esenciales para las plantas. Provee la energía necesaria para
funciones de vital importancia, como la fotosíntesis. Influye, además, en la calidad del fruto y su
firmeza. Los frutos de plantas deficientes adquieren coloración más intensa, son algo mayores que
lo normal y tienen una cáscara más gruesa, separándose los segmentos entre sí y del eje central.
Para realizar la interpretación de los análisis de suelos se utilizó como referencia la Guía
de Interpretación de Suelos de la Universidad Nacional Agraria La Molina y el D.S Nº 017-
2009-AG.
Tramo Ca-5 1.03 62 28 10 Franco arenosa 7.56 0.90 1.83 130.9 517
Tramo Ca-2 5.44 4.80 0.43 0.16 0.04 0.00 5.44 5.44 100
Tramo Ca-5 8.00 5.22 2.17 0.57 0.04 0.00 8.00 8.00 100
En la gráfica N° 01, se puede observar que el pH de los puntos muestreados se encuentra ligeramente
alcalinos, obteniéndose valores que oscilan desde 7.56 a 7.86. Estos valores confirman la presencia
de carbonato de calcio en la zona obteniéndose un valor de 1.00% (Nivel medio) para el punto de
muestreo Tramo Ca-2 y 0.90% (Nivel bajo) para el punto de muestreo Tramo Ca-5. De otro lado, de
los resultados evaluados, se considera un suelo normal, debido a que presenta una salinidad muy
ligera (C.E < 4 dS/m), y no tener problemas de sodio.
En la gráfica N° 02, se puede observar que los valores de materia orgánica en los puntos muestreados
tienen un nivel bajo (%M.O < 2%), debido a que la zona no es propicia para la generación y
descomposición de materia orgánica, por ser zona costera. Estos valores bajos hacen que este suelo
tenga una fertilidad baja, por lo que es necesario aplicar alguna fuente de materia orgánica para elevar
el nivel de fertilidad, como compost, rastrojos de residuos orgánicos, etc.
En la gráfica N° 03, se puede observar que los valores de fósforo disponible en los puntos muestreados
son de nivel alto. Generalmente por encima de pH 7 la presencia de iones calcio y magnesio así como
de carbonatos causan la precipitación del fósforo añadido y su disponibilidad disminuye, sin embargo,
también puede existir una retención del fosfato por los barros saturados de calcio, estos son capaces
de retener mayores cantidades de fósforo que aquellos saturados con sodio y otros iones
monovalentes (Havlin et al., 1999), por lo que esta sería una posible razón por lo que se ha encontrado
altas cantidades de fósforo disponible.
En la gráfica N° 04, se puede observar que los valores de potasio oscilan entre nivel bajo a nivel alto,
obteniéndose un valor medio de 132 ppm para el punto de muestreo Tramo Ca-2 (Nivel medio) y un
valor de 517 ppm (Nivel alto) para el punto de muestreo Tramo Ca-5. Estos valores altos de potasio
disponible son propios de suelos de la costa.
5.0 CONCLUSIONES
Por las características físico química que presentan los suelos de esta zona se recomienda lo siguiente:
Mantener los residuos de los cultivos y arboles sobre la superficie del suelo para aumentar y conservar
la humedad en el perfil del suelo, especialmente en áreas secas y suelos sueltos.
Al dejar los residuos de cultivos en la superficie se incrementará la infiltración de agua por medio de la
prevención del encostramiento y por tanto mejorará la estructura del suelo. Asimismo, los residuos
vegetales y hojarasca van a permitir capturar más humedad que los suelos descubiertos, debido a la
rugosidad superficial, darán sombra al suelo y, por lo tanto, se reducirá la evaporación, aumentará la
capacidad de retención de agua del suelo debido al mejoramiento de la estructura de los suelos.
Fertilizar con fuentes de Nitrógeno, Fosforo y Potasio en una proporción (12-24-12) es decir
recomendamos incorporar durante la plantación:
Foto 1: Punto de Muestreo Tramo Ca-2 Foto 2: Punto de Muestreo Tramo Ca-05