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Depto.

Lenguaje y Comunicación
Profesora Pamela Torres Elgueta
3° medio Unidad I

LEA LOS SIGUIENTES TEXTOS Y LUEGO si no los llevas dentro de tu alma,


DESARROLLE LAS ACTIVIDADES PROPUESTAS. si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.


VIAJE Que muchas sean las mañanas de verano
Hoy me mira la luna en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
blanca y desmesurada. a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
Es la misma de anoche, y hazte con hermosas mercancías,
la misma de mañana. nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
Pero es otra, que nunca cuantos más abundantes perfumes sensuales
fue tan grande y tan pálida. puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
Tiemblo como las luces a aprender, a aprender de sus sabios.
tiemblan sobre las aguas.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Tiemblo como en los ojos Llegar allí es tu destino.
suelen temblar las lágrimas. Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
Tiemblo como en las carnes y atracar, viejo ya, en la isla,
sabe temblar el alma. enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
¡Oh! la luna ha movido
sus dos labios de plata. Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
¡Oh! la luna me ha dicho Pero no tiene ya nada que darte.
las tres viejas palabras:
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha
«Muerte, amor y misterio...» engañado.
¡Oh, mis carnes se acaban! Así, sabio como te has vuelto, con tanta
experiencia,
Sobre las carnes muertas entenderás ya qué significan las Itacas.
alma mía se enarca.
C. P. Cavafis. Antología poética.
Alma ?gato nocturno?
sobre la luna salta.
Envejecer
Va por los cielos largos Silvina Ocampo
triste y acurrucada.

Va por los cielos largos Envejecer también es cruzar un mar de


sobre la luna blanca. humillaciones cada día;
es mirar a la víctima de lejos, con una
perspectiva
ÍTACA que en lugar de disminuir los detalles los
agranda.
Cuando emprendas tu viaje a Itaca Envejecer es no poder olvidar lo que se
pide que el camino sea largo, olvida.
lleno de aventuras, lleno de experiencias. Envejecer transforma a una víctima en
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes victimario.
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino, Siempre pensé que las edades son todas
si tu pensar es elevado, si selecta crueles,
es la emoción que toca tu espíritu y tu y que se compensan o tendrían que
cuerpo. compensarse
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes las unas con las otras. ¿De qué me sirvió
ni al salvaje Poseidón encontrarás, pensar de este modo?
Depto. Lenguaje y Comunicación
Profesora Pamela Torres Elgueta
3° medio Unidad I

Espero una revelación. ¿Por qué será que un ACTIVIDAD: Identifica y justifica en cada
árbol poema los siguientes elementos
embellece envejeciendo? Y un hombre estructurales.
espera redimirse
sólo con los despojos de la juventud.  Tipo de viaje desarrollado
 Motivo lírico y marcas textuales que
Nunca pensé que envejecer fuera el más lo clarifican.
arduo de los ejercicios,  Características del hablante lírico y
una suerte de acrobacia que es un peligro cómo se refiere al motivo lírico.
para el corazón.  Características del lenguaje
Todo disfraz repugna al que lo lleva. La vejez empleado.
es un disfraz con aditamentos inútiles.  Figuras literarias empleadas y su
Si los viejos parecen disfrazados, los niños aporte al sentido del poema.
también.
Esas edades carecen de naturalidad. Nadie
acepta
ser viejo porque nadie sabe serlo,
como un árbol o como una piedra preciosa.

Soñaba con ser vieja para tener tiempo para


muchas cosas.
No quería ser joven, porque perdía el tiempo
en amar solamente.
Ahora pierdo más tiempo que nunca en
amar,
porque todo lo que hago lo hago
doblemente.
El tiempo transcurrido nos arrincona; nos
parece
que lo que quedó atrás tiene más realidad
para reducir el presente a un interesante
precipicio.

En medio del camino de nuestra vida


me encontré por una selva oscura,
porque la recta vía era perdida.
¡Ay, qué decir lo que era es cosa dura
esta selva salvaje, áspera y fuerte,
cuyo recuerdo renueva la pavura!
Tanto es amarga, que poco lo es más la
muerte:
pero por tratar del bien que allí encontré,
diré de las otras cosas que allí he visto.
No sé bien redecir como allí entré;
tan somnoliento estaba en aquel punto,
cuando el veraz camino abandoné.
Pero así como llegué junto al pie de un
monte,
allá donde aquel valle cesaba,
que de pavor me había acongojado el
corazón,

Dante Alighieri, La Divina Comedia, El


Infierno: Canto I (fragmento)

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