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Revista trimestral publicada

por la Organización de las Naciones Unidas


para la Educación, la Ciencia y la Cultura
con la colaboración de la Comisión Española
de Cooperación con la U N E S C O
y del Centre U N E S C O de Catalunya.
Vol. X L V I , N ú m . 3, 1994
Condiciones de abono
en contraportada interior.

Director: AM Kazancigil
Redactor jefe: David Makinson
Maquetista: Jacques Carrasco
Ilustraciones: Florence Bonjean
Realización: Marita Viscarro

Corresponsales
Bangkok: Yogesh Atal
Beijing: Li Xuekun
Berlín: Oscar Vogel
Budapest: György Enyedi
Buenos Aires: Elizabeth Jelin
Canberra: Geoffroy Caldwell
Caracas: Gonzalo Abad-Ortiz
Colonia: Alphons Silbermann
Dakar: T . Ngakoutou
Delhi: André Béteille
Estados Unidos de América: G e n e M . Lyons
Florencia: Francesco Margiotta Broglio
Harare: Chen Chimutengwende
H o n g Kong: Peter C h e n
Londres: Chris Caswill
México: Pablo González Casanova
M o s c ú : Marien Gapotchka
Nigeria: Akinsola A k i w o w o
Ottawa: Paul L a m y
Seúl: Chang Dal-joong
T o k y o : Hiroshi Ohta
T ú n e z : A . Bouhdiba

T e m a s de los próximos números


Base de datos de las ciencias sociales
en Europa
Evaluar el desarrollo

Ilustraciones:
Portada: Campesina con sus hijos, Guilin. China.
Le Diascorn/Rapho.
A la derecha: Postal futurista de principios de
siglo, representando un biberón gigante para
alimentar simultáneamente a diversos bebés.
Colección Karbine/Edimedia.
Revista internacional
de ciencias
sociales 141 Setiembre 1994

H
Población: gobiernas
y políticas
Editorial 351

Resúmenes 355

Geoffrey McNicoll Demografía y cambio institucional 361

Massimo Livi-Bacci Las políticas demográficas desde


una perspectiva comparada 371

Stein Hansen La población: un desafío para los especialistas


en ciencias sociales 387

Ignacy Sachs Población, desarrollo y empleo 401

T i m Dyson Crecimiento demográfico y disponibilidades


alimentarias en el m u n d o 419

Ashish Bose Discriminación social de las mujeres y cambio


demográfico 445

Sheriff Sonko Fecundidad y cultura en África subsahariana 457

Karina Constantino-David Pobreza, crecimiento demográfico y efectos


y Maricris R . Valte de la urbanización en Filipinas 475

H u d a Zurayk, Nabil Younis Replanteamiento de la política de planificación


y Hind Khattab familiar, atendiendo a las investigaciones sobre
la salud relacionada con la reproducción 485

Pierre de Senarclens Población y seguridad 503

Tribuna libre

Ruth Cardoso Los jóvenes y los medias en Brasil 519


y Esther Hamburger

Gang K e U n modelo de organización institucional


condenado al fracaso: la economía política
comunista 527

RICS 141/Setiembre 1994


Servicios profesionales y documentales 545

Calendario de reuniones internacionales 545

Libros recibidos 550

Números aparecidos 551

Publicaciones recientes de la U N E S C O 555


Editorial

Hace exactamente 20 años, con motivo del precisión relativamente alto las principales
A ñ o Mundial de la Población y de la Confe- tendencias futuras de los cambios demográfi-
rencia Mundial de la Población organizada cos, aunque éstas diverjan en la interpretación
por las Naciones Unidas en Bucarest, del 16 al de las consecuencias de éstos.
30 de agosto de 1974, la R I C S dedicaba un Las cifras que nos presentan no son insigni-
número a los «Elementos para una política ficantes. Dentro de unos 30 años la población
demográfica» (vol. X X X V I , N ú m . 2, 1974). de nuestro planeta habrá aumentado en unos
Volvemos en el presente número sobre las tres mil millones de personas. Cabe también
cuestiones de población, que durante esos 20 prever modificaciones importantes en la es-
años han continuado siendo una de las prime- tructura y la distribución de las poblaciones
ras preocupaciones de la comunidad mundial, que forman la sociedad internacional, la conti-
con motivo de la Conferencia Internacional nuación de la migración del campo hacia las
sobre Población y Desarrollo que, patrocinada ciudades, los procesos de urbanización y las
por las Naciones Unidas, tendrá lugar del 15 al migraciones internacionales.
23 de setiembre de 1994 en El Cairo. Esas transformaciones demográficas van a
El número se ha preparado en estrecha co- influir a todas luces en el futuro de las socieda-
laboración con la Comisión Independiente so- des y plantean problemas que los gobiernos o
bre Población y Calidad de Vida. La redacción las organizaciones internacionales no siempre
de la R I C S expresa su agradecimiento a la están en condiciones de afrontar, particular-
Presidenta de dicha Comisión, señora María mente en los países que experimentan un fuer-
de Lourdes Pinta Silgo, a sus miembros y a su te crecimiento demográfico. E n tal sentido,
secretaría, en particular a su Director Ejecuti- esos cambios conciernen al conjunto de las
vo, señor Pierre de Senarclens, a quien hemos ciencias sociales, y esa es la razón de que el
pedido que redactara el siguiente editorial. presente número de la Revista aborde las cues-
Si hay una esfera de las ciencias sociales en tiones de población con una perspectiva pluri-
que teoría y práctica aparecen inextricable- disciplinaria, planteándose al m i s m o tiempo el
mente unidas a consideraciones ideológicas y problema de su importancia sociopolítica.
normativas es justamente la de los estudios C o m o recuerda justamente Massimo Livi-
relativos a los cambios demográficos que se Bacci, las Naciones Unidas alentaron desde el
están produciendo en el m u n d o . El punto de decenio de los 40 la investigación y la refle-
partida se sitúa todavía en el debate en torno a xión política sobre las causas y las consecuen-
Malthus, si bien en función de las preocupa- cias de los cambios demográficos. E n el seno
ciones dominantes en nuestra época, particu- de la Organización se crearon con tal fin diver-
larmente las relativas al desarrollo y al medio sas instancias y se movilizó a las instituciones
ambiente. Y , sin embargo, los demógrafos de investigación y a innumerables expertos
pueden jactarse hoy en día de. presentar datos para que estudiaran estos problemas. C o m o el
y análisis cuyo rigor científico es indiscutible. desarrollo se estaba convirtiendo en la preocu-
D e ese m o d o pueden prever con un grado de pación y el objetivo principales de las Nacio-

RICS 141/Setiembre 1994


352 Editorial

nes Unidas, era natural que estimularan los tituye una importante fuente potencial de e m -
estudios y los programas en torno a las conse- pleos por poco que se transformen los m o d o s
cuencias económicas y sociales de los cambios de producción. A d e m á s , parece también vero-
demográficos y a las razones de los procesos de símil que en las ciudades puedan crearse nu-
transición en curso. merosos empleos productivos si se persiguen
E n realidad, c o m o recuerda Geoffrey los objetivos de un desarrollo sostenible y se
McNicoll, los cambios demográficos se produ- combaten la marginación y la pobreza, a poco
cen en contextos institucionales y socioeconó- que se esfuercen los responsables en asignar
micos diferentes. Desde un punto de vista his- recursos financieros a la realización de esos
tórico, las causas de los procesos de transición objetivos.
no son semejantes. Por otra parte, las estructu- Mientras tanto, en varias regiones del he-
ras familiares y comunitarias, así c o m o los misferio sur asistimos a la degradación de las
tipos de régimen y de autoridad políticos, in- condiciones de vida de una mayoría creciente
fluirán también en el futuro en la naturaleza de la población, pero que afecta particular-
de esas transformaciones. A ese respecto resul- mente a las mujeres. E n el estudio de Karina
ta significativo el caso de África: Sheriff Sonko Constantino David y de Maricris R . Valte se
presenta un análisis minucioso de los estudios presenta el ejemplo de Manila y se formulan
recientes sobre los factores institucionales y unas estrategias alternativas de acción política
culturales determinantes de la fecundidad en y social para hacer frente a tan trágica rea-
ese continente. lidad.
Las respuestas de los economistas a las En los últimos decenios, los esfuerzos de
cuestiones que plantean esos cambios no han análisis y de prospectiva en relación con el
sido nunca unívocas. Es cierto que los proce- medio ambiente han reavivado los debates so-
sos sociales de ellos derivados tienen conse- bre el crecimiento demográfico. E n particular,
cuencias económicas m u y variadas. Sin e m - los especialistas se preguntan si nuestro plane-
bargo, si hoy aceptamos los postulados inhe- ta va a poder alimentar a las futuras generacio-
rentes a los objetivos sociales de un desarrollo nes. Actualmente, c o m o nos recuerda T i m
sostenible, tal c o m o los han definido la Confe- Dyson, una de cada cinco personas sufre de
rencia de Río sobre Medio Ambiente y Desa- malnutrición crónica. El problema se plantea
rrollo de 1992, el P N U D y las demás organiza- en un contexto de pobreza, injusticia social y
ciones del sistema de las Naciones Unidas, es mala distribución de los recursos, y es particu-
forzoso admitir que el crecimiento demográfi- larmente grave en Asia meridional y en el
co afecta a la capacidad de los gobiernos para África subsahariana, con riesgo de que conti-
asumir su papel en ese campo. La demostra- núe agravándose a consecuencia del creci-
ción de Stein Hansen no puede sino conven- miento demográfico.
cernos plenamente. El mejoramiento de los ¿Qué hacer? C o m o recuerda Livi-Bacci, la
indicadores del desarrollo h u m a n o -particu- noción de «política de población» abarca un
larmente en las esferas de la salud, la educa- «conjunto de medidas (de carácter legislativo,
ción y la situación de la mujer- es un objetivo administrativo, económico o social) dirigidas
deseable desde el punto de vista ético, pero a influir en el crecimiento, la estructura y la
también es una condición para participar en la distribución de la población». Tras la Segunda
dinámica de la economía moderna. Guerra Mundial las políticas de los gobiernos
Naturalmente, en el centro de esa proble- de países con fuerte crecimiento demográfico
mática se sitúa la cuestión del empleo, ya que iban asociadas al esfuerzo por limitar la fecun-
en las zonas m á s pobres, que en gran parte didad. Esas políticas tuvieron m á s o menos
coinciden con aquéllas en las que el crecimien- éxito. Ashish Bose insiste en el fracaso de los
to demográfico es fuerte, habita una propor- programas indios de regulación de la natali-
ción importante de personas cuya productivi- dad, pero hay otros ejemplos nacionales que
dad es escasa, que cultivan la tierra o trabajan habrían demostrado también la necesidad so-
en un sector urbano donde los recursos son cial y la exigencia ética de ofrecer a las perso-
aleatorios, si es que no carecen simplemente nas que lo deseen un fácil acceso a los medios
de empleo. Ignacy Sachs tiene seguramente anticonceptivos. N o obstante, H u d a Zurayk,
razón cuando subraya que la agricultura cons- Nabil Younis y Hind Khattab ponen de relieve
Editorial 353

la necesidad de revisar la noción misma de de las Naciones Unidas, será posible llevar
planificación familiar haciéndola extensiva a adelante la reflexión sobre la conceptualiza-
los programas relativos a la salud materna, el ción y la puesta en práctica de las políticas de
aborto y las enfermedades sexualmente trans- población. D e todos modos, no es seguro que
misibles. Ello supone, en particular, una m a - esa reflexión se cristalice rápidamente en una
yor capacidad de elección en cuanto al número nueva voluntad de hacer frente en c o m ú n a
de hijos, la posibilidad de disponer de asesora- los principales problemas sociopolíticos inhe-
miento y vigilancia médica, una mejor educa- rentes a las transformaciones demográficas.
ción en materia de salud y una mayor capaci- C o m o ya hemos indicado, los gobiernos que
dad de decisión de las mujeres tanto en esta dominan el escenario internacional gracias al
esfera c o m o en las demás. peso de sus recursos económicos y políticos no
En realidad, las políticas de población no parecen comprender realmente la envergadura
siempre han perseguido explícitamente objeti- de estos problemas. Esa ignorancia o esa des-
vos de carácter demográfico. Después de todo, preocupación se reflejan en la incoherencia y
las políticas públicas relativas a la salud, la la debilidad de los programas de ayuda basa-
familia, la situación de la mujer, la vivienda o dos en su cooperación multilateral, y en las
la educación han tenido repercusiones en la contradicciones entre esos programas y sus po-
fecundidad sin que por ello se las definiera líticas comerciales yfinancieras.Las mutacio-
c o m o «políticas de población»; y lo m i s m o nes de carácter estructural que se están produ-
ocurre con las medidas adoptadas por los go- ciendo y la amplitud y gravedad de la cuestión
biernos en relación con las migraciones o la social internacional en nuestros días exigen la
urbanización. Parece que hoy existe en el seno creación de nuevas instituciones, o al menos
de las Naciones Unidas un consenso para defi- que se definan de nuevo el mandato y los
nir en esas esferas unas políticas de gran a m - métodos de funcionamiento de las organiza-
plitud, aunque los problemas de la planifica- ciones existentes. Es menester también una
ción, la coordinación intersectorial y la jerar- revisión fundamental de los modelos de pro-
quía de las prioridades sigan siendo oscuros o ducción y de consumo vigentes, de los estilos
conflictivos. de vida y de los valores que los inspiran, ya
Gracias al nuevo programa de acción que que esos proyectos de sociedad son incompati-
adoptará la Conferencia Internacional sobre bles con la degradación del medio ambiente y
Población y Desarrollo, que se celebrará del 5 el crecimiento demográfico.
al 13 de septiembre de 1994 bajo los auspicios P. de S.
Resúmenes

Demografía y cambio institucional Segunda Guerra Mundial, cuando se hizo evi-


dente la aceleración de la tasa de crecimiento
Geoffrey McNicoll en el Tercer M u n d o . L a experiencia del Japón
en la reducción de la tasa de crecimiento abrió
Las opiniones populares sobre los problemas
el camino a otras experiencias que sólo dieron
demográficos mundiales, en especial el proble-
resultado en los años 70 y 80. E n el presente
m a del rápido crecimiento de la población,
artículo se explica c ó m o se llegó a un consenso
suelen pasar por alto con frecuencia el entorno
internacional sobre cuestiones de población,
institucional en que se sitúan. E n el caso de la
se describen algunas experiencias significati-
fecundidad elevada, este entorno incluye las
vas - c o m o las de China e India-, y se exami-
instituciones inmediatas de control social, por
nan algunas de las principales cuestiones que
ejemplo las estructuras de autoridad familiar y
se están debatiendo, en particular la relativa al
local y las instituciones más distantes del Esta-
papel de las políticas demográficas orientadas
do. Si se tiene en cuenta explícitamente este
a la «demanda» o a la «oferta».
contexto, se consigue entender mejor el c a m -
bio demográfico (y la ausencia de cambio) y se
dispone de una base de información m á s ade-
cuada para la tarea de influir en él por medio La población: un desafío para los
de la política pública. U n análisis análogo pue- economistas y especialistas en
de ser útil en el caso de sociedades con u n ciencias sociales y económicas
nivel bajo de fecundidad, que han finalizado
su transición demográfica. Stein Hansen
El papel que cabe al crecimiento demográfico
Las políticas demográficas desde en el desarrollo económico y, m á s reciente-
mente, en el desarrollo sostenible, se presta a
una perspectiva comparada diversas interpretaciones según las premisas
de que partan los especialistas en ciencias so-
Massimo Livi-Bacci ciales. Según el presente artículo, en este con-
El presente trabajo describe la naturaleza de texto reviste fundamental importancia distin-
las políticas de población seguidas en los últi- guir entre el crecimiento de la población y el
m o s cincuenta años, centrándose principal- crecimiento del capital h u m a n o . E n particular,
mente, aunque no exclusivamente, en el llama- se sostiene que existe un complejo nexo entre
do sector «duro» de dichas políticas, relativo a estas variables por una parte, el régimen políti-
la concepción de las intervenciones, principal- co y su estabilidad, que juegan a favor de una
mente en el área del control de la fecundidad. gestión ecológicamente estable de la base de
La inquietud en cuanto a la posibilidad de u n recursos, y el bienestar económico y social
crecimiento de la población demasiado rápido resultante, por la otra. Se indican al macroni-
se manifestó después de las destrucciones de la vel las condiciones que son necesarias, aunque

RICS 141/Setiembre 1994


356 Resúmenes

disten de ser suficientes, para un desarrollo Por último, las obras públicas, absoluta-
sostenible durante periodos de crecimiento de mente necesarias para asegurar la competitivi-
la población. U n ahorro interno suficiente y dad sistémica, ofrecen un considerable poten-
un conjunto de medidas que estimulen la for- cial de puestos de trabajo.
mación de capital h u m a n o y la innovación Así pues, la situación en lo que se refiere al
tecnológica son elementos indispensables para empleo, y a las políticas sociales activas dirigi-
que el bienestar perdure cuando una población das a la raíz m i s m a del fenómeno de exclusión
crece. Igualmente, al micronivel, habría que social, no está enteramente bloqueada.
prestar mayor atención a los aspectos econó-
micos y sociales que guardan estrecha relación
con la eliminación de las discriminaciones por Crecimiento demográfico
motivos de sexo, el acceso a la educación pri- y disponibilidades alimentarias
maria, la salud y las oportunidades de trabajo
en el m u n d o
c o m o condiciones fundamentales para que
una política de población arroje buenos resul-
T i m Dyson
tados cualquiera que sea el marco religioso o
cultural. En el presente artículo se pasa revista a los
datos relativos a la distribución actual del
hambre en el m u n d o . Se estudian las tenden-
Población, desarrollo y empleo cias en la producción de alimentos per capita y
se demuestra que, si bien la producción de
Ignacy Sachs alimentos en el plano mundial se ha manteni-
do por delante del crecimiento de la pobla-
En este artículo se examinan las complejas ción, las recientes tendencias en cuanto a la
relaciones existentes entre la población, el de- producción en varias regiones del m u n d o
sarrollo y la configuración del ecosistema na- constituyen un motivo de preocupación. Paí-
tural y social, y en este contexto se plantean ses tan poblados c o m o Egipto y Bangladesh
interrogantes sobre las estrategias de transi- reciben ya un volumen considerable de asis-
ción demográfica y socioeconómica. El desem- tencia alimentaria y, en el África subsaharia-
pleo y la exclusión social, características de na, un número cada vez mayor de países de-
nuestra «era de la injusticia distributiva» pende de dicha asistencia. El rápido creci-
(Kothari), afectan hoy en día a todo el planeta; miento de la población suele constituir u n
es preciso pues ir m á s allá de las políticas gran obstáculo para el aumento de los volúme-
tradicionales de creación de empleo. Hay cua- nes de producción y consumo de alimentos. Se
tro sectores que deben explorarse a fondo. pasa luego a examinar los factores fundamen-
La segunda revolución verde podría revita- tales (como la inestabilidad política, la resi-
lizar el campo, devolviendo la viabilidad a las dencia en zonas rurales, la discriminación por
pequeñas explotaciones campesinas y promo- motivos de sexo y los bajos ingresos) que, en
viendo la utilización en gran escala de la bio- su conjunto, pueden determinar diferencias en
masa confinesenergéticos e industriales. el grado de seguridad alimentaria. Por último,
En los ecosistemas urbanos, el reciclado, la se estudia el aumento probable de la demanda
economía de la energía y el agua, y la m a n u - mundial de alimentos en los 30 próximos años
tención de infraestructuras, equipos y parque y se señala que, si bien es probable que esa
inmobiliario constituyen una mina de empleos mayor demanda sea atendida, proceden varias
autofinanciados, por lo menos en parte, m e - observaciones de importancia. E n primer lu-
diante el ahorro de recursos a que dan lugar. gar, en los 30 próximos años probablemente el
nivel de consumo de alimentos de una parte
El déficit de los servicios sociales podría
tal vez mayor de la humanidad seguirá siendo
enjugarse en gran parte con métodos de pro-
m u y bajo. E n segundo lugar, en el futuro la
ducción que requieran una gran densidad de
mayor demanda de alimentos se atenderá en
m a n o de obra. Paradójicamente, los países po-
parte casi sin duda mediante un incremento
bres reúnen mejores condiciones para conse-
del comercio y de la asistencia internacionales.
guirlo que los países donde el nivel medio de
En tercer lugar, en algunas regiones del m u n d o
los sueldos es elevado.
Resúmenes 357

el aumento de la producción de alimentos en- impía entre tradición y tecnología dará origen
trañará grandes daños para el medio ambien- a turbulencias sociales cada vez mayores a
te. E n cuarto lugar, es indiscutible que en el menos que se adopten medidas correctoras y
futuro tendrá que haber un incremento consi- se inicie un atrevido plan de acción.
derable de la inversión en producción de ali-
mentos. Por último, los mecanismos de merca-
do pueden por sí solos resultar una forma Fecundidad y cultura en África
insatisfactoria e incluso peligrosa de aumentar subsahariana
la producción de alimentos. E n particular, es
preciso que los mecanismos institucionales
proporcionen un nivel mínimo de seguridad Sheriff Sonko
alimentaria para los pobres del m u n d o . Los niveles de fecundidad del África subsaha-
riana son los m á s elevados del m u n d o . Los
motivos de esta alta y persistente tasa de fe-
Discriminación social d e las cundidad son de orden cultural. El sistema
mujeres y cambio demográfico patriarcal - q u e es el prevaleciente en la mayor
parte del África subsahariana- atribuye priori-
Ashish Bose dad a la familia y la descendencia. Por consi-
guiente, la misión de la mujer consiste en tener
Este artículo tiene por finalidad presentar al- hijos y criarlos. C o n estafinalidad,se obliga a
gunas de las principales cuestiones que afectan las mujeres a casarse jóvenes, se las canjea por
a la mujer en relación con el cambio demográ- una dote y se las induce a tener muchos hijos
fico que se registra en la India, en el contexto para ser respetadas y consideradas en la socie-
m á s amplio de la emancipación femenina y la dad. La esterilidad se considera una maldición
transformación social. Por desgracia, la fuerza y las mujeres que no tienen hijos corren el
de la modernización que se refleja en la tecno- peligro de ser estigmatizadas y acusadas de
logía moderna, especialmente en la tecnología brujería. Otros medios utilizados para mante-
aplicada a la reproducción, ha contribuido a ner un alto nivel de fecundidad son la poliga-
que se perpetúen normas sociales tradiciona- mia, el levirato y la adopción de niños. En este
les, c o m o la notable preferencia por los hijos trabajo sostenemos que harán falta varias ge-
varones. Lejos de ayudar a la causa de la m u - neraciones para que descienda la fecundidad
jer, esta tecnología ha puesto en funciona- en esta región, salvo que se modifiquen radi-
miento un programa de planificación familiar calmente las ideas, los sistemas de creencias y
que es insensible a ella. Se afirma que la única las tradiciones, al tiempo que se mejora la
forma de fomentar un progreso sostenible de condición de la mujer. Se proponen varias
la mujer es cambiar de paradigma y centrar la opciones, c o m o el necesario fomento de la
atención en la nueva generación, en especial educación de la mujer, su mayor participación
en las muchachas comprendidas entre los 6 y en la fuerza laboral de los sectores modernos
los 18 años. Se aboga en favor de una estrate- de la economía, el fin del sistema de la dote y
gia que garantice la total alfabetización de la la mayor intervención de la mujer en las deci-
mujer, un elevado nivel de participación feme- siones acerca del número de hijos y del empleo
nina en la enseñanza secundaria y formación de métodos modernos de contracepción.
de tipo práctico con miras a la obtención de
empleo y la generación de ingresos. E n este
contexto la atención de las necesidades básicas «Pobreza, crecimiento de la
de la población tiene máxima importancia. El
artículo también resume las principales razo-
población y efectos de la
nes aducidas en los últimos años por las orga- urbanización en Filipinas»
nizaciones femeninas de vanguardia para cen-
trar la atención sobre las cuestiones de este Karina Constantino-David, Maricris R . Vahe
tipo. E n el artículo se destaca la función de la
El presente trabajo examina las consecuencias
amniocentesis y las pruebas prenatales para
del crecimiento urbano en el contexto de la
determinar el sexo y se afirma que esta alianza
economía subdesarrollada orientada a la ex-
358 Resúmenes

portación en Filipinas, y de su población en familiar para servir mejor los intereses de las
rápido crecimiento. mujeres, las familias y las comunidades de los
En particular, se estudia el continuo dete- países en vías de desarrollo. Se basa en u n
rioro de los niveles de vida y la trágica ausen- estudio llevado a cabo en dos pueblos de la
cia de servicios básicos en las zonas urbanas, provincia de Giza, en Egipto, encaminado a
que lo empobrece aún m á s a la mayoría de los investigar el nivel patológico del aparato re-
residentes de las ciudades. Esta mayoría -que productor registrado entre las mujeres de esa
va desde la clase media baja hasta los pobres comunidad. El presente documento, al poner
urbanos y los carentes de hogar- constituye el de manifiesto la pesada carga de enfermedades
sector marginado que se encuentra en la peri- que soportan en silencio las mujeres y su inte-
feria de las sociedades urbanas. En Filipinas, racción con la utilización de métodos anticon-
c o m o en la mayoría de los países en desarrollo, ceptivos, expresa la opinión de que la política
estas personas comprenden el amplio grupo de de planificación familiar no puede pasar por
trabajadores desempleados, energía que ali- alto la dimensión de la salud. Sobre la base de
menta la llamada «economía subterránea» o los resultados del estudio, el presente artículo
sector no estructurado. proporciona orientaciones con respecto a las
En este artículo se examinan también los necesidades que es preciso tener en cuenta al
efectos de la pobreza urbana en las mujeres. replantear la política de planificación familiar
En particular, las autoras tratan de mostrar con arreglo a las realidades de las mujeres en
c ó m o las desigualdades sociales y económicas, las sociedades en desarrollo, con especial refe-
junto con los prejuicios sexistas, han contri- rencia a Egipto y al m u n d o árabe.
buido a dificultar m u c h o más la vida de las
mujeres en las comunidades urbanas empobre-
cidas. Población y seguridad
E n la tercera sección del documento se expo-
nen algunos intentos concretos del gobierno y Pierre de Senarclens
de las organizaciones no gubernamentales
para atender algunas de las necesidades de las El debilitamiento de los regímenes de seguri-
poblaciones urbanas, en relación con la tenen- dad social modernos y tradicionales, la desin-
cia de la tierra y la vivienda, los medios de tegración de los sistemas de protección tradi-
subsistencia de la mujer y la violencia domés- cionales, el aumento de un paro al parecer
tica. Las autoras, al presentar estas respuestas estructural, la profundización de las diferen-
a la pobreza urbana, sostienen que el único cias entre ricos y pobres del planeta y el acceso
medio de hacer frente con eficacia a las necesi- cada vez m á s difícil a los recursos del medio
dades de los pobres es dar poder a las comuni- ambiente no facilitan la armonía de las socie-
dades marginadas. La acción colectiva, la par- dades estatales o la seguridad internacional.
ticipación cualitativa en la planificación y en Existen indudables analogías entre la
la adopción de decisiones, y el acceso directo a «cuestión social» de nuestra época y la que
importantes recursos económicos y políticos, suscitó la aparición de los movimientos refor-
son otros tantos requisitos previos para que mistas o revolucionarios del siglo X I X . N o
los pobres puedan cambiar las estructuras so- obstante, el espacio político en que se mani-
ciales. fiesta esta «cuestión social» contemporánea ha
variado m u c h o ya que ahora es planetaria y
escapa m á s que en el pasado a la soberanía de
Replanteamiento de la política d e los Estados. A m e n u d o éstos carecen de recur-
planificación familiar atendiendo a sos para enfrentarse con tal situación. A d e -
más, los factores que la determinan, en espe-
las investigaciones sobre la salud
cial el crecimiento demográfico, tienen una
relacionada con la reproducción dimensión cada vez m á s internacional, habida
cuenta de la globalización de las interacciones
H u d a Zurayk, Nabil Younis, Hind Khattab económicas, sociales y culturales de las dife-
El presente artículo se refiere a la cuestión del rentes partes del m u n d o . Esta cuestión social
replanteamiento de la política de planificación influye en las relaciones interestatales porque
Resúmenes 359

provoca movimientos transfronterizos de po- difusión de temas que antes estaban limitados
blación m u y rápidos e importantes, y también al m u n d o de los adultos. D e este m o d o , esas
debido a sus aspectos humanitarios y su rela- emisiones de televisión definen nuevamente lo
ción con las problemáticas del desarrollo y el que hoy significa ser joven en el Brasil. M á s
medio ambiente. que una cultura joven correspondiente a un
Cabe por tanto apuntar la hipótesis de que grupo bien definido, observamos el desarrollo
bajo el efecto conjugado del crecimiento de- de un amplio repertorio juvenil que hace suya
mográfico y los tipos de producción y de con- y estimula su conciencia y su sensualidad, del
sumo, los recursos renovables serán cada vez cual también se aprovechan diferentes sectores
m á s escasos. Estas penurias locales o regiona- de la sociedad.
les podrían fomentar los conflictos políticos y
sociales, en especial entre clases, grupos, etnias
y naciones. Asimismo, contribuirán a aumen-
tar los movimientos de población entre países Un modelo de organización
y regiones, con consecuencias sociales y políti- institucional condenado al fracaso:
cas que son imprevisibles. Estas tendencias la economía política comunista
son todavía m á s temibles porque la mayoría
de los Estados, y en consecuencia toda la so- Gang Ke
ciedad internacional, atraviesan una fase de
mutaciones políticas y sociales que cuestionan El presente artículo es un análisis teórico del
los antiguos sistemas de legitimación, las fron- diseño institucional del comunismo. El autor
teras políticas y los regímenes que parecían trata de demostrar que el talón de Aquiles de
m á s indiscutibles. A d e m á s , los mecanismos la estructura politicoeconómica del comunis-
institucionales establecidos después de la gue- m o es el principio institucional de la fusión,
rra para facilitar y gestionar la cooperación que diferencia a los sistemas comunistas de la
interestatal son actualmente incapaces de ha- democracia liberal. E n un sistema comunista
cer frente de manera coherente y adecuada a basado en el principio de fusión, la función
esos desafíos sociales. ideológica de un partido político se impone a
la función jurídica del Estado, la lógica funcio-
nal de la política se confunde con la lógica
funcional de la economía, las normas sociales
Los jóvenes y los medias en Brasil subsumen los derechos y las opciones del indi-
viduo, y la naturaleza de la gestión macroeco-
Ruth Corrêa Leite Cardoso, Esther Império nómica se confunde con la del funcionamiento
Hamburger microeconómico. D e resultas de esas fusiones,
Los medios de comunicación electrónicos de- el diseño institucional comunista infringe el
sempeñan una función estratégica en la so- orden funcional normal del Estado y de la
ciedad brasileña, que se caracteriza por una economía, trastocando la naturaleza del poder
profunda desigualdad y bajos niveles de lectu- político y la actividad económica, que invier-
ra. Los jóvenes y las mujeres son los consumi- ten sus papeles. A partir de esta interpretación
dores preferidos de una industria de comuni- de la institución comunista, el autor afirma
caciones altamente desarrollada. E n el presen- que cualquier reforma que quiera ser significa-
te artículo se analiza de qué forma la partici- tiva debe empezar por desmembrar la estruc-
pación del público que ve los programas de tura fusionada, característica del diseño insti-
televisión aprende y expresa nuevas estructu- tucional comunista, e invertir el propio proce-
ras de sensualidad c o m o consecuencia de la so de inversión.
Demografía y cambio institucional

Geoffrey McNicoll

D o s hipótesis interpretativas, pero que dejan bozaremos parte de este contenido institucio-
m u c h o que desear, han impedido entender nal que se ha silenciado y examinaremos c ó m o
adecuadamente los problemas demográficos nos permite comprender mejor la evolución
que hoy existen en el m u n d o . U n a de ellas, demográfica y las políticas en este terreno.
basada en la biología demográfica, considera
que la reproducción humana produce una «ex-
plosión» cuantitativa y requiere una interven- Adaptación al crecimiento
ción radical para evitar el colapso ecológico, y demográfico
quizás incluso demográfico. Según la otra hi-
pótesis, basada en una versión simplificada de Los problemas demográficos de los países po-
la economía neoclásica, la bres que tienen una fecun-
posibilidad de intercambio didad elevada son paten-
Geoffrey McNicoll es profesor del D e -
de recursos, las posibilida- mography Program, Research School tes, sobre todo en las ciu-
des ilimitadas de progreso of Social Sciences, Australian National dades, donde reside cada
tecnológico y la reacción University, G P O Box 4 . Canberra vez m á s gente (casi una
A C T . 2601, Australia. H a realizado
general ante las señales que trabajos de investigación en el East- tercera parte de la pobla-
emiten los precios elimi- West Center de Honolulu y el Consejo ción por término medio).
nan en gran medida los de Población de Nueva York y publica- N o obstante, la principal
do numerosas obras sobre cuestiones
problemas relacionados de población y desarrollo, entre otras la fuente de esos problemas,
con el cambio demográfi- recientemente coeditada con Mead es la sociedad rural y es
co: al crecer rápidamente Cain, titulada Rural Development and aquí donde hay que buscar
Population: Institutions and Policy
la población, los sistemas (1989). las soluciones principal-
económicos y sociales se mente, lo primero que hay
ajustan al aumento d e m o - que hacer es u n esfuerzo
gráfico, generando final- por comprender c ó m o una
mente efectos retroactivos economía y un sistema so-
que disminuyen la fecundidad. E n lo que se cial rurales pueden resistir a la multiplicación
refiere a la política pública, la primera posi- por dos de la población en una sola genera-
ción aboga en favor de medidas «de orden y ción, y las razones de que esto ocurra.
control» y la seguna favorece el laissez-faire.
El economista neerlandés J . H . Boeke utili-
Se trata por supuesto de caricaturas pero zaba la expresión «expansión estática» para
que tienen su influencia. Sin embargo, ambas describir el proceso de crecimiento económico
escuelas de pensamiento no saben c ó m o fun- de las sociedades agrarias mediante la exten-
cionan las sociedades humanas. Su contenido sión de la m a n o de obra y de tierras de cultivo
institucional es nulo en un caso, y en el otro es sin que se modificara la tecnología. Su modelo
implícito -consistente en la necesidad de apo- era el campesinado de la Indonesia colonial,
yo para que los mercados funcionen con nor- pero los colonos relativamente ricos de la fron-
malidad y eficacia. En el presente artículo es- tera norteamericana también podrían servir de

R I C S 141/Setiembre 1994
362 Geoffrey McNicoll

ejemplo (la versión formal de ese proceso es la resistentes y reducen las presiones demográfi-
teoría elemental de las vías de crecimiento cas en otros sectores. E n el otro figuran las
estable que postula un crecimiento exponen- respuestas adaptativas dentro del sistema, gra-
cial uniforme de la población y el producto y cias a cambios tecnológicos inducidos o a in-
la constancia de los porcentajes de los factores novaciones en materia de organización. Ejem-
y la productividad). Sin embargo, es evidente plo de lo primero lo constituyen muchos
que estas situaciones son decididamente tran- sistemas históricos de propiedad campesina en
sitorias en términos históricos. El rendimiento los que disposiciones institucionales protecto-
a escala constante da lugar a la disminución ras (primogenitura, restricciones para el acce-
del rendimiento. A d e m á s , antes de que se cie- so a la propiedad por matrimonio) defienden
rre «la frontera» es probable que ya se hayan la estructura de la propiedad agraria frente a la
iniciado procesos de innovación tecnológica e amenaza demográfica. Después de la Segunda
institucional que modifiquen las estructuras Guerra Mundial las reformas agrarias llevadas
de la vida económica y la organización social. a cabo en Asia oriental, especialmente en C o -
El crecimiento «intensivo», que a m e n u d o va rea del Sur y en Taiwan, crearon un resistente
acompañado de bolsas de rendimiento crecien- sector de pequeños propietarios en esas regio-
tes, puede conducir a la economía por terrenos nes. L o m i s m o ocurrió en último término en
totalmente nuevos. China continental, pero en dos fases: las medi-
El permanente crecimiento demográfico, das de colectivización registradas hacia 1950 y
acompañado de una escasez cada vez mayor las reformas de D e n g Tsiao Ping definalesdel
de tierras en una sociedad agraria, origina nue- decenio de 1970. Entre los ejemplos de res-
vas realidades demográficas a las que la socie- puestas adaptativas al crecimiento demográfi-
dad, las familias y personas que la componen co cabe citar los cambios llevados a cabo en lo
tienen que hacer frente. En teoría, el creci- referente a la intensidad de los cultivos y los
miento demográfico puede influir en el ritmo contratos de trabajo, y la privatización de tie-
y dirección del cambio tecnológico y en el rras comunales (véase Hayami y Kikuchi,
nivel y composición de las inversiones, origi- 1982; Jodha, 1985). La transformación radical
nando una mayor demanda de m a n o de obra; de los sistemas agrícolas, consistente en esta-
en la práctica, las respuestas de la inversión y blecer cultivos permanentes, también puede
la tecnología son a m e n u d o perversas -resulta- constituir una adaptación al crecimiento de-
do, por ejemplo, de políticas oficiales que esta- mográfico: Gourou (1965) da ejemplos de ca-
blecen un precio del capital inferior a su valor sos en que este cambio está relacionado con el
de escasez. El crecimiento de la población ru- aumento de la densidad. El influyente estudio
ral origina en muchos casos respuestas distin- de Boserup (1965), basado en pruebas c o m o
tas: multiplicación de las actividades no agrí- ésta, afirma que el crecimiento demográfico
colas en el sector rural y migración del campo ha sido históricamente un factor importante
a la ciudad. A niveles moderados, estas res- de desarrollo agrario.
puestas pueden contribuir al desarrollo econó-
mico general gracias a mayores inversiones en Otro tipo de respuesta, que no puede califi-
la agricultura y a la reasignación de m a n o de carse de adaptativa sino en el sentido de supo-
obra a otras ocupaciones. N o obstante, en caso ner un cambio de organización, es la del fraca-
de rápido crecimiento demográfico puede ocu- so sistemático. E n algunos entornos las dispo-
rrir que, sobre todo, los problemas de absor- siciones institucionales sólo sirven para distri-
ción de la m a n o de obra, se transfieran a los buir el producto social entre un mayor número
sectores no agrarios, con lo que subsiste el de pretendientes, diluyendo los activos per ca-
problema de acomodación o disminución de pita y a menudo degradando el medio ambien-
ese crecimiento no resuelto. te natural. A este respecto sólo pueden ofrecer-
U n a clasificación sencilla de las respuestas se ejemplos temporales ya que se trata de una
de la sociedad al crecimiento demográfico ru- vía insostenible que, de seguirse durante largo
ral es la basada en el grado en que las estructu- tiempo, conduce a la decadencia económica y,
ras locales de organización económica se m a n - finalmente, a la despoblación. Marriott (1953)
tienen intactas. E n un extremo figuran los describe un fracaso de esta clase en la India y
sistemas agrarios cuyas estructuras son m u y Geertz (1963) en Indonesia. En ambos casos se
Demografia y cambio institucional 363

rectificó la línea de actuación y se puso fin a la modos se aplicarían (especialmente, progresos


decadencia. en materia de sanidad y niveles de educación),
U n a conclusión importante es que la «aco- y programas de planificación familiar.
modación» del crecimiento demográfico, aun- La eficacia, que también debe tenerse en
que necesaria desde el punto de vista del bie- cuenta, es m u c h o menos fácil de calibrar. Del
nestar, puede tener consecuencias perjudicia- m i s m o m o d o que los efectos sobre la producti-
les tanto para el desarrollo c o m o para el medio vidad del crecimiento demográfico pueden ser
ambiente. Las condiciones institucionales bajo grandes o pequeños, incluso positivos o negati-
las que el crecimiento demográfico alienta la vos, según la estructura institucional de la so-
productividad, o presiona en favor de una m e - ciedad, también pueden serlo los efectos anti-
nor fecundidad, pueden entrar en conflicto natalistas. L a eficacia de las políticas de con-
con las condiciones óptimas para satisfacer las trol de nacimientos, tanto directas c o m o indi-
necesidades humanas inmediatas. La solución rectas, también dependen del marco institu-
de este posible conflicto constituye un proble- cional.
m a importante de diseño institucional. El esta-
blecimiento de disposiciones institucionales
Transición demográfica «clásica»
que permitan disminuir la fecundidad sin per-
judicar otros objetivos del desarrollo es el E n el siglo X I X la fecundidad disminuyó en
tema I que se examina a continuación. los países occidentales: Europa, América del
Norte y Australia, sin que hubiera ningún in-
tento oficial al respecto sino m á s bien a m e n u -
Modelos d e transición en materia do una considerable e ineficiente retórica pro-
de fecundidad natalista. E n los primeros años del presente
siglo se establecieron regímenes de baja fecun-
Unas tasas de crecimiento demográfico del didad, excepto el «baby b o o m » de los decenios
dos o el tres por ciento anual pueden mante- de 1950 y 1960. Esta disminución constante,
nerse durante decenios, a veces incluso mejo- que ya ha sido objeto de una completa investi-
rando de manera permanente el bienestar eco- gación, plantea actualmente pocas incertidum-
nómico medio, ya que es posible absorber las bres (una controversia importante todavía en
reducciones de recursos y mantener el ritmo curso es la relativa a la naturaleza del régimen
del cambio tecnológico y organizativo. Es pro- de fecundidad cuando esta empezó a dismi-
bable que se registren costos ambientales -re- nuir, a saber, si se trataba de una «fecundidad
ducción del entorno natural en un medio a m - natural» sin ninguna decisión explícita acerca
biente m á s deteriorado física y estéticamente, del número de nacimientos o bien de una ele-
y reducción del ecosistema a, simplemente, vada fecundidad «racional»). Fundamental-
prestar apoyo a la economía h u m a n a - pero mente, la transición en materia de fecundidad
también puede haber algunos progresos en re- está relacionada con la serie de cambios que
lación con los efectos de escala sobre la activi- acompañaron al crecimiento de la empresa ca-
dad económica, y quizás también sobre la acti- pitalista y la producción fabril -cambios c o m o
tud política del país en el sistema internacio- la enseñanza masiva, la formalización de las
nal. C o n frecuencia se pasan por alto impor- relaciones laborales y la urbanización- que
tantes costos de oportunidad: se olvida la posi- transformaron la economía familiar y las fun-
bilidad de alcanzar un crecimiento económico ciones de sus miembros, alterando los cálculos
intensivo. N o obstante, al evaluar este balance de las decisiones sobre fecundidad. U n a fecun-
la mayoría de los gobiernos de los países que didad elevada era incompatible con la vida
registran un elevado crecimiento demográfico industrial urbana.
consideran que una disminución del incre- Lo m i s m o puede explicarse en términos
mento de la población puede aportar impor- culturales, destacando el aumento del indivi-
tantes beneficios netos a condición de que la dualismo y los valores conexos relacionados
reducción de la fecundidad ocasione relativa- con la Ilustración y, posteriormente, con la
mente pocos costos. Las dos políticas que se revolución industrial. Aunque muchos cientí-
aplican para reducir la fecundidad tienen poco ficos sociales hacen mayor hincapié en los
costo: estrategias de desarrollo que de todos cambios materiales y tienden a considerar que
364 Geoffrey McNicoll

;
Ä .A.

'fp ^\

Salto de El Colacho. U n hombre que simboliza el diablo, salta por encima de los recién nacidos para alejar la mala
suerte. Castillo de Murcia, España, ctmstina García Rodem/vu
Demografía y cambio institucional 365

las variaciones registradas en las estructuras Modificación d e las estructuras familiares


son consecuencia de ellos, es evidente que
a m b o s están relacionados estrechamente y El contexto institucional de la transición de-
puede decirse que debe predominar la esfera mográfica clásica puede describirse amplia-
teórica. mente en términos de los derechos de propie-
U n a reseña adecuadamente matizada de la dad, las estructuras de clase y las relaciones
variación de la fecundidad debe prestar aten- laborales -los factores clásicos de la teoría
ción a ambas explicaciones y a las relaciones marxista del desarrollo y de la economía insti-
existentes entre ellas. tucional neoclásica (véase, por ejemplo, Bar-
Esta cuestión refleja un debate en curso c h a m , 1989). N o obstante, cuando empezamos
todavía no decidido sobre la teoría del cambio a observar una muestra de países m á s amplia,
social, entre las explicaciones materiales y las con la consiguiente mayor variación de las
teóricas. estructuras sociales y las estructuras de desa-
N o obstante, la asociación de las interpre- rrollo, está claro que también son importantes
taciones estructurales o institucionales del otras muchas dimensiones institucionales. Los
cambio con la parte materialista únicamente sistemas familiares son un factor evidente. Se-
-opinión que a veces se ha expresado en las ría sorprendente que diferentes sistemas fami-
publicaciones de carácter demográfico- resul- liares no apoyaran diferentes estructuras de
ta simplemente incorrecta. fecundidad y diferentes vías de transición de
Las formas culturales o ideales tienen tanto la fecundidad.
derecho c o m o las formas materiales a querer Esta parece ser la realidad. Las característi-
basarse en la «estructura» -definida por las cas de los sistemas familiares que m á s influyen
cualidades de persistencia y cierto grado de en los resultados demográficos son las normas
coherencia. Asimismo, las instituciones, en el en materia de transferencia de la propiedad,
sentido de estructuras habituales de las expec- especialmente la herencia de la tierra, el con-
tativas y los comportamientos, tienen su ori- trol que ejercen las familias (u otras autorida-
gen en las ideas y valores y también en los des de la sociedad) sobre el establecimiento de
intereses tangibles. nuevas propiedades, las diferencias de funcio-
Existen casos modernos de transición de- nes entre hombres y mujeres según el sistema
mográfica clásica. Por ejemplo, podría afir- vigente, y el grado en que los padres limitan el
marse de manera convincente que la relativa- número de hijos c o m o reacción a las variacio-
mente baja fecundidad que se registra en todas nes económicas de las relaciones entre genera-
las ciudades grandes de los países en desarrollo ciones (para mayor información, véase Cain y
es el resultado de un proceso de cambio pare- McNicoll, 1988).
cido al de tipo clásico. La importancia de estas características es
En cuanto a los países, los ejemplos más evidente incluso cuando se comparan de m a -
claros quizás correspondan a los principales nera m u y elemental los sistemas familiares
países de América Latina, no sólo del «cono agrarios de la Europa noroccidental y el Japón,
sur» (Argentina, Chile y Uruguay) sino tam- el Asia meridional y el África subsahariana.
bién el Brasil, México y Colombia. Brasil es en E n Europa y el Japón las familias nucleares
muchos aspectos el caso m á s notable, el menos existen desde hace tiempo. Las normas sobre
«contaminado» por la política o los programas transferencia de la propiedad y establecimien-
oficiales antinatalistas. to familiar correspondían a la institución de la
En todos estos países existe una gran urba- propiedad campesina con referencia a los an-
nización, a m e n u d o fomentada en previsión tepasados, o su equivalencia aproximada en el
de capacidades de absorción de m a n o de obra Japón. Tendía a evitarse la fragmentación de
industrial que se origine c o m o consecuencia la tierra. Se aplicaban estrictos controles socia-
de los cambios rurales institucionales que fa- les sobre el matrimonio o el establecimiento
vorecen a los grandes propietarios y a la agri- de una nueva familia, lo que suponía matri-
cultura, que requiere gran intensidad de tie- monios tardíos y tasas elevadas de soltería. En
rras y capitales. Las estructuras políticas que gran parte del subcontinente indio prevalecían
apoyan estos resultados se reconocen fácil- los sistemas familiares «mixtos» que solían
mente. permitir el reparto de la herencia, lo que obli-
366 Geoffrey McNieoIl

gaba a matrimonios tempranos, especialmente minución está relacionada con la liberación


de las mujeres, y a compartir los primeros de las ambiciones empresariales de la familia
años de la edad fértil en economías familiares y las nuevas oportunidades de ascenso en la
amplias. En gran parte del África subsahariana escala social lo que, dadas las variables cir-
(aunque es difícil generalizar debido a las cunstancias económica y política, requiere
grandes variaciones intrarregionales) las fami- un menor número de hijos (véase Green-
lias nucleares conyugales han dependido tradi- halgh, 1988).
cionalmente de los intereses de estirpe que Los sistemas familiares cambian con toda
vinculan al marido y a la mujer a sus familias seguridad. Durante m u c h o tiempo se pensó
de origen. La consecuencia de ello es dividir la que la industrialización traería consigo la fa-
economía familiar y repartir los costos de la milia nuclear de estilo occidental. En especial,
reproducción. se creía que las familias amplias de Asia meri-
Estos diversos sistemas pueden haber sido dional, que ya eran nucleares durante parte de
ingredientes relativamente eficaces de sus res- su ciclo vital, todavía lo serían más.
pectivos sistemas sociales cuando se registraba Este supuesto puede entrar en contradic-
una elevada mortalidad en los primeros años ción con las conclusiones de los historiadores
de vida. Ahora bien, estos sistemas pueden de la familia (aunque sea cuestionado) de que
considerarse inconmensurables o, simplemen- las estructuras familiares han permanecido no-
te, maneras diferentes de organizar la repro- tablemente constantes durante generaciones
ducción. Sin embargo, teniendo en cuenta (véase Laslett y Wall, 1972, y para opiniones
c ó m o hacen frente a la situación históricamen- contrarias Seccombe, 1992).
te nueva del rápido descenso de la mortalidad, Sin embargo, cabe aducir que las circuns-
los sistemas asiáticos y africanos parecen m e - tancias del m u n d o moderno introducen fuer-
nos aptos que los europeos ante el descenso de zas mucho más poderosas en favor del cambio
la fecundidad (de todos modos, lo que hubie- que las que hasta ahora habían existido. Ade-
sen hecho las familias europeas en el caso de más, los sistemas familiares amplios ya pue-
registrar tasas de crecimiento demográfico del den ser en algún sentido los precursores de las
3 % anual en vez del 1 o del 2 % es algo que unidades familiares: hace 20 años, en un im-
forzosamente pertenece al terreno de la espe- portante informe de las Naciones Unidas (Na-
culación). ciones Unidas, 1973:340) se afirmaba que la
U n a peculiaridad de la demografía familiar familia amplia descrita y examinada en la so-
en los sistemas donde no existen restricciones ciología de la familia y la antropología cultural
sociales para el matrimonio es que gran parte era más una tradición sociológica que una rea-
de la mayor carga que supone para la sociedad lidad estadística. Las estructuras familiares
la disminución de la mortalidad no recae di- probablemente hayan contribuido a frenar la
rectamente en las propias familias (Ryder, disminución de la fecundidad en Asia meri-
1975). Aunque las familias tengan m á s hijos dional pero no seguirán haciéndolo necesaria-
que sobrevivan, también es m á s largo el pe- mente.
riodo de contribución productiva de padres e El curso del cambio de los sistemas familia-
hijos. res africanos da lugar a controversias y al mis-
La carga para la sociedad se expresa en m o tiempo está escasamente estudiado. Exis-
cambio en la creación más rápida de familias ten señales de erosión del poder de la estirpe
y, por tanto, en el hecho añadido de que sean pero pocos datos acerca de los tipos de relacio-
m á s numerosas durante los primeros años de nes sociales que lo sustituirán. La convergen-
la crianza de los hijos, que suponen una eleva- cia hacia un modelo nuclear es un posible
da dependencia. resultado pero también lo es un camino más
Está demostrado que las estructuras fami- idiosincrático.
liares de Asia oriental no impiden la dismi- Algunos observadores han especulado acer-
nución de la fecundidad. Por el contrario, ca de la posibilidad de que se desarrolle una
una interpretación adecuada de las especta- estructura familiar de tipo caribeño con muje-
culares reducciones de la fecundidad obser- res cabezas de familia y uniones visitadoras.
vadas en Taiwan o Corea del Sur considera A m b a s posibilidades pueden conducir a un
la familia c o m o un factor decisivo. Esa dis- descenso de la fecundidad.
Demografia y cambio institucional 367

Estructuras institucionales a nivel to. E n los sistemas comunitarios social y


comunitario territorialmente fuertes - c o m o por ejemplo los
del Japón o la Suiza preindustriales- una co-
Las localidades, al igual que las estructuras munidad tenía claras razones para ejercer un
familiares, pueden compararse en cuanto a su control estricto sobre la demografía local (la
capacidad de reducir los costos de una elevada ¡migración y la fecundidad). En cambio, en los
fecundidad. Si existe una elevada movilidad sistemas en que predominan los vínculos de
de la m a n o de obra, la aldea ya no se ve parentesco -la mayoría de los ejemplos al res-
obstaculizada por este recurso: en efecto, pue- pecto corresponderían a África- los intereses
de «explotar» el resto de la economía, a nivel demográficos comunitarios pueden incluso en-
nacional y, cada vez m á s , internacional. N o trar en conflicto con los intereses individuales.
obstante, históricamente la mayor parte de los
costos que ocasiona la fecundidad probable-
mente se han contenido dentro de las peque- Función del Estado
ñas localidades. En algunas sociedades todavía El proceso de desarrollo tiene ramificaciones
es así. importantes en los tipos de instituciones loca-
Los problemas habituales o periódicos que les que se han examinado. Por ejemplo, las
registra un determinado grupo permiten res- familias y las comunidades, que en una época
puestas institucionalizadas. Definidos por fueron agentes todopoderosos del control so-
ellas, los residentes de una localidad se con- cial, ven reducidas sus esferas de influencia.
vierten en comunidad y pueden adoptar medi- En último término, las funciones de la familia
das concertadas en su propio interés. Por con- se ven limitadas al terreno de la «vida priva-
siguiente, cabe esperar que una comunidad da» (aunque lo que se considera «privado»
que se haya sentido abrumada por una fecun- pueda cuestionarse en esferas c o m o la de la
didad alta desarrolle medios para limitar este socialización de los hijos); las comunidades
costo para sus miembros, o que facilite la pueden verse reducidas únicamente a funcio-
transferencia de esa carga. Los controles esta- nes municipales residuales. Las nuevas institu-
blecidos sobre el matrimonio o el estableci- ciones de control social están relacionadas tí-
miento de nuevas familias a que antes se ha picamente con el Estado, ya sea que éste las
hecho referencia servían precisamente para administre directamente, con el sistema jurídi-
esto: el siguiente nivel superior de organiza- co y los programas ministeriales, o las supervi-
ción social mantenía demográficamente en lí- se indirectamente, mediante la educación y los
nea a las familias. servicios de salud del sector privado.
Desde el punto de vista demográfico existe Las culturas políticas nacionales y las estra-
una necesidad mínima de solidaridad comuni- tegias del desarrollo registran un grado varia-
taria o reconocimiento del interés colectivo. ble de «estatalismo», según el grado de usurpa-
Esto puede existir de hecho pero a m e n u d o ción que tolere el Estado. Los regímenes co-
ocurre lo contrario. N o se trata de una cues- munistas fueron m á s lejos al no permitir
tión de democracia participativa sino de regu- fundamentalmente que ninguna estructura
lación de la conducta, para lo cual puede ser institucional fuese independiente de la in-
indiferente que el origen de las sanciones sea fluencia del Estado. En cambio, muchos países
el vecino, la elite local o los funcionarios. N o pobres aplican políticas en las que la extensión
obstante, la solidaridad puede constituir un de las funciones del Estado en la sociedad y la
ingrediente importante para el éxito del desa- economía están más limitadas por la capaci-
rrollo rural. dad gubernamental que por lafilosofíapolíti-
N o es forzoso que las comunidades se orga- ca. E n los últimos años se ha registrado un
nicen territorialmente. El parentesco suele ser retroceso de esta postura, acelerado por el fra-
otro principio de afiliación -definiendo clanes caso económico de los regímenes socialistas.
o grupos emparentados en vez de aldeas o Es probable que el comportamiento de la
pueblos. N o obstante, las organizaciones basa- familia se vea influido por esos cambios del
das en el parentesco pueden no encontrar nin- entorno institucional. La disminución de la
guna dificultad en expandirse demográfica- influencia de la comunidad elimina esta fuente
mente: incluso pueden acogerse con benepláci- de presiones reguladoras sobre el matrimonio
368 Geoffrey McNicoll

y la fecundidad. La centralización de las finan- experiencia asiática (por ejemplo de la India o


zas públicas a nivel nacional rompe los víncu- Indonesia) requiere una jerarquía administra-
los existentes entre iniciativa local colectiva y tiva adecuadamente definida, que evidente-
recompensa -incluidas las iniciativas locales mente no puede crearse a voluntad. Sin e m -
en servicios de salud y educación que cabría bargo, la presunta necesidad de que el gobier-
esperar que tuvieran importancia demográfi- no atienda la demanda se considera la razón
ca. Es notable que incluso la propia práctica principal de que los programas de planifica-
familiar de control de nacimientos pueda lle- ción familiar permanezcan en el sector públi-
gar a considerarse una responsabilidad guber- co. D e este m o d o , es posible que esos progra-
namental. El eminente demógrafo J.C. C a d - mas permanezcan dentro de un sector público
well (1993:309) afirma, sobre la base de su más reducido -por ejemplo, en los países afri-
amplia labor sobre el terreno, que en la India canos con fecundidad elevada- pero sin contar
rural «la gente da por supuesto que el control con la estructura de apoyo que lo justificaría.
de la fecundidad no puede practicarse si no La disminución de la demanda privada de
existe un programa oficial de planificación fa- hijos -el camino clásico de la transición d e m o -
miliar. gráfica- también acabará produciéndose in-
Este último comentario no es casual. Los cluso en las sociedades que registran una tasa
programas de planificación familiar, en las m u y modesta de crecimiento económico. Has-
formas adoptadas desde que se aplicaron por ta hay algunas pruebas de que disminuye esa
primera vez en los decenios de 1950 y 1960, demanda en presencia de una reducción eco-
son parte de una estrategia estatalista del desa- nómica: es la llamada transición provocada
rrollo. Su influencia ha sido m á x i m a donde el por la pobreza. E n ambos casos no hay duda
alcance del Estado ha sido mayor, y su máxi- de que puede conseguirse marginalmente un
m a eficacia donde su competencia también lo mayor ritmo de cambio demográfico subven-
ha sido. N o es de sorprender que esto haya cionando el control de nacimientos -abando-
ocurrido en Asia. Caldwell (1993:304) tam- nando ligeramente el laissez-faire. N o obstan-
bién califica los programas nacionales de pla- te, es extraordinario que se haya prestado tan
nificación familiar de «manifestación -casi poca atención a estudiar las posibilidades de
cultural- del arco asiático, de la India a Chi- conseguir apoyo colateral para el cambio de-
na y Corea del Sur, pasando por el Asia suro- mográfico apoyándose en las estructuras insti-
riental». tucionales existentes, o modificadas adecuada-
mente, de la sociedad. Tanto la experiencia
Desde luego, en otros lugares también se
histórica c o m o el análisis de los actuales obs-
han aplicado programas de esta clase. Se han
táculos a la disminución de la fecundidad dan
dedicado esfuerzos considerables a preparar-
a entender que se han pasado por alto oportu-
los, destilar la esencia de la logística, suminis-
nidades importantes en este sentido y que to-
trar el servicio, hacer publicidad e informar
davía se persiste en esa actitud.
sobre los componentes de su funcionamiento
con el fin de construir programas igualmente
eficaces en nuevos entornos. L o que no puede
transferirse es la política en que están incorpo-
rados los programas asiáticos que tienen éxito. Nota final sobre los regímenes
En la medida en que éste es un ingrediente demográficos posteriores
fundamental de su éxito, los resultados del a la transición
programa en un nuevo entorno pueden ser
malos. Al principio de este estudio se describieron
Se da el caso irónico de que en todas partes dos posibilidades de rápido crecimiento de-
los gobiernos van abandonando funciones que mográfico y sus consecuencias, en las que no
no puede decirse resulten m u y adecuadas para se preveía la intervención de instituciones, tra-
el sector público. La atención de una demanda tando de mostrar que si se tiene en cuenta el
existente de servicios anticonceptivos moder- contexto institucional real del cambio d e m o -
nos no parece que requiera justificación. El gráfico se entiende mejor ese cambio y el au-
intento de ampliar esta demanda es una fun- mento de las posibilidades de regularlo. Los
ción m u y plausible del gobierno, pero según la problemas de población no desaparecen cuan-
Demografía y cambio institucional 369

do se consigue una fecundidad baja. Por consi- vos. El aumento de esta reasignación puede
guiente, quizás convendría decir c o m o conclu- plantear dificultades políticas, incluso cuando
sión que se requiere una perspectiva institu- refleje la distribución real de ingresos por eda-
cional análoga acerca de los regímenes d e m o - des, excluidos los pagos de transferencia. Las
gráficos posteriores a la transición y las cues- posibilidades de conflicto entre generaciones
tiones de política relacionadas con ellos. es evidente -aunque sólo sea en forma atenua-
da de presiones para disminuir los haberes e
El debilitamiento de las estructuras direc- ingresosfijosde las personas no productivas.
tas de control social en forma de familia y de Es difícil prever una solución institucional sa-
comunidad autoritarias, en el curso del desa- tisfactoria de este conflicto ya que no hay nin-
rrollo económico y político, no deja desprovis- guna garantía de que las poblaciones posterio-
ta a una sociedad institucionalmente -por lo res a la transición mantengan una distribución
menos a una sociedad «liberal»- ni coloca estable por edades.
directamente frente a frente las relaciones del Por último, el mantenimiento de la fecun-
individuo con el Estado. La sociedad civil ge- didad al nivel de sustitución, o por debajo de
nera sustitutos menos estrictos de esas institu- éste, junto con el aumento de la riqueza, crea
ciones locales tan abundantes, en un proceso fuertes presiones inmigratorias. Las diferen-
que se ha denominado institucionalización te- cias internacionales de riqueza y de las dimen-
nue (véase Selznick, 1992). E n cambio, no se siones absolutas de las generaciones de edades
fomenta al parecer la convergencia de conduc- de m á x i m a inmigración mantendrán una ele-
tas en una sola estructura normativa. Considé- vada presión, por lo menos durante varios
rese la familia y la fecundidad. E n las econo- decenios todavía y quizás durante muchísimos
mías desarrolladas, casi todos los obstáculos años. Desde el punto de vista del economista,
económicos elementales descartan intenciona- cabe prever que los propietarios del capital en
damente las familias de gran tamaño (es decir, los países receptores aboguen en favor de una
de m á s de tres hijos); los eficaces métodos de inmigración relativamente alta pero los traba-
control de la natalidad descartan la posibili- jadores, especialmente los poco cualificados
dad de que haya familias de gran tamaño por deberían oponerse a ello. E n el terreno político
causas accidentales. N o obstante, la existencia se llegará a cierto compromiso, facilitado qui-
de diferentes porcentajes de familias sin hijos zás por prestaciones de paro y jubilación gene-
o de fecundidad final de uno, dos o tres hijos rosas (este panorama se ve complicado por la
puede originar una importante variación e in- enorme cartera de acciones que poseen actual-
consistencia de los resultados demográficos. mente los fondos de pensiones de los trabaja-
A d e m á s , las circunstancias familiares en que dores en muchos países). L a edad, la educa-
se cría a los hijos se han visto diversificadas ción y la salud serán el tipo de factores de
radicalmente al aumentar la inestabilidad m a - selección compatibles con esta orientación
trimonial y aumentar los hijos fuera de matri- económica. El contexto institucional pertinen-
monio. te del debate sobre estas políticas será el del
Cualquier esperanza de poder analizar o mercado de trabajo.
predecir este anárquico entorno de conductas Sin embargo, gran parte de la política de
reside en distinguir estructuras y coherencias inmigración tiene poco que ver con esas di-
válidas para los comportamientos de subgru- mensiones ya que se refieren al idioma, origen
pos dentro del entorno institucional más a m - étnico y religión. La inmigración se percibe
plio. D e forma sorprendente, esta tarea ha c o m o una amenaza contra la homogeneidad
corrido m á s a cargo de investigadores del mer- social. Las instituciones sociales y las estructu-
cado que de demógrafos de la familia. Subsiste ras culturales que aquí se invocan son m á s
no obstante un importante terreno de investi- antiguas y profundas que las de la economía
gación. capitalista, ya que se basan en los vínculos
La prolongación de la vida introduce una primordiales con la tribu y los ethnos. Los
serie diferente de cambios institucionales, a intentos de los gobiernos de institucionalizar
medida que las sociedades intentan encontrar el pluralismo cultural - e n sustitución de polí-
la forma de transferir una parte creciente de la ticas anteriores que fomentaban la asimila-
producción actual a los ancianos no producti- ción- han tenido m á s o menos éxito en los
370 Geoffrey McNicoll

países de inmigración «tradicional». E n Euro- migración ya están apareciendo señales de


pa y en los países de Asia con baja fecundi- que es probable que esos problemas vayan en
dad que no han tenido esta experiencia de in- aumento.

Traducido del inglés

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Las políticas demográficas desde una
perspectiva comparada

Massimo Livi-Bacci

Las definiciones y sus límites atañen a todo el conjunto de la sociedad.


La anterior definición es tan amplia que
H a y muchas maneras de definir una política sufre las consecuencias de su propia pluridi-
de población, pero pocos negarán que se trata mensionalidad. Sólo los regímenes totalitarios
de un sistema de medidas (de carácter legisla- han tratado de fijar objetivos que abarquen
tivo, económico o social) destinadas a influir todas las facetas posibles de una política de
en el crecimiento, la estructura o la distribu- población: las consideraciones de población
ción demográfica. Al utilizar el término «sis- suelen estar determinadas por la ideología del
tema» subrayamos la necesidad de coordina- régimen, y el propio régimen puede poseer
ción e integración entre las diversas medidas, fuerza suficiente para imponer sus criterios.
que deben ser coherentes E n los países no totalita-
y compatibles; ello im- rios la concepción de una
Massimo Livi-Bacci es Profesor de D e -
plica la existencia de un mografía en la Facultad de Ciencias
política integrada es suma-
marco institucional ade- Políticas de la Universidad de Floren- mente difícil y compleja,
cuado y de una coordina- cia y Presidente Honorario de la Unión ya que tiene que ver con la
Internacional para el Estudio Científi- regulación de derechos in-
ción entre los diversos co de la Población. Sus intereses versan
centros de adopción de sobre las cuestiones históricas y con- dividuales tan apreciados
decisiones en el gobierno temporáneas de la población y las rela- c o m o son el derecho a ca-
ciones entre los factores biológicos y sarse, a tener hijos, o a
y en la administración, sociales del cambio demográfico. Sus
tanto en el sector público obras más recientes son: Introducción a cambiar de residencia. E n
c o m o en el privado. M u - la Demografia, 1993; A Concise His- los países en vías de desa-
tory of World Population, 1992; Popu- rrollo, la política de pobla-
chos admitirán también lation and Nutrition, 1991.
que las políticas de pobla- ción es sinónimo de inter-
ción no deben limitarse vención en el área de la
a influir en la fecundi- fecundidad y la planifica-
dad y sus determinantes ción familiar; éste es el sec-
inmediatos sino que deben ocuparse de las tor «duro» donde predominan las conside-
demás variables demográficas, c o m o la salud y raciones de población (en particular la nece-
la mortalidad, la movilidad y la migración, el sidad de reducir la tasa de crecimiento d e m o -
asentamiento rural y la urbanización, y la for- gráfico), y la intervención puede plantearse,
mación y disolución de las familias. Habida ejecutarse y evaluarse de un m o d o autónomo.
cuenta de que casi todas las definiciones son Sin embargo, las consideraciones de pobla-
aceptadas actualmente, las políticas deben ir ción pocas veces predominan cuando se plan-
m u c h o m á s allá de la fecundidad y la planifi- tean cuestiones relacionadas con la salud, la
cación familiar y abarcar todos los comporta- migración, la urbanización, la familia, etc.;
mientos humanos y sociales que, por uno u éste es el sector «blando», en el que la inter-
otro concepto, afectan a las variables d e m o - vención ha de negociarse, en el mejor de los
gráficas; es decir, las políticas de población casos, con instituciones y decisiones hasta

R I C S 141/Setiembre 1994
372 Massimo Livi-Bucci

cierto punto ajenas a las cuestiones de pobla- tradicción entre una política de restricción ab-
ción. soluta de la inmigración y la débil acción en
U n o s pocos ejemplos permitirán aclarar lo favor del desarrollo de la ribera meridional del
que queremos decir. E n todo el m u n d o , las Mediterráneo es evidente: la protección de la
políticas sanitarias sufren las consecuencias de agricultura y otros sectores industriales tradi-
una utilización inadecuada de los caudales pú- cionales de la Unión Europea pone freno al
blicos en tratamientos que no son rentables, proceso de atenuación de las presiones migra-
por inicuos e ineficaces: las decisiones relati- torias del Sur.
vas a las políticas se toman en el Ministerio de
Salud y órganos dependientes, donde la in-
fluencia de la profesión médica y de la indus- Políticas d e población
tria farmacéutica es ciertamente m á s impor- y sus objetivos
tante que la opinión de los expertos en pobla-
ción. Asimismo, la reglamentación de la m i - U n a condición previa indispensable de toda
gración internacional n o es un asunto mera- política es el consenso acerca de sus objetivos
mente interno, sino que comprende dispositi- y fines. E n muchos casos esto es fácil: hay
vos y responsabilidades bilaterales y multilate- consenso sobre la necesidad de que aumente el
rales que corresponden principalmente al M i - nivel de vida, se reduzcan las desigualdades,
nisterio de Relaciones Exteriores, en el cual las mejore la salud, los niños crezcan en familias
consideraciones demográficas no suelen ocu- estables, las anomalías se mantengan en un
par un lugar destacado. Las responsabilidades mínimo y disminuya la contaminación. Así
de la distribución espacial de la población in- pues, en general los objetivos de las políticas
cumben al Ministerio de Obras Públicas o al económicas, sanitarias, sociales y ambientales
Ministerio de la Vivienda, pero tienden a ajus- son claros, aunque pueda haber discrepancias
tarse a las consecuencias de la movilidad, y no en cuanto a los medios para alcanzarlas y, por
a dirigir o planificar los flujos de población. consiguiente, en cuanto a la naturaleza y la
A ú n m á s problemática es la integración de estructura de las propias políticas. E n el sector
las consideraciones de población en las políti- de la población, el consenso es m u c h o m á s
cas que afectan indirectamente a los factores difícil de lograr: ¿qué queremos: el crecimien-
del cambio demográfico. Éste es el caso de la to, el estancamiento o la disminución? Incluso
política macroeconómica, que influye no sola- sobre esta simple cuestión el desacuerdo entre
mente en la asignación de los recursos (la dis- los que deciden las políticas, los científicos y
tribución de fondos para la salud, la educación los expertos ha sido manifiesto en los últimos
o la planificación familiar), sino también en el cincuenta años. En los países desarrollados, la
equilibrio entre el sector agrícola y los otros preocupación por el crecimiento demasiado
sectores, el nivel de vida y los puestos de tra- rápido registrado durante los dos primeros de-
bajo en las ciudades y en el campo, el bienestar cenios que siguieron a la última guerra m u n -
de las familias etc., mediante la concesión de dial, ha sido reemplazado gradualmente por la
incentivos o desincentivos, subsidios, estrate- actual preocupación respecto a la decadencia y
gias de precios, etc. el envejecimiento de la población. N o obstan-
A nivel internacional, existe también una te, en las dos fases el punto de vista contrario
considerable interdependencia de las políticas ha tenido siempre importancia: por una parte,
económicas (particularmente las comerciales), los que ven en el crecimiento sostenido un
el desarrollo, las presiones migratorias y la factor favorable, y por otra los que estiman
migración. El debate en torno al T L C y sus que el descenso de la población, después de
consecuencias para las corrientes de migración dos siglos de crecimiento sostenido, puede ser
del Sur al Norte es un ejemplo de la compleji- aceptable o incluso positivo.
dad de estos problemas. Las consideraciones E n el m u n d o en desarrollo se observa la
de población son desde luego predominantes m i s m a ambigüedad. Hasta los años 70, la idea
(la esperanza de que la presión migratoria del de que un crecimiento rápido de la población
Sur ceda finalmente), pero quedan absorbidas podía ser un obstáculo al desarrollo era c o m ú n
en el intrincado complejo de fenómenos que el en muchos países, aunque también se dejaba
Tratado pretende regular. E n Europa, la con- oír la opinión contraria de que el crecimiento
Las politicas demográficas desde una perspectiva comparada 373

de la población podía ser beneficioso en algu- sante observar c ó m o este consenso ha ido
nos casos, y en otros un factor neutral. creciendo gradualmente durante el último m e -
La falta de consenso sobre las consecuen- dio siglo.
cias del crecimiento de la población ha obsta-
culizado la formación de políticas globales de
población, tanto en los países en vías de desa- Una preocupación creciente
rrollo c o m o en los países desarrollados. E n
estos últimos, la fuerte tradición liberal, el Puede afirmarse con seguridad que hasta los
legado negativo de las políticas fascistas y na- años 40 el crecimiento de la población no fue
zis, y el desacuerdo sobre las metas que deben una preocupación predominante. Es más, en
alcanzarse han impedido prácticamente la for- los años 30 Keynes sostuvo que el declive de la
mulación de políticas de población. La fuerte población era un importante factor de estanca-
tendencia registrada entre los decenios de miento económico en el m u n d o industrializa-
1950 y 1970 a legalizar los anticonceptivos, do. Italia y Alemania aplicaban políticas pro-
liberalizar el aborto, reconocer la igualdad de natalistas, y en Francia y en otros países
derechos de los progenitores solteros y sus hi- europeos cundía la preocupación por las pers-
jos, aumentar el número de causas que justifi- pectivas de un estancamiento o un descenso
can el divorcio, etc., no fueron consecuencia de la población. Stalin suprimió los resultados
de una «política de población», sino el recono- del Censo de 1937 porque había arrojado una
cimiento y la protección de los derechos indi- cifra de ciudadanos soviéticos m á s baja que
viduales a la reproducción. E n la mayoría de los 170 millones que anunció él m i s m o ; en los
esos países, en los decenios de 1950 y 1960, los Estados Unidos las proyecciones demográficas
anticonceptivos sólo se permitían por reco- preveían una disminución de la tasa de creci-
mendación del médico, y no podían ser objeto miento. E n el resto del m u n d o , lo que m á s
de publicidad legal; el aborto inducido se san- preocupaba no era la elevada tasa de creci-
cionaba gravemente; los progenitores solteros miento de la población sino el nivel excesivo
y sus hijos eran objeto de discriminación; el de la mortalidad y la «presión de la población»
divorcio, en algunos casos, no era admitido sobre los recursos, que podía conducir a la
por la legislación, o sólo se concedía con crite- adopción de políticas internacionales agresi-
rios m u y restrictivos. Así, el m u n d o occiden- vas (el Japón en el Lejano Oriente). Por otra
tal, con escasas excepciones, no dispuso de parte, la tasa de crecimiento de los países po-
una política real en el único sector -la fecundi- bres era m á s o menos la misma que en las
dad- en el que las consideraciones de pobla- regiones más afortunadas: 1 por ciento entre
ción son esenciales. Es cierto que los países 1920 y 1940.
desarrollados tienen políticas de migración:
Paradójicamente, la preocupación por el
pero éstas pocas veces se basan en considera-
rápido crecimiento de la población no se dejó
ciones demográficas. Por último, existen polí-
sentir hasta después de que se produjeran las
ticas para «acomodar» las tendencias de la
destrucciones y las pérdidas humanas de la
población: el envejecimiento, por ejemplo,
guerra. Entre los muchos factores que explican
hace que se modifique la asignación de los
este cambio de actitud, tres m e parecen de
recursos públicos para la salud, las pensiones y
particular importancia. El primero es la recu-
la seguridad social en general. Pero estas polí-
peración de la tasa de nacimientos en Europa
ticas son m á s pasivas que activas y están desti-
y América del Norte después de la guerra,
nadas a minimizar las consecuencias negativas
signo evidente de que la población de los paí-
para la sociedad del cambio demográfico.
ses ricos no entraba en una fase tranquila y
E n el m u n d o en desarrollo, la formulación estacionaria. Por el contrario, en muchos paí-
de políticas de población vino precedida por el ses europeos devastados por la guerra, el au-
reconocimiento gradual, a todos los niveles de mento de la población iba a complicar proba-
la sociedad, de que la aceleración del creci- blemente los problemas de la reconstrucción,
miento demográfico es un obstáculo al desa- agravar el desempleo y resucitar la migración
rrollo, y que debían tomarse medidas concre- de masas. El segundo es la aceleración del
tas para reducirlo. Esto significaba, esencial- crecimiento demográfico en los países en vías
mente, el control de la fecundidad. Es intere- de desarrollo, debida al rápido descenso de la
374 Massimo Livi-Bacci

Vida familiar en una sola pieza, Japón 1950. Frente a tales condiciones, el gobierno japonés ha adoptado una
política vigorosa, con éxito en parte, de reducción de la fertilidad, imapress.

mortalidad por causa de la exportación masiva el escaso espacio y el rápido crecimiento de la


de viejas y nuevas tecnologías: el D D T para la población.
erradicación de la malaria y otras enfermeda- A finales de los años 40 y comienzos de los
des parasitarias, la penicilina para las enfer- 50 las tendencias demográficas de los países en
medades infecciosas o la vacunación para la desarrollo se distinguían claramente. La m o r -
viruela. El progreso fue extraordinario y la talidad disminuía a ritmo m u y rápido, la fe-
tasa de crecimiento demográfico de los países cundidad se mantenía a niveles altos e invaria-
en vías de desarrollo saltó del 1,3 por ciento en bles, la tasa de crecimiento se aceleraba (con
los años 40 al 2,1 por ciento en los años 50. El un m á x i m o del 2,5 por ciento afinalesde los
tercer factor es la derrota del Japón, y la idea años 60 para el conjunto de los países menos
de que su futuro consistía en el progreso de la desarrollados), y no cabía duda de que esta
agricultura y la estabilización del equilibrio tendencia iba a mantenerse durante m u c h o
precario entre los recursos naturales limitados, tiempo. La fase de transición de la fecundidad,
Las politicas demográficas desde una perspectiva comparada 375

que se había producido gradualmente en el dos ( U N E S C O , O I T , O M S , F A O ) han sido


m u n d o occidental desde comienzos del si- m u y importantes para elevar el nivel de los
glo X I X , necesitaría probablemente m u c h o conocimientos, crear una opinión internacio-
tiempo para completar su ciclo en el m u n d o nal informada, definir las cuestiones normati-
en desarrollo. Lo que era peor, en gran parte vas, asesorar a los que deciden las políticas y
de los países pobres no había ninguna indica- proporcionar una cobertura políticamente
ción de que se estuviera produciendo un cam- aceptable para las iniciativas de otras institu-
bio de actitud, y subsistían los niveles altos e ciones. Afinalesde los años 60, los tiempos
incontrolados de fecundidad. Se vislumbraba estaban maduros para una participación m á s
pues para el futuro un crecimiento sostenido activa de las Naciones Unidas en las cuestio-
de la población, con su carga de tensiones e nes relacionadas con la población: ello se tra-
incertidumbres, en un periodo histórico en el dujo en la creación del Fondo de las Naciones
cual los países pobres estaban empezando a Unidas para Actividades en materia de Pobla-
controlar su destino. A comienzos de los años ción ( F N U A P ) , de carácter más práctico, y la
50, se veía claramente la necesidad de políti- organización de las tres Conferencias sobre
cas tendientes a controlar la fecundidad y re- Población, éstas de índole política, en 1974
ducir la tasa de crecimiento. (Bucarest), en 1984 (México) y en 1994 (El
Las Naciones Unidas y los organismos y Cairo).
organizaciones internacionales constituyen,
desde finales de los años 40, un importante
foro de debate y de apoyo para la acción. E n Primeras experiencias
1946, el Consejo Económico y Social de las (1945-1970): éxitos y fracasos
Naciones Unidas creó la Comisión de Pobla-
ción, cuyo mandato, establecido en 1948, no La primera experiencia mundial de una políti-
consistía solamente en la poco discutible tarea ca destinada a reducir la fecundidad y el creci-
de «asesorar al Consejo sobre: a) el volumen, miento es ciertamente la que se emprendió en
la estructura de la población y los cambios de el Japón después de la guerra, durante la ocu-
la misma; b) la interacción entre los factores pación aliada (1946-1952) y que prosiguió
demográficos y los factores económicos y so- cuando dicho país recobró su soberanía en
ciales», sino también en asesorar sobre «las 1952 (Bronfenbrenner y Buttrick, 1960; Mura-
políticas destinadas a influir en el volumen y matsu y Kuroda, 1974). E n los primeros años
la estructura de las poblaciones» (Johnson, de la ocupación, la repatriación de más de seis
1987). El establecimiento de la División de millones de japoneses (militares y civiles), en
Población de las Naciones Unidas permitió su mayor parte jóvenes, de Asia continental y
completar los conocimientos acerca de la de- el Pacífico, el aumento de los nacimientos al
mografía de los países menos desarrollados. acabar la guerra y el retorno de millones de
N o obstante, hasta los años 60 los debates de personas a la vida familiar, así como el descen-
la Comisión de Población fueron m á s bien so de la tasa de fallecimientos c o m o conse-
teóricos y generales, y las Naciones Unidas no cuencia de un programa m u y intenso de salud
pudieron emprender ningún programa de ac- pública, dieron lugar a un fuerte aumento de la
ción en este terreno. Las dos Conferencias población y a una grave preocupación por sus
Mundiales sobre Población, celebradas en consecuencias para la sociedad japonesa. Los
1954 en R o m a y en 1964 en Belgrado bajo los movimientos de control de la natalidad, supri-
auspicios de las Naciones Unidas y en colabo- midos por los militares afinalesde los años
ración con la Unión Internacional para el Es- 30, se reorganizaron; las autoridades de ocupa-
tudio Científico de la Población (UIECP), fue- ción (hostiles a la propaganda pública del con-
ron de carácter científico y en ellas participa- trol de nacimientos) permitieron que la Dieta
ron especialistas a título individual, sin que aprobase en 1948 la Ley de Protección Eugéni-
hubiera ninguna representación oficial de los ca. Esta Ley, con sus modificaciones sucesivas,
países. N o obstante, los debates en la C o m i - sentó las bases de la política demográfica del
sión, el trabajo de la División y el interés cada Japón; al amparo de ella se empezaron a fabri-
vez m á s extendido por las cuestiones de la car y distribuir sistemas anticonceptivos, se
población en los otros organismos especializa- alentó la difusión de información sobre plani-
376 Massimo Livi-Bacci

ficación familiar y se legalizaron el aborto por te el control de la población desde comienzos


razones sanitarias o económicas y la esteriliza- de los años 50. China adoptó una actitud
ción. Afinalesde los años 50 la tasa de naci- opuesta. E n 1949 M a o declaraba: «La vasta
mientos se había reducido a la mitad del nivel población de la China debe considerarse un
alcanzado afinalesde los años 40. Puede de- hecho positivo. Aunque se siga multiplicando,
batirse si este descenso fue inducido «autóno- siempre será capaz de resolver los problemas
mamente» - y hasta qué punto- por la vigoro- creados por este crecimiento. La solución es-
sa política del Gobierno, o por un cambio triba en la producción: la revolución y la pro-
inmanente de las actitudes de la población ducción pueden resolver el problema de ali-
después de la guerra, la caída de los militares, mentar a la población». N o obstante, cuando
la destrucción económica y las dificultades de la Revolución se consolidó y conocieron las
la vida. Pero el Japón demostró que un país no cifras del censo de 1953, empezaron a mani-
occidental, aún rural en gran parte y m u y ape- festarse preocupaciones respecto de la pobla-
gado a sus tradiciones culturales, podía revolu- ción. En el Octavo Congreso del Partido, en
cionar en unos pocos años sus comportamien- 1956, Zhou Enlai pronunció un discurso en el
tos en materia de fecundidad. cual dijo, entre otras cosas, lo siguiente: «To-
El primer país en desarrollo que aceptó el dos estamos de acuerdo en la conveniencia de
control de la población c o m o elemento impor- adoptar medidas en favor del control de la
tante de su planificación nacional fue la India. natalidad, tanto para la protección de las m u -
Desde 1952 el Gobierno indio ha puesto freno jeres y los niños c o m o para garantizar que las
al crecimiento demográfico. E n tiempos de generaciones jóvenes se críen y eduquen de un
auge económico y político, c o m o los períodos m o d o que garantice la paz y la prosperidad»
del Primer y Segundo Planes (1951-1961), el (Livi-Bacci, 1992). Este primer programa de
Gobierno ha dado prioridad al desarrollo control de la natalidad preveía la creación de
como base para el control de la población. En una red asistencial, la producción de anticon-
los períodos del Tercer y Cuarto Planes, que ceptivos y un plan para alentar a la población
fueron difíciles para el desarrollo económico, a utilizar los servicios y medios de control de
la India, estimulada por la ayuda bilateral de los nacimientos. Sin embargo, la prudencia
los países ricos, basó primero su acción en la demográfica no encajó bien con el ambicioso
creencia de que el control de la población de- programa socioeconómico de 1958-1959 -el
pendería directamente de la expansión de los Gran Salto Adelante-, ni con la fe ciega en los
servicios médicos y la distribución de anticon- objetivos gigantescos de productividad. D e re-
ceptivos, para después cambiar de rumbo rápi- sultas de ello el programa se interrumpió re-
damente y aceptar la premisa de que el control pentinamente; sin embargo, después del fraca-
dependía directamente de la esterilización y so del Gran Salto Adelante, las malas cose-
los servicios de interrupción médica del emba- chas, el hambre y la elevada mortalidad de los
razo (Mitra, 1977; P D R , 3). El Quinto Plan años 1959-1961, se emprendió una segunda
(1971-1976) tenía c o m o objetivo una tasa bru- campaña con la creación de un Departamento
ta de natalidad de 25 por mil para el año 1984, de Planificación Familiar. Esta segunda cam-
objetivo que claramente no se alcanzó, ya que paña, que entre otras cosas introdujo los D I U
la tasa de 1980-1985 fue un 10 por ciento (dispositivos intrauterinos) y promovió el re-
superior a esta cifra. Los resultados han sido traso en la edad del matrimonio, quedó prácti-
escasos y el descenso de la fecundidad míni- camente suspendida durante la Revolución
m o : en 1970 el porcentaje de parejas (con Cultural.
mujeres de edad núbil) que utilizaban méto-
dos de control de nacimientos era m u y bajo E n otros países asiáticos -Pakistán, Tai-
(14 por ciento). Estos resultados decepcionan- wan, Singapur, Corea del Sur, etc.- las activi-
tes fueron consecuencia de las inversiones in- dades de planificación familiar dieron comien-
suficientes, pero también de la discontinuidad zo en los años 50, principalmente con apoyo
y la dificultad de administrar un programa en privado, y los gobiernos proporcionaron fon-
un país caracterizado por la diversidad de dos y en algunos casos les dieron carácter ofi-
idiomas, religiones y costumbres. cial. En África y en América Latina los gobier-
Mientras que la India apoyaba oficialmen- nos se han mantenido al margen de las cuestio-
Las políticas demográficas desde una perspectiva comparada 377

nes demográficas, que para ellos son molestas nacionales de los problemas reales. Sin embar-
por razones políticas, religiosas o culturales. go, a pesar de todos los compromisos que
hubo que aceptar en el textofinaldel P A M P , y
de las muchas advertencias para que se respe-
Establecimiento de un consenso tasen los derechos individuales y las prerroga-
internacional tivas exclusivas de los gobiernos en lo relativo
a las políticas de población, el plan legitimó la
A comienzos de los años 70 la situación d e m o - intervención activa en esta esfera. El P A M P
gráfica del m u n d o en desarrollo era preocu- ofrecía una especie de «paraguas», bajo el cual
pante. La tasa de fecundidad era de 5,5 hijos había sitio para todas las posiciones posibles:
por mujer (había sido de 6 a comienzos de los pero c o m o las posiciones de los que deseaban
años 50) y retrocedía m u y lentamente; la tasa reducir la fecundidad y el crecimiento d e m o -
de crecimiento había llegado a un m á x i m o del gráfico eran sobradamente mayoritarias, ocu-
2,5 por ciento al año, y la población aumenta- paron todo el espacio visible.
ba todos los años en 65 millones de personas. Diez años después, en 1984, las Naciones
C o n la creación del F N U A P en 1969, el siste- Unidas convocaron otra conferencia de nivel
m a de las Naciones Unidas pasó por primera gubernamental en México, la Conferencia In-
vez del área del análisis y la investigación ternacional sobre Población. Si Bucarest había
sobre la población al de la asistencia directa a sido una tribuna de vivos debates, México fue
los programas nacionales, para influir en las el lugar del consenso. Nadie se atrevió a negar
tendencias demográficas. Pero las cantidades que un crecimiento rápido de la población
modestas, aunque significativas, conseguidas fuera de por sí un obstáculo al desarrollo, pero
gracias a la cooperación internacional no re- China, desde la muerte de M a o , había adopta-
presentaron m á s que una proporción m u y re- do una vigorosa política de control de la po-
ducida de las necesidades que iban surgiendo. blación; los países africanos, tocados de lleno
La materialización del consenso internacional por la recesión, habían cambiado su actitud;
sobre el carácter central de las cuestiones de- México había puesto en práctica una política
mográficas para el desarrollo se produjo en la energética que estaba dando resultados, y los
Conferencia Mundial de Población de 1974 países latinoamericanos, en plena crisis de la
(que fue una conferencia gubernamental y no deuda, no querían engañarse afirmando, c o m o
científica c o m o las de 1954 y 1965) y en la habían hecho diez años antes, que el creci-
adopción, después de un vivo debate, del Plan miento de la población, al ampliar la base
Mundial de Acción sobre la Población humana de los mercados, podía facilitar un
( P M A P ) (Johnson, 1987). E n el Plan de A c - desarrollo autosostenido. Ahora era posible ce-
ción se consideraban prácticamente todos los rrar el «paraguas» de Bucarest; nadie se opo-
aspectos de la población, y su importancia nía a las políticas demográficas, a condición
estribaba m á s en el hecho de que se dijeran de que respetasen los derechos individuales,
públicamente estas cosas que en las prescrip- que se decidieran sin transgredir las prerroga-
ciones propuestas. E n muchos aspectos el tivas de los gobiernos, etc. E n las recomenda-
P M A P supuso un compromiso entre una gran ciones aprobadas por la Conferencia, se desta-
parte del m u n d o desarrollado y los países asiá- caron m u y en particular las relaciones existen-
ticos por una parte (con la notable excepción tes entre el desarrollo y el medio ambiente, y el
de China), que insistían en la urgente necesi- papel y la condición de la mujer.
dad de controlar el crecimiento, y la China y
La única sorpresa vino de los Estados Uni-
cierto número de países africanos y de Améri-
dos que, de conformidad con los principios
ca Latina por otra, que consideraban que la
que inspiraban a la administración Reagan,
población no era m á s que una variable del
alegaron que la solución de los problemas de
complejo proceso del desarrollo. El resenti-
población se conseguiría mediante un creci-
miento político de muchos países en desarro-
miento equilibrado, sostenido por las fuerzas
llo fue considerable, por entender que la im-
del mercado libre, y no mediante políticas ad
portancia atribuida por los países ricos y los
hoc (Johnson, 1987). Esto suponía apartarse
donantes a la planificación familiar, y no al
por completo de la posición de Bucarest y
desarrollo, suponía desviar los recursos inter-
repudiar 30 años de participación activa en la
378 Massimo Livi-Bacci

cooperación internacional. M á s tarde los Esta- que entre otros factores causaron la derrota
dos Unidos retiraron su apoyo al F N U A P , del partido del Congreso de Gandhi en las
alegando que el Fondo participaba en el pro- elecciones de marzo de 1977. D e resultas de
grama demográfico de China que. según el ello, el programa indio sufrió un retroceso no-
Gobierno estadounidense, preveía el aborto table (Mitra, 1977).
obligatorio. Sólo recientemente la administra- La vuelta al poder de Indira Gandhi en
ción China ha reanudado su apoyo al F N U A P . 1980 y los resultados inesperados del censo de
Las Naciones Unidas planean otra mani- 1981 (que revelaron una cifra de población
festación intergubernamental para 1994, la mucho mayor de lo previsto) condujeron a una
Conferencia Internacional sobre la Población renovación de la política demográfica.
y el Desarrollo, que se celebrará en El Cairo. El séptimo plan quinquenal (1986-1990)
N o existe ya ningún desacuerdo internacional proponía alcanzar el nivel de fecundidad de
importante sobre el carácter central de la cues- sustitución en el año 2000; el aumento de las
tión demográfica en lo que respecta al desarro- inversiones en el programa de planificación
llo ni sobre la legitimidad de las políticas de familiar; el aumento de los incentivos finan-
población si están concebidas con pleno respe- cieros para sus participantes; un incremento
to hacia los derechos individuales. La Confe- considerable de las esterilizaciones; un uso
rencia contribuirá a dar un renovado impulso más extendido de los D I U y otras formas del
a la cooperación internacional, pero es proba- control de nacimientos; y la combinación de
ble también que se atice el debate sobre temas servicios de planificación familiar con cuida-
tan controvertidos c o m o las relaciones entre la dos maternoinfantiles.
población y el medio ambiente, las consecuen- A pesar del aumento de los recursos, en
cias del envejecimiento de la población, la los años 80 se produjo un fuerte deterioro de
migración internacional y el desarrollo, y el la calidad de las prácticas de planificación
problema de los movimientos masivos de refu- familiar y salud pública, debido a que los
giados. burócratas cobraron primacía sobre los espe-
cialistas.
Al final de su mandato c o m o Primer M i -
Los casos de la India y China nistro, Rajiv Gandhi criticó acerbamente el
fracaso de la política de población de la India,
La experiencia política del pasado cuarto de citando la excesiva centralización burocrática
siglo nos ofrece muchas lecciones interesantes. del programa que permitía poca flexibilidad
Los casos de la India y de China son de gran en un país caracterizado por necesidades su-
interés, y no sólo porque en estos dos países mamente diversas: «La percepción de cada
viven casi las dos quintas partes de la pobla- pareja, y especialmente de la mujer, respecto
ción mundial. H e m o s visto ya que en la India, del tamaño deseado de la familia... está m u y
a comienzos de los años 70, los resultados de influida por los deseos y la ética de la comuni-
los programas de población habían sido relati- dad local o del vecindario. ¿ C ó m o podría un
vamente modestos, limitados a algunos esta- organismo central determinar esto monolítica-
dos, a las clases altas y a las poblaciones urba- mente?» (Gandhi, 1989).
nas. En vista de la insuficiencia de los resulta- En China, después del agitado periodo de
dos, en 1976 el Gobierno de Indira Ghandi la Revolución Cultural, en 1971 empezó una
decidió acelerar el programa. Con la declara- tercera campaña, basada en los tres principios
ción del 16 de abril de 1976, el Gobierno puso del matrimonio tardío, los nacimientos más
en práctica una serie de medidas (incluidos el espaciados y el menor número de hijos.
refuerzo del programa existente y el aumento Para las mujeres se entendía por matri-
de los incentivos financieros para los partici- monio tardío el contraído a los 23 años de
pantes), y alentó a los legisladores estatales a edad en las zonas rurales y a los 25 en la
aprobar leyes que estableciesen la obligatorie- ciudad; los nacimientos más espaciados sig-
dad de la esterilización después del tercer hijo nificaban un intervalo de cuatro años entre
(sólo el estado de Maharastra aprobó una ley el primer y el segundo hijo, y el menor n ú m e -
de este tipo, y no se puso en práctica). Esta ro de hijos significaba un m á x i m o de dos en
línea coercitiva inspiró violentas protestas, la ciudad o de tres en el c a m p o . En 1977 este
Las políticas demográficas desde una perspectiva comparada 379

El gran premio de los bebés, París 1949, refleja u n a política pro-natalista del gobierno francés de la época. Edi-
media

límite se redujo a dos hijos también en el tos y m á s ambiciosos. E n la Quinta Asamblea


c a m p o . El éxito indiscutible de este progra- Nacional Popular de 1979, H u a Guofeng afir-
m a en los años 70 fue debido a un sistema de m ó que una fuerte reducción del crecimiento
«cuotas de nacimientos». E n aplicación de demográfico era una de las condiciones esen-
este sistema, el Gobierno chino estableció ciales para el éxito de las «cuatro moderniza-
objetivos numéricos anuales para la tasa na- ciones» (la agricultura, la defensa, la industria
tural de aumento de la población en cada y la ciencia y tecnología). Inicialmente el obje-
provincia. Las autoridades provinciales y los tivo era reducir a cero la tasa de aumento
prefectos, a su vez, convirtieron las tasas que natural para el año 2000. E n septiembre de
se les habían asignado en una cuota de naci- 1980, H u a actualizó este objetivo,fijandouna
mientos, que distribuyeron entre las prefec- nueva meta consistente en no superar la cifra
turas y las subprefecturas de su jurisdicción. de 1.200 millones de habitantes en el año
Este proceso descendente continuó hasta el 2000. C o n estafinalidad,en 1979 se estableció
equipo de trabajo o su equivalente urbano. el límite de un hijo por pareja, con excepcio-
Las parejas que querían tener hijos se reu- nes para las minorías étnicas, las zonas fronte-
nían con los dirigentes de sus grupos para rizas y las parejas en situación especial. Se
determinar quién estaba autorizado a tener implantó una serie de incentivos y desincenti-
un hijo al año siguiente. vos para alcanzar este difícil objetivo. El prin-
Tras el fallecimiento de M a o y la derrota cipal medio fue el certificado de hijo único
de la «Banda de los Cuatro», los objetivos expedido por las autoridades locales, que ofre-
demográficos se hicieron a la vez m á s explíci- cía una serie de ventajas a las parejas y a sus
380 Massimo Livi-Bacci

C U A D R O 1. Evaluación de la fecundidad por parte de los gobiernos, e intervenciones para reducirla, 1990

África América Latina Asia Total

Países 52 33 38 123
Población 641 443 3.105 4.189
Consideran la fecundidad demasiado alta
Países 32 18 17 67
Población 487 172 2.799 3.458
C o m o porcentaje del total
Países 61.5 54,5 44.7 54.5
Población 76,0 38,8 90.1 82,5
Intervención para reducir la tasa
Países 26 16 16 58
Población 338 165 2.788 3.335
Intervención para reducir la tasa
los que consideran que la fecundidad es demasiado alta)
Países 81,3 88,9 94.1 86,6
Población 79.7 95,9 99.4 96,4
Intervención para reducir la tasa
(porcentaje del total)
Países 50,0. 48,5 42,1 47,2
Población 60.5 37,2 89.6 79,6

Fuente: Naciones Unidas, World Population Mimilnring 1991. Nueva York, 1992.

hijos, a condición de no tener más de un hijo. mía y de otros muchos aspectos de la vida
Entre esas ventajas había aumentos del salario social y una política de limitación de la opción
y las pensiones, viviendas m á s amplias, cuida- individual en materia de reproducción.
dos médicos gratuitos y la preferencia escolar Pese a las grandes dificultades, la política
para los hijos. Las parejas que se negaban a demográfica de China ha alcanzado claramen-
colaborar y concebían un segundo hijo, o, aún te objetivos a los que ni siquiera se ha aproxi-
peor, un tercero, eran sancionadas con reduc- m a d o el otro gigante asiático de la demografía
ciones salariales, anulación de privilegios y (Coale, 1983). Los motivos de este éxito son
otros métodos disuasorios. La política china múltiples, pero pueden resumirse en los cuatro
del hijo único se ha aplicado hasta ahora con siguientes:
intensidad variable. Hasta 1983 la presión fue - La transformación social en China ha permi-
en aumento y se utilizaron métodos coerciti- tido un progreso m á s rápido y eficiente de la
vos en gran escala. Sin embargo, las protestas y sanidad pública. C o m o consecuencia de ello,
el descontento resultantes dieron lugar a un la mortalidad ha disminuido con m á s rapi-
periodo de incertidumbre. Por una parte, el dez que en la India, favoreciendo así el des-
número creciente de mujeres que entraban en censo de la fecundidad.
la edad núbil, nacidas durante el periodo de - En el sistema político chino, la autoridad del
recuperación de la fecundidad que siguió a los Partido Comunista se extiende a todos los
desastres del Gran Salto Adelante (entre 1983 niveles de la jerarquía administrativa, hasta
y 1993 el número de mujeres de 21 a 30 años los equipos de producción. Este sistema per-
de edad ha aumentado de 80 a 125 millones), mitió una rápida aplicación de las directrices
era un factor favorable al mantenimiento de la de política demográfica, lo que también se
política; por otra parte, las protestas y la resis- vio facilitado por eficaces campañas de pro-
tencia de una población a la que se negaba uno paganda y adoctrinamiento.
de los derechos humanos m á s básicos, impo- - Se estableció una red eficiente de distribu-
nían la relajación de la norma. Por lo general, ción y asistencia, que empleaba diversos m é -
parecía difícil mantener la compatibilidad en- todos de control de la natalidad, incluido el
tre una política de liberalización de la econo- aborto.
Las políticas demográficas desde una perspectiva comparada 381

G R Á F I C O I. Esfuerzo programático

índice M u y débil
de desarrollo Fuerte Moderado Débil o inexistente

Alto 5 7 5 2
• •• •••• •••( — 2,0) •••
(-3,5) (-2,9) (-2,3)
Mediano/alto 4 8 10 2

Mediano/bajo 1 1 15 6

(-1,6) (-2,1) (-0,5) (-0,6)


Bajo 2 13 7

(-07) (0) (0)


• = 1 nacimienlo • = 0,1 nacimientos.
Descenso absoluto de la tasa de fecundidad (1960-1965 a 1990), por entornos sociales en 1985. y nivel medio de esfuerzo
programático en 1982-1989.
Nota: en cada casilla la cifra superior indica el número de países y la cifra inferior (entre paréntesis) el descenso absoluto de la tasa
total de fecundidad (o número de hijos por mujer) entre 1960-1965 y 1990.

- Es posible que la sociedad china sea m á s países que aplican una politica de apoyo a la
receptiva a la limitación de la fecundidad. planificación familiar aumentó del 55 al 76
Otras sociedades de Asia oriental (Japón, por ciento (Secretaría de las Naciones Unidas,
Taiwan, Corea del Sur, Singapur y H o n g 1993).
Kong), vinculadas hasta cierto punto a la La índole de las políticas y el grado de
sociedad china, han conseguido un rápido intervención de los gobiernos varían conside-
descenso de la fecundidad en diversos con- rablemente. En Indonesia -que es el cuarto
textos socioeconómicos. país más poblado del m u n d o - los buenos re-
sultados del programa demográfico (iniciado
en 1970) se atribuyen (entre otros factores) a
Otros países se incorporan «un apoyo amplio y activo a todos los niveles,
al proceso desde los dirigentes de las comunidades loca-
les hasta el cargo m á s alto de la administra-
E n los dos últimos decenios la intervención ción, el Presidente de Indonesia. Los eruditos
directa de los gobiernos en las políticas de islámicos, las organizaciones sociales e incluso
población, particularmente las orientadas al varios imanes, proporcionaron importante
descenso de la fecundidad, ha aumentado en apoyo y orientación al programa. El Ministe-
todas las regiones del m u n d o . Según una en- rio de Información participó en el programa
cuesta reciente de las Naciones Unidas sobre desde su comienzo, utilizando métodos m o -
las opiniones de los gobiernos respecto del dernos de comunicación de masas para difun-
problema de la población, la proporción de dir el concepto de la planificación familiar y
países que consideran que su tasa de creci- sus detalles técnicos» (Suyono, 1993). En cam-
miento demográfico es «demasiado alta» pasó bio, en otros países asiáticos los gobiernos par-
del 28 por ciento en 1974 al 43 por ciento en ticipan mucho menos en las políticas activas,
1991; en 1974 el 25 por ciento de los gobier- porque las cuestiones de población son objeto
nos eran favorables a reducir la tasa de creci- de controversia. E n America Latina, México
miento, y la proporción correspondiente en es uno de los pocos países que cuenta con una
1991 fue del 38 por ciento. Según esta misma política oficial encaminada a frenar el aumen-
encuesta, en 1974 el 35 por ciento de los go- to de la población; en 1973 se promulgó la Ley
biernos consideraban que su tasa de fecundi- General de Población, que preveía normas en-
dad era demasiado alta (el 46 por ciento en caminadas a disminuir la fecundidad, y se e m -
1991); entre estas dos fechas el porcentaje de prendió un programa que ha dado resultados
382 Massimo Livi-Bacci

satisfactorios. En otros grandes países de A m é - según un indicador del desarrollo, o «entorno


rica Latina, c o m o Brasil y Colombia, el gobier- social» (una síntesis, referida a 1985, de los
no evita toda intervención directa. diversos indicadores de la educación, la mor-
En el Cuadro 1 figura una exposición resu- talidad, el ingreso, la ocupación y la urbaniza-
mida de la actitud de los gobiernos a comien- ción), el índice del esfuerzo programático y el
zos de los años 90 en Asia, África y América descenso de la fecundidad entre 1960-1965 y
Latina. Alrededor del 83 por ciento de la po- 1990. Los resultados son acordes a las previ-
blación de esos continentes vivía en países siones: el mayor descenso de la fecundidad se
cuyos gobiernos creían que su tasa de fecundi- registró en los países donde estos dos índices
dad era demasiado alta, pero esta proporción se situaban entre el nivel intermedio y el supe-
variaba desde un 90 por ciento en Asia (95 por rior. Por el contrario, la fecundidad permane-
ciento si excluimos al Japón) hata un 76 por cía en un alto nivel en aquellos países de bajo
ciento en África y sólo un 39 por ciento en desarrollo y con programas débiles o inexis-
América Latina. La población de los países tentes. Menos acorde a las previsiones fue el
cuyos gobiernos aplicaban directamente políti- descenso mínimo registrado en los países que
cas de reducción de la fecundidad era del 90 gozan de niveles relativamente elevados de
por ciento en Asia, el 60 por ciento en África y desarrollo, pero con graves carencias de pro-
el 37 por ciento en América Latina (Naciones gramas de planificación familiar. Sin los pro-
Unidas, 1992). Es interesante observar que, a gramas adecuados, el desarrollo reduce el rit-
pesar del relativo desinterés de los gobiernos m o de descenso de la fecundidad, mientras
en las políticas activas, la fecundidad de A m é - que la acción combinada de esos dos factores
rica Latina se redujo de 5 hijos por mujer a lo acelera (Maulding y Ross, 1991; Maulding y
comienzos de los años 70 a 3,5 afinalesde los Sinding, 1992).
80; en Asia, donde la participación de los go-
biernos en las políticas de población es direc-
ta, activa y universal, la tendencia fue casi La oferta y la d e m a n d a :
igual (de 5,1 a 3,5). una controversia útil
Los gobiernos no operan en el vacío, y la
iniciativa y cooperación del sector privado son El progreso de los programas de planificación
m u y importantes, c o m o demuestra sobrada- familiar y el descenso paralelo de la fecundi-
mente la experiencia de muchos países, en dad permite afirmar algo que es obvio: cuando
particular de Asia y América Latina. Mauldin se juntan el desarrollo y las políticas adecua-
y Ross (1991) efectuaron un examen y medi- das, el descenso de la fecundidad ocurre antes
ción de las actividades de los programas de y más deprisa que en los lugares donde no se
planificación familar (en 1982 y 1989) en un dan estas circunstancias. E n términos sólo
centenar de países en desarrollo, utilizando la aparentemente m á s sofisticados, podríamos
siguiente serie de indicadores: «políticas y en- decir que el desarrollo produce un aumento
torno»; «servicios y actividades conexas»; relativo del costo de los hijos para la familia, y
«continuidad y evaluación»; y «disponibilidad por consiguiente disminuye la «demanda» de
y acceso a suministros y servicios de control éstos y fomenta la «demanda» de medios anti-
de la fecundidad». Los indicadores se conden- conceptivos. Por otra parte, un programa ade-
saron en un índice que va desde cero (ningún cuado de planificación familiar aumenta la
esfuerzo, o ningún programa) hasta 100 (es- «oferta» de medios anticonceptivos y reduce
fuerzo m á x i m o posible). Los autores llegaron a su costo (monetario, psicológico) para la pare-
la conclusión de que durante los años 80 (entre ja. N o hay duda de que un desarrollo vigoroso
1982 y 1989) el número de países con progra- y unos programas adecuados constituyen el
mas «fuertes» aumentó de 8 a 14; el de países requisito ideal para conseguir un descenso sos-
con programas «moderados» o «débiles» au- tenido de la fecundidad. Esto es obvio. N o lo
mentó también, de 15 a 28 y de 25 a 32, es tanto otra posición frecuentemente sosteni-
respectivamente, mientras que el de países con da: en los países de alto nivel de fecundidad,
esfuerzos « m u y débiles o inexistentes» dismi- una política dinámica y agresiva de planifica-
nuyó de 40 a 14. En el Gráfico 1 se transcribe ción familiar (con el consiguiente aumento de
otro resultado: 88 países figuran clasificados la oferta y disminución del costo de los medios
Las politicas demográficas desde una perspectiva comparada 383

anticonceptivos) puede causar un descenso au- rrollo, la contribución «neta» de los programas
tónomo de la «demanda» de hijos. Por consi- de planificación familiar al descenso de la fe-
guiente, allí donde el desarrollo sea poco diná- cundidad está siendo debatida, y ni siquiera
mico, las políticas de población tendrán un las apreciaciones m á s favorables le atribuyen
importante papel autónomo, y al reducir la un peso preponderante (Bongaarts, 1993). E n
fecundidad pueden acelerar el desarrollo. D e China se considera que la política del hijo
ahí la importancia de multiplicar los esfuerzos único, si bien responde a las preferencias de
en este sentido y de movilizar los recursos las poblaciones urbanas (más desarrolladas),
nacionales e internacionales con este fin. contradice gravemente las convicciones de las
Esta posición recuerda anteriores debates masas rurales, cuyo comportamiento podría
que culminaron en la Conferencia de Bucarest; cambiar fácilmente si se modificase la legisla-
sin embargo, los partidarios acérrimos de la ción. D e ahí la necesidad de políticas de desa-
planificación familiar observan que la situa- rrollo que ataquen el problema de la fecundi-
ción ha cambiado m u c h o , que los medios anti- dad por el lado de la «demanda». D e m e n y
conceptivos son ahora m á s variados, seguros y (1993) ha identificado cuatro factores especial-
baratos; que la eficiencia de la distribución de mente importantes para la determinación de
los servicios ha mejorado, y que la comunica- la fase de transición de la fecundidad: a) los
ción es m u c h o más eficiente. Por consiguiente, costos directos para los progenitores del cuida-
los errores del pasado no se repetirán, y unos do y la educación de los hijos; b) los costos de
programas bien concebidos permitirán superar oportunidad de los hijos para los padres (o los
la reticencia de las parejas que no controlan su ingresos que deja de obtener una pareja -en
fecundidad. Esta aceleración de los programas general la mujer- por causa de los hijos); c) la
tiene su precio: en 1992 se calculó que todos contribución que aporta el trabajo de los hijos
los años se gastan unos 4.000 millones de dóla- a los ingresos de la familia; y d) la contribu-
res (una quinta parte de los cuales procede de ción de los hijos a la seguridad económica de
la asistencia internacional) en servicios de pla- los progenitores ancianos, en comparación con
nificación familiar para países en desarrollo. otras formas de seguridad. Por consiguiente,
Para satisfacer la mayor demanda de servicios las políticas que tienden a favorecer la respon-
por parte de un número creciente de parejas, sabilidad de los progenitores en la crianza de
esta suma debería duplicarse con creces, hasta los hijos, incluido el pago de parte de los gas-
alcanzar unos 9.000 o 10.000 millones de dó- tos de educación y de salud, que alientan a las
lares en el año 2000 (Sinding y Quandt, 1993); mujeres a incorporarse al m u n d o del trabajo,
los donantes internacionales deberán desem- que promueven la educación obligatoria de los
peñar un papel más importante que el que han hijos, que estipulan la ilegalidad del trabajo
representado hasta ahora. infantil y que organizan planes públicos o pri-
vados de seguridad para los ancianos, contri-
Pero, ¿qué decir de la «demanda»? El prin-
buyen al descenso de la fecundidad y son los
cipio de la familia nuclear -persistente y arrai-
mejores aliados de los programas de planifica-
gado en la sociedad- no puede derivarse sola-
ción familiar.
mente de la aplicación de programas de plani-
ficación familiar, por bien concebidos o diná- Henos aquí de nuevo al comienzo de este
micos que sean. Es m á s , en todo el m u n d o artículo. Los programas de planificación fami-
desarrollado el principio de la familia nuclear liar orientados hacia la «oferta» constituyen el
se ha afirmado c o m o consecuencia del desa- sector «duro» de las políticas de población.
rrollo y sin emplear métodos anticonceptivos Las políticas - c o m o las descritas anteriormen-
modernos, contrarios a la enseñanza de las te- que tratan de atacar el problema por el
autoridades religiosas y la voluntad de los líde- lado de la «demanda» (o en términos m á s
res de opinión y en un marco jurídico que sencillos, que influyen en las preferencias de
tipificaban c o m o delito la propaganda del con- las parejas en cuanto al número de hijos), per-
trol de la fecundidad y el aborto. En muchas tenecen al sector «blando», el sector de la polí-
poblaciones se ha logrado un nivel de fecundi- tica social, donde las consideraciones d e m o -
dad inferior al de sustitución sin haber recurri- gráficas son las m á s importantes. El sector
do a prácticas anticonceptivas, sino solamente «duro», dice D e m e n y (1993), «proporciona
al «coitus interruptus». E n los países en desa- servicios tangibles», mientras que el sector
384 Massimo Livi-Bacci

blando «trata de influir en el estilo general de dez. China tendrá que enfrentarse al contraste
la política de desarrollo afectando así al cam- potencial entre una economía cada vez m á s
po de gravitación que configura el cálculo in- basada en el mercado libre y una política de
dividual de las opciones demográficas». Es di- población que limita la opción individual. La
fícil descartar el temor de que una política movilidad interna y la urbanización, hasta
agresiva de «oferta», sin una política paralela ahora controladas, serán un problema impor-
«orientada hacia la demanda», favorezca la tante en el futuro. E n otras regiones del m u n -
inestabilidad y conduzca a una disociación po- do los problemas de la equidad y la pobreza
tencialmente peligrosa entre las preferencias y recibirán una atención cada vez m á s priorita-
los comportamientos. ria: estos problemas tienden a afectar a grupos
de personas que disponen de pocos capitales
pero también, y principalmente, a los que su-
¿Y ahora qué? fren y tienen poca libertad de elección. Los
vínculos con el comportamiento demográfico
Será interesante ver hacia dónde se orienta (alta fecundidad y mortalidad, mala salud,
el debate internacional en la Conferencia de El inestabilidad familiar, orfandad y viudez, m o -
Cairo sobre Población, y los temas que favore- vilidad, etc.) son evidentes.
cerá la alquimia especial de estas grandes con- Las relaciones entre la población y el m e -
ferencias, entre los muchos que el inexorable dio ambiente -problema candente que los or-
mecanismo de las Naciones Unidas propondrá ganizadores tratarán de marginar en el debate
a los delegados de los gobiernos. En gran parte de El Cairo- se plantearán probablemente en
del m u n d o (en el África tropical, por ejemplo), situaciones extremas de asentamientos de alta
donde la fecundidad y la mortalidad son aún densidad, con una creciente intensificación de
m u y altas, el ámbito tradicional de las políti- la agricultura y de la colonización de tierras
cas «duras» de planificación familiar y cuida- vírgenes poco pobladas, c o m o los bosques tro-
dos maternoinfantiles seguirá gozando de m á - picales.
xima prioridad. E n muchos países en vías de H e dejado deliberadamente fuera del deba-
desarrollo, donde el combate contra la fecun- te a los países desarrollados y sus importantes
didad está dando buenos resultados y promete problemas de población. Estos problemas tie-
darlos aún mejores, habrá una tendencia cre- nen dos causas principales: la baja fecundidad,
ciente a desplazar la atención del sector el proceso de envejecimiento y la migración
«duro» al sector «blando» de las políticas, de internacional. Europa y el Japón están m u c h o
los objetivos claramente establecidos a nivel m á s afectados que América del Norte, que
macroeconómico (reducir la fecundidad en un registra una alta fecundidad, un proceso de
A por ciento en y años; aumentar la incidencia envejecimiento menos pronunciado y una in-
de los anticonceptivos de v a r, etc.) a los migración que plantea un problema difícil,
resultados m á s articulados. E n un país c o m o pero manejable (los países de esta región ha-
China, por ejemplo, donde en el futuro los cen frente a ese problema desde hace dos si-
cambios de la estructura de edad serán m u y glos). En este contexto no podemos examinar
rápidos; se planteará el problema de la subsis- las consecuencias políticas, sino que nos limi-
tencia de los ancianos, cuyo sustento corre a taremos a dos consideraciones. La primera
cargo tradicionalmente de las generaciones jó- concierne al problema de la baja fecundidad y
venes, en un entorno social aún predominan- al m o d o de resolverlo. U n nivel de fecundidad
temente rural. Dentro de algunos decenios las de 1,3 hijos por cada mujer - c o m o el de Ale-
generaciones jóvenes serán poco numerosas y mania, Italia o España- no puede soportarse
cada vez m á s móviles, y por consiguiente es durante m u c h o tiempo sin graves consecuen-
probable que abandonen el lugar de residencia cias negativas. C o n unas poca excepciones, en
de la familia, al m i s m o tiempo que no será europa hay una carencia absoluta de políticas
probable que los ancianos reciban una ayuda encaminadas a favorecer la fecundidad, mien-
sustancial del sistema de pensiones. Este pro- tras que predomina el temor a injerirse en
blema, naturalmente, se planteará en muchos procesos de decisión individual a los que se
países en desarrollo, pero aún m á s en los que atribuye alto valor. Esto es erróneo, porque es
hayan reducido su fecundidad con mayor rapi- posible aplicar una política a largo plazo respe-
Las politicas demográficas desde una perspectiva comparada 385

tando plenamente esos derechos: además, pue- ximos, o sea, en una perspectiva a medio-largo
de demostrarse que la reforma de muchos m e - plazo; los mecanismos para admitir a los inmi-
canismos que regulan lafiscalidad.el mercado grantes (y a sus familias), según sus conoci-
de trabajo, la distribución del tiempo, la segu- mientos profesionales; otros mecanismos (in-
ridad social, etc. - q u e ahora contribuyen a cluida la residencia legal, los derechos políti-
elevar el costo de los hijos- ofrece una mejor cos y el acceso a la nacionalidad) que favore-
protección de esos derechos. cen la movilidad social de los inmigrantes y
La segunda consideración guarda relación que son la única fuerza poderosa de integra-
con la migraciones internacionales y la necesi- ción en la sociedad; y las relaciones con los
dad de una política articulada en Europa, que países de origen, incluidas las políticas comer-
vaya más allá del principio vigente de restric- ciales. E n la actualidad este debate brilla por
ción absoluta de la inmigración. Esta política su ausencia, por lo menos en la Unión E u -
debe tener en cuenta la demanda probable de ropea.
m a n o de obra inmigrada en los decenios pró- Traducido del inglés

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La población: un desafío para los
especialistas en ciencias sociales

Stein Hansen

Introducción de la población y el crecimiento económico.


Al macronivel, es útil establecer lo siguien-
Las estadísticas pueden «proban> muchas co- te; por una parte, una población joven y fecun-
sas. Por ejemplo, con datos procedentes de da significaría una fuerza de trabajo dinámica
distintos países se puede demostrar que prácti- que, de contar con servicios adecuados de edu-
camente no hay correlación alguna entre el cación y salud, constituiría un factor innova-
crecimiento de la población y el crecimien- dor de la producción que promovería el creci-
to económico. Sabemos, sin embargo, que uno miento. Por la otra, los efectos de un rápido
de los primeros efectos del crecimiento eco- crecimiento de la población activa, que exceda
nómico consiste en reducir las tasas de m o r - a la demanda de m a n o de obra, pueden ser un
talidad y, en algunos ca- peso económico excesivo
sos, aumentar las de si ésta carece de una for-
Stein Hansen es un economista espe-
natalidad. Por lo tanto, el cializado en los elementos políticos y mación adecuada, si le fal-
hecho de limitar la corre- económicos de la energía, el medio a m - ta experiencia y si su nivel
lación que antecede a biente y los recursos humanos. Actual- sanitario deja m u c h o que
mente forma parte del Grupo Consulti-
países que se encuentren vo Nórdico, 0rneiveien 46A, N-I340
desear.
en esta determinada etapa Bekkestua, Noruega. Fue el principal La inversión en capital
de desarrollo probable- autor de Economies Policies for Sustai-
nable Development ( 1992) y lo es, ade-
h u m a n o es fundamental
mente arrojará una rela- más, de ¿Estamos listos para un mundo para la innovación, el pro-
ción positiva entre el creci- de crecimiento cero? ( 1993, en noruego) greso tecnológico y el au-
miento de la población y y El medio ambiente y la crisis de la mento de la capacidad po-
pobreza en los países en desarrollo
el crecimiento económico. (1993, en noruego). tencial de las bases de re-
A pesar de todo, también cursos que sustentan la po-
existen muchos países que blación'. El desarrollo eco-
se encuentran en una nómico promueve la esta-
etapa distinta de transición bilidad política y, al mis-
demográfica en la cual la tasa de crecimien- m o tiempo (si el progreso está distribuido por
to baja mientras la economía sigue creciendo. igual entre hombres y mujeres), permite una
La correlación en esos países sería negativa, base de especialización en las sociedades, lo
porque el descenso de las tasas de natalidad que constituye un incentivo m u y importante
es positivo para la economía o porque el cre- para reducir el tamaño de la familia. Cuando
cimiento económico surte el efecto de modifi- el ingreso aumenta y surgen formas distintas
car actitudes e incentivos y sirve para que la de asegurarse el sustento en la vejez, el costo
tasa de natalidad baje. Si se mezclan las dos de criar hijos sube y la fecundidad disminuye.
categorías de países que se encuentran en estas Así ocurre en particular cuando, en una econo-
etapas distintas de transición del desarrollo, mía con esas características, la mujer recibe
el resultado obvio es la anulación de cual- una mayor educación y preparación que le
quier tipo de correlación entre el crecimiento permita obtener ingresos de forma m á s autó-

RICS 141/Setiembre 1994


388 Stein Hansen

n o m a . Este fenómeno puede observarse en decenios, las opciones parecen bastante limita-
contextos culturales y religiosos m u y distintos. das. Parece tratarse de una carrera entre po-
Muchas regiones pobres del Tercer M u n d o blación y crecimiento. Tal vez un sencillo m a -
han registrado resultados decepcionantes en su croanálisis del crecimiento económico contri-
desarrollo económico y social en los dos últi- buya a comprender mejor las posibilidades de
m o s decenios y. durante ese periodo, gran par- desarrollo económico y sus limitaciones en un
te del África subsahariana ha registrado un marco de rápido crecimiento de la población2.
declive macroeconómico junto con escasos Es evidente que el grado de producción que
progresos en los indicadores fundamentales de puede alcanzarse con los recursos disponibles
desarrollo h u m a n o . A nivel macroeconómico depende de varios factores, entre ellos cuan
estos regímenes se caracterizan por una sobre- bien funciona la economía, qué mercados hay
valoración del cambio, por las transferencias disponibles, cuáles son las opciones en cuanto
de ingresos de zonas rurales dependientes de al comercio internacional y cuál es la capaci-
sus recursos naturales a las masas urbanas m á s dad institucional. U n sencillo modelo global,
activas políticamente, por un poder centralista en que sólo se toman c o m o medios de produc-
que reglamenta la vida económica, perjudican- ción el trabajo y el capital, pone de manifiesto
do las actividades que necesitan mucha m a n o en forma simplificada importantes aspectos de
de obra en el sector agrícola, así c o m o en los una compleja realidad.
sectores de producción secundaria y terciaria, El modelo parte de la base de que cada
que favorecen la sustitución de producción unidad de trabajo necesita una cantidad fija
local por las importaciones y la protección de capital para producir, de manera que la
de la industria nacional con alta intensidad de producción es proporcional al capital. Cuanto
capital, con respecto a las actividades de ex- m á s capital se necesita, m á s necesidad hay de
portación, intensificando el gasto militar a ahorro. La producción per capita aumenta
costa de la educación y la atención primaria de únicamente si el ahorro y, por lo tanto, la
la salud. T o d o ello ha contribuido a un desa- acumulación de capital, son suficientes para
rrollo políticamente vulnerable e inestable en impulsar la producción con mayor rapidez que
que, de resultas de los riesgos políticos y co- el aumento de la población. E n el Cuadro 1
merciales, prácticamente no ha habido ahorro infra se indica la tasa m á x i m a de crecimiento
interno neto y la demanda de inversión desde de la población que puede sostenerse con in-
el extranjero ha sido m u y baja, mientras la gresos per capita constantes, aplicando diver-
población alcanzaba tasas históricamente sin sas hipótesis acerca de las necesidades de capi-
precedentes. Las consecuencias han sido un tal y las tasas corrientes de ahorro. E n la
mayor deterioro de la economía, escasa o nin- columna de la izquierda se indican diferentes
guna acumulación de capital h u m a n o y la de- tasas de aumento de la relación marginal capi-
gradación del medio ambiente. Estos indica- tal-producto, que mide la cantidad de capital
dores, considerados separada y conjuntamen- adicional necesaria para producir una unidad
te, han evolucionado en el sentido opuesto al adicional de producción. Cuanto m á s baja sea
necesario para que haya un desarrollo sosteni- esa relación, m á s eficiente será la utilización
ble en la región. del capital.
N o dejaría de ser razonable suponer rendi-
mientos crecientes de escala en algunos proce-
La carrera entre la población y el sos manufactureros y en la infraestructura pú-
progreso económico blica3. Incluso en el macronivel es posible
pensar en algún continente recientemente co-
Habida cuenta del rápido crecimiento de la lonizado, Australia, por ejemplo, en que la
población en el África subsahariana es funda- población es tan escasa en relación con los
mental establecer una estrategia con arreglo a recursos naturales y la disponibilidad de capi-
la cual haya un suministro anual sostenible de tal, que predominan los rendimientos crecien-
bienes y servicios per capita que vaya en au- tes, al menos en las primeras etapas de desa-
mento o. por lo menos, no disminuya. En los rrollo4.
casos de ahorro interno neto m u y bajo o nega- Sin embargo, en algunas partes del África
tivo, característicos de la región en los últimos subsahariana la falta de a) m a n o de obra califi-
La población: un desafio para los especialistas en ciencias sociales 389

cada; b) capacidad para gestionar la adminis- tivos de estas dos relaciones se ha construido
tración pública, y c) una infraestructura física la matriz quefiguraen el Cuadro 1, en la cual
operacional fiable constituyen, junto con la se indica el crecimiento m á x i m o de la pobla-
falta de capital de inversión, graves obstáculos ción que, en esas circunstancias, no ha de cau-
para el desarrollo. La m a n o de obra no califi- sar una disminución de la producción per ca-
cada crece con rapidez mientras se explotan pita.
recursos naturales renovables tales c o m o la Si bien las observaciones de la relación
capa forestal, el agua pura, las tierras cultiva- marginal capital-producto - d e un año a otro-
bles y la diversidad biológica. Estas limitacio- revelan grandes fluctuaciones, parece razona-
nes, además, junto con el rápido crecimiento ble partir del supuesto de que la relación es
de la población, pueden ser obstáculos para elevada (por encima de 56) en el tipo de econo-
una utilización eficaz del potencial técnico de mía de crecimiento lento característico del
un país y, de esa manera, diferir o impedir por África subsahariana. Al m i s m o tiempo, el aho-
completo el descubrimiento de recursos nue- rro interno bruto en la región ha seguido sien-
vos. Si los mercados funcionan mal y el a m - do m u y bajo. Si se excluye a Nigeria, gran país
biente político es inestable, es demasiado poco exportador de minerales y cuya tasa de ahorro
lo disponible para inversiones en capital hu- depende de los precios del petróleo, el ahorro
m a n o y físico. interno bruto medio en la región bajó del 15 %
Estos efectos negativos del rápido creci- del producto interno bruto en 1965 y 1980 al
miento de la población agravan los problemas 11 % en 1987. E n los países de bajos ingresos
y el costo de planificar y administrar el proce- de la región, el ahorro interno bruto bajó en
so de desarrollo. D e hecho, se ha aducido que forma constante del 14 % en 1965 a un 9 % en
el rápido crecimiento de la población cuando 1980 y a un 7 % en 1987. E n 1991, diez de
se da la combinación de circunstancias y dota- esos países tenían tasas negativas de ahorro
ción de factores relativos que se han indicado interno bruto7.
supra, bastante típica del África subsahariana, D e los hechos históricos observados que
región de bajos ingresos, podría constituir un anteceden se desprende que, con un supuesto
grave obstáculo para el progreso técnico y tec- bastante realista de una relación marginal ca-
nológico que representa la mitad del creci- pital-producto de 5 o m á s y una tasa de ahorro
miento total de la economía en los países in- interno bruto equivalente a 0,15, el crecimien-
dustrializados con economía de mercado y los to sostenible anual medio de la población no
países de reciente industrialización5. Podría puede exceder del 1 %. Cuando el rendimiento
así resultar m u y difícil desarrollar la adminis- de escala es decreciente, las perspectivas son
tración y los servicios institucionales necesa- aún menos favorables. El cambio tecnológico
rios para llevar a la práctica proyectos secto- gradual, cuando cabe suponer que ha de au-
riales modernos en una escala proporcional al
rápido aumento de la población.
En resumen, la disponibilidad desigual y
C U A D R O 1. Crecimiento m á x i m o de la población a
limitada de medios de producción indica fun- que puede llegarse en forma compatible con un
ciones de producción en la macroeconomia en ingreso per capita constante en el marco de
las cuales los rendimientos de escala son en el rendimientos constantes de escala
mejor de los casos equivalentes a uno y, en
muchos casos, inferiores a uno. La escasez de Tasa de ahorro interno bruto
capital y la falta de inversiones en recursos Relación 0.15 0.20 0.25 0.30 0.35
marginal
humanos y físicos que se han señalado indica
capital-
que el avance técnico aporta una contribución producto
m u y moderada al crecimiento. Por lo tanto, el
2.0 0.0250 0.0500 0.0750 0.1000 0.1250
ingreso per capita se mantiene constante o
3.0 0.0167 0.0333 0.0500 0.0667 0.0833
aumenta en el curso del tiempo únicamente si 4.0 0.0125 0.0250 0.0375 0.0500 0.0624
la relación entre el ahorro interno neto y la 5.0 0.0100 0.0200 0.0300 0.0400 0.0500
relación marginal capital-producto es igual a 10.0 0.0050 0.0100 0.0150 0.0200 0.0250
la tasa de crecimiento de la población o m á s
Fuente: Haavelmo, T.. 1961, op. cit.. con algunas modificacio-
alta que ésta. Sobre la base de valores alterna- nes introducidas por el autor de este artículo.
390 Stein Hansen

Deforestación en Madagascar. El crecimiento demográfico somete todos los recursos naturales a constante
presión. R Gaillarde/Gamma.

mentar la producción y preservar o mejorar la el futuro depende de la ordenación de los re-


base de capital de recursos naturales, evidente- cursos con que cuenta. Por ejemplo, incluso
mente podría reemplazar importantes índices un pequeño número de habitantes que utilice
de acumulación de capital. Sin embargo, es con moderación tierras propensas a la erosión
preciso establecer adecuadamente el marco puede contribuir a una degradación masiva de
para esos cambios tecnológicos en la región las tierras y, de esa manera, socavar su propia
antes de que sea posible prever que sus efectos base para la existencia en el futuro. E n c a m -
han de contrarrestar los efectos negativos del bio, en otras tierras menos propensas a la ero-
rápido crecimiento de la población. sión, podría mantenerse incluso una alta den-
sidad de población que utilizase los suelos de
forma intensiva.
Hipótesis en cuanto al nexo D e ello se desprende que sería demasiado
población-economía-medio simplista, y en muchos casos induciría a error,
ambiente predecir el índice de erosión y degradación del
suelo en una región sobre la base de la densi-
Las posibilidades de que una comunidad logre dad de población en zonas con estructuras de
un progreso económico y social sostenido de- asentamiento y prácticas agrícolas homogé-
penden de una cantidad de factores demasiado neas. H a y que tener también m u y en cuenta
importantes y complejos c o m o para mencio- información adicional acerca de las condicio-
narlos de forma adecuada en un artículo tan nes del suelo y los parámetros de erosionabili-
breve. Fundamentalmente, el ámbito para el dad. D e hecho, el vínculo entre la explosión
consumo y el bienestar de una población en demográfica y la degradación del suelo es bas-
La población: un desafío para los especialistas en ciencias sociales 391

tante indirecto y depende del tipo de utiliza- na. Durante los periodos en que crecen al
ción de la tierra que se seleccione y de las m i s m o tiempo la variable del volumen de
técnicas de ordenación de las tierras que se población, de fácil medición, y la dimen-
adopten en la agricultura del lugar. sión del capital h u m a n o , muchos observa-
Cuando los asentamientos locales, esto es, dores se han centrado unilateralmente en
las aldeas y las asociaciones de agricultores, un tipo de crecimiento de la población de-
son conscientes de las diferencias de los suelos jando de lado el papel decisivo del creci-
del lugar en cuanto a la utilización de tierras miento del capital h u m a n o per capita. Es
que se erosionan y las prácticas de ordenación sorprendente que este efecto haya sido en
de los suelos, es posible aprovechar esa con- gran medida desestimado en los estudios
ciencia a los efectos de una ordenación enca- microeconómicos y sociológicos, ya que en
minada a mantener o rehabilitar su fertilidad. los estudios macroeconómicos de creci-
Varias de las posibilidades políticas que se miento se ha demostrado el papel que cabe
examinaron en el capítulo precedente podrían a la educación y al progreso tecnológico en
tener importancia fundamental para estable- el progreso económico y social12.
cer o impedir que se establezcan prácticas sos- b3) La última posibilidad consiste en
tenibles de ordenación de los suelos en el pla- que no se concrete ninguna de las variantes
no local y, de esa manera, desempeñar una que anteceden, bl) o b2), y que haya esca-
función vital en la compleja interacción que sez de alimentos c o m o resultado de una
existe entre la población, la utilización de los menor fertilidad de los suelos lo que, a su
recursos naturales y la degradación observada vez, contendrá gradualmente el crecimien-
de su base de recursos naturales, esto es, la to de la población con arreglo a la teoría de
base de sus ingresos, su estabilidad social y su Malthus.
bienestar. Según las circunstancias y los su- En recientes estudios acerca de la utiliza-
puestos aplicables en una situación determina- ción de la tierra, el crecimiento de la pobla-
da, se pueden encontrar las siguientes vías de ción y el desarrollo económico y social en
desarrollo: Uganda en los 15 últimos años, realizado m e -
a) Cuando la población aislada de un lugar diante datos arrojados por sistemas de infor-
exceda la capacidad de absorción del ecosiste- mación geográfica, se llega a la conclusión de
m a , la disponibilidad de alimentos limitará el que la interacción entre el sistema económico
mayor crecimiento de la población8, o a la in- y social, por una parte, y los entornos biológi-
versa. cos y físicos, por la otra, son m u y complejos y
b) Cuando aumente la presión demográfi- de difícil comprensión. Sin embargo, se llega a
ca, la base de recursos naturales y el medio se la conclusión de que la mayor parte de los
degradarán y disminuirá la capacidad de sus- cambios en la cubierta vegetal se deben a acti-
tento de los suelos9. A su vez, ello podría tener vidades humanas, regidas en gran parte por
uno de los siguientes resultados: incentivos, m a n d o s y controles de decisión po-
bl) L a adopción de medidas políticas lítica13. El turbulento periodo político que ha
especiales para mantener o aumentar la ca- atravesado Uganda no ha dejado mayor mar-
pacidad de sustento, esto es, un «proceso gen para el progreso económico y social, por
político de intensificación»10, o tal vez, no hablar de las innovaciones tecnológicas en
b2) que ocurra un proceso de intensifi- la agricultura. E n esas circunstancias, no debe
cación autónoma, esto es, que el crecimien- sorprender a nadie que los períodos de barbe-
to de la población sirva de catalizador para cho sean cada vez m á s breves y los suelos se
la innovación" de tal m o d o que se a u m e n - degraden al tiempo que la población sigue cre-
te la capacidad de absorción de la región. ciendo con rapidez. D e estas conclusiones, sin
Sin embargo, el verdadero catalizador de embargo, no se desprende que el crecimiento
hecho no es el crecimiento de la población de la población sea en sí m i s m o la causa de la
sino m á s bien el aumento del capital h u m a - destrucción de la base de recursos de la cual
no, es decir, el número de habitantes multi- la población de ese país obtendrá sus ingresos
plicado por un índice que represente el ni- en el futuro. E n cambio, según el análisis, las
vel de conocimientos, la productividad del principales causas de los malos resultados ob-
trabajo y la capacidad creadora por perso- tenidos en el periodo eran la situación política
392 Stein Hansen

inestable y la mala administración de la eco- mente excelentes servicios de planificación de


nomía. la familia y contracepción, de todas maneras
Según sostenían expertos internacionales no habríamos avanzado m á s de una tercera
antes de la Segunda Guerra Mundial, el distri- parte en el camino hacia la estabilización de la
to de Machakos, en Kenia, estaba condenado población mundial. E n los casos en que ha
a la destrucción en razón del rápido crecimien- habido posibilidades y demanda de servicios
to de la población y la extracción excesiva de de planificación de la familia, por ejemplo, no
recursos (deforestación y cultivo excesivo). La ha habido fondos o no ha habido clínicas de
población ha seguido aumentado hasta nues- salud con personal adecuado para proporcio-
tros días, pero el marco político ha cambiado narlos.
de forma m u y favorable y se han adoptado Cabe entonces preguntarse por qué la m a -
importantes iniciativas locales para ahorrar, yoría de las familias de este m u n d o quieren
capacitar, adoptar tecnologías nuevas, conser- tener m á s de dos hijos. A fin de crear condi-
var suelos, plantar árboles y lograr un equili- ciones que abran el camino hacia un rápido
brio cuidadoso entre la agricultura de mercado descenso de la fecundidad es necesario buscar
y la agricultura de subsistencia. El mejor acce- las causas subyacentes genéricas de la tenden-
so al mercado sirve para que haya mejores cia actual hacia una elevada fecundidad. Vale
servicios de educación y extensión y para tener la pena señalar en este punto que ningún país
acceso a medios de producción de elevado en desarrollo ha registrado una reducción du-
rendimiento, como fertilizantes químicos, pro- radera de la fecundidad en condiciones de ele-
ductos agroquímicos y agrotecnología nueva. vada mortalidad infantil.
Esta mayor capacidad de sustento ha compen- Los hogares pobres de las zonas rurales
sado muchas de las pérdidas sufridas en los 60 siguen constituyendo el sector de la población
últimos años14. Probablemente haya constitui- que crece con mayor rapidez. Desde el punto
do un factor determinante en este proceso la de vista de cada uno de esos hogares existen
reducción gradual de la discriminación por buenas razones para tener muchos hijos. La
razones de sexo. Esta experiencia es distinta m á s evidente (la razón universal) es que gené-
de la de Uganda, a pesar de que a m b o s países ticamente estamos programados para querer
deberían tener una dotación de recursos natu- hijos. E n jerga económica, surge la tentación
rales y condiciones de crecimiento de la pobla- de considerar a los hijos bienes duraderos de
ción similares para el desarrollo económico y consumo.
social. Estas dos observaciones, tomadas en un Reviste mayor importancia en el contexto
conjunto, refuerzan la hipótesis de que lo que de las comunidades rurales pobres el hecho de
decide absolutamente el destino de una región que generalmente carecen de los servicios de
o un país es el régimen político y las priorida- pensión de vejez y seguridad social que nor-
des que éste fija. malmente se encuentran en las economías m o -
dernas de mercado. La población suele tener
aversión al riesgo, por lo que los hijos se con-
vierten en el sustituto en especies de la seguri-
Los elementos económicos del dad social y de la pensión. En términos econó-
rápido crecimiento de la población: micos, se convierten en un seguro a todo
la pobreza y el valor económico riesgo. C o m o ejemplo de los argumentos a
de los niños favor de una elevada fecundidad en las cir-
cunstancias mencionadas, cabe mencionar
Los regímenes macroeconómicos del tipo que que, en el decenio de 1960, un matrimonio
hemos descrito antes han servido de marco medio en la India debía tener 6,3 hijos para
para que se mantengan índices extremada- tener un 95 % de certeza de que uno de ellos
mente elevados de fecundidad. E n todo el sobreviviría cuando el padre cumpliese los 65
m u n d o en desarrollo, el tamaño conveniente años de edad. La proporción de ancianos que
de la familia se encuentra dos o tres veces por viven con sus hijos en el subcontinente indio
encima del nivel de sustitución (dos nacimien- era del 80 % mientras la cifra correspondiente
tos por familia). Ello da a entender que incluso en los Estados Unidos de América, por ejem-
si en estos países se proporcionaran gratuita- plo, es del 15 %. E n el África subsahariana, las
La población: un desafio para los especia/islas en ciencias sociales 393

mujeres pobres de las zonas rurales pierden transferencia de recursos normalmente tiene
una tercera parte de su progenie alfinalde sus lugar de los hijos a los padres, lo que entraña
años reproductivos y esas condiciones sirven un marcado contraste con los países industria-
de razones determinantes para la elevada fe- lizados en los cuales, en general, los recursos
cundidad15. pasan de los adultos a los jóvenes. Según la
Existen sin embargo otras razones econó- teoría económica, la transición de una fecun-
micas para que haya elevada fecundidad en las didad alta a una baja guarda relación con la
zonas rurales pobres. Los niños son útiles dirección que tenga la corriente de recursos
c o m o generadores de ingresos en las econo- entre generaciones. Así, los contrastes observa-
mías de subsistencia basadas en la biomasa, dos entre los países ricos y los pobres a este
donde no haya acceso a combustible comer- respecto son los que cabía esperar16.
cial, agua de cañería o fertilizantes químicos. Si el rápido crecimiento de la población
Desde los primeros años se asignan a los niños constituye una amenaza a un régimen econó-
de hogares pobres en países pobres importan- mico sostenido basado en los recursos natura-
tes tareas domésticas que consumen m u c h o les, es preciso que el análisis se centre simultá-
tiempo, c o m o la de cuidar a sus hermanos y a neamente en el foro donde tiene lugar la
los animales domésticos, ir a buscar agua o ir a adopción de decisiones respecto de la fecundi-
buscar leña, estiércol o pienso. D e esta m a n e - dad, y en la utilización de los recursos natura-
ra, las necesidades básicas del hogar tienen les y la ordenación del medio ambiente. Par-
prioridad sobre la educación académica y esto tiendo de la hipótesis de que tanto los h o m -
perpetúa el analfabetismo. bres c o m o las mujeres en el hogar prefieren
Las dificultades de acceso al mercado, la racionalmente que el número de hijos sea ele-
baja productividad del trabajo y los bajos in- vado, la conclusión no ha de ser necesariamen-
gresos se suman para obligar a esos hogares a te que no existen problemas de población.
dedicarse a actividades complementarias de C o m o es bien sabido en economía, hay que
producción para atender necesidades funda- preguntarse si una serie de decisiones razona-
mentales basadas en los recursos ambientales das en el plano individual pueden no ser ópti-
y que se caracterizan por la falta de especiali- mas en el plano colectivo, y si ello no entraña,
zación. Cada una de esas tareas requiere poca por ejemplo, el peligro de un mal reparto de
tecnología y m u c h o tiempo. El capital es esca- recursos.
so y prácticamente no hay inversiones para H a y dos tipos de factores económicos ex-
promover el cambio tecnológico. N o se puede ternos que pueden contribuir a explicar esta
contratar m a n o de obra, pero su demanda es posible diferencia entre las decisiones en el
elevada. Al disminuir la disponibilidad de re- hogar y lo que es bueno para la sociedad. El
cursos se necesita m á s tiempo para reunir y primero consiste simplemente en que un m a -
elaborar los diversos insumos en el proceso de yor aumento de la población lleva al hacina-
producción doméstica y bien puede ocurrir miento. A cada hogar le preocupan sus propios
que aumente la utilidad general de cada uno asuntos y no tiene en cuenta el hecho de que
de los miembros adicionales de la familia. los hijos que produce ejercerán durante toda
U n a tasa elevada de fecundidad y de creci- su vida un efecto de demanda de recursos
miento demográfico tiende a destruir más la sobre otros hogares al competir por recursos
base de recursos ambientales en el lugar. La limitados de agua, bosques y tierras culti-
propiedad común de libre acceso es particular- vables.
mente vulnerable a la utilización excesiva y El otro factor externo obedece al hecho de
ello, a su vez, presenta otros incentivos para que en muchas sociedades existen normas pro-
tener muchos hijos, lo que aumenta la presión fundamente enraizadas, que se remontan a
sobre la base de recursos naturales, y el ciclo épocas en que era económicamente racional
continúa así indefinidamente. tener m u c h o hijos desde una perspectiva so-
E n estos contextos, los niños se han con- cial y en las que se promovían índices elevados
vertido en productores netos, esto es, en acti- de fecundidad y no cabía esperar que cada
vos económicos a pesar de estar aún en edad hogar rompiera esas reglas de forma indepen-
de asistir a la escuela elemental. E n el curso diente de no haber incentivos especiales. E n
del ciclo biológico en esos hogares pobres, la todo caso, las normas culturales y religiosas no
394 Stein Hansen

pueden ser consideradas independientemente recursos naturales. Se necesitan también refor-


del desarrollo económico y social. El desarro- m a s de esa índole para generar los fondos
llo económico y social en el sur de Europa, internos necesarios, junto con créditos y asis-
predominantemente católica, ha contribuido tencia exterior, para llevar a la práctica pro-
claramente a la estabilización de la población gramas de desarrollo de amplia base. E n todo
y en Indonesia, el mayor país musulmán del caso, las transferencias de fondos no son sufi-
planeta, ha habido una importante reducción cientes a menos que existan la infraestructura
de la fecundidad. y el aparato institucional necesarios y, para
El elemento central del problema consiste ello, es necesario enseñar y capacitar a la gente
en que, en parte de las zonas rurales y de los para que pueda trabajar en esas instituciones.
asentamientos periurbanos de muchos países
pobres, la población carece de servicios públi-
cos tales c o m o atención primaria a la salud y Consecuencias demográficas de la
planificación de la familia, educación prima- discriminación por razón de sexo
ria para niños y niñas, servicios de divulgación
para hombres y mujeres, seguridad en la vejez, Existen datos sustanciales en el sentido de que
agua potable, fuentes accesibles y duraderas de cabe al desarrollo económico un papel funda-
combustible, crédito, transporte y acceso a los mental. Es preciso crear condiciones (median-
mercados para sus productos y a medios de te inversiones sociales selectivas, creativas y
producción modernos. éticamente aceptables) para que la mujer y las
En el contexto de la agricultura hay que parejas quieran un número menor de hijos.
reconocer en primer lugar que los pequeños C o m o mínimo, no hay ningún tipo de asisten-
agricultores constituyen el núcleo de la econo- cia para el desarrollo, que parezca tener un
mía rural. E n lugar de imponerles impuestos rendimiento económico m á s alto o inducir un
ruinosos, es preciso ajustar la relación de in- crecimiento m á s sostenido de la economía que
tercambio rural-urbana en favor de los agricul- las inversiones básicas en capital h u m a n o , esto
tores y en los planes de desarrollo del país es, educación primaria y secundaria, servicios
deben asignar especialmente importancia a la adecuados de divulgación para ambos sexos y
creación de infraestructura física y social en atención primaria a la salud.
las zonas rurales, a fin de mejorar drástica- Por ejemplo, existen abundantes datos e m -
mente el acceso a los mercados, y servicios de píricos en el sentido de que, mientras las niñas
divulgación en que se tengan especialmente en que no han cursado estudios quieren en pro-
cuenta las necesidades de las agricultoras y sus medio tener cinco hijos, las que han cursado
hijos. Los centros de salud de las zonas rurales estudios secundarios quieren tener 3,5. E n va-
deben contar con personal y equipo suficientes rias sociedades tradicionales de elevada fecun-
para proporcionar programas de planificación didad, la mujer que ha completado el ciclo
de la familia, de inmunización infantil y de primario o superior tiene unos tres hijos m e -
control de la nutrición. Cuando mejoran las nos que las que no han asistido a la escuela o
tasas de supervivencia y se reduce la morbidez han desertado. L a educación afianza las posi-
en las zonas rurales, la «demanda económica» bilidades de negociación de la mujer en su
de hijos baja y se reduce la presión de la carácter de madre. Queda en mejores condi-
población sobre la base de recursos naturales. ciones para criar hijas e hijos, se convence con
Además, cuando hay que alimentar menos bo- mayor facilidad de las ventajas de las prácticas
cas, aumentan las posibilidades de ahorro y, al higiénicas y concibe formas inteligentes de tra-
menos, durante algún tiempo, tal vez estén al tar a los niños enfermos. En resumen, el n ú m e -
alcance de la m a n o inversiones en tecnología ro de muertes de niños en el caso en que las
que sirvan para aumentar la capacidad de sus- madres han cursado algunos estudios es consi-
tento a fin de que ésta exceda al crecimiento derablemente menor que en el caso de las que
demográfico. no los han cursado y, c o m o resultado, las pri-
Es preciso implantar reformas macropolíti- meras tienen menor «necesidad» de una eleva-
cas a fin de cambiar los incentivos de produc- da fecundidad.
tores y consumidores respecto de la fecundi- La inversión en educación para las niñas
dad y de la ordenación sostenida de la base de arroja también resultados favorables al desa-
La población: un desafío para los especia/islas en ciencias sociales 395

Une multitude de caribou, serigrafia Inuit de Jessie Oonark, Baker Lake Print Catalogo 1976. La caza puede
alimentar sólo a una población de baja densidad. Jessie Oonark, William Ukpatiku

rrollo en todo el m u n d o en la forma de una ña la crianza de los hijos. La dimensión de este


menor presión en el sentido de que aumenta la problema de discriminación se concreta en la
edad para contraer matrimonio. Normalmen- mayor importancia que se atribuye a los hijos
te, una niña que ha cursado estudios secunda- que a las hijas en muchas sociedades. Es bas-
rios se casa cuatro años después de la que no tante claro que si la tasa de mortalidad infantil
ha cursado estudio alguno. En todo el m u n d o , entre las niñas fuese igual a la de los niños, las
esa mayor edad para contraer matrimonio sur- tasas generales de mortalidad infantil se redu-
tiría un efecto fundamental, pues habría cirían de forma considerable. La subsistencia
1.000.000.000 menos de habitantes antes de en la familia de esa desigualdad entre los sexos
que se alcanzara la estabilidad demográfica en tiene un elemento positivo y uno negativo.
el m u n d o . Este último es evidente para cualquier persona
U n tercer factor que explica la persistencia informada y educada. El lado positivo, y m e -
de una elevada fecundidad en muchas socieda- nos reconocido, consiste en que demuestra
des consiste en la desigualdad que hay en la que por lo menos existen información, conoci-
familia entre hombres y mujeres. La desigual- mientos y probablemente recursos disponi-
dad en cuanto al papel y los derechos de la bles, incluso en las comunidades pobres y en
madre y del padre respecto de los hijos pro- las familias que practican la discriminación
mueve o mantiene una elevada fecundidad e por norma, en el sentido de que pueden redu-
incluso una fecundidad m á s elevada de la que cir las tasas de mortalidad de las niñas peque-
preferirían las madres, sobre las cuales recae ñas a las correspondientes de los niños peque-
una parte desproporcionada de los riesgos de ños. Lo que falta es la voluntad para actuar. Es
salud, tiempo y esfuerzo económico que entra- preciso tener cuidadosamente en cuenta estos
396 Stein Hunsen

aspectos al establecer en la política y los pro- el hombre y la mujer, constituye un conflicto


gramas medidas prácticas en pro de la salud y de intereses entre los sexos y es un elemento
la supervivencia de la infancia. clave en este problema tan complejo.
Así, pues, una drástica reducción de la fe- Sin embargo, el costo de criar hijos está
cundidad guarda relación con una mayor edad condicionado culturalmente. E n las sociedades
para contraer matrimonio, una utilización efi- pobres caracterizadas por la asimetría entre
caz de anticonceptivos, la erradicación de la los sexos en cuanto al poder y las posibilidades
discriminación por sexo en la familia y las de empleo, los objetivos de la mujer en mate-
mayores esperanzas que las madres que han ria de reproducción no son particularmente
cursado estudios depositan en sus hijos. Ade- distintos de los del hombre. La voluntad ex-
más, las consecuencias negativas de tener m u - presada, sin embargo, depende del grado de
chos niños pequeños son m u c h o m á s graves educación que tenga la mujer. La mujer educa-
para las niñas que para los niños. Las niñas de da tiende a querer familias m á s reducidas que
familias numerosas en que hay gran cantidad la mujer analfabeta. En el subcontinente indio
de hermanitos reciben mucha menos educa- es prácticamente generalizada la preferencia
ción que sus hermanos y, en particular, las por los hijos varones pero no ocurre lo m i s m o
hermanas de mayor edad tienen escasas posi- en el África subsahariana17.
bilidades de educación. A su vez, entran en la En todo caso, la mujer también es objeto
vida adulta y el matrimonio con la perspectiva de discriminación de muchas maneras indirec-
de tener muchos hijos y mantener una elevada tas. T o m e m o s el caso del abastecimiento de
tasa de fecundidad. agua. Tradicionalmente, muchas mujeres de
D e este análisis se desprende que una re- países pobres tienen que caminar durante ho-
orientación masiva del gasto público y de la ras y recorrer muchos kilómetros para buscar
asistencia extranjera hacia la inversión en ca- agua. Pierden así un valioso tiempo que po-
pital h u m a n o , en educación, servicios de di- drían haber empleado para obtener ingresos y
vulgación para el hombre y la mujer, planifica- alimentos. D e hecho, un factor que explica su
ción de la familia y atención primaria de la necesidad de tener muchos hijos es que requie-
salud, constituye no sólo una condición nece- ren m a n o de obra que ellas mismas podrían
saria para hacer frente a la explosión demográ- haber proporcionado si no hubiesen tenido
fica y al desarrollo sostenible sino que, ade- que dedicarse a tareas tan absorbentes c o m o la
más, los países que se prolongan realmente de ir a buscar agua. El esfuerzo que entraña ir
alcanzar objetivos de estabilización demográ- a buscar agua explica también por qué las
fica deben proceder resueltamente a formular mujeres y los niños (especialmente las niñas)
normas que sirvan de base en programas de no llegan a recibir en muchas sociedades una
acción encaminados a la eliminación de la educación adecuada. El costo de oportunidad
desigualdad entre los sexos. Es preciso que la en materia educativa es tan alto que se pierde
política de desarrollo ponga término a la rela- ante las apremiantes necesidades cotidianas de
ción que existe entre el acceso de la mujer a los agua y alimentos.
recursos, incluido el mercado de trabajo, y la ¿Qué tiene que ver el precio del agua con
relación conyugal o sexual con el hombre o su todo esto? Pues bien, el concepto, político y
condición dentro de la familia. culturalmente arraigado, del agua c o m o un
La demanda de hijos no deja de tener su bien gratuito para todos constituye un impor-
costo. En el caso de mujeres que trabajan en el tante obstáculo para el desarrollo de los dere-
campo, el embarazo significa perder capaci- chos de la mujer y para el mejoramiento de la
dad de trabajo y aumenta considerablemente situación económica y social de los pobres.
el riesgo de muerte. Para alimentar, vestir, Está más que probado que en la práctica, na-
cuidar y enseñar al hijo hay que emplear recur- die paga m á s por el agua que los pobres a los
sos materiales y tiempo, por parte de la madre que se promete acceso gratuito a ella18. En los
mayoritariamente. Los hijos nacen y se crían asentamientos urbanos de precaristas, los po-
en la pobreza. Gran parte de ellos sufren des- bres tienen que pagar un elevado precio por el
nutrición, son analfabetos y suelen estar limi- agua no potable que les venden en baldes. La
tados y desaprovechados. El costo de la repro- cantidad que pagan en la práctica habría cons-
ducción, que difiere considerablemente entre tituido una inversión extremadamente renta-
La población: un desafio para los especialistas en ciencias sociales 397

ble para cualquier empresario privado que ducir las presiones sobre el medio ambiente y
quisiese instalar conductos y redes de distribu- poner coto al crecimiento de la población,
ción de agua, pero, por una cuestión de políti- medidas sobre las cuales no cabe desacuerdo,
ca el agua tiene que ser gratuita, no hay fondos suele ocurrir (como se ha señalado) que exis-
disponibles para esas inversiones y los que tan graves obstáculos para llevarlas a la prác-
salen ganando son los vendedores de agua. E n tica.
todo caso, nadie se preocupa mucho del por- Así, en el plano nacional, la justificación
qué en los suburbios bien organizados donde económica para poner coto al crecimiento de
viven los burócratas y los funcionarios de asis- la población es bastante clara, c o m o lo es
tencia hay agua subvencionada y el abasteci- también la conveniencia de proteger el medio
miento es regular. ambiente. Sin embargo, en a m b o s ámbitos no
Esa actitud, esa política y esas estrategias se ha implantado aún una reforma de esa
de desarrollo siguen predominando y, en el política y las razones son similares en los
ínterin, los pobres (las mujeres y las niñas en dos.
particular) siguen sufriendo perjuicios de sa- En efecto, lo que tal vez sea justificable
lud c o m o consecuencia del abastecimiento de desde una perspectiva nacional no lo sea desde
agua de mala calidad y dedicando una parte el punto de vista de quien tiene que tomar la
desproporcionada de su tiempo e ingresos a decisión. Lamentablemente, un denominador
atender sus modestas necesidades de agua. Se c o m ú n de los problemas demográficos y a m -
perpetúan así la pobreza, una elevada fecundi- bientales consiste en que, para mejorar la polí-
dad y la mala salud. Todos sabemos lo que hay tica en ambos ámbitos, se haga frente a gran-
que hacer. Básicamente, las medidas que hay des problemas relativos a la incidencia del
que adoptar sólo pueden arrojar resultados po- costo y los beneficios de esas medidas. Los
sitivos y, sin embargo, ¿por qué es tan difícil conflictos de intereses reales o supuestos, de-
hacer algo? terminados por consideraciones financieras,
Es necesario implantar reformas estructu- de cultura o tradición, conspiran para que sea
rales en muchas otras regiones para erradicar difícil reformar la política.
la discriminación por motivos de sexo. U n o de Ocurre en general que son los pobres quie-
esos ámbitos es el de la reforma de la tenencia nes más sufren la degradación del medio a m -
de la tierra. En muchas partes de África corres- biente, pues viven en zonas urbanas contami-
ponde a la mujer una función crucial en la nadas o en tierras agrícolas marginales.
producción de alimentos y en la agricultura de Ellos son los que están en situación desven-
subsistencia. tajosa, los que menos poder político tienen, y
Sin embargo, c o m o no pueden tener títulos cuya suerte es la de estar expuestos a los efec-
de propiedad sobre la tierra, no pueden recu- tos externos negativos que surten las activida-
rrir al mercado de crédito. D e esta manera, des de consumo y producción realizadas por
son objeto de discriminación en ese mercado y otros. La degradación del medio ambiente
pierden la posibilidad de aprovechar présta- provoca efectos directos sobre su salud (al
m o s baratos para invertir en medidas a largo afectar a la calidad del aire, suelo y agua); por
plazo de conservación de los suelos. m á s que un aumento del ingreso a corto plazo
C o m o resultado, persiste la pobreza y, al pueda arrojar beneficios para la salud, la dimi-
m i s m o tiempo, persisten una elevada fecundi- nución a largo plazo de la capacidad producti-
dad y el agotamiento de los recursos naturales va (que no pueda ser compensada por avances
de los cuales los pobres dependen para su sus- tecnológicos) surtirá también efectos adversos
tento. sobre ella. A d e m á s , dentro del grupo de los
pobres, son las mujeres quienes más sufren.
Así, en lo que atañe a la población, la adop-
La cuestión de la incidencia ción individual de decisiones tiene lugar en el
plano de la familia. C o m o ya se ha descrito,
Si bien en el plano nacional (o de hecho en el hay motivos por los cuales la gente decide
plano mundial) resulta bastante fácil hallar tener familias numerosas.
reformas políticas completas que sirvan si- En gran medida, esos motivos no existirían
multáneamente para mejorar la economía, re- si la distribución del ingreso fuese más equita-
398 Stein Hansen

tiva, pero es evidente que existen fuertes inte- El mantenimiento de los ingresos
reses creados en contra de ello; lo m i s m o ocu- y la base de recursos en el
rriría si se diera a la mujer iguales oportunida- contexto de un gran crecimiento
des educacionales y comerciales e igual aten-
ción médica.
de la población
Es evidente que en muchos lugares subsis-
ten fuertes obstáculos tradicionales y cultura- Existe gran cantidad de datos empíricos según
les para poder mejorar esta situación, cuya los cuales la combinación de un elevado creci-
superación entrañaría asignar mayor impor- miento de la población y de bajas tasas de
tancia (y, por lo tanto, salarios, etc.) a los ahorro interno prácticamente no deja margen
servicios de la mujer. para el desarrollo y el mejoramiento del capi-
Es posible que la religión organizada cons- tal h u m a n o . D e hecho, suele ocurrir que la
tituya también un gran obstáculo, si bien exis- escasa eficiencia en la utilización de la base de
ten motivos de optimismo en el sentido de recursos del país, naturales o no, interactue
que el desarrollo económico y social, centra- con las elevadas tasas de fecundidad y las ba-
do en el mejoramiento del capital h u m a n o , jas tasas de ahorro para desestabilizar la eco-
pueda superar los obstáculos religiosos y cul- nomía y reducir las posibilidades de creci-
turales tradicionales. La experiencia con el miento y desarrollo sostenible. U n a política
budismo en Tailandia, el islamismo en Indo- económica e institucional que distorsione con-
nesia y el catolicismo en Italia, por ejemplo, siderablemente los precios mediante subsidios
demuestra que es posible obtener una gran fijados en razón de la influencia de grupos de
reducción de la fecundidad en períodos in- presión socava el presupuesto público y hace
creíblemente breves en comparación con el que, en lugar de gastar los escasos ingresos
tiempo necesario para reducir en forma apre- públicos en el sector social y h u m a n o , se dé
ciable el tamaño de la familia en los Estados preferencia a los sectores m á s elitistas de la
Unidos, por ejemplo. industria, la defensa y la agricultura, en los
H a y que recalcar una y otra vez que los cuales el rendimiento financiero privado de
obstáculos para mejorar la suerte de la mujer los fondos es elevado en comparación con el
son, casi por definición y literalmente, im- rendimiento económico negativo de esas asig-
puestos por el hombre. Sin embargo, todos, naciones. Los programas de ajuste sectorial y
hombres y mujeres, sufren cuando hay discri- estructural, objeto de tanto debate, apuntan
minación contra la mujer. E n este contexto, justamente a resolver esa situación. Se observa
los hombres necesitan por igual la educación actualmente una mayor conciencia de la nece-
necesaria para poner término a esa discrimi- sidad de incorporar activamente las considera-
nación. ciones sociales y ambientales de los programas
Del m i s m o m o d o que en la mayoría de los de esa índole afinde avanzar más rápido por
demás objetivos de desarrollo, es absoluta- una vía de desarrollo sostenible19.
mente necesario determinar medidas que sir- V e m o s que también en este caso todo de-
van para que los responsables de adoptar las pende de todo lo demás. Cuando el crecimien-
decisiones se den cuenta de que redunda en su to de la población es alto y el ahorro es bajo es
propio interés (financiero, cultural o de otra probable que el predominio de los precios y
índole) actuar de manera compatible con el los incentivos distorsionados lleve a una utili-
bien c o m ú n . zación ineficiente de los recursos, de manera
La educación y los llamamientos a la con- que el rendimiento del trabajo y el capital sea
ciencia social siempre tienen un papel im- bajo. C o m o consecuencia, se crean m e n o s
portante, pero, a la larga la gente reacciona puestos productivos de trabajo y se reducen
de forma m á s efectiva cuando hay incenti- los salarios y los ingresos de una fuerza de
vos. Las propuestas que anteceden, que trabajo que crece con rapidez. La consiguiente
apuntan en gran medida a aumentar el costo pobreza contribuye a mantener una fecundi-
real de oportunidad que significa para los dad elevada por las distintas razones examina-
padres tener familias numerosas, deben ocu- das en la sección precedente, y esta fecundidad
par un lugar central en una estrategia de esa elevada mantiene a su vez la pobreza en razón
índole. de los mecanismos a que nos hemos referido.
La población: un desafio para los especialistas en ciencias sociales 399

Es necesario tomar medidas simultáneamente producido por el hombre en la región, y debe


en varios ámbitos para romper este círculo vi- haber además una tasa de ahorros suficiente y
cioso. una corriente suficiente de capital o de inver-
Parece haber tres dimensiones que configu- siones extranjeras. Para que haya un desarro-
ran el nexo entre el crecimiento de la pobla- llo económico estable parece ser necesario un
ción, el medio ambiente y el desarrollo econó- equilibrio entre la oferta y la demanda en los
mico y social. Esta interacción determina si la mercados de trabajo rurales y urbanos y que la
población crece sin que se desarrolle el capital interacción entre la economía rural y urbana
h u m a n o o si el crecimiento del capital h u m a - redunde en beneficio de ambas. La tercera
no asume la función motriz y catalizadora en dimensión consiste en la estabilidad y la con-
un proceso de desarrollo sostenible. La prime- fianza política y social, de manera que los
ra dimensión en este proceso es la base de consumidores y productores puedan tomar
recursos y el medio físico natural que constitu- medidas y administrar la base de recursos con
ye la base de las actividades humanas. L a se- una perspectiva a largo plazo. Ello es también
gunda es la estructura económica y el funcio- fundamental para que el inversionista extran-
namiento de la economía. Para poder adoptar jero o el innovador nacional considere la posi-
innovaciones y nuevas tecnologías que sirvan bilidad de establecerse o ampliar su presencia
para que la capacidad de absorción exceda al en la región.
crecimiento de la población es preciso utilizar
en forma eficiente el capital natural, h u m a n o o Traducido del inglés

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Papers nos. 54-62. Overseas 18. Banco Mundial 1989.
Development Institute. Suk-Suharan Africa: From crisis to
Población, desarrollo y empleo

Ignacy Sachs

1 empleo con herramientas manuales les permi-


tía quemar las diversas etapas de la moderni-
Las sucesivas peripecias de la política d e m o - zación.
gráfica China desde 1949 ilustran la compleji- Así es c o m o nació el concepto de «inver-
dad de la relación población/desarrollo. sión humana», piedra angular del «gran salto
Los señores de la guerra medían su poten- hacia adelante». Los embalses podían cons-
cia según el número de soldados que eran ca- truirse con herramientas manuales, supliendo
paces de reclutar. Los señores feudales calcula- la falta de instrumental moderno con la movi-
ban su riqueza en función del número de lización, en cada obra, de verdaderos ejércitos
campesinos sometidos a la gleba y al impues- de trabajadores. El carbón podía extraerse
to. Cuanto m á s baja era la también manualmente, en
productividad del trabajo, pequeñas minas artesanas
Ignacy Sachs, especialista en socioeco-
m á s dependía de la masa nomía del desarrollo, es profesor desde que proliferaron por todo
de campesinos explotados 1968 en la Ecole des Hautes Etudes en el país, y que todavía se
el volumen de la recauda- Sciences Sociales de París, donde diri- explotan hoy, en condicio-
ge el curso de doctorado «Investigacio-
ción de los tributos e im- nes comparadas sobre el desarrollo», y nes de trabajo medievales.
puestos. del Centro de Investigaciones sobre el El único límite al aprove-
En lo que se refiere a la Brasil Contemporáneo. Actualmente es chamiento de la inversión
asesor de la U N E S C O para la prepara-
potencia militar, el poder ción de la C u m b r e Social. Su obra IA'S
humana era la capacidad
revolucionario establecido stratégies de transition au XXIètne siè- de ofrecer a los trabajado-
en 1949 no tenía otra posi- cle se ha publicado en 1993 en la India, res un mínimo de alimen-
Brasil, Francia. Italia y Polonia.
bilidad que la de recurrir a tos, procedentes de los
la moral y la disciplina de campos colectivizados. N o
un ejército popular m u y asombra, pues, de que en
numeroso pero mal equi- aquella época China de-
pado, que pronto iba a de- nunciase a los partidarios
mostrar su ardor revolucionario en la guerra del control de natalidad como agentes del im-
de Corea. perialismo, deseosos de debilitar al Tercer
En cuanto a la estrategia de desarrollo eco- M u n d o y socavar la revolución mundial en
nómico, los comunistas trataron de convertir marcha.
en un factor positivo la debilidad principal del La catástrofe del «gran salto hacia adelan-
país, la rebosante oferta de m a n o de obra que te» fue debida principalmente a la desmesura
disponía sólo de un equipamiento sumamente con que se aplicaron las técnicas de alta densi-
rudimentario. Mientras que los economistas dad de m a n o de obra, que desde luego podrían
definían el subdesarrollo c o m o un estado ca- haber dado resultado si se hubieran manteni-
racterizado por la imposibilidad de garantizar do dentro de límites prudentes. La hambruna
el pleno empleo con ayuda de las técnicas que se declaró a continuación obligó a los
modernas, los chinos pensaron que el pleno chinos a adoptar una política maltusiana a

R I C S 141/Setiembre 1994
402 Ignacy Sachs

ultranza - u n solo niño por pareja-, que se m u y superior a la que consumen los países
aplicó con una determinación brutal de la que menos desarrollados, y son también la causa
sólo era capaz un régimen autoritario que con- principal de la contaminación.
taba con una población sólidamente encua- El consumo de energía comercial por habi-
drada. tante en los Estados Unidos equivale al doble
Los resultados fueron espectaculares. La del de Suécia, a trece veces el del Brasil, a
tasa de fecundidad disminuyó de 6,4 hijos por treinta y cinco veces el de la India, a ciento
mujer en 1968 a 2,2 en 1980 (Worldwatch cuarenta veces el de Bangladesh y a doscientas
Institute, 1993, pág. 114). Sin embargo, en el ochenta veces el de Chad, Nepal o Haití (Ehr-
último decenio se observa de nuevo un au- lich y Ehrlich, 1990, pág. 134).
mento de esta tasa en las zonas rurales. Por esto los autores que acabamos de citar
Los campesinos a quien se les dijo, cuando afirman que ante todo es necesario limitar la
se desmanteló el sistema de comunas, «enri- población de los países ricos, ya que cada naci-
queceos por vuestra cuenta», quisieron casarse miento evitado en esos países reduce m u c h o
pronto y tener m á s de un hijo. Casi podría m á s la presión sobre los recursos y el medio
decirse que lo necesitan para disponer de ambiente de nuestro planeta que un nacimien-
m a n o de obra familiar. Esta inversión de la to evitado en una nación pobre. La modifica-
tendencia es tanto m á s significativa por cuan- ción de los estilos de consumo de los países
to la relación hombres/tierras cultivables en ricos parece pues un elemento indispensable
China es m u y desfavorable, y decenas de m i - de las políticas de transición hacia un desarro-
llones de campesinos constituyen evidente- llo duradero. Y sin embargo, c o m o observaba
mente una m a n o de obra excedentária, a pesar recientemente N o r m a n Myers, ningún país in-
de la expansión extraordinaria de los empleos dustrializado ha formulado hasta ahora una
no agrícolas en las industrias rurales. Es obvio política nacional que tenga en cuenta esta exi-
que la motivación de la familia campesina que gencia2.
quiere disponer de m a n o de obra «gratuita» y El problema se complica ulteriormente con
de una garantía para la vejez no coincide con la presencia de un Sur pobre en el interior del
los intereses de la sociedad en general. Norte rico, y de un Norte rico en el interior del
¿Qué debemos retener del ejemplo chino? Sur pobre. En igualdad de ingresos medios por
N o s limitaremos a cinco comentarios de al- habitante, el impacto sobre el medio ambiente
cance m á s general. dependerá también de la distribución de los
a) N o es fácil establecer una relación uní- ingresos, de la parte que retengan los ricos que
voca entre la población y el desarrollo, y entre se encuentran en el vértice de la pirámide
las tasas de crecimiento de la población y de social, y de la que corresponda en la base a las
las de la economía, sin tener en cuenta la poblaciones pobres. Mientras que los primeros
configuración, compleja y cambiante, del eco- se entregan a un consumo excesivo, los segun-
sistema natural y social1. M á s en particular, dos se ven obligados a menudo a sobreexplotar
los efectos del crecimiento demográfico depen- los escasos recursos naturales a que tienen ac-
den del potencial sin explotar de los recursos ceso.
del ecosistema natural. Según la inteligente U n a distribución de los ingresos relativa-
observación de Simon Kuznets (1973, pág. 9) mente igualitaria no impide, por sí sola, la
la penuria de recursos en los países del Tercer destrucción del medio ambiente y la apropia-
M u n d o es más un resultado que una causa del ción rapaz de los recursos. Las catástrofes eco-
subdesarrollo. Esto justifica que se hable de lógicas registradas en los países del socialismo
países en desarrollo, y no de países condena- real y la situación actual de China ofrecen
dos para siempre al subdesarrollo. ejemplos elocuentes de lo que queremos decir,
b) El impacto del crecimiento económico ya que en esos países el imperativo de un
en el medio ambiente es producto de tres fac- crecimiento económico rápido ha gozado de
tores: la población, los ingresos por habitante preferencia sobre cualquier otra consideración
y las técnicas empleadas. de prudencia ecológica.
E n igualdad de condiciones demográficas, E n último término, sólo el análisis de di-
los países industrializados consumen una can- versas trayectorias históricas permite determi-
tidad de energía fósil y de recursos naturales nar la evolución paralela de las sociedades
Población, desarrollo y empleo 403

humanas y los ecosistemas naturales, la diná- tivamente constante durante unos quince si-
mica de las poblaciones en relación con la glos. La expansión demográfica se acelera a
capacidad de sustentación de los nichos ecoló- partir del Renacimiento: 500 millones de habi-
gicos que se transforman continuamente por tantes en 1600, 1.500 millones en 1900, m á s
medio del progreso técnico. de 5.000 millones hoy en día, de 10 a 11.000
c) C o m o demostró Esther Boserup (1970) millones antes de que transcurra un siglo (pág.
la presión demográfica estimula el progreso 112 y siguientes). ¿Dónde está el tope, en 10,
técnico, y por ello sería erróneo considerar que 15 ó 50.000 millones?
la capacidad de sustentación de un ecosistema Lo importante es saber si la humanidad
es inalterable; lo que no es, desde luego, es puede duplicarse una, dos o tres veces, para
infinitamente extensible. E n nuestra época no construir socialmente la transición demográfi-
es posible una perfecta sustitución entre los ca. Queda poco tiempo para tratar de reme-
diferentes recursos, y las transformaciones téc- diar las desigualdades y las exclusiones socia-
nicas mal orientadas pueden reducir la capaci- les que obstaculizan la reducción de la fecun-
dad de sustentación e incluso causar su des- didad, tanto m á s cuanto que presenciamos
trucción. El dominio social del progreso técni- una degradación generalizada de la condición
co se nos aparece c o m o una condición del social en todo el m u n d o . Sin embargo, no hay
desarrollo3. U n a elección acertada de las técni- que temer un apocalipsis próximo. El catastro-
cas facilita la armonización de los objetivos de fismo y el maltusianismo llevados a sus límites
la justicia social, la prudencia ecológica y la no tienen ninguna justificación científica y
eficacia económica, medidos a escala macro- operan c o m o una pantalla ideológica que ocul-
social (Sachs, 1993). ta los verdaderos desafíos y problemas del de-
Dicho esto, no es menos cierto que existe sarrollo. E n un último extremo, se transfor-
un vínculo causal acumulativo entre la pobre- m a n en una doctrina antihumanista defensora
za, la población y el medio ambiente, c o m o de los privilegios de una minoría rica que nie-
puede verse claramente en el Gráfico 1, proce- ga el derecho al desarrollo de una mayoría
dente de un informe de la U N I C E F (1994). La todavía excluida. El maltusianismo y el apart-
inversión de la espiral de la degradación y el heid hacen buenas migas.
establecimiento de una dinámica de desarro- d) La experiencia china nos alerta contra el
llo, c o m o ilustra el Gráfico 2, exigen una estra- voluntarismo de la política demográfica, otra
tegia que prevea la planificación familiar, al víctima del cual ha sido la India (Gowariker,
tiempo que dependen del conjunto de políticas 1993). La actitud de las parejas en relación
económicas y sociales aplicadas. N o obstante, con el número deseado de hijos depende de
debemos rechazar categóricamente las inter- factores afectivos, culturales o religiosos, con-
pretaciones primarias de la relación pobla- sideraciones económicas y proyectos de vida.
ción/desarrollo, que atribuyen a la explosión Los argumentos expuestos por los gobiernos
demográfica todos los males presentes y futu- en favor del control de natalidad tropiezan
ros y, en último término, hacen del control de con la aplicación de estrategias familiares.
natalidad un sucedáneo de un crecimiento Asistimos a un conflicto entre las motivacio-
económico equitativamente distribuido y res- nes fragmentarias y la racionalidad global. La
petuoso de las normas de la prudencia ecoló- aceleración de la transición demográfica con
gica. métodos no coercitivos exige una transforma-
N o cabe duda de que nuestro planeta finito ción profunda de las condiciones sociales y de
no puede tolerar un crecimiento limitado de la las mentalidades, y en particular la organiza-
población. A . Jacquard (1991) nos recuerda las ción de un sistema de seguridad social eficaz.
grandes etapas de la evolución de la población La revolución china lo intentó, pero no lo
terrestre. Hicieron falta de 35.000 a 40.000 consiguió, y no son las reformas favorables a la
años para que la especie h u m a n a alcanzase su economía de mercado las que le permitirán
primer millón de individuos en los umbrales aproximarse a este objetivo. Es cierto que una
del Paleolítico, para llegar después lentamen- polarización social intensa que reduzca una
te, gracias a la revolución neolítica, a la cifra parte de la población urbana a la miseria ex-
de 250 millones de habitantes en tiempos de trema puede favorecer el control de la natali-
Jesucristo, y mantenerse luego a un nivel rela- dad, c o m o ocurre actualmente en el Brasil4.
404 Ignacy Sachs

LA ESPIRAL PPME

• Los padres quieren m u c h o s hijos para compensar una mortalidad elevada.


• Los padres necesitan muchos hijos para que les ayuden en el transporte de
agua, leña, etc.
• La falta de protección contra la enfermedad y la vejez aumenta la necesidad
de familias numerosas.
• La falta de educación obstaculiza la planificación familiar.
• La incertidumbre respecto del futuro obstaculiza cualquier actividad de
previsión.
• La condición de las mujeres y su pobreza impiden su acceso a la educación
y a la planificación familiar.

Desempleo o salarios bajos, dilución de la ganancia económica.


• A u m e n t o del n ú m e r o de «campesinos sin tierras», división de la propiedad
entre muchos hijos.
• Sobrecarga de los servicios sanitarios y sociales, escuelas, sistemas de
distribución de agua y de servicios de salubridad.

• La consideración • A u m e n t o de la presión sobre las tierras


exclusiva de las marginales, sobreexplotación de los suelos,
necesidades a corto plazo explotación excesiva de los pastos,
impide toda protección desforeslación.
del medio ambiente a • Erosión, enlodamiento, inundaciones.
largo plazo. • M a y o r utilización de plaguicidas, abonos, agua
de riego.
• A u m e n t o de la sahnización, contaminación de
las pesquerías.
• Migración a las «villas miseria», problemas de

V
agua y de salubridad, desechos industriales,
contaminación del aire en las viviendas,
corrimientos de tierras.

La erosión, la salinización y las


inundaciones reducen los
^
rendimientos de las cosechas y de la
(f
pesca, el empleo y los ingresos.
El exceso de población exacerba los
problemas de salud y reduce la
productividad.

V
7Y
• Retroceso de la democracia, represión y autoritarismo. • Divisiones sociales.
• Desviación de los créditos en beneficio del ejército. • Disturbios políticos.
• Clima desfavorable para la inversión, pérdida de ingresos • Problemas de
del turismo, etc. refugiados
• Desorganización de los servicios de salud y educación. y de personas
• Canalización de los recursos nacionales e internacionales desplazadas,
hacia los casos de urgencia.
V
INESTABILIDAD

El presente diagrama muestra solamente el proceso en el interior del m u n d o en desarrollo. Sin embargo, las políticas
del m u n d o industrializado respecto de la asistencia, el comercio, las finanzas y la deuda, agravan la espiral P P M E .
U N I C E F , La situation des enfants dans le monde, 1994.

GRÁFICO 1
Población, desarrollo y empleo 405

LA ESPIRAL ASCENDENTE

U n niño sano y bien nutrido se desarrolla mejor menlalmente y aprovecha


más la educación.
Falta menos a la escuela.

1
La mejora de la educación está vinculada a mejores
conocimientos y prácticas sanitarias y una mayor utilización
de los servicios de salud.

> El progreso de la educación • La educación tiende a elevar la


reduce la mortalidad de los niños edad de la mujer en su primer
y facilita la planificación familiar matrimonio y su primer
embarazo, espaciar más los
nacimientos y reducir el total de
hijos.

V %(f
J
i Menos hijos = más posibilidades para Menos hijos = más posibilidades para
todos de ir a la escuela durante más todos de ir a la escuela durante más
tiempo. El progreso de la educación tiempo.
reduce la mortalidad de los niños y
facilita la planificación familiar.
Menos hijos = más tiempo y recursos
para todos.

V J
7Ï • Más prosperidad y segundad = mejoramiento de » Menor crecimiento
la salud, la planificación familiar y la educación demográfico,
de los hijos. reducción del paro.
• Menor ritmo de crecimiento demográfico = M a n o de obra más
menor presión sobre los servicios de salud y adaptable y
educación. productiva.
• Las poblaciones menos pobres y mejor instruidas » M á s capacidad de
protegerán mejor el medio ambiente. prevenir y
administrar los
problemas del medio
ambiente.
1¿
PROGRESO FRENTE A LOS PROBLEMAS DE PPMA
(POBREZA, PRESIÓN DEMOGRÁFICA, MEDIO AMBIENTE)
U N I C E F , La situation des enfants dans le monde, 1994.

GRÁFICO 2
406 lgnacy Sachs

pero es difícil celebrar los progresos de una A nuestro m o d o de ver, el nudo del proble-
política demográfica aplicada en estas condi- m a consiste en la creación de empleos y au-
ciones. toempleos en número suficiente para ocupar a
f) Si bien la política seguida en china no ha las nuevas generaciones que llegan al mercado
alcanzado los objetivos previstos, la transición del trabajo y reabsorber, aunque sólo sea en
demográfica está a la vista, con la consiguiente parte, el paro y el subempleo existentes. Para
estabilización de la población en la segunda los veinte años próximos ya no hay nada que
mitad del siglo X X I . hacer en cuanto al número de nuevos aspiran-
La rápida reducción de las tasas de fecun- tes a un puesto de trabajo, ya que el descenso
didad, paralelamente al aumento de la espe- de las curvas de natalidad no puede tener efec-
ranza de vida, dará lugar a modificaciones a tos cuantitativos en este sentido.
plazo medio de la estructura de la pirámide de
edades y de la relación entre la población acti-
va y la población total. Los países del Sur no 2
parecen haberse percatado todavía de las temi-
bles consecuencias económicas de esta evolu- El paro y el subempleo estructurales (de m o d a -
ción, mientras que los países europeos co- lidades e intensidades diferentes en los diver-
mienzan a alarmarse ante su anemia demográ- sos países), constituyen en la actualidad una
fica. característica c o m ú n en todo el m u n d o . Los
En todo caso, lo esencial para China, c o m o conceptos elaborados no hace m u c h o para des-
para la India y para todos los países del Sur, cribir la situación de los países poscoloniales
será hacer frente a la próxima duplicación de son aplicables perfectamente a la realidad de
la población de aquí al año 2050, c o m o prevé los países industrializados. La dualización y la
la hipótesis media de las proyecciones prepa- exclusión social han cobrado una amplitud
radas por las Naciones Unidas. E n la impor- considerable en los países industrializados.
tante obra colectiva dirigida por Gowarikcr Parece c o m o si estos países estuvieran en
(1993), se plantea un sereno interrogante sobre vías de «tercermundizarse». El fantasma de un
las estrategias que puedan garantizar, en el apartheid futuro amenaza a la democracia,
plazo indicado, un nivel de vida decente para cuyo porvenir depende en todas partes del
1.500 millones de indios (como mínimo). Jac- respeto del conjunto de los derechos humanos,
ques Valiin (1993), resume los envites de este- que son políticos y civiles pero también econó-
desafió a escala planetaria: micos y sociales. C o m o dice René Lenoir
(1993), cuando una sociedad se dualiza, con
«¿Seremos capaces de garantizar un creci- un centro superactivo y una periferia fragiliza-
miento económico suficiente para acoger da, el contrato social deja de respetarse y la
en el planeta a 5.000 millones m á s de seres ciudadanía corre peligro. Se crea entonces una
humanos en unos pocos decenios? ¿Sere- sociedad al margen del derecho y de la d e m o -
m o s capaces, al mismo tiempo, de distri- cracia, compuesta de todos aquellos a quienes
buir con suficiente equidad los frutos de se les niega el derecho a encontrar su legitimi-
este crecimiento para colmar por lo menos dad social en el trabajo.
en parte la fosa que separa al Sur del Nor- E n ciertos aspectos, la exclusión es un con-
te? Por último, aunque quizá sea lo m á s cepto m á s pertinente que la explotación, pues-
importante ¿seremos capaces de responder to que los ricos ya no necesitan m á s a los
a esas dos primeras exigencias sin destruir pobres, sustituidos por máquinas. E n un libro
literalmente la Tierra? contundente, titulado "La amnesia creciente",
Todo ello pone de manifiesto la urgencia el politólogo indio Rajni Kothari (1993) sugie-
de un mínimo de gestión colectiva de los re que las élites acabarán olvidando la existen-
recursos del m u n d o , por lo que las tres cia misma de la masa de pobres, y el problema
preguntas anteriores nos llevan a una cuar- que plantea5. U n texto variólico escrito a co-
ta: ¿conseguiremos instaurar un nuevo or- mienzos del siglo XVIII por Jonathan Swift
den político mundial capaz de hacer frente iba incluso m á s lejos. En su «modesta proposi-
a este triple desafío económico, social y ción, para impedir que los hijos de los pobres
ecológico?» en Irlanda estén a cargo de sus padres o de su
Población, desarrollo y empleo 407

Cocina con energía solar en período experimental, B a m a k o , Mali. El consumo de madera en los hogares de una
población creciente es una de las causas de deforestación en Africa subsahariana. Claudine Faure/Rapho.

país, y para hacerles útiles A L P Ú B L I C O » , teoría, los efectos beneficiosos del crecimiento
el autor de «Los viajes de Gulliver» propone económico impugnan todo el tejido social y
que se engorde a estos niños, para comerlos alcanzan finalmente a las capas m á s pobres de
después. la sociedad.
La amarga constatación de los efectos de la Sin embargo, los hechos desmienten conti-
exclusión en nuestras sociedades no debe verse nuamente la teoría del goteo6. Nunca el m u n -
c o m o un ataque contra el productivismo. El do ha sido tan rico y los pobres tan numerosos
progreso social, sea cual fuere el contenido y miserables. Kothari tiene razón cuando de-
concreto que nos veamos obligados a dar a nuncia nuestra época c o m o «la era de la injus-
este término, debe apoyarse en última instan- ticia distributiva» (pág. 78).
cia en los aumentos de la productividad en la Con todo, la lucha contra la pobreza no
esfera económica. La crisis actual no se deriva puede limitarse al simple tratamiento de sus
del exceso de productividad, sino del hecho de síntomas. Las políticas asistenciales y la insta-
que el crecimiento económico y la distribución lación de «redes de seguridad» son desde luego
de sus frutos tienen lugar en un contexto de necesarias para atender a lo inmediato, miti-
desigualdad social constantemente reproduci- gar las tragedias humanas y socorrer a todos
da y agravada. Según la pertinente observa- aquellos que no consiguen satisfacer sus nece-
ción de René Lenoir, nuestrafilosofíaeconó- sidades con su trabajo, sea cual fuere el moti-
mica adolece de un vicio mayor en cuanto que vo. Sin embargo, esas políticas no llegan hasta
separa lo social de lo económico. Diremos las raíces de la exclusión, sino que, en el mejor
más: confía la dirección de las cosas a la eco- de los casos, transforman a los excluidos aban-
nomía y sigue apoyándose implícitamente en donados a su suerte en excluidos asistidos. El
el efecto de goteo («trickle down»). Según esta verdadero desafío consiste en romper la dina-
408 Ignacy Sachs

mica del paro y de la exclusión, y sustituirla jan en el sector no estructurado y que no se


por una dinámica del empleo (Brunhes, B . , prestan a una detección estadística fiable.
1993) y del autoempleo, en particular reser- Las estadísticas del paro en los países in-
vando el acceso a la tierra y a los recursos a los dustrializados dependen, por su parte, de las
pobres rurales del Tercer M u n d o , a fin de definiciones adoptadas y del trato que se reser-
convertirlos en productores. ve al trabajo parcial y a los parados «desalen-
tados» que han dejado de buscar trabajo. Las
bajísimas cifras de desempleo en el Japón se
3 deben a que en este país no se consideran
desempleadas las personas que han trabajado
¿Estamos en condiciones de hacer frente a este por lo menos una hora durante la semana en
desafío, teniendo en cuenta las tendencias de- que se hizo la estadística (Ph. Pons, 1993). U n
mográficas? estudio reciente del American Express Bank
La respuesta ha de ser forzosamente poco (International Herald Tribune, 25 de enero de
precisa, dada la heterogeneidad y la impreci- 1994) estima que si se tuvieran en cuenta los
sión de los conceptos socioeconómicos y de las parados «desalentados» que ya no buscan e m -
categorías estadísticas relativas al trabajo. pleo, el índice de paro en el Japón pasaría del
La identificación del subconjunto «pobla- 2,7 % al 9,6 % (las cifras correspondientes en
ción económicamente activa» (PEA) en el los Estados Unidos son del 6,4 al 9,3 %, y en
interior del conjunto de hombres y mujeres Francia del 12 al 13,7 %). Otro factor que debe
«en edad de trabajar» plantea un problema. considerarse y que contribuye a inflar la P E A
¿ C ó m o distinguir, por ejemplo, entre las amas del Japón es la elevada proporción de hombres
de casa y las mujeres que participan regular- de 65 a 69 años de edad - 5 6 % - que siguen
mente en los trabajos del campo, en la huerta trabajando por causa de la insuficiencia del
familiar? ¿Por dónde pasa la línea fronteriza sistema de pensiones.
entre las actividades domésticas y las activida-
des económicas de una población campesina En Francia, el número de desempleados
dedicada principalmente -pero no exclusiva- -calculado con arreglo a los criterios restricti-
mente- a la producción de subsistencia para el vos de la O I T - es de 2,5 millones, cifra que no
autoconsumo? ¿En qué medida la respuesta comprende a los parados desalentados, enfer-
del interesado al encuestador está condiciona- m o s o que trabajan sólo algunas horas al día.
da por factores culturales? ¿ C ó m o tener en El número de solicitantes de empleo inscritos
cuenta el trabajo de los niños de edad inferior en la Agence Nationale pour l'Emploi ( A N P E ) ,
al límite elegido para definir el universo estu- que es el indicador del paro empleado corrien-
diado? ¿ C ó m o medir el grado de infrautiliza- temente, era de 3.290.000 afinalesde 1993.
ción crónica de la m a n o de obra familiar en las N o obstante, algunos expertos prefieren una
sociedades campesinas para hacer estimacio- definición más amplia que incluya a todos los
nes mínimamentefiablesdel subempleo? que se encuentran fuera del mercado regular
Además, la parte correspondiente a la P E A del trabajo: los semiparados en fases de forma-
en la población en edad de trabajar varía m u - ción e inserción, los marginados que trabajan
cho según el país de que se trate. En el Brasil, en empleos precarios, los solicitantes de e m -
por ejemplo, la población en edad de trabajar pleo de más de 50 años de edad, y por último,
representaba en 1988 un 76 % de la población una parte de las personas que perciben el « R e -
total, pero la P E A alcanzaba apenas el 43,2 %7, venue M i n i m u m d'Insertion» (ingreso míni-
de cuyo porcentaje la casi totalidad (41,5%) m o de inserción) y que no están inscritas en la
estaba ocupada, con un índice de paro del A N P E , no participan en los cursos de forma-
1,6 % (Draibe, 1993, pág. 37). Esta cifra extre- ción y no forman parte del grupo de beneficia-
madamente baja se explica en gran parte por el rios de los contratos de empleo-solidaridad y
desfase (¿real o imputable a los métodos de otras formas de empleo precario de duración
cálculo?) entre la población en edad de traba- limitada. El barómetro «Información del e m -
jar y la P E A . Otra fuente posible de impreci- pleo» calculado de este m o d o indica que m á s
sión tiene su origen sin duda en la elevada de 4,5 millones de personas están fuera del
proporción de brasileños -57,9 %- que traba- mercado regular del trabajo (Information, 1.°
Población, desarrollo y empleo 409

de febrero de 1994). Otros cálculos apuntan a crearse en las regiones menos desarrolladas:
la cifra de 5 millones (G. Moatti, 1994). 92,5% del crecimiento total entre 1990 y el
En esas condiciones, la estimación de la año 2000, 9 7 % entre el año 2000 y el año
O C D E - 3 6 millones de parados en la zona- 2010, más del 100 % entre el año 2010 y el año
debe considerarse un mínimo ( O C D E , 1993, 2020, ya que en este último período la P E A de
pág 7), tanto m á s alarmante cuanto que en el las regiones m á s desarrolladas se habrá reduci-
desempleo actual hay un fuerte componente do en 400 millones de personas.
estructural. A primera vista, la situación de las regiones
En los países donde prevalecía el socialis- más desarrolladas parece bastante buena, ya
m o «real», y que se encuentran en fase de que la tasa anual de crecimiento de su P E A
transición a la economía de mercado, el paro será apenas del 0,49 % durante el presente de-
masivo constituye un fenómeno reciente cuya cenio y del 0,34 % en el próximo. Crear unos 3
amplitud y persistencia dependerá de las estra- millones de puestos de trabajo al año no debe-
tegias que adopten sus gobiernos. En Rusia, el ría plantear ningún problema, si se considera
desempleo es aún estadísticamente insignifi- que, según datos del Banco Mundial, en los
cante, pero a costa de un subempleo m u y im- países de ingresos elevados la formación bruta
portante. E n Polonia, donde la reestructura- del capital ascendía en 1991 a 3.750 billones
ción de las grandes empresas mineras e indus- de dólares (1.010 billones para el resto del
triales del sector público avanza con lentitud, mundo).
el número de parados inscritos ascendía a fi- Sin embargo, ello no es así. En vez de crear
nales de 1993 a 2.890.000, o sea un 15,7%, o empleos, las inversiones productivas aceleran
incluso un 25,2 % de la P E A si no se incluye la la sustitución de los hombres por máquinas.
agricultura individual. El número de parados La carrera de la competitividad se concreta en
ha aumentado un 16,4% en el último año, a índices de crecimiento de la productividad su-
pesar del fuerte crecimiento de la producción periores al índice de crecimiento de la produc-
industrial que se ha cifrado en el 7,4 % (Zycie ción. En numerosas ramas industriales, la rela-
Gospodarcze, 30 de enero de 1994). ción entre el crecimiento y el empleo está
Es prácticamente imposible hacer estima- cambiando de signo. Nos encontramos en una
ciones globales del paro y el subempleo en los situación estructuralmente nueva, resultante
países menos desarrollados, por los motivos ya de la conjunción de varios factores, de los
expuestos. Parece ser que el paro y el subem- cuales mencionaremos cuatro.
pleo alcanzan un 40 % de la P E A , de cuya cifra a) Los hechos han desmentido las previsio-
entre el 50 y el 60 % trabajan en el sector in- nes optimistas de aquellos que, propugnando
formal8. una carrera permanente de la innovación tec-
La O I T ha preparado proyecciones de la nológica (véase por ejemlo A . Riboud, 1987),
población económicamente activa para el pe- prometían un crecimiento del empleo en el
ríodo de 1985-2025, que nos servirán para sector de los servicios modernos superior al
hacer una evaluación cuantitativa del número número de empleos directos suprimidos en las
de empleos que deben crearse si se quiere ab- fábricas mediante la automatización. Los pro-
sorber a los recién llegados en los mercados de gresos recientes de la ofimática han contribui-
trabajo durante la década actual y las dos dé- do también a sustituir a los hombres por m á -
cadas próximas, sin tener en cuenta la reduc- quinas en el sector terciario.
ción del paro existente (OIT, 1986. Véase tam-
bién el Cuadro 1 del Anexo). La intensidad del
C U A D R O 1. Aumento de la P E A (proyecciones de la
esfuerzo necesario es estremecedora, teniendo O I T en millones de personas)
en cuenta la tendencia actual al crecimiento
económico sin creación de empleos. 1990 2000 2010 2020
En efecto, c o m o puede verse en el Cuadro 1, Regiones
entre 1990 y el año 2000 la población activa menos
aumentará en 389 millones de personas y, du- desarrolladas 360 383 352
rante los dos primeros decenios del siglo X X I , Regiones m á s
en 394 y 351,5 millones, respectivamente. La desarrolladas 29 11 -0,4
Total mundial 389 394 351,5
mayor parte de los nuevos empleos deberán
410 Ignacy Sachs

C U A D R O 2. Población económicamente activa y tasas de incremento anuales por sexo: 1950-2025

Población económicamente activa (000's) Tasas deincremento anuales (%)


Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres
Mundo 1950 1188871 777120 411751
1960 1347430 872698 474733 1950-1960 1.26 1.17 1.43
1970 1596749 1022124 574625 1960-1970 1.71 1.59 1.93
1980 1957374 1235931 721443 1970-1980 2.06 1.92 2.30
1985 2163644 1373519 790125 1980-1985 2.02 2.13 1.84
1990 2363547 1509727 853820 1985-1990 1.78 1.91 1.56
2000 2752524 1775284 977240 1990-2000 1.54 1.63 1.36
2010 3146806 2047778 1099028 2000-2010 1.35 1.44 1.18
2020 3498331 2286671 1211660 2010-2020 1.06 1.11 0.98
2025 3648857 2385682 1263175 2020-2025 0.85 0.85 0.84

Regiones 1950 386687 245034 141652


desarrolladas 1960 431155 266490 164666 1950-1960 1.09 0.84 1.52
1970 476890 287163 189728 1960-1970 1.01 0.75 1.43
1980 541843 315216 226627 1970-1980 1.29 0.94 1.79

1985 567848 331880 235968 1980-1985 0.94 1.04 0.81


1990 585509 342623 242887 1985-1990 0.61 0.64 0.58
2000 614782 359609 255173 1990-2000 0.49 0.49 0.49
2010 635969 372407 263561 2000-2010 0.34 0.35 0.32
2020 635562 372572 262991 2010-2020 -0.01 0.00 -0.02
2025 636295 371959 264336 2020-2025 0.02 -0.03 0.10

Regiones 1950 802184 532086 270098


menos 1960 916275 606208 310067 1950-1960 1.34 1.31 1.39
desarrolladas 1970 1119859 734961 384897 1960-1970 2.03 1.94 2.19
1980 1415531 920715 494816 1970-1980 2.37 2.28 2.54
1985 1595795 1041639 554156 1980-1985 2.43 2.50 2.29
1990 1778038 1167104 610933 1985-1990 2.19 2.30 1.97
2000 2137741 1415674 722067 1990-2000 1.86 1.95 1.69
2010 2510837 1675371 835466 2000-2010 1.62 1.70 1.47
2020 2862769 1914100 948670 2010-2020 1.32 1.34 1.28
2025 3012562 2013723 998839 2020-2025 1.03 1.02 1.04

Los vínculos entre la producción y el e m - reduce el ritmo de crecimiento de la economía


pleo se aflojan, y el crecimiento extensivo cede real.
el paso al crecimiento intensivo. Para Francia, c) Dominadas por la ideología del consu-
E. Malinvaud prevé, a largo plazo, un índice mismo, las sociedades industriales no han sa-
de crecimiento del 3 % junto con un aumento bido aprovechar los aumentos de productivi-
del empleo del 1 % al año y un descenso del dad para efectuar una reducción drástica del
paro del 0,5 % anual (entrevista a Le Monde, tiempo de trabajo, que es socialmente necesa-
16 de noviembre de 1993). ria. Cierto es que a finales del siglo X I X el
b) Esta tendencia pesada de la fase actual trabajo ocupaba doscientas mil horas de la
del progreso técnico corre pareja con la desco- vida de un francés, mientras que ahora sólo
nexión entre la economía real y la economía ocupa setenta mil (Rigaudiat, J., 1993). Sin
financiera, cuyo auge es un rasgo característico embargo, en la actualidad existen las condicio-
de estefinalde siglo (véase P . Drucker, 1986). nes objetivas para acelerar esta evolución.
El afán de lucro especulativo desvía hacia el Desde Kropotkine hasta Gorz e Illich, pasan-
gran casino de los mercadosfinancieroscapi- do por Bertrand Russell y Keynes, numerosos
tales que podrían haberse invertido producti- pensadores han formulado propuestas favora-
vamente. La esterilización de estos capitales bles a una revolución del tiempo libre (véase a
Población, desarrollo y empleo 411

este respecto Sachs, 1980) y a una reoganiza- financieros de que disponen, permite hacerse
ción de la sociedad que permita trabajar m e - una idea de la magnitud del desafío a que
nos para que todos trabajen, c o m o decía el tienen que enfrentarse los países menos desa-
título de una obra reciente (Adret, M . , 1993). rrollados. Durante el actual decenio, estos paí-
En un ensayo m u y conocido, Keynes preveía ses han de crear doce veces m á s puestos de
en 1930 que el problema económico de la trabajo al año, con una formación bruta de
humanidad se habría resuelto dentro de cíen capitalfijocuatro veces inferior. D e todo ello
años. «Así pues» -escribía Keynes- «por pri- se infiere una conclusión inmediata: es simple-
mera vez desde su creación el hombre se en- mente impensable que se reproduzcan en los
frentará al problema verdadero y permanente: países del Sur los modelos del Norte. Estos
¿cómo emplear la libertad arrancada a los con- países tampoco pueden someterse, en n o m -
dicionamientos económicos? ¿cómo ocupar el bre de la competitividad y de la inserción en
tiempo libre que la ciencia y los intereses c o m - la economía mundial, al ritmo infernal de la
puestos habrán conquistado para él, de m o d o «destrucción creadora», que incluso los países
agradable, prudente y adecuado?» (Keynes, m á s ricos siguen con dificultad. El mimetismo
J . M . , 1971, pág. 136). conduce directamente al apartheid social.
La crisis actual parece favorecer una reanu- Y sin embargo este es el camino elegido
dación de este debate, que por sus dimensio- por las élites del Sur (de hecho, el Norte del
nes éticas y culturales va m u c h o más allá de Sur). Es comprensible la vehemencia con que
las medidas concretas de reducción del tiempo Kothari las critica en la obra citada, en la que
de trabajo. se propone para la India un criterio de desa-
d) L a evolución reciente del pensamiento rrollo basado en el fortalecimiento de las capa-
económico dominante y la implantación del cidades de la sociedad civil (social empower-
fundamentalismo neoliberal explican la debi- ment), la planificación descentralizada, la pro-
lidad, o incluso la inexistencia, de las políti- moción de los empleos (no el crecimiento puro
cas de empleo y m á s en general de las polí- y simple) y la expansión de las zonas rurales y
ticas públicas de desarrollo. del mercado interior, en vez de atribuir una
El declive y subsiguiente hundimiento del prioridad absoluta a las exportaciones.
socialismo real fueron vistos c o m o una vía D e todas estas proposiciones nos interesa
libre al regreso del capitalismo puro y duro, la insistencia en la necesidad de considerar al
cuyos éxitos se miden por el rasero de los empleo una variable clave de las estrategias
índices de los valores en bolsa y el volumen de del desarrollo. U n a política afinada de e m -
los beneficios, mientras que el paro se conside- pleo, elaborada a partir de los datos sobre el
ra un mal ineluctable del progreso. Deseosos terreno, nos parece un elemento fundamental
de proteger los intereses de los acreedores de de las políticas públicas de desarrollo. A ú n
los países endeudados, el F M I y el Banco reconociendo la gravedad de la situación, no-
Mundial dictaron reglas draconianas de libera- sotros pensamos que existen márgenes de m a -
ción y de ajuste a los equilibrios macroeconó- niobra en esa esfera. En la última parte de este
micos y monetarios. Aunque ambas organiza- artículo trataremos de dar algunas pistas que
ciones lo niegan, las políticas de austeridad merece la pena explorar, antes de aceptar la
impusieron gravosos sacrificios a las clases so- tesis de la ineluctabilidad del paro estructural
ciales m á s desasistidas9. So pretexto de c o m - y legitimar con ello la existencia de las socie-
batir los excesos del estatismo, la desregula- dades duales y, más tarde, de las sociedades de
ción, la privatización y la austeridad presu- apartheid.
puestaria se utilizaron para debilitar a los
Estados y fortalecer la posición de las grandes
empresas privadas, nacionales y extranjeras. 4
Esta m i s m a estrategia, más o menos, se propu-
so a los países en transición hacia la economía El siglo X X pasará a la historia c o m o el siglo
de mercado. de la explosión urbana, en particular en los
El fracaso de los países industrializados, países del Sur, donde en 1980 había mil millo-
que no han podido producir tres millones de nes de ciudadanos, cifra que se habrá multipli-
puestos de trabajo al año a pesar de los medios cado por dos en el año 2000 y se habrá dupli-
412 Ignacy Sachs

cado por segunda vez en el año 2025, según las integrados de producción de alimentos y de
predicciones de las Naciones Unidas. energía que combinen las cinco utilizaciones
D o s fuerzas atribuyen a este fenómeno: de la biomasa, a saber: alimento h u m a n o ,
La atracción de las ciudades, y m á s en pienso animal, bioenergía, abono verde y m a -
particular de las grandes metrópolis10. Estas teria prima industrial. Estos sistemas deberían
ciudades, verdaderas loterías de la vida, ofre- concebirse c o m o ecosistemas naturales, y los
cen una oportunidad, por reducida que sea, y desechos de un módulo de producción servi-
un m í n i m o de ponem el circenses, medio de rían de insumos al módulo vecino (Sachs I.,
que disponen las élites para protegerse contra Silk D . , 1990). La interfaz agua-tierra puede
la amenaza de las explosiones urbanas, políti- desempeñar un papel importante, mediante la
camente m á s peligrosas que las revueltas cam- inserción de un módulo de piscicultura en la
pesinas. explotación campesina.
El rechazo del campo. En el sector rural de Inspirándose en prácticas tradicionales, los
vez en cuando se producen hambrunas, con un chinos están aplicando sistemas integrados
cortejo de muertes silenciosas. Incluso en modernos que aprovechan la acuicultura y la
tiempos normales, la mayoría de los campesi- ingeniería ecológica para el reciclado de los
nos viven una existencia miserable, de trabajo desechos y la optimización de la producción
penoso por falta de acceso a la tierra y a las de alimentos y energía (Chan, G . L . , 1993). Por
herramientas modernas. La modernización del su parte, los indios experimentan a escala real
campo, sobre todo si se hace con una intensa el concepto de bioaldea, basado en los princi-
mecanización, entraña una polarización social pios del ecodesarrollo. Se trata de demostrar
que margina a parte de los productores poten- que en cinco años estas aldeas serán capaces
ciales y les obliga al éxodo rural. de proporcionar a todos sus habitantes u n ni-
Son refugiados del campo los que pueblan vel de vida que superará la línea de pobreza.
las «favelas» del Brasil. Los historiadores futu- ( M . S . Swaminathan Research Foundation.
ros de nuestro atormentado siglo no dejarán 1993, págs. 5-6). E n la Amazonia, el Banco
de interrogarse sobre la paradoja que supone Interamericano apoya experimentos interesan-
el fracaso del modelo de desarrollo del Brasil. tes de agrosilvicultura, inspirados en la «cha-
Este país, que dispone aún hoy de la mayor cra» tradicional de los indios y utilizados para
reserva de tierras cultivables del m u n d o (sin rehabilitar suelos degradados. La asociación
contar la Amazonia), se ha entregado a una del árbol frutal cupuaçu, de la palmera pupu-
urbanización sumamente rápida: en 1940 los nha y del castaño brasileño, junto con las acti-
habitantes de las ciudades representaban un vidades piscícolas aseguran un sustento razo-
tercio de la población de 42 millones, mientras nables para toda una familia en una superficie
que en 1990 los habitantes de las ciudades son de tres hectáreas (IDB extra - A m a z o n Jour-
las tres cuartas partes de una población apro- ney, 1993).
ximada de 150 millones. ¿Cuánto tardaremos
en llegar a un archipiélago urbano en un de- La selección genética de las especies, la
sierto rural? reproducción «in vitro», lafijacióndirecta del
¿Es posible un modelo distinto de moder- nitrógeno y las técnicas de lucha biológica con-
nización rural para el Brasil? Nosotros cree- tra los insectos desempeñarán un papel impor-
m o s que sí, y que éste es el camino que debe tante en la nueva agricultura. L o importante
seguirse en el futuro. E n efecto, la segunda ahora es saber si los países interesados estarán
revolución verde, basada en los progresos re- en condiciones de garantizar el acceso a estas
cientes de la biotecnología y de las ciencias técnicas de los pequeños productores rurales.
agronómicas, permite prever una agricultura N a d a está decidido de antemano; actual-
altamente productiva, regeneradora de los sue- mente incluso la caja de Pandora de las biotéc-
los y con una baja utilización de abonos quí- nicas se utiliza en lo esencial contra los intere-
micos e insecticidas, o sea ecológicamente ade- ses de los pequeños productores de los países
cuada. Es más, esta agricultura puede ajustarse del Sur. Por ello, las experiencias técnicas no
a la escala de la explotación familiar". bastan. Hay que organizar un conjunto de po-
E n realidad, se trata de adaptar a las condi- líticas públicas en materia de propiedad de la
ciones agroclimáticas de cada región sistemas tierra, crédito, educación, extensión rural y
Población, desarrollo y empleo 413

comercialización y, con esta finalidad, promo- temático de aprovechamiento de todos los


ver un sistema cooperativo. subproductos. El programa «proalcohol» debe-
La tarea es difícil, pero lo que está en juego ría titularse en realidad «procaña de azúcar».
es m u y importante. La agricultura constituye, Además, los costos de transporte del alcohol
con m u c h o , la fuente potencial de empleos por el inmenso territorio del Brasil podrían
m á s importante, a condición de que se consiga reducirse considerablemente si se construye-
revitalizar la pequeña explotación familiar. ran varios miles de destilerías de tamaño pe-
Los límites potenciales del rendimiento agrí- queño y minúsculo que atendiesen las necesi-
cola distan m u c h o de haberse alcanzado. Los dades locales (en la actualidad los dos tercios
especialistas estiman que para los cereales el de la producción se concentran en el Estado de
límite es de 13 toneladas por hectárea en las São Paulo).
zonas templadas, y una cifra superior en los La transformación industrial de la biomasa
países tropicales, siendo así que el prome- exige el establecimiento de numerosas «refine-
dio actual de rendimiento en el m u n d o es de rías agrícolas» en las zonas rurales, para con-
2 toneladas y media (Malassis, L . , 1994, tribuir a la creación de muchos empleos rura-
pág. 94) i : . L o importante es evitar el empleo les no agrícolas, cuya importancia en la estra-
excesivo de energía fósil y de productos quími- tegia de desarrollo de los países del Tercer
cos nocivos, que es lo que la segunda revolu- M u n d o es evidente. Los países industrializa-
ción verde, a diferencia de la primera, trata dos, que deben dejar en barbecho parte de sus
precisamente de conseguir. tierras por la producción excesiva de alimen-
Se abren perspectivas nuevas para el apro- tos, pueden encontrar igualmente interesante
vechamiento energético e industrial de la bio- el aprovechamiento energético e industrial de
masa agrícola y forestal. Es de prever que la la biomasa.
aplicación de las biotecnologías en esta esfera En términos generales, cada vez que la bio-
amplíe la gama de productos obtenidos a par- masa sustituye a una tonelada de petróleo se
tir de la biomasa en condiciones económica y pone en marcha un efecto multiplicador de los
ecológicamente ventajosas. L a «química ver- empleos en la agricultura y en la industria de
de» tiene un brillante futuro en el siglo X X I . transformación. Además, el porvenir de las
Nuevas ramas de actividad, posibilitadas por industrias de transformación de la biomasa
el profeso de la biotecnología, pueden intere- dependerá del estado de conservación de los
sar tanto a los países del Sur c o m o a los del bosques, el agua y los suelos, proporcionando
Norte, que disponen de espacios agrícolas y así nuevas ocupaciones rurales que permitirán
forestales infrautilizados y amenazados por el aprovechar mejor la m a n o de obra de las ex-
abandono del sector rural. plotaciones familiares, o crear nuevos puestos
A este respecto conviene señalar que ya de trabajo.
ahora la energía de biomasa proporciona un Así pues, una civilización industrial de la
16 % de la energía consumida en Suécia, y casi biomasa tomará el relevo de las grandes civili-
el 1 0 % en Austria (New Scientist, 16 de octu- zaciones vegetales del pasado. Esta perspecti-
bre 1993, pág. 24). En el Tercer M u n d o , el va es particularmente interesante para los paí-
programa m á s ambicioso hasta la fecha lo lle- ses tropicales, cuyas condiciones climáticas les
va a cabo el Brasil, donde varios millones de garantizan una alta productividad primaria de
automóviles circulan a base de etanol. El pro- la biomasa.
grama «proalcohol» es objeto de frecuentes En la situación actual de los conocimien-
críticas por su elevado costo en comparación tos, es m u y difícil calcular los empleos poten-
con el precio actual del petróleo. Sin embargo, ciales que se derivarán de la nueva agricultura
estos críticos olvidan que no es de excluir que y la expansión de las bioindustrias. Todo indu-
los precios del petróleo se disparen de nuevo. ce a creer, que por lo menos en algunos países,
Por otra parte, los rendimientos crecientes por este potencial es considerable. Su explotación
hectárea de la caña de azúcar, y los progresos podría dar lugar a importantes modificaciones
en la extracción del etanol a partir de la caña, en la distribución de la población entre las
contribuyen a aumentar la eficacia del progra- ciudades y el campo. N o afirmaremos que
m a brasileño. N o obstante, estos resultados vaya a producirse un retorno masivo de los
podrían mejorarse todavía con un esfuerzo sis- habitantes de las «villas miseria» al campo.
414 Ignacy Sachs

Frenar el éxodo rural y atenuar el ritmo de la nomistas neoliberales ponen en entredicho el


urbanización supondría ya un resultado apre- salario mínimo.
ciable. Es necesario iniciar un doble proceso. Por
T o d o ello nos lleva a considerar otra mina una parte, hay que tratar de reducir los costos
de empleos futuros, esta vez en el medio urba- de m a n o de obra para la empresa, mantenien-
no. Las ciudades son ecosistemas y, c o m o ta- do el nivel del salario mínimo. Esto es posible,
les, tienen un potencial de recursos naturales c o m o demostró Malinvaud en la entrevista
latentes, mal utilizados o desperdiciados. U n a citada, aligerando las cargas sociales relaciona-
utilización más racional de estos recursos con- das con los salarios.
lleva la creación de numerosos empleos rela- E n tal caso, ¿dónde encontrar los fondos
cionados con el reciclado de los desechos, la necesarios? A nuestro juicio, debe tenerse en
reutilización de los materiales, la economía de cuenta la posibilidad de establecer un I V A
la energía y el agua, y la manutención sistemá- social sobre ciertos productos y un impuesto
tica de las infraestructuras, el parque inmobi- sobre el capitalfijo.Y a que las máquinas sus-
liario y los equipamientos, con objeto de eco- tituyen a los hombres en el trabajo, a ellas les
nomizar el capital prolongando su vida útil. corresponde pagar el impuesto, lo que además,
La economía de recursos así conseguida finan- fomenta una utilización m á s completa de los
ciará, por lo menos en parte, estos empleos. equipamientos, contribuyendo sin duda a la
Por ejemplo, la manutención cotidiana de los contratación de personal.
autobuses y los camiones, c o m o se hace con
los aviones, permitiría reducir el consumo de Por otra parte, hay que reconsiderar las
carburante en proporciones m u y superiores al modalidades de la producción de los servicios
costo de la m a n o de obra empleada en la ope- sociales, dejando un mayor margen para las
ración. A d e m á s , ello mejoraría la calidad del
diferentes formas de asociación entre el Esta-
medio ambiente. Se nos ofrecen pues buenas do y la sociedad civil. Sin privar de responsa-
oportunidades, que respetan a la vez los crite- bilidades al Estado, hay que promover un tipo
rios socioeconómicos y los ambientales, c o m o de sociedad que se haga cada vez más cargo de
en el caso de la agricultura regenerativa13. sí m i s m a (caring society)™.
En los países del Sur, el déficit de los servi-
U n a vez más, carecemos de estimaciones cios sociales, empezando por la educación y la
serias sobre el número de empleos que pueden salud, se deja sentir de m o d o creciente. N o
crearse de esta manera. La C u m b r e de la Tie- obstante, hay muchas posibilidades de crear
rra, celebrada en Río de Janeiro en 1992, hizo numerosos empleos en estos sectores con una
hincapié en la necesidad urgente de elaborar aportación limitada de fondos.
estrategias locales de ecodesarrollo, inspiradas El nivel de los salarios pagados a los maes-
en las recomendaciones del Programa 21. Esto tros, el personal paramédico y los asistentes
podría ser una ocasión para que las colectivi- sociales en los países del Tercer M u n d o es
dades locales y las organizaciones de ciudada- m u y inferior al de sus homólogos de los países
nos unieran sus esfuerzos con miras a formu- industrializados y, sin embargo, su «producti-
lar propuestas concretas que se concreten en vidad» es prácticamente la misma. Por consi-
nuevos empleos productivos relacionados con guiente, los países en desarrollo poseen una
la gestión del medio ambiente. fuerte ventaja comparativa sobre los países
U n a tercera pista conduce a los empleos en industrializados en lo que respecta a los costos
el sector de los servicios sociales. de producción de los servicios sociales, a con-
A primera vista, esta propuesta puede pa- dición de no desperdiciar los recursos, cons-
recer fuera de lugar, habida cuenta del debate truyendo escuelas u hospitales lujosos. El efec-
en curso sobre la necesidad de reducir los ser- to catalizador de las técnicas modernas debe-
vicios sociales a cargo del Estado. El costo de ría permitir la instalación de sistemas de
estos servicios se considera exorbitante, en el producción de servicios sociales que creasen
m o m e n t o en que m á s falta nos hacen para muchos puestos de trabajo y al propio tiempo
afrontar el paro estructural, la pobreza y la fueran eficaces. Entretanto, hay que tratar de
exclusión social. So pretexto de luchar contra introducir, en el Sur c o m o en el Norte innova-
la rigidez de los mercados de trabajo, los eco- ciones institucionales y de organización que
Población, desarrollo y empleo 415

favorezcan nuevas formas de asociación entre filosofía inicial del Banco Mundial era precisa-
el Estado, el mercado y la sociedad civil. mente ésta: crear las infraestructuras necesa-
Se impone una doble conclusión. Los paí- rias para atraer inversiones industriales. Las
ses del Sur son los más interesados en invertir políticas de ajuste acarrearon una reducción
la secuencia histórica seguida por los países drástica de los gastos destinados al manteni-
industrializados. Los primeros pueden y deben miento de las infraestructuras (exactamente lo
iniciar la construcción de Estados-protectores contrario de lo que debía haberse hecho). E n
adaptados a sus condiciones, sin esperar a ser muchos países, el deterioro de estas infraes-
ricos (véase Sachs, 1971). Para ello, en vez de tructuras es casi total. Su expansión constitu-
reducir los gastos sociales con planes de auste- ye, en todas partes, una condición previa para
ridad impuestos por los programas de ajuste, que esos países mejoren su competitividad sis-
deberían aumentar la asignación de recursos al témica.
sector social. Incluso un pequeño cambio mar- Las obras públicas son un sector no someti-
ginal en este sentido se traducirá en una mejo- do a la competencia extranjera, incluso en los
ra sensible de la calidad de vida. Por este países que han liberalizado su comercio exte-
m i s m o motivo, la ayuda de los países indus- rior. Por ello es posible dar preferencia a solu-
trializados, allí donde exista, deberá consistir ciones técnicas que creen gran número de
m á s en subvenciones15 destinadas al desarrollo puestos de trabajo, sin que por ello se lleve
de los servicios sociales y a la creación de este razonamiento al extremo de propugnar un
empleos en estos sectores. retorno a la inversión h u m a n a , a la manera
Por último, mencionaremos un esquema china.
clásico, que nos hace pensar en el keynesianis- En conclusión, creemos haber demostrado
m o y el New Deal: las grandes obras públicas. que la situación en lo relativo a las perspecti-
Felix Rohatyn en los Estados Unidos y E d - vas de empleo no está completamente blo-
m o n d Malinvaud en Europa han propugnado queada. Existen pistas interesantes que deben
grandes programas de rehabilitación y reorde- explorarse urgentemente, prolongando los es-
nación de infraestructuras, en particular de los fuerzos desplegados por el Programa Mundial
transportes. A ello se añade la rehabilitación de Empleo, de la O I T . Nuestras conclusiones
de las ciudades, que exige inversiones gigan- coinciden en muchos puntos con las de Hans
tescas. El esfuerzo necesario para hacer que Singer (1992), que recientemente ha efectua-
nuestras ciudades sean habitables para todos do una evaluación m u y pertinente de este Pro-
los ciudadanos no es superior -teniendo en grama.
cuenta el potencial de nuestra economía-, al La creación de empleos figura en el orden
que desplegaron los constructores de catedra- del día de la próxima Conferencia de las N a -
les en la Edad Media. ciones Unidas sobre el Desarrollo Social, junto
Se ha dicho que las inversiones públicas en con la lucha contra la pobreza y la integración
gran escala privarán de capitales a los indus- social. El vínculo entre estos temas es eviden-
triales que deseen construir nuevas fábricas. te. Sin la inserción productiva de los exclui-
Parece ser, no obstante, que las inversiones dos, no podrá romperse el círculo vicioso del
públicas en infraestructuras tienden m á s bien desarrollo incorrecto y continuará la deriva
a movilizar inversiones productivas privadas. hacia el apartheid social.
Este m i s m o argumento se aplica, con m a -
yor razón, a los países del Sur; por lo demás, la Traducido del francés
416 Ignacy Sachs

Notas

1. En la obra de E. Morin ( I 994. 5. Kothari cree que la situación 10. Lo que dice Paul Valéry
en varios lugares y más de los pobres pronto será (1945. pág. 122) sobre París es
particularmente en las insoportable: «Para un número aplicable a todas las ciudades, por
págs. 143-152),figurauna cada vez mayor de pobres no lo menos en cuanto a la idea que
definición del ecosistema quedará m á s remedio que se hacen de ellas los que desean
basada en la dialéctica dedicarse a la delincuencia, por emigrar: «Se va a los grandes
independencia-dependencia y un parte de los hombres, y a la centros para progresar, triunfar,
orden fundado en los rasgos prostitución, por parte de las elevarse, gozar, consumirse,
sistémicos de combinación, mujeres; los niños se pondrán a la fundirse en ellos y
jerarquización, reglamentos, venta, y todos ellos venderán metamorfosearse con ellos: en
regularidades, obstáculos, diversas partes de sus cuerpos, resumen, para jugar, para
complementariedades y órganos o extremidades, a cambio disponer del mayor número
antagonismos. de dinero» (1956). posible de oportunidades y de
víctimas, mujeres, lugares,
2. Véase el informe de A n u p a m claridades, relaciones, facilidades
6. Véase en particular el excelente diversas: para esperar o provocar
G o s w a m i sobre la reunión
informe del F I D A (1992) sobre la el acontecimiento favorable en un
mundial de academias de ciencias
pobreza rural. El gobierno medio denso y cargado de
que se celebró en Nueva Delhi en
conservador de Inglaterra, que ocasiones, y circunstancias y rico
octubre de 1993 (Down to Earth,
adoptó explícitamente la teoría de imprevistos que engendra en la
Nueva Delhi, 30 de noviembre
del «goteo», tuvo que reconocer imaginación todas las promesas
de 1993, pág 14). En su ponencia
su fracaso en un informe sobre la de lo incierto. La gran ciudad es
titulada «The Population Debate:
evolución de los ingresos de las un inmenso casino».
Urgency of the Problem», los
parejas entre 1979 y 1990-91. La
profesores K . Kiessling y
parte de los ingresos
N . Keyfitz hicieron hicapié en correspondiente al 10 % de las 11. Respecto de la agricultura
las consecuencias nefastas del familias más pobres se redujo del regenerativa, véase Reijntjcs. C ,
elevado nivel de consumo de los 4 % al 2,1 %. Mientras que el et alii. 1992.
países industrializados, que ingreso medio por persona
representa para el futuro del aumentaba en un 35 %, el ingreso 12. Sandra Postei (1994. pág. 1 1)
m u n d o un peligro mayor que las del 1 0 % de personas más pobres da las cifras siguientes de las
elevadas tasas de crecimiento (tras deducir los gastos de superficies cultivables que existen
demográfico de los países del Sur. vivienda) disminuyó el 14%. Los actualmente en el m u n d o : 1.444
pobres se empobrecen más en millones de hectáreas de tierras
3. A este respecto, véase La qaéle términos relativos y absolutos de secano y 237 millones de
incertaine (bajo la dirección de (The Economist, 10 de julio de hectáreas de tierras de regadío.
Salomon, J.J., Sagasti. F . 1993. pág. 30). Las proyecciones para el año
y Sachs-Jeantet. C ) , 1994. 2010 indican un aumento del 5 %
Económica. París. y del 1 7 % respectivamente, con
7. Porcentaje que debe lo que se llegará a un total de
4. Según una encuesta realizada compararse con el 53 % de la 1.516 millones de hectáreas de
por Elza Berquo. el 40 % de las China rural (Zhu-Mei, 1993, secano y 277 millones de
mujeres casadas del Brasil pág. 391). hectáreas de regadío. Por otra
desearían someterse a parte, el consumo actual en
esterilización por el Europa es de 3 kg de equivalente
8. Datos citados según la A F P en en cereales (EC) por habitante y
procedimiento de ligadura de
el boletín de la Comisión día. mientras que en África no
trompas. Seis millones lo han
Independiente de Población y excede de 0,7 E C (Malassis, op.
hecho ya, a pesar de la ausencia
de toda política oficial de control Calidad de Vida, octubre de cit. pág. 91). Para alimentar a
de la natalidad, de las presiones 1993, pág. 1. 7.000 millones de habitantes de la
en contra ejercidas por la Iglesia Tierra en el año 2010, con una
católica y del Código de Etica dieta de 1.5 E C por día, bastaría
9. C o m o dice prudentemente
Médica en vigor que es hostil a la teóricamente una productividad
Anizur R a h m a n Kahn (1993,
esterilización. La esterilización de media de 2,1 toneladas por
pág. 67), es m u y difícil demostrar
las mujeres es el medio hectárea. U n a dieta de 2 E C
de m o d o convincente que los
anticonceptivo más extendido, exigiría una productividad de
programas de ajuste hayan 2,85 toneladas por hectárea, lo
debido a su eficacia (Veja, 19 de conseguido proteger los intereses
enero de 1994). que supone un aumento del 14 %
de los pobres.
Población, desarrollo y empleo 417

en veinte años. Estos cálculos sólo que los hombres infligen a los 14. A este respecto, véase el
tienen una utilidad, la de hombres. estudio pionero organizado por la
demostrar que los límites físicos Secretaría Sueca de Estudios para
de la capacidad de sustentación el Futuro (1984).
de nuestro planeta distan m u c h o 13. Es lo que el Banco Mundial
de haberse alcanzado. Todos los llama «win-win opportunities».
problemas del hambre y la Para un análisis m á s detallado de- 15. Los préstamos ofrecidos por
malnutrición se originan en la las perspectivas de creación de los bancos internacionales
mala organización social y la empleos urbanos vinculados a una plantean n o obstante problemas,
deficiente distribución espacial de mejor gestión del medio por cuanto los sectores sociales no
los hombres y la producción. La ambiente, véase Sachs, I. (1984) y están en condiciones de
miseria y el hambre son tragedias Sachs, I., Silk, D . (op.cit.). reembolsarlos.

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Crecimiento demográfico y
disponibilidades alimentarias en el mundo

Tim Dyson*

Introducción bución per se sino también respecto de la dis-


tribución de los factores tierra, agua, ingresos
Desde hace mucho tiempo se reconoce que las y poder, por ejemplo, que sumados determi-
relaciones fundamentales entre la población, nan tanto la producción c o m o la distribución.
su crecimiento y las disponibilidades alimen- Existe también u n arduo debate entre
tarias son sumamente complejas, variables y aquellos a quienes cabe calificar de «pesimis-
polémicas. Todos estos calificativos son sin tas» y de «optimistas», en cuanto a la relación
duda aplicables a esta era moderna de cambio que existirá en el futuro entre el crecimiento
demográfico y socioeconómico sin prece- de la población y el incremento sostenible de
dentes. las existencias de alimentos. Según los pesi-
En nuestros días, m u - mistas, el crecimiento de la
chas familias que viven en población, además de au-
Tim Dyson es Profesor de Estudios de-
zonas rurales del m u n d o mográficos en la London School of mentar la demanda de ali-
en desarrollo siguen obte- Economics. Actualmente tiene una mentos, contribuye a m u -
niendo gran parte de su ali- beca de investigación para estudiar las chos procesos nocivos para
perspectivas en cuanto a la población
mento de sus propias cose- mundial y alimentos en el marco del
el medio ambiente (como
chas. En cambio, las fami- Programa sobre los Cambios en el M e - la explotación excesiva de
lias de zonas urbanas por dio Mundial del Consejo de Investiga- los recursos de agua, la de-
ción Económica y Social del Reino
regla general lo compran Unido. H a realizado numerosos estu-
forestación y la erosión del
en su mayor parte. E n las dios sobre la población de la India y la suelo) y causa una reduc-
regiones m á s desarrolla- demografía del hambre y, recientemen- ción de la superficie culti-
te, ha editado la obra Sexual Behaviour vable por persona. Se adu-
das, la compra semanal de and Networking: The Transmission
una familia puede incluir of HIV (1992). Dirección: London ce, c o m o consecuencia,
alimentos procedentes de School of Economics, London W C 2 A que desde mediados del
2 A E , Inglaterra. decenio de 1980 se ha re-
todo el m u n d o gracias a un
sistema de transporte e in- gistrado en todas las regio-
termediación del comercio internacional. nes del m u n d o una disminución de la produc-
ción per capita de cereales (véase Brown,
Existen en el m u n d o moderno grandes de-
1991a, págs. 13 a 15). Esta opinión va acom-
sigualdades en cuanto a la «seguridad alimen-
pañada de sombríos pronósticos de hambre
taria», esto es, las posibilidades de obtener
masiva en el futuro (véase Ehrlich y Ehrlich,
cantidades ciertas de alimentos que sean sufi-
1990, pág. 16).
cientes para una vida activa y saludable. Exis-
ten estas desigualdades entre países ricos y Muchos economistas, en cambio, tienen
pobres, entre familias en cada país y entre una posición bastante m á s optimista e insisten
distintos miembros de la misma familia. Así, en la importancia del ingenio del hombre y su
el «problema de los alimentos en el m u n d o » , adaptabilidad para atender la mayor demanda
c o m o suele ser denominado 1 , plantea cuestio- de alimentos (véase Simon, 1981). Según esta
nes fundamentales no sólo respecto a su distri- posición, la única manera de erradicar el h a m -

RICS 141/Setiembre 1994


420 Tim Dyson

bre del m u n d o consiste en aplicar una política insuficiente de proteínas, vitaminas o calo-
«correcta». Básicamente se considera secunda- rías2. Hasta principios de los años setenta se
rio ocuparse de la interacción entre el creci- creía en general que la deficiencia proteínica
miento de la población y la economía alimen- era la principal causa de la malnutrición infan-
taria (véase Srinivasan, 1988, pág. 38) y, desde til en el m u n d o en desarrollo, pero, luego, esta
este punto de vista, no hay que temer que, en creencia ha sido descartada y la Organización
el futuro, la producción de alimentos quede a de las Naciones Unidas para la Agricultura y
la zaga del crecimiento de la población (véase la Alimentación ( F A O ) cree ahora que, con
Drèze y Sen, 1989, págs. 31 y 32). pocas excepciones, las dietas en que hay un
El presente artículo, en el que se tratará de consumo suficiente de energía (de calorías)
arrojar luces acerca de algunos de estos proble- probablemente proporcionen también pro-
mas, describe la relación entre población y teínas y vitaminas suficientes ( F A O . 1987a,
alimentos bajo cuatro epígrafes generales: en pág. 17). Las principales excepciones a este
primer lugar, la escala y la distribución del principio consisten en que 1) los niños m e n o -
actual «problema alimentario mundial»; en se- res de cinco años, los niños pequeños en pro-
gundo lugar, las tendencias regionales de la ceso de crecimiento y las mujeres embaraza-
producción de alimentos per capita en los últi- das y que amamantan pueden tener necesida-
m o s decenios; en tercer lugar, las cuestiones des adicionales de proteínas y vitaminas y 2)
relacionadas con la seguridad alimentaria y las algunas dietas que se componen básicamente
diferencias en el acceso a la alimentación y, en de tubérculos (mandioca o papas, por ejemplo)
cuarto lugar, una evaluación general de las pueden suministrar suficientes calorías pero
perspectivas alimentarias (para los 30 próxi- no proteínas. E n todo caso, el principio gene-
m o s años) a la luz de los probables cambios ral de que la mayoría de las dietas que aportan
demográficos y otros cambios pertinentes. Es calorías suficientes probablemente han de
inevitable que el criterio en cada una de estas aportar proteínas suficientes ha hecho que el
cuatro secciones sea general, si bien en la últi- problema alimentario mundial se defina pri-
m a sección del artículo tratamos de hacer una mordialmente desde el punto de vista de la
evaluación sumaria. desnutrición que se refiere específicamente al
consumo de calorías inferior al necesario.
La F A O procura periódicamente estimar el
Escala y distribución número de personas crónicamente desnutri-
d e la desnutrición das. Se trata de una cuestión sumamente c o m -
pleja y difícil respecto de cada país. Hay que
Hay acuerdo general de que existen en el m u n - hacer, pues, una evaluación de 1 ) el metabolis-
do varios cientos de millones de personas m o basal medio de la población, esto es, la
hambrientas y desnutridas. Resulta sin embar- cantidad de energía (calorías) que se necesita
go m u y difícil proceder a una evaluación exac- simplemente para subsistir sin realizar activi-
ta de la escala del problema, básicamente por dad alguna, 2) el factor por el cual hay que
las dificultades que entraña la definición multiplicar esa tasa para realizar un cierto gra-
y medición de los conceptos de «hambre» y do de actividad al tiempo de mantener el peso
otros afines. La idea de «hambre» tiene en sí corporal, lo que permite determinar un límite
un fuerte elemento subjetivo. Alguien que nor- para la evaluación de la desnutrición, y 3) la
malmente se alimenta bien puede tener «ham- proporción de la población que se encuentra
bre» por el solo hecho de saltarse una comida. por debajo de este nivel calórico mínimo.
Sin embargo, es evidente que no es éste el En el Cuadro 1 se resume la evaluación
problema de hambre a que hace frente el m u n - m á s reciente de la F A O , que se basa en un
do de hoy. límite de 1,54 para el metabolismo basal, o el
En todo caso, incluso los conceptos y pa- nivel de energía que se considera necesario
trones técnicos y científicos de la nutrición del para poder realizar una «actividad ligera»
ser h u m a n o entrañan problemas m u y impor- (Bongaarts, 1993, pág. 5). C o m o se observará,
tantes de definición e interpretación. El térmi- se calcula que alrededor de la quinta parte de
no «malnutrición», por ejemplo, es general y la población en el m u n d o en desarrollo (786
puede ser empleado para referirse al consumo millones de un total de 4.084 millones) pade-
Crecimiento demográfico y disponibilidades alimentarias en el mundo 421

C U A D R O 1. Estimaciones de la F A O sobre desnutrición crónica por región en vías de desarrollo, 1' -1990

Proporción de la N'úmero de personas Porcentaje


población desnutrida desnutridas del número total
Región % (millones) de desnutridos
África 33 168 21
Asia 19 528 67
Cercano Oriente 12 59 8
América Latina 13 31 4
Todos los países
en vías de desarrollo 20 786 100
Nota: El Cercano Oriente incluye a África del Norte.
Fuente principal: F A O y O M S (1992). citado en Bongaarls (1993).

cía de desnutrición crónica en 1990. La pro- animales dan cierta idea de las diferencias en
porción m á s elevada corresponde a África, cuanto a la variedad y la calidad de la dieta.
pero el número más alto de personas crónica- En el periodo 1988-1990 se estimaba que
mente desnutridas vive en Asia (véase el Cua- había disponibles en el m u n d o unas 2.697 ca-
dro 1). lorías por persona y día (véase el Cuadro 2),
Tal vez tengamos una idea m á s clara si nos cifra levemente superior a la correspondiente
limitamos a estudiar las estimaciones que ha al periodo 1979-1981, 2.600 calorías. Ello obe-
hecho la F A O de la disponibilidad diaria de dece en gran parte a los progresos registrados
calorías por persona. Estas estimaciones no en China a partir definesdel decenio de 1970
dejan de tener sus problemas. Por ejemplo, los (véase infra y véase también Alexandratos,
datos sobre producción y comercio agrícolas 1988, pág. 27). El promedio m á s bajo de dis-
en que se basan suelen ser deficientes y las ponibilidad de calorías per capita se encuentra
cifras corresponden no al consumo sino a la en el Asia meridional y en África subsaharia-
disponibilidad. En todo caso, en las estimacio- na. Corresponden también a estas dos regiones
nes del suministro diario de energía por perso- los niveles m á s bajos de consumo de produc-
na se soslayan los difíciles problemas que en- tos animales. La disponibilidad media de calo-
trañan la variación en 1) las necesidades de rías es en general mucho m á s alta en las demás
calorías entre distintas poblaciones según las regiones en desarrollo y cabe señalar en parti-
diferencias en factores tales c o m o el peso cor- cular la elevada cifra que corresponde a África
poral, la temperatura ambiente y la distribu- del Norte y Asia occidental (si bien con una
ción de la población por edad y sexo y 2) la proporción relativamente baja correspondien-
distribución del consumo de calorías en cada te a productos animales) y el grado relativa-
país, respecto de la cual suele faltar infor- mente elevado de consumo de productos ani-
mación. males que se encuentran en América Latina y
En consecuencia, en el Cuadro 2 figuran en Asia oriental y sudoriental. El consumo de
estimaciones de la disponibilidad diaria de ca- calorías m á s alto corresponde a Europa (in-
lorías por persona. A efectos de información, cluida la ex Unión Soviética), América del
los países del m u n d o han sido divididos en Norte y Oceania. En estas regiones del m u n d o ,
siete grupos generales. Se incluye también una en general m á s desarrolladas, casi una tercera
evaluación hecha por la F A O de las calorías parte del consumo total de calorías procede de
derivadas de productos vegetales y animales. productos animales y los problemas de dieta
Los productos animales, tales c o m o carne, le- que se encuentran en ellas tienden a ser m u y
che, huevos y pescado, por m á s que no sean distintos de los que se encuentran en el m u n d o
absolutamente necesarios para un régimen en desarrollo. El consumo excesivo de calorías
equilibrado, constituyen en todo caso fuentes puede ser causa de obesidad y el de alimentos
m u c h o mejores de ciertos aminoácidos esen- elaborados puede entrañar un consumo excesi-
ciales que forman proteínas. Por lo tanto, estas vo de azúcar, grasas y sal y un aporte insufi-
estadísticas relativas al consumo de productos ciente de fibras. Se cree en general que estos
422 Tim Dyson

C U A D R O 2. Promedio de calorías disponibles por persona, distintas regiones del m u n d o . 1988-1990

Calorías derivadas de , • , \,
derivado de
Región Calorías por productos productos productos
persona y día vegetales animales animales

África subsahariana 2.250 2.101 149 7


África del Norte
y Asia occidental 3.018 2.733 285 9
Asia meridional 2.215 2.058 157 7
Asia oriental y sudoriental 2.638 2.092 546 21
América Latina 2.699 2.227 472 17
Europa/URSS 3.422 2.364 1.058 31
América del Norte/Oceanía 3.586 2.478 1.108 31

Total mundial 2.697 2.273 424 16

Ñolas: La clasificación que antecede se basa en la clasificación regional uniforme de las Naciones Unidas. Sin embargo, en aras de
la concisión, hemos combinado a Europa y la ex Unión Soviética. También hemos combinado a América del Norte (Canadá
y los Estados Unidos) con Oceania (predominantemente Australia), que constituyen preponderantemente regiones exporta-
doras de alimentos; en el texto omitimos en algunos casos la referencia a Ocenía porque constituye una proporción m u y
reducida del total. Por último, si bien en el texto el Asia oriental y sudoriental es considerada una región en desarrollo, casi
el 7 % de su población corresponde al Japón.
Fílenles principales: F A O (1992) y Banco Mundial (1992).

problemas, que se hallan asociados con la 2.229 y 2.037 calorías por persona, respectiva-
abundancia de alimentos, aumentan en gran mente. En los países de Asia oriental y sudo-
parte del m u n d o desarrollado ( F A O , 1987a, riental, con algunas excepciones de importan-
pág. 18). cia (Myanmar, Tailandia, Viet N a m y Filipi-
Se encuentra un cuadro aún m á s detallado nas, por ejemplo), la disponibilidad de calorías
en el Gráfico 1, en el cual se clasifican los diarias por persona suele exceder de 2.600. La
países según el suministro estimado de energía cifra estimada en el caso de China en los años
(calorías) por día en el periodo 1988-1990, 1988-1990 es de 2.641, un aumento del 15 %
pero en el cual su tamaño relativo en el m a p a en comparación con el periodo 1979-1981 y
se indica no en relación con la superficie sino del 34 % en comparación con el periodo 1969-
con el número de habitantes en 1990 3 . C o m o 1971 (véase Alexandratos, 1988, pág. 302). Se
puede observarse, en la mitad de los países del encuentran indicios considerables de que el
África subsahariana la disponibilidad estima- régimen alimentario en China ha mejorado
da de calorías es inferior a 2.200 por persona y considerablemente en los últimos años, tanto
día. La peor situación parece corresponder en en variedad c o m o en calidad, y se ha registra-
general a grandes partes del África meridional do un marcado aumento de consumo de arroz,
y oriental. E n diez países del África subsaha- aceites comestibles, carne (especialmente por-
riana (Namibia, Mozambique, Angola, Burun- cina) y azúcar (Oficina de Estadística del Esta-
di, R w a n d a , Somalia, Etiopía, República Cen- do, China, 1989). E n América Latina se en-
troafricana, Chad y Sierra Leona), el suminis- cuentran dos grandes grupos de países en que
tro per capita es inferior a 2.000. La mayoría el suministro de calorías per capita es bajo. E n
de los países de África del Norte y Asia occi- América Central y el Caribe, la cifra estimada
dental registran cifras cercanas o superiores en Haití, Guatemala, Honduras y Panamá es
a las 3.000 calorías. En el Asia meridional se inferior a 2.300. Al este del continente, las
combinan suministros medios m u y bajos en cifras correspondientes al Perú y Bolivia son
calorías y un número de habitantes m u y eleva- inferiores a 2.100. E n cambio, varios países
do. La cifra estimada correspondiente al sumi- (especialmente la Argentina, México y Cuba)
nistro diario de energía en el período 1988- tienen cifras superiores a 3.000. Por último, el
1990 en los países más poblados de la región, Gráfico 1 indica que el suministro estimado
Pakistán, India y Bangladesh, es de 2.280, de calorías por día en el periodo 1988-1990
Crecimiento demográfico y disponibilidades alimentarias en el mundo 423
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424 Tim Dyson

excedía de 3.000 en prácticamente todos los capita es m á s bajo (Asia meridional y África
países desarrollados y las cifras m á s elevadas subsahariana) se registran actualmente los ín-
(por encima de 3.900) correspondían a Bélgica dices más elevados de crecimiento de la pobla-
e Irlanda. Sin embargo, estas cifras, por las ción. A la inversa, en las regiones en que el
razones que ya se han mencionado, no dan volumen de calorías disponibles per capita es
una idea clara de las diferencias en cuanto a la más alto (Europa/URSS y América del Norte/
nutrición. Oceania) se registran los índices m á s bajos de
Naturalmente, la simple circunstancia de crecimiento de la población (véase el Gráfi-
que el volumen medio de calorías en un país co 2).
sea relativamente alto no obsta para que exista N o cabe duda de que el rápido crecimiento
un número considerable de gente desnutrida. de la población en algunas partes del m u n d o
Así, a pesar de los recientes avances, parece en desarrollo, al contribuir a procesos tales
probable que siga habiendo en China muchos c o m o el agotamiento del agua, la deforestación
millones de personas desnutridas. Igualmente, y la erosión del suelo, contribuye a su vez a
las cifras comparativamente elevadas de calo- que el volumen medio de calorías disponibles
rías disponibles en muchos países del Asia sea más bajo del que existiría en otras circuns-
sudoriental, África del Norte, Asia occidental tancias. Sin embargo, gran parte de la relación
y América Latina son sin lugar a dudas absolu- que ilustra el Gráfico 2 se explica simplemente
tamente compatibles con la existencia de un por el hecho de que las regiones m á s desarro-
número importante de personas desnutridas. lladas del m u n d o , donde el volumen de calo-
En todo caso, en el plano regional, el Gráfico 1 rías disponibles es elevado, registraron sus pe-
y los Cuadros 1 y 2 indican claramente que los riodos de crecimiento más rápido de la pobla-
problemas m á s graves corresponden sin duda ción (transición demográfica) hace varios de-
al Asia meridional (predominantemente el cenios; a la inversa, las regiones en desarrollo,
subcontinente indio) y África subsahariana. en que las calorías disponibles son menores, se
Probablemente sea razonable decir que unas encuentran ahora en diversas etapas de su
tres cuartas partes de los 528 millones de asiá- transición demográfica y, por lo tanto, crecen
ticos que se consideran crónicamente desnutri- con mucha mayor rapidez. H a y que observar
dos (véase el Cuadro 1) vive en Asia meridio- sin embargo en el Gráfico 2 , que existe una
nal. D e ello se desprende que en el subconti- relación negativa entre las propias regiones en
nente indio probablemente se encuentre la desarrollo del m u n d o , esto es, incluso si se
mitad de los «hambrientos» del m u n d o , cual- excluye por completo a Europa/URSS y a
quiera que sea el criterio que se emplee para América del Norte/Oceanía.
definirlos (véase Kutzner, 1991, pág. 160) y El hecho de que sean las poblaciones peor
otro 20 % del total en el m u n d o corresponda alnutridas del m u n d o las que en ese tiempo
África subsahariana (véase el Cuadro 1). Así, crecen con mayor rapidez ciertamente hará
pues, es probable que en estas dos regiones más difícil la tarea de erradicar el hambre. Por
viva aproximadamente el 70 % de la población ejemplo, si consideramos constantes las cifras
crónicamente desnutrida del m u n d o y el 30 % regionales acerca de las calorías disponibles
restante esté distribuido entre África del Nor- que se encuentran en el Cuadro 2 y aceptamos
te, Asia occidental, Asia oriental, Asia sudo- las proyecciones de población según la «va-
riental y América Latina. riante media» hechas por las Naciones Unidas
Las causas de estas diferencias en la dispo- hasta el año 2020 (Naciones Unidas, 1992a),
nibilidad de calorías por persona entre las los cambios proyectados en la composición
grandes regiones y los grandes países del m u n - de la población mundial entre regiones han de
do son sumamente complejas y exceden los surtir por sí mismos el efecto de reducir la
objetivos del presente artículo. Evidentemen- cifra correspondiente al número total de calo-
te, quedan de manifiesto diferencias funda- rías disponibles por día de 2.697 en 1990 a
mentales en el grado de desarrollo económico 2.639 en 2020. Naturalmente, este cálculo
y de ingreso per capita entre- las regiones. Sin simplifica excesivamente la realidad, pero sir-
embargo, en el contexto que nos ocupa hay ve para poner de manifiesto la importante di-
que tener en cuenta también que las regiones mensión demográfica que se oculta tras las
en que el volumen de calorías disponibles per tendencias del hambre mundial. Básicamente
Crecimiento demográfico y disponibilidades alimentarias en el mundo 425

4.UUU-
América del Norte/Oceanía
(
3.500-

• África del Norte/
Asia occidental
| Europa/URSS
3.000- 1
Asia oriental y sudoriental América Latina
|
1 •
o
o. 2.500- • África subsahariana
1
• •
2.000-
Asia meridional)

o 1.500-
•5
S
o
1 000
1 1 1 1 1 l
0,5 1.0 1,5 2,0 2,5 3,0
Tasa anual de media de crecimiento de la población. 1989-1990

G R Á F I C O 2. Promedio de calorías por persona en el periodo 1988-1990 y tasa de crecimiento de la población


en 1980-1990, distintas regiones del m u n d o

por esta razón, muchos creen que, por más que ducidos para el consumo h u m a n o (esto es,
la proporción de personas desnutridas vaya en excluye el que se utiliza para animales o para
descenso, su número en el m u n d o probable- usar c o m o semilla). Por lo general, el índice se
mente vaya en aumento. expresa con referencia al volumen de produc-
ción de alimentos en un periodo determinado
y no en cifras absolutas.
Tendencias en la producción En el Gráfico 3 se observa la evolución de
de alimentos per capita este índice en las principales regiones en desa-
rrollo a partir de 1970. La producción de ali-
En la era moderna, junto con el crecimiento mentos por persona ha aumentado m á s en
sin precedentes de la población mundial, se ha Asia oriental y sudoriental, lo cual refleja en
registrado también un aumento nunca visto de grado considerable el marcado incremento re-
la producción de alimentos per capita. E n gistrado en China. El aumento en las demás
otras palabras, en general la producción de regiones en desarrollo ha sido en general sólo
alimentos se ha mantenido por encima del moderado y, de hecho, la producción de ali-
crecimiento de la población mundial. mentos per capita en África del Norte/Asia
Es evidente que hay muchas formas de occidental parece haberse mantenido constan-
«alimentos» y, por ello, la F A O ha establecido te. En todo caso, la tendencia m á s inquietante
una medida que, sobre la base de datos relati- corresponde al África subsahariana, región en
vos a la producción física y los precios, combi- la que evidentemente se ha registrado un des-
na en un índice único la producción de todos censo bastante continuo de la producción de
los principales alimentos en un país (nueces, alimentos per capita.
leguminosas, frutas, cereales, verduras, azúca- Estas tendencias se observan con mayor
res, tubérculos, aceites comestibles, ganado y claridad si nos limitamos a los cereales (trigo,
productos cárnicos). Este «índice de produc- arroz y granos). La mitad de las tierras cultiva-
ción de alimentos» puede expresarse per capi- bles del m u n d o están dedicadas a la produc-
ta y corresponde únicamente a alimentos pro- ción de cereales, y en las regiones m á s desarro-
426 Tim Dyson

150- Africa del Norte/Asia occidental

Asia oriental y sudoriental /

África subsahariana

— América Latina /
<* 125-
Asia meridional

T3
C

O 100-

75 ï 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
1970 1972 1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988 1990
Año

G R Á F I C O 3. Indices de la F A O de producción de alimentos, 1970-1991, regiones en desarrollo

liadas el consumo directo de cereales represen- cereales en América del Norte/Oceanía era
ta alrededor de una cuarta parte del consumo de 1,3 toneladas métricas por persona, las ci-
total de calorías4. E n el África subsahariana fras correspondientes en América Latina, Asia
(en cuyas regiones central y occidental los ali- meridional y África subsahariana eran de 226,
mentos básicos suelen ser tubérculos c o m o la 225 y 128 kilogramos por persona.
batata y la mandioca) y en América Latina En el Cuadro 3 se presentan también los
esta proporción suele ser del orden del 40 al 50 índices de variación media anual de la produc-
% del consumo de calorías. Sin embargo, en ción de cereales per capita en el periodo 1951-
gran parte de Asia llega a un 70 %. Si tomamos 1990 y en el Gráfico 4 se encuentran los pro-
la población mundial en su conjunto, tal vez medios de cinco años de la serie anual corres-
poco más del 50 % del consumo total de calo- pondiente a las regiones en desarrollo. E n este
rías correspondía directamente a cereales (Ale- caso vale la pena observar en particular la
xandratos, 1988, pág. 300). fuerte tendencia al alza de la producción de
E n el cuadro 3 se presentan mediciones de cereales per capita en Asia oriental y sudorien-
la producción de cereales en las principales tal. E n el decenio de 1980, esta región en
regiones del m u n d o y se indica que la propor- desarrollo, en gran parte debido a los progre-
ción de esa producción en las regiones m á s sos en China, registraba el índice más elevado
desarrolladas es m u c h o más alta que la de la de producción de cereales por persona. T a m -
población. Por ejemplo, en América del Norte/ bién ha habido importantes incrementos en
Oceania sólo vive el 6 % de la población m u n - América Latina a partir de 1951 (a pesar del
dial, pero la producción de cereales equivale al considerable descenso en el decenio de 1980).
20 % de la producción mundial. Igualmente, el La producción de cereales per capita sigue
volumen de producción per capita de cereales siendo relativamente elevada en África del
es m u c h o mayor en América del Norte/Ocea- Norte/Asia occidental, si bien el periodo 1951-
nía y Europa/URSS que en las demás regiones. 1990 se registró en la práctica un continuo
Así, mientras en 1990 la producción media de descenso de la producción por persona. E n el
Crecimiento demográfico y disponibilidades alimentarias en el mundo 427

C U A D R O 3. Resumen de la producción de cereales, distintas regiones del m u n d o , 1951-1990

A u m e n t o de la
Producción Producción producción de
de cereales, per capita cereales 1951-1990
Región Población, 1990: 1990: de cereales porcentaje
imputable a:
Tasa
media
anual de
variación
1951-1990
(millones) % (miles de T M ) % 1990 (Kg) Superficie Rendimiento

África subsahariana 502 9 64.052 3 128 -0,28 48 52


Africa del Norte
y Asia occidental 272 5 66.975 3 246 -0,41 37 63
Asia meridional 1.191 22 268.474 14 225 0,50 22 78
Asia oriental
y sudoriental 1.795 34 564.930 29 315 1,13 9 91
América Latina 441 8 99.490 5 226 0,81 46 54
Europa/URSS 790 15 511.911 26 648 1,62 _2 102
América del Norte/
Oceania 303 6 395.628 20 1.306 1,27 0 100

Total mundial 5.295 100 1.971.460 100 372 0,80 12 88


Notas: Las tasas medias anuales de variación en la producción per capita de cereales han sido calculadas sobre la base de curvas
adaptadas a las cifras correspondientes a la producción anual per capita en todo el periodo comprendido entre 1951 y 1990.
Sin embargo, las estimaciones de la proporción de aumento total de la producción imputable a la superficie y al
rendimiento se han derivado mediante un proceso de normalización empleando los datos sobre producción y superficie en
los años 1951 y 1990 únicamenie. En este cuadro y en los sucesivos, T M denota toneladas métricas.
Fuentes principales: F A O (1987b) y Naciones Unidas (1992a).

Asia meridional ha habido una moderada ten- un mayor rendimiento (véase el Cuadro 3). E n
dencia al alza desde 1951. Por último, la pro- África subsahariana y América Latina, la m a -
ducción más baja de cereales per capita corres- yor parte del aumento de la producción parece
ponde al África subsahariana, lo que obedece haber correspondido a una mayor superficie
en parte al elevado consumo de tubérculos. cultivada. D e hecho, en la primera de las re-
Sin embargo, gran parte del África meridional giones la mayor parte de las autoridades consi-
y oriental depende sobremanera de la produc- deran que el rendimiento ha aumentado m u y
ción de cereales, especialmente granos como el poco y que casi todo el incremento de la pro-
maíz, el mijo y el sorgo y, en este contexto, las ducción obedece a la mayor superficie cultiva-
estadísticas disponibles demuestran desgracia- da5. Sin embargo, en las demás regiones del
damente un descenso de la producción de ce- m u n d o en desarrollo, generalmente las de m a -
reales per capita, especialmente a partir de yor densidad de población, ha resultado m u -
principios del decenio 1970 (véase el Gráfi- cho más difícil ampliar la superficie cultivada
co 4). y, en consecuencia, la mayor parte del aumen-
Las estadísticas agrícolas correspondientes to de la producción de cereales en África del
a gran parte del m u n d o son de calidad dudosa Norte/Asia occidental, en Asia meridional y
y no deben tomarse al pie de la letra. Sin en Asia oriental y sudoriental ha obedecido a
embargo, empleando datos de la F A O acerca un mayor rendimiento. Por último, en las re-
de la superficie cultivada y la producción de giones más desarrolladas del m u n d o , práctica-
cereales es posible hacerse cierta idea de la mente todo el incremento de la producción
proporción del aumento de la producción total corresponde a un mayor rendimiento (véase el
de cereales que corresponde a la ampliación de Cuadro 3).
la superficie cultivada y la que corresponde a La ampliación de la superficie cultivada ha
428 Tim Dyson

0,35H
Africa del Norte/ Asia oriental
Asia occidental y sudoriental

0,30'

o.
O
0,25'

«= 0,20'
es
•o

c
o
H
0,15

0,10 —I 1 1 — —I 1 1 1 1
52 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990
Año
G R Á F I C O 4. Promedios móviles de producción de cereales por persona, 1952-1990, regiones en desarrollo

tenido lugar de distinta manera en diferentes químicos y riego. N o cabe duda alguna de que
regiones del m u n d o en desarrollo. E n América esa combinación hizo aumentar considerable-
Latina y el África subsahariana, sobre todo, se mente la producción de cereales, particular-
han empezado a cultivar tierras enteramente mente en Asia, pero tal vez sea más realista
nuevas. Pero, en el África subsahariana, en sostener que se trataba únicamente de una
particular, uno de los medios principales utili- parte de un complejo proceso de desarrollo de
zados para ampliar la superficie cultivada ha técnicas agrícolas científicas. Ese proceso, que
consistido en reducir la duración del periodo tenía lugar en el decenio de 1950 y sigue te-
durante el cual la tierra queda en barbecho niendo lugar en nuestros días, ha generado
para que se recupere, lo que a veces ha redun- profundos efectos en la producción agrícola
dado en desmedro del rendimiento. En Asia, tanto en el m u n d o en desarrollo c o m o en el
el principal medio de ampliar la superficie desarrollado. D e las principales regiones del
cultivada ha consistido en aumentar los culti- m u n d o , la única que en gran medida ha que-
vos múltiples, esto es, en utilizar las mismas dado fuera de él ha sido el África subsaharia-
tierras para más de un cultivo por año (véase na, lo que se debe, entre otros factores, a que
Grigg, 1985). En todas estas regiones en desa- en esa región el riego, el empleo de fertilizan-
rrollo, el crecimiento de la población ha cons- tes químicos y el cultivo de arroz y trigo son
tituido el principal factor determinante de la relativamente escasos.
ampliación de la superficie cultivada. A principios del decenio de 1970, y en gran
C o m o hemos visto, en todo caso, el mayor medida en razón de las malas condiciones cli-
aporte general al crecimiento de la producción máticas, la producción de cereales por persona
de cereales en el m u n d o ha correspondido al descendió en unos pocos años m á s o m e n o s
aumento del rendimiento; se suele mencionar simultáneamente en varias regiones del m u n -
la «Revolución Verde» que comenzó a fines do. La U R S S recurrió al mercado para adqui-
del decenio de I960 y que, básicamente, con- rir cantidades inusitadamente grandes de ce-
sistía en un conjunto de nuevas variedades de reales en 1972-1973, lo que contribuyó a una
cereales de alto rendimiento, especialmente baja de las existencias mundiales. Parte del
arroz y trigo, al que se sumaban fertilizantes África saheliana y el África meridional se
Crecimiento demográfico y disponibilidades alimentarias en el mundo 429

C U A D R O 4. Cereales, producción, comercio y asistencia, por volumen, distintas regiones del m u n d o , 1987-1990

Volumen Asistencia
Producción Comercio neto medio anual Comercio como
media de anual medio de cereales neto c o m o porcentaje
cereales de cereales donados o porcentaje de las
(Miles de T M ) (Miles de T M ) recibidos de la importaciones
Región 1988-1990 1987-1989 1987-1989 producción de cereales

África subsahariana 67.172 3.945 2.695 6 68


África del Norte
y Asia occidental 61.907 34.875 3.168 56 9
Asia meridional 263.799 9.424 2.646 4 28
Asia oriental
y sudoriental 531.365 54.492 679 10 1
América Latina 104.692 9.714 2.096 9 22
Europa/URSS 491.424 17.085 -2.408 3 -
América del Norte/
Oceania 338.844 -133.073 -8.543 39 -
Total mundial 1.859.005 - - - -
Notas. Las cifras quefiguranen este cuadro deben ser consideradas indicativas en términos generales y no exactas. Las cifras netas
y los totales no siempre coinciden en razón del redondeo y de las diferencias en las estadísticas entre distintas fuentes
originales. Las exportaciones nelas y las prestaciones de asistencia alimentaria figuran con signo negativo. Si bien hemos
expresado los volúmenes netos de cereales c o m o porcentajes de los volúmenes netos del comercio, hay que tener en cuenta
que las estadísticas comerciales no incluyen los volúmenes de ayuda en cereales.
Fuente principal: World Resources Institute (1992).

vieron amenazadas por el hambre, y ésta tam- Sin embargo, también en varias regiones en
bién causó un considerable número de muer- desarrollo se registraron tendencias negativas
tes en la India, (Dyson y Maharatna, 1992, en el decenio de 1980. En América Latina, la
pág. 1.328). C o m o consecuencia de la crisis se producción de cereales per capita bajó marca-
registró un marcado aumento, aunque por damente en esos años; en África del Norte/
poco tiempo, del precio de los cereales básicos, Asia occidental y África al sur del Sahara se
especialmente el arroz. Por lo demás, el hecho mantuvieron las tendencias negativas a largo
de que la producción mundial de cereales se plazo e incluso en el Asia oriental y sudorien-
haya mantenido en general por encima del tal la producción de cereales per capita a fines
crecimiento de la población probablemente ha del decenio de 1980 aumentó poco; sólo en
contribuido a la tendencia a la baja del precio Asia meridional se encuentra una tendencia
de los mismos en los últimos decenios (Reu- continua, aunque moderada, al alza (véase el
tlinger y van Hoost Pellekaan, 1986). D e he- Gráfico 4). N o todas estas circunstancias son
cho, en el decenio de 1980 el precio real de los necesariamente negativas; por ejemplo, se en-
principales cereales volvió a bajar (World R e - cuentran datos en el sentido de que tanto en
sources Institute, 1992, pág. 97). América Latina c o m o en China los agriculto-
Se encuentran, sin embargo, indicios de res han abandonado los cereales para dedicar-
que tal vez la producción de cereales ya no se se a cultivos m á s remunerativos. En todo caso,
mantenga por encima del crecimiento de la de mantenerse estas tendencias, los precios
población. Si comparamos las cifras corres- mundiales de los cereales pueden empezar a
pondientes a la producción mundial media per subir, lo que nos lleva a referirnos brevemente
capita en 1982-1986 y 1987-1991 observamos a las modalidades del comercio y la asistencia
un descenso medio de la producción de cerea- en el ámbito de los alimentos.
les de 0,8 % al año. Gran parte de este descen- Se ha registrado a partir de 1950 un enor-
so tuvo lugar en América del Norte, donde m e crecimiento del comercio mundial de ali-
intencionalmente se dejó de cultivar cereales mentos, que ha obedecido en su mayor parte a
en grandes superficies a fin de conservar los aumentos del ingreso, el consumo y la pobla-
suelos y reducir el superávit de producción. ción. También en este caso nos concentrare-
430 Tim Dyson

mos en los cereales, que constituyen la partida Estos dos países, sumados, reciben más de una
más importante del comercio internacional de cuarta parte de la asistencia total de cereales
alimentos y cuyo valor es sólo inferior al del en el m u n d o . Sin embargo, el África subsaha-
comercio mundial del petróleo (Grigg, 1985, riana es la región en que la asistencia de cerea-
pág. 244). E n el Cuadro 4 se resumen la pro- les constituye la parte m á s importante de las
ducción, el comercio y la asistencia mundiales importaciones. Además, la situación de la re-
en cuanto a los cereales a fines del decenio de gión en cuanto a la asistencia humanitaria pa-
1980. Sin lugar a dudas, América del Norte es rece deteriorarse porque un número cada vez
la m á s importante región exportadora de ali- mayor de países no puede pagar la importa-
mentos. Los mayores importadores son el Ja- ción de alimentos suficientes. Mientras que,
pón y la ex Unión Soviética, a los que, suma- en el periodo 1977-1979, la asistencia en ce-
dos, corresponde casi la mitad de todas las reales al África subsahariana equivalía al 36 %
importaciones de cereales, en gran parte de los de las importaciones de cereales en la región,
cuales se utilizan c o m o alimento para ganado. la cifra correspondiente en el periodo 1987-
África del Norte/Asia occidental es la región 1989 había subido al 68% (véase el Cuadro 4).
en que, con creces, las importaciones de ali-
mentos son más altas en comparación con la
producción. Los países de esta región tienen Diferencias en cuanto al acceso
por lo general ingresos suficientes para poder a los alimentos y la seguridad
pagar estas importaciones y también en ellas alimentaria
una parte considerable de los cereales importa-
dos se utilizan c o m o alimento para ganado. Hasta este m o m e n t o nos hemos referido bási-
América Latina, si bien es importadora neta camente a las diferencias entre los países en
de cereales (véase el Cuadro 4) es también una cuanto a la disponibilidad de alimentos, pero
importante exportadora de otros alimentos. El el hecho de que haya alimentos disponibles no
nivel de ingresos per capita en esta región es dice gran cosa acerca de su distribución. Por lo
también comparativamente alto y la F A O con- tanto, pasaremos revista ahora a algunos de
sidera en general que América Latina es, en el los factores que ejercen influencia en las dife-
contexto agrícola, la m á s autosuficiente de las rencias entre poblaciones y dentro de una mis-
regiones en desarrollo del m u n d o (Alexandra- m a población en cuanto al acceso a los alimen-
tos, 1985, pág. 35). tos y a la seguridad alimentaria. Complica esta
H a y que tener especial cuidado al interpre- tarea el hecho de que la mayoría de los estu-
tar las estadísticas sobre asistencia alimentaria dios se centren en las diferencias en cuanto al
que figuran en el Cuadro 4. La asistencia ali- estado nutricional, en el cual, naturalmente,
mentaria refleja la situación de la agricultura pueden ejercer influencia muchas cosas distin-
en los principales países donantes y cumple a tas del consumo de alimentos. Por ejemplo, las
la vez objetivos políticos y objetivos humanita- diferencias en cuanto a la actividad física o a
rios. Si bien, la asistencia alimentaria, c o m o las enfermedades infecciosas pueden surtir po-
proporción de las importaciones de cereales en derosos efectos independientes sobre el estado
las regiones en desarrollo, ha disminuido con- nutricional. Lo que nos preocupa básicamente
siderablemente a partir de los decenios de son los factores que per se ejercen influencia
1950 y 1960, ello obedece en gran medida a la sobre el acceso a los alimentos y, a este respec-
política deliberada de los Estados Unidos de to, la información suele ser parcial y entresaca-
América (el donante de mayor importancia) da indirectamente.
de reducir sus existencias de cereales y regalar H a y que señalar algo m á s a título de intro-
menos (Kutzner, 1991, pág. 188). La C o m u n i - ducción. Es evidente que las diferencias en
dad Económica Europea, el Canadá y el Japón cuanto al acceso a los alimentos y la seguridad
son otros importantes donantes. En el decenio alimentaria guardan relación primordialmente
de 1980, los dos países receptores m á s impor- con las diferencias en cuanto al ingreso y la
tantes eran Egipto y Bangladesh, caracteriza- riqueza. Sin embargo, hay muchos otros facto-
dos a m b o s por una relación excepcionalmente res en juego y, por m á s que invariablemente
alta entre la población y los recursos agrícolas quienes están desnutridos son pobres y no sa-
disponibles (véase Lee, 1991, págs. 63 y 64). ben m u y bien cuál será su próxima comida,
Crecimiento demográfico y disponibilidades alimentarias en el mundo 431

ello no significa en m o d o alguno que todos los c o m o resultado, con mucha frecuencia se des-
pobres estén desnutridos o no tengan seguri- cuidó el sector agrícola rural. E n muchos paí-
dad alimentaria. ses en desarrollo, efectivamente, el ingreso es
La seguridad alimentaria en el plano nacio- en general m á s alto en las zonas urbanas que
nal puede obtenerse promoviendo la produc- en las rurales y, por diversas razones, en m u -
ción de alimentos, mediante el comercio o con chos casos los gobiernos han dado prioridad al
alguna combinación de las dos cosas. Es evi- objetivo de mantener relativamente bajos los
dente que resulta m u c h o m á s fácil alcanzar precios de los alimentos en las zonas urbanas,
estos objetivos en los países cuyo ingreso per política que puede haberse visto facilitada por
capita es comparativamente elevado. Sin e m - la disponibilidad de cereales m á s baratos en el
bargo, algunos países pobres han podido al- mercado internacional y, a veces, por la asis-
canzar cierto grado de seguridad alimentaria tencia alimentaria. Esa política tal vez haya
mediante, por ejemplo, una buena gestión de fomentado asimismo la migración de las zonas
la agricultura y la acumulación de reservas rurales a las urbanas y obstaculizado el desa-
suficientes. En un análisis reciente de 114 paí- rrollo de la producción local de alimentos.
ses en desarrollo se llegaba a la conclusión de Este análisis tiene muchos aspectos positi-
que casi la mitad (N = 54) había alcanzado un vos, si bien es probable que sea excesivamente
grado «pasable» de seguridad alimentaria. D e simplista en lo que atañe a sus consecuen-
los 49 países de bajos ingresos incluidos en cias respecto de las diferencias en el acceso a
el estudio, alrededor de una cuarta parte los alimentos. E n los casos en que es posible
(N = 13) estaban en ese grupo. Desde el punto hacer comparaciones directas del consumo de
de vista regional, se consideraba que los paí- alimentos entre zonas urbanas y rurales, los
ses de África del Norte/Asia occidental tenían datos indican que el consumo diario de calo-
la mayor seguridad alimentaria y la situción se rías per capita suele ser m á s alto en las segun-
consideraba m á s grave en los países al sur del das que en las primeras (véase F A O , 1987a,
Sahara, región en la cual, de 44 países, la pág. 30). Existen también importantes indicios
seguridad alimentaria era calificada de «pasa- de que, en muchos países en desarrollo, la
ble» en 13 y de « m u y mala» en 31 (véase rápida urbanización está redundando en des-
Alamgir y Arora, 1991, pág. 35). medro de costumbres dietéticas «tradiciona-
La crisis en la seguridad alimentaria nacio- les» que son relativamente saludables. Por
nal (o a veces regional) suele estar asociada ejemplo, en la vida urbana pueden desapare-
con el advenimiento de una hambruna. H a y cer rápidamente dietas tradicionales que in-
muchas influencias, distintas de una mala co- cluyan una buena combinación de cereales y
secha, que pueden contribuir a las causas del leguminosas y hay datos m á s que suficientes
hambre, pero en el m u n d o moderno probable- en el sentido de que las pautas tradicionales de
mente la causa m á s importante sea la inestabi- amamantamiento se ven m á s afectadas en un
lidad política y social, especialmente la guerra. sentido negativo en las zonas urbanas que en
Esta importante afirmación queda de mani- las rurales. La rápida urbanización tiende a
fiesto, lamentablemente, en varios casos re- promover muchos otros cambios de dieta,
cientes en África, desde Somalia hasta M o - c o m o una mayor demanda de trigo en compa-
zambique. Sin embargo, la situación de «cuasi ración con el arroz y un mayor consumo de
hambruna» que se registra en partes de Irak, productos cárnicos (IFPRI, 1993, pág. 1). Sin
en la antigua U R S S y en Yugoslavia demues- embargo, los niveles medidos de malnutrition
tra que la inseguridad alimentaria generaliza- infantil suelen ser m u c h o mayores en las zonas
da no siempre se limita a las poblaciones m u y rurales que en las urbanas. Esta suerte de para-
pobres. doja puede verse explicada en parte porque las
necesidades de energía en la vida rural son
El análisis de la experiencia de muchos
mayores, especialmente en el caso de los ni-
países en desarrollo en los últimos decenios
ños, y porque en las zonas urbanas suele haber
suele llevar a la conclusión de que sus gobier-
servicios de salud que pueden ayudar a limitar
nos han tomado partido por la ciudad. Se dice
los efectos negativos para la nutrición que pro-
que, para muchos gobiernos, la clave para el
voca la incidencia reiterada de enfermedades
futuro se encuentra esencialmente en el desa-
infecciosas (véase F A O , 1987a, pág. 30).
rrollo del sector industrial de base urbana y,
432 77w Dyson

Otra consideración pertinente se refiere al aumento de la emigración de unas zonas rura-


carácter estacional del suministro de alimen- les a otras, puede constituir otra consecuencia
tos. E n los hogares rurales hay diversas formas más de la falta de tierras y de la pobreza rural
de promover la seguridad alimentaria cuando que surta efectos para la seguridad alimentaria
los tiempos son malos, c o m o ocurre en la tem- de los hogares. En partes de América Latina,
porada previa a la cosecha. Sin embargo, los Asia y el África subsahariana, el desplaza-
hogares que tienen cierto acceso directo a la miento de familias enteras a zonas ecológica-
tierra son los que se encuentran en mejores mente vulnerables, c o m o mesetas, selvas tro-
condiciones de aplicar algunas de las m á s im- picales o regiones semiáridas, por ejemplo,
portantes estrategias c o m o , por ejemplo, miti-puede ser causa de degradación del medio a m -
gar el riesgo mediante cultivos mixtos o acu- biente y una rápida baja de los rendimientos,
mular reservas de cereales. D e esta manera, en lo que a su vez constituye una amenaza para la
las zonas rurales las familias sin tierra tienden seguridad alimentaria de la familia y promue-
a correr un riesgo m u c h o mayor de inseguri- ve más la migración6.
dad estacional crónica (véase Chambers y Debemos referirnos por último en esta sec-
otros, 1981). Naturalmente existen también en ción al acceso a los alimentos dentro del hogar.
las zonas urbanas sectores particularmente Se reconoce en general que los hombres adul-
vulnerables de la población, c o m o los desem- tos que trabajan tienen prioridad en el consu-
pleados o los que viven en «las villas miseria». m o dentro de la familia y, a menudo, consu-
En todo caso, el suministro de alimentos en las m e n m á s , tanto en cantidad c o m o en calidad,
zonas urbanas probablemente sufra menos la a expensas de otros miembros de la familia.
influencia de variaciones estacionales y, ade- Suele ocurrir que no se reconozcan ni se atien-
más, en algunos casos, se halle parcialmente dan las necesidades especiales de las mujeres
subvencionado. Así, pues, en general el grado embarazadas o que amamantan, así c o m o las
de seguridad alimentaria probablemente es de los niños pequeños (véase Foster, 1992,
más alto en las zonas urbanas del m u n d o en pág. 83). En algunas regiones en desarrollo, tal
desarrollo que en las rurales. vez particularmente en partes del norte del
Aunque suele haber poca información di- subcontinente indio, hay razones para creer
recta acerca de las diferencias en cuanto a la que suele existir una gran discriminación con-
seguridad alimentaria en los hogares, de lo que tra las jóvenes, y en menor medida contra las
se ha dicho hasta ahora cabe extraer otras mujeres, cuando se asignan los alimentos den-
conclusiones. Por ejemplo, en muchos países tro del hogar. También puede tener que ver el
los hombres adultos, procedentes de hogares orden de los nacimientos y que el cuarto o el
pobres de las zonas rurales, constituyen una quinto hijo de una familia reciba cantidades
gran parte (en muchos casos la mayoría) de los menores de alimento (véase Das Gupta, 1987).
que emigran de zonas rurales a zonas urbanas. En gran parte de las obras teóricas sobre la
En los hogares que dejan atrás puede haber distribución de los alimentos dentro del hogar
una proporción más alta de niños y ancianos y existe el supuesto general de que en los hoga-
normalmente la cabeza de familia es la mujer. res pobres y en épocas de mayor inseguridad
A menos que estos hombres que emigran a alimentaria suelen ser m á s pronunciadas las
zonas urbanas envíen remesas a sus hogares, la desigualdades de diversa índole (en perjuicio
emigración puede redundar en detrimento de de las mujeres y los niños, por ejemplo). E n
la seguridad alimentaria de muchos hogares todo caso, hay que tener cuidado con estas
pobres de las zonas rurales. En todo caso, es conclusiones, habida cuenta de que en general
fundamental reconocer el papel crucial que falta información cuantitativa suficiente sobre
suele caber a la mujer en la seguridad alimen- el particular; puede suceder también que las
taria en las zonas rurales, lo que tal vez sea necesidades de nutrición varíen considerable-
más pronunciado en el África subsahariana, mente entre los miembros de la familia.
región en la cual la gran mayoría de las muje- Por último, es evidente que la red de facto-
res de las zonas rurales se dedican a la agricul- res que determinan las diferencias en el acceso
tura y cultivan hasta el 80 % de los alimentos a los alimentos y la seguridad alimentaria es
consumidos en los hogares de las zonas rurales invariablemente compleja, pero que, por lo
(véase Alamgir y Arora, 1991, pág. 89). El general, la pobreza, y concretamente la imposi-
Crecimiento demográfico y disponibilidades alimentarias en el mundo 433

bilidad de comprar alimentos, suele constituir inaceptable y plantea al m u n d o un grave pro-


una característica central. En particular los po- blema, que evidentemente será aún m á s difícil
bres (personas, hogares o naciones), que de- en razón del rápido crecimiento demográfico.
penden en gran medida de los mercados para N o hay soluciones concluyentes para estos
abastecerse de alimentos, pueden ser m u y vul- problemas, pero al menos queremos examinar
nerables al alza repentina del precio de ali- brevemente algunos de los principales factores
mentos básicos. que habrán de determinar en el futuro la de-
m a n d a y la oferta de alimentos, y formular
algunas observaciones.
Perspectivas en cuanto a la En el Cuadro 5 se resumen, respecto de las
población y las existencias de principales regiones del m u n d o , las proyeccio-
alimentos nes de tres variables fundamentales que, su-
madas, han de determinar en gran medida la
C o m o señalamos al principio, hay quienes son demanda futura de alimentos: la población, la
optimistas y quienes son pesimistas en cuanto urbanización y el ingreso per capita. Las pro-
a la capacidad de la agricultura para mante- yecciones de las dos primeras variables corres-
nerse a la par del crecimiento de la población ponden a las Naciones Unidas (véase Nacio-
en los próximos decenios. N o cabe duda de nes Unidas, 1991 y 1992a) y las del ingreso
que la situación alimentaria mundial, por más constituyen esencialmente los pronósticos «de
que esté mejorando lentamente en general, es base» del Banco Mundial para el decenio de

C U A D R O 5. Factores q u e afectan a la d e m a n d a de alimentos, distintas regiones del m u n d o . 1990-2020

Población Urbanización
Región millones % P N B per capita Variación
porcentual
Urbanización Ingreso
(variación per capita
1990 2020 1990 2020 1990 2005 Población absoluta) (1990-2005)

África subsahariana 502 1.160 31.0 52,1 480 524 131 21 9


Africa del Norte
y Asia occidental 272 523 53,4 70,9 1.536 1.957 92 18 27
Asia meridional 1.191 2.017 27.3 47,7 444 590 69 20 33
Asia oriental
y sudorienta! 1.795 2.409 37.0 61.4 2.380 5.617 34 24 136
América Latina 441 671 71,5 82,9 2.148 2.936 52 11 37
Europa/URSS 790 878 70,7 80,3 11.719 - 11 10 -
América del Norte/
Oceania 303 391 74.8 82.6 21.391 - 29 8 -
Total mundial 5.295 8.050 45,2 62,0 4.180 - 52 17 -
Notas. Las proyecciones de población corresponden a la «variante media» de las Naciones Unidas; para otras variantes «allas» y
«bajas», véase Naciones Unidas (1992a). Las estadísticas sobre urbanización son aproximativas, lo que se debe en parte a
que la definición de «urbana» varía sobremanera en los distintos países. Cabe observar que. al examinar la variación
proyectada en urbanización indicamos aumentos absolutos del porcentaje (en lugar de variaciones porcentuales de
porcentajes). D e todas las cifras quefiguranen este cuadro hay que tratar con mayor cautela las correspondientes al ingreso
per capita. Las cifras relativas al ingreso per capita para 1990 constituyen promedios ponderados de las estimaciones
nacionales correspondientes afinesdel decenio de 1980 derivadas del Banco Mundial ( 1992), las Naciones Unidas ( 1992b)
y el World Resources Institute (1992). Al interpretar estas cifras, el lector debe tener presente, por ejemplo, que el África
subsahariana incluye a estos efectos a Sudáfrica, Asia oriental y sudonental incluyen el Japón y África del Norte y Asia
occidental incluyen al Sudán. Las cifras correspondientes al ingreso per capita para el año 2005 se obtuvieron aplicando al
periodo 1990-2005 las proyecciones «de base» del PIB per capita regional preparadas por el Banco Mundial para el periodo
1992-2002. Particularmente en el caso de estas proyecciones de ingresos, parece más prudente emplear el año 2005 que el
año 2020. Las regiones empleadas en estas proyecciones económicas de base difieren un tanto de las empleadas en este
cuadro; en particular, las cifras del Banco correspondientes al África subsahariana excluyen a Sudáfrica y las correspondien-
tes a Asia oriental y el Pacífico (aplicadas aquí al Asia oriental y sudoriental) excluyen al Japón.
Fuentes principales. Naciones Unidas (1992a); Naciones Unidas (1992b); World Resources Institute (1992) y Banco Mundial (1992
y 1993).
434 Tim Dyson

Recogida de paja para el forraje, delta del Nilo, Egipto, H champoiiion/Top.

1990 (Banco Mundial, 1993). Todas las esta- per capita. En todo caso, es probable que la
dísticas son imprecisas, particularmente las ci- combinación de estas dos causas sea distinta
fras proyectadas, que en realidad no son m á s en las diferentes regiones. Por ejemplo, las
que conjeturas razonables. Las proyecciones estadísticas del Cuadro 5 indican que el au-
existentes no modifican en general las perspec- mento de la población tendrá más importancia
tivas relativas de estas principales regiones del en África del Norte/Asia occidental que en
m u n d o y, por lo tanto, probablemente el Cua- Asia oriental y sudoriental, donde tal vez sea
dro 5 sea una base tan buena c o m o cualquier más importante el aumento del ingreso. Cier-
otra para evaluar la evolución de la demanda tamente, las proyecciones relativamente bajas
de alimentos en el futuro7. En todos caso, de crecimiento de la población y relativamente
huelga insistir más en el carácter especulativo altas de aumento del ingreso per capita en esa
de esta sección. última región reflejan la influencia dominante
El Cuadro 5 permite sacar diversas conclu- de China que, a juicio del Banco Mundial, se
siones. En primer lugar, es probable que la desarrolla c o m o un cuarto «polo de crecimien-
demanda de alimentos en el África subsaharia- to» económico en el m u n d o (Banco Mundial,
na se duplique con creces en el período 1990- 1993, pág. 67). E n tercer lugar, el aumento de
2020 y casi todo el aumento se deberá al creci- la población constituirá el principal factor de-
miento de la población, pues se prevé que el terminante de la demanda futura de alimentos
ingreso subirá poco 8 . E n segundo lugar, la de- en Europa/URSS y América del Norte/Ocea-
m a n d a de alimentos en las demás regiones en nía. E n estas regiones m á s desarrolladas, el
desarrollo aumentará también marcadamente, ingreso per capita es ya tan alto que, por ejem-
debido en parte al crecimiento de la población plo, el consumo de cereales (tan directo c o m o
pero también al aumento previsto del ingreso indirecto) se encuentra cerca del límite bioló-
Crecimiento demográfico y disponibilidades alimentarias en el mundo 435

gico y, por lo tanto, un mayor nivel de ingresos gran dependencia de alimentos elaborados y
en el futuro no generará mayor demanda adi- con un menor contenido defibrasgruesas. Se
cional (véase Crosson y Anderson, 1992, pág. encuentran en cambio cada vez m á s indicios
9). Por último, el Cuadro 5 da a entender que de que recientemente se han producido cam-
el importante incremento de la urbanización bios saludables en la dieta de algunos países
en las regiones en desarrollo (con la excepción más desarrollados, c o m o un menor consumo
parcial de América Latina, que ya está m u y de carnes grasas y leche entera (véase Popkin,
urbanizada) ejercerá una importante influen- 1993). N o cabe duda de que la urbanización,
cia adicional sobre la evolución de la demanda la migración y los medios de información ten-
de alimentos estimulando, por ejemplo, una drán una función importante en la determina-
mayor demanda de trigo que de arroz. ción de las corrientes y la fuerza relativa de
Por cierto, al tener en cuenta la urbaniza- estas distintas preferencias en cuanto a los
ción hay que referirse al tema de la probable alimentos en todo el m u n d o .
evolución de las preferencias en cuanto a los C o n unos sencillos cálculos acerca del con-
alimentos, cuestión en la que no cabe profun- s u m o de cereales puede ponerse de manifiesto
dizar en este artículo. E n todo caso, y a título la magnitud del aumento de la demanda en el
de ejemplo, a medida que el ingreso aumenta futuro y la base de ese aumento. E n el Cuadro
en algunas partes del m u n d o probablemente 6 figuran el consumo de cereales total y per
aumentará la demanda de carne y otros pro- capita en las principales regiones del m u n d o
ductos cárnicos lo que, a su vez, generará una alrededor de 1990 (sobre la base de los datos
mayor demanda de cereales gruesos para usar de producción y comercio que ya figuran en el
c o m o pienso. Tal vez sigan extendiéndose en Cuadro 4). Según ese cuadro, si el consumo
las regiones en desarrollo muchas de las carac- per capita regional de cereales se mantiene
terísticas perjudiciales de los regímenes actua- constante al nivel que tenía en 1990 y se acep-
les en las regiones más desarrolladas, como la tan las proyecciones de población hechas por

C U A D R O 6. D e m a n d a proyectada de cereales, distintas regiones del m u n d o , 2 0 2 0

D e m a n d a proyectada de cereales Porcentaje


C o n s u m o de cereales en el año 2 0 2 0 (miles de T M ) de aumento
Región en 1990 sobre la base de: total
Crecimiento de Población
Total Per capita la población m á s aumento
(miles de T M ) (kg) únicamente del ingreso Total

África subsahariana 71.117 141,7 164.372 164.362 9.2


Africa del Norte
y Asia occidental 96.782 355,8 186.083 230.734 230.734 13,2
Asia meridional 273.223 229,4 462.700 557.439 557.439 27,9
Asia oriental
y sudoriental 585.857 326,4 786.298 886.519 886.519 29,5
América Latina 114.406 259,4 174.057 203.883 203.883 8,8
Europa/URSS 508.509 643,7 565.169 - 565.169 5,6
América del Norte/
Oceania 205.771 679.1 265.528 - 265.528 5,9

Total mundial 1.855.665 350,5 2.604.207 2.873.644 100,0

Notas: Las cifras correspondientes al consumo total en 1990 se han derivado directamente de las cifras quefiguranen el Cuadro 4
respecto de la producción y el comercio neto a fines del decenio de 1980. Las cifras relativas al consumo per capita y a la
demanda proyectada sobre la base del crecimiento de la población únicamente se han derivado utilizando las estadísticas de
población quefiguranen el Cuadro 5. A fin de estimar en términos generales la demanda proyectada de cereales en el año
2020 sobre la base de la población más el aumento del ingreso, se utilizó un factor de inflación de 1,5 (correspondiente a
una tercera parte del aumento total de la demanda futura derivada del ingreso) a fin de aumentar más las proyecciones del
incremento regional de la demanda de cereales. Así, en el caso de África del Norte/Asia occidental, 230.724 = 96.782 + 1,5
(186.083 - 96.782). En realidad, la contribución del aumento del ingreso en la demanda futura de alimentos variará
considerablemente entre las distintas regiones. Estos cálculos se han hecho a efectos ilustrativos generales únicamente.
Fuentes principales: Véanse los Cuadros 4 y 5.
436 Tim Dyson

las Naciones Unidas para el año 2020 sobre la fertilizantes nitrogenados, en particular, apro-
base de la variante media, la demanda anual ximadamente la mitad de todos los nutrientes
de cereales en el m u n d o subirá de unos 1.855 hoy incorporados en la cosecha anual en el
millones de toneladas métricas en 1990 a unos m u n d o (Smil, 1991, pág. 577).
2.604 millones en el año 2020. Habida cuenta Según el Cuadro 7, alrededor del 45 % de
de que se prevé que el ingreso per capita no las tierras que actualmente se cultivan en el
cambiará mayormente en el África subsaharia- m u n d o se encuentran en América del Norte/
na y de que el consumo per capita de cereales Oceania y Europa/URSS. Esta circunstancia,
ya está prácticamente saturado en Europa/ junto con los altos rendimientos, reforzados
U R S S y América del Norte/Oceanía, las cifras por los considerables subsidios agrícolas en
correspondientes al consumo proyectado de esas regiones, sirve para explicar el elevado
cereales en esas tres regiones se aceptan tal nivel de la producción de alimentos per capita
cual. Sin embargo, en el caso de las demás a que nos hemos referido anteriormente. Pa-
regiones se genera un aumento adicional de la sando a las estadísticas relativas a las tierras
demanda proyectada, partiendo de la hipótesis cultivables que se explotan efectivamente en la
general de que es probable que una tercera actualidad, parecería haber importantes reser-
parte del aumento total de la demanda en el vas de tierras cultivables en el África subsaha-
futuro obedezca al aumento de los ingresos riana y en América Latina. Sin embargo, en
(IFPRI, 1993, pág. 1). En consecuencia, la de- general esas reservas están situadas en ambas
m a n d a total proyectada de cereales en el m u n - regiones a gran distancia de los posibles mer-
do en el año 2020 sube a unos 2.873 millones cados y de las concentraciones de población. A
de toneladas. Sobre la base de estas hipótesis, la inversa, gran parte de la población del Áfri-
la tasa de aumento anual de la demanda total ca subsahariana vive en lugares de elevada
de cereales en el período 1990-2020 es de un densidad rural, c o m o en la zona costera de
1,5% anual, cifra razonablemente cercana a la Ghana, Benin y Nigeria, Rwanda-Burundi, las
que obtienen otros utilizando procedimientos mesetas de Kenya y la región meridional de
e hipótesis un tanto distintivos (véase Crosson Malawi. Al comparar la densidad de población
y Anderson, 1992, pág. 12). En total, el au- con la cantidad disponible de tierras se en-
mento de la demanda es de 1.018 millones de cuentran claros indicios de gran presión en
toneladas y, de esa cifra, casi las tres cuartas buena parte del Sahel, del África oriental y de
partes (73,5 %) corresponden al crecimiento partes del África meridional (véase Grigg,
proyectado de la población. Según el Cuadro 1985, págs. 138 a 140). Además, tanto en el
6, en volumen, la mayor parte del aumento África subsahariana c o m o en América Latina,
futuro de la demanda de alimentos correspon- el aprovechamiento de buena parte de la su-
derá a las dos principales regiones de Asia; hay perficie cultivable que actualmente no se ex-
que insistir, naturalmente, en que estos cálcu- plota resultaría económicamente costoso. A
los tienen carácter hipotético y meramente m e n u d o entraña también importantes perjui-
ilustrativo. Además, el hecho de que se genere cios para el medio ambiente (como la destruc-
demanda no significa que hay que atenderla. ción de superficies forestales) para obtener de
Por lo tanto, pasaremos ahora a hacer una los suelos una producción agrícola que, a largo
breve relación de los principales factores que plazo, tal vez no sea m u y alta (véase Crosson y
condicionan las existencias de alimentos. Anderson, 1992).
E n el Cuadro 7 figuran estimaciones de la Las estadísticas quefiguranen el Cuadro 7
F A O de la cantidad de 1) tierra cultivables parecen indicar también a primera vista que
(esto es, aquellas en que tanto el clima c o m o existen considerables «reservas» de superficie
los suelos se prestan al cultivo) y 2) las tierras cultivable no explotada en África del Norte/
que ya se están cultivando. Figuran también Asia occidental y en el Asia oriental y sudo-
estimaciones de la proporción de tierras culti- riental; en cada una de estas regiones alrede-
vables de regadío (una tercera parte aproxima- dor del 60 % de la tierra cultivable únicamente
damente de la cosecha actual en el m u n d o está clasificada c o m o superficie cultivada. Sin
procede de zonas regadas (véase Ehrlich, Ehr- embargo, en ambos casos la situación es total-
lich y Daily, 1993, pág. 12) y de la utilización mente distinta. En el caso de África del Norte/
de fertilizantes por hectárea, corresponde a los Asia occidental, el simple hecho de excluir al
Crecimiento demográfico y disponibilidades alimentarias en el mundo 437

C U A D R O 7. Factores q u e afectan a las existencias de alimentos, distintas regiones del m u n d o ,


alrededor de 1990

Superficie Porcentaje de la
Tierras cultivada Porcentaje de la superficie Empleo de
cultivables 1987-1989 superficie cultivada fertilizantes,
(millones de (millones cultivable que se riega kg por ha
Región hectáreas) de hectáreas) que se explota 1987-1989 1987-1989

África subsahariana 815,7 147.9 18 3 13


Africa del Norte
y Asia occidental 136,5 80,9 59 16 55
Asia meridional 230,2 226,8 99 31 64
Asia oriental
y sudorienal (134,8) 183,0 (60) 37 182
América Latina 889,6 179,5 20 7 49
Europa/URSS n.d. 372,3 n.d. 10 157
América del Norte/
Oceania n.d. 285,2 n.d. 8 77

Total mundial - 1.475,6 - 16 97


Notas- En la estimación de las tierras cultivadas en Asia oriental y sudoriental no se incluye a China, el Japón y Mongolia y, por
esta razón, las cifras figuran entre paréntesis, al igual que el cálculo conexo del porcentaje de las tierras que pueden
cultivarse y son efectivamente explotadas.
Fuentes principales. Las estimaciones de la F A O de las tierras que pueden cultivarse están lomadas de Alexandratos ( 1988}. Las
demás se han derivado de datos que figuran en World Resources Institute (1992).

Sudán (en el cual se encuentra la mitad de la millones de hectáreas), era de regadío. Se trata
superficie cultivable «potencial» de la región) de un aumento considerable en relación con
sube al 95 % la proporción de superficie culti- los aproximadamente 100 millones de hectá-
vable que se explota efectivamente en la actua- reas de superficie regada que había en 1950.
lidad. En el caso del Asia oriental y sudorien- Sin embargo, a partir del decenio de 1960 se
tal hay que señalar que las cifras que figuran ha producido una constante disminución de la
en el Cuadro 7 excluyen a China, donde ya se tasa de aumento de la superficie regada (véase
cultiva prácticamente toda la tierra que tiene Brown, 1991b, pág. 153), lo que obedece a que
algún potencial agrícola. Por último, el Cuadro existen menos tierras que pueden regarse, al
7 indica que en Asia meridional ya se explota aumento del costo de ampliación del riego y al
prácticamente toda la superficie cultivable e, aumento de la competencia en pos de recursos
indudablemente, ésta es la situación que pre- de agua que representa, por ejemplo, la rápida
domina en la mayor parte del continente asiá- extensión de poblaciones urbanas c o m o el
tico. caso de El Cairo, Nueva Delhi o México, D . C .
En resumen, la conversión en superficie Así, pues, hay un considerable grado de acuer-
explotada de la mayor parte de las reservas do en que, en los próximos años, la ampliación
mundiales de superficie cultivable entrañará de la superficie regada tendrá mucho menos
un importante costo económico y ambiental. importancia que en los últimos decenios a
A d e m á s , no cabe duda de que la capacidad efectos de aumentar la producción de alimen-
media será más baja que la de las zonas que ya tos. Según un reciente estudio del Banco M u n -
se cultivan. A d e m á s , la distribución regional dial y el P N U D (citado en Crosson y Ander-
de estas reservas no corresponde a la distribu- son, 1992, págs. 45 a 53), China y la India (los
ción regional del probable aumento de la futu- dos países con mayor superficie regada, unos
ra demanda de alimentos que, según hemos 45 millones de hectáreas cada uno) se propo-
visto, tendrá lugar principalmente en Asia. nen explotar para el año 2000 toda la superfi-
cie restante de regadío. Igualmente, en África
Se encuentra un cuadro similar en cuanto
del Norte/Asia occidental prácticamente no
al regadío. Según el Cuadro 7, para fines del
quedan reservas de tierras que puedan regarse.
decenio de 1980 alrededor del 16 % de la
Si bien el África subsahariana es la región a
superficie cultivada en el m u n d o (unas 240
438 Tim Dyson

que corresponde la proporción m á s baja de 20 últimos años, no sería sensato dudar de su


superficie regada (véase el Cuadro 7) incluso capacidad para aumentar los rendimientos en
gran parte del África oriental y meridional los decenios inmediatamente venideros. E n
hace frente ya a una m u y grave escasez de cuanto a la India, el grado m u c h o m á s bajo de
agua para usos agrícolas (véase Falkenmarck, empleo de fertilizantes quefiguraen el Cuadro
1991). 7 respecto del Asia meridional constituye un
claro indicio de que existen grandes posibili-
Por último, las estadísticas relativas al e m -
pleo de fertilizantes que figuran en el Cuadro 7 dades de aumentar el rendimiento (junto con
reflejan también en gran medida las diferen- una mejor ordenación de los recursos hídri-
cias en cuanto a la intensificación de la agri- cos), si bien a un costo económico conside-
cultura entre las principales regiones del m u n -rable9.
do. Indudablemente, gran parte del considera- U n a vez dicho esto, hay que señalar que
ble avance reciente de China en la producción algunos países de Asia y África del Norte tie-
de alimentos se ha debido a un mayor empleo nen ya rendimientos m u y elevados que tal vez
de fertilizantes químicos, hecho que se mani- sea difícil mejorar. Egipto constituye un buen
fiesta en parte en el elevado empleo regional ejemplo al respecto. A d e m á s , el hecho de que
de fertilizantes que corresponde al Asia orien- técnicamente sea posible aumentar los rendi-
tal y sudoriental. Naturalmente, los fertilizan- mientos no significa que sea necesariamente
tes químicos son caros, lo que explica en parte posible hacerlo desde el punto de vista social,
la tasa de utilización comparativamente baja político o económico. Por lo tanto, es probable
en otras regiones en desarrollo. A d e m á s , losque en el futuro incluso China y la India atien-
fertilizantes modernos tal vez no se presten a dan gran parte de su demanda de alimentos
ciertos tipos de suelos y, así, en gran parte del recurriendo al comercio internacional, tal
África subsahariana las distintas combinacio- c o m o es probable que Bangladesh y Egipto
nes de alta temperatura, grandes precipitacio- sigan recibiendo un volumen considerable de
nes y gran porosidad de los suelos puede tener asistencia alimentaria.
c o m o resultado la oxidación o lixiviación de Las perspectivas son por cierto m á s s o m -
los fertilizantes químicos (véase Grigg, 1985, brías en el África subsahariana, especialmente
págs. 155 a 158). en la región del Sahel y en las regiones oriental
En todo caso, la presente reseña sobre los y meridional del continente. También en este
problemas con que tropieza la producción caso parece probable que la dependencia de la
agrícola da cierta idea de la forma en que asistencia alimentaria se mantenga y, de he-
probablemente deba atenderse la mayor parte cho, aumente. Por m á s que las otras regiones
de la futura demanda de alimentos. En las dos en desarrollo seguirán beneficiándose de los
principales regiones de Asia a que corresponde avances en los conocimientos y las técnicas
la mayor parte del crecimiento previsto en la agrícolas, el África subsahariana requiere una
demanda (Asia oriental y sudoriental y Asia especial atención por parte de la comunidad
meridional), probablemente se tratará de un mundial en razón de su grave situación actual
proceso de intensificación cada vez mayor. La y de su peculiar situación agrícola. A d e m á s ,
falta de tierras cultivables se superará en parte esa región, tal vez m á s que cualquier otra del
con el mayor aumento de los cultivos múlti- m u n d o , tiene que hacer frente al grave proble-
ples. L a falta de agua en esas regiones, así m a de dar empleo en el sector de la alimenta-
c o m o en África del Norte/Asia occidental, se ción y la agricultura a su población rural en
superará también en parte mediante una m a - plena expansión.
yor eficiencia en el empleo del agua en el mar- En resumen, sin lugar a dudas la d e m a n d a
co de los actuales planes de regadío. N o cabe suplementaria de alimentos prevista para los
duda de que suele haber mucho margen para próximos 30 años será en su mayor parte satis-
aumentar la eficiencia. Además, con frecuen- fecha. Sin embargo, junto a esta conclusión
cia se puede aumentar el rendimiento resol- hay que hacer varias salvedades importantes.
viendo problemas de regadío tales c o m o la En primer lugar, probablemente significa que,
salinización y la saturación. Habida cuenta de en una elevada proporción, subsistirá un nivel
los resultados obtenidos por China en cuanto enormemente bajo de consumo de alimentos y
al aumento de su rendimiento agrícola en los seguridad alimentaria tal vez cada vez mayor,
Crecimiento demográfico y disponibilidades alimentarias en el mundo 439

Carga de agua para consumo diario, Lagos, Nigeria. La falta de agua potable podría ser uno de los mayores
problemas del planeta en el próximo siglo. Gerster/Raphü-

de la humanidad. H e m o s visto que esta posibi- mente) es probable que en el futuro el aumen-
lidad está sumamente condicionada al rápido to de la producción agrícola se vea acompaña-
crecimiento de la población en el futuro. E n do de un costo ambiental cada vez mayor. En
segundo lugar, habida cuenta de las considera- cuarto lugar, será necesario sin duda alguna
ciones que se hacen en el párrafo que antece- que aumenten considerablemente las inversio-
de, parece probable que gran parte del aumen- nes en la agricultura (en el mantenimiento de
to de la demanda de alimentos se llegue a sistemas de regadío, en una mayor producción
atender mediante una mayor ampliación del de fertilizantes, en la investigación de mejores
comercio y la asistencia internacionales. El he- variedades cultivables y en el desarrollo de
cho de que las fuentes de esa mayor corriente nuevos sistemas de cultivo mixto [la agrosilvi-
de alimentos se mantengan tan concentradas cultura, por ejemplo]). Las inversiones en edu-
en América del Norte, y en menor medida en cación rural pueden resultar particularmente
Europa occidental, dependerá de la marcha de fructíferas. También cabe observar que, ade-
la reforma del comercio agrícola en el m u n d o m á s de considerar que un mayor grado de
y, especialmente, la reducción de los subsidios educación constituye una importante forma de
agrícolas en las regiones ricas. Sin embargo, no reducir la mortalidad infantil y la fecundidad
está claro si alguna de esas reformas cambiará de una población, los agrónomos califiquen
de forma apreciable la vulnerabilidad de los hoy cada vez más a la divulgación de la educa-
pueblos y los países m á s pobres. En tercer ción rural de medio fundamental para aumen-
lugar, en algunas regiones (tal vez América tar la productividad agrícola (véase Crosson y
Latina y el África subsahariana primordial- Anderson, 1992). E n quinto lugar, para afron-
440 77/« Dyson

tar el problema que significa la proyectada problemas que entrañan el consumo excesivo
demanda de alimentos es necesario implantar y la falta de equilibrio en la dieta. Existen
mecanismos tanto institucionales c o m o de indicios cada vez mayores de que algunos de
mercado. Por ejemplo, la introducción de sis- esos problemas están afectando también a sec-
temas de mercado en algunos planes de rega- tores de la población urbana del m u n d o en de-
dío ha servido indudablemente para una m a - sarrollo.
yor eficiencia en el empleo del agua (véase En los últimos decenios, el consumo per
Banco Mundial, 1992). Por otra parte, es pro- capita de alimentos ha mejorado bastante en
bable que se necesiten mecanismos institucio- la mayoría de las regiones del m u n d o , lo que
nales para, por ejemplo, promover la investi- en términos generales, significa una cierta m e -
gación agrícola, limitar el daño ambiental jora respecto a los cambios en el rendimiento
causado por los agricultores y ofrecer redes de de la agricultura. El régimen alimenticio en
seguridad alimentaria a los pobres cuando tie- China, por ejemplo, ha mejorado considera-
nen que hacer frente a alzas repentinas de blemente, tal c o m o lo ha hecho la producción
precios. Por último, al llegar a la conclusión de agrícola del país. Esta mejora ha sido m u c h o
que probablemente debe atenderse la mayor m á s limitada en el Asia meridional (donde se
demanda prevista de alimentos, hay que reco- encuentran países tales como la India y Ban-
nocer que existe siempre un importante ele- gladesh). Lo m i s m o ha ocurrido con el rendi-
mento de incertidumbre en la evaluación de miento de la agricultura en esta región. E n el
cuestiones agrícolas. E n el contexto que nos caso de la región del África del Norte/Asia
ocupa, esta incertidumbre comprende los posi- occidental, si bien no ha tenido mayor cambio
bles efectos de procesos tales c o m o el cambio en la producción de alimentos per capita, el
climático (que puede tener consecuencias posi- consumo ha podido aumentar, primordial-
tivas y negativas para la producción de ali- mente, mediante un gran incremento de las
mentos) o el agotamiento de la capa de ozo- importaciones. Respecto al régimen alimenti-
no 10 . Ä1 sostener que, en su mayor parte, se cio en América Latina es relativamente satis-
atenderá la demanda de alimentos en los 30 factorio, siendo esta región, además, relativa-
años venideros, no se está diciendo mucho mente autosuficiente en alimentos.
acerca de la «sustentabilidad» (difícil concep- Ahora bien, por m á s que la producción
to) a largo plazo del sistema mundial de pro- agrícola en el m u n d o se haya mantenido por
ducción agrícola. encima del crecimiento de la población en los
últimos decenios, no cabe duda de que el rápi-
do crecimiento demográfico ha constituido un
Conclusiones gran obstáculo para el aumento de la produc-
ción y el consumo de alimentos, lo que resulta
En conclusión, tal vez una de cada cinco per- particularmente claro en África subsahariana,
sonas en el m u n d o en desarrollo sufra hoy de región que afronta problemas especialmente
desnutrición crónica. E n todas las regiones en graves en el contexto de la producción agrícola
desarrollo hay un número considerable de y el consumo de alimentos. Los rendimientos
hambrientos, cualquiera que sea la definición han mejorado poco y la dependencia de la
de «hambre» que empleemos. Las dos regiones asistencia alimentaria exterior parece ser cada
en peor situación son el Asia meridional y el vez mayor.
África subsahariana, en las cuales el régimen Existe en todo el m u n d o una estrecha rela-
alimenticio medio es terriblemente deficiente ción entre la seguridad alimentaria y el consu-
en cuanto a variedad, calidad y consumo de m o de alimentos, por una parte, y la pobreza,
calorías. En el subcontinente indio únicamen- por la otra. H e m o s visto sin embargo que tam-
te, debido a su gran tamaño, tal vez viva la bién entran en juego muchos otros factores,
mitad de la población del m u n d o que pasa c o m o el sexo o la inestabilidad social. La segu-
hambre y posiblemente una tercera parte de la ridad alimentaria en el m u n d o en desarrollo
población del África subsahariana, sufra de tiende a ser menor en las zonas rurales, pero
desnutrición crónica. La población de las re- existen por lo menos indicios promisorios de
giones más desarrolladas tiene por lo general que, en el futuro, tal vez los gobiernos presten
una dieta mejor, pero sigue afrontando los m á s atención que en el pasado a los problemas
Crecimiento demográfico y disponibilidades alimentarias en el mundo 441

de desarrollo rural, lo que entraña consecuen- miento de su población al de su agricultura y,


cias para procesos tales como la migración de por esta razón, incluso si no hubiera otra, cabe
las zonas rurales a las urbanas y la producción prever un aumento constante del comercio de
de alimentos. alimentos y la asistencia alimentaria en el fu-
En cuanto al futuro, hemos visto que el turo.
crecimiento demográfico constituirá la fuente Bien podría ocurrir en los próximos dece-
primordial de la mayor demanda de alimen- nios que una parte importante de la humani-
tos. Las limitaciones a la producción, especial- dad registrase escaso o ningún mejoramiento
mente la escasez de tierra y agua, son cada vez de la producción y consumo de alimentos per
más graves. Por lo tanto, el abastecimiento de capita. El gran crecimiento de la población de
alimentos en el futuro, especialmente en Asia, las regiones más pobres del m u n d o constituirá
debe proceder de un aumento del rendimiento un importante factor restrictivo de ese mejora-
y del estudio de la experiencia anterior en el miento. Es preciso poner mucho m á s empeño
continente. El potencial actual (respecto de la en implantar salvaguardas para los m á s pobres
ordenación de los recursos hídricos y el e m - del m u n d o en caso de amenaza de un alza
pleo de fertilizantes, por ejemplo) indica que repentina en los precios de los alimentos bási-
ese aumento del rendimiento se logrará en cos, posibilidad que es m u y real en un merca-
gran medida, si no completamente, aunque do internacional cada vez más integrado. Ade-
con un costo económico considerable. T a m - más, es evidente que habrá que prestar mucha
bién en este caso la cuestión de la pobreza mayor atención, y de forma más concreta, al
ocupa un lugar central ya que el aumento de problema de aumentar la producción de ali-
los rendimientos requerirá a m e n u d o mayores mentos en los decenios venideros. Se trata de
recursos de inversión para los agricultores po- cuestiones fundamentales de interés realmente
bres. Sin embargo, es probable que algunos mundial.
países, particularmente aunque no exclusiva-
mente de África, no logren equiparar el creci- Traducido del inglés

Notas

* Las investigaciones de este 3. Las principales fuentes de los cárnicos es mucho m á s alto en
artículo han sido realizadas con la datos para el Gráfico 1 son la estas regiones.
ayuda del Global Environmental F A O (1992) y el Banco Mundial
Change Programme del Economic (1992). Para una versión de este
5. E n el África subsahariana, la
and Social Research Council del m a p a correspondiente al periodo
verdadera escala del aumento en
Reino Unido. 1979-1981, véase F A O (1987a,
el curso del tiempo de la
pág. 12). N o se dispone de estas
superficie cultivada ha quedado
1. Grigg (1985) y Foster (1992), estimaciones respecto de
probablemente oculta por una
por ejemplo, emplean m u c h o esta Afganistán y Líbano en el periodo
expresión. tendencia cada vez mayor de los
1988-1990. por lo cual, en el
gobiernos a incluir tierras en
Gráfico 1, los dos países han sido
barbecho en sus datos estadísticos
2. Según una definición, la clasificados según el nivel
(véase Grigg, 1985, pág. 88).
malnutrición (que puede referirse estimado del suministro diario de
también al consumo de minerales) calorías per capita en el periodo
es un estado patológico, general o 1979-1981. 6. Véase en Hung, Jamieson y
específico, resultante de una R a m b o (1991) un conjunto
deficiencia, relativa o absoluta, o particularmente interesante de
de un exceso en la dieta de uno 4. Naturalmente, el consumo monografías acerca de problemas
o varios nutrientes esenciales indirecto de cereales por conducto de esa índole en las tierras altas
( F A O , 1987a, pág. 72). del consumo de productos de Laos y Viet N a m .
442 77m Dyson

7. Sírvase el lector remitirse a las per capita en la región (véase los distintos índices de empleo de
notas del Cuadro 5. Banco Mundial, 1993, pág. 72). fertilizantes.

8. Las proyecciones alternativas 9. El rendimiento de los cereales 10. Véase un examen de estos
«bajas» del Banco Mundial sobre en China actualmente duplica el posibles efectos de Ehrlich
el África subsahariana prevén en rendimiento en la India y gran (Ehrlich y Daily. 1993, págs. 17
realidad un descenso del ingreso parte de esta diferencia obedece a a 20).

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Discriminación social de las mujeres
y cambio demográfico

Ashish Bose

Hace unos 20 años se despertó gran interés por nación de tradición y tecnología está produ-
la mujer en el contexto del desarrollo. Al prin- ciendo turbulencias sociales crecientes. Aven-
cipio el debate se centró en un tema bastante turamos la hipótesis de que en el futuro estas
general, denominado «condición de la mujer». turbulencias aumentarán a menos que los go-
C o n el paso de los años estas cuestiones se han biernos nacionales, los organismos internacio-
ido concretando gracias a numerosas confe- nales donantes, las O N G y los activistas socia-
rencias nacionales e internacionales, estudios les, así c o m o los teóricos y científicos de todo
sobre el terreno, movimientos feministas e in- el m u n d o , adopten medidas efectivas para
vestigaciones orientadas hacia la acción de contrarrestar esa tendencia.
nuevas instituciones y organizaciones en favor A medida que nos acercamos al siglo X X I ,
de la mujer en todo el los problemas por razón de
m u n d o . Para utilizar una Ashish Bose fue profesor y jefe del sexo van ocupando cada
expresión de m o d a , hoy Centro de Estudios Demográficos del vez m á s un lugar destaca-
día los planificadores y los Instituto de Crecimiento Económico do en las actividades de
de Delhi. Actualmente es profesor visi-
encargados de decidir las tante honorario del Centro de Medici- desarrollo, especialmente
políticas están m u c h o m á s na Social y Salud Comunitaria de la en los países del Tercer
«sensibilizados» que antes Universidad Jawaharlal Nehru de N u e - M u n d o . Es evidente que
frente a los problemas va Delhi. H a llevado a cabo amplios
estudios de campo en zonas rurales de toda la variedad de proble-
planteados por razón de la India y es autor de varias obras y mas de esta clase, incluso
sexo. Es desde luego una ponencias de investigación, entre las en el contexto del cambio
evolución feliz. N o obstan- que cabe destacar From Population to
People (en dos volúmenes, 1988). En la
demográfico, no puede
te, tenemos que reconocer actualidad es miembro del Grupo de examinarse en un solo ar-
que nuestra ignorancia so- expertos en política demográfica esta- tículo. Por ello propone-
bre estas cuestiones quizás blecido por el Gobierno de la India.
m o s examinar brevemente
sea mayor que nuestros co- unas pocas cuestiones fun-
nocimientos sobre el tema. damentales, centrándonos
Analizando los datos del censo y los resul- principalmente en la India. N o es difícil justi-
tados de 30 años de trabajos sobre el terreno a ficar la atención especial a ese país. Cualquier
nivel de base en la India, consideramos que las evaluación de la situación demográfica del
fuerzas de la modernización reflejadas en la m u n d o actual nos convencerá de que en térmi-
tecnología moderna (procedente en su mayor nos de volumen y tasa de crecimiento de la
parte de Occidente), en especial la tecnología población, la región que requiere mayor prio-
anticonceptiva, han contribuido a perpetuar ridad es la de Asia meridional (en especial la
normas sociales tradicionales. Lejos de ayudar India, el Pakistán y Bangladesh). Los países de
a la causa de la mujer, esta tecnología ha pues- Asia oriental y suroriental están a punto de es-
to en funcionamiento un programa de planifi- tabilizar su población y en algunos la tasa de
cación familiar deshumanizado y ajeno a la fecundidad ya se encuentra por debajo del
sensibilidad de las mujeres. Esta impía combi- nivel de sustitución (véase el Cuadro 1). E n

R1CS 141/Setiembre 1994


446 Ashish Böse

C U A D R O I. Estimaciones demográficas de los países de Asia en 1993

Tasa de
Tasa bruta de Tasa bruta de mortalidad
natalidad mortalidad Tasa total de infantil
(por 1.000 (por 1.000 fecundidad (por cada
País habitantes) habitantes) (por mujer) 1.000 niños

Japón 10 7 1.5 4
Hong K o n g 13 6 1,2 6
República de: Corea 15 6 1,6 15
Singapur 18 5 1,7 5
China 20 7 2,2 27
Sri Lanka 20 6 2,5 24
Indonesia 24 8 2,9 57
Malasia 27 5 3.6 13
India 30 10 3,8 86
Bangladesh 33 14 4,6 90
Nepal 38 13 5,4 98
Pakistán 40 11 6,1 91
Fuente. Naciones Unidas. C E S A P . «Population Data Sheet», 1993.
Ñola- 1) Los paísesfiguranpor orden creciente de tasa bruta de natalidad.
2) Según los últimos datos publicados por el Registro General de la India en 1991. la tasa de natalidad de dicho país era de
29,5. la tasa de mortalidad de 9,8 y la tasa de mortalidad infantil del 80 por 1.000

cambio, no puede decirse lo m i s m o de la In- lar algunas observaciones sobre las ideas exis-
dia, que es el segundo país m á s poblado del tentes y la metodología aplicada.
m u n d o . Según algunas previsiones, si continúa
la tendencia actual, la India, y no China, será
Idea que se tiene del problema
el país m á s poblado del m u n d o en el año 2035.
Resulta paradójico que la India fuera el primer A nivel teórico y conceptual es importante
país en vías de desarrollo que formuló una conocer la idea que tienen los hombres acerca
política explícita de control de la natalidad en de la función de la mujer, y lo que es aún m á s
su primer plan quinquenal (1951-1956), en el importante, la idea que las mujeres tienen de
que reconocía claramente la necesidad de re- sí mismas. El simple llamamiento a los h o m -
ducir la tasa de natalidad para acelerar el desa- bres para que cambien su opinión tradicional
rrollo económico y social. Sin embargo, tras 40 sobre las mujeres no será de utilidad a menos
años de actuación, el panorama en el frente de que mejore también la imagen que la mujer
la planificación familiar dista de ser optimista. tiene de sí misma.
N o nos proponemos entrar en la historia
del movimiento de planificación familiar de la
Metodología
India sino considerar críticamente los proble-
mas planteados por razón de sexo c o m o conse- Los estudios sobre la mujer son difíciles y dan
cuencia de esa planificación, aunque no basta- origen a controversias en un país del tamaño,
rá limitar el debate a la planificación familiar. la diversidad y la complejidad social de la
El cambio demográfico tiene facetas c o m o el India, donde se tropieza con diversos proble-
crecimiento y la estructura de la población, la mas metodológicos de distinta naturaleza. Por
fecundidad, la mortalidad y las migraciones, ejemplo: ¿Qué unidad de observación debería
presentando variaciones en la composición establecerse? ¿Debería centrarse en una zona o
por edades y sexo de la población, las tasas de región? ¿Deberíamos limitar nuestra atención
participación laboral, la estructura de la fuerza a comunidades, grupos lingüísticos, castas y
de trabajo, etc. grupos religiosos concretos? E n un estudio re-
El espacio de que disponemos no nos per- ciente, titulado Culture, Status of Women and
mite entrar en detalles sobre todas estas cues- Demographic Behaviour (Alaka M . Basu,
tiones. N o s centraremos en algunas fundamen- 1992) se indican claramente las diversas con-
tales. Antes, sin embargo, es necesario formu- secuencias de la cultura, incluso cuando la
Discriminación social de las mujeres y cambio demográfico AM

observación se limita a una zona geográfica así c o m o en el hogar. Si tuviéramos que fiar-
pequeña cuyos residentes tienen una condi- nos de las cifras del censo pensaríamos que las
ción socioeconómica similar. E n su estudio, mujeres de la India son perezosas. Los exper-
Basu considera tres aspectos de la condición tos del censo no han sabido dar una explica-
de la mujer, a saber: un grado de apertura al ción convincente de este fenómeno, que no
m u n d o exterior, un grado de interacción con sólo se registra en la India sino también en
el m u n d o no familiar, y un grado de autono- muchos otros países del m u n d o en vías de
mía en la adopción de decisiones. En su pro- desarrollo. El propio Comisionado del Censo
fundo estudio, basado en una encuesta realiza- de 1991 se interesó en mejorar las estadísticas
da sobre el terreno, observa diferencias impor- sobre la mujer y preparó instrucciones porme-
tantes en las tres variables siguientes, relacio- norizadas que figuran en el manual para agen-
nadas directamente con la fecundidad: edad tes del censo a los que insta a hacer preguntas
en que se contrae matrimonio, utilización de pertinentes para conseguir respuestas verdade-
anticonceptivos modernos y edad en que se ras acerca de la labor realizada por las muje-
terminan los embarazos. Basu llega a la con- res. Su mensaje estaba claro: las mujeres no
clusión de que los antecedentes culturales y la tenían que registrarse automáticamente c o m o
mayor libertad de movimiento y autonomía amas de casa (y por consiguiente c o m o no
en las decisiones familiares de las mujeres del trabajadoras) y debía hacerse todo lo posible
sur de la India, en comparación con las del para determinar el tipo de actividad económi-
norte, se reflejan en sus respectivas conductas ca productiva que llevaban cabo, incluido el
demográficas. trabajo no remunerado. L a pregunta incluida
La India dispone de estudios antropológi- en el censo de 1991 sobre el trabajo realizado
cos sobre los últimos 100 años, pero un estu- se expresaba claramente en estos términos:
dio del tipo «mi pueblo» en un país que tiene «¿Trabajó usted en cualquier m o m e n t o del
m á s de 600.000 tiene sus límites. ¿Debemos año pasado, incluido el trabajo no remunerado
por tanto recurrir al censo para la compren- en empresas agrarias o familiares?»
sión estadística del tema? También en este Los resultados del censo de 1991 muestran
caso se dispone de m á s de 100 años de expe- cierto aumento de la tasa de participación fe-
riencia en materia de censos, pero éstos tienen menina en la fuerza laboral. N o obstante, to-
sus propias limitaciones. Veamos por ejemplo davía quedan por resolver las cuestiones si-
el concepto de trabajo, en especial el trabajo guientes: el aumento de la tasa de participa-
de la mujer. Y a desde 1881, cuando se llevó a ción de la mujer en la fuerza laboral ¿es un
cabo el primer censo, se ha venido perfeccio- fenómeno puramente estadístico debido al
nando la metodología para reunir datos econó- perfeccionamiento de la metodología aplicada
micos, en especial sobre la tasa de participa- en el censo o refleja en realidad una mayor
ción en la fuerza laboral. Cuando se iniciaron participación de la mujer en las actividades
los preparativos del censo de 1991, el Fondo económicas? ¿Se trata de un indicio de mejora
de Desarrollo de las Naciones Unidas para la de la condición de la mujer o es consecuencia
Mujer ( U N I F E M ) tomó la iniciativa de orga- del estancamiento económico, el desempleo, la
nizar un seminario sobre la metodología espe- inflación y otros factores que obligan a las
cífica que debía aplicarse para formular pre- mujeres a trabajar? Estas preguntas son de
guntas acerca del trabajo, con el fin de conse- difícil respuesta.
guir una idea m á s realista de la actividad Posteriormente, el U N I F E M patrocinó una
laboral de la mujer. Las activistas femeninas y serie de estudios sobre este tema, realizados
los especialistas en esta esfera han esperado por medio de la Indian Association for the
m u c h o tiempo hasta saber por qué el censo de Study of Population (IASP). M . K . Premi,
la India arroja cifras tan bajas en cuanto al coordinador del proyecto. E n su examen preli-
número de trabajadoras (tanto en cifras abso- minar de los estudios ya iniciados observa que
lutas de mujeres trabajadoras c o m o en lo que una baja tasa de participación femenina en la
se refiere a la tasa de participación de la mujer fuerza laboral puede deberse simplemente a
en la fuerza laboral), cuando es bien sabido que las mujeres dejan de ejercer una actividad
que las mujeres de las zonas rurales trabajan, y económica cuando mejora el ingreso per capi-
mucho, en actividades agrarias y de artesanía, ta (como en el Punjab), así c o m o cuando se
448 Ashish Böse

Madre cubierta por un velo bajo los cables eléctricos, Rajasthan. India, 1993. jcan-ivm- Favreau.

registra una extensión de la enseñanza femeni- Cuestiones de importancia capital


na ( M . K . Premi, 1993). Estos factores parecen
positivos pero requieren un estudio más a fon- A continuación figura una lista de cuestiones
do a nivel básico. de importancia capital que merecen especial
Por ejemplo, en el Punjab, debido al au- atención en el contexto de la India:
mento de la mecanización de la agricultura, las 1. El programa de planificación familiar
mujeres se han visto desplazadas de esa activi- orientado hacia la tecnología anticonceptiva
dad y, al no tener otras oportunidades de e m - sin tener en cuenta la sensibilidad de las m u -
pleo en el sector no agrícola, permanecen en jeres.
paro. 2. La utilización equivocada de tecnolo-
Esto no puede considerarse una mejora de gías, c o m o la amniocentesis y otras pruebas
la condición de la mujer. Por otra parte, la prenatales de determinación del sexo, que da
prolongada huelga y recesión registrada en la por resultado el aumento de los abortos de
industria textil de B o m b a y y Ahmedabad ha niñas.
dejado en paro a muchos hombres que se han 3. Las abrumadoras tasas de analfabetismo
visto obligados a incorporarse al sector pobre femenino puestas de manifiesto por el censo
sin estructurar de las zonas urbanas, sustitu- de la India de 1991 en casi todos los Estados
yendo m a n o de obra femenina. Esta adversi- excepto Kerala.
dad económica también puede reducir en al- 4. El desinterés por las niñas y las adoles-
gunos casos la tasa de participación de la centes a pesar de varios programas en curso a
mujer en la fuerza laboral. H a y ejemplos de su favor. U n a cuestión demográfica intrigante
numerosos factores que influyen en esa tasa de es el desequilibrio de la proporción entre a m -
participación. bos sexos (número de mujeres por cada mil
Discriminación social ele las mujeres y cambio demográfico 449

varones) puesta de manifiesto por el censo graciadamente, esos objetivos se convirtieron


de 1991. en un fin y no en un medio para mejorar el
5. La persistencia de la antigua costumbre bienestar de las masas. Otra decisión desafor-
del matrimonio prematuro en varias partes de tunada fue la monetarización del sistema, al
la India y el aumento de la influencia de la principio pagando una indemnización por la
dote, la inmolación por el fuego de la viuda y pérdida de ingresos a las personas que acepta-
otros delitos contra la mujer, incluidas algunas ban la esterilización, y posteriormente con
pruebas acerca de infanticidios femeninos. toda una variedad de incentivos en efectivo y
6. La utilización creciente de tecnología en especies, incluido el pago de premios en
moderna de comunicaciones y de medios elec- metálico a los Estados según los resultados de
trónicos que ha alentado el consumismo in- las estadísticas de planificación familiar. Esta
consciente copiando a los países occidentales, comercialización originó una corrupción con-
y sus consecuencias sobre la calidad de vida, siderable y la exageración de los datos para
incluido el costo del matrimonio, demandas obtener los premios y otros incentivos m o n e -
crecientes de dote, etc. tarios. Participaron en este juego los médicos,
7. La degradación del medio ambiente y los motivadores y otros pequeños burócratas.
de las condiciones de salud, en especial de las En vez de que el programa de planificación
mujeres. familiar ayudara a las mujeres oprimidas por
8. Las consecuencias de la nueva política embarazos continuos, éstas se convirtieron en
de liberalización económica sobre la política víctimas de un programa deshumanizado e
en materia de drogas, anticonceptivos y salud insensible. La tecnología contribuyó también a
de la mujer. aumentar su miseria. Hacia 1965, algunos gru-
9. La introducción de una nueva legisla- pos de presión extranjeros anunciaron que el
ción descentralizadora del poder político por problema demográfico de la India tenía una
medio de los panchayats (consejos de aldea), la solución revolucionaria, a saber, el dispositivo
reserva de un tercio de los puestos de dichos anticonceptivo intrauterino, sencillo y barato.
panchayats a las mujeres y las perspectivas En poco tiempo las masas femeninas rechaza-
de participación real de la mujer a nivel de ron este método por considerar que en vez de
base. mejorar su salud la empeoraba. Esta tecnolo-
El espacio de que disponemos no nos per- gía se modificó posteriormente con la intro-
mite examinar todas estas cuestiones funda- ducción de un nuevo dispositivo de cobre en
mentales. N o s limitaremos a comentar deteni- forma de T . Transcurridos algunos años, ex-
damente algunas. pertos extranjeros anunciaron que el problema
demográfico de la India lo resolvería el méto-
do laparoscópico de alta tecnología de esterili-
La planificación familiar zación femenina. N o hay nada que objetar
contra este método pero los problemas e m p e -
Jawaharlal Nehru, Primer Ministro de la India
zaron por la forma en que intentó utilizarse en
después de la independencia (1947) y primer
el entorno rural de la India. La formación
presidente de la Comisión de Planificación,
impartida a los médicos en relación con esta
introdujo la planificación familiar c o m o parte
nueva tecnología fue totalmente inadecuada.
del programa de salud del primer plan quin-
Se introdujo en las campañas de planificación
quenal. Se trataba de un método responsable,
familiar rural de los centros primarios de salud
habida cuenta del entorno cultural de la India.
sin una comprobación y seguimiento adecua-
N o obstante, en el decenio de 1960, atendien-
dos de las personas que lo aceptaron. E n el
do consejos extranjeros equivocados, el D e -
loco intento de lograr cada vez resultados m á s
partamento de Planificación Familiar se sepa-
elevados, los médicos empezaron a considerar
ró del Ministerio de Salud. Los burócratas de
a las mujeres c o m o simples «casos» de esterili-
Nueva Delhi establecieron objetivos concretos
zación. Los motivadores empezaron a utilizar
para los diferentes métodos de planificación
todos los métodos posibles, adecuados e ina-
familiar y elaboraron un sistema de informa-
decuados, para llevar al mayor número posible
ción estadística sobre el logro de dichos objeti-
de personas a la mesa de esterilización.
vos para controlar el programa. N a d a hay que
objetar al hecho defijarobjetivos, pero, des- Para empeorar las cosas, la situación políti-
450 Ashish Böse

ca registró un giro espectacular en 1975, año mento (el autor de este artículo es miembro de
en que se declaró el estado de emergencia. dicho grupo). En un m e m o r a n d o presentado al
Durante este periodo el Sr. Sanjay Gandhi, grupo, Devaki Jai, importante activista de los
hijo de la Primera Ministra y autoridad extra- derechos de la mujer, ha declarado lo siguiente:
constitucional, se autoasignó la tarea de resol-
ver el problema demográfico de la India. Sus «El movimiento feminista de la India está de-
tajantes instrucciones a los funcionarios de cididamente en contra de la utilización de
aumentar y alcanzar los objetivos de esteriliza- tecnología invasora en materia de anticon-
ción hicieron caer el Gobierno de Indira ceptivos. Aparte de que esta tecnología no
Gandhi. La India está orgullosa de su d e m o - se ha probado suficientemente en las muje-
cracia y tiene un buen historial de elecciones res indias, teniendo en cuenta las condicio-
libres y limpias. La aberración que supuso nes en que se cuida actualmente la salud en
para la democracia de la India el estado de el país, hay grandes posibilidades de que se
emergencia (1975-1977) fue totalmente desa- empleen agujas y bisturíes que transmitan
fortunada. Pero lo que interesa en nuestro el sida. Las tecnologías que requieren aten-
caso concreto es que el Gobierno cayó en ción y seguimiento no deben introducirse
1977, principalmente c o m o consecuencia de la en tanto no exista el sistema y el servicio
extendida acusación de que el programa de adecuados, se proporcione información y
planificación familiar se había hecho coerciti- se disponga plenamente de mecanismos lo-
vo durante el estado de emergencia. Los acon- cales para su aplicación.
tecimientos posteriores pusieron de manifiesto Las mujeres rurales pobres también
que esa coerción no se aplicó a escala masiva consideran que si los planes de salud fun-
pero, dada la censura, se extendieron rumores cionaran de forma excelente y se propor-
incontrolados por todo el país que hicieron cionara atención y seguimiento, estarían
creer a las masas (especialmente a las masas seguras de que se protegerían sus intereses
analfabetas de las zonas rurales) que el G o - aunque se utilizara la mayor y más amplia
bierno estaba decidido a esterilizar por la fuer- variedad de anticonceptivos perfecciona-
za a la gente. El ataque contra la vida sexual dos. Pero esto no es así y por consiguiente
íntima de las personas se consideró inacepta- no deben «facilitarse» anticonceptivos de
ble y un insulto contra la religión. Después del alta tecnología. Confío en que el grupo de
estado de emergencia, el nuevo Gobierno c a m - expertos apoyará este punto de vista aun-
bió la denominación de «planificación fami- que el Gobierno desee aplicar un proyecto
liar» por la de «bienestar familiar» y declaró de ese tipo» (Devaki Jain, 1993).
que este programa no se aplicaría por la fuer-
za. N o obstante, el Gobierno había perdido
Para terminar esta sección, la larga historia
tanta credibilidad que los gobiernos sucesivos
del programa de planificación familiar de la
prefirieron no inmiscuirse seriamente en las
India pone de manifiesto que la tecnología,
cuestiones demográficas.
independientemente de su calidad, si no se
Después del fracaso de la laparoscopia, el aplica en un contexto social adecuado, puede
nuevo método defendido por algunos grupos conducir a su utilización equivocada. El pro-
de presión extranjero es el N O R P L A N T . V a - grama de planificación familiar de la India se
rias importantes organizaciones feministas se centra en la esterilización, lo que en la práctica
han opuesto a este método por considerar que significa únicamente la esterilización femeni-
las mujeres son víctimas del programa de pla- na, que se estima asciende al 96 % del total.
nificación familiar, cuando en realidad éste Los otros métodos, c o m o los dispositivos in-
intenta aumentar la calidad de vida mejoran- trauterinos y las pildoras orales, también son
do en especial la salud de las mujeres y de los para la mujer. Actualmente existe la amenaza
niños. de que N O R P L A N T se incorpore al escenario.
Hace poco el Gobierno de la India ha esta- En su inmensa mayoría, los hombres han deci-
blecido un grupo de expertos presidido por un dido mantenerse al margen de este programa
científico eminente (el Dr. M . S . Swaminathan) dominado por la tecnología anticonceptiva. Si
al que ha encargado elaborar una nueva políti- fracasa el programa, la culpa la tienen las m u -
ca de población que deberá aprobar el Parla- jeres. Por consiguiente, el propio programa de
Discriminación social de las mujeres y cambio demográfico 451

planificación familiar se convierte en una im-incluso en las comunidades en que no existe


portante causa de preocupación como problema un interés notable por tener hijos varones, el
planteado por razón de sexo en el contexto del aborto de fetos femeninos es corriente debido
cambio demográfico. a la prosperidad económica. La característica
más inquietante, según señala Vina M a z u m -
dar, es que «no sólo existe la aprobación y la
Pruebas de determinación prenatal del sexo
connivencia de la comunidad, de las institu-
Otro problema inquietante por razón de sexo ciones tradicionales de la comunidad, sino
es el de la mala utilización de la amniocentesis también de los nuevos dirigentes comunitarios
y otras pruebas de diagnóstico prenatal que de las zonas prósperas -las personas de buena
cada vez se emplean m á s para determinar el posición, los profesionales instruidos y los di-
sexo de los niños no nacidos. D a d o el notable rigentes políticos». También acusa a los médi-
interés de la sociedad india por tener hijos cos, a las autoridades de orden público y a la
varones (excepto en algunos casos), cuando la respuesta ambivalente de todo el gobierno en
prueba indica la presencia de un feto femenino lo que se refiere a esta cuestión. Vina M a z u m -
el resultado es el aborto. A lo largo del tiempo dar lamenta que «las organizaciones sociales y
algunos médicos iniciaron una amplia utiliza- económicas, la mentalidad predominante res-
ción comercial de la amniocentesis, los ultra- pecto de la mujer, el desarrollo de una socie-
sonidos y otros métodos de determinación del dad orientada al mercado y los progresos tec-
sexo, lo que ha dado por resultado el aborto de nológicos son siempre contrarios a la noción
fetos de sexo femenino. Reformadores socia- de igualdad de la mujer. Tras muchos años de
les, higienistas, administradores demográficos debate, en las publicaciones sobre el desarrollo
y otros expertos llevan debatiendo desde hace no se ha pasado de considerar a las mujeres
tiempo los aspectos médicos, legales y éticos como beneficiarias o víctimas del cambio,
de las pruebas de determinación del sexo. Se- nunca se las ha visto c o m o asociadas o agentes
gún una escuela de pensamiento, habida cuen- activas». Y añade, «la búsqueda de la igualdad
ta de que el objetivo del gobierno es alentar por parte de la mujer se enfrenta hoy en día
(cuando no obligar) a las familias a tener sólo con dos problemas: el fortalecimiento de un
dos hijos y que la mayoría de las familias del orden jerárquico y desigual, tanto a nivel m u n -
país prefieren dos varones, la única manera de dial c o m o nacional, y la aparición de diversos
lograrlo es autorizar la amniocentesis y otras movimientos «fundamentalistas» que proyec-
pruebas de determinación del sexo. Otros es- tan una identidad colectiva basada en la reli-
pecialistas en salud y grupos feministas han gión, la etnia, el idioma, la cultura, etc.». Y
condenado c o m o infame el aborto de fetos afirma que «el control de la tecnología de la
femeninos. E n un artículo reciente sobre el reproducción tiene que rescatarse de las garras
tema, Puloma Shah escribe lo siguiente acerca de las fuerzas del mercado».
de las consecuencias del aumento de esta clase
Antes de terminar esta sección cabe señalar
de abortos:
que el Gobierno de Maharashtra aprobó en
1988 una ley por la que se prohiben las prue-
«El aborto de un feto sólo porque es femenino bas de determinación del sexo. El Gobierno de
es contrario a las normas básicas de la la India también propone promulgar una ley
decencia h u m a n a y la civilización. Al igual de esta clase para todo el país. Pero dada la
que la violación, refleja los aspectos m á s persistencia de enraizadas actitudes y prejui-
abyectos de la mente humana. Sólo una cios sociales, la simple legislación no puede
sociedad bárbara puede aprobar esta prác- luchar contra la amenaza del aborto de fetos
tica horrible. Constituye la forma más ex- femeninos. E n este contexto es necesario re-
trema de discriminación contra la mitad cordar que en 1991 se celebró en Bangalore, en
de la población.» (Puloma Shah, 1993.) el sur de la India, un importante seminario,
titulado «La mujer, la ecología y la salud: res-
En un estudio más pormenorizado sobre el tablecimiento de conexiones». La publicación
tema llevado a cabo por el Centro de Estudios Development Dialogue de la Fundación D a g
sobre el Progreso de la Mujer (Vina M a z u m - Hammarskjold (Uppsala) ha dedicado todo un
dar, 1993) se llega a la conclusión de que número (1992:1-2) a las ponencias de ese se-
452 Aslush Böse

minario. D e especial interés para nuestro tema familiar, pone claramente de manifiesto que la
es el artículo titulado «Utilización de tecnolo- tecnología por sí sola no puede resolver el
gía para escoger el sexo», del Foro contra la problema demográfico, por moderna o buena
Determinación y Preselección del Sexo, orga- que sea. La tecnología se aplica en un contexto
nización de grupos feministas y de científicos social. El aislamiento de la planificación fami-
constituida en B o m b a y en 1985. Los autores liar no ha fomentado la causa de esa planifica-
de este artículo resumen c o m o sigue el punto ción sino que ha perjudicado el programa de
de vista del Foro: salud, en especial el relativo a la mujer. Por
consiguiente, es necesario abandonar la orien-
«La iniciativa del Foro se diferencia de ante- tación tecnológica y adoptar un programa de
riores esfuerzos, que tuvieron menos éxito, planificación familiar orientado hacia las per-
en que intenta abordar el problema m á s sonas. En la actual situación, la tecnología n o
ampliamente, a múltiples niveles. Así, la es lo primero. E n el caso de Asia meridional
cuestión de la determinació y preselección tiene máxima importancia la alfabetización,
del sexo se considera parte integrante de la en especial la femenina. Todos admiten este
opresión y la discriminación contra la m u - extremo que, no obstante, no se refleja adecua-
jer, c o m o utilización abusiva de la ciencia damente en los programas de acción. Aboga-
y la tecnología contra las personas en gene- m o s por que los gastos de alfabetización de la
ral y las mujeres en particular y, por últi- mujer constituyan la primera partida del pre-
m o , c o m o cuestión de derechos humanos. supuesto de planificación familiar, sin que se
La estrategia consiste en promulgar una deleguen al departamento de educación. Habi-
nueva ley que regule las técnicas de diag- da cuenta de la escasez de recursos, un progra-
nóstico sin exigir una prohibición total, m a de esta clase debería centrarse en las niñas
por considerar esencial la posibilidad de de la nueva generación. La India cuenta con
detectar anormalidades genéticas... Al un programa que ha tenido bastante éxi-
igual que la mayoría de O N G , cl Foro ha to, el Integrated Child Development Service
temido caer bajo el control estatal ya que (ICDS) para el grupo de edad de hasta seis
la idea básica de su campaña ha sido exigir años, que ha recibido apoyo considerable de la
una mayor protección de los intereses de la U N I C E F . Abogamos firmemente en favor de
mujer por parte del Estado. Habida cuenta que se lleven a cabo programas similares para
de que la sociedad india parece ser favora- las niñas de edades comprendidas entre los 6 y
ble a tener hijos varones, resulta una tarea los 12 y los 12 y los 18 años. Este nuevo
poco grata oponerse a lo que quiere la m a - programa también debería recibir apoyo y Fi-
yoría de la gente, y colaborar con estructu- nanciación adecuados de los organismos d o -
ras estatales consideradas «antipopulares». nantes internacionales y bilaterales.
Otro dilema se refiere al grado en que de- La medida siguiente de nuestro plan sería
ben aceptarse nuevas tecnologías.» conseguir que las niñas siguieran recibiendo
enseñanza hasta el nivel secundario. Incluso
desde el limitado punto de vista de lograr una
Plan de acción reducción importante de la fecundidad, el sim-
ple aumento de la alfabetización no es sufi-
N o hay duda de que la Conferencia Interna- ciente. La experiencia de varios países de Asia
cional sobre la Población y el Desarrollo, que oriental y suroriental que han reducido su ni-
se celebrará en El Cairo en 1994, y la Confe- vel de fecundidad indica claramente la impor-
rencia Mundial sobre la Mujer, que tendrá tancia de la enseñanza secundaria. Por consi-
lugar en Beijing en 1995, examinarán conve- guiente, la segunda medida debería consistir
nientemente los problemas planteados por ra- en conseguir que las muchachas terminasen la
zón de sexo en el contexto del cambio d e m o - enseñanza media, superando el gran número
gráfico y elaborarán planes de acción adecua- de abandonos de la escuela primaria y secun-
dos. E n el contexto indio, sugeriríamos el daria que se registran en la India. Incluso el
siguiente programa de acción: nivel de enseñanza secundaria no basta para
La triste experiencia de la India en los últi- lograr empleo e ingresos, a menos que se i m -
m o s 40 años, en lo referente a planificación partan conocimientos prácticos concretos, te-
Discriminación social de las mujeres y cambio demográfico 453

niendo en cuenta la demanda laboral. Por con- mar parte de todos esos programas. Esto no
siguiente, deberían adoptarse medidas para significa que las personas con más de dos hijos
establecer gran número de escuelas politécni- no puedan tener derecho a las tarjetas de ra-
cas en todo el país afinde proporcionar cono- cionamiento ni que las mujeres con m á s de
cimientos prácticos especiales a la joven gene- dos hijos no deban tener derecho a licencia
ración. Debería ponerse el m á x i m o interés en de maternidad. La India está orgullosa de su
las muchachas de 12 a 18 años de edad. A democracia, la cual no debería favorecer nin-
nuestro juicio, todas estas medidas constitu- guna norma aberrante de conducta, incluida la
yen un programa de reducción de la tasa de conducta en materia de reproducción. E n un
nacimientos. Pero, c o m o hemos dicho antes, programa de planificación familiar que esté
esta reducción no debe considerarse un proce- orientado a las personas, el Gobierno tiene
so aislado sino parte de la estrategia de desa- que esforzarse por satisfacer las necesidades
rrollo económico y social. E n lo que respecta a básicas de la gente, entre las que se incluye la
los problemas planteados por razón de sexo, el atención primaria a la salud. Según la filosofía
programa de planificación familiar debería de Jawaharlal Nehru, la salud incluye la plani-
considerarse un elemento fundamental del ficación familiar. Por consiguiente, nos opone-
proceso de emancipación de la mujer en una m o s a la escuela de pensamiento basada en la
sociedad tradicional dominada por el hombre, tecnología, el poder del dinero y el de los
de forma que las mujeres pudieran intervenir medios de comunicación para motivar a las
en los procesos de adopción de decisiones en masas indias pobres, analfabetas y malnutri-
relación con su propia vida. Para esto no basta das afinde que adopten la planificación fami-
la propaganda. La estrategia de intervención liar. En realidad, el desarrollo es el mejor anti-
para enseñar a leer y escribir, escolarizar y conceptivo; el círculo vicioso de la pobreza y
proporcionar conocimientos prácticos a las el aumento de la población sólo puede rom-
muchachas de la nueva generación es lo mejor perse si damos a la pobreza la misma atención
para alcanzar un progreso sostenible de la que damos al aumento de población.
mujer.
La actual estrategia de planificación fami- Nuestra política demográfica tiene que ser
liar basada en la tecnología y los incentivos favorable a los pobres, a las mujeres y a la na-
monetarios y la utilización de medios electró- turaleza.
nicos quizás se considere en Occidente una
solución para el problema demográfico de la C o m o afirma Mira Shiva, una brillante ac-
India, pero a nuestro juicio no tendrá éxito. tivista en cuestiones de salud, al final de su
D e manera menos solemne, denominamos a artículo titulado «Degradación del medio a m -
esta estrategia C O M I E C ( C O por la tecnología biente y subversión de la salud» (Mira Shiva,
anticonceptiva, M por los incentivos moneta- 1992):
rios e IEC por información, educación y co-
municación). «La política demográfica ya no puede limitar-
La estrategia por la que abogamos puede se a reducir la fecundidad de indios indis-
resumirse en la sigla BLISS (B por las necesi- ciplinados e ignorantes. Tiene que conside-
dades básicas, LI por alfabetización (literacy), rarse una consecuencia del fracaso de otras
la primera S por escolarización de nivel secun- políticas -económica, educativa, sanitaria,
dario y la segunda S por formación especiali- etc.- a nivel nacional y del enorme dese-
zada (para m á s detalles, véase Ashish Bose, quilibrio económico inducido por las polí-
1988, 1993). ticas comerciales tendenciosas e injustas
E n lo que se refiere al volumen de la pobla- del Norte rico. Las medidas coercitivas de
ción, el ingreso per capita y el nivel de pobre- planificación familiar, con o sin incentivos
za, Asia meridional es sin duda la región del de buhonero impuestos c o m o panacea
m u n d o que tiene más problemas. N o hay que para los problemas de salud de las mujeres,
esforzarse m u c h o para declararse en favor de ya no son aceptables, del m i s m o m o d o que
la aplicación de programas eficaces de mitiga- las fórmulas tecnológicas para hacer frente
ción de la pobreza. E n el plan que hemos a los peligros que acechan al medio a m -
indicado, la planificación familiar debería for- biente ya no resultan creíbles.»
454 Ashish Böse

En un debate público organizado por va- centros primarios de salud cuenten con
rias importantes organizaciones de mujeres en todo el personal adecuado que necesiten;
Nueva Delhi (Il de noviembre de 1993), se c. Lograr la total escolarización de los
presentó al miembro de la Comisión de Plani- niños en los colegios primarios y secunda-
ficación encargado de la salud y el bienestar rios, por grupos de edad;
familiar un memorando m u y enérgico. Convo- d. Organizar una participación infor-
có esta reunión la Dra. Vina M a z u m d a r , m a d a y lograr el apoyo de la población
miembro del Centro de Estudios de Nueva para la ejecución de todas las políticas co-
Delhi sobre el Progreso de la Mujer y miembro nexas;
de la Comisión Independiente de la U N E S C O e. Erradicación del matrimonio infan-
sobre Población y Calidad de Vida. En el m e - til y el analfabetismo;
morando se afirma lo siguiente: f. Inversión de la tendencia al desequi-
librio en la relación proporcional entre a m -
«... considerar que la mujer es la principal bos sexos (número de mujeres por cada
responsable del aumento demográfico y 1.000 varones), especialmente al nacer y en
elaborar métodos para controlar su fecun- la primera infancia.»
didad a toda costa es una actitud que el
movimiento femenino de la India no po- También deseamos citar las perspicaces
drá aceptar nunca.» opiniones de Ela Bhatt, ex miembro de la C o -
misión de Planificación y conocida internacio-
Las posibilidades de participación de las nalmente por su labor en favor de las mujeres
mujeres en la gestión a nivel local son m u y del sector no estructurado. C o n respecto a la
grandes desde que se les ha reservado un tercio reestructuración del programa de planifica-
de los puestos de los panchayals (consejos) de ción familiar, afirma lo siguiente: (Ela Bhatt,
las aldeas. El memorando antes citado sugiere 1993).
a este respecto el siguiente plan de acción:
« N o m e cabe ninguna duda de que no podre-
«Reiteramos la importancia que otorgamos a m o s obtener resultados, ya sea en forma de
las instituciones de nivel básico c o m o los reducción de la tasa de natalidad o la tasa
gram sabhas (consejos de aldea) y los con- de mortalidad, o aumentando el nivel de
sejos de distrito, en lo que se refiere a la alfabetización, de nutrición o la edad del
adopción de decisiones compartidas e in- matrimonio, si no contamos con la partici-
tervenciones en la esfera de los factores no pación de la comunidad y de las propias
demográficos que en último término influ- mujeres. El enfoque holístico, la participa-
yen en el tamaño de las familias. ción popular y la descentralización de las
Por consiguiente, recomendamos las si- decisiones y de los recursos, constituyen
guientes iniciativas a los órganos locales a las tres llaves que pueden abrir la puerta
fin de conseguir resultados positivos: que nos dé la respuesta del problema de-
a. Mejorar la tasa de supervivencia in- mográfico. Este debería constituir el pro-
fantil; establecimiento de centros de cuida- grama de debate de la Conferencia de las
dos infantiles y desarrollo; Naciones Unidas sobre la Población y el
b. Mejorar los servicios de salud mater- Desarrollo que se celebrará en 1994».
na y de otras clases (alcance y calidad), en
beneficio de todos -garantizando que los Traducido del inglés
Discriminación social de las mujeres y cambio demográfico 455

Referencias

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Fecundidad y cultura en Africa
subsahariana

Sheriff Sonko*

Introducción América Latina y el Caribe. En el presente


estudio examinaremos los factores culturales
La situación del África en lo que se refiere a la que contribuyen a mantener una alta tasa de
fecundidad es paradójica. Según Johnson fecundidad.
(1987, citado en Lucas, 1992:145), la tasa total A comienzos de los años 60 Stycos observó
de fecundidad del África subsahariana a m e - que los demógrafos tendían a restar importan-
diados de los años 80 se estimaba en 6,7 hijos cia, o a ignorar, las cuestiones culturales en el
por cada mujer. Sin embargo, en varios países análisis de la fecundidad. Según este autor:
de la región -Zaire, Congo, Sudán, G a b ó n ,
República Centroafricana, Camerún, Chad, «En una ciencia que se ocupa de tres de los
Niger y algunas partes de acontecimientos y pro-
Etiopía- las mujeres pre- Sheriff Sonko es un estudiante posgra- cesos humanos m á s bá-
sentan un bajo nivel de fe- duado de demografía en la Universi- sicos -el nacimiento, la
cundidad, lo que reduce la dad Nacional Australiana, G . P . O . Box muerte y la migra-
tasa total en esas zonas 4 Canberra, A C T 2601, Australia. Es
ciudadano de Gambia y trabaja en el ción-, los factores psi-
(véase, por ejemplo, R o - Departamento Central de Estadística cológicos, sociales y
maniuk, 1968: Adadevoh, del Ministerio de Hacienda y Econo- culturales han sido casi
1974;Retel-Laurentin, 1974; mía, Central Bank Building, Banjul.
Gambia. Sus investigaciones se centran
ignorados c o m o obje-
Frank, 1983; Tesfaghiorg- en los aspectos culturales de la fecundi- tos de investigación
his, 1991). La situación va- dad, como la poligamia y la adopción científica. Podríamos
ría según el país de que se de niños.
probablemente afirmar,
trate. La tasa total de fe- incluso ahora, que sa-
cundidad oscila entre un bemos más de lo que la
m á x i m o de 7,2 hijos por gente espera, desea y
mujer en Uganda ( D H S . hace con respecto a la
1988-1989, citado en L o - siembra del trigo o a la
coh, 1992:2) y un mínimo de 4,1 en G a b ó n compra de aparatos de televisión que con res-
(Naciones Unidas, 1982, citado en Bongaarts pecto a los hijos que quiere tener.» (Stycos,
et al. 1990:133). 1963:315-16).
Con todo, la persistencia de un alto nivel
de fecundidad -el m á s elevado del m u n d o - Nunca se insistirá bastante en la importan-
hace de la región un enigma para los demógra- cia de los factores culturales para explicar el
fos, tanto africanos c o m o europeos. Los d e m ó - comportamiento de una población con respec-
grafos especulan acerca del momento en que el to a su fecundidad. Por ejemplo, los datos
África subsahariana entraría en una fase de históricos en un estudio de Princeton sobre la
transición demográfica c o m o la que ocurrió en transición demográfica en Europa muestran
Europa a comienzos del siglo X I X y, más re- que la notable sincronización de la adopción
cientemente, en diversas regiones de Asia, de técnicas de limitación familiar en Occiden-

RICS 141/Sctiembre 1994


458 Sheriff Sonko

te puede explicarse por referencia al entorno cando los determinantes aproximados en un


cultural de países que compartían medios de sentido negativo o positivo. Por ejemplo, una
comunicación y normas comunes de conducta variable socioeconómica puede tener efectos
(van de Walle y Knodel, 1980:34). negativos en la fecundidad por la acción de
Para los fines del presente trabajo, por cul- una serie de variables aproximadas, c o m o la
tura se entiende la suma de los sistemas de influencia de la educación en el empleo de
creencias, prácticas, valores, normas, ideas, medios anticonceptivos, y efectos positivos
principios morales y costumbres de una pobla- por la acción de otra serie, c o m o la influencia
ción. Si bien reconocemos la importancia de de la educación en la duración de la lactancia
los factores económicos, nosotros sostenemos natural (Bongaart et ai, 1990:133).
que la alta y persistente tasa de fecundidad en Los determinantes aproximados son los si-
el África subsahariana tiene motivaciones cul- guientes: proporción de mujeres casadas o uni-
turales. Si no se produce un alejamiento radi- das sexualmente, frecuencia de relaciones se-
cal de los sistemas tradicionales de creencias, xuales, abstinencia puerperal, lactancia natu-
junto con una mejora de la condición de la ral y amenorrea de la lactancia, contracepción,
mujer, el descenso de la fecundidad en esta interrupción voluntaria del embarazo, esterili-
región requerirá varias generaciones más. E n dad natural y esterilidad patológica. Sin e m -
el presente estudio se examinan en primer lu- bargo, c o m o la interrupción voluntaria del e m -
gar los elementos determinantes aproximados barazo no es habitual en la mayoría de los
(o sea, los factores de la oferta), y a continua- países subsaharianos, nuestro examen de los
ción la demanda de hijos, la adopción de ni- determinantes aproximados se limitará al m a -
ños, la planificación familiar, la condición de trimonio, la abstinencia puerperal, la lactancia
la mujer y las perspectivas de un descenso de y la esterilidad. La contracepción se examina
la fecundidad; al término del trabajo se expo- junto con la planificación familiar, en la Sec-
nen algunas conclusiones. ción 2.4.

Determinantes aproximados Matrimonio


de la fecundidad
«Los akamba no creen que se pueda hablar de
Davis y Blake (1956) fueron los primeros en una «mujer» en el sentido propio de la
establecer un marco analítico para los deter- palabra si no está casada... Es más, podría-
minantes aproximados de la fecundidad. Estos m o s decir incluso que en el idioma kikam-
autores identificaron y clasificaron 11 varia- bu no hay término para designar a la mujer
bles «intermedias». Para facilitar su uso, Bon- soltera. Se habla de una chica, refiriéndose
gaarts (1978) las redujo a ocho variables cuan- a la mujer joven soltera o recién casada, o
tificables, que denominó «determinantes apro- de una esposa. Por consiguiente, éste es el
ximados» de la fecundidad. primer rasgo que define a una mujer, o sea,
H a y dos clases de determinantes: las varia- el estar casada; para que se la considere
bles aproximadas, y las variables socioeconó- una «mujer» en el sentido propio de la
micas y ambientales o «de base». Las variables palabra ha de ser una esposa.» (Mbiti,
socioeconómicas son de orden social, cultural, 1973:101).
económico, institucional, psicológico, sanita-
rio y ambiental, mientras que las aproximadas En la mayoría de los países del África sub-
comprenden todos los factores biológicos y de sahariana la gente se casa pronto y el matrimo-
comportamiento a través de los cuales deben nio es un fenómeno universal. A partir de
operar las variables socioeconómicas y a m - datos de la encuesta mundial sobre la fecundi-
bientes o «de base» para influir en la fecundi- dad ( E M F ) correspondientes al Camerún
dad (Davis y Blake, 1956; Bongaarts y Potter, ( 1978), G h a n a ( 1979), Kenya (1977-1978), Le-
1983). Así pues, mientras que los determinan- sotho (1977), Senegal (1979) y Sudán (1979),
tes aproximados influyen directamente en la Lesthaeghe (1984, citado en Bongaarts et ai,
fecundidad, las variables socioeconómicas 1990:134) observó que el promedio de edad en
sólo pueden hacerlo indirectamente modifi- que las mujeres del África subsahariana con-
Fecundidad y cultura en Africa subsahariana 459

traían su primera unión matrimonial iba des- riana (Lesthaeghe, 1984, citado en Bongaarts
de menos de 17 años hasta 22 años. La edad et al, 1990:134).
matrimonial era baja en el África occidental y Se ha estimado que, una vez que las muje-
alta en algunas partes del África oriental. E n el res del África subsahariana contraen su prime-
África central, incluidas las zonas costeras del ra unión, el 90 por ciento de su vida reproduc-
golfo de Benin y el golfo de Guinea en la zona tiva restante transcurre en el matrimonio,
occidental, y el océano índico en la oriental, la teniendo en cuenta la disolución de matrimo-
edad del matrimonio se situaba en la parte nios seguida por nuevos enlaces, así c o m o to-
intermedia de la escala das las formas de unión conyugal (Bongaarts et
Según las mediciones de la encuesta m u n - al, 1990:135). Otro factor que debe tenerse en
dial sobre la fecundidad, desde mediados has- cuenta es la presión social ejercida sobre las
tafinalesde los años 70 la escala de edades del viudas en edad núbil para que vuelvan a casar-
primer matrimonio fue m u c h o menor en el se, si es necesario mediante el levirato (sistema
África subsahariana que en Asia. Se observa- por el cual un hermano, o el pariente m á s
ban no obstante otras dos diferencias impor- cercano, se casa con la mujer del hermano o
tantes. Contrariamente a lo que ocurría por pariente muerto). Todo ello es favorable a la
ejemplo en Bangladesh, en 1975 no hubo nin- fecundidad, al reducirse el tiempo transcurri-
gún país africano en el que el nivel de edad del do fuera del matrimonio.
primer matrimonio fuera sólo de 16 años. E n Otras características de la nupcialidad afri-
segundo lugar, los datos de la mayoría de los cana son el sistema de dote y los matrimonios
países asiáticos indicaban que la evaluación de convenidos. Esto significa que el compromiso
la edad del primer matrimonio se había regis- de matrimonio se contrae entre dos clanes, y
trado durante un largo período, iniciado en el no entre dos individuos, el marido y la mujer.
decenio de 1950 (Bongarts et al, 1990:134). Por ejemplo, en Kenya, Frank y McNicoll ob-
Las pautas de nupcialidad existentes en el servaron que la mujer no aporta bienes al m a -
África subsahariana contrastan agudamente trimonio en forma de dote, sino que se inter-
con las de las poblaciones de Europa occiden- cambia por otros bienes, que se proporcionan
tal, caracterizadas por los matrimonios tardíos directamente a los padres o parientes (Frank y
y la elevada proporción de personas que per- McNicoll, 1987:214). A su vez, la mujer debe
manecen solteras. Por ejemplo, en el siglo X I X dar hijos al clan del marido, y en caso de que
la media de edad del primer matrimonio de las se produzca un divorcio tendrá que abandonar
mujeres en Europa occidental era de m á s de a sus hijos. Mhloy describe del m o d o siguiente
23 años, y a veces alcanzaba incluso los 28 o la situación en Zimbabwe:
29 años. D e m o d o análogo, la proporción de
mujeres solteras en el extremo superior del «Tradicionalmente, se esperaba que una mujer
periodo de nubilidad era de m á s del 10 por pariese tantos hijos c o m o reses se hubieran
ciento, y en algunos casos de hasta el 25 y el 30 proporcionado en la dote, y los padres de
por ciento (véase por ejemplo van de Walle y la mujer estéril (a veces la mujer deja de
Knodel, 1980:37; Coke, 1973:56). ser fértil después de tener unos pocos hi-
Los datos de la E M F mostraban también jos), debían devolver la dote, o transferirla
que la proporción de mujeres que permane- a una hermana menor o a una pariente que
cían solteras en el grupo de edad de 25 a 29 pudiera dar hijos al yerno.» (Mhloy, 1987:
años era de sólo un 5 por ciento aproximada- 187:141-42).
mente, o menos, y después disminuía al 3 por
ciento. Excepto en el caso de Kenya, donde Por su parte, Kabwegyere (1977:193) ob-
datos relativamente mejores correspondientes servó que entre los akamba, en la provincia
a momentos determinados mostraban un m o - oriental de Kenya, cuando una mujer muere
desto aumento de la edad media del primer poco después del matrimonio, o muere joven
matrimonio (de poco m á s de 18,5 años en sin haber tenido hijos, la sustituye una herma-
1962 a m á s de 20 años en 1979), había pocas na o bien se devuelve la dote para mostrar que
indicaciones de que en los veinte o treinta el matrimonio no se ha consumado.
últimos años la edad del matrimonio se haya La poligamia es otra práctica m u y c o m ú n
elevado sustancialmente en el África subsaha- en el África subsahariana. Sufinalidades faci-
460 SheriffSonko

litar la abstinencia puerperal, que es uno de los segunda mujer si la primera no tiene hijos. N o
principales determinantes aproximados de la obstante. Pisón (1987:17) afirmó que los moti-
fecundidad en el África subsahariana (Bon- vos aducidos no tenían en cuenta dos factores:
gaarts et ai, 1990:136). Según la encuesta el cambio frecuente del estado conyugal -espe-
mundial sobre la fecundidad (1983, citado en cialmente en el África subsahariana- a lo largo
Romaniuk. 1988:47), en 1979-1980, el 35 por de la vida de una persona, y la mayor movili-
ciento de las mujeres casadas de Ghana forma- dad matrimonial de las mujeres infecundas.
ban parte de uniones poligámicas. En el C a m e - Este autor sostenía, en consecuencia, que era
rún, el porcentaje correspondiente en 1978 fue esencial tener en cuenta todos los diferentes
del 42 por ciento. Garenne y van de Walle estados conyugales por los que pasa una mujer
(1989:267), citando datos de encuestas y cen- desde su primer matrimonio, y no sólo su
sos, comunicaron que en Senegal la propor- estado conyugal en el m o m e n t o en que se efec-
ción de polígamos entre los hombres casados túa la encuesta. Pisón concluía su análisis, ba-
aumentó del 27 por ciento en 1960 al 32 por sado en datos empíricos, observando que la
ciento en 1978, mientras que el número de poligamia tiende por el contrario a promover
mujeres casadas por cada 100 hombres pasó la fecundidad, que probablemente disminuiría
de 137 a 150 durante el mismo período. Estos si esta práctica se erradicase del África subsa-
autores llegaron a la conclusión de que en las hariana (Pisón, 1987:26). Pebley y M b u g u a
zonas rurales de Senegal la mayoría de muje- (1989:358) llegaron a la conclusión, a partir de
res transcurrían por lo menos una parte de sus datos de la encuesta mundial sobre la fecundi-
vidas en una unión poligámica. V a n de Walle dad, de que a nivel individual no puede decir-
( 1968), van de Walle y Kekovole ( 1984), Kauf- se que la poligamia reduzca globalmente la
m a n n , Lesthaege y Meekers (1987, citado en fecundidad matrimonial de las poblaciones
Pebley y Mbugua 1989:338), informaron de africanas.
que en la mayor parte de países del África D e los trabajos publicados sobre la materia
sudoccidental y centrooccidental, del 20 al 50 se desprende claramente un hecho: la poliga-
por ciento de hombres casados tienen más de mia es una práctica profundamente enraizada
una mujer. La incidencia era algo menor en el en el sistema de parentesco y de clanes del
África oriental y meridional, aunque en Kenya África subsahariana. Debido a la descendencia
y Tanzania del 15 al 30 por ciento de los unilineal y a la gran importancia atribuida a la
casados eran polígamos. Asimismo se señaló perpetuación del clan, este sistema ejerce una
que en Zaire, de 1955 a 1957 y de 1975 a considerable presión para producir colectiva-
1976, el número de hombres y mujeres jóve- mente el mayor número posible de hijos (Ro-
nes que organizaban hogares polígamos fue maniuk, 1988:45). Sin embargo, los demógra-
superior al de los años anteriores (Romaniuk, fos aún no se han puesto de acuerdo sobre el
1988:50). efecto de la poligamia en la fecundidad; hacen
Se han aducido varios argumentos (Bon- falta más investigaciones en este campo.
gaarts et ai, 1990:135-6) para explicar que en
las uniones poligámicas las mujeres tengan
una fecundidad ligeramente inferior por tér- Abstinencia puerperal
mino medio a la de las mujeres de los matri-
monios monógamos. Unos afirman que en las «Según van de Walle y van de Walle (1978, ci-
uniones poligámicas el marido tiene que re- tado en van de Walle y Omideyi, 1988:47).
partir su atención entre las diversas mujeres, Los tabúes puerperales respecto del acto
lo que disminuye la frecuencia de la relación sexual se remontan a la antigüedad. Los
sexual. Otros aducen que las mujeres de unio- médicos griegos y romanos se oponían a
nes poligámicas tienden a tener maridos de las relaciones sexuales durante la lactancia,
mayor edad que las de matrimonios monóga- y estas opiniones se alegaron en Europa
mos. Por último, existe el argumento de la hasta el siglo X I X . »
selección, es decir, que las mujeres de uniones
poligámicas suelen ser menos fecundas que las Otra creencia m u y extendida en la mayoría
de matrimonios monógamos por el simple he- de los países del África subsahariana es que la
cho de que un marido m o n ó g a m o tomará una relación sexual durante la lactancia es nociva
Fecundidad y cultura en Africa subsahariana 461

para la salud del niño, ya que el esperma «se esos países registran un aumento de la fecun-
introduce en la sangre y contamina la leche» didad. D e hecho, la erosión de esta práctica en
(van de Walle y Omideyi, 1988; van de Walle Kenya fue acompañada de un aumento gene-
y van de Walle, 1988; Caldwell y Caldwell, ral de la fecundidad en 1977-1978, c o m o reve-
1981b; van de Walle, 1987). ló la encuesta sobre la fecundidad en dicho
Se observan variaciones en la práctica de la país (Frank y McNicoll, 1987:211).
abstinencia puerperal en los países del África Según van de Walle y van de Walle
subsahariana. Por ejemplo, Bongaarts et al. (1988:25), es probable encontrar casos de abs-
(1990:136) señalaron la observancia de un pe- tinencia puerperal en sociedades donde la po-
ríodo de abstinencia de unos 40 días c o m o ligamia y las familias numerosas son la norma,
m á x i m o en diversas zonas dispersas del Sahel, y donde las relaciones conyugales son débiles.
entre algunos grupos musulmanes del África Sin embargo, estos autores afirman que el m o -
occidental y en las regiones lacustres del África tivo real del espaciamiento de los nacimientos
centrooriental y sudoriental. E n cambio, en es mantener vivos el mayor número de niños
todo el occidente subsahariano y en el África posible, para formar una gran familia. Así
central la abstinencia dura desde un mínimo pues, estos autores sostienen que en la m a y o -
de más de un año hasta dos o más años. N o ría de los países de África el espaciamiento de
obstante, los Caldwell (198la: 181) señalan los nacimientos es pronatalista, lo que es con-
una abstinencia puerperal de tres años entre trario a la idea de practicar la contracepción
los yorubas de Nigeria. para limitar el tamaño de la familia (véase
Entre las poblaciones haya y sambaa de también Caldwell y Caldwell, 1987; Mhloy,
Tanzania, Kamuzora (1987:320) se han regis- 1987).
trado períodos de abstinencia de un mes y de Los largos períodos de separación entre
dos semanas a un mes y medio, según que se cónyuges pueden reducir también la exposi-
confirme la interrupción de la «hemorragia». ción de las mujeres al riesgo de embarazo. Esto
N o obstante, este autor observó que entre los ocurre con mayor frecuencia en el África meri-
naturales de Rwanda la abstinencia duraba dional, donde se registra una migración de los
sólo ocho días. Asimismo, van de Walle y van varones de Botswana, Lesotho, Mozambique,
de Walle (1988:25) señalaron que, según datos Swazilandia y Malawi, que se van a buscar
de la encuesta mundial sobre la fecundidad trabajo a las minas de Sudáfrica (Bongaarts et
(mediados los años 70), existía una considera- al, 1990:136-7).
ble variación dentro de los propios países en
cuanto a la duración de la abstinencia. Por
ejemplo, en Ghana puede durar de siete a 31 Lactancia natural y amenorrea
meses, y en Camerún de 11 a 22 meses. de la lactancia
En las sociedades donde la abstinencia
dura más de un año, la lactancia natural de- Se sabe que la lactancia natural aplaza el retor-
pende del período de abstinencia. Por consi- no de la ovulación después del parto reducien-
guiente, las mujeres de estas sociedades sólo do en consecuencia el riesgo de embarazo. Por
quedan expuestas a un posible embarazo des- ello, la lactancia natural contribuye a espaciar
pués del destete de sus hijos. Esto significa u n los nacimientos ( N U , 1987:105). La lactancia
espaciamiento de hasta tres o cuatro años de natural es una práctica universal en el África
los nacimientos sucesivos, c o m o ocurre, por subsahariana. Sin embargo, se observan im-
ejemplo, entre los yorubas de Nigeria. Kent portantes variaciones entre los países, que re-
(1981, citado en N U , 1987:104-5) comunicó flejan en gran medida las diferencias prácticas
que los javaneses de Indonesia observan tam- y los efectos negativos de las influencias m o -
bién un largo período de abstinencia puerpe- dernas. Por ejemplo, la duración media de la
ral, de dos o tres años, como los yorubas. N o lactancia natural es de unos 19 meses en Le-
obstante, la observancia de un largo periodo sotho, de 18 meses en Ghana y de 16,5 meses
de abstinencia está desapareciendo rápida- en Sudán y Kenya (Lesthaeghe, 1984, citado
mente en la mayoría de las regiones del África en Bongaarts el al, 1990:137). Los datos de 38
subsahariana, como consecuencia de la moder- países que participaron en la encuesta mundial
nización y la urbanización. E n consecuencia. sobre la fecundidad muestran que una gran
462 Sheriff Sonko

mayoría de mujeres daban el pecho a sus hijos cundidad natural se calculan en un 3 por cien-
(desde m á s del 99 por ciento de las madres en to aproximadamente (Bongaarts et al.,
algunos países del África occidental y Asia 1990:138; Frank, 1983:138).
meridional, hasta un 83 por ciento en Mala- Frank (1983: 138) ha observado que el
sia). Según estos mismos datos, las mujeres de África central presenta los niveles más altos de
África, Asia y Oceania dan el pecho a sus hijos infecundidad (20 por ciento y más en mujeres
durante unos 18 meses por término medio, de 45 a 49 años de edad). Entre el 12 y el 20
mientras que en América Latina y el Caribe el por ciento de las mujeres sin hijos de 45 a 49
período correspondiente es de unos 9-10 m e - años de edad se encuentran en las zonas poco
ses ( N U , 1987:104). pobladas de África central y oriental. Por lo
La leche de la madre proporciona protec- general el África occidental presenta niveles
ción inmunológica contra las enfermedades de mucho más bajos (del 3 al 12 por ciento apro-
la infancia, como la diarrea y las infecciones ximadamente), pero aún superiores a la infe-
virales. Contiene una serie de nutrientes, y cundidad prevista.
los lactantes la digieren con facilidad ( N U ,
1987:104). La asociación entre la lactancia na-
tural y la amenorrea puerperal es importante D e m a n d a d e hijos
para el crecimiento demográfico. Por ejemplo,
en los países donde la lactancia natural es « U n a mujer sin hijos es c o m o un árbol sin
norma universal y donde el uso de métodos hojas.»
anticonceptivos modernos es limitado, esta Proverbio del Chad.
práctica protege contra el riesgo de embarazo.
En cambio, el descenso de la duración y la La demanda de hijos es intensa en el África
frecuencia de la lactancia natural en esos paí- subsahariana. Omideyi (1987:160) cuenta que,
ses aumenta el riesgo de embarazo, contribu- cuando en una encuesta se preguntó a las m u -
yendo así a reducir los intervalos entre los jeres yorubas por qué querían tener hijos, la
nacimientos y a elevar la tasa de fecundidad. mayoría de ellas respondieron que el matrimo-
En las zonas urbanas de la mayoría de los nio no tenía sentido sin los hijos. Es m á s , los
países del África subsahariana, la duración y la hijos son tan importantes para el matrimonio
frecuencia de la lactancia natural ha disminui- que en algunas regiones de África la mujer que
do entre las mujeres instruidas, dando lugar a no los tiene no goza de ninguna consideración,
un aumento de la fecundidad. Debe tenerse es estigmatizada, compadecida o acusada de
muy en cuenta que la lactancia natural, por sí brujería (Caldwell y Caldwell, 1987:418); K a -
sola, no es un método de contracepción sufi- muzora ( 1987:318). Los hijos, en particular los
ciente ( N U , 1987:105). varones, se consideran fuente de riqueza y
prestigio. Proporcionan m a n o de obra para el
campo y seguridad para los padres ancianos, y
Esterilidad perpetúan el nombre familiar y el clan cuando
muere el patriarca (Acsadi y Johnson-Acsadi,
La esterilidad puede deberse a causas tanto 1990:155; Kamuzora, 1987:318). C o m o obser-
naturales como patológicas. Su frecuencia pue- vó Brokensha (1973:95): « U n hombre es feliz
de determinarse con las cifras del censo, o cuando contempla su hogar y ve a muchos
verificando, por ejemplo, la proporción de niños y muchas cabezas de ganado». Para real-
mujeres maduras que no tienen hijos. Hay dos zar su condición y ganarse el respeto de los
tipos de esterilidad: primaria y secundaria. demás, la mujer africana debe tratar de conse-
Por esterilidad primaria se entiende la incapa- guir una alta fecundidad (Acsadi y Johnson-
cidad de concebir un hijo, mientras que la Acsadi 1990:155; Kamuzora, 1987:314). Estas
esterilidad secundaria se refiere a la incapaci- costumbres gozan de la aprobación general,
dad para concebir después de uno o varios social y cultural. «Todo el m u n d o las respeta-
partos. Se estima que, normalmente, el por- ba, so pena de incurrir en la ira de la sociedad
centaje de mujeres casadas que no tendrán y de los antepasados» (Caldwell y Caldwell,
hijos por causa de esterilidad primaria no ex- 1987:416). Kamuzora (1987:314) ha observa-
cede del 5 o 6 por ciento. Los niveles de infe- do que entre los pueblos haya de Tanzania,
Fecundidad y cultura en .{frica subsahariana 463

Rito para facilitar el parto en un pueblo de Costa de Marfil. Mientras una mujer alumbra en una choza cercana, un
niño en trance vuela de un brujo a otro, R H Düv,s/Rapho.
464 Sheriff Son ko

cuantos m á s hijos tiene una mujer, y a medida m u y visible en la mayoría de las ciudades del
que éstos van creciendo, su status va aumen- África subsahariana, especialmente en las «vi-
tando en proporción hasta que adquiere el llas-miseria» donde viven los emigrantes.
reconocimiento general e incluso es consulta- Acsadi y Johnson-Acsadi (1990:182) obser-
da en la reunión de ancianos. varon que si se toma el tamaño deseado de la
Históricamente, casi todas las sociedades familia c o m o indicador de la demanda de hi-
campesinas han sido pronatalistas. Esto era jos, el nivel m á x i m o de dicha demanda se
necesario para la supervivencia de la especie registra en el África subsahariana. Histórica-
ya que la mortalidad era m u y alta (Lorimer, mente, este nivel no tiene precedentes, y no
1954). Desde el punto de vista económico era hay ninguna indicación de que vaya a dismi-
una actitud racional, puesto que los recursos nuir, ni siquiera en una situación de desarrollo
de tierra abundaban, y todo lo que hacía falta socioeconómico. Según estos autores, el desa-
era m a n o de obra para cultivar el suelo. E n rrollo socioeconómico por sí solo no promove-
cambio, hoy en día mantener una tasa persis- rá ideas favorables al descenso de la fecundi-
tentemente elevada de fecundidad no es sólo dad en esa región; para reducir la demanda de
inviable sino además económicamente irracio- hijos haría falta cambiar la propia cultura. Por
nal. ¿Por qué el África subsahariana se resiste otra parte, van de Walle y Knodel (1987:35)
más que ninguna otra región del m u n d o a sostienen que los rasgos culturales influyen
modificar su comportamiento en lo que se predominantemente en la persistencia actual
refiere a la fecundidad? El motivo es claro. Se de la alta fecundidad entre las poblaciones
debe a que las decisiones sobre la fecundidad rurales del Asia central soviética, en ausencia
no son prerrogativa de la mujer. El marido y la de prácticas de limitación de la familia, a pe-
familia en sentido amplio toman las decisio- sar de los muchos decenios de cambio social,
nes a este respecto por cuenta de ella. El deber educación primaria universal, baja mortalidad
de la mujer consiste en reproducirse y asumir y campañas masivas de adoctrinamiento.
la carga económica de la cría de los hijos, de su
sustento y el de su marido (Caldwell y Cald-
well, 1987:414). Adopción de niños
Según la encuesta mundial sobre la fertili-
dad ( E M F ) y las encuestas Westinghouse (cita- Isiugo-Abanihe (1985) definió la adopción
das en Acsadi y Johnson-Acsadi, 1990:162), en c o m o «la reimplantación o el traslado de los
el África subsahariana existe un deseo general niños de sus hogares biológicos o natales a
de tener una familia numerosa, que puede ci- otros hogares en los que los padres adoptivos
frarse entre 6,1 y 8,7 hijos. Estos resultados se encargan de ellos y los crían». Este es otro
coinciden con los de anteriores encuestas en mecanismo «para atenuar las penurias causa-
Sierra Leona en 1969-1970, en las zonas rura- das por el gran tamaño de las familias» (Isiu-
les de Kenya en 1966, en Zaire, en 1973-1976, go-Abanihe, 1985:55).
y en varias encuestas nigerianas en 1965-1966, Según Page (1989), las causas de la práctica
en 1967, en 1971-1973 y en 1974. Las Nacio- de la adopción son las siguientes: falta de re-
nes Unidas (1987) señalan que el tamaño de- cursos derivada de una crisis familiar c o m o la
seado de la familia en los países del África viudez, el divorcio o la separación, o una fuer-
subsahariana supera a los de 25 países en desa- te crisis económica, política o ambiental; exis-
rrollo de Asia occidental, América Latina, el tencia de mejores oportunidades de educación
Caribe y otras regiones de Asia y el Norte de y formación en otros lugares; y fortalecimiento
África. Además, no existe ninguna correlación de los vínculos familiares. Otros factores que
entre el promedio de hijos deseados y el nivel podrían inducir a las personas a adoptar niños
de urbanización. Por ejemplo, Costa de Marfil de diferentes familias son la necesidad de
cuenta con una de las poblaciones más urbani- m a n o de obra o de apoyo financiero.
zadas, y sin embargo el tamaño medio deseado Este fenómeno está m u y extendido en la
de la familia en este país es uno de los m á s mayoría de los países de África occidental,
elevados (Acsadi y Johnson-Acsadi, 1990:167). c o m o Nigeria, Ghana, Costa de Marfil, C a m e -
Ello no es sorprendente, con todo, ya que la rún, Liberia, Sierra Leona y Mali (véase Page,
huella de las tradiciones rurales sigue siendo 1989; Bledsoe, 1990; Isiugo-Abanihe, 1985;
Fecundidad y cultura en Africa subsahariana 465

Findley y Diallo, 1988). D e ordinario los ni- y del 4 al 9 por ciento en el norte del Sudán en
ños son adoptados por familiares cercanos, 1979.
c o m o los abuelos paternos o maternos, tíos o Sin embargo, la mayoría de los datos cita-
tías u otros parientes y allegados. Por ejemplo, dos se obtuvieron por métodos indirectos.
Trevor (1975:240) observó que en la sociedad Esto es debido a que el estudio de la adopción
fulani-hausa de Sokoto. Nigeria, los primogé- es una materia nueva en la demografía. La
nitos «suelen confiarse a los cuidados de la mayor parte de los datos acerca de la adopción
abuela paterna o de una tía, después del deste- procede de fuentes antropológicas. N o obstan-
te». Aunque no se menciona en los trabajos te, c o m o demuestran los porcentajes mencio-
sobre este tema, la adopción es un procedi- nados en el presente trabajo, se trata de un
miento bastante frecuente también en Senegal elemento significativo e importante en térmi-
y Gambia. El hermano del presente autor fue nos demográficos. Si bien no se ha determina-
confiado a los cuidados de una tía que no tenía do aún el efecto de la adopción en la fecundi-
hijos, a la edad de cinco años. dad Bledsoe e Isiugo-Abanihe (1989:469-70)
han observado que las abuelas mende en Sie-
Según Isiugo-Abanihe (1985:61), la prácti- rra Leona ejercen una fuerte presión sobre las
ca de la adopción infantil es m á s frecuente en mujeres jóvenes de los entornos urbanos para
Sierra Leona, donde el censo de 1974 indicaba que tengan muchos hijos, c o m o parte de sus
que el 29 por ciento de los niños del lugar (de estrategias de supervivencia.
un m á x i m o de diez años de edad), de madres Isiugo-Abanihe (1985:55) sostiene que:
de 15 a 19 años de edad, no vivían con ellas.
Otro 36 por ciento de hijos de madres de 20 a «En los lugares en que la práctica de la adop-
24 años de edad vivían fuera del hogar. Para ción infantil está m u y extendida, ello po-
mujeres de edades comprendidas entre los 25 dría complicar los intentos de ofrecer una
y los 29 años, y los 30 y los 34 años, las explicación económica (el subrayado es
proporciones eran respectivamente del 40 y el nuestro) de la fecundidad... esto implica
46 por ciento. Se han identificado cinco tipos también que la limitación de la fecundidad
de adopción: de parentesco, de crisis, de alian- entre las élites educadas no garantiza que
za y aprendizaje, doméstica y educativa (Isiu- tengan familias poco numerosas. Por el
go-Abanihe. 1985). La adopción familiar es el contrario, es posible que lleguen a consti-
procedimiento m á s común en el África occi- tuir grandes familias, incorporando a los
dental. Es un medio de fortalecer los vínculos parientes pobres o incluso a personas con
de parentesco con la familia y de reforzar la las que no están emparentados.»
noción de que el niño no pertenece solamente
a sus progenitores biológicos, sino también al Esta opinión es compartida por Page
clan y a la familia de la que desciende (Cald- (1989:401), que afirmó que los análisis de fe-
well y Caldwell, 1987). cundidad de los «costos y beneficios» de los
Sobre la base de la encuesta de 1971, com- hijos, que se presentan habitualmente en los
plementaria del censo de 1970 en Ghana, Isiu- modelos económicos, son inadecuados para el
go-Abanihe ( 1985) calculó que el 18 por ciento África subsahariana porque esos análisis no
de los niños de menos de 11 años de edad eran distinguen entre la reproducción biológica y la
adoptados, porque no tenían progenitores en reproducción social. Con bastante frecuencia,
el hogar. Este m i s m o autor, utilizando los da- el análisis se limita a la reproducción biológi-
tos de la encuesta mundial sobre fecundidad ca, y la reproducción social no se menciona o
(Page, 1989) calculó que la proporción de ni- se supone que es la misma. Page (1989:402)
ños de menos de 15 años de edad que no llegaba a la siguiente conclusión:
vivían con sus madres oscilaba entre el 13 y el
24 por ciento en el Camerún en 1978; el 14 y «El papel de los demás en la reproducción
el 27 por ciento en Ghana en 1979-1980; del 21 social suele verse c o m o algo comparable a
por ciento en Costa de Marfil en 1980-1981; las apoyaturas, o notas de adorno, en una
del 10 al 16 por ciento en Kenya en 1977- pieza musical barroca, que constituyen un
1978; del 21 por ciento en Lesotho en 1977; aspecto característido del todo, pero no
del 9 al 13 por ciento en Nigeria en 1981-1982 inciden en la estructura básica. Sin embar-
466 Sheriff Sonko

go, en este caso intervienen muchos m á s citado en Frank, 1990:188-9), al evaluar los
elementos. Los derechos y responsabilida- resultados de las encuestas sobre incidencia de
des pueden no ser simplemente comparti- la contracepción en 1984 y 1977-1978, llegó a
dos, sino incluso transferidos; no sólo pue- la conclusión de que se había registrado un
den delegarse a otros, sino que además aumento (del 11 por ciento en 1977-1978 al 14
estos otros pueden apropiarse de ellos.» por ciento en 1984) del número de mujeres
que habían empleado por lo menos una vez
D e lo anterior se desprende que factores métodos modernos anticonceptivos. Los resul-
socioculturales c o m o la adopción en el África tados de la encuesta de 1984 en Kenya, basa-
subsahariana desempeñan sin duda alguna un dos en el número de nacimientos durante los
papel importante en «el mantenimiento del doce últimos meses, indicaban una tasa esti-
interés por una alta tasa de fecundidad» m a d a total de fecundidad de 7,7 niños por
(Frank, 1990:194). N o obstante, los trabajos mujer, o sea, apenas menos de los 7,9 niños
sobre la adopción son bastante escasos. Por por mujer registrados en 1977-1978. E n c o m -
ejemplo, todavía no se conoce su efecto en la paración con las estimaciones de la fecundi-
fecundidad, y por consiguiente hacen falta dad determinadas en una encuesta anterior de
más investigaciones en esta área. En todo caso, 1975-1977 -cuyos resultados se suponían m á s
en el presente trabajo sostenemos que la adop- fiables-, la media trienal para el período era
ción es un incentivo para mantener la alta y de 8,1 hijos por mujer. Para la encuesta de
persistente tasa de fecundidad del África sub- 1984 no se dispuso de una estimación trienal
sahariana. Sin negar en m o d o alguno los as- comparable. Sin embargo, la curva de la fecun-
pectos positivos de la adopción, su motivación didad por edades de 1984 era similar a la de la
profunda es pronatalista. Por ejemplo, W a r e encuesta de 1977-1978. La conclusión fue que
(1977:508) observó que, ya que la norma pre- existía un alto grado de estabilidad en los c o m -
vista es que los niños sean responsabilidad de portamientos. Si bien las tasas de incidencia
la familia, y no sólo de sus padres biológicos, han aumentado, no lo han hecho suficiente-
la carga del cuidado de los niños pesa menos mente para alterar la tendencia general a una
sobre los progenitores. elevada fecundidad (Frank 1990:189). Azefor
(1988:41) llega a conclusiones similares para
Zimbabwe; según este autor, la encuesta nacio-
Planificación familiar y prácticas nal de 1984 reveló una utilización de anticon-
ceptivos del 38 por ciento, lo que supone una
anticonceptivas intensificación de la planificación familiar
más rápida que las comunicadas por cualquier
La incidencia de la contracepción es m u y baja
otro país continental del África subsahariana.
en el África subsahariana. Según W a y et al.
Es curioso observar que las tasas totales de
(1987, citado en Lucas, 1992:145), los datos de
fecundidad determinadas en esta m i s m a en-
la E M G sobre los países africanos entre 1977 y
cuesta y en el censo de 1982 eran demasiado
1982 indicaban una tasa baja de incidencia de
altas para que pudiera pensarse que se había
la contracepción (alrededor del 5 por ciento
alcanzado una tasa tan elevada de incidencia.
entre las mujeres casadas), y un deseo de for-
mar familias numerosas, de unos ocho hijos Por estos motivos, Frank ( 1990:189) advir-
por término medio. tió contra la equiparación precisa de las tasas
Las diferencias dentro de los países mues- de incidencia y los niveles de fecundidad, por
tran que, aparte de Botswana, Kenya y Zim- considerarla arriesgada en el caso del África
babwe, en ningún país la frecuencia de la con- subsahariana, donde las tasas de incidencia
tracepción ha alcanzado niveles apreciables. suelen hincharse artificialmente.
Las encuestas demográficas y de la salud Existe una creencia m u y extendida según la
(1988; 1988-1989, citado en Locoh, 1992:2) cual la contracepción moderna y el control de
arrojaban tasas de incidencia del 29, el 18 y el la natalidad no son naturales. Caldwell y Cald-
36 por ciento para Botswana, Kenya y Zim- well (1987:424) observaron que cada vez que
babwe, respectivamente. Sin embargo, incluso se mencionaba la necesidad de aplicar técnicas
estas tasas deben considerarse con prudencia. anticonceptivas modernas, la idea se rechaza-
Por ejemplo, el Gobierno de Kenya (1984, ba alegando que África tiene un método pro-
Fecundidad y cultura en Africa subsahariana 467

pio perfectamente satisfactorio, o sea, la absti- La condición de la mujer


nencia sexual femenina.
Esto es corroborado por las observaciones D e resultas del sistema patrilineal, la poliga-
de van de Walle (1987:227), según la cual, mia, el levirato y el sistema de dote, las muje-
aunque los hombres de Bobo-Dioulasso (Re- res del África subsahariana quedan reducidas
pública de Burkina Faso) conocían mejor que a meras amas de cría. El problema de la dote
sus mujeres el empleo de los métodos anti- es el tema de la obra teatral de Soyinka «El
conceptivos, tanto hombres c o m o mujeres león y la joya» (1965). En esta obra, que se
afirmaban que la contracepción era ajena a su supone transcurre en Nigeria, el protagonista,
cultura. Esta autora llegó a la conclusión de Lakunle, maestro de escuela de aldea, pide la
que, si bien el espaciamiento es universal- m a n o de la protagonista, Sidi, una hermosa
mente aceptado en Bobo-Dioulasso, la reli- aldeana carente de instrucción. Sidi tiene un
gión y la tradición africanas constituyen aún fuerte apego por las creencias y costumbres
poderosos obstáculos al empleo de métodos tradicionales, e insiste en que se pague la dote
anticonceptivos. antes de casarse con Lakunle. Por su educa-
Asimismo, según las conclusiones de la en- ción, y por el hecho de haber vivido en un país
cuesta sobre la fecundidad en Nigeria (EFN), extranjero -Inglaterra-, Lakunle trata de per-
que se efectuó en 1981-1982 paralelamente a suadir a Sidi de que la idea es absurda y arcai-
la encuesta mundial sobre la fertilidad ( E M F ) , ca. Lakunle arguye que el pago de la dote hace
el 95 por ciento de las mujeres casadas quieren pensar en la compra de una novilla en el mer-
m á s hijos y el uso de métodos anticonceptivos cado; pero la novia no atiende a razones.
se limita a la abstinencia (Perspectivas Inter- Las sumas que se pagan por concepto de
nacionales de Planificación Familiar, 1985: dote en la mayoría de países del África subsa-
98). hariana son m u y elevadas. Según Lauras-
Azefor (1988:43) observó que, si bien los Lecoh (1990:477), las considerables diferen-
países del África subsahariana que aplicaban cias de edad entre los cónyuges se deben en
programas de planificación familiar durante parte a la dote, porque los jóvenes pretendien-
los años 70 tenían niveles de ingresos por ha- tes tienen dificultades para conseguir las fuer-
bitante y de educación, especialmente entre las tes sumas que han de pagar en forma de dote.
mujeres, superiores a los de la India e Indone- Esta autora observó que la modernización no
sia, ninguno de estos países africanos consi- ha desacreditado la vieja tradición de la dote.
guió ni siquiera una disminución moderada de Por el contrario, las exigencias de dotes por
la fecundidad, a diferencia de lo que ocurrió parte de ambas familias y de los propios no-
con los países asiáticos mencionados. vios han ido en aumento. Balonwu et al.
Caldwell y Caldwell (1987:424) atribuyen ( 1955); Eke-Nwosu ( 1978); Igwe ( 1984); citado
el fracaso de los programas de planificación en Isiugo-Abanihe (1987:12) han señalado la
familiar en Kenya y Ghana no tanto a la in- paradoja de que el índice m á s bajo de divor-
competencia administrativa c o m o a la renuen- cios entre los igbos, en comparación con otros
cia y la aprensión de los burócratas y los políti- grupos étnicos, es imputable en parte a las
cos a oponerse a los profundos valores religio- elevadas sumas exigidas c o m o dote. Esto signi-
sos africanos. fica que una mujer tiene que permanecer con
El factor cultural fue señalado también por su marido, cualesquiera que sean las condicio-
Frank and McNicoll (1987) en su evaluación nes, ya que pedir el divorcio supone que los
de la política demográfica y de fecundidad en padres de ella deban devolver la dote. El siste-
Kenya. m a de la dote es otro de los mecanismos que
En resumen, esta región se caracteriza por contribuyen a mantener a las esposas en una
la escasa utilización de métodos anticoncepti- situación de inferioridad y de total supedita-
vos modernos, y c o m o los métodos tradiciona- ción a los maridos. Además, la aceptación de
les c o m o la lactancia natural y la abstinencia la dote significa la transferencia de los dere-
puerperal están perdiendo rápidamente acep- chos de reproducción al marido y a su clan
tación, por lo menos entre las poblaciones ur- (Frank y McNicoll, 1987:214; Kamuzora,
banas, esto ha dado lugar a la aparición de u n 1987:315).
régimen natural de fecundidad. Además de hacer de madres, las mujeres de
468 Sheriff Sonko

Kenya y Tanzania se dedican a la agricultura que promover la educación de las mujeres


de subsistencia para poder alimentar a sus para facilitarles una mayor participación en la
familias. D e ordinario sus hijos las ayudan en fuerza laboral. Además, es necesario acabar
esta dura tarea (Kamuzora, 1987:316-17). Tra- con el sistema tradicional de la dote, que con-
dicionalmente, los hombres que deciden casar- tribuye a mantener un alto nivel de fecundi-
se buscan una mujer trabajadora. Veamos por dad transfiriendo los derechos de reproduc-
ejemplo lo que dicen los chaga, en el nordeste ción al marido y a su familia. Sobre todo, las
de Tanzania: mujeres tienen que tomar decisiones respecto
de su propia fecundidad, y recurrir a métodos
«Cuando se le habla a un hombre de una anticonceptivos modernos para limitar el ta-
muchacha que sabe manejar la azada y es m a ñ o de la familia.
trabajadora en el campo, esto despierta su Históricamente, los cambios en la condi-
deseo. Piensa el hombre: «Estupendo, ¿qué ción de la mujer pueden haber sido uno de los
m á s puedo desear? H e encontrado la azada factores m á s importantes en el proceso de
que m e convenía» ( R a u m , 1973:33). transición de la fecundidad en Europa. C o m o
señalan van de Wally y Knodel (1980:36):
E n un estudio de los factores culturales que
abren a los tailandeses a las nuevas ideas y «Factores tan difíciles de medir c o m o los c a m -
explican en parte el descenso de la fecundidad bios en la condición de la mujer, la secula-
en este país, Knödel et al. (1986, citado en rización de las actitudes y el rechazo de las
International Family Planning Perspectives, tradiciones sociales en favor de los intere-
1986:140) sostienen que la posición «relativa- ses individuales pueden haber desempeña-
mente favorable» de las mujeres tailandesas do un papel más importante que los facto-
ha contribuido al rápido descenso de la fecun- res socioeconómicos en el desencadena-
didad en el país. Los argumentos aducidos miento del proceso de disminuición de la
para demostrar la mejora de la condición de la fecundidad en Occidente.»
mujer en Tailandia son las elevadas tasas de
participación en la fuerza laboral, la alfabeti-
zación casi universal, la independencia econó- Perspectivas de un descenso
mica y el control de las finanzas familiares, un de la fecundidad
grado relativamente alto de autonomía y unas
relaciones matrimoniales relativamente iguali- Trabajos recientes afirman que Zimbabwe,
tarias, así c o m o la no preferencia por hijos Botswana y Kenya están entrando en la fase de
varones (Knödel et ai, 1986, citado en Kritz y transición demográfica (véanse, por ejemplo,
Gurak, 1989:100). T h o m a s y Muvandi, 1992; Locoh, 1992; R o -
En cambio, otro estudio sobre los niveles binson, 1992). ¿Puede inferirse de los recientes
de fecundidad en el norte de la India, hecho descensos de la fecundidad en estos tres países
por Dyson y Moore (1983, citado en Kritz y que estamos en puertas de un descenso general
Gurak, 1989:100) afirma que los niveles de de la fecundidad en el África subsahariana?
fecundidad siguen siendo altos en una socie- ¿Son estos tres países «precursores» de la tran-
dad caracterizada por los matrimonios conve- sición? (Locoh. 1992:2). E n la presente sección
nidos, la dote, el matrimonio precoz, la segre- examinaremos ésta y otras cuestiones.
gación social de los sexos, la comunicación En comparación con otros países del África
limitada entre los cónyuges y la preferencia subsahariana, no cabe duda de que los tres
por hijos varones. E n este estudio se señala países mencionados han conseguido niveles
también que al limitar los desplazamientos apreciables de incidencia de las prácticas anti-
físicos y la educación de las mujeres, y no conceptivas (véase el Capítulo 2.4). Según Lo-
proporcionarles apoyo social para el control de coh (1992:2-3), en esos tres países se ha regis-
nacimientos, el sistema patriarcal del norte de trado una notable disminución de la mortali-
la India alienta a las mujeres a procrear here- dad infantil, y el nivel de educación de las
deros varones. mujeres es alto. Por ejemplo, la mortalidad
Si se quiere conseguir un descenso de la infantil en Zimbabwe es de 64 muertes por
fecundidad en el África subsahariana, habrá cada 1.000 niños. Las mujeres con educación
Fecundidad y cultura en Africa subsahariana 469

secundaria representan el 44 por ciento de la Ghana: un ejemplo


población.
M á s sorprendente es aún que en Botswana Según Locoh ( 1992) la estabilidad de la fecun-
hay más mujeres que hombres con educación didad en G h a n a (que es paradójica) ofrece un
primaria y secundaria. En cambio, el descenso ejemplo interesante. Ghana fue el primer país
de la fecundidad en Kenya es más discutible del África subsahariana que adoptó una políti-
(véase Robinson, 1992). E n este país, la fecun- ca de población en 1969, cuyos principales
didad disminuyó de 7,1 hijos por mujer en objetivos eran reducir la fecundidad y el creci-
1982-1985 a 6,5 en 1986-1989 ( D H S , 1989; miento demográfico. Durante mucho tiempo
citado en Locoh, 1992:2). los expertos internacionales consideraron ese
U n reciente artículo (Robinson, 1992) sos- país c o m o un ejemplo a seguir en materia de
tiene, sobre la base de los resultados de la políticas de población. Durante los años 70
encuesta sanitaria demográfica de Kenya Ghana sufrió una crisis económica sin prece-
( K H D S ) y de diversos estudios cualitativos, dentes, debida al desplome del precio de su
que dicho país ha entrado en la fase de transi- principal cultivo de exportación (el cacao), a
ción demográfica. Después nos ocuparemos de sucesivas crisis políticas y al éxodo de los tra-
este asunto. bajadores a los países vecinos. Cuando se rea-
Estos descensos de la fecundidad en los tres lizó la encuesta sobre fecundidad de 1979,
países mencionados, si bien son bastante alen- muchos creyeron ver indicaciones de que la
tadores, deben someterse a un análisis crítico. fecundidad había disminuido, y algunos obser-
En el pasado se han expresado dudas sobre las vadores afirmaron que Ghana era el primer
tasas de incidencia de las prácticas anticoncep- país subsahariano en el que se había produci-
tivas de Zimbabwe y Kenya, porque parecían do un descenso duradero de la fecundidad.
demasiado altas. Asimismo, los resultados del N o obstante, nueve años después la D H S
censo de Zimbabwe de 1982 y de la encuesta de Ghana mostró que, a pesar de la adopción
nacional de 1984 adolecen de la mala calidad de una política de planificación familiar en
de los datos, que indican tasas totales de fe- 1969, la creación de grandes centros de plani-
cundidad m á s elevadas que no se correspon- ficación familiar, el suministro de ayuda inter-
den con las altas tasas de incidencia (véase nacional masiva para facilitar las prácticas an-
Frank, 1990:189; Azefor, 1988:41). ticonceptivas y la crisis económica, el nivel de
T h o m a s y Muvadi (1992:7) han advertido fecundidad de Ghana es todavía el mismo que
contra la aceptación sin examen de los datos en los años 70 (6,5 hijos por mujer). E n cam-
sobre la disminución de las tasas en los infor- bio, su vecino Togo, cuyo Gobierno no aplica
mes de la D H S de Zimbabwe y en la encuesta ninguna política demográfica y hasta hace
número 2 sobre la salud de la familia en Bots- poco era reacio a organizar servicios de plani-
wana (BFHS2). D e hecho, en ambas encues- ficación familiar, presenta un nivel compara-
tas las mujeres están considerablemente in- ble de fecundidad. Además, en las zonas urba-
frarrepresentadas. Asimismo hay problemas nas de Togo la fecundidad es menor (4,8 hijos
de mala memoria por parte de las mujeres por mujer) que en las de Ghana (5,2 hijos por
mayores, y las madres de muchos hijos no mujer). En consecuencia, Locoh llegó a la con-
comunican todos sus partos, lo que se refleja clusión de que el caso de Ghana demuestra
en una mayor reducción del total de niños que una política de población bien definida
nacidos (Thomas y Muvadi, 1992:8). El e m - con objetivos precisos de reducción del creci-
pleo por parte de Robinson (1992) de estu- miento demográfico, no siempre es suficiente
dios cualitativos para explicar el descenso de para provocar un descenso de la fecundidad.
la fecundidad en Kenya, si bien es útil, po- Tampoco una fuerte crisis económica - c o m o
seen graves deficiencias. Los estudios cualita- la que sufren actualmente todos los países en
tivos suelen ser de pequeña escala y no son África subsahariana- es suficiente para modi-
estadísticamente representativos ni repeti- ficar los comportamientos en lo relativo a la
bles. Así pues, sería arriesgado extraer infe- fecundidad. Esta autora sostiene que en los
rencias de ellos, especialmente en un gran lugares en que las mujeres participan en la
país c o m o Kenya, con sus múltiples culturas y producción agrícola, intervienen poco o nada
etnias. en el proceso de adopción de decisiones, están
470 SheriffSonko

mal consideradas y tienen que depender de sus jóvenes, se las canjea por una dote y han de
maridos y de la familia, de seguir así persisti- tratar de conseguir una elevada fecundidad
rán las condiciones objetivas que animarán a para ganarse la consideración y el respeto de
la población a tener muchos hijos. los demás. La falta de hijos se considera una
Así pues, aunque sea cierto que Zimbabwe, maldición, y las mujeres que no tienen hijos
Botswana y Kenya han conseguido unos limi- corren el peligro de ser estigmatizadas y acusa-
tados descensos de la fecundidad en el último das de brujería. A esto se añaden otros meca-
decenio, es aún prematuro pensar que estos nismos c o m o la poligamia, el sistema del levi-
descensos anuncien la transición demográfica rato y la adopción de niños. Todos estos facto-
en el África subsahariana. res contribuyen a mantener una alta tasa de
fecundidad.
En el presente artículo sostenemos que los
Conclusión motivos de la alta y persistente tasa de fecun-
didad en el África subsahariana son de orden
En el presente artículo hemos pasado revista a cultural. Para conseguir un descenso de la fe-
los trabajos sobre este tema, y hemos destaca- cundidad en esta región, es necesario que las
do los factores culturales que tienden a au- ideas, los sistemas de creencias y las tradicio-
mentar un alto nivel de fecundidad en el Áfri- nes sufran un cambio radical, acompañado de
ca subsahariana. Salvo en el sector de la una mejora de la condición de la mujer. Por
adopción -que es bastante reciente en la cien- ejemplo, es sumamente necesario mejorar la
cia demográfica- los trabajos sobre este tema educación de las mujeres para que puedan
han estudiado adecuadamente las raíces cultu- aprovechar las oportunidades fuera del hogar,
rales de la alta tasa de fecundidad africana. aumentar su participación en la fuerza de tra-
Hacen falta nuevas investigaciones para deter- bajo, acabar con el sistema de la dote que las
minar su efecto global sobre la fecundidad. En coloca en posición subordinada, e intervenir
este m i s m o orden de ideas, también se preci- más en las decisiones relativas al tamaño de la
san estudios m á s detallados sobre la poli- familia y empleo de procedimientos anticon-
gamia. ceptivos modernos. D e lo contrario, harán fal-
Por otra parte, en diversos trabajos sobre ta varias generaciones m á s para que disminu-
este tema se ha observado que la elevada y ya la fecundidad. Sólo de este m o d o podrá
persistente tasa de fecundidad del África sub- producirse una transición demográfica en el
sahariana está profundamente enraizada en el África subsahariana c o m o la que se registró en
sistema patriarcal, que atribuye la m á x i m a im- Europa a comienzos del siglo X I X , y la que se
portancia a la familia y a la descendencia. C o n ha registrado más recientemente en ciertas re-
este sistema, el papel de la mujer se limita a la giones de Asia, América Latina y el Caribe.
cría y cuidado de los niños. Por consiguiente,
las mujeres se ven forzadas a casarse m u y Traducido del inglés

Notas

*E1 autor da las gracias a la Dra. Lorraine Córner, al Di : Habtemariam Tesfaghiorghis, a la Sra. Mariam M a y
y por último, pero no en orden de importancia, al D r . ^lirka Prazak, por sus observaciones críticas que le han
sido de gran utilidad.
Fecundidad y cultura en África subsahariana 471

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Pobreza, crecimiento demográfico y
efectos de la urbanización en Filipinas

Karina Constantino-David, Maricris R . Valte

Introducción breza, y porque se tiende a culpar al crecimien-


to demográfico de un problema que viene
A medida que la comunidad mundial se libera determinado esencialmente por las estructuras.
lentamente de la recesión económica y los en- Sin embargo, mientras que los dirigentes
frentamientos civiles, y se vislumbra la espe- políticos del m u n d o hacen frente a los proble-
ranza de que en el próximo decenio reinen la mas causados por la recesión, las guerras civi-
paz y la prosperidad, muchas personas se sien- les, la destrucción ambiental y el creciente pro-
ten preocupadas por el crecimiento constante teccionismo de los principales poderes econó-
de la población en los países en vías de desa- micos de Occidente y del Japón, millones de
rrollo y por la destrucción ambiental que se personas libran un combate de vida o muerte
está produciendo, también para satisfacer las necesi-
principalmente en el Sur. dades humanas m á s ele-
Karina Constantino-David es Directo-
En muchos foros se oye re- ra Ejecutiva de «Harnessing Self-Re- mentales. Estas personas
petir, por ejemplo, que la liant Initiatives and Knowledge» ( H A - no aparecen en la primera
mayoría de las grandes SIK - Control de Iniciativas y Conoci- página de nuestros periódi-
mientos Autónomas Suficientes), y C o -
aglomeraciones urbanas se misaría de la Comisión Independiente cos; no han oído hablar
encuentran en ciudades del sobre Población y Calidad de Vida. nunca del «calentamiento
Tercer M u n d o . E n este Maricris R . Valte es Asociada de Pro- mundial», pero no ignoran
grama y Jefa de la Unidad de Investi-
m i s m o orden de ideas, se gación de H A S I K . Se ocupa principal-
la furia inexorable de la
formulan advertencias so- mente de cuestiones relativas a la po- naturaleza, al no tener un
bre el rápido agotamiento breza urbana, el movimiento estudian- techo que les proteja del
til y los problemas de origen sexista.
de los recursos de la tierra, La dirección de ambas autoras es: H A -
calor asfixiante o de la llu-
que imposibilita la satis- SIK, 2 A Malusog cor. Matiwasay, 1101 via torrencial; no tienen la
facción de las crecientes U . P . Village, Q . C . Filipinas. menor idea de cuál ha sido
necesidades humanas y so- el crecimiento de la pobla-
ciales, y se citan numero- ción de la Tierra, pero sí
sos informes sobre los alarmantes índices de conocen lo difícil que es alimentar a una fami-
contaminación industrial existentes en ciuda- lia de seis personas cuando escasean las fuen-
des de Asia, África, América Latina, Europa tes de subsistencia. Estas personas quizá ten-
oriental y la ex Unión Soviética. Por su parte, gan una vaga idea de las posibles ventajas del
diversos órganos gubernamentales y organis- crecimiento económico, pero están seguras, en
m o s internacionales denuncian sin falla el cre- todo caso, de que la modernización les ha
cimiento demográfico c o m o factor principal empujado a la periferia de sus sociedades. D e
de la persistente situación de pobreza y degra- hecho, en el m u n d o en desarrollo mueren to-
dación ambiental en los países en vías de desa- dos los años m á s de dos millones de niños en
rrollo, argumento que las O N G han criticado las ciudades a causa de enfermedades diver-
por estimar que no se tiene en cuenta las estruc- sas. La malnutrición urbana, c o m o observa
turas sociales existentes que perpetúan la po- un investigador, tiende a ser «peor que en las

R I C S 141/Setiembre 1994
476 Karina Constantino-David y Mariais R. Va/te

zonas rurales, por lo bajos ingresos de una ran acceso a recursos económicos y políticos
economía monetaria, la interrupción tempra- importantes. Esto, a su vez, sólo puede suce-
na de la lactancia natural cuando las madres der si las comunidades organizadas y politiza-
tienen que ir a trabajar, la diarrea resultante das empiezan a reclamar la participación en
de las condiciones insalubres...» (Murphy, los procesos de planificación y adopción de
1990). decisiones, que hasta ahora monopolizan los
T o d o el m u n d o , prácticamente, considera burócratas y los políticos, y a exigir la parte
que Asia y el Pacífico es la región cuya econo- que les corresponde en los beneficios del creci-
mía crece con más rapidez y que en el siglo miento económico y la modernización.
X X I será el principal mercado del m u n d o .
C o n una población que representa una cuarta
parte de los habitantes del planeta, por lo m e - Población y pobreza: la
nos un tercio de los bienes y servicios produci- experiencia d e Filipinas
dos en todo el m u n d o proceden de Asia. Fren-
te a la recesión que afecta a las principales Todavía hay quien califica a Filipinas de país
industrias del Occidente, los tecnocratas, los agrícola; sin embargo, en el Asia del Sudeste
políticos y los hombres de negocios aplauden a Filipinas ocupa el segundo lugar después de
los «dragones económicos» Taiwan, H o n g Indonesia en cuanto a población absoluta
Kong, Corea del Sur y Singapur, que compiten de las ciudades, y el tercer lugar en propor-
por ocupar una posición estratégica en la eco- ción de personas que viven en las zonas urba-
nomía recién abierta de Vietnam, y observan nas (Ramos-Jiménez et al., 1986).
con impaciencia los preparativos de China En un m o m e n t o del precedente decenio, la
para adaptar su economía. Autoridad Nacional de Desarrollo Económico
Y , sin embargo, detrás de esta imagen ideal -que es el principal organismo de planifica-
del crecimiento económico asiático se encuen- ción económica de Filipinas- calculó que a
tra la triste situación de la mayoría de su po- comienzos de los años 90 el 43 % de la pobla-
blación. Las ciudades de la región están llenas ción filipina viviría en zonas urbanas. Se pre-
de personas desasistidas que no tienen sitio veía que esta cifra aumentase hasta un 48 % en
donde vivir, ni futuro que esperar. Los costos el año 2000, y hasta un 58 % en el año 2020
sociales del crecimiento económico y la urba- (David, 1990).
nización han sido tremendos (Murphy, 1990). Según estudios demográficos realizados en
Para dar una idea sucinta de las consecuencias 1990, la población total había alcanzado la
del modelo de crecimiento orientado al merca- cifra de 60,7 millones de habitantes, con un
do, de base urbana y construido sobre la deu- incremento medio absoluto de 1,3 millones de
da, que gran parte del Sur trata de adoptar, en personas al año. La distribución de los ingre-
el presente artículo consideramos la experien- sos es m u y dispar, y el 20 % de mayores ingre-
cia de Filipinas en su intento de satisfacer las sos posee m á s del 50 % de la renta nacional
necesidades de los pobres de las zonas ur- total, mientras que el 20 % de menores ingre-
banas. sos dispone solamente del 5 % de la riqueza
Examinaremos los problemas sociales con- restante. E n términos concretos, según una es-
cretos que han acompañado al crecimiento ur- timación prudente, 5,82 millones de familias
bano en Filipinas, en especial el impacto ex- -lo que supone el 55,2 % del total de familias
traordinario que han tenido dichos problemas del país- viven por debajo de la línea de po-
en las mujeres. Asimismo, describiremos al- breza, que es de 240 dólares (Jiménez-David,
gunos programas aplicados por el Gobierno 1993).
y por organizaciones no gubernamentales La desigualdad social y económica reinante
( O N G ) , con miras a remediar la pobreza ur- se refleja claramente en las estadísticas. E n el
bana. sector de la salud y la población, por ejemplo,
La principal hipótesis en que se basa el recientes estimaciones del Gobierno indican
presente estudio es que dar poder a la pobla- que no ha habido ninguna mejora en la tasa de
ción es el mejor m o d o de atender las necesida- mortalidad de los recién nacidos, que en el
des de los pobres. La miseria de las zonas decenio de 1980-1990 se mantuvo en el nivel
urbanas podría erradicarse si los pobres gana- de 61,0 muertes por 1.000 nacidos vivos. Se-
Pobreza, crecimiento demográfico y efectos de la urbanización en Filipinas All

gún el Departamento de Salud, alrededor de los últimos años han hecho que se disparasen
1,5 millones de mujeres quedan embarazadas los precios del suelo y que proliferasen los
todos los años, pero sólo un 62 % de los partos rascacielos residenciales y los centros comer-
se produce con asistencia de personal médico ciales. La liberalización del programa de m o n -
cualificado. E n general, el 63 % (5,1 millones) taje de automóviles ha permitido que un m a -
de los 8,1 millones de mujeres en edad núbil yor número de personas con ingresos media-
del país corren un alto riesgo en el parto (Jimé- nos aprovechasen este medio moderno de
nez-David, 1993). transporte, lo que ha originado un fuerte au-
Por otra parte, la errátil economía domésti- mento de los atascos infraestructurales (atas-
ca ha obligado a muchos filipinos a buscar cos de tráfico, etc.).
trabajo en el extranjero. E n 1991, la Adminis- Sin embargo, la apariencia material de
tración Filipina del Trabajo Exterior comuni- prosperidad de Metro Manila se ve desmenti-
có que en este año habían ido a trabajar al da por dos factores negativos que acabarán
extranjero, con contrato, 615.019 personas; anulando cualquier realización del desarrollo
casi el 50 % eran mujeres, lo que supone una económico: el deterioro ambiental y la pobre-
de las tasas m á s elevadas de Asia (Jiménez- za urbana.
David, 1993; Murphy, 1990). Debe observarse El costo ambiental de la modernización es
que la cifra comunicada incluye solamente a desolador: el nivel de emisiones de dióxido de
los trabajadores cuyos documentos fueron tra- azufre en Metro Manila es superior al de N u e -
mitados en los organismos oficiales competen- va York o de Tokio en un 30-40 %; más del
tes. U n elevado porcentaje de las personas que 35 % de los habitantes de la ciudad no dispo-
van a trabajar al extranjero con contrato salen nen de agua corriente y la red de alcantarillado
del país por mediación de agencias de empleo sólo sirve a un 20 % de la población actual
y sindicatos ilegales. (Jiménez-David, 1993).
Por otra parte, hasta ahora ningún progra-
m a económico oficial ha conseguido poner
Costos sociales d e la urbanización:
coto al deterioro creciente de las condiciones
Metro Manila
en que vive una parte considerable de la po-
Estudios oficiales indican que el 48,6 % de la blación, los pobres urbanos.
población total de Filipinas reside en zonas Los pobres urbanos de Manila viven en
urbanas. La Región Capital Nacional (Metro terrenos baldíos de la periferia, junto a las vías
Manila) es actualmente la decimoctava zona del ferrocarril, en estercoleros, cementerios y
metropolitana del m u n d o por su tamaño. mercados, durmiendo en la acera, transportan-
Compuesta de cuatro ciudades y 13 munici- do sus «hogares» en carritos de m a n o , despla-
pios, tiene una población total de 7,9 millones zándose constantemente y buscando refugio
de habitantes y ocupa una superficie de 636 bajo los puentes al caer la noche. La mayoría
k m 2 ( N S C B , 1991). Si bien las estimaciones de
la tasa de crecimiento anual de la población de
Metro Manila varían desde el 3,6 % (cifra del «Villas
Gobierno) hasta el 4,6 % (cifra de las Naciones miseria» Otras zonas
Unidas), la densidad demográfica de la ciudad Tasa de abandonos
(12.498 personas por k m 2 ) es causa de gran escolares antes de la
preocupación para los que proyectan las políti- enseñanza superior 35% 20%
cas (Jiménez-David, 1993). Tasa de nacimientos por
A pesar de los intentos del Gobierno de cada 1.000 personas 177 33
promover zonas industriales en las regiones y Tasa de mortalidad de
provincias periféricas, Metro Manila sigue recién nacidos por cada
siendo el centro de las actividades industriales 1.000 nacidos vivos 210 76
y comerciales, y representa alrededor del 3,5 %
Enfermos de tuberculosis
del producto interno bruto del país, la contri- por cada 100.000 personas 7.000 800
bución más elevada de las 13 regiones de Fili-
pinas ( N S C B , 1991). La especulación inmobi- Tasa de malnutrición de
tercer grado 9,6 % 3%
liaria y el auge de la construcción registrado en
478 Karina Constantino-David y Maricris R. Va/te

de estas personas son campesinos que emigra- tanas del país, Manila y Cebú, son mujeres
ron a la gran ciudad atraídos por su falso (Murphy, 1990). Sin embargo, el desplaza-
esplendor y por las oportunidades que pare- miento de la población no se limita al interior
cían ofrecérseles, desplazados por «proyectos del país.
de desarrollo» destinados supuestamente a eli- E n los años sesenta y ochenta, la inestabili-
minar la pobreza rural, o privados de sus casasdad política y el declive económico reinante
y sus ingresos por el conflicto armado que ha en Filipinas, así c o m o la fuerte demanda de
asolado el campo de Filipinas durante más de m a n o de obra en el extranjero, provocaron
dos decenios. una emigración masiva de ciudadanos. Inicial-
La comparación de las condiciones de vida mente, las masas de trabajadores migrantes
entre las «villas miseria» y las otras zonas deestaban compuestas sobre todo por varones,
Metro Manila es aleccionadora (Murphy, mientras que la mayoría de los migrantes per-
1990). manentes eran mujeres.
El problema de la vivienda ofrece otra ima- A lo largo de los años, y especialmente en el
gen de la pobreza urbana. Si bien las cifras período más reciente, se ha observado que la
discrepantes impiden una evaluación precisa tendencia de las mujeres a ir a trabajar al
de la situación de la vivienda, varios organis-extranjero va en aumento. Por desgracia, las
estadísticas disponibles sobre las trabajadoras
m o s oficiales y O N G coinciden en estimar que
por lo menos 3,5 millones de familias (21 mi- migrantes son m u y deficientes, y la mayoría
llones de personas) carecen de hogar en todo elde los dato; todavía no se han desglosado por
país (Gregorio-Medel, 1989). El déficit de vi- sexos. Sin embargo, ya en 1987 varias investi-
viendas se estima en 1,8 millones de unidades; gaciones mostraron que el 47,2 % de las perso-
el Presidente R a m o s prometió enjugarlo en nas contratadas en el extranjero para trabajar
parte, construyendo 1,2 millones de unidades en el campo eran mujeres ( N E D A , 1989). La
en cinco años. evolución de las pautas de la m a n o de obra
La Autoridad Nacional de la Vivienda ha migratoria indica, por una parte, una creciente
estimado que 406.000 hogares de Metro Mani- feminización del fenómeno, y por otra un au-
la pueden considerarse «villas miseria». C o n mento de hogares en zonas rurales y urba-
un tamaño medio de cinco o seis miembros nas dirigidos por mujeres, o por un progenitor
por familia, puede afirmarse que, por lo bajo, único.
de 2,03 a 2,43 millones de personas - u n tercio Independientemente de la pesada respon-
de la población de la ciudad- ocupan su vi- sabilidad que supone encargarse del hogar, las
vienda ilegalmente (Gregorio-Medel, 1989). mujeres permanecen marginadas en la socie-
Esta evaluación no tiene en cuenta las estima- dad, en su condición tanto de mujeres c o m o
ciones de diversas O N G e instituciones que de pobres. Las mujeres representan solamente
tienden a señalar cifras mucho m á s altas de laun 37 % del total de personas empleadas, y un
población de pobres urbanos en Metro Mani- 45 % del total de desempleadas. Entre la po-
la. Por ejemplo, un estudio relativamente re- blación trabajadora, sólo el 21 % de mujeres
ciente llegaba a la conclusión de que unos 3,6 ocupan posiciones ejecutivas y gerenciales. Y
millones de personas (el 47 % de la población en un sistema económico que infravalora tan-
de la ciudad) viven en las llamadas «barangays to el capital h u m a n o , las trabajadoras son
deprimidas», que son comunidades con un marginadas por partida doble: según el Institu-
alto nivel de malnutrición infantil y cuyas fa- to de Estudios Laborales, las trabajadoras ga-
milias viven por debajo de la línea de pobreza nan solamente el 37 % del sueldo que perciben
(Murphy, 1993). los trabajadores por un trabajo similar. La
diferencia es aún mayor en las posiciones eje-
cutivas y gerenciales: las mujeres reciben sola-
Las mujeres urbanas y la calidad de vida mente un 15,4 % de lo que ganan sus homólo-
U n investigador observó que las pautas migra- gos masculinos. A d e m á s , c o m o señala el estu-
torias de Manila son únicas en Asia, por cuan- dio, «a medida que aumenta el tamaño del
to una proporción elevadísima de los migran- establecimiento, mayor se hace la despropor-
tes rurales son mujeres. D o s de cada tres ción salarial entre los sexos, lo que denota una
emigrantes a las principales zonas metropoli- discriminación salarial más acusada por parte
Pobreza, crecimiento demográfico y electos de la urbanización en Filipinas 479

Escena de la vida entre los muertos: Norl Cemetery. Manila, 1992. Paula Bronsiun/Rapho

de las empresas m á s acreditadas» ( D O L E , En el contexto de una economía c o m o la


1992; N S C B , 1991). filipina, orientada hacia la exportación y en
Estas estadísticas no tienen en cuenta a situación de estancamiento, las mujeres po-
unos 9,3 millones de mujeres no pertenecien- bres de las ciudades constituyen un suministro
tes a la fuerza laboral, que se consideran eco- de m a n o de obra más barata. En las fábricas
nómicamente no productivas. Las estimacio- textiles, por ejemplo, se ha observado que los
nes más recientes indican que el 74 % de estas propietarios subcontratan por lo menos el
mujeres son «amas de casa», o sea las que 20 % de la producción a «trabajadoras a domi-
permiten que otros miembros de la familia se cilio», o sea. a mujeres pobres de la ciudad que
dediquen a trabajos productivos fuera del ho- producen a destajo diversas partes del produc-
gar, pero cuya contribución nadie reconoce. to. En el mejor de los casos, estas trabajadoras
Es irónico pensar que estas mujeres «no a domicilio ganan 0,03 dólares de los E E . U U .
productivas» aportan una contribución tan in- por pieza, mientras que el empleado medio de
gente al ingreso familiar, mediante su partici- una fábrica textil que trabaja en las mismas
pación en la economía informal. En las zonas condiciones (es decir, a destajo) gana 0,53 dó-
urbanas pobres, en especial donde las familias lares con el mismo rendimiento ( B W Y W ,
pocas veces consiguen una fuente regular de 1993). Este sistema no sólo permite a los due-
ingresos, las mujeres combinan las faenas del ños de las fábricas ahorrar más del 90 % de los
hogar con el trabajo c o m o vendedoras de mer- gastos salariales corrientes, sino que de este
cado o ambulantes, lavanderas, auxiliares del m o d o incumplen las leyes que prevén la con-
hogar, etc. U n estudio del Departamento del cesión de prestaciones laborales y eluden la
Trabajo (1993) muestra que más del 53 % de posibilidad de tener que enfrentarse con una
los participantes en el sector no estructurado actividad sindical organizada.
son mujeres. Las mujeres pobres de las ciudades están
480 Karina Constantino-David y Maricris R. \ 'alte

especialmente afectadas por los problemas del nos. Por desgracia, las autoridades del gobier-
sector. Si bien la falta de vivienda aqueja por no local violan constantemente la ley ordenan-
igual a hombres y mujeres, la vida es más dura do demoliciones -desde que se promulgó la
para las mujeres, que tradicionalmente son las ley, en abril de 1992, más de 60.000 familias
que se encargan de asegurar la comodidad del han sufrido el derribo ilegal de su vivienda- e
hogar. La falta de agua y electricidad, y las incumpliendo disposiciones tales c o m o la
condiciones insalubres de las hacinadas «villas reinstalación de las familias desplazadas, la
miseria», hacen el trabajo doméstico mucho inclusión en las listas de beneficiarios del pro-
más pesado. A d e m á s , un importante apoyo grama de viviendas sociales, etc.
para las mujeres en las zonas rurales -la fami- A continuación describimos tres progra-
lia amplia, que facilita el cuidado gratuito de m a s comunitarios relativamente innovadores,
los niños y ofrece cierta protección a las muje- que tratan de responder a los problemas con-
res- no suele existir en las zonas urbanas. cretos de los pobres urbanos respecto de la
Debido en parte quizás a las presiones y las tenencia de la tierra y la vivienda, los medios
inseguridades de la vida de los pobres urba- de subsistencia de las mujeres y la violencia
nos, la violencia doméstica contra las mujeres doméstica en las comunidades.
pobres de la ciudad es muy frecuente. Por ejem-
plo, una O N G que opera en Cebú llegó a la
Tenencia d e la tierra y vivienda
conclusión, sobre la base de los registros de la
policía y los hospitales, de que seis de cada En los años 80 el Gobierno organizó un Pro-
diez mujeres de comunidades urbanas pobres grama de Hipotecas Comunitarias ( C M P ) , con
son golpeadas por sus maridos o compañeros. ayuda de un préstamo del Banco Mundial; el
Asimismo, en una determinada comunidad de Programa consiste en la compra, por el G o -
Manila, la violencia doméstica se considera el bierno, de terrenos privados por cuenta de los
cuarto problema m á s apremiante, después ocupantes ilegales urbanos. Por conducto de la
de la tenencia de la tierra, la electricidad y el National H o m e Mortgage and Financing Cor-
agua. poration (Consorcio Nacional de Hipotecas y
Así pues, las mujeres pobres de la ciudad Financiación), el Gobierno, junto con los ocu-
sufren de marginación y falta de poder, no pantes del terreno -representados por su aso-
sólo por su pertenencia a un sector desasistido ciación comunitaria y por la O N G participan-
sino también por el hecho m i s m o de su sexo. te- negocia con el propietario el precio de
compra y otras condiciones de la operación.
Entre los factores considerados para determi-
Respuestas concretas nar el precio de compra (que puede correspon-
a la pobreza urbana der o no al valor de mercado del terreno)
figura la capacidad de cada hogar de pagar la
La historia de la pobreza urbana en Filipinas cuota mensual de amortización.
muestra que, si las comunidades se organizan, Si las tres partes se ponen de acuerdo, los
se eleva suficientemente el nivel de concien- ocupantes pueden llegar a poseer la parcela de
ciación de los residentes con respecto a sus tierra en la que se alzan sus casas. Si bien el
derechos y se promueve la confianza de la proceso es m u y prolongado (una media de tres
gente en su capacidad colectiva de introducir años, para ser exactos), el C M P permite que
cambios en las estructuras sociales y políticas, las familias beneficiarias lleguen a poseer la
entonces y sólo entonces podrá mitigarse la parcela que ocupan, reembolsando el precio al
pobreza de este sector. La Ley de Desarrollo Gobierno mediante una amortización mensual
Urbano y Vivienda de 1992 ( U D H A ) , por ci- que dura 25 años. Sólo cuando se ha completa-
tar un ejemplo, es la demostración de lo que do la amortización recibe la familia beneficia-
pueden hacer los pobres urbanos mediante la ria el título de propiedad de la parcela.
defensa colectiva de las leyes que les favore- El Programa prevé también un plan de
cen. La U D H A es una legislación de referencia préstamos a bajo interés para las familias de
que, entre otras cosas, prevé u n programa de beneficiarios que tengan que construir sus ca-
viviendas sociales y protege a los pobres urba- sas, y otro plan al que puede recurrir toda la
nos contra los derribos arbitrarios e inhuma- comunidad beneficiaria parafinanciarlos gas-
Pobreza, crecimiento demográfico y electos de la urbanización en Filipinas 481

tos de acondicionamiento de los terrenos Medios alternativos d e subsistencia


(construcción de carreteras y calles, instala- para la mujer
ción de servicios de agua y electricidad, etc.).
Aunque varias comunidades de pobres ur- Reconociendo que proporcionar medios para
banos se han beneficiado del C M P , hay m u - conseguir el poder económico es un paso im-
chas más que se desalientan al ver sus riguro- portante hacia la mejora de la condición de la
sas condiciones, por no hablar del innecesario mayoría de las mujeres, las O N G se concerta-
papeleo. Los trámites burocráticos, por ejem- ron para establecer el Livelihood Revolving
plo, han disuadido a bastantes propietarios and Capability-building Fund for Poor W o -
privados" de su intención inicial de vender sus men ( L R F W - Fondo rotatorio de subsistencia
tierras a los ocupantes ilegales. A los propieta- y capacitación para las mujeres pobres). A u n -
rios les disgusta en particular las largas d e m o - que su principalfinalidades el suministro de
ras en la tramitación de los diversos documen- crédito a las mujeres pobres para emprender
tos, ya que ello significa perder los beneficios actividades de subsistencia, el Fondo también
que podrían haber obtenido si hubieran ofreci- tiene por objeto satisfacer las necesidades per-
do su propiedad en el mercado. sonales, sociales y políticas de las mujeres,
Además, en los primeros años de aplica- creando los medios para introducir cambios
ción del plan se produjeron algunas anomalías sustanciales en su condición económica (Ban-
que afectaron gravemente a la credibilidad del tug, 1992).
Programa entre sus destinatarios (los pobres Este programa se inició en 1990 c o m o e m -
urbanos) y su principal contribuyente (el Ban- presa conjunta de tres importantes redes de
co Mundial). O N G : la Partnership of Philippine Support
Estos problemas impidieron que el Progra- Service Agencies (PHILSSA - Asociación de
m a distribuyera los fondo's con rapidez y efica- Organismos Filipinos de Servicios de Apoyo),
cia, y el Banco Mundial dejó de proporcionar el Philippine Partnership for the Development
asistencia. El Gobierno tampoco ayudó m u - of H u m a n Resources in Rural Areas (PhilDH-
cho, ya que sólo aportó 17,5 millones de dóla- R R A - Asociación Filipina para el Desarrollo
res al año. Así pues, la suspensión, o incluso la de Recursos H u m a n o s en Zonas Rurales) y la
cancelación, del C M P es una amenaza m u y National Confederation of Cooperatives
real. ( N A T C C O - Confederación Nacional de Coo-
Si el Gobierno no puede encontrar otras perativas). H A S I K (Harnessing Self-Reliant
fuentes definanciacióno, mejor aún, organi- Initiatives and Knowledge - Control de Inicia-
zar un programa de vivienda más eficaz, los tivas y Conocimientos Autosufícientes), en re-
pobres podrían perder el único acceso al suelo presentación de P H I L S S A , opera c o m o uni-
urbano y a los servicios de vivienda que tienen dad de gestión del Fondo y se encarga de la
a su alcance. Por su parte, los pobres urbanos secretaría del programa. La Presidential M a -
piden que el Gobierno asigne al C M P el 20 % nagement Staff (Oficina de Gestión de la Pre-
de sus fondos totales destinados a la vivienda, sidencia), proporcionó asistencia financiera
lo que representa de 35 a 70 millones de dóla- por conducto de la National Commission on
res al año. the Role of Filipino W o m e n (Comisión Nacio-
Sin embargo, cuando los pobres urbanos nal sobre el Papel de las Mujeres Filipinas). La
están sumidos en la incertidumbre respecto concepción, diseño y mecanismo del L R F W
del futuro del C M P , otro plan gubernamental son resultado de un estudio global y una eva-
-el Plan Unificado de Préstamos ( U L P ) - ha luación de las instituciones crediticias tradi-
demostrado un considerable potencial para sa- cionales (o sea los servicios de préstamo, los
tisfacer las necesidades de viviendas de las bancos comerciales y los bancos rurales), en
familias de medios modestos. Mediante la Filipinas e incluso en otros países (por ejem-
concesión de préstamos con bajos intereses, el plo, el Banco Grameen en Bangladesh).
U L P ofrece a los hogares de ingresos medios la Desde su creación, el L R F W ha financiado
posibilidad de no tener que ocupar ilegalmen- un total de 380 proyectos en 12 regiones, y ha
te sus viviendas, proporcionándoles la plata- beneficiado directamente a 2.300 mujeres po-
forma necesaria para adquirir legalmente una bres de 14 a 80 años de edad y a 14.168
vivienda de bajo costo. familiares. Hasta ahora, 144 O N G de todo el
482 Karina Constantino-David y Maricris R. Valle

país (en condición de organismos de aplica- Además, los valores patriarcales facilitan sin
ción del desarrollo social, ISDA) han partici- duda alguna la violencia contra la mujer.
pado en el programa. En un intento de poner fin a esta situación,
El L R F W pretende resolver cuatro impor- se organizó un proyecto conjunto del Gobier-
tantes problemas del desarrollo de Filipinas. no - O N G , titulado Community-based A p -
En primer lugar, responder a las necesidades proach to Violence against W o m e n ( C O M -
de crédito de las mujeres, que las instituciones B A T - W A W , Enfoque Comunitario de la Vio-
crediticias establecidas no siempre resuelven. lencia contra la Mujer), que se aplicó experi-
En segundo lugar, contribuir a dar poder a las mentalmente en Talanay, una comunidad ur-
mujeres marginadas, brindándoles la oportu- bana pobre de Quezon City que cuenta con
nidad de participar en los procesos de adop- una población aproximada de 1.500 familias.
ción de decisiones y de obtener acceso directo Los ejecutantes del proyecto son la H A S I K
a los recursos, y controlarlos. E n tercer lugar, (una O N G que asiste a las comunidades po-
el L R F W proyecta al m á x i m o el impacto de bres urbanas en Metro Manila) y la W o m e n ' s
las O N G mediante la organización de un siste- Legal Bureau ( W L B , Oficina Jurídica para la
m a cooperativo entre los organismos de desa- Mujer, que proporciona asistencia y servicios
rrollo participantes. Al conjugar los conoci- jurídicos a las mujeres que son víctimas de
mientos técnicos individuales de las grandes violencias), con el apoyo de diversos grupos
redes c o m o P H I L S S A , P h i l D H R R A y N A T C -
alternativos de juristas y de la Comisión N a -
C O , el programa contribuye al fortalecimiento cional sobre el Papel de la Mujer Filipina.
de vínculos y a la creación de modelos para El programa C O M B A T - V A W , destinado a
una gestión y acción coordinada del desarro- reducir la frecuencia de las prácticas violentas
llo. Por último, el L R F W reconoce el papel contra las mujeres pobres de las ciudades, es
vital de los proyectos socioeconómicos para el un proyecto comunitario que utiliza la educa-
fomento de la organización comunitaria (OC). ción y los servicios c o m o mecanismos prima-
Los valores propios de la O C , como la acción rios de intervención en el marco de una orga-
colectiva, el liderazgo democrático y la respon- nización comunitaria integrada. E n concreto,
sabilidad social, inspiran la concepción y apli- el proyecto está destinado a crear las condicio-
cación del L R F W . Por este motivo, los proyec- nes que faciliten el cambio de actitud de los
tos de subsistencia se llevan a cabo únicamen- individuos y la comunidad, para favorecer una
te en comunidades organizadas o semiorgani- comprensión más profunda del problema y
zadas (Bantug, 1992). llegar al compromiso de hacerle frente colecti-
L o que da al L R F W su carácter singular en vamente; a proporcionar a las mujeres los co-
relación con otros programas de asistencia al nocimientos y técnicas básicos que les permi-
crédito es el intento consciente de tener en tan afirmar sus derechos y responder activa-
cuenta los problemas de la igualdad de los mente a situaciones de violencia; a formar a
sexos al exigir que todos los ISDA organicen un grupo de hombres y mujeres que sirvan de
seminarios para las beneficiarias en los que se educadores comunitarios y defensores de las
tenga en cuenta este tipo de problemas. Gra- mujeres víctimas de la violencia; y a desarro-
cias a este esfuerzo, las mujeres de medios llar estrategias, planes y materiales para repe-
modestos toman conciencia de otra realidad tir el proyecto en otras comunidades urbanas
que hasta ahora había quedado oculta bajo las pobres.
capas de la cultura, la tradición y las exigen- Desde que empezó a aplicarse en 1992, el
cias de la supervivencia cotidiana. programa C O M B A T - V A W ha impartido for-
mación a un grupo de auxiliares jurídicos en
Talanay. Estos auxiliares, de ambos sexos, po-
La lucha contra la violencia doméstica
seen conocimientos rudimentarios del proce-
La violencia doméstica es una realidad con la dimiento legal y prestan asistencia inicial a las
que tienen que enfrentarse las mujeres pobres víctimas hasta el m o m e n t o en que éstas dispo-
de las ciudades de todo el m u n d o . C o m o he- nen de asistencia jurídica profesional, si es ne-
mos dicho antes, las presiones y la inseguridad cesario.
que rodean las vidas de los pobres contribuyen Los efectos de la presencia de los auxiliares
en parte a la alta frecuencia de este fenómeno. jurídicos en la comunidad se demuestran por
Pobreza, crecimiento demográfico y electos de la urbanización en Filipinas 483

el hecho de que, al año apenas de recibir for- nos son una paradoja que se encuentra en la
mación jurídica, el grupo se ha ocupado ya mayoría de las zonas urbanas de los países en
extrajudicialmente de diversos casos de vio- vías de desarrollo y que se traduce por presen-
lencia, en particular de esposas maltratadas. cia de islas de riqueza en medio de un mar de
En un caso de violación juzgado recientemen- pobreza y deterioro.
te en los tribunales, la contribución de los La pobreza generalizada tiene consecuen-
auxiliares jurídicos fue m u y notable; la docu- cias particularmente graves para las mujeres
mentación suministrada y los datos reunidos de las ciudades. A d e m á s de estar marginadas y
sistemáticamente sobre el curso por los auxi- carecer de poder, estas mujeres tienen que so-
liares permitieron condenar a tres de los en- portar la indiferencia de la sociedad hacia su
causados. salud y bienestar.
Algunos auxiliares jurídicos han organiza- Aunque en este trabajo se han descrito al-
do «grupos de vigilancia contra la violencia gunas actividades concretas del Gobierno y de
doméstica» en determinados distritos de la las O N G para resolver -conjunta o individual-
ciudad. Estos grupos idean ingeniosas estrate- mente- varios problemas urbanos, las autoras
gias de intervención para evitar que las peleas desean recalcar que estos esfuerzos no son sino
conyugales degeneren en violencia física. Asi- intentos limitados de rectificar una situación
m i s m o se han establecido, en diferentes luga- inicua. Tanto el Gobierno c o m o las O N G ,
res de la comunidad, centros a los que las juntos o separados, deben tratar de formular
mujeres pueden acudir en busca de asesora- políticas, leyes y programas que atribuyan la
miento, o incluso refugiarse temporalmente. m á x i m a prioridad a las necesidades de los po-
Animados por el éxito inicial del proyecto, bres, que constituyen la mayoría de la so-
los ejecutores de C O M B A T - V A W están prepa- ciedad.
rando su aplicación en otras comunidades ur- Sobre todo - y ésta es la idea principal del
banas pobres de Quezon City. precedente e x a m e n - las comunidades deben
organizarse, afirmar colectivamente sus dere-
chos e insistir en una participación auténtica
Conclusión en los procesos políticos. Sólo entonces po-
drán los pobres abrigar la esperanza de que un
C o m o explicamos en detalle al comienzo del día romperán las cadenas de la impotencia y
presente trabajo, los procesos de moderniza- vivirán decentemente c o m o deben vivir los
ción y urbanización en Filipinas han provoca- seres humanos.
do mayores disparidades de los niveles de vida
y los ingresos individuales. Los pobres urba- Traducido del inglés

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484 Karma Constantino-David y Mariais R. l'allé

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Rights/Habitat International 1989-1992. Manila: National
Coalition-Asia and Claretian Economic and Development
Publications. Authority.
Replanteamiento d e la política
de planificación familiar atendiendo
a las investigaciones sobre la salud
relacionada con la reproducción

Huda Zurayk, Nabil Younis y Hind Khattab

Introducción taban esa política (Jain y Bruce, 1993). Dicha


política persiste actualmente en muchos países
Hacia mediados del presente siglo empezó a en vías de desarrollo.
intensificarse la preocupación por los niveles Se han desarrollado en diversas fases nue-
de reproducción registrados en los países del vos enfoques para ampliar esta definición de
m u n d o en desarrollo. La elevada tasa de creci- la política demográfica (véase Dixon-Mueller,
miento registrada en ellos, c o m o consecuencia 1993 y Kabeer, 1992). Estos enfoques han in-
de la disminución de la mortalidad mientras tentado, en general, situar la reproducción en
que la fecundidad seguía siendo alta, se consi- su contexto social m á s amplio y, m á s reciente-
deró un problema demográfico que constituía mente, prestar la debida atención a la dimen-
un obstáculo para el desa- sión salud en relación con
rrollo y una amenaza al la reproducción, especial-
H u d a Zurayk es un alto funcionario de
equilibrio de la distribu- la Oficina Regional de El Cairo del
mente en lo que afecta a
ción de la población m u n - Consejo de Población para el Asia O c - los niños y a las mujeres.
dial. L a política demográ- cidental y el Norte de África. Nabil Desde una perspectiva
fica de los países en desa- Younis es profesor de obstetricia y gi- m á s amplia, la política de-
necología de la Universidad de Al-
rrollo empezó a equiparar- Azhar de El Cairo. Hind Khattab es mográfica pasa a formar
se a la reducción de la director de investigaciones sociales de parte de la política de de-
fecundidad y surgió la po- Delta Consultants de El Cairo. La co- sarrollo que trata de mejo-
rrespondencia que desee mantenerse
lítica de planificación fa- sobre este artículo debe dirigirse a: rar las condiciones sociales
miliar c o m o único meca- H u d a Zurayk, The Population Coun- (Jain y Bruce, 1993), lle-
nismo viable a corto plazo cil, P . O . Box 1 1 5, Dokki, Giza, Egipto. gando a la conclusión de
para evitar la enorme tasa que, en lo que se refiere a
de crecimiento (Jain and la fecundidad, tienen gran
Bruce, 1993). E n los si- importancia las condicio-
guientes decenios se movi- nes de vida de la mujer.
lizaron enormes recursos materiales y fuertes A d e m á s , las consecuencias para la salud de los
mecanismos de apoyo de expertos para crear niños y las mujeres entran en el terreno de
una estructura internacional de poder, con su interés de la política demográfica. D e este
contrapartida en los países en desarrollo, des- m o d o , dicha política pasa a incluir las mani-
tinada a controlar la manera de atender las festaciones de la reproducción relacionadas
necesidades de la reproducción, especialmente con la sociedad, además de las individuales.
de las mujeres, y definir soluciones. La política Desde hace poco feministas e higienistas
de planificación familiar se centró en estable- apoyan esta idea más amplia de la extensión
cer y garantizar la cobertura nacional de los de la política demográfica (Berer, 1993; Di-
programas de planificación familiar y final- xon-Mueller, 1993; Hartmann, 1987; Eschen y
mente se pasó a centrar el interés en conseguir Whittaker, 1993; Jain y Bruce, 1993; Kabeer,
un aumento del número de personas que acep- 1992; Koblinsky, Timyan y Gay, 1993; Ravin-

R I C S 141/Setiembre 1994
486 Huda Zurayk, Nabil Younis y Hind Khattab

dran, 1993). Destacan por una parte que la nen derechos en materia de reproducción,
política demográfica no puede separarse de la para lo cual trabajan conceptual y operativa-
preocupación respecto de los cambios sociales mente a fin de ampliar el alcance de la política
que influyen en la fecundidad. Por otra parte, de planificación familiar e incorporar cuestio-
afirman que la política demográfica tiene que nes de salud en materia de reproducción (Di-
dirigirse a atender las necesidades individua- xon-Mueller, 1993). Consideran prioritaria la
les de las mujeres y ampliar su estrategia, la necesidad de incluir el aborto, la salud mater-
cual, de proporcionar únicamente planifica- na, el tratamiento de las enfermedades de
ción familiar, pasa a incluir los servicios de transmisión sexual y otras infecciones del apa-
salud relacionados con la reproducción. Consi- rato reproductor en un marco ampliado de la
deran que el objetivo de esos servicios es ayu- planificación familiar (Berer, 1993; Dixon-
dar a las parejas a llevar a cabo sus planes de Mueller y Germaine, 1993). Incluso se dan
reproducción, teniendo en cuenta al mismo razones convincentes para sustituir los progra-
tiempo las necesidades conexas de salud de los m a s de planificación familiar por programas
niños, y especialmente de las mujeres que son de salud en materia reproductiva, que ten-
las que los traen al m u n d o . Al completarse con drían por objetivo escuchar a las mujeres y
intervenciones m á s estructurales, los objetivos facilitarles la resolución de sus problemas, así
sociales de reducción de la tasa de crecimiento c o m o establecer servicios médicos, de asesora-
y los objetivos individuales de reproducción miento y educación de la salud de buena cali-
deseada y sana y de bienestar quedan así satis- dad a fin de conseguir una reproducción sana
fechos. (Dixon-Mueller, 1993).
En respuesta a estas opiniones y a otras que Aunque todavía no se han probado en m o -
van en la misma dirección, se ha desarrollado delos operativos, estos intentos de replantear
gradualmente un entorno en el que replantear la planificación familiar, tanto de forma pru-
la política de planificación familiar, en el cual dente como verdaderamente comprometida,
se expresan gran variedad de ideas, recomen- están abriendo camino para transformar la po-
daciones y sugerencias. Por una parte, el sector lítica de planificación familiar con el fin de
que ha apoyado firmemente la política de pla- que sirva mejor a los intereses de las mujeres,
nificación familiar empieza a variar su termi- las familias y las comunidades de los países en
nología e incorpora los conceptos de higiene y desarrollo. Lo que ahora se necesita son m a y o -
salud de la reproducción. N o obstante, estos res esfuerzos para pasar del nivel de los princi-
cambios son en general superficiales, ya que en pios al nivel del examen de los datos existen-
el fondo dicho sector continúa apoyando con tes. El presente artículo trata de contribuir a
fuerza el interés tradicional de los programas ello. Se basa en un estudio llevado a cabo en
de planificación familiar de lograr su acepta- dos pueblos de la provincia de Giza, en Egip-
ción por un m á x i m o número de personas, la to, encaminado a investigar el nivel de patolo-
persistencia de su utilización y, actualmente, gía debida a la reproducción, registrado entre
el nuevo concepto de la demanda no atendida las mujeres de esa comunidad. El presente do-
de anticonceptivos. C o m o ejemplo de ello, el cumento, al poner de manifiesto la pesada
informe recientemente publicado (Naciones carga de enfermedades que soportan en silen-
Unidas, 1993) por el Grupo de Expertos de las cio las mujeres (Khattab, 1992; Younis y cola-
Naciones Unidas sobre Planificación de la Fa- boradores, 1993) y su interacción con la utili-
milia, la Salud y el Bienestar (como prepara- zación de métodos anticonceptivos, expresa la
ción de la Conferencia Internacional sobre Po- opinión política de que la planificación fami-
blación y Desarrollo que se celebrará en El liar no puede pasar por alto la dimensión de la
Cairo en septiembre de 1994) se refiere m u y salud. Sobre la base de los resultados del estu-
superficialmente a la salud, y ni tan sólo se dio, este artículo proporciona algunas orienta-
ocupa de la necesidad de prestar mayor interés ciones con respecto a las necesidades que es
a las contraindicaciones y efectos secundarios preciso tener en cuenta al replantear la política
sobre la salud de los métodos anticonceptivos. de planificación familiar con arreglo a las rea-
E n el otro lado del proceso de replantea- lidades de la mujer de las sociedades en desa-
miento encontramos a las feministas y a los rrollo, con especial referencia a Egipto y el
higienistas que consideran que las mujeres tie- m u n d o árabe.
Replanteamiento de la politica de planificación familiar, atendiendo a las investigaciones sobre
la salud relacionada con la reproducción 487

G R Á F I C O A . Patología ginecológica y conexa

Cuestionario Examen Prueba de


Patología entrevista clínico laboratorio
Patología ginecológica
1. Infecciones del tracto reproductor
Inferior
Vaginitis X X
Cervicitis X X
Superior (inflamación de la pelvis) X X
2. Ectopia cervical (erosión) X
3. Variaciones de las células
cervicales X
4. Prolapso X X
5. Problemas de menstruación X
6. Problemas de relación sexual X
7. Infecundidad X

Patología conexa
8. Infecciones del tracto urinario X X
9. Anemia X
10. Obesidad X
11. Presión arterial alta X
12. Sífilis

Estudio sobre la patología mediante el examen médico de mujeres de esa


existente en Giza comunidad. U n segundo objetivo fue compro-
bar hasta qué punto un cuestionario de entre-
El estudio sobre la patología existente en Giza vistas cuidadosamente preparado acerca de los
se concibió c o m o parte de un programa de síntomas de esas afecciones podía reflejar los
investigación más amplio establecido en 1988 resultados de los exámenes médicos, sirviendo
por la Oficina de El Cairo del Consejo de así de instrumento para el diagnóstico c o m u -
Población para la Región del Asia Occidental nitario. Llevó a cabo el estudio un equipo de
y el Norte de África, con el fin de observar las investigación interdisciplinario compuesto por
interrelaciones existentes entre la salud del científicos y médicos (dos ginecólogos y un
niño y la salud de la mujer, en el contexto de la microbiólogo) y científicos sociales (un antro-
familia y la comunidad (The Population pólogo y un bioestadístico-demógrafo).
Council, 1990). E n aquel entonces poco se Se seleccionó una muestra al azar de fami-
sabía acerca de la salud de las mujeres a nivel lias sobre la base de la distribución geográfica
comunitario. N o obstante, se creía que las m u - en los dos pueblos. Se visitó sucesivamente a
jeres, especialmente en las comunidades po- las familias con arreglo a bloques selecciona-
bres de nuestra región, que registran elevados dos, invitándose a mujeres casadas desde ha-
niveles de fecundidad, sufrían problemas de cía tiempo y no embarazadas a que participa-
salud debidos a la reproducción, lo que tam- ran en el estudio siguiendo la división de la
bién se puso de manifiesto en estudios lleva- muestra en cuotas de edad, determinadas de
dos a cabo en Bangladesh (Wasserheit y cola- forma que la distribución por edades fuera
boradores, 1989) y la India (Bang y colabora- similar a la del último censo de población en
dores, 1989). esos dos pueblos ( C A P M A S , 1986). El tamaño
El estudio sobre la patología existente en de la muestra sefijóen 500 personas, sobre la
Giza se llevó a cabo en dos pueblos de esa base de la prevalência de las condiciones de
zona rural de Egipto, en 1989-1990. U n o de patología en aquella comunidad de bajo nivel
los principales objetivos del estudio fue deter- socioeconómico, teniendo en cuenta el costo
minar la prevalência de condiciones de patolo- de las pruebas de laboratorio. Al empezar el
gía ginecológica y conexas (véase el Gráfico A ) trabajo de campo algunas mujeres se negaron
488 Hilda Ziiruyk, Nabil Younis y Hind Khallah

a participar, principalmente por temor al exa- cilaba entre 0 y 13, y el 45 % de las mujeres
m e n médico o porque ya habían pasado la eran granmultíparas (5 o m á s partos). Aproxi-
edad fértil. N o obstante, a medida que avanza- madamente el 52 % habían tenido un embara-
ba el estudio, el equipo de c a m p o estableció zo en los dos últimos años.
una relación m u y buena con la comunidad,
especialmente con las mujeres, muchas de las
cuales cambiaron de idea y expresaron su inte- Datos obtenidos de la
rés por participar en el estudio. El porcentaje investigación sobre la salud
final de mujeres que se negaron a participar
ascendió únicamente al 8,6 % pero sus caracte- Empezaremos nuestro examen de la informa-
rísticas no se diferenciaban de las de las muje- ción proporcionada por el estudio sobre la
res que sí participaron. patología existente en Giza desde una perspec-
Se logró una muestra total de 509 mujeres, tiva de la planificación familiar, considerando
cada una de las cuales fue entrevistada en dos la utilización de anticonceptivos en dicha co-
visitas distintas. E n la primera se reunieron munidad. Después pasaremos a un enfoque
datos sobre las características de la familia y sobre la salud, examinando a partir de los
de la mujer, así c o m o información sobre las datos médicos disponibles la prevalência de
prácticas anticonceptivas. Tras acordar la fe- afecciones de patología ginecológica y cone-
cha de la segunda entrevista, en ésta las muje- xas. La combinación de estas dos perspectivas
res proporcionaron información sobre los sín- nos permitirá obtener datos pertinentes para
tomas de patología ginecológica y conexa, iniciar un proceso de reconsideración de la
después de lo cual el encuestador acompañó a política de planificación familiar al poner de
la mujer al centro de salud para proceder al manifiesto la estructura de la interacción de la
examen ginecológico. Este se llevaba a cabo en utilización de anticonceptivos y el estado de
uno de los dos centros de salud y lo realizaba salud. Otra prueba que debe considerarse, te-
la doctora encargada de los servicios médicos niendo en cuenta que por razones de política
en los últimos siete u ocho años, la cual había interesa un enfoque desde el punto de vista de
recibido formación intensiva por parte de los los servicios de salud, es hasta qué punto el
médicos participantes en el estudio. Finaliza- sistema sanitario influye en la salud de las m u -
do el examen, de carácter general, abdominal, jeres.
especular y bimanual, un técnico especialmen- Conviene señalar, llegados a este punto,
te formado tomaba muestras de laboratorio que el análisis de los datos obtenidos del estu-
que el m i s m o día se transportaban a El Cairo. dio de Giza se basarán en toda la muestra de
A medida que avanzaba la reunión de datos, 509 mujeres casadas cuyas edades oscilan en-
se codificaban las respuestas dadas al cuestio- tre los 14 y los 60 años. Algunas de ellas (8 %)
nario-entrevista y los datos correspondientes no están casadas actualmente por ser viudas o
al examen médico, que se integraban en los divorciadas, otras (7%) tienen a sus maridos
registros individuales para el análisis de datos. trabajando en el extranjero y algunas de las
La descripción de la muestra pone de m a - casadas, sobre todo las de m á s edad con mari-
nifiesto que las mujeres de esta comunidad, y dos discapacitados, no son activas sexualmen-
sus maridos, tenían en su mayor parte un nivel te. Sin embargo, en el análisis las tenemos en
cultural m u y bajo, ya que el analfabetismo cuenta a todas porque las consecuencias para
alcanzaba el 82 % en el caso de las mujeres y el la salud de la estructura de reproducción son
69 % en el de los hombres. La edad de las todavía m á s patentes cuando se ha superado la
mujeres se distribuyó uniformemente en las edad fértil. Aunque nuestra experiencia sobre
categorías de menos de 25 años, de 25 a 34 y el terreno es que las mujeres de estas tres
de 35 en adelante, con una edad máxima de 60 categorías tratan con gran prudencia las cues-
años. La mayoría de las mujeres se casaban tiones ginecológicas debido a la connotación
m u y jóvenes. El 8 % aproximadamente no es- que consideran podría tener para su actual
taban casadas o eran viudas o divorciadas, y el conducta sexual, creemos que algunos conse-
7 % aproximadamente tenían a sus maridos jos y una educación sanitaria podrían disipar
trabajando en el extranjero en el m o m e n t o de esos temores. Sin embargo, la situación toda-
efectuarse el estudio. El número de partos os- vía es m u c h o m á s difícil en lo que se refiere a
Replanteamiento de la política de planificación familiar, atendiendo a las investigaciones sobre
la salud relacionada con la reproducción 489

las solteras que, dada la universalidad del m a - cuyos maridos viven con ellas, la tasa de utili-
trimonio en Egipto son en su mayor parte zación sube al 45 %. Lo m i s m o se ha observa-
adolescentes, a las que ni tan sólo hemos in- do para todo Egipto ( P A P C H I L D . 1991). Las
cluido en nuestro estudio. Creemos que estas mujeres de nuestra muestra utilizan sobre
realidades son pertinentes, por lo menos en lo todo la pildora y los dispositivos intrauterinos,
que respecta a la situación regional. empleando estos últimos por un tercio de las
mujeres casadas de 25 a 44 años de edad (cua-
dro Ib).
Prácticas en materia de anticonceptivos
El examen de la utilización de anticonceptivos
por las mujeres de esa comunidad (Cuadro la)
Enfermedades
revela una estructura m u y parecida a la del
nivel nacional de Egipto, en el que el 39 % de Las enfermedades examinadas en el estudio de
las mujeres que han estado casadas alguna vez Giza (véase el gráfico A ) se determinaron con
y el 42 % de las que lo están actualmente utili- arreglo a un marco conceptual para represen-
zan anticonceptivos. Estas cifras no son de tar la patología de la reproducción existente a
extrañar ya que los dos pueblos estudiados nivel comunitario (Zurayk y colaboradores,
están cerca de El Cairo (a 14 k m de distancia, 1993a). Al invitar a las mujeres a someterse a
pero en parte sin calles pavimentadas) y han examen en el centro de salud del pueblo, los
mejorado sus servicios de planificación fami- resultados del estudio de Giza nos permiten
liar gracias a un proyecto nacional especial. determinar la frecuencia de esas enfermedades
Cuando examinamos a las mujeres casadas en la comunidad.

C U A D R O la. Porcentaje de utilización de anticonceptivos

Egipto, 1991
Estudio sobre la palologí a en Giza Estudio sobre
la salud materna
e infantil
Situación de las Casadas Casadas Casadas
usuarias anteriormente actualmente actualmente
Nunca los han utilizado 40 38 35
Usuarias en el pasado 21 20 17
Usuarias actualmente 39 42 48
Pildoras orales 13 14 16
DIU 22 24 24
Otros 4 4 8
N ú m e r o de mujeres 509 469 8406

C U A D R O Ib. Porcentaje de mujeres que utilizan anticonceptivos, por grupos de edades


Estudio sobre la patología en Giza (mujeres casadas actualmente)

Estudio sobre Edad


la patología en Giza
14-24 25-44 45+
Nunca los han utilizado 55 25 48
Usuarias en el pasado 12 24 36
Usuarias actualmente 33 51 16
Pildoras orales 13 15 8
DIU 18 30 4
Otros 2 6 4
N ú m e r o de mujeres 171 273 25
490 Huda Zurayk, Nabil Younis y Hind Khattah

En el cuadro 2figurala prevalência de las Estas cifras en bruto son alarmantes pero
afecciones de patología ginecológica y cone- todavía resultan más graves cuando considera-
xas, y se pone de relieve que las mujeres de esa mos la multiplicidad y gravedad de la presen-
comunidad registran importantes enfermeda- cia de enfermedades. El cuadro 3 pone de
des. La mitad de ellas sufren infecciones del manifiesto que sólo el 15 % de mujeres no está
aparato reproductor, la mayoría vaginitis, y la afectado por enfermedades ginecológicas y co-
mitad sufren prolapso de los órganos genitales. nexas, y que la mitad sufre dos o más de esas
Además, la mayoría de las mujeres padecen enfermedades. En el cuadro 4 se examina la
anemia y existe una importante prevalência de gravedad de la patología según la edad. Llega-
la obesidad. La infección del tracto urinario y mos a la conclusión de que las infecciones de
la hipertensión se registran en menos de un tracto del aparato reproductor mantienen su
20 % de mujeres. El análisis de los factores de elevado nivel durante todo el ciclo reproduc-
riesgo de esas afecciones (Younis y colabora- tor e incluso después. Observamos que se re-
dores, 1993) ha puesto de manifiesto la impor- gistra un serio prolapso -vaginal posterior y
tancia de las condiciones sociales y los factores anterior, sin o con prolapso uterino- en casi
médicos en lo relativo a su presencia en esa co- un tercio de las mujeres, registrándose sobre
munidad. todo esta grave situación en el grupo de edad
que puede practicar métodos anticonceptivos,
de los 25 a los 44 años (38 % ) . La infección del
C U A D R O 2. Porcentaje de prevalência de la patología tracto urinario prevalece en un cuarto de las
ginecológica y conexa mujeres de 45 o más años de edad. Registran
anemia grave el 17 % de la muestra y un quin-
Enfermedad Porcentaje
to de las mujeres de menos de 25 años de
Infecciones del tracto reproductor 51 edad. L a disminución de la anemia con la
Vaginitis1 44 edad se debe a consideraciones biológicas, así
Vaginosis bacteriana 22 c o m o a las condiciones sociales de la mujer,
Tricomonas 18 que mejoran con la edad en la comunidad
Cándidas 11
Cervicitis2 10 examinada (Younis y colaboradores, 1993). L a
Inflamación de la pelvis2 2 prevalência y manifestación grave de obesidad
Ectopia cervical2 22 y tensión sanguínea elevada aumenta con la
Variaciones de las células cervicales1 11 edad, alcanzando a la mayoría de personas de
Prolapso genital2 56 m á s de 45 años en lo que se refiere a ambas
Infección del tracto urinario1 14 afecciones.
Sífilis1 1
Anemia (Hg < 12g/dl)' 63
Presión arterial alta (Diastólica > 90) 2 18
Obesidad (peso/altura2 > 25) 2 43 Interacción d e la presencia d e
enfermedades y la utilización d e
Promedio de mujeres 502
anticonceptivos
1. Prueba de laboratorio.
2. Examen clínico. Las anteriores conclusiones sobre la situación
en materia de salud de las mujeres del estudio
de Giza rechazan el supuesto de que las que
C U A D R O 3. Multiplicidad de afecciones: infección del participan en programas de planificación fa-
tracto del aparato reproductor, ectopia cervical, miliar procedan de una población sana (Elias,
variaciones de las células cervicales, prolapso genital, Leonard y Thompson, 1993), especialmente
infección del tracto urinario y sífilis en lo que se refiere a las comunidades desvafo-
recidas del m u n d o en desarrollo. El examen de
N ú m e r o de N ú m e r o de
Porcentaje
la interacción de la utilización de anticoncep-
afecciones mujeres
tivos y la situación sanitaria de las mujeres
Ninguna 76 15 manifiesta de hecho una realidad totalmente
Una 185 36
distinta. Analizaremos esta interacción sin re-
Dos 163 32
85 17 ferencia alguna de causalidad, por quedar fue-
Tres o m á s
ra de los límites de lo que puede poner de
Total 509 100 manifiesto nuestro estudio.
Replanteamiento de la politica de planificación familiar, atendiendo a las investigaciones sobre
la salud relacionada con la reproducción 491

C U A D R O 4. Porcentaje de prevalência de la patología ginecológica y conexa por grupos de edad de las mujeres

Afección Grupo de edad


14-24 25-44 45+ Total P1
Infecciones del tracto del aparato reproductor 50 53 42 51 .38
Sólo vaginitis 44 40 36 41
Sólo cervicitis 2 7 - 5
Combinación de vaginitis, cervicitis
e inflamación de la pelvis 4 6 5 5
Prolapso 34 68 63 56 .00
Vaginal posterior o anterior 21 30 35 27
Vaginal posterior y anterior 8 28 21 21
Vaginal y uterino 5 10 7 8

Infección del tracto urinario 12 13 25 14 .08


Anemia 69 61 49 63 .03
10-11,9 g/dl 48 46 37 46
M e n o s de 10 g/dl 21 15 12 17
Obesidad 2 27 50 61 43 .00
25-29 k g / m 2 20 25 25 23
30+ k g / m 2 7 25 36 20
Presión arterial alta 7 19 55 18 .00
90-99 mmHg 6 13 32 12
+ 100 mmHg 1 6 23 6

Promedio total de mujeres1 171 287 44 502


1. Tendencia según la edad, para la presencia/ausencia de la afección.
2. Según la relación entre peso y altura medida c o m o peso/altura:.
3. En lo relativo a cada afección fallaba información sobre algunas mujeres.

Empezaremos examinando las enfermeda- mujer tiene tensión arterial alta, así c o m o para
des que pueden constituir un riesgo médico las mujeres obesas de edad más avanzada, por
para la utilización de dispositivos intrauteri- el riesgo de provocar una enfermedad cardio-
nos (DIU) y la pildora. Las infecciones del vascular.
tracto reproductor pueden verse agravadas por En el cuadro 5 se examina la prevalência de
la presencia de dispositivos de esta clase. Las enfermedades entre las 113 usuarias de D I U ,
infecciones del tracto inferior pueden trasla- las 67 usuarias de la pildora y las 329 mujeres
darse al tracto superior por medio de los D I U , restantes, la mayoría de las cuales no utiliza-
lo que puede tener graves consecuencias para ban ningún anticonceptivo en el m o m e n t o de
la salud y la fecundidad de la mujer. Los D I U efectuarse el estudio. Considerando en primer
aumentan la menstruación, sobre todo en el lugar a las usuarias de D I U , observamos una
caso de las mujeres que padecen anemia, lo elevada prevalência de infecciones del tracto
que agrava su situación. Dichos mecanismos reproductor, de prolapso y de anemia, con
pueden causar un prolapso genital especial- prolapso grave en un tercio de las usuarias.
mente grave que causa grandes molestias a la También observamos que el 16% de dichas
mujer. A d e m á s , dado que el prolapso genital usuarias registraba infección del tracto urina-
ocasiona la congestión de los órganos genita- rio. Estos resultados son ciertamente motivo
les, cuando la mujer sufre esa afección el D I U de preocupación, todavía m á s cuando conside-
provoca un aumento de la menstruación supe- ramos la presencia de múltiples afecciones en-
rior a lo habitual. El peligro de que la infec- tre las usuarias de D I U . E n el cuadro 6 se
ción del tracto urinario se extienda al tracto señala que el 62 % de dichas usuarias tiene dos
reproductor aumenta por la presencia de un o más enfermedades que suponen un riesgo
dispositivo de esta clase, que disminuye la médico para la utilización de esos disposi-
resistencia de los órganos genitales. Por su tivos.
parte, la pildora está contraindicada cuando la U n resultado que merece señalarse (cuadro
492 Hilda Ziirayk, Nabil Younis y Hind Khattab

C U A D R O 5. Porcentaje de prevalência de afecciones de patología ginecológica y conexa en los grupos que


utilizan anticonceptivos

Patología Utilización de anticonceptivos


DIU Pildora Otros/N inguno P
N % N % N %
Infecciones del tracto
del aparato reproductor 68 60 28 42 157 48 .02
Prolapso genital 72 64 41 61 173 52 .09
Vaginal posterior o anterior 36 32 21 31 83 25
Vaginal posterior y anterior 31 28 15 22 60 18
Vaginal y uterino 5 4 5 8 30 9

Infección del tracto urinario 18 16 8 12 45 14 .74


Anemia (Hemoglobina) 75 66 41 61 197 60 .52
10-11,9 g/dl 51 45 31 46 147 45
M e n o s de 10 g/dl 24 21 10 15 50 15
Obesidad (peso/altura-) 48 42 34 51 133 40 .34
25-29 k g / m 2 26 23 21 31 70 21
30+kg/m2 22 19 13 20 63 19
Presión arterial alta 18 16 12 18 62 19 .86
90-99 m m H g 15 13 8 12 40 12
+ 100 m m H g 3 3 4 6 22 7

Número total 113 67 329

C U A D R O 6. Usuarias de D I U que registran afecciones casos en el tracto inferior, incluso cuando la


múltiples: infección del tracto del aparato utilización es prolongada. Cabe señalar no
reproductor, prolapso grave, anemia, infección del obstante que algunas mujeres, especialmente
tracto urinario
las que registran síntomas de infección, pue-
N ú m e r o de N ú m e r o de den haberse quitado el D I U , lo que disminuye
afecciones mujeres Porcentaje la relación observada entre su utilización y el
tipo de infección. Merece considerarse el es-
Ninguna 6 5
pectro de infección de las 27 mujeres que utili-
Una 37 33
Dos 51 45 zaron por última vez un D I U hacía menos de
Tres 18 16 un año. La existencia de infecciones múltiples
Cuatro 1 1 en nueve de 27 mujeres, y la infección del
N ú m e r o total 113 100 tracto superior en el caso de cuatro, puede
indicar que ya existía alguna infección en el
m o m e n t o de la inserción, o que podía haberse
5) es que las usuarias de D I U tienen mayor introducido con la inserción.
riesgo de padecer infecciones del tracto repro- Examinemos a continuación las 67 usua-
ductor. E n un análisis de regresión múltiple de rias de la pildora, 12 de las cuales sufrían
los factores de riesgo de infecciones del tracto hipertensión. E n el cuadro 8 figura informa-
reproductor destacaron a ese respecto la exis- ción pormenorizada sobre la presencia de
tencia de prolapso útero-vaginal, el hecho de otras afecciones contraindicadas para la utili-
que vivieran con el marido, lo que suponía zación de la pildora. Siete de las 12 mujeres
relaciones sexuales regulares, y la utilización tenían 35 o m á s años de edad, y cinco eran
de D I U (Younis y colaboradores, 1993). El m u y obesas y al m i s m o tiempo tenían mayor
examen de la relación existente entre la dura- edad. Aunque estas cifras son relativamente
ción de la última utilización de D I U y el tipo pequeñas, indican la existencia de casos peli-
de infección (cuadro 7) pone de manifiesto grosos de acumulación de factores de riesgo en
que esta infección permanece en la mayoría de las mujeres que utilizan la pildora.
Replanteamiento de la política de planificación familiar, atendiendo a las investigaciones sobre
la salud relacionada con la reproducción 493

C U A D R O 7. Usuarias de D I U que registran infecciones del tracto del aparato reproductor: duración de la
utilización, por tipos de infección

Duración Tiipo de infección


(años)
Vaginitis
Cervicitis e cervicitis e
Vaginitis y inflamación inflamación
Vaginitis Ceirvicitis cervicitis de la pelvis de la pelvis Total
< de 1 año 17 1 5 2 2 27
1 13 - 1 - - 14
2 6 - 1 1 - 8
3 10 1 - - - 11
4+ 5 2 - - - 7
N ú m e r o total 51 4 7 3 2 67*
* N o se dispone de información sobre una de las mujeres.

C U A D R O 8. Usuarias de la pildora q u e tienen Examinemos primero el origen de los anti-


hipertensión conceptivos c,ue utilizan actualmente las m u -
jeres. En el cuadro 9 se observa que la princi-
Tensión
pal fuente de suministro de D I U es el servicio
arterial
diastólica Obesidad Edad Fuente de salud, que comprende el centro oficial y un
hospital. Los médicos particulares también
90 Ninguna 20-24 Servicio de salud
proporcionan D I U a esa comunidad. E n lo
90 Ninguna 25-34 Farmacia
20-24 Farmacia
que se refiere a la pildora, la farmacia es con
90 Ligera
90 Ligera 20-24 Farmacia m u c h o la principal fuente de suministro. Estos
90 Ligera 35-44 Farmacia resultados coinciden con los observados para
90 Grave 35-44 Farmacia todo Egipto ( P A P C H I L D , 1991), según los
90 Grave 35-44 Farmacia cuales la fuente de suministro de D I U son
90 Grave 35-44 Farmacia los servicios sanitarios en el 60 % de casos
100 Ninguna 25-34 Farmacia
y los médicos particulares en el 40 % restante,
100 Ligera 45+ Farmacia
100 Grave 35-44 Farmacia y en lo que se refiere a la pildora la farmacia es
100 Grave 35-44 Farmacia el principal proveedor (87%). E n lo que se
refiere a las mujeres del estudio de Giza que
registran diversas enfermedades pertinentes
para el caso (cuadro 9) se observa casi la mis-
Relación con el sistema sanitario m a estructura general en lo que respecta al
El elevado índice de enfermedad de las muje- origen de los D I U . Al parecer, las mujeres que
res de la comunidad estudiada y su coinciden- sufren anemia utilizan m á s a m e n u d o el servi-
cia con la utilización de anticonceptivos plan- cio sanitario c o m o fuente de suministro, lo
tea algunas cuestiones sobre las relaciones de que probablemente refleje la existencia de un
las mujeres con el sistema sanitario en su cali- obstáculo socioeconómico. Así, ni dicho servi-
dad de proveedor de anticonceptivos y de cui- cio ni el médico privado registran una mayor
dados para los problemas de salud relaciona- intervención en los casos de enfermedad entre
dos con la reproducción. Cada uno de los dos las usuarias de D I U . E n lo que respecta a la
pueblos de Giza estudiados cuenta con un cen- pildora, sólo una de las mujeres con hiperten-
tro sanitario establecido por el Ministerio, di- sión recurría al servicio sanitario, y las 11
rigidos por una médica. U n a de ellas había restantes iban a la farmacia.
trabajado en el pueblo durante siete años y la Examinemos a continuación el alcance y
otra durante doce. A m b a s se dedican a la m e - resultados de la utilización del sistema de
dicina general pero también se ocupan de las atención a la salud en el caso de enfermedades
enfermedades ginecológicas y la planificación ginecológicas y conexas. En el cuestionario-
familiar. entrevista se pidió a las mujeres que expresa-
494 Huda Zurayk, Nabil Younis y Hind Khattab

C U A D R O 9. Distribución porcentual según los anticonceptivos utilizados

Farmacia Servicio sanitario Médico particular Total


DIU
Muestra total - 57 43 113
Infecciones del tracto
del aparato reproductor - 57 43 68
Prolapso genital - 51 49 72
Anemia - 65 35 75
Infección del tracto urinario - 67 33 18
Pildora
Muestra total 85 15 _ 67
Tensión arterial alta 92 8 - 12

C U A D R O 10. Comunicación de síntomas de ran los síntomas de las enfermedades que te-
enfermedad en la entrevista-cuestionario nían una sintomatologia clara (véase el gráfico
A ) , y a las que respondieron positivamente se
Afección Número Porcentaje
les preguntó si habían consultado a este res-
Infección del tracto pecto a un médico. A las que lo hicieron, se les
del aparato reproductor preguntó si el médico les había indicado un
Flujo
tratamiento para dicho síntoma, si habían se-
- Actual 380 77
- Al menos una
guido ese tratamiento, si se habían sentido
característica sospechosa 314 63 mejor y si habían consultado a alguna otra
- Aspecto inhabitual 65 13 persona además del médico.
Número (495*) Empecemos considerando el nivel de infor-
mación comunicada por las mujeres acerca de
los síntomas pertinentes (cuadro 10). E n lo
Prolapso genital
Pesadez en la parte inferior 158 31
que se refiere a las infecciones del tracto repro-
ductor, el síntoma utilizado para examinar la
Número (508*) utilización del servicio sanitario fue si la m u -
jer había tenido flujo vaginal distinto del habi-
Infección del tracto urinario tual, intentando así determinar qué considera-
Por lo menos un síntoma** 302 59 ban las mujeres c o m o anormal. Al m i s m o
Número (509) tiempo, a todas las que contestaban afirmati-
vamente se les pedía que expresaran las carac-
•Falta información en un total de 509 mujeres.
**Prurito exterior, prurito interior, micción frecuente, micción
terísticas de color, olor, consistencia y prurito.
nocturna, menstruación interrumpida, incontinencia, urgencia. Observamos que la mayoría (el 77 %) dijeron

C U A D R O 11. Mujeres que comunicaron síntomas de enfermedad y que consultaron a un médico

Patología Consulta Síntoma


Sí No comunicado

Infecciones del tracto del aparato reproductor


Prevalência (%) 41 57 51
Número 22 46 • 68
Prolapso
Prevalência (%) 70 64 66
Número 47 111 158
Infección del tracto urinario
Prevalência (%) 14 14 14
Número 80 222 302
Replanteamienlo de la politica de planificación familiar, atendiendo a las investigaciones sobre
la salud relacionada con la reproducción 495

Vendedora de periódicos con su hijo. Egipto, p. MaL-ca/Sip

que tenían menstruación pero sólo el 13 % dijo medades examinadas indicaron haber consul-
que fuera distinta de lo habitual. Por otra par- tado a un médico a este repecto. N o obstante,
te, al resumir las informaciones sobre esas ca- lo m á s destacable del cuadro 11 es que no
racterísticas observamos que cabía considerar existe ninguna diferencia importante en la pre-
que el 63 % de las mujeres tenían un flujo valência de enfermedades entre las mujeres
sospechoso. Comunicamos esta información que consultaron a un médico y las que no lo
para poner de manifiesto que, además de otras consultaron. El cuadro 12 pone de manifiesto
limitaciones, las mujeres pueden no conside- que en general los médicos prescriben un tra-
rar peligrosos o anormales determinados sín- tamiento durante esas consultas, que la mayo-
tomas por creer que forman parte de su reali- ría de las mujeres dicen que lo siguen y que
dad reproductora (Zurayk y colaboradores, algunas dicen que están mejor después de se-
1993b). E n lo relativo a las otras dos enfer- guirlo. Con los datos a nuestra disposición no
medades incluidas en el cuestionario-entre- podemos juzgar el valor médico del tratamien-
vista, observamos que un tercio de las muje- to, la información proporcionada a las mujeres
res que contestaron sufrían pesadez, protu- al respecto y el grado en que cada mujer siguió
sión, o ambas cosas a la vez, de los órganos adecuadamente el tratamiento. El hecho de
reproductores, lo que se considera síntoma de que la prevalência de enfermedad siga siendo
prolapso, y el 59% comunicó por lo menos la misma entre las que consultaron a un médi-
uno de los siete síntomas de infección del co y las que no lo hicieron indica que existe un
tracto urinario. problema en el proceso de busca y recepción
Al relacionar la existencia de síntomas con de cuidados de salud. Se trata de un dato
la utilización del sistema de atención a la salud importante del que debe tomarse nota. T a m -
(cuadro 11) observamos que aproximadamen- bién es importante tomar nota de que se con-
te un tercio de las mujeres que informaron sulta m u y poco a otras personas aparte del m é -
sobre síntomas de cada una de las tres enfer- dico.
496 Huda Zurayk, Nabil Younis y Hind Khallab

C U A D R O 12. Tratamiento prescrito a mujeres que comunicarori síntomas en la consulta de un médico

Infección del
tracto del aparato Prolapso Infección del
reproductor genital tracto urinario
Efectuaron consulta (N) 22 47 80
% a las que se prescribió tratamiento 91 81 99
% que lo siguieron 77 70 95
% que se sintieron mejor 68 51 79
con toda seguridad 27 21 29
parcialmente 41 30 50
% que efectuaron otras consultas - 4 8
Q u e no efectuaron consulta (N) 46 111 222
% que efectuaron otras consultas 11 7 5

Replanteamiento de la política Estado de salud de la mujer


de planificación familiar: La asombrosa conclusión del estudio de que
necesidades que deben tenerse existe gran número de enfermedades sufridas
en cuenta en silencio por las mujeres de aquella comuni-
dad es un argumento m u y poderoso en favor
de la ampliación de las perspectivas de la polí-
Aunque la información presentada en el pre-
tica de planificación familiar con el fin de que
sente artículo procede de una zona geográfica
se interese por la salud de las mujeres en rela-
limitada (dos pueblos del Egipto rural), pro-
ción con la reproducción. Aunque esta amplia-
porciona pruebas evidentes acerca de la nece-
ción ha sido una exigencia planteada firme-
sidad de reconsiderar a fondo la política de
mente por feministas e higienistas, no se sabe
planificación familiar. El hecho de que la zona
con claridad ni se está de acuerdo sobre c ó m o
examinada se encuentre cerca de la capital. El
debería concretarse. Examinaremos tres consi-
Cairo, permite suponer que la situación sani-
deraciones derivadas de nuestras conclusiones
taria de las mujeres, y sus consecuencias para
sobre el estado de salud de las mujeres, que es
los programas de planificación familiar, quizás
preciso tener en cuenta al reflexionar sobre la
todavía sean peores en zonas m á s desfavoreci-
naturaleza de la ampliación necesaria.
das. Otras informaciones sobre situaciones si-
milares descritas en estudios llevados a cabo 1. Condiciones de salud examinadas: en lo
en Bangladesh (Wasserheit y colaboradores, que se refiere a enfermedades, observamos
1989) y la India (Bang y colaboradores, 1989; que la demanda de ampliación de la política
Ravindran, 1993), así c o m o en reseñas de paí- de planificación familiar se centra sobre todo
ses en vías de desarrollo (Belsey y Royston, en los problemas de salud de la mujer relacio-
1987; Muir y Belsey, 1993) dan a entender que nados con las enfermedades de transmisión
este problema puede estar m u y extendido en sexual, y en general con las infecciones del
esos países. tracto reproductor (Dixon-Mueller y Germai-
A d e m á s , el estudio de Giza lo llevó a cabo ne, 1992; Elias, Leonard y T h o m p s o n , 1993;
un equipo interdisciplinario de investigación Jain y Bruce, 1993; Wasserheit y Holmes,
compuesto por científicos oficiales y médicos, 1992). Este interés se debe al reconocimiento
lo que permite integrar las conclusiones en su de que en el m u n d o en desarrollo se registra
contexto social, ofreciendo así un marco ho- un aumento de las infecciones del tracto repro-
lístico para un replanteamiento. E n la presen- ductor, que estas infecciones tienen secuelas
te sección utilizaremos estas conclusiones peligrosas para la salud de las mujeres y sus
para exponer algunos de los aspectos que es familias, concretamente, infecundidad, cáncer
preciso tener en cuenta al replantear la políti- cervical, resultados perjudiciales del embarazo
ca de planificación familiar en los países en y transmisión del virus del S I D A , y que esas
desarrollo, en especial en Egipto y el m u n d o infecciones tienen costos socioeconómicos de-
árabe. bidos al tratamiento médico requerido y a las
Replanteamienlo de la politica de planificación familiar, atendiendo a las investigaciones sobre
la salud relacionada con la reproducción 497

repercusiones de la enfermedad sobre la vida U n a de las razones por las que actualmente
activa de las personas (Wasserheit y Holmes, no se efectúan las exploraciones necesarias en
1992). los programas de planificación familiar proba-
Nuestro estudio puso de manifiesto que las blemente sea su costo, ya que en algunos casos
mujeres de la comunidad de Giza sufren gran una exploración adecuada supera con m u c h o
variedad de enfermedades, no sólo infecciones los límites de los presupuestos establecidos.
del tracto reproductor, y que para muchas está N o obstante, otra razón clara es que la explo-
contraindicado el método anticonceptivo utili- ración no se considera una necesidad priorita-
zado. La política de planificación familiar de- ria y nofiguraen la política de los programas.
bería ocuparse de algunas de esas enfermeda- Esto se contradice con el gran interés que a
des para las que están contraindicados los veces se pone en conseguir que las mujeres
métodos anticonceptivos utilizados, especial- acepten estos programas, para lo cual incluso
mente en las comunidades abarcadas por el suelen proporcionarse incentivos especiales.
programa. En lo que respecta a muchas c o m u - E n la práctica, este gran interés incluso puede
nidades de Egipto y del m u n d o árabe, los re- ocasionar un exceso de trabajo para el perso-
sultados que hemos alcanzado indican que es nal del programa, lo que hace que no lleve a
preciso tener en cuenta gran variedad de enfer- cabo las exploraciones necesarias. Si se amplía
medades, a saber, infecciones del tracto repro- la atención con respecto a las enfermedades
ductor, prolapso grave, anemia, infección del del aparato reproductor será preciso dar m a -
tracto urinario, obesidad e hipertensión. L a yor importancia al conjunto de exploraciones.
diabetes, no incluida en nuestro estudio, tam- La idea de que el costo de las exploraciones
bién merecería tenerse en cuenta. Sin embar- para descubrir las enfermedades, para las que
go, la prevalência de esas enfermedades puede algunos anticonceptivos están contraindica-
no ser uniforme en todas las comunidades, lo dos, constituye un obstáculo se debe probable-
que requiere ampliar las investigaciones en mente al interés que se ha despertado por
esta esfera a nivel comunitario del m u n d o en combatir las enfermedades de transmisión se-
desarrollo para obtener información al respec- xual y las infecciones del tracto reproductor en
to. Sobre la base de esa información será posi- general. Sin embargo, no todas las enfermeda-
ble determinar los problemas que deberán te- des de esta clase requieren diagnósticos costo-
ner en cuenta los programas de planificación sos. La medición de la altura, el peso y la toma
familiar de las diferentes comunidades en lo de la tensión arterial son procedimientos fáci-
que se refiere a la patología de la repro- les que puede llevar a cabo el proveedor de los
ducción. anticonceptivos orales, entre ellos el farmacéu-
tico, y son necesarios para el proceso de explo-
2. Atención a las enfermedades de la re- ración. El examen del prolapso genital tam-
producción en los programas de planificación bién es un procedimiento sencillo que debe
familiar: la ampliación de la política de plani- llevarse a cabo antes de insertar un D I U . Por
ficación familiar para tener en cuenta las en- otra parte, si la exploración para descubrir
fermedades específicas de la reproducción tie- posibles infecciones del tracto reproductor,
ne que ir acompañada de una estrategia realis- anemias e infecciones del tracto urinario re-
ta. E n la actualidad, en los programas de quiere un análisis de laboratorio que no puede
planificación familiar se llevan a cabo explora- llevarse a cabo en u n programa de planifica-
ciones para descubrir algunas de esas enferme- ción familiar, será necesario recurrir a un exa-
dades. Sin embargo, el hecho de que en el m e n médico y a análisis clínicos. El diagnósti-
estudio hayamos descubierto grandes coinci- co provisional de algunas de estas enfermeda-
dencias entre la utilización de anticonceptivos des sólo aplazará por breve tiempo la aplica-
y la aparición de enfermedades para las que ción del método conveniente hasta que se
esa utilización está contraindicada da a enten- consiga un diagnóstico y un tratamiento con-
der que esas exploraciones no se realizan de venientes.
manera sistemática. Esta situación se vio con- N o obstante, para alcançar el objetivo de
firmada por observaciones sobre el terreno y ayudar a las mujeres que sufren alguna enfer-
no hay duda de que se extiende en general m e d a d a utilizar el anticonceptivo adecuado
m u c h o m á s allá del ámbito del estudio. se requieren otras dos fases en el proceso de
498 Huda Zurayk. Nabil Younis y Hind Khallab

exploración. Primero, el servicio de planifica- mero de hijos desde la perspectiva de la salud


ción familiar tiene que poder diagnosticar y de la mujer. Si ofrece información y educa-
tratar la enfermedad de que se trate o estar ción, el programa de planificación familiar po-
relacionado con otro servicio que pueda reali- drá contribuir con m u y poco costo a reducir la
zar esta tarea. Segundo, debe prescribirse otro carga de las enfermedades que suponen para
anticonceptivo que la mujer acepte y pueda las mujeres. Esto constituye sólo una primera
utilizar eficazmente. N o obstante, si el método medida para introducir una perspectiva sani-
contraindicado es el que desea la mujer, puede taria m á s realista, m á s aceptable para las m u -
recomendarse temporalmente otro método y jeres y las comunidades, que se ocupe holísti-
adoptarse medidas para que pueda volver a camente de la salud de la reproducción, en la
utilizar el método deseado cuando se le haya que la planificación familiar sería un c o m p o -
curado la enfermedad que le impidió utilizar- nente del total.
lo. Para que un proceso de esta clase funcione U n factor importante a este respecto es que
se requiere un enfoque holístico del replantea- la edad límite para la atención a la salud no
miento de la política familiar, que ofrezca apo- puedefijarseen la edad fértil. Los datos que
yo y aliento para que las mujeres pidan la hemos reunido han puesto de manifiesto que
atención de salud que necesiten y vuelvan al la prevalência de la mayor parte de las enfer-
servicio médico, c o m o podrá verse en las sec- medades ginecológicas y conexas tiende a au-
ciones siguientes: mentar con la edad, de m o d o que las mujeres
3. Interés por la salud en relación con la mayores, incluso las ya no fértiles, necesitan
reproducción: hasta ahora el interés por la sa- m á s atención. El programa de planificación
lud en relación con la reproducción se había familiar puede servir de punto de referencia a
limitado a considerar la posibilidad de a m - otros servicios de salud respecto de esas muje-
pliar la política de planificación familiar para res. Sin duda el programa ganaría en credibili-
ocuparse de las enfermedades en las que esté dad si atendiera a las mujeres de mayor edad,
contraindicada la utilización de métodos anti- que son especialmente poderosas en la c o m u -
conceptivos. N o obstante, la gravedad de la nidad femenina, además de atender a las jó-
situación a este respecto observada en las m u - venes.
jeres del estudio de Giza indica la necesidad Orientar la política de planificación fami-
de ampliar el interés en la materia, haciendo liar dirigiendo la atención hacia la salud en
que la planificación familiar se convierta en relación con la reproducción constituye un
parte de un servicio total que se ocupe de la cambio importante. Será preciso lograr un cam-
salud en la reproducción de la mujer. bio de actitud a todos los niveles de la activi-
El estudio de Giza señala la presencia de dad de planificación familiar, desde los encar-
muchas enfermedades ginecológicas y cone- gados de determinar la política aplicable hasta
xas, también que dos tercios de las mujeres los administradores y los proveedores del ser-
que sufren síntomas de esas enfermedades no vicio. Para conseguir este cambio sería m u y
van al médico a pesar de disponer de un cen- conveniente reconocer que el interés por el
tro de salud en cada uno de los dos pueblos bienestar individual y una reproducción sana
examinados. Estas tasas de prevalência y de sirve, a veces a un costo m u y reducido, para
subutilización obligan a considerar la posibili- aumentar el número de usuarias reales de anti-
dad de que por lo menos, cuando se consiga conceptivos, de una forma que nunca podrá
una visita de planificación familiar, se aprove- conseguirse haciendo hincapié únicamente en
che la oportunidad para ocuparse m á s amplia- los objetivos que se desea alcanzar. Se requie-
mente del aspecto sanitario. D e este m o d o la ren pruebas m u y evidentes para conseguir
información acerca de la prevención de las convencer a las indecisas.
enfermedades relacionadas con la reproduc-
ción podría incorporarse a la esfera de activi-
dad de los programas de planificación fami- Calidad de la atención proporcionada
liar. Por ejemplo, es m u y importante que esos por los servicios médicos
programas hagan hincapié en la relación exis- El estudio de Giza, además de poner de mani-
tente entre el número de partos y el prolapso, y fiesto la utilización insuficiente de los servi-
que presenten consideraciones acerca del nú- cios de salud por parte de las mujeres que
Replanteamiento de la politica de planificación familiar, atendiendo a las investigaciones sobre
la salud relacionada con la reproducción 499

sufren enfermedades ginecológicas y conexas, mujeres, especialmente las que pertenecen a


señaló que se registraba una igual prevalência comunidades desfavorecidas c o m o la que he-
de algunas de las enfermedades tanto en muje- m o s estudiado. El estudio de Giza ha puesto
res que habían consultado a un médico cuando de manifiesto que las mujeres consideran que
habían tenido síntomas de esas enfermedades algunos síntomas de enfermedad no indican
c o m o en las que no lo habían hecho. Esto pone ningún problema de salud sino que son parte
de manifiesto no sólo la cuestión de la utiliza- de las consecuencias normales de su función
ción insuficiente de los servicios médicos sino reproductora. Observamos que la mayoría de
también la cuestión de la eficacia, llegándose a las mujeres contestaron positivamente cuando
la conclusión de que no es suficiente replan- les preguntamos si tenían flujo pero sólo m u y
tear la política de planificación familiar en pocas lo consideraron diferente (anormal)
términos de ampliación de los servicios. U n a aunque muchas informaron sobre las caracte-
de las principales consideraciones tiene que rísticas que cabía considerar sospechosas en lo
ser la calidad de la atención proporcionada que se refiere a color, olor, etc. Asimismo,
por los servicios médicos. algunas mujeres dijeron no sentir síntomas de
Y a nos hemos ocupado de algunos c o m p o - prolapso, lo que supone tener gran resistencia
nentes de la calidad de la atención, en lo que al dolor y la incomodidad. D e este m o d o la
se refiere a la gestión técnica, elección y segui- comunidad que estudiamos reflejó claramente
miento de la utilización de anticonceptivos, (Khattab, 1992) «la cultura del silencio» en lo
cuando examinamos la estrategia del proceso que se refiere a los problemas de salud obser-
de exploración. N o s centraremos ahora en la vados en las mujeres de muchos países del
interacción cliente-proveedor por su contribu- m u n d o en desarrollo (Dixon-Mueller y W a s -
ción a la utilización y cumplimiento. En nues- serheit, 1991).
tro estudio consideramos que la interacción y Estas conclusiones ponen de relieve la ne-
el intercambio limitados entre el médico y la cesidad de entender el punto de vista de las
mujer durante la visita es una de las principa- mujeres respecto de su salud, con el fin de
les razones de que la consulta del médico no convencerlas para que utilicen servicios profe-
influya al parecer en la prevalência de las en- sionales. D e hecho es preciso considerar las
fermedades. Para lograr la colaboración de las opiniones de las mujeres respecto de un a m -
mujeres, especialmente en la esfera de la pato- plio grupo de conceptos conexos relativos a la
logía de la reproducción y la salud del aparato salud y a la patología, las posibilidades de
reproductor -que pueden no tener tanta prio- tratamiento, el cuerpo, la sexualidad e incluso
ridad para ellas c o m o la salud infantil, por la idea que las mujeres tienen de sí mismas
ejemplo- los proveedores de servicios tienen (Consejo de Población, 1993). Este entendi-
que enfocar la cuestión holísticamente y alen- miento, utilizado adecuada y respetuosamen-
tarlas para que hablen y se las escuche, tenien- te, ayudará a los proveedores de servicios de
do en cuenta las condiciones socieconómicas salud a comunicarse mejor con las mujeres.
en que viven. Quizás se considere que esta También sentará una base esencial en materia
práctica requiere mucho tiempo cuando hay de educación sanitaria para aumentar la con-
muchos pacientes, pero, desde el punto de vis- cienciación de las mujeres acerca de su estado
ta de la sostenibilidad de una usuaria satisfe- de salud en relación con la reproducción y la
cha, el costo en tiempo bien vale el resultado. necesidad de acudir a cuidados profesionales
A este respecto se requiere en especial sensibi- en caso de enfermedad.
lizar a los proveedores de servicios acerca de Los obstáculos sociales que se oponen a la
las necesidades de la mujer y sobre un cambio utilización de los servicios sanitarios por las
de actitudes. mujeres constituyen un factor que no puede
olvidarse. Estudios monográficos llevados a
fondo y a cabo c o m o parte del estudio sobre
Puntos de vista de las mujeres
patología de Giza (Khattab, 1992) han demos-
y condiciones sociales
trado hasta qué punto los obstáculos sociales y
Consideraremos ahora los factores que influ- económicos impiden que las mujeres accedan
yen en la utilización de los servicios de salud y a la atención sanitaria. Estas limitaciones apa-
sus consecuencias en relación con las propias recen claramente en el caso de una mujer
500 Hilda Ziirayk, Nahil Younis y Hind Khattab

(Khattab, 1992) a la que se le diagnosticó que sonal de los servicios sanitarios. La conclusión
tenía que someterse a una histerectomía in- que se deduce de esta experiencia es que para
completa. La mujer expresó múltiples preocu- que un servicio de salud sea eficaz al respecto,
paciones cuando el equipo que realizó el estu- en las comunidades desfavorecidas tiene que
dio la invitó a ingresar en un hospital de El contar con servicios de apoyo para las mujeres
Cairo para efectuar exámenes complemen- que desean y reciben sus cuidados. Este apoyo
tarios: puede proporcionarse de manera óptima
creando una nueva función: la de consejera de
«Sanar salió del dispensario m u y preocupada esas mujeres, que las escuche, les proporcione
y trastornada. La investigadora la acom- información, las aliente a dar prioridad a su
pañó hasta su casa y durante el camino salud frente a todas sus demás responsabilida-
ella le preguntó « ¿ M e maltratarán?» La des familiares, y que les diga adonde tienen
investigadora le explicó que estaría bajo que ir para ser atendidas. Estas consejeras
la supervisión de un experimentado pro- también deberán trabajar en colaboración con
fesor universitario que formaba parte del el médico para garantizar el seguimiento de las
equipo de investigación y era el jefe del pacientes, y que éstas vuelvan a visitarse cuan-
departamento de ginecología y obstetricia do sea necesario. Esta función constituye u n
del hospital. Sahar añadió: «Es segura- componente fundamental de una política que
mente una operación m u y importante entienda las necesidades en materia de salud
que costará m u c h o dinero, y mi marido y de la reproducción y las necesidades de las
yo no lo tenemos»: La investigadora le mujeres que viven en las comunidades desfa-
aseguró que todo era gratis y que el pro- vorecidas del m u n d o en desarrollo.
yectofinanciaríael costo de la atención
médica y todos los demás gastos necesa- Traducido del inglés
rios de la operación. Sahar se mostró m á s
interesada y dijo: «Parece increíble que
no tenga que pagar nada. ¡Es una buena
noticia!... ¿Pero c ó m o iré hasta allí? N o sé
dónde está el hospital. El Cairo es una Agradecimientos
ciudad m u y grande y tengo miedo a per-
derme». La investigadora le dijo que la Los autores agradecen la participación del D r .
recogería en su casa y la llevaría hasta el M a w a h e b El-Mouelhy, de la Asociación de
hospital en el coche oficial, y que después Planificación Familiar de El Cairo, y el D r .
la devolvería a su casa sin ningún proble- M o h a m e d Fädle A m i n , del Departamento de
m a . Esto hizo que Sahar se sintiera m á s Patología Clínica de la Universidad Al-Azhar,
segura, pero al cabo de un rato preguntó: en el equipo de investigación que realizó el
«...¿Pero qué haré con los niños? N o sa- estudio sobre patología de la reproducción en
ben cuidarse solos. ¿Y quién cuidará a m i los dos pueblos de Giza. También desean dar
marido?» A lo que la investigadora le re- las gracias a Mahinaz El-Helw y Olfia K a m a l
plicó: «Sólo estará fuera dos o tres días. por su contribución al análisis de los datos y
C o m o sus hijas viven cerca, ellas podrán sus observaciones acerca del informe original,
cuidar a su padre y a sus hermanos. Ten- y a Barbara Ibrahim y a Carla Makhlouf
drán que hacerlo para que usted pueda Obermyer por sus comentarios. El Ministerio
volver a casa gozando de buena salud». de Salud y el Organismo Central de Moviliza-
ción Pública y Estadística de Egipto autoriza-
Frente a estos obstáculos, la conclusión del ron el proyecto, cuyas actividades se costearon
equipo encargado del seguimiento de las muje- con donaciones del Consejo de Población, la
res sobre el terreno en la comunidad estudiada Fundación Ford, la Organización Mundial de
fue que las mujeres enviadas al hospital de El la Salud, el U N I C E F y el Gobierno de los
Cairo para recibir ulterior atención médica Países Bajos.
necesitaban apoyo de la comunidad para dejar Este artículo se presentó en el Simposio
a sus familias, y apoyo en el hospital para sobre Familia, Procreación y Política D e m o -
establecer una mejor comunicación con el per- gráfica organizado del 7 al 9 de febrero de
Replanteamiento de Ia política de planification familiar, atendiendo a las investigaciones sobre
la salud relacionada con la reproducción 501

1994 por la Oficina del Consejo de Población ternational Debates and Middle Eastern Reali-
para Asia occidental y África septentrional, en ties», de próxima aparición.
El Cairo, y se publicará en un libro titulado Los derechos de autor de este artículo co-
«Family, Gender and Population Policy: In- rresponden al Consejo de Población.

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Población y seguridad

Pierre de Senarclens

En 1953, en plena guerra fría, el sociólogo Condiciones de la seguridad


norteamericano Robert Nisbet, parafraseando
las célebres palabras de Karl Marx, escribió: ¿ D e qué seguridad se trata? Sería ilusorio pro-
«Puede decirse que un fantasma recorre el poner una definición unívoca, ya que esta no-
espíritu moderno, el fantasma de la inseguri- ción ha variado y sigue cambiando según la
dad». En su admirable ensayo The Quest for época, las circunstancias y las culturas. N o
Community. A Study in the Ethics of Order & obstante, es posible relacionar la noción de
Community1, el autor, basándose en la expe- seguridad con una de las finalidades funda-
riencia de los regímenes totalitarios, intenta mentales del orden político, ya que todas las
demostrar el fracaso de las estructuras de inte- sociedades, para durar y prosperar, tratan de
gración social propuestas reconocer principios de
por el individualismo libe- autoridad, instituciones y
Pierre de Senarclens es profesor de re- leyes que garanticen su paz
ral nacido de la civiliza- laciones internacionales de la Universi-
ción industrial. dad de Lausana (Suiza). En la actuali- civil, tratando al m i s m o
Destaca la tragedia del dad es Secretario Ejecutivo de la C o m i - tiempo de desplegar m e -
sión Independiente sobre Población y dios diplomático-estratégi-
hombre moderno, obliga- Calidad de la Vida, U N E S C O . 1 rue
do a romper sus vínculos Miollis, 75732 París Cedex 15, Fran- cos que las protejan de las
con antiguos puntos de re- cia. H a sido director de la División de agresiones exteriores. Des-
Derechos H u m a n o s y la Paz de la de que empezó la época
ferencia espirituales y co- U N E S C O (1980-1983). Sus obras m á s
munitarios. Plantea la recientes son La Crise des Nations contemporánea -que los
cuestión central de nues- Unies (1988), La politique internatio- historiadores relacionan con
nale (1992), De Yalta au rideau de fer las grandes revoluciones
tra época: c ó m o desarro- (1993).
llar el vínculo social en del siglo XVIII- la pro-
una sociedad compuesta blemática de la seguridad
por personas individua- se resumió en la búsqueda
les. de un régimen político que
Merece la pena releer este ensayo porque garantizase la paz interior y la protección del
no ha quedado anticuado: la problemática Estado. L a noción de «cuestión social» expre-
de la seguridad sigue siendo de total actuali- só durante m u c h o tiempo las amenazas de
dad. H o y en día se plantea en términos aná- desórdenes a que debían hacer frente las esfe-
logos, tanto m á s por cuanto la sociedad in- ras dirigentes, al m i s m o tiempo que los siste-
ternacional atraviesa un período de profun- m a s de defensa nacional, alianza y equilibrio
dos cambios cuyo sentido todavía es insegu- concretaban los esfuerzos de los Estados por
ro ya que no aparecen con claridad las es- proteger sus fronteras y su condición jurídica,
tructuras institucionales y los principios de así c o m o para realizar sus ambiciones e intere-
legitimidad que podrían garantizar el desa- ses en la esfera internacional. E n la práctica, el
rrollo del régimen internacional posterior a desarrollo de los principios de legitimidad ba-
la guerra fría. sados en el nacionalismo y el derecho de los

R I C S 141/Setiembre 1994
504 Pierre de Senarclens

pueblos a disponer de sí mismos, la «cuestión países entonces denominados «subdesarrolla-


social» y los envites de la política internacio- dos».
nal se vieron estrechamente relacionados, La guerra fría modificó rápidamente, si no
c o m o lo demuestran los episodios de la Santa el sentido de esos principios, sí por lo m e n o s la
Alianza, las revoluciones de 1848 o la C o m u n a arquitectura institucional y política que debía
de París. establecer su defensa. E n primer lugar, el pro-
C u a n d o se produjo la revolución bolchevi- yecto de seguridad colectiva inscrita en la Car-
que y surgieron los fascismos en la época c o m - ta no se llevó a cabo. Las grandes potencias
prendida entre las dos guerras mundiales, vol- intentaron protegerse mediante la carrera de
vió a ser difícil disociar las dimensiones inter- armamentos estratégicos y el establecimiento
nas e internacionales de la seguridad del Esta- de alianzas militares y esferas de influencia.
do, ya que los conflictos internacionales tenían Aunque la mayor parte de los Estados occiden-
carácter ideológico y suponían antagonismos tales establecieron vínculos mutuos m u y estre-
respecto de los regímenes políticos. Entre las chos para aumentar sus progresos económicos
cuatro libertades que se querían universales, y sociales, los proyectos de desarrollo de los
que Roosevelt proclamó en 1941, había la de países llamados del «Tercer M u n d o » tuvieron
estar protegido en caso de necesidad, proyecto el estigma de la competición ideológica y polí-
que se reafirmará algo más tarde en el marco tica entre los regímenes antagonistas y las a m -
de la Declaración del Atlántico. C u a n d o ter- biciones hegemónicas de las grandes poten-
minó la Segundad Guerra Mundial, tanto los cias.
principios de la Carta de las Naciones Unidas
c o m o las constituciones de los principales or-
ganismos especializados del sistema de las N a - Transformaciones de la sociedad
ciones Unidas reflejan esta confusión entre las internacional
esferas estatales e internacionales: en adelante
el orden político se relaciona claramente con El hundimiento del imperio soviético y los
la armonía social interna y con la paz entre los cambios de régimen y de configuración políti-
Estados que fundan la nueva Organización ca que se produjeron c o m o consecuencia en
mundial. Esta tiene por objetivo principal pre- Europa central, los Balcanes y Asia central
servar la seguridad colectiva de sus miembros. pusieron fin a la dinámica del enfrentamiento
N o obstante, la Carta consagra también el Este-Oeste, al equilibrio del terror que mante-
principio de algún tipo de seguridad social a nía el status quo estratégico de la guerra fría, y
escala internacional y propone el estableci- a la carrera de armamentos llamados «estraté-
miento de un mecanismo institucional c o m - gicos». Estos acontecimientos también reper-
plejo destinado a realizar ese proyecto. Los cutieron en el Oriente Medio, sobre todo ha-
fundadores del sistema de las Nacionales Uni- ciendo posible la intervención de las Naciones
das partían del postulado de que las guerras Unidas contra Irak y favoreciendo las negocia-
tienen por principal origen el desorden econó- ciones de paz entre los protagonistas del con-
mico y social. La idea de progreso económico flicto árabe-israelí. T o d o ello ha contribuido
y social a escala internacionalfigurapor tanto indudablemente al cambio de régimen en
en los principios de la Carta, aunque la noción Sudáfrica y a los procesos de paz en América
de desarrollo de los países pobres figura de Central y C a m b o y a . Por consiguiente, el final
manera embrionaria. Así se admitió entonces de la guerra fría aparece asociado con transfor-
que la defensa de la seguridad se ve favorecida maciones profundas de la configuración de las
por la prosperidad y el bienestar personal y de fronteras políticas posteriores a la Segunda
los pueblos. Esta perspectiva universalista no Guerra Mundial. También tiene por conse-
se debe únicamente a consideraciones idealis- cuencia la aparición de nuevas naciones, a
tas. E n 1945 se perfilaban claramente las es- veces frágiles, y de numerosos conflictos étni-
tructuras de una creciente interdependencia cos cuyo final también sigue siendo incierto.
de las diferentes sociedades del planeta. Cabe Las grandes potencias parecen ya no tener el
presentar ya la función del «efecto demostra- m i s m o interés por mantener las estructuras
ción» sobre los cambios socioculturales y los políticas existentes en las regiones que antes se
conflictos políticos que se manifestarán en los consideraban el Tercer M u n d o . Así, el princi-
Población y seguridad 505

pio de intangibilidad de las fronteras estatales entre ricos y pobres del planeta y el acceso
procedentes de la descolonización parece cada vez m á s difícil a los recursos del medio
abandonarse, sobre todo en África donde los ambiente no facilitarán con toda seguridad la
gobiernos podrían tener mayores dificultades armonía de las sociedades estatales o la seguri-
para hacer frente sin apoyos exteriores a las dad internacional.
tendencias centrífugas que se manifiestan en
su seno.
Paradójicamente, cada vez es m á s difícil Definición d e la nueva cuestión
determinar las condiciones de la seguridad co- social
lectiva. Se observa en efecto que la frontera
entre las operaciones de paz y las de coerción Las transformaciones políticas que originó el
son frágiles y que el paso de unas a otras puede final de la guerra fría estuvieron precedidas
llevar a las Naciones Unidas a situaciones por modificaciones de las estructuras de la
inextricables. Los conflictos.actuales tienen u n economía internacional. L a aparición de nue-
carácter diferente de los previstos por la Carta. vas potencias industriales en Asia, la decaden-
A m e n u d o se trata menos de guerras interesta- cia relativa de los Estados Unidos y de Europa
tales que de guerras civiles, de conflictos étni- occidental, son fenómenos paralelos a la im-
cos que se desarrollan dentro de un Estado portancia sin precedentes adquirida por las
constituido o ex Estados. Estos conflictos se empresas transnacionales en la economía in-
caracterizan por ser m u y violentos, duraderos ternacional. Estas empresas poseen un tercio
y difíciles de acabar, por exigir a m e n u d o el de los activos productivos privados del m u n -
mantenimiento de cascos azules durante lar- do. Esa mundialización de los principales
gos períodos. La coerción inherente a la reali- agentes de la economía capitalista, que tam-
zación de la seguridad colectiva es difícil de bién se expresa en la presencia de mercados
poner en práctica ya que estos conflictos im- financieros que funcionan ininterrumpida-
plican en primer lugar a poblaciones civiles. mente y de sistemas monetarios estrechamen-
Las Naciones Unidas corren el peligro de ver te interdependientes, constituyen manifesta-
debilitada su autoridad al llevar a cabo opera- ciones de esa «globalización». A los inversores
ciones de mantenimiento de la paz o empresas y productores no les preocupan m u c h o las ba-
coercitivas que no llegan a asumir plenamente, rreras estatales. Los mercados financieros ig-
c o m o demuestran las cuestiones de Somalia y noran las soberanías nacionales, y las transac-
de Bosnia. A d e m á s , aunque deba reforzarse el ciones especulativas pueden socavar la estabi-
mecanismo de seguridad colectiva, ésta segui- lidad monetaria de los Estados, incluso sus
rá siendo aleatoria y parcial mientras las gran- políticas económicas y sociales. E n la mayor
des potencias y los Estados, que disponen de parte de países del m u n d o los niveles de paro
importantes fuerzas armadas, prohiba a las o de inflación, los gastos sociales y las políticas
Naciones Unidas intervenir en determinadas presupuestarias, comerciales o de inversión
situaciones que cuestionan sus esferas de inte- pública vienen determinados o condicionados
rés nacional. por el extranjero. Estas modificaciones estruc-
Recientemente, el Secretario General de las turales son indisociables de los nuevos progre-
Naciones Unidas, Sr. Boutros Boutros-Ghali, sos registrados en la esfera de las comunicacio-
reiteró uno de los postulados de la Carta al nes, en especial las tecnologías de la informa-
declarar que entre las «causas m á s profundas» ción, y también de los progresos de la micro-
de los conflictos figuran la miseria económica electrónica, la biotecnología, la robótica y el
y la injusticia social2. Esta teoría de los conflic- desarrollo de materiales que revolucionan los
tos es sin duda algo elemental, c o m o lo son procesos de producción y los objetos de consu-
todos los intentos de explicar de forma abs- m o . Esas tecnologías originan en la actualidad
tracta procesos sociales y políticos. N o por ello un exceso de producción industrial3.
es menos cierto que el debilitamiento de los La llamada sociedad posindustrial ha regis-
regímenes de protección social existentes en trado una gran expansión de los «servicios» y
los países de la O C D E durante los últimos una disminución relativa de las actividades
decenios, el aumento de un paro al parecer productivas tradicionales de tipo industrial y
estructural, el crecimiento de las diferencias agrario. Esta evolución significa que una parte
506 Pierre de Senarclens

creciente de los recursos humanos se dedica a niveles aterradores. Se calcula que más de mil
la administración de la producción y al desa- millones de personas viven en la pobreza casi
rrollo y gestión de los conocimientos, a las absoluta. D e todos modos, según los datos
comunicaciones, información e investigación proporcionados por las Naciones Unidas, el
científica y técnica, proceso que también ha porcentaje de pobres tiende a bajar en los lla-
originado el predominio de los grupos o clases mados países en vías de desarrollo. N o obstan-
sociales que dominan estos sectores producti- te, en los próximos decenios su número total
vos4. En los países industrializados la duración seguirá aumentando probablemente, c o m o
del tiempo de trabajo tiende a disminuir c o m o consecuencia del crecimiento demográfico. L a
consecuencia de la productividad, en especial F I P A D prevé que en el año 2000 habrá 1.320
de los sectores tradicionales de actividad. millones de pobres. La C E P A L considera que
C o m o se pone de relieve en el Informe M u n - en América Latina 196 millones de personas,
dial sobre Desarrollo H u m a n o , la seguridad es decir, aproximadamente el 50 % de la po-
del empleo cada vez es menor: «Las empresas blación se encuentran en el umbral de la po-
recurren cada vez menos a una fuerza de tra- breza, lo que constituye un crecimiento del
bajo permanente, y en su lugar contratan a un 2,5 % con respecto al nivel de 19866. Observa
núcleo m u y especializado de trabajadores, ro- asimismo que las diferencias sociales, que
deados por una periferia de trabajadores tem- siempre han sido grandes en esa región del
porales». El número de personas en paro o con m u n d o , tienen tendencia a aumentar. Durante
trabajo a tiempo parcial o de duración aleato- el decenio de 1980 muchos trabajadores que
ria también ha aumentado notablemente. H a - disponían de ingresos medios en la industria y
cia 1990, aproximadamente el 40 % de los e m - los servicios quedaron por debajo del umbral
pleos, también a juicio del P N U D , no eran ni de pobreza. La F I P A D considera que se trata
permanentes ni a tiempo completo. En la m a - sobre todo de habitantes rurales (939 millo-
yoría de los países del Sur el sector laboral no nes), de Asia (633 millones), del África subsa-
estructurado también aumenta 5 . Las activida- hariana (204 millones) y de América Latina
des que requieren m a n o de obra abundante, y (76 millones). Se trata en su mayor parte de
sobre todo poco capacitada, son cada vez más pequeños campesinos a menudo sin tierras,
escasas, lo que no hará sino agravar las dife- pescadores, nómadas, minorías étnicas y refu-
rencias sociales existentes dentro de las socie- giados. Estas poblaciones pobres tienen ten-
dades desarrolladas, y aún más entre los países dencia a emigrar a las ciudades, agravando así
ricos y los países pobres. En estos últimos se los problemas planteados por los actuales pro-
observa una subutilización masiva de la fuerza cesos de urbanización. D e este m o d o , la po-
laboral. Debido a la transnacionalización de la breza rural no puede separarse de la pobreza
economía mundial, facilitada por la constante urbana, ya que los emigrantes procedentes del
disminución del costo de los transportes, las campo intentan escapar a estructuras agrarias
comunicaciones y las telecomunicaciones, la opresoras y a la falta de trabajo, para lo cual se
competencia tiende a exacerbarse entre los instalan en las ciudades. Desde el decenio de
países industriales y los demás. El paro y el 1980, la crisis de la deuda, y los programas de
subempleo existentes en la mayor parte de la ajuste estructural establecidos bajo la presión
sociedad internacional suscitan interpretacio- del Fondo Monetario Internacional y del Ban-
nes de tipo diferente. La idea que se trata de co Mundial para hacerle frente, han tenido por
un fenómeno coyuntural y cíclico sigue mante- consecuencia un deterioro aún mayor de la
niéndose, pero cada vez es más cuestionada. situación de los sectores más pobres de n u m e -
Se observa la existencia de fenómenos de «cre- rosos países del Sur.
cimiento sin empleo». El aumento de la pro-
ductividad va acompañado del aumento del Desde luego, la historia indica que la situa-
PIB y de la producción, pero de una disminu- ción de los pobres no es un destino ineluctable
ción relativa del empleo y un crecimiento de y que las instituciones internacionales tienen
los empleos, precarios y mal pagados en el sin duda razón en insistir sobre los indicado-
sector no estructurado. res de los progresos sociales de los últimos
decenios. E n Asia hay numerosas sociedades
Esta cuestión del empleo no puede separar- que registran actualmente -notables y rápidos
se del fenómeno de la pobreza, que registra progresos económicos. E n muchos países de
Población y seguridad 507

América Latina, empezando por el Brasil, la despreciable en el desarrollo de la cuestión


pobreza es ante todo un problema de justicia social. Es curioso que esto no siempre se haya
distributiva, el cual podría disminuir si el go- tenido en cuenta. Hace poco la revista The
bierno desempeñara su función a este respecto Economist dedicaba un suplemento especial a
adoptando una política social m á s atrevida. los 150 próximos años, donde no se destacaba
En cambio, en la mayor parte de África y en precisamente la función decisiva de las reali-
numerosas regiones de Asia meridional exis- dades demográficas en los cambios en curso.
ten importantes obstáculos para el desarrollo ¿Pero, c ó m o se puede pensar razonablemente
que incitan al pesimismo en cuanto a su futuro en el futuro sin tener en cuenta las proyeccio-
próximo. nes demográficas que permiten prever cam-
Existen indudablemente analogías entre la bios sociales y políticos m u y importantes?
«cuestión social» de nuestra época y la que Se observa en efecto que la población m u n -
originó la aparición de los movimientos refor- dial creció m u c h o en el decenio de 1950, al
mistas o revolucionarios del siglo X I X . Las ritmo de 1,9 % anual. D e este m o d o se duplicó
condiciones de explotación de los niños y las en algunos decenios, pasando de 2.500 millo-
mujeres en la India y en otras partes de Asia nes de personas en 1950 a 5.000 millones en
no son realmente m u y distintas de las que 1987. Las Nacionales Unidas estimaban que
existían en Inglaterra o Francia a principios en 1992 era de 5.480 millones. La esperanza
del siglo X I X . La pobreza del campo y de la de vida ha aumentado en todas partes. E n la
ciudad en numerosas regiones del hemisferio actualidad la población mundial aumenta
meridional y las grandes diferencias entre los aproximadamente en 90 millones de personas
que viven en la miseria y los ricos también cada año, al ritmo del 1,7 %. Por consiguiente,
presentan analogías con las que existían en cabe prever que, a menos de que se produzcan
Europa hace aproximadamente un siglo. Ade- catástrofes demográficas de gran importancia
más, los actuales movimientos de población, debido a guerras, hambrunas o progresión ver-
que constituyen respuestas parciales a los pro- tiginosa de nuevas pandemias, la población
blemas del paro y el subempleo, se parecen en mundial aumentará mucho en el curso de las
muchos aspectos a las migraciones de Europa dos o tres próximas generaciones. Según la
hacia las Américas o las colonias. División de Población de las Naciones Uni-
N o obstante, el espacio político donde se das, en el año 2000 alcanzará la cifra de 6.200
manifiesta esta «cuestión social» contemporá- millones de personas, y en el 2025 la de 8.500
nea ha cambiado mucho, ya que se ha conver- millones. Esta expansión debería continuar en
tido en planetario, escapando m á s que en el el año 2050, con 10.000 millones de personas,
pasado a la soberanía de los Estados, que a hasta estabilizarse en el curso del siglo X X I .
m e n u d o carecen de los recursos necesarios La población mundial se multiplicará por dos
para hacer frente a esa situación. Además, los en poco m á s de 50 años. N o obstante, estas
factores que la determinan poseen cada vez cifras expresan de forma imperfecta la c o m -
más una dimensión internacional, habida plejidad de los cambios demográficos, en espe-
cuenta de la globalización de las interacciones cial el movimiento casi general de disminu-
económicas y sociales de las diferentes partes ción de la mortalidad y de la fecundidad. Así,
del m u n d o . Por otra parte, esta cuestión social en América Latina, desde 1960 hasta 1990 la
influye en las relaciones interestatales porque esperanza de vida al nacer pasó por término
provoca movimientos transfronterizos de p o - medio de 56 a 67 años y el número de hijos
blación m u y rápidos e importantes, debidos por mujer de 6 a 3,4. Estas cifras ocultan
también a sus aspectos humanitarios y a sus también la gran heterogeneidad de las realida-
relaciones con la problemática del desarrollo y des demográficas dentro de cada país según las
del medio ambiente. clases sociales, los niveles de educación, los
grupos étnicos y los medios urbanos o rurales7.
El crecimiento m á x i m o de la población
Variables demográficas mundial se registra en los países en desarrollo.
El caso de la India es un ejemplo adecuado. En
Por último, las variables demográficas se han 1951 su población era de 361 millones; en
convertido en un factor de importancia no 1981, de 681 millones; en 1991 ha alcanzado
508 Pierre de Senarclens

la cifra de 844 millones. En el año 2000 será al Sur, Shanghai, Calcuta, Buenos Aires, B o m -
parecer de mil millones. En el 2025, según las bay, Seúl, Beijing, El Cairo y Río de Janeiro
previsiones de Naciones Unidas, podría variar tienen m á s de 10 millones de habitantes. Se
entre 1.294 y 1.567 millones. La población de estima que a principios del próximo milenio
África era de 222 millones de habitantes en más del 45 % de los aproximadamente cinco
1950; actualmente se estima en 642 millones y mil millones de habitantes de los países en
alcanzará 867 millones en el 2000 y 1.597 vías de desarrollo vivirá en ciudades. Unas 50
millones en el año 2025. Las previsiones del ciudades de esas regiones contarán en conjun-
Banco Mundial para el África subsahariana to con m á s de cuatro mil millones de habitan-
indican que la población de esta región alcan- tes.
zará los dos mil millones de habitantes en el Estas previsiones también son en parte
año 2050. T o m a n d o ejemplos concretos, las aleatorias y la División de Población de las
previsiones del Banco Mundial indican que la Naciones Unidas ha propuesto otras hipótesis
población en Nigeria podría pasar de 95 millo- a este respecto. Algunas conducen a un au-
nes en la actualidad a 225 en el año 2025. La mento mucho m á s rápido de la población
población de China, que era de 555 millones mundial, mientras que otras consideran que la
de personas en 1950 es actualmente de 1.139 progresión será m á s moderada. Las previsio-
millones. En el año 2000 alcanzará la cifra de nes hechas en el decenio de 1980 se han revisa-
1.299 millones y en el 2025 la de 1.513 millo- do al alza. El fantasma de nuevas pandemias
nes. corre por los análisis demográficos. Las cifras
E n 1990, las Naciones Unidas estimaron y previsiones corrientes son dramáticas pero
que 1.710 millones de personas tenían menos es difícil saber qué consecuencias tendrá el
de 15 años, lo que representa el 3 6 % de'la sida sobre las curvas demográficas. Los estu-
población de los países en desarrollo pero el dios sobre África parecen indicar que algunas
45% en África. Otra tendencia de gran impor- subregiones, especialmente algunas ciudades
tancia de la evolución demográfica lo constitu- particularmente afectadas, podrían registrar
ye el envejecimiento de la población. E n los una disminución de la población. N o obstante,
próximos decenios, la población de todos los en conjunto, esta epidemia no debería afectar
países industrializados, pero también la de los directamente y de manera significativa a las
demás, irá envejeciendo de forma inexorable. tendencias demográficas que se esbozan ac-
Las consecuencias sociales de esta evolución tualmente". En cambio, es probable que al gra-
son previsibles: una parte creciente de la po- var los sectores de la salud y la educación, y al
blación, sobre todo los jóvenes y las personas influir gravemente en la capacidad de produc-
ancianas, dependerán de las personas en edad ción de las sociedades afectadas, el sida retra-
de trabajar, cuyo número tenderá a disminuir. se, en general, algunos procesos de transición
Este fenómeno constituye ya una amenaza demográfica.
para los sistemas de protección social estable-
cidos después de la Segunda Guerra Mundial.
Dentro de unos 20 años eso tendrá una impor- ¿Hacia un círculo vicioso
tancia especialmente decisiva en países c o m o de la pobreza?
China.
Cada vez más, las poblaciones se concen- El crecimiento de la población mundial regis-
tran en las ciudades y este proceso de urbani- trado en los últimos decenios y la evolución no
zación es especialmente rápido en África, menos impresionante de su distribución espa-
América Latina y Asia. En el decenio de 1980 cial y por edades no tienen precedentes histó-
la población mundial urbana se evaluó aproxi- ricos y nadie puede analizar con certeza el
madamente en 2.100 millones de personas. significado de esos cambios. N o obstante, las
Pero esta población aumenta continuamente. opiniones no son unánimes acerca de sus con-
En el año 2000 podría ser de 3.200 millones y secuencias. Algunos economistas o demógra-
en el 2025 de 5.500 millones. En la actualidad fos analizan con serenidad los cambios en cur-
la ciudad de México tiene m á s de 20 millones so, pero, sin negar los problemas sectoriales
de habitantes, Tokio m á s de 18 y São Paulo que suponen para los países del Sur, dada la
m á s de 17 millones. Además, en los países del extensión y sobre todo la rapidez de los c a m -
Población y seguridad 509

bios, se niegan a asociar la variable población todo en los organismos internacionales. Estos
a los factores que condicionan un desarrollo responsables creen adivinar una correlación
inadecuado. A su juicio, las sociedades que entre la miseria creciente de determinados paí-
registran un fuerte crecimiento demográfico ses pobres y su crecimiento demográfico. Des-
han conocido a m e n u d o cambios económicos de su punto de vista, el ingreso per capita
y sociales rápidos, en general relacionados con aumentará únicamente si los hombres y las
procesos de modernización. Dichos autores mujeres que trabajan disponen de los medios
prevén que la humanidad en conjunto registra- necesarios para aumentar su productividad, lo
rá una evolución análoga y consideran que la que supone que los recursos productivos tie-
disminución bastante general de la mortalidad nen que aumentar m á s rápidamente que la
y de la fecundidad es el signo precursor de un población, o por lo menos que los cambios
proceso universal de transición demográfica técnicos posibiliten una utilización m á s eficaz
cuyos resultadosfinalesse darán a mediados de los recursos disponibles. Por ello, los países
del siglo X X I . La humanidad tiene gran capa- pobres que registran un fuerte crecimiento de-
cidad de adaptación y las leyes naturales que mográfico carecen de los medios necesarios
actúan en el m u n d o animal no pueden aplicár- para sostener un aumento significativo de su
sele, c o m o demuestran los progresos constan- ingreso per capita. D e este m o d o las dificulta-
tes de los sistemas de producción. des actuales de África, y también de parte de
A juicio de otros autores, la variable pobla- Asia y de América Latina, sobre todo los pro-
ción debe considerarse un hecho positivo en el gresos relativamente escasos registrados por
proceso de desarrollo. E. Boserup afirma que los principales indicadores del desarrollo hu-
el crecimiento demográfico constituía un fac- m a n o , serían inseparables de los problemas
tor importante en el desarrollo de las condicio- sociales inherentes a esa evolución demográfi-
nes para la innovación tecnológica. El progre- ca nefasta. El análisis de este fenómeno no es
so en esta esfera es a su juicio función del nuevo ya que la reflexión sobre las relaciones
crecimiento demográfico, el cual induce a una entre los recursos, la población y la pobreza se
intensificación de los sistemas de producción remontan por lo menos a Malthus. N o obstan-
agropecuaria, a una nueva especialización pro- te, en los últimos decenios este debate ha ad-
fesional, al desarrollo de los intercambios y a quirido una nueva dimensión en una época en
una mejor división del trabajo entre las c o m u - que el crecimiento de la población mundial
nidades. Algunos economistas neoclásicos, en- adquiría un ritmo sin precedentes.
tre los que figuran Peter Bauer y Julian Simon, Nadie puede decir con toda seguridad cuál
han desarrollado una tesis que llega a conclu- de estas diferentes ideas del crecimiento de-
siones análogas. A su juicio, existe una correla- mográfico es la acertada. U n a cosa es cierta:
ción histórica positiva entre el crecimiento de- históricamente, ningún país industrializado se
mográfico y el desarrollo, ya que la existencia ha visto enfrentado a los problemas socioeco-
de un número elevado de productores y de nómicos creados por el crecimiento demográ-
consumidores constituye un factor de progreso fico que registran hoy en día la mayor parte de
económico porque favorece los intercambios, los países pobres, crecimiento que además se
las comunicaciones, la especialización y una registra cuando se producen transformaciones
mejor división del trabajo. sociales y culturales aceleradas. Puede estarse
Este punto de vista lo niegan un número de acuerdo con León Tabah en que «los países
creciente de especialistas en los problemas de- que recorren con mayor rapidez la transición
mográficos. Rechazan esas analogías históricas demográfica son los que mejor se sitúan en la
para evaluar los cambios en curso en la socie- competencia internacional». Naturalmente, el
dad actual. Consideran con pesimismo los sentido de esta correlación no es unívoco pero
cambios demográficos que se están producien- hoy resulta m u y difícil concebir un desarrollo
do ya que ponen en duda que las sociedades sin pasar por la transición demográfica9. E n
que los sufren con mayor fuerza puedan afron- realidad, cuando lafinalidady los medios del
tar los enormes desafíos económicos, sociales desarrollo se expresan en términos de indica-
y ecológicos que se plantean. Esta opinión está dores sociales parece inútil extenderse larga-
bastante compartida en las esferas de los res- mente sobre determinados efectos de esa evo-
ponsables de las políticas de desarrollo, sobre lución demográfica. Los países cuya demogra-
510 Pierre de Senarelens

«Drainpipe City». Calcuta 1971. Después de los combates entre la armada del Pakistán del Oeste y Bangladesh
secesionista, miles de familias han atravesado la frontera buscando un refugio, por ejemplo en las canalizaciones
de agua instaladas cerca de Calcuta, India. Sunil K Dull'C amera Press

fía crece rápidamente deberían en teoría dedi- asumir. La recesión, la crisis de la deuda y las
car una parte importante de sus inversiones políticas de ajuste estructural han obstaculiza-
sociales a la educación, la formación y la salud do m u c h o la solución de esos problemas socia-
de los jóvenes, sobre todo de los que tienen les desde el decenio de 1980.
menos de 15 años, que constituyen una parte Las poblaciones que son víctimas de estas
importante de su población. Ahora bien, todo condiciones todavía se ven m á s desfavoreci-
indica que los gobiernos de los países pobres, das por la reciente modernización de los siste-
más que los otros gobiernos, tienen dificulta- m a s de producción. El crecimiento constante
des para movilizar los recursos que garanticen de la productividad y la disminución relativa
a toda la población una educación y una for- del papel que puede desempeñar una m a n o de
mación que responda a las exigencias de la obra mal capacitada en la industria, la agricul-
economía moderna, a fin de asegurar el desa- tura y los servicios, influyen especialmente en
rrollo de un sistema de salud adecuado, vi- las sociedades cuyas economías tienen carácter
viendas en cantidad y calidad suficientes o un tradicional. Esta evolución nefasta es aún m á s
m í n i m o de seguridad social. Ahora bien, los preocupante si se tiene en cuenta que se regis-
pobres tienen en general hijos con mala salud, tra al m i s m o tiempo que aumenta permanen-
con dificultades para integrarse y seguir la es- temente la población en edad laboral. Es por
colaridad primaria y que después, con frecuen- tanto lógico prever, según las indicaciones de
cia, quedan al margen del mercado laboral. A la O I T , que la población en edad laboral au-
nivel individual, las familias numerosas regis- mentará en 700 millones durante el próximo
tran grandes dificultades para atender esas decenio, crecimiento que se registrará funda-
cargas sociales que los gobiernos no pueden mentalmente en los países en desarrollo. En la
Población y seguridad 511

hipótesis de que el 55% de estas personas se Medio ambiente-población


incorpora al mercado del trabajo, aún habría
que crear unos 400 millones de empleos para Las inquietudes de inspiración neomalthusia-
absorber esa nueva entrada de trabajadores. na se han manifestado con m á x i m a fuerza y
D e m o m e n t o , dadas las relaciones de produc- convicción en la esfera del medio ambiente.
ción existentes, los tipos de consumo y los Desde luego, no sólo se trata de la variable
estilos de vida, cabe prever que será imposible demográfica. Los efectos de la población sobre
crear esos empleos. el medio ambiente suelen expresarse a partir
En este marco, también es posible pregun- de la fórmula establecida por Pal Ehrlich:
tarse acerca de las consecuencias políticas de I = P x A x T , siendo I el impacto sobre el m e -
las migraciones y los refugiados. Los datos dio ambiente causado por la población (P), el
disponibles a este respecto son fragmentarios consumo per capita en función de los ingresos
ya que la definición de migrante y las corres- y los estilos de vida (A) y las tecnologías utili-
pondientes estadísticas son imprecisas. Al pa- zadas (T). Dicho de otra forma, nuevos pro-
recer ya hay varias decenas de millones de gresos científicos y técnicos deberían dismi-
migrantes y de refugiados, especialmente en el nuir la rapidez y naturaleza de los atentados
África subsahariana, América del Norte, Euro- contra el medio ambiente. También cabría
pa occidental, Asia y el Oriente Medio. Se imaginar que las sociedades, al adaptarse a
prevé que estos movimientos vayan en a u m e n - esas nuevas limitaciones, cambiarán sus siste-
to debido a factores demográficos, a la evolu- mas de producción y de consumo, por consi-
ción negativa de los mercados laborales en los guiente sus estilos de vida y los valores en que
países m á s pobres, a la disminución de los se basan. Así, los sistemas de producción y de
costos de comunicación y a los trastornos polí- consumo de los países industrializados, cuyas
ticos y sociales causados por las transforma- poblaciones aumentan poco, tienen actual-
ciones estructurales de la sociedad internacio- mente una importancia preponderante en los
nal10. Cabe suponer que continuarán las fuer- fenómenos de contaminación global que po-
tes presiones migratorias de los países m u y drían ocasionar un eventual aumento de la
pobres a pesar de los obstáculos con que tro- temperatura de la atmósfera terrestre, en el
piezan. efecto invernadero y en la degradación de bos-
ques y mares. Según determinadas estimacio-
Los historiadores, los sociólogos o los eco-
nes del F N U A P , los países industrializados,
nomistas quizás relativicen la amplitud de este
que tienen el 25 % de la población mundial,
fenómeno y valoricen sus consecuencias, pero
consumen alrededor de las tres cuartas partes
no por ello ese proceso deja de suscitar en
de la energía utilizada actualmente en el m u n -
todas partes reacciones de rechazo que los po-
do, el 85 % de los productos forestales y el
líticos tienen m u y en cuenta, cuando no fo-
72 % de la producción de hierro. Asimismo,
mentan los temores «irracionales» que lo
les corresponde al parecer los dos tercios de los
acompañan.
residuos producidos por la humanidad. T a m -
Los rápidos cambios de las estructuras fa-
bién es preciso reconocer que la noción de
miliares también forman parte de esas varia-
«capacidad de aguante» (carrying capacity) de
ciones sociales y culturales que son especial-
la tierra, que se utiliza en las reflexiones sobre
mente notables en los países de la O C D E , en
el medio ambiente, debe considerarse con pre-
los que el paso de la estructura de la familia
caución para evaluar las relaciones entre el
amplia a la de la familia nuclear parece que se
hombre y la naturaleza. N o obstante, una cosa
prolongará hasta hacer estallar el modelo tra-
parece cierta: es m u y poco verosímil que la
dicional de familia. E n los Estados Unidos la
tierra pueda aguantar una población mundial
mitad de los matrimonios acaba en divorcio y
que produzca y consuma al ritmo actual de los
el modelo de familia constituida por una pare-
países ricos, mientras que el crecimiento de-
ja e hijos sólo llega al 25% del total". En todo
mográfico en curso aumentará necesariamente
el m u n d o las estructuras familiares se modifi-
los daños irremediables causados a la naturale-
can rápidamente debido a la evolución de las
za, en especial a su biodiversidad. Desde esta
mentalidades, pero también c o m o consecuen-
perspectiva, el crecimiento de la población
cia de los cambios socioeconómicos y d e m o -
mundial no hace sino reforzar los efectos per-
gráficos en curso.
512 Pierre de Senarelens

niciosos de esos atentados contra el medio En economías que dependen fundamental-


ambiente, tanto m á s por cuanto los países mente de los productos de la tierra, la dismi-
donde esos efectos son más manifiestos care- nución de los recursos hídricos puede tener
cen de los medios necesarios para adoptar las efectos catastróficos. Ahora bien, en la mayor
técnicas desarrolladas a fin de reducir al míni- parte de las regiones de África los recursos
m o los efectos de los actuales sistemas de pro- hídricos son limitados.
ducción y consumo. Se prevé que en los próximos decenios dos
Es sin duda demasiado pronto todavía tercios de la población africana vivirá en re-
para especular acerca de las consecuencias giones en las que faltará agua. Su desarrollo se
de un eventual efecto de invernadero o sobre verá gravemente afectado y este fenómeno au-
las consecuencias de un agujero en la capa de mentará las presiones de la población sobre el
ozono. La modificación del clima global po- medio ambiente y también provocará migra-
dría tener efectos sobre el nivel del m a r , ciones. Malin Falkenmark afirma que la m a -
afectando especialmente a las poblaciones yor parte de los países de África registrarán
que viven junto a la costa, sobre todo en próximamente graves déficit de agua c o m o
Bangladesh o los Países Bajos. También po- consecuencia del desarrollo de la agricultura y
dría ser una amenaza para la capacidad de el aumento de la población13.
producción de las tierras en determinadas La situación de numerosos países de
regiones, concretamente al disminuir el nivel Oriente Medio también es m u y preocupante
de las precipitaciones. Independientemente a este respecto. A d e m á s , el proceso de urba-
de esos fenómenos climáticos globales, pue- nización provoca a veces enormes problemas
de preverse ya con un grado razonable de de acceso al agua potable y de reutilización
certidumbre que algunos países o regiones de las aguas residuales, especialmente en las
registrarán una rápida disminución de sus ciudades de los países pobres cuyas infraes-
recursos no renovables debido a la erosión tructuras son insuficientes y continúan de-
de los suelos, la disminución de la capacidad gradándose.
de producción de la tierra, la desaparición de Los recursos alimentarios también po-
los bosques, la disminución de los peces, la drían registrar déficit. E n los últimos 20
contaminación y, sobre todo, la reducción años, 200 millones de personas han muerto
del caudal de los ríos y de las aguas subterrá- de hambre o de enfermedades debidas a la
neas, y la desaparición de determinadas es- malnutrición. Mil millones de personas su-
pecies naturales. fren malnutrición crónica, grave en la mitad
E n estas condiciones, la pobreza seguirá de los casos. Sigue aumentando el número de
desempeñando un papel importante en la de- personas que pasan hambre a pesar de los
gradación del medio ambiente, ya que provo- aumentos de la productividad agrícola. Estas
cará necesariamente una explotación excesiva hambrunas o malnutriciones se deben a la
de recursos escasos, sobre todo si continúa pobreza.
habiendo una distribución injusta de las tie- Aunque resulte especialmente difícil en
rras y las estructuras de producción que no esta esfera hacer previsiones globales a largo
permita absorber el excedente de m a n o de plazo, teniendo en cuenta las tierras disponi-
obra en los sectores secundario y terciario. bles, su productividad y los efectos de la degra-
Según un estudio reciente de Robert M c N a - dación del medio ambiente, así c o m o los pro-
mara, el bosque africano, que en la actualidad gresos de la ingeniería genética, los sistemas de
abarca unos 660 millones de hectáreas, pierde consumo y las relaciones comerciales entre las
al parecer 3,3 millones de hectáreas anuales. regiones que disponen de excedentes agrícolas
La demanda de leña aumenta al parecer al y las demás, algunos autores son m u y pesimis-
mismo ritmo anual que la población. La m a - tas a este respecto14.
yor parte de los pastos africanos también T i m Dyson propone en este número un
muestran señales de degradación12. análisis matizado, aunque prevé que un por-
El crecimiento demográfico contribuye en centaje creciente de la humanidad deberá
especial a agotar los recursos hídricos, sobre contentarse con niveles de nutrición m u y ba-
todo porque aumenta el consumo e incremen- jos y registrará una gran inseguridad a este
ta las necesidades de riego de tierras agrícolas. respecto.
Población y seguridad 513

Cuestiones d e seguridad pobreza significa ante todo inseguridad. Sus


víctimas no conocen prácticamente ninguna
Las cuestiones sociales que hemos puesto de protección; se enfrentan a condiciones de vida
manifiesto, sobre todo las relativas a la pobla- y de supervivencia precarias en las que el h a m -
ción, el medio ambiente, la alimentación y la bre, la humillación y la violencia siempre es-
energía, y también a la pobreza, el empleo y tán presentes y en las que la enfermedad y la
las migraciones, tienen dimensiones globales. muerte se hallan m á s cerca que para los de-
En diferentes aspectos, y en mayor o menor más; y se encuentran al margen de los princi-
grado, ya influyen, y lo harán cada vez más, en pales procesos de producción y de integración
la evolución y la seguridad de las comunida- social. Caso de confirmarse las tendencias ac-
des, los Estados y las relaciones internaciona- tuales, sobre todo si no se encuentra ninguna
les en conjunto. Son indisociables en la medi- solución al paro y a la degradación de los
da en que interactúan recíprocamente y au- regímenes de protección social modernos y
mentan con gran rapidez. N o obstante, sus tradicionales, se intensificarán las luchas polí-
efectos siguen siendo imprevisibles. Algunos ticas para acceder y repartirse los recursos en
autores opinan que «el agotamiento de los re- los países industrializados, al igual que en los
cursos no renovables se producirá en el curso países pobres. Estas tendencias podrían contri-
de los próximos 50 años con una velocidad, buir a exacerbar las señas de identidad. C o m o
una complejidad y una amplitud sin preceden- ya hemos sugerido al principio del presente
tes en la historia del mundo» 1 5 . E n efecto, las artículo, la dinámica de la economía moderna
consecuencias de la degradación del medio y de los cambios socioculturales que la acom-
ambiente podrían aparecer de manera brutal pañan tiene tendencia a romper los sistemas
en algunas regiones, sin dejar tiempo para que de integración social del pasado. Ahora bien,
las poblaciones perjudicadas pudieran adap- las nuevas formas de sociabilidad n o siempre
tarse16. garantizan los vínculos de solidaridad que
ofrecían las antiguas estructuras familiares y
comunitarias. Este fenómeno se ha generaliza-
Los retos sociopolíticos internos do en la mayor parte de los países del m u n d o
sin que el Estado sea capaz de colmar median-
Independientemente de los esfuerzs desplega- te sus prestaciones sociales el vacío de seguri-
dos en la actualidad para reducir el crecimien- dad así creado. Al m i s m o tiempo, casi en to-
to de la población mundial, ésta, según todos das partes se registra una pérdida o erosión de
los indicios, habrá aumentado por lo menos en los valores culturales tradicionales. E n el Áfri-
2.300 millones de seres humanos durante los ca subsahariana los jóvenes que buscan e m -
próximos 30 años. Estas personas tendrán que pleo apenas tienen posibilidad alguna si no se
alimentarse, alojarse, educarse, recibir cuida- refugian en las redes de alianza basadas en la
dos e integrarse en el mercado laboral. Sus familia o el clan. Esta realidad social parece
sistemas de producción y de consumo influi- que fortalecerá los movimientos étnicos ya
rán en el entorno planetario. Nadie puede pre- que la pertenencia a comunidades de base se
ver hoy día las consecuencias de estos cambios inscribe en la estrategia de sobrevivencia que
y las respuestas sociopolíticas e institucionales impone la miseria.
que se darán a los retos que parecen plantear. Estas realidades aparecen con mayor clari-
N o obstante, cabe imaginar que deberán ir dad en las grandes ciudades, donde se dan
acompañadas prácticamente en todas partes fenómenos de marginalidad social que con fre-
de profundas variaciones de los sistemas de cuencia van acompañados de diferentes for-
producción y de consumo, y en consecuencia mas de criminalidad, drogas, prostitución y
de los estilos de vida de aquellos que más se violencia. Así, en numerosas megalopolis, tan-
benefician del régimen económico en vigor. to del Norte c o m o del Sur, los problemas de
U n a cosa es cierta, a saber, que a nivel de los seguridad se han agravado, en especial en de-
Estados las variables demográficas deberán terminados barrios o extrarradios que se sus-
formar parte de toda reflexión política y de traen a la Ley y en los que «la exclusión ha
todas las políticas públicas. creado todo un continente que parece alejarse
Mientras duren las circunstancias actuales, de la sociedad integrada y establecida»17, mien-
514 Pierre de Senarclens

tras que los ricos se defienden contratando y m á s degradadas y cuya población se duplica
policías privados y estableciendo dispositivos cada 2 0 años, se verán casi inexorablemente
de protección al margen de las condiciones enfrentados a conflictos cada vez m á s violen-
elementales de la legalidad. En las megalopolis tos para lograr el reparto de recursos cada vez
del Sur la expansión del sector no estructurado m á s escasos, así c o m o a movimientos internos
agrava aún m á s la importancia de esta margi- de migración que también generarán conflic-
nalidad. N o puede evitarse establecer una rela- tos. Los gobiernos afectados por esos proble-
ción entre el proceso de pauperización y de m a s encontrarán graves dificultades para defi-
exclusión por una parte, m u y visible en las nir políticas consensuadas y en el futuro toda-
grandes ciudades, y el resurgimiento de nue- vía registrarán crisis de legitimidad m á s fre-
vos fanatismos políticos, religiosos, la xenofo- cuentes. Por consiguiente, cabe avanzar la
bia y el racismo, por la otra. A d e m á s , es m u y hipótesis de que los problemas vinculados a la
difícil prever las consecuencias de los cambios «gobernabilidad» de las sociedades serán cada
de las estructuras familiares. Mientras tanto, vez m á s complejos, sobre todo en la India, el
la desintegración de las estructuras familiares Pakistán, Bangladesh y todos los países del
clásicas, sobre todo el fuerte aumento de hijos África subsahariana.
de familias constituidas por uno solo de los
padres, tiene, y probablemente seguirá tenien-
do, importantes repercusiones sociopsicológi- Retos internacionales
cas sobre el devenir de las sociedades occiden-
tales. También puede formularse la hipótesis Los Estados no podrán gestionar esas grandes
de que los niños mal alimentados del Sur, a cuestiones sociales o encontrarles soluciones si
m e n u d o abandonados en la calle y en la mise- no tienen en cuenta la globalidad de estas pro-
ria, carentes de educación y a veces de referen- blemáticas y su interdependencia. N o obstan-
cias culturales, conocen procesos de socializa- te, no existe ningún cuadro conceptual en el
ción conflictivos cuyos efectos nefastos en que insertar la sociedad internacional en con-
términos sociopolíticos pesarán gravemente junto, y por tanto aclarar los elementos e in-
sobre el futuro. Desde luego, en algunas regio- teracciones sistémicos de esta globalidad e in-
nes, en especial en el África subsahariana, las terdependencia. Si se admite la hipótesis de
estructuras familiares todavía resisten. C o m o que existe una «cuestión social internacional»,
recuerda Thérèse Locoh, esas estructuras se los postulados de las ideas tradicionales sobre
encuentran «en primera línea» para colmar la la seguridad que han predominado en el estu-
debilidad de los organismos de protección so- dio de las relaciones entre Estados resultan en
cial y las infraestructuras sanitarias, sociales y parte obsoletos: ya no es posible limitarse a
administrativas. N o obstante, se ven socava- abordar la política, la estrategia y los conflic-
das por el crecimiento demográfico, las migra- tos sin hacer referencia a los fenómenos de
ciones y la crisis económica 18 . E n realidad los naturaleza transnacional. Así, c o m o pone de
países de esa región no podrán enfrentarse a relieve T h o m a s F . Homer-Dixon, los concep-
los retos que supone el crecimiento demográfi- tos de «soberanía nacional» o «interés nacio-
co si no modifican profundamente sus estruc- nal», las nociones diplomáticas y estratégicas
turas económicas y sociales, sobre todo si no de «equilibrio» no son ya m u y pertinentes
desarrollan sectores secundarios y terciarios ante las amenazas relacionadas con el medio
que puedan integrar a los recién llegados al ambiente o las inherentes a la pobreza masiva
mercado del trabajo, que la agricultura no pue- y las migraciones19.
de absorber de ningún m o d o y cuyo desarrollo
exigirá medidas drásticas de conservación de N o obstante, a pesar de las fuerzas transna-
los recursos hídricos, así c o m o una reorganiza- cionales, en particular de los intercambios y
ción de las relaciones sociales, sobre todo en- las comunicaciones, que actúan en el m u n d o
tre los hombres y las mujeres y las vinculacio- de hoy en día, las personas y los pueblos se
nes con la tierra y la propiedad. Entretanto los enfrentan a situaciones históricas y experien-
gobiernos de los Estados cuya población vive cias vitales extraordinariamente diversas. Esta
sobre todo de una economía de subsistencia, realidad hace vanas las pretensiones de los
cuyas tierras cada vez son menos productivas discursos, y sobre todo de los proyectos y pro-
gramas, de carácter universalista. Por otra par-
Población y seguridad 515

te, la propia definición de la articulación entre nes de las demás regiones que rodean al Medi-
esferas locales, nacionales, regionales e inter- terráneo, las cuales tendrán enormes proble-
nacionales es objeto de luchas políticas, y los m a s para integrar a esos jóvenes en su merca-
nuevos discursos sobre la «gobernabilidad» do laboral20. Estos cambios demográficos ten-
tienden a ocultar el hecho de que las socieda- drán efectos nefastos sobre el medio ambiente,
des no pueden «gestionarse» o «regularse» por consiguiente sobre el acceso a los recursos
c o m o empresas comerciales. E n realidad no y su reparto, y también sobre la naturaleza de
existe ninguna autoridad que defina los térmi- los movimientos de bienes, servicios y perso-
nos de un orden internacional coherente, y la nas, e intercambios culturales y políticos. Si la
política no sigue lo que ordena una razón abs- actual diferencia de desarrollo dura o incluso
tracta sino que es siempre el reflejo de conflic- aumenta entre ambos sectores del Mediterrá-
tos ideológicos e intereses. Los principios y neo cabe esperar que se incrementen los flujos
normas definidos por las instituciones interna- migratorios, las diferencias culturales y los
cionales incluyen necesariamente valores con- conflictos políticos. L o que resulta cierto para
tradictorios cuya realización política moviliza los países ribereños del Mediterráneo también
a gente con intereses y aspiraciones antagóni- lo es para otras regiones o dentro de algunos
cos. Ahora bien, la mayoría de los Estados, y países. Así, por ejemplo, la población de Ban-
en consecuencia toda la sociedad internacio- gladesh, un país donde cada vez hay m e n o s
nal, atraviesa un período de cambios políticos tierras de cultivo, probablemente se duplique
y sociales que cuestionan los antiguos sistemas en los próximos 30 años. Este fenómeno debe-
de legitimación, las fronteras políticas y los ría acelerar los movimientos migratorios que
regímenes que parecían menos sospechosos. ya han llevado a millones de habitantes de
En tales circunstancias es difícil prever qué Bangladesh a la India, con el consiguiente au-
estructura tendrán las relaciones internaciona- mento de las tensiones étnicas y políticas que
les en el futuro, qué mecanismos instituciona- afectan a las poblaciones de las regiones de
les surgirán para gestionar el pluralismo étnico que se trata21.
y las tendencias centrífugas que aparecen den-
tro de los Estados constituidos, cuáles serán Por consiguiente, cabe avanzar la hipótesis
las relaciones entre regiones, sobre todo entre de que bajo el efecto conjunto del crecimiento
Europa, América del Norte y Asia Oriental, y demográfico y los sistemas de producción y
mediante qué regímenes económicos se regi- consumo, los recursos renovables serán cada
rán esas relaciones. vez m á s escasos. Estas penurias locales o regio-
Cabe pensar no obstante que los trastornos nales podrían fomentar las fuentes de conflicto
sociales y demográficos en curso influirán político y social, en especial entre clases y
cada vez m á s en la evolución de la sociedad grupos sociales, entre etnias y entre naciones.
internacional. Tendrán repercusiones geopolí- Sin duda contribuirán también a aumentar los
ticas con consecuencias para la seguridad. Así, movimientos de población entre países y re-
dentro de algunos decenios, concretamente giones, con consecuencias sociales y políticas
dentro de una generación, se registrarán cam- que c o m o mínimo son imprevisibles. D e he-
bios en la relación demográfica de determina- cho, el agua ya es un valor importante, cuando
das regiones. El ejemplo de los pueblos del no fundamental, en los conflictos del Oriente
Mediterráneo es interesante a este respecto. Se Medio entre israelíes, palestinos, jordanos y
prevé que la población de los países ribereños libaneses. Por otra parte, los proyectos de Tur-
del Mediterráneo pase de 365 millones en quía de captación de las aguas del Eufrates
1985 a una cifra que variará entre 520 y 570 preocupan a Siria y el Irak. Los recursos del
millones. En el año 2025 los países el norte del Nilo, vitales para Egipto y Sudán, también
Mediterráneo, donde vivían las dos terceras pueden ser causa de tensiones y enfrentamien-
partes de su población total en 1950, sólo re- tos regionales. E n general, el medio ambiente
presentarán un tercio. La población de Tur- se convertirá en un valor estratégico. Hace
quía y Marruecos será cinco veces superior a la poco el Irak no dudó en atacar el medio a m -
de 1950. Las poblaciones del norte tendrán biente y cabe imaginar escenarios conflictivos
una tasa de fecundidad en disminución y esta- entre Estados o grupos sociales determinados
rán envejecidas, lo contrario de las poblacio- que tengan por origen la contaminación del
516 Pierre de Senarclens

medio ambiente o que utilicen este medio con llo, sobre todo de desarrollo social, las pers-
fines estratégicos22. pectivas de los organismos internacionales
C o m o hemos dado a entender, los cambios convergen notablemente hoy en día, incluso
demográficos y las presiones sobre el medio aunque la coordinación de sus programas siga
ambiente afectan de m o m e n t o a países que siendo un problema insoluble debido a la divi-
carecen de los medios para hacer frente a estos sión funcional de su mandato específico. Estas
retos, mientras que los gobiernos de los países organizaciones defienden la necesidad de lu-
ricos tienen dificultades para movilizar el inte-char contra la pobreza masiva, en especial
rés de sus opiniones públicas a este respecto. apoyando la pequeña empresa, el sector no
Los Estados, sobre todo los más importantes, estructurado, las actividades que requieren
tendrán una especial responsabilidad en la gran intensidad de m a n o de obra, y favore-
«gestión» de sus asuntos económicos y sociales ciendo el fenómeno de la educación, en espe-
independientemente de sus dimensiones inter- cial de las mujeres, apoyando a las O N G y a
nacionales. Cabe no obstante imaginar que de- los agentes de la sociedad civil. E n la esfera de
berán dedicar una parte creciente de sus es- las políticas demográficas reconocen que no
fuerzos a coordinar sus políticas públicas en existen «atajos fáciles» y que los programas
esas esferas mediante mecanismos de coopera- que favorecen la planificación familiar y el
ción intergubernamental. En materia de pobla- acceso generalizado a los anticonceptivos y a
ción, la mayoría de expertos y de responsables la atención de salud de la madre y el niño
políticos están convencidos de que la comuni- constituyen los elementos indispensables o
dad internacional ha llegado a un m o m e n t o complementarios de las políticas públicas apli-
crítico de su evolución y que el nivel en que se cadas en los sectores de la salud, la educación
estabilice durante el siglo X X I el crecimiento y el empleo. También apoyan la idea de crear
demográfico dependerá en gran parte de las las condiciones que favorezcan la autonomía
opciones sociales y de las orientaciones políti- de las personas, en especial de las mujeres.
cas que se tomen en los próximos años. Los Esta política parece exigir una estrategia m u y
gobiernos, en especial los que asumen las prin- variada que dinamice los movimientos de
cipales responsabilidades en política mundial transición demográfica y sobre todo los proce-
¿sabrán tomar las necesarias aunque impopu- sos de modernización que alientan esos proce-
lares decisiones que a m e n u d o se refieren a sos. Con arreglo a esa idea, el desarrollo debe
realidades que la mayoría consideran ajenas y incluir tanto reformas políticas y sociales
sin interés inmediato, pero que influirán en la c o m o proyectos de carácter estrictamente eco-
evolución de la humanidad a largo plazo? Si la nómico. Los asuntos asociales no pueden limi-
crisis económica y social aumenta, sin duda tarse al marco de programas sectoriales margi-
repercutirá en los procesos de integración su- nales sino que deben situarse en el centro de
pranacional actualmente en curso, concreta- las estrategias de desarrollo y figurar en el
mente sobre los movimientos de liberalización núcleo de las políticas públicas. Los organis-
de los intercambios comerciales. Ello podría m o s internacionales también afirman la nece-
favorecer la reaparición de movimientos de sidad de un «buen gobierno», admitiendo que
repliegue nacionalista, perjudiciales para las el funcionamiento de los mecanismos del mer-
relaciones entre los países industrializados y cado exige el respeto de prácticas juríficas e
los países pobres, lo que haría aún más difícil institucionales previsibles, y por consiguiente
la búsqueda y gestión de soluciones conver- el mantenimiento de un orden político. T a m -
gentes para los grandes problemas globales de bién desde esa perspectiva, la lucha contra la
nuestra época. pobreza no sólo se justifica desde el punto de
vista ético sino también a partir de considera-
El problema no se limita sólo a los recur-
ciones económicas y políticas. E n efecto, eco-
sos. Resulta indispensable la necesidad de re-
nómicamente parece ineficaz mantener una
plantear el marco conceptual e institucional de
parte importante de la población al margen de
las reacciones entre países ricos y países po-
los procesos de producción y consumo, en es-
bres en una reflexión prospectiva que tenga en
pecial en una época en que el desarrollo re-
cuenta las fuerzas profundas inherentes a los
quiere una m a n o de obra adecuadamente for-
cambios sociales actuales en curso. D e hecho,
m a d a . Desde el punto de vista político, la
en lo que se refiere a los proyectos de desarro-
Población y seguridad 517

exclusión y la marginación social no son c o m - mientos migratorios. Estas incoherencias entre


patibles con la consolidación de un sistema las diferentes políticas públicas influidas por
democrático pluralista, que es el que parece las organizaciones internacionales reflejan la
mejor adaptado a las exigencias del progreso y debilidad de los mecanismos institucionales
la modernidad 21 . que existen actualmente para definir y gestio-
N o obstante, los países que otorgan asisten- nar las dimensiones socioeconómicas de la se-
cia pública para el desarrollo no tienen una guridad.
estrategia coherente; reaccionan cada vez m á s El proyecto de seguridad colectiva estable-
en función de situaciones de emergencia que cido después de la Segunda Guerra Mundial se
exigen la movilización de recursos extraordi- basaba en el postulado de que las grandes po-
narios, sobre todo por medio de acciones hu- tencias tendrían una responsabilidad prepon-
manitarias u operaciones de mantenimiento derante en el mantenimiento de la paz y la
de la paz. Ahora bien, en muchos aspectos esos evolución del orden internacional. H o y en día
compromisos puntuales y aleatorios constitu- las principales amenazas que existen para el
yen un fracaso y contribuyen al debilitamiento futuro de la humanidad se deben a procesos y
de las estrategias de desarrollo y seguridad. fenómenos no relacionados prioritariamente
A d e m á s , a pesar de las concesiones retóricas a con las cuestiones militares sino con los asun-
la noción de «desarrollo sostenible», los diri- tos económicos y sociales. Ahora bien, no exis-
gentes políticos, tanto del Norte c o m o del Sur, te ningún mecanismo internacional para nego-
todavía no han incorporado los imperativos ciar esos retos y para hacerles frente de mane-
de ese nuevo paradigma en sus propias estrate- ra colectiva. Y lo que es m á s grave, los
gias económicas. Tal c o m o funciona actual- gobiernos que dominan el escenario interna-
mente el mercado, los precios no reflejan co- cional por el peso de sus recursos económicos
rrectamente los costos ecológicos y sociales de y políticos, y también por las ideas que contri-
la producción y el consumo, lo que se denomi- buyen a propagar, no parecen darse cuenta de
na las «externalidades». la amplitud de esos retos. La incoherencia y
A d e m á s , no existe ahora ningún mecanis- debilidad de los programas de ayuda, estable-
m o que permita articular esos proyectos de cidos mediante su cooperación multilateral, y
desarrollo con las políticas comerciales y fi- la condicionalidad parcial de carácter funda-
nancieras. El desenfrenado interés actual por mentalmente presupuestario y unilateral que
el liberalismo económico tiende a ocultar el imponen a los países pobres reflejan esa igno-
hecho de que los mecanismos del mercado son rancia o indiferencia. Y sin embargo, en lo que
insuficientes, incluso nefastos, para hacer fren- respecta a la seguridad, no costaría m u c h o
te a los principales envites de la nueva cues- actuar ahora a fin de arbitrar los recursos ne-
tión social y del medio ambiente. Las políticas cesarios para el desarrollo social de los países
de ajuste estructural aplicadas por las institu- pobres. M u c h o m á s difíciles serán los sacrifi-
ciones de Bretton W o o d s para gestionar una cios que habrá que imponer a las poblaciones
de las disfunciones principales del régimen de los Estados ricos para que cambien su m o -
económico actual han socavado a m e n u d o la delo de producción y consumo que es incom-
capacidad de los países pobres de garantizar patible con la degradación del medio ambiente
las condiciones elementales necesarias para su y el crecimiento demográfico.
desarrollo social, sobre todo en los sectores de
la salud, la educación y la planificación fami-
liar. Por otra parte, han favorecido los movi- Traducido del francés
518 Pierre de Senarclens

Notas

1. San Francisco, Institute for presentaba en el simposio «Le American, febrero de 1993.
Contemporary Studies, 1990, pág. Retour du sujet» Cérisy-La Salle, págs. 38-45.
4; publicado originalmente por 2 de junio de 1993.
Oxford University Press, 1953. 16. Thomas F. Homer-Dixon,
« O n the Threshold:
I 1. Castells Manuel, «Flows,
2. Boutros Boutros-Ghali, Un Networks and Identities. Environmental Changes as Causes
programa de paz, Nueva York, Where are the subjects in the of Acute Conflict», pág. 79.
Naciones Unidas, 1992, pág. 8. informational society?», International Security, otoño de
presentado en el coloquio «Le 1991. Vol. 16, N u m . " 2, pág. 79.
3. Peter Norman « I M F . World Retour du sujet» Cérisy-La-Salle.
Economy and Finance». Financial 2nd June 1993. 17. François Dubet y Didier
Times, 24 de septiembre de 1993, Lapeyronnie, Les quartiers d'exil.
pág. 26. Paris, Editions du Seuil, 1992,
12. Robert S. M c N a m a r a , A pág. 9.
4. Véase Druckner, Kennedy, global Population Policy To
Castells. Advance Human Development in 18. Thérèse Locoh, «Les familles
the Twenty-First Century. With africaines face à la crise», Afrique
Particular Reference to
5. P N U D , Informe sobre contemporaine. N u m . 166,
Sub-Sahara Africa, Global
desarrollo humano, 1993, Madrid segundo trimestre, 1993,
Coalition for Africa, 1992, pág. IO.
C I D E A L . 1993, pág. 44. págs. 3-13.

6. Banco Interamericano de 13. Malin Falkenmark, «A Water 19. International Security, otoño
Desarrollo y P N U D , Social Refor Perspective on Population, de 1991, Vol. 16, N ú m . 2,
and Poverty, enero de 1993, pág. 7. Environment and Development», págs. 84 y 85.
en Population Environment and
Development, Evert van Imhoff y 20. A Blue Plan for the
7. CEPAL & CELADE,
colaboradores, Amsterdam Swets Mediterranean people. From
Población, Equidad Social y
y Zeitlinger, 1992, págs. 33-55. thought to action. U N E S C O ,
Transformación Productiva,
1993, pág. 12.
Santiago de Chile, 1993.
14. Paul Ehrlich y colaboradores,
21. Thomas F. Homer-Dixon,
8. Global Coalition for Africa, Food security, population, and
Environmental Scarcity and
The Impact of HIV/AIDS environment, en Population and
Global Security, Foreign Policy
on Population Growth in Development Review, Vol. 19,
Association, Headline Series,
Africa, Documento N u m . 1, marzo de 1993,
junio de 1993, págs. 51 y 52.
GCA/AC.3/NO.06/1993. págs. 1-32.
Obérai, A S . «Population growth,
22. Peter Gleick, «Water and
9. Léon Tabah, «L'avenir de la employment and poverty in the Conflict», Occasional Paper Series
population mondiale», Third World megacities. Problems of the Project on Environmental
International Population and Politics», en International Change and Acute Conflict,
Conference, Montreal, 1993, Population Conference, Montreal, Universidad de Toronto y
Actas de la conferencia N u m . 2, 1993, Actas de la conferencia American Academy of Arts and
pág. 238. N ú m . 2, pág. 105. Science. N ú m . I. setiembre de
1992.
10. Jonas Widren, «International 15. Thomas F, Homer-Dixon,
migration and regional stability. Jeffrey H , Boutwell y George W . 23. P N U D / B a n c o Interamericana
International Affairs, 66, 4 (1990), Rathjens, «Environmental Change de Desarrollo, Social Reform and
749-766. Castells, Manuel, and Violent Conflict. Growing Poverty, Toward an Integrated
«Flows, Networks and Identities. scarcity of renewable resources Development Agenda (versión
Where are the subjects in the can contribute to social instability preliminar de 16 de enero de
informational society?», ponencia and civil strife», en Scientific 1993), op. cit., págs. 4 y 5.
Los jóvenes y los medias en Brasil

Ruth Corrêa Leite Cardoso y Esther Império Hamburger

1. Reelaboración de un espacio definir la juventud c o m o una edad determina-


para los jóvenes da. La noción de joven describe una condición
intermedia y de amplia definición que oscila
Los jóvenes constituyen los principales consu- entre la infancia y la madurez, es decir, desde
midores de la industria cultural. Son el objeti- la casi total dependencia (niño) hasta la su-
vo preferido de las manifestaciones musicales, puesta independencia de los adultos. Por con-
del rock al punk o el rap, abarrotan los salones siguiente, no se trata de edad sino de un carác-
de baile de m o d a y ejercen un estilo particular ter transitorio lo que caracteriza a la juventud.
en cada uno de esos lugares. Estos estilos, a su Esta perspectiva ampliada de la juventud, así
vez, presuponen ideas mundiales expresadas c o m o la prolongación de la infancia, son el
en la manera de vestir, de resultado (a veces indirec-
relacionarse y de bailar, Ruth Corrêa Leite Cardoso es profeso-
to) de procesos mundiales
todo lo cual compone una ra de la Universidad de São Paulo e in- de transformación, y de la
imagen de la juventud, al vestigadora dei «Centro Brasileiro de acomodación de las socie-
Análise e Planejamento». Su esfera de
m i s m o tiempo que de- interés incluye los movimientos sociales
dades industriales contem-
muestra sus múltiples face- y juveniles del Brasil contemporáneo. poráneas. Muchas razones
tas. Estas formas cambian- Dirección postal: R u a Morgado de M a - explican la m á s amplia
teus 615. São Paulo SP 04015-902 Bra- presencia de los jóvenes.
tes no sólo movilizan cla- sil. Esther Império Hamburger es estu-
ramente a los sectores más diante de doctorado en antropología de Entre las m á s evidentes,
jóvenes de la población. la Universidad de Chicago. Sus intere- cabe citar las siguientes:
ses en materia de investigación incluyen
Los límites de esa edad los movimientos sociales y los medios 1) La ampliación de la
son inconstantes, oscilando de comunicación en el Brasil contempo- escolaridad obligatoria y el
desde los adolescentes has- ráneo. Publica artículos semanales so- mayor tiempo necesario
bre televisión en el periódico Folha de
ta adultos de m á s de 30 São Paulo. Dirección postal: R . Major para adquirir formación
años, que constituyen los Prado 46, São Paulo. SP 04517, Brasil. profesional en todos los ni-
mismos grupos de consu- veles.
midores de la industria del espectáculo. Todo 2) Los mercados de trabajo y las políticas
estudio sobre la juventud tiene que tener en sociales públicas que reglamentan la entrada
cuenta las múltiples y contradictorias formas en el sistema de producción.
que los jóvenes presentan en público, al mis- Estos procesos también se registran en el
m o tiempo que constituyen las señales genera- Brasil, incluida la ampliación de la escolari-
les de identidad de su generación. ¿Podemos dad, incluso a nivel de graduado. N o obstante,
hablar de una cultura de los jóvenes, que reú- esas transformaciones influyen en diferentes
na todos esos diversos estilos? ¿ C ó m o partici- sectores de la población joven de forma desi-
pan los medios de comunicación, especialmen- gual. Las amplias diferencias en lo que respec-
te la televisión, en la definición de la juventud ta a la distribución de ingresos y la rápida
en el Brasil? urbanización, sobre todo en las grandes ciuda-
Actualmente es prácticamente imposible des, hizo que aumentaran las zonas que care-

R I C S 141/Setiembre 1994
520 Rulh Cardoso y Esther Hamburger

cen de servicios colectivos para la población musicales del m o m e n t o o el público de los


pobre que empezó a ocupar esos espacios. La espectáculos de masas comparten una expe-
mala calidad de la educación, la sanidad y el riencia que permite construir una identidad de
ocio ofrecidos a esa población limitó sus opor- los jóvenes. Los procesos de comunicación
tunidades futuras, pero esta situación no debe- operan dentro de ese espacio, que supera las
ría monopolizar las nociones de marginación y especificidades, aunque no las elimina total-
exclusión que sirvieron para caracterizar a mente. Existen señales propias de una genera-
América Latina en períodos anteriores. A pe- ción mediante las cuales es posible producir
sar de las diferencias de ingresos, el m u n d o los diferentes discursos ofrecidos al público.
creado por la industria cultural y por los m e - Utilizando estos parámetros conceptuales
dios de comunicación electrónicos es compar- podemos volver a nuestra cuestión inicial
tido por los habitantes de todas las grandes acerca de la existencia de una cultura juvenil
ciudades, lo que crea una forma específica de que pueda abarcar los diversos estilos a través
integración. Se está produciendo un proceso de los que se manifiesta. D e hecho, los jóvenes
permanente de incorporación al trabajo de jó- hablan a las demás generaciones en su propio
venes de ambos sexos, c o m o consecuencia en idioma, pero en ese diálogo también manifies-
parte de la modernización del sector de los tan las señales propias de su sexo, raza y con-
servicios. Los jóvenes reciben por medio de la dición social en los contextos en que viven.
música, la radio o la televisión una especie de Cada grupo define los límites simbólicos de su
formación profesional que facilita su entendi- diálogo con los representantes de generaciones
miento de la sociedad de la información, los anteriores que todavía poseen el poder de esta-
sistemas de comunicación y los idiomas ex- blecer normas. Este enfrentamiento se produ-
tranjeros. Por este motivo, el mercado laboral ce en el contexto social o en diferentes contex-
absorbe más fácilmente a los jóvenes que a los tos culturales. Los pobres a m e n u d o mantie-
adultos. N o obstante, la permanencia de las nen ese diálogo a través de la policía, que raras
desigualdades sigue impidiendo que gran parte veces está presente en los sectores m á s ricos de
de esas personas accedan al mercado de traba- la sociedad. En éstos, los maestros, los dirigen-
jo estructurado y a mayores niveles de educa- tes destacados y algunos padres representan la
ción. E n esta situación, aunque el proceso continuidad contra la que los jóvenes dirigen
mundial de integración cultural producido por su rebelión. Los grupos musicales desafían los
los medios de comunicación y el aumento del preceptos oficiales de la creación musical;
consumo influyan sobre todas las personas, otros grupos fomentan una nueva relación con
algunas están en mejores condiciones que diferencias de sexo, políticas, profesionales o
otras para responder a las nuevas demandas económicas. D e ahí que las generaciones ya no
del mercado. Sin embargo, estos cambios in- se encuentren enfrentadas cara a cara sino que
fluyen directamente en todos los jóvenes, de los diálogos entre ellas aparezcan tan fragmen-
todas las clases sociales, aunque de forma dife- tadas c o m o los nuevos estilos y reflejen los
rente. D e ahí que unas experiencias comunes conflictos que supone la aceptación o el recha-
se compartan de manera distinta. zo de las normas establecidas. Al elaborar los
Paul Willis, en un estudio experimental so- estilos, los jóvenes tratan de definir la distan-
bre los estudiantes de la clase trabajadora de cia existente entre ellos y algunas categorías de
Inglaterra, desarrolló la noción de producción adultos consideradas conservadoras. D e m a -
cultural, noción que utilizó para describir el nera no m u y distinta a los movimientos artís-
proceso en virtud del cual algunos agentes so- ticos de vanguardia, las llamadas tribus urba-
ciales hacen suyos discursos, prácticas, signifi- nas desempeñan un papel de primer orden en
cados y procesos cognitivos que les permiten la lucha cultural donde se cuestionan constan-
aprovechar, entender y ocupar nuevos pues- temente los criterios aceptados de creación
tos, utilizando de forma creativa gran varie- cultural y conducta diaria. D e ahí que se esta-
dad de posibilidades. El universo simbólico blezca un diálogo entre sectores de diferentes
fomentado por la industria cultural, especial- generaciones, en el que cada grupo reafirma su
mente por los medios de comunicación audio- identidad entre los suyos y ante los represen-
visuales, crea un espacio específico de comuni- tantes de generaciones m á s viejas o m á s jóve-
cación de los jóvenes. Los oyentes de los éxitos nes. Dentro de esas relaciones, cada genera-
Los jóvenes y los medias en Brasil 521

ción considera a la otra c o m o un todo h o m o - 2. Lo joven en la televisión


géneo, al m i s m o tiempo que reconoce la exis- brasileña
tencia de profundas diferencias con los demás
miembros de su misma generación. Los m a y o - La importancia capital de la televisión en la
res hablan de una cultura juvenil, muchos de nueva definición de las funciones sociales en
ellos horrorizados por el laxismo moral que el Brasil contrasta notablemente con la escasez
esta cultura supone. En cambio, los jóvenes no de estudios y datos existentes sobre el tema.
admiten que su grupo de edad posea caracte- A ú n resulta m á s alarmante el hecho de que no
rísticas generales comunes. Cuestionan el con- existan apenas estudios sobre la idea y repre-
cepto general de juventud, centrándose m á s sentación por parte de la televisión de las ex-
bien en sus diferencias internas. periencias y representaciones de los jóvenes,
El tema eterno del conflicto entre genera- que son los principales consumidores de la
ciones se plantea cuando se desarrollan proce- industria del espectáculo.
sos de cambio cultural. M a n n h e i m , al igual La televisión brasileña cuenta con 99,6 mi-
que muchos antropólogos, expresó su opinión llones de espectadores, con lo que se sitúa en el
acerca de este conflicto, pero las sociedades octavo puesto mundial (Varis, 1989). Brasil es
contemporáneas le han sumado nuevos ingre- el cuarto país en cuanto al número de aparatos
dientes, rompiendo una definición clara de las de televisión, después de los Estados Unidos,
pirámides de edad. Los medios de comunica- el Japón e Inglaterra (Micelli, 1989, apud
ción, con su extraordinaria capacidad de difu- Simpson, 1993). A diferencia de lo que ocurre
sión, han definido de nuevo las funciones tra- en la mayoría de países del Tercer M u n d o , que
dicionales de las generaciones. Los mayores importan la mayor parte de sus programas de
tienen el espíritu joven, y los jóvenes son inno-televisión, el Brasil produce y exporta parte
vadores y creativos: el conflicto vuelve a defi- importante de ellos (Ortiz, 1987). Esta indus-
nirse en este contexto. Algunos sectores de la tria de la televisión altamente desarrollada de-
sociedad adulta se hacen más tolerantes por- sempeña una función estratégica en una socie-
que permanecen apegados al m u n d o simbólico dad caracterizada por una profunda desigual-
de la juventud. Incluso se sienten parte de ese dad social y bajas tasas de lectura.
m u n d o . Lo joven constituye una característica Hasta los últimos años, la televisión del
que reivindican estos sectores. Otros, en c a m -Brasil siguió un modelo de extrema concentra-
bio, buscan una mayor distancia respecto de ción. U n a red, Globo, controlaba casi toda la
ese universo joven, precisamente porque ha audiencia, con unos programas m u y poco di-
adquirido nuevas proporciones, sobrepasando versificados, basados principalmente en tele-
los límites bien definidos de los grupos socia- novelas y emisiones de noticias que tenían un
les anticonvencionales o marginales. D e una u público nacional compuesto por personas de
otra manera, lo joven va en aumento, incorpo- ambos sexos y gran variedad de edades. Hacia
rando temas e imágenes que antes se limitaban 1990 empezó un proceso de diversificación al
al m u n d o de los adultos, especialmente en lo aumentar la participación1 del público y los
que se refiere a la sexualidad y a la manipula- programas realizados en estudio, destinados a
ción sensual del cuerpo. sectores concretos. Esta diversificación, aun-
T e m a s y conductas que antes se trataban que todavía débil y provisional, contribuyó a
exclusivamente en los terrenos masculino o romper la contención que distinguía las noti-
femenino, adulto o juvenil, se están socializan- cias de laficción,las cuestiones públicas de las
do a través de los medios de comunicación y privadas y los temas para adultos de los desti-
ya no pertenecen a grupos sociales bien defini- nados a los jóvenes.
dos. Los distintos grupos sociales saben c ó m o
Entre los diversos medios de comunicación comportarse frente a la cámara, debatiendo
corresponde especialmente a la televisión el cuestiones personales o proyectando acciones
que se hayan desvinculado las categorías gene- sensuales explícitas. Estos programas, al supe-
racionales y los grupos específicos de edad. E n rar las barreras que separaban a las diversas
la sección siguiente examinaremos de qué for- generaciones y sexos, proceden a una nueva
m a la televisión participa en la nueva defini- definición de la representación de lo joven en
ción de lo joven en el Brasil. el Brasil. Aunque únicamente a m o d o de in-
522 Rillh Cardoso y Esther Hamburger

tento, examinaremos diversas formas en que seen experiencias personales que pueden m o s -
los programas destinados específicamente a trar ante las cámaras. Este proceso hace que el
públicos jóvenes manipulan a este grupo en síndrome premenstrual, las violaciones, los
general, seleccionando elementos del lenguaje conflictos matrimoniales, la cirugía estética,
utilizados para establecer identidades recono- las disputas raciales y la vanidad personal se
cidas c o m o «jóvenes» por la sociedad en con- conviertan en temas que es tan legítimo difun-
junto. ¿De qué forma estos programas proce- dir c o m o , por ejemplo, las noticias. La m a y o -
den a reelaborar temas y formas típicas de los ría de espectadores están dispuestos a actuar
programas de participación del público dirigi- de forma natural y espectacular ante las c á m a -
dos a los adultos, con frecuencia mujeres? ras, cuando se les acerca un reportero de tele-
¿Qué función desempeñan en la construcción visió por la calle o van a un estudio de televi-
de identidades «jóvenes»? Empezaremos a sión.
examinar estas cuestiones describiendo una es- El debate entre las jóvenes y el cirujano
cena de televisión. podría haber tenido lugar en cualquiera de los
E n una red nacional, un cirujano y dos numerosos programas brasileños con partici-
mujeres jóvenes debaten los argumentos a fa- pación de público. Hubiese sido especialmente
vor y en contra de la cirugía estética para adecuado para el titulado «Hebe por Elas», un
reducir el tamaño de los pechos. Basándose en programa dirigido a un público de mujeres de
sus correspondientes experiencias personales y mediana edad. Sin embargo, el debate se cele-
profesionales, recomiendan la cirugía exclusi- bró en «Programa Livre», que está dirigido
vamente por razones estéticas. Dicho de otro expresamente a los jóvenes y los adolescentes.
m o d o , aceptan plenamente las exigencias de la Es c o m o si una charla entre mujeres de media-
vanidad que incita a hombres y mujeres, a na edad que están dispuestas a cualquier cosa
jóvenes y a viejos, a mantener la buena apa- para evitar las arrugas se hubiese trasladado al
riencia del cuerpo. El médico recurre a sus programa juvenil m á s popular de São Paulo3.
conocimientos técnicos para garantizar que es- Hebe Camargo empezó su carrera en la
tas operaciones no tienen efectos secundarios radio y pasó a la televisión cuando ésta e m p e -
negativos. Por su parte, las muchachas expli- zó, hacia 1950. H a presentado programas po-
can su deseo de transformar su cuerpo en algo pulares en ambos medios de comunicación du-
que las ayude a «sentirse bien», para realizar rante casi 40 años. Su imagen se basa en gran
completamente su identidad personal. A su medida en su carácter enérgico y su resistencia
juicio, la cirugía estética es un método tan al envejecimiento. Hebe no tiene arrugas ni
válido c o m o la gimnasia moderna para que su pelo blanco, es m u y delgada y lleva faldas
cuerpo se ajuste a las normas actuales de be- cortas y atrevidos escotes. Todos saben que
lleza. esta venerable institución de la televisión bra-
Este asalto frontal contra la idea racionalis- sileña tiene muchos años pero su permanencia
ta de que la cirugía sólo está justificada cuan- continua constituye una clara demostración de
do es necesaria físicamente se justifica en el c ó m o es posible el sueño de la eterna juventud
contenido del discurso de las jóvenes y en sus del cuerpo y el espíritu. Hebe, desde luego, se
experiencias que relatan ante las cámaras. Los ha sometido a la cirugía estética en varias oca-
espectadores de televisión estaban acostum- siones.
brados a que las celebridades expusieran las Los programas destinados a los jóvenes y
transgresiones que llevan a cabo en su vida los niños van m á s allá de fomentar la vanidad
privada; ahora están dispuestos a exponer las o una fascinación precoz por el cuidado corpo-
suyas propias2. A la vez seducidos y escandali- ral. Al imitar los programas para adultos, tam-
zados, fascinados y repelidos por imágenes ex- bién incluyen una amplia muestra de la sen-
cesivas de intimidad y sensualidad, los propios sualidad femenina. El «Xou da Xuxa» conden-
espectadores se convierten en actores y actri- sa todas esas características. Xuxa, con sus
ces potenciales. Mareados quizá por esta pro- pantalones minúsculos, vestidos estrechos, ex-
fusión incontrolada de imágenes y alentados presión facial descarada y distribución inaca-
por el creciente número de programas en los bable de besos, subvierte todas las convencio-
que participa el público, los espectadores de nes sobre las emisiones para niños, en las que
televisión consideran que ellos también po- tradicionalmente aparecían inocentes payasos.
Los jóvenes y los medias en Brasil 523

Cabinas telefónicas ante un café, frente a la playa de Ipanema. U n a imagen de la juventud brasileña de hoy. Michael
Fridcl

Situada en un lugar intermedio entre la madre res, amenazando con destruir la imagen ange-
y la hija, la persona adulta y la niña, Xuxa lical de los niños, introduciéndoles en el m u n -
expresa al m á x i m o la ambigüedad de esos pa- do corrupto de los adultos4.
peles. En sus programas hay muchos besos, ya Meyrovitz (1984) ha elaborado la noción
que éstos se distribuyen tanto c o m o premio de que la televisión supera la separación de
c o m o para despedirse. Este tema se ve reforza- espacios que garantiza una clara definición de
do por una enorme aeronave rosa en forma de lo femenino y lo masculino, lo infantil y lo
boca con abultados labios rojos en la que se adulto5. Se trata de una idea sugestiva ya que
introduce la presentadora al principio del pro- destaca los mecanismos por los que la televi-
grama y que se la lleva al final. El «Xou da són se introduce en la vida privada de las
Xuxa» provoca, expresa y alienta la malicia y familias de los espectadores. Al transformar en
el doble sentido entre sus jóvenes espectado- un asunto público las imágenes de la familia,
524 Ruth Cardoso y Esther Hamburger

el amor, la sexualidad y el matrimonio, los cónditos de nuestra sociedad y, de pronto,


programas de televisión rompen el control que éstos se abrieran a la curiosidad del público
muchos autores, padres, madres, maridos, es- por medio de la televisión. D e ahí que la se-
posas, hijos, maestros, sacerdotes, institutrices xualidad de las muchachas haya pasado de es-
o intelectuales desearían ejercer sobre su pú- tar superprotegida y controlada a estar super-
blico, sus hijos, sus cónyuges o sus subordina- expuesta en la actualidad.
dos. D e esta forma la televisión participa en la La televisión hace que la brecha generacio-
erotización de la infancia y la adolescencia, lo nal atraviese la cuestión de los sexos de forma
que genera innumerables conflictos. importante. La redefinición del espacio de las
La televisión constituye un vehículo por mujeres y las muchachas quizás haya sido lo
excelencia para actualizar los conflictos y rede- que ha tenido mayor alcance. La legitimación
finir la identidad de los jóvenes en el Brasil de la exposición pública de manera sensual del
contemporáneo, lo que provoca las iras de los cuerpo de una muchacha puede ser escandalo-
que desean proteger a sus hijos de lo que con- sa e ir contra la voluntad de los padres.
sideran una decadencia moral y de aquellos Hasta ahora hemos examinado c ó m o los
que desean poner fin a los perjuicios causados programas destinados a jóvenes y adolescentes
por la explotación comercial de la exhibición difunden por igual cuestiones comunes que
corporal. La abundante presencia de sexo y corresponden a la intimidad del hogar y a
sensualidad en televisión, especialmente en los terrenos que antes se limitaban a los hombres
programas destinados a los niños, originan en- o a las mujeres, a los adultos o a los jóvenes.
fado y preocupación en la sociedad. Algunos Por esto, puede parecer a primera vista que el
especialistas afirmaron en una revista de á m - efecto de esos programas sea sencillamente
bito nacional que las muchachas empiezan a uniforme. Pero de hecho, cuando los abuelos,
tener sus primeros períodos menstruales a una los parientes, los padres, las madres, las hijas y
edad m á s temprana porque ven un excesivo los hijos ven simultáneamente noticias y pro-
número de programas de televisión dedicados gramas con personajes que incorporan al mis-
al sexo. C o n esta protesta se da a entender que m o tiempo los valores familiares puritanos
la televisión es un agente externo que subvier- tradicionales y un exceso de sexualidad que
te el orden, invadiendo los hogares con imáge- bordea la prostitución, se desarrolla un acervo
nes pornográficas6. c o m ú n para personas de diferentes sexos, eda-
L o cierto es que estas imágenes ya forman des y generaciones. Sin embargo, al generali-
parte de lo habitual en la sociedad que las zar este nuevo acervo es preciso observar que
produce. Quizá lo m á s turbador es que la tele- se establecen nuevas diferencias entre esos
visión las saque de los lugares ocultos, de las grupos.
revistas pornográficas ocultas debajo de la al- Hebe Camargo quizás estuviera de acuerdo
m o h a d a , de las conversaciones masculinas en con las dos jóvenes que se mostraban favora-
determinados bares o de las charlas entre ami- bles a la cirugía estética en «Programa Livre».
gas ociosas, hasta mostrarlas a todos los que Sin embargo, aunque manipulando códigos si-
las quieran ver en la pantalla de televisión, milares, el discurso vanidoso fomentado por
dentro de la intimidad del hogar. D e esta for- «Programa Livre» no es exactamente igual.
m a , cuerpos sensuales, piernas desnudas, esco- Las jóvenes recurren a la cirugía estética para
tes vertiginosos y gestos obscenos entran den- corregir lo que no les gusta de su cuerpo. Tra-
tro del repertorio musical y teatral de toda la tan de conseguir que se aproxime a las normas
juventud. actuales de belleza en todo lo posible. Para
Estos cambios afectan de manera m á s pro- ellas la cirugía estética no es un último recurso
funda a las muchachas. Su sexualidad, un tabú que les permita eliminar las marcas del tiem-
que sólo debería encauzarse en el matrimonio, po. M á s allá de esta diferencia bastante evi-
aunque en privado se explotara de forma in- dente, su discurso se dirigía a un público dife-
tensiva, se expone c o m o parte de la corriente rente, en un contexto visual específico y un
de sensualidad y de temas relacionados con la entorno determinado.
exhibición del cuerpo, que la televisión toma y «Programa Livre» reúne diariamente en el
expresa. Es c o m o si las muchachas hubiesen estudio a unos 100 jóvenes que, además de
sido las propietarias de los misterios m á s re- escuchar a grupos musicales, satisfacen su cu-
LÍAS jóvenes y los medias en Brasil 525

riosidad y expresan su capacidad de efectuar riencia (en especial por la atracción sensual de
comentarios en público, haciendo preguntas a su apariencia).
gran variedad de invitados, que pueden ser El «Show de Xuxa» sintetiza un tipo parti-
músicos, actores o periodistas más o menos cular de niños. A su vez, «Programa Livre»
famosos, e incluso niños de la calle. La partici- sintetiza un tipo particular de jóvenes. A m b o s
pación del público en «Programa Livre» va desempeñan esta función mediante la partici-
m á s allá de la manifestación tradicional de pación activa de sus incondicionales, pertene-
aplausos o abucheos. El escenario, de forma cientes a los grupos de edad a los que se dirige
circular, sitúa al público junto a las cámaras. el programa. Sin embargo, el público especta-
El presentador y director, Sergio Groissman, dor constituye una extrapolación considerable
comparte con el público el papel de entrevista- de esos grupos de edad. Aproximadamente el
dor. «Serginho», c o m o se le llama, se m u e v e 64 % del público de «Programa Livre» tiene
con rapidez, manteniendo una conversación más de 25 años, y casi el 40 % más de 40 7 . Este
animada y pidiendo siempre la opinión y par- programa contribuye a definir lo que significa
ticipación del público presente. En un panel ser joven, no sólo para los que lo son sino
electrónico situado al fondo se presentan imá- también para los que no lo son. Las opiniones,
genes abstractas en color que se extienden a la gestos, gustos y modas de los jóvenes resultan
ropa de los participantes y al público por m e - accesibles para los padres, maestros, anuncian-
dio de un efecto cromático. E n la pantalla tes y todos los demás interesados.
aparecen frases llenas de colorido, extraídas de M u c h o m á s que formar opiniones, mani-
la correspondencia de los aficionados o cartas pular audiencias o degradar la moralidad pú-
de celebridades que llenan el campo visual de blica, los programas de participación del pú-
información y comentarios. La atmósfera de- blico destinados a los jóvenes en el Brasil
senfadada se ajusta a una serie de convencio- concentran y expresan los cambios sociales
nes establecidas a lo largo de la relativamente que se están produciendo. Presentan y contri-
reciente existencia del programa, que incluyen buyen a constituir un acervo que circula de
al público presente en el estudio, el cual siem- muchas maneras por los medios de comunica-
pre está dispuesto a responder cuando le di- ción, ya sean la radio, los estilos de vestir,
cen: «fala garoto» («¡Habla, chico!»). espectáculos o representaciones en salas de
La dimensión visual es lo que define c o m o baile. D e este m o d o , diferentes sectores de la
indiscutiblemente joven al programa. El pre- juventud, definidos por la clase social, el nivel
sentador siempre va vestido informalmente y de educación y el sexo, se distinguen entre sí.
a m e n u d o lleva gafas oscuras. El panel electró- C o n arreglo a este esquema, m á s que de
nico sugiere una alta tecnología. Siempre hay una cultura juvenil creada por los medios de
grupos musicales. Casi el 40 % del público de comunicación preferimos hablar de un amplio
este programa de la ciudad de São Paulo está conjunto que los medios definen c o m o joven.
compuesto por espectadores de menos de 24 Este conjunto está compuesto por fragmentos
años de edad. de imágenes y convenciones que antes se limi-
Lo m i s m o cabe decir de Xuxa. Aunque taban a terrenos y grupos sociales concretos.
alienta un erotismo m á s típico de un universo Los jóvenes y las mujeres son los consumido-
adulto y masculino, aprovechando la fascina- res preferidos de la industria cultural. A medi-
ción de los niños por medio de la comerciali- da que los medios de comunicación contribu-
zación de innumerables productos que llevan yen a la nueva definición de los espacios
su marca -desde botas hasta discos- también público y privado, masculino y femenino,
contribuye a proporcionar señales que son es- adulto y juvenil, tal vez las mujeres y los jóve-
pecíficamente juveniles. Muchos productos nes que antes estaban excluidos de la partici-
«Xuxa» son vestidos y accesorios que impri- pación pública ganen terreno de forma para-
m e n una especie de sensualidad infantil al dójica.
cuerpo de los niños, preocupados por su apa- Traducido del inglés
526 Ruth Cardoso y Esther Hamburger

Notas

1. En este artículo empleamos la situaba en segundo lugar, a gran la televisión de subvertir espacios
palabra «participación» en un distancia, con sólo el 6 %. Estas socialmente definidos para grupos
sentido amplio. Se trata de cifras probablemente son m u y de edad específicos en Chile, 1993.
programas que incluyen la distintas de las del resto del país,
participación de público de todas donde la red S B T rara vez 6. Esta forma de tratar la
clases, ya sea contestando consigue la popularidad que tiene televisión por parte de
preguntas y dando opiniones, o en São Paulo. ciudadanos encolerizados no se
ayudando al presentador en las diferencia m u c h o del trato dado
entrevistas de los invitados. Estos 4. En el Brasil, el «Show de al tema en publicaciones
programas también pueden Xuxa» terminó en 1992, cuando académicas. La literatura
calificarse de «preinteractivos». Xuxa Meneghel empezó a trabajar especializada se centra en la
en los Estados Unidos y América televisión c o m o agente que
Latina. E n 1993 hizo un reproduce la ideología dominante,
2. Chambat y Ehrenberg, 1993,
programa semanal de entrevistas, que o bien manipula con éxito a
examinan un fenómeno similar en
los domingos, que tuvo poco los espectadores o cae víctima de
Francia con la aparición de varios
impacto. Véase en Simpson, la resistencia de un público
«reality shows».
1993, un análisis sobre la consciente.
importancia de Xuxa en la
3. «Folha T V » , del 12 de reproducción de las nociones 7. Datos proporcionados por
diciembre de 1993. informa de tradicionales de sexo y raza en el I B O P E , un instituto privado de
que el 61 % de los jóvenes Brasil. opinión pública, basado en el
entrevistados prefieren «Programa público de «Programa Livre» de
Livre» a los demás programas 5. Véase en Bruner la la zona del Gran São Paulo, en
para jóvenes. «Fanzine» se confirmación de la capacidad de abril y noviembre de 1993.

Referencias

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Place. Oxford: Oxford University international media flow». E n
Press. Global television, ed. Cynthia
Un modelo de organización
institucional condenado al fracaso:
la economía política comunista

Gang Ke

Introducción entre los poderes legislativo, ejecutivo y judi-


cial. La segunda tiene lugar en las esferas co-
Los pensadores que idearon la democracia li- rrespondientes a la vida política, social y eco-
beral no tenían un concepto m u y elevado de la nómica. La primera es garantía de la segunda.
naturaleza h u m a n a y de su acción política, y El principio de separación de poderes de la
desconfiaban en particular del poder del go- democracia liberal se basa en un reconoci-
bierno. A su juicio, un sistema social adecuado miento firme y realista de los siguientes he-
no debía basarse principalmente en la buena chos: el Estado es una fuerza coercitiva que,
voluntad h u m a n a expresada en forma de auto- por su propia naturaleza, busca el poder; por
ridad personal, que se consideraba poco de consiguiente este poder debe estar bien defini-
fiar e incluso traicionera. do y controlado, y su pre-
U n buen sistema social de- El Dr. Gang K e es investigador asociado dictibilidad debe asegurar-
bía basarse m á s bien en de la Academia China de Ciencias Socia- se mediante los adecuados
una autoridad impersonal, les de Beijing, China, y en la actualidad mecanismos legales. La ac-
ejerce como instructor en el Departamen-
cuya expresión fueran las to de Gobierno y Política de la Universi- tividad económica se m u e -
leyes, para que el poder dad de Maryland, College Park, Maryland ve por incentivos materia-
político del Estado se ejer- 20742, Estados Unidos de América. Es les y por ello debe regular-
autor de numerosos artículos sobre eco-
ciese imparcialmente y de nomía política y las instituciones del con- se principalmente median-
m o d o predecible, teniendo sumismo y sobre las reformas políticas y te el mecanismo de merca-
en cuenta las exigencias de económicas de las sociedades ex comunis- do, con un sistema de libre
tas, también de un estudio comparado de
la justicia social e impi- los sistemas político y culturales d e m o -
intercambio. La organiza-
diéndose los abusos. Esta cráticos y no democráticos. Actualmente ción cívica (social) es vo-
es la esencia del constitu- está preparando un libro titulado Refle- luntaria por su propia na-
xiones sobre el gran fracaso de la econo-
cionalismo, que es el rasgo mia politica comunista: en búsqueda del
turaleza, y su espacio vital
característico de todas las paradigma y la transición. y espontaneidad no deben
democracias liberales. En verse arbitrariamente coar-
una democracia liberal, la autoridad del go- tados por la presión estatal o la manipulación
bierno está sometida a las siguientes limitacio- económica.
nes: a) no existe ninguna ideología o religión En marcado contraste con el principio ins-
oficial; b) ningún poder institucional puede titucional de la democracia liberal, el sistema
ejercerse sin control; c) de ordinario, el gobier- comunista se basa en el llamado principio ins-
no no interviene directamente en las activida- titucional de la fusión\ clave que permite
des microeconómicas. En s u m a , una sociedad comprender todos los elementos del orden po-
democrática sustenta el principio de la separa- lítico-económico comunista. Se trata de la fu-
ción de poderes dentro del gobierno, y de la sión, por el Estado-partido, de todos los pode-
separación de las esferas de la vida en el con- res institucionales del gobierno y de todos los
junto de la sociedad. La primera separación se aspectos de la vida social, de m o d o que for-
refiere a la división institucional del trabajo m e n un todo monolítico. D e resultas de ello, el

R I C S 141/Setiembre 1994
528 Gang Kc

individuo desaparece y sólo la institución polí- entre el partido político y el Estado. Tradicio-
tica piensa; el mercado desaparece, y la plani- nalmente el partido se ocupa de la moviliza-
ficación es responsabilidad exclusiva de la ad- ción política para imponer su influencia jurí-
ministración; el derecho desaparece, y la única dica y política mediante su programa ideológi-
fuente de legalidad son los dictados del parti- co y político. El Estado, por su parte, se define
do comunista. Lo que diferencia al socialismo con arreglo al sistema jurídico establecido y la
de Estado («comunismo ortodoxo»2, c o m o se burocracia administrativa que ejerce el poder
practicaba en Rusia y en China) de otros siste- en la práctica. E n otras palabras, existe una
mas político-económicos es esta simbiosis úni- línea divisoria entre lo político y lo jurídico en
ca del Estado con la sociedad y la economía. las funciones institucionales del partido y el
D e resultas de esta fusión, tanto la política Estado. El primero se mueve en función de
como la economía pierden sus rasgos distinti- una serie determinada de valores sociológicos,
vos, característicos de una sociedad ordenada. y el segundo actúa con arreglo a un conjunto
Este principio de fusión determina la lógica universal de normas y procedimientos cuyo
política y económica del socialismo de Estado. contenido sociológico o político tiene que ser
Fue precisamente este principio de globalidad relativamente «tenue» para que pueda aplicar-
del diseño institucional lo que causó la caída se universalmente, y para garantizar la impar-
de la sociedad comunista. cialidad de la ley.
El sistema social de fusión es un sistema En cambio, en la sociedad comunista el
totalitario que se realiza a través de la politiza- Partido Comunista no es uno de los partidos
ción universal por cuenta del Partido C o m u - políticos que luchan por el poder, ni participa
nista de todas las instituciones de gobierno, de en ninguna competición política pluralista,
todos los aspectos de la vida y de su m o n o p o - c o m o ocurre en la sociedad democrática libe-
lio exclusivo de la ideología. Lafinalidadpre- ral. El Partido Comunista es la única fuerza
tendida de esta fusión, según los marxistas, es política legítima que opera c o m o «cerebro so-
superar la «contradicción primaria» de la so- cial» del sistema socioeconómico «orgánico»,
ciedad capitalista, a saber, «la incompatibili- la «intelligentsia» de la sociedad4. El partido,
dad de la producción socializada con la pro- con su monopolio indiscutido de la verdad,
piedad capitalista (privada)»3. La solución que domina legítimamente el aparato del Estado y
los marxistas ofrecen para esta «enfermedad su cuerpo nominal de leyes para imponer su
social» es sencilla: fusionar la política y la dirección ideológica en la actividad cotidiana
economía, lo público y lo privado, mediante la de la administración, y dicta los términos y
expropiación de los medios de producción de condiciones de la ley. El Estado, se subsume
la propiedad privada y el control de las activi- totalmente en el Partido Comunista, que lo
dades individuales por parte del Estado-parti- controla, y por consiguiente el derecho -sím-
do. Es m u y posible, en efecto, que de este bolo vital del Estado- se amalgama con una
m o d o se supere la «incompatibilidad», pero el especie de religión política, la dogmática y
precio que hay que pagar es sumamente alto, y fosilizada ideología comunista. D e resultas de
las consecuencias son fatales. ello, el Partido Comunista no sólo controla la
Para hacerse una idea m á s clara y lógica de administración, sino que además manipula el
este diseño institucional nefasto del socialismo sistema legislativo y judicial en su propio inte-
de Estado, podríamos definirlo con las tres rés. Fusionado con el partido, el Estado deja
fórmulas siguientes de desigualdad, aun a ries- de ser un ordenamiento jurídico formal e i m -
go de simplificar excesivamente: a) el Partido parcial, y se convierte en un instrumento ideo-
Comunista > (es mayor que o igual a) el Esta- lógico caracterizado por la tendenciosidad po-
do; b) el Estado >: la sociedad civil; c) la lítica y el prejuicio moral. Este Estado tampo-
sociedad > el individuo. co es un órgano autónomo de administración
con un programa propio, sino un mero instru-
mento de aplicación de la línea del partido.
La fusión entre el partido
y el Estado U n a sociedad comunista totalitaria no pue-
de constituir nunca un verdadero Estado de
La primera fórmula de desigualdad (el partido derecho, porque una rama del Estado, la legis-
comunista > que el Estado) atañe a la relación lativa, carece de autonomía en el proceso de
Un modelo de organización institucional condenado al fracaso: la economia política comunista 529

elaboración de las leyes, que se adaptan cons- nista. Según lo que suele aceptarse en una
tantemente a lasfinalidadespolíticas y se su- sociedad bien ordenada, el «Estado», c o m o
bordinan a la ideología comunista. El otro bra- hemos indicado anteriormente, funciona
zo del Estado, la administración, tampoco c o m o una entidad jurídica y administrativa
puede aplicar autonómicamente las leyes por- del sistema social, mientras que el término
que las directrices políticas del partido, que «sociedad civil» abarca todos los aspectos eco-
cambian frecuentemente según las exigencias nómicos, sociales y culturales de la vida. El
del m o m e n t o , están siempre por encima de la Estado y la sociedad civil son los dos ingre-
ley. E n consecuencia, el conjunto de la socie- dientes principales del sistema social y cada
dad no se gobierna con leyes y reglamentos uno de ellos tiene una lógica y una función
promulgados y conocidos, sino con decretos propias.
políticos extemporáneos (en forma de «Docu- Sin embargo, cuando el Estado se convierte
mentos del Comité Central», o, c o m o en Chi- en un instrumento del partido comunista, el
na, de «Documentos del Sello Rojo»), emiti- muro legal que separa al Estado de la sociedad
dos para cada caso por el Comité Central o el civil, a la política de la economía, al sector
«Politbüro» del Partido Comunista. El partido público de la vida privada, se derrumba forzo-
goza de una primacía indiscutida sobre el Es- samente. La sociedad civil, y en particular la
tado: el partido es esencialmente el Estado, y economía, se ven privadas de un conjunto au-
de hecho el Estado funciona c o m o un Estado- tónomo de leyes a que recurrir para proteger-
partido. Por consiguiente, la certidumbre jurí- se o para funcionar regularmente, ya que éstas
dica cede el paso a la arbitrariedad política y quedan sometidas al poder arbitrario y directo
personal; la neutralidad formal de la ley queda del Estado. A d e m á s , aplicando la solución
anulada por la imposición ideológica, y la so- marxista al supuesto conflicto de la sociedad
beranía constitucional está suplantada por el capitalista entre producción socializada masi-
monopolio ideológico. Esto crea las condicio- va y propiedad privada, el Estado comunista
nes para la forma m á s escandalosa de autori- confisca todos los medios de producción de
dad estatal: la dictadura política bajo el lema propiedad privada para «socializar» la propie-
«el liderazgo único del Partido Comunista». dad económica. En consecuencia, la economía
Se crea así una situación extremadamente pe- comunista queda totalmente absorbida por la
ligrosa: el partido, que es el órgano ideológico organización coercitiva del Estado y su planifi-
único, controla directamente todo el aparato cación burocrática central, y sojuzgada por la
estatal.-los tribunales, el ejército, la policía y ideología política del Partido Comunista. D e
los establecimientos penales- y se sirve de resultas de ello la economía comunista sufre
ellos para suprimir «legalmente», a su capri- una deformación que la convierte en una «eco-
cho, toda manifestación de disentimiento polí- nomía administrativa». En vez de basarse en
tico y moral, reduciendo a los que expresan los incentivos materiales y operar de confor-
una opinión discrepante a la condición de pre- midad con las reglas del mercado, la economía
sos de conciencia. Esta es la fuente de la ines- así entendida es un juego determinado por las
tabilidad política y la intolerancia moral de la preferencias políticas y los objetivos burocráti-
sociedad comunista, que se producen siempre cos. V e a m o s algunas características de esta de-
cuando la ideología y la organización política formación.
se fusionan con el ordenamiento jurídico y
E n primer lugar está la paradoja que supo-
administrativo, y cuando la voluntad personal
ne una economía administrativa carente de
sustituye al imperio de la ley.
autonomía económica. Con la cadena vertical
de m a n d o político y administrativo, el gerente
de la empresa económica comunista está natu-
La fusión entre el Estado ralmente m á s motivado por consideraciones
y la sociedad políticas y burocráticas que por la esperanza
de un premio o una sanción. C o n todo, el
La segunda fórmula de desigualdad (el estado gerente sabe m u y bien que ha de ser capaz de
> la sociedad) refleja la relación entre el Esta- agradar a su superior jerárquico, con éxitos
do y la sociedad civil -especialmente en el económicos que le permitan acumular un ca-
terreno de la economía- en el sistema c o m u - pital político derivado de su influencia perso-
530 Gang ÄV

nal y trepar por la escala politicoadministrati- China lo expresa bien: «Es mejor ser pobre
va (equivalente a la escala jerárquica empresa- con el socialismo que rico con el capitalismo».
rial en la sociedad capitalista). En estas condi- D e esta organización institucional de la
ciones, es imposible que no se produzca una economía resultan tres consecuencias socio-
fuerte deformación de la actividad económica. económicas fatales: a) el costo insoportable-
El gerente de una empresa comunista se ve mente alto de las funciones de vigilancia y
obligado a jugar un juego político en el c a m p o movilización política. E n China, aproximada-
económico, es decir, a expandir su «esfera de mente un tercio del total de ejecutivos (oficia-
influencia» tratando de obtener un m á x i m o de les políticos, administradores económicos y
recursos económicos, y a utilizarla c o m o m e - gerentes de las empresas) son funcionarios po-
dio de reforzar su posición negociadora para líticos y burócratas no productivos, pagados
seguir ascendiendo. Nadie se preocupa en rea- únicamente para hacer de vigilantes. E n cuan-
lidad de conseguir un m á x i m o de eficiencia to a la efectividad, pocas personas son verda-
económica para aumentar el margen de bene- deramente «movilizadas» por los lemas políti-
ficios: desde el punto de vista de la política de cos en la vida económica, excepto los que se
poder esto no resulta importante, y para el encargan de la movilización. En lo relativo a la
gerente es un m o d o demasiado oneroso de calidad, los puestos ejecutivos son en realidad
obtener mayor reconocimiento y poder políti- un refugio para personas políticamente privi-
co. Por consiguiente, el «status» y el bienestar legiadas y profesionalmente ignorantes; b) las
del gerente socialista no tienen m u c h o que ver normas poco estrictas de rentabilidad econó-
con los resultados económicos de su empresa mica y el laxismo presupuestario6 por parte de
en términos de costos/beneficios, que es la la administración estatal. D o n d e no hay auto-
única lógica de la economía de mercado. L o nomía económica, no hay un verdadero mer-
que le interesa, en realidad, es el juego poder/ cado. E n vez de un mercado en el que se
negociación sin tener en cuenta la eficiencia produce un intercambio auténtico entre los
económica, ya que ésta es la única lógica del agentes económicos, la economía comunista
mercado politicoadministrativo. A este respec- actúa en gran parte mediante negociaciones
to, J. Kornai sitúa el problema de la economía administrativas o políticas entre la adminis-
comunista en lo que él llama «el hambre de tración y el responsable de la empresa respecto
inversiones»5, que en realidad es, básicamen- de los cupos de producción, la asignación de
te, un apetito de poder. recursos, el presupuesto y los precios. El esca-
Para asegurarse la dirección política de la so vigor de las medidas económicas es un re-
economía, el partido comunista instala una sultado inevitable de este tipo de negociación
comisión del partido en cada empresa, con el y, en último término, da lugar a la asignación y
objeto de supervisar la gestión y supeditar el reasignación de los poderes políticos y los pre-
funcionamiento económico a la orientación cios para pagarlos; c) la falta de una estructura
política. Esto es lo que en China se llamaba el y un mecanismo de incentivación para fomen-
«principio cardinal» de la «autoridad absoluta tar un rendimiento económico adecuado por
del Partido Comunista sobre todas las cosas». parte de los gerentes y trabajadores socialistas.
Así pues, la unidad económica del socialismo E n segundo lugar, la falta de un mercado
del Estado posee en realidad una doble natura- auténtico hace que el proceso de adopción de
leza, a la vez económica y política. E n vez del decisiones administrativas y la planificación
incentivo económico para movilizar la econo- central queden inevitablemente al margen de
mía, se supone que la fuerza motriz de la los procesos reales de producción. El primero
actividad económica es la movilización politi- se basa principalmente en el programa político
comoral comunista, a cargo de la comisión del del Estado-partido y en las preferencias buro-
partido en la empresa. C o n este sistema de cráticas orientadas hacia una persecución in-
vigilancia, el gerente socialista tiene que res- moderada de la expansión y el crecimiento
ponder directamente de la fidelidad a la línea económicos; la segunda requiere un mercado
del partido, y no de los resultados económicos auténtico para obtener información económi-
propiamente dichos. Cuando ambos conceptos ca acerca de la oferta y la demanda. Sin e m -
entran en conflicto, el primero goza de priori- bargo, en la economía administrativa, el «mer-
dad sobre el segundo. U n dicho popular en cado» se convierte en un mercado administra-
Un modelo de organización institucional condenado al fracaso: ¡a economía politica comunista 531

tivo, que no es m á s que un artefacto estadísti- delimitación clara de las relaciones de propie-
co de la planificación central del Estado, y dad, el Estado y sus órganos administrativos
sirve de instrumento de mediación entre el no actuarán del m i s m o m o d o que un propieta-
Estado y la empresa económica. Los mercados rio preocupado por los beneficios o las pérdi-
de esta clase adolecen de los dos defectos fata- das de sus activos, porque a los funcionarios
les que se indican a continuación: a) insufi- del sector público lo que les interesa sobre
ciencia de información7. El mercado adminis- todo es el proceso burocrático; tampoco el ge-
trativo es un mercado incompleto o unilateral rente de la empresa se sentirá obligado por un
- u n «mercado del productor». Sólo transmite presupuesto estricto, c o m o el que impondría el
información sobre el costo de la producción propietario, ni tiene la capacidad autónoma de
basada en la «teoría marxista del valor del controlar la producción y las transacciones
trabajo», sin tener en cuenta la información económicas en función de las señales del mer-
sobre la demanda real, que sirve para la fija- cado; por último, el trabajador no está someti-
ción de los precios y la producción; b) confu- do a un mecanismo incentivador de premios y
sión sobre los valores. El mercado administra- sanciones, ni a los condicionamientos del mer-
tivo c o m o instrumento de la planificación cado laboral, cuando se evalúa la calidad de su
central es m u c h o m á s sensible a los objetivos y trabajo y su rendimiento económico. D e resul-
valores políticos que a unos precios económi- tas de esta relación viciada de la propiedad, la
cos eficientes. Por consiguiente, en el sistema distribución de bienes y servicios en la econo-
comunista la causa política goza siempre de mía administrativa se ajusta sobre todo a nor-
preferencia sobre el rendimiento económico. mas y reglamentos políticos y burocráticos,
Debido a esos dos defectos, lafijaciónde los convirtiéndose así en una distribución de valo-
precios en la economía comunista resulta for- res políticos. C o m o suele decir el pueblo chi-
zosamente distorsionada, tanto en lo económi- no: «Todos comen de un gran puchero social,
co c o m o en lo político. La asignación óptima y nadie tiene que trabajar duro».
de los recursos económicos y la igualdad de los D e todas estas características se desprende
intercambios económicos no se tienen en ab- una segunda fórmula de desigualdad, según la
soluto en cuenta. cual el Estado no sólo interviene en la econo-
En tercer lugar, la inexistencia de propie- mía sino que es su verdadero dueño. Esto
dad privada de los medios de producción deja supone una total confusión entre la lógica ope-
a la economía administrativa al margen de los rativa de la política y de la economía, y la
intereses de la persona y de la responsabilidad función que corresponde a cada una de ellas.
individual del rendimiento económico. For-
malmente, con el sistema de economía estatal,
se supone que la propiedad económica de la La fusión entre la sociedad
producción recae en todos los ciudadanos con y el individuo
arreglo al principio de «la propiedad de todo
el pueblo». Sin embargo, dado el carácter indi- La tercera fórmula de desigualdad -la socie-
visible o difuso de esta propiedad colectiva dad > el individuo- refleja la relación existen-
general, nadie puede sentir verdaderamente te entre el orden público y los derechos indivi-
un interés tangible y personal en la economía, duales en una sociedad comunista. En el siste-
ni tampoco hay incentivos para preocuparse m a comunista el individuo pierde, por una
por los resultados económicos de la empresa; parte, la protección jurídica de los derechos
en cambio, todos están dispuestos a participar, que le corresponden porque el Estado, símbolo
sin responsabilidad, en la actividad económi- del derecho, está en poder del Partido C o m u -
ca. El Estado propietario de los bienes econó- nista. Por otra parte el individuo pierde tam-
micos nunca puede ofrecer, ni le interesa ha- bién el margen de protección -la sociedad ci-
cerlo, un marco viable de relaciones de la vil, instrumento económico y de organización
propiedad que defina claramente los derechos, para contrarrestar el abuso del poder estatal-
responsabilidades e intereses.de los diferentes porque una fracción crucial de esta sociedad
agentes económicos -el propietario, el gerente civil, la economía, es «propiedad» del Estado.
y el trabajador- porque es contrario al derecho En esta situación, el individuo es fácilmente
individual a la propiedad económica. Sin una sojuzgado por la acción de los poderes socio-
532 Gang Kc

políticos que se ciernen sobre él: la sociedad nista es fácil reconocer la función de las insti-
monolítica, el Estado y, en último término, el tuciones económicas, pero es m u c h o m á s difí-
Partido Comunista. cil identificar a un agente económico autóno-
Aplastado por esta enorme maquinaria, el m o movido por intereses específicos.
individuo, obligado a permanecer en el último Sobre la base de su interpretación filosófica
escalón de la jerarquía social, pierde toda visi-
de la sociedad y de la economía, Marx da por
bilidad y está políticamente muerto. La única supuesto que la naturaleza h u m a n a y el papel
entidad visible y el único cuerpo vivo en un de los agentes económicos sólo pueden mani-
sistema comunista es la institución, presente festarse verdaderamente en el m u n d o de las
en todas partes. E n resumidas cuentas, bajo el macrorrelaciones socioeconómicas, o sea, en
socialismo de Estado el individuo no tiene «el conjunto de las relaciones sociales»8. D e
ningún derecho concreto, sino sólo la obliga- ahí que considere al agente microeconómico
ción de obedecer las normas sociales e ideoló- (agente económico privado que interviene en
gicas determinadas exclusivamente por el Es- la actividad económica cotidiana en un régi-
tado-partido y su sociedad paternalista, para m e n de propiedad privada de la producción)
los cuales el individuo no es más que un medio c o m o un obstáculo no sólo para la relación
de alcanzar un fin del Estado y de la sociedad. económica armoniosa de la sociedad ideal,
La opción individual queda supeditada a las sino también para la realización moral del ser
referencias sociales dictadas por el Estado; la h u m a n o c o m o «ser genérico». Debido a esta
vida privada es objeto de vigilancia pública macroconcepción de la naturaleza humana, el
por parte del comité local del lugar de residen-hombre ideal marxista y sus actividades nunca
cia y de la comisión de coordinación del cen- son compatibles con el modelo privado de la
tro de trabajo, todos ellos pertenecientes al economía, y Marx propugna, en la práctica,
partido-Estado; el comportamiento del indivi- reemplazar al agente microeconómico por un
duo ha de imitar los «modelos» fijados regu- agente macroeconómico, que es el administra-
larmente por la sociedad; la dignidad del indi- dor político del Estado. Por consiguiente, en el
viduo no cuenta para nada, ya que los medios, cuerpo microeconómico básico -la empresa-
cualesquiera que sean, están siempre justifica- se implanta una cabeza macroeconómica de
dos por los fines. talla distinta -el Estado- para que haga fun-
cionar la economía. Esta fusión confunde el
funcionamiento microeconómico de la empre-
La fusión entre las esferas sa con los instrumentos de la política macroe-
de la microeconomia conómica del Estado. El elemento vital del
y la macroeconomia funcionamiento microeconómico, la persona
de carne y hueso en su condición de agente
Desde la perspectiva de la organización y la económico responsable con un interés real en
función concreta de la economía, el principio la economía, queda reducido a algo trivial e
de fusión bajo el socialismo de Estado da lugar invisible. C o n él desaparecen el interés perso-
a otra confusión: entre funcionamiento y orga- nalizado y la fuerza motriz de la economía.
nización de tipo microeconómico y política Por otra parte, los mecanismos macroeconó-
macroeconómica y organización político-bu- micos de regulación quedan paralizados en el
rocrática. Esta confusión se evidencia en los proceso de negociación política, enredados en
siguientes puntos. inacabables trámites administrativos. H e aquí
la imagen de la economía despersonalizada, y
por consiguiente no funcional, del socialismo
Papel del agente económico de Estado.
U n o de los elementos m á s importantes de la
economía es la persona real que opera c o m o
agente microeconómico, junto con los instru- Mecanismo de regulación
mentos de producción y organización econó- Es cierto que el Estado interviene en la econo-
mica. Por desgracia, este sencillo elemento no mía tanto en las sociedades democráticas
existe en una economía política comunista, y c o m o en las comunistas. Pero la diferencia
esta inexistencia es fatal. En el sistema c o m u - fundamental entre los dos tipos de sociedad.
Un modelo de organización institucional condenado al fracaso: la economía política comunista 533

Pareja joven, Shanghai. 1994. ANMJH

en lo relativo a la participación del Estado en C o n el sistema socioeconómico de fusión,


la economía, estriba en la naturaleza y los la línea divisoria entre la reglamentación m a -
medios de la intervención estatal. Sobre la croeconómica del Estado y el funcionamiento
base del principio de la separación de las dos microeconómico de la empresa desaparece por
esferas de la vida, la política y la economía, y completo. La intervención estatal se globaliza
de los asuntos públicos y las actividades priva- y se hace omnipresente, mediante la propie-
das, en una democracia liberal la intervención dad pública y la planificación central. Con la
del Estado en la economía se produce esencial- fusión de estas dos funciones distintivas de la
mente a nivel macroeconómico a través de la economía, todas las actividades microeconó-
normatividad jurídica y las políticas macroe- micas se integran en una fábrica social monolí-
conómicas, de ordinario las políticasfiscalesy tica y la unidad microeconómica -la empresa-
monetarias de la administración. En cambio, es tratada c o m o una organización política, de-
en una sociedad comunista la intervención del pendiente más de normas políticas que de cri-
Estado llega hasta los últimos niveles de la terios económicos y leyes. D e resultas de ello,
economía institucionalizada, incluido el fun- la empresa no funciona c o m o un agente que
cionamiento cotidiano de la empresa. H e m o s aplica normas económicas, siendo insensible
de distinguir pues entre dos tipos de interven- económicamente y, por el contrario, demasia-
ción estatal en la economía: la intervención do sensible políticamente. En último término,
indirecta a través de la política macroeconó- en el socialismo de Estado la economía está
mica y la legislación, c o m o ocurre en las de- excesivamente regulada, hasta el punto de que
mocracias liberales, y la intervención directa se produce una pasividad total de la actividad
mediante el control total del Estado sobre el microeconómica y un descontrol de la gestión
funcionamiento de la microeconomia, que es macroeconómica del Estado, debido al excesi-
lo que sucede en la sociedad comunista. vo número de decisiones arbitrarias originadas
534 Gang Ke

en el partido y a falta de una institución autó- ba» típica de la estructura jerárquica de la


n o m a de gestión macroeconómica. economía política comunista. Es decir, que los
Este desastre nos enseña sencillamente que gerentes de las empresas socialistas son res-
la fusión de ambas esferas de la economía no ponsables ante el ministerio correspondiente;
da resultado para ninguna de las dos. Ninguna los ministerios lo son ante el mecanismo de
economía puede funcionar bien sin elementos planificación central del Estado y, por último,
microeconómicos tan vitales c o m o son el el Estado es responsable ante el partido c o m u -
agente autónomo, los incentivos materiales y nista, constituyéndose así la cadena vertical de
el cálculo formal de costos/beneficios. Ningún m a n d o administrativo. Ninguna de las partes
programa político ni ningún cálculo pueden es responsable ante otra, ni tampoco en último
sustituir a la responsabilidad y al cálculo mi- término ante los consumidores, por su activi-
croeconómicos. dad económica o por sus operaciones comer-
ciales. Este sistema de responsabilidad jerár-
quica crea y refuerza u n sistema económico
Estructura de la organización económica cerrado que bloquea la entrada y la salida en el
En una economía sana, las empresas micro- mercado, sustituyendo un intercambio abierto
económicas están vinculadas horizontalmente y equitativo por una serie de tratos políticos y
y coordinadas por el mecanismo de mercado burocráticos de favor, poco transparentes. Es
mediante un intercambio equitativo. C o n el sin duda un medio efectivo de mantener el
sistema de mercado, los bienes, el capital, la orden político y el status quo, pero resulta
m a n o de obra y los recursos naturales pueden fatalmente inadecuado para la administración
trasladarse libre y horizontalmente de un sec- de la economía y constituye el origen m i s m o
tor a otro, dependiendo únicamente de las de la corrupción.
oportunidades de lograr beneficios, sin muros En segundo lugar, para agradar a su supe-
políticos o administrativos que separen artifi- rior jerárquico, el gerente de una empresa so-
cialmente a las diferentes actividades econó- cialista adopta las decisiones económicas
micas y mercados. E n cambio, en una econo- guiándose sobre todo por la evaluación que
mía comunista centralizada, en la que las espera hagan de él sus superiores, en función
funciones de la microeconomia y la macroeco- del cumplimiento de las cifras de los cupos del
nomia están fusionadas, lo mismo ocurre con plan, y no del uso eficiente de los recursos
lo político y lo económico, y la conexión hori- económicos y la información de la empresa.
zontal entre las unidades microeconómicas es Por esta razón, el gerente suele ocultar a la
sustituida por una relación vertical y jerárqui- administración la verdadera capacidad pro-
ca entre los ministerios y las empresas, con ductiva de su empresa, para poderse atribuir el
arreglo al sistema de la cadena administrativa cumplimiento del cupo. Al m i s m o tiempo, tra-
de m a n d o . Las relaciones económicas entre los ta de forjar una alianza política con sus supe-
diferentes sectores económicos y empresas y la riores, en beneficio mutuo. E n un ambiente
asignación de los recursos en el sistema de c o m o éste, la mentalidad de clan erosiona la
socialismo de Estado no responden a las nece- capacidad empresarial del gerente; la relación
sidades internas de la economía. Lo que ocu- económica formal es sustituida por una nego-
rre es que la economía se divide artificialmen- ciación informal entre la empresa y la admi-
te en diversas áreas administrativas y tecno- nistración estatal, y entre las propias empresas
cráticas (del m i s m o m o d o que en la democra- participantes en la actividad económica, que-
cia liberal se organizan los distritos electora- dando viciada la responsabilidad económica
les), pero sólo en función del control político y por lealtades políticas y personales. Esta red
la gestión burocrática. Esta estructura econó- de relaciones politicoeconómicas informales
mica vertical refleja la confusión entre el prin- conduce inevitablemente al nepotismo social,
cipio de organización económica y el principio al favoritismo y las conexiones clandestinas.
administrativo característico de la burocracia. El rendimiento económico no se tiene en cuen-
Esta confusión entraña tres efectos negati- ta en absoluto.
vos para la economía comunista. E n primer
E n tercer lugar, las relaciones verticales del
lugar, la estructura económica vertical da lugar
sistema económico comunista dividen artifi-
a lo que yo llamo «responsabilidad hacia arri-
cialmente a la economía en sectores aislados,
Un modelo de organización institucional condenado al fracaso: la economía política comunista 535

en cada uno de los cuales hay un superior diante su ordenamiento jurídico, y no decir a
jerárquico en el escalón más alto, que se ocupa los ciudadanos c ó m o han de vivir y c ó m o debe
únicamente de su propia jurisdicción adminis- administrarse la economía. Porque ninguna
trativa protegiendo en exceso los recursos eco- mente o grupo de mentes podrá remediar el
nómicos que le sirven de capital político pro- hecho de que no hay información suficiente
pio. La movilidad de los factores económicos, sobre la multitud inconmensurable de hechos
necesarios para una asignación eficiente de los particulares que configuran una sociedad com-
recursos, resulta gravemente obstruida por la pleja, con objeto de dirigirla. Así pues, ningún
inmovilidad de los intereses creados en los gobierno es capaz de concebir o dirigir el con-
diversos niveles de la administración. D e ahí junto de la economía y la sociedad sin incurrir
que la m a n o de obra, el capital y los recursos en prejuicios políticos y arbitrariedades perso-
naturales no puedan transferirse libremente de nales. Por otra parte, la actividad económica
un sector a otro de conformidad con la ley de debe guiarse por fuerzas positivas, en el senti-
la rentabilidad, porque ello significaría que do de que, si se pretende que la economía
algunos funcionarios perderían su poder al ser funcione con eficacia, son menester incentivos
incapaces de ajustar su posición administrati- personales reales, un interés personal tangi-
va y sus intereses a la evolución de la econo- ble y una responsabilidad individual bien defi-
mía. D e ello resulta el monopolio económico, nida.
la ineficiência, el derroche, el estancamiento y Sin embargo, en el socialismo de Estado
la parálisis de la economía. esta regla de oro del diseño institucional no se
cumple y el proceso se invierte fatalmente. Por
una parte, la autoridad política del Estado,
Una anomalía social: la inversión que debería encarnar en una ley impersonal la
sistemática protección contra el orden y el poder políticos
arbitrarios, adopta una forma altamente per-
Continuando con nuestra reflexión sobre el sonalizada de poder para desempeñar el papel
principio de fusión en el sistema comunista, «positivo» de padre y salvador social, supues-
especialmente su economía política institucio- tamente para liberar al pueblo y conducirlo al
nalizada, parece que haya una perversión fun- paraíso comunista. E n ausencia de un cuerpo
cional inherente al propio sistema, que ha con- autónomo de leyes, esta divinidad laica, el
tribuido decisivamente al colapso del c o m u - Estado-partido, es omnisciente, todopoderoso
nismo. Esta perversión consiste en un grave y omnipresente en la economía y en la socie-
desorden funcional del sistema social: el dise- dad, porque es el único poseedor de la V E R -
ño institucional del Estado positivo y la econo- D A D : el evangelio comunista, con derecho a
mía negativa. interpretarlo y capacidad para imponerlo al
C o m o demuestra claramente la probada pueblo. Por otra parte, la actividad económica
experiencia de la democracia liberal, toda so- y el régimen de propiedad, que deberían dar
ciedad ordenada y toda institución que funcio- lugar a relaciones bien definidas de propiedad
ne adecuadamente precisa que el Estado de- y a un interés personal directo en la economía,
sempeñe sobre todo un «papel negativo» de basado en incentivos económicos, quedan
representación de la sociedad, con una autori- completamente despersonalizadas por la indi-
dad impersonal (constitucional) basada en «re- visibilidad de la propiedad estatal de los m e -
glas negativas», o sea, normas legales y proce- dios de producción y la estructura burocrática
dimientos formales. Ello es así porque el de la economía. La economía comunista es un
Estado es poco apto para desempeñar un papel m u n d o negativo, desprovisto de incentivos
paternalista actuando en lugar de la sociedad, económicos y donde no existe la propiedad
a través de cualquier «poder positivo»9, que se (privada) personal. Esta absurda inversión
autolegitime mediante un «programa social» consistente en que la política sea personaliza-
dictado por los «reyes filósofos» del partido da y la economía despersonalizada viola gra-
comunista. D e ello se sigue que la principal vemente la lógica funcional del comporta-
función de un gobierno sano será evitar los miento h u m a n o racional e impide un funcio-
daños y proteger la acción y el orden espontá- namiento y organización efectivos de la econo-
neos del individuo en la sociedad civil m e - mía.
536 Gang Ke

C o n unas relaciones de propiedad econó- clases» en una sociedad comunista se transfor-


mica despersonalizadas, e incorporadas a la m a siempre en una lucha personal en el senti-
propiedad estatal anónima de los activos eco- do m á s despiadado e incontrolable del térmi-
nómicos y la planificación central de la econo- no. La Gran Revolución Cultural China es u n
mía comunista, la «propiedad del pueblo» per- ejemplo doloroso de ello.
tenece formalmente (teóricamente) a todos, El diseño institucional de la política perso-
pero en realidad no pertenece a nadie, porque nalizada y la economía despersonalizada, en
el interés económico de la persona se divide en resumidos términos, ha dado lugar a u n fenó-
partes infinitesimales y acaba siendo total- m e n o social perverso en la sociedad comunis-
mente absorbido por el sistema de la propie- ta: el incentivo para alcanzar el poder político
dad estatal de los medios de producción. Ade- es m u c h o m á s fuerte que los incentivos para
más, la responsabilidad «hacia arriba» en la conseguir unos resultados económicos adecua-
estructura jerárquica de la cadena administra- dos, por la simple razón de que en las políticas
tiva de m a n d o elimina la responsabilidad per- personalizadas los intereses personales son pe-
sonal directa de la producción económica; la ligrosamente fuertes, y en la economía desper-
vasta burocracia encargada de la administra- sonalizada se diluyen fatalmente. Esta perver-
ción económica impide al individuo participar sión explica la patología social incurable ca-
directamente en las actividades económicas. racterística de la institución comunista: u n
En consecuencia, la economía comunista care- movimiento político extremadamente eficien-
ce de la importante contribución de la perso- te y una actividad económica m u y deficiente.
na, a título individual, y se convierte en una El fracaso del diseño institucional c o m u -
«tierra de nadie». Esto acarrea dos consecuen- nista demuestra sobradamente una verdad
cias trágicas: la escasa motivación del indivi- sencilla pero ignorada, que el Estado, con su
duo para interesarse por la economía tratando acción centralizadora, es necesariamente una
de mejorarla, y la fuerte motivación de los fuerza autoritaria de coerción. Por su naturale-
funcionarios privilegiados del partido y la ad- za m i s m a , el poder ejecutivo debe estar supe-
ministración, que se sirven de la economía ditado a la ley, de m o d o que se mantenga en
c o m o medio para obtener ganancias materia- un nivel de m a n d o formal-impersonal que ga-
les y políticas. rantice su predictibilidad e impida la arbitra-
C o n un poder político personalizado, la riedad y el abuso de poder. E n cambio, la
autoridad cae fácilmente en el culto de la per- producción y el intercambio económicos, por
sonalidad, la arbitrariedad política, el relati- su propia naturaleza, se mueven por incenti-
vismo moral y la imposición ideológica. E n vos materiales y deben operar, en consecuen-
vez de estar sometida al imperio de la ley. un cia, a un nivel sustantivo-personal para asegu-
conjunto impersonal y estable de normas, son rar el interés personal en la economía, la
los hombres quienes rigen la sociedad c o m u - espontaneidad individual y la responsabilidad
nista, en el sentido de que los que m a n d a n en que permitirán fomentar el rendimiento.
el partido y los funcionarios públicos están por Cuando estas dos características se invierten,
encima de la ley y pueden manipularla perso- es decir, cuando el m a n d o político se basa en
nalmente según sus preferencias políticas. E n la autoridad personal y la economía es admi-
otros términos, el Estado no viene definido ni nistrada por instituciones impersonales, el ré-
limitado por una autoridad jurídica y formal gimen político tiende a ser arbitrario, y la
impersonal (autoridad negativa), sino que se economía ineficiente.
convierte en una especie de sumo sacerdote
nacional, un proselitista y un director de fábri-
ca que al mismo tiempo supervisa todos los La transformación: problemas
aspectos de la vida (autoridad positiva). E n principales
ausencia de un sistema formal-legal que sirva
de autoridad impersonal para zanjar las dife- El examen de los principales problemas del
rencias, los conflictos políticos y económicos diseño institucional comunista que figura en
adquieren forzosamente un elevado cariz per- los capítulos precedentes deja entrever una
sonal y se descontrolan con facilidad. Por este tendencia general a transformar la sociedad
motivo, el movimiento político de «lucha de comunista en una sociedad viable, poniendo
Un modelo de organización institucional condenado al fracaso: la economía política comunista 537

fin a la fusión estructural de la institución m e m e n t e el imperio impersonal de las leyes, y


comunista e invirtiendo la inversión sistemáti- restablecer la neutralidad formal del Estado.
ca. Las cuestiones que se consideran a conti- d) Las funciones administrativas del Esta-
nuación pueden servir para ulteriores debates do deberán liberarse del dominio del Partido
constructivos. Comunista y confiarse a un cuerpo de funcio-
narios públicos, establecido con arreglo a nor-
m a s y criterios formales.
Autoridad jurídica y autonomia
e) Las políticas socioeconómicas deberán
administrativa
formularse mediante procedimientos y proce-
Lógicamente, el primer paso hacia el derrum- sos formales, y n o por compromisos determi-
bamiento del régimen totalitario y la recons- nados por una serie preconcebida de valores y
trucción de la sociedad ex comunista consiste objetivos morales, para establecer u n a «justi-
en desmantelar el complejo fusionado del par- cia procesal».
tido comunista y el Estado. Esto transformará
a la vez la naturaleza del partido político y del
Autonomia económica
Estado. El Partido Comunista y su ideología
debe separarse del Estado, es decir, del orde- El segundo paso hacia la reconstrucción de la
namiento jurídico y del aparato administrati- sociedad ex comunista consiste en desmante-
vo, para poner fin al Estado-partido y estable- lar la estructura de fusión de las dos esferas de
cer una autoridad constitucional y una buro- la vida: la política del Estado (control) y las
cracia independiente. El Partido Comunista, si actividades económicas. El Estado debe sepa-
debe existir, tendrá q u e autorizarse c o m o u n rarse formalmente de la economía, que es par-
partido político m á s , y n o c o m o el dictador te esencial de la sociedad civil, reconociendo
absoluto del régimen político-administrativo y así la lógica funcional inherente a cada una de
el interlocutor social privilegiado. Para efec- las dos esferas. C o n este fin, los poderes e
tuar esta separación es necesario lo siguiente: instituciones políticos y administrativos debe-
a) El monopolio de la «verdad» social en rán abandonar gradualmente el control directo
poder del partido debe ceder el paso a u n a que ejercen sobre todos los aspectos d e la vida
tribuna política plural abierta en la que pue- económica. L a acción política y las organiza-
dan expresarse las diversas ideas y opiniones. ciones del Partido Comunista (o de cualquier
Ningún partido podrá afirmar q u e posee la partido) deberán separarse de la acción econó-
V E R D A D política, c o m o base de su legitimi- mica y la organización de la economía para
dad política y representativa, y n o hay q u e acabar con la fusión y la confusión entre los
permitir que ningún órgano político institucio- diferentes principios de ordenación propios de
nalice una V E R D A D ideológica proclamada y las distintas categorías de la vida social.
la convierta en u n a religión sociopolítica. N o puede negarse que en la práctica el
b) El Estado obtiene su legitimidad de elec- Estado tiene u n papel que desempeñar en la
ciones populares regulares y periódicas, y de economía. Pero este papel debe limitarse a la
su actuación socioeconómica. Antes de que gestión de la economía global de la sociedad
puedan celebrarse elecciones populares, el go- mediante políticas macroeconómicas y medi-
bierno de transición deberá someterse a una das legislativas, sin intervenir directamente en
prueba de legitimidad, basada en sus resulta- el funcionamiento microeconómico a través
dos funcionales, y no en su plataforma ideoló- del ordenamiento político y la planificación
gica. La transición no consiste en rectificar autoritaria. E n otras palabras, el Estado de
una idea política, sino en modificar el disposi- transición tendrá q u e aprender a utilizar los
tivo y el funcionamiento de las instituciones. instrumentos de la políticafiscaly monetaria a
En una palabra, la legitimidad del gobierno no nivel macroeconómico para influir en la pro-
debe evaluarse con arreglo a una serie de valo- ducción económica y el intercambio microeco-
res ideológicos, sino en función de procesos n ó m i c o , y no manipularlos directamente.
institucionales justos. Por otra parte, habrá que respetar la auto-
c) L a soberanía constitucional del Estado n o m í a de la empresa, que deberá responder de
debe sustituir a la soberanía ideológica del su rendimiento económico con arreglo a las
partido comunista. Esto permitirá asegurar fir- fuerzas de mercado. Para ello hay q u e contar
538 Gans; Kc

con tres elementos importantes: 1) unas rela- económicas ordinarias de la empresa, y su au-
ciones bien definidas de propiedad económi- toridad en este terreno se verá drásticamente
ca; 2) mecanismos de incentivación; y 3) una reducida. Liberado de su inadecuada interven-
estructura ordenada de la organización econó- ción en el funcionamiento microeconómico de
mica. Debe observarse que estos elementos la empresa, el Estado se convertirá en una
son interdependientes, y que de esta interde- entidad verdaderamente funcional, encargada
pendencia depende la eficacia de su funciona- de formular y aplicar la política macroeconó-
miento. N o obstante, la clave de la reconstruc- mica para influir en la economía a través de
ción económica se encuentra, en último térmi- las fuerzas de mercado.
no, en unas relaciones bien definidas de la Por otra parte, el propietario legal de la
propiedad, que den lugar a mecanismos dura- empresa individual, el consejo de administra-
deros de incentivación y a una organización ción, ejercerá el poder autónomo y sustantivo
económica adecuada. C o m o demuestran las de tomar decisiones sobre la orientación eco-
experiencias de reforma en los países ex c o m u - nómica general y los nombramientos ejecuti-
nistas, no es posible establecer firmemente un vos de la empresa, basadas en información de
mecanismo viable de mercado ni una estructu- primera m a n o y en consideraciones económi-
ra de organización si no se modifican las rela- cas concretas. Asimismo, la empresa indivi-
ciones de propiedad. Pasemos pues a conside- dual, en su condición de persona jurídica, es-
rar este punto. tará autorizada a adquirir capital de otras
Es evidente que es mucho m á s fácil des- fuentes, vendiendo sus acciones para diversifi-
truir la propiedad privada de los medios de car la propiedad social. D e este m o d o , el peso
producción que restablecerla. C o m o nos dice de la propiedad estatal se irá reduciendo gra-
la teoría de la elección social, las alternativas dualmente, y la naturaleza de la empresa se
de cambio están siempre limitadas por la elec- transformará en consecuencia. U n a vez la e m -
ción precedente. Ello puede explicar que la presa se haya convertido en una persona jurí-
«terapia de choque» de la reforma económica dica, titular de una propiedad económica, de-
experimentada en algunos países de Europa jará de ser una entidad mitad política y mitad
oriental no haya dado buenos resultados. En económica y pasará a ser un agente económico
cambio, la experiencia de la reforma económi- de pleno derecho, directamente conectado con
ca en China indica que es posible, en el perío- los mecanismos de mercado, que actúa con
do de transición, tomar una serie de medidas arreglo a los principios de la gestión y está
de intensidad creciente para desmantelar gra- motivado para perseguir la eficacia económi-
dualmente la estructura de fusión del socialis- ca. Entonces, la propiedad económica reverti-
m o de Estado, sin paralizar al propio tiempo rá por primera vez en un propietario personal
la economía. real, con un interés personal concreto en el
En primer lugar, los reformadores deben funcionamiento económico de la empresa. E n
tratar de dividir la propiedad de la producción otras palabras, el concepto abstracto de «pro-
económica en dos entidades funcionales: la piedad de todo el pueblo» se habrá fracciona-
propiedad primaria (virtual) del Estado y la do en muchas propiedades legamente recono-
propiedad legal de la empresa de producción, cidas, y su naturaleza indivisible se transfor-
reconociendo a esta última como «persona ju- mará en intereses y responsabilidades tangi-
rídica» que goza de control efectivo sobre la bles. E n este punto comienza el desmantela-
propiedad10. C o n ello es de esperar que la miento de la estructura fusionada del Estado y
propiedad del Estado pueda transformarse en la economía, lo político y lo económico, la
un conjunto de sociedades anónimas en las reglamentación macroeconómica y el funcio-
que los derechos de las autoridades estatales se namiento microeconómico.
limiten solamente a reclamar los dividendos y El segundo paso hacia la autonomía econó-
las ganancias de capital, de m o d o análogo a mica consiste en separar la propiedad legal y la
c o m o lo hacen los propietarios institucionales gestión profesional de la empresa. Toda opera-
en una sociedad capitalista. El Estado, propie- ción económica ordenada y eficiente requiere
tario virtual de la propiedad económica sin no sólo el interés personal del propietario sino
control sobre la m i s m a , se abstendrá de inter- también una gestión adecuada de la empresa.
venir directamente en las operaciones micro- Esta separación se basa en el reconocimiento
Un modelo de organización institucional condenado al fracaso: la economía política comunista 539

de los siguientes hechos: en primer lugar, el papel de los trabajadores en la empresa. En la


juicio del propietario, orientado hacia el bene- estructura fusionada del Estado y la economía,
ficio económico, no puede sustituir al juicio la empresa comunista tradicional es no sólo
gerencial, basado en el conocimiento profesio- una unidad económica sino también una uni-
nal, aunque probablemente coincidan a la lar- dad de la política asistencial social del Estado.
ga. En segundo lugar, el propietario no puede El «gerente», sujeto a la supervisión del comi-
abandonar el control de la gestión económica, té del partido en su empresa, actúa con crite-
aunque el gerente tenga participación en la rios paternalistas y desempeña una doble fun-
empresa. ción: la de gerente, consistente en administrar
U n a vez establecida la separación entre el la producción, y la de encargado de la asisten-
propietario virtual y el propietario jurídico de cia social, que proporciona a los trabajadores
los bienes económicos de la empresa, c o m o una seguridad social incondicional compuesta
decíamos antes, el papel supervisor asumido de prestaciones y servicios vitalicios, relacio-
tradicionalmente por el Estado recaerá en la nados o no con el trabajo.
persona jurídica -el consejo de administración La separación de estos papeles tiene por
de la empresa- que llevará a cabo su supervi- finalidad acabar con la práctica igualitaria en
sión con criterios económicos estrictos. Esta la empresa económica y crear un entorno que
función de supervisión o vigilancia es necesa- facilite la introducción del mercado del traba-
ria para que el gerente de la empresa asuma la jo en la economía, junto al mercado de consu-
responsabilidad de los resultados económicos m o . Esta separación facilitará la movilidad
ante los accionistas y se mantenga al corriente laboral del trabajador, y salvaguardará su de-
de la situación del mercado general de capita- recho a reclamar una compensación económi-
les. Independientemente de la función de vigi- ca adecuada, sobre la base de su contribución
lancia, esta separación permitirá que las deci- a la empresa. El gerente estará facultado para
siones del propietario legal con respecto a los premiar o sancionar a los trabajadores con
nombramientos de personal se basen en los arreglo a su rendimiento, y a organizar la plan-
méritos personales y la actuación profesional, tilla de su empresa de conformidad con las
y no en conexiones personales y políticas. Por normas de los mercados del trabajo y del con-
último, esta separación permitirá que el geren- s u m o . Sin embargo, antes de que las empresas
te de la empresa pueda adoptar decisiones pro- estatales, con sus enormes dotaciones de per-
fesionales independientes sobre la producción sonal y su funcionamiento poco flexible, se
diaria, las transferencias o las inversiones de la
sometan a la operación quirúrgica que hará de
empresa. ellas entidades m á s ágiles y flexibles, es nece-
D e resultas de esta separación, dos impor- sario que el Estado cree primero una red de
tantes elementos económicos se introducirán seguridad social ajena a la empresa, para re-
en el funcionamiento económico de la empre- acomodar a los trabajadores temporalmente
sa. Por una parte, el gerente de la misma no desplazados, garantizando el umbral mínimo
podrá seguir contando con arreglo a un «pre- de seguridad social por debajo del cual nadie
supuesto blando», característico de la econo- deberá caer. Esta separación establecerá los
mía administrativa, sino que verá su actuación mecanismos necesarios de control entre la di-
limitada por el «presupuesto estricto o duro», rección y los trabajadores, para llegar a un
impuesto por el propietario legal de la empre- equilibrio entre los derechos de éstos y la res-
sa y por el mercado de capitales. Por otra ponsabilidad profesional de la dirección.
parte, la separación creará finalmente las con- Gracias a estas tres «separaciones», las re-
diciones necesarias para fomentar la compe- laciones de propiedad económica, requisito
tencia económica entre las diversas empresas central de una economía sana y eficiente, esta-
en el mercado, lo que contribuirá a romper la rán bien definidas y se habrán delimitado fun-
estructura vertical de la economía comunista y cionalmente los derechos, beneficios y respon-
permitirá la libre entrada y salida (quiebra) del sabilidades de cada parte en lo relativo al
mercado. poder económico. A d e m á s , sólo en una estruc-
Por último, unas relaciones bien definidas tura bien ordenada de la propiedad económica
de propiedad exigen una adecuada diferencia- podrán encontrar los reformadores una base
ción funcional entre el papel del gerente y el firme para el sistema de incentivación econó-
540 Gang Ke

mica. Las experiencias de la reforma económi- persona, en plenitud de sus facultades, con sus
ca en China demuestran con creces que buscar características propias y sus intereses, y no
la segunda sin asegurar antes la primera no c o m o una pieza de una maquinaria institucio-
lleva a ninguna parte". nal anónima. Todas las personas merecen el
Hasta ahora sólo nos hemos ocupado de m i s m o respeto y consideración, independien-
una parte del proceso de fomento de la auto- temente de sus circunstancias sociales, políti-
nomía, a saber, la autonomía económica de la cas o económicas, y nadie debe estar por enci-
sociedad civil, en el contexto de la transición m a de la ley, ni vale tan poco que no merezca
social de las sociedades ex comunistas. N o protección jurídica. E n consecuencia, la nueva
obstante, ello no quiere decir que ignoremos la constitución debe prever seriamente y prote-
importancia de la autonomía de los otros as- ger los derechos del individuo a la vida, la
pectos de la sociedad civil. Sin embargo, te- elección y la vida privada.
niendo en cuenta la tesis central del presente El proceso de socialización política debe
trabajo, será preferible que dejemos el estudio disociarse de la administración coercitiva del
de este tema para otra ocasión. C o n todo, hay Estado y convertirse en un proceso de carácter
algo que quisiera señalar en relación con los cívico y voluntario. A su vez, la socialización
aspectos sociales y culturales de la separación política deberá apartarse de la ideología unita-
entre el Estado y la sociedad civil. L o princi- ria y monopolística del Partido Comunista, y
pal, y lo más difícil, en la revitalización de la transformarse en un cuerpo pluralista de cul-
autonomía social y cultural es el esfuerzo por tura política que deje margen a la elección in-
reavivar las organizaciones cívicas espontá- dividual.
neas y voluntarias, a partir de la base. A través Reconocer la identidad individual significa
de estas organizaciones, los ciudadanos po- reconocer los intereses económicos del indivi-
drán crear un área cívica independiente libera- duo, respetar su elección en lo que toca a las
da de los controles políticos y económicos, y creencias sociales, políticas, culturales, m o d o
que al propio tiempo les sirva de intermedia- de vida, y atribuir un alto valor a la dignidad
ria. C o n esta finalidad, los ciudadanos debe- individual. La capacidad de elección y la dig-
rán ser capaces de ejercer dos clases de liber- nidad del individuo deben preceder lógica-
tad: 1) la «libertad negativa», consistente en la mente a las normas colectivas, aunque en la
garantía legal de la libertad de expresión y práctica podrían equilibrarse mutuamente.
asociación para oponerse a cualquier interven- Ninguna institución social puede obligar a los
ción política arbitraria del Estado, y 2) la «li- individuos a conformarse a normas morales y
bertad positiva», que permite a los ciudadanos políticas en nombre de un supuesto bien co-
aprovechar su propio talento y realizar sus m ú n , excepto cuando se trate de una medida
posibilidades en términos económicos y de co- coercitiva legítima aplicada en nombre de la
nocimiento (cognitivos)12. ley. Deben proscribirse el adoctrinamiento
obligatorio y la remodelación de los ciudada-
nos por parte de las instituciones.
Autonomía del individuo
E n resumen, la obligación unilateral del
Otro paso importante hacia la abolición de la individuo hacia la sociedad que prevalecía en
estructura fusionada del sistema comunista es el m u n d o comunista debe ceder el paso a una
la liberación del individuo con respecto al con- acomodación mutua entre individuos respon-
trol total de la sociedad omnipotente. Esta sables por una parte, y el consenso social por
«separación» no significa en absoluto que se otra.
propugne un individualismo egoísta y autóno-
m o , con el que la persona apenas forma parte
de una comunidad de vida e intereses. En el Autonomía del gobierno local
contexto del socialismo de Estado, lo que se Finalmente, para facilitar la reconstrucción
trata de conseguir con esta «separación» es global del sistema ex comunista, c o m o se ha
restablecer el reconocimiento universal de la descrito anteriormente, los reformadores han
identidad individual, y el lugar que le corres- de propulsar un cambio en la estructura guber-
ponde en la sociedad. Según esta exigencia, el namental de m o d o que facilite la transforma-
individuo merece que se le trate c o m o una ción de la organización y el comportamiento
Un modelo de organización institucional condenado al fracaso: la economía política comunista 541

económico. Las experiencias de la reforma en que el gobierno local, que hasta ahora no era
China parecen prometedoras a este respecto. m á s que un mecanismo de petición de fondos,
El funcionamiento económico tradicional se transforme en u n agente económico con
de la sociedad comunista se ajustaba estricta- intereses intrínsecos e integrados. Esta autono-
mente a la cadena vertical de m a n d o , del si- mía económica permite al gobierno local ser
guiente m o d o : órgano de planificación del go- m á s sensible a las señales económicas que a las
bierno central -> burocracias centrales -*• órdenes políticas y le obliga a usar eficiente-
burocracias locales -*• empresas. U n a estructu- mente los recursos locales, sobre la base de
ra vertical de este tipo elude en la práctica el una información económica concreta y fide-
gobierno local y lo fracciona en diversos órga- digna.
nos administrativos que reciben sus órdenes c) C o n la doble descentralización de la ad-
exclusivamente del centro. Para decirlo clara- ministración y la hacienda, los dirigentes loca-
mente, en un régimen de socialismo estatal el les se convierten en participantes activos en el
gobierno económico local, la autonomía y los proceso de determinación de las políticas, y
intereses particulares no existen prácticamen- esta situación modifica la estructura de la re-
te. forma que, de una negociación administrativa
Para romper esta cadena unitaria de m a n - entre dos partes, pasa a ser un juego económi-
do, los reformadores de la mayoría de las so- co en el que participan tres agentes: la direc-
ciedades ex comunistas tratan naturalmente ción central, la burocracia central y los gobier-
de descentralizar el gobierno central, atribu- nos locales. El equilibrio de poder e intereses
yendo m á s poder a los niveles inferiores de la entre los tres agentes económicos es lo que
cadena vertical de m a n d o administrativo. permite la coexistencia del gradualismo, la vi-
Pero la estructura vertical y la naturaleza mis- talidad y el carácter irreversible de la reforma
m a de la economía administrativa no varían. económica china.
Esta única medida de reforma, llamada «des- Por este motivo, la m i s m a clase de desór-
centralización administrativa», resulta contra- denes que siguieron al proceso de descentrali-
producente y con frecuencia es causa de desor- zación han tenido consecuencias distintas en
den económico por razón de los enfrentamien- los países de Europa oriental y Rusia que en
tos m á s violentos entre el centro, las adminis- China. E n el primer caso se observa con fre-
traciones locales y las negociaciones para con- cuencia el llamado círculo vicioso de la refor-
seguir recursos económicos. C o m o consecuen- m a : descentralización -*• desorden -*• recen-
cia de ello, la descentralización n o puede hacer tralización -»• estancamiento; en cambio, en
por sí sola que el funcionamiento de la econo- China el desorden resultante de la descentrali-
mía responda a las señales económicas, ni faci- zación administrativa ha servido en último
litar la formación del mercado. Observando término para reflexionar sobre el carácter ina-
los males que produce una reforma socialista propiado de la reforma, y propugnar una nue-
de este tipo, los reformadores chinos han c o m - va estructura de intereses institucionales y de
prendido la importancia de los siguientes fac- negociación.
tores, para asegurar el impulso de la reforma
económica:
a) El gobierno local debe gozar de plena Observación final
autonomía económica, que contribuya a esta-
blecer un vínculo horizontal entre las econo- Concluiremos el presente trabajo con la si-
mías locales antes de que el mercado funcione guiente observación. C o m o indica la experien-
plenamente. Los gobiernos locales que gocen cia de la reforma china, aunque el objetivo
de autonomía económica y tengan intereses final de la reforma sea el m i s m o , el proceso
independientes podrán servir de vínculo ins- puede seguir caminos distintos. L a estructura
trumental entre las empresas económicas loca- de la reforma china es quizás característica de
les y el mercado. un planteamiento autoritario, que trata de
b) L a descentralización administrativa crear una nueva estructura de la autoridad que
debe correr pareja con la descentralización fis- sea compatible con el mecanismo de mercado
cal para facilitar la vinculación horizontal de y facilite la reforma económica. Según la tesis
la economía. Esta doble descentralización hará principal del presente artículo, esta vía hacia
542 Gang Ke

la reforma no carece de motivaciones, dado el D a d a la escasísima preparación material y


legado comunista de una sociedad civil m u y mental existente para una sociedad civil inde-
débil o inexistente. C o m o hemos afirmado an- pendiente en China, debido a los decenios de
tes, el punto de partida esencial de la reforma opresión comunista y a los siglos de cultura
es la abolición de la estructura fusionada de autoritaria china, los reformadores de dicho
las instituciones comunistas, para separar la país han tratado de seguir una vía propia hacia
lógica del Estado de la lógica de la economía y la reforma, cuya lógica es la siguiente:
la sociedad. N o obstante, desmantelar la es- a) Es preciso transformar el sistema totali-
tructura fusionada no significa necesariamente tario en sistema autoritario liberal para crear
establecer enseguida una democracia liberal. un espacio vital con miras al desarrollo de la
Dicho en otros términos, la democracia liberal sociedad civil, especialmente su autonomía
occidental no es la única alternativa a las insti- económica. Los reformadores chinos c o m -
tuciones comunistas fracasadas, especialmente prenden que «cortar la cabeza» de la vieja
cuando la sociedad civil, incluidos los intere- cadena vertical de m a n d o antes de que se esta-
ses económicos privados y las organizaciones blezcan firmemente las nuevas vinculaciones
cívicas, es demasiado débil e inestable para horizontales (relaciones de mercado, organiza-
dirigir la reforma. Lo que ha tratado de conse- ciones cívicas y culturales) en la sociedad civil
guir la reforma en China, o ha conseguido puede dar lugar a confusión y desorden. D e
prácticamente, es transformar un sistema so- ahí que deba recurrirse a la autoridad para
cial totalitario en un sistema social autoritario transformar el viejo sistema en un nuevo siste-
liberal, durante un período de transición. Si m a relativamente liberal, limitando su poder a
bien un gobierno autoritario no es ciertamente la esfera de las acciones públicas.
adecuado para un sistema social de democra- b) Hay que exigir una reforma jurídica y
cia liberal, el cambio de un régimen totalitario política por parte de la sociedad civil desarro-
comunista a un régimen neoautoritario supone llada, porque el interés de una sociedad civil
un paso importante hacia la abolición de la independiente y bien establecida precisa nece-
estructura fusionada del Estado y la economía, sariamente una superestructura legal y políti-
porque la diferencia fundamental entre un go- ca. Por ejemplo, una economía privada desa-
bierno totalitario y u n gobierno autoritario es- rrollada requiere leyes económicas bien defini-
triba en que el control del primero se ejerce en das, y unas actividades cívicas desarrolladas
todas partes, y el del segundo se limita básica- necesitan una protección política igualmente
mente a las esferas políticas o públicas de la bien definida. Será la creación y el desarrollo
vida. Por consiguiente, un gobierno autorita- gradual de una sociedad civil independiente,
rio liberal puede liberar la economía del con- m á s que una ideología política ilusoria, lo que
trol del Estado y crear un espacio de acción sostendrá el impulso y facilitará la irreversibi-
para la economía privada, regulada principal- lidad de la reforma en las sociedades ex c o m u -
mente por el mercado. nistas.

Traducido del inglés


Un modelo de organización institucional condenado al fracaso: la economía política comunista 543

Notas

1. Véase Kaminski, B . : The 5. Kornai, J.: The Economics of 9. Hayek, F.A. fue el primero que
Collapse of Stale Socialism, Shortage, Amsterdam: distinguió claramente entre el
Princeton, Princeton University North-Holland Publishing papel negativo y el poder positivo
Press, págs. 7 y 8, 1992. Company, Vol. A , Capítulo 9.2, del gobierno. Véase Hayek: Law,
1980. Legislation and Liberty, Chicago:
2. En el presente trabajo utilizo The University of Chicago Press,
indistintamente los términos 6. Kornai, J.: The Economics of pág. 130, 1979.
«consumismo» y «socialismo de Shortage. Amsterdam:
Estado», así como los adjetivos North-Holland Publishing
10. Véase Liu, Wei: «The Nature,
«comunista» y «socialista». En Company, Vol. B , Capítulo 13.5,
términos estrictos, el régimen Form, and Functional Structure
1980.
importante en la sociedad of Ownership of Property», China
comunista se definiría mejor con Economic Research, Sept. 1989.
7. Hayek, F . A . , en su obra
el término «socialismo de Collectivist Economic Planning
Estado», aunque habitualmente se (Nueva York: Augustus M . Kelley 11. Véase Hua, Sheng: «China's
denomine comunismo. Publishers, págs. 207-211, 1970), Economic Reform of the Past Ten
expone un argumento convincente Years», China Economic
3. Engels, F.: Anti-Duhring, a este respecto. Research, N o v . 1988.
Nueva York: International
Publishers, pág. 144, 1966. 8. Marx, K . en Tucker, R . C . ed.: 12. Definiciones teóricas de los
The Marx-Engels Reader, dos tipos de libertad figuran en la
4. Lenin, V.l.: Collected Works, Segunda edición, Nueva York: obra de Berlin, I: Four Essays on
Moscú, Progress Publisher, W . W . Norton and Company, Liberty, Londres: Oxford
Vol. 4, pág. 281, 1960. pág. 145, 1978. University Press, pág. 1 18, 1969.
Servicios
profesionales
y documentales

Calendario de reuniones internacionales


La Dirección de la Revista no puede ofrecer ninguna información complementaria sobre estas reuniones.

1994

3-7 julio Helsinki Consejo internacional de Acción Social: 26 Conferencia internacional.


(Finlandia) Global Welfare 94, Conference Secretariat, P . O . Box 63, Sf-00501 Hel-
sinki (Finlandia)

18-23 julio Bielfeld Asociación internacional de sociología: 13.° Congreso mundial.


(Alemania) ISA, Faculty of Political Sciences and Sociology, University Compluten-
se, 28223 Madrid (España)

19-21 julio Boulder University Corporation for atmospheric Research: Por un equilibrio de
(Estados Unidos) la economía y del entorno - Coloquio sobre el desarrollo sostenible.
UCAR, Orr Roberts Institute, P.O. Box 3000, Boulder. Co 80307-3000
(Estados Unidos)

31 de julio Atenas Academia Internacional de Derecho Comparado. 14.° Congreso de


Derecho Comparado.
Secretariado, 14." Congreso de Derecho Comparado. Olympic Sun
Holidays, 7 Voltius Street, 10562 Atenas (Grecia)

14-19 agosto Buenos Aires Asociación Internacional de Derecho: Conferencia bienal.


ILA, Charles Clore House, 17 Russell SQ., Londres W C IB 5 DR (Reino
Unido)

20-26 de agosto Manchester 6.° Congreso Internacional de Ecología.


(Reino Unido) The Secretary, 6th Internat. Congress ofEccology, Dept. of Environmen-
tal Biology, The University, Manchester, M14 9PL (Reino Unido)

21-25 agosto Berlín Asociación internacional de ciencia política: 16.° Congreso mundial -
(Alemania) La democratización.
Secretariado AISP, Universidad de Oslo, P.O. Box 1097, 0317 Oslo (No-
ruega)

22-26 agosto Praga Unión Geográfica Internacional: Conferencia regional sobre entorno y
calidad de vida en Europa Central.
Dr. T. Kucera, Seer, of the Organizing Committee, IGC, Albertov 6, 128
43 Prague 2 (República Checa)

22-27 agosto Graz La herencia política e intelectual de Europa: hacia nuevos paradigmas.
(Austria) Internat. Soc. for the Study of European Ideas, Talmor, Dept. of Philo-
sophy, Haifa Universil, Mount Carmel, Haifa 31999 (Israel)

R I C S 141/Setiembre 1994
546 Calendario de reuniones internacionales

25-28 agosto Komotini Universidad Demócrita de Trácia; Grupo europeo de estudio del desvío
(Grecia) y control social: 22 Congreso anual (Tema: uso y abuso del poder -
¿más allá del control?).
Vassilis Karydis, 56 Sina Street, 10672 Atenas (Grecia)

4-8 setiembre Milan (Italia) Asociación europea para el estudio de la población; Unión internacional
para el estudio científico de la población. 3. a Conferencia europea de
demografía.
QB Service SRL. Via Leopardi 20. Milan 20123 (Italia)

13 setiembre El Cairo Fondo de las Naciones Unidas para las actividades de población: Confe-
rencia Internacional «Población y desarrollo».
Population 94. ICPD Secretariat c/o UNFPA. 220 E. 42nd Street. New-
York. NY I0017 (Estados Unidos)

26-30 setiembre Buenos Aires Comisión económica para América Latina y el Caribe: Conferencia
regional preparatoria a la Conferencia mundial sobre las mujeres.
ECLAC. Avenida Dag Hammaarskjöld s/n, Vitacura. Santiago (Chile)

2-9 octubre Tsukuba Federación internacional para la información y la documentación: 47. a


(Japón) Asamblea General, conferencia y congreso.
Prof. Y . Fujiwara, University of Tsukuba, Institute of Electronics and
Inform. Science, Tsukuba, Ibaraki. 305 (Japón)

12-18 octubre Manila E S C A P : Asian and Pacific Ministerial Conference in preparation of the
World Summit for Social Development.
E S C A P , United Nations Buildin, Rajadamnern Avenue, Bangkok
10200 (Tailandia).

Noviembre Dakar Comisión económica para África: 5. a Conferencia regional sobre las m u -
jeres.
ECA.. PO. Box 3001. Addis-Abeba (Etiopia)

Colonou Asociación internacional de desarrollo y acción comunitarios: coloquio


internacional «La acción comunitaria en la instauración de un desarro-
llo estable y la consolidación de un proceso de democratización».
AIDAC, 179 rue du Débarcadère. 6001 Marcinelle (Bélgica)

1995

Cuba Unión geográfica internacional: Conferencia regional


IGU Secretariat, Dept. of Geography. University of Alberta, Edmonton,
Alberta T6G 2H4 (Canadá)

6-9 febrero Nueva Delhi Asociación internacional de universidades: 10. a Conferencia general
(Tema: Civilización global y raíces culturales - llenar el vacío).
AIU, I Rue Miollis, 75732 Paris-Cedex 15 (Francia)

6-12 marzo Copenhague Naciones Unidas. Cumbre mundial para el desarrollo social Nations
Unies, N e w York, N . Y . 10017 (Estados Unidos)

30 marzo-1 abril Population Association of America: Reunion.


PAA, 1722 N Street NW. Washington. DC 20036 (Estados Unidos)

Abril Copenhague Naciones Unidas. Cumbre mundial del desarrollo.


Naciones Unidas. New York. N.Y. 10017 (Estados Unidos)
Calendario de reuniones internacionales 547

13-18 agosto Dublin Federación mundial para la salud mental: Congreso mundial.
M.J. O'Mahony, Mental Health Assoc, of Ireland, 6 Adelaide Street, Dun
Laoghaire, County Dublin (Irlanda)

Setiembre Pekin Naciones Unidas: 4 . a Conferencia mundial sobre las mujeres: igualdad,
desarrollo y paz.
Mme. Meslem, Dir. Division for the Advancement of Women, Vienna
International Center, P.O.B. 500, A-Viena (Austria)

1996

4-10 agosto La Haya Unión Geográfica Internacional: 2 8 ° Congreso Internacional.


Dr. J. Vries, President, 28th IGC Org. Cominee, Faculty of Spatial
Sciences, University of Groningen, P.O. Box 800, 9700 AV Groningen
(Países Bajos)

1997

6-11 julio Lathi Federación mundial para la salud mental: Congreso mundial.
(Finlandia) Pirkko Lahti, Finnish Assoc, for Mental Health, Lauttaasarentie 28-30.
00200 Helsinki (Finlandia)
Libros recibidos

Generalidad, Politics of Social Inquiry. Oxford, Saa, Maria Antonieta; Arboleda,


documentación B . Blackwell, 1993. 269 p. bibl. in- María (et al.). El Espacio posible:
dex. mujeres en el poder local. Quito,
Chaudhuri, Sibadas. Index Asia Se- Ediciones de las Mujeres/for/ISIS
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Centre for Asian Documentation, Basingstoke, T h e Macmillan Press p. ill.
1989, 55 p . Ltd, 1993. 459 p.fig.bibl. index.
Semaine sociale en France, Paris -
Fröhlich, Romy; Holtz-Bacha, Satién, Maria Luisa. Indicadores so- Issy-les-Moulinaux, 1993: Les mé-
Christina. Frauen und Massen- ciales de cualidad de vida: Un siste- dias et nous - quels pouvoirs? quelles
Kommunikation: Eine Bibliograhie. ma de medición aplicado al País libertés? Paris, E S F Editeurs, 1994.
B o c h u m , Universitätsverlag D r . N . Vasco. Madrid, Centro de investi- 173 p. 104 F.
Brockmeyer, 1993. 226 p . index. gaciones sociológicas; Siglo X X I de
España Editores, 1993. 449 p .
Gaudier, Maryse. Puvreté, inégali-
tés, exclusions: Renouveau des ap- Población, demografía
proches théoriques et des pratiques
sociales I Poverty, Inequality, Ex- Sociología L'Explosion démographique contre
clusion: New Approaches to Theory le développement durable, 1993-
and Practice. Geneva, Institut in- 1994. Genève, Stratégies énergéti-
Attias-Donfut, Claudine; Rosen-
ternational d'études sociales, 1993. ques, biosphère et société; F o r u m
mayr, Leopold (sous la dir. de). Viei-
280 p . bibl. index. (Série biblio- interdisciplinaire indépendant,
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Tokyo, Pergamon Press, 1993. 489 «Environnement et sociétés: Actions 1993. 142 p.fig.tabl.
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1994. 160 p . bibl. L . 22.000 bibl.

Ciencias Sociales Maffesoli, Michel. La violence tota- O d é n , Bertil; Ohlson, T h o m a s ; D a -


litaire: Essai d'anthropologie politi-vidson, Alex (et al.). The South Afri-
Root, Michael. Philosophy of Social que. Paris, Méridiens Klincksieck, can Tripod: Studies on Economics,
Science: The Methods, Ideals, and 1994. 311 p . bibl. index. (Sociétés). Politics and Conflict. Uppsala, T h e

R I C S 141/Setiembre 1994
550 Libros recibidos

Scandinavian Institute of African «Désarmement - Sécurité - Econo- Administración pública


Studies, 1994. 281 p. figs. mie: Les nouvelles articulations»,
Mondes en développement, n.° 83, Rose, Richard. Lesson-drawing in
Polish Association for the Club of 1993. 178 p. fig. Public Policy: A Guide to Learning
R o m e ; European Institute for Regio- Across Time and Space. Chatham,
nal and Local Development of the Havnevik, Kjell J. Tanzania: The Chatham House Publishers, Inc.
University of Warsaw. Poland - The Limits to Development from Above. 1993. 175 p. bibl. index.
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titive Advantage, ed. by A . Kuklins- te of African Studies; Mkuki na
ki. Warsaw, Polish Association for Nyota Publishers, 1993. 343 p.
the Club of R o m e , 1991. 183 p. bibl. index, ill. tabl. Antropología social
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y cultural
Organisation de coopération et de
Rocha-Trinidade, Maria Beatriz développement économiques. Efforts Magrini, Tullia. Antropologia delia
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Europe: Europe's New Architecture. té d'aide au développement - Coopé- nezia, Fondazione U g o e Olga Levi;
Lisboa, Instituto de Estudos para o ration pour le développement: Rap- Società éditrice il Mulino. 1993.
desenvolvimento; Universidade port, par A . R . Love. Paris, O C D E . 253 p. ill. tabl. bibl.
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Université de Lausanne. Les Migra- United Nations Development Pro-


tions internationales, cours général gramme. Development Co-operation
public, 1992-1993. Lausanne, Pa- - Syrian Arab Republic, 1992: Re- Salud
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por G . Gorzelak and/et B . Jalowiec- Scandinavian Institute of African
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agriculteurs et commerçants - le de-
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Ciencias económicas ses universitaires de France; Genè-
Derecho ve, Cahiers de l'I.U.E.D., 1993.401
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Changing: Working Time in 14 In- Le vrai visage de la terreur. Paris.
dustrialised Countries. Geneva, In- Les Editions francophones d ' A m -
ternational Institute for Labour nesty International, 1994. 123 p. Geografía
Studies, 1994. 323 p. tabl. 37.50 ill/carta. 35 F .
Sw.Fr. Bengtsston, Anna Maria; Hjort-af-
-. Tunisie: Du discours à la réalité.Ornas; Lundqvist, Jan; Rudengren
Campanelli, Pamela; T h o m a s , R o - Paris, Les Editions francophones Jan (eds.). The Environment and
ger. Working Lives Developmental d'Amnesty International, 1994. 71 Free Trade. Uppsala, Department
Research: Issues Surrounding the p. i 11./carta 35 F . of Social and Economie G e o -
Collection of Life-time Work Histo- graphy, University of Uppsala,
ries. London, Employment Depart- Colard, Daniel. Les relations inter- 1994. 138 p. tabl. bibl.
ment Group. 1994. 70 p. tabl. nationales de 1945 à nos jours, 5e
éd. Paris, Masson, 1993. 401 p. «Les transports dans l'Arc alpin»,
Carrier, Bruno. L'Analyse économi- tabl. index. (Droit, Sciences écono- Revue de géographie alpine, n.° 4 ,
que des conflits: Eléments d'historié miques). t. LXXXI, 1993. 107 p.
des doctrines. Paris, Publications de
la Sorbonne, 1993. 160 p. 100 F Reinarz, Manuela; T h o m a s , Simona Sautter, Gilles. Parcours d'une géo-
(eds.). Multiculturalismus. Trier. graphie: Des paysages aux ethnies,
Crowley-Bainton, Theresa; Wolf, Zentrum für europäische Studien; de la brousse à la ville, de l'Afrique
Alison. Access to Assessment Initia- Universität Trier, 1993. 212p. tabl. au monde, 2 vols. Paris, Editions
tive. London, Employment Depart- Arguments, 1993. 385 p.; 708
ment Group. 1994. 39 p. tabl. p/carta bibl. 250 F.; 230 F .
Números aparecidos

Desde 1949 hasta 1958, esta Revista se publicó con el título de International Social Science Bulletin/Bulletin international
sciences sociales. Desde 1978 hasta 1984, la RICS se ha publicado regularmente en español y, en 1987, ha reiniciado su edición
española con el número 114. Todos los números de la Revista están publicados en francés y en inglés. Los ejemplares anteriores
pueden comprarse en la U N E S C O . División de publicaciones periódicas, 7, Place de Fontenoy, 75700 París (Francia).
Los microfilms y microfichas pueden adquirirse a través de la University Microfilms Inc., 300 N Zeeb Road, Ann Arbor, MI 48106
(USA), y las reimpresiones en Kraus Reprint Corporation, 16 East 46th Street, Nueva York, N Y 100I7 (USA). Las microfichas
también están disponibles en la U N E S C O , División de publicaciones periódicas.

Vol. XI, 1959 Vol. XVIII, 1966


Num. 1 Social aspects of mental health* N u m . 1 H u m a n rights in perspective*
Num. 2 Teaching of the social sciences in the U S S R * N u m . 2 M o d e r n methods in criminology*
Num. 3 The study and practice of planning* N u m . 3 Science and technology as development
Num. 4 N o m a d s and nomadism in the arid zone* factors*
N u m . 4 Social science in physical planning*
Vol. XII, I960
Vol. XIX, 1967
N u m . 1 Citizen participation in political life*
N u m . 2 The social sciences and peaceful Num. 1 Linguistics and communication*
co-operation* Num. 2 The social science press*
N u m . 3 Technical change and political decision* Num. 3 Social functions of education*
N u m . 4 Sociological aspects of leisure* Num. 4 Sociology of literary creativity
Vol. XIII. 1961 Vol. XX, 1968
Num. 1 Post-war democratization in Japan* N u m . 1 Theory, training and practice
Num. 2 Recent research on racial relations* in management*
Num. 3 The Yugoslav c o m m u n e * N u m . 2 Multi-disciplinary problem-focused research*
Num. 4 The parliamentary profession* N u m . 3 Motivational patterns for modernization*
N u m . 4 The arts in society*
Vol. XIV. 1962
Vol. XXI, 1969
Num. 1 Images of w o m e n in society*
Num. 2 Communication and information* Num. 1 Innovation in public administration
Num. 3 Changes in the family* Num. 2 Approaches to rural problems*
Num. 4 Economics of education* Num. 3 Social science in the Third World*
Num. 4 Futurology*
Vol. XV, 1963
Vol. XXII, 1970
Num. 1 Opinion surveys in developing countries*
Num. 1 Sociology of science*
Num. 2 Compromise and conflict resolution*
Num. 2 Towards a policy for social research*
Num. 3 Old age*
Num. 3 Trends in legal learning*
Num. 4 Sociology of development in Latin America*
Num. 4 Controlling the h u m a n environment*
Vol. XVI, 1964
Vol. XXIII, 1971
N u m . 1 Data in comparative research* N u m . 1 Understanding aggression
N u m . 2 Leadership and economic growth* N u m . 2 Computers and documentation in the social
N u m . 3 Social aspects of African resource sciences* .
development* N u m . 3 Regional variations in nation-building*
N u m . 4 Problems of surveying the social science N u m . 4 Dimensions of the racial situation*
and humanities*
Vol. XXIV 1972
Vol. XVII, 1965
Num. 1 Development studies*
Num. 1 M a x Weber today/Biological aspects of race* Num. 2 Youth: a social force?*
Num. 2 Population studies* Num. 3 The protection of privacy*
Num. 3 Peace research* Num. 4 Ethics and institutionalization in social
Num. 4 History and social science* science*

R I C S 141/Setiembre 1994
552 Números aparecidos

Vol. XXV 1973 N ú m . 92 El deporte


N ú m . 93 El hombre en los ecosistemas
N ú m . 1/2 Autobiographical portraits* N ú m . 94 Los componentes de la música
N u m . 3 The social assessment of technology*
N u m . 4 Psychology and psychiatry at the crossroads Vol. XXXV, 1983

Vol. XXVI, 1974 Núm. 95 El peso de la militarización


Núm. 96 Dimensiones políticas de la psicología
N u m . 1 Challenged paradigms in international Núm. 97 La economía mundial: teoría y realidad
relations* Núm. 98 La mujer y las esferas de poder
N u m . 2 Contributions to population policy*
N u m . 3 Communicating and diffusing social science* Vol. XXXVI, 1984
N u m . 4 The sciences of life and of society* N ú m . 99 La interacción por medio del lenguaje
Vol. XXVII, 1975 Núm. 100 La democracia en el trabajo
N ú m . 101 Las migraciones
N u m . 1 Socio-economic indicators: theories N ú m . 102 Epistemología de las ciencias sociales
and applications*
N u m . 2 The uses of geography Vol. XXXVII, 1985
N u m . 3 Quantified analyses of social phenomena Núm. 103 International comparisons
N u m . 4 Professionalism in flux Núm. 104 Social sciences of education
Vol. XXVIII, 1976 Num. 105 Food systems
Num. 106 Youth
N u m . 1 Science in policy and policy for science*
N u m . 2 The infernal cycle of armament* Vol. XXXVIII, 1986
N u m . 3 Economics of information and information Num. 107 Time and society
for economists* Num. 108 The study of public policy
N u m . 4 Towards a new international economic Num. 109 Environmental awareness
and social order* Num. 110 Collective violence and security
Vol. XXIX, 1977 Vol. XXXIX, 1987
N u m . 1 Approaches to the study of international Num. 111 Ethnic phenomena
organizations Num. 112 Regional science
N u m . 2 Social dimensions of religion Num. 113 Economic analysis and interdisciplinary
N u m . 3 The health of nations Num. 114 Los procesos de transición
N u m . 4 Facets of interdisciplinarity
Vol. XL, 1988
Vol. XXX, 1978
Núm. 115 Las ciencias cognoscitivas
N u m . 1 La territorialidad: parámetro político Núm. 116 Tendencias de la antropología
N u m . 2 Percepciones de la interdependencia mundial Núm. 117 Las relaciones locales-mundiales
N ú m . 3 Viviendas humanas: de la tradición Núm. 118 Modernidad e identidad: un simposio
al modernismo
N u m . 4 La violencia Vol. XLI, 1989
Vol. XXXI, 1979 N ú m . 119 El impacto mundial de la Revolución
francesa
N ú m . 1 La pedagogía de las ciencias sociales: N ú m . 120 Políticas de crecimiento económico
algunas experiencias N ú m . 121 Reconciliar la biosfera y la sociosfera
N u m . 2 Articulaciones entre zonas urbanas y rurales N ú m . 122 El conocimiento y el Estado
N ú m . 3 Modos de socialización del niño
N ú m . 4 En busca de una organización racional
Vol. XLII, 1990
Vol. XXXII, 1980 Núm. 123 Actores de las políticas públicas
N ú m . 1 Anatomía del turismo Núm. 124 El campesinado
N ú m . 2 Dilemas de la comunicación: ¿tecnología Núm. 125 Historias de ciudades
contra comunidades? Núm. 126 Evoluciones de la familia
N ú m . 3 El trabajo
N ú m . 4 Acerca del Estado Vol. XLIII, 1991
Núm. 127 Estudio de los conflictos internacionales
Vol. XXXIII, 1981 Núm. 128 La hora de la democracia
N ú m . 1 La información socioeconómica: sistemas, Núm. 129 P.epensar la democracia
usos y necesidades Núm. 130 Cambios en el medio ambiente planetario
N ú m . 2 En las fronteras de la sociología
N ú m . 3 La tecnología y los valores culturales Vol. XLIV, 1992
N ú m . 4 La historiografía moderna Núm. 131 La integración europea
Vol. XXXIV, 1982 Núm. 132 Pensar la violencia
Núm. 133 La sociología histórica
N u m . 91 Imágenes de la sociedad mundial Núm. 134 América: 1492-1992
Números aparecidos 553

Vol. XLV, 1993 Vol. XLVI, 1994


Núm. 135 La innovación N ú m . 139 Balance actual de la Sociología I
Num. 136 La sociología política comparativa N ú m . 140 Balance actual de la Sociología II
Núm. 137 Investigarei futuro N ú m . 141 Población: problemas y políticas
Núm. 138 Las Organizaciones Internacionales
*Números agotados
Publicaciones recientes de la Unesco
(Incluidas las auspiciadas por la U N E S C O )

La alimentación del hombre del Estudios en el extranjero /Study World Directory of Human Rights
mañana, por Albert Sasson. París, Abroad /Etudes à l'étranger, vol. 28. Research and Training Institutions,
U N E S C O ; Barcelona, Editorial Re- París, U N E S C O , 1993. 1300 p. 100 2nd éd. /Répertoire mondial des ins-
verte, 1993. 807 p. tabl. bibl. (Col. F. titutions de recherche el de forma-
Sextant, 3). 225 F. tion sur les droits de l'homme/
Cultura y gobernabilidad democrá- Repertorio mundial de instituciones
ticas: América Latina en el umbral de investigación y de formación en
Anuario estadístico de la UNESCO del tercer milenio, coord, por Luis materia de derechos humanos. Pa-
1993. París, U N E S C O , 1993. p.v. Albalá-Bertrand. París, Ediciones rís, U N E S C O , 1992. 290 p. (World
375 F . U N E S C O , 1993. 136 p. (Col. De- Social Science Information Direc-
mocracia y poder). 70 F. tories/Repertoires mondiaux d'in-
Bibliographie internationale des formation en sciences sociales/Re-
sciences sociales: Antrhopologie so-Index trans/ationum, vol. 39, 1986. pertorios mundiales de informa-
ciale el culturelle/International Bi- ción sobre las ciencias sociales.)
París, U N E S C O , 1992, 1.323 p. 125 F.
bliography of the Social Sciences: 350 F.
Social and Cultural Anthropology,
Vol. 38, 1992. London; N e w York,
Routledge/for/The British Library Las nuevas tecnologías de comuni- H 'orld Directory of Peace Research
of Political and Economic Science; cación: orientaciones de la investi-and Training institutions, 7th ed. /
The Internat. Committee for Social gación, por Josiane Jouet y Sylvie Répertoire mondial des institutions
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R I C S 141/Setiembre 1994
556 Publicaciones recientes de la UNESCO

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éd. /Liste mondiale des périodiques rís, U N E S C O , 1991; 1.264 p . in- ciales/Servicios mundiales de in-
spécialisés dans les sciences socia- dex. (World Social Science Infor- formación sobre las ciencias socia-
les/ Lista mundial de revistas espe- mation Services/Services mon- les.) 150 F .

Cómo obtener estas publicaciones: a) Las publicaciones de la U N E S C O que lleven precio pueden obtenerse en las Ediciones
U N E S C O , Servicio de Ventas, 7 Place de Fontenoy, 75353 Paris 07 SP, o en los distribuidores nacionales; b) las co-publicaciones
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REVISTA M E X I C A N A D E SOCIOLOGÍA
Director: Ricardo Pozas Horcas/fas
Editora: Sara Cordon Rapoport
Ó r g a n o oficial del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional
Autónoma de México, Torre II de Humanidades, 7o. piso, C d . Universitaria, C . P . 0 4 5 1 0

N Ú M . 4 / OCTUBRE-DICIEMBRE /1993
ANÁLISIS SOBRE: MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS

El análisis sociológico sobre el TLcy la frontera México-Estados Unidos


JOSÉ MARÍA RAMOS

La imagen de México en Estados Unidos: la inmigración mexicana en los


medios impresos estadounidenses, 1980-1988
MARK EDSTROM

TENDENCIAS D E LA EDUCACIÓN SUPERIOR

La política de evaluación en la educación superior


GONZALO VARELA PETITO

Financiamiento de la educación superior: la experiencia de México


CARLOS MUÑOZ IZQUIERDO

E N F X D Q U E S ÍNTEI^DISCIPUNARIOS

Aspectos discursivos y didácticos de las relaciones entre


matemáticas y ciencias sociales
MARTÍN I'UCHET ANMJL

La dialéctica sujeto-objeto en la construcción social de la realidad:


breve introducción a P. L. Berger
OCTAVIO UÑA JUÁREZ

Postmodernidad y totalidad
ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO

Cuando hablamos de ciencia política, ¿de qué hablamos?


MANUEL ALCÁNTARA SÁEZ

SECCIÓN BIBLIOGRÁFICA
SILVIA DUIRÉNIT BIELOUS - MERCEDES FERNÁNDEZ ANTÓN

JMIIIlJIHIMLMUIIIMMlUHHiaBaB

•Mniinii>jmMiniwj»jiii.L.n.iMLinnnCT
Inioi'mcs y suscripciones: Departamento de Ventas
Telefono: 623-02-34
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desarrollo
y sociedad
Publicación del Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico - C E D E -
Facultad de Economía de la Universidad de los Andes. Bogotá. Colombia.

N u m e r o 33 - Marzo 1994

Nota Editorial.

¿ Son comparables los paradigmas económicos? El caso del análisis de precios en


Marx y Hayek. Juan Carlos Echeverry G.

Friedman y la abducción: Una alternativa metodológica para la economía. Néstor


Ortiz Pérez.

Etica y economía: U n a relación simbiótica. Ricardo Chica.

La prisión de la teoría y la metodología: U n a experiencia desde la educación en


economía. Alejandro Sanz de Santamaría.

La ciencia y la tecnología: Dos procesos de conocimiento. Camilo Rubio.

El servicio de aseo en tres ciudades colombianas: Bogotá - Medellín- Barranquilla


Samuel Jaramillo.

índice general de tesis y artículos publicables del Programa de Magister de la


Facultad de Economía, Universidad de los Andes 1984-1994.

Valor de la suscripción 1994 (Nos 33 y 34) Colombia $6.500.oo


Exterior U S $ 36.oo

Suscripcionesy correspondencia: Revista Desarrollo y Sociedad- C E D E . Facultad de


Economía. Universidad de los Andes. Apartado Aéreo 4976. Bogotá, D . C . Colombia
Teléfono 2824066, Ext. 2461
Revista de la CEPAL
Santiago de Chile Agosto de 1994 N ú m e r o 53

América Latina y el Caribe frente a la economía mundial


Gert Rosenthal
Afluencia de capitales externos y políticas macroeconómicas
Andras Uthoffy Daniel Titelman
Represión financiera y patrón definanciamientolatinoamericano
Marcos Cintra
Políticas de competitividad
Wilson Peres
Política industrial y fomento de la competitividad
Osvaldo Rosales
El regionalismo abierto y la integración económica
Juan A . Fuentes K.
Transformaciones del trabajo femenino urbano
Irina Amagada
La gestión del agua y las cuencas en América Latina
Axel Dourojeanni
Políticas públicas y competitividad de las exportaciones agrícolas
Milton von Hesse
Agroindustria y transformación productiva de la pequeña agricultura
Alejandro Schejtman
Grupos privados nacionales en México 1988-1993
Celso Garrido
Antecedentes y perspectivas de la reforma y la apertura en China
Li Cong
Orientaciones para colaboradores de la Revista de la C E P A L
Publicaciones recientes de la C E P A L

Publicación cuatrimestral, en español e inglés.


Valor: U S $ 1 0 (o su equivalente en moneda nacional).
Suscripción anual: U S $ 1 6 (español) y U S $ 1 8 (inglés).
Pedidos: Unidad de Distribución de la C E P A L , Casilla 179-D,
Santiago de Chile; Publicaciones de las Naciones Unidas, Sección
Ventas: DC-2-866 Nueva York, 10017, Estados Unidos de América;
Palais des Nations, 1211 Ginebra 10, Suiza.
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La Revista internacional de ciencias sociales
se publica en marzo, junio, septiembre
y diciembre.

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© UNESCO 1994

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