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Escalas de clima social: FES, WES, CIES, CES [a]

Autores: R.H. Moos y colaboradores.

Procedencia: Consulting Psychologists Press, Palo Alto, California.

Adaptación española: Departamento I+D de TEA Ediciones, S. A., y


colaboradores.

Manual y estudios: Departamento I+D de TEA Ediciones, S. A. (1984).

Aplicación: Individual o colectiva, diez años en adelante; tiempo: variable,


veinte minutos para cada escala, aproximadamente.

Finalidad: Se trata de cuatro escalas independientes que evalúan las


características (con nueve o diez subescalas) socio-ambientales y las relaciones
personales en la familia (FES), en el trabajo (WES), en instituciones penitenciarias
(CIES) y en centros escolares (CES).

Material: Manual de aplicación (1984), Impresos distintos para cada una de las
escalas, Hoja de respuestas y perfil (común para las cuatro) y Plantilla de corrección
(una para cada dos escalas).

Tipificación: Baremos en puntuaciones típicas para los individuos y para los


grupos constitutivos del ambiente a medir.

 Información técnica

Las escalas de Clima Social responden al creciente interés que se está


despertando en los últimos años por la psicología ambiental. Fueron diseñadas y
elaboradas en el Laboratorio de Ecología Social de la Universidad de Stanford
(California), bajo la dirección de R. H. Moos.

En origen existen ocho escalas de estructura similar que evalúan el Clima


Social en diversos ambientes (escolar, familiar, laboral, hospitalario, correccional,
universitario, grupal y comunitario). Con igual material (aunque con distintas
instrucciones para el sujeto), cada escala puede ser aplicada de tres maneras: Forma
R (real) para apreciar lo que las personas perciben respecto al ambiente; Forma I
(ideal) para evaluar el concepto que las personas tienen del ideal de ese ambiente, y
Forma E (expectativa) para medir los deseos de los sujetos respecto a ese ambiente.

Por el momento, en la adaptación española sólo se ha considerado la Forma R


de las escalas FES (familia), WES (trabajo), CIES (instituciones penitenciarias) y CES
(centro escolar).

Con ellas se evalúan nueve o diez (depende de la escala) subescalas que, a su


vez, se agrupan en tres o cuatro grandes dimensiones. Estas subescalas y
dimensiones aluden a unos constructos o contenidos ambientales bastante similares
en las cuatro escalas adaptadas. A título de ejemplo, en la de ambiente laboral (WES)
existen las siguientes dimensiones y subescalas:
- RELACIONES: Subescalas de Implicación, Cohesión y Apoyo.

- AUTORREALIZACION: Subescalas de Autonomía, Organización y


Presión.

- ESTABILIDAD/CAMBIO: Subescalas de Claridad, Control, Innovación y


Comodidad.

En la adaptación española, contando con la colaboración de muchos centros y


personas, se ha recogido una muestra de casi cinco mil casos para las cuatro escalas.

En los análisis, a nivel de elementos (sólo en el caso de CES) o de escalas, los


datos se han tratado con dos enfoques: l) el individual o medida de un sujeto sobre su
ambiente (alumno de un centro o miembro de una familia), y 2) el grupal o evaluación
que hace el grupo (clase/curso escolar o familia) sobre su ambiente.

Y con ambos enfoques se ha estudiado la fiabilidad, validez y baremación de


los resultados.

El Manual informa sobre la fiabilidad de las subescalas y escalas, y presenta


índices satisfactorios de tipo test-retest, Kuder-Richardson y homogeneidad. Se han
realizado estudios diferenciales atendiendo a varios criterios (por ejemplo, en el WES
se ha considerado el tamaño, tipo y rea de la empresa, así como la profesión y el sexo
del empleado examinado).

La estructura interna (principalmente de tipo factorial) ha sido revisada en


diferentes muestras, y los resultados concuerdan en bastante medida con la
agrupación que los autores han propuesto en forma de dimensiones aglutinantes de
varias subescalas.

En la tipificación (en puntuaciones transformadas ) se han tenido en cuenta los


dos criterios anteriormente citados: el individual y el grupal. De este modo, el usuario
de las escalas tiene a su disposición dos tipos de baremos normativos; en el segundo
caso, el tratamiento del grupo como una entidad, antes de consultar los baremos, es
necesario obtener los promedios del grupo en cada una de las subescalas de Clima
Social.

 Referencias bibliográficas

Fernández Ballesteros, R.: Evaluación de contextos. Murcia: Servicio de


Publicaciones de la Universidad, 1982.

Jiménez Burillo, F.: Psicología y Medio Ambiente. Madrid: CEOTMA, 1981.

Moos, R. H.: The Social Climate Scales. An Overview. Palo Alto, California:
Consulting Psychologists Press, 1974.

N. Seisdedos
MBI. Inventario de Maslach (b)

Autores: C. Maslach y S. E. Jackson; 1981.

Adaptación española: N. Seisdedos. Departamento de I+D de TEA Ediciones S.A.,


Madrid, 1997.

Procedencia: Consulting Psychologists Press, Inc., Palo Alto, California, EE.UU.

Aplicación: Individual y colectiva a adultos. 10 a 15 minutos de aplicación.

Finalidad: Evaluación de tres variables del síndrome del "quemado": cansancio


emocional, despersonalización y falta de autorrealización personal.

Material: Manual (1993), Ejemplar, Plantilla y Hoja de respuestas opcional.

Tipificación: Puntuaciones centiles y típicas, en cada sexo y en el total de una


muestra de población general.

 Información técnica

Ciertas ocupaciones provocan un serio desgaste emocional en los


profesionales que las desempeñan. Trabajos que implican a otras personas, como
asistente social, profesores, equipos de cuidados paliativos u otros sanitarios
conllevan una alta carga de estrés que puede desembocar en el denominado
síndrome "burnout" o del quemado".

Este síndrome viene ocasionado por la frecuente interacción del profesional


con los problemas del sujeto al que se dedica. Sus manifestaciones más comunes
suelen aparecer como preocupación, miedo, rechazo, odio, desesperación, etc.

El Inventario MBI (Maslach Burnout Inventory) se diseñó para medir tres


escalas típicas de este síndrome:

- El cansancio emocional (CE): se manifiesta en sentimientos de estar


emocionalmente agotado y exhausto por el propio trabajo con personas.

- La despersonalización (DP): representa la falta de sentimiento y poca


respuesta hacia los que reciben el servicio 'social' que da el profesional.

- La falta de realización personal (RP): consiste en la ausencia de


sentimiento de competencia y éxito en la labor profesional con personas.

La prueba consta de 22 elementos que se contestan en un formato de


respuesta tipo Likert de 7 puntos (0 a 6) y en base a la frecuencia con que se da cierta
conducta o sentimientos en el evaluado. Los resultados obtenidos se interpretan en
una clasificación de tres grados y de forma individual para cada uno de los tres
aspectos medidos: bajo nivel, nivel medio y elevado nivel.

Al final del inventario se pide al sujeto que cumplimente algunos datos de tipo
demográfico o situacional, cuya finalidad principal es encuadrar mejor este síndrome.
La puntuación final obtenida en cada escala surge de sumar los grados o
frecuencias de cada ítem de esa escala y posteriormente se pasa a encuadrar cada
puntuación en los grupos clasificatorios anteriores.

La utilidad de la adaptación española queda contrastada con los estudios


realizados en 156 profesionales de servicios médicos (Adjuntos, Jefes de Servicio y
Jefes de Sección) de varios centros hospitalarios. Los análisis de fiabilidad
desarrollados sobre 1.316 casos reflejaron unos índices (alfa de Cronbach) de 0,90 en
CE, 0,79 en DP y 0,71 en RP.

 Referencias bibliográficas

Alvarez Gallego, E. y Fernández Ríos, L. (1991). El Síndrome del Burnout o el


desgaste profesional (I): Revisión de estudios. Revista de la Asociación Española de
Neuropsicología. Vol XI, Nº 39.

Alvarez Gallego, E. y Fernández Ríos, L. (1991). El Síndrome del Burnout o el


desgaste profesional (II): Revisión de estudios. Revista de la Asociación Española de
Neuropsicolog¡a. Vol XI, Nª 39.

Maslach, C. y Jackson, S. E. (1982). Burnout in health professions: A social


psychological analysis. En G. Sanders y J. Sals (Eds.),
Social Psychology of health and illness.

Hillsdale NJ: Lawrence Erlbaum, 1982.

Moreno-Jiménez, B., Oliver Hernández, C. y Aragoneses, A. (1991).

l burnout, una forma específica de estrés laboral.

En G. Buela-Casal. y V. E. Caballo.

(Ed) Manual de Psicología Clínica Aplicada. Siglo XXI: Madrid.

Moreno-Jiménez, B. y Oliver, C. (1993). El burnout como escala de estrés en


profesiones asistenciales. Adaptación y nuevas versiones.

En M. Forns y Santacana y M. T. Anguera Arguilaga (Eds.)

Aportaciones recientes a la evaluación psicológica. Barcelona: PPU.

A. Pamos

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