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Lunes 2H\

Lunes 15
- Ciudadanos, ¿qué es lo que hacéis? Nosotros son ION de
la misma condición que vosotros. Somos hombres y os anun-
de la quinta semana ciamos la Buena Noticia para que, abandonando estos dioses
de pascua vacíos, os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la I ierra,
el mar y todo lo que hay en ellos. ,6 En las pasadas generacio-
nes, él permitió que cada nación siguiese su propio camino,
17
aunque no dejó de darse a conocer por sus beneficios, cn-
viándoos desde el cielo lluvias y estaciones fructíferas, y lle-
nando de alimento y alegría vuestros corazones.
18
Con estas palabras lograron convencer a la gente para
que no les ofrecieran sacrificios, pero no les fue fácil.

*•• E s t a m o s d e n u e v o a n t e u n e p i s o d i o d e c u r a c i ó n
LECTIO q u e c o n t i n ú a el p a r a l e l i s m o entre los h e c h o s de P e d r o y
los d e P a b l o (la referencia a la c u r a c i ó n del paralítico e n
la p u e r t a « H e r m o s a » es evidente). L u c a s u s a aquí, c o m o
Primera lectura: H e c h o s d e los Apóstoles 14,5-18 e n o t r o s lugares, el v e r b o «salvar» e n el sentido d e «cu-
r a r » , tal c o m o r e c o g e la t r a d u c c i ó n q u e p r e s e n t a m o s .
La r e a c c i ó n del p ú b l i c o , e n c a m b i o , es n u e v a . M i e n -
En aquellos días, en Iconio, 5 los paganos y los judíos con
sus jefes tramaron un plan para maltratar e incluso apedrear t r a s la r e a c c i ó n n o r m a l a u n m i l a g r o e n t r e los j u d í o s e r a
a Pablo y Bernabé, 6 pero ellos se dieron cuenta y escaparon la d e d a r gloria a Dios (cf. 4,21), a q u í , e n t r e los p a g a n o s ,
a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a sus alrededores, se d a gloria a los h o m b r e s . H a b í a u n a a n t i g u a l e y e n d a ,
7
donde también anunciaron la Buena Noticia. a m b i e n t a d a e n u n p u e b l o n o alejado d e Listra, referen-
8
Había en Listra un paralítico, cojo de nacimiento, que te a F i l e m ó n y B a u c i s , dos a g r i c u l t o r e s q u e d i e r o n h o s -
nunca había podido andar. 9 Un día que estaba oyendo hablar pitalidad a Zeus y a H e r m e s . Esta leyenda, recogida por
a Pablo, éste se le quedó mirando fijamente y, viendo que Ovidio, d e b í a d e ser m u y c o n o c i d a p o r los h a b i t a n t e s de
tenía suficiente fe como para ser curado, l0 le dijo en alta voz:
la r e g i ó n . L o s h o n o r e s t r i b u t a d o s a los d o s p e r s o n a j e s
- Levántate y ponte derecho.
e s t a b a n d i c t a d o s t a m b i é n p o r la p r e o c u p a c i ó n de n o
Él se levantó de un salto y echó a andar. " La gente, enton-
ces, al ver lo que había hecho Pablo, comenzó a gritar en dia- c a e r e n el d u r o c a s t i g o q u e p r o p i n a r o n los d i o s e s a los
lecto licaonio: q u e n o los a c o g i e r o n . H e r m e s e r a v e n e r a d o a d e m á s
- ¡Son dioses que han tomado forma humana y han bajado c o m o d i o s d e la s a l u d , y P a b l o h a b í a c u r a d o al paralíti-
hasta nosotros! co. H a b í a , p o r t a n t o , m á s d e u n m o t i v o p a r a h o n r a r
12
Y llamaban Zeus a Bernabé y Hermes a Pablo, porque era c o m o es d e b i d o a los d o s e x t r a o r d i n a r i o s p e r s o n a j e s .
él quien hablaba. " Por su parte, el sacerdote de Zeus, cuyo
lemplo estaba a la entrada de la ciudad, hizo traer ante las El d i s c u r s o q u e sigue a c o n t i n u a c i ó n refleja muí si-
puertas toros adornados con guirnaldas y, junto con toda la t u a c i ó n d e e m e r g e n c i a y d e s c o n c i e r t o . P e r o es impor-
líenle, pretendía ofrecer un sacrificio. I4 Cuando los apóstoles t a n t e , p o r q u e se t r a t a del p r i m e r d i s c u r s o d i r i g i d o a los
Mornabé y Pablo se dieron cuenta de lo que pasaba, se ras- p a g a n o s . N o se c i t a n las E s c r i t u r a s , p e r o sí a p a r e c e muí
Ka ron los vestidos e irrumpieron por medio de la gente gri- i n v i t a c i ó n explícita a q u e a b a n d o n e n los ídolos y se con
tando:
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viertan al Dios vivo y verdadero, creador de todas las mesiánica delante de todos. Jesús se sirve de la pregun-
cosas. Es probable que se trate de la argumentación tí- ta del apóstol (v. 22) para plantear de nuevo el tema de
pica empleada por los evangelizadores respecto a los pa- la presencia de Dios en la vida del creyente (v. 23). Sólo
ganos, una argumentación que ya había hecho muchos quien ama está en condiciones de observar la Palabra de
prosélitos entre ellos. Estamos ante un ejemplo de in- Jesús y de acoger su manifestación espiritual e interior.
culturación y de adaptación a la situación. Y quien observa esta Palabra (= los mandamientos) será
El hecho de que Bernabé y Pablo se rasgaran los vesti- amado por él y por el Padre. Más aún, quien muestre
dos y reaccionaran con espanto puede ser motivo de amor a Jesús recibirá en su propia intimidad la presen-
reflexión para los que no desdeñan los fáciles honores cia del mismo: Jesús habitará en su corazón junto con el
y los reconocimientos por méritos apostólicos. Padre y el Espíritu. Esta manifestación del Señor es
espiritual. Se identifica con la presencia de Cristo en el
alma de quien vive de manera conforme a su Palabra.
Esta presencia interior de Jesús constituye la «escatolo-
Evangelio: Juan 14,21-26
gía realizada» entre Dios y los hombres. La inhabitación
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 2I El que acep-
de la Trinidad en el creyente está, pues, condicionada no
ta mis preceptos y los pone en práctica, ése me ama de ver- tanto por Dios como por nosotros mismos: a m a r a
dad, y el que me ama será amado por mi Padre. También yo Jesús y observar su Palabra. En cambio, quien no ama
le amaré y me manifestaré a él. ni practica los mandamientos no puede formar parte
22
Judas, no el Iscariote sino el otro, le preguntó: de esta vida de Dios (v. 24).
- Señor, ¿cuál es la razón de manifestarte sólo a nosotros,
y no al mundo?
En este punto del coloquio, Jesús, lanzando una mi-
23
Jesús le contestó: rada retrospectiva a toda su misión de revelador, esta-
- El que me ama se mantendrá fiel a mis palabras. Mi Pa- blece u n a distinción entre su enseñanza y la del Espí-
dre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a él y viviremos en ritu (w. 25s): el tiempo de Cristo lleva en sí la verdad,
él. 24 Por el contrario, el que no guarda mis palabras es que no porque Jesús es «la verdad» (14,6); el tiempo del Espí-
me ama. Y las palabras que escucháis no son mías, sino del ritu la ilumina y la hace penetrar en el corazón de los
Padre, que me envió.
25
Os he dicho todo esto mientras estoy con vosotros; 26 pero creyentes, porque «el Espíritu es ¡a verdad» (1 Jn 5,6).
el Paráclito, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi
nombre, hará que recordéis lo que yo os he enseñado y os lo
explicará todo. MEDITATIO

**• El centro de interés del fragmento es la autorreve- En tiempos no remotos, la inhabitación de la Trini-
lación de Jesús, solicitada por una pregunta ulterior del dad era un tema bastante entrañable a los cristianos
apóstol Judas de Santiago. El Maestro había anunciado más atentos a las realidades de la fe. Hoy, al menos así
precedentemente a los discípulos que ya se había mani- lo parece, lo es un poco menos. Sin embargo, una vida
festado a ellos, aunque de un modo espiritual. Sin em- «habitada por Dios» es muy distinta a una vida desier-
bargo, esas palabras no habían sido comprendidas por ta, abandonada a sí misma, condenada a agotarse en los
los suyos, que pensaban en una manifestación gloriosa y límites de la criatura.
Quinta semana de pascua Lunes 287
286

Mi vida ha sido visitada por Dios. Él habita en mi in- has reservado en lo más íntimo de mí. Purifica mi cora-
terior más profundo. Él es el dulce huésped de mi alma: zón para que pueda verte presente en mi vida, operante,
«Vendremos a él y viviremos en él». ¿Cómo es posible vi- tranquilizador, indispensable. Refuerza, Señor, mi cora-
vir una vida trivial teniendo como huésped a la Trini- zón, para que pueda verte y sentirte, para que pueda en-
dad? ¿Cómo es posible no asombrarse por esta verdad, tablar contigo un diálogo de amor y vivir contigo una
por esta extraordinaria realidad que nos arrebata de la historia de amor destinada a no acabar nunca.
soledad, ensalza la dignidad de la existencia, llena de es-
tupor, da luz a la tonalidad grisácea de nuestra vida co-
tidiana, sumerge en el mundo divino, hace familiar la CONTEMPLATIO
existencia con Dios, no cesa de asombrar y de maravi-
llar, desplaza el centro de interés de toda la aventura te- Oh Dios mío, Trinidad a la que adoro, ayúdame a ol-
rrena, colorea de sentido toda acción? ¿Cómo no que- vidarme de mí por completo para establecerme en ti,
dar sobresaltado de alegría frente a este ser mío mortal inmóvil y apacible como si ya mi alma estuviera en la
hecho templo de la Trinidad inmortal, frente a este eternidad; que nada pueda turbar mi paz ni hacerme
cuerpo mío corruptible hecho santo e incorruptible por salir de ti, oh mi Inmutable, sino que cada minuto me
la intimidad con su Creador? lleve más lejos en la profundidad de tu misterio.
Pacifica mi alma, haz en ella tu cielo, tu morada ama-
da y el lugar de tu reposo; que yo no te deje en ella nun-
ORATIO ca solo; que esté en ti enteramente, despierta del todo
en mi fe, toda adoración, entregada por completo a tu
Te bendigo y te doy gracias, Señor mío, porque hoy acción creadora (Isabel de la Trinidad, cit. en A. Ham-
has abierto mis ojos a todo lo que quieres obrar en mí y man, Compendio de la oración cristiana, Edicep, Valencia
conmigo. ¿Cómo es posible que, por lo general, viva yo 1990, p. 204).
como si estuvieras lejos? ¿Cómo es posible que te bus-
que fuera de mí? ¿Cómo es posible que me olvide de que
estás conmigo, dentro de mí? ACTIO
Señor, perdona mi ceguera y mi distracción. Perdona
mi poco amor, que me impide buscarte allí donde tú Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra:
quieres ser encontrado. Perdóname, porque lleno en «Vendremos a él y viviremos en él» (Jn 14,23).
ocasiones mi corazón de personas o cosas que no te de-
jan sitio a ti. Perdona todas las veces que me lamento
por mi soledad, como si tú me hubieras dejado solo
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
liara recorrer los caminos del mundo.
Señor, hazte sentir tú también. Hazme volver, como Oh Verbo eterno, Palabra de mi Dios, quiero pasar mi vida es-
I ti sabes hacerlo, a la interioridad, a tu presencia dentro cuchándote, quiero convertirme totalmente en deseo de saber para
de mí. Ayúdame a alejar lo que ocupa el sitio que tú te aprender todo de ti; y después, a través de todas las noches, de to-
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dos los vacíos, de todas las impotencias, quiero fijarte siempre y


permanecer bajo tu gran luz, oh mi Astro amado, fascíname para
Martes
que ya no pueda salir de tu resplandor. de la quinta semana
Oh Fuego que consume, Espíritu de amor, ven a mí, para que se
produzca en mi alma como una encarnación del Verbo; que yo le
de pascua
sea una humanidad añadida en la que él renueve todo su misterio.
Y tú, Padre, inclínate sobre tu pobre y pequeña criatura, cúbrela
con tu sombra, no veas en ella más que al Bienamado en el que has
puesto todas tus complacencias.
Oh mis «Tres», mi Todo, mi Bienaventuranza, Soledad infinita,
Inmensidad en que me pierdo, me entrego a ti como una presa, en-
tiérrate en mí para que yo me entierre en ti, mientras espero ir a
contemplar en tu luz el abismo de tu grandeza (Isabel de la Trini-
dad, cit. en A. Hamman, Compendio de la oración cristiana, Edi- LECTIO
cep, Valencia 1990, p. 204).

Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 14,19-28

En aquellos días l9 llegaron de Antioquía de Pisidia y de


Iconio algunos judíos que se ganaron a la gente. Apedrearon
a Pablo y, pensando que estaba muerto, lo arrastraron fuera
de la ciudad. 20 Pero cuando sus discípulos lo rodearon, él se
levantó y entró en la ciudad. Al día siguiente salió hacia Der-
be con Bernabé.
21
Después de anunciar el Evangelio en Derbe y hacer bas-
tantes discípulos, volvieron a Listra, Iconio y Antioquía, " con-
fortando a su paso los ánimos de los discípulos y exhortándo-
les a permanecer firmes en la fe. Les decían:
- Tenemos que pasar muchas tribulaciones para poder en-
trar en el Reino de Dios.
23
Designaron responsables en cada iglesia y, después de
orar y ayunar, los encomendaron al Señor, en quien habían
creído. 24 Después atravesaron Pisidia, llegaron a Panfilia 2Í y,
después de predicar la Palabra en Perge, bajaron a Atalía.
26
De allí regresaron por mar a Antioquía de Siria, donde
habían sido encomendados a la protección de Dios para la mi-
sión que acababan de realizar. 27 Al llegar, reunieron a la co-
munidad y contaron todo lo que Dios había hecho por medio
de ellos y cómo había abierto a los paganos la puerta de la fe.
28
Pablo y Bernabé permanecieron allí bastante tiempo con
los discípulos.
Quinta semana de pascua Martes
290 291

**• Tras otro peligrosísimo episodio de intolerancia, que dije: «Me voy, pero volveré a vosotros». Si de verdad me
resuelto sin llegar al drama gracias a que «sus discípu- amáis, deberíais alegraros de que me vaya al Padre, porque el
los lo rodearon», Pablo - a h o r a protagonista, junto con Padre es mayor que yo. 29 Os lo he dicho antes de que suceda,
para que cuando suceda creáis. '" Ya no hablaré mucho con
B e r n a b é - toma el camino de vuelta y visita las comu- vosotros, porque se acerca el príncipe de este mundo. Y aun-
nidades recién fundadas. Se trata de u n a verdadera que no tiene ningún poder sobre mí, " tiene que ser así para
«visita pastoral», en la que ambos confortan a los fie- demostrar al mundo que amo al Padre y que cumplo fielmen-
les y ponen las bases de una organización eclesiástica, te la misión que me encomendó.
es decir, ponen las bases para la continuidad de las co-
munidades. Una continuidad garantizada por la con-
**• Este pasaje, con el que concluye el primer coloquio
ciencia del elevado coste del Reino de Dios: para entrar
de Jesús con los suyos, es un fragmento compuesto, y
en el Reino de Dios «tenemos» que pasar por muchas
contiene palabras de despedida y de consuelo por parte
tribulaciones. Una continuidad garantizada por la pre-
del Maestro, que deja su comunidad y vuelve al Padre.
sencia de responsables que creen en el Señor y que h a n
Jesús, al despedirse de los suyos, les desea la «paz», el
sido confiados a él. Los evangelizadores pasan; el Evan-
shalóm, que es el conjunto de los bienes mesiánicos, un
gelio tiene que ser llevado continuamente adelante por
don que viene de Dios y que Jesús posee. El motivo del
nuevos evangelizadores y pastores. Esta preocupación
consuelo debe prevalecer sobre el temor y la inquietud:
por el futuro de la comunidad no puede disminuir nun-
él, Jesús, es la paz.
ca en la Iglesia, tampoco en nuestros días.
Por eso añade Jesús una exhortación a la alegría.
El viaje de vuelta está trazado a grandes rasgos, con
Aunque estén tristes por el alejamiento y el temor de
rápidas pinceladas. Llegados a la iglesia de donde ha-
quedarse solos, la separación de los discípulos respecto
bían partido, contaron los abundantes frutos de la mi-
a Jesús es el paso hacia un bien mejor. Jesús va al Padre
sión, sobre todo la confirmación de que Dios «había
«porque el Padre es mayor» que él, es la plenitud de su
abierto a los paganos la puerta de la fe» (v. 27). El ca-
gloria (v. 28). Ahora bien, la vuelta del Hijo al Padre está
mino hacia los paganos parece ahora irreversible, y en
unida de manera inseparable al escándalo de la cruz. Je-
Antioquía, ciudad abierta a la misión universal, es algo
sús, con las predicciones que les ha hecho sobre su pró-
que parece obvio y pacífico. Pero no sucede así en to-
xima muerte, no sólo pretende sostener la fe de los dis-
dos los sitios. La parte menos dinámica de la Iglesia
cípulos en el momento de la pasión, sino que quiere
madre no piensa del mismo modo. Este dato será pre-
mostrar que los hechos que van a tener lugar forman
cursor de nuevos nubarrones, aunque también de cla-
parte del proyecto de Dios. En consecuencia, los suyos
rificaciones decisivas.
no deberán desanimarse: la fe será su fuerza y su único
consuelo.
El tiempo terreno del Maestro está ahora a punto de
Evangelio: Juan 14,27-3la
concluir, le quedan pocos momentos para conversar
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: " Os dejo la aún con sus discípulos, «porque se acerca el príncipe de
paz, os doy mi propia paz. Una paz que el mundo no os pue- este mundo» (v. 30). Aunque se acerca Satanás, no tiene
de dar. No os inquietéis ni tengáis miedo. 2S Ya habéis oído lo ningún poder sobre Jesús. Éste no tiene pecado y Sata-
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nás no tiene posibilidad de atacarle. La vida de Jesús como momento más elevado del amor de Dios y del tes-
está bajo el signo de la voluntad del Padre y se entrega timonio de tu amor por él.
libremente a la muerte en la cruz para que el hombre
conozca la verdad.
ORATIO

MEDITATIO ¡Cómo busco la paz, Señor, y cuántas veces la busco!


Sin embargo, debo admitir que no siempre la busco
El Señor ha derramado la paz en tu corazón: él está donde se encuentra. A veces la busco como el mundo:
presente dentro de ti, con el Padre y el Espíritu Santo. busco un poco de paz para vivir en paz, para no inco-
Eso no puede más que darte un sentido de seguridad y modarme demasiado, para no dejarme turbar en exce-
de fuerza: si Dios está contigo, ¿quién estará en contra so. También yo busco, en suma, la paz como la busca el
de ti? mundo: lejos de la cruz, huyendo de quien me turba,
Sin embargo, a menudo estás inquieto y atemoriza- evitando a los que me hacen perder la paciencia, esqui-
do: el m u n d o se presenta amenazante, los pasiones no vando las molestias y cerrando los ojos antes los sufri-
dan tregua, todo parece desarrolarse «como si Dios no mientos de los otros. ¿Cómo voy a poder vivir en paz si
existiera», y Dios calla dentro de ti, juega a esconderse, no me defiendo un poco de los otros? ¿Y cómo voy a vi-
no responde. Entonces tu corazón se espanta, te asalta vir en paz si no me concedo alguna satisfacción? ¿Cómo
la duda y tu paz queda asediada, cuando no se volatili- se puede vivir en paz estando siempre sometido a pre-
za. Ahora es cuando debes recordar que Dios está pre- sión? Todas estas son tentaciones frecuentes, lo sabes,
sente en la luz oscura de la fe, que has de ejercitar la fe Señor. Tentaciones que desvían mi mirada de ti, fuente
en estos momentos para oír aquello que no oyes, para de mi paz; tentaciones que me hacen olvidar tus pala-
ver aquello que no ves, para arerrarte a un agarradero bras constructoras de una paz sólida y tenaz.
que has de buscar en la niebla. Es, en efecto, la fe lo que ¡Vence, Señor, estas tentaciones mías! Haz oír tu voz
está en la base de la paz, que, de hecho, procede de la a mi corazón turbado y enséñame tus caminos, que con-
comunión con Dios. Fe en el Dios ya presente, pero no ducen a tu paz, a mi paz. No permitas que me olvide de
poseído aún en plenitud; fe que se madura en el tiempo ti por un poco de bienestar o por buscar una tranquili-
de la ausencia del Esposo; fe que se perfecciona en la dad que, con frecuencia, es huir de tu presencia en mí y
búsqueda del Esposo; fe que se purifica a través de los en mis hermanos.
acontecimientos más duros y atroces.
La paz procede de una mirada de fe sobre la realidad
de un Dios presente, aunque buscado con todo el ardor CONTEMPLATIO
de un corazón herido por el sentimiento de su ausencia.
La paz viene cuando se comprende y se acepta el miste- Cuando el Señor precisa: «Os doy mi paz, no como la
rio de la ausencia de Dios también en su presencia, en da el mundo», ¿qué debemos entender, sino que él no
su silencio, en el sufrimiento y el misterio de la cruz nos da la paz del mismo modo como la dan los que
294 Quinta semana de pascua

aman el mundo? Ésos, en efecto, se ponen de acuerdo Miércoles


para hacer la paz entre ellos, con el fin de gozar no de
Dios, sino de los placeres que da el m u n d o a sus amigos, de la quinta semana
a cubierto de toda lid y de toda guerra. Y si también de pascua
conceden paz a los justos, en el sentido de que dejan de
perseguirlos, no se trata aún de la verdadera paz, en
cuanto no es una concordia real, porque están desunidos
los corazones. Del mismo modo que se dice consorte a
quien une su suerte a la tuya, sólo cuando los corazones
están unidos se puede hablar de concordia (Agustín, Co-
mentario al evangelio de Juan, 77,5).

LECTIO
ACTIO

Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra - . Primera lectura: H e c h o s de l o s Apóstoles 15,1-6
«Os dejo mi paz. Que no se inquiete vuestro corazón»
(cf. Jn 14,27). En aquellos días, ' algunos que habían bajado de Judea en-
señaban a los hermanos:
- Si no os circuncidáis según la tradición de Moisés, no
podéis salvaros.
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL 2
Este hecho provocó un altercado y una fuerte discusión
de Pablo y Bernabé con ellos. Debido a ello, determinaron que
Te encuentras siempre ante la alternativa de dejar hablar a Dios Pablo, Bernabé y algunos otros subieran a Jerusalén para tra-
o dejar gritar a tu «yo» herido. Aunque deba haber un lugar don- tar esta cuestión con los apóstoles y demás responsables.
3
de puedas dejar que la parte herida de ti obtenga la atención que Provistos, pues, por la iglesia de Antioquía de todo lo nece-
necesita, tu vocación es hablar del lugar donde Dios habita en ti. sario para el viaje, atravesaron Fenicia y Samaría contando la
Cuando permites que tu «yo» herido se exprese en forma de justi- conversión de los paganos y llenando de gran alegría a todos
ficaciones, disputas o lamentos, sólo consigues frustrarte aún más y los hermanos. 4 Al llegar a Jerusalén, fueron recibidos por la
te sentirás cada vez más rechazado. Reclama a Dios en ti y deja iglesia, los apóstoles y demás responsables, y les contaron
que Dios pronuncie palabras de perdón, de curación y de reconci- todo lo que Dios había hecho por medio de ellos. 5 Pero algu-
liación, palabras que llamen a la obediencia, al compromiso radical nos de la secta de los fariseos, que se habían hecho creyentes,
y al servicio. Se requiere mucho tiempo y mucha paciencia para dis- intervinieron diciendo que era necesario circuncidar a los
tinguir entre la voz de tu «yo» herido y la voz de Dios, pero en la me- convertidos y obligarles a cumplir la ley de Moisés.
dida en que vayas siendo más fiel a tu vocación se volverá más fácil. 6
Entonces los apóstoles y los demás responsables se reu-
No desesperes: has de prepararte para una misión que será difícil, nieron para estudiar este asunto.
pero fecunda (H. J. M. Nouwen, la voce dell'amore, Brescia 1997 2 ,
133s [trad. esp.: La voz interior del amor, PPC, Madrid 1997]).
**- En el comienzo del fragmento aparece planteada
la cuestión que tanto interesó y turbó a los primeros
296 Quinta semana de pascua Miércoles 297

discípulos: ¿hace falta la circuncisión para salvarse? MEDITATIO


Pablo y Bernabé responden decididamente que no.
Pero ¿y si los que dicen lo contrario contaran con el Debo caer en la cuenta de que el cristianismo no es
aval de las columnas de la Iglesia de Jerusalén? sólo un mensaje, sino una vida. No afecta sólo a la
De ahí viene la solución: ir directamente a Jerusa- mente, sino que nos hace dar un salto cualitativo en el
lén. Allí, tras u n viaje en el que cuentan sus éxitos orden del ser. No es sólo algo iluminador, sino trans-
apostólicos, suscitando u n a «gran alegría a todos los formador. Es la vida divina derramada en mí por Cris-
hermanos», fueron recibidos por «la iglesia, los apósto- to, que vivifica mi existencia gracias a mi comunión
les y demás responsables» y encuentran la misma opo- con él. ¿Quién puede darme la vida divina, la partici-
sición que hallaron en Antioquía por parte de los fari- pación en la vida inmortal, una vida más allá de toda
imaginación, sino Dios mismo? No puedo subir al cie-
seos convertidos.
lo, sólo puedo recibir lo que del cielo m e viene dado. Y
Su tesis es la típica de los judaizantes, contra los lo recibo estando en comunión con Cristo, la vid, y con
que Pablo tendrá que luchar durante mucho tiempo los hermanos, los otros sarmientos. El Padre da la vida
(cf. sobre todo Gal 5,6-12). Para éstos, la ley de Moisés al Hijo y el Hijo la transmite a los que están unidos a
tenía u n a validez perenne y, por consiguiente, también él: ésa es la realidad que lo transforma todo.
tenía que ser impuesta a los convertidos del paga-
¿Pienso alguna vez en la unicidad de la «vida divi-
nismo.
na»? Esta expresión puede p a r e c e m o s a veces vaga,
La cuestión es seria: de ahí que se convoque u n a dado que no es verificable con instrumentos humanos,
reunión a la que asisten los apóstoles y los demás res- pero es decisiva, porque es la razón de mi «ser hijo» de
ponsables. Según una variante occidental del texto ori- Dios, de mi vida definitiva con él, una vida que será
ginal, asistieron también «el conjunto de los herma- vida de «familia» con la inaccesible y gloriosa Trinidad,
nos». Son las premisas del celebérrimo «Concilio de puesto que ahora soy «consanguíneo» suyo. El punto de
Jerusalén», la primera reunión oficial de la Iglesia soldadura insustituible entre lo divino y lo h u m a n o si-
para resolver una cuestión grave, de la que podía de- gue siendo Jesús y la comunión con él. Jesús es insusti-
pender la difusión de la Palabra entre el m u n d o paga- tuible para mi vida de hijo de Dios; él me convierte en
no. Sobre esta reunión se h a n derramado ríos de tinta un sarmiento sano con su palabra, él me hace llegar la
(en parte por la dificultad de armonizar los datos de linfa vital de la inmortalidad, u n a linfa que viene de la
Lucas con los de Pablo). Con todo, la importancia de eternidad y sumerge en la eternidad.
la reunión es indudable y sus resultados serán alta- ¡Suprema belleza la de la fe! ¡Grandioso p a n o r a m a
mente positivos. el de u n a vida divinizada!

Evangelio: Juan 15,1-8 ORATIO

(C'/. (7 evangelio del quinto domingo de pascua, ciclo B, Oh Jesús, ¡cuan grande y decisivo eres! Contigo estoy
vivo, sin ti estoy muerto. Contigo me arrolla el río in-
Quinta semana de pascua Miércoles 299
298

mortal de la vida divina y me lleva hacia el océano divi- ACTIO


no, ilimitado y sin ocaso. Contigo lo soy todo, sin ti no
soy nada. Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra:
Te doy gracias, Señor, lleno de admiración, por «Yo soy la vid y vosotros los sarmientos» (Jn 15,5).
haber venido a unirme con la eternidad; más aún, con
el Padre, fuente de la vida perenne. Átame a ti, para
que no sea yo u n sarmiento cortado, un sarmiento sin PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
fruto. Manten viva en mí la conciencia de la necesidad
de mi comunión contigo. Por eso te presento toda la El arte de vivir en íntima unión con Jesús se puede ejercitar de
necesidad que tengo de la Palabra que me une a ti, de tres maneras: en primer lugar, manteniéndonos siempre en su pre-
la eucaristía que me alimenta de ti, del mandamiento sencia, sin perderlo nunca de vista. Este arte consiste, esencialmen-
te, en acostumbrarse a oír a Jesucristo en sí mismo mediante el re-
nuevo que me une con mis hermanos y produce el cuerdo de su divina presencia en nosotros, mediante la costumbre
fruto precioso de la fraternidad, del testimonio de arraigada de realizar actos de amor con él y mediante la gracia
tu nombre, que llena de racimos maduros mi sar- que Dios nos concede a fin de crear unas íntimas relaciones de fa-
miento. miliaridad entre él y el alma. La disposición más importante que se
requiere es pensar en él con motivo de todo, representarnos su
Pódame, Señor, con tu Palabra y sostén mi compro-
vida, su pasión y sus dichos, porque de este modo es como se crea
miso de dar frutos duraderos en los campos de la fra- una dulce familiaridad.
ternidad, de la veneración y del amor a tu santo nom-
En segundo lugar, corresponder fielmente y con exactitud a las
bre, nombre de vid, nombre de vida, nombre de frutos inspiraciones del cielo. Es preciso seguir a Jesús con corazón atento,
que maduran para la eternidad. ávido de escuchar su Palabra y seguir sus invitaciones. En tercer lu-
ar, con humildad de corazón: así como los que viven en la corte
eben seguir la regla de una perfecta corrección exterior, también
los que forman la corte de nuestro Señor deben ser conscientes de
CONTEMPLATIO la grandeza de la vocación cristiana y vivir con ansiedad y amor
humilde (J. J. Surin, / fondamenti della vita spirituale, Roma 1994).
Que nadie piense que el sarmiento por sí solo puede
producir algún fruto. El Señor ha dicho que quien
está en él produce «mucho fruto». No ha dicho: «Sin
mí podéis hacer poco», sino: «Sin mí no podéis hacer
nada».
De todos modos, sea poco o mucho, no podemos ha-
cerlo sin él, puesto que sin él no podemos hacer nada.
Porque cuando el sarmiento produce poco fruto, el agri-
cultor lo poda para que produzca más; sin embargo, si
no está unido a la vid y no toma alimento de la raíz, no
podrá dar por sí mismo ningún fruto (Agustín, Comen-
tario al evangelio de Juan, 80,2).
Jueves 301

que estaba destruida.


Jueves Repararé sus ruinas
de la quinta semana y la volveré a levantar
17
para que el resto de los hombres
de pascua busque al Señor,
junto con todas las naciones
sobre las que se ha invocado mi nombre.
Así lo dice el Señor,
que realizó estas cosas,
18
anunciadas desde antiguo.
19
Por eso, yo pienso que no hay que crear dificultades a los
paganos que se convierten. 2" Es suficiente escribirles que se
abstengan de toda contaminación, de la idolatría, de matri-
monios ilegales, de comer animales estrangulados y de la
LECTIO sangre. 21 Ya que desde siempre la ley de Moisés tiene en cada
ciudad sus predicadores, que la leen en las sinagogas todos los
sábados.
Primera lectura: H e c h o s de los Apóstoles 15,7-21
*•• En la asamblea de Jerusalén están presentes dos
En aquellos días, 7 tras una larga discusión, se levantó Pe- preocupaciones: salvaguardar la universalidad del Evan-
dro y les dijo: gelio y, al mismo tiempo, mantener la unidad de la Igle-
- Hermanos, vosotros sabéis que, desde los primeros tiem- sia. La apertura al m u n d o pagano, es decir, la toma de
pos, Dios me eligió a mí entre vosotros para que los paganos
oyesen por mi boca la palabra del Evangelio y creyesen. 8 Y conciencia de la universalidad del Evangelio, no da ori-
Dios, que conoce los corazones, dio testimonio en favor de gen a dos Iglesias, sino a una única Iglesia con connota-
ellos, otorgándoles el Espíritu Santo como a nosotros. 9 Sin ha- ciones pluralistas. Corresponde a Pedro la tarea de de-
cer diferencia entre ellos y nosotros, purificó sus corazones con fender la opción de Antioquía. Y lo hace partiendo de su
la fe. 10 ¿Por qué queréis ahora poner a prueba a Dios tratan- propia experiencia, apoyando plenamente la línea de Pa-
do de imponer a los discípulos un yugo que ni nosotros ni
nuestros antepasados hemos podido soportar? " Nosotros, en blo, usando incluso su típico lenguaje teológico: «Creemos
cambio, creemos que nos salvamos por la gracia de Jesús, el que nos salvamos por la gracia» (v. 11). En consecuencia,
Señor, y ellos, exactamente igual. no se habla de imponer el peso de lacircuncisión o cual-
12
Toda la multitud guardó silencio, y escuchaba a Bernabé quier otro fardo insoportable.
y a Pablo contar las señales y prodigios que Dios había hecho
entre los paganos por medio de ellos. El problema de la convivencia de las dos culturas,
" Cuando acabaron de hablar, tomó la palabra Santiago y formas, mentalidades, tradiciones, fue planteado por
dijo: Santiago, portador de las instancias de la tradición. No
- Hermanos, escuchadme: 14 Simón ha explicado cómo Dios, se opone a Pedro, pero sugiere algunas observancias ri-
desde el principio, escogió entre los paganos un pueblo con-
tuales importantes para los judíos, que permitirán u n a
sagrado a su nombre. 15 Esto concuerda con las palabras de
los profetas, pues está escrito: convivencia que no ofenda la sensibilidad de los que pro-
"' Después de esto volveré ceden del judaismo. Se trata de normas de pureza legal
y restauraré la tienda de David, tomadas del Levítico. Para Santiago, las comunidades
302 Quinta semana de pascua Jueves 303

de los cristianos judíos y paganos son diferentes, pero ta. Ésta se verifica en la observación de los manda-
deben vivir sin altercados: por eso es preciso dar nor- mientos de Jesús, en la permanencia en su amor, y
mas prudentes. tiene como modelo su ejemplo de vida en la obedien-
Entre el discurso de Pedro, el último en Hechos de cia radical al Padre hasta el sacrificio supremo de la
los Apóstoles, y el de Santiago se ha intercalado el tes- misma.
timonio de los hechos por parte de Bernabé y Pablo, y Las palabras de Jesús siguen una lógica sencilla: el
todo el conjunto viene después de «una larga discu- Padre ha a m a d o al Hijo, y éste, al venir a los hombres,
sión» (v. 7). Ambos discursos podrían ser considerados ha permanecido unido con él en el a m o r por medio de
como conclusión y resumen de un paciente «proceso la actitud constante de un «sí» generoso y obediente al
de discernimiento comunitario» en el que h a n sido Padre. Lo mismo ha de tener lugar en la relación entre
expuestos, escuchados y discutidos a fondo todos los Jesús y los discípulos. Éstos han sido llamados a prac-
hechos y todos los argumentos. De este modo, queda ticar, con fidelidad, lo que Jesús ha realizado a lo largo
salvada la libertad del Evangelio y, también, la unidad de su vida. Su respuesta debe ser el testimonio sincero
de la Iglesia. Es un método que se considera cada vez del amor de Jesús por los suyos, permaneciendo pro-
más como ejemplar y que se presagia como el normal fundamente unidos en su amor. El Señor pide a los su-
en las distintas decisiones eclesiales. yos no tanto que le amen como que se dejen amar y
acepten el a m o r que desde el Padre, a través de Jesús,
desciende sobre ellos. Les pide que le amen dejándole a
Evangelio: Juan 15,9-11 él la iniciativa, sin poner obstáculos a su venida. Les
pide que acojan su don, que es plenitud de vida. Para
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 9 Como el Pa- permanecer en su amor es preciso cumplir u n a condi-
dre me ama a mí, así os amo yo a vosotros. Permaneced en mi ción: observar los mandamientos según el modelo que
amor. 10 Pero sólo permaneceréis en mi amor si obedecéis mis tienen en Jesús.
mandamientos, lo mismo que yo he observado los manda-
mientos de mi Padre y permanezco en su amor. " Os he dicho
todo esto para que participéis en mi gozo y vuestro gozo sea
completo. MEDITATIO

**• ¿Cuál es el fundamento del a m o r de Jesús por los «Os he dicho todo esto para que participéis en mi
suyos? El texto responde a esta pregunta. Todo tiene gozo y vuestro gozo sea completo» (v. 11): todos y cada
su origen en el a m o r que media entre el Padre y el uno de los discípulos están invitados a dejarse poseer
Hijo. A esta comunión hemos de reconducir todas las por la alegría de Jesús, tras haberse dejado poseer por
iniciativas que Dios ha realizado en su designio de el a m o r de Dios. Mi existencia como discípulo consis-
salvación para la humanidad: «Como el Padre me ama te en dejar sitio a este a m o r divino, que es un a m o r
a mí, así os amo yo a vosotros. Permaneced en mi «descendente», u n a m o r que mueve al Padre a «entre-
amor» (v. 9). Ahora bien, el a m o r que Jesús alimenta gar a su Hijo único» (Jn 3,16), un a m o r que mueve al
por los suyos requiere u n a pronta y generosa respues- Hijo a entregarse a sí mismo, u n a m o r que mueve a los
M)4 Quinta semana de pascua
Jueves M)5

discípulos a hacer otro tanto, un a m o r que garantiza la


dad, porque estaré poseído por la felicidad que viene
«felicidad» del discípulo.
de ti, esa felicidad que prometiste a los que dejan sitio a
Cuando Jesús habla de las más que exigentes condi- tu manera de amar.
ciones de este amor, dice claramente que son posibles
porque este nuevo modo de a m a r procede de Dios. Es
el a m o r mismo de Dios el que obra en mí, en ti, en to-
CONTEMPLATIO
dos los discípulos. Y no sólo eso, sino que recibiremos
de Jesús «su» felicidad, la alegría que procede de ha-
No habría aprendido yo a amar al Señor
ber a m a d o como Dios ama, a través del impulso y de
si él no me hubiera amado.
la imitación de Jesús. Se trata de algo que nada tiene ¿Quién puede comprender el amor,
que ver con el moralismo: aquí nos encontramos en sino quien es amado?
la cima de la mística, de la mística de la acción, que Yo amo al Amado,
implica la entrega de uno mismo e incluye ser poseídos a él ama mi alma:
del todo por el a m o r de Dios. allí donde está su reposo,
allí estoy yo también.
Y no seré un extraño,
ORATIO porque no hay envidia junto al Señor altísimo,
porque quien se une al Inmortal
Señor Jesús, ayúdame a mirar hacia lo alto para también será inmortal,
tener el valor de mirar hacia abajo. Ayúdame a mirar- y quien se complace en la vida
te a ti, en el esplendor de los santos; a ti, completa- viviente será.
mente vuelto al Padre, que eres u n a sola cosa con él Que permanezca tu paz conmigo, Señor,
desde la eternidad. Fija mi mirada en ti para que tam- en los frutos de tu amor.
bién yo sea capaz de descender y hacer lo que tú has Enséñame el canto de tu verdad,
hecho. Y es que servir u n poco puede resultar fácil, de suerte que venga a mí como fruto la alabanza,
pero convertir toda la vida en u n servicio es bastante abre en mí la cítara de tu Espíritu Santo
difícil. Servir a los que no lo merecen, a los que no son para que te alabe, Señor, con toda melodía.
agradecidos, a los que te rechazan, es todavía más Prorrumpo en un himno al Señor porque soy suyo
arduo. y cantaré la canción consagrada a él
Te ruego que infundas en mi corazón ese a m o r tuyo porque mi corazón está lleno de él
arrollador, ese a m o r tuyo concreto, humilde, que has (de las Odas de Salomón).
recibido del Padre y que ha plasmado tu vida, para que
lambién yo p u e d a hacer lo que tú m e dices que es pre-
ACTIO
ciso para ser discípulo tuyo. Mi servicio no será así un
;ifrustrarse de m a n e r a penosa; mi perseverancia en u n
Repite con frecuencia y vive h o y la Palabra:
servicio exento de gratificaciones será fuente de felici-
«Permaneced en mi amor» (Jn 15,9b).
M)b Quinta semana de pascua

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL Viernes


Uno de los más célebres músicos del mundo, que tocaba el laúd de la quinta semana
a la perfección, se volvió en breve tiempo tan gravemente sordo que
perdió el oído por completo; sin embargo, continuó cantando y ma-
de pascua
nejando su laúd con una maravillosa delicadeza. Ahora bien, como
no podía experimentar placer alguno con su canto y su sonido,
puesto que, falto de oído, no percibía su dulzura y su belleza, can-
taba y tocaba únicamente para contentar a un príncipe, a quien te-
nía gran deseo de complacer, poraue le estaba agradecidísimo, ya
que nabía sido criado en su casa hasta la juventud. Por eso sentía
una inexpresable alegría al complacerle, y cuando el príncipe le
hacía señales de que le agradaba su canto, la alegría le ponía fue-
ra de sí. Pero sucedía, en ocasiones, que el príncipe, para poner a
prueba el amor de su amable músico, le ordenaba cantar y se iba LECTIO
de inmediato a cazar, dejándole solo; pero el deseo de obedecer
los deseos de su señor le hacía continuar el canto con toda la aten-
ción, como si su príncipe estuviera presente, aunque verdadera- Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 15,22-31
mente no le produjera ningún gusto cantar, ya que no experimen-
taba el placer de la melodía, del que le privaba la sordera, ni podía
gozar de la dulzura de las composiciones por él ejecutadas: «Mi En aquellos días, 21 los apóstoles y demás responsables, de
corazón está dispuesto, oh Dios, mi corazón está dispuesto; quiero acuerdo con el resto de la comunidad, decidieron escoger de
cantar y entonar himnos. Despierta, alma mía; despertad, cítara y entre ellos algunos hombres y enviarlos a Antioquía con Pablo
arpa, quiero despertar a la aurora» (Francisco de Sales, Tratado
y Bernabé. Eligieron a Judas, el llamado Barsabás, y a Silas,
personajes eminentes entre los hermanos.
del amor de Dios, IX, 9). 23
A través de ellos les enviaron la siguiente carta:
Los apóstoles y demás hermanos responsables, a los her-
manos no judíos de Antioquía, Siria y Cilicia. Saludos. 24 He-
mos oído que algunos de entre nosotros, sin mandato nuestro,
os han inquietado y desconcertado con sus palabras. Por tal
motivo, 25 hemos decidido de común acuerdo escoger algunos
hombres y enviároslos con nuestros amados Bernabé y Pablo,
26
hombres que han consagrado su vida al servicio de nuestro
Señor Jesucristo. 27 Enviamos, pues, a Judas y a Silas, que os
referirán lo mismo de palabra. 28 Porque hemos decidido el
Espíritu Santo y nosotros no imponeros otras cargas más
que las indispensables: " que os abstengáis de lo sacrificado a
ídolos, de sangre, de carne de animales estrangulados y de
matrimonios ilegales. Haréis bien en guardaros de todo esto.
Que os vaya bien.
30
Los enviados se pusieron en camino y llegaron a Antio-
quía, donde convocaron una asamblea comunitaria y entre-
garon la carta; 31 su lectura les llenó de alegría y les propor-
cionó un gran consuelo.
308 Quinta semana de pascua Viernes 309

**• La asamblea concluye eligiendo una delegación y minuido los hombres que, como Pablo y Bernabé,
con el envío de una carta. En ella se desautoriza a los «han consagrado su vida al servicio de nuestro Señor
rigoristas - o sea, a los que habían provocado el alter- Jesucristo»?
c a d o - y se da vía libre a la apertura a los paganos, sin
imponerles demasiadas cargas. Es importante la con-
ciencia que tiene la asamblea de haber tomado u n a de- Evangelio: Juan 15,12-17
cisión bajo la iluminación del Espíritu Santo: la Igle-
sia ha experimentado, desde sus orígenes, la presencia En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 12 Mi man-
del Espíritu y la ha transmitido a lo largo de los siglos. damiento es éste: Amaos los unos a los olios como yo os he
amado. " Nadie tiene amor más grande que quien da la vida
El discernimiento practicado -en el que ha participado por sus amigos. 14 Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que
toda la Iglesia- ha sido verdaderamente «espiritual», yo os mando. I5 En adelante, ya no os llamaré siervos, por-
es decir, ha sido guiado por el Espíritu. que el siervo no 'conoce lo que hace su señor. Desde ahora os
llamo amigos porque os he dado a conocer todo lo que he
La delegación debe explicar los detalles del conteni- oído a mi Padre.
do del texto, así como las cláusulas de Santiago, pre- 16
No me elegisteis vosotros a mí; fui yo quien os elegí a
sentadas como generosas; esto es, no como cargas pe- vosotros. Y os he destinado para que vayáis y deis fruto
sadas. De hecho, esas limitaciones caerán pronto en abundante y duradero. Así, el Padre os dará todo lo que le pi-
desuso frente a la aplastante presencia de los proce- dáis en mi nombre. " Lo que yo os mando es esto: que os
dentes del paganismo y la disminución del componen- améis los unos a los otros.
te judío. El mismo Pablo, por su parte, no hizo nunca
alusión a estas cláusulas.
*•• Las relaciones entre Jesús y los discípulos asu-
La línea de Antioquía tiene ahora vía libre para su men u n a intensidad particular en esta breve perícopa,
estilo de evangelización: sus tesis han sido aceptadas y donde se afronta el tema del m a n d a m i e n t o del amor
avaladas plenamente. Se comprende que «su lectura fraterno: «Amaos los unos a los otros como yo os he
les llenara de alegría y les proporcionara un gran con- amado» (v. 12).
suelo». Este consuelo les animó a seguir por el camino Los mandamientos que debe observar la comunidad
emprendido. Antioquía se convierte ahora en el nuevo mesiánica están compendiados en el a m o r fraterno.
centro de irradiación del Evangelio y en el punto de Este precepto del Señor glorifica al Padre. Supone
partida de las nuevas empresas de Pablo. Reina un vivir como verdaderos discípulos y dar como fruto el
clima de alegría y de serenidad por el avance del Evan- testimonio. Ahora bien, la calidad y la n o r m a del a m o r
gelio, que les hace cerciorarse de la importancia vital al h e r m a n o son u n a sola: el a m o r que Jesús tiene por
de la difusión del camino de la salvación a todos los los suyos, u n a m o r que ha llegado a su cima en la cruz
hombres. (v. 13).
Esto nos hace reflexionar sobre la escasa presencia La cruz es el ejemplo de la entrega de Jesús hasta el
actual de esta preocupación en nuestras comunidades. extremo por sus discípulos: ha entregado su propia
¿Oué eslá pasando? ¿Ha perdido su relevancia a nues- vida p o r aquellos a los que a m a . Lo que de-
tros ojos la causa del Evangelio? ¿O será que han dis- sea, a cambio, de los suyos es la fidelidad al mismo
310 Quinta semana de pascua
Viernes 311

m a n d a m i e n t o siguiendo su ejemplo. La riqueza del


Dar la vida no significa sólo «morir» por los herma-
a m o r que une a Jesús con los suyos, y a los discípulos nos. Puede ser incluso hermoso y deseado, en ciertos
entre ellos es, en consecuencia, total y de una gran ca- m o m e n t o s en que sentimos en nosotros u n particular
lidad. impulso de generosidad. Dar la vida significa gastar
El modelo del a m o r de Jesús por sus discípulos no nuestra propia vida para que sean felices los que viven
tiene que ver solamente con el sacrificio de su vida, junto a mí. Significa que cada mañana debo pregun-
sino que contiene también otras prerrogativas: es rela- t a r m e cómo puedo hacer para no ser una carga para
ción de intimidad entre amigos y don gratuito (w. 14s). los que viven conmigo. Significa soportar sus silencios
El signo mayor de la amistad entre dos amigos consis- y sus «malas caras», aceptar los límites de su carácter,
te en revelarse los secretos de sus corazones. El a m o r no extrañarse de sus contradicciones ni de sus peca-
de amistad, del que nos habla Jesús, no se impone; es dos. Significa aceptar a mi prójimo tal como es, y no
respuesta de adhesión en el seno de la fidelidad. El tal como debería ser.
Maestro, al hacer partícipes a sus discípulos de los se-
cretos de su vida, ha hecho m a d u r a r en ellos el segui-
miento, les ha hecho comprender que la amistad es un ORATIO
don gratuito que procede de lo alto.
La verdadera amistad se sitúa en el orden de la Hoy me siento obligado, Señor, a preguntarme has-
salvación. Jesús ya no es para ellos el señor, sino el Pa- ta qué punto me tomo en serio «tu» mandamiento, ese
dre y el confidente, y ellos ya no son siervos, sino ami- que me distingue como discípulo tuyo, ese que te to-
gos. Convertirse en discípulo de Jesús es don, gracia, mas tan a pecho. Si me examino bien, debo confesar
que no es, de hecho, el primer mandamiento, el que
elección y certeza de que nuestras peticiones dirigidas
me tomo más a pecho. Y es que he puesto por delante
al Padre en n o m b r e de Jesús serán e s c u c h a d a s
muchos otros valores que el entorno considera más
(w. 16s).
importantes o que me gratifican más y con mayor fa-
cilidad.
Ilumíname, Señor, para que, en mi vida, esté por en-
MEDITATIO cima de todo la preocupación por construir la frater-
nidad, por aceptar con benevolencia a mis hermanos y
«Mi mandamiento», el que resume todos los otros, el h e r m a n a s , por olvidar sus errores, por recordar cons-
que distingue a u n discípulo de Jesús de todos los de- tantemente tu mandamiento. Concédeme la íntima
más, el que Juan llamará también «mandamiento nue- convicción de que es la práctica de este m a n d a m i e n t o
vo», el típico e inconfundible de Jesús, es sencillo y lo que hace nuevo el mundo, de que mi verdadera con-
exigente: «Amaos los unos a los otros como yo os he tribución como creyente la brinda mi actitud fraterna.
amado». Seguir a Jesús consiste en a m a r al h e r m a n o Ayúdame a poner en lo más alto de mi escala de valo-
hasta dar la vida por él, precisamente como hizo Jesús, res este mandamiento, que es el más antiguo y el más
el I lijo que bajó para dar la vida por mí. nuevo, que cada día deberé aplicar a nuevas situacio-
312 Quinta semana de pascua Viernes 313

iu\s, para renovarme a mí mismo, mi existencia y mi Señor, sé que no nos mandas nada imposible. Tú conoces me-
ambiente vital. jor que yo mi debilidad, mi imperfección, sabes que no podré
nunca amar a mis hermanas como tú las amas, si no eres aún tú,
Jesús mío, quien las ama en mí. Para concederme esta nueva
gracia has dado un mandamiento nuevo. ¡Oh! Cuánto lo amo,
CONTEMPLATIO pues me da la garantía de que tu voluntad es amar en mí a todos
aquellos a quienes me mandas amar. Sí, estoy convencida de
Oh santo Amor, quien no te conoce no ha podido gus- ello; cuando practico la caridad, es sólo Jesús quien obra en mí.
tar la suavidad de tus beneficios, que sólo la experiencia Cuanto más unida estoy a él, tanto más amo a mis hermanas
(Teresa de Lisieux, Manuscritos autobiográficos C, Monte Carme-
vivida nos revela. Pero quien te haya conocido o haya
lo, Burgos 1997).
sido conocido por ti no puede concebir ya ninguna
duda. Porque tú eres el cumplimiento de la ley; tú, que
me colmas y me calientas; tú, que me inflamas y en-
ciendes mi corazón con una caridad inmensa. Tú eres el
Maestro de los profetas, el compañero de los apóstoles,
la fuerza de los mártires, la inspiración de los padres y
de los doctores, la perfección de todos los santos. Y me
preparas también a mí, Amor, para el verdadero servicio
de Dios (Simeón el nuevo Teólogo).

ACTIO

Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra:


«Os he destinado para que vayáis y deis fruto»
(Jn 15,16).

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

Cuando el Señor mandó a su pueblo amar al prójimo como a


sí mismo (cf. Lv 19,18), no había venido aún a la tierra; de suer-
te que, sabiendo hasta qué punto se ama la propia persona, no
podía pedir a sus criaturas un mayor amor al prójimo. Pero cuan-
do Jesús dio a sus apóstoles un mandamiento nuevo, su manda-
miento, no habló ya de amar al prójimo como a sí mismo, sino de
amarlo como él, Jesús, lo amó y lo amará hasta la consumación
do los siglos.
Sábado 315

Sábado *•• Lucas pasa ahora a narrar los acontecimientos mi-


sioneros de Pablo: él será el protagonista de la tercera
de la quinta semana parte de los Hechos de los Apóstoles. El fragmento de
de pascua hoy presenta el segundo viaje misionero, ya avanzado.
Entre tanto ha tenido lugar la separación de Bernabé, a
causa -según Lucas- de una diferente valoración de la
persona de Juan Marcos. Pablo elige como nuevo com-
pañero a un discípulo suyo al que siempre le unirá un
gran cariño: Timoteo. Haciendo gala de una gran elasti-
cidad pastoral, especialmente en vistas a la acción entre
los judíos, Pablo lo hizo circuncidar, aunque no viera
para ello ninguna necesidad doctrinal. Pablo se hace en
LECTIO verdad «todo para todos» por el Evangelio.
Es significativo el hecho de que el Espíritu hace prác-
ticamente las veces de guía, corrigiendo la ruta de los mi-
Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 16,1-10 sioneros. Lucas quiere subrayar que el protagonista y el
director de la evangelización es el Espíritu Santo, que tie-
En aquellos días, ' llegó Pablo a Derbe y después a Listra. ne sus planes, a menudo diferentes a los de los hombres.
Había allí un discípulo llamado Timoteo, de madre judía con- Es el Espíritu quien impulsa a Pablo a pasar a Europa, en
vertida al cristianismo y de padre griego. 2 Timoteo gozaba de vez de adentrarse en las regiones de Asia menor.
buena reputación entre los hermanos de Listra e Iconio.
3
Pablo decidió llevarlo consigo y lo circuncidó debido a los Hay un misterio en la llamada a los pueblos y las
judíos que había en aquella región, pues todos sabían que su naciones que escapa por completo a la mirada humana.
padre era griego. 4 En todas las ciudades por donde pasaban Baste con una sencilla reflexión: el programador de la
comunicaban a los creyentes los acuerdos tomados por los evangelización es con toda claridad el Espíritu Santo; no
apóstoles y demás responsables de Jerusalén y les recomen- se trata de una acción organizada por los hombres, aun-
daban que los acatasen. 5 Las iglesias se robustecían en la fe y que estén llenos de fe y de celo. En la acción de Pablo no
crecían en número de día en día.
6 había demasiada organización, sino una gran disponibi-
Atravesaron Frigia y la región de Galacia, pues el Espíri-
tu Santo les impidió anunciar la Palabra en la provincia de
lidad a la acción del Espíritu. ¿No hace esto hoy actual y
Asia. 7 Llegaron a Misia e intentaron dirigirse a Bitinia, pero digno de atención este dicho, que podría parecer sólo u n
el Espíritu de Jesús no se lo permitió. 8 Así que pasaron de eslogan: «Menos organización y más Espíritu»?
largo por Misia y bajaron hacia Tróade.
9
Aquella noche Pablo tuvo una visión. Se le presentó un
macedonio y le hizo esta súplica: Evangelio: Juan 15,18-21
- Pasa a Macedonia, ven en nuestra ayuda.
"' Ante esta visión, procuramos pasar rápidamente a Mace- En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: '8 Si el mundo
donia, persuadidos de que Dios nos llamaba a anunciarles la os odia, recordad que primero me odió a mí. " Si pertenecie-
Hiiciui Noticia. rais al mundo, el mundo os amaría como cosa propia, pero
Quinta semana de pascua Sábado 317
316

como no pertenecéis al mundo, porque yo os elegí y os saqué seguido, también lo serán sus discípulos; si éste fue es-
de él, por eso el mundo os odia. 20 Recordad lo que os dije: cuchado, también lo serán los suyos (w. 20s).
«Ningún siervo es superior a su señor». Igual que me han
perseguido a mí, os perseguirán a vosotros; y en la medida en
que pongan en práctica mi enseñanza, también pondrán en
práctica la vuestra. 21 Os tratarán así por mi causa, porque no MEDITATIO
conocen a aquel que me envió.
Si pretendes vivir según tus convicciones de fe, no
debe sorprenderte encontrar a tu alrededor la indife-
**• La perícopa contiene una advertencia de Jesús rencia o la hostilidad. No debe deprimirte que los me-
dirigida a sus discípulos sobre el odio y el rechazo del dios de comunicación social se rían a menudo de ma-
m u n d o que tendrán enfrente. Si la nota distintiva de la nera sutil del estilo de vida cristiano, o que cuando
comunidad cristiana es el amor, ahora el Maestro expreses tus convicciones te vean como un anticuado,
presenta a los suyos lo que caracteriza al mundo que o que la gente te considere como alguien que pertenece
les rechaza: el odio (v. 18). El Señor advierte y explica a u n a era pasada, a u n a época de la que ya nos hemos
ese odio del m u n d o y emite u n juicio sobre el mismo. despedido. Que no te abata el desaliento: eso es señal
de que eres fiel a Cristo perseguido y a su Palabra de
El odio del m u n d o hacia la comunidad cristiana es
cruz. No debes entrar en crisis porque muchos no pien-
consecuencia lógica de una opción de vida: los segui-
sen en esa cruz como los seguidores de Jesús.
dores del Evangelio no pertenecen al mundo, y éste no
puede aceptar a quien se opone a sus principios y op- Una de las características de la fe es su perenne carác-
ciones. Los creyentes, en virtud de su opción de vida a ter inactual. Esa característica hemos de buscarla en su
favor de Cristo, son considerados como extraños y dimensión oblativa, que consiste en la llamada a la
enemigos. Su vida es una continua acusación contra cruz, al sacrificio, al saber amar, a la justicia pagada
las obras perversas del m u n d o y un reproche elocuente con la propia piel. No debes, por tanto, «aguar» tu tes-
contra los malvados. Por eso es odiado y rechazado el timonio, ni bajar el grado de las exigencias de la Pala-
hombre de fe. bra, ni envolver con el silencio lo que es más compro-
m e t e d o r e impopular. Hay silencios que parecen
Pero ¿cómo se manifiesta el odio del m u n d o contra excesivamente prudentes, que son expresión de temor
los discípulos? Mediante las persecuciones que h a n de ante los contragolpes de la opinión pública, que expre-
padecer los creyentes por el nombre de Cristo. No son san preocupación por la hostilidad de quienes pueden
en verdad estas pruebas las que deben desanimar a los hacernos daño.
discípulos ni en su camino de fe ni en su misión de
evangelización. También su Señor experimentó la in-
comprensión y el rechazo hasta la muerte (v. 20). Es ORATIO
más, la persecución y el sufrimiento son u n a de las
condiciones de la gloria que toda la c o m u n i d a d cris- Ayúdame, Señor, a vivir como tú quieres en medio
liana debe compartir con su Salvador. La suerte de los de las dificultades originadas por la hostilidad del mun-
discípulos es idéntica a la de Cristo: si éste ha sido per- do. Ayúdame a no tener miedo de ser tu testigo, pero
<I8 Quinta semana de pascua Sábado 319

ayúdame también a no ser un juez severo con los ACTIO


que me ponen obstáculos en mi camino. Ayúdame, an-
tes que nada, a comprender mis culpas, los motivos Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra:
que puedo haber dado yo mismo, mis incumplimien- «Igual que me han perseguido a mí, os perseguirán a
tos. La hostilidad puede venir también de mi compor- vosotros» (Jn 15,20).
tamiento inadecuado. Y eso es algo que debo tener en
cuenta.
Ayúdame a enfrentarme con valor a las reacciones PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
que proceden del hecho de decir lo que tú dirías, de
Una de las cosas aue debemos a nuestro Señor es no tener nun-
hacer las cosas que tú harías. Ayúdame a no tener nun-
ca miedo. Tener miedo es hacerle una doble injuria: en primer lu-
ca miedo a hacer un serio examen de conciencia, a no gar, es olvidar que él está con nosotros, que nos ama y que es om-
diluir tu mensaje y el testimonio que debo a tu santo nipotente; en segundo lugar, porque no nos configuramos con su
nombre. voluntad: configuramos nuestra voluntad con la suya, todo lo que
nos ocurra, dado que es querido y permitido por él, nos dejará
alegres y no tendremos ni inquietudes ni temores. Tengamos, pues,
CONTEMPLATIO esa fe que expulsa todo miedo; tengamos a nuestro lado, frente a
nosotros y en nosotros, a nuestro Señor Jesucristo, Dios nuestro, que
nos ama infinitamente, que es omnipotente, que sabe lo que es
El mundo que Dios reconcilia con él en la persona de bueno para nosotros, que nos dice que busquemos el Reino de los
Cristo, que ha sido salvado por medio de Cristo, y al que Cielos y que el resto nos será dado por añadidura.
le han sido perdonados todos los pecados por los méri- Caminemos seguros con esta bendita y omnipotente compañía
tos de Cristo, ha sido elegido entre el m u n d o de los ene- por el camino de lo más perfecto, y estemos seguros de que no nos
migos, de los condenados, de los corruptos. También los ocurrirá nada de lo que no podamos extraer el mayor bien para su
discípulos estaban en el m u n d o y fueron elegidos para gloria, para nuestra santificación y para la de los otros. Y que todo
que dejaran de formar parte del mismo. Fueron elegi- lo que nos ocurra será querido y permitido por él y, en consecuen-
dos no por sus méritos, porque no habían hecho antes cia, lejos de toda sombra de temor, sólo hemos de decir: «Bendito
sea Dios por todo lo que nos ocurra», y sólo hemos de rogarle que
ninguna obra buena; tampoco por su naturaleza, por- ordene todas las cosas, no según nuestras ideas, sino para su
que ésta en virtud del libre albedrío había sido con- mayor gloria (Charles de Foucauld).
taminada por el pecado en su mismo origen; fueron
elegidos por una concesión gratuita, es decir por una
auténtica gracia.
En efecto, el que del mundo eligió al m u n d o no en-
contró ya buenos a los que eligió, sino que los hizo bue-
nos al elegirlos. Pero si eso es obra de la gracia, no lo es
de las obras, pues de otro modo la gracia ya no sería
giacia (cf. Rom 1 l,5s) (Agustín, Comentario al evangelio
tlfJuan, 87,3).
Sexto domingo de pascua 329

Sexto domingo de pascua tulo 10 de los Hechos de los Apóstoles. El aconteci-


miento narrado es determinante no sólo para la Iglesia
de los orígenes, sino también para la Iglesia de todos los
Ciclo B tiempos. En cierto sentido, es u n modelo de lo que debe
ser la apertura de los cristianos al designio de Dios. El
episodio es conocido, por lo general, con el título de
«conversión de Cornelio», aunque también lo podría-
mos llamar «conversión de Pedro». En efecto, es el
mismo Espíritu de Dios el que, con una triple visión
(cf. 10,9-16.28), impulsa a Pedro a salir de su concep-
ción restringida para abrirse a la universalidad de la sal-
vación que el sacrificio redentor de Cristo ha adquirido
LECTIO para toda la humanidad, no sólo para Israel.
Tras cierta resistencia inicial, Pedro se dirige con sin-
ceridad a Cornelio, que no es judío, y le dice: «Verdade-
Primera lectura: H e c h o s de los Apóstoles 10,25-26.
ramente ahora comprendo que Dios no hace distinción de
34-35.44-48
personas» (v. 34), sino que le es grato todo hombre que,
como Cornelio, le teme y practica la justicia. El «temor
Sucedió que, 25 cuando Pedro entraba, Cornelio le salió al
encuentro, cayó a sus pies y se postró ante él. 26 Pedro lo de Dios» se refiere a la rectitud de conciencia por la que
levantó diciendo: el hombre se reconoce criatura dependiente de Alguien,
- Levántate, que yo también soy un hombre. aunque todavía no lo conoce rectamente; mientras
34
Pedro tomó entonces la palabra y dijo: que la «justicia» se refiere a un comportamiento social
- Verdaderamente ahora comprendo que Dios no hace dis- honesto.
tinción de personas, ,5 sino que, en cualquier nación, el que
teme a Dios y practica la justicia le es grato. En consecuencia, podemos ver en Cornelio el «tipo
44
Todavía estaba hablando Pedro, cuando el Espíritu Santo de hombre» que pone en práctica, aunque sea de una
descendió sobre todos los que escuchaban el mensaje. 45 Los manera inconsciente, el doble mandamiento del amor
creyentes judíos que habían venido con Pedro quedaron - a Dios y al prójimo-, que es el distintivo de los discípu-
asombrados de que el don del Espíritu Santo se hubiera de-
rramado también sobre los paganos. 46 Pues les oían hablar en
los de Cristo. Esta actitud es la que le dispone a acoger
lenguas y ensalzar la grandeza de Dios. 47 Pedro entonces dijo: la salvación de Dios. A renglón seguido, hemos de seña-
- ¿Se puede negar el agua del bautismo a éstos que han lar que también Cornelio recibe una misión de Dios; a
recibido el Espíritu Santo como nosotros? raíz de ella, manda llamar al apóstol y lo recibe en su
48
Y ordenó bautizarlos en el nombre de Jesucristo. Enton- casa. Ambos -el judío y el p a g a n o - salen de su particu-
ces le suplicaron que se quedase allí algunos días. larismo y, bajo la guía del Espíritu, se encuentran para
dar vida a una realidad nueva. Esta novedad consistirá,
*•»• Dios nos invita a mirar a los otros con sus propios en el caso de Pedro, en anunciar a todos la Palabra que
ojos: ésta podría ser la síntesis del importantísimo capí- Dios ha confiado a los hijos de Israel.
Tiempo de pascua Sexto domingo de pascua 331
no
Segunda lectura: 1 Juan 4,7-10 enviado por él para introducirnos en la inefable circula-
ción de caridad que une, en la Santísima Trinidad, al
7
Queridos míos, arriémonos los unos a los otros, porque el Padre, al Hijo y al Espíritu. Si con la encarnación, el
amor procede de Dios. Todo el que ama ha nacido de Dios y
conoce a Dios. 8 Quien no ama no conoce a Dios, porque Dios
Verbo, que estaba en el seno del Padre, ha venido al
es amor. ' Dios nos ha manifestado el amor que nos tiene mundo a revelar a Dios, con la resurrección, el hombre,
enviando al mundo a su Hijo único, para que vivamos por él. que estaba alejado de Dios, es llevado de nuevo a su
10
El amor no consiste en que nosotros hayamos amado a seno, hecho hijo en el Hijo.
Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo para
librarnos de nuestros pecados.

Evangelio: Juan 15,9-17


*•• Con estos versículos comienza la magna reflexión
sobre la caridad (4,7-5,3) que marca la cima de la Pri- En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 9 Como el Pa-
mera carta de Juan. Dios es la fuente del amor. En con- dre me ama a mí, así os amo yo a vosotros. Permaneced en mi
secuencia, quien ha brotado de esta fuente y permane- amor. 10 Pero sólo permaneceréis en mi amor si obedecéis mis
ce unido a ella (v. 7) vive del amor y difunde amor. Ésta mandamientos, lo mismo que yo he observado los manda-
es la razón de que el amor a Dios y el amor fraterno mientos de mi Padre y permanezco en su amor. " Os he dicho
todo esto para que participéis en mi gozo y vuestro gozo sea
sean una sola y misma realidad. Por el contrario, no completo.
puede decir que conoce a Dios quien no se configura 12
Mi mandamiento es éste: Amaos los unos a los otros
con él en el amar (v. 8; cf. 2Os.). como yo os he amado. " Nadie tiene amor más grande que
«Dios es amor»: esta revelación del rostro de Dios no quien da la vida por sus amigos. 14 Vosotros sois mis amigos si
es una afirmación especulativa, sino la experiencia de hacéis lo que yo os mando. I5 En adelante, ya no os llamaré
una historia de la que Juan es testigo directo (1,1-4), y siervos, porque el siervo no conoce lo que hace su señor. Des-
de ahora os llamo amigos, porque os he dado a conocer todo
cada cristiano llega a serlo también (1,3) cuando entra lo que he oído a mi Padre.
en la comunión eclesial, así como también en la intimi- 16
No me elegisteis vosotros a mí; fui yo quien os elegí a vo-
dad de su propio corazón. El amor no es una realidad sotros. Y os he destinado para que vayáis y deis fruto abun-
para explicar. Dios ha revelado que es amor a través de dante y duradero. Así, el Padre os dará todo lo que le pidáis
su obrar, a través de su «desmesurada caridad», que le en mi nombre. " Lo que yo os mando es esto: que os améis los
ha llevado a dar al hombre a su mismo Hijo único unos a los otros.
-sinónimo de amadísimo-, el cual a su vez ha entrega-
do su propia vida expiando con la muerte el pecado del **• La perícopa evangélica prosigue y profundiza en el
hombre. Su ofrenda es en verdad como la semilla que, tema de la segunda lectura: el del amor. Jesús, prosi-
una vez caída en tierra, produce mucho fruto. guiendo con la analogía de la vid y los sarmientos, aña-
La liberación de la esclavitud del pecado no sólo le de matices siempre nuevos para hacer comprender
devuelve al hombre su inocencia originaria, sino, mu- cuál es la relación que le une al Padre y a los hombres.
cho más, le abre a la vida de comunión con Dios, le hace La expresión permanece en él» (vv. 4-7) se explica aho-
«capaz» de ser morada de Dios. El Hijo amado, que se ra en el sentido de «.permanecer en su amor», es decir,
encuentra en una relación única con el Padre, ha sido en esa circulación de caridad, de p u r a donación, que es
312 Tiempo de pascua Sexto domingo de pascua 333

la vida trinitaria en sí misma y en su apertura al hom- nos nuevos. Sigámoslo a través de las lecturas para
bre (v. 9). aprender a cantarlo con la vida.
A Jesús, como bien atestiguan sus parábolas, no le El amor por parte del hombre empieza con la aten-
gusta el lenguaje abstracto. Si habla, es para ofrecer ción, con una intensa expectación dirigida a Dios y sus-
palabras que son «espíritu y vida» y, por consiguiente, citada además por él. Empieza por el darse cuenta de
tienen que poder ser comprendidas y vividas por to- que Dios nos ha amado primero, desde siempre, y no
dos. Permanecer en su a m o r es así sinónimo de porque lo mereciéramos. Descubrirse amado significa,
«observar sus mandamientos». Una vez más es la vida al mismo tiempo, reconocerse pecador perdonado. Este
trinitaria el modelo que se propone al hombre: Jesús perdón no ha tenido para Dios -¡el Omnipotente!- un
permanece en la caridad del Padre y es u n a sola cosa precio irrisorio, pero precisamente así es como se ha
con él porque acoge, ama y realiza plenamente su manifestado el amor: «Dios nos ha manifestado el amor
voluntad (v. 10). Como dice el h i m n o cristológico de que nos tiene enviando al mundo a su Hijo único, para
Flp 2, «se hizo obediente hasta la muerte y una muerte
que vivamos por él... envió a su Hijo para librarnos de
de cruz. Por eso Dios lo exaltó...». Esta unión de volun-
nuestros pecados». El rostro amante de Dios nos ha sido
tades, con la seguridad de que el designio del Padre es
revelado por el rostro de dolor y de gloria de Cristo. Y él
el verdadero bien, es la alegría del Hijo, y él, al pedir
nos invita a permanecer en su amor -el más grande,
la observación de sus mandamientos, no hace otra
porque es la vida entregada- para poder gustar la co-
cosa que invitar al discípulo a participar de su misma
munión con el Padre.
alegría (v. 11).
Se nos pide, una vez más, que estemos «atentos»: el
Su mandamiento es el amor recíproco, hasta estar
amor entregado y recibido nos implica en su dinamis-
dispuesto a ofrecer la vida por los otros (w. 12s). Ese
amor es el que hace caer todas las barreras, hace «pró- mo a cada uno de nosotros. Debe convertirse en nuestra
jimo» a todo hombre, hace nacer u n a amistad que entrega: «Amaos los unos a los otros como yo os he ama-
sabe compartir las cosas más importantes. Su realiza- do», con una atención activa y constante para no dejar
ción perfecta se encuentra en Jesús, que, antes de mo- prevalecer la naturaleza egoísta en nuestro modo de
rir, dice a sus discípulos: «Ya no os llamo siervos, sino sentir, pensar, hablar, obrar; con la tensión gozosa de
amigos», aunque sabe que muy pronto le dejarían solo. poner al principio de todo el divino mandamiento. No
es fácil para nadie en concreto...
Pero para eso precisamente se nos ha dado el Espíri-
MEDITATIO tu. Se nos propone una nueva atención de amor: inten-
tar intuir en cada circunstancia los caminos que el Es-
La liturgia de hoy - c o m o siempre- nos habla sólo de píritu nos va abriendo delante, para que pueda
amor. «Dios es amor», y, por consiguiente, ¿qué otra desplegarse el amor y llegar a todo hombre. También
cosa podría decirnos su Palabra o darnos su acción? Pedro se despojó a fondo de inveteradas convicciones
Sin embargo, si la escuchamos con atención, hoy -y para abrazar el designio de Dios: atento al Espíritu y a
cualquier otro día-, este motivo único resuena con to- los hermanos, indicó a la Iglesia naciente el nuevo iti-
Tiempo de pascua Sexto domingo de pascua 335
m
nerario de amor, dejándonos a todos nosotros una hue- sido dado» (Rom 5,5). Llenos de ese testimonio, ama-
lla de luz. mos a Dios por medio de Dios [...].
La conclusión se impone, y Juan nos la dice aún con
mayor claridad: «Dios es amor, y quien permanece en el
ORATIO amor permanece en Dios, y Dios en él» (Jn 4,8). Es poco
decir: el amor viene de Dios. Pero ¿quién de nosotros se
Jesús, Hijo amadísimo del Padre, tú viniste al mun- atrevería a repetir estas palabras: «Dios es amor»? Las
do para enseñarnos el lenguaje inefable de la caridad. ha dicho alguien que tenía experiencia. Tú no ves a
Y como niños aún pequeños quieres que lo aprenda- Dios: ámalo y lo poseerás. Porque Dios se ofrece a no-
mos con los hechos, con los gestos de cada día. Maes- sotros en el mismo instante. «Amadme - n o s g r i t a - y me
tro divino y humanísimo, tú quieres que conozcamos poseeréis. No podéis amarme sin poseerme. El amor, la li-
el amor del Padre que te ha sacrificado a ti, su cora- bertad interior y la adopción filial no se distinguen más
zón, por nosotros, por nuestra salvación. Ayúdanos a que por el nombre, como la luz, el fuego y la llama. Si
no olvidar esta lección, que se vuelva para nosotros ta- el rostro de un ser amado nos hace felices, ¡qué hará la
rea comprometida de vida. Danos la fuerza del a m o r fuerza del Señor cuando venga a habitar en secreto en
humilde, perseverante, abierto a todos, ya que cada el alma purificada! El amor es un abismo de luz, una
hombre es hermano nuestro. Tú fuiste el primero en fuente de fuego. Cuanto más brota, más quema al se-
observar el mandamiento del Padre y nos diste tú mis- diento. Por eso el amor es un progreso eterno (Agustín,
mo el ejemplo del amor más grande. Ayúdanos a Sermón 34,2-6, passim).
descubrir los distintos modos en que se nos presenta
también a nosotros cada día la ocasión de dar la vida
por los otros, y danos la fuerza para darla de manera
concreta. ACTIO

Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra:


«Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por
CONTEMPLATIO sus amigos» (Jn 15,13).
Nosotros sólo amamos si hemos sido amados prime-
ro. Busca cómo puede el hombre amar a Dios, y no en-
contrarás más que esto: Dios nos ha amado primero. PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Aquel a quien nosotros hemos amado se ha entregado
El cristiano es una persona a la que Dios ha confiado a los otros;
antes él mismo. Se ha entregado a fin de que nosotros
hemos sido confiados los unos a los otros y somos responsables los
le amemos. ¿Qué es lo que ha entregado? El apóstol san unos de los otros. La responsabilidad empieza en el momento en
Pablo lo dice con más claridad: «El amor de Dios ha sido que nos mostramos capaces de responder a una necesidad con
derramado en nuestros corazones». ¿Por medio de toda nuestra inteligencia, con todo nuestro ser: nuestra vida, nues-
quién? ¿Quizá por medio de nosotros? No. ¿Por medio tro corazón, nuestra voluntad, nuestro cuerpo, nuestro compromiso
do quién entonces? «Por medio del Espíritu que nos ha de cristianos debe ir mucho más allá de un piadoso propósito de
.Uó Tiempo de pascua

oración y de intercesión: debe ser un compromiso en el que nuestro


mismo cuerpo esté plenamente implicado, tanto en la vida -porque
Sexto domingo de pascua
a veces es un problema arduo vivir en el nombre de Dios- como en
la muerte. Y si no es posible hacer ninguna otra cosa por el que
sufre, siempre podremos interponernos entre la víctima y el verdu- Ciclo C
go. Conocí a un hombre que vivió durante treinta y seis años en un
campo de concentración y que un día, con una profunda luz en los
ojos, me contaba: «¿Te das cuenta de lo bueno que ha sido Dios
conmigo? Me cogió cuando era sólo un ¡oven sacerdote y me puso
primero en la cárcel y después en un campo de concentración du-
rante más de la mitad de mi vida. Así pude ser ministro suyo allí
donde era necesaria la presencia de uno de ellos». Poquísimos de
nosotros somos capaces, no digo de obrar, sino ni siquiera de
pensar en estos términos. Sin embargo, ésa es la actitud de una per-
sona que es presencia divina allí donde se requiere esta presencia: LECTIO
y no se trata, ciertamente, de gestos de poder. La única cosa que
este cristiano poseía era la convicción de una vida entregada por
completo a Dios y ofrecida, a través de Dios, a los otros hombres.
Eso es lo que nos enseña una inmensa nube de testigos a lo largo
Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 15,1-2.22-29
de toda la historia de la Iglesia (A. Bloom, Vivere nella Chiesa,
Magnano 1990, pp. 75s). En aquellos días, ' algunos que habían bajado de Judea
enseñaban a los hermanos:
- Si no os circuncidáis según la tradición de Moisés, no
podéis salvaros.
2
Este hecho provocó un altercado y una fuerte discusión
de Pablo y Bernabé con ellos. Debido a ello, determinaron que
Pablo, Bernabé y algunos otros subieran a Jerusalén para tratar
esta cuestión con los apóstoles y demás responsables.
22
Entonces, los apóstoles y demás responsables, de acuer-
do con el resto de la comunidad, decidieron escoger de entre
ellos algunos hombres y enviarlos a Antioquía con Pablo y
Bernabé. Eligieron a Judas, el llamado Barsabás, y a Silas,
personajes eminentes entre los hermanos.
23
A través de ellos les enviaron la siguiente carta:
Los apóstoles y demás hermanos responsables, a los herma-
nos no judíos de Antioquía, Siria y Cilicia. Saludos. 24 Hemos
oído que algunos de entre nosotros, sin mandato nuestro, os
han inquietado y desconcertado con sus palabras. Por tal mo-
tivo, 25 hemos decidido de común acuerdo escoger algunos
hombres y enviároslos con nuestros amados Bernabé y Pablo,
26
hombres que han consagrado su vida al servicio de nuestro
Señor Jesucristo. 27 Enviamos, pues, a Judas y a Silas, que os
referirán lo mismo de palabra. 28 Porque hemos decidido el
Espíritu Santo y nosotros no imponeros otras cargas más que

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