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XIV ESTRUTURA DEL ACTO JURIDICO

1. Noción y clasificación de los actos jurídicos se integra con la estructura del negocio

jurídico se integra con elementos por algunos autores llamados “presupuestos” requisitos

o coincidencias que admiten ser clasificados en esenciales naturales y accidentales.

a) Son elementos esenciales aquellos que necesariamente deben concurrir para dar

existencia a un acto jurídico en general o determinado negocio jurídico en particular de

modo que la ausencia de todos o alguno de ellos impide la constitución misma del acto.

Estos elementos son necesarios y suficientes para la conformación del acto jurídico,

necesario porque la falta de cualquiera de ellos excluye la existencia del negocio y

suficientes porque ellos se bastan para darle esa existencia. Es posible concluir que son

elementos esenciales de todo negocio jurídico:

1) el sujeto, persona individual o colectiva portadora de la voluntad jurídica quien es quien

celebra el acto jurídico, quien lo quiere;

2) objeto, materia del negocio, que es lo que el sujete quiere, aquello sobre lo cual recae

su voluntad;

3) la causa final, de la razón por la cual es sujeto quiere lo que es lo mismo, en fin, quiere

la finalidad a su cuya obtención tiene la voluntad;

4) la forma, el modo como la voluntad del sujeto se exterioriza con la relación al objeto o

el modo de exteriorizar el querer.

Es de advertir que para la configuración de cada acto jurídico en especial, deben concurrir

otros elementos esenciales dominados “tipos” o “particulares” que deben ser examinados
con relación a cada uno de las distintas figuras como acontece por ejemplo con la cosa

y el precio en el contrato de compraventa.

Los autores anticausalistas por lo mismo que niegan autonomía a la causa final, reducen

a tres los elementos esenciales del acto jurídico.

b) Son elementos naturales, aquellos que se incorporan al acto jurídico por disposición

del ordenamiento jurídico ante el silencio de los interesados y, por tanto, la voluntad de

estos no es necesario para que se los incluya aunque resulta indispensable para

excluirlos o para modificarlos. Se trata de elementos contemplados por normas

supletorias que operan, ante la falta de provisión de los intereses y cuya aplicación puede

ser dejada a un lado por estos: por ejemplo garantías por evicción y por vicios

redhibitorios.

c) Son elementos accidentales, aquellos que en el caso concreto se añade al acto jurídico

y que no modifican su naturaleza de donde surge que es necesaria la voluntad de los

interesados para insertarlos en la estructura del negocio en este cuyo caso adquiere la

misma importancia que los elementos esenciales.

Esta posibilidad de incorporar al acto jurídico elementos de que por si no le son propios

en el sentido de no ser necesario para la perfecta constitución del negocio es una

expresión de la autonomía privada ejemplos de elementos accidentales son las llamadas

“modalidades” condiciones así como la cláusula penal

2) Elementos esenciales y existencia del acto jurídico.

Elementos esenciales son aquellos necesarios y suficientes para la existencia del acto

jurídico, de la falta de cualquiera de estos elementos torna inexistente al negocio jurídico


de un importante sector de la doctrina, la ausencia no acarrea la inexistencia del acto sino

su invalidez

3) Los elementos esenciales y sus requisitos.

Para la validez del acto jurídico, los distintos elementos esenciales, además de hallarse

presentes en el negocio de que se trate exige la concurrencia de determinados requisitos,

con relación al sujeto se requiere la reunión de voluntad, capacidad y legitimación; con

respecto al objeto se exige la concurrencia de posibilidad, licitud conformidad con las

buenas costumbres y determinación; en lo que se refiere a la causa se impone su

sinceridad, su licitud y su moralidad; y para la forma es menester su sometimiento a las

disposiciones de la ley

Sujeto.

Noción y clases. Sujeto del acto jurídico es la persona, sea individual o colectiva, o,

valga la redundancia, el sujeto de derechos, el sujeto de derecho. Según el Artículo 30

del Codigo Civil.

Las personas individuales también llamadas “físicas”, “naturales” o “de existencia

visible” que son los hombres considerados en su individualidad como seres humanos “sin

distinción de cualidades y accidentes”. Artículo 51 del Código Civil.

Las personas colectivas también denominadas “jurídicas”, “morales” o “de existencia

ideal”, que son todas aquellas otras entidades que no son seres humanos pero que están

formadas por personas individuales, que tienen aptitud para ser portadores de derechos

y deberes. Artículo 32 del Código Civil.

Distintas posiciones del sujeto con relación al acto jurídico


Con relación al acto o negocio jurídico, las personas sean individuales o colectivas,

pueden hallarse en distintas posiciones:

Otorgantes del acto. Es la persona o sujeto que dispone, estipula, promete,

establece u ofrece con el fin inmediato de obtener efectos en derechos. O sea es la

persona que, con su voluntad, concurre a la formación del negocio jurídico, sea obrando

o en su propio interés en cuyo caso será parte en él, sea actuando en interés de otro, en

cuyo supuesto será “representante” del titular de ese interés. El otorgante del acto puede

ser parte o representante:

Parte en un acto jurídico: Es la persona que concurre a la forma de él con su voluntad

y actuando en su propio interés.

Representante en un acto jurídico: Es la persona que concurre a la formación de él

con su voluntad, pero haciendo valer un interés ajeno.

La representación tiene lugar cuando una persona sujeta de la manifestación de

voluntad llamada representante realiza un acto jurídico en interés de otro, sujeto de

interés, denominado representado de tal manera que el negocio se considere como

celebrado directamente por este último, y los efectos emergentes del acto cumplido por

el representante pasan inmediatamente al representante, como si este hubiese ejecutado

personalmente el negocio.

Principios que rigen la representación.

Trata de manera separada la representación legal o necesaria a la representación

voluntaria. Artículo 1870 del Codigo Civil.


1) que se pueda hacer por medio de representante todo lo que se puede hacer

personalmente

2) que el negocio jurídico ejecutado por el represéntate en el ejercicio de su

representación pertenece, en realidad al representado

3) que la voluntad del representante esta limitada dentro del ámbito fijado por la

capacidad del representante pues este no puede valerse por la representación para eludir

las prohibiciones que lo alcanzan cuando actúa personalmente.

4) que el representante debe actuar dentro del límite de sus facultades emergentes del

poder o autorización conferidos

c) Efectos de la representación, dentro del ámbito de la manifestación de voluntad del

representante se imputa al representado en virtud de la autorización o del poder conferido

a aquel, pues esta autorización o poder configura la relación interna entre el

representante y el representado de la cual resulta la representación. A los actos

cumplidos por el representante realizado dentro de los límites de su representación, se

los estima celebrados por el representado y a este último se le imputan los efectos de

estos actos.

d) Clases de representación

En atención a su origen la representación puede ser

1) Legal o necesaria, cuando deriva de la ley como es la que se asigna a los incapaces

2) Convencional o voluntaria. Cuando deriva de la voluntad de los interesados, pudiendo

de venir por vía principal como ocurre con el contrato de mandato, o por vía accesoria,
como acaece en la ocasión de servicios en los supuestos de factores y dependientes de

comercio, cosas en que la representación aparece como un complemento de la relación

de empleo.

e) Actuación de las personas colectivas, como las personas colectivas, por su propia

naturaleza, no pueden actuar en el ámbito jurídico por sí mismo, lo hacen por medio de

sus órganos desempeñados por personas físicas vinculadas con aquellas por una

relación institucional o si se prefiere de orden funcional. La teoría del órgano según la

cual las personas que actúan en nombre de las personas jurídicas ejerciendo sus

derechos y celebrando actos por ellas, no deben ser consideradas como sus

representantes legales o sus mandatarios, sino como sus órganos, se considera que la

persona colectiva tiene una voluntad propia y distinta de la de sus integrantes, voluntad

que expresa por medio de sus órganos cuyas funciones cumplen las personas físicas a

las cuales la ley, los estatutos o contratos autorizan para manifestar esa voluntad.

b) Sucesores: los sucesores pueden ser distinguidos desde diversos puntos de vista:

1) según la extensión de la transmisión se los clasifican en universales y particulares:

a) Es sucesor universal o a titulo universal aquel sucesor universal es la persona a quien

se transmite la integridad o una porción, indeterminada, en su contenido concreto de los

derechos y deberes de otra que es aquella a quien sucede, en nuestro ordenamiento

jurídico, el único sucesor a titulo universal es el heredero

b) Es sucesor particular: sucesor singular es la persona a quien se transmite derechos y

deberes determinados que pertenecían al sujeto a quien sucede. La sucesión particular

puede ser por causa de muerte del anterior titular de los derechos y deberes como ocurre
en el caso del legado, o entre vivos como acontece, por ejemplo en la compraventa en la

que le comprador sucede el vendedor en la propiedad de la cosa vendida.

2) Según el origen de la transición, se distingue a los sucesores en legales y voluntarios:

a) Es sucesor legal aquel que sucede a otra persona con prescindencia de la voluntad de

esta última por el solo imperio de la ley como ocurre con el heredero forzoso.

b) Es Sucesor Voluntario aquel que sucede a otra persona en virtud de la voluntad de

esta como acontece con el heredero testamentario o, en general, con el adquiriente en

relación al enajenante en los actos entre vivos, como por ejemplo en la sesión de

derechos.

c) Terceros.

De manera genérica, se denomina “tercero” a toda persona ajena al acto o negocio

jurídico. Por su distinta posición con respecto al acto jurídico cabe distinguir dentro de los

acreedores de las partes y los terceros propiamente dichos.

1) En cuanto a los acreedores de las partes sean privilegiados o quirografarios son todas

aquellas personas que tienen algún derecho exigible o en expectativa con respecto a

quien es parte en el negocio jurídico por tanto el acto jurídico realizado puede afectar la

situación del acreedor pues es menester recordar que el patrimonio del deudor es la

garantía común de sus acreedores. Se les conceden ciertas acciones tendientes al

resguardar sus derechos como la acción de simulación la acción revocatoria pauliana o

de fraude o la acción oblicua indirecta o subrogatoria llamadas todas ellas “acciones

patrimoniales”
2) en lo que respecta a los terceros propiamente dichosos son todas aquellas personas

que no tienen vinculación alguna con los sujetos del acto jurídico, de manera que carecen

de interés directo en el negocio celebrado y son totalmente ajenas a sus efectos dejando

a salvo que deben respetarlo, lo que es por demás evidente.

Requisitos con relación al Sujeto. Con relación al sujeto del acto jurídico, se exige que

tenga voluntad, que goce de capacidad y que se halle investido de legitimación. Artículo

1251 del Codigo Civil.

Voluntad. Para que el acto jurídico sea válido se impone que el sujeto que lo otorga actué

con voluntad exenta de vicios, lo cual supone la reunión de tres condiciones:

Que tenga discernimiento. Es decir, uso de la razón, entendimiento o compresión, que

le permita conocer en general y formase un concepto de la realidad en que actúa, así

como valorar las consecuencias del acto que realiza. Artículo 1258 y 1261 del Código

Civil.

Que tenga intensión. O sea, el propósito de obtener, mediante su accionar, el resultado

que prosigue, que el discernimiento le suministra, o en otros términos, que su ánimo se

predisponga a actuar para alcanzar la finalidad que con la realización del acto jurídico

pretende lograr. Artículos 1257 1289 del Código Civil.

Que tenga libertad. Que se determine a la celebración del acto jurídico obedeciendo sus

propias motivaciones, sin coacción interna indebida, esto es, que decida por sí mismo la

ejecución del negocio jurídico que otorga. Artículo 1269 del Codigo Civil.

El acto jurídico es por definición un acto voluntario (art. 944 Cód. Civil) y dado que un

acto es voluntario cuando reúne las tres condiciones señaladas, es necesario concluir
que faltando cualquiera de ellas el acto es involuntario (art. 897, Cód. Civil) y que, en

consecuencia, no hay acto jurídico: entonces faltando la voluntad, no hallamos en el

supuesto del negocio jurídico inexistente. Esta conclusión que no es objetable en lógica

estricta no es sin embargo la solución que adopta el código civil, puesto que faltando

voluntad en el sujeto por ausencia de cualquiera de las condiciones reseñadas impone

como consecuencia la invalidez del acto jurídico en lugar de declararlo inexistente.

Capacidad.

“el acto jurídico, para ser válido, debe ser otorgando por persona capaz de cambiar

el estado de su derecho” de allí se desprende, con claridad absoluta, que la capacidad

del sujeto es requisito para la validez de negocio jurídico. Artículo 1251 del Código Civil.

La capacidad es la aptitud del sujeto para ser titular de derechos y deberes y para

actuar por sí mismo en el ámbito jurídico ejerciendo esos derechos y cumpliendo de esos

deberes. Artículo 8 del Código Civil.

La capacidad de la persona sea individual o colectivo es entendida como regla general,

según resultado de los art. 52 y 53 del código Civil y lo ha señalada la jurisprudencia: “en

nuestro régimen jurídico la capacidad es la regla y la incapacidad la excepción” (“la ley”

104-722)

La nación dada precedentemente encierra la capacidad de derecho también llamada

“capacidad de derecho también llamada “capacidad jurídica” o de goce” y la capacidad

de hecho también designada como capacidad de ejercicio” o “de obrar”

Capacidad de derecho. Es la aptitud que tiene la persona para ser titular de derechos y

deberes esta aptitud constituye la nota esencial de la personalidad, no es sin embargo la


misma para las personas individúales que para las personas colectivas porque la

capacidad para estas últimas se halla limitada:

a) por su propia naturaleza (así no pueden ser titulares de derechos o de deberes en el

orden familiar)

b) por los fines de su institución lo cual importa que estas personas tienen capacidad de

derecho para todos los actos compatibles con los fines prudentemente apreciados, que

cada uno persigue, pero solo en esa medida pues más halla carecen por completo de

capacidad jurídica.

Capacidad de hecho. Es la aptitud del sujeto para ejercer y cumplir, por sí mismo, los

derechos y deberes de que es titular, o en otros términos para otorgar por sí mismo actos

jurídicos.

a) ser tenida con plenitud, como ocurre con las personas capaces;

b) ser tenidas con restricciones, como acontece con las personas bastantemente capaces

pero que sufren limitaciones a su capacidad;

c) faltar con relación a ciertos actos jurídicos como sucede con los incapaces de hecho

relativos;

d) faltar por completo como acaece con los incapaces de hecho absoluto.

La falta de capacidad de hecho no impide la actuación del sujeto en la esfera jurídica,

porque el ordenamiento provee los instrumentos para suplir esa carencia; en general la

asistencia para los incapaces.


Por último y como es evidente a la capacidad de hecho solamente se la puede predicar

respecto de las personas físicas o naturales.

Legitimación. La legitimación dominada también “poder de disposición” es la aptitud del

sujeto para decidir sobre el objeto del acto jurídico que otorga; importa, púes, un nexo

entre el sujeto y el objeto del acto jurídico.

La legitimación se distingue de la capacidad de hecho con la que suele ser confundida.

Porque la capacidad de hecho se correlaciona con las condiciones sicofísicas del sujeto,

en tanto que la legitimación toma en consideración la posición en que el agente se halla

con respecto al objeto del negocio jurídico;

Porque la capacidad de hecho se halla presente o falta con relación a una categoría

determinada de actos jurídicos, considerada en abstracto, mientras que la legitimación

existe o se halla ausente con referencia a un acto jurídico en particular; apreciado en

concreto;

Porque el negocio jurídico celebrado sin capacidad de hecho no queda convalidado

por la posterior adquisición de esa capacidad, al tiempo que la ulterior legitimación

consolida el acto jurídico celebrado por quien, al momento de realizarlo carecía de ella.

Es así que se puede afirmar que la capacidad es una aptitud genérica, en tanto que la

legitimación es una aptitud especifica distinción que ha sido acogida por los tribunales al

decir que la legitimación consiste en la idoneidad de una persona para realizar un acto

jurídico eficaz inferida de su posición respecto del acto, y se diferencia de la capacidad

en que esta expresa una aptitud intrínseca del sujeto, mientras que aquella se refiere
directamente a la relación jurídica y solo a través de esta a los sujetos (la ley 122-688)

en líneas generales es posible decir que existe legitimación.

La personería jurídica o personalidad jurídica es el reconocimiento a un ser humano, una

organización, una empresa u otro tipo de entidad para asumir una actividad o una

obligación que produce una plena responsabilidad desde la mirada jurídica, tanto frente

a sí mismo como respecto a otros.

LEGITIMIDAD. Calidad de legítimo. Legalidad o conformidad con la ley, la justicia, la

razón o las reglas establecidas. Calidad de hijo legítimo (v.).

*LEGITIMO. Legal o conforme a ley. Ajustado a derecho. Arreglado a justicia o razón.

Cierto, verdadero, auténtico, genuino. Se dice del producto agrícola, industrial o

mercantil, procedente del acreditado lugar que se indica, y del productor y calidad que se

anuncia. Dícese del hijo nacido de legítimo matrimonio, e incluso de algunos matrimonios

anulados. (v. Hijo legítimo.) Por equiparación legal, es también hijo legítimo el legitimado

por subsiguiente matrimonio. (v. Legitimación.) Se refiere a la tutela deferida directamente

por el legislador, a falta de designación por persona autorizada o por organismo

competente. (v. Tutela legítima.)

*VOLUNTAD. Potencia o facultad del alma que lleva a obrar o a abstenerse. Acto de

admitir o repeler algo. Aceptación. Rechazamiento. Deseo. Intención. Propósito.

Determinación. Libre albedrío. Elección libre. Amor, afecto. Benevolencia. Mandato.


Disposición. Orden. Consentimiento. Aquiesciencia. Carácter; energía psíquica capaz de

mantener o imponer el propio criterio y la resolución adoptada frente a la oposición y los

obst culos. GENERAL. Fórmula vaga con que se hace referencia a la colectiva y un nime;

o a la de la mayoría. El expresión más cómoda, se identifica con la opinión pública (v.).

PRESUNTA. La aceptación o negativa de un sujeto que la ley predetermina, de no

constar; o que se conjetura, de no conocerse. En cuanto a lo primero, la no manifestación

en contrario, convierte la voluntad presunta en eficaz en el sentido que la legislación le

atribuye. TACITA. La que, sin manifestarse por palabras o hechos concluyentes, se

deriva de abstenciones o silencios que a ella equivalen. Se contrapone a la voluntad

expresa. UNILATERAL. Para Planiol y Ripert, la que no encuentra otra ni puede, por

tanto, formar un contrato. Con más generalidad, la que pertenece a un solo individuo y

surte sus efectos por sí sola; como la del testador, y la de la promesa u ofrecimiento

público dentro de ciertos límites y plazos.

*VOTACION. Acto electoral

*CONSENTIMIENTO. Acción y efecto de consentir; del latín consentire, de cum, con, y

sentire, sentir; compartir el sentimiento, el parecer. Permitir una cosa o condescender a

que se haga. Es la manifestación de la voluntad conforme entre la oferta y la aceptación,

y uno de los requisitos esenciales exigidos por los códigos para los contratos.

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