Está en la página 1de 40

UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

FACTORES DETERMINANTES DEL GASTO FAMILIAR EN LA REGIÓN


LAMBAYEQUE EN PRIMER SEMESTRE DEL 2016

INTEGRANTES: Ancajima Huamán Luis Ivan

Barboza Acuña Breiner

Hernandez Fonseca Aldo

Peralta Reyes Jordy

Segundo De La Cruz Fernando

Lambayeque – Perú. 2016

Factores determinantes del gasto familiar en la Región Lambayeque en el


primer semestre 2016
INTRODUCCIÓN

En los últimos años el gasto familiar ha sido un factor determinante para


el ingreso de empresas privadas que llegan a los mercados locales, nacionales
y repercute en las utilidades de las mismas. El gasto de las familias se ha
reconfigurado conforme han cambiado sus ingresos, las personas han cambiado
sus hábitos de consumo y demanda, esto incluye el consumo y gasto en el
hogar, el gasto en la educación, en la vivienda, y las condiciones de vida en el
hogar.

La estructura del gasto familiar deriva de un proceso complejo de


interacción de todos los aportantes de la misma unidad del hogar (hijos, padres,
sobrinos, entre otros), influenciadas por los gustos y preferencias de cada uno
de ellos, desigualdad de ingresos en los miembros de hogar, y del entorno
territorial y cultural en el que viven. Lo que hace que la investigación sobre el
gasto familiar sea compleja, pero a la vez determinante para poder desde la
empresa y el sector público, atenderlos con un buen servicio.

El interés por parte de las empresas privadas de conocer o identificar los


determinantes del gasto familiar, ha hecho que existan muchas publicaciones e
investigaciones relacionadas al consumo y; que los cambios en la composición
del gasto familiar afectan al sector comercial. Se observó que empresas o
negocios relacionados con la alimentación redujeron su participación en la
estructura de gasto de los hogares, ahora se observa una mayor diversificación
del gasto familiar. Esto, que esta relacionado con el incremento en los niveles de
ingresos, ha ocasionado que empiecen a operar en el medio local
supermercados, centros comerciales, multicines, comida rápida, entre otros.

Las familias consumen hoy en Chiclayo más entretenimiento, tecnologías,


comunicaciones, arreglos para el hogar, adquisición o alquiler de
departamentos, entre otros. Se tiene entonces, una estructura de consumo
dinámico que se modifica conforme el ingreso personal se modifica.
La investigación sobre el gasto familiar y sus variables es importante
desde la perspectiva del sector público, porque el gobierno puede conocer e
intervenir para buscar la igualdad y el bienestar social.

Instituciones del estado como el INEI, buscan los mejores indicadores


para incrementar el conocimiento hacia los consumos de la canasta familiar, así
como consumos de diversas actividades que realiza el ser humano, desde
actividades de trabajo, características de hogar y recreación. Es preciso recalcar
que, el Perú y como muchos países de América Latina, muestra desigualdades
y dualidades en países donde el mercado y la globalización enmarcan a las
familias a convivir y vivir de acuerdo a sus posibilidades y a las limitaciones o
no, para poder tener una vida adecuada.

En la investigación se expuso la definición y clasificación del gasto,


consumo, ingreso disponible de los hogares, analizando en detalle el alcance de
cada uno de sus componentes en base a la estructura de la encuesta nacional
de hogares ENAHO, donde se consideró algunas de las variables como son:
gasto familiar, características como vivienda, hogar, miembros y características
de empleo. Se utilizan las definiciones de la teoría de la oferta y demanda; y de
las características de estudio. Es importante destacar que en muchas literaturas
de la región, toman como base las características de los individuos y el gasto
que realizan dentro del ámbito familiar, hacen hincapié a que la multiplicidad de
factores y condiciones que deben existir en el entorno, varía en situación y
disposición al momento de los gastos.
I. GENERALIDADES
1. Titulo
Factores determinantes del gasto familiar en la región Lambayeque
en el primer semestre del 2016
2. Personal Investigador
Autor

- Nombre:
- Grado Académico: Estudiante en Economía
- Categoría – Modalidad: Pregrado - Presencial
- Centro de Investigación: Facultad de Ciencias Económicas
Administrativas y Contables - UNPRG
Coautores (ídem): Ninguno

3. Tipo de Investigación
a. De acuerdo al fin que se persigue
 Aplicada
b. De acuerdo al Diseño de Investigación
 Descriptiva y Explicativa
 No Experimental
4. Área de Investigación
Economía

5. Línea de Investigación
Economía del Empleo

6. Lugar de ejecución
Lugar: Lambayeque

7. Duración del Proyecto


6 meses

8. Fecha de inicio
Mayo del 2016

9. Fecha de término
Octubre del 2016
II. PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACION
1. Situación problemática
Actualmente, todo proceso de crecimiento en las sociedades, requiere de
esfuerzos tanto económicos, de integración de sus individuos y de buenas
prácticas de políticas en el gobierno de turno, para poder tener una
sociedad más ordenada y encaminada hacia el progreso. En América
latina, en los últimos tiempos, el incremento, de empresas y negocios
privados hacen que cada vez, el consumo de los individuos sea más
exigente, haciendo del entorno de la sociedad un lugar más competitivo
entre empresas, donde el estado debe velar por brindar las mejores
condiciones económicas para la sociedad, y por ende el bienestar y
satisfacción de sus integrantes.

Las condiciones no pueden ser perfectas: los empleos precarios,


constante miedo al desempleo, inestables ingresos, insuficiente
capacidad de compra, son la realidad cotidiana de miles de personas en
América Latina. Y como si fuera poco, la región atraviesa una crisis de los
viejos modelos de protección social, pero también de los nuevos: «en
escenarios de crecimiento económico relativamente alto aumenta
fuertemente la desigualdad, y en escenarios de escaso crecimiento
económico, se produce un brutal deterioro de las condiciones de vida de
la mayoría de la población» (Andrenacci & Repetto, 2010).

Ante mercados y estados que fallan en asignar suficientes


recursos, ¿a qué recurrir sino a los vínculos afectivos y emocionales más
cercanos? En todas las sociedades contemporáneas, el bienestar
depende no sólo de las compras privadas de los servicios públicos, sino
también del ámbito doméstico y su despliegue de trabajo no remunerado,
además de las condiciones de donde pueden habitar. Los regímenes de
bienestar son precisamente la constelación de prácticas, normas,
discursos relativos qué le corresponde a quiénes están inmersos en la
producción del bienestar (Esping & Andersen, 2002). Y sobre este
escenario, las familias están para administrar su bienestar, según los
entornos en el cual se movilizan, para poder subsistir.

América Latina es una «región de sociedades duales » (O´Donnell,


1999). En el 2002, el 44% de la población, 220 millones de personas, vivía
en condiciones de pobreza y casi 100 millones eran indigentes. Es la
región más desigual del mundo y cada uno de sus países es
comparativamente más desigual que el promedio mundial. Y los cambios
en el consumo varían en tiempo y lugar, además de los sistemas
económicos que rigen en el mundo y que mantiene el capitalismo, para
América Latina, hacen que en nuestras sociedades se marque la
diferencia en pobreza y desigualdad, que incide en la forma de vivir, y en
la forma de consumir productos o servicio, donde varían desde los precios
hasta el pensamiento del consumidor. Además, toda organización familiar,
sea cual sea su condición en la sociedad actual, contribuye en alguna
forma al tipo de gasto de consumo como producto de la propia necesidad
económica.

El Perú no es ajeno a los efectos de la globalización y crecimiento


económico, que se estima en el índice de precios al consumidor a nivel
nacional a Diciembre del 2013 de un incremento del 5.81% con respecto
a hace 2 años (INEI, Condiciones de Vida en el Perú, 2013), muestra su
mayor auge en la llegada de grandes empresas comerciales y empresas
de servicio a nuestro país, siendo en la región, uno de los países con
mayores proyecciones en crecimiento económico, incrementando cada
vez el consumo y por lo tanto el gasto de cada individuo en nuestra
sociedad, como por ejemplo, el gasto de consumo final privado aumentó
6% durante el trimestre octubre-diciembre de 2011, comparado con igual
período del año 2010, siendo esta información, un indicador que
representa el 58.5% del Producto Bruto Interno (INEI C. , 2000), por lo
que, dicho de otro modo, más de la mitad del tamaño de la economía
peruana se explica por el consumo privado.
Cabe recordar que la medición del desempeño de la economía a
través del PBI se puede obtener por los indicadores de demanda
(consumo, inversión, gasto público y la diferencia entre exportaciones e
importaciones) como por los resultados de la oferta de los sectores
productivos (industria, minería, construcción, comercio, etc.).

Por otro lado, la inversión privada formulada mediante los


proyectos de inversión en empresas grandes e internacionales, manejan
grandes cantidades de información de consumidores, de características
de demanda y regulan las ofertas que proponen en el mercado peruano,
grandes cadenas como supermercados que llegan y abren cada vez
nuevos locales, como la empresa Cencosud, hace ver el consumo como
el “boom de la compra y venta” o “gasta menos y lleva más”, dando
ciertas facilidades en promociones de marketing como ofertas, formas de
pago, revistas, tarjetas puntos, entre otros, haciendo el consumo masivo
en el mercado peruano. Además, sin dejar de lado, los sectores de la
parte inmobiliaria con facilidades de pago, empresas de mejoramiento de
hogar y vivienda (Como Maestro, Sodimac), que cada vez acaparan más
el mercado local y nacional.
En ese sentido, el crecimiento del consumo privado se explica por
la mejora en el gasto en alimentos consumidos dentro del hogar (7.1%),
dato obtenido a partir de la información de la Encuesta Nacional de
Hogares (ENAHO). Asimismo, la producción manufacturera de bienes de
consumo alimenticio creció 4.7% y la importación de bienes de consumo
se incrementó en 13.2%, entre otros. De esta manera, durante el año
2011, el Consumo Final Privado acumuló un crecimiento de 6.2% respecto
al año 2010. (INEI C. , 2000).
Visto de este modo, el incremento positivo de indicadores
económicos, hace que el consumo y gasto en los diferentes rubros de
cada individuo en términos de hogares sea variado y diferente entre si,
viendo que existe una multiplicidad de indicadores que interactúan; los
entornos macroeconómicos y de la economía familiar, hacen que el
consumidor promedio llegue a obtener lo que necesita, habiendo
diversidad de oferta en el mercado, que del mismo modo el estado regula
a niveles macroeconómicos, para no caer en inflación o deflación.
La literatura existente no es completa sobre el modelamiento del
consumo o gasto que hacen las familias en el Perú, (salvo trabajos del
INEI, en base al ENAHO, que interactúa con todas las variables o
indicadores posibles), muy diferente en otros países de la región, donde
hacen modelamiento de gasto, consumo de ingresos, gasto, canasta
familiar, y hasta estimación simultánea en beneficios nutricionales.
En nuestra región Lambayeque, el gasto real per cápita en el año
2009, con respecto al año 2008, tuvo un leve descenso de 1.3% (CIES,
2008), por lo que, aún así, es notable el ingreso de las nuevas empresas
privadas para ofertar nuevas y mejores formas, ya sea de productos o de
servicios, para poder vivir mejor en el hogar, el consumo y gasto se
incrementa y a la vez se diversifica, desde lo básico en el hogar hasta
diversión en familia o en eventos sociales. Hay que tomar en cuenta que
el incremento del gasto recurre a temas de dinero, y se conoce el gasto y
consumo que recurre a otras formas de poder adquirir los productos o
servicios, como las tarjetas de crédito, que es la forma que se esta
utilizando actualmente. Como información adicional, se conoce que,
actualmente hay 2 millones y medio de peruanos que usan tarjetas de
créditos, siendo el departamento de Lambayeque uno de mayor
porcentaje, detalla la central de riesgos crediticios Sentinel (Castillo,
2013). De este modo, el incremento del consumo y del gasto, en sus
diversos indicadores con relación a un ambiente económico en bonanza,
hace que para nuestra región sea un estudio más completo que otros
estudios, la estimación del gasto en familia que se realizó en la región
Lambayeque, en el presente estudio, por diversos factores; hace
imperativo no solo para políticas de estudios de oferta y demanda para
empresas interesadas, si no para el mismo estado que busca integrar
cada vez más a las familias en un entorno de economía adecuado, en una
inclusión más beneficiosa para todos.
3. Justificación e Importancia del Estudio

Al nivel individual, la teoría económica reduce el análisis del


comportamiento del consumidor a un problema de optimización
(maximización de la utilidad) que este obtiene de sus actos de consumo;
esto es, a la paradoja que supone obtener el mayor grado o nivel de
bienestar posible de unos bienes y/o servicios que debe adquirir
(“demandar” o “consumir”), con unos recursos monetarios que son por
naturaleza limitados. Así, la solución está en asignar ese ingreso (o
presupuesto disponible, que una vez ejecutado se denominará “gasto”),
entre esos diferentes bienes y/o servicios (o categorías posibles que de
estos puedan obtenerse). Por regla, aquellos que sean para él más
importantes (o “necesarios”) serán los que ocupen mayor porcentaje de
ese ingreso, y viceversa, dependiendo del nivel de desarrollo en el que se
encuentre.
Una medición de este tipo, pero esta vez agregando a una serie de
individuos que desde la jerga estadística se denominan “hogares”, es lo
que se consigue medir cuando se realizan muestreos atemporales como
las encuestas de hogares por muestreo o las encuestas de presupuestos
familiares. En esencia, este tipo de instrumentos tiene como fin primordial
medir la distribución o asignación del gasto familiar entre las distintas
categorías de bienes y servicios, así como información relacionada con
otras variables relacionadas con los ingresos, patrones de consumo,
características de las viviendas que habitan (y su equipamiento),
composición del hogar y otras variables económicas y sociales de sus
miembros. Todo ello con el fin último de disponer de información sobre los
ingresos y patrones de consumo de los hogares del país, cuyo propósito
de actualizar la canasta de bienes y servicios utilizada en el cálculo del
Índice de Precios al Consumidor.
4. Formulación del Problema

¿Cuáles son los factores determinantes del gasto familiar en la Región


Lambayeque en el 2015?

5. Objetivos

Objetivo general:

Identificar los factores determinantes del gasto familiar en la Región


Lambayeque en el Periodo del 2do Trimestre del 2013.

Objetivos específicos:

 Identificar la base de datos de la Encuesta Nacional de Hogares


ENAHO del 2do trimestre del 2013 en los hogares de la Región
Lambayeque 2013.

 Identificar las variables de la base de datos en la encuesta del ENAHO


– 2do trimestre del 2013 que modelaran el gasto familiar en los
hogares de la Región Lambayeque 2013.

 Identificar las variables significativas para el modelo de estimación de


la regresión lineal múltiple del gasto familiar en los hogares de la
Región Lambayeque 2013.

 Estimar el modelo de regresión lineal múltiple para el gasto familiar en


los hogares de la Región Lambayeque 2013, según las variables
seleccionadas.
III. Marco Teórico

3.1 Antecedentes del Problema

DGEEC (2010) en el estudio de “Determinación del Gasto Familiar e


Ingreso familiar, canasta básica de alimentos y Líneas de Pobreza” en
Paraguay, bajo los lineamientos de un censo, llega a identificar los
siguientes puntos, que muestra el poder adquisitivo de bienes y
servicios que tienen los miembros de un hogar y, por tanto, puede
utilizarse para analizar el comportamiento de variables como
educación, características de individuos, tamaño del centro laboral,
ubicación geográfica del hogar, tipo de artefactos electrodomésticos
más usados entre otras, a lo largo de los diferentes tramos de ingreso.
Se encontró dentro de las conclusiones que esta asociado a bajos
niveles de capitalización y productividad de los factores de producción
y por ende a reducidos niveles de ingresos. Cuanto más pobre es el
hogar mayor es la probabilidad que sus miembros se encuentren
laborando en microempresas.

Berges (2007) en la investigación “Estimación de un Sistema de


Demanda de alimentos: Un análisis aplicado a hogares pobres y no
pobres”, llega a la conclusión que a partir de información sobre gastos y
cantidades consumidas por los hogares de todo el país, la Encuesta
Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHO), estimó un Sistema Lineal
de Gastos para distintos grupos de alimentos. La muestra incluye 27.260
hogares de todo el país, pero dada la metodología del relevamiento
(gastos semanales y no consumo), y el nivel de desagregación en los
gastos de alimentos, se encontró un alto porcentaje de observaciones con
valores de cero en muchos de los consumos.

Quintero (2006) en la investigación “Factores Determinantes de la


demanda de alimentos”, destaca entre las conclusiones que los factores
determinantes que considera de consumo son: la renta, precios y relación
de precios, preferencias del consumidor, factores socio demográfico,
actitud y moda. Todo esto incluye variables de análisis para la demanda
de alimentos como variables relativos al consumidor (valores culturales y
situación económica), variables a bienes y servicios y variables de motivos
de la demanda de alimentos. Se determinó mediante el modelo de Stone,
donde la variable dependiente es la cantidad demandad del bien, y las
variables independientes cantidad del precio del bien, gasto total (que
explica mejor que el ingreso total), elasticidad del gasto total y elasticidad
precio-demanda.

Hernández (2005) en su tesis doctoral sobre “Servicios y Consumo


Familiar, Un análisis Regional de los patrones de Consumo en la ciudad
de Granada, España” explicó que, dentro de sus conclusiones a la teoría
económica del consumo familiar, manifiesta que la teoría de Keynes es la
que mejor se ajusta al estudio realizado. Dentro de las conclusiones, se
encontró que para llegar a entender los problemas de consumo y su
evolución, tanto en un sentido macroeconómico como microeconómico,
se hace necesario estudiar un conjunto de factores de naturaleza externa
como son los factores demográficos, económicos y socioculturales. En
cuanto a las conclusiones en base a análisis multivariante como técnicas
de Componentes principales, Análisis factorial y regresión lineal múltiple,
nos ha llevado a determinar los factores explicativos del consumo familiar
de servicios tanto a nivel nacional como por Comunidades Autónomas.
Se encontró que los factores explicativos del consumo familiar de
servicios presentan el siguiente orden e importancia explicativa:
Características socioeconómicas del sustentador principal, Relación del
cónyuge con la actividad económica, Capacidad económica y nivel
educativo del sustentador principal, Número de adultos en el hogar,
Presencia de niños en el hogar, Aspectos geográficos-demográficos.

Fernández (2002) en la investigación “Estimaciones de demanda de


alimentos utilizando un sistema LINQUAD”, llega a la conclusión que,
existen muchos modelos para estimar sistemas de demanda, esta tesis
de grado demostró que una manera de obtener funciones de demanda
consistentes con el concepto de cuasi-integrabilidad, lineales y con
modelos de regresión lineales, respecto al ingreso deflactado y lineales y
cuadráticas respecto a los precios deflactados es utilizando la función de
gasto conocida como modelo LINQUAD. Se estimó la contribución de
variables como elasticidades de precio, ingreso y tamaño del hogar
utilizando este modelo como forma de contribuir con algún avance
metodológico a las investigaciones en este tema. Se identificó diferentes
estructuras lineales tanto en grupos de hogares pobres como de no
pobres.

3.2. Base teórica

1. El principios de la teoría de la oferta:


La oferta de bienes nace de la combinación de servicios productivos
por parte de las empresas. Podemos establecer una simetría entre la
lógica Marshaliana de la determinación de la demanda y la de la oferta de
servicios productivos. Así como los consumidores se benefician de la
utilidad de los bienes que adquieren, los oferentes de servicios
productivos soportan desutilidades ligadas a la oferta que proponen, Así
como las utilidades crecen a ritmo decreciente, las desutilidades crecen a
ritmo creciente. En suma, «la producción implica costos y sacrificios que
en la mayor parte de los casos crecen por unidad producida medida a que
la producción aumenta».

A esta idea general de la oferta de servicios productivos debe añadírsele


otra. Marshall supone que en principio existe todo un abanico de usos
posibles para los factores productivos, El trabajador puede elegir su
empleador, el capital, el sector de su empleo. De ello resulta que los
demandantes de servicios productivos compiten por su obtención. Estos
servicios irán a quien más les pague y lo haga más rápido y con mayor
seguridad. Frente a la utilización alternativa, un principio de sustitución los
conducirá naturalmente hacia la rentabilidad más alta y más cierta.
La teoría Marshalliana de la empresa tiene dos aspectos principales. El
primero se refiere al modo en que el empresario combina los factores de
producción. El segundo a los ajustes que pueden efectuarse cuando se
modifican las condiciones de mercado. El primero puede tratarse
inmediatamente: los empresarios son racionales y tratan de maximizar
sus beneficios bajos restricciones.

En tanto prevalecen las condiciones de la competencia, crecen de poder


sobre los precios de sus productos y sobre las remuneraciones de los
factores. De modo que, para un nivel dado de producción, la racionalidad
conducirá a elegir el método menos costoso de producción. El segundo
punto, el de las posibles respuestas de una empresa a la modificación de
su entorno, es más complejo. Es aquí donde Marshall introduce el tiempo
distinguiendo tres, o cuatro, períodos.

El "período de mercado" es un período tan corto que la totalidad de las


ofertas es fija. La empresa no puede responder a un cambio de la
demanda ajustando la oferta; será el precio el que se adapte. Este caso
es analíticamente el más simple: cuando la oferta fija la cantidad, la
demanda fija el precio. En el "corto período", el tamaño y el equipo de las
empresas está dado (es decir su capacidad de producción). Sin embargo
son posibles los ajustes de producción, ya que los obreros pueden hacer
horas suplementarias o contratar algunos nuevos y comprar las materias
primas necesarias.
Estos ajustes factoriales permiten aumentar la producción con beneficios
cuando crece el precio pero esto se hará sin duda con costes marginales
crecientes. En el "período largo", es la capacidad de producción de la
empresa la que es variable. En efecto, si el crecimiento de la demanda se
mantiene, puede ser ventajoso para las empresas el bajar el conjunto de
sus costes y aumentar la capacidad. A estos tres períodos, tradicionales
en el análisis Marshallianos, podríamos añadir, apoyándonos en el propio
Marshall, un período más largo de tiempo en el que las técnicas de
producción se modifican.
A menudo se ha subrayado, y es importante, que estas distinciones
temporales no son de "calendario" si no "funcionales". Aun en el caso
general y para un sector determinado, el horizonte de corto plazo es más
próximo que el de largo plazo, las "duraciones" son fundamentalmente
diferentes de una rama a la otra, de una empresa a la otra. Este el marco
temporal en el que se desarrolla la teoría de la oferta de Marshall.

2. El principio de la teoría de la demanda

La concepción Marshaliana de la demanda difiere fundamentalmente


de la concepción clásica. Para los clásicos, la demanda se refiere a
cantidades necesarias para satisfacer necesidades particulares. Hay así
"una demanda de subsistencia" para alimentar la población, una
"demanda de trabajo productivo" correspondiente a la acumulación
deseada de capital, una "demanda efectiva que permite la remuneración
de los factores a sus tasas naturales y hace, entonces, venir los bienes
sobre el mercado, una "demanda de bienes de lujo y de trabajo
improductivo" eventualmente para garantizar desembolsos suficientes,
etc.

De esta concepción resulta dos consecuencias. La primera es que la


demanda no es un concepto general. Existen demandas correspondientes
a campos particulares y poniendo en juego comportamientos específicos
que se deben articular, pero que son, de partida, distintos. La segunda es
que las demandas están difícilmente relacionadas con los precios de
mercado.

La mayor parte del tiempo son rígidas, inelásticas. La población debe ser
alimentada, lo que determina la demanda de trigo; se acumulará un cierto
volumen de capital, lo que determina la demanda de trabajo productivo; el
arbitraje entre la prodigalidad y la parsimonia determinará para los
capitalistas y los propietarios de la tierra la demanda de bienes de lujo y
de trabajo improductivo.
En efecto, como hemos visto, la reflexión de los clásicos se dirige
esencialmente hacia las fuerzas que gobiernan el precio natural, los
cuales dependen esencialmente de la oferta. El concepto de demanda
extraño al análisis clásico, juega el papel central en el análisis de Marshall.
En primer lugar, porque la determinación de los precios de mercado (y no
el precio natural) es uno de los principales problemas de estudio, de modo
que la demanda toma un sitio natural al lado de la oferta. de otro lado,
porque la demanda se convierte en un concepto general, pertinente para
el conjunto de los mercados (productos, factores, bienes y servicios,
activos reales y financieros,...)

La concepción Marshaliana de los "bienes económicos" que son objeto de


una demanda rompe radicalmente con la tradición clásica.
Esquemáticamente, podríamos decir que una economía produce menos
"bienes", "satisfacciones" o "utilidades", que los consumidores buscarán
obtener en el mercado. Así, los servicios, igual que los bienes materiales,
satisfacen ese criterio.

Un "bien económico" es el que se compra en el mercado; su valor es el


precio al que se compra. En esta óptica, la distinción bien servicio carece
de contenido analítico: «…a veces se dice que los comerciantes no
producen: que, en tanto que el carpintero produce los muebles, el
mercader se limita a vender lo que ya está producido. Pero esta distinción
carece de base científica. Los dos producen utilidades y ninguno de ellos
puede hacer más…». (Pindyck & Rubinfeld, 1996)

Una consecuencia anexa pero importante se deriva inmediatamente: la


antigua distinción clásica entre trabajo productivo e improductivo
desaparece. "Si se trata de tomar un nuevo punto de partida, es preferible
considerar todo trabajo como productivo, con excepción de aquel trabajo
que no consigue el objetivo al que se dirige y que, por ello, no produce
utilidad alguna" (Garavito, 2012).
Evidentemente la naturaleza de la demanda va a cambiar. Ya no se trata
de una simple cantidad requerida para la satisfacción de una necesidad
particular, sino de una relación que expresa, antes de toda transacción de
mercado, la evolución de las cantidades demandadas de acuerdo con los
distintos precios posibles. Es entonces un concepto ex-ante y es también
una función que puede expresarse en una curva. Sin duda esta noción se
impone ahora con la fuerza de lo evidente; pero no podemos olvidar que
al final del período clásico fue una formulación innovadora. Por supuesto
las curvas de demanda fueron trazadas antes de Marshall por Cournot
pero es el primer autor el que logró el mérito de desarrollar una teoría en
este campo.

La teoría de la demanda de Marshall es esquemática e incompleta y se


concentra en la demanda de un bien, o un grupo de bienes, frente a un
entorno vagamente definido. La función de utilidad del individuo se define
como:
u(x) + w(y)
Donde x es el nivel de consumo del bien X, e y es el gasto en todos los
demás bienes medido en dinero de poder adquisitivo constante. El cómo
se define tal índice y si el precio de x está o no incluido en su cálculo es
algo que no se aclara. Asumiendo la utilidad marginal decreciente del
consumo del bien X y del bien Y, podemos deducir el gasto máximo e que
el individuo está dispuesto a hacer para asegurarse el consumo de x
unidades del bien X, cuando dispone de un ingreso total de m para gastar
en todos los bienes. Esta función se define implícitamente como:

u(x) + w(m-e(x,m))-w(m)=0

Así, puede obtenerse la función inversa de demanda del bien x como:

f(x,m) = ex(x,m)=u´(x)/w´(m-e(x,m))
Puede comprobarse con facilidad que la demanda aumenta con el ingreso
y disminuye con el precio del bien X. La demanda de mercado se obtiene
simplemente agregando las demandas individuales.

Si los individuos pueden comprar x unidades del bien X al coste monetario


total de c(x), entonces, el excedente del consumidor que éste obtiene con
la compra es igual a:

s(x,m)=e(x,m)-c(x)

Evidentemente, este excedente se mide en dinero. La ganancia en


términos de utilidad está dada por:
b(x,m)=u(x)+w(m-c(x))-w(m)

Si cada unidad puede adquirirse a un precio fijo, p, y si el consumidor


maximiza su bienestar dado p, entonces:
c(x)=x.p = x.f(x,m)=x.ex(x,m)

En consecuencia:
s(x,m)=e(x,m)-xex(x,m)

Esta fórmula es exactamente la misma que obtendríamos al calcular la


renta del suelo, en cuyo caso e(x,m) es el producto obtenido de la
utilización de una cantidad x de factor variable, al que se le paga por su
productividad marginal y m es el equivalente de la cantidad de tierra.
Precisamente por esa analogía, Marshall utilizó hasta 1898 el término
renta en lugar del, ahora más familiar, de excedente del consumidor.

Para Marshall, este caso general resulta de poca utilidad práctica ya que
depende demasiado de elementos imposibles de observar en el
comportamiento ordinario de los individuos. Por eso, formula a
continuación un caso especial que puede ser útil como una aproximación,
introduciendo el siguiente supuesto simplificador: admitamos que el bien
X es poco importante en el consumo y que, por lo tanto, e(x,m) y c(x) son
cantidades despreciables con respecto al gasto total m. En este caso, es
válida la siguiente aproximación:

w(m-z)-w(m) = zw´(m)

Además, la función de demanda puede expresarse como:

f(x,m)=u´(x)/w´(m)

y, el excedente del consumidor como:


s(x,m)=b(x,m)/w´(m)

Así, la función de demanda es proporcional a la utilidad marginal y el


excedente del consumidor al beneficio en términos de utilidad (a b); el
factor de proporcionalidad en ambos casos es el recíproco de la utilidad
marginal del ingreso (1/w'(m)). Este resultado supone entonces que la
utilidad marginal del ingreso es constante y es fundamental para la teoría
de la demanda de Marshall y para sus aplicaciones a la economía del
bienestar.

Si la utilidad marginal del dinero es constante, el análisis de la demanda


se simplifica notablemente. Por ejemplo, cuando un precio baja, el ingreso
real aumenta. La restricción presupuestaria se desplaza y los gastos
pueden aumentar. Entonces, la utilidad del último franco gastado
disminuye.

En la teoría microeconómica esto es denominado efecto renta y analiza la


influencia de una variación del ingreso sobre el consumo de un bien y
sabemos que en el caso de bienes inferiores este es negativo. En la
derivación de su curva de demanda Marshall descarta este efecto renta.
Los bienes que él estudia son "de poca importancia" de manera que las
consecuencias sobre el ingreso real de una variación del precio son
descartables.
La utilidad marginal del dinero se puede considerar en estos casos
constantes. Así es posible derivar la curva de demanda de un bien en
función de su precio. La idea subyacente es que pariendo de una situación
de equilibrio U´i/pi = U´m la disminución del precio significa que ahora
U´i/pi > U´m como U´m es constante hace falta una disminución de U´i
para restablecer el equilibrio. Esta baja se obtiene aumentando el
consumo del bien i.

Pero aparte de que este razonamiento supone una utilidad marginal del
dinero constante. Todo el análisis se conduce con la hipótesis de
independencia de los bienes, de lo que resulta, una función de utilidad
aditiva. Así que la demanda del consumo de cada bien puede tratarse con
independencia de la demanda de los demás bienes. Marshall subraya que
ciertos bienes son complementarios (sólo pueden utilizarse en conjunto
de acuerdo con una relación técnica fija), y otros son sustitutivos (procuran
indiferentemente la misma satisfacción).

Tener en cuenta todas estas interdependencias lleva necesariamente a


otra función de utilidad y hace más compleja la determinación del óptimo
del consumidor (Edgeworth, 1891). A pesar de que Marshall menciona los
trabajos de Edgeworth en las reediciones de sus principios se mantiene
en su concepción. Él pensaba que las funciones de utilidad generalizadas
«podrían tener un gran poder de atracción para los matemáticos» pero
añadía «parecen menos adaptadas (que las funciones aditivas) para la
representación de la realidad económica diaria». (Edgeworth, 1891).

La teoría de la demanda planteada arriba parece demasiado restrictiva;


aunque parece indispensable generalizarla a un número mayor de bienes
Marshall no optó por ese camino, al menos en su obra publicada.
Evidentemente, aunque cada bien puede tener una participación muy
pequeña y despreciable en el gasto total, el consumo de todos esos
bienes si puede afectar la demanda de los demás y la utilidad marginal
del consumo. Los principios de Marshall nos ofrecen entonces una visión
intuitiva del problema de optimización del consumidor, pero no de su
traducción en las distintas funciones de demanda. Marshall, prefirió
guiarse por objetivos más pragmáticos y esto no le impidió admitir, por
ejemplo, la existencia de bienes sustitutivos o complementarios, e incluso
la excepción de los bienes Giffen, todos ellos incompatibles con la teoría
expuesta más arriba.

2.1. La definición conceptual de la demanda:

En todo proceso de la economía, se tienen presente que siempre esta


relacionado la parte de la oferta y la demanda, para lo cual se centrara el
estudio en función de la demanda de las personas, innato por naturaleza
por siempre saciar sus necesidades. Para lo cual se identifica la demanda
en algunos autores:

Para Kotler, autor del libro "Dirección de Marketing", la demanda es «el


deseo que se tiene de un determinado producto pero que está respaldado
por una capacidad de pago». (Kotler, Camara, Grande, & Cruz, 2002)

Según Laura Fisher y Jorge Espejo, autores del libro "Mercadotecnia", la


demanda se refiere a «las cantidades de un producto que los
consumidores están dispuestos a comprar a los posibles precios del
mercado». (Fisher & Espejo, 1998)

El Diccionario de Marketing, de Cultural S.A., define la demanda como «el


valor global que expresa la intención de compra de una colectividad. La
curva de demanda indica las cantidades de un cierto producto que los
individuos o la sociedad están dispuestos a comprar en función de su
precio y sus rentas». (Guiller, 2003)

Simón Andrade, autor del libro "Diccionario de Economía", proporciona la


siguiente definición de demanda: «Es la cantidad de bienes o servicios
que el comprador o consumidor está dispuesto a adquirir a un precio dado
y en un lugar establecido, con cuyo uso pueda satisfacer parcial o
totalmente sus necesidades particulares o pueda tener acceso a su
utilidad intrínseca». (Andrade, 2009)

Gregory Mankiw, autor del libro "Principios de Economía", define la


demanda como «la cantidad de un bien que los compradores quieren y
pueden comprar». (Mankiw, 1997)

En síntesis, una definición de demanda que se puede extraer de todos


estos aportes o propuestas, y que en lo personal sugiero, es la siguiente:
"Es la cantidad de bienes y/o servicios que los compradores o
consumidores están dispuestos a adquirir para satisfacer sus necesidades
o deseos, quienes además, tienen la capacidad de pago para realizar la
transacción a un precio determinado y en un lugar establecido".

2.2. La demanda en el consumo

La decisión parte de destinar el ingreso personal disponible a


consumo o ahorro. Para legar al ingreso personal disponible a partir del
ingreso nacional es necesario hacer tres ajustes: Utilidades no
distribuidas, Impuestos directos,
Transferencias del gobierno (Seguro Social, Seguro de desempl
eo, Aportes de bienestar, etc).

El mayor problema conceptual es que los datos subestiman la tasa de


ahorro al contar todos los gastos en bienes durables (automóviles, por
ejemplo) como consumo presente, a pesar de que, dicho gasto es en
parte un ahorro, ya que los bienes durables no se gastan totalmente en
el período actual.

2.2.1. Unidad básica: la familia

Las familias son consideradas, las unidades básicas de análisis, ya


que son la unidad institucional, más simple, que puede determinar las
decisiones de consumo y ahorro en la economía. Toda familia parte de
un nivel de necesidades, que deben ser cubiertas con un cierto nivel de
ingreso de hoy y expectativas de ingresos a futuro. Además, como es
lógico, tienen un problema; una restricción presupuestaria, la cual
representa, el nivel máximo de consumo que pueden hacer. Un tema
central en Macroeconomía, es la forma como las familias reparten su
ingreso entre consumo y ahorro, sin duda, esta es una de las decisiones
claves que deben tomar las personas.

En el enfoque neoclásico la familia se concibe como unidad, y ello supone


unificación de recursos. En cuanto al recurso tiempo, en la oferta de
trabajo para el mercado laboral, cada miembro tiene en cuenta las
circunstancias de los otros, y de acuerdo con la productividad de cada
miembro se decide cuántas horas ofrecer en el mercado laboral y cuántas
destinar a las actividades no remuneradas del hogar. También se asume
un ingreso unificado; un aumento real de éste puede tener efectos
diferentes para cada miembro. «…Existe evidencia empírica que
demuestra que si la capacidad de ingreso de las mujeres no varía, un
incremento en el ingreso familiar tiende a reducir su participación en la
fuerza de trabajo; en cambio, si el ingreso del resto de los miembros de la
familia permanece constante, un aumento del salario de la mujer, se
traduce en mayor oferta de tiempo al mercado laboral…».
(Wainerman,1981)

2.2.2. Toma decisión de una familia.

Como unidad económica, la familia toma decisiones racionales;


busca obtener el máximo bienestar al menor costo posible como resultado
de la mejor combinación de recursos; este ejercicio se refleja en la
maximización de la utilidad o satisfacción del grupo. Es decir, la familia
"economiza y efectúa deseos racionales al escoger entre alternativas de
acción. La palabra racional significa la elección de cualquier ruta de acción
que maximice el bienestar.
A nivel de una familia individual, esta decisión afecta su bienestar
económico a lo largo del tiempo. Las familias que optan por consumir más
en el presente y por lo tanto ahorran menos, tendrán que consumir menos
en el futuro. El efecto acumulativo de las decisiones en el consumo y el
ahorro de las familias contribuye a determinar la tasa de crecimiento
dentro de la economía, la balanza comercial y el nivel de producto y
empleo.

El esfuerzo por alcanzar el máximo bienestar posible requiere una


selección de la más apropiada combinación de bienes y servicios como
fuentes de utilidad. En una economía de mercado estas fuentes son
provistas por la familia mediante la asignación de tiempo para la
transformación de mercancías compradas con el ingreso obtenido en el
mercado laboral. En la práctica lo que se adquiere en el mercado son
medios a los cuales se les debe aplicar tiempo adicional para dejarlos
dispuestos para el inmediato consumo o para su uso. Los alimentos
requieren ser cocinados e incluso servidos; la casa y su mobiliario
necesitan aseo y mantenimiento y a los niños y niñas hay que atenderlos.

3. Teoría del ingreso permanente para el consumo

Formulada por Friedman en 1957, se basa en la idea de que el


consumo y el ahorro no son función del ingreso corriente, sino de dos tipos
de ingresos: El ingreso permanente, definido como el ingreso futuro
esperado. El ingreso transitorio o no esperado, de naturaleza estocástica.
Ante un incremento de la renta, la persona discernirá si se trata de un
aumento permanente o transitorio. Para Friedman, un incremento
transitorio de la renta no influye en el consumo corriente, y por lo tanto, se
ahorra casi en su totalidad, aumentando la riqueza del individuo, y
consecuentemente su consumo futuro. El mismo razonamiento es válido
en términos agregados. Shocks exógenos a una economía, como un
incremento de los términos de intercambio, favorecerían, bajo esta
hipótesis el ahorro total.
El análisis de este tema parte de la teoría de los ciclos de la «vida para el
consumo y el ahorro: La familia percibe un flujo de ingresos durante su
vida, que se extiende por varios períodos o años y por tanto, necesita
seleccionar una trayectoria de consumo a través de su vida que sea
consistente con sus ingresos a lo largo de este mismo lapso» (Pindyck &
Rubinfeld, 1996). En cualquier período dado, la familia puede consumir
menos o más que su ingreso en tal período. Si consume menos y ahorra
más, con el tiempo, ese ahorro se usará para pagar un consumo más
amplio en algún período futuro. Si consume más, se ve obligada a
desahorrar en el período actual y, como resultado, su consumo futuro se
reducirá.

Dichas decisiones, generalmente se basan en las expectativas sobre los


ingresos futuros y los intereses que podrán ganar sobre su ahorro. Por
tanto, este proceso de toma de decisiones posee un carácter inter-
temporal, ya que se supone que las familias pesan sus decisiones de
consumo cuidadosamente.

4. Disposición a pagar y su relación con la demanda. Una explicación


teórica

La demanda representa la cantidad que un consumidor desea


comprar de una serie de bienes, ya sea expresada como una función de
los precios y el ingreso o como una función de la utilidad y de los precios.
Debemos partir de que el comportamiento del consumidor es racional. Si
las decisiones que toma el consumidor contradicen los supuestos,
entonces el consumidor es considerado irracional. De hecho, un estudio
en sicóticos crónicos realizado en una institución mental en New York,
Estados Unidos, encontró que aquellas personas a quien la sociedad
considera como "irracionales" siguen la famosa ley de la demanda:
"compran menos cuando aumentan los precios" (Battalio & Kagel).

Obviamente la discusión sobre "el comportamiento racional" es más


profunda de lo que se considera aquí, ya que no necesariamente se
necesita estar en una institución mental para caracterizar a un individuo
como "irracional", o que comprar menos cuando aumentan los precios,
ratifique el comportamiento maximizador de los individuos.

4.1. Unicidad y continuidad

La demanda que corresponde a un vector de precios e ingreso podría


no ser única, como se observa en la gráfica Nº01; allí existen dos
soluciones xA y xB correspondientes a la restricción de presupuesto.
Desde un punto de vista técnico, la condición que garantiza una función
de demanda única consistirá en: "Si un orden de preferencias es continuo,
satisface la insaciabilidad local, y es estrictamente convexo, entonces
para todo p >> 0, y > 0 la demanda x( p, y) es única, define un valor
singular, y es una función continua de (p, y)".

Grafica 01: Curva de indiferencia

Fuente: Libro de la Introducción a al Teoría del Consumidor. Autor Mora.

4.2. El excedente del consumidor y disponibilidad a pagar

La teoría del consumidor nos muestra un individuo eligiendo una


canasta de bienes, dados unos precios e ingresos ¿Qué sucede cuando
el entorno que rodea al consumidor cambia? Este será el objetivo de esta
sección. Consideremos a un consumidor con preferencias racionales,
continuas y localmente no saciadas. Asumiremos también que las
funciones de gasto y utilidad indirectas son diferenciables, y
concentraremos nuestro interés en los cambios de precios.

Suponga que la riqueza del consumidor permanece constante a un nivel


y > 0 y el vector inicial de precios es p0. Nosotros deseamos evaluar el
impacto sobre la riqueza del consumidor, de un cambio de p0 a un nuevo
vector de precios p1. Dicho cambio no debe parecernos extraño. Por
ejemplo, si el gobierno decide aumentar los impuestos esto se traducirá
directamente en los precios.

El problema se traduce en evaluar cuándo el consumidor estará mejor o


peor. Entonces, a partir de la función indirecta de utilidad el consumidor
estará en peor situación sí v(p1,y) - v(p0,y) < 0.

La función de utilidad derivada de es suficiente para realizar alguna


comparación. Sin embargo existe una función de utilidad indirecta que
lleva a una medida del cambio de la riqueza en unidades monetarias
(pesos) que se puede denominar utilidad indirecta métrica monetaria y
que se construye a través de la función de gasto.

En particular, se parte de la función de utilidad indirecta v(.,. ), eligiendo


un vector de precios arbitrarios estrictamente positivo, y a partir de la
función e(,v(p, y)), se puede obtener la riqueza necesaria para alcanzar el
nivel de utilidad v(p, y) cuando los precios son p. Observe también que la
función de gasto es estrictamente creciente, ya que depende del nivel de
v(p, y). Así, una medida del cambio de la riqueza expresada en pesos
vendrá determinada por:
Grafica 02: Función de utilidad métrica monetaria

Fuente: Libro de la Introducción a al Teoría del Consumidor. Autor Mora

De esta forma, la utilidad indirecta métrica monetaria puede ser construida


para algún vector de precios. Estas elecciones llevan a dos medidas en
torno al cambio de la riqueza: la primera conocida como la variación
equivalente ( VE ) y la segunda como la variación compensatoria (VC).

Formalmente sea u0=v(p0,y) y u1=v(p1,y).

Haciendo e(p0,u0)= e(p1,u1)= y, se obtiene:

VE (p0, p1,y) = e(p0,u1)- e(p0,u0)= e(p0,u1)- y

VC (p0, p1,y) = e(p1,u1)- e(p1,u0)= y - e(p1,uo)

La variación equivalente será la cantidad de pesos ante la cual el


consumidor es indiferente, en lugar de aceptar un cambio en precios. Esto
es, el cambio en su riqueza que es equivalente al cambio en precios en
términos del impacto de riqueza (éste es negativo si el cambio en precios
hace que el consumidor se encuentre peor).
Deberá observarse que e(p0,u1) es el nivel de riqueza al cual el
consumidor alcanza exactamente el nivel de utilidad u1, es decir, el nivel
generado por el cambio en precios desde p0. Además e(p0,u1) - y es el
cambio neto en la riqueza de tal forma que el consumidor alcanza la
utilidad u1 a precios p0.

La variación compensatoria medirá el ingreso neto que debe compensar


al consumidor por el cambio en precios una vez éste ha ocurrido, de tal
forma que el consumidor recobre su nivel original de utilidad u0. Como
menciona Mascollel et-al, «ésta puede ser pensada como la cantidad
negativa que el consumidor justamente estaría dispuesto a aceptar del
planeador que ha asignado el nuevo cambio de precios». Gráficamente,
estas medidas se pueden ver como:

Grafica 03: Medidas de cambio de riqueza

Fuente: Libro de la Introducción a al Teoría del Consumidor. Autor Mora

Las variaciones equivalentes y compensatorias podrían diferir si el vector


de precios (que asume la compensación) difiere. Esto significa, como se
observa, que en el caso de una caída en los precios VC < VE y ante una
elevación en el precio del bien VC > VE. El cambio en la riqueza producido
por una variación en el precio del bien 1 puede ser medido a través de la
curva de demanda marshallian. (Azqueta, 1994). De esta forma, si
definimos la medida de variación (MV) como:
Y si no existen efectos de riqueza en el bien 1, entonces esta medida de
variación es exactamente igual a las medidas equivalentes y
compensatorias. Esta medida será el cambio en el excedente del
consumidor marshalliano. En tanto se consideren las variaciones en la
riqueza como efecto de variaciones en los precios, el excedente del
consumidor se encuentra entre la variación equivalente y compensatoria.
El error cometido de usar esta medida es del 2%, como observa
(Wainerman, 1976). Cuando las variaciones en la riqueza son debidas a
cambios en las cantidades, Hanemman, ha demostrado que estas dos
medidas difieren ampliamente, pues ya no sólo se deberá tener en cuenta
el efecto renta, sino también efectos de sustitución. (Shiffman & Lazar,
2010).

4.2.1. La disponibilidad a pagar


Suponga que un consumidor tiene la oportunidad de comprar una
cantidad x de un bien. Nosotros deseamos determinar cuánto de esta
oportunidad corresponde al "esfuerzo", medido en unidades de gasto
sobre otros ítems. Para determinar este valor, deberemos usar la gráfica
(3.3), pero ahora la curva muestra la curva inversa de la demanda del
consumidor compensada. Esta curva resulta de fijar la utilidad u0 al valor
original (x=0) y calcular su forma inversa. Imagine entonces una curva que
se devuelve una unidad, comprando cada unidad al precio indicado. El
consumidor estará dispuesto a pagar más por cada unidad y la utilidad
permanecerá constante durante este proceso. De esta forma, la cantidad
total que se estaría dispuesto a pagar será:

Donde pc(£,u0) es la demanda inversa compensada: el precio ajustado


cuando los otros precios están fijos. De aquí se obtiene:
Esto es, si el consumidor compra x unidades al precio p, el área bajo la
curva de demanda compensada antes del precio p es la disponibilidad a
pagar neta. En general, esta medida es diferente al excedente del
consumidor, sólo que si no existen efectos ingreso x(p,y)/ y = 0 las dos
curvas de demandas serán iguales y la disponibilidad neta por pagar será
igual al excedente del consumidor.

4.3. Análisis estructural de la demanda:

Tomando en cuenta las anteriores definiciones, se puede apreciar que


la definición de demanda revela un conjunto de partes que conforman la
demanda. Esas partes son las siguientes:

a) Cantidad de bienes o servicios: Se refiere a un cierto número de


unidades que los compradores estarían dispuestos a comprar o que
ya han sido adquiridas.

b) Compradores o consumidores: Son las personas, empresas u


organizaciones que adquieren determinados productos para satisfacer
sus necesidades o deseos.

c) Necesidades y deseos: La necesidad humana es el estado en el que


se siente la privación de algunos factores básicos (alimento, vestido,
abrigo, seguridad, sentido de pertenencia, estimación). En cambio, los
deseos consisten en anhelar los satisfactores específicos para éstas
necesidades profundas (por ejemplo, una hamburguesa Mc Donalds
para satisfacer la necesidad de alimento).

d) Disposición a adquirir el producto o servicio: Se refiere a la


determinación que tiene el individuo, empresa u organización por
satisfacer su necesidad o deseo.
e) Capacidad de pago: Es decir, que el individuo, empresa u
organización tiene los medios necesarios para realizar la adquisición.

f) Precio dado: Es la expresión de valor expresado, por lo general, en


términos monetarios que tienen los bienes y servicios.

g) Lugar establecido: Es el espacio, físico o virtual (como el internet) en


el que los compradores están dispuestos a realizar la adquisición.
4.4. Determinantes de la demanda

4.4.1. La ley de la demanda, querer y poder comprar a un precio

Es decir, el concepto de “demanda”, alude a la cantidad de un


producto que se comprará en el mercado a los distintos precios posibles,
si todo lo demás permanece constante. Se dice “puede y está dispuesto
a comprar” porque las preferencias, si no están apoyadas por la renta, son
económicamente irrelevantes. La ley de la demanda se refiere a la
característica fundamental de la misma, a saber: a lo que la define como
tal demanda. Viene a afirmar que, “ceteris paribus” (si todo lo demás
permanece constante), a medida que los precios disminuyen, la cantidad
demandada aumenta; y viceversa, cuando lo precios aumentan, la
cantidad demandada disminuye.

4.4.2. Comprobación de la ley de demanda

Se puede comprobar esta ley, según J. Stiglitz, de modo progresivo:


«Por simple observación de la realidad es evidente que, cuanto más bajo
es el precio de un producto, más cantidad compra cada individuo y más
cantidad de personas acceden a ese producto o servicio.» (Battalio &
Kagel)

Por la “utilidad marginal decreciente”; concepto que alude al hecho de que


comprar una segunda casa proporciona menos satisfacción que comprar
la primera, y comprar la tercera, menos que la segunda, y así
sucesivamente; solo aumenta, o puede aumentar, la cantidad individual
consumida cuando el precio desciende.

Por el “efecto renta”, un menor precio aumenta el poder adquisitivo de


cada consumidor en particular. Por lo que la renta apoya, en más
ocasiones, las preferencias del consumidor. Por el “efecto sustitución”, la
bajada del precio de los productos o servicios incentiva a los
consumidores a sustituir productos similares por el producto cuyo precio
se ha abaratado.

La demanda suele representarse como una curva, con la cantidad en el


eje x y el precio en el eje y. A partir de esta representación de la demanda
individual, se puede construir un gráfico igual de la “demanda de mercado”
de un determinado producto. La pregunta que surge inmediatamente es
la de por qué los compradores están dispuestos a comprar un producto a
determinado precio, en un momento dado. Los economistas han dado una
respuesta empírica al problema, que, hay que reconocer, solo lo desplaza:

4.4.3. Determinantes de la demanda

Los gustos del consumidor. Independientemente de cómo se


formen estos gustos (cuestión más para la psicología o la sociología), las
modas y los hábitos son uno de los determinantes de la cantidad
demandada de un producto a un precio determinado.

El número de compradores. Normalmente, un aumento del número


de compradores se traduce en un aumento de la demanda de mercado.

La renta. Los cambios en las rentas individuales, como las bajadas


de impuestos, dan lugar, en general, a un incremento de la demanda.

El precio de los bienes relacionados con el producto de


referencia. Los “bienes relacionados o afines”, pueden ser:
a) Complementarios: Son aquellos que se usan en conjunto y, por
tanto, se demandan en conjunto. Por ejemplo, la galleta y el helado o el
café y el azúcar. El descenso del precio de un producto puede revertir,
pues, en el aumento de la demanda de un bien complementario de dicho
producto (cuyo precio no ha bajado).

b) Sustitutivos: Se trata de aquellos productos que son utilizados


como alternativa al producto de referencia, como el bus y el taxi o la
ternera y el pollo. En este caso, cuando baja el precio de un bien, aumenta
la demanda de ese bien y, por tanto, desciende la demanda del bien
sustitutivo.

Finalmente, las expectativas. La esperanza de que un producto baje su


precio se traduce, mientras dure esta esperanza, en un descenso de la
demanda, en espera de esta bajada de precio. Estos factores determinan
un desplazamiento de la curva de la demanda, sobre el eje y, es decir, un
cambio en la cantidad que se compra a un precio determinado.

No se debe confundir con un aumento simple de la cantidad demandada,


que se refleja, no en un desplazamiento de la curva de demanda sobre
los ejes, sino un desplazamiento de un punto a otro de la curva,
manteniendo ésta inmóvil. La causa del incremento o reducción de la
cantidad demandada será, según la ley de la demanda, el incremento o
reducción del precio del producto o servicio de referencia.

4.4.4. Bienes inferiores y su consumo

Aquella cuya demanda o consumo decrece al aumentar la renta del


consumidor. Bienes con efecto renta negativo y curva de demanda en
función del precio, por tanto, creciente, cuando el valor negativo del efecto
renta supera al valor del efecto sustitución.
Son los denominados bienes Giffen, debido a que fue este autor, al
estudiar el consumo de la patata entre los campesinos irlandeses del siglo
xix, quien descubrió que en bienes fuertemente inferiores (bienes de
primera necesidad en los que se gasta una importante fracción del
presupuesto familiar) puede ocurrir que —cuando el efecto renta negativo
supera al efecto sustitución— la cantidad demandada y el precio varíen
en el mismo sentido, en contra de lo que establece la teoría de la
demanda.

Se trata de bienes de consumo masivo en los que un descenso del precio


permite a sus demandantes liberar una importante parte de su
presupuesto familiar y gastarla en el consumo de otros bienes de mejor
calidad; por el contrario, cuando su precio sube le queda al consumidor
tan poco presupuesto disponible para gastar en productos de mayor lujo
que prefiere gastarlo todo en los bienes inferiores que venía consumiendo.

5. Indicadores principales que se demanda según el estudio de


ENAHO:

En el estudio del ENAHO para determinar el consumo por hogar, se


considero gastos familiar en el hogar, que se detallan a continuación:

a) Alimentos

 Gastos en alimentos y bebidas consumidas dentro del hogar (últimos


15 días)
 Alimentos consumidos fuera del hogar obtenidos de restaurantes,
ambulante, etc. (De 14 años y más edad)

b) Otros Gastos del hogar

 Mantenimiento de vivienda
 Gasto en transporte y Comunicaciones
 Esparcimiento, diversión y servicios de cultura
 Cuidado personal
 Vestimenta y Calzado
 Muebles y enseres
 Equipamiento del hogar

3.3 Hipótesis
Los factores que influyen en el gasto familiar de la región de Lambayeque en el
segundo trimestre del 2016 se ven afectadas por variables dependientes e
independientes como factor vivienda, factor hogar, miembros del hogar,
tecnología, factor ingreso, factor trabajo; por lo tanto la investigación se basará
en buscar la principal variable que afecta en mayor porcentaje al gasto familiar.
3.4 Operacionalización de Variables
VARIABLE INDICADOR
DEPENDIENTE

GASTO FAMILIAR ¿Cuál es el principal gasto familiar?

(Variable dependiente)

VARIABLE INDICADOR
EXPLICATIVAS

Vivienda ¿Cuenta con título de propiedad?

¿Cuenta con servicios básicos?

¿Número de habitaciones que


posee la vivienda?

Hogar ¿Cuenta con artefactos eléctricos


en el hogar?

En el primer trimestre del año ¿ha


obtenido crédito alguno para
ampliar, mejorar o hacer otras
compras en el hogar o vivienda?

Miembros de hogar ¿Cuantos miembros integran su


familia?

Empleo e Ingresos ¿Cuenta con un trabajo estable o


inestable?

¿Cuál es la forma de pago que


recibe en su empleo que
desempeña?

3.5 Definición de Términos


DEFINICIONES BÁSICAS

-Vivienda Particular.- Es todo local o recinto estructuralmente “separado


e independiente” que ocupa un edificio o una parte de él, y está conformado por
una habitación o conjunto de habitaciones, usada o destinada a ser habitada por
una o más personas con o sin vínculos familiares, siempre que en el
período de la entrevista no se utilice para otros fines. Una vivienda particular
puede servir de alojamiento a un máximo de cinco hogares. Por excepción se
consideran como tal a las pensiones familiares que albergan menos de 10
pensionistas.
- Hogar.- Es el conjunto de personas, sean o no parientes (padres, hijos
solteros, hijos casados, hermanos, tíos etc.), que ocupan en su totalidad o
en parte una vivienda, comparten las comidas principales y atienden en
común otras necesidades vitales.
Se incluye también en este grupo a las personas a quienes el Jefe considera
que son miembros del hogar, por razones de afecto (ahijados, compadres,
padrinos, etc.). Por excepción, se considera hogar al constituido por una sola
persona.

- Actividad Económica.- Es la producción de bienes y servicios tal como


han sido establecidos en el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) de las
Naciones Unidas. Abarca toda la producción de mercado y algunos tipos
de producción de no- mercado, incluyendo la producción y elaboración
de productos primarios para autoconsumo, la construcción por cuenta
propia y otras producciones de activos fijos para uso propio. Excluye las
actividades no remuneradas, como las tareas domésticas no retribuidas
y los servicios voluntarios a la comunidad.
- Población en Edad de Trabajar (PET).- Es aquella población definida por
las normas internacionales (OIT), como apta en cuanto a edad para ejercer
funciones productivas (de 14 años y más de edad). Esta se subdivide en
población económicamente activa (PEA) y población económicamente inactiva
(PEI).

- Población Económicamente Activa (PEA).- Comprende a todas las


personas de catorce (14) años y más de edad que en la semana de
referencia se encontraban: i. Trabajando, ii. No trabajaron pero tenían
trabajo, iii. Se encontraban buscando activamente un trabajo.
- Ocupado.- Para determinar que una persona se encuentra ocupada se
utilizan cuatro criterios:

i. Ocupados son las personas de 14 años y más de edad que


estuvieron participando en alguna actividad económica, en el período de
referencia.

ii. Los trabajadores dependientes, que teniendo empleo fijo, no trabajaron,


la semana anterior, por hallarse de vacaciones, huelga, licencia por
enfermedad, licencia pre y post-natal, etc., todas ellas pagadas.

iii. Los trabajadores independientes, que estuvieron temporalmente


ausentes del trabajo durante el período de referencia; pero, la empresa o
negocio siguió funcionando.

iv. A las personas que no estuvieron en ninguna de las condiciones


anteriores se les indaga si realizaron alguna actividad económica en el
período de referencia, al menos una hora, por lo cual recibirá pago en dinero
y/o especie. El objetivo es recuperar las actividades realizadas; pero,
que no son consideradas como trabajo por las personas.

Recuerde incluir en la definición de ocupados a las personas que trabajaron


15 horas o más como trabajador familiar no remunerado, a los practicantes
con o sin remuneración y los oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas
y las Fuerzas Policiales.

- Desocupado.- Según la OIT (1983), los desocupados son todas


aquellas personas, de uno u otro sexo, que durante el período de referencia
cumplen en forma simultánea con los tres requisitos siguientes:

i. Sin empleo, es decir; que no tienen ningún empleo, como asalariado o


como independiente.

ii. Corrientemente disponible para trabajar, es decir; con disponibilidad


para trabajar en un empleo asalariado o independiente, durante el
período de referencia.
iii. En busca de empleo, es decir; que habían tomado acciones concretas
para buscar un empleo asalariado o independiente, en un período de
referencia especificado.

Este concepto abarca tanto a las personas que buscaron trabajo pero que
trabajaron antes (cesantes), como a los que buscaron trabajo por primera
vez (aspirantes). Para fines de la encuesta se considera como desocupado
a las personas de 14 años y más de edad, que en la semana de referencia
buscaron trabajo, o hicieron gestiones para establecer un negocio por cuenta
propia. Para fines comparativos se considera como desocupados a aquellos
trabajadores familiares no remunerados que trabajaron menos de 15 horas
semanales.
- Tasa de Actividad (o de Participación).- Es la proporción de la PEA
(población económicamente activa) respecto de la PET (población en edad
de trabajar). La tasa de actividad es el indicador que mide el grado de
participación de la población en edad de trabajar en la actividad económica.

- Tasa de Empleo.- Es la proporción de personas que se encuentran


activamente empleadas sobre el total de la población económicamente
activa.

- Tasa de Desempleo Abierto.- Es la proporción de personas


desempleadas o desocupadas, que están buscando activamente un
empleo, entre la PEA. Para determinar a los desempleados abiertos se
consideran las condiciones siguientes: “Sin empleo”, “Corrientemente
disponible para trabajar” y en “Busca de empleo”.

También podría gustarte