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La psicolingüística también estudia los factores que afectan a la decodificación, o con otras
palabras, las estructuras psicológicas que nos capacitan para entender expresiones, palabras,
oraciones, textos, etc. La comunicación humana puede considerarse una continua percepción-
comprensión-producción. La riqueza del lenguaje hace que dicha secuencia se desarrolle de varias
formas. Así, dependiendo de la modalidad visual o auditiva del estímulo externo, las etapas
sensoriales en percepción serán diferentes. También existe variabilidad en la producción del
lenguaje, podemos hablar, gesticular o expresarnos con la escritura. Finalmente, el acceso al
significado varía según si la unidad de información considerada es una palabra, una oración o un
discurso.
Técnicas de priming
Consiste en presentar dos estímulos, cuyos comienzos están separados por un intervalo de
tiempo. El primer estímulo (prime) actúa como contexto para el segundo (target). La teoría
subyacente plantea que esa primera palabra puede influir en la comprensión de la segunda: por
ejemplo, en una tarea de decisión léxica, se puede agregar un priming para activar en el léxico
mental del sujeto un campo semántico, y luego presentar una no-palabra morfológicamente
similar a una palabra perteneciente a ese mismo campo semántico.
La hipótesis preléxica
Los modelos basados en la hipótesis pre-léxica presuponen que el sistema perceptivo va a emplear
«ventanas» de procesamiento en las que estabilizaría la información. Es decir, los procesos
preléxicos transformarían la señal acústica en una representación lingüística (preléxica) para que
se pueda dar el acceso al léxico propiamente dicho. Dentro de este grupo estarían modelos como
la teoría motora de la percepción del habla, el modelo de rasgos invariantes o el modelo
conexionista TRACE.
El modelo TRACE
Según este modelo, un conjunto de detectores de rasgos se encargaría de identificar directamente
en la señal del habla información que correspondería de una forma bastante aproximada a lo que
los lingüistas han descrito como rasgos distintivos.
El modelo de cohorte
Según este modelo, diseñado por Marslen-Wilson, la selección en el léxico mental está
determinada sobre todo por el inicio de la palabra.
La teoría de la percepción directa
Propuesta por Pisoni, esta teoría defiende que la percepción del habla no se lleva a cabo por
medio de mecanismos específicos del lenguaje, sino a partir de los mecanismos generales de la
percepción auditiva y el léxico mental formaría parte de la memoria episódica general del sujeto.
Operaciones que tienen que ver con el procesamiento de la forma de la palabra más que con su
significado.
Modelos teóricos
Modelo de logogén
El modelo del logogén fue desarrollado por John Morton entre las décadas de 1960 y de 1970, y a
rasgos generales se trata de un modelo interactivo y directo. Plantea un efecto clave de contexto
en el reconocimiento de palabras, lo que implica una mayor rapidez en el proceso respecto de
modelos anteriores, y la existencia de información de entrada sin completar.
La unidad básica de este modelo es el logogén: un mecanismo que acumula información sensorial
proveniente tanto de una fuente visual como auditiva y, cuando es suficiente para que una palabra
se halle disponible como respuesta, salta el umbral de reconocimiento (la cantidad de pruebas
necesarias para que la respuesta se vuelva disponible). Cuando el estímulo que recibe es
imperfecto (por ejemplo, es interferido por un sonido externo, o la palabra tiene una letra
ilegible), la probabilidad de acierto en la respuesta dada estará directamente relacionada con la
frecuencia del estímulo presentado. Mientras más frecuente sea el estímulo, más bajo es su
umbral de reconocimiento, y consecuentemente más rápido se hace su reconocimiento.
Modelo de búsqueda
Este modelo se apoya en una metáfora bibliotecaria: las palabras hay que buscarlas en la memoria
de forma serial, como cuando buscamos una palabra en un diccionario. Se trata de un modelo
indirecto, serial, autónomo, constituido por etapas discretas donde la información fluye de forma
unidireccional.
El modelo de búsqueda más conocido es de Forster (1976). Plantea un acceso en dos etapas para
el reconocimiento de palabras, con un archivo principal y archivos de acceso periféricos. El
primero se trata de un léxico donde está almacenada toda la información acerca de las palabras, y
los segundos se tratan de módulos organizados en cuanto al tipo de información sensorial
ingresada: existe un archivo de acceso periférico ortográfico, otro fonológico y otro semántico-
sintáctico. Dentro de estos archivos periféricos, las palabras están agrupadas por su frecuencia.
La conexión entre el archivo principal y los archivos de acceso periféricos está dada por un puntero
que indica la entrada en el archivo principal que corresponde a las propiedades del estímulo.
Forster plantea también un sistema de referencias cruzadas, a partir del cual es posible acceder
desde la entrada de una palabra a la entrada de otra semánticamente relacionada sin volver al
archivo principal.
La búsqueda se realiza entonces a través de una comparación sucesiva entre el estímulo, a partir
de una de sus propiedades, y la lista interna del archivo periférico. Si el estímulo es una palabra, la
búsqueda será terminal hasta encontrar la correspondencia; si es una no palabra, la búsqueda será
exhaustiva.
Modelos conexionistas
La palabras que aparecen más veces en los textos y con las que tenemos, por tanto, más
experiencia se reconocen más deprisa que aquellas otras de baja frecuencia.
Efecto de lexicalidad
Se necesita más tiempo para rechazar una serie de letras que no forman palabra que para decir
«sí» a una palabra.
Efecto de la longitud
Efecto de priming
Los tiempos de reconocimiento de una palabra son modificados si va precedida por un contexto o
prime (palabra, frase, texto) que mantiene algún tipo de relación con ella.
Oralidad
La oralidad, en lingüística, designa el modo de comunicación verbal a través de sonidos producidos
por medio del aparato fonador humano (laringe, faringe, fosas nasales y cavidad bucal), y
percibidos por medio del oído. Es el primer modo de comunicación complejo utilizado en las
sociedades humanas antes de la escritura, que no necesariamente nace en todas
Algunas características de la oralidad
Oralidad y escritura son, según Ong (1987) dos formas de producción del lenguaje que se
distinguen profundamente la una de la otra. La escritura es un sistema secundario en el sentido de
que la expresión oral existe sin la escritura, pero la segunda no lo es sin la primera. Ong habla de la
profunda diferencia que se deriva de la formulareidad de la una y de la carencia de la misma en la
otra. Barrera y Fracca (1999) hacen una detallada descripción de las diferencias entre oralidad y
escritura en diversos campos, que resumimos a continuación:
La relación emisor-texto receptor varía entre los discursos orales y los escritos dado,
fundamentalmente a la ausencia física del emisor en la situación de lectura, que le confiere entre
otras cosas una autonomía al lector que no tiene el oyente. El productor de un texto escrito puede
planificar cuidadosamente la construcción del mismo, una ventaja que no tiene quien produce un
texto oral.
En cuanto al proceso de adquisición y desarrollo en la lengua oral está sujeto a una serie de
factores de la maduración del individuo, o cognoscitivos, que exigen la consolidación de todas las
etapas del proceso, dentro de un lapso restringido de la vida humana. En el caso de la lengua
escrita parece limitado sólamente al hecho de haberse alcanzado un estado neuro-lingüístico
específico, entre los cuatro y seis años, que queda abierto por un largo período. Si la oralidad es
específica de la especie humana, la escritura parece ser un sistema artificial creado por el hombre
para representar a la primera.
Hay una serie de diferencias físico-formales entre ambos modos de codificación, que parten del
hecho de que las unidades segmentales mínimas de ambos son distintos. El texto oral se percibe a
partir de sonidos que operan como instancias concretas de un sistema de unidades abstractas, los
fonemas. El fonema /s/ se actualiza, en los alófonos [s], [h] y [ø] Mientras que la unidad mínima
distintiva de la lengua escrita es el grafema <A> que se actualiza en las variantes, o letras <A> ,<a>,
<>.
En relación con las diferencias contextuales, los autores señalan la mayor velocidad de
percepción del texto escrito, pero la pérdida de su contexto situacional de origen.
El filólogo norteamericano Walter Ong distingue dos tipos de oralidad: la oralidad primaria, que
corresponde a una lengua oral dentro de una sociedad sin escritura, y la oralidad secundaria, que
define a una lengua hablada dentro de una sociedad que posea la escritura, y que no la necesita
como soporte de la memoria colectiva, ya que ese papel lo desempeña la escritura.
Para la oralidad primaria, la mnemotecnia es una de las que siempre da funciones de la lengua. Se
piensa por grupos de entidades, por fórmulas agregativas y no por elementos que se quedan
solos. La tradición oral prefiere decir “el valiente soldado” que solamente “el soldado”. En realidad
se combinan grupos más que elementos sueltos e independientes.
Redundantes o copiosos
Por la situación misma de la comunicación oral, ese modo de expresión es redundante ya que la
mente humana tarda tiempo en entender lo que dice el locutor ya que la frase una vez
pronunciada no existe. La redundancia mantiene los dos polos de una comunicación (emisor y
receptor) en una misma sintonía. En un discurso la redundancia permite fijar más el público sobre
el sentido de las palabras y permite al orador seguir adelante mientras buscar cómo seguir. La
situación de oralidad odia las pausas.
Conservadoras y tradicionalistas
En una cultura oral primaria, el conocimiento que no se repite en voz alta desaparece pronto. Por
eso en la oralidad primaria el lenguaje sirve para almacenar el conocimiento, y es por eso su
patrimonio es sumamente tradicionalista y conservador. Los mitos siempre son los mismos, y la
originalidad consiste más en variantes y la capacidad del cuentista con su público que una nueva
estructura narrativa como tal.
Las culturas orales solo pueden transmitir un conocimiento limitado. Ha de ser esencial, cerca del
mundo vital humano. La oralidad no puede dar a luz a producciones de vulgarizaciones técnicas
como las enciclopedias o creaciones abstractas.
De matices agonísticas
El marco de comunicación oral supone mucho más que en una comunicación escrita, una lucha
entre los participantes. Los dichos están hechos para retar al otro, para que pueda contestar con
uno mejor. Lo vemos en la Ilíada durante escenas de combates verbales. Existen en culturas del
Caribe ese tipo de retos llamados “dozen” “joning” o “sounding”. Como en los antagonismos, la
oralidad primaria es muy prolija en alabanzas.
Aprender en una cultura oral primaria significa identificarse fuertemente con el conocimiento por
medio de la empatía. El narrador se identifica muy fácilmente con el héroe.
Homeostáticas
Homeostáticas significa que el enunciado oral tiene valor únicamente dentro de la situación de
comunicación. Lo oral sólo toma sentido si está conectado con la experiencia vital de sus
hablantes: así pueden desaparecer ciertas palabras o episodios narrativos del patrimonio oral.
La oralidad primaria concibe los conceptos relacionándolos con el ámbito inmediato del hombre y
a su experiencia vital. En un estudio de Luria, la parte de gente analfabeta que entrevista
describen formas geométricas por nombres de objetos semejantes. Tiene un pensamiento
situacional, se concibe al concepto en una situación concreta y no lógica.
El patrimonio oral
Relatos orales
Los relatos orales, ya sean mitos, leyendas, cuentos o chistes se transmiten de generación en
generación, y esa transmisión crea variaciones: son un modo de conocimiento oral. Así el mito de
la princesa griega Ifigenia tiene varios desenlaces, como el cuento de Caperucita Roja.
Dichos
Los dichos atesoran la sabiduría pragmática de las sociedades y tienen una forma idónea para la
memorización: son cortos y contienen figuras rítmicas y métricas fáciles de aprender
El segundo estadio constituye la Colección no figural, en la cual el niño empieza a formar pequeñas
colecciones separadas en donde toma en cuenta las diferencias entre ellas y las separa. Este
estadio a su vez se divide en dos subestadios, en el primero, el niño agrupa los objetos que tienen
características comunes y en el segundo, ya el niño los distribuye haciendo subclases.
En el segundo estadio, el niño construye series pero por el método de ensayo y error. Esto lo logra
a través de ir probando el tamaño de cada uno de los objetos y posteriormente decide si va
delante o detrás del anterior. El niño va construyendo la seriación a medida que va comparando
los objetos que se le presentan, ya que en este estadio el niño comienza a establecer diferencias
entre "más grande que" y "más pequeño que". Es en este estadio en donde se encuentra el niño el
momento para comenzar a manejar la reversibilidad propia de la seriación (relaciones en sentido
inverso) como son la seriación por orden creciente y decreciente.
De igual manera se inicia el proceso de transitividad, la cual supone establecer una relación de
comparación entre un elemento de la serie con el que le sucede y del anterior con el siguiente,
para poder llegar así a establecer la relación entre el primero y el último.
En el tercer estadio, el niño ordena objetos de manera creciente o decreciente de acuerdo a las
características que se le presente, bien sea por color, tamaño, etc. En este estadio el niño utiliza el
método operatorio, ya conoce los pasos para hacer una serie y la realiza de manera sistemática
porque ha construido las dos propiedades fundamentales descritas en el estadio anterior como
son la reversibilidad y transitividad. Cuando el niño está ubicado en este estadio lográ establecer
relaciones de tamaño ("más grande que", "menos grande que") y además establecen relaciones
inversas.
En cuanto a la noción de número se puede deducir que es el resultado de las operaciones de
clasificación y seriación. Según Piaget, " el número es una estructura mental que construye cada
niño mediante una aptitud natural para pensar" (citado en Maldonado y Francia, 1996, p. 39). El
niño se inicia en la idea del número mucho antes de llegar a la escuela, cuando hace referencia a la
idea de cantidad (mucho-poco-nada) y de orden (primero-segundo-último) en la vida cotidiana. Al
contar, agrupar y comparar, el niño inicia el proceso de comprensión del número, el cual le
permitirá la comprensión de las operaciones matemáticas de números.
Para que se pueda estructurar la noción de número en el niño de preescolar es importante que se
construya la noción de conservación de número, la cual consiste en "sostener la equivalencia
numérica de dos grupos de elementos, aún cuando no haya correspondencia visual uno a uno
entre los elementos"
En cuanto a la representación gráfica, se debe establecer primeramente la diferencia entre un
significado (objeto representado) y un significante (palabra o dibujo que representa el significado)
(Bustillo, 1996). En actividades de clasificación, el niño construye significados que representa
gráficamente. Por ejemplo, realiza dibujos en donde representa objetos que posteriormente los
relaciona con un número. En la seriación, cuando el niño está ubicado en el tercer estadio, el niño
es capaz de establecer relaciones entre los objetos dibujados y el número que le corresponde.
Para adquirir la noción de número, el niño atraviesa por varias etapas. Al principio memoriza los
números sin entender el significado del mismo, posteriormente va logrando la correspondencia
uno a uno (inicialmente puede contar más rápido que señalar o a la inversa) hasta que logra
establecer correctamente la relación.
La otra operación del pensamiento, la noción de espacio, la maneja el niño desde que inicia su
desplazamiento al gatear, caminar, etc. Mediante estos desplazamientos el niño mantiene
contacto con los objetos, lo cual le permite darse cuenta de las relaciones: arriba-abajo, cerca-
lejos, derecha-izquierda.
Bustillo (1996) explica que "la construcción del espacio se refiere no sólo a la estructuración del
espacio externo del niño, sino también a la organización de su esquema corporal y de las
relaciones entre su propio cuerpo y el mundo exterior"
Lo anteriormente expuesto indica que el niño logra construir la noción del espacio a través de los
desplazamientos que ejecuta en las áreas de aprendizaje y lugares del espacio exterior donde se le
permite la expresión corporal y coordinaciones de movimiento.
La noción de tiempo como operación del pensamiento es adquirida por el niño a través de las
actividades que va realizando en su vida cotidiana, como la hora de desayuno, el almuerzo, la
cena, el día, la noche, etc. Estas actividades de rutina le van a permitir al niño ubicarse en el
tiempo y poder establecer diferencias entre cada una de las actividades que realiza y en qué
momento. El docente debe planificar actividades que le permitan al niño involucrarse en aspectos
relacionados con el quehacer diario, participar en la planificación de la jornada diaria, relatar
experiencias obtenidas en situaciones presentadas en juegos y actividades libres donde los niños
utilicen los términos ayer, hoy y mañana, para ubicarlos en el tiempo.
En la adquisición de la noción del tiempo también, se debe incluir la medición, ya que el niño debe
iniciarse en la planificación de actividades que tengan un tiempo establecido. Para ello, el docente
debe incitar a los niños en el uso del reloj del aula de manera que puedan ajustar sus actividades al
tiempo previsto para cada una de ellas.
La teoría cognoscitiva de Piaget se ha desarrollado mediante una serie de estudios que ubican a las
operaciones del pensamiento como aspectos relevantes de la acción educativa para el desarrollo
de la inteligencia en el niño de preescolar.
Implica desarrollar capacidades para establecer relaciones y formas de clasificar o de ordenar los
elementos del medio, considerando los aspectos cualitativos y cuantitativos de los elementos del
entorno, vinculados con los procesos de correspondencia término a término, comparación y
cuantificación de cantidades numéricas y el procedimiento para medir.
PROCESOS MATEMÁTICOS: (SERIE NUMÉRICA).