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UNIVERSIDAD LIBRE

FACULTAD DE DERECHO

LECTURA CRÍTICA

PROSTITUCION INFANTIL

EDWARD GRIJALBA VELASCO

FREDDY ANDRES HURTADO BALANTA

NATALIA VALENTINA ORTIZ CHAVEZ

SANTIAGO DE CALI, 23 DE OCTUBRE DE 2017


La explotación sexual infantil constituye una vulneración de los derechos humanos
y el mandato constitucional que expresamente prohíbe “la trata de seres humanos
en todas sus formas”.
Para el caso de los menores de edad, la carta fundamental consagra los derechos
a la vida, la integridad física, la salud y seguridad social, la alimentación
equilibrada, a un nombre y a una nacionalidad, a tener una familia y no ser
separado de ella, al cuidado y el amor, a la educación y a la cultura, a la
recreación y a la libre expresión de la opinión. Establece además, que los niños y
niñas deben ser protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o
moral, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos.
Desafortunadamente en Colombia y concretamente en nuestra ciudad de Cali se
ha hecho caso omiso de los ordenamientos anteriores y la explotación sexual no
solo es evidente sino que cada día se incrementa. La situación se torna más grave
cuando ni el estado, ni la sociedad se mueven a ponerle una pena drástica a este
tipo de abusos contra los menores.
Muchas entidades como el ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar), la
Defensoría del Pueblo, la fundación Renacer y el programa de “Promoción Integral
de la Mujer”, entre otras, preocupadas por esta situación, han desarrollado
proyectos “a favor de la niñez explotada sexualmente”, encontrando con el
desarrollo de estos, los factores generadores del fenómeno y la detección de las
características socio-económicas, culturales y psicológicas de la niñas y niños en
condiciones de comercio sexual.

Los argumentos, las derivaciones y demás que podemos sostener ante la tesis de
¿Cuáles son los impactos psicológicos y económicos de la prostitución en la niñez
de nuestra ciudad de Cali? Están relacionados invariablemente con la valoración
que tenemos acerca del comercio sexual infantil que vivimos actualmente en la
ciudad de Cali y su reconocimiento en el mundo globalizado, ya que este tema
para muchos genera desconfianza en las personas del común, pues es claro que
absolutamente todos somos vulnerables frente a este flagelo.
La prostitución es considerada como el oficio más antiguo del mundo, viene del
latín prostituere que significa cambiar o traficar, tomándose de esta manera como
el tráfico o transacción de lo sexual por dinero.
Todas las formas de explotación sexual infantil, incluyendo la prostitución, son
violaciones de la declaración universal de los derechos humanos que proclama
que todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y en derechos, que
nadie puede ser mantenido como esclavo o siervo, y que nadie debe ser sometido
a tortura o tratos crueles inhumanos o degradantes.
En términos generales, estos impactos del comercio sexual se determinan con el
análisis que como primera medida, se hace del término “la explotación sexual
infantil”, relacionando ésta como una situación que irrumpe de manera violenta en
la vida de una niña, de un niño o de un adolescente, alterando su proceso de
desarrollo biopsicosocial, a partir del uso genital de su cuerpo como mercancía
para obtener algo a cambio. Se abusa de su situación de indefensión, se su
carencia de oportunidades y de su dificultad para obrar libre y autónomamente, de
la miseria y marginalidad en la que muchos viven, de la des-estimación de los
valores humanos, de la falta de amor propio consecuencia del sufrimiento y la falta
de afecto que viven con sus padres , entre otras. Como plantean estudiantes de la
Academia Militar en su libro “Memorias y cuarto foro socio económico inter-
colegiado”: “Los menores que ejercen la prostitución ven su trabajo como algo
negativo, sienten que es degradante y desmoralizante, sólo en pocos casos
sienten que el trabajo es bueno con la justificación de que se gana dinero
rápidamente y sus principales causas son la socio-económica y la desintegración
familiar”. Estos seres humanos recuren al ejercicio de la prostitución como única
opción de supervivencia, aunque no como una actividad de gran rentabilidad y
satisfacción personal, pues no es mucho lo que se gana. Estos niños víctimas de
tan deprimente situación van creciendo con un sentimiento de incertidumbre frente
al futuro, que los conduce a creer que esto es la única posibilidad inmediata para
salir de la pobreza económica, afectiva y social en la que se encuentran. Como
menciona Alfonso Meluk en su obra “la prostitución, fruto de la miseria”: “la
miseria, la ignorancia, el hambre, la necesidad, el engaño, la promesa falaz, el
amor, los convierten en personas de prostíbulo; las crucificaron en el madero
infamante de su existencia martirizada, porque ese apelativo de personas de la
vida alegre y sin futuro, resulta, en realidad la más cruel ironía”. Así, el cuerpo se
convierte en una herramienta de trabajo. “la puesta en venta del cuerpo resulta
una alternativa de sobrevivencia”, sin olvidar que se están arriesgando a acabar
con su cuerpo, por dificultades con el contagio de enfermedades venéreas. Todo
esto deja de lado este tipo de apelativos que plantea el autor Alfonso Meluk en su
obra, pues en realidad detrás de toda esa vida de lujuria que mantienen, existen
en realidad lágrimas y la más honda repugnancia no solo a sus agresores sino a
ellos mismos.
Se considera que esta problemática de la prostitución infantil es un flagelo que
invade no solo nuestra ciudad, sino nuestro país e incluso el mundo entero, y
mientras la pobreza, la falta de oportunidades en la sociedad, la marginalidad y a
miseria sigan en aumento, “este oficio” se constituirá cada día más necesario para
nuestra sociedad más vulnerable, los niños, niñas y jóvenes.
Hay que educar al niño, alfabetizar al joven y hacer crear conciencia al adulto de
que esta no es la salida a sus problemas, que la práctica de la prostitución no
soluciona, no aporta nada positivo, que lo que hace es acabar con su vida, su
salud, atentar contra su moral y a tropellar sus valores como ser humano, como
persona social.
Es importante que las instituciones que han desarrollado investigaciones en esta
problemática, luchen por su solución, porque desafortunadamente se quedan
cortas, pues la mayoría de las investigaciones se quedan en la primera parte la
detección del problema, sus causas y consecuencias, pero no continúan con la
aplicación –ni siquiera plantean soluciones- de estrategias metodológicas que
aporten soluciones aun sea en parte de este problema social, local, nacional y
mundial que nos afecta, porque impide en cierta medida el desarrollo social,
cultural, económico y político de país; ya que está acabando con nuestra
población infantil, los futuros hombre y mujeres de nuestro mundo, en manos de
quienes probablemente estaría el progreso de nuestra sociedad.
Se puede pensar en desarrollar interdisciplinaria e interinstitucionalmente acciones
de intervención a nivel nacional para menores de 18 años vinculados a la
prostitución mediante programas de prevención, capacitación, asistencia y
atención integral; aumentando así sus probabilidades de sobrevivir a los riesgos
de infección asociados a ella y al abandono social.
Se pueden crear centros de capacitación, participación, concentración y
sensibilización para multiplicadores.
Crear más centros u hogares que acojan esta población afectada con atención
psicológica, terapéutica, educativa y lúdica permanente, lugares en los que estos
niños, niñas y jóvenes hallen un espacio donde les permitan identificar sus
limitaciones y posibilidades, expresar sus necesidades y deseos en la búsqueda
de un apoyo que les facilite la desvinculación de la calle y del trabajo sexual;
donde vallan adquiriendo poco a poco conciencia sobre lo que ha sido su historia y
vislumbrar la necesidad de cambio desde sí mismas y no impuestas por otras.
Sin embargo, ante este problema de la prostitución muchos piensan que es algo
rentable, que muchos de los niños que la practican lo hacen también por gusto, no
por necesidad con un valor agregado, que es el dinero, pues muchos de los niños
son personas ambiciosas y descubren que en este oficio se gana mucho por poco
trabajo. Por otro lado muchas de las proxenetas hoy en día están velando por
defender a la prostitución, buscando legalizarla como un trabajo que tiene valor y
peso dentro de la sociedad y que puede ser comparado con muchos otros oficios,
ya que lo consideran algo del común.
La prostitución infantil es un hecho social que deja ver las desventajas sociales y
las condiciones de inequidad que viven las personas vinculadas en este oficio, la
problemática socio-económica y política que vive nuestro país y por ende nuestra
ciudad de Cali, acrecienta los porcentajes de hombres y mujeres con menos
oportunidades de satisfacer sus necesidades básicas convirtiéndolos en
poblaciones más vulnerables.
Todo esto ha sido el causante de violencia intrafamiliar por eso los niños, niñas y
adolescentes se marchan del lado de sus padres a sobrevivir en las calles, a
exponerse a situaciones que atentan contra su seguridad y desarrollo integral y
muchas veces contra su propia vida, como lo es esta práctica de la prostitución,
que afecta no solo su salud sino su personalidad, les ocasiona traumas
emocionales como la inseguridad, baja autoestima, resentimiento, agresividad,
entre otras.
Mientras en Colombia y más particularmente en nuestra ciudad siga existiendo
inequidad económica a tal punto que se encuentren como hasta ahora familias no
pobres, sino en condiciones infrahumanas, esta problemática no tendrá fin.
¿Saben cómo se ve un niño, una niña o adolescente prostituta sin ropa? Como un
ser humano que se esconde detrás de una fachada de vida oscura baja, sin
valores y en su uniforme de trabajo. La Iglesia al exponer la moral cristiana
rechaza la prostitución, al igual que cualquier otro tipo de relación sexual fuera del
matrimonio, ya que constituyen pecado grave, independientemente de la
legislación estatal al respecto.
Lo especifica como pecado de fornicación, que excluye del reino de los cielos al
que lo comete, como declara S. Pablo a los de Corinto y a los de Éfeso
Posee además una serie de efectos a nivel moral y a nivel físico, tanto en el
individuo como en la sociedad, que convendrá tener presentes para despertar en
las conciencias cristianas la necesidad de luchar para acabar con él en cuanto sea
posible.
Entre los efectos morales podemos citar: la frecuencia del pecado de fornicación,
el aumento de la lívido que echa raíces más profundas, se favorece la solicitación
a las mujeres honestas, más jóvenes se prostituyen, los adolescentes desprecian
a sus padres, gastan más dinero del que tienen, no estudian, se vuelven
pendencieros y rechazan el matrimonio.

Génesis 38:15-16

Cuando la vio Judá, pensó que {era} una ramera, pues se había cubierto el rostro.
Y se desvió hacia ella junto al camino, y {le} dijo: Vamos, déjame estar contigo;
pues no sabía que era su nuera. Y ella dijo: ¿Qué me darás por estar conmigo?
Para concluir sobre el tema de “Explotación sexual infantil”, con esta investigación
podemos decir que a lo largo de nuestro Trabajo, nos han sorprendido los distintos
casos de explotación sexual que llegan a un grado de desinterés por el bienestar
de los niños menores de 18 años, haciéndoles perder su dignidad, respeto, salud
física, psicológica, y bajando su autoestima, es decir, generando desconfianza,
inseguridad, y una pérdida de la credibilidad en sí mismos ya que no sienten
afecto y confianza de parte de los demás.

Algunos ejemplos de estos casos son: el embarazo a menores de edad, la


prostitución por iniciación de padres, novios, etc., el contagio de enfermedades de
transmisión sexual. Esto genera una pérdida de una etapa de su vida tan
importante como es la niñez.

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