Está en la página 1de 2

PAGIN A 52 | D OS S I E R GL A U B E R R O C H A DOS S I E R GL A U B E R R O C H A | PAGINA 53

La estética del hambre


Tesis presentada durante las discusiones en torno al Cinema Novo,
en ocasión de la retrospectiva realizada en la Reseña del Cine Latino-
americano, en Génova, enero de 1965

Por Glaube r Rocha todavía un caso de cambio de colonizadores, sentido de superar la impotencia; y en el resul- técnicos y escenográficos pudiesen esconder
siendo que una liberación posible estará toda- tado de esta operación de fórceps, nosotros el hambre que está enraizado en la propia inci-
ejando de lado la introducción informati- vía por mucho tiempo en función de una nueva nos vemos frustrados, sólo en los límites infe- vilización. Como si, sobre todo, con este apa-

D va que se transforma en la característica


general de las discusiones con respecto
a América Latina, prefiero situar las reacciones
dependencia.
Este condicionamient o económico y político
nos llevó al raquitismo filosófico y a la impo-
riores del colonizador: y si él nos comprende,
entonces no es por la lucidez de nuestro diálo-
go sino por el humanitarism o que nuestra in-
rato de paisajes tropicales, pudiera ser disfra-
zada la indigencia mental de los cineastas que
hacen este tipo de films. Lo que hizo del Cine-
entre nuestra cultura y la cultura civilizada en tencia, que, a veces inconsciente, a veces no, formación inspira. ma Novo un fenómeno de importancia interna-
términos menos reducidos que aquellos que, producen en el primer caso la esterilidad y en Una vez más el paternalism o es el método de cional fue justamente su alto nivel de compro-
también, caracterizan el análisis del observador el segundo la histeria. comprensión para un lenguaje de lágrimas o de miso con la verdad; su propio miserabilismo,
europeo. Así, mientras América Latina lamen- La esterilidad: aquellas obras encontradas en mudo sufrimiento. El hambre latino, por eso, no antes escrito por la literatura de los años trein-
ta sus miserias generales , el interlocutor ex- gran cantidad en nuestro arte, en donde el au- es solamente un síntoma alarmante: es el ner- ta, fue ahora fotografiado por el cine de los
tranjero cultiva el gusto de esta miseria, no co- tor se castra en ejercicios formales que todavía vio de su propia sociedad. Ahí reside la trágica años sesenta; y si antes era escrito como de-
mo un síntoma trágico, sino solamente como no alcanzan la plena posesión de sus formas, originalidad del Cinema Novo delante del cine nuncia social, hoy pasó a ser discutido como
dato formal en su campo de interés. Ni el latino el sueño frustrado de la universalización ; artis- mundial: nuestra originalidad es nuestro ham- problema político.
comunica su verdadera miseria al hombre civi- tas que no despertaron del ideal estético ado- bre, y nuestra mayor miseria es que este ham- Las propias etapas del miserabilismo en nues-
lizado ni el hombre civilizado comprende ver- lescente. Así, vemos centenares de cuadros en bre, siendo sentido, no es comprendido. tro cine son internamente evolutivas. Así, como
daderamente la miseria del latino. las galerías, empolvados y olvidados, libros de De Amanda hasta Vidas Secas, el Cinema No- observa Gustavo Dhal, van desde el fenome-
He aquí -fundamentalmente- la situación de las cuentos y poemas, piezas teatrales, filmes que, vo narró, describió, poetizó, discursó, analizó. nológico (Porto das Caixas), al social (Vidas Se-
artes en Brasil frente al mundo: hasta hoy, so- sobre todo en São Paulo, provocaron inclusive Excitó los temas del hambre: personajes co- cas), al político (Deus e o Diabo), al poético
lamente mentiras elaboradas como verdades quiebras... miendo tierra, personajes comiendo raíces, (Ganga Zumba), al demagógico (Cinco vezes
(los exotismos formales que vulgarizan proble- El mundo oficial encargado de las artes generó personajes robando para comer, personajes Favela), al experimental (Sol sobre a lama), al
mas sociales) consiguieron comunicarse en exposiciones carnavalescas en varios festiva- matando para comer, personajes huyendo pa- documental (Os mendigos), experiencias en va-
términos cuantitativos , provocand o una serie les y bienales, conferencias fabricadas, fórmu- ra comer, personajes sucios, feos, descarna- rios sentidos, frustradas unas, realizadas otras,
de equívocos que no terminan en los límites del las fáciles de éxito, cocktails en varias partes dos, viviendo en casas sucias, feas, oscuras; pero todas componiendo, al final de tres años,
arte, sino que contaminan sobre todo el terre- del mundo, además de algunos monstruos ofi- fue esta galería de hambrientos que identificó un cuadro histórico que, no por casualidad, va
no general de lo político. Al observador euro- ciales de la cultura, académicos de letras y ar- al Cinema Novo con el miserabilism o tan con- a caracterizar el período Jânio-Jango: el perí-
peo, los procesos de la creación artística del tes, jurados de pintura y delegaciones cultura- denado por el Gobierno, por la crítica al servi- odo de las grandes crisis de conciencia y de
mundo subdesarrollado sólo le interesan en la les por el exterior. cio de los intereses antinacionales, por los pro- rebeldía, de agitación y revolución que culminó
medida en que satisfagan su nostalgia del pri- Monstruosidade s universitarias : las famosas ductores y por el público, este último sin so- en el Golpe de Abril. Y fue a partir de abril que
mitivismo; y este primitivismo se presenta hí- revistas literarias, los concursos, los títulos. portar las imágenes de la propia miseria. la tesis del cine digestivo ganó peso en Brasil,
brido, disfrazado sobre tardías herencias del La histeria: un capítulo más complejo. La indig- Este miserabilismo del Cinema Novo se opone amenazando, sistemáticamente, al Cinema Novo.
mundo civilizado, mal comprendida s porque nación social provoca discursos impetuosos. El a la tendencia del cine digestivo, preconizada Nosotros comprendemo s este hambre que el
fueron impuestas por los condicionamientos primer síntoma es el anarquismo que marca la por el mayor crítico de Guanabara, Carlos La- europeo y el brasileño en su mayoría no en-
colonialistas. poesía joven hasta hoy (y la pintura). El segun- cerda: filmes de gente rica, en casas bonitas, tienden. Para los europeos es un extraño su-
América Latina permanece colonia, y lo que di- do es una reacción política del arte que hace en automóviles de lujo, filmes alegres, cómi- rrealismo tropical. Para los brasileños es una
ferencia al colonialismo de ayer del actual es mala política por exceso de sectarismo. El ter- cos, rápidos, sin mensajes, de objetivos pura- vergüenza nacional. El brasileño no come, pe-
solamente la forma más perfecta del coloniza- cero y más eficaz es la búsqueda de una siste- mente industriales. Estos son los filmes que se ro tiene vergüenza de decir eso; y sobre todo,
dor; y además de los colonizadores, las formas matización para el arte popular. Pero el equívo- oponen al hambre, como si, en la estufa y los no sabe de dónde viene este hambre.
sutiles de aquellos que también, sobre noso- co de todo esto es que nuestro posible equili- departamentos de lujo, los cineastas pudiesen Sabemos -nosotros que hicimos estos filmes
tros, arman futuros golpes. brio no resulta de un cuerpo orgánico, sino de esconder la miseria moral de una burguesía in- feos y tristes, estos filmes gritados y desespera-
El problema internacional de América Latina es un titánico y auto-devastador esfuerzo en el definida y frágil, o como si los propios materiales dos donde no siempre la razón habla más alto-
PAGIN A 54 | D OS S I E R GL A U B E R R O C H A DOS S I E R GL A U B E R R O C H A | PAGINA 55

que el hambre no será curado por los planea- amor de acción y transformación. La definición es ésta, y por esta definición, el en los filmes en el tiempo de filmar un hombre
mientos de gabinetes y que los remiendos del El Cinema Novo, por eso, no hizo melodramas; Cinema Novo se margina de la industria, por- o una casa, en el detalle que observa, en la fi-
tecnicolor no esconden, sino agravan sus tu- las mujeres del Cinema Novo siempre fueron que el compromiso del Cine Industrial es con la losofía: no es un filme, sino un conjunto de fil-
mores. Así, solamente una cultura de hambre, seres en busca de una salida posible para el mentira y con la explotación. La integración mes en evolución el que le dará al público, por
manando de sus propias estructuras, puede amor. Dada la imposibilidad de amar con ham- económica e industrial del Cinema Novo de- fin, la conciencia de su propia existencia.
superarse cualitativamente; y la más noble ma- bre, la mujer prototipo, la de Porto das Caixas, pende de la libertad de América Latina. Para No tenemos por eso mayores puntos de con-
nifestación cultural del hambre es la violencia. mata al marido; la Dandara de Ganga Zumba esta libertad, el Cinema Novo se empeña en su tacto con el cine mundial. El Cinema Novo es
El acto de mendigar, tradición que se implan- huye de la guerra para un amor romántico; Sin- propio nombre, de sus más próximos y diver- un proyecto que se realiza en la política del
tó con la redentora piedad colonialista, ha sido há Vitoria sueña con nuevos tiempos para los sos integrantes, de los más burros a los más hambre, y sufre, por eso mismo, todas las de-
una de las causas de la mistificación política y hijos; Rosa va al crimen para salvar a Manuel y talentosos, de los más débiles a los más fuer- bilidades consecuentes de su existencia.
de la ufana mentira cultural: los relatos oficiales amarlo en otras circunstancias ; la muchacha tes. Es una cuestión de moral que se reflejará
del hambre piden dinero a los países colonia- del sacerdote necesita romper el hábito para
listas con la intención de construir escuelas sin ganar un nuevo hombre; la mujer de O Desafio
crear profesores, de construir casas sin dar tra- rompe con el amante porque prefiere quedarse
bajo, de enseñar el oficio sin enseñar el alfabe- fiel a su mundo burgués; la mujer en São Paulo
to. La diplomacia pide, los economistas piden, S. A. quiere la seguridad del amor pequeño
la política pide: el Cinema Novo, en el campo burgués y para eso intentará reducir la vida del
internacional, no pidió nada, sino que impuso marido a un sistema mediocre.
la violencia de sus imágenes y sus sonidos en Ya pasó el tiempo en que el Cinema Novo ne-
veintidós festivales internacionales. cesitaba explicarse para existir. El Cinema No-
Para el Cinema Novo, el comportamiento exac- vo necesita procesarse para que se explique,
to de un hambriento es la violencia, y la violen- en la medida en que nuestra realidad sea más
cia de un hambriento no es primitivismo. ¿Co- discernible a la luz de los pensamientos que no
risco es primitivo? ¿La mujer de Porto das Cai- estén debilitados o que deliren por el hambre.
xas es primitiva? El Cinema Novo no puede desarrollarse efecti-
El Cinema Novo: una estética de la “violencia” vamente mientras permanezca al margen del
antes de ser primitiva y revolucionaria; he ahí el proceso económico y cultural del continente la-
punto inicial para que el colonizador compren- tinoamericano; además, porque el Cinema No-
da la existencia del colonizado; solamente vo es un fenómeno de los pueblos colonizados
concientizando su única posibilidad, la violen- y no una entidad privilegiada de Brasil. Donde
cia, el colonizador puede comprender, por el haya un cineasta dispuesto a filmar la verdad y
horror, la fuerza de la cultura que él explota. a enfrentar los padrones hipócritas y policia-
Mientras no levanta las armas, el colonizado es lescos de la censura, ahí habrá un germen vivo
un esclavo: fue necesario un primer policía del Cinema Novo. Donde haya un cineasta dis-
muerto para que el francés viera un argelino. puesto a enfrentar el comercialismo , la explo-
Esa “violencia”, con todo, no está incorporada tación, la pornografía, el tecnicismo, ahí habrá
al oído, como tampoco diríamos que está liga- un germen del Cinema Novo. Donde haya un
da al viejo humanismo colonizador. El amor cineasta de cualquier edad, de cualquier pro-
que ésta “violencia” encierra es tan brutal co- cedencia, pronto a poner su cine y su profesión
mo la propia “violencia”, porque no es un amor al servicio de las causas importantes de su
de complacencia o de contemplación, sino un tiempo, ahí habrá un germen del Cinema Novo.

También podría gustarte