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1 a Presentacidn| La claboracién de esta prueba responde al re- querimiento de poder disponer de instrumen- 10s evaluativos vilidos y confiables, destinados a medir habilidades metalingiiisticas, de tipo se- mintico, a nivel de Educacién Parvularia, cuya influencia en el proceso de alfabetizacién inicial est ampliamente demostrada’, En la actualidad hay acuerdo te6rico en que las habilidades y conocimientos asociados a la lec- tura y la escritura se desarrollan mucho antes de que empiece su ensefianza formal, por lo que se requiere que el nifio® desarrolle éstas en los pri- eros afios, para iniciar con éxito el aprendizaje . El rol de la escuela es brin- dar oportunidades para que los nifios accedan a dl lenguaje escri esta herramienta de la manera més eficiente po- sible (Vellutino & Scanlon, 2001). Pera mayor informacién consultarel marco referencia, capitulo | Se utilizaré la palabra nino de modo genérico para reerirse tanto o ls nites como a as nits 12] His wénica Rene Tan, Maria Francis aencuelaHasenoh, Paula akubsVtes La evidencia muestra que en las habilidades tempranas de lenguaje oral des- cansa la preparacién de la alfabetizacién (Dickinson, 2011), existiendo una relacién entre su adecuado desarrollo y el aprendizaje de la lectura y la escri- tura, tema que ha sido bien documentado en la literatura del tiltimo tiempo (Lawrence & Snow 2011; Paratore, Cassano & Schickedanz, 2011; Eyzaguirre y Fontaine, 2008; Villalén, 2008; Kirkland & Patterson, 2005). Los investi- gadores Snow, Griffin &¢ Burns (2005) seftalan que el desarrollo del lenguaje oral en los primeros afios es la base del proceso de alfabetizacién, por lo que la accién educativa requiere centrarse con rigor en ella. Esto, pues el desarrollo de este proceso comienza mucho antes de que la instruccién se inicie, y el ‘éxito que se alcance en ella se ve afectado por habilidades desarrolladas en los aiios previos (NICHD, 2005), entre las que destaca un sélido desarrollo del lenguaje oral. A cesta relacién entre lenguaje oral y escrito, algunos autores la describen como una relacién de sinergia, ya que ambos se contribuyen mutuamente (Duke & Carlisle, 2011), es decir, nifios con un buen desarrollo de lenguaje oral, aprenden a leer més répidamente y comprenden mejor lo que leen (Dickinson, 2011; Nagy, 20075 Rapp, van den Broek, McMaster, Kendeou, & Espin, 2007) asi como quienes demuestran ser buenos lectores, manejan un vocabulario més amplio, un discurso oral con mayor coherencia. Entre estas habilidades del lenguaje oral, la oportunidad de desarrollar el vo- cabulario es una de las condiciones que permiten predecir el desempefio lector posterior (Dickinson, 2011; Villalén, 2008), especificamente se relaciona con la comprensién de aquello que se lee. La dificultad esti en que no todos los nifios aprenden al interior de sus familias un buen vocabulario, Hay estudios (Hare & Risle, 1995) que muestran que las familias de escasos recursos tienen tun vocabulatio significativamente menos desarrollado que aquellos de seccores acomodados. Los autores indican que a los tres afios, un nifio que proviene de una familia profesional maneja 30 millones de palabras; 20 millones de palabras, si proviene de una familia de clase media; 10 millones de palabras, si su familia es de escasos recursos. Por tanto, si no ha tenido las oportunidades onsen 13 ial debe ver abi un gran desaffo (Clay, 1998). El revo estard en crear en sala de clases oportuni- para aprender mas vocabulario en su hogar, la educacién dades para un aprendizaje extenso y profundo de vocabulario, que permia uti- lizar las palabras como herramienta para avanzar en el resto de los aprendizajes. De acuerdo a la informacién SIMCE de lenguaje 2011, el 31% de los nifios de 4° bisico se ubican en el Nivel de Logro Inicial, es decir, no comprenden lo que len; un 279% se encuentra en un Nivel de Logro Intermedio; 0 sea, tiene tun nivel de comprensién elemental, y sélo un 42% se encuentra en un Nivel de Logro Avanzado, siendo capaz de realizar inferencias mas complejas para su nivel educativo, Con estos datos es posible afirmar que mas de la mitad de los nifios que rindieron esa prueba no puede utilizar la lectura para avanzar de manera eficaz en otros aprendizajes. Ello puede explicarse ya que el nifio necesita no s6lo incorporar un extenso nii- mero de palabras a su léxico mental, sino que requiere también manejarlas de tal manera que ello le permita utilizar la Lectura como herramienta de apren- dizaje. Y es ahi donde emerge la conciencia seméntica como una habilidad fundamental, que le permitira asignar significado a la palabra segin el con- texto en el que clla se encuentre, posibilitando la comprensién, Esta habilidad ‘metalingiistica requiere de intencionalidad pedagégica en su trabajo, pues no se adquiere de manera esponténea. Laevaluacién del desempeio ¢s una de las herramientas educativas mds pode- rosas para promover el aprendizaje, debe ser utilizada como parte integral de Ete con el objeto de mejorar los niveles de logros de los nifios. Una estrategia de recoleccién de informacién sobre los distintos faccores implicados en el proceso de ensefianza-aprendizaje que ayude al educador a efectuar una re- troalimencacién para una posterior toma de decisiones resulta indispensable. ‘Sin embargo, hay carencia de instrumentos que sean vilidos y confiables, y que la vez permitan el diagnéstico y seguimiento de las acciones educativas que sellevan a cabo desde que el nifio ingresa a la Educacién Parvularia y hasta que inicia su Educacién Bisica. También falta reflexién sobre las razones por las cuales se evaliia y sobre los procedimientos ¢ instrumentos de evaluacién

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