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Tras

la publicación de PNV-ETA, crónica oculta (1960-1979) y Vascos


en la Guerra Fría, ¿víctimas o cómplices?, José Félix Azurmendi
cierra su trilogía sobre una parte de la reciente historia política de
Euskal Herria con ETA, de principio a fin. Crónica documentada de
un relato. Fue director del diario Egin (1980-1987), subdirector de
Deia (1989-95), director de Radio Euskadi (1995-1999) y director de
EITB Internacional (1999-2010). Periodista activo, hoy en día
continúa colaborando en numerosos medios de comunicación.
ETA, de principio a fin. Crónica documentada de un relato recoge
cronológicamente y de forma exhaustiva la andadura política y
armada de la organización vasca desde su nacimiento hasta su
extinción, con la distancia y el rigor que el periodismo informativo
exige y permite. José Félix Azurmendi deja que ETA y sus oponentes
hablen a través de los hechos, de tal forma que el libro es una
recopilación completa de su actividad.
ETA, de principio a fin. Crónica documentada de un relato es,
asimismo, la culminación de una trilogía sobre una parte importante
de la reciente historia política de Euskal Herria en formato de crónica
periodística, que José Félix Azurmendi comenzó con la publicación de
PNV-ETA, crónica oculta (1960-1979) y continuó con Vascos en la
Guerra Fría, ¿víctimas o cómplices?.
Con este libro, Azurmendi da por finalizado su objetivo inicial: contar
la historia de la resistencia patriótica vasca desde un punto de vista no
habitual.
Diseño de colección: Unai Arana
Portada: Unai Arana
Motivo de la portada: El dibujo de la espiral de guiones que se van abriendo y perdiendo es de Jorge Oteiza,
dibujado para la portada de la revista Zutik! de ETA correspondiente a agosto de 1965. La ilustración está
inspirada en la teoría revolucionaria acción-represión-acción que el entonces militante de ETA José Luis
Zalbide diseñó. Por otra parte, las letras de Zutik! fueron dibujadas por una egresada de Bellas Artes de
París.
Fotografia del autor: Xabier Gartzia
© José Félix Azurmendi Badiola
© Ttarttalo S.L. Donostia 2014
ISBN: 978-84-9843-585-6
Editorial TTARTTALO
Calle Portuetxe, 88 bis
20018 Donostia
Tel. 943-31 02 67
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posibles daños y perjuicios de toda naturaleza que pudieran derivarse de la utilización de aquellos
o que puedan deberse a la posible ilicitud, carácter lesivo, falta de veracidad, vigencia,
exhaustividad y/o autenticidad de la información proporcionada.
INTRODUCCIÓN

Cuando Argala escribió que “somos como somos, y no como cada quien se
imagina que somos” debía ser consciente de que, para bien y para mal, los
militantes de ETA eran desconocidos, manipulados, distorsionados, adaptados a
los prejuicios o mitos de cada quien, exageradamente ensalzados a veces,
injustamente denigrados en otras, lo que no deja de ser natural en una
organización clandestina de sus características. Al decirlo, José Miguel Beñaran,
Argala, sólo podía estar refiriéndose, necesariamente, a la ETA que iba desde
1960 hasta diciembre de 1978, que es cuando los servicios de información
españoles le dieron muerte en Angelu. ETA ha escrito mucho a lo largo de su
vida para explicar y para explicarse. Ha redactado comunicados, ha elaborado
ponencias, ha hecho declaraciones, ha concedido entrevistas, pero han sido más
las veces que sus mensajes han llegado al receptor a través de terceros,
interpretados y filtrados por los medios de comunicación, por las declaraciones
de los políticos y los mandatarios, y casi siempre con la duda razonable en el
rigor de la fuente o el medio. ETA ha hablado y se le ha entendido muy
especialmente a través de sus actos. Ha mostrado su cara más real mediante su
actividad, sus acciones, sus atentados. Ha sido conocida de manera directa así,
sin necesidad de explicación en unos casos, sin que las explicaciones la hicieran
comprensible en otros.
ETA no ha sido siempre ni igual ni la misma. Ha habido etapas en las que
escribía más que actuaba, otras en las que casi sólo actuaba. Ha sufrido
escisiones y desgarros de diferente explicación. ETA sólo ha conservado desde el
comienzo las siglas, una identificación clara con el marco para su combate y una
militancia siempre joven y cambiante, por desistimiento de los activistas unas
veces, porque eran detenidos otras, porque tomaban otro rumbo y hasta
formaban otras organizaciones; porque caían en el combate. En ETA han sido
muy escasas las trasmisiones generacionales. Por diferentes motivos,
prácticamente ninguno de los fundadores ha acompañado su evolución, ninguno
de sus líderes se ha mantenido como tal en períodos largos. ETA, lentamente,
pero terminó haciendo de la utilización de la violencia su seña de identidad,
incluso cuando se puso el adjetivo de político-militar o se le puso a su estrategia.
Ha dicho y demostrado el profesor Michel Wioviorka, apoyándose en Charles
Tilly, que la violencia política no es la misma en un período y en otro, y que cada
época histórica se debe caracterizar por su “repertorio específico de formas de la
acción y, más particularmente, de la violencia”. Esto, que es muy razonable en
todos los casos, en el de ETA es imprescindible para un análisis medianamente
acertado. ETA nace dentro de una dictadura fascista; acompaña el tránsito de un
Estado europeo hacia una democracia formal; la violencia política de ETA
convive durante años con una situación aceptada internacionalmente como
normalizada. Wioviorka, que ha estudiado los paradigmas de la violencia, que ha
investigado sobre el terreno la violencia vasca, finalmente no parece tener un
paradigma claro sobre la de ETA.
En relación a ETA es legítimo y razonable preguntarse cuándo puede
considerarse su actividad lucha armada de resistencia, cuándo se convierte esta
en terrorismo, cuándo pierde su autoridad moral. Es razonable preguntarse por
sus raíces y explicaciones a lo largo de cinco décadas; cuándo se convierte la
táctica armada inicial en estrategia para una época. Interrogarse, como se ha
hecho tantas veces, casi siempre de manera interesada, sobre si su estrategia ha
sido más nacionalista que revolucionaria, más marxista-leninista que
nacionalista o, como dijo Ovidio –Luis María Anson–, “un pacto, un cruce
simbiótico, una hibridación del leninismo comunista con el nacionalismo vasco”.
Preguntarse si tuvieron alguna vez sentido y justificación sus atentados, si
dejaron de tenerlo en algún momento reconocible o progresivamente; si hay
finalmente guerras justas de liberación, si son exigibles a estas formas de lucha
códigos morales, si son éstos los mismos de las guerras convencionales; si se
debe exigir a un grupo revolucionario lo que no se exige al Estado, o viceversa.
Preguntarse acerca de si la dinámica clandestina de este tipo de lucha no termina
marcando no sólo los medios sino los fines. Si la lectura de los atentados, el
estudio del tipo de violencia practicada a través de sus atentados, se convierte en
la información más valiosa sobre la propia organización.
ETA ha dejado muchas preguntas en el aire y un ambiente, hoy por hoy, muy
poco propicio a las respuestas. Ha dejado el relato, su relato, pendiente, y sujeto
a que se lo hagan otros de manera interesada. Es pretensión de este libro, de este
periodista, contribuir al mismo con la descripción de los hechos desde la
perspectiva del periodismo informativo y el apunte interpretativo que enmarque
la acción; escribirla como si no se conociera su final, dejando que sean los
hechos los que hablen. Este cronista tiene su visión y su versión sobre ellos,
sobre cada uno de ellos, pero ha realizado el esfuerzo de narrar, de contar, como
si fuera un observador imparcial, situándose en cada uno de los momentos al
lado de los acontecimientos, aprovechando el conocimiento directo de los
mismos, contrastándolos con fuentes y testimonios de cada tiempo, casi siempre
tomados de la prensa de la época. El resultado de la crónica puede resultar
abrumador. La sucesión de actos y la referencia a personas y situaciones
concretas, incómoda o extemporánea. En ningún caso ha sido pretensión del
autor airear vergüenzas gratuitas, pero tampoco ocultarlas al servicio de un relato
maquillado y tranquilizador, en detrimento de la verdad. En todos los casos, las
fuentes están identificadas y a ellas corresponde la responsabilidad de sus
asertos, y a la inteligencia del lector valorarlos de acuerdo a la confianza que le
merezcan.
Si es cierto que la única contribución teórico-revolucionaria de ETA ha sido la
de la espiral revolucionaria que diseñara José Luis Zalbide y dibujara Jorge
Oteiza, si es cierto que esa ha sido su guía desde horas tempranas, el repaso de
los acontecimientos aquí recogidos viene a confirmar que, en efecto, a la acción
de ETA siguió una represión multiplicada que hizo posible una acción más
radical, un giro ascendente, como se había previsto, pero finalmente sin los
efectos buscados y deseados. Tal vez tenga razón Ramón Saizarbitoria cuando
dice que aquí nunca se creyó de verdad en la lucha armada [Uste dut sekula ez
dugula sinetsi egiazki borroka armatuan], pero, para ser cierto, duró demasiado
y sufrió e hizo sufrir en exceso. He aquí la prueba.
LA HISTORIA DE ETA EMPEZÓ EN 1936

Luis Michelena –así se escribía él mismo– lo explica con pasión y precisión en


mayo de 1977, en carta al semanario Punto y Hora de Euskal Herria que dirige
Mirentxu Purroy: “El principio de la historia universal no está en 1968, ni
siquiera el de la historia vasca. Su final tampoco está en 1936, ni en 1948, ni en
1977”. En 1936, se había producido el alzamiento franquista; en 1948, estaba
preso por su actividad resistente; en 1977, no se resignaba a que pareciera que en
Euskadi no había más que ETA y que su relevancia se explicara en lo sucedido a
partir de 1968. Si de medir antecedentes se trataba, 1936 era, a su juicio, el
verdadero fundamento, “no sólo temporal”, de lo sucedido en 1968 y de lo que
se vivía en 1977 en su entorno. Pocas personas tan autorizadas para interpretar
que el nacimiento de ETA tenía que ver con el alzamiento militar de 1936 y la
represión que siguió a la victoria de los golpistas. En la citada carta, Michelena
se muestra muy molesto por que no se tomen en cuenta los trabajos y
sufrimientos de su generación. “Muchos, además de haber sido hechos
prisioneros, fuimos detenidos y no se nos trató siempre con especial delicadeza”.
Hombres y mujeres de su generación pasaron ante consejos de guerra y por las
manos del coronel Eymar. No pocos fueron condenados a muerte y, algunos,
fusilados. “Había hasta a quien le daban garrote, porque ese instrumento, cuyas
excelencias cantó Fraga [Iribarne, Manuel], no es una invención de Berlanga, de
Patino o de Sueiro”, precisa Michelena, quien añade “los que se libraron de las
ejecuciones, por gracia del dictador, por hastío o por descuido, vivieron durante
años con ese peso”. Tras las sentencias y condenas sumarias de la primera
posguerra vinieron las condenas a los que resistían, a los que no se doblegaban;
llegó el exilio, el campo de concentración, las brigadas de trabajos forzados, la
purga en los puestos de trabajo; el miedo y la represión generalizada tras las
huelgas cuasi generales de 1947 y 1951.
La realidad que el lingüista reivindica la olvidan a menudo los que escriben la
historia, y también las nuevas generaciones, empeñadas en comportarse como si
la historia empezara con cada una de ellas. José Luis Alvarez Enparanza,
Txillardegi, uno de los fundadores de ETA, tiene contado que, cuando
comenzaron a militar en los años cincuenta, primero como Ekin, luego como
Ekin-EG y, finalmente, como ETA, todavía resonaban cercanos los ecos de los
disparos de los pelotones de fusilamiento en las cárceles franquistas: las
represalias y consecuencias de la guerra del 36 estaban muy presentes. Ekin nace
en 1952 en la universidad de Deusto de la mano de los estudiantes veinteañeros
Julen Madariaga, José Manuel Agirre y Gurutz Ansola, bajo la discreta
protección y consejo de un profesor, el jesuita padre Urrutia. Así lo ha
consignado Madariaga en el libro Egiari zor [En deuda con la verdad], una
autobiografía escrita para no cometer el mismo error de compañeros suyos que
han ido falleciendo sin dejar el testimonio que sus vidas y obras merecían.
Cuenta que muy pronto entraron en contacto con estudiantes de la Escuela de
Ingenieros de Bilbao, con José Luis Alvarez Enparanza, con José María Benito
del Valle, con Mikel Barandiaran. También con Alfonso Irigoien, “un pajarito
solitario” que trabajaba en la Euskaltzaindia de Ribera 6, en cuya vetusta
escalera se cruzaría a menudo con un jovencito de aspecto despistado que vivía
en lo alto de la casona y que terminaría jugando un papel clave en la ETA de
mediados de los sesenta: con José Luis Zalbide Salaberria.
En 1952, cuando Ekin nace, José Antonio Aguirre es consciente y reconoce
mal que bien que su Gobierno ha cometido errores de perspectiva que han
privado a su actividad de la “tensión y dinamismo precisos”. Han confiado en
exceso en el “mundo exterior, como esperando que nuestros problemas pudieran
ser resueltos por las potencias democráticas”. Sus habituales mensajes de
octubre –en el aniversario de la constitución del Gobierno Vasco– y de Navidad
no ocultan ese año la constatación de que quienes creía fieles aliados les están
abandonando. En 1945, con el final de la Segunda Guerra Mundial, confiaron en
que se restablecería la “moralidad en el campo internacional” y se derrocaría a
Franco. Lejos de eso, los que a pesar de todo sigue teniendo por amigos, han
visto en el dictador un aliado, a su juicio, por culpa de la “acción agresiva del
comunismo mundial al servicio de la Unión Soviética”. Ante este panorama, que
en 1953 va a agravarse –va a ser este su año más triste, según confesión de su
esposa– con la firma del Concordato entre Franco y la Santa Sede y el acuerdo
para la instalación de bases americanas en territorio español, Aguirre pone la
mirada en los jóvenes, les pide que se formen y organicen a la espera del tiempo
en el que habrá ocasión de pronunciarse. Como si de seguir su consejo se
hubiera tratado, es ese justamente el camino que los jóvenes de Ekin están a
punto de emprender.
En rigurosa clandestinidad y autonomía con respecto al Gobierno Vasco del
exilio, del PNV y de cualquier otra organización clandestina, Ekin se extiende
desde Bilbao a Donostia, Zaragoza, Valladolid, Barcelona y Madrid a través de
estudiantes y universitarios vascos. Editan el boletín que les da nombre, se dan al
estudio, a redactar e impartir charlas de formación y, con toda prioridad, a
aprender euskera o a profundizar en su conocimiento. En 1955, los de Ekin están
ya bien formados y los de Euzko Gaztedi (EG), más numerosos, necesitan
formación política. Del acuerdo entre ellos para impartir charlas se pasa a la
fusión organizativa. Para 1958, los roces y desencuentros con la dirección del
PNV, que controla de cerca a los jóvenes, hacen imposible el camino común.
Dos nombres protagonizan la ruptura: Juan Ajuriaguerra y José María Benito del
Valle. El PNV expulsa a este por indisciplina, y sus compañeros de Ekin, junto
con algunos de EG, hacen causa común con él. En 1959, aunque no el 31 de
julio, como algunos proclaman para hacerlo coincidir con otros aniversarios
sonoros, el grupo estrena un nombre que hará historia: ETA, Euskadi ta
Askatasuna. Los primigenios padres de la criatura, según la autobiografía de
Madariaga, son: José María Benito del Valle, José Manuel Agirre, Mikel
Barandiaran, Txillardegi, Rafael Albisu, Iñaki Larramendi y él mismo. En esta
lista fundacional hubieran merecido estar también otro ingeniero, Iñaki
Ganzarain, al que se le reconoce la paternidad del nombre, y Sabin Uribe, el más
activo de entre los que se han incorporado desde Euzko Gaztedi.
Es en 1960 cuando aquella ETA neonata publica su ‘Libro Blanco’, guía
ideológica y compendio de normas de seguridad y funcionamiento para unos
militantes que se reconocen responsables en su actividad “ante Dios y ante la
Patria”; un resumen también de los métodos de acción del comunismo y la JOC,
Juventud Obrera Católica. Los militantes son advertidos de que el comunismo
amenaza con tragarse el mundo, y “no solo por la violencia”. Se les explica que
el peligro del marxismo está en que presenta “una visión completa, si bien falsa,
de la vida”; que se trata de “una religión atea”, carente de “moral propiamente
dicha”, que no vacila en mentir por el bien de la causa. No hay que engañarse,
escriben los padres de ETA en el ‘Libro Blanco’, para el Partido Comunista, los
nacionalistas son solo un medio para que todo un pueblo acepte su política,
porque el PC es “esencialmente apátrida y antipatriota”. En sus orígenes, ETA es
igual de anticomunista, antiestalinista sobre todo, que el PNV y sus aliados en el
Gobierno Vasco, y que el mundo nacionalista vasco en general. La doctrina de
ETA tiene en ese tiempo, como antes el PNV, una clara influencia de los
cristianos progresistas franceses, muy especialmente de Jacques Maritain. En
relación al uso de la violencia, su doctrina es clara: “Hay que inculcar en el
pueblo que la liberación de las manos de nuestros opresores requiere el empleo
de armas cuyo uso particular es reprobable”, pero que “la violencia como última
razón y en el momento oportuno ha de ser admitida por todos los patriotas”.
Propugnan acabar con “la blandenguería que, en general, no es más que un
simple pretexto para no hacer nada y no complicarse la vida”. Se trata de asentar
en la conciencia vasca “la idea de que hay que resistir por todos los medios,
incluso, si preciso fuere, por la violencia y por otros medios que podrían
considerarse inmorales, pero que, en nuestra situación, no lo son”. Los ejemplos
de Túnez, Irlanda, Israel, Chipre, Argelia, les han hecho comprender que no hay
liberación nacional sin violencia. Se han inspirado en Menachen Begin, en
Habib Bourguiba, en Makarios. La reciente y triunfante revolución cubana no
está todavía presente en su horizonte.
Consumada la ruptura con el PNV, fallecido José Antonio Aguirre en 1960,
los jóvenes que fueron Ekin y ya se llaman ETA, la mayoría treintañeros,
algunos casados y con hijos, se disponen a pasar de las palabras a los hechos. No
empiezan con buen pie: una operación llamada a ser impactante, concebida para
el 18 de julio de 1961, a fin de dejar en evidencia a los vencedores de la guerra
del 36, haciendo descarrilar un tren de excombatientes franquistas, termina mal,
provoca numerosas detenciones y el exilio para algunos de ellos. El repliegue y
refugio de unos cuantos de ellos en la Euskadi continental y en París es, a la
postre, lo que va a hacer posible el asentamiento y la evolución de la
organización. Desde entonces, y hasta el final de su historia, la vida de ETA
estará siempre vinculada a esa retaguardia, que durante dos décadas será también
refugio y tierra semiliberada. Instalados entre Angelu, Biarritz y Baiona,
Madariaga, Benito del Valle, Txillardegi, Uribe, Irigarai, Iturrioz, Dorronsoro y
Elosegi, y pronto Juan José Etxabe, Lizarribar, Ozaeta y otros, junto con el
concurso de unos cuantos patriotas de Iparralde: los Abeberri, Haran y Burukoa.
ETA echa a andar con paso firme.
A primeros de octubre de 1961, en París, en un ciclo organizado por Manuel
Irujo en nombre del Gobierno Vasco en el exilio, Txillardegi ofrece una
conferencia que titula “La juventud vasca ante el 7 de octubre”. La inicia
proclamando su vergüenza y “asco” por tener que hablar en castellano, puesto
que en su auditorio casi nadie entiende la lengua nacional vasca. Manifiesta
respeto y agradecimiento por el “gigantesco esfuerzo” de la generación de la
guerra, pero subraya también que casi nadie de las nuevas generaciones sabe de
aquello, ni de la creación del Gobierno Vasco “hoy hace 25 años”. Se han
esfumado las esperanzas de la caída de Franco tras las de Hitler y Mussolini,
todo ha cambiado, menos “la estructura de dirección del patriotismo vasco”: ha
llegado la hora de un “cambio profundo y valiente de la estrategia abertzale”,
organizar “un nuevo día de la Juventud Vasca, creando un Frente Patriótico, que
coordine e impulse todas las actividades vasquistas”. Eso sí, “desde la tolerancia
mutua”, pues es consciente de que hay diferentes modos de ser abertzale. Él,
personalmente, se confiesa cristiano pero es partidario del laicismo y cree
“firmemente que Euzkadi no es la Patria de una clase; es más, Euzkadi en manos
de una clase no despierta mi entusiasmo”, pero “no me puedo oponer como
patriota a que otro crea otra cosa”. A finales de mes, interviene en el mismo ciclo
el representante de EG (Euzko Gaztedi) Iker Gallastegi. En relación con la
resistencia armada, su discurso es radical: “hay momentos en que únicamente las
armas satisfacen la necesidad. Los policías y los soldados son argumentos
inexpugnables contra el razonamiento, pero no lo son contra las balas”. (…)
“Con quien quiera razonar razonaremos, pero únicamente el brazo patriota que
empuña un arma puede prevalecer contra el despotismo armado”.
En mayo de 1962, en la abadía de los benedictinos de Belloc, ETA celebra su I
Asamblea. Se define como Movimiento Revolucionario Vasco de Liberación
Nacional y hace pública una declaración de principios que va a difundir
profusamente. No hay en ella mención expresa a los medios a utilizar para
conseguir la liberación nacional, pero sí la manifestación de que el Pueblo Vasco
tiene los mismos derechos que asisten a cualquier otro pueblo a su autogobierno,
y que para conseguirlo “se deberán emplear los medios más adecuados que cada
circunstancia histórica dicte”. En marzo de 1963, unas docenas de militantes se
reúnen en Cap Breton para celebrar la II Asamblea, sin que proporcione
novedades en relación con el uso de la violencia, sobre cuya legitimidad no
existen discrepancias: sí existen sobre su oportunidad o viabilidad. Julen
Madariaga subrayaría años después como valor más importante de esta segunda
asamblea que pone remedio al elitismo en el que se movían hasta entonces y se
abren al pueblo. Para la tercera, que tiene lugar en Baiona en la primavera de
1964 tras un rocambolesco intento de celebrarla en un refugio de Isaba, el recién
nombrado Buruzagi Julen Madariaga ha elaborado un voluntarista folleto bajo el
título de Insurrección en Euzkadi, inspirado en el Vasconia que Federico
Krutwig acaba de publicar. Se trata de aportaciones teóricas con las que la mayor
parte de los militantes, especialmente los que están llamados a ponerlas en
práctica, no se sienten concernidos. Algunas armas empiezan, no obstante, a
pasar por sus manos, facilitadas, unas, por anarquistas amigos, compradas, otras,
en mercados centroeuropeos. Algunas modestas –la munición escasea– prácticas
de tiro les son también facilitadas, además de alguna prueba con explosivos, en
solitarias playas de Las Landas. Según las “notas a la III Asamblea” de José Luis
Zalbide, publicadas en el nº 3 de Documentos [Hordago-Lur, 1979], las
consecuencias organizativas más directas de esta asamblea están ligadas a los
conceptos de Liberado –militante que abandonaba sus estudios o trabajo para
dedicarse por entero a la acción en clandestinidad total–, Hirurko –célula
formada por tres militantes, el comando– y Buruzagi, jefe supremo de la
organización. Hasta entonces, la dirección de ETA había sido colegiada. La
nueva forma de dirección personal dura poco más de un año y está encabezada
por Julen Madariaga, y completada luego por Sabin Uribe y Edur Arregi.
La IV Asamblea es la primera que tiene lugar en Euskadi sur, no sin
dificultades: la inicial convocatoria para comienzos de junio de 1965 debe ser
pospuesta porque cinco de los convocados son interceptados por la Guardia Civil
entre Sara y Bera y a duras penas consiguen evadirse. En la IV Asamblea, José
Luis Zalbide lleva la voz cantante. Ha madurado su teoría de la espiral
revolucionaria ascendente, el mecanismo de acción-represión-acción que va a
guiar a ETA durante años y que consiste en provocar al enemigo para que
responda indiscriminadamente, se extienda la rebeldía en las masas y reclamen
la respuesta de ETA. En la IV hay un amago de organización por frentes, uno de
ellos con nombre de militar. Su máximo responsable va a recibir la primera
arma, una Beretta 7,65, reclamándosela a los dos responsables del “Frente de
Información”, que cuentan con sendas pistolas, la Beretta en cuestión y una
Astra del 9 largo, fabricada en Gernika antes del bombardeo, que ha hecho la
guerra de liberación de Argelia en manos de una célula parisina. El jefe militar
sólo llegará a usarla en prácticas, y pronto se alejará de ETA para volar por
cuenta propia como líder de los conocidos por “Cabras”.
En la V Asamblea, muy importante desde el punto de vista doctrinal, no hay
grandes novedades en relación con la lucha armada. Tiene lugar entre el 7 y el 11
de diciembre de 1966 en la casa cural de Gaztelu. Patxo Unzueta es quien ha
contado que participan 42 o 43 delegados y que en ella se consuma la primera
escisión importante de la organización. La ruptura es, en su versión,
consecuencia de la reacción de una parte de los militantes contra lo que
consideran desviacionismo de la Oficina Política, encabezada por Francisco
Iturrioz y Eugenio del Río. La tendencia que resulta mayoritaria es el resultado,
siempre según Unzueta, de la alianza de dos sectores diferenciados: el
“culturalista”, que anima Txillardegi desde su exilio belga, y el que, en torno a
jóvenes cuadros como los hermanos Etxebarrieta y José María Eskubi, plantea
una tercera vía que haga compatibles marxismo y nacionalismo y que, en la
segunda parte de la V Asamblea, celebrada en la Semana Santa de 1967, se hará
con la mayoría de la organización. Entre las posiciones ideológicas aprobadas
por la V Asamblea hay un acuerdo que aboga por un cambio radical de
estructuras políticas y socioeconómicas “por medio de la aplicación de una
estrategia justa”, y clasifica como “armas para la revolución vasca” la toma de
conciencia nacional y social, la teoría revolucionaria vasca y su puesta en
práctica “por medio de un estrategia basada en las condiciones objetivas de
nuestro pueblo”.
Un año más tarde, el 7 de junio de 1968, Txabi Etxebarrieta, el joven de 23
años que había brillado con luz propia en la V Asamblea, provoca la muerte de
un joven guardia civil de Tráfico y horas más tarde es abatido él mismo en un
control policial. A partir de este hecho, en modo alguno previsto en la citada
Asamblea, todo cambia, nada va a ser igual ni en ETA ni en Euskadi. La historia
resistente no empieza entonces para Euskadi –tiene razón Koldo Mitxelena–,
pero este incidente la va a condicionar fuertemente. Ha escrito Mario Onaindia,
que compartió militancia con Txabi Etxebarrieta –“el jefe: ateo, agnóstico,
seguidor de Bertrand Russell y Sartre, ejerció en mí una influencia determinante
en lo personal y en lo político”– que él nunca había oído hablar de Txillardegi,
de Benito del Valle, ni de Madariaga siquiera. Los fundadores de ETA no sólo no
están presentes en la dirección de la organización, sino que ni siquiera lo están
en la memoria de la militancia. Una nueva generación ha tomado las riendas, una
generación que, en palabras de Onaindia, tenía al Che como ejemplo de vida y se
animaba a exigir sacrificios a los demás, porque “nosotros éramos los primeros
en sacrificarnos, en inmolarnos, para que el pueblo despertara”. Ha escrito Teo
Uriarte, otro liberado de aquella ETA, que se había teorizado mucho sobre la
‘insurrección armada’, pero que fue “el espíritu de revancha generado por el
asesinato de Etxebarrieta el que provocó, poco después, el atentado mortal
contra Melitón Manzanas. Habían matado a Etxebarrieta, y el que dirigía el
comité ejecutivo dice que esto es muy serio y pregunta: ¿nos lanzamos a
acciones que impliquen muertos? Y nadie dice que no. No dijimos no, porque
hubiera sido una traición al amigo muerto”. Si estos testimonios son certeros,
Txabi se inmoló y el ejecutivo ampliado de ETA condenó a muerte a Manzanas
por solidaridad con su inmolación.
Al ejecutar a Melitón Manzanas, torturador de varias generaciones de
patriotas y antifranquistas, ETA da un paso sin vuelta atrás. Ha roto un tabú y,
aunque los que han tomado la decisión de ejecutarlo van a abjurar muy pronto de
la lucha armada, otros tomarán el testigo. Se cumplen las previsiones de José
Luis Zalbide y, a la muerte de Manzanas, le sigue una represión brutal e
indiscriminada: la espiral se ha puesto en marcha, y lleva al Proceso de Burgos.
Cuando ETA está más debilitada y dividida, ETA pone a Euskadi y su lucha en
las portadas de los medios de comunicación de medio mundo, a lo largo de todo
el mes de diciembre de 1970. El franquismo y su justicia militar han cometido
un irreparable error.
Por aquel entonces, a Manuel Irujo le preguntan por ETA desde tribunas
amigas, y la explica así: “ETA es un movimiento, radicalizado por las
persecuciones del Gobierno del general Franco, que aspira al reconocimiento de
la personalidad nacional vasca por la violencia. Esta actitud inicial les ha llevado
a aceptar como bases económicas principios socialistas, hallándose el
movimiento dividido en todas las gamas del socialismo contemporáneo”. El
exministro republicano y dirigente del PNV en el exilio añade que la base de
ETA está principalmente en la clase media, en estudiantes, sacerdotes [sic],
profesores, cuadros industriales, obreros especializados, intelectuales.
“Constituye una minoría”, añade, “pero es una minoría activa y entusiasta, capaz
de dar la vida por sus ideales”. En ese final de año de 1970, ve a ETA
constituida, o dividida, en tres grupos distintos: el nacional-socialista, “que es el
que actualmente lo dirige desde el interior”; el marxista-leninista, “cuyo jefe más
conocido es el estudiante José María Eskubi, con residencia en Bruselas”; y el
“patriota de acción directa, del que es figura Echabe” [Juan José Etxabe]. A su
juicio, la mayoría de los 16 procesados de Burgos pertenecen al grupo de
Eskubi: en eso, se equivoca.
El heroísmo de los de Burgos provoca simpatías y solidaridad, pero también
recelos. El exministro de la II República española Salvador de Madariaga escribe
a Manuel Irujo y le dice que está muy desasosegado con el Proceso. Cree que
“los chicos vascos de la ETA han caído en la misma trampa que los del FLQ
[Frente de Liberación] de Québec y las soidisant guerrillas de Palestina:
transformar un problema bien preciso, original y distinto, en un modelo,
universal y episódico, de la lucha entre Mao y los demás”. La comparación entre
ETA y el FLQ resulta exagerada, pero no tanto como la de ver la obra de Mao
tras ella. Bosch Gimpera, otro exiliado republicano ilustre, finalizado el Proceso
escribe: “Verdaderamente es formidable que esos pobres del monstruoso proceso
de Burgos, al fin indultados por la ‘magnanimidad’ del caudillo, hayan tenido la
virtud de aglutinar a todos los españoles liberados. Y lo que me cuenta de que el
principal de ellos es hijo de excombatiente franquista es verdaderamente
monumental”. Se está refiriendo a Xabier Izko y a la condición de carlista de su
padre.
Un par de años más tarde, Irujo está en Caracas y se entrevista con el
presidente venezolano Rafael Caldera. Ante el interés de este por ETA, le
responde que la juventud del mundo pasa por ser contestataria en todo y contra
todo, que este es un movimiento genérico a la familia humana, que adopta
caracteres específicos en cada pueblo. “En el nuestro se llama Eta. ¿Qué es Eta?
Una serie de corpúsculos que, alternativamente, se unen y se combaten. Todos
ellos se oponen al Gobierno [Vasco] y a la definición clásica de lo vasco. Están
compuestos por chicos, por lo general, sanos, buenos, limpios y patriotas, pero
tocados de ese género de locura que es la contestación y la violencia. Nosotros,
opuestos a sus tesis y a sus actos las más de las veces, los cubrimos ante los
ataques brutales de la Policía española y procuramos que se escurran de las
medidas policíacas adoptadas por Francia en concurrencia con la Policía del sur
pirenaico”. Añade Manuel Irujo que a Caldera le pareció muy bien esta actitud,
“y eso que, con ocasión de lo de Burgos, ya soltaron unos coktails que hicieron
mucho ruido y que hacían en Caracas la misma falta que los perros en misa”.
Tras el Proceso de Burgos, mientras buena parte de la organización orienta su
activismo hacia las luchas obreras, son los activistas independentistas –llamarles
‘milis’, por militares, como hacen algunos, se antoja exagerado– los que se
hacen con la legitimidad histórica de la organización, con el santo y seña de la
“auténtica ETA”. Juan José Etxabe, que ha sido su figura más conocida en los
días de Burgos por dirigir el secuestro del cónsul alemán en Donostia, Eugène
Beihl, pronto da paso a una nueva generación compuesta por Mendizabal, Iturbe,
Sagarzazu, Pagoaga, Lujua, Garalde y otros. El efecto Burgos se hace sentir
también en la juventud activista de EGI, que viene de sufrir a finales de los
sesenta la pérdida de dos de sus hombres más activos –Jokin Artajo y Alberto
Asurmendi– por la explosión de la bomba que portaban. Desde comienzos de
1971, EGI se presenta con el adjetivo de Batasuna y es partidaria de un Frente
Patriótico, que para finales de ese año se concreta en conversaciones con ETA en
vistas a una fusión que se consuma en el Aberri Eguna de 1972. Para la
estrategia de lucha armada, esta fusión, que seguirá siendo conocida como ETA
V en contraposición a la obrerista de ETA VI, va a resultar decisiva.
Hasta el magnicidio contra el almirante de la Armada y presidente del
Gobierno Luis Carrero Blanco, el 20 de diciembre de 1973, las bajas que ETA
sufre y provoca, además de poco numerosas en relación con las que vendrán, no
son buscadas. Tienen que ver con la actividad de la organización, con la
persecución de los activistas, con la represión. Este es el caso en la muerte de
Eustakio Mendizabal, Txikia, cuando trata de huir de la Policía el 19 de abril de
1973. Txikia era el líder de ETA cuando lo mataron. Poco después, la
organización inicia los preparativos del secuestro o muerte de Carrero: el
comando llevará el nombre de Txikia, en homenaje a su memoria, aunque en el
primer comunicado de reivindicación se presente como ‘comando Josu Artetxe’,
muerto unos días antes en un asedio policial en Altza. El breve comunicado
inicial proclama que “sólo las armas nos darán la libertad, como trabajadores y
como pueblo: hemos elegido el camino de la resistencia armada, junto con las
manifestaciones, las huelgas y el apoyo de la lucha popular”. A este atentado le
sigue en pocos meses el nunca oficialmente reconocido de la Cafetería Rolando,
más bien oficialmente negado en un comunicado de fecha 17 de octubre de
1974. Planificado contra los policías que frecuentan una cafetería próxima a la
Jefatura Superior en la calle Correo, termina dando muerte a trece civiles en una
instalación contigua al baño en el que ETA ha colocado la bomba, y
convirtiéndose en el detonante último de la escisión más importante y, en
principio, menos ideológica, de la que nacen ETA militar y ETA político-militar.
La escisión se consuma en otoño de 1974. Las anteriores rupturas han tenido
que ver con el debate sobre liberación nacional y/o liberación social, que se
traducen también en debate sobre lucha armada-lucha de masas. Esta nueva
escisión se fundamenta en diferencias organizativas ante el nuevo escenario que
se abre tras la previsible muerte de Franco y en el papel que en él debe jugar
ETA. No queda entre sus protagonistas ningún representante de las primeras
direcciones de la organización. Se acompaña de una abundante literatura política
por parte de los que toman el nombre de político-militares, con Eduardo Moreno,
Pertur, como principal teorizador. Los que se reconocen en el adjetivo de militar,
teorizan poco: apenas el Agiri(a) que escribe José Miguel Beñaran, Argala. Ni
Pertur ni Argala han cumplido 25 años. Como en rupturas anteriores, juegan un
papel importante afinidades personales, culturales, biográficas. La mayor parte
de los militantes procedentes de EGI-Batasuna van a hacer causa común con el
que siempre ha sido su líder, con Iñaki Mugika Arregi, Ezkerra. La mayor parte
de lo que queda del Frente Militar de ETA, de los “hombres de Txikia”, se
reúnen en derredor de Txomin Iturbe. En la Nota Editorial a la Escisión que
precede en el tomo 16 de Documentos [Hordago] a los textos que unos y otros
producen, se reconoce que el análisis político sobre la bomba en la cafetería
Rolando “catalizaría más a fondo conflictos que ya se vivían”. En román
paladino, unos son partidarios de aceptar y explicar lo que pasó, otros –la
Oficina Política sobre todo– entienden que la verdad es políticamente
inasumible.
La explicación que los político-militares van a dar dos años más tarde pone en
evidencia una dura pugna por las siglas y la legitimidad. “En el mes de
noviembre de 1974 –escriben en Hautsi– un grupo de componentes del Frente
Militar de ETA abandonó la Organización, pasando a constituir una organización
completamente independiente. La tesis central de dicho grupo, popularmente
conocido como los milis, era la necesidad de convertir a ETA en una
organización exclusivamente militar”. Los mencionados como milis, por su
parte, así fuera por incapacidad, por desconfianza hacia algunas incorporaciones
recientes o por táctica, se toman un tiempo, se encierran sobre sí mismos y su
entorno más estrecho, a fin de recrear la organización desde bases nuevas.
Desdoblamiento es la palabra más recurrente en este tiempo. Los más
ideologizados, a menudo estudiantes veinteañeros, se sienten cómodos con los
planteamientos político-militares. La mayor parte de los recursos y militancia
van a quedar en sus manos. La mencionada Nota Editorial de Documentos
explica que estaba en cuestión la validez o no de ETA como organización
armada al mismo tiempo que política. “Es decir, y así se concretó la escisión,
entre quienes consideraban imprescindible y posible la estructura doble, político-
militares se llamarían, y los que optaron exclusivamente por una organización
armada, dejando a otros partidos la militancia estrictamente política”.
Paradójicamente, la inicial argumentación sobre el desdoblamiento utilizada por
los milis, va a ser reconocida como acertada posteriormente por los polimilis.
La competencia por los militantes y el prestigio de la sigla acelera la actividad
armada. El de 1975 es un año desastroso para la organización político-militar,
que es como los milis la llaman, reservándose para ellos el nombre de ETA.
Detenciones en su dirección, la política y la militar, redadas masivas, muertes de
militantes, fusilamiento de Txiki, infiltrados. Las prisas por practicar lo
imaginado, por ganarse la adhesión del Pueblo, provocan el desastre. Los milis
hacen lectura política de todo ello a favor de su tesis. A los dos años de la
escisión, efectúan una especie de balance. Recuerdan que entonces, en el otoño
de 1974, avizorando la posibilidad de una democracia burguesa, pensaron que el
Pueblo Vasco no estaba dispuesto a asumir las tareas de la acción armada y
desde esa perspectiva redactaron el Agiri. La experiencia de estos años
demuestra a su juicio que la estructura político-militar no favorece la creación
del partido, ni de LAB [Sindicato], ni de KAS [Koordinadora Abertzale
Socialista]. Las caídas son abundantes y no por fallos técnicos, como pretenden
los análisis de la dirección pm: el fallo es estructural. Por otra parte, entienden
que en este momento no se puede pensar en desarrollar una guerra popular,
porque hay un 60% que no la desea –sobre todo entre los inmigrantes– y un alto
porcentaje la desea pero no está dispuesta a afrontar un proceso revolucionario
con todas sus consecuencias. Deducen así que no es tiempo de extender la acción
armada, sino de mantenerla y ampliar la base política en que se sustenta. Son
conscientes de que los polimilis, usando la infraestructura de la izquierda
abertzale, pueden incrementar la lucha armada, pero les auguran que terminarán
destruyendo sus estructuras de base y que, en un intento de salvarla a corto
plazo, lo perderán todo.
Se cruzan reproches graves. Los milis se saben criticados por llevar una
actuación armada aislada y por su dificultad para captar militantes. Inquieren si
acaso las acciones político-militares han sido populares, porque los secuestros de
José Luis Arrasate, un pequeño empresario, y de Angel Berazadi, que termina en
muerte, han sido sumamente impopulares. El primero “en sí mismo” dicen
porque, a juicio de ETA militar, no era persona ‘secuestrable’, y el segundo,
porque los polimilis habrían sido incapaces de explicar al pueblo las razones del
secuestro y su desenlace. Los interpelados reconocen que el desenlace del
“arresto” de Berazadi no ha sido correcto, pero, a su entender, el error no habría
estado en el planteamiento, sino en los fallos que vinieron después. El mayor de
todos: haber sentido la necesidad de demostrar que ETA no vacila y no cede a
chantajes, además de que no previeron las consecuencias políticas. No aceptan,
sin embargo, que haya sido un acto terrorista, porque se trataba de un oligarca
que “no merecía otra suerte”. Una valoración interna de la “Conferencia de
Cuadros de ETApm” explicará el “arresto” en la necesidad de “abastecimiento
económico” a través de una persona que no presentara las ambigüedades y
problemas políticos de Arrasate [José Luis Arrasate es un pequeño empresario,
vasquista, bien visto entre sus trabajadores]. También para recuperar el prestigio
político, apoyando a los trabajadores en el conflicto con la empresa que dirige el
secuestrado. Todos los asistentes a la Conferencia de Cuadros están de acuerdo
con este diagnóstico. Una parte de ellos pone en valor que se ha tratado de un
salto cualitativo importante porque se enfrentaba a la “burguesía nacional”
[Berazadi, sin ser militante del PNV, sí estaba en su órbita], pero “la respuesta
política falló, no supimos darla”, reconocen. El ministro de la Gobernación,
Manuel Fraga, saca conclusiones: “Puesto que quieren guerra, la tendrán”.
A los milis, en contra de lo que dicen sus oponentes, las campañas
emprendidas contra chivatos, fuerzas represivas y en defensa de la ikurriña
mediante dispositivos trampa que se activan al tratar de quitarlas, les parecen
positivas. La existencia descoordinada de dos grupos autónomos provoca caídas
y situaciones imprevisibles, como la del doble y sucesivo atraco al banco
Hispanoamericano de Tolosa, en abril de 1977. Llega primero el comando pm y
se lleva el dinero; cuando la Guardia Civil levantaba el atestado, se presenta el
comando mili con el mismo propósito y se lían a tiros para escapar, con resultado
de un guardia civil muerto y varios heridos. Los milis sí reconocen haber
cometido un grave error con la muerte del joven de Zizurkil Julián Galarza, lo
que va a merecer una dura y razonada crítica de los polimilis, que hasta entonces
no habían querido explicar públicamente las diferencias que les separaban,
dicen, pero que ante la muerte de este trabajador se sienten obligados a hacerlo.
Lo que ha pasado les reafirma, dicen, en que, para no caer en el fascismo, es
imprescindible una relación estrecha de la lucha armada con la lucha de masas.
Tras aparentar reconocer cierta lógica en las razones que los milis habían
esgrimido para defender la separación –sustraer a las masas de la represión–, les
lanzan una vergonzante imputación: “La verdad es que quienes se han librado de
la represión han sido ellos y no las organizaciones. Nos tememos que han
entrado en una dinámica que puede conducir al militarismo y la marginación del
pueblo”. La campaña de la organización militar contra los alcaldes franquistas
les parece un síntoma de ello. Les responden los denunciados diciendo que, antes
de iniciarla, preguntaron en KAS si había posibilidades de sustituir a los alcaldes
por órganos populares y se les contestó que no. Y desde el principio, añaden,
anunciaron que la campaña sería discriminada, que afectaría solo a los
franquistas más señalados.
El Hautsi nº 15 de los político-militares da cuenta en julio de 1976 de una
crisis que anuncia la escisión en sus filas. Los comandos especiales, los bereziak,
encargados de las operaciones militares más complejas, acusan a la dirección de
estar negociando con el Gobierno español el abandono de las armas. Ha habido
conversaciones, la negociación se ha usado como un arma más, el primer
contacto ha tenido lugar en diciembre de 1975 –junto a representantes milis– y
ha concluido el 24 de mayo, aclara la dirección, que contraataca, recordando que
la lucha armada del último año no ha sido como hasta el verano de 1975, que el
peso fundamental de la lucha armada era de ellos, de los bereziak, y también el
80% del presupuesto de la organización. La rama político-militar de ETA
anuncia en una conferencia de prensa, de la que Punto y Hora da cuenta el 1 de
octubre de 1976, que impulsará un partido político (EIA), pero que se mantendrá
como organización armada. Los periodistas han sido conducidos con los ojos
tapados a un lugar desconocido de Euskadi Norte y han recogido las
declaraciones de tres encapuchados. ETA practicará en esta etapa de democracia
burguesa una lucha armada defensiva, han dicho. Aunque habían criticado en su
día lo que denominan elitización de la estructura militar, ven en este momento
buenas perspectivas para la reunificación con los milis, y, de momento, no
abandonan KAS. En relación con Pertur, los encapuchados han dado a conocer
que el 23 de julio de 1976, día en el que desapareció Eduardo Moreno
Bergaretxe, tres inspectores de Policía de San Sebastián [dan sus nombres, pero
la revista los omite] fueron vistos junto a un auto en Biriatou como esperando
algo.
Pocos días más tarde, se va a producir un atentado de la rama militar de ETA
que lleva a Punto y Hora a titular: “Cinco muertos en San Sebastián. ¿A quién
beneficia?”. Francisco Letamendia, sobrino de la esposa del objetivo del
atentado, lo ha contado así: “El 4 de octubre, ETA actúa de nuevo. Un comando
espera en la Avenida de España, a las dos de la tarde, a que descienda de su casa
el presidente de la Diputación de Guipúzcoa Juan María Araluce. Cuando este
entra en el coche, unas ráfagas de metralleta acaban con su vida, con la del
chofer, y con las de los tres policías de escolta. La respuesta de los
‘incontrolados’ no se hace esperar. Desde el día 5 hasta el 8, la extrema derecha
campa por sus respetos en San Sebastián”. No se trata de un atentado más, y
anuncia los que van a ser objetivos preferentes de ETA militar. El 3 de febrero de
1977, Punto y Hora, que se ha convertido en el medio de comunicación con
mayor credibilidad en el mundo nacionalista vasco, recoge nuevas declaraciones
de un portavoz de la rama político-militar de ETA. Dice este que su VII
Asamblea concretó los puntos mínimos para el nuevo partido, manteniendo la
separación entre lucha armada y lucha política, pero “orientada a los mismos
presupuestos ideológicos”. La lucha armada jugará el papel de fuerza
garantizadora de las conquistas populares y de fuerza disuasoria. “En la VII
Asamblea –reconoce el portavoz de los polimilis–, hemos adoptado lo que en
octubre de 74 defendían los milis, es decir, la separación entre lucha armada y
lucha política. Pensábamos entonces que el modelo político-militar podía ser
válido, y hemos visto que no lo es”. No le ven sentido a que haya dos ramas con
los mismos objetivos, lo que debería conducir a un proceso de convergencia
hacia la reunificación.
El Punto y Hora del 31 de marzo recoge declaraciones de la rama militar de
ETA, quien apenas hace declaraciones políticas, ni escribe, lo que añade interés a
estas manifestaciones. Ha explicado el portavoz mili que la función que ellos
atribuyen a ETA en la democracia formal es la de defensora de los derechos
populares. Ha añadido que, en tanto los cauces democráticos sean respetados por
la burguesía española, habrá paz, es decir, no habrá lucha armada, pero este
hecho en modo alguno significa que vaya a desaparecer ETA. Porque tampoco el
Ejército y la Policía españolas van a desaparecer, y están siempre preparados
para reprimir las reivindicaciones populares. Ellos, como los polimilis, no le ven
sentido a dos organizaciones con los mismos objetivos. El secuestro por un
comando berezi del oligarca vizcaino Javier de Ybarra y Bergé, el 20 de mayo de
1977, y su muerte tras un mes de arresto, pensado por ETA político-militar para
obtener un importante rescate, provoca una conmoción no prevista en el seno de
la organización. La crisis que la rama político-militar de ETA vive ha influido en
su fatal desenlace. Por esos días, Jokin Gorostidi, Mario Onaindia, Unai
Dorronsoro, Eduardo Uriarte y Xabier Larena hacen declaraciones a Punto y
Hora desde Bruselas, a donde han sido “extrañados”, y manifiestan que ETA
estará ahí mientras no se consiga una auténtica democracia y un reconocimiento
formal y real de Euskadi y todas sus libertades. Siguen las excarcelaciones.
Salen Izko de la Iglesia, Garmendia Artola, Genoveva Forest. Abc dice que el
Gobierno español gestiona el asilo político de los presos vascos en Noruega,
Dinamarca, Holanda y Suecia. El 8 de junio de 1977, en vísperas de las primeras
elecciones generales legislativas del postfranquismo, nace Deia y abre su
portada con un gran titular: “Hoy, excarcelación total de los presos políticos
vascos”. Se ha adelantado a Egin, que verá la luz el 29 de septiembre, con un
gran titular que anuncia que “Leizaola vendrá el día 7 a Bilbao” –vendrá
bastante más tarde– y un pequeño titular: “ETA se reorganiza: Unión Berezis-
Milis”.
El periódico más significativo e influyente de la Transición, El País, parece
saber cómo conseguir “la paz y la unión del pueblo vasco”. Repasa la historia
del abertzalismo desde los hermanos Sabino y Luis Arana y advierte que se ha
forjado un tipo de nacionalismo diferente. Frente a la orientación moderada,
parlamentaria y cristiana del PNV, sectores de la juventud vasca han adoptado –
escribe– una actitud radical en favor de la separación de las siete provincias
vascas y han surgido “grupos socialistas y autogestionarios, preconizadores de la
lucha armada”. Las siglas ETA saltaron al primer plano de la vida política
española cuando asesinó en Irun al cerebro de la Policía política de San
Sebastián, el comisario Melitón Manzanas, en 1968. Los jóvenes fundadores de
ETA, un grupo revolucionario de ideología pseudomarxista, dice, pretendían
constituir “nada menos que la vanguardia armada de una guerra de liberación
nacional, calcada de los manuales revolucionarios tercermundistas”. El editorial
explica que, desde entonces, ETA se ha renovado a través de escisiones,
depuraciones y mutuas acusaciones de españolismo, nacionalismo pequeño-
burgués y traiciones de clase. El editorialista sostiene que “gran parte del
crecimiento y el innegable y peculiar arraigo de ETA se ha debido, no tanto a la
audacia de sus acciones, casi siempre de terrorismo y de sabotajes, sino a la
torpe represión y a la ausencia de soluciones políticas que sus actividades
provocaron en sucesivos gobiernos del franquismo: suspensión de garantías
constitucionales, arrestos arbitrarios, violencias policiales, destierros, juicios
militares y movilizaciones multitudinarias, colaboraron para convertir en héroes
de la juventud vasca a los etarras, echar tierra sobre delitos injustificables y
paralizar la actividad política propia de una burguesía que abominaba de estos
métodos y a la que nada unía con ETA, salvo el sentimiento de repugnancia ante
la violencia y la torpeza gubernamentales”. Se puede no compartir el análisis del
editorialista, que no incluye la tortura sistemática en la lista de respuestas torpes
de la Administración, que parece estar describiendo la espiral revolucionaria,
pero como diagnóstico y resumen de casi veinte años de la existencia de ETA
contiene un aporte innegable. Luis Michelena había escrito por esos mismos días
que el principio de la historia universal no está en 1968, ni siquiera el de la
historia vasca, y que su final tampoco está en 1936, ni en 1948 ni en 1977. Pero
que 1936 está antes y es el antecedente, no solo temporal, de 1968 y de 1977:
“también lo es, o así esperamos, de lo que ha de venir todavía”. Lo que había de
venir era entonces imprevisible, inimaginable, para él, para el editorialista de El
País, para las ETAs, pero los antecedentes debían estar definitivamente claros.
El atentado del 8 de octubre de 1977 contra el presidente de la Diputación de
Vizcaya, Augusto Unceta Barrenechea, no es uno más, aunque tiene como
precedente el del presidente de la Diputación de Guipúzcoa y Consejero del
Reino Juan María Araluce Villar. En su persona concurren circunstancias que
justifican la escolta que lleva y que no ha sido suficiente para salvarle la vida.
Presidía la Corporación guerniquesa que el 29 de enero de 1966 concedió a
Franco la medalla de oro y brillantes, con ocasión del 600 aniversario de la
fundación de la villa. En mayo de ese año, un “Tribunal de Excepción” de EGI,
las juventudes del PNV, le declaró culpable del delito de colaboración con el
enemigo y traición a Euzkadi, por prestarse a “un acto deliberadamente satánico,
como era el de colocar la medalla de nuestra Villa Mártir en el indigno pecho de
quien ordenó su destrucción”. Existe la grave sospecha, decía la sentencia, de
que el enjuiciado se mueve obedeciendo a intereses económicos de importantes
industriales, entre ellos su padre Rufino, director de la fábrica de armas Astra. El
primer “Resultando” recoge un párrafo del discurso pronunciado ante Franco:
“La adopción de Guernica por V.E. en 1939, a raíz de la terminación de nuestra
Guerra de Liberación y su reconstrucción por la Dirección General de Regiones
Devastadas, es una viva muestra del resurgir de nuestra Patria en todos los
órdenes. Por la Paz que, gracias a los incansables esfuerzos de V.E., gozamos, y
por la palpable prosperidad de España, venimos a rendir a V.E. nuestro
homenaje, y que el valor de este ofrecimiento supla la cortedad vizcaína de
nuestras palabras”. El 13 de febrero de 1945, la Corporación, por unanimidad
pero a iniciativa del industrial Vicente Rojo de Cubillo, ya había nombrado a
Francisco Franco hijo adoptivo. Era habitual, si no norma, que las corporaciones
de la Gernika franquista estuvieran presididas y utilizadas por industriales con
intereses económicos locales. La sentencia de EGI se acuerda del industrial de la
madera Jesús Toña, otro alcalde con estrechas amistades entre ministros, que se
dejan ver a menudo por Gernika con sus inconfundibles chaquetas blancas sobre
camisa azul, pero hubo unos cuantos más.
Los titulares del diario Abc del 9 de octubre de 1977 que informan del
atentado dicen así: “Salvaje atentado en Guernica. El señor Unceta Barrenechea
y sus escoltas fueron abatidos en el aparcamiento del frontón Jai Alai. Cerca de
40 disparos. Había sido repetidamente amenazado por ETA. Según parece, los
disparos fueron efectuados desde un SEAT amarillo, propiedad de un exiliado
vasco beneficiado por la amnistía”, especifica el periódico. Contó el periodista
José María Portell que, tras la aprobación de la ikurriña en enero de ese año,
consciente de la delicada situación en la que quedaba, Augusto Unceta había
escrito una dramática carta al ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, en la
que, entre otras cosas, le decía: “Usted ha jugado conmigo, en 1977 los valientes
ya se sabe cómo acaban, nos ha dividido más. Aquí, en Vizcaya, jamás habían
soñado con poder colocar la bicrucífera [ikurriña, bandera nacional vasca] en los
Ayuntamientos. Gracias por aumentar mi servicio de protección. De mi mujer es
mejor que no le diga nada, y también esto se lo debemos a usted. Nuestra
bandera nacional nunca será respetada por los partidarios de su ikurriña. Que
Dios le dé al señor ministro más suerte en sus decisiones futuras y nos libre a
nosotros de usted”. No era ese el único asunto por el que se podía sentir
amenazado. Estaba ya en la calle la fuerte contestación a la central nuclear de
Lemoiz, para cuya construcción había sido precisa la autorización de la
Diputación que presidía. En relación al atentado contra Augusto Unceta
Barrenechea, el navarro Manuel Irujo, a la sazón presidente de la Asamblea de
Parlamentarios Vascos, manifiesta que “es una barbaridad que no sirve para nada
y hace daño”. Tampoco los medios de comunicación más cercanos a la izquierda
abertzale, Egin y Punto y Hora, ocultan su ‘estupor’ y ‘desagrado’ por la muerte
de Unceta y sus escoltas.
Una semana más tarde, las Cortes españolas aprueban, por unanimidad, el
Proyecto de Ley de Amnistía. Días después, dos artefactos hacen explosión en el
interior de Industrias Irus, S.A. [Iru, por Iruarrizaga], pequeño taller de Markina
que, de fabricar inofensivas escopetas de aire comprimido, ha pasado a producir
las que se requieren para disparar las pelotas de goma y los botes de humo de las
brigadas antidisturbios. Markina, como Gernika y, sobre todo, Eibar, y mucho
antes Soraluze [Placencia de las Armas], Orbaitzeta y otras, cuentan con una
larga tradición como fabricantes de toda suerte de armas pesadas y ligeras,
bombas, granadas y cartuchos. Los propietarios de la empresa declaran a la
prensa que no habían recibido amenaza alguna. Sin tiempo a digerir anteriores
atentados, poco antes de las nueve de la mañana del 12 de noviembre, una
bomba hace explosión en Artxanda al paso de un jeep de la Policía Armada que
se dirige al campo de tiro. Lo desplaza contra la valla de protección, que evita
que ruede por el terraplén, y provoca heridas a sus tres ocupantes, sólo a uno de
cierta gravedad, al teniente-capellán Jesús Aurelio Araguas. ETA militar se da
prisa en reivindicarlo mediante llamada telefónica a la delegación de Diario 16
en Bilbao y anuncia que va a continuar atacando al aparato del Estado en
Euskadi y, especialmente, a las fuerzas represivas, en tanto la Guardia Civil, la
Policía Armada y el Cuerpo General de Policía no abandonen el territorio vasco
y se acepte la alternativa KAS. Antes de terminar noviembre, ETA cumple la
amenaza, matando en Pamplona a Joaquín Imaz, comandante en jefe de la 64
Bandera de la Policía Armada. En el comunicado hecho llegar por ETA militar a
la delegación de la agencia de noticias Cifra en Bilbao, la organización vasca –
así, sin adjetivos, se la nombraba entonces en los medios– lo justifica en estos
términos: “Hemos ejecutado al señor Joaquín Imaz Martínez en calidad de
máximo responsable de las fuerzas represivas de la Policía Armada en Navarra y
por el destacado protagonismo que este miembro ha desarrollado, durante los
últimos años, en su fanática labor represiva contra el movimiento obrero y
popular vasco. Muestra de ello es la participación responsable y asesina que el
señor Imaz y las fuerzas a su servicio han tenido en el acontecimiento de
Montejurra, así como su brillante comportamiento en impedir la celebración del
Aberri Eguna y el desenlace de la Marcha de la Libertad en Iruña”. Por las calles
de la capital navarra se oyen como respuesta gritos airados de “Navarra sí,
Euskadi no”; “Irujo, Leizaola, Navarra es española”; “menos amnistía, más
policía”; “Suárez, dimite, España no te admite”. A punto de finalizar el año, el
29 de diciembre de 1977 el Consejo de Ministros acuerda la remisión a la
Comisión de Urgencia Legislativa de las Cortes de un Real Decreto-ley por el
que se aprueba el régimen preautonómico para el País Vasco, sin Navarra.
El Pensamiento Navarro , ese diario tradicionalista zarandeado por las
bromas y los chistes populares al que le queda poco tiempo de vida [se despedirá
el 13 y martes de febrero 1981, después de 27.276 números, horrorizado por la
situación española: demoliberal, marxistoide, separatista], basándose en dos
documentos “secretos” que revisten visos de autenticidad total, publica a
comienzos de 1978 que ETA militar insistirá en centrar sus acciones en atentados
contra las fuerzas del orden. Se trata de dos comunicaciones de ETAm
destinadas a los comandos del interior, firmado uno por Txomin y sin firma el
otro, descubiertos por la Policía en manos de detenidos recientes. Ambos hacen
referencia a los atentados del 12 de octubre último, cuando hicieron explosión
dos bombas en el parque móvil de la Guardia Civil y en el edificio de expedición
de carnés de identidad y pasaportes de la calle Bergamín de Pamplona.
Asimismo, ese día, en Gipuzkoa fueron volados tres repetidores de televisión, y
al día siguiente un hombre resultó gravemente herido al hacer explosión un
artefacto colocado en un camión de su propiedad. Estos atentados han sido
reivindicados por ETA militar y, según la Policía, son obra del comando
Zuberoa.
A los miembros de este comando se dirige su jefe en estos términos: “Kaixo
Zuberoa. Como veis, aquí estamos de nuevo con vosotros, y como veréis por
este escrito, hecho por la nueva dirección, estamos un poco de mala... con los
comandos que no han respondido a la actuación conjunta del día 12 de octubre.
No siendo así con vosotros, que os felicitamos por la actuación que habéis
llevado a cabo. Por otra parte, tal y como os dijimos en el escrito anterior, tenéis
fuego verde para actuar, y sobre todo en contra de las fuerzas represivas. A...
(Viene aquí un nombre propio que no se ha facilitado en fuentes policiales),
dejarle de momento en paz. Centraos en policías armados y Guardia Civil. Ir
preparando unas acciones de este tipo, siempre teniendo en cuenta la
cualificación del que vayáis a ejecutar. De todas formas, darle y sin miedo, y
echando hostias. Aquí os mando las 50.000 pesetas que nos pedís, y tenéis que
apuntar lo que gastéis, para cuando se os termine la pasta entregar cuentas, y se
os mandará si os hace falta más. La cita para el recibo del material será la
siguiente: domingo día 23, a las 12 del mediodía, en el Bar Mikel (cine) de la
plaza de la Cruz. La contraseña será: se os dirá, ¿sois de Tafalla?, y vosotros
diréis: no, somos de Alsasua. De momento, no hay nada nuevo, se os está
preparando un informe y cuando esté listo os lo mandaremos. Con la nueva
reestructuración se ha ampliado el equipo que se ocupará de los comandos
legales; por lo tanto, no os apuréis si veis letras diferentes. Bueno, sin más y
esperando que continuéis con ejecuciones, nos despedimos de vosotros con un
fuerte abrazo y hasta la vista. Gora Euzkadi Askatuta. Gora Euzkadi Sozialista.
Txomin. (Euzkadi, 20-10​-77).
El segundo escrito, a máquina y sin firma, con fecha 14 de octubre, dice
textualmente: “Esta carta será muy escueta, pero creemos que los puntos que
toca son de extrema importancia para la marcha de la organización. En primer
lugar, un balance de la campaña del día 12 de este mes. Se han realizado, en
total, media docena de acciones armadas. Todos sabéis que el número de
comandos legales es muy superior. Así, pues, consideramos esta fecha como un
gran fracaso organizativo. De los fracasos es obligación de todos responder.
Supongo que sobra recordaros que ser militante de ETA no es una gloria, sino
una tremenda responsabilidad ante el pueblo vasco, y hay que saber estar a la
altura de ella, o colgar la chapa. Estamos animando al pueblo a seguir una línea
política revolucionaria que sabemos va a aportarle muchos sufrimientos a corto
plazo. Esto nos exige también a nosotros aceptar un alto grado de sacrificio. O
somos capaces de ofrecer a los trabajadores vascos, al pueblo vasco, una
alternativa en la práctica, o nos callamos y dejamos de hablar de revolución
socialista e independencia nacional. Nos gustaría que cada comando nos enviase
por escrito un análisis de por qué no ha actuado. Nosotros pensamos que
fundamentalmente habrá sido por dos razones: falta de iniciativa en la acción y
falta de información. La primera carencia es comprensible, e intentaremos darle
la solución más adecuada al alcance de nuestras posibilidades organizativas.
La falta de información merece punto y aparte. Desde que recibisteis el
cursillo se os ha dicho a todos que una organización sin información es como
una escuadrilla de bombarderos sin objetivo. Podrá volar y volar, pero, al final, o
vuelve a la base sin nada o bombardea lo primero que pille, aunque sea una
granja de gallinas. La información militar es tan importante como las armas,
como la propia militancia. Y los comandos legales os pasáis todo esto por el arco
del triunfo, en nuestra opinión por lo menos. Creemos que la falta de
información ha sido una de las causas de que no hayáis actuado el día 12. Quizá
haya algún comando que diga ‘Yo ya tengo información’. A estos les recordamos
que de toda información que consigan deben enviar copia a la dirección. Con el
número de comandos legales que hoy sois, deberíamos conocer al enemigo como
a nuestra mujer después de diez años de matrimonio, palmo a palmo y lunar a
lunar. Y la cosa es en serio, aunque los ejemplos no lo sean tanto. Así que a
currelar en información más que hasta el presente. Por otra parte, ha habido
algún comando que ha anunciado que consideraba inconveniente actuar el día
12, y que, por lo tanto, no iba a actuar, a la vez que solicitaba de la dirección se
parase la campaña de ese día. La razón era que las acciones podrían frenar la
semana pro-amnistía que había de desarrollarse entre el 8 y 14. Esto es algo que
ETA no ha aceptado nunca, ni lo acepta hoy. Esto no es un organismo de masas
ni un partido político, sino una organización militar en la clandestinidad; para
poder subsistir y desarrollarse precisa de una dura disciplina organizativa: todos
sabemos que los comandos legales están más cerca del pueblo que los ilegales, y
por ello tratamos de que, poco a poco, la dirección, tanto política como
ejecutiva, quede en sus manos. Pero para que esto suceda los comandos han de
lograr experiencia y formación teórica mayor de la que hoy poseen. Por ello, se
intenta llevar un proceso gradual de lo que se podría llamar transmisión de
poderes. Pero, mientras tanto, hay que obedecer a la dirección que existe. Si se
considera que la orden de la dirección es un error y si hubiese tiempo para ello,
se critica y se espera la respuesta a la crítica antes de cumplir o dejar de cumplir
la orden; pero, si no hubiera tiempo, primero se cumple y después se critica. Si
se considera que la dirección comete muchos errores, se pide su dimisión y
sustitución por otra. Lo anterior como norma general. Puede haber casos en que
algún acontecimiento convierta en muy inoportuna la decisión de la dirección, y
que justifique que un comando decida por su cuenta. Pero son casos
excepcionales. En esta ocasión, la dirección sabía que había semana pro-
amnistía. Pero consideraba que no habría gran participación popular: a) porque
la gente está ya muy quemada, tras tantas movilizaciones en los últimos meses:
b) porque casi todos los partidos políticos estaban en contra; c) porque el
Gobierno y la oposición habían anunciado su acuerdo sobre un proyecto de ley
para una amnistía que afectaba a todos los presos políticos vascos, que es lo que
más sensibiliza a las gentes. En cambio, creíamos que era preciso quitar la
iniciativa al Gobierno español. Por todo ello se actuó el día 8 [contra Augusto
Unceta y sus escoltas] y se pidió actuar el día 12. Finalmente, queremos recordar
a todos los comandos legales lo que ya se os ha dicho en repetidas ocasiones.
Que debéis enviar informes socioeconómicos y políticos de vuestro pueblo y
zona. Aunque fueran muy sencillos, nos ayudaría a tener una visión más
completa de la realidad de Euzkadi. No sois soldados de un ejército clásico, sino
militantes políticos de una organización militar revolucionaria. Esperamos
vuestros informes para antes de finalizar noviembre. Cada comando ha de enviar
un informe.
Una última consideración. Hay acciones que no sabemos si las ha hecho la
organización o los expulsados de los P-M o la Triple A. Por ejemplo, la voladura
del camión de Villabona. (Aquí hay una llamada con el número 1, que remite a
una nota a pie de página, a mano, con la misma letra de Txomin). En este
contexto ya sabemos que la acción era nuestra, es un ejemplo de lo que nos
puede pasar si fuera al revés. Luego reivindica ETA, pero quién sabe si la
reivindicación es falsa. Puede resultar que la Triple A u otro grupo de ésos mate
un simpatizante nuestro, lo reivindique en nombre de ETA, y nosotros, creyendo
que es un chivato, nos callamos, con lo cual ante el pueblo hemos matado al
simpatizante nuestro. Esto tiene que acabar. Debéis seguir todas las normas
siguientes: Antes de hacer una acción, debéis enviar una información militar o
técnica de la acción y la información política relativa a ella, es decir, quién es el
objetivo y por qué se le ha escogido, qué putadas ha hecho, etc. Una vez hecha la
acción, la dirección reivindicará a través de un delegado de prensa, que está,
entre otras cosas, para ese fin. Por la razón que fuera, y como caso excepcional,
si un comando se ve obligado a hacer una acción precipitadamente y sin tiempo
de pasar la información a la dirección, deberá pasarla lo antes posible y hasta
entonces la acción quedará sin reivindicar. Tan solo en un caso de excepcional
importancia. En ningún caso puede ningún comando reivindicar una acción. Este
es un trabajo del delegado de Prensa de la organización, y se tomarán medidas
disciplinarias al que no respete estas normas. Ánimo”.
Como documentos para conocer cuáles son las intenciones de ETA militar,
cuáles sus objetivos, argumentos, temores, motivaciones, funcionamiento y
exigencias militantes en ese momento, estrenando una dirección reestructurada,
según confesión propia, tienen en su crudeza y ausencia de literatura un gran
valor.
LOS SOCIALISTAS NO LE HACEN ASCOS A LA
ALTERNATIVA KAS

Ramón Rubial, nombrado presidente del primer Consejo General Vasco en


febrero de 1978, afirma que quiere hablar con ETA. Para resolver el tema de la
violencia, razona, el diálogo no debe hacerse entre los partidos que han
desechado la lucha armada, sino “con aquellos grupos que todavía creen que es
necesaria la violencia para conseguir sus objetivos”. Es intención del Consejo
General Vasco entablar un diálogo con los máximos dirigentes de ETA. Están a
la espera de sus respuestas. “Cuanto antes nos sentemos en una mesa a dialogar,
mejor para nuestro pueblo. Por nuestra parte es lo único que podemos aportar: el
deseo de diálogo sobre soluciones viables”. El plan de pacificación del Consejo
General Vasco intenta la superación del problema y no la mera condena y
marginación de ciertos sectores que practican la violencia. Lo concibe sobre la
base de la reconciliación que permita a todos vivir en un marco de convivencia
libre y democrática. Dirigiéndose a quienes practican la violencia, como
presidente del Consejo General Vasco, como presidente del Partido Socialista o
como militante raso, les dice que nadie les va a hablar con mayor sinceridad. Les
pide que mediten soluciones, que se integren en el trabajo político, que ganen la
mente de los ciudadanos vascos y dejen a un lado la violencia que, en definitiva,
no irá más que contra ellos. Ramón Rubial habla así desde su pasado insurrecto
y miliciano: “Yo tengo experiencias que han sido muy duras. Un movimiento
revolucionario y una transformación de la sociedad no se hacen matando a la
gente. La experiencia revolucionaria del año 17, donde una huelga general, unos
disturbios agudísimos, no pudieron derrocar a un Gobierno; un año 34, con once
días de revolución intensa, localizada posiblemente más en un sitio que en otros,
tampoco hubo movilidad de Gobierno. Esta gente cree que matando a uno o a
otro, puede hacer una transformación de Euskadi”. Desde su experiencia pide a
ETA que lo deje, que tienen el campo abierto para trabajar, y “da muchos más y
mejores resultados que todo lo que hacen.”
Ramón Rubial se enfrenta a un asunto muy delicado. El 19 de marzo de 1978
El País editorializa sobre la central nuclear de Lemoiz, después de que un
atentado de ETAm haya provocado dos muertos y catorce heridos. Cinco días
antes –publica– decenas de millares de manifestantes proclamaban su protesta en
las cercanías de la central nuclear. “Pero en medio de esa protesta surgía un grito
demagógico e irresponsable: ‘ETA, Lemóniz, goma-dos’. Dos parlamentarios
dirigieron la palabra a los manifestantes, el senador Juan Mari Bandrés y el
diputado Francisco Letamendía, ambos de la conflictiva y medio escindida
coalición Euskadiko Ezkerra, que intenta conciliar, sin conseguirlo, el
nacionalismo a ultranza y el marxismo radical. Ambos avalaron esas consignas
irresponsables. Los resultados de la demagogia esta vez han sido la sangre. (…)
‘ETA, Lemoniz, goma-dos’ fue un grito que apareció por vez primera el pasado
día 3 en Vitoria, en la manifestación del aniversario de los cinco muertos de
1976. Luego se oyó en Bilbao, en la promovida por el grupo de 57 alcaldes
vascos para urgir la celebración de elecciones municipales. Resulta inadmisible
que estas manifestaciones, legítimas por sus objetivos, sean distorsionadas hasta
tal punto. Y más todavía cuando casi nadie en Euskadi habla de la central
nuclear que hay en Burgos, y que está montada exclusivamente al servicio de la
industria del País Vasco”. El Consejo General Vasco no se ha pronunciado,
aunque ha prometido hacerlo próximamente. Ramón Rubial, su presidente, ha
desmentido las palabras puestas en su boca por la Hoja del Lunes de Bilbao
diciendo que la central es beneficiosa y segura. El País recuerda que los dos
únicos parlamentarios que han apoyado la campaña contra Lemoiz han sido
Bandrés y Letamendía y que este llegó a afirmar el pasado domingo que David
Alvarez, un terrorista herido el 19 de diciembre, “en un insensato asalto a dicha
central, y que posteriormente falleció en el hospital, había sido el primer mártir
de Lemoniz. ¿Qué serán entonces para el honorable diputado de Euskadiko
Ezkerra los nombres de Alberto Negro Viguera y Andrés Guerra Pereda,
asesinados anteayer por ETA militar?”. El País le exige al Consejo General
Vasco que se pronuncie sobre la central y sobre ETA, porque “el paternalismo y
la tolerancia para con ETA es un atentado contra la democracia, en España y
Euskadi. Hoy, el primer enemigo que tiene el pueblo vasco es ETA militar.
Esperemos que las instituciones preautonómicas sean más eficaces y lúcidas al
respecto que la Administración central”.
José Antonio Aguiriano, consejero de Justicia del Consejo General Vasco, uno
de los hombres –junto a su hermano Luis Alberto– más activo en el socialismo
alavés de la clandestinidad, aboga por que ETA considere que ha llegado el
momento de utilizar métodos pacíficos y legales para la libre defensa de sus
ideas. Y añade: “Los propósitos de ETA son perfecta y legítimamente
defendibles en la legalidad con medios pacíficos”. José María Benegas, Txiki,
desde marzo de 1977 secretario general del Partido Socialista de Euskadi,
recuerda que en su día hizo una valoración positiva de las cinco condiciones que
ponía ETA [la alternativa KAS] a través de un artículo que escribió en El
Socialista. El punto más difícilmente aceptable era a su juicio que las fuerzas
acuarteladas en Euskadi dependieran del Gobierno Vasco. Todas las demás le
parecían negociables “y había dos que me parecían aceptables de entrada, como
eran la legalización de todos los partidos políticos y las medidas de defensa de la
clase trabajadora”. Benegas opina en esta primavera que acaba de brotar que hay
que estar abiertos a toda negociación con ETA, “pero las cosas han de llevarse
con mucha seriedad, con mucha responsabilidad y sin excesiva publicidad en
cuanto a nombres y a personas”. El president de la Generalitat, Josep Tarradellas,
se ofrece como mediador para facilitar el comienzo de conversaciones entre
todas las fuerzas políticas de Euskadi, que conduzcan a la creación de un nuevo
clima “en este país que tanto queremos”. El ofrecimiento se lo hace en primer
término a Jesús María Leizaola, en un encuentro que tiene lugar el 12 de mayo
en la casa que Modest Sabaté, un periodista al que los azares del exilio han
llevado a iniciar una floreciente actividad en la industria corchera, tiene en
Boulou, Rosselló continental. Pero la propuesta la extiende a todos, “tanto a los
que tienen representación política como a los que tienen su fuerza en la calle” y
no intenta con ella apuntar ningún tipo de soluciones, según información de La
Vanguardia Española del 14 de mayo. “Solo quisiéramos –ha declarado
Tarradellas a su regreso del discreto encuentro con el lendakari– que si
consideran que Cataluña puede ser interlocutor válido, concluyan sentándose
juntos en una mesa y comenzar a hablar”. El president asegura haber mantenido
relaciones durante su exilio con los distintos grupos vascos, “incluida ETA
militar”. Le ha dicho a Leizaola que está dispuesto a viajar a Iparralde y
entrevistarse con Telesforo Monzón y Txomin Iturbe. El 22 de mayo, el
lendakari le responde desde su exilio parisino que él no puede ser intermediario
en esa gestión.
A primeros de junio, J.L. Torres Murillo entrevista para El Correo Español-El
Pueblo Vasco, en Madrid, a José María Benegas, consejero de Interior del
Consejo General Vasco. Txiki afirma que se está negociando con ETA y que
habrá que ir al referéndum en el tema de la autodeterminación, eso sí, dejando
claro que se trata de ideas personales. Es Charo Zarzalejos la que hace la misma
crónica para La Gaceta del Norte, subrayando que “Benegas insiste: Hay que
negociar con ETA”. Recoge asimismo que el consejero ha dicho que el tema de
ETA “se hereda, no surge contra la democracia” y que son negociables todos los
puntos menos uno, el del Ejército dependiendo del Consejo General Vasco. En
relación con el derecho de autodeterminación ha afirmado que “algún día sería
conveniente hacer un referéndum, pero no ahora, porque la democracia no está
consolidada. Hay que saber cuánta gente quiere la independencia, pero si el
PSOE vuelve a ser mayoritario significa que el pueblo se muestra partidario de
una autonomía solidaria”. Acerca de Navarra ha afirmado que la población está
dividida y que “la única forma de saber lo que quiere es votando”.
ETA militar ametralla el cuartel de la Guardia Civil de Galdakao, reivindica
un atentado reciente contra el cuartel de Portugalete y se responsabiliza de los
disparos contra el buzo de Pasajes, antiguo miembro de la Guardia de Franco,
Alfredo Aristondo. La guerra de los polimilis discurre por objetivos y métodos.
El 11 de mayo han secuestrado en Mungia a Pedro Luis Iturregui, gerente de la
empresa Teyca, lo han trasladado a Laukiz, le han dado un tiro en la pierna y lo
han abandonado: los polimilis han estrenado un método de castigo que repetirán.
ETApm enmarca su acción, así lo explica El País, en el apoyo a la causa de los
trabajadores de Teyca, “dentro del papel pedagógico a cumplir por la lucha
armada”. En el comunicado remitido a Egin asumen también la colocación de un
artefacto explosivo “contra bienes particulares de Huarte” [Felipe Huarte,
empresario secuestrado por ETA-V en enero de 1973 y liberado mediante
rescate]. Un comando de ETA político-militar asalta de madrugada, el domingo
19 de junio, el Gobierno Militar de Guipúzcoa en San Sebastián. Son más de
diez integrantes los que consiguen entrar en las dependencias tras reducir a los
dos soldados de guardia. Un disparo fortuito frustra parte del plan de actuación,
al provocar la huida de sus miembros, que se llevan un fusil CETME y un
subfusil. Para las 7.30 de la tarde, ETApm ya se ha responsabilizado de la
operación, de clara influencia tupamara, y explica que, aunque no se habían
cumplido totalmente los objetivos secundarios de abastecimiento militar, se
había efectuado el primordial de la disuasión. El País explica con todo lujo de
detalles que la ocupación comenzó cuando dos personas, de uniforme militar y
armadas, redujeron a los dos soldados de guardia. Otro comando de apoyo, entre
cuyos miembros se encontraba una persona vestida de alférez y otra de cabo
primero, se introdujo también en las dependencias militares y sorprendieron a
cuatro soldados y a un cabo de vigilancia. Los siete soldados fueron desarmados
y colocados contra la pared con los brazos en alto, sigue relatando el periódico.
A partir de este momento actuaron dos grupos. Uno se dirigió hacia la habitación
de oficiales y redujo al sargento de guardia; el otro se desplazó hasta la puerta
principal, neutralizó la vigilancia de varios soldados y los trasladó junto al
sargento a la habitación donde se encontraban encañonados los otros siete.
Cuando todo el servicio de guardia se encontraba reducido y vigilado, dos de los
integrantes del comando subieron hasta el último piso, donde vivía el gobernador
militar con su familia. Otro grupo vigilaba la puerta de entrada. La rapidez y
seguridad de movimientos de los etarras hacen suponer que conocían bien el
edificio, deduce el periodista, que añade que, no obstante, la acción se vio
interrumpida cuando sonó un disparo, proveniente casi con seguridad del fallo
del arma de alguno de los asaltantes, lo que provocó el desconcierto entre estos y
la huida rápida en una furgoneta encontrada horas después en la ciudad. Una de
las armas robadas, el subfusil, y la ropa militar utilizada, fueron abandonadas en
la fuga, y una metralleta Marietta con diecisiete balas Parabellum nueve
milímetros fue hallada más tarde en una de las furgonetas utilizadas para el
asalto.
La manera de informar sobre este tipo de acciones pareciera no excluir cierto
respeto por la actuación de la “ETA buena”, en contraposición a la “ETA mala”.
Cuenta así el periodista que, horas antes de llevar la acción contra el Gobierno
Militar, el comando robó a mano armada dos furgonetas de gran capacidad, un
camión de basuras que no llegaron a utilizar por la complejidad de su manejo y
un R-5 matrícula M-9012-BM, propiedad de un cabo primero de la Policía
Armada. La furgoneta utilizada en la huida había sido robada a las 6.30 de la
tarde del sábado en el barrio Gurutze de Oiartzun, mientras su propietario,
Manuel Susperregi, recientemente amnistiado, se encontraba comiendo en un
banquete de boda. Cuando se disponía a denunciar el robo, se presentó la Policía
en su casa, y fue posteriormente detenido e interrogado, tras lo que pasó a
disposición del juez militar. Al parecer, la Policía tiene sospechas de que no
existió tal robo, sino una cesión voluntaria de la furgoneta. Sorprende que la
intención del comando de ETA político-militar se redujese tan solo al
abastecimiento de armas –especula el periodista–, cuando debe conocer que en el
Gobierno Militar no existe ningún arsenal. Seguramente, la operación fue
encaminada, bien al secuestro del gobernador, bien a un acto simbólico de
ocupación del Gobierno. En el comunicado de reivindicación se hace una
valoración política de la maniobra –“llevada a cabo por la columna Eduardo
Moreno Bergaretxe e integrada por treinta hombres y mujeres”– y un análisis
global de la situación en Euskadi.
Un comando que se reivindica de ETA militar acaba el 28 de junio al pie de su
domicilio de Portugalete con la vida del periodista José María Portell. Era
redactor jefe en La Gaceta del Norte de Bilbao, dirigía la Hoja de Lunes,
publicación esta que empezaba a tratar temas de los que hasta entonces solo se
publicaban versiones oficiales, y colaboraba con la agencia norteamericana de
noticias The Associated Press. La reivindicación del atentado es rápida y
duplicada. No se trata de un atentado más, no encaja en la campaña anunciada y
practicada hasta ese momento. Surgen las dudas, se dice que ETApm lo ha
condenado, pero luego se desmiente. El Jefe Superior de Policía de Bilbao, José
Sainz, al que se presenta como amigo de Portell, explica que la imparcialidad
que caracterizaba al periodista le ha hecho granjearse enemistades de unos y de
otros y, aunque no lo confirma, apunta hacia ETA como autora, dada la munición
empleada en el asesinato. Se recogen declaraciones de Carmen Torres, la viuda,
que dice que su marido fue amenazado en el pasado, pero no últimamente. Como
dice el periodista Gregorio Morán, en José María Portell “la complejidad era
doble; de una parte se trataba de un periodista muy conocido, que se había
distinguido en los enfrentamientos contra la oligarquía vasca, especializado en
temas municipales hasta mediados de los años setenta, que se inclinó al tema
ETA escribiendo un par de libros, desde su perspectiva de hombre moderado”.
Todos coinciden en que ha hecho labores de intermediario ante ETA en nombre
del ministro Martín Villa y que ha tenido de interlocutor en San Juan de Luz a
Juan José Etxabe, alejado ya de ETA, pero buen conocedor de ella. Unos días
más tarde, mercenarios al servicio de intereses españoles, disparan contra Etxabe
y su esposa, Agurtzane Arregi, acaban con la vida de esta, y le dejan a él
malherido y con importantes secuelas de por vida. “Tenía la ambición de servir
de pacificador cuando ninguna de las partes estaba dispuesta a ser pacificada.
Además, pensaba, ingenuamente, que todo el mundo es bueno, y el que no lo
parece es porque no se lo han explicado; esto que le honra, le llevó a la muerte”,
ha escrito de José María Portell Gregorio Morán. Las reivindicaciones que la
prensa recoge hablan de que ETA le ha matado porque “daba una imagen infantil
y desorientada de ETA” y actuaba como “agente del Gobierno dedicado a
calumniar a la organización”. Portell se ha interesado como periodista en ETA a
partir del juicio de Burgos. En agosto de 1974 ha publicado un libro con el título
de Los hombres de ETA, muy del estilo periodístico, informativo, sin adjetivos,
oportunista si se quiere, pero que en modo alguno presenta una imagen infantil
ni desorientada de los hombres de ETA. Las últimas líneas de la obra dicen así:
“Eta, a lo largo de sus quince años de historia, ha ido aumentando su virulencia.
¿Dónde hay que buscar, pues, la solución? Nosotros pensamos que Eta dejará de
existir cuando las jóvenes minorías vascas se den cuenta que Eta no es el único
camino para solucionar sus problemas e inquietudes. …Porque también tienen,
legalmente, otros caminos. Es decir, se precisa una solución política”. Cuando el
libro se publica, Franco sigue vivo y colea: va a tener tiempo todavía de fusilar a
Otaegi, Txiki, Baena, García Sanz y Sánchez Bravo. Pocas semanas antes de su
muerte, Portell ha publicado otro libro, ‘Euskadi: amnistía arrancada, La
historia de la lucha de un pueblo para lograr la liberación de sus presos
políticos’, del mismo estilo reporteril que el anterior. “Cuando el dos de febrero
de 1977 sonó el teléfono en mi casa no sabía, ni remotamente, que estaba a
punto de comenzar un episodio emocionante de mi vida” son las líneas con las
que lo inicia.
El Pleno del Congreso aprueba el 21 de julio el proyecto de Constitución por
258 votos a favor, 14 abstenciones y 2 votos en contra. Los ocho diputados del
PNV se ausentan del hemiciclo momentos antes de la votación. El Grupo
Parlamentario de Alianza Popular se abstiene, al igual que los diputados Barrera
y Arana, de Esquerra Republicana de Catalunya. Votan en contra los diputados
Francisco Letamendia (Euskadiko Ezkerra) y Federico Silva Muñoz (Alianza
Popular). El 22, ETA acaba con la vida del general Sánchez Ramos y su
ayudante, el teniente coronel Pérez Rodríguez. En versión de Abc, se trata del
primer atentado mortal contra mandos militares, porque el de Carrero Blanco lo
fue por presidente y el del comandante Imaz, por Policía Armada. En los años
que siguen, ETA dará muerte a generales, generales de brigada, capitanes
generales, teniente generales, teniente coroneles, vicealmirantes, comandantes y
otros mandos militares, hasta una lista de bajas nunca antes sufrida por los
ejércitos de España. El País destaca que el atentado ha tenido lugar el mismo día
que el Congreso de Diputados da fin a “la tarea de dotar a nuestro país de un
texto constitucional”. El 27 de este julio, el Congreso aprueba las leyes
antiterroristas y de la policía.
Ni ETA ni la Policía se toman vacaciones. Agosto empieza con un atentado
frustrado contra Francisco Betanzos Ojanguren, “Pachi, el inspector”, jefe de la
Policía Municipal de Gernika: “llevo 38 años de servicio y nunca tuve
problemas”, declara. José Sainz cesa como jefe superior de Policía de Bilbao.
Manuel Ballesteros García cesa en La Coruña y viene a Bilbao. Ballesteros
declara que “a los policías no les corresponde dialogar con ETA”. Juan María
Bandrés, consejero de Transportes y Comunicaciones por EE en el CGV,
denuncia que sus teléfonos están intervenidos, y Martín Villa le llama mentiroso.
Es este un mes de atracos para el “abastecimiento” de las ETAs y de ejecuciones
que se vuelven rutinarias. A final de mes aparecen en escena con un atentado
mortal los Comandos Autónomos Anticapitalistas, grupo conformado
inicialmente por Bereziak que no se han integrado en ETA militar y militantes
radicales de la izquierda abertzale, sectores contrarios al “leninismo de LAIA-bai
y el pactismo de KAS”. Dos jóvenes dan muerte al cabo del servicio de
información del cuartel de Arrasate, Aurelio Salgueiro López. Vestía de paisano,
venía de recoger la correspondencia en la estafeta de correos, como de
costumbre, llevaba veinte años en esa plaza y, al parecer, dice la prensa, había
sido amenazado repetidas veces. Unos días más tarde, matan de nuevo, en esta
ocasión, al taxista Amancio Barreiro, acusándole de confidente de la Policía y
miembro de bandas fascistas, además de haber tomado parte directa en la muerte
del militante de ETA Enrique Iparragirre, el 29 de octubre de 1974. A este
atentado le siguen otros, contra guardias civiles y confidentes, que son atribuidos
muchas veces a ETA-m. También contra la patronal Adegui, y en apoyo de
intereses de los trabajadores. En breve, van a tener lugar las primeras víctimas
mortales en sus filas. ETApm hace saber, por su parte, que utilizará la lucha
armada para garantizar todas y cada una de las conquistas que vaya logrando la
clase trabajadora y para responder adecuadamente a todas las agresiones que
partan del aparato del Estado.
El 13 de octubre, ETA mata en Bilbao a los policías nacionales Elías García
González y Ramón Muiño Fernández y deja gravemente herido a José Benito
Díaz García, que fallece doce días después. Se dirigían hacia el sanatorio de
Santa Marina, donde tenían que dar el relevo a otra dotación policial que
custodiaba a un recluso de la prisión de Basauri. En una de las curvas de la
carretera, ETA les tiende una emboscada con disparos de pistolas, subfusiles y
escopetas de caza repetidoras desde tres puntos distintos. Es el primer atentado
de estas características, que tendrá continuidad posterior. No todo es actividad
violenta. El 19 de octubre, Herri Batasuna presenta en Bergara su programa
político para unir a la izquierda abertzale que no se siente representada o se
siente desencantada con Euskadiko Ezkerra. Presenta una junta de apoyo con
doce personalidades, Monzón y Letamendia, Ortzi, entre ellas, como polos
extremos de una unión popular de amplio espectro. Publica el 29 de octubre en
Abc su crónica de la semana Pedro J. Ramírez. La titula “Escrito en Maketania”.
Haciendo historia, sostiene que “la vinculación del PNV y la ETA es profunda y
entrañable”, que “la ETA nace del PNV como las SS brotan del nacional-
socialismo hitleriano o la PIDE del salazarismo portugués”. De acuerdo con José
Miguel de Azaola, ha llegado a la conclusión de que “nada favorece tanto a los
planes de la ETA como el propósito del PNV de predicar la abstención en el
referéndum constitucional”. Diez días más tarde, el PNV saca a la calle la
primera manifestación multitudinaria contra ETA, y las Fuerzas de Orden
Público (FOP) reprimen sin miramientos la manifestación de respuesta
convocada por HB. En medio de atentados sin tregua contra cuarteles, agentes
policiales, confidentes e infiltrados, ETAm mata en Madrid el 16 de noviembre a
José Francisco Mateu Cánoves, magistrado suplente de la Sala Sexta del
Tribunal Supremo y antiguo presidente del TOP, Tribunal de Orden Público. No
se trata de un atentado más. Fue hombre del SEU, voluntario en la División
Azul, ingresó en la carrera judicial en 1947, formó parte del TOP desde su
constitución en febrero de 1954 hasta su disolución, en diciembre de 1976. Los
atentados de ETA, especialmente los de Madrid, empiezan a resultar
insoportables para algunos jefes militares: se hace público el intento de golpe
conocido como Operación Galaxia, y son detenidos el teniente coronel de la
Guardia Civil Antonio Tejero Molina y el capitán de la Policía Armada Ricardo
Sáenz de Ynestrillas.
Diciembre anuncia novedades importantes. El día 6 se somete a referéndum el
proyecto de Constitución, aprobado por las Cortes. El 87,87% de los votos
emitidos son a favor, la abstención alcanza el 32,8% del censo, en Euskadi se
manifiesta un fuerte rechazo, en forma de abstención en unos casos, con el voto
negativo en otros. El 8 de diciembre se publican en el BOE las leyes sobre
medidas en relación con delitos cometidos por grupos o bandas armadas. Las
detenciones se hacen habituales. Los atentados de ETAm, ETApm y CAA,
también. Las reivindicaciones provocan confusión por atribuciones que luego se
desmienten. Martín Villa dice esperar pronto buenas noticias en relación con
ETA. El excomandante y fundador de la UMD [Unión Militar Democrática] Luis
Otero afirma que el tema del terrorismo es el principal acicate de importantes
sectores de las Fuerzas Armadas para afirmarse en su rechazo al proceso
democrático. A su entender, ETA está buscando provocar esa intervención del
Ejército en el País Vasco que algunos propugnan. El domingo 17, de madrugada,
ETAm mata al coronel retirado Diego Fernández-Montes Rojas cuando se dirigía
a su despacho del Ministerio de Cultura, antes Ministerio de Información y
Turismo, en los Jardines Alderdi Eder de Donostia. Su trabajo, desde 1956,
consiste en recibir y sellar los ejemplares de las publicaciones que se editan en el
territorio. A partir de ese día, se levanta la obligatoriedad de pasar ese control.
Ese domingo, Egin no tiene ejemplares que depositar y sellar, porque una
parte de sus trabajadores están en huelga y no se imprime. Patxo Unzueta lo
explica en El País diciendo que el personal inició el sábado una huelga
indefinida en protesta por el nombramiento de Mirentxu Purroy como directora.
Desde el fallecimiento en accidente del anterior director, Juan Ramón Martínez,
Luis Lacasa venía ocupando el cargo con carácter interino. En una asamblea
celebrada en Hernani a primeros de diciembre, los trabajadores plantearon a la
junta de fundadores su exigencia de que el nuevo director fuera elegido de entre
la plantilla del periódico, reclamando, en caso contrario, el derecho de veto. La
asamblea de fundadores, reunida el sábado, acordó el nombramiento de
Mirentxu Purroy y la junta de fundadores hizo pública una nota en la que
muestra su desacuerdo con la actitud de la plantilla, dado que “el ejercicio de ese
derecho conllevaría la facultad de designar director por parte de los trabajadores,
con la grave exclusión de la asamblea de fundadores, que representa la mayor
parte de las aportaciones de los sectores del pueblo vasco que hacen posible
Egin”. El 21 de diciembre, un potente artefacto colocado en los bajos de su auto
acaba en Anglet con la vida de José Miguel Beñaran Ordeñana, Argala. Los
trabajadores de Egin en huelga, casi todos los que poco después llegarán a un
acuerdo con la dirección para marcharse en bloque y fundar la revista Ere,
comprenden que el periódico no puede dejar de informar del atentado y sus muy
graves consecuencias, y concluye la huelga.
Finalizando diciembre concentran en la cárcel de Soria a 97 presos políticos
vascos, que se ponen de inmediato en huelga de hambre. La medida ha sido
tomada conjuntamente por los Ministerios de Interior y Justicia, alegando que
estaban en preparación planes de evasión en las cárceles de Basauri, Martutene,
Nanclares y Pamplona, sin descartar asaltos desde el exterior. La vigilancia y
custodia de la prisión se confía en exclusiva a los cuerpos y fuerzas de seguridad
del Estado. A los 36 miembros de los GRAPO que se encontraban en la prisión
de Soria los han trasladado previamente a la de Zamora. El EBB del PNV
califica de inoportuna la medida e inaceptables las razones de seguridad
aducidas. El senador de EE Juan María Bandrés no se cree la explicación oficial
y la ve inoportuna para un tiempo en el que se buscan soluciones políticas y no
policiales. Bandrés explica que todos son presos preventivos y que, según la ley,
deberían permanecer en la cárcel de la provincia donde fueron detenidos.
También al Partido Comunista de Euskadi los traslados le parecen inoportunos y
contradictorios con las reiteradas afirmaciones del director general de
Instituciones Penitenciarias, Carlos García Valdés. Se trata este de un reputado
penalista de 31 años, nombrado después de que los GRAPO dieran muerte al
anterior director, Jesús Haddad, y había declarado que “dignificar la situación de
los funcionarios y cambiar la de los presos son mis mayores preocupaciones”.
En relación con la dudosa legalidad de los traslados, ha manifestado que se trata
de algo muy discutible, porque los presuntos miembros de ETA dependen de los
juzgados centrales de la Audiencia Nacional, “y por razones de proximidad y,
además, de seguridad, entiendo que con el traslado no se viola ninguna norma
legal”.
Ha pasado año y medio desde el día en que las cárceles se vaciaron de presos
políticos, se trata del primer gran baile de la administración española con estos
presos. El número de víctimas mortales provocadas por las organizaciones
armadas vascas ha pasado de 9 en 1977, a 67 en 1978; el de heridos, de 15 a 91;
el de secuestrados, de uno a cuatro. El recuento es de Robert Clark, The basque
insurgents: ETA 1952-1980.
La prensa no duda en calificar de provocación a las Fuerzas Armadas el
asesinato del comandante José María Herrera Hernández, nada más empezar el
año 1979. Se trata de un militar de 53 años, nacido en Basauri, ayudante del
gobernador militar de Guipúzcoa, conocido en San Sebastián por sus
vinculaciones con el deporte. La familia ruega que ningún grupo político
capitalice los actos fúnebres y que los asistentes al funeral expresen su dolor en
silencio, sin ningún tipo de manifestación externa que tenga implicaciones
ideológicas. El comando ha respetado la vida del chofer y un acompañante. El
gobernador civil Antonio Oyarzabal manifiesta que este nuevo golpe no le ha
sorprendido demasiado, porque esperaban un atentado “espectacular” de
respuesta a las numerosas detenciones practicadas en los últimos meses y al
traslado de un número importante de presos a la cárcel de Soria. Al día siguiente,
3 de enero, ETAm da muerte al general Constantino Ortín Gil, gobernador
militar de Madrid, y su entierro se convierte en una manifestación contra el
sistema democrático, el Gobierno y las magistraturas del Estado. El funeral se
celebra en el patio del cuartel general del Ejército, ante varios centenares de
militares que piden la dimisión del ministro de Defensa Gutiérrez Mellado, la
muerte de los traidores y acabar con ETA. Concluido el acto, un grupo de ellos
impide que el féretro sea colocado en un vehículo, lo toman a pulso y lo llevan a
hombros. Unos cuantos centenares de militares y más de mil ultraderechistas
arman una manifestación ruidosa portando banderas españolas con crespones
negros y profieren gritos como “Suárez cabrón, cantaste el Cara al sol; Gutiérrez
Mellado estás acojonado; Gobierno atiende, España no se vende; ETA asesina,
Ejército al poder”.
En la reivindicación de ambos atentados, ETAm amenaza con una campaña
contra miembros destacados de las Fuerzas Armadas. Explica en un escrito de
cinco folios que la agresión al comandante no debe considerarse un hecho
esporádico, sino el inicio de una ofensiva contra la estructura jerárquica del
Ejército español, cuya progresión estará en relación directa con las condiciones
políticas y las luchas entre el pueblo trabajador vasco y el Estado español, y la
actitud que este adopte respecto a la alternativa KAS. Por primera vez, el
Ministerio del Interior difunde una nota en la que amenaza con acciones
judiciales contra quienes difundan o publiquen, total o parcialmente, cualquier
mensaje o comunicado que reivindique el asesinato del gobernador militar de
Madrid, cuyo contenido pueda constituir apología del terrorismo y graves
ofensas e injurias a las Fuerzas Armadas españolas. El País sostiene que el gesto
protagonizado por un puñado de hombres de uniforme, coreado en la calle por
alborotadores fascistas, y la rentabilización política por la extrema derecha del
propio acto del sepelio merecen respuesta por parte de la autoridad militar y la
política. Opina que la estrategia de ETA, por aberrante que parezca, no debe
tenerse por una simple pataleta. El periódico, que ya había hablado antes de
riesgo de ulsterización, se fija ahora en los ejemplos de Uruguay o Argentina y
concluye que el mejor regalo que se puede hacer a los asesinos del general Ortín
es lo acaecido en su sepelio. El otro gran regalo han sido las declaraciones del
ministro Martín Villa –ETA acaba con nosotros, o nosotros con ETA; se está con
la Policía y la Guardia Civil, o se está con el terrorismo–, “como si esto fuera
una película del Oeste o como si hubiera que admitir que una banda de unos
pocos cientos de hombres es capaz de acabar con el Estado”.
El 13 de enero, sábado, tres mercenarios alcanzan con seis disparos de posta al
refugiado político José Manuel Pagoaga Gallastegi, Peixoto, tenido por dirigente
de ETA militar en labores de información y finanzas, cuando salía de su
domicilio en el barrio Urdazuri de Donibane Lohizune [Saint Jean de Luz]. Los
disparos le dejan prácticamente ciego, al afectarle la visión del único ojo por el
que veía. A lo largo del día se producen media docena de reivindicaciones, en
Donostia, Baiona y Madrid, ninguna de ellas merecedora de credibilidad. El
periodista Feliciano Fidalgo escribe desde París que el diario socialista Le Matin
teme que la ola de asesinatos políticos que arrasa a Euskadi sur pudiera alcanzar
muy pronto el País Vasco francés. Le Monde, bien conectado siempre con
Exteriores, asegura que el Ejecutivo francés ha considerado de rutina la visita del
ministro Marcelino Oreja a su homólogo francés Jean Francois Poncet y estima
que la llave del problema vasco la tiene Madrid. Liberation se hace eco por su
parte de la precaria situación en la que ya vivían los refugiados vascos por las
presiones de la Administración francesa, que ahora, tras los atentados, se
agravará. Asegura este diario que la Policía francesa se ha hecho con los
documentos que llevaba Peixoto, relativos a planes de ETA. En relación a ellos,
Xabier Makazaga [“Treinta años de tortura y democracia”] ha escrito que este
atentado despejó cualquier duda que pudiera tenerse acerca de la colaboración
entre policías franceses y españoles: “cuando sufrió el atentado, Peixoto llevaba
encima una agenda en la que había anotado una cita con una joven. Los
franceses poco tardaron en hacer llegar el dato a los españoles, y dicha joven de
Oiartzun fue detenida junto con su tío, Iñaki Aristizabal, alcalde en aquel
entonces de la misma localidad”.
“Los ‘milis’ de ETA ya no se sienten seguros más allá de Los Pirineos”, titula
en Abc su crónica Alfredo Semprún, e informa el 18 de enero que el comisario
Conesa se va a poner al frente de la Policía antiterrorista y que cerca de tres mil
miembros de las Fuerzas de Seguridad se encuentran en las provincias del Norte
para reforzar las guarniciones existentes. El comisario Roberto Conesa sufre
semanas después un infarto de miocardio y le sustituye otro reputado comisario,
Manuel Ballesteros García. Roberto Conesa, nacido en Madrid en 1917, ha sido
policía desde 1938 y “su vida corporativa” se ha desarrollado principalmente en
el Servicio de Información, comunica el Ministerio del Interior, antes de
Gobernación, al anunciar su obligado cese. Manuel Ballesteros tiene entonces 44
años, es un experimentado policía, ha sido comisario jefe en San Sebastián, La
Coruña, Bilbao. El semanario Cambio 16 redacta un informe sobre la situación
vasca, bajo el título de “ETA: Los coletazos de la bestia herida”. Hace recuento y
le sale que ETA está sufriendo el acoso policial de más envergadura de toda su
historia. En los últimos tres meses, casi dos centenares de presuntos etarras han
sido detenidos, comandos enteros han sido desarticulados, y decenas de kilos de
goma-2, metralletas y pistolas, incautados. Tamaño éxito lo atribuye a la brigada
que dirige el comisario Conesa, conformada por hombres seleccionados por él.
No hay que cantar victoria todavía, previene Cambio 16, pero desde luego la
infraestructura de ETA está siendo debilitada muy seriamente y los más
optimistas creen que la actual ofensiva son los coletazos de la bestia herida, “que
aún pueden durar mucho”. Entre los casi dos centenares de personas detenidas,
Cambio 16 presenta como especialmente importante la de José Antonio Torre
Altonaga, a quien se le acusa de ser el máximo responsable de los comandos de
acción especial.
Acabando enero, la Policía francesa realiza una gran redada contra activistas
vasco-peninsulares residentes en Iparralde, que es vista por la prensa francesa
como una muestra del cambio de actitud de la Administración gala ante el
Gobierno de España. El cambio incluye la eliminación oficial de un estatuto para
exiliados que ya está en la práctica abolido. A varios de los que confinan en
distintos lugares del territorio francés se les acusa de formar parte de comandos
de acción involucrados en atentados sangrientos, y de haber sido entrenados
militarmente en campos de Argelia. Entre los que son puestos sin trámites en
manos de la Administración española hay exmiembros del GAC (Grupo de
Acción Carlista) y militantes de ETA de menor relieve. Han sido trasladados
estos a las Oficinas de Inmigración de Hendaia diciéndoles que una vez
finalizados los trámites van a ser obligados a abandonar tierra francesa por la
frontera de su elección, pero han terminado en manos de policías españoles en la
frontera de Biriatou. La ofensiva exterior española lleva al presidente Adolfo
Suárez a pedir una acción internacional contra el terrorismo en la tribuna del
Consejo de Europa, y a abogar por un espacio judicial europeo y una estrecha
cooperación policial. El Gobierno español aprueba al día siguiente de la
intervención de Suárez en Estrasburgo un decreto-ley sobre seguridad ciudadana
que amplía la legislación antiterrorista, que deroga y endurece la legislación
antiterrorista del franquismo y la elaborada un año antes. Como novedad,
contempla la pena de prisión menor para la apología pública, oral o escrita, o por
medio de la imprenta u otro procedimiento de difusión, de los delitos cometidos
por personas integradas en “grupos organizados y armados y sus conexos”. El
decreto-ley coge por sorpresa a la opinión pública, lo relaciona con el discurso
de Suárez ante el Consejo de Europa y entiende que aprovecha la escalada
terrorista para extender las medidas excepcionales a otras áreas y actos
delictivos. En medios judiciales y jurídicos progresistas se pone en duda su
constitucionalidad, dado que su contenido podría afectar al título de la
Constitución que regula los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos. El
6 de febrero, la Diputación Permanente del Congreso convalida el Decreto-ley
sobre seguridad ciudadana con la oposición de socialistas, comunistas, Minoría
Catalana y PNV, que piden su derogación por considerarlo anticonstitucional.
Siguen los atentados contra cargos militares. ETAm da muerte en Vitoria-
Gasteiz al teniente coronel Sergio Borrajo Palacín, jefe provincial de Mutilados
de Guerra de Alava. Abc subraya que con este son ya seis los altos cargos
militares asesinados en los últimos meses. El 26 de noviembre de 1977 fue
muerto a tiros el comandante de Infantería Joaquín Imaz Martínez, en Pamplona.
En el momento de su muerte prestaba servicio en la Jefatura de la Policía
Armada en la capital navarra. El 21 de julio de 1978 fueron asesinados en
Madrid el general de brigada Juan Manuel Sánchez-Ramos Izquierdo y el
teniente coronel José Antonio Pérez Rodríguez, en el coche oficial en que
circulaban en Madrid. El 3 de octubre de 1978 murió, también asesinado por
arma de fuego, en su domicilio de Bilbao, el capitán de Corbeta Francisco de
Asís Liesa Morate, segundo comandante del puerto de Bilbao. El 2 de enero de
1979 fue asesinado el comandante del Ejército José María Herrera Hernández,
en San Sebastián. Era ayudante del gobernador militar de Guipúzcoa, y murió
ametrallado dentro del coche oficial que le iba a recoger a su casa. El 3 de enero
de 1979, caía asesinado el gobernador militar de Madrid, general de división
Constantino Ortín Gil, cuando bajaba del coche oficial ante su casa en la calle
Menéndez Pelayo.
El 1 de marzo de 1979 se celebran elecciones generales. En el Congreso UCD
obtiene la mayoría relativa con 167 escaños. Le sigue el PSOE, con 121 escaños;
Partido Comunista de España (PCE), 23 escaños; Coalición Democrática (CD), 9
escaños; CiU, 8 escaños; Partido Nacionalista Vasco (PNV), 7 escaños; Partido
Socialista de Andalucía-Partido Andaluz (PSA-PA), 5 escaños; HB, 3 escaños y
Unión Nacional (UN), ERC, EE, Unión del Pueblo Canario (UPC), Partido
Aragonés Regionalista (PAR) y UPN, un escaño cada uno. Los comandos de
ETApm siguen en su campaña contra industriales con problemas con sus
trabajadores. El 16 de marzo abandona en Benta Haundi, herido en una pierna, al
industrial de Ordizia Serafín Apellániz Pagola. En medios locales se especula
con la posibilidad de una equivocación, puesto que el máximo responsable de la
empresa es su hermano Juan María.
El cronista político de Abc Pedro J. Ramírez hace en la primavera de 1979 una
“estremecedora radiografía” de la situación vasca, bajo el título “Arzalluz-
Bazargán y el triunfo de la revolución”. Pedro J., que frecuenta Bermeo y a los
Ormaza, desconfía de Arzalluz y de la posición que va a mantener “ante la
negociación que se avecina”. Le ve la gran ventaja de que se conoce su
gravedad, que sustenta en que “Un respetable tanto por ciento de la población
vasca aprueba y alienta las acciones objetivamente reprobables de la ETA y un
sector todavía mayor al que, de forma justificada, se acusa de ambiguo, se
decantaría del mismo lado si se le colocara entre la espada y la pared. Hay que
dejarse de consideraciones filosóficas, morales y éticas de carácter peyorativo y
tomar conciencia del “cuadro real en el que tenemos que movernos”, escribe.
Hubiera sido mejor entenderse con “ese intermediario amable llamado Shappor
Baktiar, pero ese era el papel que jugaban Múgica, Rubial y Benegas, ahora
desautorizados y humillados por las urnas”. Siguiendo con el símil iraní, Pedro J.
Ramírez cree haber encontrado un motivo de esperanza en la crisis interna del
PNV y en la necesidad de la burguesía vascongada de llegar a un acuerdo por la
vía autonómica. “A pesar de la facilidad con que Marcos Vizcaya y algún que
otro chinche de medio pelo se llevan a la boca la palabra ‘independencia’,
Arzalluz-Bazargán, el PNV como colectivo, es consciente de que todavía peor
que la represión, sería el triunfo pleno de la revolución islámica”. Cuando habla
de burguesía no está pensando en Pilar Careaga de Lequerica, exalcaldesa
franquista de Bilbao, dirigente de Fuerza Nueva, figura emblemática de la
burguesía de Neguri contra la que ETAm atenta el domingo 25 de marzo cuando
estacionaba su auto para asistir a misa cerca de su domicilio. La bala alojada en
su pulmón no le va a impedir recuperar su habitual vida. El 6 de abril, el tribunal
de Aix-en-Provence rechaza la extradición de los tenidos por importantes
activistas de ETA militar Mikel Goikoetxea y Martín Apaolaza, que han sido
defendidos por Robert Badinter, un prestigioso abogado francés que a no tardar
será ministro de Justicia. La Justicia francesa los tiene todavía por resistentes de
motivación política. ETAm intensifica sus atentados contra guardias civiles,
policías y colaboradores de estos, contra Iberduero e “intereses franceses”.
También los “incontrolados” se reactivan. Txomin Iturbe es objeto de su cuarto
atentado en Biarritz, resulta herido pero huye en su propio coche.
La institucionalización del Estado toma impulso. El 3 de abril se celebran las
primeras elecciones municipales. UCD triunfa en España, y el PNV en la mayor
parte de los territorios vascos. El PNV designa a Jon Castañares alcalde por
Bilbo, a Jesús María Alkain por Donostia y a José Ángel Cuerda por Gasteiz. El
22 de abril se constituyen las juntas generales de Gipuzkoa, más de un siglo
después de haber sido abolidas. El 27 se crea la Comisión Constitucional del
Congreso de los Diputados. El 28 se constituyen en Gernika las juntas generales
de Bizkaia, con la ausencia de Herri Batasuna. José María Makua, del PNV, es
nombrado diputado general. El nuevo ayuntamiento de Lemoiz pide
infructuosamente la paralización de la central nuclear que se sigue construyendo
en su municipio. Juan María Bandrés, de EE, afirma que imponer centrales
nucleares como esta es terrorismo de Estado. El 7 de mayo se forman en Vitoria-
Gasteiz las juntas generales de Araba. Balduz, del PSOE, es elegido alcalde de
Iruñea, y Arbeloa, con el apoyo de UCD, presidente del Parlamento Foral.
El 25 de mayo, ETAm vuelve a atentar en Madrid contra altos cargos militares
y da muerte al jefe de personal del Ejército, teniente general Luis Gómez
Hortigüela, a sus colaboradores los coroneles Agustín Laso Corral y Jesús
Ávalos Jiménez, y al conductor civil Lorenzo Gómez Borrero. “Circunstancias
favorables –ausencia de escolta y rutina en el desplazamiento– permitieron a los
asesinos actuar con total impunidad”, dice la prensa de Madrid. Al día siguiente,
una bomba atribuida a los GRAPO ocasiona ocho muertos y cerca de cuarenta
heridos en la cafetería California, 47, de Madrid. El 13 de julio, un incendio en
el Hotel Corona de Aragón de Zaragoza provoca 80 muertos. La presencia de
“La señora de Meirás” y los duques de Franco [Viuda y familia del dictador]
entre los alojados invita a los medios de comunicación a subrayar que se
descarta el atentado. Solo más de veinte años después, con el PP de Aznar y
Mayor Oreja en el Gobierno de España, las víctimas serán indemnizadas como si
de un atentado de ETA se hubiera tratado. Un dictamen del Consejo de Estado y
un auto del Supremo apoyan esta tesis, aunque varias sentencias y la verdad lo
niegan.
Hasta el 29 de julio de 1979, ETA político-militar ha puesto bombas en
edificios públicos, asaltado el Gobierno Militar de Guipúzcoa, disparado tiros a
las piernas de empresarios y secuestrado a funcionarios del Estado, sin poner en
riesgo sus vidas. En el verano de 1979 inicia una escalada inesperada con la
colocación de trece bombas en lugares turísticos de las costas españolas.
Reclaman así la retirada de la fuerza pública de la cárcel de Soria y el traslado de
los presos vascos a cárceles cercanas a Euskadi. El 3 de julio, en un intento de
secuestro, ETApm hiere de gravedad al diputado de UCD Gabriel Cisneros. La
Policía habla de incremento cualitativo de la presión terrorista y dirige sus
iniciales sospechas hacia ETA militar. La prensa madrileña recuerda al respecto
que una semana antes, en el transcurso de un almuerzo con un grupo de
periodistas, el diputado de EE Juan María Bandrés ha comentado que la actitud
relativamente apaciguada del colectivo Herri Batasuna, tras la prohibición de su
asamblea programada en Pamplona y en Alsasua, es un claro indicio de que se
avecinan nuevos golpes de ETA militar. El 29 de julio, ETApm sorprende con un
triple atentado en el aeropuerto de Barajas y en las estaciones de Chamartín y
Atocha, que deja un saldo de seis muertos y más de cien heridos, además de
pérdidas económicas cuantiosas y un miedo generalizado, nunca antes
experimentado en la población. Las bombas han sido depositadas con artefactos
de relojería en las consignas de equipajes. El Consejo General Vasco hace
pública su repulsa en tono tajante y afirma que no se puede estar a favor del
Estatuto –los polimilis lo apoyan– y al mismo tiempo cometer acciones
semejantes. Juan María Bandrés se manifiesta estupefacto y consternado, aunque
está convencido de que la llamada de aviso previo por parte de los autores podía
significar que no deseaban víctimas. ETApm ha prevenido de las explosiones a
Euskadi Press, una agencia de noticias de modesta infraestructura, que tiene
conectado el contestador automático. La agencia lo ha comunicado poco después
del mediodía a la Policía de San Sebastián, pero el Gobierno Civil de Madrid no
ha tenido conocimiento de la amenaza hasta la una menos veinte. ETApm
difunde en la misma tarde de ese domingo un comunicado en el que acusa al
Gobierno español de no haber actuado con celeridad para desprestigiar a la
organización y enmarca la operación en la segunda fase de la campaña
Estatutoarekin, presoak kalera [Con el Estatuto, los presos a la calle].
El Alcázar , diario que es tenido en la opinión pública como portavoz de
militares golpistas y ultraderechistas, recuerda que con el asesinato de este 19 de
septiembre en Bilbao del coronel Pérez Zamora y del comandante Ezquerro
Serrano son trece los altos cargos militares asesinados desde noviembre de 1977.
El diario dice tener indicios suficientes para afirmar que el siniestro del Corona
de Aragón fue provocado por ETA, aunque los poderes políticos se esfuercen en
mantener a toda costa la hipótesis del accidente fortuito. “Las circunstancias
políticas eran adversas para el débil y atrabiliario Gobierno de Suárez y tampoco
los partidos social comunistas podían absorber en aquel instante el tremendo
golpe de un atentado de la ETA”, escribe. El periódico opina que el
reconocimiento del atentado o simplemente de su posibilidad hubiese cerrado las
negociaciones para los estatutos de Vascongadas y Catalunya. Al periodista de El
Alcázar le ha resultado sospechoso el apresuramiento e interés de El País en
desviar la atención, rebajar las cotas del dramatismo, arropar al Gobierno y
sentar las bases de una “transposición del problema a la dialéctica típicamente
marxista de la lucha de clases”. Le parece que hasta el más lerdo [sic]
comprende por la simple lectura de los periódicos que la situación política
española ha desembocado en un callejón sin salida, que Suárez y la oligarquía
partitocrática están contra las cuerdas, que se materializa una colisión
institucional de muy difícil arreglo y que la confirmación brutal del atentado por
la ETA en el hotel Corona de Aragón, a renglón seguido de los recientes
asesinatos de tres militares, añadiría a la crisis un factor de alto poder explosivo.
El 25 de octubre se celebran los referéndum de ratificación de los estatutos de
autonomía para el País Vasco y Catalunya. En Catalunya, con una participación
del 59,70 por ciento, el Estatuto es aprobado por un 88,14 por ciento de votos
afirmativos. En la Comunidad Autónoma del País Vasco, con una participación
del 59,77 por ciento del censo, el Estatuto es aprobado por un 90,29 de votos
afirmativos.
Cuando ETApm atentó contra Gabriel Cisneros se temió que ello hubiera
supuesto la apertura de un nueve frente contra los políticos. La confirmación de
que se trató de un intento frustrado de secuestro tranquiliza por el momento a la
clase política, a UCD en especial. El 27 de octubre, un comando autónomo da
muerte en Zumaia a Germán González, un fotógrafo afiliado al PSOE y a la
UGT. Se trata del primer atentado contra un socialista, que es acusado por los
autores de confidente policial. El PSOE y la prensa española presentan al
comando como “autónomo de ETA militar”, tratando así de presionar a esta para
que los controle, de presentar a los CAA como un apéndice de los milis para
trabajos sucios. HB desaprueba el atentado “por considerarlo un grave error
político”. Este pronunciamiento coincide con una nueva nota de los autónomos,
en la que amenazan a varios dirigentes del PSOE, Enrique Múgica Herzog entre
ellos. Los dirigentes socialistas Benegas y Redondo lo interpretan como una
declaración de guerra en una rueda de prensa que celebran en Madrid, en la que
insisten en que, mientras ETA militar no demuestre lo contrario, los Comandos
Autónomos son de su responsabilidad. El número 9 de la revista Ere, de la
segunda semana de noviembre, entrevista a portavoces autónomos, que se
presentan a sí mismos como anticapitalistas, asamblearios, antipartidos y
nacionalistas, sin relación alguna con HB y contra la alternativa KAS, porque no
cuestiona el capitalismo. Afirman rechazar el elitismo organizativo y estar en
contra de los sindicatos, “porque colaboran en el mantenimiento del poder
capitalista”. A la pregunta sobre su origen, responden que se puede situar hacia
1976, conformado inicialmente por algunos antiguos miembros del Frente
Obrero de ETA que no siguieron la evolución que hacia LAIA tendría este grupo,
más otros que se acercaron desde los polimilis, berezis, milis e independientes.
El secuestro el 11 de noviembre del diputado de UCD Javier Rupérez a manos
de un comando de ETApm sacude a la opinión pública. A cambio de su
liberación, los polimilis exigen la puesta en libertad de cinco presos vascos y la
creación, por el Consejo General Vasco, de una comisión investigadora sobre
torturas. Por primera vez se insinúa en la prensa, en Abc en concreto, que
ETApm ha podido actuar bajo consejo de una organización del bloque del Este.
La operación ha provocado inquietud e indignación en la OTAN, escribe Abc. Se
recuerda que Rupérez es diplomático, político y periodista fundador de
Cuadernos para el Diálogo. Se reciben condenas de la internacional
democristiana y de los Montoneros argentinos, algo que nunca antes había
sucedido en relación con ETA, junto a peticiones de liberación del Papa y los
obispos españoles. Izvestia, órgano oficial del Gobierno de la URSS, califica de
absurdas las noticias sobre posibles relaciones de Moscú con actividades de los
terroristas y se manifiesta en contra del chantaje político y estos métodos que
solo hacen el juego a las fuerzas reaccionarias. Bandrés exhorta “al Gobierno y a
ETApm a que se abandonen posturas cerradas, herméticas e intransigentes y se
busquen posturas de solución, tendentes a una posible negociación”. Una larga
cadena de contactos entre el Gobierno y ETA político-militar, con la decisiva
intervención de Joaquín Ruiz-Giménez, a quien el presidente Suárez ha otorgado
plenos poderes, obtiene la liberación de Javier Rupérez el 12 de diciembre, en
las cercanías de Burgos. A cambio, algunas medidas de gracia para presos
polimilis no incursos en delitos de sangre.
El corresponsal de El País en Santander hace un detallado relato del atentado
de ETAm contra la factoría que repara el generador de la central de Lemoiz. La
operación se prolonga durante cuatro horas, con el secuestro de once personas, el
robo de tres coches y la circulación de rehenes y comando por casi cien
kilómetros de carretera general. Cinco jóvenes armados con metralletas y
pistolas colocan en la noche del domingo 11 de noviembre dos potentes bombas
en la factoría de Equipos Nucleares de Santander. La explosión ocasiona daños
valorados en doscientos millones de pesetas, pero yerra en la destrucción del
generador en reparación. Terminado su trabajo –escribe el periodista–, amagan
con encerrar a los secuestrados en una habitación, pero optan finalmente por
introducirlos en tres vehículos, el taxi y dos coches de los trabajadores, y
dirigirse hacia Bilbao. El relato del periodista no oculta su sorpresa y cierta
complicidad con el comportamiento de los miembros del comando. “En uno de
los automóviles viajaba un solo terrorista, que hacía de conductor y vigilante al
mismo tiempo, mientras que sus cuatro compañeros se repartían en los otros dos
vehículos. Durante el viaje, hasta Somorrostro, los jóvenes discutieron con los
rehenes de política; atacaron duramente a Suárez y a Felipe González; insistieron
en que no permitirían la construcción de la central de Lemóniz; dijeron que no
eran españoles, sino vascos y, a objeciones de uno de los secuestrados sobre
alguna acción concreta de ETA, insistieron en que el militante socialista
asesinado días pasados era un confidente de la Policía. Antes de liberarlos,
entregaron a los rehenes 3.000 pesetas para gasolina y les ordenaron que no
salieran a la carretera general hasta pasada media hora, mientras ellos seguían
viaje en el taxi hasta Portugalete, donde apareció el vehículo en la mañana de
ayer”.
AQUEL AÑO DE UN MUERTO CADA SESENTA
HORAS

El 6 de diciembre de 1979, un informe policial reconoce haber detenido a 1.560


personas bajo la Ley Antiterrorista, en vigor desde el 30 de junio de 1978. De
ellas, 652 lo han sido como presuntos etarras; 347, acusados de militar en el
PCE(r) y GRAPO; 36, en el MPAIAC canario; 65 en el FRAP, y 460, en otros
grupos. El 20 de diciembre, el pleno del Congreso español aprueba el proyecto
de Ley del Estatuto de los Trabajadores y convalida, por un solo voto de
diferencia, el decreto-ley que prorroga la Ley Antiterrorista, considerada
anticonstitucional por algunos grupos parlamentarios. Las Gestoras pro-Amnistía
hacen su propio balance: 142 presos, 450 refugiados, 417 detenciones en los tres
últimos meses. Las víctimas del conflicto alcanzan en 1979 cotas nunca antes
conocidas, pero el año 1980 va a ser más duro todavía. El periodista Arcadi
Espada ha llamado a 1980 “aquel año de un muerto cada sesenta horas” y sólo
ha reparado en las víctimas de un lado. “Si la pregunta es cómo la sociedad
española sobrevivió al año de 1980 –ha escrito–, la respuesta es estricta:
agazapada. 133 asesinatos dieron como únicas respuestas populares de cierta
importancia la movilización de 30.000 personas en Pamplona y 15.000 en San
Sebastián. El agazapamiento fue una de las constantes de la transición. Hay
quien dice que una de sus mayores ventajas prácticas”.
Apenas iniciado 1980, en la víspera de la entrada en vigor del Estatuto de
Gernika, ETAm da muerte al comandante Jesús Velasco Zuazola, jefe del Cuerpo
de Miñones de Alava. Las formaciones políticas del sistema lo interpretan como
la primera agresión a la Policía Autónoma que el Estatuto de Autonomía
contempla. El secretario general del PSE-PSOE, Txiki Benegas, desvela que el
comandante Velasco había realizado un estudio sobre el funcionamiento de los
miñones como modelo para la Policía Autónoma, y el diputado de UCD Antonio
Marco Tavar asegura que le han matado porque él podía ser la persona adecuada
para organizarla en el futuro. En opinión del presidente del PNV y del Consejo
General Vasco, Carlos Garaikoetxea, se trata de un adelanto de lo que ya se
anuncia contra la Policía Autónoma. Los miñones alaveses forman en este
tiempo una dotación de 101 agentes, que se distribuyen en 75 miñones de
primera, 10 de segunda, ocho cabos, cuatro sargentos, dos brigadas, un subjefe y
un jefe, procedentes los dos últimos del Ejército.
Antes y después del 19 de enero, fecha de convocatoria para las elecciones al
Parlamento Vasco, continúan los atentados de ETA, de los CAA, de Iparretarrak,
y de la ultraderecha. Siguen las detenciones y sigue la represión de las
movilizaciones populares. Irrumpen en este panorama violaciones y asesinatos
de mujeres por parte de “incontrolados”. El 22, un grupo parapolicial reivindica
con las siglas GAE (Grupos Armados Españoles), el atentado contra el Bar
Aldama de Alonsotegi en el que han muerto cuatro personas y herido a una
decena, la mayor parte de ellos simpatizantes del PNV, y todos nacionalistas
vascos. En un escrito hecho llegar a El Diario Vasco de San Sebastián, los GAE
asumen el atentado, dicen que, tal y como prometieron, por cada miembro de las
FOP o Guardia Civil caerán cuatro componentes de la izquierda abertzale y que
ellos no pertenecen a las Fuerzas de Orden Público ni son policías paralelos.
Como GAE han reivindicado también el atentado que ha costado la vida a Carlos
Saldise Korta, militante de la gestora pro-amnistía de Lezo. El director general
de Policía, el veterano José Sainz, llega a Bilbao para encargarse de unas
investigaciones que nunca darán con los culpables.
La emboscada que el 1 de febrero de 1980 tiende ETAm a un convoy de la
Guardia Civil en Ispaster reviste todas las características de un ataque de guerra
convencional, y así lo entiende la prensa de derechas en Madrid, que no duda en
afirmar que “Lo que existe en las provincias vascongadas se llama, llana y
sencillamente, guerra, una guerra contra España”. En la celada mueren seis
guardias civiles y dos miembros de ETA. Aquel viernes, trabajadores de la
fábrica de armas Esperanza y Cía. de Markina se han puesto en camino
temprano, en dirección a la playa de Laga, donde suelen probar sus morteros. Se
hacen acompañar por dos Land Rover de la Guardia Civil. En una curva del
kilómetro 53, en el municipio de Ispaster, los comandos apostados a ambos lados
de la carretera dejan pasar a la camioneta de la empresa que encabeza el convoy,
disparan luego sus fusiles de asalto y arrojan granadas de mano contra los
vehículos de custodia. Para asegurarse de que ningún guardia civil ha
sobrevivido –sostiene la versión policial– varios de los etarras se acercan a los
Land Rover y arrojan una granada de mano en el interior de uno de ellos.
Cuando repiten la operación con el segundo, la granada hace explosión antes de
que tengan tiempo de alejarse, hiere gravemente a dos de ellos y mueren en las
horas siguientes.
Conocidos estos hechos, se designa al general de división José Sáenz de
Santamaría, delegado especial del Gobierno y autoridad única en la dirección y
planteamiento de la lucha antiterrorista en el País Vasco, con dotación de todos
los medios económicos necesarios para el cumplimiento de su misión. La prensa
española habla de escalada intolerable, recuerda que desde comienzos de año son
ya 19 los muertos en acciones terroristas, lo interpreta como un claro intento de
entorpecer las elecciones autonómicas e impedir la normalización de la vida en
esa tierra. Alianza Popular y Fuerza Nueva consideran improcedente que se
celebren en este clima los comicios del 9 de marzo. Manuel Fraga Iribarne,
presidente de Alianza Popular, manifiesta que la gravedad del atentado “de
Lequeitio [población próxima a Ispaster] confirma lo que siempre he dicho, que
en el País Vasco nos enfrentamos con una situación de guerra revolucionaria a la
que solo puede hacerse frente con métodos de excepción”. Manuel Fraga es
partidario de obligar al PNV a asumir de una vez sus responsabilidades, y
propone poner fuera de combate a los terroristas y fuera de la ley a sus
organizaciones paralelas. Está pensando en Herri Batasuna, y también en
Euskadiko Ezkerra, como extensiones políticas respectivas de ETAm y ETApm.
Carlos Garaikoetxea, presidente del Consejo General Vasco y lehendakari in
pectore, opina por el contrario que un retraso en las elecciones al Parlamento
vasco sería solo una perturbación más y caer en el juego de los que están
intentando, por todos los medios, que estas elecciones no tengan buen final.
Hace acto de presencia electoral y gesto de normalidad en la Comunidad
Autónoma Vasca el presidente español Adolfo Suárez. Llega bajo fuertes
medidas de seguridad y con cambios sobre la marcha de itinerarios y programa.
Le acompañan el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, y el
secretario de Estado para la Información, Josep Meliá. Lo reciben al pie del
avión en Hondarribia las autoridades civiles y militares de Guipúzcoa y el
delegado especial del Gobierno, general Sáenz de Santamaría. En su precipitada
gira por diferentes escenarios vascos, reitera unos cuantos mensajes, trata de dar
ánimos a los suyos, dicen: las autonomías no son ni deben verse como
contrapoderes del poder central, y están justificadas por una razón histórica, por
una razón funcional y una razón política; Guipúzcoa es doblemente española,
por vasca y por española; ser de UCD hoy en España es difícil, pero ser militante
de UCD en el País Vasco no solo es un acto de fe en los valores éticos, sino que
demuestra un notable valor físico; “soy optimista respecto al futuro del País
Vasco, tengo fe absoluta en sus hombres y mujeres, creo que el camino de la
autonomía ha de servir necesariamente a la pacificación y, por tanto, a su
recuperación económica, social y cultural”. A la salida de una de sus
intervenciones en Bilbao, personas de extrema derecha le gritan que prefieren
etarras a chaqueteros traidores, y que “a ti tenían que matarte los de derechas, y
no los de izquierdas”.
ETAm mata al comandante Miguel Rodríguez Fuentes en Errenteria el 8 de
febrero. Daba clases en la Escuela de Formación Profesional Don Bosco y era
hombre de izquierdas, según EMK (Movimiento Comunista de Euskadi). El 13
de febrero, tirotea en Pamplona al teniente coronel Jesús Larrondo. El 20 da
muerte al coronel Eugenio Sarasibar en San Sebastián. Desde el 22 de febrero
hasta el 5 de marzo, la Policía afirma haber desarticulado en Navarra y
Guipúzcoa ocho comandos de ETAm, de acción unos, de información y
propaganda otros, asentados en La Barranca y el Goierri todos ellos. La nota
oficial detalla la lista de armas intervenidas –granadas “marca ETA” entre ellas–,
habla en todo momento en términos de presunción de culpabilidad e informa que
los detenidos han sido trasladados a Madrid.
El 9 de marzo se celebran las elecciones al Parlamento vasco: el PNV obtiene
25 escaños; HB, 11; PSOE-PSE, 9; EE, 6; UCD, 6; AP, 2 y PCE, 1. El 31 de
marzo se constituye el primer Parlamento, bajo la presidencia de Juan José
Pujana (PNV), y con la ausencia de los diputados electos de Herri Batasuna. El
16 de abril, Xabier Arzallus es elegido presidente del EBB del PNV. El 18 de
marzo, ETA militar ha atentado en Madrid contra el general Fernando Esquivias,
que resulta, como su ayudante el teniente coronel Manuel Millar, prácticamente
ileso. Un soldado, escolta del general, muere sin embargo en la explosión
controlada a distancia de un artefacto camuflado en una motocicleta. En el
comunicado que ETA hace llegar a medios informativos vascos acusa al general
de haber sido ayudante de campo de Franco y explica que la muerte del soldado
escolta no entraba en sus cálculos. El 19 de marzo, con la detención de Iñaki
Aramaio en Valencia, arranca una importante operación policial contra ETApm,
dirigida por el comisario Conesa. A seis detenidos en Asturias, cinco hombres y
una mujer, se les acusa de estar implicados en el atraco realizado en el Banco
Herrero de Oviedo el 8 de julio de 1979, el más importante en la historia
española. A partir de estas detenciones se habría conocido que también
corresponde a ETApm la autoría de otros dos atracos, uno de treinta millones de
pesetas en el Hospital General, y otro de veinte, en el Hogar San José. Según
fuentes policiales, Iñaki Aramaio ha confesado que comandos polimilis se
entrenan en Argelia, “con material de desecho del Ejército francés”. En el atraco
al Banco Herrero participaron doce miembros liberados de ETApm, que
contaron con el apoyo de seis asturianos. Fuentes próximas a la Policía han
insinuado la posibilidad de alguna vinculación de los detenidos con el Conceyu
Nacionalista Astur, partido que organizó recientemente un mitin en Gijón en el
que participó Mario Onaindia, secretario general de EIA, integrado en la
coalición Euskadiko Ezkerra.
El diario Il Messagero de Roma entrevista al rey Juan Carlos y dice este que
es optimista en lo que se refiere al problema vasco, un problema fruto de los
“enormes errores históricos cometidos durante el régimen franquista”. Al hacer
balance de la transición de la dictadura a la democracia, explica como un gran
acierto la legalización del Partido Comunista, porque “¿acaso no son también
españoles?”, dice. Manifiesta plena confianza en la unidad y fidelidad del
Ejército, que reconoce en la persona del Jefe del Estado el papel de árbitro. Se
responsabiliza de la elección de Adolfo Suárez como cabeza del cambio y
reconoce que, en principio, lo hizo por amistad, pero que después fue ya el
pueblo quien lo eligió, “y yo acepto la voluntad del pueblo”. Dicen que el Rey
quiere gobernar con los socialistas, argumenta, “y yo quiero siempre lo que
quiere el pueblo”. En cuanto a las conversaciones para el ingreso de España en el
Mercado Común Europeo, por las que el periodista de Il Messagero se interesa,
afirma que todo procede según los tiempos previstos, y añade que, además de
una mayor comprensión entre los diversos países, el continente debe conservar,
sobre todo, sus propios valores tradicionales, sus propios valores culturales,
como muestra de un patrimonio histórico irrepetible. Cuando el periodista le
pregunta si es cierto que es el Rey peor pagado de Europa, responde: “Lo siento,
pero no puedo decir si es cierto o no. Para decirlo, tendría que saber lo que pagan
a los otros reyes”. La entrevista está datada el 22 de marzo de 1980 y todo el
mundo da por supuesto que, en esos tiempos, a Juan Carlos I no le sobra
patrimonio.
Alegando en primer lugar que era un representante cualificado del gran capital
y, en segundo, que se había negado a pagar el impuesto revolucionario y había
entregado a la Policía la carta en la que se lo exigía, ETA militar da muerte en
Bilbao el 25 de marzo al conde Enrique Aresti Urien. ETA advierte que este
atentado “no es una acción aislada dentro de la campaña armada que viene
desarrollando, sino un componente más de ataque a las estructuras del Estado”.
Su funeral se celebra en Gordejuela y la prensa subraya que ha estado presente
en él el nacionalista Ramón de la Sota. El 26 de marzo mueren en Baiona al
explotarles una bomba que portaban los miembros de Iparretarrak Txomin
Olhagarai y Ramuntxo Arruiz. El 28 de marzo, Jesús Ijurko y su esposa son
objeto de un atentado calificado genéricamente como “ultra”, en Orereta-
Renteria. El 29 de marzo, una bomba desprendida de los bajos del vehículo de
un guardia civil mata en Azkoitia al adolescente de 13 años José María Piris, y
hiere a un compañero suyo. En medio de este clima violento, se constituye en
Gasteiz el Parlamento nacido de las elecciones autonómicas, con el peneuvista
Juan José Pujana de primer presidente. El 13 de abril, ETAm da muerte al jefe de
la Policía Municipal de Vitoria Eugenio Lázaro Valle. Sin esperar a la
reivindicación, la prensa recuerda que se trata de un comandante de Infantería,
hijo de militar, que ha desarrollado toda su carrera en la ciudad, primero como
teniente de la Policía Nacional, luego como capitán y, finalmente, como jefe de
la Policía Municipal. La prensa recuerda su protagonismo en la huelga de
Michelin de 1972 y que ha sido amenazado en repetidas ocasiones.
Dentro de su campaña a favor del Estatuto, ETApm dispara el 18 de abril una
granada de carga hueca contra la Comisaría de Policía de Pamplona, similar a la
arrojada el 21 de febrero contra la Moncloa, que ha provocado daños en el
helipuerto del palacio. El artefacto se estrella en esta ocasión contra un coche
estacionado junto a la comisaría. Las exigencias de ETA político-militar que
justifican su campaña son recogidas literalmente en el diario El País y dicen así:
Que según exigencia del Consejo General Vasco, se haga expresa salvedad de las
competencias previstas en el Estatuto en ciertas leyes orgánicas que vulneran el
mismo, como son la ley de las policías autónomas, la ley de financiación de las
comunidades autónomas, la ley de autonomía universitaria y la ley de seguridad
ciudadana. Que se pongan en marcha inmediatamente todos los mecanismos
previstos en el Estatuto de Autonomía para que se efectúe en Navarra el
referéndum de integración en la comunidad autonómica vasca. Que sean
devueltos a Euskadi inmediatamente la totalidad de los presos vascos y se
adopten las disposiciones necesarias para su puesta en libertad, con motivo de la
constitución del parlamento y gobierno vascos. Que sean suprimidas en Euskadi,
con carácter inmediato, las medidas policiales especiales adoptadas con la
llegada de los GEO, las UAR y el supe gobernador, y se traspasen urgentemente
a la comunidad autónoma vasca las competencias correspondientes para la
puesta en marcha de la Policía Autónoma, que sustituya totalmente a las actuales
FOP. De no ser satisfechas estas cuatro exigencias inmediatas, “imprescindibles
para un desarrollo pleno del Estatuto de Autonomía”, ETApm advierte que
actuará con mayor contundencia cada vez –mediante cohetes Rocket Lancer M-
28 de los que tiene stock suficiente–, y amenaza con ataques a UCD, “allá donde
le duela”, haciéndole responsable de la política de agresión al Estatuto.
Abc informa el 20 de mayo de la desarticulación de tres comandos de ETA
en Bizkaia, dos de los polimilis y uno de la rama militar. Un guardia municipal
de Arrigorriaga, huido, dirigía uno de los grupos armados de ETApm, subraya.
Informa también de la detención de los presuntos asesinos de Ramón Baglietto,
dos jóvenes de 19 años. La prensa española recuerda que Ramón Baglietto,
concejal de Azkoitia durante la dictadura, fue promocionado para desempeñar un
cargo en la organización provincial del Movimiento y actualmente colaboraba
con UCD, partido en el que militan dos de sus hermanas. Según Jaime Mayor
Oreja, secretario de UCD-Vascongadas, Ramón Baglietto era íntimo amigo del
ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja. “Somos impotentes ante la
sensación de que nos están cazando como conejos”, manifiesta Jaime Mayor.
Román Sudupe, alcalde jeltzale de Azkoitia, recuerda por su parte que “en
menos de mes y medio hemos sufrido tres atentados, sin que sean escuchados
nuestros llamamientos al cese de la violencia de uno y otro signo”. Alude al niño
Jesús Piris y a José Larrañaga, amigo de Ramón Baglietto, también antiguo
concejal, que ha resultado herido de gravedad. Al conocer la noticia de la muerte
de su amigo, Marcelino Oreja declara en Quito, donde se encuentra
acompañando a los reyes de España, que nunca debe negociarse con asesinos,
saliendo al paso así de las declaraciones en sentido contrario del exministro de
Asuntos Exteriores José María de Areilza.
El Gobierno holandés entrega a las autoridades españolas a cuatro militantes
de ETAm que han llegado a Amsterdan desde Kuwait con pasaportes falsos y
han sido descubiertos. Los embarcan en un avión diciéndoles que vuelan a París,
y aterrizan en Barajas el 23 de mayo. Vienen de entrenarse en Yemen del Sur,
junto al Frente de Liberación Popular de Palestina. Días más tarde, el Ministerio
del Interior español distribuye un informe en el que habla del adiestramiento en
Yemen del Sur, en un campo situado a cien kilómetros de Adem, de once
miembros de ETA militar que habrían llegado allí de la mano del dirigente de la
organización Javier María Larreategi Kuadra, Atxulo. El Gobierno español pide
explicaciones a Yemen del Sur por injerencias en asuntos internos al facilitar el
entrenamiento militar de miembros de ETA. Con anterioridad a estas
detenciones, Carlos Robles, secretario de Estado para Asuntos Exteriores, ya
había convocado una reunión con diplomáticos africanos, entre ellos los de
Libia, Líbano y Argelia, países en los que España cree saber que se han
entrenado comandos de las dos ramas de ETA.
Finalizando mayo, 33 personalidades del mundo cultural vasco publican un
manifiesto contra la lucha armada de las dos ETAs, pero sin nombrarlas. Lo
firman Koldo Mitxelena, José Miguel de Barandiaran, Eduardo Chillida, Néstor
Basterretxea, Martín Ugalde, Xabier Lete, Goio Monreal, Gabriel Celaya y Caro
Baroja, entre otros. El documento afirma que el rechazo de la violencia no debe
limitarse a invocaciones platónicas y no elude el tema de la amnistía, a la que
califica de medida “bella y deseable”. Sin embargo, “la amnistía necesita ante
todo reciprocidad, es decir: poner final definitivo a la escalada de muertes, ya
que de lo contrario no sería algo más que una broma macabra”. Tras señalar que
la violencia que les preocupa es “la que nace y anida entre nosotros, porque es la
única que puede convertirnos, de verdad, en verdugos desalmados, en cómplices
cobardes y en encubridores serviles”, los firmantes añaden que hay otra
violencia que “no hemos dejado de padecerla”, dirigida desde fuera contra la
comunidad vasca. Rechazan las vías que podrían dar comienzo a “un nuevo y
largo proceso político que pondría en serio peligro de extinción la cultura, lengua
e identidad vasca”. Las vías violentas solo han conseguido, a su entender, el
incremento de la represión policial y parapolicial.
El editorialista de El País otorga una gran importancia a un documento que, a
su juicio, debería llevar a la reflexión, no solo a la población vasca, sino también
al Gobierno central y los responsables de la lucha antiterrorista. Alfonso Sastre
contesta a los 33 con un “Artículo mínimo sobre una indignidad mayúscula”.
Les reprocha callar los dolorosos efectos de la opresión, los gritos de la tortura y
las cárceles. Les dice que no puede responderles, porque caería dentro de los
“inabarcables límites de la apología del terrorismo”, y por eso el papel le parece
un documento indigno, escrito en la repugnante estraza del oportunismo.
Encuentra en sus firmas ausencias que le reconfortan, pero también presencias
que le extrañan. “Todos nosotros, y yo el primero, estamos contra la violencia.
Pero no se lucha contra la violencia haciendo reverencias al Poder, sino
estudiando seriamente sus causas, y denunciando y combatiendo
implacablemente sus raíces”. Opina Sastre que el honor de la intelligentsia de
Euskal Herria está en otra parte y en otros hombres, que hoy no pueden
responder a su insidiosa provocación. “Tampoco yo puedo hacerlo. Pero algún
día podremos reflexionar libre y públicamente, y desde luego que lo haremos”.
Es junio, y Telesforo Monzón, diputado de HB, ha ignorado la citación del
juzgado central de instrucción número 3 de la Audiencia Nacional para que
acudiera a declarar en relación con un sumario por presunta apología de
terrorismo. Días atrás había anunciado en Zarautz que no se presentaría. El
central 3, nombrado especialmente por la sala segunda del Tribunal Supremo
para la instrucción de esta causa, puede ordenar su búsqueda y captura. Es julio,
y Telesforo Monzón vuelca sus reflexiones en un artículo de opinión que titula
El jarrón roto y que va a tener una importante repercusión. Estas son sus ideas
centrales: No ha sido ETA la que ha engendrado la violencia. Ha sido la
violencia la que ha engendrado a ETA. No fue su manantial. Ha sido su fruto.
ETA nació en un charco de sangre. Pero esa sangre no había sido vertida por
ETA. El nacionalismo vasco nunca había cogido las armas para hacer triunfar
sus ideas. Su actuación había sido exclusivamente social, cultural, política.
Fueron otros –“todos sabemos quiénes”– los que en 1936 obligaron a coger el
fusil en la mano a unos hombres que, por esencia propia, por civilización propia,
sentían horror a matar. Y el nacionalismo vasco, obligado a coger el fusil para
defender el país, trató de humanizar la guerra hasta un punto inconcebible. Los
propios perseguidores franquistas, cuando se veían en peligro –“por miedo a
muchos que hoy se rasgan las vestiduras, socialistas y comunistas”–, llamaban a
la puerta de sus propios perseguidos vascos para pedirles protección y defensa.
Así hizo la guerra el nacionalismo vasco. Así la explica Telesforo Monzón en El
jarrón roto que el diario Egin publica.
Desde la emboscada de Ispaster, en la que perdió a dos de sus hombres, ETA
militar no ha vuelto a intentar un atentado de las mismas características de
guerra. Lo hace el 13 de julio en Orio, contra un convoy de tres vehículos de la
Guardia Civil que viene de relevar a los que guardan el polvorín de Explosivos
Río Tinto en Aia. Como en Ispaster, los comandos arrojan granadas y utilizan
fuego cruzado, y como allí, pagan un alto precio: dos de los suyos resultan
muertos. En los vehículos atacados viajan ocho guardias civiles, dos de ellos
mueren en el enfrentamiento. Unos días más tarde, ETA vuelve a atentar contra
un convoy de la Guardia Civil en Villamediana de Iregua, esta vez mediante
cargas explosivas que hace estallar al paso de dos autobuses y una furgoneta con
120 agentes, en período previo de adiestramiento en Logroño, antes de ser
enviados a “la guerra del Norte”. El atentado ocasiona la muerte de un teniente y
treinta y dos heridos de diversa consideración. Fallos en la activación de los
explosivos han evitado una matanza. Es ya agosto cuando ETApm da muerte a
Mario González Blasco, argumentando que participó directamente en el atentado
del Batallón Vasco Español que costó la vida a Jesús María Zubikarai, militante
ondarrés de Euskadiko Ezkerra, seis meses atrás. ETApm dice haber obtenido
mediante interrogatorio la confirmación de su participación en aquella muerte y
haber tenido conocimiento de la identidad de otros cómplices, uno de ellos, del
servicio de información de la Guardia Civil. No tendría inconveniente en
facilitar las pruebas de sus investigaciones a jueces imparciales que estuvieran al
servicio de la comunidad vasca, lo que no se antoja fácil.
La Hoja del Lunes de San Sebastián recoge declaraciones del PNV de
Oiartzun en las que acusa a ETA de actuar como opresora de Euskadi. La semana
grande de Donostia recrea la belle époque. Marcelino Oreja, ministro de Asuntos
Exteriores, se acerca a la ciudad de vacaciones. Entrevistado por la prensa local,
asegura que el proceso de pérdida de apoyo popular de ETA es irreversible, tan
irreversible como el proceso de implantación de la democracia en España y de la
autonomía en el País Vasco. Observa que ETA está perdiendo la batalla en el
campo político y en el psicológico, y que para contrarrestar estos “indudables
fracasos hay que temer que efectúe todavía acciones más salvajes e irracionales”.
La anhelada salida para la paz y la libertad la ve prioritariamente en las
instituciones vascas, para las que pide todo el apoyo. Marcelino Oreja precisa
que hace estas declaraciones no como ministro del Gobierno español, sino como
diputado de UCD por Guipúzcoa, formación que a su juicio es y será un
indudable factor de estabilización y posterior reactivación para el País Vasco,
“como contrapeso a tanto radicalismo y maximalismo”. El 22 de agosto, un
comando legal de ETA militar, actuando por su cuenta, hiere de extrema
gravedad al director del Diario de Navarra José Javier Uranga. A final de mes,
actuando como Triple A, portando metralletas y armas cortas, dos paisanos dan
muerte en Ondarroa, en la sala de fiestas de su propiedad, al militante de HB
Angel Etxaniz. Ha estado detenido en 1964, en 1968, en 1976. Es uno de los
rostros más emblemáticos de la izquierda abertzale en la zona, y nunca ha dejado
de ser objeto de acoso por parte de la Guardia Civil.
La viuda e hijos del capitán de la Policía Nacional Basilio Altuna, muerto en
un atentado asumido por ETApm el 6 de septiembre en la localidad alavesa de
Erentxun, emplazan a la organización a que demuestre las acusaciones vertidas
contra el fallecido. ETApm le ha acusado de ser responsable de la represión de
Vitoria en marzo de 1976 y de participar en actividades organizativas de la
ultraderecha. “Bien sabemos que nuestra verdad poco podrá hacer contra la gran
mentira que lleva el sello de una organización tan prestigiada, pero no por ello
vamos a callar”, escriben los familiares. “El servicio de información de ETApm
debería saber –continúan estos–, si hubiera hecho una investigación clara y
fiable, que participó en las jornadas de febrero y marzo de 1976, pero que su
actuación estuvo dirigida en todo momento a evitar cualquier enfrentamiento”.
Desmiente igualmente la familia la acusación de que fuese organizador de las
actividades de la extrema derecha, lo que les parece una afrenta a su propia
dignidad. Basilio Altuna estaba destinado en ese tiempo en la cercana Miranda
de Ebro y se había acercado a Erentxun, localidad natal de su esposa, para las
fiestas patronales. Antes de que dé comienzo la misa funeral, un hijo suyo sube
al presbiterio y pide al público, “como hubiese sido el deseo de mi padre”, que el
acto sea meramente religioso y para rezar por su alma. La concelebran cuarenta
y seis sacerdotes, en una iglesia llena.
El 7 de septiembre, el Batallón Vasco Español mata en Hernani a dos jóvenes
del pueblo sin conocida adscripción política. El semanario Ere, que dirige
Genoveva Gastaminza, analiza la situación como “La ofensiva ultra in
crescendo” y explica que por actividades parapoliciales se entienden aquellos
actos preferentemente violentos de carácter clandestino, utilizados para imponer
o mantener desde el poder la violencia estructural o institucionalizada. El BVE
no se caracteriza, a juicio del colaborador de Ere, por la profundidad de sus
análisis, pero como organización clandestina, si se atiende a sus detenidos, sería
muy eficaz, ironiza. Es una manera de decir que no se les persigue, que no se les
detiene. A propósito del endurecimiento de ETApm contra el BVE, recoge la
revista de boca de portavoces autorizados que “el atentado mortal contra Blasco
[Mario González Blasco], acusado de pertenecer al BVE y de participar en la
muerte de Jhisa [Jesús María Zubikarai], o los atentados realizados en respuesta
a actuaciones de este grupo, suponen entrar en esa dinámica”. Para ETApm, la
ofensiva de los ultras se plantea en el mismo contexto que el bloqueo de las
transferencias y de todo el proceso estatutario. “Por eso queremos dejar claro
que nuestros ataques armados contra esos grupos, sean oficiales o no, están
encuadrados en el mismo contexto de la lucha por el desarrollo estatutario y por
la amnistía actualmente bloqueada. Las consideraciones referentes a que en
ETApm se ha impuesto la línea dura de acercamiento a posturas militaristas y de
crítica al Estatuto son absolutamente peregrinas”, han asegurado a Ere los
citados portavoces polimilis.
José María Urquizu Goyonaga, muerto a tiros por ETAm en la farmacia de su
propiedad en Durango el 13 de septiembre, era teniente coronel del Cuerpo de
Farmacia del Ejército, estaba destinado en Burgos y lo simultaneaba con sus
guardias y trabajos como analista clínico en la farmacia heredada de su padre y
regentada por su hermano Javier. La reivindicación se limita a recordar su
condición de militar. Este mismo día, ETApm se hace responsable del
lanzamiento de una granada contra el Gobierno Civil de Guipúzcoa y del intento
de fuga de dos militantes desde el hospital penitenciario de Carabanchel. Siguen
las reivindicaciones de ataques de ETAm contra oficinas e instalaciones de
Iberduero hasta hacerse rutinarias. El 20 de septiembre, ETAm ametralla y mata
a cuatro guardias civiles de las UAR, Unidades de Acción Rural, en Markina,
mientras comen en una taberna cercana a su cuartel. La prensa hace un nuevo
recuento de bajas: son ya cuarenta y uno los militares y miembros de las FOP
muertos en lo que va de 1980, veintidós guardias civiles entre ellos.
Incontrolados actúan en Durango, Etxebarria y Andoain. ETApm secuestra al
industrial cubano Pedro Abreu en Orio y le pide un cuantioso rescate. El BVE
atenta contra un bar en Amorebieta. ETApm coloca una bomba en Rekalde-
Bilbao contra un edificio en obras. El BVE quema la iglesia de Larraskitu. Un
policía muere al disparársele su propia arma. Atraco con secuestro en la Caja de
Ahorros Vizcaína de Bilbao. ETAm mata en Bilbao a un presunto confidente. Se
presentan nuevas denuncias de torturas. Madrid transfiere el primer paquete de
competencias al Gobierno vasco, y este presenta en público su primer programa.
ETApm secuestra y mata al dirigente de UCD de Alava José Ignacio Ustaran.
Jesús Viana, presidente de la UCD del País Vasco, lanza un S.O.S. dramático:
“Nos quieren cazar como conejos. Esto es terrible, ya no solo el asesinato
material, sino el que nos lo hayan trasladado macabramente hasta la sede de
UCD para dejárnoslo allí e indicarnos cuál es la política que van a seguir.
Realmente creo que ya no es hora ni de hablar de política ni de nada. Esto es una
especie de ghetto para nosotros y parece como que es el anuncio de que se nos
quieren cazar como conejos”. La operación polimili ha comenzado a las nueve
de la noche del 29 de septiembre, cuando una joven llama a la puerta del piso
donde reside el objetivo. Tras mostrar una caja y abrirle la puerta, entran tres
jóvenes en la vivienda, obligan a Ustaran a tumbarse, encierran a la esposa y los
cuatro hijos en una habitación. La esposa, concejala de UCD en el Consistorio
de Gasteiz, les pregunta qué van a hacer con su marido y le responden que
hablarán con él y luego decidirán. Cortan el teléfono y conminan a la esposa a no
avisar a la Policía hasta las doce de la noche. Pasados diez minutos, la mujer sale
del cuarto donde está recluida y comprueba que los secuestradores han
desaparecido con su marido. A las diez y media de la noche aparece el Talbot
VI-5514-E de Ustaran junto a la sede de UCD y, en su parte trasera, el cadáver
de la víctima, con un impacto de bala en la cabeza y otro en la espalda. El
atentado suscita una fuerte conmoción política y social, y en EIA-EE provoca la
condena más rotunda contra la estrategia político-militar: “No se puede matar a
nadie por sus ideas”. Han hecho una valoración política negativa –“muy
semejante a la que en ocasiones suele realizar con los milis”–, no es la vía de la
normalización ni de las soluciones políticas, recoge Ere. La revista anuncia que
UCD del País Vasco está a punto de disolverse, pero Jesús Viana aclara que la
posible disolución se limitaría a Álava, lo que, a juicio Ere, no cambia mucho,
teniendo en cuenta que el centro político de la UCD vasca está en Vitoria, y que
en Vizcaya y Guipúzcoa esa fuerza es realmente mínima, “rozando lo
extraparlamentario”. El semanario analiza “Las ofensivas de las ETAs” y sus
opuestas estrategias: “Mientras ETA militar continúa atacando –con la mayor
contundencia que le es posible– los cuerpos de Seguridad del Estado, las
acciones de los políticos militares han ido directamente dirigidas al partido de
Gobierno”. Con la muerte de Ustaran, “los polimilis han dado un paso cualitativo
contra la UCD, a la que han venido acusando de ser responsable directa de la
frustrante política vasca”. A mediados de octubre nombran delegado del
Gobierno en el País Vasco a Marcelino Oreja Aguirre, recibido por EE como
gobernador general.
Octubre arranca con diarias y violentas manifestaciones de todo signo. ETAm
da muerte en Orereta-Errenteria a un taxista. Proliferan las detenciones en Bilbao
y la margen izquierda de la ría. ETApm intenta secuestrar un comerciante.
ETAm mata en Durango el 3 de octubre a dos inspectores y un policía nacional
de paisano que se ocupan de hacer los DNI. Fuentes oficiosas del Gobierno
vasco ven en estos atentados el intento de boicotear las negociaciones del
lehendakari Garaikoetxea en Madrid. Coinciden con actos importantes
protagonizados por las instituciones vascas, son golpes de fuerza de ETA, con
los que pretenden obligar a Madrid a negociar con ellos, manifiestan. El 5 de
octubre, ETAm da muerte a tres motoristas de la Guardia Civil en Agurain-
Salvatierra, cuando se disponían a regular una carrera ciclista. Son nueve las
personas asesinadas en Euskadi en la semana que hoy termina, subraya la prensa
de Madrid. ETAm insiste en reclamar la alternativa KAS. Suárez responde que
no debe ser demócrata, “porque no asumo la alternativa KAS”. Juan María
Bandrés opina que la alternativa KAS está superada por el pueblo vasco,
“porque ni es alternativa ni quizá socialista ni, por supuesto, en estos momentos
coordina absolutamente nada”. El secretario general del PSOE, Felipe González,
manifiesta su opinión personal al aceptar que se celebre el referéndum en
Navarra para su incorporación o no a Euskadi, recomendaría, si se diera, la
abstención de los socialistas. ETAm mata en Eibar a un miembro de la guardia
de Franco. Detenciones en Deba, Algorta, Bilbo, Elorrio, Iruñea, Lizarra…
Siguen los atentados contra instalaciones de Iberduero. El dirigente de EE Mario
Onaindia no oculta que las acciones de ETApm son perjudiciales para el proceso
democrático. Más denuncias de torturas y de acciones de incontrolados. ETAm
da muerte al teniente coronel Lorenzo Motos en Donostia. El 22, ETAm
secuestra en Bermeo al industrial conservero José Garabilla con intención de
cobrar un rescate; es liberado al cabo de unos días, han intervenido para ello
nacionalistas vascos de su localidad. Se va de vacaciones sin prestar declaración
a la Policía. El 23, Comandos Autónomos matan en Elgoibar a Jaime Arrese
Arizmendiarrieta, miembro de la ejecutiva de UCD en Gipuzkoa, representante
en juntas generales y alcalde de Elgoibar entre abril 1974 y mayo 1977, y al
delegado de Telefónica en Guipúzcoa, Juan Manuel García Cordero. Antes de
terminar el día, ETAm da muerte en Amorebieta a un ultra de la localidad
reiteradamente amenazado. El 29 de octubre, el Congreso aprueba el proyecto de
Ley Orgánica contra la actuación de Bandas Armadas, con los votos en contra de
dos diputados del Grupo Mixto, Juan María Bandrés y Fernando Sagaseta, y la
abstención del PNV.
Tres nuevos atentados, con el siniestro e inequívoco signo de ETA, fueron
perpetrados ayer en Guipúzcoa, titula el Abc del 1 de noviembre. “Pocos minutos
antes de las nueve de la mañana era asesinado en San Sebastián, dentro de su
propio coche, el dirigente de la UCD vasca Juan de Dios Doval, virtual sustituto
de Jaime Mayor en el Parlamento vasco. Apenas una hora antes un activista
entraba en un taller de fundición de Rentería y daba muerte [presumiblemente
por error] al trabajador Enrique Aguirre Pozo. A las siete de la tarde, en su
domicilio de San Sebastián, fue secuestrado el abogado José María Pérez López
de Orueta y su cadáver fue hallado a las once y media en las cercanías de
Hernani”. ETAm le acusa de narcotraficante y de defender a narcotraficantes, en
una llamada a Egin en la que dicen que antes de matarle le han interrogado. El
31 de octubre, los polimilis, desoyendo las críticas de los “primos”, las condenas
y recomendaciones de EE, matan en Donostia a Juan de Dios Doval, miembro de
la ejecutiva de UCD. El dirigente socialista navarro Víctor Manuel Arbeloa hace
llegar un telegrama a la UCD de Guipúzcoa en el que dice que basta de
funerales, de flores y de discursos; que “en Euskadi, por culpa de unos y de
otros, ya no se puede vivir” y “esto no puede continuar así”. A decir del dirigente
de la UCD y ministro Rafael Calvo Ortega se equivocan los que piensan que con
este atentado la UCD vasca se desmoronará, porque la UCD del País Vasco se
une así más y el partido se hace más sólido. La decisión de ETApm de atacar a
los dirigentes de UCD ha sido tomada en la reunión de su Biltzar Ttipia
[Asamblea reducida] del mes de septiembre, y busca la ruptura del partido de
Gobierno, porque “solo así podremos esperar una salida a los grandes
problemas”.
Noviembre sigue ofreciendo más de lo mismo. ETAm mata en una cafetería
de Zarautz a cuatro guardias civiles de Tráfico y un cliente. Mata en Eibar el
mismo día a un policía nacional y a un presunto confidente. El economista
Ramón Tamames manifiesta que “detrás de ETA hay un cerebro satánico”. El
ministro Juan José Rosón declara que “ETA quiso ganar el calor popular, y hay
que reconocer que llegó a contar con él en cierta medida, pero ahora este calor
ha descendido, cuando un hombre como Mario Onaindia, profundamente
español por ser profundamente vasco, dice que a nadie se le puede matar por sus
ideas”. ETAm coloca un explosivo en el embarcadero del chalet del doctor
Usparicha en Sukarrieta-Pedernales, alegando defender así los derechos de la
mujer: anda de por medio la denuncia de la hipocresía en relación con el aborto
y ya había sido objeto de un intento de secuestro a primeros de octubre, a manos
de un comando integrado exclusivamente por mujeres. Más atentados contra
guardias civiles, más detenciones, y la muerte en Caracas, el 14 de noviembre,
de Jokin Etxeberria y Esperanza Arana, un matrimonio eibarrés solidario con los
exiliados vascos, el mismo día en que la extrema derecha mata en Hernani a un
vecino sin significación política, y ETAm a un militante de Alianza Popular en
Santurtzi. El dirigente de HASI y de HB Txomin Ziluaga implica a la embajada
de España en Caracas, en la que ha estado destinado Antonio González Pacheco,
Billy el Niño, en el asesinato de Jokin y Espe y lo atribuye a servicios paralelos
españoles: “Que no se acuse a mercenarios o incontrolados del asesinato, sino a
la policía de la Embajada. UCD es responsable”, denuncia.
Comandos de ETApm intentan el 16 de noviembre una operación espectacular
de “abastecimiento”, asaltando sendas instalaciones militares en Euskadi y
Catalunya, contra las oficinas de la jefatura del Sector Aéreo de Vascongadas en
San Sebastián, y contra el acuartelamiento del batallón de cazadores de montaña
Cataluña IV, en la localidad barcelonesa de Berga. En el primer asalto, se
apoderan de cinco fusiles Cetme y una pistola, y hieren de gravedad al coronel
Ramón Gómez Aranalde, que ha tratado de impedir la retirada del comando. La
operación de Berga la frustra uno de los centinelas, que da la alarma. Pronto son
identificados los asaltantes y sus apoyos entre nacionalistas catalanes, y tres de
ellos, detenidos. El 23 de noviembre, mercenarios al servicio de Interior,
disparan indiscriminadamente en un bar de Hendaya y matan a dos ciudadanos
franceses sin vinculaciones políticas, además de herir a unos cuantos más. Los
mercenarios cruzan la frontera atropelladamente, forzando las barreras francesas,
se refugian en dependencias policiales españoles y solicitan el aval del comisario
Manuel Ballesteros, que se lo da, diciendo que se trata de informadores a su
servicio. Los funcionarios policiales de la frontera los dejan en libertad, sin
siquiera levantar atestado, ni alertar a la autoridad judicial. Antes de finalizar
noviembre, ETAm da muerte al jefe de la Policía Municipal de Donostia,
teniente coronel del Ejército y exjefe de la Policía Armada, Miguel Garciarena
Baraibar, y coloca una bomba en el auto de un inspector de policía en Logroño,
que provoca su muerte y la de dos civiles. Felipe González, de visita en Nueva
York por invitación del Spanish Institute para hablar de la situación española,
dice que la violencia terrorista es la peor amenaza que pesa sobre la democracia
española y defiende medidas policiales enérgicas, además de medidas políticas y
medidas de colaboración internacional, especialmente por parte de Francia,
“refugio y base de operaciones de ETA”. En respuesta a la pregunta de un
asistente al coloquio, sostiene que la negociación con ETA es en la actual
situación imposible. Se muestra partidario de llenar el marco de competencias
autonómicas con eficacia y celeridad, así como de reforzar el Frente para la paz.
El líder de la oposición española afirma también que para el partido socialista la
defensa de la democracia es tema prioritario y que la situación que está viviendo
el país es de “fragilidad democrática”.
Los Comandos Autónomos Anticapitalistas, que tienen esta zona como teatro
preferente de sus operaciones, dan muerte en Azpeitia a Ignacio Lasa, el seis de
diciembre. El nueve, el presidente Suárez viaja al que la prensa de Madrid
califica de “centro del terror”: hace su primera visita oficial a la Comunidad
Autónoma Vasca, y los alcaldes del PNV la boicotean. El periodista José Oneto
alerta sobre “El peligro Arzallus”, al que ve como un infiltrado de EE en el PNV,
después de que este haya dicho que “en el País Vasco hay motivos suficientes
para que siga habiendo jóvenes que se sientan cargados de razón para acusarnos
de ingenuos y de farsantes y acudir a vías de acción violenta”. El once de
diciembre, ETAm mata a un inspector de policía en Eibar y poco después
ametralla a varios guardias civiles en Sondika. Se producen detenciones sin
cuento por toda la geografía vasca. El 30, servicios paralelos españoles dan
muerte en Biarritz, mediante una bomba colocada en los bajos de su auto, al
refugiado vasco José Martín Sagardia, Usurbil. Su nombre había aparecido en la
lista de etarras activos publicada en 1978 por el Ministerio del Interior, y la
Policía española le tiene por integrante del Comité Ejecutivo de ETAm. El
modus operandi es similar al empleado contra Argala y se produce cinco
semanas después del atentado contra el Bar Hendayais. Hace el número cinco de
los atentados mortales contra presuntos militantes de ETA militar, perpetrados en
el País Vasco continental, tras los de Argala, Enrique Gómez Alvarez, Juan
Lopategui y Justo Elizarán. El último Consejo de Ministros del año aprueba la
remisión a las Cortes del proyecto de Ley que regula el Concierto Económico
entre la Hacienda del Estado y el País Vasco.
MATAR AL INGENIERO RYAN

La generación nacionalista del exilio pierde el 1 de enero de 1981 a uno de sus


hombres más representativos: muere Manuel Irujo en su Lizarra-Estella natal,
tras cuarenta años de exilio. Telesforo Monzón lo hará unas semanas más tarde,
el 9 de marzo, en su casa de Donibane Lohizune. Las referencias patrióticas
vascas más importantes de un tiempo de guerra y exilio están desapareciendo. El
Irujo republicano y vasco por navarro, ha muerto aceptando con resignación la
monarquía instaurada por Franco y el diseño autonómico destinado a la
separación institucional de los territorios vascos peninsulares. El Monzón
aristócrata y poeta ha optado por morir combatiendo junto al “pueblo trabajador
vasco” la reforma tramposa, y reivindicando la memoria y los objetivos de los
“gudaris de ayer y hoy”.
Frente a los que aceptan la reforma como única posibilidad; frente a los que la
prefieren a la incertidumbre revolucionaria; ante los que se están muriendo y
quieren creer que tal vez no sea democrática pero puede traer la democracia; ante
quienes piensan que la ruptura es deseable pero imposible, o los que piensan que
no compensa la incertidumbre que genera; ante los que han aceptado los
consejos de la potencia occidental hegemónica, ETA militar parece optar y
luchar para que, si no es posible la ruptura, no sea tampoco posible el fraude. Su
capacidad de fuego y de movilización social es limitada, pero suficiente para
mantener un combate de provocación a las Fuerzas Armadas, de agresión a las
Fuerzas de Orden Público, a los tribunales de excepción, a la gran banca, a los
poderes fácticos en definitiva. Tampoco Europa parece fiarse del todo de una
Transición promovida y encabezada por notorios franquistas, y eso puede
explicar tal vez lo inexplicable que resulta a los impulsores españoles de la
reforma su inicial tolerancia con ETA y su guerra. ETA militar ya había intentado
antes acabar con la vida de los jefes de Estado, padre e hijo, posibles y
necesarios para esta Transición, sin éxito. Le queda como arma más poderosa el
golpismo latente en las Fuerzas Armadas y en nostálgicos del franquismo duro.
Está a punto de conseguirlo. Los que han sobrevivido a los que entonces dirigían
la estrategia de ETA militar no aceptan que trabajaran para el golpe, sin reparar o
aceptando la represión brutal que traería consigo. Lo desearan o no, en esa
dirección viene caminando una estrategia que tiene su materialización en el
golpe televisado, teatralizado, puesto en escena por extravagantes tricornios
acalorados el 23 de febrero de 1981.
Las gestoras pro-amnistía hacen un nuevo balance de la represión en 1980.
Más de dos mil personas han pasado por comisaría y hay 220 presos, frente a los
150 de hace un año. Los polimilis le pegan un tiro en la rodilla a un constructor
rechazado por los vecinos de Rekalde, en Bilbo. Lanzan una granada hueca
contra el Gobierno Civil de Navarra, que no alcanza su objetivo. Menudean los
atracos en sucursales bancarias, a cargo de las tres organizaciones armadas
abertzales. ETAm atenta mortalmente contra presuntos traficantes de drogas,
confidentes e infiltrados. Proliferan las suspensiones gubernativas de acuerdos
municipales y las prohibiciones de manifestaciones reivindicativas populares.
Abogados de presos reciben cartas explosivas en sus despachos. ETApm opta
por los secuestros de personas adineradas que les proporcionen importantes
rescates. ETAm se da a reventar subestaciones de Iberduero. El 29 de enero, ETA
militar secuestra al ingeniero-jefe de Lemoiz, José María Ryan, el mismo día que
un artefacto que se disponía a colocar en una torre de Iberduero mata a José
Ricardo Barros en Tutera. ETAm exige la demolición de la central nuclear en
construcción a cambio de la libertad de Ryan. Ese 29 de enero, Adolfo Suárez
presenta al Rey su dimisión como presidente del Gobierno. Al día siguiente,
Juan Carlos I inicia las consultas con los Grupos Parlamentarios para proponer
candidato a la presidencia. El secretario general del PSOE, Felipe González,
recomienda la formación de un gobierno de coalición. El comité ejecutivo de
UCD propone a Leopoldo Calvo Sotelo.
Apenas iniciado febrero, ETApm lanza dos granadas anticarro contra el
cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo, convertido ya en el enclave más
importante y opaco del Estado en tierras vascas: las granadas no alcanzan su
objetivo, explosionan en terreno abierto, no provocan daños personales ni
materiales. El 3 de febrero aterriza en el aeropuerto de Foronda Juan Carlos I,
con el propósito confesado de presentar sus respetos a las instituciones históricas
vascas en la Casa de Juntas de Gernika. La contestación comienza en el mismo
aeropuerto, y sigue en todos los lugares en los que la atosigante presencia
policial lo permite. La protesta pacífica de los electos de Herri Batasuna en el
acto de la sala de juntas se va a interpretar por el resto de formaciones políticas
vascas como una provocación antidemocrática y provocadora. Para los electos
de HB es una manifestación coherente con los intereses que representa. La
desaprobación se materializa con el canto, puño en alto, del Eusko gudariak,
repetidamente, hasta que son desalojados por una alegal policía de paisano que
el Gobierno de Garaikoetxea ha preparado y contempla como el embrión de la
Policía autonómica. Al portavoz del PC Roberto Lertxundi lo de HB le parece
una mamarrachada que prostituye el himno de los soldados vascos. Al dirigente
de EE Xabier Markiegi le parece una provocación que no hace sino enredar más
la solución de los problemas. Para Jesús María Viana, presidente de UCD del
País Vasco, la actuación de los boicoteadores es el fiel reflejo de lo que entiende
HB por actuación democrática. Para el PNV, esto es lo que HB interpreta como
democracia. El senador de HB, Miguel Castells, denuncia que han sido
golpeados –él mismo, apaleado– y que los golpes provenían de los escaños
parlamentarios. Lo ha explicado así: “Cuando estábamos cantando el Eusko
gudariak han venido hacia nosotros unos chicos jóvenes que no se han
identificado y, sin que yo ejerciera la más mínima fuerza física, me he visto
lanzado por los aires. Al caer he recibido golpes por todas partes, que provenían
de los escaños parlamentarios y que no me los daban los jóvenes que habían
venido en un principio”.
El 6 de febrero, desoyendo peticiones, reclamaciones y gestiones de todo tipo,
ETAm acaba con la vida del ingeniero José María Ryan Estrada, al cumplirse el
plazo de siete días dado para hacer efectiva su condición para liberarlo: demoler
la central nuclear de Lemoiz. ETAm ha hecho saber previamente en un
comunicado que Ryan “ha comparecido ante un consejo revolucionario que le ha
encontrado culpable de ser coautor en grado máximo de las decisiones y
ejecutorias llevadas a cabo por Iberduero, SA, en la central nuclear de Lemóniz
y, por tanto, puede ser ejecutado en cualquier momento a partir de esta hora”. El
comunicado extiende la amenaza a todos los cuadros superiores y mandos
responsables, advirtiéndoles de que “la ejecución del ingeniero jefe de
explotación no es un hecho aislado, sino la apertura de un nuevo frente de
actuación que les afecta a todos ellos”. ETAm desmiente que se hayan producido
intentos de negociación y acusa al Gobierno español y a Iberduero de haber
vuelto la espalda a Ryan y a su familia, dejando pasar los días sin contestar a su
ofrecimiento de puesta en libertad. La conmoción social es enorme. Partidos
políticos y centrales sindicales, salvo HB y LAB, convocan sendas
manifestaciones unitarias de protesta en Bilbo y Donostia, y una huelga general
de 24 horas para el lunes día 9, que tiene importante seguimiento.
La Comisión de Defensa de una Costa Vasca No Nuclear, inspiradora del
movimiento antinuclear, manifiesta que la situación creada le obliga a un
“replanteamiento de nuestra actividad y papel en la trágica controversia de
Lemóniz. El problema ha llegado a unos niveles ajenos a nuestros modos de
actuación”. El profesor José Allende, uno de sus rostros más representativos,
declara al diario El País que “lo sucedido me obliga a un absoluto
replanteamiento de mi militancia en la lucha antinuclear, lucha que ya es
imparable, y sin que ello signifique renunciar a los principios y fundamentos que
me hicieron participar de ella. Estoy muy cansado y todo lo sucedido, y digo
todo desde todos los puntos de vista, me ha afectado. Han ocurrido cosas
demasiado sucias, que yo no llego a entender. Además, en otro orden de cosas,
José María Ryan era un buen amigo mío desde mi infancia y yo soy un ser
humano”.
Tercia ETA político-militar, acusando a los milis de querer provocar un
enfrentamiento civil, de haber dejado de representar la historia de ETA, de haber
dejado de lado con sus actuaciones el componente nacional y de clase. En un
comunicado depositado en Radio Popular de San Sebastián, sostiene que ETA
militar ha conseguido el mayor desprestigio político de la lucha armada en toda
su historia, cuando precisamente su organización es más activa a nivel militar.
ETA político-militar se reafirma sin embargo en la validez de otro uso de las
armas en un proceso revolucionario. Los polimilis condenan la muerte de José
María Ryan, pero reclaman la paralización de las obras de la central nuclear y la
convocatoria de un referéndum. Tercia también el GBB [regional guipuzcoana]
del PNV con una invitación a la reflexión a quienes en el pasado prestaron su
apoyo a una HB que “cada día se polariza más claramente hacia métodos
fascistas”.
El 13 de febrero fallece en el Hospital Penitenciario de Carabanchel Joxe
Arregi Izagirre. Compañeros presos recogen sus últimas palabras –“Oso latza
izan da” [Ha sido muy duro] – y el relato de las torturas que ha sufrido desde su
detención el 4 de febrero en Madrid, junto a Isidro Etxabe. El estremecedor
relato llega al diario Egin mediante familiares que han recibido un apretado texto
lanzado a través de los barrotes de la cárcel por los compañeros que le han
atendido en sus últimos momentos. Inmediatamente hay en Euskadi un
llamamiento a la huelga general, que nadie se atreve a contestar. Las
circunstancias de la muerte por tortura, que días después se van a visualizar en
fotos tomadas en el cementerio en el que van a reposar sus restos, son evidentes,
incontestables, confirmadas por la autopsia, imposibles de negar. Santiago
Carrillo habla de “grupos ocultos en el aparato judicial”. Enrique Múgica
Herzog, de “asesinato despiadado, cometido por funcionarios del Cuerpo
Superior de Policía”, que “ha de ser drásticamente castigado”. Las protestas,
paros y manifestaciones por esta muerte contrarrestan a las habidas tras la de
José María Ryan
El candidato a la presidencia del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, expone el
18 de febrero ante el Pleno del Congreso de los Diputados su programa de
gobierno, a fin de conseguir de la Cámara su investidura. No obtiene en la
primera votación del día 20 la mayoría necesaria de los 176 votos. El 23 de
febrero se produce el que va a pasar a la historia como intento de golpe de
Estado. En el transcurso de la segunda votación de investidura de Calvo Sotelo,
alrededor de doscientos números armados de la Guardia Civil, al mando del
teniente coronel Antonio Tejero, toman el Congreso, retienen al Gobierno y a los
diputados. Jaime Milans del Bosch, capitán general de la Tercera Región Militar,
toma la ciudad de Valencia y decreta el toque de queda. Los secretarios de
Estado y los subsecretarios asumen la gobernación del país. El 24 de febrero, de
madrugada, el Rey dirige un mensaje a los españoles, a través de Radio
Televisión Española, en el que ordena el mantenimiento del orden institucional
votado por el pueblo español. El general Milans del Bosch ordena la retirada de
las tropas de la ciudad de Valencia. El Gobierno y los miembros del Parlamento
son liberados después de diecisiete horas de secuestro. Juan Carlos I se reúne
con los representantes de los partidos políticos mayoritarios para analizar la
situación. El 25 de febrero, tiene lugar la votación de investidura de Leopoldo
Calvo Sotelo. En esta ocasión obtiene la mayoría absoluta. Son liberados
también los representantes de HB que estaban “retenidos” por la Policía en
Iruña, a la espera del desenlace de la operación: en Euskadi han circulado
nombres en el punto de mira de los golpistas. El 26, Calvo Sotelo jura su cargo y
el 27 tienen lugar manifestaciones multitudinarias en protesta por el intento de
golpe de Estado y en defensa de la Constitución y de la democracia. La
Monarquía y la Transición han salido fortalecidas, y advertidas, de la prueba.
El semanario Punto y Hora de Euskal Herria publica el 26 de este febrero
endemoniado las fotos del cadáver torturado de Joxe Arregi, amoratado por los
golpes, desfigurado. A las fotos hechas llegar a los medios de comunicación
acompaña una nota: “Estas fotografías han sido remitidas a medios próximos a
EE, Gobierno vasco, Amnesty Internacional y HB, con la sola pretensión de su
difusión al pueblo vasco y a todos los pueblos del mundo. Sobran, pues,
cualquier manipulación o utilización de ellas por partido, grupo o coalición
determinada”. Luego se supo, muchos años después, cuando el autor conocía que
su muerte estaba próxima, que fueron tomadas por Juan Cruz Unzurrunzaga,
ayudado por el pintor Vicente Ameztoy y la complicidad de un empleado del
cementerio de Zizurkil. En entrevista al diario Berria, Unzurrunzaga explicó que
había tomado las fotos al cadáver el mismo día en que fue enterrado, pocas horas
después de que recibiera sepultura. “Abrimos el ataúd, sacamos el cadáver,
pusimos varias sábanas para que nadie detectara en qué sitio se habían sacado las
instantáneas, y luego, a los pocos minutos, volvimos a poner el féretro bajo la
losa. El cemento estaba todavía fresco”. Juan Cruz Unzurrunzaga murió joven
pero vivió mucho. Estudió Derecho, militó en ETApm y cayó preso por las
denuncias del infiltrado Mikel Lejarza, conocido como El Lobo. En 1976 dirigió
la creación de COPEL [Coordinadora de Presos Sociales en lucha] de Euskadi,
participó en la primera Gestora Pro Amnistía, fue promotor cultural, restaurador
en Euskadi y en Chile, galerista. Pertenecía a una familia ilustre de defensores de
la lengua y cultura vascas, con su padre Patxi Unzurrunzaga, fundador de la
Editorial Itxaropena de Zarautz, a la cabeza.
El diario El País, emblema y soporte de la Reforma, reflexiona y editorializa
en el arranque de marzo acerca de los responsables de lo que ha sucedido. No
todos son culpables, dice. No toda la derecha conservadora es freudianamente
responsable del “último intento sedicioso de golpe de Estado”. Lo que procede
es el “análisis, racional y moral, de los más recientes sucesos y de toda la
transición española”. Los errores cometidos no explican, a su juicio, ni de lejos
“la salvaje agresión contra la soberanía popular de la que este país ha sido
objeto”. La sublevación del pasado lunes “solo a la paranoia totalitaria y al
golpismo sin matices puede imputarse, paranoia que ha sido financiada por
sectores civiles, tanto o más culpables que los militares implicados”. Los
culpables de lo sucedido son muy pocos y muy identificables, los terroristas de
ETA y su minoritario apoyo social, los terroristas de ultraderecha y sus
poderosos pero escasos apoyos; pocos son los hombres de empresa o financieros
dispuestos a sufragar los gastos de un movimientos sedicioso, “y muy pocos los
generales y jefes del Ejército prestos a sumarse a una rebelión”. También son
muy pocos, a decir del editorial, “los libelos que pretenden apellidarse de
periódicos y que salen a la calle alentando y exculpando el terrorismo de ETA o
el terrorismo golpista”. El País está apuntado al diario Egin –aunque antes y
después y en diferentes ocasiones va a defender su derecho a existir– y a El
Alcázar. Le parece por añadidura revelador que empleen el mismo tipo de
argumentos y justificaciones. “La culpa de lo sucedido el lunes no es de los
españoles, sino, en todo caso, del general Milans del Bosch, sea dicho con toda
la moderación del mundo. Es él quien debe ser sometido a juicio, y no nuestras
conciencias: ni la del Ejército, ni la del pueblo”, concluye. Lo “sucedido el lunes
pasado” lleva a ETApm a anunciar un alto el fuego sin plazos ni condiciones,
además de a liberar a los tres cónsules que mantiene secuestrados. Lo anuncia el
último día de febrero en una rueda de prensa a la que han sido conducidos
determinados medios de comunicación ante tres encapuchados. Les hacen
entrega de un manifiesto de catorce folios para explicar una decisión que venían
madurando desde hace tiempo y que han precipitado los sucesos del 23 de
febrero. ETApm cree que, aun manteniendo su aparato armado, ha llegado el
momento de replegar la acción armada y dejar paso a otras vías para la
resolución de los problemas. Emplaza por ello a ETAm a la paralización de sus
acciones. Dicen haber tomado el acuerdo de alto el fuego por unanimidad y no
contemplan por tanto escisiones.
Detienen a primeros de marzo a dos presuntos miembros del Batallón Vasco
Español, posibles autores de siete asesinatos, a las pocas horas de que dieran
muerte en Andoain a Javier Ansa, familiar de una víctima anterior del mismo
Batallón. La policía conocía las actividades de Ignacio Iturbide, uno de los
implicados, desde hace más de un año. El otro es Ladislao Zabala, de veintisiete
años, licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Deusto. Su padre
ha sido vicepresidente de la Diputación Provincial de Guipúzcoa en los primeros
años sesenta, y un hermano de este, Federico Zabala Alcíbar, es senador por el
PNV. Ignacio María Iturbide, Piti, de 32 años, natural de Andoain, ha venido
actuando como liberado, ha sido guarda jurado en Orbegozo de Hernani, ha
tratado de infiltrarse entre los presos políticos de la cárcel de Martutene, ha
participado junto a guardias civiles en acciones ‘negras’ de propaganda; ha
estado a sueldo de la Policía Municipal de Amorebieta y actuado contra su
población en fiestas; en abril de 1978, ha sido detenido junto a otros dos
individuos, estando armado y con documentación falsa, por participar en
incendios y voladuras de establecimientos públicos y sedes de partidos políticos
de Gipuzkoa. Zabala e Iturbide están implicados en las muertes de José Ramón
Ansa, Tomás Alba, Felipe Sagarna, Miguel Arbelaiz, Luis María Elizondo,
Joaquín Antimasbere y Francisco Javier Ansa, pariente de José Ramón. Han
actuado preferentemente en el “triángulo de la muerte”, entre Hernani y
Andoain. La confesión de un ultra arrepentido, redactada en el mes de febrero y
hecha llegar a medios de comunicación y abogados, ha forzado las detenciones.
De acuerdo a este testimonio, Iturbide es muy peligroso, ha participado en el
atentado contra el bar Alaia y una tienda de la parte vieja donostiarra, en el
atentado contra la villa de los padres de Pertur en Irun, en la voladura de dos
chalés en Bizkaia, en el apaleamiento de la madre y hermanas de Txiki, el
militante de ETA fusilado en 1975. Ha contado con la protección de un capitán
de la Guardia Civil, con mando en la zona vizcaína. Euskadiko Ezkerra pide a la
población que presione a ETAm para que declare un alto el fuego.
A través de Diario 16 se conoce que el general Alfonso Armada, una de las
cabezas del 23-F, se había reunido en octubre último con Enrique Múgica y Joan
Reventós y les había propuesto un Gobierno fuerte PSOE-UCD, presidido por un
independiente, “presumiblemente militar”. La larga reunión tuvo lugar en casa
del alcalde de Lleida, el socialista Antonio Ciurana. Armada la vendía como
hipótesis última para evitar la quiebra del Estado, y los socialistas no le han
hecho ascos, siempre que se hiciera por procedimientos constitucionales. El
general se ha mostrado muy preocupado por la situación autonómica de España,
y por la posible amnistía para los miembros de la UMD, Unión de Militares
Demócratas [militares antifranquistas]. El presidente Suárez sabía de esa
reunión, conocía la postura del PSOE. Al periódico que dirige entonces Pedro J.
Ramírez le parece una iniciativa tranquilizadora la nueva tipificación penal de
determinadas conductas anticonstitucionales contenidas en la presentada como
Ley de Defensa de la Democracia. Con ella, dice, ni El Alcázar ni Egin podrán
continuar haciendo apología de los terroristas de Tejero y los golpistas de la
ETA. Es una de las leyes que trae el no tan fallido golpe. No ha pasado un mes
del Tejerazo, y Felipe González no duda en afirmar que, “si tengo algún día
responsabilidades de gobierno, no se separará del territorio nacional ni un solo
trozo”, no tiene inconveniente en pactar con Calvo Sotelo la ley en cuestión.
Orain SA de Hernani, empresa que edita Egin y Punto y Hora, se toma un
tiempo de reflexión para valorar el riesgo de que cerrando y ocupando las
instalaciones de la revista, deliberadamente más radical, cierren las del diario. El
proyecto de ley contempla la clausura de una publicación y la ocupación de sus
instalaciones, en determinados supuestos, que parecen pensados antes en estas
publicaciones que en El Alcazar, como se alega.
El teniente coronel Ramón Romeo Rotaetxe, herido mortalmente de un
disparo en la nuca, es la primera víctima militar en cuatro meses, la primera tras
la intentona del 23-F. ETAm deja claras sus intenciones. La junta de jefes de
Estado Mayor ha sido alertada de una posible escalada contra miembros e
instalaciones de las Fuerzas Armadas, ofensiva que se habría iniciado el pasado
19 de marzo con el atentado en Bilbao contra el teniente coronel Romeo. Según
una nota oficial del Ministerio de Defensa, algunos indicios apuntan que las
tensiones internas de ETA podrían haberse resuelto a favor de la línea dura. Se
puede leer estos días en la revista Interviú que no se trata de una simple
provocación al Ejército, sino de un auténtico golpe de Estado contra todo el
pueblo español, que revela que también los extremistas están por el golpe, sin
reparar en medios. El 21 de marzo, ETAm mata en Iruñea de dos disparos al
teniente coronel retirado, exjefe durante trece años de la Policía Foral de
Navarra, José Luis Prieto Gracia. Tanto él, como Romeo, en la entrada de la
iglesia a la que asisten. ETA militar, advertida de la situación, dice no desear ver
tanques paseando ni por las calles de Euskadi ni por las del resto del Estado, que
lo que quiere y busca es la ruptura democrática y que se reconozcan a los vascos
sus derechos. Solo así están dispuestos a ofrecer un alto el fuego duradero. ETA
político-militar ha empezado prontamente a poner en cuestión su anunciado alto
el fuego, a la vista de las posturas involucionistas de la UCD y el PSOE. Escribe
Carlos Dávila en Abc que comandos polimilis se han pasado a ETA militar.
Preocupado por la implicación del Ejército en la guerra contra ETA que se
anuncia, el diario que dirige Juan Luis Cebrián alerta del riesgo de caer en las
provocaciones criminales de ETA, argumenta que golpistas y terroristas
coinciden en su deseo de transformar el bandidaje político en algo respetable, y
ETA necesita un despliegue militar para revestir sus crímenes con la retórica de
la guerra revolucionaria y ampliar así sus bases de sostén gracias a la espiral
acción-represión-acción.
En una emboscada, la Policía mata en Gasteiz a José Manuel Aristimuño,
Pana. Hernani, de donde es natural, se paraliza, el mismo día de final de mes en
que se producen detenciones en Tolosa, Amezketa, Tutera, Olazagutia. Orereta-
Renteria, Usurbil, Hernani, Tolosa, Plentzia, Arrigorriaga, Barakaldo, y el
Gobierno español pide a Francia la extradición de nueve refugiados vascos.
Herri Batasuna se siente obligada a desmentir que tenga contactos con ETAm, y
lo hacen en el curso de una rueda de prensa en instalaciones del Consistorio
donostiarra. Califican de jaimitada la afirmación del ministro del Interior, Juan
José Rosón, de que HB es el brazo político de la organización terrorista. “No
somos ni el brazo, ni la pierna, ni cualquier otra parte de la anatomía de ETA”,
asegura el senador Miguel Castells, que ha comparecido junto a representantes
municipales de Pasaia y Hernani, dos de las poblaciones de mayor importancia,
además de Orereta-Renteria, con alcaldes de HB. En los últimos quince días han
sido detenidos más de veinte concejales de HB y numerosos militantes, que en la
mayoría de los casos, tras serles aplicada la Ley Antiterrorista, han quedado en
libertad sin cargo alguno. Castells sostiene que nunca les han encontrado una
conexión con ETA, ni han encontrado un tirachinas siquiera en su poder. Ellos
podrían decir con más fundamento que el Batallón Vasco Español es el brazo
político de Rosón, cuando se niega a aportar datos al juez sobre los tres sujetos
que cruzaron ilegalmente la frontera tras el atentado en el Hendayais, y no ha
ofrecido nunca información sobre los fondos, conexiones y complicidades del
Batallón en cuestión. Miguel Castells se pregunta si las detenciones en masa y la
utilización de HB como chivo expiatorio de los problemas de Madrid, “no
llegarán a obligarnos, a corto o medio plazo, a reconocer que el papel de la
coalición como plataforma no clandestina y no violenta de una política
independentista en Euskadi, debe darse por terminada, y que debemos ceder el
campo a otras expresiones del amplio sector del pueblo vasco que nos apoya”.
Con unas pocas horas de margen, ETA da muerte a dos policías nacionales y
hiere a varios más, cuando se disponían a montar un control en Begoña. Juan
Pedro Quiñonero publica en Diario 16 que la actividad de Iparretarrak preocupa
seriamente al Gobierno de Giscard. La organización ha explicado en una rueda
de prensa su estrategia política, que el periodista ve calcada a la de ETA militar,
aunque las relaciones entre ambas nunca hayan sido buenas, precisamente. El
pasado 26 de marzo, cuatro potentes bombas han explosionado simultáneamente
en dos locales públicos de Baiona y Donibane Lohizune (San Juan de Luz), que
inicialmente han sido explicadas en París como actos aislados y que ahora
comienzan a calibrar de otra manera. La reacción político-policial del Gobierno
francés a estos atentados ha sido inmediata, han detenido a seis jóvenes,
acusados de tenencia ilícita de explosivos y destrucción de edificios públicos. La
prensa francesa especula con las afinidades de Iparretarrak con ETAm y con la
dificultad policial para “penetrarlos”, porque provienen del medio rural y
componen comandos inaccesibles a la Policía francesa. El mismo día de abril en
que ETAm da muerte a un teniente retirado del Ejército en Donostia, y en
Basauri a un teniente coronel jubilado de la Guardia Civil, los autónomos dan
muerte al director de producción de la empresa Moulinex de Usurbil y los
polimilis liberan a Luis Suñer tras el pago de varios cientos de millones de
pesetas como rescate.
Llega Aberri Eguna, y el semanario Ere lo ve “con pena y sin gloria”. Ve
también a Lemoiz a punto de caramelo, “entre el referéndum y el control
público”, con la mirada de Iberduero puesta en el PNV. Se hace eco asimismo de
las preocupantes leyes que Madrid prepara y de la detención del abogado y
teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Sebastián por EE Pedro Ruiz
Balerdi, acusado de haber colaborado y cobrado por intermediar en el secuestro
de Suñer. Le acusan de haber intervenido también como intermediario en los
anteriores secuestros de los polimilis. Sábado Gráfico explica cómo se hacen
millonarios gracias a ETA “Los abogados del diablo”. El País informa que la
mediación de Ruiz Balerdi era conocida por el Gobierno español, que obtuvo su
libertad amparándose en el secreto profesional y que ha dicho que el dinero que
se le ha incautado no es suyo.
El atentado que el 7 de mayo tiene lugar en Madrid contra el teniente general
Valenzuela, jefe del Cuarto Militar del Rey, es la confirmación de los temores
anunciados. El teniente general Joaquín de Valenzuela resulta gravemente
herido, su ayudante el teniente coronel Guillermo Tevar Saco, el suboficial de
escolta Antonio Nogueira García y el soldado conductor Carlos Rodríguez
Tabeada, muertos, y diez transeúntes heridos. Es el cuarto atentado desde el
intento de golpe de Estado y ha tenido lugar en Madrid, 72 horas después de que
el Grapo matara al general González de Suso. Para atentar contra el teniente
general Valenzuela, los miembros del comando han dejado un paquete-bomba
sobre el vehículo oficial. Poco después, medio centenar de personas grita
“¡Ejército al poder, Tejero, libertad!” y “la policía, con Franco no moría”. El
clima de tensión va creciendo a partir del mediodía, un grupo de manifestantes
que permanecía junto a la salida del metro de Goya rompe a cantar, brazo en
alto, el Cara al Sol y tacha de asesina a la democracia. Este clima lleva a la
Guardia Civil de Almería a ver en tres jóvenes santanderinos que asisten a una
primera comunión familiar un comando etarra. Los detienen, los torturan, los
arrojan por un terraplén. Cuando la versión terrorista se hace insostenible,
fuentes policiales ponen a rodar la de que puede tratarse de delincuentes
comunes que han desoído la orden de detenerse. Pronto se hace insostenible
también.
Mediado mayo, un comité de expertos presidido por Eduardo García de
Enterría entrega al Gobierno central y al PSOE un dictamen en el que se
aconseja un cambio en el proceso autonómico. Gobierno y PSOE llegan a un
acuerdo prácticamente completo sobre la viabilidad del informe García de
Enterría, a fin de encauzar la construcción del Estado de las Autonomías. El
acuerdo prevé respetar totalmente los estatutos ya vigentes y rechaza la negativa
radical a las autonomías provinciales, con fórmulas para agregarlas a otras
comunidades en caso de que fueran inviables. Comunistas y nacionalistas
rechazan el documento. Echa a andar la que terminará siendo Ley Orgánica de
Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), eje fundamental de los pactos
autonómicos suscritos por UCD y PSOE con el fin de reconducir el proceso
autonómico sin necesidad de reformar el título VIII de la Constitución. Cuando
se apruebe, las reglas de juego entre poder central y comunidades autónomas
habrán cambiado de raíz. El 23-F se hace notar, los partidos mayoritarios han
tomado nota. Un vehículo que custodia el traslado de dinamita para una cantera
de Lemoa es alcanzado por una bomba colocada por ETA militar a un lado de la
carretera. Mueren dos guardias civiles y un tercero resulta herido. Se practican
detenciones en la zona, entre ellas, Tomás Linaza, padre de un militante de ETA
huido, y Juan José Camarero, prior de los Sacramentinos de Areatza-Villaro. Al
ser puestos en libertad sin cargos denuncian haber sido torturados. Los atentados
contra instalaciones de Iberduero se intensifican, así como las detenciones. Un
policía nacional muerto y otros cuatro heridos es el balance del atentado
perpetrado en San Sebastián contra una furgoneta policial mediante una carga
explosiva accionada a distancia. Se habla de que se rompe así la tensa calma que
en Euskadi ha durado tres semanas. El anterior atentado de ETA con efectos
mortales ha tenido lugar el 14 de mayo en Lemoa. Siete días antes, en Madrid, se
había producido el atentado contra el general Joaquín de Valenzuela.
La democracia debe combatir el terrorismo con las armas propias de la
democracia, es la conclusión central de las jornadas sobre terrorismo y
democracia organizadas en Madrid por la Asociación Pro Derechos Humanos de
España la primera semana de junio. Los participantes han estado de acuerdo en
que los terroristas quieren acabar con la democracia, y han dejado en el aire la
grave cuestión de si los poderes del Estado y las fuerzas de seguridad a sus
órdenes no van a conseguir este mismo objetivo, si se empeñan en seguir
utilizando instrumentos y medidas que violan aspectos esenciales de la
Constitución. En referencia a las leyes especiales de los últimos tiempos, el
catedrático Enrique Gimbernat ha sostenido que muchas de sus disposiciones
violan tajantemente derechos fundamentales reconocidos por la Constitución,
que solo pueden ser suspendidos en estados de excepción regulados por la propia
ley. La regulación de la libertad provisional por decreto-ley, concretamente el de
protección de la seguridad ciudadana de 26 de enero de 1979, la prórroga hasta
diez días del plazo máximo de detención de 72 horas, la posibilidad del secuestro
gubernativo de publicaciones utilizando al ministerio fiscal y al juez, son
algunos de los ejemplos de inconstitucionalidad propuestos por Gimbernat. La
situación en Europa occidental, desde la perspectiva de la lucha policial contra el
terrorismo, le lleva al inspector José Antonio Rodríguez a la conclusión de que
Europa se acerca a un control policial que para sí hubieran querido los dirigentes
del Tercer Reich. A la hora de hablar del papel de jueces y fiscales contra el
terrorismo, el fiscal José Antonio Martín Pallín ha criticado las competencias
crecientes de la Audiencia Nacional y ha defendido que se debería asumir el
riesgo de juzgar a ETA en el propio País Vasco. José Luis López Aranguren se
ha hecho eco de la incomodidad de los intelectuales ante una situación en la que
la crítica del fenómeno terrorista puede interpretarse como un apoyo al aparato
del Estado y ha reivindicado para el intelectual el derecho de poder criticar al
terrorismo y, a la vez, al Estado. Para el profesor Aranguren, la violencia de
Estado es algo tan grave como el terrorismo de los terroristas y ha lamentado que
no se conozca otra forma de luchar contra el terrorismo que cercenando la
Constitución. Ha mostrado asimismo su escepticismo en la democratización de
los poderes fácticos: “Sí, soy escéptico hasta de que pueda haber democracia
interna en los partidos de izquierda, pedir que los militares y los obispos se
vuelvan demócratas es algo difícilmente imaginable. Me conformaría con creer
que van a acatar las normas”. Jesús de la Serna ha expuesto la delicada situación
en la que se encuentra la prensa, como consecuencia de una ley que restablece el
secuestro gubernativo de los medios informativos, y que puede utilizarse como
arma de presión para silenciar la información sobre los hechos terroristas. Ha
calificado de disparate la tesis, defendida en algunos medios periodísticos, de
que es necesario silenciar los actos terroristas para evitar su contagio. No hay
guerra en el Norte, ha dicho el abogado José Ramón Recalde, no hay dos
violencias enfrentadas; ETA es como un equipo belicoso que está sustituyendo a
la voluntad popular e intenta hacer creer a la gente que “estamos en una
situación de guerra cuando la mayoría se niega a aceptar esa lógica”. Xabier
Arzalluz dice en la revista Euzkadi que en los cuartelillos de Euskadi se tortura,
y Marcelino Oreja monta en cólera.
Muere en Zarautz a manos de ETAm la primera mujer agente de Policía. La
inspectora María José García participa en un operativo antiterrorista junto a otros
miembros de la Brigada Central de Información. Tienen localizada una vivienda
en la urbanización Vista Alegre, donde supuestamente se esconde el comando
Goiherri de ETA militar, dirigido por Mikel Goikoetxea. Establecen un
dispositivo de vigilancia en torno al edificio, se disponen a entrar. Sobre la una
de la madrugada, fuerzan la puerta de acceso al portal, unos suben en el ascensor
hasta el sexto piso, otros se quedan en el portal. Entre estos, María José García.
Los miembros del comando detectan el despliegue policial e inician la huida. La
inspectora comienza a subir por la escalera y se topa en el primer piso con los
militantes de ETA: le disparan, la dejan mortalmente herida, lanzan dos
granadas, se entabla un tiroteo, huyen saltando desde el primer piso, al que han
accedido tras reventar a tiros la cerradura. La inspectora era madrileña, hija de
guardia civil, tenía 23 años. Graduada de la primera promoción de mujeres
inspectoras del Cuerpo Superior de Policía. En los dos años de servicio ha tenido
diez menciones de felicitación. El funcionario que ha dirigido la operación va a
ser relevado a los días, “no se alcanzaron los niveles de coordinación deseables”,
dice una nota oficial; ha actuado con precipitación, no ha respetado el tiempo
marcado por el comisario Manuel Ballesteros, que no había descartado dirigir
personalmente la operación. Hasta su jubilación, una foto de la inspectora
presidirá el despacho de Ballesteros: ha tomado como asunto personal la
venganza de esta muerte. Mikel Goikoetxea terminará siendo una de las primeras
víctimas del GAL.
Iñaki Ibargutxi y José Manuel Martínez, dos jóvenes representantes de
comercio vizcaino, mueren ametrallados en Tolosa el día de San Juan, y un
tercero, hermano de José Manuel, resulta herido de gravedad. Al día siguiente,
ETA militar se siente obligada a asegurar que no tienen nada que ver con ese
atentado, porque todo apunta a un comando mili como autor del mismo. HB
colabora con esta versión diciendo que debe ser obra de servicios parapoliciales
para desprestigiar a ETA y, de paso, a la izquierda que apoya la alternativa KAS.
Se reciben llamadas del BVE y la Triple A reivindicándolo. Juan Manuel
Idoyaga escribe en Diario 16 que su paternidad se mantiene dentro de cierta
confusión, al asegurar medios policiales que los autores pudieron ser miembros
de un comando de ETA, que se equivocó confundiéndoles con policías. “En
contra de este argumento –escribe–, los sectores nacionalistas de Tolosa no se
explican cómo pudo ETA atacar a los presuntos policías, precisamente en el
momento en que salían de un establecimiento cuyo propietario, Juan José Arruti,
había estado involucrado en las actividades de la organización terrorista,
comprometiendo así a los dueños del establecimiento”. Recuerda el periodista
que también en el atentado de Alonsotegi sospechó la Policía de ETA, y fue
luego asumido por el BVE. El PNV, partido al que estaba afiliado Ibargutxi, ha
cerrado sus sedes y colocado a media asta la ikurriña, en señal de duelo.
Martínez, por su parte, es un joven cercano al PC. Un vecino de Tolosa llama a
la redacción de Egin y asegura que los miembros del comando han gritado Gora
Euskadi Askatuta cuando huían. Otra persona llama para leer un comunicado en
el que, en nombre de ETA, asegura que no tienen nada que ver “en el asesinato
de ayer en Tolosa, en el que murieron dos jóvenes, a cuenta de los mercenarios
pagados, que crean la confusión y el terror en Euskadi”. Pide asistencia masiva a
los funerales, y reivindica para ETAm la autoría del atentado contra el coronel
Luis de la Parra en Irun. El presidente del EBB, Xabier Arzalluz, dice que “no
hay muertes justas o erróneas”, rechaza la actuación de los “locos armados” y
denuncia las acciones terroristas “tanto cuando son correctamente calculadas
como cuando provienen de errores en cuanto a las víctimas causadas”. En el
funeral por Ibargutxi, celebrado en Miravalles, se percibe el malestar provocado
por la negativa de los concejales de HB de Tolosa a apoyar un comunicado de
condena y la suspensión de las fiestas. Más de mil personas participan en
Durango en el funeral por José Manuel Martínez Castaños, entre ellas, el
presidente del Parlamento vasco, Juan José Pujana, los consejeros del Gobierno
vasco Javier Caño y Pedro Etxenike, y representantes de los partidos políticos
PNV, EE, PC y HB. El diputado Pedro Solabarria representa a HB. Finalizado el
acto fúnebre, una parte de los presentes entona el Eusko Gudariak y se escucha
luego un grito de Gora ETA militarra. Posteriormente, algunos se manifiestan
por la villa entre gritos contra la Policía y los incontrolados.
Viaja Leopoldo Calvo Sotelo a París, se entrevista con Mitterrand, que está
estrenando su primera presidencia, y con el ministro Pierre Mauroy, y se vuelve
esperanzado con el resultado de sus gestiones, aunque solo le hayan dicho que
deben reflexionar serenamente antes de decidir sobre las extradiciones de
presuntos etarras solicitadas por España. El Mitterrand candidato a jefe de estado
ha prometido a los padres de Tomás Linaza, con Zizi Urtizberea de testigo que,
bajo su mandato, su hijo no será extraditado a España. Calvo Sotelo parece
convencido de que el Gobierno francés conoce bien la importancia del problema
terrorista para España, para las relaciones hispano-francesas y para el propio
prestigio internacional de Francia. De las seis horas de París, el presidente
español no se ha traído resultados concretos. Periodistas que han seguido su
desplazamiento creen observar, al menos, un diálogo más franco y “menos
estirado” que el que mantuvieron Suárez y Giscard d’Estaing. El segundo gran
tema en debate tras el de ETA, el bloqueo de las negociaciones para el ingreso de
España en la CEE, tampoco ha obtenido resultados concretos. El jefe del
Gobierno español dice haber hablado también de Latinoamérica, de Oriente
Próximo y de la crisis del Sáhara, acerca de la cual el jefe de las relaciones
exteriores galas ha puesto en valor que el rey de Marruecos acabara
valientemente de aceptar un referéndum de autodeterminación, “lo que nos
permite a todos felicitarnos”. La comitiva oficial española no ha ocultado su
malestar por que el segundo secretario general del Elíseo haya recibido,
veinticuatro horas antes de la llegada de Calvo Sotelo, a una delegación del
Tribunal Internacional contra los Crímenes del Franquismo, contraria a la
concesión de extradiciones por Francia y satisfecha con la actitud del Gobierno
de París. Calvo Sotelo no ha querido comentarlo, por considerarlo anecdótico.
El 5 de julio, ETAm ametralla un convoy de la Guardia Civil en
Gaintzurizkieta (Oiartzun), y muere el agente Luis Miranda Blanco. Apenas ha
abierto el establecimiento de venta de periódicos propiedad de su esposa, en el
barrio Zuazo de Barakaldo, da muerte este mismo día al teniente de Infantería
Magín Fernández Ferrero. Cinco días más tarde, ETAm atenta mortalmente en
Basauri contra el guardia civil retirado Joaquín Gorjón. El comando se da a la
fuga hacia Bilbao en un vehículo robado que la Policía controla, hasta toparse
con un control junto al Casco Viejo bilbaíno. Abandonan el auto, echan a correr
hacia las Siete Calles, se entabla un largo e intenso tiroteo al que se han sumado
dos guardias civiles de paisano que han observado la escena desde un coche
camuflado. Dos viandantes resultan heridos en el intercambio de tiros, uno de
ellos morirá horas después. Se especula con que también un componente del
comando podría estar herido. La Policía se hace con una pistola que ha disparado
nueve de sus quince balas. En las paredes de la zona quedan señales de más de
cien impactos. Los gobernadores civiles de Vascongadas protestan airadamente
por el informe que FOESSA (Fundación de Estudios Sociales y de Sociología
Aplicada, constituida en 1965 con el impulso de Caritas Española para conocer
la realidad social) ha publicado en lo que a Euskadi hace referencia. Dice
FOESSA que la independencia es algo querido por la mitad de la población; que
el sentimiento nacional vasco es, además de intenso, amplio. Muestra que
Euskadi es un problema de Estado. Los autores, profesionales nada sospechosos,
se han visto obligados a explicar que los datos corresponden a una encuesta
realizada en 1979, cuando el pasado estaba más presente, cuando las
instituciones vascas no habían iniciado su camino. El informe ha reflejado que
son muchos los que en Euskadi tenían en esa fecha por patriotas idealistas a los
terroristas de ETA, lo cual no quiere decir –matizan ahora los padres del mismo–
que aprueben sus acciones. Un contrainforme ve la luz rápidamente a través del
CIS. El apoyo a la independencia desciende, según los datos de una nueva
encuesta sobre la autonomía y el independentismo en el País Vasco, que
contradice los datos del informe FOESSA. En esta encuesta se señala que los
partidarios del independentismo son, en 1981, solo un 12%. Los datos del CIS
indican la evolución de independentismo en el País Vasco en los últimos años:
en 1976, un 12%, en 1979, un 26%, en 1980, un 18 %, y en 1981, un 12%.
Según el informe FOESSA, en 1979 los independentistas eran un 36%. Antes de
terminar julio, se conoce que se ha producido un relevo de tropas en la frontera
navarro-francesa, que los tres batallones del Ejército en misión de
impermeabilización han sido relevados por nuevas tropas. Se produce un
traslado masivo de 119 presos de ETAm y CAA desde la prisión de Carabanchel
a la de Puerto de Santa María. ETAm da muerte a Félix Galíndez en Amurrio.
En agosto, los comandos de ETA callan y la calle se moviliza a favor de los
presos, contra los traslados, contra las torturas, contra los juicios de extradición y
las asignaciones de residencia: contra la central nuclear que se sigue
construyendo en Lemoiz. Continúan y se intensifican los sabotajes contra
instalaciones de Iberduero, propietaria de la central. El 12 de septiembre, ETA
reanuda las emboscadas contra guardias civiles, en Usurbil. Dos agentes resultan
heridos. El 25 detienen en Madrid a Juan Antonio Madariaga Erezuma, del que
fuentes policiales dicen que es miembro liberado de ETA militar, adscrito al
aparato de información e infraestructura. Vivía en el número 57 de la calle de la
Madera, en compañía de una joven, cuyo paradero se desconoce, pero que se
sabe que se trata de María Belén González Peñalba. Estima la Policía que se
dedicaba exclusivamente a recopilar información, que posteriormente trasladaba
a la dirección de ETAm. Dice la Policía que el detenido está facilitando poca
información, porque los comandos en esta misión no tienen relación directa con
los comandos legales e ilegales, que son los encargados de ejecutar las acciones,
a cuyos componentes, generalmente, no conocen. No obstante pronto afirman
que Madariaga ha confesado en los interrogatorios haber recibido la orden, una
semana atrás, de dar prioridad a la búsqueda de información sobre jefes
policiales y, a ser posible, de algunos de los implicados en el “caso Arregui”, el
de Joxe Arregi, muerto por torturas policiales.
La Policía de Santander atribuye a ETA militar el sabotaje contra el destructor
de la Marina de Guerra Marqués de la Ensenada que ha tenido lugar el 2 de
octubre, mediante una bomba adosada por submarinistas a una parte del casco
próxima a las calderas. La explosión no ha causado víctimas, aunque una mayor
precisión en su colocación podría haber originado una de las mayores tragedias
hasta ahora conocidas, ya que el barco llevaba en sus bodegas millares de obuses
y seiscientas toneladas de combustible. El destructor Vicente Yáñez Pinzón es
traído con urgencia para sustituirlo en la misión de vigilancia e
impermeabilización de la costa cantábrica en la lucha antiterrorista encomendada
a las Fuerzas Armadas. El ministro de Defensa, Alberto Oliart, reconoce que
“ETA ha conseguido colocarnos un explosivo en el muelle, y posiblemente lo
hizo antes del atraque del barco. Y de esto hemos sacado una experiencia que
será valiosa en esta lucha, larga y dura, contra el terrorismo, lucha que vamos a
seguir llevando con toda decisión”. Le preguntan al ministro si cree que este
atentado guarda relación con la entrada de España en la OTAN, y responde:
“Creo que sí”. A la pregunta de si la entrada de España en la Alianza Atlántica
frenaría la ofensiva de ETA, responde: “A medio plazo, sí. Y a largo plazo, más”.
ETAm asume pronto la responsabilidad del atentado contra el destructor. “Si
quieren pararnos, tendrán que venir con las armas en la mano, como en 1936”,
ha dicho Xabier Arzalluz el señalado Día español de la Raza y el Pilar en la
inauguración de un batzoki, y a “las principales fuerzas políticas de implantación
nacional”, que dice Abc, les parecen explosivas, intolerables. Felipe González,
secretario general del PSOE, se da prisa en responder que le parece imposible
que un responsable político se atreva a decir una cosa así. Al ministro Rodolfo
Martín Villa le resulta insólito y peligroso que se hable con el lenguaje de las
armas, porque “hablar de las armas recordando la guerra civil me parece
desestabilizador”. Guillermo Kirkpatrick, dirigente de la AP de Fraga, insta al
Gobierno a que remita esas declaraciones al ministerio fiscal. En el origen de las
palabras de Arzalluz están los recortes autonómicos derivados de la LOAPA,
pensada especialmente, a su entender, contra el pueblo vasco y el catalán.
La Guardia Civil intercepta el 21 de octubre en la autopista Bilbao-Behobia, a
la altura de Pasaia, un vehículo en el que viajan tres militantes vascos. Dos de
ellos, Andrés Izagirre, Gogor, y José Jauregi, mueren ametrallados y rematados
cuando intentaban huir. La Policía presenta a Izagirre como uno de los máximos
dirigentes de ETA, autor de numerosos atentados, jefe del comando Madrid,
entrenado en un campo del Frente Popular de Liberación de Palestina en Yemen
del Sur. Su cabeza ha estado valorada en cinco millones de pesetas. También a
Jauregi se le atribuyen responsabilidades directas en diversos atentados mortales.
La manera como han sido muertos tiene visos de ejecución. La versión oficial
dice que intentaron huir a pie, que hicieron caso omiso a las órdenes de alto, que
los guardias civiles dispararon a las piernas de los fugitivos, que Jauregi disparó
mientras huía e Izagirre se volvió y lo hizo desde el suelo en el que había caído
herido. El fiscal entiende que los agentes actuaron en el cumplimiento de su
deber y en ejercicio legítimo de su derecho. La distancia desde la que los
guardias civiles disparan, el número de impactos y su trayectoria, los orificios de
entrada y salida, además del llamamiento a seguir disparando más allá de toda
lógica y necesidad, como ha escuchado y relatado el único detenido
sobreviviente y como se desprende de algunas de las declaraciones de los
propios guardias civiles, le llevan al abogado Miguel Castells a pedir la apertura
de investigaciones y en su caso procesamiento, por si se han dado
extralimitaciones en el uso de las armas. Castells argumenta que la pena de
muerte está abolida en el Estado español y que sentencias recientes recuerdan
cómo deben actuar en estos casos las fuerzas policiales, lo que en este no parece
haberse observado.
Bajo el lema de “Estatuto sí, pero todo el Estatuto”, el Gobierno que preside
Garaikoetxea y los partidos PNV, EE y EPK convocan a una manifestación en
Bilbao contra la LOAPA. Reúne a decenas de miles de personas: la más
importante de los últimos tiempos, según el lehendakari. A los socialistas la
convocatoria les parece inoportuna y desestabilizadora, un error que contribuye a
aumentar la tensión, no solo entre los Gobiernos vasco y central, sino en el seno
de la sociedad vasca. A su juicio, la LOAPA no atenta contra el pueblo vasco,
solo afecta a las particulares ideas del PNV. El 29 de octubre, el Pleno del
Congreso aprueba por 186 votos a favor y 146 en contra el proceso de adhesión
de España en la OTAN, una incorporación que el PNV aprueba “desde una
visión de Estado”. La líder feminista Jimena Alonso Matthias, sus hijas Bibiana
y Alda Chalmela, y otros conocidos izquierdistas madrileños, ingresan en
prisión, acusados de haber colaborado con el comando Madrid de ETA. Juan
Antonio Madariaga, cuya detención está en el origen de estas, denuncia haber
sido torturado. El último día del mes la Policía filtra que ETA militar había
recopilado detallada información sobre Beltrán Osorio y Diez de Rivera, duque
de Alburquerque y jefe de la Casa de don Juan de Borbón, padre de Juan Carlos
I, según se desprende de la autocrítica –como autocrítica lo presentan los medios
de comunicación– destinada a la dirección de la organización hecha por
Madariaga en prisión e interceptada en un registro. En ella, da cuenta a la
dirección de lo que ha declarado y ocultado a la Policía y al juez. Un dato sobre
el seguro de su automóvil ha posibilitado, según explicación policial, descubrir
la colaboración de Jimena Alonso con ETA. En su autocrítica, de la que El País
dispone de una trascripción policial, se puede leer: “Como no solucionemos de
alguna forma lo del seguro sigo pensando que corre peligro nuestra amiga de
aquí”.
Siempre de acuerdo a la versión en la que el diario se apoya, Madariaga ha
escrito: “Esta es la historia de mi vida como informador y todo lo que se
relaciona con ello y que veo de interés que conozcáis y que lo analicéis y que, si
veis en ello algo de criticable, me lo digáis porque lo veo necesario. Seguro que
si de nuevo vuelvo a caer actuaría de distinta forma, pero estas cosas no se
repiten, y lo hecho, hecho está. Me han dicho que Carmen [González Peñalba]
ya está bien, es de lo que más me alegro. Decidle que siempre me acordaré de
ella como la mejor compañera que he tenido y que creo que ahora empezaré a
valorarla en todo su valor”. Su detención la relata de la siguiente manera: “A las
9.10 [25 de septiembre] me encuentro en la calle de Hermanos Gárate, donde
vigilamos a Margarida [comisario Andrés Gómez Margarida]. Cerca había un
coche raro con dos tíos con mariconera. Era raro. Les copio la matrícula y voy
hacia donde vivía Siro [magistrado de la Audiencia Nacional Francisco Siro
García, el que encarceló a Telesforo Monzón en Gasteiz], porque teníamos
intuición que podría vivir allí algún otro juez nuevo. Bajo por la calle donde está
el hotel Meliá y cojo la calle de General Yagüe, para ir al lugar de la cita. Al
pasar por delante del edificio donde vivían los jueces y el fiscal me cruzo con
dos tíos jóvenes. Nos cruzamos nuestras miradas, me imagino que son txakurras
[policías], en un primer momento no les doy importancia, porque voy bien
vestido. Además llevaba El Alcázar. Cojo por la calle de Orense y veo que, a
unos treinta metros, baja Carmen de un taxi. Estoy a punto de echar a correr para
alcanzarla. Me acuerdo de los dos tíos, y lo que hago es cruzar de acera y
aprovecho ese momento para ver si nos siguen. Cuando cruzo me doy cuenta que
están detrás mío. Pienso qué hacer y decido que ellos den el primer paso. Me
para uno de ellos y me dice que es papela [verificación de documentación] y que
les acompañe. Decido echar a correr para llamar la atención de Carmen. Me
resbalo, caigo. Ellos piden ayuda a la Policía Militar, ya que no tienen grilletes.
Primero me meten en un Avia de la Policía Militar, y allí me pillan las piernas,
vienen coches, en fin, un alboroto. Pienso que Carmen se ha tenido que enterar y
ya me llevan a la DGS”.
Rompiendo normas y hábitos anteriores, el Ministerio de Interior está
interesado en que el escrito de Madariaga sea públicamente conocido. La
autocrítica, el informe a la dirección, explica que los dos policías que le
detuvieron son de la Brigada Central de Información y que seguramente estaban
allí vigilando la casa del fiscal. También, que en los primeros interrogatorios da
pistas falsas para que su compañera tenga tiempo de encontrar refugio. Le han
trasladado a su domicilio para ponerle como cebo. Les despista afirmando que
entre ambos hablan en euskera, con objeto de que si se producía la llamada
telefónica de María Belén, que no se produjo, esta capte rápidamente la
situación. La Policía trae un intérprete. El detenido lo cuenta así: “Cuando me
llevaron a casa por lo del teléfono iba encapuchado. El pasamontañas tenía dos
dobleces. En un momento solo quedó una doblez y, por lo que pude distinguir, el
traductor era de edad de 55 a 65 años; 1,72 de estatura, pelo creo que blanco o
por lo menos canas; vestido con chaqueta sport; voz suave, educada, sin ninguna
entonación euskaldun. Debería conocer el euskera batua y sus dialectos. La
policía le trataba con mucha deferencia. Su trabajo no estaba dentro de la policía
como fijo, porque en un momento dijo que tenía que llamar a la familia para
decirle dónde estaba. Conclusión: se debe tratar de un profesor de lingüística o lo
que sea, y creo que también debe de alternar por el centro vasco de aquí”. El
preso precisa que no ha facilitado los nombres de sus colaboradores, “ni sobre
nuestra amiga ni el libertario de la fuga, ni mis amigos que me ayudaban”. Y
añade que “conté informaciones que bien se encontraban en el archivo ya
realizado, otras inventadas, y otras que habíamos hecho, pero que no tenían
vigencia. Esto último fue para dar un aire de veracidad a lo que decía. Igual esto
supone más pena, pero creí conveniente, no sé si me habré equivocado”. Cita los
nombres de algunas de las personas que se encontraban en la lista que le
intervino la policía en su domicilio. Además del duque de Albuquerque y del
magistrado Siro García, escribe los nombres del juez Ricardo Barón Cobos, el
magistrado José Hijas Palacios, el exvicepresidente del Gobierno Fernando Abril
Martorell y el policía Juan Antonio González Pacheco, Billy el Niño, entre otros.
Se refiere también a conocidos y amigos: Pello El Viejo, Gogor y Txema, a José
e Itziar de EE, a Manolo de EMK, a Julián del Cura, a Jacinto de Santurtzi, a
Kepa Navascués. A Josu Muguruza.
El 19 de noviembre desactivan 50 kilos de goma-2 en la macro casa-cuartel
que la Guardia Civil está habilitando en pleno núcleo urbano de Algorta (Getxo),
destinada a albergar a un centenar de agentes y sus familias. Los explosivos
estaban dispuestos para ser activados a distancia el día de su inauguración,
prevista para los próximos meses. Con la noticia de la desactivación se hacen
públicas las detenciones de nueve personas. A tres de ellos se les atribuye una
lista larga de atentados, algunos, mortales. Responsabiliza la nota policial de la
colocación de los explosivos a Antonio García del Molino e Ignacio Apilañez
Olalde, en concomitancia con el director de la construcción de los edificios,
Miguel Francisco Solaun Angulo. A este tipo de inauguraciones suelen asistir
destacados representantes de la Administración y de los Cuerpos de la Seguridad
del Estado, entre estas podrían haberse encontrado el propio ministro del
Interior, Juan José Rosón, y el director general de la Guardia Civil, teniente
general Aramburu. Los cincuenta kilos de goma-2 estaban depositados cerca de
la cafetería, camuflados entre el yeso. La localización del artefacto ha sido
posible por las informaciones que Miguel Francisco (Mikel) Solaun, espantado
por la matanza que se podría ocasionar, ha proporcionado a la Policía. A no
mucho tardar, le va a costar la vida. En estos días, Gregorio Morán escribe en el
nº 8 de la revista Euzkadi: “Si había alguna zona en el Estado español que
necesitara una ruptura, esta era Euzkadi. Creo que si hay un sector muy
importante que no acepta la transición y la democracia negociada es porque se
había peleado por otra cosa. Se había luchado por una ruptura que en su día no
se produjo. Pienso que el problema de ETA militar, el problema del radicalismo
nacionalista, es político. No es un problema de represión. Así lo han dicho,
incluso ilustres personajes del gobierno español, cuando no formaban parte de él.
Es preciso adaptar la legalidad a la realidad y no al revés. Yo creo que hay que
estudiar el fenómeno de ETA en el entorno de esa realidad, integrándola en ella”.
El comisario Manuel Ballesteros, jefe del Mando Único Antiterrorista, está
optimista y satisfecho con la ofensiva total contra ETA, cree haber doblado el
ecuador en esta guerra de desgaste tremenda. Le han preguntado en la SER el
riesgo de atentados contra militares y ha respondido con evasivas. Las razones
para su optimismo: mayor colaboración ciudadana, condena generalizada de la
opinión pública, de los medios de difusión. Prudente, demócrata, dice que no se
puede hablar nunca de que se está terminando con el terrorismo, que esta lucha
contra el terrorismo no es solo de la Policía, sino de toda la sociedad, puesto que
el terrorismo va a destruir los cimientos de la sociedad civilizada, de la sociedad
democrática. Lo que pasa, dice, es que la Policía está en la vanguardia de esa
lucha, y necesitan estar arropados. Manuel Ballesteros no duda de que si ETA no
tuviera el sustento del territorio donde planear su actuación, perdería mucha
efectividad, y si ETA tuviera su cabeza, su cerebro, su comité ejecutivo, en el
interior de España, en seis meses terminarían con ella: “porque creemos que
llevamos razón, porque creemos que el pueblo español está con nosotros y,
honradamente, porque creo que somos mejores que los etarras”. Sabe que ETA
político-militar está en una fase de alto el fuego, pero eso no quiere decir que
haya renunciado a la lucha armada. Mantiene su estructura y su organización y
aplaza el reinicio de la lucha armada para un momento que ella estime oportuno.
A la pregunta de quién financia ETA, dice que no tiene tanto armamento, que los
bazookas los ha utilizado muy accidentalmente, que son unos modelos de la
Segunda Guerra Mundial, que le basta para hacerse con ese armamento con los
ingresos propios, obtenidos mediante secuestros, atracos, impuesto
revolucionario. Tal vez haya otro tipo de financiación, pero no tienen pruebas. Sí
las tienen sobre el entrenamiento de sus comandos en Argelia, en Libia, en el
Líbano, en Yemen del Sur, “incluso en Nicaragua y en El Salvador ha habido
entrenamientos”.
Las declaraciones del comisario se cruzan con las de uno de los jefes de la
Policía autónoma vasca a Punto y Hora. El capitán del Ejército del Aire Ignacio
Urruticoechea Altuna ha dicho que “de estar allí –en el País Vasco– seguro que
hubiera acabado igual que ellos”, en ETA. Es del pueblo de Argala y le ha
conocido de niño. Le parece que ETA defiende algo legítimo. Confirma lo
esencial de sus declaraciones en una entrevista posterior en El Correo Español-
El Pueblo Vasco. “Es raro que un militar hable, opine, se defina, y yo opino
como una persona normal. A veces, no hacer declaraciones es por miedo. A mí
se me ha quitado el miedo, y hago las declaraciones que me da la gana y quiero”.
Dice también que no estima que sus declaraciones tengan “ninguna implicación,
porque vivimos en democracia. Cualquier militar puede hacer las declaraciones
que quiera, siempre que no afecte a cargos de su destino. Es un error creer que
los militares son de derechas. Cada persona puede tener la ideología que quiera.
Hay militares de derechas y de izquierdas, de la misma manera que hay militares
que son hijos de generales y de obreros”. No se le oculta que la siguiente
entrevista se la tengan que hacer “en un castillo de El Ferrol [prisión militar]. No
espero ninguna represalia. En todo caso dos o tres meses de castillo y a ver a
Tejero. No espero represalias, y si vienen, bienvenidas sean”. A preguntas del
diario, el capitán reconoce que padeció una depresión nerviosa en 1980, llegando
a tomar un avión de la base aérea, que estuvo veinte días de vacaciones y que ya
está recuperado y dispuesto a hablar con todo el que quiera. Se ratifica en lo
dicho a Punto y Hora respecto a la posibilidad de que hubiera acabado en ETA:
“Cuando tenía diecisiete años me fui a estudiar para militar, pero si hubiera
seguido en Arrigorriaga el ambiente que me rodeaba me hubiera inducido a
meterme en ETA”. El Ministerio de Defensa saca presto una nota: “El capitán
Urruticoechea está en revisión psiquiátrica”.
RESISTIR ES VENCER, LA NUEVA CONSIGNA

En la Pascua Militar de 1977, Juan Carlos I había dicho a los jefes de su tropa
que “en ocasiones, resulta especialmente duro el ejercicio de la lealtad, pero es
entonces cuando adquiere su grandeza y constituye el complemento insustituible
del espíritu de disciplina”. En 1978, que “hay que evitar la politización de las
Fuerzas Armadas”. En 1979, a los pocos días del atentado contra el gobernador
militar de Madrid, en cuyo entierro se habían producido graves incidentes, les
recordó que “el espectáculo de una indisciplina, de una actitud irrespetuosa, es
francamente bochornoso”. En 1980 les animó a “que nadie os excite a
protagonismos inoportunos”. En 1981 les pidió “unidad, entrega y respeto a las
normas constitucionales”. En la Pascua Militar de 1982, no ha escondido su
dolor por la propaganda “insidiosa y mendaz” que ha tratado de involucrar a la
Corona en el golpe de Estado frustrado. El discurso de esta Pascua ha sido leído
con especial interés por una prensa que, a riesgo de parecer obsequiosa,
manifiesta que ha sido a un tiempo, inteligente, conciliador y enérgico. En estos
días de enero, ETA militar escribe en Zuzen [publicación oficial interna] que no
creen que el Ejército y la Oligarquía españoles sean capaces de mantener una
situación estable en el Estado con un “frente de guerra” en el norte
permanentemente abierto. Cree equivocadamente ETAm que buscarán una salida
a esta realidad y que esa salida, en el caso de Euskadi, se va a concretar en la
consecución de la alternativa KAS. Lo que toca ahora, a su entender, se concreta
en resistir y organizarse, porque “resistir es vencer”. Es un convencimiento
sólido y viejo en los milis que la lucha armada es lo único inasimilable por los
reformistas. Ha explicado lúcidamente Francisco Letamendia en Viento del Sur
que los esquemas de negociación bilateral con el Estado, basados en la
convicción de ETA de representar a todo el pueblo vasco frente al Gobierno
español, irreales desde 1977 pues ignoran el papel central que el nacionalismo
tradicional juega ya en la vida política vasca, “se enfrentarán en los años 80 al
hecho de que aquel está alineando ya sus actitudes con el Estado español en
nombre del triple imaginario liberal y socialdemócrata del humanismo, el
pacifismo y el pluralismo para combatir a ETA”.
El 5 de enero, ETA militar ha secuestrado al empresario de origen alemán José
Lipperheide, en su casa de la Avanzada, entre Neguri y Leioa, lindante por la
parte de atrás con el chalet en el que vivió Javier Ybarra Bergé. Todos los
partidos vascos, a excepción de HB y EE, lo condenan y exigen su inmediata
liberación. Para la dirección del PNV en Bizkaia la fecha del secuestro no es
casual, porque coincide con la celebración de la Pascua Militar y se entiende
como una provocación. Lipperheide va a estar cerca de un mes secuestrado y
será liberado tras el pago de un rescate. “A nadie debe caberle la menor duda de
que si las condiciones exigidas no hubieran sido satisfechas, o si las
interferencias policiales y políticas hubieran llegado a poner en peligro la
integridad de la operación, el industrial hubiera sido ejecutado”, afirma en un
comunicado ETAm, al tiempo que asegura que todos los requisitos exigidos han
sido satisfechos, que ese favorable desenlace ha sido logrado a pesar de los
esfuerzos policiales y de ciertos grupos políticos reformistas empeñados en
enturbiar el asunto, al acecho para “capitalizar una posible ejecución del señor
Lipperheide”. ETApm realiza en la persona del padre del cantante Julio Iglesias
un rocambolesco secuestro, que acaba con su liberación por parte de la Policía.
Al reivindicarlo ha querido precisar que no debe entenderse como ruptura de la
tregua que “veníamos manteniendo desde el 27 de febrero del año pasado”, casi
un año. Sencillamente ocurre que a sus comandos les hace falta dinero. Además
de los secuestros de explicación política, ETA político-militar ha estado detrás de
los raptos de Serra Santamans, Pedro Abréu y Luis Suñer, en los que el móvil es
económico, de “abastecimiento” en su jerga. Se conoce el 20 de enero que han
desaparecido 540 revólveres fabricados por Astra en Gernika y montados en
Baiona con destino a Bélgica. Van en un contenedor de ferrocarril y no han
llegado a su destino en Courtrai. Inicialmente se dice que los han debido robar
en Baiona, pero luego se opta por explicarlo como una sustracción realizada en
Lille por colaboradores de ETA, por encargo del IRA irlandés. Los autores del
robo han tenido que disponer de datos muy exactos, ya que estos transportes de
armas solo se efectúan una vez al mes, en fechas diferentes, y con gran
discreción, explica la Policía francesa. Antes de que finalice enero, la Guardia
Civil desactiva un artefacto cerca de Bolíbar, tras recibirse una llamada en Egin
alertando del riesgo que corren los obreros que trabajan cerca reparando la
carretera.
Terminando febrero se conoce una nueva escisión en ETA político-militar. Los
que en adelante van a ser conocidos como polimilis VIII Asamblea anuncian en
una rueda de prensa su regreso a la actividad armada. Coincidiendo con esta
declaración, se hace pública la detención de siete presuntos integrantes del
conocido como comando electrónico de ETApm. Al que se tiene como
responsable del grupo está a buen recaudo en Iparralde. Están especializados en
el montaje de medios electrónicos para llevar a cabo interferencias en las
emisiones de radio y televisión, escuchas de las redes de transmisión de las
Fuerzas de Seguridad y del Ejército, y fabricación de temporizadores y mandos a
distancia para realizar atentados con explosivos. Una nota del MULA (Mando
Único para la Lucha Antiterrorista) informa que se ha efectuado un registro en el
domicilio del parlamentario de EE en Gasteiz Francisco Javier Olaverri Zazpe y
han encontrado un scanner para la escucha de las emisiones de las FSA,
semejantes a los anteriormente hallados en poder de los detenidos, además de
propaganda clandestina y boletines internos de ETA. Se le instruyen diligencias
y queda en libertad, tras acreditar su condición de aforado. Xavier Mingorría
escribe en Ya que el comando electrónico formaba parte del estado mayor de
ETApm y refleja el “grado de madurez” de la organización. Un alto mando
antiterrorista asegura que los polimilis se están preparando para una guerra larga.
El grupo capturado lleva cuatro años investigando, son unos técnicos muy
cualificados en la fabricación de aparatos detonadores y radiotransmisores.
Después del alto el fuego decretado por ETApm el 27 de febrero de 1981, la
dirección les ha encargado la fabricación de temporizadores que permitan
preparar explosiones con más de un mes de antelación. Esto parece ser que lo
han conseguido –escribe Mingorría–, en cambio no han podido con un proyecto
que consistía en la manipulación de un reloj digital de cuarzo, para convertirlo
en un temporizador capaz de ser accionado con un año de antelación. El 27 de
febrero de 1982, Mario Onaindia asegura que “ETA no es un Ejército de nada, a
no ser de la señorita Pepis”.
El consejero de Interior del Gobierno Garaikoetxea, Luis María Retolaza, dice
que el Gobierno vasco sabe que en las comisarías se tortura, pero “no tenemos
ninguna competencia en esa materia”. Entre los testimonios que maneja para
asegurarlo falta aún el de la hermana de su esposa, el de Ana Ereño, a la que van
a detener el 28 de abril en Donostia, llegará a Madrid en un “estado lamentable”,
y tras diez días incomunicada entrará en la cárcel de Yeserías en un estado más
lamentable todavía. Manuel Ballesteros se hace el indignado, no entiende cómo
un consejero del Gobierno vasco “puede caer en la bellaquería de asumir los
planteamientos de ETA y sus corifeos”. El Gobierno español no va a pasar por
esta causa los apuros del Gobierno italiano, donde denuncias de torturas de
militantes de las Brigadas Rojas han llevado por dos veces al Parlamento al
ministro del Interior a dar explicaciones, donde los jueces del Proceso de Verona
que se ocupan de la causa han declarado nulas las declaraciones de los detenidos
ante la Policía. El director del MULC, antes MULA, hace balance de un año del
departamento que dirige. Ve al terrorismo de extrema derecha desarticulado, ve
en ETA militar, “que está acorralada”, el único peligro en el terrorismo de
extrema izquierda. Explica el comisario Ballesteros que ETAm se ha llevado un
golpe durísimo y está en cuadro, y sus comandos de información, apoyo e
infraestructura han sido prácticamente desarticulados, como lo demuestra que,
públicamente, haya pedido información al pueblo vasco, “y eso ETA no lo
hubiera hecho nunca”. Reconoce que EE ha abandonado el apoyo a ETApm,
pero HB sigue apoyando a ETA militar, “lo digo y lo mantengo; la diferencia
está en que unos llevan armas y otros no”. Se muestra contrario a la asistencia
letrada a los detenidos por terrorismo, porque los que les defienden, dice, están
en la mayoría de los casos en el mundo de la organización terrorista. Sobre los
malos tratos explica que es táctica habitual denunciar torturas para desprestigiar
a quienes les combaten, aunque reconoce que puede haber habido algún caso y
para eso está la Justicia. A Manuel Ballesteros no se le oculta que el terrorismo
quiere provocar una catástrofe “para que haya un golpe militar”, pero el Cuerpo
de Policía no enjuicia el sistema político, asegura, sino que defiende la
legislación vigente, como lo prueba que lo estén haciendo con su sangre.
El semanario Cambio 16, como antes el diario Abc, cree saber que los “duros
de ETA viven en Francia, pero asesinan en España”. No duda en afirmar que el
ministro del Interior, Juan José Rosón, se dejaría cortar gustosamente una mano
por cazarles y enjaularles. Y aún así se quedaría corto, porque los milis son de
armas tomar. Donde ponen el ojo, ponen la bala. Y no solo no fallan, sino que
cuando planifican una escalada terrorista en toda regla, colocan a España entera
con el corazón en un puño. No trata Cambio 16 de hacer apología de los
miembros de ETA, pero pareciera. Sigue su relato con la descripción de los
dirigentes etarras: todos juntos no pasan de treinta personas, tienen una edad
media de 31 años y para ellos la democracia no cuenta. En octubre de 1977, el
Gobierno les concedió la amnistía, los puso en libertad, pero han vuelto a las
andadas. Se completa el relato de la revista con el resumen de secuestros y
asesinatos que han acumulado sobre sus espaldas en los tres últimos años: 254
personas han sido abatidas por sus metralletas desde que se implantó la
democracia en España; otras 83 han sido secuestradas y 342 instalaciones
militares y civiles han saltado por los aires con la goma-2 manejada por los
comandos de ETA. Lo más preocupante, según todas las fuentes, es que si ETA
militar no hubiera existido, no habría habido tampoco 23 de febrero, ni tenientes
coroneles de la Guardia Civil que “intentaran arrastrarnos al oscuro túnel de la
dictadura. Sin ETA, España sería un paraíso”. Termina marzo de 1982, cuando el
exitoso Cambio 16 de Juan Tomás de Salas publica esto.
Esta vez es ETAm la que atenta con lanzagranadas contra el fortín de
Intxaurrondo. En este y otros atentados, parece observarse una transferencia de
tecnología acompañando a militantes que han abandonado a los polimilis y se
han hecho milis. Al reivindicarlo el 14 de abril, concede un mes de plazo para
desalojar cuarteles y comisarías. Dos días más tarde, ataca un autobús de
oficiales del Ejército en Barcelona y al día siguiente una tanqueta en Iruñea. No
se libran de los ataques ni el conflictivo cuartel de Algorta ni el histórico de La
Salve, por donde han desfilado miles de detenidos vascos. ETAm anuncia que
estos enclaves serán considerados objetivos militares de primer orden. El 18 de
abril ETA militar consuma una operación compleja contra las instalaciones de la
central telefónica de Río Rosas en Madrid. Conoce su gran importancia, y coloca
las cargas explosivas, 170 kilos de goma-2, en puntos sensibles, pero sin
provocar víctimas. Telefónica valora los daños en 3.492 millones de pesetas. La
estructura ha quedado seriamente dañada. En realidad, son imposibles de
contabilizar las pérdidas reales. Diez compañías de seguros anuncian su
cobertura. ETAm se apresura a reivindicar estos atentados, que todos califican de
escalada con la pretensión de forzar una negociación, para la que Herri Batasuna
se ofrece como mediadora, y si el Gobierno español se niega, anuncia que
acudirá a la mediación de instancias internacionales. La ofensiva ha dado inicio
el miércoles 15 con el ataque al acuartelamiento de la Guardia Civil en
Intxaurrondo, ataque en el que por primera vez ETAm ha utilizado
lanzagranadas y armas automáticas de largo alcance; le han seguido, el 16, con
lanzamiento de una granada antitanque contra un microbús ocupado por
militares; el 18, con ataques contra una tanqueta en Pamplona, contra una
patrulla de la Guardia Civil que custodia el cuartel de Algorta y contra la
comandancia de La Salve, en Bilbao; el 20, domingo, es cuando ha tenido lugar
la voladura de la central telefónica de Ríos Rosas, en Madrid, y esa misma
medianoche ETAm ha atacado el cuartel de Eibar.
El delegado del Gobierno español en el País Vasco, Marcelino Oreja, propone
ante la asamblea de cargos públicos de UCD, celebrada en Vitoria, el relevo de
los miembros de HB que ostentan cargos en las instituciones, por “sus
permanentes pretensiones de justificación o, en todo caso, silencios ante las
acciones de ETA”. Efectúa esta propuesta por considerar insuficientes las
acciones emprendidas hasta el momento por parte de las instituciones y fuerzas
políticas vascas más representativas. El plan se basa en una campaña de
mentalización dirigida al ciudadano, para la que los medios de comunicación
deben prestar una amplia colaboración. Propone el establecimiento de un
calendario en el que se delimiten un conjunto de acciones localizadas geográfica
y temporalmente. Resalta el protagonismo de las instituciones en la ejecución del
plan, especialmente por parte del Gobierno vasco, pide el pleno apoyo a las
Fuerzas de Seguridad y a las gestiones diplomáticas ante el Gobierno francés
para lograr una mayor colaboración en la lucha antiterrorista, propone una
acción específica contra el impuesto revolucionario y rechaza rotundamente la
negociación con ETA. Marcelino Oreja defiende que aislar el terrorismo
significa cortar puentes, nexos de unión con el entramado social que lo cobija.
Dentro de este plan, se ha reunido discretamente con directores de diarios de la
Comunidad Autónoma Vasca y les ha anunciado el cierre de Egin. Antonio
Barrena, director de El Correo Español-El Pueblo Vasco, le hace desistir de esa
temeraria idea, haciéndole ver que toda la Policía y Guardia Civil no sería
suficiente para proteger la distribución de sus periódicos. Así se lo hace saber
luego Barrena al director de Egin, ante el que reconoce que, más que la defensa
de la libertad de información, es el pragmatismo el que ha guiado su respuesta.
ETA militar da muerte el 5 de mayo a Angel Pascual Mújica, director del
proyecto de la central nuclear de Lemoiz que ha sustituido a José María Ryan.
Dos jóvenes ametrallan en Begoña, no lejos de su domicilio, el coche en el que
viaja junto a un hijo de 18 años, sin que sus dos vehículos de escolta, que le
siguen, puedan evitarlo. Los técnicos se han reincorporado al trabajo diez días
antes, una vez que los Gobiernos central y vasco han firmado el acuerdo de
creación del Ente Vasco de la Energía. El lehendakari entiende que el Gobierno
que preside debe recoger el guante de este desafío, y Xabier Arzalluz, presidente
del PNV, declara que “o ETA entra en razón o no habrá más remedio que
erradicarles”, al tiempo que insiste en la conveniencia de un referéndum sobre la
central al que Madrid se opone. El político socialista Ricardo García
Damborenea está seguro de que el PNV podría acabar con ETA en 24 horas, si
quisiera. La lucha contra Iberduero sigue costando vidas de militantes de ETA:
José Javier Alemán y José Valencia fallecen al estallarles la bomba que portan
para ser colocada en una torreta eléctrica. El 1 de junio, el diario francés Sud
Ouest publica declaraciones de Garaikoetxea en las que reconoce a ETA como
un movimiento nacional de resistencia y manifiesta su convicción moral de que
se tortura en las comisarías. El ministro Rosón dice haberlas remitido al Fiscal.
ETApm VIII secuestra a un dentista en Bilbao, que deja en libertad tras cobrar el
rescate. ETAm da muerte a un coronel retirado en Deusto-San Ignacio y, también
en Deusto, arroja granadas de mano contra una garita de la Guardia Civil. Unos
días más tarde mata a un supuesto confidente en Santurtzi, arroja artefactos
contra entidades de Iberduero en varios puntos a la vez, explosiona una bomba
en Trabakua al paso de un convoy de la Guardia Civil. Proliferan las detenciones
de colaboradores de ETA, se denuncian torturas, se reprimen las
manifestaciones. Txiki Benegas afirma que un Gobierno socialista puede
encauzar el problema vasco.
El Instituto de Cuestiones Internacionales organiza en Madrid un seminario
sobre terrorismo en el que toman parte especialistas de Estados Unidos,
Alemania, Italia y España. A unos cuantos de ellos va a recurrir pronto el
Gobierno vasco en busca de un diagnóstico experto sobre la violencia en
Euskadi. El plato de cierre lo guisa el coronel de la Guardia Civil Andrés
Cassinello, subdirector del Mando Antiterrorista, con el desarrollo de dos ideas
centrales: en la sociedad vasca hay un fuerte sentimiento nacionalista, pero la
sociedad civil vasca ha pagado con sangre un tributo más alto que la propia
Benemérita, y la lucha antiterrorista exige una acción continuada. Porque en tres
años ha habido cuatro directores generales de la Guardia Civil, tres ministros,
tres directores de seguridad, cuatro generales jefes de la quinta zona de la
Guardia Civil, cuatro jefes superiores de Policía de Bilbao, tres jefes de las
comandancias de San Sebastián y Bilbao... Una guerra larga, como esta –
sostiene–, ha de caracterizarse por la continuidad en la dirección y en el
planteamiento, “y la verdad es que en esta lucha la necesidad de éxitos próximos
nos ha llevado a prisas y a un continuo tejer y destejer”. Cassinello, casado con
una mujer vasca, desgrana la sorprendente idea de que la sociedad civil vasca ha
pagado en sangre un tributo más alto aún que la propia Guardia Civil, que es la
que ha sufrido entre todos los de las Fuerzas Armadas y de la Seguridad el
mayor sacrificio.
El balance de víctimas entre el 7 de julio de 1968 y el 1 de mayo de 1982
indica que ETA ha asesinado a 349 personas y herido a 492. De estos, 152
muertos y 273 heridos son civiles –paisanos, dice él–; 103 muertos y 121 heridos
son guardias civiles; 37 muertos y 80 heridos son de la Policía Nacional; 25
muertos y 11 heridos del Cuerpo Superior de Policía; militares, exceptuando la
Guardia Civil, 32 muertos y siete heridos. ¿Cuántos componen ETA?, se
pregunta Cassinello. Una organización que sufre cerca de 4.000 bajas entre
detenciones y huidos; que produce más de trescientos asesinatos; que lleva más
de diez años de existencia y que mantiene una organización de apoyo que se
puede estimar por encima de las 150.000 personas no puede ser una organización
pequeña. “Como militar y como español, no entiendo el independentismo y me
duele su existencia, pero hay que aceptarlo como una realidad”, y busca sus
causas: “Las guerras civiles se pagan. Y mientras Francia ha hecho tres guerras
con Alemania, los españoles hemos hecho cuatro entre nosotros”. El coronel ve
un marxismo revolucionario fuerte en Euskadi y un PNV que opta por la
indiferencia como sistema. Las dos ramas de ETA cuentan con apoyos concretos,
asegura. Pese a que entre EE y ETApm existen “continuas y agrias
discrepancias”, se siguen apoyando, y a ETAm lo sostienen HB y medios
periodísticos como Egin y Punto y Hora de Euskal-Herria. Prácticamente la
totalidad de los votantes de HB son simpatizantes de ETA, sigue el coronel
Andrés Cassinello, un hombre entrenado en la escuela antiterrorista
norteamericana. “No hay apenas ninguno que se despiste. Yo he asistido [sic] a
mítines de Herri Batasuna iniciados con la palabra ‘independencia’ y presididos
por una ikurriña con el hacha y la serpiente, símbolo de ETA. No hay día sin
Egin ni fin de semana sin Punto y Hora de Euskal-Herria, y mientras no se
corten estos gérmenes seguirán naciendo terroristas”. Al hablar del apoyo
internacional a ETA, ha destacado la importancia de la postura de Francia, por la
complacencia que muestra hacia las bases de la organización, y ha quitado
importancia a los campos de entrenamiento en Beirut con la OLP, en la
Academia de la Policía de Argel, y en Yemen del Sur: “Para dispararle en la
nuca a un coronel jubilado de setenta años o para poner una bomba al paso de un
autobús no hace falta ninguna capacitación técnica”.
Una bomba de ETA militar dirigida contra locales de Iberduero en Errenteria
hiere gravemente a Alberto Muñagorri Berdasko, un niño de diez años, el 26 de
junio. Las Policías Municipal y Nacional se responsabilizan mutuamente de no
haber evitado la tragedia. La explosión se produce cuando el niño da una patada
a un bulto abandonado en la calle. El bulto, una mochila, ha sido manipulado a
lo largo de la mañana por varias personas, sin que hiciera explosión. Tanto la
Policía Nacional como la Policía Municipal local tenían conocimiento de su
existencia desde diez horas antes. Un informe sobre la descoordinación policial
culpa a la Policía Municipal, pero un juez investiga posibles responsabilidades
del inspector de de la comisaría de Policía de San Sebastián, que no ha
comunicado a los equipos de desactivación de explosivos la existencia de un
paquete sospechoso, pese a las reiteradas llamadas de la Policía Municipal de
Errenteria y a la de un vecino de la localidad, interpretando que el equipo de
desactivación no acostumbra a efectuar salidas durante la noche. El comisario es
relevado a las nueve de la mañana del día siguiente por un compañero, al que
nada comenta del asunto. La bomba explota minutos después de las doce horas
del mediodía. La conmoción es grande en la zona. Las protestas contra este tipo
de atentados se acentúan. Horas después de que falsas comunicaciones hechas
llegar a Egin por conductos no habituales desvincularan a ETA de la colocación
de la bomba, ETAm asume su paternidad a través de los conductos
acostumbrados, explica que el artefacto no hizo explosión a la hora prevista por
un error que lamentan y culpa a las Fuerzas de Seguridad de las consecuencias
de la explosión.
El último día del mes, el Congreso de los Diputados aprueba el proyecto de
Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), con una
disposición transitoria en la que se pospone cinco meses su entrada en vigor. En
la misma sesión se aprueba la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento
del Régimen Foral de Navarra, que convierte a esta en comunidad autónoma de
régimen foral. Este día, poco después de las nueve de la noche, un comando de
ETAm da muerte al jefe de la Policía Municipal de Barakaldo, José Aibar Yánez,
mencionado a finales de 1979, junto a otros derechistas, en un reportaje de
Xavier Vinader para Interviú titulado “Confesión de un infiltrado. Cómo actúan
los ultras vascos”. A dos de los citados en la investigación periodística ETA los
mató pocas semanas después. Aibar abandonó entonces por un tiempo su
domicilio, al que había regresado recientemente. El atentado tiene lugar en el
reservado de un bar en el que juega a cartas con unos amigos. Otras dos personas
resultan heridas por rebotes de los disparos, uno de ellos de gravedad. Cuando le
están colocando en la camilla para trasladarle al Hospital de Cruces, un testigo
dice haber visto cómo se le caía una pistola. Se trata de Xabier Zabaleta, Jatorra,
uno de los integrantes del comando, un joven muy activo y apreciado en el
barrio donostiarra de Intxaurrondo.
Tres presuntos miembros de ETA político-militar que eran trasladados a la
cárcel de Nanclares de la Oca resultan heridos, dos de ellos de gravedad, al
disparársele el arma a uno de los guardias civiles que les custodia en el interior
del furgón. La versión oficial habla de que previamente el vehículo ha pegado
una serie de bandazos por el reventón de una rueda. Ocurre cerca del mediodía
en el kilómetro 103 de la carretera nacional II, en la provincia de Guadalajara. El
teniente ayudante de la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara
comenta a la corresponsal de El País que no están seguros de lo que ha pasado,
pero que es posible que uno de los guardias de escolta se haya puesto nervioso al
oír el reventón, pensado que estaban siendo atacados, y se le haya disparado la
metralleta. El furgón, custodiado por otros dos vehículos de la Guardia Civil,
transporta ocho presos: cinco milis con destino a la cárcel de Soria y tres
polimilis con destino a Nanclares de la Oca, que son los que reciben los disparos.
El diputado de EE Juan María Bandrés anuncia que presentará una interpelación
sobre el incidente. La versión oficial sostiene que la metralleta del guardia civil
se disparó accidentalmente, y Bandrés dice no comprender cómo es posible que
en un traslado de este tipo, uno de los miembros de la escolta lleve su arma en
posición de disparo dentro de un vehículo en el que viajan reclusos esposados. El
caso va a juicio y se salda con indemnizaciones a los heridos.
Es tiempo en España de mundiales de fútbol, naranjitos y visitas ilustres con
tal motivo. Henry Kissinger, gran aficionado a este deporte, asiste a varios
encuentros y aprovecha su estancia para entrevistarse con un Felipe González al
que ya ve como próximo presidente de Gobierno. Almuerza con el líder
socialista y más tarde se entrevista con el líder de AP, Manuel Fraga. Autónomos
y octavos secuestran en estos días con fines recaudatorios; los milis continúan el
acoso a las FSE y sus colaboradores; se multiplican las manifestaciones contra la
nuclear de Lemoiz, sus trabajadores salen a la calle en defensa de sus puestos de
trabajo; las policías persiguen y reprimen. Juan José Rosón manifiesta que la
Policía española tiene la seguridad, gracias a sus contactos con colegas de otros
países, de que ETA mantiene un intercambio de armamento con grupos
terroristas europeos, como el IRA y las Brigadas Rojas, un armamento que sabe
fácil de adquirir en el mercado negro europeo. ETA y las Brigadas Rojas
coinciden en métodos, pero son, a su juicio, organizaciones completamente
distintas. También el presidente francés François Mitterrand ha estado en los
Mundiales, y se ha ido de España, a decir del ministro Rosón, convencido de que
una parte esencial de la persistencia del potencial efectivo de ETA se deriva de la
cercanía de la frontera y, sobre todo, de la libertad con que sus militantes se
mueven en Francia. No tienen noticias todavía de nuevas medidas galas contra
ETA y prefiere atribuirlo al escaso tiempo transcurrido. En cuanto al criterio
francés de que estos delitos tienen componente político, el ministro manifiesta
que el asesinato, la extorsión y el secuestro son delitos tipificados en el código
de justicia penal de cualquier país. Antes de que finalice julio, Jaime Mayor
Oreja sustituye a Marcelino como delegado del Gobierno de España en Vitoria.
En sus primeras declaraciones sostiene que en el País Vasco no se tortura.
Es en agosto cuando ETAm abre un nuevo frente al anunciar que atentará
contra los traficantes de droga. Lo da a conocer al tiempo que reivindica la
voladura del pub Lurpe de Tolosa. Anteriormente ya ha dado muerte a un
abogado de presuntos narcotraficantes, pero es a primeros de este mes cuando
realiza un anuncio público contra los traficantes. Sostienen los milis que la
introducción y extensión de la droga dura en Euskadi constituye una “campaña
orquestada que busca fines de represión cultural, social y política”. Acusa a la
propia policía de estar detrás de la introducción de droga y señala al pub Lurpe
como una de las “bases de infraestructura para la red de distribución de
estupefacientes”. En estos días, los octavos de ETApm se hacen presentes con el
lanzamiento de una ‘embarcación-bomba’ que está a punto de hacer blanco en la
patrullera Tabarca, amarrada en Pasaia, y en la que duerme la mayor parte de su
tripulación.
Paralelamente, en un acto con periodistas, los octavos descalifican los
contactos que mantienen el Gobierno español y Euskadiko Ezkerra para la
excarcelación de presos y la normalización de la situación de los refugiados.
Afirman que el Gobierno español negoció directamente con ETApm en marzo
del pasado año, un mes más tarde de la intentona golpista del 23 de febrero, y
que el conjunto de los político-militares estuvieron entonces de acuerdo en una
tregua. Aseguran que en aquella ocasión el Gobierno pretendió que ETApm
colaborara en el aislamiento e incluso liquidación de ETAm, así como que
disolviera su propia organización, a cambio de resolver la situación personal de
cada uno de sus miembros. ETApm decidió rechazar esa propuesta el verano del
pasado año. Explican que las actuales conversaciones entre EE y el Ministerio
del Interior no tienen nada que ver con la salida negociada que ETApm apoyaba
entonces y a la que le encuentran ahora “algunos aspectos criticables”. La salida
negociada supone, a juicio de los octavos, una negociación global de los temas
políticos pendientes, entre las diferentes fuerzas políticas democráticas vascas,
como son la LOAPA, la amnistía, Lemoiz, la incorporación de Navarra y el
desarrollo progresista del Estatuto. “Si se aplica la LOAPA, que es lo que en
cierta manera nos ha impulsado a volver a la lucha armada, nosotros entraremos
a saco con acciones de envergadura”. De momento no van a hacer prácticamente
nada contra Lemoiz –“los milis lo están haciendo bien en este terreno”–, y
anuncian que actuarán contra “aquellos elementos que, acogiéndose al soborno
ofrecido por las instancias policiales y jurídicas del Gobierno centralista, obren
en contra del proceso revolucionario vasco, delatando o poniendo en peligro la
seguridad y el funcionamiento de las organizaciones armadas y de sus militantes
o colaboradores”. Ante el recordatorio de los periodistas del compromiso
público por parte del Gobierno de que los reinsertados no serían obligados a
declarar en comisaría, los dirigentes de ETApm VIII Asamblea admiten que este
podría ser efectivamente un aval interesante.
HB sale al paso de un artículo publicado por el delegado de Cambio 16 en
Euskadi, Ander Landaburu, calificándole de “mercenario, rastrero y delator”, y
numerosos periodistas firman un comunicado de solidaridad con él, denunciando
el carácter intimidatorio de las manifestaciones del representante de HB. El
reportaje en cuestión denuncia distintas formas de extorsión económica que
practican ETA o sus simpatizantes y que incluyen el chantaje contra los
propietarios de algunos bares del Casco Viejo bilbaíno, a fin de que entreguen
mensualmente una determinada cantidad de dinero como aportación a la lucha.
El trabajo es fruto, según explicaciones del autor en el diario Tribuna Vasca, de
una minuciosa investigación que incluye entrevistas con algunas de las víctimas.
Los Comités Antinucleares de Euskadi, aludidos en el reportaje, manifiestan ser
ajenos a hechos coactivos contra establecimientos y exigen de Ander Landaburu
una rectificación pública. La asociación de vecinos Bihotzean del Casco Viejo de
Bilbao anuncia por su parte el estudio de una querella contra el periodista, y los
propietarios de 48 bares de la misma zona reclaman en un escrito acompañado
de sus firmas una rectificación pública de las informaciones de Landaburu. El
presidente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, que agrupa a
medio millar de establecimientos, incluidos bares de la citada zona, declara
desconocer totalmente el asunto. El periodista, en un escrito enviado a Egin,
tacha de sarcástico el hecho de que, ante una clara demostración de falta de
argumentos para responder a su trabajo, se utilice el insulto y no los datos.
Expresa también su sorpresa por que en un documento contra él, suscrito por
propietarios de bares enclavados en la zona de la que trataba su escrito,
aparezcan los nombres de tres personas que “me habían facilitado valiosos datos
para mi reportaje, pocas semanas antes”.
Un comando de ETAm tiende una emboscada con armas largas y fuego
cruzado a dos vehículos de la Policía Nacional entre Ventas de Astigarraga y
Errenteria, y acaba con la vida de cuatro agentes. La prensa de Madrid afirma
que uno de los heridos ha sido rematado cuando un vecino le trasladaba al
hospital. El ministro del Interior lo interpreta como “el preludio de una campaña
de terror”. Unos días más tarde, ETAm mata a un brigada de la Comandancia de
Marina en Erandio, que se ocupaba del despacho de buques, “un puesto
conflictivo”, a decir del comandante de Marina de Bilbao, “ya que a menudo
estaba obligado a decir que no”. Xabier Arzallus, que está siendo entrevistado
por Radio Nacional de España en el momento en que se tiene noticia del
atentado, pensando sobre todo en la familia, deja constancia de su tristeza, alerta
del peligro de irse acostumbrando a hechos tan rechazables y plantea la
necesidad de abordar el tema de la violencia en toda su complejidad, incluyendo
sus raíces remotas, para lo que no bastan las medidas policiales o la acción
internacional, sino aquellas destinadas a restar apoyo social a los violentos.
Se producen nuevas detenciones en Arrasate, Eibar, Intxaurrondo, Leioa; los
presos vascos inician una huelga de hambre en apoyo a la lucha popular a favor
de la alternativa KAS. En vísperas del Gudari Eguna, que se hace coincidir con
el aniversario de los fusilamientos de Txiki y Otaegi, la Policía da muerte en
Donostia al miembro de ETAm Fernando Barrio Olano. Despliegues policiales
extraordinarios se esfuerzan en impedir las manifestaciones convocadas en las
capitales vascas por el Gudari Eguna y para protestar por la muerte de Barrio, en
la que la izquierda abertzale ve una ejecución. Antes de que septiembre
concluya, ETA militar vuela la boya de carga y amarre de CAMPSA situada
frente a la localidad catalana de Badalona. Al reivindicarlo, asume también la
responsabilidad del atentado contra el brigada de Marina, la voladura de una
estación de Iberduero en Basauri y los atentados contra bancos en Amurrio y
Lezo, por “la grave responsabilidad que le incumbe al capital financiero en la
crítica situación en que se encuentra Euskal Herria”. Alguna prensa atribuye la
operación de CAMPSA al bermeano Miguel Angel Goienetxea Fradua, Txo,
experto buceador, a su decir, autor probable también de la colocación de las
bombas contra el destructor ‘Marqués de la Ensenada’ en octubre de 1981. Las
cargas de dinamita han sido colocadas esta vez a treinta metros de profundidad y
hay otras más que no han estallado y que artificieros de Cartagena desactivan. El
Consistorio de Badalona se esfuerza en mantener el pacto de silencio acordado
con la Comandancia Militar de Marina, la Guardia Civil y CAMPSA, para evitar
el pánico que un atentado de estas características pudiera provocar en la
población.
Un sector de ETA político-militar anuncia el abandono de la lucha armada y
su disolución. Lo hacen público cuando octubre arranca, en el frontón Jai Alai
de Biarritz, en ambiente festivo, a cara descubierta, ante una nutrida
representación de periodistas. Los polimilis en cuestión han cuidado la
escenografía, en la que no falta un ramo de flores. Se comprometen a seguir
luchando por sus objetivos políticos de siempre por medios no violentos. Según
Juan Miguel Goiburu Mendizabal, Goiherri, han llegado a un acuerdo con el
Ministerio del Interior español que permitirá regresar a casa sin contrapartidas a
un colectivo de más de cien militantes, casi todos polimilis, pero también
algunos octavos, autónomos y milis. Los séptimos aseguran que su decisión es
irreversible y solo una vuelta a la dictadura les podría llevar a reconsiderar
individualmente esta postura. Dicen no tener armas que entregar, porque se las
quedaron los octavos cuando se produjo la escisión: ellos apenas conservan sus
casas, sus libros, y poco más. Para resolver los problemas económicos que su
regreso les va a provocar, cuentan con la caja de resistencia de familiares y
amigos, a la espera de encontrar un trabajo. Javier Pagola escribe en Abc que
ETA ya no tiene razones históricas para existir y que los polimilis que dieron a
conocer su decisión de autodisolverse reconocen haber tenido amenazas de los
octavos, “aunque más de tipo propagandístico que político”, y no se sienten
amenazados. HB no se siente afectada por esta decisión que ni les va ni les
viene. El resto de partidos la ve como muy esperanzadora. Para el portavoz del
Partido Comunista Martín Sáenz es positiva pero engañosa, porque los que han
anunciado su autodisolución “son una absoluta minoría”. Además, a su juicio, el
problema central sigue sin resolverse y le suena esto a un “boom electoralista, ya
que el anuncio de autodisolución pudo haberse hecho hace tiempo”. Un análisis
de los Servicios de Seguridad españoles explica que han apoyado la que
denominan estrategia de la redención, con dos objetivos: “desposeer de moral
combativa a los grupos armados e iniciar una vía de normalización que puede,
mejor que ninguna otra, terminar con la existencia de ETA”
Arrestan el 2 de octubre a los coroneles Luis Muñoz Gutiérrez y Jesús Crespo
Cuspinera, y al teniente coronel José Crespo Cuspinera, por presunta
conspiración contra el Estado al haber preparado un golpe de Estado para el 27
de octubre, víspera de las elecciones generales. Según la periodista Pilar
Cernuda, este era el “golpe de los coroneles”, el golpe al que se adelantó el 23-F.
El teniente general Milans del Bosch y el resto de procesados por el 23-F están
al tanto de esta conspiración. Encuentran en casa del coronel Crespo Cuspinera
papeles que incluyen planos de Madrid y edificios militares, centros de
comunicación y el esbozo de la operación, que se basa en el asalto simultáneo de
la Zarzuela y la Moncloa. Han requisado también listas, numerosos nombres,
casi la escalilla militar al completo, que servía a los conspiradores como
referencia. Algunos de los nombres aparecen subrayados, son los enrolables en
la operación. Otros habían sido ya contactados y habían dado su aprobación y
apoyo, entre ellos, algún general y varios coroneles y tenientes coroneles. Solo
se sabe lo que nota oficial dice, pero ha trascendido el contacto frecuente de
Crespo con el teniente coronel Tejero, al que visitaba con asiduidad. Escribe
Pilar Cernuda que el CESID ha impulsado en ocasiones el rumor de un ruido de
sables para seguir de cerca las reacciones de los sospechosos. El abandono de la
lucha armada de ETApm ha intranquilizado más aún a los sectores ultras, porque
sospechan que lo es a cambio de promesas de indulto bajo cuerda. La esposa del
coronel Muñoz ha declarado estar orgullosa de que su marido estuviese en el
Servicio Geográfico del Ejército mientras los etarras salían en televisión. Alude
al Informe semanal de TVE que ha emitido una entrevista con los dirigentes de
la ETApm disuelta. La esposa del coronel Muñoz es la secretaria de Blas Piñar,
alma de Fuerza Nueva. Se celebran las elecciones legislativas. El PSOE obtiene
la mayoría absoluta con 202 escaños. Le sigue Alianza Popular con 107 escaños,
Convergència i Unió con 12, Unión de Centro Democrático con 11, PNV con 8,
Partido Comunista con 4, Centro Democrático y Social y HB con 2 escaños cada
uno, y ERC y EE con 1 escaño cada uno. En el desplazamiento de la UCD por el
PSOE y la constatación de que los ruidos de sable no van a ser ya tolerados, ven
los analistas la culminación del proceso de Transición.
Con la muerte en atentado, el 4 de noviembre, del general de División Víctor
Lago Román, jefe de la División Acorazada, ETA militar parece querer decir que
todo sigue igual. Se trata de uno de los generales más preparados del Ejército
español y se produce en un momento especialmente sensible para las relaciones
de las Fuerzas Armadas con el Gobierno socialista surgido de las urnas. Cinco
días antes, el 31 de octubre, ETA ha hecho explosionar una carga de dinamita
situada en el interior de un vehículo al paso de un convoy de la Policía Nacional
y ha provocado la muerte de un agente en Vitoria. El 17 de noviembre es un
teniente del Ejército al que mata en Bilbao. El 15 de diciembre, Julen Elgorriaga
es nombrado gobernador civil de Guipúzcoa, y el 31 de este mes, Ramón
Jáuregui, delegado del Gobierno español en la Comunidad Autónoma Vasca. El
filósofo Javier Sádaba publica en El País un artículo con el título de “La libertad
de expresión y su sombra”. Se lo ha sugerido la condena de la que ha sido objeto
el director de Egin por reproducir comunicados de ETA. “Un periodista, director
de un medio de difusión –el diario vasco Egin–, ha sido condenado por
reproducir textos de una organización armada, ETA. De esta manera se pone en
cuestión un órgano de prensa. De esta manera se está poniendo en juego el
derecho a la información de ese periódico. El asunto es grave. Y lo es por
muchas razones. Algunas son fáciles de seleccionar, y la imaginación del lector
podría completarlas a su antojo. En primer lugar, quien recorta una vez la
información sobre un hecho ha atacado y recortado, eo ipso, toda la información.
No hay excepciones en el terreno de la libertad. No procede decretar que unas
bocas han de estar cerradas y otras, no. Es, en suma, el no reconocimiento, a
través de una instancia concreta, de la tarea del periodista: que diga lo que
sucede. En segundo lugar, se da una extraña selectividad: otros periódicos, otros
medios de comunicación, pueden hablar de ello –de hecho, lo hacen con
frecuencia–, pero ese periódico, no. Es como si se sugiriese este dictatorial
principio: Yo, que soy bueno, puedo decir eso mismo que tú, que no eres tan
bueno como yo, debes callar. En tercer lugar, y como se ha repetido ad nauseam,
los males, cuando lo sean, no se solucionan ocultándolos. La cuestión, repito, no
es la de si está bien o mal tal hecho, sino si se ha de hablar de ese hecho. La
veracidad, la lucha contra la opacidad, es el primer paso para que disminuya toda
violencia en nuestra sociedad. Lo reprimido, cuando retorna, suele hacerlo
vengándose. Y en cuarto y último lugar, intentar suprimir de la información lo
que en Euskadi ocurre es de una ceguera incomprensible. Allí hay problemas
específicos. Quien quiera vestirse de pulpo y echar tinta para que todo se
emborrone, allá él. El periodista, sin embargo, tendrá que narrar lo que en
Euskadi sucede, porque eso es sustancial para aquella comunidad y, de rechazo,
para esta. (…) Es posible que detrás de la condena al diario Egin por medio de
su director, J. F. Azurmendi, se esconda el miedo a que se disienta. La tentación
a la uniformidad convierte en pecado cualquier actitud no sometida. A los jueces
les sobrarán leyes para colocar a Egin una y otra vez en situación delictiva. A los
periodistas, por su parte, no les deberían faltar fuerzas para vocear que lo que
aquí se defiende es, pura y simplemente, la libertad de expresión”.
El subsecretario de Interior, Carlos San Juan, al que todos ven,
equivocadamente, como siguiente ministro del Interior, declara que “Mientras
ETA mate no habrá diálogo”. Le preguntan por la condena al director de Egin y
responde que ese supuesto delictivo podría estar encuadrado en el código penal,
sin necesidad de la ley de Defensa de la Democracia. Ha participado en Toledo,
en vísperas de la Navidad, en un seminario sobre Información y Terrorismo en el
que se debate sobre las “Nuevas posturas de los diversos países europeos ante el
fenómeno terrorista”. Se trata de un encuentro organizado por el IPI [Instituto
Internacional de Prensa] al que asisten los más cualificados representantes de
Interior del Gobierno que se va y del que viene, junto a los directores de todos
los diarios vascos, y los de los periódicos más influyentes de Madrid, además de
Juan María Bandrés y Txiki Benegas. Concurren igualmente especialistas de
Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia. Escribe Miguel Angel Aguilar que
“Nada sustituye al contacto personal, al cambio directo de impresiones”, que
había dicho en la jornada de clausura el presidente del IPI y director del Utrechts
Nieeuwsblad, Max Snijders, lo que a juicio del periodista todos los asistentes
pudieron comprobarlo con exactitud. Explica Aguilar en El País que “las
primeras reacciones apasionadas de los participantes, cosidos a balazos [se
refiere a los 29 tiros recibidos por el director del Diario de Navarra, José Javier
Uranga] o reos de la Audiencia Nacional [el director de Egin], dieron paso a un
esfuerzo de comprensión de cada uno hacia la postura de sus antagonistas
pertrechados, a veces, no sólo con argumentos sino con munición real”. Sigue el
relato del periodista con la ampliación del concepto de terrorismo del diputado
de EE, Bandrés, para incluir actividades practicadas desde los aparatos del
Estado, para recordar que la tortura ha sido “una realidad en nuestro país”; para
añadir que “la prensa combate la violencia de la extrema izquierda pero es
mucho más cautelosa con la procedente de la extrema derecha y apenas denuncia
la violencia institucional”. Uranga, director de Diario de Navarra, por su parte –
recoge Miguel Angel Aguilar–, sostuvo que ETA influía en los jueces, en los
policías, en los partidos y llegaba a impedir la formación de candidaturas a las
elecciones locales, y que también los periodistas “se contagian del ambiente de
amenaza”. Uranga terminó su intervención diciendo que la faltaba libertad para
“alargarse más”.
EL PLAN ZEN TRAE EL GAL

La urgencia de dinero parece estar en la proliferación de secuestros de móvil


económico que ponen en práctica polimilis y octavos en este comienzo de 1983.
Las urgencias les hacen correr más riesgos, y eso puede explicar la liberación
por parte de la Guardia Civil del empresario Saturnino Orbegozo, secuestrado
por los octavos, como antes lo había sido el doctor Iglesias, en manos de
ETApm, por parte de la Policía. Las autorías de los secuestros, por
reconocimiento propio o por investigación policial, se van conociendo sin
excepciones, hasta que se produce el de Miguel Ignacio Echeverría, nieto del
conocido empresario guipuzcoano Patricio Echeverría. Dos jóvenes de buen
aspecto han entrado junto a la portera en el piso en el que viven los padres de
Miguel Ignacio, en el centro de Donostia, han hablado durante media hora con
su madre, le han explicado que ellos solo obedecen órdenes y no pueden acceder
a sus ruegos, y le han prometido que en una semana estará de vuelta en casa:
piden 160 millones de pesetas por su liberación. Legazpia se moviliza por la vida
del nieto del fundador de la gran empresa que tiene asiento entre ellos, se
movilizan los compañeros de estudios de la Escuela de Ingenieros, la prensa
atribuye el rapto a ETApm VIII Asamblea, recordando que unos días antes han
anunciado que van a reanudar la campaña de recaudación de fondos. El recién
estrenado ministro del Interior, José Barrionuevo, acaba de prometer mano dura
con los secuestradores, y con los que les paguen, lo que añade temor por la
suerte del secuestrado. Contra toda costumbre, los octavos se dan prisa a negar
que sean ellos los responsables, y sugieren más bien que se trata de una última
operación de aprovisionamiento de los séptimos, muy urgidos de dinero para
empezar la nueva vida. Contra toda costumbre también, las organizaciones de
KAS condenan el secuestro. Bandrés y la Policía, optan por creer que es obra de
los octavos. Justo al cumplirse la semana, el joven regresa a casa, y Barrionuevo
y el gobernador Elgorriaga afirman que no hay constancia de pago de rescate.
El lehendakari Garaikoetxea no está dispuesto a no hacer nada para resolver el
problema de la violencia y para ello propone una mesa de conversaciones PNV-
PSE/PSOE-HB. El 13 de enero, el presidente del Gobierno, Felipe González,
recibe en la Moncloa al lehendakari y a Jordi Pujol. Garaikoetxea les propone la
negociación de un plan de pacificación para Euskadi con la participación de
PNV-PSE/PSOE-HB. El 21 de enero, González manifiesta en una entrevista en
directo, a través de TVE, que en el País Vasco no “va a haber diálogo si tal
diálogo sobrepasa los límites de la Constitución y del Estatuto de Autonomía”.
HB y PSE/PSOE aceptan sentarse en la mesa por la paz propuesta por el
lehendakari, con la condición, por parte de HB, de que sean públicas y
proponiendo para ello la presencia de dos periodistas de confianza por cada
formación política. No lo acepta Garaikoetxea, y la mesa no llega a constituirse.
Tampoco el clima de tensión creciente por la violencia aconseja insistir en la
iniciativa, con la que los socialistas nunca se han sentido cómodos y que deja a
EE fuera del planteamiento.
En este enero, los autónomos han atacado la sede de la agencia de noticias Efe
en San Sebastián, los octavos han puesto bombas en bancos y comercios, los
milis han puesto una bomba-trampa contra militares en Bermeo, han atacado con
granadas el cuartel de la Guardia Civil en Villaba, y una bomba que portaban ha
herido a dos militantes de Iraultza, una organización armada surgida del entorno
de EMK para apoyar la lucha de los trabajadores. Febrero no es más tranquilo: el
primer día del mes, ETAm hace explosionar una bomba en la central telefónica
de Aizkorri, en Getxo. Al día siguiente arroja granadas contra las UAR
(Unidades de Acción Rural de la Guardia Civil) y da muerte a un agente. El 3
muere uno de los heridos de Iraultza. Al día siguiente, la Ertzaintza se estrena
contra maestros en huelga. El 5 de febrero, un artefacto colocado por ETAm en
la sede central del Banco de Vizcaya en Bilbo causa la muerte de dos empleados
y deja muy grave a un tercero, que fallece días después. La inmediata autocrítica
de los autores no es suficiente para obtener un clima que posibilite proponer
nuevamente sentarse en una mesa a dialogar. Garaikoetxea está convencido de
que la línea dura de ETA y la izquierda abertzale han hecho fracasar su
propuesta. Está persuadido de que dentro de HB hay sectores opuestos a la
negociación, de la misma manera que en ETA. Sin embargo, esta es la vía, a su
juicio, que más tarde o más temprano se va a imponer.
A punto de comenzar el desfile del Carnaval de Tolosa, ETAm da muerte a
una mujer y hiere de gravedad a su marido en pleno centro de la ciudad. El
alcalde intenta suspender las fiestas, pero no encuentra eco en las sociedades
populares. El País se apunta a la tesis de que se trata de un nuevo error de ETA,
que ha tomado por policía a un empleado de la agencia ‘Detectives Ortiz’ que
investiga un caso de baja fingida y se ha hecho acompañar por su mujer. El
herido explica que durante los dos días que ha permanecido vigilando desde el
interior de su vehículo en el mismo lugar, se ha sentido observado. El 20 de
febrero se conoce que doce militantes relevantes de los octavos han decidido
integrarse en ETA militar. El último día del mes, una decena de hombres
fuertemente armados asalta de madrugada las dependencias de la Ertzaintza en la
Diputación de Gipuzkoa, reduce a su dotación de ertzainas y roba 112 pistolas,
6.340 balas, seis radiotransmisores, doce linternas y otros tantos uniformes
completos, además de dos coches, uno de la propia Policía y otro particular,
propiedad de un ertzaina. La Policía española sospecha que el comando ha
contado con complicidad interna. El modus operandi recuerda otras operaciones
de los polimilis, pero su actual debilidad no lo hace creíble. Por simple
eliminación, las versiones periodísticas apuntan a ETAm y se unen a la tesis
defendida por el lehendakari de que los duros de la organización se han
impuesto, porque de lo contrario no se entendería una operación que deja tan mal
a las instituciones vascas. Ramón Jáuregui, delegado del Gobierno de España en
el País Vasco, ve en el asalto un intento de desprestigiar a la Policía Autónoma,
diagnóstico que el PSE-PSOE comparte.
La actividad armada de marzo es un calco de la de febrero, hasta que el 25 de
abril ETA militar consuma en Madrid un secuestro poco habitual en la persona
de un Grande de España, Diego de Prado y Colón de Carvajal. Se trata de un
apellido ilustre y una persona muy cercana al rey Juan Carlos, lo que le convierte
en un objetivo más allá del interés recaudatorio. Durante su largo cautiverio de
más de dos meses, ETAm lo va a someter a interrogatorios sobre el monarca y su
familia, sus negocios y operaciones. Es su hermano Manuel el que se ocupa de
las negociaciones y del pago del rescate. Es este hermano el que informa a la
prensa, tras su liberación, que ha sido bien tratado, que ha pasado todo su
cautiverio en una cárcel del pueblo de dos metros de largo por 1,90 de alto y 90
centímetros de ancho, en la que apenas si podía moverse, y que, según el propio
secuestrado, podía estar ubicada en el Pinar de Chamartín. Manuel Prado
reconoce haber negociado con ETAm la liberación de su hermano y haber
llevado a cabo operaciones hipotecarias y de otro tipo para dotar a la familia de
liquidez económica. Según él, la organización estaba tras su hermano desde que
en enero de 1981 planeó secuestrar al entonces vicepresidente del Banco de
Descuento, Angel Peradejordi. La Policía dice haber identificado a los
componentes del comando que ha efectuado el secuestro, gracias a las
detenciones posteriores al peinado del barrio del Pilar. El 27 de mayo, ETA hará
llegar doce folios de lo que denomina “interrogatorio-diálogo” con Diego Prado
a la revista Punto y Hora.
ETAm da muerte el 3 de mayo a dos policías y a la mujer de uno de ellos,
embarazada de tres meses, en el intento de secuestro de un teniente de la Policía
Nacional: faltan cuatro días para las elecciones municipales. Dos artefactos de
fabricación casera explotan en el jardín de Ajuria Enea, otro en la sucursal del
Banco Bilbao, en Beasain, un guardia civil de guardia en la fábrica de armas
Astra de Gernika resulta herido en un intercambio de disparos. Javier Pagola lo
resume así en Abc: “El terrorismo desarrolló en la jornada de ayer una trágica
actividad: tres muertos, un guardia civil gravemente herido y dos bombas contra
la residencia del presidente del Gobierno vasco. En la rueda de prensa del
Consejo de Ministros, el portavoz del Gobierno declara, no obstante, que no se
esperaba un recrudecimiento terrorista ante las elecciones”. El PNV recupera en
las elecciones del 8 de mayo la supremacía electoral, crece la implantación de
HB y desciende la del PSOE. El PNV se hace con el control de las tres juntas
generales de la CAV, gracias a la ausencia de HB. José Antonio Ardanza es
elegido diputado general de Gipuzkoa. El 18 de mayo, el Gobierno del PSOE
aprueba el plan ZEN (Zona Especial del Norte) para la “seguridad en el País
Vasco”. El Grupo Parlamentario Popular (AP), cuyo secretario general es Jorge
Verstrynge, pide la comparecencia del ministro José Barrionuevo para que
informe sobre el plan antiterrorista. La presentación oficial del Plan habrá de
esperar al 16 de junio. Una de las detenidas en el “peinado” policial del barrio
del Pilar, que Barrionuevo ha presentado ante la prensa como peligrosa etarra y
pieza clave en el secuestro de Prado y Colón de Carvajal, es puesta en libertad
por el juez por falta de pruebas. El Gobierno del PSOE monta en cólera y el
fiscal, convertido con la ley en garante del Ejecutivo, recurre. Detienen en
Bilbao a un presunto implicado en el atentado en la central del Banco de Vizcaya
y descubren el habitáculo en el que un camionero trasladaba a liberados de ETA.
El octogenario escritor y poeta José Bergamín declara el 25 de mayo de 1983 en
la Audiencia Provincial de San Sebastián por un artículo escrito en Egin: la
querella viene de la Dirección de Seguridad del Estado, el juez instructor delega
la toma de declaración en un oficial del Juzgado, el querellado se presenta sin
documentación alguna y, al saber que se le piden 12 años de cárcel, exige que se
le garantice que los cumple.
Desde finales de mayo y durante los meses de junio, julio y agosto, la
actividad de octavos y autónomos se multiplica. Los octavos colocan bombas en
Burgos en el día de las Fuerzas Armadas, en bancos de Marbella y Fuengirola;
en Castellón, Peñíscola y Benidorm; en Barcelona. Lanzan granadas contra
instalaciones militares. Los autónomos dan muerte a guardias civiles, policías y
confidentes. Iraultza pone bombas en empresas. ETAm mata al jefe de
comunicaciones de Noain. El 12 de julio muere en Donostia el colaborador de
ETAm Antxon Tolosa por explosión del artefacto que portaba. Jean-Francois
Revel sostiene en Cambio 16 que “el delirio político comienza a partir del día en
que, para poder justificar su existencia, ETA decreta que no hay diferencia entre
el Estado franquista y el Estado democrático nacido del sufragio universal” y
que “la diferencia capital entre un terrorismo de esencia nacionalista y un
terrorismo estrictamente ideológico reside en el comportamiento de la
población”. Sostiene José Barrionuevo que toda España se parece a Europa,
menos el País Vasco, que le gustaría que hubiera una especie de compromiso
global en el País Vasco, que el PNV se está dejando arrastrar por quienes más
perjudican a Euskadi. No oculta la “recíproca simpatía” que existe entre el
Gobierno socialista y la Guardia Civil. El nombramiento del excarlista
Barrionuevo para Interior ha sorprendido en amplios sectores de influencia del
PSOE. Se prodiga en entrevistas que recogen que tiene 42 años, está casado y es
padre de tres hijos; que aseguran que sus más próximos dicen que se ha ganado
la confianza del presidente González; que sus críticos ven en él una excesiva
afición por los ‘peinados’ y por el control de los ciudadanos. Entre tanto, su
problema real, como el de sus predecesores, continúa estando en Euskadi y en la
lucha contra el terrorismo. Ya en julio, la prensa de Madrid anuncia que el nuevo
ministro no descarta incluso intervenciones contra ETA en el sur de Francia, eso
sí, “dentro de la Ley”. Faltan pocas semanas para el secuestro de Lasa y Zabala.
El Correo Español entrevista con agostidad a Francisco Alvarez, delegado
del MULC en la Zona Norte. “Las transferencias quitarán argumentos a ETA”,
sentencia, y sostiene que el Plan ZEN es necesario. Eduardo Uriarte, uno de los
de Burgos y dirigente ahora de EE, se suma al debate sobre el Plan con un
artículo de opinión en El País en el que aconseja evitar los planteamientos
maniqueos. El suyo fija en el miedo un factor fundamental de la persistencia de
la violencia, aconseja resolver la problemática en el seno de los foros políticos,
porque más policías no van a dar más seguridad. En cuanto al Plan ZEN sostiene
que cuenta con “todos los rasgos necesarios para convertirse en una etapa más en
la escalada acción-represión-acción, en un empecinamiento que no entendemos
en un Gobierno socialista”. Del Rey abajo todos los representantes políticos
españoles coinciden el 15 de agosto en el homenaje a la bandera española,
coincidiendo con la que pasa a conocerse como ‘guerra de las banderas’ en las
fiestas vascas. Abc editorializa “En defensa de la bandera de todos”. Enrique
Múgica habla de “Profunda y compartida permanencia”, Manuel Fraga de
“Todos juntos, por encima de diferencias”, Ramón Tamames y Agustín
Rodríguez Sahagún de “Símbolo de nuestra historia”. La posición de Felipe
González es firme contra los ultrajes que se vienen dando en Euskadi contra la
bandera de todos. El Rey la homenajea en su ofrenda al Apóstol Santiago.
José Ramón Caso, secretario general del CDS, escribe finalizando agosto en
Diario 16 contra los peligros de ulsterización de Euskadi y a favor de la
negociación y el diálogo. “No se puede hablar del problema vasco sin partir del
conocimiento de algunos hechos, como son que en las elecciones generales de
1979 y 1982, el 53,5% del electorado vasco se inclinó por partidos nacionalistas
(PNV, EE o HB), y que ese porcentaje se elevó al 67,2% en las elecciones
autonómicas de 1980; que, según los datos del Informe FOESSA (1975-1981), el
97% de los partidarios de HB, el 85% de los de EE y el 65% de los del PNV eran
en 1979 partidarios de la independencia –prácticamente el 40% del electorado
vasco–, y que, aproximadamente, el 50% de los residentes en Euskadi
consideraban en esas fechas a los terroristas de ETA como patriotas o idealistas”.
Caso habla de un trasfondo emocional común con raíces históricas lejanas, bajo
la creencia básica de que se pertenecía a un pueblo, a una colectividad nacional,
perseguida y ultrajada por un invasor extranjero. Distingue a los electores del
PNV de los de EE y HB, de centro izquierda los primeros, partidarios de un
modelo de sociedad marxista-leninista los segundos. Ve una diferencia más
importante entre los seguidores de HB, y los del PNV y EE: estos últimos
aceptan y defienden la vía democrática para mantener sus tesis políticas. Le
parece que tenía razón Tierno Galván cuando decía en los debates
constitucionales que “Hemos de tener clara conciencia que no es solo un
fenómeno de terrorismo, tenemos que responder al hecho de que hay un
fenómeno de resistencia civil, y la resistencia crea una atmósfera, y a una
atmósfera no se la fusila, ni se la puede condenar al silencio o al ostracismo”. La
Constitución, continúa Caso, no ha resuelto el problema, el Estatuto de Guernica
iba en la buena dirección, pero los pactos autonómicos suscritos tras el 23-F
entre Calvo Sotelo y Felipe González, so pretexto de acabar con las
ambigüedades del título VIII de la Constitución, solo pretenden
homogeneización y recorte de estatutos, lo que da nueva vida a HB y a ETA,
como lo demuestra la “tristemente famosa guerra de las banderas”. Que Felipe
González haya prometido mayor firmeza para garantizar el orden, le hace temer
a Caso una indeseable ulsterización. Lo que por el contrario se debe hacer es, a
su juicio, demostrar que, dentro de la Constitución y del Estatuto de Autonomía,
“en definitiva dentro de España”, los vascos pueden desarrollarse pacíficamente
como pueblo, con altas cotas de autogobierno.
Con septiembre se inicia la socialización del Plan ZEN en “Vascongadas y
Navarra”, con el reparto de “folletos explicativos en la población para lograr su
colaboración”, titula Abc. Está concebido como un proyecto global de lucha
antiterrorista. El director general de la Seguridad del Estado, Rafael Vera, se
encuentra ya en Euskadi para concretar las medidas, que consistirán en informar
a los ciudadanos de los objetivos y líneas básicas del programa. Incluye también
medidas específicamente policiales, como la coordinación de la lucha
antiterrorista a todos los niveles, la ampliación de la información sobre bandas
armadas y un plan de protección de personas e instalaciones. La consideración
del terrorista como delincuente común, la agilización de los procedimientos
judiciales e intento de reinserción social de los terroristas arrepentidos, son
objeto de atención prioritaria, así como la penetración en los ambientes más
propicios a la identificación o la colaboración con los terroristas, por medio de
acciones psicológicas. Los autores del Plan ZEN están convencidos de que las
autoridades conseguirán acabar con el terrorismo a medio plazo, recoge Abc.
Está el Plan espléndidamente dotado. Entre instalaciones (más de 6.500 millones
de pesetas), autoprotección, formación, oficina de relaciones públicas,
información e investigación, incentivos (casi 4.000 millones), vehículos y
armamento, ediciones y actividades sociales, 14.623.238.000 pesetas. Cuenta el
Plan con apartados diferenciados a los que se denomina Fénix, Nieve, Anta y
Violeta, y con consejos concretos para sus efectivos, como que no se fíen de los
jóvenes, porque detrás de una familia respetable pueden esconderse
informadores de ETA. Los generosos fondos del Plan contemplan la contratación
de mercenarios, confidentes, trabajadores que, por sus oficios, estén bien
situados para suministrar información, como porteros, camareros, taxistas,
instaladores y reparadores domésticos de todo tipo. Pronto, los octavos van a
secuestrar y matar al capitán de Farmacia Martín Barrios, y buena parte de los
recursos se van a orientar a la guerra sucia en el Norte del Norte.
Estallan bombas en la Universidad de Navarra, se suspenden las regatas de La
Concha por boicot de las traineras, ETA atenta contra un presunto traficante de
drogas, lanza granadas contra el cuartel de la Policía Nacional en Donostia, mata
a un policía. Cambio 16 describe “el santuario de ETA” y proporciona una “lista
de etarras en Francia”. Dos periodistas del semanario son acusados e insultados
en Iparralde mientras cubren una manifestación de refugiados. “ETA trabaja para
el golpe”, sostiene Carlos Dávila. La prensa española asegura que ha asesinado
por error en Puerto Santa María al médico argentino Alfredo Suar Muro.
Termina septiembre y octubre arranca con disparos de granadas contra el cuartel
de la Guardia Civil de Hernani y con el secuestro del capitán de Farmacia
Alberto Martín Barrios, que va a actuar como detonante de las nuevas
operaciones de guerra sucia en Iparralde. Los octavos piden infructuosamente el
canje del militar por los procesados tras el asalto al cuartel de Berga. Mario
Onaindia declara en Deia que la forma en que se resuelva la violencia
condicionará la sociedad vasca del futuro. Informa José Luis Barbería en El País
de que miembros de grupos activos de ETA político-militar han abandonado el
terrorismo y se han acogido a la vía de la negociación. El 31 de octubre, el nº 77
del semanario Tiempo, con las firmas de Isabel Martínez, Luis Reyes, Antonio
Trujillo y Carlos Carnicero, dedica portada y buena parte de sus páginas
interiores a anunciar que “Con el consenso entre el Gobierno y Fraga, estalla la
guerra sucia contra ETA” y a describir lo que viene, cuando todavía no le han
puesto nombre al GAL. El teniente coronel Ostos es, de acuerdo con el reportaje,
el cerebro de la guerra antiterrorista liderada por Barrionuevo. Perciben un clima
adecuado para echar a andar un plan minuciosamente diseñado, en la línea de
mano dura anunciada por Felipe González, con el aplauso de Fraga Iribarne. Los
periodistas recogen de fuentes político-policiales la sensación de que la sociedad
vasca está madura para aguantar las nuevas prácticas. Ni siquiera la desaparición
de dos jóvenes en Baiona ha sacado demasiada gente a la calle.
Cambio 16 no se queda a la zaga, dedica al tema la portada y un titular
agresivo: “Felipe, despierta. Hay que aplastar a ETA”. El capitán de Farmacia ha
aparecido muerto ya, las gestiones legales e ilegales para su liberación han
fracasado. La conmoción en los cuarteles es enorme. Juan Tomas de Salas, editor
de Cambio 16, exige hechos y no palabras, porque la estrategia empleada hasta
ahora no sirve. Y no tiene empacho en escribir lo que piensa: la libertad debe
defenderse con las armas, hay que capturarlos en el santuario, como a Eichmann
[Adolf, nazi secuestrado en Argentina y ejecutado en Israel]. “Sin guerra sucia,
bien limpito, por derecho. Que lloren ellos, porque les arrebatamos su libertad de
matar”. “Hay que aplastarlos”, resume Salas, líder de los 16 fundadores de
Cambio y Diario 16. Al analizar la ridiculizada incursión de los hombres del
comisario Francisco Alvarez, con el fin de secuestrar al supuesto dirigente
octavo José María Larretxea, Abc hace una recomendación precisa: “Está claro
que si un día el Gobierno español decidiera, ante la situación del terrorismo y la
ayuda que este recibe sistemáticamente desde Francia, tomar medidas en la
frontera del Estado de derecho, que en ningún caso recomendaríamos nosotros,
está claro. Decimos, que no cometería el error de utilizar agentes de seguridad,
policías o guardias civiles, sino que acudiría a las numerosas organizaciones
existentes en Europa y América dedicadas a hacer estos trabajos sin riesgo para
el Estado que los ordena”. No se condena la acción, solo su fracaso, por
chapucera e inexperta, de un grupo que se supone de élite. La conclusión parece
clara y ampliamente aceptada en la opinión publicada: hay que hacer la guerra
sucia, pero hay que hacerla bien, y sin comprometer el honor de las FSE.
También Joseba Elosegi, el emblemático resistente de la generación de la guerra,
opina que, contra ETA, “los procedimientos tienen que ser de fuerza. No se les
puede derrotar jugando al mus, ya que ellos no quieren jugar al mus. Hay que
buscarles en su campo, pero sin soluciones extremas al estilo de las dictaduras.
La fuerza no entiende más que la fuerza, pero sin que esto implique la
participación de elementos que quieran destruir todo lo logrado. Hay que hacer
que el pueblo entienda que no hay solución por este camino”. También sobre eso
trata y contempla el Plan ZEN.
El presidente González comparece el 3 de noviembre ante el Congreso de los
Diputados para explicar las medidas que va adoptar su Gobierno contra la
escalada terrorista. El portavoz del Grupo Parlamentario Vasco, Marcos Vizcaya,
expresa el apoyo del PNV, “aunque no nos gustan”. Se va a dar un trato
excepcional a los terroristas, se van a unificar en una sola ley el conjunto de
medidas contra bandas armadas, y se va a hacer la vida imposible a quienes
amparan el terror y el crimen. Si es preciso, se modificará la legislación
electoral, se declarará fuera de la ley a determinadas asociaciones políticas.
Tienen en mente el traslado de presos, su dispersión y alejamiento, el
agravamiento de penas en los delitos cometidos por bandas terroristas y
modificaciones en la legislación procesal. Felipe González pone el acento en la
necesidad de que todos los jefes de Gobierno occidentales colaboren para luchar
contra el terrorismo y, más concretamente, anuncia que va a pedir a Francia el
traslado de todos los etarras allí refugiados a lugares distintos y, si fuese posible,
su expulsión del territorio francés. El presidente prefiere esta medida a la más
complicada de las extradiciones. Va pedir a París el mismo trato que el firmado
en el acuerdo antiterrorista franco-alemán, y la aplicación del convenio de
Ginebra de 1951 para considerar a los terroristas delincuentes comunes. La
oposición le aplaude, Fraga más que nadie, cuando garantiza que no habrá
negociación con ETA, que no habrá componendas. “Quiero evitar la tentación de
que se pidan medidas políticas”, ha dicho González, y provoca algunas críticas
de Vizcaya y Carrillo, para quienes el diálogo con el Gobierno vasco es esencial
en la lucha contra la violencia. El periodista de El País deduce de la reacción de
Fraga que pide la ilegalización de HB y defiende de manera no explícita los
métodos de guerra sucia: “El terrorismo es el que hace la más sucia de las
guerras. Nosotros pensamos que es buena la política de no dejar vivir tranquilos
a quienes hacen apología del terrorismo”. Fraga lamenta que no se haya
avanzado más contra “esta guerra revolucionaria” en el control de las viviendas,
la prohibición de pagar rescates, la lucha contra los mediadores, las
disposiciones sobre terroristas supuestamente arrepentidos o el cierre de medios
informativos, como Egin y Punto y Hora de Euskal Herría. El 23 de noviembre,
las medidas antiterroristas cobran forma de Ley. Antes y entre tanto, las
organizaciones armadas vascas no han dejado de actuar contra sus objetivos
declarados en Bilbao, en Bermeo, en el Goierri, en Pasaia.
En diciembre de 1983, la guerra ilegal planificada adopta el nombre de GAL,
secuestra al trabajador de la cooperativa Sokoa Segundo Marey, mata al
refugiado Ramón Oñederra, elimina a Mikel Goikoetxea, objetivo preferente de
la cúpula de Interior. La Administración francesa entiende el mensaje y, apenas
nace 1984, efectúa una redada entre los refugiados para empezar a poner en
práctica las medidas que Felipe González ha pedido: de entre los 40 detenidos,
seis supuestos dirigentes de los octavos son deportados en primera instancia al
“territorio de ultramar” de Guadalupe y otros seis supuestos milis son asignados
a residencias alejadas de Euskal Herria. La portada del Abc es elocuente el 11 de
enero. “ETA: Principio del fin”, acompañado de una figura de un encapuchado
cayendo a tierra y un solo texto que dice “El Gobierno francés ha decidido
confinar a los terroristas de ETA en el Norte del país, lejos de donde tenían
establecida su base de operaciones. Asimismo, ha dispuesto la expulsión de
Francia de diecisiete cabecillas etarras, cuyo traslado ha comenzado hacia varios
países de América. Los observadores conceden máxima importancia a estas
decisiones, que suponen la primera colaboración abierta y eficaz del Gobierno
francés con el español en materia de terrorismo. Aunque se espera que en las
próximas semanas se produzcan atentados, incluso de envergadura, en medios
policiales se considera que la actual operación podría ser el principio del fin de
ETA”.
El Ministerio francés de Interior emite un escueto comunicado: “La Policía ha
detenido a un cierto número de españoles a los que les han sido aplicadas
medidas de expulsión hacia un país tercero o de asignación forzosa de residencia
en otro departamento francés”. La redada contra ETA es vista por Madrid como
el primer paso de un nuevo marco de relaciones entre España y Francia, fruto de
la actividad diplomática directa de Felipe González. El nuevo clima en las
relaciones con París, que este semestre detenta la presidencia de la CEE, podría
favorecer también la firma del tratado de adhesión de España. El cambio francés
vendría obligado por las presiones de mandatarios de los Estados Unidos,
República Federal Alemana, Italia, Grecia y Austria, a los que Felipe Gonzáles
ha formulado peticiones concretas contra el terrorismo y a favor de la entrada de
España en el Mercado Común.
En línea con declaraciones suyas anteriores, Joseba Elosegi dice que las
autoridades francesas, empujadas o animadas por las españolas, han emprendido
una acción que no es más que una advertencia a quienes consideran el País
Vasco francés “como un territorio libre para sus aficiones”. Joseba Goñi, editor
de Herria 2000 Eliza, escribe una carta en El País sobre “Euskadi como cuestión
de Estado” a propósito de un artículo de Fernando Savater. Le parece respetable
el análisis sobre la lucha armada de ETA y la cuestión militar que el filósofo
hace, pero le formula tres reflexiones a modo de preguntas: “¿Se da cuenta el
autor de que la crítica a lo militar solo va por un bando? ¿Es consciente Savater
de que la opinión contraria a la suya sobre la lucha armada no cabe dentro de la
libertad de expresión y de la democracia de la que tanto habla en su artículo?
¿Por qué no ha citado también a Bergamín cuando hace unos meses, en el libro
Negociar, decía: ‘No cabe solución ni superación del estado actual de Euskal
Herría más que en y por la lucha armada?”. Carlos Carnicero, cuñado en este
tiempo de Txiki Benegas, parece contar con fuentes privilegiadas cuando escribe
en Tiempo sobre “Las claves ocultas de la guerra sucia contra ETA” y afirma que
el GAL es un proyecto total de lucha directa y psicológica dentro de un plan
global para el País Vasco. Recoge el testimonio de un experto que manifiesta que
“los etarras dicen que están en guerra, pero se escandalizan cuando se les aplica
la lógica de su guerra”. Cambio 16, además de hablar de “Paranoia en el Sur de
Francia” y de las medidas de autoprotección puestas en marcha por los
amenazados, cree saber, o quiere hacer creer, que los comandos del GAL se
entrenan en Israel y África del Sur, como los de ETA se entrenan en Libia o
Yemen. Y ya en enero de 1984, afirma que “Según todos los datos, los GAL
asen(s)taron su primer golpe contra José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala”.
Las maniobras de despiste tienen otro capítulo en las pistas falsas que se
proporcionan a la revista Euzkadi sobre el GAL por parte de un supuesto
miembro del grupo.
Es en este clima cuando ETA militar mata en pleno centro de Madrid al
teniente general y excapitán general de la I Región Militar Guillermo Quintana
Lacacci y hiere levemente a su esposa y a un coronel retirado que le acompañan.
Nieto e hijo de militares, nació en El Ferrol en 1916, ingresó en la Academia de
Infantería en 1935, y el 17 de julio de 1936 tomó en Madrid el último tren al
Norte para iniciar la guerra en el bando de los alzados. Se alistó en la División
Azul, fue jefe del Regimiento de la Guardia de Franco y de la Brigada de Alta
Montaña, gobernador militar de Pontevedra y capitán general de Madrid. La
prensa española asegura que su actitud fue decisiva para que no se consumara el
golpe del 23-F. Con ocasión de este atentado, los medios de comunicación
renuevan el listado de atentados de ETA contra militares de alta graduación: el
26 de noviembre de 1977, el comandante de Infantería Joaquín Imaz; el 3 de
octubre de 1978, el capitán de Corbeta Francisco de Asís Liesa; el 19 de
diciembre, el coronel de Infantería Diego Fernández Montes; el 2 de enero de
1979, el comandante del Ejército José María Herrera, ayudante del gobernador
militar; el 14 de febrero, el teniente coronel de Infantería Sergio Borrajo; el 7 de
junio, el comandante de Infantería Andrés Varela Rúa; el 19 de septiembre, el
coronel de Caballería Aurelio Pérez Zamora y el comandante de Estado Mayor
Julián Ezquerro; el 23 de septiembre, el gobernador militar de San Sebastián,
general Lorenzo González Vallés; el 16 de noviembre, el teniente coronel Tomás
López de Diego, herido de gravedad; el 30 de enero de 1980, el teniente coronel
de Artillería Jesús Frechoso (herido); el 8 de febrero, el comandante de
Infantería de la Promoción del Rey Miguel Rodríguez Fuertes: el 20 de febrero,
el coronel de Infantería Eugenio Sarazibar; el 18 de marzo, el general Fernando
Esquivias (herido, fallece un escolta); el 8 de mayo, el comandante de Artillería
José María Espinosa; el 13 de septiembre, el teniente coronel de Farmacia José
María Urquizu; el 13 de octubre, el teniente coronel de Infantería Lorenzo Moto;
el 27 de noviembre, Miguel Garciarena, jefe de la Policía Municipal de San
Sebastián y teniente coronel; el 19 de marzo de 1981 resulta herido y muere
posteriormente, el teniente coronel Ramón Romero; el 21 de marzo, el teniente
coronel y exjefe de la Policía Foral de Navarra José Luis Prieto; el 7 de mayo, el
teniente coronel Guillermo Tevar Saco, el suboficial Antonio Nogueira y el
soldado Carlos Rodríguez, todos ellos de la escolta del teniente general
Valenzuela, jefe del Cuarto Militar del Rey, que resulta herido de gravedad; el l5
de julio, el teniente Magín Fernández; el 22 de septiembre de 1982, el brigada de
la Comandancia de Marina de Bilbao Emilio Fernández Arias; el 4 de noviembre
de 1982, al general de división Víctor Lago Román, jefe de la División
Acorazada Brunete.
José Barrionuevo no duda en afirmar en una entrevista para Il Messagero
italiano que el Gobierno español ha pasado a la ofensiva contra ETA, que la
colaboración de Francia es ahora mayor y que la democracia se consolida en
España. La receta del ministro se resume en la intensificación de la acción de las
Fuerza de Seguridad y las facilidades a dar para el retorno a la legalidad a
aquellos que quieran reinsertarse en la sociedad. En Italia saben mucho de esta
medida. Aunque no se lo pregunten, apostilla que todo debe ser hecho en el
mayor respeto a la legalidad. No descarta incluso el indulto, “una facultad
perfectamente legal y discrecional”, si eso contribuye a la derrota de los
recalcitrantes. A la pregunta sobre si el atentado que ha costado la vida al
teniente general Quintana Lacacci puede provocar una escalada de guerra sucia,
Barrionuevo declara: “no podemos ser interlocutores de este tipo de preguntas,
ni podemos pronunciarnos sobre fenómenos que no controlamos”.
Lo que queda de ETApm se disuelve o se une a ETAm. Está empezando
febrero. Las bombas, numerosas, van dirigidas contra bancos, Bolsa de
Comercio, Bolsa de Bilbao. Se intuye la mano de Iraultza tras ellas. A Mikel
Solaun, aquel que encabezó la fuga de la cárcel de Basauri en pleno franquismo,
quien vivió años de exilio, lo han matado dos jóvenes que hacen sus primeras
armas en ETAm. Delante de su familia y de un amigo de los tiempos de la
prisión de Basauri. Le acusan de traición, de colaboración con el enemigo, pero
no de delación. Detienen a dos militantes de Iraultza y los hacen responsables de
las bombas contra los representantes del capital especulativo. La revista Tiempo,
bajo la batuta de Agustín Valladolid, hace pública la composición del “Gobierno
ETA”. Son siete, asegura, y operan como una junta militar, que apenas ha
variado en los últimos diez años. Echan mano de las fuerzas especiales para
entrar en un piso de Cruces y capturar a tres jovencísimos militantes de ETA,
acusados de ser los ejecutores de Mikel Solaun. La nota oficial habla de violento
enfrentamiento, que debe ser la razón por la que a uno de ellos le han cosido a
balazos. Habían estado los tres en la cárcel cumpliendo seis meses de prisión por
haber protagonizado una rocambolesca retención de horas del secretario general
del EPK, Roberto Lertxundi, como tratando de llamar la atención de la ETA en
la que querían militar. Es febrero, pero lo peor está por llegar.
Lo cuenta así El País: “Dos terroristas de los Comandos Autónomos
Anticapitalistas, disfrazados con monos de trabajo, pulsaron el timbre del
domicilio de Enrique Casas, en el barrio Bidebieta 2 de San Sebastián. Eran las
cuatro menos cuarto de la tarde y el dirigente socialista estaba con su hijo
Richard, de 17 años, y el pequeño Andreas. Miró por la mirilla y al creer que
eran dos obreros de una obra cercana se confió y les abrió la puerta. En ese
momento, el terrorista José Luis Merino le disparó dos tiros, uno en la cabeza y
otro en el cuello, que le impactó la yugular. Casas corrió por el pasillo de la casa
gritando‘sois unos cobardes cabrones’ y al llegar al cuarto de su hijo se
desplomó. El pistolero le descargó trece tiros en la espalda, y huyó”. Faltaban
tres días para las elecciones autonómicas. Los socialistas apuntan hacia ETA y
HB, aunque saben que los autónomos no solo no están bajo la disciplina de ETA,
sino que la critican duramente. Los socialistas lo saben, pero están convencidos
de que, si ETA y HB quieren, los autónomos desaparecen. Herri Batasuna critica
el atentado, desde la inoportunidad política y porque no está de acuerdo en que
se mate a los adversarios políticos por sus ideas, como lo ha hecho saber desde
que polimilis y autónomos dieron muerte a dirigentes de la UCD.
No se equivocan sin embargo los que han apuntado a Casas como una pieza
clave en ese PSOE que está apostando por la mano dura, que está yendo más
lejos que nadie antes en la guerra contra las organizaciones clandestinas vascas.
A los dos días, el GAL mata al refugiado Eugenio Gutiérrez, dos semanas
después de las muertes de otros dos refugiados, Bixente Perurena y Angel
Gurmindo. En las tres muertes, más que de mercenarios, parece verse la mano
experta de guardias civiles de Intxaurrondo. A Jean Pierre Leiba, que coincide
con refugiados en el trabajo, le matan en Hendaia el 1 de marzo cuatro
meritorios del GAL, que son prontamente detenidos. La Policía española dice de
ellos que forman el comando “antiterrorista” Jaizubia y que nada tienen que ver
con el GAL. Mario Onaindia, secretario general de EE, hace pública una medida
declaración en la que afirma que la estrategia del ojo por ojo solo sirve para
poner obstáculos a la “trabajosa búsqueda de soluciones políticas que se iba
abriendo paso en la sociedad vasca”. Dice también que un Estado de derecho no
solo debe ser honesto, sino también parecerlo, y que el Gobierno debe mostrar
tanto empeño en descubrir “quiénes están tras el GAL como en descubrir a
quienes mandaron asesinar a Quintana Lacacci o a Mikel Solaun”.
Justo un mes después del atentado contra Enrique Casas, la Policía acribilla en
Pasai Donibane a cuatro liberados de los Comandos Autónomos. No han tenido
oportunidad de bajarse de la embarcación que los trae de Iparralde, no han tenido
ocasión de rendirse, no han disparado un tiro: los estaban esperando en la
oscuridad de la noche con un cebo, en la persona de una detenida con
anterioridad. Hay un superviviente, al que deliberadamente no han ejecutado.
Adoptando un tono solemne, el periodista Fernando Orgambides describe en El
País al GAL como un grupo criminal bien organizado e informado, que persigue
la decapitación de ETA militar, “lo que provocaría un descalabro en su férrea
dirección”. La Policía francesa se tranquiliza diciendo que los actuales GAL, al
igual que los grupos que actuaron antes contra ETA, son dirigidos desde España
y son de respuesta, y ni siquiera la muerte de ciudadanos franceses, ajenos a toda
confrontación, les lleva a replantearse esta postura. La prensa española dirige
cómodamente sus sospechas hacia mercenarios de la OAS y otros, y no descarta
que la financiación corra a cargo de empresarios acosados por el impuesto
revolucionario, y la prensa de París hace como que no va con ellos: una pequeña
bomba en una sinagoga de París es mucho más inquietante que unos cuantos
muertos en el sudoeste. Una vez conocida la identidad del miembro del GAL
muerto en Biarritz por la explosión del artefacto que manipulaba, pocas dudas
quedan sobre el tipo de mercenarios de los que se vale la Policía española para
operaciones sucias. Se trata de Jean Pierre Cherid, eliminado por sus jefes, a
decir de su esposa, porque se trata de un testigo muy incómodo como eslabón en
la cadena de una década de trabajos para la Administración española. Cherid,
argelino, paracaidista del Ejército francés, miembro de la OAS, soldado a sueldo
en Biafra y otras guerras africanas, se afincó en España y obtuvo la protección
de los servicios secretos. Entre 1975 y 1982 ha colaborado con el BVE, a las
órdenes de Pedro Martínez, el Marino, y de Antonio González Pacheco, Billy el
Niño, y como tal ha participado en los sucesos de Montejurra. Ha regentado una
pizzeria en Donostia, ha tejido relaciones familiares con gente vasca. Tras la
llegada del PSOE al gobierno, sus servicios se amparan bajo las siglas GAL.
La revista Tiempo dice desvelar “primera vez” “El manual interno de ETA”.
Cree saber que las diferencias entre los jefes de ETA abren el camino a la
escisión. Abril está mediado, y El Correo Español anuncia que la violencia en
Euskadi se acabará para 1988, si continúan las medidas de reinserción social y el
Gobierno demuestra flexibilidad. La actividad de ETAm es menor que en años
anteriores. De acuerdo a sus propios cálculos, en 1982 ha dado muerte a 37
personas, entre miembros de las FSE y militares, además de otras tenidas por
confidentes y colaboradores de ellas. En 1983, han sido 31 las víctimas, 7 de
ellas vinculadas con el narcotráfico. Como respuesta a la actitud de la
Administración francesa contra los refugiados, ha hecho de los “intereses
franceses” objetivo prioritario, ha intentado el boicot a sus productos, a sus
firmas más reconocibles. Son ya 17 los refugiados deportados a Centroamérica y
el Caribe, y 26 los confinados en lo que va de año. Iberduero, propietaria de la
central de Lemoiz, entre subestaciones eléctricas, transformadores, torres de alta
tensión y oficinas, lleva sufridos más de 300 atentados, 5 mortales: los
ingenieros jefes José María Ryan y Ángel Pascual y tres empleados en las
contratas de construcción. A ETA, la paralización del proyecto le ha costado
también cinco vidas.
Nombran a Jesús Intxausti, Uzturre, presidente del EBB, el PNV expulsa a su
ejecutiva en Nafarroa, el diputado general de Gipuzkoa, José Antonio Ardanza,
entrega una bandera nacional española, con el nuevo escudo constitucional, al
coronel-jefe del Regimiento Mixto de Ingenieros número 6, de guarnición en
San Sebastián, en un acto celebrado en la plaza Okendo. Ardanza explica que lo
hace en cumplimiento de un acuerdo de la anterior Diputación. El 15 de junio, la
Guardia Civil localiza en un piso de Hernani a tres liberados de ETAm: da
muerte a Agustín Arregi y Juan Luis Lekuona y detiene a Jesús María Zabarte, al
que medios oficiales presentan como uno de los militantes más activos de ETA.
La Guardia Civil informa que uno de sus agentes ha resultado gravemente herido
en el enfrentamiento. Este mismo día, el GAL atenta contra el histórico
refugiado Tomás Pérez Revilla y el sacerdote Román Orbe en Biarriz. El primero
de ellos fallece 43 días después, a causa de las quemaduras provocadas en el
atentado. Instrucciones al comando Madrid que la Policía atribuye a Pakito
explican que “la única forma de combatir todo esto es dándoles y, para ello, hay
que hacer un esfuerzo mayor de lo que se hace, pues no tenemos que olvidar que
es cuestión de supervivencia”. La instrucción estaría acompañada de una
postdata: “al concejal del PSOE no lo matéis, tiro en la rodilla. Al otro,
exguardia civil, al saco”.
Junio se despide con varias horas de enfrentamiento por calles y plazas del
centro de Donostia entre las FOP y cientos de manifestantes de la izquierda
abertzale que reclaman los derechos de los presos políticos y los refugiados.
Carlos Olave cuenta en Abc que la Policía Nacional ha ocupado desde las seis de
la tarde el Boulevard con intención de impedir la concentración. Varios cientos
de manifestantes se agrupan, profieren gritos a favor de ETA y la amnistía, se
dirigen a la plaza Gipuzkoa, y es aquí donde los choques alcanzan mayor
virulencia. El dirigente de HB Txomin Ziluaga forcejea “violentamente” con un
capitán de la Policía Nacional, le hace constar su condición de diputado; las FSE
emplean abundante material antidisturbios. Los “alborotadores” dan muestras de
estar perfectamente organizados, en grupos reducidos logran desplegarse por
distintos barrios de la ciudad, cruzan barricadas y hostigan a la Policía. “Su
capacidad de desdoblamiento, de despliegue, incluso les permitió instalarse en
distintos accesos de San Sebastián, como intentando incomunicar la ciudad con
el exterior”. Incendian un autobús que previamente han cruzado en la calle
Hernani. Provocan un auténtico caos circulatorio. En la Avenida, lanzan a la
calzada sillas de las cafeterías. “La indignación de los transeúntes cada vez es
mayor, pero nadie pudo hacer nada por evitarlo”, apostilla el periodista de Abc.
Es lo más parecido a una guerrilla urbana, hasta este momento desconocida. El
corresponsal de El Correo Español en Madrid informa en julio del juicio contra
el dirigente de EE Javier Olaberri y otros presuntos miembros del “comando
electrónico”. La requisitoria del fiscal contra los ocho acusados dura menos de
dos minutos. Bandrés y los otros abogados “pincharon el globo”, dice el
corresponsal Torres Murillo para explicar que ha habido componenda.
Transcurrido el tiempo, Joxe Joan Gonzalez de Txabarri va a recordar que
oficialmente solo se les encontró un rifle. ¿Y el resto?, se preguntará. Porque la
pistola con la que matan a Lasa y Zabala sale de aquí.
En este tiempo todavía es posible leer un artículo de denuncia de la tortura,
como el que Luis Ruz Sánchez escribe desde Barcelona. “Presentar la cuestión
de la tortura en el Estado español como algo separado del propio Estado, tal
como recogía El País en el editorial del 2 de julio, solo puede tener dos motivos:
ignorar el hecho o tener miedo a las consecuencias que traería para un periódico
enmarcar este fenómeno en la dinámica represiva del Estado. Y enmarcar
significa responsabilizar directamente al Gobierno por sus leyes y planes, que
son mucho más represivos que los precedentes. Puestos a comparar, la nueva
legislación antiterrorista recuerda a la que se formuló durante el nazismo en
Alemania, según ha denunciado la Comisión de Derechos Humanos del Colegio
de Abogados de Barcelona. Ya no es cuestión de anunciar que la tortura, como se
hacía en el citado artículo, corresponde ‘a un fenómeno residual de un pasado
muy próximo’ o que se tiene que ‘reforzar la ley contra esos abusos criminales’,
pues su práctica no es motivada por residuos de un pasado ni por abusos de unos
cuantos. La tortura, al amparo de las sucesivas legislaciones antiterroristas, se ha
ido perfeccionando y sofisticando, recogiendo las experiencias de su práctica
durante el franquismo y añadiéndole la práctica internacional en esta materia,
práctica avanzada en países como Suiza, Alemania e Israel, con lo que nos
encontramos que, a la paliza brutal que te podían endosar las fuerzas policiales
en época de Franco, se le añaden ahora los más refinados –y no por ello menos
criminales– métodos de tortura blanca, psicológica, etcétera. Pero siempre
teniendo claro que a tal situación no se hubiera llegado sin la protección y apoyo
desde el poder”.
Bélgica ha extraditado a Joseba Mirena Artetxe y Gaizka Ormaza, como
miembros de ETA VIII Asamblea, lo que se interpreta en Madrid, no sin
motivos, como el importante cambio de la Europa Occidental frente a las bandas
terroristas que amenazan la estabilidad de las instituciones democráticas. La
cooperación de las autoridades francesas está desmantelando el santuario etarra,
los atentados del GAL no son ajenos a la nueva política francesa, que Bélgica
haya accedido a estas extradiciones no hace sino revalidar la postura de no
equiparar a los autores de crímenes y atentados perpetrados contra el sistema
democrático con militantes de movimientos contra dictaduras tercermundistas.
Este éxito en el exterior debe atribuirse a las gestiones de Felipe González, pero
debe ser completado con medidas policiales y políticas que eviten el traslado al
interior del país de su infraestructura operativa, lo que los analistas ven posible,
dado el respaldo social con el que ETA todavía cuenta.
El lehendakari Garaikoetxea declara al diario Le Monde el 24 de julio que “los
socialistas saben perfectamente que algunas de las reivindicaciones planteadas
por sectores próximos a ETA son perfectamente compatibles con el Estatuto de
Autonomía que hemos aprobado todos en 1979. ¿Por qué, entonces, más que
pretender alcanzar una victoria militar, no buscar ese denominador común que
permitiría llegar a una paz sin traumatismos, es decir, duradera?”. Garaikoetxea
ve peligroso ese empeño del Gobierno español en la eliminación física de ETA,
sin reparar en que “si no se abordan los problemas subyacentes a la violencia, en
algunos años surgirá otra ETA”. Se aprueba en Bergara una moción del PSE en
contra de las actividades del GAL, pero Odón Elorza, responsable de política
municipal, es contrario a su presentación. Para el empresario Luis Olarra, “el
GAL es una tenue reacción ante las acciones de ETA”.
El Ministerio del Interior, que ha dado mucha importancia a la detención de
Isidro Garaialde y dará más todavía a la de Eugenio Etxebeste –el dirigente más
influyente de la Oficina Política, según la Policía– saca cuentas pensando en
obligar a ETAm a una negociación a su medida. Ocho de los miembros más
destacados de la organización disponen todavía de carta de refugiado político,
cerca de 800 vinculados directa o indirectamente con ella residen en territorio
francés. De ellos, 200 no tienen reclamación judicial, y otros 400 podrían
acogerse a las medidas de reinserción social. Interior niega que haya
negociaciones en marcha, pero no se descarta que pudiera haberlas en el futuro.
La actual Dirección de la Seguridad del Estado, encabezada por Julián
Sancristóbal, hombre de la entera confianza del ministro, quiere dialogar con
ETA, pero no con HB, porque no son los interlocutores válidos y, tras el
progresivo debilitamiento de ETA, pueden acabar, según el exgobernador civil,
disueltos como un terrón de azúcar en el agua. En este verano de 1984, los
servicios de información españoles calculan en 19 el número de comandos
entrenados y capacitados para llevar a cabo atentados terroristas, con un total
aproximado de 90 hombres y mujeres. Cuentan con que, para el final de la
legislatura del PSOE, el fenómeno terrorista no será ya una de las
preocupaciones prioritarias del país. Para estas fuentes, la debilidad de ETAm
tiene su reflejo también en el reciente asesinato del secretario del Ayuntamiento
de Ispaster, “que no solo es una cobardía más de ETA, sino también una de las
víctimas más al alcance de su mano”. El atentado contra Manuel Vicente
González Velorio, amigo personal de Rodolfo Martín Villa, ha tenido lugar el 18
junio, cuando se estaba produciendo una fuerte disputa entre los socialistas y el
PNV con respecto a las competencias para el nombramiento de los secretarios de
Ayuntamiento.
ETApm VIII Asamblea, que ha amenazado con represalias si se accedía a la
entrega de Ormaza y Artetxe, se responsabiliza de la explosión de una bomba en
el Palacio de Justicia de Amberes. Es la primera vez, en los 25 años de vida de
ETA, que algo así sucede. Los propios octavos explican el “carácter excepcional
de esta acción, motivada por el gravísimo precedente que sienta la actitud del
Gobierno belga”. No se dirige “contra el pueblo belga, que ha expresado su
oposición a la decisión de las autoridades, sino contra el Gobierno”. ETA ha
venido contando en este país con solidaridades políticas y logísticas, lo que
aumenta la extrañeza por esta intervención que solo puede tener consecuencias
negativas. En un enfrentamiento con la Guardia Civil, muere en Oiartzun
Eduardo Irizar, al que la prensa presenta como octavo, lo que personas de su
entorno desmienten, diciendo que era ya militante de ETAm. Según estas
fuentes, ha formado parte del grupo de polimilis denominados milikis que se
escindieron de ETApm VIII Asamblea para integrarse en ETA militar en febrero
de 1983. En un Gasteiz en fiestas se producen graves incidentes de protesta por
esta muerte, enfrentamientos con la Policía en el recinto ferial y el centro de la
ciudad, hasta que la gobernadora civil de Alava, Alicia Izaguirre, toma la
decisión de sacar a la Policía de la calle, para no hacer el juego a unos
“desalmados” dispuestos a destruir Vitoria. Desconocidos provocan un incendio
en ‘Collectivités Services’, empresa de Baiona en la que trabajan varios
refugiados. Al tiempo que ETAm pone bombas en concesionarios y dispara
contra camiones franceses, la destrucción de coches con matrículas de esa
nacionalidad se extiende a localidades de fuera de Euskal Herria. La campaña
contra intereses galos le cuesta la vida al activista de los Comandos Autónomos
Pablo Gude Pego el 13 de agosto en Lasarte, tras ser tiroteado por guardias
civiles de paisano que vigilan la concesionaria de Citroën.
El 22 de agosto, el Gobierno anuncia por medio de un portavoz del Ministerio
de Interior su disposición a negociar directamente con ETA, sin intermediarios,
la que llama pacificación del País Vasco. El ministro Barrionuevo afirma estar
dispuesto a entrevistarse o a hablar telefónicamente con Txomin Iturbe. La
propuesta consiste en la suspensión de los actos delictivos y entrega de las armas
por parte de ETA a cambio de facilitar la integración en la sociedad de aquellos
terroristas que se muestren dispuestos a aceptar el ordenamiento democrático.
Algunos medios creen ver alguna relación entre la oferta del Ejecutivo español y
el regreso de las vacaciones de Felipe González de Colombia y Venezuela. La
propuesta viene precedida por una ofensiva de “ablandamiento” de ETA, con
medidas administrativas excepcionales por parte francesa, y atentados en nombre
del GAL, que han costado la vida ya a ocho refugiados. Excluye todo tipo de
contrapartidas políticas, y ETA la interpreta como una mera oferta de rendición.
Al portavoz del Ministerio del Interior le han disgustado las recientes
declaraciones de Garaikoetxea a Le Monde en las que ve compatibles
reclamaciones contenidas en la alternativa KAS con una lectura distinta del
Estatuto de Autonomía. El subsecretario de Interior, Rafael Vera, declara al
periodista de Tiempo Agustín Valladolid, contradiciendo a Sancristóbal, que es
posible la negociación política con Herri Batasuna. A su juicio, “el problema del
País Vasco, más que en el terrorismo de ETA, reside en la postura ambigua,
temerosa y tolerante del Partido Nacionalista Vasco y, también, del Gobierno
vasco”. No tiene inconveniente en asegurar que “con la reinserción social no se
buscan ni delatores ni ciudadanos que se avergüencen de su historia”. De no
acceder a la negociación, ve a ETA convertida en un “fenómeno policial tipo
GRAPO”. Ha empezado septiembre, se constituyen comités anti-extradiciones,
personalidades del mundo de la cultura presentan una campaña a favor de los
derechos de presos y refugiados. También la Magistratura se muestra contraria a
las extradiciones. El 23 de septiembre, el Gobierno francés concede por primera
vez la extradición de tres reclamados por España, y deporta a Togo a cuatro
refugiados más. El 27 de septiembre, el Congreso aprueba el Proyecto de Ley
Orgánica contra la actuación de bandas armadas y elementos terroristas, y remite
su texto al Senado.
“Terror y secuelas de dos torturados” es el titular con el que José Luis
Barbería explica en El País las denuncias de torturas por parte de la Guardia
Civil a Joaquín Olano y José María Olarra, detenidos en julio y octubre del
pasado año. El testimonio de tortura que han ofrecido el periodista lo califica de
sobrecogedor, conjunción de sadismo, brutalidad, odio y desprecio a la persona.
Los denunciantes conservan en sus cuerpos cicatrices y marcas, secuelas de unas
lesiones que en esta ocasión han sido registradas por médicos forenses. Joaquín
Olano fue interrogado únicamente durante 30 horas, pero su relato puede llenar
las páginas de una novela de bolsillo, escribe el periodista. No se le oculta a este
que la casualidad, la fortuna y la presencia en San Sebastián de jueces
comprometidos en la defensa de la Constitución y de los derechos humanos hizo
posible el ingreso de Olano en el servicio de urgencias de la Cruz Roja. El calor
bochornoso de la noche del 28 de julio, que llevó a muchos donostiarras a
dormir con las ventanas abiertas, hizo posible, en Ondarreta, que una vecina
escuchara salir desde el cuartelillo gritos de dolor y de socorro mezclados con
música a todo volumen de una radio. Llamó a un abogado y este, a su vez,
informó a un juez. Lo cuenta así Joaquín Olano: “A los diez minutos de estar en
los sótanos, y al comprobar que yo no admitía sus acusaciones, me ordenaron
desnudarme y uno de ellos incluso me rasgó la camisa. Se descojonaban de mí al
verme desnudo, me cubrieron el cuerpo con una manta mojada y me amarraron a
un tablón con correas a la altura de las manos, que me cubría hasta el cuello. A
continuación arrastraron la tabla hasta un cuarto de baño que tenía dos lavabos,
una bañera normal y una ducha aislada con dos tabiques. Apoyaron la tabla
sobre una varilla de metal colocada a la altura de las rodillas entre los dos
tabiques en la entrada de la ducha. Yo no entendí nada hasta ver en el suelo una
palangana de plástico llena de agua sucia. Es el agua que queda después de
limpiar el suelo de los váteres. Los que me interrogaron escupían en la palangana
y alguno orinó encima. Me metieron la cabeza en el agua; al principio lo
soportas, pero pronto notas la asfixia e intentas levantar la cabeza. Entonces te
golpean por todas partes, te agarran de los pelos y al final abres la boca y tragas
lo que sea, decidido a ahogarte y a terminar de una vez”.
“A mí –explica José María Olarra–, me presionaban con los pulgares en el
hueco que hay debajo de las orejas y durante algunos minutos llegué a perder la
vista, el oído y el sentido del equilibrio; creía que caminaba en falso al borde de
un precipicio, y esa es una experiencia aterradora. Recuerdo que mi torturador
me amenazó con prolongar las sesiones y dejarme ciego; según él, los efectos de
esa tortura se manifiestan sobre todo varios meses después. Al cabo de un
minuto, cuando has agotado el aire de la bolsa de plástico, te desesperas, intentas
morderla como sea. Te muelen a golpes y, eso sí, después de cada paliza te
quitan la manta y te dan pomada, mucha pomada, para evitar los moratones. La
mañana del sábado me pilló destrozado. Después de una nueva sesión de bañera
me entregaron la camisa de uno de ellos y me vistieron a todo correr; me
presentaron entre dos guardias ante un cristal, un espejo acoplado a la pared. Al
rato, me retiraron de esa sala y, sin más, empezaron a darme patadas en los
testículos diciendo: ‘te han identificado, te han identificado’. Era fácil
identificarme, evidentemente, yo era el único hostiado de los tres. Me dijeron
que habían detenido a mi mujer y que iban a hacer con ella lo mismo que estaban
haciendo conmigo. Como yo me resistía a creerlo, aprovecharon que mi mujer
había ido a la comandancia para traerme comida, y me llevaron a una habitación
desde la que pude verla a través del espejo de identificación. Tuve un ataque de
histeria al verla allí. Mi mujer estaba embarazada de siete meses, y
continuamente me decían que iba a abortar allí mismo, en los váteres que servían
de salas de torturas”. De pronto le hacen vestirse, le meten en un coche y se
ponen a dar vueltas sin rumbo durante media hora. Luego supo que era porque
habían llegado al cuartel dos médicos forenses enviados por el Juzgado y no
estaba presentable. A los forenses les dicen que están buscando un zulo, pero no
se dejan engañar y deciden esperar. “Debieron quedarse horrorizados porque uno
de ellos me preguntó: ‘he visto gente detenida, pero, chico, ¡cómo estás!’. Les
pedí que hicieran lo que pudieran conmigo y enseguida se marcharon. Volvieron
las sesiones de bañera y descubrí los electrodos. Siempre desnudo, con las
manos esposadas a la espalda, me pasaron por el cuerpo algo parecido a esos
interruptores antiguos de luz que había antes en las mesillas y que ellos
conectaban a una batería de coche. Acabaron de destrozarme por completo. Es
un dolor terrible, una fuerza que te rompe por dentro. Mientras me torturaban,
estaba siempre la radio a todo volumen”. Poco después, la Guardia Civil cierra el
cuartelillo de Ondarreta, todas sus funciones se trasladan al supercuartel de
Intxaurrondo; los jueces y forenses fastidiosos son ‘ascendidos’ a otras plazas,
los medios de comunicación siguen hablando de denuncias de ‘presuntas’
torturas.
Una bomba-trampa colocada en la vía del tren a la altura de localidad alavesa
de Alegi acaba con la vida de tres guardias civiles de los GAR y hiere a otros
dos. Está finalizando septiembre y en los últimos meses la actividad de ETAm se
ha ralentizado, para favorecer las movilizaciones contra las extradiciones, las
deportaciones, las asignaciones de residencia y los atentados del GAL. Cuando
la Policía recibe el mensaje de ETA de que ha colocado bombas en el gasoducto
de CAMPSA en Badalona, sospecha que puede tratarse de una trampa como la
de Alegi. ETA precisa que el atentado se ha efectuado el 4 de noviembre y que
los explosivos se han colocado en “la terminal de la tubería y boya que se
encuentra frente a la costa de Barcelona”. La acción fue efectuada, según el
comunicante, el pasado domingo 4 de noviembre. No obstante, fuentes
gubernamentales y de la propia empresa reiteran que ese ataque terrorista no se
ha producido. “Es una situación muy delicada, porque no podemos estar con los
brazos cruzados, esperando que haga explosión un artefacto, ni tampoco
aventurarnos a buscar una bomba que puede estar rodeada por un sedal que sea
una trampa”, declaran portavoces de las FSE, que insisten sin embargo en que la
reivindicación etarra es falsa. El 26 de septiembre de 1982, ETA voló la boya de
trasiego como la que ahora no se acaba de confirmar y supuso entonces pérdidas
de dos mil quinientos millones de pesetas. El día 14 de este mes de noviembre,
ETAm se atribuye el atentado contra el escolta de un concejal socialista de
Zumaia, pero insistiendo en que no atentará contra militantes de partidos
políticos, en que el objetivo era el escolta, no el concejal. El 16, tres
encapuchados dan muerte en Irun a Joseph Couchot, un empresario de Biarritz al
que diversas publicaciones han relacionado con el GAL.
El 20 de noviembre matan en su consulta de pediatría al dirigente de HB y
presidente de HASI Santi Brouard. Recientemente ha participado en
conversaciones con el embajador de Francia en Madrid, Pierre Guidoni, en vistas
a la apertura de un proceso negociador. Se trata de un hombre respetado por
todos, seguramente el civil más influyente ante los clandestinos de ETA. En su
atentado han participado mercenarios a sueldo de agentes de la Administración
española, temerosa ahora de los efectos negativos de esta muerte. No ha
transcurrido un día desde la muerte de Brouard, cuando ETA hiere de gravedad
en Madrid al general Luis Rosón Pérez, hermano del que fue ministro del
Interior con la UCD, y la prensa madrileña se empeña en establecer una relación
entre ambos atentados y las gestiones de reinserción social que propugnó el
ministro y propugna ahora Barrionuevo.
ETA militar vuelve a atacar un convoy, en este caso militar, el 7 de diciembre
en Erletxes, Galdakao, haciendo estallar un coche-bomba al paso de los
vehículos del Ejército. Dos oficiales y un cocinero que trabaja en el cuartel de
Mungia, resultan muertos, y once más heridos de diversa consideración, entre
ellos el capitán capellán del acuartelamiento. Al ser informado del atentado,
Felipe González, alaba el “extraordinariamente paciente comportamiento” de las
fuerzas armadas y policiales. El Ministerio de Defensa difunde una nota oficial
subrayando la circunstancia de que el ataque se haya producido en “la víspera de
la Inmaculada Concepción, patrona del arma de Infantería”. En los medios de
comunicación se multiplican los comentarios sobre gestiones negociadoras o de
rendición entre la Administración española y ETA, comentarios sobre
enfrentamientos entre duros y menos duros en el interior de ETA. La
Administración francesa se encarga de aclarar su papel en el contencioso, que no
es otro que el de colaborar con España en un problema que solo a ellos atañe.
En este final de año, la asamblea del PNV reunida en Artea fuerza la dimisión
de Carlos Garaikoetxea y propone poco después a José Antonio Ardanza,
diputado general de Gipuzkoa, como candidato a lehendakari. Garaikoetxea hace
llegar a los medios de comunicación la carta que ha dirigido a la asamblea de su
partido en la que argumenta las razones de su renuncia. Ardanza explica también
las razones que le han llevado a aceptar la candidatura: el sentido del deber, y el
fuerte pressing al que le ha sometido su partido, para aceptar una responsabilidad
que “yo ciertamente no deseaba”. En la difícil situación que atraviesan el partido
y Euskadi, “alguno tenía que asumir esa responsabilidad y parece que me ha
tocado a mí”.
MADRID Y PARÍS INVENTAN LAS
DEPORTACIONES

La utilización de la violencia en un sistema democrático constituye una lacra


social, cuyo objetivo es suplantar la voluntad popular de un pueblo, libremente
expresada en sucesivas consultas democráticas. Esta declaración es parte del
pacto firmado a mediados de enero entre el Gobierno vasco y el grupo
parlamentario Socialistas Vascos para luchar contra la violencia y el terrorismo,
así como de las causas que lo originan. Lo hace posible la debilidad de un PNV
escindido por la mitad, que delega en el Gobierno la responsabilidad de la firma,
y la filosofía del Plan ZEN. En el primer punto del pacto, se afirma que “El
pueblo vasco decidió democráticamente, mediante referéndum, optar por el
Estatuto a la hora de dar una respuesta a la demanda mayoritaria de
autogobierno”; en el segundo que “En un sistema de libertades no existe
justificación para la utilización de la violencia”; en el tercero se comprometen a
que “Los problemas políticos del País Vasco” solamente se negocien entre “las
fuerzas políticas con representación parlamentaria, el Gobierno vasco y, cuando
proceda, el del Estado”; en el cuarto se propone la reinserción social “para
quienes abandonen el uso de la violencia”; en el quinto se acepta no interferir en
las relaciones internacionales, “materia de competencias del Gobierno del
Estado”, “principio que se extiende a la vertiente internacional de la lucha contra
el terrorismo”. Finalizan el acuerdo anunciando que propondrán al resto de
grupos parlamentarios que lo asuman, que se sumen. Se firmará tras la
investidura de José Antonio Ardanza como lehendakari, que se consuma en
segunda votación, por mayoría simple, el 26 de enero.
En el discurso de presentación de su candidatura, ha pedido Ardanza el cese
de la violencia, ha descartado a ETA como interlocutor para lograr la paz, porque
“son los votos y no las armas” los que dan legitimidad. Ha manifestado que el
pacto de legislatura viene forzado por necesidades de gobernabilidad. Se ha
reconocido como representante del Estado en el País Vasco y no ha descartado el
diálogo con ETA, pero sí que sea fuerza interlocutora para la pacificación. Como
si diera por supuesto que antes pudo haberlo, ha sostenido que “Ya no hay razón
para las disculpas o las excusas” en el desarrollo estatutario, “completo y hasta el
final”, con sus “factores específicos, singulares, que no están reconocidos en
otros estatutos y que no son una mera casualidad”. La izquierda abertzale lo
resume en que el Gobierno vasco acata la Constitución, cierra la puerta a la
negociación con ETA, acepta las reglas de juego del Gobierno español. El GAL
está en actividad plena, con la complicidad de jueces franceses como Michel
Svahn –militante católico, presidente de la Corte de la Cámara de Acusación de
Pau– que ponen en libertad a miembros del GAL acusados de asesinato, mientras
la Administración intensifica las deportaciones de refugiados, al centro de África
ahora, como antes a América Latina. El PNV parece querer decir que el
Gobierno es una cosa y el partido otra, que hay cosas que uno puede firmar, que
el otro no osaría.
Dos miembros de ETA que se hacen pasar por policías, entran el 19 de febrero
en el garaje de una casa en el barrio de Salamanca, reducen a un vigilante y al
chófer, y dan muerte a Ricardo Tejero Magro, consejero y director general del
Banco Central. Al día siguiente, la Policía detiene en Madrid a Venancio
Sebastián Horcajo, un refugiado que había sido deportado meses antes a
Venezuela. La filtración de esta detención se ha producido por una indiscreción y
ha causado malestar en medios policiales, como el ministro Barrionuevo
reconoce en el Senado. Alguien ha reconocido al Comisario General de
Información Jesús Martínez Torres como la persona que le torturó en Zaragoza
en 1975 y lo ha denunciado en una carta publicada en El País. Barrionuevo saca
la cara a su Policía, dice que tiene un pasado sin tacha y que se va a querellar
contra los que han atacado su honorabilidad. Está de comparecencia en el
Senado para hablar del comando Madrid, para defender a su gente y para
sostener la constitucionalidad de la última Ley Antiterrorista aprobada. La ley en
cuestión permite entre otros extremos la detención incomunicada y sin control
judicial durante 10 días, y el cierre provisional de un periódico con la sola
admisión a trámite de la querella del fiscal. El senador del PNV Joseba
Azkarraga, tras reconocer que esa ley existe por “culpa” de los terroristas,
muestra su preocupación por “el posible resquicio que deja a torturas y malos
tratos”. Barrionuevo no está de acuerdo en que se establezca una relación de
causa-efecto entre los días de aislamiento y la tortura. No ha terminado febrero,
siguen las deportaciones, los atentados de ETAm contra narcotraficantes y
guardias civiles. La Policía ha filtrado a la prensa que es Francisco Mugika
Garmendia el que controla ahora el aparato militar de ETA, en sustitución de
Txikierdi, que ha sido detenido por los franceses. Dicen que es, junto a José
Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, el hombre fuerte de ETA, contrarios
ambos a cualquier intento de negociación. ETAm está, según estas fuentes, y el
Gobierno Ardanza, más débil que nunca, lo que se nota también en la
disminución de atentados. Son ya 28 los deportados, a cinco países diferentes,
entre ellos, Eugenio Etxebeste, que habría sido sustituido al frente del aparato
político por Urrutikoetxea.
La muerte en atentado del superintendente de la Ertzaintza, teniente coronel
del Ejército Juan Carlos Díaz Arcocha, se interpreta en los medios de
comunicación como el primer ataque a las instituciones vascas. Tiene lugar el 7
de marzo, mediante una bomba colocada bajo su coche, cuando va de camino a
la Academia de la Policía Autónoma en Arkaute. Con este, son 51 el número de
militares muertos por ETA o por el GRAPO desde 1973, según recuento
efectuado por Abc. Una semana más tarde, el Gobierno de Gasteiz publica un
documento de diez puntos contra la violencia terrorista, que es recibido con
satisfacción por Txiki Benegas, Juan María Bandrés y Fraga Iribarne. Ajuria
Enea utiliza en el decálogo un lenguaje inédito, “por su claridad y concreción”,
lo que se interpreta como el fin de la ambigüedad en la que hasta ahora se
movían las autoridades vascas, a decir del periodista de Abc Alvaro Hernando.
El salto cualitativo del atentado contra la máxima autoridad militar de la
Ertzaintza “ha encontrado así su más directa respuesta”. El Gobierno vasco
llama a todos los vascos a que superen el miedo y no transijan con los que
matan, ni con los que les apoyan o se callan ante los atentados. Sostiene el
Gobierno vasco que ETA está más débil que nunca y desmiente que la violencia
haya favorecido el proceso autonómico, como sostienen aquellos que afirman
que el Estatuto de Gernika y los amejoramientos fiscales no hubiesen prosperado
sin la presión de ETA. De la violencia solo se derivan perjuicios y graves costes
económicos y sociales, denuncia el Ejecutivo vasco, que no ve por otra parte
contradicción entre medidas políticas y policiales. Alfonso Guerra, Manuel
Fraga y Mayor Oreja están de acuerdo en que el decálogo es un paso importante
en la buena dirección, aunque echan en falta un apoyo explícito a las Fuerzas de
Seguridad del Estado y una condena más tajante a Herri Batasuna.
A Javier Galdeano Arana, exdirector financiero de Egin y delegado del diario
en Iparralde, a donde se ha trasladado a vivir para rehuir el acoso policial –le han
detenido en dos ocasiones–, los mercenarios contratados con dinero público
español le matan en el barrio Urdaxuri de Donibane Lohizune el 30 de marzo de
1985. Galdeano, como Brouard, son dos militantes de la izquierda abertzale y de
los movimientos populares con gran ascendiente entre los activistas de ETA.
Alguien que los conoce bien les ha puesto en el punto de mira de sus ejecutores.
La prensa española parece extrañada de las airadas reacciones que este atentado
provoca, manifestaciones, disturbios, ataques a concesionarias de vehículos
franceses, no entendiendo que hombres como Galdeano son vistos por buena
parte de la sociedad vasca fuera de la lógica de guerra del que mata y sabe que
puede morir, hombres necesarios para la resolución de los problemas pendientes.
El Ministerio del Interior “explica” el atentado diciendo que formaba parte de la
dirección económica de ETA militar, y algunos periodistas no pasan por alto que
tal hipótesis no se corresponde con la vida que hacía, los trabajos que realizaba y
las numerosas visitas que recibía de familiares y amigos en su casa. A este
atentado le han precedido, con escasas horas entre uno y otro, el de Ziburu
contra Ramón Basañez, el del Café des Pyrénées en la rue Pannecau de Baiona,
en el que ha muerto Benoît Pécastaing, un ciudadano francés de 21 años y han
herido a Kepa Pikabea y Jean-Marc Mutio. La espiral sangrienta del GAL se
acelera, lo que Felipe González llama terrorismo de respuesta, y deja en
evidencia los argumentos del decálogo consensuado entre el Gobierno vasco y
los socialistas.
Antes de quitarse la vida por un desengaño amoroso vinculado a su separación
conyugal, Michel Laffitte, un ingeniero de caminos de 42 años, avisa a la
Gendarmería de que guarda en el garaje de su casa de Senpere [Saint Pée Sur
Nivelle] un arsenal de ETA. A pesar de las minuciosas instrucciones que deja por
escrito, la Policía francesa tiene dificultades para dar con el mecanismo que
permite acceder al habitáculo en el que encuentra dos toneladas de goma-2,
decenas de miles de balas de diversos calibres, 71 cohetes para ser disparados
con lanzagranadas, 17 kilómetros de mecha y otras armas: se trata del arsenal de
ETA militar más importante capturado hasta ahora. En los últimos meses se han
producido ya otras incautaciones de armas de menos importancia. El mismo día
en que se desmantela el zulo –“lugar oculto y cerrado dispuesto para esconder
ilegalmente cosas o personas secuestradas”, según la Real Academia de la
Lengua Española, término que va a hacer historia–, tres policías nacionales
resultan heridos al estallar un coche-bomba aparcado en las proximidades del
domicilio del vicepresidente del Gobierno de Navarra, José Antonio Asiáin. En
la misma fecha, fuerzas de izquierda convocan en Madrid a una manifestación
de protesta por la Ley Antiterrorista, a la que se han adherido numerosas
personalidades de la cultura, la política y la intelectualidad. La convocatoria está
firmada por Comisiones Obreras y la CGT, el Movimiento Comunista, el PCE
(M-L), el Grupo de Abogados Jóvenes, la Comisión anti-OTAN y la Comisión
Permanente contra la Tortura.
Jesús Insausti, Uzturre, que ha sucedido a Román Sudupe como presidente del
EBB del PNV, dice que su partido de 90 años no va a cambiar de ideología para
satisfacer al PSOE. Se ha mostrado sorprendido por las reacciones de Felipe
González y Txiki Benegas ante las manifestaciones independentistas de
dirigentes del PNV en Aberri Eguna. Ha dicho González que cualquier
manifestación de independentismo de cualquier zona del territorio nacional es
una gran torpeza, por no decir una gran estupidez. Ha dicho Uzturre, “en
términos castizos”, que las reacciones de los líderes socialistas le parecen una
gilipollez, pero que el pacto de legislatura suscrito no corre peligro, porque el
Gobierno vasco cumplirá los compromisos adquiridos. El presidente del EBB no
está de acuerdo con los que dicen que las declaraciones independentistas del
PNV son fruto de la crisis y el pulso con el exlehendakari Garaikoetxea y sus
seguidores, que son muchos. Tampoco pretende establecer una disputa con HB
sobre quién es más independentista: “El concepto de independencia que
utilizamos HB y nosotros es el mismo, pero mi partido nunca utilizará los
medios que utilizan ellos para conseguirla”, manifiesta Jesús Insausti.
Después de pensárselo dos veces, el lehendakari Ardanza asiste al acto del
bicentenario de la bandera española creada por Carlos III que tiene lugar el 28 de
mayo en el Palacio de Aranjuez, con presencia de las principales autoridades del
Estado, incluidas las autonómicas. “Es un acto constitucional y también son
constitucionales las banderas autonómicas” explica, antes de añadir que “a nadie
se le escapa que la enseña española no es algo que tenga excesivas simpatías en
un amplio sector de la población vasca”; sin embargo, es de la opinión de que se
debe tratar de convivir, respetando las reglas de juego y los conciertos
establecidos. El ministro de Defensa, Narcís Serra, confía en que actos como
este sirvan como vertebradores del Estado. Un sondeo ad hoc de la agencia OTR
ha concluido que la bandera y la Constitución son los dos símbolos que, con
gran diferencia, mejor definen la idea de España. El Rey coloca una corona de
laureles al pie del mástil donde reza la leyenda “Honor a todos los que dieron su
vida por la unidad nacional”.
Todavía en mayo y asumiendo un riesgo que parecía desterrado, ETA coloca
una bomba-trampa en Iruñea y mata a un policía nacional, y a un adolescente de
14 años que llega a casa en su bicicleta. Veinticuatro horas más tarde, mata al
jefe de personal de la fábrica de morteros de Markina, Esperanza y Cia. En el
último mes ha habido diez atentados mortales. El secretario general del PSE-
PSOE, José María Benegas, entrega al lehendakari Ardanza las iniciativas de su
partido para luchar contra el terrorismo, entendiendo que el Gobierno vasco no
está cumpliendo los plazos para poner en práctica los compromisos expresados
en el decálogo consensuado en marzo. No se trata de un plan completo de
actuación, sino sugerencias para buscar acuerdos más concretos contra el
terrorismo. Está dividido en cinco capítulos, que abundan en anteriores ideas
sobre la corresponsabilidad entre Gobierno del Estado y Gobierno vasco, la
colaboración policial, la necesidad de que las instituciones autonómicas hagan
un reconocimiento público de las Fuerzas de Seguridad del Estado, la puesta en
práctica de mecanismos de reinserción social y concienciación ciudadana contra
el terrorismo. Como primera respuesta a los apremios socialistas, el Gobierno
vasco convoca una manifestación en Bilbao en favor de la paz para el lunes 3 de
junio. Con esta movilización se quiere demostrar que el país real comparte unos
determinados valores democráticos incompatibles con el terrorismo. El portavoz
del Gobierno, Eugenio Ibarzabal, está convencido de que con su escalada ETA
pretende dividir a las fuerzas democráticas. Preguntado por la opinión favorable
a la negociación política con ETA, recientemente expresada por el presidente del
EBB, responde que “El Gobierno se mantiene leal a lo pactado, incluyendo el
criterio de oponerse a esa negociación, por lo que cualquier cuestión al respecto
deberá ser planteada al señor Insausti, y no a nosotros”. Sobre lo que está
ocurriendo, la opinión de Ramón Jáuregui, delegado del Gobierno en la CAV, es
que ETA busca “hacerse notar, tratando de contrarrestar la imagen de debilidad
difundida últimamente, bien es verdad que más en el resto de España que en el
propio País Vasco”.
Tres atentados en un solo día, el 12 de junio, acaban con la vida de un coronel
y su chofer en Madrid, y posteriormente con la de un policía nacional, al estallar
el coche que el mismo comando ha dejado abandonado. En el tercero, un brigada
de la Armada resulta muerto de un tiro en la nuca en Portugalete. Cuarenta y
ocho horas más tarde, un mercenario del GAL, a la caza de refugiados, ametralla
a un grupo de clientes que juega a cartas en el bar Trinkete de Ziburu, arroja una
granada y mata a dos ciudadanos franceses de etnia gitana. El 18, ETA da muerte
a un guardia civil en Santurtzi. El 21 de junio la Guardia Civil efectúa en Ataun
una redada espectacular, masiva, a la búsqueda de un comando legal de ETAm.
La prensa destaca que entre los detenidos hay un alumno en prácticas de la
Ertzaintza y deduce que ETA trata de infiltrarse en la Policía Autónoma. La
operación se ha iniciado a las tres de la madrugada, han aislado barrios, tomado
posiciones en el casco urbano y montes cercanos, han registrado numerosos
domicilios. A los detenidos, diecisiete jóvenes de ambos sexos entre 17 y 26
años, sospechosos de colaboración con el comando armado, se les aplica la Ley
Antiterrorista. La Guardia Civil dice haber desarticulado también un comando
operativo. A junio le faltan muertos todavía: un marinero tenido por chivato en
Lekeitio, un preso polimili en Alcalá, un refugiado en Baiona. Julio se va a
iniciar con una noticia realmente espectacular: se fugan de la cárcel de
Martutene, dentro de los altavoces del grupo del cantante Imanol, los presos de
ETAm Joseba Sarrionaindia e Iñaki Pikabea. Jon Idígoras, con su documentación
de diputado en el bolsillo, sale para América a visitar a los deportados vascos de
Panamá, Venezuela, Santo Domingo, Cuba, y a un preso en Costa Rica, acusado
de haber planeado un atentado contra el exlíder sandinista Edén Pastora.
El verano de 1985 es muy violento, por los atentados de ETA, por los
atentados del GAL, por las torturas, por la represión de las manifestaciones, por
las sucesivas deportaciones a países cada vez más extraños para los deportados.
Jueces, fiscales y policías polemizan sobre las denuncias por torturas: los
policías se quejan de que no les dejan querellarse contra los que les acusan
falsamente, la Asociación de Jueces para la Democracia critica la retirada de la
acusación del fiscal jefe de Bilbao en un juicio por torturas, para Abc está claro
que “este cúmulo de enfrentamientos” es consecuencia de la campaña orquestada
por HB para fomentar el malestar en las FSE y perjudicar la labor de los
expertos en la lucha contraterrorista. A finales de julio, un comando de ETAm
vuelve a actuar en Madrid contra militares de alta graduación, al dar muerte al
vicealmirante Fausto Escrigas Estrada, director general de Política de Defensa.
El 16 de agosto, ETAm ejecuta en Castellón a uno de los hermanos Perret, a los
que ETA y la prensa atribuyen una larga relación de colaboración con la guerra
sucia. Los diarios de Madrid ven en este atentado la respuesta a la muerte el 2 de
agosto del refugiado Juan María Otegi. El delegado de España en Vitoria
polemiza con el lehendakari por unas declaraciones de este a Le Monde,
favorables a la negociación; Bandrés polemiza con Arzalluz y asegura que este
animó a los polimilis a no abandonar la lucha armada. El alcalde de Bilbao José
Luis Robles anuncia que en las fiestas patronales ondearán todas las banderas
con la pretensión de despolitizarlas, lo que no hace sino alimentar más “la
guerra”. El presidente del EBB, Uzturre, dice no ver problema alguno en que
ETA negocie con el Ejército español, y algunos ven en esas palabras un “órdago
a la mayor” sin cartas. HB se ofrece por su parte a intermediar entre ETA y el
Estado.
Ha nacido septiembre, ETA atenta en Madrid mediante coche-bomba contra
un autobús de la Guardia Civil, con resultado de varios agentes heridos, y un
transeúnte norteamericano que hace footing, muerto. HB acusa el jefe del Estado
Mayor de la Guardia Civil, Andrés Cassinello, de animar la guerra sucia, cuando
ha dicho que “al ver morir a un guardia civil he de tragarme las listas de los
terroristas y de quienes les apoyan que viven en el mismo pueblo”. El dirigente
de HB Jon Idígoras asegura que existe todo un plan de represión masificada en
Euskadi, y Txomin Ziluaga añade que la Guardia Civil está implicada
directamente en las actividades del GAL y del Batallón Vasco Español: les ha
proporcionado coches, armas y confidentes. Un comando del GAL da muerte en
un bar de Baiona a cuatro refugiados mientras ven un partido de fútbol entre
España e Islandia, y dos de los agresores son detenidos por amigos de las
víctimas a pocos metros del lugar del atentado. Al día siguiente, 26 de
septiembre, el presidente del Gobierno, Felipe González, pronuncia un discurso
en la 40ª Asamblea General de las Naciones Unidas, en el que denuncia el
terrorismo y la carrera armamentística.
De regreso de las vacaciones, el ministro Barrionuevo presenta en París una
lista de cien refugiados que pueden regresar a sus casas sin problemas. La
Administración francesa amenaza con expulsar a 250 refugiados vascos. El 17
de octubre se conoce la vuelta a la Euskal Herria peninsular de María Dolores
González Katarain, Yoyes, antigua dirigente de ETA militar, tras acogerse a las
medidas de reinserción. Una marcha de protesta organizada por los refugiados se
manifiesta contra las medidas de reinserción que el Gobierno ofrece. El País
informa que siete exmiembros de ETA, cuatro milis y tres polimilis, han
regresado en los últimos días para acogerse a las vías de reinserción establecidas
por el Ministerio del Interior y el Gobierno vasco, según han confirmado fuentes
del Ejecutivo de Vitoria, que no han querido facilitar su identidad. El senador del
PNV Joseba Azkarraga ha hecho de intermediario con un polimili al que, aunque
tenía cargos pendientes, el juez ha dejado en libertad provisional. Azkarraga
desmiente a José Manuel Pagoaga, Peixoto, cuando dice que habla en nombre de
la gran mayoría de refugiados, y le contesta que si esta operación está abocada al
fracaso, no tiene sentido que se pongan nerviosos y organicen conferencias de
prensa, protestas y movilizaciones. El Gobierno vasco, activo ya en la política de
reinserción, ha solicitado al Ministerio del Interior una lista de refugiados sin
cargos que podrían regresar, y también de los que tienen cargos leves. Una
primera lista de 130 podría ampliarse a quinientos, según Azkarraga.
La sucesión de atentados de ETA de final de noviembre, tras unas semanas de
relativa inactividad, es interpretada en algunos medios como preludio de una
negociación. Jesús Insausti está convencido de que existe un diálogo entre el
Gobierno central y ETA, y de que miembros del Ejército intervienen en los
contactos. La especulación se amplía con la sospecha de que tanto PNV como
HB estarían dispuestos a abortar cualquier gestión en este sentido que no pase
por su mediación, a fin de capitalizarla políticamente. Insausti sostiene una vez
más que el problema de ETA es político y necesita de una solución política,
aunque mantiene que la mejor vía para este acuerdo es el de la reinserción. No
tiene pruebas de lo que dice, pero si la intuición de alguien experimentado en mil
batallas, de guerra abierta y de guerra clandestina. Kepa Aulestia, secretario
general de EE, tiene la impresión de que existen los contactos habituales, pero de
ninguna manera una negociación. Para él, lo importante son las actitudes y “en
los milis hay una doble lectura: la sensata, que apoyan los que saben que
terminarán negociando, y no precisamente la alternativa KAS, y otra, la de
aquellos que utilizan cualquier alusión al diálogo para continuar y aun
intensificar la actividad armada. Creo que esta doble lectura también se da en el
Gobierno”. No hay cohesión ideológica en ETA militar, a su entender, pero los
atentados del GAL consiguen unir a “activistas y refugiados”. Aulestia sabe que
hay refugiados que no son activistas, y la Policía, también. HB niega que exista
negociación alguna en este momento, pero la reclama, aboga por ella, dejando
claro que el interlocutor es ETA. Entrevistado por Argia, el abogado de HB Iñaki
Esnaola ha reconocido que en Europa piensan que en estos momentos es mejor
negociar que seguir así, ha dicho comprender que es difícil para el Gobierno
español “decir repentinamente Vamos a comenzar a negociar con ETA. En estos
momentos, lo que está haciendo es la labor previa”.
A primera hora de la mañana del 25 de noviembre, ETA ametralla un
microbús con seis militares en su interior en el barrio La Paz de Donostia y
mueren dos de sus ocupantes. Horas después mata, no lejos de allí, en Pasaia, a
un guardia civil. Esa noche, el cuartel de Intxaurrondo prepara una redada y
detiene a Miguel María Zabalza, a su novia y otros sospechables. Al día
siguiente, en Lasarte, ETA acaba con la vida de otro guardia civil, e Intxaurrondo
filtra que Zabalza se ha fugado. El 6 de diciembre, el Ayuntamiento de Donostia
–Zabalza es conductor de un autobús urbano– aprueba ejercer la acción popular
para el esclarecimiento de su desaparición. El 11 de diciembre el ministro
Barrionuevo comparece ante el Pleno del Congreso y manifiesta que está seguro
de que Zabalza aparecerá “o será encontrado”, y lo contextualiza recordando que
en la víspera de su detención se habían producido tres asesinatos en San
Sebastián. Barrionuevo no tiene empacho en decir que la fuga del desaparecido
se produjo esa misma madrugada, varias horas después de su detención. El
portavoz del grupo vasco Marcos Vizcaya habla de versiones contradictorias y
preguntas sin responder, como qué pasó en el cuartel donde estuvo detenido de 2
a 6 de la madrugada; cuáles fueron los indicios por los que fue detenido y por
qué se le aplicó la Ley Antiterrorista, habida cuenta de que todos los detenidos,
su novia y los hermanos, fueron puestos en libertad sin cargos y sin fianza; por
qué se fue al presunto zulo esa misma noche y no se esperaron unas horas e ir de
día; cómo es posible la huida de un joven que, además de no ser seguramente de
ETA y en todo caso no peligroso, según la propia Guardia Civil, iba esposado y
rodeado de expertos antiterroristas. Barrionuevo asegura que todas estas
preguntas tienen contestación, y se las hará llegar por escrito a Marcos Vizcaya.
El nerviosismo del Ministerio del Interior no pasa inadvertido a nadie. Un alto
cargo del departamento manifiesta que pocos son los que creen que Zabalza
pueda estar vivo y muchos los que “tememos que, efectivamente, hay algo
oscuro”. Son conscientes de que la versión oficial es rocambolesca, increíble, y
que este asunto le ha venido muy bien a ETA en su campaña contra la política de
reinserción. El 12 de diciembre, desde Intxaurrondo dicen que no consta que
Mikel Zabalza hubiera estado detenido, puesto que no existe libro de registro. El
15 de diciembre aparece el cadáver de Zabalza en Endarlatza, en las aguas del
río Bidasoa que había sido inspeccionado antes por submarinistas de la Cruz
Roja sin resultado, en el único lugar que podía sostener la versión oficial. Todo
el mundo sabe que Mikel Zabalza ha muerto mientras le torturaban. Si le han
“aparecido” es porque se ha pensado que la “desaparición” es todavía más
ominosa.
En vísperas de Navidad, ETAm mata en Pamplona al general de Brigada de la
Guardia Civil en situación de retiro Juan Atarés Peña. Vivía en la ciudad desde
hacía cinco años, se negaba a salir con escolta, acostumbraba pasear por la
Vuelta del Castillo, donde ha tenido lugar el atentado. Las autoridades, en
especial el teniente general José Sáenz de Santamaría, director de la Guardia
Civil, son objeto de abucheos, insultos e intentos de agresión por parte de
asistentes al funeral, que han negado la entrada a los medios de comunicación y
han impedido que se tomen fotos. En contra de otras opiniones, el delegado del
Gobierno en Navarra, Luis Roldán, no cree que este atentado tenga algo que ver
con el ‘caso Zabalza’. Atarés Peña se había dado a conocer en 1978 por un
enfrentamiento con el entonces vicepresidente del Gobierno Gutiérrez Mellado.
El 30 de diciembre, ETA mata a un exguardia civil en Lasarte, y secuestra en
Lezama, cerca de las instalaciones del Athletic, al empresario y directivo del
club Juan Pedro Guzmán. Once días después, los Grupos Especiales Operativos
(GEO) dan con la lonja donde está recluido, detienen a sus guardianes y lo
liberan. La información para encontrar el habitáculo se la han arrancado a
Alfonso Etxegarai tres policías españoles que han viajado a Ecuador, donde está
deportado. El 8 de enero, solo dos días antes de la liberación de Guzmán, los
policías ecuatorianos que custodian a Alfonso Etxegarai y a su compañero
Miguel Angel Aldana, contra toda norma internacional, han permitido que los
españoles se los lleven, encapuchados, y los interroguen. El director de
Seguridad del Estado, Julián Sancristóbal, el director general de la Policía,
Rafael del Río, y el gobernador civil de Vizcaya, Iñaki López, asisten al rescate y
son los primeros en abrazar a Guzmán. La Policía asegura que ha sido en esta
lonja donde ETAm ha ocultado al ingeniero José María Ryan y al empresario
Federico Lipperheide. Los mismos policías que han torturado a Etxegarai en
Quito, lo han intentado en Cabo Verde con otros deportados, según
informaciones de la izquierda abertzale.
Miren Bakartxo Arzelus, Alejandro Auzmendi y Luis Mari Zabaleta, muertos
por la Guardia Civil el 15 de enero en el kilómetro 16 de la autopista Bilbao-
Behobia, formaban un comando legal de ETA militar al que se supone autor del
asesinato, perpetrado el 25 de noviembre de 1985, del guardia civil Isidoro Díez
Ratón, según fuentes oficiales. Las circunstancias de las muertes llevan a pensar
que cayeron en una encerrona y que no hubo intención de detenerlos vivos. El
Gobierno Civil no da explicaciones sobre el presunto enfrentamiento armado ni
las circunstancias que han llevado a la localización del comando. Tampoco
aclaran por qué saben y hacen público de inmediato que son estos tres jóvenes
los autores de la muerte de Díez Ratón, un guardia civil del servicio fiscal de
aduanas, que ha sido objeto de atentado en Pasai San Pedro, mientras un
compañero que estaba cerca nada hace por evitarlo. La versión informal
facilitada por guardias civiles que dicen haber estado en el lugar del tiroteo unas
horas después, que El País recoge, apunta a la presencia esa noche de un
dispositivo de vigilancia encargado de controlar expresamente ese lugar. Otras
versiones, si no informales sí reservadas, apuntan a que Enrique Rodríguez
Galindo ha resuelto con esta emboscada algún problema más que el evidente. El
20 de enero, cinco días más tarde, dos guardias civiles resultan heridos de
gravedad en un ataque registrado a seiscientos metros del lugar en el que
cayeron abatidos los tres presuntos miembros de ETAm. La prensa explica que
los dos agentes son muy jóvenes, tienen 22 años, son solteros, llevan escaso
tiempo destinados en el País Vasco, y han sido ingresados en el hospital que la
Cruz Roja tiene en San Sebastián. No explica que los guardias civiles piden, por
seguridad, que sea a este y no a otros hospitales donde les conduzcan para ser
atendidos. Los agresores, situados a cierta altura en la falda de un monte, han
lanzado dos granadas anticarro y, segundos después, han ametrallado el convoy.
Un apellido ilustre, el vicealmirante de la Armada Cristóbal Colón de Carvajal
y Maroto, y el conductor de su vehículo oficial, Manuel Trigo Muñoz, caen
abatidos por los disparos de dos miembros de ETA cuando se dirigen en coche al
despacho del vicealmirante. Tras ametrallar el vehículo, que se estrella contra
otro, han arrojado una granada en su interior. Colón de Carvajal y Trigo mueren
en el acto, mientras que el tercer acompañante, el comandante de infantería
Antonio Rodríguez-Toubes, queda gravemente herido. Al día siguiente, 8 de
febrero, el GAL dispara sin apuntar al interior del bar Batzoki de Baiona y hiere
a cinco personas, entre ellas, a una niña. El 17 de febrero, el GAL mata a dos
ciudadanos de Bidarrai, Christophe Matxikote y Catherine Brion, un pastor y
una estudiante residente en París, que está de vacaciones. Dos días más tarde,
alguien, en nombre del GAL, confiesa que se han equivocado de objetivo.
España ya está en la Comunidad Económica Europea desde el 1 de enero, ya ha
entrado en vigor el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), Francia ya coopera
con España y seguramente también presiona: el GAL va a dejar oficialmente de
funcionar. El País se pregunta sobre los GAL, “una organización criminal cada
vez más osada y menos misteriosa”, y hace recuento de los últimos atentados,
contra dos ciudadanos franceses sin vinculación conocida con ETA, contra un
refugiado una semana antes en un bar de San Juan de Luz, contra dos niñas y
tres adultos el 8 de febrero. “La brutalidad de este terrorismo pretendidamente
antiterrorista confiere redoblada urgencia a la exigencia de que el fiscal general y
las autoridades del Estado adopten de una vez por todas las medidas necesarias
para que los inductores, encubridores y cómplices en territorio español de esa
sangría cesen en su actividad delictiva y sean entregados a los tribunales de
justicia”, sostiene el editorial. Recuerda luego que el GAL enlaza con el BVE o
el ATE, aparece en diciembre de 1983 y, desde esa fecha, siete ciudadanos
franceses sin relación conocida con ETA han sido asesinados –y otros ocho
heridos– y catorce refugiados vascos han sido asesinados. Encuentra el periódico
similitudes entre ETA y el GAL, en sus argumentos y en sus métodos. Pero
“nadie en su sano juicio puede siquiera insinuar que los pobladores del hampa
internacional asesinan a militantes de ETA por cuenta propia, inflamados por sus
convicciones políticas o por su amor a los valores de la civilización occidental”,
razona, antes de preguntar, sin responderse, ¿quién recluta, organiza, arma,
avitualla y paga a los mercenarios de los GAL?; ¿quién da luz verde para sus
asesinatos, señala las víctimas y da la orden de fuego?; ¿quién protege su
retirada estratégica hacia la frontera con España?. “Si solo el silencio es la
respuesta a estos interrogantes, no se debe olvidar que hay ocasiones en que el
silencio es la más elocuente de las actitudes”. Y el GAL, como tal, desaparece.
Los que podían hacer que desapareciera han entendido que era tiempo de
hacerlo.
Tras nueve meses de trabajos, los expertos antiterroristas de diferentes países
contratados por el Gobierno vasco y el PNV entregan el 5 de marzo su informe
sobre la violencia en Euskadi. Xabier Arzalluz es presidente del EBB desde el 19
de febrero. Las conclusiones de los expertos no incomodan al PNV, pero sí al
PSOE. La violencia en Euskadi no depende de factores ni apoyos internacionales
y se explica en sentimientos nacionalistas más que en la ideología marxista.
Recomienda mayor protagonismo para la Policía Autónoma, la creación de un
Servicio de Información, y que sean los propios vascos los que resuelvan sus
problemas. Propone impulsar la reinserción de los terroristas y su reintegración
en la corriente principal de la vida política. “Dado que ETA es un hijo
desafortunado de la dictadura y que sus activistas son los hijos del PNV”, la
comisión recomienda enfáticamente que nunca se excluyan las negociaciones
como opción política. Es la conclusión más importante, la que más molesta al
PSOE, y también a Euskadiko Ezkerra y a la Coalición Popular, sin excluir a un
sector del PNV. Por si ello fuera poco, Arzalluz manifiesta que ETA hubiera
dejado la lucha armada si Navarra se hubiese integrado en Euskadi, y su
incomodidad crece. El 12 de marzo se celebra el referéndum sobre la
permanencia del reino de España en la OTAN. En España triunfa el sí, con un 53
por ciento de los votos, pero Euskadi vota rotundamente no. La participación es
alta, los votos contrarios a la permanencia doblan a los favorables. Aunque la
dirección del PNV no ha ocultado su posición atlantista, buena parte de sus
votantes no le han hecho caso. HB deduce de los resultados que son también
votos a favor de la soberanía nacional. EE, que ha propugnado también el no,
entiende que el resultado es también una apuesta por el pacifismo y contra el
terrorismo. Carlos Garaikoetxea, que ha votado no, se pregunta sobre qué
soberanía nacional o qué fronteras deben defender los vascos desde la
pertenencia a un bloque militar: “¿acaso las mismas fronteras que nos dividen a
unos vascos de otros?”. Los alcaldes de Vitoria, José Ángel Cuerda, y de San
Sebastián, Ramón Labaien, por aquel entonces ambos del sector crítico del PNV,
han optado por criterios opuestos: el primero ha votado ez (no), y el segundo bai
(sí).
La dura realidad hace de nuevo acto de presencia. Siguen enviando refugiados
a lugares remotos de África, muere en un enfrentamiento con la Policía en
Donostia Angel María Galarraga, Pototo, y es objeto de un homenaje popular en
su Zaldibia natal; mata ETA en Zumaia a José Ignacio Aguirrezabala, familiar
político del activista del GAL Jean Pierre Cherid, con el que había trabajado
años atrás en la pizzería que este tenía en San Sebastián; detienen, heridos, a
Mercedes Galdos y Juan Ignacio Legorburu, a los que la Policía hace
responsables de ocho atentados mortales del comando Nafarroa. Ha contado el
comisario francés Joel Cathalá que “cuando el 27 de abril de 1986 detuve en
Arcangues a Txomin Iturbe Abasolo, el único y verdadero número uno de ETA,
me expresó su tranquilidad porque hubiera sido yo el que hubiera dado con él y
no los GAL”. Ha escrito Florencio Domínguez, el periodista más acucioso en el
tema ETA, que el año 1986 comenzó con rumores sobre la supuesta voluntad de
diálogo de los jefes de la organización y con las reuniones, celebradas en abril,
entre representantes del PNV y de HB en Bergara y Durango, para hablar sobre
una posible negociación. La detención de Iturbe se produce, según su relato,
porque a las autoridades francesas les llegaban los ecos de esos movimientos y
quieren tener información de primera mano. Txomin va a parar a la prisión de
Gradignan tras pasar por comisaría. Detienen a un comando legal de ETA al que
imputan tres muertes en Azkoitia y Azpeitia. Tres horas antes de la cita del 24 de
abril entre el PNV y HB en Bergara, cinco miembros de la Guardia Civil resultan
muertos y cuatro más heridos graves, en un atentado con coche-bomba en pleno
centro de Madrid. La delegación del PNV se detiene en Durango a deliberar si
siguen hacia el encuentro o se vuelven a Bilbao, y finalmente optan por seguir
adelante. El atentado se produce cuatro días después de que el Gobierno central
haya acordado anticipar las elecciones legislativas y veinticuatro horas después
de que los ministros del Interior de los Gobiernos europeos hayan aprobado en
La Haya adoptar medidas comunes contra el terrorismo.
Xabier Arzalluz, además de condenar el atentado de Madrid, estima que hay
que seguir hablando “a pesar de todo”. Los portavoces de HB aclaran que el
objetivo de las conversaciones es crear las condiciones para el cese de la lucha
armada. El Gobierno vasco manifiesta su más absoluta condena de los asesinatos
de Madrid y advierte que el pueblo vasco no olvidará jamás a los que, pudiendo
obtenerla, boicotearon las tentativas de paz. A la reunión de Bergara en el Arrano
de HB asisten, por el PNV, Xabier Arzalluz y los presidentes de las ejecutivas
provinciales de Araba, Gipuzkoa, Bizkaia y Nafarroa. Por parte de HB participan
Jon Idígoras, Txomin Ziluaga, Iñaki Aldekoa, Jokin Gorostidi e Iñaki Esnaola,
miembros todos de la Mesa Nacional. Al término del encuentro, Arzalluz declara
en el batzoki de la localidad que el atentado de Madrid es un hecho condenable y
que a los efectos de la reunión ha sido también un duro golpe. Les han explicado
que responde a una dinámica totalmente diferente a la de HB y sin ninguna
relación con las conversaciones. Los representantes de HB se trasladan a Eibar,
reciben a la prensa y califican el inicio de conversaciones de muy positivo para
buscar una solución mediante la negociación política entre ETA y el Estado
español. Iñaki Esnaola afirma que las dos fuerzas políticas están de acuerdo en
que ETA y el Estado deben terminar negociando y que el único papel de los
partidos es hacerla factible. La segunda reunión tiene lugar en Durango el 26 de
mayo, esta vez en el batzoki. Arzalluz ha explicado que la intención de su
partido al aceptar la invitación de HB para entablar un diálogo –“preparatorio de
la negociación entre ETA y el Estado”, según la coalición– es conocer de
primera mano la interpretación que sus autores dan en la actualidad a la
alternativa KAS y explorar las posibilidades de integrar sus exigencias en el
marco del Estatuto de Gernika. PNV y HB manifiestan en un comunicado
conjunto que el encuentro ha sido positivo. Arzalluz dice que, aunque se va
avanzando, nadie puede prever todavía su resultado final. Idigoras afirma que ha
servido para desbrozar el camino. El dirigente del PSOE-PSE, Ricardo García
Damborenea, arremete contra el diálogo PNV-HB ante centenares de seguidores
reunidos en Basauri para la inauguración de una nueva Casa del Pueblo, lo
califica de merienda, dice que es preocupante que Arzalluz no sepa aún lo que
quiere ETA y tenga que hacer reuniones para enterarse. Le acompañan el alcalde
de Madrid, Juan Barranco, y el presidente del PSOE, Ramón Rubial.
Damborenea prefiere la sinceridad de Garaikoetxea, que no tiene inconveniente
en reconocer que quiere lo mismo que ETA, y que la única diferencia está en que
ETA emplea la violencia, y él no.
Pocas horas después de concluido el encuentro de Durango, ETA militar, a
imitación de lo que hicieron los polimilis antes, amenaza con una campaña de
atentados en la zona turística mediterránea. La primera bomba estalla en
Torremolinos el 28 de mayo. La segunda en Estepona el 2 de junio, la tercera en
Marbella tres días más tarde. Cuando han estallado siete bombas y otras cuatro
han sido desactivadas, más de mil contratos temporales de trabajo se dan por
perdidos. El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de la
Costa del Sol reconoce que “si la cosa sigue como hasta ahora, es decir, si avisan
con tiempo suficiente y no hay heridos, esperemos que el verano sea normal. Si
hay un herido, todo cambiará”. Un atentado de ETA en Madrid acaba el 17 de
junio con la vida de un militar golpista, compañero de Tejero en la operación
Galaxia, el comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas, además del teniente
coronel Carlos Besteiro y el soldado conductor Francisco Casillas. El alcalde de
Madrid, Juan Barranco, y los periodistas que acuden a cubrir la noticia son
insultados y abucheados por ultraderechistas que se han congregado en el lugar
de la agresión. Antes de finalizar el mes, cuatro atentados sucesivos en el barrio
de Las Cortes de Bilbao, en el alto de Orio y en el de Meagas, acaban con la vida
de un guardia civil y provocan heridas de consideración diversa a once
miembros de las FSE y un civil. El blindaje de los vehículos ha evitado que las
explosiones se traduzcan en auténticas carnicerías. Coinciden esta sucesión de
ataques contra patrullas rurales y urbanas de las UAR y la Policía Nacional con
la detención de un comando legal de ETA y otro de información, en el que, de
acuerdo a la información oficial, milita un ertzaina destinado en la Diputación
Foral.
Los malos resultados del PNV en las elecciones generales del 22 de junio son
interpretadas por unos como un tributo a su moderación en beneficio de HB,
como un premio a HB por dar esperanzas a la paz por otros, y por los críticos del
PNV como una prueba de que son muchos entre sus votantes los que participan
de las críticas que Garaikoetxea y sus seguidores le hacen: a la escisión, la más
importante en la historia del partido, solo le falta el nombre. El arrollador triunfo
del PSOE tiene su reflejo en Euskal Herria. HB dobla su representación y
obtiene por primera vez un escaño en el Congreso por Nafarroa. Arzalluz sigue
dispuesto a seguir hablando con HB, pero sin prisas, sigue apostando también
por respetar el pacto de legislatura con los socialistas. Para el abogado Iñaki
Esnaola, al que ya se reconoce como el líder de HB más propenso a la
negociación, los resultados deberían servir para dejar a un lado el sistema
político que ha actuado en una época de tránsito y dar paso a otro diferente;
“nosotros no somos la nada –declara–, sino un polo de referencia por el que se
dirige la mayoría de la población”; ve en los resultados la aceptación de que se
tiene que producir una remodelación del sistema político. Para García
Damborenea, secretario de los socialistas vizcainos, la subida de HB,
beneficiaria de la nueva política del PNV, era esperada. Según el ministro de
Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, elegido diputado por Navarra, este
ascenso de HB se debe exclusivamente a la reorganización interna del voto
nacionalista, al apoyo recibido por HB de peneuvistas navarros expulsados del
partido.
El 12 de julio, las autoridades francesas, desoyendo las gestiones del PNV
hechas a petición de Esnaola en nombre del propio afectado, expulsan a Txomin
Iturbe a la excolonia francesa de Gabon. El 14 de julio, ETA carga una furgoneta
con dinamita y metralla, y la hace explotar al paso de un convoy de la Guardia
Civil: doce alumnos de la Agrupación de Tráfico fallecen y 78 personas resultan
heridas en el entorno de la Plaza República Dominicana. El 21 de julio, la
sección española del Instituto Internacional de Prensa acuerda expresar su
preocupación por el nuevo procesamiento del director de Egin, dictado de
acuerdo con las previsiones de la Ley Antiterrorista. La sección española del IPI
“reitera su criterio de que la mencionada ley restringe flagrantemente la libertad
de expresión, vulnera el artículo 20 de la Constitución y supone una amenaza
potencial para todos los medios informativos”. Asimismo, insta al Gobierno y a
los grupos parlamentarios a que “al comienzo de esta nueva legislatura adopten
iniciativas tendentes a la derogación de esta ley, cuya vigencia representa una
lamentable anomalía en nuestro marco democrático”. En esta misma fecha, ETA
aposta un coche frente al Ministerio de Defensa para usarlo de plataforma desde
donde arrojar doce granadas anticarro, seis de las cuales impactan en la fachada
del Ministerio. El contra-almirante Carlos Vila, subdirector de Enseñanza
Militar, es el único herido de consideración. Un proyectil ha impactado a un
metro de la ventana del despacho del ministro Narcís Serra. Un cuarto de hora
más tarde, y cuando en el lugar se agolpan decenas de policías, bomberos y
periodistas, hace explosión la carga colocada en el interior del vehículo y hiere
de gravedad a un policía y a un portero de la zona. Jacques Chirac, primer
ministro de la cohabitación bajo la presidencia del socialista François
Mitterrand, anuncia que Francia va a intensificar su colaboración con España.
Las entregas administrativas de refugiados se intensifican. Se practican redadas
masivas contra presuntos militantes y colaboradores de Iparretarrak, que
coinciden con el comunicado de esta reivindicando el atentado reciente contra el
Palacio de Justicia de Baiona y explicando que no pretendía causar daños a los
policías que lo custodian. En el tiroteo que sigue al lanzamiento de una granada
contra la puerta trasera del Palacio, los miembros de Iparretarrak han herido en
un brazo y un ojo a un CRS. El atentado lo justifican como protesta por las
expulsiones de refugiados, y el comité que representa a estos lo condena por
contraproducente. Txiki Benegas le hace llegar al embajador francés en España
una carta de agradecimiento.
La expulsión de Francia de Txomin Iturbe, presunto máximo dirigente etarra,
frustró un plan de diálogo con ETA que elaboraba el PNV, con el beneplácito del
Gobierno vasco, según han confirmado destacados nacionalistas y socialistas de
Euskadi, así como fuentes gubernamentales. Lo escribe y firma en El País
Carlos Yarnoz el 7 de agosto. De acuerdo a esta versión, el plan originó un fuerte
malestar en el Gobierno central, y el Ministerio del Interior se negó a tomar
iniciativas para retrasar la expulsión de Iturbe, que había pedido 20 días para
terminar lo que estaba en marcha. La versión del PNV responsabiliza al propio
Felipe González de no haber hecho nada para impedir la expulsión, si no es que
la animó. A petición de Arzalluz, y puesto que él no tiene contacto con el
presidente español, Ardanza le ha llamado y González le ha dicho que eso
depende de los franceses, que él no puede hacer nada. Tanto el lehendakari como
el presidente del EBB llegan a la conclusión de que ‘esta vez’ ETA estaba
dispuesta a negociar, que Txomin Iturbe necesitaba esos veinte días para
contactar con sus compañeros del Comité Ejecutivo, y que el Gobierno socialista
no estuvo interesado, temeroso seguramente de una iniciativa que ponía de
acuerdo para el futuro al PNV y HB. Otras versiones hablan de que ha sido
Ramón Jáuregui el que comunica al lehendakari la decisión francesa de expulsar
a Iturbe; hablan de que el consejero vasco del Interior, Luis María Retolaza, ha
llamado al ministro José Barrionuevo y que la conversación ha sido tensa.
Barrionuevo habría respondido que si Iturbe quería dialogar, podía haberlo
hecho antes, o que incluso podía hacerlo desde el país al que fuera expulsado.
García Damborenea explica el enfado de los peneuvistas en que no tienen
recambio en ETA para dialogar. Mayor Oreja ve impresentable la actitud del
PNV en relación con ETA. El Gobierno del PSOE reconoce tres intentos
fracasados de diálogo con ETA militar, que esta ha interpretado como tres meras
propuestas de rendición a cambio de medidas de reinserción y beneficios
penitenciarios.
La nueva actitud de Francia en relación con ETA la atribuye el Abc a la
victoria del centro derecha, a la entrada de España en la CEE, a la necesidad
reconocida de una estrategia internacional contra el terrorismo. Aunque
oficialmente hay un silencio total, escribe, se sabe que el Ministerio del Interior
español ha entregado a las autoridades francesas una lista con cuarenta nombres
de miembros de la dirección o próximos a la dirección de ETA, que residen
presumiblemente en el santuario para que sean detenidos y expulsados a nuestro
país. Con la detención de Domingo Iturbe Abasolo se ponía en marcha la
primera parte del plan de colaboración elaborado conjuntamente por los
responsables de Seguridad de los dos países. Expertos de la lucha
contraterrorista españoles aseguran que las visitas de miembros del Gobierno
francés a España tienen una gran importancia de cara a poner de manifiesto que
la colaboración política es real, pero los planes de actuación son perfilados,
precisamente, por cualificados miembros de los Servicios de Seguridad de
ambos países, quienes han venido celebrando reuniones periódicas durante los
últimos meses. Abc cree saber que Santi Potros y Artapalo son ahora los
principales responsables de la banda etarra, que los duros han reforzado su
dominio, aunque en realidad, “según fuentes solventes”, eran estos los que
venían mandando en los últimos años.
Las fiestas patronales de agosto son escenario frecuente de manifestaciones,
reprimidas sin contemplaciones. ETA ha seguido atentando contra las fuerzas
armadas, ha dado muerte a dos guardias civiles en Aretxabaleta, ha matado en
Villarreal de Alava a un coronel de artillería en la reserva, ha herido a dos
policías en Deusto mediante un coche-bomba. El 27 de agosto la revista Interviú
publica un reportaje de Juan Manuel Idoyaga bajo un titular que sostiene que
“ETA presentó un plan concreto de no agresión contra militares y fuerzas de
seguridad y Felipe escogió la guerra sin cuartel”. Otros titulares afirman que
“Una propuesta negociadora de ETA llegó a Madrid a través del Gobierno
autonómico de Euskadi, a los pocos días de que la capital se despertase
sobrecogida por uno de los más sangrientos atentados de la organización
terrorista” y que “ETA se comprometía a presentar una relación de una veintena
de autoridades, entre ellos determinados militares, a los que consideraban con
garantías para representar a los poderes fácticos”. El periodista afirma que
Xabier Arzalluz intentó proteger a Txomin como elemento negociador. El 22 de
agosto se descubre un pinchazo en el teléfono del domicilio de Garaikoetxea en
Zarautz, que se atribuye a servicios de la Consejería de Interior del Gobierno
vasco, con el concurso del matrimonio oñatiarra organizador en su día del grupo
conocido como “Cabras”.
Se sorprende A. Semprún en Abc de algunas sentencias judiciales, le parece
que hay una actitud judicial equivocada en el País Vasco, que caen en la trampa
de las denuncias por malos tratos y niega a los miembros de las Fuerzas de
Orden Público el derecho a la presunción de inocencia. La juez Elizabeth Huerta
investiga las denuncias de tortura de Tomás Linaza, padre un militante de ETA,
que se viene arrastrando desde 1984, tras haber sido torturado en la
Comandancia de La Salve de Bilbao en 1981. Le ponen todos los obstáculos
posibles, entorpecen las ruedas de reconocimiento, llegan a negarse a asistir o
asisten en masa, pero torturado y juez no desisten. En una de esas ruedas ha
reconocido a un sargento de la Guardia Civil, actualmente destinado en Lleida, y
a un agente de Bilbao apodado ‘teniente Colombo’. Le viene el título de su
actuación en la huelga de 72 días de los trabajadores de Firestone, en los
primeros meses de 1975. Participantes en aquella huelga fueron defendidos por
el entonces abogado laboralista Felipe González, que envió un telegrama de
solidaridad a los líderes de los obreros huelguistas. Con anterioridad, González
ya había defendido muy cerca de esta empresa a los de Bandas en Frío de
Basauri. Tras varias idas y venidas en el centro de África, Txomin Iturbe es
recibido en Argelia el 6 de septiembre. El 10, ETA mata en Ordizia, mientras
paseaba con su hijo, a Dolores González Katarain, Yoyes, exdirigente de ETA
militar reinsertada. Se interpreta como una advertencia a los que están pensando
en reinsertarse; ETA lo explica en que ha desoído la orden expresa de la
dirección de no entrar en Euskadi sur, orden que estaba obligada a acatar por las
importantes responsabilidades que había tenido. Siguen y se aceleran las
entregas de refugiados. Ardanza se ve obligado a anunciar el adelanto de las
elecciones autonómicas al 30 de noviembre. Se produce el primer choque entre
PNV y EA a causa de las siglas del nuevo partido. Al mismo tiempo, el líder del
PNV Xabier Arzalluz considera rotas las conversaciones con HB.
Un coche-bomba explosiona frente al cuartel de la Policía Nacional en la
plaza de España de Barcelona, causa la muerte de un policía nacional que estaba
de guardia y 12 heridos de distinta consideración, cuando el alcalde Maragall se
encuentra en Laussane para defender la candidatura olímpica de la ciudad. Todos
los portavoces políticos, excepto el president Jordi Pujol, dan por supuesto que
ETA está pensando en boicotear las Olimpiadas de 1992. El vehículo portador
del explosivo, robado, ha sido aparcado junto al cuartel unos segundos antes de
que estallara. El alcalde de Barcelona defiende que el atentado no es un elemento
negativo para la candidatura de Barcelona, como los de París del mes de
septiembre tampoco deben ser tenidos en cuenta para su candidatura. La
expedición catalana a Suiza lamentó, no obstante, la falta de una operación
especial por parte de la policía para prevenir actos terroristas en una semana tan
importante para la ciudad. El jefe superior de policía, Agustín Linares, explica
en el mismo lugar de los hechos que no ha podido ser realizado por Terra Lliure,
pero podía haber colaborado. Al president de la Generalitat este atentado le
recuerda al de Poblenou contra un microbús en el que viajaban 11 guardias
civiles y otros que ha realizado ETA en Madrid. El ya general de la Guardia
Civil Andrés Cassinello, Jefe del Estado Mayor, escribe un artículo que a Abc le
parece “esclarecedor”, en el que protesta por las campañas que contra el cuerpo
se realizan desde algunos medios de comunicación y grupos políticos.“A la
señoría que corresponda”, lo titula, y dice “Sí, señoría, es verdad que les llamé
gilipollas y que les mandé a tomar todos los vientos. Pero es que estoy cansado y
aburrido. (…) Dicen que no soy demócrata, y lo dicen tan enfadados que a lo
mejor tienen razón, porque chillan un rato y hasta manotean; además, lo dicen
también los comunistas, que de eso saben mucho. (…) Cada vez que sale un
alumno de la Escuela de Periodismo, con el cascarón pegado a donde su señoría
sabe, se le ocurre hablar del general Cassinello. (…)Además dicen que ya no
hacemos caso al terrorismo. ¡Qué va a pensar Jon Idígoras; él, tan alegre y
combativo! Se va a aburrir el pobre en Amorebieta sin nadie que le persiga.
(…)De verdad, señoría, les he llamado gilipollas y les he mandado a tomar todos
los vientos. Le juro que me he quedado corto”. El provocador artículo obliga al
ministro Barrionuevo a echarle de la Jefatura de la Benemérita. En pocos días,
tiene nuevo destino en Ceuta, una plaza fuerte, donde es recibido con
satisfacción, y el director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, afirma
suscribir parte del artículo. El general “saltó” ante la continuada campaña contra
la Guardia Civil, explica Abc. Y es, en efecto, esclarecedor.
Dos miembros de ETA sobre una moto se sitúan junto al coche oficial que
lleva al gobernador militar de Guipúzcoa, Rafael Garrido Gil, a su esposa y un
hijo, además del conductor oficial. El que va de paquete en la moto deja una
bomba sobre el vehículo en el que viajan, cuando este se detiene en un semáforo
del Boulevard de Donostia. Mueren los tres miembros de la familia y una
ciudadana portuguesa que pasaba por allí. Abc hace nuevo recuento de bajas en
las Fuerzas Armadas: 55 mandos han sido asesinados desde el 20 de diciembre
de 1983, un almirante, dos vicealmirantes, dos tenientes generales, dos generales
de división, cinco generales de brigada, diez coroneles, doce tenientes coroneles,
nueve comandantes, cinco capitanes y siete tenientes. El año más duro, 1981. El
periódico lanza una consigna clara: “Que nadie negocie con ETA”. Ve en esta
nueva escalada el propósito de ETA de forzar a cualquier precio una
negociación. Interpreta que “la banda ultraizquierdista”, acosada por la presión
policial y desprovista de sus refugios en el sur de Francia, se ve obligada a
conseguir una tregua que le permita el respiro necesario para rehacerse,
siguiendo el modelo del M-19 en Colombia. En el editorial, de página entera y
tono solemne, se pide al nacionalismo moderado que deje de reclamar el derecho
de autodeterminación –“afirmación central de la alternativa KAS”–, que acate la
Constitución y haga saber a ETA que nunca habrá negociación alguna, porque,
de lo contrario, ni el desmantelamiento del santuario francés ni el acoso y cerco
policial van a ser suficientes. El atentado contra el gobernador militar de
Guipúzcoa ha sido por la mañana. Por la tarde, varias decenas de miles de
personas, convocadas por HB, recorren sin incidentes las calles de Bilbao para
pedir la negociación con ETA y una “paz con mayúscula para que no haya
ningún Aginagalde, pero tampoco presos, ni torturados, ni exiliados”. El
empresario Lucio Aginagalde lleva diez días secuestrado por ETA en una cueva
del Gorbea, cerca de Ubidia.
La liberación de Aginagalde, un hombre cercano al PNV, le va a costar la vida
el 2 de noviembre a Genaro García de Andoain, persona de la máxima confianza
del consejero Retolaza, delegado para Asuntos de Interior de la Ertzaintza, jefe
del grupo ‘Ekintza’, embrión de la brigada criminal y antiterrorista, y curtido
durante décadas en los Servicios de Gobierno vasco del exilio y los Aliados. Los
miembros de ETA que vigilan al secuestrado responden a tiros al requerimiento
de que se entreguen, uno de ellos resulta herido y detenido, otro detenido y el
tercero escapa. Rafael Vera, secretario de Estado para la Seguridad, manifiesta
que la Ertzaintza ha efectuado la operación sin comunicarlo a la policía
española, pero lo valora como “un importante salto cualitativo en la colaboración
antiterrorista del Gobierno vasco con la Administración central”. Con la
participación de servicios de inteligencia americanos y españoles, con el empleo
de espías y traficantes de armas, con dos misiles cebados como trampa, la policía
española detecta cerca del Bidasoa un arsenal de ETA en el que han sido
guardados los misiles que emiten la señal de los trasmisores preparados al
efecto. Se lo hace saber a la policía francesa, que entra en el edificio en forma de
enorme caserío de la Cooperativa Sokoa, en la carretera entre Hendaia y
Behobia, y tras arduos esfuerzos da con el dispositivo que abre el acceso a un
sótano en el que hay un arsenal con todo tipo de armas, munición y explosivos,
uniformes, chalecos y placas policiales, documentación diversa, y la minuciosa
contabilidad que lleva uno de los hombres de ETA militar empleado en la
cooperativa. Detienen en primera instancia a los directivos de la empresa y
varios empleados, entre ellos varios exiliados, a cinco de ellos les ponen en la
frontera, a otros les acusan de asociación de malhechores. Se trata del golpe más
duro hasta entonces contra ETA militar.
Juan María Bandrés pasa por la tribuna del Club Siglo XXI en Madrid y
sostiene que los que propugnan negociar con ETA son “insolidarios y
desestabilizadores”. A su juicio, el problema no está en averiguar por qué surgió
ETA a finales de cincuenta. Ni en descubrir que ETA nació a causa de la
opresión y represión franquista. El problema está en por qué ETA sigue
existiendo y golpeando casi diez años después de las primeras elecciones
democráticas. Por qué lo hace con una saña mayor que la que nunca tuvo bajo el
franquismo. Por qué, y a través de qué mecanismos, han conseguido instalarse
en la sociedad vasca como un auténtico poder fáctico. A mediados de noviembre
ETA vuelve a atentar, mediante el lanzamiento de granadas, contra el
cuestionado cuartel de la Guardia Civil de Algorta. El comisario Manuel
Ballesteros, hasta ahora relegado en actividades burocráticas, pasa a dirigir el
Gabinete de Información de la Seguridad del Estado. El País publica una de las
escasísimas colaboraciones que se conozcan de José Luis Zalbide, importante
ideólogo de ETA durante el franquismo, compañero de celda y ascendiente
reconocido por Mario Onaindia y Teo Uriarte. Irónico, provocador, críptico,
titula su artículo “Apólogo de la guerra del cerdo”, que el diario introduce y
resume en que “un apólogo le sirve al autor para dar marco de fábula al drama
que desde hace años sufre Euskadi: la violencia. A partir de su cuento, reflexiona
sobre las condiciones de miedo y de represión en que se debate el País Vasco”.
Una vez superado el cuento entre cerditos y lobos, Zalbide se centra en lo que
interesa: “Durante los años de dictadura, muchos vascos llegaron a sentir
especial recelo de la policía, el ejército, la prensa y televisión españoles, cuya
actividad identificaban con la represión y la mentira. Luego sucedió la historia
del hermano pequeño que probó la sangre y se convirtió en fiera. (…)En todo
este tiempo, nuestro hermano siempre encontraba motivos para salvarnos
matando y matando. Al principio era difícil reconocer en nuestro hermano el
monstruo que habíamos ayudado a crear; sobre todo cuando volvía de sus
incursiones herido o torturado, veíamos en él una víctima más que el verdugo en
que se estaba convirtiendo. Además, por mucho que nos distanciásemos de sus
crímenes, ¿cómo enfrentarnos a él abiertamente sin convertirnos por el mismo
hecho en seguidores de aquellos otros verdugos, cuyos rostros todavía podemos
reconocer en algunos de los hombres a los que el Gobierno confía la defensa de
la democracia? Porque, si bien la dictadura terminó hace una década, algunos de
sus aspectos más lamentables subsisten enquistados en nuestra época como
fantasmas de otros tiempos. La bomba, el tiro en la nuca, la tortura, las leyes
especiales se realimentan y justifican mutuamente, como muertos vivientes que
se niegan a ser enterrados y siguen reproduciendo la muerte y el dolor, no solo
entre los suyos, sino, cada vez más, alcanzando directa o indirectamente al resto
de la sociedad. El resultado de todo ello es la inhibición, la falta de reacción
civil, el no saber qué hacer, el silencio y el miedo, sobre todo, el miedo a verse
socialmente señalado e implicado. Muestra de ese clima es la reacción de los
más allegados a las víctimas, quienes suelen decir de los asesinos que se han
equivocado, que han perdido el norte, que ellos no habían recibido amenazas;
incluso les piden pruebas... En los últimos tiempos, sin embargo, algo puede
estar empezando a cambiar”. El autor, que firma como informático y activista de
los Derechos Humanos, no ha debido tener dificultades en detectar en los
comportamientos con los que fabula la espiral acción-represión-acción que un
día describió.
Se celebran elecciones al Parlamento vasco a finales de noviembre. El PSE-
PSOE saca dos escaños más que el PNV, aunque con menos votos. Le toca
intentar formar Gobierno, lo intenta primero con EA y EE, aprovechando el
interés común en desbancar a los peneuvistas del Ejecutivo de Gasteiz. Hablando
en el Club Siglo XXI, Arzalluz dice que el Pacto de Gobierno entre estas fuerzas
ya está hecho, “o al menos es lo que se dice en la intimidad”. Garaikoetxea se
apresura a afirmar que es falso lo que dice el presidente del EBB. Dice Arzalluz
también que un sondeo hecho en la Comunidad Autónoma Vasca da como
opción más deseada por el pueblo un tripartito PNV-EA-HB. Euskadiko Ezkerra
es el más entusiasta partidario de un ‘Gobierno de progreso’ con PSE-PSOE y
EA, y también Felipe González, pero surgen dificultades con dos exigencias de
Garaikoetxea que los socialistas no asumen: el traspaso del régimen económico
de la Seguridad Social y la presidencia del Ejecutivo, con el argumento de que
Euskadi tiene una amplia mayoría nacionalista, a pesar de que EA, con 13
escaños, como HB, está lejos de los 19 del PSE. Después de tres meses de tiras y
aflojas, Arzalluz y Benegas, “por responsabilidad”, se ponen de acuerdo y
conforman un Gobierno, con Ardanza de lehendakari y el socialista Ramón
Jáuregui de vicelehendakari, que va a durar diez años.
El primer número de diciembre de Interviú narra con pelos y señales el
calvario de José María Olarra en manos de guardias civiles, y lo presenta como
“el primer torturado del PSOE”. Los jueces le han dado la razón a Olarra, tres
guardias civiles han sido condenados, Barrionuevo ha quedado en evidencia. El
coronel Rodríguez Galindo había dicho que Olarra se cayó en la ducha. Francia
sigue entregando refugiados. ETA secuestra al industrial guipuzcoano Jaime
Caballero. Una bomba de ETA en el concesionario de Renault en Zarautz hiere
de gravedad a la esposa del dueño del establecimiento mientras lo limpiaba.
Muere en Iruñea por la bomba que portaba el militante de Iraultza Juan Carlos
Gallardo. Iparretarrak libera de la cárcel a dos presos de su organización. Una
bomba de ETA destruye en Erandio la empresa franco-catalana Degremont. ETA
da muerte en Oiartzun a un guardia civil. Antes de finalizar el mes y el año 1986,
un artefacto estalla en el hotel Montarto de Baqueira Beret, junto a las pistas en
las que los Reyes de España practican esquí. Un comunicante, en nombre de
ETA, avisa previamente de la colocación del artefacto, por lo que el hotel puede
ser desalojado a tiempo. ETA ha colocado la bomba en la misma planta en la que
se encuentra alojada una parte de los miembros de la escolta de la familia real.
LOS MILIS MUEREN EN ARGEL

Cae en Madrid un comando al que Interior atribuye todos los atentados


cometidos en la capital desde el 12 de junio de 1985 hasta el 21 de julio de 1986,
entre ellos los realizados contra los militares coronel Romero, vicealmirante
Faustino Escrigas, teniente coronel Carlos Besteiro y comandante Ricardo Sáenz
de Ynestrillas; los cometidos contra la Guardia Civil, el microbús de la
República Argentina en el que murieron ocho guardias y un paisano, el de un
Land Rover en la calle de Príncipe de Vergara en el que fallecieron cinco
agentes, y el de República Dominicana en el que murieron catorce guardias
civiles que viajaban en un microbús. Interior les atribuye también el atentado
frustrado contra el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Antonio
Hernández Gil, y el lanzamiento de granadas contra el Ministerio de Defensa.
Los detenidos son los ‘ilegales’ Esteban Nieto, José Ignacio de Juana Chaos,
Antonio Troitiño Arraiz e Inmaculada Noble Goikoetxea, y las ‘legales’ Cristina
Arrizabalaga Vázquez y María Teresa Rojo Paniego. El seguimiento de una de
ellas, estudiante universitaria, ha sido la pista que condujo a las detenciones, de
acuerdo a la versión policial. Ninguno de ellos figuraba entre los nombres y
rostros difundidos como supuestos miembros del comando Madrid o España de
ETA militar. Interior tiene interés en subrayar los lugares de nacimiento de varios
de ellos, y la condición de exertzaina de José Ignacio de Juana Chaos. Además,
organiza una gira con cincuenta periodistas para mostrar los lugares utilizados
por el comando, aunque finalmente solo acceden a uno, porque las llaves de
otros no aparecen o el policía que las tiene se ha aburrido de esperar al autobús
de los excursionistas. Si a Tiempo hubiera que creer, desde que la presión
policial ha desalojado a los históricos, tres pistoleros y un filósofo controlan
ETA. Y Josu Ternera, un “fanático irascible”, es el principal obstáculo para la
paz.
Se ha conocido que Iñaki Esnaola será el invitado para el almuerzo-coloquio
que se celebrará en el Club Siglo XXI el día 18 de febrero. La prensa de Madrid
destaca que es la primera vez que un dirigente abertzale radical acude a Madrid a
una tribuna pública moderada y liberal. Su presidente, Adrián Piera, lo anuncia
como un reto delicado y desvela que la gestión ha sido hecha a través de
terceros. El intermediario ante el club ha sido el director de Diario 16 Pedro J.
Ramírez, a quien el director de Egin le ha encargado la diligencia, tras la
aceptación previa de Esnaola. Para Piera, la presencia del dirigente de HB tiene
la misma trascendencia que tuvo en su día la de Santiago Carrillo, y espera que
el invitado entienda que hay principios en la casa que no se pueden herir, que son
“los que recoge nuestra Constitución”. Iñaki Esnaola dice, ante una audiencia
expectante, lo mismo que dice en Euskadi y se arma la marimorena. La prensa
recoge que ha asegurado que ETA se apoya en un entramado social mayor que el
representado por el 18 por ciento de los votos de HB; que miembros de otros
partidos abertzales ayudan a ETA, lo reconocen ante la Audiencia Nacional y
han sido condenados por ello; ha criticado con dureza a las direcciones del PNV
y EA, e ignorado ostensiblemente a EE y Bandrés; HB no depende de ETA, ha
dicho, y no presentan la candidatura de Yoldi a la lehendakaritza por tratarse de
un presunto etarra, sino por su condición de preso político; ha sostenido que no
existen cauces políticos para que el pueblo vasco consiga sus aspiraciones de
autodeterminación y unidad territorial, aspiraciones con las que las bases de EA
y PNV coinciden; ha lamentado que ni Arzalluz ni Garaikoetxea se muestren
dispuestos a negociar con Madrid la autodeterminación o la unidad territorial,
pese a defenderlas en sus campañas, pero que cuando oyen que se va a negociar
en Argel con Txomin Iturbe, reclamen que es con ellos con quien hay que
negociar; ha dicho en el coloquio que puede aceptar que el Estado español sea
considerado democrático, pero no desde luego en Euskadi, donde la Transición
no ha sido aceptada. Dicho lo cual, Barrionuevo monta en cólera, Fraga dimite
como socio del club, en compañía de otras firmas notables como la de José
María Cuevas, presidente de la CEOE. El exministro franquista, José Solís Ruiz,
“la sonrisa del régimen”, presente en la conferencia, recuerda que las
invitaciones se hacen para que digan lo que piensan.
El 1 de marzo se hace pública la muerte, en un accidente doméstico sufrido el
27 de febrero, de Txomin Iturbe Abasolo. Una etapa de la historia de ETA
militar acaba y empieza otro tiempo, otros protagonistas, otros planteamientos.
No ha exagerado el comisario francés Jöel Cathalá cuando ha dicho que ha sido
el único y verdadero número uno de la organización. Para alejar cualquier
sospecha sobre su muerte, los servicios secretos argelinos fabrican la versión de
un accidente automovilístico que no hace sino suscitar sospechas donde no debía
haberlas habido. El 8 de marzo el cadáver de Txomin llega a su Arrasate natal
después de hacer escala en Palma de Mallorca y Barcelona, rodeado siempre de
un gran despliegue policial. Recibimiento y homenaje recuerdan al que tuvo en
su día Telesforo Monzón en la vecina Bergara. El pueblo congregado en derredor
del féretro hace consigna del aurrera bolie de sus tiempos de portero de fútbol:
la bola, el balón, arriba y adelante siempre, al campo contrario. En noviembre de
1986, el sociólogo Luis Núñez le ha entrevistado para Egin en su domicilio de
Argelia: es su única entrevista a cara descubierta. No es un intelectual en el
sentido tradicional del término, pero se trata de un hombre con un gran sentido
común y un líder nato. Acepta en esa entrevista el silencio de las armas a cambio
de un Estatuto de Autonomía verdaderamente democrático que recoja mejor que
el que hay las aspiraciones vascas. “Proponer soluciones mejores, de utópico no
tiene nada”, explica, “lo que extraña no es el asunto de la utopía sino que, con
todo lo que dicen de que somos terroristas y de que hay tantos muertos por las
dos partes y todo eso, lo que extraña es que no cedan a una petición tan
razonable, que no es nada del otro mundo, y que tenía que haber sido aceptada
hace ya tiempo”. Dice en relación con la reinserción que “lo que necesitamos en
Euskal Herria no son salidas personales –no es ese el motivo de lucha para
nadie–, sino salidas de conjunto, soluciones para el pueblo en general”. Dice
también que cuando vean que el pueblo vasco no se arrodilla, negociarán, “tarde
o temprano, en el sentido de la Alternativa KAS”.
Las entregas de refugiados mediante medidas que no resisten legalidad alguna
se hacen rutinarias. También los atentados contra concesionarios de automóviles
franceses, los ataques a cuarteles de la Guardia Civil, a militares y agentes
policiales, los coches-bomba. Se celebra en Madrid en la segunda semana de
marzo una cumbre hispano-francesa sin precedentes. Llegan el presidente
Mitterrand y el primer ministro Chirac, en vuelos separados, a reunirse con el
rey Juan Carlos y Felipe González con una agenda en la que no figura la
colaboración antiterrorista: no es preciso ya. Empezando abril, el semanario
Expresso –el más influyente de Portugal– y Egin, que han llevado una
investigación conjunta, desvelan la verdadera identidad del Genaro Gallego
Galindo que visita regularmente Portugal para contratar mercenarios que maten
etarras y, de paso, satisfacer su afición al juego y dejar importantes sumas de
dinero en el casino de Estoril. Se trata del subcomisario José Amedo Fouce, un
policía de Bilbo conocido por sus correrías nocturnas y por ejercer de autoridad
en la plaza de toros. La noticia publicada en Egin se acompaña de una foto de
Amedo en el palco de autoridades de Vista Alegre, con un pañuelo en la mano.
Uno de los responsables del GAL ya tiene currículum, cara, nombre y apellidos.
Agraviado, no demora este en querellarse por medio del abogado Jorge Argote
contra el director del diario. Pasado un tiempo, y a la vista de las pruebas que
siguen apareciendo en su contra, el juez instructor archiva la querella aplicando
la exceptio veritatis. Empieza a haber pruebas para denunciar y demostrar lo que
todo el mundo ha sospechado o sabido, pero no ha podido o no ha querido
denunciar.
El 9 de abril ponen en manos de la policía española por el procedimiento “de
urgencia absoluta” a Francisco Javier Aia Zulaika, El Trepa, compañero de
batallas de Txomin Iturbe. El 19 de abril es Josu Muguruza el que entregan.
Ambos son puestos en libertad semanas más tarde, aunque la Audiencia
Nacional se percate luego de que Muguruza tiene un procedimiento abierto, lo
reclame, comparezca y sea encarcelado por un breve tiempo. Las entregas son
reinserciones forzadas que, junto a las deportaciones y asignaciones de
residencia, buscan vaciar los entornos de los comandos que duermen en
Iparralde. Por aquel entonces, el conocimiento de la Policía española sobre los
clandestinos es bastante exacto, gracias sobre todo a las informaciones
arrancadas a los detenidos, a las de algún informante que han podido introducir
en la organización, a las obtenidas por amenazas y chantaje a militantes del
Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Entre ambas fechas, algo grave y sin
precedentes ha ocurrido. Una cuadrilla de jóvenes de Portugalete, actuando en
nombre de Mendeku [Venganza], arroja cócteles-molotov al interior de la Casa
del Pueblo y provoca la muerte por quemaduras de dos de los clientes del bar.
Los autores son prontamente detenidos, la Policía insiste en relacionarlos con
HB, aunque ellos lo nieguen. Los abogados de HB no aceptan la defensa de los
jóvenes, hijos de familias de su entorno, y optan además por ejercer la acción
popular a fin de esclarecer las responsabilidades criminales que pudieran
derivarse del atentado. Tampoco esta actitud de Herri Batasuna tiene precedente.
Se celebran el 10 de junio en todo el Estado español elecciones municipales,
autonómicas y los primeros comicios al Parlamento Europeo. En las
municipales, el PSOE pierde la mayoría absoluta en todas las grandes ciudades,
pero obtiene un total de 23.241 concejales y 2.868 alcaldes. El CDS de Adolfo
Suárez se hace con 5.952 concejales. En las autonómicas, el PSOE, con
4.167.606 votos, se hace con la victoria en Aragón, Asturias, Canarias, Castilla-
La Mancha, Extremadura, Madrid, Murcia, Nafarroa, La Rioja y Comunidad
Valenciana. La AP de Fraga, con un total de 2.978.035 votos, se sitúa por encima
de los socialistas en Baleares, Cantabria y Castilla y León. En las elecciones
europeas, el PSOE obtiene 28 escaños, AP 17, CDS 7, IU y CiU 3, HB y la
Coalición Europea de los Pueblos, en la que se encuadra EA, 1. En Euskadi, en
las elecciones a municipios, juntas generales, parlamento foral y parlamento
europeo se produce un ascenso global de HB, un ascenso de EA en Araba y
Donostia, y un descenso del PNV y el PSOE. Txema Montero y Carlos
Garaikoetxea se convierten en los primeros europarlamentarios abertzales.
Montero ha recibido una aportación de 40 mil votos catalanes, que se van a
encontrar a los dos días con un atentado contra las instalaciones de Enpetrol-
Campsa en Tarragona, que siembra el pánico en la población. Los habitantes de
Tarragona, rodeados de depósitos y tuberías de gases inflamables por todas
partes, se indignan contra ETA y contra el gobernador civil, y piden el
desmantelamiento de las que sienten como “industrias mortíferas”.
Sin embargo, lo peor está por llegar en Catalunya. El 19 de junio, viernes, un
coche-bomba aparcado en el segundo sótano de los grandes almacenes Hipercor
de Barcelona mata a 21 personas y hiere a 35 más. Ha estallado a las 16:12, una
hora después del primer aviso recibido a nombre de ETA en la Policía
Municipal. A las 15:25, el diario Avui ha recibido una llamada similar, que
traslada a la policía autonómica, en la que se avisa que la bomba hará explosión
cinco minutos más tarde. El comunicante asegura que se ha puesto en
antecedentes también a la Policía y a la dirección del hipermercado, extremo que
esta niega. Dos artificieros de la Policía Nacional se trasladan a Hipercor e
inspeccionan el lugar en compañía de guardias de seguridad privados. Al
cumplirse el plazo señalado para la explosión y no producirse, llegan a la
conclusión de que se trata de una falsa alarma. Pero el artefacto estalla a las
16:12. La conmoción, la indignación, el desconcierto, son enormes. HB lo
critica, ETA se autocritica, de manera, a todas luces, insuficiente.
Evidentemente, ETA no ha buscado la masacre, pero para quien considera capaz
a su enemigo de las peores perversiones, dejar en sus manos la responsabilidad
de la evacuación es de una temeridad o inconsciencia dolosas. En Egin se
publican matizadas críticas, que son interpretadas, por desacostumbradas, como
“duras críticas”. En la colaboración semanal cuasi-editorial de Antxon Allende
se afirma que en ningún caso podría liberarse ETA de responsabilidad, puesto
que la matanza de Barcelona “difícilmente puede desvincularse ni imaginar al
margen de otras acciones recientes realizadas por esta organización”. El diario
afirma que ETA nunca hubiera preparado un atentado semejante sin contar con la
evacuación del local, pero “nadie puede dejar de responsabilizar de la masacre,
en primer lugar, a los que montaron el artefacto, y eligieron su colocación”.
Mientras Iruñea celebra las fiestas, ETA ataca con granadas el Gobierno
Militar de San Sebastián, y dos liberados de ETA que tratan de poner en marcha
un comando de ilegales en Andalucía son detenidos en Zaragoza, y un tercero,
ciudadano francés de nacionalidad vasca, en Torremolinos. Los dos primeros han
sido detectados en Catalunya y los han seguido hasta Zaragoza. Dan con el
coche que debían recoger, que contiene amonal, TNT, temporizadores, botellas
de oxígeno, mechas, detonadores y un juego de matrículas. La víspera, dos
militantes de IK han sido alcanzados por la bomba que manipulan, fallece uno y
sufre heridas graves el otro. Colea todavía y por mucho tiempo el atentado de
ETA del 19 de junio en Barcelona: el 9 de julio, el pleno del Parlamento Europeo
aprueba una resolución de condena y España da la orden de trasladar desde
Ecuador a Argelia a Eugenio Etxebeste. El Gobierno socialista está pensando en
activar los contactos iniciados con Txomin Iturbe, dando por supuesto que ETA
está muy débil, necesita una salida y es el momento de sentarla. Tras seis meses
sin atentados mortales en territorio vasco, ETA da muerte en Oñati a dos
guardias civiles y hiere de gravedad a otros dos mediante una bomba activada
por control remoto que da de lleno en el vehículo que encabeza el convoy de las
GAR. En la revista Tiempo de esa semana, Txiki Benegas acaba de manifestar
que hacía mucho tiempo que en Euskadi no había seis meses sin muertos, lo que
algo quiere decir. Para defender al ministro Barrionuevo, muy cuestionado, ha
dicho también en esa inoportuna entrevista que los jueces del País Vasco tratan
mejor a los dirigentes de HB que a los socialistas. A mediados de julio, Pablo
Muñoz ha sustituido como director de Egin a José Félix Azurmendi. El
gobernador José Ramón Goñi Tirapu afirma que a Azurmendi las críticas al
atentado de Hipercor le han costado el puesto, pero no es cierto: ha sido
destituido, en palabras del consejero delegado Ramón Uranga, porque su
presencia es incompatible con el nuevo proyecto y se lo ha hecho saber, con el
preceptivo aviso de treinta días, antes del atentado de Hipercor.
Policías de paisano detienen a dos liberados de ETA cuando están aparcando
su vehículo cerca de una vivienda de Pasai San Pedro que está bajo vigilancia
desde hace meses. Una hora más tarde, Unidades Especiales de Intervención de
la Guardia Civil irrumpen en el apartamento, dicen haber sido recibidos a tiros,
dan muerte, en lo que tiene todos los visos de ejecución, a la liberada de ETA
que se encuentra dentro junto a la propietaria del domicilio. Lucía Urigoitia ha
muerto de un tiro en la nuca, de un disparo hecho a quemarropa. En la versión
facilitada por el Gobierno Civil se habla de que ha resultado muerta cuando los
guardias civiles han repelido los disparos con que son recibidos. Testimonios de
vecinos recogidos por la prensa afirman haber oído a una de las detenidas gritar
“¿qué vais a hacer?”, y a un agente repetir “no hagas eso”. Juez y fiscal se
presentan en dependencias policiales, lo que es interpretado por Goñi Tirapu
como una injerencia que entorpece las diligencias en curso. Luis María Retolaza,
consejero de Interior del Gobierno vasco, declara que de confirmarse la manera
como Urigoitia ha muerto, supondría “un retroceso de años en la lucha
antiterrorista, como pasó antes con el caso Arregi”. Ese mismo día, siete
guardias civiles resultan heridos por la explosión de un coche-bomba en Eibar, y
Juan Carlos García Goena, un joven vasco residente en Hendaia y sin relación
con ETA, muere al explotar una bomba colocada en su vehículo. El GAL se
responsabiliza del atentado, pero la Policía niega validez a la reivindicación.
Amedo recordará posteriormente que la orden de acabar con los GAL se dio en
febrero de 1986, después de que Felipe González y François Mitterrand llegaran
a un pacto en la lucha contra ETA. A falta de mejor explicación para librarse de
los que apuntan hacia él como responsable de la muerte de García Goena, lo
atribuye Amedo a las fricciones entre el secretario de Estado de Interior, Rafael
Vera, y su segundo, Julián Sancristóbal, a cuenta de la venta de alta tecnología al
CNI a través de la empresa Marconi de la que este último es propietario.
Agosto empieza con un atentado de ETA en Armentia que acaba con la vida
de dos policías. Sigue con un lanzamiento de granadas contra el cuartel de la
Guardia Civil de Zarautz. Días después, un coche-bomba hiere levemente a un
vecino de Eibar. El 15 de agosto, la bomba que manipulan mata a Maite Pérez y
Rafael Etxebeste, dos ‘legales’ de Santutxu y Errenteria, a los que medidas
nunca antes empleadas impiden unos funerales con familiares y amigos. En el
caso de Maite Pérez, los policías llegan a arrebatar el féretro a los empleados de
la funeraria y a trasladarlo ellos mismos al cementerio de Derio. No hay semana
sin entrega de refugiados, hay semanas en las que las entregas son diarias. Las
fiestas de Gasteiz, Donostia y Bilbo, con guerra y sin guerra de banderas, son el
teatro de protestas y cargas policiales en los recintos festivos, a las que ya se han
incorporado los ertzainas. Felipe González y François Mitterrand conceden una
rueda de prensa en la residencia de verano de este en Latche, (Las Landas) el 25
de agosto, para hablar de la cooperación bilateral en la lucha contra el terrorismo
y de la defensa europea. González recuerda ante los periodistas que estuvo allí
once años antes, “dans cet endroit si agréable”, y para él no es solo una ocasión
para el recuerdo, es también para repasar todos los acontecimientos sucedidos en
su país y reflexionar sobre el futuro. Los periodistas franceses le preguntan
reiteradamente a Mitterrand sobre el problema vasco y responde este que,
naturalmente, han hablado de ello, aunque como tal es un asunto español, porque
el problema vasco-francés es otra cosa. Le plantean el hecho de que ochenta
vasco-españoles instalados en Francia hayan sido entregados a la Policía
española sin que los atentados cesen, le plantean si no habrá llegado el momento
de ensayar otras vías, “como por ejemplo encuentros con la ETA que pide una
negociación”. Mitterrand responde que no puede dar una opinión sobre cada una
de las personas expulsadas, algo que le corresponde a la Justicia, “pero la
decisión tomada de no permitir que se perpetúe el terrorismo, que Francia no sea
un refugio estratégico para mantener y desarrollar el terrorismo en España, lo
creo necesario”. Sobre negociar o no, opina que le corresponde a Felipe
González responder, pero “no consideramos que el terrorismo sea nunca una
buena manera de dialogar”. González interviene para decir que se ha avanzado
mucho en la lucha contra ETA, aunque pueda haber más atentados, y que no se
puede negociar bajo coacción, no se puede ceder al chantaje. Sugiere un
periodista que se está entregando a los etarras menores mientras se protege a los
jefes, y Mitterrand le responde que lo que sucede es que los jefes se esconden
mejor y están más protegidos: “no hay otra explicación, cualquier otra sería
injuriosa”. Antes de terminar agosto, ETA ataca con granadas el cuartel de la
Guardia Civil en Deba, y en un confuso tiroteo que se atribuye a IK muere un
gendarme, no lejos de la residencia de verano de Mitterrand.
Tres días después de la reunión de Latche, el portavoz del Gobierno español
Javier Solana hace público que el Ejecutivo mantiene contactos con ETA para
lograr el cese de su acción terrorista, aunque descartando que puedan derivar en
una negociación política. Solana reconoce que hay, ha habido y habrá contactos
para conseguir que entreguen las armas. Saliendo al paso de las quejas de los
partidos vascos, que se sienten marginados de las negociaciones, y del
ofrecimiento de HB para mediar, afirma que esta no va a intervenir y que los
partidos vascos, en un diálogo para cómo y dónde entregan las armas, tienen un
papel secundario. El 5 de septiembre ETA confirma a través de Egin los
contactos, que se vienen manteniendo desde noviembre pasado, y acusa al
Gobierno de ocultar con su imagen dialogante una futura ofensiva. Rechaza los
indultos como única contrapartida para dejar las armas y advierte que no
negociará a la baja la alternativa KAS. El primer contacto ha tenido lugar el 12
de noviembre último entre Txomin Iturbe y el abogado de Interior Jorge Argote.
Se ha interesado este por presuntas divisiones en ETA y ha ofrecido la
reinserción, y Txomin le ha comunicado que solo se sentará de nuevo con
alguien más representativo y menos provocador. A la siguiente reunión con
Iturbe los días 11 y 12 de enero de 1987 asisten Julián Sancristóbal, Manuel
Ballesteros y Pedro Martínez, este último en funciones de traductor de francés
ante las autoridades argelinas. Vienen con los mismos planteamientos y terminan
con la misma ausencia de resultados. Han pedido una tregua para seguir
hablando, y Txomin les ha respondido que el alto el fuego es el resultado de una
feliz culminación del proceso. Los comisarios Manuel Ballesteros y Jesús
Martínez Torres se reúnen con Eugenio Etxebeste, Antxon, el 11 de agosto y el
18 de septiembre. El representante de ETA aclara que su presencia es a título
personal, en tanto la dirección de ETA no le designe interlocutor.
Un día después de que ETA haya reconocido los contactos, caen presos tres
miembros del comando Barcelona y la Policía les acusa entre otros del atentado
de Hipercor. Medios policiales explican que la operación para detenerles se ha
puesto en marcha una vez se ha tenido la seguridad de que Domingo Troitiño,
uno de los activistas más buscados, se encuentra en el piso. La nota policial
asegura que se han encontrado tres pistolas, una metralleta, dos granadas de
mano y una bolsa con amonal, además de información sobre próximos atentados
y documentación falsa. El gobernador civil de Barcelona asegura que los
detenidos han opuesto resistencia, que Josefa Mercedes Ernaga ha sido
alcanzada por un disparo y su pronóstico es grave. La primera versión de la
operación dada a conocer por fuentes policiales de Barcelona habla de la
desarticulación de una banda de traficantes de cocaína, pero el gobernador Goñi
Tirapu desvela en una asamblea de los socialistas guipuzcoanos que ha sido
detenido el comando Barcelona. Prontamente, a Troitiño le acusa la Policía de
haber aparcado el coche-bomba en el interior de Hipercor y de haber participado
en la fabricación de los siete coches-bomba colocados por ETA en Barcelona
desde septiembre de 1986. Barrionuevo viaja a la Ciudad Condal a felicitar a los
policías que han desarticulado el comando y declara que los contactos con ETA
van a seguir, aunque cometa atentados, como el que se ha producido en Bilbao
contra un subteniente de la Guardia Civil. El diálogo es para el ministro una de
las claves en la lucha contra el terrorismo, y también que sean policías
profesionales y no dirigentes políticos quienes intervienen en los contactos. No
ha regresado de Barcelona, cuando un coche-bomba mata a dos guardias civiles
en Gernika. Al día siguiente, ETA ataca el cuartel de la Guardia Civil en Ordizia.
Finalizando septiembre, otro coche-bomba da muerte a un policía y hiere de
gravedad a otros cuatro en Donostia, y la Policía francesa detiene a Santiago
Arrozpide, Santi Potros, al que se tiene por dirigente de los comandos ilegales y
miembro en ese momento de la dirección de ETA.
Las autoridades francesas entregan a las españolas a treinta y ocho presuntos
miembros de ETA, tras haber detenido a 67 refugiados vascos en una operación
sin precedentes que ha movilizado a medio millar de policías. El ministro
francés del Interior, Charles Pasqua, lo presenta como un importante golpe, en
tanto que fuentes policiales españolas hablan de limitado éxito de la operación.
Afirman que la razzia se ha basado en una lista de un centenar de personas que
reciben ayuda económica de la organización, lista hallada en los registros a los
chalés de Angelu y Senpere donde han detenido a Santiago Arrozpide e Iñaki
Pikabea, herido, el preso fugado de Martutene junto a Joseba Sarrionandia. Se
sabe que algunos de los más buscados han huido tras detectar la inusitada
presencia policial de las horas previas a la operación. Gestoras pro-amnistía
calcula a mediados de mes en 254 los detenidos en los últimos 13 días. La
Policía francesa detiene al tenido por máximo experto en preparación de
explosivos con temporizador, José Ramón González Valderrama, El Mono, un
expolimili del comando electrónico, al que se vincula ahora con ETA militar. La
Policía española concede mucha importancia a esta detención. Joseba Arregi,
portavoz del Gobierno vasco, califica de necesarias y positivas para acabar con
la violencia y el terrorismo las operaciones policiales desarrolladas en los
últimos días a ambos lados de la frontera. Barrionuevo le pone fecha a la
desaparición de ETA: 1992. Felipe González abre su ronda de consultas para
buscar un acuerdo sobre el terrorismo con una recepción a Adolfo Suárez. El
dirigente del CDS ha sido invitado antes que Antonio Hernández Mancha,
presidente en ese momento de AP. Tras él desfilan por La Moncloa Miguel Roca
y Xabier Arzalluz. El 5 de noviembre, todos los grupos del Congreso, excepto
EA, firman el Pacto de Madrid, un Pacto de Estado contra el terrorismo. Es
ahora Julen Elgorriaga, delegado del Gobierno de España en la CAV, el que se
reúne con Eugenio Etxebeste, los días 15, 16 y 21 de noviembre.
El 29 de noviembre, en el día que el semanario celebra su día, Argia publica
una entrevista con José Manuel Pagoaga Gallastegi, Peixoto, en la que el
portavoz de los escasos refugiados vascos que permanecen todavía en el Estado
francés dice que se esperaban razzias como las que se han producido y hace una
aclaración importante: “Sobre todo en Ipar Euskadi [Euskadi continental] pero
también en Hegoalde [Euskadi peninsular], existe la creencia de que ETA e
Iparretarrak son socios [kideak]. Y la verdad es que no es así. Tienen dos puntos
de vista muy distintos, dos estrategias muy diferentes y, para hablar claro,
contradictorias [elkarren aurkakoak]. La no clarificación de estas cosas
contribuye a la intoxicación, y si alguien se beneficia de ella, ese es el Estado
francés”. Sobre la ‘borroka’ [lucha, combate, guerra] defiende un principio
general: “no es buena en sí misma. Bien utilizada, trae buenas consecuencias, y
mal empleada, malas, perjuicios, para quienes la practican”. Le han preguntado
por su amigo y compañero de toda la vida Txomin Iturbe, y ha respondido que
llegará un día en que será capaz de hablar de él serenamente, “pero hoy, ahora…
ni su nombre puedo mencionar con tranquilidad” [Baina gaur, oraindik… izen
hori ezin dut lasaitasunez aipatu]. Un coche-bomba de ETA contra la casa-
cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza el 11 de diciembre provoca once
muertos, de los que cinco son menores y dos mujeres. A la ciudadanía le resulta
difícil de asimilar cómo los guardias civiles viven con sus mujeres e hijos en
casas-cuartel que están expresamente amenazadas por ETA; le resulta imposible
justificar que ETA haya consumado ese atentado sabiendo que había mujeres y
niños dentro del mismo. Menos de un día después, un sargento de la Guardia
Civil es abatido en Soraluze cuando, en compañía de su esposa, se disponía a
arrancar el coche. Y en la misma jornada, un policía sufre la amputación de tres
dedos al estallarle en las manos una carta-bomba dejada en su buzón. Tampoco
cesan las entregas de residentes vasco-peninsulares en el Estado francés. Como
si alguna relación de causa-efecto tuviera, Tiempo titula que “La decisión de
ETA de cerrar la vía del diálogo coincide con el III Congreso de HASI celebrado
en Lequeitio” y el nº 834 de Cambio 16 atribuye la responsabilidad del atentado
de Zaragoza a unos treinta etarras a las órdenes de Josu Ternera. “Son el bunker
de ETA”, sentencia. Los resultados del III Congreso no van a trascender de
momento. Se sabe que se ha elegido un nuevo comité central de 40 miembros,
que en las próximas semanas se designará un nuevo secretario general y que
podría ser colectivo. Según fuentes que se atribuyen a HB, se inclina la balanza
hacia los sectores que desean dar prioridad al fortalecimiento del bloque KAS.
El MLNV está entrando en una nueva fase organizativa, de la que la marginación
de HASI es su signo más claro. La esperanza en la negociación, que se ve más
próxima que nunca, acalla las disidencias y los traumas que el III Congreso ha
dejado.
Lo que no han podido firmar todas las fuerzas políticas del Parlamento vasco,
excepto HB, el 5 de enero de 1988, lo rubrican todos el 12 de este mes, EA
incluido. Se llama “Acuerdo para la Normalización y Pacificación de Euskadi”,
pero se le va a conocer como Pacto de Ajuria Enea. Aunque es un acuerdo anti-
ETA, su nombre ni aparece en el texto suscrito. Kepa Aulestia, por EE, y José
Luis Zubizarreta, como asesor del lehendakari Ardanza, se han empleado a
fondo para salvar las reticencias de EA, a la que conceden, para que su
representante Inaxio Oliberi acabe firmando, una intrascendente “reserva final al
Punto 3, Párrafo 2, en alusión al artículo 17 del Estatuto, considerando
imprescindible aclarar el pleno desarrollo”… de la competencia policial.
Ardanza opina que el “acuerdo es bueno, muy bueno. Y ello, porque es fruto del
consenso y la unanimidad y porque se basa en el sentido mayoritario de la
sociedad vasca. Es una permanente apología de la democracia y de marginación
de los sectores violentos y fascistas”. El Movimiento Vasco de Liberación
Nacional interpreta el Pacto como un medio de presión para conseguir que ETA
negocie a la baja y como un instrumento al servicio del enfrentamiento civil que
alienta el PSOE. El 28 de enero, ETA ofrece una tregua de 60 días al Gobierno
español si está dispuesto a reanudar los encuentros que abran la vía a un proceso
de negociación y cesa el hostigamiento policial. El 15 de febrero recuerda que la
tregua ofrecida no ha entrado todavía en vigor, que el Gobierno no ha respondido
a sus exigencias, que todos los frentes siguen abiertos, e informa que “la clara
actitud dilatoria de la parte española” ha impedido una reunión anunciada para el
día 7 del presente mes. La reunión va a tener lugar, finalmente, entre Etxebeste y
Elgorriaga, el 20 de febrero y será la última que tengan entre ellos. ETA,
necesitada de recursos económicos, ha secuestrado al empresario Emiliano
Revilla, y el vicepresidente español Alfonso Guerra ha declarado que no habrá
conversaciones mientras no lo liberen. Asegura Tiempo que ETA comienza a
esconder armas y a infiltrarse en organizaciones ciudadanas, para desarrollar la
lucha al descubierto. Al mismo tiempo, organiza comandos dormidos, pero la
negociación, que todos dan por segura, “puede dividir a la banda”, según un
estudio confidencial de Interior, que da por supuesto asimismo que el pacto
PNV-PSOE se romperá cuando HB se siente en el Parlamento vasco. Eugenio
Ibarzabal, exportavoz del Gobierno Ardanza, afirma que es inviable una
negociación realista. Acaba de publicar La trampa, un relato novelado que sitúa
el final de ETA en 1992, coincidiendo con las Olimpiadas de Barcelona. José
Joaquín Azurza, un histórico del PNV del exilio, luego cerca de Garaikoetxea y
ahora, de nuevo, solo con él mismo, alerta en El Diario Vasco sobre el peligro de
negociar con ETA. José Antonio Osaba, líder que fue de la histórica huelga de
Bandas de Basauri y ahora muy beligerante contra el MLNV y los marxismos,
ve a ETA “en busca de la legitimidad perdida” y dice envidiar “sinceramente a
todos aquellos que han logrado escudriñar en la oferta etarra de alto el fuego
signos esperanzadores en relación con la pasada trayectoria de la organización
terrorista”.
El Gobierno del PSOE entiende que es buen momento para rehabilitar al
general Cassinello y le nombra el 22 de abril, ascendido a teniente general,
capitán general de Burgos y País Vasco. En Egin, Teresa Toda lo presenta como
“el general que prefiere la guerra a la independencia de Euskadi”. Las
consecuencias del III Congreso de HASI son descritas en El País el 30 de abril
como que “La pugna por el control de Herri Batasuna culmina con una
depuración en su principal partido”. Txomin Ziluaga y otros antiguos dirigentes
han sido expulsados de HASI por el nuevo comité central. Según el periodista
Victorino Ruiz de Azua, con esta decisión, adoptada a primeros de abril pero
mantenida en secreto hasta ahora, culmina una fuerte crisis interna abierta en el
congreso celebrado el pasado diciembre, donde Ziluaga y sus compañeros ya
fueron desalojados de la dirección del partido con la anuencia de ETA.
Trascienden como expulsados los nombres de Izaskun Larreategi, esposa de
Ziluaga y hermana del histórico dirigente de ETA Javier Larreategi, también
caído en desgracia; Simón Loiola, liberado de HB en Nafarroa; Mikel Zuloaga,
coordinador del aparato de propaganda de HB; Javier Pascual, del ‘clan de
Indautxu’, y Juan Okiñena, adjunto del eurodiputado Txema Montero en
Estrasburgo. Se les atribuyen faltas graves, trabajo fraccional y divisionista,
difamar o calumniar a otros militantes, promover la discordia por medio de
intrigas, ocultar la actividad fraccional de otros afiliados y también hacer
públicos los asuntos de la vida interna sin previa autorización.
El 7 de mayo, coincidiendo con el décimo aniversario de su nacimiento, HB
renueva más de la mitad de su Mesa Nacional. Muguruza, que ya tiene
responsabilidades en KAS, pasa a formar parte de ella, junto a los habituales
Esnaola, Idígoras, Aldekoa, Montero, Erkizia y Zabaleta, pero no Ziluaga. El 13
de mayo, doce partidos políticos con representación parlamentaria, ratifican en el
Congreso de los Diputados el acuerdo para la normalización y pacificación de
Euskadi aprobado en enero por el Parlamento vasco. La referencia a Nafarroa
provoca las reservas de Alianza Popular y de la Democracia Cristiana. El
secretario de Organización del PSOE, José María Benegas, justifica esa mención
en que ETA utiliza la violencia para pedir su incorporación, y por eso era preciso
decir que su futuro depende solo de los navarros. Ha cambiado el Gobierno en
Francia, pero España sabe que no habrá cambios en la colaboración
antiterrorista. Madrid sabe que el nuevo ministro del Interior es precisamente el
que inició en un anterior mandato las extradiciones y que fue entonces cuando se
detuvo a uno de los máximos dirigentes de ETA, Juan Lorenzo Lasa Michelena,
Txikierdi. El 25 de mayo, ETA mata en Eibar a Sebastián Aizpiri, y unos días
más tarde a Francisco Zabaleta en Elgoibar. Ambas muertes han estado
precedidas de campañas de rumores vinculándoles al narcotráfico, algo nunca
demostrado, imposible de aceptar por quienes les conocen de cerca. Luciano
Rincón, un veterano trostkista de Bilbao, amigo de los hermanos Etxebarrieta,
cree ver en la reacción popular que ha habido contra estas muertes, “veinte años
más tarde” de la muerte de Txabi, un cambio cualitativo contra ETA y contra los
confidentes suyos que han puesto en la diana a Aizpiri y Zabaleta. “Los
poseedores de la calle –escribe en El País– se han encontrado sin la calle. Los
profesionales de la bravuconería se han visto acorralados en sus propios feudos.
Quienes hacían ocupar los plenos municipales por fieles encargados de abuchear
a los concejales de los demás partidos han visto los plenos del Ayuntamiento de
Elgoibar ocupados por gente del pueblo espontáneamente reunida para
abuchearlos. Quienes imponían la violencia ciudadana de sus escuadras de
choque se ven ahora señalados por el dedo de la mayoría. Y esto sí que es un
cambio cualitativo en Euskadi”. En un guiño a la historia, poco frecuente en
ETA, terminando el mes, la policía francesa detiene a Julen Madariaga, uno de
los fundadores de la organización, acusado de facilitar imanes para ser usados en
el montaje de bombas. Los adquiere, según la Policía, a través de Aturri, la
pequeña empresa que dirige en Biarritz. Su nombre ha aparecido también en los
documentos incautados en la Cooperativa Sokoa. El 10 de julio, la Gendarmería
descubre en su domicilio de Ainhoa un zulo en el que hay maquinaria destinada
a fabricar armas. Algún dirigente de ETA, que Madariaga personifica en
“Txekorra” [Josu Ternera], sospecha que el descubrimiento ha sido en realidad
una entrega, lo que va convertir su condena de cerca de cuatro años en la cárcel
de Fresnes en un infierno añadido, por la actitud de algunos de sus compañeros
de prisión, hasta que termina la ‘investigación’ de la dirección de ETA y llega su
‘absolución’.
Un obrero, un electricista de Altos Hornos, un sindicalista, se va a convertir en
ministro en el cuarto gobierno de Felipe González: José Luis Corcuera, el eficaz
muñidor de desmantelamientos de grandes empresas de la margen izquierda de
la ría, va a ser recompensado con la cartera de Interior, sustituyendo a un
abrasado José Barrionuevo. Enrique Múgica ve cumplida su vieja aspiración
cuando le hacen ministro de Justicia. José Claudio Aranzadi, un antiguo
refugiado próximo a una de las ramas de la ETA en tiempo franquista, se hace
con la cartera de Industria y Energía. El bilbaino Joaquín Almunia Amann
cambia de cartera y pasa a la de Administraciones Públicas. Recién constituido
el Gobierno, Felipe González asegura en Diario 16 que Amedo y su compañero
Domínguez tienen el respaldo del Gobierno, y añade que no se van a demostrar
implicaciones de policías con el GAL, porque “la conexión Estado-GAL no
llegará jamás a probarse”. Juan Lasa sustituye a Luis María Retolaza como
consejero de Interior del Gobierno de Gasteiz: lo primero que trasciende a la
prensa de su discreta figura es que pasa el cepillo en la iglesia de su pueblo. El
18 de julio, José Luis Corcuera viaja a París, de la mano de Rafael Vera, para
entrevistarse con su colega Pierre Joxe, a quien le pide más presión para detener
a Urrutikoetxea y Mugika Garmendia, a los que se tiene por jefes de la
organización. Hablan también del secuestro de Emiliano Revilla, dejando claro
que no se volverá a Argel en tanto persista esa situación. A Euskadiko Ezkerra
no le gusta nada el protagonismo que se le da a ETA, apela a la prudencia, pide
rigor informativo, dando por supuesto que ETA no aspira realmente a negociar.
De momento, esta sigue atentando contra policías, guardias civiles,
narcotraficantes, en Lizarra, en Izurtza, en Santurtzi. Ha muerto un ertzaina
cuando desactivaba una bomba, y ETA lo aprovecha para decir que la Ertzaintza
no es objetivo militar suyo. El 30 de octubre, deja en libertad a Revilla, tras un
policialmente dificultado pago de rescate.
El director de Diario 16, Pedro J. Ramírez, entrevista en víspera de Navidad a
la dirección de ETA. Dicen estar dispuestos a negociar pero no a arrepentirse ni a
rendirse; estar prestos, con Eugenio Etxebeste como interlocutor, a proponer
soluciones. Los representantes de la organización desarrollan el argumento de
que, a los poderes del Estado no les queda otra alternativa, si no quieren
negociar, que verse obligados a cometer un auténtico genocidio y “continuar
siendo objeto de nuestros ataques, que nunca cesarán”. Reconoce ETA que el
secuestro de Emiliano Revilla ha sido una operación con un objetivo
exclusivamente económico, que la autodeterminación es el nudo gordiano para
la resolución del llamado contencioso vasco, que la alternativa KAS es el
camino, aunque un día pedirán a la población vasca que opte por un estado
independiente. Sobre el atentado de Hipercor manifiestan: “Nuestra organización
reconoció y reitera ahora el error y la grave responsabilidad que cometió en la
puesta en marcha del operativo de tan trágicas consecuencias. Asumimos
plenamente esa autocrítica”, aunque hacen al Gobierno español corresponsable,
“al negarse a desalojar el local”. No se volverá a repetir, aseguran.
El comité central saliente de HASI escribe su Informe al Congreso
Extraordinario de diciembre de 1988. Se refiere a la escisión política del Bloque,
a la ruptura de modelo de dirección, al desgaste del partido, a la pérdida de más
de cien militantes. Proporciona claves para interpretar el nuevo tiempo: “Un hito
clave de este desarrollo histórico es el debate interno de ETA que da origen al
proceso de desdoblamiento organizativo de la vanguardia de la lucha de
Liberación Nacional. Hito clave en cuanto que prefigura cuestiones tales como la
unidad de la dirección política, el modelo de dirección política, el carácter
político-militar del proceso de liberación vasco, las definiciones tácticas y
estratégicas del mismo”. KAS pasa de ser coordinadora a ser bloque dirigente,
único instrumento en esta fase del proceso para el ejercicio de la dirección
política, “adquiriendo esa virtualidad de unicidad”. En el farragoso lenguaje para
iniciados del informe, se explica que la dirección anterior de HASI quiso
sustituir a ETA en la dirección política, que tras Hipercor pidió a ETA que se
tomara unas vacaciones, que hiciera un repliegue táctico, “ejemplificando así su
concepción de HASI como brazo y dirección política, y la Vanguardia como
brazo armado”. No ahorran críticas a los “escindidos” –a los expulsados– por
amiguismo, y nepotismo trasladado a HB. ETA envía por su parte un saludo y
ánimos a los “amigos revolucionarios de HASI” del Congreso Extraordinario.
[ETAren agur agiria. Agur bero bat HASI-ko lagun iraultzaileok! Ospatzen ari
zareten ez ohizko kongresu berezian, animatu nahi zaituztegu. Abenduaren
11an.]
Juan Alberto Belloch escribe el 6 de enero de 1989 en El País sobre “La toma
del poder”; sostiene que ”La violencia como táctica política ha quedado reducida
en Europa a residuales grupos marginales (Brigadas Rojas, Baade Meinhoff,
GRAPO…), a esporádicos brotes de corte fascista (coroneles griegos, 23-F) y a
terrorismos de signo nacionalista (IRA y ETA), con el agravante, en estos
últimos, de que ni siquiera aspiran a la toma de poder; de ahí que, como dice
José Luis Zalbide, más que lucha armada practiquen desde siempre la
propaganda armada”. El 8 de enero ETA declara una tregua unilateral de quince
días. El 11, la Policía francesa detiene al dirigente de ETA más buscado, a José
Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera. El 14 se inician en Argel las
conversaciones entre Rafael Vera y Juan Manuel Eguiagaray con Eugenio
Etxebeste, Belén González Peñalba e Iñaki Arakama Mendia, y pronto, en mesa
aparte, con los asesores Iruin, Aldekoa, Rafa Díez, Montero, Luis Nuñez y Tasio
Erkizia. El 22, ETA anuncia una tregua de dos meses, que la organización
presenta como acordada. El Gobierno vasco sigue con atención los contactos, el
PNV pide a ETA la presencia de Gorka Agirre en Argel para no tener solo
información de Madrid, y J. Iratzar, Josu Muguruza, le contesta
destempladamente en su colaboración de los lunes en Egin. En las reuniones del
14 y 27 de febrero, los interlocutores se dedican a repasar la historia de la
Transición: Madrid quiere centrar el diálogo en los presos, y ETA, en los
contenidos políticos.
Xabier Arzalluz publica en Deia un largo artículo, plagado de citas, por las
que se disculpa, en el que explica qué es HASI, qué es KAS, qué papel juega la
Vanguardia, ETA, qué ha sucedido en derredor de las expulsiones, “una purga
implacable”. A tenor de los documentos a los que dice haber tenido acceso,
“altamente reservados”, se deduce que ni la propia militancia de HASI y del
Bloque, “no digamos de HB”, se había enterado de lo que sucedía. De acuerdo a
los textos en cuestión, KAS fue concebida desde su nacimiento como un
instrumento para la revolución vasca, por la necesidad que tiene la Vanguardia
(ETA) de articular un mecanismo delegado para la dirección política en la lucha
de masas e institucional en esta fase del proceso de liberación nacional y social
vasco, y que arranca de la teorización y práctica del desdoblamiento
organizativo de ETA. HASI hizo, a juicio de las tesis triunfantes, una
interpretación equivocada del desdoblamiento, al reservar para ETA un papel
meramente militar y de embrión del futuro Ejército Popular Vasco, y no de
centro político-militar director. Explica Arzalluz que, no contento con intentar
imponer su dirección política a las restantes organizaciones del Bloque, la HASI
de Ziluaga habría querido imponer su dirección también a la Vanguardia, a ETA,
por entender que no tiene la capacidad política necesaria, a causa de la represión
que padece y de su no percepción correcta de lo que sucede en Hegoalde.
Intentando resumirlo, el presidente del EBB sostiene que lo que se entendía
como ‘caso Ziluaga’ es una verdadera y grave escisión, que afecta no solo a
HASI, sino a todo el Bloque KAS, con ramificaciones en HB. La causa de la
escisión es el haber pretendido arrebatar a ETA la dirección política del Bloque
y, por tanto, de todo el Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Pudo haber
sucedido, como con los polimilis, si ETA hubiera cedido a la concepción de
dirección política del partido, en aquel caso de EIA, en este, de HASI. Lo
realmente importante de toda esta crisis tan celosamente ocultada –concluye
Arzalluz– “se resume en que en este momento prima la unidad de todo el Bloque
sobre cualquier otra consideración. Y que la dirección total la reclama
férreamente para sí ETA”.
El 14 de marzo, el Gobierno español le pide a ETA una tregua indefinida, le
pide ETA que reconozca públicamente que el fin último del proceso es la
negociación política. El 18, el Pacto de Ajuria Enea convoca una gran
manifestación en Bilbo bajo el lema de Bakea orain eta betirako [Paz ahora y
para siempre]. El 22 de marzo, tres días antes del Aberri Eguna, arranca en
Argelia una reunión que se prolonga al día siguiente y termina en una ruptura
que los buenos oficios del general argelino Mohamed Betchine reconducen y
que, según la interpretación de ETA, ha concluido en acuerdo. Así lo hace
público el 27 de marzo, anunciando una nueva fase de conversaciones políticas,
que el Gobierno español contesta y que es interpretado por ETA como
incumplimiento de lo pactado. El lehendakari ha visitado al Rey en la Zarzuela y
le ha encontrado preocupado. Tras él, Juan Carlos I ha recibido a Corcuera. El 1
de abril Egin informa que ETA ha dado un nuevo plazo de 72 horas al Gobierno,
como último gesto en pro de una solución política negociada, y le pide una
rectificación “de manera pública y oficial”. Interior guarda silencio, pero Vera y
Eguiagaray han intentado que ETA amplíe la tregua. ETA duda ya de la
representatividad de estos interlocutores, y no se equivoca, porque Felipe
González los va a desautorizar flagrantemente. Corcuera pide al Gobierno
argelino que presione a ETA con la amenaza de expulsar a todos los militantes de
su territorio, cuarenta ya. El 4 de abril ETA declara abiertos todos los frentes de
lucha. Madrid anuncia el fin de las conversaciones el 10 de abril, alegando que
han sido rotas unilateralmente por ETA. El 7 de abril una carta-bomba ha herido
gravemente a un sargento del Ejército y otra, que no ha llegado a estallar,
dirigida a Julen Elgorriaga, ha sido desactivada en la Delegación del Gobierno.
Les siguen otras contra Barrionuevo y contra las líneas férreas. La reacción de
los firmantes del Pacto de Ajuria Enea no es unánime: el diálogo está roto y lo
han roto ellos, dice Ramón Jáuregui; Kepa Aulestia afirma que no se puede
hablar si una de las partes se dedica a pegar patadas; Joseba Azkarraga duda de
que el Gobierno español haya cumplido sus acuerdos. El Gobierno de González
explica a los representantes políticos del sistema que ETA está dividida. El
parlamentario de HB y abogado laboralista Antton Ibarguren, que pronto va a
perder la vida en el Himalaya, declara en Argia que la responsabilidad mayor de
la ruptura ha sido de los españoles, pero que también ellos han metido la pata, “y
lo vamos a pagar caro” [larrutik pagatuko dugu]. Ibarguren está claramente en
contra del numantismo, en contra de abandonar las instituciones en Nafarroa, y
otras medidas de este tipo.
A petición del ministro de Interior español, Josu Ternera va ser sometido a un
severo aislamiento en la cárcel parisina de Fresnes. Verá restringidas las visitas y
las comunicaciones, más que como represalia, dicen fuentes policiales, “para
evitar contactos con interlocutores de la banda”. El 18 de abril, en un avión de
las Fuerzas Armadas de España, siete refugiados de ETA en Argelia, entre ellos,
los tres representantes en las conversaciones, son expulsados a la República
Dominicana. Unos días más tarde, una remesa de otros nueve serán llevados a
Cabo Verde, y once más, posteriormente, a Venezuela. Un comando, el Eibar, al
que se atribuyen siete muertes y varios coches-bomba, es detenido junto a nueve
de sus colaboradores por la Guardia Civil, la que cuenta desde hace meses con la
información proporcionada desde dentro por uno de ellos, captado bajo presión
por Rodríguez Galindo. Joseba Urkijo, Kinito, el confidente de Amedo en el
MLNV, que HB acaba de denunciar públicamente, no es el único que ha cedido
al chantaje y las amenazas policiales. El 4 de mayo de ese 1989, justo un mes
después de la ruptura de conversaciones en Argel, los ministros de Justicia y de
Interior, Múgica y Corcuera, con Antoni Asunción de director general de
Instituciones Penitenciarias, anuncian la puesta en marcha de la política de
dispersión carcelaria para los presos políticos vascos, so pretexto de facilitar la
reinserción de quienes lo desean, que espera sean muchos. ETA anuncia que los
funcionarios de prisiones son, en adelante, objetivos militares. El sindicato
mayoritario de prisiones pide cárceles para etarras fuera de la Península, en
islotes sin interés turístico, por ejemplo.
MATAR MÁS PARA NEGOCIAR MEJOR

Se celebran en el Estado español las segundas elecciones al Parlamento Europeo


el 15 de junio de 1989. El PSOE consigue 26 escaños, el PP 15 y el CDS 5.
Aunque sus formaciones pierden votos, los cuatro candidatos vasco-peninsulares
obtienen escaños. La abstención es en Iparralde especialmente significativa. El
Tribunal Correccional de París examina por esos días el llamado ‘caso Sokoa’.
Acusados de asociación de malhechores, son cuatro los inculpados: Julen
Madariaga, José Luis Arrieta, Azkoiti, Juan José Rego y Patxi Noblia, este último
director gerente de la cooperativa Sokoa. Arrieta y Madariaga están acusados
también de tenencia ilícita de armas. Corre la defensa a cargo de Christiane
Fandó, Koko Abeberri, Robert Saint-Esteben y Jon González. Observan de
entrada un vicio de procedimiento en el inventario de los documentos y armas
descubiertos en el zulo. Madariaga proclama su inocencia, denuncia el
procedimiento especial que se aplica a los vascos por ser vascos y califica el
juicio de comedia y simulacro, pero accede a “jugar el juego, porque nos
debemos a nuestro pueblo”. Reconoce ser uno de los fundadores de la
organización, aunque lleva muchos años distanciado de ella, “lo que no significa
que me desolidarice de la causa vasca”. Reconoce haber servido de intermediario
en la compra de imanes utilizados por ETA, pero desconociendo su destino final.
Afirma asimismo no saber nada de la máquina encontrada en su casa, que podría
servir para fabricar armas, y sugiere que tal vez la enterraron allí los que
realizaron trabajos de reparación en su domicilio. Arrieta confiesa haber
construido el zulo con la ayuda del fallecido Txomin Iturbe, asegura sin embargo
que nada tiene que ver con las armas, porque su cometido se limitaba a ‘poner en
limpio’ la contabilidad que llevaba el propio Txomin. Exculpa a Patxi Noblia,
admite haber cobijado en Sokoa a refugiados vascos para protegerles del GAL.
Noblia, por su parte, afirma haber desconocido en todo momento la existencia
del zulo y manifiesta que se ha abusado de su confianza. Rego, inculpado por un
documento en el que se propone la creación de empresas import-export que
sirvan para tareas de información sobre objetivos militares, declara que se trató
de un proyecto realizado para Txomin, que fue desestimado.
En el alegato final, la abogada de José Luis Arrieta, Christiane Fandó, informa
al Tribunal que el comisario de Baiona Jöel Cathala ha visitado en la cárcel a su
defendido y le ha ofrecido trato especial en la condena si accede a ser
representante de ETA en unas futuras conversaciones, lo que convierte a su
cliente en “un rehén político en el marco de negociaciones entre el Gobierno
español y ETA”. Tiempo de esa semana asegura igualmente que funcionarios de
policía enviados por el Gobierno español se han entrevistado hace mes y medio
en Santo Domingo con algunos de los etarras expulsados a ese país. El
Gobierno, según la revista, quiere tentar a los menos reacios a un acuerdo para
excarcelar algunos terroristas y permitir una salida personal a quienes la deseen.
El Tribunal Correccional terminará condenando a cinco años de prisión y diez de
prohibición de permanencia en territorio francés a José Luis Arrieta, y a Julen
Madariaga, que tiene ciudadanía francesa, como la nueva familia que ha creado,
a cuatro años de prisión y diez de prohibición de permanencia en suelo galo. El
Tribunal absolverá a los otros dos encausados.
Una carga de 150 kilos de amosal y trilita destroza la casa-cuartel en Laudio el
26 de junio. Se trata de la mayor carga explosiva utilizada en toda la historia de
ETA. El artefacto ha abierto un cráter en el suelo de cuatro metros de
profundidad y veinte de diámetro, y ha afectado seriamente a los pilares del
edificio. Ha sido introducida por una alcantarilla y colocada a treinta metros de
profundidad, en la confluencia de las aguas residuales generales y del cuartel. Ha
hecho explosión en plena noche, mediante temporizador. Es el tercer atentado
que sufre este cuartel, el primero el 2 de mayo de 1985, mediante un coche-
bomba, y el segundo, el 15 de marzo de 1988, con el lanzamiento de once
granadas. Los tres, sin que causen víctimas. La prensa española subraya que en
la Corporación de este municipio manda HB. El 29 de junio, en lo que parece un
intento frustrado de secuestro del presidente de SAPA [Sociedad Anónima
Placencia de las Armas] y conocido directivo de la Real Sociedad de Fútbol,
Joaquín Aperribai, ETA da muerte al chofer de la empresa, Gregorio Caño, que
se habría resistido al parecer a ser reducido. “Por una vez” –destaca el periodista
de El País–, el sindicato LAB se ha sumado al resto de las centrales para
condenar en duros términos la muerte de este trabajador”. SAPA cuenta en sus
factorías de Andoain y Soraluze con un total de 360 trabajadores, y se dedica a la
fabricación y reparación de carcasas de cañones y de misiles antiaéreos. La
mayor parte de su producción va destinada al Ejército español, y el resto, a la
exportación. Esta muerte, la primera en Gipuzkoa en siete meses, marca el inicio
de una nueva campaña terrorista, según fuentes policiales. En la misma fecha,
ETA ataca con granadas el cuartel de la Guardia Civil en Deba. Cuatro días
después repite la operación en la Comandancia de la Guardia Civil en Pamplona
y quince días más tarde en Orozko.
Se confirma el 16 de julio que Rafael Vera y Luis Roldán han mantenido
contactos con la abogada Fandó y los dirigentes de HB Iñaki Aldekoa y Patxi
Zabaleta, pero Interior los presenta como diálogos informales. Se da la
circunstancia de que han sido Roldán y Vera los que, rotas las conversaciones de
Argel, se han trasladado a Caracas para negociar con las autoridades venezolanas
la acogida de miembros de ETA. Txema Montero ha desvelado durante la
reciente campaña electoral para el Parlamento Europeo que se han producido
contactos a instancias de altos cargos gubernamentales, y el Gobierno le
responde que está utilizando ese tipo de asuntos como arma electoralista.
Oficiosamente, sin embargo, se admite la existencia de algún contacto sin
importancia y a instancias de la otra parte. El periodista navarro José Luis
Santacilia publica en El Periódico de Barcelona que la operación Roldán ha sido
abortada antes de nacer y que el Gobierno ha dispersado en 69 cárceles distintas
a los casi 500 reclusos de ETA. El Ejecutivo intenta así, dice, romper la unidad
con que se comporta ETA y abrir una brecha en el frente de la izquierda
abertzale. Según esta versión, la nueva estrategia antiterrorista ha sido diseñada
el 14 de abril en un encuentro presidido por el ministro Corcuera, que ha reunido
en Vitoria a los tres gobernadores civiles de la CAV, al delegado del Gobierno, a
los directores generales de la Guardia Civil y de la Policía, y al general
Casinello, capitán general de la Región Militar Pirenaico-Occidental. Ahí se
habría decidido la suerte de los etarras entonces residentes en Argelia –semanas
más tarde van a ser expulsados a República Dominicana, Cabo Verde y
Venezuela a bordo de aviones militares españoles–, la petición a Francia de
nuevas redadas, y la dispersión de los presos. El diputado del PNV Iñaki
Anasagasti resume la postura de su partido sobre la dispersión al decir que la
situación en las cárceles es explosiva y que son muchos los que quieren acogerse
a las medidas de reinserción, pero temen hacerlo. Y tras asegurar que su partido
facilitará el camino a los presos que quieran renunciar a la lucha armada, ha
añadido: “Vemos que hay un caldo de cultivo. Tenemos que romper ese frente
monolítico que quieren mantener las Gestoras Pro Amnistía y ETA”.
ETA vuelve a matar militares en Madrid el 19 de julio. Dos jefes del Cuerpo
de Intendencia del Ejército de Tierra, el coronel José María Martín y el
comandante Ignacio Julio Baragua, son abatidos en las proximidades del
Gobierno Militar, en tanto que el soldado conductor resulta herido de gravedad.
Medios de la lucha antiterrorista explican que estos militares nunca antes han
efectuado ese recorrido, por lo que descartan un seguimiento previo. En su
opinión, ETA tenía necesidad de realizar una acción lo más sonora posible para
resarcirse de sus recientes fracasos y ha optado por un tipo de atentado que, al
contrario que el del coche-bomba, no requiere apenas infraestructura. Sin
embargo, para el comisario general de Policía Judicial, Pedro Rodríguez, no hay
duda de que la organización cuenta con un comando en Madrid y sugiere que
este atentado es obra de los mismos que actuaron el pasado 8 de mayo contra la
cárcel de Alcalá-Meco. Para el alto mando policial, la dirección de la
organización terrorista ha intentado dar así una contrarréplica a las
informaciones sobre la existencia de contactos preliminares entre representantes
del Gobierno y de Herri Batasuna. A punto de terminar julio, un coche-bomba
hace explosión en Bilbo al paso de un vehículo de la Policía y provoca heridas a
dos policías y a un vecino que estaba asomado a la ventana en las cercanías.
Enrique Múgica Herzog declara en Valencia, a donde ha acudido a firmar un
convenio penitenciario con la Generalitat, que “los terroristas pueden decir misa.
Y la dicen. De hecho, en el País Vasco existen muchos curas que prefieren decir
misa por los asesinos antes que por sus víctimas”.
Un artefacto explosiona en una curva del puerto navarro de Azpiroz y hiere a
dos guardias civiles. Fuerzas policiales entran en el módulo 4 de la prisión de
Herrera de la Mancha. ETA atenta por segunda vez contra el supermercado
Sabeco de Ejea de los Caballeros. Continúan las entregas y las deportaciones –el
deportado Juan Ramón Aramburu se ha ahogado en Cabo Verde–, se intensifica
la política de dispersión de presos. Un paquete-bomba dirigido a un funcionario
de prisiones mata a su madre en Granada. Múgica Herzog insiste en que nada les
va a hacer cambiar de política. Abc explica las protestas de los presos como una
rebelión por la pérdida de sus privilegios. Llama privilegios a reivindicaciones
como la acumulación de visitas semanales con familiares y amigos, a una
sanidad real, a la supresión de la vejación que supone el desnudarse en cada
cacheo y a los recuentos en posición de firmes; llama privilegios a la petición de
locales de estudio y trabajos manuales, a la no restricción de libros, al derecho a
la intimidad y la no intervención de comunicaciones y correspondencia. Los
internos de ETA exigen también –lo detalla como denuncia el diario– el derecho
a poder comunicarse entre ellos en ‘vasco’, el derecho a la defensa jurídica y a
una correspondencia sin límites, además de comunicaciones vis a vis. Los presos
de ETA se saben rehenes del Gobierno e instrumentos para una negociación a su
medida. Los presos denuncian haber sido apaleados en el interior de la cárcel
especial de Herrera de la Mancha. Preguntado por la dispersión en la rueda de
prensa que el EBB del PNV concede tras la reunión de agosto, Xabier Arzalluz
afirma que se reservan el derecho de denunciar cualquier violación de los
derechos humanos, “pero no veo violación en la dispersión, ni siquiera a la luz
del derecho comparado”. En la República Federal de Alemania, explica, ya ha
sido practicada con los miembros de la Baader Meinhoff.
Con la muerte el 12 de septiembre de 1989 de la fiscal de la Audiencia
Nacional Carmen Tagle, ETA abre un frente nuevo de lucha contra la Judicatura.
Con anterioridad, había matado al juez del Supremo José Francisco Mateu
Cánoves, el 16 de noviembre de 1978, pero explicándola en su condición
anterior de presidente del Tribunal del Orden Público franquista. No han faltado
en estos diez años quienes han creído ver un excesivo respeto hacia los entornos
de ETA por parte de algunos jueces y fiscales. No han faltado confesiones
privadas de letrados de HB manifestando que, si se atentaba contra ese
estamento, no seguirían ocupándose de la defensa de los militantes de ETA. El
paso dado es significativo, y así lo entiende Felipe González al afirmar que ETA
ha dado “un salto cualitativo con el doble asesinato del martes pasado”. Doble,
porque “anteayer murieron una fiscal y un pescadero, y cuando se habla de salto
cualitativo se piensa solo en el asesinato de la fiscal Carmen Tagle, y no en el del
pescadero”. Horas después del atentado contra la fiscal, ETA ha dado muerte en
Bilbo, mediante un paquete-bomba enviado por error a su buzón, al vendedor de
pescado Luis Reina, simpatizante por otra parte de Herri Batasuna. El presidente
del Gobierno afirma que la Magistratura ha comprendido que la intención de los
terroristas es “condicionar la libertad de criterio del aparato judicial”, aunque, en
general, ETA “ha perdido cualquier tipo de objetivo, tienen la necesidad de
seguir matando para demostrar que están ahí”. A la muerte de Tagle se replantea
la conveniencia de modificar el Código Penal, de modo que un terrorista no sea
condenado a la misma pena –treinta años– sea autor de un asesinato o de una
docena, treinta años que se reducen a 17 o 18 con la redención de penas. La
propia Carmen Tagle, junto a otros compañeros fiscales y jueces relacionados
con causas terroristas –Baltasar Garzón en especial–, había manifestado ya su
discrepancia con los tratamientos penal y penitenciario de los reclusos de ETA
condenados por asesinatos. González anuncia un nuevo pacto contra ETA para
después de las inminentes elecciones legislativas y amenaza con traer a cárceles
españolas a sus dirigentes deportados.
En lo que ETA considera una emboscada y la Guardia Civil un
enfrentamiento, mueren junto al peaje de la autopista en Oiartzun los militantes
de ETA Juan Oiarbide, Txibiritas, y Manu Urionabarrenetxea y detienen a Juan
Arruti, Paterra, además del conductor del camión en el que se disponían a pasar
a Iparralde y su acompañante en la cabina. La operación es descrita por fuentes
oficiales como el fruto de un paciente seguimiento al camionero José Antonio
Mugika Huizi, de quien saben que es el encargado de trasladar en su vehículo a
liberados de ETA y esperan que lo haga con el comando Araba. Una treintena de
guardias civiles de paisano se aposta junto a las cabinas del peaje, llega el
camión a las 22:10, un agente pregunta al conductor por la carga que lleva y le
pide que se la muestre. Mugika Huici desciende, realiza un movimiento que les
parece extraño, y comienza un intercambio de disparos que dura más de diez
minutos. Así lo cuenta la prensa, aunque el director general de la Guardia Civil,
Luis Roldán, manifieste que no quiere dar detalles del enfrentamiento, muy
próximo a otros anteriores con resultados similares, para “evitar polémicas”.
Trasciende luego un relato oficial que añade que los guardias civiles que se
disponían a registrar el camión han sido atacados con una granada y disparos de
subfusil por los etarras ocultos bajo las lonas. Los agentes han repelido el ataque,
dos militantes de ETA mueren y tres más son detenidos. También tres guardias
civiles han recibido heridas. El especialista de Abc en estos temas, J.M. Zuloaga,
presenta a Manu Urionabarrenetxea Betanzos, nacido en Gernika en el seno de
una “familia tradicionalista y acomodada”, como el pistolero más buscado, el
que ha tenido más en jaque a las Fuerzas de Seguridad del Estado.
ETA ha abierto otro frente de lucha, a imitación del que tuvo a la central
nuclear de Lemoiz como objetivo, contra la construcción de la Autovía de
Leitzaran, contra un trazado ampliamente contestado pero que está lejos de
contar con el seguimiento que tuvo el movimiento antinuclear. ETA hace de ella
cuestión, y las fuerzas institucionales hacen cuestión de Estado de su ejecución.
El movimiento anti-autovía, presente en la sociedad desde 1977, se ha
transformado en Coordinadora Lurraldea el 25 de abril de 1986 y tiene en
Tolosa, Billabona y Andoain el núcleo más activo, con un hasta entonces
desconocido concejal de HB, Jonan Fernández, como el líder más conocido. En
el verano de 1989, se hacen las primeras adjudicaciones de obra, que se prevén
iniciar a mediados de agosto. La Coordinadora llama al diálogo y propone una
moratoria de seis meses para estudiar un trazado alternativo,
medioambientalmente más respetuoso. No hay respuesta de las instituciones, hay
desprecio por el diálogo. ETA hace pública su primera amenaza explícita en
septiembre de 1989, de inmediato comienzan los atentados contra los bienes de
las constructoras y las presiones contra los propietarios y altos técnicos de las
empresas. Ven algunos en la intervención de ETA, cada vez más huérfana de
apoyos sociales, un intento de abanderar causas populares que den sentido a su
estrategia armada. Otros ven en ella un pulso a los sustentadores del sistema, una
manera de demostrarles que se es capaz de condicionar la vida del país y que hay
que contar con ella. No faltan quienes piensan simplemente que una
organización de sus características no se puede permitir el lujo de estar inactiva,
junto a los que llegan a la conclusión de que ETA acaba de matar el auténtico
movimiento popular anti-autovía.
En la etapa final de la campaña electoral a las elecciones legislativas
españolas, Xabier Arzalluz recibe un aviso de dirigentes de la Mesa Nacional de
HB previniéndole de que un comando autónomo se dispone a atentar contra un
político, preferentemente de Euskadiko Ezkerra, pero que puede ser cualquier
otro dirigente de entre los partidos del sistema. Le piden al presidente del EBB
que lo haga del conocimiento del Gobierno vasco y que se tomen las medidas de
protección adecuadas. HB tiene presente el precedente del atentado de los
Comandos Autónomos Anticapitalistas contra el senador socialista Enrique
Casas y las nefastas consecuencias que le sucedieron. La campaña electoral se
agota sin mayores sobresaltos, se celebran las elecciones el 29 de octubre con
una alta participación, el PSOE renueva la mayoría absoluta con 175 escaños, el
PP consigue 107, CiU 18, IU 17, CDS 14, PNV 5, HB 4, PA 2, UV 2, EA 2, EE
2, PAR 1 y AIC 1. La izquierda abertzale toma nota del “espectacular ascenso de
las fuerzas conservadoras” en Euskadi. El 10 de noviembre de 1989 cae el Muro
de Berlín, último símbolo de la Guerra Fría. El 12 de noviembre muere en
Madrid, a los 93 años de edad, Dolores Ibarruri, La Pasionaria, presidenta del
Partido Comunista de España. El 20 de noviembre, dos pistoleros de
ultraderecha dan muerte en el restaurante del Hotel Alcalá de Madrid a Josu
Muguruza y hieren de gravedad a Iñaki Esnaola, en la víspera de que los siete
recién elegidos parlamentarios de HB tuvieran intención de acudir por primera
vez a la sesión constitutiva del Congreso. Tres días antes, ETA ha dado muerte
en Madrid al teniente coronel José Martínez Moreno y ha herido al soldado
conductor de su vehículo. Dos días antes, la Dirección General de la Policía dice
haber montado un dispositivo especial para evitar que se produzcan actos
violentos de carácter ultraderechista en los eventos conmemorativos de la muerte
del ‘anterior Jefe del Estado’ Francisco Franco. Uno de los pistoleros del Alcalá
es hijo del militar golpista Ricardo Sáenz de Ynestrillas, muerto por ETA el 17
de junio de 1986.
En vísperas de Navidad, representantes de la Diputación de Gipuzkoa viajan a
Bruselas para presentar a la Comisión Europea un detallado estudio del impacto
medioambiental de la autovía Irurtzun-Andoain. Buscan apoyo político al plan,
cuentan con la ayuda de la representación española permanente en la CE, se ha
comprometido esta a dar máxima urgencia al asunto. La iniciativa de la
Diputación intenta frenar la protesta jurídica elevada por Herri Batasuna ante la
Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, que ha provocado que la
Dirección General de Medio Ambiente de la CE solicite al Gobierno español
información complementaria. Juan José Zubimendi, al frente de la
representación de la Diputación de Gipuzkoa, asegura que van a tener muy en
cuenta lo que diga la Comisión Europea antes de comenzar las obras. Los
corresponsales de prensa españoles acreditados en Bruselas interpretan que HB
espera con su actuación comunitaria reforzar la petición de moratoria y convertir
su planteamiento ecológico sobre la autovía en un banderín de enganche
electoral. El escrito de la Coordinadora anti-autovía ante la Comisión de
Peticiones del Parlamento está firmado por el concejal de HB por Tolosa Juan
Antonio Fernández Erdozia, Jonan, y otras 41 personas; se ha presentado en
Bruselas el 17 de abril y ha sido admitido a trámite el 27 de junio; el asunto ha
pasado a la Dirección General de Medio Ambiente de la CE, que tiene que
comprobar el cumplimiento de la directiva 85/337 sobre el impacto ambiental de
la carretera. Está terminando 1989, y al contencioso del Leitzaran le faltan
muchos tramos.
Un paquete-bomba amputa las manos del presidente de la Audiencia
Nacional, Fernando de Mateo Lage, el 27 de febrero de 1990. El explosivo ha
llegado a su domicilio dentro del libro El espía secreto, de John Le Carré. Un
guardia civil lo ha revisado pero no ha detectado nada sospechoso, a pesar de
que el juez ya ha sido objeto anteriormente de una trampa similar. Todo y todos
apuntan a ETA. Mateo Lage se hizo cargo de la presidencia de la Audiencia
Nacional el 4 de diciembre de 1986, en sustitución de Gonzalo de la Concha y
está en la carrera judicial desde 1956. Pertenece a la directiva de la Asociación
Judicial Francisco de Vitoria. Una de sus hijas, subraya la prensa en su biografía,
está casada con el actor Antonio Resines. El ministro del Interior, José Luis
Corcuera, que venía de comentar cuatro días antes en Radio Nacional de España
la posibilidad de reanudar el diálogo con ETA si mantenía una tregua de seis
meses, se da prisa en decir que así no hay nada que hablar. Abc pone a circular
su ingenio, y titula: “ETA contestó por carta”. Dos horas antes del atentado, Jon
Idigoras, acompañado de Iñigo Iruin, ha declarado en rueda de prensa que es un
buen momento para recuperar el espíritu de Argel y que para reanudar el diálogo
no es necesario que el Gobierno asuma los ocho puntos acordados entonces, sino
que basta con recuperar el espíritu fundamental de aquellos acuerdos. En esa
rueda de prensa, Iruin e Idigoras han anunciado igualmente el recurso de HB
ante el Tribunal Constitucional contra la decisión del presidente de las Cortes,
Félix Pons, de no aceptar la fórmula de acatamiento de la Constitución usada por
tres diputados de su formación. En este tiempo, es propósito de la coalición
participar con regularidad en las sesiones parlamentarias para defender sus
reivindicaciones. El Constitucional se va a dar prisa en esta ocasión en
responder, denegando la petición de los diputados electos de HB.
El 7 de marzo ETA envía una carta-bomba al Congreso dirigida al ministro del
Interior, José Luis Corcuera. El 12 de marzo, ETA dice aceptar una tregua si el
Gobierno español respeta públicamente los acuerdos de Argel. Corcuera calla.
ETA da muerte en Donostia al funcionario-contable de la cárcel de Martutene
Angel Mota: la familia se niega a que su capilla ardiente se instale en el
Gobierno Civil y a que asistan autoridades al funeral. El 2 de abril, detienen en
Sevilla, en un control que se explica como rutinario, a Henri-Unai Parot. Dos
días más tarde, la policía francesa arresta a sus compañeros Frédéric
Haramboure y Jacques Esnal, componentes del conocido como comando
itinerante de ETA. Se les acusa de más de veinte atentados y 33 muertes. ETA
mata el 4 de abril a un guardia civil en Pasai Antxo, y el 6 en Donostia a un
matrimonio que tiene por narcotraficantes. El 7 ataca el cuartel de la Guardia
Civil que custodia la autovía de Leitzaran en Lekunberri. El 21 de abril, ETA
anuncia que la Expo-92 de Sevilla será un objetivo prioritario para sus atentados;
dos días antes, un paquete-bomba ha amputado una mano a una funcionaria de la
Expo. En este tiempo, la estrategia armada de ETA tiene presentes la dispersión,
la autovía, la Expo-92, los narcotraficantes, las Fuerzas de Seguridad del Estado
y, pronto, la Ertzaintza. En el comunicado enviado a Egin para anunciar la
campaña contra la Expo-92, ha descalificado el acuerdo firmado por el PNV y
Euskadiko Ezkerra sobre la Ertzaintza, acusándoles de convertir la policía
autónoma vasca en otra fuerza de seguridad del Estado. KAS, hablando en
nombre de HASI, LAB, ASK, Jarrai y Egizan, se siente en la obligación de
desmentir el contenido de documentos contra la Ertzaintza que se le atribuyen.
Dos miembros de ETA y un sargento de la Guardia Civil muerto y otro
sargento herido es el resultado de un confuso tiroteo en la Foz de Lumbier el 25
de junio de 1990. Herido también, es detenido un tercer presunto miembro del
comando y se sugiere que un cuarto ha podido huir. El ministro del Interior
adelanta una versión: los etarras se sintieron rodeados y tomaron la decisión de
suicidarse. La comparecencia en el Congreso, a petición propia se subraya, del
ministro Corcuera no aclara las dudas expresadas por los diputados de EA
Azkarraga Rodero y del PNV Zubia Atxaerandio. Tampoco el tiempo, y más
versiones encontradas, van a esclarecer totalmente lo sucedido. ETA reivindica
como militantes de la organización a los fallecidos Susana Arregi y Juan
Lizarralde, y al detenido Germán Rubenach, y desmiente la versión oficial de los
pretendidos suicidios. En el mismo comunicado se responsabiliza de la muerte
en Donostia del capitán retirado de 74 años Ignacio Urrutia Bilbao y la bomba
contra el bar Miami de Bilbao. La Policía atribuye al comando Donostia la
muerte de Urrutia, y otra anterior del juez instructor militar especializado en
delitos de terrorismo José Lasanta Martínez, igualmente de 74 años. Los
periodistas de Abc, C. Olave y J.M. Zuloaga, presentan como simpatizantes de
HB a cuatro acusados de introducir en Euskadi mil kilos de hachís suministrados
por el ‘capo Falconetti’. Dicen que las Fuerzas de Seguridad del Estado
sospechan que, detrás de una parte del contrabando de tabaco y drogas que opera
en la costa guipuzcoana, se encuentran elementos vinculados a la banda
terrorista ETA, “o grupos afines”, y añaden que las Fuerzas de Seguridad
investigan el dinero que los terroristas obtienen del narcotráfico.
Los sucesos de Foz de Lumbier siguen dando que hablar. Un informe
toxicológico ha demostrado que Juan Lizarralde murió ahogado. ETA asegura
que tanto él como Susana Arregi fueron torturados. La acusación particular
sostiene que también fue interrogado Rubenach. El abogado de este, Txemi
Gorostiza, hace público que su defendido le asegura que dos desconocidos,
guardias civiles de paisano a su juicio, le han propuesto un plan para fugarse del
hospital, le han pedido que les indique algún zulo donde esconderse, le han
preguntado si dispone de explosivos o armas y si cuenta con alguna persona que
pueda ayudarles en la evasión. Para el abogado y los familiares del detenido es
evidente que se trata de un intento de obtener información y de aplicarle la ley
de fugas. Amnistía Internacional escribe al ministro de Justicia en dos ocasiones
a lo largo del mes de julio para mostrarle su inquietud, puesto que los informes
que han recibido apuntan a una posible contradicción entre el examen de los
cadáveres y la versión del suicidio. “Susana Arregui tenía dos orificios de
entrada de bala en la parte izquierda de la cara y Juan María Lizarralde tenía
sustanciales cantidades de agua dentro de su cuerpo”, le dicen. En la segunda
carta, del 18 de julio, AI le llama la atención al ministro sobre supuestas
irregularidades en la investigación judicial, poniendo el acento en el largo
período –dos semanas– transcurrido antes de que los guardias civiles implicados
declaren ante el juzgado y las dificultades que se le han puesto a la juez que lleva
el caso para acceder al testigo Rubenach cuando estaba hospitalizado. Amnistía
Internacional ha sabido que un guardia civil se escondió en el lavabo para
escuchar e intentar grabar la declaración de Rubenach. Le parece al organismo
internacional que si estos hechos fueran ciertos, estaría comprometida la
imparcialidad de la investigación.
Karmelo Landa sustituye a Txema Montero como europarlamentario de HB a
mediados de julio. El lehendakari ha hecho un llamamiento a ETA para que
abandone las armas y se reincorpore a la sociedad en forma de partido, incluso
con las mismas siglas, y el delegado del Gobierno en el País Vasco, Juan Manuel
Eguiagaray, ha rechazado esa idea, porque en la actualidad ya es Herri Batasuna
ese partido. Ardanza ha dicho que sería posible estudiar medidas de gracia para
resolver la situación personal de sus miembros, y Eguiagaray ha apostillado que
está de acuerdo en que ETA deje las armas, “pero quizás no vea tan claro que
ETA se sustituya a sí misma”, ni que se fueran a producir medidas de gracia para
terroristas con delitos de sangre. Para Eguiagaray, la reinserción tiene un tiempo
limitado y es una medida para solucionar de forma política el problema de la
violencia. El 1 de agosto, el mismo día en el que se aprueba la construcción del
pantano de Itoiz, otra obra conflictiva, ETA comunica que aceptaría un
referéndum sobre Leitzaran. El 5 de agosto amanecen incendiados cuatro
camiones de las obras de la autovía. La izquierda abertzale, que ya tiene
conocimiento de que está funcionando la Unidad Antiterrorista de la Ertzaintza,
afirma que el 8 de agosto ha tenido lugar una operación conjunta de Guardia
Civil y Ertzaintza en Bilbo y Galdakao. El 13 de agosto, ETA lanza cuatro
granadas contra el cuartel de la Guardia Civil y anuncia la colocación de
explosivos en las tres principales vías de RENFE. Ramón Jáuregui, que tiene en
mente las elecciones autonómicas, cree que un gobierno nacionalista vasco sería
una mala opción para Euskadi, cree que la mejor es un gobierno de coalición
entre peneuvistas y socialistas. En el homenaje a la ikurriña de la Semana
Grande de Donostia, dos encapuchados queman una bandera de España, ante la
pasividad de Iñaki Esnaola, que estaba muy cerca, apuntan algunos diarios. El 17
de agosto ETA destruye con un coche-bomba la comisaría central de Burgos y
provoca heridas leves a 48 vecinos. El 21, José María Arantzazistroke muere por
la explosión accidental de la bomba que manipulaba en el hipermercado Mamut
de Oiartzun. En la ‘guerra de las banderas’ de las fiestas de Bilbo, un joven
pierde un ojo por un pelotazo de los ‘beltzas’ y más de cincuenta –catorce
ertzainas, entre ellos– resultan heridos de diversa gravedad: en el homenaje a la
ikurriña, han detectado a un policía autonómico de paisano, han intentado
arrojarlo a la ría o, según otras versiones, lincharlo.
Cuando ETA coloca una bomba en el coche de un policía y espera a que entre
en el cuartel de Irun para hacerla explotar, se habla de sistema “chipriota”.
Cuando a primeros de septiembre hace estallar un vehículo conducido por
control remoto, se dice que este sistema es el “tipo Beirut”, el de los atentados de
Líbano, el coche-bomba más sofisticado de los empleados hasta ahora, porque se
ha utilizado el control remoto tanto para dirigir el vehículo como para provocar
la explosión. Un guardia civil y un civil han perdido la vida en el muelle de
Uribitarte de Bilbo, y la prensa recuerda que es el primer atentado con víctimas,
tras el acuerdo alcanzado una semana antes para el despliegue de la Policía
Autónona Vasca. ETA se da prisa en recordar que nunca ha amenazado a la
Ertzaintza. Diez días más tarde, otro coche-bomba, que la Policía atribuye
también al comando Bizkaia, explosiona en la casa cuartel de Cartagena en la
que el hijo de Antonio Tejero es comandante de puesto, sin que provoque
víctimas mortales. De Cartagena a Aldapeta, entre atentado y atentado, entre
coche-bomba y coche-bomba, ETA reitera llamamientos a la negociación, a que
se asuman los acuerdos de Argel. Pierde al ‘legal’ Mikel Castillo en Iruñea,
abatido a tiros por un policía que va a tener problemas para demostrar que ha
actuado en legítima defensa, y la Policía francesa detiene a José Javier Zabaleta,
Waldo, el responsable de los comandos legales, el número 2, según la Policía
española, que lo ha tenido controlado durante un largo tiempo, con la esperanza
de que le llevara hasta el más buscado, hasta Francisco Mugika Garmendia,
Pakito, Artapalo.
El 28 de octubre se celebran elecciones autonómicas en la Comunidad
Autónoma Vasca, el PNV vuelve a ser la primera fuerza, el PSE-PSOE pierde
tres escaños, HB mantiene sus trece representantes, el PP pasa de tres a seis
asientos, EA y EE se derrumban. El 30 de octubre, el lehendakari en funciones
José Antonio Ardanza recibe a una delegación de HB; a Mayor Oreja le parece
reprochable, porque va en contra del aislamiento social aprobado en el Pacto de
Ajuria Enea, y Garaikoetxea anuncia a continuación que también EA mantendrá
conversaciones con HB: “no vamos a ser más papistas que el papa”. Una de las
militantes de ETA más buscadas, Carmen Gisasola Solozabal, es detenida por la
Policía francesa en un control de carretera que se presenta inicialmente como
rutinario, cerca de la localidad landesa de Saint Martin de Seignant. Le
acompañan en el vehículo y son igualmente detenidos Roberto Murgiondo,
Alberto Plazaola y Simonette Odriozola. La Policía francesa asegura haberles
incautado “abundante, detallada y actualizada” documentación sobre posibles
atentados a cometer en España, pero en especial en Barcelona, previsiblemente
antes de los Juegos Olímpicos de 1992. Según el coordinador de la lucha
antiterrorista en Baiona, Roger Boslé, figuran en ella nombres de militares y de
personalidades, así como direcciones y datos de centros castrenses, policiales,
penitenciarios y empresariales, especialmente de zonas hoteleras. ETA apunta a
las Olimpiadas, como lo ha hecho con la Expo de Sevilla y a las constructoras de
la autovía, que están estudiando un trazado alternativo que excluya el paso por
Leitzaran, el tramo más contestado. ETA se hace presente de nuevo en Catalunya
con la explosión de un coche-bomba accionado a distancia que da muerte a seis
policías que se dirigen en un furgón al campo de fútbol de la Nova Creu Alta de
Sabadell. El atentado se analiza como la confirmación de la documentación
incautada que revelaba planes de ETA para boicotear los Juegos Olímpicos de
1992. Antes de terminar 1990, ETA vuelve a atentar recurriendo a un coche-
bomba preparado contra un autobús que traslada personal militar en Valencia.
Cinco militares, un capitán, un brigada, un cabo y dos soldados, así como siete
civiles que ocupan sus vehículos particulares o pasan por las proximidades,
resultan heridos. El ministro del Interior, José Luis Corcuera, atribuye el
atentado al mismo comando Barcelona que ha matado en Sabadell.
Se ha hecho recurrente el recordatorio de los días que preceden o suceden a la
celebración de la Pascua Militar para situar los atentados de ETA. El del 2 de
enero de 1991, que acaba con la vida del gobernador militar de Guipúzcoa en
funciones, ha tenido lugar a tres días de esa celebración, y es el cuarto con
resultado de muerte contra la máxima autoridad de ese Gobierno Militar. Al
coronel Luis García Lozano, ETA le ha ametrallado en pleno centro de Donostia
cuando su coche está detenido en un semáforo. El Rey va a recordar en la Pascua
Militar a “todas las víctimas del terrorismo brutal, desalmado e inútil”, y en
especial a la más reciente, el coronel García Lozano, compañero de promoción
del mismo Juan Carlos I. ETA intensifica en este comienzo de año las represalias
a los que tiene por narcotraficantes, en algún caso, familias enteras. HASI
celebra su IV Congreso los días 11, 12 y 13 de enero, en un clima de placidez
interna que nada recuerda al III Congreso. Una de las resoluciones políticas
propugna la solución dialogada para el conflicto de la autovía; otra aboga por
una mayor presencia institucional de HB, si bien escalonada, para facilitar la
negociación entre ETA y el Gobierno, que no se percibe a corto plazo. El 20 de
enero, Gorka Martínez y Floren Aoiz, del Comité Nacional de HASI, declaran
en Egin que “el MLNV lleva luchando treinta años por un modelo de sociedad
propio para este pueblo”. Entre el tercer y cuarto Congreso, explican, un grupo
de destacados militantes “salieron” del partido; se ha producido una
readecuación de formas de trabajo; los problemas están superados; hoy, HASI
está integrado en KAS. El 26 de enero, KAS hace pública una nota de prensa
“ante las tergiversadas afirmaciones que el diario El Correo publica”. El
documento al que se refiere y reproduce parcialmente ese diario no es, como
asegura, ‘la propuesta de KAS para el debate interno de HB’, puesto que, a decir
de la Koordinadora, ese debate no existe.
El 22 de enero, PNV, EA y EE firman un acuerdo de gobierno que se ha hecho
esperar. El 3 de febrero Ardanza jura su cargo sobre la biblia, un crucifijo y el
Fuero Viejo de Vizcaya, con una fórmula pactada en 1980 con la Zarzuela:
“Ante Dios humillado, en pie sobre la tierra vasca, en recuerdo de los
antepasados, bajo el árbol de Gernika, ante ustedes, representantes del pueblo,
juro desempeñar fielmente mi cargo”. Retornado al interior de la Casa de Juntas
para tomar posesión del cargo es otra la fórmula: “Por voluntad del Parlamento
Vasco, asumo el cargo de lehendakari del Gobierno del País Vasco, así como la
condición de representante ordinario del Estado, que cumpliré con lealtad a la
Corona y respeto a la Constitución, al Estatuto de Autonomía de Gernika y
demás leyes vigentes”. Hay prisas por conformar el Gobierno, por despedir a los
consejeros socialistas. Negada por el lehendakari la vocación frentista del nuevo
Gobierno y afirmado su propósito de diálogo, el secretario general del PSOE
vasco, Ramón Jáuregui, asegura que ejercerán con serenidad y espíritu
constructivo su nuevo papel en la oposición. Interpretando lo que cada vez
piensa más gente, Xavier Rius publica en El Independiente un artículo que titula
Por el sendero de la muerte, que invita a reflexionar. “No es lo mismo lo de
Carrero que los coches-bomba de ahora”, escribe, y “no se puede justificar
eternamente a ETA como violencia de respuesta”. A su juicio, ETA fomenta la
militarización de la sociedad y envilece a la sociedad, que se alegra cuando
mueren los etarras. “Pararon Lemoniz –añade– pero hicieron un daño irreparable
al movimiento antinuclear”. También los de ETA son crímenes de guerra,
concluye.
El Tribunal Superior de Justicia vasco ha ordenado la libertad provisional bajo
fianza del diputado preso de HB implicado en el secuestro de Revilla. ETA ha
hecho estallar un coche-bomba ante la prisión de Málaga, que se encuentra en
pleno centro de la ciudad, y tres horas y media después, un comunicante
anónimo lo ha justificado como protesta por la política de dispersión de los
presos de ETA, seis de los cuales están en esa cárcel. El lehendakari Ardanza y
el presidente Urralburu presiden la manifestación pro-autovía de Leitzaran
convocada por las instituciones y los partidos del bloque democrático, para
mostrar su repulsa a las amenazas de ETA y apoyar el trazado aprobado por la
Diputación de Gipuzkoa. Pedro Calvo Hernando escribe que “mientras el mundo
entero se agita con la marcha de la guerra del Golfo Pérsico, en España la
procesión va por dentro y el proceso político interior recobra su vivacidad
acostumbrada”. Está al rojo vivo la temática del terrorismo, a propósito de la
gran manifestación en San Sebastián de los partidos del bloque democrático a
favor de la autovía de Leitzaran y a propósito de la ofensiva de la organización
terrorista ETA en vísperas de “ese gran acontecimiento”, como lo demuestran los
atentados de Hondarribia contra una patrullera de la Armada y el de Málaga.
“Para terminar de complicar las cosas”, añade Calvo Hernando, sólo faltaba esa
conferencia del obispo de Guipúzcoa, monseñor Setién, en el Club Siglo XXI, en
la que habla a favor de la autodeterminación de Euskadi y en la que manifiesta
que no estaría en contra de un referéndum sobre la independencia. “Más o
menos, ese es el pensamiento ya muy conocido del obispo desde hace tiempo”.
José María Setién no está acostumbrado a callar ni a halagar oídos ajenos, con
tal de no incomodar. Ha defendido en el Club Siglo XXI, que visita por segunda
vez, el derecho de autodeterminación, entendido como la capacidad del pueblo
vasco para regirse a sí mismo a través de los mecanismos del actual Estatuto de
Autonomía, pero sin excluir un referéndum en el que se someta a votación los
vínculos con el resto del Estado. Los pueblos también son sujetos de derechos,
ha sostenido, y sus relaciones internacionales “no necesariamente tienen que
pasar a través del filtro del Estado”. Muy criticado por la mayoría de los
presentes en el coloquio, ha sido defendido por el presidente de la Diputación de
Gipuzkoa, Imanol Murua, por Joseba Egibar, por Joseba Leizaola. A Abc, con
Alfonso Ussia de ariete, las críticas a Setién le duran una semana.
El Mundo dedica un destacado espacio a “Esnaola: historia de una
disidencia meditada”. Habla del despilfarro de HB de un valioso capital político.
Sostiene que la causa de su discrepancia es la negociación, y las alegadas
declaraciones que el afectado habría hecho, solo son una excusa. Aunque se hace
de conocimiento público mes y medio después, el abogado Iñaki Esnaola, una de
las personas más representativas de HB, ha presentado su dimisión como
parlamentario vasco y miembro de la Mesa Nacional el 30 de enero, y se la han
aceptado en marzo. Patxi Zabaleta y Jon Idigoras, actuando de portavoces en una
conferencia de prensa en la que están presentes también Iruin, Erkizia y Ruiz de
Pinedo, aseguran que Esnaola ha incumplido el acuerdo de la Mesa Nacional de
no hacer manifestaciones públicas, y han descartado motivos políticos en la
renuncia, que la atribuyen a motivaciones personales, presentes ya en dos
dimisiones anteriores. No concretan cuáles son esas razones personales. La
conferencia de prensa ha sido tensa. Jon Idigoras se ha sentido obligado a repetir
en varias ocasiones que no aceptan someterse a un interrogatorio como el que los
periodistas pretenden. El portavoz del Gobierno vasco, Joseba Arregi, ve detrás
de la dimisión un cese obligado, y añade que “si algo se mueve en HB”, la
esperanza debe ser que algo se mueva en ETA, “que es lo que interesa”. Iñaki
Esnaola va a romper su silencio un mes más tarde, en declaraciones a El Mundo
en el que trabaja Mari Carmen Gurruchaga, con la que mantiene en ese momento
una relación profesional como abogado. Reconoce que dimitió porque había
cosas que no veía claras, y se reconoce un duro en cuanto a los objetivos, un
moderado en lo que a las formas se refiere. Duda de que la violencia sea un
planteamiento válido para la izquierda abertzale.
Dos encapuchados dan muerte a tiros a un directivo de la empresa Ferrovial
en Valencia, e inicialmente a nadie se le ocurre relacionarla con el conflicto del
Leitzaran. Tres días después, un coche-bomba con 50 kilos de explosivos estalla
ante la sede de Construcciones y Contratas en Madrid, le sigue luego el
comunicado de reivindicación de ETA de ambos atentados, junto a los del
camión-bomba contra los guardias civiles que custodian Petronor en Muskiz y
los artefactos en la vía férrea en el Puente de Las Trianas, cerca de Gasteiz. En lo
que se interpreta como un intento de no perjudicar electoralmente a HB, ETA
anuncia su voluntad de no intervenir en el conflicto de la autovía, y llama
“mediación disuasiva” a su actuación en el mismo. Al diputado general de
Gipuzkoa, Imanol Murua, la declaración de ETA le parece “una broma macabra,
llena de desfachatez y cinismo”; para Joseba Egibar evidencia una
“esquizofrenia delirante”. Un guardia civil pierde la vida y cinco personas más,
entre ellas un niño, resultan heridas al hacer explosión un artefacto accionado a
distancia en el barrio de Egia. Dos días más tarde, la Policía francesa detiene en
Biarritz a Jesús Arkautz Arana, Josu Mondragón, y dicen de él que era el nuevo
número dos de ETA. Tras vigilarlo durante varias semanas, es ahora cuando han
decidido detenerlo, coincidiendo con una visita del ministro Corcuera a su
homólogo francés Philippe Marchand. Las policías y la prensa insisten una vez
más en que Artapalo es un jefe solitario y escurridizo. El 16 de abril, una bomba
colocada en el coche de un agente del Cuerpo Nacional de Policía mata en
Donostia a su hija de 17 años Koro Villamudria Sánchez y hiere a sus hermanos
de corta edad Josune, Luis y Leire. El lehendakari, que manifiesta sentir
vergüenza y ganas de llorar, critica amargamente a una ETA que pide negociar
colocando cadáveres de niños encima de la mesa. En ese tiempo, Iruin y
Aldekoa están en contacto con Rafael Vera para tratar de poner en marcha
“conversaciones políticas” con Eugenio Etxebeste, y ETA está convencida de
que solo tras un alto nivel de atentados se pueden sentar a la mesa. El 27 de
abril, dos francotiradores disparan y hieren en una pierna al gobernador militar
de Guipúzcoa mientras preside en el cuartel de Loyola la jura de bandera de 400
reclutas. El 29, la bomba que están manipulando en Sestao provoca la muerte de
los militantes de Iraultza María Rosa Díez, María Soledad Mugika y Jesús
Fernández. Nada más celebrarse las elecciones municipales del 26 de mayo,
Vera se vuelve a reunir, acompañado del comisario Ballesteros, con la
representación de HB, y exige una tregua como condición previa para trasladarse
a Santo Domingo.
Ha habido otros atentados de ETA a lo largo de mayo contra la Guardia Civil,
pero es el del 29 de mayo, contra el cuartel de Vich, que causa diez muertos, la
mitad de ellos niños, y decenas de heridos, el que provoca una conmoción muy
especial. La imagen de un guardia civil ensangrentado con una niña inconsciente
en brazos y en medio de un escenario de ruinas recorre el mundo. ETA ha
estrellado contra el cuartel un coche cargado de explosivos y bombonas de gas,
aprovechando una pendiente. Menos de dos días después, Joan Carlos
Monteagudo y Juan Félix Erezuma, a quienes se tiene como responsables del
comando Barcelona, mueren en un tiroteo con la Guardia Civil en una
urbanización de Lliçà d’Amunt, en la que se han refugiado junto a otros dos
militantes tras cometer el atentado del cuartel de Vich. La operación ha sido
coordinada por el director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, desplazado a
Catalunya para visitar el cuartel. El 6 de junio, ETA comunica que las muertes de
sus militantes y las del cuartel podían haberse evitado por medio de la
negociación y desmiente a los que afirman que su estrategia esté supeditada a los
acontecimientos previstos para el año que viene, dando a entender que está
preparada para una guerra más larga. El 12 de junio, un paquete-bomba mata a
dos policías en Madrid. El 13, ETA mata a tiros a un guardia civil en Trapagaran.
El 23, el estallido de un coche-bomba provoca heridas a cinco policías y destroza
un mercado en el barrio San Blas de Madrid. El 28 de junio, un paquete-bomba
provoca las muertes de un funcionario, dos reclusos y un familiar de un interno,
en la cárcel de Sevilla. El 1 de julio, son dos artificieros los que mueren en
Madrid por la explosión de otro paquete-bomba. No son los únicos atentados de
este trimestre de acumulación: comandos de ETA, contando con la colaboración
solidaria de otros grupos, han actuado en Italia y Alemania contra intereses
españoles.
Txillardegi publica en Egin el 23 de junio un artículo de opinión en
castellano bajo el título de Saltar a tiempo. Sostiene que “ni Arzalluz ni el PNV
actual conservan el menor atisbo de proyecto nacional vasco”; se refiere,
erróneamente, a que Iñaki Anasagasti amasó fortuna en Venezuela; dice de Odón
Elorza que es un excarlista no euskaldun; propone que “hay que saltar del barco,
ya” y defiende que lo único que vitaliza a los pueblos es la organización de base,
“de espaldas a los profesionales de los aparatos burocráticos”. El 2 de julio, Eli
Galdos, del PNV, sustituye a Imanol Murua, de EA, como diputado general de
Gipuzkoa, una institución que gobierna con el apoyo del PSE-PSOE. El
conflicto de la autovía va a tomar pronto un nuevo rumbo. El 9 de agosto,
Lurraldea y Galdos llegan a un acuerdo para modificar el trazado a su paso por
Leitzaran. La prensa española lo interpreta como una imposición de ETA y HB.
EA, que ha mantenido una postura inflexible mientras gobernaba la Diputación,
se siente desautorizada, traicionada. Inaxio Oliberi llega a firmar que “si el PNV
respalda a Galdos en esta cuestión y es consecuente, colocará a Francisco
Múgica Garmendia, Artapalo, al frente de la política de este país”. José Antonio
Zarzalejos se plantea varias interrogantes en El Correo Español, propone sopesar
desde el punto de vista ético, político y práctico si el precio que se abona es
proporcional al coste democrático que conlleva esta transacción. José Ramón
Recalde lo ve como un “camino de servidumbre”. José María Calleja está
“perplejo”, y a Antxon Sarasqueta, lo sucedido le parece “irreparable”; a Gurutz
Jáuregui, un “enorme disparate”. Luis López de la Calle sostiene que el PNV
llevaba meses negociando con HB, deslealmente, embarcado “en una operación
ética y políticamente muy discutible”. HB, por su parte, anuncia que aceptará la
votación de las juntas generales de Gipuzkoa.
ETA reivindica sus dieciséis atentados de julio y agosto. Juan Manuel Idoiaga
explica la campaña contra intereses turísticos y económicos del Estado español
en distintos países europeos como un toque de atención que “ha conseguido
atraer la atención de los expertos y observadores…”. El 17 de agosto, en plena
Aste Nagusia, tres miembros del comando Donostia mueren en un tiroteo con
guardias civiles al mando del teniente coronel Rodríguez Galindo en el barrio de
Morlans. La dueña del piso se ha entregado a las tres horas de un asedio que va a
durar cuatro horas. A su término, los guardias civiles se abrazan, muestran su
alegría por el desenlace. A los fotógrafos y cámaras presentes les han requisado
carretes y cintas de vídeo. Luis Roldán, director general del Cuerpo, se presenta
por la tarde ante los medios de comunicación para decir que al comando
desarticulado se le atribuyen catorce acciones terroristas y trece muertes. La
izquierda abertzale habla del asesinato de los militantes de ETA Patxi Itziar,
Jokin Leunda e Iñaki Ormaetxea, a los que siguen once detenciones. Asegura
que los fallecidos presentan impactos de bala disparados a escasa distancia.
Apenas dos semanas más tarde, en el recinto ferial de Begoña y con la Ertzaintza
de protagonista, muere el militante de ETA Juan María Ormazabal, Tturko. La
izquierda abertzale asegura que presenta un disparo en la sien, efectuado a
quemarropa, cuando ya había recibido otro dos, uno en la rodilla y otro en el
corazón. Tres días más tarde muere el ertzaina Alfonso Mentxaka, herido en la
misma operación, “por sus propios compañeros”, según la izquierda abertzale. El
2 de septiembre, Egin explica la no publicación de las esquelas del agente
Alfonso Mentxaka Lejona en que no caben frases como “muerto por la libertad
de Euskadi, sacrificio por la libertad de todos los ciudadanos”, porque por
semejantes frases han tenido que ir a declarar sus directores. Bajo el pseudónimo
habitual de Xabier Mentxaka, Xabier Salutregi escribe en Egin un comentario
–Del culatazo, al disparo en la sien–, habla de ertzainas graduados cum laude en
la represión. Dice Jon Idígoras del ertzaina que mató a Tturko que es un
paranoico, que le dio un tiro en la cabeza cuando se desplomaba sin vida. El
viceconsejero de Seguridad, José Manuel Martiarena, asegura que la moral de
sus hombres está ahora más alta que el 28 de agosto, fecha en la que ha tenido
lugar el enfrentamiento, pero no es cierto.
Un coche-bomba mata el 16 de septiembre a dos policías municipales y al
conductor de la grúa que ha retirado un vehículo ‘mal estacionado’ frente al
cuartel de la Guardia Civil de Muchamiel, en Alicante. El 20 de septiembre
condenan a Amedo y a Domínguez a 108 años de cárcel. El 25, El País publica
un artículo de opinión de Ignacio Sotelo, catedrático en la Universidad Libre de
Berlín, en el que confiesa estar triste pero no sorprendido porque “técnicamente
resultaba imposible la absolución: estos chicos han hecho muy mal las cosas”.
“Se maravilla” de lo bien que al final han salido las cosas: la judicatura se
ratifica como un aparato estatal, comprometido en primer lugar con el Estado, no
con la sociedad. Los de arriba rara vez tienen que ver con el Código Penal y los
instalados políticamente tienen garantizado el verse libres de cualquier injerencia
judicial. A nadie debe asombrar, escribe, que se confirme una vez más que la
cuerda se rompe siempre por la parte más floja, es decir, por Amedo y
Domínguez. “Hace unos años, el terrorismo de Estado –de todas las formas de
terrorismo, la que me parece más odiosa e injustificable– me producía una
indignación furiosa, que se ha ido degradando hasta dejar solo como poso la
sensación de impotencia que experimenta el ciudadano ante la arbitrariedad del
Estado”. Aprecia Sotelo que la sociedad española se está distinguiendo por la
tolerancia complaciente, “mayoritariamente con el terrorismo de Estado,
minoritariamente y solo en el País Vasco, con el nacionalista, si se quiere
también de carácter estatal embrionario”. Le parece que una buena parte de
españoles cree que se puede matar por razón de Estado, del existente o del que se
encontraría en incubación. Le embarga una tristeza profunda que no logra
convertirse en indignación: “A lo peor, antes de salir este artículo, los de ETA ya
han cometido otro crimen, quitándonos la palabra, para dejar ya solo lugar para
la rabia”.
Rabia es lo que provocan en el barrio Aluche de Madrid tres atentados
consecutivos de ETA el 17 de octubre. A la ocho de la mañana, un primer coche-
bomba mata al teniente Francisco Caballar; el segundo, a 500 metros del
anterior, provoca graves heridas a una funcionaria de policía y amputa las
piernas a su hija de 13 años, Irene Villa; el tercero hiere de gravedad al
comandante del Ejército de Tierra Rafael Villalobos y a su hermana. El 23 de
octubre, ETA da muerte en Donostia a dos guardias civiles, al día siguiente
desactivan en Zaragoza un coche-bomba. El 25, el artefacto que están
manipulando en un piso de Bilbao mata al militante de ETA Francisco Javier
Goitia y hiere a Oscar Abad. ETA ha manifestado en la misma fecha, a través de
un comunicado, que la estrategia del PNV es igual de vergonzosa que la del
Gobierno español y que “si se sigue por este camino, no solo convertirán a la
Ertzantza en una policía cipaya, sino también en la Guardia Civil vasca”. Se
conocen al mismo tiempo declaraciones de Rafael Vera en las que sostiene que
HB está engañando a ETA con sus milongas, que existe en HB un peligroso
núcleo de militantes que imparte doctrina, “que no son los que más aparecen,
sino los que más mandan”, y que son los responsables del fracaso de las
conversaciones de Argel. Vera ratifica en una comparecencia en el Senado que
en estos momentos no es ETA la que manda en HB, sino al revés. Mitterrand, de
visita en Madrid, se compromete con González a endurecer la lucha contra ETA
todo lo que sea necesario para que “España conozca la paz civil”.
El día de Todos los Santos, el viceconsejero de Interior del Gobierno vasco,
José Manuel Martiarena, en la misma lógica de Rafael Vera, acusa a Egin y HB
de proporcionar la información que decide la estrategia de los comandos de
ETA. El 7 de noviembre, una bomba colocada bajo el asiento del copiloto de un
guardia civil mata en Erandio a su hijo de tres años, Fabio Moreno. La rabia y la
vergüenza incluyen a sectores crecientes de la izquierda abertzale. HB anuncia el
11 de noviembre el inicio de un proceso de debate, Urrats berri [Nuevo paso],
que terminará en abril con la renovación de la Mesa Nacional. Preven la
participación de más de quince mil militantes, organizados en trescientas
asambleas locales, en derredor de cuatro ponencias. A preguntas de los
periodistas presentes en la rueda de prensa, los representantes de HB reconocen
que “pueden existir sensibilidades contrarias a ETA en la Mesa Nacional, aunque
hasta ahora no se han expresado”, informan que el mínimo común denominador
en el debate consistirá en el rechazo a condenar la violencia “mientras persistan
las raíces que la provocan” y en el apoyo a la negociación como única vía para
resolver el conflicto. El 16 de noviembre, HB hace la presentación en el teatro
Victoria Eugenia de Donostia de una propuesta de un nuevo pacto de acuerdo
político, y el 21 proponen a las otras fuerzas políticas vascas una ronda de
reuniones bilaterales. El 23 de noviembre, Maitane Intxaurraga y Gorka
Martínez hacen pública la transformación de la militancia de HASI en militancia
de KAS. La reorganización de KAS es presentada por ellos como un paso hacia
su configuración como bloque. Explican que KAS pasará a asumir la labor de
análisis global que realizaba HASI, pero las restantes organizaciones mantendrán
su autonomía. Intxaurraga y Martínez elogian el caudal histórico que aporta
ETA, cuya importancia no estriba, a su juicio, en que practique la lucha armada,
sino por sí misma, como organización política. La independencia no tiene por
qué ser fruto necesario de la lucha armada, añaden, “de hecho queremos lograrla
ejerciendo el derecho de autodeterminación”. Teresa Toda lo explica en Egin con
mayor claridad al decir que KAS basa su remodelación en una profunda
autocrítica. El documento que debate su militancia parte de la validez del
modelo pero percibe un mal desarrollo de la práctica. KAS es un bloque que
contiene una estructura común de dirección y cuenta con una interrelación en las
formas de lucha. La militancia de HASI pasará a ser militancia de KAS. Es
indispensable la unidad de dirección. LAB es la que menos necesidad tiene de
adecuación.
Los presos de ETA Isidro Etxabe, Zumai, exjefe del Comando Madrid, y Jon
Urrutia ven con espanto la indiscriminación de los atentados de una ETA que ha
perdido, a su entender, juicio y razón. La desconfianza con la actual dirección de
ETA les lleva a plantearse la desvinculación organizativa y a buscar la manera de
acortar su estancia en prisión. Tienen ambos a Esnaola de abogado y, como él,
abogan por abandonar la violencia y centrarse en la vía política. A Urrutia le han
grabado una conversación familiar en la que ha dicho sobre la muerte del niño
Fabio Moreno que “eso no lo entiende nadie, ni el más subnormal” y ha añadido
que la práctica de la lucha armada es en este momento cuestionable, “hay que
empezar a hacer política de una vez”. A Etxabe le han grabado cuando ha dicho
que “en España ya nos odian, y en Euskal Herria se está empezando a crear el
odio”. El Ministerio de Justicia lo hace llegar a los medios de comunicación.
Inicialmente, Gestoras pro-amnistía opta por restar importancia a esas palabras,
pero ante el despliegue informativo que merecen reconoce que hay una veintena
de autoexcluidos entre un colectivo de 500 presos. La prensa resume la actitud
de Etxabe y Urrutia diciendo “Destacados miembros de ETA piden el fin del
terrorismo y apoyan la vía política. Los dirigentes etarras Juan Antonio Urrutia
Aurteneche e Isidro Etxabe Urrestrilla critican desde prisión a ‘los terroristas en
activo’, que están dirigidos por ‘cuatro imbéciles’. En su declaración señalaron
además ‘que empiecen a hacer política si es que hay capacidad, y si no, a coger
los trastos y para casa’“.
La emisión en la RAI, televisión pública italiana, de una entrevista con un
representante de ETA encapuchado causa un profundo malestar en las
autoridades españolas. La voz en off habla de una guerra de diez años que ha
provocado más de mil muertos y una represión muy dura; que dice que “La
lucha militar del pueblo vasco se expresa a través de ETA”, mientras se ven
imágenes de policías disparando botes de humo, de muertos ensangrentados y
enfrentamientos callejeros. ¿Es ETA una organización terrorista?, le preguntan, y
el encapuchado responde que ETA es una organización política vasca que lucha
porque se reconozcan los derechos del pueblo vasco. “La lucha armada es el
último recurso. Se puede llegar a una paz en la que no haya vencedores ni
vencidos”. ¿Cuándo llegará la paz?, le preguntan, y responde: “Las armas
pueden callar mañana mismo, si el Estado español decide atender a los derechos
del pueblo vasco”. En otra entrevista, esta vez a Egin, ETA afirma el 7 de
diciembre de 1991 que las razones para la lucha armada siguen todavía vigentes,
asegura que no habrá otro Hipercor, propone una tregua de dos meses a cambio
de una negociación con el Gobierno, pero añade que, mientras tanto, continuarán
los atentados a pesar del dolor que les provocan las consecuencias no deseadas
de algunos de ellos. Son condiciones para la tregua, el traslado de sus
representantes en Santo Domingo a un país acordado entre las partes y la
incorporación posterior de sus dirigentes encarcelados en Francia a la mesa de
diálogo. ETA achaca a la falta de voluntad del Gobierno español el fracaso de la
vía que se abrió a primeros de este año con una propuesta concreta que planteó
el propio Vera, aunque se muestra dispuesta a una flexibilidad que haga posible
el acercamiento.
1992, EL AÑO EN EL QUE ETA PERDIÓ LA
CABEZA

1992 es un año lleno de simbolismo, para la Administración española, y para


ETA. Hay una Exposición Internacional en Sevilla, repleta de promesas y
conmemoraciones; hay en Barcelona unos Juegos Olímpicos por los que la
ciudad y Catalunya han suspirado largamente; Madrid es Capital Europea de la
Cultura; ha nacido el primer tramo del AVE. ETA diseña una “ofensiva
coyuntural” para “aprovechar la debilidad técnica del Estado” que le supone, a
causa de todas estas circunstancias. Sin esperar a que 1992 nazca, el 13 de
diciembre de 1991 da muerte a dos policías nacionales en el distrito barcelonés
de Les Corts. El 6 de enero, El Correo Español hace el balance “macabro” de
1991: “ETA ha segado el año pasado 45 vidas –la cuarta parte, víctimas civiles–
y perpetrado 149 acciones violentas, un 19,25% más que en 1990, y ha perdido a
7 de sus miembros”. Un comandante del Ejército del Aire muere, y un teniente y
el soldado que le acompañan resultan heridos el 8 de enero, cuando circulan en
un vehículo militar por Poble Sec. El 14, mata a tiros a un policía en Bolueta. Al
día siguiente, en Valencia, da muerte a Manuel Broseta, catedrático y miembro
del Consejo de Estado y de varios consejos de administración de constructoras.
Un día después, son dos suboficiales músicos del Ejército de Tierra los que
mueren ametrallados en las cercanías del cuartel de El Bruch. El 17 de enero, la
clase política catalana hace patente su inquietud por la ofensiva de ETA, el
alcalde Maragall pide que Barcelona se prepare para un “derramamiento de
sangre”, la ministra portavoz y el ministro de Justicia español anuncian reformas
procesales contra los terroristas, para “antes de los acontecimientos del 92”. El
28 de enero, HB hace llegar a Felipe González un documento sobre la
negociación, y el 30 de enero la Ertzaintza detiene a relevantes miembros del
MLNV acusándolos de estar implicados en el cobro del impuesto revolucionario.
En lo que la izquierda abertzale califica de “furibunda caza de brujas contra el
mundo de HB”, el consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa,
muestra en el Parlamento de Gasteiz vídeos que relacionan a “Herri Batasuna
con la mafia de ETA”. Los ertzainas han grabado primero y detenido después a
cuatro personas acusadas de recaudar en nombre de ETA. Atutxa presenta
pruebas que tiene por evidencias de que la “mafia vasca tiene dos brazos: ETA, y
la Mesa Nacional de Herri Batasuna y su entorno”. Presenta como máximo
responsable del grupo desarticulado a Felipe San Epifanio, Pipe, un exmiembro
de la Mesa Nacional de HB, ahora huído. Entre los presentados como
recaudadores directos hay un comercial del diario Egin y un responsable de
HASI en Nafarroa, ahora trabajador de Egunkaria. Se les atribuyen 19 intentos
de extorsión, por un monto de cuatrocientos millones de pesetas, que deberían
haber entregado a un asesor laboral de LAB en Errenteria. Detienen también al
abogado Álvaro Reizabal, exparlamentario de HB en Gasteiz y exmiembro de la
Mesa Nacional. El juez Carlos Bueren decreta su prisión provisional,
incondicional e incomunicada. Juan María Atutxa, en sintonía con anteriores
declaraciones de Rafael Vera y José Luis Corcuera, afirma que “la estrategia de
ETA se marca en estos momentos desde aquí, por gente que está dentro de HB”.
Utiliza un símil “fácil de entender”: esto es como una sociedad anónima que
tiene su Consejo de Administración y su Junta de Accionistas. El que marca la
estrategia no es, a su juicio, la Junta sino el Consejo, que antes estaba en
Iparralde y ahora al Sur, por las dificultades que tienen para moverse al Norte.
Carmen Gurruchaga se suma a las acusaciones escribiendo en El Mundo acerca
de “ETA y sus hermanos”. Mariano Rajoy, que se empieza hacer notar en el
partido, pide al poder judicial que entienda que “todos son lo mismo”. El
periodista Fernando López Agudín tercia y sostiene que “pese a lo que
políticamente diga Rajoy, realmente no todo es lo mismo. Sin pruebas –esa es la
servidumbre del Estado de Derecho–, nada es lo mismo, aunque sea lo mismo”.
Un nuevo atentado por coche-bomba en el centro de Madrid, que provoca la
muerte de los cinco ocupantes de una furgoneta militar, centra la atención en la
escalada de ETA. Tres capitanes, un soldado y un radiotelegrafista ocupan el
vehículo, atacado en la plaza de la Cruz Verde, en el casco antiguo de Madrid, no
lejos de la Capitanía General y de otros edificios oficiales. El 19 de febrero, son
tres vecinos los que mueren en Santander al estallar otro coche-bomba dirigido
contra una patrulla de la Policía. La indiscriminación inherente a los coches-
bomba hace estragos en la población civil. El 25 de febrero muere de dos
disparos un guardia civil en Getxo, cuando los presos de ETA cumplen ya 24
días de huelga de hambre, y el gobernador civil de Vizcaya manifiesta su dolor
por que se piense que la Guardia Civil tortura; el Tribunal Supremo ordena
interrogar al abogado Iñigo Iruin acerca de la red de extorsión de ETA. La
Policía tiene conocimiento estos días de una entrevista mantenida por el
Consejero Delegado de Orain S.A., editora de Egin, y de dos de sus periodistas
con el responsable político en la dirección de ETA, José Luis Alvarez
Santacristina, Txelis. Lo hace público cuando estos pasan a dirigir el diario,
cuarenta días más tarde. Con la oficialización de la “autodisolución” de HASI,
KAS ha culminado su reestructuración. La Policía facilita al periodista de El
País Francisco Mercado un documento de mediados de diciembre último,
incautado a un comando, en el que la dirección de ETA admite que un sector de
la organización y de sus bases de apoyo plantea que “la guerra está perdida y hay
que encajar la derrota lo mejor posible”. Teresa Toda escribe en Egin sobre el
“Frente de papel”, en referencia a este tipo de informaciones, y Txillardegi
asegura por su parte que “Las disidencias en ETA son cosas que se inventan los
periódicos”. El documento en cuestión está fechado el 14 de diciembre de 1991,
y denuncia a José Antonio Urbiola, Iñaki Esnaola, Txema Montero y José Félix
Azurmendi por favorecer los intereses del PNV y propiciar dinámicas
escisionistas, “si bien desde intereses y mecánicas diferenciadas”.
Se suceden las informaciones y comentarios sobre ETA y HB, sobre tensiones
internas en su entorno, se cita una circular de ETA que lo avalaría. Francisco
Letamendia glosa en El Correo Español el carácter de las relaciones entre KAS
y HB. El 19 de marzo, Egin recoge la noticia de que ha sido archivada una nueva
querella de la Ertzaintza en su contra, después de que la juez que lleva el caso
considere que no es ninguna injuria llamar Cabezón a su sargento mayor José
Antonio Goikoetxea. KAS habla y dice que “Sin una mesa entre el Estado y
ETA, el proceso negociador degenera y supone una salida engañosa”, y que “El
debate de HB y de KAS son autónomos”. A pesar de Atutxa y la Ertzaintza, y al
calor de los acuerdos de Lurraldea y la Diputación de Gipuzkoa, el PNV impulsa
una política de diálogo y acercamiento a la izquierda abertzale. KAS –a través de
sus portavoces Alegria, Cereceda e Intxaurraga– deduce que “Las
conversaciones entre el PNV y HB nacen de la constatación clara del fracaso que
ha supuesto todo el proceso de acoso contra la izquierda abertzale en general, y,
sobre todo, del fracaso de intento de generar una división en el MLNV para
romper el papel político de ETA y conseguir que sectores de HB asuman una
salida falsa del contencioso”.
No corren buenos tiempos para Euskadiko Ezkerra, no salen bien parados
Erreka, Aulestia, Gurrutxaga ante antiguos compañeros. Dobaran, Odriozola,
Gorritxo, Elorriaga, Horna, Urretabizkaia y 130 firmas más de exmiembros del
bloque político-militar (EIA, ETApm, EE) publican en Egin un escrito que
titulan “Reflejos en un espejo astillado, EE y el poder”. Hacen historia y
concluyen: “Unos a chupar del bote, otros a pudrirse en el talego”. Ven entre sus
excompañeros a los que siempre caen de pie, ven sus desvaríos pesebristas,
ausencia de autocrítica, montajes empresariales: “los federicos”. Algo quieren
decir sobre el origen de los fondos que han hecho posible los montajes
empresariales. “Especulan con una presunta ilegalización de HB que les elevará
a una también hipotética categoría de buitres. Son de hecho los primeros
interesados en que ETA continúe porque, sin ella, sin motivos para inventarse
comunicados farisaicos o ‘gestos’ donde pescar en río revuelto, morirían por
inanición”, aseguran.
Los presos de ETA en El Salto del Negro ponen fin el 15 de marzo a la huelga
de hambre. Lurraldea confirma que mantiene con el PNV un acuerdo verbal
sobre el trazado alternativo Muga, que el 21 se hace público. Titula El Correo
Español con Iñigo Iruin: “Para conseguir una tregua de ETA, todos saben con
quién tienen que hablar”. Ha declarado también el abogado que, en las próximas
conversaciones con el PNV, “HB está dispuesta a ser firme en sus
reivindicaciones, flexible en las iniciativas y receptiva a las propuestas”.
Txillardegi no se fía, no ve aquí condiciones para ese “optimismo báltico” que
algunos muestran. Su pesimismo le lleva a concluir que este pueblo está en
camino claro hacia la desaparición, que no tiene salida si no es con un marco
territorial propio: “sin liberación nacional sobre base territorial, este pueblo se
hunde”. El 19 de marzo, dos nuevos coches-bomba estallan en Catalunya y
provocan nuevos muertos en la persona de un desactivador de explosivos y de un
trabajador. Detienen en Tarragona el 22 de marzo a un liberado de ETA al que
tienen por componente del comando itinerante autor de los últimos atentados en
Catalunya; desmantelan su infraestructura en Tarragona, Valencia y Barcelona.
Tres de sus compañeros consiguen huir, pero dejando material y valiosas pistas
que ayudan a cerrar operaciones policiales en curso. Al día siguiente, un
artefacto colocado en el auto de su padre, un coronel en la reserva, mata en
Madrid al hijo de este, un joven de 26 años. La prensa repara en que se está en
vísperas del debate sobre el Estado de la Nación, como sugiriendo alguna
relación entre ambos hechos. El 28 de marzo, Jonan Fernández asegura que
Lurraldea ha forzado al Pacto a dar un cambio importante en su estrategia. El 29
de marzo cae en Bidarte la dirección de ETA, el conocido como colectivo
Artapalo, integrado por Francisco Mugika Garmendia, José Luis Alvarez
Santacristina y Mikel Arregi Erostarbe. El ministro del Interior francés asegura
que ETA está decapitada.
La prensa compite por conocer detalles de la detención y adivinar sus
consecuencias. El Correo Español afirma que la Policía francesa se encontró con
Pakito, Txelis y Fiti cuando iba a detener a Txelis, y que el ministro francés del
Interior no desmiente la presencia de Pakito en España horas antes de ser
capturado. El ministro del Interior, José Luis Corcuera, insiste por su parte en la
división interna de ETA y asegura que algo se mueve en su entorno. “Pakito está
trastornado y desequilibrado”, dice que le dijo a La Tigresa [Idoia López Riaño]
Urrusolo Sistiaga. Egin titula con que Mugika Garmendia se negó a responder a
las preguntas que le efectuaron en el interrogatorio; da cuenta también de cinco
nuevas detenciones y de nuevas versiones sobre la operación. El Correo Español
insiste el 5 de abril acerca de “El fin de Paco. La detención acaba con el mito del
hombre más buscado de Europa”. Luciano Rincón titula “Hacia el final” y se
refiere a “Supuestos patriotas, mafiosos sobrevenidos”; opina que en Francia ya
no hay santuario etarra, quizá sea la última vuelta del camino: “La historia de
ETA ya está escrita, solo faltan algunas notas a pie de página”. Alfonso Rojo y
Carmen Gurruchaga describen en El Mundo a “Paquito, cara de niño, ojos de
hielo”. Bajo el título de “La cúpula del MLNV”, sostiene en Egin Iñaki Gil de
San Vicente, pensando seguramente en dar ánimos a sus lectores, que “La cúpula
del MLNV es la conciencia, auto organizada, de determinados sectores populares
vascos”. Le parece al analista que la “cúpula” ha adquirido forma en “estructuras
precisas político-militares, teórico-culturales y simbólico-materiales”. Le parece
que su “capacidad innegable de reproducción concreta y de regeneración
contrasta con la quiebra de España” y que “Nosotros solo poseemos una cúpula
y dirección nacional, y el Estado sufre una permanente crisis de dirección, que se
constata en el fracaso estratégico del PSE tras diez años de control absoluto del
Estado. Y su impotencia, su rabia”. El 9 abril El País lleva a titular la idea de que
HB evita condenar la violencia de ETA, pero apuesta por su creciente soberanía.
Añade que el Gobierno español está convencido de que muchos presos de ETA
han recibido con satisfacción la detención de la cúpula.
Herri Batasuna explica en Egin el 10 de abril que inicia una nueva etapa tras
la conclusión del debate interno Urrats Berri, en el que “casi seis mil personas
han participado”. El País publica que el Gobierno español prepara un fuerte
impulso a la reinserción tras la captura de la cúpula de ETA, y que da por cerrada
la vía de Argel. La entrega de Txikierdi, tras cumplir siete años de cárcel en
Francia, –no han conseguido en todo ese tiempo que escriba unas líneas que
pudieran ser cotejadas con escritos que se pretenden suyos e inculparlo–, abona
esta tesis. Urrats berri tiene sus exigencias, y sus modos. El ‘liquidacionista’
Esnaola obtiene el 15% de los votos de las bases de HB; lo cuenta Jon Idigoras,
lo que para unos es muy poco, y para otros demasiado. Le preguntan por el
porcentaje de miembros de KAS en la Mesa, y el portavoz de HB elude la
respuesta lo mejor que puede. La elevada aceptación de la lista propuesta por la
dirección saliente –más del 80%– es interpretada por los representantes de HB
como una muestra del “alto nivel de identificación de las bases con la Mesa
Nacional”. Floren Aoiz, hombre fuerte de KAS según la prensa no abertzale,
niega la existencia de corrientes en conflicto –“los duros y los blandos; KAS y
los independientes”– y de pugnas por obtener mayor representación. Los nuevos
integrantes de la Mesa Nacional son Joseba Alvarez, concejal en Donostia e hijo
de Txillardegi; Miren Egaña, concejala en Iruñea; la abogada Jone Goirizelaia;
Jasone Manterola, que se ocupará de Relaciones Internacionales, y los
responsables de la coordinación en Nafarroa y Araba, Mike1 Arbeloa y Antton
Morcillo, respectivamente. Queda aún por designar el representante de ANV. Se
anuncia que a partir de ahora la Mesa Nacional celebrará reuniones semanales y
adquirirá una mayor relevancia en la dirección de HB. Egin entiende que la
nueva dirección recoge todas las sensibilidades internas. Idigoras opina: “Hemos
dado una lección de democracia interna con un proceso de debate abierto y
amplio”. Juan Carlos Viloria, en El Correo Español, lo ve de otra manera: “La
ausencia de Montero y Esnaola en la ejecutiva desactiva el sector crítico de HB”.
Con un despliegue nunca antes conocido de cientos de agentes y un par de
helicópteros, la Ertzaintza detiene el 13 mayo en Urduliz al miembro liberado de
ETA Javier Martínez Eizagirre, Jabi de Usansolo, y fracasa en su intento de
hacerlo con Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, su objetivo prioritario. Ambos
han eludido horas antes, a tiros, un control de carretera de la Policía en la misma
zona de Uribe Kosta. Según el consejero Atutxa y el gobernador Vega, esta
detención ha evitado un secuestro. El 15 de mayo se pone en marcha en Uruguay
una operación contra exmilitantes de ETA allí acogidos, que concluye con la
detención inicial de catorce vascos y veinte uruguayos: Madrid solicita la
extradición de diez de ellos. Joselu Cereceda, importante dirigente de LAB y de
la HASI de Ziluaga, propone en Egin, el 18 de mayo, reflexionar y debatir con
sinceridad “para rebatir los análisis que proliferan contra la lucha armada,
aplaudidos por los enemigos de siempre”. Cereceda recuerda las palabras del
general Cassinello cuando decía que lo que más le preocupaba de ETA “era su
programa político, no las armas”. El 24 de mayo, un coche-bomba hace
explosión junto al Vicente Calderón y hiere a los agentes que, acompañados de
caballos, se disponen a ejercer la vigilancia del estadio. El último día de mayo
detienen en Iparralde a Rosario Pikabea e Iñaki Bilbao, y tras ellos, a Iñaki Gil
Cervera y Luis Ignacio Iruretagoiena en París. La Policía acusa a estos de
dedicarse a la elaboración de explosivos, cartas y paquetes-bomba. Estas
detenciones se presentan en medios antiterroristas españoles como fruto de un
seguimiento establecido sobre Miguel Gil desde el pasado marzo, cuando
mantuvo un contacto con Sabino Euba, Pelopintxo, presunto responsable de
finanzas de ETA, detenido en abril en el aeropuerto de París cuando pretendía
volar hacia México.
El 3 de junio, ETA explica en un largo comunicado que las conversaciones
entre PNV y HB anunciadas para 48 horas más tarde pueden favorecer la salida
negociada, y este mismo día intenta volar el cuartel de la Guardia Civil en
Lerma, con cerca de treinta agentes dentro. El 5 de junio, Gorka Agirre, Juan
María Ollora y Joseba Egibar, en representación del PNV, se reúnen en Bilbo
con los representantes de HB Floren Aoiz, Jon Idigoras e Iñigo Iruin. José María
Aznar, que teme que el diálogo oculte tratos con ETA, emplaza a Felipe
González a que manifieste si está de acuerdo o no con unas conversaciones que
contradicen el Pacto de Ajuria Enea. Como en la reunión de Bergara, empiezan
repasando la historia de los últimos años, la Constitución, el Estatuto y el
Amejoramiento del Fuero. El 9 de junio, ETA explosiona un coche-bomba al
paso de una furgoneta camuflada y provoca heridas a diez militares. El atentado
coloca al PNV en una situación muy incómoda, y exige a HB que haga llegar un
mensaje a ETA pidiendo distensión, lo que parece surtir efecto, puesto que los
atentados cesan a finales de julio. La última reunión de PNV y HB tiene lugar el
29 de julio. HB ya tenía previsto iniciar en septiembre conversaciones con EA-
EuE y luego con el PSOE. “Para después, en todo caso, volver donde nosotros”,
explicará Gorka Agirre. El 11 de julio, en medio de las conversaciones, ETA ha
exigido un gesto: el desplazamiento a Santo Domingo de algún elemento
cualificado del Gobierno español para hacer de interlocutor. El 17 de agosto,
ETA mata a dos guardias civiles en Oiartzun. Gorka Agirre refiere que la
petición de conversaciones había llegado al PNV en febrero, y en marzo cayó
Bidarte. Piensan algunos que KAS interior asume entonces el liderazgo político
y que la falta de operatividad de ETA se suple con las acciones de los que se
conocen como ‘Grupos Y’, que sirven para mantener la tensión y no están
controlados desde ETA, sino desde KAS. La firma colectiva y editorializante J.
Iratzar afirma por su parte en Egin –“Las cosas en su sitio”– que el comunicado
de ETA deja en su sitio a las conversaciones PNV-HB, al invitar a seguir el
camino de Leitzaran. También el comunicado de los presos, tras “la victoria de
El Salto del Negro”, deja en su sitio la posición de “baluarte” del colectivo.
En el piso de Gil Cervera, en París, se han incautado, además de armas y
explosivos, una importante documentación y correspondencia entre cuadros del
MLNV. El 28 de junio, Floren Aoiz adelanta que están tratando de enfrentar a
Eugenio Etxebeste con ETA: debe tener ya conocimiento de que han empezado a
airearse los ‘papeles de Antxon’. Están firmados desde Santo Domingo por
Etxebeste en el Aberri Eguna de 1992 y se presentan como una “Contribución a
la autocrítica y a un debate necesario”. Se trata de un documento riguroso,
exhaustivo, muy crítico con la dirección de ETA y su estrategia, que recoge
también su asombro por la continua caída de documentos y archivos de la
organización. Atutxa se da prisa en hacerlos llegar a periodistas y a presos de
ETA. Habla Antxon de soberbia revolucionaria, de falta de previsión, de
retaguardia inexistente, de sensibilización negativa, cuando no de abierto
malestar por el coche-bomba, “mientras la represión ya ha reducido su barbarie
tradicional”. “¿Hay conciencia en Euskal Herria para sobrellevar una política de
guerra?”, se pregunta, y se responde: “Pensamos que no; que hoy en día ni
siquiera se dan los suficientes elementos represivos para situarle, siquiera
subjetivamente, en esa tesitura”. Le parece que el horizonte que se les presenta
es “sencillamente desolador” y que continuar por el mismo camino conduciría a
asumir numantinamente la derrota militar. Se trata, dice, de una “guerra
particular, en la que la mayor parte de la población no sufre sus efectos
contundentes”. A Etxebeste no se le pasa por alto el contexto internacional,
defiende asumir riesgos, desbloquear la situación, aprender del FMLN del
Salvador, o de estados como Libia, “donde la necesidad de la vía dialogada se
aconseje para evitar el desastre militar y la derrota política irreversibles”. “La
lucha armada no es un fin en sí misma, está en función de la estrategia y no la
estrategia en función de la lucha armada”, argumenta. Tras mostrar su confianza
en el proceso, siempre que se sepan corregir los errores, algo tiene muy claro:
“Perder la batalla militar no debe significar perder la batalla política, para que a
su vez no signifique perder la guerra ideológica”. Antxon alerta muy seriamente
también de la tentación de ulsterización del país y se manifiesta en contra de lo
que se va a conocer como kale borroka. Sus compañeros Ignacio Arakama
Mendia y Belén González Peñalba hacen también aportaciones, más personales
en el primer caso, más explícitamente críticas con el coche y las cartas-bomba y
a favor de una estrategia negociadora en el segundo. El Correo Español opta por
destacar de los papeles que “El dirigente de ETA Antxon reconoce que vive
atormentado, inseguro y hecho un mar de dudas”.
Mayor Oreja dicta una conferencia en la Fundación Sabino Arana el 11 de
junio sobre “La paz auténtica”. Reconoce como determinante la incorporación
de la Policía Autónoma a la lucha contra ETA, que ha tenido “una brillante
manifestación en la comparecencia en el Parlamento Vasco del Consejero de
Interior, Sr. Atutxa, el 3 de febrero de este año”. Luego se han producido
movimientos políticos, a su entender, contradictorios, como negociaciones para
desbloquear los presupuestos de Gipuzkoa, el acuerdo Lurraldea, las
conversaciones PNV-HB, con la pretensión de ayudar a cambiar a la Mesa
Nacional, de provocar una rebelión en su seno. Sostiene que “Hoy, la actual
dirección de HB necesita a ETA, o incluso se puede afirmar que es ETA”. “Nos
preguntábamos y nos seguimos preguntando, cuáles podían ser las razones por
las que de pronto pasábamos de una estrategia política, basada en el aislamiento
o el acoso democrático a HB, a otra sustentada más en la vía del diálogo y
negociación, sin que se hubiera producido cambio político en el discurso de HB
y en su apoyo a ETA”. Mayor Oreja asegura que “no estamos ante una guerra” y
que “en estos quince años se ha demostrado que la gran virtud de la democracia
es que ha impedido que los demócratas hayamos caído en la tentación de aceptar
la tesis de la existencia de una guerra, que por el contrario ETA ha venido
sosteniendo”. El líder del PP en el País Vasco aboga por la búsqueda de objetivos
comunes entre demócratas, desechando lo que entiende como permanente
insatisfacción de los nacionalistas.
KAS parece responder también a Antxon cuando defiende que la lucha armada
es un instrumento clave en la estrategia independentista. Lo explica el 19 de
junio con una claridad poco habitual en un medio de circulación legal como
Egin, en una información firmada por I. Arandia, que se fundamenta en un
documento redactado a partir de las valoraciones de la militancia de KAS. “Sea
ofensiva o defensiva, sea punta de lanza o garante, según las fases de la
negociación política, la lucha armada sigue siendo siempre en nuestro diseño la
clave para avanzar, junto a la correcta interrelación de todas las formas de
lucha“, se puede leer entre otras cosas en el documento en referencia. “Se
negocian las modalidades y ritmos de aplicación de la alternativa KAS, no sus
contenidos, no se trata de hacer una lucha armada testimonial”, son otras de las
ideas contenidas en el mismo, que pretende responder a las críticas de
indiscriminación, cada vez más urgentes, afirmando que la lucha armada de ETA
nunca ha sido indiscriminada. “ETA se ve obligada a asumir determinados saltos,
que se pueden concretar en métodos como el coche-bomba. ¿Qué debe hacerse si
la Guardia Civil no saca a sus familias de las casas-cuartel?”, se pregunta. En lo
que parece ser una respuesta, se habla de acelerar la consecución de los objetivos
para acortar el sufrimiento, de cuestionar el monopolio de la violencia para el
Estado. “No confundimos fines y medios”, asegura, pero añade una idea que
bien vale una reflexión: “que la ética no nos inmovilice”. Hay un mensaje
también para el PNV en la reflexión de KAS, y tal vez una amenaza: “está
adoptando corresponsabilidades peligrosas”.
Los servicios de información franceses detienen el 3 de agosto, cerca de
Burdeos, a Estanislao Villanueva, Txapu. La Policía española, que recuerda que
fue guardaespaldas de Antxon, exagera sus responsabilidades actuales dentro del
organigrama de ETA y presenta su captura como una prueba para la tregua
‘tácita’, a su juicio, en vigor. KAS recuerda que ETA nunca ha concedido treguas
no reconocidas públicamente y analiza esta detención como la confirmación del
no de Madrid a la propuesta de abrir períodos de distensión. Para el dirigente de
EA Joseba Azkarraga se trata de un jarro de agua fría, cuando HB ha hecho
gestos de acercamiento a su partido, cuando su secretario general, Iñaxio Oliberi,
ha manifestado que ahora se sienten más cerca de HB que del PNV y abogan por
un frente abertzale. “Euskadi está gobernado por los socialistas y, a cambio, el
PNV disfruta de la hegemonía”, declara en El Correo Español; añade Oliberi
que el diputado general de Gipuzkoa, Eli Galdos, debería dimitir antes de que se
le pueda plantear una moción de censura: el acuerdo con Lurraldea ha molestado
muy especialmente a EA. En relación con las ideas manifestadas por Txema
Montero, que le han valido lo que la dirección de HB llama “autoexclusión”,
dice alegrarse de que se haya acercado a “posiciones que nosotros venimos
defendiendo desde hace años”. Tercia Floren Aoiz, más protagonista que nunca,
para sostener que las conversaciones PNV-HB son una victoria de la izquierda
abertzale. Para asegurar que es imprescindible la negociación política, que “no
vamos a permitir que se margine a ETA”, que es imprescindible que se
desbloquee el diálogo ETA-Gobierno español. “No han conseguido aislarnos, ni
dividirnos”, subraya, antes de trasladar al Gobierno español la responsabilidad
de que el 92 no pase en balde.
La fiesta cívico-religiosa de La Salve donostiarra deriva en enfrentamientos
entre seguidores de la izquierda abertzale y la Ertzaintza –luego relevada por las
Unidades Especiales de Intervención de la Policía Nacional–, y un saldo de más
de cien heridos, dos de consideración, por tiros de posta, pelotazos, porrazos,
pedradas y caídas. El viceconsejero de Interior, Martiarena, responsabiliza a HB
de los incidentes, y HB subraya la identificación de comportamientos de
ertzainas y policías españoles. El 17 de agosto, tras dos meses sin atentados
mortales que algunos han interpretado como tregua tácita, ETA da muerte en el
aparcamiento de un hipermercado de Oiartzun a dos guardias civiles de paisano.
El PNV reconoce haberse comprometido con HB a mediar ante el Gobierno
español a favor de nuevas conversaciones de este con ETA, siempre que no
hubiera atentados. Al día siguiente, ETA reitera su oferta de tregua, pero deja
claro que mantiene “todos los frentes abiertos”, mientras el Gobierno español no
responda. Se habla de diferencias en ETA, se habla también de diferencias en el
Gobierno de Madrid en relación con este tema. En fiestas de Bilbao se repiten
incidentes en protesta por la izada de la bandera española en el ayuntamiento.
Carga la Ertzaintza en dos ocasiones, contra jóvenes que provocan altercados,
incidentes que se repiten en días sucesivos, no siempre por motivaciones
políticas. El 2 de septiembre fallece en Salamanca un coronel al estallar una
bomba en su coche. El 3 de septiembre, un paquete-bomba dirigido a la
dirección de su empresa hiere en Gernika a un hombre de 74 años al que ETA
acusa de haberse negado a pagar el llamado impuesto revolucionario. Matan a un
policía en un bar de Donostia cuando se disponía a jugar una partida de cartas
con amigos. El 22 de septiembre, ETA asume la autoría de los atentados de
Oiartzun y Salamanca, y acusa a los Estados español y francés de maniobrar para
que “cometamos errores que antes no cometíamos”. El 29 de septiembre, un
trabajador de una subcontrata de Telefónica muere de un tiro en la cabeza en
Errenteria, en un atentado que se atribuye a ETA y que podría tener que ver con
el tráfico de drogas.
Un habitual en este tipo de comentarios, Francisco Mercado, sostiene en El
País que el fracaso de la “ofensiva coyuntural” de 1992 obliga a ETA a buscar
nuevas vías de lucha, según fuentes de la lucha antiterrorista y del Gobierno
vasco. Estas fuentes prevén que ETA reajustará sus medios a objetivos más
modestos y accesibles, con intervenciones en conflictos sociales o ecologistas,
como apunta un documento incautado de nombre “Abrirnos a nuevas
sensibilidades”. Ninguna de las fuentes consultadas por Mercado duda de que
ETA puede forzar un atentado espectacular en cualquier momento, pero todas
coinciden en que vive el peor momento de su historia. El documento de ETA
apunta como objetivo “establecer lazos de contacto político y social con todos
aquellos sectores sociales, bases de partido incluidas, con un mínimo de
sensibilidad hacia determinadas reivindicaciones: autodeterminación,
recuperación económica, euskera, ecología, drogodependencia, insumisión,
liberación de la mujer...”. Además de las ventajas sociales objetivas de estos
propósitos con la metodología aplicada en el conflicto del Leitzaran, ETA busca
así la fractura de los pactos anti-MLNV. En este tiempo, los expertos en la lucha
antiETA sitúan su dirección en media docena de caras conocidas del MLNV,
contra las que no han podido actuar por falta de pruebas. Josu Olabarria
Santurtun, un policía municipal de Barakaldo que ya ha estado detenido por
colaborar con ETA, muere mientras manipula un artefacto explosivo en su
domicilio. Isidro Garalde, Mamarru, uno de los negociadores propuesto por
ETA, es extraditado a Madrid. El 29 de este mes, HB acude al Congreso de los
Diputados para votar en contra del Tratado de Maastricht, dando así muestras de
su propósito de intervención selectiva en las instituciones.
Un documento interno de KAS analiza el momento actual y la izquierda
abertzale. Sus ideas centrales: que la lucha de ETA no aparece por casualidad;
que se le puede criticar, pero no ignorar, pues es una referencia insoslayable.
Dicen de la Izquierda Abertzale que ha superado bien la primera fase de los
pactos antiabertzales. Son conscientes de que el enemigo trata de conseguir una
escisión. Proponen ante esta ofensiva final, la fórmula de resistir es vencer. Ven a
la Izquierda Abertzale como el sector más dinámico de la sociedad vasca.
Reconocen, eso sí, que “nos están dando duro”. La publicación de KAS Bultza,
‘KAS-en barne komunikazioarako tresna”, nº 3 arranca con un Gora Eusko
Gudariak y se centra en la actividad político-militar de ETA. Sin ETA no
existiría la izquierda abertzale, sostiene. El sumario recoge reflexiones en torno
al momento político, a las conversaciones PNV-HB, cuyas “falsas y peligrosas
expectativas se han truncado gracias a la habilidad política de ETA”. Saben que
está cerca la amenaza de la criminalización del “entorno de ETA”. Defienden
acercarse a EA, para usarlo contra el PNV. Hacen balance de la renovación del
Bloque: el verano 92, a su juicio, ha sido tan duro como fértil. Proponen un
esquema para la valoración de los Bultza. En el número 4, se refieren a los
planteamientos criminalizadores de KAS y su militancia. Reflexionan sobre el
nacionalismo histórico, realizan una reinterpretación crítica del pasado, muestran
su desacuerdo con la estructuración interna del país. Les preocupa y ocupa la
formación de la nueva militancia. LAB les merece un análisis particular.
Desarrollan la crónica del Movimiento Popular y de reivindicaciones concretas
como la de Egizan, a favor de un aborto libre y gratuito. En el momento político
actual de incremento de la represión, el enemigo juega a la división con medidas
como las del tercer grado para Urrutia y Etxabe, y con la criminalización de los
referentes políticos –Olarra, Iruin– y las organizaciones Jarrai y KAS. El Mundo
resume el documento titulando, el 26 de noviembre, con que KAS defiende la
continuidad de ETA después de una hipotética negociación, porque entregar las
armas representaría una irresponsabilidad histórica. El periódico ve a ETA en
clave polimili. El 23 de noviembre, la revista Tiempo afirma que Christiane
Fandó e Iñaki Esnaola son los interlocutores de Azkoiti con el número dos de
Interior español, en un intento de encontrar una vía de negociación al margen de
KAS. El 27 de noviembre, en una información de Egin firmada por Martín
Garitano, HB llama al PNV a separarse de la estrategia del Estado y a que
renuncie a trasladar al seno de la sociedad vasca el enfrentamiento entre Euskal
Herria y el Estado español.
El último día de noviembre, ETA mata mediante coche-bomba a un
subteniente músico retirado de la Guardia Civil, hiere gravemente a un cabo, y
sin gravedad a dos vecinas. El 2 de diciembre se celebra en París el primer juicio
de extradición contra Mugika Garmendia y Arregi Erostarbe. La publicación de
la izquierda abertzale Sustraia plantea las ‘Pautas del debate sobre estrategia
política, una Valoración de la ‘Berrikuntza’ [Renovación], sus carencias y
aciertos a la hora de llevar a la práctica la nueva filosofía de trabajo y la nueva
estructuración”. Aborda también la estrategia política del MLNV, los resultados
desde Argel hasta este final de año, “una vez superados los intentos de división
del enemigo”. En relación a lucha político-militar de esta fase, reconoce que “no
ha sido la más adecuada, y habrá que adecuarse a los cambios que se han dado
en la conciencia y visión de la sociedad sobre la paz y la lucha armada”. Y una
confesión final que sirve de colofón al año desde la perspectiva del MLNV: “no
eran reales las esperanzas que teníamos de cara al 92”. A mediados de
diciembre, se reúne la Mesa de Ajuria Enea y aprueba impulsar la reinserción,
convencidos de que el final de ETA está próximo y de que hay que impulsar una
salida dialogada y democrática. En la misma fecha, ETA asume la autoría de
cinco atentados, entre ellos, el del trabajador de la subcontrata de Telefónica,
acusándole de colaborador de los servicios especiales de la Guardia Civil, lo que
su novia desmiente vehementemente. Tiempo asegura que tres dirigentes
históricos de HB reorganizan ETA y que la Policía vigila los pasos de Gorostidi,
Martínez y Aldekoa. El 20 de diciembre se constituye el movimiento ‘Elkarri
por el diálogo y el acuerdo’, que tiene al hombre de Lurraldea Jonan Fernández
como impulsor principal. En principio, el MLNV no lo ve mal, y el resto de
fuerzas políticas da por supuesto que tiene el impulso de la izquierda abertzale.
Antes de que finalice 1992, ETA atentará en las oficinas del DNI de Donostia
contra un policía nacional, al que hiere de gravedad. Y la Guardia Civil detendrá
a trece jóvenes en Donostia, Elgoibar y Oñati, acusados de actos de sabotaje
contra entidades bancarias, quema de vehículos franceses, incendio de autobuses
urbanos y lanzamiento de cócteles molotov contra entidades públicas. Todos
ellos van a denunciar haber sido torturados.
LA CALCULADA MUERTE DE UN SARGENTO
MAYOR

El director de la prisión de Nanclares, Manuel Gómez Avilés, opina que los


presos etarras a su cargo rechazan la violencia porque se han dado cuenta de que
con ella no se llega a ningún sitio. Seis meses antes se ha conocido a través de
Egin que ETA ha expulsado de sus filas a los presos Isidro Etxabe y Jon Urrutia,
explicándolo como “autoexclusión”. El colectivo de presos políticos les ha
acusado de haber mordido el anzuelo, de egoísmo, insolidaridad, derrota
personal, sumisión, humillación y utilización política por parte del Gobierno
español. “¡Ellos sabrán lo que hacen!”, han dicho a modo de conclusión. EE
anuncia para marzo su integración en el PSE-PSOE. Xabier Arzalluz le escribe
“Al señor Onaindia” y recibe respuestas varias en otros medios, que callan el
escrito inicial del presidente del EBB. Anda la reflexión sobre la lucha armada
por medio, afirma Arzalluz que nunca ha condenado el derecho a luchar con
armas contra el tirano, ni el derecho de resistencia, ni siquiera el tiranicidio. Le
recuerda a Mario Onaindia que fueron los del PNV los que iniciaron la
reinserción, le reprocha que “lo de ustedes no es evolución sino salto genético”.
Recordando los orígenes de EE, sostiene que “ETA político-militar fue una
organización más ideologizada –revolucionariamente hablando– que ETA
militar; más cruel que la otra ETA; más implicada con los regímenes marxistas-
leninistas, léase estalinistas, del llamado socialismo real, que sus homólogos los
milis”. También Javier Atutxa escribe en El Mundo sus “Reflexiones sobre una
fusión”, que es para él, en realidad, una absorción. No le parece al dirigente
vizcaino del PNV que sean los de EE, que “en su momento defendieron la lucha
armada”, los más adecuados “para dar lecciones a quienes hoy la apoyan”. Juan
María Ollora manifiesta su extrañeza en El Correo Español por que el proyecto
PSE-EE se presente como un proyecto nuevo y negación de otro, y luego “se
rasguen las vestiduras cuando se recuerda la coherencia de sus trayectorias
políticas”. Mario Onaindia accede a contestar a Arzalluz en Deia, que es donde
ha iniciado este la polémica, para defender el “nuevo partido político, fruto de la
convergencia PSE-PSOE-EE”. Se recrea en la expresión “Salto genético” de su
oponente para concluir, irónicamente, en que “dios me libre de acusar de racismo
a Arzalluz”. El Atutxa consejero de Interior prosigue por su parte en los ataques
a HB, y Elkarri le pide que “abra su mentalidad”. La última escisión de EE,
Euskal Ezkerra (EuE), interviene para decir que HB es un “aliado de lujo” del
PNV-PSOE en Gipuzkoa.
El 12 de enero de 1993 se conoce que Joseba Goikoetxea Asla, implicado en
las escuchas ilegales al teléfono particular de Carlos Garaikoetxea, ha sido
cesado como jefe de los AVCS [Adjuntos a la Viceconsejería de Interior] de la
Ertzaintza. El 13 de enero, Pepe Rei y Begoña Capape se ocupan de la noticia,
del adiós del histórico Cabezón. Ekintza ha quedado descabezada, dicen, una vez
que Goikoetxea Asla ha abandonado la jefatura de AVCS tras la sentencia
condenatoria del Tribunal Supremo. A Pepe Rei le obsesiona Cabezón, el
sargento mayor de la Ertzaintza, un hombre “engreído, miope y osado”, al que
describe saliendo por la puerta de atrás y dejando tras él “muchos de los secretos
mejor guardados de los últimos años en Euskadi”. Una semana después, algunos
de esos secretos parecen desvelarse, cuando Pepe Rei asegura que “Ekintza tapó
un informe sobre [Rodrígue z] Galindo”, que los datos se ocultaron al Juzgado,
después de que una denuncia en la comisaría de Zarautz lo vinculara a negocios
de proxenetismo y narcotráfico. Altos cargos fiscales dijeron entonces, escribe
Rei, que no había nada que investigar. El 19 de enero, en la víspera del día
grande de la ciudad, ETA da muerte en Donostia, mientras cena en la sociedad
gastronómica Gaztelupe, a José Antonio Santamaría, Tigre, conocido empresario
de hostelería, exjugador de la Real Sociedad, amigo personal de Txiki Benegas, y
también de personas próximas a la Herri Batasuna histórica. Aurora Intxausti y
José Luis Barbería se refieren al atentado en El País diciendo que “el asesinado
se encontraba presuntamente implicado en un delito de cohecho por el supuesto
soborno de guardias civiles y prestó declaración ante el juez sobre el caso el
pasado 25 de noviembre”. I. Zubiria [Genoveva Gastaminza] explica en El
Correo Español que el asesinato de Santamaría disipa las expectativas de una
inminente declaración de tregua de ETA. Interpreta que la dirección etarra ha
intervenido con una muerte en el debate abierto en la organización. No se
descarta tampoco, recordando la vieja lógica de los polimilis, que ETA esté
intentado dar pruebas de fuerza antes de ofrecer una tregua y diálogo. ”Nos
impresionó tanto que ni gritamos”, dice uno de los cien testigos del atentado. La
Policía lo atribuye prontamente al comando dirigido por Kepa Pikabea. Luciano
Rincón escribe: “Una vez más, ETA acusa, juzga, condena y ejecuta sin admitir
defensa, testimonios ni pruebas”. El obispo Setién manifiesta que la bala que
mató a Santamaría “ha herido a toda la ciudad en sus sentimientos más
humanos”. Otro obispo, el de Baiona, Pierre Molères, encerrado esos días con
los benedictinos de Lazkao para aprender euskera, lo analiza así: “Han sustituido
la fe en la Iglesia por la fe en el combate político. Los jóvenes de Iparralde –
cristianos todavía–, más claramente todavía. El vaciado de los seminarios es
paralelo al nacimiento de ETA”. Percibe Molères una suerte de sublimación en el
sacrificio propio, y en el de los demás.
La viuda de Santamaría, Beatriz Lasa, acusa “a ese medio de comunicación
local”, en referencia a Egin y a Pepe Rei y su equipo de investigación. Critica la
viuda a la Justicia por no haber frenado la campaña contra su esposo. Carlos
Olave cuenta en Abc que Beatriz Lasa ha relatado, acompañada de sus tres hijos,
la angustia vivida por su marido durante los tres últimos años, después de que se
lanzaran contra él calumnias, relacionándole con supuestas actividades de
narcotráfico y contrabando, ante la inhibición de las instancias judiciales. Emilio
Fernández García, director de RR. PP. de la sala de fiestas Ku de Ibiza hasta
1986, publica una carta en Egin “Sobre la muerte de José Antonio Santamaría”,
asegurando que Santa había sido amigo de Txomin Iturbe y que la única relación
con [el cuartel] Intxaurrondo había sido la de contrabandear tabaco con Txofo.
“Y de droga, nada”. Tigre había sido socio del Ku. El amigo defiende su
memoria: “los cientos de personas que conocimos y amamos a José Antonio, no
mentimos”. El PNV y EGI acusan a Egin de señalar objetivos a ETA, y el
periódico anuncia querellas contra los difamadores. El 22 de enero, ETA mata a
un funcionario de Martutene que se ocupa de la reinserción de presos, y algunos
interpretan que trata así de desviar la atención sobre el atentado contra
Santamaría, que ha conmocionado de verdad a la ciudad. Joseba Egibar
manifiesta en Radio Nacional de España que este atentado y el del funcionario
nada tienen que ver entre sí. A su entender, “el problema que tiene ETA es cómo
salirse, desembarazarse, del método de lucha que eligió hace 33 años”, un
método que no ha servido para que se cumplieran sus previsiones, ni siquiera las
más largo-placistas, pero sí “para acabar con todas las contradicciones internas”.
El 25 de enero comienza el juicio por el atentado del Hotel Alcalá. En
declaraciones a Abc, el policía Ángel Duce exculpa a Ynestrillas y revela que
fueron tres personas las que participaron en el atentado contra HB. Asegura que
la muerte del diputado Josu Muguruza fue accidental, porque el objetivo era el
abogado Iñaki Esnaola, lo que testigos propuestos por la acusación niegan. HB
insiste en preguntar por la implicación de “quienes están detrás de los
procesados”, y Floren Aoiz asegura que frustró la salida negociada de la que
Muguruza era mensajero. La oficina de prensa de HB publica el 28 de enero
declaraciones de Joxe Maria Olarra en las que se reafirma en otras anteriores que
han merecido la amenaza de querella del gobernador de Guipúzcoa: “no nos
callarán”, proclama, y sostiene que “la violencia del Estado y de los partidos que
lo sustentan no es equiparable a la violencia política de ETA. La primera
alimenta y respalda la injusticia social, política y económica; la segunda, aun con
consecuencias en ocasiones dramáticas, se convierte en la expresión de la lucha
de cientos de militantes que no dudan en entregar lo mejor su vida por este
pueblo y su libertad”. Aparecen panfletos en contra de Egin, dirigentes de EGI
que comparecen ante el Juez no se hacen responsables de carteles que llevan su
firma. Sigue la campaña contra Goikoetxea, al que acusan de haber torturado a
un detenido. Los abogados de presos políticos relacionados con ETA, Arantza
Zulueta y Txemi Gorostiza, son acusados por la Audiencia Nacional de
colaborar con la organización: encarcelan a Gorostiza y dejan en libertad a
Zulueta. Muere en Hernani, mientras manipulaba un artefacto, Bernardo
Astiazaran. Uruguay concede la extradición de los exactivistas de ETA María del
Rosario Delgado, Jesús Maria Goitia y Miguel Ibáñez.
Una manifestación con el lema “por una paz llena de libertad”, convocada por
HB, congrega en Bilbo el 6 de febrero a más de veinte mil personas, y sirve
además para homenajear al recién fallecido Astiazaran. El Correo Español
publica en esta fecha unas ‘revelaciones’ del preso de ETA Esteban Esteban
Nieto a su abogada Arantza Zulueta en las que afirma que “nos tienen
derrotados. Nos tienen atados de pies y manos…, porque no nos estamos ni
defendiendo siquiera y cada uno se está buscando la vida como puede”. Según el
periódico, Zulueta le habría dicho luego: “No sabía que la desmoralización aquí
fuera tan grande”. La versión de El Periódico de Barcelona asegura que Esteban
Nieto, encarcelado en Alcalá-Meco y perteneciente al sector duro de los reclusos
de ETA, confirma la división y el desmoronamiento del colectivo. La
conversación entre preso y abogada es del 12 de enero, ha sido grabada con
autorización judicial –se precisa–, ha provocado la detención de la letrada y su
puesta en libertad condicional bajo fianza de 300.000 pesetas. La trascripción de
la conversación de Alcalá Meco que se hace llegar a los medios de
comunicación incluye también a De Juana Chaos y Artola Ibarretxe, e
igualmente al abogado Txemi Gorostiza. Se quejan amargamente del abandono
en que les tienen, de haberles pasado ‘al cajón del desguace’, de llevar meses
intentando acceder sin éxito al escrito de Antxon: “lo tiene la Policía, lo tiene
Egunkaria, lo tiene KAS, lo tiene todo cristo. Yo, ¿por qué no puedo tenerlo
yo?”, exclama De Juana Chaos. “Yo tengo derecho, Txemi, a participar en un
proyecto en el que estoy dejando la vida”. Esteban Nieto reclama mano firme
contra los presos que se acogen a medidas de reinserción. Es De Juana el que
dice: “Si mañana tú le zumbas a uno en Langraitz, no sale de permiso ni Zumai”.
Le hace a su abogado una reflexión de gran arraigo en ETA: “¿Cómo se han
eliminado todas las contradicciones y cómo se eliminarían en gran parte las
contradicciones que tenemos ahora en el colectivo?”. Txemi Gorostiza le
contesta que “Con intervenciones”, y De Juana asiente, responde:
“indudablemente, indudablemente”. El consejero vasco de Interior Juan María
Atutxa anuncia el 11 de febrero que ha decidido remitir a los presos de ETA las
críticas que Eugenio Etxebeste hizo en abril pasado a “la cúpula de ETA”.
La Policía francesa ha detenido el 12 de febrero en Baiona a Pedro María
Gorospe, Txato el Viejo, y dice haber desmantelado en Bidarte el 15 de febrero la
principal fábrica de armas y explosivos de ETA. Fuentes cercanas a los
refugiados de Iparralde aseguran que ese taller llevaba tiempo abandonado.
También dice haber descubierto la Policía en Rambouillet, cerca de París, una
casa utilizada por Iñaki Gracia Arregui, presentado en este momento como el
jefe máximo de ETA. Se reconoce que en la casa solo han hallado escritos de
contenido político. Detienen en Iparralde a Peixoto, a la esposa de Azkoiti y a
otros cuatro vascos de ciudadanía francesa. Se ha sabido que cualificadas
autoridades francesas se han reunido a principios de mes en París con tres
históricos de ETA: José Luis Arrieta Zubimendi, Azkoiti; José Luis Ansola
Larrañaga, Pello el Viejo, y Eloy Uriarte, señor Robles. La prensa española lo
interpreta como un nuevo intento de abrir una brecha en el seno de ETA por
medio de estos antiguos dirigentes, hoy enmarcados en la denominada línea
blanda. Frente a estos intentos, dicen, un comunicado del portavoz de HB Floren
Aoiz tacha de represiva la operación policial en la que ha sido descubierta la
mencionada fábrica de armas e insiste en que quienes pronostican un próximo
fin de ETA se equivocan una vez más. El 21 de febrero detienen en Toulouse a
Rafael Caride Simón, al que hacen responsable del comando autor del atentado
contra Hipercor.
Argia recoge las primeras declaraciones de un Isidro Etxabe, Zumai, que
está recibiendo ataques cada vez más virulentos de la izquierda abertzale, que
está ya en el tercer grado en su condición de preso. La revista destaca varias de
sus afirmaciones: “Borrokaren zama guztia ezin da presoen gain jarri” [No se
puede poner sobre las espaldas de los presos toda la carga de la lucha]. “Borroka
urte luze hauetan egindako ezertaz ez naiz damutu. Beharrezkoak eta nahiezkoak
zirela sinestu izan dut” [No me arrepiento de nada de lo que he hecho en todos
estos largos años y he querido pensar que eran necesarios y deseados]. “Nirekin
gertatu den guztia (kolektibotik kanporatua) erakunde-barneko ezadostasun
político baten ondorio bat baino ez baita izan, barne oreka político baten
apurtzearen ondorioa alegia”. [Todo lo sucedido conmigo –la expulsión del
colectivo de presos– no ha sido sino la consecuencia de un desacuerdo político,
de la ruptura de un equilibrio político interno]. La prensa en castellano hace sus
resúmenes particulares: “Siempre hemos jugado con unos plazos y estos plazos
pasan unos detrás de otros. El tiempo juega en nuestra contra”, así lo afirma el
antiguo miembro del comando Madrid Isidro Etxabe, Zumai, considerado el líder
de los presos etarras partidarios de abandonar la violencia terrorista. En una
extensa entrevista concedida en euskera a la revista vasca Argia, Etxabe defiende
abiertamente el abandono de la lucha armada, tesis que coincide con la de
Eugenio Etxebeste: “La evolución social que ha habido en Euskadi nos muestra
que hoy por hoy la lucha armada no es el instrumento más adecuado y
aconsejable porque, en lugar de unir el sentimiento vasco, nos divide”.
I. Zubiria habla en El Correo Español de “Ruido de sables en ETA”, de que
“Los desmentidos oficiales no logran contener las evidencias de la lucha interna
por el poder” y de que “La nueva cúpula etarra prefirió censurar a Etxebeste y
ocultar sus reflexiones a los militantes presos”. El 1 de marzo, Fernando Alonso
recoge en Egin declaraciones de Juan María Olano, portavoz de Gestoras pro-
amnistía: “Los presos no renuncian a sus presupuestos”. A Zumai le recuerda
que criticó en su día a los polimilis por lo mismo que ha hecho él ahora. “¿Por
qué goza él de su situación actual, por qué goza del aplauso de Corcuera,
Asunción, Atutxa? ¿Por qué el PP no ha puesto pega alguna a su
excarcelación?”, plantea Olano, antes de concluir que “La impotencia y la
incapacidad política del PNV y del PSOE se refleja en el ensañamiento cruel con
los presos políticos vascos”. El Correo Español recoge el 4 de marzo palabras
del dirigente de KAS Xabier Alegria cuando habla de “El final de la división de
poderes”, de la desinformación contra la izquierda abertzale, de las divisiones
internas, de la operación Azkoiti, del “estilo mafioso” de Egibar, que ha visitado
junto a Urbiola al preso en El Salto de El Negro Jesús María Zabarte.
El 25 de febrero ETA denuncia la intoxicación informativa a la que le
someten, y se adjudica la autoría de cinco atentados. El 2 de marzo anuncia la
colocación de bombas en vías férreas. El 18 da muerte en Donostia a un guardia
civil. Al día siguiente se puede leer en Egin, con la firma de Martín Garitano,
que KAS extiende su reflexión al MLNV en un documento debatido en cien
asambleas que hará público el 27 de marzo. Son las ideas clave, la negociación
es un mecanismo del pueblo vasco para acceder a sus reivindicaciones, y el
futuro del proyecto es esperanzador. Sobre el papel de la lucha armada, Xabier
Alegria, portavoz de KAS, afirma que es “una necesidad impuesta por la
cerrazón del Estado”, aunque “tampoco consideramos que sea imprescindible”.
Siguen los mensajes de KAS: “La legitimidad de la lucha armada es
incuestionable, no solo por los costos que conlleva para la estrategia del
enemigo, sino porque desarrolla la función más completa en la acumulación de
fuerzas”. El Correo Español recoge del mitin de KAS de finales de mes que
“considera indispensable mantener la lucha armada hasta alcanzar la soberanía”
y que convierte la revitalización del ‘frente negociador’ en uno de sus objetivos
prioritarios. El Mundo se fija en que la Koordinadora insiste en plantear la
negociación política sin renunciar a la lucha armada y en que ETA dice haberse
reestructurado con renovadas fuerzas. El ‘salto genético” del que hablaba
Arzalluz se consuma antes de terminar marzo. EE se funde en el PSE-PSOE para
crear lo que Bandrés llama un gran partido socialista vasco; la fusión de los
socialistas vascos con los vascos socialistas, que dice Onaindia. ‘De Gallarta a
Ferraz’, la prensa hace la historia de sus quince años. Euskadiko Ezkerra parece
haber hecho de la necesidad virtud, no haber encontrado mejor solución para sus
cuantiosas deudas.
El fiscal del Estado ordena a primeros de abril la detención de líderes de KAS
por apología del terrorismo. La Policía arresta a Gorka Martínez, al expreso
Koldo Lakasta y al periodista de Egin Francisco Javier Fernández. El País
recoge declaraciones de Atutxa en las que asegura, dirigiéndose al senador de
HB Iñigo Iruin, que la Ertzaintza cuenta con confidentes en HB, donde “hay más
Kinitos”. Iruin le había pedido explicaciones acerca del seguimiento del que ha
sido objeto por parte de un cuerpo especial de la Ertzaintza, cuando ha quedado
citado en un bar de Bilbo con el secretario general del sindicato policial ERNE.
El consejero de Interior le ha respondido que se ha debido a una “confluencia no
prevista”, y, para justificarlo, le recuerda que el abogado Álvaro Reizabal,
compañero de despacho de Iruin en Berdin, está encarcelado a la espera de juicio
por su presunta relación con el cobro del impuesto revolucionario, y que él
mismo tiene una causa abierta por extorsiones a empresarios. Entra en escena de
nuevo, con fuerza, el “Informe Navajas”, un caso calificado de maldito, que
tiene en el punto de mira al cuartel de Intxaurrondo y a una decena de mandos de
la Guardia Civil investigados por narcotráfico. El Correo Español publica que
KAS reconoce que históricos de ETA han mantenido contactos con los
Gobiernos español y francés, que Iñaki Esnaola y Christiane Fandó se
entrevistaron con Azkoiti, para trasmitirle un mensaje de Rafael Vera. Según el
periódico, el europarlamentario Karmelo Landa le visitó también en Toulouse,
para abortar la operación. Egin entrevista a ETA y destaca que la organización
apuesta por una paz sin límites, sin fronteras: “Ezin zaio bakeari inolako
mugarik ezarri”. Al día siguiente, otra prensa destaca de la entrevista que ETA
reconoce la existencia de un debate interno pero se reafirma en su ortodoxia, y
presenta las disidencias en el MLNV como un síntoma de fortaleza.
Se conoce la sentencia por el cobro del impuesto revolucionario: tres años de
cárcel al abogado Álvaro Reizabal, 40 a Apeztegia, 35 a Idarraga y 6 a
Solaguren. Jarrai ha pegado carteles con imágenes de periodistas de ETB en los
que se lee en grandes caracteres “ASESINOS, os vamos a botar de Euskal
Herria”, “Que se vayan”. El cartel les denuncia como ocultadores del pelotazo
que ha herido de gravedad en Iruñea al joven de 18 años Txuma Olaberri el 24
de mayo y lo utilizan para convocar a movilizaciones para el 26. En esta ocasión,
el departamento de Interior cree saber que esos carteles han sido impresos en los
talleres donde se tira Egin y solicita al juzgado un registro inmediato, que no lo
concede. Nicaragua entrega a España el 30 de mayo al histórico dirigente de
ETA José María Larreategi, Atxulo, y a Sebas Etxaniz y Javier Azpiazu. Egin
publica el 1 de junio un comunicado en el que ETA reitera su ofrecimiento de
diálogo. Al día siguiente, mata en Donostia a Ángel María González, al que tiene
por traficante de droga. KAS prepara y anuncia el 25 Aniversario del asesinato
de Txabi Etxebarrieta con un homenaje a los dos hermanos Etxebarrieta y a sus
aportaciones a la hora de romper definitivamente con la visión nacionalista
tradicional y teorizar y practicar la lucha armada. El 6 de junio se celebran
elecciones generales, gana Felipe González, pero pierde la mayoría absoluta. El
PNV mantiene sus cinco escaños. HB pierde dos. El 18 de junio condenan en
Francia a Francisco Mugika Garmendia a diez años de cárcel. Tras seis meses sin
atentados en Madrid, ETA mata a seis militares del Estado Mayor y a su chofer
mediante un coche-bomba, que provoca también 25 heridos. Los analistas creen
ver en este atentado, uno de los más sangrientos, un intento por parte de ETA de
probar que sigue viva y acallar las disensiones internas. Mario Onaindia escribe
en Diario 16 “Los renglones torcidos”: “…cuando todo parecía indicar que en la
organización terrorista se imponía la racionalidad. Todo parece indicar que
quienes rompieron las conversaciones de Argel con su intolerancia, se
encuentran ahora con que nuevos terroristas más radicales truncan sus
pretensiones de diálogo. Lo único que cambia en este eterno retorno es la propia
degradación de los terroristas”. Escribe Ramón Cotarelo de “Bombas y pactos”:
“Un nuevo atentado de la ETA en Madrid. Los etarras son muy buenos con los
detonadores, pero una auténtica catástrofe en los cálculos políticos”. Le parece
que ETA cuenta con una eficacia y determinación escalofriantes para atacar a
significados miembros del Estado Mayor de la Defensa, contra la cabeza del
Ejército, y “en términos militares, ha asestado un golpe contundente que
evidencia eficacia e infraestructura notables”; pero con él ha vuelto a conseguir
lo contrario de lo que pretendía, porque el PNV se va a ver obligado ahora a
apoyar el Pacto propuesto por Felipe González.
ETA secuestra el 5 de julio al industrial Julio Iglesias Zamora. El 10, Francia
entrega a España a Elena Beloki, y el 13 sale en libertad por falta de cargos. Para
El Correo Español está claro en este comienzo de julio que KAS intenta
arrebatar a ETA el control de las organizaciones de la izquierda abertzale. A la
periodista I. Zubiria le parece que es Pipe San Epifanio es quien mejor lo
ejemplifica. El Diario Vasco se refiere el 1 de agosto a una carta de Kubati, que
reconoce fue escrita un año antes, en la que asegura que la lucha armada es
perjudicial. Egin no ceja en su campaña contra Joseba Goikoetxea, denuncia
ahora que Interior del Gobierno vasco ha destinado “casi un millón de pesetas
por defender a Cabezón”, en pagos al abogado Gabriel Mariscal. El 6 de agosto
detienen en París a Carlos Almorza, al que la Policía hace responsable de la red
de extorsión de ETA. El gobernador civil de Guipúzcoa, el socialista José María
Gurruchaga, le confiesa a la periodista Isabel San Sebastián que “aún subsiste en
el País Vasco, como consecuencia del miedo, una cierta esquizofrenia que
impide que algunos manifiesten públicamente su apoyo a una persona
absolutamente intachable e íntegra como Enrique Rodríguez Galindo”, con cuya
amistad se siente honrado. El Mundo entrevista al recién nombrado ministro de
Justicia, Juan Alberto Belloch, que dice “No a la negociación con ETA, en
ningún caso”, pero también que “nadie debe cumplir toda la pena, ni terroristas,
ni narcos: podría ser anticonstitucional”. Antoni Asunción, Secretario de Estado
de Asuntos Penitenciarios, manifiesta en El Correo Español que una tercera
parte de los presos de ETA sigue defendiendo la violencia, y que no ve “factible
el diálogo con la banda terrorista”. A Mayor Oreja le parece que “la debilidad de
antes ha traído la violencia de ahora”; los jueces del País Vasco dicen estar
preocupados por las actuaciones de HB, pero las “tratan como simples faltas,
cuando no convocan a los policías a ruedas de reconocimiento”.
Egin titula el 29 de agosto: “Esnaola, embajador de Rafael Vera”. Y
subtitula: “Una cita en Roma con mandos policiales inició la llamada ‘Operación
Azkoiti’. Envió una nota a Antxon y le pidió discreción y rápido
posicionamiento. La trama se dio de bruces con la realidad”. Asegura que la
maniobra, bautizada en medios policiales como Operación Azkoiti, se gestó a
finales de mayo de 1992, en una reunión que mantuvieron en Roma Rafael Vera,
el comisario Manuel Ballesteros y los abogados Esnaola y Fandó. “Además de
ellos, desempeñan un papel activo los comisarios franceses Jöel Cathalá y Roger
Boslé”, añade. Lo basa todo en “filtraciones de Interior que circulan estos días
como información confidencial”. Asegura Egin que ha tratado de ponerse en
contacto con Esnaola, pero “está de vacaciones en una isla del Mediterráneo”.
Habla editorialmente sobre “Operaciones anti-ETA”, de un “plan auspiciado por
Vera y puesto en práctica por sus embajadores Esnaola y Fandó, y altos jefes de
la Policía gala”. Al día siguiente, El Correo Español publica que ETA acusa a
Esnaola de intentar forzar una escisión, y que el PNV frenó los planes de Interior
de trasladar a España a Etxebeste. Publica El País que Interior está dividido
acerca del papel de Azkoiti. Se pregunta Deia si Iñaki Esnaola es un embajador o
un mediador. Se pregunta si HB lo defenderá, lo autoexcluirá o le ayudará a
exiliarse, como a Kinito, “porque nada hace pensar que Esnaola no siga siendo
de HB”. La oficina de prensa de HB da su versión “Ante las informaciones sobre
la operación Azkoiti”, “maniobras de los gobiernos encaminadas a buscar
fisuras, maniobras desbaratadas precisamente por los propios militantes”, que no
hacen sino “entorpecer la deseable negociación”. Egin añade que las Fuerzas de
Seguridad del Estado dan por cerrada la vía Azkoiti, y que El País afirma que
fueron Esnaola y Fandó quienes propusieron el plan. Una nueva generación se
ha hecho cargo de la actual dirección de ETA, aunque dirigentes del PNV
piensan que los históricos de ETA controlan todavía parte de las armas y del
dinero.
El 12 de septiembre, miles de personas se manifiestan en Donostia para pedir
la libertad de Julio Iglesias Zamora. El 16, ETA mata en Andoain a un guardia
civil jubilado. El 24, Miren Gurutze Ianzi, detenida la víspera por la Guardia
Civil, muere en una comisaría de Madrid. El mismo día, Xabier Kalparsoro,
arrestado en la misma operación, queda gravemente herido al caer desde una
ventana de la comisaría de Indautxu y muere dos días después. El 11 de octubre,
J. Iratzar escribe en Egin sobre Kalparsoro “El silencio de los corderos” y da por
supuesto que existe una omertá de los media para ocultar “la actuación policial
más tenebrosa en la historia de este pueblo”. Afirma que se le aplicaron técnicas
sofisticadamente salvajes e inhumanas, y reproduce unos escritos del fallecido
que producen escalofríos. El 17 de octubre la Guardia Civil detiene a quince
presuntos miembros del aparato de mugas [fronteras] de ETA y a los encargados
de robar y armar los coches-bomba; la mayor parte de ellos queda en libertad
poco después. Afirma El País que los medios judiciales del País Vasco coinciden
en que la mejor preparación policial ha reducido los malos tratos a los detenidos,
porque “a veces dificultaban la entrada de los forenses en las dependencias
policiales, cosa hoy impensable, o les decían que algún detenido, que
casualmente luego mostraba señales de golpes, había sido ya trasladado a
Madrid”. Reconocen ahora que “activistas detenidos llegaron a ser golpeados a
sartenazos por airados grupos de mujeres de guardias civiles”. El 19, ETA da
muerte en Madrid al general del Ejército del Aire Dionisio Herrero Albiñana.
Tras 117 días de secuestro, ETA libera a Julio Iglesias Zamora, una vez acordado
el rescate. Explota en el aparcamiento al aire libre de RENFE, en Barcelona, un
coche-bomba, lo que es interpretado como una muestra de que ETA puede seguir
montándolos, a pesar de las recientes detenciones. En esta ocasión, ha tenido
buen cuidado de evitar víctimas.
Floren Aoiz asegura que la comunicación entre ETA y el Gobierno español
nunca se ha interrumpido desde que en 1987 se llevaron a cabo las
conversaciones de Argel. Recuerda además que tanto el interlocutor designado
por ETA, Eugenio Etxebeste, como una delegación de esa organización, se
encuentran ahora mismo en Santo Domingo. “¿Por qué están ahí?”, se pregunta.
Se ha sabido también que recientemente una delegación de la Fundación
Gernika Gogoratuz –donde la Policía cuenta, por cierto, con un ‘topo’– y el
eurodiputado de HB, Karmelo Landa, se reunió con Antxon y le llevaron un
mensaje del secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, pidiendo una
tregua. Acusada de ahuyentar a los empresarios, ETA hace público un
comunicado dirigiendo las responsabilidades de la crisis económica a sus
“verdaderos culpables”. La campaña pacifista del lazo azul ha sido intensa
mientras Julio Iglesias ha estado secuestrado. Martín Garitano subraya la
coincidencia en ella, “al fin”, de Mario Onaindia y Martín Villa. Egin se refiere
al libro de Pepe Rei y Edurne San Martín “Las redes vascas del narcotráfico” y
pone en boca de Juan José Etxabe que “Galindo me ofreció impunidad. A
cambio del tabaco, debía colaborar para acabar con los ´malos’ de ETA. Le
contesté que la sangre de mi mujer y de mi hermano no tenían precio”. Sigue
Egin recogiendo pasajes del libro de Rei y San Martín: “Patrick es el gran capo
del tabaco y la droga. En el listado de la USE de la Guardia Civil aparecen dos
socios de Santamaría y un guardaespaldas de Bandrés”. Dicen de Juan José
Etxabe, Santamaría, etc., que eran ‘tabaqueros’. Dicen que Iñaki Aierbe ha
afirmado que “la Guardia Civil quiere esparcir mierda con un ventilador”. No le
preocupa aparecer como contrabandista de tabaco, pero no de narcotráfico: “De
Plomos, todo el mundo conoce su catadura”. Plomos está ya en la lista de
objetivos de ETA. Abc se hace eco de la carta en la que “El jefe de ETA renuncia
a la lucha armada y pide a los pistoleros que dejen de matar”. Se refiere a la carta
que Txelis ha escrito defendiendo las vías políticas y reconociendo que han
cometido “demasiados crímenes”. Escribe El País en editorial en relación con la
“Conciencia de Txelis”, que se ha citado con frecuencia que Txomin Iturbe hizo
a mediados de la década pasada y a través del PNV una oferta de negociar que el
Gobierno español no atendió. “Pero tal oferta solo llegó cuando el famoso
activista fue detenido”, de donde deduce que por eso sigue siendo necesario que
más activistas se paren a pensar en prisión, como Txelis. El País ha visto “Las
orejas de El Lobo”, espiando para el CESID de Manglano en La Vanguardia. El
Lobo en cuestión es Mikel Lejarza, el infiltrado que llevó a la muerte y a la
cárcel a varios liberados de ETA político-militar. El Diario de Navarra titula con
palabras de Juan María Atutxa: “ETA está en suspensión de pagos”. El final no
está próximo, pero lo ve posible el consejero para la próxima legislatura. Ha
hecho también una afirmación rotunda: “Antes, los jefes estaban al otro lado;
ahora, en KAS. No tengo pruebas, pero sí tengo la constancia”.
Al atentado contra el Sargento Mayor de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea y su
fallecimiento unos días más tarde, le venían haciendo la crónica desde hacía
tiempo. Le disparan cerca de su domicilio en Bilbo, dentro del coche, cuando se
dispone a llevar al hijo de su mujer al colegio. HB, muy incómoda, no calla,
contraataca con una nota en la que denuncia los distintos raseros para medir “las
diversas expresiones de violencia”. Escribe que “los que ahora gritan, histéricos,
alentaron con su silencio la persecución política lanzada desde la Ertzantza
contra la Izquierda Abertzale, por parte de un sector encabezado precisamente
por Joseba Goikoetxea”. Al consejero de Interior Juan María Atutxa le reprochan
“sus pocas luces y moral”. Al lehendakari Ardanza, su nulidad política y que,
como Corcuera, apuesta por el cierre de Egin. Dicen sin embargo estar
“convencidos de que aún existen en el PNV militantes que tienen más cordura
que todo el EBB junto” y aseguran creer que “han entendido que este atentado
no puede entenderse de otra forma que dentro del contexto de la violencia
política que su partido está desarrollando”. Juan María Atutxa responsabiliza del
atentado a los estrategas de KAS, a Herri Batasuna, como “pantalla de la banda
terrorista”, y a “los carroñeros de Egin que venían lubricando desde hace tiempo
los gatillos de ciertas pistolas”. “Vascos contra Vascos”, ETA ha abierto un
nuevo frente en su retaguardia y sus balas han alcanzado el corazón del PNV,
escribe el especialista en asuntos vascos Antoni Batista en La Vanguardia. El
dirigente de LAB y HB Rafa Díez manifiesta que “hay que hallar marcos de
diálogo”, que las reacciones al atentado solo sirven para avivar el conflicto, y
que algunas de ellas parecen hacer más responsables a los trabajadores de Egin
que a los militantes de ETA.
El 30 de noviembre, ETA reivindica “la ejecución” de Goikoetxea y anuncia
que no hará distinciones entre torturadores españoles y vascos. Egin recoge la
denuncia de HB por la actitud del PNV y su felicitación a la sociedad vasca por
la serenidad con que ha reaccionado, desoyendo “llamamientos airados a la
venganza”. Al día siguiente, con una orden del juez Bueren, la Ertzaintza entra
en las dependencias del diario en Bilbo y Hernani y registra cuatro despachos,
explicándolo en la búsqueda de datos sobre la red de extorsión de ETA. Entre los
papeles incautados a Carlos Almorza han aparecido informes de la empresa de
investigación Incresa para Pepe Rei. El 2 de diciembre, Juan María Atutxa
declara en El Mundo que “Votar a HB supone coparticipar en la bala que ha
matado a Goikoetxea” y expresa el convencimiento de que vivirá el fin de ETA
desde su casa y de que ETA aún perdurará una legislatura. Egin manifiesta en un
editorial que la campaña en su contra que empezó el ministro Corcuera,
siguieron Ardanza, Atutxa y portavoces políticos y policiales, y “todo hay que
decirlo”, algunos medios de comunicación, le parece intolerable: había ganas de
entrar en el periódico, y han encontrado un pretexto. Jabier Salutregi, su director,
explica en El Correo Español que “los informes [incautados] sirven para
contrastar nuestros trabajos”. Añade que “por mucho que lo han intentado, nunca
han podido probar una relación entre ETA y Egin”. Le pregunta el periodista
Juan Carlos Viloria qué opina de esas afirmaciones que aseguran que, si se
cerrara Egin, los otros periódicos no durarían tres días en la calle, y responde:
“Sinceramente, no había escuchado tamaña barbaridad”. El director de El
Correo, José Antonio Zarzalejos, opina que el cierre del periódico no es
jurídicamente posible, es políticamente erróneo, y sería peor el remedio que la
enfermedad. J. Iratzar deduce de las reacciones que se han producido que
“hemos acertado: solo así se entiende este feroz y descomunal ataque”
Joxe Austin Arrieta, escritor, exparlamentario en Gasteiz y concejal de HB en
Donostia, expresa su rechazo al atentado contra Joseba Goikoetxea y al secuestro
de Julio Iglesias, y comunica a la dirección de su formación que se baja del tren,
en marcha. El también concejal en Donostia del Partido Popular Gregorio
Ordóñez critica que Arrieta lo diga ahora, y para evitar el enfrentamiento entre
vascos, como si entendiera que solo son vascos los nacionalistas. El País lo
resume en que “Un parlamentario de HB acusa a ETA de buscar el
enfrentamiento civil”: “nos pasamos años y años insistiendo en que debemos
evitar el enfrentamiento civil, y ahora va ETA y se carga a un ertzaina que, por
muy lo que sea, no es más que un agente estatutario”, ha dicho Arrieta. Al
hacerse pública la carta en los medios de comunicación, aclara este que la ha
enviado a la sede de Herri Batasuna y ha sido interceptada por la Policía. Lo
interpreta como un nuevo episodio de guerra sucia. Es consciente de que su
decisión le puede llevar al “auto-aniquilamiento”, fruto del sentimiento de “auto-
culpabilidad, las dudas, la angustia cotidiana de no poder identificarme con
ninguna referencia colectiva”. Dice también que se siente orgulloso de ser
militante de HB. Interpreta Patxo Unzueta que “ser de HB ya no es gratis”, y
subraya que el motivo de la disidencia de Joxe Austin Arrieta es político y no
moral; él, como otros disidentes de la izquierda abertzale, lo que parece añorar
son las antiguas “ekintzas limpias”.
ETA le dedica un comunicado al PNV, le dice que él “sí ha matado y siempre
a abertzales”, en referencia a que “vendió a miles de gudaris en Santoña, y
muchos de ellos fueron asesinados por fascistas españoles”. Le reprocha haber
dado muerte al sentimiento abertzale de mucha gente, y con ello “ha matado a
muchos hijos e hijas de este pueblo que han luchado por Euskal Herria”. Le hace
responsable de la muerte por parte de la Ertzaintza del militante de ETA Tturko,
del cierre del astillero Euskalduna, de haber ‘señalado’ a Josu Muguruza, de
haber acusado a Egin-HB-KAS de ser responsables de la muerte de Goikoetxea,
“cuando sabe perfectamente que la responsabilidad es de ETA”. En relación a
esta muerte, ETA manifiesta: “al parecer, tener el apellido Goikoetxea o tener 18
apellidos vascos da carné de honradez y justifica cualquier cosa. También se
apellidaba Goikoetxea el ingeniero bilbaíno que facilitó la entrada al Ejército de
Franco durante la Guerra Civil”. Koldo Gorostiaga afirma en Egin que, a la hora
de analizar la lucha armada, “nos pueden las vísceras”. El 14 de diciembre, KAS
llama “tonto útil”, deseoso de notoriedad, a Julen Madariaga, porque ha
difundido en Gure Irratia ‘tres mentiras’: que lo de Joseba Goikoetxea es cosa
de KAS, que la guerra está perdida, que Madrid tiene una propuesta de paz. A
KAS le parece muy grave su cobertura política al PSOE y al PNV, y le conmina
a rectificar públicamente. Dos días más tarde, escribe Mikel Atxaga en Deia:
“Orain arte Ardanza, Atutxa, Arzalluz eta abarrek esaten zuten KASek agintzen
zuela. Baina Julen Madariaga ere iritzi berekoa agertu zaigu orain,
‘Goikoetxearen kontrako erasoa KASen kontua’ zela uste baitu, ez ETArena”
[Hasta ahora eran Ardanza, Atutxa, Arzalluz y similares los que decían que era
KAS la que mandaba. Pero ahora también Julen Madariaga se nos ha
manifestado del mismo parecer, pues piensa que el ataque a Goikoetxea es cosa
de KAS, y no de ETA].
A Mario Onaindia le parece que el panorama que deja 1993 es el adecuado
para intentar una maniobra osada, que de paso descoloque al PNV.
Vicepresidente del PSE-EE-PSOE ahora, considera que es un momento oportuno
para romper el aislamiento político de HB. Más o menos por su cuenta, ofrece a
HB una negociación política si antes consigue una tregua de ETA. Frente a la
tesis de que es con la organización armada con la que hay que negociar, opina él
que su descalabro trasfiere la fuerza a los civiles de la izquierda abertzale. A su
juicio, la llamada vía Azkoiti no es sino un intento más de dar el protagonismo a
ETA, a su vieja guardia, potenciando así el militarismo y el plegamiento de HB,
además de beneficiar al PNV, al colocarle en el centro de la solución del
problema. El PNV se manifiesta perplejo por la maniobra del PSOE. Ramón
Jáuregui, presidente de PSE-EE-PSOE, aclara que las cosas serán un día como
su vicepresidente imagina, pero opina que no es la forma ni el momento de
plantearlo. Ardanza estudia convocar el Pacto para recibir explicaciones de
Onaindia. Arzalluz manifiesta que, en estos momentos, el PNV no tiene nada
que decir ni a HB ni a ETA y califica de poco afortunado el deseo del PSOE
vasco. Se asegura en la prensa madrileña que el ministro del Interior, Antoni
Asunción, prohibió a Vera y Benegas acudir a una reunión con dirigentes de HB,
que había sido pedida por escrito el 30 de noviembre, presentándose como
intermediarios nombrados por ETA. El 17 de enero, Egin asegura que Onaindia
ha hecho una oferta a KAS, le ha propuesto un marco de comunicación y análisis
político, y KAS le ha contestado que los sujetos de esa comunicación son HB y
ETA.
El Periódico de Barcelona ha publicado que el ministro Asunción se propone
un viraje táctico: terminar el diálogo que Interior ha mantenido con los sectores
más proclives a poner fin a la violencia; volver a la ortodoxia, e insistir en la
colaboración con Francia, la dispersión de los presos y la unidad de las fuerzas
políticas en torno a la Mesa de Ajuria Enea. Su giro táctico persigue el
aislamiento del sector de HB agrupado en KAS que, a decir del ministro, impone
sus tesis también en la propia ETA. El Periódico aventura nombres de los
principales responsables: Floren Aoiz, Rufi Etxeberria, Rafael Díez, José María
Olarra, Xanti Val, Jone Gorizelaia, Roberto Sampedro. Antoni Asunción, que
viene profesionalmente de ese mundo, se dispone a hacer de la dispersión pieza
básica de la presión contra los 570 presos de ETA. El 13 de enero, el
corresponsal del diario en Pamplona, José Luis Santacilia, desvela que el PNV
participa desde hace varios años en gestiones ante presos y familiares para
facilitar su reinserción. Afirma que las gestiones empezaron hace más de cuatro
años, después del fracaso de las negociaciones de Argel en 1989 y el inicio de la
dispersión penitenciaria, puesta en práctica por el entonces ministro de Justicia,
Enrique Múgica, y el director general de Instituciones Penitenciarias de aquel
momento, Antoni Asunción. “La colaboración de este con el PNV ha sido
constante”, sostiene Santacilia, aunque no haya estado exenta de “chascos”, por
la falta de audacia a la hora de conceder beneficios penitenciarios, “a fin de
animar a los reclusos a enfrentarse al colectivo etarra”. El pasado mes de
noviembre, los dirigentes del PNV esperaban que una cincuentena de presos
recibiera diversos beneficios penitenciarios, y “su desconcierto fue considerable
al comprobar que ninguno de ellos logró salir de la cárcel”. Egin, convulsionado
esos días por graves problemas laborales con sus trabajadores, aborda la cuestión
el 19 de enero una vez conocida esta información, denuncia que el PNV trata de
ocultar su propia responsabilidad en la dispersión y le acusa de usar el
sufrimiento humano para forzar el arrepentimiento.
El periodista de Egin Dani Mendizabal ve a la Ertzaintza en la senda del
enfrentamiento; dice saber de tensiones internas en vísperas de su despliegue en
Donostia, asegura que los AVCS o ‘ekintzas’ son el grupo más puramente
político-militar, “son el brazo armado del PNV”. Citando fuentes de la izquierda
abertzale, asegura que, a pesar de los reiterados llamamientos de ETA, desde el
PNV se insiste en enfrentar a la Ertzaintza con la izquierda abertzale. Mario
Onaindia persiste en su proyecto, aclara sus ideas de comienzos de año, sostiene
que cuanto más débil esté ETA, más posibilidades hay de que HB pueda
incorporarse al juego democrático, “o dicho de otro modo, una democracia en la
que entren todos, incluso los que, nominalmente, han apoyado el terrorismo”. Lo
explica audazmente también, o sobre todo, en Egin, el 19 de febrero de 1994:
“Para que la evolución no represente alguna escisión –lo cual sería desastroso,
pues representaría el volver a empezar lo ocurrido en las otras experiencias–
ETA tiene que tener un papel que favorezca la legitimación del proceso de
adaptación del MLNV a la democracia, pero difícilmente puede tener un papel
de vanguardia ideológica”. Reflexiona Tasio Erkizia sobre el reagrupamiento de
la izquierda abertzale, aboga por realizar un esfuerzo de apertura y flexibilidad
que posibilite un reagrupamiento de importantes sectores –la acumulación de
fuerzas– a partir de mínimos, frente a la estrategia del sistema de dividir a los
abertzales y a la izquierda, “en base a la falsa dicotomía de demócratas-
violentos”. Txillardegi ve en este momento a los independentistas más fuertes
que nunca, ve muchas razones “para sentirnos optimistas”; advierte que el ‘barco
autonómico’ es un barco que se hunde, y anima a olvidarse de él y del PNV, del
que dice que nunca fue mayoritariamente abertzale; se acuerda también de que
“las alienaciones izquierdosas están de capa caída” y propone el modelo del
sindicalismo abertzale como pauta a seguir por los grupos políticos y culturales.
Herri Batasuna y KAS no han tardado en percatarse de que Elkarri es un
movimiento peligroso. Los movimientos de Jonan Fernández, su cabeza más
visible, les parecen sumamente graves. El proyecto original lo juzgaron
‘interesante’, pero ahora “quiere mediar, es decir, colocarse en medio,
convertirse en un polo de referencia político alternativo a la izquierda abertzale,
un polo cada vez más cercano a la órbita del marco constitucional y cada vez
más abiertamente crítico con nuestra estrategia”; y eso, a la dirección de HB, le
parece inaceptable. A Patxo Unzueta le parece que a Elkarri le ha pasado con HB
lo que a Valdano con el Madrid, que se ha excedido en el celo con que ha
cumplido su misión. Da por supuesto el periodista que el movimiento en
cuestión es un producto de la “factoría KAS”, nacido como elemento de presión
sobre la opinión pública en favor de una repetición de la negociación de Argel, y
que se ha tomado demasiado en serio su cometido. Unzueta cree ver en Elkarri
asimismo una forma discreta de bajarse del carro de ETA sin dar ocasión de ser
tachado de traidor a la justa causa; “resultaría así que los estrategas habrían
dado, sin proponérselo, con una vía de desagüe de sus propias fuerzas”, escribe.
Se dirigen en estos días Itziar Aizpurua y Jokin Gorostidi a los amigos de la
izquierda abertzale y también a sus destructores [‘suntsitzaileei ere’] con el
mensaje de que está bien la autocrítica, aunque los que no hacen sino criticar,
atacar y poner inconvenientes no pueden tenerse por parte de la izquierda
abertzale. Joxe María Olarra titula su reflexión “Palabras de diálogo, acciones de
confrontación” y sostiene que no debe ser la distensión el único punto de partida,
porque esa será una de las consecuencias positivas de abrir el proceso
negociador. El punto de partida lo ve en el reconocimiento político de la
interlocución de ETA, y en el reconocimiento y las garantías políticas y jurídicas
para los titulares de esa interlocución: “todo lo demás serán palabras que se lleva
el viento”.
Se hace eco Abc, finalizando marzo, de una información de Egin que asegura
que ETA envió a Felipe González una carta para reprocharle su falta de seriedad
en los contactos con la interlocución de Santo Domingo. Algo de lo manifestado
por Ardanza le ha disgustado a Gregorio Ordóñez, porque le ha recordado al
lehendakari que ETA es una criatura del PNV y que el nacionalismo ha utilizado
durante años a la banda en beneficio de sus reivindicaciones. Está siguiendo Abc
con mucho interés los avatares de los refugiados vascos en Uruguay. Cree haber
descubierto que financió con cincuenta mil dólares una emisora de radio
tupamara, a cambio de cobertura para organizar su red en Uruguay. J.M.
Zuloaga, enviado especial del diario a ese país, dice haber descubierto que una
religiosa vasca, Garbiñe Arrieta Galarraga, es la encargada de acoger a los
miembros de ETA a su llegada. Asegura asimismo que el dinero para abrir el
primer restaurante de los refugiados, el exitoso Boga Boga, llegó de Francia, y
que la Policía tiene pruebas de que ETA ha hecho de Uruguay el centro de
falsificación de documentos. La prensa española anda muy activa a la hora de
descubrir las vergüenzas del nacionalismo vasco. Diario 16 informa con sabor a
denuncia que el candidato del PNV a las europeas, Josu Jon Imaz, ha invitado a
los jóvenes vascos a la insumisión. El País asegura que Xabier Arzalluz dijo a
HB el 26 de abril de 1990 que la Ertzaintza no detenía más etarras por prudencia.
Toma como base el acta de una cita secreta que ha caído en manos del Gobierno
español. A esa reunión se remiten los que dicen que el presidente del EBB
empleó la imagen de la necesidad de sacudir el árbol para que caigan las nueces.
También este periódico se interesa por la conexión de ETA con los tupamaros.
El coronel Rodríguez Galindo amaga con dimitir, “harto” de aguantar el
“linchamiento” al que le someten los nacionalistas vascos, agravado ahora
porque la comisión del Congreso que investiga a Roldán ha solicitado la
reapertura del Informe del fiscal Navajas que le atribuye conexiones con
contrabandistas, además de irregularidades fiscales. El diario El País recuerda
que, al margen de los supuestos sobresueldos con cargo a los fondos reservados,
que ningún mando de la lucha antiterrorista admite en público, amigos de
Rodríguez Galindo estiman en unos 40 millones el dinero extra que por encima
de su sueldo de coronel ​–unas 340.000 pesetas mensuales netas– ha percibido en
estos años por conceptos como plus de peligrosidad, pensiones por
condecoraciones, una indemnización, alquiler de sus viviendas. Solo ha quedado
acreditada la relación amistosa del coronel con el contrabandista Luis Astiazaran
Iraola, añade el diario, que “se rompe, precisamente, al tener conocimiento de
algunas noticias que le relacionaban con actividades ilícitas”. El Partido Popular
no duda en acusar al PNV de propiciar la dimisión del coronel e interpreta que
pedir el Informe Navajas, como ha hecho, “solo sirve de apoyo a ETA”. El 28 de
abril ETA mata en Trapagaran a un guardia civil, y la Policía detiene ese mismo
día en Catalunya a Felipe San Epifanio, Pipe, exmiembro de la Mesa Nacional
de HB y responsable del comando Barcelona, al que atribuyen la muerte a tiros
de un coronel del Ejército el 7 de febrero y el atentado con granadas contra el
Gobierno Militar de Barcelona del 19 de abril, que mató a un transeúnte. La
prensa recuerda que comenzó como activista en Jarrai, fue detenido y condenado
a cuatro meses por incendio y desórdenes públicos en 1984, y estaba buscado
por dirigir el aparato de finanzas de ETA que desarticuló la Ertzaintza en 1991.
Información suministrada por la Policía asegura que en el verano de 1993 fue
relevado de la cúpula de ETA por ordenar un atentado con siete víctimas
mortales cuando se estaba negociando una tregua. ETA publica un comunicado
el 30 de abril en el que manifiesta que es hora de tener “fuerza e iniciativa”. En
esta misma fecha se conoce que el exdirector de la Guardia Civil Luis Roldán no
ha comparecido ante la juez que sigue su causa, y se halla en paradero
desconocido.
Se fuga con sus dineros y sus secretos Roldán, y el ministro del Interior
Antoni Asunción dimite. Felipe González le traspasa su cartera a Juan Alberto
Belloch, que se convierte así en bi-ministro. El exjuez aparece ahora, a decir de
la abogada y periodista Teresa Uriarte, que le conoce bien de sus tiempos de
Bilbo, como “el oráculo del presidente”. El Correo le encomienda un reportaje, y
escribe: “Nada más opuesto a la alfombrada estancia del Palacio de San
Bernardo, que el local sin ventanas, alquilado, en un bajo de la Alameda de
Recalde, en Bilbao, en donde a mediados de la década de los 80 Juan Alberto
Belloch y su mujer, Maite, gestaron con Luciano Rincón, José Luis Zalbide,
Jesús María Eguiluz, Juan Luis Ibarra y otras amigas y amigos, la Asociación
Pro Derechos Humanos de Euskadi. En aquel cuartucho los panfletos se
confeccionaban artesanalmente y el suelo aparecía sembrado de pilas de folios y
carteles. Allí surgió la acertada frase, referida a la violencia de ETA, Ya no me
callo”. Teresa Uriarte asegura que en una de esas reuniones, José Luis Zalbide
recordó que él había sido el autor del histórico eslogan Que se vayan. En
realidad, el autor del eslogan y del libro que lo hace portada es Xabier Sánchez
Erauskin, por encargo de los que entonces estaban políticamente cerca de
Zalbide. No se equivoca Teresa Uriarte, no obstante, cuando alaba la inteligencia
de Zalbide, su imaginación, su capacidad de trabajo, para explicar por qué el bi-
ministro se lo ha llevado de asesor a Madrid. También está entre los fieles
colaboradores que se lleva Belloch “el escéptico y preparado jurista Juan Luis
Ibarra, contrapunto idóneo para frenar al arrollador ministro”, y la viceministra
Margarita Robles, “una mujer con enorme capacidad de trabajo y la primera de
España en presidir una Audiencia Provincial”. Se hace acompañar asimismo de
sus secretarias, una de ellas, Karmele Mujika, ha dejado “estupefacto a Xabier
Arzalluz cuando le recibió en perfecto euskera”, a decir de la periodista.
La secuencia de muertes de militares en Madrid no se interrumpe. El 23 de
mayo la víctima es un teniente del Ejército. El 29, dos mujeres y un hombre
resultan seriamente heridos al estallarles unas carteras-bomba abandonadas en
Muskiz y Artxanda. Las autoridades las atribuyen a ETA, o a sus “crías” de
KAS, pero son más los que piensan que se trata de un episodio de guerra sucia
ajeno al MLNV. Mingote publica en Abc el dibujo de una mujer con la mano
amputada y el texto del eslogan que el departamento de Turismo que dirige Rosa
Díez usa para promocionar la Comunidad Autónoma Vasca, Ven y cuéntalo, y
esta le interpone una querella. Abc asegura posteriormente que se han hallado en
poder de ETA artefactos similares a estas carteras-bomba. Sin embargo Elkarri
asegura en una nota de prensa que la guerra sucia es la hipótesis que maneja la
Ertzaintza. Al día siguiente se puede leer en El Correo que “La autoría de los
atentados con carteras bomba enfrenta a Interior, Elkarri y KAS”. Según el
viceconsejero de Interior, José Manuel Martiarena, Elkarri ha actuado con
frivolidad, “para quedar bien con KAS, porque la Ertzaintza trabaja con la
hipótesis de un grupúsculo de apoyo a ETA”. El 1 de junio, a pocos días de las
elecciones al Parlamento Europeo, ETA da muerte de cinco tiros al general del
Ejército Juan José Hernández Rovira, cuando se apresta a subir al coche
camuflado y blindado en el que le espera el soldado conductor, y hace estallar
luego el vehículo en el que han huido los autores del atentado. El ministro de
Defensa, Julián García Vargas, da por supuesto que ETA tiene una
infraestructura en la capital y pide la colaboración ciudadana y de los medios de
comunicación para descubrirla. Empezando junio, Garzón procesa por primera
vez a diez activistas de los ‘comandos Y’ de ETA y les imputa la colocación de
16 artefactos explosivos en Vitoria durante 1992, la mitad de ellos dirigidos
contra sucursales de Caja Vital. La información sobre estos comandos procedería
del ordenador incautado al dirigente de ETA José Luis Álvarez Santacristina,
Txelis. Dice la prensa que estos grupos fueron creados en 1991 con los
simpatizantes más significados de KAS y que el juez Garzón los ha descrito
como diseñados por la dirección de ETA y dotados de una estructura lo
suficientemente desarticulada y sin evidencias organizativas como para que fuera
imposible demostrar su existencia, procurando que sus acciones tengan una
suave tipificación penal aunque económicamente los desperfectos causados sean
cuantiosos.
El contestado dirigente socialista Ricardo García Damborenea sorprende a
todos, menos a Jaime Mayor Oreja, al pedir en un mitin electoral en Zaragoza el
voto para el Partido Popular “por razones de higiene pública”. Sale en defensa
asimismo de la dirigente popular Mercedes de la Merced, que está siendo
vapuleada en los medios de comunicación por haber dicho que a nadie se le
oculta que el Generalísimo Francisco Franco tuvo una gran sensibilidad social,
defendió a los pobres, creó la Seguridad Social, y debe estar en la Historia por
ello. Se celebran las elecciones europeas el 12 de junio, el Partido Popular
obtiene 28 escaños, lo que le supone un ascenso de trece escaños respecto a los
comicios de 1989; el PSOE pierde cinco; Izquierda Unida pasa de cuatro a
nueve; CiU pasa de 2 a 3, y la Coalición Nacionalista, formada por PNV, CC,
UV, PAR, CG y UM, sube de uno a dos escaños. Pierden su representación en el
Parlamento Europeo el CDS (tenía 5 asientos), Ruiz Mateos (2), el Partido
Andalucista (1), la coalición Izquierda de los Pueblos (1), Herri Batasuna (1) y la
coalición por la Europa de los Pueblos (1).
Se interpreta en alguna prensa de Madrid como un gran impulso a la
reinserción por parte de Belloch, la concesión de semilibertad a doce presos de
ETA y el anuncio de que más de treinta exactivistas disfrutan ya del tercer grado.
Ejerciendo de ministro del Interior, Belloch toma la decisión de retirar al
comisario Ballesteros de la lucha contra ETA e incorporar a policías judiciales en
ese empeño; como ministro de Justicia, inaugura el Palacio de Gasteiz; ni
reinsertados ni amnistiados, los policías del GAL Amedo y Domínguez pasan a
régimen abierto, a pesar de la oposición fiscal y, en breve, al tercer grado. El
Tribunal Supremo anula la condena al abogado Alvaro Reizabal. Amnistía
Internacional vuelve a denunciar que en España se tortura. El 27 de julio, ETA
mata de un tiro en una sociedad de la Parte Vieja de Donostia a José Manuel
Olarte Urresti, Plomos o Pistolas, aspirante a ertzaina en la primera promoción,
amigo de José Antonio Santamaría e investigado como sospechoso
contrabandista y narcotraficante en el Informe Navajas. El gobernador José
María Gurruchaga le había prevenido personalmente de que era objetivo de
ETA. El País hace balance de la ‘Cruzada’ etarra contra la droga, recuerda que,
desde 1980, ha matado a más de 20 personas vinculándolas al narcotráfico. El
periódico atribuye a Floren Aoiz, tras la muerte de Plomos, el comentario de que
“Hay mucho narcotraficante en la calle protegido por el Gobierno”. En una
crítica frontal a la política de reinserción de Belloch, Jaime Mayor Oreja afirma
tras este atentado que los asesinos de ETA lo tienen muy claro con este Gobierno
socialista: “con arrepentirse, en cinco años están en la calle”. Un coche-bomba
accionado a distancia destroza el vehículo blindado del teniente general
Francisco Veguillas Elices, director general de Política de Defensa y estrecho
colaborador del ministro Narcís Serra, y acaba con su vida, con la de su chofer y
la de un trabajador que cargaba una furgoneta cerca del lugar de la explosión. En
medios gubernamentales lo atribuyen a un intento de frenar la política de
reinserción con la que el Gobierno intenta debilitar al colectivo de presos etarras.
Frente a la habitual unanimidad de las fuerzas políticas en la condena, en esta
ocasión, en línea con Mayor Oreja, José María Aznar critica la debilidad del
Gobierno central.
ETA comunica que el preso José Miguel Latasa ha sido expulsado de la
organización. José Antonio López Ruiz, Kubati, acusado como Latasa de la
muerte de Yoyes, denuncia la manipulación de la que han sido objeto
comentarios suyos y declara su apoyo total a ETA y la lucha armada. El 12 de
agosto, El Correo Español asegura que “Presos de ETA piden respaldo social
para hacer público su rechazo a la violencia”. De ser cierta la información, se
trataría de un importante número de reclusos los que han pedido apoyo a
dirigentes políticos vascos. Dos días más tarde, Abc asegura que presos de ETA
han pedido a los cabecillas de la banda que ordenen atentados más selectivos y
ven en los jóvenes de Jarrai una “fiable cantera” para nutrir comandos. La
reinserción ocupa y preocupa a este diario y el 17 de agosto titula: “Mientras
Arzallus defiende la reinserción de etarras, los batasunos apalean a dos
ertzainas”. Habla también del malestar por la oposición del PNV a que los presos
de ETA deban indemnizar a sus víctimas, porque eso dificulta, si no hace
imposible, las reinserciones. Siguiendo con su cruzada, Abc afirma que ETA
“Prepara una ofensiva criminal, pese a la política de reinserción del Gobierno”.
El 22 de agosto, Egin publica un sorprendente artículo de Unai (Henri) Parot,
“Selección natural”, en el que sostiene que “Si un pueblo se deja morir, está bien
que muera, es que tiene que morir”, y aboga por tener hijos e hijas, que son la
esperanza de un pueblo, los únicos objeto de “amor verdadero”. Abc se pasea por
Latinoamérica a la caza de etarras, en Uruguay –“La ultraizquierda uruguaya se
moviliza para impedir la extradición de etarras”–, en México, y en Venezuela,
donde ha sabido que disponen de pasaporte, pueden salir y entrar del país con
permiso y han montado empresas de hostelería y pesca. Belloch da seguridades
en el último día de agosto de que mientras él sea ministro no se negociará con
ETA.
Jaime Ignacio Del Burgo presenta en Madrid su libro “Soñando con la paz.
Violencia terrorista y nacionalismo vasco”, prologado y acompañado en el acto
por José María Aznar. Desde su posición de antinacionalista, pero no de
antivasco, se muestra preocupado por la política del Ministerio del Interior, pero
en definitiva la paz del País Vasco pasa, a su juicio, por la renuncia a la utopía
independentista. Del Burgo defiende que la reinserción vulnera el Estado de
derecho, que es ineficaz porque no ha debilitado la operatividad de ETA, que
sigue matando porque piensa que hay una posibilidad de negociación, además de
que duda muy seriamente de que un terrorista reinsertado tenga el más mínimo
arrepentimiento de sus acciones. Defiende Aznar que no se vence a los
terroristas desde la negociación ni desde la debilidad, porque en un Estado de
derecho “el principio fundamental es que las penas se cumplan y las deudas se
paguen”. La solución la ve el líder del PP en volver a la Constitución como
punto de referencia, para desalojar incertidumbres y desasosiegos, y en un pacto
para desarrollar la Carta Magna. Uno y otro, junto con Mayor Oreja, están en
contra de la posición del PNV sobre la reinserción y atribuyen su postura a la
proximidad de las elecciones vascas del 23 de octubre. El ministro Belloch está a
favor de la reinserción, y también de que se embarguen sus bienes a los
condenados a pagar indemnizaciones. Coincidiendo con la reunión del Pacto
antiterrorista de Madrid se recuerda que en este, a diferencia del de Ajuria Enea,
no habla de reinserción. Jon Idigoras y Jone Goirizelaia viajan a la capital,
reúnen a la prensa, previenen que el Pacto solo va a traer más problemas. La
intervención de la Guardia Civil en la fiesta del ‘Nafarroa Oinez’ de este año de
1994, celebrada en Bera de Bidasoa, es calificada de brutal por HB, PNV y EA,
pero no por el ministro Juan Alberto Belloch que, en su comparecencia en el
Senado para dar cuenta de ella, sostiene que ha sido proporcionada y necesaria
para proteger la casa cuartel y a los que en ella viven. Para el bi-ministro, la
responsabilidad de los incidentes es de HB y de sus grupos afines. La carga de la
Guardia Civil con botes de humo y pelotas de goma, en un recinto en el que se
concentran miles de familias, provoca decenas de heridos y centenares de
contusionados. Las ikastolas exigen sin éxito que se rectifique públicamente la
versión oficial de los incidentes, que no se ajusta en absoluto a la realidad. Para
el periodista de Abc sucedió que un grupo de exaltados lanzó botellas contra el
cuartel de la Benemérita.
Con fecha de 24 de septiembre se conoce una comunicación de “ETA a los
compañeros de HB”. Se trata de una reconvención por unas críticas recibidas
desde HB que la dirección de ETA considera de escaso equilibrio colectivo y
mínima madurez. A su juicio, el camino de HB estos últimos meses conduce al
suicidio, por eso que una sacudida, así sea dolorosa, le parece necesaria. Cuenta
con que “este pequeño aviso no provoque dimisiones, desánimos, ni este tipo de
posturas inadmisibles” y lo acaba con una fórmula de compromiso, pidiéndoles
que se cuiden, que continúen dando duro. En esta misma fecha, en un escrito que
titula “Yo os acuso”, Antton López Ruiz, Kubati, afirma y se reafirma en Egin
diciendo que quien le conoce ya sabe de su fidelidad a ETA y “a la heroica lucha
que desarrolla”; se permite también una maldad en su descargo: “somos más
caballeros que vosotros. Podría contar cómo Atutxa venía a pagar el impuesto
mansamente con calcetines de distintos colores”; a modo de síntesis, dice que
“sólo quiero acusaros de querer ser verdugos de la honradez y del amor a unas
siglas: ETA”. Son días previos al ‘Gudari Eguna’, que lleva el lema este 1994 de
“Borroka da bidea”. Actuando de portavoz de KAS, Maitane Intxaurraga
proclama que sólo hay un camino para liberar Euskal Herria, que como lo presos
no se reinsertan, pretenden reinsertar a HB; que ETA lo dejaría si hubiera
garantías de que el Estado respetaría “nuestros derechos democráticos”. Habla
Xabier Alegría en Lezo, recuerda que más de 160 militantes han dejado la vida y
denuncia que los pactos de Madrid, Ajuria-Enea e Iruñea intentaron la victoria
policial en Bidarte e intenta ahora convertir a HB en un “reinsertado político”.
Llegan desde Santo Domingo las propuestas de Etxebeste, describe las bases del
proceso de negociación que, según Karmelo Landa, ETA está dispuesta a
afrontar.
Belloch da argumentos a favor de la reinserción individualizada, porque niega
el carácter político de ETA. Explica en El Correo que tratan de convencer a los
etarras de que no son delincuentes especiales y de que sólo pueden acogerse a
los beneficios penitenciarios uno por uno. En relación a la política de dispersión,
deja claro que va a continuar y recomienda hablar lo menos posible de ella, tras
explicar que persigue que los presos se atrevan a asumir su libertad y a ejercerla,
porque de lo contrario no se están reinsertando. El ministro hace un
nombramiento arriesgado al poner de gobernador civil de Guipúzcoa a Juan
María Jauregi Apalategi, un euskaldun de 43 años, exmilitante de una de las
escisiones de ETA de tiempos del franquismo. Entre sus primeras declaraciones,
una le llama la atención a la periodista de El País Aurora Intxausti: “La historia
va a tener que hacer justicia a la Guardia Civil”. Escribe Alberto Surio en el
Diario Vasco que el exministro Enrique Múgica respalda ante Belloch la
negociación con la izquierda abertzale, convencido de que el final policial no
existe. Asegura Surio que “La vía Eguiguren reabre en HB y KAS la expectativa
de diálogo con el PSOE”. No tarde en terciar Abc para hablar de la preocupación
que hay en el PP por la política de Interior: “La mayoría de los nombramientos
en la Policía han recaído en comunistas y sindicalistas”, titula. Se refiere,
naturalmente, a Juan María Jauregi, “El gobernador, del PCE a La Cumbre”.
Habla también de José Luis Zalbide Zalaberria, “El asesor, de etarra a
banquero”. Alfonso Ussia le dedica una columna, ‘El asesor’, recuerda su
pasado en ETA, sus escritos, sus ‘atracos’, para concluir que tiene que dejar de
asesorar, inmediatamente.
Cuando falta una semana para las elecciones autonómicas, HB recupera a sus
miembros fundadores para dar imagen de continuidad y unidad, reuniendo a los
supervivientes de la Junta de Apoyo en el origen de la formación en 1978. Piden
éstos el voto para HB, porque el compromiso entonces adquirido sigue a su
entender vigente. Más de 200 personalidades de la política, la cultura, el deporte,
asumen su emplazamiento a favor de una Euskal Herria de izquierdas y
abertzale. Las elecciones del 13 de octubre en la Comunidad Autónoma Vasca
no deparan grandes sorpresas, ni por el afianzamiento del PNV, ni por el
descenso de los socialistas, que no obtienen beneficio electoral de la fusión con
EE. Mejora sus resultados la alavesa UA, mejora IU, se mantiene PP, recuperan
en parte HB y EA. Abc ha seguido la jornada en “la cuna de ETA” y asegura que
los pro-etarras vigilan los colegios y casi todos van con la papeleta preparada.
“Las cabinas brillan por su ausencia en el Goyerri”, asegura. Lo aprovecha para
hablar de crisis en la eficacia policial, y para hacer una biografía del más
“sanguinario”, de Pakito. Empieza el baile para la formación de un nuevo
Gobierno, con Ardanza al frente. Ramón Jáuregui, al mismo tiempo que se
responsabiliza del fracaso electoral, manifiesta que no quiere saber nada de
compartir gobierno con EA. En declaraciones a Egunkaria, Floren Aoiz analiza
los resultados del PNV, afirma que su fuerza está limitada a Bizkaia y, en
relación al abandono de las armas en Irlanda, dice que ha sido la consecuencia
de un cambio en la situación. El periodista de Egin Fernando Alonso entrevista
al portavoz de KAS Xabier Alegria y elige como titular central que “Comienza
la reconstrucción nacional vasca”, tras una etapa demasiado larga resistiendo, “a
la espera de que una evolución global abriese las puertas para empezar a trabajar
más apegados a la realidad”. Alegria afirma que al PNV se le ha terminado el
crédito en el mundo abertzale, que los medios de comunicación son parte activa
de la represión, que no se dan las condiciones mínimas para dar paso al diálogo.
Germán Novas y Joseba Gorri, identificados como miembros de KAS, escriben
en Egin el 15 de noviembre que “la confrontación con el PNV es inevitable. Y
diríamos que inaplazable”. Del PNV opinan que siempre fue así: “la
representación política de la parte hegemónica de la burguesía autóctona;
combatiéndolo, combatimos al Estado”.
El 17 de noviembre, detienen en Toulon, cerca de Marsella, a Félix López de
la Calle, Mobutu, al que la Policía presenta como el responsable del aparato
militar de ETA. Y con él, a otros cuatro militantes, que estarían planificando una
ofensiva de la organización. A decir del Ministerio de Justicia e Interior se trata
de la operación policial más importante desde Bidarte. El que dispusieran de un
piso en la Costa Azul hace pensar a la Policía que ETA ha ampliado a otras
zonas del hexágono su infraestructura, tras las redadas policiales practicadas en
Bretaña. Al día siguiente, el militante de ETA Ángel Irazabalbeitia muere y su
compañera Lourdes Txurruka resulta herida en un enfrentamiento con la
Ertzaintza, del que también un ertzaina sale herido. Detienen, asimismo, al que
es tenido por jefe de este ‘comando Vizcaya’, José Luis Martín Carmona,
inutilizado por la pérdida de sus gafas. Se les atribuye el intento de dar muerte a
un sargento de Infantería en Larrabetzu, que al verse encañado ha optado por
abrir fuego y huir. La Ertzaintza ha dado con el comando después de una
rocambolesca huida por el Txorierri y un aparatoso accidente de tráfico. KAS
emite un comunicado, “La Ertzantza ha vuelto a asesinar”, y añade que la
izquierda abertzale ha tenido siempre una preocupación especial en esta
cuestión, pero el PNV ha ido dando saltos cualitativos hasta convertirse en
sustituta de la Guardia Civil. Responde Joseba Egibar y asegura que el PNV “no
nació para morir arrodillado ante los que empuñan las armas”. La plataforma de
la Ertzaintza ‘Hemen Gaude’ acusa a KAS de manipular cínicamente los sucesos
de Loiu.
Al EBB del PNV no se le oculta la gravedad de la situación, responde solemne
y contundentemente a KAS, dice haber tomado nota puntual de las amenazas
proferidas por “el Sr. Alegría, el Sr. Idígoras, y el Sr. Aoiz y en los escritos
internos de KAS o de HB”. Floren Aoiz y Roberto Sampedro afirman que la
Ertzaintza no se ha encontrado con ETA, sino que ha ido a buscarla, y
responsabilizan de ello a la dirección del PNV. Aparecen en Bilbo provocadoras,
insultantes y anónimas pintadas contra dirigentes de HB y KAS, en especial
contra Idigoras y Aoiz, así como contra la memoria de militantes de ETA
muertos. A Ramón Jáuregui, le parece que el enfrentamiento dentro de la familia
nacionalista “tiene aspectos positivos, tales como las operaciones en Vizcaya y
en Toulon”. Alizia Stürtze, una firma habitual en las páginas de opinión de Egin,
escribe sobre enemigos y adversarios, sobre el PNV y los intereses de clase. Le
advierte a la izquierda abertzale que debe saber elegir las herramientas más
adecuadas para hacer frente a esta peligrosa situación y no caer en el discurso
populista y amenazante de Xabier Alegría en Soraluze, que no hace sino dar
bazas al poder. Le parece increíble la agresividad post electoral del PNV contra
la izquierda abertzale, “su apocalíptico empeño en clamar venganza y en ver
amenazas de muerte ahí donde lo que hay es crítica política; su no disimulado
deseo de que corra la sangre entre los vascos (colocando a Atutxa de señuelo); la
total manipulación de los medios de comunicación”. También participa en la
reflexión otro habitual, Iñaki Gil de San Vicente, que se presenta como militante
de KAS. Recuerda la necesidad de la teoría, arremete “contra los siervos
regionalistas de los Estados que nos dividen”, constata la ausencia de una
respuesta teórica, una vertebración mínima necesaria, a pesar de que el MLNV
reflexiona y debate como nunca antes.
DE MORCILLO A ORDÓÑEZ, CON EL INFORME
NAVAJAS DE FONDO

Un encapuchado mata en Lasarte a Alfonso Morcillo, jefe de la lucha antidroga


en la Policía Local de Donostia, el 15 de diciembre de 1994. Lleva 17 años en la
Guardia Municipal, de la que es sargento desde hace un año, y compagina su
trabajo con los estudios de Derecho en la Universidad del País Vasco. Aunque su
quehacer está dirigido al tráfico de drogas a pequeña escala y a la delincuencia
común, alguna prensa sugiere que ETA le ha elegido como objetivo por sus
investigaciones de supuestos ‘topos’ dentro de la Policía Municipal actuando
como colaboradores de la organización. Otra versión se pregunta por los
beneficiados de esta muerte y apuntan hacia un importante desembarco de droga
del que el sargento Morcillo ha tenido conocimiento e involucra a influyentes
personajes político-policiales. La Guardia Civil detiene dos días más tarde a tres
miembros del comando Nafarroa y a ocho colaboradores, y dice haber
descubiertos tres pisos francos de ETA, armas y explosivos. Se presenta la
operación como un nuevo éxito del equipo del ministro Belloch. Los
componentes del comando han sido capturados tras un tiroteo sin heridos en
Villaba, pero han venido siendo seguidos desde hace días. Baltasar Garzón
ordena detenciones en la cúpula del GAL, y manda a prisión a Julián
Sancristóbal tras mantener un careo con Amedo. Preguntan a García
Damborenea por el GAL y responde que en el País Vasco las Fuerzas de
Seguridad eran las únicas que sostenían el Estado de derecho, y que para el
terrorismo hay un antes y un después de los GAL; reconoce que mantenía una
estrecha relación con Julián Sancristóbal, para darle todo apoyo moral, pero de
Amedo dice no saber nada. Interviene el SUP, Sindicato Unificado de Policía,
para recordar igualmente que “sin los GAL, Francia no habría empezado a
extraditar etarras”. Ramón Jáuregui, delegado del Gobierno en aquel tiempo,
afirma en relación a estos hechos que “cualquier alusión a mi persona lo
considero una ofensa”. Felipe González asegura que es “absolutamente
imposible” que pueda demostrarse la vinculación de su Gobierno con el GAL.
Belloch ratifica por su parte en este final de año de 1994 que el Gobierno “no
tiene nada que explicar de los GAL”.
La decisión de atentar contra políticos del PP y del PSOE la ha tomado ETA
este año, según se desprende de la publicación interna Zuzen 79, después de un
debate interno no exento de dudas y posturas encontradas. Dentro de la izquierda
abertzale civil también hay debate, dudas, críticas por el camino emprendido y
anunciado. Alex Zarraga Rodríguez lo dice con claridad desde su condición de
miembro del grupo Argitzal en un escrito que Egunkaria publica el 12 de enero
de 1995, cuando reclama que es tiempo de reflexión para la izquierda abertzale
[Hausnarketako garaia ezker abertzalearentzat]. Cuando propone reflexionar
sobre la estructuración político-militar de ETA, sobre la progresiva
‘homogeneización’ del Movimiento de Liberación Nacional, sobre todo desde
que ETA militar tomó la decisión de convertirse en organización político-militar;
desde que la dirección del MLNV decidió asumir de manera exclusiva y
hegemónica competencias que su militancia compartía hasta entonces con
amplios sectores sociales. Zarraga le hace a ETA una enmienda a la totalidad,
cuando sostiene que ni siquiera sus acciones más redondas [borobilenak] se han
traducido en frutos: “ya no son pedagógicas”. Frente a la dirección exclusiva de
ETA y la dirección del MLNV, recuerda y reclama la responsabilidad de HB en
la dirección política, en el combate ideológico. El Diario Vasco asegura que HB
ha recriminado a Patxi Zabaleta por desvelar sus desavenencias con la coalición
e informa que se ha autoexcluido de la lista electoral por Nafarroa por disentir
con la línea oficial. El afectado explica su postura, se felicita por el debate que
está teniendo lugar en HB en derredor de Oldartzen.
Cuando 1995 nace, el gran tema en los medios de comunicación es el GAL,
porque el juez Garzón, algunos medios de comunicación y el PP están
interesados, por diferentes motivos y no sin contradicciones, en usarlo contra el
Gobierno del PSOE. El ministro Belloch prefiere pensar o decir sin embargo que
el ‘caso GAL’ acabará jurídicamente pronto por falta de pruebas y afirma estar
convencido de que Felipe González dice la verdad. La posición del exjuez es
recibida con sorpresa por amigos y adversarios. Txiki Benegas aborda la defensa
de su partido desde otra perspectiva: “Sin ETA no hubieran existido los GAL”. Y
añade: “Sancristóbal es un amigo y sería miserable no reconocerlo porque esté
en la cárcel”. El Tribunal Supremo, contradiciendo la tesis de Garzón, ratifica en
dos sentencias que los GAL no eran un grupo terrorista, porque, a diferencia de
la “asociación ilícita”, los terroristas atacan el orden democrático, que no es su
caso. La Sala Segunda del Supremo avala también que la Administración no
revele el destino de los fondos reservados. El Gobierno del PSOE impone a
Barrionuevo, eso sí, que cese en sus ataques a Garzón. Es el 10 de enero cuando
El País publica la tensa entrevista de Iñaki Gabilondo a Felipe González en
TVE-1 en la que ha afirmado que “ni toleré el GAL, ni lo consentí, ni lo
organicé” y que “si los jueces establecen la responsabilidad de cualquiera, yo
asumiré la que me corresponda”. Ha asegurado que es falso que sea el ‘señor X’,
y se va a querellar contra quien lo afirme; no ha pestañeado al decir que sabe del
GAL, como todo el mundo, lo que dicen los periódicos; que es falso que el
Gobierno pagara 200 millones de pesetas a Amedo y Domínguez; no tiene
intención de anticipar elecciones y ve la situación económica mejor de lo
esperado hace solo seis meses. El País destaca en portada su entrevista con
Julián Sancristóbal, en la cárcel de Alcalá-Meco,y titula con que “Garzón
participa en una conspiración para reabrir el GAL y derribar a González”.
Un atentado que el gobernador civil de Vizcaya califica de ‘kamikaze’ tiene
lugar en las oficinas en las que se tramita el DNI en pleno centro de Bilbo, a la
una del mediodía del 13 de enero. Dos jóvenes entran y disparan contra los dos
policías uniformados de vigilancia, matan a uno y dejan gravemente herido a su
compañero. Muy cerca del escenario de los disparos es detenido uno de los
agresores, un militante ‘legal’ de ETA. Egibar y Onaindia coinciden en la
conveniencia de replantearse la dispersión de presos, pero Ramón Jáuregui
corrige prontamente a su compañero de partido y ensalza las virtudes de la
medida. ETA describe el GAL como un instrumento más del Estado. A Julián
Sancristóbal, el imputado principal por el momento en esta causa, se le da la
oportunidad de proclamar su inocencia en una intervención televisada. El 23 de
enero, Carlos Bueren se hace cargo de todas las actuaciones del caso, después de
que el exsecretario personal de Rafael Vera, Juan de Justo, haya ratificado su
recusación del juez Baltasar Garzón, a quien atribuye interés directo en el
resultado del proceso. Juan de Justo está acusado de malversación de los fondos
reservados de Interior que presuntamente llevó a Suiza para engrosar las cuentas
de los expolicías Amedo y Domínguez. El exsecretario de Estado de Seguridad,
Rafael Vera, sigue negando que Interior pagase cientos de millones de pesetas de
los fondos reservados por defender a policías y guardias civiles, acusación que
considera una nueva manipulación. Vera está molesto por la evolución del caso
y, aunque le cueste la cárcel, considera estar obligado por ley a no revelar
aspectos de su labor en Interior. Pierre Guidoni, embajador francés en los
tiempos del GAL, aporta un argumento distinto a favor del Gobierno de Felipe
González, al decir que eso era lo peor que le podía ocurrir, en el peor de los
momentos. Es decir, que no le venía bien dar luz verde al GAL.
ETA mata de un disparo en la nuca a Gregorio Ordóñez, presidente del Partido
Popular en Gipuzkoa, parlamentario en Gasteiz, teniente de alcalde y candidato a
la alcaldía de Donostia, el 23 de enero de 1995, cuando comía en un restaurante
de la Parte Vieja donostiarra junto a su secretaria María San Gil. La Policía
atribuye el atentado al mismo comando que acabó con la vida de Alfonso
Morcillo. Josean Izarra escribe en El Mundo que se trata de “una historia que se
inició hace ya siete años, cuando un joven político donostiarra, Gregorio
Ordóñez, venció a los fantasmas del miedo para abordar una investigación aún
hoy pendiente”. Dice Izarra que, 24 horas antes de su muerte, le confesó a
Carmen Gurruchaga que tenía “algo gordo” entre manos, y da por supuesto que
se trata de lo que ha sabido sobre los infiltrados etarras en la Policía local. Sólo
unas horas antes, esa misma mañana, Ordóñez se ha encontrado en la calle con la
periodista, y ha coincidido con el parlamentario del PNV Joxe Joan Gonzalez de
Txabarri en un programa de radio de la COPE; han caminado luego juntos desde
Gros, Gregorio hasta el ayuntamiento, Joxe Joan hasta la sede del PNV, y, en
efecto, le ha confesado a este que algo tremendo acaba de saber, que no parece
que sea el tema de los ‘topos’ proetarras precisamente. Se lleva Ordóñez el
secreto a la tumba, pero el propio Txabarri se queda con la impresión de que,
para entender el estado del dirigente del PP, habría que mirar más bien hacia
gentes de los que nunca hubiera imaginado algo así.
La conmoción es enorme en todos los estamentos. Acelera su regreso de Israel
Belloch, lo condena Felipe González desde Bucarest. Los partidos piden calma y
unidad. Aznar se desplaza a Donostia. Las condenas subrayan la condición de
representante de los ciudadanos del muerto. El Ayuntamiento de San Sebastián
declara tres días de luto oficial y llama a una manifestación. El Parlamento vasco
convoca un pleno extraordinario y a hacer una declaración institucional de
condena. El Congreso de los Diputados suspende todas las actividades previstas
para el día. Julio Anguita califica la acción de asesinato fascista contra todo el
pueblo vasco, un triste hito en la historia de Euskadi. Margarita Robles,
secretaria de Estado de Interior, no ve a nadie a salvo de ETA y cree posible
cualquier acción que le suponga una caja de resonancia. Escribe José Luis
Barbería en El País que KAS ha logrado imponer sus tesis en la reunión, y HB
rechaza incluir términos como lamento y pesar en su comunicado por el
asesinato de Ordóñez. Se pregunta Aurora Intxausti qué es KAS, y se responde
que dos de cada tres dirigentes de HB pertenecen a la koordinadora. Surgen
condenas públicas, personales, también desde HB; surgen respuestas airadas
contra ellos, y también adhesiones. Exclama el escritor Andolin Eguskitza:
“Ordoñez hil dute, zelako astakeria!” [Han matado a Ordóñez, ¡qué burrada!].
Ander Iturriotz escribe en Egunkaria sobre ‘Estrategia y política’, afirma que “la
estrategia militar hace tiempo que perdió en Euskal Herria el apoyo de la
mayoría”, y que en este contexto político ETA le resulta disfuncional a HB. HB
exige respeto para su proyecto y sus militantes, pide reflexionar sobre las
consecuencias y la situación creada. Recoge Fernando Alonso en Egin palabras
de Aoiz: “La clase política nunca ha estado al margen del conflicto” y “si los
periodistas se enfadan por nuestra crítica política, que se enfaden”. ETA asume
el atentado antes de finalizar el mes y afirma que el PP “se encuentra a la espera
de la alternancia para profundizar en la represión ‘democratizada’ por el PSOE”.
Habla claro Garaikoetxea cuando afirma que “el GAL es el crimen organizado
desde el poder” y dice que no le creyó a Felipe González cuando sostuvo que no
organizó ni amparó los GAL. En cambio, Juan María Bandrés no le ve al
presidente español organizando el GAL y está ‘estupefacto’ por la hipocresía del
PP. Antoni Batista entrevista para La Vanguardia al consejero del nuevo
Gobierno Ardanza, Ramón Jáuregui, y recoge sus palabras en relación a los
GAL: “Siempre creí que era contraterrorismo hecho por delincuentes pagados
por el dinero de la venganza o con el dinero de una supuesta protección
anticipada”, y añade que se deje trabajar al juez. Sale de gira por América Felipe
González y es allí donde dice que “la democracia también se defiende desde los
fondos reservados” –antes había dicho que gato blanco o negro, lo importante es
que cace ratones– y recuerda que es su Gobierno el que acabó con los GAL.
Garzón recupera el sumario y la vergüenza, y encausa a Damborenea; Vera
recusa a Garzón y a Bueren, y recibe el apoyo de Narcís Serra. Tomás y Valiente
opina que Garzón debió abstenerse de instruir el caso. Abc afirma que Aznar
sugiere que ofreció un trato distinto del caso GAL, pero que Felipe González lo
rechazó. El líder del PP estaría dispuesto a silenciar los GAL a cambio de
elecciones, según Pilar Urbano, que lo define como un acuerdo “con sabor a
tongo”. Felipe González y Álvarez-Cascos se enzarzan en una refriega
dialéctica. El general Sáenz de Santa María da su versión: “Los GAL fueron
grupos sin organización y no existe el señor X, sino varios señores x con
minúscula”; bien situado para saberlo o para ocultarlo, afirma que contra ETA se
han usado iguales métodos con el PSOE y con UCD, y añade: “los militares me
decían, sabes quiénes son, por qué nos los matas. Me falta munición, son 250
mil, que eran los votos de HB”. Recuerda el general que Fraga resumía en
aquella época la ideología de la derecha diciendo que el mejor terrorista es el
terrorista muerto, además de que en la lucha contraterrorista, “hay cosas que no
se deben hacer; si se hacen, no se deben decir; si se dicen, hay que negarlas”.
También los obispos instan a aclarar el caso GAL. Abc es consciente de que
Garzón ha puesto a Belloch en un compromiso al pedir los pagos de Interior a
Amedo en la época de Corcuera. Escribe ‘Ovidio’ [Luis María Anson] al
respecto: “Dice Anguita que el GAL es producto del pacto de González con el
franquismo. ¿Y qué es ETA? Antes que toda cosa, un pacto, un cruce simbiótico,
una hibridación, del leninismo comunista con el nacionalismo vasco. Sin esto no
habría existido lo otro. El almuédano podría callarse de vez en cuando”.
El Correo se ha hecho eco de un presunto documento de KAS en el que se
reflexiona sobre la oportunidad de atentar contra periodistas, y la fiscalía lo
investiga, a pesar del desmentido de los afectados. Cuando HB da por concluida
la primera fase del debate Oldartzen, el Diario Vasco escribe sobre “La cara
oculta de KAS”, compuesta, a su decir, por setecientos militantes y cuarenta
liberados, con doble militancia en KAS y HB; el diario asegura por otra parte
que hay un sector que aglutina el malestar creciente de HB por la falta de
autonomía y el poder fáctico de KAS. Egin ve similitudes entres los actuales
acontecimientos y los que precedieron a los atentados de Brouard y Muguruza.
Observa su periodista Andoni Murga que los medios de comunicación han
entrado en juego y cita la frase ‘quien a hierro mata a hierro muere’, escrita por
un periódico tras el atentado contra Gregorio Ordóñez. El 15 de febrero, en un
acto frente a la cárcel de Iruñea, Floren Aoiz, a cuatro horas del inicio de una
nueva campaña electoral, ve a todos contra la izquierda abertzale, a todos los que
defienden la lucha armada y violencia de la Guardia Civil, la Policía, la
Ertzaintza, el Ejército, y “hasta los GAL: el problema no son los medios, sino los
objetivos; a lo que tienen miedo es al independentismo”. I. Zubiria afirma en El
Correo que KAS intenta desplazar de las listas electorales a dirigentes históricos
de HB de Navarra con una trayectoria política menos radical; asegura que la
militancia navarra constituye la vanguardia del sector crítico de HB, aglutinado
alrededor de la ponencia ‘Iratzar’. Aurora Intxausti lo traduce en que uno de
cada cuatro militantes de HB niega su apoyo a la ponencia más favorable a ETA
en el debate interno. La ponencia oficial es la denominada Oldartzen. El
responsable de organización de HB, Rufi Etxeberria, aporta datos: el 71,23% de
los 5.322 militantes que han participado en las 211 asambleas locales de
Nafarroa, Gipuzkoa, Araba y Bizkaia, ha aprobado la ponencia oficial,
presentada por la Mesa Nacional. El 16,63% ha votado a favor del texto
alternativo, y un 12% se ha abstenido. Rechaza asimismo que la abstención
equivalga a un voto de castigo, como pretenden algunos.
El 20 de marzo de 1995 se conoce la localización e identificación de los
cadáveres de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala en el depósito del
cementerio municipal de Alicante, a donde habían sido trasladados diez años
antes, tras ser recuperados, semienterrados en cal viva, en un descampado de
Busot. Los restos se han conservado gracias a la diligencia de un policía y a la
profesionalidad de un forense, jubilado ya; han sido estudiados por el forense
Pako Etxeberria, una vez el fiscal Gordillo se ha puesto en contacto con Iruin y
este con la familia de los dos jóvenes. Joxean Lasa y Josi Zabala habían sido
secuestrados en Baiona el 16 de octubre de 1983, trasladados a dependencias
secretas policiales en Donostia, interrogados, torturados, y luego ejecutados. Con
ellos empezaron las actividades de lo que se conocería luego como GAL, cuando
los socialistas estrenaban su primer mandato en el Gobierno de España. El
impacto de la noticia es enorme. Los detalles que se van conociendo sobre el
trato que sufrieron son de espanto. Tolosa convoca una huelga general, las
protestas se generalizan y radicalizan; en Errenteria, artefactos incendiarios
lanzados contra una furgoneta de la Ertzaintza provocan quemaduras de tercer
grado al ertzaina Jon Ruiz Sagarna; otros dos ertzainas y dos jóvenes arrollados
por el vehículo policial sin control tras el ataque resultan heridos de menos
gravedad. Ruiz Sagarna, conductor de la furgoneta, ha recibido el impacto de
varios cocteles molotov cargados con gasolina y ácido sulfúrico. La Ertzaintza
detiene y acusa a tres jóvenes de haber intervenido en la emboscada. Los
representantes socialistas aseguran que los encapuchados “han ido a matar” de
manera organizada, y la mayor parte de la prensa ve tras las capuchas a las
milicias de Jarrai.
Bonifacio de la Cuadra, el especialista en Tribunales de El País, informa de
los propósitos del Ejecutivo de ampliar su fuero procesal a los secretarios de
Estado y darle carácter retroactivo, en beneficio de unos cuantos de los
imputados en el GAL. Entrevistado por Alberto Surio, Mayor Oreja afirma en el
Diario Vasco que “cualquier paralelismo entre el BVE y el GAL es pura
coincidencia”. Dice también que si el PNV dirige la estrategia por la paz, el
terrorismo continuará, porque “el nacionalismo padece el síndrome de
Estocolmo con sectores del MLNV”. Aznar le ha anunciado como sucesor de
Gregorio Ordóñez, se va a presentar para alcalde en San Sebastián, espera que se
convierta en un plebiscito contra el miedo tras el asesinato del edil, cuyo
recuerdo no va a explotar pero estará presente. Gurutz Jáuregui escribe “De
paquidermos y avestruces” y se pregunta qué más horrores tienen que
descubrirse para que Felipe González reconozca su fracaso y se retire. Luis
Solana se adentra en un terreno resbaladizo con una reflexión para el Abc sobre
Lasa y Zabala, “muertos en el marco de la lucha ilegal contra ETA”. “Yo estoy
en contra de toda muerte, pero me preocupa que se considere más importante la
muerte de hace años que se corrigió –parece–, que la muerte que se produjo ayer
y que me temo se puede repetir. Herri Batasuna se dice tiene que ver con ETA.
ETA asesina de tiempo en tiempo, y todos aceptamos que HB tiene que seguir
siendo una coalición política dentro del sistema democrático. El GAL es una
operación contra ETA, y todos decimos que es un disparate. He visto la muerte
etarra cerca de mi paisaje personal y comprendo a unos y a otros. Lo aseguro.
Pero hay quien terminó y quien sigue”. Propone como conclusión que los
partidos dejen de lado su cinismo y convenzan a “ciertos periodistas de que una
portada vendible no es igual a una portada ética”. Termina con la afirmación de
que “los demócratas hemos frenado al GAL. Los fascistas no quieren frenar a
ETA”.
Ricardo Arqués informa en El Mundo, a comienzos de abril, que ha
desaparecido el informe que implicaba a Enrique Rodríguez Galindo en el
narcotráfico. Asegura que el exfiscal general Leopoldo Torres facilitó
información falsa a los juzgados sobre el Informe Navajas y el ministro Corcuera
ordenó que se destruyera. La acusación es grave y directa. Al día siguiente,
retoman el asunto en el mismo diario los periodistas Rubio y Cerdán, con un
sugerente titular: “Dos asesinados por ETA iban a informar sobre la guerra sucia.
Olarte y Santamaría figuraban en el informe”, al que le sigue otro más explícito:
“La muerte de Santamaría, aunque fue reivindicada por ETA, sorprendió al
oficial de la Benemérita que investigaba…; lo mismo le sucedió con Plomos”.
Lo que solo en voz baja se venía comentando, estos periodistas lo hacen público
al decir que “Gregorio Ordóñez había confesado unas horas antes de su muerte a
la periodista Carmen Gurruchaga que estaba investigando datos de enorme
trascendencia sobre el Informe Navajas y la implicación de varios miembros de
la Policía Municipal donostiarra con Intxaurrondo”. Le dijo que “había dado con
algo muy gordo”. Le adelantó que “Morcillo había llegado a un acuerdo con el
fiscal Navajas para que fuera la Policía Municipal la que investigase a la Guardia
Civil, con Galindo incluido, en asuntos de narcotráfico, porque no deseaba que
interviniera ni la Guardia Civil ni la Policía Nacional”. Egin da continuidad al
tema, recordando que el dossier del Informe Navajas se ha desvanecido y que
sigue en cuestión la honorabilidad de Rodríguez Galindo. Xabier Albistur pide la
comparecencia en el Congreso del fiscal general, porque “en esto hay algo que
huele a podrido”, y el abogado Miguel Castells se querella contra tres exfiscales
generales, porque la ‘pérdida’ del informe se ha producido en la Fiscalía
General.
Asume Abc en abril la defensa del coronel Rodríguez Galindo, víctima a su
decir de las maniobras de proetarras y nacionalistas para desacreditar a la
Guardia Civil y sustituirla por la Ertzaintza. El PP, cómodo con el desgaste del
PSOE por el caso GAL, reacciona cuando las denuncias afectan a Intxaurrondo.
Mayor Oreja llama cobardes, cínicos e hipócritas a los dirigentes del PNV y
teme que el partido de Arzalluz busque con estas maniobras un pacto con ETA.
Dice Abc que Interior le ha pedido a Galindo que resista la campaña de acoso y
continúe en la lucha antiterrorista, porque el coronel ha solicitado el relevo para
que las insidias en su contra no afecten a la Guardia Civil. Para el periódico, las
campañas atacan al corazón de la vanguardia que lucha contra ETA, con noventa
comandos de ETA desarticulados en quince años. Según Abc, nacionalistas y
proetarras han resucitado actuaciones judiciales archivadas a fin de debilitar a las
unidades que acosan a los terroristas, para que la banda se reorganice. Recuerda
el diario que el PNV “llegó a decir” que “el colaborador de ETA Miguel Zabalza
había sido asesinado en el cuartel de Intxaurrondo”. En defensa del coronel
recuerda que el mismo Galindo, ya en 1989, había denunciado algunas
actuaciones ilegales de determinados agentes del cuartel de Intxaurrondo.
Atribuye a un colectivo denominado ‘Adore’, dirigido por el exconcejal de HB,
Jesús Congil, el intento de reapertura de las diligencias, que primero el juez
Andreu y después la Audiencia Provincial de San Sebastián rechazaron. El
diputado del PNV Joxe Joan Gonzalez de Txabarri Miranda pide la
comparecencia ante la Comisión de Justicia e Interior de la Fiscalía General del
Estado para “Informar a la Cámara de las vicisitudes administrativas conocidas
en esa Fiscalía entre 1989 y 1995 por la documentación procedente de la
Audiencia Provincial de Gipuzkoa” en ella depositadas, conocida popularmente
como ‘Informe Navajas’, “en relación a redes de contrabando, narcotráfico y
otros, operantes en este territorio, y sus presuntas conexiones con núcleos
determinados de las Fuerzas Armadas”. Abc traduce esta petición de información
en que el PNV intensifica su campaña por la independencia y contra la Guardia
Civil en vísperas del Aberri Eguna. El Correo afirma por su parte que Interior
mantiene a Galindo por estrictas razones de operatividad, y que así se lo ha
explicado Belloch al consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María
Atutxa. Afirma El País que el Ministerio del Interior descarta a policías y apunta
a la implicación de guardias civiles en la muerte de Lasa y Zabala.
El atentado mortal de ETA contra un brigada del Ejército cerca del cuartel de
Loiola el 10 de abril lo atribuye el gobernador civil Juan María Jauregi al mismo
comando que dio muerte a Gregorio Ordóñez. Según otras fuentes, ha podido ser
obra de un grupo satélite de ETA. El movimiento pacifista ‘Gesto por la Paz’ lo
interpreta como que ETA ha iniciado su particular campaña electoral. El 17 de
abril, Egin publica una entrevista con la dirección de ETA, en la que la
organización plantea su estrategia como la garantía del derecho a la
autodeterminación, entendiendo que la lucha armada es el último recurso, y
consciente de que la prolongación del conflicto afectará a todos, también a
políticos como Gregorio Ordóñez. ETA quiere dejar claro que “el carnet del
PNV no es garantía de impunidad para ejercer la represión”. Hay un mensaje
también para la izquierda abertzale, cuando dice que las críticas hay que hacerlas
dentro de casa, y no en conferencias como la organizada recientemente por
Elkarri. No piensa Abc lo mismo en relación a la implicación del PNV, puesto
que sostiene que Arzalluz ha asegurado a HB que la Ertzaintza no está
impulsando la lucha contra ETA, “más bien, al contrario, la está frenando”. Hace
referencia a una reunión de 1990 con ‘batasunos’, en la que habría dicho el
presidente del EBB que no era bueno que ETA fuera derrotada. Tampoco se
ajusta esta versión con el titular de El País que asegura que “Arzalluz sorprende
en el Aberri Eguna al defender que la Guardia Civil siga en Euskadi”. Tampoco
con otro titular del Diario Vasco que afirma que el PNV ha dicho que si se
investigara a Galindo, el caso Roldán se quedaría pequeño, mientras el Gobierno
del PSOE valora ventajas e inconvenientes de ascender a general a Galindo y
sacarlo de Intxaurrondo. Tampoco con lo que El Mundo recoge como acusación
del PP al PNV, al observar la pretensión de los peneuvistas de constituirse en
punto de reencuentro de los nacionalistas vascos, “violentos o no”. Un Aznar
que se ve ya en La Moncloa, tercia para decir que no aceptará que la Guardia
Civil se retire del País Vasco y critica la triste campaña contra Galindo a fin de
conseguir votos.
Para Abc está claro que el atentado contra José María Aznar del 19 de abril
coincide con una ETA crecida ante la debilidad del Gobierno de Felipe
González. El presidente del PP se ha salvado de la explosión del coche-bomba
porque se desplaza en un vehículo blindado y porque los miembros del comando
han actuado con “cierta precipitación”. Pasa desapercibida en los medios de
comunicación la muerte en atentado, ese mismo día, de un desactivador de
explosivos en el cuartel abandonado de Endarlatza. J.M. Zuloaga explica en Abc
el intento de magnicidio contra Aznar “para acabar con la esperanza de un
Gobierno fuerte en España” y añade que mientras el comando Madrid actúa con
impunidad, no se persigue a la ‘X’ de ETA. En esta ocasión, el comando ha
utilizado un cable para detonar el explosivo, para evitar el inhibidor electrónico.
Se puede leer en el periódico que ETA, “en su voracidad criminal, buscó ayer el
magnicidio con un atentado que no solo perseguía segar la vida de José María
Aznar, sino desestabilizar la democracia”. El País lo interpreta como un atentado
contra la alternancia política y resucita la entrevista que Egunkaria le ha hecho a
la dirección de ETA en la que, en relación a la muerte de Ordóñez, afirmaba que
pretendía atentar contra los políticos responsables de la prolongación del
conflicto y advertía que “los políticos profesionales han entendido que las
consecuencias de la prolongación del contencioso afectarán a todos”. Se publica
una nota de prensa de HB “acerca de los dos acontecimientos más importantes
de las últimas horas, esto es, la acción armada contra el presidente del PP y el
auto de procesamiento dictado por Garzón contra catorce responsables policiales
y políticos de los GAL”. El periodista Pello Urzelai recoge palabras de Floren
Aoiz que sostienen que el aberzalismo se ha fortalecido, que nunca se ha hablado
tanto de la autodeterminación, aunque el PNV y EA están haciendo a su juicio
una utilización oportunista del término. HB ha valorado muy positivamente el
Aberri Eguna último, y entiende que la reflexión política que ha hecho ETA es
muy interesante.
Xabier Arzalluz opina por su parte que el atentado contra Aznar se va a
traducir en una mayoría absoluta para el Partido Popular. Ve a ETA en el camino
de los polimilis cuando comienza a querer dirigir la política con las bombas.
Cree que ETA militar tenía un esquema contra las fuerzas represoras, el Ejército
y la Guardia Civil, y de ahí no salía; pero ve a los de ahora que para hacer
política “le ponen una bomba al jefe del partido mayor de la oposición, al que
posiblemente será presidente del siguiente Gobierno, y lo que hacen es darle
mayoría absoluta y hacerle un héroe”. Las reflexiones del presidente del EBB
son recogidas con detalle por Abc, también las que dicen que no es su partido
sino Franco el que está en el origen de ETA. Llega el comunicado de la
organización asumiendo el atentado y concretando una ambiciosa propuesta de
negociación política a modo de alternativa democrática. ETA ofrece la
posibilidad de un doble diálogo y un alto el fuego, que condiciona al
reconocimiento del derecho a la autodeterminación y la integración de Nafarroa
en Euskadi. Condiciona el cese de sus atentados al compromiso por parte del
Estado de garantizar el respeto a lo que el pueblo vasco decida en una fase
posterior. Plantea dos escenarios de negociación, uno entre la propia ETA y el
Estado, y otro entre los sindicatos, asociaciones, movimientos sociales, partidos
e instituciones vascas. En esa segunda fase, la sociedad vasca decidiría todos los
aspectos relacionados con la organización y el futuro de Euskal Herria. Sin
abandonar la lucha por la independencia de Euskal Herria y por una sociedad
basada en la justicia social, se muestra dispuesta la dirección de ETA a adecuar
su iniciativa a la nueva situación, en la medida en que surjan nuevas condiciones
y medios democráticos. Atentando contra Aznar, dice haber atacado a uno de los
representantes máximos de la opresión de Euskal Herria y dejado en evidencia la
crisis política e institucional que vive el Estado español. Patxi Zabaleta,
parlamentario navarro y miembro de la Mesa Nacional de Herri Batasuna, no
comparte, “por convicciones morales, por razones sociales y por razones
políticas”, las razones de ETA para matar a Ordóñez e intentarlo con Aznar, y así
lo explica en un artículo publicado en Egin. Sostiene que la acción armada no
puede interferir en el debate político, y tampoco puede ignorarse ni la existencia
de ETA ni los “movimientos pro-paz y la amplísima sensibilidad social en la que
se apoyan”. Pello Zubiria y Xabier Letona entrevistan en Argia a Karlos
Rodríguez, teniente de alcalde de HB en Bilbo; afirma este que ni ETA ni el
Estado, que es la sociedad vasca es la que debe decidir; lo más claro en el
reciente comunicado de ETA es en su interpretación el derecho que tiene la
sociedad vasca a construir su futuro; defiende que en el proceso de
conversaciones para la paz participen desde el primer momento todos los agentes
sociales.
A la vista del clima creado contra HB y el PNV, Enrique Gil Calvo escribe que
es ETA quien mata, no sus votantes; que es inútil ilegalizar Herri Batasuna o
enjuiciar a los firmantes de los manifiestos de KAS o, peor aún, es
contraproducente; que igual sucede con la actual campaña de culpabilización
contra el PNV, que “no piensa en la variable independiente ETA, sino en los
votantes de HB”. Antonio García Trevijano vierte sus reflexiones en El Mundo,
habla del magnicidio; sostiene que sería una insidia pensar que el PNV está
implicado en la violencia de ETA, pero sería una torpeza inexcusable no ver la
relación que guardan los atentados de ETA contra el PP con las críticas políticas
que dirige a este partido todo el movimiento nacionalista vasco, en el momento
que se avecina la sucesión al felipismo. Sus conclusiones son atrevidas y
certeras, y dicen así: “Es innegable que los tres momentos culminantes de la
política española en los últimos 22 años han sido determinados por ETA. El
atentado contra Carrero condicionó de manera decisiva la transición del
franquismo a la oligarquía de partidos. Su acción terrorista contra altos mandos
militares motivó el golpe del 23 de febrero, que abrió el camino hacia la
ocupación del poder por el Partido Socialista. Y el atentado frustrado contra
Aznar ha modificado la relación de fuerzas entre los partidos estatales, a favor
del nacionalismo español”. La derecha del PP considera por su parte que la
radicalización del PNV ha puesto la lucha anti-ETA en los niveles más bajos de
la última década; entiende que la conferencia de paz de Elkarri y las campañas
contra la Guardia Civil e Intxaurrondo han agudizado este retroceso; ven a
Arzalluz favorable a negociar con HB y ETA, y queriendo dirigir en solitario la
estrategia antiterrorista.
ETA secuestra el 8 de mayo al empresario vasco José María Aldaia, al que
tenía amenazado desde 1991, y amplios sectores de la sociedad vasca lo percibe
como un bombazo. Gesto por la Paz y otras organizaciones pacifistas se
movilizan de inmediato, salen a la calle ininterrumpidamente, reparten lazos,
encabezan una manifestación multitudinaria en Donostia. El Gobierno vasco
hace público un sondeo que muestra que el 95% de los vascos está en contra de
este secuestro. KAS contraataca, hace pública una nota de prensa en la que
afirma que “Euskal Herria es una nación que vive día a día el secuestro de su
soberanía y sus derechos democráticos, bajo el chantaje permanente de la
violencia de Estado, la tortura y la represión”. Jon Idigoras dice que aquí se
secuestra y tortura con el apoyo y el consentimiento de muchos que hoy lucirán
el lacito azul, en referencia a los representantes políticos que han hecho un alto
en la campaña electoral para sumarse a la manifestación del 20 de mayo en
Donostia. Los convocantes y la prensa afecta hablan de una movilización de
setenta mil personas, lo que es a todas luces exagerado; Egin habla de 20 mil
participantes, que son muchos y tal vez fueran más. Este diario ha titulado “Hoy
por uno, mañana por todos”, hoy por Aldaia, mañana por todos los vascos, e
informa que han sido 24 mil los que han reclamado la libertad de todos, la de
Euskal Herria. J. Pagola calcula en Abc las necesidades de ETA en no menos de
dos mil millones de pesetas anuales. Ante la creciente oposición de los
empresarios a pagar el chantaje revolucionario, afirma que ETA recurre en
mayor medida al secuestro de industriales, al tiempo que extiende sus negocios
en Europa y, sobre todo, en Iberoamérica, “donde cuenta con una nutrida colonia
que mantiene estrechas relaciones con grupos de delincuentes comunes
dedicados a la extorsión, al secuestro, al tráfico de estupefacientes y al atraco”.
Interviene el diputado del PNV González de Txabarri el 18 de mayo tras la
comparecencia del fiscal general Carlos Granados. Niega que el Informe
Navajas haya sido sobreseído y acusa a las distintas instituciones de
“complicidad estructural” para enterrarlo. Relata en el Parlamento español que
“el día en que asesinaron a Gregorio Ordóñez estuve yo con él, a la mañana, en
un debate de la COPE, en San Sebastián. Cuando terminamos el debate, en el
que por supuesto no estábamos de acuerdo en nada, fuimos paseando desde el
barrio de Gros, donde está la COPE, en San Sebastián, él al Ayuntamiento
donostiarra y yo, a la sede del Partido Nacionalista Vasco. En el viaje fue solo
hablando él, todo el rato, de este tema. ¿Sabe lo que me dijo? ‘He llegado a algo
muy gordo en este tema, muy gordo. Se me han caído todos los esquemas’. Es
mi testimonio contra el de todos los demás, pero es el de una persona que esa
misma tarde fue asesinada. Esa misma tarde fue asesinada, señor fiscal general
del Estado. Es el testimonio personal de la última conversación, el mismo día
que asesinaron a Gregorio Ordóñez en San Sebastián”. Abc lo interpreta como
que “El PNV siembra ahora la duda de que ETA asesinara a Ordóñez y a dos
personas del informe Navajas”. El fiscal general dice que el Informe se archivó
tras ser investigado y, finalmente, admite que el original se ha perdido, pero
afirma tener una copia. PSOE y PP sacan la cara al coronel Rodríguez Galindo.
Juan Alberto Belloch opina que “se ha hecho un razonable ajuste de cuentas con
el pasado y se ha acabado con la impunidad”. Escribe el periodista canario José
Luis Morales en Motivos de Actualidad que a Mikel Zabaltza le ahogó,
premeditadamente, la Guardia Civil, y que el GAL fue fundado en el Palacio de
la Moncloa, el 3 de septiembre de 1983. Escribe también sobre infiltrados y
etarras manipulados por Intxaurrondo.
El ministro Belloch se reúne con Xabier Arzalluz para recomponer sus
relaciones con el PNV. El líder del EBB explica que han hablado sobre
pacificación e Intxaurrondo. Abc informa de la expulsión de la Guardia Civil de
un capitán y cinco agentes implicados en el ‘caso Linaza’, y se hace eco del
malestar en la Benemérita al no habérseles concedido un indulto, cuando desde
1962 han sido indultados sesenta y cinco presos de ETA. Setecientos agentes
deberán abandonar la Dirección General de la Guardia Civil si se aprueba la
remodelación que propone Belloch, en tanto que la unidad anticorrupción
triplicará sus efectivos. Belloch, y Margarita Robles, quieren acabar con la
burocracia unida a la desconfianza, la incomunicación y el obscurantismo. El
juez pide a Interior un informe sobre la seguridad de Aznar el día en que sufrió
el atentado. Benegas dice, y Abc lo recoge, que en la reunión de San Agustín no
se habló de negociar con ETA. Egin atribuye al dirigente socialista una nueva
oferta a ETA. Abc asegura que “J. Iratzar es, según muchos observadores, el
seudónimo colectivo de KAS”, y ha amenazado a los periodistas; “¿están los
profesionales de Egin de acuerdo en que ETA asesine a uno de sus compañeros
de otros medios?”, pregunta. El editorial de Diario 16 se refiere a que “un
amenazante artículo de Egin arremete contra los medios, a los que tilda de
‘instrumentos de guerra del Estado español’. Entre esos ‘instrumentos’ se supone
que KAS incluye a los periódicos que han desvelado el ‘caso GAL’ o que han
defendido editorialmente el derecho de Egin a existir. Convendría que lo
explicaran”.
El periódico de Hernani publica el 25 de mayo una entrevista con los
históricos de ETA Pello Ansola y Eloy Uriarte. “No hay que bajar la guardia”,
afirman éstos, al tiempo que aconsejan a los jóvenes que se dosifiquen, que se
preparen. Desde hace un año, “hemos sufrido dientes de sierra, pero estamos en
la punta”, aseguran. Ven bien la unión con los partidos “llamados abertzales”,
pero lo importante es la unidad del movimiento de liberación. Los votos
importan, dicen, pero no son nada sin el trabajo diario. A su juicio, “en Euskadi
se dan unas limitaciones democráticas y mientras no se respeten todos nuestros
derechos democráticos la lucha debe continuar, todo el mundo tiene que estar en
la brecha”. La afirmación de que “nosotros, los de aquella época, somos
exactamente igual que ellos y hoy ellos tienen que aprender del recorrido hecho”
no es inocente, y se explica en las críticas que está recibiendo ETA desde
sectores históricamente afines. Egin lo recoge con claridad: “La ETA de antes y
la de ahora es la misma, y que Arzalluz no diga tonterías”. Abc resume le
entrevista en que “Pello el Viejo y el señor Robles animan a ETA a seguir
matando”. El 23 de mayo, ETA da a conocer que “un miembro de las fuerzas
armadas españolas” que apareció en Baiona en 1989 ha intentado infiltrarse en
sus filas. El ‘topo’ en cuestión era tenido por buen militante y decía llamarse
Joseph Anido. Lo describen como una persona tímida y solidaria. Una cadena de
radio apunta a que se trata de un brigada del Ejército de Tierra destinado en
Garellano, pero Defensa lo niega. La prensa española le atribuye haber facilitado
la caída de gran parte de la estructura de ETA, haber colaborado en la detención
de Mobutu y frecuentar también los ambientes abertzales de San Sebastián. Al
parecer, amigos de Anido han viajado a Estrasburgo, donde residen sus padres,
los han visitado y han visto una foto de Joseph vestido de uniforme. Se dice de él
que llegó a ser el conductor habitual de Txelis. Abc recoge la noticia diciendo
que ETA señala a un miembro de las Fuerzas Armadas como supuesto infiltrado
y que se han tomado especiales medidas de seguridad en su entorno familiar. El
diario dice haber descubierto ahora que “El candidato socialista a la Alcaldía de
Bilbao perteneció a ETA”, en referencia a Teo Uriarte, de quien han recuperado
una foto de sus años mozos vestido con mono de combate, metralleta en mano.
Se celebran el 28 de mayo elecciones municipales y autonómicas. Gana el PP, el
PSOE retrocede en las grandes ciudades y en los gobiernos autonómicos. El
triunfo de los populares alcanza a 40 de las 50 capitales de provincia, más Ceuta
y Melilla, y a 17 de las 20 mayores ciudades del Estado. El PP obtiene el 35,14%
de los votos, frente al 31,10% del PSOE y el 12% de IU. El Partido Popular
obtiene 24.653 concejales, y el Partido Socialista Obrero Español, 21.138.
Además, los populares superan al PSOE en 11 de las 13 autonomías que
renuevan parlamentos. En la Euskal Herria sur, PNV, PP, EA e IU suben, PSE-
PSN y HB se mantienen.
ETA atenta contra el inspector jefe Enrique Nieto, jefe de la Unidad Territorial
Antiterrorista de Guipúzcoa desde hace tres meses, un hombre clave en los
nuevos planes y modos de la lucha antiterrorista que el equipo del ministro
Belloch quiere poner en práctica. Le dan un tiro en la cabeza cuando acaba de
salir de su casa, en Amara, para dirigirse a su lugar de trabajo. El agresor, un
hombre obeso y de baja estatura, es identificado precipitadamente por la Policía
como Patxi Segurola Mayoz, a quien también le atribuyen el atentado contra
Gregorio Ordóñez. Nieto queda malherido, en coma, fallece semanas más tarde.
Los compañeros muestran alarma y extrañeza porque su domicilio haya sido
conocido tan pronto por ETA. El director general de la Policía, Ángel Olivares,
manifiesta que se trata de un atentado muy especial, porque habían depositado
muchas esperanzas en él. El 19 de junio, J. Txindoki, firma compartida por dos
analistas del PNV, se pregunta en Deia ¿quién está tras el comando Donostia?, y
aporta datos que alimentan la sospecha de que “intereses ajenos” a la
organización manejan algunas de sus acciones. Datos como el del topo
descubierto cerca de la dirección de ETA, sombras tras las ‘ekintzas’ del
comando Donostia, con “una significación bien distinta a la oficial”. Sombras
tras Intxaurrondo y el Informe Navajas. Según El Mundo, Tigre resulta muerto
cuando estaba dispuesto a facilitar información, lo mismo que Plomos; y
Morcillo sabía demasiado sobre el narco e Intxaurrondo. Sombras tras la
confesión de Ordóñez de que había encontrado algo gordo. Y ahora, la del
atentado contra Nieto. Les parece que hay dudas razonables sobre el rol en estos
hechos del contraterrorismo y sus desagües. Recuerdan que ya dijo Felipe
González que “el Estado se defiende también desde las alcantarillas”. También
ETA usa a su entender los desagües, los del contrabando, el mercado negro de
armas y la falsificación, “y en este mundo, intereses contrapuestos pueden
utilizar una misma red ya existente”. “¿Qué tiene que ver todo esto con la
presumible existencia de un topo en el MLNV o ETA?”, se preguntan, y
responden que resulta sospechoso que, después de tres años de actuación del
[comando] Donostia, no exista una sola pista oficial firme y se trate de ‘ekintzas’
de un solo hombre, nunca identificado. Pero la cuestión fundamental es para J.
Txindoki quién determina los objetivos, las víctimas de dicho comando, y
sugiere que el topo pudiera ubicarse en un alto nivel decisorio de ETA o de
estructuras paralelas que siguen la liturgia habitual, “cuando en realidad sus
pretensiones fueran las de borrar toda huella o resquicio informativo que pueda
terminar por descubrir el pastel o, mejor dicho, los agujeros del queso gruyere y
las extrañas operaciones que ha sido necesario practicar para llegar a tal
situación”.
El juez Bueren ordena que Lasa y Zabala sean enterrados sin homenajes, y el
gobernador civil se presta a llevarlos directamente al cementerio. El 21 de junio
llegan al aeropuerto de Hondarribia los restos de los jóvenes, y la Guardia Civil,
la Policía Nacional y la Ertzaintza se aplican a fondo para cumplir las
instrucciones del juez, que luego, visto lo visto, dice que él sólo había prohibido
que se abrieran los féretros. Le corresponde a la Ertzaintza impedir a palos,
dentro del mismo cementerio donde van a recibir sepultura, el homenaje y las
muestras de cariño y dolor de familiares y amigos. KAS hace pública una nota
en la que dice que el Estado español ha vuelto a secuestrar a Josi y Joxean y
llama a luchar “con todos los medios a nuestro alcance contra este Estado
terrorista”, hasta que deje en paz a Euskal Herria. También Elkarri denuncia
duramente el “ensañamiento del juez Bueren y de la Ertzaintza”, su actuación le
parece “cruel e injusta”. Rafael Díez Usabiaga, diputado y coordinador de LAB,
escribe: “¿Se imaginan qué montaje político-informativo se hubiera creado si los
apaleados hubieran sido Egibar y/o Garaikoetxea, o si la Izquierda Abertzale
hubiera reventado los actos fúnebres de una víctima de ETA?”. Al día siguiente,
en una manifestación de protesta en torno a la Paloma de la Paz de Donostia, un
pelotazo de la Ertzaintza hiere a Rosa Zarra, que termina provocándole la muerte
tras una agonía de varios días. Se suceden los homenajes y las protestas a Lasa y
Zabala en diversos pueblos de Gipuzkoa y en Baiona. En este contexto, ETA
recuerda a la Ertzaintza su responsabilidad política.
Dice El País que la Guardia Civil manipuló la declaración del principal testigo
del ‘caso Intxaurrondo’, y las implicaciones en el contrabando se redujeron a un
solo agente. Dice J. Txindoki en Deia que, según un documento interno en el
que se perfila la nueva estrategia del MLNV, KAS ha criticado el derrotismo de
HB y propugna refortalecer su liderazgo en la nueva ofensiva. Se refiere a la
ponencia Inurria, del mes de abril, que ve a HB enferma y anquilosada y a KAS
de motor; que habla de la eficaz lucha contra la Ertzaintza y reprocha a
Egunkaria haber aceptado subvenciones oficiales. En estos finales de junio, Abc
ha sabido que Interior renuncia a enviar a Galindo fuera de España y que lo va a
mantener en la lucha contra ETA, incluso que puede ascenderlo a general en
cuanto finalice el curso de formación. La versión de I. Zubiria, en El Correo,
asegura que un informe interno apunta a que infiltrados de ETA en la Policía
donostiarra facilitaron seis atentados, los de Santamaría, Olarte, Morcillo,
Ordóñez, De Juan, y el de Enrique Nieto, todavía en coma cuando lo escribe. El
Partido Popular exige a Interior una investigación a fondo “caiga quien caiga”,
Damboriena insta al Ayuntamiento donostiarra a reabrir el expediente de
Ordoñez. El Mundo dice que Intxaurrondo conocía la existencia de infiltrados de
ETA en la Policía de San Sebastián, y no la investigó. El Diario Vasco hace su
aportación: Ordóñez fue asesinado cuando investigaba una red de narcos entre
ETA y guardias civiles; Interior no descarta la existencia de una trama oscura en
los últimos asesinatos terroristas; Morcillo le dijo a Ordóñez que iba a contar
todo ante el juez, una semana antes de ser asesinado; el Informe Navajas sigue
en la trastienda. El País asegura que Interior y la Fiscalía no dan crédito a la
hipótesis de conexiones entre la Guardia Civil y ETA. Abc ve tras estas
declaraciones otra campaña contra la Guardia Civil y le parece una bajeza que se
diga que Gregorio Ordóñez “investigaba supuestas conexiones de narcotráfico
entre pistoleros de ETA y agentes de Inchaurrondo”.
Unai Parot envía desde la cárcel un texto, que Enbata publica, en el que
afirma que veinte años más tarde nada ha cambiado. Recuerda el verano de
1975, hace 20 años, cuando tuvo su primer contacto con ETA, concretamente
con Txomin Iturbe y “otros militantes altruistas, fantásticos”. Tenía 17 años y
“mi utópico sueño de adolescente vasco exiliado se realizaba: defender a mi
pueblo”. Habla de sus primeras actividades, y de la creación luego del comando
Argala. “Je ne regrette rien!” [¡No me arrepiento de nada!], exclama, y añade
que ETA y el MLNV son los únicos garantes de la existencia de Euskal Herria,
porque el PNV, EA, etc., son unos traidores. Recurre a la cita de una ranchera
zapatista, “…llevaban poco armamento pero traían la consciencia y el corazón
por delante”, termina con una referencia al jefe, al amigo: “Y como decía nuestro
fantástico Txomin, Aurrera bolie… irabazi arte!”. HB hace una llamada para
desbloquear el conflicto, emplaza al PNV, EA, CDN, ELA, LAB y CCOO a
reunirse para estudiar la oferta de ETA, que considera un valioso instrumento,
“porque nuestro pueblo tiene derecho a la paz”. El conocido jesuita José María
Martín Patino, creador de la ‘Fundación Encuentro’, defiende dialogar hasta con
el demonio, si así se puede arreglar algo. Él mismo ya lo intentó, cuando estuvo
en la primavera del 84 con Txomin Iturbe en París. Es de la opinión de que “en
ETA han cambiado las cosas y ya no son una organización militar, con una
estrategia definida, sino que hay muchas estrategias, hay muchos centros, hay un
policentrismo dentro de ETA”. Ve a Jarrai como un seminario de etarras.
Interior cree que ETA, siguiendo el modelo irlandés, prepara una dura
ofensiva para forzar al Gobierno a negociar. Sitúa ahora al “crítico teatral” Antza
como máximo jefe etarra. También Rafael Vera, que dice que con el “fenómeno
GAL” hay mucha hipocresía y traición, piensa que en los primeros meses del PP
habrá ofensiva terrorista en todos los frentes. Opina que ETA sigue débil pero ha
mejorado su organización interna, ha cerrado la disidencia, ha disciplinado a HB
y KAS, a fin de parar la avalancha pacifista, y que “Urrusolo [José Luis Urrusolo
Sistiaga] juega un papel importante en todo eso”. José Luis Barbería se ocupa
del “monstruo surgido de las cenizas del informe Navajas” y las “atrevidas
conjeturas” que rellenan el vacío creado en una investigación podrida en origen.
La última y más atrevida es, “por abracadabrante que sea, que esos atentados
fueron ordenados por miembros de la Guardia Civil del cuartel de Intxaurrondo
con el propósito de cegar las vías de investigación que podrían dejar al
descubierto sus implicaciones en el narcotráfico”. Visto que los asesinatos son
efectivamente reivindicados por ETA y llevan su sello, la teoría, manejada
principalmente por el PNV, establece que esos agentes de la Guardia Civil
ordenan las muertes a través de sus elementos infiltrados en la organización
terrorista. Opina Gorka Martínez Bilbao, dirigente de HB y KAS, que Euskal
Herria aborda un nuevo ciclo, con ETA y su propuesta de solución negociada
como referencia. Le parece que a nadie le ha pasado inadvertida su importancia,
“uno de cuyos ejemplos más claros está en el cambio del PNV, que ha sentido el
impacto que ha producido en sus bases”.
El 9 de agosto, la Policía detiene en Palma de Mallorca a tres presuntos
miembros de ETA que planean atentar contra el Rey Juan Carlos, a los que
siguen otros detenidos en Donostia, Hendaia, Cannes y Niza. Han llegado en
velero, tienen un piso alquilado cerca de Marivent, cuentan con armas y
explosivos. La Policía española les venía siguiendo desde que hace dos semanas
fue alertada por la francesa. Uno de los capturados es Juan José Rego Vidal,
condenado en 1979 por un delito de atentado en grado de conspiración contra
Juan Carlos, y considerado ya en 1975 como integrante de otro plan para hacer
lo mismo contra su padre en Montecarlo. Le acompañan en esta ocasión su hijo
Iñaki y Jorge García Sertutxa. El 17 de agosto, un comando de ETA intenta volar
el cuartel de la Guardia Civil de Arnedo. Cientos de agentes de la Guardia Civil,
Policía Nacional y Ertzaintza participan en los días siguientes en la búsqueda de
los tres presuntos autores, que podrían estar escondidos en la Sierra de Badaia.
El último vehículo que robó el comando tras su accidentada huida ha sido
encontrado en Martioda, en pleno corazón del área de búsqueda. El director
general de la Guardia Civil afirma que no les ha salido bien el intento porque no
pudieron colocar los artefactos explosivos donde querían: “fue un atentado con
huida precipitada, que no consiguió lo que querían”. La intención del comando
era, según fuentes de la investigación, colocar unas mochilas-bomba para hacer
estallar un depósito de combustible de doce mil litros enterrado en el patio
trasero de la casa cuartel, pero tuvieron que huir precipitadamente al ser
descubiertos por dos policías municipales. Finalmente, el comando rehúye el
cerco, desaparece.
Se conocen las escandalosas manifestaciones del filósofo José Luis López
Aranguren antes de dictar una conferencia en la Universidad canaria de
Maspalomas. Ha dicho que “en 1983, el GAL era la única forma de luchar contra
ETA”, que “en aquella etapa, Francia no colaboraba con España y los etarras
tenían un refugio seguro al sur del país vecino”. A juicio de este profesor de
Ética, la guerra sucia contra ETA fue un ejercicio colectivo de legítima defensa.
Ha reconocido sentirse, eso sí, decepcionado por los escándalos que han
salpicado al PSOE, aunque vaticina que la situación empeorará con un gobierno
presidido por José María Aznar. Para el PP, en palabras de Loyola de Palacio, se
trata de un intento de justificar lo injustificable, además de un ejemplo patético,
según el también parlamentario de esa formación, Enrique Fernández Miranda.
El Partido Popular no se explica la razón de las palabras del filósofo José Luis
López Aranguren, a no ser que vengan motivadas por su simpatía hacia Felipe
González o por el hecho de que, como hay distintos periplos en su vida, ha
cerrado el círculo. Vázquez Montalbán le hace la biografía veraniega a Juan
Alberto Belloch, “Un exorcista en el jardín de los bonsáis”. Ve al biministro,
biflequillo, bipálido, biojeroso y bibarbado, con pinta de anarquista italiano
infiltrado en el Ministerio para ponerle una bomba. “Los que le conocen
aseguran que es ‘un político’ y que cada cual interprete tan sustantivo adjetivo
como le plazca. Yo me limito a proponerle que juguemos a las hemerotecas”. El
repaso de estas es el repaso de la guerra sucia y las torturas, y la posición acerca
de ellas mientras era juez y en la actualidad. Observa en sus respuestas lo que
llaman “síndrome de Estado”. “González, González, González, sanctus, sanctus,
sanctus, insiste Belloch, es el más interesado en que se sepa la verdad, a pesar
del precio político”. El entrevistador ve que Belloch ha cambiado la categoría de
delfín del presidente por la de chevalier servant mientras dure su señor. Una
última cuestión: “Cuando me acompaña hacia la puerta presiento la sombra del
coronel Rodríguez Galindo cerniéndose por los salones. Temo por el aparato
digestivo de este bidelgado biministro. –¿Con qué salsa va a tragarse usted el
sapo Galindo? Bisonriente ante la metáfora caníbal me contesta: ¿en qué
situación moral dejaría la lucha antiterrorista si no se le asciende por un estado
de opinión? Ya en la calle, Cirilo, el fotógrafo, que es de Sestao, me comentó:
esta gente, Manolo, tiene una lógica que no es la nuestra. Días después
Rodríguez Galindo era ascendido”. Tras entrevistarse con el Rey en Palma el 23
de agosto, Felipe González dice que el ya general Rodríguez Galindo ha
prestado un gran servicio a España.
El gobernador civil de Guipúzcoa, Juan María Jauregi, acusa al portavoz de
Jarrai Jon Salaberria, en prisión ya, de coordinar los grupos ‘Y’ de apoyo a ETA.
Asegura que están organizados por comarcas y perfectamente jerarquizados, y
que las instrucciones se impartían en reuniones sabatinas en la sede de HB de
Donostia. Medios de la izquierda abertzale dicen que se trata de una falacia del
gobernador. Egin publica el 29 de agosto que Lasa y Zabala fueron ejecutados
por los AT-1 [Antiterrorismo-1] de Intxaurrondo; el juez Bueren prorroga el
secreto del sumario el mismo día que se filtra que el exgobernador Julen
Elgorriaga, encapuchado, les visitó en el lugar donde estaban secuestrados. El
Mundo pone en boca del policía Angel López Carrillo que Elgorriaga le dijo que
Rodríguez Galindo y él fueron a La Cumbre a interrogarlos. Desvela igualmente
que el general supo alimentar el ego de Elgorriaga, un apasionado de las armas y
los desfiles, que se veía como un dictadorzuelo en país bananero. Abc se hace
eco en seguida de su desmentido y de que Bueren actuará contra el policía, por si
ha incurrido en delito de revelación de secreto. Se multiplican las revelaciones
sobre le GAL, se afirma que el CESID aconsejó contratar mercenarios para
secuestrar y asesinar a los miembros de ETA, que Damborenea entregó a Garzón
el acta fundacional y el manual de los GAL, en el que se aconsejaba la
desaparición por secuestro, la combinación de los objetivos físicos y la
descalificación política. A juicio de Pedro J. Ramírez, “González tiene, en
sentido político, las manos manchadas de sangre”; le acusa en la NBC-Londres
de ser responsable político de los GAL. El periódico que dirige asegura que el
comisario Cathalá cobraba del Ministerio del Interior español a cambio de su
colaboración contra ETA, lo que el agente López Carrillo verbaliza en que “la
Policía francesa solo nos ayudó cuando la empezamos a untar”.
Egin anuncia que se ha puesto en marcha la segunda fase de Oldartzen: los
debates girarán en torno a un documento base, se elegirán los nuevos cargos y el
proceso concluirá con un acto nacional en Iruñea. Iñaki Gil de San Vicente
escribe en Egin sobre “La lógica militar de la guerra sucia”, que se aplica a su
entender a cualquier clase de conflicto o lucha, “pero los doctos y finos analistas
políticos no quieren enterarse”. Un analista de El País ha llegado a la conclusión
de que HB defiende la violencia callejera al afirmar que se trata de un fenómeno
político. Floren Aoiz niega que esos fenómenos de violencia sean actos
vandálicos o de gamberrismo y asegura que son una forma de lucha política ante
la “imposibilidad de expresar la voluntad del pueblo vasco por canales
democráticos”. Durante la madrugada del domingo último, grupos de jóvenes
han destrozado buena parte del mobiliario urbano y de los escaparates de
Zarautz, sucesos de los que se ha desvinculado KAS, además de tildarlos de
lamentables. Herri Batasuna ve en la línea agresiva, beligerante, de medios de
comunicación contra el proyecto abertzale el intento de desprestigiar a lo mejor
de la juventud vasca. Quiere manifestar con claridad que “es vergonzoso que
haya gente que calla ante la tortura, hasta la muerte de Joxi y Joxean –y ante el
reciente asesinato de Rosa Zarra– y se escandaliza por la quema de un autobús o
una cabina”. Rafa Díez ve a la sociedad vasca en su conjunto en una situación
límite que necesita de respuestas y compromisos para reconducirla. Patxo
Unzueta escribe de “Jóvenes y viejos”, revive “el gesto siniestro” de Mikel
Zubimendi arrojando cal sobre el escaño de Ramón Jáuregui, pero pone el
acento en el exitoso gesto de autoridad del joven ordenando abandonar la
Cámara a veteranos dirigentes de HB como Tasio Erkizia. J.Txindoki analiza en
Deia Oldartzen II, y asegura que HB fija su acción política en la lucha en la
calle, que se trata de una estrategia anunciada por KAS el pasado año. Xabier
Goñi, una pluma habitual del entorno de la izquierda abertzale, escribe sobre el
GAL y sus consecuencias, y afirma que en el País Vasco solo HB mantiene sin
claudicaciones sus objetivos pero que para que pueda cumplir su misión
histórica tiene que realizar un cambio profundo. Considera que ETA es un legado
histórico, que ha llegado la hora de una profunda regeneración de HB. Mario
Onaindia escribe sobre “Lurra eta Askatasuna” [Tierra y Libertad] en
Egunkaria, le parece una evidencia que la lucha armada contra Franco se ha
convertido en terrorismo al volverse contra la democracia.
UNA CATARSIS COLECTIVA TRAE NUEVOS
AIRES AL MLNV

Al ‘Gudari Eguna 1975-1995’ le dan en Egin una relevancia especial, a la par de


las declaraciones que le hace a Martín Garitano Joxe Mari Olarra para hablar de
los nuevos aires de la izquierda abertzale, veinte años después de su nacimiento.
Describe las señas de identidad de KAS, se muestra autocrítico: “el esquema de
treguas sucesivas generó falsas expectativas y, como consecuencia de ello, una
gran frustración social que nos ha costado mucho remontar”. Ha habido cambio
de estrategia en la izquierda abertzale al constatar que no eran solo las Fuerzas
Armadas los poderes del Estado, y en esta constatación ubica las “acciones
armadas contra Ordóñez y Aznar”, porque “hasta ahora, los políticos del sistema
mantenían una postura extremadamente cómoda”. Olarra y lo que representa
están en contra de la estrategia de Elkarri que, “en la búsqueda de una imposible
equidistancia entre ETA y el Estado, ha intentado una escisión en las filas del
movimiento independentista, ha fracasado como movimiento de pacificación y
ya no es referente para nadie”. Le parece a Olarra que hay motivos para el
optimismo, está ETA reorganizada y “marcando dirección”; hay un KAS nuevo y
rejuvenecido, y una HB saliendo de un debate profundo y bien hecho. Jokin
Gorostidi está seguro por su parte de que la Reforma no se asentará en Euskal
Herria; Rafa Díez, de que la izquierda abertzale está en condiciones de avanzar,
tras una catarsis colectiva para mover conciencias adormiladas y crear nuevas
condiciones.
Los temas del verano se alargan hasta octubre. El gobernador Juan María
Jauregi cree que Zabalza murió torturado. Arzalluz afirma que el patriotismo de
ETA y de Galindo manchan a Euskadi y España. Damborenea no duda en
sostener que la decisión del nacimiento del GAL la tomó el presidente del
Gobierno. Leoncio Castro, jefe del GAL navarro, según El Mundo, es el jefe de
seguridad de la empresa que vigila Itoiz. García Damborenea insiste ante Pilar
Urbano: “Felipe González es la pieza clave, imprescindible y necesaria de los
GAL”. Juan Luis Cebrián afirma que los GAL se beneficiaron de un silencio
cómplice. Rodríguez Ibarra defiende que, puesto que entonces callaron, callen
hoy. J.M. Zuloaga ridiculiza al gobernador de Guipúzcoa por haber ordenado por
su cuenta excavaciones en La Cumbre en busca de rastros de Lasa y Zabala y
desvela que empieza a ser conocido entre algunos funcionarios como el Howard
Carter guipuzcoano, en recuerdo del arqueólogo inglés que desentrañó los
misterios del Valle de los Reyes en Egipto. Cambio 16, fiel todavía a Felipe
González, recoge de Belloch la idea de que el Presidente no pudo parar a los
GAL. Abc recoge de Belloch su defensa de los guardias civiles del caso Zabalza,
cuando ha dicho que aquí “todos queremos ser fiscal y juez”. Mayor Oreja lo
tiene claro: “Solo un Gobierno con fortaleza democrática puede luchar contra
ETA”.
Después de un largo silencio de las bombas, una, adosada a los bajos de su
coche, mutila las dos piernas de un capitán del Ejército en Salamanca. El
portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, reitera la posición del
Gobierno: “Con ETA no se habla. Lo que tiene que hacer es dejar de matar”. El
protagonismo de lo que jueces y policías llaman ya grupo ‘Y’ de apoyo a ETA y
la izquierda abertzale presenta como jóvenes hartos de injusticia bien merece
una explicación de los protagonistas. La revista Herria eginez entrevista a un
grupo que realiza acciones de sabotaje, que luego recoge Egin. Dicen estos que
sus ataques van contra los que dañan a nuestro pueblo, que el castigo contra
Euskal Herria es diario y sistemático, que están tratando de desvirtuar su
práctica, que son conscientes de que el sabotaje corre el riesgo de la infiltración,
lo que les obliga a “estar al loro”. Y concretan: “si se atrevieron a poner una
cartera-bomba en la playa de Muzkiz, si la pusieran en una cabina...”. Tienen
mucho interés en marcar distancias entre su actividad y la de ETA. A finales de
noviembre se da a conocer por los interesados que el debate interno de doce
meses, ha transformado a KAS en una nueva organización, con una estructura
“sencilla, de pirámide clavada en tierra”, y sin olvidar la horizontalidad
necesaria. El objetivo es, en palabras de sus portavoces, crear un nuevo KAS,
que sea motor político de la izquierda abertzale y referente político-social, con
los militantes implicados en “dinámicas reales”.
Teresa Toda retoma el 2 de diciembre en Egin el tema de la dispersión, esa
dispersión que dice viene de lejos, ese castigo añadido que se aplica a los presos
políticos vascos desde la época franquista, y que en mayo de 1989 obtuvo el
beneplácito del PNV. Lo ve como un “diseño maquiavélico” de presión, puesto
en práctica por Enrique Mújica y Antoni Asunción, y presentado como si se
destinara a facilitar la libertad de los presos para su reinserción. Al día siguiente,
el mismo diario informa que ya se ha completado la nueva Mesa Nacional de HB
y que, de sus 26 miembros, doce son nuevos. J. Txindoki la analiza en Deia y
llega a la conclusión de que se trata de un producto monocolor de Oldartzen,
cocinado por KAS y copado por sus comisarios. J. Iratzar contraataca en su
crónica semanal hablando de clanes en el PNV, de cambios en su ejecutiva
nacional y vizcaina. El Correo, citando el documento interno Karramarro,
asegura que KAS es de la opinión de que el asesinato de Ordóñez resolvió las
contradicciones en HB y mostró a la sociedad y a la izquierda abertzale la
dirección de la nueva estrategia. El mismo documento sostiene que el Pacto de
Ajuria Enea ha muerto y que los políticos son parte del conflicto. El País
subraya del mismo documento que KAS afirma que el atentado contra Aznar
“hizo vibrar los resortes del Estado”. En relación con ETA, el periódico dice
saber que la nueva estrategia está diseñada hacia atentados selectivos contra
personas con peso político, y en una permanente movilización callejera. El 11 de
diciembre, un joven da muerte a tiros de escopeta a dos ertzainas,
incomprensiblemente, a las puertas de su caserío de Itsasondo. HB del Goierri
invita a preguntarse por qué ha sucedido, y a responderse sin sacarlo del
contexto en que se ha producido.
ETA hace explosionar un coche-bomba al paso de una furgoneta de la Armada
en Vallecas, mata a seis empleados civiles del Parque de Automóviles y provoca
heridas a 17 personas más, cinco de ellas de gravedad. A Xabier Arzalluz le
parece que con este atentado ETA ha cerrado por muchos años la posibilidad de
un final ‘civilizado’ de la violencia. Con el coche-bomba, no solo ha matado
personas, sino también, a su juicio, “una pequeña esperanza” de lograr un final
dialogado, que se había instalado en la sociedad a raíz del avance de los procesos
de paz en Irlanda del Norte y Palestina. Los términos de la condena son
especialmente duros desde las filas del PP y en la boca de Julio Anguita. La
prensa española reproduce, escandalizada, manifestaciones de representantes de
HB que lo interpretan como la consecuencia del bloqueo negociador por parte
del Estado. El 16 de diciembre, ETA coloca media docena de bombas en El
Corte Inglés de Valencia, en plena campaña de Navidad, mata a una mujer y
hiere a cinco más. El 23 de diciembre da muerte a un militar en León mediante
una bomba-lapa adosada a su coche. Es su tercer atentado en once días y el
catedrático Francisco Tomás y Valiente escribe “ETA y nosotros” en El País, en
términos nada habituales: “Para escribir algo nuevo sobre ETA hay que renunciar
al lirismo y a la rabia. El llanto por los muertos inocentes, y todos los muertos a
sus manos lo son, merece, en nombre de los posibles muertos futuros, algo más
útil que legítimas efusiones sentimentales, y el odio justo y el asco impecable
ante los asesinos y sus acólitos no tienen por qué buscar nuevas palabras de
condena, insultos originales ni ingenuas vías de escape para la rabia. En ambos
terrenos ya está dicho todo. Démoslo por repetido e intentemos pensar qué se
puede hacer para terminar con la pesadilla o, al menos, qué no debemos hacer
para empeorarla”. El último día del año 1995, ETA exige en un comunicado el
cese de la “amenaza armada” contra Euskal Herria.
La actividad de ETA nada más nacer 1996 confirma las peores previsiones de
los analistas. En el año que acaba se han registrado más de 600 traslados de
presos. Una gigantesca manifestación ha exigido en Bilbo el 31 de diciembre el
fin de la dispersión. El 19 de enero trasciende la desaparición de un funcionario
de prisiones en Burgos. Dos días más tarde, el ministro Belloch atribuye a ETA
el secuestro del funcionario José Antonio Ortega Lara. El 1 de febrero, ETA lo
reivindica y exige el cese de la represión en las cárceles. En la misma fecha,
familiares de presos, agrupados en Senideak, han denunciado el incremento de
las agresiones a los reclusos. Iñaki Altuna hace recuento en Egin de los
secuestros efectuados por ETA, y señala que el de Ortega Lara es el primero por
motivos no económicos, ignorando alguno de los realizados por ETApm. El 7 de
febrero, ETA da muerte en Donostia al histórico socialista Fernando Múgica
Herzog, hermano del exministro al que ETA atribuye la mayor responsabilidad
en la dispersión de sus presos. HB redacta una nota de prensa proponiendo que
la acción armada contra Fernando Múgica se analice “en el contexto de la
agudización de la dominación y represión española contra Euskal Herria”.
Describe al muerto como persona estrechamente relacionada con Rodríguez
Galindo y “dirigente del PSOE-GAL”; entiende que no se debe ver como un
atentado contra un político por mantener ideas diferentes a las de ETA; comenta
que “la calificación de políticos no puede ser nunca una capa para encubrir todo
tipo de crímenes e implicaciones”. Daniel Múgica titula su artículo “Rosas rojas
para mi tío Fernando” y lo termina diciendo “No olvidamos. No perdonamos. No
lloraremos cuando caigan los etarras. Y lo harán. Lo sabe el Dios del bien”. El
15 de febrero, ETA da muerte en su despacho de la universidad al catedrático y
expresidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente. HB se
hace presente de nuevo para destacar el evidente desconcierto del Gobierno
español y la clase política, y afirmar que “a estas alturas, hablar de una solución
policial, además de constituir un grave error, resulta patético”. Está convencida
de que el Estado no puede acabar con ETA, “ni siquiera puede impedir una
acción cada vez más contundente de esta organización vasca”. Finaliza la nota
llamando a negociar la Alternativa Democrática.
La difusión y toma en consideración de la que llama Alternativa Democrática
para Euskal Herria es prioridad absoluta en este tiempo para el MLNV. Su
entramado sigue preocupando y ocupando al juez Garzón, que no tiene dudas, y
tampoco pruebas de momento, de que KAS es una estructura ilegal en
“permanente y fluida conexión con ETA”, que deberá ser objeto de
investigación. Juan María Bandrés no está de acuerdo con el MLNV a la hora de
calificar a Elkarri, porque a su juicio “dice lo mismo que ETA pero con palabras
melifluas”; no está de acuerdo en que se negocie con ETA y no lo oculta: “ese
día propondré que se disuelva el Parlamento vasco y me exiliaré de este país”.
Odón Elorza sostiene que en el País Vasco “tenemos un Sarajevo, una Chechenia
y una Argelia a pequeña escala”, y que las disensiones en HB son una pequeña
grieta en una mole de granito, “pero si avanza puede cuartear la piedra”. El
experto en cuestiones antiterroristas Fernando Reinares escribe en El País que
“Los militantes encarcelados y condenados a largos años de reclusión
constituyen el mejor recurso del que disponen las organizaciones terroristas para
movilizar apoyos sociales basados, no tanto en subculturas con claras
coincidencias políticas previas, como en redes comunitarias tejidas sobre
relaciones afectivas de amistad o parentesco. De aquí que mantener la cohesión
interna y la sumisión incondicional de los terroristas presos resulte vital para la
persistencia del entorno social del cual depende sobremanera la propia
supervivencia de cualquier grupo armado clandestino”. Sin embargo, añade, “el
desmantelamiento de las comunas constituidas entre los presos, debido a la
dispersión geográfica de estos, ha quebrado en una medida nada desdeñable tales
directrices, abriendo fisuras notables en el bloque compacto que formaban los
reclusos, sus allegados y la propia ETAm a través de las Gestoras”.
El 31 de enero, el juez Carlos Bueren obtiene la excedencia en la carrera
judicial para irse a un despacho privado. Pilar Urbano lo ve como “Una extraña
excedencia”, le hace un apunte cruel, escribe que Bueren archivó el “embolado
de los negocios de Manuel Prado y de Javier de la Rosa, con sus torpes
salpicaduras chantajistas hacia el armiño de su Majestad. Y, además, con el
mérito virtuoso de pasar de puntillas sobre la cal viva y los esqueletos de Lasa y
Zabala. Total: una excedencia con aterrizaje en pista de oro. Minuta de Estado,
pues”. Sus asuntos más delicados van a pasar ahora a manos de Garzón, hasta
que este diga que no da más de sí. ETA ha grabado un vídeo con el contenido de
la Alternativa Democrática y HB lo ha difundido. Entiende Garzón que al ceder
su espacio electoral a ETA a través de un vídeo y dar la palabra a tres
encapuchados para reiterar las exigencias de la organización, HB colabora
activamente con ETA y hace apología del terrorismo. Cree por ello que hay
materia para citar e imputar a Jon Idígoras por colaboración con banda armada.
HB recurre el auto y, conocedora de que la Ertzaintza anda tras la cinta, dice que
ha enviado las dos últimas copias al Rey y a Felipe González. PNV y EA están
en desacuerdo con la decisión del Gobierno de investigar la ‘conexión criminal’
entre ETA y HB con vistas a una posible ilegalización. Enrique Múgica, que no
cree que la de su hermano Fernando sea la última sangre derramada, considera
que la difusión del vídeo significa una incitación al delito o una apología del
mismo, y añade que lee Egin “con la irritación de un demócrata, pero también
con la frialdad del jurista, y creo que ahí se hace una apología del delito”.
El abogado Iñigo Iruin desmenuza el GAL en una exhaustiva conferencia en el
Foro Galtzaundi de Tolosa. La titula “GAL, Estatuaren ispilua” [GAL, espejo del
Estado] y la desarrolla en cuatro niveles, el de la decisión política, la estratégica,
el de la contratación de mercenarios, el de la práctica armada. Un hombre de
ilustres apellidos democráticos, Carlos Semprún Maura, aborda en Abc el mismo
tema del GAL como una “Legítima defensa contra ETA”. Le parece que ETA se
ha beneficiado de un “inmenso prestigio, que aún perdura”, por haber matado al
almirante Carrero Blanco, por haber contribuido así a la Transición democrática,
idea que él no comparte, pero sí tal vez los que se beneficiaron con su muerte.
Considera que el Gobierno socialista contrató asesinos para matar asesinos y,
“como se les pagaba por cadáver, salieron cadáveres que nada tenían que ver con
ETA”. Le parece a él que con esto ETA salió ganando, y Felipe González,
diciendo sí a todo entre bonsáis y off the records, sin quererlo, fue un fantástico
propagandista de ETA. Carlos Semprún, el hermano del exministro, el hijo del
diplomático exiliado amigo de Manuel Irujo, el excomunista parisino, tiene
propuestas concretas para esta situación: prohibir Egin, disolver HB, poner fuera
de la ley a todas las organizaciones ‘legales’ que ayudan a los terroristas. El 3 de
marzo, el Partido Popular gana las elecciones legislativas con 156 escaños, si
bien está lejos todavía de la mayoría absoluta anunciada por Xabier Arzalluz. El
PSOE ha obtenido 141 diputados, IU 21, CIU 16, PNV 5, CC 4, BNG 2, HB 2,
ERC, EA y Unión Valenciana 1, cada una. HB ha perdido 26 mil votos; la
izquierda abertzale observa con preocupación el crecimiento del españolismo en
Euskal Herria.
En plena digestión de los resultados electorales, ETA mata en Irun a Ramón,
Montxo, Doral Trabadelo, suboficial de Información de la Ertzaintza, exjefe de la
lucha anti-ETA en Gipuzkoa, en los servicios técnicos de Ertzaintza de Bilbao
ahora, mediante una bomba-lapa adosada a los bajos de su automóvil. Montxo
Doral ha sido militante de EGI y del PNV, amigo personal del dirigente Gorka
Agirre, compañero del sargento mayor Joseba Goikoetxea; afiliado al sindicato
ELA-STV. El consejero Atutxa responsabiliza de esta muerte a ETA, a HB y al
periodista Pepe Rei, que lo ha mencionado en su libro El jesuita. El EBB del
PNV recibe este atentado como un ataque directo a su partido y a la Ertzaintza, y
dirige un mensaje solemne y duro a ETA para advertirle de que está abortando
cualquier esperanza de que se interesen por sus propuestas. Le acusa de haber
edificado su alternativa sobre la imposición y la mentira. Afirma que obliga a sus
presos a no reinsertarse, da consignas a sus militantes para denunciar torturas
cuando salen de comisaría y mata alevosamente, pero “hasta el horror tiene
grados. Y el que causáis vosotros ha roto todas las barreras”. Román Sudupe,
diputado general de Gipuzkoa, aporta el dato de que la bomba contra Montxo
Doral ha sido colocada la noche del escrutinio electoral, aunque no ha estallado
hasta el día siguiente. A la salida de la capilla ardiente, el lehendakari Ardanza
ha pedido calma y serenidad, ha dicho que ETA tendrá que acabar con todos
ellos, porque el PNV y la Ertzaintza piensan seguir defendiendo el ideal de una
Euskadi en libertad y en convivencia. El comunicado de reivindicación de ETA
no llega hasta el 19 de marzo. ETA denuncia en él a la Ertzaintza, a sus jefes
Atutxa y Martiarena, sin olvidar a su creador, Luis María Retolaza; les acusa de
estar subordinados a España, de torturar, reprimir, castigar a la resistencia vasca.
“Vuestras actuaciones no quedan ya sin respuesta”, afirma ETA en el
comunicado, en que el reivindica también el atentado contra Tomás y Valiente, al
que presenta como un diseñador de la estrategia contra Euskal Herria.
Ertzainas detienen el 25 de marzo en Oiartzun a Valentín Lasarte, al que
acusan de formar parte del comando Donosti y haber participado en la muerte de
Gregorio Ordóñez y Fernando Múgica. Atribuyen su localización a una llamada
anónima a la comisaría de la Ertzaintza mientras hacía compras en un
hipermercado en compañía de una mujer. Al conocer la detención, Enrique
Múgica expresa su “esperanza de que todo el peso de la ley, sin ninguna
compasión, caiga sobre el asesino”. Juan María Atutxa explica diez días más
tarde que la captura de Lasarte y su compañera Idoia Arrieta ha permitido
esclarecer todos los atentados de ETA de esta zona en los tres últimos años, a
excepción del que ha costado la vida al ertzaina Ramón Doral. El consejero
informa que el comando tenía datos sobre 713 personas, 22 de las cuales habían
sido ya objeto de seguimientos. Tras Lasarte y Arrieta han sido detenidas cinco
personas más y otras diez han sido identificadas. Uno de los detenidos, el
concejal de HB en el Ayuntamiento de Andoain Juan José Petrikorena, habría
facilitado un vehículo para su fuga al comando autor del atentado contra la casa
cuartel de la Guardia Civil de Arnedo. La Ertzaintza ha descubierto así mismo
un arsenal en un piso de Astigarraga y localizado un zulo en un panteón del
cementerio de Hernani, en el que ETA escondía, con la colaboración del
enterrador José Manuel Errazkin, dos fusiles, dos subfusiles, una pistola, doce
granadas, dos miras telescópicas, un cerrojo de fusil de precisión y abundante
munición. Valentín Lasarte sería, según este relato, la pieza fundamental del
comando, el nexo de unión en los atentados contra José Antonio Santamaría,
José Manuel Olarte, Alfonso Morcillo, Gregorio Ordóñez, Mariano de Juan,
Enrique Nieto y Fernando Múgica.
La liberación del empresario José María Aldaia, en el monte, cerca de
Elgoibar, se produce el 14 de abril, tras haber permanecido once meses
secuestrado. Se suspenden las concentraciones semanales en Lakua, y el PP
protesta, porque sigue secuestrado Ortega Lara. ETA hace llegar una carta del
funcionario pidiendo negociación, el mismo día en que lanza seis granadas
contra el cuartel de Intxaurrondo, que no provocan víctimas ni daños de
consideración. El 5 de abril, Francia entrega a España a José Antonio
Urrutikoetxea, Josu Ternera; es la fecha en la que José María Aznar asume la
presidencia del Gobierno español. Jaime Mayor Oreja se va a hacer cargo de
Interior en este Ejecutivo. Enrique Villar y Javier Ansuátegui serán los nuevos
delegados del Gobierno en la CAV y Nafarroa. Carlos Yárnoz entrevista en El
País al general Andrés Cassinello y lo presenta como el que prefería la guerra a
la alternativa KAS. El periodista quiere saber qué responde cuando le preguntan
si es el jefe de los GAL, y el general responde: “La última vez respondí: ‘Pues
mira, hijo mío, publícalo. Primero, pide a Dios que sea verdad. Pero, además, no
sabes la suerte que tienes de que no sea verdad. Fíjate, si fuera verdad y tú lo
hubieras descubierto, tu vida valdría solo dos pesetas”. Para Cassinello, el
terrorismo es una forma de comunicación, una guerra en la que los débiles
emplean sus medios sin limitación alguna, mientras que los fuertes “aceptamos
de antemano la drástica restricción de las posibilidades”, pero “para los dos
bandos, resistir es vencer”. Escribe José Ramón Recalde en este mismo diario
sobre “Dolores y Gozos”, opina que “parece bastante claro que a Lasa y Zabala,
después de secuestrarles, les torturaron y les asesinaron. Alguien lo hizo. Ese
alguien lo hizo desde nuestro campo político, el de la defensa de nuestro orden y
de convivencia contra el terrorismo: nos sentimos confusos y desagradados”.
ETA coloca una bomba-lapa en el coche del directivo de Adegui José María
Ruiz Urchegui el 20 de junio y mutila al empleado de la patronal guipuzcoana
Santiago Receta. Cuatro horas después de la explosión, el presidente y el
secretario general de la patronal vasca Confebask, Baltasar Errazti y José
Guillermo Zubia, respectivamente, ofrecen una rueda de prensa junto con el
presidente de los empresarios guipuzcoanos, José María Korta, y representantes
del Sindicato Empresarial Alavés y del Centro Industrial y Mercantil de Bizkaia.
Coinciden en que el objetivo del atentado es minar la moral de los empresarios
para que cedan al chantaje del impuesto revolucionario. Adegui ha tenido
importante protagonismo en las movilizaciones durante los secuestros de Julio
Iglesias Zamora y José María Aldaia. José María Korta cree que el atentado que
ETA había preparado contra Ruiz de Urchegui es un acto criminal que se ha
realizado en contra del conjunto de los empresarios y de toda la sociedad.
Adegui considera que ningún colectivo ni ningún ciudadano puede verse libre o
sentirse inmune a esta locura. El 23 de junio, ETA emplaza al Gobierno español
a pronunciarse sobre sus intenciones para resolver el conflicto y anuncia una
suspensión de acciones de una semana. Al Gobierno le parece que se trata de una
trampa, si no de una burla. El 1 de julio constata la falta de voluntad del
Gobierno español y da por terminada la suspensión de las acciones armadas. El 5
de julio atenta con granadas contra la casa cuartel de la Guardia Civil de
Erriberri. El 10 de julio estallan dos artefactos en Almuñécar (Granada). El 12
hace explosión un artefacto en Santa Catalina (Jaén). El 15 de julio, ETA dispara
granadas contra el cuartel de la Guardia Civil en Otxagabia, tres días antes del
paso por la localidad del Tour de France. Ataca con granadas el cuartel de la
Guardia Civil en Gares y tres días más tarde en Ordizia. Ha muerto en Donibane
Lohizune Juan Joxe Etxabe Orobengoa, Haundixe, el primer ‘militar’ de ETA.
Imanol Laspiur Zabala, otro de los primeros, le homenajea, recuerda el alto
precio pagado por él y su familia en la lucha de liberación de Euskadi: “Juan
Jose, gudari leial, agur egin diguk. A zelako kontribuzio garestia ordaindu duen
hire familia bikainak!”.
Sigue la campaña de verano de ETA en el aeropuerto de Reus, en Cambrils, en
Salou, en Málaga. Atenta y mutila en Donostia con una bomba-lapa a un
excocinero portugués del cuartel de la Policía Nacional en Aldapeta. La Guardia
Civil captura en Galicia a un comando de ETA con abundante información sobre
Fraga Iribarne contra el que pensaba atentar mediante un coche-bomba,
coincidiendo con la fiesta del apóstol Santiago. El 27 de julio, ETA mata a tiros
en Ordizia al empresario Isidro Usabiaga Esnaola. En agosto de 1993 había sido
filmado por la Ertzaintza cuando pagaba a ETA el impuesto, pero Interior del
Gobierno vasco asegura que él no sabía que le estuvieran grabando. Interior
añade que, además de pagar diez millones de pesetas a ETA, insertó publicidad
en Egin, “una forma encubierta de pagar el impuesto revolucionario”. El 7 de
agosto, ETA asume su muerte y lo califica de colaborador de las fuerzas armadas
españolas. Sigue la campaña de verano con una bomba contra un parador de
Córdoba. Sigue la ofensiva con un ataque con granadas contra un depósito de la
Compañía Logística de Hidrocarburos de Eskirotz. A mediados de agosto, Aznar
garantiza a Arzalluz que no están por el punto final para los GAL, Galindo será
investigado por narcotráfico, la Audiencia de San Sebastián ha reabierto la causa
en su contra. Una operación policial contra los que colocan las bombas por toda
la península se salda con ocho detenidos en Biana, Berriozar, Logroño, Bilbo y
Peñíscola. Más atentados con granadas, esta vez contra el cuartel de la Guardia
Civil en Yesa.
El 18 de agosto, la Guardia Civil detiene en Hernani a los redactores de Egin
Andoni Murga y Fernando Alonso, acusándoles de estar relacionados con una
explosión en Agurain. Al día siguiente registra la mesa de Alonso en el periódico
y dice haber encontrado documentos con posibles objetivos de ETA. Antes de
personarse en la redacción de Egin, los agentes de la Guardia Civil y el juez
Andreu han registrado de nuevo el domicilio del periodista Fernando Alonso,
donde con anterioridad ya habían sido requisados 27 kilos de amonal, una
pistola, un subfusil y abundante munición. En este segundo registro se ha
encontrado una pistola Brouwning de calibre 9 milímetros Parabellum con dos
cargadores completos de munición, cuya existencia habría revelado el propio
Alonso durante los interrogatorios. Según informes policiales, los dos periodistas
formaban parte de un comando cuyo objetivo era atentar contra los empresarios
que se resisten a pagar el impuesto revolucionario. Para cumplir su propósito,
contarían con una extensa relación de empresarios vascos, el primero sería,
precisamente, el industrial peletero Luis López de Heredia, cuya empresa,
Confecciones Aitzgorri, ha sido objeto de atentado poco antes en Agurain-
Salvatierra. El artefacto utilizado para esta acción estaba compuesto por tres
kilos de amonal, que junto a los 27 hallados en el domicilio de Alonso,
completarían la partida de 30 kilos que los dos periodistas recibieron para
cometer sus acciones. El 25 de agosto, José Luis Barbería escribe en El País
sobre “Un periódico de comunión diaria”, afirmando que Egin ha sido tutelado
por HB y sometido siempre al control remoto o directo de ETA. Juan María
Atutxa insiste, por su parte, en que “muchísima gente paga a ETA a través de
Egin”.
En el debate de política general de comienzo de curso, el lehendakari Ardanza
reconoce en el Parlamento vasco que la violencia callejera, como fenómeno
ligado a la estrategia terrorista, ha cogido por sorpresa y ha desbordado a las
instituciones, además de que el consenso democrático en torno al proceso de
pacificación no existe. La víspera, un comunicado de ETA afirma que personas
ajenas al Gobierno español le han sondeado sobre una posible mediación
orientada al final dialogado de la violencia. ETA no identifica a quienes habrían
dado esos pasos, a los que no habría descalificado, limitándose a recordarles que
las responsabilidades del sufrimiento son múltiples y no pueden arreglarse con
ofertas de intermediación, sino que hay que pasar de las palabras a los hechos. El
recado ha debido llegar a ETA a través del premio Nobel de la Paz argentino
Adolfo Pérez Esquivel, con quien representantes de ETA, de Elkarri, de la
Fundación Carter y del Gobierno socialista llevan más de un año en contacto,
con conocimiento y la aprobación del PNV y Ardanza. A estos contactos se
refería Xabier Arzalluz cuando dijo, tras la matanza de Vallecas, que se había
cerrado una esperanza de paz. En su comunicado, ETA reivindica trece acciones
armadas. El PNV celebra su Alderdi Eguna, Arzalluz le concede un margen de
confianza al Partido Popular y al presidente Aznar, y Ardanza hace a los jóvenes
protagonistas de la violencia callejera, especialmente presente en la celebración
del Gudari Eguna del 28 de septiembre, el principal objeto de sus ataques.
Abc titula a estos jóvenes “crías de la serpiente” y presenta un balance de la
violencia callejera que en su recuento se ha disparado en un 300 por ciento, ante
la impotencia de la Ertzaintza. Dice así que en 1995 hubo incidentes 136 de los
365 días del año, y seis mil manifestaciones, la mitad no autorizadas; que en
1996, el tirón sigue imparable. Abc ha encontrado quien le convenza de que toda
la infraestructrura de HB y del MLNV está al servicio de la violencia juvenil, “y
subvencionada por el Gobierno Vasco”. Según sus informantes ertzainas, han
empezado estos a pasar información a la Guardia Civil, porque es la única forma
de que se haga algo, ya que en la Ertzaintza la información se archiva. El
‘ertzaina Ramón’, asegura, y el Abc parece creerle, que el PNV alienta la
violencia callejera: “me atrevería a hablar de un pacto en la sombra entre
Arzalluz y ETA, del estilo del que se pretende que Andreotti mantuvo con la
Mafia”, afirma, antes de aclarar que “Atutxa nos merece todo el respeto”, no así
el viceconsejero Martiarena y los adjuntos a la vicenconsejería de Interior. El 14
de octubre, José Manuel Martiarena afirma en El Diario Vasco que la Ertzaintza
tendrá que mejorar, pero que a todos toca arrimar el hombro, porque hay
colaboración ciudadana, “pero no llega hasta los jueces”. En Hernani y Oiartzun,
manifiesta, no es que haya miedo, “hay pánico”, y es donde menos colaboración
de los vecinos se registra. Cree que el acercamiento de presos es un derecho,
aunque percibe que se están haciendo interpretaciones legales forzadas, cuando
se asegura por ejemplo que, con el cumplimiento de las dos terceras partes de
condena, la libertad condicional es automática, pero también cuando se afirma
que se puede tener a unos presos en Salto del Negro porque son especialmente
peligrosos. A su juicio, el acercamiento cumple mejor la legalidad, pero no todos
los presos vascos caben en cárceles vascas y el reagrupamiento se puede mirar
también desde una perspectiva estratégica. En relación a la aireada buena
sintonía entre Mayor Oreja y Atutxa, opina Martiarena que el Ministerio del
Interior, durante sus cuatro primeros meses, ha tenido mucho interés en
transmitir que todo lo hacía con el beneplácito del Departamento de Interior,
porque interesaba el aval de Atutxa. La realidad es, a su juicio, que sin ser una
situación tan idílica, hay una buena relación.
José Luis López de la Calle se pregunta en El Mundo del País Vasco, el 18 de
octubre, cómo se ha llegado a esta situación. Y escribe: “Se oye decir que ETA
no quiere la paz. Por supuesto que no, quiere la victoria”. El 20 estallan
artefactos en los Palacios de Justicia de Donostia, Gasteiz e Iruñea. El 23
detienen en Donostia a cuatro jóvenes acusados de formar un grupo ‘Y’. El 26,
Mayor Oreja pide tiempo para desarrollar su proyecto de política penitenciaria.
Los fiscales piden en esta fecha al Supremo, por unanimidad, que no llame a
declarar a Felipe González. Fernando Savater escribe acerca de “La dignidad del
Estado” y sostiene que “solo los encubridores y los partidarios del ‘todo vale’
pueden negar que ha habido también un terrorismo criminal organizado y
ejecutado por funcionarios estatales, cuyo balance deja por lo menos una
treintena de muertes. Solo los ciegos voluntarios pueden negar que la tortura y
los malos tratos en ciertas comisarías e incluso en cárceles han sido una práctica
no esporádica sino gravemente continua”. Al diario El Mundo le parece una
bomba en los cimientos de Interior el libro que ha publicado el exdirector de
comunicación de Belloch, Fernando López Agudín, en el que afirma que el
ministro preguntó al presidente Gonzalez si dejaba de pagar a Amedo y
Domínguez, y este le contestó ‘tú sabrás lo que haces´. Dice que la Policía
atribuyó a la ultraderecha las bombas-cartera de Artxanda y Muskiz del 29 de
mayo de 1994, y que al equipo de Belloch le vigilaban los Servicios de
Información. A Benegas le parece todo una fabulación, un libro “coyunturalista”.
El 5 de noviembre, el Tribunal Supremo decide por 6 a 4 no llamar a declarar a
González, y Serra y Benegas tampoco serán citados. Noviembre arranca con
nuevos atentados, contra el cuartel de la Guardia Civil en Buñuel, contra el
Palacio de Justicia y la farmacia del marido de la ex-secretaria de Estado para
Asuntos Penitenciarios en Gijón Paz Fernández Felgueroso. El 4 de noviembre
el Tribunal Supremo exonera a Felipe González de responsabilidades en los
GAL.
ETA secuestra a Cosme Delclaux Zubiria, un joven licenciado en Derecho,
hijo de un empresario vinculado a conocidas familias del mundo financiero y los
negocios de Neguri. Las empresas de su padre no tienen conflictos laborales,
todo apunta a una operación de “abastecimiento”. Fuentes de Interior de las que
la prensa se nutre afirman que el rapto obstaculiza el acercamiento de presos de
ETA iniciado el pasado verano. Al parecer, estaba en estudio la posibilidad de
trasladar a la Península a varios de los presos de la cárcel canaria de El Salto del
Negro antes de Navidades. Xabier Arzalluz también es de la opinión de que
supondrá un frenazo al proceso de acercamiento, aunque Mayor Oreja afirma
que nada hará que cambie la estrategia diseñada desde el Gobierno, basada en el
estricto cumplimiento de la Ley: “Yo siempre he dicho que las políticas hay que
mantenerlas antes y después de los atentados”, afirma el ministro. ETA se ha
responsabilizado de nueve, perpetrados entre el 28 de agosto y el 1 de
noviembre, pero no ha mencionado el secuestro. La Policía dice haber tenido
conocimiento de que los comandos de ETA manejaban datos de la familia
Delclaux, dice que a Santiago Arrospide, Santi Potros, se le encontró una
anotación explicando que, al ser muchos de sus negocios de tipo familiar, habría
que involucrar al clan y pedir el rescate a toda la familia. Al periodista de El
Mundo German Yanke le parece esta “una elección muy calculada”.
El alcalde de Hernani José Antonio Rekondo, de EA, víctima de un intento de
linchamiento por parte de treinta encapuchados que han irrumpido en el
ayuntamiento, promete no tirar la toalla. Confiesa sentir temor, pero el respaldo
de su familia y el de sus compañeros le dan fuerzas para seguir adelante.
Acompañado de los portavoces del PNV, PSE-EE y PP, ha comparecido en el
salón de plenos para denunciar “el clima de enfrentamiento interminable creado
por el MLNV, con el claro propósito de hostigar amedrentar y doblegar al propio
pueblo y a sus representantes”. HB es la primera fuerza electoral del municipio,
ha sido necesario el apoyo de peneuvistas y socialistas para designar alcalde a
Rekondo, representante de una de las familias de EA conocida como los
bultzagileak. Opina el alcalde que los actos de violencia callejera y la lucha
armada cumplen dos funciones dentro de la estrategia de coacción que el MLNV
ha diseñado para superponer su voluntad a la de toda Euskal Herria. Joxan
Rekondo Sanz, el alcalde, escribe en Egunkaria y no se muerde la lengua al
sostener que la violencia callejera es la guerra sucia contra el pueblo; que la
debilidad operativa de ETA es suplida por la ‘kale borroka’, una forma distinta
de violencia, con la misma función; que la ponencia Oldartzen ha adquirido en el
MLNV una importancia capital, y la muerte de Gregorio Ordoñez y el secuestro
de Aldaia han sido las dos puntas [‘erpin’] más importantes de la misma
estrategia. “Kale borroka, koertzio dinamika, beraz, ez da espontanea. ENAMen
estrategian, kokatzen da: gerra Zikina” [La violencia callejera, la dinámica de la
coerción no es pues espontánea, sino que se asienta en la estrategia del MLNV:
la guerra sucia].
El Correo ha tenido acceso a un documento interno en el que ETA y KAS
apuestan por mostrar cintura política para abrir una nueva etapa en el MLNV,
promoviendo la distensión con el PNV y buscando acuerdos coyunturales con
otros partidos. Propugnan, siguiendo el modelo ELA-LAB, buscar la apertura a
sectores sociales, con lo cual “a Elkarri lo mandamos al carajo”. Sopesan una
tregua, acuerdos en objetivos intermedios, para estar en condiciones de abordar
un proceso de negociación serio. Ven conveniente renovar las Gestoras pro-
amnistía: “Olano [Juan María] es un monstruo con mucho peso político, pero
hay que poner el cascabel al gato y reconducir Gestoras a la lucha por la
amnistía”, lo que es un “asunto difícil, porque entramos en el tema de sueldos,
liberados, etc.”. También los socialistas vascos reflexionan. Buesa, Onaindia y
Eguiguren estudian vías de normalización dentro del Estatuto, y el futuro de la
Mesa de Ajuria Enea. La crónica semanal de Egin, que firma J. Iratzar, toma
nota de lo dicho por El Correo, habla de “Preocupante agilidad” y de que
“resulta curioso constatar que si ahora hablar de ‘cintura política’ es motivo de
descalificación por lo que supone de ‘rearme’, hubiera sido síntoma de debilidad
si esta misma izquierda abertzale hubiera decidido lo mismo en unas
circunstancias de inferioridad política”. Algo se cuece en la cocina del PNV
cuando Juan María Ollora, uno de sus teóricos más relevantes, apuesta por una
negociación con contenidos. El último día de noviembre, convocados por
‘Senideak’, decenas de miles de manifestantes exigen en Bilbo los derechos de
los presos. ‘Senideak’ emplaza al Gobierno español a contactar con los
interlocutores del colectivo de presos. Familiares de presos inician paralelamente
en Dublín, lugar de reunión del Consejo de Europa, una huelga de hambre.
El Diario Vasco ve en el documento del MLNV citado por El Correo el diseño
de un giro estratégico para forzar un cambio en el PNV, planteando la
combinación de una ‘presión permanente’ con una política de ‘mínimos
comunes’. Se trata de cambiar la correlación de fuerzas, abrir vías de
comunicación incluso con Confebask, Adegi, Mondragón Corporación, ASLE,
la Iglesia. LAB aclara que se trata de un documento del sindicato y denuncia la
manipulación de la que ha sido objeto. Floren Aoiz, portavoz de HB, recuerda
que el derecho de autodeterminación es la clave y que “el PNV debiera ser
valiente y decir que lo que ha logrado obedece más a la presión de la izquierda
abertzale que a la suya”. EA hace saber por su parte que el Estatuto no es un fin
en sí mismo, en respuesta a una propuesta de síntesis de posiciones nacionalistas
y autonomistas, que lleva el sello de la reflexión de Onaindia y Eguiguren. El
PSE-EE dice que aprobaría contactos con ETA que concluyeran en el marco del
Pacto de Ajuria Enea, aunque posteriormente Benegas lo matiza hasta dejarlo sin
sentido. Interior anuncia el traslado de quince presos de ETA para acercarlos a
cárceles del País Vasco, y se interpreta en la prensa como que Mayor Oreja
empieza a desarrollar su compromiso de una política penitenciaria más activa. El
anuncio se ha hecho tres días después de que ETA intentase matar a la concejala
donostiarra del PP Elena Azpiroz e hiriese gravemente a su guardaespaldas.
Interior no oculta que estos traslados están destinados a tutelar el derecho de los
reclusos a “desmarcarse de los dictados de la organización” si así lo desean.
Entre ellos habría también algunos que han manifestado desacuerdo con ella y
arrepentimiento por su pasado, además de un enfermo incurable.
El periodista de Egin en prisión Andoni Murga publica el 16 de diciembre un
artículo en el que asegura que “No les va a salir gratis”, que se acabó la
impunidad, ante hechos como los de Ordizia, y que el PNV está haciendo una
apuesta muy arriesgada. El Mundo publica “Los 20 documentos secretos de la
Guerra Sucia contra ETA que el Gobierno oculta a los jueces”. Afirma que el
CESID seleccionó como objetivo al primer etarra asesinado por los GAL, Kattu.
Asegura que los papeles del CESID avalan que Manglano despachó con Felipe
González sobre la guerra sucia y que el general Cassinello encargó el sello de los
GAL. La orden de Rodríguez Galindo a Pedro Gómez Nieto habría sido: “Hay
que estar mentalizados. Ir, pegar y venirse”. Antonio, Anton, Ormaza, presidente
de la Fundación Arana Goiri Anaiak, publica en El Mundo uno de sus muy
escasos artículos. Lo titula “Los enemigos del poder popular”, recuerda que la
gran mayoría del Pueblo Vasco se abstuvo de votar la Constitución, se lamenta
de que el postfranquismo se haya asentado en Euskadi. Da su versión del “asalto
al poder en el PNV hace 16 años”, de la actual situación de los vascos:
“seguimos oprimidos, colonizados, sin poder autodeterminarnos”; coaligarse con
los partidos PSOE, PP, IU y UA hoy, le parece inaceptable, “desde las
enseñanzas de Sabino Arana”. Otro que tampoco escribe a menudo, el dirigente
vizcaino del PNV Javier Atutxa, publica una carta en El Correo, para el que unas
semanas antes ha pedido el boicot de los peneuvistas, lo que la ha valido un
ataque muy duro de respuesta. “Sabemos qué proyecto político apoyan ustedes,
qué grupo financiero está al lado, delante y detrás de El Correo”, no nos vengan
pues con apelaciones a la independencia informativa, parece querer decir. El mes
y el año terminan entre propuestas de acercamiento para la paz, movilizaciones
infructuosas por los presos, más atentados de ETA contra cuarteles, en Betoño e
Intxaurrondo, con dos secuestrados, uno ya medio olvidado en el tiempo, otro
más reciente, más presente en movilizaciones de pacifistas organizados.
1997-98, DEL HORROR A LA ESPERANZA

La actividad armada de ETA se hace en 1997 más selectiva, más personalizada,


más dura, si cabe. Rafa Díez, dirigente de HB y de LAB y mediador ante Antxon
en Santo Domingo, así lo reconoce al decir en el mes de marzo que estas
semanas están siendo muy duras, para todos. El 6 de enero, ETA lanza cinco
granadas contra el aeropuerto de Barajas. Dos días más tarde acaba con la vida
de un teniente coronel del Ejército en Madrid. El 15 de enero se cumple un año
del secuestro de Ortega Lara. El 17 detienen en Burdeos a Urrosolo Sistiaga. El
23, se suicida en prisión Jean Luc Maillet, el policía francés acusado de haber
colaborado con ETA. El 30 de enero, ETA da muerte a Eugenio Olaziregi,
acusándole de haber propiciado la detención de Valentín Lasarte. Acusan a la
Mesa Nacional de HB de apología del terrorismo y colaboración con banda
armada por haber difundido el vídeo de ETA con la propuesta conocida como
Alternativa Democrática, y se producen las primeras detenciones el 3 de febrero.
El 7 se quita la vida en la cárcel de Alcalá-Meco el preso vasco José María
Aranzamendi. El 10 de febrero, por la mañana, estalla un coche-bomba en
Granada, y provoca la muerte de un civil y varios heridos; se conoce al mediodía
el suicidio en su casa de Mallabia del dirigente de LAB y HB Eugenio Aranburu;
por la tarde, ETA mata en Madrid al magistrado del Tribunal Supremo Rafael
Martínez Emperador. Al día siguiente, da muerte en Tolosa a Patxi Arratibel,
acusándole de haberse quedado con parte del dinero del rescate de Emiliano
Revilla. El 15 de febrero, la Ertzaintza reprime a tiros una manifestación
multitudinaria convocada a favor de la Alternativa Democrática, provoca dos
heridos, numerosos contusionados y un atropello. Javier Bauluz, premio Pulitzer
de fotografía, lo explica así en El Mundo: “La verdad es la primera víctima de la
situación de Euskadi. Los incidentes no fueron resultado de oscuras maniobras
de HB, como se ha dicho, ni de oscuras maniobras del Gobierno vasco, como
también se ha dicho. Lo que hubo fue el error policial de dejar una furgoneta de
la policía aislada en medio de una manifestación en la que había gran tensión.
(…) Sacaron las pistolas cuando no les quedó más remedio, después de recibir
sus buenas palizas, porque lo vi yo”. El 17 de febrero ETA da muerte a un
policía en Bilbo.
Tras un pequeño paréntesis sin atentados, mata en Donostia el 11 de marzo a
Francisco Javier Gómez Elosegi, el psicólogo de la prisión de Martutene. Casi
inmediatamente, dos policías de paisano detienen al presunto autor de los
disparos, quien posteriormente denuncia torturas, que avala Joseba Egibar, y el
SUP se querella contra el dirigente del PNV. El juez Javier Gómez de Liaño, que
se ocupa del caso, descarta que la Policía torturase a Elejalde, pero reconoce que
hubo actuaciones irregulares en la comisaría. El juez envía a prisión al presunto
militante de ETA Fernando Elejalde Tapia por los delitos de pertenencia a banda
armada, tenencia ilícita de armas y asesinato de Gómez Elosegi. Elejalde ha
necesitado atención médica, que la Policía atribuye a que su detención fue
violenta porque opuso resistencia, pero Iñaki Esnaola, que la vio desde el balcón
de su casa en Gros, lo desmiente. El 29 de marzo, aparece muerto en Itziar de un
tiro en el corazón el militante de ETA Josu Zabala. La versión oficial asegura
que se trata de un suicidio. El 12 de abril localizan un piso de ETA en Madrid
tras una pequeña explosión; salen bajo fianza los miembros de la Mesa Nacional
de HB en prisión; ETA hiere en atentado a un funcionario de prisiones de
Martutene. El 21 de abril se hace una convocatoria a nombre de ETA para una
jornada de lucha por la Alternativa Democrática el 25 de abril. Al día siguiente
estallan cinco bombas en Sevilla, a las que siguen dos bombas contra chalets de
dos empresarios un día más tarde. El 24, ETA mata a un policía en Bilbo. En la
jornada de lucha se producen sabotajes, concentraciones, cargas policiales. El 26
de abril, con el mismo lema de la de Bilbo que ha acabado tan mal, tiene lugar
una manifestación en Donostia. El 29, desactivan un coche-bomba preparado
contra un vehículo de la Ertzaintza. Mata ETA el 3 de mayo en Zierbana a un
guardia civil, atenta el 5 contra el cuartel de Araka, hiere el 10 a un escolta del
PSE. Dos días más tarde desactivan un paquete-bomba dirigido a un empresario
de Burgos. El 15 desactivan un artefacto en Neguri. El 24, ETA da cuenta de una
carta-bomba enviada a mando militar español en Italia, que el Ejército ha
ocultado.
El 1 de julio, poco después de la una de la madrugada, ETA deja en libertad a
Cosme Delclaux cerca de Elorrio. A las tres y media, la Guardia Civil efectúa
detenciones muy cerca, en Arrasate, Antzuola, Bergara y Oñati, y a las seis y
media de la mañana libera a José Antonio Ortega Lara, que ha permanecido 532
días en un “cubil oscuro y siniestro, con las paredes forradas en madera,
abombadas por el agua”, en los bajos de una nave industrial de Arrasate. Se trata
del secuestro más largo en la historia de ETA. El periodista Fernando Jáuregui
elogia a la prensa, porque Mayor Oreja había asegurado un día antes a un grupo
de periodistas que ‘pronto’ tendrían buenas noticias respecto a los secuestrados,
pero callaron: “Por esta vez, la prensa, la radio y los canales de televisión
españoles han merecido un diez”. Los medios de comunicación reciben para las
siete de la mañana una información exhaustiva de la operación a través de la
agencia Vasco Press. Al día siguiente, el diario Egin abre su primera página con
un titular escandaloso: “Ortega vuelve a la cárcel”. Joseba Egibar afirma que
José Antonio Ortega Lara tenía alguna función añadida a su labor de funcionario
de prisiones, por lo que, tal vez, su elección no fue tan aleatoria, y Mayor Oreja
le responde que “ha perdido el norte”. Egibar ha añadido también que Mayor
Oreja se ha quedado sin motivos para rechazar el plan de acercamiento de
presos, una vez liberado el funcionario. El PNV se dispone a denunciar al
ministro del Interior ante el Consejo de Europa por mantener la política de
dispersión, e IU-EB está también dispuesta a secundarlo. Egibar está convencido
de que el PP quiere convertir el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo en un
enclave de España en Euskal Herria, y así se explica que se eligiera el cuartel
para escenificar el rescate de Ortega Lara, contra el que desde luego nada tiene
que objetar. El portavoz del PNV desvela también que los socios del Gobierno
tripartito vasco ​–PNV, PSE y EA– contactaron con ETA, con conocimiento de
Mayor, para conocer su “último precio” por la liberación de Ortega Lara, y
cuando trasladaron las condiciones al ministro, tuvieron una contestación muy
fría. Decía no creerse que la solución pudiera ser tan simple.
En este primer semestre de 1997 hay también mucha cocina política, además
de temas que se vienen arrastrando. A comienzos de año, Amedo ha declarado
en Diario 16 que Garzón les chantajeó para derribar al PSOE, que les utilizaron.
La exviceministra de Interior Margarita Robles confirma que es verdad que José
Luis Corcuera le dijo que si no fuera mujer le daba una ostia. La periodista de El
Mundo Carmen Gurruchaga ha publicado, con el titular impactante de “Los
ministros de ETA” y la foto de Xabier Alegria, “el superjefe de KAS”, Jone
Goirizelaia y Rufi Etxeberria, que “ETA aprieta el gatillo pero detrás existe una
compleja maquinaria política y social”. HB anuncia luego un boicot a El Mundo
y acciones legales contra la autora del reportaje. El País ha dado cuenta a
mediados de enero de la detención y encarcelamiento del que se tiene por
cabecilla de los ‘grupos Y’ de apoyo a ETA en Navarra. Se trata de Joseba
Mirena Sainz de la Higuera, de 49 años, que adoctrinaba a los jóvenes y ha
admitido depender de KAS, según el diario. No se conoce entonces la denuncia
de infiltrado, que Gara publicará el 25 de abril de 2001. La Ertzaintza ya ha
detectado en varios lugares calientes de la ‘kale borroka’ que personas de cierta
edad costean los pequeños gastos que la actividad exige, y algo más para el
bolsillo de los jóvenes, a veces solo adolescentes. El 17 de enero, Abc informa
que Aznar y Arzalluz han estudiado en La Moncloa las vías para acabar con esta
‘preocupante’ violencia callejera, y han hablado también del Concierto
Económico. Son tiempos de buena sintonía, son tiempos sin mayoría absoluta
del PP. Sam Cusnalhan, presidente irlandés de familiares de víctimas del
terrorismo, afirma en el Diario Vasco que el proceso de paz en Irlanda ha sido
frustrante para las víctimas y que jóvenes del entorno de ETA son instruidos en
Belfast en los meses de verano.
Han enviado una ‘Carta al Lehendakari’ veintidós, a decir de El País,
relevantes universitarios, escritores y profesionales, reclamándole decisión
política para garantizar los derechos y libertades de la ciudadanía vasca frente a
la amenaza de la violencia, y Ardanza no ha respondido como esperaban, lo que
les ha provocado “desconcierto e indignación”. Algunos de los firmantes dicen
no entender la reacción virulenta del PNV ante un mensaje respetuoso y
moderado. El catedrático de la UPV Javier Corcuera está triste y perplejo; y el
decano de la facultad de Teología de Deusto, Rafael Aguirre, preocupado por la
reacción de Ardanza y del PNV ante un texto muy sencillo que carece de
segundas intenciones e intenta recoger un clamor popular ante la proliferación de
la violencia callejera. Hay debate también en PSE-PSOE sobre la paz. Jesús
Eguiguren dice que ahora es cuando hay que hablar, pues cuando acabe el
terrorismo no hará falta diálogo: “el diálogo es para acabar con el terrorismo”.
No le hace ascos a tratar también de Navarra y autodeterminación. A Redondo
Terreros le parece que la Mesa de Ajuria Enea actual puede ser un factor
retardatario de las soluciones, y a Mario Onaindia, que una cosa es terminar con
el terrorismo y otra que se resuelva el problema vasco. En esto está de acuerdo
incluso Mayor Oreja. IU-EB apuesta claramente por una segunda fase del Pacto
y por gestos de acercamiento hacia los violentos, en un documento enviado al
lehendakari en el que asume las soluciones políticas como única salida. El PNV,
cuya dirección observa entre sus cuadros más de una manera de ver este asunto,
reúne a una amplia representación de cargos públicos para definir una postura
unitaria en torno a la pacificación; están decididos a asumir riesgos, a moverse
para buscar en el entorno de ETA y HB las bases de un futuro escenario sin
violencia, “pero sin desvirtuar lo que somos”. Ante la eventualidad de un
acuerdo entre el Gobierno central y ETA, el PNV advierte a José María Aznar
que son los partidos políticos los únicos legitimados para negociar cuestiones
políticas que afecten a los vascos y, por tanto, no reconocen ese papel ni al
Ejecutivo español ni a ETA. “Si ETA y el Estado deciden por no sé qué cruce de
astros negociar, lo acordado afectará solo a las dos partes. A mí no me representa
ni el Estado ni ETA”, afirma Joseba Egibar.
El Correo destaca del documento del PNV sobre pacificación que apremia a
ETA y al Gobierno español a que negocien la paz o renuncien a ese vía. Pone en
boca de Xabier Arzalluz que “todo tiene un límite, y si se eternizan, buscaremos
otros consensos”, y que ha manifestado que en el partido “estamos dispuestos a
perder muchas cosas para que la paz salga adelante”. Deia titula: “El PNV
advierte que existen vías diferentes de pacificación para romper el impasse”. EA
interpreta que el pronunciamiento del PNV deja a Ardanza en fuera de juego. El
Gobierno de Aznar ve un balón de oxígeno a ETA en esa oferta de negociación y
su ministro del Interior dice que el PNV vive en una “encrucijada de la
confusión”. No les ha sentado bien que haya pedido una negociación con ETA
sin esperar siquiera a que deje de secuestrar y matar. José Luis Barbería opina en
El País que la idea evocada por Arzalluz de que algunos poderes tienen interés
en que ETA sobreviva dentro de parámetros controlables para el Estado, porque
de esta manera se aseguran que el PNV congela su proyecto independentista, ha
estado latente dentro de ese partido desde la época de la Transición. A su juicio,
es una sospecha que aflora cada vez que el PNV siente la tentación de romper las
amarras de sus compromisos en materia antiterrorista. Duda el periodista de que
Juan María Atutxa comparta este análisis, pues no encaja en su posición ante
ETA. El 5 de febrero, se pregunta el editorialista de Egin si se mueve el PNV; le
ve sin resolver su gran dilema, si abrazarse al actual proyecto político del Estado
español o apostar por su propio proyecto de construcción nacional; espera para
aclararlo a su práctica política, para saber si se trata de un punto de arranque o de
un parche.
El preso Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, Txikierdi, designado por sus
compañeros portavoz, envía una carta a la Comisión de Derechos Humanos del
Parlamento Vasco proponiéndole una reunión para informar de su situación.
Ortega Lara está en este tiempo secuestrado, y este movimiento se relaciona
también con una vía de salida al secuestro. Egin dice que los presos piden en un
escrito firmado por Txikierdi un ‘vis a vis’ con DDHH, para conocer qué ha
hecho la Comisión con los acuerdos que se han tomado en el Parlamento de
Gasteiz y para explicar a los comisionados la situación carcelaria. Publica este
diario un artículo de José Luis Orella Unzue, “El Decálogo de la Violencia”, en
el que afirma que solo se habla de una única violencia, y sin embargo existe otra
violencia. Hay a su entender dos violencias en el País Vasco y Navarra,
solapadas, pero de etiología diferente. Conocemos a unos, afirma, “¿pero
quiénes son los responsable de la violencia estructural?”. Joseba Arregi y Daniel
Innerarity escriben en El País, al alimón, un artículo que titulan “Diálogo de
Sordos”. Les parece que uno de los mayores desafíos del nacionalismo vasco
democrático consiste en la actualidad en mantenerse a distancia, en la teoría y en
la práctica, de las categorías que maneja el mundo del MLNV. José Antonio
Rekondo entra en el debate con declaraciones que recoge Juan Carlos Viloria en
El Correo el 2 de marzo. A los intentos de ELA y otras fuerzas por buscar una
salida a la confrontación violenta ya le han puesto nombre: ‘tercer espacio’. Y a
Rekondo, alcalde en Hernani, le parece que “los apóstoles del ‘tercer espacio’
dan coartadas a ETA” y cree que la estrategia de ELA es grave, porque le obliga
a silencios muy significativos y, además, no representa la voluntad de la mayoría
de sus afiliados. Los movimientos de los presos le parecen a Juan María Atutxa,
según recoge El Correo el 4 de marzo, fecha en la que los parlamentarios vascos
se reúnen con Txikierdi en Alcalá Meco, intentos de ETA para salvar la cara y
liberar a Ortega Lara. El 6 de marzo Egin afirma que los interlocutores de
Txikierdi defienden el valor de la reunión y anuncian nuevas iniciativas
parlamentarias sobre los presos vascos. A los días interpreta que “cruzaron las
rejas con el mandato de cumplir con la legalidad que ellos mismos representan y
constataron con ello lo increíble que resulta que fuera precisamente un preso
quien les instara a cumplir su legislación”. Un delegado de UGT de la prisión de
Pamplona opina que Ortega Lara no será liberado sin un acuerdo entre HB y el
Gobierno. Según el Diario Vasco, el portavoz de los presos habría advertido a
los parlamentarios vascos, con los que mantuvo una reunión de cinco horas, que
vienen épocas duras si los partidos no varían de actitud.
El alcalde de Bermeo y presidente de EA en Bizkaia, Juan Carlos Goienetxea,
entrevistado en Argia, pone en duda que el PNV sea en este momento abertzale,
porque a su juicio el poder debe usarse para liberar Euskadi, y tiene la impresión
de que el PNV lo tiene para tenerlo. También Peixoto habla en Argia, y sostiene
que “tenemos que hablar entre nosotros”, recordando que la preocupación
permanente de Txomin [Iturbe] era la de que “si no empezamos cuanto antes a
hablar seriamente entre nosotros, antes de darnos cuenta estaremos peleándonos
entre nosotros”. [‘Lehen bait lehen, geure artean seriozki hitz egiten hasten ez
bagaituk, konturatu orduko elkar joka aurkituko gaituk’]. El Correo y el Diario
Vasco aseguran que ETA defiende la eficacia de la lucha callejera y ha zanjado
las críticas en el seno del MLNV. Tienen como fuente un documento interno de
cierta antigüedad, del que se desprendería que el sector más duro de KAS
controla la dirección provisional de HB y no descarta incluso una retirada
paulatina del área político-electoral, tras apostar por hacer cada vez más
clandestino el funcionamiento de HB. En el Diario de Navarra los asuntos del
MLNV se ven, a partir de reconocidas fuentes policiales, como que el frente
militar de ETA se ha impuesto al aparato político y los responsables de los
comandos controlan la estrategia global. Deducen de ello que KAS va a tener
menos poder y que ETA ha recuperado su papel de vanguardia. J.Txindoki ve la
situación como un empate infinito, tras reparar en la lista de este comienzo de
año con seis muertos, dos secuestros, dos suicidios, multitud de actos violentos
en las calles, detención de la Mesa Nacional de HB. Lo ve como atrapados en un
empate infinito que se podría ir rompiendo con la liberación de Ortega Lara, para
la que solo es preciso un pequeño gesto que Mayor Oreja conoce, “como si
buscaran un final trágico”. Le Monde entrevista Arzalluz y destaca de sus
declaraciones que “esta vez, pienso que ETA quiere negociar”.
José Antonio Ardanza ha anunciado en El Correo que no aspira a repetir como
lehendakari y el exdiputado general de Bizkaia, José Alberto Pradera, se ha
adelantado a proponer a Juan María Atutxa como su sucesor natural. Su
propuesta se completa: Atutxa por Ardanza, este por Arzalluz y Azkuna en la
alcaldía de Bilbao. Abc mete baza y habla de problemas en el PNV para relevar a
José Antonio Ardanza, porque la mayoría de los candidatos no habla euskera,
que no sería el caso de Atutxa, desde luego, y los estatutos del partido obligan a
dominar el vascuence para optar a lehendakari. Le han recordado a Pradera
desde el EBB que en el partido no funcionan así las cosas y este ha pedido para
él el mismo trato que a otros que se equivocan, aunque insiste en que sigue
pensando lo mismo sobre la candidatura de Atutxa. La periodista Tonia Etxarri
habla más bien de relevo tranquilo, defiende que Juan María Atutxa, a pesar de
su gancho, no encaja en el perfil-robot del candidato ideal del PNV. El Diario
Vasco ya ha sabido para mediados de mayo que las bases del PNV se decantan
por el vice-lehendakari Juan José Ibarretxe como sustituto de Ardanza. A final
de mes, Martín Garitano no ha tenido la misma información o tal vez se refiera a
otras “bases” cuando escribe que está desolado por que Atutxa sea el mejor
valorado como candidato a lehendakari.
Comienza en París el 20 de mayo el macrojuicio contra la dirección de ETA
detenida en Bidarte y contra una treintena más con acusaciones de colaboración
en diversos grados. Los que les han acogido en sus casas declaran haber
desconocido la actividad de sus protegidos. El juez no autoriza el uso del euskara
en la vista y Txelis se lo afea por violento. Los encausados no reconocen al
tribunal, declaran que mientras se niegue la soberanía a Euskal Herria la lucha
continuará y proponen la Alternativa Democrática como vía a la paz. Se difunde
ahora que Pedro María Gorospe, Txato el Viejo, ausente en el juicio por
enfermedad, ha sido expulsado del colectivo por traición. Carmen Gurruchaga
publica en El Mundo que Alvarez Santacristina ha desvelado que fueron
detenidos porque cayeron en una trampa del Gobierno español, mediante un
falso mensaje de Interior para negociar que les movió a reunirse. Apenas
concluido este juicio, da comienzo también en París otro contra seis miembros
del comando Argala, de ciudadanía francesa, por primera vez por atentados que
han tenido lugar en territorio español; y junto con ellos, Azkoiti, que en ese
momento está en paradero desconocido. Finalizando mayo, el Supremo
comunica a 23 miembros de la Mesa Nacional de HB la apertura del proceso por
colaboración con ETA. Se declaran insolventes, por lo que se les embargarán sus
sueldos, invitan al Tribunal a la reflexión, ya que se está judicializando un
problema que es político. Patxi Zabaleta escribe sobre “Las ideas de ETA”,
sostiene que una acusación penal indiscriminada y, además, por la propagación
de unas ideas, aunque sean las ideas de ETA, resulta propia de sátrapas nazis.
Es junio y el clima político es tenso, justo cuando más iniciativas de paz se
van conociendo. Iker Gallastegi, hijo primogénito del histórico líder
independentista Eli Gallastegi, escribe una carta a la propagandista del PNV de
preguerra Polixene Trabudua, amiga de su padre y compañera de lucha, y le
pregunta por qué supone que aita criticaría hoy a ETA. Polixene, tras largos años
de exilio en Venezuela, ha recalado por Euskadi y ha manifestado su condena a
la actividad de ETA. El forense Pako Etxeberria confiesa que en los años
ochenta nadie quería ser forense y afirma que la tortura sólo desaparecerá
cuando la Policía sea consciente de que no merece la pena. Carlos Iturgaiz, a
quien Mayor Oreja ha trasladado ya la responsabilidad de dirigir al PP vasco,
llama irresponsable al lehendakari Ardanza por haber criticado la dispersión.
Iñaxio Oliveri denuncia la cerrazón del MLNV en relación con la suerte de los
presos. Se presenta en Madrid el libro de Sagrario Morán, prologado por
Baltasar Garzón, que estudia las relaciones de España y Francia contra ETA. A
juicio de Morán, dos factores han contribuido sustancialmente a activar la
pasividad de Francia: las acciones de los GAL y la entrada de España en la
Comunidad Económica Europea. Sobre el primero, opina que, aunque ahora se
ha visto que fue negativo porque ha convertido a ETA en víctima, contribuyó a
que Francia se implicara en la lucha contra el santuario que mantenía dentro de
sus fronteras. Sus datos revelan asimismo que después de cada operación
comercial con Francia se producía una operación antiterrorista. El ministro del
Interior ve ya la colaboración francesa en un proceso irreversible, al margen de
la ideología del Gobierno de turno. Mayor Oreja se ha entrevistado con el
ministro Chevenèment, ha recibido de él la promesa de perfeccionar la
cooperación, han convenido en que los cabecillas de ETA son en este tiempo
Ignacio Gracia Arregi, Mikel Albizu, José Javier Arizkuren, Soledad Iparragirre,
Eusebio Arzallus, Juan Carlos Iglesias y el histórico José Luis Arrieta, Azkoiti.
La Guardia Civil ha liberado al funcionario de prisiones José Ortega Lara el 1
de julio, y el 10 de julio ETA secuestra al concejal del PP en Ermua Miguel
Angel Blanco, amenazando con matarle en 48 horas si no se traslada en ese
tiempo a todos los presos vascos a Euskal Herria. A nadie se le escapa la
similitud de este ultimátum con el del ingeniero de la central nuclear de Lemoiz
José María Ryan, que acabó en ejecución. Al día siguiente, la Mesa de Ajuria
Enea hace público un comunicado afirmando que ETA sabe que sus condiciones
son imposibles de cumplir, por lo que el secuestro hay que verlo como una
venganza mafiosa, la vendetta de una organización desesperada y resentida. La
Mesa de Ajuria Enea hace un llamamiento a una manifestación de ‘humanidad’
para el sábado 12, a las doce del mediodía en Bilbo, que se convierta en un ruego
a ETA y a HB para que no maten a Miguel Angel. La movilización es enorme,
pero ETA cumple su amenaza y mata al joven edil de Ermua. La Mesa de Ajuria
Enea publica el 17 de julio otro comunicado. Afirma que lo que fue posible con
Franco ante el Proceso de Burgos no ha sido posible con ETA, que se ha situado
fuera y en contra de este pueblo, que ha dado así un golpe a los deseos de
diálogo y reconciliación. La Mesa denuncia con dureza a los cómplices de ETA,
a Herri Batasuna, que ha callado clamorosamente, y hace nuevas convocatorias
de solidaridad con la familia de Blanco y de repulsa a ETA. La prensa habla de
estallido de indignación, y no exagera. Mesa y prensa piden que la indignación
se traduzca en acciones concretas contra HB en aquellos municipios en los que
sea posible entre todos desalojarlos del poder. El eco de esta muerte llega al VII
Foro de Sao Paulo, que decide no invitar a HB, como acostumbraba. Llega a
Montevideo, donde el Frente Amplio lo condena, pero no por unanimidad,
porque alguien sugiere que puede tratarse de una jugada de los servicios de
inteligencia. El MLN-Tupamaros, y otras instancias de la izquierda internacional
con las que ETA ha tenido en algún momento relación, habían pedido también a
ETA, “sin pretender injerencias indebidas”, que no ejecutara a su rehén.
José Antonio Rekondo, alcalde de Hernani, resucita su cruzada contra el
MLNV, pide al nacionalismo democrático y a ELA que revisen su estrategia ante
la rebelión contra ETA presente. Ve al nacionalismo histórico vasco ausente en el
“estallido social”. Propone que las instituciones vascas lideren esta respuesta
social y niega cualquier relación de parentesco de ETA y HB con el
nacionalismo vasco, porque la teoría y praxis del MLNV no son nacionalistas.
No está solo en su reclamación, le acompañan “los que pensamos así, un grupo
de nacionalistas guipuzcoanos que en su día nos formamos en las tesis de
Bultzagileak y nos interesa el debate y la reflexión”. Critica nuevamente a los
creadores del ‘tercer espacio’ y a los que defienden una negociación política con
el MLNV porque es “un robo a mano armada con toma de rehenes”. Ataca
también Rekondo la careta humanitaria de Elkarri y sus juegos florales. La
sociedad vasca se encuentra más cerca del enfrentamiento social que nunca.
Dirigentes del PNV reclaman a ETA y HB una tregua indefinida. España pide
colaboración para detener a la presunta nueva cúpula de la organización. Se
generalizan los ataques contra instalaciones bancarias, vehículos y viviendas
particulares de ertzainas y políticos, contra sedes y sociedades de HB y del PNV;
un exmilitante de ETA preso se suicida en Albacete; dos ertzainas resultan
heridos en la Parte Vieja tras una manifestación multitudinaria convocada por
HB en Donostia; lanzan 80 cócteles molotov contra una patrulla de la Ertzaintza.
El PP acusa a Xabier Arzalluz de dar balones de oxígeno a ETA y Mario
Onaindia afirma que el presidente del EBB deshace todo el trabajo tejido en la
lucha contra ETA. Mayor Oreja asegura que ETA está en el mercado de la droga
para financiarse, que no hay disidencias entre los presos por la presión de los
abogados, que cuando ETA haga ‘crack’ no se rearmará política y socialmente, y
se verá la profundísima disidencia que hay en ella, pero que eso no significa que
no haya que sufrir todavía, porque lo que degenera provoca dolor y hace sufrir.
El Gobierno dominicano, presionado por el español, expulsa de su país a
Eugenio Etxebeste, Ignacio Arakama y José María Gantxegi. Llegan estos a la
base militar de Torrejón de Ardoz el 10 de agosto, los internan en la Policía
Nacional de Moratalaz, incomunicados, hasta el momento de ir a declarar a la
Audiencia Nacional ante el juez Gómez de Liaño. Jaime Mayor Oreja interpreta
esta expulsión como una fortaleza de la democracia española y de su
reconocimiento internacional, y dice que si Etxebeste quiere hacer cosas como
negociador las puede hacer más aquí que allí, aunque él cree que no era ya
interlocutor de ETA, que ni siquiera tenía el respeto de ella, y solo servía de
altavoz internacional de la organización. Juan María Atutxa declara que era algo
esperado y que si hay que responsabilizar a alguien de estas expulsiones es,
única y exclusivamente, a ETA y a HB, que con su “inmovilismo y cerrazón han
aburrido a propios y extraños”. Sin embargo, Joseba Egibar, portavoz del PNV,
atribuye esta expulsión a la rigidez de Mayor Oreja y de su política antiterrorista,
cuyas consecuencias se verán con el tiempo. Juan Alberto Belloch, portavoz del
PSOE en la Comisión de Justicia e Interior del Congreso, le pide al PNV que
haga sus críticas en los foros adecuados, es decir, en los Pactos de Madrid y
Ajuria Enea. Sobre Eugenio Etxebeste pesa una orden de extradición solicitada
por Carlos Bueren en diciembre de 1995; a Ignacio Arakama, Makario, le acusan
de haber participado en ocho asesinatos y en el secuestro de Diego Prado y
Colón de Carvajal; José María Gantxegi no tiene ningún sumario pendiente en
España. Quedan en Santo Domingo Belén González Peñalba y Ángel Iturbe
Abasolo.
El policía nacional Daniel Villar se convierte el 4 de septiembre en la primera
víctima mortal de ETA desde la muerte de Miguel Angel Blanco el 12 de julio.
La explosión de una bomba colocada en su coche en una calle de Basauri le ha
provocado graves heridas, y la muerte poco después. La Guardia Civil dice haber
acabado con el comando más activo de ETA al dar muerte el 24 de septiembre en
una emboscada entre calles de Bilbao, poco después de las doce de la noche, a
Gaizka Gaztelumendi y José Miguel Bustinza. Afirma haber detenido luego a
doce personas y descubierto una amplia infraestructura de pisos y armamento,
minas antipersona y 63 kilos de amonal. El director general de la Guardia Civil,
Santiago López Valdivileso, asegura que los etarras respondieron con sus
pistolas y que los agentes, uniformados, repelieron la agresión. La Policía
española cree que este comando preparaba un inminente atentado contra Carlos
Iturgaiz, lo que habría precipitado una operación que se venía gestando. El
comando también habría espiado a los escoltas de Iturgaiz y a un edil del PP en
el Ayuntamiento de Bilbao. El consejero del Interior vasco, Juan María Atutxa,
afirma que ambas muertes “caen sobre las espaldas y la conciencia de la Mesa
Nacional de HB y de KAS”. Se conoce en este final de septiembre que el
Gobierno español ha elaborado un vídeo para su difusión internacional, a fin de
transmitir lo que llama la verdadera cara del terrorismo etarra, y el PNV le acusa
de proyectar una imagen deplorable del País Vasco, cuando nuevas vías de
acuerdo se abren, cuando se acaba de conocer cómo el Partido Unionista del
Ulster ha accedido a dialogar cara a cara con los republicanos del Sinn Fein, lo
que al premier británico, Tony Blair, le ha llevado a mostrarse convencido de
que se podrá lograr pronto un acuerdo definitivo de paz. Txillardegi cree que el
encarcelamiento de la Mesa de HB solo supondrá el final traumático del último
intento de solución pacífica y opina que “guste o no a Arzalluz y a Garaikoetxea,
el PNV y EA están abocados a una disyuntiva de gravedad evidente: o apoyan la
represión española, o la condenan”.
Tres miembros de ETA disfrazados de jardineros intentan el 13 de octubre
colocar doce granadas en tres maceteros frente al Museo Guggenheim; sus
movimientos le resultan sospechosos al ertzaina Txema Agirre, les trata de
identificar, responden con un disparo que le hiere de gravedad y muere poco
después. Uno de los miembros del comando es detenido posteriormente. Se
baraja la hipótesis de que ETA pensara activar las granadas con un mando a
distancia el día de la inauguración oficial del museo, a la que acudirá el rey Juan
Carlos, aunque se da por supuesto que las granadas habrían sido descubiertas
antes por los perros adiestrados en detección de explosivos. La prensa destaca
luego que el ertzaina es hijo de un histórico militante del PNV en Zalla. El 23 de
octubre, ETA hace público un comunicado de denuncia del proyecto
Guggenheim, que al igual que la Ertzaintza y EiTB se han convertido, a su
juicio, en “gigantescos aparatos para oprimir mejor a Euskal Herria”. Del
ertzaina muerto dice que lamentablemente ha dado su vida defendiendo un
Estatuto que está muerto. La revista que publica Elkarri entrevista al filósofo
Joxe Azurmendi. Sus respuestas, a modo de sentencias, se salen de los guiones al
uso y, traducidas del euskera, dicen así algunas de ellas: ETA es una aventura
ética y política; ETA, además de tener unas armas y unos comandos, necesita de
una masa social que le pueda resultar de ayuda; nunca me he sentido capaz de
cuestionar el fenómeno ETA de manera racional y moral; ETA es un producto de
la tragedia de este pueblo; la defensa racional de ETA no es seguramente fácil,
pero tampoco la defensa del futuro de este país sin ETA parece muy fácil.
Llega a la redacción de Deia el 21 de octubre un documento que el PP se da
prisa en decir que es falso, pero que al diario le merece alta credibilidad. Según
el mismo, el PP vasco y catalán, presididos por Carlos Iturgaiz y Alberto
Fernández Díaz, están coordinando estrategias a fin de convertirse en los
‘condicionadores’ de la estrategia de los nacionalistas catalanes y de los
peneuvistas. No descartan entrar en los gobiernos de las comunidades
respectivas. Realizan un análisis conjunto de la situación política y llegan a
acuerdos. Se disponen a hacer de la lucha contra ETA una de las principales
bazas electorales del partido, a rechazar la vía Elkarri, a corregir el enfoque
nacionalista de la educación, a frenar el modelo D y a contactar con intelectuales
locales como Jon Juaristi y Fernando Savater. Piensan llegado también el
momento de aceptar de manera desinhibida el sentimiento español y ciertos
valores del régimen anterior. El documento hace una valoración positiva, sin
nombrarlo, del apoyo del grupo de comunicación más poderoso de Euskadi.
Perciben un claro auge mediático del partido después de los trágicos sucesos de
julio, la muerte de Miguel Angel Blanco. Piensan que de la revalorización de
aspectos de la cultura española da fe, por ejemplo, la construcción en San
Sebastián de una plaza de toros, iniciativa que fue de Gregorio Ordóñez. Les
parece de ‘extrema inconveniencia’ la devolución del patrimonio histórico al
PNV y ERC. El PP, a través de Carlos Urquijo casi siempre, ha denunciado el
sesgo político de los comentaristas de Radio Euskadi, excesivamente sesgados
hacia el partido del director general, Iñaki Zarraoa. El PP ha denunciado a
algunos de los presentadores de ETB por “excesivamente complacientes con los
pro-etarras”. ELA, sindicato mayoritario en el Ente, le acusa a comienzos de
noviembre de presionar a los profesionales, de promover la censura en EiTB, de
pedir al Parlamento vasco que defienda la censura informativa a HB. El Mundo
lo titula como que el PP pide que se den ‘premisas’ a los periodistas para evitar
informaciones delictivas. Los populares aspiran a trasladar el veto al MLNV a
los medios privados.
El 5 de octubre ha dado comienzo en el Tribunal Supremo el juicio contra los
23 miembros de la Mesa Nacional de HB. El 30 de noviembre se les condena a
siete años de prisión por colaboración con banda armada. El 2 de diciembre,
Aoiz denuncia en Egin una sentencia decidida por el Gobierno y firmada por los
jueces, y HB llama a una huelga general para el día 15. El 4 de diciembre son
detenidos y conducidos a diferentes centros penitenciarios. PNV, EA e IU
critican la sentencia, pero no se sumarán a las movilizaciones, porque, en
palabras de Arzalluz, “no se puede ir de la mano con los que nos insultan y
atacan”. PSE, PP y UA aceptan la sentencia sin críticas. Ardanza opina que HB
no merece solidaridad pese a que la condena es injusta. En declaraciones a El
Periódico de Alava denuncia que toda la ejecutiva de HB se vaya a la cárcel
como si fueran 23 delitos “clonizados. “Yo no comparto con HB nada, ni tengo
el síndrome de Estocolmo ​–declara​– pero no estoy dispuesto a que se cometa
una injusticia”. No comparte el resultado de esta sentencia, por demócrata, pero
que no le pidan solidaridades ni a él ni a la sociedad, porque a su juicio no se la
merecen. Para Alfonso Guerra, la sentencia ha sido benévola y la explica en que
no hay valentía para decir que HB es “el sindicato criminal de ETA”. Se cuela en
los medios y en los temas una carta dolorida de Aitzol Echave Arregui (así
escrito), publicada por Egin. Se trata de un hijo de Juan Joxe Etxabe y Agurtzane
Arregi que denuncia que “el miércoles 26 de noviembre me quemasteis el coche
por gabacho (un 64). El Diario Vasco lo contó, y ‘nuestro Egin’ ¿por qué no?
¿Tendré que ponerle matrícula española?”. José Luis Caso, un concejal del PP en
el ayuntamiento de Errenteria que había rechazado la escolta pese a estar
amenazado, es abatido de un tiro en la cabeza por un encapuchado que entra en
el bar de Irun en el que se encuentra el 10 de diciembre. Se hace público ahora
que una semana antes ETA ha intentado secuestrar o matar a Elena Azpiroz,
concejal del PP en Donostia. No acaba con el año la campaña de ETA contra los
ediles del PP. El 9 de enero de 1998 una bomba colocada en su coche mata a
José Ignacio Iruretagoyena, natural de Aia y concejal de Zarautz. Se había
negado a tener escolta, no se imaginaba yendo a vender madera, que era su
trabajo, acompañado de un policía, no se imaginaba objetivo de ETA. Los
atentados de ETA coinciden con importantes movilizaciones contra la dispersión,
por el reagrupamientos de los presos y contra los juicios a jóvenes tenidos como
miembros de grupos ‘Y’, con un protagonismo creciente en atentados de baja
intensidad y sabotajes contra representantes políticos, también del PNV y EA,
ertzainas, entidades bancarias, juzgados, transformadores de Iberdrola. La
Policía, los jueces y la prensa han definido ya como grupos ‘X’ a los encargados
de algaradas y destrozos callejeros; como grupos ‘Y’, más estructurados que los
anteriores, a los que se confían atentados menores, incluso con explosivos; y
como grupos ‘Z’, a los que colocan coches-bomba y efectúan atentados contra
personas.
Rafa Díez manifiesta en El Correo que la izquierda abertzale está dispuesta a
aceptar la pluralidad política del país y le reconoce a ELA está legitimación para
hablar sobre el papel de la lucha armada. Propone para desactivar la lucha
armada de ETA el juego democrático sin límites para todos. Díez, y una
incorporación reciente a la dirección de HB, Arnaldo Otegi, llevan meses
buscando una salida a la manifestación violenta del conflicto. Según este diario,
también dirigentes de KAS han advertido que la ‘kale borroka’ se les va de las
manos; no están en contra de ella, pero ven la necesidad de reorientarla. La
reflexión no estaría exenta de autocrítica, de propuestas de apoyo a los
detenidos, después de haber recibido quejas de abandono por parte de padres de
algunos de ellos. El 17 de enero se reúnen en Madrid Aznar y Mayor Oreja con
Ardanza y Arzalluz para hablar de política antiterrorista y algo más, en una
reunión en La Moncloa con almuerzo incluido. En una rueda de prensa al
término del encuentro, Mayor Oreja afirma que se han puesto de acuerdo en que
1998 debe ser el año del diálogo entre ambos gobiernos y ambas formaciones y
reconoce que en materia de terrorismo las diferencias entre PP y PNV son
notables, y no son las únicas: el paquete de transferencias que el Gobierno vasco
llama ‘social’, con la Seguridad Social y el INEM incluidos, no ha obtenido la
respuesta que el PNV exige. Una vez que Pujol ha ofrecido su apoyo a Aznar, el
del PNV no es estrictamente necesario, pero sí deseable a juicio de los populares.
El 25 de enero, 150 encapuchados se enfrentan a la Ertzaintza durante dos
horas en el barrio San Vicente de Barakaldo. Atutxa asegura que varias decenas
de los asaltantes encapuchados ya han sido identificados, saliendo así al paso de
las críticas recibidas por no haber efectuado detenciones en el momento. Atutxa
subraya la dificultad de reunir la fuerza necesaria para reprimir a 150
encapuchados muy organizados. Un taxista dice haber llevado él y colegas suyos
a jóvenes forasteros de Jarrai a las fiestas del barrio. Enfrentamientos similares,
pero con participación menor de manifestantes, van a tener lugar en los días
siguientes en el Casco Viejo bilbaíno y en Laudio, donde la sede del PP local
vuelve a ser atacada. Paralelamente, se conoce un ataque al domicilio de un
ertzaina en Azpeitia, ataques contra dos patrullas de la Guardia Civil en Altsasu
y sabotajes en Errenteria. Las centrales CCOO, UGT y Erne de la Ertzaintza
critican la falta de previsión de sus mandos ante las algaradas callejeras. Han
comenzado las detenciones por los sucesos de Barakaldo, detienen también a
once acusados de colaborar con el comando Bizkaia. Estalla una bomba de dos
kilos en una sucursal bancaria del BCH en Donostia, incendian otras dos de Caja
Laboral y Caixa en Hernani. Y el 30 de enero, ETA mata a tiros en Sevilla al
concejal del PP Alberto Jiménez Becerril y a su esposa, Ascensión García.
Trescientos profesores, artistas, intelectuales y personajes públicos firman el
“Manifiesto por la democracia en Euskadi” promovido por el Foro de Ermua en
contra de cualquier clase de negociación política con ETA. Los promotores del
documento se dirigen muy especialmente a los políticos y representantes de las
instituciones y les corresponsabilizan de este proceso de deterioro de la
democracia por no haber actuado con la unidad y firmeza necesarias, llegando
incluso en ocasiones “a repartir la responsabilidad de los crímenes de ETA entre
esta organización y el Estado”. Tienen claro que “en Euskadi, el fascismo tiene
nombre y apellidos: ETA y Herri Batasuna”, y también que están en contra de
cualquier intento de mediación, eclesiástica o civil, en contra de “terceros
espacios ni cuartas dimensiones, ni de suplantar a los políticos en la tarea que les
han asignado las urnas”, en alusión directa a la vía defendida por Elkarri y por
los sindicatos ELA y LAB. En el acto de presentación han estado Agustín
Ibarrola, Fernando Savater, Jon Juaristi, Manu Montero, Javier Corcuera, Mikel
Azurmendi, Carlos Totorica y Vidal de Nicolás. Han firmado además Aurelio
Arteta, Antonio Beristain, Teresa Castells, José Ramón Recalde, Xabier
Garmendia, Xabier Gereño, Raúl Guerra Garrido, Roberto Lertxundi, entre
otros. Jon Juaristi ha presentado al Foro de Ermua como la resistencia civil al
fascismo, Agustín Ibarrola ha exigido a los políticos mayores muestras de
voluntad democrática, Carlos Totorica ha afirmado que en el documento se pone
al pueblo vasco como sujeto principal de los derechos, y a ETA y Herri Batasuna
como la minoría fascista que quiere aplastarlos a través de la violencia y el
miedo.
A comienzo de febrero se conoce que el presidente Aznar busca un acuerdo
con el secretario general del PSOE Joaquín Almunia para acordar una fórmula
alternativa a la propuesta de pacificación de Ardanza que fije límites a su
propuesta de diálogo con HB. El lehendakari propugna que, en una segunda fase
del Pacto de Ajuria Enea, cuando exista el compromiso de ETA de no cometer
atentados, se incorpore a HB. Al Gobierno central le disgusta especialmente que
se hable de diálogo político sin límites. El PNV maneja ya la reclamación del
“Ámbito vasco de decisión” que ha teorizado Juan María Ollora, en el que Patxo
Unzueta ve una versión de la vieja fórmula del marco autónomo de la lucha de
clases, que provocó varias escisiones en ETA, porque los mismos que la
invocaban se convencían de que no funcionaba, y se pasaban al izquierdismo
españolista. La reflexión le sugiere a Unzueta una conclusión interesante: en el
mundo de ETA, las rupturas con la violencia se han producido casi siempre por
la izquierda, con la particularidad de que, tras abandonar las armas, no han
tardado en cuestionarse el independentismo, “y, en ocasiones, incluso el
nacionalismo como tal”. Felipe González escribe un artículo en El País con
ocasión del 2º aniversario del asesinato de su amigo Fco. Tomás y Valiente.
Además de elogiar la figura del catedrático, el expresidente muestra su sintonía
con Mayor Oreja cuando le oye decir que no hay atajos en la lucha contra el
terror de ETA y revela que él mismo le pidió en el funeral por el magistrado
Martínez Emperador que se dejara de decir que, cuando cesen los asesinatos,
todo es posible. “Hagamos que pierdan toda esperanza. Recuperaremos la
nuestra”, defiende González. Ramón Jáuregui lo concreta más al decir que el
plan de Ardanza tiene aspectos perniciosos. También Jon Juaristi concreta al
decir que el marxismo ayudó a salir de ETA a su generación: está presentando
ahora su libro El bucle melancólico.
Xabier Arzalluz dice haber observado un cambio de actitud en la nueva Mesa
Nacional de HB, aunque HB, lo mismo que Aznar, haya rechazado el plan de
paz de Ardanza, incluso sin conocerlo, a decir del lehendakari. El presidente
español promete, no obstante, que el Estado y la sociedad serán generosos si
ETA abandona las armas. Mayor Oreja no ve datos que apunten a una eventual
tregua de ETA. El Tribunal Constitucional, entre tanto, ha admitido el recurso de
HB contra el encarcelamiento de su Mesa Nacional, pero la Fiscalía considera
improcedente su excarcelación. El obispo de Zamora, Juan María Uriarte, aboga
por que todos los sectores sociales participen en un proceso de paz que cada vez
se ve más posible, aunque la actividad de ETA no haya cesado, aunque se sigan
produciendo atentados, si bien no mortales, en este comienzo de marzo. Así lo
cree un dirigente emergente de HB, Arnaldo Otegi, cuando asegura que se ha
abierto un nuevo escenario político en el proceso de pacificación. ELA y los
movimientos pacifistas animan a debatir el plan de Ardanza, y Arzalluz y
Garaikoetxea coinciden en valorar que lo que teme el PP es un acuerdo entre
partidos políticos vascos. “Unos sacuden el árbol, pero sin romperlo, para que
caigan las nueces, y otros las recogen para repartirlas”, es el titular con el que
Abc se refiere a un documento que Interior le ha hecho llegar, como la
trascripción de una reunión entre el PNV y HB, que el diario presenta como una
reunión del PNV con ETA. Se trataría de un documento incautado a LAB el 12
de mayo de 1992, en el que Arzalluz habría formulado la tesis de las nueces, en
la que habría asegurado que el PNV va a ir hasta el final con el derecho de
autodeterminación, además de que no creía que fuera bueno para Euskal Herria
que ETA fuera derrotada. Los partidos españoles le piden a Arzalluz que
desmienta esa entrevista con HB en la que habría mostrado su apoyo a ETA, e
Iñaki Anasagasti dice que la filtración pretende hacer fracasar la reunión de la
Mesa de Ajuria Enea. Abc hace su segunda entrega del documento, una presunta
acta del encuentro redactado, presumiblemente, por Martín Garitano, presente en
la reunión, y subraya en titulares que Arzalluz le puso fecha a la soberanía del
País Vasco, entre el 98 y el 2002. Entrevistan a Mikel Azurmendi en la
promoción de su libro, La herida patriótica, y confiesa que a él, desde 1968, se
le pasó completamente el odio a lo español. A su juicio, no ha habido una ETA
buena y una ETA mala: “nosotros fuimos los primeros en advertir que aquello
era una puta mierda”. De su pertenencia, por poco tiempo, a ETA –dice El
Correo– recuerda con estremecimiento la noche de 1967 en la que cuatro o cinco
militantes, él entre ellos, votaron sobre si Patxi Iturrioz, que se decantaba por las
reivindicaciones sociales, lo que presumía un alejamiento de lo nacional, debía o
no morir: “me dio tal cosa pensar que pudiera ser elegido para acabar con él, que
nunca lo olvidaré”.
ETA pierde el 20 de marzo al comando Araba, el más equipado, el llamado a
dirigir la actividad terrorista durante los próximos meses, a decir de la prensa. En
una operación de la Guardia Civil han sido detenidos en Gasteiz los liberados
Aitor Bores e Ignacio Crispín Garcés, a quienes se atribuyen sus principales
acciones. Otras nueve personas son detenidas como colaboradores. La abundante
documentación incautada hace pensar al Ministerio del Interior que estaban en
disposición de cometer próximamente atentados en suelo alavés y en la localidad
vizcaína de Durango contra concejales y cargos electos del PP. Entre sus últimos
atentados se les atribuye el del cuartel de Araca, el lanzamiento de cuatro
granadas contra el de la Guardia Civil de Oñati, la colocación de explosivos en
la central telefónica de Mungia, en la sede del PP en Santander, en el buzón de
un sargento del Ejército y contra Fernando Visa, edil del PP de Santa Cruz de
Campezo. Mayor Oreja pone el acento en el dolor evitado con estas detenciones
y añade que son las tres claves en la lucha contra ETA: confianza en las Fuerzas
de Seguridad, perseverancia, y afrontar de igual forma el dolor y la alegría. El
Ministerio del Interior opina en este final de marzo que ETA es fuerte en
Gipuzkoa, donde 150 personas estarían de una forma y otra relacionadas con el
comando Donosti que dirige Xabier García Gaztelu, Txapote, al que atribuyen
las muertes de los concejales del PP José Luis Caso y José Ignacio
Iruretagoyena. La otra liberada del comando Donosti, según la Policía, es Irantzu
Gallastegi Sodupe. El 22 de marzo, la Policía detiene en Sevilla a los presuntos
integrantes del comando Andalucía Mikel Azurmendi, José Luis Barrios, María
Teresa Pedrosa, Jean Joseph Esnal y David Claude Christian Gramont, los dos
últimos nacidos en Iparralde, a los que, según todos los indicios, venían
siguiendo desde el comienzo de su viaje por carretera.
Una delegación del Sinn Féin Republican Youth visita Euskal Herria para
estrechar sus relaciones con Jarrai. El exsecretario general de la ONU J. Pérez
Cuellar aboga por la negociación en el contencioso vasco. El candidato del PNV
a lehendakari, Juan José Ibarretxe, desea heredar de Ardanza un plan de paz más
avanzado y consensuado que el de la Mesa de Ajuria Enea. Un nuevo foro,
compuesto por representantes de la cultura, la educación y otras áreas
profesionales, pide al Pacto y al MLNV que aboguen por una tregua de ETA y
por la negociación. Miles de personas se manifiestan en Bilbo por el traslado de
los presos vascos a Euskadi. Mayor Oreja pide a los nacionalistas vascos que
cedan en sus dogmas, y Juan María Atutxa reconoce el distanciamiento de sus
relaciones con el ministro. El Foro de Ermua denuncia lo que llama “uso
perverso del patriotismo” por parte de los partidos abertzales. Se celebra el
Aberri Eguna: las referencias al acuerdo de paz en Irlanda, los llamamientos a la
unidad de los abertzales y las críticas al nacionalismo español centran las
intervenciones de las distintas convocatorias. El acuerdo de Viernes Santo del
Norte de Irlanda se ha firmado dos días antes, el 10 de abril, tras 21 meses de
negociaciones, y con él cambia la historia del Ulster. HB decide impulsar un foro
para reflexionar sobre esta experiencia, y PNV y EA acceden a participar en él.
El periodista irlandés Paddy Woodworth escribe en Deia sobre Irlanda y el País
Vasco, escribe sobre ETA, de la que dice que fue en un “contexto de dictadura
‘extranjera’ donde surgió en los años cincuenta” y recuerda que “aunque las
acciones terroristas siempre estuvieron presentes, los primeros atentados de ETA
fueron o quijotescos o contra notorios fascistas”. Monseñor Blázquez, obispo de
Bilbao, reclama en el tercer encuentro por la paz en Urkiola el derecho de la
Iglesia Católica a participar en la búsqueda de la paz. El 29 de abril, ETA afirma
en un comunicado que es el momento de apostar “por compromisos firmes” para
resolver el conflicto vasco. Los partidos acogen con escepticismo el
comunicado, en tanto que HB lo valora de manera positiva.
La Guardia Civil detiene en Loiola a dos miembros legales de ETA cuando se
disponían a atentar con granadas contra el cuartel militar. Arzalluz defiende el
diálogo con HB y no oculta que si no hablan con ETA es porque no pueden. Le
caen encima socialistas, populares y Unidad Alavesa. El lehendakari Ardanza le
explica su plan al ministro francés de Asuntos Exteriores. HB vincula el inicio
de un proceso de paz a un acuerdo previo entre partidos abertzales. En estas
semanas en las que la palabra paz ha sido la más oída no ha dejado de haber
sabotajes, amenazas, coacciones; quemas de instalaciones bancarias; se han
producido detenciones de miembros de grupos ‘Y’, se ha descubierto un
flagrante espionaje del CESID a la sede de HB en Gasteiz. La muerte a manos de
ETA de Tomás Caballero, portavoz del grupo municipal de UPN en el
Ayuntamiento de Pamplona, supone un mazazo inesperado contra la esperanza
de paz que se adivinaba. La protesta por este atentado es espontánea y general, e
incluye también a voces de la izquierda abertzale. En la memoria colectiva de los
más veteranos queda por ejemplo su buena disposición a la aceptación de la
ikurriña en los primeros tiempos de la Transición. El atentado profundiza la
división de los partidos del Pacto de Ajuria Enea sobre la conveniencia de
dialogar con HB. Dos días más tarde, el 10 de mayo, ETA hiere de muerte a un
subteniente de la Guardia Civil retirado en Gasteiz, y Ardanza no considera
procedente reunir a la Mesa de Ajuria Enea, a pesar de la petición de PP, PSE y
UA. Aznar asegura que el Gobierno no dialogará y que HB y ETA acabarán en la
cárcel. El 11 de mayo, en un acto de beatificación de once religiosas españolas,
el Papa Juan Pablo II condena las dos muertes recientes de ETA y le hace un
llamamiento para que ponga fin a sus acciones violentas. Joseba Egibar,
portavoz del PNV, considera agotado el Pacto de Ajuria Enea y aboga por
reflotar el plan de Ardanza. Fernando Buesa, portavoz del PSE-EE en el
Parlamento vasco, piensa que hay pocas esperanzas de lograr la paz, “si el PNV
sigue en el Gobierno”. HB aprieta al PNV en petición de más gestos para
verificar su compromiso con el diálogo. IU-EB se compromete en su programa
electoral a impulsar iniciativas para que ETA declare una tregua.
Como si se tratara de poner a prueba algunas fortalezas, como si de enfrentar
dos estrategias se tratara, repunta la ‘kale borroka’, que se hace presente con
fuerza en Errenteria el 17 de mayo en forma de ataques a un vehículo de la
Policía Municipal, a la sede del consistorio, a la estación de Eusko Tren y a una
oficina bancaria. Tienen lugar sabotajes casi simultáneos en Irun, Hernani y
Oiartzun; tiene lugar en Bilbo el incendio del coche particular de un ertzaina; en
Getxo, un joven sufre heridas graves al estallarle el artefacto que manipula.
Felipe González alerta sobre una tregua-trampa de ETA. El Foro de Ermua alerta
de los paralelismos improcedentes con el caso irlandés. Una encuesta del CIS
que se conoce el 20 de mayo revela que el 64,8% de los vascos está poco o nada
de acuerdo con el Gobierno central en la lucha contra ETA. José Antonio
Rubalkaba, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento
vasco, critica al PP por la falta de medidas de reinserción, y Senideak inicia una
encartelada permanente frente al Parlamento en Gasteiz. Con los votos del PNV,
EA, HB e IU-EB y las abstenciones de PSE-EE, PP y UA, el Parlamento vasco
solicita la excarcelación por enfermedad de Jon Idigoras. HB da inicio a la
campaña “Irlandan bai, Euskal Herrian ere bai”. Han descendido los actos de
violencia callejera en 1997, y la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia del
País Vasco lo atribuye al rechazo social. En declaraciones a Deia, Xabier
Arzalluz afirma que cambiaría el Estatuto de Gernika por el acuerdo de Stormont
irlandés. Los tres foros creados en Euskadi y Madrid para analizar el conflicto
vasco piden a los partidos que aprovechen las elecciones en puertas para aclarar
su modelo de país y el tipo de ordenamiento político. Jon Idigoras es puesto en
libertad, su enfermedad es incurable.
Reconociendo que se trata de una operación que se viene gestando de muy
atrás, el juez Baltasar Garzón pone en marcha una espectacular operación contra
la que llama red económica de ETA, con la que también se pretende demostrar
su vinculación con KAS. Juan Cotino, director general de la Guardia Civil,
afirma que está dirigida, no contra quienes empuñan las pistolas, sino contra
quienes les pagan. Detienen a diez personas que trabajan en agencias de viajes y
empresas de exportación, dedicadas, a decir de la Policía, a cobijar y asistir
económicamente a exmilitantes de ETA en Latinoamérica. Entre los detenidos se
encuentra, José Antonio Etxeberria, hermano del dirigente del MLNV Rufi
Etxeberria, y el que fuera tesorero de Jarrai, que lo es ahora de AEK de
Gipuzkoa, Iker Beristain, lo que se tiene como altamente sospechoso. Efectúan
veinte registros, se llevan tres camiones de papeles, en los que esperan encontrar
pruebas contra 170 sociedades y desenmarañar la estructura de KAS y su
vinculación con ETA. Se hace pública al mismo tiempo, en este final de mayo, la
detención en Santutxu, Bilbo, de Begoña Pérez Capape, a la que se vincula con
una de las empresas investigadas y registradas y de la que la prensa recuerda que
ha formado parte del equipo de investigación de Egin que dirige Pepe Rei. De
AEK, la Policía hace público que un trabajador de Donostia hizo un préstamo
importante a Jarrai y a Egin, que luego devolvieron, y con este motivo los
medios de comunicación recuerdan que ha recibido este año una subvención
pública de 558 millones, el 16% más que en el año anterior. El esperpéntico
auto-secuestro del concejal del PP de La Carolina, (Jaén) Bartolomé Rubia
Muñoz, Bartolín, desvía por un momento la atención pública, alimentada por las
interpretaciones de Interior y de Iturgaiz, que ha llegado a decir que ETA quería
repetir con Rubia la misma actuación que con Miguel Ángel Blanco. La Policía
de Irun a la que se ha presentado Bartolín con su inverosímil historia no le ha
creído nada, pero a Iturgaiz le ha parecido suficiente para afirmar que ETA sigue
en las mismas y “no valen medias tintas ni ambigüedades ni acercamientos a esta
gentuza, sino que tienen que saber que van a estar aislados completamente por
los verdaderos demócratas, porque no podemos pasar por ningún asesinato más
en este país”.
Las bases de HB apoyan en su Asamblea Nacional el proceso de apertura a los
otros partidos abertzales, y el PNV, EA e IU-EB valoran positivamente su
ofrecimiento para alcanzar un acuerdo entre partidos, pero insistiendo en la
exigencia de que se desligue de ETA. Gesto por la Paz, un movimiento pacifista
constitucionalista consolidado, considera que una mayor colaboración con el
movimiento pacifista abertzale Elkarri contribuiría a romper la polarización
existente en la sociedad vasca. Arnaldo Otegi, el portavoz más relevante de HB
ya, afirma que HB y ETA no pueden ir por vías divergentes. Los movimientos de
acercamiento entre abertzales se acompasan con movilizaciones frente al
Parlamento vasco a favor de los presos, con noticias como la del Comité contra
la Tortura de la ONU que denuncia la entrega de personas a policías extranjeras
al término de la pena de prisión, dando por buenas declaraciones logradas bajo
tortura. Una vez más, la detención por parte de la Ertzaintza de un comando de
ETA en Gernika, en el que muere una militante, devuelve la atención al pasado.
Se da por desarticulado el comando Vizcaya, se detiene a catorce presuntos
colaboradores, se han intervenido armas, munición, documentación. La
operación ha sido coordinada por el juez Garzón, y el Gobierno español califica
de brillante la actuación de la Policía Autónoma Vasca. Según versión policial,
Ignacia Zeberio Arruabarrena, Iñaki Bilbao Gaubeka y Francisco Markez Zelaia
dormían en un piso de la calle Pablo Picasso de Gernika cuando los ertzainas
entraron en él tras reventar la puerta, poco después de las dos de la madrugada.
Ignacia Zeberio habría tenido tiempo de sacar su pistola, responder a tiros a los
ertzainas y herir a uno en el brazo. “Finalmente fue abatida por los agentes y sus
compañeros resultaron detenidos”, explica la versión oficial, mientras Iñaki
Bilbao “resultó herido al arrojarse al patio intentando huir”. A esta muerte sigue
otra reactivación de la ‘kale borroka’, con quema de autobuses públicos y coches
de ertzainas, ataques a viviendas de dirigentes locales del PNV, apedreamientos a
batzokis; se reactivan los reproches entre partidos abertzales, aunque el PNV
decide mantener las conversaciones con HB. También Otegi dice que la oferta
‘multilateral’ de HB se mantiene intacta. Arzalluz manifiesta que el PNV podría
gobernar con HB de no existir ETA, y Joseba Egibar precisa que HB ha entrado
en una vía de compromisos políticos, que interpreta como un paso para que ETA
se sitúe en un segundo plano.
ETA comunica el 22 de junio que, en respuesta a sus últimas operaciones, da
por finalizada la tregua que afirma haber mantenido frente a la Ertzaintza desde
el pasado noviembre y de la que tenía conocimiento el sindicato ELA. Explica
que esta tregua fue decidida al mismo tiempo que decidió abandonar los
atentados contra funcionarios de prisiones, con la intención de facilitar el
acercamiento de presos. ETA tomó en cuenta también la declaración de ELA en
Gernika, dando por muerto el Estatuto de Gernika, en la búsqueda de espacios de
distensión, de la construcción nacional junto a las otras fuerzas abertzales. La
declaración de ETA sería así un paso atrás en los contactos que mantienen PNV
y HB. Para ELA carece de trascendencia si conocía o no la existencia de la
tregua y denuncia que “ETA se arrogue el derecho a disponer de la vida de nadie,
y se permita explicar los criterios de oportunidad por los que se guía en la
administración de tal derecho”. Juan María Atutxa afirma que prefiere no opinar
sobre las conversaciones entre su partido y HB. El 26 de junio, ETA vuelve a
matar a un concejal del PP, esta vez en Errenteria, y hiere al escolta que le
acompaña. Miles de personas se manifiestan en Donostia para condenar la
muerte del edil Manuel Zamarreño, miles de personas se manifiestan en Bilbo,
convocadas por HB, en demanda de una salida dialogada del conflicto. El
periodista Mariano Ferrer, interpretando un sentir cada vez más generalizado,
dice con claridad tras la muerte de Zamarreño, sustituto a su vez de otro edil
muerto por ETA, que no se puede aceptar el asesinato como actividad
homologada en la defensa de proyectos políticos. La certera reflexión de Ferrer
añade que PNV y HB hablan hoy de relaciones blindadas a interferencias
externas; que PP y PSOE acosan al PNV exigiéndole que rompa esa relación;
que tampoco a ETA le gusta un PNV con un pie a cada lado de la raya. “De
momento –escribe–, el PNV aguanta la presión, y hace bien. Pero difícilmente
podrá ir más allá de ‘mantener abierta la comunicación’, si HB no hace ver a
ETA que se equivoca si pretende ser quien dicta las reglas de juego”.
Arzalluz reacciona pidiendo a las bases de su partido que apoyen de forma
incondicional a los cargos públicos del PP, porque no solo están en peligro sus
vidas, sino que ETA “está haciendo peligrar las libertades de todos”. Esta
petición la ha hecho a primeros de julio en Lekeitio, donde el acoso a su partido
es frecuente, donde la izquierda abertzale tiene una representación muy fuerte.
Unos días más tarde, El Periódico de Alava recoge otras declaraciones suyas en
las que asegura que el PSOE le ha llamado dos veces para que convenza a Aznar
de la conveniencia de buscar contactos con ETA y desvela que el presidente
español rechazó la propuesta de diálogo realizada por los socialistas a través de
él mismo. El PSE-EE abandona el Gobierno tripartito de Gasteiz, pero no rompe
con los acuerdos forales y municipales, no pierde sus cuotas de poder; PNV y
EA nombran tres nuevos consejeros en sustitución de los socialistas que se han
ido del Ejecutivo. Carlos Garaikoetxea le pide a HB que exija una tregua a ETA
y poder formar luego una nueva mayoría abertzale. El Gobierno vasco hace
públicos los resultados de una encuesta sobre violencia y pacificación en
Euskadi, en la que el 94% de los consultados apoya una salida negociada. Según
una encuesta del Ministerio del Interior, el 77% de los vascos y el 65% de los
españoles creen que la violencia de ETA es un problema político. El Gobierno
vasco publica otro sondeo en el que se refleja que el 49% de los jóvenes son
partidarios de la independencia. Se celebra la segunda reunión del foro de
Irlanda auspiciado por HB, con la participación del nuevo consejero de Justicia
del Gobierno vasco, el dirigente de EA Sabin Intxaurraga.
Baltasar Garzón ordena el 15 de julio de 1998 la clausura y suspensión
cautelar de Egin. El diario El Mundo abre a cinco columnas con la noticia y
recuerda que se trata de la primera clausura de un periódico desde la llegada de
la democracia. La relevancia de la medida no se le oculta a nadie. Egunkaria la
analiza como un atentado a la libertad y la pluralidad, y deduce que la libertad
está de duelo en Euskal Herria. De inmediato, trabajadores del medio clausurado
sacan a la calle otro de ocho páginas bajo la cabecera Euskadi Información.
PNV, EA e IU-EB instan a Garzón a concretar en el plazo más breve posible las
causas del cierre cautelar, lo que no les libra de las críticas del director de Egin
Xabier Salutregi, que manifiesta que en el fondo lo estaban deseando. Según la
versión de El Mundo, el juez Garzón ha descubierto que ETA hacía pagos a Egin
a través de testaferros jubilados e, incluso, que AEK falseaba sus cuentas para
desviar dinero a ETA-KAS. Se multiplican de inmediato las movilizaciones, y el
19 de julio tiene lugar una manifestación multitudinaria en Donostia, en la que
participan también dirigentes del PNV e IU-EB a título personal. Al día
siguiente, desconocidos atacan con cócteles molotov las instalaciones de COPE
en San Sebastián y queman en Etxarri Aranatz centenares de ejemplares del
Diario de Navarra, tras asaltar la furgoneta de reparto. Carmen Gurruchaga no
duda en asegurar que Egin es una voz que siempre tuvo amo, y que su historia
“encierra múltiples conexiones con ETA”. El 21 de julio se conoce el auto en el
que Garzón ratifica el cierre por considerarlo dentro del “frente informativo” de
ETA e imputa a su dirección pertenencia a banda armada y alzamiento de bienes.
La dirección del periódico denuncia el registro ilegal e incontrolado de sus
instalaciones por parte de la Policía, que ha realizado uno nuevo sin testigos. El
25 de julio, Garzón ordena el ingreso en prisión de Xabier Salutregi.
El exministro del Interior José Barrionuevo y el que fuera Secretario de
Estado para la Seguridad Rafael Vera son condenados el 29 de julio a 13 años de
cárcel por su participación en el secuestro de Segundo Marey. El País reconoce
que ‘104 perdedores’, ciudadanos izquierdistas que con su querella
interrumpieron su prescripción –Teresa Toda, Melchor Fernández Larrinoa y
Javier Alvarez Dorronsoro entre ellos–, han ganado el caso Marey. Euskadi
Información intuye que se cuece ya el indulto para Barrionuevo y Vera, mientras
el PSOE dice confiar en que los tribunales acaben reconociendo la inocencia de
los condenados. Plumas de la órbita socialista recuerdan ahora que la guerra
sucia contra ETA germinó tras el asesinato de Carrero Blanco y que mercenarios
contratados dejaron ya un saldo de 41 muertos entre 1977 y 1981. Ignacio Sotelo
escribe a mediados de agosto en El País acerca del “sórdido espectáculo” de la
política española. A su entender, en los días siguientes a la condena de José
Barrionuevo y Rafael Vera la política llegó a una degradación tal, que nunca
hubiera podido imaginarlo. Dice de Felipe González que un expresidente no
puede afirmar que el Tribunal Supremo ha sentenciado por la presión del
Gobierno. Dice de Aznar que cuando se jactaba de haber cerrado Egin daba un
mazazo terrible al Estado de derecho. Barrionuevo invita desde la cárcel a los
ciudadanos “a no resignarse ante esta injusticia” y manda un mensaje: “que el
PNV no nos utilice como moneda de cambio en sus tejemanejes con los amigos
de los terroristas. Que no nos utilicen como moneda de cambio”.
Empezando septiembre, el lehendakari Ardanza afirma que el próximo
Gobierno será nacionalista si PP y PSE-EE se autoexcluyen, y reconoce cambios
en HB, al tiempo que esta estudia cambiar de siglas para las elecciones, por
temor a ser ilegalizada. Nicolás Redondo Terreros, líder de los socialistas vascos,
responde a Ardanza que difícilmente se va a poder conformar un Gobierno
nacionalista sin pactar con HB, cuestión que el PP también reclama que aclare.
Carlos Garaikoetxea afirma que existen datos objetivos para creer probable una
tregua de ETA, mientras el PNV le vuelve a pedir a HB que propicie un clima
favorable al diálogo. El 4 de septiembre se presenta en Bilbo la nueva
candidatura de la izquierda abertzale, bajo el nombre de Euskal Herritarrok y
con la intención de atraer a personas y grupos del ‘tercer espacio’. La víspera,
Euskadi Información ha publicado la expulsión de ETA de su exdirigente José
Luis Alvarez Santacristina, Txelis, preso en la cárcel francesa de Saint Maur. Le
acusa de haber promovido un claro intento de escisión, de indisciplina y de hacer
públicas sus discrepancias. ETA habla de decisión dolorosa y de que en adelante
solo se representa a sí mismo. Txelis responde en el mismo medio para negar
que se haya dedicado a maniobras escisionistas, para afirmar que se ha limitado
a poner de manifiesto sus críticas y autocríticas con honradez y claridad
[Zintzotasunez bezain gardentasunez], para reivindicar que siempre ha luchado
por la libertad de Euskal Herria y que seguirá haciéndolo en el futuro. El 12 de
septiembre de 1998, PNV, HB, EA e IU firman, junto a diversos colectivos y
sindicatos de ámbito vasco, el Acuerdo de Lizarra o Pacto de Estella, y dos días
más tarde ETA anuncia, a través de un comunicado y por primera vez en sus
treinta años de existencia, un “alto el fuego unilateral, total e indefinido”.
Euskadi Información lo explica como una tregua indefinida, basada en que ETA
cree que Euskal Herria afronta una ocasión única de avanzar en la soberanía y
que “PNV, EA, ELA y muchos abertzales sinceros han asumido la esterilidad de
la vía autonomista”.
GESTIÓN E INDIGESTIÓN DEL ACUERDO DE
LIZARRA

José María Aznar califica de positivas y prudentes las reacciones de los partidos
ante la tregua de ETA, pero les pide discreción y cautela. HB reclama al PP una
respuesta del mismo nivel que la tregua declarada por ETA, y Carlos
Garaikoetxea no entiende la demora en abrir un proceso de negociación política.
El Gobierno español pide a ETA una prueba más explícita de su disposición a
abandonar las armas antes de abrir un proceso de diálogo y responder con gestos
en materia penitenciaria. Según pasan los días, Aznar añade que el proceso debe
mantenerse dentro de la Constitución y el Estatuto de Autonomía. Le contesta
Arzalluz en el día de su partido, el Alderdi Eguna, que “este pueblo no cabe en
esta Constitución”. Los encapuchados, entre tanto, no han dejado de actuar,
contra sedes del PSE-EE, contra cajeros automáticos, contra vehículos de
Correos. Tiene lugar un encuentro de Aznar y Arzalluz en La Moncloa en el que
constatan sus diferencias, pero manifiestan anteponer la paz a otras
reivindicaciones. El 2 de octubre, el presidente Aznar declara que el Gobierno
está dispuesto a poner en marcha el proceso de paz si ETA acredita de forma
inequívoca que su abandono de la violencia tiene carácter definitivo. Invitado
por HB, el 6 de octubre se reúne en Bilbo el líder del Sinn Féin Gerry Adams
con representante de los partidos nacionalistas vascos. Mayor Oreja se reúne por
su parte con las asociaciones de víctimas de ETA para buscar una solución
definitiva a sus problemas, y Arzalluz insinúa que el PSOE se está convirtiendo
en el principal obstáculo para que la tregua de ETA desemboque en una paz
definitiva. Para Jon Juaristi, la Declaración de Lizarra es un órdago del PNV
para ver si el PSOE se arruga y vaticina en Iruñea que el PNV volverá a
gobernar en Euskadi con el PSE.
Una edición especial de Deia sobre Lizarra-Garazi recoge declaraciones de
Ardanza que aseguran que el final dialogado está contemplado en el punto 10 del
Pacto de Ajuria Enea; confiesa el lehendakari que al conocer la noticia del alto el
fuego –“el mejor premio como colofón a mi carrera política”– se fundió en un
abrazo telefónico con Juan Mari Atutxa. De Arnaldo Otegi destaca el periódico
el recordatorio de que todavía no ha llegado la paz. De EA, que reclama al
Gobierno español que asuma riesgos; de manifestaciones de Confebask subraya
que se trata de una excelente noticia, y del Foro de Ermua, que es una “derrota
por goleada”. En referencia a Aznar, recalca que “El Gobierno no será
insensible”, a pesar del escepticismo de Mayor Oreja. Kepa Aulestia no parece
haber elegido el mejor momento para publicar su libro HB, crónica de un
delirio, del que El Correo adelanta tres capítulos. Se pregunta ahora Aulestia si
podrá creer ETA que los últimos 20 años han sido baldíos para los vascos y
manifiesta que el diálogo político servirá de poco si al mismo tiempo no se
produce un diálogo civil. Ha descrito en su libro el viaje a ninguna parte de HB;
ha hablado de la sociedad dentro de la sociedad creada por el MLNV, ha
asegurado que la espiral violenta nunca deja mucho margen para el pensamiento
político. En labores de promoción del libro, ha declarado en Radio Nacional de
España que los nacionalistas son improvisadores natos, que ha quedado claro
que el terrorismo de ETA es un terrorismo nacionalista y no marxista, como
pretendía Arzalluz. Javier Pradera le hace la crítica al libro en El País del 10 de
octubre, afirmando que describe un universo delirante, el sombrío planeta que
gira en torno a ETA, que es lo más difícil de desmantelar y con riesgo de que se
pueda extender al conjunto del nacionalismo. El editorialista de El País, y no es
el único en su entorno periodístico, está preocupado por la alianza de los
nacionalistas vascos y el papel de comparsa de Izquierda Unida. Proliferan en
este tiempo libros sobre ETA, de María Ángeles Escrivá –El camino de vuelta–,
de Florencio Domínguez –ETA: Estrategia organizativa y actuaciones,
1978/1982​–, de Javier Ugarte Tellería –La nueva Covadonga insurgente–,
previstos y escritos en otro contexto muy distinto, a la espera de que el futuro les
desautorice o les dé la razón.
Los periódicos le cogen gusto a desvelar la trastienda de ETA. El Mundo le
dedica un reportaje al ‘etarra poeta Mikel Antza’, al ideólogo e interlocutor de la
banda que cambió la literatura por las armas, hijo de unos padres “educados y
vascos de convicción” del Antiguo donostiarra. Mikel es hijo del ingeniero Rafa
Albisu, miembro de la primera ETA, condenado a una larga pena por su
participación en el intento de descarrilamiento del tren el 18 de julio de 1961. El
histórico ‘polimili’ y exdirigente de EE Tomás Goikoetxea, conocido como
Flanagan, escribe en Euskadi Información de ‘Violencia, ética y Estado’ y dice
que la violencia de ETA nunca ha sido insurreccional o de toma de poder, que
“ni siquiera se ha imaginado jamás llegar a la independencia por las armas”. En
este diario, sucesor del clausurado Egin, hace declaraciones en apoyo al acuerdo
de Lizarra el exdirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera,
candidato a las próximas elecciones, preso a la espera de juicio después de haber
sido entregado por Francia, y manifiesta que hay que elegir o por el proyecto
español, o por una mayor soberanía, trabajando para que Lizarra dé sus frutos.
Javier Ortiz, otro histórico, este de EMK y MC, afirma que el PNV no es
independentista y que ETA ha sido siempre separatista, lo que no ha sido ni es el
PNV. Publica Euskadi Información una carta de Jon Mirena Iraola Ezeiza, a
propósito de su amigo Baldo, en la que manifiesta su sorpresa y malestar porque
han retirado en la ‘Herriko’ la foto de su amigo de entre los presos de ETA de
Hernani; reivindica Iraola que “¡cansancio no es arrepentimiento!”. Genoveva
Gastaminza y Ander Landaburu hacen su aportación en El País asegurando que
la cúpula de ETA forzó el pacto PNV-HB porque estaba segura de que tenía
infiltrados, estaba horadada por ‘topos’. “Todo está podrido en la organización,
la tenemos agujereada”, habría escrito el jefe de los comandos José Javier
Arizkuren, Kantauri.
El día en el que HB celebra el XX aniversario de su fundación, ETA reitera en
un comunicado emitido por la BBC que la tregua es firme y deja entrever que el
alto el fuego puede ser definitivo. Se celebran las elecciones autonómicas
vascas, gana el PNV, suben sobre todo el PP y EH, lo que se interpreta como un
premio por el sufrimiento a uno, y por apostar por la paz al otro. Los resultados
dejan un panorama incierto para la formación del Gobierno que presidirá Juan
José Ibarretxe, toda vez que la suma de escaños del PNV y EA no da mayoría
suficiente, y el apoyo de EH ni es deseado ni está garantizado. Durante la
campaña se han dejado ver en el PNV dos visiones, la de quienes apuestan por el
tripartito con el PSE-EE, y la de quienes ven lógica la incorporación a todos los
efectos de EH tras la firma del Pacto Lizarra-Garazi y la tregua de ETA. No
faltan los que sugieren un gobierno en minoría con EA, con apoyos externos de
HB. Atutxa y Mayor Oreja acogen con esperanza y cautela la posibilidad de una
renuncia definitiva de las armas, aunque el ministro del Interior dice sospechar
que tras la escenificación de Estella pueda haber otros acuerdos de fondo entre
ETA-HB, PNV y EA. Juan María Atutxa, a quien ETA ha intentado matar en
cinco ocasiones, pide en este contexto al Gobierno central que ponga fin a la
dispersión, para eliminar la “condena paralela” a la que se somete a sus familias.
Se conoce a comienzos de noviembre que el Estado español asumirá las
indemnizaciones que los condenados por pertenecer a ETA adeudan a sus
víctimas como responsabilidad civil. El 4 de noviembre, Aznar anuncia que
iniciará contactos con el MLNV, a fin de acreditar que ETA está en disposición
de adoptar de forma inmediata un cese definitivo de la violencia, y recibe el
apoyo sin fisuras del Gobierno vasco. El 3 de noviembre, la agencia Efe ha
difundido un comunicado de La Moncloa en el que se anuncia que el presidente
del Gobierno ha autorizado el inicio de contactos con “interlocutores del entorno
del denominado MLNV”. Es la primera vez que un Gobierno español se refiere
al que se tiene por entorno de ETA como Movimiento de Liberación Nacional
Vasco, lo que provoca sorpresa y una confirmación jocosa con la que Aznar
pretende restarle importancia. El Mundo habla de “Otro valiente paso de Aznar
hacia la paz”; al diario El País le parece razonable que el Gobierno intente
verificar las intenciones de ETA, mes y medio después del anuncio de tregua y
tras las palabras de su portavoz en la BBC; La Razón coloca en portada las
“primeras” condiciones de ETA: cese de las persecución policial, acercamiento
de todos los presos, una solución para los etarras huídos, tercer grado para los
presos con las tres cuartas partes de condena cumplida, tercer grado para los
miembros encarcelados de la Mesa de HB. El 5 de noviembre ETA confirma
mediante un comunicado el alto el fuego indefinido y aplaude la firma del Pacto
y los resultados electorales obtenidos por los partidos abertzales en las
elecciones autonómicas. Traducidas al castellano, Deia publica dos
colaboraciones de Joseba Sarrionandia, escritas en su exilio cubano, en las que
anima a aprovechar entre todos el ‘excepcional gesto’ de ETA de ceder el
protagonismo al pueblo.
El 14 de noviembre, Baltasar Garzón ordena el archivo de la causa abierta
contra el coordinador general de LAB, Rafa Díez, por actuar de intermediario
ante ETA y el Gobierno socialista entre 1991 y 1996, por entender que actuaba
con consentimiento del Ejecutivo. Siete días más tarde, Garzón eleva al Tribunal
Supremo las investigaciones en derredor del cierre de Egin y de la que llama red
de financiación del MLNV, por la condición de aforados de dos de los
procesados. Son 26 los encausados por este juez, ha impuesto una fianza de 700
millones de pesetas a trece de ellos, ha declarado expresamente la “ilicitud de la
alegal Koordinadora Abertzale Socialista (KAS)”. Ha procesado por los
supuestos delitos de pertenencia o colaboración con banda armada, allegamiento
de fondos a organización terrorista y alzamiento de bienes a 26 presuntos
implicados, entre los que figuran los miembros de los consejos de administración
de las empresas del grupo Orain-Egin: Orain, Ardatza, Hernani Inprimategia,
Erigane y Lema 2000. Ha procesado al director, Xabier Salutregi, al que ha
dejado en libertad bajo fianza de 25 millones de pesetas. El auto describe la
presunta subordinación de las empresas al proyecto diseñado por ETA. Ex
militantes de KAS aseguran que la Koordinadora se disolvió en 1994 y acusan a
Garzón de querer ilegalizar a quien busca cambiar el actual marco. Se han
reunido Jacques Chirac y José María Aznar, y han acordado mantener el
dispositivo de cooperación jurídico-policial entre España y Francia. Mayor Oreja
ha desmentido que las Fuerzas de Seguridad de Estado hayan paralizado las
actuaciones antiterroristas en curso.
Finalizando noviembre, decenas de miles de manifestantes convocados por
Etxerat reclaman en Bilbo el traslado de los presos a Euskadi antes de Navidad.
La manifestación está respaldada oficialmente por EH, EA e IU-EB, además de
los sindicatos ELA y LAB, y ha contado con la asistencia de algunos dirigentes
del PNV. El consejero de Justicia Sabin Intxaurraga propone trasladar a cárceles
españolas a 200 presos no políticos que cumplen condena en la Comunidad
Autónoma Vasca para hacer sitio a los presos de ETA. Jaime Mayor afirma que
no habrá cambios en la política penitenciaria si no se producen cambios en las
actitudes de los presos. El alcalde de Baiona, Jean Grenet, aboga por el
acercamiento de los 74 miembros o colaboradores de ETA e Iparretarrak
encarcelados en territorio galo. Inician una campaña de protestas 129 presos en
doce prisiones españolas y cuatro francesas. El 11 de diciembre, tres enviados de
Aznar –Javier Zarzalejos, Martí Fluxá y Pedro Arriola– se reúnen con
representantes de HB en Burgos. Egibar confirma que el PNV saldrá a la calle si
no hay traslados de presos y Ardanza se muestra ‘alucinado’ por cómo se
conculcan los derechos de los reclusos. El 18 de diciembre, Aznar hace una
declaración institucional invitando a EH a sumarse al proceso de paz tras haber
establecido “contactos significativos”. En un gesto a todas luces insuficiente, que
los partidos abertzales interpretan como una burla, el Gobierno traslada a la
Península a 21 presos y anuncia para comienzos de año las medidas de
reparación a las víctimas del terrorismo. Exige por otra parte el cese de la
violencia callejera, que si bien ha decaído notablemente y no parece obedecer a
una estrategia oficial, ha repuntado en las últimas semanas; ha atacado con un
cóctel el domicilio del periodista Gorka Landaburu en Zarautz y lo ha justificado
un comunicante anónimo a Euskadi Información diciendo que “aunque haya
tregua, la ‘kale borroka’ continuará y se adecuará a la actual situación, dirigiendo
sus acciones a todo aquel que trate de reventar el proceso de paz”. Jaime Mayor
Oreja acuña una frase: “Estella sustituye el terror por la presión social”.
El 22 de diciembre, ETA anuncia su intención de mantener la tregua
indefinida, pero niega que haya contactos con el Gobierno español, ni que haya
conversaciones secretas. Publica Deia que el PNV apoyará una manifestación
por el acercamiento de los presos el 9 de enero, acordada junto a EH, EA e IU-
EB. Se hace eco asimismo el diario de las palabras del presidente de los obispos
españoles Elías Yanes, en las que dice que “algún día la Historia hará justicia a
los obispos vascos”. El obispo Blázquez pide en Navidad a los responsables de
la pacificación que acompañen con gestos razonables el proceso de diálogo.
Xabier Arzalluz afirma que el comunicado de ETA refleja el predominio en la
izquierda abertzale de los partidarios de las soluciones políticas. José
Barrionuevo y Rafael Vera salen de prisión por un indulto parcial del Gobierno.
El Rey reclama en su mensaje navideño diálogo, generosidad y justicia para
avanzar en el camino de la conciliación. PNV y EA firman un acuerdo de
Gobierno y piden a las instituciones del Estado que se comprometan a dejar “la
resolución dialogada del conflicto vasco” en manos de los partidos vascos y a
asumir sus decisiones. PP y PSOE afirman que los partidos vascos no pueden
imponer un criterio de pacificación a las instituciones del Estado, por ser el
terrorismo un problema que afecta a todo el país. El 30 de diciembre, Juan José
Ibarretxe es elegido lehendakari con los votos favorables del PNV, EA y EH.
Las redacciones de los medios de comunicación asisten el 6 de enero de 1999
a un hecho insólito. A las 21:22:42 reciben una ‘Nota de anulación’ de la agencia
de prensa Europa Press que dice: “Rogamos anulen la noticia aparecida hoy
sobre unas declaraciones de su Majestad el Rey Don Juan Carlos a los
periodistas con motivo de la celebración de la Pascua Militar titulada ‘El Rey
sugiere al Gobierno que a pesar de la violencia callejera siga adelante con los
contactos’. Es todo. Gracias”. ¿Qué es lo que el Rey ha dicho y luego se ha
arrepentido o le han recomendado retractarse? Juan Carlos ha hecho un
comentario en el cóctel, mostrándose partidario de mantener en todo caso los
contactos para buscar una salida al terrorismo, poco después de otro de Aznar en
el que advertía a HB de que el diálogo político era incompatible con la violencia,
dando por buena la tesis de Mayor Oreja de que persiste un terrorismo de baja
intensidad diseñado por ETA. La referencia al terrorismo de baja intensidad se
justifica especialmente en que, de víspera, el conflictivo cuartel de la Guardia
Civil de Algorta ha sido atacado con cócteles molotov por una treintena de
encapuchados. Se ha trasmitido y difundido la noticia real, la han emitido por
radios y televisiones, ha venido luego la falsa explicación de que se trataba de un
off the record y de que su difusión no estaba autorizada. Los periodistas
presentes en la celebración de la Pascua Militar son testigos de que, preguntado
el Rey si podían difundir sus palabras, ha respondido afirmativamente. Las
portadas de los diarios de mayor difusión recogen al día siguiente la declaración
del monarca muy destacadamente, y algunos de ellos ponen el acento en la
contradicción entre lo dicho por el Rey y lo sostenido por Aznar acerca del
diálogo con ETA y HB. No faltan los que lo atribuyen a las malas relaciones
entre ellos, a la falta de química que sí existía entre el Rey y Felipe González.
Solo Abc calla las reales palabras, y Euskadi Información las recoge en páginas
interiores. Ningún medio osa sostener que no las hubiera pronunciado. A Rafa
Díez, por cierto, le parecen importantes y positivas.
Una enorme multitud marcha el 9 de enero en Bilbo bajo el lema ‘Euskal
presoen eskubideen alde’, encabezada por Arnaldo Otegi, Jon Idigoras, Xabier
Arzalluz, Carlos Garaikoetxea, Javier Madrazo, Jose Elorrieta, Rafa Díez. Se
trata de la primera visualización popular de los firmantes del Pacto de Lizarra,
algo nunca visto antes. No se respeta la consigna de silencio pactada, pero ni una
sola vez el nombre de ETA es coreado. Las ejecutivas de los partidos firmantes
del Pacto han comparecido juntas, apoyadas por ELA y LAB, por Gesto por la
Paz, Elkarri y Bakea Orain, por otros agentes políticos y sociales, no solo
abertzales. Antes de dar inicio a la marcha por las colapsadas calles de la capital,
Xabier Arzalluz es rotundo al criticar la ‘política del adoquín’ que practica el
Gobierno en materia penitenciaria. A quienes critican a su partido por hacer
seguidismo de HB en un momento en el que se recrudece la violencia callejera y
documentos internos del autodenominado MLNV parecen confirmar una
estrategia para presionar a los populares en Euskadi, responde que quienes
aprovechan el viaje para meterse con el nacionalismo democrático no cuentan
que, gracias en buena parte al PNV, EA e IU, “aquí ya no hay funerales: antes
decían, ‘no matar y nos sentaremos’, pero ahora ya no es solo que no maten, sino
que los chicos de la gasolina no suelten ningún cóctel”. En otro tono pero con la
misma firmeza, Carlos Garaikoetxea denuncia el inmovilismo del Gobierno ante
una demanda mayoritaria y advierte que, de seguir así, esto puede conducir a una
confrontación ciega y absurda. Llegada la cabecera de la manifestación al
edificio del Ayuntamiento, cuando todavía hay gente que no ha podido ponerse
en marcha, Pernando Barrena lee en euskera el mensaje consensuado, Richard
Irastorza lo lee en francés y José Antonio Rubalkaba lo hace en castellano. El
comunicado exige respeto para los derechos de los presos, denuncia la
dispersión, exige el traslado de los reclusos a cárceles de Euskadi, además de la
libertad de los que han cumplido ya las tres cuartas partes de su condena, y la
libertad condicional para los enfermos incurables. El portavoz del Gobierno de
Aznar, Josep Piqué, les responde que la política penitenciaria es competencia
exclusiva del Estado y que las manifestaciones de este tipo son legítimas, pero lo
serían mucho más si sus convocantes condenaran también la violencia.
Coincidiendo con la manifestación, se han producido ataques contra un concejal
socialista de Ordizia, contra un concesionario de coches franceses en Hernani y
contra el director general de Educación del Gobierno de Navarra, cuyo
automóvil ha resultado incendiado.
Dos habituales colaboradores de Egin escriben sendos artículos en Euskadi
Información analizando el nuevo clima entre vascos patriotas. Dice Jesús
Valencia desde Gasteiz en “Tenazmente unidos” que si la gigantesca marea
humana del 9 de enero se mantiene unida, terminará arrollando todas las
resistencias; dice que la dispersión es un botín de corsario y que, aunque
comparte la rabia e indignación de los saboteadores, la activación de la ‘kale
borroka’ es un desacierto que hace el juego al PP. Escribe Xabier Goñi desde
Iruñea que le entristeció oír en ETB a Arzalluz que si la ‘kale borroka’ persiste, y
salvo que HB se desmarque de ella con claridad, el Pacto puede romperse. Le
pregunta al líder del PNV si también romperá con Aznar si este mantiene la
dispersión, a la Mesa Nacional en la cárcel, Egin cerrado. A pesar de todo,
reconoce Goñi que el foro de Lizarra “es nuestra última esperanza, nuestra única
tabla de salvación. Romperlo sería una barbaridad”. Patxo Unzueta hace
recuento y afirma que entre 1995 y 1998 se registraron en el País Vasco 325
ataques contra sedes de partidos y contra coches, casas o negocios de afiliados.
De ellos, 142, cerca de la mitad, fueron dirigidos contra el PNV. Echa mano del
párrafo del documento atribuido a KAS, conocido como Karramarro 2 en el que
se analizan los efectos de la ofensiva contra el nacionalismo tradicional, que dice
así: “La izquierda abertzale ha logrado remover en cierta medida la posición del
PNV, tanto mediante la incidencia política de ETA, llevando a cabo acciones
muy selectivas en contra de la Ertzaintza, como gracias a la presión de la kale
borroka; nuestro análisis y objetivo político con respecto al PNV es lograr que
deje de ser un obstáculo añadido al conflicto que nos enfrenta contra el Estado
español, y no estigmatizar ese partido como enemigo perpetuo”. Recuerda
Unzueta que el escrito se difundió a comienzos de 1997, que en febrero de dicho
año el PNV aprobó su “Documento sobre la pacificación” en el que se plasmaba
el giro hacia la negociación que culminaría en las conversaciones de 1998 y el
Acuerdo de Lizarra. Entre 1997 y 1998 el número de agresiones contra el PNV
se redujo de 50 a 13, el mismo que contra el PP; y de esos 13 casos, ocho se
produjeron en la semana que siguió a la muerte en enfrentamiento con la
Ertzaintza de Ignacia Zeberio. La conclusión del periodista es que no es cierto
que nada haya cambiado, como dicen los más pesimistas: “antes los amenazados
eran todos los ciudadanos, y ahora solo los no nacionalistas”.
Asegura el periodista Carlos Bradac en Cambio 16 del 21 de enero que ha
entrevistado a ETA y que esta quiere hablar con el Gobierno. Dice que por
primera vez desde el inicio de la tregua, el 16 de septiembre pasado, se ha
dirigido al Gobierno, y no a las fuerzas políticas firmantes de la Declaración de
Lizarra, para pedir el inicio de conversaciones. Sostiene que la organización
afirma que no hay ninguna negociación secreta y exige contactos directos.
Consciente de que su trabajo va a suscitar dudas, Bradac explica detalladamente
que la entrevista con dos representantes de ETA ha sido posible después de 22
contactos previos a lo largo de casi cuatro meses y ha tenido lugar en París el 18
de enero, hechos que van a ser negados luego por ETA. Los entrevistados se
presentan recordando la oferta de negociación que ETA hizo al Gobierno y
preguntándose por qué el presidente aún no la ha contestado: “ni los militares, ni
la Policía, ni la Guardia Civil, ni la Asociación de Víctimas del Terrorismo
quieren que se hable con los presos”, se responden. Los entrevistados critican el
perfil político de los interlocutores que Aznar o su entorno nombró, el secretario
general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, y el secretario de Estado de
Seguridad, Ricardo Martí Fluxá, porque no tienen una capacidad real de
decisión. Como ejemplo de la escasa voluntad de diálogo del Ejecutivo ponen
que ETA le hizo saber que, para propiciar la apertura de contactos, debía
trasladar 200 presos al País Vasco antes de las pasadas Navidades. Finalmente, el
traslado a cárceles de la península solo afectó a 21 reclusos. Los entrevistados
atribuyen a este hecho el rebrote de la violencia callejera.
Escribe de nuevo en Euskadi Información Xabier Goñi para decir que “No me
gustó nada el escrito de mi amigo Iker Gallastegi en este periódico el día 16 de
este mes, con el título “Presos vascos y disturbios callejeros”. Opina este, en
contra de Gallastegi, que la ‘kale borroka’ da pretexto al Gobierno para seguir
con su política obcecada, alimenta a los tertulianos, puede dividir a los firmantes
del Pacto de Lizarra y a los demócratas, abertzales o no, que en él se aglutinan;
puede dividir a la izquierda abertzale –“acaso la está dividiendo ya” –, quita
capacidad de iniciativa, puede dar al traste con el aún no nacido proceso de
pacificación y no conseguirá nada para los presos. Le parece urgente que cese
ahora mismo, porque favorece descaradamente al enemigo. “Sed lúcidos, dejad
el cabreo”, pide Goñi a los de la ‘kale borroka’, y a su amigo Iker le plantea que
“hay posturas como la tuya que no conducen a nada e impiden conseguir aquello
que tú más quieres”. Xabier Goñi, viejo pseudónimo de un conocido sacerdote
navarro, es una firma muy respetada en los medios abertzales de toda Euskal
Herria, pero sobre todo en Nafarroa. Iker Gallastegi se preguntará unas semanas
más tarde en Gara si “nos mantendremos unidos para conseguir la paz” y se
responderá que “si los nacionalistas no nos mantenemos unidos, pase lo que
pase, lo vamos a tener crudo”. Escribe a mediados de febrero en Deia Iñigo
Urkullu sobre los “Orígenes de un problema” y defiende que la violencia es el
muro que ha marcado la diferencia entre PNV y ETA desde siempre, sirviéndose
para sustanciarlo de una cita de 1964 cuya paternidad no especifica.
José Miguel Larraya, enviado especial de El País a Sudáfrica, publica el 16 de
febrero que Nelson Mandela ha trazado en la recepción a los Reyes de España un
paralelismo entre las transiciones que han vivido España y Sudáfrica, y ha
expresado su esperanza de que la “humilde experiencia” de su país sirva también
para que quienes participan en el proceso de paz vasco encuentren ánimos en su
ejemplo y consideren que las diferencias más arraigadas y aparentemente
insuperables pueden ser resueltas a través de la negociación. Ha aplaudido muy
cortésmente los esfuerzos de España para encontrar soluciones pacíficas y
erradicar la violencia. A su vez, el Rey, en su brindis, no ha escatimado elogios a
Mandela, “un ineludible referente moral en el siglo XX”, porque luchó por la
libertad de su pueblo y triunfó, pero ha ido más lejos: “Nos ha enseñado que ese
camino hacia la liberación no termina. Que el día después de la liberación hay
que reemprender la marcha, pisoteando las semillas del odio y el resentimiento,
para obtener una cosecha de paz y reconciliación”. La visita real continúa en la
isla de Rubben, donde está el penal en el que Mandela pasó gran parte de su
vida, informa José Miguel Larraya. Escribe Rosa Montero unos días más tarde
en este mismo medio que “se diría que hablar sobre la violencia se ha puesto de
moda: hoy es un tema de debate muy común en todo el mundo”. No se cree que
la Humanidad esté empezando a asquearse de verdad de los violentos. Siempre
hubo quienes se opusieron, pero fueron minoritarios. Quiere decir que desde que
el mundo es mundo, la gente ha visto la violencia –“esto es, su violencia”– como
algo lícito. Dice que las guerras siempre fueron consideradas justas; la tortura
era algo natural hasta el siglo XVIII; y, mientras que duró la esclavitud, matar a
un esclavo no estaba mal visto. Y mirando más cerca, hace una afirmación
rotunda: “No nos andemos por las ramas: mi generación defendía la violencia en
los años setenta. Apoyábamos al Che, a la ETA de entonces. Los impresentables
etarras de hoy han crecido de nuestras contradicciones y a nuestros pechos”. Y
viene a decir que si los kurdos, los saharauis, por ejemplo, no hubieran recurrido
a la violencia, nadie les hubiera prestado atención. El general Sáenz de
Santamaría tiene algo que decir sobre estas cuestiones y lo hace en Diario 16
comparando el secuestro de Abdullah Ocalan, líder del Partido de los
Trabajadores del Kurdistán, con el de Segundo Marey, defendiendo que “ETA
maneja mejor que nosotros el lenguaje” y reconociendo que para él “no hay
guerra sucia, ni guerra limpia; hay guerra regular o guerra irregular, y esta es una
guerra irregular”. Va más lejos al afirmar que si Barrionuevo va a la cárcel, lo
mismo tendría que ocurrir con Fraga y Martín Villa, al asegurar que nunca ha
existido el ‘GAL verde’, porque si a Lasa y Zabala los hubiera matado la
Guardia Civil, los hubieran dejado en Francia, “que está a doce kilómetros de la
frontera”.
El diario Gara ha nacido el 30 de enero, y el 25 de febrero publica un
comunicado de ETA en el que la organización fundamenta el mantenimiento de
la tregua en los avances experimentados en la construcción nacional y en las
expectativas abiertas. Alaba la actitud “cada vez más valiente” del PNV, EA, AB
y HB, y les pide nuevos pasos, porque “de este proceso tiene que salir el solar en
el que se construirá Euskal Herria”. Mantiene el alto el fuego en vigor desde el
18 de septiembre de 1998, pero se reserva el derecho a la defensa en caso de
enfrentamientos y para afrontar las necesidades de aprovisionamiento. Deia
titula que ETA ratifica el mantenimiento del alto el fuego por los pasos dados y
el horizonte que se abre, y añade que Urkullu opina que el mensaje puede estar
dirigido también a sectores de la izquierda abertzale. Patxo Unzueta ve a Deia
radicalizado y pone un ejemplo: “Hasta hace poco habría sido increíble que ese
diario osara criticar al Athletic de Bilbao, acusándole de rendir pleitesía al
monarca por haberle visitado en el marco de la conmemoración del centenario
del club”. Los elogios de ETA, a pesar de que el PNV ha respondido diciendo
que ETA debe dejar las armas y anunciar el cese definitivo de la lucha armada,
sirven para que los partidos españoles deduzcan que es ETA la que manda en
Lizarra, la que marca las pautas a seguir. Jaime Mayor Oreja lo explica en que
ETA es el gendarme, el administrador y el fiscalizador del frente nacionalista; es
la que manda y no le importa ridiculizar al frente nacionalista. El portavoz del
Gobierno Ibarretxe, Josu Jon Imaz, le recuerda a la organización que no es quién
para ejercer ningún tipo de tutela sobre los partidos políticos. El Correo recoge
la preocupación del presidente del BBV Emilio Ybarra por el “horizonte de
inestabilidad y de ruptura al que los últimos acontecimientos pueden llevarnos”
y pide confianza y apoyo para la clase política. Asegura La Razón, y aseguran
los socialistas, que hay cargos públicos del PNV que critican a Arzalluz por
haberse acercado demasiado a EH. Dice saber que en la Asamblea Nacional
ordinaria del PNV se ha criticado a Joseba Egibar y que, como resultado,
Ibarretxe ha salido fortalecido.
La Policía francesa, en colaboración con la Guardia Civil, detiene el 9 de
marzo en París al tenido por jefe de los comandos ilegales de ETA, José Javier
Arizkuren, Kantauri, junto a Irantzu Gallastegi, el exdirigente de Jarrai Mikel
Zubimendi y tres militantes más. La Guardia Civil afirma que le venían
siguiendo desde hace casi dos años y le vincula con veinte muertes. Se trata a su
juicio de la operación policial más importante desde la declaración de tregua y
asegura que Kantauri estaba en contra de esta y que la detención puede
favorecer su prolongación. La agencia Vasco Press asegura que su localización
se había producido en 1997, pero las autoridades españolas prefirieron someterlo
a un seguimiento y utilizarlo como hilo conductor de las investigaciones que
permitieran llegar hasta quienes se relacionaban con él. Esto habría permitido
descubrir los comandos Andalucía y Araba, y aportar pistas que facilitaron la
identificación del que tenía secuestrado al funcionario Ortega Lara. El ministro
del Interior ha explicado que Arizkuren fue nuevamente localizado a mediados
del pasado mes de febrero y que, desde entonces hasta su detención, ha estado
inactivo. Catorce horas después de esta operación en París, la Policía detiene a
nueve integrantes del comando Donosti, a dos de ellos, Sergio Polo y Kepa
Etxebarria, cuando se aprestaban a pasar al Norte vasco, una vez conocida la
caída de Kantauri, y tras ellos al resto, presuntos colaboradores, en Hernani,
Errenteria, Itsasondo y Donostia. El director de la Policía declara que llevaban
varios meses sometiendo a una estrecha vigilancia a los ‘liberados’ Polo y
Etxebarria, y que el ‘complejo Donosti’ ha sido desarticulado. Un año más tarde
se va a conocer a través de la revista Ardi Beltza que dirige Pepe Rei que el
comando tenía como colaboradora a una guardia civil del CESID. El 21 de
marzo, un supuesto miembro del comando Donosti desarticulado, aparece
muerto con un tiro en la sien a las afueras de Errenteria. La Policía habla de
suicidio, y el portavoz de HB Joseba Permach, de guerra sucia. Mariano Ferrer
escribe en El Mundo “La gran ciaboga”, de los saltos de guión que en HB
evidencian “la dificultad de querer abrirse al futuro sin pagar el peaje de
renuncia al pasado”, que en Mayor Oreja ni siquiera hay cambios de guión,
porque “para él, el futuro conduce circular y necesariamente al pasado”. Ha oído
en el homenaje a Geresta, en boca de Otegi, cosas que nunca antes se habían
oído a favor del proceso de paz.
Dos representantes encapuchados de ETA responden el 29 de marzo a las
preguntas de los periodistas de ETB-1 Maddalen Iriarte y Joseba Balerdi. Dicen
en relación a la tregua que no será indefinida hasta que Euskal Herria disfrute del
derecho de autodeterminación. Explican sobre la `kale borroka’ que se trata de
una estrategia de defensa pero que, durante la negociación, la lucha armada debe
estar solo en manos de ETA. En relación al proceso de construcción de Euskadi
echan en falta las sillas vacías que deberían ocupar el PP y el PSE-EE para
defender sus proyectos. Sobre la negociación aclaran que, desde la tregua, hace
seis meses, no se han producido contactos de ningún tipo con el Gobierno
español. Ven al Pacto de Lizarra como un camino esperanzador, y logros como el
de la Asamblea de Municipios, Udalbiltza, les parecen ilusionantes. Sobre el
papel de ETA responden que es la sociedad vasca, de la que ETA forma parte, la
que tiene que decidir su futuro sin injerencias externas. Quienes esperaban
instrucciones a los de la ‘kale barroka’ a fin de que depusieran su actitud, se
sienten defraudados. No la avalan explícitamente, pero tampoco la critican, si no
es que la justifican al expresar que, ante los intentos de dinamitar el proceso de
paz por parte del PP, es un medio lícito de respuesta. Además, han dicho los
portavoces de ETA que “una cosa es que estemos viviendo una situación
ilusionante, pero otra que continúan las torturas y la dispersión de los presos”.
Sorprende ETA al afirmar que, para superar el conflicto vasco no es
imprescindible una negociación entre ella y el Gobierno español, sino que
bastaría con un amplio acuerdo entre las fuerzas políticas vascas, pero sus
críticos optan por obviarlo y ven en la entrevista un publirreportaje por el que
van a pedir cuentas al director general de EiTB. El portavoz del Gobierno Vasco,
Josu Jon Imaz, reincide en la idea de que ni ETA ni nadie pueden poner
condiciones, porque la paz no tiene precio, y juzga inaceptable que se haya
desentendido de la ‘kale borroka’. El director de Deia Juan José Baños ve a ETA
inmóvil, le parece que no ha tranquilizado a nadie con esa entrevista, que se
equivoca si piensa que así está favoreciendo la unidad nacionalista: “las
capuchas son incompatibles con el momento histórico que vivimos”, concluye.
El fundador de UPN, Jesús Aizpún Tuero, aprovecha la ocasión para atacar la
“invasión cultural” de ETB, para manifestar su oposición a que se capte en
Nafarroa.
En este final de marzo se conoce que Garzón ha procesado al que fue jefe de
investigación de Egin, Pepe Rei, y le ha fijado una fianza de quince millones de
pesetas por un presunto delito de colaboración con banda armada, dentro de la
investigación sobre la que llama trama informativa y financiera de ETA. El juez
explica que el periodista ha asumido la titularidad de los documentos que le
fueron intervenidos en su ordenador personal. Argumenta Garzón que las
pesquisas de Rei trascendieron el ámbito periodístico para convertirse en
“mecanismo de servicio eficaz y apoyo de ETA-KAS en el frente informativo”.
Considera el magistrado que existe una coordinación entre los servicios de
información de ETA y KAS y el equipo de investigación de Egin, que elaboró
informes sobre la financiación de partidos como el PNV, el PP o la Unión del
Pueblo Navarro, y también sobre la participación de miembros de las Fuerzas de
Seguridad y de la Ertzaintza en supuestas actividades de corrupción policial. En
el ordenador de Rei, intervenido durante el registro a la sede del diario, asegura
haber hallado documentos como el censo electoral vasco, listados de los
apoderados del PSOE, de los alcaldes y concejales del PNV en Gipuzkoa, y de
las radiofrecuencias de la Policía. El ordenador contendría también movimientos
económicos del casino Kursaal y referencias a las fuentes de información del
sindicato LAB. En el auto aparece documentación que probaría que Rei
investigó a empresarios vascos a instancias de algunos deportados de ETA en
Cuba. El periodista habría estudiado la situación financiera del administrador de
Comercial Larrondo SA, y del de la empresa Aldaketa Import-Export. El juez no
procesa al resto del equipo de investigación porque, según el auto, seguía las
instrucciones de Rei.
Mayor Oreja ve en el manifiesto que el PNV ha redactado para el cercano
Aberri Eguna otro regalo a ETA, otro obsequio para que los terroristas se sientan
felices ante la actitud del PNV. El manifiesto lo ha dado a conocer Joseba Egibar
y dice el ministro que no le sorprende, porque están en la lógica de los últimos
acontecimientos en derredor del “frente de Estella” y provienen de “aquellos que
no quieren un Estado fuerte y sólido y que, en ocasiones, tampoco quieren una
España consolidada”. Al presidente Aznar, de visita en Washington a finales de
abril para asistir a la cumbre de la OTAN, le parece desestabilizador un
Gobierno vasco que incluya a EH, no lo ve recomendable para una política de
estabilidad y respeto institucional. El Parlamento vasco ha ofrecido cobijo en su
sede a la Asamblea kurda en el exilio, y Aznar lo ha tratado con el presidente
turco Suleiman Demirel para informarle que la propuesta ha sido suspendida
cautelarmente por el Tribunal Constitucional. El lehendakari Ibarretxe, en
diversas entrevistas publicadas por periódicos vascos, defiende un acuerdo con
la plataforma abertzale que, aunque oficialmente no ha sido firmado, ha
funcionado con efectividad matemática en la Cámara de Vitoria. Aclara sin
embargo que tras las elecciones de junio el acuerdo no se extenderá a las
diputaciones y los ayuntamientos. En relación al proceso de paz, opina el nuevo
lehendakari que debe depender de todos, y no del juego de mayorías, pero ahora
que desaparece la violencia no se puede caer en la tentación de condenar las
ideas: “ha llegado el momento de tomar la iniciativa política y efectuar gestos
que resultan ya inaplazables”. Carlos Garaikoetxea ve una hipocresía
inconcebible en el PP y el PSOE cuando se obstinan en oponerse a todo: “basta
que se haya dicho que existe una probabilidad de pacto con EH, para que se
agiten todos los demonios de quienes sienten pánico a que se configure entre los
nacionalistas una mayoría democrática, sin violencia y respetuosa de las vías
institucionales”.
Utilizando como facilitador y testigo al entonces obispo de Zamora Juan
María Uriarte, tres enviados del presidente del Gobierno, los mismos de la
reunión del 11 de diciembre de 1998 en Burgos con HB, Javier Zarzalejos,
Ricardo Martí Fluxá, y Pedro Arriola, se reúnen el 19 de mayo en Zúrich con el
dirigente de ETA Mikel Albizu Iriarte, Antza, con Bixente Goikoetxea, Willy, y
con Belén González Peñalba, Carmen, compañera de Eugenio Etxebeste en
Santo Domingo, que había estado presente también en las reuniones de Argel. La
reunión es larga, no hay acuerdo, pero quedan en volverse a encontrar. Al tiempo
se conocerá el acta que Belén González Peñalba redacta, que se inicia así:
“Reunión de dos [Belén sólo toma nota] miembros de ETA y tres representantes
de Aznar ante un intermediario, Uriarte. Breve introducción leída por parte del
intermediario en el sentido de subrayar la importancia del encuentro: ‘El diálogo
normalmente suele desbordar las perspectivas iniciales, el no hablar tiene sus
efectos negativos...’; y sobre su aceptación de oficio de mediador testigo”.
Palabras corteses al principio, agradecimientos a Juan María Uriarte, que ha
hecho posible llegar hasta este encuentro. Mikel Albizu pide respuesta sobre el
derecho de autodeterminación y ve a los representantes del Gobierno “realizando
una lectura externa de la situación actual como si no estuvieran implicados”, y
les urge a una respuesta concreta, positiva o negativa. Constatan que hablan
distintos idiomas, y Albizu vuelve a pedir concreciones. Arriola les asegura que
con este presidente no hay conversaciones trampa, como aceptando que en Argel
sí hubo. Albizu les recuerda que ETA está en tregua y los Estados [francés y
español], no. Arriola lleva papel de ‘poli bueno’, está de acuerdo en que se trata
de crear un clima de confianza y de establecer un canal de comunicación estable,
al margen de coyunturas; les asegura que solo hay una persona, el presidente,
que sabe de esta reunión, además de ellos. La consolidación del contacto
consume buena parte del tiempo. Hablan de política, hacen historia. También de
la conveniencia de mantener la reserva y evitar las especulaciones periodísticas.
Manejan la fecha del 7 de junio para una nueva reunión, que nunca tendrá lugar.
Había un testigo más en la sala privada de ese hotel de Zúrich, Julián T.
Hottinger, un suizo, experto mediador en conflictos, que salió de la reunión bien
impresionado, que se extrañó luego al conocer que no habría más encuentros.
El PP gana las elecciones municipales, autonómicas y europeas del 13 de
junio de 1999. En los comicios locales, el Partido Popular obtiene 24.625
concejales, frente a los 21.907 del PSOE, los 4.086 de CIU y los 2.297
alcanzados por IU. El PP obtiene la victoria en cuatro comunidades autónomas,
el PSOE en tres y Coalición Canaria en una. Interpreta el ejecutivo de Ibarretxe
que los resultados de las municipales y forales de la Comunidad Autónoma
Vasca consolidan la paz, porque el importante avance de Euskal Herritarrok
confirmaría que las vías políticas son más rentables para la izquierda abertzale
que la violencia de ETA. EH ha conseguido en los comicios municipales 67.880
votos más que en los anteriores de 1995, ha pasado de 160.270 votos a 228.150,
lo que se traduce en 183 concejales más que en 1995. El liderazgo de Arnaldo
Otegi sale fortalecido, lo que se interpreta también como una buena noticia para
la paz. Ha crecido EH, a costa de los otros firmantes del Pacto de Lizarra, han
crecido asimismo el PSE y el PP. El 11 julio de 1999 tiene lugar una reunión de
ETA con representantes del PNV y de EA, en el mismo edificio, pero por
separado, para luego continuar con ambas representaciones a la vez. Antza y
Willy presentan un texto de máximos que propone unas elecciones y un proceso
constituyente “en toda Euskal Herria” que, si es aceptado por PNV y EA,
supondría “el abandono definitivo de las armas”. El representante del PNV
Joseba Egibar lo ve “estrambótico”, la representación de EA, Rafael Larreina y
Jon Goikoetxea, la quiere estudiar con detenimiento, porque un cambio de ese
calado necesita más tiempo de reflexión. En un ambiente tenso, Antza deja
técnicamente en suspenso el alto el fuego, ya bastante cuestionado por la
persistencia de cartas de petición de impuesto revolucionario a empresarios y
brotes de ‘kale borroka’. ETA explicará luego este encuentro diciendo que se
trataba de evaluar el proceso abierto un año antes, que presentó su propuesta de
estructuración institucional y los representantes de PNV y EA se
comprometieron a responder con una alternativa antes de septiembre. La
dirección de ETA envía al PNV durante el mes de julio tres cartas en las que
insiste en la profundización de la construcción nacional y en la necesidad de
renovar las alianzas, si se quiere hacer un país con entidad propia. Xabier
Arzalluz confiesa no ver nítido el camino, el ritmo del PNV no es el de la
izquierda abertzale. Va a ser la última reunión entre ellos, tras un proceso que
había comenzado el 30 de julio de 1998 entre Antza y Willy, y Egibar y Gorka
Agirre. No volverá a haber más encuentros clandestinos. El 1 de agosto, la
Policía francesa detiene cerca de Tarbes, en un control que se explica como
rutinario, a Jokin Etxeberria Lagisket, hombre de confianza de Antza, contacto
suyo con el obispo Uriarte; va en un auto robado y está armado. ETA urge a
PNV y EA en un comunicado a tomar una decisión ya, porque “se concluye el
proceso emprendido o se pudre”, y acusa a ciertos sectores del PNV de intentar
un proceso de paz sin contenidos. Joseba Egibar le reprocha no haber utilizado
los canales habituales para expresar su opinión.
Aznar acerca 195 presos a comienzos de septiembre y pasa a tercer grado a
cinco más, y afirma estar dispuesto a restablecer el contacto con ETA. El 18 de
septiembre, a pesar del deterioro de relaciones producido entre el PNV y la
izquierda abertzale, se constituye Udalbiltza, con 1.483 ediles de la Comunidad
Autónoma Vasca, 271 de Nafarroa y 24 de Iparralde, y se elige una Ejecutiva. El
robo de ocho toneladas de explosivos en la localidad bretona de Plevin, a final
de mes, y la posterior sustracción de una troqueladora en Eibar anuncian la
temida ruptura de tregua. Al día siguiente detienen cerca de Pau a tres militantes
de ETA y recuperan una cantidad importante de explosivos; otros dos militantes
huyen al ver el despliegue policial en derredor de la casa a la que se dirigen. El 7
de octubre se presenta en Gernika una sigla nueva, Ekin, a la que se tiene por
sucesora de KAS. Lo ha anunciado así la efímera agencia de noticias de la
izquierda abertzale Amaiur Press Service, y de inmediato ha rectificado,
advertida del traspiés. El 24, ETA anuncia en una entrevista con periodistas de
Gara y Egunkaria que en adelante sus interlocutores son los presos Ternera,
Kubati y Kantauri. Un día más tarde, la Gendarmería detiene cerca de Pau a
Belén González Peñalba, y también en este caso se explica como una detención
casual. En estos días se detectan, y en algunos casos se interceptan, traslados y
manejos de armas y explosivos, que previenen de lo que se avecina. El 28 de
noviembre, ETA anuncia con la lectura de un comunicado en la BBC, tras 438
días sin atentados, que a partir del 3 de diciembre sus comandos retoman las
armas y ponen fin a la tregua más larga de su historia. Atribuye la ruptura al
incumplimiento por parte del PNV y EA de los compromisos que alcanzaron en
agosto de 1998, previos al anuncio del alto el fuego, que entró en vigor el 18 de
septiembre de aquel año. Los compromisos alegados, que los afectados niegan
rotundamente, se habrían concretado en el avance hacia una institución única y
soberana para toda Euskal Herria y en la ruptura de sus relaciones con las
instituciones y los partidos españoles. A los Gobiernos español y francés, ETA
les hace responsables de la “reacción represiva, detenciones y torturas, y del
asesinato del burukide Ttotto”, José Luis Geresta; de las detenciones en pleno
proceso de paz de la interlocutora Belén González Peñalba y de José Javier
Arizkuren. Según ETA, en los cuatro primeros meses se avanzó con la creación
de la Asamblea de Municipios Vascos, Udalbiltza, pero luego el proceso
comenzó a pudrirse, por la presión ejercida por España y Francia sobre el PNV y
EA, y los intereses electorales. El presidente del PNV afirma que la ruptura de la
tregua le ha cogido por sorpresa, y que ETA miente cuando dice que existió ese
acuerdo en el verano de 1998. Revela que al texto que planteaba la creación de
una institución única y soberana, el PNV le introdujo anotaciones al dorso en las
que establecía requisitos y plazos, y que ya entonces dejó claro que el problema
son los modos y los tiempos en llegar a esa meta. “ETA ha jugado sucio y no lo
esperábamos”, manifiesta Arzalluz. Argia recoge declaraciones de Juan María
Olano en las que afirma que es verdad que el PNV y EA no han cumplido los
compromisos suscritos, y que “ETA nunca ha mentido” [ETAk ez du inoiz
gezurrik esan].
La propia ETA ahorra especulaciones sobre sus verdaderas intenciones en este
proceso cuando reconoce que buscaba evitar debates sobre “terceras vías” y
resolver “la ambigüedad histórica del PNV”; romper con el “vascongadismo” y
la partición territorial. Coincide con Jaime Mayor Oreja en que se trataba de una
‘tregua trampa’, pero para los Estados y la estrategia de sumisión desarrollada
hasta entonces por PNV y EA. ETA es crítica también con “los sabiondos de la
izquierda abertzale” que interpretaron la situación “sólo en la medida de sus
propios criterios” y han dicho que la actividad armada de ETA había sido errónea
hasta ese momento. Al “pontificar sobre lo que ETA debía o no hacer”, en su
opinión “solo conseguían oscurecer el contenido de la iniciativa y crear
confusión dentro de la izquierda abertzale”. En la versión de Gara, que ha tenido
acceso a documentos sobre la cuestión, la organización sale al paso de dos
discursos diferentes que desenfocaban los objetivos de la iniciativa desde el
inicio: no fue fruto ni de sentirse acosada ni del Acuerdo de Lizarra. En cuanto al
discurso que relacionaba el alto el fuego con los efectos del atentado contra
Miguel Angel Blanco y la convulsión que provocó, ETA lo niega tajantemente.
A su juicio, ese atentado actuó como “clave para todas las partes”, al dejar en
evidencia el enfrentamiento entre España y Euskal Herria “a un nivel como
ninguna otra acción había hecho hasta entonces”. A partir de él, razona ETA, el
Estado aumentó la represión, y el PNV, EA o ELA empezaron a manifestarse a
favor de un cambio.
En el PNV partidario del acuerdo, que no son todos los burukides ni mucho
menos, no se analiza de la misma manera lo sucedido. Le parece inaceptable el
intento de ETA de tutelarlo todo, le parece que a ETA le ha entrado el pánico,
especialmente por los movimientos de la ‘tercera vía’ y la aceptación que estaba
teniendo la tregua entre amplios sectores de la izquierda abertzale, e incluso
entre los presos, y ha querido acallar a ‘los sabiondos’, a los que han empezado a
pensar por su cuenta. El 30 de diciembre de 1999, monseñor Uriarte explica en
la cadena SER que en la última fase de la tregua “noté impaciencia por un lado e
inflexibilidad por el otro. Pero diría, como balance final, que no he perdido la
esperanza”. Compara la situación aquí creada con la del Norte de Irlanda y pone
de ejemplo al padre Alec Reid, el religioso irlandés que hizo posible que luego
llegara George Mitchel, y una intervención de Estados Unidos y Blair. Cree que
tras las elecciones de marzo se puede abrir un portillo, porque “el tiempo de la
contienda electoral no suele ser el espacio más propicio para avances sólidos de
paz”.
En el 2000 recién inaugurado, dos militantes de ETA roban a punta de pistola
un auto en Galdakao, atan a su propietario a un árbol, se dirigen luego a Basauri
junto a otros dos activistas que llevan otro vehículo cargado de explosivos. La
intención es, al parecer, hacer estallar este segundo coche al paso de una patrulla
de la Guardia Civil, que ese día ha cambiado su itinerario. Poco después, agentes
del Cuerpo Nacional de Policía localizan el primer vehículo y detienen a sus dos
ocupantes; localizan luego un piso con armamento y material explosivo. Sale de
la cárcel en la que se encontraba desde mayo de 1996 José Antonio
Urrutikoetxea, Josu Ternera. Un mes más tarde inicia su actividad de
parlamentario en Gasteiz como miembro de la Comisión de Derechos Humanos.
El 15 de enero, un infarto fulmina a Jesús García García, el policía que identificó
los cadáveres de Lasa y Zabala, cuando está testificando y se dispone a
responder a las preguntas de Iñigo Iruin en la Audiencia Nacional. A las ocho de
la mañana del 21 de enero, estalla un coche-bomba en Madrid y mata al teniente
coronel del Ejército de Tierra Pedro Antonio Blanco. ETA ha elegido Madrid y
un militar para dejar constancia de la ruptura de la tregua y la vuelta a la
actividad armada. Juan José Ibarretxe anuncia que queda en suspenso su acuerdo
de colaboración parlamentaria con Euskal Herritarrok; al Gobierno central le
parece insuficiente, le pide al PNV que rompa con EH y regrese a la unidad de
las fuerzas democráticas. El comando autor del atentado lleva el nombre de
‘Buruhauste’, quebradero de cabeza. Tres días más tarde, centenares de miles de
ciudadanos, con Aznar, Almunia, Adolfo Suárez, Felipe González, Calvo Sotelo
y los líderes de los principales partidos, centrales sindicales y patronales a la
cabeza, inundan las calles de Madrid al grito de ¡Basta ya!. Lee el comunicado
final de condena el actor Imanol Arias. La movilización recuerda las habidas tras
la muerte de Miguel Angel Blanco. Se profieren insultos a HB, y a Xabier
Arzalluz. El Papa expresa en castellano su condena del atentado ante los fieles
de la Plaza San Pedro. El 26 de enero, IU-EB abandona el Foro de Lizarra.
Detienen en el aeropuerto de Madrid-Barajas a Iñigo Elkoro y Mikel Korta
cuando llegaban en un vuelo procedente de México, dentro de una operación
contra el que Baltasar Garzón llama aparato de relaciones internacionales del
MLNV, Xaki. Detienen también al miembro de la Mesa Nacional de HB Gorka
Martínez, a Sabin del Bado, a Miriam Campos, María Rosario Buñuel, Mikel
Resa y José Ramon Antxia. Los tres últimos quedan en libertad bajo fianza. El 2
de febrero, la Policía francesa captura en la localidad landesa de Tarnos a los
miembros de ETA Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, y a Concepción
Iglesias. El 8 de febrero llega al aeropuerto de Barajas, extraditado desde
Francia, el exdirigente de ETA Francisco Múgica Garmendia, Pakito. El 22, ETA
da muerte mediante un coche-bomba al portavoz del PSE-PSOE en el
Parlamento Vasco Fernando Buesa y a su escolta, el ertzaina Jorge Díez. Patxo
Unzueta escribe en El País: “Tres meses y tres muertos ha necesitado el
lehendakari Ibarretxe para darse por enterado de que estaba gobernando con los
votos del brazo político de una banda que se considera con derecho a matar a los
políticos de los demás partidos. Ibarretxe ha quedado desautorizado moralmente,
pero también políticamente: sin los votos de EH, su Gobierno cuenta con el
respaldo de 27 parlamentarios en una Cámara de 75. Las fuerzas no nacionalistas
suman 32. Habría razones morales y políticas para su dimisión. Sin embargo, en
el sistema de poder nacionalista, el lehendakari no importa gran cosa. Es el líder
quien decide. Los lehendakaris pasan, Arzalluz permanece”. Abc afirma que el
censo de ETA lo forman en ese momento 600 activistas, entre dirigentes,
pistoleros y colaboradores. Al menos 200 se encuentran en Francia, una cifra
algo menor en México, otros 130 entre Cuba, El Salvador, Nicaragua, Honduras,
etc.
Estalla el 6 de marzo en Amorebieta un coche-bomba al paso de un Nissan
Patrol blindado de la Guardia Civil, hiere a dos guardias civiles, a dos ocupantes
de un coche que va detrás y a cuatro peatones. El PP obtiene mayoría absoluta en
las elecciones generales del 12 de marzo del 2000, con 183 diputados, seguido
por el PSOE con 125, CIU quince, IU ocho, el PNV siete, Coalición Canaria
cinco, y BNG tres. Obtienen un diputado el Partido Andalucista, Izquierda
Republicana de Cataluña, Izquierda por Cataluña-Verdes, Eusko Alkartasuna y
Chunta Aragonista. Euskal Herritarrok no ha concurrido. En los comicios
autonómicos andaluces, el PSOE gana, por sexta vez consecutiva, con 52
escaños; el PP obtiene 46 diputados; IU seis y Partido Andalucista cinco. El 13
de marzo, Joaquín Almunia dimite como secretario general del PSOE tras los
malos resultados electorales obtenidos por su formación. El 21 de marzo, un
artefacto incendiario provoca daños materiales en la puerta del domicilio de los
padres del periodista de El Correo Pedro Briangos en Rekalde, Bilbo, lo que se
interpreta como un preludio de la presión creciente a determinados periodistas y
medios de comunicación. Comparece en una rueda de prensa en Bruselas Elena
Beloki junto al portavoz de EH Arnaldo Otegi y el eurodiputado de EH Koldo
Gorostiaga, del que Beloki es asistente. Garzón dicta una orden de busca y
captura internacional contra ella, acusándola de pertenecer a Xaki, el aparato de
relaciones internacionales de ETA; días más tarde se entrega voluntariamente. El
27 de marzo, la Policía desactiva en la sede de RNE de Sevilla un paquete-
bomba dirigido contra el periodista Carlos Herrera.
La revista Ardi Beltza que dirige Pepe Rei publica que la Policía infiltró a una
agente en el comando Donosti mediante una operación que se desarrolló durante
siete años y que finalizó con la desarticulación del grupo y la captura de los
liberados Sergio Polo y Kepa Etxebarria, con los que llegó a convivir durante un
año en el mismo piso de Donostia. Según esta publicación, la agente, de la que
se publica una fotografía y las iniciales de su nombre verdadero, llegó a la
ciudad en 1992, bajo el falso nombre de Aranzazu Berradre Marín y se presentó
como militante del Movimiento de Objeción de Conciencia de Logroño.
Frecuentó la sede de HB de la Parte Vieja, entró en un ‘euskaltegi’ para aprender
euskera, trabajó una temporada en una discoteca de Irura. Fue en 1999 cuando
convivió con los dos liberados del comando Donosti en un piso de la calle
Urbieta que ella misma había alquilado y que se utilizaba como piso franco.
Según Ardi Beltza, la agente de los Servicios de Información ha estado destinada
en Ceuta, Melilla, Madrid, Pamplona y Barcelona. Tras la desarticulación del
comando, la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios pidió información
sobre Aranzazu Berradre, pero se le contestó que no existía nadie con ese
nombre y que la dirección que había facilitado correspondía al seminario de
Logroño. La infiltrada habría pasado información sobre los datos precisos que el
comando tenía del presidente de la Audiencia Provincial de San Sebastián, José
Luis Barragán, y de numerosos dirigentes del PP y del PSOE, además de otros
sobre dos empresarios guipuzcoanos a los que presumiblemente estarían
pensando en secuestrar, todo lo cual le permitió a Mayor Oreja sostener que la
tregua era en realidad una ‘trampa’. Ardi Beltza asegura en su siguiente número
que Mayor Oreja montó al inicio de la tregua un gabinete de contrainformación,
cuya misión principal era seguir la actuación de Ibarretxe con Euskal Herritarrok
y orientar la línea informativa de los medios de comunicación de confianza.
Iñaki Aldekoa y Patxi Zabaleta publican un artículo de opinión de página
completa en Gara el 4 de abril con el título de ‘Autocrítica y renovación’. En la
introducción, advierten que su análisis se efectúa desde la perspectiva de la
izquierda abertzale para contribuir a un debate “que está ahí”. Constatan la
degradación de la situación política de la izquierda abertzale y proponen bases
para su renovación estratégica. Defienden la necesidad de la autocrítica, echan
en falta la ausencia de aproximación hacia los socialistas, dando la falsa
impresión durante la tregua de un frente abertzale, que tampoco tuvo suficiente
sensibilidad hacia Izquierda Unida. Errores como la convocatoria a una huelga
general sin base, el abstencionismo electoral y una propuesta soberanista sin
capacidad política ni respaldo suficiente son errores graves sobre los que
proponen reflexionar. No existe proceso en marcha, ni de paz ni de construcción
nacional; no basta con criticar al Gobierno de Madrid; el Ministerio del Interior
ha actuado contra el proceso, pero “¿alguien podía esperar otra cosa del
enemigo?”. La unión de los abertzales la ven necesaria pero no suficiente. Los
últimos comunicados de ETA no solo marcan a su entender pautas de acción
política para la izquierda abertzale, sino que formulan también críticas al PNV y
EA, en contradicción con el margen a la acción política de las fuerzas políticas
que se planteó al anunciar la tregua. La paz es el primer objetivo y una nueva
tregua unilateral otorgaría otra vez la iniciativa política a “nuestro sector
político”. Tendría credibilidad si se impide “el surgimiento de cualquier
sucedáneo de lucha armada, que no contribuye más que a desacreditar cualquier
justificación histórica de ETA”. No son nadie para decirle a ETA lo que debe
hacer, pero desde sus treinta años de militancia política constatan que en Europa
la lucha armada es “más que discutible”. Defienden la negociación, constatan la
satisfacción presente de quienes se oponían a ella. El objetivo prioritario de la
negociación es a su juicio la autodeterminación. “Nuestro pueblo necesita
estrategias nacionales, tanto para Iparralde como para Hegoalde. Pero en cada
contexto de confrontación política deberá acomodar tácticamente las iniciativas a
su situación y correlación de fuerzas”. Opinan Aldekoa y Zabaleta que “las
aspiraciones de actuar como vanguardia no solo son antidemocráticas en sí
mismas, sino que han quedado obsoletas en una sociedad como la actual Euskal
Herria”. Para terminar, manifiestan su convicción de que la izquierda abertzale
puede aspirar a ser la fuerza mayoritaria en Euskadi, “siempre que las
sensibilidades socialistas y progresistas de su seno se estructuren debidamente y
no se vean relegadas de ese espacio político”. Antes de fin de año, estas y otras
reflexiones se van a traducir en la ponencia ‘Aralar’ y luego, en un partido nuevo
del mismo nombre, con Zabaleta y Aldekoa de principales impulsores.
El exmiembro del comando Madrid Isidro Etxabe no oculta que no es
partidario de la lucha armada y confía en una nueva tregua, porque “ETA sabe
que se avanza más con el trabajo en común que con sus acciones”. Ha hecho
estas declaraciones a Baleike, la revista local de Zumaia, su pueblo natal.
Asegura que se distanció de ETA cuando comenzaron a utilizar los coches-
bomba; asegura que “en mi época, al llevar a cabo una acción, siempre se miraba
si podía caer algún civil, y si se veía algún riesgo, no se hacía”. Acusa en la
entrevista al Gobierno español de ser el principal responsable de la actual
situación, porque desde el principio ha estado en contra del proceso de paz,
consciente de que el pacto de Lizarra le hacía más daño que la actividad armada
de ETA. Isidro Etxabe, Zumai, muestra su desacuerdo también con la decisión de
Euskal Herritarrok de abstenerse en las pasadas elecciones. Txillardegi
manifiesta por su parte en Egunkaria el 9 de abril que la ‘kale borroka’ y los
atentados esporádicos rompen la unidad abertzale, debilitan sus fuerzas y
refuerzan las del enemigo, por eso que “De nuevo, una vez más, ¡Lizarra-Garazi,
o la muerte! [Berriro ere: Lizarra-Garazi, ala hil!]. El 25 de abril se conocen las
condenas por el ‘caso Lasa-Zabala’ contra el exgobernador civil de Guipúzcoa
Julen Elgorriaga y el general de la Guardia Civil, Enrique Rodríguez Galindo: 71
y 69 años de prisión, respectivamente. La Audiencia Nacional dicta también
sentencia contra los exagentes del cuartel de Intxaurrondo Enrique Dorado y
Felipe Bayo, a los que condena a sendos 67 años de prisión.
El 7 de mayo, domingo, ETA acaba con la vida de un exmilitante comunista
que había compartido cárcel con presos de ETA en los sesenta, simpatizante
socialista, del Foro de Ermua, colaborador del diario El Mundo. ETA mata en
Andoain, a la puerta de su casa, a José Luis López de Lacalle. Semanas antes, se
habían arrojado cócteles molotov contra su vivienda y había sido objeto de
pintadas amenazantes. No es un atentado más, como no lo ha sido el de
Fernando Buesa. Una amplia nómina de directores de diarios publica un
manifiesto, “No nos callarán”, interpretando que el atentado pretende amedrentar
a la prensa. El 17 de mayo, Euskaldunon Egunkaria publica una entrevista de
siete páginas de su director Martxelo Otamendi con dos representantes de ETA
encapuchados que emplazan a PNV y EA a que rectifiquen y hagan una apuesta
clara por la construcción nacional, lo que se derivaría en el cese la de lucha
armada. Entienden que todavía se dan las condiciones para llevar el proceso
hasta el final, y esa es la idea que recoge el titular más destacado en el
cuadernillo monográfico que el diario dedica a la entrevista. Reiteran lo
publicado con anterioridad por Gara a partir de documentos de la organización:
la tregua no pretendió abrir solo un proceso de paz, sino lograr un compromiso
de los abertzales con la construcción nacional de Euskal Herria. La entrevista se
realizó antes de que PNV y EA confirmaran hace unos días la congelación de
Udalbiltza, aunque hay referencias a ella en el sentido de que no se han
aprovechado todas sus potencialidades. Se queja ETA de que con la lucha
armada activada, todos hablaban de la situación de los presos, pero a raíz de la
tregua algunos se callaron. Elogian el paso dado por EH al no presentarse a las
elecciones generales, porque allí no pintan nada los electos vascos. Insisten en
que Lizarra-Garazi es la representación de Euskal Herria ante Madrid y París;
subrayan que a Euskal Herria hay que meterla en la cartografía de los abertzales.
EH destaca de la entrevista que ETA ofrece la solución al conflicto armado. Para
Joseba Egibar, las declaraciones de ETA son un ejercicio de autoengaño.
El 4 de junio, ETA mata de un tiro en la cabeza al concejal del Partido Popular
en Durango Jesús María Pedrosa Urkiza; afiliado a ELA y entorno abertzale,
había renunciado a llevar escolta: no se imaginaba objetivo de ETA. Un potente
coche-bomba estalla a primeras horas de la madrugada del 25 de junio en
Neguri-Getxo y provoca elevados daños materiales. La explosión ha sido
previamente anunciada a la DYA, a Gara y a la Policía Municipal, explicando
que iba dirigida contra la oligarquía financiera. Un mes más tarde, ETA repite
atentado en Neguri: esta vez el coche-bomba lo ha hecho explosionar cerca de la
casa de la senadora del PP Pilar Aresti y de su esposo Ramón Icaza. Explica en
Abc Mayor Oreja que ETA usó la tregua para renovar comandos y estructura, y
que está interesada en actuar singularmente en Getxo, “por odio y resquemor, y
yo creo que también en estos momentos, en sus últimas actuaciones, está
tratando de volver a Getxo”, donde en buena parte cree él que comenzó ETA;
donde “si somos capaces de afrontar con entereza y con serenidad esta
situación”, también terminará. El 29 de julio, ETA mata en Tolosa, mientras
conversa con el periodista de EiTB Jaime Otamendi, al exgobernador civil de
Guipúzcoa con el ministro Belloch Juan María Jauregi Apalategi. Había
regresado de Chile, donde trabajaba, de vacaciones. El 8 de agosto, ETA da
muerte, mediante un coche-bomba colocado frente a la empresa familiar que
dirige en Zumaia, al empresario José María Korta; lo explica diciendo que no
solo no pagaba el impuesto revolucionario, sino que animaba a no hacerlo. Ese
mismo día, otro coche-bomba estalla en Madrid frente a una empresa y provoca
once heridos; en esta misma fecha de agosto, la explosión de un artefacto que
están manipulando destroza a cuatro militantes de ETA en Bolueta-Bilbo,
Francisco Rementeria, Ekain Ruiz, Urko Gerrikagoitia y Zigor Aranbarri. En
este 8 de agosto del año 2000, el juez Baltasar Garzón dicta auto de
procesamiento contra 16 personas por su presunta vinculación con Xaki. Sin
tiempo a digerir esta jornada especialmente trágica, ETA da muerte al día
siguiente en Iruñea al subteniente del Ejército de Tierra Francisco Casanova.
Antes de terminar el mes, una bomba-lapa colocada en los bajos de un Nissan
Patrol de la Guardia Civil estalla y mata a la primera agente femenina del
Cuerpo y a otro compañero, en la localidad oscense de Sallent de Gállego. Este
agosto cruel es testigo todavía de la muerte por parte de ETA, en el interior de su
tienda de golosinas, del concejal del PP en Zumarraga Manuel Indiano.
Patxi Zabaleta pide en Deia a ETA una tregua, pide la destitución de Mayor
Oreja y pide para todos, diálogo, porque “esta tragedia nos atañe a todos”. “Ayer,
8 de agosto, a las 11:30 de la mañana –escribe–, propuse en el Ayuntamiento de
Pamplona la celebración de un pleno extraordinario para expresar las
condolencias por los cuatro muertos de Bilbao y hacer votos para una superación
de la violencia. Hace unos días votamos a favor de un pleno por la lamentable
muerte de Juan María Jauregi. No hay ninguna justificación, ningún argumento,
ninguna razón para este drama”, ni tampoco para el cierre de Egin y el
encarcelamiento de la Mesa Nacional de HB. Es preciso, escribe Zabaleta, el
“diálogo de todos. Sin distinciones, sin tapias. Por Jauregi y su hermano Joxe
Bernardo, por José María Korta y los restos carbonizados de los cuatro gudaris,
y de todos los que les han precedido en uno y otro frente”. Patxi Zabaleta hace
una afirmación rotunda: “No habrá victoria de ETA, y aunque fuese posible, no
sería la solución. Tampoco habrá victoria policial, y aunque fuese posible,
tampoco sería la solución”. Escribe Teresa Toda en Gara sobre “Otro verano
trágico y de campañas”. Escribe contra Garzón y su ‘todo es ETA’, y se
pregunta: “¿también Gara?”. Iñaki Aldekoa recuerda el aniversario de Lizarra-
Garazi y la tregua; clama por un escenario sin violencia política; recuerda que en
las guerras también hay límites a respetar: uno de ellos, el no atentar contra
civiles desarmados, o no beligerantes, sea cual sea su adscripción ideológica,
política o étnica. Lo contrario es un “crimen de guerra” aunque la guerra sea
“justa”. Para Aldekoa, Lizarra, es el camino, “ETA tiene que salir de esa trampa,
tiene que decretar una tregua auténtica, sin condiciones, sin trampas, definitiva y
verificable. Ese es el camino. Este es el momento”. Sobre “El largo viaje”,
escribe Josep Ramoneda en El País, sobre Otegi, “un camaleón”. Dice de ETA
que no pretende nada y no tiene ideología, y que hay que “atar corto al PNV,
interpelarlo directamente”. El asesinato de Blanco fue a su entender una acción
desesperada y de final de trayecto. Ve una novedad importante: “actualmente,
casi todo se decide y cocina en el propio País Vasco, y el largo viaje contra ETA
nos concierne a todos”. Para Antonio Elorza, esta “cosecha de sangre” son los
rescoldos de Lizarra.
Trata de racionalizar el diálogo Juan Aranzadi en El País; no es partidario del
“Conmigo o contra mí”. Se hace y propone una reflexión de calado,
especialmente a las gentes de izquierda: “¿Es inevitable que todo el que rechaza
a ETA por sus crímenes desemboque en la defensa de la Constitución y del
Estatuto?”. Propone una afirmación inquietante: “Quizá la última de las
paradojas que nos reserva el ‘problema vasco’ sea asistir al final de ETA a manos
de quienes invocan sus propios fines. No porque rechacen éticamente la muerte,
sino porque la muerte se ha vuelto políticamente perjudicial para sus fines”. Se
le echan encima desde diferentes frentes; le provoca especial perplejidad lo que
ha escrito el catedrático Mariano Fernández Enguita. Jon Aleman reflexiona en
Egunkaria cuando este verano trágico agoniza sobre una “usurpación”
[Usurpazio bati buruzko gogoeta]. “En Euskal Herria, al contrario que en
Chechenia”, escribe, “se ha perdido el concepto de ejército popular, y al
terrorismo de Estado se le responde con terrorismo. Lo diré en pocas palabras:
todo comenzó a medida en que ETApm se deshacía –en ello se fueron unos
cuantos años– e iban desembarcando en ETAm. Junto con la gente, ETAm
también fue recogiendo ideas perniciosas. A partir de 1984, los poli-milis se
fueron imponiendo, e impusieron una evidente y perjudicial desviación en ETA
militar. Ahora mismo, están que rebosan. Por el contrario, las teorías de los milis
están bajo suelo [‘lur azpian’]”.
Garzón pone en marcha contra Ekin, a la que ha definido como heredera de
KAS, la ‘Operación Lobo negro’ el miércoles 13 de septiembre. Se practican
registros en sedes de la izquierda abertzale, se detiene a veinte personas en los
cuatro territorios de la Euskal Herria peninsular. Al día siguiente, un ‘legal’ de
ETA le atraviesa la cara de un tiro, a las puertas de su casa de Donostia, al
exconsejero socialista José Ramón Recalde, cuñado del histórico dirigente de la
izquierda abertzale Miguel Castells, y salva la vida de casualidad. Tampoco este
es un atentado más. Un día después, agentes de la Gendarmería Nacional
francesa, en colaboración con la Guardia Civil y los Renseignements Generaux,
detienen en una casa de Bidarte al presunto número uno y responsable del
aparato militar de ETA Ignacio Gracia Arregui, Iñaki de Rentería; sigue luego a
esta captura una amplia redada de presuntos colaboradores suyos. La Ertzaintza
descubre, cuarenta minutos antes de que los Reyes lleguen a Hernani para
inaugurar el Museo de Chillida, ocho granadas montadas con temporizador,
listas para ser lanzadas, a 600 metros de la finca de Zabalaga. Según el ministro
del Interior, tienen un objetivo meramente propagandístico. El juez Baltasar
Garzón dice haber dado con pruebas suficientes para confirmar que Ekin dirigía
la ‘kale borroka’. Avanza septiembre, la Policía francesa arresta en Baiona a la
histórica militante de ETA Rosario Delgado Iriondo y en uno de los registros que
siguen a su detención en Las Landas se localizan explosivos y un taller para el
montaje de morteros, además de material para falsificar documentos. El 21 de
septiembre, ETA mata a un concejal del PP, José Luís Ruiz Casado, esta vez en
Catalunya, en Sant Adriá del Besós.
Ha escrito Joseba Arregi un ensayo, La nación vasca posible. El nacionalismo
democrático de la sociedad vasca; el ‘Babelia’ de El País lo presenta como un
desmenuzamiento crítico de la evolución política de los últimos veinte años del
PNV; lo promociona como un libro oportuno “para los alarmados por la
enloquecida deriva del Pacto de Estella”. J.Pagola y D.Martínez entrevistan a
Mayor Oreja en Abc y destacan de sus declaraciones que los etarras son los
principales aliados del PNV en la estrategia de desgaste al Gobierno y hablan del
fracaso de Arzalluz. Mariano Fernández Enguita no abandona su polémica con
Aranzadi; está de acuerdo en que había que amnistiar a ETA en la Transición,
pero opina que ha de descartarse de plano algo así actualmente, acabe como
acabe ETA. Garzón prosigue su cruzada, desmantela el 5 de octubre al que tiene
por aparato de desobediencia civil del MLNV, bajo el cobijo de la Fundación
Joxemi Zumalabe, a la que acusa de dirigir el proyecto Piztu para extender la
desobediencia civil. Especialistas en explosivos desactivan en diferentes puntos
de Andalucía artefactos colocados en vehículos de militares. El 9 de octubre,
ETA mata a tiros en el portal de su casa de Granada al fiscal jefe del Tribunal
Superior de Justicia de Andalucía, Luís Portero García. Detienen en Burdeos, de
madrugada, a Ander Geresta y Aritz Aramburu, después de un cruce de disparos
con agentes franceses: es la segunda vez que militantes de ETA disparan en
Francia para evitar ser detenidos. Después de haber dado muerte en su consulta
privada de Sevilla al coronel del Cuerpo Militar de Sanidad Antonio E. Muñoz
Cariñanos, una patrulla policial intercepta la huida de Jon Igor Solana y Harriet
Iragi, detiene a Solana primero y posteriormente a Iragi, herido; la viuda del
militar dirige su ira hacia Arzalluz, dice que es un nazi loco, el Hitler del 2000,
que ETA y él son lo mismo. José María Muguruza, decano del Colegio de
Abogados de Guipúzcoa, vicepresidente del Banco Guipuzcoano, directivo del
Diario Vasco, recibe en su domicilio de Donostia un paquete-bomba que le
resulta sospechoso y lo lleva a la Ertzaintza para su desactivación. El 22 de
octubre, ETA da muerte en Gasteiz, mediante una bomba-lapa adosada a su
coche, al funcionario de prisiones Máximo Casado, jefe de servicio en la cárcel
de Nanclares de la Oca. El presidente de las juventudes de UPN circula durante
cuatro días con un artefacto adosado a su vehículo, que finalmente se desprende
sin explosionar. El 30 de octubre, un coche-bomba estalla en Madrid al paso de
un vehículo oficial y causa la muerte de sus tres ocupantes: José Francisco
Querol, general consejero togado del Cuerpo Jurídico Militar en la reserva y
magistrado del Tribunal Supremo; Jesús Escudero García, miembro del Cuerpo
Nacional de Policía y escolta del magistrado; Armando Medina, conductor del
Parque Móvil. La explosión provoca heridas a 66 personas, a diez, graves. Jesús
Sánchez Martínez, una de ellas, fallece nueve días más tarde. El atentado
provoca además grandes daños en 650 viviendas de las inmediaciones, en 30
coches y en un autobús.
ETA intenta matar el 10 de noviembre a los periodistas Aurora Intxausti y
Juan Francisco Palomo. Un fallo del mecanismo impide que estalle la bomba
conectada a la puerta del domicilio, hace que solo estalle el detonador al abrirla
bruscamente, lo que evita la muerte del matrimonio y de un hijo pequeño que les
acompaña. El País recuerda que una campaña de señalamiento desde medios
‘abertzales’ ha precedido al ataque contra Aurora Intxausti, recuerda que fue
denunciada en un vídeo distribuido por la revista de Pepe Rei Ardi Beltza. El
diario parisino Le Monde escribe sobre La génération ‘no future’ de l’ETA,
reseña su historia, su deriva. El 13 de noviembre, cientos de periodistas se
concentran en el Peine de los Vientos donostiarra, leen un comunicado en el que
apelan a las instituciones para que salvaguarden la libertad de expresión y en
repulsa por el intento de asesinato de dos compañeros, le dicen a ETA que no
van a ceder al chantaje de las pistolas. Gara se hace eco de declaraciones de
ETA que afirman que “los funcionarios y políticos profesionales” del PNV no
quieren impulsar un proceso soberanista, prefieren un nuevo ciclo autonomista.
Asume 17 atentados desde el 31 de julio hasta mediados de noviembre. El País
retoma el tema de la violencia y las amenazas que cercan a los periodistas en
Euskadi, un clima de acoso que les impide trabajar con libertad. José Luis
Barbería explica que en las manifestaciones de HB aparecen espontáneos que
fotografían a los periodistas. Explica que existe un doble lenguaje de HB hacia
los periodistas, el clásico del grupo mafioso: “es amable, por un lado, y puede
ocurrirte lo peor si entras en lo prohibido”. Se trata, asegura, de una estrategia
meditada, que se explicó en la ponencia de KAS Txinurriak.
Poco antes de las 9 de la mañana del martes 21 de noviembre, dos granadas
son lanzadas contra la casa-cuartel de la Guardia Civil en Irun, sin mayores
consecuencias. Sobre las 21:30 de este día, ETA acaba con la vida del exministro
y miembro del PSC-PSOE Ernest Lluch; le han esperado en el garaje de su casa
de Barcelona a que baje del vehículo para dispararle y matarle. El presidente de
los socialistas catalanes Ernest Maragall dice que han matado a un amigo del
pueblo vasco; Lluch lleva tiempo alternando su Barcelona con Donostia,
alternando amores con su club de siempre, el Barça, y el adoptado, la Real
Sociedad; lleva años tratando de dar con una salida para el conflicto vasco,
participando y debatiendo en los medios de comunicación. El presidente Pujol
destaca su firmeza contra el terrorismo. El secretario general de ERC, Josep
Lluís Carod-Rovira, pide que ETA deje de matar, que se vaya de Catalunya, no
interfiera con sus crímenes en la dinámica catalana, que es específicamente
pacífica y democrática, y recuerda que Ernest Lluch se había ofrecido para
vehicular soluciones de diálogo al conflicto. La indignación y el asombro
alcanzan cotas insospechadas; cientos de miles de personas participan dos días
más tarde en Barcelona en una gigantesca manifestación de condena. Alberto
Surio entrevista a Xavier Rubert de Ventós para el Diario Vasco; se reclama
independentista, no étnico, y españolista a la vez; opina que “ETA es el
movimiento más antinacionalista, la eterna adolescencia”, y que “no hay derecho
que quince niños locos estén destrozando el país, además de dejarme mal a mí”.
El Pleno del Congreso del 30 de noviembre aprueba el Proyecto de Ley de
Modificación del Código Penal y de la Ley del Menor. El texto contiene también
un conjunto de medidas para reforzar la lucha contra ETA. Los secretarios
generales del PP y del PSOE, Javier Arenas y José Luis Rodríguez Zapatero,
firman el 12 diciembre, en presencia de Aznar, el pacto antiterrorista en defensa
de las libertades en el País Vasco, un pacto de Estado para hacer frente a la
ofensiva de ETA y diseñar una estrategia común de actuación, con el nombre de
‘Acuerdo por las libertades y contra el terrorismo’. Invitan a las demás fuerzas
políticas a sumarse, pero Izquierda Unida y CiU condicionan su apoyo a la
eliminación del preámbulo en el que el PP y el PSOE se comprometen,
explícitamente, a no alcanzar acuerdos políticos con el PNV y Eusko
Alkartasuna hasta que ambas formaciones rompan formalmente con el Pacto de
Lizarra. PP y PSOE se han comprometido a impulsar conjuntamente las
libertades y la política contra ETA; se han comprometido al intercambio de
información y a la búsqueda de posiciones conjuntas en esta materia,
compromiso que va dar lugar posteriormente a la ‘ley de partidos’ con la que se
va a ilegalizar a Batasuna. Dos días después de la firma del pacto, ETA mata al
único concejal del PP en Viladecavalls; el 20 de diciembre mata a un policía
municipal de Barcelona que sorprende al comando conduciendo un coche-
bomba preparado para atentar. Poco antes de las vacaciones de Navidad, ETA
camufla una bomba con material de oficina y la deja en el ascensor de acceso a
los despachos de profesores de la Facultad de Comunicación de la Universidad
del País Vasco en Leioa. La profesora Edurne Uriarte asume para sí la
advertencia, pero no es la única. Entre el 27 de diciembre y el 30, tienen lugar
otros atentados contra empresas e instalaciones oficiales en Donostia. El último
día del año, es la propia ETA la que avisa reiteradamente de que hay un coche en
una calle de Sevilla, cargado con 160 kilos de explosivos, para que lo retiren,
para que lo desactiven. No queda claro si se trata de una trampa, o el temor a que
se produzca una masacre.
CAMBIA EL MILENIO, CAMBIA EL MUNDO, ETA
SIGUE

El 9 de enero de 2001 recién estrenado ETA ha intentado lo que se podía haber


convertido en una matanza en el cementerio de Zarautz contra dirigentes y
militantes del PP, que fallos técnicos han evitado. Unos días más tarde estallan
bombas en Girona, a las que siguen importantes detenciones en Barcelona de los
liberados de ETA a los que se responsabiliza de los últimos atentados, entre
ellos, el de Ernest Lluch. Fallan los circuitos eléctricos de otro coche-bomba en
Neguri-Getxo, con los mismos objetivos del mundo financiero y oligarquía de
anteriores atentados. Ramón Díaz, un cocinero de 51 años, empleado en la
Comandancia de Marina de San Sebastián, es la primera víctima mortal de ETA
del siglo XXI; le mata mediante una bomba instalada en los bajos de su coche,
estacionado junto a su domicilio del barrio donostiarra de Loiola; una primera
reivindicación la explica en que colabora con las fuerza extranjeras;
posteriormente, el 30 de marzo, ETA expresará su pesar por este “error
irreparable” e invitará a no trabajar para las fuerzas de ocupación. El 20 de
febrero, el lehendakari Ibarretxe anuncia elecciones autonómicas para el 13 de
mayo. El 22, ETA intenta matar mediante un coche-bomba a un concejal del
PSE-PSOE de Ordizia y da muerte a dos trabajadores de la empresa Elektra
S.A., del barrio de Martutene de Donostia. Ha aumentado el grado de
indiscriminación, ha aumentado el alto riesgo con el que ETA actúa. Este mismo
día, es detenido en Angelu García Gaztelu, Txapote, presentado por la Policía
como el máximo responsable del aparato militar de ETA. Al día siguiente
detienen en Ordizia al liberado de ETA Iñigo Guridi, y en los días siguientes a
varios presuntos colaboradores del comando Donosti. Tiene lugar el 24 de
febrero la II Asamblea de una Udalbiltza debilitada, en la que solo está
interesada ya la izquierda abertzale. El 25 de febrero, Carmen Gurruchaga
escribe en El Mundo con el título de “El sacrificio Mayor” acerca del ministro
Jaime Mayor Oreja, “el ministro mejor valorado y más apreciado por los
españoles, cristiano, sobre todo”, al que la muerte de Goyo [Gregorio Ordóñez]
ha hecho sentir la obligación de presentarse como candidato a lehendakari. El
presidente Aznar nombra ministro de Interior en su lugar al hasta entonces
ministro de la Presidencia, Mariano Rajoy, y a Juan José Lucas, hasta ese
momento presidente de la Junta de Castilla y León, ministro de la Presidencia.
El juez Garzón ya pone nombres en euskara a sus operaciones contra el
MLNV. La que denomina ‘Sugekumea’ provoca la detención de quince
miembros de Haika el 6 de marzo. Al día siguiente, ETA se hace en las afueras
de Grenoble, en la empresa Titanite, con tonelada y media de material explosivo.
Unas horas más tarde, la Policía francesa detiene a Gregorio Vicario Setien, uno
de los participantes en el robo, cuando trata de eludir un control policial. El 9 de
marzo, una bomba trampa colocada en el corazón de Hernani, en Zinko Enea, da
muerte al ertzaina Iñaki Totorika y hiere a un compañero, cuando se disponen de
madrugada a inspeccionar un coche sospechoso en una noche de disturbios.
Sigue a este atentado una amplia operación de la Ertzaintza en Gipuzkoa. El 13
de marzo, Garzón ilegaliza Xaki. Cuatro días más tarde, un coche-bomba cuya
explosión ha sido anunciada para más tarde, da muerte en Rosas (Girona) a un
‘mosso’ catalán. Otro coche-bomba explosiona en Gandía a la hora en que un
comunicante de ETA ha anunciado. El 20 de marzo, ETA mata al concejal
socialista de Lasarte Froilán Elespe. En los días siguientes se producen
detenciones en Francia, en Iparralde y Hegoalde, en Galiza, donde un comando
de ‘liberados’ preparaba un atentado contra el presidente de la Xunta Manuel
Fraga Iribarne. Marzo termina con explosiones de bombas en los juzgados de
Azpeitia y Tolosa, y abril arranca con una nueva ilegalización del juez Garzón,
esta vez de Ekin, pronto, de Haika, y luego, de otras organizaciones del MLNV.
Ha salido de la cárcel con asignación de residencia fuera de Euskal Herria el
dirigente más importante de IK, Filipe Bidart. Entrevistado por Egunkaria, ha
propuesto para la izquierda abertzale una estructura confederal. Ante la
extensión y la proximidad compartida de la amenaza terrorista, los socialistas
vascos, que antes propugnaban el entendimiento con el PNV, defienden gobernar
con el PP como única opción tras las elecciones del 13 de mayo. ETA ha enviado
un comunicado a Egunkaria con ocasión del Aberri Eguna en el que afirma que
hay muchos motivos para sentirse optimistas; a su entender, es la izquierda
abertzale la que tiene en su mano la llave de Euskal Herria. Mario Onaindia,
presidente del PSE-PSOE, entrevistado a propósito de su libro El Precio de la
libertad, sostiene que “si ETA no hubiera surgido en el franquismo, lo haría
ahora, porque el discurso nacionalista lo alimenta”. Hablan los medios de
comunicación de un atentado fallido contra el presidente Aznar, de visita por la
campaña electoral en Euskadi; no acaban de precisar en qué aeropuerto debía
haberse consumado el disparo de un misil contra su avión. Manuel Revuelta
analiza para Le Monde Diplomatique las elecciones vascas del 13 de mayo y
constata en España una derechización imparable. El 6 de mayo, ETA mata a tiros
en Zaragoza, cuando camina hacia el campo de fútbol, al senador del PP Manuel
Jiménez Abad. Mario Onaindia afirma que los terroristas tienen una lógica
implacable, que funciona con entera frialdad al margen de coyunturas electorales
o no: “buscan el exterminio de quienes defienden el Estatuto y la Constitución
para poder construir una Euskal Herria basada en el ‘apartheid’ de los no
nacionalistas, a los que trata de privar de los derechos políticos”. En la víspera
de la jornada electoral, ETA explosiona un coche-bomba en pleno centro de
Madrid, con un objetivo impreciso, que provoca un herido grave y trece leves.
Tienen lugar las elecciones autonómicas vascas el 13 de mayo, la coalición PNV-
EA consigue 32 escaños, el PP 19, el PSE-PSOE 14, Euskal Herritarrok siete,
IU-EB tres. La participación, de casi un 80 por ciento, es la más alta hasta la
fecha en unos comicios autonómicos. Las urnas han castigado a la izquierda
abertzale por la vuelta a las armas de ETA.
El de 15 mayo, ETA mutila en su domicilio de Zarautz al periodista Gorka
Landaburu mediante un paquete-bomba con apariencia de libro. Nueve días más
tarde, un coche-bomba mata al director administrativo del Diario Vasco Santiago
Oleaga. Se sorprende la prensa de Madrid de que la CNN siga sin llamar
terrorista o banda armada a ETA. Escribe Joaquín Roy para Diario 16 que la
percepción norteamericana del conflicto vasco es radicalmente diferente a la
española. A comienzos de junio, Mertxe Aizpurua y Martxelo Otamendi
entrevistan a ETA para los diarios Gara y Egunkaria; dice el portavoz de la
organización que habrá que ver si el PNV convierte la generosidad del voto
abertzale en mezquindad a la hora de construir Euskal Herria; la alianza del PNV
y EA ha contado con votos provenientes de la izquierda abertzale, que ETA
atribuye al miedo; hay críticas en la entrevista para la actitud de ELA, hay
defensa de su estrategia armada, que a su entender no es indiscriminada, que
evita objetivos civiles. Afirma el representante de la organización, Mikel Antza
con toda probabilidad, que si ETA atentó contra José María Korta fue por su
responsabilidad en Adegi y Confebask; que si los concejales socialistas son
objetivos, lo son por el pacto PP-PSOE; y Santiago Oleaga, porque era miembro
de la estructura que establece la línea editorial del Diario Vasco. El acuerdo de
Lizarra-Garazi hubiera podido ser en su interpretación el instrumento que
acabara con la resistencia armada, “pero no hubo capacidad”. El 11 de junio se
conoce que la Fiscalía se ha querellado contra el director de Egunkaria y el 13
de julio, que Garzón ha admitido a trámite otra contra Gara, pero no contra la
periodista firmante de la entrevista. Nace Segi como sucesora de Haika. Garzón
procesa al Consejo de Administración de Orain y a la dirección de Egin. Se
presenta Batasuna en Iruñea el 23 de junio, con caras nuevas y jóvenes. Un
coche-bomba explosiona en Logroño y provoca estragos. Una bicicleta-bomba
hiere de gravedad en Madrid a un general, que fallece un mes después. En este
junio se advierte ya que la tecnología de EE.UU sería muy útil contra ETA: los
satélites espía podrían localizar infraestructuras y comunicaciones.
Juan José Ibarretxe es reelegido lehendakari el 12 de julio, en segunda
votación, por mayoría simple de 35 votos. Ha contado con el apoyo del PNV, EA
e IU-EB. Un policía muere en Madrid dos días más tarde al hacer explosión un
coche-bomba mientras procedía a desalojar a los vecinos de las casas próximas.
El 14 de julio, día de la toma de posesión de Ibarretxe, ETA mata mediante una
bomba colocada en su coche al concejal de UPN José Javier Mugika, persona
muy conocida de Leitza, taxista y fotógrafo local; Patxi Zabaleta, natural de
Leitza, no oculta su rechazo. No ha anochecido todavía, cuando mata a tiros a
Mikel Uribe, jefe de la Unidad de Inspección de la Ertzaintza en Gipuzkoa.
Muere el 19 de julio de una dolencia cardiaca en un hospital de Toulouse el
histórico dirigente de ETA José Luis Arrieta, Azkoiti. Muere en Torrevieja el 24
de julio, mientras manipula un artefacto, Olaia Kastresana. ETA prepara la
campaña de verano contra el turismo en el Mediterráneo y la prolonga a vías
férreas de Albacete y Ciudad Real. El 22 de agosto, el consejero de Interior del
Gobierno vasco, Javier Balza, comunica en rueda de prensa que la Ertzaintza ha
desarticulado el comando Buruntza, que se trata de la operación más importante
de las realizadas contra la infraestructura de ETA en Gipuzkoa desde los años 80:
se ha detenido a ocho personas entre miembros liberados y legales. Se les acusa
de todos los atentados mortales que han tenido lugar en los dos últimos años en
este territorio. Siguen los coches-bomba en Madrid, siguen las bombas contra
instalaciones oficiales, siguen las operaciones policiales contra ETA, que el 23
de septiembre sufre la detención en Burdeos del que se tiene por responsable del
aparato logístico Asier Oiartzabal, Beltza, y las de Alberto María Ilundain,
Didier Aguerre, Oihane Errazkin y Dolores López.
El 11 de septiembre han tenido lugar los atentados contra las Torres Gemelas
de Nueva York y el Pentágono, en Washington. En adelante, las organizaciones
clandestinas van a tener más dificultades para operar y ETA no va a ser ajena a
sus consecuencias. El IRA se da por enterado, y acelera su desmantelamiento
armado. ETA va a necesitar más tiempo, más atentados propios y ajenos, un 11-
M en Madrid. El presidente del Gobierno español, José María Aznar, suspende
su viaje a los países bálticos y regresa a Madrid para constituir un gabinete de
crisis. El Congreso y el Senado suspenden sus sesiones. Ambas Cámaras
aprueban sendas declaraciones institucionales de condena y de solidaridad con
las familias de las víctimas. Occidente tiene miedo, ha entendido que lo de
Nueva York y Washington atañe a todos. Mario Onaindia presenta en la
Asociación de la Prensa de Madrid el libro de Carmen Gurruchaga Los Jefes de
ETA el 24 de septiembre y no duda en asegurar que, por su evolución ideológica,
“la actual ETA se parece más a un grupo terrorista islámico que a lo que era la
propia banda armada hace diez años, mucho más cercana al IRA”. En opinión de
Onaindia, ETA se encuentra en una situación muy mala tras lo ocurrido en
Estados Unidos, pero no confía en que decida parar su actividad terrorista,
porque “es una organización endogámica, que no vive de la influencia de los
cambios políticos”. Es ahora el abogado Pedro Claros Alegría el que se queja de
que en EEUU sigan teniendo una idea romántica de la lucha del “movimiento
separatista vasco”, frente a la “dudosa democracia” española. Hasta 1997,
escribe en El Correo, ETA no ha estado incluida en la lista de Organizaciones
Terroristas Extranjeras (FTO) que anualmente publica el Departamento de
Estado. Aprovechando lo de las Torres Gemelas, anima a explicar que el de ETA
es ese mismo terrorismo. Siguen las reflexiones de Mario Onaindia, sostiene que
a la gente le puede parecer igual, desde el punto de vista ético, que maten
guardias civiles que concejales, pero desde el punto de vista político hay un salto
enorme. Le Monde escribe del Terrorisme basque, afirma que la Policía francesa
está preocupada por los actos repetidos de violencia en su suelo, opina que los
“jóvenes no tienen la formación ideológica de sus mayores, ni su paciencia”.
Detienen a primeros de octubre, cerca de Tarbes, a Bixen Goikoetxea, Willy,
uno de los interlocutores de la reunión de Zúrich. Al no superar las
consecuencias de un accidente automovilístico, muere el 8 de octubre el
histórico militante de ETA Francisco Javier Aia Zulaika, Trepa; se celebra su
funeral en la iglesia de la Residencia de los jesuitas de Bilbo, totalmente
abarrotada. Explosiona un coche-bomba en Madrid el 12 de octubre, fiesta
nacional española y de la Guardia Civil, que provoca importantes destrozos. El
31 de octubre, Garzón da una vuelta de rosca más contra el “entramado ETA-
KAS-EKIN” y detiene a doce dirigentes de las Gestoras pro-amnistía:
Askatasuna toma casi inmediatamente el relevo. Tras provocar el 6 de noviembre
la explosión de un coche-bomba en Madrid, que hiere a casi un centenar de
personas, un testigo sigue a los autores, avisa a la Policía, detienen a dos
liberados de ETA: es la segunda vez que sucede algo así en poco tiempo,
también la detención de los autores de la muerte del médico militar en Sevilla ha
sido posible gracias a la colaboración ciudadana. Al día siguiente, ETA mata en
Algorta, cuando sale del garaje, a José María Lidón, uno de los jueces más
respetados de Bizkaia. ETA ya no se deja detener sin oponer resistencia por la
Policía francesa: el 17 de octubre, un gendarme resulta herido cerca de Pau; un
mes más tarde, cuando le piden identificarse, un presunto militante de ETA se da
a la fuga en los alrededores del aeropuerto de Pau tras efectuar varios disparos;
el 5 de diciembre, la Policía francesa detiene cerca de Auch, nuevamente tras
intercambiar disparos, a dos miembros de ETA muy buscados, Juan Ramón
Karasatorre y José Ramón Lete. El 23 de noviembre, ETA traspasa otra frontera
cuando mata a tiros a dos ertzainas, Ana Isabel Arostegi y Javier Mijangos,
mientras regulan el tráfico en una encrucijada de Beasain.
Coincidiendo con la presentación del número 2 de la revista Papeles de
Ermua, Garzón asegura que “no existe entorno de ETA, sino que todo es ETA”,
opinión compartida por el ministro de Justicia Angel Acebes, presente en el acto
celebrado en el Club Siglo XXI. Sostiene el juez que ETA, además de las armas,
ha sabido utilizar la palabra para hacer creer la mentira de que su complejo
político y social no es terrorismo, cuando todo es ETA en realidad. Vidal de
Nicolás, presidente del Foro de Ermua, destaca la pesadilla que sufren en
Euskadi los que no comparten el imaginario nacionalista, el control que padecen
del Gobierno “excluyente” de Juan José Ibarretxe. “ETA tan solo ha preservado a
dos estamentos”, afirma, “al nacionalismo llamado democrático y a la Iglesia”.
Antes de fin de mes y del año 2001, la Unión Europea comienza a incluir en la
lista de personas y grupos vinculados al terrorismo a KAS, a Ekin, a Gestoras
pro Amnistía, Xaki, Jarrai-Haika-Segi y a 21 personas vinculadas a ETA o al
MLNV, entre ellas, Angel Alcalde, Kemen Uranga, Cristina Goirizelaia, Mikel
Albizu, Javier Abaunza, Paulo Elkoro, Eneko Gogeaskoetxea, Juan Antonio
Olarra, Ainhoa Mugika, María Soledad Iparragirre y Agustín Figal. El año 2001
ha terminado con un gesto de Batasuna que le ha permitido al Gobierno vasco
desbloquear el plante que la oposición popular-socialista mantenía y pasar el
primer trámite para la aprobación de los presupuestos vascos. Algo se mueve en
la formación independentista y el 26 de enero del año 2002 se concreta en una
propuesta de paz para una solución democrática en Euskal Herria, que “debe
entenderse como una aportación a la dinámica que busca la paz para nuestro
pueblo”. “En ese sentido”, dice el escrito, “queremos mantener una postura
abierta de cara a todas las reflexiones, propuestas y aportaciones que se den para
el proceso de paz”. El texto consta de seis puntos y una consideración, y sostiene
entre otros extremos que su principal objetivo es conseguir todos los derechos
para todas y todos los ciudadanos vascos en el conjunto de Euskal Herria.
Críticos como José Luis Zubizarreta, exasesor de Ardanza y columnista de El
Correo, dicen que “la montaña parió un ratón” y se muestran sorprendidos por
las expectativas que ha creado en determinados líderes y medios políticos, que se
han precipitado a reconocer avances o progresos en la propuesta. Abc, por
ejemplo, dice que Batasuna ha presentado un nuevo documento, tildado de
propuesta de paz, en el que asegura renunciar a imponer su proyecto político
independentista, pero a cambio exige la autodeterminación del País Vasco como
única vía para alcanzar la paz y la progresiva desmilitarización del conflicto. Los
analistas más fríos observan por primera vez conceptos como el de apoyarse en
el conjunto de la ciudadanía, invitaciones a que todos renuncien a cualquier
proyecto propio, reconocimiento de que existen diferentes sentimientos de
pertenencia nacional.
No se hace esperar el primer atentado con coche-bomba del año 2002. El 13
de enero, una llamada en nombre de ETA avisa a Gara y a SOS Deiak de que un
vehículo estacionado en la Gran Vía de Bilbo estallará en 15 minutos. La
Ertzaintza desaloja El Corte Inglés, bancos y tiendas, y poco antes de las dos de
la tarde se produce la explosión, que provoca cuantiosos daños materiales. Dos
días más tarde, el vicepresidente del Grupo Correo Enrique Ybarra, el director de
Radio Nacional de España en Euskadi Santiago Silván y la periodista de Antena-
3 Marisa Guerrero reciben paquetes-bomba en sus domicilios de Getxo y Leioa,
que levantan sospechas y se desactivan a tiempo. En la segunda quincena de
enero, ETA sufre hasta cuatro sucesivas redadas y detenciones entre Las Landas,
los Altos Pirineos y Burdeos. El 14 de febrero amputa parte de una pierna y
causa otras heridas en su cuerpo a un importante dirigente de las Juventudes
Socialistas, Eduardo Madina, mediante una bomba-lapa adosada a su coche. El
21 de este mes, cae el comando Ekaitza en Iruñea, le responsabilizan de los
últimos atentados mortales en este territorio; cae también el comando Urbasa, el
mismo día en el que otro comando trata de acabar con la vida de la concejal
socialista Esther Cabezudo y su escolta en Portugalete. El 8 de marzo, Garzón
manda detener a doce dirigentes de Segi. El 21 de marzo, ETA mata en Orio al
concejal socialista Juan Priede. El 25 tiene lugar una importante operación de la
Guardia Civil en diferentes puntos de Gipuzkoa. Siguen en abril las detenciones
en Iparralde, siguen los coches-bomba en Las Arenas-Getxo y Madrid, el 29 de
abril Garzón embarga las Herriko Tabernas y detiene a media docena de sus
responsables. El 2 de mayo, la Policía francesa da con militantes de ETA muy
buscados al detener a Javier Abaunza, Lexuri Gallastegi, Manex Zubiaga, Anart
Oiarzabal y Angel María López. Le siguen más detenciones en Madrid,
Valencia, Francia. Caen viviendas, explosivos, vehículos, a un ritmo acelerado.
El 21 y 22 de junio estallan bombas en Zaragoza, Marbella, Fuengirola,
Santander y Mijas, provocan destrozos, pero no muertes. El 4 de junio ha
publicado el Boletín Oficial de las Cortes Generales la Ley Orgánica 6/2002 de
Partidos Políticos, aprobada con un 95% de los votos a favor, el 27 de junio entra
en vigor.
El 4 de agosto ETA mata a la hija de un guardia civil y a un transeúnte en
Santa Pola con un coche-bomba: se trata del primer atentado mortal tras la
promulgación de la nueva ley. El 6 de agosto, el Gobierno remite a la Fiscalía
General siete motivos que a su juicio demuestran que se cumplen los requisitos
para ilegalizar Batasuna, y Jesús Cardenal, fiscal general del Estado, inicia los
trámites para presentar una denuncia. PP y el PSOE acuerdan que el 26 de agosto
el Congreso inste al Gobierno la ilegalización. La Fiscalía General y Baltasar
Garzón inician los trámites para suspender las actividades de Batasuna, ordena
este que las cantidades que el Estado adeuda a Batasuna en concepto de
subvenciones electorales le sean retenidas para cubrir los daños ocasionados por
la violencia callejera. El 26 emite un auto en el que decreta la suspensión de
todas las actividades de la formación abertzale. El Congreso de los Diputados
acuerda de inmediato instar al Gobierno a que solicite al Tribunal Supremo la
ilegalización de Herri Batasuna, Euskal Herritarrok y Batasuna. La Audiencia
Nacional anuncia que instará también el cierre de las sedes de Batasuna en el
extranjero. El 30 de agosto, el Consejo de Ministros aprueba la presentación ante
el Tribunal Supremo de la demanda para la ilegalización de Batasuna. Garzón
ordena al Gobierno vasco y a la Ertzaintza adoptar las medidas necesarias para
impedir la celebración de cualquier manifestación en relación con HB-EH-
Batasuna, y la Consejería de Interior del Gobierno vasco desautoriza las
programadas para los días 7 y 8 de septiembre en Bilbo y Donostia. El
Parlamento vasco decide no suspender como grupo a Batasuna. Garzón se da en
octubre a “probar la limpieza étnica” llevada a cabo por ETA en Euskadi con
pintorescos argumentos. El CIS certifica que el 65,4% de los españoles apoya
esta ilegalización. El 21 de noviembre, Baltasar Garzón imputa a la cúpula
directiva de Batasuna “por pertenencia a ETA”.
Mario Onaindia propone en El Mundo “Un diagnóstico común para acabar
con ETA”. Más que un partido que coincide con ETA en los objetivos políticos,
le parece Batasuna un brazo político de ETA. ETA es, a su juicio, la vanguardia
armada, y Batasuna, junto con otras organizaciones sociales y políticas, “la
retaguardia civil, la trama civil que sirve de cobijo a los terroristas y que lleva a
cabo actividades imprescindibles para que siga existiendo ETA: cobro del
impuesto revolucionario, información sobre las víctimas, etcétera”. Apoyándose
en un libro escrito por Ortzi, Onaindia defiende que ETA militar ha ido
apoderándose de la “sociedad anti-represiva”, primero mediante la marginación
de los partidos de la Mesa de Alsasua, gracias al control de HASI, y luego “con
la tapadera de KAS”. Para acabar con el terrorismo en Euskadi existen dos
estrategias, a partir de valoraciones diferentes de HB: “dos percepciones del
fenómeno que responden a dos maneras de vivir una realidad: bien como
amenazados, bien como molestos porque esas amenazas dan armas al enemigo (a
la democracia española) y manchan el buen nombre de Euskadi y de la causa
nacionalista”. Pero, a su juicio, solo es aceptable la estrategia unitaria de los
demócratas basada en un diagnóstico común sobre la naturaleza de ETA, y solo
la Ley de Partidos garantiza que no vuelvan a surgir “los mismos perros con
distintos collares”. Mario Onaindia reclama, eso sí, que se haga con todas las
garantías democráticas de los implicados. El presidente del PSE-EE de Alava
acaba de publicar un nuevo libro, La construcción de la nación española, acaba
de superar una grave enfermedad. Alberto Surio le entrevista para El Diario
Vasco. El titular de apertura dice: “A los no nacionalistas se nos niega el derecho
a un diálogo en libertad”. La propuesta de ‘libre asociación’ que acaba de
realizar el lehendakari Ibarretxe le parece “una barbaridad que conduce al
‘apartheid’ ideológico de la mitad de ciudadanía vasca”. Dice no saber cómo
obligar al PNV a defender el sistema democrático, “pero Garzón sí”.
Ha habido antes fugas de las cárceles de presos de ETA, pero ninguna tan
ingeniosa como la que libera a Ismael Berasategi de la cárcel La Santé de París
el 17 de agosto, cuando su hermano José Antonio pega el cambiazo y queda
preso en su lugar. No se percatan de ello hasta que él mismo lo comunica cinco
días más tarde. Detienen en Talence (Burdeos), a mediados de septiembre, a los
tenidos por jefes militares de los comandos, Ainhoa Mujika y José Antonio
Olarra Guridi. Los militantes de ETA Hodei Galarraga y Egoitz Gurrutxaga
mueren el 23 de septiembre en el barrio bilbaino de Basurto al estallar el
explosivo que llevan en su coche. Al día siguiente, el que muere es un guardia
civil cuando trata de quitar en la afueras de Leitza una pancarta de homenaje a
los muertos de Bilbo. Detienen en Berango a Orkatz Gallastegi, joven de 19
años, hermano de las presas Irantzu y Lexuri, nietos los tres del fundador del
Jagi-Jagi Eli Gallastegi. Siguen las detenciones de militantes y exmilitantes en
tierras francesas, en México, en Argentina. Se celebra en Tolosa la IV Asamblea
General de Udalbiltza donde se presenta la Carta de Derechos de Euskal Herria.
El 27 de noviembre, tras varias reuniones previas en el caserío Txillarre de
Elgoibar, firman el “Prolegómeno para un diálogo político”, los socialistas Jesús
Eguiguren y Paco Egea, los dirigentes de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi y
Pernando Barrena. Un coche-bomba explosiona en Santander en un
aparcamiento subterráneo y provoca importantes destrozos. Muere en Cabo
Verde el deportado Angel María Lete Etxaniz; no es el primero, no será el último
que muera en la deportación. El 17 de diciembre dos presuntos miembros de
ETA disparan contra los guardias civiles que les ha pedido la documentación en
Villalba-Madrid, matan a uno, hieren de gravedad al otro. El 19 de diciembre, la
Policía francesa detiene en Saint Martin de Seignanx a Ibon Fernández Iradi,
Susper, a quien se tiene por el jefe militar del momento, de quien dicen habérsele
incautado una libreta con abundante información. Dos días más tarde, Susper se
fuga de la comisaría de Baiona, que se explica como una grave negligencia en la
custodia. A lo largo de este mes de diciembre del 2002 se ha producido un
revelador cruce de cartas entre el subcomandante de Chiapas, Marcos, y el juez
Baltasar Garzón. Marcos le ha propuesto un encuentro de ambos en Lanzarote en
abril del 2003 con representantes de ETA, a la que también se ha dirigido para
pedirle que conceda una tregua unilateral de 177 días a partir del 24 de
diciembre y le ha recordado de paso que, si bien considera justa la causa del
pueblo vasco, ninguna causa justifica el sacrificio de civiles. Ni a ETA ni a
Garzón les satisface la ‘intromisión’ del subcomandante insurgente.
En el primer día hábil del año 2003, la Audiencia Nacional ratifica la
resolución judicial de embargo de bienes a Batasuna; una semana más tarde
comienza en el Supremo el proceso en su contra con la declaración de catorce
ertzainas; un informe elaborado por la Guardia Civil sostiene luego que su
creación contó con el visto bueno de ETA, lo que los testigos de la defensa
niegan vehementemente. Un mes más tarde, la Abogacía General del Estado
presenta ante el Tribunal Supremo sus conclusiones y este da un plazo de veinte
días a Batasuna para que presente sus alegaciones. Alega esta que no condenar
los atentados de ETA no es motivo para ilegalizarla. El 12 de marzo se conoce
que el Tribunal Constitucional respalda la Ley de Partidos que hará posible la
ilegalización; el 17 el Supremo acuerda por unanimidad ilegalizarla; el 28
notifica la sentencia. Enero y febrero están siendo meses de frecuentes
detenciones de militantes de ETA, en Francia y en Euskal Herria, catorce de ellas
relacionándolas con los papeles incautados a Susper. El 8 de febrero, ETA ha
dado muerte al sargento-jefe de la Policía Municipal de Andoain Joseba
Pagazaurtundua, exertzaina, exjefe de seguridad de Euskadiko Ezkerra,
exmilitante de ETApm. El 20 de febrero, el juez Del Olmo clausura Egunkaria y
detiene a toda sus dirección periodística y administrativa. Sufren y denuncian
malos tratos y torturas a manos de la Guardia Civil. Utiliza el juez papeles
incautados a ETA para establecer una presunta vinculación, ubica al diario
dentro del que llama “frente cultural y mediático”. La conmoción, por el medio
agredido –único diario en euskera–, por la personalidad de los detenidos, por los
modos y el maltrato, es general, como lo pone en evidencia una manifestación
gigantesca que tiene lugar de inmediato, como lo prueban los testimonios
particulares e institucionales que, como nunca antes, se hacen públicos. Jaime
Mayor Oreja, que lleva un tiempo callado, trabajando su candidatura a la
sucesión presidencial, dice que si ha habido torturas, lo que deben hacer es
presentar la denuncia ante el juez; dice que en los cinco años en que ha sido
ministro del Interior, jamás se ha torturado a nadie; dice que dentro del grupo
Egunkaria hay personas que, sin ninguna duda, han tenido una trayectoria
personal vinculada a ETA.
Rafael Larreina, portavoz de EA, invita a Arnaldo Otegi a compartir lista
electoral para garantizar su representación política en las próximas elecciones,
pero el PNV no está de acuerdo. Otegi afirma, rememorando los tiempos de
Lizarra-Garazi, que ETA respondería con una tregua a un plante de Batasuna y
PNV al Estado. AuB –Autodeterminaziorako Bilgunea– asegura que ya ha
logrado reunir las 50.000 firmas necesarias para acudir a los comicios en la
Euskal Herria sur como plataforma electoral. El 25 de abril, el Supremo notifica
el auto en el que se acuerda la disolución de todos los grupos de Batasuna y,
cuatro días más tarde, agentes del Cuerpo Nacional de Policía detienen en
diversos puntos de Euskadi a ocho personas, seis de ellas concejales de la ya
ilegalizada formación, por su presunta implicación en el entramado terrorista.
Las Juntas Electorales de Zona del País Vasco dan el visto bueno a todas las
plataformas electorales que se han presentado, y el Gobierno central anuncia que
las impugnará. El Tribunal Supremo las anula todas, las 241 candidaturas
impugnadas por su presunta conexión con la ilegalizada. La plataforma AuB
recurre la impugnación ante la Sala especial del Tribunal Supremo, presenta 234
recursos de amparo ante el Constitucional, que ratifica la anulación el 8 de
mayo. Arranca la campaña electoral en este escenario. El Tribunal Supremo
ordena al Parlamento vasco la disolución del grupo Sozialista Abertzaleak,
integrado por los siete diputados autonómicos de la ilegalizada plataforma. Se
constituyen el 12 de junio las primeras juntas generales sin izquierda abertzale.
El Tribunal Constitucional admite a trámite el recurso de amparo de Batasuna
contra su ilegalización, pero rechaza suspenderla mientras resuelve su recurso de
amparo.
El 30 de mayo, una bomba colocada en su vehículo mata a dos policías en
Zangotza y se desmiente así la teoría de que ETA estaba procurando evitar
víctimas mortales. Hay bombas en los meses siguientes contra la Feria de
Muestras de Bilbo, contra la cafetería del Hotel Tamarises de Algorta, contra la
empresa Azkar de Bedia, contra instalaciones de Iberdrola en Rekalde-Bilbo,
contra los juzgados de Estella, contra el Hotel Maisonnave en una Iruñea en
fiestas, contra el turismo en el Mediterráneo, contra vehículos del aparcamiento
en el aeropuerto de Santander, sin víctimas pero con destrozos importantes. No
hay quincena sin detenciones de militantes y presuntos colaboradores de ETA;
hay redadas masivas a ambos lados de la frontera, que se siguen atribuyendo a
los papeles de un Susper que va a ser nuevamente detenido antes de final de año.
El 14 de septiembre, en un confuso enfrentamiento en el alto de Herrera entre un
comando y una patrulla de la Ertzaintza, muere el militante de ETA Arkaitz
Otazua. La versión policial dice haber hallado su cadáver, desangrado, con un
tiro en la ingle, y que se trata de uno de los dos etarras que la víspera ha tendido
una emboscada a dos agentes de la Ertzaintza, tras simular un accidente de
coche. Esta versión atribuye a su impericia y a los chalecos antibalas el que los
ertzainas hayan sobrevivido, aunque heridos, a los disparos de posta de escopeta
con que los recibieron.
A punto de terminar el año 2003, el juez Guillermo Ruiz Polanco decreta la
prisión incondicional de Gorka Loran y Garikoitz Arruarte, por delitos de
pertenencia a banda armada, terrorismo, depósito de explosivos, tenencia ilícita
de armas y por 180 delitos de tentativa de asesinato, uno por cada pasajero del
tren Intercity San Sebastián-Madrid en el que viajó la maleta con 25 kilos
colocada por Loran. Este intento de atentado va a ser muy recordado el 11 de
marzo, cuando se produzca la masacre en los cuatro trenes de cercanías de
Madrid. Según fuentes de la investigación, Loran accedió al Intercity San
Sebastián-Madrid en la mañana del día 24, y colocó la maleta con 25 kilos de
explosivos entre dos asientos, aunque posteriormente la subió al maletero. Al
lado dejó una mochila con un walkman conectado a unos altavoces. El propósito
era que dos minutos antes de la llegada del tren a Madrid, prevista para las 15.12
horas, se activase una grabación con el siguiente mensaje: “Atención. Les hablo
en nombre de ETA. Dos bombas harán explosión en este tren dentro de 45
minutos. Salgan inmediatamente”. El mensaje debería repetirse varias veces.
Según los datos conocidos, la maleta con explosivos fue interceptada en Burgos
y el pasaje abandonó el tren en esa localidad. Dice la Policía haber comprobado
que el aviso no habría podido llegar a escucharse, ya que las baterías del
walkman estaban descargadas. Mientras Loran dejaba la maleta en el Intercity,
su compañero era detenido en la estación con otra maleta con 28 kilos de
explosivos. Loran accedió al tren, colocó la maleta, abandonó el vagón, llamó a
su compañero por un teléfono móvil. Pero para entonces Arruarte había sido
detenido, según la Policía, porque levantó sospechas su visible nerviosismo
durante la compra de los billetes. Arruarte no contestó, por lo que Loran se
dirigió a su domicilio de Hernani, donde fue detenido poco después. A los dos se
les imputa también la colocación del artefacto enterrado en la vía cerca de
Samper de Calanda (Teruel), que debía estallar el próximo día 31 a las 18 horas.
La bomba fue localizada con ayuda de Arruarte, que dibujó un croquis del lugar,
al que después fue llevado por las fuerzas de seguridad.
NADA ES IGUAL DESPUÉS DEL 11-M DE MADRID

En una fecha no confirmada de comienzo de este año de 2004, se reúnen en


Perpynà, Catalunya Norte, el conseller en cap de la Generalitat, Josep Lluis
Carod-Rovira, y un hombre de su confianza con el dirigente de ETA Mikel
Albizu y José Antonio Urrutikoetxea, en clandestinidad desde noviembre de
2002. ETA acepta la exigencia de que Catalunya no es teatro de guerra.
Trasciende el acuerdo, se provoca el escándalo, Carod dimite el 27 de enero, y el
fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, anuncia la apertura de diligencias para
determinar si hay delito. Rodríguez Zapatero exige al Gobierno que aclare si
conocía la reunión, la Asociación de Víctimas del Terrorismo se querella contra
el líder de ERC por presunta colaboración con banda armada. La AVT muestra
su rechazo a la selección del documental La Pelota Vasca de Julio Medem como
candidata a los premios Goya porque “da propaganda al Plan Ibarretxe” y
convoca a una manifestación frente al Palacio de Congresos Municipal de
Madrid, donde se celebrará la entrega de los premios. En este final de enero es
puesto en libertad, tras seis años y medio en prisión, el exdirigente de ETA
Eugenio Etxebeste, Antxon. El 18 de febrero ETA anuncia la suspensión de todas
sus acciones armadas en Catalunya desde el 1 de enero último y la fundamenta
en el empuje de las fuerzas independentistas y la concienciación sobre el derecho
a la autodeterminación de los últimos años en ese país. En enero, febrero y
marzo tienen lugar ininterrumpidas detenciones de presuntos militantes y
colaboradores de segundo nivel, en Euskal Herria, en España y en Francia, en
Oriolles, Limoges, Tarbes, Biarritz, Cuenca, Laudio.
El 11 de marzo del 2004, poco después de las siete y media de la mañana,
comienza en tres estaciones de trenes de cercanías de Madrid la mayor matanza
terrorista jamás conocida en Europa: mueren cerca de doscientas personas, 1.400
sufren heridas graves. Han hecho explosión bombas instaladas en vagones llenos
de trabajadores y estudiantes, en Atocha, en El Pozo del tío Raimundo, en Santa
Eugenia, y el primer recuerdo de todos es para maldecir a ETA, que en
diciembre pasado había planeado atentar contra un tren mediante explosivos
trasladados en mochilas. Antes de conocerse la magnitud de la masacre, el
‘modus operandi’ y su indiscriminación absoluta, también el lehendakari
Ibarretxe cae en la tentación de atribuirlo a ETA, sin que la temprana
intervención de Arnaldo Otegi para negar esa autoría y dirigirla hacia la
“resistencia árabe” baste para modificar el discurso oficial del Gobierno Aznar a
lo largo del día. En su segunda comparecencia de las 17:41 horas, el ministro del
Interior Angel Acebes dice ya no descartar la pista islamista, pero Aznar,
Zaplana y otros representantes del PP y del Gobierno, en España, en el mundo, y
en las Naciones Unidas, siguen insistiendo en que tiene prioridad la pista etarra.
La jornada electoral está a las puertas, es más favorable para sus intereses que el
pueblo apunte hacia el terrorismo vasco, y no a una operación de castigo a
España por su participación en la guerra de Irak. Se celebran las elecciones
generales y, contra todo pronóstico, el candidato del PSOE, José Luis Rodríguez
Zapatero, va a contar con una mayoría holgada. El pueblo no se ha creído las
mentiras de Aznar, ha votado útil, ha premiado también en Catalunya al partido
que dirigía hasta dos meses antes Carod Rovira. El PP y sus antenas mediáticas
se van a empeñar durante mucho tiempo en no descartar la pista de ETA, en
imaginar interesadas teorías conspiratorias. No ha sido ETA, pero su estrategia
armada no se libra de las consecuencias de este atentado.
Hasta el mes de agosto, cuando ETA envía una carta oficial a través de Jesús
Eguiguren al presidente Rodríguez Zapatero proponiéndole vías de
comunicación para resolver el conflicto, nada hace pensar que la organización
esté pensando en cambiar de estrategia. Siguen los atentados, si bien sin muertes,
siguen las detenciones que son, especialmente en tierra francesa, masivas en
ocasiones; sigue el desmantelamiento de infraestructuras. Se recurre a la
explicación del coche robado como pista para las detenciones, pero la propia
organización sabe que existen otras razones. ETA propone el 22 de mayo a
Txikierdi, Egues, Derguy y Argi Perurena como nuevos interlocutores del
colectivo de presos, el mismo día en que Jesús Eguiguren y Paco Egea, con la
colaboración del socialista de Iparralde Frantxua Maitia, se han reunido en Roma
con el cardenal Roger Etchegaray para pedirle, sin éxito, su mediación ante ETA.
La muerte por ahorcamiento de la presa de ETA Oihane Errazkin en la cárcel de
Fleury-Meregois añade dramatismo a una situación que se intenta cambiar desde
más de un frente. ETA planifica su campaña de verano contra zonas turísticas
peninsulares, que en esta ocasión va a orientar hacia Cantabria, Asturias y
Galiza. Es en este ambiente como recibe Zapatero la carta de ETA; designa a su
ministro Alfredo Pérez Rubalcaba para controlar y gestionar un proceso que
cuenta con el entusiasmo de Eguiguren y Otegi, y con la complicidad de Josu
Ternera, que es quien ha convencido a Mikel Albizu de la conveniencia de
redactar esa carta. El 3 de octubre tiene lugar una operación policial que se
explica como histórica: detienen a Mikel Albizu, Antza, a su compañera Soledad
Iparragirre, Anboto, en una casa de campo de Salis-de-Béarn. Les atribuyen la
dirección política y financiera, respectivamente, de ETA; han tenido que cotejar
sus huellas para cerciorarse de que se trataba de ellos; han intervenido en la
operación más de 150 policías franceses y españoles. Posteriormente, se
detendrá a dieciséis colaboradores suyos en diferentes lugares de Iparralde y
Francia.
La Declaración de Anoeta que Otegi protagoniza con un ramo de olivo en la
mano y una escenificación solemne el 14 de noviembre es, en palabras de sus
autores, un análisis y las conclusiones a las que ha llegado Batasuna en un
momento especialmente importante para el presente y el futuro del pueblo vasco.
Dando por supuesto que no se puede entender este momento sin entender lo
ocurrido en los últimos 25 años, el documento hace un recorrido de ese período,
antes de aportar las conclusiones sobre la situación actual. El análisis realizado
conduce a Batasuna, “como expresión pública y plural de la izquierda abertzale”,
a fijar una prioridad política para el presente inmediato: “la construcción de un
proceso de paz que supere definitivamente el escenario de enfrentamiento
político y armado en nuestro pueblo”, asumiendo en consecuencia, “su condición
de agente comprometido en la búsqueda y consolidación del proceso que
conduzca definitivamente a un escenario justo de paz estable y duradera para
Euskal Herria”. Aunque enmarcado en toda suerte de juicios de valor, Abc
destaca al día siguiente un párrafo: “Batasuna propone dos marcos de
negociación: el político, que debe hacerse entre los agentes sociales del País
Vasco, y el destinado a la ‘desmilitarización’ del conflicto entre los Estados
español y francés”. Los especialistas independientes en resolución de conflictos
se fijan en la metodología: una mesa en la que se reúnen el Gobierno y ETA para
hablar exclusivamente de la situación y futuro de los presos etarras y el
abandono de las armas; otra mesa en la que se sentarían a dialogar todos los
grupos políticos que quisieran, para sentar las bases de la solución política del
conflicto. Una campaña de bombas de escasa potencia en cinco gasolineras del
entorno de Madrid provoca el caos en la operación salida del puente de la
Constitución. Explosionan otras en el día mismo de la Constitución en Ávila,
Valladolid, León, Santillana del Mar, Málaga, Ciudad Real, Alicante. Junto a la
desactivada en Almería, son ya trece los atentados cometidos durante el puente.
En lo que va de año han explosionado 34 bombas, colocadas en serie, contra
intereses turísticos en agosto, contra torretas eléctricas en septiembre, contra
agencias inmobiliarias en octubre, y contra gasolineras el día 3 de diciembre.
Los partidos exigen a Batasuna que los condene si su oferta quiere tener
credibilidad. El fiscal de la Audiencia Nacional Enrique Molina presenta en esta
misma fecha de 3 de diciembre su escrito de calificación para los 62 procesados
en el sumario 18/98: pide para ellos 1.102 años de cárcel, les imputa desde
integración en ETA hasta delitos fiscales.
En estos días se ha hecho pública en el Zutabe número 109 de diciembre la
expulsión de la organización de Francisco Mugika, Pakito, de Karlos Almorza,
Iñaki Arakama, Koldo Aparicio, Iñaki Bilbao y Kepa Solano. La dirección les
acusa de indisciplina, de haber hecho públicas sus discrepancias; precisa
haberles aplicado la misma medida que a otros antes, y deja claro que lo que
hagan o digan en adelante solo les compromete a ellos mismos. Este número de
‘ETAren aldizkaria’, que viene con la consigna de difundirlo tras haberlo leído,
dedica buena parte de su contenido al que llama papel policial de los medios de
comunicación, que concreta en 21 profesionales de la prensa, elegidos entre los
más beligerantes, a su juicio; se fija también en el negativo papel de una EiTB al
servicio del PNV. El Zutabe contiene un homenaje a los gudaris, en el
aniversario de los fusilamientos de Txiki y Otaegi; se acuerda de ‘despedir’ a
Juan María Atutxa como consejero de Interior y de recibir a su sucesor Javier
Balza; da también ‘buenas noticias’, como la vuelta a casa de doce expresos.
ETA desaprueba el papel que está jugando ELA, reincide en sus ataques a Patxi
Zabaleta, al que ya acusaron antes de haber iniciado el camino de Aralar con
mentiras, al que acusan ahora de haberse hecho con los escritos de Pakito y sus
compañeros y de haberlos difundido en los medios de comunicación. Un
llamamiento especial a los organismos internacionales y a los responsables de
Gobiernos a que colaboren a favor de una salida negociada del conflicto vasco
recuerda de alguna manera el camino ya iniciado en ese sentido. El 30 de
diciembre de 2004 el Parlamento vasco aprueba la tramitación legal del
conocido como Plan Ibarretxe con los votos favorables de la mitad de los seis
parlamentarios de Sozialista Abertzaleak –los de Otegi, Permach y Salaberria–,
sucesora de la ilegalizada Batasuna. El lehendakari asegura que convocará un
referéndum para ratificar el proyecto, y el Gobierno central dice que no tiene
ninguna posibilidad de ser aprobado ni aplicado. Otegi ha leído una carta del
parlamentario huido Josu Ternera, ha afirmado no estar “buscando aquí reeditar
pactos abertzales ni estrategias de confrontación”, sino “utilizar la famosa llave
de cerrar la puerta a una reforma estatutaria y abrir la puerta a un diálogo político
que permita, definitivamente, traer a este país una paz estable, justa y duradera”.
Mientras el conflicto busca solución, ETA sigue colocando bombas contra
concesionarios de coches, contra la oligarquía de Neguri, contra objetivos
turísticos, contra el recinto ferial de Madrid en el Campo de Las Naciones,
previo aviso. El ministro Pérez Rubalcaba manifiesta en esta ocasión que el
coche-bomba de ETA ha ratificado la decisión tomada la víspera por el Supremo,
anulando las candidaturas a las elecciones vascas de las formaciones D3M y
Askatasuna por sus lazos con ETA-Batasuna. No hay semana sin detenidos en
estos comienzos de año, a menudo redadas, a menudo apelando de nuevo a los
papeles de Susper. Hay también detenciones sorprendentes, como las de los
monjes benedictinos, los septuagenarios Juan Joxe Agirre, en Lazkao, y Martxel
Etxandi, en Belloc. La juez Le Vert dice haber encontrado en los papeles
incautados a Mikel Albizu pruebas de que han actuado como correos suyos.
Quedan libres sin pasar por la cárcel: Agirre ha hecho razón de vida la
recopilación de papeles ‘comprometedores’ para el archivo de Lazkao. El 17 de
abril, con el nombre de EHAK-PCTV, la izquierda abertzale se hace con nueve
escaños en Gasteiz. El 22 de abril, ETA roba cuatro toneladas de cloratita de
sodio, usada para fabricar bombas, cerca de Poitiers. El 12 de mayo encuentran
en una vivienda de Villeneuve sur Lot huellas de los Urrutikoetxea, padre e hijo,
muy buscados ambos por la Policía francesa. El 13 de mayo se reúne en
Arantzazu, bajo la guía del sacerdote irlandés Alec Reid, una mesa plural para el
acuerdo y la resolución del conflicto.
El Pleno del Congreso de los Diputados, con la sola oposición del PP, aprueba
el 17 de mayo la resolución presentada por el presidente Rodríguez Zapatero
para dialogar con ETA si deja las armas, una propuesta de paz que viene a
formalizar un proceso que hasta entonces tenía solo carácter exploratorio. La
aprobación se rubrica con aplausos mayoritarios en la Cámara. Dice Rajoy a
Zapatero que ha traicionado a los muertos y ha revigorizado a una ETA
moribunda. Le dice Eduardo Uriarte, el Teo del Proceso de Burgos, gerente de la
‘Fundación para la Libertad’ ahora, que ha dado a ETA la mayor legitimación de
su historia, y casi se alegra que su amigo y compañero Mario Onaindia no esté
vivo, porque se ha librado así de esta vergüenza. El 18 de junio, ETA anuncia el
cese de sus acciones armadas pero solo contra los electos de los partidos
políticos. Explica que después de tener como objetivos en la época del post-
franquismo a cargos franquistas responsables políticos del Régimen, en 1994
abrió la posibilidad de ir “contra los responsables políticos de España” en
respuesta al Pacto de Ajuria Enea. Recuerda en el comunicado, publicado por
Gara, que en el año 2000, cuando PP y PSOE suscribieron el Pacto
antiterrorista, “ETA decidió ampliar la línea abierta contra los dirigentes de
España a todos los electos de los partidos que firmaron ese Pacto”, lo que, a su
juicio, ha influido notablemente en esos partidos al sentir en sus carnes “las
consecuencias de reivindicar desde sus tribunas la opresión de Euskal Herria”.
Aprecia cambios en los últimos tiempos, que han traído una situación nueva,
aunque se mantiene en Euskal Herria “el estado de excepción creado a la sombra
del Pacto Antiterrorista”, siguen la “conculcación de los derechos democráticos
fundamentales: la ilegalización de organismos y partidos políticos, los secuestros
de sus miembros, la ilegalización de las listas electorales independentistas, el
cierre de sedes, el reforzamiento de la dispersión y el aislamiento, la tortura, la
ocupación de las calles...”. Tres días más tarde se reúnen en el hotel President
Wilson de Ginebra José Antonio Urrutikoetxea y Jesús Eguiguren. Ternera
acude a la cita con un ejemplar del libro de Eguiguren, publicado cinco años
antes, Los últimos españoles sin patria (y sin libertad), en cuyo prólogo
apuntaba las claves para hallar una solución al terrorismo en Euskadi. Si el
Gobierno está dispuesto a suscribir lo que decía en ese prólogo, Urrutikoetxea le
adelanta que podría llegarse a un final de la violencia.
Desde el 1 de junio, los políticos no son ya objetivo de los atentados de ETA.
La Audiencia Nacional prosigue su limpieza, ordena la disolución de una
organización ‘ilícita’, que no ‘terrorista’; se refiere a la sucesora de Jarrai y
Haika, Segi, que aun persiguiendo los mismos fines que ETA, no lo hace con los
mismos medios. El 21 de junio arrancan las conversaciones de Ginebra, bajo el
auspicio del ‘Centre Henry Dunant pour le dialogue humanitaire’. Al día
siguiente, Ibarretxe es designado lehendakari con el apoyo de dos de los votos de
EHAK-PCTV [Euskal Herrialdeetako Alderdi Komunista-Partido Comunista de
las Tierras Vascas]. Entre la primera reunión de Ginebra y el preacuerdo entre
ETA y el Gobierno español de mediados de julio, tienen lugar pequeñas
explosiones en la central térmica de Boroa, en la empresa de un conocido
militante del PNV de Gernika; tiene lugar una entrega de colaboradores de ETA
por parte de Francia, y un militante de ETA, Imanol Gómez González, muere en
accidente de tráfico mientras huye de la Policía francesa; cuatro días después se
producen incidentes graves en el homenaje que se le tributa en Donostia. El 14
de julio, veintidós días después de iniciado el diálogo, se alcanza un acuerdo de
principio: ETA anunciará un alto el fuego indefinido y permanente; se respetarán
las decisiones que sobre su futuro tome libremente la ciudadanía vasca en
ausencia de violencia; el Gobierno español dialogará con ETA si se producen
señales inequívocas del cese de la violencia, aunque sin pagar precio político por
la paz. Las bases del acuerdo conceden seis meses para oficializar el acuerdo,
tiempo que el Gobierno central se dará para verificar la ausencia de violencia,
prometiendo a cambio que se relajará la actividad policial y que Batasuna se
acogerá a la legalidad. Un hecho importante va a reforzar el proceso iniciado,
cuando el Ejército Republicano Irlandés (IRA) ordena a todos sus militantes el
28 de julio el cese de las acciones armadas en el Norte de Irlanda y pide a sus
miembros que contribuyan a alcanzar sus objetivos a través de medios
exclusivamente democráticos, políticos y pacíficos. El IRA deja claro que no se
disolverá. Podría convertirse, a decir de los primeros análisis, en una especie de
asociación de veteranos comprometida con el proceso de paz, pero orgullosa de
un pasado revolucionario de más de cien años de historia.
El preacuerdo de Ginebra no afecta a las detenciones que se producen sin
interrupción en Euskadi, en España, en Francia. No afecta a la campaña de ETA
contra la operación salida de vacaciones, ni a los incidentes de La Salve
donostiarra, ni a los atentados que tienen a Zaragoza como escenario; tampoco a
la campaña de ETA contra los edificios de los juzgados en Euskadi. A finales de
octubre, el presunto colaborador de la organización José Ángel Alzuguren
aparece ahorcado en la cárcel de Soria y se une a una lista que es ya larga de
muertes en prisión. Tras varias reuniones en Ginebra, por consejo del Henri
Dunant, ETA y Eguiguren deciden trasladar sus reuniones a Oslo. En octubre y
noviembre pactan los contenidos que tendrán en su momento el comunicado de
tregua y la declaración de Rodríguez Zapatero. El Gobierno español reducirá la
presencia policial en los controles, aceptará a Batasuna en la vida política,
eludirá las detenciones; ETA hablará en su comunicado de suspensión general de
actividades y, finalmente, de alto el fuego permanente; solo utilizará armas en
caso de supervivencia; el Gobierno le pide el cese de la extorsión; ETA se
comprometerá a no reclutar nuevos miembros. A comienzos de diciembre pactan
los tiempos y concretan sus respectivos comunicados; a finales de diciembre
vuelven a reunirse en Ginebra. El mes de diciembre ha empezado también con
una campaña de atentados contra la celebración de la Constitución española,
centrada esta vez en instalaciones de Correos; ha seguido con objetivos
relacionados con el impuesto revolucionario y se ha producido una importante
operación de “aprovisionamiento” de polvo de aluminio para confeccionar
bombas en la población normanda de Heudebouville. Termina el año y las
dificultades para el acuerdo son evidentes, pero también la voluntad de seguir
adelante con las reuniones.
En una comparecencia extraordinaria tras el Consejo de Ministros, el
presidente Zapatero se afirma convencido el 10 de febrero de 2006 de que
“puede empezar el principio del fin de muchos años de violencia” y pide
responsabilidad y comprensión al PP ante la posibilidad de que en España se
abra un proceso de paz. Mariano Rajoy, presidente del PP, responde de
inmediato: “El presidente engaña a todos porque está negociando con ETA y con
su entorno” y “pactar con ETA es una frivolidad, y pactar un precio político, otra
frivolidad”. Zapatero explica su optimismo en el largo período que vive España
sin atentados mortales de ETA –casi tres años–, en el momento de máximo deseo
de paz que hay en la inmensa mayoría de la sociedad vasca y en información que
posee sobre la banda terrorista, que piensa manejar con discreción y prudencia.
El presidente le recuerda al PP que en su primer mandato José María Aznar
declaró que sabría ser generoso con los terroristas, e incluso anunció que la
política penitenciaria debería servir para la rehabilitación de los presos etarras.
El presidente garantiza por otra parte que si hay proceso de paz, se contará con la
opinión de las víctimas del terrorismo. No lo va a tener fácil con el PP, y
tampoco con los jueces y la Guardia Civil, que invocan su obligación de no
darse por enterados de lo que pueda estar cociéndose políticamente. Grande
Marlaska, por ejemplo, ha ordenado el 17 de enero la suspensión por dos años
más de todas las actividades de Batasuna, mientras la izquierda abertzale hace
pública de la mano de Otegi su propuesta “Bide eginez” para dar solidez al
proceso. El 27 de febrero se publica la sentencia del Tribunal Supremo, conocida
como ‘doctrina Parot’, que se refiere a la forma de cumplimiento de la condena
total en los casos de extrema gravedad, aplicándose los beneficios y redenciones
que procedan con respecto a cada una de las penas que se encuentre cumpliendo.
Una vez extinguida la primera, se dará comienzo al cumplimiento de la
siguiente, y así sucesivamente, hasta que se alcanzan las limitaciones dispuestas
en la regla segunda del art. 70 del Código penal de 1973. Llegados a este estadio,
se producirá la extinción de todas las penas comprendidas en la condena total
resultante. Esto significa en la práctica, para Unai Parot y para otros muchos
presos de ETA, una cadena perpetua, con el agravante de que se propone su
aplicación con retroactividad y desoyendo la legislación vigente cuando se
produjeron las acciones juzgadas. El Gobierno de Zapatero no controla a los
jueces, y ETA parece sentirse obligada al goteo de atentados con bombas de baja
potencia contra edificios de juzgados, de Correos, del INEM; contra empresas y
negocios a los que ha exigido impuesto revolucionario. El 27 de febrero, de
nuevo, otro preso relacionado con ETA, Igor Angulo, aparece ahorcado en su
celda de la cárcel de Cuenca. Cuatro días más tarde, muere de un ataque al
corazón en su celda de Aranjuez Roberto Sainz. En las movilizaciones para
protestar por estas dos muertes, se va a detener a doce personas, y Grande
Marlaska manda a prisión por instigación a cometer actos delictivos a la cúpula
de la izquierda abertzale, a Otegi, Petrikorena, Rafa Díez, Juan María Olano,
Pernando Barrena, Arantza Zulueta.
ETA hace público un comunicado el 22 de marzo en el que anuncia un alto el
fuego permanente, efectivo a partir de las 00.00 horas del día 24, a fin de
impulsar un proceso democrático en Euskal Herria y construir un nuevo marco
en el que sean reconocidos los derechos del pueblo vasco. “La superación del
conflicto, aquí y ahora, es posible”, afirma ETA. A nadie se le oculta la
semejanza, incluso terminológica, entre el camino emprendido y culminado por
el IRA y el iniciado por ETA. El anuncio es recibido por Gobiernos y partidos
con esperanza y prudencia. Al primer anuncio le sigue otro comunicado en el
que habla de superar el actual marco de negación, partición e imposición y
construir un marco democrático para Euskal Herria, reconociendo los derechos
que como pueblo le corresponden y asegurando de cara al futuro la posibilidad
de desarrollo de todas las opciones políticas. ETA considera que corresponde a
todos los agentes vascos desarrollar ese proceso y adoptar los acuerdos
correspondientes al futuro de Euskal Herria, pero teniendo en cuenta su
pluralidad y totalidad, y a los Estados español y francés reconocer los resultados
de dicho proceso democrático, sin ningún tipo de injerencias ni limitaciones. El
24 de marzo se presenta en Iruñea la nueva Mesa Nacional de Batasuna. En la
primera entrevista que el presidente del Gobierno concede tras el alto el fuego
afirma tener una hoja de ruta para el proceso de paz de Euskadi, pero todo debe
pasar por la unidad de los demócratas, la “cooperación del PP es clave”. Ve
Rodríguez Zapatero en el Pacto por la Libertades una vía para combinar justicia
y reinserción; les dice a las víctimas de ETA que “la democracia les debe un
pacto de memoria y apoyo”.
Aparece en un camión abandonado en Aduna el cuerpo sin vida de un
exmilitante de ETA que había cumplido ya condena y cuya desaparición se había
denunciado tres meses antes. Rodríguez Zapatero recibe el 7 de abril al primer
ministro noruego para agradecerle sus gestiones de noviembre pasado. Arnaldo
Otegi es condenado en la Audiencia Nacional a quince meses de cárcel por
enaltecimiento del terrorismo en un acto de homenaje a Argala. El 4 de mayo, el
comisario Enrique Pamiés avisa al dueño del bar Faisán de Behobia, Joseba
Elosua, de que se va a detener a un presunto etarra que vive en Iparralde, con el
que se va a reunir ese mismo día; alerta Elosua a los presuntos colaboradores de
ETA y entorpece así una operación contra la red de extorsión que dirige el juez
Grande Marlaska. Un mes más tarde, agentes del Cuerpo Nacional de Policía
detienen a cinco personas acusándolas de estar implicadas en el cobro del
impuesto revolucionario. Hay en esta redada veteranos como Ramón Sagarzazu,
Xenpe, Ignacio Aristizabal, Joseba Imanol Elosua; está el yerno de este, José
Carmelo Lukin, y el periodista de Irun Jean Pierre Harocarene Kamio. La Policía
francesa detiene por su parte a Angel Iturbe Abasolo, hermano de Txomin, a
Eloy Uriarte Díaz de Guereño, a su esposa María Izaskun Gantxegi, a Julen
Madariaga, José Cau Aldanur, a Cristina Larrañaga, a José Ramón Badiola. Son
puestos en libertad condicional casi todos, se les acusa de haber intervenido de
alguna manera en el cobro del impuesto revolucionario. Marlaska implica a dos
comisarios de Policía, implica a empresarios extorsionados, implica al dirigente
del PNV Gorka Agirre: no es fácil de sostener, ni siquiera imaginar, que tuvieran
intención de colaborar con ETA, salvo que fuera para impedir unas detenciones
en el momento más delicado para el proceso de paz.
Para que le represente en una de las mesas de diálogo, Batasuna nombra una
comisión integrada por Arnaldo Otegi, Rufi Etxeberria y Olatz Dañobeitia, en
representación de Gipuzkoa y Bizkaia; Elena Urabaien y Arantxa Santesteban,
por Nafarroa; y Xabi Larralde, por Iparralde. A petición de ETA al parecer, el 22
de junio tienen lugar dos nuevas reuniones en Suiza con la representación del
Gobierno español, ampliada en esta ocasión con la presencia del exministro
Javier Moscoso, y ante los intermediarios del Henry Dunant. ETA les reprocha
las detenciones, muy especialmente la reciente de Zigor Merodio, en Burdeos,
les reprocha la insistencia de Zapatero en sus declaraciones de que solo hablará
de la disolución y del futuro de los integrantes de ETA, les echa en cara que
jueces y policías están lejos de mantener sus brazos cruzados. ETA les presenta
un panorama desolador. La representación del Gobierno admite problemas,
lamenta una filtración llegada a El País, reconoce no haber contado con una
oposición tan dura de los jueces, convertidos en instrumento del PP, muy
especialmente en el caso Faisán, que no han podido parar. También ellos tienen
reproches que hacer a ETA: la ‘kale borroka’ no ha desaparecido, tampoco la
extorsión. ETA debe tener en cuenta, por otra parte, el cambio de fiscal general y
otros cambios en orden a los nuevos tiempos, efectuados por el Gobierno. Los
representantes de ETA, José Antonio Urrutikoetxea y Juan Carlos Iurrebaso,
entregan a Moscoso y Eguiguren una carta para el presidente Rodríguez
Zapatero.
Al amparo de la resolución adoptada por el Congreso de los Diputados en
mayo de 2005, el presidente anuncia el 29 de junio de 2006 que el Gobierno que
encabeza va a iniciar un diálogo con ETA, manteniendo el principio
irrenunciable de que las cuestiones políticas solo se resuelven con los
representantes legítimos de la voluntad popular. En una declaración institucional
formalmente inusual en el vestíbulo del Congreso, ha insistido en que la paz no
tendrá precio político, ha tenido palabras de recuerdo y elogio para las víctimas,
para los servidores del Estado y para los anteriores Ejecutivos, que intentaron de
buena fe alcanzar la paz en el País Vasco. Ve al proceso “largo, duro y difícil”,
pero promete abordarlo con “prudencia, unidad y lealtad”. Ha lanzado un guiño
al PP, partido con el que suscribió desde la oposición el pacto por las Libertades
y contra el Terrorismo, al decir que mantendrá en vigor la Ley de Partidos, la que
da cobertura legal a la ilegalización de Batasuna. A los ciudadanos, a las
formaciones políticas, a la sociedad vasca en general, ha prometido acatar las
decisiones que los vascos “adopten libremente, respetando las normas y
procedimientos legales, los métodos democráticos, los derechos y libertades de
los ciudadanos y en ausencia de todo tipo de violencia y coacción”. Ha
prometido para septiembre una nueva ronda de contactos del ministro del
Interior con los diferentes grupos parlamentarios, similar a la que ha tenido lugar
esta misma mañana, para informar del desarrollo del proceso que se abre en este
día. El último barómetro del CIS, el del reciente mes de mayo, muestra que el
terrorismo preocupa cada vez menos. Solo el 19,6% de los encuestados lo
mencionan como uno de los problemas de España, lo que lo sitúa en el quinto
lugar por detrás del paro (49%), la inmigración (46,3%), la inseguridad
ciudadana (27,9%) y la vivienda (27,4%). Los problemas económicos (18,3%),
no han sido percibidos todavía como prioritarios. En anteriores sondeos, el
terrorismo era considerado el tercer problema de España.
El argentino Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, que ha servido
de facilitador más que de intermediario entre ETA y el Gobierno español durante
año y medio en los noventa, dice en la inauguración de la XXIII Semana Galega
de Filosofía en Pontevedra que ETA debe pedir perdón a las víctimas, y el
Gobierno, también. Se lamenta, ahora que se ve con esperanza el futuro, el
tiempo perdido en la época del PP, que trató el problema de ETA como un
problema estrictamente policial y no político, “cuando este es un problema social
y político y como tal debe ser trabajado”. El nuevo clima invita a echar la mirada
atrás, a hacer balance. José Luis Barbería escribe en El País de “La enfermedad
de la patria”, en una serie que engloba bajo el título ‘Euskadi tras la retirada de
ETA’. Entiende el periodista que la castigada sociedad vasca ha creado sus
propios mecanismos darwinianos de supervivencia para hacer frente a la
violencia ejercida en estas décadas; aprecia que no todos los silencios han sido
subterfugio de la tibieza; opina que el terrorismo ha hecho peor al conjunto de
los vascos, los ha degradado; considera que el trasvase entre religión y
nacionalismo “permite explicar la ideología que ha sustentado la práctica del
asesinato político”. Milagros Rubio, en nombre de Batzarre, anuncia el inicio de
un debate interno en este “tiempo post-ETA”; entiende que no se puede pasar
página sin que la izquierda vasquista y abertzale someta a revisión crítica sus
posiciones de pasado; se autocritica por la escasa reflexión sobre el uso de la
violencia, por el acercamiento excesivo a HB; apuesta por la creación de una
Comisión para la Verdad y la Paz, y defiende que, antes de pedir a las víctimas
que perdonen, “debemos decir a quienes han hecho tanto daño que pidan
perdón”. Tercia también Felipe González, a fin de clarificar su posición a favor
del proceso abierto, “para liquidar la violencia terrorista de ETA”, pues el PP le
ha usado en ocasiones en contra del camino emprendido por Zapatero. El
expresidente sostiene que la oposición debe acompañar y apoyar al Gobierno,
“incluso en los posibles errores que se cometan por el Ejecutivo en el curso de
este proceso complejo”. Dice como conclusión que está a favor de las políticas
del Gobierno “en estos temas claves”, pero sin renunciar al derecho de todo
ciudadano libre a expresar sus ideas. Josu Ternera, vivo y en clandestinidad,
merece ya una biografía, un libro de Florencio Domínguez, que lleva el título de
Una vida en ETA y lo presenta como “un profesional del mando”. Ollarra
recuerda desde su atalaya del ‘Gallo de San Cernin’ que, aunque ETA no mate,
sus portavoces y valedores andan sueltos, alegres y dicharacheros.
Dirigentes del PNV y de la ilegalizada Batasuna se reúnen en Bilbo a finales
de julio. A primeros de agosto, De Juana Chaos inicia una huelga de hambre
argumentando que ya ha cumplido condena y debería ser excarcelado. Rebrota la
‘kale borroka’, y el 25 de septiembre tres encapuchados armados con fusiles de
asalto y disparos al aire, omitiendo cualquier referencia a la tregua, defienden en
las campas de Aritxulegi, en Oiartzun, donde más de mil personas homenajean a
los gudaris, seguir la lucha con las armas en la mano hasta la independencia. La
noticia trasciende a través de Gara, que la trata con escaso relieve. La mayor
parte de los medios descartan una escisión en ETA, pero reconocen nerviosismo,
tensiones, por ausencia de medidas a favor de los presos, sobre todo. El 9 de
octubre, De Juana Chaos abandona la huelga de hambre después de 63 días y
tras ser trasladado a un hospital de Madrid. Rubalcaba dice que con ‘kale
borroka’ no se puede avanzar en el proceso; el 23 de octubre un comando de
ETA roba en Francia 300 revólveres, 50 pistolas y diversa munición, una noticia
inquietante, que tendrá consecuencias, según Rodríguez Zapatero. El 27 de
octubre tiene lugar una reunión ‘técnica’ entre dos representantes de ETA, dos
del Gobierno y cuatro del Henry Dunant. El 4 de noviembre ETA amenaza con
romper el proceso de paz si el Gobierno no cumple sus compromisos. El 7 de
noviembre, De Juana Chaos inicia otra huelga de hambre ante su posible
condena por amenazas, y al día siguiente Zapatero admite que el caso De Juana
Chaos traba el proceso de paz. La AVT convoca el 25 de noviembre la quinta
manifestación durante la tregua contra la política antiterrorista del Gobierno. En
el último Zutabe, ETA condiciona la negociación a aceptar la situación de
Batasuna y a frenar las detenciones. Se realiza una nueva ronda de
conversaciones en Oslo, bajo los auspicios del centro Henry Dunant, entre los
enviados del gobierno español, Jesús Eguiguren y Manuel Gómez Bermúdez, y
los miembros de ETA Francisco Javier López Peña, Thierry, Juan Carlos
Iurrebaso e Igor Suberbiola. Las conversaciones acaban con desacuerdo. No está
ya Urrutikoetxea en representación de ETA. La reunión es extremadamente
tensa, se hacen mutuos reproches de incumplimiento, todo anuncia lo que va a
llegar pronto. El 29 de diciembre Zapatero afirma que “estamos mejor que hace
un año” y que “dentro de un año estaremos mejor”. Al día siguiente, a primera
hora de la mañana, una llamada a la DYA de Gipuzkoa anuncia la explosión de
una furgoneta en la segunda planta del módulo D del aparcamiento de la
Terminal-4 del aeropuerto de Madrid-Barajas; estalla a las 09.01 y mata a dos
ciudadanos ecuatorianos que dormían en uno de los autos allí estacionados. La
furgoneta contenía cerca de 500 kilos de explosivos. Cientos de vehículos
resultan dañados y el módulo del aparcamiento, y el proceso de paz, destrozados.
DESPUÉS DE LA T-4, NACE UN NUEVO
PROCESO

Mariano Ferrer había escrito tras el alto el fuego, y cuando la propuesta Orain
herria, Orain bakea de Anoeta cumplía dos años, que Batasuna mantenía el
objetivo de la construcción nacional pero declaraba la prioridad de la paz; había
escrito que no parecía que ETA tuviera previsto anunciar su desmilitarización
efectiva antes de que hubiera un acuerdo sustancial sobre la mesa política; había
escrito que el sentido de Anoeta no era que había un proceso porque ETA dejaba
las armas, sino que ETA dejaba las armas para que hubiera un proceso, lo que en
el fondo era “una oferta para compartir el coste de la paz”. Explica el 31 de
diciembre Mariano Ferrer que el ya histórico acto de Anoeta hizo concebir la
esperanza de que la izquierda abertzale había aprendido lo fundamental: la
necesidad imperiosa de desvincular de la violencia su proyecto político. El
mazazo de Barajas confirma que el proceso va mal, concluye Ferrer, pero no
modifica lo que cada parte tiene que hacer si se quiere que termine bien. Y
pronuncia un deseo: “¡Que el año que empieza nos traiga un nuevo proceso!”.
Arnaldo Otegi se da prisa en pedir a ETA que mantenga intactos los
compromisos y objetivos explicitados en la declaración de alto el fuego
permanente del pasado 22 de marzo. Al Gobierno español le pide que “garantice
las condiciones democráticas que faciliten la puesta en marcha de un proceso de
soluciones políticas para Euskal Herria”. Ha comparecido Otegi ante los medios
de comunicación, de pie, tras un atril, delante de la ikurriña y la bandera de
Nafarroa, flanqueado por Arantza Santesteban y Rufi Etxeberria; ha leído el
mismo texto en euskera y castellano, no ha aceptado preguntas. José María Ruiz
Soroa se pregunta en El País, “y ahora, ¿qué?”. Le parece que el Gobierno
central está emitiendo, de nuevo, un doble mensaje, que ETA va a captar
probablemente distorsionado: no rompe el proceso, pero se reafirma en que con
violencia no hay diálogo. Josep Ramoneda la emprende con Ibarretxe, le llama
ventajista, le contrapone al ‘sereno y responsable’ Josu Jon Imaz.
ETA comunica el 9 de enero que no era su intención causar víctimas, que
avisó tres veces para dar tiempo a desalojar el aparcamiento, que el alto el fuego
continúa vigente y es voluntad suya “fortalecerlo e impulsarlo”, aunque no
dudará en “responder a las agresiones contra Euskal Herria”. ETA responsabiliza
al Gobierno español y al PSOE de la grave situación actual porque, a su juicio,
han estado poniendo obstáculos sin cesar al proceso democrático. ETA critica
también al “PNV de Imaz”, alineado a su juicio junto al Gobierno español, que
ha reaccionado declarando que con el atentado de Barajas se ha hundido también
la propuesta de Anoeta. La prensa española aplaude a Imaz, en la misma medida
en que critica al lehendakari, de quien dice que ha aprovechado la trágica
coyuntura para colocar su programa sobre la mesa. El Abc dirigido por José
Antonio Zarzalejos ha dedicado un editorial a “La doble moral de Ibarretxe”, al
que llama usufructuario de las consecuencias del terrorismo de ETA por no dar
por concluido el mal llamado proceso de paz. “Para el nacionalismo vasco –
sostiene–, la violencia nunca ha sido un obstáculo ético ni político en su proceso
de reivindicación soberanista” y la ruptura de la tregua “le permite recuperar un
espacio que temía perder por la pinza PSE-Batasuna”. El editorialista le advierte
al Gobierno español, tras el error cometido por los socialistas de pretender la
rehabilitación de Batasuna, que no cometa otro nuevo, reactivando la hegemonía
nacionalista del PNV. Frente a ese ‘plan b’, lo que procede por el contrario es a
tenor del editorial de Abc “restaurar el constitucionalismo”.
El fin de la violencia había estado al alcance de la mano a finales de octubre
de 2006, cuando Jesús Eguiguren por el PSE, Josu Jon Imaz por el PNV y
Arnaldo Otegi por la izquierda abertzale, y tras frecuentes reuniones en el
santuario de Loiola, cerraron un principio de acuerdo que abría la puerta al
derecho de los vascos a decidir su futuro y a un órgano común para los territorios
de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa. Eguiguren y Otegi llevaban tres años
reuniéndose, tejiendo una complicidad personal que se fortaleció con la tercera
pata que representaba el PNV. Rodolfo Ares, por sugerencia de Zapatero y
Rubalcaba, entró también a formar parte de la pata socialista, a garantizar que su
compañero no iba demasiado rápido, demasiado lejos. El documento pactado
–“Bases para el diálogo y el acuerdo político”– abordaba el carácter y la
identidad del Pueblo Vasco, los mecanismos que permitirían a su ciudadanía
adoptar libre y democráticamente las decisiones en torno a su futuro político e
institucional; trataba de su articulación, de la incorporación de los acuerdos al
marco jurídico y el refrendo popular. Del Acuerdo-Marco suscrito por EAJ-PNV,
PSE-EE-PSOE, (PSN o PSOE) e Izquierda Abertzale solo existiría un ejemplar,
a depositar en el Vaticano de manera oficial. Eguiguren, Imaz y Otegi pactaron
que el proceso se iniciase a partir de la celebración de una Conferencia de Paz, el
Diálogo y el Acuerdo, que sería promovida por Eusko Ikazkuntza para el 2 de
diciembre de 2006, con la participación de partidos, sindicatos, empresarios,
foros por la paz, universidad y personalidades relevantes; concluiría con una
declaración a favor de un proceso de diálogo para poner fin a la violencia,
violencia que debía estar ausente mientras tanto. La izquierda abertzale propuso
modificaciones a favor de la voluntad popular como único límite en las
decisiones, incorporó expresamente la posibilidad de optar también por la
independencia, propuso que el órgano institucional de los cuatro territorios
elaborara un Estatuto de Autonomía a refrendar por la mayoría de cada ámbito,
fijó plazos para hacer público el acuerdo político, y antes, el establecimiento de
manera secreta o discreta de un canal de comunicación de los firmantes con el
Gobierno español, “a fin de establecer de manera acordada los mecanismos que
permitan el trámite institucional del mismo sin modificaciones”. Los socialistas,
con el apoyo de Imaz, entendieron que se modificaba sustancialmente el acuerdo
inicial y los contactos se suspendieron. Ni en un caso ni en otro fueron ajenas las
presiones ejercidas por quienes no se sentaban a la mesa. También los que tenían
lugar entre ETA y el Gobierno concluyeron sin entendimiento, aunque se
emplazaron para enero de 2007. La furgoneta-bomba hizo explosión en la T-4 el
30 de diciembre de 2006.
La entrevista del director de El País Javier Moreno con el presidente
Rodríguez Zapatero, la primera desde el atentado del 30 de diciembre, ha durado
dos horas y media, fue pedida y aceptada el dos de enero, se ha concretado diez
días después. Han sido estos los peores días del presidente; ha quedado en
evidencia, “cuando no en ridículo”; ha consolidado la desunión con el PP en
materia antiterrorista: por primera vez, un partido de los grandes, el PP, se ha
negado a acudir a una manifestación contra los terroristas, escribe Moreno. El
balance del atentado resulta demoledor, pero el periodista no ha visto al
presidente ni abrumado ni desbordado; medita las respuestas, pero no duda ni
titubea. Son ideas de la entrevista destacadas por el diario: “Debemos refundar
un gran consenso nacional en la lucha contra el terrorismo; di todo mi apoyo al
PP en la lucha contra ETA y no he recibido ninguno en estos dos años largos de
Gobierno; no creo en absoluto que tengamos una situación de crisis; hemos
sufrido un trágico atentado, pero crisis, ninguna; ahora no se ha respetado la
regla de evitar hacer política con la lucha antiterrorista: me parece grave; este es
el primer proceso de diálogo para acabar con la violencia en el que la oposición
ha sido dura; lamento que no se cumpliera la expectativa de que esta vez se
podía; hoy hay que hablar del mañana, de la respuesta que desde el Estado de
derecho y desde la política demos a la situación creada por ETA”. Interpelado
para que explique por qué no habló de ruptura en su primera intervención, a las
seis de la tarde del día 30, responde Rodríguez Zapatero que dijo dos cosas, que
ETA había roto el diálogo, porque era radicalmente incompatible un proceso de
paz con una acción de esa naturaleza. Y que en consecuencia suspendía
cualquier iniciativa de diálogo. Suspender no es romper, le observa el periodista,
y añade entonces: quería subrayar que quien había roto era ETA, de una manera
tan evidente y tan trágica como el atentado. “Es claro, ¿no? Y es importante.
Porque hay muchos ciudadanos en Euskadi que han tenido una actitud muy
favorable, muy positiva, al proceso de paz. Y que seguramente el atentado les
haya producido un convencimiento profundo de que por parte del Gobierno
existía toda la voluntad. Y que quien se ha ido por el camino peor es ETA”.
Zapatero está convencido de que hay personas con relevancia en la izquierda
abertzale que “hoy saben muy bien quién es el responsable de que el proceso de
paz haya llegado al punto final”. Les pide a ellos que tengan el coraje cívico y
político de condenar la violencia.
El Tribunal Supremo contradice a la Audiencia Nacional al declarar que
Jarrai, Haika y Segi son grupos terroristas, y no meras asociaciones ilícitas, y
cursa órdenes de detención contra 23 de sus miembros. Los magistrados les han
encontrado culpables de un “delito de integración en asociación ilícita,
constitutiva de banda, organización o grupo terrorista, en concepto de integrantes
de ellas, sin concurrencia de circunstancias modificativas de responsabilidad
criminal”. Los jueces de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo mantienen la
decisión de la Audiencia Nacional de disolver las sociedades Jarrai, Haika, Segi.
Tras conocer la resolución, la Asociación de Víctimas del Terrorismo, autora de
uno de los recursos contra la sentencia de la Audiencia, expresa su “esperanza en
que la Justicia nunca se rendirá ante el chantaje y las amenazas terroristas, como
lo está haciendo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero”. También al
secretario general del PP, Ángel Acebes, le parece una buena noticia, le parece
que es esta la manera de combatir el terrorismo. El Gobierno vasco pregunta por
los motivos que han llevado al Supremo a modificar una sentencia que supone
elevar a seis años de cárcel las penas que impuso la Audiencia a 23 de los 24
acusados, y por lo que va a ocurrir con el resto de juicios pendientes, tras esta
resolución judicial. Condena radicalmente la ‘kale borroka’, pero de ahí a
reconocer en Jarrai una organización terrorista hay, a su entender, un trecho: “el
que va desde la resolución que hizo la Audiencia Nacional hasta la que ahora ha
hecho el Tribunal Supremo”.
Juan José Ibarretxe declara como imputado el 31 de enero ante el Tribunal
Superior de Justicia del País Vasco, en la causa abierta en su contra por
desobediencia, al haberse reunido el 19 de abril pasado con dirigentes de la
ilegalizada Batasuna, entre ellos, Arnaldo Otegi. El lehendakari, que ha acudido
arropado por la dirección y un nutrido grupo de militantes de su partido, le
reconoce al juez esta y otras reuniones con Batasuna, para buscar la paz: “solo
en un país de locos se encausa penalmente a un presidente por hablar con todos”,
declara luego. Se han producido dos momentos de tensión antes y después de la
declaración. Uno, con el miembro del Foro de Ermua Antonio Aguirre,
expulsado del PSE por querellarse contra Patxi López por su reunión con
Batasuna, cuando, puño en alto, se ha dirigido a la multitud; y otro, cuando el
portavoz de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, ha mostrado una camiseta de su
grupo con la bandera española, lo que ha provocado la reacción airada de los
presentes, y algún amago de agresión. El Consejo General del Poder Judicial
elabora al día siguiente una nota de protesta por la comparecencia ante los
medios de Ibarretxe y por la manifestación de apoyo de la que se ha hecho
acompañar a las puertas del Palacio de Justicia. Los analistas menos apasionados
se inquietan por este enfrentamiento entre poderes del Estado y se preguntan si
es sensato imputar al presidente de un país, o de una comunidad autónoma, por
sus iniciativas políticas; si es prudente que los jueces vascos imputen a Ibarretxe
por reunirse con dirigentes de Batasuna, cuando el Supremo ha desestimado una
querella similar contra Patxi López, afirmando que sería un fraude constitucional
sustituir el control parlamentario de los gobiernos por una especie de control
judicial mediante la interposición de querellas.
El diario bordelés Sud Ouest publica las declaraciones del coronel de la
Gendarmeria Charles Saenz, que fue quien detuvo en su día al líder de
Iparretarrak Filipe Bidart. Dice el coronel que respeta la decisión de los jueces
que han acordado la liberación condicional al hombre que él detuvo en Bokale
[Boucau] el 20 de febrero de 1988, y le desea que aproveche su oportunidad.
Tras referirse a las familias de las víctimas de IK, ha declarado que “es normal
que se pueda beneficiar de las medidas que contempla la democracia. Se le da
una la oportunidad de rehabilitarse, ¡que la aproveche!”. “He combatido a IK
respetando a los hombres –añade–, tratando de evitar la violencia, pero con
firmeza, con una suerte de respeto mutuo”. En relación a Bidart dice que es un
joven valeroso que tenía su óptica sobre el País Vasco y que, desgraciadamente,
se situó fuera de la ley. La comparación con los testimonios que se suelen oír a
los policías españoles es inevitable. Una entrevista del diario británico The Times
con Iñaki De Juana Chaos, acompañada de una fotografía atado a la cama del
hospital, encabrita a la derecha española, que pide responsabilidades para
quienes no la han impedido. Asegura el entrevistado que es un soldado, que no
siente remordimientos por sus actos y pide adentrarse en los orígenes del
conflicto para buscar soluciones, especialmente tras el atentado del 30 de
diciembre. “Estoy completamente de acuerdo con el proceso democrático de
diálogo y negociación para resolver el conflicto político entre Euskadi y los
Estados francés y español’, ha explicado De Juana al rotativo inglés. El preso ha
respondido a las preguntas del Times desde la habitación del hospital donde se
encuentra. El diario londinense dice que sus médicos aseguran que podría
experimentar una muerte repentina cualquier día. Y “si muere –añade–, se
convertirá en un mártir del movimiento de independencia vasco”, lo que daría
pie, probablemente, a una nueva campaña de atentados. La huelga de hambre de
De Juana es una pesadilla, “la crisis más profunda” del Gobierno de Zapatero
desde que tomó el poder en 2004, a juicio del periodista. Está claro que las
declaraciones de De Juana no llegan en el mejor momento para el presidente,
acosado por la utilización que el PP hace de las asociaciones de víctimas de
terrorismo. Curiosamente, la entrevista se publica el 6 de febrero, al día siguiente
de que El País haya asegurado que la huelga de hambre de De Juana no ha sido
aprobada por la dirección de ETA y que este ya no tiene representatividad ni
peso político dentro de la organización.
En la misma fecha, la Policía Francesa ha detenido a Pello Álvarez Saleta, a
quien se relaciona con el zulo hallado semanas atrás en Amorebieta, que
contenía 30 kilos de nitrato amónico y otros 30 de polvo de aluminio, y con el
abandono en Atxondo de 181 kilos de material explosivo. La Policía española le
relaciona así mismo con Iker Aguirre Bernadal, arrestado el 25 de enero en
Portbou, cuando supuestamente se dirigía a Valencia para recabar datos a fin de
cometer atentados durante la Copa de América. Una entrevista a Arnaldo Otegi
de Jordi Barbeta e Ignacio Orovio en La Vanguardia con el titular central de “El
Estado español no tiene que pagar un precio político a ETA ni a nosotros”, no
pasa desapercibida en La Moncloa. Ha afirmado el líder de la izquierda abertzale
que la independencia solo se puede construir desde vías pacíficas y
democráticas; ha dicho que “autonomía, federación…, al final la ciudadanía
decide y eso resuelve en conflicto”; ha asegurado querer hacer política en
términos democráticos, “estamos manteniendo la misma actitud que el Sinn Fein
en Irlanda o el Congreso Nacional Africano en Suráfrica”; “lo deseable sería una
posición común de los dos grandes partidos”, ha afirmado en referencia al PSOE
y el PP; se ha comprometido a hacer lo que haga falta para mantener el proceso,
porque “no hay alternativa”; no ve predispuesto a Rajoy, y quiere creer que
Zapatero “tiene convicción”; asegura preferir un lehendakari vasco navarro del
PSOE a un soberanista en Vitoria, ve en una izquierda abertzale en las
instituciones garantía de compromiso; ha vuelto de su última visita a Catalunya
“con una impresión de fraude y autoengaño colectivo”. Aunque para
desmarcarse de Josu Jon Imaz ha dicho que no pretende, como él, cautivar a
España, el diario destaca un titular que dice: “Queremos cambiar un tablero de
confrontación por otro de seducción”. Le ha preguntado por lo que pasaría si De
Juana muere, y ha respondido que “nos situaría en una posición muy delicada”,
tiene que ser puesto en libertad. El País afirma que José Luis Rodríguez
Zapatero ha visto en esta entrevista “elementos distintos”, no obstante exige a
Batasuna un rechazo “creíble, fehaciente y convincente” a la violencia y una
muestra de que ETA se dispone a dejar las armas para siempre. Lo que más ha
llamado su atención es el tono de desmarque de la violencia, que atraviesa la
entrevista. Ha llamado la atención en Moncloa que Otegi diga que “el Gobierno
tiene motivos para desconfiar de la interlocución de ETA, como ETA tiene
motivos sobrados para desconfiar del Gobierno”. Las declaraciones de Otegi se
han realizado tres semanas después de que presentara un plan constitucional de
“resolución del conflicto”.
El colectivo de presos hace llegar su punto de vista al diario Gara. Asegura
que el proceso no avanzará solo porque se cambie la política penitenciara, en
relación a Iñaki De Juana y a todos los demás presos. Ese requisito es
indispensable, pero solo avanzará si los Gobiernos español y francés impulsan
también un acuerdo político sobre el futuro de Euskal Herria. Ese acuerdo debe
propiciar a su juicio un marco democrático en el que la independencia y el
socialismo puedan ser defendibles y materializables. El colectivo de presos
políticos vascos concreta sus exigencias en un proceso que debe estar basado en
la autodeterminación, la territorialidad y la amnistía. Entre tanto, Pérez
Rubalcaba ha averiguado que las fotos del diario inglés fueron tomadas por los
abogados del preso en dos sesiones, de dos días diferentes, y así lo ha hecho
saber al Colegio de Abogados para que adopte las medidas pertinentes. El 1 de
marzo, Iñaki de Juana Chaos es trasladado al Hospital de Gipuzkoa, en
Miramón, en el que una hermana suya es jefa de enfermeras, para que siga el
tratamiento que evite su muerte y facilite su recuperación en situación de prisión
atenuada. La decisión la ha tomado el ministro Pérez Rubalcaba, una vez
recibido del Supremo el fallo y la liquidación de condena del recluso, por
“razones legales y humanitarias”.
La Guardia Civil detiene en una calle de Andoain a José Angel Lerin, armado
con una pistola robada en octubre pasado en Francia, un joven con antecedentes
por ‘kale borroka’, que tiene por jefe del comando Urederra. Detiene luego en
una ‘herriko taberna’ de Donostia a Juan Carlos Herrador, con antecedentes
también por ‘kale borroka’, a Lorea Irigoien en Huarte-Arakil, en Oion a Endika
Zinkunegi, junto a otros presuntos implicados en la reconstrucción del comando
Donosti, de Zizurkil y Segura. La Guardia Civil dice haber encontrado en
Andoain explosivos y material para confeccionar bombas; dice que entre los
objetivos del comando estaba Pedro Luis Miguéliz, Txofo, el confidente que
destapó el ‘GAL verde’. Unos días más tarde, afirma haber encontrado en un
local propiedad del hermano de José Angel Lerín en Berriozar 170 kilos más de
material explosivo. Acusan al comando Donosti de haber recopilado datos sobre
cargos del PP en Gipuzkoa, y Carmelo Barrio le pregunta a Zapatero si el
proceso con ETA seguirá adelante en caso de que uno de los militantes del PP
sea asesinado, sugiriendo que los socialistas están ahora fuera de ese riesgo. Le
contesta el líder del grupo socialista en el Congreso que esas insinuaciones le
parecen groseras, de mal gusto. La Guardia Civil afirma haber conocido por el
jefe del Urederra que Ekaitz Agirre podría estar reorganizando un nuevo
comando y tiene interés en subrayar que la reconstrucción del mismo se inició en
tiempos de tregua. Dice haber constatado que ETA ha recuperado un tipo de
estructura de los setenta, que consiste en enviar una pareja de ‘liberados’ a una
zona determinada para que actúen como dinamizadores de grupos legales.
Explica la agencia Vasco Press que este modelo estuvo en funcionamiento hasta
que a finales de los setenta la dirección de ETA lo consideró contraproducente a
efectos de seguridad.
Dos veteranos miembros de ETA que iban a bordo de un coche robado se
saltan en este final de marzo un control policial en Bergerac, y son detenidos
luego en Perigueux. Se trata de Juan Carlos Iurrebaso, miembro del grupo
negociador de ETA, y Kepa Mirena Suárez, chofer y guardaespaldas del anterior.
De acuerdo a la versión más o menos oficial del Gobierno español, las únicas
reuniones oficiales con ETA tienen lugar en la primavera de 2007, a instancias
sobre todo de Tony Blair, dando por supuesto que las anteriores, protagonizadas
por Eguiguren, lo fueron informales. En el mes de mayo se reúnen los
representante del Gobierno español Juan Manuel Gómez Benítez, Javier
Moscoso y, según algunas fuentes, Francisco Camacho, y sin Jesús Eguiguren,
con el nuevo representante de ETA Francisco Javier López Peña, Thierry, que
empieza por pedir la liberación de Iurrebaso y termina con un duro
enfrentamiento verbal que supone el final de las negociaciones. Paralelamente,
entre el 21 y 24 de mayo tienen lugar las últimas reuniones de Jesús Eguiguren y
Rodolfo Ares con Arnaldo Otegi en Ginebra. El Tribunal Supremo ha denegado
a mediados de mayo la inscripción en el Registro de Partidos a Abertzale
Sozialista Batasuna, al considerarla sucesora de Batasuna. Al no contar con
siglas propias, la izquierda abertzale pide el voto en las elecciones municipales y
forales del 27 de mayo para la sigla histórica Acción Nacionalista Vasca. Se
impugnan parte de las listas –123 sobre 256 presentadas–, se toleran otras, sin
criterios claros ni para lo uno ni para la otro. ANV obtiene 94.253, 73.456 en la
Comunidad Autónoma Vasca y 20.690 en la Foral de Navarra. Gana en 31
municipios de los 97 en que ha podido presentarse y obtiene representación en
otros 62. Atribuyéndose todos los votos declarados nulos, reclama como propios
92.000 votos más y afirma ser la fuerza mayoritaria en un total de 55 alcaldías.
En el Parlamento de Navarra, los votos nulos alcanzan a 18.285, que la
formación reivindica como propios y suponen dos diputados electos.
ETA anuncia el 5 de junio que da por finalizado el alto el fuego permanente y
la medida entra en vigor a partir del 6 de junio, al observar que “no se dan las
condiciones mínimas para seguir con un proceso de negociación” y que el
Gobierno de Zapatero “ha respondido al parón de las acciones armadas, con
detenciones, torturas y persecuciones”. El comunicado de ETA ataca al Gobierno
de Zapatero, ataca al PNV, tacha de antidemocráticas las últimas elecciones. Los
servicios antiterroristas habían alertado de que ETA se preparaba para atentar de
nuevo, ha comenzado el envío de una nueva remesa de cartas de petición de
impuesto revolucionario. La Guardia Civil, alertada por unos trabajadores que
han observado una extraña maniobra, encuentra en Ayamonte el 21 de junio un
coche cargado con 130 kilos de material explosivo, que ha sido abandonado
precipitadamente en la A-49 por sus ocupantes al ver un control conjunto luso-
español. Se interpreta como la confirmación de que ETA tiene lista una campaña
de atentados. El director general de la Policía y la Guardia Civil explica que el
coche llevaba en bolsas separadas unos 115 kilos de nitrato de amonio, otros
quince de polvo de aluminio, diez temporizadores, ocho detonadores, un emisor,
cordón detonante, un manual en euskera para la fabricación de varios tipos de
bombas, alguna documentación y tres maletas con ropa y efectos personales.
Contenía por tanto material para el montaje de al menos ocho bombas, suficiente
para una campaña de un comando, posiblemente itinerante. El 10 de julio
detienen en Santander a Aritz Arginzoniz y dicen haberle encontrado
información sobre tres posibles objetivos: el ferry que une Santander con
Plymouth, los juzgados y la plaza Porticada. La Policía sospecha que estaba a la
espera de recibir el material explosivo. En esta misma fecha, la Policía ha
descabezado lo que el ministro del Interior califica del ‘núcleo dinamizador’ de
la ‘kale borroka’ en Araba en los últimos tres años.
Detienen el 26 de julio a Juan Cruz Maiza y a dos compañeros en Rodez,
Aveyron, sureste francés, y Pérez Rubalcaba asegura que supone una fuerte
pérdida para ETA. Se trataría de la cabeza del aparato logístico y de uno de los
tenidos por integrantes de la ‘guardia pretoriana’ de Josu Ternera. La casa que
Maiza había alquilado pertenecía a un gendarme, que sospechó del
comportamiento de sus tres inquilinos y desató la operación cuando dos de ellos
salían con bolsas de mano de la vivienda que venían controlando y se temió que
fueran a huir los tres. La Policía española no duda en afirmar que se trata del
golpe más importante contra ETA desde la caída el 3 de octubre de 2004 del
aparato político, con la detención de Mikel Albizu y Soledad Iparragirre. Tres
días más tarde, el Ministerio del Interior español lanza una operación de ‘Se
busca’, fija carteles con las fotos de Aitzol Etxaburu, Ander Mugika, Eneko
Zarrabeitia, Joseba Olza, Leire López y Saioa Sánchez. El 24 de agosto, un
potente coche-bomba explosiona frente al cuartel de la Guardia Civil en
Durango; un miembro del comando lo ha dejado al pie del muro del cuartel, ha
activado un dispositivo, se ha montado en otro coche y ha huido. La explosión
provoca heridas no graves a dos agentes y cuantiosos daños. Hablan los medios
de comunicación de que ETA ha consumado así la ruptura de la tregua, tras
setenta días y cuatro intentos frustrados. Dos días más tarde, ETA provoca en
Castellón la explosión de un coche-bomba listo para ser utilizado, cuando
observa que ha despertado la curiosidad de unos campistas. El 9 de septiembre,
es la Delegación del Ministerio de Defensa en Logroño el objetivo de otro
coche-bomba, que no estalla por fallo en el mecanismo. El 25 de este mes, una
bomba hace explosión junto a la comisaría de la Ertzaintza de Zarautz, que
provoca daños también en las casa vecinas; el consejero Balza la atribuye a ETA,
y no a la ‘kale borroka’. Han detenido en Cahors, a media distancia entre
Toulouse y Burdeos, a cuatro miembros de ETA que tenían casi listas dos
potentes bombas, y el presidente del PP Mariano Rajoy recuerda que en la lucha
contra ETA no bastan los discursos o declaraciones más o menos elocuentes y ni
siquiera los éxitos policiales, que lo que hay que hacer es combatir al “brazo
político de la banda a través de la ilegalización de Acción Nacionalista Vasca”.
Para eso, el Gobierno puede contar con el apoyo incondicional de su partido. El
portavoz del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, dice por su parte que esas detenciones
deben ser vistas “como una señal de que el ciclo político de ETA está agotado,
aun cuando el ciclo militar, que practica la violencia, puede seguir dándonos
sustos y provocando desgracias”. La Policía francesa en Iparralde, y la Policía
Nacional y la Ertzaintza en Hegoalde –en Baiona, Uribe Kosta, Bilbo, Donostia,
Hernani, Azkoitia, Segura– multiplican las detenciones de jóvenes buscados por
su presunta participación en la ‘kale borroka’ a finales de septiembre y a lo largo
de todo el mes de octubre, como si tratara de evitar su incorporación a comandos
de ETA.
La ofensiva jurídico-policial se concreta el 30 de noviembre de 2007 en la
detención ordenada por la Audiencia Nacional de un total de 46 procesados en el
sumario 18/98 seguido contra Orain S.A., Xaki, Egin, KAS, Ekin y la Fundación
Joxemi Zumalabe, acusados de constituir el entorno de ETA. Se cursan y
adelantan las órdenes de arresto ante el “elevado riesgo de fuga” y la inminencia
de la notificación de la sentencia, que podría hacerse pública el próximo 10 de
diciembre. Las órdenes de la Audiencia Nacional se han traducido en una
enorme operación en la que participan varios cuerpos policiales y se desarrolla
desde primera hora de la mañana con retenes en los domicilios, a la espera de
que llegue la orden de detención. El fiscal Enrique Molina les ha acusado en su
alegato final de “camuflar durante años” la actividad de ETA bajo un “manto de
legalidad”. A media mañana comienzan a conocerse los nombres de los primeros
detenidos: Elena Beloki, en Hernani y Alberto Frías Gil, en la sede del grupo
ecologista Eguzki, en Vitoria. A partir de ese momento y a cuentagotas, Txema
Matanzas, Jesús María Zalakain, Xabier Salutregi, Javier Balanzategi, José
María Olarra, Mikel Korta, Iñaki O’Shea, Juan Mari Mendizabal, José Luis
García, Iker Casanova, Natale Landa, Manuel Intxauspe, Olatz Egiguren, Mario
Zubiaga, Ruben Nieto, Xabier Alegria, Patxi Gundin, Pablo Gorostiaga, Josean
Etxeberria, Juan Pablo Diéguez, Sabino Ormazabal, Isidro Murga, Teresa Toda y
Xabier Otero. La Ertzaintza refuerza las plantillas ante la previsión de incidentes
y sabotajes.
Sin tiempo a digerir esta operación, se conoce que tres supuestos militantes de
ETA han dado muerte a un guardia civil y han herido gravemente a otro en
Capbreton, que fallece luego en el hospital. El Ministerio de Interior español
dice que participaban en un dispositivo de vigilancia junto a policías franceses y
que el encuentro ha sido fortuito. Los sospechosos, dos hombres y una mujer,
han huido en un coche que han abandonado luego, se han hecho a punta de
pistola con otro, se ha encontrado en el primero una sustancia que se usa para
fabricar bombas. En una breve declaración en el Palacio de La Moncloa, sostiene
Zapatero que “los terroristas jamás conseguirán nada con la violencia”, que
“tantos atentados solo llevan el dolor de sus víctimas y la inevitable derrota de
quienes los cometen”. Fuentes de la investigación han explicado a la agencia
Vasco Press que los agentes acudieron a una cafetería próxima del centro
comercial Leclerc de Capbreton y se sentaron en una mesa contigua a la que
ocupaban los tres etarras. Los guardias civiles tomaron su consumición y en
ningún momento intercambiaron palabra con ellos. Los presuntos etarras
debieron escuchar algo que les hizo sospechar que pertenecían a cuerpos
policiales. A las 9.30 de la mañana, después de desayunar, Raúl Centeno y
Fernando Trapero salieron de la cafetería y se dirigieron a su vehículo, un
Peugeot 405 con placas francesas que tenían estacionado a corta distancia del
bar. Los tres presuntos miembros de ETA les siguieron y, cuando los agentes
estaban ya dentro de su automóvil, se encararon abiertamente con ellos. Una
persona que pasaba por la zona vio a dos hombres y una mujer junto al vehículo
y escuchó a uno de ellos dar voces en español, que parecían insultos, aunque el
testigo no conoce el castellano y por tanto no pudo explicar su significado. Lo
que sí vio es que uno de los dos hombres se introducía en la parte trasera del
automóvil para examinarlo. La explicación que se da a esta escena en medios de
la lucha antiterrorista es que los etarras sospecharon en la cafetería que los dos
hombres eran agentes policiales, los siguieron y los abordaron a mano armada
para confirmar sus sospechas, llegando incluso a entrar en el coche para registrar
las pertenencias de los guardias o para cachearlos. Y después de eso les
dispararon a bocajarro.
La prensa española hace suya la versión de la Audiencia Nacional del
macrosumario 18/98. Dice El País, sirviéndose de las palabras de la presidenta
del tribunal de la Audiencia Nacional, Ángela Murillo, que “KAS era parte de
las entrañas de ETA, y Ekin, su corazón”. Asegura el diario que la condena a 47
integrantes o colaboradores de la banda terrorista desmonta sus aparatos político,
internacional, financiero, mediático y de desobediencia civil. De los 47
condenados, once lo han sido por integración en organización terrorista en
calidad de dirigentes; veinte lo son por pertenencia a banda armada: catorce por
colaboración con banda armada; dos, por insolvencia punible con fines
terroristas. Cuenta el periódico que los condenados han escenificado un
altercado, “perfectamente coordinado y planificado” en el momento en que
Ángela Murillo iba a iniciar la lectura del fallo. “No aceptamos esta sentencia,
esto es un juicio político” han gritado, y luego han sido desalojados de la sala.
Abc le dedica su editorial, “ETA sin disfraces”, habla de sentencia contundente
contra el entramado de frentes tejido por ETA, destaca que no es gracias al
PSOE como se ha llegado a esta situación. Dice el editorialista que mientras el
PP, las fuerzas de seguridad, jueces y fiscales desentrañaban la trama, “el
Gobierno socialista se entretenía en negociaciones con los colegas de los que se
sentaban en el banquillo; urdía excusas para liberar a De Juana Chaos; mutilaba
la ley de Partidos Políticos frente a ANV y blindaba judicialmente a Arnaldo
Otegi”. Al Abc le parece destacable que Otegi recibiera de KAS/ETA un sueldo
y dinero para todo tipo de gastos, pero no concreta su cuantía. A El Periódico de
Catalunya la sentencia le merece el adjetivo de histórica; dice que un proceso de
estas características hubiera sido intolerable en un Estado democrático, si no
fuera porque se está ante la realidad probada de “que los comandos de ETA
necesitan de un entorno para desarrollar su siniestra labor”. Considera probado
en los 1.185 folios de la sentencia que KAS dirigía la “lucha de clases
complementaria a la lucha armada”, que Xaki es “el aparato de relaciones
internacionales” de la organización terrorista y que el diario Egin era un
“instrumento de coacción”. A su juicio, la decisión de la Audiencia Nacional
reafirma la línea dura del Estado frente a ETA, que tan buenos resultados dio, en
el plano político, a los últimos gobiernos de Aznar, y demuestra que, “pese al
fallido intento del presidente Rodríguez Zapatero de buscar un final dialogado
del terrorismo, el Estado de derecho no ha dejado de funcionar”
Rogelio Alonso, profesor de Ciencia Política de la Universidad Rey Juan
Carlos, que viene dedicando su vida profesional a desenmascarar el “terrorismo
nacionalista” del Norte de Irlanda y de Euskadi, se pregunta en la Tres de Abc si
son compatibles el diálogo con ETA y su derrota. La experiencia acumulada le
lleva a sostener que el denominado ‘final dialogado’ de la violencia no
representa un eficaz instrumento para obtener la deseada y posible derrota del
terrorismo etarra. Opina él que la derrota de ETA debe excluir cualquier
legitimación de la violencia como la que supone el reconocimiento del terrorista
como interlocutor político. La derrota de la banda exige a su juicio la
desaparición de los asesinatos, pero también la erradicación de su influencia
política y social. En este comienzo de 2008, son muchos ya los que dan por
descontada la derrota de ETA, los que empiezan ya a pensar en cómo derrotar
sus banderas políticas, y en cómo cobrarle al presidente Rodríguez Zapatero su
fracasada operación de diálogo con ETA y la izquierda abertzale. El director de
El Mundo, Pedro J, Ramírez, entrevista al presidente español sin límites de
tiempo ni de temas durante varios días. Le reconoce que hablaron de política con
ETA pero no le hicieron concesión política alguna. Recuerda que, como líder de
la oposición, hizo el Pacto Antiterrorista, el Pacto de la Justicia, la renovación
del CGPJ, del Constitucional con los nombres que quería el PP, pero, desde la
oposición, los populares no han arrimado el hombro, solo esperaban a que todo
saliera mal para pasar la factura. Opina que con ETA ha quedado demostrado,
“como dice Tony Blair”, que si es difícil hacerse terrorista, es mucho más difícil
dejar de serlo. Asume para sí toda la responsabilidad de las conversaciones, pero
tiene mucho interés en subrayar que ha existido una presión y un consejo
internacional para no dejar de hablar con ETA. “Mi principio ético era agotar
hasta el último suspiro para evitar que hubiera más víctimas. Tuvimos un
número elevado de reuniones que nunca he negado. Que se habló de política...
¿Pero cedimos algo en política? No. Yo busqué la paz con ETA pero a la vez
preparaba la confrontación”. Le pregunta Pedro J. si autorizó los contactos de
Eguiguren con ETA y con Batasuna antes de llegar al poder, y responde:
“Absolutamente no. Y además creo que el compañero Eguiguren no tuvo ningún
contacto político. Tenía algún contacto por cercanía personal, no de
trascendencia política”.
El 6 de enero la Guardia Civil detiene en Arrasate a Igor Portu y Mattin
Sarasola y les acusa de ser los autores de la colocación del coche-bomba en la T-
4 de Barajas. Cinco días más tarde, el juez Fernando Grande-Marlaska aprecia la
existencia de coincidencias en los relatos de malos tratos que han realizado, uno
en Donostia y el otro en Madrid. Igor Portu ha contado que los agentes le
metieron la cabeza en un río, ha contado Sarasola que antes de ser llevado a
calabozos fue trasladado y golpeado en una pista forestal. El juez recuerda que
Portu también habló de un paraje de esas características, y en el momento
inmediatamente posterior a la detención. El auto del juez aprecia algunas
discrepancias: Igor afirma que escuchó un disparo, y entendió que era una
simulación de ejecución en la persona de Mattin, y este ha dicho que le
colocaron una pistola en la sien, pero no le dispararon. Igor Portu ha sostenido
ante el juez que investiga el origen de sus lesiones –una costilla rota, neumotórax
y múltiples hematomas– que le dieron puñetazos y tortazos, y le sumergieron la
cabeza en un río. Ha asegurado que los malos tratos empezaron cincuenta
minutos después del arresto, que fue pacífico. Esta versión ha sido avalada por el
único testigo de los hechos, de quien la prensa española desvela que se trata de
un familiar del preso de ETA Jesús María Zabarte. En la versión oficial, las
lesiones se produjeron en la detención, porque se resistieron, y el ministro
Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dice que las heridas eran consecuencia de la
“sujeción y retención” a la que fue sometido Portu, que trataba de huir.
Se conoce el 21 de enero la condena del Tribunal Supremo al expresidente del
Parlamento vasco Juan María Atutxa y a los exmiembros de la Mesa de esta
Cámara, Kontxi Bilbao y Gorka Knörr, por un delito de desobediencia a la
autoridad judicial al no haber accedido a disolver el grupo parlamentario
Sozialista Abertzaleak, tras su ilegalización. Llega la noticia el 24 de que ha
muerto a manos de un atracador en Cabo Verde, donde había sido deportado en
1985, el exmilitante de ETA Endika Iztueta; todavía quedan allí cuatro
exmilitantes más. Enero es prodigo en detenciones de jóvenes a los que se
implica en acciones de ‘kale borroka’. Recuerda el president Pujol en sus
Memorias que el presidente Calvo Sotelo recibió presiones para ocupar
militarmente el País Vasco; recuerda que entonces la actividad de ETA era
frenética. Titula El País en febrero que Garzón asfixia al entorno de ETA, al
suspender toda actividad de ANV y PCTV, cortar las subvenciones, cerrar sus
sedes y congelar sus cuentas. No podrán presentarse a las elecciones. Aunque se
venía anunciando desde hace tres meses, es el 7 de febrero cuando el juez
suspende por tres años, prorrogables a cinco, las actividades del Partido
Comunista de las Tierras Vascas y de Acción Nacionalista Vasca, impidiendo de
esa forma que pueda concurrir a las elecciones generales del 9 de marzo. Garzón
acumula en un único sumario los tres procesos que instruye sobre el “entorno
proetarra”: el relativo a la detención de la nueva Mesa Nacional de Batasuna, el
de PCTV y el de ANV. El caso se ha convertido así en un nuevo macroproceso
en el que hay 52 imputados, 38 de ellos por pertenencia o integración en banda
terrorista y los 14 restantes, por colaboración con banda armada.
El corresponsal de El Correo en Londres, Iñigo Gurruchaga, ha estado
presente en una conferencia sobre las batallas de Duque de Wellington en la
guerra de la Independencia pronunciada por Andrés Cassinello; le ha oído decir
que: “si tras la muerte de Franco llegamos a acuerdos, ¿por qué ahora no?”; le ha
escuchado descartar la independencia de Euskadi porque requeriría reformar la
Constitución y que se votara en toda España. Ha dicho sobre ETA que puede
abandonarlo todo, o convertirse en una banda mafiosa. Se ha negado a responder
a la pregunta de si el GAL cambió la política de asilo de Francia, pero no ha
tenido inconveniente en explicar que las infiltraciones las tiene que autorizar un
juez, “y si lo autoriza, no hay problema”. Escribe José Luis Zubizarreta, el
exasesor del lehendakari Ardanza sobre la izquierda abertzale, a la que ve en
“Fin de etapa”, tras los autos dictados por la Audiencia Nacional y el Tribunal
Supremo, suspendiendo la primera, por la vía del Código Penal, las actividades
de ANV y EHAK, y prohibiendo el segundo, en aplicación de la Ley de Partidos,
la presentación de candidaturas electorales por parte de esas mismas
organizaciones políticas. Con estos autos, entiende que la provisionalidad
anterior ha llegado a su fin, resulta verosímil plantearse un próximo futuro sin
izquierda abertzale, se está ante el final de una etapa. Entiende también que
quienes más van a resistirse a dar por cerrada la vieja etapa y a acomodarse a la
nueva serán, sin duda, los partidos que hoy representan en Euskadi al
nacionalismo democrático o institucional: “se les nota incluso en el lenguaje que
emplean”. Le parece que, “ofuscados por intereses electorales de muy corto
plazo”, miran aún de reojo al caladero de votos que se les abre con la ausencia
de la izquierda abertzale. Zubizarreta parece convencido de que pronto se darán
cuenta de que poco van a pescar ahí y entonces comenzarán a percatarse de que
“su eventual crecimiento está en esa nueva corriente ciudadana que se ha creado
y que, en vez de esforzarse inútilmente por parar, mejor haría en tratar de
encauzar y liderar”.
El 6 de marzo, ETA mata a tiros en el portal de su casa a Isaías Carrasco, un
exedil del PSE-PSOE en Mondragón. La conmoción, la indignación, es enorme,
y se interpreta en los medios de comunicación como un ataque directo al
presidente Rodríguez Zapatero y a sus movimientos pacificadores. Dos semanas
más tarde, tras un previo aviso que permite el desalojo de las viviendas, ETA
explosiona un coche-bomba contra el cuartel de la Guardia Civil en Calahorra.
Eugenio Etxebeste, firmando como Antton, ‘militante independentista vasco’,
aparece en escena para defender en Gara la abstención como el voto útil para
Euskal Herria en las circunstancias de excepción que se viven: “el voto de
quienes ponemos la mirada más allá del 9-M, de quienes aspiramos a un
amanecer trasnochado por el diálogo, la negociación y el acuerdo”. Asegura La
Vanguardia que ETA está alentando entre sus presos la línea dura para impedir
deserciones; asegura que ha enviado a las cárceles un boletín, Ekia, con
amenazas al PNV, ELA y Aralar, en el que dice que “por orden de arriba”, la
defensa legal de los presos es única, sea cual sea la acusación; en el que carga de
manera especialmente dura contra el líder de Aralar, Patxi Zabaleta, y contra
NaBai. El Comité Nacional de ELA hace una declaración en Aberri Eguna en la
que constata una falta de entusiasmo en las bases del movimiento abertzale y
asume la parte de responsabilidad que pueda corresponderle en ello. La
expresión más visible es, a su entender, la manera como los Estados español y
francés acentúan sus “perfiles centralizadores, antidemocráticos y represivos”.
Ve a las principales referencias estratégicas del mundo abertzale amortizadas, ve
en la decisión de ETA de romper el alto el fuego socavación de la convivencia y
estímulo de valores opuestos a lo que necesita el proceso nacional. Opina ELA
que “el reciente asesinato de un militante socialista en Arrasate, además de una
tragedia humana y social inaceptable, es una muestra fehaciente del yermo
político al que este pueblo no puede estar por más tiempo condenado”.
Considera que el proceso de conversaciones frustrado debería aprovecharse para
sacar dos conclusiones: asumir que el PSOE y el PP no van a abordar una
revisión del sistema constitucional y que no se puede simultanear la finalización
de la dinámica armada y la resolución del conflicto. Tampoco la propuesta de
Ibarretxe le parece amortizada. ELA sigue apostando por la consulta, cree que un
proceso soberanista es más robusto si goza también de una proyección
institucional, pero le parece evidente que el lehendakari no busca fortalecer las
alianzas sociales y políticas que le permitirían confrontar con un Estado hostil
ese ejercicio. Cree ELA que tanto la estrategia armada como la neo-estatutista-
antisocial provocan en el plano político una polarización estéril, y en el plano
social, una gran desmovilización de las bases populares del nacionalismo.
Considera urgente por eso alcanzar acuerdos básicos en relación con el proceso
nacional, con la Declaración de Lizarra-Garazi, que cumple ahora diez años, de
referencia estratégica.
Luis R. Aizpeolea, que ha seguido de cerca para El País los encuentros entre
ETA y el Gobierno, y entre el PSOE y la izquierda abertzale, entrevista a Jesús
Eguiguren y recoge como gran titular que “ETA abandonó el proceso porque
creyó que era una rendición a bajo coste”. A juicio del presidente de PSE-PSOE,
ETA dio marcha atrás en dejar las armas antes de la primera reunión. “Algunos
dicen que fuimos ingenuos”, afirma Eguiguren, pero él cree que se intentó un
logro histórico, que el Gobierno llegó al borde del precipicio para intentar salvar
el proceso, y que se hizo “para no tener que llevar más féretros”. Jesús
Eguiguren asegura, como Zapatero, que Tony Blair y Gerry Adams pidieron al
Gobierno que escuchara a ETA tras el atentado de la T-4, y el Gobierno lo hizo.
Como Zapatero, cree que las conversaciones han servido para que los abertzales
de Batasuna comprobaran que era ETA la que no quería un final dialogado de la
violencia. No ha perdido la esperanza el presidente del PSE. Cree saber que ETA
ha perdido la batalla, está convencido de que se verá su final en la presente
legislatura. Lo dice a primeros de abril del 2008. En otro orden de cosas, afirma
que el PSE ofrece un pacto al PNV para los próximos meses, a cambio de que
Ibarretxe no siga con su plan y su consulta. Explica que “el PNV habla de los
pactos de Loyola. Pueden tratarse en el Parlamento, porque están dentro de la
Constitución, algo muy distinto del plan Ibarretxe. Pero hasta que cese la
violencia no debe haber reforma estatutaria”. No se parece este planteamiento al
que el propio periodista recoge el 7 de abril del presidente Zapatero, cuando
plantea un ciclo largo para la lucha contra ETA, cuando pide al PP que le
acompañe en ese tránsito.
Afirma Luis R. Aizpeolea en El País que “Zapatero ofrecerá un acuerdo
contra el terrorismo que excluye el diálogo con ETA”, un acuerdo con el mayor
apoyo posible. Ésa es la idea que pretende trasladar a todos los partidos en el
discurso que pronunciará en el debate de investidura que comienza mañana, 8 de
abril, en el Congreso. El editorial de El Mundo sostiene que “Solo el
maximalismo de ETA sacó al Gobierno del precipicio”, y desvela que hizo una
oferta de contenido político a ETA después del atentado de la T-4, que suponía la
integración parcial de Navarra y el País Vasco. El Mundo afirma que Zapatero le
dijo la verdad a su director cuando aseguró que se había hablado de política con
ETA, pero “no hemos hecho ninguna concesión”. Le faltó añadir, según el
periódico, que fue porque ETA no quiso. Se trataba, a decir del editorialista, de
una hoja de ruta para una integración del “País vasco y Navarra” a largo plazo y
siguiendo unos pasos intermedios, pero en todo caso se trataba de un precio
político, así fuera de coste bajo. Aguarda al debate de investidura para que aclare
si cree justificado pagar el silencio de las armas de ETA con concesiones
políticas como la del futuro de Navarra. La Policía francesa ha detenido en
Hendaia a la exintegrante de la Mesa Nacional Haizpea Abrisketa el 8 de marzo,
pero antes ha sido entrevistada por la periodista suiza Silvia Cattori y han
abordado los motivos por los que fracasó el diálogo con Zapatero. En su versión,
el objetivo de Batasuna para las conversaciones de 2006 y 2007, siguiendo el
método irlandés, era el de llegar a un acuerdo resolutivo que hubiera traído la
superación del carácter violento del conflicto. Pero el PSOE, que negociaba por
el Gobierno, y el PNV, que se puso de su lado, no quería entrar en materia sobre
las causas políticas y las condiciones que permitieran reconocer los derechos de
los vascos y el respeto de estos. El PSOE no llega a distanciarse de la teoría que
mantenía el PP, para el que no existe un conflicto político y la cuestión vasca
debe solucionarse por la vía policial y judicial. Tras dos meses de encuentros se
llega a un proyecto de acuerdo, pero rápidamente se ve que no había voluntad de
consumarlo. “El PSOE y el PNV no quieren entrar en materia sobre las raíces del
conflicto y abandonan la mesa de negociaciones”, sostiene Abrisketa. Para
Ramón Zallo, a quien Mikel Asurmendi entrevista en Argia, el documento de
Loiola sigue siendo válido para el medio plazo. Según sus informaciones, el
borrador de proyecto era interesante, pero luego ETA debió introducir algunas
modificaciones, pero eso “no lo sabremos nunca con seguridad”.
Natalia Junquera entrevista a mediados de mayo al teniente general Andrés
Cassinello. “Algunas cosas es mejor que no se sepan nunca”, le dice, en relación
al GAL, al 23-F, a los secretos de la Transición y del final del franquismo. Ha
concedido muy pocas entrevistas a lo largo de su vida. En una de las últimas, en
1984, a la pregunta de si era jefe de los GAL, como apuntaban muchos, contestó
al periodista: “Fíjate si fuera verdad y tú lo hubieras descubierto. Tu vida valdría
solo dos pesetas”. Veinticuatro años después, se resiste todavía a perder aquella
reputación: “No se lo dije a Garzón, estaría feo hablar ahora”. Le pregunta la
periodista por ETA y su evolución, y contesta: “En los ochenta cometía cerca de
cien asesinatos por año. Yo estaba destinado en el País Vasco con el general
Santamaría y un par de veces por semana tenía que despertarle para decirle que
habían matado a otro. Sobre la ETA actual no me gusta hablar porque antes yo
sabía y ahora no sé”. Le pregunta sobre la oportunidad de la negociación, y
contesta: “Sospecho que siempre hay algún secreto que no se debe contar. Toda
la vida se ha hablado con ETA, unos y otros, porque me parecería absurdo que
no se hiciera. Es una obligación. La paz hay que buscarla siempre, no a cualquier
precio, pero hay que buscarla. Había por ahí un folleto muy curioso de las
guerras carlistas que explicaba que lo habían probado todo: a encarcelarlos, a
amnistiarlos, a mantener sus graduaciones militares y esto sigue, decía. Hay que
seguir probando”. Le recuerda la entrevistadora que en 1985, en un Congreso de
Sociología Militar, dijo que prefería la guerra a la independencia en el País
Vasco, y responde: “Creo que no habrá ni la independencia ni la guerra”.
En la madrugada del 13 de mayo, ETA coloca un potente coche-bomba junto a
la casa cuartel de Legutiano, mata a un agente que se encuentra en la garita y
hiere a otros cuatro. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, lo califica
de especialmente malvado, con intención de producir una masacre, en un
edificio en el que viven 29 personas, cinco niños entre ellas. Las Fuerzas de
Seguridad creen que ha sido obra del ‘comando Vizcaya’, tras analizar la forma
de actuar y la ruta seguida en su huida. Al igual que ocurrió el 24 de agosto, en
el atentado contra la casa cuartel de Durango, han activado un temporizador con
escaso margen para huir, apenas un minuto. La Policía atribuye a este comando,
integrado por los ‘liberados’ Jurdan Martitegi y Arkaitz Goikoetxea, entre otras
acciones, la del coche-bomba contra el cuartel de la Guardia Civil de Calahorra
en marzo. Según los expertos, Martitegi y Goikoetxea formarían el grupo
estable, aunque contarían también con al menos dos grupos de apoyo de
colaboradores legales. El consejero de Interior Javier Balza ha confirmado esta
hipótesis, ha recordado que la forma de actuar en este atentado es en efecto
similar a los perpetrados en Durango y Calahorra. Según Balza, para cometerlos
se requiere “una infraestructura bastante potente de legales, que sirva de base a
los liberados y que va a costar desarticular”. Solo seis días después de acabar
con la vida del guardia civil Juan Manuel Piñuel en la casa cuartel de Legutiano,
ETA hace estallar, previo aviso, una furgoneta-bomba junto al Club Marítimo del
Abra en Las Arenas-Getxo, que provoca daños importantes, pero no heridos. Se
da la circunstancia, desconocida con seguridad por sus autores, de que la
furgoneta robada para cargar el explosivo pertenece a uno de los hombres de
ETA más conocidos del Proceso de Burgos de diciembre de 1970.
La Guardia Civil dice haber desarticulado el ‘comando Vizcaya’, en la
madrugada del 21 de julio, con la detención de nueve personas, entre ellas un
‘liberado’, tras una operación que se desarrolla en Bilbo, Getxo, Elorrio,
Fuengirola y Pontevedra. No descarta que le sigan más detenciones, y reconoce
que algunos de los buscados podrían haber escapado. El ‘liberado’ en cuestión es
Arkaitz Goikoetxea, considerado responsable del comando. A su detención ha
acudido personalmente el juez Baltasar Garzón. Según fuentes policiales, venían
siendo controlados desde hace quince días, y la mayor parte de ellos habrían sido
identificados por el coche de huida del atentado de Legutiano. Se trata del grupo
más activo desde la ruptura del alto el fuego; se le atribuyen la mayoría de los
atentados cometidos durante el último año, entre ellos, la bomba contra la casa
cuartel de la Guardia Civil en Legutiano, contra el cuartel de la Guardia Civil en
Durango, los juzgados de Getxo y Sestao, las sedes socialistas de Bilbao La
Vieja y Balmaseda, y contra la comisaría de la Ertzaintza en Zarautz y el cuartel
de la Guardia Civil en Calahorra. También se le atribuye el ataque contra la
rotativa del diario El Correo en Zamudio del pasado mes de junio, que causó
importantes daños materiales. Un coche-bomba con 100 kilos de explosivo
estalla sin previo aviso a las 4:30 de la madrugada frente a la comisaría de la
Ertzaintza en Ondarroa, el 20 de septiembre, y otro, a medianoche, frente a la
sede de Caja Vital de Vitoria, en este caso, después de anunciarlo. El consejero
Javier Balza asegura que la intención de ETA en Ondarroa era la de causar
víctimas; explica que, tras dejar aparcado el coche con el maletero abierto para
aumentar la onda expansiva de la bomba, los etarras han arrojado dos cócteles
molotov contra la comisaría para provocar la salida de los ertzainas, que sí han
salido, pero por la puerta de atrás. La fachada del edificio presenta tres grandes
boquetes, han quedado restos de coches en un radio de 400 metros, y numerosas
viviendas y comercios de las inmediaciones han sido afectadas por la bomba.
Dice Interior que estaban alertados de la posibilidad de un atentado desde el
pasado mes de julio, cuando se desarticuló el ‘comando Vizcaya’. Por otra parte,
la nueva sede central de Caja Vital Kutxa, inaugurada hace un año por los
Príncipes de Asturias y el lehendakari Ibarretxe, ha sufrido importantes
destrozos tras un ataque.
El diario Abc abre su primera página del 23 de septiembre del 2008 con un
titular escandaloso: “Ternera busca forzar otro ‘proceso’ con la peor ofensiva
etarra en años”. Se acompaña de una foto del cráter que ha dejado el coche-
bomba, cargado con 100 kilos de explosivos, que ha explosionado frente al
Patronato Militar de Santoña, y que ha matado al brigada Luis Conde. El
periódico ve en este atentado, y en los anteriores coches-bomba en Gasteiz y
frente al cuartel de la Ertzaintza de Ondarroa, el “manual de Josu Ternera”, la
acumulación de fuerzas previa a sentarse de nuevo a negociar; ve las mismas
pretensiones de matanza que precedieron a las conversaciones de Argel. Le han
dicho los expertos policiales al periodista J.Pagola que, una vez que ETA
anunció en junio de 2007 la ruptura de la tregua, el “mal llamado conflicto”
entró en el “intercambio de golpes”; el Ejecutivo reactivó el acoso jurídico-
policial al brazo político y la “banda” declaró abiertos todos sus frentes, con
supremacía de la lucha armada sobre la política. Esto explicaría la espiral de
violencia de los últimos días y los intentos de masacres en las casas-cuartel de
Durango, Calahorra o Legutiano, que no acabaron como ETA pretendía por la
inexperiencia de “los pistoleros de última generación” y la eficacia preventiva de
las Fuerzas de Seguridad. Los expertos asesores de Pagola ven también en esta
escalada un intento de sofocar la creciente rebelión de los presos de ETA que
piden el abandono de las armas, además de una manera de elevar la moral de su
tropa en vísperas del ‘Gudari eguna’.
No coincide esta versión con la de José Luis Barbería, cuando escribe a
primeros de noviembre que hay una fractura en ETA y que su dirección ha
suspendido de militancia a su último representante en las negociaciones con el
Gobierno, Francisco Javier López Peña, Thierry. Citando fuentes de los servicios
de información policiales, asegura que Thierry y Ainhoa Ozaeta se encuentran
suspendidos de militancia. Ambos fueron detenidos el 20 de mayo pasado en
Burdeos, en la misma operación policial en la que fueron arrestados Jon
Salaberria e Igor Suberbiola, miembros igualmente del aparato político. La
división tendría reflejo asimismo en “las desmoralizadas filas” de Batasuna y se
manifestaría, según el periodista, en la promoción de dinámicas y proyectos de
participación electoral que cuestionan implícitamente el papel de vanguardia
dirigente asignado a ETA. La razón por la que Josu Ternera no acudió a la
última reunión negociadora sigue siendo un misterio, dice, “envuelto en
conjeturas diversas que van desde su destitución al frente del aparato político
hasta la reaparición de la enfermedad cancerígena que padeció en el pasado y de
la que se le suponía curado”. La versión de Barbería coincide con la de Pagola
en Abc en que en este contexto ETA habría apostado por el terrorismo a lo
grande, por la máxima conmoción política y social, por ahondar en la depuración
de los no nacionalistas, silenciar a sus críticos, dejar que el miedo campee en
Euskadi y fuera de Euskadi. ETA no anda sobrada de dinero, dicen los expertos
policiales, y tal vez eso explique otro de los atentados más cuestionados por su
propia base, el que acaba con la vida del constructor Iñaxio Uria en Azpeitia: en
él coinciden que no paga el impuesto revolucionario y es uno de los
constructores de la “Y” vasca del Tren de Alta Velocidad. ETA despide el año
con un atentado de gran carga simbólica y propagandística contra la sede central
de EiTB en Bilbo. Lo anuncia con antelación suficiente para el desalojo; los
destrozos son espectaculares pero no graves. El recuerdo de la T-4 es inevitable.
COMIENZA EL FIN DE LA HISTORIA DE ETA

Para celebrar su décimo aniversario, Gara organiza el 17 de enero del 2009 un


acto público en la sala Ganbara de Donostia. Carmen Lira, directora del diario
La Jornada de México, la periodista italiana Giuliana Sgrena y el analista
político del propio diario, Iñaki Iriondo, entrevistan a Arnaldo Otegi, al que
presenta como un referente político, más allá de su labor como dirigente de la
izquierda abertzale y “más allá de nuestras fronteras”, como se habría puesto de
manifiesto durante el último proceso de negociación, según el periódico. La
decisión de organizar este fórum llega en un momento de interés político e
informativo evidente, con Arnaldo Otegi y la izquierda abertzale como uno de
sus claros protagonistas, escribe Gara. El líder de la izquierda abertzale es
entrevistado por los tres veteranos periodistas ante cientos de personas, en un
acto poco habitual, con una puesta en escena de evidente interés promocional del
personaje y del papel que está jugando. Se reconoce como argumento central de
su intervención que a la izquierda abertzale le conviene llevar la confrontación al
terreno político, donde los argumentos del Estado son más débiles. Ha rehuido
pronunciarse expresamente contra la lucha armada, pero de su argumentario no
es difícil deducirlo. Son otros tiempos, hay que excluir los viejos modos, que en
definitiva solo benefician al enemigo y perjudican la causa propia, es la
conclusión buscada. No ha pasado una semana, cuando el juez Baltasar Garzón
manda detener a diez personas a las que acusa de tratar de recomponer la
dirección de la ilegalizada Batasuna. La mayoría de los miembros de la anterior
Mesa Nacional han sido detenidos en octubre pasado, y el acoso sigue, esta vez
contra las que considera ‘listas blancas de ETA’, contra la plataforma electoral
’Democracia 3 Millones (D3M)’.
Para conmemorar sus 50 años de vida, ETA hace llegar un comunicado y un
vídeo a los diarios Gara y Berria, y a diferentes medios de comunicación, con
un fondo y forma que invita a pensar en tiempos de balance previo al cierre de
actividades. Sostiene que no nació para derrocar a Franco, sino para llevar a
Euskal Herria a la libertad, que es el compromiso que sigue manteniendo hoy.
Dice estar dispuesta a la paz, pero una Paz con mayúscula, a través del diálogo,
la negociación y el consenso político. Es consciente de que se le supone a punto
de terminar, pero una organización nacida del pueblo como ETA –asegura– “se
reproduce desde el pueblo sin parar, década tras década”. Afirma que en el
presente hay dos proyectos sobre la mesa, el del actual ‘statu quo’ de
sometimiento a los Estados y el del “Estado vasco”, y se manifiesta dispuesta a
poner ambos en disputa siguiendo reglas de juego democráticas. Si así fuera, sin
imposiciones, el pueblo vasco emprendería el camino de la independencia por
vías pacíficas y democráticas. Entiende ETA por otra parte que la adhesión a la
causa independentista está más enraizada que hace 50 o treinta años y pide unir
fuerzas para conseguirla. A tono con el comunicado, Josemari Lorenzo Espinosa
escribe en Gara sobre la ‘era de la independencia’, dice que “a los 40 años de su
fundación, ETA ha hecho público un comunicado de conmemoración y
resumen”, dice no saber lo que pasará con Castro [Fidel], “pero yo creo que la
historia, nuestra historia, ha absuelto a ETA”.
La Policía francesa ha detenido en Bidarte al ingeniero Pierre Fagant dentro
de la investigación de las finanzas de Batasuna. Los agentes han registrado su
casa y lo han trasladado posteriormente a comisaría para tomarle declaración.
Junto a Fagant, han sido arrestadas otras cuatro personas y, posteriormente, todos
ellos han sido puestos en libertad. Pierre Fagant, antiguo ingeniero aeronáutico
de la firma Dassault, de 71 años, es un viejo conocido de los servicios
antiterroristas españoles y franceses, recuerda El Correo. El 12 de febrero de
1993 fue detenido por la Policía del Aire y de Fronteras, que localizó en una
construcción subterránea de su vivienda una fábrica de armas de ETA donde
había montado cientos de subfusiles y tenía material para preparar varios miles
más. A raíz de aquella detención fue condenado a diez años de cárcel por
asociación de malhechores. El 16 de febrero de 2001 recuperó la libertad,
aunque lo que no recuperó fue la casa con el zulo, ya que fue subastada y
vendida. No están ausentes las detenciones en febrero, que siguen siendo
numerosas, casi siempre a partir de los nombres obtenidos por participar
presuntamente en la ‘kale borroka’; tampoco faltan atentados, como el que causa
destrozos en la Casa del Pueblo socialista recién inaugurada en Lazkao. Sustrai
Colina entrevista en estos días para Argia al expreso Mitxel Sarasketa: “A veces
echo en falta la cárcel”, afirma este, y recuerda que “en veinte años me han
cambiado 54 veces de cárcel y he estado en 16 distintas”. Cada vez van a ser
más los que salgan a la calle con condenas de más de veinte años cumplidas, con
las consecuencias de una dispersión cruel a sus espaldas, que algunos consideran
todavía insuficiente. Francia detiene a mediados de abril a Jurdan Martitegui
Lizaso y se le presenta como el actual número uno de ETA. Le ha arrestado en
las proximidades de Perpinyà, junto a otras dos personas. Dicen que ocupaba ese
rol desde las detenciones de Mikel Garikoitz Azpiazu, Txeroki, y Aitzol Iriondo.
Otra detención de una presunta etarra, la de Itxaso Legorburu, se ha producido
hace unos días también en las proximidades de Perpinyà, mientras que el hombre
que le acompañaba ha conseguido huir. Una semana antes, han detenido en París
a Ekaitz Sirvent Auzmendi, considerado el número dos del aparato logístico, el
responsable de las falsificaciones. El 25 de mayo, ETA asegura en una entrevista
concedida a Gara que antes del verano pondrá fin a un proceso interno reflexivo
y asambleario con la finalidad de fijar una estrategia político-armada eficaz.
Muestra su preocupación por otra parte, no por que el PNV haya perdido el
poder en la Comunidad Autónoma Vasca, sino porque este ha pasado “a manos
de la alianza fascista española”, en referencia a la formación reciente del
Gobierno de Patxi López con el apoyo del PP.
El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo avala el 30 de junio la
ilegalización de Batasuna, tras concluir que España no violó la libertad de
reunión y asociación de la formación abertzale y que la disolución no solo fue
legal, sino necesaria. Rechaza así el recurso de Batasuna, ratifica su disolución,
dictada por una ley que entró en vigor en junio de 2002, y afirma que su
prohibición no vulnera el artículo 11 de la Convención Europea de Derechos
Humanos, relativo a la libertad de reunión y de asociación, tal y como
argumentaba la demandante. Antes de acudir a Estrasburgo, había presentado un
recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, pero este respaldó la decisión
del Supremo de ilegalizar a Batasuna, a Herri Batasuna y a Euskal Herritarrok.
Agotados todos los procedimientos en la Justicia española, solo le quedaba la vía
de Estrasburgo, y a ella acudió el 19 de julio de 2004. El Tribunal de Estrasburgo
declaró en diciembre de 2007 parcialmente admisibles las demandas
presentadas, y ha emitido un fallo ahora por el que el presidente del Gobierno,
José Luis Rodríguez Zapatero, aliviado, no ha ocultado su satisfacción. El
ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, muy satisfecho y aliviado
igualmente, ha adelantado que habrá dos sentencias más en la misma dirección,
una referida a las elecciones municipales de 2003 y otra a las europeas de 2004.
Según él, una vez que Estrasburgo ha dado por buena la Ley de Partidos, “sí que
podemos concluir que en nuestro país no habrá en las instituciones democráticas
partidos que defiendan la violencia nunca más”.
ETA mata en Abusu-La Peña (Arrigorriaga), mediante una bomba-lapa
colocada en su automóvil, al policía responsable de la lucha antiterrorista de
Bizkaia, Eduardo Puelles. Es el primer atentado desde que el socialista Patxi
López es lehendakari, y se produce tres días después de que el nuevo consejero
de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, y el ministro de Interior, Alfredo
Pérez Rubalcaba, acordaran aumentar la colaboración antiterrorista entre la
Ertzaintza y los otros Cuerpos de Seguridad. Es el primer atentado mortal desde
el 3 de diciembre último, cuando ETA dio muerte al empresario Iñaxio Uria en
Azpeitia. El 29 de julio, ETA provoca sesenta y seis heridos con la explosión de
una furgoneta-bomba aparcada en la parte trasera de la casa cuartel de la Guardia
Civil de Burgos. Es de tal magnitud, que ha dejado al aire viviendas, ha
provocado que marquesinas y ventanas se hayan quedado colgadas; se trata del
octavo atentado en lo que va de año. Poco más de un día después, ETA mata a
dos guardias civiles en Mallorca, utilizando una bomba-lapa. Los artificieros han
hecho estallar otra adosada en un coche, junto al cuartel de Calvià. En esta
ocasión el objetivo ha fallado, porque el vehículo no se utilizaba desde hace días.
El agente Sáenz de Tejada García, uno de los muertos, llevaba un año destinado
en Mallorca. Salva Lezaun, el otro guardia civil fallecido, era natural de Iruñea,
residía en Mallorca desde hace años y acababa de llegar al cuartel para hacer
prácticas. Ambos se encontraban en el interior de un Nissan Patrol cuando se
produjo la explosión, en una zona muy turística de segunda línea de playa.
Recuerdan algunos medios que esta acción ha tenido lugar en la víspera del 50ª
aniversario de la creación de ETA y apenas una semana después de que el
Gobierno en pleno acudiera a Mallorca para celebrar un Consejo de Ministros.
Coincide así mismo con el 18º aniversario de otros dos atentados cometidos en
Mallorca con coche-bomba por el entonces miembro del ‘comando Ekaitz’, José
Luis Urrusolo Sistiaga.
Con ocasión del Gudari Eguna de finales de septiembre del 2009, ETA
manifiesta que en Euskal Herria debe desarrollarse un proceso democrático que
conduzca al escenario de la autodeterminación y añade que para ello resulta
imprescindible que los abertzales se unan: “Ésa es la oferta de ETA, y ese es el
camino que ETA defenderá e impulsará”, asegura. Pregunta ETA al Gobierno
español si estaría dispuesto a respetar un proceso en el que los territorios vascos
decidan sobre su futuro político, en ausencia de lucha armada. Si estaría
dispuesto a respetar la decisión de la mayoría de la ciudadanía vasca en caso de
que se decantara por la independencia. Si estaría dispuesto a dejar de lado la
represión y a respetar un proceso democrático que posibilite la resolución del
conflicto. Al lehendakari Patxi López y al presidente del Gobierno navarro
Miguel Sanz les pregunta si están dispuestos a aceptar a Euskal Herria y a
reconocer sus derechos nacionales; a preguntar a los habitantes de los territorios
que están bajo su dominio, sin límites y de modo abierto, sobre su futuro
político. Reincidiendo en ideas que viene desarrollando en los últimos meses,
ETA asegura que se equivoca quien piense que va a acabar con ella y con el
conflicto político encarcelando a sus miembros, robando algunos zulos en el
monte o llevando a la Policía de España a Hendaia: “aunque los enemigos
robaran todas sus armas a ETA, les será imposible robarle a este pueblo el vigor
y las ganas de lucha”. El comunicado incluye una última pregunta, para el PNV,
que reproduce la formulada por Xabier Arzalluz a sus compañeros en una
entrevista reciente: “¿sois independentistas?”. ETA reclama al PNV que explique
cuál es su objetivo real, “si el Estado Vasco o la profundización en el
autogobierno vascongado”, y termina su comunicación con una especie de auto-
justificación de la lucha de 50 años y de su posición hace treinta contra la venta
y partición de Euskal Herria. Por otra parte, un texto publicado de víspera por
Berria y presentado como comunicado de ETA ha provocado comentarios sobre
división y contradicciones en la organización, aunque finalmente se ha
asegurado que ese texto no correspondía a ETA.
Entrevista Berria al periodista y escritor irlandés Paddy Woodworth. Le
parece a este que “en alguna medida, las bases del conflicto vasco están en
transición”. Opina que para ponerle solución hay que dejar a un lado los
argumentos emocionales y, mirando lejos, dar pasos en dirección a la
autodeterminación. Añade por otra parte que si el Sinn Fein estuviera hoy
prohibido, “no hubiéramos visto todavía los frutos del proceso”. No es esa la vía
española para la resolución del conflicto, cuando el 6 de octubre la Policía, de la
mano nuevamente de Garzón, detiene a los que considera nuevos dirigentes de la
izquierda abertzale; cuando detiene en la sede de LAB de Donostia a Arnaldo
Otegi, Rafael Díez Usabiaga, Rufino Etxeberria, Sonia Jacinto, Miren Zabaleta y
Arkaitz Rodríguez. Se da prisa la prensa española en sugerir que el operativo
puede haber abierto la puerta a la ilegalización de LAB, el tercer sindicato vasco
por número de afiliados. La mayor parte de las detenciones se practican mientras
celebran una reunión algunos de los nuevos líderes de Batasuna, a los que se les
atribuye labores para organizar Bateragune, el “nuevo brazo político” de ETA.
La Policía dice estar convencida de que LAB es el único motor que funciona hoy
en el “errático vuelo de la izquierda abertzale”, “severamente castigada desde la
aprobación de la Ley de Partidos y deslegitimada por ETA como interlocutor en
cualquier negociación desde que la banda decidió romper el alto el fuego sin
contar con ella”. Sospecha la Policía que LAB, junto a los ayuntamientos de
ANV, es el único sustento económico del entramado político de ETA. Para los
partidarios de acometer su ilegalización, supondría la puntilla a una banda
terrorista que, aunque vuelva a matar, ya está derrotada en el plano operativo. La
prensa española escribe ahora que Otegi, estrechamente vigilado por la Policía,
se ha arriesgado en los últimos meses a ser detenido cruzando la frontera con
Francia en varias ocasiones y rompiendo la prohibición que sobre él pesa de
abandonar España. Sospecha la Policía que acudía a recibir instrucciones de
ETA, cambiando de vehículo en varias ocasiones y haciendo paradas en ermitas
en medio del bosque para no ser localizado. Añade la prensa que otro caso
paradigmático a los mismos fines es el de Rufi Etxeberria, quien abandonó la
cárcel hace tan solo un mes, tras estar en prisión provisional desde la operación
de octubre de 2007 que condujo al encarcelamiento de la dirección de Batasuna.
El portavoz del PSE-EE-PSOE en el Parlamento vasco, José Antonio Pastor,
dice que si se ha detenido a Otegi es porque hay indicios delictivos. Sostiene
Aralar que no se puede encarcelar a nadie por hacer política. Explica EA que es
un intento claro de obstaculizar cualquier paso firme hacia el uso de vías
exclusivamente políticas. EB cree por su parte que los arrestos responden más a
impulsos políticos que a razones jurídicas.
Detienen el 18 de octubre en Carnac a Aitor Elizaran, a quien la Policía tiene
por el jefe político que ha elegido Txeroki en sustitución de Thierry, como
encargado de transmitir a la izquierda abertzale las instrucciones de ETA. Es hijo
de Justo Elizarán, Periko, muerto en 1979 en Baiona, por la guerra sucia de
tiempos de la UCD. A Aitor, que tiene causas pendientes por delitos de ‘kale
borroka’, le acompaña Oihana San Vicente. Según Interior, esta detención
guarda relación con la de Otegi de la semana pasada, con el que presuntamente
se reunía para trasmitirle órdenes de ETA. Explica en Argia Filipe Bidart, “el
militante convertido en símbolo de la lucha en Iparralde”, que el capitán Saenz
que le detuvo reconoció en el juicio que, aunque la mayor parte de la sociedad
no estaba de acuerdo con sus métodos, “como militantes y personas éramos bien
recibidos”. Escribe Patxo Unzueta sobre las “Nueces de Chiberta”, la metáfora
atribuida a Arzalluz, “Unos mueven el árbol y otros recogen las nueces”; según
una reciente monografía de Gaizka F. de Soldevilla que trae a colación. El
argumento procede de un antiguo editorial de la revista Enbata, publicada dos
días antes del encuentro de Chiberta y su autor o inspirador habrían sido o
Argala o Telesforo Monzón, más probable este que aquél. La frase que aparece
en el editorial es: “¿Qué se cree el PNV? ¿Que después de que otros agiten el
árbol le dejarán coger tranquilamente los frutos?”. En aquel momento, esa
mención al PNV fue considerada por sus representantes en Chiberta como una
amenaza, según recogen sus propias actas de la reunión. Lo que se discutía era la
participación o no en las inminentes elecciones. Argala, en nombre de ETA, era
contrario, y el PNV, favorable. Lo trae Unzueta a cuento porque observa una
división de tareas, pero ahora entre ETA y Batasuna. En su interpretación, el
partido de Otegi habría comprendido que para conformar el polo soberanista,
nuevo eje de su estrategia, y recuperar la legalidad, es necesario que cese la
violencia. Pero no de repente y de manera unilateral, sino poco a poco y a
cambio de contrapartidas políticas que Batasuna negociaría y capitalizaría en un
proceso a largo plazo. “La metáfora sería ahora: ETA siembra y Batasuna
recoge”. La izquierda abertzale presenta, el 14 de noviembre en Venecia y en
Altsasu, una nueva propuesta de negociación basada en los principios Mitchell
que guiaron el proceso de paz en Irlanda del Norte. El documento recoge
también las declaraciones de Anoeta y Loiola de 2004 y 2006.
Con la detención de 34 de sus integrantes el 23 de noviembre, el Ministerio
del Interior da a Segi por descabezada. La macro-operación, coordinada desde
Donostia por el juez Grande Marlaska, ha tenido lugar de madrugada en varias
localidades simultáneamente. Se presenta como el descabezamiento de la cantera
de ETA y un duro golpe a los más ortodoxos y fieles a la estrategia de la
izquierda abertzale. Segi había sido declarada organización terrorista por el
Tribunal Supremo el 19 de enero de 2007, al considerarla seguidora de las
también ilegalizadas Haika y Jarrai. Con esa declaración, culminó un proceso
iniciado por el juez Baltasar Garzón. El actual golpe habría comenzado a
gestarse a partir de la documentación incautada a Ekaitz Sirvent, considerado el
ideólogo que ordenó infiltrar a sus jóvenes en organizaciones, instituciones o
plataformas legales de la órbita de la izquierda abertzale. La Gendarmería
francesa ha arrestado recientemente en Ustaritz a los presuntos militantes de
Segi Antxon Rouget y Aintza Zufiaurre. El pasado 5 de marzo, ocho jóvenes lo
fueron en Hernani por las mismas causas. Se reconoce que la inminencia de esta
última operación había sido conocida por una información de Gara en la que el
movimiento pro amnistía advertía de que se estaba preparando, pero la mayoría
de los buscados la esperaron en sus domicilios. Han participado en la macro-
operación 650 policías, además de numerosos guardias civiles, según
informaciones de Interior. Alfredo Pérez Rubalcaba alerta en este final de año
2009 de que ETA prepara un secuestro y/o un atentado espectacular durante la
presidencia europea que corresponde al Estado español en el primer semestre de
2010. Buscaría así recuperar “la notoriedad de la que ahora carece”. Lo ha dicho
el ministro en la macro-sede de la Ertzaintza en Erandio, en compañía del
consejero de Interior Rodolfo Ares. Su especulación se decanta más que por una
gran matanza, por la posibilidad de retener a uno o varios rehenes mientras dura
la presidencia española porque, a su decir, a ETA “le ha gustado siempre estar
presente en el panorama internacional”. Un secuestro le parece la fórmula más
apropiada para permanecer en ese candelero, sin derramar la sangre que
“dinamitaría el delicado proceso de reflexión interna que afronta la izquierda
abertzale sobre el apoyo o no a la violencia”. Pérez Rubalcaba se cura en salud,
alerta de que, pese a su debilidad aparente, el riesgo de que ETA intente matar
siempre existe y de que “una ETA débil puede ser mucho más peligrosa e
imprevisible que una ETA fuerte”.
El Tribunal Supremo acuerda el 13 de enero de 2010, por unanimidad,
archivar la causa contra el que fuera lehendakari, Juan José Ibarretxe, su sucesor
en el cargo, Patxi López y el ahora consejero de Interior vasco, Rodolfo Ares,
por las reuniones mantenidas con los también imputados Arnaldo Otegi y otros
cuatro dirigentes de la ilegalizada Batasuna, durante el alto el fuego de ETA, en
2006. El Supremo va más allá que el Tribunal Superior de Justicia vasco, que en
enero de 2009 archivó el caso por razones de forma, y entiende que no puede
haber delito de desobediencia por hablar con organizaciones ilegalizadas. Se
reanuda a mediados de este enero de 2010 el juicio contra cinco directivos de
Egunkaria con la declaración en calidad de testigos de cuatro históricos de ETA
Afirma uno de ellos, el exdirigente Alvarez Santacristina, Txelis, que su
evolución crítica se explica en buena medida en lo que leía en ese diario, y que
no es en modo alguno cierto que ETA lo hubiera promovido o controlara. En la
primera jornada del juicio, que comenzó el 15 de diciembre, los cinco directivos
–Iñaki Uria, Juan Mari Torrealdai, Txema Auzmendi, Xabier Oleaga y Martxelo
Otamendi– han negado cualquier implicación del periódico con ETA y se han
definido como promotores del euskera que pretendían dar respuesta al interés
social por un producto de las características de Egunkaria. Iñaki Uria ha
asegurado no saber nada de los documentos incautados a ETA que se están
utilizando en su contra.
El colectivo de presos de ETA, a nombre de 742 reclusos, anuncia el 24 de
enero el inicio de una huelga de hambre en las cárceles españolas y francesas en
protesta por la política penitenciaria. “No tenemos que aceptar que ninguno de
nosotros esté aislado, alejado o dispersado. Tendemos la mano y damos nuestro
aliento a quienes están en lucha por ello”, explican en su comunicado. Dicen
también que el pasado día 18 lo dedicaron a protestar por la “extraña”
desaparición de Jon Anza. El comunicado da cuenta asimismo de la expulsión de
Iñaki Rekarte, Valentín Lasarte, Esteban Murillo, Jorge Urruñuela y Andoni
Muñoz, explicándolo en que decidieron situarse fuera de la disciplina del
colectivo. El 17 de enero, un centenar de miembros de la izquierda abertzale
realiza la Declaración de Altsasu, apuesta por abrir un proceso político
soberanista sin violencia a partir del reconocimiento nacional de Euskal Herria y
el derecho de autodeterminación. Plantea asimismo un eventual marco de
negociación entre ETA y el Estado sobre contenidos no políticos. El 28 de este
mes dice la Policía francesa haber encontrado huellas de Ibon Gogeaskoetxea en
el robo de una troqueladora y matrículas en blanco; un mes más tarde lo detienen
en Normandia en compañía de Beñat Aginagalde y José Lorenzo Aiestaran, en
una operación a la que se le concede gran importancia. La prensa española habla
de la caída del jefe militar, habla de que planeaba un secuestro, tal vez el que
Rubalcaba había anunciado dos meses antes. A Beñat Aginagalde, detenido en
su compañía, le hacen responsable directo de las muertes del edil socialista
Isaías Carrasco y del empresario Iñaxio Uria. El balance de la prensa habla de
“quinta decapitación de la cúpula etarra en dos años”, de un reciente
desbaratamiento de una nueva base en Portugal, del frustrado intento de
instalarse en Catalunya y de la caída del etarra que dirigía tres comandos en
Euskadi. La prensa española hace recuento de detenciones, 38 etarras en dos
meses, los “peores de su historia”. No ha habido semana sin detenciones en estos
dos primeros meses, la mayor parte de ellas de jóvenes acusados de ‘kale
borroka’.
Cuenta Imanol Murua en Berria el 12 de marzo que en la ruptura de la mesa
de Loiola influyeron factores externos, además del temor y la desconfianza sobre
que se cumpliera lo allí acordado. Lo dice en Argia a modo de pregunta: ¿se
hubieran respetado en Madrid los acuerdos si hubieran seguido adelante? Las
dudas no solo estaban alojadas en la izquierda abertzale, también Eguiguren las
compartía. Murua afirma que los que se sentaron en la casa Arrupe de Loiola
llegaron a tejer una gran confianza entre sí, y que el PNV está orgulloso del
papel de intermediario, de segundo nivel, que desempeñó. En la Mesa de Loiola
se vivieron muchos y desconocidos momentos, el periodista Imanol Murua las
ha seguido de cerca, ha escrito un libro, Loiolako hegiak [El triángulo de Loiola,
también en castellano], para explicarlas. Sus protagonistas fueron Jesús
Eguiguren y José Antonio Pastor por parte del PSE-EE; Arnaldo Otegi, Rufi
Etxeberria, Olatz Dañobeitia, al principio, y Arantza Santesteban luego, en
representación de la izquierda abertzale; Josu Jon Imaz, presidente del EBB, e
Iñigo Urkullu, del BBB, en nombre del PNV. Se comprometieron a ser discretos
y lo respetaron; solo algunos responsables jesuitas y el obispo de Donostia
sabían quiénes y para qué se reunían a la sombra del santuario. Y pasaron
desapercibidos, cuenta un Imanol Murua que sigue convencido de que, más tarde
o más temprano, se va a reeditar la discusión de los temas allí tratados, se va a
poder aprovechar lo allí avanzado.
Por primera vez en toda la historia de ETA, militantes de su organización van
a dar muerte a un policía francés, el 16 de marzo del 2010. En los últimos
tiempos ha habido cruces de disparos y algún herido para facilitar las fugas de
militantes, pero ninguna muerte. Sí hubo en su momento por parte de
Iparretarrak. Se ha producido un enfrentamiento en Dammarie les-Lys, al sur de
París, tras el robo de dos vehículos en el que han participado seis jóvenes. Uno
de ellos, Joseba Fernández Aspuru, reclamado por ‘kale borroka’, ha sido
detenido luego, mientras que los otros cinco han huido. Los hechos han ocurrido
a las 22.00 horas, en las proximidades de un taller especializado en la reventa de
vehículos usados. Cuatro supuestos etarras, entre ellos una mujer, viajan en un
BMW robado cuando son detectados en Villiers-en-Bière por agentes policiales,
que se acercan al vehículo para tratar de interrogar a sus ocupantes. En ese
momento, otros dos presuntos miembros de ETA se aproximan a bordo de otro
turismo, también robado; uno de ellos saca una pistola y dispara contra los
policías, que intentan repeler el ataque con sus armas reglamentarias. El jefe de
brigada Jean-Serge Nérin recibe tres disparos en el pecho y muere; otro
compañero resulta herido: va a pasar a la historia como la última muerte causada
por ETA. En las labores de búsqueda de los huidos, la Policía francesa comete
un error monumental al confundir a unos bomberos catalanes de compras por la
zona con los miembros del comando. El Ministerio del Interior francés comunica
al español que tiene un vídeo en el que se ve a cinco etarras y le pide que esas
imágenes sean difundidas de forma conjunta para pedir la colaboración
ciudadana. Medios de comunicación españoles reciben los vídeos en dos cortes
con el título de “Las Fuerzas de Seguridad de España y Francia distribuyen
imágenes de cinco terroristas de ETA y solicitan la colaboración ciudadana”; “Se
trata de cinco de los terroristas de ETA que participaron en el robo a un
concesionario de vehículos en el que murió un agente francés cuando se disponía
a identificarles tras interceptar uno de los coches sustraídos”. El vídeo se
difunde, y al cabo de unas horas la Generalitat de Catalunya reconoce en él a
bomberos catalanes.
El diario Página 12 de Buenos Aires publica una entrevista con el profesor e
investigador de la UPV Guillermo Paniagua. Destaca el titular “ETA es una
consecuencia” y una entradilla en la que se recoge que “El investigador español
dice que detrás del conflicto armado se esconde una disputa política donde se
enfrentan un Estado saturado de autoritarismo y un pueblo que exige se le
respete el derecho a decidir libremente”. Paniagua se ha radicado en Euskadi
hace cinco años, se ha concientizado; estaba mal informado, como el 90% de la
gente, ha comprendido que se está ante una disputa política donde se enfrentan
un Estado, estructuralmente saturado de autoritarismo, y un pueblo como
principal motor del proceso de liberación, que exige se le respete el derecho a
decidir libre y democráticamente su futuro. Describe al MLNV como un
referente ante todo ideológico-identitario, un amplio movimiento popular, con
capacidad de movilización sin precedente en Europa tanto cuantitativa como
cualitativamente. Le ve un objetivo estratégico: “la construcción de un Estado
socialista vasco”. Le parece importante no caer en una tesis de tipo reduccionista
del estilo ‘todo el MLNV es ETA’. Lo que ETA quiere es que tanto el Estado
francés como el español reconozcan el derecho a la autodeterminación deseado
por la mayoría vasca. “La actividad armada de ETA cesaría si bien se
reconociera ese derecho”, asegura. Explica la sinrazón del “todo es ETA” puesto
en valor por el Estado español, la Ley de Partidos, el número y trato de los
presos, las torturas. Incide en que hay que desprenderse de dos mitos fundantes
en el discurso dominante español: la existencia de una genuina transición
democrática en España y la de un conflicto meramente armado. Este es, a su
juicio, un conflicto político en el que la actividad de ETA es una consecuencia,
no la causa, y el tema vasco no es un problema con un Gobierno o con otro, “es
un problema con el Estado y con eso quiero decir con todos los poderes
públicos: Judicial, Ejecutivo y Legislativo”.
Todo huele a balance final de ETA, también las declaraciones del euskaltzale
de Iparralde Jakes Lafitte, cuando sostiene en la revista Argia, desde su larga
convivencia con la historia de ETA, que no aciertan los que afirman que debe
desaparecer. “Ojo, no quiero decir con esto que haya que dar por buenas todas
sus acciones, sino que su existencia está justificada. Nació en tiempos de Franco
porque Euskal Herria estaba negada. Ahora tampoco la quieren aceptar, la siguen
negando como nación. Además, antes de que ETA empezara a practicar la
violencia, ya en 1963, la demócrata Francia alejó de Euskal Herria a los
primeros ‘etakides’. Por tanto, no es la violencia de ETA la que preocupa a
Francia y España, sino la reivindicación nacional de Euskal Herria”. El 29 de
marzo de 2010, el sudafricano Brian Currin presenta la conocida como
“Declaración de Bruselas”, que la apoyan veinte líderes y expertos
internacionales en resolución de conflictos y en la que se le pide a ETA un alto el
fuego permanente y verificable. Dice así el texto: “Damos la bienvenida y
elogiamos los pasos propuestos y el nuevo compromiso público de la Izquierda
Abertzale con los medios ‘exclusivamente políticos y democráticos’ y una ‘total
ausencia de violencia’ para conseguir sus objetivos políticos. Plenamente
realizado, este compromiso puede ser un paso fundamental para poner fin al
último conflicto en Europa. Tomamos nota de la expectativa de que los próximos
meses pueden dar paso a una situación donde el compromiso con los medios
pacíficos, democráticos y no violentos se convierta en una realidad irreversible.
Para ello, hacemos un llamamiento a ETA para que apoye este compromiso
declarando un alto el fuego permanente y completamente verificable. Tal
declaración, debidamente respondida por el Gobierno español, permitiría que los
nuevos esfuerzos políticos y democráticos avancen, las diferencias sean resueltas
y se alcance una paz duradera”. Lo firman la Fundación Nelson Mandela.
Desmond Tutu, Nobel de la Paz. Frederik W. De Klerk, Nobel de la Paz. Mary
Robinson, expresidenta de Irlanda. John Hume, Nobel de la Paz. Albert
Reynolds, exprimer ministro de Irlanda. Jonathan Powell, jefe de Gabinete del
exprimer ministro británico Tony Blair. Nuala O’Loan, primera Defensora del
Pueblo en materia policial en el Norte de Irlanda. Raymond Kendal, exsecretario
general de Interpol. Betty Williams, Nobel de la Paz. Denis Haughey, asistente
de John Hume. Aldo Civico, director del Centro de Resolución de Conflictos
Internacionales de Columbia. Sheryl Brown, Instituto para la Paz de EEUU.
Andrea Bartoli, Instituto de Resolución de Conflictos, Washington. Alan Smith,
Cátedra Unesco en Educación para la Paz. Christopher Mitchell, Instituto para el
Análisis y Resolución de Conflictos. John P. Linstrot, International Peace
Research Institute. Hurst Hannum, profesor de Derecho Internacional. Jon
Etchemendy, administrador jefe académico en Stanford. William Kelly, Archive
of Humanist Art. El 24 de abril, la izquierda abertzale hace suya en Iruñea la
Declaración de Bruselas y reclama públicamente a ETA y al Estado que la
atiendan.
De momento, Francia y España responden intensificando las detenciones, las
más significativas las que tienen lugar contra diez personas, entre ellas tres
abogados –Arantza Zulueta, Jon Enparantza y el exfutbolista Iker Sarriegi–,
acusadas de ser enlaces entre ETA y los presos. La Guardia Civil, apoyándose en
documentos que dice haber incautado a Thierry en 2007 y 2008, los denomina
“aparato Halboka”, y les atribuye la misión de transmitir órdenes, captar
militantes y planear fugas. Grande-Marlaska es el juez que abrió el sumario
después de recibir a principios del pasado año una comisión rogatoria de Francia
en la que daba cuenta del contenido de los ordenadores del entonces jefe político
de ETA, Francisco Javier López Peña, capturado en Burdeos en mayo de 2008.
Grande-Marlaska, pese a su interés en mantener en secreto esta investigación
contra los abogados, hubo de autorizar en junio de 2009 la detención de varias
personas ligadas a la estructura desmantelada ahora, porque habían planeado la
fuga en helicóptero del regicida frustrado Gorka García Sertutxa de la cárcel de
Huelva, explican fuentes oficiales. El 20 de mayo, Mikel Kabikoitz Karrera, Ata,
al que la Policía tiene por jefe de ETA tras la caída de Garikoitz Aspiazu,
Txeroki, es detenido mientras estaba reunido en un piso de Baiona junto al que se
tiene por su lugarteniente, Arkaitz Agirregabiria y Maite Aranalde.
No se les escapa a los medios de comunicación la escenificación que EA y
Batasuna hacen el 20 de junio en el Euskalduna de Bilbo para oficializar su
acuerdo, entre el enfervorizado aplauso de cientos de militantes. Son las seis
firmas de la izquierda abertzale Iñaki Olalde, Karmele Aierbe, Idoia Aiastui,
Txelui Moreno, Jone Goirizelaia y Rufi Etxebarria; son las de EA Pello Urizar,
Ikerne Badiola, Mariano Álava, Santi anti Merino, Koldo Amezketa y Maider
Karrere. La festiva jornada cuenta también con la presencia de organizaciones
internacionales como el Sinn Fein irlandés, el partido nacionalista flamenco y el
Frente Popular para la Liberación de Palestina, además de las delegaciones de
ERC y BNG. Entre discursos y proclamas, el encuentro se ameniza con música,
bailes, bertsos y la proyección de un vídeo. Tras la firma del pacto entre
independentistas y la fiesta, los presentes se despiden al grito de Independentzia
lortu arte! No todo es política en este verano esperanzador. Sigue las
detenciones, casi todas contra Segi y para cumplir condenas pendientes; siguen
algunos tímidos intentos de ETA por hacerse presente, por recomponer su
infraestructura. El 4 de septiembre, la izquierda abertzale da un paso más y
concreta en un texto la petición a ETA de una tregua permanente y verificable
internacionalmente. Con el acuerdo conjunto de Batasuna y Eusko Alkartasuna,
la reforzada izquierda independentista se compromete formalmente a dar
satisfacción a la petición de la Declaración de Bruselas.
Al día siguiente, ETA entrega a un periodista de la BBC un vídeo en el que
informa de que hacía meses había tomado “la decisión de no llevar a cabo
acciones armadas ofensivas”. El nuevo movimiento busca facilitar la mediación
internacional anticipada de víspera por Batasuna y, a nueve meses de las
elecciones municipales y forales, abrir cauces para la participación en el juego
político institucional. El 18 de septiembre llega la respuesta de ETA a la
Declaración de Bruselas. Se dice dispuesta a estudiar conjuntamente con los
firmantes los compromisos a adoptar, los pasos a dar para una solución
democrática del conflicto vasco y recalca que para superarlo hace falta, “más que
pasos parciales, una propuesta integral que recoja las raíces del conflicto y
desate sus nudos”. Llaman la atención las reiteradas afirmaciones sobre su
disposición a buscar la solución y la alusión al impulso unilateral de esta
iniciativa, que subraya con una imagen marinera: “frente a la cerrazón de España
y Francia, ETA ha hecho zarpar de nuevo el barco de la oportunidad para la
resolución democrática del conflicto, y ha tomado la primera decisión sin echar
el ancla, con disposición a navegar en aguas más profundas”. El Acuerdo de
Gernika para un escenario de paz y soluciones democráticas del 25 de
septiembre es un paso más en la vía trazada. La izquierda abertzale, EA, Aralar,
Alternatiba y Abertzaleen Batasuna, además de organizaciones sindicales y
sociales hasta completar una treintena de compromisarios, suscriben una petición
a ETA de tregua con voluntad de definitiva y al Estado, que se implique en el
proceso. Los colectivos que firman el pacto se comprometen a trabajar por
asentar una situación de no violencia con garantías y a lograr un estadio de
normalización política, en el que se plantea como necesidad, entre otras
cuestiones, la de los presos de ETA. Los firmantes inician contactos con el
colectivo de presos de ETA, para que se sumen al escenario de paz y las
soluciones democráticas, y reclaman al Gobierno de España su traslado a Euskal
Herria y la liberación de los reclusos con graves enfermedades. El Grupo
Internacional de Contacto, auspiciado por Brian Currin, el abogado sudafricano
experto en mediación de conflictos, ha pedido también por su parte en Bilbo la
revisión de la Ley Antiterrorista y la política penitenciaria, de manera que se
proceda al traslado de los presos cerca de sus familias y se libere a los que están
enfermos graves, además de solicitar la legalización de Sortu.
Gara publica una larga entrevista este 26 de septiembre en la que ETA
afirma haber dado un paso y tener voluntad de dar otros nuevos. Entiende que
corresponde el protagonismo a los agentes que están impulsando el cambio
político. Ha querido dar una respuesta constructiva a la petición pública hecha en
la Declaración de Bruselas. Aclara que la decisión de no atentar no tiene una
fecha concreta, ha llegado tras una profunda reflexión y una vez recorrido el
procedimiento interno de toma de decisiones. Asegura que “cuando el Ministerio
de Interior español anunciaba nuevas acciones, la decisión ya estaba tomada”.
Rehúyen dar una fecha final para la lucha armada. Dicen que los grupos
operativos tienen la orden de suspender las acciones que ya tenían previstas y de
no realizar nuevas acciones armadas ofensivas, pero se reservan el derecho a
defenderse, las habituales tareas de abastecimiento y las necesarias para
mantener su estructura. Consideran conveniente la aportación internacional, pero
la llave la ven en Euskal Herria, en la activación popular y en la acumulación de
fuerzas. El deseo, la oportunidad y la necesidad para el cambio político les
parecen evidentes y son reflejo en Euskal Herria las múltiples iniciativas de
relaciones y colaboración que, en los últimos meses, se han desarrollado desde
diferentes ámbitos. La respuesta oficial del PNV les parece sin embargo
lamentable, y dicen estar seguros de que habrá avergonzado a muchos en el
partido y en su base social. La decisión tomada no es una rendición que ETA
reconoce de mala gana, constituye por el contrario, a su decir, un paso dado con
determinación, en ofensiva, con el convencimiento de dar nuevos y
determinantes en la lucha de liberación. Consideran que Euskal Herria tiene
mucho en juego, y eso no se puede dejar en manos solo de los partidos políticos.
Así las cosas, para alimentar, empujar y dirigir el proceso, el pueblo tiene que ser
a su juicio el protagonista. La activación popular debe ser el motor del proceso, y
las reivindicaciones insatisfechas de los ciudadanos las que guíen su orientación.
ETA afirma tener voluntad clara de que el próximo proceso que se abra sea
definitivo. La estrategia de los Gobiernos español y francés con los presos les
parece absolutamente cruel y desalmada, y la dignidad, coherencia y resistencia
del Colectivo de Presos Políticos Vascos, un modelo para ellos: “ése es el
ejemplo que debemos llevar desde el último rincón de Euskal Herria hasta el
ámbito internacional; también en nuestro pueblo tenemos un montón de presos
que muestran una dignidad similar a la de Nelson Mandela, que ha sido una
referencia a lo largo y ancho del mundo”.
Felipe González también hace balance en una larga conversación con el
escritor Juan José Millás. Confiesa que tuvo una sola oportunidad de dar la orden
para liquidar a toda la cúpula de ETA, dijo que no, y no sabe si hizo bien. “No te
estoy planteando el problema de que yo nunca lo haría por razones morales. No,
no es verdad. Una de las cosas que me torturó durante las 24 horas siguientes fue
cuántos asesinatos de personas inocentes podría haber ahorrado en los próximos
cuatro o cinco años”. Dice que en el 77 se quiso ir, y Alfonso Guerra le
convenció de que era un disparate. “¿Asesinatos de Lasa y Zabala?”, se
pregunta, y responde: “Galindo no participó ni dio la orden. Las pruebas
negativas no existen, pero estoy seguro de que no fue el responsable”. Fue
condenado un ministro como José Barrionuevo, pero asegura que “ninguno
estuvo implicado en ningún asesinato. Ninguno. En el secuestro de Segundo
Marey..., es mentira”. Usted ascendió a general a Enrique Rodríguez Galindo,
que luego sería condenado a 71 años por secuestro y asesinato, le recuerda
Millás: “Aún hoy, que ya han pasado muchos años, te digo que era un gran tipo.
General al que solo conocí personalmente después de que saliera de su
responsabilidad. General al que visitaba cada dos o tres meses el líder del PP de
la época en el cuartel de Intxaurrondo, en tanto que yo jamás lo había saludado
ni había conocido. Lo conocí cuando lo procesaron porque le llamé para
conocerle”, responde sin responder. Le repregunta directamente Millás si cree
que Galindo era inocente, y responde: “De la mayor parte de lo que le acusaron,
y por lo que le condenaron, estoy seguro de que lo era. Estoy seguro. No tiene
nada que ver porque al final la sentencia fue firme. Es verdad que no se
respetaron las garantías, pero estoy seguro”. “¿No participó entonces en los
asesinatos de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala?”, pregunta Millás, y
Felipe González asegura que no, que ni participó ni dio la orden. “Ahora te
podría decir: pues no lo sé, y salvar mi responsabilidad. Pero es que estoy
seguro. Las pruebas negativas no existen, pero estoy seguro de que Galindo no
fue responsable de aquello”, insiste el expresidente. Respecto al secuestro de
Marey, lo único en lo que los implicaron, confiesa González que todavía hoy no
se puede contar eso, pero sí cuenta que “a Segundo Marey lo salva la orden de
Pepe Barrionuevo para que lo suelten cuando se entera de que está detenido”.
Más de sesenta mil personas marchan el 8 de enero por las calles de Bilbo tras
la pancarta de Eskubide guztiekin, euskal presoak euskal herrira! [Los presos
vascos, a Euskal Herria con todos sus derechos] para exigir a los Gobiernos de
España y Francia el respeto de los derechos de los presos políticos vascos. Al
término de la marcha, actuando de portavoces el periodista Iñaki Olasolo y la
familiar de un preso, Mari Feli Etxeandia, han exigido “acabar con las medidas
que permiten situaciones extremas, terminar con los ataques y los constantes
intentos de utilización y chantaje”; han pedido situar la política penitencia “en
unos parámetros que posibiliten la resolución democrática del conflicto”,
encaminada a que los reclusos puedan ser “un agente activo en el proceso de
solución al largo y doloroso conflicto que persiste en Euskal Herria”. El 10 de
enero de 2011, tres encapuchados con txapela, flanqueados por la ikurriña, el
‘Arrano Beltza’ y la bandera de Nafarroa, anuncian en nombre de ETA un alto el
fuego “permanente, general y verificable”; manifiestan un compromiso firme
con un proceso de solución definitivo y con el final de la confrontación armada;
ponen como condición para superar definitivamente el conflicto que se resuelvan
las claves de la territorialidad y el derecho de autodeterminación; proponen que
el alto el fuego sea verificado por la comunidad internacional. Dicen con
claridad que este anuncio representa, “el compromiso de ETA con un proceso de
solución definitivo y con el final de la confrontación armada”. Para el ministro
del Interior es “una buena noticia, pero no es la noticia”. Ve a una ETA “con la
misma arrogancia, con el mismo lenguaje y la misma escenografía”,
pretendiendo “que el fin de la violencia tenga precio”. No está de acuerdo con la
verificación internacional, porque “en un Estado de Derecho, quien verifica son
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”. La secretaria general del PP,
María Dolores de Cospedal, se fija en que ETA no ha anunciado su disolución ni
ha pedido perdón, afirma que el único comunicado que aceptará su partido es el
de la disolución y el fin de las actividades criminales de ETA, “y esto no ha
sucedido”.
Javier Pradera, donostiarra afincado en Madrid, uno de los hombres que más
de cerca ha seguido la vida de ETA desde su nacimiento, seguramente la persona
que más ha editorializado y escrito sobre/contra ETA, no parece satisfecho con el
anuncio. “Comunicado a la carta” titula un comentario entre irónico y desabrido,
que habla de que lo aguardado con impaciencia por la izquierda abertzale ha
llegado con un ligero retraso, “en términos que traslucen un presumible regateo
entre los solicitantes y sus corresponsales”. No les ve a los “herederos de
Batasuna” totalmente contentos, porque no se sienten totalmente seguros con ese
texto de poder concurrir a las próximas elecciones municipales y forales. “La
Declaración de Bruselas, muñida por el abogado sudafricano Brian Currin y
presentada el pasado marzo ante el Parlamento Europeo con el apoyo nominal de
cuatro premios Nobel, y el Acuerdo de Gernika, rubricado el pasado 25 de
septiembre por una treintena de grupos políticos, sindicales y sociales de carácter
independentista” suscitaron, dice, elevadas expectativas, pero “el ominoso
silencio” sobre su abandono total de las armas por parte de ETA le parece que
resta verosimilitud a la declaración de alto el fuego. Ominoso silencio, torturada
prosa, extorsión gansteril, han venido siendo expresiones recurrentes en sus
análisis contra ETA y la izquierda abertzale, y le van acompañar hasta su cercano
final vital. No le falta razón al hijo de vencedor de la guerra convertido durante
diez años en ‘camarada Pradera’, al intelectual, al editor, al periodista y
polemista, cuando sostiene que “la experiencia enseña que el esfuerzo de
reconciliación entre grupos políticos e ideológicos enfrentados durante décadas
por el odio, el fanatismo y la muerte exige una paciente tarea de debate teórico,
controversia política y diálogo social para alcanzar sus frutos”.
Con una de las salas del Palacio Euskalduna de Bilbo abarrotada, con
periodistas amontonados en el fondo del local y la especialista del diario El
Mundo escribiendo frenéticamente desde el suelo, entre trípodes y cámaras, Rufi
Etxeberria e Iñigo Iruin, rodeados de decenas de compañeros y valedores, en
especial los hombres y mujeres de Lokarri, presentan el nuevo partido de la
izquierda abertzale: ha nacido Sortu. Iruin ha elegido para el momento un jersey
a cuadros leves, Rufi una chaqueta informal sin corbata; detrás de ellos,
sentados, Rafa Díez, Antxon, Tasio Erkizia, Iñaki Soto, Jone Goirizelaia, Itziar
Aizpurua, Joseba Permach, Joseba Alvarez…, sonrientes, liberados, como
triunfantes. Coinciden los periodistas presentes, mientras oyen las
intervenciones, en que esta vez el desmarque de ETA es claro, coinciden en que
dirán lo que sea necesario para conseguir la legalización. El abogado Iruin
explica que “la intensidad del rechazo a toda violencia y sus instrumentos que se
recoge en los estatutos, exteriorizado, sin equívocos ni circunloquios respecto de
la organización ETA, ha de bastar para desvanecer cualquier presunción de
connivencia con ella o con organizaciones ilegalizadas, que pudiera reprocharse
al nuevo partido”.
De inmediato, el ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba anuncia que el
Gobierno impugnará en los tribunales los estatutos de la nueva marca de
Batasuna, para que estos decidan si la izquierda abertzale cumple los requisitos
de la Ley de Partidos. Al día siguiente, seis rostros de mujer y cuatro de hombres
limpios, por encima de toda sospecha de entorno ilegalizable, son los encargados
de oficializar el nombre y el logotipo de la nueva formación, una estrella sin
color sobre un fondo anaranjado de sol naciente. Cinco representantes del nuevo
partido, acompañados por un abogado británico y un dirigente del Sinn Fein,
presentan el 9 de febrero en el Registro de Partidos Políticos los estatutos de
Sortu. No tarda Interior en remitir a la Abogacía y a la Fiscalía del Estado
informes que intentan demostrar que Sortu está controlado por ETA. El
mediador sudafricano Brian Currin regresa a Euskadi para agilizar, facilitar y
posibilitar las cosas, una vez conocida la declaración de alto el fuego, una vez
presentado Sortu. Una manifestación, que termina pidiendo a ETA que el alto el
fuego sea definitivo, exige en Bilbo el 19 de febrero la legalización del nuevo
partido. El 3 de marzo, la Abogacía del Estado informa ante el Tribunal Supremo
que la nueva formación es una continuación de Batasuna, “utilizada
tácticamente” por ETA para volver a las instituciones democráticas, y el Tribunal
lo admite a trámite, lo que significa que Interior debe mantener en suspenso la
inscripción en el Registro de Partidos. Sortu sale al paso de las críticas por no
haberse manifestado en relación a las detenciones, esta semana, de cuatro
presuntos miembros de ETA. En una nota de prensa, denuncia que se utilice su
silencio como elemento probatorio para una hipotética ilegalización. El 7 de
marzo, la Fiscalía General del Estado presenta la demanda contra Sortu, en base
a nueve indicios de conexión con ETA, y el Supremo admite a trámite la
demanda. Tras una deliberación de diez horas, la Sala del 61 acuerda la
ilegalización de Sortu el 23 de marzo, por nueve votos contra siete. El 4 de abril
se presenta en sociedad Bildu, una coalición formada por EA, Alternatiba e
independientes, que se toma como el ‘plan B’ de la izquierda abertzale para
concurrir a los comicios del 22-M, en el caso de que finalmente no prospere el
proceso de legalización de Sortu. El 14 de abril, el Tribunal Supremo rechaza, en
efecto, la demanda de nulidad del auto de ilegalización, ni siquiera la admite a
trámite, dando por supuesto que lo argumentado por el demandante ya fue
analizado antes.
Quince días antes de la consulta, el Tribunal Constitucional admite las listas
de Bildu, que puede presentarse así a las elecciones en puertas. Los resultados
electorales del 22 de mayo de 2011 son muy favorables para el PP en España,
muy desastrosos para el PSOE. En Euskal Herria, Bildu obtiene unos excelentes
resultados, muy especialmente en Gipuzkoa, pero también en Araba, cerca del
PP, y en Bizkaia, segunda fuerza, tras el PNV: todo el mundo lo interpreta como
un premio a la paz. El éxito de Bildu provoca también el fracaso de Aralar, la
escisión de la izquierda abertzale que encabeza Patxi Zabaleta; solo en Nafarroa,
como NA-bai, junto a otras fuerzas, obtiene unos resultados aceptables, pero
también en este territorio los de Bildu son buenos. Sabe Aralar que sin lucha
armada, su proyecto está tocado. ETA ya se ha retirado de la utilización de la
lucha armada, la realidad institucional ha cambiado, y va a cambiar más, pero
hay algo que no va a cambiar en mucho tiempo, las medidas de excepción contra
los presos, la persecución policial contra los militantes de ETA durmientes y,
sobre todo, contra el llamado entorno y los huidos con condenas pendientes,
como si se tratara de poner a prueba la fortaleza de la decisión tomada, como si
de provocar algunas indisciplinas se tratara. Desde el anuncio del alto el fuego el
10 de enero y hasta el otoño, las fuerzas de seguridad han detenido a 50 personas
presuntamente relacionadas con ETA en diferentes grados. A 24 se les acusa de
ser miembros o colaboradores, y al resto de formar parte del entorno político.
Veinticinco de las detenciones se han producido en Francia, otras veinte en
España, tres en Venezuela, una en el Reino Unido y otra más en México.
Además, la Administración francesa ha entregado a once presuntos miembros de
ETA y a cuatro supuestos dirigentes de la organización Segi. Con anterioridad,
antes de la declaración del alto el fuego de enero, el 5 de septiembre de 2010
ETA ya había anunciado el fin de sus operaciones ofensivas: desde esa fecha
hasta el final del año 2010, fueron detenidas 43 personas por su presunta relación
con ETA, todas menos una, por la Policía española.
El 20 de octubre de 2011, ETA da el paso definitivo y anuncia el final de 43
años de resistencia armada, una decisión que se tenía por segura desde el verano.
La comunicación de ETA ha estado precedida, de la mano de Lokarri, de una
conferencia internacional en el Palacio de Aiete de Donostia, protagonizada por
seis personalidades internacionales de una relevancia nunca antes reunida en
relación con Euskadi: el exsecretario general de la ONU Kofi Annan; los
exprimeros ministros irlandés y noruega Bertie Ahern y Gro Harlem Brutland; el
exministro del Interior francés Pierre Joxe; Jonathan Powell, exjefe de Gabinete
del exprimer ministro británico Tony Blair, y el líder del Sinn Fein Gerry
Adams. La alta representación internacional ha hecho una petición a ETA de una
declaración pública de cese definitivo de la actividad armada y de solicitud de
dialogo con los Gobiernos de España y Francia para tratar exclusivamente las
consecuencias del conflicto. En este caso, instaría a los Gobiernos de España y
Francia a darle la bienvenida y a aceptar el inicio de conversaciones para tratar
exclusivamente las consecuencias del conflicto. La declaración de Aiete insta
asimismo a que se adopten pasos profundos para avanzar en la reconciliación,
reconocer, compensar y asistir a todas las víctimas; reconocer el dolor causado y
ayudar a sanar las heridas personales y sociales. Sugiere también que la sociedad
y los representantes políticos se reúnan y discutan cuestiones políticas, con
consulta a la ciudadanía y con la asistencia de facilitadores internacionales, si así
fuese decidido por las partes involucradas y prestándose ellos a organizar un
comité de seguimiento de estas recomendaciones.
ETA, que como dice Rubalcaba, da mucha importancia al eco internacional,
ha filtrado previamente la noticia del cese definitivo de su actividad armada al
diario The Guardian. Tres encapuchados anuncian el cese definitivo de su
actividad armada, expresan su compromiso claro, firme y definitivo de superar la
confrontación armada y emplazan a los Gobiernos español y francés a abrir un
diálogo directo para solucionar las consecuencias del conflicto. ETA presenta su
decisión como un logro de la lucha de largos años y lo expresa así: “la lucha de
largos años ha creado esta oportunidad. No ha sido un camino fácil. La crudeza
de la lucha se ha llevado a muchas compañeras y compañeros para siempre.
Otros están sufriendo la cárcel o el exilio. Para ellos y ellas nuestro
reconocimiento y más sentido homenaje”. Entiende ETA que en Euskal Herria se
está abriendo un nuevo tiempo político, se está ante una oportunidad histórica
para dar una solución justa y democrática al secular conflicto político, en el que
frente a la violencia y la represión deben imponerse el diálogo y el acuerdo.
Termina haciendo un llamamiento a la sociedad vasca para que se implique en
este proceso de soluciones hasta construir un escenario de paz y libertad. La
prensa española se hace eco de la interpretación de las Fuerzas de Seguridad que
dicen ver en el comunicado un cese condicionado al cumplimiento de
exigencias. Fuentes más confiables aseguran que, para llegar a esta decisión,
ETA habría necesitado seis meses en asimilar el compromiso público de la
izquierda abertzale recogido en los estatutos de Sortu, con un emplazamiento
que ETA no podía arriesgarse a rechazar. Para asegurar un proceso sin ruptura, la
izquierda abertzale habría necesitado de un largo tiempo.
Respondiendo a un cuestionario propuesto por Gara que publica el 11 de
noviembre, asegura ETA que la principal víctima del conflicto es Euskal Herria,
las principales víctimas han sido las vascas y los vascos. “La confrontación
armada de las últimas décadas ha causado mucho sufrimiento, sin duda. También
las acciones de ETA. No somos insensibles”, pero “no podemos estar de acuerdo
con ese propósito de condenar la lucha por la libertad. Sabemos lo que es perder
compañeros de lucha, qué es el dolor, qué supone no tener al lado a los seres
queridos”. “Se habla mucho del reconocimiento del sufrimiento y de las
víctimas”, lo que es importante, pero “hay múltiples víctimas y sufrimientos
generados por la violencia de los Estados, que siguen sin ser reconocidos: el
terrorismo de estado, la tortura, los asesinatos de militantes de ETA, la violencia
de las fuerzas policiales…”. Rechaza ETA que su decisión de abandonar las
armas sea fruto de una derrota policial, pone en valor la aportación de 50 años de
lucha armada para llegar al momento actual y generar las condiciones existentes,
pero reconoce que ha mostrado también “señales de agotamiento para, de aquí
en adelante, fortalecer el proceso y lograr mejores condiciones”. Explica que su
modelo de negociación está basado en tres temas principales: la vuelta a casa de
todos los presos y exiliados políticos vascos, la inutilización de las armas de
ETA y la desmilitarización de Euskal Herria. El 13 de noviembre, el colectivo de
presos políticos vascos comunica que comenzarán a presentar peticiones
individuales de beneficios penitenciarios. El 20 de noviembre, el PP consigue en
las elecciones generales su mayoría absoluta más holgada y el PSOE se
desploma. Amaiur, el nombre de la candidatura con la que la izquierda abertzale
se ha presentado, podría tener grupo parlamentario propio con los siete diputados
conseguidos –además de tres senadores–, por encima del PNV, aunque luego se
confabulen casi todos para confinarlo al grupo mixto.
Empieza 2012 con otra enorme manifestación a favor de los derechos de los
presos, y a decir de la prensa incluso menos adicta, seguramente la mayor jamás
conocida en Bilbao. También la prensa más afecta ha creído ver en la del 7 de
enero la mayor marcha nunca vista y contada. ‘¿Fue la manifestación contra la
política penitenciaria la mayor movilización política jamás vista en Bilbo y en
toda Euskal Herria?’, se pregunta Ramón Sola en Gara, y se responde
“seguramente, sí”. Y explica que este listón se ha otorgado sucesivamente a la
realizada en 1981 contra la LOAPA, las de 1989 durante el proceso de Argel o a
la de 1997 tras la muerte de Miguel Angel Blanco, “pero solo esta última parece
realmente equiparable a la de “Egin dezagun bidea”, y probablemente también
[fuera] menor”. “Egin dezagun bidea” ha sido el lema elegido por los
convocantes. Gara hace repaso de manifestaciones por los presos y concluye que
si la de abril de 2006 reunió a 81.000 personas y la de enero de 2010 a 64.000,
no son comparables con los 110.000 de este histórico 7 de enero de 2012. De
acuerdo a los datos facilitados por la asociación de familiares de presos Etxerat,
en este momento hay 665 presos y presas vascos dispersados en 71 cárceles; 58
de ellos están afectados por la ‘doctrina Parot’, que convierte las penas en
cadenas perpetuas, y once se encuentran en prisión atenuada por enfermedades
graves e incurables. 175 cumplen ya los plazos, según la legislación vigente,
para estar en la calle.
En un texto que lleva el nombre de “Viento de solución” y presenta con
solemnidad en el Kursaal donostiarra, la izquierda abertzale realiza la que
algunos medios consideran la primera autocrítica pública. El documento se ha
escrito con la finalidad de “consolidar la paz” y en él se manifiesta un “profundo
pesar” tanto por las acciones de ETA como por “nuestra posición política
respecto a las mismas”. Se asume que su proximidad política con ETA “ha
podido suponer un dolor añadido o un sentimiento de humillación para las
víctimas”. Están presentes en la lectura en cuatro idiomas del documento el
viceministro de la Presidencia para Monitoreo y Evaluación de Suráfrica y
parlamentario de African National Congress ANC, Kopeng Obed Bapela, el
miembro de este partido Robert McBride y el parlamentario del Sinn Féin Alex
Maskey. La izquierda abertzale ve la necesidad de una ‘justicia transicional’ que
establezca un conjunto de medidas políticas y jurídicas que garanticen la paz,
porque “no hay conflicto armado en el mundo que mantenga a centenares de
personas encarceladas por décadas cuando el mismo ha terminado”. Precisa la
declaración que, fruto del fin de la estrategia de guerra y represión, “ETA deberá
deshacer sus estructuras militares y poner las armas fuera de uso”, y también los
Estados español y francés deberán “readecuar los operativos armados”. El
documento del Kursaal da continuidad a la reflexión recogida en el Acuerdo de
Gernika y a las conclusiones de la Conferencia de Aiete, y plantea la creación de
una comisión de la verdad, “porque nadie debe de temer a hablar de lo ocurrido”.
Joseba Urrusolo Sistiaga, cabeza visible de los presos acogidos a la ‘Vía
Nanclares’, al margen del colectivo oficial de presos políticos y críticos con la
estrategia de ETA, considera a estas alturas inaceptable que Batasuna “siga
dejando el futuro de los presos en manos de lo que queda de ETA, cuando ellos
saben mejor que nadie el problema que esa dejación de su responsabilidad
supuso en la ruptura del proceso de Loiola” y propone afrontar en serio el tema
de la convivencia, ir cerrando heridas en la sociedad y que los presos empiecen a
volver a casa. Le parece a Urrusolo que la izquierda abertzale oficial está
contribuyendo con su postura a alargar el tiempo de prisión de los presos.
La mayor parte de los medios de comunicación titulan el 29 de marzo con que
el Tribunal Constitucional rechaza 22 recursos de amparo y admite tres en
relación con la ‘doctrina Parot’, pero la noticia está sin duda en que lo ha
concedido a tres presos de ETA que cumplen condenas efectivas de 30 años de
prisión en aplicación de la denominada ‘doctrina Parot’, y que ahora saldrán a la
calle. La doctrina se ha aplicado desde 2006 a más de sesenta reclusos, en su
mayor parte de ETA; fuentes del Tribunal Constitucional han tenido interés en
precisar que no se ha entrado a juzgar la validez de la doctrina Parot, sino que se
ha juzgado su aplicación cuando se habían reconocido derechos a los penados,
sobre el máximo de 30 años de prisión establecido en el Código Penal de 1973.
El amparo se ha concedido en los tres casos en que el tribunal sentenciador había
declarado la firmeza de las liquidaciones de condena y constaba expresamente
que la liquidación se había hecho descontando los beneficios penitenciarios
sobre el límite máximo de treinta años de prisión, de manera que habían ganado
firmeza. Al abogado Íñigo Iruin le parece que se han restringido en grado sumo
las opciones para poder interpretar que las liquidaciones de condena eran firmes
e intangibles, y al ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, le ha producido
gran satisfacción el mantenimiento de la ‘doctrina Parot’. Habrá que esperar al
10 de julio de este año para que sea el Tribunal de Derechos Humanos, al que ha
recurrido la presa Inés del Río, el que acabe con una doctrina que siempre y
todos han sabido que vulneraba el principio básico de la irretroactividad de las
leyes.
Con fecha de abril 2012, ETA traslada a la Comunidad Europea sus
reflexiones, le recuerda la Declaración de Aiete destacando la necesidad de
diálogo y acuerdo entre ETA y los Gobierno español y francés, y entre las
fuerzas políticas y sociales vascas. Considera ETA que se dan las condiciones
para poner en práctica estas recomendaciones de la Conferencia Internacional, le
anuncia a la Comunidad Europea que ha designado ya su delegación para ese
diálogo y le pide, junto al conjunto de sus instituciones, apoyo para impulsar el
proceso. El 29 de junio, el Tribunal Constitucional, con seis votos a favor y
cinco en contra, ordena al Ministerio de Interior el registro de Sortu como
partido: Sortu cumple todos los requisitos, ya es legal. El 9 julio ETA afirma en
un nuevo comunicado que mantiene su decisión de cese de su actividad armada
y que está redoblando esfuerzos para abrir vías de diálogo. Reitera el 27 de
septiembre la necesidad de diálogo a los Gobiernos español y francés, y dice que
es hora de curar heridas, a la vez que anima a la izquierda abertzale a corregir y
superar errores y carencias. El 24 de noviembre de 2012, ETA ofrece “el final
definitivo de la confrontación armada” a cambio de un acuerdo sobre presos,
desarme y desmilitarización. No va a ser el último comunicado: el 26 marzo de
2013, advierte que deshacer el espacio de negociación constituye un paso atrás
que retrasará y dificultará la resolución del conflicto; el 2 mayo de 2013, ETA
criticará la política penitenciaria de los Gobiernos español y francés y les
responsabilizará de las recientes muertes en prisión de sus militantes Ángel
Figueroa y Xabier López Peña; el 15 julio, anunciará que próximamente
trasladará su opinión concreta a los promotores del Foro Social para Impulsar el
Proceso de Paz en Euskadi; el 27 septiembre sostiene que no puede aceptar que
tenga que renegar de su trayectoria de lucha y asumir el relato de los opresores,
aunque abogue por abordar una reconciliación nacional para restañar heridas, y
lamenta la falta de respuesta de los Gobiernos español y francés a su oferta de
diálogo para avanzar en el camino de la paz. Entre tanto, ha habido nuevas
elecciones autonómicas, como EH Bildu ahora, la izquierda independentista ha
salido reforzada, Iñigo Urkullu ha sido designado lehendakari, han fallecido
discretamente dos referentes históricos importantes en ETA y la izquierda
abertzale, ha fallecido Rafa Albizu –padre de Mikel Antza–, ha fallecido Txomin
Ziluaga.
Ha escrito en Gara el 25 de octubre de 2013 Xabier Silveira: “Nosotros, como
movimiento político, hemos optado por arrinconar el pasado y así poder ser parte
de la sociedad que nos había, prácticamente, acorralado, si no encerrado. En
nosotros mismos, pero encerrado. Y para salir accedimos a hacer, decir y firmar
todo aquello que siempre prometimos no hacer jamás. No, no, no estoy diciendo
que esté mal, hasta reconozco que ahora se vive fenomenal. Lo que digo es que
llegados a este punto, el que ellos y ellas sigan dentro como si nada hubiera
pasado fuera, no me parece ni medio normal”. Ha escrito Argia en noviembre de
2013 sobre la vida después de la cárcel, de la reintegración de los expresos en la
sociedad [Espetxealdiaren osteko bizitza, ETA-ko preso ohien birgizarteratzea].
Ha recordado Jon Mirena Landa que, “como en otros procesos, en el nuestro, la
verdad es la clave” [Beste bake prozesuetan bezala, gurean egia da gakoa]. Ha
fallecido Alec Reid, el sacerdote irlandés que medió ante el IRA, y ante ETA
desde 2002. Ha escrito ETA en enero de 2014 que superar el conflicto es una
prioridad, pero también hay que dar pasos prácticos en la vía independentista; ha
afirmado que el Gobierno español quiere humillar a ETA; ha asegurado que su
militancia respalda de forma aplastante la renovación estratégica operada en el
movimiento de liberación. Se ha recordado ahora que los polimilis abandonaron
la lucha armada en 1982, pero nunca entregaron las armas, alegando que no las
tenían, pero no se les exigió que lo hicieran. Ha escrito Bernardo Atxaga que
ante una situación de conflicto como la vivida en Euskadi, “no habrá
reconciliación posible, ni siquiera una coexistencia aceptable, hasta que no aflore
todo ese mal”, porque no hay que olvidar que todavía quedan conflictos como el
de los presos de ETA, el asunto de las torturas o el arrepentimiento; calcula
Atxaga que se necesitarán unos veinte años para superarlo y que una generación
se sienta desligada de todo este asunto y se reconcilie. Ha defendido en Gara
Mikel Etxeberria, seguramente una firma más o menos colectiva de la izquierda
abertzale, que los pasos unilaterales han ido desmantelando la planificación
española respecto a Euskal Herria, han producido movimientos de calado, han
provocado convulsiones en el seno de los partidos; ha defendido Etxeberria que
“si alguien sigue pensando que la unilateralidad es el estertor del desahuciado,
no es que no entienda nada, es que hay algo que no le deja entender”. En la
última sesión del juicio en París contra la que se presenta como última cúpula de
ETA, el 11 de junio de 2014, ha hecho Igor Suberbiola un alegato político de
adhesión a la decisión de ETA de octubre de 2011 cuando puso punto final a su
actividad armada. Ha dicho con claridad Igor Suberbiola Zumalde, nacido en
Donostia el 25 de mayo de 1979: “la lucha armada ya no existe. La lucha armada
de ETA es parte del pasado y no va a existir nunca más”.
CONCLUSIÓN

El secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez ha elegido la fecha y el


enclave más adecuados para declarar que hemos ganado la guerra, pero nos
queda por ganar la batalla del relato. Lo ha dicho en el cuartel de Intxaurrondo,
la víspera del día grande de la Guardia Civil, que es el de su patrona la Virgen
del Pilar, el de la Raza y la Hispanidad, la Fiesta Nacional de España desde que
así lo declarara Juan Carlos I el 7 de octubre de 1987 y lo rubricara Felipe
González. Lo ha dicho con gesto y tono adustos, consciente de que están
perdiendo esa batalla, pero prometiendo reconducirla con el quehacer del Centro
Memorial de las Víctimas del Terrorismo que ya tiene asiento y presupuesto
aprobados. Ha dicho también, acompañado del director de la Guardia Civil, del
Delegado del Gobierno en el País Vasco y de un cura de larga sotana con
pespuntes morados, que la Guardia Civil no se va a ir a nunca, aunque se sabe
rodeada de un clima social hostil. Partidario de un relato sin fisuras ni matices,
unilateral, ha denunciado el secretario de Estado esa equidistancia de algunos
que termina presentando como víctimas a los que solo son terroristas.
Cuando Francisco Martínez se refiere a la batalla del relato no está pensando
solo en la historia de la guerra contra ETA, tiene presente también, como la
misma Ley que decreta el 12 de octubre “Día de la Fiesta Nacional”, la historia
colectiva, el patrimonio histórico, cultural y social común, “asumidos como tal
por la gran mayoría de los ciudadanos”. Esta de 2014 no ha sido además una
Fiesta Nacional más, ha sido la primera presidida por el nuevo Rey y su familia,
“un día muy importante para todos que queremos celebrar con todas nuestras
fuerzas”, cuando más que nunca antes están en cuestión todos esos presuntos
valores de la Ley. No exagera el secretario de Estado de la Seguridad al recordar
el protagonismo de la Guardia Civil en la guerra contra ETA, en el ‘régimen
anterior’ y en el de ahora, porque los regímenes cambian, pero no la Benemérita.
ETA, desde su nacimiento y hasta el final, ha tenido siempre al lado, en frente y
detrás a la Guardia Civil, que es la garantía sobre el terreno de la unidad de
España. Tiene razón el secretario cuando dice que ha sido la más castigada por
ETA, también la más rechazada socialmente; no por casualidad “que se vayan”
ha sido el eslogan más coreado y sentido por varias generaciones de vascos; no
por casualidad el mensaje más claramente expresado en la intervención de la
loma de Intxaurrondo ha sido el de que la Guardia Civil no se irá nunca.
Ha explicado estos días Jonathan Powell, exasesor de Tony Blair, jefe que fue
de su Gabinete, principal negociador británico ante los líderes del IRA-Sinn Féin
y facilitador también del desarme de ETA, con ocasión de la publicación de su
libro Hablar con terroristas: cómo terminar con conflictos armados, que el caso
vasco, el “último conflicto armado de Europa”, se encuentra en un lugar
intermedio entre los que se han resuelto con éxito y los que se han saldado con
un fracaso. Y lo es así, porque el anuncio de ETA sobre el final de su actividad
armada llegó como consecuencia de un proceso de paz que no ha terminado.
Esta es precisamente la particularidad más imprevisible e imprevista de un final
unilateral sin contrapartidas, un final desconcertante para muchos, con una
traducción capital en la construcción del relato, pues, como ha dicho
lúcidamente Patxi Zabaleta, la verdadera autocrítica de ETA sobre su práctica
armada ha sido la del abandono mismo de ella, sin contrapartidas, confiando a la
sociedad vasca y a sus instituciones la resolución de las consecuencias
pendientes.
Es indudable que ETA no ha ganado una guerra, pero se ha retirado de la
batalla con un importante capital político y una aportación al relato final muy
incómoda para quienes solo quieren que se hable en términos de buenos y malos,
de defensores de la democracia y de terroristas, de solo unas víctimas y unos
victimarios, haciendo imposible un relato equilibrado y sanador. Ha coincidido
todo esto con las movilizaciones a favor de quienes están en la cárcel desde hace
cinco años, ‘los cinco de Bateragune’, castigados precisamente por su decisiva
contribución a este final ‘intermedio’. Primero la carta conjunta del
exlehendakari Ibarretxe e Iñigo Iruin, anunciando además nuevos pasos
conjuntos, y luego la movilización plural en Elgoibar, pueblo natal de Arnaldo
Otegi y donde se inició el camino que ha desembocado en la presente situación,
son datos para el relato que no se pueden desconocer.
Hay también iniciativas bien intencionadas, como la del Plan de Paz y
Convivencia del Gobierno Vasco, ‘Hitzeman’, que dirige el incombustible Jonan
Fernández, condenadas al fracaso si se pretenden sustentar en un relato acordado
por todos, que a todos o a ninguno satisfaga. En ningún lugar y en ningún caso
ha sido eso posible. La historia la ha contado siempre el vencedor y la han
sufrido los perdedores. Pocos ejemplos más claros de ello que el de la guerra que
empezó en 1936 y no ha terminado, si se entiende que para un final digno y
acordado es exigible al menos el digno entierro y reconocimiento de los
cadáveres sin nombre enterrados en las cunetas y los montes al que los
vencedores y sus usufructuarios se resisten. El paso del tiempo no suele mejorar
las posibilidades de un relato más cercano a la verdad. Eso sólo se suele
conseguir cuando la correlación de fuerzas cambia o cuando no es evidente que
la victoria en el campo de batalla se haya traducido también en la victoria de la
memoria social. No habrá un relato, habrá relatos, y que cada quien se quede con
el que más le satisfaga o se construya el suyo propio. Mientras tanto, aquí va esta
modesta aportación, con muchos datos y la mejor de las intenciones.
Algorta-Getxo, octubre 2014

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