Está en la página 1de 2

Reseña: La Perla de John Steinbeck

Un día como cualquier otro día, Kino, un padre de familia, pescador, le ocurre un
accidente, no precisamente a él, si no, más bien a su hijo, coyotito. Un alacrán
pica a su pequeño hijo, y entre su esperanza por curarlo, su esposa le exige a
Kino ir en busca de un Doctor.

Al llegar a la Ciudad, y pedirle ayuda al Doctor, este decide no atenderlos por una
simple razón: “No tenían dinero para pagar.

El miedo que la familia se enfrenta, es muy poderoso, entre su dolor y


desesperación por conseguir dinero, deciden regresar a casa y salir a buscar en el
mar, ostras que puedan contener algunas perlas que sean lo suficiente para poder
pagarle al Doctor.

Algo inimaginable le ocurre a Kino, al salir a buscar perlas, encuentra la perla más
maravillosa que sus ojos nunca hubieran podido imaginar.

Al regresar a tierra, su entusiasmo es demasiado indiscreto y todas las personas


que viven ahí, se dan cuenta de lo sucedido. Orgullosamente comienza a presumir
la perla que ha encontrado, y entre todos se murmura que Kino, ahora es rico.

Comienza la gran historia, entre los que ahora le empiezan a cobrar favores que
debía, hasta el Doctor que no quizo atenderlo, incluso el mismo padre del lugar
recurre a verlo para pedirle que vaya a dar gracias a Dios, por haber encontrado la
perla deseada por todo mundo.

Kino ahora se vuelve un blanco fácil de personas que quieren robarle, gente que
quiere cobrarse favores y todo mundo lo mira como un objetivo para venderle,
pedirle, exigirle, o cualquier otra cosa en la que puedan sacar provecho sobre la
perla.

Kino decide que debe vender la perla, para poder tener dinero y con ello, permitir
que su hijo vaya a la escuela, comparte la emoción de poder casarse formalmente
y comprarse ropa y un sombrero. Su emoción es tanta que comienza a perder la
razón, ya que jamás había tenido tanto dinero.

Al llevar la perla con las personas que se la comprarían, además de ir Kino con su
esposa y su hijo, casi todos los pobladores que habitaban la región, lo
acompañaron, era la noticia más escandalosa del lugar y con ella las endivias y
los murmullos de la gente no se dejaron escapar.

Por la perla solo querían darle mil pesos, de los que Kino pensaba valía al menos
50 mil.
Decide ir a la Ciudad más cercana y vender la perla allá, considerando que allá se
encontrarán a gente más cuerda y menos envidiosa.

Durante el camino para llegar a la Gran Ciudad, las envidias comienzan a surgir y
más de una ocasión las personas del pueblo quieren robarle su más preciado
tesoro, termina Kino, llenándose de emociones y con ello llega la furia y el enojo,
su esposa intenta escapar de la nueva vida llena de tragedia que gracias a la
Perla ahora tienen que vivir.

Entre el coraje, su esposa decide desaparecer la perla, pero Kino, quien jamás en
la vida, hubiera pensado ni un segundo en hacerle daño a su esposa, a ésta la
golpea para recuperar ese tesoro y continuar hasta la gran ciudad, donde por fin
podrá cambiarla y tener el dinero que tanto anhela.

Durante su trascurso, deciden seguirlo para robarles la perla. Kino viendo que
están muy cerca de ellos, decide enfrentar a los hombres y termina, después de
una rato matando a los hombres que lo perseguían. Kino era un hombre de bien,
con principios, valor por el trabajo y por el esfuerzo duro para conseguir lo que se
necesitara. Al matar a los hombres se dio cuenta de que todo era completamente
diferente, ya nada volvería a ser igual y que la perla, solo les traía consigo
desgracia, sangre, dolor y muerte.

Kino decide regresar a casa, tomar una balsa, adentrarse al mar y finalmente
aventar a las profundidades la esperanza de mandar a su hijo a la escuela,
casarse y comprar un sombrero.

También podría gustarte