Está en la página 1de 4

Como enseña el Filósofo en la Política, cuando muchas cosas se ordenan a un mismo fin es necesario

que una de ellas deba dirigir y gobernar a las demás. Esto es evidente en el caso de la unión del alma
y el cuerpo, pues en ella el alma naturalmente manda y el cuerpo obedece. Lo mismo sucede con
las potencias del alma, en donde el apetito irascible y concupiscible están ordenados por la razón.
Ahora bien, todas las ciencias y artes están ordenadas a una misma cosa, a saber, la perfección del
hombre que es su felicidad. De aquí que una de ellas deba ser la directriz de todas las demás, y esta
reclama para sí el nombre de sabiduría; pues el propio del oficio o función del sabio ordenar.

Podemos determinar en qué consiste es esta ciencia, y el tipo de cosas de las que trata, examinando
detenidamente las cualidades o características de un buen gobernante; pues así como los hombres
de inteligencia superior son naturalmente gobernantes y maestros de los demás, mientras que los
que poseen gran fuerza física y poca inteligencia son naturalmente subordinados, tal y como enseña
el Filósofo en el libro mencionado, así también la ciencia que es más intelectual debe ser
naturalmente la reguladora de todas las demás. Esta ciencia es la que trata de los objetos
máximamente inteligibles.

Ahora bien, la expresión “objetos más inteligibles”, puede ser entendida en tres sentidos. El primero
se toma según el orden mismo del conocimiento; pues todas las cosas a partir de las cuales el
intelecto posee alguna certeza son las más inteligibles, ya que la certeza de la ciencia se adquiere
cuando el intelecto conoce las causas, su conocimiento es el máximamente intelectual. De aquí que
la ciencia que considera las causas deba ser la reguladora de las demás.

En segundo lugar, el sentido de la expresión puede entenderse comparando el intelecto con los
sentidos. La percepción sensorial es conocimiento de lo particular, mientras que el intelecto difiere
del sentido por el hecho de que conoce lo universal. De aquí que una ciencia sea más intelectual
cuando se ocupa de los principios más universales. Estos principios son el ser y las cosas que
naturalmente acompañan al ser, como la unidad y la pluralidad, la potencia y el acto. Ahora bien,
tales principios no deben permanecer completamente indeterminados, pues sin ellos no podría
haber un conocimiento de los principios que son propios cualquier género o especie y sin los cuales
no se pueden entender. Tampoco pueden ser objeto de ninguna ciencia particular ya que el
conocimiento de los seres particulares está determinado necesariamente por tales principios y se
presuponen en la investigación de cada ciencia particular. Se sigue entonces que tales principios
deben ser tratados por una ciencia universal que es también la más intelectual y maestra de las Commented [CR1]: regulatrix
demás.

El tercer sentido se toma de considerar el modo como el intelecto mismo conoce. Una cosa tiene
capacidad para conocer por ser inmune a la materia y lo que conoce es también inteligible en grado
máximo por estar también separado de materia porque el intelecto y el objeto inteligible deben ser
proporcionales entre sí y pertenecer al mismo género, pues el intelecto y el objeto inteligible son
uno en acto. Las cosas separadas de la materia no solo se abstraen de la materia signada (como las
formas naturales tomadas universalmente de las que trata la ciencia natural) sino también de la
materia sensible (común). Y no solo según la razón (conceptualmente), como los objetos de la
matemática, sino según el ser, como Dios y las inteligencias. Por lo tanto, la ciencia que considera
tales cosas será la más intelectual y la reguladora o maestra de las demás.

Esta triple consideración debe corresponder a una misma y única ciencia y no a diversas ciencias,
porque las mencionadas sustancias separadas son las causas primeras y universales del ser. Además,
pertenece a una misma ciencia considerar las causas propias de algunos géneros y al género mismo;
por ejemplo, la filosofía de la naturaleza considera los principios de los cuerpos naturales. Por
consiguiente, debe ser materia de una misma ciencia la consideración de las sustancias separadas y
del ser en general (ens comune) que es el género del que las sustancias mencionadas son causas Commented [CR2]: Esta expresión podría tener un uso
comunes y universales. técnico para santo Tomás.

De aquí que sea evidente que, aunque esta ciencia (metafísica o filosofía primera) estudia las tres
cosas mencionadas anteriormente, no estudia a ninguna de ellas como su sujeto, sino solo al ser en
general. Pues el sujeto de una ciencia es el género cuyas causas y propiedades investigamos, y no
las causas mismas (propias) de cualquier género estudiado. El conocimiento de las causas de
cualquier género es el fin al que tiende la investigación de una ciencia. Ahora bien, aunque el sujeto
de esta ciencia es el ser en general, este se predica de aquellas cosas que están separadas de la
materia según la razón y según el ser. Y las cosas que están separadas según el ser y la razón no son
solo aquellas que no pueden existir en la materia, como Dios y las sustancias intelectuales, sino
también aquellas que pueden existir sin materia como el ser en general (esse commune). Esto no
sería posible si su ser dependiera de la materia. Commented [CR3]: sed etiam illa quae possunt sine
materia esse, sicut ens commune. Hoc tamen non
De acuerdo con las tres cosas dichas anteriormente, de las cuales esta ciencia adquiere su contingeret, si a materia secundum esse dependerent.
perfección, le corresponden tres nombres. Ciencia divina o teología por considerar las sustancias Commented [CR4]: Secundum igitur tria praedicta, ex
separadas. Metafísica, en tanto que considera el ser y lo que se sigue de él mismo, pues las cosas quibus perfectio huius scientiae attenditur, sortitur tria
nomina.
que trascienden el orden físico son descubiertas por vía de resolución (a través de un proceso de
análisis), así como las cosas más comunes se conoces después de las menos comunes. Y Filosofía Commented [CR5]: sicut magis communia post minus
primera en la medida en que considera las causas primeras de las cosas. Queda así evidenciado cuál communia
es el sujeto de esta ciencia es, cuál es su relación con las otras ciencias y con qué nombres se la
designa.

Sicut docet philosophus in politicis suis, quando aliqua plura


ordinantur ad unum, oportet unum eorum esse regulans, sive
regens, et alia regulata, sive recta. Quod quidem patet in unione
animae et corporis; nam anima naturaliter imperat, et corpus
obedit. Similiter etiam inter animae vires: irascibilis enim et
concupiscibilis naturali ordine per rationem reguntur. Omnes
autem scientiae et artes ordinantur in unum, scilicet ad hominis
perfectionem, quae est eius beatitudo. Unde necesse est, quod
una earum sit aliarum omnium rectrix, quae nomen sapientiae
recte vindicat. Nam sapientis est alios ordinare. Quae autem sit
haec scientia, et circa qualia, considerari potest, si diligenter
respiciatur quomodo est aliquis idoneus ad regendum. Sicut enim,
ut in libro praedicto philosophus dicit, homines intellectu vigentes,
naturaliter aliorum rectores et domini sunt: homines vero qui sunt
robusti corpore, intellectu vero deficientes, sunt naturaliter servi:
ita scientia debet esse naturaliter aliarum regulatrix, quae
maxime intellectualis est. Haec autem est, quae circa maxime
intelligibilia versatur. Maxime autem intelligibilia tripliciter
accipere possumus. Primo quidem ex ordine intelligendi. Nam ex
quibus intellectus certitudinem accipit, videntur esse intelligibilia
magis. Unde, cum certitudo scientiae per intellectum acquiratur
ex causis, causarum cognitio maxime intellectualis esse videtur.
Unde et illa scientia, quae primas causas considerat, videtur esse
maxime aliarum regulatrix. Secundo ex comparatione intellectus
ad sensum. Nam, cum sensus sit cognitio particularium,
intellectus per hoc ab ipso differre videtur, quod universalia
comprehendit. Unde et illa scientia maxime est intellectualis,
quae circa principia maxime universalia versatur. Quae quidem
sunt ens, et ea quae consequuntur ens, ut unum et multa,
potentia et actus. Huiusmodi autem non debent omnino
indeterminata remanere, cum sine his completa cognitio de his,
quae sunt propria alicui generi vel speciei, haberi non possit. Nec
iterum in una aliqua particulari scientia tractari debent: quia cum
his unumquodque genus entium ad sui cognitionem indigeat, pari
ratione in qualibet particulari scientia tractarentur. Unde restat
quod in una communi scientia huiusmodi tractentur; quae cum
maxime intellectualis sit, est aliarum regulatrix. Tertio ex ipsa
cognitione intellectus. Nam cum unaquaeque res ex hoc ipso vim
intellectivam habeat, quod est a materia immunis, oportet illa
esse maxime intelligibilia, quae sunt maxime a materia separata.
Intelligibile enim et intellectum oportet proportionata esse, et
unius generis, cum intellectus et intelligibile in actu sint unum. Ea
vero sunt maxime a materia separata, quae non tantum a signata
materia abstrahunt, sicut formae naturales in universali
acceptae, de quibus tractat scientia naturalis, sed omnino a
materia sensibili. Et non solum secundum rationem, sicut
mathematica, sed etiam secundum esse, sicut Deus et
intelligentiae. Unde scientia, quae de istis rebus considerat,
maxime videtur esse intellectualis, et aliarum princeps sive
domina. Haec autem triplex consideratio, non diversis, sed uni
scientiae attribui debet. Nam praedictae substantiae separatae
sunt universales et primae causae essendi. Eiusdem autem
scientiae est considerare causas proprias alicuius generis et
genus ipsum: sicut naturalis considerat principia corporis
naturalis. Unde oportet quod ad eamdem scientiam pertineat
considerare substantias separatas, et ens commune, quod est
genus, cuius sunt praedictae substantiae communes et
universales causae. Ex quo apparet, quod quamvis ista scientia
praedicta tria consideret, non tamen considerat quodlibet eorum
ut subiectum, sed ipsum solum ens commune. Hoc enim est
subiectum in scientia, cuius causas et passiones quaerimus, non
autem ipsae causae alicuius generis quaesiti. Nam cognitio
causarum alicuius generis, est finis ad quem consideratio
scientiae pertingit. Quamvis autem subiectum huius scientiae sit
ens commune, dicitur tamen tota de his quae sunt separata a
materia secundum esse et rationem. Quia secundum esse et
rationem separari dicuntur, non solum illa quae nunquam in
materia esse possunt, sicut Deus et intellectuales substantiae,
sed etiam illa quae possunt sine materia esse, sicut ens
commune. Hoc tamen non contingeret, si a materia secundum
esse dependerent. Secundum igitur tria praedicta, ex quibus
perfectio huius scientiae attenditur, sortitur tria nomina. Dicitur
enim scientia divina sive theologia, inquantum praedictas
substantias considerat. Metaphysica, inquantum considerat ens
et ea quae consequuntur ipsum. Haec enim transphysica
inveniuntur in via resolutionis, sicut magis communia post minus
communia. Dicitur autem prima philosophia, inquantum primas
rerum causas considerat. Sic igitur patet quid sit subiectum huius
scientiae, et qualiter se habeat ad alias scientias, et quo nomine
nominetur

También podría gustarte