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PRODUCTOS
Los diversos productos que ofrece R-Chemical a sus clientes, complementan la
gama de materiales necesarios para el completo funcionamiento de su sistema de
abastecimiento o tratamiento de todo tipo de aguas. La seguridad industrial forma
parte de los requisitos fundamentales para un proceso de calidad.
Expertos en Sistemas de Cloración
Somos una empresa experta en Sistemas de Cloración, contamos
con profesionales de alta experiencia, entrenados para apoyarte en los
proyectos más complejos. Totalmente comprometidos con brindar un
servicio de excelente calidad.
Nuestra Misión
Nuestra Visión
Ser una empresa líder en el rubro de Agua y Medio Ambiente, que comercialice productos que
mejoren la calidad de vida de las personas, en el rubro de agua, alimentos y bebidas, que cuente
con expertos gestores del mejoramiento de la situación medioambiental en Latinoamérica.
E18 - El tratamiento del agua por
cloración
1) ¿En qué consiste?
La cloración es un medio sencillo y eficaz para desinfectar el agua y hacerla potable.
Consiste en introducir productos clorados (pastillas de cloro, lejía, etc.) en el agua para
matar los microorganismos en ella contenidos. Normalmente, tras un tiempo de actuación de
unos 30 minutos, el agua pasa a ser potable. Gracias al efecto remanente del cloro, continúa
siéndolo durante horas o días (en función de las condiciones de almacenamiento).
3) ¿Por qué?
El tratamiento del agua por cloración permite eliminar de forma sencilla y poco costosa la
mayor parte de los microbios, las bacterias, los virus y los gérmenes responsables de
enfermedades como la disentería, las fiebres tifoideas y el cólera. No obstante, es incapaz de
destruir ciertos microorganismos parásitos patógenos. La cloración, por tanto, desinfecta el
agua, pero no la purifica por completo.
Existen diversos procesos de cloración, que se utilizan según la calidad del agua a tratar.
La cloración solo es eficaz en agua clara. Si no es transparente y contiene impurezas visibles a
simple vista, la cloración será mucho menos eficaz. En tal caso habrá que realizar un
tratamiento preliminar.
Si el agua está clara, se puede proceder directamente a la cloración. La cantidad de producto
clorado necesario varía según la calidad del agua no tratada (tanto menor cuanto más clara
sea el agua y más inferior a 8, un valor bastante ácido, sea su pH), el grado de concentración
del producto utilizado, el volumen de agua y cuánto tiempo se desee mantener la calidad del
agua tras el tratamiento.
En la mayoría de casos, y siempre que el agua esté clara, se considera que hay que utilizar 5
mg de cloro activo por litro de agua y esperar unos 30 minutos. Pero si el agua está turbia,
conviene filtrarla y decantarla.
En la actualidad existen productos que llevan a cabo ambas funciones: la decantación y la
cloración.
De cualquier modo, el primer paso antes de cualquier etapa del tratamiento es lavarse las
manos con jabón o, a falta de él, con cenizas.
La filtración
El agua puede filtrarse con ayuda de un filtro de arena (consultar ficha n.º E21, « El
tratamiento del agua por filtración lenta en arena para uso familiar »), o, si se carece de él,
con un tejido adecuado.
La decantación
La decantación permite eliminar muchos materiales en suspensión. Consiste en dejar reposar
el agua durante varias horas, tiempo en el que las impurezas se acumulan en el fondo del
recipiente. A continuación se recupera el agua clara, vertiéndola con suavidad en el
recipiente destinado a la cloración o filtrándola.
El agua decantada no es salubre, ya que solo se eliminan las partículas de gran tamaño,
mientras que los gérmenes y microorganismos nocivos continúan estando presentes.
La decantación puede favorecerse añadiendo ciertos productos químicos como cloruro férrico
o sulfato de aluminio, que provocan la formación de aglomerados de impurezas, los cuales se
depositan con mayor rapidez en el fondo. Es la denominada floculación. El alumbre (sulfato
doble de aluminio y potasio) y las semillas de Moringa oleifera (árbol que crece en las
regiones tropicales) cumplen esta función (consultar ficha n.º ..., « Floculación-decantación
mediante el uso de semillas de Moringa oleifera »).
Existen diferentes productos clorados que pueden utilizarse para tratar el agua. La estrategia
a seguir varía ligeramente de uno a otro. He aquí algunos de los productos usados:
Pastillas o gránulos de hipoclorito de calcio
Este tipo de producto suele ser uno de los que mejor se adaptan al medio rural. Se
conserva muchos años. Hay varios tipos.
La cantidad a añadir por litro y el modo de empleo figuran en el envase. Por lo general, el
procedimiento es el siguiente: si el agua está clara, se colocan las pastillas en ella y se las
deja reposar 30 minutos con el recipiente cerrado, tras los cuales el líquido puede
consumirse. Si está turbia, se filtra y decanta, añadiéndosele a continuación una dosis doble
de cloro; tras 30 minutos en el recipiente cerrado, el agua puede consumirse.
Originalmente, la lejía no fue concebida para tratar el agua, y por ello su utilización en este
sentido presenta pequeños riesgos. Sin embargo, es un producto sencillo y eficaz que los
aldeanos conocen bien por otros usos (colada, desinfección, etc.).
Si no se puede acceder a ningún otro medio (pastillas, soluciones líquidas prefabricadas u otro
método de purificación como la desinfección solar SODIS, la ebullición, etc.), puede
emplearse tomando ciertas precauciones.
El procedimiento es el mismo que el anterior : Si el agua está clara, se le añaden de 5 a 10
miligramos de cloro activo y se deja reposar 30 minutos en el recipiente cerrado, tras los
cuales podrá consumirse. Si está turbia, se filtra y se decanta, añadiéndosele a continuación
entre 10 y 20 miligramos de cloro activo por litro ; tras 30 minutos en el recipiente cerrado,
el agua puede consumirse.
El periodo de actuación del hipoclorito de sodio es de al menos media hora, pero si la
temperatura está comprendida entre los 10 y los 18 °C, debe incrementarse a al menos una
hora, y aún más si la temperatura es inferior a los 10 °C.
Para conocer el volumen de lejía que hay que añadir para alcanzar la concentración deseada
hay que conocer su grado clorométrico, que debe figurar en la botella (no obstante, en
ciertos países hay que prestar atención a la fiabilidad de la información y a las
falsificaciones).
Un grado clorométrico corresponde a 3,17 gramos de cloro activo por litro de lejía. Así, si la
lejía disponible está a x °C y se desea obtener una concentración c de cloro activo en el agua
a tratar (entre 5 y 20 mg/l, según el caso), el volumen de lejía que hay que añadir puede
calcularse con facilidad a través de la siguiente fórmula :
Vlejía = c * Vagua a tratar / (x * 3,17)
Si la concentración se ha expresado en mg/l, el resultado obtenido viene en ml.
A modo indicativo o de recordatorio, el volumen de una gota es de unos 0,2 ml, y 1 ml
equivale a 0,001 l.
Existe un procedimiento reciente (2009), sencillo y poco costoso que permite elaborar por
uno mismo una solución de hipoclorito localmente, sea para uso familiar, en un centro
comunitario o en un ambulatorio. La fundación suiza Antenna Technologies ha puesto a punto
el WATA, un pequeño aparato que funciona según el principio de la electrolisis y que, a partir
de agua clara, sal y electricidad (una batería de automóvil o solar son suficientes), transforma
la sal disuelta del cloruro sódico en hipoclorito.
El modelo pequeño de este dispositivo puede producir un litro de hipoclorito cada hora, es
decir, permite tratar 4.000 litros de agua al día, una cantidad que puede abastecer a entre
150 y 200 personas, a un precio de unos 45 euros por aparato.
En la actualidad, este procedimiento se utiliza en una cincuentena de países. Su ventaja es
que, al contrario que la mayoría de productos clorados, permite la producción local, lo que
abarata su coste, y funciona durante largos periodos de tiempo (unas 20.000 horas en
principio).
Existen productos que permiten realizar simultáneamente una decantación por floculación
(como el alumbre y las semillas de Moringa oleifera) y tratar el agua. Hay dos principales,
cuyo uso está muy generalizado : PUR (Purifier of Water) y Watermaker. Su eficacia es casi
idéntica. Permiten potabilizar el agua lodosa, pero son caros. Estos dos métodos (PUR y
Watermaker) son algo más complicados de utilizar que los mencionados anteriormente.
Este producto, muy adecuado para situaciones de emergencia, sobre todo durante los
primeros días, mientras se espera la reparación o la llegada de material de tratamiento
pesado, está siendo investigado y transformado para adaptarlo a las necesidades familiares.
Los productos clorados pueden ser dañinos en caso de contacto con los ojos. Deben
almacenarse fuera del alcance de los niños y los animales, en un entorno seco y protegido
del sol.
El cloro puede conferir al agua un sabor ligeramente desagradable. Esto se puede solucionar
parcialmente agitando con vigor el agua tratada en una botella, con el fin de disolver un poco
de aire en ella y darle un sabor más natural. También se puede poner en una nevera durante
unas horas.
Los recipientes utilizados en cada etapa del tratamiento deben estar limpios.
Sin embargo, lo ideal no es clorar o desinfectar el agua, sino tomar todas las medidas de
prevención necesarias para evitar la contaminación del agua. La gente no debe considerar
la cloración como una especie de medicamento ni que el agua clorada carece del riesgo de
volver a contaminarse.
Es importante sensibilizar previamente a la población sobre los problemas de higiene y de
salud, para que comprenda bien las razones y los métodos de intervención y cambie su
comportamiento si es necesario. Sea cual sea el método utilizado, la cloración no debe
preceder a estas campañas de educación sanitaria, sino ser una continuación de ellas.
7) Observación: ¿La cloración debe tener un carácter
individual o colectivo?
La elección depende sobre todo de la situación y el contexto de la región o aldea.
En una aldea, el tratamiento suele realizarse de manera colectiva, lo cual resulta también
más conveniente (por ejemplo, directamente en los pozos, utilizando diversos sistemas, como
el de los recipientes cloradores difusores de cloro situados en el fondo, aunque prestando
atención a que esto no se traduzca en un relajamiento de la población en materia de higiene
y salud, o la distribución/venta en lugares adecuados de productos clorados comprados al por
mayor por la comunidad).
Pero en zonas rurales con viviendas dispersas, los sistemas individuales o familiares parecen
mejor adaptados y capaces de modificar los comportamientos de forma duradera.
b) Desventajas
9) Alternativas a la cloración
Algunos países, como Canadá, desean reducir las cantidades de estos subproductos. Es posible
hacerlo combinando la cloración con otros métodos, entre los que destacan:
- La ozonización, producida por una corriente eléctrica de alta intensidad que atraviesa el
agua y muy eficaz contra los microbios, pero sin un efecto protector remanente como el del
cloro utilizado en las canalizaciones. Por ello hay que añadir una pequeña cantidad de este.
- El tratamiento por rayos ultravioletas (ver ficha E20), aunque es más costoso, su
implantación resulta más difícil y carece de efecto protector remanente.
- El uso de clora minas, que originan menos subproductos; no son eficaces contra todos los
microbios, aunque pueden serlo para la desinfección secundaria de la red.
1.000 1 0,5
5.000 5 2,5
10.000 10 5
Debe dejarse que el agua clorada permanezca en los tanques de depósito durante al
menos 4 horas; puede reducirse a 1 hora, aumentando la dosis al doble.
Posteriormente, los tanques y tuberías deben vaciarse y lavarse con agua potable
hasta que el agua ya no tenga un desagradable sabor a cloro.
Cantidad de las distintas lejías comerciales a base de hipoclorito sódico (que incluyen la
leyenda «Apta para la desinfección del agua de bebida») que, según su concentración inicial a
la salida de fábrica (dato que figura en los envases), es preciso añadir al agua destinada a la
bebida o higiene personal:
CONCENTRACIÓN
CANTIDAD DE AGUA A DEPURAR
INICIAL DE LA LEJIA
0,2% (20 gr. cloro/litro lejía) 6 gotas 30 gotas 15 cc. 150 cc.
Tecnología
Cloración
El cloro es una opción de tratamiento de bajo costo que se utiliza para mejorar el sabor y la
claridad del agua a la vez que se eliminan muchos microorganismoscomo bacterias y virus. Sin
embargo, el proceso tiene sus limitaciones. Giardia y Criptosporidium son usualmente
resistentes al cloro a menos que éste se use en dosis más elevadas que aquéllas preferidas
usualmente para el tratamiento. La presencia de estos parásitos puede requerir el tratamiento
previo del agua fuente.
El cloro elimina además sustancias como el manganeso, hierro y ácido sulfhídrico, el cual
puede alterar el sabor del agua.
La cloración puede escalarse para adaptarse a la capacidad del sistema. El uso del cloro es
también relativamente sencillo, y los sistemas de tratamiento no requieren experiencia técnica
extensa.
La cloración se puede lograr con diferentes productos. El cloro se almacena como líquido en
recipientes presurizados y se inyecta como gas directamente en el agua fuente. Este proceso
debe ser regulado e implementado cuidadosamente, debido a que el gas de cloro es un tóxico
peligroso, incluso letal.
La cloración se puede lograr también con un desinfectante sólido, hipoclorito cálcico. Este
material es corrosivo y puede reaccionar explosivamente cuando entra en contacto con
materiales orgánicos. Sin embargo, todos estos polvos, gránulos y tabletas se pueden
almacenar a granel y usarse con eficacia hasta un máximo de un año. En todas sus formas, el
hipoclorito de calcio se disuelve fácilmente en agua.
Todos estos métodos de cloración requieren de algún tiempo para funcionar — la desinfección
no ocurre instantáneamente. Las dosis necesarias cambian también con las variaciones en la
calidad del agua de manera que el monitoreo del agua fuente, particularmente de las aguas
superficiales, es una parte importante del proceso de tratamiento.
El tratamiento con cloro tiene algunos efectos residuales. Entre los más notorios se encuentra
el sabor desagradable en el agua tratada. Pero otros efectos posteriores pueden ser más
significativos. Quedan cantidades residuales de cloro en los suministros de agua tratada. Este
contenido químico continúa protegiendo al agua tratada contra la reinfección, y puede ser
beneficioso para el agua sujeta a largos períodos de almacenamiento para la lenta distribución
en áreas extensas.
NH2Cl / Cloraminas
Las cloraminas son una opción de tratamiento de bajo costo, pero no son típicamente
adecuadas como sistema “primario” de desinfección. Este proceso trata eficazmente
muchas bacterias pero es menos eficaz contra otros contaminantes. Debido a sus limitaciones,
las cloraminas se emplean a menudo como un paso de desinfección secundaria para usarse
con agua fuente que ya haya sido tratada previamente con otro método.
Las cloraminas son valiosas como tratamiento secundario porque proporcionan protección
residual duradera. Estos aditivos son más estables y duran más que aquellos producidos
por cloración, y por lo tanto proporcionan excelente protección extendida contra la reinfección
bacteriana. Ésta es una consideración importante para las aguas que se almacenarán por
períodos prolongados o que se distribuirán a grandes distancias.
Sin embargo, el tratamiento con cloraminas es típicamente una opción eficaz para eliminar
bacterias y produce menor regusto residual que la cloración.
ClO2
Sin embargo, el proceso de crear dióxido de cloro es complicado. Éste requiere de técnicos
especializados y monitoreo cuidadoso. Estos requisitos técnicos limitan su utilidad práctica
para muchos sistemas pequeños.
Al igual que el cloro y las cloraminas, el dióxido de cloro se utiliza en sistemas de distribución,
pero se degrada en un tiempo menor que el cloro.
O3/Ozonización
El gas de ozono es inestable y se revierte rápidamente a una molécula normal de oxígeno (O2)
con dos átomos en vez de tres. Debido a esta condición, no se puede almacenar o transportar
con facilidad. Por el contrario, las instalaciones de tratamiento crean ozono en el sitio forzando
aire seco a través de una serie de electrodos.
Después de crear el ozono, éste se pone en contacto forzoso con el agua fuente y se mezcla
durante un tiempo apropiado de contacto. Debido a que el ozono es oxígeno puro no produce
sabores ni olores residuales en el agua.
Se sabe que la ozonización produce subproductos no deseados, como el bromato, los cuales
pueden ser perjudiciales para la salud humana.
Los sistemas de ozono se utilizan en varias regiones del mundo; pero requieren de
bastante infraestructura, y su implementación puede tener un costo elevado. Además, la
operación y mantenimiento de estos sistemas requiere de personal tecnificado que quizá no
esté disponible en todas las regiones.
Radiación ultravioleta
Para muchos sistemas de agua, el tratamiento puede ser tan sencillo como alumbrar con una
lámpara el problema.
La luz ultravioleta (UV), una parte invisible del espectro electromagnético, se usa para limpiar
el agua potable de peligrosos microorganismos. Las lámparas de mercurio pueden reproducir
los rayos solares e imitar sus procesos naturales de purificación.
El proceso UV es una opción atractiva en muchos casos porque no utiliza sustancias químicas y
porque requiere de poca inversión en infraestructura sencilla y de bajo costo.
1. Desinfección / cloración.
El cloro es el desinfectante más usado para reducir o eliminar los microorganismos, tales como
bacterias y virus, que pueden estar presentes en los suministros de agua. La adición de cloro para el
agua potable ha reducido en gran medida el riesgo de enfermedades transmitidas por el
agua, algunos responsables de enfermedades como la difteria, las fiebres tifoideas y el cólera. No
obstante, es incapaz de destruir ciertos microorganismos parásitos patógenos. La
cloración desinfecta el agua, pero no la purifica por completo.
Puede revisar nuestros sistemas de dosificación
La dosificación según la OMS, la concentración de cloro libre en el agua tratada debe estar entre 0.2
y 0.5 mg/l (ppm).
2. Filtro de sedimentos
La filtración en el proceso de purificación elimina los sedimentos sólidos suspendidos en el agua.
Este filtro atrapa partículas relativamente grandes que pueden estar presentes en el agua como tierra,
arena, limo y partículas de suciedad orgánica o inorgánica. Obviamente, es necesario comenzar
nuestro proceso de purificación con este paso básico con el fin de eliminar estas partículas grandes
que podrían ensuciar o obstruir los equipos utilizados en las etapas posteriores.
Los más comunes son los filtros de lecho profundo o multimedia que utilizan medios granulares
como zeolita, arena sílica, antracita, filtre a entre otros para retener las partículas sólidas y es
necesario hacer una limpieza de lecho mediante un retro lavado. Puede verlos
Otro sistema relativamente nuevo en la filtración son los equipos que utilizan un cartucho de discos
plásticos lavables manual o automáticamente mostrados
3. Carbón Activado
Una vez que el agua pasa a través de los filtros mecánicos, posteriormente pasa al purificador
de carbón activado granular. Erróneamente llamado filtro de carbón activado, porque en el sentido
estricto, la palabra filtro se refiere al proceso mecánico de retener partículas suspendidas, en cambio
el carbón activado hace un proceso conocido como adsorción química, dónde las materia orgánica se
ardiere a la pared del carbón por una función química. En este etapa se elimina nos los pesticidas,
plaguicidas y otros contaminantes orgánicos (especialmente orgánicos volátiles) además de eliminar
el cloro añadido en la etapa 1, mediante una reacción química reductora.
El carbón también hace un trabajo excelente para eliminar los trihalometanos (THM). THM son una
clase de sub-productos químicos que resultan de la interacción del cloro y la materia orgánica en
descomposición. Estos productos químicos son cancerígenos, y los altos niveles han sido
encontrados en los suministros de agua locales.
Estos equipos básicamente están diseñados para eliminar el sabor a cloro que se encuentra en el agua
del grifo. Desafortunadamente, en el uso doméstico son a menudo descuidados y poco o nulo
mantenimiento. Si el equipo no se cambia en el intervalo apropiado, la eficacia de la eliminación de
cloro disminuye y los contaminantes que el carbón había retenido empiezan a descargarse de nuevo
en el agua. Y, además, se han producido numerosos casos de contaminación bacteriana por la rica
fuente de alimento biológico retenido.
Nuestra recomendación es hacer el cambio de la cama de carbón activado por lo menos cada año
para evitar lo mencionado en el párrafo anterior.
Equipos disponibles dando
4. Intercambio Iónico
El paso siguiente en nuestro proceso de purificación es la eliminación de varios elementos que
causan la dureza. Se refiere como el agua “dura” a la presencia de calcio y magnesio y que sobrepasa
los niveles permisibles. Se utiliza un tanque que se llena con una resina de intercambio iónico,
cargado negativamente. Las perlas sintéticas que sirven como base para que se lleve a cabo ese
intercambio.
Cuando el agua pasa a través de la resina de intercambio iónico, los iones de dureza, que llevan una
carga positiva fuerte, desplazan a los iones de sodio más débilmente cargadas. Los iones de dureza
(calcio y magnesio) son así atrapados a través de la atracción electromagnética de las partículas de
resina. Los lechos de intercambio iónico son entonces limpiados y regenerados, a intervalos
determinados en función del volumen de agua de forma automática. El proceso de regeneración
implica inundar la cama con una solución salina (sodio) sobresaturada que barre de manera efectiva
los iones de dureza dejando a la resina lista para el siguiente siclo de suavización del agua.
La dureza no es un problema que afecte a la salud humana, pero causa problemas de incrustaciones
en tuberías, membranas de ultrafiltración /ósmosis inversa y depósitos.
Equipos disponibles dando
6 Ósmosis Inversa
La ósmosis inversa es una tecnología que se ha vuelto muy popular sobre todo por la mejora en el
sabor del agua. Mucha gente ha oído hablar sobre el proceso de ósmosis. La ósmosis es un proceso
natural mediante el cual el agua pasa a través de una membrana debido a un diferencial de presión
entre un lado de la membrana y el otro.
En la ósmosis inversa, utiliza alta presión para forzar el agua a través de una membrana mientras que
las impurezas se quedan retenidas. En otras palabras, la alta presión hace que las impurezas sean
retenidas de un lado de la membrana. Sólo el agua pura es capaz de atravesar la membrana; incluso
las impurezas disueltas (sales y minerales) que no se pueden eliminar por filtración convencional son
capturadas y eliminadas por el sistema de purificación de ósmosis inversa.
No es verdad que el agua es incolora, inolora e insípida, las aguas dependiendo del lugar de
procedencia tiene un concentración minerales y sales puede dar un sabor especifico al agua, por lo
que al retenerlas mejoramos el sabor significativamente, además se eliminan el 99,5% de las
impurezas disueltas.
Equipos disponibles dando
7. Luz Ultravioleta UV
Dado que el cloro no remueve todos los microorganismos, se emplean dos tecnologías libres de
químicos para desinfección para asegurar que el agua purificada permanece absolutamente y
completamente libre de cualquier tipo de contaminación microbiológica. La desinfección ultravioleta
es la primera de estas tecnologías.
En este proceso, el agua pasa a través de una cámara especial que integra una fuente de luz
ultravioleta. Esta luz ultravioleta actúa como un poderoso agente esterilizante. Si hay proliferación
de bacterias, virus u otros contaminantes microbiológicos están presentes en el agua, la luz
ultravioleta de alta longitud de onda, destruye el material genético dentro de estos organismos,
eliminando la posibilidad de la reproducción y la proliferación bacteriana o viral. Los organismos
mueren rápidamente.
Nuestro proceso tiene tecnologías de control de extensas partes. Por ejemplo, con el tiempo el de la
lámpara ultravioleta se deteriora gradualmente. Tenemos un dispositivo de monitorización de la
lámpara UV que mide la intensidad de la lámpara UV real. Cuando el bulbo es nuevo (se cambia
cada año), el monitor lee 100%. Cuando el monitor se reduce al 95%, sonará una alarma que indica
que el bulbo necesita ser reemplazado.
Equipos disponibles dando
8. Ozonización
Una parte importante desinfección libre de químicos es conocido como la ozonización. La
ozonización deja un residual asegurar que nuestra agua purificada permanece libre de contaminación
microbiológica durante un tiempo más, si ésta va a mantenerse almacenada durante un tiempo corto,
o la ozonificación directo en botellas o garrafones para mantener en condiciones estériles el
recipiente en los puntos de venta antes de ser consumidos.
El proceso generación de ozono toma de oxígeno molecular básica (O2) y pasa a través de una
cámara especial en el que se expone a una carga eléctrica de alto voltaje. (Este tipo de generación de
ozono se llama de descarga de corona.) La electricidad hace que la molécula de oxígeno para dividir
y recombinar en 3 oxígenos en vez de dos y convertirla en ozono (O3). El ozono en forma de gas se
inyecta con un burbujeador en un tanque de residencia o mediante un ventury a la tubería del agua
producto para hacerla llegar al agua purificada.
Equipos disponibles dando
9. Almacenamiento.
Después de que el agua ha pasado a través los siete pasos anteriores ingresa a la fase de
almacenamiento y recirculación. Este sistema de almacenamiento y recirculación ha sido diseñado
el agua mantenga su pureza y no entrar en contacto con cualquier material o sustancias que podrían
comprometer en modo alguno la calidad del agua. Este almacenamiento puede ser un tanque plástico
grado alimenticio o de acero inoxidable.
FILTROS
FILTRO DE CARBON EN BLOQUE
(CODIGO: 225S3010402)
FILTRO DE SEDIMENTOS
(CODIGO: )
FILTROS
PLISADOS
(CODIGO: )
LINEAL
HYDRONIX
(CODIGO: )
FILTROS LINEALES
HIDROTEK
(CODIGO: )
FILTRO
DE BOLSA
(CODIGO : )
CARTUCHOS
VACIOS
(CODIGO : )
Nuestros mejores productos – R-
Chemical
Los equipos de cloración que ofrece R-Chemical garantizan un alto desempeño y resultados
óptimos
La medición del caudal es de gran importancia, sobre todo en tiempos de escases de agua. En
la industria de procesos medir el flujo nos permite mejorar la producción, reducir los costos.
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materiales necesarios para el completo funcionamiento de su sistema de abastecimiento
Equipo dosificador
Dispositivo que permite agregar un líquido a un solvente, como el agua, en cantidades
precisas, de acuerdo al flujo que pasa por él, sin importar los cambios de presión o de flujo
en la línea de agua. Dicho líquido es conocido como concentrado y puede ser de diferentes
tipos para diversas industrias, según la presión o caudal.
Aqua Ingenieros cuenta con el personal calificado para este servicio y demás proyectos.
Tanque floculador
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