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todo feliz.
Sabrán que aunque sus logros se harán esperar, llegarán y los colmará de felicidad y
comprenderán que el mundo no se acaba, no se detiene, ni se derrumba a partir de su
nacimiento, sino todo lo contrario, el mundo empieza, porque siempre es renacer, hoy y todos
los días, ya que a partir de ahí todo es posible, porque si los estimulamos desarrollarán todo su
potencial de aprendizaje y seguirán los mismos pasos que el resto de los niños, aunque más
lentamente.
Por tanto, necesitan el apoyo de todos los profesionales que crean, primero en ellos como
personas, y luego como personas a las que hay que alejarlos del temor a no poder. Por ello, la
HIPOTERAPIA significa oportunidad a ser uno más en nuestra sociedad.”
Mª Carmen Sánchez
Cuando una persona, familia o pareja acude a terapia generalmente es para buscar respuestas
a cierta situación o área de su vida que genera conflicto.
En concreto con la terapia de pareja, Snyder & Halford (2012) mencionan que el 25% y 30% de
las parejas no se ven beneficiadas por una terapia tradicional, entiéndase terapia tradicional
por aquella que se lleva a cabo en un lugar determinado y en presencia del interesado y
terapeuta. Esto puede ser por muchas razones, una de ellas que el cliente no se sienta cómodo
con el terapeuta e incluso con el lugar porque lo hace sentir en un contexto de
enfermedad/médico.
Para la terapia de pareja, uno de los requisitos importantes y necesarios es querer trabajar por
mantener la pareja, verse juntos en un futuro y el compromiso entre ellos y con la terapia.
Dicho esto, nos centramos más en la psicoterapia asistida por equinos. ¿Qué es? Es una
metodología experimental en donde el o los caballos son utilizados como facilitadores en el
cambio terapéutico. Según autores como Frewin & Gardiner (2005) la interacción con los
caballos puede presentar una oportunidad única para el usuario de aprender sobre sus roles
en las relaciones humanas, en un espacio seguro emocionalmente, sin ser juzgados y muy
importante de manera experiencial.
La terapia, no sólo se centra en el contenido de la sesión, sino también en el proceso y
conclusiones a las que los clientes llegan, pues es aquí donde se verá el verdadero trabajo para
el cambio en la pareja o individual, el cual se llevará a otras partes de su vida y no solo se verá
en las sesiones.
En terapia, se busca que el cliente reconozca sus problemas y entienda como impactan en su
vida ahora, descubra como lo hizo en el pasado y como lo harían en el futuro si no se trabajara
en ello.
En sesiones se trabajan habilidades mientras interactúas con el animal, y al mismo tiempo con
la pareja, algunos ejemplos son: observación, asertividad, liderazgo, trabajo en equipo,
resolución de conflictos, creatividad, relación interpersonal, entre otros.
El caballo es un animal muy sensible y muy receptivo, por eso en la psicoterapia asistida con
caballos se dice que actúa como un espejo (Vidrine, Owen-Smith & Faulkner, 2002), gracias a
que debemos estar atentos a nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos para
evitar ciertas reacciones que podemos causar en el animal, esto a la vez ayudándonos a que
estemos más conscientes de nuestro modo de relacionarnos con nosotros mismos y los demás.
Como parte del trabajo usando como co-terapeuta al caballo, es importante la realización de
metáforas, para así poder generalizar la experiencia vivida a otras áreas cotidianas de la
relación de pareja. Por ejemplo, la forma en cómo un miembro de la pareja le habla al caballo
en un momento de crisis, lo más probable es que sea de la misma forma que lo hace a su
pareja o a sus hijos, por lo que puede experimentar la reacción que tiene en ellos de manera
externa o gracias a la función de espejo del caballo.
Un estudio realizado por Russell-Martin (2006) compara los efectos que tiene la terapia de
pareja asistida por caballos y la terapia centrada en soluciones, con resultados bastante
favorables para la terapia asistida con caballos.
Son muy diversas las actividades que se pueden realizar con el caballo, se debe tener en
cuenta siempre que el animal debe tener los cuidados indispensables y ser trabajado por un
profesional, así como para la realización de cualquier tipo de terapia, en este caso un
terapeuta de pareja.
Malú Rivera
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Publicado en Equinoterapia
CREER ES PODER
A menudo nos encontramos a personas que refieren que ellas no valen o no pueden hacer
tareas que otros les proponen “yo no valgo para realizar ese trabajo”, “yo no puedo estudiar
tan rápido”, “yo no soy capaz de saltar el trampolín”… Si se indaga sobre ello las respuestas
suelen ser muy similares “me lo han dicho desde pequeño”, es decir, que de manera
progresiva se ha instalado ese mensaje en su persona y caen en profecía autocumplida ya que
sus creencias de incapacidad les llevan a obtener el resultado de su pensamiento.
Son diversos los estudios que afirman que cualquier niño con una motivación adecuada y un
buen método, pueden lograr buenos resultados.
En las personas con discapacidad, se puede comprobar como los que les rodean muchas veces
interrumpen sus intentos de conseguir algo. Quizás sea por miedo a que se “hagan daño”
porque comprueben por ellos mismos que no llegan y de esta forma se frustren, se sientan
tristes y baje su autoestima, y… ¿por qué no intentamos lo contrario? ¿Por qué no les
motivamos a que lo intenten? Si conseguimos que piensen que sí pueden y sí llegan, lo
intenten, se esfuercen y lo consigan.
Las personas con discapacidad necesitan más tiempo y más intentos, pero si se les explica
cómo hacerlo, que método deben seguir, si se les pone pequeñas metas o pasos, seguramente
lo consigan. Sí, a su forma y no de manera “perfecta”, pero lo pueden lograr. Dicho de otro
modo, cuando desarrollan las competencias personales y emocionales, se mantiene una buena
actitud (de manera constructiva, fomentando las fortalezas y con un lenguaje positivos y un
mensaje de confianza) se produce el efecto Pigmalión, es decir, un cambio en el pensamiento
que les lleva a conseguirlo, a mejorar su rendimiento, mejorar su autoestima y su
autoconfianza, y por tanto, su bienestar emocional.
Desde la Asociación PE&CO, defendemos estas ideas. Por ello nuestro objetivo es incrementar
en los pacientes la sensación de dominio, de que depende de nosotros mismos. Todos estos
factores aumentan la capacidad de afrontar la adversidad, desarrolla el crecimiento personal, y
ayuda a alcanzar la felicidad.
Por último, queremos añadir una nota de una de las abuelas, que acude a Equinoterapia con su
nieto:
“No dejemos pasar la oportunidad de convertirlos en un ser completo, digno, libre y sobre
todo feliz.
Sabrán que aunque sus logros se harán esperar, llegarán y los colmará de felicidad y
comprenderán que el mundo no se acaba, no se detiene, ni se derrumba a partir de su
nacimiento, sino todo lo contrario, el mundo empieza, porque siempre es renacer, hoy y todos
los días, ya que a partir de ahí todo es posible, porque si los estimulamos desarrollarán todo su
potencial de aprendizaje y seguirán los mismos pasos que el resto de los niños, aunque más
lentamente.
Por tanto, necesitan el apoyo de todos los profesionales que crean, primero en ellos como
personas, y luego como personas a las que hay que alejarlos del temor a no poder. Por ello, la
HIPOTERAPIA significa oportunidad a ser uno más en nuestra sociedad.”
Mª Carmen Sánchez
stephen-hawking
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Publicado en Equinoterapia
¿QUÉ EXPRESA MI CABALLO?
Aunque parezca sorprendente los caballos tienen maneras increíbles de comunicarse con
nosotros y entre ellos. Conversan sobre todo utilizando sus cuerpos para trasmitir señales y
significados. Es decir, en el mundo equino, los caballos utilizan el lenguaje corporal al igual que
nosotros utilizamos las palabras, y sólo vocalizan cuando quieren reforzar los gestos físicos o
en distancias muy largas.
Las personas podemos interpretar el estado de ánimo de los que nos rodean por su expresión
facial. En cambio en los caballos, es muy difícil (a excepción de los expertos) ya que sus
músculos faciales son menos móviles y por tanto su capacidad de expresión es escasa.
A pesar de esto, os damos varias indicaciones para entender que nos quiere decir nuestro
caballo o como se encuentra:
- Orejas
Sus orejas son muy movibles, por lo que le sirven para identificar ruidos a largas distancias, en
general, las orejas las orientan en la dirección del estímulo que atrae la atención del caballo.
Con ellas expresa su humor.
Cuando sus orejas están echadas hacia atrás y tensionadas indican alerta o agresividad, y hacia
atrás y altas indican atención hacia un estímulo que proviene de esa dirección. Las orejas
relajadas o muy movibles indican disposición y cooperación. Cuando una está tensionada hacia
un lado y la otra en otra dirección, indican incomodidad
- Nariz
Observándola, podemos darnos cuenta de si el caballo está tenso o no. Cuando la boca está
blanda, relajada y móvil está de buen humor, y cuando está firme y tensa está de mal humor.
Si los dientes y los ollares de la nariz están apretados, nuestro caballo está sufriendo algún
dolor.
- Ojos
Cuando los ojos están muy abiertos y volteados hacia atrás indican miedo o rabia. Si en
cambio, están muy abiertos y expresivos, sorpresa. Si los tiene relajados y abiertos, confort, y
si están relajados y entreabiertos, satisfacción. Si se encuentran cerrados con tensión, el ojo
tiene algún tipo de enfermedad.
- Cola
En ella podemos comprobar la excitación del caballo. En general, cuanto más alta la porta, más
excitación, y su porte bajo indica sumisión, cansancio o temor.
Al igual, los movimientos de la cola nos pueden dar pistas del humor del equino. Si sacude la
cola indica molestia, y cuando da un colazo fuerte quiere decir que está irritado.
- Cabeza
Cuando al caballo le molesta algo mueve la cabeza hacia los lados, cuando la echa hacia
delante indica autoafirmación, y cuando toca al jinete con el hocico es que quiere llamarle.
Cuando siente incomodidad la levanta y la aleja.
- Boca
Si mantiene la boca relajada, está tranquilo, en cambio si arruga las comisuras está enfadado o
con dolor. Si se relame o mastica refleja sumisión, si saca la lengua, comprensión.
- Extremidades
A menudo, vemos como los caballos mueven sus patas y através de ello expresan distintas
emociones.
Cuando patalean el suelo están protestando y cuando trotan sin avanzar se sienten frustrados.
Si escarba, está aburrido.
El lenguaje corporal y facial de los caballos es muy extenso. Estas son algunas de las señales
que nos pueden indicar si nuestro caballo es feliz o que le ocurre. A los equinos, les sucede los
mismo que a las personas, si un caballo está contento y es feliz, se trabaja mejor con el ya que
es muy cooperante, aprende más rápido y no se asusta con tanta facilidad. Esto depende
también del jinete, ya que él debe ser quien alabe al caballo por su buen hacer y sus éxitos,
para que en este se desencadene un sentimiento de felicidad.
Foto-24-Etologia-del-caballo Foto-25-Etologia-del-caballo
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El Día Mundial sobre el Autismo se celebra el 2 de Abril. Con este día se pretende, no sólo
generar comprensión y reflexión sobre este trastorno, sino también una petición de ayuda
para mejorar las condiciones de vida de todas estas personas que lo sufren.
A día de hoy, y a pesar de todas las investigaciones, no tiene cura ni se conoce su origen. Este
trastorno afecta a la comunicación, a la interacción social y presenta patrones estereotipados
y/o restrictivos de conducta. Debido a lo extenso y diverso que es el trastorno y sus
manifestaciones, se refiere comúnmente a él como espectro.
Del Autismo poco se conoce, no se comprenden y por este motivo la sociedad no tiene un
“plan” a seguir con estas personas ni se contemplan: no pueden acceder a atención temprana
ya que ni siquiera se plantea en muchas ocasiones, tienen dificultades en la escolarización
puesto que no se sabe muy bien en donde y con quienes encasillarles, no tienen ninguna
entidad que les apoye en cuanto a la integración laboral… Y es que son personas con muchas
dificultades que a simple vista no se ven. En definitiva, en la mayoría de las ocasiones se
encuentran en exclusión social debido a sus rarezas.
Imaginémonos que vamos de vacaciones a un país extranjero con otras costumbres y otra
lengua, y que en el hotel intentamos expresar como buenamente podemos que nuestra
habitación está sucia. Ni nosotros entendemos que nos dice el recepcionista, ni él lo que
nosotros queremos expresar… Nos frustramos, nos irritamos… nos volvemos locos por intentar
entender y que nos entiendan. Algo pareceido les sucede a las personas con Autismo: no
entienden los estímulos que se encuentran en su día cotidiano y esto les produce angustia y
frustración, están en lucha constante por adaptarse a un mundo que no está diseñado para
ellos y es agotador. Debido al esfuerzo que deben hacer por entender el mundo terminan
bloqueándose ante dichos estímulos y finalmente nos encontramos frente a una olla express a
nivel emocional y explotando en conductas inadaptadas y que suelen ser señaladas (por
aquellos que no conocen el trastorno) como malcriado.
Como ya hemos dicho, aunque no existe cura, si hay terapias dirigidas expresamente para ellos
las cuales las reciben de manera muy positiva porque saben que con este apoyo, su vida
mejora. La intervención nunca tiene descanso porque tras un reto superado surge otro nuevo.
El 2 de abril es el Día Mundial del Autismo con la intención de concienciar a la sociedad, que
todas estas personas se esfuerzan por adaptarse a ella, pero es necesario que los demás sean
comprensibles y sensibles con la causa, que tengas ganas de entenderles y tiempo para ser
pacientes con ellos, que no les discriminen por ser distintos ni se les juzguen, que les acepten…
Con este día se pide APOYO.
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DÍA MUNDIAL DEL SÍNDROME DE DOWN
Con motivo del Día Mundial del Síndrome de Down, queremos hacer un homenaje a todas
estas personas que luchan, y nunca mejor dicho, por ser DIFERENTES.
Para nosotros, el Síndrome de Down es ese gran conocido de la sociedad que se desconoce…
Estamos más que acostumbrados a ver o mezclarnos con personas con Síndrome de Down,
pero no sabemos ni conocemos nada acerca de este síndrome. Inclusive todos hemos vivido
alguna ocasión en la que alguien hace el típico comentario de “no, si tiene Síndrome de Down,
no se entera”…. ¿¿¿Qué no se entera???
La persona que tiene Síndrome de Down tiene una única pega, y da un único disgusto en la
vida de sus padres: su diagnóstico, y esto es debido a la ignorancia de ¿qué son estos niños
que tienen un cromosoma 21 de más en su ADN?
Sus rasgos les hacen distinguibles del resto de personas “normales”; cráneo pequeño en su
circunferencia, ojos en forma de almendra, orejas pequeñas, oblicuas y de implantación baja,
nariz pequeña y puente nasal plano, boca pequeña y lengua protruyente, occipucio plano…
una belleza distinta a la que estamos acostumbrados, y es que volvemos a repetir, son
DISTINTOS. Y distintos no quiere decir “malo” o “peor que”, muchas de estas diferencias es lo
que les hace únicos, especiales y mejores que al resto de la gente. Este es su físico, ¿y su forma
de ser?…
Tiene retraso en el desarrollo físico e intelectual y esto es lo que les convierte en luchadores,
por su esfuerzo continuo para “llegar a”. Son visibles sus dificultades para sacar algo adelante,
pero está claro que son unos valientes, unos héroes porque se enfrentan a dificultades que se
encuentran en su vida diaria, y porque todos los días se relacionan con desconocidos que nada
más verles ya les están juzgando y despreciando. Y a pesar de todo, siguen siendo buenas
personas, confiando en todo el mundo, ofreciendo su ayuda a todo aquel que se cruza en su
camino. Y también son tozudos como ellos mismo, pero justo por esto son unos
conquistadores natos del mundo que no renuncian a nada de lo que se propongan.
Son diferentes porque tienen un enorme corazón que abarca a todo aquel que se encuentre
cerca de ellos. Y porque a pesar de sus dificultades no dejan de ser felices.
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Desde nuestro punto de vista, esta frase es clave: todos los padres quieren lo mejor para sus
hijos, pero ninguno se detiene a pensar si lo que ellos creen que es lo mejor, realmente es lo
que quieren sus hijos o lo que necesitan.
Cuando al paciente le preguntamos qué es lo que quiere él, la gran mayoría nos responden
“SER FELIZ”, y a continuación les volvemos a preguntar ¿cómo consigues ser feliz?… La
cantidad de respuestas son innumerables, pero todos añaden un: “yo en terapia de caballos
soy feliz porque…”
Porque cuido de alguien, es decir, del caballo, y no soy yo al que deben cuidar
Porque toda la gente de la hípica me conoce y me saluda sin tener en cuenta mi situación. No
me juzgan, y me trata como un igual
Porque aquí soy útil ayudando y no estorbo. Porque me sostienen sin hacerse cargo de mí
Porque no tengo miedo y siento que soy capaz de hacer cualquier cosa que me proponga
Porque acepto mis limitaciones y la gente que me rodea también las conoce. Y a pesar de ello,
nos proponemos alcanzar objetivos
Porque soy capaz de “conducir” un animal grande, aun sin no poder dirigirme a mi mismo
hacia donde quiero ir, ya que todo el mundo me traslada en mi silla hacia donde ellos quieren
Porque yo decido
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La elección del caballo para la terapia no es cosa fácil, pues se debe tener en cuenta y evaluar
tanto sus características físicas como su carácter y comportamiento para la exitosa realización
de ésta.
1. Características físicas
La porción lumbar del dorso se localiza entre la última costilla y la tuberosidad coxal. En los
caballos de terapia, esta parte debe ser amplia y consistente para soportar la carga
correspondiente y transmitir la impulsión desde los miembros pelvianos, pero tampoco debe
ser muy ancha para los pacientes que presentan una disminución o incapacidad de apertura de
sus extremidades inferiores o con problemas de esplasticidad.
La grupa canaliza y transmite los impulsos de propulsión del miembro pelviano al dorso, de
aquí el papel importante en los movimientos de locomoción del caballo. La grupa de un caballo
de terapia debe ser larga, ancha, musculosa y ligeramente inclinada. Los músculos de la grupa
estabilizan y fijan la articulación de la cadera, y la flexión de la cadera se debe a los músculos
de la región sublumbar y a otros del muslo.
En definitiva, un caballo de terapia debe tener una conformación rectangular para tener
espacio en su lomo para la monta gemelar (dos personas). Su lomo debe ser muy musculoso
para tener suficiente resistencia para aguantar peso. Por último y esencial, el movimiento del
paso y del trote debe ser rítmico y regular.
La altura del caballo debe estar entre 1m y 1,70 m ya que el paciente se puede desplazar tanto
vertical como horizontal sin ninguna dificultad.
2. Carácter y comportamiento
El caballo tiene rasgos de personalidad como especie animal, pero también como individuo.
Partiendo de las características generales de la especie, cada caballo tiene además su carácter
particular. Serán en estas en las que se haga especial hincapié para seleccionar el caballo de
terapia, pues se necesita un caballo con un carácter selectivo y con ciertos rasgos de
comportamientos.
Para que la terapia obtenga éxito, es importantísimo que el caballo genere confianza y se
maneje fácilmente. De esta manera se creará el vínculo paciente-caballo-terapeuta, básico
para la mejora del paciente.
Los caballos son seres sensibles a la atmósfera, por lo que son capaces de valorar el estado de
ánimo del jinete, percibe al instante las características particulares de quien le monta (timidez,
confianza, nerviosismo…) y se adapta a el.
El caballo de terapia, debe ser sumiso, tranquilo, dócil… y que demuestre sensibilidad a la
ayuda del jinete. Debe ser manso en el trato con personas.
Para ello, aunque la edad del caballo no es relevante, sí que juega un papel importante, ya que
el caballo con más de seis años de edad tendrá seguramente más madurez.
Además tiene que tener un buen entrenamiento de manera racionalizada, siempre premiando
el buen comportamiento del animal. Tratar de eliminar el temor natural que posee el caballo.
En general, el caballo debe tolerar el ruido y los movimientos bruscos que pueda realizar la
persona que esté encima de él, estar acostumbrado a que le toquen en cualquier parte de su
cuerpo, y habituado a los objetos que se puedan utilizar durante la terapia, como son los aros,
juguetes, pelotas… Debe mantenerse quieto cuando suba y baje el jinete, debe tolerar bien el
contacto con la piel, la presencia de varias personas a su lado o animales domésticos que se
empleen también en la terapia y de personas corriendo a su lado.
Para el entrenamiento de un caballo de terapia hay que dedicar muchas horas, no sólo para
que el caballo se habitúe a todo aquello que se pueda realizar en terapia, sino también para
que se acostumbre a los terapeutas y se genere un vínculo de confianza entre caballo y
terapeuta. A pesar de ello, es un trabajo muy recompensado y disfrutado.
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