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En los últimos años, se ha desarrollado una teoría de vanguardia propuesta por los
científicos de los alimentos que sostiene la idea de poder predecir los alimentos que podrían
ir bien juntos a partir de estudios químicos de los componentes que le proporcionan el sabor
a los alimentos. Se cree que si dos alimentos comparten un mínimo de compuestos
responsables del sabor, la combinación de ellos resulta agradable al gusto. Esta propuesta
plantea una red de sabores (“Flavor Network”) que relaciona cada alimento estudiado con
sus posibles pares de combinación, teniendo en cuenta los compuestos responsables y
primordiales del sabor. Además, la presente idea ha sido contrastada con la realidad,
comparando unas miles de recetas y cómo estas emparejan los alimentos. Este estudio
determinó que en ciertas zonas del mundo, las recetas concuerdan con la red de sabores,
combinando alimentos que teóricamente resultan agradables al gusto; no obstante, existen
ciertas zonas (Asia y parte de Europa) que las recetan contienen combinaciones de
alimentos que teóricamente no van bien juntos.
Sin embargo, el estudio realizado, no determina la interacción (si es que existe) entre los
compuestos responsables del sabor de los alimentos a combinar, siendo esta una primera
brecha que motiva a este proyecto. Además, se sabe que varios alimentos saludables y
ricos a nivel nutricional no tienen un sabor agradable relativo a otros que resultan ser poco
saludables. Por este motivo, se plantea realizar un estudio químico que determine las
posibles combinaciones entre los alimentos poco agradables (pero con alto valor nutricional)
con aquellos otros que tengan un sabor agradable (y no necesariamente saludables), y la
posible interacción de los compuestos responsables del sabor. La propuesta planteada
también busca realizar combinaciones donde las propiedades nutricionales del alimento
poco agradable al gusto se mantengan mientras que el sabor adquirido/modificado que es
resultado de la combinación sea agradable.
Finalmente, el alcance del proyecto busca ir más allá de proporcionar un sabor agradable a
aquellos alimentos que en su estado original sean desagradables. Lo ideal sería que la
ciencia de la cocina nos lleve a la trascendencia gastronómica, es decir, que el proyecto
suministre una amplia base de datos que pueda impulsar nuevas posibles recetas y
combinaciones de alimentos expandiendo la variedad de platos existentes y así mejorar la
calidad de vida.
STATE-OF-THE-ART
Para poder introducir el término de “Food pairing” es necesario hacer referencia a las
definiciones y peculiaridades de la percepción del sabor y la ciencia que se esconde detrás
de esta.
La percepción del sabor en una comida elaborada con diferentes ingredientes resulta en un
proceso más complejo en el que habría que tener en cuenta las características de sabor de
cada uno de los ingredientes y la interacción entre ellos para poder entender la ciencia que
explica su combinación. A este arte lleno de combinatorias se le denomina como
gastronomía o también llamada la ciencia de comer bien. [5]
El Food Pairing es un término que fue por primera vez usado en 1992 en inglaterra por
Heston Blumenthal y científicos gastronómicos cuyo tiene como hipótesis principal que los
alimentos que compartan más compuestos volátiles, sabrán mejor juntos que aquellos
alimentos que no compartan compuestos volátiles. [5]
Gracias a las investigaciones que se llevaron a cabo desde la fecha hasta hoy en dia, se
puede llegar a concluir que la tendencia estipulada por el Food Pairing se cumple para la
cocina occidental mas no para la cocina oriental. [9]
La actual red de ingredientes y de los compuestos responsables del sabor es solo el primer
paso hacia la elaboración de una red que no solo incluya que tanto los compuestos volátiles
comparten los alimentos sino también considere la concentración de los mismos y la
detección de los límites que podrían existir en la percepción del sabor. [6]
Finalmente es importante destacar que existe también el food pairing para liquido-solidos
como la cerveza, la sopa y el vino, no sólo para alimentos sólidos. [8] Así mismo, existen
factores como el color, la textura, la temperatura y el cocinado que juegan un rol importante
en la percepción de los sabores en la comida [9], por ende, no es de extrañar que estos
factores también impactan significativamente a las combinaciones realizadas teóricamente
por el food pairing. [7]
*Nuestra red de ingredientes y compuestos aromáticos no es más que un primer paso hacia
una verdadera red de percepción compartida de los compuestos aromáticos, que tendría
que incluir concentraciones de compuestos[8] y umbrales de detección[9] para investigar
más a fondo la hipótesis de compuestos compartidos. Su propósito más importante es abrir
una nueva vía en la que el análisis de datos pueda ayudar a la ciencia sensorial y al estudio
de la práctica culinaria.