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1.

METODOLOGÍA PARA EL DISEÑO DE ILUMINACIÓN

El diseño del alumbrado en cualquier edificación se realiza en función del tipoy duración de la
tarea visual a desarrollar; de las limitaciones constructivas para su emplazamiento y de las
consideraciones económicas condicionantes. En la vivienda la tarea visual principal se realiza
en la cocina, durante la preparación de los alimentos; en la mesa del comedor, donde se
ingieren los alimentos o se realizan otras tareas como estudiar, coser, jugar, etc. En las
habitaciones y el estar se pueden realizar tareas visuales como lectura y otras.

La sala de estar:

Dentro de una sala de estar no se necesita la misma intensidad de luz en toda la estancia, por
ello no suele ser adecuado iluminar todo el espacio mediante una sola luz central en el techo.
Tiene más sentido colocar una iluminación puntual allí donde más se necesita y subdividir el
espacio en diferentes ámbitos lumínicos. Las lámparas de pie resultan particularmente
prácticas en ese sentido.

El comedor: En el comedor, la luz ha de iluminar toda la mesa, pero no la cara de

los comensales, con el fin de evitar deslumbramientos. Para conseguirlo, lo mejor

es situar la fuente de luz casi a la altura de los ojos, de tal manera que los

comensales puedan mirarse por debajo de la pantalla sin que su rostro caiga

dentro del haz de luz.

Los dormitorios: En los dormitorios se hace preciso complementar la iluminación

cenital con lámparas de lectura junto a las camas.

El despacho: Si en la vivienda se dispone de un despacho, la iluminación artificial

en el escritorio debe diseñarse con la misma precaución que en la mesa del

comedor: la lámpara debe iluminar uniformemente toda la superficie de trabajo sin


producir deslumbramientos en el usuario. Puede ser aconsejable que se pueda

variar la altura.

La cocina: En la cocina, es imprescindible que la superficie de trabajo esté bien

iluminada, ya que una mala iluminación puede producir fatiga. Las luminarias

instaladas bajo los armarios altos proyectan la luz directamente sobre la encimera

sin producir sombras.

Los baños: Los baños y aseos son los únicos lugares de la vivienda en los que las

lámparas pueden (y deben) iluminar directamente la cara. Sin embargo conviene

tomar algún tipo de precaución que evite los deslumbramientos.

2. SALIDAS DE FUERZA Y SALIDAS ESPECIALES

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