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PRUEBA DE ALCOHOLEMIA

La prueba de Alcoholemia es aquella que mide la cantidad de alcohol en la


sangre que posee una persona en un determinado período de tiempo. Cuando
consumimos etanol, éste gradualmente empieza a concentrarse en la sangre.
Entre más alcohol se ingiera, lógicamente será mayor la concentración. Esto
ocurre hasta cierto punto máximo, es decir, cuando dejamos de beber. Llegado
este punto, el cuerpo inicia un lento proceso de eliminación del alcohol a través
de varias vías, una de ellas, la respiratoria.

Los pulmones son los órganos encargados de la respiración, el aire, entra por
boca o nariz, pasa por la tráquea, luego por los bronquios, después por los
bronquiolos, parar terminar en diminutos sacos de aire llamados alvéolos.
Cuando espiramos el aire, el proceso es a la inversa. Empieza desde los
alvéolos. En los alvéolos ocurre el intercambio de gases (Oxígeno y CO2) entre
el aire inspirado y la sangre que circula por los pulmones. Hay una relación entre
la concentración de alcohol en la sangre y la que hay en el aire en los aveólos.
Estudios indican que 1 gramo de alcohol en un litro de sangre equivale a 0,476
mg de alcohol en un litro de aire espirado. La función de la prueba de
alcoholemia es medir dicha concentración.

Historia

¿Quién inventó los test de alcoholemia? Probablemente, los primeros fueron los
romanos, que en el siglo VII antes de Cristo aplicaban una cruel ley que
condenaba a muerte a la mujer por ingerir alcohol, al igual que por el adulterio,
y la prueba consistía en besar en la boca a la sospechosa de haber empinado el
codo. Es más, no solo la sometía a esta humillación su marido, sino también los
familiares directos suyos, si así lo disponía él.

Se trata de una de las curiosidades contenidas en el libro recién publicado por la


Editorial Almuzara, titulado «Eso no estaba en mi libro de Historia de Roma», del
periodista y comunity manager valenciano afincado en Alicante Javier Ramos de
los Santos.

«Eran los inicios de la República y en esta ley se consideraba que el hecho de


beber alcohol conducía al libertinaje de la mujer y a una posible infidelidad;
luego, en la época del Imperio, las leyes fueron más laxas y benévolas», explica
el autor, quien añade, además que «la mayoría de los matrimonios eran de
conveniencia, con mucha diferencia de edad entre el marido -muy mayor- y la
mujer, por lo que no había mucho amor, con lo que este gesto de acercar los
labios a la boca, no solo besar, ya servía como prueba del supuesto delito».

¿De Qué Depende La Tasa De Alcoholemia?

Aunque dos personas beban la misma cantidad de alcohol es muy poco probable
que alcancen la misma tasa de alcoholemia o que lo hagan en el mismo
momento. Incluso si es una misma persona la que toma alcohol en dos días
distintos, la tasa de alcoholemia que alcance también puede variar.

La Rapidez Con Que Se Ingiere La Bebida


La absorción del alcohol depende directamente de la
velocidad a la que bebas. Cuanto más rápido tomes la
bebida, mayor será la velocidad de absorción y la cantidad
total de alcohol que pase a la sangre.

Por ello, es recomendable que bebas pausadamente y que


separes en el tiempo las bebidas que vayas a consumir.
También es bueno intercalar alguna bebida no alcohólica
entre dos bebidas alcohólicas.

Las Características Del Alcohol Que Se Toma

La absorción del alcohol es más lenta en bebidas fermentadas (como la cerveza


o el vino) que en las destiladas (como la ginebra, el ron o el whisky).

Además, el alcohol tomado junto a bebidas gaseosas (como la tónica o ciertas


bebidas de cola) o tomada caliente puede favorecer la rapidez de aparición de la
alcoholemia.

Tener El Estómago Vacío O Lleno

La rapidez de absorción del alcohol depende de la cantidad que llegue al


intestino delgado, por lo que la presencia de alimentos en el estómago es una
variable muy importante.

Cuando el tubo digestivo está vacío, la cantidad de alcohol que pasa a la sangre
es mayor y lo hace de forma más rápida. Por ello, no es nada recomendable
consumir alcohol sin haber comido nada.

La Edad Y La Experiencia En La Conducción

Las personas menores de 18 años y los mayores de 65 son más sensibles a los
efectos del alcohol, por lo que es más fácil que tengan deterioros en las
capacidades psicofísicas necesarias para conducir.

Por otra parte, es importante señalar que los efectos del alcohol son mayores en
los conductores con poca experiencia, ya que todavía no han automatizado los
movimientos necesarios para conducir y que se aprenden con la práctica. Por
ello, a los conductores noveles se les permite una tasa de alcoholemia menor
para circular.

El Sexo De La Persona

El alcohol se distribuye por el cuerpo de forma distinta en hombres y en


mujeres. Por ello, las mujeres pueden presentar tasas de alcoholemia más altas
con la misma cantidad de bebida, especialmente si son jóvenes.

El Peso De La Persona

La distribución y concentración del alcohol es diferente en una persona gruesa


que en una persona de menos peso. Con lo cual, una persona delgada puede
obtener una mayor tasa de alcoholemia con la misma cantidad de alcohol
ingerido que una persona gruesa.
La Hora Del Día

Los seres humanos tenemos unos ciclos de actividad biológica que varían de la
noche al día y de la mañana a la tarde. Sabemos que la eliminación del alcohol
es mucho más lenta durante las horas de sueño.

Por ello, si antes de acostarte tú consumo de alcohol ha sido elevado, es posible


que por la mañana aún te despiertes con una alcoholemia positiva.

Dormir algunas horas no es suficiente para garantizar una conducción segura.

Circunstancias Personales

La fatiga, la somnolencia, la ansiedad, el estrés u otras enfermedades, son


algunos factores que pueden influir sobre la alcoholemia y sus efectos sobre tu
organismo.

La Curva De La Alcoholemia (O De Widmark)

El alcohol puede empezar a detectarse en la sangre a los 5 minutos de haberlo


ingerido y alcanza su máximo nivel entre los 30 y 90 minutos siguientes. A partir
de este momento, comienza a desaparecer lentamente de la sangre hasta su
completa eliminación.

Ley Merlano

La llamada “Ley Merlano”, en honor al ilustre ex senador, Ley 1696 de 2013,


creó la pena a para quien se niegue a realizar la prueba de alcoholemia. Esta es
una contravención diferente a manejar en estado de embriaguez. Son conductas
independientes. Es como robar y asesinar, son separadas. Cada una con una
sanción diferente. Dice esta ley:

“Artículo 5°. El artículo 152 de la Ley 769 de 2002, modificado por el artículo
1° de la Ley 1548 de 2012, quedará así:

Art 152: (…)

Parágrafo 3°. Al conductor del vehículo automotor que pese a ser requerido por
las autoridades de tránsito, con plenitud de garantías, no permita la
realización de las pruebas físicas o clínicas a que se refiere la presente
ley o se dé a la fuga, se le cancelará la licencia, se le impondrá multa
correspondiente a mil cuatrocientos cuarenta (1.440) salarios mínimos diarios
legales vigentes (smdlv) y procederá la inmovilización del vehículo por veinte
(20) días hábiles.”

Grados De Alcoholemia y sus Respectivas Sanciones

Ahora veremos cómo se manejan los grados de alcoholemia y sus respectivas


sanciones: Dice la Ley 1696 de 2013:

Artículo 152. Sanciones y grados de alcoholemia. Si hecha la prueba, se


establece que el conductor se encuentra en alguno de los siguientes grados de
alcoholemia, incurrirá en las sanciones respectivas, según el nivel de
reincidencia correspondiente de conformidad con lo indicado a continuación para
cada evento:(CUADRO DIAPOSITIVA)
Recolección De La Prueba De Alcoholemia

Las autoridades de tránsito podrán solicitar a todo conductor la práctica del


examen de embriaguez, con el fin de lograr determinar si se encuentran bajo los
efectos del alcohol en la sangre.

Entre las pruebas de alcoholemia más conocidas se encuentran las siguientes:

La prueba de alcoholimetría: Es el examen o prueba de laboratorio, o por medio


técnico que determina el nivel de alcohol etílico en la sangre.

La prueba de alcoholuria: Es el examen o prueba de laboratorio, o por otro


medio técnico que determina el nivel de alcohol etílico en la orina.

La prueba de alcohosensor: Sistema para determinar alcohol en aire exhalado.

Así mismo, la Sentencia C-619 de 2011 de la Corte Constitucional, recalcó que la


prueba de alcoholemia es obligatoria para los conductores involucrados en
accidentes de tránsito, disponiendo este procedimiento en caso de accidente de
tránsito cuyo resultado pueda llegar a configurar una fracción, lesiones
personales u homicidio, asimismo, advirtió que está prohibido conducir en
estado en embriaguez.

“La Corte precisó que el envío a la prueba de alcoholemia de los conductores


involucrados en un accidente de tránsito que describe el supuesto de la norma,
constituye una de las actuaciones propias encaminadas a determinar la posible
responsabilidad penal que pueda surgir del siniestro en cuestión. A su vez, esto
implica que la recolección de las pruebas con dicho fin, está a disposición de las
partes que van a participar en el proceso de establecimiento de la
responsabilidad penal, a las cuales les asiste el derecho de solicitar la práctica de
las que consideren relevantes. Es decir, que el conductor sobrio puede solicitar
que se le practique la prueba de alcoholemia al peatón lesionado o fallecido,
presuntamente ebrio. Con tal objeto, el inciso siguiente al demandado dispone
que el informe o el croquis, o los dos, “serán entregados inmediatamente a los
interesados y a la autoridad instructora competente en materia penal”. Por ello,
no se puede afirmar que la norma haya omitido disponer la práctica de una
prueba como obligación de la autoridad de tránsito”.

En Caso De Admitir La Realización De La Prueba

Si admite haber fumado, vomitado, ingerido alcohol, enjuague bucal se debe


esperar quince (15) minutos para realizar la prueba. Ya que aún pueden existir
moléculas de alcohol en la boca, y lo que se buscar medir es el alcohol del aire
en los alvéolos.
Trucos Para Eludir Los Controles De Alcoholemia
Frente a lo que se suele pensar, ninguna de las siguientes estrategias ha
demostrado ser eficaz para reducir nuestra tasa de alcoholemia:
• Hacer ejercicio.
• Tomar chicles, caramelos balsámicos, menta u otras hierbas.
• Tomar caramelos u otros productos con azúcar.
• Masticar granos de café.
• Beber aceite.
• Fumar abundantemente
• Consumir cocaína.
• Usar determinados sprays bucales.
• Beber mucha agua después de tomar alcohol.
• Tomar clara de huevo.
El dispositivo alcohosensor debe estar debidamente calibrado. Tener Calibración
vigente. No debió haber pasado un año desde la última calibración. Ningún
resultado de alcoholemia es válido si se realiza después de las 23:59 horas del
día en que expira la vigencia de la calibración. Si por ejemplo la última
calibración fue el 21 de enero de 2014, este artefacto podrá ser usado hasta las
23:59 del 21 de enero de 2015. Esto se demuestra mediante un certificado de
calibración que debe portar el agente de tránsito.

Los alcohosensores que se pongan en servicio por primera vez a partir del 1 de
septiembre 2015 deben mostrar las unidades de medida de la alcoholemia
equivalente, como "mg de etanol/100 mL de sangre.

El dispositivo debe ser uno de los modelos y marca aprobados por las
autoridades. Como Colombia aún no determinado la lista de los artefactos
avalados, la lista es la misma que maneja el Departamento de Transporte de los
Estados Unidos de América (Departament of Transportation, DOT, por sus siglas
en inglés), o tener un certificado de conformidad con la International
Recommendation 126, Evidencial Breath Analyzer, edition 2012 de la
International Organization of Legal Metrology (OIML R-126, por sus siglas en
francés). Si el artefacto no está en esta lista, la prueba es inválida. Además
deben ser realizados mantenimientos por cada 600 pruebas. Tiene un vida útil
de aproximadamente 3.000 pruebas e incluso más si se tiene un bue cuidado.

Los certificados de las calibraciones son emitidos por las empresas importadoras
y distribuidoras. Para el procedimiento utilizan alcoholes especiales a 34 grados
centígrados de ebullición.

Cada una de las pruebas debe realizarse con una boquilla nueva. Esta debe de
ser mostrada al examinado de tal forma que éste se percate que no se ha
utilizado antes. La boquilla se debe colocar con la precaución de no hacer
contacto directo con las manos, esto por un tema de higiene. Las boquillas son
entregadas en paquetes de 25 y quienes las manipulan y realizan el examen
deben ser policías entrenados por medicina legal.

Se debe realizar una prueba al vacío, es decir, probar primero con aire libre de
alcohol para demostrar que no se producirán resultados positivos si hay carencia
de alcohol en el aire de los alveolos del examinado. Muchos equipos lo hacen de
manera automática.

El examinado debe respirar, retener el aire y luego soplar de manera sostenida


hasta que se le indique.
Muchos alcohosensores tiene la opción de “Manual” para realizar la medición, si
la muestra fue obtenida de esta forma, carece de validez.

Los resultados se le deben enseñar al examinado. El examinado debe comprobar


que los resultados que indica el alcohosensor sean los mismos que
posteriormente se impriman en la etiqueta y que luego se escriban en los
cuestionarios. Acompañado de la debida fecha y hora.

Un resultado menor a 20 mg/100 mL o a 0,02 g/L se considera negativo de


acuerdo con el límite establecido en la Ley 1696 de 2013.

Si la primera prueba es mayor o igual a 20 mg/100 mL (0,02 g/L) se debe


realizar una segunda medición después de dos minutos. Nunca deben transcurrir
más de 20 minutos entre una medición y otra. Si esto sucede, no permita que le
hagan de nuevo otra prueba. Este error se puede argumentar en la audiencia
ante el inspector y lograr que no le impongan la multa. En conclusión, la
segunda prueba debe realizarse entre 2 y 10 minutos después de la primera.

Para todas los Resultados mayores o iguales a 20 mg/100 mL se debe aplicar un


criterio de aceptación de los duplicados y una corrección del resultado, teniendo
en cuenta el error máximo permitido según la Recomendación 126 de la
Organización Internacional de Metrología Legal. Este se calcula mediante una
fórmula matemática. En base a esta fórmula, solo son posibles las
combinaciones de resultados de la prueba de alcoholemia enunciados en el
Anexo 6 de la Resolución 181 de 2015. Si el resultado de su prueba de
alcoholemia no está relacionado en aquella lista, la prueba carece de validez.

Retén

Un retén debe contar con mínimo 10 uniformados, debe estar debidamente


señalizado con luces, pancartas y vallas de la Policía Nacional, una patrulla al
comienzo y al final del retén. La patrulla puede ser una motocicleta, carro o
camioneta.

Estas son las características formales que debe tener un retén, pero no existe
impedimento para que un policía pueda detenerlo con tan solo una patrulla. Son
la autoridad, tienen la facultad constitucional y legal de preservar el orden
público, y para cumplir con su actividad de policía, es su deber realizar este tipo
de procedimientos.

Ahora, dependiendo del tipo de policía, serán distintas las facultades que tendrá
para con el ciudadano detenido.

Si es un Policía de Vigilancia, éste sólo le puede pedir al ciudadano documento


de identidad, licencia de conducción y tarjeta de propiedad, ésta última se
necesita para verificar si por ejemplo el vehículo es robado o está vinculado a
alguna investigación penal.

Como a los Policías de Vigilancia les está prohibido levantar comparendos de


tránsito, éste no tiene ninguna necesidad de pedir documentos como el SOAT,
revisión técnico mecánica, o verificar el equipo de carretera. Más sin embargo, si
el Policía de Vigilancia evidencia un posible estado de alicoramiento del
conductor, éste puede pedir la asistencia de un Policía de Tránsito para que
realice el control de alcoholemia, ya que un conductor ebrio representa un
peligro para las demás personas de la vía.

Valor Probatorio De La Prueba De Alcoholemia

Antecedentes

En la actualidad los operadores judiciales, siguen aplicando un método mecánico


con poco esfuerzo probatorio en la prueba de alcoholemia, otorgando libertad o
casa por cárcel a los sujetos activos que se encontraban en estado de
embriaguez en el momento del accidente de tránsito, por considerar que no son
un riesgo para la sociedad, y cuando el resultado de su conducta fue dejar
lesionada a una persona o dejarla muerta sobre la vía.

Todavía no se tiene en cuenta los hechos previos al accidente del tránsito, donde
este sujeto es consciente que se encuentra manejando un vehículo que se dirige
a una fiesta o reunión donde sabe que hay licor y que tiene no solo la intensión
de ingerir licor, sino que efectivamente consume licor y luego de departir se
pone al volante nuevamente colocando en riesgo su vida y la vida e integridad
de las personas que se atraviesen en su camino.

Es decir que el sujeto activo tiene toda la consciente desde el momento en que
decide y empieza a ingerir licor y que sabe que va en contravía de las normas de
tránsito y que su actuar al conducir en estado de embriaguez puede ocasionar
lesiones a otras personas.

En definitiva el operador jurídico desconoce la magnitud de la tragedia, al


considerar que los hechos son culposos, correspondientes a una conducta
imprudente ya que nunca tuvo la intensión de comerte el delito (lesiones u
homicidio), al no dar cavidad al principio de proporcionalidad que permite afinar
la gravedad de la conducta y la respuesta punitiva.

Concepto

Respecto al valor probatorio de la prueba, los resultados aportados que cumpla


todos los requisitos oficiales, tienen únicamente valor indiciario o presuntivo,
pues no bastan para considerar probado, de modo automático.

El funcionario judicial debe tener especial consideración cuando se trata de


valorar el injusto, la culpabilidad y las consecuencias jurídicas del delito.

La Corte amparó la tesis del denominado dolo eventual. “Para esta teoría existe
dolo eventual cuando el sujeto se representa como probable la realización del
tipo objetivo (el delito), y a pesar de ello decide actuar, con independencia de si
admite o no su producción”, con lo cual la Corte descartó la teoría de un delito
culposo (admitido por el juez de primera instancia, en el cual el conductor ebrio,
en este caso, no se representa la probabilidad de cometer un delito, o la advierte
lejano o remoto y confía en poder evitar el resultado final, en este caso el
homicidio).
La Corte recordó que la norma penal vigente exige para la configuración de dolo
eventual que el sujeto se represente como probable la producción del delito y
que deje su no producción librada al azar.

Y eso, para la mayoría de magistrados de la Sala Penal, fue lo que ocurrió en el


caso de Rodolfo, quien dejó la no ocurrencia del delito a su suerte, lo que implica
que el sujeto decide actuar o continuar actuando, no obstante haberse
representado la existencia en su acción de un peligro inminente y concreto.

“Dejar al azar es optar por el acaso, jugársela por la casualidad, dejar que los
cursos causales continúen su rumbo sin importar el desenlace, mantener una
actitud de desinterés total por lo que pueda ocurrir o suceder, mostrar
indiferencia por los posibles resultados de su conducta peligrosa, no actuar con
voluntad relevante de evitación frente al resultado probable, no asumir actitudes
positivas o negativas para evitar o disminuir el riesgo de lesión que su
comportamiento origina”, dijo la Corte en la sentencia.

La Sala Penal respaldó al Tribunal en su análisis sobre la actitud indiferente del


victimario, tras reiterar que Rodolfo no hizo nada para evitar el resultado. Aquí
“(…) el total desprecio que evidenció por la vida humana y por las víctimas… es
una razón para evidenciar que no le interesó el resultado antijurídico que causó”.

Valor Probatorio

La actividad más importante y compleja que realiza el Juez es la apreciación o


valoración de las pruebas puestas a su conocimiento, con deber de tener la
certeza sobre la verdad jurídica que se refleja, concatenada en las diversas
apreciaciones en la Doctrina y la Jurisprudencia.

Para el caso es indispensable cuestionar si la prueba de embriaguez se trata de


un medio o un resultado, y es por ello que el Juez debe tomarlo como un
instrumento para lograr la convicción de la real ocurrencia de los hechos.

Hay que entender que el resultado de la prueba de alcoholemia no se trata de


unos simples números, que arrojan positivo o negativo, sino asignarle el valor
que corresponde a su estimación.

Sentís Melendo, ilustra extraordinariamente esta fase de la actividad probatoria


al expresar: “estamos ante la etapa decisiva y concluyente de ese itinerario
probatorio”… “… los elementos ya están adquiridos por el proceso, o
incorporados a él; se trata de determinar su trascendencia para llegar a la
certeza; esta solo se logra, la certidumbre solo se alcanza a través de la prueba.
Y vamos a ver que hay muchas maneras de concebir el trabajo de valoración de

Juez: Ese trabajo es el de persecución de la inalcanzable verdad hacia la cual


hay que tender siempre”

1 Se entiende por apreciación o valoración de las pruebas la operación


intelectual o proceso mental de orden crítico, que hace el Juez sobre los medios
de prueba que se han empleado en el proceso, con el fin de obtener certeza
respecto de los hechos afirmados por las partes como fundamento de sus
pretensiones, si estamos en el campo civil; o llegar a la certeza del hecho
punible y de la responsabilidad del sindicado, si nos encontramos en el campo
penal.

Si bien el conducir es una actividad riesgosa, que provoca lesiones u homicidio


como resultado de la imprudencia, negligencia, impericia, desatención y el no
cumplimiento del deber de cuidado.

En nuestra sociedad, actualmente, cuando en un accidente de tránsito el


conductor se encuentra en estado de embriaguez, a pesar de que el hecho es
generador de un impacto social, las penas han sido benignas, por que los jueces
les cuesta darle el valor probatorio a la prueba de alcoholemia, y por lo tanto
siguen enmarcándolo como un delito culposo.

Ahora bien, el legislador le ha dado otra oportunidad a estos conductores en


estado de embriaguez, con la llamada “ley de pequeñas causas”, cuando la
lesión producida no supera los 30 días de incapacidad sin secuelas o el choque
solamente produjo daños materiales al vehículo.

Es así, como el juez debe aplicar los planteamientos de la Ley 1326 de 2009,
aunque el hecho sea un delito culposo, cuando se comete en estado de
embriaguez, la pena se aumenta de la mitad al doble.

Sin embargo, por qué ha de catalogarse que un conductor en estado de


embriaguez cuando ocasiona accidente de tránsito, el hecho es culposo? Si el
sujeto en estado en sano juicio sabe de antemano que el conducir es una
actividad peligrosa y más aún si se somete bajo efectos de la sustancia
alcohólica, su actuar es consciente y voluntario en el que puede cometer por su
imprudencia, desatención y el no cumplimiento del deber de cuidado, daño a la
humanidad de otras personas.

Lo anterior, atendiendo que si alguien conduce en vehículo en estado de


embriaguez, sabe que está violando la ley, el vehículo se convierte en un arma,
porque no está bajo control y puede matar a personas. Este hecho debe
homologarse a tener un arma, ya que tener un arma no es contraria la ley, esta
es segura siempre y cuando la persona tenga el control y este obedeciendo la
ley, pero si la persona decide desobedecer la ley y usar el arma en contra de
otras personas, esta persona está poniendo en peligro los bienes jurídicos
tutelados.

Finalmente, en Colombia, la Corte Suprema de Justicia ha tratado de salir de ese


marco de delito culposo a delito de dolo eventual, mediante el fallo del 25 de
Agosto 2.010, que resuelve recurso de casación confirmando la condena del
Tribunal Superior de Bogotá que le impuso a un conductor ebrio pena de prisión
de 220 meses.

La Corte amparó la tesis del denominado dolo eventual. “Para esta teoría existe
dolo eventual cuando el sujeto se representa como probable la realización del
tipo objetivo (el delito), y a pesar de ello decide actuar, con independencia de si
admite o no su producción”, con lo cual la Corte descartó la teoría de un delito
culposo (admitido por el juez de primera instancia, en el cual el conductor ebrio,
en este caso, no se representa la probabilidad de cometer un delito, o la advierte
lejano o remoto y confía en poder evitar el resultado final, en este caso el
homicidio).

La Corte recordó que la norma penal vigente exige para la configuración de dolo
eventual que el sujeto se represente como probable la producción del delito y
que deje su no producción librada al azar.

Y eso, para la mayoría de magistrados de la Sala Penal, que para el caso, quien
dejó la no ocurrencia del delito a su suerte, lo que implica que el sujeto decide
actuar o continuar actuando, no obstante haberse representado la existencia en
su acción de un peligro inminente y concreto.

“Dejar al azar es optar por el acaso, jugársela por la casualidad, dejar que los
cursos causales continúen su rumbo sin importar el desenlace, mantener una
actitud de desinterés total por lo que pueda ocurrir o suceder, mostrar
indiferencia por los posibles resultados de su conducta peligrosa, no actuar con
voluntad relevante de evitación frente al resultado probable, no asumir actitudes
positivas o negativas para evitar o disminuir el riesgo de lesión que su
comportamiento origina”, dijo la Corte en la sentencia.

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