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TRASFUSIÓN DE ERITROCITOS.

INTRODUCCIÓN
La trasfusión sanguínea es un procedimiento común que realizan los trabajadores de
atención a la salud. Es relativamente segura, pero puede presentar complicaciones,
algunas de las cuales ponen en peligro la vida. Para minimizar la posibilidad de
complicaciones, deben seguirse guías estrictas.
En este video se observa una demostración de un método frecuentemente usado para
llevar a cabo una trasfusión de eritrocitos no urgente, en un paciente adulto,
competente. La trasfusión de otros productos sanguíneos, como plasma y plaquetas,
no se aborda en este video. Los procedimientos presentados se basan en las
recomendaciones de la American Association of Blood Banks y siguen las guías
comúnmente aceptadas en Estados Unidos, pero las recomendaciones pueden variar
dependiendo de la jurisdicción y las políticas de cada institución.

INDICACIONES
La trasfusión de eritrocitos está indicada en pacientes con anemia de cualquier causa,
cuando hay necesidad de aumentar las capacidad de trasporte de oxígeno.
Dependiendo de los síntomas del paciente, la trasfusión de eritrocitos puede
considerarse cuando la concentración de hemoglobina desciende por debajo de 8 g/dl.
En general, en adultos, la trasfusión de una unidad de paquete globular eleva la
concentración de hemoglobina 1 g/dl, el equivalente de elevar 3% el hematocrito.

EQUIPO
El material que se usa para la trasfusión incluye la sangre prescrita; un catéter
intravenoso (IV) permeable; tubos de trasfusión estériles, libres de pirógenos, de “tipo
Y”, con un filtro apropiado; un soporte para colgar la bolsa de sangre; guantes no
estériles; solución salina normal; tubos para enviar muestras de sangre al laboratorio;
y torundas desinfectantes. Se necesitan estetoscopio, termómetro y
esfigmomanómetro para evaluar los signos vitales del paciente. Usted también debe
obtener el expediente del paciente (un expediente convencional en papel o el
expediente médico electrónico, dependiendo de la institución) y un formato
(requisición) para solicitar la sangre.

PREPARACIÓN
Los profesionales de la salud autorizados para indicar una trasfusión sanguínea o para
llevar a cabo el procedimiento pueden variar de acuerdo con las guías locales. Antes
de solicitar la sangre, explique al paciente la razón de la trasfusión, así como los
beneficios y riesgos asociados con el procedimiento. Obtenga el consentimiento del
paciente por escrito. Pregunte al paciente su nombre completo, su fecha de
nacimiento o su número de expediente institucional. Confirme que esta información
concuerda con la de la pulsera de identificación del paciente. También asegúrese de
que la información de la pulsera de identificación del paciente concuerda con la del
formato (requisición) para solicitar la sangre y el expediente.
Obtenga una muestra de sangre venosa para las pruebas de compatibilidad. Asegúrese
de que el tubo que contiene la muestra de sangre tiene una etiqueta con la
información correcta del paciente, y envíe la muestra y el formato (requisición) para
solicitar la sangre al banco de sangre para su análisis. La muestra se usará para
determinar el tipo ABO y Rh del paciente y para buscar anticuerpos no ABO. Este
procedimiento puede tardar de 30 minutos a una hora o más, dependiendo de que se
hayan detectado o no anticuerpos en el estudio inicial. La muestra de paciente se usa
después para llevar a cabo las pruebas cruzadas con una unidad compatible. Después
de enviar la muestra de sangre y la requisición al banco de sangre, documente en el
expediente del paciente la indicación de la trasfusión, el número de unidades de
sangre necesarias, la velocidad de infusión, o cualquier requerimiento especial, como
la necesidad de sangre irradiada.
Cuando esté list@ para iniciar la trasfusión, reúna el equipo necesario. Compruebe la
identidad del paciente mediante dos formas de identificación y asegúrese de que el
paciente entienda el procedimiento. Lávese las manos, póngase los guantes y si el
paciente no tiene una vena permeable, canalícelo. En pacientes con catéteres a
permanencia, enjuague el puerto de acceso venoso con solución salina.
Abra el equipo de tubos para trasfusión y quite la cubierta de la bolsa que contiene
solución salina. Cierre la pinza de la tubería. Quite la cubierta protectora de la punta
del tubo y conéctelo a la bolsa de solución salina. Cuelgue la bolsa de solución salina
en el soporte. Exprima la cámara de goteo para llenarla hasta la mitad con solución
salina. Abra la pinza para permitir que la solución salina fluya por el tubo. Cierre la
pinza cuando la solución llegue al extremo. Limpie el sitio de acceso o puerto con una
torunda desinfectante. Espere a que el desinfectante se seque y conecte el tubo al
catéter IV del paciente. Abra la pinza para iniciar la infusión de solución salina. No más
de una hora antes de iniciar la trasfusión, obtenga y registre la temperatura, tensión
arterial, frecuencia respiratoria y frecuencia cardiaca. Estos signos vitales le servirán
como línea de base para comparar durante la trasfusión. Cuando esté list@, llame al
banco de sangre para que le lleven la sangre a la cama del paciente. Cuando llegue la
sangre, lávese las manos y póngase los guantes. Empiece a administrar la unidad de
eritrocitos tan pronto como sea posible, pero ciertamente no más de 20 o 30 minutos
(dependiendo de las guías institucionales) después de que haya llegado del banco de
sangre. La trasfusión debe concluir antes de que hayan trascurrido 4 horas desde que
se haya introducido la punta del tubo de trasfusión a la bolsa de sangre.

VERIFICACIÓN DE LA INFORMACIÓN
En presencia del paciente y antes de iniciar la trasfusión, debe confirmar que ha
recibido el producto sanguíneo correcto. Para lo anterior, usted y otro miembro
autorizado del personal de salud deben verificar independientemente la identidad del
paciente, de dos formas diferentes, como se mencionó previamente, los tipos ABO y
Rh del paciente, el número de identificación del donador, los tipos ABO y Rh del
donador, la interpretación de las pruebas cruzadas y la fecha de caducidad de las
unidades de sangre.
Examine la bolsa de eritrocitos. Si hay cualquier discrepancia entre la información
especificada y la que se refiere a la unidad de sangre proporcionada, o si la sangre
tiene coágulos o color u olor anormales o si hay una cantidad anormal de aire en la
bolsa por encima de las células o cualquier signo de fuga, como manchas de sangre
sobre la bolsa, notifique al banco de sangre y espere a que el asunto se haya resuelto
antes de proceder con la trasfusión.
Una vez que usted y el otro miembro del personal de salud hayan verificado la
información, ambos deberán firmar la etiqueta en la bolsa de sangre antes de iniciar la
trasfusión. Finalmente, lávese las manos y póngase guantes nuevos.

INICIO DE LA TRASFUSIÓN
Cuelgue la bolsa de sangre en el soporte. Introduzca la punta de la tubería en la bolsa
de sangre. Llene la cámara de goteo y ajuste la pinza para lograr la velocidad de flujo
prescrita. Anote en el expediente médico del paciente, la hora de inicio de la trasfusión
y el número de identificación del donador que está en la bolsa de sangre que se va a
trasfundir.

MONITOREO DEL PACIENTE


Durante los primeros 15 minutos de la trasfusión vigile de cerca al paciente en busca
de cualesquiera efectos adversos. Instruya al paciente para que informe
inmediatamente en caso de que aparezca cualquier síntoma como dolor, prurito,
erupción cutánea o escalofríos. Si se presenta una reacción, es necesario ejecutar
varios pasos, como suspender la trasfusión de inmediato, mantener la vía IV
permeable con solución salina, revisar si hubo errores administrativos o en la
documentación, llamar al banco de sangre y consultar con un especialista en medicina
trasfusional. Una discusión más amplia acerca del manejo de las reacciones
trasfusionales está más allá de los objetivos de este video.
Valore los signos vitales 15 minutos después del inicio de la trasfusión y en cualquier
momento durante la misma en que la valoración parezca necesaria, de acuerdo con el
estado del paciente. Siga monitoreando al paciente más o menos cada 30 minutos
durante el resto de la infusión. Cuando la trasfusión se haya completado, valore los
signos vitales del paciente y compárelos con las mediciones de la línea de base.

FINALIZACIÓN DE LA TRASFUSIÓN
Si no se ha prescrito la trasfusión de más unidades de paquete globular, lávese las
manos y póngase guantes nuevos. Reconecte el catéter IV del paciente a un líquido IV,
cierre el catéter con heparina o solución salina o descontinúe la infusión y retire el
catéter al mismo tiempo. Quítese los guantes y descártelos. Lávese las manos. Siga
monitoreando al paciente en busca de efectos adversos, por lo menos durante una
hora después de la trasfusión. Explique al paciente que pueden presentarse reacciones
tardías después de la trasfusión, particularmente en pacientes externos, y que es
necesario consultar con su médico y considerar regresar al hospital si dichas
reacciones se presentan. Los síntomas tardíos, como fiebre, erupción cutánea, disnea o
cambios en el color de la orina, pueden presentarse días o semanas después de la
trasfusión. Proporcione esta información al paciente tanto oralmente como mediante
materiales impresos. Finalmente, documente el procedimiento en el expediente
médico del paciente.

COMPLICACIONES
Las trasfusiones de sangre se asocian con varias complicaciones potenciales. Entre
ellas están reacciones febriles y urticarianas, reacciones hemolíticas trasfusionales
agudas, reacciones hemolíticas trasfusionales tardías, trastornos metabólicos y la
trasmisión de enfermedades.

RESUMEN
Las trasfusión de sangre es un procedimiento común y relativamente seguro. Sin
embargo, pueden presentarse reacciones trasfusionales graves, aún si se siguen las
guías recomendadas. Los clínicos deben estar familiarizados con las indicaciones de la
trasfusión, el equipo requerido para el procedimiento y las complicaciones que
pueden presentarse por este tratamiento, que tiene la potencialidad de salvar la vida.

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