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Álvaro Zamora

¿Deontología kantiana?

El imperativo no conoce la coyuntura, es decir,


el lazo de las determinaciones exteriores.

SARTRE,"Determinación y libertad"

Abstract. This paper crittctzes the l. Reconocer deberes


classification of Kant's ethics as a deontological
ethics. The term, used for that purpose, is En su examen, una estudiante procura
considered insufficient, even equivocal and ejemplificar el concepto kantiano del deber.
ambiguous. Nowadays, deontology is used Advierte: quien se pensiona por el Magisterio
as a good resource to replace criticism -in Nacional debe continuar cotizando para el
ethical matters- with programs or regulations régimen, por respeto a la ley, aun cuando no
determined according to heteronymous interests, desea someterse a tal deber, e incluso cuando
a task which is incompatible with Kantian ethics. lo considera inmoral y estima que el mismo se
Furthermore, the concept of duty theorized by encuentra determinado desde aquello que Kant
Kant, in which are evident its ontological support denominaba heteronomía. Seguidamente infor-
and its aprioristic character, does not match the ma: según dicho filósofo, existe otra forma del
-empirical- duty privileged by deontology. deber, la cual no corresponde con una preten-
dida necesidad para apropiarse de los dineros
Key words: Kant, ethics, deontology. cotizados por los educadores, ni con la serie
de medidas para obligados a recapitalizar el
régimen pensionario. Esta forma del deber se
Resumen. He aquí una crítica a plantea en el imperativo categórico y corres-
la clasificación de la ética kantiana como ponde con lo que el filósofo concibe como
deontológica, al considerar que dicho término autonomía de la voluntad. Su fundamento no
resulta insuficiente, sino equívoco y ambiguo para es contingente: no responde a un interés parti-
tal fin. La deontología constituye actualmente cular (como el de recapitalizar un sistema que
un buen recurso para sustituir la crítica -en el gobierno ha defraudado). Con otras palabras:
materia ética- con programas o normativas se presenta como universalmente necesario en
determinadas según intereses heterónomos, tarea sí y por sí mismo.
incompatible con la ética kantiana. Además, el El esfuerzo de la estudiante atraca en buen
concepto de deber teorizado por Kant, cuyo puerto. Pero la problemática merece mayor acla-
asidero ontológico y su carácter apriorístico ración, amén de haber tocado un tópico anejo:
resultan evidentes, no corresponde con el deber no puede aceptarse, sin más, la clasificación de
-empírico- privilegiado en la deontología. ética deontológica, que muchos manuales de
filosofía o de ética imponen a la moral kantiana.
Palabras clave: Kant, ética, deontología. Conviene advertir, al menos, la diferencia entre
la noción de deber que se alberga en los códigos

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(profesionales, legales)' y la concepcion de un Kant lo ha visto: el hombre ha sido dotado


deber cuyo valor trasciende, según Kant, el orden de sensibilidad y de razón. El fin de aquella es
de todo interés contingente, para encontrar su la felicidad, su instrumento, el instinto. La razón,
fundamento allende cualquier experiencia. Tal en cambio, debe apartarse de la dimensión sensi-
diferenciación aparece, incluso, en sus Lecciones ble, guiar la voluntad para convertirla en buena
de ética2 cuando distingue los sistemas empírico voluntad.
e intelectual de la doctrina moral. En cuanto al En la segunda sección de la Fundamentación
primero, advierte: de la metafísica de las costumbres' Kant se refie-
re a la voluntad como facultad para determinarse
Toda moralidad no sería sino una costumbre, un hábito a sí mismo a obrar en conformidad con la repre-
desde el que juzgamos todas las acciones conforme a sentación de ciertas leyes. Y agrega:
reglas inculcadas por la educación o conforme a la ley
dictada por la autoridad. 3 una facultad semejante podemos encontrada solo en
seres racionales. Ahora bien, lo que sirve a la voluntad
Conviene, en tal sentido, avenirlo con la ética de fundamento objetivo de su autodeterminación es el
teleológica o, si se prefiere, con lo que ahora se fin, y éste, si es dado por la mera razón, tiene que valer
denomina deontología, es decir, con esa disci- para todos los seres racionales",
plina que se ocupa de los deberes, tal como se
presentan en los llamados códigos o reglamentos La voluntad humana se encuentra, pues,
éticos, pues -acorde con Kant- allí el enjuicia- escindida entre las solicitudes de la sensibilidad y
miento moral tendría "su origen en la casuística las exigencias racionales.
o en prescripciones legislativas?'. Su limitación
aparece en forma evidente: lo que a unos "sienta El hombre, dotado de dos naturalezas heterogéneas,
bien puede resultar aborrecible para otros'". orientadas hacia finalidades que se polarizan en un
horizonte racional y una multitud de exigencias que
Contrapuesto a este sistema empírico, el sis-
brotan de sus constitutivos y sus ataduras vitales, se
tema moral intelectual, encuentra su fundamento
encuentra con una voluntad quebrada a cada instante
en el entendimiento y puede ser examinado a por dos modos posibles de realización, inconciliables
prioriP desde el punto de vista moral. Su destino en este
Evidentemente, el trasfondo onto-lógico pre- mundo será subordinar todo lo que cae bajo el con-
senta, en ambos sistemas, determinaciones y con- cepto de felicidad y todas las acciones que le dicta el
secuencias muy distintas, como el mismo Kant corazón, a la fuerza orientadora del deber racional.!"
entendió en su momento. Ponerlo en evidencia
constituye el objetivo de estas disquisiciones. En Kant, el concepto de buena voluntad
contiene la idea del deber, que se explica respecto
a tres tipos de acción: aquellas donde reconoce
11. Asuntos doctrinales conflicto entre el yo debo y el yo quiero, aquellas
donde existe acuerdo entre deber y querer, y aque-
Trata al prójimo como deseas que te traten llas que se realizan únicamente por deber. La con-
a ti. He ahí la regla de oro, reconocimiento del formación del querer se da en la intención, según
prójimo, que Dieter Wyss extrapola como tensión cinco posibilidades, que pueden ejemplificarse con
antilógica: "el otro soy yo, yo soy el otro, aunque la conducta de un tendero, quien decide vender a
en esa identidad el otro permanezca como tal'". precio justo sus mercancías: a) por simpatía hacia
La consecuencia moral, sin embargo, permanece sus clientes, b) para aumentar su clientela, c) por-
en la heteronomía, es decir, se sitúa en una rela- que desea enriquecerse, d) porque, sintiendo sim-
ción de medios a fines, legislada por el interés. patía por los clientes, cobra el precio justo pues es
Su principio es contingente, como se ha indicado: un deber hacerlo, y e) cobra lo justo porque es un
alguno de mis intereses puede resultar indeseable deber y vence así su deseo de enriquecerse.
para el prójimo; pero, lo que a él bien parece He aquí cinco formas en que la voluntad
puede resultarme despreciable. puede ser movida:

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• en a) por inclinación positiva y conforme al 1, Libro I de la Primera Parte de la Crítica de la


deber, razón práctica:

• en b) por egoísmo, aunque de conformidad La autonomía de la voluntad es el único principio de


con el deber, todas las leyes morales y de todos los deberes que a
ella son conformes: toda heteronomía de la voluntad,
• en c) por egoísmo y contrario al deber, por el contrario, no solamente no funda obligación
alguna, sino que aun es opuesta al principio de la obli-
gación y a la moralidad de la voluntad!'.
• en d) por deber, mas con determinada incli-
nación (interés),
La ley moral se expresa en lo que se conoce
como el imperativo categórico y, en su autono-
• y en e) por deber y contrario a toda inclina-
mía, ha de ser universal, objetiva y necesaria,
ción egoísta.
pero también ha de constituirse en finalidad:
su constitución como moralmente valiosa debe
Mutatis mutandi, el ejemplo puede adaptarse
ser representada como un fin-deber. Con otras
para calificar las acciones de políticos y funcio-
narios públicos. palabras, la buena voluntad se constituye allende
En estas cinco posibilidades de conforma- cualquier interés (empírico), y se representa como
ción del querer, podemos identificar dos formas universalmente válida por deber.
de fundar subjetivamente la voluntad: El ser humano solo puede ser libre cuando
reconoce dicha ley moral. Pese a que la voluntad
• El principio intencional acoge una inclina- humana se encuentra escindida en la forma ya
ción (la cual puede ser positiva, como en a), descrita, tiende, desde su dimensión racional, a la
o egoísta, como en b) necesidad objetiva de la ley moral. Pero, el hom-
bre, por sus inclinaciones y sentimientos (some-
• El principio intencional acoge al deber como tidos a lo empírico) suele buscar el placer. Por
principio. eso Kant reconoce otros principios que pueden
orientar la acción, pero que no tienen propiamen-
La concordancia de la libertad con la ley te el valor que se expresa en la ley moral. Kant
moral se realiza por deber. En los casos contra- los denomina: preceptos prácticos, máximas,
rios, es decir, cuando no concuerdan, la determi- reglas de habilidad y sugestiones para el uso de
nación es opuesta a la libertad, con lo cual se elige nuestros apetitos. En estos casos, la acción tiende
un fundamento positivo malo para la voluntad. a algo que se apetece: la felicidad, que en Kant se
De esos modos posibles que adopta la rela- engarza con el concepto de lo material, en asun-
ción de la voluntad con los principios prácticos, tos de la razón práctica. El imperativo correspon-
Kant considerará no morales a), b), y c). Los dos diente es hipotético, como sabemos. La regla de
restantes serán morales, propiamente. La distin- oro caería en su égida, evidentemente.
ción parece interesante, aunque resulta problemá-
tica y demarca límites a la crítica: resulta imposi-
ble dar cuenta, por lo actuado, de las intenciones III. Una lectura complementaria
del agente moral.
No obstante, el concepto del deber que allí Gerard Vilar, en La razán insatisfecha, sos-
se decanta remite a la forma en que la razón tiene que "hay más ética en Kant de lo que habi-
coadyuva en la constitución de la buena voluntad. tualmente se dice y se escribe'v". Según este autor,
Se trata de la ley moral, expresión de la validez es posible hallar en el filósofo de Konigsberg una
universal que han de adquirir los principios dados fórmula de reconciliación, a nivel de la intención,
en el querer. Las ideas de autonomía y heterono- es decir, de la buena voluntad, entre el bien moral
mía son reconocibles aquí, tal y como son preci- puro (Gute) y el bien meramente sensible o natural
sadas por Kant en el teorema cuarto del Capítulo (Wohl). Se trata de una función sintética, que se

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complementa con otra, cuya función es totalizado- interesante: ilumina la posibilidad de identificar
ra, y sin la cual las acciones morales aparecerían cierta teleología en la ética kantiana y no solo
atomizadas y aisladas, sin continuidad, concate- aquel formalismo que ha permitido situarla,
nación ni coherencia. Pero, además, el concepto según la clasificación convencional, en terreno
de bien supremo kantiano provee "un fin final deontológico. Debemos aceptar, sin embargo, que
objetivo a la voluntad (el reino de Dios en la dicha vena interpretativa'? no ha merecido el cré-
tierra)", con el cual se resolvería el problema de dito de aquella que destaca el carácter formalista
la indeterminación de la voluntad en ausencia de del legado kantiano'é.
toda referencia finalista!'. En su enfoque, Vilar
expone cuatro implicaciones interesantes de lo
anterior, que procedo a resumir: IV. Deontología heterónoma
• La voluntad ya no podría considerarse pura, La ética de Kant suele considerarse como
sino voluntad de bien supremo. deontolágica, siguiendo una clasificación con-
vencional que se ha llegado a considerar clásica.
• La interpretación dominante, según la cual la El diccionario de Ferrater Mora nos informa:
ética kantiana descansa sobre un fundamento el deontologismo "opina que las consecuencias
ontológico individualista (interno) podría no son decisivas para la bondad o maldad de la
abrir intersticios a la posibilidad de una onto- acción, sino que esta depende de criterios absolu-
logía de acento social. tos'?", Empero, resulta probable que tal denomi-
nación pueda inducir a error en varios sentidos.
• El bien supremo, que en principio parece Vale esta advertencia de Josep-María Terricabras:
como un final inalcanzable (dado su acento
"aunque ciertas éticas se presentan como estric-
formal), puede entenderse "como el estado
tamente deontológicas, a menudo deben recurrir,
consumado de este mundo que debe ser rea-
en la práctica, a argumentaciones de carácter
lizado"!".
teleológico'v". La inconsistencia clasificatoria
salta a la vista.
• "Por último, frente a un [...] Kant liberal,
El término deontología ha cobrado cierta
que cree que el progreso se debe a un plan
importancia, como referencia al estudio de los
de la naturaleza y en el que la voluntad
códigos éticos y como alternativa teórico-ideo-
presenta una estructura discontinua, com-
lógica, para sustituir la crítica en materia ética
puesta por actos aislados, cuya bondad se
con programas regulativos del comportamiento.
establece por su mera adecuación a la ley
Desde una perspectiva teórica, se la conside-
moral y el respeto a la misma, nos halla-
ra como la disciplina que estudia los deberes
mos [...] frente a un Kant republicano, para
que han de cumplirse para alcanzar ciertos
el que el progreso es obra consciente de
propósitos o, incluso, como el estudio y des-
la razón práctica, en el que la voluntad es
cripción de "los deberes que han de cumplirse
voluntad ordenadora del mundo y en el que
en determinadas circunstancias sociales, y muy
la estructura de la razón humana exige un
especialmente dentro de una profesión deterrni-
sentido ordenador de las acciones como una
nada"?'. Se trata, en todo caso, de normativas
síntesis totalizadora'T',
establecidas allende la voluntad en autonomía.
Vilar piensa que ese giro responde al pietis- En términos de Kant:
mo de Kant. Ciertamente, el filósofo no parece
allí la voluntad no se da "la ley a sí misma, sino que
inmune a la influencia de lo religioso. Por otra se la da el objeto por su relación con la voluntad.
parte, en los últimos quince años de vida eviden- Esta relación, descanse en la inclinación o en repre-
cia un desarrollo de su conciencia política. sentaciones de la razón, deja que se hagan posibles
En esa lectura (aunque solo podemos referir- solo imperativos hipotéticos: debo hacer algo porque
la aquí brevemente), el aporte de Vilar16 resulta quiero otra cosa22

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Ciertamente, el concepto de deber ocupa un 8. Cfr. Kant, Inmanuel. Fundamentación de la


lugar privilegiado en la ética kantiana. Pero ese metafísica de las costumbres, edición bilingüe
concepto no corresponde con el deber -empí- y notas de J. Mardomino. Barcelona: Editorial
Ariel S.A., 1996, §427, 20 a 25.
rico- que subyace en la regla de oro, ni el que
encuentra o prescribe la deontología en códigos
9. tsu; § 428.
10. San Mateo, Martha. Razón y sensibilidad en la
cuyo fundamento procede según la heteronomía.
ética de Kant. Tucumán: Facultad de Filosofía y
La ética de Kant, por el contrario, privilegia un Letras de la Universidad Nacional de Tucumán,
carácter apriorístico: ha sido forjada en crisoles 1981, pág. 25.
de la ontología y el marco teórico en que se desa- 11. Kant, Inmanuel. Crítica de la razón práctica,
rrolla comporta implicaciones en ámbitos como trad. A. Zozaya. Madrid: Mestas Ediciones, 2001,
la antropología y la metafísica. Además, para pág. 57.
dicho filósofo la moral se encuentra sustentada 12. Vi lar, Gerard. La razón insatisfecha. Barcelona:
en el proyecto filosófico de la razón pura. No es, Editorial Crítica, 1999, pág. 33.
en sentido alguno, materia de una ciencia social 13. Ibid. pág. 49.
o de alguna disciplina que tome su objeto de las 14. Ibid., pág. 50.
determinaciones materiales. Para clasificarla, el
15. tu«
16. Con la que, según confiesa, sigue a Yirmiahu
término deontología resulta insuficiente, equí-
Yovel (Cfr. Vilar, op. cit., pág. 30).
voco y ambiguo, como se ha planteado desde el 17. En apoyo a su lectura Vilar cita estudios de Yovel,
principio. Una crítica del mismo se antoja nece- Kramlin, Düsing, Marquard.
saria, sino prudente+'. 18. Dicha tendencia ha sido seguida a partir del
neokantismo, especialmente el de la Escuela
de Marburgo, cuyo cientificismo influyó pro-
Notas fundamente en la lectura de Kant, y no dejó
lugar para la interpretación del concepto de bien
1. Incluida la obligación de cumplirlos, misma que supremo en el sentido referido por Vilar. Kant,
podría ser estudiada en perspectiva deontológica. Fundamentación de la metafísica de las cos-
2. Editadas en Berlín por Paul Menzer en 1924, bajo tumbres, pág.185.
el título Eine Vorlesung Kants über Ethik. 19. Ferrater Mora, 1. Diccionario de filosofía, edi-
3. Kant, Inmanuel. Lecciones de ética, Introducción ción actualizada por J-M Terricabras, 4 tomos.
y notas de R. Rodríguez, trad. R. Rodríguez y C. Barcelona: Editorial Ariel, S.A., 1999, vol. I, pág.
Roldán. Barcelona: Editorial Crítica, 1988, pág. 50. 816.
4. Ibid. 20. Ibid.
5. Loc. cit., pág. 51. Kant ofece aquí un ejemplo: "los 21. Ibid.
salvajes escupen el vino que nosotros degustamos 22. Kant, Fundamentación de la metafísica de las
con tanto agrado". costumbres, pág. 213.
6. lbid. 23. El término deontología se utiliza para referirse
7. Cfr. Wyss, Dieter. "Ética y medicina", trad. S. a asuntos u objetos diferentes. Acaso conviene
Kruse y Á. Zamora. En: Zamora, Á. (comp.), precisar en cada caso (p.e., deontología empírica,
Tecnología: el otro laberinto. Cartago: Libro deontología ontologista, etc.) y proponer una cla-
Universitario Regional (LUR), 2004, págs. sificación que especifique y diferencie entre las
255-265. diversas formas del deber y sus fundamentos.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIII (108), 147-151, Enero-Abril 2005

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