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DE HUATUSCO
La elección del tema de investigación, se deriva de que pocos temas han atraído
tanto la atención de la opinión pública en el último tiempo como el la apertura
economica y el Tratado de Libre Comercio de, prácticamente la mayoría de la
población ha oído hablar sobre él y gran parte lo aprueba y lo considera
beneficioso para sus economías en Canadá como en los Estados Unidos y
México. Además es novedoso, porque por primera vez se integran dos economías
industrializadas con un país en desarrollo, hablando sobre el tratado América del
Norte (TLC). Asi continuando con los demas tratados de libre comercio que se
hicieron coforme transcure el tiempo que son con america del norte,union europea
y demas.
En el presente trabajo se tiene como objetivo explicar las ventajas y desventajas
que ha traído la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en las
empresas de la mexicana en los años de 1994 a 1999 hasta la actualidad.
En el primer capítulo se analiza el marco teórico e histórico haciendo una breve
explicacion sobre el comercio internacionalcon todos los tratados hechos con el
mundo y destacando dos tratados hasta llegar a la teoría de la integración y el
proceso de integración económica que en este caso se aplica al Tratado de Libre
Comercio de América del Norte, en lo histórico se elabora una explicación que
abarca desde el tratado que en 1990 cuando comienzan las negociaciones para la
firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que en 1991 incorpora
a Canadá formándose así el área más grande de comercio de América.
Alcances y Límites del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)
en el sector empresarial.
Continuo con un análisis muy brevemente de los objetivos, disposiciones,
capítulos del Tratado que lo integran; se analiza el comercio de México con
Canadá y México con los Estados Unidos, terminando este capítulo con un
aspecto importante que es la Inversión Extranjera Directa en nuestro país.
EL PROCESO DE APERTURA COMERCIAL EN MÉXICO.
Eliminar barreras que afecten o mermen el comercio entre las zonas que
firman el tratado.
Promover las condiciones para una competencia justa.
Incrementar las oportunidades de inversión.
Proporcionar una protección adecuada a los derechos de propiedad intelectual.
Establecer procesos efectivos para la estimulación de la producción nacional y
la sana competencia.
Fomentar la cooperación entre países miembros.
Ofrecer una solución a controversias.
Los tratados de libre comercio son importantes para acabar con el proteccionismo
económico (que protege la producción nacional) pues se constituyen en un medio
eficaz para garantizar el acceso de productos a los mercados externos, de una
forma más fácil y sin barreras.
Formalmente, el TLC se propone la ampliación de mercado de los participantes
mediante la eliminación de los derechos arancelarios y cargas que afecten las
exportaciones e importaciones. En igual sentido busca la eliminación de las
barreras no arancelarias, la liberalización en materia comercial y de subsidios a las
exportaciones agrícolas, la reestructuración de las reglas y procedimientos
aduaneros para agilizar el paso de las mercancías y unificar las normas
fitosanitarias y de otra índole.
DOS DE LOS TRATADOS MÁS IMPORTANTES PARA
MEXICO
De todos los tratados comerciales que ha llevado a cabo México como parte de su
estrategia comercial, destacan dos, el primero, es aquel que México firmó por
primera vez. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) o
NAFTA por sus siglas en inglés (North American Free Trade Agreement), se
negoció con Estados Unidos y Canadá y entró en vigor el 1 de enero de 1994,
dentro de los objetivos principales de este tratado de libre comercio se
encontraban: eliminar las barreras arancelarias, incrementar las oportunidades de
inversión así como el fomento de la cooperación trilateral.
Otro tlc que destaca es el tratado de libre comercio con la Unión Europea, el cual
entró en vigor el 1º de Julio del 2000. Entre los propósitos de la economía
mexicana para firmar dicho tratado se encuentran: garantizar el acceso
preferencial y seguro los productos al mercado más grande del mundo, diversificar
los mercados de exportación de inversión, realizar alianzas estratégicas entre las
empresas mexicanas y las europeas, así como la atracción de mayor inversión
extranjera directa e indirecta.
El Tratado contribuirá a que los tres países enfrenten los retos derivados del
proceso de globalización económica, que está teniendo lugar en todo el mundo. Y
representa a largo plazo, para los tres países, mejores posibilidades de aumentar
la cooperación interempresesarial, ya que el libre comercio se ha constituido en
uno de los parámetros más importantes para evaluar la efectividad de los distintos
gobiernos en el aspecto económico.
ALGUNAS CONTROVERSIAS
Sobre las ventajas y desventajas
El Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN) se acerca ya al vigésimo
segundo aniversario de haber entrado en vigor. El éxito del tratado se mide en
muchos foros y audiencias con base al abultamiento del volumen de comercio
entre sus socios, el cual entre México y Estados Unidos ha crecido de 81.5 mil
millones de dólares estadounidenses (USD) en 1993 a USD 534.5 mil millones en
el 2014. Los defensores del tratado, citando estos números, declaran la victoria del
acuerdo. Sus detractores se enfocan en la fuga de empleos de Estados Unidos a
México, el desplazamiento de los campesinos mexicanos, la erosión del poder
adquisitivo de los salarios en ambos lados de la frontera, y los efectos sobre el
medio ambiente y la infraestructura. La evidencia empírica muestra que hay
contundencia en los argumentos de ambos lados. Es preciso pues entender las
externalidades negativas y positivas de tratados de libre comercio como el TLCAN,
si se han de ampliar sus beneficios y reducir perjuicios. Esto se hace más
apremiante ante la impopularidad del TLCAN en Estados Unidos y en México y la
posibilidad de nuevos tratados.
Sin duda, el TLCAN ha mejorado el desempeño de la economía Norteamericana
en su conjunto, fundamentalmente a través de la reducción de las ineficiencias
inherentes en la producción autárquica de bienes y servicios y con base en una
división del trabajo en cadenas productivas de escala continental. Además, esta
integración económica ha resultado en una mayor interdependencia entre las
economías norteamericanas, generalmente considerado algo positivo porque ata
los destinos nacionales al buen desempeño del vecino. Esto es lo positivo.
Sin embargo, una economía crecientemente continental requiere de una aparato
regulatorio continental mucho más sofisticado que el que pueden proveer los
Estados-nación de manera individual. El resultado es que las corporaciones han
utilizado los vacíos entre los aparatos regulatorios nacionales y los propios
mecanismos del TLCAN para debilitar las regulaciones y las normatividades
nacionales y debilitar e incluso evadir su responsabilidad social y el principio de
rendición de cuentas.
Por otro lado, la integración de la cadena productiva a escala continental ha
significado una utilización muy reducida de la fuerza laboral mexicana, la cual se
encuentra atrapada principalmente en empleos de corte maquilador y de la fuerza
laboral menos calificada en Estados Unidos que para competir debe ofertar su
mano de obra más barata. Es decir, se genera una competencia entre las clases
trabajadoras basada en el número de empleos y la flexibilidad salarial, con una
reducida consideración por el poder adquisitivo de los salarios mismos. De hecho,
el poder adquisitivo de las clases trabajadoras en Estados Unidos se ha estancado
en las últimas décadas y en México ha experimentado una reducción real
sustantiva durante este mismo período, de casi el 80% de acuerdo a un estudio de
la UNAM. El TLCAN no ha podido revertir esta tendencia y pudiera haber
contribuido a la misma.
Desde una perspectiva positiva, la integración de los mercados agrícolas ha
resultado en una reducción de los precios de los alimentos en general, lo cual
beneficia a los consumidores, pero también ha desplazado a millones de
campesinos en México a favor de las grandes agroindustrias y a pequeños
granjeros en los Estados Unidos, aunque la política agrícola estadounidense es en
parte responsable por su desaparición. Los campesinos mexicanos en particular
fueron desplazados y generaron una migración importante hacia el norte en los
1990s y principios de los 2000s. Esta migración apunta hacia una importante
omisión de los tratados de libre comercio: que generan integración laboral sin
provisiones para administrarla de manera legal y ordenada y, por definición,
generan un desplazamiento desordenado de trabajadores, a quienes se les
criminaliza por percibir correctamente y obedecer las señales del mercado laboral.
Otro gran tema que no ha sido explorado debidamente es la composición del
comercio entre los tres países y quién realmente se beneficia de éste. A pesar de
que se citan los miles de millones de dólares netos en comercio binacional como
prueba del éxito del acuerdo, gran parte de la actividad comercial es intra-firma e
intra-industria, con un monto realmente reducido de comercio real en bienes y
servicios producidos por medianas y pequeñas empresas, las cuales generan la
mayor parte del empleo. Es decir, los grandes corporativos han sabido utilizar el
marco comercial del TLCAN para integrar sus cadenas productivas, pero las
pequeñas y medianas empresas continúan en desventaja porque no cuentan con
la flexibilidad de desplazamiento, la capacidad financiera, las redes productivas
integradas, o los incentivos comerciales rentables con una envergadura
continental.
Así pues, el TLCAN ha tenido sus ventajas y sus desventajas y ha tenido efectos
negativos y positivos. Si no sopesamos cada uno de éstos, será imposible ampliar
sus ventajas y neutralizar sus desventajas.
El TLCAN se encuentra con vida artificial. La mayor parte del crecimiento
económico, las ganancias en base a las economías de escala, y los beneficios
generales se agotaron antes de la crisis del 2008. A partir del 2006, de hecho, los
indicadores muestran que el marco establecido por el TLCAN para generar
crecimiento se agotó. Si se quiere un nuevo ímpetu al comercio en Norteamérica,
se deberá negociar un nuevo tratado de libre comercio, el TLCAN 2.0, por así
decirlo. Sin embargo, a pesar de la voluntad política del ejecutivo en los Estados
Unidos para impulsar nuevos tratados comerciales, tanto el público
estadounidense como el Congreso se oponen mayoritaria y estructuralmente a
nuevas aperturas, principalmente en base a la percepción de que el TLCAN tuvo
un impacto negativo en las clases trabajadoras de los Estados Unidos. En México,
se podrán impulsar nuevos tratados de libre comercio, pero comienza a generarse
un nuevo entendimiento de que los tratados comerciales en sí no generan un
nuevo modelo económico.
La promesa de que nuevos tratados comerciales por sí generan mejores empleos,
mayores salarios, y constituyen un modelo de desarrollo económico es altamente
cuestionables. Permiten al gobierno mexicano, además evadir la responsabilidad
de contar con una política nacional de desarrollo económico que trascienda la
eliminación de barreras comerciales.
Con base en esto, la probabilidad de un TLCAN 2.0 es mínima y no debemos
esperar que la oposición pública permita renegociar el TLCAN en favor de una
ampliación. Las condiciones políticas e ideológicas tendrán que cambiar para
lograr un nuevo impulso hacia una nueva reducción de barreras comerciales en el
futuro.
Como mencioné anteriormente, para los tres socios el aspecto comercial del
TLCAN es un gran éxito. No obstante, si preguntamos en México, Estados Unidos
o Canadá quién es el ganador y mayor beneficiado por el tratado, siempre se dirá
que es el vecino, nunca el propio Estado. Y además, siempre son los otros los
desleales. Por lo demás, el ambiente de negocios es excelente, salvo algunos
problemas sectoriales como el transporte mexicano o la madera canadiense. Hubo
una norma del para aumentar el valor agregado en los productos manufacturados,
un estímulo a la inversión, especialmente en México, y también hubo un
incremento del contenido tecnológico de los productos mexicanos. Todo ello elevó
la capacidad tecnológica del país.
Le hemos dado mucho a Estados Unidos y hemos ganado muy poco, actualmente
con lo de trump. Detalló que el gobierno de Trump, propuso medidas contra la
corrupción, exige otros puntos que sí son imposibles para México, como impedir
que se compren materias primas a naciones ajenas al acuerdo trilateral, con lo
cual no podrá adquirirse ni hilos a otros países.
Se dice sobre la negociación con el gobierno de trump “que estamos en tiempos
muy difíciles, que el reto que tenemos en esta negociación es muy grande; se
juega mucho y se pedía al poder Legislativo estar junto a él. Él no quiere jugar a
medias en solitario es una negociación de cuánto, no superficial, es una
negociación real y necesitamos de todos.
“Habló de que no va a ser fácil esta negociación, que Estados Unidos está en un
plan intransigente y no hay nada seguro, la moneda ya está en el aire; cada quien
llega con sus documentos, no hay un acuerdo discutido; no hay preacuerdo; no
hay con antelación acuerdos que pudieran ellos ver cierta certidumbre, se avanzó
en esos temas”.
Todo esto no se ha sabido llevar, debemos aprovechar, ser inteligentes y lograr
definitivamente la estabilidad económica en nuestro país, tomar las medidas
necesarias, ser justos ante las cosas que se viven actualmente de lo contrario esto
nos mantiene estancados sin poder avanzar y seguir siendo un país
subdesarrollado.