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Educacion como Construccién de Sujetos Sociales Los sujetos sociales: constructores de realidad En el andlisis sociolégico, cual- quiera que sea el tema que se aborde, los sujetos sociales son una realidad siempre presente. Y lo son porque la realidad actual es conden- saci6n de précticas, utopias y proyec- tos de sujetos sociales y fruto de la capacidad de algunos de ellos por im- Poner una direccionalidad al desenvol- vimiento histérico. Mas si el conocimiento social se plantea la necesidad de viabilizar op- clones para dar una nueva direc- cionalidad a la historia, es preciso re- conocer, también, las potencialida- des que se contienen en esas practi- cas, utopias y proyectos que impulsan los diferentes sujetos sociales que co- existen en la sociedad. secrete ce los sujetos deben ser vistos, en su proceso de constitucién, como condensadores de histoticidad". SS Lo anterior implica reemplazar la relacién presente-pasado (funda- mento del conocimientoexplicativo) por la relacion presente-futuro (propia del quehacer polltico). En esta perspecti- va, de la cual los sujetos son parte esencial, "el conocimiento no se plan- tea ya como reconstruccién de lo devenido, sino como la apropiacién del Hugo Zemelman* Elautorenestearticulo | estudia a los sujetos | socialesensu proceso | de constituci6n y presenta un campo conceptual en el que cree que el fenémeno puede discutirse. po x futuro, esto es, de aquello nodevenido, lo virtual de la realidad’. En este sentido, concebimos la realidad como una sintesis de pasado yposibilidades del futuro en elpresente; esto es, como lo dado que contiene lo por venir. Por lo tanto, los sujetos de- ben ser vistos, en su proceso de cons- titucién, como condensadores de historicidad. Historicidad entendida en una doble acepcién: como fruto del pasado y como presente que contiene las posibilidades del futuro, Estudiar a los sujetos en su proceso de constitucién implica romper con las teorias que explican al sujeto (movimiento, actor, fuerza) como pun- to de llegada de un proceso de orga- nizacién social, para dar. cuenta del proceso de transformaciones multiples enelqueun colectivo puede deveniren sujeto social. No se trata de captar las. dindmicas sociales que caracterizan al proceso, como si éste tuviera que de- sembocar, necesariamente, en un su- jeto constituido, sino de privilegiar el anélisis del proceso como sintesis de moltiples transformaciones que pue- den cristalizar en diversos resultados. 12 Incluimos aqui aquellos en los sujeto se desarticula 0 bien nol constituirse como tal Concebimos a los sujetos formasparticulares de expresién Estas formas se constituyen mediaciones de poder y de luchi laestructuracién dela sociedad. de la divisi6n social del trabajo, formas clasistas de expresién p Cuando hablamos del pr de constitucién del sujeto soci remos dar cuenta de un vasto plejo proceso de produccién de riencias no determinadas direct te porlo estructural. Ello no sign tipo de investigacién que suf analisis de las clases, ni que Perponga a él. Mas bien preter especificar los dinamismos st que, desenvolviéndose en el histérico, se expresan en coy especificas y en Ambitos de multideterminados. Estos dina valgaaciararlo, no aluden asitu micro, entendidas en el sentid Pequefiez, sino.al movimiento m de la realidad, como aquel en dt entrecruzan muchos tiempos cios y se-muestra, de mejor esa realidad heterogénea, cit gran medida, imprevisible en k necesario y lo causal coexis articulan ®, Realidad en la cual apreciarse el complejo pr * Socitiogo chilono. Invesigador de "El México’, México, (1) Zomelmean, Hugo. De la historia a prensa, UNAM-Siglo XX, p. (@) Ofr:Zemeiman, Hugo, Do ia historia En prensa UNAM Siglo XX, RS el esfuerzo por organizar el anilisis de la realidad desde la dptica de los sujetos sociales implica reemplazar el andlisis estructural por un andlisis basado en la dialéctica presente-futuro... —e constituci6n de la subjetividad colec va, pero también el de desarticulacién y destruccién de la misma. En sintesis, el esfuerzo por or- ganizarel andlisis de la realidad desde ladptica de los sujetos socialesimplica reemplazar el andlisis estructural (fundado en el supuesto de una regu- laridad social que rige el desenvolvi- miento de la historia en cierta direccionalidad progresiva) por un analisis basado en la cialéctica pre- sente-futuro, concebido este ultimo desde el proceso de su historizacién a través de las practicas constructoras de los sujetos sociales. Por lo anterior, estudiar a los sujetos en su devenir equivale a re- construirlos dinamismos en los quese expresa la constitucién de subjetivi- dades sociales capaces de dar una direccién al presente. Constitucion de subjetividades colectivas y objetivacion de lo potencial Estudiar a los sujetos sociales en su proceso de constitucién, como productos a la vez que producentes de realidad, exige, como ya sefialamos, aprehender la articulaci6n de los mul- tiples dinamismos en que se desen- vuelve dicho proceso. Lo anterior plantea exigencias metodolégicas que es preciso explicitar. Estas pueden sintetizarse en tres supuestos de rea- lidad, a saber: a) La realidad como movimiento. Coneebir la realidad en y como proceso implica privilegiar el analisis de los dinamismos sociales en los que el fenémeno se expresa; aprehender sus. manifestaciones presentes pero también sus potencialidades. Esto es, rescatarel caracter abierto einacabado de una realidad en movimiento, en re- estructuracién constante. b) La realidad como proceso multidimensional. Este supuesto remite a la nece- sidad de aprehender a complejidad del objeto, reconociendo en él la imbri- ‘cacién de miltiples dimensiones analt- ticas. En tanto estas dimensiones de andlisis refieren a procesos es preciso captar el fendmeno como sintesis de miltiples dinamismos®y reconocer, al interior de cada uno de ellos, ritmos temporales particulares. ©) La realidad como sintesis de procesos temporales diversos. ‘Aprehender al fenémeno como sintesis de miltiples dimensiones re- quiere también reconstruir la forma en que se articulan las temporalidades propias de cada nivel. Esto implica reconocer en los procesos de cada jelundoble dinamismo:el del tiempo ‘objetivado, como duracién en que se desenvuelven los fendmenos; y el de los ritmos temporales (fiujos y reflujos propios de cada nivel). Estos supuestos se traducen, en nuestra propuesta, en la exigencia de pensar a los sujetos como produc- tos a la vez que como producentes de realidad socio-histérica, lo cualobligaa aprehenderlos desde el punto de vista de su constitucién-desconstitucién y prevé considerarlos como algo acaba- do. Ademas, por ser los sujetos so- ciales en su constitucién no sélo un objeto a analizar, sino la potencialidad misma de la realidad, la dinamica de 6sta "debe comprenderse en el marco que configuran las practicas de sujetos que estén transformando constante- mente en realidad a esos contenidos potenciales..." Dicha transformacién pasa por la constituci6n de subjetividades so- rea "..Ja relaci6n misma entre lo «objetivo» y lo «subjetivo» debe ser reconsiderada”. ciales, de utopias colectivas que reco- gen lo que de potencial hay en la rea- lidad presente. En este contexto, la relacién misma entre lo “objetivo” y lo "subjeti- vo" debe ser reconsiderada. Silo"objetivo", como elpresente estructurado, contiene ya la potenciall- dad de futuro (lo no devenido), la reall- dad debe descomponerse en situacio- nes que contienen diversas alternati- vas de construccién. “La objetividad desde el punto de vista de la subjetividad social se tiene que reformular como viabilidad. En realidad, si lo que importa es la capacidad de reconocer horizontes hist6ricos... nos obligamos a incorpo- rar la. dimensién volitivo-social en el andlisis de las dinamicas socio-histéri- cas"®.. La subjetividad social importa, asi, en tanto se exprese como voluntad para reactuar sobre la realidad presen- te. Necesidad, utopia, experiencia Lapropuesta que expondremos a continuacién no es, estrictamente, una propuesta tedrica. No pretende decir qué son y cémo se generan los sujetos sociales, sino més bien pre- sentar un campo conceptual en el que creemos que el fendmeno puede dis- cutirse. Ello no significa temitimos aun universo empfrico particular (tal como podria serlo el de un movimiento am- plio, un frente, una organizacién local, etc.), sino al proceso que subyace a ‘cualquiera de ellos:el delaconstitucién de una subjetividad colectiva. En este sentido, se dirige a captar los microdinamismos socialesenquedicha subjetividad se genera y se expresa. Lo anterior porque pensamos que es en esos microdinamismos (presentes en cualquier tipo de movimiento) en donde es posible captar la riqueza y complejidad de la constitucién de la subjetividad colectiva. (@) Polticos, econémicos, psico-culurales, obion familiares, grupales, comunitaios, etc. (4) Zemoiman, Hugo. De a histona alo police. En prensa, UNAM-Siglo XXI. p53, (6) Zemelman, Hugo. De a historia alo police. En prensa, UNAM-Siglo XI. p.16. Las nociones que nos sirven de ~ base aluden a las relaciones entre veles de andlisis, que s6lo adquieren pleno sentido en su articulacién. Estas nociones refieren a campos de pro- blemas que suponen diversas formas de relaci6n con la realidad. La necesidad, como el sustrato mas elemental de articulacién entre lo objetivo (la carencia, en escasez) y lo subjetivo (la percepci6n de las necesi- dade y de las formas de solucionarias), remite a la subsistencia, a la repro- duccién social ®. La necesidad, como la nocién que permite reconstruir lo dado y lo indeterminado en una situa- cidnestructurada, abrehaciaelrescate de las determinaciones (econémicas, politicas, sociales, psico-culturales), pero también de las rupturas con esas determinaciones. En este sentido, la definicién, jerarquizacién y explicitacién colectiva de las necesidades, asi como de sus formas y mecanismos de reso- lucién, da cuenta del primado de lo reproductivo, 0 de lo prospectivo, de lo rutinario 0 de lo innovador y, en ultimo término, de la posibilidad de constitu- cin de los sujetos. ee near IRIE "...Ja vida cotidiana, como el espacio en el que se resuelve la reproduccién social, debe ser concebida, también, como en el ambito en el que se traspasa lo rutinario y se prefigura lo nuevo’ La necesidad no es objetividad en el sentido de materialidad, sino ob- jetividad que es construida segin re- presentaciones dadas. La transforma- ci6n del presente se materializa en las capacidades de intervencién del hom- bre sobre la realidad, segtin se atienda a los diferentes margenes de autono- mia que tenga respecto de sus deter- minaciones econémicas. Aqui, la vida cotidiana, como el espacio enel que se resuelve la reproduccién social, debe ser concebida, también, como en el Ambitoenel quese traspasalo rutinario y se prefigura lo nuevo. La utopia, entendida aqui como una expresién de la subjetividad social que incorpora la dimensién futura, la potencialidad del presente, abre a un amplio campo de problemas. Es aqui donde el imaginario social se despliega formulando y reformulando la relacién entre lo vivido y Io posible, entre el presente y el futuro La utopia transforma el presente en horizonte hist6rico, mas no garanti- zalaconstrucciéndenuevas realidades. Se sefiala lo anterior porque dotar de sentido a laspracticas colectivas, como corresponde a la conciencia ut6pica, ‘no garantiza que las provea de la capa- cidad de construir opciones y de viabi- lizarlas, esto es, de generar y ejercer poder para hacerlas realidad Es en el plano de la experiencia en el que puede reconocerse la trans- formacién dela realidad, la creacién de nuevas realidades. La nocién de ex- periencia, entendida como el plano en ‘#1 que se despliegan las practicas co- lectivas, da cuenta dela objetivacién de lo potencial, de la transformacién de lo deseableen posible. El reconocimiento de opciones, la formulacién de estra- tegias, las alianzas e iniciativas de los colectivos, esto es, su accién organi- zada, implica transformar las utopias compartidas en proyectos encaminados a dar una direccionalidad al presente. Los contenidos de los proyectos, en- tendidos en constante transformacién, dependeran de la forma especifica en la que se resuelva la relacién entre la necesidad y la utopia, entre el presente y el futuro, en el despliegue de sus practicas. En la dicotomfa presente-futuro (como dimensién temporal), y en la Giferenciacién entre espacio a utilizar y espacio a crear (como dimensién es- pacial), se define colectivamente el cardcter del proyecto. El proyecto no interesa tanto en cuanto discurso ideolégico que define los alcances (temporales y espaciales) de la accién, sino en tanto definicién de las relacio- nes sociales en funcién de sus posibili- dades de transformacién. Esto tltimo porque la definicién de lo macro (como alcance temporal y espacial amplio) que supone la apropiacién por parte del colectivo del contexto global en el que se sitda, s6lo es relevante en la medida en que sea subjetivamente elaborado e incorporado como exigencia de la ac- ién colectiva ante la necesidad de viabilizar las opciones que reconoce, como tales, en el horizonte histérico que comparte. cere ncemanamEN STN ‘La realidad estructurada tiene que dejar de ser esa pesada carga de la inercia, de lo conocido, y desplegarse en toda su potencialidad, en lo que contiene de virtual". El proyecto es la conciencia de construccién de historias futuras y el despliegue de practicas para lograrias. Considera, por tanto, traspasar el pla- no de la necesidad para tornar al de la libertad. La realidad estructurada tiene que dejar de ser esa pesada carga de lainercia, deo conocido, ydesplegarse en toda su potencialidad, en lo que contiene de virtual. Sélo entonces, cuando la necesidad no sea sélo su- jecién sino también impulso creador, el colectivo podra dotar al proyecto en el que se reconoce de capacidad de concrecién, de poder. En este sentido, lo politico puede ser concebido como ‘la supeditacién de lo estructural’ a la ‘construccién de voluntades sociales", Elsujeto se constituye, enlamedidaen que pueda generar una voluntad co- lectiva y desplegar un poder que le permita construir realidades, con una direccionalidad consciente. "Construir una realidad es la capacidad social para determinar un curso viable a los procesos de cambio; mientras que la direccionalidad es e! ‘esfuerzoconstante por asegurar que lo que es viable se traduzca en realida- des concretas”®, (@) La clisica dicotomla entre necesidades reales Y sentidas es, en nuestro planteamiento, una ife- fenciacion de segundo orden. Las necosidades siempre son sentidas; esto es, subjelivamente elaboradas, y siempre responden a necesidades reales (materiales 0 subjelivas). Son, por lo tanto, reales subjetiva y abjetivamente. (7)Zemelman, Hugo. Dea historia alo poltico. En prensa, UNAW-Siglo XX. p80. (@)Zomeiman, Hugo. De a historaa bo poltico. En prensa, UNAM-Siglo XX p 8, 14 senecrys ane cameras "La conformacién de esta identidad implica una transformacién de las identidades individuales y su resignificacién en una identidad mayor". En funcién de lo anteriormente expuesto podemos decir que el sujeto es la posibilidad de fuerza en el plano de las practicas sociales, en tanto en ‘estas se construyan realidades nuevas. En este sentido el sujeto puede ser entendido como el colectivo que po- tencia las posibilidades de la historia, con base en su posibilidad de cons- truirla Lo individual y lo colectivo en la constitucién ~ del sujeto Necesidad, utopia y experiencia constituyen, en nuestrapropuesta, tres planos de analisis en cuya interrelacién creemos que puede ser discutido el problema de la construccién de subje- tividades sociales. Para captar los dinamismrios sociales en que dicha sub- jetividad se moldea es preciso develar las formas en que al expresarse, se constituye. El sujeto, mas que en una or- ganizacién unificada, se expresa en una cierta identidad colectiva. Esta supone la elaboracién compartida de un horizonte histérico comin y la defi- nicién de lo propio (el nosotros) en relacién de oposicién-a lo que se re- conoce como ajeno (él, los otros). La conformacién de esta identidad implica una transformacién de las identidades individuales y su resignificacién en una identidad mayor. De esta forma, el co- lectivo, lejos de ser un agregado de individuos, se convierte en un espacio de reconocimiento comin que tras- ciende a cada uno de ellos. Pero los. individuos que se reconocen en esa identidad mayor participan previamente Ge una compleja red de relaciones e interacciones (familiares, vecinales, sociales, politicas, etc.), las cuales no son ajenas a la constitucién de una subjetividad compartida. No se trata, ‘aqui, de relaciones que se vayan "ne- ‘gando" para superarse en una identidad mayor; estas relaciones se moldean, se reformulane incluso se omiten, pero permanecen como parte de esos microdinamismos en los que se cons- tituye la subjetividad. Por lo anteriormente expuesto, nos parece conveniente diferenciar tres momentos de andlisis que se refieren a las formas de constitucién-descons- tituci6n del sujeto. Estas son: el mo- mento deo individual (de lo familiar, de lo cotidiano); el momento de lo colec- tivo (de la identidad, del horizonte his- t6rico compartido); y el momento de la fuerza (del proyecto como capacidad de desplegar practicas dotadas de poder). Cabe aclarar que estos mo- mentos no se suceden uno a otro en forma lineal. La idea de diferenciarlos es tan s6lo para reconocer el caracter de las diversas formas de articulacién colectiva y sus posibilidades de cons- ‘tuir poder. Cada uno de estos momentos puede referir a universos de observa- cién empirica. Pero la exigencia de nuestro enfoque, que supone ala rea- lidad como construccién constante, requiere reconstruir cada momento no s6lo en relacién con los otros, sino también en términos de su inclusin en niveles mas amplios. Esto es, analizar a la subjetividad individual desde su apertura hacia lo grupal, a lo grupal desde sus posibilidades de expresarse en un proyecto, etc. Asi, lo individual, lo familiar, to comunitario, lo regional, etoétera, son Ambitos de cohesién no excluyentes que dan cuenta de la miltiple dimensionalidad del proceso de cons- titucion de lo colectivo. La forma en que estas dimen- siones estan presentes, y su interrelacién, lleva a definir y redefinir la relaci6n entre lo publico y lo privado, enire lo interno y lo extemo, en la constitucién de lo colectivo. Lo anterior Porque las practicas colectivas pueden responder anecesidades comunes que resuelven la sobrevivencia individual; © bien a la solucién de necesidades comunitarias que no dan respuestaala consecuci6n de la sobrevivencia fami- is liar. Esto nos lleva a la discusién de la vida cotidiana como Ambito de rela- ciones que incluye o excluye a las formas de apropiacién colectiva del contexto. En este marco, la relacién entre lanecesidad y la experiencia puede ser reconocida a lo largo del proceso de constitucién del sujeto. Por un lado, da cuenta de la génesis del proceso como campo abierto de posibilidades: a la creaci6n 0 no del colectivo, a sus po- sibilidades de permanencia, a los pro- cesos de reproduccién otransformacién de la realidad, etc. Por otro lado, necesidad y ex- Periencia se transforman durante el Proceso. La necesidad no alude solo a lasobrevivencia material, sino también a la necesidad del colectivo de repro- ducirse como tal; la experiencia con- junta ya no es solo el despliegue de practicas’ potencialmente colectivas, sino la capacidad de lucha y de recu- Peracién de la memoria hist6rica por arte de un grupo. rmicnenneves:raiec resem “La forma en que estas dimensiones estén presentes, y su interrelacién, lleva a definir y redefinir la relaci6n entre lo publico y lo privado, entre lo interno y lo externo, en la constitucién de lo colectivo” eenrmeneoter ees De esta manera, lo que pode- mosdefinircomoladimensién colectiva de los individuos no es una realidad dada y definida en términos de una estructura social y/o valdrica, sino que mas bien constituye una realidad que reconoce sus propias posibilidades de realidad objetiva en suarticulacién con los diferentes pianos en que el nucleamiento pueda darse. De ahi que definirio en un plano (tamilia, grupo de familias, amigos, productores, etc.) re- presentaria un corte arbitrario que el minaria a las otras modalidades que puede ofrecer lo colectivo. Pero, ade- més, esa fijacién de su realidad en un Plano particular significaffa perder la Posibilidad de entender la complejidad OES que se oculta detrds de los diversos nucleamientos de lo colectivo, redu- ciendo lo colectivo a un producto pre- determinado, pero sin llegar a com- prenderlo como proceso que transfor- ma a la subjetividad individual, segin seala naturaleza del nucleamiento que sirve de apoyo a la constitucién de la subjetividad social. Acerca de los contenidos Necesidad, utopia y experiencia refieren, en titimo analisis, noagrados de intervencién deo real en la subjeti- Vidad colectiva, sino a formas en que dicha subjetividad se apropia de lo real. La relacién con lo estructural no refiere s6lo a la sobrevivencia material, sino también alas determinacionespoliticas, sociales y psico-culturales que juegan como inercias, como impedimentos de transformacién. La concepcién de la realidad como algo que se impone sin ejarlugaralaintervencién del hombre es una manifestacién extrema de la apropiacién estrecha de lo real. Perola relacion con lo dado puede también reconocer otras modalidades: de apertura de lo determinado, de am- pliacién de lo real. Desde e! reconoci- miento de la realidad inmediata como modificable, mas sin rebasar los mar- cos de las grandes determinaciones estructurales, hasta la certeza de que los condicionantes estructurales pue- den ser traspasados. Estas modalida- des se corresponden con tipos de utopias y con los contenidos valérico- ideologicos de los proyectos en térm nos de sus alcances temporales y es- paciales (que van desde la definicién de la accién colectiva, como la autogestin de un grupo productivo local, hasta la proposicién de un pro- yecto alternativo de nacién). Sin em- bargo, el anlisis de las practicas y los discursos de los sujetos no pueden ser tan sélo una recuperacién de su ela- boraciénideolégica o valérica. Requiere del andlisis de sus formas de apropia- cién de la realidad, pues son estas titimas las que permiten reconocer las. Posibilidades de intervencién del co- lectivo en el contexto en que se ubica, mas alla de la utopia que sostiene. Pero la captacién de estos pro- cesos plantea ladificultaddedarcuenta de la relacién entre lo dado y lo dando- se, entre lo determinado yo indetermi- nado, en la reconstrucci6n de las prdcticas y discursos de los colectivos; de reconocer el tipo de relacién que éstos establecen con la realidad. Creemos que para avanzar en este sentido, es util establecer una Primera diferenciacién entre los tipos de contenidos presentes en las mani- festaciones colectivas: contenidos de Geterminacién y de posibilidad. Dado que estos contenidos pertenecen, también, a estructuras teéricas previa- mente establecidas, nos parece nece- sario discutir acerca de la relacién en- tre ellos. El problema central es cémo precisar el significado de un contenido ‘desde la dptica que define ala realidad ‘como una construccién. Porque es in- dudable que, desde esta perspectiva, él significado de los contenidos no puede circunscribirse a una estructura tedrica, ya que ésta tenderd a consi- derar sélo alos contenidos que puedan denotar universos de observacién ya previstos por ella. Con lo anterior, co- Fremos el riesgo de dejar fuera del andlisis contenidos que connotan sentidos relevantes, también, en la constitucién de la subjetividad social, Pero que no son susceptibles de aprehenderse teéricamente en virtud de que contienen varias posibilidades dé significacién. Los contenidosdedeterminacién serefieren asituaciones estructuradas, mientras que los contenidos de posibi- lidad aluden asituaciones susceptibles de estructurarse, en virtud de la in- fluencia de practicas sociales, si estas son analizadas en el marco de su despliegue temporal. Sonloscontenidosde posibilidad los que incorporan a lo real, no como objeto denotado, sino como experien- iconciencia connotada en las re- presentaciones simbélicas. La realidad se ofrece en toda su multiplicidad de facetas, esto es, como un dandose que, a la vez que es posible de cons- truirse, es también un contorno en el que ubica los objetos susceptibles de abstraerse por la teoria. Pero, simultd- neamente con ser elespacio reconocido como contorno posible de pensarse (aunque no de reducirse a una expli- cacién), asume el cardcter de un err 'La realidad se ofrece en toda su multiplicidad de facetas, esto es, como un dandose que, ala vez que es posible de construirse, es también un. contomno en el que ubica los objetos susceptibles de abstraerse por la teorfa". cnc nS significante que contiene varias posibi- lidades de significacién que se corres- ponden con los modos de conerecién de la realidad, segin estos son refleja- dos tedricamente La conjugacién entre ambos ti- pos de contenidos permite abrir el contenido de las situaciones estructuradas, es decir, problematizar a lo dado como experiencia/concien- cia. En un plano mas general, lo ante- rior significa hacer avanzar el conteni- do de cualquier teorizacién sobre los Sujetos sociales mas alla del limite de lo dado, con lo que se amplia la visién de la realidad como objeto y como conciencia. Pero, ademés, la incorporacién de lo simbélico permite enriquecer el Contenido teérico. Su riqueza no con- siste solamente en lucidez, sino que, mucho mejor, representa un reflejo de mas realidad. Una realidad que se plantea como necesaria de apropiarse, ero no en el sentido limitado de un ‘objeto de explicacién sino como lo po- sible de imaginarse, como nueva historicidad Esquema de niveles Elintento por captar ala realidad social en toda su complejidad de dinamismos obliga a definir un esque- ma metodolégico congruente con este propésito. Pero que, ademas, permita pensar a la realidad de la manera mas abierta posible, sin ataduras tedricas innecesarias. Estas, las mas de las veces, cumplen la funcién de trasladar la atencién al cuidado de un discurso te6rico-hipotético, que no siempre tie- ne la flexibilidad conceptual para dar cuenta de las complejidades de la realidad social. Todo lo cual es todavia 16 més significativo cuando de lo que se trata es de poder intervenir sobre ella. para imprimirle una orientacién a su desenvolvimiento. a) El esquema que proponemos se fundamentaen la idea de niveles de la realidad que estén articulados entre si, aunque reconociendo sus espe- Cificidades. Los niveles que podemos Gistinguir son los siguientes: 1 Individual i Colectivo uw Vv v La fundamentacién de estos ni- veles, asi como su ordenacién, respon- de a una exigencia de pensar la reali- dad en téminos de inclusividades de creciente amplitud®. La légica de ra- zonamiento que subyace al orden de los niveles podria resumirse en los siguientes enunciados: El primer nivel (I) apunta a la subjetividad del individuo, pero ubica- da en el marco de una inclusividad que permite definir relaciones posibles que ‘se puedan desprender cuando es pen- sada desde las exigencias de inclusividad de lo colectivo. El segundo nivel (ll) cumple la funcién de mostrar los puntos de interaccién de la realidad, que pueden servir de apoyo a los intentos por acti- varla. Pero la activacion de los proce- 's0s de la subjatividad social conduce a plantearse la incorporacién de nuevos contenidos, que es lo que caracteriza al (I!) nivel; esto es, a la utopia. Analizado desde la perspectiva de la dindmica de constitucién de la subjetividad social, no implica m4s que una concepcién de la realidad como construccién. Ahora bien, la idea de quela realidad se construye se proyec- ta en dos exigencias complementarias a la de los niveles anteriormente se- fialados: por unaparte, lanecesidad de futuro y la consiguiente necesidad de apropiarsele, lo que corresponde a los niveles IV y V respectivamente. b) Cada uno de estos niveles estd referido a universos de observa- cién, pero la exigencia de inclusi6n obliga a no ver cada universo de obser- vaci6n aislado de los otros, ni tampoco verios estaticamente. Esta exigencia determina que cada nivel no sélo sea articulado con los otros, sino que, ademas, sea reconstruido segin la exigencia de analizar a cada uno delos niveles en su proceso de transforma- cién. De ahi queal individuo seletenga que estudiar en sus aperturas hacia lo colectivo; a éste, en sus relaciones posibles con otros pianos dela realidad, lo que significa analizarlo en la pers- pectiva de las diferentes posibilidades de constitucién como expresién de la subjetividad social. Es lo que significa elandlisis delos distintosnucieamientos que sirven de base para la conforma- cién de lo colectivo. ¢) Siel razonamiento anterior lo recuperamos con el contenido de sus universos de observacién empirica, resulta la siguiente composicién de relaciones: La apertura de la subjetividad individual hacia o colectivo puede darse en el marco de diferentes Ambitos, ta- tes como: la familia, elgrupo de trabajo, lamisrna comunidad, o bien grupos de referencia que pueden ser externos a ésta. Cada uno de estos émbitos a su vez guarda relacién con los distintos planos en que se pueden dar los ‘ucleamientos de lo colectivo, en tanto se considera a éstos como momentos ‘en la constitucién de un posible sujeto social. Lanaturalezade estas aperturas de Ia subjetividad individual determina tipos de experiencias grupales, segin la naturaleza de los nucleamientos de lo colectivo. Estos diferentes modos de pre- sentarse a relacién entre losindividuos en su constitucién de la dimension co- lectiva tiene efectos en ésta, en cuanto contribuye a determinar cuales el 0 los puntos de apoyo de la experiencia de ardcter colectivo; en consecuencia, cuales son sus mecanismos de cohe- sign y de reproduccién. En realidad, estos titimos variarén de acuerdo a si | nucleo de Io colectivo est reducido a la familia, al grupo de trabajo o de actividad, a la comunidad, o se tenga como referencia a experiencias grupales de cardcter regional, etc. En cualquier esfuerzo por reconstruir la dimensién colectiva se tienen que considerar las posibles modalidades que hacen el contenido de lo social Ello porque lo colectivo es el reflejo articulado entre subjetividades diversas que interactian. La principal consecuencia prdc- tica de lo dicho se puede observar en los espacios de experiencias, ya quela naturaleza del nicleo determinara las posibilidades de provocar la apertura de nuevos espacios de experiencias que sean compartidas, lo que se puede: expresar en problemas como los si- quientes: a la culminacién de todo este proceso es la posibilidad de que el agrupamiento pueda llegar a expresarse en un proyecto que, a diferencia de la pura utopia, no consiste solamente en una necesidad de futuro, sino en el imperativo de su construccién". Peres TE SE i) si existe 0 no la conciencia de realidades posibles, fuera de las que son vividas; ii) si hay 0 no conciencia y ac- ciones que se correspondan respecto ‘a que las diferentes modalidades de agrupamiento estan en relacién,loque dependerd de que se las conciba como momentos en fa constitucién de una subjetividad social cada vez mas com- pleja y activa; y, ii) por Ultimo, si esta o no pre- sente la necesidad de una voluntad colectiva capaz de sostener una pro- yeccién de las acciones hacia el largo tiempo. Loanterior supone una utopia, 0 visi6n de futuro, y su consiguiente ne- cesidad de apropiacion, que es en lo que consiste la idea de la realidad (@) Hemos desarrliado esta idea on dos rabajos: Uso erlice de la toorta. En torno a las tuncionos analicas de la totalidad, pubicado por El Colegio do México y la Universidad de las Naciones Uni- das, 1987; on EI Uso Critic I: Un acercamiento «lo indeterminade. En proceso de publicacién, Colegio de México. 17 ‘como construccién. Lo que implica el feconocimiento de las opciones conte- nidas en elesfuerzo por transformarala utopia en realidad material. En conse- ~ cuencia, lo mas importante que se plan- tea en este esquema es lo que concier- ne a la viabilizacién de la utopia; esto es, los procesos de constitucién de! Poder y sus efectos sobre la conforma- cién de la subjetividad social. Mas aun si pensamos que la culminacién de todo este proceso es la posibilidad de que el agrupamiento pueda llegar a expresarse en un proyecto que, a dife- rencia de la pura utopia, no consiste solamente en una necesidad de futuro, 10 en el imperative de su construc- ion. CONSTITUCION DEL SUJETO SOCIAL Ambito de andlisis ESQUEMA DE TRABAJO NIVELES DE OBSERVACION Nivel ogico Nivel de observables |. Individual Apertura de la subjetividad individual a lo colectivo. Practicas: modos de resolver necesidades Formas de apropiacién del contexto. Aciitudes: vivencias, percepciones, elaboraciones. | Il. Colectivo Practicas colectvas: reconstruccién de lo grupal en Modalidades de nucleamiento (Nivel constitutivo de lo colectivo) ‘uncién de las modalidades de articulacién del colectivo, Puntos de relacién entre formas de apropiacién del contexto y modalidades de articulacién del colectivo. Espacio de las précticas del colectvo, Experiencias grupales. Tipos de practicas. Percepcién de lo propio y lo ajeno. Percepcién de fuerza I Utopia. IV. Proyecto Apertura de los espacios de experiencia. Potencialidad: de la utopia a la viabilidad. Conciencia de la realidad posible. 2 Efaboracién de un horizonte histérico compartido. Reconocimiento de opciones. Contenido del proyecto: = relacién miro-macro. = relacién presente-futuro. = voluntad colectiva como necesidad social. Viabiidad: construccién del proyecto, Voluntad de poder. Prdcticas constructoras de realidad. 18

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