El Estado y el Derecho surgen a partir de un contrato social entre los miembros componentes de la sociedad. Este contrato no se sitúa en un momento histórico sino que se entiende de forma metafórica.
1. Se puede interpretar el contrato social como una salida a un problema de
coordinación. No se presenta ningún conflicto de interés y por tanto, los individuos tienen mucho que ganar y poco que perder con normas que todos están dispuestos a seguir. Las sociedades se sostienen básicamente sobre intereses comunes egoístas, de forma que su existencia puede ser analizada como la solución a un problema básico de coordinación. Esta visión puede llegar a pensar que la coacción no es necesaria, que bastaría establecer una convención para resolver problemas. La coacción solo aparece en este modelo para corregir distorsiones, ya que se conseguiría un mejor resultado con la cooperación sin coacciones entre individuos racionales.
2. Hobbes cree que sin autoridad estatal nos hallaríamos en un estado de
naturaleza permanente en el que primaría la guerra de todos contra todos. Según Hobbes una convención no sería suficiente. “Los pactos que no descansan en la espada no son más que palabras”. La sociedad y con ella el Estado y el Derecho son artificios que permiten a los individuos racionales salir del dilema del prisionero en el que se verían atrapados en el estado de naturaleza. Además las normas coactivas son necesarias porque sino surgen los free riders.