La Real Academia Española (RAE)[3]es una institución cultural con sede en Madrid (España). Esta y otras veintitrés academias de la
Lengua correspondientes a cada uno de los países donde se habla el español conforman la Asociación de Academias de la Lengua
Española (ASALE).
Fue fundada en 1713 por iniciativa del ilustrado Juan Manuel Fernández Pacheco, VIII
marqués de Villena y duque de Escalona, a imitación de la Academia Francesa. Al año
siguiente, el rey Felipe V aprobó su constitución y la colocó bajo su protección.[5]
Las directrices lingüísticas que propone se recogen en diversas obras. Las prioritarias Emblema de la Real Academia Española, con el lema
de la Institución:
son el diccionario, abreviado DRAE (art. 2.º de sus estatutos), editado periódicamente
Limpia, fija y da esplendor.
veintitrés veces desde 1780 hasta hoy; y la gramática (4.º), editada entre 2009 y 2011.[6]
Información general
Acrónimo RAE
Jurisdicción España
País España
Sede Madrid[1]
Coordenadas 40°24′54″N
3°41′27″O/
40.41502, -3.69091
Organización
Notas
Miembros fundadores[2]
Juan de Ferreras y García
Gabriel Álvarez de Toledo
Andrés González de Barcia
Juan Interián de Ayala
Bartolomé de Alcázar
José Casani
Antonio Dongo Barnuevo
Francisco Pizarro
José de Solís Gante y Sarmiento
Vincencio Squarzafigo Centurión
Sitio web
Índice
Historia
Fundación
La Real Academia Española fue fundada en 1713 por iniciativa de Juan Manuel Fernández
Pacheco, VIII marqués de Villena y duque de Escalona, con el propósito de «fijar las voces
y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza».[5]El
objetivo era fijar el idioma en el estado de plenitud que había alcanzado durante el siglo
XVI y que se había consolidado en el XVII. Se tomaron como modelo para su creación la
Accademia della Crusca italiana (1582) y la Academia Francesa (1635). La primera sesión
oficial de la nueva corporación se celebró en la propia casa del marqués de Villena el 6 de
julio de 1713,[9]acontecimiento que se registra en el libro de actas, iniciado el 3 de agosto
Portada de la primera edición de de 1713. Su creación, con veinticuatro sillas,[nota 1]fue aprobada el 3 de octubre de 1714
Fundación y estatutos de la Real
por Real Cédula de Felipe V, quien la acogió bajo su «amparo y Real Protección». Esto
Academia Española (1715).
significaba que los académicos gozaban de las preeminencias y exenciones concedidas a
la servidumbre de la Casa Real.[5]Tuvo su primera sede en el número 26 de la calle de Valverde, de donde se trasladó a la de Alarcón
esquina a Felipe IV, su sede definitiva.[10]
Lema
Esta vocación de utilidad colectiva se convirtió en la principal seña de identidad de la Ilustración con el lema de la
Academia (edición de 1822).
Academia Española, diferenciándola de otras academias que habían proliferado en los
siglos de oro y que estaban concebidas como meras tertulias literarias de carácter ocasional.
Afianzamiento
En 1784, María Isidra de Guzmán y de la Cerda, primera mujer doctora por la Universidad
de Alcalá, fue admitida como académica honoraria y, aunque pronunció su discurso de
agradecimiento, no volvió a comparecer más. Se cuenta entre las primeras mujeres
académicas del mundo.[11]No volvió a haber otra fémina hasta la elección como
académica de número de Carmen Conde en 1978.
En 1842 solicitaron un crédito de ochenta mil reales por dos años para financiar el nuevo
Fachada del Monte de Piedad de
Diccionario a José Nicasio Gallego quien era secretario de la propia Real Corporación. Madrid, junto al cual estuvo el antiguo
Mediante dicho préstamo la Academia hipotecó todos sus bienes. En 1847 se pudo saldar Palacio del Marqués de Villena,
primer lugar de reunión de la Real
la hipoteca.[12]
Academia.
La ASALE es el órgano de colaboración de todas ellas en la promoción de una política lingüística panhispánica.[15]Esta política, plasmada
en numerosos proyectos de trabajo conjunto, fue galardonada en el año 2000 con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia,
concedido a la Real Academia Española, junto con la Asociación de Academias de la Lengua Española.
El 20 de octubre de 1993 se constituyó la Fundación pro Real Academia Española, entidad que tiene como finalidad atraer recursos
económicos para la financiación de las actividades e iniciativas de la Academia.[16]Está regida por un patronato, cuya presidencia de
honor corresponde al rey de España, la presidencia al gobernador del Banco de España y la vicepresidencia al director de la Real
Academia Española. Las vocalías corresponden a otros académicos, presidentes de las comunidades autónomas y de empresas privadas,
como socios fundadores.
En los últimos estatutos aprobados en 1993, se consideró necesario supeditar el antiguo lema fundacional -Limpia, fija y da esplendor- al
objetivo superior de trabajar al servicio de la unidad idiomática.[17]El artículo primero establece, en tal sentido, que la Academia “tiene
como misión principal velar por que los cambios que experimente la lengua española en su constante adaptación a las necesidades de
sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico”. De esa forma quedaba sancionado un
compromiso que la Academia había asumido ya desde el siglo XIX.
La Fundación está abierta a la participación de particulares mediante la correspondiente cuota económica, miembros benefactores, y
entre las actividades subvencionadas se encuentran la realización del banco de datos, el Diccionario del estudiante, el Diccionario
panhispánico de dudas, la Gramática normativa y otras obras en proyecto o desarrollo como el CORPES (Corpus del Español del Siglo
XXI) o el Diccionario histórico.
Competencias
[...] tiene como misión principal velar por que los cambios que
experimente la Lengua Española en su constante adaptación a las
necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene
en todo el ámbito hispánico. Debe cuidar igualmente de que esta evolución
conserve el genio propio de la lengua, tal como ha ido consolidándose con
el correr de los siglos, así como de establecer y difundir los criterios de
propiedad y corrección, y de contribuir a su esplendor. Para alcanzar
dichos fines, estudiará e impulsará los estudios sobre la historia y sobre el
presente del español, divulgará los escritos literarios, especialmente
clásicos, y no literarios, que juzgue importantes para el conocimiento de
tales cuestiones, y procurará mantener vivo el recuerdo de quienes, en
Facsímil de una página de la primera
España o en América, han cultivado con gloria nuestra lengua. Como edición de los estatutos de la RAE
miembro de la Asociación de Academias de la Lengua Española, (1715).
Académicos de número
Los 46 miembros de número de la Real Academia Española son elegidos por cooptación por el resto de los académicos. Las plazas de
académico de número se denominan «sillas», que tradicionalmente se han distribuido de acuerdo a letras del alfabeto latino de uso para el
castellano, tanto mayúsculas como minúsculas (excepción hecha de las plazas de las secciones especiales o regionales). De acuerdo a
una norma de respeto, la provisión de la plaza para un nuevo académico se inicia a partir del sexto mes desde el fallecimiento del anterior
ocupante de la silla correspondiente.
G José Manuel Sánchez Ron 2003 físico e historiador de la ciencia Vicedirector de la RAE
J Carlos García Gual electo (falta tomar posesión) filólogo, helenista y traductor elegido el 30-11-2017
K Federico Corriente Córdoba electo (falta tomar posesión) arabista elegido el 06-04-2017
Rafael María Baralt (1853-1860). Primer hispanoamericano en ser Camilo José Cela (1957-2002). Premio Nobel de Literatura en
elegido académico. 1989 y Premio Cervantes en 1995.
Antonio Cánovas del Castillo (1867-1897) Luis Rosales (1964-1992). Premio Cervantes en 1982.
José Zorrilla (1885-1893. Fue nombrado inicialmente en 1849 Alonso Zamora Vicente (1967-2006), fue secretario perpetuo de la
pero no tomó posesión) RAE.
José de Echegaray (1894-1916). Premio Nobel de Literatura en Antonio Buero Vallejo (1972-2000). Premio Cervantes en 1986.
1904.
Fernando Lázaro Carreter (1972-2004), fue director de la RAE.
Benito Pérez Galdós (1897-1920)
Emilio Alarcos Llorach (1973-1998)
Ramón Menéndez Pidal (1902-1968), fue director de la RAE en
Torcuato Luca de Tena (1973-1999)
dos ocasiones.
Miguel Delibes (1975-2010). Premio Cervantes en 1993.
José Martínez Ruiz, Azorín (1924-1967)
Manuel Alvar (1975-2001), fue director de la RAE.
Eduardo Marquina (1931-1946)
Salvador de Madariaga (1976-1978. Electo en 1936, efectuó el
Julio Casares (1931-1964)
ingreso tras su exilio).
Gregorio Marañón (1934-1960)
Gonzalo Torrente Ballester (1977-1999). Premio Cervantes en
Santiago Ramón y Cajal (1934. No tomó posesión). Premio Nobel 1985.
de Medicina en 1906.
Miguel Mihura (1977. No tomó posesión)
Pío Baroja (1935-1956)
Jorge Guillén (1978-1984). Premio Cervantes en 1976.
Ramiro de Maeztu (1935-1936)
Carmen Conde (1979-1996). Primera mujer en ser elegida
Blas Cabrera (1936-1945) académica en la RAE.
Miguel de Unamuno (1936. No tomó posesión) José García Nieto (1983-2001). Premio Cervantes en 1996.
José María Pemán (1939-1981) Francisco Ayala (1984-2009). Premio Cervantes en 1991.
Dámaso Alonso (1948-1990), fue director de la RAE. Premio Ángel González (1997-2008)
Cervantes en 1978.
Ana María Matute (1998-2014). Premio Cervantes en 2010.
Gerardo Diego (1948-1987). Premio Cervantes en 1979.
Fernando Fernán Gómez (2000-2007)
Vicente Aleixandre (1950-1984). Premio Nobel de Literatura en
José Hierro (2002. No tomó posesión). Premio Cervantes en
1977.
1998.
Melchor Fernández Almagro (1951-1966)
Como dato de interés, el único Premio Nobel de Literatura español que no ingresó como
académico en la RAE fue Juan Ramón Jiménez (galardonado en 1956 y fallecido dos años
después).
En 1784, tal vez por presiones de la Corte, María Isidra de Guzmán y de la Cerda fue
admitida como Académica honoraria.[20]Sin embargo, a lo largo de la historia la Real
Academia Española ha rechazado a personalidades del mundo de las letras por el hecho
de ser mujeres.
En 1853 Gertrudis Gómez de Avellaneda solicitó su ingreso lo que planteó un largo debate
tras el cual se tomó el acuerdo de no aceptar mujeres como académicas de número, Portada de la revista ilustrada La
resolución que la Academia utilizó hasta principios del siglo XX y que le valdría la Esfera del 2 de abril de 1927. Noticia
de la elección de Antonio Machado
consideración de antifeminista.[21][22]
En 1912 la petición de Emilia Pardo Bazán fue
como miembro de la Real Academia
rechazada, a pesar de los apoyos de diferentes instituciones, en virtud del acuerdo de Española (uno de los pocos que ni
1853.[23] pronunció discurso ni usó la silla).[19]
La candidatura de Concha Espina fue igualmente rechazada en dos ocasiones (1928 y 1930),[24]si bien en 1928 la Academia admite la de
Blanca de los Ríos, candidatura que llegó a someterse a votación aunque no resultó elegida.[25]También fue aceptada y sometida a
votación la candidatura de María Moliner en 1972, aunque en esta ocasión la votación fue ganada por amplia mayoría por el lingüista
Emilio Alarcos Llorach.[26]
En 1978, casi 300 años después de su fundación, fue aceptada la presencia femenina en la Real Academia, siendo Carmen Conde la
primera mujer que ejerció como Académica de número, ocupando la silla K.[27][24]
Al ingreso de esta escritora se han sucedido los de otras
mujeres de reconocido prestigio en el mundo de las letras: Elena Quiroga de Abarca (1983), Ana María Matute (1998), [27][24]
María del
Carmen Iglesias Cano (2002), Margarita Salas (2003),[27][28]
Soledad Puértolas (2010), Inés Fernández-Ordóñez (2011), Carme Riera (2013),
Aurora Egido (2014), Clara Janés (2016)[29]y Paz Battaner (2017).
Organización y funcionamiento
Académicos de número de las academias americanas (que por derecho son académicos correspondientes).
Académicos honorarios.
Una junta de gobierno rige la Academia y supervisa todos los asuntos relativos a su buena
operación, tanto en lo relacionado con su funcionamiento interno como con sus relaciones
con los organismos del estado, y las demás Academias. Esta junta la preside el director de
la Academia y está constituida por el vicedirector, el secretario, el censor, el bibliotecario,
el tesorero, el vicesecretario y dos vocales adjuntos. Todos estos cargos son electivos y, a
excepción de los vocales, que se eligen cada dos años, pueden ejercerse durante cuatro
años, prorrogables sólo una vez.
El Pleno, formado por todos los académicos, se reúne durante el curso académico los jueves por la tarde. Una vez aprobada las actas de
la sesión anterior y de debatir cualquier tema general, los asistentes presentan enmiendas y adiciones al Diccionario. Acto seguido se
examinan las propuestas formuladas por las diversas Comisiones. Las resoluciones, en el caso de que se produzca disparidad de criterio,
se adoptan mediante votación.
Al servicio de los trabajos que la Academia desarrolla en Pleno o en Comisiones, funciona el Instituto de Lexicografía, integrado por
filólogos y lexicógrafos que realizan las tareas de apoyo para la elaboración de los diccionarios académicos.
Directores de la RAE
Desde su creación la RAE ha tenido treinta directores. También hubo algunos casos de
directores temporales, como Vicente García de Diego, director accidental (1965-1968), y
Rafael Lapesa, director interino (1988).[30]
Publicaciones de la RAE
Diccionarios
Diccionario de la lengua española (DLE)[31](1.ª edición: 1780, 23.ª edición: 2014); un
volumen de 2376 páginas (cuenta con 93 111 entradas y 195 439 acepciones —de
éstas, 18 712 son americanismos—).[32] La primera edición de esta obra se encuentra
en el dominio público
Diccionario esencial de la lengua española (2006): un volumen de 1660 páginas que
cuenta con 55 000 acepciones. Es una obra resumida que hizo de puente entre la 22.ª
y la 23.ª edición.
Diccionario panhispánico de dudas (DPD) (2005): un volumen de 834 páginas. Obra que
tiene el propósito de resolver las dudas relacionadas con el uso del idioma español en Tomo V de la edición del
Diccionario de la Lengua
toda la comunidad hispanohablante. Está disponible en línea en el sitio de la RAE.
Castellana (1737).
Diccionario de americanismos (DA) (2010): un volumen de 2400 páginas (cuenta con
70 000 entradas y 120 000 acepciones). Es un repositorio léxico específicamente
destinado a recoger palabras propias del español hablado en América.
Diccionario del español jurídico (DEJ) (2016): un volumen de 1669 páginas (cuenta con
30 000 entradas). Obra realizada en colaboración con el Consejo General del Poder
Judicial (CGPJ) de España.[33]
Diccionario del estudiante (1.ª edición: 2005, 2.ª edición: 2011): un volumen de 1544
páginas (cuenta con 40 000 entradas). Obra dirigida a alumnos de secundaria y
bachillerato. Sustituye al Diccionario escolar de la RAE (1996).
Diccionario práctico del estudiante (1.ª edición: 2007, 2.ª edición: 2012): un volumen
de 852 páginas (cuenta con 30 000 entradas). Adaptación para Hispanoamérica del
Diccionario del estudiante. Obra a la venta solo en el continente americano. Diccionario del español jurídico
(2016).
Gramática
Nueva gramática de la lengua española (1.ª edición: 1771, última edición: 2009-2011). Esta última es la primera gramática panhispánica
y reemplaza a la anterior Gramática de la lengua española (1931) y al Esbozo de una Nueva gramática de la lengua española (1973). La
primera edición de esta obra se encuentra en el dominio público
Publicado en tres versiones diferentes según la extensión:
1. Nueva gramática. Edición completa (2009 y 2011): 3 volúmenes que suman 4808 páginas. Tomos 1 y 2: Morfología y Sintaxis (en 2009);
Tomo 3: Fonética y Fonología, junto con el DVD Las voces del español (en 2011).
Gramática descriptiva de la lengua española (3 volúmenes, dirigida por Ignacio Bosque y Violeta Demonte, 1999).
Ortografía
Ortografía de la lengua española (1.ª edición: 1741, última edición: 2010).[34]Desde 1999, es una obra ortográfica panhispánica y
reemplaza a las Nuevas normas de prosodia y ortografía de 1959 y a la anterior edición académica de 1999. La primera edición de
esta obra se encuentra en el dominio público
Publicado en tres versiones diferentes según la extensión:
1. Ortografía. Edición completa (2010): un volumen de 864 páginas.
Proyectos actuales
Nuevo diccionario histórico del español (NDHE). En fase de desarrollo. Sustituirá al Diccionario histórico de la lengua española (primer
volumen de 1933-1936, incompleto) y al Diccionario histórico redactado entre 1960 y 1996. Utilizará como base el Nuevo tesoro
lexicográfico del español (s. XIV-1726) y el Diccionario de autoridades. Presentará de modo organizado la evolución del léxico español a
lo largo del tiempo.
Ediciones conmemorativas
Don Quijote de la Mancha (1605), de Miguel de Cervantes. Publicada en 2004 con motivo del IV centenario de su publicación y reeditada
en 2015 por el IV centenario de la muerte del autor.
Cien años de soledad (1967), de Gabriel García Márquez. Publicada en 2007 con motivo del 40.º aniversario de su publicación y del 80.º
cumpleaños del autor.
La región más transparente (1958), de Carlos Fuentes. Publicada en 2008 con motivo del 50.º aniversario de su publicación y del 80.º
cumpleaños del autor.
Pablo Neruda. Antología General, de Pablo Neruda. Publicada en 2010 con motivo del V Congreso Internacional de la Lengua Española
no celebrado finalmente en Chile debido al terremoto.
Gabriela Mistral en verso y prosa, de Gabriela Mistral. Publicada en 2010, también con motivo del V Congreso Internacional de la Lengua
Española.
La ciudad y los perros (1962), de Mario Vargas Llosa. Publicada en 2012 con motivo del 50.º aniversario de la publicación de una obra
«fundamental del boom latinoamericano», como afirmó la RAE en un comunicado.
Rubén Darío. Del símbolo a la realidad, de Rubén Darío. Publicada en 2016 con motivo del centenario de la muerte del autor y
coincidiendo con el VII Congreso Internacional de la Lengua Española.
Colección Tercer Centenario. Son ediciones especiales de obras de autores españoles de los siglos XIX y XX que conmemoran los 300
años de la institución. La colección se inició con La busca de Pío Baroja, y Misericordia de Benito Pérez-Galdós.[37]
Al pie de la letra. Geografía fantástica del alfabeto español (1ª ed. 2001, 2ª ed. 2007, y 3ª ed. 2014). Obra en la que distintos académicos
rinden homenaje a las letras del alfabeto que designan sus plazas en la corporación.
Discursos académicos. Pedro Álvarez de Miranda dirige la edición de 12 discursos de ingreso de académicos de los siglos XIX y XX. Se
incluye las conmemoraciones del Tercer Centenario y están publicadas por Biblioteca Nueva.[38]
Véase también
Idioma español